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Modo de Vida e Identidad Nacional. Sección #004. Unidad III.

ORGANIZACIÓN SOCIAL Y POLÍTICA

TÉRMINOS BÁSICOS

HORDA. DIAMOND, Jared (1997). “Armas, gérmenes y acero: Breve historia de la humanidad en los
últimos 13.000 años”… Las hordas son las sociedades más pequeñas, pues constan típicamente de entre 5
y 80 personas, la mayoría de ellas estrechamente aparentadas por nacimiento o matrimonio (…) La hordas
nómadas de cazadores-recolectores son relativamente igualitarias, y su esfera política se limita al territorio de
la horda y a alianzas cambiantes con hordas vecinas (…) no hay una estratificación social formalizada en
clases altas y bajas, no hay un liderazgo formalizado o hereditario, y no hay monopolios formalizados de la
información y la toma de decisiones.

CLAN. WARNIER, Jean-Pierre & LABURTHE-TOLRA, Philippe (1998). “Etnología y antropología”… El clan
(…) es un grupo de parientes fundado sobre una regla de residencia territorial y de descendencia unilineal, a
las que se añaden un sentimiento de pertenencia, signos de reconocimiento o marcas de identidad, y
actividades comunes. Constituido por familias extensas que incluyen parientes consanguíneos y afines (…) es
perpetuo, exclusivo (…) multifuncional (…) y frecuentemente forma una personal moral única (…) El clan es
generalmente exógamo: un hombre considera a los demás hombres de su clan como padres o hermanos, y a
las mujeres como madres o hermanas.

GENS. MORGAN, Lewis (1881). “La sociedad primitiva”… Gens, genos y ganas latín, griego y sánscrito
tienen todos por igual el significado primario de parentesco. Contienen el mismo elemento que gigno,
gignomai y ganamai, en las mismas lenguas, que significa procrear, y así implica en cada uno la inmediata
descendencia común de los miembros de una gens. De ahí que una gens sea un cuerpo de consanguíneos
que descienden de un antepasado común, distinguidos por un nombre gentilicio y ligado por afinidades de
sangre (…) Fue también la unidad de organización de un sistema de sociedad y gobierno, base fundamental
de la sociedad antigua.

FRATRIAS. MORGAN, Lewis (1881). “La sociedad primitiva”… LA FRATRIA ES UNA HERMANDAD, como
lo implica su nombre, y un engendro natural de la organización en gentes. Es una unión orgánica o asociación
de dos o más gentes de la misma tribu para determinados propósitos comunes (…) Las gentes de la misma
fratria son gentes hermanas entre sí, y primas con las de la otra fratria. Son iguales en rango, carácter y
privilegios. (…) La fratria carecía de funciones gubernamentales, siendo éstas circunscriptas a la gens, tribu o
confederaciones; pero actuaban en sus asuntos sociales con grandes facultades administrativas.

TRIBUS. MORGAN, Lewis (1881). “La sociedad primitiva”… Se componen de varias gentes por
desenvolvimiento de dos o más, cuyos miembros se hallan entremezclados por el matrimonio y hablan el
mismo dialecto (…) Cada tribu se individualiza por el nombre, por un dialecto propio, por un gobierno
supremo y por la posesión de un territorio que ocupaba y defendía como suyo propio.

CIUDAD-ESTADO. ARISTÓTELES (1252a). “Política”… Naturalmente, la primera asociación que se forma

para las necesidades diarias es la familia (…) La primera asociación de familias, por conveniencia y utilidad
común, es la aldea (…) Vemos que toda cuidad es una especie de asociación y que toda asociación se forma
buscando algún beneficio, pues el hombre no hace nada que no mire como un bien. Todas las asociaciones
se proponen pues, el logro de una ventaja, sobre todo la más importante de todas ellas, puesto que su fin es
el más importante y comprende en sí las demás asociaciones. Tal es la ciudad (polis) o asociación política
(ciudad-estado) (…) La asociación de varias aldeas o poblados constituye por lo tanto una ciudad perfecta,
poseyendo todos los medios de bastarse a sí misma y habiendo alcanzado, por decirlo así, el fin para el que
fue formada; nació de la necesidad de vivir y existe para vivir dichosa. (…) En el orden de la naturaleza, el
Estado es antes de la familia y antes de cada individuo, pues el todo debe ser antes que la parte (…) porque
si cada individuo aislado no puede abastecerse a sí mismo, lo propio sucederá con las otras partes con
relación al todo.

ESTADO-NACIONALES. FRANÇAIS, Ariel (XXXX). “El Crepúsculo del Estado-Nación: Una interpretación
histórica en el contexto de la globalización”… El Estado-nación se ha conformado en el transcurso de un
proceso histórico que se inició en la alta Edad Media y desembocó a mediados del siglo XX, en el modo de
organización de la colectividad nacional que conocemos en la actualidad.  Para llegar al concepto y a las
instituciones que sustentan este modo de organización fue necesario, en primer lugar, disociar las funciones
que cumple el Estado, de las personas que ejercen el poder (…) Paralelamente, fue conformándose el
concepto de nación (…) Esta conceptualización dio vida al Estado-nación a finales del siglo XVIII y (…)
quedaron definidos todos los principios a partir de los cuales se edificaría (…): la percepción de la nación
como la colectividad que reúne a todos los que comparten el mismo pasado y una visión común de su futuro;
la definición de la nación como la colectividad regida por las mismas leyes y dirigida por el mismo gobierno; la
afirmación de que la nación es soberana y única detentora de legitimidad política; y la afirmación de que la ley
debe ser la expresión de la voluntad general y no puede existir gobierno legítimo fuera de las leyes de cada
nación.

ESTADO. CALDUCH, Rafael (1991). “Relaciones internacionales”… En general, podemos definir al

Estado como: toda comunidad humana establecida sobre un territorio y con capacidad para desarrollar sus
funciones políticas y económicas, mediante la generación y organización de relaciones simultáneas de poder
y de solidaridad que institucionaliza en su interior y proyecta hacia el exterior (…) sin hallarse sometida a
poderes diferentes o superiores de la propia colectividad estatal (..) Es ya un lugar común, pero no por ello
menos certero, el sostener la interdependencia entre la política interior y exterior de cada Estado, en virtud de
la cual no sólo las actuaciones de los diversos miembros de la Sociedad Internacional afectan a la estructura
de ésta, sino que también generan mutaciones en la vida interior de las comunidades estatales, y
análogamente, toda alteración de las relaciones político-económicas interiores de cada Estado terminan por
repercutir, en mayor o menor medida (…) en el panorama de la vida internacional.

ESTADO ANTIGUO. ROMERO, José (2012). “Estado y sociedad en el mundo antiguo”… El principio de
desigualdad caracteriza al Estado oligárquico (…) La ciudadanía se presenta allí dividida en dos grupos, de
los cuales uno posee la totalidad de los derechos y otro tan solo un derecho restringido. El grupo de
ciudadanos de pleno derecho es el que inviste el poder, integra las asambleas, ocupada las magistraturas. El
estado está, pues, regido por unos pocos. (…) La clase no privilegiada se halla, originalmente, fuera del
Estado (…) y su destino será trabajar para sus amos en una situación variable de dependencia servil. (…)
Para la clase no privilegiada no hay garantías ni derechos; simplemente hay deberes y cargas.

ESTADO FEUDAL. HELLER, Herman (1971) “Teoría del Estado”… Los reinos y territorios en la Edad Media
eran, tanto en lo interior como en lo exterior, unidades de poder político, por decirlo así, solo
intermitentemente e incluso, durante siglos, solo excepcionalmente (…) Su poder estaba limitado, en lo
interno, por los numerosos depositarios de poder feudales, corporativos y municipales, en lo exterior, por la
iglesia y el Emperador. (…) Eso solo significa (…) que, en el “Estado” feudalizado, cada una de su baronías
formaba un “Estado aparte”. (…) El poder del señor feudal se apoyaba (...) en el hecho de disponer en
propiedad de un gran territorio sobre el que ejercía su propia administración de superioridad.

ESTADO MODERNO. HELLER, Herman (1971) “Teoría del Estado”… La evolución que se llevó a cabo, en
el aspecto organizatorio, hacia el Estado Moderno, consistió en que los medios reales de autoridad y
administración, que eran posesión privada, se convirtieron en propiedad pública y que el poder al mando (…)
se expropia en beneficio del príncipe absoluto primero y luego del Estado. (…) La dependencia político-
económica del señor territorial respecto a los estamentos (…) solo pudo ser superada gracias al desarrollo de
la economía capitalista monetaria. (…) En virtud de la política mercantilista que siguió el Estado, se fomentó
de modo consciente e intencionado el desarrollo capitalista a fin de fortalecer el poder político.
 ORIGEN DE LA FAMILIA, LA PROPIEDAD PRIVADA Y EL ESTADO

Friedrich Engels nos ofrece a través de esta obra, una mirada única a la historia y evolución de nuestra
sociedad actual partiendo de sus raíces. Pues para ello, basa su estudio casi de manera exclusiva, en el
trabajo de investigación realizado anteriormente por Lewis Morgan para su libro “La Sociedad Primitiva”; que,
tal y como indica el autor en el prefacio de la primera edición del libro, permitiría a Marx, padre del marxismo y
colega de este, asentar su materialismo histórico años más tarde.

El impulso natural del hombre por subsistir dentro de una naturaleza dominante e incluso desconocida,
constituiría entonces, el pilar fundamental de la vida humana en sus origines, es decir, en el denominado
salvajismo por Morgan. Hablábamos, en ese entonces, de grupos constituidos por hombres y mujeres, que no
siguen reglas únicas y viven en plena libertad sexual, pero que sin embargo, funcionan juntos, casi como un
sistema, basados en la necesidad vital de alimentarse a través de la caza y la recolección. No obstante, es la
el descubrimiento del cultivo y con ello, la puesta en prácticas de las primeras formas de producción a través
de la agricultura y la domesticación de animales, lo que determinaría y daría lugar a las primeras
organizaciones sociales y el inicio de su imposición sobre la tierra. La gens corresponde entonces, la forma
básica de ese proceso.

En efecto, con estos nuevos fenómenos nacen además el establecimiento del sistema de parentesco y la
familia, y la propiedad privada como elementos relacionados estrechamente el uno con el otro. Con respecto a
lo primero, se da una transición fundamental hacia la monogamia de hoy en día, cuyo origen radica en el
matrimonio por grupo, la polígama y la poliandria, y que viene condicionada por las restricciones que
establecía la nueva estructura vincular por consanguinidad propia de la gens. Así, una vez reducidos estos
lazos a la unión exclusiva de un hombre y una mujer, la familia toma protagonismo y el hombre se convierte
en el “dueño” no solo de su pareja e hijos, sino también de esclavos y suelos.

De esta manera, el posterior desarrollo del orden social en fratrias y tribus trae consigo el nacimiento de las
clases sociales basadas en la riqueza privada y la instauración de normas, reglas y valores propios de cada
una; no solo como métodos de unificación territorial y humano, sino como elementos fundamentales para
asegurar la anhelada fortuna. Siendo sino hasta la aparición del Estado como institución que vemos el
resultado final de esta idea en su máximo esplendor.

El comercio y la industria, nuevos actividades económicas, se convirtieron en herramientas de explotación

de los súbditos y el proletariado, pues era necesaria una mayor fuerza de trabajo para producir en más
cantidad y en efecto, generar mayor riqueza -ya traducida en dinero- para el hombre libre. Al mismo tiempo el
Estado pasa a jugar un papel importante como ente, pues controla la fuerza pública y los impuestos,
alzándose y dominando el panorama político y económico. Es decir, el Estado moderno, de naturaleza
netamente capitalista, se convierte en una herramienta inigualable para el afianzamiento de un modelo de
sociedad injusto y desequilibrado a favor de una clase social mínima que hasta ahora ha venido controlando el
mundo y cuyo poder amenaza con perpetuarse.

En definitiva, la tesis de Marx cobra fuerza si miramos en retrospectiva; no quedan dudas acerca del papel
que han desempeñado los modelos de producción a lo largo de la historia como base del desarrollo social. Lo
que comienza como un impulso se transforma a lo largo del tiempo en una necesidad, en el fenómeno sobre
el cual el ser humano volcaría su vida: ya no se trata de convivir en armonía con la naturaleza sino de
adueñarse de ella, y con esto, de todo la que la integra.