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¿LA LEY DE LA UNIÓN CIVIL EN EL PERÚ, ES UNA REALIDAD?

La unión civil es un contrato legal entre una pareja, similar al matrimonio,


reconocido jurídicamente por un estado o gobierno que les confiere algunos de
los derechos y ventajas que obtienen las parejas casadas. En ese sentido, el
estado vela por los derechos y obligaciones mutuas de ambas personas.

Típicamente, la unión civil se refiere a una pareja del mismo sexo, aunque en
algunos países también es una opción para parejas heterosexuales que
prefieren no casarse formalmente, sino vivir en concubinato obteniendo ciertos
derechos.

Las parejas de hecho homosexuales deben ser tratadas de la misma manera


que las parejas heterosexuales y tienen derecho a gozar de las mismas
prestaciones.

El Sistema de las Naciones Unidas en el Perú reconoce los especiales


esfuerzos realizados por el Estado peruano en materia de derechos humanos.
En ese sentido, saluda el debate en torno a las iniciativas orientadas a legislar
las uniones civiles no matrimoniales de personas del mismo sexo que tienen
como propósito respetar, proteger y realizar sus derechos humanos.

La Declaración Universal de Derechos Humanos, fuente inspiradora de todos


los tratados de derechos humanos de las Naciones Unidas, establece que
todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Así,
toda persona tiene derecho al ejercicio de su libertad y al desarrollo de su
propio proyecto de vida, sin discriminación de ningún tipo, incluida la
orientación sexual.

¿EN QUÉ SE DIFERENCIA AL MATRIMONIO?

Sin embargo, a diferencia del matrimonio, la pareja conformada a partir de la


unión civil no puede adoptar hijos o heredarse mutuamente en caso de muerte.
Tampoco pueden recibir cientos de otros beneficios destinados a las parejas
casadas.
Algunos activistas de la igualdad consideran a las uniones civiles como la
moneda de cambio que ofrecen algunas sociedades para evitar el concepto de
matrimonio, que por sus implicaciones históricas y religiosas genera más
polémica y oposición.

Como las uniones civiles entre parejas del mismo sexo, al igual que el
matrimonio, no son reconocidos a nivel federal en Estados Unidos, las parejas
gay y lesbianas no pueden obtener exenciones fiscales, seguridad social en
caso del deceso de la pareja, ni estatus inmigratorio si uno de los dos es
extranjero.

¿POR QUÉ LA LEGALIZACIÓN DEL MATRIMONIO HOMOSEXUAL SERÍA


LO MEJOR PARA EL PAÍS?

Hay que ver las cosas de forma pragmática. El Perú es un país atomizado por
muchas cosas, en ocasiones por el racismo, en ocasiones por el nivel
socioeconómico y también, sin lugar a dudas, por la opción sexual.

El Perú también es un país donde las instituciones son fofas e inestables, están
desacreditadas y se hacen muy pocos esfuerzos para arreglar esta situación.

El matrimonio igualitario contribuiría a eliminar una de las barreras que


marginan a los homosexuales a intemperie, a las afueras de la sociedad. El
matrimonio igualitario le daría un nuevo oxígeno y valor a la institución del
matrimonio civil que tiene como uno de sus objetivos unificar a la sociedad por
medio del compromiso no solo entre dos personas sino entre dos grupos
humanos, dos familias.

Si bien los derechos deben ser iguales sí existe una característica distintiva
entre la unión heterosexual y la homosexual, una característica que tiene que
ser tomada en cuenta de forma independiente al matrimonio y es la concepción
de niños. La protección del Estado a los niños es importantísima y es elemental
que este provea a las familias que lo necesiten de las herramientas esenciales
para el desarrollo saludable de la infancia peruanas. El Estado por ende tiene
que preocuparse por las familias procreadoras y darles los beneficios y
cuidados suficientes para asegurar el bienestar del niño.
Cuando se llega al tema de la adopción de niños por parejas homosexuales el
debate es otro y la discusión no debe ir por el lado de los derechos de los
homosexuales sino por el lado de los derechos de los niños. En lo personal
creo que privar adrede a un niño de un padre y de una madre puede resultar
perjudicial para el desarrollo de dicha criatura y existen estudios que
comprueban esta posición.

DERECHO COMPARADO

Se analizan los países de Latinoamérica más representativos desde el punto


de vista de relevancia comparada para efectos de extraer observaciones y
argumentos que puedan servir para explicar la realidad en otros tantos países
del mismo entorno geográfico.

Los estados que reconocen la unión civil, a veces también llamadas "parejas
domésticas o de hecho" son Nueva Jersey, Illinois, California, Nevada, Oregon
y Washington. En Latinoamérica tienen validez legal a escala nacional en
Colombia y Uruguay, y a nivel local en Ciudad de México.

Se examinarán los argumentos constitucionales esgrimidos con respecto al


debate sobre las uniones civiles, el matrimonio entre personas del mismo sexo
y los derechos que se derivan de estas uniones.

MÉXICO

La definición de matrimonio en la Ciudad de México, hasta el año 2009,


consistía en la unión libre de un hombre con una mujer (como puede verse en
el artículo 146 del Código Civil del Distrito Federal antes de la reforma). Así,
excluía expresamente del concepto de matrimonio la posibilidad de que este
estuviese formado por parejas del mismo sexo. Sin embargo, el 29 de
diciembre de 2009 se aprobó una reforma al Código Civil en la que se permitía
que las parejas del mismo sexo pudieran contraer matrimonio.

El 30 de abril de 2012, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley para


modificar las normas y reglamentos, con el fin de conceder a todas las parejas
del mismo sexo en una unión civil, matrimonio o pareja de hecho el derecho a
la seguridad social en las mismas condiciones que las parejas de diferente
sexo.
NICARAGUA

La Corte dio una interpretación del artículo 17 de la Convención Americana


sobre Derechos Humanos. La Convención reconoce los derechos de los
hombres y las mujeres a contraer matrimonio y a fundar una familia.

Los jueces sostuvieron que, si la Convención hubiera querido incluir el


matrimonio entre homosexuales, habría utilizado el término «persona”. Sala
Constitucional dictaminó que correspondía al legislador ordinario resolver el
problema de una posible discriminación. En lugar de declarar inconstitucional la
disposición impugnada, la Corte reconoció que hay una diferencia en el
tratamiento de los heterosexuales y los homosexuales, pero que esta debía ser
resuelta exclusivamente por el Poder Legislativo, ES DECIR QUE TENÍAN UN
VACÍO LEGISLATIVO.

COLOMBIA

En 2007, la Corte adoptó una posición diferente y más proteccionista. Por


primera vez se les da cobertura jurídica a las parejas del mismo sexo por vía
judicial en Colombia. En efecto, este resultado se presentó por la revisión de la
constitucionalidad de la ley 54 de 1990, modificada por la ley 979 de 2005
(Corte Constitucional, 2007). En la sentencia, la cual declaró la
inconstitucionalidad de la ley en cuestión, se concluyó que la protección
prevista por la ley para las parejas heterosexuales debe aplicarse también a las
parejas homosexuales.

En cuanto a la cuestión de la adopción, la jurisprudencia sobre este asunto se


remonta a 2001, cuando la Corte Constitucional declaró categóricamente que
las parejas del mismo sexo no tienen derecho a adoptar niños (2001). La Corte
justificó su posición sobre la base de que, ya que hay diferencias entre las
parejas heterosexuales y homosexuales, las disposiciones relativas a la
adopción contenidas en el Código del Menor están destinadas a las parejas
heterosexuales y no se aplican a las parejas del mismo sexo y ello no es en sí
discriminatorio.
CASO DE RICARDO MORAN

Ricardo Moran Manifestó que en ese país es legal la gestación subrogada con
fertilización in vitro de óvulos donados.

Luego de encontrar a la mujer que iba a albergar los embriones, esperó que le
confirmaran con una evaluación que iba a ser padre. Ricardo Morán recibió el
resultado de una prueba de embarazo que marcaba positivo.

EL ESTADO LEGAL DE SUS HIJOS

Comentó a Mónica Delta que actualmente sus dos hijos, Emiliano y Catalina,
tienen los papeles en regla emitidos en Estados Unidos. La parte difícil la tiene
por los vacíos legales que hay en Perú.

Declaró que no dudará en iniciar una batalla legal para que las autoridades
reconozcan a sus hijos como peruanos y les den la nacionalidad. Ellos solo
podrían entrar y salir del país en calidad de turistas.

Ricardo Morán expresó que para que sean reconocidos como peruanos debe
de tener el nombre de la madre para poder iniciar el registro.

Cabe destacar que en Estados Unidos solo fueron registrados con sus dos
apellidos, lo cual no puede repetir en Perú por el Código Civil que requiere los
apellidos de los padres.

Destacó que el proceso que realizó para tener a Catalina y Emiliano no


requiere la presencia de la madre, ya que ella renuncia a los derechos para
otorgarlos al padre, en este caso, Ricardo Morán.

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