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1. Hardware
Manuel
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Se dice que en la informática hay una manera muy sencilla y fácil de devolver a la vida un
viejo PC, y es poniéndole una unidad de estado sólido, un SSD. Estos discos duros
cuentan con una velocidad increíble, muy superior a la de los discos duros mecánicos
convencionales y ayudan a que el sistema sea más fluido y funcional. Pero hay otro tipo de
estándar que a lo mejor algunos no conocíais: los SSD NVMe o M.2.
Estos SSD como el que ves en la imagen de portada son muy diferentes a los SSD
convencionales. Una de sus principales ventajas es que su ancho de banda y velocidad
suelen ser muy superiores, y además, son mucho más compactos. ¿Deberías comprarte
uno? ¿Qué diferencia hay con los SSD de siempre? Te lo explicamos.
Primero ante todo ¿qué es un SSD M.2 NVMe? M.2 es una interfaz para almacenamiento
que se nutre de la tecnología PCI-Express, lo que le permite al disco duro ofrecer un ancho
de banda mucho más amplio en comparación con la interfaz SATA que usan los SSD
estándar. El protocolo NVMe lleva esto al límite, con velocidades que llegan hasta los
2500 MBs por segundo. Nada que ver comparado con los 560 aproximados que puede
alcanzar un SSD con SATA III.
Otra de las grandes diferencias con los SSD es que los NVMe son muchísimo más
compactos. Los SSD normales son discos de 2.5 pulgadas pero los NVMe son chips algo
más alargados que se pueden conectar de 3 maneras a la placa base: SATA (la más
lenta) PCI- Express en modo x2 y PCI-Express en modo x4 (la más rápida). Es
el estándar M.2 el que permite esta variedad de conexión.
pciexpress ssd 1
Si usamos un disco con una interfaz PCI-Express (la misma ranura en la que conectaríamos
nuestra tarjeta gráfica) debemos tener en cuenta el número de lanes que soporta nuestra
placa base, ya que si el número es bajo podemos tener una pérdida de rendimiento de la
tarjeta gráfica al conectar uno de estos discos M.2. Gracias a las plataformas Skylake y
Kaby Lake de Intel se han aumentado el número de lanes PCI-Express de las placas base
para dar un mejor soporte a estos discos.
En cambio, la interfaz M.2 3.0 x4 usa cuatro lanes PCI-Express 3.0 y por lo tanto es la que
más rendimiento proporciona. Este es el conector que se debe usar para discos SSD NVMe
de alto rendimiento como los Samsung 960 Pro.
SSD-NVME-size
También debes revisar el tamaño de tu SSD NVMe, ya que hay 3 formatos: 2242, 2260 y
2280. Aluden a los tamaños de SSD NVMe concretamente de 42 milímetros de largo, 60
milímetros y 80 milímetros respectivamente.
Genial pero ¿cómo lo instalo en mi PC?
samsung-960-pro-ssd
La instalación de estos discos conlleva un pequeño problema: estos SSD usualmente se
calientan más que los SSD normales. Por lo tanto, los SSD de más alta gama suelen ir
conectados a la placa bajo un disipador que enfría el SSD lo máximo posible. Es por
esto que es crucial que revises si tu placa base es compatible con este tipo de formato, ya
que se está extendiendo a la gran mayoría de placas base actuales pero sigue reservada en
cierta parte a las placas más modernas.
Esto no es siempre así. En placas convencionales actuales el conector suele estar cerca de
las ranuras PCI-Express a la vista.
Conector M.2
Estos conectores se pueden encontrar quitando unos disipadores que se encuentran cerca de
las ranuras PCI-Express de nuestra placa base. La instalación es sencilla, aunque tendrás
que ser delicado, máxime porque estos SSD no son especialmente baratos. En el caso de
que no haya disipador, busca un conector como el que ves en la imagen.
Si eres un usuario medio de PC, realmente con un SSD de 2.5 pulgadas vas más que de
sobra para que tu PC vaya fluido. De hecho, como usuario es difícil que vayas a notar la
diferencia de velocidad entre un SSD tradicional y un M.2 NVMe. Pero si por el contrario
eres un usuario que quiere el máximo rendimiento para su ordenador y quiere que su
almacenamiento esté a la altura, ahora es el momento.
Los M.2 están bajando de precio y aunque no todos tienen las altísimas velocidades de
escritura y lectura como los de más alto rango (véase los Samsung 950 y 960 Pro), ahora
están saliendo modelos más básicos enfocados más para el uso doméstico más que para el
almacenamiento profesional. Siguen siendo caros, pero son una muy buena opción para
combinar con un SSD tradicional. Puedes encontrar opciones con buena relación calidad
precio como este Samsung 970 de 250 GB.