Sunteți pe pagina 1din 7

EJERCICIOS SENCILLOS PARA AYUDAR A LOS NIÑOS A MEJORAR SU

LENGUAJE

El lenguaje es una de las principales funciones cognitivas que permite a las


personas elaborar, comunicar y entender ideas mediante sonidos, símbolos y/o
sistemas de gestos. O dicho de otra forma, «el lenguaje es el resultado de una
actividad nerviosa compleja que permite la comunicación interindividual de
estados psíquicos a través de la materialización de signos multimodales que
simbolizan estos estados de acuerdo con una convención propia de una
comunidad lingüística» (Lecours y cols., 1979).

De este modo los trastornos del lenguaje aparecen cuando el desarrollo del
lenguaje no sigue el patrón previsto o se producen déficits significativos en
algunos de sus aspectos.

El lenguaje verbal es una habilidad que no solo sirve para expresar necesidades y
deseos; es una competencia que influye mucho en la capacidad de organizar,
estructurar y asimilar mentalmente la información externa.

Es un proceso que generalmente inicia durante el primer año de edad, con


sonidos y balbuceos a veces ininteligibles, y se estima que hacia los 2 años
empiezan a estructurarse las primeras palabras.

Las primeras frases y las palabras más complejas se adquieren entre los 3 y los 4
años y se espera que en estas edades se desarrollan también otras habilidades de
comunicación como saludar o despedirse, interactuar oralmente con sus pares,
comprender órdenes, repetir temas, realizar algunas preguntas, hablar
espontáneamente, mejorar la pronunciación, entre otras.

Artículo recomendado: "Las 4 etapas del desarrollo del lenguaje"

Ejercicios para estimular el lenguaje verbal

Puede pasar que los niños o niñas tarden un poco más en adquirir las habilidades
necesarias para comunicarse verbalmente, y generalmente esta situación provoca
a los cuidadores mucho estrés, sobre todo si los pequeños ya han empezado a ir
la escuela.
Afortunadamente hay varios ejercicios que podemos realizar, incluso en casa, y
que estimulan varias de las habilidades necesarias para desarrollar lenguaje oral.

A continuación explicamos cuatro ejercicios que pueden ser útiles y sencillos, y


que además toman en consideración que el lenguaje se adquiere por medio del
desarrollo sucesivo de distintas habilidades.

1. Trabajar praxias linguales y labiales (gimnasia de la boca)

Las praxias son las habilidades motoras voluntarias que adquirimos generalmente
por imitación. Las praxias linguales son los movimientos que realizamos con la
lengua de manera voluntaria y las praxias labiales son movimientos que
realizamos con los labios.

Realizar praxias tanto linguales como labiales favorecen la articulación; es decir,


son útiles porque estimulan las partes del cuerpo que nos permiten emitir sonidos
y palabras. Por ejemplo, podemos sentarnos de frente al niño, mover la lengua de
distintas formas que llamen su atención y pedirle que imite estos movimientos.

Asimismo podemos hacer juegos que impliquen soplar, sonreír o hacer gestos
faciales que permitan mover los labios de distintas maneras. Uno de los ejercicios
más atractivos para los pequeños es realizar un dado con distintas imágenes que
ilustran formas diferentes de mover los labios y la lengua, y pedirle que los imite
junto a nosotros.

2. Estimular vocabulario con onomatopeyas

Una onomatopeya es una palabra que imita el sonido de la acción o del objeto al
que hace referencia. Por ejemplo, el sonido que hacemos al tocar una puerta, el
sonido del timbre, del reloj, de un objeto al caer, el sonido que hacen los perros,
las aves, las vacas, las ovejas, los trenes, los coches, las campas o las sirenas de
las ambulancias.
Todos estos son sonidos atractivos y fáciles de pronunciar para los pequeños; por
eso son un buen punto de partida cuando queremos estimular el lenguaje oral. Así
que podemos realizar juegos como carreras con coches, imitar el sonido de las
sirenas cuando vamos con ellos por la calle o si vemos un tren, o jugar a que ser
distintos animales.

3. Trabajar campos semánticos: empezar con animales, colores, transportes

En línea con el punto anterior, y recordando que el lenguaje nos ayuda a


estructurar y darle sentido a la información y los estímulos externos, podemos
ayudar a que los niños adquieran las primeras palabras por medio de distintos
campos semánticos.

Es recomendable empezar con animales, colores o transportes proque son los


estímulos que generalmente están más próximos, con lo cual su adquisición es
más sencilla.

Podemos presentarles no solo el sonido sino el nombre del objeto y mediante


distintos juegos, por ejemplo podemos jugar a la granja, o a realizar un viaje,
contar cuentos donde los protagonistas sean animales, aparear distintos objetos
del mismo color, pintar y preguntar por el nombre de los colores, etc.

4. Utilizar material donde puedan asociar imagen y palabra

En las primeras etapas del desarrollo, la información que recibimos es


fundamentalmente sensorial, es decir que entra a través de los sonidos, los olores,
el tacto, los sabores y también los estímulos visuales.

Por eso, algunas de las herramientas que tenemos para estimular el lenguaje de
los pequeños son las imágenes llamativas. Por ejemplo, podemos sentarnos con
el niño y mostrarle distintas fotos o dibujos (nuevamente puede ser útil empezar
con animales, medios de transporte o los objetos más cotidianos).
Una vez que han reconocido y diferenciado el sonido de cada objeto podemos
decirle su nombre y pedirle que lo repita, e incluso incorporar otros objetos
también cotidianos como los alimentos o los utensilios de cocina (por ejemplo,
nombres de frutas o verduras, pan, taza, vaso, plato).

Hay que recordar que según la edad es más sencillo que pronuncien algunas
sílabas que otras, por lo tanto es bueno iniciar con palabras de una o dos sílabas y
que tengan vocales y consonantes fáciles de articular.

Algunas recomendaciones generales

Los niños aprenden por imitación y a través de la observación y la experiencia,


con lo cual, no es necesario darles explicaciones extensas sobre los juegos o
sobre los objetos. Es útil hacer los ejercicios nosotros mismos captando su
atención, y después indicarles que lo repitan.

Además, cada niño y niña tiene su propio ritmo, debemos ser pacientes, realizar
las repeticiones que sean necesarias. Y en el mismo sentido recordar que este
tipo de estrategias no necesariamente aceleran el proceso en todos los niños o
niñas.

Para reforzar de manera firme el lenguaje debe realizarse una evaluación


profunda, así como un programa de ejercicios sistemático y adecuado a las
necesidades y la zona de desarrollo próxima del pequeño. Por ejemplo, en
algunos casos es necesario iniciar la estimulación del lenguaje favoreciendo
habilidades más básicas como deglutir o masticar, lo que hay que detectar a
través de una orientación formal.
Existe un gran cantidad de problemas del lenguaje, la mayoría inciden en la
articulación en las palabras o son causados por dificultades motoras en los
músculos implicados en el habla. Por tal motivo, existen varios ejercicios que
pueden ayudar a superarlos, siendo aplicados en el aula o incluso desde casa,
dependiendo de los problemas del lenguaje que se presenten

Algunos problemas del lenguaje se derivan de trastornos del desarrollo como el


autismo o trastorno por déficit de atención, otros por trastornos físicos en los
órganos que participan en el lenguaje o aspectos emocionales por algún factor
extrínseco adicional. Por otra parte, una de las causas de los problemas del
lenguaje puede ser la manera en la que se adquiere esta habilidad.

Los ejercicios para tratar los problemas de lenguaje se relacionan a los


movimientos y acciones respiratorias, que inciden en el ritmo y algunos
movimientos buco-faciales en la lengua, labios, mejillas y el paladar. Estos son los
10 mejores:

#1 – Ejercicios respiratorios:

Se realiza con movimientos simples y repetitivos, incorporando sonidos. Se puede


realizar inhalaciones y espiraciones nasales y bucales, reteniendo el aire. También
retener progresivamente el aire dentro de la boca o nariz. Además puedes incluir
inspiraciones rápidas, lentas o profundas, dejando salir el aire rápidamente.

#2 – Soplar bolitas de papel:

Deben colocarse bolitas de papel o polietileno, también se pueden emplear velas,


tumbar torres de papel con soplidos y utilizar pajillas para aspirar agua o limonada.
Otra estrategia divertida es soplar burbujas de jabón.

#3 – Pronunciar las vocales:

Para realizar la pronunciación el niño debe inhalar lentamente por la nariz, retener
el aire y luego exhalar lentamente mencionando las 5 vocales. También puede
aumentarse la velocidad, de acuerdo a como se maneje el aire.
#4 – Ejercicio de ritmo:

En los problemas del lenguaje, el ritmo es esencial de tratar, para que puedan
articularse correctamente las palabras. Para realizarlo, se pueden dar pequeños
golpes a una mesa o tambor, y luego pedirle al niño que imite los sonidos con la
voz, de esta manera podrá adaptarse al ritmo.

#5 – Jugar con las silabas:

El niño deberá articular silabas usando alguna consonante, de manera repetida,


por ejemplo: Con la letra P, articulará la silaba pa, pa, pa, pa. Luego debe cambiar
las vocales y cada vez que realice este ejercicio se ejercita el ritmo y la
articulación, mejorando los problemas del lenguaje.

#6 – Articular frases:

En este caso pueden utilizarse frases completas, poesías, trabalenguas o cuentos


cortos, de esta manera el niño repetirá las silabas y frases, una y otra vez hasta
articular de manera correcta las mismas. Este ejercicio ayuda a mejorar los
problemas del lenguaje, que también pueden combinarse con golpes de objetos
pequeños, para marcar el ritmo.

#7 – Ejercicios con la lengua:

Abarcan diversidad de movimientos con la lengua, ideales para los problemas del
lenguaje en los que se ve afectada la articulación de algunos fonemas. Pueden
realizarse giros con la lengua en todas las direcciones, estirar la lengua, llevarla al
paladar superior, comer goma de mascar y tocar todos los dientes con la punta de
la lengua.

problemas del lenguaje inclusión trabajo tratamientos

#8 – Ejercicios de silencio:
Primero deben ubicarse en una habitación completamente silenciosa, y luego
realizar algún sonido, de manera que el niño pueda detectarlos y prestar atención,
para luego preguntarle que sonido escucho.

Con este ejercicio no solo se ayuda a mejorar los problemas del lenguaje, sino
también, puede ayudarles a distinguir la duración e intensidad e los sonidos,
ejercitando la localización del mismo y reconocimiento de los objetos que lo
emiten.

#9 – Ejercicios con los labios:

Se pueden realizar sosteniendo un palillo con los labios, sin introducirlo


completamente a la boca. También pueden apretarse y aflojarse, separarlos y
juntarlos rápidamente. Realizar el sonido de la letra P con los labios
repetidamente.

#10 – Ejercicios faciales:

Inflar las mejillas y desinflarlas, luego de retener el aire algunos segundos.


También pueden alternarse las mejillas, primero del lado izquierdo y luego inflar la
derecha. Además puede retenerse el agua en la boca y soltar lentamente.

2. Ejercicios con espejo

El ejercicio con espejo es muy útil para los niños que tienen dificultad al pronunciar
palabras y sonidos. El espejo sirve para enseñarles cómo realizar de forma
correcta el movimiento de la boca y el sonido que acompaña a cada palabra.

S-ar putea să vă placă și