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La Sabiduría Recobrada

Mónica Cavallé

Introducción
En esta reflexión sobre la utilidad y actual crisis que enfrenta la filosofía, Mónica Cavallé nos
presenta una obra cargada de una renovada visión, la filosofía como un camino de crecimiento
personal a diferencia de un sistema estéril de conceptos abstractos con los cuales entender la
realidad y nuestro lugar en ella.

El libro se divide en dos partes, la primera se adentra en las causas de la actual crisis que vive la
filosofía occidental, esta última debe ser diferenciada en dos tipos de filosofía: Filosofía y
Sabiduría. La Sabiduría a diferencia de la Filosofía es un conocimiento vivo y transformador, no se
limita a una serie de ideas, sino que encarna un conocimiento vivo, experiencial, que deviene
finalmente en el encuentro con la vida que aporta libertad y plenitud. A diferencia de la filosofía
tradicional que es una doctrina autosuficiente, la sabiduría es un conjunto de indicaciones
operativas, instrucciones prácticas para adentrarnos en el camino de la verdad, su función
entonces más que explicar es inspirar.

La filosofía se fue alejando de esta primera función que cumplía desde tiempos antiguos para
convertirse en una actividad estrictamente teórica o especulativa, esta transición ocurrió sin que
lo notáramos y no significa la supresión de la filosofía, está sigue activa en corrientes
inconscientes, convirtiendo su contenido en ideologías irreflexivas que carecen del espíritu crítico
que conduce a la verdad y la transformación.

En la segunda parte del libro la autora se enfoca en las ideas que esta filosofía perenne aporta a la
humanidad en el arte de vivir y la terapia.

“Filosofo es quien está comprometido con un nuevo estado de saber y de ser, más allá de quien ha
alcanzado las cumbres del conocimiento y la virtud”

“Sólo el conocimiento profundo de uno mismo, arraigado en el conocimiento de nuestro lugar en el


cosmos, puede ser fuente de plenitud y verdadera y permanente transformación”

“Los jóvenes dóciles crecen en bibliotecas, creyendo que es su deber aceptar el pensamiento de
Cicerón, Locke o Bacon, y olvidan que cuando Cicerón, Locke y Bacon escribieron esos libros eran
sólo jóvenes en bibliotecas” R. W. Emerson.

“La Lucidez, la plenitud y el gozo sereno, como estado estable, no son una ilusión, sino nuestra
naturaleza profunda: nuestra herencia y nuestro destino”
Utilidad de la Filosofía

La utilidad es de dos tipos instrumental e intrínseca. La utilidad instrumental es aquella que sirve
para un fin, como la de un mapa que sirve para llegar a un lugar, el mapa como tal no es útil si no
es para alcanzar la meta final. La utilidad intrínseca es la utilidad de algo por sí solo, el medio es ya
el fin: Jugar, Conocer, Crear, Amar, son actividades con utilidad intrínseca.

“Allí donde el fin y el medio se identifican tiene lugar la vivencia de una profunda sensación de
plenitud y sentido”

El filósofo es aquel que dedica su vida desinteresadamente a la verdad, su actividad no tiene un fin
último pues el propio fin es el medio, quiere la verdad por ella misma y no por lo que ello pueda
conseguirle. El conocimiento de la verdad es tan valioso como indeseables son la ceguera y el
error. Aunque no tiene una utilidad extrínseca eso no la hace inútil, solo las actividades con
utilidad intrínseca satisfacen lo que más hondamente necesitamos: La experiencia de ser en
plenitud, la experiencia del sentido de la vida, el valor intrínseco de todo lo que es.

“El ser humano solo experimenta la felicidad integra y realiza satisfactoriamente sus posibilidades
internas de ser, en las actividades o estados que no tienen más meta que sí mismos”

Lo utilitario se relaciona con el “Tener”, lo intrínsecamente útil se relaciona con el “Ser”.

“El que ama no necesita que algo exterior justifique u otorgue sentido a su amor, pues ese estado
interno es valioso en sí mismo. El que se conmueve ante la contemplación de algo profundamente
bello, sabe que su contemplación es un preciado tesoro; no necesita tasadores que le confirmen la
utilidad de su experiencia.”

“La astucia, la tendencia a convertir todo – Hasta lo más digno de ser considerado como un fin en
sí mismo- en algo de lo que esperamos obtener un beneficio interesado, es un camino directo al
estancamiento de nuestra esencia, al vacío y a la enajenación”

Utilidad esencial: Aquello que nos da plenitud y libertad interior, nos remite a nuestra esencia
íntima y permite que lleguemos a ser lo que potencialmente somos. La satisfacción de las
necesidades esenciales resulta en el dolor o alegría esencial, una medida del grado de cercanía o
alejamiento con respecto a nuestro propio centro, nuestra verdad íntima, nos indica si estamos
siendo fiel reflejo de eso que somos en esencia.

Utilidad existencial: Aquello que necesitamos para subsistir en el plano material. La satisfacción
de las necesidades existenciales resulta en el dolor o alegría existencial, una sensación subjetiva de
saciedad y bienestar, necesidad o malestar físicos.

El dolor existencial se solventa multiplicando nuestro haber, mientras el dolor esencial se solventa
profundizando en nuestro ser, un movimiento diametralmente contrario en el que abandonamos
nuestro impulso por tener y dejamos a las cosas, personas y situaciones ser lo que son, sin buscar
de ellas provecho o beneficio personal.

Contemplación desinteresada: Es la mirada atenta y desinteresada, condición genuina en la cual


nuestro ser más íntimo encuentra por fin su espacio, florece y se expande, a la vez que se aquieta
y ahonda en sí mismo. Experimentamos el único sabor de la ecuanimidad, el verdadero sabor de la
realidad, alegría esencial en el simple gozo de ser. La falsa creencia de que no seremos
plenamente hasta que no seamos, hagamos o tengamos esto o lo otro se disipa.

En el nivel esencial de la realidad y de nosotros mismos se experimenta la verdad, la belleza y el


bien.

La verdad pues todo se nos revela en su ser propio, en su verdad íntima que está más allá de
etiquetas o usos, las cosas nos descubren sus secretos pues ya no hacemos que orbiten entorno a
nosotros mismos, ya no las miramos a través del filtro de nuestro particular interés.

La belleza pues descubrimos la gratuidad de todas las cosas, la dignidad que tiene cada cosa le da
esplendor pues no necesita ser para nada ni para nadie. Todo sencillamente es.

El bien pues en esta experiencia nuestro yo más profundo reconoce su hogar, nuestra voluntad
descansa y la inquietud cesa; estamos en casa. Algo en nosotros exclama silenciosamente que
todo está bien, planteamiento que procede de saber que todo, en su más radical intimidad, es lo
que tiene que ser y está ya donde tiene que estar, la experiencia gozosa del bien.

Solo accede a la sabiduría aquel que tiene un estado nuevo de conciencia, solo comprende las
claves de la existencia aquel que accede a un nuevo estado de ser, en este aspecto son de poca
utilidad los conocimientos intelectuales. Los secretos de la realidad solo se abren a aquellos que
han purificado su mirada y su personalidad, para aquel que ha abandonado el interés propio, de
tal modo que su visión es limpia y desinteresada, para aquel que tiene más anhelos de verdad que
de seguridad.

“Somos receptivos a la verdad solo en la medida que somos verdaderos, solo en la medida en que
somos nosotros mismos en profundidad, podemos conocer las cosas tal y como son”

“La dedicación efectiva a la verdad tiene en dicha transformación su síntoma inequívoco, a toda
penetración en el corazón de las cosas, a toda comprensión profunda, acompaña un
ahondamiento en nosotros mismos”

“Una obra de arte que no eleve a su espectador a una esfera no utilitaria de atención pura y
desinteresada, facilitando la ampliación de su conciencia, conmoviéndolo en lo más profundo,
promoviendo una experiencia que le haga salir de sí mismo, de la estrechez de su ego, superando
así la vivencia ordinaria del tiempo, una obra que no suscite todo esto en el espectador sensible no
es genuina”

“Una filosofía que no tenga un potencial transformador y liberador, no es filosofía esencial”


Filosofía como Terapia

Existen la explicación, la descripción y la comprensión. La explicación corresponde al conocimiento


que produce la filosofía en el que se busca argumentar en respuesta a la pregunta del ¿Por qué? y
el ¿Qué? de las cosas (El sentido), la descripción es propia del conocimiento científico y busca
responder a la pregunta ¿Cuál es la función? De las cosas (La función), la comprensión le compete
a la sabiduría y es conocimiento en el que lo que conoce y aquello que conoce están concernidos e
implicados por igual.

“Lo propio de la descripción es traducir a un lenguaje técnico específico la estructura de un


determinado objeto o proceso”, “Está limitada por los instrumentos de observación de lo que se
dispone en cada caso”

“Los métodos de la ciencia no pueden revelar el sentido de la realidad, la descripción no es la


explicación”

“Todo sistema descriptivo presupone una explicación o sistema explicativo, se sustenta en


determinada concepción del hombre y del cosmos, se reconozca o no”

“El conocimiento transformador tiene carácter experiencial, alude a las experiencias tras las que
no soy el mismo o, más bien, tras las que soy más hondamente yo”

“La explicación y la descripción aluden a objetos de conocimiento, solo cuando el conocimiento no


se tiene, sino que se es, se incorpora en el ser del sujeto que conoce. Es un conocimiento que fija su
atención en nuestra identidad y posibilita que se experimente en niveles más profundos y
radicales.”

“Virtuoso no era el que actuaba de una determinada forma sino el que estaba en contacto con su
propia virtus (potencia, esencia), con su potencial de ser plenamente hombre, con su verdadera
intimidad”

“Solo alcanza la virtud el hombre máximamente objetivo, aquel que se ha liberado, superando los
condicionamientos de su personalidad y trascendiendo su Ego”

“Conocer profundamente algo es serlo, tener información de algo no es conocerlo directamente”

Dos tipos de conocimiento:

Cocimiento Per Se: Incluye la dimensión transformadora e implica un “Salto”, un “Despertar” tras
el cual ni el que conoce ni lo conocido son lo mismo. El saborear de los sufís que es una
experiencia interior vivida y cualitativamente distinta al saber, a quien ha oído y puede repetir una
descripción verbal que otros hacen de ese sabor.

Conocimiento Informativo: No implica ninguna transformación esencial, es información añadida a


la que ya se posee. La descripción y explicación corresponden a esta categoría.
“La comprensión requiere abandonar todas las seguridades que, bajo la forma de ideas, protegen
al yo y le ofrecen consuelo al precio de su estancamiento. Requiere estar dispuesto a dejarse
transformar por lo conocido; una transformación que nunca se sabe de antemano adonde nos va a
conducir”

“No es el auto-rebajamiento lo que hace al humilde, sino la profunda toma de conciencia de sus
propios límites. El cultivo de una virtud sin comprensión es hipocresía, la comprensión a su vez
hace dicho cultivo innecesario”

“Toda explicación es una señal indicadora, está es válida siempre y cuando se reconozca su
carácter meramente indicativo”

“Gran parte de la actividad filosófica consiste en traducir la comprensión en una explicación”

“La explicación concierne a las filosofías del estar, las necesitamos para nuestro estar en este
mundo. Difícilmente el hombre puede desenvolverse en él sin una comsmovisión que proporcione
orientación a sus acciones, así como un significado y orden a su vida. Ahora bien, esta explicación o
concepción del mundo no le proporciona un ahondamiento de la visión interior, un crecimiento en
la capacidad de comprensión, ni devela los más íntimos secretos de la realidad.”

La explicación señala y genera un mapa mental de la realidad, la comprensión es la experiencia de


ese mapa a manera de territorio.

“El que comprende no accede, sin más, a una nueva información, a un nuevo tipo de ideas o
creencias sobre la realidad; sencillamente ha ahondado en su propio ser y su visión se ha
ahondado con él; no ve el mundo del mismo modo ni él es el mismo”

“Las seudoexplicaciones confundin sentido con fijeza. En un mundo en permanente cambio,


proporcionan un agarradero mental fijo, estable e internamente ordenado, que permite ahuyentar
la experiencia del caos, de la inseguridad y del temor. El que comprende ha encontrado la
seguridad precisamente a través de la aceptación del cambio. Sabe que la vida no tiene sentido,
como pretenden los explicadores, puesto que Ella, en sí misma, es el sentido; que este no es algo
que quepa explicar o poseer, sino solo encarnar o experienciar; que solo sabe realmente de él
quien se sumerge en la Vida: quien conscientemente fluye, crece, eclosiona, muere, renace y se
transforma con Ella”

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