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Congreso de la República
La propuesta que diseñó la comisión de expertos es sensata y, de implementarse, significaría un avance
para el sistema tributario colombiano. Sin embargo, parece políticamente inviable. ¿Cuál será la
respuesta del Gobierno?
Los dos mensajes de fondo de la misión son los siguientes: que el recaudo adicional es
mejor conseguirlo por la vía de impuestos indirectos (IVA, consumo, combustibles y 4
x 1.000 –GMF–) que por la vía de impuestos directos: renta y riqueza. Gravar
excesivamente el capital puede desestimular la inversión, que es la principal fuente de
crecimiento. De otra parte, los impuestos directos son más eficientes y su efecto en los
sectores menos favorecidos de la población puede ser compensado a través de una red de
protección social.
Las razones de la comisión coinciden con el diagnóstico que había hecho en su momento
Fedesarrollo en su actividad de coordinación académica de la Misión para el Ingreso, que
en la década pasada hizo una propuesta tributaria similar.
Ampliar la base del IVA y reestructurar los impuestos a las utilidades y la renta y
eliminar el impuesto al patrimonio es la base de esta propuesta.
Impuestos indirectos
El IVA quedaría con cinco grupos definidos: no gravados (hoy excluidos), categoría de
gravados a 0% (hoy exentos), y categorías de gravados a 5%, a 10% y a 19%.
Los bienes que quedarían excluidos son: educación y salud; transporte público de pasajeros;
la venta y alquiler de inmuebles con destino residencial; rendimientos financieros y los
consumos mínimos vitales de agua potable, energía, gas y telefonía fija.
Con excepción de los anteriores rubros, todos los demás que aparecen en el estatuto
tributario como excluidos pasarían a pagar IVA de 5%. Allí están, entre otros,
verduras, frutas, miel, granos, medicinas, el asfalto, etc. A 10% quedarían gravados
otros bienes y servicios como computadores, celulares, servicio de internet estratos 1, 2 y 3
y los servicios públicos para consumos más allá del mínimo vital. Y a la tarifa general de
19% quedarían gravados intangibles como software, compra de marcas, patentes y
franquicias y las comisiones y cobros por servicios del sector financiero; también, la
medicina prepagada. Esta es apenas una enumeración de algunos productos sensibles. El
mensaje de fondo es que la base de productos del IVA deberá ampliarse para que aumente
el recaudo.
Finalmente, la comisión propone aumentar una tercera parte en la tasa de los impuestos a
los combustibles e igualar la tarifa de gasolina y diesel.
Cambios en renta
Mientras el nuevo recaudo provendrá de los impuestos indirectos, los tributos directos
deberán sufrir un revolcón para modernizar su estructura. En este frente, el efecto
sobre el recaudo será neutro: es decir, ni aumentará ni caerá. La premisa es que la
tributación no debe desestimular la inversión ni castigar la generación de empleo.
Con este esquema desaparecería la necesidad de que las empresas lleven dos informes
sobre su situación financiera: el de utilidades contables y el de utilidades fiscales. El
cálculo base para el impuesto serán las utilidades contables según las NIIF, con los
ajustes que establezca la Dian.
La comisión también propuso eliminar todos los parafiscales que aún quedan y pasar de
manera definitiva la financiación de Sena, ICBF y cajas de compensación al Presupuesto
General.
Para las personas naturales, la primera gran diferencia es que la tarifa máxima
(marginal) que se les aplicaría subiría de 33% a 35%. Además, desaparecerían el Iman
y el Imas como mecanismos alternativos de determinación de la renta gravable, para que el
proceso de tributación sea más sencillo y no genere confusiones o arbitrajes entre sistemas.
Esto iría acompañado de “límites más estrictos a las deducciones especiales, descuentos y
exenciones”, señala el informe.
Lo otro que sería modificado es la tabla del impuesto a la renta para personas naturales. Los
colombianos empezarían a pagar no desde los $3 millones, como ocurre hoy, sino a partir
de una renta de $1,5 millones mensuales. Esto aumentaría claramente la cantidad de
personas que declaran y pagan el impuesto. La comisión señala que para estos rangos
con rentas bajas, la tarifa promedio iría desde 2,5% hasta 4%.
La comisión señaló tres propuestas más: gravar las pensiones altas y aumentar la tarifa de la
renta presuntiva de 3% a 4%.