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¿De qué sirven los héroes

cuando ya están muertos?


Dios no lo quiera, pero con tanto esfuerzo, sacrificio y riesgo, nuestro Presidente corre el
peligro de infectarse. Ese día todos los guatemaltecos -como siempre- vamos a lamentar
aquel Presidente que se quedó tirado en el campo de batalla por nosotros y por Guatemala,
pero será muy tarde, regresaremos al Presidente promedio, que es lo que el pueblo
guatemalteco merece, por inconforme, desagradecido, criticón y lo peor, desinformado. Aclaro
que no tengo ningún vínculo con el Señor Presidente, no lo conozco y trabajo para la iniciativa
privada, pero “al César lo que es del César”, posiblemente hay errores dentro de las decisiones
a último minuto en un momento coyuntural, pero que se ha fajado y ha sacado la casta, es
indudable.

Como usted, yo también soy un Guatemalteco espectador. No salgo a las calles y menos a los
hospitales, a ver a quién salvo del Covid, pero estoy lejos de creer que con 100 días de trabajo
y este mundo de gente enferma, cada decisión es un acierto, sin embargo, los guatemaltecos
somos crueles y despiadados para juzgar: “dice aquel que, oí que, me dijeron que, leí en el
Facebook que, dicen los periodista que...” y así, una serie de bolas sin respaldo e información
comprobada que se tira al asador, sin importar destrozar la reputación de quien sea, sea de
una buena persona, comprometida, trabajadora y hasta incluso, que sea el Presidente.

No gano nada con escribir sobre este tema, es más, la política me desgasta, pero lo que no se
vale, es que cortemos la única rama de la que estamos agarrados, que no valoremos el
esfuerzo de la única esperanza que nos queda para salir de ésta, de alguien que hace lo
posible por avanzar en contra de la marea. ¿Que sale mucho en la tele? es posible.

¿Que sale en algún anuncio cargando bolsas? ¡es posible! ¿Que los números de sus
estadísticas no cuadran? ¡es posible! ¿Que dice que los hospitales de el Parque de la
Industria, Villa Nueva y Xela son lo mejor y no lo son? ¡es posible! Todo es posible, cuando hay
que solucionar de un día para otro tanto problema. Cuando además de estar pensando como
salvarnos del Covid, tiene otros 10,000 problemas más que solucionar, en un Gobierno con
miles de arpías al acecho.

Por qué no en lugar de destruir tanto, de esperar cada error, de como desprestigiar su trabajo
y esfuerzo; por qué no en lugar de restar, sumamos y nos pasamos de su lado.

Y si no sabemos, mejor nos callamos.

Y si antes de tirar tanto veneno a alguien, que lo que necesita son aliados que luchen con él y
no estén contra él, mejor lo premiamos con nuestro respeto y ánimo. Sería más justo.

Tengo 52 años de vida y en mi camino ha pasado tanta gente que destruía. Gente negativa,
venenosa que, gracias a Dios es parte de la historia, no de mi historia, porque no han sido
parte de mi vida. Las dejé atrás porque no contribuían ni a mi desarrollo personal, ni espiritual.
Por eso, dejemos atrás los malos comentarios, si no sabemos preguntemos, no le creamos a
todos sin enterarnos bien y, si luego de esto, confiamos en que está haciendo las cosas con la
mejor intención, llenémonos de valentía para defender nuestras creencias y con eso, honrar el
trabajo, valor, esfuerzo y compromiso de un ser humano que, para su mala suerte, le tocó
asumir el cargo en esta época, pero ahí esta de pie. Al frente de Guatemala, para las que sea.

Gracias Señor Presidente, yo sí estoy orgulloso de usted. ¡Siga adelante!

– De un ciudadano agradecido.

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