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EL EJE DE LA APRECIACIÓN EN EL DISEÑO CURRICULAR

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VARGAS, G. y otros (2004): Diseño Curricular para la Educación Primaria. Artes. G.C.B.A.. Secretaría de Educación.
Dirección de Currícula. Disponible en www.buenosaires.gov.ar - Educación – Documentos Curriculares.

PRIMER CICLO:

Los contenidos seleccionados en este eje son aquellos relacionados con la audición. La apreciación
está vinculada con el desarrollo de una escucha sensible y estéticamente significativa. Se trata de guiar el
aprendizaje para que los alumnos desarrollen las capacidades vinculadas al reconocimiento de estímulos
sonoros y a la identificación de semejanzas y diferencias entre relaciones de sonidos para llegar a la
comprensión de conceptos musicales, alcanzando así el goce estético de la audición.

La intención es formar un oyente reflexivo que, en forma paulatina y a lo largo de toda la


escolaridad, adquiera elementos para fundamentar sus juicios de valor en relación con la música que
escucha.

Para lograr la meta propuesta, la escuela deberá garantizar experiencias en las que los alumnos:

✓ Disfruten de la audición de músicas de diversas procedencias.


✓ Comprendan las relaciones que se establecen en el discurso musical.
✓ Conozcan los rasgos distintivos del sonido.
✓ Hagan públicas sus opiniones en relación con lo escuchado, utilizando progresivamente criterios
más vinculados a lo musical.

Los contenidos del eje de apreciación se estructuran en torno a la discriminación auditiva de:

✓ Relaciones musicales.
✓ Sonido y relaciones sonoras.

El reconocimiento auditivo de relaciones musicales se refiere al estudio de los atributos de la obra


musical, es decir, la configuración de relaciones métricas, melódicas, formales, texturales, expresivas,
etcétera. El reconocimiento auditivo de relaciones sonoras se refiere al estudio de los rasgos distintivos del
sonido, dado que un sonido resulta más agudo, fuerte, largo, etc., en relación con otro. Los sonidos pueden
ser estudiados atendiendo a su altura, intensidad, duración o el timbre.

LA AUDICIÓN MUSICAL

Los niños pueden aprender a escuchar desde muy pequeños. Las experiencias vividas en el Nivel
Inicial se enriquecerán durante el primer ciclo para que sean más sensibles a la música y a los sonidos.
Desarrollar el gusto y el placer por escuchar música no es consecuencia de la mera audición; de ahí que la
profundidad que alcancen en la apreciación dependerá de las interacciones dentro de la clase. Para alcanzar
la comprensión del sonido y del discurso musical, la tarea pedagógica se centrará en acciones básicas, como
escuchar, relacionar con la práctica previa, sopesar las opiniones con las de los otros, volver a escuchar para
constatar, reafirmar o variar las impresiones iniciales, generalizar las conclusiones, etcétera.

La presencia cotidiana de la música en los medios brinda a los niños un cúmulo de experiencias como
oyentes; muchas veces la escucha no está guiada por la elección o por la intención; entonces la tarea
pedagógica deberá capitalizar esta experiencia guiando a los niños para que la audición de música fuera del
ámbito escolar se vuelva cada vez más intencionada y selectiva. Para ello, las preguntas que el docente realice
deberán despertar la curiosidad y expectativa y, al mismo tiempo, provocar en los alumnos la necesidad de
dar opiniones que, progresivamente, se irán convirtiendo en respuestas que demanden la elaboración de un
juicio propio.

Dado que la audición de música instrumental presenta a nuestra percepción un mayor grado de
abstracción, la audición de relaciones musicales en el primer ciclo comenzará empleando como soporte el
repertorio de canciones en donde el texto opere como ayuda para identificar las relaciones que se pretende
estudiar. (Se hace referencia a la posibilidad de indicar a través del texto las relaciones identificadas, no al
contenido o significado del mismo en correspondencia con las relaciones que son motivo de estudio.)
Progresivamente se avanzará en la audición de fragmentos musicales instrumentales advirtiendo relaciones
de componentes del discurso musical en obras de variados estilos y carácter.

Es necesario ofrecer a los niños una amplísima gama de músicas de diferentes géneros y estilos con
el objeto de ampliar el horizonte de posibilidades.

La búsqueda sonora y tímbrica en las producciones musicales del siglo XX ha jerarquizado el sonido,
otorgándole mayor protagonismo. Las obras contemporáneas se caracterizan por la riqueza y la diversidad
del tratamiento del sonido. Es por ello que la educación musical deberá ampliar el campo de experiencias
favoreciendo situaciones en las que los alumnos tomen contacto con obras que presenten estas
características.

En relación con la discriminación auditiva del sonido y las relaciones sonoras, en el primer ciclo los
alumnos comenzarán realizando asociaciones entre el sonido y elementos de la vida cotidiana. Harán
experiencias lúdicas de traducción vocal o corporal de sonidos; por ejemplo, imitar el sonido de una sirena o
moverse hacia arriba o abajo según la dirección del sonido. Serán discriminaciones que impliquen la
denominación específica de los rasgos distintivos y el uso de nociones comparativas; por ejemplo, este sonido
es más agudo que este otro. En el primer caso se trata de experiencias de audición que persiguen el
reconocimiento de sonidos aislados mientras que las otras implican la discriminación auditiva de relaciones
sonoras.

Es sorprendente el encantamiento que ejercen los sonidos en los niños. Existe en el ambiente una
riqueza sonora que puede descubrirse y rescatarse. La audición consciente de los sonidos del entorno
permite ampliar el campo perceptual. Cualquier sonido del ambiente puede ser recurso expresivo cuando se
lo incluye con intencionalidad en una producción musical. Las preguntas que el docente puede hacer, como
"¿qué sonidos nuevos aparecen hoy en nuestro entorno?", son un estímulo verbal que compromete
activamente la escucha de los niños. Crearles la necesidad de "escuchar" más allá, de zambullirse en la marea
sonora para rescatar ese sonido en particular, los estimula para que su escucha sea cada vez más refinada y
selectiva, y les brinda un material riquísimo para la producción.

En relación con la discriminación auditiva de relaciones sonoras, los alumnos comenzarán atendiendo
a un solo rasgo que resulte sobresaliente en una relación, lo cual no significa que los restantes estén ausentes.
Son posteriores las actividades en las que se analizan los sonidos en función de varios rasgos
simultáneamente. El nivel de dificultad de los reconocimientos depende del grado de similitud entre los
estímulos. Estos criterios aparecen indicados en los alcances del contenido dentro de los cuadros. Así, un
grupo de alumnos que nunca realizó experiencias de audición con la altura del sonido comenzará haciéndolo
en relación con los registros y luego con dos sonidos a distancia extrema. Las baterías de materiales sonoros
juegan un papel importante para fomentar el interés de los chicos por el sonido. La riqueza, la variedad y la
renovación de los materiales de la "caja de sonidos" son aspectos básicos para el establecimiento de las
relaciones sonoras.

La escucha también juega un papel fundamental en los procesos de producción musical, ya que es a
través de la audición de la música interpretada o creada por ellos que los alumnos pueden opinar sobre sus
propias producciones como intérpretes o creadores. La escucha es, durante la producción, un control
permanente para el intérprete. En todos los casos, las experiencias de producción tienen como cierre una
última interpretación para la audición, tanto de los propios intérpretes, de sus compañeros, como en algunas
ocasiones de otros oyentes. La posibilidad de reflexionar sobre los resultados obtenidos les brinda la
oportunidad de proponer estrategias para mejorar dichos resultados.

La música necesita del silencio como marco para su desarrollo. Es necesario que los niños
comprendan el valor del "medio ambiente silencioso". Generar el espacio propicio para que la música pueda
explayarse y "decir", sin interferencias molestas, es una responsabilidad compartida entre oyentes y
productores de música, tanto en la escuela como fuera de ella. Desde la escuela, es necesario colaborar para
el logro de este espacio propicio.

La música como arte temporal se desvanece en el propio transcurrir, dejando huellas en la memoria
auditiva y emotiva. La posibilidad de reproducción modifica sustancialmente la percepción de la música. El
oyente puede retroceder mediante un disco o casete, y repetir indefinidamente un pasaje o un fragmento
musical, guiado por su intencionalidad. En el primer ciclo, la escuela debería tener presente esta diversidad
de experiencias que resulta de la audición de la música en vivo y la música reproducida. Es vital ofrecer a los
niños la posibilidad de tomar contacto con músicos en conciertos y recitales, tanto en el ámbito de la escuela
como fuera de ella. La utilización de grabaciones y vídeos como recursos didácticos brinda la posibilidad de
ampliar y diversificar la oferta de música a los niños.

SEGUNDO CICLO:

Los contenidos seleccionados en este eje son aquellos relacionados con la audición. La apreciación
está vinculada con el desarrollo de una escucha sensible y estéticamente significativa. Se trata de guiar el
aprendizaje para que los alumnos desarrollen las capacidades vinculadas con el reconocimiento de estímulos
sonoros y la identificación de semejanzas y diferencias entre relaciones de sonidos, para llegar a la
comprensión de conceptos musicales que les permitan cautivarse y encontrar significación al escuchar una
obra musical en la cual les resulten accesibles algunos elementos.

La intención es formar un oyente reflexivo que, además, en forma paulatina y a lo largo de toda la
escolaridad adquiera elementos para fundamentar sus juicios de valor en relación con la música que escucha.

Para lograr la meta propuesta, la escuela deberá garantizar experiencias en las que los alumnos:

✓ disfruten de la audición de músicas de diversa procedencia;


✓ comprendan las relaciones que se establecen en el discurso musical;
✓ conozcan los rasgos distintivos del sonido;
✓ hagan públicas sus opiniones en relación con lo escuchado, utilizando progresivamente criterios
más ligados a lo musical.

LA AUDICIÓN MUSICAL EN EL SEGUNDO CICLO

Escuchar es una capacidad perceptiva que se desarrolla con la práctica. Para desarrollar el gusto y el
placer por escuchar música, es necesario ofrecer a los alumnos múltiples y variadas experiencias de audición.
La audición de música es una actividad cuyo producto, constituido por imágenes mentales y sentimientos,
puede comunicarse a través de la palabra u otros medios de representación. Discriminar auditivamente es
una acción encubierta; hacerla manifiesta para otros requiere de mediadores. Por ello, el docente se enfrenta
al desafío de utilizar múltiples técnicas para obtener datos, verbales o no verbales, y de esta manera evaluar
el nivel de comprensión musical alcanzado por los niños.

Los alumnos conocen una cantidad de elementos musicales que, en el momento de precisar
oralmente luego de una audición, no saben denominar, o denominan con errores. Si bien el proceso de
musicalización de los niños en la escuela está lejos de la "teorización" de la música, y las acciones del maestro
están orientadas por el deseo de que sus alumnos disfruten cada vez más de la música que escuchan, durante
el segundo ciclo se pondrá el énfasis en la denominación correcta de los elementos musicales, ampliando el
vocabulario musical específico.

Los niños, a partir de la interacción con la música, son capaces de arribar a ciertas conclusiones y
utilizarlas para elaborar sus propias definiciones. A partir del objeto de estudio, la intervención docente
ayudará a los alumnos a perfilar los rasgos que les son propios para que puedan reconocer si la definición
elaborada se ajusta al objeto definido. La adquisición de conceptos se da a través de la comprensión, y
comprender sería equivalente a traducir a las propias palabras.

La comprensión no es algo "blanco" o "negro", sino que admite muchos grises intermedios, entonces
su alcance, dentro de un grupo que ha trabajado de la misma forma un determinado contenido, será
diferente en cada uno de los individuos. Que cada alumno intente traducir a sus propias palabras lo
comprendido posibilitará además evaluar el aprendizaje y conocer el alcance de la comprensión individual.

A medida que transcurre este ciclo, y especialmente en los últimos años, se espera que los niños
puedan establecer relaciones más complejas en forma progresiva, considerando simultáneamente diversos
aspectos musicales e interacciones que entre ellos se establecen.

Como se explicita en la propuesta curricular de primer ciclo, la escucha también juega un papel
fundamental en los procesos de producción musical, ya que los alumnos pueden opinar sobre su
desenvolvimiento como intérpretes o creadores a través de la audición de la música interpretada o creada
por ellos. Reflexionar, en situaciones de audición, sobre los procesos de creación de diversos compositores y
arregladores también les permite comprender mejor sus propios procesos creativos.

La música como arte temporal se desvanece en el propio transcurrir, dejando huellas en la memoria
auditiva y emotiva. La posibilidad de reproducción modifica sustancialmente la percepción de la música. El
oyente puede retroceder mediante un disco o casete y repetir indefinidamente un pasaje o un fragmento
musical guiado por su intencionalidad. En el segundo ciclo, los alumnos pueden reflexionar acerca de la
diferencia entre la audición de música en vivo y de música grabada, y reconocer cómo se modifica la
percepción del auditor cuando está en presencia de los músicos. La escuela intensificará las propuestas de
audición de conciertos y recitales, tanto en el ámbito de la institución como fuera de ella. Las grabaciones y
los videos como recursos didácticos seguirán ofreciendo la posibilidad de ampliar y diversificar la oferta de
música a los alumnos.

LA AUDICIÓN DE OBRAS MUSICALES (RELACIONES MUSICALES)

Escuchar música es seguir el hilo del discurso musical. Para ello es necesario mantener un estado de
alerta persistente.

En la audición de música se comprometen relaciones de naturaleza gramatical y sintáctica donde la


problemática es discursiva: se desarrolla como enlaces de "paquetes de información" más que como una
suma de indicios o efectos puntuales. Escuchar es encontrar sentido a las relaciones sonoras presentes en
una obra musical.

En el segundo ciclo, los tiempos de atención y concentración de los niños son más prolongados, esto
permitirá sostener la atención en la audición de obras musicales más extensas. Podrán identificar cambios
característicos de elementos discursivos y reconocer cómo estos elementos y recursos han sido utilizados
para comunicar ideas musicales. También podrán reconocer la influencia de la época y lugar en la música,
como también las intenciones del compositor. Podrán describir y comparar la música de diferentes culturas,
empleando vocabulario musical específico, que irán adquiriendo en variadas experiencias de audición.

En cada uno de los niveles de aprendizaje se realizará una selección cuidada de obras musicales que
se ofrezcan para la audición. El desafío docente consiste en seleccionar obras o fragmentos que, por las
características de su factura musical, puedan ser claros indicios de las relaciones musicales que se pretende
enseñar. La profundidad en la apreciación dependerá de las interacciones dentro de la clase.

La acción pedagógica se centrará en enseñar a separar el elemento que es objeto de estudio en cada
ocasión del conjunto de información que es la obra en su totalidad, para analizar su construcción interna y
luego recomponerlo en el todo. La relación de los elementos constitutivos analizados permitirá, en una nueva
audición de la obra musical, resignificar la música y volver a disfrutarla con otros fundamentos. En los últimos
grados del ciclo, las sucesivas experiencias de este tipo permitirán que los alumnos incrementen su capacidad
de opinar y justificar dicho parecer. Un auditor competente es aquel que puede disfrutar al descubrir en cada
audición un nuevo motivo de encantamiento.

En la selección de los ejemplos que se ofrecerán en clase, es deseable que se incremente el número
de obras puramente instrumentales, con un doble objetivo: por un lado, equilibrar las oportunidades de
audición de los alumnos con la tendencia que existe en los medios masivos de comunicación de privilegiar la
difusión de canciones por sobre la música instrumental pura; por otro, evitar que limiten sus apreciaciones
de la música por asociar el carácter expresivo con el significado del texto de las canciones. Se insiste una vez
más en la necesidad de ofrecer una amplia gama de músicas de diferentes géneros y estilos, con el objeto de
ampliar el horizonte de posibilidades. La presencia de la música del mundo en el aula implica reconocer la
realidad musical que nos rodea; por ello, siempre se debe partir de esa música "real" para la enseñanza, en
lugar de utilizar "artefactos especialmente diseñados para el aula".

El maestro capitalizará la experiencia que los niños tienen como oyentes, debido a la presencia de la
música en los medios de comunicación, y trabajará para que la escucha fuera del ámbito escolar se vuelva
cada vez más intencionada y selectiva.

La búsqueda sonora y tímbrica en las producciones musicales del siglo XX ha jerarquizado el sonido,
otorgándole mayor protagonismo. Las obras contemporáneas se caracterizan por la riqueza y la diversidad
del tratamiento del sonido. Por ello, la educación musical tiene la responsabilidad de que los alumnos tomen
contacto con obras que presenten estas características.

LA AUDICIÓN DE RELACIONES SONORAS

En relación con el estudio del sonido durante el segundo ciclo, el maestro pondrá énfasis en ampliar
el campo perceptual de los alumnos, ayudándolos a percibir más conscientemente los sonidos que los
rodean, y en estimularlos en la búsqueda de otros sonidos que no están presentes en su entorno próximo.
Experiencias como buscar sonidos en vías de extinción, sonidos del pasado, sonidos que quedan destruidos
por otros más fuertes, sonidos que se transforman o modifican desde que nacen hasta que desaparecen,
etc., permiten desarrollar el trabajo en este sentido. Crear en los alumnos la necesidad de "escuchar" más
allá, los estimula para que la escucha sea cada vez más refinada y selectiva, y les brinda a su vez material para
la producción.

Los alumnos realizarán discriminaciones de relaciones sonoras que impliquen la denominación


específica de los atributos y el uso de nociones comparativas; las relaciones sonoras propuestas para la
discriminación presentarán diferencias más sutiles en series que contengan una complejidad creciente de
elementos en cantidad y calidad. Los alumnos que, en su tránsito por el primer ciclo atendieron a un solo
atributo en una relación sonora, en el segundo ciclo pueden atender a más de un atributo simultáneamente.

Para alcanzar la comprensión del sonido y del discurso musical, la tarea pedagógica continuará
centrándose en acciones básicas: escuchar, relacionar con la práctica previa, sopesar las opiniones con las de
otros compañeros o adultos, volver a escuchar para constatar, reafirmar o variar las impresiones iniciales,
generalizar las conclusiones, etcétera.

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