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II Jornadas Internacionales de Investigación Holística

Universidad Católica Andrés Belllo – Caracas, 7 y 8 de noviembre de 2001

De los paradigmas a los sintagmas

Por: Jacqueline Hurtado de Barrera


Publicado en las Memorias de las II Jornadas

Resumen

Esta reflexión intenta destacar la cualidad del conocimiento como un proceso


dinámico y cambiante en el cual el ser humano va generando diferentes
comprensiones de los eventos, según el momento histórico, las circunstancias y
las perspectivas desde las cuales se ubica, para propiciar una revisión de la
manera cómo se ha interpretado el devenir de la ciencia. Se describen los
planteamientos de Kuhn en relación a las revoluciones científicas como
enfrentamientos y cambios de paradigmas que posteriormente conducen a
períodos de ciencia normal. Así mismo se propone una nueva comprensión del
devenir científico, centrada en la holística, según la cual los procesos de cambio
se dan, más que por sustitución de paradigmas, por generación de sintagmas. Se
señalan tres ejemplos de procesos sintagmáticos, uno en el campo de la física,
otro en el campo de la filosofía y el último en el campo de la psicología. Por otra
parte, se presentan algunas de las posturas paradigmáticas que han surgido a lo
largo de la historia, en torno a la noción de ciencia y conocimiento, y las diferentes
actitudes que han asumido los científicos frente a la diversidad de planteamientos.
Por último, se desarrollan los argumentos que permiten visualizar la Investigación
Holística como un sintagma de las diferentes comprensiones acerca de la ciencia,
la generación de conocimiento y el proceso investigativo.

La Investigación Holística ha venido ganando aceptación en diversos contextos, pero


particularmente en el contexto académico, fundamentalmente por su versatilidad y por el amplio
rango de aplicabilidad que tiene. Resulta reconfortante para muchos investigadores encontrar una
propuesta que les permita desarrollar investigaciones de diverso tipo y dar respuesta a las más
variadas preguntas de investigación, sin cercenar sus ideas ni restringir sus interrogantes. Sin
embargo, así como se ha difundido la aplicación de la Investigación Holística, también se han
generado múltiples inquietudes, particularmente entre aquellos que no han tenido oportunidad de
entrar en contacto directo con la propuesta; algunas de estas inquietudes proceden de una
percepción marcada a veces por paradigmas muy definidos que impiden captar el sentido de la
holística como tal, mientras que otras nacen de una genuina curiosidad acerca de las posibilidades y
las implicaciones de la holística en la investigación. En todo caso, sea cual sea el origen de las
inquietudes, se hace necesario profundizar y divulgar aspectos relacionados con la fundamentación

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epistémica, el significado de los términos, el alcance de la Investigación Holística, los aportes
recientes, etc., los cuales permitan clarificar la comprensión y trascender algunas interpretaciones
alejadas el sentido original de la propuesta.

La holística, como actitud integradora, tiene una serie de implicaciones muy importantes en
los distintos campos del saber y de la vida humana. Tiene implicaciones antropológicas, es decir,
involucra una comprensión del ser humano, tiene implicaciones educativas, es decir, propone una
comprensión de la educación, de la didáctica, y del proceso de aprendizaje, y además se manifiesta
en una epistemología, es decir, una manera diferente de ver el conocimiento y por ende, una
manera diferente de ver la investigación.

La manera de concebir el conocimiento ha cambiado a lo largo de la historia. En una época


se pensó que el conocimiento involucraba la verdad absoluta acerca de lo conocido, y una vez
alcanzada esa verdad absoluta, la labor de la educación era generar las estrategias y la didáctica
apropiada para transmitir ese conocimiento. Al respecto Bateman (2000), ha señalado que la
creencia que subyace al método tradicional de enseñanza es que el docente tiene un conocimiento
que es exacto y valioso y que seguirá siendo exacto el próximo año.

Si bien esta noción de conocimiento como verdad inamovible perduró hasta bien entrado el
siglo XIX, cuando todavía los científicos albergaban la espezanza de llegar a una verdad absoluta
acerca de la naturaleza, en la actualidad, esta noción de conocimiento se ha debilitado
considerablemente. En este sentido, Bohm (1998), ha señalado que:

Si suponemos que las teorías nos dan verdadero conocimiento, que


corresponde a la ‘realidad tal como es’, tendremos que concluir que la
teoría newtoniana fue verdadera hasta aproximadamente 1900, después
de cuyo año se convirtió súbitamente en falsa, mientras que la relatividad
y la teoría cuántica se convirtieron de pronto en verdaderas. No se
producirá una conclusión tan absurda, sin embargo, si decimos que todas
las teorías son modos de observar que no son verdaderos ni falsos, sino
más bien claros en ciertos campos y nada claros cuando se extienden
fuera de esos campos (P. 24).

A pesar de que todavía algunos teóricos sustentan que "El conocimiento es un hecho, no una
teoría ni una hipótesis; es un hecho anterior y superior a toda especulación y filosofía" (Martínez
Miguélez, 1982), cada día los científicos han ido aceptando con mayor convicción la idea de que la
búsqueda de un conocimiento absoluto y determinado es pura ilusión, ya que "todo conocimiento
nace de la actividad cambiante de la percepción creativa, el juego libre, la exposición a la acción y
su retorno como experiencia (Bohm y Peat, 1998; P. 69)

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En consecuencia, el conocimiento no es algo firme que se vaya acumulando de manera
rígida, sino un contínuo proceso de cambio (Bohm y Peat, 1987).

Bohm y Peat (1987) apoyan la idea de que cualquier tipo de pensamiento es una abstracción
que no cubre ni puede cubrir la totalidad de la realidad. La realidad es siempre ,más de lo que
queremos decir y no se agota con nuestras conceptualizaciones ni con nuestras verbalizaciones
(Korzibsky, c.p. Bohm y Peat, op cit.).

Estas consideraciones acerca del conocimiento nos llevan a otra serie de interrogantes, entre
ellos, los relativos al avance de la ciencia a lo largo del tiempo: ¿Cómo avanza la ciencia? ¿Cómo
surgen los grandes descubrimientos? ¿Cuáles procesos subyacen a la creatividad?

La concepción de Kuhn acerca del devenir de la ciencia

Kuhn (1962) planteó que quizá la ciencia no se desarrolla por medio de la acumulación de
descubrimientos e inventos individuales.

Para Kuhn (1962) las primeras etapas del desarrollo de las ciencias se caracterizan por una
competencia contínua entre una serie de concepciones distintas de la naturaleza, cada una de las
cuales se deriva parcialmente de la observación y del método científico. Lo que diferencia a esas
escuelas no es la rigurosidad metodológica, sino lo que él llama sus modos “inconmesurables” de
ver el mundo y de practicar en él las ciencias.
En este sentido, Kuhn (1962), al referirse al proceso evolutivo de la ciencia, menciona un
período pre-paradigmático en el cual existen diversas perspectivas en competencia, es decir,
explicaciones simultáneas pero diferentes acerca de un mismo fenómeno. Una de éstas se
convertirá en el paradigma dominante, aceptado y compartido por la comunidad científica.

Para ser aceptada como un paradigma, una teoría debe parecer mejor que sus rivales, pero
no es necesario que explique todos los hechos con los que puede enfrentarse; basta con que sea
capaz de resolver algunas de las contradicciones que preocupan a los científicos de la época,
contradicciones para las cuales las demás teorías no tienen respuesta.

A estos cambios de paradigma Kuhn (1962) los denomina «revoluciones científicas», porque
además de la sustitución de una teoría por otra, conllevan a una transformación en la manera como
los científicos venían percibiendo la realidad. Esta transformación suele ser tan profunda que por lo
regular tiene impacto no sólo en las comunidades científicas, sino que generan las ideas-fuerza que
acaban predominando en la sociedad en general.

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Según Kuhn (1962), cuando un paradigma se convierte en dominante, determina el marco de
referencia a partir del cual se sucederán períodos de una constante acumulación de conocimientos
que proceden de investigaciones dirigidas dentro de ese marco de referencia; la labor científica que
se genera dentro del paradigma dominante se denomina ciencia normal. La ciencia normal es la
actividad científica dirigida a verificar los postulados del paradigma dominante.

Los paradigmas facilitan la organización de la información en un marco de referencia,pero al


mismo tiempo son excluyentes y rechazan lo que no entra dentro de su lógica, por lo tanto, la
ciencia normal tiende a suprimir o a ignorar las innovaciones que resultan contrarias a sus
compromisos teóricos básicos, porque la forma como se orienta la indagación y el marco de
referencia que utilizan para interpretar los datos no contempla, ni mucho menos busca
explícitamente, situaciones o fenómenos que salen del ámbito del paradigma.

Para Kuhn un cambio de paradigma supone el abandono completo del paradigma anterior.
Algunos autores han formulado diversas críticas a esta manera de entender el devenir de la ciencia.

Por ejemplo, una de las críticas que se le hacen a Kuhn (1992) es que no define con claridad
el término paradigma. En su libro, alude al término definiéndolo de multiples maneras, en diferentes
páginas (como “caudal de creencias” (p. 43); como modelo (pp. 34, 51); como teorías generadas
dentro de una disciplina (pp. 36, 44); como disciplina misma, (p. 40); entre otras). Por su parte Mires
(1996), considera que los paradigmas no son inconmensurables, sino que, si un paradigma surge
como oposición a otro, entonces su lógica afirmativa sólo es transparente a partir del conocimiento
paradigma cuestionado.

Por otra parte Weinberg (1998) no está de acuerdo con que los científicos no puedan "pasar
libremente de una concepción a otra", y que después de una revolución científica, no puedan
comprender los estadios anteriores de la ciencia. Por ejemplo, las ideas de Newton engendraron un
paradigma que, bajo su forma acabada, caracterizó toda la física durante más de un siglo. Un nuevo
paradigma aparecido a principios del siglo XX gracias a los trabajos de Einstein no ha evitado que
la mecánica newtoniana siga siendo intelegible y se la siga enseñando.

Además, ¿cómo puede una postura que es limitativa y excluyente generar cambios de
pensamiento o nuevas comprensiones dentro de la ciencia? Si cualquier paradigma fundamenta su
validez en sus propios supuestos y por lo general se desaprueba cualquier intento de poner en tela
de juicio tales supuestos, o en el mejor de los casos lo desconoce (Walsh y Vaughan,1982), ¿cómo
puede generarse la actividad necesaria para que ocurra un cambio de paradigma?

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Los paradigmas, y en especial aquellos que han permanecido durante mucho tiempo,
mantienen la mente encarrilada (Bohm y Peat ,1987). Walsh y Vaughan (1982) denominan a esto
“fijación paradigmática” y la describen como un estado en el cual el paradigma llega a ser algo
implícito, no reconocido que hace que el investigador sea incapaz de admitir ninguna otra teoría
diferente a la suya porque le parece obvio que sólo de esa manera pueden ser las cosas.

Bohm habla de la "infraestructuira tácita" del conocimiento: la mayoría de los científicos


desarrolla su labor apelando a esta infrestructura básica del conocimiento. Pero como la ciencia está
en constante innovación y cambio, el resultado es que cuando aparece una innovación, la
infraesructura tácita existente puede hacerse inapropiada o incluso irrelevante. Esta infraestructura
está a nivel subconciente, por lo tanto la tendencia es aferrarse a ella y seguir trabajando con viejas
técnicas en el marco del nuevo contexto. La consecuencia es la confusión y la fragmentación.

Los paradigmas se hacen dogmáticos, absolutistas, totalitarios e impositivos, cuando


pretenden dar cuenta de la totalidad de los eventos partiendo únicamente de la comprensión de un
único aspecto de ellos. Esto también es válido para los modelos epistémicos que han pretendido dar
cuenta de todo el proceso investigativo tomando en consideración sólo un aspecto de él.

Para Ludwik Flek, de quien Kuhn tomó sus ideas, la fuerza de los paradigmas no deriva de su
simple lógica interna, sino de relaciones que a veces son de poder, es decir, de los centros
productores de paradigmas, que a veces no son científicos, pero que son cientifizados en los
correspondientes institutos y laboratorios (Mires, 1996).

Para Mires (1996), un paradigma no puede seguir siendo un principio estático al que los
científicos deben adorar.

Una acumulación de paradojas e incongruencias tendría que llevar a los científicdos a


cuestionarse la totalidad de la organización general de las teorías y proposiciones pertenencientes
al campo en el cual se manifiestan esas paradojas. Sin embargo, el científico que asume una actitud
paradigmática, por lo general, se niega a explorar las ideas novedosas, y más aún, considera la
exporación de tales ideas como irrelevante.

Bohm y Peat (1987) señalan que su manera de concebir el devenir de la ciencia también se
aleja de Kuhn en la interpretación de las rupturas que tienen lugar en el desarrollo de la ciencia.
Según estos autores la ciencia no necesita funcionar de la manera como señala Kuhn, Si examina
algunas revoluciones se puede observar que no hubo una dislocación repentina de las ideas. La
ciencia normal de Kuhn no tiene más fuerza que la costumbre y el hábito. Si se hace un análisis más
detallado se encontrará que en la ciencia también se producen cambios significativos durtante los

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períodos que Kuhn llama "ciencia normal" y que la auténtica creatividad no queda limitada a los
períodos de revolución.

En holística, el devenir de la ciencia se entiende de manera diferente a cómo lo plantea Kuhn.


Para ahondar más en esta comprensión es necesario precisar el concepto de “paradigma”.

El concepto de paradigma en la holística


Dadas las divergencias en cuanto a la definición del término “paradigma”, en la propuesta de
Investigación Holística, se acudió a su origen etimológico. Si se revisa la etimología de paradigma,
la palabra se deriva de las raíces para, que significa "del lado de" y deiknynai, "mostrar", es decir,
mostrar del lado de, lo cual corresponde a una posición que en filosofía se denomina
"perspectivismo". Así, las descripciones, propuestas y soluciones que proceden de un paradigma
surgen de una postura o perspectiva particular, que por ser parcial, siempre deja algo fuera.

La conceptualización del término paradigma como “perspectiva”, además de estar


fundamentada en su origen etimológico, tambien es compartida por diversos teóricos e
investigadores, por ejemplo, Mires (1996, p. 159) señala que un paradigma sería un estilo de ver,
percibir, conocer y pensar, que es producido predominantemente por las comunidades científicas,
que recoge creencias anidadas en el pensar colectivo…

En efecto, tal como señala Mires (1996) el hecho de que en el pasado se hubiese pensado
que el sol se movía alrededor de la tierra tiene que ver con la creencia religiosa relativa a que la
tierra era el centro del universo, pero también responde a que efectivamente desde la posición que
ocupamos, así se ve. De hecho, Copérnico en 1543, antes de formular sus planteamientos se hizo
la pregunta ¿qué pasa si miramos el universo desde una perspectiva distinta? ¿qué pasa si
colocamos el sol en el cenrto, en vez de la tierra? (Cerda, 2000). También Albert Einstein se hizo la
pregunta ¿Cómo se vería el mundo si yo cabalgase sobre un rayo de luz? (Bohm y Peat,1987).

En consecuencia, la noción de paradigma que incorpora la holística se fundamenta en su


sentido griego y en su sentido actual: tiene que ver con la forma como cada quien percibe la
realidad y cómo a partir de dicha percepción se ubica en torno a ella. El paradigma como
perspectiva o postura, puede estar referido a aspectos teóricos, epistémicos o disciplinares, es
decir, un científico puede asumir una perspectiva teórica, pero también una perspectiva epistémica o
una perspectiva disciplinaria.

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Ahora bien, antes de la modernidad, en la Edad Media, era prácticamente imposible hablar de
“distintos puntos de vista” o “perspectivas”. Después de la modernidad, el ser humano ha aceptado
que el hecho de explicar las cosas de una manera o de otra, no tiene ni debe llevar siempre a un
mismo resultado, o lo que es lo mismo, dos resultados distintos pueden ser al mismo tiempo ciertos,
dependiendo del lugar, la posición y del punto de vista de quien argumenta. Así mismo, para Bohm
y Peat (1987) no existe razón por la que, en el desarrollo de las ideas científicas, teorías distintas no
puedan dar cuenta, de manera alternativa, pero igualmente válida, de aspectos concretos de la
naturaleza.

Como se dijo antes, esto tiene que ver con un cambio en la manera de concebir el
conocimiento. En de la comprensión holística, el conocimiento se concibe a la manera de las
metáforas: toda teoría no es más que una comprensión elaborada que expresa cómo piensa el ser
humano, qué piensa acerca de un evento o del universo, pero de ninguna manera es el universo ni
una fotografía del mismo ni mucho menos un pensamiento acabado.

Esta manera de ver el conocimiento es compartida por Bohm y Peat, (1998), quienes señalan
que el conocimiento no es algo firme que se pueda ir acumulando de manera rígida, sino un
continuo proceso de cambio, por el contrario, el saber se construye a través de la reestructuración
activa y continua de la interpretación que el ser humano tiene del mundo (García y García, 1995).

La propuesta de la holística en este sentido es el proceso sintagmático. En holística, las


revoluciones científicas no se explican con base en el derrocamiento de paradigmas, tal como lo
plantea Kuhn, sino más bien, en la integración de paradigmas, es decir, por procesos
sintagmáticos. Una revolución científica ocurre, cuando una realidad o un evento que ha estado
siedndo percibido de manera fragmentada desde diversos puntos de vista, logra visualizarse o
comprenderse desde la gobalidad en un proceso sintagmático.

Sintagma (del griego Syn, unión, simultaneidad, y tagma acción o efecto de regir o conducir),
significa “acción de conducir hacia la unión o la simultaneidad”, o "en el camino de la unión" (no de
la uniformidad, y en el camino, no la unión última). A pesar de que el término se difundió en el
contexto de la lingüística, su sentido etimológico indica que el término no es exclusivo de esta; es
decir, como la unión, la integración o la simultaneidad, no son exclusivas de la lingüística, no
constituye un error utilizar el término en su sentido lato.

Si un paradigma es una forma de ver las cosas, y las cosas pueden ser observadas desde
distintos puntos de vista y de distintos modos, dependiendo del lugar escogido por el observador y
del observador mismo, entonces un paradigma no necesariamente descalifica a otro.

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En efecto, se puede comparar un paradigma con la visión de un objeto desde un cierto punto.
Cada vista nos da solamente la apariencia del objeto en cierto aspecto. El objeto completo no se
percibe en ninguna de las vistas, sino más bien se ha captado sólo implícitamente como una
realidad singular que muestra todas esas vistas. Cuando comprendamos profundamente que
nuestras teorías también funcionan de este modo ya no caeremos en el vicio de ver la realidad y
actuar sobre ella como si estuviera constituida por fragmentos existentes por separado.

El sintagma constituye entonces una comprensión más amplia en la cual puede percibirse el
evento como totalidad, en lugar de percibirlo desde una única perspectiva rígida e incompleta. Es un
recurso y, si se quiere, una actitud ante la vida que permite reconocer, valorar, apreciar e incluso
agradecer los aportes de otros para proceder a efectuar integraciones (en la medida que éstas
tienen sentido), en el proceso de conocimiento. Un sintagma -y esto es difícil de concebir por parte
de quienes se ubican binariamente ante la vida-, viene a constituir la aceptación de que el
conocimiento, amén de la dialéctica, también se da progresivamente, gracias a la forma como se
integra a distintas nociones...

La noción de sintagma alude a una condición del pensamiento relativa a la necesidad de


reconocer el pensamiento de otros, el aporte de otras formas de comprender la realidad, para en un
proceso didáctico, e incluso metodológico, facilitar el acceso a otros niveles de comprensión, los
cuales una vez alcanzados deben ser vistos como posibilidades de superación pues el
conocimiento, y aún más en el rigor filosófico, es un camino abierto.

La noción de sintagma está fundamentada en los planteamientos de autores que se ubican


dentro de una comprensión holística; un ejemplo lo constituye el principio de complementaridad de
Bohr, el cual plantea que el universo nunca se puede describir con una figura clara y única, sino que
se debe aprehender mediante visiones superpuestas, complementarias y a veces paradójicas
(Briggs y Peat, 1985); otra fundamentación se puede hallar en los planteamientos de David Bohm
(1998, p. 28) en relación al orden implicado:

"En efecto, se puede comparar una teoría con la visión de un objeto


desde un cierto punto. Cada vista nos da solamente la apariencia del
objeto en cierto aspecto. El objeto completo no se percibe en ninguna de
las vistas, sino más bien se ha captado sólo implícitamente como una

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realidad singular que muestra todas esas vistas. Cuando comprendamos
profundamente que nuestras teorías también funcionan de este modo ya
no caeremos en el vicio de ver la realidad y actuar sobre ella como si
estuviera constituida por fragmentos existentes por separado".

Ya no es necesario considerar las teorías como rivales. Es posible que incluso el mismo
científico tenga en la mente diversas alternativas y se ocupe en un libre juego creativo para ver si
pueden estar relacionadas, haciendolo quizas a través e una metáfora creativa (Bohm y
Peat,1987).

Incluso, Bohm y Peat (1998) sugieren que para propiciar la creatividad se necesita que cada
persona sea capaz de mantener varios puntos de vista, a manera de suspensión activa, y al mismo
tiempo tratar las ideas de los demás con el mismo cuidado y atención que presta a las propias
ideas; según estos autores, en este punto la mente es capaz de generar un juego libre sin verse
limitada por ataduras rígidas a puntos de vista concretos; de este diálogo entre paradigmas en libre
movimiento surgen ideas creativas. A este proceso Bohm y Peat le llaman "metáfora creativa", y se
corresponde con la noción de sintagma de la Investigación Holística.

Peat y Bohm (1998) han señalado que las ideas científicas muestran una tendencia natural a
converger... Convergencia no como igualdad de ideas: "todos piensan igual", sino como
descubrimiento de la totalidad que subyace cuando ideas diferentes sobre un mismo evento se
encuentran: unidad en la pluralidad. La convergencia tiene lugar cuando se propicia una percepción
de la totalidad de una situación a partir de las visiones diferentes que intentan dar cuenta de sus
diversos aspectos.

Mires (1996) también lo describe como un principio de convergencia, según el cual, de la


confrontación de distintas posiciones, a partir de distintos modos de observar, desde distintos
puntos de vista, existe la posibilidad de acuerdos convergentes. Es decir, puede haber dos o más
teorías correctas acerca de una misma situación, así como para llegar a un mismo punto puede
haber varios caminos diferentes. También es posible que dos teorías se complementen sin
excluirse.

Diferencias entre el proceso de cambio de paradigma y el proceso de generación de


sontagmas

El énfasis en la hoística está edntonces no tanto en el cambio de paradigmas, sino en la


generación de sintagmas. En el cambio de paradigma la persona rechaza la postura anterior para

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asumir una nueva postura, pero la comprensión sigue siendo parcial y excluyente. En cambio, en el
sintagma se integran las posturas diferentes para llegar a una comprensión más global del evento.

El paradigma implica rigidez, la dinámica sintagmática requiere flexibilidad. El paradigma es


excluyente. Los sintagmas son incluyentes.

Cuando ocurre un cambio de oparadigma, el nuevo paradigma sólo explica lo que el


paradigma anterior no explicaba, pero no incorpora sus aportes. El sintagma, en cambio, explica lo
que el paradigma anterior explicaba, lo que no explicaba, y más.

Tres ejemplos del proceso sintagmático

Progresivamente en la historia de la ciencia se han ido construyendo propuestas que han


marcado el paso de comprensiones más restringidas a comprensiones más amplias, pero eso no
constituye el final. Una comprensión que para un momento histórico era integradora, en momentos
posteriores y en la medida que comienzan a percibirse aspectos nuevos del evento de estudio,
puede parecer restringida. En ese caso, el ser humano comienza a reconfigurar el conocimiento
para acceder a otra comprensión. Por ejemplo, la teoría de Newton que en un momento histórico
parecía absoluta y universal, en otro momento se percibió como limitada a unas condiciones
específicas, de modo que otros teóricos reconfiguraron la comprensión que hasta entonces tenían
del universo para generar una propuesta capaz de dar respuesta a las nuevas inquietudes, pero
también a las anteriores. A continuación se mencionan tres ejemplos de procesos sintagmáticos en
el devenir de la ciencia.

- Desde la física: Isaac Newton

Antes de Newton existían dos tendencias opuestas en la ciencia del siglo XVII: el método
empírico e inductivo propuesto por Bacon y el método racional y deductivo propuesto por Descartes.
Tanto Descartes como Bacon (quienes fueron contemporáneos) intentaron dar respuesta al dilema
de su época, sólo que uno lo hizo a través de la valoración de la experiencia y el otro a través de la
valoración de la razón, es decir, desde difedrentes posturas. Sin embargo, los aportes de Galileo,
Decartes y Bacon se sintetizaron en la obra de Isaac Newton (1642-1727, Inglaterra).

Newton desarrolló la fórmula matemática del concepto mecanicista de la naturaleza soñado


por Descartes, pero además su ley de gravitación universal confirmó la hipótesis de Galileo acerca
de la homogeneidad del mundo físico, según la cual los fenómenos del mundo físico siguen las
mismas leyes que los fenómenos del mundo cósmico (Martínez Echeverry, 1996).

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Newton publicó Los Principios Matemáticos de la Filosofía Natural en 1687 (Echeverri, 1996).
En sus Principia, Newton propuso la manera justa de combinar ambos métodos. Newton combinó
las dos tendencias en una sola y desarrolló la metodología que ha sido la base de las ciencias
naturales desde entonces (Capra, 1998).

La teoría de Einstein también puede tomarse como ejemplo de los procesos sintagmáticos:
unifica y completa el esquema de la física clásica, pero al mismo tiempo supone un cambio de los
conceptos tradicionales de tiempo y espacio, materia, objeto, causa y efecto (Capra, 1998).

- Desde la filosofía: William James

Williams James nació en 1842 en Nueva York. Cuando desarrolló los planteamientos de lo
que lllamó “pragmatismo”, también tuvo una intención integradora. James (1975) decía

En filosofía tenemos un contraste expresado en el par de términos "racionalista"


y "empirista". El racionalismo es siempre monista, parte del todo y de las ideas
universales y se preocupa mucho de la unidad de las cosas. El empirismo
comienza en las partes y hace del todo una colección, es más bien pluralista. La
mayoría de las personas aspira a las buenas cosas de uno y otro lado (James,
1907).

Ofrezco una filosofía que pueda satisfacer ambas exigencias y que tiene el raro
nombre de pragmatismo. Es religiosa como el racionalismo; pero al mismo
tiempo, como el empirismo, conserva el más íntimo contacto con los hechos...

Esto muestra de alguna manera el proceso sintagmático que intentaba desarrollar


William James en su época.

- Desde la psicología: Abraham Maslow

Cuando Maslow desarrolló sus ideas en el campo de la psicología, existían dos escuelas (con
sus respectivos paradigmas) fuertemente arraigadas en esa disciplina; tales escuelas eran el
psicoanálisis y el conductismo. La inquietud que llevó a Maslow a formular sus planteamientos tenía
que ver fundamentalmente con las propuestas excluyentes y parcializantes de las dos escuelas
existentes, a pesar de las numerosas aplicaciones que se habían generado de los aportes de cada
una de ellas.

Por un lado el psicoanálisis enfatizaba los procesos internos del ser humano, mientras que
por otro el conductismo se afincaba en las influencias del ambiente. Freud, desde su psicoanálisis
pensaba que el ser humano estaba en constante conflicto consigo mismo y con la sociedad,

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mientras que el conductismo se centraba en los conceptos de estímulo, respuesta,
condicionamiento…

Sin embargo, el primer intento de Maslow no fue el de proponer un paradigma que rechazara
y excluyera los planteamientos anteriores y que se presentara como la mejor opción. Si bien sus
planteamientos fueron presentados posteriormente como una “tecera fuerza”, el primer
planteamiento de Maslow fue integrador. Al respecto, Maslow señaló enfáticamente:

Resulta muy difícil, lo he constatado, comunicar a otros mi respeto e


impaciencia simultáneos hacia esas dos amplias escuelas psicológicas.
Muchos profesionales insisten en ser tanto feudianos como antifreudianos;
procientíficos como anticientíficos. Tales proposiciones de lealtad son necias.
Nuestra labor debe encaminarse a integrar estas varias verdades en una
verdad total, a la cual deberíamos nuestra única lealtad.

Más aún, las propuestas de Maslow siguieron siendo integradoras hasta sus últimos días.
Hacia el final de su vida, después de haber sido uno de los principales precursores de la psicología
humanista, expresó: “considero que la psicología humanista, la psicología de la tercera fuerza, es un
movimiento de transición, una preparación para una cuarta psicología “superior” a ella,
transpersonal, transhumana, centrada en el cosmos, más que en las necesidades y los intereses
humanos, una psicología que irá más allá de la condición humana, de la identidad, de la
autorrealización y de cosas semejantes”

Un planteamiento que de alguna manera contiene lo que se ha querido expresar con la


noción sintagmática del devenir de la ciencia, aunque salvando el lenguaje un tanto estructuralista,
lo desarrollan Walsh y Vaughan (2000), cuando señalan:

El modelo de ayer llega a ser un componente del de hoy, lo que era contexto se
convierte en contenido y lo que era la totalidad del conjunto se convierte en un
elemento o un subconjunto de un conjunto más amplio. Además, el nuevo modelo
no lo abarca todo, pero se espera que sea una pintura más detallada y amplia de
la realidad que se propone describir.

En síntesis, lo que en ocasiones lleva a algunos científicos a pensar que los paradigmas son
excluyentes y que aceptar una nueva propuesta necesariamente implica rechazar todo lo anterior es
su profunda creencia de que los paradigmas proponen verdades, y por lo tanto si existen dos
paradigmas diferentes y uno es verdadero, el otro tiene que ser necesariamente falso

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La investigación holística como sintagma de los distintos modelos epistémicos

Así como a lo largo de la historia han surgido diferentes teorías y maneras de comprender el
universo y los distintos eventos cercanos al ser humano, también han surgido diferentes maneras de
entender los procesos de generación del conocimiento, y por ende los procesos investigativos. A
estas maneras de concebir el proceso de generación del conocimiento se les denomina Modelos
Epistémicos. En cierta forma, cada uno de los modelos epistémicos que ha surgido a lo largo de la
historia, han constituido perspectivas desde las cualeds se ve y se interpreta el proceso
investigativo, pero de tal manera que ninguna de ellas abarca la totalidad. Algunos de los modelos
epistémicos que podrían mencionarse son los siguientes:

Con respecto al empirismo, si bien los científicos medievales partían de ideas


preconcebidas, Bacon señaló que el razonamiento debía funcionar del modo inverso, partiendo de
la observación de cosas concretas. Bacon pensaba que un investigador, al correlacionar
observaciones concretas podía legar a generalidades acerca de las causas y la verdad. Bacon
aceptó la experiencia en vez del dogma premeditado como guía verdadera hacia el conocimiento.
En consecuencia, para el empirismo la vía para acceder al conocimiento era la observación y el
propósito de la investigación era describir la naturaleza.

Por otra parte, Descartes, padre del racionalismo, publicó su discurso del método en 1637.
planteó que los sentidos no dan más que una representación confusa de los objetos y pueden
conducir al error. En consecuencia, el medio para validar el conocimiento no es la experiencia, sino
la caridad y nitidez de las propias ideas. El racionalismo considera la razón superior a la voluntad y a
la emoción.

Para Descartes, el conocimiento cierto sólo se obtiene mediante la intuición y la duda.


Descartes recurrió a la duda como método de razonamiento. El método cartesiano es analítico:
consiste en dividir los pensamientos y problemas en cuantas partes sea posible y luego disponerlos
según un orden lógico (Capra, 1998).

El positivismo fue una corriente filosófica iniciada por Augusto Comte (1798-1857). fue un
movimiento dirigido a exaltar los hechos por encima de las ideas, las ciencias experimentales frente
a las teóricas y las ciencias naturales frente a las filosóficas (Martínez Echeverri y Martínez
Echeverri, 1996). El positivismo de Comte planteaba que para que una disciplina tenga carácter
científico debe prescindir de la investigación sobre las esencias de los fenómenos y limitarse a
buscar leyes.

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El positivismo lógico, desarrollado por el círculo de Vienna se empeñó en unir el empirismo
de Hume y la lógica simbólica (otro ejemplo de proceso sintagmático). Enfatiza en la verificación a
partir de los hechos, el reconocimiento de que sólo los hechos son reales. Su método es el
hipotético deductivo (Martínez Echeverri y Martínez Echeverri, 1996).

Para los positivistas lógicos la postulación del coocimiento comienza con la postulación de
una hipótesis, la cual puede tener divesos orígenes. El positivismo no se preocupa por la generación
de las teorías de donde se derivan las hipótesis.

La comprobación de la hipótesis tiene lugar cuando se contrastan las deducciones derivadas


de un marco teórico, con la realidad. El criterio de validación del conocimiento para el positivismo es
el método: un conocimiento es válido en la merdida que ha sido obtenido a través del método
científico. Este método consiste en el planteamiento de un problema, la formulación de hipótesis y la
contrastación de las hipótesis.

Se podría pensar en el positivismo lógico como un sintagma entre el racionalismo y el


empirismo: a partir de su método hipotético deductivo, el positivismo lógico pareciera integrar la
propuesta racionalista con la empirista. Sin embargo, entre las limitaciones del positivismo están:
asumir como único objetivo de la ciencia la verificación de hipótesis, con lo cual se restringen otras
maneras de hacer ciencia como la generación de teorías, la elaboración de descripciones, el diseño
de propuestas, etc.

El estructuralismo, paticularmente en el campo de la antropología, surgió a partir de las


propuestas de Claude Levi-Strauss (Francia). El propósito del estructuralismo es abstraer de los
fenómenos las estructuras que permitan explicarlos; identificar la naturaleza profunda de las
realidades y su estructura dinámica.

Lo que algunos autores, como Martínez Miguélez (1998) denominan "investigación


cualitativa" no es otra cosa que el modelo epistémico estructuralista. En efecto, este autor define la
investigación cualitativa de la siguiente manera: "... la investigación cualitativa trata de identificar la
naturaleza profunda de las realidades, su estructura dinámica, aquella que da razón plena de su
comportamiento y manifestaciones". Además, señala que el objeto de estudio de la investigación
etnográfica (que sigue siendo para él investigación cualitatriva) es la realidad que emerge de la
interacción de las partes constituyentes de una estructura. La búsqueda de esa estructura con su
función y significado: esa realidad no está en los elementos, sino es su interacción (Martínez, 1998).

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Las posturas frente a los paradigmas

Frente a estas diversas posturas acerca de la investigación y la generación de conocimientos,


los científicos han asumido diversas posturas:

a. La postura pluralista pero excluyente

Algunos autores han considerado que es imposible vincular o reconciliar estas posturas entre
sí, en consecuencia, toleran la existencia de diferentes puntos de vista, pero asumen que cada
quien debe tomar partido por aquella postura que considere más afín.

b. La sustitución paradigmática

Esta postura es más radical, pues parte del supuesto de que uno de los paradigmas es
verdadero y en consecuencia los demás son falsos. En este caso los que se ubican en esta postura
asumen uno de los paradigmas como el adecuado y consideran que los demás paradigmas deben
ser rechazados por completo y sustituidos por ell paradigma que ellos consideran válido, por lo cual
descalifican y cuestionan cualquier propuesta diferente a la suya.

c. La postura ecléctica pragmática

Es una manera de ver las diferentes maneras de entender la investigación como válidas pero
a partir de la aplicación de sus métodos, sin complicarse en profundidades epistémicas. A esta
noción corresponden las categorías de “paradigma cualitativo” o “investigación cualitativa” y
“paradigma cuantitativo” o “investigación cuantitativa”. Si se detalla un poco se podrá precisar que
los términos “cualitativo” y “cuantitativo” no hacen referencia a modelois epistémicos ni a paradigmas
como tal, sino a una cierta manera de codificar la información: tienen que ver con las técnicas de
recolección y análisis de datos, no con los supuestos filosóficos. En consecuencia, cuando se quiere
categorizar de esta manedra las posturas en investugación, se intenta llevar el diálogo acerca de
los modelos epistyémicos a un terreno medramente metodológico.

De hecho, lo que se ha denominado “investigación cualitativa”, es un amplio “saco” donde se


incluyen modelos epistémicos tan diferentes como el construccionismo, el estructuralismo, el
materialismo dialéctico (en su vertiente maoísta en la cual se sustenta la investigación acción), la
fenomenología de Husserl (que más que un método es una corriente filosófica), entre otros. Todos
estos modelos lo único que parecieran tener en común esc el uso de códigos verbales y visuales
para el tratamiento de la información, y sin embargo en esto tampoco hay acuerdo. Ni siquiera
comparten una misma visión de persona, de sociedad o de historia, es decir, ni siquiera pertenecedn
a la misma cosmovisión.

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Un ejemplo de la postura ecléctica pragmática es la propuesta de “investigación total” de
Hugo Cerda. Cerda (1994) hace un interesanrte intento por integrar las diferentes posturas en
investigación, pero desde los métodos exclusivamente. Según Cerda (1994), la investigación total
busca una epistemología de la complementariedad. Sin embargo esta complementariedad es
básicamente metodológica. En efecto Cerda afirma: "Creemos que este acercamiento y posterior
conciliación entre los paradigmas cualitativos y cuantitativos es un proceso lento y progresivo, ya
que en torno a esta cuestión existen muchos prejuicios y aprehensiones, que no es fácil de superar
por vía teórica" (p. 12). La salida en este caso es lo que este y otros autores han denominado
“triangulación”.

La Investigación Holística como sintagma

La investigación holística propone la integración desde el concepto de sintagma. Es una


integración no sólo metodológica, sino también epistémica.

Para la investigación holística las diferentes comprensiones que el ser humano desarrolla de
su entorno y de sí mismo, pueden tener diversos grados de complejidad. Lo que ha hecho cada
modselo epistémico es su correspondiente época ha sido tratar de explicar el proceso explicativo
atendiendo a uno o algunos de esos niveles de complejidad, sin considerar los demás niveles.

Así, el empirismo se ha movido sólo en los niveles exploratorio y descriptivo del proceso
investigativo, mientras que el racionalismo lo ha hecho en el estadio analítico. El positivismo prefiere
los estadios predictivo, proyectivo y confirmatorio, mientras que el estructuralismo visualiza la
investigación desde los estadios exploratorio, descriptivo, analítico y explicativo.

En este sentido podría decirse que la Investigación Holística es un sintagma, no un


paradigma, involucra diversidad de métodos, por tanto no es un método, y se manifiesta a través de
diversos tipos de investigación, por tanto no es un tipo de investigación. Es una manera integradora,
amplia, heurística y coherente de comprender la investigación.

Por último, es importante enfatizar la necesidad de que la ciencia se abra hacia maneras más
complejas e integradoras de abordar los edventos. Al respecto Briggs y Peat (1996) han
manifestado:
Tal vez la visión fragmentaria continúe dominando la ciencia. Pero las teorías
de la totalidad son, cuando menos, nuevas expresiones de una antigua intuición
y de un anhelo aún más antiguo que ahora entrará en dramático conflicto con el
igualmente antiguo anhelo de tener y dominar mediante el conocimiento y la
posesión de diversas cosas separadas de este mundo, nosotros incluidos.

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¿Cual de estos anhelos vamos a abrazar? ¿El que conduce a la totalidad, a la integración, o
el que conduce a la búsqueda de poder, a la seguridad y al aferrarse a lo supuestamdente
cionocido? Sólo espero que la decisión que tomemos sea la más humanizante, aquella que rescate
los valores de libertad, solidaridad y trascendencia para todos los seres humanos.

Referencias
Briggs, John y Peat, David. (1996) A través del maravilloso espejo del universo. Barcelona. Editorial
Gedisa.
Bohm, David. (1998). La totalidad y el orden implicado. Barcelona. Editorial Kayros.
Capra, Fritjof. (1998). El punto crucial. Buenos Aires. Editorial Cuatro Estaciones.
Cerda Gutiérrez, Hugo. (1994). La Investigación Total. La unidad metodológica en la investigación
científica. Bogotá. Editorial Magisterio.
James, William. (1975). Pragmatismo. Un nuevo nombre para algunos antiguos modos de pensar.
Argentina. Ediciones Orbis.
Kuhn, Thomas. (1996). La estructura de las revoluciones científicas. Bogotá. Fondo de Cultura
Económica.
Martínez Echeverri, Leonor y Martínez Echeverri, Hugo. (1996). Diccionario de Filosofía. Bogotá.
Editorial Panamericana.
Martínez Miguélez, Miguel. (1999) La Nueva Ciencia. México, Editorial Trillas.1999.
Maslow, A. (1976). El hombre autorrealizado. Barcelona. Editorial Kayros.
Mires, Fernando. (1996) La revolución que nadie soñó. Caracas. Editorial Nueva Sociedad.
Tsetung, Mao. Contra el culto a los libros. Ediciones en lenguas extranjeras. Pekin, 1972. Escrito en
1930.
Walsh, R y Vaughan, F. (2000). Más allá del ego. Textos de psicología transpersonal. Séptima
edición. Barcelona. Editorial Kayros.

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