Sunteți pe pagina 1din 16

r lri:il

:l r¡i

:1 ,-,

JoRGE Nt ñEz sÁNcHEz

gente campesina conocida con el nombre de peones conciertos:


esclavos disimulados, cuya clesgraciada condición entraña uná
para la tranquilidad pública, el día en que un nuevo
^rnenaza se pusiera a la
Espartaco cabeza de ellos para reivindicar su
libertad. Y SOCIALISTAS
IDE,ALES OBRE,ROS
ANTE LOS PROCESOS DE INDUSTRiALIZACIÓN
_ Lamentablemente, la solución que Alfaro propuso para el pro-
l¡lema de la serviclumbre indígena y campesina revela esor y, plrn-
Y SUS EFECTOS E,N LA HISTORIA INTELECTUAL
DE AMÉRICA LATINA
teaclos límites icleológicos que tLrvo el liberalismo latinoamericano:
tratando de no atacar al dogma de Ia propiedad privada, iplanteó
la necesidad de <1ue se reuniera un Congreso Nacional de Hacen-
Saluador E' Morales Pérez
ciados, que le recomendara las r¡edidas que se habían de tomar
para la liquidación del concertaje...!
En síntesis, la refornra lil-:eral fue clesigual en los distintos
países del coitinente: temprana en unos y tardía. ell otros, o pro-
funcia en éstos y superficial en aquéllos, pero en su conjunto marcó la historia de los hoy lla-
El tratarniento de. cualquier aspecto de
Lln punto de ruptura definitiva con el pasado colonial y post-
*rJo, pueblos latinoamericrr-,á, ..r-porta exigencias metoclológi-
colonial, En mu,chos casos, la reforma no aLcanzó a curnplir su
programa c{e cambios sociales ;, hubo necesiclad de nuevas revo-
.as .r¿', vcz n1ás clefiniclas. Sobre toáo, en el terreno del estudio
cle las mentaliclaclcs toda su amplia gama de manifestacio-
lr"rci«¡ncs para Jibr:rar definitivamente a la fuerza cie trabajo cle sus -col1 deslindes previos para no incurrir en
nes-- es necesario hacer
viejas atach-iras serviles o semiserviles y clar paso al imperio clel
trabajo asal¿riacl<¡. Empero, nada cie esto se hubiera alcanzado de reiteraciones inter,retativas ce,tradai en visiones viciadas de cla-
se, raza) sexo, origen nacional.
'
no ser por la vocación libertaria cle los pueblos americanos y por
su antigua conciencia de humanidad, que rodavía hoy perviven y
El eur<-,centrismo ha siclo un rnal camino, pues ninguna in-
so.stj.enen el suefio de una A,rnérica liberadá del racismo, de la
fluencia factual por más Poderosa. que sea p"94" teflejarse como
ti]l
opresión y de la desigualdad. un espeio, como ut1 eco réproductór. A pesar del esfuerzo crecien-
rl "' t", lu áí*"sis percepriva'de cierta visión pcr'rea.da además cle

sáiocentris*ro iaucáiico, sigue ocupando un espacio en la valori-


zaciór7 de las variables externas. I)e esta Percepción desproporcio-
nada no se han escapaclo las concepciones del socialismo y cle
otro, id."l"s pop,.lrrás, a pesar del origen crítico de sus plantea-
mientos teóriios. La fiárzi de una traclición intelectual ha lograclo
imponer parámetros debilitaclos gradualmente por el ejercicio de
un pensamiento cada vez más crítico'
¡.i "t ordar .el tema cle lqs icleales de ios sectores sociales
integraclos por los trabajactores, urbanos y- rurale§ (no siempre
.on"lonteras específicar *rry bien delimitadas), sobre toclo. en.lo
,"f"."rr," a su aclhesiófi a teorías socialistas y anarquistas de ela-
Loración foránea, y la incidencia que t,vieron esas adhesiones
f".rrlir.rr.nte asimiladas) en elque pensamiento sociopolítico ibero-
J*"ri.rr-ro clel siglo xIX, creo se deben establecer algunas
consicleraciones previas:
'r a) Las .los,primerrs dentro de los macrocontextos tecnoeconó-
-i.o* la pri¡nlra revolución industrial europea tiene una irradia-

206 207
SALVADOR E. MORALES PÉREZ
:ALES OBREROS Y SOCIALISTAS
ción menos amplia y más lenta que
Ia seguncla; la inicial incide
procesos de rrán'sir, cre peonaje y rorl conservar formas de cooperación comunel, corlo
escraürud É".i, r"'i'..i.,].,."_en e7 cttrilbitet
,,,i.*,#'r':':::'fr ..ffi i{o han faltado exageraciones o tergiversaciones sobre el senticlo
IT:il;§;.f
noverira, en medio de la reesí¡".r".*iá., *:**iil$I"[i,r", sc¡cializante de algunas cle esas formas cle propieclacl y f'nciona-
ül;;";.;;;llilr".l miento-sociopolítico2 pero no cabe duda dáque su paiel clebc ser
produce una verdacrera exprosión más adecuadamente considerado y cle ningú" *á¿á ;t,*^ao.
;.;
primas qLre trae ,.,*"roroi irr*rgrr.rtar. exportación
vJ\vvaLqLrurr Ltc
cre ríareriai
ma't Louis Baudin ha concluido clue en perú hubó a la vez,.cárectivis-
b) En ei orden socioculturfl, .. "irr.,p..rcinclible mo agrario y socialismo de Estado, el uno muy anterior a los
cuenta que el mundo espirit,al cle tonlar erl incas, el otro establecido por estos conqlristaclores; el uno les*lra-
los artesanos, jorualeros, .pe-
rarros) peones v etnpleados en lógico do de una Iarga evolución, el otro cr.eación crel gá.io hu,ano,3.
aumento en esta otra ribe_
ra atlántica, .rá .,.una pági.a á blnrr.o;..uranre Antes cle que la Iucha por ra libertacr se ctásarroilara como
colorrial y sc,bre ,"1:,:"i l; el clonriirio parte cl_e una teoría, ésta consriruia un elemento vivo y activo en
i,rdepencl.hrist:r y rcvo_
","...g";;a
l,croriaria tic principios cie sigro -se
rra iclo confornrunáo ,rn, co,tradicción con la institución esclavista. Lo señalaclt por Ger-
culrura política, ideaies y p.a.t:i.rr-ái,,,.]-.r, lnáu Ca,rrera Darnas, para Venezlela la lucha po. lá tibertacl
sien.rpre evidentes de las'"'r."ruli.iua..'i,e
en los pasaclizos no -<(Fn
desarrollada por los esclavos no encontramos
sinterizan las i.frue¡r_ Lrn¿l teoría o una
.o"" rl a. i"; :r;;J';';,*., doctrina de la libertad, o ar ,lenos srs huelras no iran sicr. hasra
:li:,i:,j,t :;¡;,;::"::'"i.,,,,,., ¿rhora establecidas s,ficientemente» (Carrera Danras, 1967, 7i)-
Crrando cl fiuio de provenienres cle la inclepenilencia es.exrensivo para toda Iberoamérica. sin emba.go, á falta ie rín"
arrgloar,erican* de la Revolució,rlp.rrr..r,
^i,Jeas coherencia conceptual, existe una coherencia fn."trnl, pra.ii."
clesembarcan en la"s
playas vedadas cie rc co'cie-.i, po¡rl-,ir.l'irru. de resistencias frente a la opresión q.e arcanza cllotas"rro
cre t.asgre-
reelaborero;r a I)arrir tlc s,_¡s lu, enren<rierorr ,,, ras sión que van del cimarronaje al laclinisrno (cin.r,rro.aje icleolójico
¡rráp;i r-.o'".1ü;;"r;;
--"r"r'.i"',
;i;;;';':L".
Eso puerl"^ .:,i.e.de'se a partir dL
.na ,,o.i¿, j.l',1,0, le llan-ra René Depresre).
conpleja .r' c'¡nrracricroria cle r" qr.rig"if]co Dos rnodos de enfencler los asllntos políticos-sociales, la riber-
esa icleol.gía, sesuda_
mente e.squenrat:izacla. tacl entre ellos, comel]zaron un largo ánfrenta*ie,.to, '"., i,rrto
De esre ntodo. el prin-rer esbozo cle un para los criolios dominantes blancoE se incrinaron hacia la
perrserniento cle ren_ económica y nacional, los grupos sLibalte.,ios e,fatizero, ie'rá.i0,
dencia s,¡cialisra d.r,cá .1" ,l;,;rru, ;;,,p". socioeconómicos socil-
las nuevas .e lización de la libertad e igua[dad, en pro cle la clerno.riior:rAn
ver¡lencia de .repúblicas americanas vino a confclrmarse cle la con- cloméstica. Desde luego, una noción noburg*esa cre Ia liber.tacr
los ideales liber.-,ies. en su'senticlo ,r.,a, ,o
pLrro, ccn las condiciones cle exisrencia ,t r.ru.lJ y significa el ideal liberrario socialisra. Los iáeales socialistas cons-
social y *tr".A a"l;;.;:"r,r-
re.s sociales dorninaci,s, sujetos
* ,., ..ori".,r*i.rrro -aJ"l;;-;r- tit*yen un proyecto cle conjunt. cle ros cliversos pianos cre] acon-
trlrctlrras técnicas' econóinicas, sociares fecer. procluctivo y de consLrmo, de fr-incionamienjo social y espi-
y a ra er.siórr cre la ritual. No obstante, la existe.cia de estas formas .or.t.'r.rli.olir,
y creencias conse¡rsuacta en tas erapas ¡lrr¿."i.",
::?::,1i.r:r,o.res particularmente en la esfera de la conciencia y cle las *nimieclacles,
Las exp6riencias enumeraclas por cotidianas. consriruyen un. subsrrato indisperisable para .orrrfr.'r_
tr{oig (1994, Il, 1.73 ss.), clen_ cler la asimilación o rechazo a las proiu.rt", ptlíti.o_.oiiul.,
lro cie. la etapa de pensamiento i,rOpi.oocolonial, a parrir
rntenciones comrinirarias cle las orirrndas de Europa.
a" q"i*gn en r\4ichoac án,Bar-
de vasc'o
tolorné de las Casas en Verapaz, lr, ,rriiár., jes,íticas . uno de los primeros en reparar e, Ia i¡rcom,.icació. e.tre los
t-l:o, los principal." pr;;"lror.. ^i.'ro.l.clacles en Suclarrié_ sujetos históricos con respecto a los icleales provenientes de
Euro-
sabor "n:r:
a falansterio v/o milenarii-o, ,r*rri?n
icle¿rles co,
de los precedentes. son colocables clenrro
1. Fo¡ma de cooperación ¡u¡al en la co,strucción de rnoclesras vivienclas,
Desde luego;. un antecedente que típicas de Haití y del orienre de Cr¡ba.
preciar es ei de las rrrismas prácticas no sé debe olviclar o rnenos_ '
2'Bau¡lin (1940), dedicó su ob¡a a examinar ras caracrerizaciones de socialis-
y ,ro.,,r, comunitarias, tanto ra, srlstenidas,.p".-!g:.n_r1 Martens y Reclus y lo,
de los grupos auró*o.o., .or,ro
i;l;r';;;i;, J. Baudin, 1'940, 1'0. su punto de vista parrefl"nt.rni"r,r", .f"Jlr.r.""'
africanas, que s*pie_ cle una noción ie socialismo
como sisrema planificado q,ue anula la propiedacl individual.

208
209
"';iiiis'&}:.
i i,:fi.".
"i-:' i.:::E:

.;;. .t;:.
- :r.. li.:,
.i i,: LES OBREROS Y SOCIA
.VADOR E. MORALES PÉREZ

pa, utopías liberales y socialistas, fue Simón Rodríguez a quie¡ 'i' Concorclamos con que la observancia del clespegue capitalista
jesírs Cova, calificó cle primer socialista americano.(C-ova, 1947),
i,:
'I en liuropa durante su larga estadía le advirtió acerca de los incle-
"n".io
mer]os qlle uno cle los principales mefitores de Simón Bolí- a seables éfectos ncgativos que pretenclió ahorrarle a la América, y
var. Durante su estaclía de dos décaclas en Europa (1810-1828) , :
que .actuaba como un antimodelo, como aquello que América
l:
conoció de primera mano el nacimiento de las ideas del socialismo,
'l áebía imitar, (Ciriza y Fernández,1993,79)' Desde estos ángulos
romántico: .concurrí a juntas secretas de carácter socialista; vi de' i:
oodríamos concordar también en «que si por socialismo utópico
'eiltendemos Ia solución imagiriaria a los conflictos sociales, en el
cerca al paclre Prosper Enfantin, a Olindo Roc{ríguez, a Pedro
Leroux y a otros muclros que funcionaban como apóstoles de la i, senriclo cle una redefinición cle las condiciones de existencia en
secta» (Grases, L9)54, 187)' Los mencionados constituyeron epígo' beneficio de los sectores populares, pero apelando para ello a los
grlrpos hegemónicos como agentes del carnbio, el pensamiento de
nos cle Henri de Saint Sirnou, celebre por slr crítica a Ia anarc¡uía "R<r.i.íg.,ez
se inscribe en esta línea" (Roig,1982, 172: "Corno nin-
capitalista, que dcbía ser sustituicla, a slr ver, pol una organización
esiatal goirá. por científicos: 'sociaiismo en la producció¡', in- gún olro de sus contemporáneos suPo ver, si no la vía de las
,Justrial]' de rendencia aristocrática pues su orden social venclría ioluciones, el lugar verdadero de los problemas").
clescie ai.riba, pues los obreros scguirían siendo uil elernento pasi-
Desde luego, las tendencias socializantes se exPresan en nume-
vo. Sr. p.*t.rrií, unas especie de interclase, que borrase las clife- rosos aspectos cle su pensamiento' Coinciclimos con Roig, en decir
uque l(oclrígtez avanzó r¡pcho ¡rás que otros clentro clel socialis-
rencias económicas inejorando a toclos (Bravo, 1.976). Fstos segui-
clores formarorl uná escuela casi religiosa que dio lugar a lcs *t.{" entoices, (Ittlig, 1982,,t. II). Los otros a los cuales alucle son
pi:imeros experir-nenios sc¡cialistas en Francia. Duc{oso resultado los qu-e el cono sur hicieron cleclaración cle "socialistas>), como
poctría ,-apaaárr. et1 u-na parte del mundo, nuestra América, que no Esteban E,cheverría y F-rancisco lSilbao entre los rnás relevantes en
Lsrarí" en el Consej. d-e Issac Newton que la gobernaría, compues- la primera mitacl clel siglo xIX. Un estudio comParativo, aún pen-
ta ,1e grupcl; hurnanos sul.restimaclos, ' cliente de realizar, podría revelar cn detalle los alcances de su in-
Cáa clía so. más quienes valt reconociendo en Simón Roc{r:í- fluencia y el valor de sus planteamientos dentro de un marco po-
guez a u., vercladero ádela,tado cle las ideas socialistas en esta lítico cultural niás amplio.
parte .lei rnuncl<¡. caracterización que aconrpaña al paradigir.ra Un clestacaclo cono.édor, Carlos M' Rama, incluyó a Flora
'rristán en su aiitología del socialisrno utópicó en Latinóaméiica
Ltópico e).puesto en su prinrera gran obra publicada, Las socieda'
cles-an.teric)nd' en 1828 (Arequipa, 1828). Para llociríguez no fue A su páiécei ,iel Perír, y pór éxtenSión Américá látina én!e1.a, ha
tan preocupante córno .rn. ., lá posguerr'a colonial las socieclacles tenidó el privilegio de aportar a los mismos centro.s d§l sociahsmo
utópico una figura cle primera magnitucl" (Rama, L977,
n*ái.rrn., sino .cómo poclrán ser en los siglos "¡i6lqro5» (Ro- "rt.rp"o
XX). t-u inciusión de Ía forma expresáda resultá polémica' La
clríguez, 1975, vol. I. Seguirnos esta ectición en aclelante')' Parece
peruaniclacl cle Flora no tigng consistencia y aun su incidencia e1
el f,rirner intento hispanoamericano de proyectat' seriamente ua
.uÁbio social cle moáo total que §r-rPere en much'o los proyectos ll penr^n-,iento latinoamericano dé su época estaría po¡ dogurnen-
a¡irericanistas prececlentes. De mod-o originalísimo st¡nrete a,la tai de modo más cglv-lngqpte- §in ne-ga1 !o¡ méri1o¡ cle su1 avan-
crítica al trarnaclo social vigente y pulsa los elementos sociales Tailos-Cnalitil .te ta sá.iedad áóminánté én é[ Peiú qúe conoció
(1833-1834) y lá oiiginalidad de sús propuestas 3óciales, conside-
clinámicos portadores de poteilcialidad transfonnaclora'
ia ¿¿Ult la raz,ón de incluirlá en el espectro intelectual de nuestro
.l-9 que-Rodr'íguez caliiica cle *causa social' 9¡,t-á a1i11ci1 p91- continente ('fristán, 1946).
la prornáció n del.-Bienestar f-)eneral, cn stt sentido Lotal, f'ara todo
J ;;,;;;;ñ.,-;,.,.-. -p.i nreclio cle ia.eclucación p¡e¡entle réáliáir En la cuenca del Plata el socialismo saintsimoniano tuvo una
-éóngruente particular difusión por parte de inmigrantes franceses e italianos
un.i reforma soc,ial con las co,cliciones y car-ácteres
sociales.l' étnicos de {rnf¡13*itr!!a establecidos en sus áos orillas. Hay coincidencia en reconocerlo en
específicos cle los grupos
hisrórita
^concrera
y Fernárrrlé2, 1993, 79)' la llarnada generación del 37. Dos publicaciones se distinguieron,
i,por:'nrniclacl
.iómbina .(Citiza
la ré¿tlidad y el proyecto pr'opio dentro de una perspec- La fvloda, semanario editado en Buenos Aires por Jr-ran Bautista
Albeqcli y Juan María Gutiérrez, en cloncle aparecieron referencias
tiva que alavez inquiere-y deslincla el ejercicio crítico y ia capa-
proyectiva. a Saint Simon, Giuseppe Mazzíni y Pierre Leroux y doncle
ciclacl :
-se
21,1
?.,1.0
AL\/ADOR E. MORAL€S PEREZ

9i:"- se_usó por plt::l_vez en"la región la palabra socialismo


(cit. igualitarismo destacó el joven Francisco Bilbao (1823-1865), quien
¡,r¡¡ Raura, 1977, XXX), y El lniclador.ecliraclo .n fuio,*ui_ rradujó y editó La esclauitttd moderna, de Lammenais en 1843 y
rleo de l83B u.,r..ci cie 1839_ bajo la alr*.ii"'a.
-abril al siguiente año dio a conocer su primera obra escrita Sociabiliclad
Miguel- Cané y Andrés Lamas. Fue en este úrlrímo ." a"".i"'ur.-
recerá lr prinrerr versión cbilett.a; fue conclenada a la pira santiaguina al igual qne años antes
o declaració, dc ros pri)r"¡i¡", el iil¡ro de la Tristán sufrió el fuego en Arequipa. Bilbao fue expa-
-Código
clue cottstitt¿yert la creencia social de la República Argett'titta*I'¿-
un rexto relevante, Dognta socialista de la Asociación"cle Maya, rriado. En Francia (1844-1848) tuvo tratos directos con I-Iughes F.
escritor Esteban Echeverría. del ll. Lan"rmenais, Edgar Quinet y Jules Michelet, quienes influyeron
aun más en su ideario. Cla¡a Jalif ha encontrado también la hr,rella
argentino r.racido en 1g05, estllvo e' parís entre ¿ie Graccus Babeuf, en su lenguaje, adhesión jacobina y fonnación
-1826
^^!.r._e^scritor
y 1830 en el mome.ro de expansión clel socialir,r.,o rorl_ri,r_ de la Sociedad de la Igualdad (Jalif de Bertranou, 1991, 35). Esta
tico. En sus escriros se ha descubierio Ia influencia a" r-orrrr,""]i.,
Leroux y-Mazzi.r, con predorninio cre ra rruella ,ri.rtrirr-ror.inr-ro.-E¡ última creación compartida con Santiago Arcos al regresar de su
prrimer clestierro, llegó a contar con más de un miliar cle mien-rbros
Dog¡ina Socialista, dirigido a la juvent,d argenrina, parre cle
rrn (Rama, '1977,XLl) y tenía afiniclacles ideológicas con sus preccclen-
conce pto c7ave, asociación, como condición ile civilización
y pro_ tes argentinos. El órgano de prensa de los igualitarios fue El Antigo
greso, base de igLraldad rruténtica y de la confraterniclaci:
del Pueblo, el cual publicó por iniciativa de Eusebio Lillo, un ca-
Le. Ijtrc.rre<l rro p.Lredc rualizarse sino
pítulo del libro de Lammenais Las palabras de un creyente, expre-
por medio de la i.queldad, v sión del ligamen entre esta variante de socialisnto cristiano y lzrs
la igu;lde.l si. cl ¡uxilic dc le asociaáión o i.lel .o.,.ur.3 J; ilr;
las fuerzas incliviclu;¡les e¡rcaminadas a r-rn objeto rr"i.., i"J.ti.,iao demanclas populares crecientes del Chile en crecimiento nrercantil.
progreso 66¡¡ti177v6- fórmula fundamenial ¿e tn ¡it"sori,,-.i"i También por esta época circuló una traclucción argentina cie los
-cl.
decimonovc;ro siglo (Echeverría, 1951). escritos de Pierre Leroux, El rnovimiento tuvo fili¿rles en La Serena,
Aconcaguá y Valparaíso y repercutió en Perú (Melgzlr Bao, 1989,
, .f'gclo ese conjtinto de canceptos, valores y meclios clebe con_ 52 ss.). Bilbao creía que su país poseía las concliciones favorables
dtrcir iracia la Den¡.ocracia. co¡rcebida sim*rtánánre,re .or-,.,o *fr.r- para adoptar su icleario:
to cle a.rranclue y reunión,. Ccn otras palabras: *organizar la'aso_ "El cleber cle la dirección de Chile consiste
no en cambia¡ la naturaleza de su genjo sino en la forma que se le
ciació, sobre ia base democráfica,, El fin írltirno es, pues, el cle debe aplicar. El fondo es bueno, claclle una forma armónica" (Bil-
"consegriir la realización complera de la igualclr.t dé .ln."r, y l^ bao, L866, II, 453).
emancipación cie las masas», y los medioi pa.ra consegtriria' ,,c¡ Hasta qué punto los receptores populares de esras ofertas ideo-
difieren
.m,cho dei planteado porj simón Rádríg.,ez, .i ,,-r"jo.o,
miento i.telectual,
lógicas hayan asumido esc¡s contenidos es difícil de cónocer; aun-
físico y moral de la clase ,iá. .ru.,-r".Á, y que puclieran intentarse vías altemas en los cancionelos, l)oema-
polrrc, arrnque sil alcrrr,zar ]os tonos raclicales cle éste. rios populares, cartas a la prensa, liter:itura, etcétera.
. . Conlg Rodríguez tarnbién está coiryenciclo de qr.le estos iclcales
deben aCapta¡se al suelo eir qlie se apliquen, no clescleña, sin
No cabe duda que estos enlrnciados en sus aspectos más sim-
ples, igualdact, justicia, libertad, fraternidacl, democraci:r, progre-
embargo, el aporte europeo, pero bajo ii"rtu, concliciones: .El cie so, educación, socialismo, se convirtieron en impulsos n-rovilizado-
nuestra vida intelect,al será a la vez nacionhl y huma,itario: ter:r- res, a pesar de toda la incoherencia que se puec{e suponer. Icleas
clremos siempre un ojo_clavado en el p.og...á cle las naciones; y reformacloras de participación activa injertados en un universo
ei
.otro en las entrañas de la socieclad,. A,riqrr. no fue .,r, plarrtáo- intelectual peculiar. Esa será la tónica que se clesequilibrará a fines
nrienro tan contundente como el de *Inventamos o s¡¡crnos», sí del siglo en favor del producto importad,r.
fue rriétodc acertado que renclió al abariclono con posteriári- Bilbao en los úrltimos años cle su vida y sin percler su ficlclidad
clac{.'n
De este modo el Dognta no fue tan clogmático. a Lammenais reacciona contra los proyectos de Saint Sin-ron y
Si eu_ Argentina y er, Urnguay los nuevos ldeales se circunscri_ Charles Fourier, los cuaies tacha de «utopías contraclictorias y
breron a la juve,drd intelect,al, en chile éstas llegaron a trascencler despóticas", Son los años en que se concentra en Ia urgencia.cle
hacia los productores, arresanos y ntaestros, ob."ios.le Sarrtirgo áe integración hisparioamericana conmovido por las aventuras de
Chile y otras ciud:rdes. F.¡¡¡s ios más destaca.clos abancleraclo"s del William '§Talker en Centroamérica y la intervención francesa en

212 213
LES OBREROS Y SOCIALISTAS
SALVADOR E. MORALES PEREZ

México (LópezMuñoz, 1995). En La Atnérica ett peligro y en El argentino Juan María Gutiérrez años antes, parece más fuerte' En
Euangelio Antericano sienta bases para el desarrollo cle la concien. tg';tr npr...ió en Lima la Traducció,7 lxueud de los Euangelios de
cia antimperialista latinoamericana. F. Lanimettais) cotnentada por Bilbao, quien en ese mismo año
De este modo su contribución al desarrollo clel pensamiento imprimió en París el ensayo Lantntenais conlo representante del
latinoamericanist¿ es doble: a la vez que uno de los aclelantados árrLt¡trro de la ciuilizaciórt ntoderna' cot1 un apéndice de la pluma
de un icteario socialista cristiano dentro de un republicanismo -EntreCasimiro
.1e José Ulloa: ,,Lammenais, sus últimos momentos»'
revolucionario jacobino, fue uno de los precursores de ideología estas influencias y las exigencias cle su propia vida, ar-
antimperialista emanada de la defensa ante las ambiciones €xpan: tesanos y operarios de Perú fueron illtegrando una mentalic{ad.
sionisras de Europa y de Estados Unidos. Conscientes de la amenaza cle la clesigual compentencia de las
Bilbao también incidió en Perú en doncle estul'o exiliado. En r¡ercaderías importadas, apelaron a la ley hasta cierto punto crí-
los rncdios intelectuales y artesanales Peruanos habían corrir{o las tico. La pauperización los llevó a búscar Ia creación de meclios de
ideas francesas desde el liberalisrno de Quinet hasta las socialistas socorro .rl.riro y cajas cle ahorro o la unión como punto de re-
de Saint Sirnon, Fourier, Enfantin; Lammenais y Pierre Joseph sistencia. Entre dichos y hechos, hasta una coyuntura que se gene-
Proudhon. Eran tiempos en que se debatía la libertad de contra- ralizaría en la segunda ¡nitad clel siglo: la bifurcación en dos co-
taciór-r laboral y ia eliminación de corporaciones y privilegios gre- rrienfes, una reformista y otra propulsora de la acción directa'
r¡iales que inconroclaron a ios maestros artesanos. Los escritos de .Pan¡ trabajo o muerte» clecían los pasquines colocados el 20
los hermanos Francisco y Manuel Bilbao, El inquisidor lvlayo e de ¡narzo de 1854 en las, paredes de Bogotá. Los artesanos neo-
bistoria de unos ctrfiores y Santa Rosa Lima. Estudios sobre xt uida, granaclinos, arruinados o en camino a ello a causa cle un librecam-
ccnmovieron hasta los címientos a la conservadora sociedad pe' tio frror.."dor de las irnportaciones de textiles y muebles euro-
ruána. Iin el último se comparaba la fastuosidad y ostentación de peos principalmente, peclíán el derecho al trabajo. Propusieron al
la clerecía y los oligarcas c()n la ruin condición del pobrerío indí- gobiei.ro la construcción de talleres nacionales, a fin cle ocupar a
gena y negro. Bilbao reubicaba a Santa Rosa de Lima en una Ios afectaclos, como los previstos por los socialistas rornánticos
perspectiv.a inoral popttlista a contrapelo clel catolicismo oficial: franceses (Vargas Martínez, 1986, 78 s.). La repercusión de la
prc,¡raganda clel cristianismo igualitgrio se ubicó bajo revr¡ltrción en Francia de L848 se dejó sentir con fuerza, porque
"esté tipo'de el medio estaba propicio a ese enraizamiento, según testimonios
símbolo nacioiral en los límites rnismos entre una icleología religio-
sa y urla idcología secular, facilitandc la aproximación cle ur aÍ- cle la época citadós por Gustavo Vargas algunos liberales radicales
resanado formado en el espíritu religioso de las cofraclías pero .r" .riprprban en 1as utopírs de Luis Blauc, Proudhon I lotl'
ávirlo cie conocimientos e ilustracid¡>, (Melgar Bao, 1"989,1,75). escuela-dé socialistas,. El periódico El Alacrátt (1"849) funclado y
Dos ensayo.s más dio a conocer Bilbao en Perír,'El gobierno de. dirigido por Joaquín Posada y Fermán Piñeiro' a quienes -se les
la Libertaci (1852) y La reuolución en Chile o los ruensaies del tildába dé precursoies del socialismo de izquierda en Colon"rbia, se
1ro-,cr;to (1853). Lá experiencia igualitaria de Chile rebotaba en identificaba plenamente con el comunismo.
Ll vecino país, aquejado por similares condiciones. Para reclon'
dear su influencia editó con su hermano La Reuista Independiente . Nuestro enemigo es la clase rica, nuestros enemigos reales son los
inicuos opr"soies, los endurecidos monopoiistas, los agiotistas
(1853-1854). Por lo tanto, Bilbao venclría a figurar entre los pre- prot"ruos. iPor qué esta guerta de los ricos contra nosotros? Por-
cedentes clel socialismo pemano junto con Pascual Cuevas, difu- q,-r. yo han visto que hay luien tome la causa de los oprimidos, de
sor del pensamienio.lammenaisiano y José Casimiro Ulloa, aban- los sacrificados, de los infelices' a cuyo núimero Pertenecemos;
derado de ios ideales cle liL,ertad, igualdad, progreso social y porque son por su concierrcia de iniquiciad; Porque saben que. lo
clignidad nacional. ' qr. ti..t..t Á o.rn usurpación hecha a la clase proletaria y traba-
¡rd<rra, porque temen que se les,arrebaten sus- tesoros reunidos
a
Melgar Bao incluye entre los precursores a Benito Lazo, autor
de E! poder dc la fuer;a de la ley (1858), a quien atribuye una . 'ftterza á" .iroc.s exacciones y de diarias rapiñas, porqlre temen
peculiar .aclimátación nacional del legadb ideológico cle ,Pierre
i verse arrojados de sus opulenios palacios, derribados de sus. ricos
' coches con que insultan-la miseria deven los que los han elevado allí
Leror* y Saint Sirnon, (IVlelgar Bao, 1989,I,76). Sin embargo, 'con sus sudores y su sangre; porque que las mayorías pueden
la influencia de Lammenais cuya lectura es.tuvo prornovida por eI

2L4 21,5
,I

SALVADOR E. MORALES PÉRE7


)EALES OBRTROS Y SOCIALIST,\S
al¡r-ir los ojos y,recobrar por
la fuerza .lo, que se. les arrancó por
rs¡uci¡. 1, Ia rrralcled; po.q,," ,.*.n-
qu", los puel,los .l"."r.ir,or¡.,la och.o meses clespué¡-a¡r¡e un pocleroso
y er;,ccr.bacios,griren ál fi., .on,o ejérciro apoyaclo por la le_
áluán
leja,o: iabajo iás cl. u.rltn,, p". .]".'r"rr; l,r..itol; iá"mri.,,"r,l gación de Esrados Unidos er-r Bogorá.
v no quieren que ..i;,-. :,:;;:iil,H:l:l
,¡i"rri.ás elüs viuen, .infames Por la misma época se crifunáieron tales
ic{eas en ,a fronte¡iza
-sea .goístas. Venezuela, con sus matices po.ti.rlo..s.
conrunismo será; ipor qué no a.lr.ri" serlo? illn qué -rp.,y".á,,Sí, s¡ El afincamie"ra"*"a l"_
dereclrc;s los ex¡,6¡;n¿6i.,
a.f ;é;;;; sr,, s¿r enrre los momento, q.rá afloró ia insurrecció. .;*r".1""
en a j,sri cia ? ¡ r ;.1 ;i ;;i'p;,.;,: "r;
i;f:"..H,1il:.::.;:.H":: t847-184! y la guerra fÉcleral a" rsss_lsrj. a.
I

domi¡ri¡r de Ias.rnayorínr; ia .ti.iusiJn l: i


está abie¡ta; ire la cliscusró¡ Fi g,ueroa- le tr a,^
,r'aj.i,ffii;:"r.
Já, . I,.r"á.,i _ i.;;; "rJ.:;i
amp,o y proflr,do de -,
rrtasl.ito
b¡orar.á Ia iprralclati. l;;',";r;;;;,,"r...en .l:_1.j,:",
al fin que unos pocos nraoo cuantos han ocr¡rriclo .., .i oir, "._
cst"á,r. gorando ,or.r, i."iá,
srrplerno iri.r.r, iLai crichas qlre el
'c-¡.rbrcs Crc.r,-lJr puso .,i.i-*r,,a" potn
(Brito Fig.eroa, 1971, ,73), y.l,rrr.rr. f
l,r fuerza (\/argas ti,tn.ii.,".,'üsil'id tocros! En.ras nrasa,s csti ideas del socialismo urópico. "l -i..rro rqurv¡l
fueron Lt,urlLr
clifuncliclas
..1.
Orro órgano de difrrsión, L} 17 , Flacia 1852, asegu.o co..e.a Damas, circr-lló e. caracas una
obra titulada Análisil clel socialisnrc y
rle.Abril, fue cr.eaclo p<,r. lla*a y tnetóclica
t
2,,1|':: I:' ij,"'u:;
a" á'- p: uñ' ó- A ;'.r'". ;;"i
"
-'
; i'
ó)i), ¡,,,,,
e intporcial dc los princi¡tios socinlist'as"*poriri,,
airtiguos y ,ro,aJr,rái i,"ron
especificidatl los de saini-simon, Roiett-'otuetz, p.
prorcr_
p o I íti c ;r ;i;.,j;;
á ;' : :': ::" ::,o:;i:í'Jí
tl
It.ttt, to cual le supirió pensar q,,;-;;:;il,r#i;r*r"Leroux y
Puntlla.lnlcnte a sus arlyersarios ."n-".1*U."s ??, J; l ::?,,1: ;":*::::
y apellirlos esi:ccíf.i_
cljftrsión .,, V.,.,eá"], í,íi:.".
an..l- rig"iii.rt,*anrenre renrprnna» y
cos' L)e rnenor rrasce,crenciu dif;;;;u tarrrl>iérr srs a dve¡sarias il
cializarrres' 'o f''ieron de planreamientls ,o- .(Cairera Dñ;;;; § 6 o, 1 ;i ).{-j.:,ü'?r. _
u tup",io,io y*'ai"li"ogr-oracri*o, este úrri¡r-rcr 9lo_:"ull1 Ia imporra,cia ¿el p".i;il;;' Credo igr.talitctrio 1g52-
di'igido pcr Manrel,A4;;iil;l;r1,,';;;;: 1858,.eciitado por el refugiaclo fr^.r.¿. pi....
Ie Girarrlairi, l.rorrci.on y t_,,i, propaganctisra cte Cerreau, en La Vic_
sociedades ciemocrátrcas_
Blr;;'l a. t, creación .eErni_ Ias
toria (Godio, 1980, L9).
Por su parte, Brito Figueroa, sostiene que
los revolucionarios
llo¡1ou.r cle 1g63 apareció un venezolanos, especialmenre el cíiculo ..r.n.ro
-,..-^U]-la
ctencrl inreresanre lib,r<.¡ titulado La a Ezeqr-riel Zantora,
socit! o del socictl «conocían, leían y comentaban:
¡tíns del ct'ist'ianisntrt, cle
is'¡rto
filosófico, A"r¡"rriál- ;;;;;,;;rr" casrellano, texros inspiraclos .]" i¿.r. / en m¡:chos .r.r;;-;;;;;;1r,"" ,f
Mani-rei;ii;;;;
Macriecro c*rien socialistas a. Sriluf,
caracrerizadc¡r'or Antonio García .irrr,riiar..o*enre co1110 ha siclo Sainr Simon, Proudhü, Augrsie ntrrqui,
Fourier, Leroux y
dei socialismo c.risriano y clel teóriccr Owen. Y afirma algo más q".r" .o.,ri".," retener:
socialirnr.-rgr..io, .los propios
principios de la democracia btrrgr,r..n frr".o,
Conro socialisr" reinterpr€taclos por
c.arnpesinas y ta pobre?.;;;i. ;;".
capiteies, io mismo i. acepr-a
lBllque la propiedecl priveda sohrc las
MJrillo fo.á.-; cosns lI l,l1'1
r¡zircos err terr,nos equiveientes a Ias ideas
ce¡rrros urbanos v uri_
.r',;.j;;;;'i.;,;il;;r"';il;;',;#,:;, I:,:,' ra propiedad sorrre
co"
crel sociarisnro ,íropi-
e I r n.su n.i., .,,,, .i;;; :
es r a
;i#;,; _(Briro Figueroa, 7975, 473).
r ;;:'j', :;'ff i"J #_11
'er.dadero socialisre crisrieno, rep.clia Ie propieclc.l privada .Ce la
:: [::]: La objetivación del igualirarismo reórico en
Venezuela aclqui_
ricr¡a en nombre_._e ,,n .ió- una-especial fuerza a partir d,e Zamoray
su banciera
' '---'.': '""'"t
(Garcia, 7955, tg}). ¡.,rin.ipi.J;;;ü;;." y clc Ia nroral cris;¡iarrr ,,No habrá pobres ni ricoi, de 1g59:
.r.luro, .rl áí"nor, ,ri p"¿.r.rr.
desdeñados, sino hermanos "ique sin "i
clescencle¡ la frente se tratan
Los adepros a esra icleología bis a bis,_ de quien a. quien,'(Brir. Frg";;.
asalto al cieio cuanclo er,17 .rrrvieron también s¡-l pequeño pocos países del continenre en esa époia
a, L975, 471). Como
de áir¡r-ii.^ial4 ra iáeorogia r..írr¿I"r.
o:". r-rir golpe p"liri.o'rJiiii",:'"o"*¿.el general |osé ad:rría alraig.ó e.n un programa que a golpls
Y:l:
ntocr'áticas de arteia.os,.
oe en las .sociectaclcs significátivos, como reconáció
de sangre obruvo avances
Algo r,u.rlo'1., li fi;r-V, ;;;;,i; ,,t, lJse'cit Ftrtour, en ras crases s,b-
nez (1986,66 s.)- en la'istor'i; alfernas:
rrn fugaz gubier.rio ,1. ,*ron".';, í;;'i;*.ricana: la creació, cle
ttna clase diferenre ir. las .¡r"
;,il;**, eú doncle por prinrera '
éLn liberrad ooríricai Habíe siclo priviregio
L:z se
rifrca
hnbíu.,'áominaclo Ia escena no_ de.ros
dgl amo, der'cro*or, d.r hr..nirio.' ti?'prt.ir? ciudacranos ricos,
as.r,ó aipoder. err. [riea confuse, casi
"li..,.ro;;;;;;;;;;ir. ir" a*...árí,"" ranto como la de los llaneros de
José Antoniope.,
".i"-¿iri. i.
216
217
':.r ri i r¡,.1,
ril, f '
i, ll,
':;i.t.
i: :, rrl: '
, :,r ili:

.,,'. í ALES OBREROS Y SOCIALISTAS


SALVADOR E. }IORALES PÉREZ ,. :l
I

la emancipación; en todo caso de idea de la patria apenas se dis- lo advertís. Se reparten las tierras, los honores, Ios empleos las
tinguía cle poseer tierra. Propietario y oligarca eran sinónimos para dignidades, dejándoos tan sólo la miseria, la ignominia, el trabajo
cl pcón. De todas las teorías políticas, leídas por algnrros periódi- y guardáis silencio. iFlasta cuándo dormiréis así? Despertad áe
cos, oídas por los más en rápidas conversaciones, la única que una vez; ha sonado ya la hora en que debéis pedir a los aiistócratas
podía pcnetrar en la masa anónima era la igualdad o igualación dc sus títulos y a la propiedad privada sus .fundamentos. iNo sois
clases. Este debía ser el credo de los pobres, de los eternos nrise- iguales a los demás bolivianos? <Esta igualdad no es el fo¡zoso resul-
r:ables, de los oprimidos, de los dcspreciados por el color dc la tado de la igualdad del género humano? (González Casanova, 1953).
piel. iPor fin el negro igual al blanco, el liberto igr,ral al amo, el
pobre igual al rico, el pobre rico! Es verdad que, allte la ley, el Si a estas formulaciones clichas descte la alrura clel pocler se
lrrestizo y el blanco eran iguales. Pcro no lo habían.sido hasta agregan las expresadas por la prensa afín como El Cbolo (1850),
ahora efectivamente, sin limitaciones ni cortapisas sociales. El El Reuolucio,xctrio (1855) que se decía sostenedor clel «socialismo
mestizo e.¡identemente no ingresaba antes en la clasc oligárquica El Artesano (1855), debe contemplarse una expansión
' sino por el privilegio de su riqueza o por el privilegio de su tile¡r-
sucrense)>,
to, o por'Bao,
el simple irecho de ser hiio de padre godo u oligarca de ideales socializantes, con apoyo desde arriba, de mucha f.uerza
(Mclgar !989,l, 45). para la idea de un «comunismo de justicia,, tal como proponía
l}elzú, en original adaptación a las tradiciones ideoculturales de la
En Bolivia el impacto del mundo industrial europeo sobre el emergente y plural "bolivianidad,.
artesanaclo inerme ante el librecarnbio imprucienie de la burguesía De este modo puede obscrvarse diversos entornos de recepti-
mercantil generó una situación particularísima. Con el apoyo de vidad del pensamiento social europeo. En cada conyuntura hiitó-
artcsanos y capas medias el general Manuel Isidoro Belzú, tomó el rica y en diferentes clases y grupos sociales se tomaron aspectos
poder a fines cle 1848. Hoi¡bre alineado con el republicanismo concretcs aúrn pendientes de localizar y tipific^r. La dogmatización
raciical y ei utoprsmo cristiano creó un clima favorable para Ia era más evidente en los sectores liberales ilustrados que en los
difusión icleol'igica avanzac)a que respalcló con realizaciones pro- sectores subalternos qúe tomaron planteamientos ajenos con un
gres¡sras: senticlo más práctico y adecuador. No obsrante, el teoricismo li-
gero, importado, ya intentaba imponerse sobre los elemeritos rea-
El nrensaje de Manuel Belzú fue n-rás allá de lo que algunos cleno- les,'generando la postura perversa qqe florecerá en el siglo xx.
nrinan. ciiscursr: populista, transparentando más bien el halo radical Las explosiones revolucionarias de 1848 en Europa, pero so-
del r:¡ep;r*o anarcosocialista francés. El inrpacto del republicanis- bre todo la ftancesa, tuvieron una peculiar repercusión, por los
mo cle Ledrú-Rollin en su impugnación moralizante de la propie- hechos en sí mismos en quc actores tildados de comunistas salie-
dad se crlrza ccn las ideas deJ socialisnto cristiano de Philip Joseph ron a protagonizar Lln intento cle solución a sus condiciones des-
Buchez que legitima el rol proticcionista del Estado (Melgar Bao,
esperantes, y por la deportación de miles de ellos hacia diversas
1.999;1, 45). partes cle América. En cierro modo se ha encontrado su repercu-
Efectivamente, Belzúr consiclera que Ia riqueza cs un robo ál sión en los casos de Colombia y Venezuela con una intensidad
pueblo. la igualciad es un derecho popular que debe "
ser ejerci(',o análoga a la registrada en el cono sur y con ciertas particularida-
en términos reales, y que la propiedacl es en el fondo la expiota- des. Pero quizás fue en: México en doncle ese influjo aclquirió
cióit cle los débiles por el fuerte. Estos pronunciainier-rtos pasxrc,n cierta fuerza más consistente.
al acervo mental popular corno un aliciente en Sus acciones poií- Se ha observaclo que durante el proceso de independencia y
ticas. Para ias nrasas urbanas y rurales paclecientes de largas opre- cle¡tro de una línea utopista tributaria cle icleólogos franceses como
-sio11esy .trrütal humillación ái*.rrro., de los que citaré-un frag- el cura Meslier, Morelly y Babeuf, impresionaron el pensamiento
mento, deben haber dejado una huella consiclerable: del canónigo Francisco Severo Malclonado, hombre de entre siglos
(1775-1823), quien fundó el periódico patriótico Despertador
Camaraclas: una tur:ba insensata ,le aristócratas ha venido a ser antericdno y el realista Telégrafo de Guadalaiara y al cual se le
árbitro de vüestras riquezas y de vuestros destinos; os explotan sin debe un escrito de consideración en la cuestión aborclada: El tritm-
ccsar y no Io er:háis de ve¡, os trasquilan día y noche y no lo sentís, fo de'la especie hu¡ttana (González Casanova, 1953).
monstruosas fcrrtunas se acumulan con vuestrio sudor y sangre y no Aunque la diseminación de los ideales socialistas en México no

215 21,9
SALV,A.DOR E. MORALES PEREZ DEALES OBREROS Y SOCIALISTAS

se hizo parenre hasta nrediados clel siglo xx no cabe


cle que el programrl revolucionario Je
Ia menor ducla hacia 1854 descubrió a los autor-es franceses. Años despi,rés en
José María IVIorelos generó 1860, tradujo al casrellano el capítulo VIII del Sistemi cle las
precedentes de una especial rac{icaliclaá.
co,xtrctdicciones ecottónticas o Filosofía de la miseria de pronclhon,
De los estudios realizados hasta ahora, parece qr,re Ia
de sirni:atizantes y adeptos al anarqnisr'o y'mocl"liá;á;;
aparición donde clicho aufor al¡orda problemas teológicos. Sin en-rbargc_r,
nisn-ro románrico tiene lugar alrededor ie 1g50 c;;o
;;;;;;, para García CantÍr, si «la interpretación que hace Prolrclhon dc la
,.;;;."
García cantri a_partir ce p,blicaciones críticas ."r"" d|ú,r¡rZ',lr"nt.
doctrina católica de la gracia, de la educación cle los hombres de
J-os nonrbres de Blanc ,v- Prouclhon yenían mencio¡aclos
Ia búsqueda del mal en la conciencia, de los símbolos rnorales,,
er¡ esa airaería la atención de Ocampo, en Io qLre respecta a ola noción
forma.oblicr-ra, en acllsaciones respectr¡ a ros liberales ,r*Lii".
se aglomera confusión nl ,to.n, bajo un
l" de. una pequeña propiedad agraria, suficiente para asegurar la
'erc[ad, inclependencia farniliar, la riqueza social y el régimen cle dérecho,,
"-ri;;-;;;b..,
co,clc.arorio a lilre'eles y masones, socialisrai y conrrrnistar.-dr;o
procurados. por Ocampo clurante la Reforma, ,,sería arriesgzrclo
es.l acusación estuvieron las obras cre Alfonso -cre Esquiros
suponerla corno proveniente cle Proudhon>>, más bien sería ioin-
it.ierges flt.artyrcs, [,es
_uie,ges folles, .Les uierges ,ngurl_.áto.J*, -rrs cidencia (García Cantir 1969, 147).
desde 1844 en ei Índice áe ob.as prohibiclals y A.1g""lo*i;;;;.
Ocampo parecía más inclinado ai radicaiismo libcral de Eclgar
intrr¡ricdio de sr.rs I¡oprirarcs tí¡ulos l,os t¡tisterios clc"parís, E! 'i!,'{lío
en'atxte,_iVIttjer del gran *tutu(lo Quinér, como el chileno Bilbao, pero no cabe Ia menor clucla*cle
), Martín el expósito. que conocí;r también los puntos de vista de Etienne Cabet y Louis
Toda obra- qrle poiría en c*eitio,amiento ei o.cre, poscoronial
l)lanc (Testintottio de Melcbor Ocantpct, 1.972, 86).
era co'sicleraca como ,ii"delirio_teórico y un factor a. a.rl.,i.io-
Impacto de notable importancia alcanzó la labor cle Irlotino C.
,ricnto y perturlración (García Ca,tri, 1969,42_43¡. t_o, .onr.._ ILhoclakanaty, de origen griego, Ilegado a México en 186L, en
vado¡es 1' lil;errrl.:s coincidiero¡r .o.,d.nni roclo i,rento cle ¡c-
"n cloncle pronto dio a conocer un folleto que se'tó reales: Carlillct
fo¡¡nar el ai-rtigr-io régir,en d-c propieclacl agrario como inre,tcs de socialista o sea Catecistno elemental cle la Escuela Socialista de
ciisr.¡lución jz legresión hisróriia ámunista.
Carlos Fourier. A partir cle entonces y por medio de perióciic<ts
Lln¿r clesL:rc¿da infl*er-icia se le arribuye a los refugiados
fr:an- conro E/ Socialista, La .Internaciot'tal, El Contbate, El Hijo del
ceses del -i8" Levasseur, ministro cre Fraircia en Méx]co, clenu'-
Trabajo realizó una considerable actividad teórica y orgzrnizativii
cial:,a a s, <:z¡ncillería la ir-nportancia que algunos trouir,-,'ná.r,.rr.i- (por la creación de la sociedad La Social cloncle se clio cÁicla n lr.
clo- en la vica política cre México .i".,trJdel riberaris.,-,o'rr,á,
mujeres, lo cual significó un giro trascendente). Varios estucliosos
radical y mencionaba a René Masscn, Gustave y Edouarcl Des- coinciden en realzar lzr inspiración intelectual de Rhodal(anaty en
Fontaine, al 'Coctor Gervais de l.tcihac, Isiclore D.u"n,i*
t.--l pár_ l¿r irrsurrección carnpesina encabezacla por: Jr"rlio López Cl.távez,
ticularmerrte los que habían reartzad,o rabores periocl.istrcas quien a fines cle los sesenta estremeció a los hacenclados despoja-
pez Cámara, 1959,269 ss.). En ese aspecco los cliarios it*,;- m¿is dores de tierras indígenas de Chalco (Valadés, 1,924 y García
influyentes íueron Le Trait d'(Jt:ion y r.'rn)lepend,e*1 a ios cuales
les.atrib*yeron los informanres dipltmáticoi ra exace.bación de
, Cantú, 1969, "ltebeliones carnpesinas,, 55 ss.). En ese lugar se
había establecido Rhodakanaty desde 1866 con Lrna escuelá mo-
reclamaciones sociales ), érnicas. derna y libre. De cómo Ia rebelión armada asumió las tesis socia-
E. ,na línea fiiosófica se inscriben los escrifos cle Jua, Ne¡ro- listas da cuenta el manifiesro daclo en Chalco el 20 de abril cle
muceno Adorno, origi'al auror de varios libros inspiácros simul- 1 869
táne¿rmenfe por Leilrnitz y los utopistas franceses : .Los ntiles cie
t\,\éxico y stts remedios practicables itaSB¡, La anttoría del [Jniuer- Hermanos nuestros:
so y La ciencia de la Teodicea (1,862), Catecisrno tle la prauiclen_ , Queremos el socialismo, que es ia forma más perfecta rle con-
cialidad htunana (LB6Z) (Gonzá,lez iárn.rou,,, 1953). vivencia social; que es la filosofía de la verdad y cle la jusricia, que
-N|á.t.conocido y de importancia política iue la aproximación
se e¡rcierra en esa triada inconmovil¡le: Libertad, Igualclad y Fra-
de, Melchor Ocar:rpo con algunos pia¡teainientos; fourierisras y ternidad.
¡rroudhonia,os. según sus paiianos áe la época se re vio lo.r,o ,r, : Queremos destruir radicalmente el vicioso estado actual de
,e.xplotación, que condena a rlnos a ser pobres y a otros a disfrutar
"sociaiista un pcco lírico,. Durante ,,, en |irreva Orleens de las riquezas y del bienesrar; que hucl a r,nos miserables a pesar
"*iiio
220 221
:;ALVADOR E. MORALES PÉREZ
IDEALES OBREROS Y SOCIALTSTAS

iq.q."." trabajarl cor todas srrs energías y a otros le proporciona I¡


Éclicidad cn plena holganza. cual llamó El Falansterio, difurrclió su icleario a jóvenes obreros y
:artesairos, entre quienes se encuentran
Quercmos Ia ticrra para sembrar en clla pacíficamcntc) quitan_ Juan cle Mata Rivera, Fran-
do desde lucgo el sistema. de explotación; dando Ilb".trd'o'ioio. cisco Zalacosta, Priscili ano Díaz González, Francisco P. Gonzá7e2,
para que siembren.cn el lugar- donde más les acomode, sin tener
Santiago Villanueva y Hermenegildo Villavicencio, quienes desem-
que pagar trib,to alguno; dando libertad para reunirse en la forma
que más crean conveniente, formando grandes o pequeñas s,:cie- peñaron destacados papeles en las luchas obreras de México. Con
dades agrÍcolas qlr-e se vigilen en defensá común, sl., necesidaá de ese grupo fundó la sociedad humanitaria La Social (L871,), para
un grupo de hombres que les ordcne y castiguc. rnuieres también y animó las publicaciones La Intentacional y El
Queremos abolir todo lo que sea sejial de tiranía entre ios Hijo del Trabajo,las cuales desempeñaron, junto con El Socialista,
nrisr¡os hombles viviendo en socieclades de fraternidad y mutua- la línea perioc{ística inclependiente y adoctrinadora cie los intereses
lismo, y estableciendo la República Universal de la Armánía. y perpectivas de vida para artesanos y obreros.
iPueblo mexicanol De toclos los periódicos de esta tenclencia en México, el que
Ést. nlrcstro pian sencillo, que haremos triuufar en alguna
forma y "scn pos dcl vcrdadcro rriunfo dc la libertad ruvo rnayor incidencia flue El Socialista, en sus diecisiete años cle
Seremos perseguidos; tal vez acribillados. iNo importa! cuando existcncia y batallar. Por intermedio cle sus páginas puede aproxi-
erl_nLlestro per:ho laten- esperanzas. Qué más teflernos en nuestra inarse a los anhelos y pensamientos caros a los ideólogos y a sus
vida si no es morir anres que seguir perpetuando el agobio de la receptores. Como parte de la tradición precedente subsistía el
miseria y de los padccimienros. Se nos desprccia conro libcrales. se espíritu de caridacl y amor a los demás propio del cristianismo
nos mrrrcilla como socialistas y se nos corrdena conro hombri,s. E¡ primitivo y popular; confianza acentuacla las más cle las veces en
irrdisperrsalrlc salvar cl rromcnto, y lc'antar nuestros csluerzos en
que los gobenlantes los presiclentes electos-
tor¡ro de es¿t sacrosarlaa bandera <le la rcvolución socialista. que -particularmente
dicc desde lo más alro de la República: poclían resolver conflictos y rnales, agravios e injusticias; rechazo
"Abolición del golrier-ná y a la participación en partidos y cargos políticos; tornar la edu-
dc l;r cxplotaciún,.
Alcc,rr^os nuestra cara buscando con serenidad nucstra salva- cación corrro un medio cle mejoramiento y movilidad social; acep-
ción riuc radic'r en nosotros rnisrnos. tación de la legislación vigente, aunque se propugnase rnoclificacio-
Qricrcrrros t.icrra.s, qucremos trabajo, quci-clnos Iilrcl.tacl. Ncrc- rles o nuevas leyes para algr-rnos casos; reunir fondo para acciones
si;.anios salvarnos de todos los p.a¿{..¡*¡"ntos, neccsitarnos salvar ei dc beneficencia y utilidad comirn, particularmente a presos y an-
ordgr¡, en fin, lo_que necesitanros es cl establecimicnfo de Lln pacto cianos; la ratificación cle la paz como cbndición esencial del hom-
socia.l i:nrre los irombres, a base de respeto mrrtuo (García iantú,
1969,60 y 61\. bre y su corolario, el rechazo a ser carne cle cañón de intereses
;rjenosl clesdc el purrto de vista económico se solicitaba la protec.
La visión social cle Rhodakanati ," en Ja inrerprera-
ción frente a la inundación de mercancías extranjeras que podían
ción crisriana. propia de Lammenais y de ^poyába
-üTeitling :-aunque arruinar la industria nacional. Y como hemos visto una recepción
se
presume lln sesgo anarquis,;a proudhoniano- quienes tenían como mucho rnás abarcadora y principista del concepto de libertad.
remoto anteceden¡e el Saint Sirnon de El nueuo Cristianisn¡o, LBZS fampoco debe descleñarse Ios reclamos indígenas y agrarios, aun-
y desde luego Fourier. Méclico homeópara, filósofo y filántropo, que no se llegue siempre al tono cle los de Julio López Chávez.
gozó cle gran popularidad enrre las clases populares del país ariop- Las posiciones anarquistas tuvieron su más auténtica repre-
tádo..Frente a la opi:esión levantó la supresión dei gobierno, en el sentación en otro discípulo de Rhodakanaty, Francisco Zalacos-
sentido cle la institur:ión estatal al servicio de los poderosos: <,íLe- ta, qtrien dirigió el periódicó La Internacional en 1878. Parece
yes! Prorección, natrtralidad y iracla cle embrollos ni de sofismas. cierto que los baku¡rinistas hicieron por su iirtermedio propagancla
Tal es la tÍiple condición de Ia regeneración social» (cit. por García cle sus principios, aunque en fonna débil. No cabe duda del resurgir
Cantúr, 1.969,'173). Pero fue én su aspecto agrarista en clonde prouclhoniano a partir de 1878: la idea simplificada de que el
lnayor vinculación alcanzó con las deinanc{as de Mé;<ico, áunquc Estaclo era el mal principal; no obstante, la violencia individual,
el terrórismo como medio de acción estaba plenamente descarta-
Farecc qlre su ope.ión se inclin¿rba al fraccionamiento de la gran
pirc,picclad y no ; que ia tjerr-a fuer¿r cle'propiecl4cl comunal." clo. El .auarquismo de la formulación de Piotr Iftopotkin sería el
A partir de la funclación.de un grupo de estudios sociales, al que más éxito alcanzaría al ser asimilaclo a fines del siglo por los
hermanos Flores Magón como una vía posible a una dictadura que

222
223 U NnVER Sf tsAiD [i [t ri.Nt'fl X ü(] Lí[i]..
ti I & Í-..ILI ?'E C.lr. C H lrl'-r p" ¿! L,
:rla,nunÍicl"
por
.,,;.;,,;il;;::;,.,.^ fue
¿sLru,ida rrruy especial, la lectura en las tabaquerías. De su
propio peculio los
los obreros mexicanos desde 1g71.
obre¡os pagaban a un lector mientras hacían su faena cle torcer Ios
i'[i,gúrn acercamie,ro a la expansión cle ios ideales sociaiistas
fa¡rosos habanos, así tenían información cliaria cle los aconteci-
en América ]atina esraría completo si no se consicre¡asen rJ;;;._
r¡ientos publicados por Ia prensa, pero sobre todo el conocimiento
ciones, ios alegatos aclversos, cle las clases en el pocler
cie obras cle todo género, especialmente literarias, lo cr_ral hizo cle
i.relecr,ales. orgá,icos. En este último senricro, la Iglesia)r-;;";",
.ráti.n este sector el más lustrado de la época. Las lecturas fueron suspen-
emprer-rdió duros ataques conrra el cristianismo ro.ül .*.rlgr*..
clidas por subversivas al estallar la guerra independenrista de 1868
una traclición vituperadora clesde el conservaclurismo p"líti.;1,;;- (Rivero Muñiz, 1,964).
ció una lal¡or de descalificació,, horrorizada ante ln ,ri.rr".iJr, Saturnino Martínez pugnó por la escuela nocturna para traba-
que Cristo fr-re el .primer socialista,. Motejado cle .cloctrin-
.r.
,;;;;- jadores, en donde se les enseñaba a leer y a escribir y se les
trllosrl» con un ínrperq mr,iy inquisitorial el socialismo crisriano impartía nociones ger-rerales de gramática y aritmética. Como ilegó
colnenzó una reculad¿r qne duraría casi un siglo. Bien clice ¿ ser bibliotecario de la Sociedad E,conómica cle .Amigos clel país,
García
Cantri clel oscuro papel clesempeñedo por sermones .insistía con los obreros a que asistieran a ella. Desde luego, contó
"lás
los a.atemas y el fuego eterno a q,e serían conclenaclos "i;;;:.
q.ri;;; con el .apoyo del más avanzado grupo de la intelecrualiclecl y
cre]-era, e, la peor herejí:r cle la historia: el socialir.rro, ('Gn..ío juventud estudiantil habane¡a. A diferencia de otros países, la
Canrú, -1969,
36). inteligentsia criolla había eslac{o más preocupada por las cuestio-
Las co'diciorres irnp.erantes eir Brasil y c*ba estuvieron sigrla- nes reiativas al colonialismo, la esclavitud negra y su corolario
das por la s,bsistencia cle la esclavir.cl. pn f SSO concluyó .i;,;_ racial, los peligros de anexión a Estados Unidos y la liberación
ceso de abolició, gradLral e, clrba v en lggg el cle Brasil. por nacional, que por los brotes de pensamiento socialisra y anarqlristzr
lo
tn.to el lnorto f,nrl,rmental cle traúajaclores cle lo. grrrá". .:o,r.,- en Europa y América. De todos modos, ésta es una línea aún por
plejos azucareros y de las plantacioies de café, .;.ro ;;;;, investigar con más detalles, sobre todo los nexos con el romanti-
procllrctos esi¿rba compuesto por marro cle obra afiicann, o ti.r.arr_ cisrno social español.
diente de africa,os con posibiliclacles nuras cre aclquirir no.io.,.. ¿. Muy distinto fue en la otra sociedad esclavista iberoamericana,
cambio sociai. sin embargo, en ciertos sectores comenzar-on a la brásileña. Independiente desde 1.82? como gobierno de tipo
orl-
servarse manifestaciones de ideología diferente. irnperial y manejada por una oligarquía'ilusfrada, fue permeable a
En c'-i'b;t, en las fábricas de azúrtar los trabajacrores asal¿rriacros las propuestas de los utopistas europeos, especialnrente c{el n.ren-
co,sti¡*ían una rninoría muy calificada, en .r-tio, las fábricas rle tado saintsimonisrno. Un caso ejemplar erl que éste se manifestó
Labaco, entre todas .[as rrranufacturas; concentraban una masa ot,re,- fue en el visconcle de Mauá Evangelista de Sousa- des-
la.
_de
peso, aunque mezclada con esclavos alquilaclos, colonos tacado capitalista y banquero -Jrineo
que promovió un proyecto económi-
asiáticos, presos y aprenclices. Hacia la década cie 1g¿í0'había e, co que involucraba también a Uruguay, Paraguay y Argentina, que
La Hab_ana 516 tabaq,erías clue reunían a 15126 ob'eros. De esre dice en su autobiografía inspirarse en el patriarca utópico franCés.
moclo tueron los tabaqueros quienes iniciaron las expresiories cle De igual inspiración gala fue la dudosa propagánda realizada poi
clase obrera. un tabaquero de- origen ast,riano, satuinino l,4artí- ingeniero francés Louis Léger Vauthier.
ttez, fue el prirnero en clar pasos fiacia la concientizaciótt y orga- A pesar de los numerosos experimentos socialistas realizados
nización grernial. El 22 de ocrrlbre de 1g65 comenzó u prúli.ui." en territorio de Brasil la principal incidencia no nace de ellos, que
bajo sn dirección el semanario r:eformista La Attrora,.l p'rirrr".o más bien parecen aislados del entorno social bra,sileño.
su clase en la colonia cubana. Esta pulilicación, atámperacla a las "r, Realmente ia primera manifestación seria de pensamiento so-
concliciones. de, u¡r régimen c.¡loniai y rigurosamente controlado, cialista'de autoría brasileña se encuentra en las obras de José
promovió descie el primer .úmero la elevación cultural de ios Ignacio de Abreu e Lima, apodado el general de las ¡nasas. Legen-
trabajadores como una rneta algo difusa. por inter¡ne dio cre La daria prrsonalidad nacida en Recife, L794, obttvo su grad<t de
Aurora se tomó cór¡ciencia de la necesiclact áe unirse para enfren- generalldentro del ejército bolivariano. En 1855 publicó su obra
tar los abusos, se alentó Ia creación cle cooperativas exaltanclo sus n-ragna O Socialismo, inspirada en las ideas de Lammenais. para
ventajas y se deploró las huelgas. Sobre todo estimuló una prácrica Abreu e Lima el socialisnlo es un designio providencial
-rechaza
224 225
,LVADoR E. MoRALES pEREz IDEAT
.

quc sea una ciencia, cloctrina, secta, rcligión, sistcm.a, pi.incipio


o
Es muy probable que estas inclinaciones exPerimentales ha-
iclea- defi,ido coil-ro una «rendencia de todo el génei-o hr*;; van inspirado la otrra de Abrcu e Lima. Lo cierto es que Brasil
p.rra convcrtirsc o formar rrna sola c inmcnsa fa¡rrilia, (R;;'l' 'nrr"cía un campo fértil para esos ensayos' Así, se lleva a cabo
1977,165). A sri juicio esa renclencia se revela *";i;;ioriiiá:, iln intento más, con la atttorización del gobierno imperial brasi-
menos sociales; el siglo xvur.lo caracteriza corno ¿s--l;.
-"sigl6 I.í.o r" estableció la colonia comunal Santa Cecilia que tuv-o
icleas", porqlle-era necesario c{estruir un determinr.lo ord"r, v-ei mayof eco en Europa que en la propia América, gracias a la
siglo xlx "el <lel progreso moral y material, el de la fil".off, que obra cle su inspirador, Giovanni Rossi, Cecilia, ut'ta cotnunit¿i
llamaré social" (Rama, 1,977, 165). Dc este, modo podenru, d.ci, únd.rchica sperimentale. Un episodio d'amore nella Colonia Ce-
c,on Carlos Ranra que Abreu e Lima hace del socialisnlo .n tcm,l cilia (Livortro, 1 893).
cle Ia filosofía i<lealista y de toda ella una variante de l¿ reología. Los ecos cle la Comuna de París parecen haber avivado el
Elr su obra emprende una vigorosa crítica a Saint Sinron, F..ruii"r, ímpetu del obrerismo, pero esto no puclo haber ocurrido si antes
Owen y a 1os comunistas a partir de Babeuf, como exper:inrenta- ,,o se hubiera dado un incremento clc formas capitalistas de pro-
ciones que finaLmente conducirán a la perfectibilidad h¡rmana., cluccióir. Al calor de la creación y ensancharniento de manufactu-
ra, talleres y fábricas, las filas de opcrarios crecieron. Sin cmbargo,
De la síntesis cle todos los sistemas y doctrinas se clcduce, ,;ue no en toda la A.mérica rePercutió por igual. Tengamos en cuenta
todos cllor;, unos más, otros mcnos, ticndcn finalmente r l^ r"l,n- rJne algunos países estaban en un graclo cte avánce inclustrial muy
bilitación cJe la carne por mecli.o de los goces y placeres rrate¡iales: incipieirte y focalizado, en tanto que otros .sufrían la esclavituc{
quc todos desconocen el dcgma cristiano del libre arbitrio; quÉ
todos toruan como bhse de la anLíresis de la soci,:,.latl actuei, cs como Brasil y Cuba y solo en los menos etnpezaba a clesarrollarse
decir, la e;<poiiación, de la propiedad o la cxtinción cic la frn,iiia; Ia ciase obrera en su senticlo más estricto. Países agrarios esencial-
finalmenrc, rquc todos tienden a retrocecler del punto a qrrc ha mente, Ias luchas obreras tuvieron más bien el reducido escenario
llegado Ia civilización actual. Y aun, entre las sombras quc cirlutan de los principales centros urbanos y alSunos nírcleos mineros y
cse ,:uad¡c, de color de muerte, ahí aprece de vcz en cuando el agromat tu lac tu l'cros.
reflcjo dc ia lcy providencial, que.rige los destinos hurnanos^ Un buen im¡rulso al clespegue de las ideologías anarquistas y
' ' Ilien sc ve quc tanta locura no podría alcanzar a un riiimcro tan
socialistas se clel¡ió a la creación de,un variado tipo de organiza-
eicvado rle hombres, si la Providencia clr st¡s inescr,-rtablcs desig-
nicrs, consintiese esas abelraciones continuás del cspíritu hurna.no; ción: grerniales, cle socorros rrlutuos' de instrucción y recreo e
iy para quó?, l-rc ahí el dogma cristiano clcl libre albeclríc¡ conrra incipicntes sindicatos. A partir de ellas se crearon no pocas publi-
cl dc la far:aiiciad inexorable. Lo cierto es que todos trabejan liar;: cacioncs que mr,rltiplicaron y renovaron los mensajes alternativos'
. ¡ealizar los fines de,la gian.rnisión del hombre sobre la iierra: ia f,i. E,n el caso riexicano alentó bastante los contactos con la Aso-
pcrfección de la hur¡anidad (Rama, 1,977, tl79). i,r,
ciación hlternacional de Trabajadores por el probable intermedio
cle Juan de Mata y Rivera, quien con Francisco de P' González
A través d.c O Socialismo, se ref[cja toclo un conocinriento clr eran propietarios de El Socialista, el cual vino a ser el órgano
las más diversas escuelas europeas y una asinrilación crítica muy oficial del Gran Círculo cle Obreros de México, fundado finalmen-
peculiar descle el punto de vista cristiano. Quizás constituían urra te en septiernbre de 1872. Muy Pronto contó con filiales en Pue-
reacción r:ontra panfletarios como Antonio PeC.ro de Figueiredo- bla, San Ángel, Tlalpan y Contreras. En 1'876 eran ya 35. En el
quien se dijo simpatizante de Fourier, partidario de la abolició¡r cie terreno de nuestro texto debe señalarse la ruptura con la tradición
las servidumbres (Chacon, 1.965,209). Por supuesto el fouriel'ismo utópica mutualista. Una apasionada pugna se libró entre los repre-
estaba presente desde antes de 1844, y se considera relevar:te la sentantes de los trabajadores por definir los rumbos ideales de las
presencia cle un discípulo cle esa coriente, Jean Benoit Mure, orgahizaciones. Entre los principales problemas a definir estaban
médico fráncés en Palmetar, estaclo de Santa Catharina donde ,
.
,i,,

:i Ia participación o abstencionismo en la política vigente; el dilema


inter:tó establec,:r un falansterio. Fn Río de Janeiro fundó cl pe; , 'ti entre el cooperativismo y el anterior mutualismo; la colaboración
riódico O Sociglista da pro.uincia de. Rió de Janeiro (1845); tam- ,
, :i:
¡i
de clases entre capitalistas y trabajadores o la oposición irreduc-
bién se le ha dado im¡;ortancia a los italianos ladicales insertacl<¡s tible,y, clesde luego, una denuncia más concreta, menos retórica,
, t,.
en la llanracla «[{uerl'a dos farrapos'. de las opresiones, despojos y maltratos de que eran víctimas obre-

226 227
:ll ::
i lltlil
r1,: l.:i

SALVADOR E. MORALES PÉREZ

ros, peones y campesillos. En términos de


exp.esf,clo en el a.rículo 1 cle tu, l¡redida que ciertos grupos sostenían ciertas formas de clientelismo.
"r,rrurolt::i¿1"rt"tü?.:l.TJ,o,"t Desde luego, la alergia a la política, como instrumento de .livisirln
I. Mejorar po1 to_dos, l9s medios legales la siruación obrera, tenía una connotación relevante y concreta en el imaginario
obrera, y.. en s* condición social, yf .r,f, *.."iy"':;;JL,:.. de la clase anarcosindicalista. Y como meta ideal fundamental la necesidad de
có n r,a os,bu,o.' ¿" i"." s¡stituir la organización capitalista por otra más justa. En este sen-
,,.,,1,','rn;:jx,r,";,' J : ili', #, :rase,
r
Ii'Jr,;
tido dos opciones se hicieron sitio, la anarquista radical marcacla
III. Relacionar enrre sí a.la gr.an farnilia ol¡rera cle la por Lrna inmediatez qlle se abría como una incógnita ante una
IV. Aliviar en sus necesidaáes los obreros. Iicpública.
V. proteger la industria y el progreso ^ coyuntura favorable y la sostenida por socialistas y anarcosindica-
cle las artes. listas de tono más moderado, que creían que el paso al socialismo
Vl. l)ropager entre la .[rr" ábrl, l, ir.r.,,..ljn
dicnrc r.r¡ sus rler.eclros y obligaciones soci¿lcs y correspori, era cuestión de tiempo. Planteamientos similares fueron abriénclose
en lo re!¡tivl .n
las artes i, oficios. espacio en todo el continente, con cliversos tiempos, intensiclades,
VII. Esta!¡lecer ro¿los los círculos neces¿¡i65 en la l{cpúltlica definición, gracias a los periódicos que se multiplicaron por dece-
fin tre que estén en cunrJcto los obreros cre los estaclos a
rras. Incluso en países como Ecuador, República Dominicana, Cen-
Ia capitai (García Canrri, .lg69, 1E3). coll ros de
troar¡rérica en donde el despertar fue más lento.
Dos particularidades de los grupos rnexicanos en las que había
i,rprcirta raclicar cre ra Asociación krrernacional cre Traba_ coincidencia de pensamierrto fue Ia petición cle tierra para las
jadores (Air) c, srrs diversas veirienres dejó sentirse .r, farnilias obreras deseosas de colonizar zonas de Guerrero y ia
nro de sctclrra, pero sobre roclo, como en España, Ia "i1ur..i.
.los renden.:; snpresrón de Ia leva (García Cantú, 1969,203). En Br¿rsil el rccla-
Los planteamientos ec.nómicos raqrrioi..t., prirlrar¡, mo cle tierras vendría mucho después.
^nai:quista.
.ejorarnie,to saIari;.,I,. re.duc-ción de Ia jornac{a,'forrrr.-i-óri,
de rcsisrr.ncia, us{r ile la huelga, fueron inc;;;;;;;;'il;;;.;,..
.i";;i^, Uno de los teóricos mexicanos más distinguidos de esa época
más ave.z-rrci.r-s,y combativos de los trabajacio..r
fr"reJosé María González, ardiente defensor clel cooperarivismo,
r.br.rol.--ó..a. respetuoso de Ia propiedad privada, denostaclor cle la opresión
Iu.go, u' se¡lrido organizador pragmárico, se expresó brirguesa y del fasto e insensibiliclad cle los ricos, sembrador cle
.n .onrrr',ra
ascenso' lo cual se tradujo en intentos de'federáció"
i"r"rá..-i"r
De las filiales cle ,a AIT e, A,rérica larina, lr, .i.-lfe"i:;,";;;
dr-rdas respecto de Ia "justicia" imperante, criticó sin piedad la
incapacidad mostrada por la elite clel poder desde la independen-
,i" a3
9."g utty aIc anzaron más relevanci a propagan clísti.^ qo.' 1u,
. cia y La falsedad del remedio mutualista, fr-re partidario de 1a edu-
de Chiie, Brasil, Cuba, puerfo Rico, Ecr-¡aclor, Irlártinica cación para la reforma social graclual (González, 'L974). Srrs ideas
y ¿;;;"
hipe, ir.rtablemente dominacla por'inmigrantes europeos, fueron representativas del momento.
con ia
excepciór-r de Mérico. Err Buenos Aires llIgar.., u pubiicrr'olg,r.,.rs La recepción de tales consideraciones fue parcial y lenta, lo-
,]1,:,.,:": frrlltador y hacia Íines ,l""lo, .r.r"rr.. [; i,-,7;r',;,
!7 Upor
dra, drrtgtda
calizada y distorsionada a rnenudo. Coir Ia llegada cle Porfirio Díaz
Eduardo Canraño. a los resortes estatales y su puesta en planta cle una modernización
El impacro de una nueva revolución inclustrial por muy anómala y oportunista al exterior, el proceso ideol<lgizador y
ate_
nuado y
.deforme, que llegase. a los países cleperrcll'"rrt"; ;p*" organizativo se vio atenuado significativamente.
reacomodos .o sólo en e-l ámbito proár,rctivo y irercanr-ir, En la isla de Cuba, clespués de la primere guerra de indepen-
en la esfera de las mentaliclades párrocinó .rábio, qo.
tanilén
,.
ssntir en las las reorías y prácticás socialistas y cle u., mocl.,
J;jr;" dencia cobró fuerzas Ia actividad obrera. Aunque la tenclencia
clema_ reformista no desapareció del todo, el anarcosinclicalismo tornó Ia
siado aéreo de concebirlai se pasó a l¡na concepción batuta en los años ochenta. Ei más notable de los propagandistas
más realista.
. !r. nuevas preocupacionei y formulaciones van a ir aflorando
sin desplazar roralmente a las a,tiguas. Er propio intento
de la época fue Enrique Roig San Martín, fundadoi y ái.e.tor del
cle fetie- periódico El Productor (1,887). En esta etapa se popularizaron los
sobre el ta.pere el asurrto de la auronomía y el cenrra_ nombres de otros teóricos elrropeos; Mijail Bakunin, Enrico jvlala-
iii 1,,:"
llsmo como eje de discusión, la cual podía ir aún más iejos:
recha_ testa, Elisée Reclírs, Anselmo Lorenzo, IGopotkin e incluso Marx
zar a cuaiquier autoridad. En el .rro .r. Méx;ico se reíeró son nrencionados en la prensa obrera. La cuestión de los partidos
ciescle
entonces la desco,fianza haaia la injerencia
¡,ube'ramenrrl, *n i, políticos y la cuestión patriótica ocuparon un lugar tan destacado

2,28 229
--.l

SALVADOR E. I.4ORALES PÉREZ IDEALES OBREROS Y SOCIALISTAS

como las dcmanclas econólnicas por cues[iones de tíempo y sala_ al cual se mantenía información directa y continua, como cle la
rios. La reanudación en '[878 de la lecrura en las tabaquerías, con
r¡rédica revolucionaria de José Martí. El Partido Revoluciona¡io
rnenos censura que antes de la guerra, facilitaron Ia expansión de 'Cubrrro fundado en '1,892 estuvo integraclo por obreros tabaque-
los debates entre los activos operarios de este ramo, rcs principalmente y algunos de los principales líderes socialistas
Los anarcosocialjstas hispaáos en el rnejor de los casos, recha-, Baliño y Diego Vicente Tejera- y anarqujstas
zaron los plantearnientos nacional-liberadores, lo cual condujo a lai -Cárlos -Enrique
Creci, Enrique Messonier, Manuel Cendoya, Ramón Rivera-
postre a un distanciamiento con relación a los obreror y íÍd".". respaldaron en diversos grados el proyecto revolucionario articu-
criollos, que sí llcgaron a ver que la cuestión social y la nacional lado por Martí.
no eran excluyentes, como reveió el Congreso obrero de 1892: t.;
El lícler cul-¡ano había tenido una aproximación al socialismo
',:..' clurante su exilio en México en 1875-1876. Colabotó en el pe-
1.o EI Congleso rcconoce que la clase trabajadora no se emanci-
rióclico El Socialista. Sin embargo, creyó prioritaria la independen-
!

pará hasta t¿rnto no abrace las ideas del socialismo revolucionario


y por io tallto, aconseja a los tral5aiadores de Cuba el estudio dc cia de Cuba dentro de una estrategia de obstaculizactón al desbo¡cle
dichas ideas para que, analizándolas, puedan apreciar, como aprc- :;- imperialista de Estados Unidcs. En esc empeño contaba principal-
.i',
cia el Congreso, las inmensas ventajas que estas ideas proporcio- rnánte con los obreros pero no solamente con ese sector social, cle
nan a tocia Ia hurnanidad al ser irnplantadas. ahí Ia flexibiliclad de su programa. No obstante, la tendencia so-
.2." Que si bien la anterior afirmación en su sentido más abso- cializante de su pensamiento se dejó ver dentro cle un largo plazo,
luto, también declara gue la iutroducción de estas ideas eu la rnasa cuando las condiciones'estuviesen macluras, Pues a su ver ni en la
trabajadora de Cuba, no viene, no puede yenir a set'un obstáctlo
pdr¿t el triunfo de las aspiraciones de-emancipación de este ltu.eblo, Europa de fin de siglo, generadora tle esa ideología, parecía próxi-
por cuanto srería absurdo que el hombre que aspira a su lil¡ertad mo un camhio. No por esa razón debe desdeñarse hizo
Rama- su contribución a la conformación de una-corno
mentalidad
inclividual se opusiera a la libertad colectiva de un pueblo, aunque
la liberrad a que ese pueblo aspira sea esa libertad relativa que. propiciaclora de una alternativa social.
consiste en emanciparse de la tutela de otto pueblo (Tellcría'Ioca, En el extraorclinario ensayo *Nuestra América", en el cual se
I97.1,43 s.), condensa públicamente su cosmovisión cle los problemas, peligros
y destinos cle nuestrob pueblos, Martí expresó sintéticamente el
Dtirante el Congreso se abordó un tcma que se haría común futuro social que ansiaba como meta a todos sus esfuerzos' En un
a toclo el co¡rtinente también, el establecimiento cle Ia jornada cle concepto igualitario de progreso -_en varias escalas territoriales y
ocho horas y dos resoluciones particulares al desarrollo revolucio- sociales- propuso *llegar, por métodos e instituciofles nacidas del
nario cubano, la necesidad de asurnir acciones políticas y la irnpor- país rnismo, a aquel estado apetecible donde cada hombre se,co-
tancia de la igualciad e11tre negros y l:lancos. ,ro.. y ejerce, y disfrutan todos de la abundancia que la naturaleza
La tendencia unitaria también de modo espasmóclico se reflejó puso para todos en el pueblo que fecundan con slr trabajo y de-
en varios países. En 1876 se estableció la Federaci/-rn Regional de lienden con sus vidas, (Martí, 'l-963-1.965, VI, 17). La guerra de
la l{epública Oriental del tlruguay y desde 1880, Enrique Roig independencia la veía como un paso para desarrollar luego la
San Nfartín intentó organizal a los obreros cubanos al margen cle revolución dentro de la república. Su lema, .66¡ todos para el
ios viejos cánones gremiales anarcosindicalistas. La creación de la bien de todos,, fue uir instrumento cle movilización igualitaria,
Junta Central de Artesanos (1878) fue un paso notable en esa idea dentro de un discurso más amplio que fortaleció la ideoiogía so-
de urrificación que parecía ctaiar en una Federación d-e Trabaja- cialista con un patriotismo local y continental de oportuno sentido
dores de Cuba cuando el Congreso de 1,892 {ue abruptamente anti-imperialista, lo cual va a ser un rasgo muy especial en Lati-
interrumpido por Ias autoridades. noamérica.
Los óbre.ás cubanos en la inmigración, sobre todo en Cayo La agitación socialistá y libertaria fuvo en Argentina un ancho
I-Iueso, Tarnpa, Ocala, Nireva York, no estuvieron tan influidos carrpo de actividacl, pero también campo de disputa por Ia hege-
por la ideología. socialista en Estados Unidos, que iba desde el mdnía doctrinaria y práctica. Mientras los socialistas pugnaban
rcformismo de lor; Cabailer.os del Trabajo hesra el socialismo de por la creación sindical, la mayoría los anarquistas en sus variadas
Daniel cle León, más cierta influencia del debate en Cuba respecto expresiones reivindicaban la acción directa y espontánea. Los es-

230 231.
sALv/\DoR E. Ilc-)RALEs PÉREZ rLES OBREROS Y SOCIALISTAS
.
Irierzos por establccer una organización feclerarivl entre
la.s or.oar les de subestimación y menosprecio en ios inn-rigi:antes y de xeno-
zaciones ol.reras se vieron obsrac,rizaclos. Hacia 1ltr"*
ro. a clar los prir-r.reros pasos en esa rlirección y .; l; .;S#j" fobia clentro de los trabajadores criollos. La confli«ividacl de orí-
conmerrloración del ;riil;r" r¡enes estuvo contaminada de prejuicios de orden racial atizado por

uniraria. La formrció' .pr:irnero _de mayo se. dejo ver esa intención lc¡s círculos de poder. Las publicaciones anarcluistas y socialistas en
de la Inrernacionar sácialista ,J";;i;, italiano y francés trascienclen menos) no sólo por la r;rzón de la
clisposición. En 1891 se llevó a. cabo el .r.
lengua einpleada.
Feáeración cle Trabaja.dores cte r, r..gio" Por otra parte se marginó al extrar.rjero de la vida política
segnndo congreso realizaclo en 1g92. ^:;il:iltffr::J,t::
:1
nacional con Ia slrbsecuente respuesta de apatía a los problernas
Sin embargci, el anarq,isn-ro f,e muy fuerte y cornbativo tocantes a surs hermanos de clase iracionales. Esto también reper-
Arge.tina. Nnnrer«rsas pubricaciones ácrátas pasaron por er en cutió en la visión que se tuvo del incipiente clesbc¡rcle irnperialista.
esce-
naric¡: unas ircliilaclas. al trabaj. organizativo .1. buie,- La oligarquía institucionalizada no fue favorable a ciucladanizar a
a.r üur
dejó bLren surco el trabajo realizacro po. el italiano E"ri.,r-irt"i.. ulla masa de trabajadores poco clócil y portaciora de ideas consi-
testa, sier-rp¡e en conflictividad cle conrrol con los .".iolirü..'et deradas nocivas al país y al orden social. La opinión sr.>cialista en
principai vocero cle esra cor:rienre. fue La Argentina se dividió en su modo de consiclerar la natur¿rlización y
fun<lacl. 1;.r cl italiarrr, zrl cuar ie sLrceclió en preeminenciaiñj),
ettestione sociare
ideo_ participación política doméstica de los inmigrantes. La celebració¡r
lógica arlos cles¡.^rés, r8!7,y cririgiclo por Gregário l.r.le., de los primeros de mayo eri práctica ritual internacion¿rl y la nueva
iuf-r]-ia,
La Protesta Huntnna. En ranro, pu.-rlaron otás de fr.".;;;;ái.o asociación internacional, creada favorecieron la aclopción cle un¿r
subversiva )'r'iolenta qlle se ha cálificacro cre anarcorer.orisüs, referente fraternal y solidario.
que
en los no¡nbres de sus periódicos subrayaban su o1;ción raclicai',ie Piedra de toque de los cambios teóricos que se iban operando
orrocloxia arrárq.ica: Los ciina.ntiteros, Éscal.peto, La Voz ¡;Á;,;r- fue la relativa a Ia participación de las muleres en las actividacle s
cbol, Il Pugnale, El Petsegttido. gremiales. Toda una tradición negativa pesaba al respecto. Duran-
En materr¡ eco.ómica se concretó gran parte cle los icreaies te ei Congreso obrero de 1876 en México se desplegó Ia discusión
socialistas.v an:rrquisras de fin de siglol si cliferían." del asunto. Dos cle los cinco representantes de La Social eran
*,os. subversivos otros en er foncro opruburr-fo.".¿iÁ,io. n-iujeres. Mata y Rivera editor de El Socialista se oplrso a Ia pre-
-legalistas
los nris.ros v,pi'óxirnos objetivos. El caml¡io se hizo .¿";;i; p;;. sencia femenina, pero el editor de El Lliio del Ttabajador, lc>sé
la ¡educción de la jornada laboral, Iucha por el salario y.orri.áio. Muñuzuri, rompió lanzas contra la propuesta de exclusión que
clespiclos, por el descanso dominicai, las iacilaciones .ir".
.i p.á-
fcccir-,'rrisnlo y el liIrre canlbio fueron represenraciones más ccrca
finalmente fne derrotacl¿r tras largo debate (Hart, 1974, 89 s.).
Este hecho marcó una intelección renovada clel papel de la mujer
nas, lrrgentes y necesarias. Ideólogos socialistas, como el argenti,o en la sociedad, aunque tardaría en traclucirse en derecl-ios políticos
Juarr B. Jtist<r, fundador de La Vanguarclia (1g'91), y t.ua,r".tu, á. constitucionalmente reconocidos hasta 1940 en que se les conce-
Marx se declaraban cle
capiralista al favorecer la .heclio firmes partidarios áá la expansión dió el clerecho al voto en México. No obstante la cuestión incidió
industrializaiión siri qre s,frieá detri- doblemente, en el sector masculino fue tomando cuerpo lentamen-
nrenro la gran propiedad territorial exploradorá de la ganadería. te la aceptación de los reclamos femeninos a pesar de sus miedos
En Ia formación de las especiricidades cre ras exprelio.,es.o- a ser reemplazados, toda vez que 4o justo vendría a ser, el ofro
cialistas y anarq,istas en Lari.oamérica tuvo mucht que ver Ia lado, el derecho a iguales labores, con iguales salarios y el repudio
presencia de inmigrantes europeos con sus repecrivas ..p."r"r,ao_ al despido por embarazo o rnaternidad. Fueron precisarmente los
cio,es id_eocultura]es, que en cierta forma f.-,eio., pr..a.r'n.:", lo. anarcosocialistas los más entusiastas en esta noyedad. El anarquis-
relativa f¡erza.por la política comparrimentadora'seguicra
gobiernos. En Ios países que se sienre con más frrrrí^ y confricti- ;;. ú, mo'femenino fue particularmente vigoroso en Buenos Aires, don-
de se publicó La Voz de la Mujer, a partir de 1896; pronro se hizo
vidacl esa inciclencia fueron Argentina, Brasil, Cuba, con fuertes popular un lema radical: "No Dios, no jefes, no maridos, (Melgar
flujos de italiano§ y españoles, pero casi ninguno .rcapó u .ru, Bao, 1989, 116 s.).
tensiones. No ofrece dudas de que si el cristianisirro socialista ruvo su
Los hosrigar.'rientos nrutuos gereraron alg*iros patr.ones menta- época en los sectores populares, la exorcización inquisitorial y las

L-) -- 233
\

IDEALES OBREROS Y SOCIALISTAS


SALVADOR E. MORALES PÉREZ
la cual recogió -aquellos
excomuniones, facilitaron el proceso de secularización y de ateiza- estructura procluctivo-mercantil-artesanal,
igualitario' que convenían a sus
ción cle los idlales socialistai, en franco antagonismo anticlerical ;;;;tHisocialismo utópico.e J".peligro de extinción' Aunque
por el contubernio de la iglesia católica.con los poderosos.. Aun- condiciones a" gropo-áti"p"U'a"' par.ece.haber ocu-
(1891),clispuesta por el papa el socialismo cristiano ;:"t múltiplis matices
ire ln encíclica Rerum'Nouarurn nueva percepcrotl teórico-práctica del ;;il;;-ilfr' ,,o,'bi" en esa primera v parcial difusión' pronto
ieán XfU comenzó una cliferentes, más
clero romano, los prelados ultramontanos dominantes en lbero- ffi;a :;ff;;,J-"i lrpr.io con otras corrientes
con las de los grupos sociales subalternos'
américa se resistieron Por décaclas a acatarla, con excepción de acorcles
':";ñ";;i*i".,.o "tt;;IJ;á"t
algunos gnrpo§ que cofnprendieron la necesidad de atetnperarse a ¿""¡ta"á, rabriles-y áe[ no"uo tipo cle explo-
-históricas. clase trabajaclora sin las
loi cond"iciánes Una cie las primeras organizaciones tación agromanufao;t;;; ;gendró una Trabaiadores con
aclherencias p"q,r"no t"ig""ti del artesanado'
fundadas por esta corriente fue la Asociación católica de obreros europeos' sobre todo' españo-
;; l;";i;á" cle Chile ,:n 1"878, que en 1883 se reorganiz1 bajo la una fuerte presencia cle irimigrantes y franceses ,:l:,,y"
clenorninJ.ión Socieclacl de Obreros Católicos en Chile' les, italianos y en menor *ádid" portu8ueses antrcaPrta-
porr^¿oi", cierta medicla de representacioncs
Frente a las clemandas de acortamiento cle la jornada laboral "t'
"rlrr
listas o francamente- tol"tti'ist^s' socialistas' anarquristot' 9Yt u
v la nece,tic{ad dcl descanso y tiempo libre para ilustrarse, pensar, inherentes a un proceso de aclaptación v
áir..ti.r. o hacer lo que le vjniese en gana, como decía algúnal ;H ;"^i;;'ái?i."ii'¿"t ejercitton eficaces estímulos
,ii"no Detitorio. se ieürrtó una teología de la subordinación asimilación Por sus'ü"'itt tti"ffos' esta mezco-
ilú;t" 'ii Á,"igo del obrero, órganó ¡l-el Círculo pereza: Católico de ;;;i;;;ii, .o, li tradiciones va vernáculas' Deimportado
en 1899 contra la la.za entre Io propiJ"-álpt"pi'át. . I
l" recién se
óUrJror cle Moitevicleo, alertaba "No subjetivos básicos que le dieron
ir;y.".^ nrás miserable que un hombre holgazán' FJ trabajo,no es ?;;;;ñr^r,áo loJf""árfi."ior cle cambio revolucionarias
(es) el remedio contra los caprichos y aburri- :;;;;';";i;;,1-rt a"'p*'i' á" r1 ese contexto
ideas
enfte la aclopción
""'rotÁ.,,,o, 'rejár del siglo xx latinoamericano' En
nrientos, (cii pc» Barrán, 1990, II, 39)' -El clero consideraba al cle un obrerismo original se
;;i;;; respc,rr.nlrle cle la aversión al trabaio' De-este moclo-un mecánica cle los ,."dtb;;i^l,.,,"^
crearon las pautas ;;';; dttoto*í' receptiva que se explayó
pir"a.r*i"tito clc jiisticia frente al crecie,te rirmo láboral venía a
iondenarse pcr ios tribunos católicos' por todo el siglo xx'
Una nociórt q.r. g"rr"ró una reacción muy espetial "fue la re'
iativa a la hrr.elgalorrio irrtttrtrento defensivo de los trabajadores' IBLIOGRAFÍA
Para lcs socialñtas y ;rnarquistas el uso del paro laboral tuYo
una
i¡telección c{iferencia.la. Los anarquistas esii¡nularon con yigor.el sensibilidati en el lJrugilay' El discipli-
Barrán, J- P. (1990), Historia de la
de la acciót't clirecta com; un medio áe conmoción del namiento 1860-1;;ó';n s"¿o Oriental/ Facultacl de
Humanidades
"*pl.o
uri"., social estatal opresivo. Los movimientos huelguísticos cons- Y Ciencia, Montevideo'
tituyeron u,a cscuela] fuente de e*periencias para los participantes de los incas'Zig-Zag' Santiago de
Baudin, L. (1940), nii)i"'¡" socialista
.,, Ér"u pruebas de htetza, resistencia y negociación' También cor¡ro Chile
.-.i..rá."*e señala lr4elgar Bao, 'eri la memoria del proletariado Bilb; F. (1886), Obras contpleras' Buenos Aires'
latinoarnericano las hr-relgas heroicas han ocupado un mayor espa- anteriores a Maix' 3 vols'' Ciencias
Bravo, G. M. (197q: l"t t""at;nit
cio y significación en ta lbjetividarl histórico-política. de.esta clase Sociales, La Flabana'
,.rtta..í,t" (Melgar i1ao,.1989, 119)' A Partir de tales hecl-ros se y' (iilzz), Historia econótnica y social de Venezuela'
Brito Figuero
rfr"-riri.riri.d.i ii.," épita cle irasmisión oral que aún no ha sido Ciencias
^,
Sociales, La Habana'
Zamora' Centauro' Caracas'
sistemáticamente recuPerada. Brito Figuero ^, F - O'97;;, n"*p" de .Eze11iet
En resumenr'los iáeales socialistas y obreros en el continente ár."rrbr*rr, C' (tggo), Crítica histórica' Caracas'
americano han áxperimeirta.do durante el siglo pasa4u."1' evolu- ¿;;;;;; ;;;;;; c. <igen,
'Para un
esquema sobre la participación de las
pnttnda por ia'reiepción que el impacto factual de las revo- 'clases populares en el movimiento nacional de independencia de
"iá,
Iuciones industriales y la experiencia intelectual europea operó en Venezuela, a comienzos del siglo xlx») en |d., Historiografía
marxista
cada uniclad ,egionoi. I-a áoder¡rizaciín iniclal chccó contra la uenez,olana y otros temas, ÜCU' Caracas'

235
234
SALVADOR E. MORALES PÉREZ IDEALES OBREROS Y SOCIALISTAS

chacon, v. (196s), Historia cras ideais no Brasir,


Ciriza A. y E. Fernández, (L993),
Rio de Janeiro. f{r:ig, A. A. (1982), nEducación para la integración y utopía en el pen-
"El dispositivo discursivo clel socialismo samiento de Simón Rodríguez": Araisa (Cáracas).
utópico. Los escritos de Simón RoJríguez,:
(fulendoza). Reuista -' ¿"
-'- -f¡i"r"i;
"v;utt't $ Iloig, A. A. (1994), "Etapas y desarróilo del pensamiento utópico sudame-
cova, J' A' (L947), Don sirtón Rodrígrtez:
ricano (1492-1880)", en Id., El pensantiento latinoamericano y su
nTaestro y fitósofo reur¡ruciona- duentlra, Centro Editor de Améric¿ latina, Buenos Aires.Tellería
rio: printer socialista atnericano, uicla y obru'id gráro ,.rrlíá')n.r, Toca, E. (1973), Congresos obreros en Cuba, Dirección PolÍtica de las
Buenos Aires, Venezuela.
FAR, La Habana.
Echeverría, E. (1951), Obras Contple/as, Buenos
García Cantú, G. (1969), El socialismo
Aires. Testimonio cle Melchor Ocampo, México, 1.972.
en México. Sigto xt4 Era, irléxico. 'Iristán, F. (1,946), Peregrinaciones de tma paria, trad, de Emilia Romero,
Gaitán v el problema de la ,",)on,r;a) ,rio,'riioun, Antártica, Lima.
""i?*};ul'95'5)'
Valadés, J. C. (1924), "La insurrección de Chalco (1869)": Suplemento
Gil Fortonl, l. (i942), Historia constitucional cle
Veneznela, Imprenta de La Protesta 11,9 (Buenos Aires),
I'iovedades, Caracas.
Vargas MartÍnez, G. (1986), .Pensamiento socialista en Nueva Granada
Casanova, p. (19S3), [Jna tüopía en América,
"-r::).* Colegio de Mé>ri- (1850-1860): Dialéctica XI/18.
González Casanova, p. (1953), [Jna utopía en Atnérica,
El Colegio cle
México.
González, l. Ni. (1924), f)el artesanaclo al socialisrtto,
México.
(1954), Simón Roclrígrter,. Escritos sobre s,
uicla y stt obr,t,
".".:.t:-l:..(:.0.)
Larac¿ls.
Hart, J. M" (1974), Los alarqristas tnexicanos,
1g60_1900, Secretaría de
Edrrcaciórr I,ública, México.
Godio-, J. (1980), Ei ,touirniento obrero
tenezolano (1g50_1944),Ateneo
ue Lara(.r:I.S.
Jalif de Bertrariou, C. A. (1991), uEsbozo de una filosofía de la
historia
en Frarrcisco Bilbao,: Cuadernos Antericanos (Ir4éxico).
López Cámara, F. (1959),
"Los socialisrr. frrn...., e, l, Á.[or,.,a mexi_
cane»: ¡-Irslor.ia nzexicana 34.
López Muñoz, R. (1.995), La s:tluación de
América. Francisca Bilbao y la
interue:nciótr francesa en México, Cenrro
de InvestigáciO., Ciertlfico
"Ing. Jorge L. Tama¡,o,, h4éxico.
Martí, J' G963-196s), c)bras cotnpretas, Editora
Nacionar de c.ba. r,a
Habana.
lvlelgar Bao, R. (1ggg), El tnouimierto obrero
ratinoamcricata I. Historia
de tma clase subalterna, Alianza,Iv{éxico.
Melger Bao, R' *Franci-sco Birba-o y la reberión
de los iguaritarios en
Chile": Cuadernos Atnericanos mayo-junio (N4éxico).
Or*:, (ed.) (1977), (Jtopisrno socialista (t830_1Ig3),
Ayacucho,
-!.-*.
\- afACi].s
-

Rivero lv,luñiz, l. (1964), El tabaco; su historia


en ettba,2 vols., Instituto
de historia de euba, La Habaua.
Rcdríguez, s. (197i), Las sociedades antericanas
e,7g28, enld.., obras
Completas, Universidad Simón Rodríguez,
Caracas.

236, 237

S-ar putea să vă placă și