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Laura Nieto. Telf.: 0424-6365526. Email: lauranietocarrillo@gmail.

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Modo de Vida e Identidad Nacional. Sección #004. Unidad III.

MODOS DE PRODUCCIÓN

ENGELS, Friedrich (1878). “La revolución de la ciencia de Eugenio Dühring”… La concepción materialista
de la historia parte del principio de que la producción y, junto con ella, el intercambio de sus productos,
constituye la base de todo el orden social: que en toda la sociedad que se presenta en la historia de
distribución de los productos y, con ella, la articulación social en clases o estamentos, se orienta por lo que se
produce y por cómo se produce, así como por el modo como se intercambia lo producido. Según esto, las
causas últimas de todas las modificaciones sociales y las subversiones políticas no deben buscarse en las
cabezas de los hombres, en su creciente comprensión de la verdad y de la justicia eterna, sino en las
transformaciones de los modos de producción y de intercambio; no hay que buscarlas en la filosofía, sino en
la economía de la época de que se trate.

LA POLIS GRIEGA. EL ESCLAVISMO.

ANDERSON, Perry (1979). “Transiciones de la Antigüedad al Feudalismo”… La Antigüedad grecorromana


siempre constituyó un universo centrado en las ciudades. El esplendor y la seguridad de la temprana polis
helénica y de la tardía república romana, que asombraron a tantas épocas posteriores, representaban el cenit
de un sistema político y de una cultura urbana que nunca ha sido igualado por ningún otro milenio. (…) Sin
embargo, (…) tras esta cultura y este sistema político urbanos no existía ninguna economía urbana que
pudiera medirse con ellos. Al contrario, la riqueza material que sostenía su vitalidad intelectual y cívica
procedía en su inmensa mayoría del campo. (…) La agricultura representó durante toda su historia el ámbito
absolutamente dominante de producción y proporcionó de forma invariable las principales fortunas de las
ciudades. Las ciudades grecorromanas nunca fueron predominantemente comunidades de manufactureros,
comerciantes o artesanos, sino que en su origen y principio constituyeron agrupaciones urbanas de
terratenientes. (…) Las ciudades-Estado griegas fueron las primeras en hacer de la esclavitud algo absoluto
en su forma y dominante en su extensión, transformándola así de puro instrumento secundario en un
sistemático modo de producción.
Por una parte, la esclavitud representaba la más radical degradación rural imaginable del trabajo, esto es,
la conversión de los hombres en medios inertes de producción mediante su privación de todos los derechos
sociales y su asimilación legal a las bestias de carga. Por otra parte, la esclavitud era simultáneamente la más
drástica comercialización urbana concebible del trabajo, es decir, la reducción de toda la persona del
trabajador a un objeto estandarizado de compra y venta en los mercados metropolitanos de intercambio de
mercancías (…) La esclavitud era, pues, el gozne económico que unía a la ciudad y el campo, con un
desorbitado beneficio para la polis. Mantenía aquella agricultura cautiva que permitía la diferenciación radical
de una clase dirigente urbana de sus orígenes rurales y a la vez promovía el comercio entre las ciudades, que
era el complemento de esta agricultura en el Mediterráneo.

EDAD MEDIA. ESTADO FEUDAL.

ANDERSON, Perry (1979). “Transiciones de la Antigüedad al Feudalismo”… El feudalismo fue un modo


de producción dominado por la tierra y por la economía natural, en el que ni el trabajo ni los productos del
trabajo eran mercancías. El productor inmediato –el campesino– estaba unido a los medios de producción – la
tierra– por una relación social específica. La fórmula literal de esta relación la proporciona la definición legal
de la servidumbre: glebae adscripti, o adscriptos a la tierra; esto es, los siervos tenían una movilidad
jurídicamente limitada1. Los campesinos que ocupaban y cultivaban la tierra no eran sus propietarios. La
propiedad agrícola estaba controlada privadamente por una clase de señores feudales que extraían un
plusproducto del campesinado por medio de relaciones de compulsión político-legales Esta coerción
extraeconómica, que tomaba la forma de prestaciones de trabajo, rentas en especie u obligaciones
consuetudinarias del campesino hacia el señor, se ejercía tanto en la reserva señorial, vinculada directamente
a la persona del señor, como en las tenencias o parcelas cultivadas por el campesino. Su resultado necesario
era una amalgama jurídica de explotación económica con autoridad política.

ESTADO MODERNO. EL CAPITALISMO.

SANOJA, Ricardo (2014). “El Modo de Producción Capitalista”… El modo de producción capitalista está
constituido por la unidad de unas fuerzas productivas altamente desarrolladas que le imprimen un carácter
básicamente social a la producción con unas relaciones de producción sustentadas en la apropiación privada
de la plusvalía, es decir, sustentadas en la explotación del proletariado por la burguesía. Los requisitos para la
existencia de un modo de producción capitalista son: en primer lugar la existencia de una fuerza de trabajo
libre, es decir, la existencia de hombres libres de medios de producción, desposeídos de todo medio de
sustento, con la excepción de su propia energía. En segundo lugar, la existencia de un mercado de cambio
por dinero tanto del trabajo libre, como de los productos de dicho trabajo. En tercer lugar, y como premisa de
lo anterior, una profunda división del trabajo (fruto del desarrollo de las fuerzas productivas) que crea la
necesidad de un mercado para abastecer a las diferentes ramas de la producción. En cuarto lugar, la previa
acumulación de riqueza en manos de una minoría, la clase burguesa (…)

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