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SOBRE LAS ESPECULACIONES DE LA MESA DE NEGOCIACIÓN NACIONAL

UNA NECESARIA EXPLICACIÓN METODOLÓGICA Y/O PEDAGÓGICA SOBRE LOS PROCESOS DE


NEGOCIACIÓN (UNA SÍMIL CON LAS ORGANIZACIONES SINDICALES):

Por Jhonathan Cárdenas Rodríguez, Geografía Univalle

Cuando un movimiento social, colectivo de cualquier índole o sindicato de trabajadores presenta un


pliego de peticiones realiza varias acciones: desde su construcción, aprobación de bases,
negociación y firma de los acuerdos, además de las especulaciones que se están dando
internamente en las universidades con el proceso de negociación y el artículo publicado ayer en
horas de la noche del periódico EL TIEMPO.

1) La elaboración de pliego es bastante sencilla, es recoger todas las necesidades, falencias o


perspectivas a ganar en un futuro y volverlas puntos específicos, pero también los puntos a
consignar obedecen a perspectivas políticas de corto, mediano y largo alcance. Normalmente se
escribir puntos altos o estructurales, que, de entrada, se sabe que no se pueden negociar o va ceder
la contraparte, por múltiples factores, pero que sirven para dar la discusión interna entre las bases,
la administración, el gobierno o ministerio.

2) Los sindicatos de trabajadores, de larga tradición de negociación y habilidad política en las mesas
negociación, siempre tácticamente sus pliegos tienen de peticiones con puntos altos o estructurales,
medianos y alcanzables en una negociación y las exigencias básicas para no ceder en su pliego de
peticiones, ya sea negociando con Paro o sin Paro, pero la recomendación es tener puntos altos en
la discusión para no tener que ceder desde lo más mínimo de las exigencias, sino que se cede desde
los puntos más altos.

3) El pliego de la UNEES tiene unas exigencias básicas, medianas y estructurales en su gran mayoría,
lo que significa, que todos los puntos no van a ser negociables, algunos quedaran sólo en la mera
discusión de la mesa y al interior de la comunidad universitaria, por otro lado, habrán otros puntos
en los que se darán acuerdos, porque es más fácil que ceda el Gobierno y también depende de la
habilidad política de los negociadores, además de la cantidad de “gente” en la calle presionando por
una negociación rápida y de lo mejor posible, como ven, depende de varios factores, incluso de la
contrapar, en este caso el Gobierno, y de sus apuestas políticas en un conflicto estudiantil como el
de esta característica.

4) Los sindicatos saben de entrada, que nunca se van a negociar todos los puntos, que no es “Patria
o Muerte”, que el proceso de negociación es flexible y dinámico, y que incluso sus inamovibles a
veces son vuelven movibles, por la misma dinámica de negociación o del desgaste del Paro, el nivel
de acompañamiento, las amenazas, etc, múltiples factores que modifican los famosos “mínimos”
del Paro o de los pliegos de petición.

5) Ahora, una vez se tenga el pliego y este ha sido socializado y discutido entre las bases, se entra la
fase de aprobación, normalmente se hace en asambleas masivas y muy nutridas, para darle
legitimidad, pero a su vez se definen públicamente los mínimos del Paro y los mínimos del pliego de
peticiones, dos cosas totalmente distintas, pero que están relacionas entre sí. En nuestro caso, la
UNEES lo difundió y los aprobamos en nuestras IES, ahora la pregunta sería: ¿los mínimos del Paro
son los mínimos del pliego de peticiones o la negociación? Pregunta, que debemos clarificar
ampliamente. Ahora en el caso de los sindicatos, estos aprueban en asambleas mayoritarias
igualmente el pliego de petición, una vez aprobado se entra a otra fase.

6) En el siguiente paso, ocurre dos metodologías distintas tanto en los sindicatos como en nuestro
proceso organizativo estudiantil. Por un lado, la Junta Directiva Sindical, teniendo aprobado el
pliego, nombra una comisión negociadora, la cual, va estar respaldada por la base en el proceso de
negociación, incluso negociando el petitorio sin Paro o cese de actividades, lo que le permite una
autonomía a los negociadores, pues no sería táctico publicar masivamente cuales son los ”mínimos”
de pliego o para bajar el Paro, dado que el contradictor (Gobierno) sabría de antemano que existen
unos puntos específicos en que los trabajadores no cederían y en otros sí.

Por otro lado, nosotros aprobamos el pliego de la UNEES, y sobre ese pliego definimos unos
“mínimos” para negociar o levantar el Paro, ahí está la duda, ¿mínimos del pliego o del paro? Pero
más allá de poder resolver la duda, lo cierto es que el Gobierno los conoce públicamente, tanto los
acordados a nivel nacional como también los acordados por algunas universidades, dado que fue el
mecanismo que definimos por IES, para tener claridad política en qué momento como universidades
nos bajamos del Paro. Pero dicha decisión, que pretende prevenir que algún sector estudiantil
negocie por aparte algo no acordado, o que popularmente “venda el paro”, tiene unos costos
políticos y error táctico; que el Gobierno conozca cuales son los puntos en los cuales no vamos a
ceder, y en cuales sí, además sabe cuáles puntos exactamente quedan en mera discusión interna de
la mesa sin ningún acuerdo. Los consensos del ENEES de Emergencia en Bogotá, hablan sobre los
puntos mínimos de corto, mediano y largo plazo, además son de conocimiento público del
Ministerio de Educación y de nosotros mismos, lo que quita una ventaja comparativa a la hora de
negociar, ya que de entrada sabe que nos cederemos en los 500mil millones de pesos a la base
presupuestal, la desmilitarización de los campus universitarios, que se cree una mesa jurídica, entre
otros, es decir, el Gobierno intentará que cedamos aún más en los mínimos de nosotros como
estamento estudiantil, y no sobre la base de los puntos del pliego, como tal.

7) Finalmente, los mínimos de una negociación están en manos de quienes negocien, pues son las
personas que están constantemente en la dinámica interna de dicho espacio, que continuamente
evalúan, reevalúan o modifican con cada punto de negociación, por lo cual, no los andan diciendo
públicamente, porque eso hace parte de la ventaja táctica que se tiene frente al contradictor
(Gobierno). Y así logra un acuerdo satisfactorio tanto para la organización sindical o las bases, por
lo cual, invito a no desesperarse o generar cizaña si en este momento no se dice nada de lo hablado
en la mesa de negociación de ayer lunes 19 de noviembre de 2018, publicar masivamente los
discutido puede torpedear los posibles preacuerdos alcanzados el día de ayer.

8) La UNEES y Univalle definió unos mínimos para levantarse del Paro o del pleigo, ¿si dichos
mínimos no se logran en un posible acuerdo con el Gobierno que haremos?, ¿seguimos en Paro?,
¿declaramos que los negociadores vendieron el Paro? O realmente reconocemos de forma objetiva,
que los acuerdos alcanzados con el Gobierno se deben a múltiples factores que incluso no depende
directamente de los negociaciadores: nivel de movilización a nivel nacional (no sólo Bogotá), que el
SUE se bajó del Paro e intentó desmontarlo, que llevamos más de un mes de Paro y se evidencia el
desgaste, la represión sistemática, que comienza a posicionarse la agenda política de la reforma
tributaria, y otros factores que necesitarían un análisis más detallado y juicioso; y si, también
influye y bastante no tener formación política o experiencia en estos espacios, es decir, ser unos
“primíparos” en mesas de negociación, pues evidentemente el Gobierno está acostumbrado
naturalmente a estos escenarios. Esto quizás será un punto para avaluar una vez se levante el Paro.

Lo que quiero evidenciar, es que el acuerdo que se obtenga con el MinEducación va ser un logro
político, porque tenemos varios puntos que iremos discutiendo durante todo el periodo de
resistencia del Gobierno de Duque, y que no están reducidos a una negociación, porque insisto, es
una ingenuidad o inexperiencia creer que en todos los puntos de nuestro pliego estudiantil debe
existir un acuerdo con el Min. de Educación. Asimimo, con base a la experiencia de otras
negociaciones, los mínimos acordados a nivel nacional o como Univalle, tácitamente no van a hacer
los acuerdos logrados con la Ministra de Educación por parte de los voceros nacionales y los
profesores, porque como expliqué anteriormente, estos siempre se modifican por múltiples
factores y es mejor no decirlos públicamente, por ende, desistamos en la idea de que se está
vendiendo el Paro, simplemente porque no hay información clara sobre los avances de la mesa de
negociación, pues hace parte del proceso normal en cualquier negociación tener confidencialidad
de los preacuerdos, mientras las dos partes terminan de evaluar las propuestas construidas en dicho
escenario.

Finalmente, quiero dejar como ejemplo una negociación, que en varios espacios que he participado
en Univalle la he mencionado. Hace unas semanas, la USO, el sindicato de sector petrolero del país,
terminó de negociar su pliego de peticiones, un punto de dicho pliego reivindicaba la nacionalización
del 10% de los hidrocarburos del país, algo estratégico para el país en términos de soberanía
energética, y que no significa nada salarial para los trabajadores, pero que políticamente colocan la
discusión al interior de sus bases y del país, la necesidad de reclamar nuestros recursos energéticos,
y que evidentemente no es una consigna “estomacal” de los obreros petroleros.

¿Negociaron el punto anterior o lograron un acuerdo? No, claramente, el gobierno no cedió ni en el


0.1% de esta propuesta, pero se obtienen otras ganancias organizativas y políticas de esta discusión
en particular. Lo que sí lograron, y que muy pocos sindicatos del país lo han hecho, es que acordaron
eliminar la intermediación laborar en el sector petrolero, es decir, no más cooperativas o empresas
contratistas, ya directamente las multinacionales o Ecopetrol asumen la contratación directa de
todos los trabajadores, independientemente de su carácter laboral. Lo que es un triunfo en términos
para las base y organización sindical como tal.

Nadie salió a decir que traicionaron el pliego o al sindicato, simplemente por ceder en el punto del
10% de la nacionalización de los hidrocarburos, dado que se obtuvieron ganancias o avances
organizativos en otras esferas para la pelea interna de la USO, es decir, están generando las
condiciones organizativas para preparar una pelee de mayor acompañamiento y largo aliento, pues
no es lo mismo ser trabajador contratista intermediado, que ser al menos contratista directamente
contrato por la empresa, y esa es una ganancia política supremamente importante.

“Lo que debemos apuntar, una vez pasada esta coyuntura, es recoger organizativamente en todo
país el PARO, tanto estudiantes como profesores, porque lo que debemos preparar es el periodo de
resistencia callejera, académica y política durante el gobierno de Duque, y eso no se reduce a estar
en un Paro Nacional, sino a que nos pensemos como resistir a este periodo tan agresivo del
Uribismo.”

Santiago de Cali, 20 de noviembre de 2018

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