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“Rafael A. Ocaña”
TEOLOGÍA SISTEMÁTICA:
Demonología
DEMONOLOGÍA EN LA BIBLIA
EL TESTIMONIO DE LA ESCRITURA.
La Escritura inequívocamente afirma la realidad de los demonios, aunque no
todos los que profesan el cristianismo admiten la validez de esta evidencia.
Veamos los pasajes bíblicos que apoyan esto.
A. El testimonio de Cristo
Varias veces durante su ministerio terrenal nuestro Señor echó fuera
demonios de varias personas. Estos ejemplos, por supuesto, afirmaron su
creencia en la existencia real de ellos (Mateo 12:22-29; 15:22-28; 17:14-20;
Marcos 5:1-16). El también les dio a los discípulos autoridad para echar fuera
demonios en un contexto que no requería, como algunos alegan, acomodación a
una creencia ignorante en la existencia de los demonios (Mateo 10:1). Nuestro
Señor nunca corrigió a alguien por aceptar la realidad de los demonios (Lucas
10:17)
Puesto que los demonios pertenecen a la misma clase de seres que los ángeles y
Satanás, todas estas criaturas tienen mucho en común.
1. SU NATURALEZA PERSONAL
A. Son personas genuinas
Los demonios no son fuerzas o conceptos que existen meramente en nuestras
mentes. Los demonios existen; su realidad no depende de la existencia y la
habilidad de los seres humanos para concebirlos.
- Inteligencia: Ellos poseen inteligencia, podían reconocer quién era el Señor
mientras El estuvo en la tierra (Marcos 1:24) y sabían de su condenación
final (Mateo 8:29). También conocen el plan de salvación, aunque no lo
puedan aceptar (Santiago 2.19)
- Emociones: Pueden manifestar emoción, especialmente cuando son
confrontados con el juicio (Mateo 8:28; Santiago 2:19).
- Voluntades: Ellos pueden dar expresión a sus voluntades (Lucas 8:32)
- Personalidad: Se describen con pronombres personales (vv.27-30)
Como lo demuestran los siguientes pasajes, los Evangelios nos dan pruebas
concluyentes de que los demonios son seres puramente espirituales. “Y cuando
llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados ( daimonizomenus); y con la
palabra echó fuera a los demonios ( tapneumata)(Mateo 8:16). “Volvieron los
setenta con gozo, diciendo: Señor. Aun los demonios ( ta daimonia) se nos
sujetan en tu nombre” (Lucas 10:17). A lo cual el Señor respondió: “Pero no os
regocijéis de que los espíritus (ta pneumata) se os sujetan (ver v.20). De la
misma manera, en la descripción del muchacho lunático que hace Mateo, se dice
que el demonio (daimonion) salió de él (Mateo 17:18). En el evangelio de Marcos,
el mismo demonio aparece descrito como un “espíritu inmundo” ( to pneumati
toakatharto) (Marcos 9:25). Lucas nos habla de “algunas mujeres que habían
sido sanadas de espíritus malos ( pneumaton poneron) y enfermedades”; siendo
Maria Magdalena la primera que se menciona, de la que se dice “habían salido
siete demonios” (daimonia hepta, Lc.8:2). Por tanto, los demonios y los malos
espíritus son una misma cosa.
2. SU NATURALEZA INTELECTUAL
Los demonios demuestran gran inteligencia como se esperaría de un orden tan
elevado de seres. Sabían quién era Jesús (Marcos 1:24). Estaban conscientes
de su propia condenación final (Mateo 8:29). Se dan cuenta de que no puede
haber comunión entre la luz y las tinieblas, entre Jesús y ellos (Lucas 8:28).
Niegan conocimiento de su encarnación y completo sacrificio (1 Juan 4:1-3)
Conocen el plan de salvación (Santiago 2:19). Corrompen la sana doctrina (1
Timoteo 4:1-3), una actividad que aparentemente aumentará a medida que se
acerque el fin del siglo. Disciernen entre aquellos sellados por Dios y los que no
lo están (Apocalipsis 9:4).
Su inteligencia puede ser realzada por la experiencia. Ellos han observado a los
seres humanos en casi todas las situaciones concebibles, por lo tanto, pueden
predecir con precisión lo que los individuos harán en la mayoría de las
circunstancias.
3. SU NATURALEZA INMORAL
A. En su ser
Los demonios se designan “espíritus inmundos” (Mateo 10:1), “espíritus malos”
(Lucas 7:21), en una cita, “un espíritu de demonio inmundo” (Lucas 4:33), y
“huestes espirituales de maldad” (Efesios 6:12). Todos estos términos indican
claramente la naturaleza inmoral de los demonios.
B. En sus objetivos
Inmoralidad es todo lo que es incompatibles con el bien, pero el bien se tiene
que definir fundamentalmente en relación con la voluntad de Dios. Por lo tanto,
las actividades inmorales de los demonios pueden incluir cualquier cosa que se
opone a la voluntad de Dios.
Los objetivos inmorales de los demonios tienen que incluir tanto la promoción
de la inmoralidad mala como de la inmoralidad buena (la que lleva a la persona a
confiar en las buenas obras en vez de en el Salvador Jesucristo). Esto está
completamente de acuerdo con los planes de Satanás y su deseo de falsificar lo
correcto.
4. SUS PODERES
A. Su fuerza
En ciertas ocasiones los demonios pueden exhibir una fuerza sobrehumana
mientras obran a favor de los seres humanos. El endemoniado gadareno pudo
romper todos los grillos y las cadenas (Marcos 5:3). Los hijos de Esceva fueron
dominados por el hombre poseído en Hechos 19:16.
B. Su inteligencia
Tienen una inteligencia superior. Sin embargo, ¿significa esto que los demonios
conocen el futuro?. Por cierto, ellos pueden comprender el plan de Dios como lo
hallan en le Biblia. ¿Indica Hechos 16:16 que ellos pueden predecir el futuro?
Evidentemente no, porque la palabra “adivinación”, usada solamente aquí en el
Nuevo Testamento, se tiene que entender en un sentido negativo; es decir,
“aparentar predecir el futuro”. Cuando se usa en la Septuaginta,
invariablemente se refiere a las palabras de profetas mentirosos o aquellos
que practicaban las artes malas que se prohibían por la ley.
C. Su presencia
Los demonios no son infinitos; son limitados y son criaturas, aunque
sobrehumanas. Evidentemente no están presentes en todos los lugares; pero no
están tan restringidos como los humanos por las barreras normales del espacio
(Lucas 8:30) –una legión habitó en un hombre). El mismo hecho de que los
demonios pueden entrar en cuerpo humanos y de animales demuestra que ellos
son capaces de penetrar barreras que restringirían a los seres humanos.
Sin embargo, la inmensa cantidad de demonios puede hacer que parezca que
están presentes en todos los lugares, aunque no es cierto. Aun así, Satanás
valiéndose de ellos puede utilizar su multiplicidad en su intento de promover
sus planes en todas partes. En resumen: los demonios no son humanos; ni
tampoco son Dios. Pero sí son seres sobrehumanos con inteligencia,
experiencia, y poder superiores. El negar la Existencia de los demonios no es
escepticismo; solamente demuestra la ignorancia. El subestimar el poder de
ellos es temeridad.
Por todos los medios trataron de estorbar el plan de Dios de redención del
hombre, por ejemplo, con la aparición personal de Satán para tentar al Señor
Jesús en el desierto (Mt 4:1-11), en los tremendos disturbios demoníacos que
por todas partes trataron de frustrar su ministerio público, en la traición de
Judas (Lc.22:3), en la negación de Pedro (Lc.22:31) y en la horrible ceguera y
engaño de los líderes judíos.
B. Ellos pueden ser usados por Dios para realizar sus propósitos
En algunas ocasiones Dios puede usar demonios para avanzar sus propósitos.
Los demonios son instrumentos en las manos de Dios para ejecutar sus planes
de castigo a los impíos (Sal.78:49). El malvado Acab fue castigado por sus
crímenes por un “espíritu de mentira” que Jehová puso en la boca de todos sus
profetas para llevarlo al desastre de Ramot de Galaad (1 R.22:23). Son los
demonios los que llevarán a los ejércitos que resisten a Dios en Armagedón a
una catástrofe similar (Ap.16:13-169.
El mandó un mal espíritu para incitar a los hombres de Siquem contra Abimelec
(Jueces 9:23). Utilizó una mal espíritu para castigar a Saúl con turbación
mental que frisaba en la locura (1 Samuel 16:14). El envió un espíritu engañador
para controlar a los profetas y darle a Acab consejo equivocado (1 Reyes
22:22). El usó a uno para afligir a Pablo para que no se enorgulleciera
demasiado (2 Corintios 12:7). Debido a que son criaturas los demonios tienen
que darle cuentas a Dios y, por lo tanto, pueden ser utilizados por El como Él
desee.
A. Promueven la idolatría
Al llevar a cabo su oposición a Dios, los demonios tratan activamente de
desviar a los hombres hacia la adoración a los ídolos. Esto ocurrió durante los
tiempos del Antiguo Testamento (Levítico 17:7; Deuteronomio 32:17; Salmos
106:36-38). Ocurre también ahora (1 Corintios 10:20), y la adoración a los
demonios aparentemente estará muy difundida en los últimos tiempos y en los
días de la tribulación venidera (Apocalipsis 9:20). Actualmente podemos
observar esto en la existencia de la “Iglesia Satánica”.
B. Perversión
El hecho de que los demonios también son llamados espíritus inmundos enseñan
que cualquier cosa que hagan pervierte lo que es limpio, noble y correcto. Esta
perversión se puede lograr promoviendo el bien o el mal. La inmoralidad de los
cananeos parece que pueda atribuírsele a la actividad demoníaca (Levítico 18:
6-30; Deuteronomio 18:9-14)
C. Posesión
La posesión demoníaca es el control directo de un individuo por uno o más
demonios que habitan en él. Todas las personas, creyentes y no creyentes son
influidos y afectados por la actividad demoníaca como la providencia general es
a los milagros especiales. Los individuos poseídos no tienen la capacidad de
separarse a sí mismos del control del demonio(s).
Las características de la posesión demoníaca pueden ser tan variadas como las
actividades de los demonios, pudiendo ésta clasificarse de leve o severa y
hasta extravagante. No se describen muchos síntomas específicos en los
relatos, pero pueden incluir los siguientes: anormalidades físicas, como mudez,
ceguedad, y convulsiones (Mateo 9:32; 12:22; Lucas 9:39): tendencia a la
autodestrucción (Marcos 5:5; Lucas 9:42); locura (a lo menos las personas
pensaban que los demonios podían producir esto, Juan 10:20); fuerza
sobrehumana (Marcos 5:3-4); y poderes ocultos (Hechos 16:16-18). Aunque los
demonios puede hacer estas cosas en las personas, esto no significa que toda
enfermedad, por ejemplo, venga de la actividad demoníaca. Lucas distingue
claramente entre las enfermedades causadas por demonios y enfermedades
debidas a otras causas más naturales (Hechos 5:16).
DEMONOLOGÍA
1. ¿Por qué se dice que el mundo actual está dominado por el maligno?
Es evidente que el mundo actual está dominado por el príncipe de este mundo y
sus huestes, lo que se observa en las constantes guerras y conflictos entre las
naciones, en los padecimientos que enfrenta el género humano hoy como son
dolores, enfermedades, muerte, hambre, locura, desenfreno, orgullo y egoísmo
desmedido. Así como también la proliferación del culto satánico, y de prácticas
como la astrología, la hechicería, la adivinación, la necromancia, la cartomancia
y quiromancia, la superstición y fetichismo, el espiritismo, los sacrificios
humanos, los cultos extraños, la teosofía, la parasicología. Se aprecia también
la influencia satánica en la drogadicción, la libertad sexual, el ansia de poder, la
extrema rebeldía, la destrucción de los hogares, el ataque a la iglesia y las
Doctrinas de Demonios.
PERFECTO
(De la creación FURIBUNDO FRUSTRADO REBELDE CASTIGADO
a la caída) (De la caída a la gran (los últimos años (El milenio ) (Un buen
a la caída) tribulación, Ap.12:10) de la tribulación) Ap.20:1-3 tiempo)
Ez 28:15 Ap.12:7-9) Ap.20:7-9