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LA PENSIÓN ALIMENTICIA

GRADO DE DERECHO 2010/2014


UNIVERSIDAD DE ALMERIA

ALUMNA: IRENE AGUIRRE GÓNGORA

TUTORA: ANA MARÍA PÉREZ VALLEJO

1
INTRODUCCIÓN .......................................................................................................4

CAPITULO I : ALIMENTOS ENTRE PARIENTES .................................................7


1. Naturaleza y caracteres ........................................................................................7
2. Contenido de la obligación alimenticia ...............................................................8
2.1 Alimentos amplios .....................................................................................8
2.2 Alimentos estrictos .....................................................................................9
3.La prestación de alimentos .....................................................................................9
4. Los alimentistas y las personas obligadas al pago ................................................10
4.1 Sujetos de la pensión alimenticia ...........................................................10
4.2 Pluralidad de los sujetos de la relación alimenticia y su orden de
prelación .........................................................................................................................11
5. Delimitación del derecho de alimentos y distinción con otras figuras .......................12

6. Fijación de la pensión alimenticia entre cónyuges .....................................................14

6.1 Posibilidad de fijación de alimentos entre cónyuges después de la


crisis matrimonial ...........................................................................................................14
6.2 Procedimiento adecuado para la fijación de la pensión alimenticia
entre cónyuges. ...............................................................................................................14
7. Contrato de la pensión alimenticia .............................................................................15

CAPITULO II: PENSION DE ALIMENTOS DE LOS HIJOS TRAS LA


SEPARACION O DIVORCIO .......................................................................................17
1. PENSION DE ALIMENTOS .....................................................................17
1.1 El nacimiento del derecho a los alimentos ...........................................19
1.2 Diferencias entre pensión de alimentos y gastos extraordinarios .........21
1.3 El llamado mínimo vital .......................................................................22
2. DETERMINACION DE LA PENSION ALIMENTICIA .........................25
2.1 Tablas orientadoras para la determinación de la pensión alimenticia ..25
2.2 Los criterios de determinación de la pensión alimenticia .....................28
2.3 La fijación de la pensión alimenticia ....................................................28
2.4 Las formas de prestación ......................................................................29
3. CRITERIOS PARA DETERMINAR SU IMPORTE Y FORMA DE PAGO
.....................................................................................................................29

2
3.1 Prueba de ingresos: valoración de la situación económica de cada
progenitor y su dedicación personal a la prole .....................................30
3.2 Fijación de los alimentos en caso de custodia compartida ...................31
4. LA PRESTACION DE ALIMENTOS .......................................................32
4.1 El fondo de garantía del pago de alimentos ..........................................34
4.2 ¿Cómo se paga la pensión alimenticia dependiendo de la edad de los
hijos? .....................................................................................................37
5. PENSION ALIMENTICIA DE LOS HIJOS ............................................40
5.1 Pensión alimenticia de los hijos menores y mayores de edad ..............40
5.1.1 Petición de supresión o modificación de los alimentos de los
hijos mayores de edad ...............................................................41
5.1.2 Los alimentos para el hijo mayor del artículo 93.2 CC. ..........47
5.2 Mayores de edad con discapacidad ........................................................49
5.3 Hijos concebidos no nacidos (nasciturus) ..............................................50
6. LA MODIFICACION DE LA PENSION ALIMENTICIA .......................51
7. CONSECUENCIAS DE NO PAGAR LA PENSION ALIMENTICIA .....52
8. EXTINCION DE LA PENSION ALIMENTICIA .....................................53
CONCLUSIONES ........................................................................................................55
BIBLIOGRAFÍA ...........................................................................................................59

3
Introducción:
No solo la pensión alimenticia es el primer interés y la primera necesidad con la que el
ser humano se encuentra y necesita para seguir con su vida, sino además es un deber
ético y moral el atender las necesidades humanas, respecto de nuestros semejantes, ya
que nos hallamos en una solidaridad familiar, que obliga a los parientes y a nosotros
mismos a atender las necesidades vitales de cualquiera de ellos.

Este trabajo de investigación pretende analizar el contenido principal de la pensión


alimenticia, ya que es un tema que en la actualidad es utilizado por muchas familias, nos
detendremos en desglosar dos capítulos, uno de ellos tratará sobre la pensión de
alimentos entre parientes, y otro en la pensión alimenticia de los hijos tras la separación
o divorcio con más profundidad.

Las características más trascendentes de una pensión alimenticia entre parientes trata en
ser recíproca, tener carácter personal, ser imprescriptible, tener relatividad, variabilidad
y también no solidaridad, ésta última característica se refiere según el artículo 145 a que
“cuando recaiga sobre dos o más personas la obligación de dar alimentos, se repartirá
entre ellas el pago de la pensión, en cantidad proporcional a su caudal respectivo. Sin
embargo en caso de urgente necesidad y por circunstancias especiales, podrá el juez
obligar a una sola de ellas a que los preste provisionalmente, sin perjuicio de su derecho
a reclamar de los demás obligados la parte que les corresponda”

En cuanto a las clases de alimentos, podemos encontrarnos con alimentos amplios que
son todo lo que es indispensable para el sustento, habitación, vestido y asistencia
médica y alimentos estrictos que son los que solo se deben los auxilios necesarios para
la vida, cuando los necesiten por cualquier causa que no se imputable al alimentista, y
se extenderán en su caso a los que precisen para la educación.

También es importante saber quién podrá reclamar lo alimentos cuando sean dos o más
los obligados a prestarlos según el artículo 144 serán por el siguiente orden: El cónyuge,
los descendientes de grado más próximo, los ascendientes también de grado más
próximo y los hermanos.

Un aspecto a destacar de la pensión alimenticia entre parientes es que (en la ceca del
centenar de sentencias dictadas en sus últimos diez años por el TS y las AAPP ninguna
se refiere a reclamación de los alimentos entre hermanos).

Una vez analizado en brevedad y de forma introductoria el primer capítulo para saber
las nociones más básicas sobre la pensión alimenticia entre parientes, nos adentraremos
en explicar el tema principal de mi trabajo, que es el segundo capítulo que tiene por
nombre “la pensión alimenticia de los hijos tras la separación o divorcio”.

Este capítulo es muy versátil ya que tiene temas muy controvertidos entre sí y cantidad
de ejemplos que nos ayudan a entender los diferentes casos en los que las familias de
hoy en día tras la separación o divorcio se pueden encontrar.

4
La pensión de alimentos puede definirse como el deber impuesto a una o varias
personas de asegurar la subsistencia de una u otra, suponiendo la conjunción de dos
partes: una acreedora alimentista, que tiene el derecho a exigir y recibir los alimentos, y
otra deudora-alimentante, que tiene el deber legal y moral de prestarlos. Esto es, la
obligación de dar alimentos, contemplada en los arts. 142 y siguientes CC, que es una
expresión de la solidaridad familiar, y se conceptúa como el deber de procurar a quien
lo necesite la satisfacción de sus necesidades.

Tratándose de separación y divorcio, la obligación de alimentos consiste en el deber


impuesto a uno de los cónyuges en crisis frente al otro cónyuge o frente a los hijos.

Ostenta una serie de peculiaridades que la distinguen de la pensión de alimentos entre


parientes.

La obligación de satisfacer alimentos viene tras la nulidad, separación o divorcio que se


dicte tras la tramitación del procedimiento correspondiente, y en ella se fija la persona
que está obligada a satisfacerlos, su cuantía así como las bases para su actualización
La cuantía de la pensión de alimentos depende de dos circunstancias: De los ingresos de
la persona que está obligada a abonarlos y de las necesidades del beneficiario.

Si se da lugar a que se incumple la prestación de la pensión alimenticia, conlleva el


inicio del procedimiento de ejecución sobre los bienes del obligado a prestarlos e
igualmente generará responsabilidades penales. El impago de pensiones devengadas es
considerado por el artículo.776 LEC como merecedor de la imposición de multas
coercitivas, con arreglo a lo dispuesto en el artículo 711 LEC y sin perjuicio de hacer
efectivas sobre su patrimonio las cantidades debidas y no satisfechas.

Aunque después lo analizamos y desarrollamos con mucha más tranquilidad en el


contenido de éste trabajo, es importante indicar como se ve la pensión de alimentos de
los hijos mayores y menores de edad desde una perspectiva más limitada.

El padre y la madre aunque no ostentan la patria potestad, están obligados a velar por
los hijos y a prestarles alimentos mientras que sus hijos sean menores o necesiten para
vivir.

No siempre el hecho de que el hijo sea menor de edad implica necesariamente la


obligación a cargo de sus progenitores de prestarles alimentos cuando tuviera
patrimonio bastante para atender a sus necesidades y entendida dicha obligación en
sentido muy amplio, ya que debe comprender no solo, los conceptos que enumera el
artículo 142 del CC.

Según el artículo 93 del CC “El Juez, en todo caso, determinará la contribución de cada
progenitor para satisfacer los alimentos y adoptará las medidas convenientes para
asegurar la efectividad y acomodación de las prestaciones a las circunstancias
económicas y necesidades de los hijos en cada momento Si convivieran en el domicilio

5
familiar hijos mayores de edad o emancipados que carecieran de ingresos propios, el
Juez, en la misma resolución, fijará los alimentos que sean debidos conforme a los
artículos 142 y siguientes de este Código

Los alimentos de los hijos menores de edad no se ven afectados por las limitaciones
propias del régimen legal de alimentos entre parientes.

La obligación alimenticia respecto de los hijos menores de edad, no podrá prestarse


manteniendo en su propia casa al que tiene derecho a ellos, puesto que el artículo 1890
de la LEC, expresamente señala que el cónyuge obligado a prestarlos no podrá optar por
recibir o mantener en su propia casa al cónyuge ni a los hijos confiados al cuidado de
éste

La obligación alimenticia de los hijos menores de edad, si bien será proporcional al


caudal y medios del que los da y a las necesidades de quien los recibe, siempre tiene que
tener un contenido mínimo e indispensable para atender las necesidades básicas de
subsistencia del menor.

En cuanto a la mayoría de edad de un hijo, es una cuestión pacífica entre la doctrina y


las sentencias dictadas por juzgados y tribunales, que la mayoría de edad de un hijo, no
conlleva de modo automático la reducción o extinción de la pensión alimenticia pues la
propia realidad social, conforme a la cual se han de interpretar las normas jurídicas-
artículo 3.1 del CC., demuestra que los hijos, aún adquirida la mayoría de edad, y
extinguida, en consecuencia la protección que otorga la patria potestad, continúan bajo
la dependencia económica de sus padres, fundamentalmente por dos motivos a) porque
normalmente la formación académica de un menor termina aproximadamente sobre los
veinte dos años y b) por la especial dificultad que supone hoy en día acceder al mercado
de trabajo con el objeto de obtener unos ingresos que les permitan llevar una vida
independiente de sus progenitores.

Hay varios ejemplos tanto de cuestiones resueltas, como de sentencias explicadas que
nos ayudarán a entender aún más todo el desglose de este capítulo.

Como vemos esta rama del derecho de familia plantea en cada desglose de su contenido
variedades de problemas que se pueden solucionar de distinta manera, por ello en este
trabajo de investigación hemos utilizado variedad de sentencias para que se comprueben
las diferentes formas de paliar una pensión alimenticia dependiendo de la circunstancia
que se de en el caso.

Este tema es de gran importancia aparte de que es muy utilizado en la actualidad,


también por la gran relevancia ya que sabemos que está escrito en la constitución
Política, social y cultural de carácter universal.

6
CAPÍTULO I. ALIMENTOS ENTRE PARIENTES:
1. NATURALEZA Y CARACTERES.
Se discute si la deuda de alimentos constituye o no una obligación ordinaria, de aquellas
a las que aluden los arts. 1088 y ss. C.c. La respuesta depende de las exigencias y
límites que atribuimos al concepto de obligación: Según LACRUZ BARDEJO1“si una
deuda representa una relación autónoma y aislada, que se agota por el cumplimiento, el
simple derecho a los alimentos no puede merecer la calificación de derecho de crédito
en sentido ordinario.”

Desde que (en la primera mitad del siglo XX) A. Ciuc negara el carácter patrimonial al
derecho del alimentista, se ha debatido ampliamente acerca de la naturaleza patrimonial
o extramatrimonial de derecho de alimentos y sus correspondientes caracteres.
Siguiendo al autor italiano, en nuestra doctrina, BELTRAN DE HEREDIA y ONÍS2 ha
insistido en negar el carácter patrimonial al derecho de alimentos, aunque al propio
tiempo reconoce la patrimonialidad de su contenido.

Según LASARTE ÁLVAREZ3 “A mi juicio, resulta preferible poner de manifiesto que


la obligación de alimentos ha de ser enfocada de forma diversa según se esté hablando
del derecho de alimentos en general o, por el contrario, de una obligación alimenticia
concreta y efectiva, pues el régimen jurídico de ambas fases no resulta coincidente si se
atiende a las prescripciones legales. Y no puede olvidarse que, aquí, estamos hablando
de la obligación legal de alimentos, cuya configuración depende, por tanto de las
normas legales aplicables al caso”.

El derecho de los alimentos en general se puede caracterizar por las siguientes notas:

1. Reciprocidad: pues los familiares contemplados en los artículos 142 y siguientes son
potencialmente acreedores o deudores de la prestación de la pensión alimenticia se dan
los presupuestos legalmente establecidos (Según el art. 143: <<Están obligados
recíprocamente a darse alimentos>>.

2. Carácter personalísimo o intuite personae: sólo los familiares contemplados


legalmente pueden solicitar o estar obligados a prestar alimentos. Por ello el Código
establece la irrenunciabilidad y la intransmisibilidad del derecho de alimentos (. Art
151.1).

3. Imprescriptibilidad: en situación de latencia, el derecho de los alimentos es


imprescindible, pudiendo ser ejercitado por el familiar que se encuentre en situación de
carencia o escasez en cualquier momento.

1
Vid. LACRUZ BARDEJO, J.L .Elementos del derecho civil, editorial dykindon, Madrid, 2010, p.20.
2
Vid. BELTRÁN DE HEREDIA Y ONÍS, P. La obligación, editorial de derecho reunidas S.A, Madrid,
1989, p. 22.
3
Vid. LASARTE ÁLVAREZ, C. Principios del derecho civil, editorial Marcial Pons, Madrid, 2014,
pp.356, 357.

7
4. Relatividad: Con el parentesco han de concurrir la necesidad del alimentista y la
posibilidad del obligado, circunstancias que garantizan el quantum de la prestación (art
146,148 y 152, 2º y 3º)

5. Variabilidad. Consecuente con el anterior carácter, la cuantía de la prestación cambia


al variar las indicadas circunstancias (art 147).

6. No solidaridad. El art 145 CC., tras ordenar el reparto del pago de la pensión entre los
distintos obligados, previene como excepción “en caso de urgente necesidad y por
circunstancias especiales” el pago por uno solo de aquéllos. Se trata de un arbitrio
excepcional

2. CONTENIDO DE LA OBLIGACIÓN ALIMENTICIA.


El conjunto de prestaciones comprendidas en la obligación alimenticia, conforme a
nuestro Código, es muy distinto según los grupos familiares que se consideren, que
entre cónyuges y parientes en línea recta la obligación alimenticia se configura con gran
amplitud, mientras que entre los hermanos se limita notoriamente su contenido. Por ello,
tradicionalmente se ha hablado por la generalidad de la doctrina de alimentos amplios (o
civiles) y alimentos estrictos (o naturales). A efectos didácticos, al menos, el
mantenimiento de semejante contraposición es conveniente, por lo que será seguida en
esta exposición.

2.1. Los alimentos amplios.


Los cónyuges y los parientes en línea están obligados recíprocamente a darse alimentos
en sentido amplio (art. 143.1). La amplitud de los alimentos viene definida o, mejor,
descrita en el artículo 142, cuyo tenor literal vigente, incorporado por la Ley 11/1981, es
el siguiente:

Según LASARTE ÁLVAREZ4 “Se entiende por alimentos todo lo que es indispensable
para el sustento, habitación, vestido y asistencia médica [hasta 1981, todo ello había de
prestarse” según la posición social de la familia”].Los alimentos comprenden también la
educación e instrucción del alimentista mientras sea menor de edad y aun después
cuando no haya terminado la formación por causa que no le sea imputable. Entre los
alimentos se incluirán los gastos de embarazo y parto, en cuanto no estén cubiertos de
otro modo”.

La precisión en este caso resulta, en efecto, absolutamente necesaria, consideradas


conjuntamente las dos circunstancias siguientes: en primer lugar, la reducción de la
mayoría de edad a los dieciocho años (arts. 12 de la CE y 315 de CC, según la redacción
de la Ley 11/1981) y, de otra parte, la evidencia de los años de educación y enseñanza
(y, por lo tanto, dependencia de los jóvenes) se ha ido incrementando progresivamente a
lo largo de todo el siglo XX.

4
Vid. LASARTE ÁLVAREZ, C. Principios del derecho civil, p.357

8
2.2. Alimentos estrictos.
Entre hermanos “solo se deben los auxilios necesarios para la vida, cuando los necesiten
por cualquier causa que no se imputable al alimentista, y se extenderán en su caso a los
que precisen para la educación” (art. 143.2).

En general, se interpreta que tales “auxilios necesarios” equivalen a la satisfacción de


las necesidades mínimas del alimentista, sin que hayan de tenerse en cuenta el caudal o
medios económicos del hermano obligado a prestarlos.

LASARTE ÁLVAREZ nos dice 5“Sin embargo, la línea divisoria entre alimentos
amplios y estrictos por este concepto resulta extraordinariamente difusa, pues no hay
razones determinantes pare defender que los criterios de fijación de la cuantía de los
alimentos amplios. De otra parte, jurisprudencia sobre el particular es insuficiente, si no
inexistente (en el ceca del centenar de sentencias dictadas en sus últimos diez años por
el TS y las AAPP ninguna se refiere a reclamación de los alimentos entre hermanos).”

3. LA PRESTACIÓN DE ALIMENTOS.
El autor ALBALADEJO GARCÍA6 en cuanto a la prestación alimenticia nos dice que
“El deber de prestar alimentos presupone la necesidad de quien haya de recibirlos y la
posibilidad económica de quien haya de pagarlos, entre ciertos parientes, los alimentos
consienten en la ayuda mínima adecuada para la satisfacción de las necesidades de la
vida; mientras que entre otros parientes consisten en la ayuda que sea proporcionada a
las circunstancias del caso.”

Según el autor DIEZ- PICAZO7 “La prestación alimenticia, en cuanto objeto de la


obligación, no es otra cosa que lo debido por el deudor de alimentos y que el acreedor
está facultado para reclamar y recibir”

MARTINEZ RODRÍGUEZ8 también nos explica que: “Se trata de una conducta
determinada que el obligado debe realizar en interés del pariente necesitado que, en su
calidad del tal, asume la condición de acreedor de la obligación. Conducta dirigida a la
satisfacción de sus necesidades, en cuanto interés legítimo digno de tutela y que debe
comprender la realización de todos los actos encaminados a proporcionarle lo que
precise para vivir, pero siempre en relación con las posibilidades del propio deudor.

En cuanto a un ejemplo de Sentencia que nos habla de limitaciones propias del régimen
legal de alimentos entre parientes: Señala la sentencia del Tribunal Supremo de 5 de

5
IBIDEM
6
Vid. ALBALADEJO GARCIA, M. Curso de derecho civil IV, derecho de familia, editorial Edisofer,
Madrid, 2013, p.19.
7
En este sentido y para las obligaciones en general, Vid. DIEZ-PICAZO, L. Fundamentos del derecho
civil patrimonial, editorial Civitas, Madrid, 2012 pp.235 y 236.
8
Vid. MARTINEZ RODRIGUEZ, N. La obligación legal de alimentos entre parientes, editorial La ley,
Madrid, 2002, p. 423.

9
Octubre de 1993, 9“no es sostenible absolutamente que la totalidad de lo dispuesto en el
Título VI del Libro Primero del CC, sobre alimentos entre parientes, no es aplicable a
los debidos a los hijos menores como un poder comprendido en la patria potestad (art
154.1º)”.

Esta sentencia nos dice que “el tratamiento jurídico de los alimentos debidos al hijo
menor de edad presenta una marcada preferencia – así, art.145.3º – y precisamente por
incardinarse en la patria potestad derivando básicamente de la relación paterno-filial
(art.110 del cc), no ha de verse afectado por limitaciones propias del régimen legal de
los alimentos entre parientes que, en lo que se refiere a los hijos, constituye una
normativa, en gran parte sólo adecuada al caso de los hijos mayores de edad o
emancipado. Integran en él no sólo los recursos indispensables para la subsistencia de
una persona – teniendo en cuenta sólo sus necesidades orgánicas alimentarias -, sino
también los medios tendentes al permitirle al alimentista un íntegro desarrollo que le
posibilite el día de mañana un desenvolvimiento acorde con el tiempo que le ha tocado
vivir; esto es, el concepto de alimentos incluye todas las necesidades básicas de un ser
humano, tanto físicas como intelectuales; en una palabra, todo lo que es conveniente
para su sustento, habitación, vestido, asistencia médica cubierta por la seguridad social
– no la privada – así como también los gastos para formación de la menor, y para la
continuación de dicha formación, una vez haya alcanzado la mayoría de edad”.

4. LOS ALIMENTISTAS Y LAS PERSONAS OBLIGADAS AL


PAGO
Según el autor MORENO QUESADA10 “Una de las características de la prestación de
la deuda alimenticia entre parientes es la reciprocidad, en el sentido que las personas
designadas para reclamarlos, para percibirlos, son las llamadas también a prestarlos en
el caso de que, las circunstancias de unos y de otros, por avatares de la vida puedan
tornarse. La nota de reciprocidad que caracteriza esta institución, hay que entenderla
más en el sentido gramatical de corresponder a uno u a otro de los determinados por la
ley, y no en el sentido jurídico del art 1124 del CC.”

4.1 Sujetos de la pensión alimenticia


Según el artículo 143 CC.: Están obligados recíprocamente a darse alimentos, en toda la
extensión que señala el artículo precedente:

1º Los cónyuges.

El deber conyugal de socorro mutuo (art 68) se reduce al deber de alimentos cuando se
rompe la unidad de vida; durante la preparación y sustanciación del proceso de
separación, divorcio o nulidad.

9
Vid. la STC del Tribunal Supremo de 5 de Octubre de 1993, (RJ 1993/7464).
10
Vid. MORENO QUESADA, L. Curso de Derecho civil IV, editorial Tirant lo Blanch, Valencia, 2012,
pp. 45,46.

10
En supuestos de crisis matrimonial a conocimiento judicial, nos referimos a lo tratado
en el artículo 90 y siguientes.

En el ámbito material de aplicación de las normas queda circunscrito a los supuestos de


separación de hecho, respecto de la cual el Tribunal Supremo ha declarado
reiteradamente (SS de 25 de noviembre de 1982, 17 de Junio de 1972 y 28 de febrero de
1969) que cabe la reclamación de alimentos entre cónyuges, LASARTE ALVAREZ nos
dice 11“pues ningún precepto condiciona la exigibilidad de la deuda alimentaria de los
cónyuges al cumplimiento del deber de vivir juntos.”

2º Los ascendientes y descendientes.

El precepto comprende a todos los parientes en línea recta, ascendientes del grado más
próximo y los descendientes, también del grado más próximo.

3º Los hermanos.

En cuanto al desglose de tipos de hermanos podemos decir que serán uterinos, los hijos
de una misma madre, pero con diferente padre.

Y consanguíneos los hijos procedentes del mismo padre, y con diferente madre.

Según el art 144 deben considerarse alimentantes, entre sí, los hermanos de doble
vínculo y después los de vínculo sencillo.

Según el artículo 143, los hermanos solo se deben los auxilios necesarios para la vida,
cuando los necesiten por cualquier causa que no sea imputable al alimentista y se
extenderán en su caso a los que precisen para su educación.

Este deber de alimentos es restringido, subsidiario (a falta de familiares de mejor


derecho: art.144) y condicionado a la ausencia de culpa grave en la acusación, tanto de
la indigencia, como de los eventos que la motivaren.

4.2 Pluralidad de sujetos de la relación alimenticia y su orden de


prelación.
Si existen varios parientes que se encuentran obligados, el que se encuentra necesitado
no podrá dirigirse a su elección contra uno de ellos ni contra todos; solamente entonces,
podrá dirigirse contra un obligado, o una pluralidad de ellos en primer lugar.

La ley por lo tanto establece un orden de descarte o rechace, por lo que habiendo
parientes en orden más cercano en condiciones de prestar alimentos, no puede conducir
su exigencia a los de orden posterior en el repertorio establecido en el precepto.

Por lo que si el acreedor de alimentos está casado, (como veremos en el capítulo II de


este trabajo), su cónyuge es el primer obligado y si por lo que fuese se encontrase

11
Vid. LASARTE ÁLVAREZ, C. Derecho de familia, principios de derecho civil IV, p.354.

11
imposibilitado de hacer frente a la necesidad, entonces recaerá en los siguientes
obligados, sus descendientes.

Si entre ellos hay descendientes que no tengan igual grado, aquí el grado más cercano
excluye al grado más remoto (art 142 CC.), por lo que la petición habrá de dirigirse a
los hijos, luego a los nietos en su defecto, y así sucesivamente sin límite de grados.

Solamente cuando no se hallasen o no puedan cumplir ni cónyuge ni descendientes, el


alimentista debe conducir su intención a los ascendientes, en cuyo caso los de grado
anterior excluyen también a los de grado ulterior, aquí se encuentran obligados
primeramente los padres y subsidiariamente los abuelos, bisabuelos etc.

Finalizando, en defecto de todos los nombrados anteriormente, el acreedor podrá


interponer su acción frente a los hermanos, obligados, en primer lugar los de doble
vinculo y luego los de vinculo simple o sencillo.

Respecto a ese orden de prelación, queda por mostrar un último punto relacionada con
el deber que tiene el alimentista de respetar ese orden.

Si se halla un pariente de grado anterior con posibilidad económica de prestar alimentos


de reclamación no debe dirigirse frente a otro pariente obligado en ulterior pues la
obligación se manifiesta para el primero quedando el otro liberado.

Pero, si aun existiendo un pariente de los llamados con preferencia, éste está falto de
medios, el siguiente en orden capaz de hacer frente a la necesidad será quien asuma la
obligación; y en este caso, el alimentista puede destinarse directamente frente a éste
último, sin necesidad de demandar previamente al pariente anterior que ciertamente no
está obligado al no disponer de medios suficientes.

Para que la demanda progrese, es requisito necesario que el alimentista demuestre esa
carencia de medios del llamado con preferencia, como se desprende constantes y
repetidos pronunciamientos del Tribunal Supremo.

5. DELIMITACIÓN DEL DERECHO DE ALIMENTOS Y


DISTINCIÓN CON OTRAS FIGURAS
Cuando se habla de Obligación/ derecho de Alimentos, se refiere a los contemplados en
los Artículos 142 a 153 C.C, pero esta Obligación de Alimentos que aparece en el C.C y
en la vida real, pueden entenderse solapados con otros Artículos del C.C.

1º.-El deber de Socorro Mutuo regulado en los Artículos: 67 C.C “El marido y la mujer
deben respetarse y ayudarse mutuamente y actuar en interés de la familia”. Y Artículo
68 C.C “Los cónyuges están obligados a vivir juntos, guardarse fidelidad y socorrerse
mutuamente”. Que requiere la condición de Cónyuges y que es un deber recíproco que
surge por razón del matrimonio.

12
Para diferenciarlo del Deber / obligación de Alimentos del Artículo 142 C.C, ésta
Obligación no surge del Matrimonio sino del Estado de necesidad de los cónyuges que
va a entrar en juego en casos de crisis de convivencia , como en la separación en los
que por ejemplo los Tribunales determinarán lo que proceda. Cabría preguntarse ¿Va a
persistir la obligación de alimento entre los que están separados de hecho?

Constante matrimonio esa Obligación sería diferente a la que regula el Artículo 142 C.C
y ese derecho subsiste constante matrimonio. Por lo que de nuevo surge la cuestión de:
¿Sería posible que uno de los cónyuges pida alimentos de socorro mutuo constante
matrimonio y persistiendo la convivencia? En este supuesto no es necesario porque en
base a los derechos y deberes del matrimoniales vinculan ese proyecto y tanto en el
régimen de bienes gananciales en el cual los bienes se hacen comunes (Artículo 1375
C.C), como en la Participación en la cual se hace partícipe al cónyuge más
desfavorecido a participar en las ganancias obtenidas durante el tiempo en que dicho
régimen haya estado vigente (Artículo 1411 C.C).

En el caso de Separación de bienes cada de los cónyuges mantiene la individualidad del


propio matrimonio, lo que no es óbice para que cada uno contribuya en la proporción y
manera que se determine para subvenir las necesidades que la vida familiar reclame.
Están obligados a levantar las cargas familiares (Artículo 1437 y 1438 C.C)

2º.-Puede haber solapamiento en el Artículo 110 C.C que dice: “El padre y la madre,
aunque no ostenten la patria potestad, están obligados a velar por los hijos menores y a
prestarles alimentos “.

El Artículo 154.1 C.C dice: “Los hijos no emancipados están bajo la potestad del padre
y de la madre.

La patria potestad se ejercerá siempre en beneficio de los hijos, de acuerdo con su


personalidad, y comprende los siguientes deberes y facultades:

1º. Velar por ellos, tenerlos en su compañía, alimentarlos, educarlos y procurarles una
formación integral “.

Si recordamos que en el Derecho de Familia se hablaba de funciones, por la extensión


de este Artículo 154.1 C.C, englobaría el concepto de alimentos en sentido amplio y
esta obligación no es fruto de la Obligación legal que se desprende del Artículo 142
C.C, sino que es de la relación paterno-filial.

3º.-Los alimentos Voluntarios regulados en el Artículo 153 C.C que dice: “Las
disposiciones que preceden son aplicables a los demás casos en que por este Código,
por testamento o por pacto se tenga derecho a alimentos, salvo lo pactado, lo ordenado
por el testador o lo dispuesto por la ley para el caso especial de que se trate “que se
pueden establecer por Testamento (que es N.J pero no contrato) o por pacto entre las
partes.

13
Hijos menores de Edad: No sólo la obligación viene regulada en el Artículo 154.1 C.C
sino que también la obligación de un progenitor puede surgir de lo previsto en el
Artículo 142 C.C.

En el caso de que haya alcanzado la mayoría de edad y no lo precise para la educación


e instrucción, sino en base a que ese hijo por causa adversa viene a peor fortuna, esa
obligación no se englobaría en la patria potestad sino que esa obligación tendría una
configuración diferente.

6. FIJACION DE LA PENSION ALIMENTICIA ENTRE


CONYUGES

6.1 Posibilidad de la fijación de la pensión alimenticia entre cónyuges


después de la crisis matrimonial
La ley 30/1981, de 7 de julio, que reguló el nuevo derecho de familia en nuestro país no
hizo referencia en sus preceptos al derecho de alimentos entre los cónyuges, a diferencia
de lo que establecía el artículo 68.5 del CC de su antigua redacción, que posibilitaba la
fijación de alimentos a la mujer y en su caso al marido para la fase de medidas
provisionales coetáneas al pleito canónico y en el artículo 73.5 en el que se reconocía el
derecho de alimentos al cónyuge inocente de la separación.¿ Esta falta de referencia a
los alimentos entre cónyuges significa que ya no cabe su fijación tras la crisis
matrimonial? Son muchas las opiniones que se han vertido al respecto en favor y en
contra de la fijación de estos alimentos, sin embargo una cosa es evidente, que la
reforma de 1981 no modificó el artículo 143 del CC. en el que claramente se establece
que los cónyuges están obligados recíprocamente a darse alimentos en toda la extensión
que se señala en el artículo anterior y que por tanto no pudiendo modificarse por vía
jurisprudencial las disposiciones del Código civil, en tanto subsista el vínculo
matrimonial, lo quieran o no las partes, siguen siendo cónyuges, y así como señalan
algunas audiencias provinciales “la dicción del artículo 143 se refiere genéricamente a
la condición de cónyuge al enumerar los obligados a prestar alimentos, sin excluir los
casos en que haya cesado la convivencia ni los de separación legal, como sería lógico si
ése hubiera sido el deseo del legislador, manteniéndose en consecuencia la obligación
alimenticia en tanto no tenga ligar la disolución del matrimonio por algunas de las
causas previstas en el artículo 85, en cuyo caso ya no cabrá reclamación alguna por este
concepto como recuerda la sentencia del tribunal supremo de 29 de junio de 1988, para
el supuesto de previa declaración de divorcio”

Por otro lado, no costa en ningún precepto de la citada ley de 1981 que la cesación del
deber de socorro y ayuda mutua se un efecto de la sentencia de separación, que
únicamente les releva de vivir juntos y guardarse fidelidad.

6.2 Procedimiento adecuado para la fijación de la pensión alimenticia


entre cónyuges

14
Aclarado pues que sigue existiendo el deber de dar alimentos al cónyuge necesitado
mientras que subsista el vínculo matrimonial, cabe cuestionarse si puede efectuarse la
solicitud de estos alimentos dentro del procedimiento matrimonial, o por el contrario
hay que hacer uso del procedimiento de alimentos.

Cuando el alimentista es la propia esposa, no es pacífica la doctrina relativa al


procedimiento que tenga que seguirse. Si bien en alguna sentencia, como por ejemplo la
AT de Oviedo de 22 de septiembre de 1987, se mantiene la imposibilidad de que los
alimentos para la esposa puedan solicitarse dentro del procedimiento ordinario de
separación o divorcio, debiendo procederse a tal efecto bien por los artículos 1609 y
siguientes de la LEC, si son provisionales o por el declarativo ordinario si fueran
definitivos, por otra parte es communis oponio admitir la solicitud de la pensión de
alimentos dentro de la amplitud que permite el párrafo 3º del artículo 103 del CC, e
incluso al amparo del artículo 91 de este mismo código, cuando habla de las medidas en
relación con las cargas del matrimonio que claramente hace referencia entre ellas a los
posibles alimentos entre cónyuges, derivados de la obligación de ayudarse mutuamente;
derecho-obligación recogido en término generales en el artículo 68 en relación con la
convivencia del alimentista con el alimentante y de otra en la necesidad de hacer menos
gravosa la obligación, atendida en situación económica en que se encuentre el obligado.

7. CONTRATO DE LA PENSION ALIMENTICIA


En esta revista de derecho patrimonial12 encontramos un análisis general sobre el
contrato de la pensión alimenticia, nos encontramos con la Ley 41/2003, de 18 de
noviembre, de protección patrimonial de las personas con discapacidad y de
modificación del Código civil, de la Ley de Enjuiciamiento civil.” El presente artículo
tiene su origen en la Comunicación presentada y defendida en las Jornadas Hispano-
Cubanas sobre Protección jurídico-Patrimonial de las Personas con Discapacidad,
celebradas en la Universidad Rey Juan Carlos, de Madrid, los días 23 a 25 de noviembre
de 2005, ha introducido en el título XII del Libro IV del Código civil, que contempla los
contratos aleatorios, la regulación del contrato de alimentos. Para ello, ha aprovechado
los artículos 1791 a 1797, hasta ese momento vacíos de contenido tras la reforma
operada por la Ley 50/1980, de 8 de octubre”

Siguiendo con la explicación del contrato en la pensión alimenticia 13 “Como declara la


Exposición de Motivos de la Ley 41/2003, se amplían las posibilidades que actualmente
ofrece la renta vitalicia para atender las necesidades de las personas con discapacidad y,
en general, de las personas con dependencia, como los ancianos, y permite a las partes
contratantes cuantificar la obligación del alimentante en función de las necesidades

12
Es esta circunstancia la que ha determinado que el contrato de alimentos sea el primero que se
contemple en el título XII dentro de los contratos aleatorios, cuando lo lógico es que se hubiera
contemplado tras el contrato de renta vitalicia Vid. (ZURITA MARTÍN, Revista de Derecho Patrimonial
“Anotaciones al nuevo contrato de alimentos”, núm. 12, 2004, p. 148).
13
Vid. ECHEVARRÍA DE RADA, T .El nuevo contrato de alimentos: estudio crítico de sus caracteres:
Artículo: “Boletín del Ministerio de Justicia”, Nº 2019-2020, 2006, pp. 3462-3463.

15
vitales del alimentista. En el ámbito doctrinal se ha destacado la especial trascendencia
en lo que se refiere a la justificación legal del contrato en estudio, tanto porque supone
el reconocimiento implícito de las limitaciones de una modalidad -el contrato de renta
vitalicia-, próxima a la que ahora se tipifica pero menos operativa a los efectos
pretendidos, como porque «en dichas líneas se identifican los potenciales beneficiarios
de la iniciativa, añadiendo al colectivo de las personas con discapacidad expresamente
contempladas en la propia denominación de la Ley, el de las personas ancianas no
consideradas en principio destinatarias de las medidas de protección que articula
aquélla». No obstante, muy acertadamente, se añade que resulta llamativo que «sea en la
Exposición de Motivos, y de modo tan indirecto, donde se haga referencia al perfil de
los sujetos en los que se pensó al tipificar el contrato de alimentos, y no al abordar su
regulación». De hecho, a pesar de esa declaración contenida en la Exposición de
Motivos, si se tiene presente el ámbito del Código civil en el que se ha introducido el
contrato de alimentos, el mismo, en principio, podría utilizarse en cualquier supuesto en
el que las partes deseen regular sus intereses mediante esta figura jurídica, sin necesidad
de que se trate de personas que demanden una especial protección. Y digo en principio,
porque teniendo en cuenta el evidente desequilibrio entre las posiciones de las partes
que se deduce de la regulación de este contrato, fundamentalmente en lo que se refiere a
los efectos restitutorios de la resolución para el deudor de la prestación alimenticia, y
que tiene su justificación en el ámbito de la Ley que lo ha introducido, es casi seguro
que no será utilizado por personas que no se encuentren en esas especiales
circunstancias, limitándose, en consecuencia, sus posibilidades de celebración. El
Proyecto de Ley 121/000084, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las
Personas en Situación de Dependencia, define esta última en el artículo 2.2 en los
siguientes términos: «El estado de carácter permanente en que se encuentran las
personas que, por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad y
ligadas a la falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial,
precisan de la atención de otra u otras personas o ayudas importantes para realizar
actividades básicas de la vida diaria» Esta definición viene a coincidir con la que, antes
de la regulación del contrato de alimentos en el Código civil, venían ofreciendo tanto la
doctrina como la jurisprudencia del «vitalicio también llamado de «cesión de bienes a
cambio de alimentos» o de «pensión alimenticia», contrato atípico en el ámbito del
Derecho estatal. El contrato de aumentos regulado ex novo por el Código civil es
aleatorio, consensual, bilateral, oneroso, vitalicio, y también se afirma su carácter intuitu
personae.”

Conforme al artículo 1791 del Código civil, el contrato de alimentos es aquel por el que
«una de las partes se obliga a proporcionar vivienda, manutención y asistencia de todo
tipo a una persona durante su vida, a cambio de la transmisión de un capital en cualquier
clase de bienes y derechos». Es un contrato aleatorio, consensual, bilateral, oneroso,
vitalicio, y también se afirma su carácter intuitu personae.

El contrato de alimentos es aleatorio, porque las partes contratantes, al tiempo de su


celebración, desconocen el término final del vínculo, el cual depende de la duración de

16
la vida contemplada, así como la cuantía de la prestación alimenticia, que es variable en
función de las necesidades del alimentista. En consecuencia, aquéllas ignoran su
resultado; esto es, la mayor o menor ganancia y correlativa pérdida que obtendrán. Por
tanto, en este contrato, en el que la prestación de una de las partes es cierta y está
determinada en el momento de la conclusión del contrato y debe ser en todo caso
ejecutada, siendo incierta la prestación patrimonial de la otra parte en cuanto a su
duración y entidad, el alea es siempre bilateral, pudiendo aquél resultar más o menos
ventajoso para cada una de las partes en función de las circunstancias citadas.

CAPITULO II .PENSION ALIMENTICIA DE LOS


HIJOS TRAS LA SEPARACIÓN Y DIVORCIO
1. PENSIÓN DE ALIMENTOS
La pensión por alimentos es una consecuencia de la obligación que tienen los
progenitores de prestar alimentos a sus hijos, derivada de la filiación legalmente
determinada. Esta obligación afecta también a los que han sido privados de la patria
potestad y se extiende en el tiempo mientras los hijos sean menores o los necesiten para
vivir.

Debe ser entendida en un sentido bastante amplio, al comprender no solamente los


conceptos que se enumeran en el artículo 142 del CC “Se entiende por alimentos todo
lo que es indispensable para el sustento, habitación, vestido y asistencia médica. Los
alimentos comprenden también la educación e instrucción del alimentista mientras sea
menor de edad y aún después cuando no haya terminado su formación por causa que no
le sea imputable. Entre los alimentos se incluirán los gastos de embarazo y parto, en
cuanto no estén cubiertos de otro modo, “sino también los que se considere necesario
para que el menor pueda seguir viviendo en condiciones semejantes a las que disfrutaba
mientras no se había producido la ruptura de sus progenitores.

Limitándose al tratamiento legal que tienen los progenitores la obligación de prestar


alimentos a sus hijos, esto pues deriva del simple hecho de la filiación14,nos basamos en
varias sentencias una de ellas es la Sentencia del Tribunal Constitucional que en cuanto
al tema de la filiación nos dice que “ los alimentos a los hijos tienen su origen
exclusivamente en la filiación” afirmando que “ por imperativo constitucional, los
padres tienen obligación de prestar asistencia de todo orden a los hijos- asistencia que
naturalmente, incluye la contribución a los alimentos- con independencia de que estos
hayan sido concebidos dentro o fuera del matrimonio (art 39.3 CE), de que se haya
producido la nulidad matrimonial, la separación legal o la disolución del matrimonio
por divorcio (art 92 cc), o incluso, de que el progenitor haya sido excluido de la patria
potestad o demás funciones tuitivas.”

14
Vid. Sentencia del Tribunal Constitucional de 14 de Marzo de 2005,(RTC 2005\57).

17
Como decíamos antes, la filiación legalmente determinada, pues incumbe, incluso, a los
progenitores privados de la patria potestad.15”El padre y la madre aunque no ostentan la
patria potestad, están obligados a velar por los hijos y a prestarles alimentos” mientras
que sus hijos sean menores o necesiten para vivir.

Se discute, si incluso, aunque no los necesiten mientras sean menores de edad, en


cuanto a esto la sentencia16 nos explica que “no siempre el hecho de que el hijo sea
menor de edad implica necesariamente la obligación a cargo de sus progenitores de
prestarles alimentos cuando tuviera patrimonio bastante para atender a sus necesidades.”
y entendida dicha obligación en sentido muy amplio,17 ya que debe comprender no solo,
los conceptos que enumera el artículo 142 del CC recientemente explicados.

Tras la modificación del Derecho de Familia y el Código civil por la Ley 11/1981 de 13
de Mayo, surge un concepto jurídico que se refiere a la contribución de los gastos por
parte de los progenitores en relación al gasto de los hijos en proporción a sus ingresos y
a sus posibilidades económicas:

Según el artículo 93 del CC “El Juez, en todo caso, determinará la contribución de cada
progenitor para satisfacer los alimentos y adoptará las medidas convenientes para
asegurar la efectividad y acomodación de las prestaciones a las circunstancias
económicas y necesidades de los hijos en cada momento. Si convivieran en el domicilio
familiar hijos mayores de edad o emancipados que carecieran de ingresos propios, el
Juez, en la misma resolución, fijará los alimentos que sean debidos conforme a los
artículos 142 y siguientes de este Código”

El artículo 146 del CC nos especifica que “La cuantía de los alimentos será
proporcionada al caudal o medios de quien los da y a las necesidades de quien los
recibe”

De la relación paterno-filial nacen los gastos de los alimentos de los hijos y, en el caso
de menores, es consecuencia de la patria potestad, incluso aunque el alimentante esté
privado de la patria potestad,18 “son los jueces y tribunales los que tienen que
determinar la cuantía de la pensión”

De una ruptura matrimonial siempre surge una alteración en la economía de la unidad


familiar ya que se presentan unos gastos que antes eran compartidos y que ahora hay
que afrontar por separado.

15
Vid. artículo 110 del CC.
16
En cuanto a hijos menores de edad, Vid .La sentencia de la AP de Gerona de 18 diciembre de 1996,
(AC 1996\2409 )
17
Vid. La sentencia de TS, de 5 de octubre de 1993. (Recurso 536/1991). “considera que el tratamiento
jurídico de alimentos, derivados básicamente de la relación paterno filial, no ha de verse afectado por las
limitaciones propias del régimen legal de los alimentos entre parientes”
18
Vid por la SAP de Murcia, de 9 de mayo de 2006 (ref. 41/2006).

18
Sin embargo, la contribución al sostenimiento de cargas y alimentos tiene que ser
proporcional a las necesidades del progenitor que las proporciona y a las circunstancias
económicas del deudor de la prestación.

Es imprescindible que exista una obligación de atender a un mínimo de subsistencia por


debajo del cual los hijos no estarían en condiciones de satisfacer sus más elementales
necesidades.

Hay que recordar que según la ley, son hijos dependientes económicamente:

— todos los menores de dieciséis años si al menos uno de los padres es miembro del
hogar,

— los que tienen dieciséis y más años pero menos de veinticinco y son económicamente
inactivos, de nuevo si al menos uno de los padres es miembro del hogar.

Hay que decir también en relación con la cuantía y mínimos indispensables que 19“la
cuantía propuesta por el apelante se sitúa dentro de los mínimos indispensables para
garantizar la subsistencia de los hijos menores de edad, del mínimo vital que no precisa
de justificación, cuya cuantía sólo es testimonio de la persistencia de un deber que se
mantiene como un efecto inherente a la procreación que persiste en toda su extensión y
que incluso se viene fijando en aquellos casos en los que no se acreditan los ingresos del
obligado a prestar alimentos ni cuáles son sus posibilidades económicas».

1.1 El nacimiento del derecho a los alimentos


El derecho a ser alimentado es reconocido como un derecho fundamental de todo menor
y aparece recogido en la normativa internacional20: “Toda persona tiene derecho a un
nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y
en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios
sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo,
enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de
subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad”.

Por otra parte, se encuentra el Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales
y Culturales de 19 de Diciembre de 196621 ;“ Los Estados Partes en el presente Pacto
reconocen el derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado para sí y su familia,
incluso alimentación, vestido y vivienda adecuados, y a una mejora continua de las
condiciones de existencia. Los Estados Partes tomarán medidas apropiadas para
asegurar la efectividad de este derecho, reconociendo a este efecto la importancia
esencial de la cooperación internacional fundada en el libre consentimiento. “

19
Vid ley (94744/2006), DE LA IGLESIA MONJE, M. I. “Pensión de menores tras la ruptura
matrimonial y el mínimo vital “. Revista Critica de Derecho Inmobiliario, Nº740, año 2013.
20
Vid. artículo 25.1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 10 de diciembre de 1948.
21
Vid. Artículo 11.1 del Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 19 de
Diciembre de 1966.

19
También la Declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre los
Derechos del Niño de 20 de noviembre de 198922 nos dice que: “Los Estados Partes
tomarán todas las medidas apropiadas para asegurar el pago de la pensión alimenticia
por parte de los padres u otras personas que tengan la responsabilidad financiera por el
niño, tanto si viven en el Estado Parte como si viven en el extranjero. En particular,
cuando la persona que tenga la responsabilidad financiera por el niño resida en un
Estado diferente de aquel en que resida el niño, los Estados Partes promoverán la
adhesión a los convenios internacionales o la concertación de dichos convenios, así
como la concertación de cualesquiera otros arreglos apropiados. “

La exigencia de los alimentos en factible desde el mismo y preciso momento en el que


el alimentista se encuentre en situación de reclamarlos y exista cualquiera de los
familiares obligados al pago que cuente con medios económicos para atender dicha
reclamación.

El autor LASARTE ÁLVAREZ 23 nos dice que “El abolengo de la norma y su tenor
literal excluyen que el Juez pueda pronunciarse en sentido distinto, otorgando alimentos
-supongamos- desde que el alimentista comenzó a reclamarlos extrajudicialmente, de
forman infructuosa. No obstante, es obvio que si la reclamación extrajudicial rinde sus
frutos, los alimentos pueden ser exigibles a partir de ese momento y, en absoluto,
constituyen un pago indebido, pese a no existir demanda judicial alguna.”

Se ha instaurado, en unificación de doctrina, lo siguiente: 24“debe aplicarse a la


reclamación de los alimentos por hijos menores de edad situaciones de crisis del
matrimonio o de la pareja no casada la regla contenida en el art.148.1 CC “La
obligación de dar alimentos será exigible desde que los necesitare, para subsistir, la
persona que tenga derecho a percibirlos; pero no se abonarán sino desde la fecha en que
se interponga la demanda.”, de modo que, en caso de reclamación judicial, dichos
alimentos deben prestarse por el progenitor deudor desde el momento de la
interposición de la demanda”.

El origen del derecho a los alimentos en España, se fecha en las modificaciones obradas
en la materia en el Código Civil por las Leyes 11/1981 y 30/1981, de 13 de mayo y 7 de
julio respectivamente.

Esta ley introdujo las “pensiones de alimentos”, es decir, ya no las debidas como
expresión de la obligación alimenticia entre parientes, sino como las específicas
derivadas del divorcio y de la separación conyugal, a favor de los hijos, y desde la
modificación en materia de alimentos.

22
Vid. Artículo 27.4 de la Declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre los
Derechos del Niño de 20 de noviembre de 1989.
23
Vid. LASARTE ÁLVAREZ, C. Derecho de familia, principios de Derecho civil IV, p.356.
24
Vid. STS Tribunal Supremo de 14 junio de 2011, (RJ 2011\4527).

20
Desde entonces se han producido distintas reformas del Código Civil, como por
ejemplo, las llevadas a cabo por la Ley 11/1990, 15 octubre, de reforma del Código
Civil, en aplicación del principio de no discriminación por razón de sexo, y la Ley
15/2005, de 8 de julio, por la que se modifican el Código Civil y la Ley de
Enjuiciamiento Civil en materia de separación y divorcio.

En 1981, las pensiones de alimentos a favor de los hijos y también la pensión


compensatoria, fueron concebidas en marco social muy distinto al reciente ya que, por
ejemplo, la edad de emancipación de los jóvenes era mucho más temprana y en esos
años, la mujer no estaba integrada de la misma manera que hoy.

Por otra parte, la esperanza de vida ha ido aumentado, y en la actualidad, los ancianos se
ven en multitud de ocasiones solos y haciendo frente a sus gastos y a su asistencia
médica a través de personas contratadas, cosa que antes se asumía por la familia,
contando para ello con una exigua pensión.

Todas estas situaciones se han visto paliadas con la regulación del contrato de
alimentos, por la Ley 41/2003, de 18 de noviembre, de protección patrimonial de las
personas con discapacidad y de modificación del Código Civil, de la Ley de
Enjuiciamiento Civil y de la Normativa Tributaria con esta finalidad.

Con las reformas introducidas por la Ley 15/2005, de 8 de julio que modificó el Código
Civil en materia de guarda de los hijos menores en caso de ruptura matrimonial y no
matrimonial, y las reformas legislativas posteriores introducidas por algunas
comunidades autónomas en esta materia, se constató la necesidad de clarificar
conceptos y contenidos ante un fenómeno, el de la denominada custodia compartida,
que ha generado y sigue generando importantes debates sociales y que ha sido asumida
como bandera por parte de algunas organizaciones.

En cuanto a los alimentos debidos a los hijos que alcanzan la mayoría de edad, no
establece el Código Civil que deban establecerse sometidos a una limitación temporal.

1.2 Diferencia entre pensión de alimentos y gastos extraordinarios


Según el autor LEFEBVRE;25 “Aunque la pensión alimenticia se fija con la intención de
cubrir todas las necesidades de manutención, vestido, asistencia médica, educación y
formación de los hijos, lo cierto es que, en ocasiones, de manera extraordinaria, el
desarrollo físico, social o educativo de los hijos genera otra serie de gastos que no ha
sido provistos inicialmente en la cuantía establecida, por lo que es necesario fijar, en
relación a los mismos una contribución de cada progenitor. Son los denominados gastos
extraordinarios. Pues bien, estos gastos extraordinarios no entran en el concepto de
alimentos ordinarios.”

Las características que disponen que un gasto se extraordinario es que sea necesario e
imprevisible, y, por tanto, que la forma en que se va a sufragar no se haya podido
25
Vid. LEFEBVRE, F. Claves prácticas pensión de alimentos, las 100 cuestiones más consultadas, p. 21.

21
prever, discutir y resolver con carácter previo en el proceso de familia donde se haya
fijado la pensión de alimentos ordinarios.

Como por ejemplo, en el caso de actividades extraescolares o el salario de la persona


que trabaja en casa ayudando al cuidado de los menores, si son habituales, se vienen
desempeñando y pagando de forma frecuente y periódica antes del cese de la
convivencia, si se puede demostrar que van a seguir siendo elaboradas durante un
periodo más o menos largo y su conservación es posible dependiendo de los ingresos de
ambos progenitores y los nuevos gastos que la separación o divorcio generan,
comprenderemos que deben ser calificados como gastos ordinarios , y, por tanto, deben
ser valorados, cuantificados y apreciados a la hora de fijar cuantía de la pensión de
alimentos.

Por lo que, para que un gasto pueda ser estimado como extraordinario y, en
consecuencia, como un gasto no incluido en la pensión de alimentos ordinaria, debe
reunir las siguientes características:

1. Ser necesario ,2. Ser imprevisible, 3. No tener una periodicidad prefija ,4. Ser acorde
y asumible por el caudal del alimentante.

La principal diferencia entre la pensión alimenticia y los gastos extraordinarios reside en


que los gastos extraordinarios se costean aparte de la pensión y al margen de la misma y
se establecen por acuerdo de las partes.

Estos gastos son aquellos que pueden ser necesarios o indispensables pero nunca
reiterados y si no hay acuerdo entre las partes debe ser precisado por un juez.

Según TORRES PEREA26 “los gastos de los menores se pueden dividir entre los
progenitores, de modo que, por ejemplo, los gastos de vestuario y educación los abone
uno de ellos y los de alimentación y actividades los satisfaga el otro, teniendo siempre
presente la capacidad económica de cada uno de los progenitores.”

Este experto plantea que lo mejor es la apertura de una cuenta común, donde en función
de la capacidad económica, se hagan ingresos periódicos fijos para satisfacer los gastos
extraordinarios, haciéndose cargo cada progenitor de la alimentación del menor durante
los periodos temporales que convivan con él.

Por su parte el Tribunal Supremo en Sentencia27, “atribuye la custodia compartida de


los hijos por quincenas y con respecto a la pensión establece que cada progenitor se hará
cargo de las necesidades de los hijos durante el período temporal que convivan con
ellos, y los gastos extraordinarios por mitad.”

1.3 El llamado mínimo vital


26
Vid.TORRES PEREA, J.M. Interes del menor y derecho de familia , una perspectiva multidisciplinar
Editorial portal derecho S.A (iustel), Madrid, 2009, p.232.
27
Vid. en Sentencia del Tribunal Supremo de fecha 19 de julio del 2013 (RJ 4082/2013).

22
La autora MARTÍNEZ RODRÍGUEZ 28 nos detalla que “En España, la jurisprudencia
ha formulado la llamada doctrina del mínimo vital, en base a la cual no cabe la
modificación de medidas en cuestión de alimentos, y consiguientemente «no procede la
reducción de la pensión a la mitad por la mayoría de edad e independencia económica
del otro hijo, al suponer los 150 euros de pensión, un “mínimo vital” necesario para que
el hijo viva en condiciones de suficiencia y dignidad”

De acuerdo con la nueva doctrina jurisprudencial, se considera mínimo vital la cantidad


mínima imprescindible para el desarrollo de los hijos en condiciones de suficiencia y
dignidad.

El contenido de la pensión mínima vital tiene que garantizar un mínimo desarrollo


físico, intelectual y emocional al que deben contribuir o ayudar a sus progenitores, con
objeto de dar revestimiento a las necesidades de alimentación, vestido, educación, ocio,
etc. —en cuanto elementos integrantes del concepto jurídico de alimentos— del
alimentista.

La cantidad exigible incluso en personas de probada situación de desempleo (en el caso


objeto de estudio el mínimo se encuentra en 150 €, adhiriéndose a una doctrina
mayoritaria de otras Audiencias)

Incluso en la situación de insuficiencia o escasez económica del obligado a prestar la


pensión, la misma debe mantenerse, pese a que un hijo ya se haya independizado,
puesto que supone el mínimo vital necesario para que viva, en estos momentos, en
condiciones de suficiencia y dignidad .

Así se evitan los dilemas de inicio de procedimientos de transformación o reforma de


medidas por alteración de las circunstancias cada vez que surja el desempleo.

Se elude tener que probar continuamente que los sucesos que originan la modificación
de medidas tienen carácter estable, duradero, con vocación de permanencia, pues el
mínimo vital es el mínimo que independientemente de la situación del progenitor debe
otorgarse. El padre debe hacer lo posible y lo imposible para atender a sus necesidades
por encima de las suyas propias, nos encontramos con la sentencia de la Audiencia
provincial de Málaga de 2007,29 que plantea lo siguiente: “El padre se encuentra en
situación de desempleo y por ello percibe la correspondiente prestación. Con ella ha de
subvenir a sus propias necesidades y a las de los cuatro hijos que con él conviven, pero
ello no excluye que venga obligado también a contribuir al sostenimiento de su otro
hijo, pues la misma obligación le asiste respecto del mismo que respecto de los otros
cuatro hijos a su cargo. Goza de una alta cualificación académica, pues es Ingeniero
Técnico de Telecomunicaciones, siendo notoria la gran demanda de este tipo de
profesionales en el actual mercado de trabajo”

28
Vid. MARTÍNEZ RODRÍGUEZ, N. La obligación legal de alimentos entre parientes, Editorial la ley,
Madrid, 2002, p. 66.
29
Vid. SAP de Málaga, de 4 de enero de 2007, ( nº 943/2006)

23
La situación de desempleo es meramente coyuntural, lo que impide suspender su
obligación alimenticia para con su hijo menor.

Los obligados del derecho son los progenitores, los alimentantes que se hallan ante un
deber inexcusable por derivar de las obligaciones del ejercicio de la patria potestad y
dada la obligatoriedad de su regulación que para estos casos impone el artículo 93 del
Código Civil, siempre procederá fijar un mínimo vital sin perjuicio de que por razones
de fuerza mayor en algún caso no pueda ser atendido30 «…por razón de las obligaciones
asumidas por los mismos por su condición de tales, que no precisa de justificación y
cuya cuantía sólo es testimonio de la persistencia de un deber que se mantiene como un
efecto inherente a la procreación que persiste en toda su extensión y que incluso se
viene fijando en aquellos casos en los que no se acreditan los ingresos del obligado a
prestar alimentos ni cuáles son sus posibilidades económicas»

MARTINEZ GONZÁLEZ 31nos dice que “La evolución de la sociedad, la multiplicidad


de tipologías familiares, los cambios legislativos y la flexibilidad jurisprudencial en
algunas de dichas medidas, hacen cada vez más conveniente acudir a la mediación a fin
de llegar a acuerdos que se ajusten a las propias circunstancias familiares, y a las
ocasionadas tras la ruptura de manera individualizada y que, a su vez, sean las propias
partes las que gestionen soluciones más adecuadas para su futuro.

Según El TS confirma que la obligación de complacer un "mínimo vital" al menor solo


puede suspenderse en supuestos muy excepcionales.

La Sala Primera del TS ha dictado una sentencia, de fecha 2 de marzo de 2015


(sentencia número 111/2015, ponente señor Seijas Quintana)32, por la que reitera la
doctrina de la Sala respecto del denominado "mínimo vital" en los supuestos en los que
existen dificultades económicas para el pago de las pensiones de los hijos.

Según la jurisprudencia de las Audiencias Provinciales, este mínimo vital constituye


una prestación alimenticia a favor de los menores que suele oscilar entre los 150 y 200
euros en que suele fijarse por los Tribunales a pesar de que el progenitor no tenga
ingresos, salvo enfermedad o falta de capacidad o falta de aptitud para acceder al
mercado de trabajo, con el que se sospecha que se pueden cubrir las necesidades vitales
de los menores. Sin embargo en estos casos unas Audiencias optaban por la suspensión
o fijación de un porcentaje y otras, fijaban una cuantía en concepto de mínimo vital.

El TS recuerda que «lo normal será fijar siempre en supuestos de esta naturaleza un
mínimo que contribuya a cubrir los gastos repercutibles más imprescindibles para la
atención y cuidado del menor, y admitir solo con carácter muy excepcional, con criterio
restrictivo y temporal, la suspensión de la obligación, pues ante la más mínima
presunción de ingresos, cualquiera que sea su origen y circunstancias, se habría de
30
Vid. SAP de Murcia, de 4 de junio de 2013, (nº 58/2013)
31
Vid. MARTÍNEZ GONZÁLEZ, S.P. La mediación en el Derecho de Familia. Sucesiones hereditarias
y empresas familiares. Regulación legal y aspectos prácticos, editorial la ley, Madrid, 2013. p.62
32
Vid. S. del Tribunal Supremo de 2 marzo de 2015, (RJ 2015\601)

24
acudir a la solución que se predica como normal, aún a costa de un gran sacrificio del
progenitor alimentante» correspondiendo a la Sala revisar si se ha conculcado el juicio
de proporcionalidad por la sentencia.

Por lo que la Audiencia Provincial de Cádiz33, ante la inestabilidad económica del


padre, interrumpió la pensión alimenticia que tenía establecida, con base en los
siguientes argumentos: "aunque esta obligación de prestar alimentos a los hijos se
constituye en un deber inexcusable, no es el mismo tan absoluto que obligue a su
mantenimiento cuando consta acreditado en autos que el progenitor a quien se reclaman
carece de ingresos o estos son tan reducidos que no alcanzan a cubrir siquiera sus
propias necesidades, que vienen siendo atendidas por sus familiares y /o amigos, pues
en ese caso esa carencia se convierte evidentemente en una causa de fuerza mayor que
impide incluso la fijación del denominado mínimo vital, al convertirse en una prestación
imposible. Y, así las cosas, esa situación de carencia de ingresos por parte del
progenitor no custodio en este momento es extremo que debe reputarse acreditado con
la prueba practicad en la primera instancia, tal y como se infiere del informe de vida
laboral que consta al folio 36 de las actuaciones así como de las certificaciones que
constan a los folios 8, 54 y 55 de las mismas, de las que se infiere no solamente que el
apelante se encuentra en desempleo sino que además no percibe prestación o subsidio
alguno, y dicha precaria situación, por supuesto no buscada de propósito, le impide
hacer frente a sus propias necesidades, como lo evidencia el hecho de que carezca de
domicilio independiente viéndose obligado a vivir sus padres, los cuales, al parecer
venían haciéndose cargo de la pensión alimenticia, por todo lo cual procede la
estimación del recurso para suspender temporalmente la pensión alimenticia hasta que
el apelante obtenga ingresos de un trabajo remunerado o sea beneficiario de algún tipo
de pensión, subsidio o cualesquiera otras prestaciones, momento en el que volverá a
reanudarse la pensión alimenticia establecida”.

2. Determinación de la pensión alimenticia.


2.1 Tablas orientadas para la determinación de la pensión alimenticia
Contar con un sistema de baremos de pensiones alimenticias de aplicación generalizada
ha sido una antigua reclamación de los diferentes operadores jurídicos.

Se echaba en falta el instrumento que había de ser útil para reducir los niveles de
fortuitos o inesperados de los pronunciamientos judiciales, aumento la seguridad
jurídica y poniendo más fáciles las obtenciones de acuerdos y soluciones entre las
partes, con la consiguiente reducción de lo litigioso-contencioso en beneficio de la vía
consensual, de probada mayor eficacia en la solución de controversias, especialmente en
esta materia.

33
Vid. Audiencia Provincial de Cádiz 16 diciembre de 2013 (JUR 2014\31130)

25
Con esta finalidad descrita anteriormente, en julio 2013, el CGPJ presenta <<Las tablas
Orientadoras para el Cálculo de la Pensión Alimenticia para hijos en los procesos de
familia>> elaboradas recogiendo las experiencias desarrolladas y, en su vez,
considerando algunos elementos añadidos de carácter científico.

Cabe entender que su carácter es orientativo, sin perjudicar a la independencia de los


Jueces y Magistrados, tanto en su uso o no, como en su utilización a cada uno de los
casos concretos y ser utilizadas en los procesos de:

-nulidad, separación y divorcio,

-guarda y custodia de hijos menores y alimentos, (art. 748.4 LEC)

-medidas provisionales previas, coetáneas y cautelares de los anteriores procesos,

-alimentos entre parientes y

-medidas cautelares de los procesos de filiación, paternidad, y maternidad, (art. 768


LEC), tanto en procesos seguidos en los juzgados 1ª Instancia, de Familia o Violencia
contra la Mujer en primera instancia, como en los tribunales de Apelación y Casación
sobre los mismos.

El autor Francis Lefebvre nos dice que34 “con anterioridad a la publicación de estas
Tablas por el CGPJ, han existido otras, como las elaboradas por D. Antonio Pérez
Martín; asimismo, algunas Audiencias venían también acogiéndose a diferentes tablas
orientativas, como el caso AP Huelva 3-12-09, EDJ 368788.

Se han elaborado dos tipos de tablas:35


1º.- Tabla 1: estima el gasto de mantenimiento de los hijos en función del nivel de
ingresos de los progenitores.

- Los Jueces repartirán el coste entre ambos progenitores según las circunstancias
específicas del caso.

- Esta tabla es de aplicación en los supuestos de custodia compartida; dadas las muchas
modalidades en la concreción de este tipo de guarda, uno de los modelos de reparto
pudiera ser la proporción de tiempo de estancia del menor con uno u otro progenitor.

2º.- Tabla 2: ofrece el reparto de tales costes en proporción a los ingresos de cada
progenitor.

En los supuestos de custodia monoparental fija la pensión que corresponde al progenitor


no custodio en un supuesto de régimen de visitas "ordinario", esto es, fines de semana

34
Vid. LEFEBVRE, F. Claves prácticas pensión de alimentos, las 100 cuestiones más consultadas.
Editorial Redacción Lefebvre- El Derecho, Madrid, 2014 , p.43.
35
http://www.elderecho.com/actualidad/EDC_EDEFIL20140721_0017.pdf.

26
alternos, mitad de las vacaciones y una o dos tardes intersemanales , al considerar que el
progenitor custodio cubre su aportación durante el tiempo que permanece con el menor.

Del cálculo de una y otra se han excluido las partidas correspondientes a vivienda y
educación que deben ponderarse de manera independiente, por lo que la cantidad
resultante deberá incrementarse con tales con tales conceptos, en función de su importe
y criterios de reparto. En los casos de custodia monoparental, si el derecho de habitación
de los menores se cubre con la atribución del uso de la vivienda familiar al progenitor
custodio dicha pensión solo debería incrementarse con los gastos ordinarios de
educación.

La utilización de las Tablas del CGPJ requiere la previa determinación de los ingresos
netos (no brutos) de cada progenitor, calculados en 12 mensualidades, prorrateadas las
pagas extras y cualquier otro concepto que pueda percibirse.

Las Tablas presumen que no existen necesidades especiales por parte de los hijos, como
pudieran ser las derivadas de minusvalías, enfermedades u otras circunstancias. Si
concurriera esa variable se deberá tener en cuenta para la fijación de la pensión final.

Igualmente, la Tabla 2 no incluye los denominados gastos extraordinarios, cuya


concreción y forma de pago deberá determinarse separadamente.

Las Tablas no contemplan ingresos del obligado al pago de la pensión por debajo de
700 euros, al considerar que en rentas inferiores a esta cuantía ha de fijarse la
denominada "pensión mínima o de subsistencia", que jurisprudencialmente varía según
las zonas geográficas y poblaciones.

En este aspecto, también se ha considerado aplicar índices correctores por Comunidades


Autónomas y tamaño de los municipios, multiplicando la cantidad que ofrece la Tabla
(media estatal) por los índices de la comunidad autónoma y del municipio
correspondiente sin importar el orden.

27
En esta tabla que he adjuntado podemos ver el importe en euros de la pensiones
mensuales según los ingresos de los padres, nos desglosa diferentes casos según si el
progenitor se encuentra con custodia o sin ella, y también cuando un solo progenitor
obtiene ingresos.

Así por ejemplo un progenitor sin la custodia que tiene unos ingresos de 1.200 euros,
deberá de pasar 259 de esa cantidad.

En cambio sí se encuentra el progenitor en un caso con custodia y sus ingresos son de


1.200 euros, deberá de pasar 177 de esa cantidad.

También comentamos el ejemplo de un solo progenitor que obtiene ingresos, si esos


ingresos son de 1.250 euros al mes, la pensión a pagar seria de 283.80 euros.

También hay que tener en cuenta que si hay dos hijos lo valores se deben de multiplicar
por 1.45, si hay tres hijos por 1.65, si hay cuatro hijos, los valores se deben de
multiplicar por 1.93 euros.

2.2 Los criterios de determinación de la pensión alimenticia


El autor LASARTE ÁLVAREZ nos explica36 que “resulta inimaginable que el
legislador pudiera fijar respecto a la obligación alimenticia preceptos cuantitativos
específicos, pues el casuismo de la materia lo impide de raíz. Desde antiguo, pues, los
textos legales se han limitado a diferir al acuerdo entre las partes o, en su caso, al
arbitrio judicial el establece el criterio de que debe abstenerse conjuntamente a la
situación económica de alimentista y alimentante”. En su versión actualmente vigente
el artículo 146 del Código establece, en efecto, que “la cuantía de los alimentos será
proporcionada al caudal o medios de quien los da y las necesidades de quien los recibe”.

La situación patrimonial, pues, de los dos sujetos de la relación obligatoria ha de


constituir el punto de partida de la fijación concreta de la obligación alimenticia, cuya
prestación puede traducirse bien en una pensión o, por lo contrario, en el mantenimiento
del alimentista en la casa alimentante.

2.3. La fijación de la pensión.


En el caso de que la obligación alimenticia se preste mediante pensión, en la mayoría de
los supuestos de reclamación judicial, encontramos que se ha fijado una cantidad
mínima (15 o 40.000 euros). Dicha cuantía naturalmente, puede someterse (y así debe
solicitarse expresamente en la correspondiente demanda) a cláusulas de estabilización
que garanticen su valor en el futuro.

El análisis de la jurisprudencia más reciente (de las Audiencias Provinciales) nos detalla
que, al menos para familias de tipo medio, la fijación cuantitativa de la pensión en favor
de los hijos se encuentra en una aproximación de 300 € al mes.

36
Vid. LASARTE ÁLVAREZ, C. Derecho de familia, principios de derecho civil IV, p.358.

28
2.4. Las formas de la prestación.
El artículo 149 establece, desde la redacción originaria del Código, que “el obligado a
prestar alimentos podrá, a su elección, satisfacerlos, o pagando la pensión que se fije, o
recibiendo y manteniendo en su propia casa al que tiene derecho a ellos”.

La obligación alimenticia es una obligación alternativa que puede cumplirse por el


deudor alimentante, a su elección de dos formas diversas: mediante el pago de la
correspondiente pensión pecuniaria o mediante mantenimiento a domicilio del
alimentista.

En principio, la práctica y algunos preceptos de Código conceden superioridad o


prioridad a la pensión pecuniaria que “se verificará por meses anticipados “(art. 148.2),
dado el presupuesto de necesidad o menesterosidad del alimentista. Pero, el
planteamiento del art. 149 no descarta que el alimentante, a su libre preferencia,
dictamine encargarse y, mantener al alimentista en su propio domicilio.

La capacidad de elección del deudor alimentante, sin embargo, ha originado diversos


conflictos en el pasado y, en la actualidad, ha producido bastantes problemas, sobre
todo en situaciones de crisis matrimonial y, en concreto de divorcio (el supuesto tópico
ha consistido en que el padre divorciado ha pretendido prestar, en su domicilio,
alimentos a los hijos que han quedado bajo la custodia de la madre). Ante ello, la Ley
Orgánica 1/1996, de Protección Jurídica del Menor, siguiendo la jurisprudencia del
Tribunal Supremo al respecto, ha añadido en el artículo 149.2 lo siguiente “ Esta
elección no será posible en cuanto contradiga la situación de convivencia determinada
para el alimentista por las normas aplicables o por resolución judicial. También podrá
ser rechazada cuando concurra justa causa o perjudique el interés del alimentista menor
de edad”.

3. CRITERIOS PARA DETERMINAR SU IMPORTE Y FORMA DE


PAGO.
El artículo 39.3 de la Constitución, obliga al progenitor a compartir con sus hijos sus
recursos económicos hasta el límite de su propia subsistencia, es decir la obligación de
mantener a los hijos no responde como en el caso de los alimentos entre parientes al
concepto de necesidad, sino a la responsabilidad y participación de los hijos de las
posibilidades personales y materiales de sus padres.

En este sentido, la Sentencia del Tribunal Constitucional de 14 de Marzo de 2005 37 con


cita de la anterior Sentencia del Tribunal Constitucional 1/2001 de 15-1 considera que
“mientas la obligación entre parientes descansa en la situación de necesidad perentoria
de los mismos o para subsistir, y se abona solo desde la fecha en que se interponga la
demanda (art.148 CC.) y puede decaer por diversos motivos relacionados con los
medios económicos o, incluso, el comportamiento del alimentista, por el contrario

37
Vid. Sentencia del Tribunal Constitucional de 14 de Marzo de 2005 (RTC 2005/57).

29
señala esta resolución que “ los alimentos a los hijos , en la medida que tienen su origen
exclusivamente en la filiación (art 39.3), ni precisan demanda alguna para que se origine
el derecho a su percepción , ni la ley prevé excepciones al deber constitucional de
satisfacerlos”

3.1 Prueba de ingresos: valoración de la situación económica de cada


progenitor y su dedicación personal a la prole.
Según el autor LEFBVRE 38respecto a la situación de prueba de ingresos nos detalla
que: “Todo progenitor, por el hecho de serlo, tiene la obligación de contribuir al
sostenimiento de sus hijos. Por tanto, en principio, en una sentencia de divorcio o
separación o en el convenio regulador se debe fijar el modo en que van a contribuir cada
uno de los progenitores a sufragar los gastos, necesidades y alimentos de sus hijos:

- bien mediante el abono de una suma periódica de dinero (a cargo del progenitor no
custodio),

-bien mediante el cuidado o atención personal (a cargo del progenitor custodio).”

Las circunstancias concretas de las partes a la hora de determinar la pensión de


alimentos son fundamentales, incluyendo los ingresos económicos del progenitor
custodio. Es decir, la pensión de alimentos se fija primordialmente en base a las
necesidades de los hijos y en proporción a la situación económica de cada progenitor y
su dedicación personal a la prole.

A la hora de valorar la situación económica de cada progenitor, no se tiene en cuenta


sólo su sueldo sino todas sus fuentes de ingreso (indemnizaciones, herencias, ayudas o
becas públicas, parte de las dietas, etc.), sus cargas y los gastos que genera su
subsistencia básica (comer, vestir y habitación).

1. Es recomendable concretar el momento mensual de los ingresos de cada progenitor,


especificado, en su caso, si el cómputo es en doce mensualidades o en catorce o más, en
función de las pagas extras.

2. En cuanto a las necesidades/gastos de los menores, se debe valorar todo, es decir,


comida, ropa, estudios, ocios, gastos que se le imputan de los suministros de la casa, etc.
Para la fijación de la cuantía de los alimentos también hay que tener en cuenta los
tiempos de convivencia del menor con cada progenitor.

3. Para fijar la pensión de alimentos, respecto del alimentante se han de tener en cuenta
sus posibilidades económicas reales, lo que implica atender no al caudal de bienes de
que dispone en ese momento sino a su total patrimonio, que genera ingresos pero
también implica gastos que han de deducirse. Así, además de los ingresos económicos
efectivos que tiene el alimentante, en muchas ocasiones encontramos que suelen hacer
frente a cargas familiares, normalmente representadas por un préstamo hipotecario que

38
Vid. LEFEBVRE, F. Claves prácticas pensión de alimentos, las 100 cuestiones más consultadas, p.55.

30
grava la vivienda familiar, y junto a ello suelen tener otro tipo de gastos o cargas
personales, como pueden ser el arrendamiento de una vivienda con otros gastos que
conlleva.

Los ingresos se prueban:

a) Cuando se trata del salario, mediante la certificación de la empresa, si trabajas por


cuenta ajena.

b) Mediante los documentos oportunos como trabajador autónomo.

c) Si está desempleado, mediante la certificación proporcionada por el INEM donde se


determinará la cuantía y el plazo de duración.

d) Cuando existen ingresos de efectos mobiliarios o de bienes inmuebles estos habrán


de justificarse igualmente.

En el caso de efectos mobiliarios, mediante la certificación bancaria, y en el supuesto de


los ingresos o a través de cualquier otro medio de prueba.

e) A efectos de tener utilidad para obtener información sobre capacidad económica del
obligado al pago, la aportación de las últimas declaraciones del IRPF.

Presentadas las certificaciones de los ingresos, es posible que tales ingresos no


coincidan con el volumen de gastos soportados por el alimentante. Ello permite a los
tribunales presumir la existencia de otros ingresos no declarados a la hora de fijar la
cuestión. También cabe que ocurra lo contrario, esto es, que reclamen alimentos en base
a unos ingresos que en realidad son inferiores.

3.2 Fijación de pensión de alimentos en caso de custodia compartida.


Es necesario e imprescindible que ambos progenitores cooperen en la manutención de
sus hijos, en relación a sus ingresos y a las exigencias y carencias de los hijos,
apreciándose el trabajo personal de cada progenitor y las necesidades reales de los hijos,
con el propósito de eludir que las condiciones de vida de los hijos sean claramente
diferentes según convivan con uno u otro progenitor.

Lo que queremos decir con lo dispuesto anteriormente es que tras la separación o


divorcio lo que se pretende y la finalidad clara de todo es que los requisitos y
condiciones de los hijos no sean diferentes, y que sigan siendo lo más iguales posible en
función claro está, de las posibilidades económicas de cada progenitor.

Las soluciones que se llevan acogiendo actualmente y son utilizadas bastante son por
ejemplo:

a) Si los ingresos son semejantes, que cada progenitor aporte los gastos ordinarios de
manutención durante el tiempo que está con cada uno de ellos, y que el resto de gastos
se abone al 50% (ropa, gastos escolares, actividades extraescolares, gastos

31
extraordinarios, etc.) con cargo a una cuenta bancaria donde ambos progenitores deben
ingresar una determinada cantidad; Y€

b) Si los ingresos son diferentes, además habría que fijar que el progenitor que gane más
abone al otro una determinada cantidad para sufragar esos gastos ordinarios de
manutención (comida y ocio).

Vemos que no es aceptable, ni se debe permitir por los jueces, uso fraudulento de la
Ley, asistiendo a la custodia compartida como medio para no abonar alimentos y no en
interés del menor que esto si sería por lo tanto aceptable por consiguiente, no es que sea
forzoso o preceptivo el no fijar alimentos en supuestos de custodia compartida, sino que
cada situación concreta se deberá resolver de diferente manera dependiendo de las
características de cada una y asiduamente desde la visión de proteger al menor en todo
momento al máximo posible.

En resumen podemos decir que

1. Ambos progenitores están obligados a contribuir a los alimentos de sus hijos en


proporción a su disponibilidad económica y su dedicación personal al cuidado de los
mismos.

2. La cuantía de los alimentos también debe guardar proporción con las necesidades del
hijo/a o alimentista.

3. Se debe evitar, en la manera de lo posible, que el nivel de vida de los hijos menores
de edad se vea minorado o perjudicado por el cese de convivencia de sus progenitores.

4. Se debe procurar que el nivel de vida del menor sea igual tanto viviendo con su padre
como cuando vive con su madre. O, al menos, que en una y otra vivienda tenga el
mismo nivel que tenía cuando sus progenitores vivían juntos y él con ellos.

4. LA PRESTACIÓN DE ALIMENTOS

-Cuantía de la prestación:
Por lo que atañe a la cuantía tanto de los más limitados como de los amplios, será la
adecuada para que el alimentista alcance bien el nivel más bajo, en el caso de aquellos,
bien el que corresponda, en el caso de éstos. De forma que si no tiene ningún medio
propio, el alimentante deberá posibilitarle todo hasta que alcance aquellos niveles; y si
aunque suficientes tiene algunos medios, el alimentante deberá pasarle alimentos en la
cantidad necesaria para completar los niveles repetidos.

Según los artículos 93, 142, 144,146 y 147 del CC., el primero de los cuales deberá
hacer referencia a la obligación de ambos progenitores a contribuir para satisfacer los
alimentos de los hijos, sin discriminación entre ellos por razón alguna debe fijarse en
proporción al caudal y medios de quien los da y las necesidades de quien los recibe

32
(art.146 del CC.), teniendo en cuenta los conceptos que debe comprender, aplicando
toda la normativa legal desde la óptica del favor filli..

Para esto consideramos dos sentencias fundamentales a la explicación fundada


anteriormente, por un lado la Sentencia del Tribunal Supremo 39consideró que “la
imposición a un padre de pensiones alimenticias distintas para dos hijos nacidos de
distintas relaciones no era contrario al principio de igualdad ni suponía la
discriminación alguna por razón de nacimiento, pues obedecía la diferencia de recursos
de que disponían las madres de cada uno de estos hijos”

Por otro lado y en semejante sentido la Sentencia de la AP de Madrid 40considera que


“para la fijación de alimentos a favor de los hijos en supuestos de crisis matrimonial
deben tenerse en cuenta los ingresos d cada uno de los litigantes los cuales permitirán
fijar la proporcionalidad” añadiendo que “la madre deberá igualmente contribuir con sus
propios recursos, hasta colmar las necesidades, pues debe hacerlos a tenor de los
dispuesto en los artículos 110 y 143 a 146 del cc así como en el 154.”

-Oscilaciones de la prestación:
Tanto si aumentan (por ejemplo, contrae una enfermedad que obliga a hacer más
gastos), como si disminuye (por ejemplo, acaba sus estudios, y cesa de tener que pagar
la enseñanza) las necesidades del alimentista, como si aumentan o disminuyes los
medios del alimentante, aumentara o descenderá correlativamente la cuantía de lo que
este debe proporcionar hasta quedar, en el mínimum que requieren los alimentos
restringidos o en la cantidad que pidan los alimentos amplios.

El artículo 39.3 de la Constitución, obliga al progenitor a compartir con sus hijos sus
recursos económicos hasta el límite de su propia subsistencia, es decir la obligación de
mantener a los hijos no responde como en el caso de los alimentos entre parientes al
concepto de necesidad, sino a la responsabilidad y participación de los hijos de las
posibilidades personales y materiales de sus padres.

En este sentido, la Sentencia del Tribunal Constitucional de 14 de Marzo de 2005 41 con


cita de la anterior Sentencia del Tribunal Constitucional 1/2001 de 15-1 considera que
“mientas la obligación entre parientes descansa en la situación de necesidad perentoria
de los mismos o para subsistir, y se abona solo desde la fecha en que se interponga la
demanda (art.148 CC.) y puede decaer por diversos motivos relacionados con los
medios económicos o, incluso, el comportamiento del alimentista, por el contrario
señala esta resolución que “ los alimentos a los hijos , en la medida que tienen su origen
exclusivamente en la filiación (art 39.3), ni precisan demanda alguna para que se origine
el derecho a su percepción , ni la ley prevé excepciones al deber constitucional de
satisfacerlos”

39
Vid. la Sentencia del Tribunal Supremo, de 18 de Mayo de 2001, (nº 489/2001).
40
Vid. Sentencia de la AP de Madrid, de 16 de marzo de 2006 (nº 355/2006).
41
Vid. Sentencia del Tribunal Constitucional de 14 de Marzo de 2005, (RTC 2005/57).

33
4.1. El fondo de garantía del pago de alimentos.
Antes de que se aprobara Real Decreto 1618/2007 de 7 de Diciembre, el autor
CARRASCO PERERA42 venía a referirse a este fondo con el que sufragar el pago de
las pensiones alimenticias a hijos a cargo de madres separadas o divorciadas, cuando
dichas pensiones no sean atendidas por el progenitor al que el convenio o la sentencia
impuso la deuda incumplida. Sobre el particular apuntaba que esta deuda impagada
alcanza al 80% de la cifra global fijada en concepto de alimentos a hijos. Pero hacía
algunas reflexiones señalando que “también se sabe ya que existen componentes en la
cifra de pensión alimenticia a hijos que inevitablemente incrementan las rentas de la
madre , y que los pagadores lo saben, por lo que, salvo rasgos de solidaridad pos ruptura
no presumibles, lo racional es que finalmente los padres dejen con el tiempo de pagar.
Es muy probable que no exista en la práctica ejercicio de la acción de reembolso del
fondo. El coste de un aparato jurídico para ello sería muy alto (similar en estructura,
costes y perfección a las agencias públicas de cobro de la Seguridad Social y Hacienda),
con lo que se puede afirmar que los gastos de mantener este servicio de reclamaciones
serían superiores a los pagos obtenidos por vía de reembolso. Tampoco las cantidades
que se pudieran obtener serían muy pingües, si estamos hablando de la cobertura en el
nivel de la miseria, con lo que volvería a existir una desproporción entre coste de
obtención del pago y cuantía de lo recaudado. Finalmente, a diferencia de lo que ocurre
con Hacienda y Seguridad Social, las posibilidades de fracaso en vía ejecutiva son
bastante altas, no sólo por las considerables bolsas de insolvencia que deben existir, sino
porque, a diferencia de la vía de apremio que conocemos, el padre demandado podría
defenderse alegando toda suerte de argumentos (pobreza, modificación de
circunstancias, compensación, mayoría de edad, holgazanería de los hijos, mejora de
fortuna de la madre, etc.) que acabarían haciendo muy especulativo el resultado del
reembolso.”

Hechas estas anotaciones, fue el Real Decreto 1618/2007 de 7 de Diciembre43 el que


por vino a regular el Fondo de Garantía del Pago de Alimentos, creado en la disposición
adicional quincuagésima tercera de la Ley 42/2006, de 28 de diciembre, de Presupuestos
Generales del Estado para 2007, así como establecer las condiciones y requisitos de
acceso de los beneficiarios a los anticipos y los procedimientos de su abono y reintegro
o reembolso.

42
Vid. CARRASCO PERERA, A . “Un fondo para pagar las pensiones alimenticias”. Actualidad jurídica
Aranzadi, núm. 720, 2007.

43
Vid Artículo 1 del Real Decreto 1618/2007 de 7 de diciembre del fondo de garantía del pago de los
alimentos.

34
-Los beneficiarios de los anticipos:44
1. Serán beneficiarios de los anticipos del Fondo los españoles menores de edad, así
como los menores nacionales de los demás Estados miembros de la Unión Europea
residentes en España, titulares de un derecho de alimentos judicialmente reconocido e
impagado, que formen parte de una unidad familiar cuyos recursos e ingresos
económicos, computados anualmente y por todos sus conceptos, no superen los límites
que se establecen en el artículo 6 de este real decreto.

2. También serán beneficiarios los menores de edad extranjeros no nacionales de un


Estado miembro de la Unión Europea que, siendo titulares de un derecho de alimentos
judicialmente reconocido e impagado, cumplan los siguientes requisitos:

a) Residir legalmente en España y haberlo hecho durante cinco años, de los cuales dos
deberán ser inmediatamente anteriores a la fecha de solicitud del anticipo.

Para los menores de cinco años estos periodos de residencia se exigirán a quien ejerza
su guarda y custodia.

No obstante, si el titular de la guarda y custodia fuera español bastará con que el menor
resida legalmente en España al tiempo de solicitar el anticipo, sin necesidad de acreditar
ningún periodo previo de residencia.

b) Ser nacionales de otro Estado que, de acuerdo con lo que se disponga en los tratados,
acuerdos o convenios internacionales o en virtud de reciprocidad tácita o expresa,
reconozca anticipos análogos a los españoles en su territorio.

c) Formar parte de una unidad familiar cuyos recursos e ingresos económicos,


computados anualmente y por todos sus conceptos, no superen los límites que se
establecen en el artículo 6 de este real decreto.

3. A efectos de lo dispuesto en el apartado anterior, se entenderá que residen legalmente


en España los extranjeros que permanezcan en su territorio en alguna de las situaciones
de residencia legal previstas en la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos
y libertades de los extranjeros en España y su integración social.

Cuantía del anticipo.45


1. La cuantía del anticipo que conceda el Fondo de Garantía del Pago de Alimentos se
considerará siempre en importes mensuales.

2. El beneficiario tendrá derecho al anticipo, con cargo al Fondo, de la cantidad


mensual determinada judicialmente en concepto de pago de alimentos.

44
Vid Artículo 4 del Real Decreto 1618/2007 de 7 de diciembre del fondo de garantía del pago de los
alimentos.
45
Vid Artículo 8 del Real Decreto 1618/2007 de 7 de diciembre del fondo de garantía del pago de los
alimentos.

35
3. No obstante lo anterior, la cuantía máxima del anticipo a percibir por un beneficiario
se establece en 100 euros mensuales. Si la Unidad familiar estuviera integrada por
varios beneficiarios este límite operará para cada uno de ellos.

4. Si la resolución judicial fijara una cuantía inferior a la prevista por el apartado


anterior, la cuantía del anticipo a percibir con cargo al Fondo será la fijada por dicha
resolución judicial.

Plazo máximo de duración de la garantía del Fondo. 46


El plazo máximo de percepción de los anticipos reconocidos a cada beneficiario será de
dieciocho meses, ya se perciba el anticipo de forma continua o discontinua.

Efectividad y pago. 47
Los efectos económicos del anticipo se producirán a partir del día primero del mes
siguiente a aquél en que se hubiese presentado la solicitud. El pago se efectuará por
mensualidades vencidas y lo percibirá quien tenga la guarda y custodia del menor
beneficiario.

¿El impago de la pensión alimenticia es constitutivo de delito?

La crisis económica ha disparado las denuncias penales por el impago de


pensiones alimenticias. En un primer momento, el impago de dichas pensiones parece
ser constitutivo de delito48, rúbrica que ha sido modificada y que pasa a decir “Del
abandono de familia, menores o personas con discapacidad necesitadas de especial
protección”. Es en esta Sección donde se integran las conductas más graves de
incumplimiento de deberes familiares, todas ellas tipificadas como delitos, y más ahora,
teniendo en cuenta que la reforma del Código Penal del pasado 31 de marzo de 2015
que entrará en vigor el 1 de julio de ese mismo año, ha suprimido las faltas en su
articulado.
El precepto citado, establece que “El que dejare de pagar durante dos meses
consecutivos o cuatro no consecutivos cualquier tipo de prestación económica en favor
de su cónyuge o sus hijos, establecida en convenio judicialmente aprobado o resolución
judicial en los supuestos de separación legal, divorcio, declaración de nulidad del
matrimonio, proceso de filiación, o proceso de alimentos a favor de sus hijos, será
castigado con la pena de prisión de tres meses a un año o multa de seis a 24 meses”. Sin
embargo, para que pueda aplicarse efectivamente dicho precepto y el impago pase a ser
considerado delito se exige la concurrencia de una serie de elementos.

46
Vid Artículo 9 del Real Decreto 1618/2007 de 7 de diciembre del fondo de garantía del pago de los
alimentos.
47
Vid Artículo 10 del Real Decreto 1618/2007 de 7 de diciembre del fondo de garantía del pago de los
alimentos.
48
Vid Artículo 227.1 del Código Penal, situado en la Sección 3ª del Capítulo III del Título XII del Libro
II, bajo la rúbrica “Del abandono de familia, menores e incapaces”

36
4.2 ¿Cómo se paga la pensión alimenticia dependiendo de la edad de
los hijos?
Cuando se trate de hijos menores de edad, éstos tienen derecho en función de los
ingresos de ambos progenitores, a que su situación económico-social no varíe por el
hecho de que sus progenitores dejen de vivir juntos. Es decir, la pensión de alimentos
tiene que cubrir sus gastos de alimentación, vestido, vivienda, educación, ocio,
cumpleaños, la paga semanal etc.

Cuando se trata de hijos mayores de edad, sólo se incluyen los gastos necesarios para el
sustento, vivienda y educación.

En los dos casos se debe de respetar la regla de proporcionalidad entre las necesidades
del alimentista y las posibilidades económicas del alimentante.

El derecho a la pensión alimenticia de los hijos mayores de edad no se extingue por el


solo hecho de cumplir los 18 años, sino que también puede prolongarse esa situación en
tanto los hijos carezcan de ingresos propios y convivan en el domicilio conyugal (art
93.2 CC.)

La falta de ingresos del mayor de edad no ha de depender de su voluntad, por lo que si


nos encontramos ante hijos mayores de edad que han concluido sus estudios y poseen
una potencial capacidad laboral, está claro que aunque convivan con uno de los
progenitores no siempre van a gozar del derecho a la pensión de alimentos y en la
mayoría de los casos los tribunales deniegan la existencia de necesidad para reconocer
la pensión.

Sí tienen derecho a la pensión de alimentos cuando desempeñan esposa directamente un


trabajo y tienen algunos ingresos que no le proporcionan suficiencia económica
independiente.

Ha de tenerse en cuenta que cuando existen hijos mayores que cursan estudios y por lo
tanto, están en proceso de formación, que dependen económicamente de sus padres,
aquellos tienen derecho a una pensión y normalmente los tribunales se la reconocen, en
todo caso la obligación alimenticia de los padres respecto de los hijos mayores de
edad no puede prolongarse indefinidamente en función únicamente de los deseos del
hijo en la ampliación de su formación universitaria.

Planteamos diferentes cuestiones a tener en cuenta para entender mejor las diferentes
formas de cuantía de la pensión alimenticia en diversos procesos matrimoniales.

En primer lugar exponemos el caso en el que un matrimonio se divorcia en un momento


en que las deudas contraídas por la sociedad de gananciales son elevadas, por lo que
deben pagar mensualmente 1350€ (la mitad cada esposo). El esposo gana neto al mes
2400 euros y la esposa 1200, el esposo ha salido de la vivienda conyugal y ha tenido
que alquilar un piso, la esposa es la titular de la vivienda conyugal y allí vive con sus

37
dos hijos, ambos mayores de edad, y le exige una pensión de alimentos de 1200 euros al
mes alegando que los hijos tienen muchos gastos como carnet de conducir, universidad
privada etc., los hijos aún no han comenzado la universidad.

¿Hasta qué punto se le puede exigir a un padre una pensión alimenticia en favor de unos
hijos mayores de edad que se calcula incluyendo gastos que el padre no está dispuesto a
asumir (universidad privada, carnet conducir, profesores particulares) al entender que su
calidad de vida quedaría reducida drásticamente? ¿Qué pensión a cargo del padre
podría estimarse correcta?

Analizamos que esta cuestión debe resolverse al amparo del CC. art 93.2 y por tanto si
hablamos de hijos mayores de edad que no tienen independencia económica y conviven
con el progenitor que solicita la pensión, tienen derecho a que se fije a su favor una
pensión de alimentos, esta se fija en los procesos matrimoniales no tiene el mismo
alcance según sean los hijos menores de edad o mayores. En este caso, incluye lo
indispensable para el sustento, habitación, pero también los gastos necesarios para su
formación.

En uno y otro caso se debe respetar la regla de proporcionalidad entre las necesidades
del alimentista y las posibilidades económicas del alimentante. Para cuantificar la
pensión que se debe de abonar se deberá estar a los que se pruebe en el caso concreto.

En relación a los gastos de universidad, se den valorar varias circunstancias entre ellas:

Si esos estudios se pueden hacer en una universidad pública, los ingresos de ambos
progenitores, la posibilidad de acceso a becas, la dedicación de los hijos los estudios etc.

También se debe tener en cuenta que si esos estudios universitarios no se han iniciado,
en principio, no se puede incluir su coste en la cuantía de la pensión. Si se podrá fijar
para el futuro, pero condicionado a que los mismos realmente se inicien. En relación al
coste del carné de conducir, al ser un gasto puntual se considera como gasto
extraordinario, y en cuanto a las clases particulares dependerá de lo que se pruebe y la
periodicidad de las mismas, pues dependerá de ello de que se pueda considerar dentro
de los alimentos ordinarios o más bien como gasto extraordinario, pero en todo caso
para su concesión es esencial que se acredite realmente su necesidad.

Otra cuestión a modo de ejemplo que podemos resolver es la siguiente:

En situación de divorcio, cuando los hijos tienen 25 o más años, ¿hay alguna edad
reglamentaria o algún límite de tiempo en pasar la pensión alimenticia?

Consideramos que no hay una edad exacta, ya que los derechos de los hijos a la
prestación de alimentos no cesan automáticamente por haber alcanzado la mayoría de
edad, sino que subsisten si se mantiene la situación de necesidad no imputable a ellos.

La sentencia del TS nos desarrolla que “la conveniencia de establecer una interpretación
de la norma que garantice uniformidad. Legitimación: Indudable interés legítimo del

38
cónyuge con quien conviven los hijos mayores de edad. El cónyuge con el que conviven
los hijos mayores de edad que estén en necesidad se halla legitimado para demandar al
otro progenitor la contribución de alimentos. Requisitos: Debe haber una convivencia
familiar. No sólo el hecho de morar en la misma vivienda.”49

Por todo lo desarrollado en este trabajo de investigación sobre la pensión alimenticia


sabemos ya que el hecho de la mayoría de edad del hijo no es por sí solo suficiente para
decretar la extinción de la obligación paterna de contribuir alimentos. El derecho a una
pensión alimenticia subsiste para el hijo mayor de edad, siempre que éste no hubiera
terminado su formación por causa que no le sea imputable.

En consecuencia, el sentido de reconocer el derecho a la pensión de alimentos a los


hijos mayores que conviven con sus padres en la medida que se acredite no solamente la
convivencia sino también que los mismos se encuentran en un periodo de formación
académica que se considere lógico y natural conforme a la edad y las circunstancias
personales de dichos hijos.

El CC recoge un régimen para el derecho de alimentos que subsiste más allá de la


mayoría de edad mientas duren esas necesidades de educación e instrucción de quien
tiene derecho a ellos y las posibilidades del obligado a dar los alimentos, salvo que
concurra alguna de las causas de la extinción recogidas en el art 152 CC.-

Ni el eventual o circunstancial precario empleo ejercicio por el alimentista, ni el retraso


en los estudios cursados, pueden servir de justificación al alimentante para exonerarse
del deber de seguir procurando la atención alimentaria del hijo, al menos hasta que
transcurra una edad razonable, en cuanto suficiente para poder culminar su preparación
profesional y en disposición de acceder al mercado laboral.

-Otra de las cuestiones que planteamos es, para el cálculo de la pensión de alimentos
que ingresos han de tenerse en cuenta, los ingresos brutos o por el contrario los ingresos
netos.

Sin lugar a ninguna duda los que se tienen que tener en cuenta son los ingresos netos,
pero para saber cuáles son estos, deben de tenerse en cuenta los brutos y deducir de los
mismos solo los que son descuentos legales y obligatorios, otro descuento ajeno a estos
puede elevar la retención de IRPF o abonar un seguro médico privado colectivo, no es
válido y será computado como neto

Lo que ha de tenerse en cuenta y los jueces dan lugar a ello es exclusivamente la


obligatoriedad del obligado al pago de las pensiones, no lo que gane en bruto, pues
buena parte de esos ingresos no son disponibles y por tanto no pueden ser utilizados
para cubrir las necesidades de los hijos.

49Vid. Sentencia del Tribunal Supremo de 24 de Abril del 2000, (nº 411/2000).

39
5. PENSIÓN ALIMENTICIA DE LOS HIJOS

5.1 Menores de edad y mayores de edad


El autor J. Pérez Martin nos dice que “La obligación de dar alimentos a los hijos es uno
de los deberes ineludibles de la relación paterno filiar, quizás el de mayor contenido
ético de nuestro ordenamiento jurídico, que incluso ha alcanzado rango
constitucional.”50

El artículo 39.3 de la CE nos dice que “Los padres deben prestar asistencia de todo
orden a los hijos habidos dentro o fuera del matrimonio, durante su minoría de edad y
en los demás casos en que legalmente proceda”

A)Obligación alimenticia respecto a los hijos menores de edad.

El fundamento de esta obligación alimenticia viene establecido en los artículos 110 y


154 CC, y resulta del hecho de la procreación, pudiendo afirmarse que tiene las
siguientes notas características:

Mientas que los hijos son menores de edad la obligación alimenticia existe
incondicionalmente y no puede decretarse su cesación, entender lo contrario significaría
que los padres pueden renunciar libremente el cumplimiento de las funciones que le
imponen la patria potestad, circunstancia que no está contemplada en nuestro
ordenamiento jurídico.

Para la cesación de los alimentos de os hijos menores de edad no se necesita acreditar si


estos necesitan o no alimentos, sino que durante la minoría de edad, la obligación viene
impuesta “ex lege”.

Los alimentos de los hijos menores de edad es de mayor amplitud que los debidos al
resto de parientes.

Los alimentos de los hijos menores de edad, tienen preferencia sobre los alimentos al
resto de parientes, tal como establece el artículo 145.3 del CC. “Cuando dos o más
alimentistas reclamaren a la vez alimentos de una misma persona obligada legalmente a
darlos, y ésta no tuviere fortuna bastante para atender a todos, se guardará el orden
establecido en el artículo anterior, a no ser que los alimentistas concurrentes fuesen el
cónyuge y un hijo sujeto a la patria potestad, en cuyo caso éste será preferido a aquél”

Los alimentos de los hijos menores de edad no se ven afectados por las limitaciones
propias del régimen legal de alimentos entre parientes.

La obligación alimenticia respecto de los hijos menores de edad, no podrá prestarse


manteniendo en su propia casa al que tiene derecho a ellos, puesto que el artículo 1890
de la LEC, expresamente señala que el cónyuge obligado a prestarlos no podrá optar por

50
Vid. PEREZ MARTIN, A.J. Derecho de familia, divorcio y separación de mutuo acuerdo. El
procedimiento de modificación de medidas, p.818.

40
recibir o mantener en su propia casa al cónyuge ni a los hijos confiados al cuidado de
éste

La obligación alimenticia de los hijos menores de edad, si bien será proporcional al


caudal y medios del que los da y a las necesidades de quien los recibe, siempre tiene que
tener un contenido mínimo e indispensable para atender las necesidades básicas de
subsistencia del menor.

B) Obligación alimenticia respecto a los hijos mayores de edad o emancipados.

El autor J. Pérez Martin detalla respecto de la pensión alimenticia de los hijos mayores
de edad51 que: Las obligaciones alimenticias de los padres respecto a sus hijos no cesa
cuando aquellos alcanzan la mayoría de edad, sin embargo el régimen jurídico de estos
alimentos es distinto al de los hijos menores de edad. El derecho de los alimentos de los
hijos mayores de edad no es incondicional.

Para la cesación de los alimentos a los hijos mayores de edad se tiene que acreditar la
necesidad de los mismos, sin que exista ninguna presunción legal de dicha necesidad
como ocurría con los hijos menores. Pueden tener menor contenido que los alimentos de
los menores, puesto que en ocasiones puede reducirse al mínimo imprescindible e
incluso extinguirse.

Los alimentos de los hijos mayores de edad, no gozan de preferencia frete a otros
parientes. Los alimentos de los hijos mayores de edad se ven afectados por las
limitaciones propias del régimen legal de alimentos entre parientes, si bien se hace
preciso puntualizar que la causa de cesación de alimentos del artículo 152.3 CC. Puede
no ser aplicable a los alimentos de los hijos mayores de edad si estos aún no han dejado
de pertenecer a lo que se llama “familia reducida” esto es cuando aún continúan
viviendo en el domicilio familiar.

Las obligaciones alimenticias respecto de los hijos mayores de edad, podrá prestarse a
elección del alimentante, o pagando la pensión que se fije o recibiendo y manteniendo
en su propia casa al que tiene derecho a ellos. No obstante, este derecho de opción no
tiene un carácter absoluto. La obligación alimenticia de los hijos mayores de edad será
siempre proporcional al caudal y medios del que los da y a las necesidades de quien los
recibe.

5.1.1 Petición de supresión o modificación de los alimentos de los hijos


mayores de edad.
Las diferentes razones por las cuales la pensión alimenticia puede verse afectada,
porque el hijo ha alcanzado la mayoría de edad, por falta de convivencia, por la
limitación temporal de esta, por petición de supresión de la pensión alimenticia por
realización de trabajos remunerados por parte del hijo, por haber contraído matrimonio
51
Vid. PEREZ MARTIN A.J. Derecho de familia, divorcio y separación de mutuo acuerdo. El
procedimiento de modificación de medidas, p.819.

41
el hijo mayor de edad, o por suspensión temporal de la obligación de pagar la pensión
alimenticia se encuentran explicados detalladamente por el autor PÉREZ MARTIN:52

-Petición de supresión de la pensión alimenticia porque el hijo ha alcanzado la mayoría


de edad.

Es una cuestión pacífica entre la doctrina y las sentencias dictadas por juzgados y
tribunales, que la mayoría de edad de un hijo, no conlleva de modo automático la
reducción o extinción de la pensión alimenticia pues la propia realidad social, conforme
a la cual se han de interpretar las normas jurídicas- artículo 3.1 del CC., demuestra que
los hijos, aún adquirida la mayoría de edad, y extinguida, en consecuencia la protección
que otorga la patria potestad, continúan bajo la dependencia económica de sus padres,
fundamentalmente por dos motivos a) porque normalmente la formación académica de
un menor termina aproximadamente sobre los veinte dos años y b) por la especial
dificultad que supone hoy en día acceder al mercado de trabajo con el objeto de obtener
unos ingresos que les permitan llevar una vida independiente de sus progenitores.

-Hijos mayores de edad que aún no han finalizado su formación.

Hoy día es frecuente que muchos hijos terminen su formación varios años después de
alcanzar la mayoría de edad, que en el supuesto de los estudiantes universitarios se suele
prolongar aún más tiempo. El hecho de que los progenitores se hayan separado o
divorciado, no es motivo suficiente para reducir el periodo de formación de los hijos,
sin embargo, bien es cierto que ha de partirse del hecho cierto y evidente que , una vez
dividida la familia, los ingresos que antes podían ser suficientes para mantener las
necesidades de todos los componentes de la unidad familiar con un cómodo nivel de
vida, ya no van a ser tan suficientes para poder atender con la misma holgura los dos
núcleos que se forman como consecuencia de la ruptura matrimonial.

-Hijos mayores de edad que han terminado su formación académica, pero aún no
cuentan con trabajo.

Una vez que los hijos han finalizado su formación académica entran en otra etapa que es
la de acceso al mercado de trabajo que hoy en día se ha complicado enormemente
debido a la falta de ofertas de empleo.

-La situación que se crea tras finalizar los hijos su formación, tiene dos consecuencias:

1. Los hijos deben emplear la debida diligencia en la búsqueda de un trabajo y si


a pesar de tener la posibilidad de trabajar declinan algún trabajo, deberá cesar la
prestación alimenticia.

2. La cuantía de los alimentos deberá atender tanto al caudal del obligado al


pago, como a las necesidades del favorecido, debiendo tenerse cuidado en no

52
Vid. PEREZ MARTIN, A.J. Derecho de familia, divorcio y separación de mutuo acuerdo. El
procedimiento de modificación de medidas, pp.821-829.

42
dejar desatendidas las exigencias impuestas por la solidaridad familiar que el
legislador tutela.

-Petición de supresión de la pensión alimenticia por falta de convivencia.

La fijación de alimentos a los hijos mayores de edad dentro del procedimiento


matrimonial está basada en criterios de convivencia en el domicilio familiar y falta de
recursos económicos propios, lo que constituye sin duda una excepción al régimen
general de alimentos entre parientes, puesto que está condicionado la fijación e incluso
el mantenimiento de la pensión alimenticia a un requisito que no aparece en los artículos
142 y siguientes del CC.: la convivencia con el otro progenitor. Si el hijo mayor de edad
deja de convivir en el citado domicilio, se plantea la controversia de si será causa de
extinción o no de la pensión alimenticia.

-Las posturas se encuentran divididas:

El cese de la convivencia del hijo con el progenitor, será causa de extinción de la


pensión alimenticia. (Art. 93.2 CC. únicamente permite que se fije pensión alimenticia a
los hijos “que conviven en el domicilio familiar”. Si en el momento de la separación o
divorcio existían hijos que no convivían en el mismo la sentencia matrimonial nunca
podría fijar una pensión alimenticia para estos por lo que si estos tenían derecho a
alimentos deberían reclamarlos a través del correspondiente procedimiento de alimentos
entre parientes.

-El cese de convivencia del hijo en el domicilio familiar, no afectará a la pensión


alimenticia.

La cesión de una pensión alimenticia a los hijos mayores de edad dentro del
procedimiento matrimonial en base al factor de la convivencia en el domicilio familiar,
es únicamente un requisito procesal, por lo que la pensión concedida sólo podrá
extinguirse por las causas de los artículos 150 y 152 del CC, entre las cuales
evidentemente no se encuentra el cese de la convivencia con el otro progenitor.

No obstante, existen situaciones intermedias, en las que lo que se cuestiona, es si


continúa o no la convivencia del hijo en el domicilio familiar, siendo los casos más
frecuentes los siguientes: La salida del domicilio del hijo mayor para realizar sus
estudios en otra ciudad. Lo determinante para considerar que continúa la convivencia en
el domicilio familiar es si el hijo en periodo de vacaciones regresa al mismo, o por el
contrario solo esporádicamente pasa cierto tiempo en él. En el primer supuesto debe
entenderse que persiste la convivencia t en el segundo que la misma ha dejado de
existir, al menos con la continuidad a que parece referirse el artículo 93.2 del CC.

Limitación temporal de la pensión alimenticia.

- Nunca se puede fijar un límite temporal a la obligación económica.

43
La base de esta teoría la encontramos en el hecho de que no podrá conocerse con
antelación que un hijo dentro de cierto tiempo no va a necesitar los alimentos, esto es,
los alimento deben seguir prestándose mientras que se mantengan las circunstancias que
han servido de base para su concesión y no se produzca uno de los motivos de los
artículos 150 y 152 CC. para que pueda cesar la obligación de suministrarlos, sin que el
transcurso del tiempo tenga por sí solo este efecto.

-Cuando concurran determinadas circunstancias podrá acordarse un límite temporal a la


pensión alimenticia de los hijos mayores de edad.

Los que avalan esta tesis sostienen que la obligación alimenticia de los hijos mayores no
puede tener un carácter incondicional e ilimitado temporalmente en cualquier hipótesis,
esto es, en cuanto que dichos descendientes carezcan de medios propios con los que
atender sus necesidades, pues ello iría en contra de la filosofía inspiradora de los
artículos 142 y ss. del cc, el párrafo primero de los cuales ya establece que los alimentos
comprenden también la educación e instrucción del alimentista, aun tras la mayoría de
edad, cuando no haya terminado su formación por causa que no le sea imputable, y
siendo la preparación académica elemento imprescindible para acceder a un puesto de
trabajo de cierta cualificación, no puede dejar de relacionarse el referido precepto con el
número 5 del artículo 152 que establece como causa de cese de la obligación la
circunstancia de que la necesidad del alimentista, provenga de mala conducta o falta de
aplicación al trabajo mientras subsista esa causa.

Son muy variados los supuestos que pueden presentarse, a continuación analizaremos
de una manera casuística las distintas situaciones que pueden presentarse:

-Que el hijo aún no haya terminado su formación, pero realice trabajos esporádicos o de
temporada.

Este hecho es considerado por muchos progenitores obligados al pago de alimentos


como determinante para la supresión o reducción de la pensión alimenticia, sin
embargo, la tendencia de los juzgados y tribunales es considerar que no se ha producido
alteración sustancial alguna por el hecho de que el hijo realice algún trabajo eventual o
de temporada, compatibilizándolo con los estudios, siempre que el hijo continúe su
etapa de formación de una manera aceptable.

-Que haya terminado su formación y esté realizando un trabajo temporal.

En principio, debe considerarse como causa de extinción de la pensión alimenticia,


puesto que el hijo se encuentra actualmente realizando un trabajo remunerado que le
reporta ingresos suficientes para atender a sus necesidades, puesto que el hecho de que
haya accedido a este trabajo con un contrato temporal, no acredita que en modo alguno
que una vez finalizado el mismo no pueda prorrogarse por un nuevo periodo.

-Que haya adquirido un empleo de carácter fijo.

44
Ni que decir tiene, que la obtención de un empleo en la administración o la forma de un
contrato como personal fijo, es causa automática de cesación de la obligación
alimenticia de los hijos.

-Cuando a pesar de haber estado trabajando actualmente se encuentra sin trabajo y sin
percibir ningún tipo de ayuda por desempleo.

Esta situación en principio es encuadrable dentro de las causas por las que se pueden
pedir alimentos a parientes o en este caso, justificación suficiente para que continúe la
pensión alimenticia fijada en su día sin embargo, será motivo de actividad probatoria las
circunstancias por las que el hijo finalizó su trabajo, que en muchas ocasiones será
determinante para acordar o no la reducción o supresión de la pensión alimenticia,
dependiendo de la actitud que el hijo tenía respecto al trabajo que realizaba bien por
cuenta propia o por cuenta ajena.

Otro caso que planteamos es la pensión de alimentos a hija mayor de edad que trabaja,
por convenio regulador de divorcio se establece la obligación de satisfacer pensión de
alimentos por el progenitor no custodio a las dos hijas que en el momento del divorcio
eran menores. Actualmente una de las hijas es mayor de edad y ha estado trabajando a
media jornada desde el mes de febrero, ganando unos 600 euros mensuales, habiendo
dejado sus estudios. Ahora en septiembre se ha matriculado en un módulo de formación
profesional, sin que el curso todavía haya empezado, y de momento no ha dejado el
trabajo (lo dejaría si no es capaz de compatibilizarlo con sus estudios o si no le renuevan
puesto que estamos ante un contrato de duración determinada).

El convenio regulador señala lo siguiente sobre la pensión de alimentos: “ésta se


abonará hasta que no cumplan los requisitos del CC. Art. 152 o cumplan las hijas 25
años.” La cuestión es que el cónyuge no custodio no la viene pagando desde febrero de
2011 fecha en la que la hija comenzó a trabajar, y nos preguntamos si se puede ejecutar
la sentencia y obligar al pago de la pensión de alimentos.

Inicialmente podemos responder a este planteamiento expuesto anteriormente que las


pensiones de alimentos fijadas en sentencia se deben de abonar en tanto en cuanto no
exista otra resolución que fije la extinción del pago, salvo que la propia resolución fije
la fecha de esa extinción.

En el presente caso, las partes pactaron en el convenio- y la sentencia lo ratificó-, que el


padre venia obligado a abonar la pensión de alimentos de esta hija, en tanto en cuanto:

-Se diese uno de los supuestos del CC. (Art 142; b) o; -Hasta el día en que cumpliese 25
años.

El salario que cobra la hija de 600 euros es muy similar al salario mínimo
interprofesional, si a ello unimos que sigue viviendo en casa de la madre y que, por
tanto, no tiene gastos por ese concepto, es evidente que estamos ante uno de los
supuestos pactados de extinción, en concreto, el del CC. Art 152.3 “cuando el

45
alimentista pueda ejercer un oficio, profesión o industria o haya adquirido un destino o
mejorado su fortuna, de suerte que no le sea necesaria la pensión alimenticia para su
subsistencia”

Además, se trata de una persona mayor de edad y por tanto, la pensión de alimentos
debe abarcar lo indispensable para su subsistencia y, a lo sumo, su educación.

Por todo ello debemos considerar que no debe prosperar una demanda ejecutiva en
reclamación de la pensión de alimentos devengada durante los meses en que la hija
trabajó y cobró 600 euros.

En su caso, y frente a esa reclamación, el demandado podrá oponer no solo que no


existe título judicial que ampare esa reclamación, por las razones ya expuestas, sino
también la existencia de un claro abuso de derecho en esa demanda.

-Petición de supresión de la pensión alimenticia por haber contraído matrimonio el hijo


mayor de edad.

Cuando un hijo ha contraído matrimonio, el deber de alimentos que pesaba, sobre el


progenitor queda sin efecto, puesto que cabe presumir que ha salido del domicilio
familiar y vive en compañía y con medios económicos suficientes, bien propios o de su
cónyuge. Por otro lado este hecho, altera el orden de prelación en la relación de
alimentos a los parientes, como señala el artículo 144 del CC.

-Petición de suspensión temporal de la obligación de pagar la pensión alimenticia.

Cuando el progenitor obligado a prestar alimentos a sus hijos deja de obtener ingresos o
estos se reducen al mínimo, suele dar lugar a la petición de que temporalmente se le
exima de la obligación alimenticia. Esta petición, debe desestimarse automáticamente,
cuando los hijos son aún menores de edad, puesto que lo contrario sería eximir al
progenitor de sus obligaciones de patria potestad. Sin embargo, cuando el hijo es mayor
de edad, esta petición deberá analizarse bajo otra óptica, precisamente la de los artículos
146 y 147. Por consiguiente esta petición de suspensión temporal de la obligación de
pagar alimentos puede ser atendible en algunos casos en los que el progenitor no
obtiene ningún tipo de ingresos, pues de la propia petición de suspensión temporal y no
de supresión de los alimentos, cabe deducir que en el progenitor existe un ánimo de
cumplir su obligación alimenticia con sus hijos, pero que por imposibilidad manifiesta
no puede hacerlo.

Cada vez más sentencias dejan sin pensión de alimentos a hijos vagos, los jueces
interpretan en sentencias cada vez más frecuentes que los progenitores divorciados no
están obligados "ni absoluta ni ilimitadamente a sufragar la indolencia de sus
descendientes mayores de edad".
En Girona, Pontevedra, Sevilla, Málaga y Murcia, por citar algunas comunidades, los
magistrados han fallado en esta dirección en los últimos tiempos, contra jóvenes 'ni-ni'

46
Como por ejemplo esta sentencia del 201653 que deniegan la pensión alimenticia a un
«nini» vigués de 24 años por su «apatía» para buscar empleo
La Audiencia le da la razón a un padre que se negó a pasar más dinero al mes a su hijo,
que ni estudia ni trabaja

5.1.2 Los alimentos para el hijo mayor del artículo 93.2 CC.

El autor RUBIO TORRANO54 nos dice que ”Con alguna frecuencia, en los procesos de
separación matrimonial, los Juzgados y Tribunales han denegado la pretensión del
cónyuge –de ordinario, la esposa– encaminada a la obtención de alimentos para los hijos
mayores de edad que continuaban viviendo con uno de sus progenitores, una vez
decretada la separación.”

Uno de los problemas habituales que plantean estos supuestos es el relativo a la


legitimación activa. Han sido distintas las tesis que se han planteado respecto del
alcance que debe darse al artículo 93.2º CC , en este punto concreto y que RUBIO
TORRANO55 sintetiza así:

- Una primera, que podría denominarse alimentista, pues, en definitiva, parte del
carácter de verdaderos alimentos –así los llama la norma– los que se contienen
en el precepto citado. Según esta postura, el artículo 93.2º otorga al hijo y no al
progenitor la pensión alimenticia; ello hace que el legitimado para reclamarlos
sea aquél y no éste. Por eso, para su concesión el beneficiario deberá comparecer
de algún modo en el procedimiento. Para articular la presencia de los hijos
mayores de edad dentro del proceso de separación cabe pensar en la constitución
como parte en el mismo, en la intervención adhesiva en él, o bien otorgando
poder suficiente a uno de los progenitores.
- Una segunda tesis, considera que la contribución a los alimentos a los que hace
referencia el artículo 93.2º CC constituyen en realidad la asunción de una
verdadera carga matrimonial; de ahí que la legitimación procesal para su
reconocimiento corresponda al cónyuge que permanece en el domicilio familiar
en compañía de los hijos mayores de edad no independientes económicamente,
sin que tales hijos tengan intervención alguna en estos procesos. Finalmente, se
ha defendido también la denominada tesis sustitutoria o del desplazamiento de la
53
Vid. Sentencia de la Audiencia Provincial de Pontevedra núm. 195/16 de 18 de abril de 2016.

54
Vid. RUBIO TORRANO, E. “Los alimentos para el hijo mayor, del art. 93.2 CC.” .Revista Doctrinal
Aranzadi Civil-Mercantil Aranzadi Civil, núm. 17/2000.2000.

55
Vid. RUBIO TORRANO, E. “Los alimentos para el hijo mayor, del art. 93.2 CC.” .Revista Doctrinal
Aranzadi Civil-Mercantil Aranzadi Civil, núm. 17, año 2000.

47
legitimación. Según esta postura doctrinal que ha tenido aceptación en
resoluciones judiciales la titularidad del derecho de alimentos corresponde a la
persona del alimentista, si bien existe una facultad procesal de exigirlos para él
en la persona de uno de los progenitores. Se ha sostenido, dentro de esta misma
posición, que cabe entender, en atención a la causa sustitutoria tenida en cuenta
por el legislador, que mientras se dan las circunstancias del artículo 93.2º CC,
el progenitor conviviente con el hijo mayor tiene un derecho propio a ejercitar la
acción derivada de la norma; no altera –se dice– la cualidad extrínseca de las
partes del proceso matrimonial –porque la acción corresponde al cónyuge–, no
pone en duda la titularidad del derecho de alimentos reclamado –que pertenece
al hijo mayor– y, finalmente, la existencia de un sustituto en la acción procesal
derivada de un derecho ajeno no obsta para entender que ante la pretensión de
supresión o de modificación de tal derecho exista litisconsorcio pasivo necesario
entre el progenitor demandante y el hijo titular.

Estas tesis tienen su reflejo en los Tribunales. En la jurisprudencia menor cabe citar la
Sentencia de la Audiencia Provincial de Granada56 (Sección 3ª), de 8 de febrero de
2000. Respecto de este punto afirma con rotundidad: En cuanto a la primera de tales
peticiones (reclamación de la pensión alimenticia para los hijos mayores) y con carácter
previo habrá que consignar que siendo dos los hijos habidos en el matrimonio mayores
de edad y ejercitándose la pretensión exclusivamente por la esposa, sin que conste
apoderamiento alguno de ellos a favor de ésta, así como tampoco se hayan personado en
las actuaciones durante su desarrollo, aquélla no se encuentra legitimada conforme al
criterio mantenido por este Tribunal en numerosas resoluciones anteriores, para poder
postular la prestación alimenticia en su nombre, sin perjuicio de que éstos puedan
promover las acciones que les correspondan en solicitud de que les sean concedidos”

En cambio, la STS de 24 de abril de 200057 , se alinea en una posición claramente


contraria a la anterior. En la resolución recurrida, dictada en juicio sobre separación
matrimonial, se había desestimado la pretensión de la actora en reclamación de
señalamiento de alimentos para los hijos del matrimonio mayores de edad ya que la
esposa no se encuentra legitimada activamente conforme a una reiterada jurisprudencia
de «nuestra Audiencia», según declara la sentencia de primera instancia. Para el TS, la
posibilidad que establece el artículo 93.2 de adoptar, en la sentencia que recaiga en
estos procedimientos matrimoniales, medidas atinentes a los alimentos de los hijos
mayores de edad, se fundamenta, no en el derecho de esos hijos a exigirlos de sus
padres, sino en la situación de convivencia en que se hallan respecto a uno de los
progenitores . El Alto Tribunal concluye que el cónyuge con el cual

56
Vid. Sentencia de la Audiencia provincial de Granada, 8 de Febrero de 2000 (nº 89/2000).
57
Vid. Sentencia del Tribunal Supremo recaída en recurso de casación en interés de Ley el 24 de abril
de 2000 (RJ 2000, 3378) .

48
conviven hijos mayores de edad que se encuentran en la situación de necesidad a que se
refiere el artículo 93, párrafo 2º, se halla legitimado para demandar del otro progenitor
la contribución de éste a los alimentos de aquellos hijos, en los procesos matrimoniales
entre los comunes progenitores .

Para RUBIO TORRANO “el artículo 93.2º CC contiene una obligación de


sostenimiento a las cargas familiares y no una obligación estrictamente alimenticia, tal y
como parece derivar de la referencia que el precepto realiza a los artículos 142 y
siguientes del Código Civil. Las razones que se pueden ofrecer son muchas: la
ubicación sistemática de la norma, el hecho de que la posibilidad de que el hijo mayor
de edad pueda reclamar alimentos se encuentre recogida precisamente en los artículos
142 y siguientes, el marco procesal (juicios de separación) en el que se contempla la
reclamación, etc.; en fin, todos ellos son argumentos que parecen abonar el carácter de
carga familiar con el que debe ser tratada la previsión normativa contenida en el
precepto reseñado.

Así se manifiesta, por ejemplo, la Sentencia de la Audiencia Provincial de Córdoba58


que se decanta igualmente por esta tesis: en principio, las pensiones reconocidas a
los hijos –dice– no son pensiones alimenticias o alimentos propiamente dichos, sino,
mientras vivan a costa de uno de los cónyuges, y no se hayan independizado
económicamente, son propiamente compensación a las «cargas del matrimonio o de la
familia» ; y concluye esta sentencia: el progenitor está legitimado activamente para
pedir tal ayuda, y no los hijos, aunque hayan cumplido la mayoría de edad, por cuanto
es aquél y no éstos, mientras los mismos permanezcan en la familia, por su falta de
independencia, y al no salir de ella, el que debe pedir para levantar esas cargas”

5.2 Mayores de edad con discapacidad


Existe la posibilidad de pedir pensión de alimentos para hija mayor de edad
discapacitada beneficiaria de prestaciones públicas.

Según LEFEBVRE59 : “Planteamos un caso en el que la demanda de divorcio en la que


la demandante es la esposa, tiene 45 años y siempre ha sido ama de casa, se casó a los
18 años y a esta misma edad tuvo trillizas, hoy de 27 años, y una de ellas con parálisis
cerebral y retraso mental profundo. Por ello, esta hija cobra una pensión no contributiva
de invalidez de 521.40 euros mensuales (tiene reconocida un 95% de minusvalía) y
unos 340 euros por la ley de dependencia constando como prestadora del servicio en
régimen de dedicación completa su madre. Se ha incapacitado judicialmente a esta hija
con rehabilitación de la patria potestad.”

58
Vid. la Sentencia de la Audiencia Provincial de Córdoba, de 5 de octubre de 1995 (AC 1995, 1869).
59
Vid. LEFEBVRE, F. Claves prácticas pensión de alimentos, las 100 cuestiones más consultadas, p. 89

49
Nos preguntamos si es posible pedir una pensión de alimentos por esta hija al padre
aunque tenga prestaciones públicas.

Entendemos pues, que la posibilidad de solicitar y obtener pensión alimenticia a favor


de la hija con grave minusvalía y declarada legalmente incapacitada, realmente depende
de las variables relacionadas, por un lado con la cuantía de la contribución a sus
necesidades que se antoja han de ser considerables, dado el grado de su dependencia, y
por otro, con la cuantía de los recursos de los que disponga el padre, cuestión de
proporcionalidad que expresamente se refleja en el artículo 146 CC.

Por tanto, el hecho de que esa hija, con una gran minusvalía y que requiere del auxilio
de terceras personas para cubrir todas sus necesidades básicas, cuente con una pensión
no contributiva y por la Ley de Dependencia, no obsta para que pueda resultar
beneficiaria de una pensión adicional por parte de su padre, pues realmente con 861
euros apenas se puede costear la carga e inconmensurable responsabilidad de cubrir
todo lo que requiere, material y moralmente, esa hija. Siempre y cuando, caro está, ese
padre dispusiera de capacidad suficiente para contribuir, como es su obligación, a su
sustento y atención. Obligación del padre que se ha de hacer extensiva no sólo hacia los
hijos menores sino también hacia los mayores que sigan requiriendo de su auxilio, lo
que resulta indudable en el caso de una hija que ostenta una minusvalía del 95%, dentro
del principio insoslayable de solidaridad familiar.

5.3 Hijos concebidos no nacidos (nasciturus).


- Solicitud de pensión de alimentos para hijos concebidos no nacidos (nasciturus)

El nacimiento determina la personalidad y con ello la titularidad de los derechos (art 29


del CC.).

Los alimentos a los hijos son debidos a la existencia de una relación paterno-filial y, en
el caso de menores, es consecuencia de la patria potestad, incluso aunque el alimentante
se vea privado de la misma (art 93 CC.), Los alimentos de los hijos constituyen uno de
los deberes fundamentales derivados de la patria potestad (art 154 CC.)

En el supuesto de nasciturus nos encontramos con un concebido y no nacido, por lo que


no se cumplen los presupuestos anteriores, no obstante puede plantearse si el CC. art.29
tiene un efecto favorable en aras de solicitar para el nascituris la pensión de alimentos.

Es indiscutible que sólo con el nacimiento pueden declararse el derecho y la


correspondiente obligación prevista por el CC. Art 93. Pero no puede ignorarse lo
dispuesto por el art 29 del CC, respecto a los momentos anteriores al nacimiento: el
concebido se tiene por nacido para todos los efectos que le sean favorables, siempre que
nazca, como expresa el CC, en el art 30. En el supuesto de un concebido se entiende que
la concesión de alimentos es sin duda un efecto favorable y el derecho se condiciona al
posterior nacimiento. No se trata, por tanto, de un derecho futuro sino del derecho que

50
se le reconoce al nasciturus (art 29 CC.). Se considera que esta solución es más lógica
que remitir a un posterior proceso de modificación de medidas.

La legitimación corresponderá a la madre como en el caso de los menores que es su


representante si se hubiera verificado su nacimiento, ya que no hay duda que la petición
de alimentos es algo beneficioso en el momento en que nazca. De igual manera, esa
previsión, la asunción de obligación condiciona al nacimiento del hijo, puede ser tenida
en cuenta y reflejada por los progenitores en convenio regulador.

Analizamos una sentencia 60 en cuanto a “la cuantía de la pensión de alimentos que el


juzgado fijó en la suma de 180 euros mensuales. La futura madre, ya que nos
encontramos en el presente caso con un nasciturus, alega que dicha suma no alcanza a
cubrir los gastos que, previsiblemente, entiende que pueden derivarse del nacimiento del
hijo, por lo que interesa su incremento a 400 euros, mientras que el futuro padre, tras
negar la paternidad, entiende que no debiera exceder tal contribución de 120 euros
mensuales. Ambos recursos debe ser desestimado”

6. LA MODIFICACIÓN DE LA PENSIÓN ALIMENTICIA.


El autor LASARTE ÁLVAREZ61 nos relata la modificación de la pensión alimenticia
de la siguiente manera; “la dependencia de la prestación alimenticia de la situación
patrimonial de las partes, de un lado y de otro, su carácter propio de obligación duradera
periódica, conlleva que, no obstante las dificultades de su determinación, la cuantía (o,
en su caso, el porcentaje) de la pensión es esencialmente modificable. Así lo expresa
indubitadamente el artículo 147, conforme al cual “los alimentos (…) se reducirán o
aumentarán proporcionalmente según el aumento o disminución que sufran las
necesidades del alimentista y la fortuna del que hubiera de satisfacerlos”

Así pues, la obligación alimenticia es susceptible de modificación mientras no se haya


extinguido, dependiendo de los propios criterios de determinación de la pensión inicial,
con independencia, además, de que para ello, bajo la vigencia de la ley de
Enjuiciamiento civil de 1881, se haya seguido el juicio de alimentos provisionales (art
1609 y ss. de la LEC-1881) o el procedimiento declarativo ordinario; o de que, por el
contrario, se hayan seguido los cauces procedimentales propios de la ley de
Enjuiciamiento civil de 2000 (arts. 769 y ss.).”

En la LEC-2000 ha sido abrogado el proceso de alimentos provisionales y los juicios


sobre alimentos se diferencian conforme a lo siguiente:

Como regla, la reclamación de alimentos ha de llevarse a efecto a través del juicio


verbal (art 250.8) º y, en relación con el embargo, art 608).

De manera excepcional, cuando uno de los progenitores reclame alimentos al otro en


nombre de los hijos menores de edad (art 748.4º) se seguirán los trámites establecidos

60
Vid. Sentencia de AP Madrid, , 17 de Diciembre de 2009 (nº 1296/2009)
61
Vid. LASARTE ÁLVAREZ, C. Derecho de familia, principios de derecho civil IV, p. 359.

51
para los procedimientos especiales relativos a la capacidad, filiación, matrimonio y
menores (en particular, art 769.3 en relación con la competencia territorial y 770.6º, que
remite a las medidas provisionales o provisionalísimas en caso de crisis matrimonial).

La exposición de motivos de la LEC-1000 explica brevemente al final del punto XII


que: “los procesos sobre alimentos no han de confundirse con medidas provisionales ni
tienen por qué carecer, en su desenlace, de fuerza de cosa juzgada. Reclamaciones
ulteriores puedes estar plenamente justificadas por hechos nuevos”. Esto es, la cuantía
de la pensión es por naturaleza modificable, pues las necesidades del alimentista y la
fortuna o situación patrimonial pueden aumentar o disminuir por muy diferentes
circunstancias (el alimentista hereda o deja de estar inhabilitado para el trabajo o mejora
de salud etc.; el allanamiento resulta agraciado con un jugoso premio de la lotería
nacional en navidad o, por desgracia, pasa a incrementar el abultado censo de
desempleados característico de la sociedad actual etc.

7. CONSECUENCIAS DE NO PAGAR LA PENSIÓN


ALIMENTICIA.
Una de las consecuencias de no pagar la totalidad de la pensión de alimentos es que el
sujeto puede ser condenado por un delito de abandono.62

Pongamos un ejemplo: “Luís y Olga se han divorciado de mutuo acuerdo, y entre otras
cuestiones, en el Convenio Regulador se ha acordó que Luís como progenitor no
custodio debía pagar mensualmente en concepto de pensión de alimentos a favor de sus
dos hijos 500 euros. Luis había pagado y cumplido con lo pactado de manera rigurosa,
si bien en los dos últimos años las cosas han cambiado a raíz del segundo matrimonio
de Luis y el nacimiento de un nuevo hijo, lo que ha dado lugar a que en los últimos dos
años Luís venga ingresando la mitad de la pensión de alimentos, 250 euros. Finalmente
Olga, la ex mujer de Luis, ante los continuos requerimientos de pago sin resultado
decide denunciar la situación”

Sabemos que el artículo 227 del Código Penal recoge el delito de abandono de familia
en su modalidad de impago de pensiones, y en su apartado primero recoge “ El que
dejare de pagar durante dos meses consecutivos o cuatro meses no consecutivos
cualquier tipo de prestación económica en favor de su cónyuge o sus hijos, establecida
en convenio judicialmente aprobado o resolución judicial en los supuestos de separación
legal, divorcio, declaración de nulidad del matrimonio, proceso de filiación, o proceso
de alimentos a favor de sus hijos, será castigado con la pena de prisión de tres meses a
un año o multa de seis a 24 meses”

La acción que se castiga mediante este delito es dejar de pagar durante dos meses
consecutivos o cuatro meses no consecutivos cualquier tipo de prestación económica
(pensión de alimentos, compensatoria, etc.).

62
Vid. http://www.mundojuridico.info/consecuencias-no-pagar-totalidad-pension-alimentos/

52
8. EXTINCIÓN DE LA PENSIÓN ALIMENTICIA
Con carácter general, el artículo 150 nos dice que “la obligación de suministrar
alimentos cesa con la muerte del obligado” Por su parte. El artículo 152 dispone que
“cesará también la obligación de dar alimentos:

-Por muerte del alimentista

-Cuando la fortuna del obligado a darlos se hubiere reducido hasta el punto de no poder
satisfacerlos sin desatender sus propias necesidades y las de su familia.

-Cuando el alimentista pueda ejercer un oficio, profesión o industria, o haya adquirido


un destino o mejorado de fortuna, de suerte que no le sea necesaria la pensión
alimenticia para su subsistencia.

-Cuando el alimentista, sea o no heredero forzoso, hubiese cometido alguna falta de las
que dan lugar a desheredación.

-Cuando el alimentista sea descendiente del obligado a dar alimentos, y la necesidad de


aquél provenga de mala conducta o falta de aplicación al trabajo, mientras subsista esta
causa”

Destacamos algunas sentencias respecto a la extinción de la pensión alimenticia por


alguna de las causas descritas anteriormente.

La Sentencia de la AP de Sevilla de 5 de noviembre de 2003 63 que dispone que “En


consecuencia y de acuerdo con la doctrina jurisprudencial que declara que para suprimir
la pensión alimenticia a un hijo mayor de edad de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 152 del Código Civil es preciso que tenga ingresos propios de carácter fijo o,
cuando menos, una formación ya completada que le permita obtener un puesto de
trabajo como posibilidad cierta y real.

Otra sentencia que destacamos es la Sentencia 594/2007 de AP Madrid,64 en relación a


supuestos en los que el hijo beneficiado por la pensión, se encuentre viviendo en el
domicilio familiar dispone lo que“…ha quedado acreditado que el hijo de los
litigantes abandonó sus estudios, trabaja desde agosto de 2004 y obtiene medios
económicos superiores a la pensión alimenticia que venía abonando el padre, de modo
que aunque los mismos no sean suficientes para gozar de autonomía económica, sí lo
son para atender sus necesidades dentro del seno del domicilio familiar por lo que ha de
estimarse que cuenta con recursos propios suficientes para que cese el derecho a
percibir la pensión alimenticia”.

63
Vid. Sentencia de AP Sevilla, de 5 de Noviembre de 2003 (nº 511/2003).
64
Vid. Sentencia de AP Madrid, 9 de Mayo de 2007 (594/2007).

53
Otra sentencia que podemos tener en cuenta en caso de la imposibilidad de trabajar por
enfermedad psiquiátrica es; el beneficiado estuviese enfermo o padeciese dolencia, será
necesario interpretar caso por caso, si bien la regla general nos indica que si la dolencia
no le supone una imposibilidad total para poder trabajar, se podrá si llegase a tener
medios suficientes, solicitar la extinción de la pensión. Entre otras podemos destacar
la Sentencia Nº 55/2012 de AP Asturias65, que dice que “el padecimiento de enfermedad
psiquiátrica como bien se dice en la apelada no es óbice para el mantenimiento de la
pensión, puesto que hasta el momento no le ha impedido trabajar.”

Por último cabe reiterar la ya citada STS 2 de marzo de 201566, que viene a confirmar
que la obligación de complacer un "mínimo vital" al menor solo puede suspenderse, no
extinguirse en supuestos muy excepcionales. El TS recuerda que «lo normal será fijar
siempre en supuestos de esta naturaleza un mínimo que contribuya a cubrir los gastos
repercutibles más imprescindibles para la atención y cuidado del menor, y admitir solo
con carácter muy excepcional, con criterio restrictivo y temporal, la suspensión de la
obligación, pues ante la más mínima presunción de ingresos, cualquiera que sea su
origen y circunstancias, se habría de acudir a la solución que se predica como normal,
aún a costa de un gran sacrificio del progenitor alimentante».

65
Vid. Sentencia de AP Asturias, de 10 de Febrero de 2012,( Nº 55/2012).
66
Vid. S. del Tribunal Supremo de 2 marzo de 2015, (RJ 2015\601). Ponente Ilmo. Sr. Seijas Quintana

54
CONCLUSIONES:
En cuanto a los aspectos generales de la obligación de los alimentos, como bien
sabemos, la Ley 13 de mayo de 1981, altera sustancialmente el sentido del artículo 142
C.c., que ha dejado de definir la rígida obligación de alimentos entre parientes pasando
a una definición más genérica de alimentos que es: “ todo lo indispensable para la vida”.
Por lo tanto este concepto es común tanto para alimentos entre parientes, como para
auxilios necesarios para la vida, alimentos ex lege o alimentos ex voluntate.

Además de regular el código civil los alimentos entre parientes, también reconoce el
artículo 153 la posibilidad de convenir voluntariamente la deuda alimenticia. No se trata
de una sola obligación sometida a diferentes vencimientos parciales, que pueda
cumplirse por partes, sino, que se realiza en distintas obligaciones periódicas,
independientes entre sí y de distinta naturaleza. Por lo que, mientras que las pensiones
presentes y futuras gozan de una naturaleza personal e indisponible, que las hace
irrenunciables, intrasmisibles y no susceptibles de compensación, (art 151.1.), las
pensiones pasadas se convierten en un crédito estrictamente patrimonial. (Art 151.2)

Las conclusiones más significativas, trascendentes y que más me han llamado la


atención son las siguientes:

1.- ¿Sería posible que uno de los cónyuges pida alimentos en base al deber de socorro
mutuo constante matrimonio y persistiendo la convivencia? Hemos concluido en
cuanto a todo lo estudiado y analizado en el trabajo que en este supuesto en concreto no
es necesario porque en base a los derechos y deberes del matrimoniales vinculan ese
proyecto y tanto en el régimen de bienes gananciales en el cual los bienes se hacen
comunes (Artículo 1375 C.C) “En defecto de pacto en capitulaciones, la gestión y
disposiciones de los bienes gananciales corresponde conjuntamente a los cónyuges, sin
perjuicio de lo que se determina en los artículos siguientes.” como en la participación en
la cual se hace partícipe al cónyuge más desfavorecido a participar en las ganancias
obtenidas durante el tiempo en que dicho régimen haya estado vigente (Artículo 1411
C.C).

2.- En cuanto si caben alimentos entre cónyuges tras la ruptura de la convivencia, se


entiende si bien tras la sentencia de divorcio ya no es posible el establecimiento de
alimentos entre cónyuges, cuando la sentencia es de separación no existe ningún
obstáculo legal para la fijación de estos alimentos ya que precisamente el artículo 91 del
CC impone al juez la adopción de oficio a falta de acuerdo de las partes o en caso de no
ser aprobado, bien en la sentencia o en su ejecución de las medidas destinadas a hacer
frete a las cargas del matrimonio, dentro de cuyo concepto se comprenden no solamente
los alimentos de los hijos sino también los que precise el otro cónyuge.

3.- Respecto a los alimentos debidos a los hijos menores de edad, cabe reseñar -como lo
hizo la STS de 5 de Octubre de 1993 y posteriores que la citan- que “no es sostenible
absolutamente que la totalidad de lo dispuesto en el Título VI del Libro Primero del CC,

55
sobre alimentos entre parientes, no es aplicable a los debidos a los hijos menores como
un poder comprendido en la patria potestad (art 154.1º)”.“El tratamiento jurídico de los
alimentos debidos al hijo menor de edad presenta una marcada preferencia –así,
art.145.3º – y precisamente por incardinarse en la patria potestad derivando básicamente
de la relación paterno-filial (art.110 del cc), no ha de verse afectado por limitaciones
propias del régimen legal de los alimentos entre parientes que, en lo que se refiere a los
hijos, constituye una normativa, en gran parte sólo adecuada al caso de los hijos
mayores de edad o emancipado.”

4.- El artículo 39.3 de la CE nos dice que “Los padres deben prestar asistencia de todo
orden a los hijos habidos dentro o fuera del matrimonio, durante su minoría de edad y
en los demás casos en que legalmente proceda”. Con las reformas introducidas por la
Ley 15/2005, de 8 de julio que modificó el Código Civil en materia de separación y
divorcio, y las reformas legislativas posteriores introducidas por algunas Comunidades
Autónomas en esta materia, se constató la necesidad de clarificar conceptos y
contenidos ante un fenómeno, el de la denominada custodia compartida, que ha
generado y sigue generando importantes debates sociales y que ha sido asumida como
bandera por parte de algunas organizaciones.

5.- Todo progenitor, por el hecho de serlo, tiene obligación de contribuir al


sostenimiento de sus hijos, bien mediante el abono de una suma periódica de dinero (a
cargo del progenitor no custodio), bien mediante el cuidado o atención personal, (a
cargo del progenitor custodio), la pensión de alimentos se fija primordialmente en base
a las necesidades de los hijos y en proporción a la situación económica de cada
progenitor y su dedicación personal a la prole. En cuanto a la hora de valorar la
situación económica de cada progenitor; no se tiene en cuenta sólo su sueldo sino todas
sus fuentes de ingresos, sus cargas y los gastos que genera su subsistencia básica
(comer, vestir, habitación).

6.- Por el contrario, cuando se trate de una pensión alimenticia con custodia compartida
de los hijos, hay que ver cuáles son los ingresos de cada progenitor y las necesidades
reales de los hijos, a fin de evitar que las condiciones de vida de estos sean
manifiestamente distintas según convivan con uno u otro progenitor. Es decir, se debe
procurar que el nivel de vida del menor sea igual tanto cuando vive con su padre como
cuando vive con su madre. Si los ingresos de ambos progenitores son similares, cada
progenitor deberá abonar los gastos ordinarios de manutención durante el tiempo que el
menor está con cada uno de ellos. El resto de gastos se debería abonar al 50%. Si por el
contrario, los ingresos de ambos progenitores son distintos, además habría que fijar que
el progenitor que gane más abone al otro una determinada cantidad para sufragar esos
gastos ordinarios de manutención (comida y ocio).

7.- Para articular la presencia de los hijos mayores de edad dentro del proceso de
separación cabe pensar en la constitución como parte en el mismo, en la intervención
adhesiva en él, o bien otorgando poder suficiente a uno de los progenitores. También se
considera que la contribución a los alimentos a los que hace referencia el artículo 93.2º

56
CC constituyen en realidad la asunción de una verdadera carga matrimonial; de ahí que
la legitimación procesal para su reconocimiento corresponda al cónyuge que permanece
en el domicilio familiar en compañía de los hijos mayores de edad no independientes
económicamente, sin que tales hijos tengan intervención alguna en estos procesos. Por
lo que el artículo 93.2º CC contiene una obligación de sostenimiento a las cargas
familiares y no una obligación estrictamente alimenticia, tal y como parece derivar de la
referencia que el precepto realiza a los artículos 142 y siguientes del Código Civil.

8.- En cuanto a los gastos ordinarios y gastos extraordinarios un error que suelen
cometer los jueces y letrados es que, dentro del concepto de alimentos ordinarios,
incluyen una serie de gastos que se pueden fácilmente determinar y cuantificar y que no
se generan los doce meses del año, como suelen ser, por ejemplo: comedor escolar,
clases particulares y actividades extraescolares. Por lo que es muy bueno hacer la
diferencia entre gastos ordinarios y gastos extraordinarios como hemos desarrollado
dentro del trabajo.

9.- La pensión alimenticia puede verse afectada por ejemplo por la situación que se crea
tras finalizar los hijos su formación, tiene dos consecuencias: Los hijos deben emplear
la debida diligencia en la búsqueda de un trabajo y si a pesar de tener la posibilidad de
trabajar declinan algún trabajo, deberá cesar la prestación alimenticia. La cuantía de los
alimentos deberá atender tanto al caudal del obligado al pago, como a las necesidades
del favorecido, debiendo tenerse cuidado en no dejar desatendidas las exigencias
impuestas por la solidaridad familiar que el legislador tutela.

10.- En el actual momento de crisis económica son muchos los procedimientos de


modificación de medidas en base a la “alteración sustancial de las circunstancias” y en
los que se solicita la reducción o suspensión de la pensión alimenticia, sobre el
particular la STC de 2 de marzo de 2015, aborda esta cuestión ,que trata sobre
suspensión del pago de pensión alimenticia para hijos menores establecida en sentencia
firme a solicitud del cónyuge no custodio por no disponer de ingresos económicos de
ningún tipo. Es de gran importancia destacar sobre las importantes consecuencias que
pueden generarse en aquellos menores en los que ninguno de los progenitores obtiene
ingresos. Es por eso que, a través del artículo 142 del CC, se abre la posibilidad de
solicitar la prestación de los mismos (por parte de los menores) a aquellos familiares
que se encuentren cubriendo las necesidades de los progenitores, teniendo en cuenta
que, conforme al artículo 152 del CC esta obligación cesa “cuando la fortuna del
obligado a darlos se hubiere reducido hasta el punto de no poder satisfacerlos sin
desatender sus propias necesidades y las de su familia”. El TS recuerda que «lo normal
será fijar siempre en supuestos de esta naturaleza un mínimo que contribuya a cubrir los
gastos repercutibles más imprescindibles para la atención y cuidado del menor, y
admitir solo con carácter muy excepcional, con criterio restrictivo y temporal, la
suspensión de la obligación, pues ante la más mínima presunción de ingresos,
cualquiera que sea su origen y circunstancias, se habría de acudir a la solución que se
predica como normal, aún a costa de un gran sacrificio del progenitor alimentante»

57
Por ultimo analizamos también las consecuencias de no pagar la pensión alimenticia que
como sabemos según el art. 227 del código penal (hacemos referencia al nuevo código
penal de la ley orgánica 1/2015 de 30 de Marzo con vigencia desde el 1 de Julio de
2015, que no modifica este artículo) establece que aquel que dejare de pagar durante dos
meses consecutivos o cuatro meses no consecutivos la pensión de alimentos a favor de
sus hijos o también de su cónyuge, que haya sido establecida en convenio judicialmente
aprobado o por sentencia en los supuestos de separación matrimonial, divorcio,
declaración de nulidad del matrimonio, proceso de filiación, o proceso de alimentos a
favor de sus hijos, será castigado penalmente. Es importante concluir que para la
existencia de este delito, debe haberse dictado antes una sentencia.

Como vemos, y al analizar algunas cuestiones más destacadas de este trabajo, nos
damos cuenta que la pensión alimenticia se encuentra repleta de lagunas y problemas no
solo los más significativos referentes al impago de la pensión alimenticia, si no muchos
otros que van surgiendo dependiendo de la dificultad y de la situación en cuestión que
como hemos estudiado y visto tras algunas sentencias, la versatilidad tanto del caso que
se da como de la solución que se aplica son bastante considerables.

58
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59
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NORMATIVA
-Real Decreto de 24 de julio de 1889, texto de la edición del Código Civil mandada
publicar en cumplimento de la Ley de 26 de mayo último (Vigente hasta el 15 de Julio
de 2015). (Artículos, 68.5, 73.5, 93, 110,142. 143, 144, 145, 146, 147, 148, 149, 150,
151, 152, 154, 315, 1124)

-Constitución española de 1978 (art 12, art 39.3).

-Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, por la que se modifica la Ley Orgánica 10/1995,
de 23 de noviembre, del Código Penal. (Artículo 227).

-Real Decreto de 3 de febrero de 1881, de promulgación de la Ley de Enjuiciamiento


Civil (Vigente hasta el 23 de Julio de 2015). (Artículos 748.4 768, 769 y ss., 1609 y
ss.1890)

-Real Decreto 1618/2007 de 7 de Diciembre

-Ley orgánica 4/2000 de 11 de Enero

-Ley 11/1981 de 13 de Mayo

-Ley 30 1981 de 7 de julio

-Ley 11/1990, 15 de octubre

-Ley 41/2003 de 18 de Noviembre

-Ley 94744/2006

-Declaración Universal de los Derechos humanos de 10 de Diciembre de 1948

-Pacto Internacional sobre derechos económicos, sociales y culturales de 19 de


Diciembre de 1966.

-Declaración de la Asamblea general de las naciones unidas sobre los derechos del niño
de 20 de Noviembre de 1989.

JURISPRUDENCIA:
-Sentencia del Tribunal Supremo de 5 de Octubre de 1993 (RJ 1993/7464), nº 918/1993.

- Sentencia del Tribunal Supremo del 5 de Octubre de 1993 (RJ 536/1991).

- Sentencia de la AP de Córdoba, de 5 de Octubre de 1995 (AC 1995,1869).

-Sentencia de la AP de Gerona de 18 de Diciembre de 1996. (AC 1996/2409).

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- Sentencia de la AP de Granada, 8 de Febrero de 2000 (nº 89/2000), (JUR
2000/108517).

- Sentencia del Tribunal Supremo de 24 de Abril de 2000. (RJ 411/2000).

-Sentencia del Tribunal Supremo, sala de lo civil, de 18 de Mayo de 2001.


(RJ.489/2001).

- Sentencia de AP de Sevilla, de 5 de Noviembre de 2003. (nº 511/2003).

-Sentencia del Tribunal Constitucional, de 14 de Marzo de 2005, (RTC 2005/57).

-Sentencia de la AP de Madrid, Secc.24, de 16 de Marzo de 2006. (nº 355/2006).

-SAP de Murcia, Sección 5ª, de 9 de Mayo de 2006 (ref. 41/2006) nº de sentencia


204/2006.

-SAP de Málaga, Sección 6ª; de 4 de Enero de 2007, recurso 943/2006, nº de Sentencia


10/2007.

-Sentencia de AP de Madrid de 9 de Mayo de 2007, (594/2007).

- Sentencia de AP Madrid, Sección 24ª, 17 de Diciembre de 2009, nº 1296/2009.

-Sentencia del Tribunal Supremo (Sala de lo Civil sección 1ª), nº 402/2011 de 14 de


Junio de 2011. (RJ. 2011/4527).

- Sentencia de AP de Asturias, de 10 de Febrero de 2012, (nº55/2012).

-SAP de Murcia, Sección 5ª, de 4 de Junio de 2013, recurso 58/2013, nº de Sentencia


223/2013.

-Sentencia del Tribunal Supremo en fecha de 19 de Julio 2013 (RJ 4082/2013).

-Sentencia de la AP de Cádiz (sección 5ª) Sentencia nº 612/2013, de 16 de Diciembre de


2013. (Jur 2014/31130).

- Sentencia del Tribunal Supremo (sala de lo civil sección 1ª) Sentencia nº 111/2015 de
2 de Marzo de 2015. (RJ 2015/601).

- Sentencia de la Audiencia Provincial de Pontevedra núm. 195/16 de 18 de abril de 2016.

BASE DE DATOS Y PAGINAS WEBS.


-www. aranzadidigital.es

-www.elderecho.com/actualidad/EDC.EDEF1L014721_0017.PDF

-www.mundojuridico.info/consecuencias-no-pagar-totalidad-pension-alimentos/

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