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ALAN JOSÉ FLORES LANDA

LA CUEVA DEL GIGANTE

“Una cueva llena de gigantes” decían los pueblerinos al encontrar huesos muy
grandes, ¿qué más podría ser sino algunos seres gigantes que habitaban ahí?, así fue
como se le dio el nombre de la Cueva del Gigante a una gruta de formación geológica
del Mioceno, es decir de hace unos 25 millones de años atrás. Hoy día un sitio de suma
importancia no solo para este rinconcito del mundo llamado Honduras, sino también
para la historia de la vida y del ser humano.
Hay tanto de que hablar de este sitio que tratar de resumirlo en unas pocas páginas
resulta un tanto difícil, pero hay muchas cosas que me han captado mucho la atención
sobre este sitio, no solo el hecho de que como ya conocemos, es el lugar donde se
asentaron temporalmente los primeros hondureños, o bueno, los primeros
centroamericanos hace unos 9,000 a 11,000 años a.C. Con el primer hecho de que para
llegar hacia la gruta vamos caminando sobre suelo lleno de evidencia volcánica, rocas y
ceniza volcánica. Evidencia solida que hace mucho en efecto fue una zona de actividad
volcánica donde está la ubicación de la gruta. De hecho, la cavidad es de naturaleza
volcánica, además que esta trabajada. Como, por ejemplo, las profundidades que eran
una especie de habitación donde quienes la habitaban dormían.
Otro detalle impresionante es la ubicación de la cueva, esta es bastante privilegiada
para la observación astronómica, un detalle que llama mucho la atención. El cielo sin
duda era una guía de supervivencia para quienes habitaron en el sitio, así como lo
hemos visto en la arqueoastronomía o astronomía cultural. Identificar los patrones de
la bóveda celeste y en base a estos saber tiempos beneficiosos para la caza,
agricultura, saber identificar las estaciones. La observación del Sol y la Luna para
conocer cuanto duraba el día y la noche. Debian conocer los solsticios, así como
equinoccios, talvez no con los nombres que hoy día nosotros les damos, pero si los
conocían. A pesar que talvez estos fenómenos los asociaban con deidades divinas, no
deja de ser fascinante su cosmovisión del cielo. No cabe duda que eran astrónomos en
ese entonces. El cielo siempre ha estado conectado con la evolución y desarrollo del
ser humano. De cierta manera hay una conexión inherente entre ambos.
Los trabajos arqueológicos han demostrado muchos objetos encontrados en la cueva,
desde cerámica, puntas de flecha que usaban para la caza, piedra trabajada y diversos
restos textiles que nos dan idea incluso de cómo podían llegar a vestir los habitantes.
Pero uno que me dejo totalmente sin palabras fue las excavaciones que han revelado
huesos fósiles de animales de megafauna como Mastodontes, mi curiosidad me llevo a
consultarle a Cesar, uno de nuestros guías en la expedición, sobre los Osos perezosos
gigantes, y tal como yo lo imaginaba estos eran Megaterio, un animal que ya antes me
gustaba mucho y fue un gran asombro darme cuenta que también se encontraron
fósiles de esta criatura aquí en suelos hondureños. Además de que también se
encontraron muelas y restos de otros animales de megafauna. Aunque el Megaterio y
Mastodontes no son criaturas jurásicas o del mesozoico, no dejan de fascinarme, soy
muy interesado en la paleontología, así como en las ciencias espaciales. Por esto fue
que estos dos hechos me dejaron un gran impacto.
La actividad antrópica estuvo bastante definida en la gruta del gigante, tal como lo han
mostrado las excavaciones arqueológicas. Interesante resulta que ya para el periodo
arcaico se encuentra también maíz, luego se encuentran bolsas de cuero, la cerámica,
así como también el arte rupestre. Me llamo también la atención el maíz propio,
domesticado prácticamente. Se data que hubo gran producción de maíz en esta zona,
con características más desarrolladas de este cereal que las del propio de México.
Podría seguir escribiendo, pero me extendería mucho, estos son algunos de los puntos
que yo considero valiosos de este espacio, solo para conocer por qué su importancia y
su preservación son esenciales. Aquí hay una cantidad de historia que aún falta por
revelar, no se ha concluido la excavación arqueológica. Deberíamos estar apuntando a
este sitio con ojos de curiosidad de conocer mucho más sobre nuestros antepasados,
deberíamos como país invertir en este lugar y en los demás sitios arqueológicos que
tenemos, los cuales son bastantes. La academia debe guiarnos hacia este tipo de
espacios. La historia del arte es más importante de lo que parece, sobre todo porque
nos acerca a los músicos que muchas veces estamos aislados del mundo externo y su
historia, a conocer el arte que se ha hecho a través de la historia y como este ha sido
también factor para la evolución de la humanidad.
Este abrigo es uno de los ocho que hay en el continente que tienen características de
buena preservación y ha permitido datar ciertos periodos acerca de nuestra
prehistoria. Nos hemos llegado a conocer gracias a esta gruta. Por eso y por todo lo
que falta por descubrir, es un sitio de una importancia colosal.

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