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Nombre del alumno

José Iván Gutiérrez Rosas

Numero de control
15011163

Semestre
Decimo

Periodo Enero – Junio 2020

Hora: 08:00 – 09:00

calificación

Observaciones:

Firma del Alumno Firma del Docente


Actividad 4 competencia 2

Textos académicos

Los textos académicos son elaboraciones intelectuales que abordan un tema


particular o profundizan en él, y lo hacen de una manera formal. El ámbito donde se
emplean los textos académicos es la academia, es decir, aquellos espacios donde
se adquiere y difunde conocimiento formal sobre determinada disciplina. Es durante
los procesos de enseñanza y aprendizaje que se elaboran los textos académicos.
Ello se hace con el objetivo de comunicar, difundir e intercambiar conocimiento, así
como discutir acerca de este. Los autores de este tipo de textos suelen ser
estudiantes, profesores e investigadores.

Si hay algo que caracteriza a un texto académico es que este es el resultado de la


realización de un trabajo intelectual llevado a cabo sistemáticamente. Para su
creación, no bastará con las ideas que nosotros podamos tener acerca del tema
sobre el cual queremos escribir, sino que necesariamente tendremos que consultar
diversas fuentes . Producto de la consulta de dichas fuentes , las cuales deben ser
confiables y académicas, es muy probable que tengamos que presentar opiniones
de los distintos autores a los que hayamos leído. Ahora bien, nuestro trabajo no
consistirá únicamente en la presentación de dichas opiniones, sino que tendremos
que sustentarlas de la manera más razonable y rigurosa posible.

Es así que para la creación de este tipo de textos necesitaremos, además de contar
con información para el desarrollo de nuestro tema, poner en prácticas ciertas
habilidades discursivas tales como la síntesis, el análisis, la evaluación y,
especialmente, la argumentación. A continuación, sintetizamos las características
que debe reunir todo texto académico.
Estructura

En líneas generales, los textos académicos suelen compartir la misma estructura,


con algunas diferencias según la tipología a la que correspondan y sobre la cual
trataremos en el siguiente acápite. A continuación, presentamos las partes que
conforman la estructura de un texto académico y el orden en el cual se presentan.

Introducción

En la introducción, el autor presenta el tema sobre el cual va a tratar, hace su


declaración de intenciones, etcétera. Es a partir de esta primera parte del
documento que el lector se forma una idea del texto que tiene en las manos y puede
decidir si le interesa o no, si debe leerlo o no, si debe leerlo completo o no. Por lo
general, esta parte es la última que se redacta, pues en ella decimos sobre qué
vamos a hablar. Por tanto, para hacerlo correctamente, será necesario que
tengamos nuestro texto terminado.

Cuerpo

En el cuerpo, el autor desarrolla propiamente el tema; para este desarrollo, se


vale de la información que ha obtenido de las distintas fuentes que ha consultado.
No solo expone lo hallado en las fuentes, sino que trabaja esa información, ya sea
comparando posturas de distintos autores, mostrando sus propias opiniones,
etcétera. Es aquí donde el lector podrá encontrar el desarrollo del núcleo
argumental de la exposición.

Cierre

En el cierre, el autor presenta las conclusiones a las que ha arribado en su


trabajo. Asimismo, puede presentar recomendaciones, sugerencias, etcétera. En
esta parte, se dejan sentados los resultados de los análisis que se hayan hecho y
es donde se consignan los conocimientos nuevos a los que se haya podido llegar
en la investigación realizada. Ya que esta parte representa, en alguna medida, un
balance de la investigación, podrían también dejarse abiertos nuevos temas que
desarrollar en un futuro.

Tipología

Los textos académicos pueden tener objetivos diferentes, pueden presentar


características particulares, así como pueden necesitar extensiones diferentes para
exponer y desarrollar las ideas que se quieren transmitir. Es en vista de esto que
existen diferentes tipos de textos académicos y cada uno cumple funciones también
distintas. Se consideran textos académicos a los siguientes documentos:

‒ El resumen

‒ El informe

‒ La reseña

‒ El ensayo

‒ La monografía

‒ La tesis

‒ El libro

En nuestro curso, solo abordaremos los cuatro primeros, es decir, el resumen, el


informe, la reseña y el ensayo, ya que el tratamiento de los otros tres corresponde
hacerlo propiamente en un curso de Metodología o Seminario de Investigación.

El resumen

El resumen es un documento en el que se trata de reducir el tamaño de una


redacción más extensa. Para elaborar un buen resumen, será necesario que
hayamos comprendido plenamente el texto que vamos a resumir, así como que
expresemos su contenido con nuestras propias palabras, a la vez que ordenamos
la información según nuestro propio criterio. Es decir, no tenemos por qué seguir al
pie de la letra la estructura que el autor del texto leído maneja. Nosotros podemos
y debemos recrear esa estructura mediante la agrupación de los conceptos que el
texto presenta. No perdamos de vista que aun cuando para redactar el resumen lo
hagamos empleando nuestras propias palabras, debemos cuidar de hacer uso del
lenguaje formal, tal como lo exige la redacción de todo texto académico.

Las siguientes pautas nos permitirán escribir un buen resumen:

‒ Consignemos los datos bibliográficos del documento que resumamos.


‒ Descubramos la idea principal de cada párrafo.

‒ Eliminemos el material secundario: los ejemplos, las aclaraciones, las digresiones, las
citas textuales, etcétera. El objetivo del resumen es precisar la idea del texto, no
generalizarla.

‒ Prescindamos de la información redundante.

‒ Agrupemos aquello que tenga características comunes y que pueda identificarse con un
mismo término.

‒ Expongamos las ideas por orden de importancia, desde la troncal a las secundarias,
aunque el autor haya seguido otro orden.

‒ Respetemos la terminología empleada por el autor del texto, sobre todo si el resumen
es para que lo lea otra persona.

‒ No incluyamos ningún dato o información que no esté en el original. Tampoco añadamos


opiniones personales.

El informe

El informe es un documento que pertenece a los textos de tipo expositivo o


informativo. En él, se expone algún aspecto de la realidad de la manera más objetiva
y veraz posible. Podemos elaborar un informe sobre algún evento o sobre algún
proceso que hayamos observado, así como sobre alguna lectura que hayamos
realizado.

El informe suele presentar la siguiente estructura: introducción, cuerpo y cierre. En


la introducción, se consigna el tema sobre el cual versa el informe, así como el
objetivo u objetivos que este tiene. La introducción puede estar compuesta por un
único párrafo. En el cuerpo, se hace un análisis objetivo de los hechos, procesos,
datos o ideas importantes que hayamos recogido de nuestra observación de algún
hecho o de la lectura que hayamos realizado. Y, finalmente, en el cierre, quien
elabora el informe, presenta comentarios, críticas, sugerencias, recomendaciones
o alternativas de solución, partes que si bien son de carácter personal deben estar
debidamente justificadas. Es decir, el cierre del informe no debe reducirse a hacer
únicamente una síntesis de lo expuesto.

Las siguientes pautas nos permitirán escribir un buen informe:

‒ Contemos con un registro de datos de lo observado, ya que la redacción del informe se


basará en dichos datos. Este registro puede hacerse mediante fichas.

‒ Los datos que registremos deberán considerar aspectos particulares de lo observado;


no hagamos anotaciones generales sobre este.

‒ Elaboremos un esquema de redacción antes de redactar el informe.

‒ Indiquemos en el esquema de redacción, de la manera más precisa posible, cuál es el


objetivo del informe y qué idea o ideas centrales expondremos en él.

La reseña

La reseña es un documento crítico; en ella evaluamos y juzgamos la información


que recogemos de otras fuentes tales como libros, artículos de revistas,
enciclopedias, entrevistas, películas, videos, conferencias, etcétera.

Existen diferentes tipos de críticas. Por ejemplo, podemos hacer una crítica de una
obra literaria o un docente puede hacer una crítica del trabajo que un alumno le
presenta. Los criterios para realizar cada una de estas críticas serán,
definitivamente, distintos. En el primer caso, seguramente nos centraremos en el
argumento de la obra, en su originalidad, en el estilo y la forma literaria que presenta,
etcétera. En cambio, en el segundo caso, seguramente nos centraremos en qué
tanto dominio del tema tiene el alumno, si expone sus ideas con claridad y precisión,
si realiza un adecuado trabajo de argumentación, etcétera.

¿Qué caracteriza a una reseña? Al ser la reseña un texto crítico que implica
evaluación, incluirá partes informativas así como partes argumentativas. Las partes
informativas presentarán la información sobre la cual se emitirá la crítica; las partes
argumentativas presentarán los argumentos con los que sustentarán y justificarán
los comentarios, opiniones y críticas que expresemos en la reseña.
Existen diversos tipos de reseñas. Tenemos, por ejemplo, que se hacen reseñas de
películas, reseñas de libros, mediante las cuales cuestionamos la información
depositada en estos materiales; este tipo de reseñas sirven para recomendar o no
su consulta. En nuestro curso, nos centraremos en la reseña académica.

Mediante la reseña académica criticamos otro texto; y el objetivo de esta crítica es


cuestionar la validez de dicha fuente de información. La elaboración de una reseña
de este tipo nos permite aproximarnos a la fuente de información como lectores
activos y críticos que cuestionan la validez y el valor que puedan tener las fuentes
de información que se consulten.

Toda reseña académica debe incluir los siguientes datos:

‒ Referencia bibliográfica: la reseña debe incluir la referencia bibliográfica


completa de la obra reseñada.

‒ Presentación del autor del texto que se reseña: quién es, de qué especialidad
proviene, a qué se dedica en la actualidad. Esta información puede resultarnos
útil para determinar el valor de autoridad de la obra.

‒ Presentación del contexto de la obra: en esta parte, se informa a qué género


pertenece la obra o dentro de qué disciplina se encuentra, si la obra fue escrita
en el marco de un proyecto de investigación, con qué finalidad se hizo.

‒ Objetivo e hipótesis de la obra reseñada: si bien los textos no siempre


presentan una hipótesis, sí que presentan algún objetivo. Si la obra reseñada
presenta hipótesis y objetivos, en la reseña, se deben señalar ambos.

‒ Resumen de los contenidos: la reseña debe presentar una síntesis de las


ideas más importantes que desarrolla la obra reseñada; es decir, las ideas vienen
a ser las afirmaciones, los datos, las opiniones y los argumentos que aparecen
en la obra. La presentación de estos contenidos pueden hacerse solo informando
sobre ellos o, además de su presentación, se pueden hacer críticas, comentarios
y evaluaciones de ellos.

‒ Comentarios críticos: mediante la crítica, la reseña evalúa qué puntos


positivos o negativos tiene la fuente reseñada; asimismo, evalúa la utilidad que
esta puede tener, la validez de sus argumentos, la pertinencia de las fuentes que
se han empleado, la claridad de sus contenidos, la verdad de sus afirmaciones,
la objetividad o subjetividad con que se abordan los temas, etcétera. La crítica
consiste, entonces, en una opinión debidamente fundamentada.
El orden en el que deben aparecer estos datos puede variar, el que proponemos es
el que se suele seguir. Si decidimos variar el orden de aparición de estos datos,
hagámoslo pero vigilemos que la información guarde un orden interno.

El ensayo

El ensayo es un texto en el que su autor presenta un comentario personal o libre. En este


tipo de texto, se defiende una tesis personal, y la defensa de esta tesis personal se hace
mediante un trabajo de argumentación.
En el ensayo, se encuentran presentes las siguientes características:

‒ Suele ser de poca extensión, aunque esto es relativo. Hay ensayos de una página o
menos, de cinco o de veinte páginas a más.

‒ Su estructura es libre, en el sentido de que no tiene contenidos predefinidos,


como los de una monografía o una tesis, por ejemplo. Pero sí es cierto que, como
todo texto bien estructurado, un ensayo debe tener una parte introductoria, un
cuerpo y un cierre.

‒ Los temas que se pueden abordar en un ensayo son diversos. Así, hay
ensayos sobre literatura, sobre temas periodísticos, científicos, políticos,
etcétera.

‒ El estilo con que se escribe un ensayo es formal. Esto significa que la


expresión debe ser cuidadosa.

‒ El tono puede ser irónico, satírico, poético, didáctico, etcétera. Ello dependerá
de los propósitos con los cuales se escribe un ensayo y de la intención
comunicativa del autor.

‒ Lo usual es que el tema o la problemática no se agote en el ensayo, pues su


pretensión no es el rigor científico demostrativo. Por ello, suele haber ensayos
que terminan con interrogantes nuevas que surgieron a partir de los argumentos
expuestos.

‒ Al ser el ensayo un medio de expresión con una estructura libre, la exposición


debe ser, en lo posible, amena, y esta amenidad debe prevalecer sobre el rigor
sistemático que podría caracterizar a una tesis o una monografía.

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