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INTRODUCCIÓN .......................................................................................................4
2
3.1 Prueba de ingresos: valoración de la situación económica de cada
progenitor y su dedicación personal a la prole .....................................30
3.2 Fijación de los alimentos en caso de custodia compartida ...................31
4. LA PRESTACION DE ALIMENTOS .......................................................32
4.1 El fondo de garantía del pago de alimentos ..........................................34
4.2 ¿Cómo se paga la pensión alimenticia dependiendo de la edad de los
hijos? .....................................................................................................37
5. PENSION ALIMENTICIA DE LOS HIJOS ............................................40
5.1 Pensión alimenticia de los hijos menores y mayores de edad ..............40
5.1.1 Petición de supresión o modificación de los alimentos de los
hijos mayores de edad ...............................................................41
5.1.2 Los alimentos para el hijo mayor del artículo 93.2 CC. ..........47
5.2 Mayores de edad con discapacidad ........................................................49
5.3 Hijos concebidos no nacidos (nasciturus) ..............................................50
6. LA MODIFICACION DE LA PENSION ALIMENTICIA .......................51
7. CONSECUENCIAS DE NO PAGAR LA PENSION ALIMENTICIA .....52
8. EXTINCION DE LA PENSION ALIMENTICIA .....................................53
CONCLUSIONES ........................................................................................................55
BIBLIOGRAFÍA ...........................................................................................................59
3
Introducción:
No solo la pensión alimenticia es el primer interés y la primera necesidad con la que el
ser humano se encuentra y necesita para seguir con su vida, sino además es un deber
ético y moral el atender las necesidades humanas, respecto de nuestros semejantes, ya
que nos hallamos en una solidaridad familiar, que obliga a los parientes y a nosotros
mismos a atender las necesidades vitales de cualquiera de ellos.
Las características más trascendentes de una pensión alimenticia entre parientes trata en
ser recíproca, tener carácter personal, ser imprescriptible, tener relatividad, variabilidad
y también no solidaridad, ésta última característica se refiere según el artículo 145 a que
“cuando recaiga sobre dos o más personas la obligación de dar alimentos, se repartirá
entre ellas el pago de la pensión, en cantidad proporcional a su caudal respectivo. Sin
embargo en caso de urgente necesidad y por circunstancias especiales, podrá el juez
obligar a una sola de ellas a que los preste provisionalmente, sin perjuicio de su derecho
a reclamar de los demás obligados la parte que les corresponda”
En cuanto a las clases de alimentos, podemos encontrarnos con alimentos amplios que
son todo lo que es indispensable para el sustento, habitación, vestido y asistencia
médica y alimentos estrictos que son los que solo se deben los auxilios necesarios para
la vida, cuando los necesiten por cualquier causa que no se imputable al alimentista, y
se extenderán en su caso a los que precisen para la educación.
También es importante saber quién podrá reclamar lo alimentos cuando sean dos o más
los obligados a prestarlos según el artículo 144 serán por el siguiente orden: El cónyuge,
los descendientes de grado más próximo, los ascendientes también de grado más
próximo y los hermanos.
Un aspecto a destacar de la pensión alimenticia entre parientes es que (en la ceca del
centenar de sentencias dictadas en sus últimos diez años por el TS y las AAPP ninguna
se refiere a reclamación de los alimentos entre hermanos).
Una vez analizado en brevedad y de forma introductoria el primer capítulo para saber
las nociones más básicas sobre la pensión alimenticia entre parientes, nos adentraremos
en explicar el tema principal de mi trabajo, que es el segundo capítulo que tiene por
nombre “la pensión alimenticia de los hijos tras la separación o divorcio”.
Este capítulo es muy versátil ya que tiene temas muy controvertidos entre sí y cantidad
de ejemplos que nos ayudan a entender los diferentes casos en los que las familias de
hoy en día tras la separación o divorcio se pueden encontrar.
4
La pensión de alimentos puede definirse como el deber impuesto a una o varias
personas de asegurar la subsistencia de una u otra, suponiendo la conjunción de dos
partes: una acreedora alimentista, que tiene el derecho a exigir y recibir los alimentos, y
otra deudora-alimentante, que tiene el deber legal y moral de prestarlos. Esto es, la
obligación de dar alimentos, contemplada en los arts. 142 y siguientes CC, que es una
expresión de la solidaridad familiar, y se conceptúa como el deber de procurar a quien
lo necesite la satisfacción de sus necesidades.
El padre y la madre aunque no ostentan la patria potestad, están obligados a velar por
los hijos y a prestarles alimentos mientras que sus hijos sean menores o necesiten para
vivir.
Según el artículo 93 del CC “El Juez, en todo caso, determinará la contribución de cada
progenitor para satisfacer los alimentos y adoptará las medidas convenientes para
asegurar la efectividad y acomodación de las prestaciones a las circunstancias
económicas y necesidades de los hijos en cada momento Si convivieran en el domicilio
5
familiar hijos mayores de edad o emancipados que carecieran de ingresos propios, el
Juez, en la misma resolución, fijará los alimentos que sean debidos conforme a los
artículos 142 y siguientes de este Código
Los alimentos de los hijos menores de edad no se ven afectados por las limitaciones
propias del régimen legal de alimentos entre parientes.
Hay varios ejemplos tanto de cuestiones resueltas, como de sentencias explicadas que
nos ayudarán a entender aún más todo el desglose de este capítulo.
Como vemos esta rama del derecho de familia plantea en cada desglose de su contenido
variedades de problemas que se pueden solucionar de distinta manera, por ello en este
trabajo de investigación hemos utilizado variedad de sentencias para que se comprueben
las diferentes formas de paliar una pensión alimenticia dependiendo de la circunstancia
que se de en el caso.
6
CAPÍTULO I. ALIMENTOS ENTRE PARIENTES:
1. NATURALEZA Y CARACTERES.
Se discute si la deuda de alimentos constituye o no una obligación ordinaria, de aquellas
a las que aluden los arts. 1088 y ss. C.c. La respuesta depende de las exigencias y
límites que atribuimos al concepto de obligación: Según LACRUZ BARDEJO1“si una
deuda representa una relación autónoma y aislada, que se agota por el cumplimiento, el
simple derecho a los alimentos no puede merecer la calificación de derecho de crédito
en sentido ordinario.”
Desde que (en la primera mitad del siglo XX) A. Ciuc negara el carácter patrimonial al
derecho del alimentista, se ha debatido ampliamente acerca de la naturaleza patrimonial
o extramatrimonial de derecho de alimentos y sus correspondientes caracteres.
Siguiendo al autor italiano, en nuestra doctrina, BELTRAN DE HEREDIA y ONÍS2 ha
insistido en negar el carácter patrimonial al derecho de alimentos, aunque al propio
tiempo reconoce la patrimonialidad de su contenido.
El derecho de los alimentos en general se puede caracterizar por las siguientes notas:
1. Reciprocidad: pues los familiares contemplados en los artículos 142 y siguientes son
potencialmente acreedores o deudores de la prestación de la pensión alimenticia se dan
los presupuestos legalmente establecidos (Según el art. 143: <<Están obligados
recíprocamente a darse alimentos>>.
1
Vid. LACRUZ BARDEJO, J.L .Elementos del derecho civil, editorial dykindon, Madrid, 2010, p.20.
2
Vid. BELTRÁN DE HEREDIA Y ONÍS, P. La obligación, editorial de derecho reunidas S.A, Madrid,
1989, p. 22.
3
Vid. LASARTE ÁLVAREZ, C. Principios del derecho civil, editorial Marcial Pons, Madrid, 2014,
pp.356, 357.
7
4. Relatividad: Con el parentesco han de concurrir la necesidad del alimentista y la
posibilidad del obligado, circunstancias que garantizan el quantum de la prestación (art
146,148 y 152, 2º y 3º)
6. No solidaridad. El art 145 CC., tras ordenar el reparto del pago de la pensión entre los
distintos obligados, previene como excepción “en caso de urgente necesidad y por
circunstancias especiales” el pago por uno solo de aquéllos. Se trata de un arbitrio
excepcional
Según LASARTE ÁLVAREZ4 “Se entiende por alimentos todo lo que es indispensable
para el sustento, habitación, vestido y asistencia médica [hasta 1981, todo ello había de
prestarse” según la posición social de la familia”].Los alimentos comprenden también la
educación e instrucción del alimentista mientras sea menor de edad y aun después
cuando no haya terminado la formación por causa que no le sea imputable. Entre los
alimentos se incluirán los gastos de embarazo y parto, en cuanto no estén cubiertos de
otro modo”.
4
Vid. LASARTE ÁLVAREZ, C. Principios del derecho civil, p.357
8
2.2. Alimentos estrictos.
Entre hermanos “solo se deben los auxilios necesarios para la vida, cuando los necesiten
por cualquier causa que no se imputable al alimentista, y se extenderán en su caso a los
que precisen para la educación” (art. 143.2).
LASARTE ÁLVAREZ nos dice 5“Sin embargo, la línea divisoria entre alimentos
amplios y estrictos por este concepto resulta extraordinariamente difusa, pues no hay
razones determinantes pare defender que los criterios de fijación de la cuantía de los
alimentos amplios. De otra parte, jurisprudencia sobre el particular es insuficiente, si no
inexistente (en el ceca del centenar de sentencias dictadas en sus últimos diez años por
el TS y las AAPP ninguna se refiere a reclamación de los alimentos entre hermanos).”
3. LA PRESTACIÓN DE ALIMENTOS.
El autor ALBALADEJO GARCÍA6 en cuanto a la prestación alimenticia nos dice que
“El deber de prestar alimentos presupone la necesidad de quien haya de recibirlos y la
posibilidad económica de quien haya de pagarlos, entre ciertos parientes, los alimentos
consienten en la ayuda mínima adecuada para la satisfacción de las necesidades de la
vida; mientras que entre otros parientes consisten en la ayuda que sea proporcionada a
las circunstancias del caso.”
MARTINEZ RODRÍGUEZ8 también nos explica que: “Se trata de una conducta
determinada que el obligado debe realizar en interés del pariente necesitado que, en su
calidad del tal, asume la condición de acreedor de la obligación. Conducta dirigida a la
satisfacción de sus necesidades, en cuanto interés legítimo digno de tutela y que debe
comprender la realización de todos los actos encaminados a proporcionarle lo que
precise para vivir, pero siempre en relación con las posibilidades del propio deudor.
En cuanto a un ejemplo de Sentencia que nos habla de limitaciones propias del régimen
legal de alimentos entre parientes: Señala la sentencia del Tribunal Supremo de 5 de
5
IBIDEM
6
Vid. ALBALADEJO GARCIA, M. Curso de derecho civil IV, derecho de familia, editorial Edisofer,
Madrid, 2013, p.19.
7
En este sentido y para las obligaciones en general, Vid. DIEZ-PICAZO, L. Fundamentos del derecho
civil patrimonial, editorial Civitas, Madrid, 2012 pp.235 y 236.
8
Vid. MARTINEZ RODRIGUEZ, N. La obligación legal de alimentos entre parientes, editorial La ley,
Madrid, 2002, p. 423.
9
Octubre de 1993, 9“no es sostenible absolutamente que la totalidad de lo dispuesto en el
Título VI del Libro Primero del CC, sobre alimentos entre parientes, no es aplicable a
los debidos a los hijos menores como un poder comprendido en la patria potestad (art
154.1º)”.
Esta sentencia nos dice que “el tratamiento jurídico de los alimentos debidos al hijo
menor de edad presenta una marcada preferencia – así, art.145.3º – y precisamente por
incardinarse en la patria potestad derivando básicamente de la relación paterno-filial
(art.110 del cc), no ha de verse afectado por limitaciones propias del régimen legal de
los alimentos entre parientes que, en lo que se refiere a los hijos, constituye una
normativa, en gran parte sólo adecuada al caso de los hijos mayores de edad o
emancipado. Integran en él no sólo los recursos indispensables para la subsistencia de
una persona – teniendo en cuenta sólo sus necesidades orgánicas alimentarias -, sino
también los medios tendentes al permitirle al alimentista un íntegro desarrollo que le
posibilite el día de mañana un desenvolvimiento acorde con el tiempo que le ha tocado
vivir; esto es, el concepto de alimentos incluye todas las necesidades básicas de un ser
humano, tanto físicas como intelectuales; en una palabra, todo lo que es conveniente
para su sustento, habitación, vestido, asistencia médica cubierta por la seguridad social
– no la privada – así como también los gastos para formación de la menor, y para la
continuación de dicha formación, una vez haya alcanzado la mayoría de edad”.
1º Los cónyuges.
El deber conyugal de socorro mutuo (art 68) se reduce al deber de alimentos cuando se
rompe la unidad de vida; durante la preparación y sustanciación del proceso de
separación, divorcio o nulidad.
9
Vid. la STC del Tribunal Supremo de 5 de Octubre de 1993, (RJ 1993/7464).
10
Vid. MORENO QUESADA, L. Curso de Derecho civil IV, editorial Tirant lo Blanch, Valencia, 2012,
pp. 45,46.
10
En supuestos de crisis matrimonial a conocimiento judicial, nos referimos a lo tratado
en el artículo 90 y siguientes.
El precepto comprende a todos los parientes en línea recta, ascendientes del grado más
próximo y los descendientes, también del grado más próximo.
3º Los hermanos.
En cuanto al desglose de tipos de hermanos podemos decir que serán uterinos, los hijos
de una misma madre, pero con diferente padre.
Y consanguíneos los hijos procedentes del mismo padre, y con diferente madre.
Según el art 144 deben considerarse alimentantes, entre sí, los hermanos de doble
vínculo y después los de vínculo sencillo.
Según el artículo 143, los hermanos solo se deben los auxilios necesarios para la vida,
cuando los necesiten por cualquier causa que no sea imputable al alimentista y se
extenderán en su caso a los que precisen para su educación.
La ley por lo tanto establece un orden de descarte o rechace, por lo que habiendo
parientes en orden más cercano en condiciones de prestar alimentos, no puede conducir
su exigencia a los de orden posterior en el repertorio establecido en el precepto.
11
Vid. LASARTE ÁLVAREZ, C. Derecho de familia, principios de derecho civil IV, p.354.
11
imposibilitado de hacer frente a la necesidad, entonces recaerá en los siguientes
obligados, sus descendientes.
Si entre ellos hay descendientes que no tengan igual grado, aquí el grado más cercano
excluye al grado más remoto (art 142 CC.), por lo que la petición habrá de dirigirse a
los hijos, luego a los nietos en su defecto, y así sucesivamente sin límite de grados.
Respecto a ese orden de prelación, queda por mostrar un último punto relacionada con
el deber que tiene el alimentista de respetar ese orden.
Pero, si aun existiendo un pariente de los llamados con preferencia, éste está falto de
medios, el siguiente en orden capaz de hacer frente a la necesidad será quien asuma la
obligación; y en este caso, el alimentista puede destinarse directamente frente a éste
último, sin necesidad de demandar previamente al pariente anterior que ciertamente no
está obligado al no disponer de medios suficientes.
Para que la demanda progrese, es requisito necesario que el alimentista demuestre esa
carencia de medios del llamado con preferencia, como se desprende constantes y
repetidos pronunciamientos del Tribunal Supremo.
1º.-El deber de Socorro Mutuo regulado en los Artículos: 67 C.C “El marido y la mujer
deben respetarse y ayudarse mutuamente y actuar en interés de la familia”. Y Artículo
68 C.C “Los cónyuges están obligados a vivir juntos, guardarse fidelidad y socorrerse
mutuamente”. Que requiere la condición de Cónyuges y que es un deber recíproco que
surge por razón del matrimonio.
12
Para diferenciarlo del Deber / obligación de Alimentos del Artículo 142 C.C, ésta
Obligación no surge del Matrimonio sino del Estado de necesidad de los cónyuges que
va a entrar en juego en casos de crisis de convivencia , como en la separación en los
que por ejemplo los Tribunales determinarán lo que proceda. Cabría preguntarse ¿Va a
persistir la obligación de alimento entre los que están separados de hecho?
Constante matrimonio esa Obligación sería diferente a la que regula el Artículo 142 C.C
y ese derecho subsiste constante matrimonio. Por lo que de nuevo surge la cuestión de:
¿Sería posible que uno de los cónyuges pida alimentos de socorro mutuo constante
matrimonio y persistiendo la convivencia? En este supuesto no es necesario porque en
base a los derechos y deberes del matrimoniales vinculan ese proyecto y tanto en el
régimen de bienes gananciales en el cual los bienes se hacen comunes (Artículo 1375
C.C), como en la Participación en la cual se hace partícipe al cónyuge más
desfavorecido a participar en las ganancias obtenidas durante el tiempo en que dicho
régimen haya estado vigente (Artículo 1411 C.C).
2º.-Puede haber solapamiento en el Artículo 110 C.C que dice: “El padre y la madre,
aunque no ostenten la patria potestad, están obligados a velar por los hijos menores y a
prestarles alimentos “.
El Artículo 154.1 C.C dice: “Los hijos no emancipados están bajo la potestad del padre
y de la madre.
1º. Velar por ellos, tenerlos en su compañía, alimentarlos, educarlos y procurarles una
formación integral “.
3º.-Los alimentos Voluntarios regulados en el Artículo 153 C.C que dice: “Las
disposiciones que preceden son aplicables a los demás casos en que por este Código,
por testamento o por pacto se tenga derecho a alimentos, salvo lo pactado, lo ordenado
por el testador o lo dispuesto por la ley para el caso especial de que se trate “que se
pueden establecer por Testamento (que es N.J pero no contrato) o por pacto entre las
partes.
13
Hijos menores de Edad: No sólo la obligación viene regulada en el Artículo 154.1 C.C
sino que también la obligación de un progenitor puede surgir de lo previsto en el
Artículo 142 C.C.
Por otro lado, no costa en ningún precepto de la citada ley de 1981 que la cesación del
deber de socorro y ayuda mutua se un efecto de la sentencia de separación, que
únicamente les releva de vivir juntos y guardarse fidelidad.
14
Aclarado pues que sigue existiendo el deber de dar alimentos al cónyuge necesitado
mientras que subsista el vínculo matrimonial, cabe cuestionarse si puede efectuarse la
solicitud de estos alimentos dentro del procedimiento matrimonial, o por el contrario
hay que hacer uso del procedimiento de alimentos.
12
Es esta circunstancia la que ha determinado que el contrato de alimentos sea el primero que se
contemple en el título XII dentro de los contratos aleatorios, cuando lo lógico es que se hubiera
contemplado tras el contrato de renta vitalicia Vid. (ZURITA MARTÍN, Revista de Derecho Patrimonial
“Anotaciones al nuevo contrato de alimentos”, núm. 12, 2004, p. 148).
13
Vid. ECHEVARRÍA DE RADA, T .El nuevo contrato de alimentos: estudio crítico de sus caracteres:
Artículo: “Boletín del Ministerio de Justicia”, Nº 2019-2020, 2006, pp. 3462-3463.
15
vitales del alimentista. En el ámbito doctrinal se ha destacado la especial trascendencia
en lo que se refiere a la justificación legal del contrato en estudio, tanto porque supone
el reconocimiento implícito de las limitaciones de una modalidad -el contrato de renta
vitalicia-, próxima a la que ahora se tipifica pero menos operativa a los efectos
pretendidos, como porque «en dichas líneas se identifican los potenciales beneficiarios
de la iniciativa, añadiendo al colectivo de las personas con discapacidad expresamente
contempladas en la propia denominación de la Ley, el de las personas ancianas no
consideradas en principio destinatarias de las medidas de protección que articula
aquélla». No obstante, muy acertadamente, se añade que resulta llamativo que «sea en la
Exposición de Motivos, y de modo tan indirecto, donde se haga referencia al perfil de
los sujetos en los que se pensó al tipificar el contrato de alimentos, y no al abordar su
regulación». De hecho, a pesar de esa declaración contenida en la Exposición de
Motivos, si se tiene presente el ámbito del Código civil en el que se ha introducido el
contrato de alimentos, el mismo, en principio, podría utilizarse en cualquier supuesto en
el que las partes deseen regular sus intereses mediante esta figura jurídica, sin necesidad
de que se trate de personas que demanden una especial protección. Y digo en principio,
porque teniendo en cuenta el evidente desequilibrio entre las posiciones de las partes
que se deduce de la regulación de este contrato, fundamentalmente en lo que se refiere a
los efectos restitutorios de la resolución para el deudor de la prestación alimenticia, y
que tiene su justificación en el ámbito de la Ley que lo ha introducido, es casi seguro
que no será utilizado por personas que no se encuentren en esas especiales
circunstancias, limitándose, en consecuencia, sus posibilidades de celebración. El
Proyecto de Ley 121/000084, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las
Personas en Situación de Dependencia, define esta última en el artículo 2.2 en los
siguientes términos: «El estado de carácter permanente en que se encuentran las
personas que, por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad y
ligadas a la falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial,
precisan de la atención de otra u otras personas o ayudas importantes para realizar
actividades básicas de la vida diaria» Esta definición viene a coincidir con la que, antes
de la regulación del contrato de alimentos en el Código civil, venían ofreciendo tanto la
doctrina como la jurisprudencia del «vitalicio también llamado de «cesión de bienes a
cambio de alimentos» o de «pensión alimenticia», contrato atípico en el ámbito del
Derecho estatal. El contrato de aumentos regulado ex novo por el Código civil es
aleatorio, consensual, bilateral, oneroso, vitalicio, y también se afirma su carácter intuitu
personae.”
Conforme al artículo 1791 del Código civil, el contrato de alimentos es aquel por el que
«una de las partes se obliga a proporcionar vivienda, manutención y asistencia de todo
tipo a una persona durante su vida, a cambio de la transmisión de un capital en cualquier
clase de bienes y derechos». Es un contrato aleatorio, consensual, bilateral, oneroso,
vitalicio, y también se afirma su carácter intuitu personae.
16
la vida contemplada, así como la cuantía de la prestación alimenticia, que es variable en
función de las necesidades del alimentista. En consecuencia, aquéllas ignoran su
resultado; esto es, la mayor o menor ganancia y correlativa pérdida que obtendrán. Por
tanto, en este contrato, en el que la prestación de una de las partes es cierta y está
determinada en el momento de la conclusión del contrato y debe ser en todo caso
ejecutada, siendo incierta la prestación patrimonial de la otra parte en cuanto a su
duración y entidad, el alea es siempre bilateral, pudiendo aquél resultar más o menos
ventajoso para cada una de las partes en función de las circunstancias citadas.
14
Vid. Sentencia del Tribunal Constitucional de 14 de Marzo de 2005,(RTC 2005\57).
17
Como decíamos antes, la filiación legalmente determinada, pues incumbe, incluso, a los
progenitores privados de la patria potestad.15”El padre y la madre aunque no ostentan la
patria potestad, están obligados a velar por los hijos y a prestarles alimentos” mientras
que sus hijos sean menores o necesiten para vivir.
Tras la modificación del Derecho de Familia y el Código civil por la Ley 11/1981 de 13
de Mayo, surge un concepto jurídico que se refiere a la contribución de los gastos por
parte de los progenitores en relación al gasto de los hijos en proporción a sus ingresos y
a sus posibilidades económicas:
Según el artículo 93 del CC “El Juez, en todo caso, determinará la contribución de cada
progenitor para satisfacer los alimentos y adoptará las medidas convenientes para
asegurar la efectividad y acomodación de las prestaciones a las circunstancias
económicas y necesidades de los hijos en cada momento. Si convivieran en el domicilio
familiar hijos mayores de edad o emancipados que carecieran de ingresos propios, el
Juez, en la misma resolución, fijará los alimentos que sean debidos conforme a los
artículos 142 y siguientes de este Código”
El artículo 146 del CC nos especifica que “La cuantía de los alimentos será
proporcionada al caudal o medios de quien los da y a las necesidades de quien los
recibe”
De la relación paterno-filial nacen los gastos de los alimentos de los hijos y, en el caso
de menores, es consecuencia de la patria potestad, incluso aunque el alimentante esté
privado de la patria potestad,18 “son los jueces y tribunales los que tienen que
determinar la cuantía de la pensión”
15
Vid. artículo 110 del CC.
16
En cuanto a hijos menores de edad, Vid .La sentencia de la AP de Gerona de 18 diciembre de 1996,
(AC 1996\2409 )
17
Vid. La sentencia de TS, de 5 de octubre de 1993. (Recurso 536/1991). “considera que el tratamiento
jurídico de alimentos, derivados básicamente de la relación paterno filial, no ha de verse afectado por las
limitaciones propias del régimen legal de los alimentos entre parientes”
18
Vid por la SAP de Murcia, de 9 de mayo de 2006 (ref. 41/2006).
18
Sin embargo, la contribución al sostenimiento de cargas y alimentos tiene que ser
proporcional a las necesidades del progenitor que las proporciona y a las circunstancias
económicas del deudor de la prestación.
Hay que recordar que según la ley, son hijos dependientes económicamente:
— todos los menores de dieciséis años si al menos uno de los padres es miembro del
hogar,
— los que tienen dieciséis y más años pero menos de veinticinco y son económicamente
inactivos, de nuevo si al menos uno de los padres es miembro del hogar.
Hay que decir también en relación con la cuantía y mínimos indispensables que 19“la
cuantía propuesta por el apelante se sitúa dentro de los mínimos indispensables para
garantizar la subsistencia de los hijos menores de edad, del mínimo vital que no precisa
de justificación, cuya cuantía sólo es testimonio de la persistencia de un deber que se
mantiene como un efecto inherente a la procreación que persiste en toda su extensión y
que incluso se viene fijando en aquellos casos en los que no se acreditan los ingresos del
obligado a prestar alimentos ni cuáles son sus posibilidades económicas».
Por otra parte, se encuentra el Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales
y Culturales de 19 de Diciembre de 196621 ;“ Los Estados Partes en el presente Pacto
reconocen el derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado para sí y su familia,
incluso alimentación, vestido y vivienda adecuados, y a una mejora continua de las
condiciones de existencia. Los Estados Partes tomarán medidas apropiadas para
asegurar la efectividad de este derecho, reconociendo a este efecto la importancia
esencial de la cooperación internacional fundada en el libre consentimiento. “
19
Vid ley (94744/2006), DE LA IGLESIA MONJE, M. I. “Pensión de menores tras la ruptura
matrimonial y el mínimo vital “. Revista Critica de Derecho Inmobiliario, Nº740, año 2013.
20
Vid. artículo 25.1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 10 de diciembre de 1948.
21
Vid. Artículo 11.1 del Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 19 de
Diciembre de 1966.
19
También la Declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre los
Derechos del Niño de 20 de noviembre de 198922 nos dice que: “Los Estados Partes
tomarán todas las medidas apropiadas para asegurar el pago de la pensión alimenticia
por parte de los padres u otras personas que tengan la responsabilidad financiera por el
niño, tanto si viven en el Estado Parte como si viven en el extranjero. En particular,
cuando la persona que tenga la responsabilidad financiera por el niño resida en un
Estado diferente de aquel en que resida el niño, los Estados Partes promoverán la
adhesión a los convenios internacionales o la concertación de dichos convenios, así
como la concertación de cualesquiera otros arreglos apropiados. “
El autor LASARTE ÁLVAREZ 23 nos dice que “El abolengo de la norma y su tenor
literal excluyen que el Juez pueda pronunciarse en sentido distinto, otorgando alimentos
-supongamos- desde que el alimentista comenzó a reclamarlos extrajudicialmente, de
forman infructuosa. No obstante, es obvio que si la reclamación extrajudicial rinde sus
frutos, los alimentos pueden ser exigibles a partir de ese momento y, en absoluto,
constituyen un pago indebido, pese a no existir demanda judicial alguna.”
El origen del derecho a los alimentos en España, se fecha en las modificaciones obradas
en la materia en el Código Civil por las Leyes 11/1981 y 30/1981, de 13 de mayo y 7 de
julio respectivamente.
Esta ley introdujo las “pensiones de alimentos”, es decir, ya no las debidas como
expresión de la obligación alimenticia entre parientes, sino como las específicas
derivadas del divorcio y de la separación conyugal, a favor de los hijos, y desde la
modificación en materia de alimentos.
22
Vid. Artículo 27.4 de la Declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre los
Derechos del Niño de 20 de noviembre de 1989.
23
Vid. LASARTE ÁLVAREZ, C. Derecho de familia, principios de Derecho civil IV, p.356.
24
Vid. STS Tribunal Supremo de 14 junio de 2011, (RJ 2011\4527).
20
Desde entonces se han producido distintas reformas del Código Civil, como por
ejemplo, las llevadas a cabo por la Ley 11/1990, 15 octubre, de reforma del Código
Civil, en aplicación del principio de no discriminación por razón de sexo, y la Ley
15/2005, de 8 de julio, por la que se modifican el Código Civil y la Ley de
Enjuiciamiento Civil en materia de separación y divorcio.
Por otra parte, la esperanza de vida ha ido aumentado, y en la actualidad, los ancianos se
ven en multitud de ocasiones solos y haciendo frente a sus gastos y a su asistencia
médica a través de personas contratadas, cosa que antes se asumía por la familia,
contando para ello con una exigua pensión.
Todas estas situaciones se han visto paliadas con la regulación del contrato de
alimentos, por la Ley 41/2003, de 18 de noviembre, de protección patrimonial de las
personas con discapacidad y de modificación del Código Civil, de la Ley de
Enjuiciamiento Civil y de la Normativa Tributaria con esta finalidad.
Con las reformas introducidas por la Ley 15/2005, de 8 de julio que modificó el Código
Civil en materia de guarda de los hijos menores en caso de ruptura matrimonial y no
matrimonial, y las reformas legislativas posteriores introducidas por algunas
comunidades autónomas en esta materia, se constató la necesidad de clarificar
conceptos y contenidos ante un fenómeno, el de la denominada custodia compartida,
que ha generado y sigue generando importantes debates sociales y que ha sido asumida
como bandera por parte de algunas organizaciones.
En cuanto a los alimentos debidos a los hijos que alcanzan la mayoría de edad, no
establece el Código Civil que deban establecerse sometidos a una limitación temporal.
Las características que disponen que un gasto se extraordinario es que sea necesario e
imprevisible, y, por tanto, que la forma en que se va a sufragar no se haya podido
25
Vid. LEFEBVRE, F. Claves prácticas pensión de alimentos, las 100 cuestiones más consultadas, p. 21.
21
prever, discutir y resolver con carácter previo en el proceso de familia donde se haya
fijado la pensión de alimentos ordinarios.
Por lo que, para que un gasto pueda ser estimado como extraordinario y, en
consecuencia, como un gasto no incluido en la pensión de alimentos ordinaria, debe
reunir las siguientes características:
1. Ser necesario ,2. Ser imprevisible, 3. No tener una periodicidad prefija ,4. Ser acorde
y asumible por el caudal del alimentante.
Estos gastos son aquellos que pueden ser necesarios o indispensables pero nunca
reiterados y si no hay acuerdo entre las partes debe ser precisado por un juez.
Según TORRES PEREA26 “los gastos de los menores se pueden dividir entre los
progenitores, de modo que, por ejemplo, los gastos de vestuario y educación los abone
uno de ellos y los de alimentación y actividades los satisfaga el otro, teniendo siempre
presente la capacidad económica de cada uno de los progenitores.”
Este experto plantea que lo mejor es la apertura de una cuenta común, donde en función
de la capacidad económica, se hagan ingresos periódicos fijos para satisfacer los gastos
extraordinarios, haciéndose cargo cada progenitor de la alimentación del menor durante
los periodos temporales que convivan con él.
22
La autora MARTÍNEZ RODRÍGUEZ 28 nos detalla que “En España, la jurisprudencia
ha formulado la llamada doctrina del mínimo vital, en base a la cual no cabe la
modificación de medidas en cuestión de alimentos, y consiguientemente «no procede la
reducción de la pensión a la mitad por la mayoría de edad e independencia económica
del otro hijo, al suponer los 150 euros de pensión, un “mínimo vital” necesario para que
el hijo viva en condiciones de suficiencia y dignidad”
Se elude tener que probar continuamente que los sucesos que originan la modificación
de medidas tienen carácter estable, duradero, con vocación de permanencia, pues el
mínimo vital es el mínimo que independientemente de la situación del progenitor debe
otorgarse. El padre debe hacer lo posible y lo imposible para atender a sus necesidades
por encima de las suyas propias, nos encontramos con la sentencia de la Audiencia
provincial de Málaga de 2007,29 que plantea lo siguiente: “El padre se encuentra en
situación de desempleo y por ello percibe la correspondiente prestación. Con ella ha de
subvenir a sus propias necesidades y a las de los cuatro hijos que con él conviven, pero
ello no excluye que venga obligado también a contribuir al sostenimiento de su otro
hijo, pues la misma obligación le asiste respecto del mismo que respecto de los otros
cuatro hijos a su cargo. Goza de una alta cualificación académica, pues es Ingeniero
Técnico de Telecomunicaciones, siendo notoria la gran demanda de este tipo de
profesionales en el actual mercado de trabajo”
28
Vid. MARTÍNEZ RODRÍGUEZ, N. La obligación legal de alimentos entre parientes, Editorial la ley,
Madrid, 2002, p. 66.
29
Vid. SAP de Málaga, de 4 de enero de 2007, ( nº 943/2006)
23
La situación de desempleo es meramente coyuntural, lo que impide suspender su
obligación alimenticia para con su hijo menor.
Los obligados del derecho son los progenitores, los alimentantes que se hallan ante un
deber inexcusable por derivar de las obligaciones del ejercicio de la patria potestad y
dada la obligatoriedad de su regulación que para estos casos impone el artículo 93 del
Código Civil, siempre procederá fijar un mínimo vital sin perjuicio de que por razones
de fuerza mayor en algún caso no pueda ser atendido30 «…por razón de las obligaciones
asumidas por los mismos por su condición de tales, que no precisa de justificación y
cuya cuantía sólo es testimonio de la persistencia de un deber que se mantiene como un
efecto inherente a la procreación que persiste en toda su extensión y que incluso se
viene fijando en aquellos casos en los que no se acreditan los ingresos del obligado a
prestar alimentos ni cuáles son sus posibilidades económicas»
El TS recuerda que «lo normal será fijar siempre en supuestos de esta naturaleza un
mínimo que contribuya a cubrir los gastos repercutibles más imprescindibles para la
atención y cuidado del menor, y admitir solo con carácter muy excepcional, con criterio
restrictivo y temporal, la suspensión de la obligación, pues ante la más mínima
presunción de ingresos, cualquiera que sea su origen y circunstancias, se habría de
30
Vid. SAP de Murcia, de 4 de junio de 2013, (nº 58/2013)
31
Vid. MARTÍNEZ GONZÁLEZ, S.P. La mediación en el Derecho de Familia. Sucesiones hereditarias
y empresas familiares. Regulación legal y aspectos prácticos, editorial la ley, Madrid, 2013. p.62
32
Vid. S. del Tribunal Supremo de 2 marzo de 2015, (RJ 2015\601)
24
acudir a la solución que se predica como normal, aún a costa de un gran sacrificio del
progenitor alimentante» correspondiendo a la Sala revisar si se ha conculcado el juicio
de proporcionalidad por la sentencia.
Se echaba en falta el instrumento que había de ser útil para reducir los niveles de
fortuitos o inesperados de los pronunciamientos judiciales, aumento la seguridad
jurídica y poniendo más fáciles las obtenciones de acuerdos y soluciones entre las
partes, con la consiguiente reducción de lo litigioso-contencioso en beneficio de la vía
consensual, de probada mayor eficacia en la solución de controversias, especialmente en
esta materia.
33
Vid. Audiencia Provincial de Cádiz 16 diciembre de 2013 (JUR 2014\31130)
25
Con esta finalidad descrita anteriormente, en julio 2013, el CGPJ presenta <<Las tablas
Orientadoras para el Cálculo de la Pensión Alimenticia para hijos en los procesos de
familia>> elaboradas recogiendo las experiencias desarrolladas y, en su vez,
considerando algunos elementos añadidos de carácter científico.
El autor Francis Lefebvre nos dice que34 “con anterioridad a la publicación de estas
Tablas por el CGPJ, han existido otras, como las elaboradas por D. Antonio Pérez
Martín; asimismo, algunas Audiencias venían también acogiéndose a diferentes tablas
orientativas, como el caso AP Huelva 3-12-09, EDJ 368788.
- Los Jueces repartirán el coste entre ambos progenitores según las circunstancias
específicas del caso.
- Esta tabla es de aplicación en los supuestos de custodia compartida; dadas las muchas
modalidades en la concreción de este tipo de guarda, uno de los modelos de reparto
pudiera ser la proporción de tiempo de estancia del menor con uno u otro progenitor.
2º.- Tabla 2: ofrece el reparto de tales costes en proporción a los ingresos de cada
progenitor.
34
Vid. LEFEBVRE, F. Claves prácticas pensión de alimentos, las 100 cuestiones más consultadas.
Editorial Redacción Lefebvre- El Derecho, Madrid, 2014 , p.43.
35
http://www.elderecho.com/actualidad/EDC_EDEFIL20140721_0017.pdf.
26
alternos, mitad de las vacaciones y una o dos tardes intersemanales , al considerar que el
progenitor custodio cubre su aportación durante el tiempo que permanece con el menor.
Del cálculo de una y otra se han excluido las partidas correspondientes a vivienda y
educación que deben ponderarse de manera independiente, por lo que la cantidad
resultante deberá incrementarse con tales con tales conceptos, en función de su importe
y criterios de reparto. En los casos de custodia monoparental, si el derecho de habitación
de los menores se cubre con la atribución del uso de la vivienda familiar al progenitor
custodio dicha pensión solo debería incrementarse con los gastos ordinarios de
educación.
La utilización de las Tablas del CGPJ requiere la previa determinación de los ingresos
netos (no brutos) de cada progenitor, calculados en 12 mensualidades, prorrateadas las
pagas extras y cualquier otro concepto que pueda percibirse.
Las Tablas presumen que no existen necesidades especiales por parte de los hijos, como
pudieran ser las derivadas de minusvalías, enfermedades u otras circunstancias. Si
concurriera esa variable se deberá tener en cuenta para la fijación de la pensión final.
Las Tablas no contemplan ingresos del obligado al pago de la pensión por debajo de
700 euros, al considerar que en rentas inferiores a esta cuantía ha de fijarse la
denominada "pensión mínima o de subsistencia", que jurisprudencialmente varía según
las zonas geográficas y poblaciones.
27
En esta tabla que he adjuntado podemos ver el importe en euros de la pensiones
mensuales según los ingresos de los padres, nos desglosa diferentes casos según si el
progenitor se encuentra con custodia o sin ella, y también cuando un solo progenitor
obtiene ingresos.
Así por ejemplo un progenitor sin la custodia que tiene unos ingresos de 1.200 euros,
deberá de pasar 259 de esa cantidad.
También hay que tener en cuenta que si hay dos hijos lo valores se deben de multiplicar
por 1.45, si hay tres hijos por 1.65, si hay cuatro hijos, los valores se deben de
multiplicar por 1.93 euros.
El análisis de la jurisprudencia más reciente (de las Audiencias Provinciales) nos detalla
que, al menos para familias de tipo medio, la fijación cuantitativa de la pensión en favor
de los hijos se encuentra en una aproximación de 300 € al mes.
36
Vid. LASARTE ÁLVAREZ, C. Derecho de familia, principios de derecho civil IV, p.358.
28
2.4. Las formas de la prestación.
El artículo 149 establece, desde la redacción originaria del Código, que “el obligado a
prestar alimentos podrá, a su elección, satisfacerlos, o pagando la pensión que se fije, o
recibiendo y manteniendo en su propia casa al que tiene derecho a ellos”.
37
Vid. Sentencia del Tribunal Constitucional de 14 de Marzo de 2005 (RTC 2005/57).
29
señala esta resolución que “ los alimentos a los hijos , en la medida que tienen su origen
exclusivamente en la filiación (art 39.3), ni precisan demanda alguna para que se origine
el derecho a su percepción , ni la ley prevé excepciones al deber constitucional de
satisfacerlos”
- bien mediante el abono de una suma periódica de dinero (a cargo del progenitor no
custodio),
3. Para fijar la pensión de alimentos, respecto del alimentante se han de tener en cuenta
sus posibilidades económicas reales, lo que implica atender no al caudal de bienes de
que dispone en ese momento sino a su total patrimonio, que genera ingresos pero
también implica gastos que han de deducirse. Así, además de los ingresos económicos
efectivos que tiene el alimentante, en muchas ocasiones encontramos que suelen hacer
frente a cargas familiares, normalmente representadas por un préstamo hipotecario que
38
Vid. LEFEBVRE, F. Claves prácticas pensión de alimentos, las 100 cuestiones más consultadas, p.55.
30
grava la vivienda familiar, y junto a ello suelen tener otro tipo de gastos o cargas
personales, como pueden ser el arrendamiento de una vivienda con otros gastos que
conlleva.
e) A efectos de tener utilidad para obtener información sobre capacidad económica del
obligado al pago, la aportación de las últimas declaraciones del IRPF.
Las soluciones que se llevan acogiendo actualmente y son utilizadas bastante son por
ejemplo:
a) Si los ingresos son semejantes, que cada progenitor aporte los gastos ordinarios de
manutención durante el tiempo que está con cada uno de ellos, y que el resto de gastos
se abone al 50% (ropa, gastos escolares, actividades extraescolares, gastos
31
extraordinarios, etc.) con cargo a una cuenta bancaria donde ambos progenitores deben
ingresar una determinada cantidad; Y€
b) Si los ingresos son diferentes, además habría que fijar que el progenitor que gane más
abone al otro una determinada cantidad para sufragar esos gastos ordinarios de
manutención (comida y ocio).
Vemos que no es aceptable, ni se debe permitir por los jueces, uso fraudulento de la
Ley, asistiendo a la custodia compartida como medio para no abonar alimentos y no en
interés del menor que esto si sería por lo tanto aceptable por consiguiente, no es que sea
forzoso o preceptivo el no fijar alimentos en supuestos de custodia compartida, sino que
cada situación concreta se deberá resolver de diferente manera dependiendo de las
características de cada una y asiduamente desde la visión de proteger al menor en todo
momento al máximo posible.
2. La cuantía de los alimentos también debe guardar proporción con las necesidades del
hijo/a o alimentista.
3. Se debe evitar, en la manera de lo posible, que el nivel de vida de los hijos menores
de edad se vea minorado o perjudicado por el cese de convivencia de sus progenitores.
4. Se debe procurar que el nivel de vida del menor sea igual tanto viviendo con su padre
como cuando vive con su madre. O, al menos, que en una y otra vivienda tenga el
mismo nivel que tenía cuando sus progenitores vivían juntos y él con ellos.
4. LA PRESTACIÓN DE ALIMENTOS
-Cuantía de la prestación:
Por lo que atañe a la cuantía tanto de los más limitados como de los amplios, será la
adecuada para que el alimentista alcance bien el nivel más bajo, en el caso de aquellos,
bien el que corresponda, en el caso de éstos. De forma que si no tiene ningún medio
propio, el alimentante deberá posibilitarle todo hasta que alcance aquellos niveles; y si
aunque suficientes tiene algunos medios, el alimentante deberá pasarle alimentos en la
cantidad necesaria para completar los niveles repetidos.
Según los artículos 93, 142, 144,146 y 147 del CC., el primero de los cuales deberá
hacer referencia a la obligación de ambos progenitores a contribuir para satisfacer los
alimentos de los hijos, sin discriminación entre ellos por razón alguna debe fijarse en
proporción al caudal y medios de quien los da y las necesidades de quien los recibe
32
(art.146 del CC.), teniendo en cuenta los conceptos que debe comprender, aplicando
toda la normativa legal desde la óptica del favor filli..
-Oscilaciones de la prestación:
Tanto si aumentan (por ejemplo, contrae una enfermedad que obliga a hacer más
gastos), como si disminuye (por ejemplo, acaba sus estudios, y cesa de tener que pagar
la enseñanza) las necesidades del alimentista, como si aumentan o disminuyes los
medios del alimentante, aumentara o descenderá correlativamente la cuantía de lo que
este debe proporcionar hasta quedar, en el mínimum que requieren los alimentos
restringidos o en la cantidad que pidan los alimentos amplios.
El artículo 39.3 de la Constitución, obliga al progenitor a compartir con sus hijos sus
recursos económicos hasta el límite de su propia subsistencia, es decir la obligación de
mantener a los hijos no responde como en el caso de los alimentos entre parientes al
concepto de necesidad, sino a la responsabilidad y participación de los hijos de las
posibilidades personales y materiales de sus padres.
39
Vid. la Sentencia del Tribunal Supremo, de 18 de Mayo de 2001, (nº 489/2001).
40
Vid. Sentencia de la AP de Madrid, de 16 de marzo de 2006 (nº 355/2006).
41
Vid. Sentencia del Tribunal Constitucional de 14 de Marzo de 2005, (RTC 2005/57).
33
4.1. El fondo de garantía del pago de alimentos.
Antes de que se aprobara Real Decreto 1618/2007 de 7 de Diciembre, el autor
CARRASCO PERERA42 venía a referirse a este fondo con el que sufragar el pago de
las pensiones alimenticias a hijos a cargo de madres separadas o divorciadas, cuando
dichas pensiones no sean atendidas por el progenitor al que el convenio o la sentencia
impuso la deuda incumplida. Sobre el particular apuntaba que esta deuda impagada
alcanza al 80% de la cifra global fijada en concepto de alimentos a hijos. Pero hacía
algunas reflexiones señalando que “también se sabe ya que existen componentes en la
cifra de pensión alimenticia a hijos que inevitablemente incrementan las rentas de la
madre , y que los pagadores lo saben, por lo que, salvo rasgos de solidaridad pos ruptura
no presumibles, lo racional es que finalmente los padres dejen con el tiempo de pagar.
Es muy probable que no exista en la práctica ejercicio de la acción de reembolso del
fondo. El coste de un aparato jurídico para ello sería muy alto (similar en estructura,
costes y perfección a las agencias públicas de cobro de la Seguridad Social y Hacienda),
con lo que se puede afirmar que los gastos de mantener este servicio de reclamaciones
serían superiores a los pagos obtenidos por vía de reembolso. Tampoco las cantidades
que se pudieran obtener serían muy pingües, si estamos hablando de la cobertura en el
nivel de la miseria, con lo que volvería a existir una desproporción entre coste de
obtención del pago y cuantía de lo recaudado. Finalmente, a diferencia de lo que ocurre
con Hacienda y Seguridad Social, las posibilidades de fracaso en vía ejecutiva son
bastante altas, no sólo por las considerables bolsas de insolvencia que deben existir, sino
porque, a diferencia de la vía de apremio que conocemos, el padre demandado podría
defenderse alegando toda suerte de argumentos (pobreza, modificación de
circunstancias, compensación, mayoría de edad, holgazanería de los hijos, mejora de
fortuna de la madre, etc.) que acabarían haciendo muy especulativo el resultado del
reembolso.”
42
Vid. CARRASCO PERERA, A . “Un fondo para pagar las pensiones alimenticias”. Actualidad jurídica
Aranzadi, núm. 720, 2007.
43
Vid Artículo 1 del Real Decreto 1618/2007 de 7 de diciembre del fondo de garantía del pago de los
alimentos.
34
-Los beneficiarios de los anticipos:44
1. Serán beneficiarios de los anticipos del Fondo los españoles menores de edad, así
como los menores nacionales de los demás Estados miembros de la Unión Europea
residentes en España, titulares de un derecho de alimentos judicialmente reconocido e
impagado, que formen parte de una unidad familiar cuyos recursos e ingresos
económicos, computados anualmente y por todos sus conceptos, no superen los límites
que se establecen en el artículo 6 de este real decreto.
a) Residir legalmente en España y haberlo hecho durante cinco años, de los cuales dos
deberán ser inmediatamente anteriores a la fecha de solicitud del anticipo.
Para los menores de cinco años estos periodos de residencia se exigirán a quien ejerza
su guarda y custodia.
No obstante, si el titular de la guarda y custodia fuera español bastará con que el menor
resida legalmente en España al tiempo de solicitar el anticipo, sin necesidad de acreditar
ningún periodo previo de residencia.
b) Ser nacionales de otro Estado que, de acuerdo con lo que se disponga en los tratados,
acuerdos o convenios internacionales o en virtud de reciprocidad tácita o expresa,
reconozca anticipos análogos a los españoles en su territorio.
44
Vid Artículo 4 del Real Decreto 1618/2007 de 7 de diciembre del fondo de garantía del pago de los
alimentos.
45
Vid Artículo 8 del Real Decreto 1618/2007 de 7 de diciembre del fondo de garantía del pago de los
alimentos.
35
3. No obstante lo anterior, la cuantía máxima del anticipo a percibir por un beneficiario
se establece en 100 euros mensuales. Si la Unidad familiar estuviera integrada por
varios beneficiarios este límite operará para cada uno de ellos.
Efectividad y pago. 47
Los efectos económicos del anticipo se producirán a partir del día primero del mes
siguiente a aquél en que se hubiese presentado la solicitud. El pago se efectuará por
mensualidades vencidas y lo percibirá quien tenga la guarda y custodia del menor
beneficiario.
46
Vid Artículo 9 del Real Decreto 1618/2007 de 7 de diciembre del fondo de garantía del pago de los
alimentos.
47
Vid Artículo 10 del Real Decreto 1618/2007 de 7 de diciembre del fondo de garantía del pago de los
alimentos.
48
Vid Artículo 227.1 del Código Penal, situado en la Sección 3ª del Capítulo III del Título XII del Libro
II, bajo la rúbrica “Del abandono de familia, menores e incapaces”
36
4.2 ¿Cómo se paga la pensión alimenticia dependiendo de la edad de
los hijos?
Cuando se trate de hijos menores de edad, éstos tienen derecho en función de los
ingresos de ambos progenitores, a que su situación económico-social no varíe por el
hecho de que sus progenitores dejen de vivir juntos. Es decir, la pensión de alimentos
tiene que cubrir sus gastos de alimentación, vestido, vivienda, educación, ocio,
cumpleaños, la paga semanal etc.
Cuando se trata de hijos mayores de edad, sólo se incluyen los gastos necesarios para el
sustento, vivienda y educación.
En los dos casos se debe de respetar la regla de proporcionalidad entre las necesidades
del alimentista y las posibilidades económicas del alimentante.
Ha de tenerse en cuenta que cuando existen hijos mayores que cursan estudios y por lo
tanto, están en proceso de formación, que dependen económicamente de sus padres,
aquellos tienen derecho a una pensión y normalmente los tribunales se la reconocen, en
todo caso la obligación alimenticia de los padres respecto de los hijos mayores de
edad no puede prolongarse indefinidamente en función únicamente de los deseos del
hijo en la ampliación de su formación universitaria.
Planteamos diferentes cuestiones a tener en cuenta para entender mejor las diferentes
formas de cuantía de la pensión alimenticia en diversos procesos matrimoniales.
37
dos hijos, ambos mayores de edad, y le exige una pensión de alimentos de 1200 euros al
mes alegando que los hijos tienen muchos gastos como carnet de conducir, universidad
privada etc., los hijos aún no han comenzado la universidad.
¿Hasta qué punto se le puede exigir a un padre una pensión alimenticia en favor de unos
hijos mayores de edad que se calcula incluyendo gastos que el padre no está dispuesto a
asumir (universidad privada, carnet conducir, profesores particulares) al entender que su
calidad de vida quedaría reducida drásticamente? ¿Qué pensión a cargo del padre
podría estimarse correcta?
Analizamos que esta cuestión debe resolverse al amparo del CC. art 93.2 y por tanto si
hablamos de hijos mayores de edad que no tienen independencia económica y conviven
con el progenitor que solicita la pensión, tienen derecho a que se fije a su favor una
pensión de alimentos, esta se fija en los procesos matrimoniales no tiene el mismo
alcance según sean los hijos menores de edad o mayores. En este caso, incluye lo
indispensable para el sustento, habitación, pero también los gastos necesarios para su
formación.
En uno y otro caso se debe respetar la regla de proporcionalidad entre las necesidades
del alimentista y las posibilidades económicas del alimentante. Para cuantificar la
pensión que se debe de abonar se deberá estar a los que se pruebe en el caso concreto.
En relación a los gastos de universidad, se den valorar varias circunstancias entre ellas:
Si esos estudios se pueden hacer en una universidad pública, los ingresos de ambos
progenitores, la posibilidad de acceso a becas, la dedicación de los hijos los estudios etc.
También se debe tener en cuenta que si esos estudios universitarios no se han iniciado,
en principio, no se puede incluir su coste en la cuantía de la pensión. Si se podrá fijar
para el futuro, pero condicionado a que los mismos realmente se inicien. En relación al
coste del carné de conducir, al ser un gasto puntual se considera como gasto
extraordinario, y en cuanto a las clases particulares dependerá de lo que se pruebe y la
periodicidad de las mismas, pues dependerá de ello de que se pueda considerar dentro
de los alimentos ordinarios o más bien como gasto extraordinario, pero en todo caso
para su concesión es esencial que se acredite realmente su necesidad.
En situación de divorcio, cuando los hijos tienen 25 o más años, ¿hay alguna edad
reglamentaria o algún límite de tiempo en pasar la pensión alimenticia?
Consideramos que no hay una edad exacta, ya que los derechos de los hijos a la
prestación de alimentos no cesan automáticamente por haber alcanzado la mayoría de
edad, sino que subsisten si se mantiene la situación de necesidad no imputable a ellos.
La sentencia del TS nos desarrolla que “la conveniencia de establecer una interpretación
de la norma que garantice uniformidad. Legitimación: Indudable interés legítimo del
38
cónyuge con quien conviven los hijos mayores de edad. El cónyuge con el que conviven
los hijos mayores de edad que estén en necesidad se halla legitimado para demandar al
otro progenitor la contribución de alimentos. Requisitos: Debe haber una convivencia
familiar. No sólo el hecho de morar en la misma vivienda.”49
-Otra de las cuestiones que planteamos es, para el cálculo de la pensión de alimentos
que ingresos han de tenerse en cuenta, los ingresos brutos o por el contrario los ingresos
netos.
Sin lugar a ninguna duda los que se tienen que tener en cuenta son los ingresos netos,
pero para saber cuáles son estos, deben de tenerse en cuenta los brutos y deducir de los
mismos solo los que son descuentos legales y obligatorios, otro descuento ajeno a estos
puede elevar la retención de IRPF o abonar un seguro médico privado colectivo, no es
válido y será computado como neto
49Vid. Sentencia del Tribunal Supremo de 24 de Abril del 2000, (nº 411/2000).
39
5. PENSIÓN ALIMENTICIA DE LOS HIJOS
El artículo 39.3 de la CE nos dice que “Los padres deben prestar asistencia de todo
orden a los hijos habidos dentro o fuera del matrimonio, durante su minoría de edad y
en los demás casos en que legalmente proceda”
Mientas que los hijos son menores de edad la obligación alimenticia existe
incondicionalmente y no puede decretarse su cesación, entender lo contrario significaría
que los padres pueden renunciar libremente el cumplimiento de las funciones que le
imponen la patria potestad, circunstancia que no está contemplada en nuestro
ordenamiento jurídico.
Los alimentos de los hijos menores de edad es de mayor amplitud que los debidos al
resto de parientes.
Los alimentos de los hijos menores de edad, tienen preferencia sobre los alimentos al
resto de parientes, tal como establece el artículo 145.3 del CC. “Cuando dos o más
alimentistas reclamaren a la vez alimentos de una misma persona obligada legalmente a
darlos, y ésta no tuviere fortuna bastante para atender a todos, se guardará el orden
establecido en el artículo anterior, a no ser que los alimentistas concurrentes fuesen el
cónyuge y un hijo sujeto a la patria potestad, en cuyo caso éste será preferido a aquél”
Los alimentos de los hijos menores de edad no se ven afectados por las limitaciones
propias del régimen legal de alimentos entre parientes.
50
Vid. PEREZ MARTIN, A.J. Derecho de familia, divorcio y separación de mutuo acuerdo. El
procedimiento de modificación de medidas, p.818.
40
recibir o mantener en su propia casa al cónyuge ni a los hijos confiados al cuidado de
éste
El autor J. Pérez Martin detalla respecto de la pensión alimenticia de los hijos mayores
de edad51 que: Las obligaciones alimenticias de los padres respecto a sus hijos no cesa
cuando aquellos alcanzan la mayoría de edad, sin embargo el régimen jurídico de estos
alimentos es distinto al de los hijos menores de edad. El derecho de los alimentos de los
hijos mayores de edad no es incondicional.
Para la cesación de los alimentos a los hijos mayores de edad se tiene que acreditar la
necesidad de los mismos, sin que exista ninguna presunción legal de dicha necesidad
como ocurría con los hijos menores. Pueden tener menor contenido que los alimentos de
los menores, puesto que en ocasiones puede reducirse al mínimo imprescindible e
incluso extinguirse.
Los alimentos de los hijos mayores de edad, no gozan de preferencia frete a otros
parientes. Los alimentos de los hijos mayores de edad se ven afectados por las
limitaciones propias del régimen legal de alimentos entre parientes, si bien se hace
preciso puntualizar que la causa de cesación de alimentos del artículo 152.3 CC. Puede
no ser aplicable a los alimentos de los hijos mayores de edad si estos aún no han dejado
de pertenecer a lo que se llama “familia reducida” esto es cuando aún continúan
viviendo en el domicilio familiar.
Las obligaciones alimenticias respecto de los hijos mayores de edad, podrá prestarse a
elección del alimentante, o pagando la pensión que se fije o recibiendo y manteniendo
en su propia casa al que tiene derecho a ellos. No obstante, este derecho de opción no
tiene un carácter absoluto. La obligación alimenticia de los hijos mayores de edad será
siempre proporcional al caudal y medios del que los da y a las necesidades de quien los
recibe.
41
el hijo mayor de edad, o por suspensión temporal de la obligación de pagar la pensión
alimenticia se encuentran explicados detalladamente por el autor PÉREZ MARTIN:52
Es una cuestión pacífica entre la doctrina y las sentencias dictadas por juzgados y
tribunales, que la mayoría de edad de un hijo, no conlleva de modo automático la
reducción o extinción de la pensión alimenticia pues la propia realidad social, conforme
a la cual se han de interpretar las normas jurídicas- artículo 3.1 del CC., demuestra que
los hijos, aún adquirida la mayoría de edad, y extinguida, en consecuencia la protección
que otorga la patria potestad, continúan bajo la dependencia económica de sus padres,
fundamentalmente por dos motivos a) porque normalmente la formación académica de
un menor termina aproximadamente sobre los veinte dos años y b) por la especial
dificultad que supone hoy en día acceder al mercado de trabajo con el objeto de obtener
unos ingresos que les permitan llevar una vida independiente de sus progenitores.
Hoy día es frecuente que muchos hijos terminen su formación varios años después de
alcanzar la mayoría de edad, que en el supuesto de los estudiantes universitarios se suele
prolongar aún más tiempo. El hecho de que los progenitores se hayan separado o
divorciado, no es motivo suficiente para reducir el periodo de formación de los hijos,
sin embargo, bien es cierto que ha de partirse del hecho cierto y evidente que , una vez
dividida la familia, los ingresos que antes podían ser suficientes para mantener las
necesidades de todos los componentes de la unidad familiar con un cómodo nivel de
vida, ya no van a ser tan suficientes para poder atender con la misma holgura los dos
núcleos que se forman como consecuencia de la ruptura matrimonial.
-Hijos mayores de edad que han terminado su formación académica, pero aún no
cuentan con trabajo.
Una vez que los hijos han finalizado su formación académica entran en otra etapa que es
la de acceso al mercado de trabajo que hoy en día se ha complicado enormemente
debido a la falta de ofertas de empleo.
-La situación que se crea tras finalizar los hijos su formación, tiene dos consecuencias:
52
Vid. PEREZ MARTIN, A.J. Derecho de familia, divorcio y separación de mutuo acuerdo. El
procedimiento de modificación de medidas, pp.821-829.
42
dejar desatendidas las exigencias impuestas por la solidaridad familiar que el
legislador tutela.
La cesión de una pensión alimenticia a los hijos mayores de edad dentro del
procedimiento matrimonial en base al factor de la convivencia en el domicilio familiar,
es únicamente un requisito procesal, por lo que la pensión concedida sólo podrá
extinguirse por las causas de los artículos 150 y 152 del CC, entre las cuales
evidentemente no se encuentra el cese de la convivencia con el otro progenitor.
43
La base de esta teoría la encontramos en el hecho de que no podrá conocerse con
antelación que un hijo dentro de cierto tiempo no va a necesitar los alimentos, esto es,
los alimento deben seguir prestándose mientras que se mantengan las circunstancias que
han servido de base para su concesión y no se produzca uno de los motivos de los
artículos 150 y 152 CC. para que pueda cesar la obligación de suministrarlos, sin que el
transcurso del tiempo tenga por sí solo este efecto.
Los que avalan esta tesis sostienen que la obligación alimenticia de los hijos mayores no
puede tener un carácter incondicional e ilimitado temporalmente en cualquier hipótesis,
esto es, en cuanto que dichos descendientes carezcan de medios propios con los que
atender sus necesidades, pues ello iría en contra de la filosofía inspiradora de los
artículos 142 y ss. del cc, el párrafo primero de los cuales ya establece que los alimentos
comprenden también la educación e instrucción del alimentista, aun tras la mayoría de
edad, cuando no haya terminado su formación por causa que no le sea imputable, y
siendo la preparación académica elemento imprescindible para acceder a un puesto de
trabajo de cierta cualificación, no puede dejar de relacionarse el referido precepto con el
número 5 del artículo 152 que establece como causa de cese de la obligación la
circunstancia de que la necesidad del alimentista, provenga de mala conducta o falta de
aplicación al trabajo mientras subsista esa causa.
Son muy variados los supuestos que pueden presentarse, a continuación analizaremos
de una manera casuística las distintas situaciones que pueden presentarse:
-Que el hijo aún no haya terminado su formación, pero realice trabajos esporádicos o de
temporada.
44
Ni que decir tiene, que la obtención de un empleo en la administración o la forma de un
contrato como personal fijo, es causa automática de cesación de la obligación
alimenticia de los hijos.
-Cuando a pesar de haber estado trabajando actualmente se encuentra sin trabajo y sin
percibir ningún tipo de ayuda por desempleo.
Esta situación en principio es encuadrable dentro de las causas por las que se pueden
pedir alimentos a parientes o en este caso, justificación suficiente para que continúe la
pensión alimenticia fijada en su día sin embargo, será motivo de actividad probatoria las
circunstancias por las que el hijo finalizó su trabajo, que en muchas ocasiones será
determinante para acordar o no la reducción o supresión de la pensión alimenticia,
dependiendo de la actitud que el hijo tenía respecto al trabajo que realizaba bien por
cuenta propia o por cuenta ajena.
Otro caso que planteamos es la pensión de alimentos a hija mayor de edad que trabaja,
por convenio regulador de divorcio se establece la obligación de satisfacer pensión de
alimentos por el progenitor no custodio a las dos hijas que en el momento del divorcio
eran menores. Actualmente una de las hijas es mayor de edad y ha estado trabajando a
media jornada desde el mes de febrero, ganando unos 600 euros mensuales, habiendo
dejado sus estudios. Ahora en septiembre se ha matriculado en un módulo de formación
profesional, sin que el curso todavía haya empezado, y de momento no ha dejado el
trabajo (lo dejaría si no es capaz de compatibilizarlo con sus estudios o si no le renuevan
puesto que estamos ante un contrato de duración determinada).
-Se diese uno de los supuestos del CC. (Art 142; b) o; -Hasta el día en que cumpliese 25
años.
El salario que cobra la hija de 600 euros es muy similar al salario mínimo
interprofesional, si a ello unimos que sigue viviendo en casa de la madre y que, por
tanto, no tiene gastos por ese concepto, es evidente que estamos ante uno de los
supuestos pactados de extinción, en concreto, el del CC. Art 152.3 “cuando el
45
alimentista pueda ejercer un oficio, profesión o industria o haya adquirido un destino o
mejorado su fortuna, de suerte que no le sea necesaria la pensión alimenticia para su
subsistencia”
Además, se trata de una persona mayor de edad y por tanto, la pensión de alimentos
debe abarcar lo indispensable para su subsistencia y, a lo sumo, su educación.
Por todo ello debemos considerar que no debe prosperar una demanda ejecutiva en
reclamación de la pensión de alimentos devengada durante los meses en que la hija
trabajó y cobró 600 euros.
Cuando el progenitor obligado a prestar alimentos a sus hijos deja de obtener ingresos o
estos se reducen al mínimo, suele dar lugar a la petición de que temporalmente se le
exima de la obligación alimenticia. Esta petición, debe desestimarse automáticamente,
cuando los hijos son aún menores de edad, puesto que lo contrario sería eximir al
progenitor de sus obligaciones de patria potestad. Sin embargo, cuando el hijo es mayor
de edad, esta petición deberá analizarse bajo otra óptica, precisamente la de los artículos
146 y 147. Por consiguiente esta petición de suspensión temporal de la obligación de
pagar alimentos puede ser atendible en algunos casos en los que el progenitor no
obtiene ningún tipo de ingresos, pues de la propia petición de suspensión temporal y no
de supresión de los alimentos, cabe deducir que en el progenitor existe un ánimo de
cumplir su obligación alimenticia con sus hijos, pero que por imposibilidad manifiesta
no puede hacerlo.
Cada vez más sentencias dejan sin pensión de alimentos a hijos vagos, los jueces
interpretan en sentencias cada vez más frecuentes que los progenitores divorciados no
están obligados "ni absoluta ni ilimitadamente a sufragar la indolencia de sus
descendientes mayores de edad".
En Girona, Pontevedra, Sevilla, Málaga y Murcia, por citar algunas comunidades, los
magistrados han fallado en esta dirección en los últimos tiempos, contra jóvenes 'ni-ni'
46
Como por ejemplo esta sentencia del 201653 que deniegan la pensión alimenticia a un
«nini» vigués de 24 años por su «apatía» para buscar empleo
La Audiencia le da la razón a un padre que se negó a pasar más dinero al mes a su hijo,
que ni estudia ni trabaja
5.1.2 Los alimentos para el hijo mayor del artículo 93.2 CC.
El autor RUBIO TORRANO54 nos dice que ”Con alguna frecuencia, en los procesos de
separación matrimonial, los Juzgados y Tribunales han denegado la pretensión del
cónyuge –de ordinario, la esposa– encaminada a la obtención de alimentos para los hijos
mayores de edad que continuaban viviendo con uno de sus progenitores, una vez
decretada la separación.”
- Una primera, que podría denominarse alimentista, pues, en definitiva, parte del
carácter de verdaderos alimentos –así los llama la norma– los que se contienen
en el precepto citado. Según esta postura, el artículo 93.2º otorga al hijo y no al
progenitor la pensión alimenticia; ello hace que el legitimado para reclamarlos
sea aquél y no éste. Por eso, para su concesión el beneficiario deberá comparecer
de algún modo en el procedimiento. Para articular la presencia de los hijos
mayores de edad dentro del proceso de separación cabe pensar en la constitución
como parte en el mismo, en la intervención adhesiva en él, o bien otorgando
poder suficiente a uno de los progenitores.
- Una segunda tesis, considera que la contribución a los alimentos a los que hace
referencia el artículo 93.2º CC constituyen en realidad la asunción de una
verdadera carga matrimonial; de ahí que la legitimación procesal para su
reconocimiento corresponda al cónyuge que permanece en el domicilio familiar
en compañía de los hijos mayores de edad no independientes económicamente,
sin que tales hijos tengan intervención alguna en estos procesos. Finalmente, se
ha defendido también la denominada tesis sustitutoria o del desplazamiento de la
53
Vid. Sentencia de la Audiencia Provincial de Pontevedra núm. 195/16 de 18 de abril de 2016.
54
Vid. RUBIO TORRANO, E. “Los alimentos para el hijo mayor, del art. 93.2 CC.” .Revista Doctrinal
Aranzadi Civil-Mercantil Aranzadi Civil, núm. 17/2000.2000.
55
Vid. RUBIO TORRANO, E. “Los alimentos para el hijo mayor, del art. 93.2 CC.” .Revista Doctrinal
Aranzadi Civil-Mercantil Aranzadi Civil, núm. 17, año 2000.
47
legitimación. Según esta postura doctrinal que ha tenido aceptación en
resoluciones judiciales la titularidad del derecho de alimentos corresponde a la
persona del alimentista, si bien existe una facultad procesal de exigirlos para él
en la persona de uno de los progenitores. Se ha sostenido, dentro de esta misma
posición, que cabe entender, en atención a la causa sustitutoria tenida en cuenta
por el legislador, que mientras se dan las circunstancias del artículo 93.2º CC,
el progenitor conviviente con el hijo mayor tiene un derecho propio a ejercitar la
acción derivada de la norma; no altera –se dice– la cualidad extrínseca de las
partes del proceso matrimonial –porque la acción corresponde al cónyuge–, no
pone en duda la titularidad del derecho de alimentos reclamado –que pertenece
al hijo mayor– y, finalmente, la existencia de un sustituto en la acción procesal
derivada de un derecho ajeno no obsta para entender que ante la pretensión de
supresión o de modificación de tal derecho exista litisconsorcio pasivo necesario
entre el progenitor demandante y el hijo titular.
Estas tesis tienen su reflejo en los Tribunales. En la jurisprudencia menor cabe citar la
Sentencia de la Audiencia Provincial de Granada56 (Sección 3ª), de 8 de febrero de
2000. Respecto de este punto afirma con rotundidad: En cuanto a la primera de tales
peticiones (reclamación de la pensión alimenticia para los hijos mayores) y con carácter
previo habrá que consignar que siendo dos los hijos habidos en el matrimonio mayores
de edad y ejercitándose la pretensión exclusivamente por la esposa, sin que conste
apoderamiento alguno de ellos a favor de ésta, así como tampoco se hayan personado en
las actuaciones durante su desarrollo, aquélla no se encuentra legitimada conforme al
criterio mantenido por este Tribunal en numerosas resoluciones anteriores, para poder
postular la prestación alimenticia en su nombre, sin perjuicio de que éstos puedan
promover las acciones que les correspondan en solicitud de que les sean concedidos”
56
Vid. Sentencia de la Audiencia provincial de Granada, 8 de Febrero de 2000 (nº 89/2000).
57
Vid. Sentencia del Tribunal Supremo recaída en recurso de casación en interés de Ley el 24 de abril
de 2000 (RJ 2000, 3378) .
48
conviven hijos mayores de edad que se encuentran en la situación de necesidad a que se
refiere el artículo 93, párrafo 2º, se halla legitimado para demandar del otro progenitor
la contribución de éste a los alimentos de aquellos hijos, en los procesos matrimoniales
entre los comunes progenitores .
58
Vid. la Sentencia de la Audiencia Provincial de Córdoba, de 5 de octubre de 1995 (AC 1995, 1869).
59
Vid. LEFEBVRE, F. Claves prácticas pensión de alimentos, las 100 cuestiones más consultadas, p. 89
49
Nos preguntamos si es posible pedir una pensión de alimentos por esta hija al padre
aunque tenga prestaciones públicas.
Por tanto, el hecho de que esa hija, con una gran minusvalía y que requiere del auxilio
de terceras personas para cubrir todas sus necesidades básicas, cuente con una pensión
no contributiva y por la Ley de Dependencia, no obsta para que pueda resultar
beneficiaria de una pensión adicional por parte de su padre, pues realmente con 861
euros apenas se puede costear la carga e inconmensurable responsabilidad de cubrir
todo lo que requiere, material y moralmente, esa hija. Siempre y cuando, caro está, ese
padre dispusiera de capacidad suficiente para contribuir, como es su obligación, a su
sustento y atención. Obligación del padre que se ha de hacer extensiva no sólo hacia los
hijos menores sino también hacia los mayores que sigan requiriendo de su auxilio, lo
que resulta indudable en el caso de una hija que ostenta una minusvalía del 95%, dentro
del principio insoslayable de solidaridad familiar.
Los alimentos a los hijos son debidos a la existencia de una relación paterno-filial y, en
el caso de menores, es consecuencia de la patria potestad, incluso aunque el alimentante
se vea privado de la misma (art 93 CC.), Los alimentos de los hijos constituyen uno de
los deberes fundamentales derivados de la patria potestad (art 154 CC.)
50
se le reconoce al nasciturus (art 29 CC.). Se considera que esta solución es más lógica
que remitir a un posterior proceso de modificación de medidas.
60
Vid. Sentencia de AP Madrid, , 17 de Diciembre de 2009 (nº 1296/2009)
61
Vid. LASARTE ÁLVAREZ, C. Derecho de familia, principios de derecho civil IV, p. 359.
51
para los procedimientos especiales relativos a la capacidad, filiación, matrimonio y
menores (en particular, art 769.3 en relación con la competencia territorial y 770.6º, que
remite a las medidas provisionales o provisionalísimas en caso de crisis matrimonial).
Pongamos un ejemplo: “Luís y Olga se han divorciado de mutuo acuerdo, y entre otras
cuestiones, en el Convenio Regulador se ha acordó que Luís como progenitor no
custodio debía pagar mensualmente en concepto de pensión de alimentos a favor de sus
dos hijos 500 euros. Luis había pagado y cumplido con lo pactado de manera rigurosa,
si bien en los dos últimos años las cosas han cambiado a raíz del segundo matrimonio
de Luis y el nacimiento de un nuevo hijo, lo que ha dado lugar a que en los últimos dos
años Luís venga ingresando la mitad de la pensión de alimentos, 250 euros. Finalmente
Olga, la ex mujer de Luis, ante los continuos requerimientos de pago sin resultado
decide denunciar la situación”
Sabemos que el artículo 227 del Código Penal recoge el delito de abandono de familia
en su modalidad de impago de pensiones, y en su apartado primero recoge “ El que
dejare de pagar durante dos meses consecutivos o cuatro meses no consecutivos
cualquier tipo de prestación económica en favor de su cónyuge o sus hijos, establecida
en convenio judicialmente aprobado o resolución judicial en los supuestos de separación
legal, divorcio, declaración de nulidad del matrimonio, proceso de filiación, o proceso
de alimentos a favor de sus hijos, será castigado con la pena de prisión de tres meses a
un año o multa de seis a 24 meses”
La acción que se castiga mediante este delito es dejar de pagar durante dos meses
consecutivos o cuatro meses no consecutivos cualquier tipo de prestación económica
(pensión de alimentos, compensatoria, etc.).
62
Vid. http://www.mundojuridico.info/consecuencias-no-pagar-totalidad-pension-alimentos/
52
8. EXTINCIÓN DE LA PENSIÓN ALIMENTICIA
Con carácter general, el artículo 150 nos dice que “la obligación de suministrar
alimentos cesa con la muerte del obligado” Por su parte. El artículo 152 dispone que
“cesará también la obligación de dar alimentos:
-Cuando la fortuna del obligado a darlos se hubiere reducido hasta el punto de no poder
satisfacerlos sin desatender sus propias necesidades y las de su familia.
-Cuando el alimentista, sea o no heredero forzoso, hubiese cometido alguna falta de las
que dan lugar a desheredación.
63
Vid. Sentencia de AP Sevilla, de 5 de Noviembre de 2003 (nº 511/2003).
64
Vid. Sentencia de AP Madrid, 9 de Mayo de 2007 (594/2007).
53
Otra sentencia que podemos tener en cuenta en caso de la imposibilidad de trabajar por
enfermedad psiquiátrica es; el beneficiado estuviese enfermo o padeciese dolencia, será
necesario interpretar caso por caso, si bien la regla general nos indica que si la dolencia
no le supone una imposibilidad total para poder trabajar, se podrá si llegase a tener
medios suficientes, solicitar la extinción de la pensión. Entre otras podemos destacar
la Sentencia Nº 55/2012 de AP Asturias65, que dice que “el padecimiento de enfermedad
psiquiátrica como bien se dice en la apelada no es óbice para el mantenimiento de la
pensión, puesto que hasta el momento no le ha impedido trabajar.”
Por último cabe reiterar la ya citada STS 2 de marzo de 201566, que viene a confirmar
que la obligación de complacer un "mínimo vital" al menor solo puede suspenderse, no
extinguirse en supuestos muy excepcionales. El TS recuerda que «lo normal será fijar
siempre en supuestos de esta naturaleza un mínimo que contribuya a cubrir los gastos
repercutibles más imprescindibles para la atención y cuidado del menor, y admitir solo
con carácter muy excepcional, con criterio restrictivo y temporal, la suspensión de la
obligación, pues ante la más mínima presunción de ingresos, cualquiera que sea su
origen y circunstancias, se habría de acudir a la solución que se predica como normal,
aún a costa de un gran sacrificio del progenitor alimentante».
65
Vid. Sentencia de AP Asturias, de 10 de Febrero de 2012,( Nº 55/2012).
66
Vid. S. del Tribunal Supremo de 2 marzo de 2015, (RJ 2015\601). Ponente Ilmo. Sr. Seijas Quintana
54
CONCLUSIONES:
En cuanto a los aspectos generales de la obligación de los alimentos, como bien
sabemos, la Ley 13 de mayo de 1981, altera sustancialmente el sentido del artículo 142
C.c., que ha dejado de definir la rígida obligación de alimentos entre parientes pasando
a una definición más genérica de alimentos que es: “ todo lo indispensable para la vida”.
Por lo tanto este concepto es común tanto para alimentos entre parientes, como para
auxilios necesarios para la vida, alimentos ex lege o alimentos ex voluntate.
Además de regular el código civil los alimentos entre parientes, también reconoce el
artículo 153 la posibilidad de convenir voluntariamente la deuda alimenticia. No se trata
de una sola obligación sometida a diferentes vencimientos parciales, que pueda
cumplirse por partes, sino, que se realiza en distintas obligaciones periódicas,
independientes entre sí y de distinta naturaleza. Por lo que, mientras que las pensiones
presentes y futuras gozan de una naturaleza personal e indisponible, que las hace
irrenunciables, intrasmisibles y no susceptibles de compensación, (art 151.1.), las
pensiones pasadas se convierten en un crédito estrictamente patrimonial. (Art 151.2)
1.- ¿Sería posible que uno de los cónyuges pida alimentos en base al deber de socorro
mutuo constante matrimonio y persistiendo la convivencia? Hemos concluido en
cuanto a todo lo estudiado y analizado en el trabajo que en este supuesto en concreto no
es necesario porque en base a los derechos y deberes del matrimoniales vinculan ese
proyecto y tanto en el régimen de bienes gananciales en el cual los bienes se hacen
comunes (Artículo 1375 C.C) “En defecto de pacto en capitulaciones, la gestión y
disposiciones de los bienes gananciales corresponde conjuntamente a los cónyuges, sin
perjuicio de lo que se determina en los artículos siguientes.” como en la participación en
la cual se hace partícipe al cónyuge más desfavorecido a participar en las ganancias
obtenidas durante el tiempo en que dicho régimen haya estado vigente (Artículo 1411
C.C).
3.- Respecto a los alimentos debidos a los hijos menores de edad, cabe reseñar -como lo
hizo la STS de 5 de Octubre de 1993 y posteriores que la citan- que “no es sostenible
absolutamente que la totalidad de lo dispuesto en el Título VI del Libro Primero del CC,
55
sobre alimentos entre parientes, no es aplicable a los debidos a los hijos menores como
un poder comprendido en la patria potestad (art 154.1º)”.“El tratamiento jurídico de los
alimentos debidos al hijo menor de edad presenta una marcada preferencia –así,
art.145.3º – y precisamente por incardinarse en la patria potestad derivando básicamente
de la relación paterno-filial (art.110 del cc), no ha de verse afectado por limitaciones
propias del régimen legal de los alimentos entre parientes que, en lo que se refiere a los
hijos, constituye una normativa, en gran parte sólo adecuada al caso de los hijos
mayores de edad o emancipado.”
4.- El artículo 39.3 de la CE nos dice que “Los padres deben prestar asistencia de todo
orden a los hijos habidos dentro o fuera del matrimonio, durante su minoría de edad y
en los demás casos en que legalmente proceda”. Con las reformas introducidas por la
Ley 15/2005, de 8 de julio que modificó el Código Civil en materia de separación y
divorcio, y las reformas legislativas posteriores introducidas por algunas Comunidades
Autónomas en esta materia, se constató la necesidad de clarificar conceptos y
contenidos ante un fenómeno, el de la denominada custodia compartida, que ha
generado y sigue generando importantes debates sociales y que ha sido asumida como
bandera por parte de algunas organizaciones.
6.- Por el contrario, cuando se trate de una pensión alimenticia con custodia compartida
de los hijos, hay que ver cuáles son los ingresos de cada progenitor y las necesidades
reales de los hijos, a fin de evitar que las condiciones de vida de estos sean
manifiestamente distintas según convivan con uno u otro progenitor. Es decir, se debe
procurar que el nivel de vida del menor sea igual tanto cuando vive con su padre como
cuando vive con su madre. Si los ingresos de ambos progenitores son similares, cada
progenitor deberá abonar los gastos ordinarios de manutención durante el tiempo que el
menor está con cada uno de ellos. El resto de gastos se debería abonar al 50%. Si por el
contrario, los ingresos de ambos progenitores son distintos, además habría que fijar que
el progenitor que gane más abone al otro una determinada cantidad para sufragar esos
gastos ordinarios de manutención (comida y ocio).
7.- Para articular la presencia de los hijos mayores de edad dentro del proceso de
separación cabe pensar en la constitución como parte en el mismo, en la intervención
adhesiva en él, o bien otorgando poder suficiente a uno de los progenitores. También se
considera que la contribución a los alimentos a los que hace referencia el artículo 93.2º
56
CC constituyen en realidad la asunción de una verdadera carga matrimonial; de ahí que
la legitimación procesal para su reconocimiento corresponda al cónyuge que permanece
en el domicilio familiar en compañía de los hijos mayores de edad no independientes
económicamente, sin que tales hijos tengan intervención alguna en estos procesos. Por
lo que el artículo 93.2º CC contiene una obligación de sostenimiento a las cargas
familiares y no una obligación estrictamente alimenticia, tal y como parece derivar de la
referencia que el precepto realiza a los artículos 142 y siguientes del Código Civil.
8.- En cuanto a los gastos ordinarios y gastos extraordinarios un error que suelen
cometer los jueces y letrados es que, dentro del concepto de alimentos ordinarios,
incluyen una serie de gastos que se pueden fácilmente determinar y cuantificar y que no
se generan los doce meses del año, como suelen ser, por ejemplo: comedor escolar,
clases particulares y actividades extraescolares. Por lo que es muy bueno hacer la
diferencia entre gastos ordinarios y gastos extraordinarios como hemos desarrollado
dentro del trabajo.
9.- La pensión alimenticia puede verse afectada por ejemplo por la situación que se crea
tras finalizar los hijos su formación, tiene dos consecuencias: Los hijos deben emplear
la debida diligencia en la búsqueda de un trabajo y si a pesar de tener la posibilidad de
trabajar declinan algún trabajo, deberá cesar la prestación alimenticia. La cuantía de los
alimentos deberá atender tanto al caudal del obligado al pago, como a las necesidades
del favorecido, debiendo tenerse cuidado en no dejar desatendidas las exigencias
impuestas por la solidaridad familiar que el legislador tutela.
57
Por ultimo analizamos también las consecuencias de no pagar la pensión alimenticia que
como sabemos según el art. 227 del código penal (hacemos referencia al nuevo código
penal de la ley orgánica 1/2015 de 30 de Marzo con vigencia desde el 1 de Julio de
2015, que no modifica este artículo) establece que aquel que dejare de pagar durante dos
meses consecutivos o cuatro meses no consecutivos la pensión de alimentos a favor de
sus hijos o también de su cónyuge, que haya sido establecida en convenio judicialmente
aprobado o por sentencia en los supuestos de separación matrimonial, divorcio,
declaración de nulidad del matrimonio, proceso de filiación, o proceso de alimentos a
favor de sus hijos, será castigado penalmente. Es importante concluir que para la
existencia de este delito, debe haberse dictado antes una sentencia.
Como vemos, y al analizar algunas cuestiones más destacadas de este trabajo, nos
damos cuenta que la pensión alimenticia se encuentra repleta de lagunas y problemas no
solo los más significativos referentes al impago de la pensión alimenticia, si no muchos
otros que van surgiendo dependiendo de la dificultad y de la situación en cuestión que
como hemos estudiado y visto tras algunas sentencias, la versatilidad tanto del caso que
se da como de la solución que se aplica son bastante considerables.
58
BIBLIOGRAFÍA:
- ALBALADEJO GARCIA, MANUEL. Curso de Derecho civil IV, Derecho de
Familia. Duodécima edición, editorial; Edisofer S.L., 2013.
- CARRASCO PEREA, A. Actualidad jurídica Aranzadi, “Un fondo para pagar las
pensiones alimenticias”, nº720, año 2007.
- LACRUZ BARDEJO, J.L y otros. Elementos de Derecho civil IV, editorial Dykinson,
4º Edición, Madrid, 2010.
59
-TORRES PEREA, J.M. Interés del menor y derecho de familia, una perspectiva
multidisciplinar, editorial portal derecho S.A. (iustel), Madrid, 2009.
NORMATIVA
-Real Decreto de 24 de julio de 1889, texto de la edición del Código Civil mandada
publicar en cumplimento de la Ley de 26 de mayo último (Vigente hasta el 15 de Julio
de 2015). (Artículos, 68.5, 73.5, 93, 110,142. 143, 144, 145, 146, 147, 148, 149, 150,
151, 152, 154, 315, 1124)
-Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, por la que se modifica la Ley Orgánica 10/1995,
de 23 de noviembre, del Código Penal. (Artículo 227).
-Ley 94744/2006
-Declaración de la Asamblea general de las naciones unidas sobre los derechos del niño
de 20 de Noviembre de 1989.
JURISPRUDENCIA:
-Sentencia del Tribunal Supremo de 5 de Octubre de 1993 (RJ 1993/7464), nº 918/1993.
60
- Sentencia de la AP de Granada, 8 de Febrero de 2000 (nº 89/2000), (JUR
2000/108517).
- Sentencia del Tribunal Supremo (sala de lo civil sección 1ª) Sentencia nº 111/2015 de
2 de Marzo de 2015. (RJ 2015/601).
-www.elderecho.com/actualidad/EDC.EDEF1L014721_0017.PDF
-www.mundojuridico.info/consecuencias-no-pagar-totalidad-pension-alimentos/
61
62