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- Neurosis obsesiva: esta modalidad clínica tiene la particularidad de no olvidar, son

memoriosos (me acuerdo que tenía dos años y mi mamá me cambiaba los pañales);
se recuerda a causa del falso enlace, porque el desplazamiento del sentimiento se
realiza sobre otra representación.
- La sexualidad infantil es importante cuando se trabaja con la neurosis obsesiva y es
la primera gran usina de la culpa, por el hecho de que la satisfacción sea incestuosa.
- El gran temor obsesivo: siempre hay uno. En los últimos años se refería a una
enfermedad incurable como cáncer o sida. En el caso del HR (Hombre de las Ratas)
temía que algo malo le pasara a su amada o a su padre. En la infancia tenía cierta
compulsión a esconderse en los baños y ver mujeres hacer pis y ahí se despertó el
temor obsesivo de que si ve mujeres desnudas algo malo le va a suceder a la amada y
luego al padre. Pero él estaba muerto, le costó aceptar su muerte porque cuando él se
murió el HR se acostó a dormir un ratito y encima el médico le dijo que había estado
preguntando por él. No se perdonó haber faltado el día de su muerte. La culpa y el
temor a dañar al padre tienen que ver con todas las veces que en la infancia él había
deseado la muerte del padre.
- Freud se plantea como se entiende la cura del neurótico, plantea como trabajar con
esta modalidad: el entendimiento de la cura tiene que ver las manifestaciones
conductuales y con acciones y medidas protectoras.
- Freud habla de la sintomatología de la N.O, cómo se traducen las representaciones
obsesivas. Ejemplo del mandamiento de cortarse el cuello con una navaja de afeitar,
pero se le ocurrió que tenía que matar a la anciana (la abuela de la amada a quien
tenía que cuidar). Son impulsos agresivos y que luego retornan como autoagresivos.
El síntoma en dos tiempos de poner y sacar la piedra.
-"Mi intención es hacer el bien" es una frase recurrente de los neuróticos obsesivos, no
quieren hacer sufrir al otro
- El ocasionamiento de la enfermedad: hay un momento en que se desata la N.O. El
estallido de la enfermedad le duró seis años. Las personas suelen decir el motivo de la
enfermedad pero no le dan mucha importancia. En la histeria hay amnesia de los
recuerdos y es una prueba de la represión sobre la representación. Pero en la N.O la
represión se sirve de otro mecanismo: el falso enlace, no se olvida la vivencia, sino
que se vuelve indiferente por sustracción de la investidura de afecto. El afecto se
desliga de una representación y se liga a otra anodina. Encontramos contradicciones
en la N.O. La enfermedad del HR se debe a que la madre le quería arreglar un
matrimonio para que esté bien ubicado una vez que terminara sus estudios. La familia
le incendió el conflicto. Tenía que elegir entre seguir fiel con su amada pobre o seguir
la historia y voluntad del padre. Se sustrajo de la tarea de solucionar este problema,
enfermando porque no pudo avanzar en su carrera por ende demoraba la decisión del
casamiento.
- La contradicción en la N.O tiene origen en las mociones hostiles y tiernas hacia una
persona.
- El complejo paterno: acá Freud encara la relación ambivalente con el padre. Explica
cómo en la N.O encontramos amor y odio hacia el padre.
- Tip de estudio: hacer un extracto y resumen de cada apartado para estudiarlo, es
muy probable que pregunte cual fue el ocasionamiento de la enfermedad, que dice
Freud del complejo paterno en el HR y cómo es la cura en el HR.
- Lacan siempre habla del deseo. Cuando Lacan habla del deseo remite al texto “la
negación”: parte de un análisis que hace Freud sobre una ocurrencia que es “soñé con
una mujer pero no es mi madre”. Freud dice que esto se puede anular. El juicio de
atribución es el primer proceso que tenemos de acopio de información, que divide las
cosas que hay en el exterior en dos: las que me satisfacen y las que no. Todo lo que
me pasa lo registro en términos de satisfacción y registro esas cosas que me
satisfacen, pero no aquellas que no me satisfacen, sino que las expulso. Como
resultado de este juicio de atribución, todas las representaciones que tengo dentro de
mi cabeza son del orden de la satisfacción. Cada representación está ligada a una
sensación de satisfacción. Luego hay un segundo momento que es el juicio de
existencia, en el que aparece algo en la realidad y nosotros contrastamos con nuestras
series de representaciones para ver si está registrada. La realidad no sólo consta de
representaciones satisfactorias entonces para poder tener una experiencia más
adecuada a la realidad permitimos que las cosas salgan pero poniéndoles un “no”
adelante. Esto es una negación, es la forma que tiene la realidad de poder juzgar algo
evitando ser cercenada sólo a los pensamientos que son del orden de la satisfacción.
Esto significa que lo no satisfactorio puede ser reconocido como negación de lo
satisfactorio. Si hay algo de la realidad que no es satisfactorio la única forma de
registrarlo es negando (en términos lingüísticos) la representación satisfactoria que yo
tengo dentro.
- Todos los elementos que construyen nuestra realidad y los significantes en el fondo
son significantes de deseo, que esperan el reencuentro de la satisfacción. El deseo a
nivel simbólico es la construcción de una realidad basada en significantes que están
afectados por las satisfacciones primordiales, por el juicio de atribución. El deseo es lo
que sostiene al aparato simbólico porque éste se construye en base a las sensaciones
de satisfacción. El deseo circula entre los significantes. El deseo puede satisfacerse a
nivel simbólico o en un sueño. El deseo es deseo del Otro porque los significantes y
representaciones que el sujeto tomó para escribir esas primeras inscripciones
satisfactorias las sacó del Otro; por lo tanto la construcción del deseo que se hace en
el aparato significante de un sujeto se hace con los elementos que toma prestado del
Otro. El Otro también tiene una batería limitada de significantes, que son los
significantes propios de la satisfacción de él.
Entonces me ofrece esa batería limitada, por ende yo también tengo una batería
limitada para elegir mis significantes.
- Lacan habla del obsesivo y su deseo. En el capítulo 23 Lacan dice que el deseo del
obsesivo se constituye como un deseo evanescente, se desvanece. Lacan hace una
genealogía del deseo; primero de la histeria y luego de la N.O. El deseo se ordena por
el significante porque todos los significantes se guardaron por la satisfacción. El sujeto
trata de expresar y manifestar en un efecto de significante lo que ocurre en su propio
abordaje del significado; es decir que produce significaciones propias.
- No hay condición de inmanencia subjetiva para el psicoanálisis, es decir que no se
nace persona. Uno es humano porque habla. En la parte simbólica lo que representa
la vida en sí y lo viviente es el significante del falo. El falo es el vértice, es por
excelencia el significante de la relación del hombre con el significado. El falo es la
única forma de hablar de lo viviente en lo simbólico, tiene que ver con un significante
que se refiere a lo viviente.
La inserción del hombre en el deseo sexual está condenada a una problemática
especial.
La satisfacción sexual está desnaturalizada y no se asienta en un proceso biológico. El
deseo se ubica más allá de la demanda en tanto que apunta a la satisfacción de la
necesidad, pero es algo más que necesidad lo que pide el deseo sexual físico; y está
más acá de la demanda en tanto que la demanda es demanda de amor que apunta al
ser del Otro. Que el Otro dé lo que está más allá de toda satisfacción posible, y a eso
apunta el amor. Lacan ubica al deseo sexual entre la demanda de satisfacción física y
la demanda de amor.
- El deseo es para el histérico un punto enigmático. Decirle a alguien que desea a este
u otro es siempre una interpretación forzada. Cuando Freud le dice a Dora que desea
a un hombre, se está equivocando. Siempre Freud obtuvo la negativa de la paciente a
acceder al deseo que él cree que tiene la persona. Desea no un objeto, sino un deseo;
desea lo que el otro desea. Lo que al final desea el histérico es la satisfacción que
cree que el otro obtiene con eso. Lo que se desea es la satisfacción del Otro, y se la
transforma en un objeto. La pregunta qué es ser mujer tiene que ver con la
satisfacción femenina. Dora se identifica con el señor k; y ese alguien se convierte en
su otro yo. La histérica siente que la otra tiene lo que ella no tiene, y en el hombre
pasa lo mismo. Son relaciones de triángulos que repiten el triángulo edípico.
- Habla de los fantasmas y las fantasías obsesivas. Tienen algo de enigmático. El
fantasma es un guion, es cómo se describe una escena, es un imaginario pero puesto
en términos simbólicos. El fantasma es lo imaginario capturado por un cierto uso del
significante, es un guion que nos dice cómo moverse. En la N.O lo que hay son
fantasías sádicas y se expresan como cuidado, temor, daño, preocupación por ser
bueno, cariñoso. Lo que se ve en la superficie de la N.O son impedimentos,
inhibiciones, obstáculos, temores y dudas.
- En el período anal se desarrolla mucho el sadismo porque el niño adquiere la
capacidad de destruir, de morder el pezón de la madre. El sadismo tiene que ver con
la capacidad de daño que el niño entiende que tiene.
- Otra cosa que incide en el comportamiento del obsesivo es la exigencia del super yó
que lo sitúa como siempre pidiendo permiso y disculpas. Tiene una determinada
relación con su propia demanda, es ponerse en la más extrema dependencia del Otro.
El obsesivo fantasea con hacer cosas para impactar al otro, y esto tiene que ver con la
hazaña. El obsesivo le hace sostener el deseo al Otro, por ejemplo, lo que yo hago lo
hago por vos, me case porque estas embarazada. El obsesivo tiene prohibido su
deseo.
- Entre el obsesivo y su deseo se interpone siempre una tercera persona, entonces
tiene la convicción de que para conseguir lo que desea necesita destruir a alguien; eso
que tiene que destruir es la representación de lo que fue la situación edípica (que para
acceder a la madre necesitaba matar al padre); entonces se prohíbe su deseo para no
tener que dejar un muerto en el camino hacia mi deseo. Lo que logra un sujeto
obsesivo es desapasionarse, llegan a la consulta diciendo que no tienen una pasión o
hobbie. El obsesivo ama en la misma proporción en la que odia. Ama a una persona y
la odia cuando no responde a lo que le pide y entonces se siente culpable y actúa por
culpa, y luego le echa la culpa a esa persona. Se entrama en una red en la que nunca
expresa qué es lo que realmente quiere.
- La frase en la histeria es: yo quiero esto pero no lo puedo tener. La frase en la
obsesión es: yo no quiero esto, vos me estás diciendo que lo quiero y yo lo conseguí
para vos.

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