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Introducción
¿Es el sujeto
feminista
epistemológicamente L a crítica feminista de la ciencia ha
puesto en cuestión la concepción

relevante en ciencia?1
del conocimiento científico como
saber objetivo y neutro, independiente de los
contextos sociohistóricos en los que se produ-
ce y de las características y especificidades de
los individuos concretos que hacen ciencia. Si
bien es cierto que, en las últimas décadas, filó-
sofos de la ciencia destacados han cuestionado
aspectos fundamentales de la visión clásica de
la ciencia 2 y que historiadores y sociólogos
Amparo Gómez Rodríguez han resaltado la naturaleza histórica y social
del conocimiento científico, también lo es que
la cuestión del sujeto de la ciencia, individual-
mente entendido, apenas ha sido tenida en
cuenta. Sólo muy recientemente, desde posi-
ciones epistemológicas feministas este tema ha
sido considerado significativo.
Recordemos que si algo ha caracterizado a
la filosofía de la ciencia, en buena parte de este
siglo, ha sido la creencia proveniente del
empirismo lógico y el racionalismo crítico, de
que la ciencia es epistemológicamente inde-
pendiente de cómo los científicos llegan a pro-
ducir sus descubrimientos y justificar sus teo-
rías. Las particularidades individuales del
quehacer científico no se consideran relevan-
tes. Un científico puede estar influenciado por
valores personales, convicciones religiosas o
intereses económicos, pero nada de esto cuen-
ta, lo que realmente importa son los resultados
finales, la justificación de las teorías elabora-
das. El recurso al método garantiza la raciona-
lidad y objetividad científicas. Cualquiera,
aplicando correctamente los procedimientos
científicamente adecuados, llega a los mismos
resultados; el método es suficiente para expli-
car el incremento histórico de la objetividad y
la racionalidad científicas.
Con Kuhn t y otros autores críticos del
empirismo lógico y el racionalismo falsacio-
nista, se consolida la idea de que la ciencia es,
sobre todo, una actividad realizada en el seno
de una comunidad, histórica y socialmente
dependiente (el contexto de descubrimiento
pasa a ser central). Por tanto, es una actividad
con sujeto, entendiendo por tal no a los cientí-
ficos individuales sino a la comunidad. La
práctica científica está sujeta a los requisitos y
exigencias internas de la comunidad —aunque

Amparo Gómez Rodríguez. Universidad de la Laguna.


Política y Sociedad, 30 (1999), Madrid (Pp. 23-37)
24 Amparo Gómez Rodríguez

también sea permeable a la influencia de fac- Esta forma de entender al sujeto del conoci-
tores externos en cierta medida y grados—. miento científico cambia con los trabajos desa-
Reglas de investigación, valores epistémicos, rrollados desde posiciones epistemológicas
razonamiento, observación, relaciones entre feministas radicales. Este enfoque supone una
los científicos, crítica, control intersubjetivo, crítica tajante de la ciencia actual, sus bases
estructuras de laboratorio, son elementos clave epistemológicas y procedimiento metodológi-
de la regulación del quehacer científico Es ‘~.
cos 8 Se sitúa en el marco de los estudios
decir, la actividad de los científicos individua- sociales de la ciencia pero mantiene diferen-
les está fuertemente reglamentada por la cias con las corrientes dominantes en sociolo-
comunidad, y ésta se caracteriza, según Kuhn, gía de la ciencia. En primer lugar, aunque se
por compartir un paradigma que determina un admite que la ciencia es un producto social que
fuerte consenso en tomo a los componentes refleja las relaciones de poder, se considera
esenciales de esa actividad. Por consiguiente, que es, sobre todo, un producto de la ideología
las particularidades personales no son relevan- dominante y que, por tanto, está determinada
tes, se disuelven en el seno de la comunidad. por los valores androcéntricos y misóginos
La ciencia es una empresa colectiva, no indívt- (además de por los racistas y de clase) propios
dual; no se reduce ni a lo subjetivo, ni a lo de la cultura patriarcal en cuyo seno se produ-
social. ce. En segundo lugar, sus análisis otorgan un
Son los estudios sociales de la ciencia los papel epistemológicamente central a los suje-
que ponen el acento en la determinación social tos individuales que hacen ciencia. Lo relevan-
del conocimiento científico. Los sociólogos te ya no es la sociedad o la comunidad cientí-
del denominado programa fuerte (Strong Pro- fica, sino los científicos concretos que reflejan
gramme 5) afirman que ciencia es lo que la y trasladan al interior de la ciencia elementos
gente admite como tal en un determinado determinantes de su medio histórico social y
momento; sobre todo, lo que las instituciones cultural. En tercer lugar, no sólo interesa la crí-
y comunidades científicas acepten como cten- tica (la explicación o descripción) de lo que la
cia. La ciencia está apoyada y mantenida ciencia es, sino la propuesta de un proyecto de
socialmente colectiva e institucionalmente, es ciencia alternativo, basado en valores (episté-
un producto social cuyo sujeto son las comu- micos, pero también ético-políticos) y fines
nidades científicas (también la sociedad). Son muy distintos de los que dominan en la ciencia
las creencias, no el conocimiento, las que pue- actual. La determinación del tipo de cualida-
den ser individuales y privadas. El conoci- des cognitivas que ha de constituir al sujeto
miento científico es aquel socialmente sosteni- epistémico de esa ciencia nueva es uno de los
do como tal, si hay un sujeto del mismo es la requisitos fundamentales del programa radical.
sociedad y, en particular, las comunidades En lo que sigue expondremos los rasgos
científicas6 fundamentales de esta propuesta centrándonos
Para la corriente constructivista (etnometodó- en la relevancia del sujeto epistémico para la
loga)7 la ciencia es un producto social, pero lo crítica de la ciencia, pero sobre todo, para la
que hay que estudiar es lo que hacen los cientí- constitución de un proyecto de ciencia alterna-
ficos en el laboratorio, describiendo los micro- tiva. Al mismo tiempo mostraremos el debate
procesos a través de los que la comunidad cien- que este proyecto abre en el seno mismo de las
tífica construye el conocimiento. Hechos y epistemologías radicales.
representaciones de los hechos se constituyen a
partir de fenómenos microsociales que tienen
lugar en el laboratorio y así han de ser descritos.
La ciencia es una actividad humana como cual- La crítica radical
quier otra práctica social. Lo que interesa es el de la ciencia
estudio de los procesos microsociales a través de
los que esa práctica construye la ciencia de
forma colectiva (desde los acuerdos o las dispu-
tas hasta la retórica). El sujeto de la ciencia sigue
estando en la comunidad científica más que en
los científicos individuales que la componen.
P ara las pensadoras feministas pro-
venientes del postmaterialismo, el
psicoanálisis, la crítica literaria y el
postmodernismo, la ciencia existente es un
¿Es el sujeto feminista epistemológicamente relevante... 25

producto sociocultural resultado de la actividad hablan revelan las asunciones que no necesitan
de científicos individuales transmisores de defensa ya que son compartidas por su audien-
valores, entre otros, sexistas (también racistas o cia, científicos y filósofos, con la consiguiente
clasistas) propios de la cultura patriarcal en la complicidad desde una misoginia común.
que está insertos. Estos valores penetran en ella Tales metáforas han formado parte de la expli-
constituyéndola como producto ideológico. cación de los hechos y del método científico
El acento no se pone ahora en la comunidad postuladas por los padres de la ciencia.
científica sino en los científicos considerados Las metáforas androcéntricas y misóginas
como individuoa histórica, social y cultural- son evidentes en la construcción de las rígidas
mente dependientes y, por tanto, agentes trans- dicotomías que pueblan el discurso científico
misores de lo externo, sobre todo, ideológico. sobre el correcto proceder en ciencia, tales
Los científicos, cuando hacen ciencia, siguen como: objetividad vs subjetividad, sujetos
siendo hombres, pertenecientes a una raza y conocedores vs objetos, razón vs emoción,
clase social. La ciencia que elaboran está con- mente vs cuerpo. Tales metáforas han sido fun-
taminada por este hecho: su género es masculi- damentales para entender la separación que se
no su ideología patriarcal, androcéntrica y da en el seno de la ciencia moderna entre
misógina. Teorías, epistemología, metodología racionalidad científica, moral y fines sociales,
y recursos estilísticos comparten esta misma puesto que nada debe pasar del sujeto al obje-
situación. Ya no se trata de que los valores to, de la emoción a la razón, del ser al deber
androcéntricos y sexistas influyan en algún ser, en el proceso del conocimiento. Al mismo
grado, sino de que la ciencia, en su totalidad, es tiempo, esta dicotomización refleja las cuali-
resultado de esta clase de valores, es decir, es dades que otorga la ciencia a lo masculino y lo
androcéntrica y misógina. El conocimiento femenino, fiel reflejo de cómo son distribuidas
científico ha de ser entendido como lo que es, y valoradas en la cultura occidental dichas
un producto cultural que se disuelve en la ideo- cualidades. En cada caso el primer miembro
logía, las relaciones de poder y de género. Por del binomio es asociado a la masculinidad y el
ello colabora directamente en la dominación de segundo a la feminidad.
un grupo por otro, en proyectos sociales sexis- Los filósofos tradicionales niegan que las
tas, racistas y clasistas. Está determinada por metáforas de género sean relevantes para los
valores de dominación y segregación que luego referentes y significados reales de la ciencia,
afloran y estan presentes en su aplicación. mientras reconocen la importancia de otra
Los análisis de los sesgos de género mues- clase de metáforas como la de la naturaleza
tran como la ideología androcéntrica y sexista como una máquina. Se admite que esta metá-
ha condicionado los contenidos científicos de fora está a la base de la revolución científica
las teorías mientras que los análisis de la retó- del XVII, proporciona una interpretación onto-
rica científica evidencian cómo todo el edificio lógica de la naturaleza tal como la tratará la
de la ciencia (incluyendo ontología, epistemo- física de Newton, dirige a los investigadores
logía y metodología) está detenninado por esta por vías fructíferas en la aplicación de su teo-
ideología ~. ría, sugiere los métodos apropiados de investi-
Detengámonos un momento en la cuestión gación y el tipo de metafísica que soporta la
de la retórica. Los trabajos llevados a cabo en nueva ciencia.
este terreno se basan en las técnicas prove- La crítica feminista sostiene que si se reco-
nientes, sobre todo, del criticismo literario tal noce que la metáfora mecanicista fue parte
como muestran las investigáciones de Eliza- fundamental de las explicaciones que la nueva
beth Pee ¡O, Carolyn Marchan” o E. E Keller i2 ciencia produjo, no hay ninguna razón para no
Estas autoras han señalado la importancia de mantener lo mismo en el caso de las metáforas
las metáforas de género en los escritos de los de género. Los análisis en esta dirección están
padres de la ciencia moderna y, por tanto, su mostrando que entender a la naturaleza como
relevancia en el seno mismo de la ciencia, en una mujer indiferente, al conocimiento y la
sus concepciones ontológicas, epistemológicas verdad como un maridaje casto y legal que
y metodológicas. Las metáforas cargadas de pusiera a la naturaleza al servicio del hombre
simbolismo de género suelen aparecer en los y la hiciera su esclava o a la investigación
margenes de los textos, allí donde los que como una violación fructífera, como hace
26 Amparo Gómez Rodríguez

Francis Bacon en sus escritos sobre el nuevo calmente distinta, no sexista (racista o clasis-
método científico, fue igualmente importante ta). Una ciencia no androcéntrica sólo será
para el desarrollo de la nueva ciencia y sus posible diseñada desde supuestos epistemoló-
concepciones de la naturaleza y la investiga- gicos e incluso ético-políticos muy distintos a
ción científica. Es decir, fueron relevantes los que están presentes en la ciencia actual.
ontológica, epistemológica, metodológica- Sólo dejando de ser masculina la ciencia deja-
mente, por tanto, su análisis permite compren- rá de ser androcéntrica, y sólo dejando de ser
der y explicar la nueva ciencia. androcéntrica dejará de ser misógina y sexista.
Como señala E. F. Keller i3, la utilización de Por tanto, la nueva ciencia ha de desarrollarse
imágenes de la Legislación de Brujas en el bajo el signo alternativo de lo femenino cons-
debate entre las filosofías herméticas y mecá- tituyéndose como proyecto feminista. Esto
nicas, y la retórica sexual presente en la carac- supone sentar las bases de una revolución
terización del método experimental tiene enor- científica del tipo de la ocurrida en el siglo
me importancia para comprender cómo se XVII.
constituyó la nueva ciencia. El uso por parte de Estamos en lo que Haraway, denomina
Bacon de la imaginería sexual para explicar segunda estrategia de la críticafeminista en la
aspectos claves del método («no hay que tener que «el análisis y la reinterpretación de los
escrúpulos en entrar y penetrar en aquellos textos recibidos muestra, que la ciencia es un
agujeros y rincones cuando la inquisición de la producto social y personal. La ciencia andro-
verdad es el objeto total como su majestad céntrica no surgió por accidente sino sistemá-
muestra»), evidencian como agresividad y ticamente y seguirá siendo así por más que los
control son constitutivos del proceder experI- científicos individuales traten de hacer buena
mental en su intento de alcanzar la verdad ciencia sobre sexo y género. Los hechos están
oculta Los requisitos del método científico
‘. cargados de teoría, la teoría de valores, los
son formulados en términos de tortura y viola- valores de historia. Y la historia hace imposi-
ción con metáforas claramente sexistas que ble que cualquier investigador se aleje dema-
implican relaciones sociales violentas con las siado de las denominaciones de género y que
mujeres. Presumiblemente estas metáforas han haga ciencia neutra. Por eso las mujeres toman
tenido consecuencias pragmáticas, metodoló- la palabra» ~
gicas y metafísicas relevantes para la ciencia, El proyecto de una ciencia no androcéntrica
sus concepciones y prácticas”. exige un sujeto dotado de cualidades epistémi-
C. Marchant, igual que Keller, o Fee, plan- cas muy distintas a las masculinas hasta ahora
tean que tales metáforas no son sólo malos dominantes. Estas nuevas cualidades sólo pue-
usos de la ciencia, sino parte de la ciencia tal den ser las femeninas (segunda parte de los
como ésta se ha ido constituyendo i6• Lo que binomios antes señalados), excluidas tradicio-
ocurre es que la ciencia es distintivamente nalmente de la ciencia, que tendrían así su
androcéntrica y, por ello, las metáforas sexis- oportunidad histórica. Por tanto, el proyecto de
tas integran su ontología, metodología, episte- una ciencia diferente supone, en primer lugar,
mología e ideología; no debemos extrañarnos, fundamentar teóricamente la superioridad epis-
por tanto, de que sea misógina en sus teorías y témica femenina; en segundo lugar, afrontar la
aplicaciones tecnológicas. viabilidad del proyecto de una ciencia feminis-
ta y el estatuto epistémico de esta ciencia ~

El proyecto de una ciencia LA SUPERIORIDAD EPISTÉMICA


feminista DE LAS MUJERES

A partir de este diagnóstico se consi-


dera que la única alternativa facti-
ble a la ciencia tal como se ha ido
La especificidad cognitiva de las mujeres se
argumenta desde teorías biológicas, psicoana-
líticas y postmaterialistas. Las autoras tratan
de mostrar la existencia de capacidades episté-
constituyendo consiste en rechazarla en su micas femeninas más adecuadas que las mas-
totalidad, sustituyéndola por una ciencia radi- culinas para una práctica científica más respe-

~P&TjfiIM,
¿Es el sujeto feminista epistemológicaniente relevante... 27

tuosa, menos agresiva y destructora de la natu- supremacía epistémica, pues les permite man-
raleza y los seres humanos, más fructífera y tener con el objeto una relación empática muy
enriquecedora que la que ha supuesto la cien- diferente de la práctica racional izadora mascu-
cia actual sexista, racista y clasista. Divergen, lina que se distancia del objeto.
sin embargo, en las razones que se aducen La creencia decimonónica en el poder de la
como expliación de este hecho. intuición repercute en el trabajo de Schulamith
Firestone y Mary Daly. Para Firestone 2i exis-
ten dos formas de responder ante la experien-
La biología cia, una estética —«subjetiva, intuitiva, ... emo-
cional, incluso temperamental (histérica)>—,
El recurso a la naturalezafemenina, de larga vinculada a la naturaleza femenina; y otra tec-
tradición en nuestra cultura en la demostración nológica —«objetiva, lógica realista
de la inferioridad e incapacidad de las mujeres, pragmática», relacionada con la naturaleza
entre otras cosas para hacer ciencia, reaparece masculina. Mary Daly22 recurre explícitamen-
te a la natural superioridad epistémica de las
en este contexto con una valoración muy distin-
mujeres a través de la metáfora del hilado. Ella
ta. Se entiende que las cualidades naturales establece un paralelismo entre la construcción
femeninas son muy superiores a las masculinas.
del conocimiento y cierta actividad creativa,
Esto es lo que encontramos en la lectura tradicionalmente femenina, acorde con las
diferencialista de teorías como la de la latera- cualidades naturales y talante de las mujeres:
lización cerebral llevada a cabo por Gina
el hilado. La autora designa este proceso como
Covina i9• De su trabajo extrae un viejo argu- GynlEcology, él ha de guiar la ruptura con la
mento biologicista: que los hombres tienen cultura patriarcal, a partir de la cual las muje-
más desarrollado el hemisferio izquierdo del res revalidarán sus poderes y placeres como
cerebro (abstracción matemática, pensamiento señales de su propia autoridad y naturaleza.
lógico), mientras que las mujeres han sido Esto les permitirá realizarse plenamente ya
dotadas con un mayor desarrollo del hemisfe- que supondrá acabar con la supresión de la
rio derecho (lenguaje y sentimientos). Además dominación femenina por los hombres 23•
se da una menor lateralización del cerebro Toda esta argumentación basada en los atri-
femenino, lo que implica una forma de proce-
butos de la naturaleza femenina da por senta-
der cognitivamente más global e interactiva, da en términos esencialistas la existencia de
frente a la analítica abstracta masculina. cualidades que son teorizadas en términos
Ello, al contrario de lo que sostiene el dis- ahistóricos y presociológicos 24• Serán las teo-
curso patriarcal, supone características cogni- rías provenientes del psicoanálisis y el mate-
tivamente superiores y epistémicamente mas rialismo histórico las encargadas de introducir
adecuadas que las masculinas. Los hombres, el elemento constructivista en el análisis de las
de forma universal, han llevado a cabo una cualidades cognitivas femeninas.
práctica científica perversa al tener reprimida
toda emoción o sentimiento en sus procesos
cognitivos dada su estructura cerebral y bioló-
gica. A partir de su dicotomización del proce- El psicoanálisis
so del conocimiento en objeto-sujeto (dada su Teóricas como Nancy Chodorow25, Dorothy
dicotomización cerebral pensamiento-senti- Dinnerstein 26 Jane Flax 27 y Evelyn Fox Ke-
mientos) ellos han podido «asesinar gente, ani- ller 28 ofrecen una explicación psicoanalítica
males, plantas, procesos naturales con la con- de la construcción de los géneros en términos
ciencia tranquila». El objeto de estudio es de la teoría de las relaciones objetales desa-
mera cosa y como tal está al servicio del cien- rrollada a partir de los trabajos de Melanie
tífico y la ciencia. Klein y sus discípulas 29• Klein parte del
La práctica científica de las mujeres exclui- supuesto de la presencia inmediata, encamada
rá todo esto puesto que su naturaleza las dota, en la madre, postulando que el yo se constitu-
como ya expresaron Margaret Fuller y Matilda ye como una unidad a través del proceso de
Gages 20 de una «intuición como una capaci-
diferenciación del objeto primario representa-
dad peculiarmente llena de discernimiento», do por la madre (mientras que el psicoanálisis
un estado cognitivo tal que les confiere cierta

~PbtZ&b
28 Amparo Gómez Rodríguez

francés constituye su mito del origen a partir conceptuales y cognitivas y, por tanto, en la
de la ausencia materna). Esta teoría va a tener ciencia que elaboren.
una amplia aceptación en el mundo anglosajón El enfoque psicoanalítico permite plantear
como muestran los trabajos de Dinnerstein, no sólo la deseabilidad de una ciencia basada
Chodorow, Flax o Keller. en cualidades epistémicas femeninas sino,
La teoría de las relaciones objetales concede también, la posibilidad de que tales cualidades
gran importancia a los procesos de socializa- formen parte indistintamente de la personali-
ción de los individuos centrando la atención en dad de hombres y mujeres en algún momento.
la relación materno-filial. Así, en aquellas cul- En una sociedad igualitaria, hombres y muje-
turas en las que los cuidados de la prole se res podrían no diferenciarse configurándose
delegan exclusivamente en las mujeres, el pro- según cualidades humanas integrales. J. Flax ~

ceso de formación de la identidad y autonomía considerada que puesto que las personalidades
durante la infancia se trunca en dos formas masculinas y femeninas se constituyen psicoa-
genéricamente diferenciadas en tomo a las naliticamente desde unas condiciones sociales
relaciones con la madre. Expuesto muy sucin- distorsionadas, el cambio de tales condiciones
tamente lo que ocurre es que el niño se dife- permitirá la formación de seres humanos cuyos
rencia e individúa en oposición a alguien que yoes no se constituirán como en la cultura
el nunca será: una mujer, socialmente devalua- patriarcal, donde los hombres incluirán aspectos
da. Debe alejarse del modelo y mantener una de lo que hoy se considera femenino, y a la
fuerte capacidad de separación y control pues- inversa. Se dará una complementariedad enri-
to que no puede identificarse con él. Su yo se quecedora y superior lo que permitirá una epis-
vuelve enormemente rígido con fronteras bien temología y ciencia absolutamente diferentes a
trazadas entre él y lo otro. las existentes ya que trascenderán las diferen-
Este proceso es distinto en el caso de las cias de género ~. Una ciencia así constituida
hijas. Ellas se diferencian sin oposición pues- sería menos distorsionadora y más adecuada,
to que han de individualizarse y separarse de más relacional y contextual, sin las rígidas dico-
una persona en la que ellas se convertirán: una tomias que la actual generización de la persona-
mujer con la que han de identificarse mientras lidad implica y, precisamente por ello, sería una
se diferencian. Su yo no necesita la misma ciencia más neutra, universal y objetiva.
capacidad de control y separación que en el
niño, ni una formación tan rígidamente sepa-
rada: lo otro es lo mismo. Emerge de una El postmaterialismo
experiencia de la madre como igual y conti-
nua con ella misma. Las niñas se experiencian Las pensadoras provenientes del materialis-
a sí mismas como envueltas en formas de mo histórico basan su explicación de las dife-
separación e identificación más unitarias y en rencias epistémicas entre hombres y mujeres
una cercanía caracterizada por la fusión de la en sus condiciones materiales de vida. Estas
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individuación e identificación sin oposición son absolutamente distintas dada la división
Esto explica la diferencia entre los sexos y la sexual del trabajo que ha distinguido totalmen-
distinta dotación de cualidades epistémicas te la labor que cada género desempeña: repro-
para ambos 3i~ ductiva y emocional la femenina, productiva la
Según Keller 32, las reglas de la práctica masculina. La tesis básica es que el trabajo de
científica son normas morales, no menos que la mujer constituye una realidad material que
los principios que adoptamos para tomar deci- estructura una relación, experiencia y compre-
siones en la vida, así que no es sorprendente sión de la realidad, distinta de la masculina,
encontrar en el método y racionalidad científi- dando lugar a cualidades históricamente muy
ca las características masculinas del yo, y de diferentes. La escisión fundamental y más sig-
33
las relaciones con los otros, y la naturaleza -
nificativa que estructura nuestra realidad
Las mujeres desarrollan otro tipo de cualida- humana no es, por tanto, la que se da entre bur-
des no tan rígidamente dicotomizadoras, más guesía y proletariado, sino entre patriarcado y
integrales, más emocionales, más concretas, feminismo36
menos interesadas en relaciones de poder, más Hilary Rose ~ desarrolla un análisis post-
nutrientes, que repercuten en sus estructuras marxista de los efectos que sobre las estructu-
¿Es el sujeto feminista epistemológicamente relevante... 29

ras intelectuales tiene la división sexual de la Su actividad es más completa que la del hom-
bre, más sensitiva, y las dota de una más pro-
actividad humana. Según Rose, la experiencia funda visión materialista del mundo. Su expe-
vital de las mujeres tiene su origen en el traba-
riencia del cuidado y la reproducción supone
jo doméstico no pagado (más cerca del trabajo
una mayor unidad con la naturaleza y el reco-
artesanal que del industrial). En este trabajo se nocimiento de sus limites. Esta experiencia es
da una unificación de actividad manual, men-
relacional en contraste con la abstracta y fun-
tal y emocional (unidad de mano, cerebro y damentalmente aislada de los hombres, que no
corazón) que determina la manera en que han tenido que ocuparse del cuidado y la sub-
experiencian las mujeres sus relaciones cogní- sistencia. La epistemología (y la sociedad) son
tivas y prácticas con la realidad. Ellas desarro-
construidas por el énfasis de la masculinidad
llan una experiencia unificada, sin la distancia
masculina entre conocedor, mundo a ser cono- en lo abstracto, la nueva ciencia debe basarse
cido y proceso de conocimiento, una experien- en la experiencia de las mujeres, no en la de
cia más integrada menos dicotómica. los hombres, ni siquiera en la proletaria que es
todavía fundamentalmente masculina.
De tal experiencia deriva una actitud cog-
Las mujeres como dominadas están en una
noscitiva caracterizada por la capacidad de
posición privilegiada para elaborar un conoci-
percepción de la interconexión de la realidad, miento liberador no opresor. Una ciencia dis-
como resultado de la inmersión en lo concreto
tinta será una fuerza enorme para la transfor-
y de la racionalidad afectiva propia del proce- mación de la realidad, la epistemología y
so de unidad de mano, cerebro y corazón. Esto ciencia feministas dirigirán la lucha política
configura una episteme femenina opuesta a los por la sociedad. Sólo en el futuro, a través del
dualismos cartesianos, intelecto-cuerpo, senti- cambio de las condiciones materiales, la cien-
mientos-emociones, subrayados en la revolu-
ción científica del s. XVII y presentes incluso cia (y la sociedad) podrá trascender las divi-
siones de género.
en la visión marxista de la ciencia. Lo que Sandra Harding41, de acuerdo con este plan-
supone una forma de conocimiento muy dis-
teamiento, sostiene que es incuestionable que
tinta de la masculina que nos ha conducido a las diferencias cognitivas entre hombres y
«la mortífera cultura actual de la ciencia y la
mujeres son material e históricamente produci-
tecnología»38 das, pero no pueden entenderse como definiti-
Son por tanto, las consecuencias derivadas
de las condiciones de trabajo femenino las que vamente dadas. Las distintas actitudes episte-
darán lugar a una ciencia feminista alejada de mológicas son susceptibles de variación con el
la androcéntrica. Tales condiciones hacen que cambio de las condiciones materiales, son
las mujeres mantengan un punto de vista ven- resultado histórico y material, por ello están en
tajoso como productoras de un conocimiento evolución constante. Está de acuerdo con Flax
científico, menos distorsionado y más com- y Hartsock, en que en una sociedad nueva la
prensivo y respetuoso con la naturaleza ~. La ciencia no se basará en las cualidades que hoy
epistemología feminista no debe basarse en lo son propias de hombres o mujeres porque éstas
que las mujeres hacen hoy en el laboratorio habrán desaparecido o se habrán modificado.
donde están forzadas a negar que son mujeres Lo adecuado es pensar que estamos en una
para sobrevivir, dado el sistema de producción situación de cambio, como ocurrió en el rena-
del conocimiento científico y sus poderes cimiento cuando se rompió la división entre
ideológicos. Una ciencia feminista debe estar trabajo intelectual y manual con la actividad
fundada en la práctica femenina y en la del de los artesanos, esencial para la entronización
movimiento de mujeres. del método experimental en la ciencia. Los
N. Hartsock40 también localiza la epistemo- mismo ocurre con la propuesta materialista de
logía feminista en la teoría postmarxista del modificación de la escisión entre el trabajo
trabajo y sus efectos sobre la vida mental. La masculino de la producción y el femenino del
clave está en el trabajo de las mujeres basado cuidado y la reproducción de la vida.
en el cuidado de los niños y actividades de Dorothy Smith 42 resalta un aspecto intere-
subsistencia. Este trabajo hace que estén en sante del trabajo femenino. Al dedicarse al cui-
contacto con un mundo de cualidades, inmer- dado del cuerpo y necesidades materiales de
sas en procesos de cambio material cualitativo. los hombres, el trabajo de las mujeres, igual
30 Amparo Gómez Rodríguez

que ocurría con el trabajo de los esclavos, es las teorías utilizadas son las mejores disponi-
visto no como una actividad real sino como bIes, aunque en su origen sean también pro-
una actividad natural, como un trabajo instin- ductos masculinos. Sandra Harding ‘~mani-
tual o emocional. Esta actividad es inexpresa- fiesta al respecto que es necesario usar todas
ble por las categorías abstractas del esquema las teorías patriarcales que puedan ser útiles
conceptual masculino. Las mujeres son, así, para nuestros fines (marxismo, psicoanálisis,
excluidas de las categorías de lo social, histó- empirismo, hermenéutica, postmodernismo),
rico y humano. ello es imprescindible para cumplir el objetivo
Esto tiene, además, la consecuencia perver- feminista de incorporar a la conciencia de la
sa de que las mujeres están alienadas en su ciencia el mundo de las emociones, sentimien-
propia experiencia por tales esquemas ya que tos y valores políticos, del inconsciente indivi-
no les permiten hacer visible su situación y dual y colectivo de parte de la humanidad. Las
mucho menos pensarla. Así se invade su con- mujeres pueden, por tanto, hacer uso de las
ciencia por la reglamentación de conceptos que consideran mejores teorías disponibles,
propios de los varones, como por ejemplo el apropiándoselas y modificándolas en la direc-
concepto de clase, absolutamente inútil para ción de sus intereses.
expresar la realidad de las mujeres. La cien- En el segundo frente se aborda el problema
cia, el conocimiento, carecen de categorías central de si podría el proyecto de una ciencia
para expresar nuestra experiencia en el mundo feminista escapar a la crítica relativista. Hara-
(y del mundo) que exige esquemas conceptua- way expresa muy bien el fondo de la cues-
46

les radicalmente diferentes. Una ciencia femi- tión al señalar la paradoja que, según ella,
nista debe elaborar categorías propias y debe corroe el proyecto de una ciencia feminista.
dar cuenta de las características de las activi- Afirma que la tercera característica de la críti-
dades de las mujeres. Han de ser las propias ca feminista de la ciencia es la siguiente con-
mujeres las que se encargen de ello, hay que tradicción, «la crítica de la mala ciencia que se
expresar la propia experiencia desde la propia desliza hacia una doctrina radical, para la que
43
voz todas las manifestaciones científicas son fic-
ciones históricas convertidas en hechos
mediante el ejercicio del poder, crea proble-
EL PROBLEMA DEL RELATIVISMO mas cuando las feministas desean hablar de la
producción de una ciencia feminista. Un
Las investigaciones acerca de la adecuación escepticismo corrosivo no podrá ayudar en el
de las cualidades epistémicas femeninas esta- parto de nuevas historias». La situación del
blecen los materiales a partir de los que es discurso radical sobre la ciencia, en este punto,
posible pensar una ciencia feminista alternati- es paradójica, basa su condición de posibilidad
va a la androcéntrica. Sin embargo, como ya en un relativismo feroz respecto al conocí-
señalamos, este proyecto ha de atender a una miento científico pero, al mismo tiempo ha de
segunda cuestión en la que se pone en juego su afrontar cómo afecta este relativismo a su pro-
viabilidad: ha de ser posible fundamentar su pio proyecto.
superioridad respecto a la ciencia existente, o La respuesta a esta cuestión se diversifica
lo que es lo mismo, ha de dar cuenta de cómo en dos líneas, la que dan las autoras de corte
le afecta el relativismo impulsado por la postmoderno que aceptan el relativismo hasta
misma crítica feminista de la ciencia ~ sus últimas consecuencias y la que ofrecen
Un primer frente en el que la ciencia femi- las teóricas provenientes del postmaterialis-
nista topa con el problema del relativismo es el mo (aunque no sólo) que sostienen la supe-
de la fundamentación de las cualidades episté- rioridad objetiva de la ciencia feminista (para
micas femeninas. La cuestión que se plantea y ellas, la ciencia no sería una alternativa más,
que ha de ser afrontada es la siguiente: ¿qué un tema propio de las feministas que se
justifica la supremacía epistémica de las muje- disuelve en el relativismo). Esta divergencia
res cuando las teorías que la fundamentan da lugar a un debate que se desarrolla amplia-
(biológicas, psicoanalistas y materialistas his- mente y que está lejos de haber concluido. La
tóricas) son ellas mismas productos masculi- polémica se plantea en los términos que pasa-
nos sujetos a crítica? A esto se responde que mos a exponen
¿Es el sujeto feminista epistemológicamente relevante... 31

EL PUNTO DE VISTA FEMINISTA sibles. Los valores participativos antisexistas,


antiracistas y anticlasistas, propios del proyec-
Las pensadoras postmaterialistas entienden to de una ciencia feminista, reducen y eliminan
que de lo que se trata es de transformar la rea- las distorsiones y mistificaciones de nuestra
lidad y la ciencia desde un proyecto universa- realidad, por consiguiente, aumentan nuestra
lizable que todo el mundo tenga que recono- objetividad en la comprensión del mundo y su
cer, no de formular una opción parcial. Esto explicación científica ~
hace necesario argumentar la preeminencia Esto supone afirmar la superioridad del
objetiva del proyecto de una ciencia feminista. punto de vista feminista. Tal superioridad
Los términos en que se va a desarrollar esta hunde sus raíces en el privilegio epistémico
argumentación son muy diferentes a los que que concede el materialismo histórico al punto
habitualmente encontramos en la epistemolo- de vista de los dominados (de clase antes, de
gía y filosofía de la ciencia. El relativismo va género ahora) y, por tanto, a los valores que le
a ser conjurado apelando a la superioridad son propios. Las mujeres son un colectivo
objetiva de la ciencia feminista, pero tal supe- dominado, subordinado y casi invisible dadas
rioridad se fundamenta en razones puramente sus condiciones materiales de trabajo, como
externalistas no en el recurso habitual a facto- hemos visto. Es esta situación de dominación
res internos. Se va a considerar que los valores la que las dota de una comprensión menos ses-
éticos-políticos tienen significación epistémi- gada de la realidad, de un punto de vista más
ca pues nos dicen qué clase de ciencia quere- universal y objetivo que el masculino ‘~. Las
mos y cómo ha de proceder su práctica. mujeres están en situación de percibir mejor la
La preeminencia del proyecto de una cien- realidad al no depender de los intereses domi-
cia feminista se basa en la superioridad de los nantes. Su ubicación les permite descorrer el
valores ético-políticos que lo sostienen, en la velo de los intereses y tener una visión más
superioridad de los ideales que lo fundamen- real de las cosas. Esto garantiza la superioridad
tan. Una ciencia sustentada en los valores del objetiva del proyecto de ciencia feminista.
no sexismo, no racismo, no clasismo, en la Esta estrategia, según flarding, se apropia
sensibilidad y la responsabilidad, es claramen- de la noción de objetividad dejando el término
te superior a una ciencia sexista, clasista, racis- objetivismo para el positivismo Se reconoce
~

ta, a una ciencia de la dominación de los otros el carácter hipotético de todas las afirmaciones
y la naturaleza. científicas, incluidas las feministas, sin que
Por otro lado, esta argumentación no es ello signifique relativismo, puesto que el con-
exclusiva de las pensadoras postmaterialistas. flicto social entre los géneros sitúa a uno de
La misma Ruth Bleir ~, desde su relativismo ellos en un plano más objetivo respecto a los
epistémico, mantiene que la ciencia feministaes valores sociales y epistémicos. Una cosa es el
buena ciencia, no porque la mujer tenga una carácter hipotético y otra muy distinta caer en
naturaleza epistémica más adecuada o porque el relativismo. El punto de vista del dominado
existan criterios internos definitivos que lo siempre es más universal, menos distorsionado
garanticen, sino porque la visión del mundo que el del dominador, por tanto su proyecto de
feminista y los valores que encarna su proyecto ciencia es superior, nada de relativo hay en
de ciencia y sociedad son superiores para toda esto.
la especie. La superioridad de una ciencia que
echa abajo las jerarquías dominantes en la cien-
cia sexista, racista y clasista es incuestionable. LAS CRÍTICAS POSTMODERNAS
Las materialistas sostienen que no existen
valores científicos neutros que incrementen la El pensamiento postmoderno en ciencia,
objetividad, pero sí que existen valores moral- con autoras como Donna J. Haraway5t, o Jane
Flax 52, se opone a las tesis materialistas del
mente superiores, el no sexismo, el antiautori-
punto de vista. Estas pensadoras aceptan el
tarismo, el antielitismo lo son y dan lugar a relativismo en todas sus consecuencias resal-
proyectos emancipadores incluyendo el de la
tando el que denominan peligro de la ficción
nueva ciencia. Este recurso a valores morales naturalizada, esencializadora de lo único
no es relativismo ya que las afirmaciones
sexistas y no sexistas no son igualmente plau- humano, político o científico.

pR&’a*I
Es decir, no existe ni la mujer, ni la ciencia Haraway es escéptica respecto a las res-
feminista, y mucho menos puede entenderse a puestas que pueda dar la epistemología del
una u otra como superiores. Las identidades en punto de vista a estas cuestiones cuando lo que
la vida moderna, incluso las de la mujer, son realmente ofrece es un proyecto político para
identidades fracturadas y diversificadas < Es la ciencia y la epistemología. El pensamiento
inútil mantener la existencia de ideales no feminista de la ciencia está atrapado en una
fragmentados como si se pudiese volver a pre- ambivalencia que es problemática, apela a un
cedentes unitarios del tipo la experiencia glo- argumento kuhniano relativista, el hombre ve
bal, la sociedad sin clases ni divisiones, o la el mundo en una forma, la mujer en otra, para
ciencia feminista. Estas categorías son insoste- luego afirmar que la forma en que lo ve la
nibles, por tanto, no podemos hablar de una mujer es superior. Con lo cual, qué otros fun-
ciencia feminista ya que hay muchas formas damentos aparte de la lealtad de género pue-
de hacer ciencia y de ser feminista, no cabe un den decidir entre explicaciones alternativas y
proyecto común unitario. conflictivas de las cosas. El feminismo, puesto
No hay nada que fundamentar ya que todo que niega la posibilidad de un acceso científi-
es relativo. La única alternativa para el enfo- co al mundo real elimina la posibilidad de una
que feminista de la ciencia es establecerlo ciencia sin género, limpia de distorsiones del
como un proyecto político más que convive todo. La única salida que queda a partir de la
con otros igualmente válidos. Para ello necesi- crítica feminista es admitir la parcialidad per-
tamos una historia feminista que contrarreste manente de todo punto de vista, incluyendo el
las profundas alianzas entre ciencia y sexismo, feminista, y esforzarse por crear desde la críti-
así podremos mantener una postura que permi- ca un espacio favorable a los modelos de libe-
tirá crear nuestro propio espacio y dominio. ración como el feminista. Este es un proyecto
Pero esto no garantiza ninguna superioridad elaborado desde un punto de vista que se plan-
epistemológica, política o moral a la ciencia tea a sí mismo con derecho a existir y nombrar
feminista, sólo obedece a un interés relativo, el mundo a su manera, que ha de convivir con
que como tal tiene derecho a realizarse < El otros puntos de vista como el androcéntrico ~
ideal es que, en un futuro posible, la conviven-
cia entre los opuestos sea factible ya que todas
las posiciones son igualmente buenas. No La respuesta materialista
vamos hacia una situación que trascienda las
diferencias de género, raza o clase como creen Las teóricas materialistas responden afir-
los materialistas y, además, esto no sería posi- mando que la crítica postmoderna supone un
ble (ni deseable) ya que la multiplicidad de relativismo absoluto que desfundamenta toda
identidades es irreductible dadas las condicio- posibilidad de cambio, sea epistemológico,
nes culturales de la modernidad. político o moral. Lo único que hace es consa-
Donna Haraway55 señala una serie de cues- grar lo dado, también en el caso de la ciencia.
tiones de fondo que afectan al proyecto de una El discurso postmoderno es un buen discurso
ciencia feminista: ¿existe una teoría del cono- crítico, pero sólo permite ratificar lo existente,
cimiento feminista que sea análoga a las here- desde él la ciencia, racista, sexista y clasista es
dadas de la ciencia griega y de la revolución perfectamente válida, un proyecto más que
científica del XVII? ¿Sería una epistemología convive con otros. No hay nada que argumen-
feminista capaz de conducir la investigación tar, sólo queda aceptar estos proyectos en su
científica y constituirse en un miembro de la idiosincrasia particular. Pero, entonces, ¿por
familia de las teorías existentes? ¿Podría tal qué cuestionar la ciencia sexista?, ¿qué nos
epistemología terminar con los dilemas entre movería a su problematización?, ¿qué puede
sujeto y objeto, entre conocimiento no agresi- impulsarnos a elaborar una epistemología
vo ni dominador y la predicción y el control? alternativa y una ciencia feminista? La consa-
¿Podría iluminar las conexiones entre ciencia gración postmodema de lo existente paraliza el
y humanismo dotando a la ciencia feminista de conocimiento y la acción ~.
la capacidad de nombrar el mundo y darle una Para el todo vale postmoderno no se necesi-
nueva identidad, una nueva historia, que evite taba tanto esfuerzo teórico. Si la crítica del
las relaciones de poder? 56• objetivismo nos forzara al subjetivismo y al

pau
1#,
¿Es el sujeto feminista epistemológicamente relevante... 33

relativismo radical postmoderno, si la respues- ha de trascenderse lo femenino y lo masculino


ta más defendible y poderosa que podemos dar para que las personas se constituyan como
para una ciencia liberadora es la afirmación tales, sólo como personas, con multiplicidad
diferentes ciencias para diferentes intereses, de identidades ya no genéricamente diferen-
no hemos ido muy lejos. Lo que se está ciadas. La tesis de la pluralidad refleja más
haciendo es perpetuar la dominación práctica y bien el objetivo futuro a lograr, es factible pero
teórica. Difícilmente podremos instaurar las no en ésta sociedad donde las condiciones de
condiciones que hagan posible la nueva cien- dominación son generales y unificadas y dan
cia liberadora desde una conclusión tan débil y lugar a identidades subordinadas y unificadas.
fácilmente asimilable por el poder existente, A la crítica de Haraway respecto a la natu-
político, científico, tecnológico. Por tanto, es raleza y status del proyecto de ciencia feminis-
necesario rechazar el relativismo postmoder- ta, 5. Harding 62 responde señalando que en
no, la ciencia feminista no trata simplemente este momento histórico, ciertamente, aún no se
de sustituir unas lealtades de género por otras, está desarrollando una ciencia feminista sino
sino de llegar a hipótesis que estén libres de una crítica feminista de la ciencia actual y, por
lealtades de género, que las trasciendan para consiguiente, no puede contestarse a las cues-
convertirse en objetivas y neutras. tiones planteadas. Sólo se está indicando qué
Por otro lado, la multiplicidad de identida- tipo de elementos podrían configurar y formar
des es una categoría falsa en la realidad actual. parte de la nueva ciencia, aunque ésta es casi
En nuestro mundo las mujeres, los negros, los impensable todavía. Igual ocurrió con la revo-
obreros, configuran su identidad sobre todo en lución científica cuando los creadores de la
relación a la dominación; otros aspectos de la epistemología moderna, de Descartes a Kant,
realidad son secundarios. Las variadas condi- meditaban sobre lo que creían que era una
ciones de la modernidad se disuelven en las ciencia creada por trabajadores artesanos
condiciones de la dominación que constituyen individuales cuyo fundamento era la percep-
la identidad de género (aunque ésta, por otro ción de la naturaleza y de las actividades de la
lado, no tiene que ser monoliticamente entendi- mente individual desencarnada, desligada de
ble). Las mujeres, negros, obreros, comparten compromisos sociales y orientada a la búsque-
en cada caso, cualidades de oposición unifica- da de la verdad evidente y cierta.
das que les constituyen como colectivos capa- Ahora pensamos la nueva ciencia feminista
ces de luchar por objetivos comunes con inter- desde las características epistémicas femeni-
pretaciones de la realidad, el conocimiento y la nas. Pero esto no significa esencializarías ya
ciencia, compartidas y con la posibilidad de que las nuevas condiciones sociales y materia-
ofrecer programas alternativos conjuntos ~. les supondrán nuevos rasgos epistemológicos
Es decir, la fragmentación de la identidad y alejados de la escisión entre lo femenino y
su multiplicidad es cierta sólo en relación a los masculino. Sandra Harding 63 señala que hay
aspectos de la identidad no-defensiva de las dos etapas en el proyecto fem¡nista, primero
mujeres, pero no respecto a los elementos de la una ciencia feminista, luego una ciencia que
defensiva que se configuran en condiciones trasciende los sexos. Esto sólo será posible
generales de dominación. Son las condiciones cuando en la sociedad se den las condiciones
materiales compartidas las que hacen posible que lo permitan, entonces se dará la auténtica
el programa feminista como proyecto político revolución del conocimiento que ahora siquie-
y epistemológico, no psicológico o metafísico ra podemos pensar. Hay que cambiar la socie-
de lo personal, como parecen creer las post- dad para cambiar la ciencia, al imsmo tiempo
modernas. La oposición unifica y sólo la uni- que a la ciencia para cambiar la sociedad La
~.

dad y solidaridad de las mujeres actúa contra deconstrucción cultural postmoderna de la


las fuerzas sociales y culturales dominantes 6I~ ciencia es necesaria pero, también, es necesa-
En un momento posterior, cuando las condi- rio construir un proyecto alternativo de ciencia
ciones cambien y la sociedad admita la diver- feminista. No podemos quedamos en el
sidad y la pluralidad desde la justicia, tal vez la momento crítico negativo. Por el momento lo
categoría de identidades fracturadas y ,núlti- que necesitamos es una política de solidaridad
pies tenga sentido. Entonces, ni la ciencia, ni la robusta, frente a la fragmentación, para elimi-
política, serán masculina o femenina. Primero nar el sexismo y racismo estructural 65•
34 Amparo Gómez Rodríguez

DOS CRÍTICAS AL PROGRAMA Por otro lado, las tesis materialistas del
RADICAL punto de vista han tenido que encarar críticas
específicas. Así, desde el mismo marxismo se
El debate entre pensadoras postmaterialistas ha cuestionado el privilegio epistémico del
y postmodernas está muy lejos de cerrarse. Al punto de vista de las mujeres. El punto de vista
mismo tiempo, las tesis de ambas han sido del proletariado era epistemológicamente
cuestionadas globalmente desde posiciones superior al del burgués por la idea de que los
feministas de corte empirista 66• Desde este trabajadores eran marginales y al mismo tiem-
enfoque, aunque se reconoce, como hace H. po centrales en la sociedad burguesa. Margina-
Longino 67, la incidencia de externalidades —la les en relación al poder cultural y político, cen-
mejor ciencia no está libre de la influencia de trales en los procesos de producción. Su
valores externos—, se entiende que ello no sig- marginalidad significaba que tenían menos
nifica que el conocimiento científico sea mero intereses en mantener la ideología burguesa,
producto social e ideológico68 El peso distor- mientras que su centralidad les daba una visión
sionador de los valores externos es incuestio- privilegiada de la naturaleza real de la produc-
nable pero no está presente en toda la ciencia ción capitalista (de la cual dependía todos los
ni en el mismo grado. El conocimiento cientí- estratos sociales). Los argumentos feministas
fico es una actividad permeable a valores se han basado en la marginalidad de las muje-
externos, pero también sujeta a valores inter- res en la sociedad patriarcal, pero ellas no ocu-
nos. No es necesario condenar a la ciencia en pan ningún lugar central en los procesos de
su totalidad ya que en muchos sentidos y producción, al contrario son marginales a ellos.
maneras la estructura de la ciencia misma nos La respuesta a esta crítica se basa en recha-
provee de oportunidades para la expresión de zar el supuesto de la no centralidad que impli-
la creatividad y la autoconciencia necesarias ca, de nuevo, negar la esencialidad del trabajo
para una ciencia no androcéntrica, es decir, en femenino haciéndolo invisible. El trabajo de
palabras de Longino, hecha comofeministas. las mujeres es central para los procesos de pro-
Desde el empirismo se cuestiona la idea de ducción de la sociedad puesto que estos lo exi-
una ciencia feminista, negándose la existencia gen como condición necesaria sin la cual no
de una forma de conocer específicamente serian posibles. Por tanto, las mujeres tienen
femenina. El sujeto de una ciencia no andro- una visión privilegiada de la naturaleza real de
céntrica no es epistemológica o metodológica- la producción e ideología patriarcal dominante.
mente específicamente femenino, como afir- Las diferentes críticas y respuestas exami-
man las epistemólogas radicales. Tampoco es nadas demuestran la complejidad y diversidad
un sujeto individual, los científicos o las cien- de los puntos de vista existentes en el enfoque
tíficas singulares. La ciencia es un producto feminista de la ciencia. Las divergencias entre
colectivo, resultado de la comunidad científica las distintas opciones son relevantes, en
que sólo siendo crítica con los valores domi- muchos aspectos podemos considerar que
nantes y haciendo ciencia como feministas suponen, por decirlo en términos lakatasonia-
puede dar lugar a una ciencia no androcéntri- nos, programas de investigación distintos,
ca. Esta ciencia tampoco estaría libre de valo- aunque no necesariamente rivales. A pesar de
res, aunque de contenido muy diferente al que ello, las diversas posiciones coinciden en cues-
presentan los valores dominantes en la ciencia tionar el androcentrismo presente en la ciencia
actual. La ciencia es lo que es, compleja y actual, señalando la necesidad de una revisión
resultado de procesos internos e influencias que incorpore la perspectiva feminista. Cómo
externas. La única alternativa factible es hacer llevar esto a cabo, y el alcance que tendrá para
explícitos críticamente los valores desde los el conocimiento científico, es lo que está en
que se está investigando para reconocerlos y discusión.
saber en cada caso donde estamos, haciéndo-
nos conscientes de su existencia. La objetivi-
dad tiene que ver con esta estrategia crítica, no NOTAS
con el objetivismo de signo positivista que
La redacción de este trabajo ha sido facilitada por la
implica la descontaminación valorativa de la concesión, por parte de la CICYT, del Proyecto de Inves-
ciencia69 tigación (coordinado) n.0 PB9S-0125-C06-06.

~PbE!LIM
¿Es el sujeto feminista epistemológicamente relevante... 35

2 La visión standard, según Putnam, que en castella- la generación biológica de la vida es a través del matri-
no se tradujo por concepción heredada, en E. Suppe monio y fecundación de la tierra material femenina por
(1979). el cielo inmaterial, celestial y masculino. Copérnico
Sobre todo, T. 5. Kuhn (1970). También, Kuhn siguió esta metáfora. La tierra es entendida como mujer
(1972), (1974), (1977). pasiva, materia inerte a la que hay que penetrar y retor-
Estos recursos, no obstante, no excluyen la inciden- cer para que ofrezca sus fmtos. Indiferente a las explora-
cia de extemalidades aunque si que la palía, la ciencia no ciones y explotaciones de sus entrañas y secretos.
[6 L. J. Jordanova (1980: 42 y ss), señala en su estu-
se disuelve en lo sociohistórico. Desde el empirismo
feminista autoras como Helen Longino comparten estas dio sobre las ciencias biomédicas en Francia y Gran Bre-
tesis en buena medida. Véase H. Longino (1990). taña, en los siglos XVIII y XIX, que «los roles sexuales
Véase B. Bames (1977); D. Bloor (1976). fueron constituidos por un lenguaje científico y médico
6 Entienden a la sociología del conocimiento, a modo e, inversamente, las ciencias naturales, y la medicina fue-
de las ciencias duras, como una teoría capaz de elaborar ron como imaginería sexual».
“ Véase (Haraway, 1995: 124-125).
explicaciones causales de los contenidos científicos a
través de leyes sociales empíricas y contrastables, sin ~ Esto es rechazado por empiristas y empiristas femi-
interesarse por la verdad, falsedad, racionalidad o irra- nistas que no comparten los supuestos más radicales
cionalidad según la tesis de la simetría mantenida por como la creencia de que la ciencia se reduce a ideología
Bloor. La sociología de la ciencia es entendida como una patriarcal, que existe un método propio de las científicas,
teoría general y un programa de investigación. En rela- o una forma de conocer específicamente femenina (recu-
ción al tema véase J. Echevarría (1995:20 y ss.). Tam- rrentemente ejemplificada en los trabajos genéticos de
bién, J. Sánchez (1995). Bárbara McClintock). Como afirma Longino, la idea de
‘ Véase, B. Latour (1987), B. Latour y 5. Woolgar una ciencia feminista basada en un temperamento cogni-
(1979). tivo femenino supone confundirfemenino con feminista.
Las epistemologías radicales han de situarse en el R. Bleir también nega que las mujeres tengan caracterís-
contexto general de los estudios feministas de la ciencia ticas cognitivas específicas.
que incluyen líneas de investigación y perspectivas filo- ~ (G. Covina, 1975: 96).
sóficas diversas: estudios histórico-sociales, análisis de 20 Ambas feministas americanas del siglo XIX sostie-

los sesgos de género de las teorías científicas, enfoques nen que las mujeres tendrían una capacidad intelectual
epistemológicos menos radicales en su cuestionamiento específica que se manifestaría como «intuición» que per-
de la ciencia existente. Para una exposición de las dife- mite obtener resultados cognitivos sin necesidad de lar-
rentes tendencias véase A. Gómez (1998). gos procesos de racionalización. Esta idea dominante en
El análisis de los sesgos de género de las teorías el XIX es teorizada desde el darwinismo y la frenología.
científicas ha sido ampliamente desarrollado, Con él se En la obra de Moebius (1982), publicada en 1900, queda
trata de establecer en qué medida y hasta qué punto lo perfectamente recogida aunque con una valoración muy
que la ciencia afirma como conocimiento riguroso está distinta a la de Fuller o Gage: las mujeres son intelec-
distorsionado y, por tanto, condicionado por la influencia tualmente inferiores precisamente por estar dotadas de
de factores externos de naturaleza androcéntrica y sexis- esta facultad. Ver (M. Fuller, 1971: 103). (M. Gages,
ta. Por razones obvias no podemos detenemos en su 1980: 238).
exposición, nos limitaremos a algunas citas bibliográfi- 21 (5. Firestone, 1971: 175).

22 (M. Daly, 1978: xiii, 53, 57, 320). Según Daly las
cas: Donna Haraway (1995); Nelly Oudshoom (1994);
Ruth Hubbard, M. 5. Henifm & B. Fried (eds.) (1982); mujeres son «naturaleza» más que «cultura», este hecho
Hubbard and Wald (1993); Sarah B. Hrdy (1981); Ruth junto a su capacidad de ser madres conlíeva las cualida-
Bleir (1984); Helen Longino (1990); Cynthia E. Russett des necesarias para que de ellas dependa la salvación del
(1991). En nuestro país, E. Pérez Sedeño (1995), (1998); planeta.
A. Gómez el. Perdomo (1993); A. Gómez (1995). 23 Otra forma de desarrollar el argumento de la supe-

lO E. Fee (1986) y (Eec, 1981: 378-392). rioridad cognitiva femenina es la que llevó a cabo (Sara
C. Marchant (1980). Ruddick, 1980: 348), para ella las cualidades relaciona-
12 E. F. Keller (1985). das con lo matemal y el cuidado constituyen una forma
~ Véase (Keller, 1985: 51-52), para esta cuestión ver de acercarse al conocimiento muy diferente a la mascu-
capítulos 2 y 3. lina y supeflor a ella: conexiones íntimas con el otro,
“ Citado por (Harding, 1986: 116). unidad de reflexión, juicio y emoción relevantes para una
‘~ Carolyn Marchant (1980), identifica cinco cambios
práctica científica más adecuada.
en el simbolismo de género de las metáforas científicas ~ Code define «esencialismo» como «la creencia en
que dominan el pensamiento y la experiencia de Europa una esencia, una inherente, natural y etema naturaleza
desde el s. XV al XVII y que contribuyen a la siguiente femenina que se manifiesta en características como gen-
visión científica del mundo. Tales cambios tienen que tileza, bondad, nutriente y sensitiva» (Lorraine Code,
ver, por ejemplo, con cuestiones como que en la teoría 1991: 17). Otra forma que adquiere el argumento esen-
copemicana la tierra era el centro del universo y se reem- cialista acerca de la feminidad basada en la naturaleza
plaza por el sol como centro. No es lo mismo la tierra, sexuada del cuerpo femenino es desarrollada desde el
femenina, madre de toda vida entendida como el centro psicoanálisis por Luce frigaray (1979), (1982), Irigaray
a cuyo alrededor gira el universo, que el sol, masculino, entiende que lo que constituye la verdadera feminidad
activo, cuyos rayos fecundan y producen vida. La tierra estaría situado en ese espacio anterior al lenguaje y a lo
pasa a ser pasiva y fecundada por los rayos del sol. Así simbólico. La feminidad puede así ser definida al margen

pR3gab
del orden falocéntrico asignándosele un espacio presim- ciones de género construidas en la familia debe ser arti-
bélico fuera del discurso dominante relacionada con los culada con las relaciones de poder social en la sociedad».
deseos específicamente femeninos y el cuerpo. Los de- Hartsock y Harding comparten la posición de FIax res-
seos están arraigados en sus cuerpos, la feminidad deri- pecto a la trascendencia de géneros.
va esencialmente de la estructura anatómica de sus órga- 36 Las teóricas materialistas mantienen que en la cul-
nos genitales. Es necesario crear espacios entre mujeres tura occidental el sistema sexo/género juega un papel
para definir sus propios deseos recurriendo a la homose- crucial en los modos de conocimiento masculino (como
xualidad como estrategia. grupo social) y feminista. Según Marx, «el conocimien-
25 N. Chodorow (1978).
to humano nace de la práctica, del trabajo y de la trans-
26 Dinnerstein (1976). formación del mundo» y, por tanto, según las materialis-
“ (J. Flax, 1983: 245-281). tas de la división del trabajo según el sexo/género.
28 E. F. KelIer (1985). ~ II. Rose and S- Rose (Eds.) (1976). II. Rose (1983).
29 como señala Silvia Tuberi en su introducción a (Rose, 1994: 28 y ss.). También (Rose, 1987: 64-86).
(Flax, 1990: 7-41), las feministas de orientación psico- Aquí señala que en el proceso de socialización, las muje-
analítica dan importancia a la fase preedipica en el desa- res han sido definidas por el trabajo de amar (caring
rrollo psico-sexuaí del niño (contraponen esta fase pre- labour) o también Atención cariñosa y tierna.
38 Rose sostiene que los marxistas clásicos no son
edipica al complejo de Edipo como si fueran exeluyentes
mientras que Freud las superpone) destacando la rele- capaces de señalar el efecto que tiene la separación entre
vancia de las relaciones tempranas del niño con la madre. trabajo productivo y trabajo emocional del cuidado.
Las teorías psicoanalíticas feministas se desarrollan tanto Dando por sentado que el segundo es propio de la mujer.
en Europa como en América a partir de los años 70 con En esto no se distingue el marxismo de las teorías socio-
el estímulo del movimiento feminista de estos años. En biologistas que afirman que el destino de la mujer está en
Estados Unidos son igualitaristas y acentúan los factores los genes y a las que se opone el marxismo vehemente-
sociales hasta llegar a poner en cuestión muchas veces mente. Las feministas, dice Rose deben explicar la rela-
las nociones de inconsciente y sexualidad, se orientan ción entre trabajo no pagado y trabajo pagado para mos-
hacia el estudio del destacando la necesidad de un desa- trar que la labor del cuidado femenino tienen una génesis
rrollo individual autónomo y del logro de la adaptación social no natural y fundamenta una sociedad patriarcal
social. burguesa dominadora.
>~ Los niños desarrollan fronteras del yo firmes, las >~ En esto coincide con el ecologismo y feminización

niñas no ya que nunca se separan por completo de la holística de la ciencia a lo C. Marchant (1980). Según
madre que trata a la hija como una extensión de si (Rose, 1987: 85), «Marchant comparte con D. Smith, N.
misma. Los niños experimentan y son experimentados Hartsock, y los primeros trabajos de J. Flax, la reivindica-
por la madre como un otro, ella impulsa al hijo a la dife- ción de que un feminismo materialista significa «ciencia
renciación, motivada y reforzada por el género diferente. sucesora», que propone puntos de partida más verdaderos
(N. Chodorow, 1978: 10). (Fax, 1990: 268 y ss.). y que es capaz de generar el conocimiento transformador
>‘ (Dinnerstein, 1976: 76-78 y 207-22), sobre todo, y
que nos permitirá crear nuevas relaciones sociales y una
(Chodorow, 1978: 218), sostienen que la institución de la nueva relación entre la humanidad y la naturaleza».
matemidad es la causa fundamental de la opresión de las ~ Hartsock (1983), elabora su teoría materialista.
mujeres y del malestar sexual que experimenía nuestra Está influenciada por las tesis de Flax.
sociedad en hombres y mujeres. La familia crea las iden- <‘ Véase, 5. Harding (1986), 5. Harding and J, 1’,

tidades de género y la subordinación de las mujeres que O’Barr (Eds.) (1987). También Harding (1995).
perpetúa el patriarcado. Las diferencias de géneros se 42 (D. Smith, 1974:44). Smith (1989).

deben al hecho de que las mujeres universalmente son ~> Las mujeres nos constituimos en sujetos y objetos
las que se ocupan de los primeros cuidados de los niños. de investigación al mismo tiempo. Lo que supone que el
Son el primer otro significativo a través del cual hombres investigador y el sujeto de investigación están en el
y mujeres adquieren su subjetividad. Este hecho es res- mismo plano epistemológico. Sobre todo en ciencias
ponsable de la subordinación psíquica de las niñas que sociales donde el sujeto y objeto de estudio es el que ha
adopta la forma de la feminidad. Para modificar esta de hablar y expresar su propia experiencia con su propia
situación ambas proponen que los hombres compartan voz. Esta sería la clave de una mayor objetividad.
con las mujeres la crianza de los niños. (Smith, 1979:154).
32 (KeIler, 1985: 84 y ss.). ~ El problema del relativismo es abordado por los
~ Dinnerstein sugiere que el desastre ecológico y el enfoques empiristas aunque no les afecta en los mismos
gusto por lo militar tiene raíces en el proceso masculino términos que a las feministas radicales. Para el empiris-
de generización, y Flax afirma que las estructuras inte- mo feminista el problema es más complicado que para el
lectuales del pensamiento de Platón, Descartes, Hobbes empirismo ortodoxo aunque existen recursos en la propia
y Rousseau aparecen como expresiones del desarrollo ciencia para tratar de conjurarlo: factores intemos junto a
social de la personalidad masculina. la exigencia de hacer públicos los valores (internos,
~ (Flax, 1983: 249, 259). extemos) desde los que se está investigando.
~ La postura de Flax permite una salida a la crítica de ~ (Harding, 1986: 244).
(Fee, 1986: 50), cuando señala, sumarizando su crítica a 46 (Haraway, 1995: 126).

la teoría de las relaciones objetales, que «toda teoría psi- “~ (Bleir, 1986: 16-17).
coanalítica puede ser, solamente una teoría de la repro- 48 Véase por ejemplo (5. Harding, 1995: 21-22) y
ducción de las relaciones de poder. La teoría de las reía- (1986: 232 y 249).
¿Es el sujeto feminista epistemológicamente relevante... 37

La tesis del punto de vista se inspira en Hegel en la esto a medias, está políticamente en desacuerdo con la
relación del amo con el esclavo, en Marx, Luckas. Véase postura de Pee puesto que no cree que tengamos que
(Harding, 1986: 26-28, 141 y ss.). esperar a tener la sociedad feminista para pensar una
5~ (Harding, 1986: 27). ciencia feminista, sino que ésta irá emergiendo en el pro-
~‘ Haraway (1995). ceso de lucha por tal tipo de sociedad. Son procesos
52 En su segunda etapa, Flax (1986). Flax (1995). interdependientes.
“ (Haraway, 1995: 264 y ss.). ~ (Harding, 1986: 141).
~ (Flax, 1986: 37) afinna que el punto de vista femi- ~ En esta perspectiva podemos situar los trabajos de
nista es tan parcial como los demás. No sería un punto de Helen Longino (1990), (1993). También Ruth Doelí
vista más verdadero que otro y la ciencia que propone (1983), Ruth Hubbard (1982), (1993) o Mariame What-
tampoco. ley (1986). Por supuesto, entre las autoras empiristas
‘~ (Haraway, 1995: 113-114). encontramos a su vez diferencias relevantes. Así encon-
56 (Elizabeth Free, 1981: 22) plantea en la misma tramos empiristas convencidas, beligerantes contra las
dirección, ¿podíamos pensar una ciencia altemativa en los epistemologías feministas como es el caso de Cristina
procedimientos de laboratorio, en sus métodos y formas Hoff Sommers (1995). Susan Haack (1995), rechaza las
de razonamiento científico? Como algún escéptico hostil epistemologías feministas con cierto desdén sosteniendo
pregunta, ¿tiene el feminismo una altemativa a la deduc- que los valores epistemológicos de la ciencia existente
ción y la inducción, la observación y el experimento?, si son los únicos capaces de ofrecer conocimiento científi-
no ¿qué podría significar una ciencia feminista? Ella plan- co independientemente de que quiénes los ponga en
tea que debemos lograr la sociedad feminista antes de que práctica sean hombres y mujeres. Marion Namenwith
podamos empezar a imaginar una ciencia feminista. (1986) y Hrdy (1981), mantienen su confianza en el
~‘ (Haraway, 1995: 113 y ss.) lanza su reto a las femi- método científico. (Bleir, 1986: 15), señala respecto a
nistas del «punto de vista». Hrdy y Namenwirth: «creen en la ciencia como sistema
~ Véase (Haraway, 1995: 313 y ss. cap. 7). de procedimientos para la verificación y sistematización
~‘ 5. Harding (1986), sobre todo cap. VII. de información acerca de la realidad, y en el método
~ Harding (1986) cap. VII. científico como inherentemente bueno y verdadero».
67 (H. Longino, 1990: 3 y Ss.; también 83 y SS.).
61 (Harding, 1986: 193.194).
68 La misma E. Fox Keller a pesar de su radicalidad
~ (Harding, 1986: 139).
63 (Harding, 1986: 137-139). ha advertido del peligro de «ver la ciencia como mero
E. Pee (1981) coincide en parte con Harding ya que producto social; la ciencia se disolvería entonces en ide-
según aquélla, primero tendríamos que hacer surgir una ología y la objetividad pierde todo significado intrínse-
sociedad feminista antes de que podamos empezar a ima- co...» (Keller, 1992: 3-7).
ginar una ciencia feminista. Pensar a ambas ahora es 69 Por otro lado, desde posiciones empiristas se ha

como pedir a un pensador medieval que imaginase la señalado que el privilegio epistémico concedido a las
teoría de la reproducción genética o de la energía atómi- mujeres es resultado del surgimiento de una concepción
ca. Lo que se está haciendo ahora no es ciencia, sino crí- neorrománlica del sujeto como emocional y no dualista,
tica feminista de la ciencia. (Harding, 1986: 139) acepta integrador de cuerpo y mente, razón y pasión.

~PbMiSbá,

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