El interés en la inteligencia emocional en la población adolescente ha aumentado
particularmente en las últimas décadas debido a la evidencia mostrada por algunos
estudios sobre la influencia que esta puede tener con respecto a variables tales como el rendimiento académico, la interacción social, el consumo de sustancias La cultura a la que pertenece un individuo determina sus valores y normas,en consecuencia, las normas sociales de cada cultura también determinan el significado de las emociones y qué tipo de emociones se pueden mostrar abiertamente, por lo que el comportamiento y la percepción emocional puede variar bastante entre culturas. La cultura a la que pertenece un individuo determina sus valores y normas. Entre los precursores esta Izard (1991) quien se refería que en consecuencia, las normas sociales de cada cultura también determinan el significado de las emociones y qué tipo de emociones se pueden mostrar abiertamente, por lo que el comportamiento y la percepción emocional puede variar bastante entre culturas, , quien establece que cualquier emoción es considerada básica cuando: tiene una expresión o configuración facial específica; posee sentimientos específicos y distintivos; deriva de procesos biológicos evolutivos; y manifiesta propiedades motivacionales y organizativas de funciones adaptativas.La metodología es de nivel básico, tipo descriptiva-comparativa. Una muestra estuvo conformada por 79 pacientes del servicio de psicología en una Clínica de España entre hombres y mujeres, de 18 a 65 años,donde se empleo un muestreo no probabilístico de tipo intencional,los instrumentos empleados en la base de datos secundaria fueron la Escala de Inteligencia Emocional (TMMS-24),los resultados obtenidos refieren que existe una correlación baja en la inteligencia emocional , un 91% de las mujeres presentan mayor incidencia en el nivel alto y el 72% obtuvo mayor incidencia en el nivel adecuado de inteligencia emocional, los adultos medios son quienes presentan mayor incidencia en el nivel adecuada inteligencia emocional (83%) y los participantes con estudios superiores obtuvieron mayor incidencia en el nivel de adecuada inteligencia emocional (91%).