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Guía para la

Ejecución
2007
Secretaría de Estado de Educación Dirección General de Proyectos de Oficina de
Dirección General de Participación Comunitaria. Cooperación Internacional (OCI).
Dirección General de Educación Inicial. Dirección General de Educación Básica.
Dirección General de Educación Básica. Dirección General Participación Comunitaria.
Departamento General de Orientación y Psicología. Departamento de Orientación y Psicología.

Año 2007 Seguimiento y Acompañamiento:


Primera Edición Departamento de Capacitación y Gestión
Pedagógica de la Dirección General
Título Original: de Educación Inicial.
Guía para la Ejecución de los Programas de Escuelas
de Padres y Madres. Corrección de Estilo:
Alexis Peña
Elaborado por:
Rafaela Burgos Diseño de Portada:
Consultora del Nivel Inicial Jannabell Bautista

Colaboración e Instancias Diagramación:


Consultadas: Jannabell Bautista
Técnicos Docentes Nacionales, Regionales, Distritales,
Educadoras y Educadores del Nivel Inicial. Impreso por:
Padres y Madres del Nivel Inicial. Editora Alfa y Omega
Subsecretaría Docente (SEE).
Autoridades
Dr. Leonel Fernández Reyna
Presidente de la República

Dr. Rafael Alburquerque


Vicepresidente de la República

Lic. Alejandrina Germán


Secretaria de Estado de Educación

Lic. Josefina Pimentel


Subsecretaria de Estado de Educación,
Encargada de Asuntos Técnico-Pedagógicos

Lic. Fausto Mota


Subsecretario de Estado Administrativo

Lic. Nerys Sánchez


Subsecretario de Estado
de Participación Comunitaria,
Director de Recursos Humanos

Lic. Mery Valerio


Subsecretaria de Estado de Planificación,
Encargada de Servicios Generales

Lic. Luis de León


Subsecretario de Estado de
Gestión y Descentralización

Lic. Raúl Custodio


Subsecretario de Estado de Educación
con asiento en la Región Este
Presentación
Presentación
El compromiso con la solidez y el mejoramiento continuo de la calidad de la educación en
los primeros grados constituye una prioridad de la presente gestión. Para lograrlo, los padres
y las madres deben integrarse y participar de manera activa en el trabajo que realizan los
centros y, por tanto, en los procesos educativos en los que están involucrados sus hijos e hijas.

En este sentido, las Escuelas de Padres y Madres han sido concebidas como espacios
formativos, en los que los padres y madres se informan, reflexionan, discuten y comparten
modos de ser mejores educadores/as de sus hijos e hijas, con el propósito de favorecer su
desarrollo integral.

Cada día se agregan evidencias de la importancia de que los padres y las madres se
perciban como sujetos activos en el ámbito escolar, por lo que, tomando en cuenta la
relevancia de la participación de las familias en el quehacer educativo de las escuelas, la
Secretaría de Estado de Educación se complace en poner a su disposición la Guía para la
Ejecución de los Programas de Escuelas de Padres y Madres, dirigida fundamentalmente al
Nivel Inicial y a los primeros grados del Nivel Básico.

En este documento se presentan conceptos, estrategias metodológicas y una diversidad de


contenidos que han de orientar el programa de formación y el propio funcionamiento de las
Escuelas de Padres y Madres, a fin de lograr su calidad y satisfacer de esta manera una gran
necesidad social en beneficio de niños, niñas y adolescentes, así como de la familia, la
comunidad y la sociedad en su conjunto.

Estamos seguros/as de que esta Guía se convertirá en un referente importante que ha de


contribuir a la integración de las familias y a promover las acciones orientadas a fortalecer
la comunidad educativa, para que estas se constituyan en verdaderas comunidades de
aprendizaje.
Introducción
Introducción
La familia es fundamental en cada una de las etapas de la vida del ser humano. Esta función
es aún más determinante en los primeros años de vida, cuando se construyen los primeros
cimientos de la personalidad y de la visión del mundo. Con frecuencia los/as adultos/as no
cuentan con las herramientas necesarias para que en esta tarea alcancen un resultado
integral y óptimo.

Dada la necesidad de que los padres, madres y tutores/as reciban las orientaciones que les
permitan desempeñar de manera adecuada sus roles familiares, surge esta propuesta de la
Secretaría de Estado de Educación, que establece las Escuelas de Padres y Madres avalada
por las leyes nacionales para proteger a los niños y niñas, y en cumplimiento a las medidas
tomadas al respecto, establecidas en la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño
de las Naciones Unidas, que recomienda a los Estados la formación de los padres y madres,
como un requisito indispensable, para que los derechos de la niñez sean respetados.

La pertinencia de estas orientaciones es más observable en los momentos actuales, cuando la


exposición a las variables extrafamiliares que experimentan los niños y las niñas, producto del
indispensable contacto con otros agentes, medios de comunicación y nuevas tecnologías, se
inicia cada vez más temprano. Asimismo, el impacto de los cambios sociales exige que los/as
adultos/as puedan contar con recursos y destrezas que le permitan acompañar eficazmente
a sus hijos/as, respetando sus derechos y estimulando sus capacidades, al tiempo que
fomentan valores y actitudes propios de un sistema regido por principios democráticos.

En consecuencia, la ejecución y sostenibilidad de las Escuelas de Padres y Madres, desde los


niveles Inicial y Básico, resulta una prioridad para el Estado, con la participación entusiasta
y crítica de todos los sectores involucrados en el desarrollo de nuestros niños y niñas.

Lic. Nerys Sánchez Lic. Carmen Sánchez


Subsecretario de Estado Directora General de Educación Inicial
de Participación Comunitaria

Lic. Rosa Mena Lic. Cristina Molina


Directora General de Educación Básica Directora del Departamento de Orientación
y Psicología
¿Qué es una Escuela
de Padres y Madres?
Es un espacio que propicia la reflexión y el aprendizaje sistemáticos de padres y madres a través
del análisis de contenidos y el intercambio de experiencias acerca de aspectos fundamentales de
la crianza de sus hijos e hijas.

Las Escuelas de Padres y Madres (EPM) constituyen una experiencia de crecimiento personal y
familiar, impulsada desde el ámbito escolar, con la finalidad de fortalecer tanto el contexto fami-
liar como del escolar, en virtud del carácter interdependiente de ambos.

Las EPM no son escuelas de adultos/as, pues no están orientadas al aprendizaje de la lectura, la
escritura u otros contenidos de formación técnico-profesional. Tampoco son grupos terapéuticos,
donde se atienden las problemáticas individuales de los/as miembros. Por tanto, las situaciones y
experiencias particulares son puestas en común para el crecimiento del grupo, al tiempo que cada
padre o madre recibe y aporta alternativas para enfrentar situaciones específicas.

Más que una estructura, las EPM son programas articulados a las Asociaciones de Padres,
Madres y Amigos de las Escuelas, que favorecen la realización de los objetivos de dichas orga-
nizaciones, a través de la integración de las familias y las acciones orientadas a mejorar la
comunidad educativa.

Objetivos:
1• Contribuir a la formación y actualización de los padres y madres, para for-
talecer el papel de la familia y el sano desarrollo de los niños y las niñas.
2• Favorecer la co-participación de la familia y el equipo docente en el desa-
rrollo académico y bio-psico-social de los niños y niñas.
3• Estimular la integración de los padres y madres de la escuela, a fin de
crear redes de apoyo para las familias.

¿Quiénes pueden Participar?


Por el hecho de ser padre o madre de un/a niño/a del centro educativo, se es
miembro de la Escuela de Padres y Madres; esto incluye, por supuesto, a otras
personas de la familia nuclear o extendida, que desempeñan la función de
tutores y tutoras de los niños y niñas (abuelos/as, tíos/as y otros familiares a
cargo). Sin embargo, es importante que al comenzar el año escolar los/as
miembros reciban información acerca del programa y confirmen su interés de
participar.

La asistencia a las sesiones de la escuela es voluntaria, pero al aceptar, los


padres y madres asumen un compromiso de constancia que permita el logro
de los objetivos planteados.
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Sistema Operativo
A) Principios que Rigen las EPM:

1• Estructuración y Sistematicidad: se refiere a la integración de un


equipo responsable de la ejecución y correcta articulación de las EPM en
cada centro educativo, así como del desarrollo de un programa general
homogéneo en cuanto a: contenidos, duración y periodicidad de las
sesiones.

2• Integralidad: cada uno de los módulos que componen el programa


básico así como los contenidos complementarios que puedan ser aporta-
dos en las discusiones estarán orientados a garantizar el desarrollo bio-
psico-social de los niños y niñas y sus familias.

3• Flexibilidad: en cada sesión los padres y las madres, de acuerdo con


el equipo coordinador, podrán introducir elementos novedosos para
enriquecer las discusiones, orientar los análisis en función de sus inquie-
tudes o, adaptar temas específicos del programa a las necesidades
planteadas por el grupo.

4• Participación y Equidad: responde al derecho que tienen todos/as


los/as padres y madres a participar y ser escuchados/as como miembros
de la comunidad educativa. En el contexto de la EPM es fundamental que
todos y todas tengan oportunidad de asistir a las sesiones, aportar ideas
y presentar inquietudes, sin discriminación por sexo, grado educativo, u
otra condición.

B) Estructura y Alcance del Programa

La EPM tendrá vigencia durante todo el año escolar, a fin de que el desa-
rrollo de competencias para la vida familiar se verifique de forma para-
lela, al tiempo que los niños y niñas avanzan en el calendario escolar.
Esto permite mantener la articulación permanente de las familias al
ámbito escolar, convirtiendo ambos contextos-familia y escuela en sis-
temas de apoyo mutuo para su fortalecimiento.

El Programa se distribuye en dos (2) módulos, cada uno compuesto por


ocho (8) unidades, las cuales serán desarrolladas en dos años lectivos
consecutivos, a partir de su inicio.

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Primer año
Desarrollo del Módulo I: dirigido a todos los padres y las madres de los niveles con-
templados en el Programa. De ser necesario se formarán grupos simultáneos, de acuer-
do al tamaño de la población.

Segundo año
a) Desarrollo del Módulo II: dirigido a los padres y las madres que han completado el
Módulo I.

b) Desarrollo del Módulo I: dirigido a los padres y las madres de nuevo ingreso y
los/as que no hayan podido completar dicho módulo el año anterior.

Recomendamos dar continuidad al proceso, una vez que los padres y las madres
hayan completado los dos módulos, a través de la ejecución de Círculos de Estudio sis-
temáticos, con el propósito de profundizar en los temas ya tratados o abordar otros
relacionados con la vida familiar, así como necesidades emergentes, que el grupo
podrá proponer al inicio del tercer año.

C) Frecuencia y Duración de las Sesiones:


Cada módulo consta de ocho sesiones. Cada sesión tendrá una duración de tres horas
como máximo, alcanzando un total de 24 horas por módulo y 48 horas para el pro-
grama completo.

Proponemos espaciar las sesiones cada tres o cuatro semanas, a fin de evitar la sobrecarga
de reuniones, al tiempo que se mantiene la continuidad del proceso.

El calendario de reuniones se discutirá en la primera sesión de la EPM, para garantizar que


dichas fechas puedan ser agendadas por todos/as los/as participantes.

D) Horario:
El centro educativo fijará la fecha y hora de la sesión introductoria. El horario de las sesiones
subsiguientes podrá ser consensuado entre los/as miembros del grupo, tomando en cuenta
las necesidades de la mayoría, así como otros criterios de orden práctico.

E) Número de Participantes por Grupo:


Para garantizar la participación activa de los padres y las madres durante las sesiones de
trabajo y atendiendo a los recursos metodológicos utilizados en el Programa, se recomien-
da que el grupo no exceda los/as 40 participantes. Esto podría plantear algunos desafíos
en centros educativos de matrícula alta, en razón de que podría ser necesario la conforma-
ción de varios grupos simultáneos.

F) Registro de Asistencia:
Con el objetivo de imprimirle formalidad al proceso y fortalecer el compromiso de los/as
participantes, en cada sesión se recogerá un listado de asistencia. Esta información resulta
necesaria también para determinar los módulos completados por cada padre o madre de la
escuela, así como para fines de estadística y permitir la evaluación posterior del impacto de
la EPM.

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G) Certificación:
Al finalizar cada módulo se entregará a los padres y madres un certificado de partici-
pación, como un reconocimiento a su esfuerzo.

H) Sistema de Evaluación:
El programa contempla la aplicación de un pre-test al iniciar el primer módulo, que permitirá iden-
tificar el conocimiento general acerca de las áreas abordadas, necesidades de información y
patrones de crianza en las familias participantes. El objetivo es no solo responder a las necesidades
particulares de cada grupo, a través de la focalización de algunos temas o la ampliación de otros,
sino además, utilizar esta información para diseñar otros programas dirigidos a la formación de
padres y madres, así como para retroalimentar las políticas de prevención que tienen lugar en el
país.

Como estrategia de evaluación continua, los y las participantes realizan, al final de cada sesión, un
resumen de lo aprendido, cuyos resultados se complementan con el auto-reporte sobre las activi-
dades realizadas en el hogar.

Al término de cada módulo se estimulará la auto-evaluación de los y las participantes, acerca del
nivel de aprendizaje alcanzado; al momento de terminar el programa completo, será aplicado el
Formulario de Evaluación General, que recoge información mas general, acerca del impacto de la
EPM en la vida familiar y el contexto escolar.

III- Personal Responsable

Existen múltiples modalidades para la conducción de las escuelas de padres y madres. En


nuestro caso, hemos optado por la conformación de un Equipo Coordinador (EC), integra-
do por: el director o directora de la escuela, dos (2) padres o madres participantes en los
módulos, dos (2) miembros de la directiva de la asociación de padres y madres, así como
el/la psicólogo/a orientador/a de la escuela, como responsable del equipo.

Funciones del Equipo Coordinador:

1• Presentar y consensuar con los padres y madres el programa de la EPM,


al iniciar cada año escolar.

2• Elaborar el calendario anual de actividades.


3• Crear y desarrollar estrategias diversas, para propiciar la participación de
los padres y las madres.

4• Convocar a los padres y las madres a cada actividad.


5• Proponer y contactar a especialistas para el abordaje de temas específicos
del programa.

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6• Elaborar un informe cuatrimestral y anual acerca de la ejecución de la EPM y
presentarlo a la Dirección del Centro.

7• Mantener el flujo de información entre las actividades de la EPM y las


reuniones de docentes.

8• Asistir y apoyar el buen desenvolvimiento de las sesiones de trabajo de las


EPM.

9• Registrar los aportes de cada reunión, a fin de retomarlos en la siguiente.

Funciones del/ la Encargado/a de la EPM:

1• Contactar a profesionales externos para facilitar algunos temas programados.


2• Gestionar, con ayuda de los padres y las madres, los recursos pedagógicos
pertinentes para cada sesión.

3• Servir de enlace entre la EPM, la Dirección del Centro y el cuerpo docente.


4• Garantizar el cumplimiento del programa anual.
5• Mantener un registro de la ejecución del programa por año (listados, informes
producidos por el EC, materiales y recursos pedagógicos adquiridos o creados y
recomendaciones para los grupos subsiguientes, entre otros).

6• Fungir como facilitador/a en los encuentros de los padres y las madres, a par-
tir de los temas programados.

Facilitador/a
a) Perfil
El/la facilitador/a desempeña la función de guía y acompañante del grupo durante el progra-
ma, pero también forma parte de la dinámica que se genera entre sus miembros, como conse-
cuencia del contacto prolongado y del hecho de compartir vivencias, preocupaciones y estados
de ánimo. Por estas razones y especialmente por su carácter de asesoría en temas tan significa-
tivos y sensibles como las relaciones familiares y el desarrollo de los niños y las niñas, este papel
debe ser desempeñado por un/a profesional de la conducta, a saber: psicólogo/a, orienta-
dor/a o trabajador/a social.

Las funciones de facilitador/a y responsable de grupos o coordinador/a de la EPM pueden ser


asumidas por la misma persona o por personas distintas, todo dependende de la disponibilidad
de personal de cada centro educativo.

En cuanto a las características personales, el/la guía o facilitador/a requiere habilidades para
el manejo de procesos grupales, facilidad para comunicar y lograr empatía, disposición para
escuchar y tolerar las opiniones divergentes, así como a las diferencias individuales.

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En tal sentido, el/la guía de la EPM necesita poner en práctica los principios democráticos,
a fin de mantener el liderazgo, para favorecer la producción del grupo, pero sin resultar ser
directivo/a o dominante.

A fin de maximizar los recursos humanos disponibles y ampliar las perspectivas de la EPM,
se recomienda integrar a profesionales externos/as como facilitadores/as invitados/as,
para abordar aquellos contenidos presentes en el programa o sugeridos como complemen-
to, que sean de su especialidad.

A tales efectos, podría ser conveniente realizar un levantamiento de información y base de


datos operativa, donde se registre la presencia de algunos expertos entre los padres y
madres de los/as alumnos/as o en la comunidad, que estén dispuestos/as a apoyar la EPM,
facilitando algunas sesiones específicas o guiando a un grupo.

b) Tareas:
El/la facilitador/a tiene a su cargo la preparación previa de las sesiones, incluyendo los
materiales, equipos u otros recursos que considere útiles para el buen desarrollo del
proceso. Esta preparación también contempla la selección de fuentes bibliográficas para su
consulta o discusión en el grupo, a partir de los contenidos planteados y otros temas
complementarios.

La conducción de las reuniones es la tarea fundamental del/la facilitador/a y contempla no


solo la presentación de los contenidos, dando respuesta a las preguntas que puedan surgir,
sino también, al manejo de las técnicas participativas que estimulen el involucramiento de
todos/as los/as miembros del grupo, actuando como moderador/a durante los debates,
controlando el tiempo y promoviendo el interés de los/as participantes en la tarea.

Asimismo, tendrá bajo su responsabilidad los registros de asistencia por sesión y el reporte
de participantes que completan cada módulo, tarea en la que el resto puede tener una acti-
va participación.

Finalmente, se encargará de la aplicación de los instrumentos de evaluación que deberán ser


completados por cada miembro, prestando ayuda a aquellas personas que la requieran, para
su correcto llenado.

IV- Metodología

Para propiciar la construcción de conocimientos, es preciso garantizar la participación real


y eficaz de los/as miembros del grupo y partir de lo conocido por ellos y ellas. Esto se logra
a través de estrategias y recursos metodológicos orientados a estimular la reflexión, la expre-
sión abierta de experiencias, ideas e inquietudes, en un marco de aceptación y respeto
mutuo.

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En este sentido, los contenidos son presentados de forma ordenada y dinámica, ampliando
recursos e insumos que motiven la discusión. Las técnicas sugeridas serán detalladas en el
acápite correspondiente a la agenda de cada sesión, e incluyen trabajo en grupos, análisis de
lecturas breves, juego de roles, discusión de casos, ejercicios de integración y dinámicas
grupales, entre otros. Sin embargo, estos recursos serán ampliados o modificados de acuerdo
al criterio del/la facilitador/a y los/as participantes.

La agenda de cada sesión incluye una presentación de los temas, participación del grupo,
ejercicios guiados y asignación de tareas prácticas para ser realizadas en el hogar, cuyos
resultados serán comentados al inicio de la siguiente sesión.

• Condiciones que favorecen el aprendizaje de las personas adultas.


Dado que los grupos de adultos/as representan distintos desafíos para el/la facilitador/a,
resulta conveniente tomar en cuenta algunos elementos, considerados por los/as especialistas
en esta materia como factores que contribuyen a aumentar el desempeño de este grupo pobla-
cional.

• Un ambiente que favorezca la participación genuina.


El/la facilitador/a habrá de tener en cuenta dejar el mayor espacio posible a los aportes del
grupo. El conocimiento suele venir casi siempre de las propias personas que cuentan con una
experiencia.

• Un proceso que permita a las personas descubrir y expresar sus necesidades reales.
Por lo general no nos interesamos sino en lo que nos afecta de manera directa. Resulta prácti-
camente inútil imponer a un proyecto cuando este no responde a sus verdaderas necesidades e
intereses, tal como éste las percibe y las expresa. Aún cuando el programa de la EPM es el
resultado de consultas previas, conviene estimular durante su ejecución la actitud del grupo
participante, a fin de que lo hagan verdaderamente suyo.

• Un proceso que aproveche las ideas, los sentimientos y el estilo de cada persona, y que
acepte las diferencias de opiniones como algo bueno y constructivo.
Cuanto más perciben las personas que se aprecian sus ideas en el grupo, mejor funcionan en
él. Por otra parte, cuanto más diversificadas son estas contribuciones, mayores son las proba-
bilidades de que el proceso se enriquezca y dé frutos. Un ambiente que propicie la libre expre-
sión de opiniones y sentimientos, sin que las personas se sientan humilladas o molestas, es un
factor sumamente positivo para el aprendizaje. Esta libertad enseña a los/as miembros del
grupo algo fundamental: tener confianza en sí mismos/as.

• Un proceso que reconozca a las personas el derecho a equivocarse.


El error forma parte de todo proceso de aprendizaje. Muchas veces se aprende tanto equivocán-
dose como acertando; lo cual exige que los errores, aunque se corrijan, no sean penalizados
de ninguna forma.

• Un proceso que dé tiempo para aprender.


Cuando nos ponemos tensos/as tratando de llegar enseguida al resultado esperado, o cuando
el/la facilitador/a apresura la respuesta correcta (o supuestamente correcta), entonces no
aprendemos a pensar por nosotros/as mismos/as. Tal vez memoricemos informaciones, pero no
aprenderemos a aprender.

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• Un proceso que promueva la auto-evaluación grupal e individual.
Cuando tenemos la posibilidad de juzgarnos aprendemos siempre mucho más que sometién-
donos únicamente a la evaluación del/la facilitador/a.

• Un proceso en el que la persona se sienta aceptada.


Cuando alguien percibe que le han obligado a cambiar se siente profundamente rechaza-
do/a, a la vez que bloquea toda posibilidad de aprendizaje. Por el contrario, cuando una
persona puede expresar libremente sus propios valores, se abre también a lo nuevo, pues no
se siente forzada o constreñida.

Partiendo de estas ideas generales acerca de las necesidades de los/as adultos/as en los
grupos de aprendizaje, detallamos a continuación algunos elementos que pueden contribuir
a mantener el carácter participativo de la EPM.

Elementos de una Metodología Activa

• Curiosidad y creatividad
Cuando la metodología es realmente participativa, genera la capacidad de buscar solu-
ciones colectivas nuevas, y analizar los procesos desde diversos ángulos, una experiencia
creativa que enriquece infinitamente a todos/as los/as participantes.

Para mantener este elemento vivo en el grupo, es necesario conducir el proceso de forma que
las personas se vayan involucrando y descubriendo por sí mismas las alternativas, evitando
la tentación de darles toda la información desde el principio, e integrándolas en actividades
en las que todo está previamente establecido.

• Contextualización
Los/as participantes deben percibir que el programa tiene relación con su vida familiar, y
que sus intereses, preocupaciones y expectativas son tomados en cuenta en el desarrollo de
los temas. Solo de ese modo se sentirán involucrados/as.

• Atención a la persona
Al pensar en una metodología activa de las EPM es necesario atender a las particularidades
de cada persona, no para responder a todas sus necesidades, sino para aprovechar sus
recursos personales en beneficio del proceso.

• Consolidación del grupo


Cuando se utiliza una metodología participativa, el grupo se constituye en un sistema de
apoyo para las personas, por tanto, no solo se aprenden contenidos y actitudes, sino tam-
bién se aprenden maneras de vivir, participar y comunicarse. Independientemente del tema
que se trate, se va construyendo un sentido de pertenencia que luego puede generalizarse a
otros contextos.

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Expresión espontánea

Una de las mayores garantías de que se está usando una buena metodología activa en las EPM
es la oportunidad que cada una tiene para comunicar sus ideas, sentimientos y poner en prác-
tica sus habilidades. Por ello, una escuela participativa promueve el uso de técnicas diversas,
de tal forma que cada uno/a encuentre el mejor modo de comunicarse: estrategias verbales,
juegos, trabajos manuales, canciones, discusiones, teatro y actividades en pequeños grupos. Lo
que importa es que cada persona se exprese de la manera que le resulte más cómoda.

• Reflexión
La metodología activa no consiste en desarrollar muchas actividades; a un activismo sin efica-
cia, pues no aporta nada a la madurez del grupo. La metodología activa implica estimular la
reflexión individual y grupal, a fin de que los contenidos propuestos puedan ser internalizados
y contribuyan al crecimiento de los y las participantes.

• Normas de participación
Con el propósito de asegurar el aprovechamiento de las intervenciones del grupo y optimizar
el tiempo de cada sesión, el/la facilitador/a podrá proponer al inicio del módulo algunas
reglas de participación, sometiéndolas a discusión para ser aprobadas o enriquecidas por los
padres y las madres. Nos permitimos sugerir algunas a modo de ejemplo, entendiendo que
cada grupo podrá elaborar aquellas que respondan a sus necesidades particulares.

1• Iniciar y terminar la sesión puntualmente.


2• Evitar las intervenciones o preguntas muy prolongadas.
3• Contribuir a obtener resultados concretos en los trabajos grupales y
otras actividades prácticas.

V- Materiales y Recursos Pedagógicos


Para cada sesión, el grupo deberá disponer de algunos materiales básicos, tales como cartuli-
nas, tarjetas, lápices, marcadores, hojas de papel y pizarra. El desarrollo de algunas unidades
requiere además acceso a revistas, recortes de periódico y fotografías, entre otros materiales.

En adición a estos, el/la o los/as facilitadores/as, así como los/as miembros del grupo podrían
sugerir, crear o gestionar otros recursos que enriquezcan y dinamicen el programa. Entre los
que pueden sugerirse están:

> Análisis de casos hipotéticos.


> Videos educativos.
> Películas y series de TV pre-grabadas para su análisis.
> Ejercicios y dinámicas grupales.
> Paneles de discusión integrados por los mismos padres y madres.
> Conferencias dictadas por expertos/as.
> Lectura y discusión de material bibliográfico seleccionado,
(libros, revistas, recortes de periódico, artículos localizados en Internet...).

Una tarea muy importante en esta fase es la discusión del programa con la Asociación de
Padres, Madres y Amigos/as de la Escuela, quienes constituyen actores/as fundamentales en su
ejecución y sostenibilidad.
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VI- Cómo Iniciar la Escuela de Padres y Madres

1• Preparación:
El proceso de ejecución de la EPM incluye diferentes momentos. Se inicia con la fase
preparatoria, en la cual resulta fundamental la participación activa de la Dirección del
Centro Educativo, el personal del Área de Orientación y Psicología, así como otros/as
agentes que sean considerados claves para impulsar el proceso. El objetivo es crear una
plataforma de acciones sobre la cual se instalará la EPM.

Uno de los primeros pasos es la identificación del Equipo Coordinador (que tendrá a su
cargo la organización), así como la selección del/la Encargado/a y Facilitador/a, y quien
requerirá conocer de manera amplia el programa y articularlo con las demás acciones y
estrategias que pudiera estar desarrollar la escuela.

Esta etapa también incluye reuniones con el cuerpo docente, a fin de que todos/as se fami-
liaricen con la iniciativa. Además, la puedan integrar a su interacción con las familias y,
sobre todo, puedan aportar ideas y recomendaciones para ponerla en práctica.

Es necesario que todos los sectores, en los distintos niveles de decisión del centro educativo
conozcan la estrategia, sus alcances y lo que se espera de cada uno/a, a fin de crear un
verdadero equipo, aun cuando por razones prácticas no todos/as estarán involucrados/as
en su desarrollo.

La fase de preparación es el momento ideal para definir y coordinar los aspectos logísticos
que implica la puesta en marcha de la EPM, tales como selección y ambientación del espa-
cio físico en el que se llevarán a cabo las reuniones, los materiales, equipos y otros recursos
necesarios para el desarrollo de las sesiones de trabajo, el diseño de registros de asisten-
cia, sistema de archivo a utilizar, así como las estrategias que serán utilizadas en la etapa
de convocatoria, entre otros elementos.

El área física que se escoja para las reuniones con los padres y madres, dependerá en primer
lugar de la disponibilidad que tenga la escuela. No se requiere un salón destinado exclusi-
vamente a estos fines. No obstante, es importante contar con un espacio no demasiado
abierto, para favorecer la concentración y la privacidad, bien ventilado e iluminado, que
disponga de asientos adecuados para adultos/as y donde los/as participantes puedan
distribuirse en pequeños grupos de trabajo.

Asimismo, conviene ambientar la sala con algunos materiales (carteles, dibujos, fotografías),
alegóricos a los temas que serán tratados, y los cuales pueden ser elaborados por el EC, con
ayuda de otros/as padres y madres participantes.

Estos recursos visuales, además de hacer el espacio más acogedor y adecuado,


contribuyen a estimular en el grupo el sentido de continuidad y pertenencia, que, como sabe-
mos, favorece la efectividad de los procesos que tendrán lugar allí.

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2• Convocatoria:

Esta segunda fase es determinante para el éxito de la EPM e implica la planificación y puesta
en marcha de una estrategia de difusión amplia, en términos de tiempo y cobertura, articula-
da con las estructuras de enlace entre la familia y la escuela, con que cuenta el sistema educa-
tivo. En adición, podría ser útil la conformación de un pequeño comité, integrado por
algunos/as padres y madres con reconocido liderazgo, que estén dispuestos/as a colaborar en
la promoción.

El objetivo es que todos los padres y las madres conozcan con antelación todo lo concerniente
a la apertura de la EPM en el centro educativo al que asisten sus hijos/as. Se recomienda que
las familias sean informadas durante el período de inscripción o reinscripción, de la planifi-
cación para el año siguiente.

La participación en la capacitación debe ser presentada como parte de los compromisos y benefi-
cios que adquiere la familia por el hecho de que sus hijos/as estudien en el centro educativo.

El primer día de clases es momento propicio para abrir formalmente la convocatoria, a través
de los recursos previamente diseñados por el equipo para garantizar que la información sea
recibida.

• Alternativas a considerar para este propósito:

Elaboración y distribución de una hoja informativa, que incluya una breve descripción de
la EPM, lo que se espera de los padres y madres en términos de participación, así como
la fecha de la sesión inicial.

Habilitar, con la participación de los/as maestros/as, un libro de registro en cada aula y


estimular a los padres y madres a inscribirse en los momentos en que asisten a realizar
alguna gestión o a conversar con los/as docentes.

Colocación de carteles y avisos llamativos en lugares estratégicos de la escuela y áreas


circundantes.

Información verbal, difundida en actos de bandera, actividades de inicio de curso medios


de comunicación locales.

Circulares de recordatorio, enviadas a las familias a través de los niños y niñas.

Cuando sea posible, realizar llamadas telefónicas para confirmar asistencia, o establecer
contacto por las vías apropiadas para cada comunidad o grupo.

Otras estrategias a utilizar podrían ser decididas por cada centro educativo, a partir de
las características de su población, zona geográfica y recursos disponibles.

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Contenido
del Programa
Módulo I

Unidad 1 ¿Por qué una escuela de padres y madres?..................................... 43


Unidad 2 La relación familia escuela.............................................................. 47
Unidad 3 El desarrollo de los/as niños/as: Etapas, características
y necesidades.................................................................................51
Unidad 4 La familia como contexto natural del desarrollo................................57
Unidad 5 Fortaleciendo la autoestima de nuestros niños/as............................. 63
Unidad 6 La disciplina como aprendizaje familiar........................................... 69
Unidad 7 Prevención del abuso físico y psicológico en los/as niños/as............ 73
Unidad 8 Cómo proteger a nuestros/as hijos/as del abuso sexual................... 79

Módulo II

Unidad 1 La comunicación familiar.................................................................83


Unidad 2 Transmisión de valores en la familia................................................ 87
Unidad 3 Importancia de la participación social y el juego en el desarrollo
de los/as niños/as......................................................................... 93
Unidad 4 La familia frente a los medios de comunicación y las nuevas
tecnologías...................................................................................101
Unidad 5 Prevención de la violencia conyugal y otras formas de violencia
intrafamiliar..................................................................................105
Unidad 6 El papel de la familia en el desarrollo psicosexual de los niños
y las niñas....................................................................................111
Unidad 7 Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes. Ley 136-03..............117
Unidad 8 La familia actual: desafíos y recursos..............................................137
Referencias...................................................................................141

21
Agendas para las
Secciones de trabajo
Módulo I

22
Agendas
Para las Sesiones de Trabajo

Módulo I
Sesión 1: ¿Por Qué una Escuela de Padres y Madres?

Actividad Procedimiento Tiempo Materiales/


Temática (minuto) Recursos
Registro de los/as Circular hoja de inscripción. Colocar los nombres en tarjetas Hojas impresas, para
participantes a cada participante. 10 min. recoger datos generales,
y tarjetas
- Bienvenida a- Palabras de bienvenida y reconocimiento del esfuerzo 15 min. Hoja impresa con
-Aplicación realizado por los/as participantes al asistir. Explicar brevemente pre-test
de pre-test el motivo de la reunión
c - Distribuir el pre-test para ser completado.
Ejercicio de Técnica: expectativas y temores. En entrevistas mutuas se les pide a los/as 30 min.
presentación participantes que se reúnan en grupos, eligiendo a personas que no
conozcan muy bien. Cada uno/a le preunta al/la otro/a su nombre,
qué espera del encuentro y qué no le gustaría que pasara. Luego cada
miembro de la pareja compartirá con el grupo lo que le ha dicho su
compañero/a.
Introducción a) Dividir en grupos al azar, de no más de 8 personas cada uno, 50 min. Papel y lápiz para
Unidad 1: para discutir y responder a la pregunta: cada grupo; pizarra y
¿Por qué crear ¿Qué es una escuela de padres y madres? tiza, para escribir la
una escuela de En un primer momento los grupos discuten sin leer el contenido primera pregunta.
padres de la unidad; después se les pide que lean y respondan a las Copia de la Carpeta
y madres? preguntas planteadas. para Padres y Madres
b) Plenaria: cada grupo, representado por uno/a se sus
miembros, presentara sus conclusiones a la sala.
c) Puntualizaciones del/la facilitador/a.
Receso 10 min.
Presentación de 1- En cartulina o transparencias el/la facilitador/a presenta 15 Pizarra, cartulina,
los objetivos de la los elementos conceptuales, objetivos y metodología de la EPM; explica marcadores y
EPM y reglas de cada uno y estimula los comentarios de los/as transparencias.
participación participantes en cada paso.
2- Presentar reglas básicas, discutirlas y ampliarlas con el grupo.

Presentación En la pizarra, cartulina o transparencias, se presentan las unidades que 15


programa componen el Módulo I, sin profundizar en los contenidos.
Módulo I Se procede entonces a recoger de manera verbal las impresiones de los
padres y madres acerca del programa.

Abrir la dicusión, Presentando al grupo más de una alternativa, acerca del día y la hora
dirigida a definir más convenientes para las reuniones. El/la facilitador/a procurará
el calendario y escuchar las distintas opiniones y definir lo más conveniente para la
horario de las mayoría, promoviendo los acuerdos y compromisos necesarios para
próximas garantizar la asistencia.
sesiones
Asignación Se les pedirá a los padres y las madres que observen las situaciones en
de tareas las que les resulta más difícil desempeñar su papel frente a sus hijos/as,
para compartir sus ideas en la próxima sesión.
Resumen y cierre a) Conformación del comité de evaluación del día (se solicita a dos volun-
tarios/as del grupo que en una reunión de 5 minutos se pongan de
acuerdo para resumir los aspectos más importantes de la sesión, conclu-
siones que se presentarán al grupo de inmediato).
El/la facilitador/a agradece la participación de los padres y madres,
solicitando a un/a voluntario/a del grupo que pronuncie unas breves
palabras de cierre.

23
Agendas
Para las Sesiones de Trabajo

Módulo I
Sesión 2: La Relación Familia-Escuela

Actividad Procedimiento Tiempo Materiales/


Temática (minuto) Recursos
Recibimiento, Palabras de bienvenida. Hojas impresas, para
registro de Sumario de la sesión anterior. 10 min. recoger datos generales,
asistencia Circulación del listado de asistentes. y tarjetas

Revisión Se les pide a los miembros del grupo que comenten los resultados 20 min. Hoja impresa con
de tareas de la actividad asignada en la sesión pasada pre-test

Los/as participantes se reúnen en grupos formados al azar de no 30 min. Copia Carpeta de Padres
más de 8 personas, para leer y comentar cada tema. El material y Madres
puede ser dividido en secciones, a fin de que cada grupo se ocupe de
una parte

Plenaria Al finalizar, los grupos eligen a su representante, que explicará a 50 min. Papel y lápiz para cada
la audiencia los comentarios y opiniones discutidos grupo; pizarra y tiza,
para escribir la primera
pregunta.
Copia de la Carpeta
para Padres y Madres

Presentar de manera verbal los contenidos de la Unidad, explicando 10 min.


cada uno con algún apoyo visual. Después de cada subtema se reser-
vará un breve tiempo para la participación del grupo, a fin de respon-
der inquietudes o integrar otros aportes

Receso 10 min.

Dinámica de Se abre un espacio de análisis entre los participantes, acerca 15 min.


participación de los conceptos presentados

Discusión general Se abre un espacio de análisis entre los participantes, acerca 15 min.
con el grupo de los conceptos presentados

Asignación Se les pedirá a los padres y las madres que observen las situaciones 15 min.
de tareas en las que les resulta más difícil desempeñar su papel frente a sus
hijos/as, para compartir sus ideas en la próxima sesión.
Resumen y cierre a) Conformación del comité de evaluación del día (se solicita a dos 15 min.
voluntarios/as del grupo que en una reunión de 5 minutos se pon-
gan de acuerdo para resumir los aspectos más importantes de la
sesión, conclusiones que se presentarán al grupo de inmediato).
El/la facilitador/a agradece la participación de los padres y madres,
solicitando a un/a voluntario/a del grupo que pronuncie unas breves
palabras de cierre.

24
Agendas
Para las Sesiones de Trabajo

Módulo I
Sesión 3: El desarrollo del/la niño/a: Etapas, características
y necesidades
Actividad Procedimiento Tiempo Materiales/
Temática (minuto) Recursos
Recibimiento Palabras de bienvenida. Hojas impresas, para
y registro de Sumario de la sesión anterior. 10 min. recoger datos generales,
asistencia Circulación del listado de asistentes. y tarjetas

Revisión Se les pide a los/as miembros del grupo que comenten los resultados 20 min.
de tareas de la actividad asignada en la sesión pasada

Lectura de los Los/as participantes se reúnen en grupos formados al azar, de no más 20 min. Copia Carpeta de
contenidos de la de 8 personas, para leer y comentar cada tema. El material puede ser Padres y Madres
Unidad 3 dividido en secciones, a fin de que cada grupo se ocupe de una parte (Unidad 3)

Plenaria Al finalizar, los grupos eligen a su representante quien explicará a la 20 min.


audiencia los comentarios y opiniones discutidos

Presentación de Presentar de manera verbal los contenidos de la Unidad, explicando 30 min. Pizarra, cartulina,
la Unidad 3: cada uno con algún apoyo visual. Después de cada subtema se reservará marcadores y
El desarrollo del un breve tiempo para la participación del grupo, para responder transparencias
niño/a inquietudes o integrar otros aportes.

Receso 10 min.
Dinámica de Expresión gráfica: se les pide a los/as participantes que representen con 30 min.
participación dibujos, gráficos, palabras o frases, la etapa en que se encentran sus
hijos ahora, identificando sus características, necesidades y preferencias.
Luego en plenaria, algunos/as voluntarios/as podrían presentar sus
trabajos a la audiencia.

Discusión general Se abre un espacio de análisis entre los participantes, acerca 20 min.
con el grupo de los conceptos presentados

Asignación Hasta la próxima sesión los/as participantes pondrán en práctica las 10 min.
de tareas recomendaciones para ayudar en el desarrollo emocional e intelectual
de sus hijos/as, según la etapa

Resumen y cierre a) Conformación del comité de evaluación del día y presentación de sus 10 min.
conclusiones al grupo.
b) Se pide a otro/a de los/as participantes que cierre la sesión
y recuerde la fecha del próximo encuentro

25
Agendas
Para las Sesiones de Trabajo

Módulo I
Sesión 4: La Familia como Contexto Natural
del Desarrollo

Actividad Procedimiento Tiempo Materiales/


Temática (minuto) Recursos
Recibimiento, Palabras de bienvenida. Hojas impresas, para
registro de Sumario de la sesión anterior. 10 min. recoger datos generales,
asistencia Circulación del listado de asistentes y tarjetas

Revisión Se les pide a los miembros del grupo que comenten los resultados 20 min. Hoja impresa con
de tareas de la actividad asignada en la sesión pasada pre-test

Los/as participantes se reúnen en grupos formados al azar de no más 30 min. Copia Carpeta de
de 8 personas, para leer y comentar cada tema. El material puede ser Padres y Madres
dividido en secciones, a fin de que cada grupo se ocupe de una parte

Plenaria Al finalizar, los grupos eligen a su representante, que explicará a la 50 min. Papel y lápiz para
audiencia los comentarios y opiniones discutidos cada grupo; pizarra y
tiza, para escribir la
primera pregunta.
Copia de la Carpeta
para Padres y Madres

Presentar de manera verbal los contenidos de la Unidad, explicando 10 min.


cada uno con algún apoyo visual. Después de cada subtema se reservará
un breve tiempo para la participación del grupo, a fin de responder
inquietudes o integrar otros aportes

Receso 10 min.

Dinámica de Se abre un espacio de análisis entre los participantes, acerca 15 min.


participación de los conceptos presentados

Discusión general Se abre un espacio de análisis entre los participantes, acerca 15 min.
con el grupo de los conceptos presentados

Asignación Se les pedirá a los padres y las madres que observen las situaciones en 15 min.
de tareas las que les resulta más difícil desempeñar su papel frente a sus hijos/as,
para compartir sus ideas en la próxima sesión.
Resumen y cierre a) Conformación del comité de evaluación del día (se solicita a dos volun- 15 min.
tarios/as del grupo que en una reunión de 5 minutos se pongan de
acuerdo para resumir los aspectos más importantes de la sesión, conclu-
siones que se presentarán al grupo de inmediato).
El/la facilitador/a agradece la participación de los padres y madres,
solicitando a un/a voluntario/a del grupo que pronuncie unas breves
palabras de cierre.

26
Agendas
Para las Sesiones de Trabajo

Módulo I
Sesión 5: Fortaleciendo la Autoestima de Nuestros Niños
y Niñas

Actividad Procedimiento Tiempo Materiales/


Temática (minuto) Recursos
Recibimiento, Circular hoja de inscripción. Colocar los nombres en tarjetas 10 min. Hoja de papel para
registro de a cada participante registro de asistencia
asistencia

Revisión Se les pide a los/as miembros del grupo que comenten los resultados 20 min.
de tareas de la actividad asignada en la sesión pasada

Los/as participantes se reúnen en grupos formados al azar de no más 20 min. Copia Carpeta de
de 8 personas, para leer y comentar cada tema. El material puede ser Padres y Madres
dividido en secciones, a fin de que cada grupo se ocupe de una parte

Plenaria Al finalizar, los grupos eligen a su representante, que explicará a la 20 min.


audiencia los comentarios y opiniones discutidos.

Presentar de manera verbal los contenidos de la Unidad, explicando 30 min.


cada uno con algún apoyo visual. Después de cada subtema se reservará
un breve tiempo para la participación del grupo, a fin de responder
inquietudes o integrar otros aportes

Receso 10 min.

Dinámica de a) Reunión instantánea: se pide a los/as participantes que busquen 30 min.


participación rápidamente a dos personas del grupo para conversar durante 3 minutos
acerca de las cualidades positivas de sus hijos/as.
b) Plenaria: pasado este tiempo los padres y madres vuelven a su lugar
y explican a todo el grupo lo que escucharon durante el ejercicio

Discusión general Se abre un espacio de análisis entre los participantes, acerca 20 min.
con el grupo de los conceptos presentados

Asignación Hasta la próxima sesión los/as participantes pondrán en práctica los 10 min.
de tareas métodos aprendidos para mejorar la autoestima de sus hijos/as

Resumen y cierre a) Conformación del comité de evaluación del día y presentación de sus 10 min.
conclusiones al grupo.
b) Se pide a otro/a de los/as participantes que cierre la sesión
y recordar la fecha del próximo encuentro

27
Agendas
Para las Sesiones de Trabajo

Módulo I
Sesión 6: La Disciplina Como Aprendizaje Familiar

Actividad Procedimiento Tiempo Materiales/


Temática (minuto) Recursos
Recibimiento, Palabras de bienvenida. Hojas impresas, para
registro de Sumario de la sesión anterior. 10 min. recoger datos generales,
asistencia Circulación del listado de asistentes y tarjetas

Revisión Se les pide a los/as miembros del grupo que comenten los resultados 20 min.
de tareas de la actividad asignada en la sesión pasada

Los/as participantes se reúnen en grupos formados al azar de no más 20 min. Copia Carpeta de
de 8 personas, para leer y comentar cada tema. El material puede ser Padres y Madres
dividido en secciones, a fin de que cada grupo se ocupe de una parte

Plenaria Al finalizar, los grupos eligen a su representante, que explicará a la 20 min.


audiencia los comentarios y opiniones discutidos

Presentar de manera verbal los contenidos de la Unidad, explicando 30 min. Pizarra, cartulina,
cada uno con algún apoyo visual. Después de cada subtema se reservará marcadores,
un breve tiempo para la participación del grupo, a fin de responder transparencias
inquietudes o integrar otros aportes o papelógrafo.

Receso 10 min.

Dinámica de a) Encuesta: cada participante deberá encuestar a 3 personas del grupo 30 min.
participación preguntándole cuales son los métodos de disciplina con que obtiene
mejores resultados en la educación de sus hijos/as.
b) Plenaria: Los padres y madres presentan al grupo los resultados
de su encuesta

Discusión general Se abre un espacio de análisis entre los/as participantes, acerca 20 min.
con el grupo de los conceptos presentados

Asignación Hasta la próxima sesión los/as participantes pondrán en práctica 10 min.


de tareas estrategias de disciplina positivas aprendidas en la sesión

Resumen y cierre a) Conformación del comité de evaluación y presentación de sus 10 min.


conclusiones al grupo.
b) Se solicita a otro/a de los/as participantes que cierre la sesión
y recuerde la fecha del próximo encuentro

28
Agendas
Para las Sesiones de Trabajo

Módulo I
Sesión 7: Prevención del Abuso Físico y Psicológico
en los Niños y Niñas

Actividad Procedimiento Tiempo Materiales/


Temática (minuto) Recursos
Recibimiento, Palabras de bienvenida. Hojas impresas, para
registro de Sumario de la sesión anterior. 10 min. recoger datos generales,
asistencia Circulación del listado de asistentes y tarjetas

Revisión Se les pide a los/as miembros del grupo que comenten los resultados 20 min.
de tareas de la actividad asignada en la sesión pasada

Dinámica de a) Se pide a los/as participantes que con los ojos cerrados traten de 10 min.
introspección recordar una situación en la cual alguien les trató mal en la infancia,
cómo se sintió y cómo reaccionó.
b) Plenaria: las personas que lo deseen pueden comentar su experiencia
con el grupo

Trabajo grupal: Los/as participantes se reúnen en grupos formados al azar de no 20 min. Copia de la Carpeta
Lectura de los más de 8 personas, para leer y comentar cada tema. El material para Padres y Madres
contenidos de la puede ser dividido en secciones, a fin de que cada grupo
Unidad 7 se ocupe de una parte

Plenaria Al finalizar, los grupos eligen a su representante, que explicará a la 20 min.


audiencia los comentarios y opiniones discutidos

Receso 10 min.

Presentación Presentar de manera verbal la primera parte de los contenidos de la 30 min. Pizarra, cartulina,
Unidad 7: Unidad, explicando cada uno con algún apoyo visual. Después de cada marcadores,
Prevención del subtema se reservará un breve tiempo para la participación del grupo, a transparencias
abuso físico fin de responder inquietudes o integrar otros aportes. o papelógrafo
y psicológico

Discusión general Se abre un espacio de análisis entre los participantes, acerca 20 min.
con el grupo de los conceptos presentados

Asignación Hasta la próxima sesión, los/as participantes pondrán en práctica 10 min.


de tareas formas de corrección que no lesionen física y psicológicamente
a sus hijos/as

Resumen y cierre a) Conformación del comité de evaluación y presentación de sus 15 min.


conclusiones al grupo.
b) Se solicita a otro/a de los/as participantes que cierre la sesión
y recuerde la fecha del próximo encuentro

29
Agendas
Para las Sesiones de Trabajo

Módulo I
Sesión 8: Cómo Proteger a Nuestros Hijos e Hijas
del Abuso Sexual

Actividad Procedimiento Tiempo Materiales/


Temática (minuto) Recursos
Recibimiento, Palabras de bienvenida. Hojas impresas, para
registro de Sumario de la sesión anterior. 10 min. recoger datos generales,
asistencia Circulación del listado de asistentes y tarjetas

Revisión Se les pide a los/as miembros del grupo que comenten los resultados 20 min.
de tareas de la actividad asignada en la sesión pasada

Trabajo grupal: Los/as participantes se reúnen en grupos formados al azar de no más 20 min. Copia Carpeta de
Lectura de los de 8 personas, para leer y comentar cada tema. El material puede ser Padres y Madres
contenidos de la dividido en secciones, a fin de que cada grupo se ocupe de una parte
Unidad 8

Plenaria Al finalizar, los grupos eligen a su representante, que explicará a la 20 min.


audiencia los comentarios y opiniones discutidos

Presentación Presentar verbalmente los contenidos de la Unidad, explicando cada uno 10 min. Pizarra, cartulina,
Unidad 8: con algún apoyo visual. Después de cada subtema se reservara un breve marcadores,
¿Cómo proteger tiempo para la participación del grupo, a fin de responder inquietudes o transparencias
a nuestros/as integrar otros aportes o papelógrafo
hijos/as del
abuso sexual?

Receso 10 min.

Dinámica de Con el grupo dividido en dos subgrupos se le pide a una parte que pre- 30 min. Periódicos, cartulina,
participación pare una presentación con dibujos, recortes de periódico u otros recursos marcadores, lápices de
acerca de las consecuencias del abuso sexual en los/as niños/as. El colores y papelógrafo
segundo subgrupo preparará un mural con mensajes de prevención del
abuso sexual, utilizando recursos visuales

Discusión general Se abre un espacio de análisis entre los participantes, acerca 20 min.
con el grupo de los conceptos presentados

Asignación Los/as participantes pondrán en práctica las estrategias aprendidas para 10 min.
de tareas enseñar a los/as niños/as a autoprotegerse del abuso sexual. Dado que
esta tarea no será compartida con el grupo, conviene hacer énfasis
en su realización
Evaluación de la a) Conformación del comité de evaluación de esta sesión y presentación 30 min. Formulario de
sesión y del de sus conclusiones al grupo. Evaluación
módulo I. b) Aplicación del formulario de evaluación del módulo
Cierre Módulo I c) El Equipo Coordinador procede a entregar los certificados Certificados de
Entrega de de participación. participación
certificados d) El Equipo Coordinador procede a cerrar formalmente los trabajos del
Módulo I, estimulando la participación en la siguiente etapa
del entrenamiento

30
31
Agendas para las
Secciones de trabajo
Módulo II

32
Agendas
Para las Sesiones de Trabajo

Módulo II
Sesión 1: La Comunicación Familiar

Actividad Procedimiento Tiempo Materiales/


Temática (minuto) Recursos
Registro de Circular hoja de inscripción. Hojas impresas, para
participantes Colocar los nombres en tarjetas a cada participante 10 min. recoger datos generales,
y tarjetas

- Bienvenida a) Palabras de bienvenida y reconocimiento del esfuerzo realizado por 15 min. Hoja impresa con
e introducción los/as participantes al asistir al segundo módulo del entrenamiento. pre-test
b) Explicar brevemente el motivo de la reunión

Ejercicio de Técnica: expectativas y temores: en entrevistas mutuas se le pides a los/as 30 min.


presentación participantes que se reúnan en grupos dos eligiendo a personas que no
Sumario conozcan muy bien. Cada uno/a le pregunta al/a la otro/a su nombre,
Módulo I qué espera de este nuevo período y qué no le gustaría que pasara.
Luego, cada miembro de la pareja compartirá con el grupo lo que
le ha dicho su compañero/a.
Solicitar al grupo compartir lo que recuerdan del Módulo I

Introducción a) Dividir en grupos formados al azar, de no más de 8 personas 50 min. Papel y lápiz para
Unidad 1: cada uno, para discutir el tema. En un primer momento los grupos cada grupo; pizarra y
La comunicación discuten sin leer el contenido de la unidad. Después se les pide que tiza, para escribir la
familiar lean y respondan a las preguntas planteadas. primera pregunta.
b) Plenaria: cada grupo representado por uno/a de sus miembros Copia de la Carpeta
presentará sus conclusiones a la sala. para Padres y Madres
c) Puntualizaciones del/la facilitador/a

Receso 10 min.

Presentación de 1- En cartulina o transparencias el/la facilitador/a presenta los elemen- 15 min. Pizarra, cartulina,
los objetivos de la tos conceptuales y objetivos de la EPM; explicando cada uno y estimulan-
do los comentarios de los/as participantes en cada paso. marcadores
EPM y Reglas 2- Presentar reglas básicas, discutirlas y ampliarlas con el grupo y transparencias.
de participación

Presentación En la pizarra, cartulina o transparencias, se presentan las unidades que 15 min. Pizarra, cartulina,
programa componen el Módulo I, sin profundizar en los contenidos. marcadores
Módulo II Se procede entonces a recoger de manera verbal las impresiones de los y transparencias.
padres y madres acerca del programa

Abrir discusión Presentando al grupo más de una alternativa, acerca del día y la hora 15 min.
dirigida a definir más convenientes para las reuniones, el/la facilitador/a procurará
Calendario y escuchar las distintas opiniones y definir lo más conveniente para la
horario de mayoría, promoviendo los acuerdos y compromisos necesarios para
próximas garantizar la asistencia
sesiones
Asignación Se les pedirá a los padres y las madres que observen el tipo 5 min.
de tareas de comunicación que predomina en sus familias, para compartir
sus ideas en la próxima sesión

Resumen y cierre a) Conformación del comité de evaluación del día. Se solicita a dos vol- 15 min.
untarios/as del grupo que en una reunión de 3 minutos se pongan de
acuerdo para resumir los aspectos más importantes de la sesión; conclu-
siones que se presentarán al grupo de inmediato.
El/la facilitador/a agradece la participación de los padres y madres,
solicitando a un/a voluntario/a del grupo que pronuncie unas breves
palabras de cierre

33
Agendas
Para las Sesiones de Trabajo

Módulo II
Sesión 2: Transmisión de Valores en la Familia

Actividad Procedimiento Tiempo Materiales/


Temática (minuto) Recursos
Recibimiento, Palabras de bienvenida. Hojas impresas, para
registro de Sumario de la sesión anterior. 10 min. recoger datos generales,
asistencia Circulación del listado de asistentes y tarjetas

Revisión Se les pide a los/as miembros del grupo que comenten los resultados 20 min.
de tareas de la actividad asignada en la sesión pasada

Trabajo grupal: Los/as participantes se reúnen en grupos formados al azar de no más 20 min. Copia Carpeta de
Lectura de los de 8 personas, para leer y comentar cada tema. El material puede ser Padres y Madres
contenidos de la dividido en secciones, a fin de que cada grupo se ocupe de una sección
Unidad 2

Plenaria Al finalizar, los grupos eligen a su representante, que explicará a la 20 min.


audiencia los comentarios y opiniones discutidos

Presentación Presentar de manera verbal los contenidos de la Unidad, explicando 20 min. Pizarra, cartulina,
Unidad 2: cada uno con algún apoyo visual. Después de cada subtema se reservará marcadores,
Transmisión de un breve tiempo para la participación del grupo, a fin de responder transparencias
valores en la inquietudes o integrar otros aportes o papelógrafo
familia

Receso 10 min.

Dinámica de a) Discusión en parejas. Comentar cuáles son los valores que 30 min.
participación se practican en nuestra familia y cómo se manifiestan.
b) Presentar al grupo las ideas discutidas

Discusión general Se abre un espacio de análisis entre los/as participantes acerca 20 min.
con el grupo de los conceptos presentados

Asignación Hasta la próxima sesión, los/as participantes podrán seleccionar un valor 10 min.
de tareas que requiera ser fortalecido en su familia y pondrán en práctica algunas
de las estrategias discutidas en la sesión para transmitirlo
a sus hijos e hijas.

Resumen y cierre a) Conformación del comité de evaluación del día y presentación de sus 10 min.
conclusiones al grupo.
b) Se pide a otro/a de los/as participantes que cierre la sesión
y recuerde la fecha del próximo encuentro

34
Agendas
Para las Sesiones de Trabajo

Módulo II
Sesión 3: Importancia de la Participación Social y el
Juego en el Desarrollo de los Niños y las Niñas

Actividad Procedimiento Tiempo Materiales/


Temática (minuto) Recursos
Recibimiento, Palabras de bienvenida. Hojas impresas, para
registro de Sumario de la sesión anterior. 10 min. recoger datos generales,
asistencia Circulación del listado de asistentes y tarjetas

Revisión Se les pide a los miembros del grupo que comenten los resultados 20 min.
de tareas de la actividad asignada en la sesión pasada

Trabajo grupal: Los/as participantes se reúnen en grupos formados al azar de no más 20 min. Material consignado en
Lectura de los de 8 personas, para leer y comentar cada tema. El material puede ser la Carpeta de Padres
contenidos de la dividido en secciones, a fin de que cada grupo se ocupe de una parte y Madres
Unidad 3

Plenaria Al finalizar, los grupos eligen a su representante, que explicará a la 20 min.


audiencia los comentarios y opiniones discutidos

Presentación Presentar de manera verbal los contenidos de la Unidad, explicando 30 min. Pizarra, cartulina,
Unidad 3: cada uno con algún apoyo visual. Después de cada subtema se reservará marcadores,
Importancia de un breve tiempo para la participación del grupo, a fin de responder transparencias
la Participación inquietudes o integrar otros aportes o papelógrafo
social y el juego
en el Desarrollo
de los niños
y las niñas

Receso 10 min.

Dinámica de Juego de roles: a) solicitar 4 voluntarios/as que preparen y representen 30 min.


participación una escena en la que un grupo de niños/as conversa o juega
en un parque.
b) Análisis de los elementos observados en la dramatización

Discusión general Se abre un espacio de análisis entre los participantes, acerca 20 min.
con el grupo de los conceptos presentados

Asignación Hasta la próxima sesión, los/as participantes pondrán en práctica 10 min.


de tareas formas concretas de ayudar a sus hijos e hijas a relacionarse con
otros/as niños/as

Resumen y cierre a) Conformación del comité de evaluación del día y presentación de sus 10 min.
conclusiones al grupo.
b) Se pide a otro/a de los/as participantes que cierre la sesión y
recuerde la fecha del próximo encuentro

35
Agendas
Para las Sesiones de Trabajo

Módulo II
Sesión 4: La Familia Frente a los Medios de Comunicación
y las Nuevas Tecnologías

Actividad Procedimiento Tiempo Materiales/


Temática (minuto) Recursos
Recibimiento, Palabras de bienvenida. Hoja de papel para
registro de Sumario de la sesión anterior. 10 min. registro de asistencia
asistencia Circulación del listado de asistentes

Revisión Se les pide a los/as miembros del grupo que comenten los resultados 20 min. Hoja impresa con
de tareas de la actividad asignada en la sesión pasada pre-test

Trabajo grupal: Los/as participantes se reúnen en grupos formados al azar de no más 20 min. Copia Carpeta de
Lectura de los de 8 personas, para leer y comentar cada tema. El material puede ser Padres y Madres
contenidos de la dividido en secciones, a fin de que cada grupo se ocupe de una parte
Unidad 4

Plenaria Al finalizar, los grupos eligen a su representante, que explicará a la 20 min.


audiencia los comentarios y opiniones discutidos

Presentación Presentar de manera verbal los contenidos de la Unidad, explicando 30 min.


Unidad 4: cada uno con algún apoyo visual. Después de cada subtema se reservará
La familia frente un breve tiempo para la participación del grupo, a fin de responder
a los medios de inquietudes o integrar otros aportes
comunicación
y las nuevas
tecnologías

Receso 10 min.

Dinámica de Debate: se conforman dos grupos de tres o cuatro personas cada uno. 30 min.
participación El primer grupo presentará argumentos que destaquen los aspectos posi-
tivos de los medios de comunicación para la familia. El segundo,
destacará los riesgos. El resto de los/as participantes representa al
público que observa el debate y participa al final. Esta actividad requiere
un tiempo para que los grupos preparen sus argumentos, de unos 5
minutos, durante el cual se organiza el salón

Discusión general Se abre un espacio de análisis entre los participantes, acerca 20 min.
con el grupo de los conceptos presentados

Asignación Hasta la próxima sesión, los/as participantes practicarán las estrategias 10 min.
de tareas aprendidas en la sesión, para discutir con sus hijos/as, acerca de los
contenidos de los medios

Resumen y cierre a) Conformación del comité de evaluación y presentación de sus 10 min.


conclusiones al grupo.
b) Se solicita a otro/a de los/as participantes que cierre la sesión
y recuerde la fecha del próximo encuentro

36
Agendas
Para las Sesiones de Trabajo

Módulo II
Sesión 5: Prevención de la Violencia Conyugal y otras
Formas de Violencia Intrafamiliar

Actividad Procedimiento Tiempo Materiales/


Temática (minuto) Recursos
Recibimiento, Palabras de bienvenida. Hoja de papel para
registro de Sumario de la sesión anterior. 10 min. registro de asistencia
asistencia Circulación del listado de asistentes

Revisión Se les pide a los/as miembros del grupo que comenten los resultados 20 min.
de tareas de la actividad asignada en la sesión pasada

Trabajo grupal: Los/as participantes se reúnen en grupos formados al azar de no más 20 min. Copia Carpeta de
Lectura de los de 8 personas, para leer y comentar cada tema. El material puede ser Padres y Madres
contenidos de la dividido en secciones, a fin de que cada grupo se ocupe de una parte
Unidad 5

Plenaria Al finalizar, los grupos eligen a su representante, que explicará a la 20 min. Papel y lápiz para
audiencia los comentarios y opiniones discutidos cada grupo; pizarra y
tiza, para escribir la
primera pregunta.
Copia de la Carpeta
para Padres y Madres

Presentación Presentar de manera verbal los contenidos de la Unidad, explicando 30 min.


Unidad 5: cada uno con algún apoyo visual. Después de cada subtema se reservará
Prevención de la un breve tiempo para la participación del grupo, a fin de responder
violencia conyu- inquietudes o integrar otros aportes
gal y otras
formas de violen-
cia intrafamiliar

Receso 10 min.

Dinámica de Panel acerca del papel del hombre en la violencia conyugal. Se solicita 30 min.
participación a 3 miembros varones que preparen una presentación breve acerca
del tema. Los/as demás podrán hacer preguntas y aportar ideas
al final del panel

Discusión general Se abre un espacio de análisis entre los/as participantes acerca de los 20 min.
con el grupo conceptos presentados

Asignación Hasta la próxima sesión, los/as participantes observarán si existen en sus 20 min.
de tareas familias señales sutiles o evidentes de violencia física o psicológica y
tratarán de actuar para prevenirla

Resumen y cierre a) Conformación del comité de evaluación y presentación de sus 10 min.


conclusiones al grupo.
b) Se solicita a otro/a de los/as participantes que cierre la sesión
y recuerde la fecha del próximo encuentro

37
Agendas
Para las Sesiones de Trabajo

Módulo II
Sesión 6: El Papel de la Familia en el Desarrollo Psicosexual
de los Niños y las Niñas

Actividad Procedimiento Tiempo Materiales/


Temática (minuto) Recursos
Recibimiento, Palabras de bienvenida. Hoja de papel para
registro de Sumario de la sesión anterior. 10 min. registro de asistencia
asistencia Circulación del listado de asistentes

Revisión Se les pide a los/as miembros del grupo que comenten los resultados 20 min.
de tareas de la actividad asignada en la sesión pasada

Trabajo grupal: Los/as participantes se reúnen en grupos formados al azar de no más 20 min. Copia Carpeta de
Lectura de los de 8 personas, para leer y comentar cada tema. El material puede ser Padres y Madres
contenidos de la dividido en secciones, a fin de que cada grupo se ocupe de una parte
Unidad 6

Plenaria Al finalizar, los grupos eligen a su representante, que explicará a la 20 min.


audiencia los comentarios y opiniones discutidos

Presentación Presentar de manera verbal los contenidos de la Unidad, explicando 30 min. Pizarra, cartulina,
Unidad 6: cada uno con algún apoyo visual. Después de cada subtema se reservará marcadores,
El papel de la un breve tiempo para la participación del grupo, a fin de responder transparencias
familia en el inquietudes o integrar otros aportes o papelógrafo
desarrollo psico-
sexual de los
niños y las niñas

Receso 10 min.

Dinámica de Discusión en grupos: se conformarán tres grupos. 30 min.


participación El primero analizará qué dificultades se le presentan para hablar con sus
hijos/as acerca de temas sexuales.
El segundo sobre cómo pueden prepararse mejor para desempeñar
esta función.
El tercero es el grupo observador, que realizará un resumen
de lo presentado, al final

Discusión general Se abre un espacio de análisis entre los participantes, acerca 20 min.
con el grupo de los conceptos presentados

Asignación Hasta la próxima sesión los/as participantes pondrán en práctica las 10 min.
de tareas estrategias aprendidas para conversar con sus hijos/as acerca de estos
temas de forma natural

Resumen y cierre a) Conformación del comité de evaluación de día y presentación de sus 10 min.
conclusiones al grupo.
b) Se pide a otro/a de los/as participantes que cierre la sesión
y recordar la fecha del próximo encuentro

38
Agendas
Para las Sesiones de Trabajo

Módulo II
Sesión 7: Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes.
Ley 136-03

Actividad Procedimiento Tiempo Materiales/


Temática (minuto) Recursos
Recibimiento, Palabras de bienvenida. Hoja de papel para
registro de Sumario de la sesión anterior. 10 min. registro de asistencia
asistencia Circulación del listado de asistentes

Revisión Se les pide a los/as miembros del grupo que comenten los resultados 20 min.
de tareas de la actividad asignada en la sesión pasada

Trabajo grupal: Los/as participantes se reúnen en grupos formados al azar de no más 20 min. Copia Carpeta de
Lectura de los de 8 personas, para leer y comentar cada tema. El material puede ser Padres y Madres
contenidos de la dividido en secciones, a fin de que cada grupo se ocupe de una parte
Unidad 7

Plenaria Al finalizar, los grupos eligen a su representante, que explicará a la 20 min.


audiencia los comentarios y opiniones discutidos

Presentación Presentar de manera verbal los contenidos de la Unidad, explicando 10 min.


Unidad 7: cada uno con algún apoyo visual. Después de cada subtema se reservará
Derechos de los un breve tiempo para la participación del grupo, a fin de responder
Niños, Niñas inquietudes o integrar otros aportes
y Adolescentes.
Ley 136-03

Receso 10 min.

Dinámica de Se abre un espacio de análisis entre los participantes, acerca 30 min.


participación de los conceptos presentados

Discusión general Se forman dos grupos para elaborar en cada uno cinco tarjetas con los 20 min.
con el grupo nombres de los derechos de los niños y niñas. Se colocan las tarjetas en
una caja y diez voluntarios/as van extrayendo las tarjetas sin mirar y
explicando cómo pueden ayudar a que se cumpla el derecho que le tocó
en su familia y su comunidad

Asignación Hasta la próxima sesión los/as participantes realizarán acciones concre- 10 min.
de tareas tas para cumplir con los derechos de los niños/as y en sus familias

Resumen y cierre a) Conformación del comité de evaluación del día y presentación de sus 10 min.
conclusiones al grupo.
b) Se pide a otro/a de los/as participantes que cierre la sesión
y recuerde la fecha del próximo encuentro.

39
Agendas
Para las Sesiones de Trabajo

Módulo II
Sesión 8: La Familia Actual: Desafíos y Recursos

Actividad Procedimiento Tiempo Materiales/


Temática (minuto) Recursos
Recibimiento, Palabras de bienvenida. Hoja de papel para
registro de Sumario de la sesión anterior. 10 min. registro de asistencia
asistencia Circulación del listado de asistentes

Revisión Se les pide a los/as miembros del grupo que comenten los resultados 20 min.
de tareas de la actividad asignada en la sesión pasada

Trabajo grupal: Los/as participantes se reúnen en grupos formados al azar de no más 20 min. Copia Carpeta de
Lectura de los de 8 personas, para leer y comentar cada tema. El material puede ser Padres y Madres
contenidos de la dividido en secciones, a fin de que cada grupo se ocupe de una parte
Unidad 8
Plenaria Al finalizar, los grupos eligen a su representante, que explicará a la 20 min. Papel y lápiz para
audiencia los comentarios y opiniones discutidos cada grupo; pizarra y
tiza, para escribir la
primera pregunta.
Copia de la Carpeta
para Padres y Madres

Presentación Presentar de manera verbal los contenidos de la Unidad, explicando 30 min.


Unidad 8; La cada uno con algún apoyo visual. Después de cada subtema se reservará
familia actual: un breve tiempo para la participación del grupo, a fin de responder
desafíos y inquietudes o integrar otros aportes
recursosPresentac
ión Unidad 8: La
familia actual:
desafíos y recur-
sos

Receso 10 min.

Dinámica de lluvia de ideas: en grupos de cuatro personas, los/as participantes propo- 30 min. Pizarra, papelógrafo,
participación nen ideas para estimular la diversión en sus familias. Todos los aportes cartulina
son recogidos por un/a relator/a en cada grupo y comentadas luego o transparencias
frente al grupo general

Discusión general Se abre un espacio de análisis entre los participantes, acerca 10 min.
con el grupo de los conceptos presentados

Asignación Se distribuye un Formulario de Evaluación General, para ser llenado 10 min.


de tareas por los/as participantes

Evaluación verbal Se solicitan algunos/as voluntarios/as que compartan su evaluación del 30 min.
del módulo y del módulo y del programa con el resto del grupo (estas opiniones son
programa recogidas por un relator/a voluntario/a)

Cierre del Constituye el momento final del entrenamiento básico, por lo que 30 min.
programa requiere algún ritual de despedida entre los/as participantes y el Equipo
Entrega de Coordinador, para culminar con la entrega de los certificados de
certificados participación

40
Carpetas de
Padres y Madres
Módulo I

41
Unidad 1
¿Por Qué una Escuela de
Padres y Madres?
Unidad 1
¿Por Qué una Escuela de
Padres y Madres?

Las Escuelas de Padres y Madres (EPM) constituyen una respuesta a la necesidad creciente
de los/as tutores/as de obtener información, desarrollar destrezas y fortalecer sus recursos
para desempeñar su papel en la crianza y educación de los/as hijos/as.

El compromiso, el amor incondicional y la entrega con que los padres y las madres se
dedican a esta tarea son factores indispensables, pero pueden resultar insuficientes en
algunos momentos. A menudo los/as adultos/as requieren despejar dudas, adquirir
herramientas y descubrir vías más efectivas para cumplir esta función, que es la más impor-
tante que desempeñamos y para la que la mayoría de nosotros/as no recibe capacitación.

Hay una necesidad urgente de desarrollar en las familias pautas de relación que contribuyan
a prevenir los conflictos más frecuentes, lo que ha motivado que los padres y las madres se
interesen por conformar grupos en los cuales estos aspectos de la relación familiar puedan
ser discutidos y recibir apoyo.

Los/as padres y las madres se muestran con frecuencia confusos/as ante la gran cantidad
de información que reciben acerca de la educación de los/as niños/as, las cuales en
ocasiones no resulta fácil de aplicar a las situaciones particulares. Es por esto que reunirse
con otros/as ayuda a clarificar dudas, despejar temores y confirmar que muchos de sus con-
flictos en la crianza de sus hijos/as son comunes a otras familias.

En la EPM, los padres y madres tienen la oportunidad de aprender estrategias para mejorar
el ambiente familiar, pudiendo poner a prueba estos recursos y compartir sus resultados en
grupo. Esto contribuye a fortalecer su rol, estimulándolos/as a profundizar y aportar, así
como a conformar un sistema de apoyo y crecimiento mutuo.

43
El contexto escolar resulta idóneo para promover y sostener estas iniciativas, en razón de que
aquí se realizan buena parte de los procesos continuos de monitoreo, acompañamiento y
promoción del desarrollo infantil. En tal sentido, las EPMs vienen a imprimirle un carácter
integral al abordaje educativo, al considerar y fortalecer de forma directa el ambiente
familiar de los/as alumnos/as como elemento esencial de dicho proceso.

Cuando el aprendizaje de los padres y madres se lleva a cabo en el contexto de la escuela


sus beneficios se multiplican, estimulando el surgimiento de otras iniciativas que enriquecen
el ambiente escolar, familiar y comunitario. Asimismo, a través de esta estrategia, el Estado
cumple con el compromiso de garantizar la formación de los padres y las madres para que
puedan cumplir con su papel.

44
Ejercicio:

Leer en grupo el contenido de la Unidad y responder a las siguientes


preguntas:

1• ¿Es necesaria la creación de una Escuela de Padres y Madres en el


centro educativo de sus hijos e hijas? ¿Por qué?

2• ¿Qué pueden aprender los padres y las madres en esta escuela?

3• ¿La participación de los padres y las madres en la EPM puede ayudar a


los/as niños/as? ¿En qué aspectos?

45
Unidad 2
La Relación Familia-Escuela
Unidad 2
La Relación Familia-Escuela

La familia y la escuela representan los dos contextos fundamentales para el desarrollo de


los/as niños/as. Ambos sistemas comparten el mismo objetivo: garantizar un sano desarro-
llo de los niños y niñas. Los vínculos afectivos y la esfera emocional son elementos decisivos
en la vida de los/as niños/as y juegan un papel significativo en su rendimiento académico.
Dado que estos factores están asociados primariamente a la familia, es realmente imposible
prescindir de la participación de los padres y madres si aspiramos a un sistema educativo
de carácter integral.

De igual manera, los padres y madres están llamados/as a contribuir con la labor de los/as
docentes, asegurando la continuidad y coherencia de los procesos formativos promovidos
desde la escuela. Lo mismo podemos argumentar con relación a los principios y valores
transmitidos por la familia, cuya internalización se verá afectada por el grado de coheren-
cia entre el hogar y la escuela.

Así pues, la familia y la escuela constituyen las experiencias más decisivas en la formación
integral del ser humano, por lo que la interacción constructiva entre ambos ambientes no
es una opción, sino una verdadera condición para el éxito de sus funciones.

Iniciación a la Escuela

La educación inicial constituye una oportunidad para que los/as niños y niñas puedan opti-
mizar sus habilidades, destrezas y actitudes que serán indispensables en el transcurso de su
desarrollo académico. Es necesario, por tanto, que la familia estimule la asistencia al grado
de pre-primario, presentando la escuela como un lugar agradable y divertido, promoviendo
en el/la niño/a el entusiasmo y los sentimientos positivos hacia el centro educativo, su per-
sonal y sus compañeros/as.

Es muy importante evitar los comentarios negativos hacia la escuela, que puedan provocar
confusión y desmotivación en los/as niños/as.

Esta es una etapa en la que los/as niños/as aprenden jugando, de allí que la metodología,
los materiales y los contenidos del pre-primario están orientados al desarrollo de actividades
lúdicas (juego) como instrumentos de aprendizaje. Cuando los padres y madres tienen dudas
acerca de lo que están aprendiendo sus hijos/as en este Nivel Inicial, es necesario que se
acerquen a los/as maestros/as y aclaren estas inquietudes. Otra alternativa siempre válida
es participar en algunas actividades del curso, como padre o madre observador/a, previo
acuerdo con el/la profesor/a.

47
Algunas de las preguntas más frecuentes de los padres y madres de niños del Nivel Inicial
son: ¿a qué edad deben aprender a leer y escribir? o ¿por qué juegan la mayor parte del
tiempo? Los programas del Nivel Inicial se corresponden con los estudios acerca de las eta-
pas del desarrollo del/la niño/a, cuyos resultados indican que el aprendizaje formal de la
lectura y escritura debe propiciarse entre los 6 y 7 años, porque es alrededor de esas edades
cuando la mayoría están listos/as para manejar apropiadamente los conceptos de tiempo y
espacio. Así pues, el grado de pre-primario constituye un período de preparación nece-
sario, donde se estimula el desarrollo de estas y otras habilidades, para que en las etapas
sucesivas pueda darse el aprendizaje de la lectura y la escritura de forma efectiva.

Participación de los Padres y Madres


en el Proceso Académico de sus Hijos/as

Es importante que los padres y las madres acompañen a sus hijos/as durante su desarrollo
escolar, adecuando el grado de participación a la etapa del desarrollo. Esto implica proba-
blemente una participación más activa en los primeros años de la vida escolar, cuando están
insternalizando los hábitos y actitudes necesarias para un buen aprovechamiento: horarios
para las tareas, compromiso con los trabajos asignados, esfuerzo personal para alcanzar
metas establecidas por la escuela, entre otras.

A medida que los/as niños/as crecen, es conveniente que los padres y madres les permitan
asumir de manera gradual la responsabilidad escolar, a fin de desarrollar la necesaria
autonomía e iniciativa. Este proceso debe darse no solo en el aspecto académico, sino tam-
bién en otras áreas de la vida (social, emocional). Esto no significa que los padres y madres
deben distanciarse afectivamente de sus hijos/as o descuidados/as, sino más bien respon-
der a la necesidad de adecuar las relaciones familiares a los requerimientos de los/as
niños/as en cada etapa.

En el aspecto académico significa funcionar como apoyo, sin asumir las responsabilidades
que corresponden a los niños/as. Por ejemplo, las tareas, horarios de llegada a clases,
entrega de proyectos, y búsqueda de materiales, entre otros.

Con frecuencia, las elevadas expectativas que tienen los padres y madres en relación al
rendimiento académico de sus hijos/as provoca que se involucren excesivamente en el pro-
ceso, con el objetivo de garantizar un resultado óptimo. En estos casos, conviene revisar si
el método utilizado permite que el/la niño/a internalice los estudios como algo suyo o, si
por el contrario, tiende a depender de la ayuda externa más de lo que realmente necesita
de acuerdo con su capacidad.

Otro elemento a valorar en este sentido se refiere a la tensión que generalmente acompaña
esta participación intensa de los padres y madres en el trabajo escolar. A menudo, las
tareas se convierten en un campo de batalla, donde tanto los padres y madres como los
hijos/as terminan frustrados/as y enojados/as. Estos conflictos pueden lesionar la relación
padres-hijos/as y constituyen un precio demasiado alto por obtener buenas calificaciones.

Es importante que los padres y madres analicen las motivaciones de su alto grado de
exigencia, pues con frecuencia subyace la necesidad de mantener una buena imagen frente
a la escuela; el temor de que el/la niño/a no será capaz de avanzar por sí mismo/a, o con-
ductas aprendidas en la propia familia de origen.

48
Lo cierto es que el exceso de presión que puede derivarse de esta forma de relación podría
provocar bloqueos, inseguridad y deficiente autoestima en los/as niños/as, que contribuyan
a obstaculizar su progreso académico.

Es necesario evitar la ansiedad y el exceso de control referente a los temas escolares, ofre-
ciendo la ayuda puntual que el/la niño/a necesita y estimulando su avance de forma posi-
tiva, por ejemplo, reconociendo sus esfuerzos más que los resultados, demostrándole que
confiamos en sus capacidades y estableciendo los límites necesarios cuando notamos descui-
do o falta de responsabilidad en sus obligaciones escolares, siempre cuidando de no etique-
tarlo/la o lesionar su autoestima.

Mantener una comunicación fluida con los/as maestros/as contribuye a que los padres y
madres pueda asumir una función más efectiva en estos aspectos.

Cuando se observan dificultades reales de aprendizaje conviene buscar atención especia-


lizada, realizar un buen diagnóstico y aplicar las correcciones necesarias, evitando culpar o
presionar a los/as niños/as, para que alcancen los mejores resultados. Esto puede ser per-
tinente en cualquier edad y nivel académico.

Para motivar el aprendizaje los padres y madres pueden:

> Mostrar confianza en las capacidades de sus hijos/as.


Valorar la educación.
> Estimular la natural curiosidad de los/as niños/as siempre que puedan.
> Proveer experiencias nuevas y variadas, aprovechando eventos de la vida
diaria.
> Señalar metas a los/as niños/as que supongan un esfuerzo, pero que sean
realizables.
> Hacer que los/as niños/as se den cuenta de que los errores son parte del
aprendizaje.
> Enseñar mediante el ejemplo.
> Involucrarse en las actividades de la escuela.

Ejercicio:

Leer en el grupo y responder a las siguientes preguntas:


1• ¿Cómo pueden los padres y las madres contribuir con el desarrollo académico
de sus hijos/as?

2• ¿Cuál es el papel de los padres y las madres en las tareas escolares de los/as
niños/as?

3• ¿Cuáles actitudes de la familia podrían lesionar el proceso de aprendizaje


de sus hijos/as?

49
Unidad 3
Desarrollo del/la Niño/a
Unidad 3
Desarrollo del/la Niño/a

Niños/as de 0 a 5 Años

• ¿Cómo contribuye el afecto al desarrollo precoz del cerebro?


Muchas de las primeras experiencias que guían el desarrollo del cerebro ocurren en la
calidez y la seguridad de las relaciones entre el/la niño/a pequeño/a y el padre o la madre,
o la persona que lo/a cuida.

Cuando las personas que cuidan al/la niño/a son sensibles y responsables, los/as niños/as
pequeños/as desarrollan una comprensión de las relaciones causa-efecto y de la efectividad
de recibir ayuda de los/as demás.

La seguridad emocional que los/as niños/as pequeños/as obtienen del afecto de sus padres
y madres, así como de quienes los/as cuidan, les animan a explorar su entorno con confian-
za, pues les dan una sensación de seguridad, cuando les ayudan a manejar sus emociones
(cuando se enfadan) y limitando su contacto con situaciones que sobrepasan su capacidad.
Este sentido de seguridad ayuda al crecimiento de las estructuras que se desarrollan lenta-
mente en el cerebro y que controlan la autorregulación y el autocontrol.

Niños/as de 2 a 6 Años

• Desarrollo Cognoscitivo
Piaget denomina a esta etapa preoperacional, porque considera que el pensamiento ya es
cualitativamente diferente al de la etapa anterior, y lo es también respecto del pensamiento
de los niños y las niñas mayores y el de los/as adultos/as. Según este autor, el pensamien-
to a estas edades tiene las siguientes características principales: egocentrismo, incapacidad
de descentralizar, irreversibilidad y razonamiento transductivo. A continuación, se explica
en que consiste cada una de esas características.

El egocentrismo consiste en que los niños y niñas entienden una situación solo desde su punto
de vista, es decir, poniéndose ellos y ellas como centro de atención y de explicación de todo
lo que ocurre. Al principio de la etapa, esta característica tiene una presencia muy fuerte,
que luego, con las diferentes experiencias, se va superando hasta que se construye el pen-
samiento lógico. La escuela ayuda al/la niño/a de esta etapa a conectar su visión de las
cosas con las de los/as demás.

51
El egocentrismo se manifiesta de distintas maneras, las más
frecuentes son:

• Finalismo: pensar que todo está hecho para un fin o según un plan estable-
cido e inteligente. Por ejemplo, si un objeto rueda hacia una persona, el niño
o niña de esta etapa se preguntará si el objeto “sabía” que esa persona
estaba allí.

• Animismo: concebir a todas las cosas como si estuvieran vivas, con “ánima”
o alma, es decir, con intenciones. Por ejemplo, pueden pegarle a la mesa,
porque “le golpeó”.

• Incapacidad de descentralizar: considerar más de un aspecto de una


situación al mismo tiempo. Por ejemplo, creer que un vaso alto y estrecho con-
tiene más líquido que uno ancho y corto.

Aunque los niños y las niñas de esta etapa tienden a dejarse influenciar por
las apariencias, cuando se les ofrecen estímulos claros pueden contestar
correctamente, lo que confirma el beneficio de las experiencias educativas
bien organizadas y sistematizadas.

• Irreversibilidad: imposibilidad de recorrer mentalmente un proceso hasta


llegar a su punto de partida. Esta característica le dificulta a los/as niños/as
entender las transformaciones ocurridas en los objetos y los eventos, y da lugar
a que no puedan imaginar los sucesos que antecedieron a un resultado, como
a menudo esperamos los/as adultos/as.

El énfasis que se pone al describir las características de esta etapa preoperacional está en la
capacidad imaginativa. El niño o la niña se imagina el mundo a su antojo, inventa su mundo,
y por esta capacidad logra expresarse de muchas maneras, al tiempo que se va acomodan-
do a las exigencias y situaciones de la sociedad.

Desarrollo del Lenguaje

En esta etapa aparecen los errores gramaticales, como cuando dicen “cabió” en vez de
cupo, o “cabo” en vez de quepo; estos errores se deben a que los/as niños/as han descifra-
do algunas reglas generales del idioma, pero aún no son capaces de captar y utilizar las
excepciones.

Si bien estos errores deben ser corregidos, es importante que el/la niño/a sienta que el/la
adulto/a aprecia el esfuerzo que realiza, pues es parte de su aprendizaje.

A medida que avanza en esta etapa el/la niño/a bien estimulado/a puede alcanzar el
dominio de un vocabulario de alrededor 200 a 300 palabras y emplea oraciones de dos a
tres palabras. A los 6 años utilizar alrededor de 2,500 palabras y un vocabulario recepti-
vo mucho más amplio. A esta edad ya el niño y la niña hablan usando oraciones complejas
y, aunque de manera intuitiva, utilizan la gramática.

52
Tanto Piaget como Vygotski explican lo que denominaron como “lenguaje egocéntrico” y que
ocurre cuando el niño o la niña se habla a sí mismo/a, lo que resulta muy común en esta
etapa. Vygotski fue mas enfático en la importancia del lenguaje egocéntrico para regular el
propio comportamiento. Según él, ayuda a los/as niños/as a enfocar su atención y a diri-
gir sus acciones. Por eso es aprovechable en la experiencia educativa. Esto es observable
cuando los/as niños/as, al enfrentar una situación de dificultad intentan resolverla hablan-
do consigo mismos/as.

Desarrollo Físico-Motriz
En este período, el crecimiento es considerablemente más lento que antes. El crecimiento de
su cerebro ha alcanzado más de un 75%. Proporcionalmente, sus piernas son cortas, en
comparación con las de los/as adultos/as.

La malnutrición afecta el crecimiento y el peso de los niños y las niñas, pudiendo lesionar
también su desarrollo intelectual y motor.

Los cambios físicos que ocurren en esta etapa permiten al/la la niño/a participar más acti-
vamente en la sociedad a la que pertenece, lo cual contribuye a su desarrollo social e
intelectual. Además, la madurez física también les permite involucrarse en actividades
vigorosas por períodos más largos. De ahí la importancia de la actividad física que se
realiza en el Nivel Inicial y que debe ser estimulada en la familiar.

Los avances significativos que ocurren en esta etapa dependen de la madurez del cerebro y
de los sistemas corporales, así como de la práctica. Por práctica se entiende tanto las activi-
dades espontáneas (saltar, correr, trepar...), como también las que resultan de la educación,
y, en particular, las tareas pedagógicas. Esos avances incluyen tanto a los músculos gruesos
(piernas y brazos), como a los músculos finos (manos y dedos).

Las principales conquistas del desarrollo de las capacidades de movimiento son:

> El establecimiento del control voluntario, ya que el/la niño/a de 2 a 6 años


puede dirigir mejor sus movimientos.
> Mejor precisión en la percepción del tamaño, forma, posición y partes del
cuerpo.
> La coordinación bilateral, es decir, de ambos lados de su cuerpo.

En esta etapa los/as niños/as pueden caminar y correr, y aunque al principio su paso es
torpe, a medida que avanza este período se vuelven más diestro/a en estas actividades y en
otras semejantes, como saltar, trepar y arrastrarse. También aprende a manipular objetos
con destreza. Las capacidades manuales adquiridas en este ciclo permiten un desempeño
eficiente en las etapas siguientes. Por ello, es importante ofrecerles la oportunidad de jugar
con objetos diversos, los que tienden a desarmar.

Las diferencias individuales en el desarrollo motor son observables en esta etapa. Los fac-
tores genéticos, la socialización familiar y la educación, tienen una función en estas diferen-
cias, por lo que a pesar de que todos/as los/as niños/as siguen algunas pautas o patrones
de desarrollo similares, es importante evaluar el desarrollo individual.

53
Desarrollo Socio-Emocional y Moral

En este intercambio entre la conciencia y la cultura el/la niño/a va desarrollando su iden-


tidad.

Según Piaget, en estas edades se inicia la primera etapa del desarrollo moral, denominada
Responsabilidad Objetiva, durante la cual el bien se interpreta como obediencia a las reglas
y a quienes las imponen.Esta etapa, también denominada De la Interioridad o
Responsabilidad Subjetiva, se centra en principios basados en el respeto mutuo.

Otro estado identificado por este autor es la esta etapa intermedia, llamada Moral del Deber,
período de generalización de las reglas y consignas, en el que el/la niño/a no solo obedece
para complacer al/la adulto/a, sino para cumplir con la regla en sí, ya generalizada y apli-
cada de muchas maneras a variadas situaciones. De allí la trascendencia de que las reglas
sean coherentes, justas y orientadas a promover el bien.

Niños/as de 6 a 10-11 Años:

Esta etapa, denominada por Piaget Operaciones Concretas, implica cambios menos inten-
sos, pero igual de importantes para el desarrollo. En términos intelectuales, el/la niño/a es
capaz de aprender a clasificar objetos o eventos, según sus características y también de
realizar operaciones como suma, resta, multiplicación y división, pero tal vez no esté listo/a
para procesos abstractos sino hasta el final del período.

En el plano físico, se observan múltiples destrezas y habilidades, el/la niño/a se interesa por
la práctica deportiva y por actividades físicas estructuradas. Este podría ser un buen momen-
to para participar en equipos y competencias.

En el aspecto socio-emocional, comienza a manifestarse más la necesidad de ir ganando


independencia, aún cuando su mundo está centrado todavía en el contexto familiar. Los
grupos de amigos/as suelen ser del mismo sexo.

El niño y la niña de esta etapa comienzan a formarse sus propias ideas acerca de las
personas y los acontecimientos, aún cuando no lo expresen con facilidad.

El desarrollo del lenguaje le permite al/la niño/a hacer preguntas directas relacionados con
lo que le está pasando a su alrededor, así como expresar sus miedos, fantasías y sentimien-
tos. La expresión de todo esto puede darse también mediante el lenguaje y a través de
distintas actividades, entre ellas, el juego, los cuentos, los dibujos y los sueños.

54
Ejercicio:

Leer en grupo y responder a las siguientes preguntas:

1• ¿Cuáles son las características de los niños y niñas menores de 6 años?

2• ¿Cuáles conductas observa usted en los niños y niñas mayores de 6 años,


que son propias de esta etapa de desarrollo?

3• ¿Qué papel juega el afecto en el desarrollo de los niños y las niñas?

55
Unidad 4
La Familia como Contexto
Natural del Desarrollo
Unidad 4
La Familia como Contexto
Natural del Desarrollo
La familia constituye el contexto primario del desarrollo de los individuos. Allí conforman las
actitudes y valores esenciales con los que enfrentarán la vida y sus desafíos. Un sistema
familiar funcional ofrece a sus miembros un ambiente sano, donde sus necesidades encuen-
tran respuesta. Por el contrario, una familia disfuncional solo genera conflictos y dificultades
emocionales en los individuos que la integran.

Sin embargo, esto no significa que las familias deben ser perfectas y no tener problemas ni
crisis. Una familia funcional enfrenta dificultades a lo largo de su ciclo vital, pero desarrolla
recursos, promueve cambios y encuentra formas alternativas para solucionarlas.

Funciones de la Familia:
Existen dos tipos de funciones primarias que competen a la familia: las de cuidado (nurtura)
y las de socialización. A través de las primeras, los/as niños/as reciben, desde antes de su
nacimiento, el cuidado y protección indispensables para su sobrevivencia, dado que el ser
humano es altamente vulnerable y dependiente en las primeras etapas de la vida.

Las funciones de cuidado están orientadas no solo a garantizar la vida (alimentación, pro-
tección e higiene) sino también a desarrollar la seguridad básica y los vínculos emocionales
que sostienen la supervivencia emocional (afecto, pertenencia, aceptación, permanencia en
las relaciones). Por tanto, estos estarán presentes siempre en la relación padres-hijos/as,
aunque en intensidad variable a través de la vida.

Las funciones socializadoras tienen como objetivo transmitir la cultura y las pautas de com-
portamiento aceptadas en el grupo familiar y social. Constituyen herramientas de aprendiza-
je indispensables para el desarrollo del auto control, el reconocimiento de los límites y la
internalización de valores, normas y principios.

Ambas funciones se complementan para ofrecer un ambiente seguro, estable y predecible en


el cual los/as niños/as se desarrollen de forma sana.

Ciclo de Vida de la Familia:


La familia atraviesa por distintas etapas, cada una de las cuales contempla características y
tareas diferentes.

57
1• Formación de la Pareja
Esta etapa abarca generalmente el noviazgo y el primer período del matrimo-
nio. La nueva pareja desarrolla gradualmente las pautas de relación con las
que funcionará. Es aquí donde se comienzan a evidenciar las diferencias y las
similitudes en gustos, necesidades, preferencias, hábitos y este descubrimien-
to puede acompañarse de desacuerdos y temores, que son parte de la etapa.

Los/as miembros de la pareja necesitarán esforzarse por entender el estilo de


su compañero/a, sus prioridades, expectativas y límites.

Durante este período la pareja necesita poner en práctica sus habilidades de


comunicación y negociación, para asimilar y enfrentar las diferencias que van
surgiendo en aspectos tan cotidianos como horarios, ambiente físico y activi-
dades, pero también en otros aspectos más sensibles, como pueden ser las
relaciones con la familia y los/as amigos/as de cada una.

Se trata en esencia de ir ganando integración como pareja, sin que necesa-


riamente se pierdan los rasgos individuales.

2• Familias con Hijos/as Pequeños/as


La segunda etapa se inicia con el nacimiento del/la primer/a hijo/a, cuando
el sistema se vuelve más complejo por la entrada de un/a nuevo/a miembro.
Hasta ese momento los cónyuges funcionaban uno en relación al otro, ahora
deberán orientarse a su rol de padre y madre, para responder a las necesi-
dades del/la hijo/a, manteniendo al mismo tiempo sus pautas de relación
como pareja.

Los riesgos más frecuentes en esta etapa se relacionan en el sobre-involu-


cramiento de la madre con el/la hijo/a y la tendencia del padre a desligarse
y enfocar su atención en el trabajo y otros contextos extrafamiliares, debido a
la gran dependencia del/la niño/a de su madre. Esta forma de funcionar
cuando se está instalando en cada uno la función de padre y madre, puede
provocar sentimientos negativos en ambos. Por un lado, la madre puede sen-
tirse sobrecargada y con escaso apoyo, mientras que el padre en ocasiones se
percibe como fuera del sistema, experimentando la sensación de no tener
lugar.

Es necesario discutir estos aspectos de la interacción, promoviendo la partici-


pación del padre en los cuidados del/la niño/a y protegiendo el espacio de
pareja.

58
En la medida que el/la primer/a hijo/a crece, la familia deberá ir adaptán-
dose a los cambios, creando reglas nuevas y enfrentando desafíos que
incluyen la participación de otras personas y contextos (médicos, abuelos, tíos,
familias con niños/as de la misma edad). Asimismo, la pareja necesitará
establecer acuerdos en cuanto a los patrones de crianza que pondrán en prác-
tica.

Cuando nacen otros/as hijos/as, el funcionamiento familiar deberá reorgani-


zarse nuevamente, a fin de adecuarse a las exigencias que suponen para el
padre y la madre dividir su atención y sus cuidados, lidiar con la relación
entre hermanos/as y otras necesidades que puedan surgir. Todos estos cam-
bios y ajustes pueden darse con una dosis de tensión y muchas veces provo-
carán conflictos que la joven familia deberá aprender a enfrentar.

3• Familia con Hijos/as en Edad Escolar o Adolescentes


En el momento en que el/la primer/a hijo/a ingresa a la escuela se inicia la
tercera etapa. El padre y la madre deberán entrar en relación con el sistema
escolar y esto exigirá una revisión de las reglas que hasta ese momento les
funcionaban: horarios, participación en el centro educativo y posteriormente
en las tareas y manejo de las relaciones con los/as amigos/as del/la niño/a,
entre otros.

El crecimiento de los hijos en este periodo, hasta llegar a la adolescencia,


exige revisión constante de las reglas, a fin de seguir funcionando como fami-
lia, manteniendo los límites saludables y permitiendo el avance de los/as
niños/as con un grado creciente de independencia y con las tensiones propias
de este proceso. Al mismo tiempo, se requiere prestar atención a las necesi-
dades de la pareja. En la mayoría de los casos, las demandas de la etapa se
combinan con una mayor carga económica para la familia, por lo que las
presiones en el aspecto laboral y la necesidad de aumentar los ingresos para
satisfacer las necesidades de todos los/as miembros, deben ser tomadas en
cuenta como fuente de tensión externa.

59
4• Familia con Hijos/as Adultos/as (Nido Vacío)
Esta ultima etapa incluye el período en que los/as hijos/as comienzan a inde-
pendizarse, asumiendo cada vez más compromisos extrafamiliares (trabajo,
amigos) hasta llegar a la separación de la familia de origen, generalmente al
formar sus propias parejas.

Es un momento donde la pareja vuelve a verse como al principio -son solo dos-
y necesitarán redescribir los aspectos de la relación que los mantienen unidos.
Esto se hace más fácil si durante los años en que se dedicaban a criar a los/as
hijos/as no se descuidaron elementos esenciales de la vida marital. El riesgo en
esta etapa es que la pareja no cuente con áreas comunes suficientemente
fuertes en el sentido de intereses compartidos, tiempo de recreación en pareja,
demostraciones de afecto y vida sexual, que aseguren el disfrute de este
estadio.

En los casos en que ha ocurrido una separación o la muerte de uno de los


cónyuges, el padre o la madre que se queda en el “nido vacío”, necesitará
igualmente reencausar sus intereses y prioridades hacia objetivos personales,
cuando ya los/as hijos/as no requieren el grado de atención y esfuerzo que
antes se debía dedicar a esta función. En muchas familias es necesario com-
binar estas tareas de desarrollo individual con la llegada de los/as nietos/as,
y a menudo con la atención a los propios padres ya envejecientes.

El Ambiente Familiar:

Cualquiera que sea la etapa en que se encuentre una familia, lo más importante para el
desarrollo sano de los/las hijos/as será el tipo de ambiente que predomina; esto sin impor-
tar el grado socio-económico o educativo de los padres y madres. Una familia en la que
las crisis y conflictos naturales no se resuelven de manera adecuada, donde se irrespeta el
derecho de algunos de sus miembros, donde existen conductas violentas o descalificantes,
generan un clima hostil, que distorciona la confianza, la seguridad y el afecto, provocan-
do con frecuencia trastornos emocionales en los/as propios adultos/as y niños/as.

Por el contrario, un ambiente familiar que prioriza el respeto, el bienestar de sus miembros,
donde las desavenencias se pueden enfrentar de forma constructiva y sin temor a perder el
afecto de los demás, donde los límites se establecen de forma firme pero positiva, contribuye
a desarrollar niños y niñas con un buen concepto de sí mismos/as y mejor preparados/as
para enfrentar la adolescencia y la adultez.

60
Ejercicio:

Leer en grupo y responder a las siguientes preguntas:


1• ¿Cuáles funciones de la familia observamos en las nuestras?

2• Explique algunas características de las etapas del ciclo vital de la familia.

3• ¿Cuándo puede decirse que una familia funciona bien?

61
Unidad 5
Fortalecimiento de la
Autoestima en Nuestros/as
Niños/as
Unidad 5

Fortalecimiento de la Autoestima
en Nuestros/as Niños/as
La construcción de la autoestima es fundamental para enfrentar los desafíos de la vida. El
concepto de autoestima incluye la manera y el grado en que nos validamos, valoramos,
aceptamos y calificamos a nosotros/as mismos/as. Implica los sentimientos de auto
confianza, seguridad y satisfacción con nuestra forma de ser y actuar.

La autoestima infantil se desarrolla de manera fundamental en la relación con los padres,


las madres y otros/as adultos/as responsables de la crianza. La forma en que les demues-
tran afecto, cómo participan en sus actividades, cuánto y con qué intensidad se les escucha
y valoran, son aspectos a tomar en cuenta.

Un segundo elemento que refuerza la autoestima infantil es la institución escolar, a través


de la relación maestro/a alumno/a y la aceptación de los compañeros y compañeras en el
proceso de socialización escolar.

La formación de la autoestima es por tanto el producto de los sentimientos, valores,


pensamientos y actitudes con que nos desarrollamos a lo largo de la vida. Es una tarea
continua y no un estado de ánimo constante o rígido, puede variar en relación a las
experiencias vividas y los sentimientos que se experimentan.

A través de los años, cada persona va internalizando una imagen de sí misma que está muy
influenciada por los/as demás, particularmente por la familia, la experiencia de la vida
escolar y el contexto social. Esta imagen incide en el grado de autoestima.

En ocasiones, esta imagen de mí mismo/a está muy lejos de la realidad y suele ser resistente
a los hechos objetivos. Por ejemplo, a alguien que cree que no es especialmente bueno/a
en su trabajo le cuesta aceptar elogios y convencerse de que tiene talento, aunque los/as
demás se lo reconozcan y los resultados lo confirmen.

Los niños y las niñas alcanzan la pre-adolescencia teniendo la autoestima que los padres y
otros/as adultos/as les han construido, llegando a aceptar etiquetas que en ocasiones son
difíciles de remover o se quedan de por vida.

A partir la adolescencia, el desarrollo de la autoestima suele ser influenciado por el


conocimiento propio, que da lugar al autoconcepto y es fruto de la reflexión y del análisis.
Este proceso cognitivo requiere del uso de la capacidad de abstracción, que no suele estar
presente en los primeros años de la niñez y que le permite al/a adolescente calificarse y
va-lidarse a sí mismo/a, pudiendo diferenciar su opinión de la de los/as demás. No
obstante, para lograr esto con éxito, las personas necesitan experiencias de confirmación
significativas en las etapas tempranas de la vida.

63
Los/as niños/as para obtener autoestima y tratar de conservarla hacen esfuerzos, a fin de
tener una relación adecuada con los/as mayores, sean estos/as sus padres o madres, las
autoridades, los/as profesores/as y, hasta cierto punto, también para complacer a los com-
pañeros y compañeras. Ellos/as, sin tener una explicación clara, sienten que su bienestar
social depende del manejo complaciente y equilibrado de este círculo de relaciones.

De allí la responsabilidad que tenemos los padres y madres, así como los y las docentes.
Desempeñamos un papel fundamental en este proceso, cuyos resultados impactarán la vida
de nuestros/as niños y niñas a corto, mediano y largo plazo.

Actitudes y Conductas de los/las Adultos/as que Lesionan


la Autoestima de los/as Niños/as:

A menudo los padres y las madres no son conscientes del efecto que pueden tener sus
palabras o acciones en la manera en que sus hijos/as se valoran a sí mismos/as. La legíti-
ma preocupación por protegerlos/as y lograr que aprendan formas de comportamiento ade-
cuadas, y en muchos casos, altas expectativas respecto a su rendimiento académico, su
interacción social o su éxito en áreas diversas (deportes, artes) puede provocar que la
relación con los/as hijos/as se vuelva tensa y poco gratificante, generando sentimientos de
baja estima en los/as niños/as.

Las críticas frecuentes acerca de sus acciones o su apariencia, los regaños constantes, los
“boches”, las comparaciones, y por supuesto el castigo físico, son algunas de estas actitudes.
Asimismo, los llamados de atención frente a otras personas, especialmente amigos/as y
compañeros/as o el desvalorizar o ridiculizar sus opiniones, iniciativas o sus intentos de
participación.

Esto de ninguna manera significa que no debemos corregir a los/as niños y niñas; más bien
se refiere a la forma, la frecuencia y las condiciones en que se corrige.

Cómo ayudar a construir la autoestima en los niños y niñas

a) Garantizar la seguridad básica y el sentido de pertenencia:


Demostrar a los hijos e hijas que les amamos sin condiciones es probable-
mente la mejor plataforma para que puedan desarrollar una autoestima
fuerte. Los niños y las niñas necesitan saber que se les aprecia y acepta como
personas, independientemente de su conducta.

64
La seguridad básica de cada individuo depende en gran medida de esta
certeza de sentirse parte importante de su familia, saber que su lugar está
seguro y que no necesita “pelear” por él.

Las expresiones verbales de afecto y las caricias son maneras indispensables


de llenar esta necesidad; pero también el interesarse por lo que piensan y
sienten y por las cosas que les gustan, así como, el establecer reglas claras sin
rigidez, le da a los niños y las niñas la seguridad de saber qué se espera de
ellos/as y hasta donde pueden llegar. Aún cuando es natural que no siempre
cumplan todas las reglas, un sistema firme, pero afectuoso, de disciplina les
ofrece una estructura que aporta orden a sus vidas.

b) Respetar y valorar las características particulares de cada niño/a:

Cada niño o niña es un ser humano único, por tanto diferente a los demás.
Aunque nos resulta fácil aceptar esto, con frecuencia nos sorprendemos a
nosotros/as mismos/as esperando o induciendo a nuestros/as hijos/as a
comportarse como sus hermanos/as u otros/as niños/as, que nos parece
tienen mejor conducta, rendimiento o actitudes. Es perfectamente válido
estimular a nuestros/as hijos/as para que mejoren, pero esto debe hacerse
respetando sus características individuales. Por ejemplo, algunos/as niños/as
son más activos y prefieren los juegos de acción, mientras otros/as requieren
un ambiente más tranquilo para divertirse. Estas diferencias pueden
observarse en muchas otras áreas, como la social, el estilo de aprendizaje y
las preferencias en alimentos o vestuario, entre otras.

En este orden, es importante prestar atención especial, a demostrar que apre-


ciamos aquellos rasgos, habilidades o destrezas que representan el sello
personal de cada niño/a. Todos/as tenemos algunas cosas en las que nos
destacamos o hacemos mejor que otras. Es importante que los padres y las
madres descubran estos aspectos particulares mediante los cuales sus hijos/as
pueden obtener atención y reconocimiento especial. Por ejemplo, un/a niño/a
puede ser bueno/a en deportes o juegos de mesa, o puede destacarse por ser
colaborador/a en el hogar o por ser especialmente cariñoso/a. Lo importante
es reconocer estas facetas y expresar nuestro aprecio por lo que este/a
aporta a la familia o al grupo.

Podríamos lograr este propósito de manera práctica, si les decimos a nuestros


hijos e hijas las cosas positivas que sobre ellos/as les decimos a nuestros/as
amigos/as, cuando tratamos de explicarles cómo es cada uno/a.

c) Desarrollar la confianza en sus propias capacidades y habilidades:

Este recurso para elevar la autoestima de nuestros hijos e hijas se relaciona


con el anterior. Se requiere darles a los/as niños/as una buena dosis de
estimular, cuando desarrollan una acción o emiten una opinión. La estimu-
lación puede adoptar la forma de comentarios de aprobación, que valoren sus

65
capacidades y en otras ocasiones se refiere a ofrecer oportunidades para
intentar realizar una actividad o resolver un problema.

Los niños y las niñas necesitan saber que los/as adultos/as confiamos en
ellos/as para poder confiar en sí mismos/as. Esta actitud le aporta seguridad
para tomar iniciativas, para desarrollar su creatividad y los resultados que
obtenga pueden ser utilizados para potenciar sus recursos personales. Cuando
los/as adultos/as sobreprotegemos, dirigimos o criticamos cada iniciativa o
intento de experimentar, el niño o a niña se convence de que no es capaz de
hacerlo, abandona el intento y tiende a hacerse dependiente de la opinión o
las direcciones de los/as otros/as.

En cada etapa de desarrollo, los padres y madres pueden aprovechar las opor-
tunidades que les dan los/as niños/as poner de manifiesto sus capacidades,
para fortalecer la seguridad de sus hijos/as.

d) Evitar las críticas:


La mayoría de los/as adultos/as nos hemos formado bajo la premisa de que
hay que destacar los errores de los demás si queremos que mejoren. Sin
embargo, las evidencias provenientes de la psicología social, del ámbito
empresarial y de la práctica clínica, nos confirman que las críticas constantes
tienden a desalentar a las personas, generando sentimientos de inadecuación
y menosprecio propios. Si esto puede ocurrir en los/as adultos/as con
diferente intensidad, y dependiendo de sus características individuales, sus
efectos en los niños y niñas, cuya personalidad está en desarrollo, es aún
mayor, sobre todo, cuando estas críticas provienen de las figuras más
significativas en sus vidas.

e) Destacar el esfuerzo personal más que los resultados alcanzados:

Otra idea validada por la mayoría de nosotros/as, que da origen a pautas de


relación autocráticas es la que se refiere a medir el valor de las personas en
función de los resultados que obtienen. Bajo este esquema nos enfocamos en
los logros de los/as niños/as, y no apreciamos el esfuerzo que han hecho
durante el proceso. Las consecuencias son a menudo que los/as niños/as que
no logran los resultados esperados se sienten incapaces y poco apreciados,
aunque hayan dado lo mejor de sí en el camino.

Para ayudar a nuestros/as hijos/as a desarrollar una mejor autoestima, nece-


sitamos valorar y hacer notar los esfuerzos, el interés y el compromiso que han
puesto en la tarea, aunque los resultados no sean óptimos. Ante esta actitud,
los/as niños/as entienden que siguen valiendo como persona y que no han
fallado del todo. Como consecuencia de este mensaje recibido una y otra vez,
suelen mejorar su ejecución y muy probablemente sus resultados. Ejemplos de
este concepto los podemos encontrar en la vida cotidiana.

66
Digamos que le hemos pedido a nuestro/a hijo/a que arregle su cama, o que
recoja sus libros y al verificar la tarea vemos que la cama está arreglada, pero
no está perfecta, o que aún quedan algunos libros regados. Generalmente nos
enfocamos en lo que falta para lograr un resultado que esperamos, pero ayu-
daría más si reconocemos lo que ha hecho el/la niño/a y el esfuerzo que ha
puesto en ello. Resaltar lo que hace bien o su intención de hacerlo bien es la
clave.

Ejercicio:

Leer en grupo y responder a las siguientes preguntas:

1• ¿Qué efectos tienen las críticas y los “boches” en la autoestima de los niños
y niñas?

2• ¿Qué pueden hacer los padres y las madres para mejorar la autoestima
de sus hijos e hijas?

67
Unidad 6
La Disciplina como
Aprendizaje Familiar
Unidad 6
La Disciplina como Aprendizaje
Familiar
La manera de ejercer la autoridad y aplicar la disciplina a los/as niños/as es una preocu-
pación frecuente para los padres y madres. Muchos/as se cuestionan si estarán siendo
demasiado exigentes o rígidos en las reglas y sanciones que aplican, o si en cambio son
débiles y complacientes con sus hijos/as.

Al discutir esta cuestión puede ayudarnos definir antes algunos criterios y


principios básicos como los siguientes:
1• Los niños, las niñas y los/as adolescentes necesitan un sistema de disciplina,
tanto en el hogar como en la escuela. Esto les da seguridad y estabilidad.
2• Los padres, madres y otras figuras de autoridad son los/as responsables
de establecer y hacer que funcione este sistema.
3• El fin último de la disciplina es la auto-disciplina, que permite asumir las
reglas en ausencia de las figuras de autoridad.
4• La disciplina no debe doler; como elemento natural del desarrollo, requiere
sostenerse en el respeto mutuo y no debe confundirse con el maltrato físico o
emocional.
5• El afecto y la aceptación que recibe el/la niño/a de las figuras de autori-
dad facilitan la internalización de las reglas.

Partiendo de estas premisas se abordan los objetivos de la disciplina, que son esencialmente
ofrecer a los/as niños/as un contexto seguro y predecible, ayudarles a internalizar los límites
y aprender los conceptos de jerarquía y autoridad; elementos estos decisivos en la forma-
ción de las pautas de comportamiento indispensables para su buen desarrollo y su adecua-
da interacción con los/as demás.

En este sentido, la aplicación de la disciplina debería constituir un proceso dinámico, que


permita aprender a todos/as los/as que participan, más que una tarea desagradable o una
carga para los padres y madres.

Disciplina y comunicación:
las normas y los límites se transmiten de formas diversas. El estilo comunicacional de los
padres y las madres a menudo interfiere con el logro de los objetivos al aplicar la disciplina.

Algunos de los más frecuentes son:

Estilo autoritario: se manifiesta en órdenes inapelables, uso de amenazas y


castigos. Así también, en no tomar en cuenta las opiniones y necesidades de
los niños y las niñas. Se relaciona generalmente con padres o madres con
temor a perder el control, que interpretan como un desafío a su autoridad
cualquier expresión de desacuerdo por parte del/la niño/a. Este estilo suele
generar en los/as hijos/as una actitud sumisa o rebelde.

69
provocar que los/as niños/as se vuelvan demandantes, que se les haga difícil
aceptar límites en otros contextos y promueve la inseguridad y el escaso auto-
control.

Estilo inconsistente: comunica las reglas y establece los límites de forma


inestable, provocando confusión y rebeldía en los/as niños/as. Se observa en
algunos padres y madres con dificultad para mantener una actitud reflexiva
frente a las conductas de sus hijos/as, lo que los conduce a actuar por impul-
so o según su estado de animo. Así, puede que castiguen fuertemente a su
hijo/a por una acción que en otro momento pasan por alto, o que se muestren
excesivamente estrictos frente a hechos poco significativos, mientras permiten
otros más trascendentes*.

Estilo culpabilizador: en algunas familias se tiende a mezclar la disciplina con


las emociones y los vínculos afectivos. A menudo los padres y madres con este
estilo llaman la atención a sus hijos/as enfocando el “daño” que su conducta
provoca en los propios padres y madres más que en las consecuencias que tal
comportamiento podría tener para el/la niño/a. Un ejemplo frecuente es el
atribuirle a la mala conducta del/la hijo/a la tristeza o enfermedad de los/as
padres y madres “si haces eso me pongo muy triste” o “pórtate bien, que me
vas a enfermar”.

En este tipo de relación, el/la niño/a aprende a culparse por el sufrimiento de


su padre o madre, interpretando como deslealtad o falta de agradecimiento lo
que es en realidad un comportamiento inadecuado. La carga emocional que
esto representa para los/as niños/as en nada contribuye a mejorar su
conducta y puede provocar efectos psicológicos dañinos a lo largo de su
desarrollo.

Estilo sermoneador: en este estilo, los padres y las madres se esfuerzan por
darle múltiples consejos a sus hijos e hijas, que en la mayoría de los casos
incluyen referencias a las experiencias propias de los padres y madres en su
infancia o adolescencia y recomendaciones acerca de lo que los/as hijos/as
“deberían” hacer.

Aunque no puede decirse que aconsejar sea una práctica dañina, sí debemos
señalar la frecuente inefectividad de estos sermones o charlas, debido a que
los/as niños/as terminan por no escuchar, aumenta su resistencia a tomar en
cuenta las recomendaciones de los padres y madres, y la mayoría de las veces
no se sienten comprendidos/as por ellos/as. Repetir incansablemente las
órdenes, quejarnos constantemente de su comportamiento constantemente o
hablar en monólogos con los/as hijos/as no favorece la reflexión y la
experimentación de las consecuencias que ellos/as requieren para cambiar
las conductas que nos preocupan.

Consistencia entre figuras de autoridad: un error frecuente entre padres y


madres es la tendencia a descalificarse mutuamente al establecer una regla,
imponer una sanción o dar una orden. Es vital para el aprendizaje de la
disciplina que las figuras de autoridad sean coherentes entre sí y discutan las
diferencias de opinión en ausencia de los/as niños/as.

70
Pertinencia y justicia: las reglas deben ser fruto de la reflexión por parte de los
padres y madres y no del impulso, el mal humor o el deseo de hacer sentir mal a sus
hijos/as. También deben ser revisadas y ajustadas, a medida que los/as niños/as
crecen y cambian las condiciones.

Algunas Técnicas de Disciplina que Podemos Utilizar:


Tiempo fuera: consiste en aislar temporalmente al niño o niña cuando emite
una conducta inapropiada. Esta dinámica es muy utilizada en niños/as
pequeños/as, pero puede dar resultado en los/as mayores como ejercicio de
reflexión. Es recomendable no extender el tiempo mas allá de unos minutos
(algunos/as autores/as recomiendan 2 ó 3 minutos por cada año de edad) y
no debe agregarse a esta estrategia ningún otro elemento que pudiera
resultar nocivo y desvirtuar su aplicación, como por ejemplo encerrar al/a
niño/a, arrodillarlo/a, dejarlo/a a ascuras o regañar y amenazar.

Hablar menos y actuar más: es una combinación práctica de algunas de las


actitudes que hemos analizado e implica que los padres y madres, en lugar
de repetir constantemente las órdenes, se movilicen y hagan que sus hijos/as
ejecuten la acción ordenada. Es más pensable evitar perder el control y
actuar agresivamente.

Aplicación de consecuencias: implica que los padres y las madres permitan


que los/as niños/as experimenten las consecuencias de sus acciones, siempre
que estas no constituyan un riesgo.

Los autores del método Padres Eficaces con Entrenamiento Sistemático,


plantean esta estrategia como un sustituto del sistema tradicional de premios
y castigos, diferenciando las consecuencias naturales, que ocurren sin que
los/as adultos/as tengamos que intervenir (por ejemplo, si el/la niño/a no
come, tendrá hambre), y las llamadas consecuencias lógicas, que deben ser
diseñadas y aplicadas por los/as adultos/as (por ejemplo, si el/la niño/a
olvida su cuaderno en casa, tendrá que enfrentar en la escuela los efectos de
su descuido). Es importante destacar el valor de esta forma de tratar a los
niños y niñas en el desarrollo de la responsabilidad y la autonomía. La
aplicación de estas técnicas debe ajustarse a la etapa de desarrollo. Sin
embargo, puede ser útil tanto para niños/as pequeños/as como para
adolescentes.

Finalmente, conviene señalar el hecho de que ninguna técnica de disciplina


será realmente efectiva si no existe entre los padres, madres e hijos/as una
relación saludable, basada en el cariño constante e incondicional y en una
comunicación positiva que reconozca y valore tanto a los padres y madres
como a los hijos/as. Cuanto mejor sea esta relación, menos tendremos que
preocuparnos por sancionar conductas inadecuadas, pero cuando esto sea
necesario, nuestra intervención será sin dudas más efectiva.

Ejercicio:
Leer en grupo y responder a las siguientes preguntas:
1• ¿Cuál es el papel de la disciplina en el desarrollo de los/as niños/as?
2• ¿Cuáles elementos pueden hacer que la disciplina sea efectiva?
3• ¿Cuál es la diferencia entre disciplina y abuso en la educación de los/as niños/as?
71
Unidad 7
Prevención del Abuso Físico
y Psicológico en los/as
Niños/as
Unidad 7
Prevención del Abuso Físico
y Psicológico en los/as Niños/as

La manera en que desempeñamos nuestra función de padre y madre está muy influenciada
por el modelo de padres que tuvimos en nuestras familias de origen. Es así como para
relacionarnos con nuestros/as hijos/as, en los momentos en que establecemos límites,
corregimos conductas inadecuadas y damos consejos, nos sorprendemos reaccionando de
forma muy parecida a como lo harían nuestros padres y madres, y probablemente
haciendo o diciendo las cosas que tanto nos dolían o molestaban de niños/as.

Una muestra de esto son los castigos físicos, los insultos, comparaciones, humillaciones y
otras formas de corrección que heredamos y reproducimos, aún cuando no logramos los
objetivos de educación que nos proponemos con ellas y muchas veces terminamos
sintiéndonos muy culpables por haberlas utilizado.

Como sabemos, en este estilo agresivo de ejercer la autoridad, intervienen otros factores
personales, relacionales y del contexto, a los cuales conviene prestar atención. No obstante,
queremos destacar el hecho, confirmado en innumerables estudios nacionales y extranjeros,
que las personas que fueron maltratadas en su infancia tienen una alta probabilidad de
convertirse en adultos/as que abusan de los/as niños/as.

Para enfrentar esta realidad, es preciso descartar las ideas erróneas que sustentan el abuso
contra los/as niños/as acerca de que los golpes o castigos severos son necesarios para la
formación del individuo, que los padres y las madres tienen derecho a ejercer su autoridad
agresivamente, o que decirles a los/as niños/as y jóvenes frases hirientes los/as hará
refle-xionar y mejorar su conducta, entre muchas otras que hemos internalizado por años.

Es urgente un “reaprendizaje” de los/as adultos/as, que sustituya estas premisas por otras,
donde se destaquen el papel del afecto en el desarrollo emocional de los/as niños/as, el
respeto mutuo como condición indispensable para construir relaciones positivas, la
necesidad de adquirir estrategias para un manejo eficaz de la disciplina sin lesionar a los/as
niños/as física o psicológicamente. Es importante que los padres y madres entendamos que
nuestros/as hijos/as no son una posesión para hacer con ellos/as lo que nos parezca.
Los/as niños/as son personas. Más aún, que son personas en desarrollo, vulnerables y que
los/as adultos/as tenemos la responsabilidad de protegerlos/as de cualquier situación que
pueda dañarles. El abuso en sus múltiples formas, físico, psicológico, sexual o por
negligencia, es probablemente la amenaza más seria al bienestar actual y futuro de los niños
y niñas.

73
¿Qué es el Abuso a los/as Niños/as?

Cuando escuchamos el termino Abuso nos evoca generalmente situaciones de injusticia,


mal uso del poder y daño, entre otros conceptos. Si además nos referimos al abuso
cometido contra seres indefensos y dependientes como son los niños, niñas y adolescentes,
suele generar sentimientos de indignación, incredulidad y rechazo.

Pese a estas reacciones, un gran número de niños/as en nuestro país y en muchos otros,
sigue siendo víctima de formas de corrección abusivas, que afectan su desarrollo y lesionan
su derecho a convertirse en adultos emocionalmente sanos.

• Entendemos por abuso a los/as niños/as: toda conducta de un/a adulto/a,


que por acción u omisión interfiera con su sano desarrollo físico, psicológico
o sexual (Ruiz y Valdez, 1985).

• Abuso Físico: se refiere a las lesiones físicas inflingidas por un/a adulto/a
un/a niño/a, tales como hematomas, golpes con las manos o con objetos,
rasguños, fracturas, quemaduras, pellizcos, empujones, tirones de pelo y de
orejas, entre otras.

• Abuso Psicológico: es la conducta del/la adulto/a que ataca de manera


sistemática el desarrollo del Yo y la competencia social del/de la niño/a
(Garbarino, 1986). Incluye agresión verbal, humillaciones, insultos, aterrorizar
o rechazar al/la niño/a por medio de palabras, gestos o acciones.

• Negligencia: representa el abuso por omisión y se define como “no darle al


niño lo que necesita cuando lo necesita para su etapa de desarrollo” (Fontana,
1979).

En la práctica se presenta como descuido, cuando los/as adultos/as responsables no


ofrecen los cuidados necesarios al niño o niña, como llevarlos/as al médico, darle las
medicinas, alimentarles de forma adecuada, protegerlos/as de riesgos físicos o sociales,
darle afecto y estimulación.

Muchas veces el castigo físico o psicológico ocurre en situaciones de tensión, donde los/as
adultos/as pierden el control frente a cualquier conducta inadecuada de los/as niños/as.

• Consecuencias
Los golpes y castigos físicos severos, aún cuando son utilizados como formas de corregir y
educar a los/as niños/as no logran este propósito, por el contrario, provocan daños físicos
(que pueden ir desde leves hasta muy graves) y afectan emocionalmente al niño o la niña
que se siente agredido/a e impotente frente a las personas de quien espera que le protejan
y le amen.

74
El maltrato emocional no deja huellas físicas, pero produce un impacto destructivo en el
desarrollo de los/as niños/as, afectando su autovaloración y por tanto su capacidad para
enfrentar los retos inmediatos y posteriormente de la vida.

Las consecuencias de una crianza agresiva (física o verbal) pueden manifestarse muy
temprano en la conducta de los/as niños/as. A menudo se muestran temerosos/as,
inseguros/as, dominados/as por la ansiedad y sumisos/as ante los/as adultos/as o por el
contrario, rebeldes, agresivos/as y difíciles de controlar.

Estos rasgos, y otros que pueden añadirse tales como dificultad para confiar y para
relacionarse con las figuras de autoridad y con los/as compañeros/a, problemas en el
aprendizaje, desórdenes del sueño o del apetito, entre otros, pueden prolongarse hasta la
adolescencia y la adultez, limitando el desarrollo integral del individuo.

En general, los efectos del abuso en cualquiera de sus manifestaciones (físico, psicológico,
sexual o negligencia), pueden adquirir matices muy diversos: desde la inhibición de la
espontaneidad o la extrema actividad hasta ideas suicidas en niños/as mayores y
adolescentes, pasando por múltiples trastornos conductuales.

Sin embargo, una de las consecuencias más dramáticas del abuso contra los/as niños/as la
constituye el hecho de que las víctimas, una vez que son adultas, tienden a repetir la
experiencia sufrida en la infancia, constituyéndose en agresores/as. Esta dinámica perpetúa
el círculo abusivo.

Puesto que el objetivo de los padres y las madres es educar, formar a sus niños/as para que
crezcan como adultos/as responsables y sanos/as, necesitamos encontrar alternativas de
disciplina que realmente nos conduzcan a esta meta y no produzcan daños físicos o
psicológicos. Tenemos que vencer costumbres que nos impulsan a repetir patrones de
relación nocivos.

•Prevención
Algunas sugerencias generales:

El primer paso para dejar de golpear y gritar en casa es No darnos permiso de hacerlo; no
considerar el castigo físico y los insultos como sinónimo de corrección. En este proceso nos
puede ayudar tener presente que nuestros/as hijos/as no son nuestras propiedades, sino
personas a las que como tales debemos respetar.

Buscar alternativas más efectivas y sanas, basadas en el establecimiento de reglas claras, y


de sanciones planificadas, que guarden relación con el hecho, a ser aplicadas cuando los
niños no cumplen con las normas y reglas.

Concentrarnos en los aspectos que son realmente importantes para dar órdenes y hacer que
se cumplan. Evitemos hablar excesivamente; las repeticiones y sermones debilitan la
autoridad.

75
Destaquemos las cualidades y acciones positivas de nuestros hijos para aumentarlas.

Reservemos un tiempo para compartir cosas sencillas, como jugar en el piso, jugar con agua,
leer cuentos, entre muchas otras opciones que hacen la relación de la familia menos tensa y
más satisfactoria.

Cuando sentimos que estamos perdiendo el control, y que podemos hacer daño en lugar
de educar, lo mejor es retirarnos, poner distancia entre nosotros/as y el/la niño/a. En ese
momento hacer algo que nos serene (contar hasta 10, darnos un baño, leer algo relajante)
puede ayudarnos. Una vez recobrado el auto-control, podemos retomar la situación y
corregir de la mejor manera, a fin de lograr los objetivos que como padres y madres com-
prometidos/as tenemos con nuestros hijos.

76
Ejercicio:

Leer en grupo y responder a las siguientes preguntas:


1• ¿Qué tipos de abusos hemos observado en nuestro entorno?

2• ¿Cómo afecta a los/as niños/as el abuso físico?

3• ¿Qué daños provoca el abuso psicológico?

77
Unidad 8
¿Cómo Proteger a
Nuestros/as Hijos/as del
Abuso Sexual?
Unidad 8
¿Cómo Proteger a Nuestros/as
Hijos/as del Abuso Sexual?
Según Frazer (1987) el abuso sexual a los/as niños/as consiste en su utilización por un/a
adulto/a, para su propia satisfación sexual, sin tomar en consideración su desarrollo psico-
sexual.

Este mismo autor propone la siguiente clasificación:

Abuso Sexual Extrafamiliar: cuando la persona que comete el abuso no forma parte de la
familia del/la niño/a.

Abuso Sexual Intrafamiliar: cuando el agresor es un/a miembro de la familia del/la niño/a.
Este tipo de abuso se llama también incesto e incluye el acercamiento sexual de familiares
adoptivos/as o políticos/as, como padrastros y madrastras, entre otros/as.

Según el grado de proximidad involucrado, el abuso sexual puede


ser:
Abuso sexual sin contacto físico: por ejemplo proposiciones sexuales, relatos
acerca de actividades sexuales, llamadas telefónicas obscenas, exhibicionismo
y observar el/la niño/a desnudo/a.

Abuso sexual con contacto físico: se refiere a caricias en senos y genitales


del/la niño/a, hacer que este/a toque los del/la adulto/a y relaciones sexua-
les.

Abuso sexual con contacto físico violento: incluye violación y cualquier tipo de con-
tacto sexual acompañado de violencia y daño físico.

• Circunstancias en que se Produce:

Resulta doloroso reconocer que la mayoría de los actos abusivos contra niños/as son cometi-
dos por personas cercanas a ellos/as, pertenecientes al contexto donde debería protegerse
y asegurarse su sano desarrollo.

El abuso sexual suele ser cometido por personas que gozan de la confianza del/la niño/a,
a las que este/a debe obediencia y respeto. Su participación es conseguida por medio de
la seducción, el engaño o las amenazas. Es frecuente que el niño o niña guarde silencio por
temor a que le castiguen, a que no le crean o a que el/la agresor/a le haga daño a él/ella
o a su familia.

79
Esta condición de secreto puede mantener el abuso, a veces durante mucho tiempo, antes de
que la situación sea descubierta, contribuyendo a aumentar la profundidad del daño
sufrido y el impacto emocional en todo el sistema familiar.

• Consecuencias:

El abuso sexual provoca múltiples consecuencias en los niños y las niñas. Entre las más desta-
cadas podemos mencionar la posibilidad de sufrir enfermedades de transmisión sexual,
embarazo en la adolescencia, así como cambios bruscos de comportamiento y autoestima
deficiente.

Asimismo, se presentan dificultades en el contacto con sus compañeros/as y con las figuras
de autoridad, retraso en el aprendizaje, aislamiento y trastornos psicosomáticos, como
problemas del sueño y cambios en el apetito entre otros.

Los niños/as víctimas de abuso sexual también suelen presentar depresión, sentimientos de
culpa, agresividad, rebeldía e ideas suicidas.

• Elementos para la Prevención:

Los padres, madres y tutores/as son los/as responsables de proteger a los niños y niñas de
los diferentes riesgos a que pueden estar expuestos. Para cumplir con esta función, es
necesario establecer una relación cercana, que permita al niño/a confiar en sus padres si
se siente confundido/a o en peligro. Algunas de las siguientes alternativas pueden ayudar
a lograr este propósito.

Es fundamental mantener una comunicación positiva y afectuosa con los/as hijos/as,


promoviendo la conversación abierta, para propiciar que expresen sus temores o preocu-
paciones. Esto incluye el escuchar atentamente cuando los/as niños/as manifiestan
inseguridad o rechazo hacia una persona o lugar. Nunca obligarlos/as a expresar afecto
a ninguna persona si no quiere hacerlo.

Muchas veces los/as niños/as no dicen lo que sienten con palabras, sino que lo expresen
mediante comportamientos. Por ello, es necesario estar atentos/as a los cambios en la
conducta o en los hábitos de nuestros/as hijos/as, como por ejemplo expresión de tristeza,
agresividad excesiva, variaciones de humor frecuentes, insomnio o falta de apetito y
actitudes o lenguaje con contenido sexual, entre otras manifestaciones. Es recomendable
participar en las rutinas de los/as niños/as, según la edad; por ejemplo, bañar y vestir per-
sonalmente a los/as más pequeños/as, conocer a los/as amigos/as de los/as más
grandecitos/as e involucrarse en algunas actividades que realizan.

80
Utilizar un sistema de disciplina no agresivo también es un factor de protección, pues
permite que los/las niños/as desarrollen su seguridad personal y confíen en sus padres y
madres.

Dado que los padres y las madres no siempre podemos estar con nuestros/as hijos/as, es
necesario entrenarlos/as en algunas estrategias de autoprotección, los cuales resumimos a
continuación y que pueden ser discutidas en la familia.

Los niños y las niñas necesitan aprender su nombre y apellido, el de sus padres y otros
fami-liares, así como la dirección y teléfonos donde se les puede localizar.

Explíquele a sus hijos/as que ninguna persona (familiar, amigo/a o desconocido/a) tiene
derecho a tocarlos/as en sus partes privadas o a acariciarles de forma que les haga sentir
incómodos/as. Asegúreles que si algo así sucediera tiene derecho a decir No y garanticeles
que pueden contárselo a usted o a otra persona de confianza y que le creerán y protegerán.
Especifiqueles la importancia de no guardar ningún secreto acerca de algo que le parezca
vergonzoso o incorrecto.

Establezca reglas claras para que sus hijos/as no salgan sin su permiso o el de otro/a
adulto/a a cargo, y para que no acepten regalos, alimentos, ni dejarse acompañar o
fotografiar de personas que no conocen bien.

De igual manera, es necesario que los/as niños/as sepan en qué lugar es más seguro jugar
y la conveniencia de hacerlo en grupo, y que nunca deben jugar solos afuera o transitar por
lugares solitarios.

Para aumentar su seguridad en lugares públicos, los/as niños/as deben aprender que no
deben quedarse solos/as en baños, ascensores o parqueos. Que si se extravían deben
dirigirse a un centro de información, un cajero/a o buscar a una persona con uniforme o a
una señora con niños/as.

81
Unidad 1
La Comunicación Familiar
Módulo II
Unidad 1
La Comunicación Familiar

Los avances tecnológicos nos ofrecen hoy la posibilidad de recibir información instantánea
desde cualquier lugar del mundo y comunicarnos con personas que se encuentran a cientos
de kilómetros de distancia. Sin embargo, muchas veces no estamos satisfechos/as con la
manera en que nos comunicamos en nuestras familias. Los padres y madres se quejan de
que sus hijos/ as no les escuchan o no conversan con ellos/as y estos/as argumentan que
los/as adultos/as no les entienden.

En ocasiones se hace difícil ponerse de acuerdo entre los/as miembros de la pareja o con
los/ as hijos/ as. Las conversaciones terminan en discusiones que provocan distanciamien-
to, malestar y tensión en el ambiente familiar.

Es importante ser conscientes de que siempre nos estamos comunicando. Aún cuando no
hablamos, lo hacemos a través de la comunicación no verbal (gestos, miradas, posturas,
tono de voz). Este grado comunicacional es el más sincero, debido a que podemos falsear
las palabras, pero no así el lenguaje no verbal. Cuando existen contradicciones entre el
grado verbal y el no verbal, es decir si enviamos un mensaje con las palabras y otro
diferente con los gestos o actitudes, se produce una confusión en la persona que recibe estos
mensajes. Para los/as niños/as esto puede ser muy dañino, provocando consecuencias emo-
cionales.

Por otra parte, existen prácticas y actitudes que pueden dañar la comunicación, aún
cuando muchas veces no somos conscientes de ellas. Entre estas debemos destacar la
dificultad para escuchar. Es frecuente que por las múltiples ocupaciones y la tensión del
diario vivir no nos detengamos a escuchar con atención cuando nuestros/as hijos/as o
pareja nos comunican algo. Muchas veces mientras nos hablan estamos mentalmente
preparando nuestra respuesta o distraídos/as por otros temas. Si esto se repite a menudo,
los/as demás van perdiendo la motivación para comunicarse con nosotros/as, dado que
no se sienten cómodos/as, al no ser tomados en cuenta. El elemento más importante de la
comunicación es saber escuchar.

Otros obstáculos para la comunicación podrían resultar de posiciones autoritarias, poco


comprensivas o irrespetuosas, que nos inducen a descalificar las opiniones, ideas o inquie-
tudes de los/as otros/as miembros de la familia y a imponer nuestros puntos de vista, con-
siderándonos poseedores/as de la razón en todo momento.

En otros apartados hemos analizado el impacto de las críticas en la relación de padres,


madres, e hijos/as. En el terreno de la comunicación también se evidencian los efectos
negativos de destacar los errores con frecuencia, dado que bloquea la disposición del/de la
otro/a para comunicar abiertamente lo que piensa, provocando temor a expresarse e impul-
sándole a defenderse o a someterse con resentimiento.

83
La comunicación es el canal y la expresión de las relaciones, por tanto, es fundamental
mantenerlo transitable y libre de obstáculos. Algunas estrategias que pueden mejorar este
proceso en las familias son:

Escuchar activamente, manteniendo el contacto visual con quien nos habla. Cuando no
disponemos de tiempo para hacerlo, es mejor decirlo y buscar otro momento para poder
dedicar nuestra atención a ese tema.

Hablar con claridad y utilizando las palabras adecuadas al oyente. Esto es particularmente
importante cuando nos dirigimos a los/as niños/as. Muchas veces creemos que entienden
lo que queremos expresar o pedir, pero no siempre es así.

Propiciar momentos para interesarnos por las cosas que pasan en la vida de nuestros/as
hijos/as, qué les gusta, qué sienten en relación a asuntos propios de su etapa. No obstante,
estas aproximaciones no deben ser hechas con presión, como interrogatorios, es más
saludable conversar en momentos en que compartimos con ellos/as.

Evitar dar demasiadas órdenes, recomendaciones y sermones. Es más efectivo permitir que
los/as niños/as digan qué creen que pueden hacer, cómo piensan que deberían actuar ante
cualquier situación, antes que dirigirlos/as con nuestras propias ideas. En un segundo
momento podemos ayudarles a tomar la decisión más adecuada, pero antes debemos
escuchar su punto de vista.

Cuando estemos enojados/as o contrariados/as lo más recomendable es retirarnos, para


evitar decir cosas que puedan lastimar o perturbar nuestro objetivo de comunicarnos mejor.
Una vez recuperado el auto control, podemos manejar mejor la situación.

84
Ejercicio:

Leer en grupo y responder a las siguientes preguntas:

1• ¿Cuáles conductas pueden dañar la comunicación en nuestra familia?

2• ¿Cuáles actitudes podemos tener en cuenta para comunicarnos mejor con


nuestros/as hijos/as?

85
Unidad 2
Transmisión de Valores en la
Familia
Unidad 2
Transmisión de Valores en la
Familia
Los valores y su importancia en la educación
Al nacer, nuestros/as hijos/as no son ni buenos/as ni malos/as, desconocen las normas que
rigen su familia o su sociedad. Su conciencia ética se va desarrollando con el paso de los
años. Pero necesitan nuestra ayuda ya que no llevan ningún “chip” incorporado que les diga
si sus actos son correctos o incorrectos, lo que está bien o lo que está mal. Por eso es tan
importante enseñar los valores cívicos que les permitan desarrollarse y convivir en una
sociedad plural.

Los valores son las normas de conducta y actitudes según las cuales nos comportarnos y
que están de acuerdo con aquello que consideramos correcto. Todos/as los padres y las
madres deseamos que nuestros/as hijos/as se comporten de forma educada, pero sin que
se conviertan en niños/as temerosos/as o conformistas, ni transformándonos nosotros/as
en padres y madres exigentes y quisquillosos/as. Hay algunos valores fundamentales que
todas las personas debemos asumir, para poder convivir unos con otros, y que son impor-
tante tener siempre presentes y cumplir sin perjudicar a nadie.

La adquisición de buenos valores depende, como casi todo en la vida de nuestros/as


hijos/as, de sentirse querido/a y seguro/a, de desarrollar lazos estables con sus padres y
madres y de tener confianza en sí mismo/a. Solo sobre una base de amor y seguridad
nuestros/as hijos/as podrán aprender e interiorizar los valores éticos correctos. Lo más
importante es el ejemplo que dan los padres y madres en su forma de relacionarse con
los/as demás, de pedir las cosas, de ceder el asiento, de repartir lo que les gusta, de renun-
ciar a algo, de defender a alguien, etc. Un comportamiento de los padres y las madres que
transmiten tolerancia, respeto, solidaridad, confianza y sinceridad informa a los/as
hijos/as de todos estos valores y aprenden a actuar respetándolos siempre.

Diferentes Tipos de Valores:

Valores familiares: hacen referencia a aquello que la familia considera que


está bien y que está mal. Tienen que ver con los valores personales de los
padres y las madres, aquellos con los que educan a sus hijos/as, y que
estos/as, a medida que crecen, pueden aportar a su familia. Los valores
familiares son los primeros que aprenderán nuestros/as hijos/as y, si sabe-
mos transmitirlos con paciencia, amor y delicadeza, pueden ser una buena
base para otras experiencias, actitudes y conductas con los que se irá encon-
trando en el desarrollo de sus vidas.

87
Valores socioculturales: son los valores que imperan en la sociedad en el
momento en que vivimos. Estos valores han ido cambiando a lo largo de la
historia y pueden coincidir o no con los principios familiares. Puede ser que la
familia comparta los valores sociales que se consideran correctos o que, por
el contrario, no los comparta y eduque a sus hijos/as con otros principios. En
la actualidad, intentamos inculcar a nuestros/as hijos/as el respeto, la tole-
rancia, la renuncia a la violencia, la consideración y la cortesía, pero vivimos
en una sociedad en la que ellos/as pronto descubren que también imperan
otros paradigmas muy diferentes, como el autoritarismo, el egoísmo, la
acumulación de dinero, el ansia de poder, e incluso el racismo y la violencia.
Los valores familiares determinarán, en gran medida, el buen criterio que
tenga nuestro/a hijo/a para considerar estos otros principios como aceptables
o despreciables, o para saber adaptarlos a su buen parecer de la mejor
manera posible.

Valores personales: son aquellos que el individuo considera imprescindibles y


sobre los cuales construye su vida y sus relaciones con los/as demás. Suelen
ser una combinación de valores familiares y valores socioculturales, además
de los que el propio individuo va incorporando, producto de sus vivencias
personales, su encuentro con otras personas o con otras culturas en las que,
aún imperando una escala de valores diferente a la suya, encuentra actitudes
y conductas que considera valiosas.

Valores espirituales: para muchas personas la religión es un valor de vital


importancia y trascendencia, así como su práctica. De la misma manera, la
espiritualidad o la vivencia íntima y privada de algún tipo de creencia es un
valor fundamental para la coherencia de la vida de mucha gente. Los valores
espirituales pueden ser sociales, familiares o personales y no tienen que ver
con el tipo de religión sino con el sentimiento que alimenta esa creencia.

Valores materiales: son aquellos que nos permiten subsistir y son importantes
en la medida en que son necesarios. En la actualidad, vivimos un alza social
de los valores materiales: el dinero, los carros, las viviendas y lo que a todo
esto se asocia, como el prestigio, la buena posición económica, etc.

Valores éticos y morales: son aquellos que se consideran indispensables para


la correcta convivencia de los individuos en sociedad. La educación en estos
valores depende, en gran parte, de que se contemplen en aquellos principios
que la familia considera primordiales.

Entre los valores familiares que se transmiten a los/as hijos/as se consideran los siguientes
valores ético-morales como imprescindibles:

1• Respeto: aceptar al/la prójimo/a tal como es, con sus virtudes y defectos, recono-
ciendo sus derechos y necesidades. Decir las cosas de manera educada, sin herir, violentar
o insultar a nadie son muestras de respeto. La educación en el respeto empieza cuando nos
dirigimos a nuestros/as hijos/as correctamente, de la misma manera que esperamos que
ellos/as se dirijan a los/as demás.

88
2• Sinceridad- veracidad: la sinceridad es el pilar en el que se sustenta la confian-
za. Para que nuestros/as hijos/as no mientan no debemos abusar de los castigos: los/as
niños/as mienten por miedo al castigo.

3• Renuncia a la violencia: que nuestros/as hijos/as no sean violentos/as depende


mucho de que sus padres y madres no griten, peguen o les falten al respeto.

4• Solidaridad: conseguir que los/as niños/as ayuden a los/as adultos/as y a sus


iguales se consigue fácilmente, solo debemos aceptar desde el principio sus ganas de ayu-
dar, encomendarles pequeñas tareas y adaptarlas siempre a su edad y sus posibilidades.

5• Cortesía: tiene que ver con el respeto, la consideración y los modales. No tiene
que ver con no poder hacer algunas cosas porque no es de buena educación, sino en
hacerlas diciendo “por favor”, “gracias” y “¿puedo?”

6• Consideración: saber renunciar a los propios intereses en beneficio de los de


los/as demás. Si los/as niños/as ven que sus necesidades se toman en serio, les será más
fácil respetar las de otras personas.

7• Tolerancia: la aceptación y el respeto hacia la gente que es diferente, a lo que nos


resulta extraño, desconocido o poco habitual.

8• Responsabilidad: la confianza que tenemos en que nuestros/as hijos/as sabrán


asumir algunas tareas y las cumplirán. Tiene que ver con la conciencia de que los actos o su
incumplimiento tienen consecuencias para otras personas o para nuestro/a propio/a
hijo/a.

La responsabilidad que tenemos los/as padres y madres en la transmisión de estos valores


a nuestros/as hijos/as es crucial. Los valores no se transmiten vía genética, por eso es tan
importante tenerlos en cuenta en la educación. Pero debemos saber que los valores no se
enseñan al margen del resto de cosas, ni a través de grandes explicaciones o dando una
lista con aquello que consideramos correcto y lo que no, esperando que nuestros/as hijos/as
la memoricen. Los valores se transmiten a través del ejemplo práctico, de la cotidianidad y
de aquello que los/as hijos/as observan hacer a sus padres y madres.

Educar en valores es un reto que enfrentan las familias y la escuela. La importancia de


enseñar a los/as niños/as principios que guíen su conducta y promuevan su calidad humana
a medida que crecen está más que demostrada en el mundo actual.

El éxito en esta tarea dependerá de la claridad, coherencia y consistencia con que los/as
adultos/as asuman el proceso, pero sobre todo, de la enseñanza de los valores sustentados
en la vivencia y no en el discurso. Difícilmente podamos transmitir con efectividad lo que no
creemos y practicamos, especialmente si se trata de actitudes.

Cada familia posee un sistema de valores, que a menudo se mantienen implícitos y serán los
que los hijos y las hijas irán integrando progresivamente. Conviene, sin embargo, clarificar
dichos valores, examinarlos a la luz de las expectativas que los padres y las madres tienen
respecto a sus hijos/as. Por ejemplo, si queremos que los/as niños/as digan la verdad,
tendremos que cuestionarnos si nosotros/as mismos/as lo hacemos, dado que, como hemos
dicho, los valores se aprenden con el ejemplo, más que con sermones u órdenes.

89
A continuación, analizamos los aspectos asociados al desarrollo y fortalecimiento de algunos
valores, solo a modo de ejemplo, a fin de que las familias amplíen la reflexión, incorporan-
do aquellos valores que consideren fundamentales para educar a sus hijos e hijas.

• Respeto

Lograr que los/as niños/as aprendan el respeto es una meta constante en nuestra función de
padres y madres. Cualquier actitud del/la niño/a interpretada como falta de respeto activa
los recursos de los/as adultos/as para demostrarle quién manda y se convierte en motivo de
preocupación.

Sin embargo, el respeto va más allá de la obediencia y por supuesto, no debe confundirse
con el temor ni con la sumisión. El respeto mutuo es un camino de dos vías, que debe ser
enseñado desde muy temprano en la vida, puesto que cualquier relación donde falta el
respeto se deteriora y provoca sufrimientos.

Como sucede con todos los valores, el respeto se enseña mejor actuando que hablando acer-
ca de él, por lo que los padres y madres pueden aprovechar situaciones diversas para
mostrar una actitud respetuosa e inducir al/la niño/a a hacer lo mismo, empezando por el
respeto a la vida (las plantas, los animales, las personas más necesitadas). Por ejemplo, no
decir frases despectivas hacia los ancianos, tratar con cortesía a las personas con discapaci-
dad y a los que nos piden una limosna, son oportunidades para conducir a nuestros hijos
por la vía del respeto a los demás.

Nos obstante, para que el/la niño/a pueda asimilar esto como un valor y hacerlo suyo,
necesita a su vez sentirse respetado. Con frecuentemente exigimos a nuestros/as hijos/as
que nos respeten, pero nos olvidamos de que los/as niños/as también son personas y que
merecen respeto. Conviene analizar nuestras reacciones y actitudes que pudieran ser irres-
petuosas hacia nuestros/as hijos/as. Por ejemplo, cuando no les escuchamos ni prestamos
atención en el momento en que nos hablan; cuando les insultamos o humillamos con burlas,
sarcasmos y comparaciones; cuando no reconocemos su derecho a tener su espacio, e inte-
rrumpimos innecesariamente sus actividades o restamos valor a sus pertenencias.

Estas son solo algunas de las conductas que podrían estar transmitiendo a nuestros/as
hijos/as el mensaje de que no son personas dignas de respeto.

Los/as niños/as suelen ser muy sensibles a estas maneras de relacionarnos con ellos/as. Por
lo general producen resentimientos y afectan su autoestima, convirtiéndose además en un
obstáculo para nuestra tarea de enseñar el respeto mutuo.

Asimismo, el respeto que mostremos por nosotros/as mismos/as constituye un modelo


insustituible, que se manifiesta cuando los padres y madres reconocen su propio valor y sus
derechos, evitando dar una imagen de sacrificio extremo cuando establecen límites
saludables a las demandas de los/as hijos/as, ya sea de atención, tiempo, servicios,
juguetes, etc.

En todas estas oportunidades hay una lección acerca de los derechos de cada miembro de
la familia, que permite a nuestros/as hijos/as ir desarrollando una actitud respetuosa, hacia
sí mismos/as y hacia los/as demás, que le acompañará durante su vida.

90
• Responsabilidad

La responsabilidad implica cumplir cabalmente con las tareas u obligaciones emanadas del
rol que desempeñamos, asumiendo las consecuencias de nuestras acciones.

Actuar con responsabilidad es fuente de crecimiento personal e independencia, a la vez que


es una consecuencia de ello. En los/as niños/as pequeños/as se refiere con frecuencia a
enfrentar las consecuencias de las decisiones de otros, las cuales el/la niño/a debe aceptar.
En los/as mayores se evidencia en las decisiones que se toman y también en las
consecuencias que se generan.

Para enseñar responsabilidad hay que ejercer de forma adecuada la autoridad. Una
persona que es descalificada, irrespetada o poco reconocida, tendría dificultad al poner en
marcha sus recursos para actuar responsablemente en ese contexto. Siendo así, un estilo de
educación autoritario y rígido no promueve la responsabilidad, sino más bien el
cumplimiento ciego de las órdenes, fundamentado inicialmente en la obediencia, pero sin
que el individuo se involucre y con el riesgo de generar actitudes rebeldes o apáticas.

Por otra parte, una educación permisiva con pocas exigencias no estimula las capacidades
del ser humano para enfrentar tretas y demandas que le corresponden y sus consecuencias,
promoviendo la externalización de la culpa y la búsqueda de soluciones fáciles a los desafíos
cotidianos.

De forma práctica, en la familia esto se traduce en permitir al/la niño/a tomar decisiones
dentro de un número limitado de alternativas que irán aumentando con la edad. Esto le da
la oportunidad de ejercitar la voluntad y sentirse respetado/a. Naturalmente, toda decisión
supone consecuencias, sean estas positivas o negativas, y es muy importante que los padres
y madres dejemos a los/as niños/as experimentar las que se deriven de su elección,
siempre y cuando no revistan peligro para ellos/as o para otros/as.

Esto no siempre es fácil, pues estamos habituados a tratar de evitar que nuestros/as hijos/as
tengan cualquier experiencia negativa; entre otras razones porque asumimos que eso es
parte fundamental de nuestra función como padres y madres, y nos sentimos culpables si no
lo intentamos. Para proteger a los/as niños/as de las consecuencias de su comportamiento,
sermoneamos, humillamos, amenazamos, imponemos nuestras ideas y finalmente,
terminamos haciendo por ellos/as lo que ellos/as deberían hacer por sí mismos/as.

La enseñanza de la responsabilidad implica reglas claras pero flexibles, que permitan al/a
la niño/a intentar sus propias soluciones y aprender de sus errores en un marco de respeto
hacia el/ella y hacia los/as adultos/as.

Todo esto esta conectado con un ambiente en el que cada uno siente que tiene un lugar, que
pertenece, participa en los planes y se compromete.

Ejercicio:

Leer en grupo y responder a las siguientes preguntas:


1• ¿Qué significa cuando decimos que los valores se enseñan a través
de la práctica? Demos algunos ejemplos.
2• ¿Qué importancia tienen los valores en la vida de las personas?

91
Unidad 3
Importancia de la Participación
Social y el Juego en el Desarrollo
de los/as Niños/as
Unidad 3
Importancia de la Participación
Social y el Juego en el Desarrollo
de los/as Niños/as
Las relaciones sociales infantiles suponen interacción y coordinación de los intereses mutuos,
en las que los/as niños/as adquieren pautas de comportamiento social a través de los jue-
gos, especialmente dentro de lo que se conoce como su “grupo de pares” (niños/as de la
misma edad y más o menos el mismo estatus social, con los/as que comparte tiempo, espa-
cio físico y actividades). De esta manera pasan, desde los años previos a su escolarización
hasta su adolescencia, por sistemas sociales progresivamente más sofisticados que influirán
en sus valores y en su comportamiento futuro.

La transición hacia el mundo social adulto es apoyada por los fenómenos de liderazgo
dentro del grupo de iguales, donde se atribuyen roles distintos a los/as diferentes miembros
en función de sus características. Además, el/la niño/a aprende a sentir la necesidad de
comportarse de forma cooperativa, a conseguir objetivos colectivos y a resolver conflictos
entre individuos. La conformidad (acatamiento de las normas del grupo social) con este
grupo de iguales alcanzará su cuota máxima cuando el/la niño/a llegue a la pubertad, a
los 12 años más o menos, y nunca desaparecerá del comportamiento social del individuo,
aunque sus manifestaciones entre los/as adultos/as sean variables.

Los/as miembros/as de los grupos de iguales cambian con la edad, tendiendo a ser
homogéneos (del mismo sexo, de la misma zona) antes de la adolescencia. Después pasan
a depender más de las relaciones de intereses y valores compartidos, formándose grupos
más heterogéneos. Una interacción positiva con los amigos contribuye a mejorar la
seguridad y las habilidades del/la niño/a, para manejar relaciones sociales más amplias.

A menudo, las conductas de timidez, retraimiento o aislamiento de los/as niños/as que tanto
preocupan a los padres, madres y docentes, están asociados, entre otros factores a patrones
de crianza excesivamente exigentes o protectores, así como a la censura frecuente de las
actividades entre niños/as, que tienen lugar en algunas familias.

Como vemos, la socialización temprana va muy ligada al desarrollo de recursos para las
relaciones interpersonales sanas que le servirán al individuo durante toda su vida y formará
parte de la construcción de su personalidad. A medida que el/la niño/a crece, aumenta el
valor que tiene para el/ella su grupo de amigos/as, llegando a constituir el contexto al que
más atención dedica en la adolescencia. Por tanto, conviene que la familia reconozca esta
necesidad, facilitando la interacción social, al tiempo que establece límites convenientes, de
acuerdo a la edad y las circunstancias.

93
Los Padres y las Madres Pueden Ayudar a sus Hijos/as a Aprender a
Manejar sus Relaciones Sociales:

El/la mejor maestro/a de habilidades sociales puede ser el ejemplo de los/as adultos/as en
las interacciones cotidianas con los/as demás. Los padres y madres ayudan a sus hijos/as
a aprender cómo formar y mantener las amistades cuando:

> Muestra cooperación, amabilidad y bondad con los/as demás, como


vecinos/as, vendedores/as y maestros/as.

> Invita a sus amigos/as a la casa y encuentra tiempo para que su


hijo/a juegue con otros/as niños/as.

> Habla con su hijo/a de lo que significa ser un “anfitrión” y de cómo


prestar atención a las necesidades de otro/a niño/a.

> Ayuda a su hijo/a a aprender cómo escuchar las ideas de los/as demás.

> Muestra actitudes de respeto hacia otras personas.

> Ayuda a su hijo/a expresar sus sentimientos de manera adecuada.

> Ayuda a su hijo/a a reconocer y responder a los sentimientos de los/as


demás.

> Discute la importancia de ser honesto/a y fiel con los/as amigos/as.

> Desaprueba los comportamientos dañinos de su hijo/a hacia otras


personas, ayudándole a encontrar maneras constructivas de resolver
sus problemas.

> Permite a su hijo/a interactuar con otros/as niños/as en distintos


contextos, de acuerdo a su edad y sin interferir ni controlar excesivamente.

Valor del Juego en la Socialización

Un elemento indispensable para el desarrollo sano de los/as niños/as, y que se relaciona


estrechamente con las relaciones sociales, es el juego. El juego es una actividad propia del
ser humano, se presenta en todos los/as niños/as, aunque su contenido varíe de acuerdo a
las influencias culturales que los distintos grupos sociales ejercen. A esto se suma el hecho de
que nuestra especie mantiene la capacidad de jugar más allá de la infancia, un ejemplo de
lo cual puede encontrarse en las actividades deportivas.

94
Debido a que el juego ha demostrado ser una valiosa experiencia de aprendizaje, en la
actualidad se ha superado en gran medida la tendencia a considerarlo como una
inofensiva “pérdida de tiempo” propia de la infancia.

Se valora, en cambio, la importancia de esta actividad para el sano desarrollo de la


personalidad infantil. Este cambio de postura se refleja tanto en la incorporación del juego
dentro de las actividades curriculares de la escuela, como en el interés manifestado por
numerosos fabricantes de juguetes por dotar de valor educativo a sus materiales, dándoles
características didácticas que favorezcan el desarrollo de los/as niños/as.

Los/las padres y madres, por su parte, exigen cada vez más estas características en los
juguetes que adquieren para sus hijos/as, procurando que se adecúen a sus diferentes
etapas de desarrollo y estimulen su creatividad.

Diferencias Entre el Juego Otras Actividades


Las diversas teorías del juego proponen diferentes criterios para reconocer esta actividad.
Algunas características son:

> El juego produce placer a quien lo realiza.


> El objetivo de la acción es el juego mismo, no el aprendizaje.
> Ejercita capacidades de la persona, satisface necesidades afectivas
a través de una situación imaginaria.

> Interesa más la acción que el resultado, lo que diferencia al juego


de una actividad similar realizada como trabajo.

Estos criterios responden a diferentes modos de entender el juego y reflejan la complejidad


de esta actividad.

Como ya hemos dicho, el juego adquiere una importancia fundamental en la socialización


de los/as niños/as; la mejor forma de estudiar sus relaciones sociales con sus coetáneos
(grupos de iguales) es a través del juego, el cual permite, además, la simulación de roles y
papeles, al tiempo que sirve de válvula de escape a las tensiones y conflictos que en la “vida
real” no siempre es posible.

El juego en Distintas Etapas del Desarrollo


• Hasta los 4 años: aproximadamente, el/la niño/a jugará la mayor parte del
tiempo solo/a, sin prestar atención al juego de los/as demás.

95
• A partir de los 4 años: el/la niño/a comienza a mostrar más interés por la
actividad de otros/as niños/as. Puede comenzar a producirse el “juego paralelo”, una
modalidad de juego que implica cierta relación: realizan una misma tarea, juegan con
materiales similares y pueden establecer alguna interacción verbal. No obstante, aunque
el/la niño/a juega casi siempre consigo mismo/a, y no pretende interferir en el juego de
los/as demás, ni colaborar con ellos/as.

•A partir de los 41/2-5 años: adquiere mayor relevancia el “juego de asociación”,


en el cual se produce un intercambio entre los/as participantes, pero sin que exista un
objetivo común, una distribución de funciones o un patrón que dirija la actividad. Por
ejemplo, cuando los/as niños/as juegan en la arena y comparten un espacio,
herramientas, etc.

Por último, progresivamente, también a partir de los 5 años, el juego de asociación se irá
convirtiendo en “juego de cooperación”, aquel en el que la actividad se organiza, más o
menos, buscando un objetivo. Entonces aparecen juegos que requieren de una mayor
ela-boración: asumir roles diferenciados y objetivos grupales. Las escondidas o el “topao”,
pueden ser ejemplos de este tipo de juego.

El Juego en el Aprendizaje

Educar a los/as niños/as a través del juego es una experiencia profunda. El juego bien
orientado es una fuente de grandes beneficios. El/la niño/a aprende porque jugar es
aprender y los mejores maestros han de ser los padres y las madres.

Como adultos/as tendemos a pensar que el juego de los/las niños/as es algo demasiado
infantil como para convertirlo en parte importante de nuestra vida, y no es así. Para los/las
niños/as jugar es la actividad que lo abarca todo: trabajo, entretenimiento, adquisición de
experiencias, forma de explorar el mundo que le rodea, etc. El/la niño/a no separa el
trabajo del juego y viceversa. A través del juego, el/la niño/a se pone en contacto con las
cosas y aprende, de manera inconsciente, su utilidad y sus cualidades.

Las investigaciones acerca de la historia del juego demuestran las funciones de la actividad
lúdica (de juego) en la infancia. Los juegos marcan las etapas de crecimiento del ser humano:
infancia, adolescencia y edad adulta. Los/as niños/as no necesitan que nadie les explique
la importancia y la necesidad de jugar, la llevan dentro.

El tiempo para jugar es tiempo para aprender. El/la niño/a necesita horas para crear y para
que su fantasía se manifieste jugando, y siente la imperiosa necesidad de tener compañía,
porque el juego lleva consigo el espíritu de la sociabilidad.

Para ser de verdad educativo el juego debe ser variado y ofrecer oportunidades de resolver
problemas de forma progresiva, más difíciles e interesantes. El juego puede convertir a
los/as niños/as en protagonistas de una acción heroíca creada por su imaginación o
situarlos/as en posición de debilidad, experimentando la vivencia del ser ayudado/a por
otros/as. Cada una de estas experiencias constituyen valiosas enseñanzas para su vida y sus
relaciones.
96
El/la niño/a explora la realidad que le rodea a través del juego, esto lo/a conduce al
conocimiento del “mundo adulto”, el cual ha de explorar si quiere llegar a ser un/a adulto/a
con conocimientos. Los/as padres y madres son sus principales guías para ayudarle en su
insaciable curiosidad y encontrar respuestas a sus constantes porqués.

Los/as niños/as pequeños/as, aunque tengan compañeros/as de juegos reales, pueden


albergar también uno/a o varios/as compañeros/as imaginarios/as. No será raro
verlos/as hablar en tonos distintos de voz y tener una larga y curiosa conversación consigo
mismos/as mientras juegan. La visión del/la niño/a acerca del juego es totalmente distinta
a la del/la adulto/a. Ninguno de los motivos que mueven a éste/a a jugar interviene en el
juego del niño/a.

*tPara el/la niño/a no existe una frontera claramente definida entre la fantasía y la reali-
dad, entre el juego y la vida real. El/ella procura seleccionar, comprender e interpretar
aquello que más le interesa.

La imitación es una vía para satisfacer la curiosidad. El/la niño/a solo seleccionará para
su realización. a quienes capten su interés, en lo cual, su imaginación tiene una función
determinante. Sin embargo, influyen también los modelos representados por figuras
significativas (padres, madres, maestros/as, amigos/as). El juego permite a los/as
niños/as poner pensar mientras realizan acciones espontáneas y eficaces, que enriquecen
sus estructuras y les muetra nuevos caminos, nuevas respuestas, nuevas preguntas.

La imaginación que podemos desarrollar y educar en los/as niños/as por medio del juego
es la misma que el día de mañana utilizará para proyectar edificios, diseñar piezas
industriales, decorar, inventar una cura para las enfermedades y promover cambios
sociales; lo cual requiere de esa práctica para desarrollar estas competencias.

Jugar debe ser divertido. Un juego educativo que hayamos comprado puede no ser
divertido y si no hay diversión difícilmente habrá aprendizaje. El/la niño/a sabe bien lo
que le gusta y lo que no, y no le convenceremos de lo contrario.

El juego ocupa, dentro de los medios de expresión de los/as niños/as, un lugar privilegia-
do. No se puede considerar solo como un pasatiempo o diversión. Es, más que nada, un
aprendizaje para la vida adulta.

Jugando, los/as niños/as aprenden las cualidades de las cosas y los eventos con los que se
enfrentan. Contactar cómo el papel se deshace en el agua, que el carbón ensucia, que las
piedras son más duras que el pan, que el fuego quema y que los/as adultos/as dirigen, entre
otras.

97
Función de los Padres y Madres
Si los padres y las madres son capaces de observar a su hijo/a teniendo en cuenta que el
juego es su vida, empezarán a ver el juego de una forma bien distinta a su creencia de que
este es pura diversión o una pérdida de tiempo. Se necesita tener plena confianza en la
capacidad del niño/a para jugar y permitirle tomar iniciativas.

Si es necesario se puede orientar el juego, pero jamás imponer las reglas. Es importante
respetar el juego del/la niño/a siempre que sea posible y estimularle a jugar, tanto solo/a
como con otros/as niños/as.

A la hora de seleccionar juguetes debemos tener en cuenta tanto su función de diversión


como el tipo de juego que promueve dicho objeto, y cómo esta actividad se relaciona con
los valores que pretendemos enseñar a nuestros/as hijos/as.

La mayoría de las veces lo único que tenemos que hacer es dejar que el/la niño/a decida
con qué y cómo quiere jugar. La imaginación y la creatividad de los/as niños/as pueden
transformar objetos y situaciones comunes en herramientas valiosas para jugar y aprender.

98
Ejercicio:

Leer en grupo y responder a las siguientes preguntas:

1• ¿De qué forma beneficia a los niños y niñas tener amigos


y amigas desde los primeros años de edad?

2• ¿Qué función tiene el juego en el aprendizaje?

99
Unidad 4
La Familia Frente a los Medios
de Comunicación
Unidad 4
La Familia Frente a los Medios de
Comunicación

Todos y todas conocemos los beneficios que aportan al desarrollo de los países y de las
comunidades los medios de comunicación masivos.

La posibilidad de recibir información instantánea acerca de los eventos que ocurren en


lugares muy distantes, la disponibilidad de información que nos ofrecen la radio, la
televisión, la prensa escrita e Internet, indudablemente contribuye a mantenernos
actualizados y complementa de forma extraordinaria la educación de nuestros hijos e hijas.

A pesar de estas ventajas, los medios de comunicación pueden interferir con el modelo de
crianza que tratamos de establecer en nuestras familias al introducir valores, actitudes y
aprendizajes contradictorios o inapropiados para los/as niños/as y adolescentes.

Probablemente, el modo de entretenimiento y difusión de información más popular en nues-


tros días es la televisión. Algunos estudios realizados en Estados Unidos en los años '70 y
'80 (ISR, 1985: Signorelli; Gross y Morgan, 1982; Leebert, 1976 y NIMH, 1982) han arro-
jado evidencias preocupantes acerca del impacto de algunos contenidos recibidos por los/as
niños/as a través de la televisión. Se destacan en estas investigaciones los efectos de la vio-
lencia televisiva, partiendo del hallazgo de que los/as niños/as de tres a cinco años, pasan
un promedio de dos horas diarias viendo televisión y que en la mayoría de los progra-
mas, incluyendo los dirigidos a la población infantil, los mensajes de violencia tienen una
alta frecuencia. Agreguemos a esto, el uso de videojuegos violentos.

Si relacionamos estos datos con el conocimiento de que la agresividad en los/as niños/as


es esencialmente aprendida y que los modelos de la pantalla pueden tener tanto impacto en
edades tempranas como los modelos directos, resulta preocupante que nuestros/as hijos/as
presencien de manera continua escenas en las que algún personaje (héroe o villano) logra
sus propósitos (ganar) por medio del uso de la violencia.

Naturalmente, hay que considerar que un ambiente familiar donde hay violencia verbal o
física, es el factor más importante en el desarrollo de conductas violentas.

En relación al uso de la televisión, resulta conveniente que los padres y madres establezcan
límites y realicen una supervisión adecuada de acuerdo a la edad. Estar al tanto de cuáles
programas y contenidos presencian sus hijos/as. Así también, limitar el número de horas
que estos/as pasan frente al televisor, involucrándolos/as para ello en otras actividades
(deportes, juegos con otros/as niños/as, actividades artísticas)y conversar con ellos/as
desde muy pequeños/as, a fin de aclararles qué tipo de programas no nos parece
adecuado que vean, y por qué les prohibimos ver algunos canales o programas.

101
Conversar con nuestros/as hijos/as acerca de lo que ven en la televisión, escuchando sus
puntos de vista y analizando con ellos las dudas que pueda generar la información
recibida contribuye al desarrollo de su juicio crítico, el cual será a la larga su mejor
protección contra la publicidad que induce al consumismo, a los vicios y el efecto de los
contenidos violentos o sexuales en su desarrollo.

La influecia de los medios de comunicación en el desarrollo de los/as niños/as y la familia


es un fenómeno complejo, por lo que no debe ser analizado de forma simplista.

Durante su proceso de desarrollo, los/as niños/as fantasean, juegan con sus impulsos
agresivos normales, manteniéndolos en el plano de lo inconsciente, de lo no posible. Este
proceso puede afectarse cuando el contexto favorece que estas fantasías se lleven a la
realidad. Se hace concreto a través de la vivencia directa o indirecta, lo que se desearía
mantener en el plano de la fantasía, lo cual es aún más dañino cuando esas vivencias o
situaciones percibidas superan a lo imaginable en cuanto a la intensidad de los actos
agresivos expuestos. Por ejemplo, estudios realizados acerca del impacto de las películas
han demostrado que la violencia transmitida por estas producen un efecto más intenso que
las noticias de hechos reales semejantes.

En este aspecto de la violencia transmitida a través de los medios, existen a nuestro juicio
elementos que contribuyen a intensificar sus efectos, sobre todo si se está expuesto/a en
forma permanente y con una intensidad creciente.

Analicemos algunos de estos elementos:

> La conducta violenta presentada como la “mejor” opción para resolver


un conflicto, para salir ganador/a de un problema, para hacerse obedecer
y en definitiva para tener Poder.

> El discurso, que incluye el verbo Matar como sinónimo de ganar, y que
a fuerza de repetirse llega a convertirse en habitual para nuestros/as niños
/as y jóvenes.

> Los que trabajamos en el área de la conducta humana sabemos la relación


existente entre el pensar, sentir y actuar.

> El tratamiento que se da a los hechos de violencia, a veces superficial, puede


tener efecto en personas influenciables (no solo en los/as niños/as).

> Se corre el peligro de normalizar lo que no es normal; se banaliza el


delito y el crimen.

> Corremos también el riesgo de ir perdiendo la sensibilidad al estar


expuestos/as a tanta violencia, de forma que se necesita un estímulo cada vez
más fuerte para producir el mismo efecto.

102
Protegiendo a Nuestros/as Hijos/as de Internet:
Cada vez más familias tienen acceso a las nuevas tecnologías, especialmente a Internet, que
representa un recurso particularmente valioso para la ampliación de los conocimientos, para
fortalecer y actualizar el aprendizaje, el desarrollo académico y para entrar en contacto con
culturas y personas que viven en lugares más distantes. Sin embargo, los beneficios de
Internet están acompañados de algunos riesgos, como la posibilidad de que personas
inescrupulosas y mal intencionadas puedan engañar a nuestros/as hijos/as escudándose en
el anonimato que ofrece la red.

Uno de los peligros se relaciona con el abordaje sexual que pueden realizar adultos/as
explotadores/as y que pueden adoptar las características de una amistad con otro/a
niño/a, seduciendo de forma gradual a los/as niños/as y poniéndoles en contacto con infor-
mación y materiales dañinos para su edad. Otras veces los/as perpetradores/as pueden
obtener información acerca de los/as niños/as y la familia, aumentando el nivel de riesgo
potencial.

Hay muchas estrategias que los padres y madres pueden poner en marcha para proteger a
sus hijos/as de estos peligros, pero lo más importante es mantener una comunicación sana,
de forma que puedan conversar de estos temas y que los/as niños/as puedan confiarles si
algo les sucediera.

También es importante aprender a usa las computadoras, para poder compartir con ellos/as
en algunos momentos al navegar por Internet.

Si el computador no está en la casa y el/la niño/a asiste a un centro de comunicaciones,


conviene conocer dónde está ubicado, quiénes lo administran y quienes lo frecuentan.
También, si algunos equipos disponen de filtros para ser usados por menores de edad.

Al igual que con la televisión y los videojuegos, lo más recomendable es que los/as niños/as
no dediquen demasiado tiempo a conversar por Internet (“chatear”), sino que se involucren
en actividades con otros/as niños/as de su edad, evitando así el aislamiento y la tendencia
a desarrollar adicción a la pantalla.

Correctamente utilizados y con la supervisión adecuada, los medios de comunicación


pueden convertirse en instrumentos que apoyen la función educadora y formadora de la
familia.

Ejercicio:

Leer en grupo y responder a las siguientes preguntas:

1• ¿Qué podemos hacer los padres y madres para evitar los efectos de la
violencia y otros contenidos que reciben los niños y niñas a través de la TV y
videojuegos?

2• ¿Cómo podemos proteger a nuestros/as hijos/as al usar Internet?

103
Unidad 5
Prevención de la Violencia
Conyugal y Otras Formas de
Violencia Intrafamiliar
Unidad 5
Prevención de la Violencia
Conyugal y Otras Formas de
Violencia Intrafamiliar
Violencia Intrafamiliar
Incluye toda forma de abuso o maltrato que tiene lugar entre los/as miembros de una
familia, lesionando la integridad bio-psico-social y el desarrollo.

• Se clasifica en:

• Violencia conyugal.
• Maltrato a la mujer.
• Abuso contra los/as niños/as.
• Abuso contra los/as ancianos/as.

• Formas que Puede Adoptar la Violencia Intrafamiliar:

• Maltrato físico.
• Maltrato psicológico.
• Abuso sexual.
• Negligencia.
• Maltrato moral.

Las víctimas de violencia intrafamiliar suelen ser los/as miembros más débiles de la familia
(las mujeres, los/as niños/as y los/as ancianos/as). En las situaciones de violencia
conyugal, el agresor suele ser el hombre.

Entre los factores asociados a la expresión de conducta violenta en la pareja se destacan


elementos culturales que por años han validado la relación desigual entre hombre y mujer,
aceptando en muchos casos actitudes machistas y dominantes por parte del hombre. Así
como también, el aprendizaje a través de modelos violentos en la familia de origen y en el
contexto social, donde muchas veces se estimula el uso de la fuerza física para lograr los
objetivos.

105
Algunas Características Identificables en los/as Abusadores/as son:
• Han presenciado episodios violentos en su familia o han sido maltratados/as
en su infancia.

• Suelen tener dificultades para comunicarse y expresar sus sentimientos.

• Tienen una autoestima deficiente.


• Tienen gran necesidad de ejercer poder y controlar a los/as demás.
• Suelen abusar del alcohol o drogas.
• Sienten insatisfacción con sus propias vidas o sus logros personales.
• Suelen mostrarse sociables fuera de la familia y puede que no se muestren
agresivos/as con otras personas.

En general, las personas violentas suelen tratar de compensar sentimientos de inseguridad y


necesidad de tener control sobre los/as demás, imponiendo sus deseos de manera agresiva.

Por su parte, la mujer víctima de violencia física, psicológica o sexual por parte de su
pareja, a menudo presenta un perfil pasivo y con frecuencia depende del hombre, tanto en
el plano emocional como económico.

Factores como la autodesvalorización, la inseguridad y el temor a enfrentar la vida sin el


compañero, la mantienen en una situación de atrapamiento, agravada por los sentimientos
de culpa, que a menudo son generados por el agresor y por la reacción del medio social.

Algunos Mitos y Verdades acerca de la Violencia Familiar

Los mitos son creencias erróneas, que la mayoría de la gente acepta como si fueran
verdaderas. En lo que respecta a la violencia familiar, existe una enorme cantidad de mitos
que es necesario revisar para poder comprenderla. He aquí alguno de ellos:

Mito: Los casos de violencia familiar son escasos y no representan un proble-


ma grave.
Verdad: Dado que es un problema que ocurre en lo interno de la familia, a
veces no se conoce su magnitud, pero se trata de una situación que afecta a
un gran número de hogares.

Mito: La violencia familiar solo ocurre en las familias más pobres.


Verdad: La pobreza y las carencias educativas constituyen factores de riesgo
para las situaciones de violencia, pero los casos de violencia familiar se
distribuyen en todas las clases sociales y en todos los niveles educativos.

Mito: El consumo de alcohol es la causa de las conductas violentas.


Verdad: El consumo de alcohol puede detonar las conductas violentas, pero no
necesariamente las provoca. Muchas personas que toman alcohol no son vio-
lentas y a menudo el/la bebedor/a agresivo/a solo se muestra violento/a con
su familia.

106
Mito: Si hay violencia, no puede haber amor en una familia.
Verdad: Los episodios de violencia en el hogar no ocurren de forma
permanente, hay ocasiones en las cuales sus miembros se expresan el
afecto, pero existe el riesgo de que en cualquier momento ocurra un hecho
violento. El amor sí existe, pero también la posesividad, la ingenuidad y la
dependencia.

Mito: A las mujeres que son maltratadas por sus compañeros les debe gustar,
de lo contrario no se quedarían.
Verdad: En la mayoría de los casos, las mujeres que sufren situaciones
crónicas de abuso no pueden salir de ellas por muchas razones: emocionales,
sociales, económicas, etcétera. Además, una mujer víctima de maltrato
experimenta sentimientos de culpa y vergüenza por lo que le ocurre, y eso le
impide muchas veces pedir ayuda. Pero en ningún caso sienten placer al ser
agredidas. Los sentimientos más comunes son el miedo, la impotencia y la
debilidad.

Mito: Las víctimas de maltrato a veces se lo buscan; hacen algo para


provocarlo.
Verdad: La conducta violenta es absoluta responsabilidad de quien la ejerce.
No hay “provocación” que justifique una agresión. Los hombres que ejercen
violencia en su hogar intentan siempre justificar su conducta en las
“provocaciones”, para eludir su responsabilidad.

Mito: El abuso sexual ocurre en lugares peligrosos, además de oscuros, y el


atacante es un desconocido.
Verdad: En la mayoría de los casos, el abuso sexual ocurre en lugares
conocidos o en la propia casa, y el/la abusador/a es alguien de la familia o
un/a conocido/a (tanto en el caso de abuso sexual de niños/as como de
mujeres).

Mito: El maltrato emocional no es tan grave como la violencia física.


Verdad: El abuso emocional continuado, aun sin violencia física, provoca
consecuencias muy graves en el estado emocional de las víctimas.

Mito: La conducta violenta es algo innato, que pertenece a la “esencia” del ser
humano.
Verdad: La violencia es una conducta aprendida a partir de modelos
familiares y sociales que la presentan como un recurso válido para resolver
conflictos. (Adaptado de Corsi, 1994)

Ciclo de la Violencia Conyugal

La violencia conyugal presenta un proceso predecible, compuesto por las siguientes etapas:

• Fase de acumulación de tensión: en la que incidentes pequeños y del diario


vivir van produciendo irritación e ira, sin que se enfrenten de manera adecua-
da los desacuerdos. Los sentimientos de malestar no se expresan claramente.

107
• Fase de episodio violento: en que mediante la agresión emocional o física
va descargándose la tensión contenida.

• Fase de arrepentimiento: el agresor convence a la víctima de que su


conducta cambiará, que no volverá a ocurrir y de que su propia conducta (la
de la víctima) fue la que provocó la violencia. Es también llamada fase de luna
de miel, dado que la víctima realmente cree estas promesas y le perdona. Por
un tiempo la relación parece mejorar, sin embargo, es solo la etapa que dará
lugar al inicio del ciclo nuevamente.

Consecuencias

La violencia intrafamiliar lesiona a todos/as los/as miembros/as de la familia.

La persona agredida, además de los daños físicos, que en muchos casos son irreversibles,
llegando hasta la muerte, sufre los efectos en su salud mental, a tal grado que pueden
dejarle invalida, tales como depresión y ansiedad crónica, trastornos psicosomáticos, baja
autoestima, sentimientos de indefensión e ideas suicidas. El rendimiento laboral y las
relaciones interpersonales también se afectan de forma significativa, y la seguridad básica
se ve disminuida, entre otras consecuencias.

Los niños y niñas que viven en el hogar donde ocurre la violencia entre los padres y madres,
también se ven severamente afectados en su estabilidad emocional, su rendimiento
académico y sus relaciones sociales.

Las consecuencias para el agresor se asocian a las reacciones orgánicas de un estado de


ánimo alterado crónicamente y se manifiesta como trastornos cardiovasculares, gástricos y
otros síntomas, así como sentimientos de aislamiento, angustia, inseguridad y temor al
abandono, que trata de compensar a través de la dominación y la violencia.

Cómo Prevenir la Violencia en la Familia:

• Mejorar la comunicación de los sentimientos y la expresión de los


desacuerdos de forma respetuosa y abierta.

• Desarrollar patrones de relación que reconozcan los derechos del


resto de los integrantes de la familia.

• Reconocer a tiempo las señales de peligro (posesividad, celos, abuso


del alcohol o drogas, actitudes controladoras y agresión verbal ocasional,
entre otros).

108
• Enseñar a los/as niños/as y adultos/as estrategias de autocontrol,
situando la responsabilidad de lograrlo en el propio individuo.

• Desarrollar estrategias de manejo del estrés y abordaje constructivo


de los conflictos.

• Aprender técnicas de retirada cuando se enfrentan situaciones en


las cuales podemos perder el control (ejercicios, aislarse, hablar con
otros/as, etc).

Ejercicio:

Leer en grupo y responder a las siguientes preguntas:


1• ¿Cuáles son las característica de las etapas que componen el ciclo
de la vida conyugal?

2• ¿Cómo podemos prevenir las situaciones de violencia en la familia?

109
Unidad 6
El Papel de la Familia en el
Desarrollo Psicosexual de los/as
Niños/as
Unidad 6
El Papel de la Familia en el
Desarrollo Psicosexual de los/as
Niños/as
Los/as niños/as toman conciencia muy temprano acerca de su cuerpo y, en consecuencia,
registran la diferencia entre los sexos. Los medios de comunicación precipitan muchas veces
el encuentro con esta temática, mucho antes de lo que los/as niños/as logren tenerla por
sí solos/as, mediante la observación y entonces comienzan las preguntas acerca de su
sexualidad. Los/as niños/as pequeños/as, en general no esperan descripciones detalladas.
Su curiosidad radica en torno a su propio origen, siempre desde una posición inocente,
desde el deseo natural de saber, conocer y aprender. Compete a los/as adultos/as
aprovechar esta búsqueda de información para educar de forma integral.

Es aquí donde el rol de los padres y madres resulta insustituible. Aun cuando la escuela tiene
una función importante en el aprendizaje de todos los aspectos relativos al desarrollo de
los/as niños/as, la familia es la educadora natural de los/as hijos/as, en las áreas que
involucran desarrollo de actitudes, valores y comportamientos, todo lo cual, está vinculado
al aprendizaje de la sexualidad.

Hay que distinguir por tanto dos facetas en este terreno. Por un lado la información y por
otro, la formación. Mientras la primera consiste tan solo en la suma de una serie de datos,
observaciones y manifestaciones específicas, relativas en su mayoría al área física, la
segunda va más allá, trata de ofrecer unas pautas de conducta de acuerdo con los valores
que se promueven en la familia. Si no se engloba dentro de la educación afectiva y moral,
que ha de continuar durante toda la adolescencia y juventud, no se puede hablar de una
educación sexual integral, sino de una mera instrucción biológica.

Las preguntas más frecuentes que podrían formular los/as niños/as en los primeros años,
son:
> ¿De dónde vine?
> ¿Cómo se hacen los bebés?
> ¿Cómo quedaste embarazada?
> ¿Cómo llegué a tu barriga?
> ¿Cómo nace el bebé?
> ¿Qué es el sexo?
> ¿Para qué sirve el pene?
> ¿Por qué son diferentes los niños y las niñas?
> ¿El cuerpo de papá o de mamá es como el mío?

111
Estas preguntas en general se manifiestan cuando hay alguien cercano al niño o la niña que
está esperando un bebé, o producto de conversaciones con amigos/as en la escuela, o tal
vez frente a algún programa de televisión.

Se trata de responder desde lo más sencillo “creciste en la barriga de mamá”, luego “naciste
de una semilla de papá y un óvulo de mamá”, para agregar luego el hecho de cómo
llegaron a encontrarse una con el otro: “Las semillas de papá, que se llaman espermato-
zoides, se fabrican en los testículos. Los óvulos de mamá, crecen dentro de su cuerpo. Como
mamá y papá querían tenerte, el pene de papá llevó los espermatozoides hasta el óvulo de
mamá...y de allí creciste tú”.

Alrededor de los 8 años los/as niños/as están en condiciones de comprender la dinámica


de la relación sexual y probablemente sus preguntas sean más específicas. Entonces
podemos orientales con respuestas que satisfagan su necesidad de información en esta
etapa.

Es fundamental no coartar esta necesidad de saber de los/as niños/as. No hay una edad
específica en la que los padres y madres deban hablarles de sexo. Las preguntas que
ellos/as formulen irán indicando el momento. Cuando los/as niños/as no preguntan,
conviene que los padres y madres se cuestionen si están dejando espacio para que estas
preguntas ocurran y cómo se manejan los temas sexuales en la familia.

No hay que evitar o bloquear las preguntas. Tampoco darles más información de la
necesaria. Lo más importante es responder con la verdad y en un lenguaje simple, que les
permita comprender.

De todos modos, a veces no hay preguntas formuladas, pero las dudas aparecen en los
juegos, en historias inventadas o comentarios casuales. Conviene entonces aprovechar estos
momentos para tratar el tema y clarificar los aspectos pertinentes. Con frecuencia esto es
más efectivo que la “charla” acerca de sexualidad, que a los padres y madres les resulta
muchas veces forzada.

¿Cómo Hablar de Sexo con Nuestros/as Hijos/as?

Lo importante es tratar que el tema sea tan natural como los hábitos de higiene. No nos
avergüenza enseñar a nuestros/as hijos/a cómo mantener su higiene, por lo tanto,
orientemos la conversación acerca de temas sexuales del mismo modo. Es mucho más
sencillo comenzar a hablar de esta forma, para luego ir extendiendo el mensaje. Pero sobre
todo, cuando hablemos de sexualidad con nuestros/as hijos/as y ellos/as compartan sus
puntos de vista, escuchémosles. Esto les hará sentirse valorados/as y orgullosos/as de
crecer y convertirse en hombres y mujeres.

112
Con respecto a la educación sexual, el mejor método es el que empieza desde temprano en
la niñez y continúa durante el transcurso de los años, considerando al ser humano como un
todo y no solo desde una perspectiva genital. Esto confirma el papel protagónico que debe
desempeñar la familia.

La educación sexual en la familia se realiza casi sin darnos cuenta, a través del ambiente
que se vive en el hogar; pero de la misma manera se pueden inculcar actitudes y creencias
que pueden lesionar el desarrollo de esta dimensión de la personalidad.

Todo depende de la atmósfera reinante en el núcleo familiar. La educación infantil se logra


por el modelamiento o ejemplo, más que por lo que decimos. Son las actitudes de los/as
adultos/as, su estilo de vida, su forma sana o morbosa de vivir la sexualidad, lo que va a
impregnarse en la conciencia de los/as niños/as.

De aquí se desprende la necesidad que de los padres y madres se interesen por su propia
formación en educación sexual. Esta tarea es fundamental en el contexto familia-escuela.

Esta educación no debe quedarse simplemente en la información de funciones o métodos,


sino que debe llegar a la formación interior de la persona, mediante los valores y princi-
pios que hagan de su sexualidad un ámbito de crecimiento personal integral.

Cuando la escuela cuenta con programas de educación sexual, es indispensable que estos
sean conocidos por los padres y madres o mejor aún, que participen en su diseño, lo cual
sirve a la vez de entrenamiento. La premisa básica es que la familia no esté ajena a los
contenidos que se enseñan a sus hijos/as; no solo porque es un derecho y un deber del
sistema familiar, sino también por una cuestión práctica, ya que solo así pueden los padres
y madres ser copartícipes y favorecer el aprendizaje coherente y genuino.

Algunas sugerencias para abordar esta tarea:

• Utilice la televisión, las películas, etc., para empezar discusiones acerca de


la sexualidad. Dígale a su hijo/a lo que piensa de los mensajes emitidos por
los medios de difusión y pida su opinión.

• Fíjese en los artículos en la prensa que tratan de temas sexuales: sida,


violación, abuso sexual, el embarazo y utilícelos como oportunidad para
discutir estos temas con sus hijos/as.

113
• Eventos familiares, como el embarazo de parientes y el nacimiento de bebés
pueden ser excelentes medios para conversar con naturalidad acerca de la
sexualidad.

• Refiérase al sexo como algo bonito, bueno y noble, que Dios ha puesto en
el hombre y la mujer, integrándolo en una dimensión humana que hable de
respeto propio y hacia los/as demás.

• Ir siempre al ritmo que del/la niño/a, adaptándose a su desarrollo


evolutivo, explorando cuando podría ser necesario adelantarse en algunos
aspectos.

• No mentirles nunca y responder a todas las preguntas que hagan los/as


hijos/as, aunque no sean propias de su edad, pero adaptándose a su nivel de
comprensión.

• En la pubertad es conveniente prepararles para los cambios que su cuerpo


y mente van a sufrir antes de que éstos se produzcan.

• Protegerlos del ambiente cargado de permisividad sexual que hoy impera y


ayudarlos a formarse una actitud crítica frente a los hechos que llaman su
atención.

• Introducir las estrategias de autoprotección contra el abuso sexual en las


discusiones sobre sexualidad, así como lo hacemos en otros contenidos
(seguridad personal, expresión de afecto).

114
Ejercicio:

Leer en grupo y responder a las siguientes preguntas:

1• ¿Qué pueden hacer los padres y las madres con relación al desarrollo
psico-sexual de sus hijos/as?

2• ¿Cuáles elementos debían considerar los padres y madres, a fin de desem-


peñar mejor su función como educadores/as sexuales de sus hijos/as?

115
Unidad 7
Derechos de los/as Niños/as
y Adolescentes
Unidad 7
Derechos de los/as Niños/as
y Adolescentes
Los derechos de los niños, niñas y adolescentes han sido reconocidos en todo el mundo, a
través de numerosos documentos, entre los cuales se destaca la Convención de los Derechos
del Niño (CDN), firmada por los Estados Miembros de las Naciones Unidas en 1989 y
ra-tificada por la República Dominicana en 1991.

Además de los derechos que ostentan las personas menores de edad, en este Convenio se
señala el rol de la familia y del Estado especificando, entre otros aspectos, las
responsabilidades de éste en cuanto a poner a disposición de los padres y madres
programas de formación para desempeñar sus funciones. (Artículos 5 y 18).

A modo de resumen, presentamos doce de los derechos principales de


la niñez:

1• Derecho a la vida
Los niños, niñas y jóvenes tienen el derecho intrínseco a la vida. Se
garantizará en la máxima medida posible la supervivencia, la salud y el
desarrollo integral del/la niño/a.

2• Derecho a un nombre y a una nacionalidad


Los niños, niñas y jóvenes tienen derecho a un nombre y una nacionalidad.

3• Derecho a vivir en una familia


Los niños y niñas tienen derecho a vivir en un ambiente familiar.

4• Derecho a la salud
Los niños, niñas y jóvenes tienen derecho a crecer sanos/as, a disfrutar de
buena alimentación y cuidados médicos adecuados.

5• Derecho a recibir Atenciones especiales


Los niños, niñas y jóvenes con limitaciones físicas o mentales tienen derecho a
tratamientos y cuidados especiales.

6• Derecho a la Educación
Los niños, niñas y jóvenes tienen derecho a recibir educación.

7• Derecho a ser protegidos/as contra toda forma de abuso y explotación


Los niños, niñas y jóvenes tienen derecho a ser protegidos/as contra el abuso,
el abandono, la crueldad y los trabajos dañinos para la salud física y mental.

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8• Derecho a ser atendidos/as como prioridad en situaciones de peligro
En caso de emergencias o peligros, los niños, niñas y jóvenes deben
ser atendidos/s primero.

9• Derecho a recibir amor y compresión


Los niños, niñas y jóvenes necesitan mucho amor y comprensión.
Por eso deben crecer al cuidado de sus padres y madres, preferiblemente.

10• Derecho a la recreación


Los niños, niñas y jóvenes tienen derecho al esparcimiento, al juego
y a participar en las actividades artísticas y culturales.

11• Derecho a la participación


Los niños, niñas y jóvenes tienen derecho a ser escuchados/as
y participar en las situaciones que les afectan.

12• Derecho a la paz


Los niños, niñas y jóvenes tienen derecho a vivir en un ambiente
de paz, amistad, comprensión y solidaridad entre los pueblos.

Además del compromiso que tienen las familias y los Estados de cumplir con estos
lineamientos internacionales, cada país debe disponer de leyes especializadas para
proteger a la infancia y la adolescencia.

En República Dominicana, contamos con el Código para el Sistema de Protección y los


Derechos Fundamentales de los Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) o Ley 136-03, que
establece las normas nacionales para garantizar todos los derechos de los/as NNA,
identificando como responsable inmediato a la familia y en segundo lugar al Estado para
el cumplimiento de dichos derechos.

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A continuación transcribimos de manera textual, algunos artículos de la Ley 136-03, cuyo
conocimiento resulta fundamental para los padres, madres y educadores/as.

PRINCIPIO VII

• OBLIGACIONES GENERALES DEL ESTADO


El Estado, como representante de toda la sociedad, tiene la obligación indeclinable de tomar
todas las medidas administrativas, legislativas, judiciales y de cualquier otra índole que sean
necesarias y apropiadas, para garantizar que todos los niños, niñas y adolescentes disfruten
plena y efectivamente de sus derechos, y no podrá alegar limitaciones presupuestarias para
incumplir las obligaciones establecidas.

En este sentido, el Estado debe asegurar políticas, programas y asistencia apropiada para
que la familia pueda asumir adecuadamente sus responsabilidades y garantizará a lo niños,
niñas y adolescentes el acceso a los programas y servicios para el disfrute de todos los dere-
chos consagrados en este Código.

PRINCIPIO VIII

• OBLIGACIONES GENERALES DE LA FAMILIA


La familia es responsable, en primer término, de asegurar a los niños, niñas y adolescentes
el ejercicio y disfrute pleno y efectivo de sus derechos fundamentales. El padre y la madre
tienen responsabilidades y obligaciones comunes e iguales en lo que respecta al cuidado,
desarrollo, educación y protección integral de sus hijos e hijas.

Art. 2.- DEBERES DE LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES. El Estado, a


través de sus instituciones, los medios de comunicación, la familia y la comunidad en ge-
neral, promoverá el fomento de valores y principios, a fin de que los niños, niñas y adoles-
centes puedan cumplir con los siguientes deberes:

a) Honrar a la Patria a través del respeto a sus símbolos, héroes y heroínas.

b) Valorar y respetar la familia como núcleo social, honrando y obedeciendo


a sus padres y madres o responsables, quienes, a su vez, deben aceptar y
respetar sus derechos y no contravenir el ordenamiento jurídico;

c) Actuar con apego a los principios de la convivencia democrática,


solidaridad social y humana.

d) Respetar la libertad y diversidad de conciencia, pensamiento, religión y


cultura.

e) Cumplir con sus responsabilidades escolares, familiares y comunitarias.

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f) Contribuir a la preservación del medio ambiente, a través de la
conservación de los espacios de la comunidad en que habita.

g) Cumplir y respetar las leyes, al igual que cualquier otro deber establecido
en ellas.

CAPÍTULO II

• DERECHOS FUNDAMENTALES

Art. 3.- DERECHO A LA VIDA. Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho
a la vida. El Estado debe garantizar este derecho mediante políticas públicas dirigidas a
asegurar la sobrevivencia, la salud y su desarrollo integral.

Art. 4.- DERECHO A UN NOMBRE Y A UNA NACIONALIDAD. Todos los niños,


niñas y adolescentes tienen derecho a un nombre y a una nacionalidad. Por tanto, deberán
ser identificados/as y registrados/as inmediatamente después de su nacimiento. A tal
efecto, el/la médico/a o el personal de salud que atienda el nacimiento está obligado, en
un plazo no mayor de doce (12) horas, después que se produzca este, a entregar una
constancia del mismo a sus padres y madres o responsables, previamente identificados/as,
remitiendo otra constancia a las autoridades responsables de su registro oficial.

Párrafo I.- El Estado velará por la aplicación de estos derechos de conformi-


dad con la legislación nacional y las obligaciones contraídas en virtud de los
instrumentos internacionales que haya ratificado, garantizando a los/as
recién nacidos/as, de forma obligatoria y oportuna, su identificación y el
establecimiento del vínculo filial con el padre y la madre.

Párrafo II.- Las instituciones, centros y servicios de salud, públicos y privados,


deben llevar registros de los casos de nacimientos que se produzcan en los
mismos, a través de fichas médicas individuales, en las cuales constarán,
además de los datos médicos pertinentes, la identificación del o la recién
nacida, mediante el registro de su impresión dactilar y plantar, nombre y
edad de la madre, así como la fecha y hora del parto, sin perjuicio de otros
métodos de identificación que se puedan utilizar.

Párrafo III.- En los casos de niños o niñas cuyos nacimientos no se produjeron


en un centro público o privado, y ante la negativa de las autoridades
encargadas de hacer la inscripción en el Registro Civil, la madre, el padre o
el/la responsable, por sí o mediante representación especial, o a través del
Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONANI), podrán
apoderar al Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes para que este,
probado el nacimiento, autorice su inscripción en el Registro Civil.

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Art. 5.- DERECHO A SER INSCRITO/A EN EL REGISTRO CIVIL. Todos los
niños, niñas y adolescentes tienen derecho a ser inscritos en el Registro del Estado Civil,
inmediatamente después de su nacimiento, de conformidad con la ley.

Párrafo I.- El padre, la madre o los representantes de un niño, niña o adoles-


cente deben inscribirlos/as en la Oficialía del Estado Civil correspondiente.

Párrafo II.- El Estado debe garantizar procedimientos gratuitos, sencillos y


rápidos para la inscripción oportuna de los niños, niñas y adolescentes en el
Registro del Estado Civil. A tal efecto, dotará oportunamente al mencionado
Registro de los recursos necesarios para dicha inscripción. Asimismo, debe
adoptar medidas específicas para facilitar la inscripción de aquellos niños,
niñas y adolescentes que no hayan sido inscritos/as oportunamente.

Párrafo III.- El Estado ampliará las delegaciones de las Oficialías del Estado
Civil a todos los hospitales maternos infantiles, en el ámbito nacional, para
garantizar la declaración oportuna de nacimientos de todos los niños y niñas.

Art. 6.- INSCRIPCIÓN CON AUTORIZACIÓN JUDICIAL. El Consejo Nacional


para la Niñez y la Adolescencia gestionará la inscripción del nacimiento y la expedición del
acta correspondiente al niño, niña o adolescente, en aquellos casos en que sus padres,
madres o responsables estén imposibilitados de hacerlo, ante el Oficial Civil correspon-
diente, con la previa autorización del Tribunal de Niños, Niñas o Adolescentes.

Art. 7.- GRATUIDAD DE LA INSCRIPCIÓN EN EL REGISTRO CIVIL. La


inscripción en el Registro Civil y la expedición del acta de nacimiento de niños, niñas o ado-
lescentes está libre de impuestos, multas y emolumentos y gozará de absoluta prioridad en
la tramitación.

Art. 8.- DERECHO A MANTENER RELACIONES PERSONALES Y CON-


TACTO DIRECTO CON EL PADRE Y LA MADRE. Todos los niños, niñas y ado-
lescentes tienen derecho, de forma regular y permanente, a mantener relaciones personales
y contacto directo con el padre y la madre, aun cuando exista separación entre estos, salvo
que ello sea contrario a su interés superior, lo que debe ser comprobado y autorizado por
la autoridad judicial competente.

Art. 9.- RELACIONES CON ABUELOS/AS. El padre y la madre, el/la tutor/a o


responsable, no pueden, salvo motivos graves, oponerse a las relaciones personales del
niño, niña o adolescente con sus abuelos/as. A falta de acuerdo entre las partes, las moda-
lidades de esas relaciones serán reguladas por la sala civil del Tribunal de Niños, Niñas y
Adolescentes correspondiente.

Párrafo.- Considerando situaciones excepcionales, la sala civil del Tribunal de


Niños, Niñas y Adolescentes puede acordar un derecho de comunicación o de
visita a otras personas, parientes o no.

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Art. 10.- DERECHO A LA CULTURA, DEPORTE, TIEMPO LIBRE Y
RECREACIÓN. Es obligación del Estado, en especial de las instituciones que integran el
Consejo Nacional para la Niñez y Adolescencia (CONANI), garantizar a todos los niños,
niñas y adolescentes el derecho a:
a) disfrutar de todas las manifestaciones culturales que aporten al desarrollo
integral de su persona;
b) espacios adecuados para hacer uso apropiado del tiempo libre;
c) jugar y participar en actividades recreativas y deportivas;
d) educación en áreas artísticas;
e) actividades que fomenten el desarrollo del talento así como la creatividad y
f) disfrutar de una cultura de paz.

Párrafo.- Para esos fines, además de las obligaciones de otras entidades del
Estado, todos los ayuntamientos son responsables de garantizar la existencia
de espacios públicos, deportivos y recreativos adecuados para que los niños,
niñas y adolescentes puedan disfrutar de este derecho.

Art. 11.- DERECHO A UN MEDIO AMBIENTE SANO. Todos los niños, niñas y
adolescentes tienen derecho a un medio ambiente sano y a la preservación y disfrute del
paisaje. La familia, la comunidad y el Estado deberán garantizar que el ambiente en que se
desarrolle el niño, niña y adolescente esté libre de contaminación y no ponga en peligro su
salud.

Para tales fines:

a) La familia proporcionará un hogar higiénico y en condiciones habitables y


educará a sus hijos e hijas en hábitos que favorezcan la protección del
entorno.

b) El Estado promoverá la educación ecológica de los niños, niñas y adoles-


centes y creará los mecanismos necesarios para proteger el ambiente en el que
viven.

Art. 12.- DERECHO A LA INTEGRIDAD PERSONAL. Todos los niños, niñas y


adolescentes tienen derecho a la integridad personal. Este derecho comprende el respeto a
la dignidad, la inviolabilidad de la integridad física, psíquica, moral y sexual, incluyendo la
preservación de su imagen, identidad, autonomía de valores, ideas, creencias, espacio y
objetos personales.

Párrafo.- Es responsabilidad de la familia, el Estado y la sociedad


protegerlos/as, contra cualquier forma de explotación, maltrato, torturas,
abusos o negligencias que afecten su integridad personal.
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Art. 13.- DERECHO A LA RESTITUCIÓN DE DERECHOS. El Estado domini-
cano tiene la responsabilidad de proteger a todos los niños, niñas y adolescentes contra toda
forma de abuso, maltrato y explotación, sin importar el medio que se utilice, incluyendo el
uso de Internet o cualquier vía electrónica.

Párrafo.- Para estos casos, se procederá a la restitución de los derechos


violados o amenazados por medio de la ejecución de medidas de protección
previstas en el presente Código. La familia y la sociedad, en su conjunto,
deben participar y exigir este derecho.

Art. 14.- DERECHO A QUE SEA DENUNCIADO EL ABUSO EN SU CONTRA.


Los/as profesionales y funcionarios/as de las áreas de la salud, pedagogía, sicología, tra-
bajo social y agentes del orden público, directores/as y funcionarios/as, tanto públicos/as
como privados/as, y cualquier otra persona que en el desempeño o no de sus funciones
tuviere conocimiento o sospecha de una situación de abuso o de violación de los derechos
de los niños, niñas y adolescentes, están obligados/as a denunciarla ante las autoridades
competentes, estando exentos de responsabilidad penal y civil, con respecto a la informa-
ción que proporcionen.

Párrafo.- El incumplimiento de esta obligación conlleva una sanción penal de


uno (1) a tres (3) salarios mínimos establecido oficialmente. La sala penal del
Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes es competente para conocer de esta
infracción.

Art. 15.- DERECHO A LA LIBERTAD. Todos los niños, niñas y adolescentes tienen
derecho a la libertad personal, de conciencia, pensamiento, religión, asociación y demás
derechos y libertades establecidas en la Constitución, la Convención Internacional de los
Derechos del Niño y este Código.

Art. 16.- DERECHO A OPINAR Y SER ESCUCHADO/A. Todos los niños, niñas
y adolescentes tienen derecho a expresar libremente su opinión, ser escuchados/as y
tomados/as en cuenta, de acuerdo a su etapa progresiva de desarrollo.

Párrafo I.- Este derecho se extiende a todos los ámbitos en que se desenvuel-
ven los niños, niñas y adolescentes: estatal, familiar, comunitario, social,
escolar, científico, cultural, deportivo y recreacional.

Párrafo II.- Se garantiza a todos los niños, niñas y adolescentes el ejercicio


personal y directo de este derecho, especialmente en todo procedimiento
administrativo o judicial que conduzca a una decisión que esté vinculada a la
garantía de sus derechos e intereses.

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Art. 17.- DERECHO A PARTICIPAR. Todos los niños, niñas y adolescentes tienen
derecho a participar libre, activa y plenamente en la vida familiar, comunitaria, social,
escolar, científica, cultural, deportiva y recreativa, así como la incorporación progresiva a
la ciudadanía activa. El Estado, la familia y la sociedad deben crear y fomentar
oportunidades de participación de todos los niños, niñas y adolescentes y sus asociaciones.

Art. 18.- DERECHO A LA INTIMIDAD. Todos los niños, niñas y adolescentes tienen
derecho al honor, reputación e imagen propia, a la vida privada e intimidad personal y de
la vida familiar. Estos derechos no pueden ser objeto de injerencias arbitrarias o ilegales del
Estado, personas físicas o morales.

Art. 19.- DERECHO A LA DIVERSIÓN. Todos los niños, niñas y adolescentes


tendrán acceso a las diversiones y espectáculos públicos propios o clasificados como
adecuados para su edad.

Párrafo I.- Los niños y niñas menores de diez (10) años solamente podrán
ingresar o permanecer en los lugares de presentación o exhibición cuando
estén acompañados/as de sus padres o responsables.

Párrafo II.- Las emisoras de radio o televisión transmitirán en horario


clasificado para niños, niñas y adolescentes, programas con finalidad
educativa, artística, cultural, informativa y formativa tanto en valores como en
prevención de la violencia.

Párrafo III.- La presentación de todo programa será presedida de una


clasificación antes, durante y al concluir, que alerte a los/as televidentes u
oyentes acerca del tipo de público (adulto/as o toda la familia) al que está
dirigido.

Párrafo IV.- Los responsables de espectáculos públicos y diversión colocarán


visiblemente, a la entrada del lugar, la información detallada acerca de la
na-turaleza del espectáculo y su clasificación en cuanto a las edades a partir
de las cuales se permitirá el acceso.

Art. 20.- IDENTIFICACIÓN DE CONTENIDO. Todo material: revista, publica-


ciones, videos, ilustraciones, fotografías, lecturas y crónicas, deberán tener una envoltura
en la cual se consigne su contenido.

Art. 21.- REGULACIÓN DE PUBLICIDAD Y VENTA. Las bebidas alcohólicas,


tabaco, armas de fuego y municiones y sus ilustraciones, fotografías y propaganda serán
expuestos al público, observando las normas de mayor respeto a los valores éticos y sociales
de los seres humanos y de las familias. Estos tipos de mercancía y publicidad quedan
prohibida en lugares públicos y privados destinados a niños, niñas y adolescentes.

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Art. 22.- PROHIBICIÓN DE VENTA. Queda prohibida la venta a niños, niñas y
adolescentes de:

a) Armas, municiones y explosivos.


b) Bebidas alcohólicas y tabaco.
c) Fuegos artificiales.
d) Billetes de lotería y sus equivalentes.
e) Material pornográfico de cualquier naturaleza.
f) Cualesquiera otras sustancias y productos cuyos componentes puedan
causarles daños o dependencia física o psíquica.

Art. 23.- PROHIBICIÓN DE ENTRADA. Queda absolutamente prohibida la entra-


da a niños, niñas y adolescentes en establecimientos comerciales donde se consuman
bebidas alcohólicas, casas de juegos y de apuestas. Los/as propietarios/as de dichos
establecimientos estarán obligados/as a colocar en un lugar visible a la entrada del local
la advertencia de prohibición de admisión de niños, niñas y adolescentes.

Art. 24.- PROHIBICIÓN DE HOSPEDAJE Y VISITA. Quedan prohibidas las


visitas y el hospedaje de niños, niñas y adolescentes en hoteles, moteles o cualquier
establecimiento del ramo, que no estén acompañado/a por su padre, madre o responsable.

Párrafo.- La violación de las prohibiciones indicadas en el presente artículo se


sancionará de la manera dispuesta en el Artículo 414 de este Código.

Art. 25.- PROHIBICIÓN DE LA COMERCIALIZACIÓN, PROSTITUCIÓN Y


PORNOGRAFÍA. Se prohíbe la comercialización, la prostitución y la utilización en
pornografía de niños, niñas y adolescentes.

Art. 26.- DERECHO A LA PROTECCIÓN DE LA IMAGEN. Se prohíbe


dispo-ner o divulgar, a través de cualquier medio, la imagen y datos de los niños, niñas y
adolescentes en forma que puedan afectar su desarrollo físico, moral, psicológico e intelec-
tual, su honor y su reputación, o que constituyan injerencias arbitrarias o ilegales en su vida
privada e intimidad familiar, así como estigmatizar su conducta o comportamiento.

Ar t. 27.- DERECHO A LA INFORMACIÓN. Todos los niños, niñas y


adolescentes tienen derecho a recibir, buscar y utilizar todo tipo de información
acorde con su desarrollo, y a seleccionar libremente el medio y la información
sin más límites que los establecidos en este Código.

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•DERECHO A LA SALUD

Art. 28.- DERECHO A LA SALUD Y A LOS SERVICIOS DE SALUD. Todos


los niños, niñas y adolescentes tienen derecho, desde su nacimiento, a disfrutar del grado
más alto posible de salud física y mental.

Art. 31.- DERECHO A LA INMUNIZACIÓN. Todos los niños, niñas y adolescentes


tienen derecho a la inmunización contra las enfermedades prevenibles. El Estado, a través
de la Secretaría de Estado de Salud Pública y Asistencia Social, el Sistema Dominicano de
Seguridad Social u otros organismos afines, tienen la obligación de suministrar y aplicar las
vacunas a todos los niños, niñas y adolescentes.

Art. 45.- DERECHO A LA EDUCACIÓN. Todos los niños, niñas y adolescentes


tienen derecho a la educación integral de la más alta calidad, orientada hacia el desarrollo
de sus potencialidades y de las capacidades que contribuyan a su desarrollo personal,
familiar y de la sociedad. Asimismo, deberán ser preparados/as para ejercer plenamente
sus derechos ciudadanos, respetar los derechos humanos y desarrollar los valores nacionales
y culturales propios, en un marco de paz, solidaridad, tolerancia y respeto.

Párrafo I.- La educación básica es obligatoria y gratuita. Tanto los padres y


madres como el Estado son responsables de garantizar los medios para que
todos los niños y niñas completen su educación primaria básica

Art. 47.- RESPONSABILIDADES DEL/LA DIRECTOR/A DE UN CENTRO


EDUCATIVO. El/la director/a de una escuela, colegio, centro educativo o cualquier
entidad educativa, después de dos ausencias o deserción del centro educativo de un niño,
niña o adolescentes tiene la obligación de dirigirse a los padres, madres o responsables
para establecer las causas de las ausencias o deserción, y en caso de que estas no sean
satisfactorias, dicho/a director/a exigirá al padre, madre o responsable que proceda a
enviar al niño, niña o adolescente al centro educativo. De todo lo anterior se dejará
constancia escrita. Si el padre, madre o responsable no cumple con dicha exigencia, el/la
director/a apoderará al Consejo Nacional para la Niñez y Adolescencia (CONANI) a fin
de que se adopten las medidas pertinentes

Art. 48.- DISCIPLINA ESCOLAR. La disciplina escolar debe ser administrada


conforme con los derechos, garantías y deberes de los niños, niñas y adolescentes estable-
cidos en este Código. En consecuencia, la Secretaría de Estado de Educación establecerá
claramente y distribuirá cada año el contenido del reglamento disciplinario oficial a ser
aplicado en cada escuela, sin desmedro de las normas específicas que, estando acorde con
el indicado reglamento y los principios establecidos en este Código, puedan establecer los
centros educativos privados.

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Con relación al reglamento disciplinario oficial de las escuelas, planteles o institutos de
educación, se tomarán en cuenta las siguientes medidas:

a) Este reglamento establecerá los hechos que son susceptibles de sanción, las
sanciones aplicables y el procedimiento para imponerlas, tanto en lo relativo
al comportamiento de los educandos, como de los educadores/as y del
personal administrativo de cada centro educativo.

b) Todos los niños, niñas y adolescentes deben tener acceso a los reglamentos
disciplinarios correspondientes y ser informados/as oportunamente, al princi-
pio de cada año escolar, mediante comunicación escrita dirigida a ellos/as y
a sus padres, madres, tutores/as o responsables.

c) Antes de la imposición de cualquier sanción debe garantizarse a todos los


niños, niñas y adolescentes el ejercicio de sus derechos a opinar y a la defen-
sa; y después de haber sido impuesta, se les debe garantizar la posibilidad de
impugnarla ante una autoridad superior e imparcial.

d) Se prohíben las sanciones corporales y económicas, así como las colectivas,


al igual que cualquier tipo de corrección que pueda ser considerada una ame-
naza o violación a los derechos de los educandos;

e) Se prohíben las sanciones, retiro o expulsión, o cualquier trato discrimina-


torio por causa de embarazo de una niña o adolescente.

f) La falta de pago de cuotas o servicios educativos específicos por parte de


los padres o responsables en los centros educativos públicos o privados no
podrá ser causa para discriminar o sancionar, en cualquier forma, a niños,
niñas o adolescentes.

g) Si un centro educativo privado se viere en la necesidad de suspender la


prestación de servicios educativos a un niño, niña o adolescente, debido a la
falta de pago de sus padre, madre o tutor/a solo podrá hacerlo al final del
período escolar correspondiente, garantizando que no sea interrumpida su
educación o que estos/as sean sometidos a cualquier forma de discriminación
por este motivo. Una vez terminado el período escolar, el centro podrá
suspender los servicios para el año siguiente, previo informe al distrito escolar
correspondiente, para garantizar el ingreso obligatorio de los/as educando a
un centro educativo público, sin desmedro de las medidas adicionales que
pudiera iniciar con relación a la conducta de los padres, madres o los/as
responsables.

h) El retiro o la expulsión del niño, niña o adolescente del centro educativo solo
se impondrá por las causas expresamente establecidas en el reglamento dis-
ciplinario, siguiendo el procedimiento administrativo aplicable y asegurando
un proceso eminentemente educativo, orientado a fomentar la responsabilidad
ciudadana, sin desmedro de los derechos del sujeto y de las disposiciones del
presente Código.

127
Párrafo I.- En caso de invocarse la violación de este artículo en un centro
educativo, la parte interesada podrá acudir ante la Regional correspondiente
de la Secretaría de Estado de Educación, a los fines de resolver la dificultad o
discrepancia.

Párrafo II.- La sala civil del Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes es com-
petente para conocer cualquier demanda derivada de la violación de este
artículo, la cual solo podrá intentarse luego de concluido el procedimiento
indicado en el Párrafo I.

Art. 49.- DERECHO A SER RESPETADOS/AS POR SUS EDUCADORES/AS.


Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a ser tratados/as con respeto y
dignidad por parte de sus educadores/as.

Libro Segundo
DERECHO DE FAMILIA
TÍTULO I

•DISPOSICIONES GENERALES

Art. 58.- DENOMINACIÓN DE FAMILIA. Se entiende por familia el grupo


integrado por:

a) El padre y la madre, los/as hijos/as biológicos/as, adoptados/as o de


crianza, frutos de un matrimonio o de una unión consensual.
b) El padre o la madre y sus hijos/as.
c) Los/as cónyuges sin hijos/as.
d) Los/as descendientes y ascendientes hasta el cuarto grado de
consanguinidad (padre, madre, hermanos/as, abuelos/as, tíos/as y
primos/as).

Art. 59.- DERECHO A SER CRIADO/A EN UNA FAMILIA. Todos los niños,
niñas y adolescentes tienen derecho a vivir, ser criados/as y desarrollarse en el seno de su
familia de origen, con excepción de los casos en que ello sea imposible o contrario a su
interés superior, tendrán derecho a vivir, ser criados y desarrollarse en una familia
sustituta, de conformidad con este Código. En ningún caso puede considerarse la falta de
recursos económicos como un motivo para separar a los niños, niñas y adolescentes de su
familia de origen.

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Párrafo I.- La separación de un niño, niña o adolescente de su familia solo
podrá ser el resultado de una decisión judicial y únicamente en los casos
previstos por este Código, siempre que se compruebe que el hogar familiar no
garantiza un ambiente adecuado a su interés superior, que permita el
desarrollo del niño, niña o adolescente.

Párrafo II.- En todo caso, la familia debe ofrecer un ambiente de afecto y


seguridad, que permita el desarrollo integral de los niños, niñas y
adolescentes.

TÍTULO III

•DE LA AUTORIDAD DEL PADRE Y DE LA MADRE


Art. 67.- CONCEPTO Y TITULARIDAD DE LA AUTORIDAD PARENTAL.
La autoridad parental es el conjunto de deberes y derechos que pertenecen, de modo
igualitario, al padre y a la madre, en relación a los hijos e hijas que no hayan alcanzado la
mayoría de edad.

Art. 68.- DEBERES DEL PADRE Y LA MADRE. En toda circunstancia, el padre y


la madre estarán obligados a:

a) Declarar o reconocer a sus hijos e hijas en la Oficialía del Estado Civil,


inmediatamente después de su nacimiento.
b) Prestar sustento, protección, educación y supervisión.
c) Velar por la educación de los niños, niñas y adolescentes; en consecuencia,
deben inscribirlos oportunamente en una escuela, plantel o instituto de
educación, de conformidad con la ley, y exigirles su asistencia regular a clases
y participar activamente en su proceso educativo.
d) Garantizar la salud de los niños, niñas y adolescentes.
e) Orientar a los niños, niñas y adolescentes en el ejercicio progresivo de sus
derechos y en el cumplimiento de sus deberes, de forma que contribuyan a su
desarrollo integral y a su incorporación a la sociedad.
f) Administrar sus bienes, si los tuvieren.

Art. 72.- TÉRMINO DE LA AUTORIDAD PARENTAL. La autoridad del padre y de


la madre termina por:
a) La mayoría de edad del o la adolescente.
b) El fallecimiento del niño, niña o adolescente.

129
c) La emancipación del o la adolescente por vía judicial o por matrimonio.
d) La suspensión definitiva de la autoridad del padre o de la madre por
decisión judicial.

Art. 73.- SUSPENSIÓN TEMPORAL DE LA AUTORIDAD DEL PADRE O DE


LA MADRE. La autoridad del padre o de la madre puede ser objeto de suspensión tem-
poral conforme a las causales que se indican más adelante.

Art. 74.- CAUSAS DE SUSPENSIÓN TEMPORAL DE LA AUTORIDAD DEL


PADRE O DE LA MADRE. La autoridad del padre o de la madre puede ser objeto de
suspensión temporal por:

a) Falta, negligencia o incumplimiento injustificado de sus deberes, cuando


tengan los medios para cumplirlos.
b) Cuando el padre o la madre por acción u omisión, comprobadas por el/la
juez/a competente, amenacen o vulneren los derechos del niño, niña y ado-
lescente y pongan en riesgo su seguridad y bienestar integral aún como resul-
tado de una medida disciplinaria.
c) Declaración de ausencia.
d) Ser puesto bajo el régimen de tutela de mayor de edad.
e) Interdicción civil o judicial.

Art. 396.- SANCIÓN AL ABUSO CONTRA NIÑOS, NIÑAS Y


ADOLESCENTES. Se considera:

a) Abuso físico: cualquier daño físico que reciba el niño, niña o adolescente
de forma no accidental y que la persona que le ocasione esta lesión se
encuentre en condiciones de superioridad o poder;
b) Abuso sicológico: cuando un/a adulto/a ataca de manera sistemática el
desarrollo personal del niño, niña o adolescente y su competencia social;
c) Abuso sexual: Es la práctica sexual con un niño, niña o adolescente por
un/a adulto/a, o persona cinco (5) años mayor, para su propia sastifacción
sexual, sin consideración del desarrollo spicosexual del niño, niña o
adolescente y que puede ocurrir aún sin contacto físico.

Será castigado con penas de dos (2) a cinco (5) años de prisión y multa de tres (3) a diez
(10) salarios mínimos establecido oficialmente, vigente al momento de cometer la infracción,
si el autor o autora del hecho mantiene una relación de autoridad, guarda o vigilancia
(maestro/a, guardián/a, funcionario/a, policía, etc.) sobre el niño, niña o adolescente y se
producen lesiones severas, comprobadas por especialistas en el área, se aplicará el máximo
de la pena indicada anteriormente.

130
Cuando los/as infractores/as sean extranjeros/as o nacionales que en la comisión del hecho
negocien, trafiquen o se hayan vinculado para la comisión del hecho con traficantes o
co-merciantes de niños, niñas y adolescentes, serán castigados/as con el doble del máximo
de la pena.

Art. 397.- SANCIÓN AL ABUSO POR SUS RESPONSABLES. Si el abuso es


cometido por el padre, la madre y otros familiares, tutores o guardianes, responsables del o
de niño, niña o adolescente, en contra de sus hijos, hijas o puestos bajo su guarda o autori-
dad, serán sancionados/as con privación de libertad de dos (2) a cinco (5) años y multa de
uno (1) a cinco (5) salarios mínimos establecido oficialmente. En todo caso, la pena debe ir
acompañada de tratamiento sicoterapéutico.

Art. 398.- SANCIÓN A LA NO SUPERVISIÓN DE ADULTOS. Cuando se


compruebe que el padre o la madre de niños y niñas los dejen dentro del hogar, sin estar
provistos de supervisión de adultos/as, serán castigados con penas de dos (2) a seis (6)
meses de prisión. También serán referidos/as a tratamiento psicoterapéutico y asistencia
social.

Art. 399.- SANCIÓN POR LA NO COMUNICACIÓN DE APRESAMIENTO.


Cuando la autoridad policial o el Ministerio Público de Niños, Niñas y Adolescentes,
responsable del apresamiento de la persona adolescente, no comunique dicho apresamien-
to a la autoridad judicial competente y a la familia del adolescente, o no le informe de sus
derechos o le impida dicho ejercicio de los mismos, conforme se establecen en los artículos
261 y 265 de este Código, se castigará con pena de seis (6) meses a dos (2) años y la
destitución del cargo.

Art. 400.- SANCIÓN POR VEJÁMENES Y OTROS. Cuando un niño, niña o


adolescente se encuentre bajo la autoridad de guarda o vigilancia, sea sometido/a a
vejámenes o constreñimiento, presión y chantaje, se castigará a los/as funcionarios/as,
empleados/as responsables, con la pena de seis (6) meses a dos (2) años de prisión y la
destitución del cargo.

Párrafo.- Si el niño, niña o adolescente estando bajo la autoridad policial o


del Ministerio Público de Niños, Niñas y Adolescentes fuere sometido/a a
tortura o actos de barbarie durante la investigación por la comisión de un acto
infraccional, la autoridad responsable se castigará conforme lo establece el
Artículo 1 de la Ley 24-97.

Art. 403.- SANCIÓN POR SUSTRACCIÓN. La sustracción de un niño, niña o


adolescente del cuidado de quien lo/la tiene en guarda en virtud de una ley u orden
judicial, se castigará con pena de reclusión de dos (2) a seis (6) años y multa de tres (3) a
diez (10) salarios mínimos establecido oficialmente, vigente al momento de cometer la
infracción.

131
Art. 404.- SANCIÓN POR ENTREGA DE NIÑO, NIÑA O ADOLESCENTE A
CAMBIO DE RECOMPENSA. Prometer o efectuar la entrega de un hijo, hija o pupilo
para recibir paga o recompensa, se castigará con la pena de reclusión de tres (3) a diez
(10) años y multa de diez (10) a treinta (30) salarios mínimos establecido oficialmente,
vigente al momento cometer la infracción.

Art. 405.- SANCIÓN POR RETENCION Y TRASLADO ILÍCITO. Padre, madre,


responsables o terceros, autor/a o cómplice del traslado o retención ilegal en los términos
establecidos en el Artículo 110 de este Código, será sancionado con privación de libertad
de seis (6) meses a un (1) año y con el pago de una multa de uno (1) a diez (10) salarios
mínimos establecido oficialmente, vigente al momento de cometer la infracción.

Párrafo.- En caso de reincidencia la sanción será de uno (1) a dos (2) años de
privación de libertad y multa de diez (10) salarios mínimos establecido
oficialmente, vigente al momento de cometer la infracción.

Art. 406.- SANCIÓN POR EL TRASLADO ILÍCITO DE NIÑO, NIÑA O


ADOLESCENTE AL EXTRANJERO. Quien promueva o preste ayuda, auxilio o sea
cómplice en el traslado de un niño, niña o adolescente al extranjero, con fines de lucro, u
otros fines ilícitos, en violación a las disposiciones legales, será castigado/a con pena de
cuatro (4) a seis (6) años y una multa de diez (10) a treinta (30) salario mínimo establecido
oficialmente, vigente al momento de cometer la infracción.

Art. 407.- SANCIONES AL/LA PROPIETARIO/A O DIRECTOR/A DE


MEDIOS DE COMUNICACIÓN. El/la propietario/a o el/la director/a de un medio
de comunicación o establecimiento comercial que incurra o permita que otros incurran en
la violación de los Artículos 19, 20, 21, 22, 23 y 26 de este Código, será pasible de pena
de un (1) mes a un (1) año de prisión y multa de diez (10) a treinta (30) salarios mínimos
establecido oficialmente.

Art. 408.- SANCIÓN POR UTILIZAR UN NIÑO, NIÑA O ADOLESCENTE O


DIFUNDIR IMÁGENES. Las personas o entidades que utilicen o empleen niños, niñas y
adolescentes de uno u otro sexo en una producción teatral, televisiva o cinematográfica que
presenten escenas de carácter pornográfico o de sexo, serán castigados/as con pena de uno
(1) a cinco (5) años de privación de libertad y multa de tres (3) a diez (10) salarios mínimos
establecido oficialmente, vigente al momento de cometer la infracción.

132
Art. 409.- SANCIÓN POR COMERCIALIZACIÓN DE NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES. Las personas o entidades que comercialicen con niños, niñas y
adolescentes en cualquiera de las formas establecidas en el presente Código, serán
castigados/as con penas de veinte (20) a treinta (30) años de reclusión y multa de cien (100)
a ciento cincuenta (150) salarios mínimos establecido oficialmente, vigente al momento de
cometer la infracción.

Párrafo.- La tentativa de cometer cualquiera de los actos constitutivos de esta


infracción se castigará como el crimen mismo.

Art. 410.- SANCIÓN A LA EXPLOTACIÓN SEXUAL, COMERCIAL DE


NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES. Las personas, empresas o instituciones que
utilicen a un niño, niña o adolescente en actividades sexuales a cambio de dinero, favores
en especie o cualquier otra remuneración lo cual constituye explotación sexual comercial en
la forma de prostitución de niños, niñas y adolescentes, así como quienes ayuden, faciliten
o encubran a los/as que incurran en este delito, serán sancionados/as con la pena de
reclusión de tres (3) a diez (10) años y multa de diez (10) a treinta (30) salarios mínimos
establecido oficialmente, vigente al momento de cometer la infracción.

Art. 411.- SANCIÓN POR FOTOGRAFIAR, FILMAR O PUBLICAR.


La`s personas o empresas cuyos/as delegados/as o empleados/as fotografíen, filmen o
publiquen escenas de sexo o pornográficas, en las que intervengan niños, niñas o
adolescentes, serán castigados/as con penas de reclusión de dos (2) a cuatro (4) años y
multa de tres (3) a diez (10) salarios mínimos establecido oficialmente, vigente al momento
de cometer la infracción.

Art. 412.- SANCIÓN A LA VENTA O SUMINISTRO DE PRODUCTOS QUE


CREEN DEPENDENCIA FÍSICA O PSÍQUICA. Quien venda, suministre,
administre o entregue aunque sea de modo gratuito, sin justa causa, a niños, niñas y ado-
lescentes, productos cuyos componentes puedan crear dependencia física o síquica, aún con
utilización indebida, será castigado/a con pena de dos (2) a cinco (5) años de privación de
libertad y multa de tres (3) a diez (10) salarios mínimos establecido oficialmente, vigente al
momento de cometer la infracción.

Art. 413.- SANCIÓN A LA VENTA DE FUEGOS ARTIFICIALES. Quien venda,


suministre, administre o entregue aunque sea de manera gratuita a niños, niñas y
adolescentes, fuegos artificiales, exceptuándose aquellos que por su escaso potencial sean
incapaces de provocar daño físico en caso de utilización indebida, será castigado con pena
de seis (6) meses a dos (2) años de privación de libertad y multa de tres (3) a diez (10)
salarios mínimos establecido oficialmente, vigente al momento de cometer a infracción.

133
Art. 414.- SANCIÓN POR HOSPEDAJE Y VISITA. Quien hospede o permita la
visita a un niño, niña o adolescente en hotel o motel, o en un establecimiento similar, sin la
compañía de su padre, madre o responsables, o sin la autorización escrita de estos/as, o
sin la autorización judicial competente, será castigado/a con pena de un (1) año a tres (3)
años de privación de libertad y multa de treinta (30) a cincuenta (50) salarios mínimos
establecido oficialmente. En caso de reincidencia el o la Juez de Niños, Niñas y Adolescentes
determinará el cierre del establecimiento por un término de quince (15) días.

Art. 415.- SANCIÓN POR PERMITIR A NIÑOS, NIÑAS O ADOLESCENTES


EN SALAS DE BILLAR. Los/as administradores/as o encargados/as de salas de billar
no admitirán a menores en dichos juegos ni a trabajar en dichos centros. La violación a esta
disposición será penada con un (1) mes a dos (2) meses de privación de libertad y multa de
uno (1) a tres (3) salarios mínimos establecido oficialmente, vigente al momento de cometer
la infracción.

Art. 416.- COMPETENCIA DEL TRIBUNAL DE DERECHO COMÚN. Las


infracciones que contienen sanciones privativas de libertad para mayores de edad,
establecidas en este Código, son competencia de la jurisdicción penal de derecho común.

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Ejercicio:

Leer en grupo y responder a las siguientes preguntas:

1• ¿Cuáles son las responsabilidades que la ley atribuye a la familia en la


protección de los niños y niñas?

2• ¿Cuáles sanciones establecen los artículos de la Ley 136-03?

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Unidad 8
La Familia Actual: Desafíos y
Recursos para Promover
Relaciones Familiares Positivas
Unidad 8
La Familia Actual: Desafíos y
Recursos para Promover
Relaciones Familiares Positivas
La familia enfrenta hoy, más que nunca, retos que ponen a prueba sus valores fundamen-
tales y su estabilidad. Los cambios sociales que ocurren en todo el mundo evidencian la
necesidad de que los patrones de interacción sean revisados de forma continua. Al mismo
tiempo se requiere del fortalecimiento de la cohesión, asegurando la permanencia del
sistema y el cumplimiento de sus funciones.

Es lo que en terapia familiar llamamos Familia Funcional, aquella capaz de responder a las
necesidades de sus miembros en cada etapa de desarrollo, y que se adapta a las demandas
de cambios provenientes del medio, sin perder continuidad, a pesar de las crisis que
necesariamente debe enfrentar.

En este marco, los conceptos de pertenencia y autonomía adquieren su máxima expresión.


Todos necesitamos pertenecer y la familia es la plataforma, el contexto desde el que parte el
individuo a la conquista de su autonomía.

Factores tan esenciales como el afecto; la comunicación positiva que ofrece reconocimiento
y valoración, así como las reglas familiares, firmes pero flexibles, que aseguren la pertenen-
cia, necesitan ser defendidos de la tendencia actual de colocar como prioridades objetivos
pasajeros.

Es necesario activar en las familias la capacidad de escuchar, de sintonizarse con los


sentimientos y necesidades de los/as demás, si queremos mantener vigentes los vínculos
emocionales que nos permiten crecer en contexto. Ante el bombardeo que nos propone
romper con todo lo establecido para ser supuestamente libres, la familia necesita fortalecer
su papel.

El desarrollo de la autonomía en los hijos es percibido a menudo como contrapuesto a la


autoridad de los padres y madres, sobre todo si por autoridad se entiende el derecho a
dirigir y a limitar la autodefinición de los/as subordinados/as. Sin embargo, estos dos
elementos no son más que las dos caras de una moneda, pues la autoridad paterna tiene su
fundamento precisamente en facilitar el paso a la autonomía responsable, producto de un
cre-cimiento real en los/as hijos/as.

Relaciones familiares basadas en el autoritarismo, la sobreprotección o permisividad


excesiva no garantizan el logro de una autodeterminación responsable, que permita
alcanzar metas personales y sociales para enriquecer la vida del individuo y la sociedad.

Un sistema disciplinario agresivo y rechazante produce secuelas que pueden limitar el


desarrollo integral de los/as niños/as, como lo demuestran los estudios con niños/as
víctimas de abusos físicos, psicológicos y sexuales, realizados en nuestro país y en el
extranjero.
137
Por otro lado, muchos padres y madres quisieran ahorrar a sus hijos/as los esfuerzos y
dificultades que ellos/as mismos/as han tenido que afrontar, adoptando una actitud
sobreprotectora que los/as convierte en un instrumento para facilitar la vida a los/as
niños/as y jóvenes. Este esquema no les enseña a dar, a luchar ni a respetar los derechos
de los demás, sino que obstaculizan, cuando no anulan, el desarrollo de su autoestima y
responsabilidad.

Hoy más que antes, la familia tiene ante sí el reto de formar personas capaces de enfrentar
grandes desafíos y de resistir con sentido crítico a la imposición de antivalores que compro-
meten la dignidad. Esto solo puede conseguirse mediante una relación familiar basada en el
respeto, donde se ofrezcan oportunidades para ejercitar la voluntad, favoreciendo la toma
de decisiones dentro de límites establecidos, al tiempo que se permite enfrentar las conse-
cuencias de las propias acciones. Pero, sobre todo, se hace más que nunca indispensable la
calidez en el contacto afectivo y el desarrollo de los valores esenciales del ser humano.

En cualquier etapa de la vida necesitamos recibir y dar afecto. Este es precisamente uno de
los elementos fundamentales de las relaciones familiares armónicas.

Otro factor lo constituye, tal como ya hemos visto, la comunicación sana y los límites consis-
tentes. Sin embargo, muchas veces no tomamos en cuenta el valor del tiempo compartido y
de la diversión en familia, como elemento de integración y armonía familiar, pero también
como un ingrediente importante de la salud mental.

Para finalizar este proceso, queremos referirnos precisamente a este factor olvidado de la
convivencia en la familia.

Ciertamente, cuando una pareja o una familia puede divertirse junta sus vínculos se
renuevan y fortalecen. En este aspecto, conviene tomar en cuenta las edades de los/as
niños/as y reservar algún espacio para dedicarle tiempo de forma individual, además de las
actividades conjuntas.

El tiempo de disfrute compartido con nuestros/as hijos/as es una inversión en esa relación
tan importante para todos/as. Lo mismo puede decirse de las actividades compartidas en
pareja.

No se trata necesariamente de realizar salidas, fiestas o actividades muy costosas o que


requieran demasiado tiempo. Más bien implica identificar el estilo de diversión de los/as
diferentes miembros de la familia y aprovechar oportunidades de disfrute que pueden
hacerse de forma sencilla. En realidad, las cosas más simples pueden producir a veces
mayores satisfacciones.

A menudo, actividades en el hogar como juegos de mesa, sembrar plantas, realizar


proyectos caseros o simplemente ver televisión y conversar, pueden constituir espacios de
recreación y crecimiento familiar ideales.

Si se trata de salir de casa resulta muy valioso planificar entre todos/as lo que prefieren
hacer, y alternar el tiempo de actividad para satisfacer a los distintos estilos (parques,
excursiones, playa y conocer la ciudad, entre otras).

138
A medida que los/as hijos/as crecen son cada vez menos frecuentes las salidas o
actividades conjuntas. Es por esto que conviene mantener algunos espacios para establecer
contacto con cada uno/a a partir de sus intereses y necesidades particulares.

Sin importar el grado de ingresos familiares, cada familia podrá idear formas creativas para
compartir algunos momentos agradables. Lo importante es que estos espacios se den de
forma periódica, que no se utilicen para hablar de las cosas que hay que mejorar o para
actuar de forma rígida y que tanto los padres y las madres como los/as hijos/as puedan
luego recordarlos como experiencias satisfactorias en sus vidas.

Ejercicio:

Leer en grupo y responder a las siguientes preguntas:

1• ¿Cuáles elementos que contribuyen a tener relaciones familiares


satisfactorias?

2• ¿Cuál es la importancia de la diversión y el tiempo compartido en


la familia?

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Referencias

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Referencias

Barudy, Jorge (1998): El dolor invisible de la infancia. España. Paidós. 305 p.

Chiland, Colette y Gerald Young, J. (1994): Children and violence. (Volumen 11). Estados
Unidos. Aronson. 217 p-

Dinkmeyer, Don y Mckay, Gary D. (1981): Padres eficaces con entrenamiento sistemático.
Estados Unidos.

Erikson, E. (1963): Infancia y sociedad. Nueva York, Norton.

Fishman, Charles H. y Munuchin, Salvador (1984): Técnicas de terapia familiar. España.


Paidós. 286 p.

Hodgkin, Rachel y Newell, Meter (2001): Manual de aplicación de la Convención sobre los
Derechos del Niño. UNICEF. 711 p.

UNICEF. (2003): Código para el Sistema de Protección y los Derechos Fundamentales de los
Niños, Niñas y Adolescentes. República Dominicana. Tele 3. 146 p.

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