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Electroterapia en suelo pélvico

El suelo pélvico o periné es un conjunto de


músculos que sustentan la porción
abdominal inferior y sirven de apoyo a la
vejiga, el útero y una porción del intestino.
Es fundamental que esta musculatura
mantenga una buena función, ya que la
debilidad del suelo pélvico es causa de
incontinencia urinaria de esfuerzo, cisto y
rectocele, prolapsos genitales, disfunciones
sexuales (dispareunia, disminución de la
sensibilidad e intensidad del orgasmo).

La lesión o debilidad de la musculatura perineal puede estar ocasionada por


diversas causas:

 En el Embarazo, tanto el peso del útero como el efecto relajador de las


hormonas pueden debilitar el suelo pélvico.
 El Parto provoca lesiones músculo-aponeuróticas y neurológicas perineales
durante el periodo expulsivo. Además los esfuerzos realizados actúan
directamente sobre la musculatura del suelo pélvico.
 Falta de estrógenos en posmenopáusicas: provocan pérdida de tono y
flacidez de los músculos perineales.
 Intervenciones quirúrgicas sobre el periné.
 Obesidad.
 Estreñimiento.
 Tos crónica del tabaquismo.
 Profesiones de riesgo (deportistas, cantantes, músicos de instrumentos de
viento,..).
 Desconocimiento o falta de conciencia de la zona perineal y de su
participación en la fisiología sexual, urológica y digestiva.

El conocimiento del papel que juega el suelo pélvico en los mecanismos de la


continencia, como elemento de sostén de la unión uretrocervical, su implicación en
el sistema esfinteriano estriado, así como las alteraciones neurológicas que
conlleva las disfunciones severas del mismo, ha conseguido que se retome con
gran interés aquellas técnicas que llevan a restablecer el estado de normo
funcionalidad de estas estructuras como forma de tratamiento de las patologías
secundarias a dichas alteraciones: incontinencia urinaria de esfuerzo, mixta, de
urgencia, disfunciones sexuales, patologías ginecológicas y obstétricas y colo-
proctológicas. Las técnicas de rehabilitación del suelo pélvico como tratamiento de
la incontinencia urinaria femenina de esfuerzo (IUE) se vienen imponiendo en
estos últimos años después de que el ginecólogo Arnol Kegel demostrará hacia
1950 la estrecha relación que existía entre los escapes de orina y la hipotonía o
debilidad de la musculatura perineal, desapareciendo o mejorando notablemente
los síntomas cuando se practicaban ejercicios de refuerzo de estas estructuras.

La continencia urinaria se consigue por una compleja interrelación entre aparato


urinario inferior y musculatura perineal bajo el control de mecanismos neurológicos
voluntarios y autonómicos. El tratamiento de la disfunción del suelo pélvico
agrupa una serie de técnicas y procedimientos conservadores como cambios en
hábitos de vida, terapia conductual, biofeedback, electroestimulación
(neuromodulación y estimulación eléctrica periférica) y entrenamiento con
ejercicios musculares del suelo pélvico (rehabilitación perineal).

El objetivo de todas ellas es mejorar o conseguir la continencia urinaria, el


fortalecimiento de su musculatura para
conseguir equilibrar la estática pélvica,
mejorar la vascularización local y la función
ano-rectal además de conseguir una
sexualidad satisfactoria

La electroterapia o electroestimulación
consiste en la aplicación de una corriente
eléctrica no dolorosa, similar a la que emiten
nuestros nervios, sobre una zona
determinada del cuerpo provocando la
contracción del músculo tratado.

Tratamientos del suelo pélvico con electroestimulación

La electroestimulación es un tratamiento reconocido por su alta eficacia en los


casos de incontinencia urinaria y anal provocados por una disfunción perineal o
insuficiente funcionamiento de los esfínteres urinario y anal:

 Incontinencia urinaria de esfuerzo: el objetivo del tratamiento es


reproducir las contracciones de los músculos del suelo pélvico mejorando
sus funciones y permitiendo su identificación y refuerzo.
 Incontinencia urinaria de urgencia: se persigue estimular a baja
frecuencia los nervios del suelo pélvico, inhibiendo las contracciones
involuntarias de la vejiga hiperactiva y produciendo un efecto relajante
sobre ella.
 Incontinencia urinaria mixta: el aparato electroestimulador adapta sus
programas para tratar ambos casos de incontinencia.
 Incontinencia anal: se persigue mejorar el control intestinal, de gases y
fecal, tonificando los músculos del suelo pélvico y del esfínter anal.

Beneficios de la electroestimulación

Los beneficios de la electroestimulación utilizada en el tratamiento del suelo


pélvico son múltiples:

 Despierta los músculos del suelo pélvico y ayuda a que éstos mantengan
su contracción. En aquellas personas que tienen muy debilitada esta zona,
la electroestimulación es casi la única manera de que consigan contraer
eso que llamamos suelo pélvico.
 Permite localizar con precisión y sentir perfectamente unos músculos que,
para algunas personas, son unos completos desconocidos, facilitando el
camino para ejercitarlos en un futuro sin necesidad de esos aparatos
electroestimuladores.
 Mejora sustancialmente el flujo de sangre que nutre y recupera el músculo,
multiplicándolo en cada contracción generada por el aparato.
 Ayuda a localizar, contraer y, por tanto, reforzar el periné y los esfínteres
anales y/o urinarios mejorando la incontinencia urinaria y fecal con un alto
grado de éxito.
 Puede resultar útil en caso de vejigas hiperactivas, ayudando a que el
músculo que nos avisa de que vayamos al baño sólo se contraiga en caso
de que nuestra vejiga se encuentre suficientemente llena.
 En otras ocasiones se utiliza para calmar zonas dolorosas o hipersensibles
del área vulvar y vaginal, tales como la cicatriz de la episiotomía, desgarros
perineales o vaginales tras el parto o tras un traumatismo.
¿Qué técnicas de electroterapia están indicadas en la rehabilitación del
suelo pélvico?

En la búsqueda sobre las técnicas indicadas de electroterapia (EE) para


incontinencia urinaria (IU) se han encontrado 1 Revisión Sistemática (RS), 1
Sumario de Evidencias de UptoDate, 1 documento de evaluación tecnológica y 1
Guía de Práctica Clínica (GPC). En general indican que según el tipo de
incontinencia urinaria IU es más adecuado uno u otro tipo de electroterapia (EE).

La GPC hace recomendacionaes sobre la forma de aplicar la EE (frecuencia,


intensidad, etc.)

Una RS determina los efectos de la EE en mujeres con síntomas o diagnósticos


urodinámicos de incontinencia urinaria de esfuerzo (IUE), de urgencia (IUU) y
mixta (IUM). Señala que frecuentemente la EE se recomienda para tratar la IU en
las mujeres. Incluye varias técnicas que se pueden utilizar para mejorar los
síntomas. Sin embargo, los supuestos beneficios no están completamente
establecidos. Se incluyeron 30 ensayos clínicos aleatorios (ECA). La mayoría
sobre EE intravaginal, que mostró efectividad en el tratamiento de la IUU, pero
informó datos contradictorios respecto a la IUE y la IUM. La EE del nervio tibial
mostró resultados prometedores en ensayos clínicos aleatorios (ECAs) con un
corto período de seguimiento. La estimulación del nervio sacro arrojó resultados
interesantes en los pacientes refractarios. Se concluye que la EE intravaginal y la
del nervio Tibial han demostrado eficacia en el tratamiento de la IUU y la EE del
nervio sacro proporcionó beneficios en casos refractarios.

El SE de Uptodate sobre tratamiento y prevención de la IU, con respecto al


tratamiento con EE señala que hay varios tipos:

 La EE no invasiva: se aplica mediante un pequeño dispositivo extraíble


colocado ya sea en la vagina o el ano. Su mecanismo de acción puede
incluir la estimulación directa del músculo estriado periuretral y la inhibición
del reflejo del músculo detrusor secundaria a la estimulación aferente del
nervio pudendo. Una RS de 4 ECAs encontró que, para la IUE, la
estimulación eléctrica intravaginalaumentaba las tasas de continencia en
comparación con la estimulación simulada (riesgo relativo 2,9, IC del 95%
1.6-5.2). Para IUU, las estimaciones de la eficacia no son concluyentes
debido a las variaciones en la selección de parámetros y estimulación del
paciente.
 La EE del nervio sacro (ENS): se utiliza para la IUU refractaria, frecuencia
de la urgencia refractaria, y retención urinaria idiopática no obstructiva. El
mecanismo de acción exacto es incierto. En la ENS, los electrodos se
colocan por vía percutánea adyacente a las raíces dorsales S3. Varias
series de casos han informado que a largo plazo los resultados son
positivos en mujeres con IUU refractaria o con la frecuencia de IUU
refractaria. Los eventos adversos que pueden ocurrir durante las pruebas
previas a la implantación o colocación del electrodo permanente incluyen la
migración del electrodo, el dolor en el estimulador o sitio del electrodo,
infección, y descarga eléctrica transitoria.
 Estimulación percutánea del nervio tibial puede tener algún beneficio para
las mujeres con síntomas de vejiga hiper activa (VHA), hiperactividad del
detrusor, IUU, y retención urinaria no obstructiva, ni neurógena, donde ha
fracasado otro tratamiento conservador. Los métodos incluyen electrodos
de aguja que se coloca encima del tobillo medial (una a tres sesiones por
semana) o un dispositivo implantado en la misma zona. En un ensayo no
cegado, multicéntrico de 100 pacientes con síntomas de VHA asignados al
azar a la estimulación del nervio tibial percutánea o tolterodina de liberación
prolongada de 4 mg al día, después de 12 semanas de tratamiento, no
hubo diferencia entre los grupos en el resultado primario de la frecuencia
urinaria.
 Estimulación intravesical es un controvertido tratamiento de último recurso
para los pacientes con un detrusor hipocontráctil y alteración de la
sensación vesical.

Una Evaluación Tecnológica sobre la estimulación percutánea del nervio


tibial (EPNT) para el tratamiento de la VHA indica que la teoría de esta terapia
se basa en que la estimulación de los nervios pélvicos puede provocar
contracciones musculares o contracciones del detrusor. Los estudios iniciales
de la terapia de estimulación neurológica se centraron en el nervio sacro. Pero,
aunque este tipo de estimulación puede mejorar los síntomas de la IU, los
estimuladores implantados en el nervio sacro son algo invasivos. Actualmente
muchos estudios se centran en un enfoque menos invasivo como la EPNT, que
es un tratamiento no invasivo para la VHA y ha demostrado ser útil en la
reducción de los síntomas cuando se administra semanalmente durante 12
semanas. La mejora se ha comprobado en las medidas objetivas y subjetivas
de la función de la vejiga, así como en los resultados relacionados con la
calidad de vida.
FORMA DE APLICACIÓN

La aplicación de electroestimulación en los casos de IU, puede clasificarse, a


grandes líneas, en dos grupos:

 Estimulación máxima aguda


 Estimulación crónica de larga duración

En ambos métodos, se emplean corrientes alternas, bifásicas de baja


frecuencia.

Estimulación máxima aguda

La estimulación máxima aguda consiste en estimular la musculatura del suelo


pélvico durante cortos periodos, con una intensidad de corriente máxima. En
este modo de aplicación, la
intensidad de la corriente alcanza
valores de máxima tolerancia por
la paciente, que normalmente
oscilan entre 100 y 150 mA.

El umbral de tolerancia estará en


función de diversos factores que
dependerán de cada paciente.

Estimulación crónica de larga duración

La estimulación crónica de larga duración consiste en la aplicación de sesiones


de electroterapia de larga duración, con un estímulo de baja intensidad, que no
necesariamente debe llegar al umbral de tolerancia sensitivo. En este caso se
utilizan frecuencias de 10 Hz durante varias horas. Fall y Linström (1991)
hablan de aplicaciones diarias de 8 horas durante 6-8 meses. Generalmente se
utilizan generadores portátiles para que la paciente pueda recibir el tiempo de
estimulación necesario sin necesidad de acudir a la Unidad de Incontinencia.

En cuanto al tipo de corriente, se trata de corrientes bifásicas asimétricas. A


diferencia de la farádica e interferencial, este tipo de estimulación permite una
fase de recuperación antes de la siguiente estimulación, evitando de este
modo, la fatiga muscular.
Los pacientes que están indicados a este tratamiento son aquellos con:

 Desgarro 3 y 4 grado para prevención de incontinencias


 Incontinencia urinaria de urgencia y esfuerzo
 Vejiga hiperactiva
 Incontinencia fecal: Aquí la electroterapia aumenta la proporción de
fibras rápidas, el grosor del elevador del ano y la fuerza de fibras lentas.
Asimismo, restituye el reflejo inhibitorio
 Dolor pélvico crónico
 Disfunciones sexuales (dispareunia, disminución de la sensibilidad)
 Sexo doloroso uretral y vesical

I-Método de aplicación.

 Electrodos.
 Aplicación de la técnica.
 Tratamiento.
 Acciones previas.
 Evolución.

Aplicación de la técnica.

 La electroterapia se puede aplicar directamente sobre puntos dolorosos.


 En el recorrido de troncos nerviosos.
 Puede existir una ubicación a nivel paravertebral.
 En algunos casos puede haber una ubicación vasotrópica, o gangliotrópica.
 Aplicación en articulaciones (transregional).
 Aplicaciones especiales (endocavitarias, rastreo del dolor,etc).
 Según la técnica electrónica:

 Coplanar. Ambos electrodos a nivel cutáneo en el mismo plano.


 Transregional. Un electrodo frente
al otro, abarcando
transversalmente una zona
determinada.
 Longitudinal. Un electrodo frente
al otro abarcando
longitudinalmente una zona.
 Bipolar. Dos electrodos relacionados con la misma estructura
anatómica.
 Monopolar. Solo un electrodo activo en relación con una estructura
en cuestión.

Elementos a tener en cuenta en relación con el paciente:

 Es frecuente encontrar miedo o fobia a la electricidad, en cuyo caso hay


que explicar exhaustivamente.
 Puede haber alteraciones psicológicas que dificulten la interpretación y la
cooperación del paciente.
 Puede haber alteraciones morfológicas, relacionadas con características
topográficas y zonas apropiadas.
 Tiene valor la experiencia anterior: A la primera aplicación y a las
subsecuentes.
 Influye el tipo de piel: Piel grasa, húmeda, seca, rugosa, degenerada,
lesionada, sucia.
 Presencia de trastornos sensitivos.
 Presencia de trastornos circulatorios.
 Evaluar en cada paciente las precauciones y contraindicaciones.
 Posición para la aplicación. Un número significativo de pacientes acude con
dolor por contractura y espasmo muscular, si en nuestro objetivo está la
relajación de esos músculos, tenemos que tener en cuenta una postura de
relajación previa al tratamiento.
 Precauciones en la aplicación.
 Las corrientes no deben ser molestas.
 Puede llegarse a la máxima intensidad soportable en el límite de lo
agradable.
 Luego de cierto tiempo, en que existe acomodación, se debe aumentar
intensidad hasta el límite señalado anteriormente.
 En las primeras sesiones, en pacientes inexpertos, es conveniente
comenzar por debajo de lo señalado en el punto 2.
 Considerar impedancia o resistencia de la piel (alta para Galvánica, menor
en variables y alternas, disminuye a mayor frecuencia).

Las indicaciones principales de la electroterapia en la patología del suelo


pélvico son las siguientes:

1. IUE, formas leves o tras la cirugía correctora


2. IUU cuando se haya descartado la causa neurológica
3. Déficit motor del suelo pélvico (circunstancia habitual tras el embarazo,
parto, cesárea, cirugía pélvica o vaginal, etc.)
4. Cuando sea necesario incrementar la masa muscular del suelo pélvico
(Por ejemplo en deportistas, personas que realizan grandes esfuerzos
físicos, etc.)
Las contraindicaciones para este tipo de terapia, que pueden ser temporales
o definitivas, son las siguientes:

1. Alteración de la sensibilidad abdominal, vaginal o perineal; ausencia de


reflejo sacro (82-83)
2. Trastorno severo del ritmo cardiaco o utilización de marcapasos
3. Embarazo. Si usted está embarazada o cree que pudiera estarlo, debe
advertirlo antes de iniciar este tratamiento.
4. Infección o lesión vaginal, sangrado vaginal, menstruación, etc. hasta que
no haya cedido
5. Antecedente de retención aguda de orina o presencia de residuos
Elevados (>100 mi)
6. Alteración anatómica vaginal que impida la colocación o retención de
electrodo vaginal (en caso de electro estimulación vaginal)
7. Portadoras de DIU
8. Existencia de obstrucción de la uretra de cualquier causa, incluyendo
problemas de próstata.
9. Existencia de reflujo vésico-ureteral o infección urinaria
10. Sospecha o certeza de patología abdominal o pélvica no diagnosticada:
Infección, tumor, etc.
11. Existencia de fiebre, enfermedades graves no controladas, etc
BIVLIOGRAFIA

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https://www.ensuelofirme.com/la-electroestimulacion-en-el-tratamiento-del-suelo-
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