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ISBN 9972-617-65-3
Hecho el depósito legal N.° 1501012001-1836
Impreso en el Perú
Lima, 2001
Presentación
Introducción 11
E l autor
El marco conceptual
Entendamos sobre qué hablamos
Levvis Carroll
La negociación: definición y alcances
Gráfico 1
I Grado de preocupación ó
Y
Competir Colaborar
sobre nuestro resultado
Comprometerse
Evitar Ceder
-------------------------- >>
Grado de preocupación
sobre el resultado del
contrario
Cuadro 1
en su libro Obtenga el si] el arte de negociar sin ceder nos ilustran una for
ma de aproximación al conflicto.
En el gráfico 2 veremos cómo aparecen los problemas en la realidad
concreta. Los problemas siempre se presentan a través de síntomas Gue
determinan una incomodidad. ¿Pero cuál es el problema central? ¿Cuál
es la verdadera razón de aquello que nos incomoda? Frente a un proble
ma, normalmente, amparados en la experiencia, pasamos a la acción in
mediata buscando una solución rápida, con lo cual nuestra respuesta
frecuentemente es pobre y, en todo caso, subóptima. Si en lugar de ac
tuar automática e instintivamente eleváramos el problema a un plano
teórico, producto del estudio y la reflexión, encontraríamos que éste
puede dividirse analíticamente en categorías cales como:
• Aspecto sustantivo o de fondo.
• Aspecto adjetivo, de forma o de procedimiento.
Así, el problema humano es una categoría en sí mismo. También lo es
el tiempo. Reflexionar sobre cada aspecto nos permite elaborar un pían
de acción más adecuado.
El círculo de Fisher (gráfico 2) nos ilustra cuatro pasos fundamenta
les a seguir.
Gráfico 2
TEORÍA
PRÁCTICA
Estilos de negociación
7 . ; ■• \ ■.-A y ry
Los participantes sen amigos. Los participantes son adversarios.
La meta es el acuerdo. La meta es la victoria.
Se debe conceder para cultivar la Se debe demandar concesiones como
relación. condición de la relación.
Se es suave con la gente y con el problema. Se es duro con la gente y con el problema.
Se confía en los demás. Se desconfía de los demás.
Se cambia de posición fácilmente. Se enquista en una posición.
| Se hacen ofertas. Se hacen amenazas. j
| Se descubre el punto de reserva, es decir, se da Se engaña sobre el punto de reserva.
i a conocer lo máximo que se puede conceder.
Se aceptan pérdidas unilaterales con tal de Se demandan ganancias unilaterales como
llegar a un arreglo. precio del acuerdo
Se busca una única respuesta: aquella que Se busca una única respuesta: aquella que
ellos acepten. nosotros aceptamos.
Se insiste en el acuerdo. Se Insiste en la propia posición.
Se intenta evitar un enfrentamiento de Se intenta ganar la confrontación de volunta
voluntades. des, pues el proceso es un choque de éstas.
Se cede ante la presión. Se aplica presión.
La negociación integrativa
Pero no codo es regaceo. Las negociaciones sofisticadas y profesionales
privilegian el modelo integrativo o principista, que obliga a un mayor era-
bajo preparatorio. En este modelo, el conflicto se separa de las perso
nas. Las partes son duras con el problema, pero suaves con la gente. Se
descubren los intereses en juego y se busca aplicar la creatividad me
diante la generación de opciones que deben basarse en criterios objeti
vos. Tanto el modelo distributivo como el integrativo se tratarán en de
talle en los siguientes capítulos.
NEGOCIADOR 1
No confiesa Confiesa
La negociación
distributiva
Lo mío es mío y lo nuestro es mío
Lewis Carrol'
El modelo distributivo
Variable: precio
Zona de posible acuerdo
200 250 300 400 450 500 550 600 650 700
Temas múltiples /
tratados suma fija suma aumenta
ciadores menos hábiles, y que estos últimos son realmente más ter
cos y tenaces.
Si un hombre aparece en la puerta de nuestra casa a las once de la
noche y amenaza con cortarse el cuello si no le damos veinte soles,
obtendrá nuestra atención y credibilidad si sus ojos están inyectados
de sangre, si habla en forma desesperada y si tiene una mirada extra
ña. Sin embargo, la amenaza no surtirá efecto si no entendemos esos
signos, si éstos son débiles o si no resultan evidentes para nosotros.
En esta última situación se halla un negociador que representa a un
sindicato cuyas bases son muy radicales y cuya dirigencia es joven e
inexperta.
Veamos otro ejemplo. Debemos una fortuna a los bancos. Ya no te
nemos activos que embargar ni que dar como forma de pago. Los ban
cos, con y sin garantías, se enfrentan a un monto enorme. Nuestra ca
pacidad de negociación es inmensa. Somos tan débiles que, como no
tenemos nada que perder, podemos plantear términos muy generosos
para pagar la deuda, en tanto que los bancos no están dispuestos a
asumir la pérdida y provisionar inmediatamente. Aquí viene a pelo el
dicho: “Si debes poco el problema es tuyo, si debes mucho el proble
ma es del banco”.
El poder dentro de la negociación distributiva también ha sido des
crito como “la habilidad de engañar y pretender, de fijar el mejor precio
para uno y engañar al otro haciéndole creer que ésta es la mejor oferta”.
Hay dos tipos de engaño sobre hechos. Un comprador, por ejemplo,
puede mentir sobre sus ingresos o falsear el tamaño de su familia: uno
será un engaño táctico y el otro un engaño real. La diferencia entre am
bos radica en que, aun si se conoce toda la verdad sobre los ingresos,
uno puede afirmar que, aunque gane x, sólo estará dispuesto a asignar
y para este negocio.
Para hacer creer algo a la contraparte, lo primero que debemos hacer
es preguntarnos a nosotros mismos: “¿Es cierto?”. Es más fácil probar
1. Determinar las utilidades a obtener tanto per la contraparte en la negociación como por el
costo de terminar ésta.
a) Determinación indirecta. Determinar qué información se usará para emitir criterios.
Dentro de estas fuentes indirectas están la observación, los documentos, las ubicacio
nes generales y especializadas.
b) Determinación directa. Determinar la información sobre el punto de resistencia, las uti
lidades y otros elementos básicos de la negociación. Dentro de esta categoría están la
investigación, el espionaje industrial y otras fuentes directas.
2. Moldear las impresiones que se da a la contraparte sobre las propias utilidades.
a) Actividades de censura. Conformar equipos y seguir la regla del silencio, autoridad limitada.
b) Acciones directas para alterar impresiones. Presentar información selectiva, usar emociones.
3. Modificar la percepción de la contraparte sobre sus propias posibilidades y utilidades como re
sultado del proceso.
4. Manipular el costo actual de la demora o terminación de la negociación.
a) Acciones descriptivas. Aumentar el costo colateral de romper las negociaciones.
b) Unión con terceros.
c) Programación. Usar el tiempo a nuestro favor.
Demandas excesivas
Esta táctica se usa cuando la cantidad de demandas es excesiva. Ello
ocurre, por ejemplo, cuando en un pliego sindical se especifican
treinta puntos, de los cuales realmente quince son importantes y los
otros quince se han consignado para quemarlos a cambio de conce
siones de la gerencia. Los quince últimos son accesorios, irrelevan
tes, irreales y se han introducido en el proceso sólo como táctica de
negociación.
Esta táctica también se presenta en la forma de pedidos iniciales
exorbitantes. Si ante estos pedidos nos preguntamos: “¿Hay algo que yo
desconozca que justifique esta demanda?”, entonces bingo, la táctica es
tá funcionado. Debemos tener cuidado, pues el uso de esta táctica es co
mún, en especial si se refuerza mediante la repetición.
Límites
Los límites se emplean para reducir y fijar el marco de la negociación.
Veamos algunos ejemplos:
© Límite a la autoridad. Sólo nuestro gerente general puede aprobar al
go así, pero él vendrá a la ciudad el 15 del mes próximo, cuando us
ted ya no esté.
® Límite de política. Nos encantaría aceptar, pero la política de la empre
sa es comprar sólo de distribuidores mayoristas.
• Límite financiero. Es imposible aceptar. Implicaría un 3% de aumento
sobre nuestro costo de mano de obra.
• Límite tecnológico. No podemos. Nuestra planta está al tope de su pro
ducción. Tendríamos que ampliar una nueva línea.
Precedentes
Con frecuencia —y sobre todo cuando les conviene— los negociadores
usan precedentes como base de sus argumentos. Se presentan dos tipos
de precedentes:
a) Precedentes establecidos en negociaciones previas con la misma parte. Veamos
un ejemplo: “Siempre hemos renovado el contrato de arrendamiento
por dos años. ¿Por qué pides ahora tres años?”, o “Tu gobierno nunca
ha solicitado compensaciones o reciprocidad alguna a nuestra línea aé
rea por el uso de la quinta libertad en más de veinte años de relaciones
comerciales. Ahora, súbitamente pretende cancelar esta trayectoria y
exigir un cambio, lo que encontramos fuera de lo establecido”.
b) Precedentes establecidos en convenios logrados con terceros. Así: “Toda la in
dustria hotelera ha aumentado 15%. ¿Por qué no ustedes?”, o “El sec
tor exportador minero recibe incentivos tributarios especiales. ¿Por
qué nuestra empresa no se beneficia con similares beneficios si tam
bién exporta cobre?”.
Compromisos en firm e
Una parte crucial de todo proceso de negociación distributivo es la ha
bilidad de convencer a la contraparte de que no podemos movernos de
la posición en la que estamos ni conceder más. Generalmente lo logra
mos dando la impresión —cierta o no— de que el acuerdo es sólo un po
co mejor que la alternativa a un acuerdo negociado, esto es, el BATNA.
Sin embargo, efectuar un compromiso creíble y que nos obligue es el
elemento primordial de esta persuasión.
Un negociador se compromete firmemente con una determinada
posición cuando se autoimpone públicamente la obligación de pagar
un alto costo si acepta arreglos menos atractivos que su posición. Si
Demandas vinculadas
Consiste en solicitar pretensiones que no tienen una vinculación direc
ta, aunque la aceptación de una implique la de otra.
En el plano internacional encontramos ejemplos claros de la táctica
de demandas vinculadas. Uno de ellos ocurrió cuando el gobierno de
Estados Unidos afirmó que la reducción de tarifas arancelarias y la cláu
sula de nación más favorecida sólo seguirían en efecto si el gobierno co
munista de Polonia legalizaba el sindicato Solidaridad y cesaba en sus
persecuciones.
Puntos focales
Generalmente las negociaciones se resuelven en torno a puntos focales.
Así, “no menos de 1 500” o “no más de 0,60 por hora de aumento sala
rial”. Además de considerar por simplicidad mental números redondos,
la gente tiende a lograr acuerdos basados en fórmulas sencillas tales co
Contmoferta
El profesor Howard Raiffa efectuó una serie de experimentos sobre ne
gociación distributiva en Harvard Business School. Como producto de
sus experimentos, encontró que el lugar donde finalizará el acuerdo
probablemente es el punto intermedio entre dos ofertas, si éste está lo
calizado dentro del rango de posible acuerdo.
Esto implica que una buena respuesta a una oferta inicial debe consi
derar que este punto intermedio esté cerca del nivel de aspiración. Si
creemos que la contraparte está dispuesta a cerrar entre 15 y 20 pero nos
ofrece 10, es mejor contraofertar 30 y no 20, pues terminaremos mejor.
Así, si una parte abre la negociación con una oferta extrema, habrá
que replicar con una contraoferta igualmente extrema o, mejor aún, fo
calizar la atención en otro aspecto, ignorando la primera oferta. No de
bemos permitir que el nivel de aspiraciones ancle en torno a este marco
referencial.
Toma de posiciones
Henry Kissinger, jefe de la diplomacia norteamericana durante el go
bierno del presidente Nixon, afirma lo siguiente: “Si el acuerdo final ge
neralmente se ubica entre los dos puntos iniciales, no hay razón por la
cual debamos hacer ofercas razonables. Una buena técnica de negocia
ción debe sugerir un punto de partida mucho más extremo que aquel
que uno desea aceptar. Cuanto más extrema la posición inicial, con ma
yor agrado se verá el prospecto de un acuerdo razonable”.
Sin dejar de ser interesante, esta posición puede envenenar el am
biente, polarizándolo. Es muy probable que la aplicación mecánica del
consejo de Kissinger nos lleve a un alto número de impasses y negocia
ciones bloqueadas. Por otro lado, nos puede obligar a concesiones sus
tanciales con respecto a nuestra posición inicial, lo que implica la pér
dida de nuestra credibilidad. En otras palabras, si nos vamos por las nu
bes y deseamos cerrar la negociación, nos veremos obligados a bajar a
grandes trancos.
Demandasfalsas
Esta táctica se usa principalmente en las negociaciones laborales, pe
ro su aplicación puede extenderse a todo tipo de negociaciones. En
ella se colocan varios puntos en agenda sin que realmente se tenga in
terés en los mismos, con la intención de concederlos o cambiarlos lue
go por algo de valor.
Es evidente que esta táctica tiene como requisito esencial el oculta-
miento de las diferencias entre las demandas reales y las verdaderas.
Serrucho
Esta técnica se usa especialmente para crear un cambio en la posición
de la contraparte, pues la coloca contra una segunda opción, real o
imaginaria.
Supongamos, por ejemplo, que representamos a un inquilino que in
tenta negociar un local en un centro comercial importante. Si nuestro
cliente ha visitado tres o cuatro centros y edificios comerciales de pres
tigio diferentes y ha establecido contactos tentativos con más de un
propietario, el propietario del local del centro comercial no estará segu
ro de lograr el cliente. Por ello se hallará dispuesto a efectuar concesio
nes que de otro modo no haría.
Esta técnica requiere del uso de una tercera parte como alternativa.
Su uso está difundido en negociaciones comerciales. No es necesario
que la tercera parte exista: basta que su existencia sea verosímil. Lo rele
Amenazas
Las amenazas son argumentos verbales y no verbales que una persona di
rige a otra para influir sobre ella y obtener un resultado. La amenaza pue
de ser entendida como el compromiso condicional de hacer algo no de
seable si la parte amenazada no cumple. La amenaza tiene valor sólo si es
obligatoria, creíble, visible e irreversible. Por ejemplo, amenazas de huel
ga, guerra, bloqueos, represión, ruptura de relaciones diplomáticas o re
presalias comerciales.
Debe tenerse mucho cuidado con las amenazas. En primer lugar, dejan
de funcionar cuando se han llevado a cabo: una pistola sólo sirve mientras
no se dispare. En segundo lugar, nos encadenan a un curso de acción: si
amenazamos con embargar el viernes, tenemos que embargar el viernes y
no prorrogar hasta el siguiente miércoles. Finalmente, podemos terminar
esclavos de nuestras amenazas, porque si no cumplimos lo ofrecido perde
mos imagen y credibilidad. Como norma, es mejor hacer y no amenazar.
Agresividad
Esta técnica implica poner en acción un comportamiento particular
mente agresivo que provoque que la contraparte caiga en errores y con
tradicciones en sus argumentos. No es seguro que esta técnica realmen
te logre concesiones o provoque una mayor voluntad en la contraparte
de resistir tercamente, a causa de la vergüenza en la que se incurre al
caer en errores frente a terceros, clientes o colegas.
Inescrutabilidad
Es la capacidad de disfrazar nuestros sentimientos y reacciones. Para la
mayoría de las personas, inescrutabilidad equivale a silencio. Hablar es
revelar, de uno u otro modo, nuestras reacciones y opiniones sobre un
tema, pero se comunica verbal y no verbalmente. Esta táctica cuida de
no revelar información en ninguna de ambas formas.
El negociador inexperto siente una gran compulsión por hablar y,
con ello, inevitablemente revela más sobre su posición de lo que cree es
tar revelando.
El silencio siempre genera ansiedad. La ansiedad obliga al negocia
dor a hablar. Debemos saber controlar este factor o usarlo a nuestro fa
vor. No olvidemos que el silencio tiene connotaciones culturales. Así,
los japoneses pueden guardar un silencio prolongado entre las pala
bras, lo que nos pone nerviosos. No llenemos el vacío hablando.
Uso de engaños
Las partes pueden engañar sobre los hechos ocultando información re
levante o dando otra impresión a la contraparte.
Veamos un ejemplo del primer tipo (engañar sobre hechos). Una
anciana viuda trae un violín Stradivarius a una tienda de compra-ven
ta de artículos usados. No conoce el valor real del violín. El comprador
le dice que es un violín viejo, sin gran valor, y que por tratarse de ella
—y considerando su difícil situación— le puede dar cien soles.
Ahora veamos un ejemplo del segundo tipo. Un joven escritor suscri
be con su editor un contrato. Este último no menciona nada sobre la in
clusión en el contrato de derechos de autor por libros de bolsillo, folle
tos, casetes o software, así que si la obra es un éxito rotundo puede sacar
polos, loncheras, stickers, CD o canciones sin pagar nada al autor, por
que nada de eso se contempló en el contrato.
Cuando se oculta información, las partes dan la impresión de que
aquello que se calla tiene poca importancia, pero podría ser lo funda
mental. Así, representantes diplomáticos de un país pueden demostrar
a otros que no les resulta muy importante establecer una relación en el
ámbito comercial o la explotación de determinado mineral, cuando
realmente es esencial para su desarrollo o su defensa. Restarle impor
tancia —al menos en apariencia— evita pagar o conceder mucho.
Exponer la yugular
Si enfrentamos una situación insostenible podemos vernos obligados a
usar esta técnica. La técnica consiste en solicitar a la contraparte que
proceda según principios y ética moral. Veamos el siguiente ejemplo:
“Sabemos que ustedes son mucho más poderosos que nosotros y
que nos pueden sacar del mercado si así lo desean. Estamos dispues-
Circunvalaciones
La contraparte puede intentar sobrepasarnos poniéndose en contacto
con nuestros superiores o nuestras bases para socavar nuestra posición
y aislarnos de todo respaldo. Esta táctica tiene enorme impacto si el
apoyo de los superiores es incierto. Debemos contrarrestar la posibili
dad del uso de esta táctica mediante la definición clara de roles: ¿Quién
decide qué? ¿Cuándo? ¿Cómo?
Por ello, debemos obtener por adelantado un claro respaldo de
nuestros superiores y poner en guardia a toda la organización de la
posibilidad de esta táctica, pues es usual en todo el mundo. Así, llama
mos al ministro directamente o nos dirigimos a él mediante carta
abierta a las bases.
Hecho consumado
Esta táctica se usa antes o durante el proceso. Implica una acción que
afecta directamente los intereses de la contraparte, enfrentándola an
te un hecho supuestamente irreversible. Por ejemplo: se invade una is
la, se vende un lote, se logra un cambio de zonificación, se autoriza el
asentamiento de inmigrantes en territorios ocupados o se emite una
Simplicidad
Todos deseamos una solución sencilla, aun si el problema es complejo.
Los números redondos tienen cierta fascinación. Son fáciles de recordar
y atraen nuestra atención: por qué molestarse en precisar 9,89 en lugar
de decir sencillamente 10. Sin embargo, esta diferencia puede represen
tar mucho dinero.
Cuando hablamos de porcentajes también escondemos otros pro
blemas, y es que los porcentajes muchas veces ocultan lo que realmen
te está en juego. Esta táctica también se conoce como puntos locales y
efecto del redondeo.
Demoras
Esperar, demorar y utilizar el tiempo en provecho propio puede lograr
concesiones del contrario, pero mal dosificado puede crear bloqueos.
Debemos tomar en cuenta las características de cada pueblo al eva
luar esta táctica. Lo que para una cultura es demora y espera injustifi
cada puede ser habitual para otra. Así, si estamos en Suiza y llegamos
con cinco minutos de atraso a una reunión nos toca disculparnos y
echarle la culpa al tren. En Estados Unidos se pierde una cita a los quin
ce minutos de atraso, en Perú o Colombia estamos aún en hora con
treinta minutos en el sector privado, y en el sector público se nos puede
Sorpresa
En todo proceso de negociación es usual encontrar sorpresas, aun
cuando lo hayamos planificado cuidadosamente. Ante una situa
ción sorpresiva conviene solicitar un receso que nos permita reco
pilar más información para evaluar la importancia de este nuevo
elemento.
No debemos apresurarnos a responder. Si cae el gobierno, si sube el
petróleo, si se derrumba el precio de un producto sustituto, tomemos
un cuarto intermedio para pensar.
Contratácticas propias
de la negociación distributiva
Gráfico 8
C0NTRATÁCT1CAS
Consideraciones finales
Comparación valorativa de los estilos de negociación
La negociación distributiva, considerada como género, ofrece varian
tes. Algunas de éstas son: (1) favores y balances, y (2) táctica chicken. La
primera descansa esencialmente en la relación y a menudo se usa en el
mundo social y político. Por ejemplo, las votaciones en el Congreso y
las invitaciones sociales. Tiene como limitación no poder solicitar
más favores hasta no haber saldado el balance. La segunda variante
parte del principio de conseguir algo por nada. Consiste en esperar
que la intimidación dé frutos. Por ejemplo: huelgas, bloqueos y otros
conflictos que destruyen a las partes.
Resumen de conceptos
La negociación distributiva o suma cero tiene una zona de posible
acuerdo que se inicia en nuestro punto de reserva. Ello equivale a la me
jor alternativa a un acuerdo negociado y termina en el punto de reserva
de la contraparte.
Una de las metas fundamentales en este tipo de negociación es tratar
de determinar una y otra vez, mediante el intercambio de información,
el punco de reserva de la contraparte —mientras tratamos de ocultar el
nuestro— para capturar la mayor parte de la zona de posible acuerdo.
Lewis Carrol!
Nociones generales
junta de problemas. También ayuda que las partes compartan una his
toria de relación positiva.
Así, es más fácil que Estados Unidos negocie con Inglaterra que con Ru
sia, por la larga tradición de ayuda y comprensión mutua entre los prime
ros. Tengamos en cuenta que los desplantes, peleas y maltratos en un pro
ceso afectarán el próximo. Por ello, cuanto más conflictivo haya sido un
proceso en el pasado, mayor probabilidad habrá de que el actual sea alta
mente competitivo y borrascoso. Inversamente, cuanto más cooperativo ha
ya sido el proceso en el pasado, mayor probabilidad habrá de que el actual
sea de cooperación y resolución conjunta de problemas, esto es, integrativo.
Los abogados preparados y con experiencia que han resuelto proble
mas en forma inteligente y armoniosa no se ven como abiertos conton
eantes sino como solucionadores de problemas que ayudan a sus clien
tes a enfriar los ánimos. Por el contrario, sus colegas que parecen merce
narios o gallitos de pelea se hacen fama de conflictivos, con lo cual cada
proceso resulta más difícil que el anterior.
La negociación será distributiva y no integrativa si las partes compar
ten la creencia de que el asunto puede resolverse exclusivamente de mo
do distributivo, con regateo y discusión. Puede que el problema sea eti
quetado o conceptualizado como una dicotomía, esto es, como blanco o
negro: “Estás conmigo o estás contra mí”, “Estás con la revolución o con
tra la revolución”, “Yo tengo la razón y tú estás equivocado”, “Es justo e
injusto, legal o ilegal”, etcétera.
Las partes negociadoras normalmente tienen dificultad para reconocer
los elementos integrativos del problema y desarrollarlos de tal forma que
puedan lograrse mejores soluciones y se eviten respuestas subóptimas.
N e g o c i a c i o n e s e f i c a c e s Pinkas Flint 88
CAPÍTULO ii¡: La negociación integrativa
N e g o c i a c i o n e s e f i c a c e s Pinkas Flint 90
CAPÍTULO !li: La negociación in tegrativa
Aversión al riesgo
Supongamos que dos personas están de acuerdo en la probabilidad de
que ocurra un hecho. Aun en este caso, cada parte puede reaccionar en
forma diferente en función de los riesgos involucrados. En estos cas es,
las partes pueden diseñar una enorme variedad de fórmulas para com
partir el riesgo. En general, es tos acuerdos deben transferir más riesgo a
la parte que teme menos al riesgo.
Veamos un ejemplo: el doctor Gomes del Campo, abogado soltero,
joven y agresivo, se asocia con la señora Concretas viuda de López, pro
fesora jubilada que goza de una pensión modesta. En esta asociación
comercial para abrir una nueva cafetería, les acuerdos a los que arriban
¿as partes reflejan sus diferentes criterios frente ai riesgo.
El acuerdo ai que llegan es el siguiente; el joven abogado recibe una
mayor parte de las utilidades de la cafetería, pero garantiza a la señora
Contreras un ingreso mensual permanente, tipo salario, no menor al
monto que ella recaba del banco cada mes. Este tipo de arreglo satisfa
ce a ambas partes, pues cada una tiene una acritud diferente frente al
riesgo involucrado. Lo que más teme la señora López es no tener para
El tiempo
La diferencia que cada parte otorga al tiempo afecta el resultado del
proceso de negociación. La gente valora el tiempo de diversa forma.
Un mismo hecho tiene distintas connotaciones según la oportunidad
de su ocurrencia. Así, si una parte es más impaciente que la otra, ob
tendrá consecuencias distintas-.
Cuando hay diferencias en la valoración'del tiempo, las consecuen
cias futuras pueden intercambiarse por cantidades que recibe la parte
más impaciente. Este hecho abre toda una gama de posibilidades en la
evaluación del conflicto. En otras palabras, quien no puede esperar es
tará dispuesto a recibir menos, pero ya. Es una posición distinta del
que no tiene prisa.
La actitud frente al tiempo es personal, pero también cultural. La
gente de diferente edad, diversa posición económica o distinta forma
ción cultural puede diferir en su visión del tiempo y en la paciencia
para afrontar el proceso. El tiempo es un concepto subjetivo, personal
y cultural.
En lo que respecta a la negociación internacional, debemos te
ner presente que términos como pronto, mañana o luego tienen una
connotación diferente en Alemania, Bolivia, Arabia Saudita o Esta
dos Unidos. No es extraño que los negociadores norteamericanos
establezcan fechas límites y plazos perentorios, en tanto que pe
ruanos y venezolanos lo tomen con calma. El plazo y la necesidad
son relativos.
93 N e g o c i a c i o n e s e f i c a c e s Pinkas Flint
Capacidades
Las diferencias de capacidad generan oportunidades. El acceso a la tec
nología o a la información cambia sustancialmente la relación entre las
partes. Por ejemplo, un granjero que cuenta con tierras áridas y un trac
tor puede combinar esfuerzos con su vecino, que tiene semillas y agua
pero no tiene tractor.
Las diferencias en capacidades o recursos adoptan diversas formas,
tales como:
© Acceso a tecnología avanzada.
© Derecho de uso.
© Capacidad financiera.
© Capacidad en recursos humanos.
El señor Ruiz, prestigioso joyero, especialista en el corte y tallado de
diamantes pero que no tiene capital, puede asociarse con el señor Mon
tero, dueño de una empresa financiera. Uno posee tecnología joyera, el
otro capacidad financiera. Ahora ambos son socios de un negocio en el
cual han potenciado sus capacidades, produciendo beneficios comu
nes. Los buenos negociadores buscan concreta y activamente las'dife
rencias relevantes y las usarán para lograr mejores acuerdos.
Veamos otro ejemplo. Dos compañías farmacéuticas desean abrir un
centro de investigación de última tecnología cuyo costo bordea los seis
millones de dólares. Deciden compartir el proyecto para disminuir sus
costos generales. Además, podrán construir un laboratorio mucho ma
yor que si lo hicieran independientemente. Cuando dos empresas se fu
sionan, no sólo eliminan gastos redundantes y alcanzan economías de
escala sino que también logran sinergias al aprovecharse mutuamente;
por ejemplo, la tecnología y el conocimiento de mercado que posee una.
con la enorme capacidad financiera de la otra.
La publicidad general y otros beneficios adicionales se presentan
aún en mayor proporción. Este hecho motiva la gran cantidad de fu
siones y adquisiciones de empresas en Europa y EEUU. También lo
Economía ás sscala.
En las economías de escala se puede crear valor sin que se presenten in
tereses diferentes (o compartiéndolos a través de éstos).
Así, veamos por ejemplo que dos partes iguales logran un acuerdo. El
granjero Carlos debe sacar una pesada piedra que bloquea el camino que
lleva a su casa, pero no puede hacerlo sin la ayuda de Enrique. No la pue
de mover, aun cuando duplique su esfuerzo o trabaje el doble de tiempo.
Sin embargo, ambos pueden y deben colaborar, mediante una fórmula
mediante la cual moverán la roca juntos y dividirán el costo de hacerlo.
Las economías de escala apoyan los valores privados creados en mu
chos convenios. Dos empresas embotelladoras deciden instalar un cen
tro de distribución de bebidas. Cada una sabe que sus productos (cerve
zas y gaseosas) no son competitivos para atender un área lejana y, en lu
gar de ello, optan por unir esfuerzos e instalar un solo centro de distri
bución, compartiendo gastos generales para servir a más clientes de los
que cada una podría atender en forma exclusiva.
Hallarnos el mismo efecto cuando dos firmas se fusionan y cortan o
suprimen redundancias, arriban a economías de escala y disfrutan de
descuentos por sus compras en volumen. La publicidad combinada
cuesta menos que cada esfuerzo individual, pero proporciona el doble
de dientes a cada uno. En el plano internacional se puede verificar que
las utilidades de un cártel pueden elevarse rápidamente a medida que
más miembros deciden unirse al cártel. En el cuadro 5 resumimos la
creación de valor por efecto de las diferencias,
Otros factores que contribuyen a lograr un alto porcentaje de arre
glos sustantivos —valiosos para ambas partes—son el respeto mutuo, la
aprobación, la actuación conforme a normas, la pertenencia a un mis
mo grupo, la solidaridad.
E l modelo Fisher
a) Separemos a las personas del problema. Los negociadores deben verse a sí
mismos solucionando el problema que provoca la negociación y no
atacándose unos a otros. Deben decir: “Somos solucionadores de
N e g o c i a c i o n e s e f i c a c e s Pinkas Flint 96
CAPÍTULO l!i: La negociación integrativa
El factor humano
Aunque a veces nos cueste creerlo por las pasiones en juego, los nego
ciadores antes que nada son personas; hombres y mujeres de carne y
hueso, con diferentes emociones, valores y antecedentes personales. Si
Actitudes
Al iniciar cualquier procedimiento de negociación vamos premunidos
no sólo de información sino también de prejuicios y temores —funda
dos o infundados— y de proyecciones. No debemos deducir las inten
ciones de la contraparte infiriéndolas de nuestros temores. Si creemos
que ellos son duros, tercos y desconfiados no actuemos en forma simi
lar. Si lo hacemos, veremos en breve cómo habremos convertido en rea
lidad nuestros propios temores.
101 Negociaciones
O eficaces Pinkas Flint
Estemos dispuestos a verificar y comprobar nuestras presunciones.
No culpemos a la otra parte por nuestros problemas, pues ello no ayu
da en nada. Si pensamos que en el proceso de negociación somos vícti
mas de una agresión, no dejemos pasar el momento sin expresar lo que
creemos. Es importante señalar a la contraparte que lo que expresamos
es nuestra percepción, y no necesariamente la verdad.
Vamos a ilustrar este punto con un ejemplo. Como experto, fui invi
tado a un curso sobre negociaciones de la Universidad de Harvard. En
una compleja negociación sobre reclamos sindicales, me sentí ofendido
por ciertas insinuaciones antisemitas de la contraparte, que representa
ba al equipo de la Municipalidad. Me indigné y dije lo que pensaba a las
dos muchachos de Israel que formaban parte de mi equipo: no había ve
nido a Estados Unidos para soportar el racismo, y menos en Harvard
Law School.
Debido a estas palabras fuera de lugar, mi equipo aprovechó la pri
mera oportunidad para publicar un comunicado de prensa que perju
dicaba todo el proceso y dejaba mal parados a los representantes de la
Municipalidad. Sin embargo, ambos equipos nos habíamos compro
metido expresamente a no hacer públicas nuestras diferencias. Luego
de un breve estallido de cólera por ambas partes, volvió la razón.
Cuando explicamos que nos habíamos sentido discriminados por la
contraparte, ésta rió de buena gana, pues el negociador que había ver
tido las frases “antisemitas”, si bien era ur> alemán de Berlín, no era
nazi ni antisemita sino judío y, por añadidura, religioso ortodoxo, lí
der de su comunidad. Nuestros temores y prejuicios leyeron mensajes
donde no los había.
Explicar a la contraparte nuestras percepciones ayuda a mantener y
restablecer una buena relación y evita caer en una espiral de agresiones
mutuas sin razón valedera.
Las percepciones tienen vinculación con las ideas, preconcebidas o
prejuicios. Todos tenemos ciertas ideas preconcebidas —fundadas o no—
sobre las mujeres, los ancianos, los negros, los judíos, los campesinos, ios
japoneses, los norteamericanos o los europeos. Es conveniente que estas
ideas sean puestas a prueba y no nos encasillemos en criterios preconce
bidos. Hoy encontramos latinoamericanos puntuales educados en Har
vard u Oxford, mujeres gerentes de IBM, ancianos ignorantes y negros
refinados. Es más, si en la negociación la contraparte espera que actue
mos en forma brutal o débil, podemos actuar en contra de sus expecta
tivas y, con ello, provocar una mayor atención al problema humano. Es
to se llama disonancia cognoscitiva. Si soltamos algo y en lugar de caer su
be, nos cuestionaremos el paradigma de la gravedad. Si en lugar de ser
impuntuales, extrovertidos o informales nos presentamos a la hora, al
tamente preparados y sustentando nuestra posición, romperemos ios
prejuicios que perjudican a todos los “sudacas” (nombre que en España
dan a todos los que nacimos en Sudamérica).
Participación
Es importante que las partes sientan que han colaborado en la solución
final del problema. Debemos asegurarnos de que todos disfrutemos del
resultado. La obsoleta técnica de “tómalo o déjalo”, que ya hemos expli
cado anteriormente y que fuera desarrollada por Bculware, tiene como
desventaja principal que, aunque fuera justo lo que finalmente se otor
gaba a los trabajadores, dejaba fuera del proceso a la fuerza laboral y a
su dirigencia sindical, lo que generaba gran frustración. Es mejor reci
bir menos, pero que lo que se obtenga sea un logro de todos. Si Juan se
reúne con su jefe, negocia durante tres horas y logra un aumento de 500
soles, se sentirá mejor que Pedro, a quien el jefe aumentó 600 soles sin
dejarlo hablar.
El efecto parricipativo es fundamental. Es numerosa la literatura que
compara la toma de decisiones japonesa con la norteamericana. Esta
comparación se efectúa a modo de ilustración de la importancia del fac
tor humano. En el caso norteamericano la decisión se adopta rápidamen
Comprensión
Si valoramos el aspecto humano seremos conscientes de lo importante
que es que la contraparte tenga la posibilidad de salvar la cara en situa
ciones en las cuales debe retractarse de lo dicho o confrontarse a hechos
distintos a los que ella manifiesta. En lugar de demostrarle que miente
o que cae en contradicciones, debemos plantear nuestras proposiciones
de modo tal que le demos una salida decorosa y honorable. Por ejem
plo: “Creemos que con esta nueva información —que ustedes descono
cían—podrán reconsiderar su posición”.
Es cierto que nos puede dar un gusto enorme demostrar a alguien
que es un mentiroso y que lo hemos descubierto. Mejor aún: dejarlo en
ridículo frente a todos dándole una lección que no olvidará nunca. Lo
malo es eso: que no lo va a olvidar nunca, nos odiará y, si bien podemos
haber ganado una batalla, es casi seguro que perderemos la guerra. Eso
de “me di el gusto”... mejor lo pensamos y actuamos como adultos. Lo
único que no se olvida nunca es un ego herido.
Cuando reflexionamos sobre el problema humano nos surgen algu
nas preguntas que debemos encarar: ¿Hay algún problema con la gen
Gráfico 8 - Necesidades
Comunicación
No menos relevante es la comunicación. Debemos ser conscientes
de que sin comunicación no hay negociación. Si ésta se perturba o
no es fluida, el proceso es ineficiente. ¿Cómo evito la mala com uni
cación? Lo primero es escuchar activamente y tomar debida nota de
lo que se está diciendo. Si cada vez que habla la contraparte en lu
gar de escucharla estamos pensando en la respuesta qu e vam os a
dar y en los argumentos que la apoyan, entonces la negociación se
convierte en un diálogo de sordos. Es mejor diseñar un sistema más
eficiente. No sólo escuchemos atentamente, en forma activa y mos
trando atención: tomemos nota de lo que la contraparte dice. Me
jo r aún, podemos parafrasearla diciendo, por ejemplo: “Déjame ver
si te he entendido correctamente, tú deseas que...". Con ello evitare
mos las numerosas repeticiones de un mismo argumento, pues será
evidente que hemos escuchado y entendido. Es claro que si no nos
entienden, difícilmente podrán estar de acuerdo con lo que diga
mos, sea lo que sea.
Debemos tener cuidado de hablar de nosotros, no de ellos, y nun
ca criticar. “Yo creo que...”, “Me parece...”, “Tengo la impresión...”.
Hablemos siempre con un propósito en mente, no por Henar el aire.
Yo tengo el derecho de decir lo que creo o lo que pienso, pero no de
opinar sobre mi contraparte: “Eres egoísta”, “Estás nervioso”, “Te ves
mal”. No, lo que podemos decir es: “Te siento agresivo”, “Puede ser
que me equivoque, pero tus apreciaciones me ofenden”, “¿Has trata
do de ofenderme por alguna razón que yo desconozco o es un error
de percepción?”.
: ’T m
Buscar una respuesta al prcDiema. Usar lluvia de ideas para ver el problema
desde ángulos diferentes y buscar varias
respuestas.
“No hay tiempo para analizar” . No hay tiempo para analizar, inventar
ahorra tiempo y es más eficiente en ia re
solución de problemas.
Identificación de problemas
Esta etapa es una de las más difíciles. Para identificar adecuadamente
los problemas es necesario:
Despersonalizar el problem a
No debemos mezclar los problemas con las personas, ni permitir que
nuestra evaluación de la situación involucre el ego de los negociadores
y, con ello, el proceso se vuelva una competencia de orgullo o persona
lidad, ajena totalmente a las medidas adecuadas para solucionar el
problema en sí.
Grupos nominales
En esta técnica se presenta un problema definido y concreto a un gru
po de participantes. Individualmente, cada uno elabora una lista de to
das las posibles soluciones que se le ocurran. Luego, los participantes se
reúnen en grupos pequeños y leen en voz alta sus posibles soluciones.
Esta técnica, aplicada en un grupo grande, puede generar un alto núme
ro de opciones. Después, un segundo grupo analiza las opciones pro
puestas para desarrollar las más viables. Esta técnica puede demandar
mucho tiempo y generalmente se emplea con personas que no están
vinculadas con el proceso de negociación en sí.
Encuesta
En esta técnica los interesados distribuyen un cuestionario a un grupo va
riado y numeroso de personas, señalando el problema y solicitándoles una
lista de posibles soluciones. Este proceso es más rápido, pero no existe el
beneficio de la interacción y selección de ideas como en el grupo nominal.
Lluvia de ideas
En esta técnica se solicita a los participantes que trabajen en pequeños
grupos, generando tantas soluciones al problema como puedan. Un
miembro del grupo, que llamaremos facilitador, toma nota de todas las
ideas que se propongan para su estudio posterior. A los participantes se
les pide ser espontáneos, abiertos y no tener prejuicios.
¡T _ v g ií
1. Per favor, corríjame si Verificar datos para que ambas panes estén
estoy equivocado. de acuerdo sobre ellos.
7. ¿Cuál es el principio tras su acción? Encontrar los principios tras las acciones.
13. Nos gustaría arreglar de alguna Dejar que el otro tenga influencia en el
forma conveniente para ustedes. acuerdo final.
14. Ha sido un placer tratar con ustedes. Terminar el proceso en forma conciliatoria.
NEGOCIADOR
l!
Repetición
La primera regla para evitar la desconfianza es crear repetición.
e Intentemos que la negociación se desarrolle en una serie de eta
pas, para que se convierta en un proceso continuo con varias in
teracciones.
# Si segmentamos la negociación en partes podremos abocamos ana
líticamente a la solución de los problemas.
@ No seamos rencorosos. Evitemos el círculo vicioso de ataques y re
presalias, olvidemos los deslices de la contraparte, eduquemos con el
ejemplo. No se trata de dar la otra mejilla, pero no devolvamos golpe
por golpe, ojo por ojo, diente por diente, o terminaremos ciegos y
desdentados.
© Seamos agradables y creativos, no tratemos de demostrar al contra
rio nuestras habilidades de grandes negociadores.
© Hagamos que el proceso de crear/cooperar luzca m ejor que el de recla-
raar/competir.
Planteamientos constructivos
e Invoquemos normas y principios en los argumentos. Busquemos cri
terios objetivos que se adecúen a nuestro planteamiento y le otor
guen legitimidad.
® Usemos la persuasión a partir de esquemas aceptados por ambas
partes.
© Tratemos en primer lugar los asuntos más fáciles para lograr una
' atmósfera constructiva en la cual se discutan luego los temas más
difíciles.
e Formulemos nuestras ofertas a la contraparte de modo que sólo pue
dan ser aceptadas si te dicen la verdad. Con ello evitaremos la menti
ra y la pretensión.
• Investiguemos la situación de la contraparte en la etapa de prenego
ciación.
Una de las mayores dificultades en el proceso de negociación se pre
senta cuando éste tiene una estructura distributiva o nos enfrentamos
a alguien competitivo. Si queremos transformar el proceso, darle una
estructura integrativa y, además, modificar la conducta de la contrapar
te para que no compita sino que colabore o coopere en el aporte de so
luciones conjuntas, podemos usar diversos mecanismos.
Cambio de alternativas
Podemos cambiar nuestras alternativas, concepto estrechamente vin
culado al poder (no olvidemos que a mayor número de alternativas
más poder, y que la peor situación es ser, por ejemplo, monoproductor-
monocliente) y dar una nueva dimensión al proceso. Así, por ejemplo,
buscar otro proveedor; estudiar la cancelación del proyecto; prorrogar
la fecha de entrega. También es factible cambiar las alternativas de la
contraparte. Por ejemplo, postergar la decisión hasta que otro poten
cial comprador adquiera a un tercero, o esperar que la temporada es
té por finalizar.
Cambio de partes
Adición de nuevas partes
Para lograr nuestros objetivos debemos incorporar nuevas partes, entre
ellas:
© Aquellas partes con interés en el acuerdo.
© Aquellas partes que reduzcan el costo del acuerdo mediante alianzas,
al compartir el riesgo o por economía de escala.
© Aquellas partes que incrementan nuestras alternativas.
© Aquellas partes que influyen en la contraparte.
Resta de partes
Es posible que el proceso se torne sumamente complejo por el nú
mero de participantes o por la actitud de alguna de las partes. Por
ello, en ciertas ocasiones conviene restar o eliminar la participa
ción de alguna de las partes para reducir la complejidad o los
asuntos externos o eliminar aquellos con intereses en bloquear el
acuerdo.
Si el proceso no avanza por la posición extremista del hijo podemos
solicitar que la negociación sea manejada por un grupo técnico, pues
los arranques de emotividad tienen paralizado el proceso y el proble
ma tiende a escalar, desviándonos del tema central.
Intercambio de intereses
Se puede incrementar el conflicto a través de tácticas tales como com
promisos en firme, ofertas extremas y amenazas.
Sin embargo, las partes pueden manipular ios temas para su be
neficio mediante el descubrimiento y desarrollo de normas, con
ceptos compartidos sobre equidad y relaciones futuras. Lo relevan
te para ambas es compartir intereses en cuanto a los procedimien
tos a seguir, autoridad, precedentes o uso de terceras partes como
mediadores. Las partes deben usar modelos analíticos para reducir
el conflicto y buscar activamente cuáles son los intereses a satisfa
cer. Para lograrlo, conviene cambiar la relación percibida entre te
mas e intereses a través de la persuasión y de un análisis objetivo de
la situación.
Aprender
• Escuchar atenta y activamente a la contraparte. No hacerle creer que
escuchamos, sino realmente prestarle atención.
• Efectuar un análisis de prenegociación. El 80% de todo proceso exi
toso se gana antes de sentarse a la mesa.
• Desarrollar una actitud de resolución de problemas en forma con
junta, lado a lado, enfrentando el problema, no cara a cara enfren
tándose con el otro. Los dos tenemos un problema; los dos lo vamos
a solucionar.
• Tener confianza y apertura para entender y sentir empatia por la
contraparte. No tengo que estar de acuerdo, pero si lo que quiero es
modificar su conducta, debo meterme en su cabeza y pensar como él,
ver su punto de vista, entender por qué dice lo que dice.
Intereses comunes
® Ambas partes desean un resultado adecuado a sus diferencias.
© Ambas comparten una misma visión: resolver positivamente el di-
ferendo.
Econom ía de escala
Debemos ser conscientes de los intereses que motivan a las partes, y
no sólo de las posiciones que expresan. Debemos actuar con ingenio
y creatividad.
¿Cómo lograr un proceso integrativo? Debemos poner en práctica
actitudes y comportamientos entre las partes. No basta conocerlos en
la teoría: lo más importante no es saber sino aplicar, hacer.
© Demos atención a los problemas humanos.
© Seamos creativos.
® No actuemos antes de redefinir el proceso.
Debemos construir un contexto que nos permita una meta común:
satisfacer intereses. Para ello, debemos saber con claridad qué es lo que
buscamos.
La negociación integrativa es un proceso durante el cual las partes,
mediante diferentes interacciones, buscan cerrar un acuerdo en un ni
vel superior o cercano a la curva de eficiencia.
Paso 1
Ante un ataque injustificado, una mentira flagrante o un comporta
miento inaudito sentimos que debemos contestar del mismo modo:
atacar o bien ceder. Todas estas actitudes acarrean riesgos. William Ury
sostiene que la mejor respuesta es “ir al balcón”, esto es, apartarnos del
problema y mirarlo objetivamente. Para mantener los ojos en el objeti
vo que perseguimos es fundamental haber identificado nuestros inte
Paso 2
El segundo paso es desarmar a la contraparte. Para ello debemos escu
charla activamente, prestando atención a lo que nos dice. Para demos
trarle que sí la estamos escuchando y evitar el círculo vicioso que se for
ma en un diálogo de sordos, podemos parafrasearla.
Reconozcamos su punto de vista, para lo cual debemos ser sensibles
a los sentimientos que la alientan. Si observamos que parte del proble
ma es algo que hemos dicho o hecho, seamos sinceros y ofrezcamos las
disculpas respectivas.
Debemos ser claros y proyectar una imagen de seguridad de nosotros
mismos. Lo importante es crear un ambiente constructivo donde poda
mos pedir disculpas a la contraparte sin conceder. Así demostraremos
que comprendemos su punto de vista. Acumulemos afirmaciones y, con
ello, iniciemos un diálogo en la misma frecuencia.
Es fundamental que reconozcamos la autoridad y competencia de la
contraparte. Al construir una relación de trabajo valoramos al ser hu
Paso 3
El tercer paso es cambiar el juego de distributivo a integrativo. Para ello
debemos cambiar el marco de referencia. Un primer método para lograr
este objetivo es efectuar preguntas que impliquen la solución de los
problemas: “¿Por qué?”, “¿Por qué no?”, “¿Qué pasaría si...?”.
Debemos formular las preguntas de modo abierto, permitiendo el
desarrollo de las respuestas. Permanezcamos callados, pues el silencio
ayuda a que la contraparte se explaye. Preguntemos sinceramente si tal
o cual posición es justa y por qué.
En cuanto a las tácticas, debemos evadir la intransigencia o bien rein
terpretarla como una aspiración que debemos tomar seriamente po
niéndola a prueba.
Desviemos los ataques. Si nos atacan, desviémoslos hacia el proble
ma. El problema no es la persona. Como ya vimos, debemos ser duros
con el problema y suaves con la gente. Cambiemos errores pasados por
soluciones futuras. Modifiquemos el tú y el y o por el nosotros. Explicite-
mos los trucos y tácticas para neutralizarlos. Formulemos preguntas
que ayuden a aclarar el problema. Seamos conscientes, haciendo solici
tudes razonables. Si sufrimos trucos, usémoslos a nuestro favor. Nego
ciemos acerca de las reglas de juego del proceso. Este tema debe ser dis
cutido antes de aceptarlo, es decir, negocie acerca de la negociación.
Paso 4
El cuarto paso es lograr algo que permita a la contraparte decir sí. Los
obstáculos que se deben sortear son aquellos vinculados al miedo de
Paso 5
El quinto paso es hacer difícil decir no. Usemos el sentido común.
Eduquemos a la contraparte en las alternativas reales que enfrenta si
fracasa el proceso. Por ejemplo, formulemos preguntas como: "¿Qué
crees que va a pasar si no llegamos a un acuerdo? ¿Qué crees que vamos a hacer?
¿Qué van a hacer ustedes?”. No amenacemos, pero mostremos nuestro
BATNA sin provocar, usando la mínima fuerza necesaria.
Al argumentar, usemos significados legítimos y neutralicemos el ata
que de la contraparte. Debemos afinar las opciones de nuestra contra
parte haciéndole saber que tiene salidas. Cuando sea posible, dejemos
que ésta escoja.
Planeamiento de
'.a negociación
—¿Me podrías decir, por favor, dónde tengo que ir desde aquí?
—Eso depende de dónde quieras llegar —contestó el gato.
—No me importa demasiado dónde —empezó a explicar Alicia...
—En ese caso da igual hacia dónde vayas —interrumpió el gato.
—... siempre que llegue a alguna parte —terminó Alicia,
a modo de explicación.
—Oh, siempre llegarás a alguna parte —dijo el g ato-
si caminas lo suficiente.
Lewis Carroll
Nociones generales
La preparación en general —y el entrenamiento en particular— consti
tuyen la parte más importante de la negociación. Un análisis superficial
nos podría hacer creer que la victoria en el drama de la negociación se
logra con un lenguaje audaz, con juegos de palabras o con habilidad en
el uso de las técnicas. Sin embargo, nada puede reemplazar el cuidado
so planeamiento y la preparación adecuada, pues en este caso el nego
ciador va premunido realmente con varias soluciones viables y, además,
sabe cuál es su BATNA.
Si tenemos un planeamiento adecuado y no conocemos nuestras alter
nativas, simple y llanamente no tenemos el poder para decir que no y
podremos ser conducidos a una negociación de tipo distributivo, corrien
do el riesgo de conceder más de lo que ofrecen alternativas extremas al
proceso. Si conocemos nuestras alternativas, estamos protegidos de resul
tados desastrosos. La base del éxito está en la preparación y el planea
miento previo a la negociación. Para la mayoría de personas ésta es la parte
más tediosa y lenta Sin embargo, quienes no dedican suficiente tiempo al
planeamiento generalmente lo lamentan al fracasar, debido a su debilidad
en la generación de alternativas, a no saber lo que quieren y a no poder
cuantificar cada uno de los pasos que deben dar. La falta de preparación
cualitativa (ideas) y cuantitativa (mediciones y prioridades) genera resul
tados subóptimos en el mejor de los casos y desastrosos en la mayoría.
Reflexionando sobre la importancia del planeamiento, podemos pre
guntamos cuáles son las razones del fracaso de muchas negociaciones. La
principal es la falta de objetivos claros. Así, cuando los negociadores ini
cian el proceso no saben si están negociando bien y si están logrando
metas a su favor, pues están confundidos. Esto los obliga a dilatar el pro
ceso y a volverse defensivos, y los hace perder la paciencia Si un negocia
dor no se ha preparado adecuadamente no puede formular argumentos
convincentes, pues no conoce la fuerza o debilidad de su posición ni de la
Tipos de planificación
Planificación estratégica
La planificación estratégica apunta a alcanzar las metas de largo
plazo. En las empresas, este tipo de planificación se plasma en el plan
de negocios (businsss plan) en un horizonte a cinco años y pretende
optimizar el futuro.
Por ejemplo, en toda negociación laboral la gerencia general debe
definir cuál es su meta estratégica al fijar su posición salarial y el
nivel de seguridad en el empleo para los próximos cinco o siete años
y, en general, desarrollar un plan estratégico para el tratamiento de
su personal a largo plazo. No se trata de ser generosos hoy con bene
ficios salariales, bonos y premios que no podamos mantener en épo
cas de vacas flacas. La empresa debe tener presente que el crecimien
to no es eterno y que debe cuidar sus costos, pues los excesos de hoy
se pagan mañana con creces. Es más dolorosa la caída cuanto más
alto hayamos subido.
Lo mismo ocurre cuando una corporación multinacional compra
propiedades y asienta su planta central en una zona de los suburbios de
una ciudad mediana o cuando una importante inmobiliaria define los
criterios de adquisición de locales en un centro comercial. La empresa
multinacional no ve la negociación como una compra-venta de un lote
industrial o la inmobiliaria como la compra de un local comercial ais
lado, sino como una compra estratégica de un conjunto de bloques o el
desarrollo de un centro comercial en un distrito específico que tiene
futuro comercial, lo que ha estudiado cuidadosamente siguiendo
patrones demográficos, urbanísticos, sociológicos y económicos.
Planificación administrativa
No menos importante que lo anteriores el proceso de coordinación
de los recursos humanos y financieros, las funciones, la información,
etcétera, para lograr las metas deseadas. La planificación administra
tiva comprende la conformación del equipo negociador, la ubicación
del lugar donde se desarrollarán las negociaciones, el tiempo que se va
a dedicar a la negociación, el idioma que se va a usar, el apoyo técni
co, de ingeniería, legal, contable y financiero, y otros. Es decir, todo el
aspecto operativo y de información para apoyar las estrategias y tácti
cas escogidas.
El conflicto se puede presentar en diferentes áreas. Una corresponde
a los medios para obtener el resultado. Por ejemplo, ambas partes pue
den estar de acuerdo con el objetivo a lograr y, sin embargo, discrepar y
generar conflicto en cuanto a los medios para alcanzarlo. En otros casos
el conflicto se presenta en el procedimiento de negociación. Así, una de
las partes puede exigir que haya una sola y prolongada reunión en la
cual se resuelvan codos los puntos, en tanto que la otra prefiere una
serie de pequeñas reuniones.
Un ejemplo actual de esta discrepancia lo encontramos en la insis
tencia df los países árabes para tratar el problema de Israel y los pales
tinos en una conferencia mundial en las Naciones Unidas, contra la exi
gencia de Israel de tratar el tema en forma bilateral para lograr la paz
con Egipto y Líbano y, en forma separada, con los palestinos.
También encontramos conflicto cuando hay diferencias entre los
elementos tangibles e intangibles para las partes. Los elementos tan
gibles del conflicto son, por ejemplo, el porcentaje de utilidad que
alguien debe recibir, la cantidad de dinero a pagar por un bien, el
número de años de un contrato, el tipo de envase, etcétera. Los ele
mentos intangibles también tienen una función importante en la
negociación pero no son fáciles de cuantificar. Son una serie de obje
tivos psicológicos mantenidos por el negociador. Se presentan en la
mayoría de las negociaciones y hay que estar precavidos frente a su
existencia e impacto. Por ejemplo, es un elemento intangible la posi
bilidad de negociar directamente, determinar cuál es el status, la pala
bra involucrada, la garantía, el good will.
Uno de ios casos más claros de problemas causados por elementos
intangibles se presentó en las negociaciones internacionales llevadas a
cabo en París para tratar de lograr la paz en Vietnam. En las negocia
ciones de paz, el status de las partes y el orden de la agenda a tratar hizo
que durante meses se discutiera la forma de la mesa de negociación,
gesto que nos puede parecer irrelevante y trivial —casi surrealista-
sobre todo cuando miles de vidas se seguían perdiendo en la guerra. Así,
mientras caían bombas de napalm, se segaban miles de vidas y se des
truían casas, puentes y colegios, los negociadores se tomaban meses dis
cutiendo la forma de la mesa que mejor reflejara su status y representa-
tividad en la negociación.
C uadro 9 - P e n s a m ie n to
Preguntas organizativas
Una vez considerados todos los factores del cuadro anterior, debemos
verificar si hemos incluido en la lista los elementos intangibles, que nor
malmente no se toman en cuenta. Las negociaciones no siempre son tan
simples como la compra de una casa —en la cual la variable precio es
prácticamente la única en juego— sino que comprenden una sene de
temas mucho más complejos. Por ello debemos tratar de cuancificarlos a
través de lo que se conoce en términos económicos como aspectos útiles
o puntos que asignaremos para poder ordenarlos según su importancia.
Son elementos intangibles, entre otros, les siguientes: ¿Cómo se debe
pedir un aumento de salario? ¿Cómo rebajar la ansiedad ante un poten
cial despido?
Por otro lado, debemos agrupar en categorías los asuntos motivo del
conflicto y definir claramente la agenda. El problema surge cuando se
negocia una agenda sobre cuáles son los paquetes. La extensión y com
plejidad de tal negociación es resultado de:
Metas
© ¿Cuáles son mis metas tangibles?
© ¿Cuáles son mis metas intangibles?
© ¿Qué metas tangibles son las más importantes?
9 ¿Qué metas intangibles son las más importantes?
© ¿Cuál es la importancia relativa entre tangible e intangible?
© Conociendo a mi contraparte, ¿cuáles son los temas tangibles e
intangibles más probables a tratar?
Tema
» Dadas mis metas, presunciones e información sobre mi contraparte,
¿cuál es el mejor arreglo que puedo esperar de la negociación?
© ¿Cuál debe ser un acuerdo razonable y justo?
© ¿Cuál debe ser un acuerdo mínimo?
® ¿Cuáles serán los principales temas en discusión en la negociación?
© ¿Tengo toda la información que requiero para estos temas? En caso
contrario, ¿dónde debo conseguirla?-
@ ¿Qué temas tienen mayor prioridad para mí? ¿Y cuáles la menor
prioridad?
© ¿Qué temas se entrelazan y, en consecuencia, forman un paquete dé
variables interrelacionadas?
Análisis de la contraparte
© ¿Cuáles son las características más resaltantes de mi contraparte?
Ventajas competitivas
© ¿Cuáles son mis argumentos y qué ventajas tengo?
© ¿Cuáles son los argumentos más fuertes de mi contraparte y qué ven
tajas le dan éstos?
© ¿Cuáles son los puntos más débiles de su posición?
© ¿Cuáles son los puntos más débiles de mi posición?
e ¿Quiero modificar mis metas u objetivos?
El proceso de negociación
c> ¿Qué tipo de estrategia quiero usar en esta negociación (tipo de
clima que deseo)?
© ¿Qué debo hacer para lograr que el otro negociador actúe dentro de
esta estrategia?
« Si mi estrategia o plan no funciona, ¿cuál es mi posición de retirada
o alternativa?
© ¿Cuáles son los temas más importantes a considerar al fijar la agen
da (límites de tiempo o reglas de procedimiento)?
Conózcase a sí mismo
& Reflexionemos sobre nuestras necesidades, aspiraciones, deseos e
intereses. Consideremos qué pasaría si fracasara la negociación. Aquí
es interesante tener en cuenta: ¿Qué es lo peor que me puede pasar?
¿Tengo alternativas? ¿Cuáles son?
Conozca al adversario
© Consideremos qué le pasaría a la contraparte si el acuerdo no se rea
liza. Especulemos sobre las alternativas que la contraparte tiene para
poder inferir su BATNA.
© Investiguemos sus credenciales, tanto el poder con el que cuenta co
mo lo que es más importante: su legitimidad, integridad e historia
personal, esto es, cómo ha negociado en el pasado.
© Determinemos nuestro punto de reserva (BATNA) y razonemos
sobre por qué es ése y no otro.
El proceso ds negociación en sí
En un proceso de negociación de tipo distributivo, las concesiones
adoptan un patrón denominado patrón monótono de crecimiento. Esto
significa que los intervalos entre las ofertas decrecen en forma cons
tante y en una sola dirección —esto es, acercándose a un punto cen
tral— y tienden a disminuir, lo que señala el acercamiento al límite
de reserva.
Las concesiones se vinculan a las realizadas por la contraparte y son
cada vez más espaciadas, es decir, nos toma cada vez más tiempo lograr
concesiones.
A lo largo del proceso, las partes intentarán dar una impresión dife
rente de la real sobre su punto de reserva.
Compromiso
Declaramos que el valor al que hemos llegado a través del proceso satis
face a las partes, o bien amenazamos con romper las negociaciones.
Ruptura de la negociación
Para romper una negociación hay diversos caminos. Per ejemolo,
recibir nuevas instrucciones de nuestro principal o agregar nuevos
temas en la agenda. La negociación pu°de sufrir modificaciones
mediante la adición de nueva información. Asimismo, podemos cam
biar al negociador.
Es importante considerar que para que la contraparte pueda variar
su posición debemos ayudarla, por ejemplo, señalando q^e la situación
ha cambiado o que no había contado con información relevante que
ahora tiene, lo que seguramente provocará la modificación de la posi
ción anterior. Estos argumentos permiten a nuestra contraparte “salvar
la cara” y son importantes en cualquier cambio. No olvidemos que la
gente fracasa en el proceso de dañar su ego. Cuidemos el nuestro y el de
la contraparte.
Uso de mediador
Antes de romper definitivamente el proceso nos queda el recurso de
solicitar la ayuda de un mediador o conciliador, cuyo nivel de autoridad
necesariamente debemos definir.
Negociaciones
múltiples:
coaliciones y grupos
Black considera que la fuerza más importante para lograr una coalición
es la visión. Esto es, lograr que la gente endose colectivamente la visión
de la unidad y de la organización como mutuamente beneficiosa. Black
encuentra cinco roles en los rubros de la coalición: aliados, contraparte,
compañeros de cama, no comprometidos y adversarios. Estos cinco ro
les se presentan en función del bajo o alto compromiso con los objeti
vos o la visión del grupo.
Aliados
Son aquellos que están de acuerdo con las metas y la visión de la nego
ciación y en quienes el negociador confía. La estrategia correcta es tra
tarlos como amigos, decirles lo que uno piensa y planea, y compartir
dudas y puntos débiles.
Contraparte
Son aquellos con los cuales el negociador tiene metas y objetivos con
flictivos pero que pueden ser confiables en su posición. Desafían, for
mulan preguntas difíciles, no aceptan respuestas improvisadas y obli
gan al negociador a ser mejor.
F en ce o sitte rs no comprometidos
Son aquellos que no toman posición en un tema. No la asumen porque
podría ser peligroso para ellos, bloquearlos o exponerlos a riesgos. El
negociador no puede confiar en ellos porque su posición no es clara.
Adversarios
El negociador tiene con ellos un bajo nivel de acuerdo y de confianza. No se
puede confiar en que actúen directamente (como las contrapartes). Cuando
fracasan nuestros intentos de desarrollar confianza, se vuelven adversarios.
Black sugiere que es posible construir una coalición con estos cinco
tipos de personas, pero que se debe usar una táctica diferente en cada
uno. Los consejos son:
c Con los aliados:
- Reafirmar que se comparte una visión colectiva y objetiva.
- Reafirmar la calidad del liderazgo.
- Reconocer las dudas que se tiene con respecto a la posibilidad de
lograr la meta común.
- Pedir consejo y soporte,
e Con la contraparte:
- Reafirmar que las relaciones entre las partes están basadas en la verdad.
- Establecer nuestra, visión y posición con claridad.
- Establecer en forma neutral lo que nosotros suponemos es la posi
ción o visión de la contraparte.
- Embarcamos en algún tipo de mecanismo de resolución de problemas.
Consejos prácticos
Las coaliciones tienen éxito cuando se persiguen actividades que tie
nen sentido para la mayoría de sus miembros. Se necesitan y se
constituyen en función de la organización. Los dirigentes actúan
con integridad y dicen la verdad sobre lo que está pasando. Los líde
res tratan bien a las demás personas y tienen un impacto positivo
sobre ellos.
Black argumenta que las tácticas auténticas requieren que las partes
actúen del siguiente modo:
Negociaciones múltiples
Hay varias diferencias entre ambas. Ello determina que las negociaciones
múltiples sean complejas y difíciles de manejar.
Complejidad en la información
En las negociaciones multiparte encontramos más temas, más pers
pectivas y más información sobre hechos, argumentos y documentos.
Las negociaciones tienden a ser más complejas, menos lúcidas y más
difíciles. Conforme crece el tamaño, se incrementa la necesidad de
acomodar y satisfacer más valores, intereses y percepciones.
Complejidad social
A medida que aumenta el número de partes, el ambiente social se
modifica de un diálogo entre dos a una discusión en grupos peque
ños. La dinámica de grupos pequeños afecta la forma en la cual se
conducen las negociaciones. Si las partes desean actuar en forma
cooperativa y no individualista, avanzarán mejor. Sin embargo,
también se corre el riesgo de sucumbir a la presión social de actuar
en forma unida pese a la existencia de puntos de vista discrepantes.
Si los miembros del grupo discrepan pero no quieren malograr o
dañar la armonía, no expresarán su punto de vista, lo que puede lle
var al desastre (explosión del Challenger, invasión de Bahía de Ma-
riel, Cuba).
Complejidad estratégica
El negociador debe considerar las estrategias de todas las partes sentadas
en la mesa y decidir si va a tratar con cada una o con el grupo. Negociar
individualmente no evita considerar las críticas del grupo como tal.
La etapa de la prenegociación
Esta etapa se caracteriza por diversos contactos informales entre las
partes. Ellos tratarán los siguientes temas:
Coaliciones
Las coaliciones pueden existir aún antes que las negociaciones comien
cen. Pueden formarse para promover o bloquear una agenda particular.
Definición de funciones
Si el grupo tiene una estructura, entonces sus funciones (líderes, media
dores, secretarios de actas, etcétera) han sido previamente determina
das. Si el grupo no se ha reunido antes, deben negociar estos roles. Unos
desearán liderar el proceso, otros observar de lejos.
La etapa de la negociación
Gran parte de las negociaciones múltiples son una combinación de gru
pos de discusión, negociación bilateral y actividades de coalición. Se de
ben tomar diversas medidas para garantizar el éxito de esta etapa.
Orientación a la meta.
Aspectos culturales de
la negociación
La cultura en contexto
Una cuarta escuela de pensamiento, aun más compleja que la anterior,
refleja los conceptos de psicólogos sociales, sociólogos y antropólogos,
tales como Max Weber, Talcott Parsons y otros. Para. Parsons, la cultu
ra genera valores o necesidades humanas en función de las cuales ac
túan los individuos.
Yo puedo ir solo
El típico negociador norteamericano cree que puede enfrentar solo el pro
ceso de negociación, pues se dice a sí mismo: “Puedo pensar y hablar lo su
ficientemente bien corno para conseguir lo que quiero y lo que la compa
ñía necesita. ¿Por qué llevar más gente que la que necesito?”. O en el fon
do: “¿Por qué no recibir 100% del crédito por el éxito del proceso?”. Este
racionamiento determina, por ejemplo, que la parce negociadora nortea
mericana generalmente sea superada en número cuando negocia con su
contraparte japonesa. Negociar solo y no en equipo crea una gran desven
taja en el proceso, pues obliga a escuchar, hablar, llevar control del lengua
je verbal, preguntar y pensar sin ayuda ni comentarios de terceros. Asimis
mo. en Oriente el número de negociadores que participa en una delega
ción denota ia importancia asignada al tema por la empresa, además de
posibilitar la negociación en dos niveles, el informal y el formal. Éste últi
mo, finalmente, permite determinar con. precisión las categorías o status
de los participantes, tan necesario en los procesos con Japón o China.
Informalidad
Los norteamericanos, más que cualquier otro grupo cultural, valoran la
informalidad y la igualdad en las relaciones interpersonales. El énfasis
en el uso de nombres de pila es sólo la punta del ic eb e rg . Se trata, cons
ciente o inconscientemente, de reducir las señales de status y títulos tan
to como los ambientes formales. En otras culturas, como la japonesa,
esto crea confusión y malestar.
Es probable que esta informalidad en el manejo de las relaciones hu
manas obedezca a raíces históricas o a la gran movilidad social existen
te en Estados Unidos, donde el dinero obtenido por medio del trabajo
Autoridad ilimitada
Muchas veces el negociador norteamericano se muestra orgulloso de
contar con toda la autoridad para cerrar el negocio y se enoja cuando la
contraparte, a mitad del proceso, solicita tiempo para efeccuar consul
tas. Sin embargo, esta limitación de autoridad es común en el plano in
ternacional. Lo extraño es encontrar una autoridad ilimitada en el equi
po que negocia. Por ello, siempre debemos determinar el nivel de auto
ridad o competencia de la contraparte.
Precisión en la materia
A los norteamericanos les gusta abocarse rápidamente a los temas
materia de la negociación. Esto no es usual en otras latitudes, donde
podemos encontrar pasos o etapas previas que deben cumplirse antes
de entrar en la negociación en sí. Así, en otras culturas la primera eta
pa o sondeo comprende diversas actividades que ayudan a establecer
una relación constructiva entre las partes. Aquí encontramos la inda
gación sobre la familia, los bobines, viajes, referencias bancarias y co
merciales, antecedentes personales (estudios, compañeros comunes,
proveedores y clientes conocidos por ambos). A esta etapa la pode
mos denominar quién es quién. Se hacen negocios con personas, no
con papeles.
En la segunda etapa se procede al intercambio de información sobre
las necesidades, intereses y preferencias que motivan el proceso. Esta
etapa proporciona el marco general en el cual se pretende resolver las di
ferencias. La tercera etapa, llamada persuasión, incluye todos los intentos
de cambio de ideas o posición de la contraparte mediante el uso de tác
Información
Los norteamericanos esperan intercambiar información veraz y hones
ta en la mesa de negociaciones. Cuando esta información no se propor-
Falta de flexibilidad
A raíz del problema etnocéntrico, los negociadores norteamericanos
adoptan una actitud y comportamiento similar cuando negocian en di
ferentes países y frente a distintas culturas, sin adaptar verdaderamen
te su estilo. Esta inflexibilidad les genera problemas, pues las virtudes
de competencia, persistencia y tenacidad pueden ser contraproducentes
en otras latitudes.
Es importante dar a conocer el estilo norteamericano, porque siendo
la economía más fuerte del planeta, es de uso frecuente, y no sólo por
los norteamericanos sino por personas educadas en Estados Unidos, es
to es, “americanizados”.
No olvidemos que la mayoría de los tratadistas y académicos en la
materia son norteamericanos y, por ello, la ciencia del conflicto asu
me como válida y racional la forma norteamericana de negociación.
No por ello debemos ignorar que una corporación alemana como
Siemens, japonesa como Mitsubishi, francesa como Peugeot o corea
na como Daewoo tendrán estilos distintos y diferentes formas de
plantear los negocios que las norteamericanas. El mundo se ha glo-
balizado y los jugadores vienen en todos los tamaños y colores. Ten
gamos cuidado de ignorar esta verdad, pues si lo hacemos pagaremos
un alto precio.
Valores culturales
Tate shakai: una sociedad vertical
Si comparamos el estilo de negociación norteamericano con el japonés
veremos que, sin duda, la diferencia más saltante es la importancia que
cada uno confiere a la categoría social o status. La formalidad japonesa
contrasta fuerte y abiertamente con la informalidad norteamericana.
En un nivel interpersonal la diferencia de categoría social surge por
razones de sexo, edad, educación u ocupación. En las relaciones de ne
gocios el poder surge en función del tamaño y prestigio de la compañía,
la estructura de la industria (número de competidores) y muchas veces
la identidad del comprador.
Este aspecto es interesante: en Japón el comprador no sólo es un rey, co
mo dice todo especialista en márketing, sino que es más que un rey. Un re
porte de laJapan Export Trading Office (JETRO) afirma: “En Japón, como en
otros países, el comprador es rey, sólo que acá es más que rey. Aquí el ven
dedor, además de confirmar las condiciones de precio, entrega, especifica
ciones especiales y otras condiciones usuales, debe hacer lo posible por sa
tisfacer los deseos del comprador. Muchas compañías que hacen negocios
en Japón tienen como práctica dar más de lo que les exigen sus contratos”.
Así pues, en Japón las reglas para el comprador y para el vendedor
son distintas. En Japón la gente de todos los niveles se siente incómo
da si no se aclaran y hacen explícitas las distinciones de rango, social
En la mesa de negociaciones
Una vez que hemos seleccionado el equipo correcto de negociación y
contemplado adecuadamente los aspectos y las situaciones previas al
mismo, estaremos listos para abordar la dinámica del proceso.
El proceso de negociación atraviesa cuatro etapas, a saber:
1. Investigación e indagación no vinculada con el negocio.
2. Intercambio de información relacionada con el tema objeto de nego
ciación.
3. Persuasión.
4. Concesiones y acuerdo.
2. Intercambio de información
Intercambiar implica dar y recibir. En Japón, dar información requiere
de un esfuerzo adicional y, por ello, el intérprete tiene una función fun
damental. Este debe conocer el área en la cual se desarrolla el negocio y
entender perfectamente ambas lenguas. Un error del intérprete puede
significar el fin del negocio. Es recomendable organizar las propuestas
y las presentaciones, procediendo primero a la explicación de éstas y
luego a formular los pedidos y requerimientos.
3. Persuasión
En japón no se presenta una clara diferenciación entre la etapa anterior
y ésta. Ambas se entrecruzan frecuentemente y las alternativas para usar
tácticas de persuasión son pocas, debido a las relaciones de status y al
uso de canales de comunicación apropiados. Así, el vendedor nunca em
plea tácticas agresivas de persuasión y los compradores sólo las usarán
indirectamente y a nivel bajo de un modo informal.
Exclusividad de la reunión
En América Latina no es forzoso que una cita sea exclusiva. Es decir, es po
sible que se cite a dos o más personas a la misma hora y que uno se en
cuentre en un ambiente donde varias personas, con temas diferentes, son
atendidas al mismo tiempo: un grupo en la oficina, otro en la sala conti
gua, llamadas de teléfono y constantes interrupciones, con entradas y sa
lidas de personal con mensajes. El proceso se interrumpe frecuentemente
y quien nos otorga la cita atiende en varios niveles. Todos entienden que
la mayor actividad no implica desorden o falta de planificación sino la di
ficultad de manejar tanto en tan poco tiempo para alguien tan importan
te. Así, pues, estos factores no implican menos aprecio ni falta de respeto
o interés: es el modo de llevar a cabo los negocios y las negociaciones.
No está de más señalar que lo que antes significaba cierta privacidad
en América Latina (ir a comer o cenar fuera de la oficina para abordar
el negocio) ya no es tal, pues el celular puede sonar insistentemente, in
terrumpiendo el hilo de la negociación.
Paciencia
Es notoria la impaciencia del negociador norteamericano frente al rit
mo en el cual se desarrollan los negocios en América Latina. Cualquier
operación internacional en América Latina toma mucho más tiempo y
debe enfrentar una burocracia mucho más lenta y enojosa. A raíz de es
to se ha hecho famoso en el mundo el concepto del “mañana... maña
na”. ¿Por qué afirmar que se va a cumplir con ún plazo perentorio si las
cosas igual tienen su propio ritmo interno? En este contexto, el uso de
plazos o términos carece de sentido.
La personalidad latinoamericana:
su efecto en la negociación comercial
En Managing Cultural Dijferences, Harris Phillips y Robert Morau al refe
rirse a América Latina señalan algunas características de la psicología
latinoamericana. Es importante que reflexionemos sobre estos aspec
tos, pues representan la perspectiva de autores extranjeros sobre lo que
se podría llamar la “psiquis” latinoamericana.
Egocentrismo
En general, un latinoamericano se preocupa de su familia, sus amigos
personales, sus pasatiempos y sus deportes. En primer lugar se preocu
pa por sí mismo. Para llegar a entablar una relación de empatia con un
latinoamericano uno debe relacionar todo en esos términos: él, su fami
lia, su pueblo, su país y, sobre todo, su orgullo personal.
Machismo
Se define así a la actitud de superioridad que muestran los hombres so
bre las mujeres. El machismo no es tan claro en la actualidad debido al
desarrollo de la educación y al profesionalismo creciente en las clases
medias y altas.
Sin embargo, el machismo implica virilidad, acción, atrevimiento,
competitividad y deseo de conquista. Esto se traduce en audacia y cora
je en ios negocios. El machismo se inicia en el hogar desde la infancia.
En la realidad, la mujer puede dominar —y de hecho lo hace— en la to
ma de decisiones domésticas.
Status social
Uno nace en América Latina con determinado status social, y la limitada
movilidad social no permite pasar fácilmente de una clase a otra. Aun
con dinero, el hombre de empresa exitoso de las zonas periféricas nun
ca podrá ingresar a un club aristocrático ni casarse con la hija de una de
las familias de la alca sociedad. Se trata de sociedades bastante estratifi
cadas, producto de la tradición española.
En casi toda América Latina hay abismales contradicciones entre las
clases rica y pobre, lo que determina subculturas con diferentes lengua
je, perspectivas del mundo, música y valores. El latinoamericano es cá
lido, amigable y hospitalario. Es extrovertido y le gusta conocer más so
bre la familia y los intereses del visitante.
Es frecuente escuchar en el Perú que "quien no tiene de inga tiene de
mandinga” para señalar que somos un país mulcirracial, mestizo. Si
bien se convive y se experimenta, no por ello debemos negar la comple
ja trama de solapado racismo que existe en América Latina. El blanco
es blanco, en tanto que el cholo, el roto y el indio son distintos. A esto
debemos agregar el impacto del dinero, que permite “blanquear” en al
go a los mestizos. El racismo es torpe y dice muy poco de quien lo pre
dica, pero no por ello debemos dejar de ser conscientes de su existen
cia entre nosotros.
Un editor ofrece tener listo el texto para una fecha. El editor sabe que
el libro no estará listo para es fecha. ¿Por qué lo promete?
• El que promete puede morir antes del tiempo prometido y, con ello,
queda relevado de la obligación.
• El receptor de la promesa puede morir y, con ello, no demandará el
cumplimiento de la promesa.
• El cliente puede resolver el contrato y, con ello, cancelar o terminar
el negocio. .
• Otros, cuyos trabajos tienen prioridad, pueden cancelar sus pedidos
y, de este modo, permitir que se cumpla la promesa.
• El cliente puede solicitar el cumplimiento luego del término. Una
enfermedad o un trabajo de emergencia pueden lograr una nueva
fecha.
« ¿Quién sabe? Un milagro puede ocurrir y el trabajo estará listo en el
tiempo ofrecido.
Por esta razón los latinoamericanos estamos armados de docenas de
útiles excusas para no cumplir en los plazos ofrecidos.
Autoritarismo
En América Latina se debe brindar atención al lenguaje oral usado en la
negociación. Sobre todo debemos percibir el timbre y el tono de voz. En
el timbre y el tono, así como en el lenguaje no verbal, se muestran los
grados de inferioridad o superioridad en una sociedad jerarquizada
donde los pobres son pobres y los ricos son ricos. La clase media es mí
nima o está en vías de extinción.
En este sentido, el caudillo, el dueño o el gerente del negocio es el
dueño absoluto de la empresa. Tiene poder y autoridad de decisión,
no se cuestionan sus decisiones, pues es quien conoce todo y es todo
poderoso. Ante cualquier crítica es frecuente escuchar la respuesta:
“¿Quién conoce este negocio mejor que yo? Yo lo fundé y lo convertí
en lo que es hoy”.
Factores económicos
Luego de setenta años de comunismo, la Unión Soviética se desintegró
dando lugar a la Comunidad de Naciones Independientes, entre las que
figuran Rusia, Ucrania, Bielorrusia y otras.
Los negociadores
Los negociadores rusos se presentan en equipos bien conformados y tie
nen una larga memoria de las negociaciones previas. Esto incluye no só
lo los antecedentes sino también el conocimiento de la contraparte.
Son altamente profesionales y conocen sus áreas de especialidad. Otra
ventaja adicional de los equipos rusos es el hecho de que los negociado
res tienen mucha continuidad en sus cargos, factor que determina su
excelente preparación y memoria.
Tácticas
Los rusos requieren de la aprobación de sus superiores para aceptar o
explorar opciones nuevas que surjan en la mesa de discusión. Esto pro
voca dilaciones y frustraciones.- La autoridad limitada del negociador
ruso es común.
La frustración también es una de las tácticas usuales. A los negocia
dores rusos se les considera “bruscos, combativos, competitivos y beli
gerantes”. Jacob Beem, experto negociador norteamericano, comenta:
“Desde el inicio los rusos antagonizan. Uno es agredido apenas comien
zan a negociar; así, tratan de colocarlo a la defensiva”.
Cuando los rusos perciben que algo es dañino para sus intereses, res
ponderán con brusquedad y rudeza. Esta rudeza se manifiesta de diver
sas formas. Una es la redundancia: podrán repetir las mismas frases du
rante todo el proceso. Además, se negarán a hacer concesiones.
En general, los rusos colocan el peso de lograr un arreglo en la contra
parte. Para ello usan la siguiente táctica abren el proceso con una posi
ción extrema y se apegan a ella. Al hacer esto persiguen que la otra parte
varíe su posición o que la discusión se ancle en ios términos que ellos pre
tenden. Luego de un tiempo, al reducir sus pretensiones, crean la imagen
de retirada y compromiso. Poco a poco la delegación rusa obtiene peque
Cambios en la política
En los últimos años el mundo ha presenciado con estupor el derrumbe
del bloque soviético, la desaparición de la cortina de hierro, la pérdida
de los satélites de Europa del Este y, por último, la desintegración del
gigantesco imperio soviético. Rusia, actual heredera de la antigua
Unión Soviética, ha repudiado el sistema comunista e inclusive ha pros
crito al partido. Cambios tan fundamentales han calado profundamen
te en el pueblo ruso, el cual se halla en un proceso de transformación.
La transición a una economía de mercado no es fácil. El impacto en el
estilo de negociación es paulatino. Aún sobreviven las principales carac
terísticas mencionadas, con una pérdida de centralismo, una autono
mía creciente y un reacomodo de valores cuyo resultado final sólo po
drá comentarse dentro de unos años.
Para efectos prácticos, el profundo cambio que se vive se refleja en la
ausencia de representatividad en negociaciones importantes y en la
confusión sobre las vías tradicionales de comercio.
El proceso en sí
Los franceses entran en el proceso de negociación con escepticismo y re
ticencia, pues en éste se valora la virtud del compromiso como uno de
los métodos para resolver el conflicto entre las partes. La resistencia psi
cológica al compromiso se ve reforzada por cierto sentido de superiori
dad lógica e intelectual que puede producir la convicción de que el in
dividuo, el grupo o la posición nacional francesa es real y lógicamente
correcta, y que el compromiso es de por sí irracional si se analiza según
los principios que impulsan la posición francesa.
En el estilo de negociación francés hay dos grandes corrientes. Una
se halla vinculada a la clase media comercial, más pluralista y democrá
tica. En ésta sí encontramos prácticas de compromiso, conciliación e in
clusive de tranquilidad para las partes, mientras que la otra se halla más
cercana a la tradición de la Europa ancestral, la de los grandes poderes
políticos, el prestigio nacional y la preocupación por el status de Francia
en el concierto de las naciones.
La intransigencia francesa en cuanto a sus intereses nacionales, la
idealización de la acción, el dominio maestro de tácticas a través del ex
cesivo cálculo racional son un legado del presidente Charles De Gaulle,
quien creía firmemente que la fuerza y el poder militar eran elementos
determinantes de la seguridad internacional, y que éstos señalaban el
rango que ocupaban los países. La fuerza y el poder eran los vehículos
esenciales para proteger y avanzar en los intereses de los estados y estos
principios aún son válidos en la era nuclear. La creación de una fuerza
nuclear por parte de Francia es el mayor esfuerzo que ha hecho el país
para mantener su seguridad y su influencia diplomática.
En cuanto a las negociaciones comerciales, es importante señalar que
éstas son útiles cuando llevan a cabo acuerdos y roles definidos dentro
E l proceso de negociación
Los árabes ven los negocios como una forma más de placer. No existe
un negocio que se concrete en un tiempo breve en los Emiratos Arabes
Unidos. Esta falta de resultados rápidos frustra a los hombres de nego
De la aprobación gubernamental
Este aspecto es fundamental, pues se requiere de la aprobación del go
bierno para cualquier nueva inversión. Es meta esencial del gobierno
mejorar sus propios productos.
Así, pues, no tiene objeto ir a China si no se acatan estas directivas po
líticas. La primera tarea del equipo negociador es averiguar cuáles son los
principios sentados por el partido dirigente. Aun si compañías o perso
nas proponen buenos negocios o inversiones conjuncas interesantes, és
tas no tendrán éxito si no se encuadran en los lincamientos señalados.
El contacto comercial
La mayoría de empresas que desean negociar e invertir en China van a
Hong Kong para hallar la respuesta, pues en este lugar es más probable
encontrar bancos, agregados comerciales y tradingcompanies que puedan
resolver sus inquietudes.
En el caso que nos ocupa, el equipo de negociación de Perrotts Limi
ted solicitó el apoyo del embajador británico en Hong Kong para ubicar
esta área, así como a la persona adecuada. Otras empresas pueden ubi
carla a través de ferias comerciales.
El próximo paso parte del principio de que no existe posibilidad de
vender en China algo que ésta no desee comprar. No se les puede conven
cer ni con buenos argumentos. Más aún, no se puede ir a China a vender,
proponer un negocio o invertir si no se es expresamente invitado.
¿Y cómo se consigue una invitación? Hay varias formas. La primera
es concurrir a la embajada China y explicar el proyecto. Si la presión es
suficiente, el embajador organizará una invitación y, más aún, le dirá
quién tomará la decisión. Para ello es necesario efectuar una demostra
ción técnica importante que muestre, más allá de toda duda, la utilidad
técnica con la que se beneficiará China, además de cultivar la amistad
del funcionario respectivo. Este paso es tan importante como evaluar la
función que cumplen los agregados comerciales de la representación di
plomática china.
El intérprete
Una vez conseguido el contacto comercial, el siguiente paso de funda
mental relevancia es elegir el intérprete. Si no se está seguro de contar
con un buen intérprete, es mejor no ir. El intérprete es proporcionado
por China. Dada su enorme importancia, se debe exigir uno bueno. El
intérprete debe ser evaluado en los primeros días. Si el empresario no
está satisfecho debe pedir cambio en este plazo, lo que debe solicitarse
en forma muy diplomática Por ejemplo, afirmar que el grado técnico
de los términos no se entiende claramente, pese a que el inglés del intér
prete es muy bueno. El intérprete proviene de alguna agencia oficial o
ministerio. Por ello es importante que esa entidad esté a favor del nego
cio que proponemos, pues de ese modo contaremos con alguien que,
además de traducir, asesore y oriente sobre los diversos aspectos cultu
rales de la negociación.
El proceso de negociación
Las personas son amables y hospitalarias. Los hoteles se reservan con
anticipación. Una vez en el hotel, uno debe esperar una invitación. Esta
debe llevarnos cerca de quien tomará la decisión. La persona que nos
atenderá es una de las tres o cuatro personas que están alrededor de
aquélla que toma la decisión final.
Las oficinas de los funcionarios chinos son pequeñas y pobres, razón
por la cual es poco frecuente recibir invitaciones a sus oficinas. En la
oficina del ministerio se inician las conversaciones con una bienvenida
y sirviendo té a los presentes. Generalmente son de dos a tres extranje
ros y de siete a diez chinos.
La parte china iniciará el diálogo con algunas generalidades como:
“¿Qué tal su viaje?”, “¿Qué tal el tiempo?”, “¿Han descansado?”. Una
vez terminada esta primera aproximación de cortesía nos solicitarán
que expongamos nuestro plan en los siguientes términos: “Por favor,
presente usted un resumen y la estructura de su propuesta comer
cial”. A medida que uno hace la presentación, encontrará que todos
los presentes escriben minuciosamente todo lo que dice. Hay que ser
consciente de que tanto su ubicación como su actitud y sus puntos
de vista denotan los rangos de antigüedad y jerarquía. Uno necesaria
mente debe solicitar al intérprete consejo e información sobre el or
den de jerarquía del equipo chino, aun para efectuar los saludos con
un apretón de manos.
Entre los diferentes inversionistas, los británicos son los más familia
rizados con China, pues vienen comerciando con ésta desde mediados
de 1950. Por ello seguiremos de cerca sus experiencias. A los negociado
res ingleses se les aconseja la debida preparación antes del viaje a China.
Es un aspecto clave del aspecto administrativo del proceso seleccionar
la correcta representación del equipo negociador de la compañía.
Una invitación típica a China tiene el siguiente formato: “Nos com
place informarles que su propuesta ha sido aceptada. Por favor, remi
tan inmediatamente los nombres de los representantes de su compa
ñía, sus biografías, sus nacionalidades y sus números de pasaporte.
Por favor remitan veinticinco copias de sus documentos un mes antes
de su arribo”.
La competencia o conocimiento técnico es un criterio esencial al
escoger los representantes del equipo. El número de personas acepta
das por China para conformar un equipo de negociación es general
mente de tres a siece, aunque el número ideal es de tres a cinco. Una
persona debe ser designada como líder y hablar por el equipo duran
te todo el tiempo. Los chinos prefieren tratar con gente de cierta
edad, que deben tener suficiente autoridad para tomar decisiones re
levantes en el viaje.
Además de competencia técnica y conocimientos generales se requie
re paciencia. Generalmente las negociaciones duran diez días continuos
y pueden ser cansadoras y tediosas. El jefe negociador del equipo de la
Corporación Boeing, que en 1972 vendió 125 millones de dólares en
aviones 747 a China, permaneció cien días continuos en Pekín. Los chi
nos generalmente hacen preguntas detalladas, muchas de las cuales pa
recen irrelevantes a los norteamericanos. Al presentar una disertación,
el negociador occidental debe estar bien preparado sobre los aspectos
técnicos de sus productos o servicios.
Los negociadores chinos están siempre bien preparados. Las negocia
ciones comerciales generalmente comienzan en forma lenta y formal. A
Comentarios finales
En los últimos treinta años China ha mostrado al mundo logros impre
sionantes. Es la economía que crece más rápido: sus exportaciones au
mentan en forma geométrica. El partido comunista que rige China ha
relajado su control en todo lo que es el área económica. El difunto mi
nistro Len Rao decía: “Es bueno ser millonario”. Hoy China tiene millo
narios, y no sólo en la reincorporada Hong Kong o los nuevos territo
rios. El libre mercado ha dado impulso a la creatividad y tenacidad chi
nas. A lo largo de todo el sudeste del Asia los chinos progresan. China
ingresó a la Organización Mundial de Comercio, y con ello espera con
vertirse en una potencia comercial mundial, sobre la base de sus 3 000
millones de personas que le dan una enorme ventaja como potencial de
mercado y mano de obra barata.
No está de más señalar que, junto a esa actitud frente al trabajo, está
profundamente arraigada en la conciencia china el progreso en virtud
de la educación. Incluso en épocas imperiales, el hijo del pobre campe
sino podía llegar a mandarín si aprobaba los exámenes imperiales. No
es de sorprender el número de estudiantes chinos. Hoy por hoy el esti
lo chino va tomando elementos del entorno multinacional, se sofistica
y, sobre todo, se aleja del control político. Es bueno ser millonario...
siempre que no se critique la dirección del partido central.
La conciliación:
proceso y técnicas
Nociones generales
¿Q ué es la conciliación?
La conciliación es un método alternativo de resolución de conflictos
mediante el cual una tercera persona neutral e imparcial —el concilia
dor—ayuda a las partes en conflicto a encontrar una solución consen
sual y satisfactoria para ambas, proponiéndoles, si fuera necesario, fór
mulas de arreglo que éstas pueden rechazar o aceptar.
Preparación
En esta ecapa el conciliador se prepara para la sesión. Debe tener a su dis
posición los documentos relacionados con el conflicto y decidir si los va a
utilizar en la sesión de conciliación. También debe evaluar las característi
cas sociales y personales de las partes involucradas y las implicancias de es
coger uno u otro método de comunicación. El conciliador debe conocer en
líneas generales el grado de educación, el idioma y la religión (si es posible)
de los participantes, con el objeto de prepararse adecuadamente. Si se tra
ta de personas con educación primana, secundaria o superior, el lenguaje
del conciliador deberá responder a estas características. Del mismo modo,
si una de las partes no habla castellano tendrá que conseguir un traductor.
El conciliador evalúa las limitaciones y la importancia del proceso de
conciliación en la solución del conflicto y la necesidad de una sesión de
preconciliación (especialmente en los casos de violencia familiar, cuan
do concurren representantes de las partes para verificar el grado de “po
der de decisión” en el conflicto, o cuando se trata de conciliaciones con
varias partes y no queda muy claro el papel de cada participante).
Es necesario preparar la oficina y los recursos logísticos. El concilia
dor tiene como objetivo general crear un ambiente propicio para la re
solución del conflicto. Por tanto, debe estar atento a los mínimos deta
lles (proveer sillas iguales para ambas partes, vasos y lapiceros idénticos,
Objetivos
• Entender, en lo posible, el contexto del conflicto, y planificar técni
cas adecuadas para su resolución.
© Preparar a las partes para una efectiva participación.
• Cubrir las necesidades específicas de las partes. Para cumplir este ob
jetivo, el conciliador selecciona y utiliza un lenguaje apropiado para
cada una de las partes y, en caso necesario, emplea la ayuda de intér
pretes con el fin de promover el entendimiento entre todas las partes
y el conciliador o los conciliadores.
© Confirmar que la presencia de supervisores y terceras personas será
aceptada sólo previo consentimiento de las partes (el conciliador de
be solicitar este consentimiento cuando las partes están en la sala de
recibo o, en casos especiales, en la sesión de preconciliación).
® Planear y utilizar estrategias para salvaguardar la seguridad de las
partes y la del conciliador (especialmente en los casos de familias en
las cuales ha existido previamente violencia física o psicológica).
Procedimiento
© Llegar a la sala de sesiones con la debida anticipación (como mínimo
quince minutos antes).
© Revisar que todos los documentos para la conciliación estén dispo
nibles yj o en la sala de sesiones.
« Preparar el ambiente de la sala de sesiones (mobiliario, agua, vasos,
lapiceros, papel, pañuelos de papel, etcétera).
Recomendaciones
© Arreglar la sala de conciliación de la forma más cómoda y simple, sin
cuadros o adornos que distraigan la atención de los participantes.
© Proveer en lo posible una mesa redonda con sillas cómodas e idénti
cas para los participantes.
• No olvidar los papeles, lapiceros, jarra con agua, vasos y pañuelos de
papel en caso de llantos de telenovela.
Regla de oro: Tenga confianza en su capacidad de conciliación y relájese (recuer
de que usted no decidirá el contenido del acuerdo).
Presentaciones
En la segunda etapa, el conciliador recibe y saluda a las partes. En esta
fase se inicia la sesión de conciliación propiamente dicha.
Objetivos
© Establecer las reglas de comportamiento o conducta que deberán ob
servar las partes en la sesión.
© Establecer la autoridad que las partes confieren al conciliador.
© Crear una atmósfera propicia para la conciliación.
Es decir, el conciliador, con la autoridad delegada tácitamente por
las partes al aceptar la sesión de conciliación, establece las reglas de
conducta, que deben ser acordadas con éstas. Básicamente les explica
que no está permitido el uso de lenguaje soez, no se debe insultar, gri
tar ni interrumpir, y otras recomendaciones que crea pertinente según
la clase de conflicto.
Procedimiento
• Saludar a las partes con respeto y de acuerdo con sus costumbres. Éstas
deben sentirse cómodas con las palabras y la hospitalidad del conciliador.
© Dar la bienvenida “formal” a las partes y agradecer su participación
en la sesión. Invitar a las partes a que se presenten y establecer las for
mas apropiadas de llamarlas (no se debe forzar a las partes a usar
apelativos que no les resultan agradables o cómodos, cada una debe
ser llamada de la forma como lo solicita. En este caso, el conciliador
no debe de tratar de “homogeneizar” a las partes: si uno quiere ser
llamado señorJaime y el otro sólo Nico está bien; el hecho de tratar de
Recomendaciones
© Ensayar con anticipación el discurso de apertura (no más de cinco
minutos).
© En la medida de lo posible, mostrar amabilidad.
© Hablar clara y pausadamente.
© Mencionar la experiencia adquirida en conciliación, si se tiene. En ca
so contrario, no diga que es su primera conciliación. Nunca diga al
go así porque lo único que logrará es dañar el proceso.
Regla de oro: Sea amable y utilice un lenguaje sencillo y claro.
Objetivos
© Brindar a las partes una oportunidad para explicar el conflicto (des
de su propio punto de vista) en presencia del conciliador y de la otra
parte.
® Obtener un conocimiento y entendimiento cabal de los asuntos en
conflicto.
© Establecer un “fondo de conocimiento común” que forme las bases
para la conversación y elaboración de la agenda.
Recomendaciones
• No olvidar tomar notas (muchos conciliadores se distraen tanto con
los relatos que lo olvidan).
• Escribir de manera legible.
• Hacer preguntas de aclaración sólo si es preciso.
• Utilizar técnicas integrativas.
Regla de oro: Escuche atentamente y escriba con claridad.
Federico Manuel
Resúmenes
En la etapa anterior el conciliador ha tomado notas “textuales” de la
narración que han hecho ambas partes, incluyendo hechos y senti
mientos. Ahora el conciliador leerá estas notas, teniendo cuidado de
Objetivos
c Demostrar a las partes que han sido escuchadas activamente, sin pre
juicios.
• Aclarar algunos detalles del conflicto.
© Reconocer la importancia de los hechos, así como de los sentimientos.
• Demostrar a través del “lenguaje de reportaje” que la propiedad del
conflicto y de su resolución permanece con las partes.
Procedimiento
© Leer un resumen de la exposición que hizo la parte A, siempre utili
zando el “lenguaje de reportaje” (Usted dijo, Usted explicó, etcétera), que
incluye tanto hechos como sentimientos.
© Preguntar si es un resumen exacto, corregir si es necesario, pero no au
mentar datos adicionales (a no ser que sean de extrema importancia
para la aclaración de un tema crucial para la solución del conflicto).
© Leer el resumen del informe de B, incluyendo hechos y sentimientos
y siempre empleando el “lenguaje de reportaje”.
© Preguntar si es un resumen exacto, usando el “lenguaje de reportaje”
para reafirmar que el conflicto sigue perteneciendo a las partes y que
el conciliador no se ha parcializado.
© El conciliador debe incluir tanto los hechos como los sentimientos
con los cuales las partes hicieron su exposición. Esto con la finalidad
de demostrar que el conciliador no sólo ha escuchado atentamente y
entendido la exposición, sino que ha notado las emociones con las
que las partes han hecho su relato.
© Mientras el conciliador lee los resúmenes, va subrayando las “pala
bras claves” o asuntos comunes que pueden considerarse dentro de
la agenda.
Recomendaciones
• No interpretar los relatos; leerlos tal y como lo manifestaron las partes.
• Utilizar el “lenguaje de reportaje”.
• No preguntar a la parte A si está de acuerdo con lo manifestado por
B y viceversa (con esta pregunta se posiciona y antagoniza más a las
partes).
© Leer los resúmenes después de que ambas partes hayan culminado
sus relatos.
Regla de oro: Utilice el "lenguaje de reportaje "y no interprete los relatos.
Objetivos
e Reducir el conflicto a proporciones manejables (aislando los temas
relevantes para ambas partes).
• Ofrecer orden y enfoque, tanto para las conversaciones como para la
futura solución de los problemas.
Procedimiento
© Al escuchar y leer las exposiciones de las partes, el conciliador se ha
formado una idea de los puntos principales del conflicto. En esta
etapa se aíslan los temas que ambas partes han mencionado durante
su exposición, es decir, los temas comunes.
© Elaborar una lista de estos temas y preguntar a las partes si están de
acuerdo en que son los temas mencionados por ambas, pues siempre
existe la posibilidad de añadir otros. Explicar que esta lista ofrece un
orden para empezar las conversaciones y que está escrita sin ningún
orden de importancia. El conciliador debe “vender” la agenda para
Herramientas
Para elaborar la agenda, el conciliador necesita saber lo siguiente:
• La agenda es una lista de asuntos o temas para que las partes puedan
dialogar, conversar y discutir en orden.
9 No incluye alegaciones, recriminaciones, soluciones ni posiciones,
e Es simple y corta, contiene las preocupaciones de ambas partes.
9 Proporciona una estructura eficiente para las discusiones.
• Hace que ambas partes compartan preocupaciones (convierte pro
blemas individuales en comunes), evita prejuicios o culpabilidad,
permite que se desarrollen opciones en lugar de atrincherar a las par
tes en sus respectivas posiciones. Por ejemplo, en vez de "alquiler re
trasado” se escribe simplemente “renta”, o en vez de “infidelidad” se
escribe “relaciones futuras” o, simplemente, “futuro”.
- Propiedades
- Rita (la amante)
- Pensión
Recomendaciones
® Es mejor una agenda pequeña y efectiva que una lista interminable y
confusa.
© No desesperar: la experiencia enseña a confeccionar una buena agenda.
© No incluir temas que satisfacen sólo a una de las partes. Fn caso de
desacuerdo, devolver la pelota a la cancha y que las partes decidan.
© Proponer como inicio el tema menos conflictivo.
Regla de oro: Rece para poder elaborar una buena agenda y practique en identi
ficar "intereses” en lugar de “posiciones”.
Objetivos v
© Establecer un diálogo constructivo entre las partes.
Procedimiento
• Explicar lo que va a suceder en esta etapa y señalar a las partes el te
ma con el que se empezarán las conversaciones.
® Aclarar que a partir de este momento las partes no se deben dirigir al
conciliador sino que la conversación será entre ellas.
• Intervenir para lograr una conversación ordenada y animar a que se
discutan todos los temas, de acuerdo con la agenda. Ayudar a que
las partes se escuchen y enciendan las conductas específicas, sus
consecuencias, las presunciones sobre los motivos, sus reacciones
emocionales o emotivas y los comportamientos de respuesta de ca
da una. Convertirse en un “director de orquesta” (con la frecuencia
desafinada).
9 Ayudar a las partes a que se escuchen mutuamente utilizando el pa
rafraseo —así como el parafraseo de resumen—para reflejar tanto los
hechos como los sentimientos y para reconocer el progreso consegui
do. Si las partes se desvían mucho del tema y el conciliador opina que
ello no es fructífero, se debe encaminar nuevamente la conversación.
® Asegurarse de que cada tema de la agenda ha sido desarrollado am
pliamente por las partes y que éstas han tenido la oportunidad de:
- Comunicar claramente a la contraparte su punto de vista.
- Reconocer la percepción de la contraparte respecto del tema.
- Reconocer que ambas forman parte del conflicto.
- Empezar a aceptar responsabilidad para resolver el conflicto (dis
cutiendo posibles acciones y otras formas de comportamiento).
H etm am ientas
Las herramientas más útiles para el conciliador en esta etapa son las si
guientes:
© Preguntas de aclaración: Pedro, ¿nos estás diciendo que tú pensabas que po
días estacionar cerca del poste? (respuesta) Silvia, Pedro dice que él pensó que
podía estacionar cerca del poste. ¿Podrías decirle a Pedro qué es lo que tú en
tendías sobre esta regla de tránsito?
© Preguntas de ánimo: Silvia, has estado muy callada en este tema. Nos ayu
daría mucho si nos dijeras cómo te sientes con respecto a tu amistad con la es
posa de Pedro.
© Preguntas para identificar sentimientos: Silvia, se te escuchó muy moles
ta cuando dijiste eso. ¿Asíes como te sientes respecto del incidente con la espo
sa de Pedro? (respuesta) Quizá podrías explicar a Pedro cómo te sientes por
lo que pasó.
© Preguntas de prueba: se usan para obtener un efecto específico en los
participantes y no para satisfacer la curiosidad del conciliador. Por
ejemplo: ¿Podrías explicar a Pedro lo que él dijo y cómo te afectó?
Otras consideraciones
Asimismo, el conciliador debe considerar como objetivos los siguientes:
© Establecer un modelo de comunicación transicional constructivo (a
través de preguntas abiertas, hipotéticas, de prueba, etcétera).
© Permitir que los sentimientos salgan a flote y que las partes puedan
controlarlos. Inclüso si una de las partes llora o se siente muy moles
ta, el conciliador debe dejar que estos sentimientos afloren hasta que
las partes puedan controlarlos. En caso que estos episodios escalen, el
conciliador puede interrumpir la sesión hasta que se restablezca la
calma Es importante que el conciliador haya previsto, en la prepara
ción de la conciliación, agua y pañuelos de papel para ofrecer a las
partes. También es necesario que el conciliador reconozca la “norma
lidad” de estas expresiones, con el fin de que las partes no sientan
avergonzadas o tímidas por mostrar sentimientos de tristeza o enojo.
® Balancear las diferencias de poder y otorgar a las parces una opor
tunidad para manifestar su punto de vista (usar parafraseo, pre
guntas abiertas, etcétera). Es decir, si una de las partes manifiesta
una ventaja comunicacional, se expresa mejor o habla más, el con-
Recomendaciones
9 Escuchar atentamente.
© Intervenir para facilitar la comunicación a través del parafraseo, pre
guntas abiertas, cerradas, etcétera.
© Cuidar que las partes no se desvíen de la agenda.
Regla de oro: No apresure a las partes a conseguir un acuerdo.
Objetivo
El objetivo de esta etapa es preparar a las partes para negociar y llegar a
un acuerdo.
Para conseguir este objetivo, el conciliador debe incrementar el pro
tagonismo de las partes y negociar desde una posición de igualdad. Es
decir, dar a las partes las herramientas necesarias para negociar un
acuerdo por sí mismas (ayudarlas a esclarecer su mejor alternativa).
Procedimiento
Explicar qué va a pasar en la sesión privada (es una reunión privada con
cada una de la partes, mientras la otra u otras deben esperar en otro am
biente; es una sesión confidencial que tiene como objetivo conversar
con cada una de las partes por separado).
De la experiencia de muchos mediadores y conciliadores se puede de
cir que, normalmente, la persona A que empezó con el relato es la que
espera, y que se inicia la sesión con la parte B. El conciliador debe expli
car con claridad la razón de esta decisión a ambas partes.
Con esto demuestra a los participantes que son tratados con igualdad,
y ratifica su neutralidad e imparcialidad. En algunos casos las partes pue
den solicitar otros arreglos o turnos para la sesión privada y el concilia
dor los puede aceptar, siempre y cuando exista consenso entre las partes.
El conciliador debe asegurarse de que la parte que espera esté cómoda,
e indicará dónde quedan las facilidades de té, café y servicios higiénicos.
Al empezar la sesión privada se ratifica al participante la confiden
cialidad de la sesión, y se le pregunta cómo se siente después de las
conversaciones iniciales y cuáles son las expectativas que tiene acerca
de la conciliación.
Se crea un clima más relajado y de apoyo, pero teniendo mucho cui
dado de no mostrar parcialización o de hacer comentarios con respecto
a la otra parte. El conciliador debe mantener su imagen de persona im
parcial y neutral durante todo el proceso de conciliación.
Herramientas
Durante esta etapa, el conciliador debe ser creativo, imparcial, sensible
y conciliatorio. En esta etapa nuevamente se utilizan preguntas abier
tas, cerradas e hipotéticas con el fin de ayudar a cada parte a generar
nuevas opciones de solución y, en todo caso, hacer razonar a cada una
sobre sus respectivas posiciones y posibilidades de éxito o fracaso en ca
da alternativa de solución.
En la sesión privada es muy frecuente que las partes pidan sugeren
cias y consejos al conciliador, pero éste debe recordar que no debe hacer
sugerencias en esta etapa del proceso. En todo caso, la fórmula concilia
toria que puede proponer se planteará al final del proceso, cuando se
hayan agotado los medios por los cuales las propias partes han podido
sugerir soluciones.
El conciliador debe proponer la fórmula conciliatoria al finalizar la
etapa de la negociación, siempre y cuando las partes hayan fracasado
en su intento de buscar soluciones. Las proposiciones hechas antes de
la etapa de negociación sólo restarían posibilidades de éxito a la sesión
de conciliación. Por eso reiteramos que la mejor conciliación es una
mediación. Las estadísticas demuestran que el porcentaje de cumpli
miento —es decir, la ejecución del acuerdo mediado— es mucho mayor
que el de cualquier otro método alternativo de resolución de conflic
tos. ¿La razón? En los acuerdos mediados la solución pertenece a las
partes, no al mediador. El mediador no sugiere, no opina, y esta omi
sión hace que las partes se sientan totalmente responsables por la so
lución del conflicto y por su cumplimiento.
La mediación es otro método alternativo de resolución de conflic
tos, en virtud del cual el mediador ayuda a las partes a generar sus
propias soluciones. La filosofía de la mediación parte del supuesto de
que las personas más apropiadas para resolver un conflicto son aque
llas que están en él. Consecuentemente, el mediador sólo asiste a las
partes para que diferencien intereses de posiciones y para que, a través
Recomendaciones
9 No parcializarse ni hacer comentarios con respecto a la otra parte.
© No aconsejar ni ofrecer soluciones. Desempeñar el papel de “aboga
do del diablo”.
• No preguntar sólo por curiosidad.
• Reiterar la confidencialidad de la sesión privada.
Regla de oro: ¡Cuidado! ¡No romper la confidencialidad ni dar consejos!
Negociación
En esta etapa de la conciliación, las partes en conflicto exploran y nego
cian la dimensión y las consecuencias de aquellos puntos de consenso que
se relacionan con su relación futura y con los acuerdos que puedan tomar.
Objetivo
El objetivo de esta etapa es permitir que las partes formulen ofertas y
contraofertas para solucionar el conflicto.
Procedimiento
© Convocar a las partes para continuar con la sesión.
© Recordar que las sesiones privadas son confidenciales.
© Agradecer por ser pacientes y esperar.
Herramientas
El conciliador se convierte en:
© Agente de realidad: usa preguntas para examinar si las propuestas
pertenecen al “mundo real” (por ejemplo, ¿Qué pasaría si no puedes
reunir el dinero?), utiliza su imaginación y preguntas hipotéticas
(por ejemplo: Imagínese, señor Rojas, que la señora Mendoza toca a su
puerta a las cinco de la mañana con respecto a este problema. ¿Cómo reac
cionaría usted?).
© Agente de responsabilidad: plantea preguntas que inducen a las par
tes a tomar responsabilidad para solucionar el conflicto (per ejem
plo, ¿Qué harías para mejorar la situación?).
© Focalizador de las conversaciones: se les transporta del pasado al fu
turo a través de parafraseos y afirmaciones (por ejemplo, Parece que
arabos quieren viiñr sin ese problema. Entonces, enfoquemos la conversación
en lasfórmulas que ustedes han sugerido).
© Utiliza la agenda para dar orden y claridad al proceso de conciliación
y ayudar a’las partes a localizar los puntos de negociación.
& Anima a las partes a conversar directamente.
En esta etapa, el conciliador debe estar muy atento a las sugeren
cias de ambas partes y tomar nota de las mismas para ir formando
una lista de opciones que, una vez aceptadas, podrán utilizarse en la
siguiente etapa.
En el supuesto de que, al llegar a una etapa en que las partes no es
tén dispuestas a proponer abiertamente sus opciones de solución pe
ro que resulte evidente su deseo de solucionar el conflicto, y el conci
Recomendaciones
• Al inicio de esta etapa, utilizar el lenguaje corporal más que el len
guaje verbal.
• Anotar las opciones de solución que mencionan las partes.
O Utilizar el parafraseo y las preguntas de aclaración.
Regla de oro: No bable demasiado, a no ser que sea indispensable, y relájese.
Cuanto más tenso este\ más tensará a las partes.
Acuerdo
En esta etapa, las partes se han puesto de acuerdo en algunos o todos
los puntos de la agenda o en otros asuntos discutidos en las fases de ex
ploración y negociación.
Objetivo
El objetivo de esta etapa es plasmar el acuerno por escrito, el mismo que
debe reflejar totalmente la voluntad de las partes.
Sin embargo, en algunos países se deja a las partes la decisión de es
cribirlo y hacerlo legalmente coercitivo. En el Perú, según la ley de con
ciliación, el acuerdo debe constar en un acta de conciliación que será es-
.. crita por el conciliador (existen formatos tipo elaborados por el Minis
Procedimiento
Agradecer a las partes por su cooperación y por el esfuerzo desplegado
para solucionar el conflicto.
A lo largo de la negociación, el conciliador ha ido anotando los'
puntos de acuerdo y, tal vez, las soluciones que las partes han sugeri
do. En esta etapa el conciliador hace un resumen y pregunta a las par
tes si son exactas.
A continuación el conciliador escribe los puntos de acuerdo.
Una vez redactado el acuerdo, el conciliador le da lectura y pide la
confirmación de las partes con respecto a su veracidad y exactitud. En
este estado, el conciliador, si no es abogado, debe solicitar la presen
cia del abogado del centro de conciliación, quien verificará la legali
dad de los acuerdos.
Luego, el conciliador alcanza una copia del acuerdo a cada una de las
partes, para su revisión y lectura. Una vez concluida la lectura se pide a
las partes que lo firmen. Si una o ambas partes fueran analfabetas, el
conciliador deberá haberse asegurado que éstas tengan la asesoría o el
apoyo de una persona de confianza que los haya asistido durante el pro
ceso. En este caso, la parte analfabeta imprimirá su huella digital en el
acta de conciliación.
Herramientas
9 El conciliador debe revisar que todos los asuntos de la agenda hayan
sido cubiertos en el acuerdo.
© El acuerdo debe ser balanceado, es decir, contener obligaciones de
ambas partes y no de una sola.
• No escribir acuerdos ilegales ni claramente ambiguos. Para evitar esta
posibilidad, el abogado del centro revisará la legalidad del acuerdo.
Recomendaciones
© Escribir un borrador del acuerdo antes de redactar la versión final,
© Escribir el acca en un lenguaje sencillo y comprensible.
© Verificar la ortografía y la gramática.
© Si el conciliador no es abogado, llamar al abogado del centro para ve
rificar el acuerdo.
Regla de oro: Escriba el acuerdo con claridad y exactitud. Evite los términos am
biguos. De ser posible; no use tecnicismos.
Cierre de la conciliación
Se concluye formalmente la sesión de conciliación.
Objetivos
o Otorgar un sentido de cierre a las partes y al conciliador.
• Reafirmar los objetivos de la conciliación.
Procedimiento
• Agradecer y felicitar a las partes por el acuerdo logrado e instarlas a
utilizar mecanismos similares para la solución de futuros conflictos.
Comentar que, en todo caso, el centro de conciliación siempre estará
a disposición de ambas partes.
• Recordarles que el proceso es completamente confidencial, explicar
el mecanismo para obtener copias del acta y otros asuntos relevan
tes a.la conciliación y resolver otras preguntas que las partes pue
dan hacer.
• En caso que las partes no llegaran a ningún acuerdo, o simplemente
a uno parcial, reconocer y felicitar el esfuerzo y empeño que pusieron
para solucionar el conñicto.
e Acompañar a las partes hasta la puerta
Herram ientas
© Felicitar el esfuerzo de ambas partes, aun cuando no se haya llegado
a un acuerdo.
© Utilizar un lenguaje claro y sencillo para resolver cualquier pregunta
© Aun cuando esté agotado, el conciliador debe mostrar disponibili
dad y amabilidad.
Recomendaciones
o A pesar del cansancio, tratar de ser amable (no mostrar el síndrome
del “doctor apurado”).
9 Felicitar a los participantes, sea cual fuere el resultado.
• No olvidar acompañarlos hasta la puerta.
Regla de oro: ¡Sea amable hasta el fin!
Objetivos
• Otorgar una oportunidad al conciliador para discutir los asuntos
emocionales que pudieran haberlo afectado durante la sesión de
conciliación.
• Mejorar su rendimiento profesional como conciliador.
• Mejorar la comprensión del conciliador con respecto a los procesos
conflictivos en general, y al proceso de conciliación en particular.
Procedimiento
e Otorgar como mínimo quince minutos para esta etapa. Inmediata
mente terminada la sesión, el conciliador llena los formatos necesa
rios que el centro ha proporcionado y se prepara una taza de café o
té para intentar relajarse.
• Contactar al director o al secretario del centro para una conversación
de análisis crítico.
• Evaluar personalmente su actuación como conciliador y reflexionar
sobre su rendimiento (intentar ser honesto con uno mismo y aceptar
las críticas constructivas que pueda hacer el director, el secretario u
otro conciliador con más experiencia).
® Planificar de acuerdo con el resultado.
Herramientas
o Mantener una comunicación clara que permita un diálogo efectivo
con otro conciliador.
o Ser honestos para calificar la actuación propia y detallar las áreas que
necesitan refuerzo o mayor capacitación.
Recomendaciones
• Tomar una taza de té, manzanilla o agua (no se recomiendan bebidas
alcohólicas).
• Exteriorizar todo el cúmulo de emociones y sentimientos almacena
dos durante la conciliación (frustración, alegría, cólera, etcétera).
• Hablar con confianza sobre los asuntos que pudieran haberle afecta
do (situaciones similares, etcétera).
• Calificar su actuación con la máxima honestidad.
Regla de oro. Olvide esta conciliación: la vida continúa. C ada conciliación se
rá mejor.
Lista de verificación
Preparación
© Llegar catorce minutos antes del inicio de la sesión.
• Arreglar los asientos y el mobiliario en general.
• Revisar la documentación relevante y la información del caso.
• Repasar el discurso de apertura.
• Revisar el proceso de conciliación.
• Considerar las posibles dimensiones o variantes.
• Anticipar un acuerdo escrito derivado de la información disponible.
• Preguntar a las partes si aceptan la presencia de participantes no es
perados o no citados.
Presentaciones
• Invitar a pasar a las partes.
• Tomar asiento y dar la bienvenida.
• Hacer las presentaciones del caso (el conciliador y luego las partes).
• Explicar el proceso de conciliación.
Resúmenes
• Leer los resúmenes de A utilizando el “discurso de reportaje” y asegu
rándose de incluir hechos y sentimientos.
© Verificar con ambas partes si los resúmenes son exactos y corregir si
es necesario.
© Leer los resúmenes de B e incluir hechos y sentimientos.
N ota: L eer los resúm enes después de q u e am bas partes hayan fina lizado sus
relatos.
Elaboración de la agenda
9 Al escuchar y escribir los relatos de ambas partes, el conciliador se
ha formado una idea de los puntos de preocupación comunes y re
dacta separadamente una lista de éstos.
© Elaborar una lista de temas o preocupaciones comunes.
© Verificar con ambas partes si el contenido de la agenda es aceptable
y modificarlo si es necesario.
© No incluir alegaciones, recriminaciones, posiciones o soluciones.
© Utilizar la agenda como una lista de verificación durante toda la
sesión.
» Escoger un primer tema de la agenda para empezar las conversa
ciones.
Sesiones privadas
• Explicar de qué se trata y cuánto tiempo duran.
• Reasegurar la confidencialidad.
• Pedir a A que espere afuera (explicar por qué B es primero. Por ejem
plo, porque A empezó con el relato y ahora le toca primero a B).
• Preguntar a B cómo se siente hasta ahora y qué espera de la conciliación.
• Revisar los temas de la agenda.
• Explorar la viabilidad de las opciones y hacer de "abogado del diablo”.
• Empezar a localizar las negociaciones futuras.
• Terminar la sesión, reasegurar la confidencialidad y pedir a A que pase.
• Preguntar a A cómo se siente hasta aKbra y qué espera de la conciliación.
• Revisar los temas de la agenda
• Explorar la viabilidad de las opciones y hacer de “abogado del diablo”.
• Empezar a localizar las negociaciones futuras,
• Reconvenir la sesión.
N ota: Tenga cuidado: ¡m antenga la confidencialidad! N o ofrezca soluciones ni
consejos ( todavía no). N o intente moralizar a las partes o adelantar prejuicios.
Sea cuidadoso con el tiempo (quince minutos aproxim adam ente para cada
puestas y opciones.
Negociación
• Explicar esta fase.
• El enfoque cambia del pasado al futuro.
• Los puntos de interés común son reconocidos por las partes.
• Revisar la agenda (¿están todos los puntos cubiertos?).
Acuerdo
• Agradecer a las partes por su cooperación.
• Empezar a escribir los puntos de acuerdo.
• Revisar que todos los puntos de la agenda estén cubiertos en el acta.
• El acuerdo debe ser balanceado.
• Nunca escribir: La parte A dice...
• No escribir acuerdos ilegales.
• A veces es necesario escribir un prefacio antes del acuerdo.
• Reconocer y escribir en el acta los asuntos no resueltos.
© Poner atención a la gramática y la ortografía del acuerdo.
• Utilizar un lenguaje sencillo, común y corriente.
• En caso de existir más sesiones, resumir el progreso conseguido has
ta ahora y acordar las acciones futuras.
Cierre de la conciliación
• Felicitar a ambas partes.
• Reasegurar que la sesión se mantiene confidencial.
• Explicar los trámites para conseguir copias adicionales del acta y re
solver otras consultas.
© Recordar a las partes que pueden contactar al conciliador en cual
quier momento.
• Dar las gracias y despedirse.
Análisis crítico
Es sólo para el conciliador:
• Contactar al director o al secretario del centro para una conversación
de análisis y para llenar los formatos necesarios.
© Evaluar personalmente su actuación como conciliador y planificar
según el resultado.