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UNA TRAGEDIA SILENCIOSA

Hay una tragedia silenciosa que se está desarrollando hoy por hoy en nuestros hogares, y concierne a nuestras más preciosas
joyas: nuestros hijos. ¡Nuestros hijos están en un estado emocional devastador! En los últimos 15 años, los investigadores
nos han regalado estadísticas cada vez más alarmantes sobre un aumento agudo y constante de enfermedad mental infantil
que ahora está alcanzando proporciones epidémicas:
Las estadísticas no mienten:
• 1 de cada 5 niños tiene problemas de salud mental
• Se ha notado un aumento del 43% en el TDAH
• Se ha notado un aumento del 37% en la depresión adolescente
• Se ha notado un aumento del 200% en la tasa de suicidios en niños de 10 a 14 años
¿Qué es lo que está pasando y qué estamos haciendo mal?
Los niños de hoy están siendo sobre-estimulados y sobre-regalados de objetos materiales, pero están privados de los
fundamentos de una infancia sana, tales como:
• Padres emocionalmente disponibles
• Limites claramente definidos
• Responsabilidades
• Nutrición equilibrada y un sueño adecuado
• Movimiento en general pero especialmente al aire libre
• Juego creativo, interacción social, oportunidades de juego no estructurados y espacios para el aburrimiento
En cambio, estos últimos años se los ha llenado a los niños de:
• Padres distraídos digitalmente
• Padres indulgentes y permisivos que dejan que los niños "gobiernen el mundo" y sean quienes pongan las reglas
• Un sentido de derecho, de merecerlo todo sin ganárselo o ser responsable de obtenerlo
• Sueño inadecuado y nutrición desequilibrada
• Un estilo de vida sedentario
• Estimulación sin fin, niñeras tecnológicas, gratificación instantánea y ausencia de momentos aburridos
¿Qué hacer?
Si queremos que nuestros hijos sean individuos felices y saludables, tenemos que despertar y volver a lo básico. ¡Todavía es
posible! Muchas familias ven mejoras inmediatas luego de semanas de implementar las siguientes recomendaciones:
• Establezca límites y recuerde que usted es el capitán del barco. Sus hijos se sentirán más seguros al saber que usted tiene el
control del timón.
• Ofrezca a los niños un estilo de vida equilibrado lleno de lo que los niños NECESITAN, no sólo de lo que QUIEREN. No
tenga miedo de decir "no" a sus hijos si lo que quieren no es lo que necesitan.
• Proporcione alimentos nutritivos y limite la comida chatarra.
• Pase por lo menos una hora al día al aire libre haciendo actividades como: ciclismo, caminata, pesca, observación de aves /
insectos
• Disfrute de una cena familiar diaria sin teléfonos inteligentes o tecnología que los distraiga.
• Jueguen juegos de mesa como familia o si los niños son muy chiquitos para juegos de mesa, déjese llevar por sus intereses
y permita que sean ellos quienes manden en el juego
• Involucre a sus hijos en alguna tarea o quehacer del hogar de acuerdo a su edad (doblar la ropa, ordenar los juguetes,
colgar la ropa, desembalar los víveres, poner la mesa, dar de comer al perro etc.)
• Implemente una rutina de sueño consistente para asegurar que su hijo duerma lo suficiente. Los horarios serán aún más
importantes para los niños de edad escolar.
• Enseñar responsabilidad e independencia. No los proteja en exceso contra toda frustración o toda equivocación.
Equivocarse les ayudará a desarrollar resiliencia y aprenderán a superar los desafíos de la vida,
• No cargue la mochila de sus hijos, no lleve sus mochilas, no les lleve la tarea que se olvidaron, no les pele los plátanos ni
les pele las naranjas si lo pueden hacer por sí solos (4-5 años). En vez de darles el pez, enséñeles a pescar.
• Enséñeles a esperar y a retrasar la gratificación.
• Proporcione oportunidades para el "aburrimiento", ya que el aburrimiento es el momento en que la creatividad despierta.
No se sienta responsable de mantener siempre a los niños entretenidos.
• No use la tecnología como una cura para el aburrimiento, ni lo ofrezca al primer segundo de inactividad.
• Evite el uso de la tecnología durante las comidas, en automóviles, restaurantes, centros comerciales. Utilice estos
momentos como oportunidades para socializar entrenando así a los cerebros a saber funcionar cuando estén en modo:
"aburrimiento"
• Ayúdeles a crear un "frasco del aburrimiento" con ideas de actividades para cuando están aburridos.
• Esté emocionalmente disponible para conectarse con los niños y enseñarles auto-regulación y habilidades sociales:
• Apague los teléfonos por la noche cuando los niños tengan que ir a la cama para evitar la distracción digital.
• Conviértase en un regulador o entrenador emocional de sus hijos. Enséñeles a reconocer y a gestionar sus propias
frustraciones e ira.
• Enséñeles a saludar, a tomar turnos, a compartir sin quedarse sin nada, a decir gracias y por favor, a reconocer el error y
disculparse (no los obligue), sea modelo de todos esos valores que inculca.
• Conéctese emocionalmente - sonría, abrace, bese, cosquillee, lea, baile, salte, juegue o gatee con ellos.

📣EL VALOR DE LAS PALABRAS‼️


¡No es lo que dices, es como lo dices!
La comunicación es una herramienta fundamental en nuestras relaciones interpersonales, somos seres sociales por
naturaleza, desde nuestra niñez nuestros padres nos sedujeron muy sutilmente a hacer algo, al ser humano por naturaleza no
le gusta que le impongan sino que le convenzan, entendamos de una buena vez que utilizando la fuerza y la prepotencia solo
generamos resentimientos y conflictos, así funciona en...
Cómo aplicar límites a los niños
10 consejos para educar con disciplina a nuestros hijos
Guiainfantil.com
24 de julio de 2015
Para educar de manera eficaz a nuestros hijos debemos marcar las reglas en casa con el objetivo de cumplirlas. El secreto es
hacerlo de manera coherente y con firmeza. Una de las consecuencias educativas de una falta de habilidad a la hora de
establecer las normas y de marcar los límites puede ser la falta de respeto, que se produce cuando hablamos demasiado,
exageramos en la emoción, y en muchos casos, nos equivocamos en nuestra forma de expresar con claridad lo que queremos
o lo hacemos con demasiada autoridad.

10 consejos básicos para aplicar límites educativos


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Cuando necesitamos decir a nuestros hijos que deben hacer algo y "ahora" (recoger los juguetes, irse a la cama, etc.),
debemos tener en cuenta algunos consejos básicos:

1. Objetividad. Es frecuente escuchar en nosotros mismos y en otros padres expresiones como 'Pórtate bien', 'sé bueno', o
'no hagas eso'. Nuestros hijos nos entenderán mejor si marcamos nuestras normas de una forma más concreta. Un límite
bien especificado con frases cortas y órdenes precisas suele ser claro para un niño. 'Habla bajito en una biblioteca'; 'agarra
mi mano para cruzar la calle' son algunos ejemplos de formas que pueden aumentar sustancialmente la relación de
complicidad con tu hijo.

2. Opciones. En muchos casos, podemos dar a nuestros hijos una oportunidad limitada para decidir como cumplir sus
órdenes. La libertad de oportunidad hace que un niño sienta una sensación de poder y control, reduciendo las resistencias.
Por ejemplo: 'Es la hora del baño. ¿Te quieres duchar o prefieres bañarte?'. 'Es la hora de vestirse. ¿Quieres elegir un traje o
lo hago yo?' Esta es una forma más fácil y rápida de dar dos opciones a un niño para que haga exactamente lo que
queremos.

3. Firmeza. En cuestiones realmente importantes, cuando existe una resistencia a la obediencia, nosotros necesitamos aplicar
el límite con firmeza. Por ejemplo: 'Vete a tu habitación ahora' o '¡Para!, los juguetes no son para tirar' son una muestra de
ello. Los límites firmes se aplican mejor con un tono de voz seguro, sin gritos, y un gesto serio en el rostro. Los límites más
suaves suponen que el niño tiene una opción de obedecer o no. Ejemplos de ligeros límites: '¿Por qué no te llevas los
juguetes fuera de aquí?'; 'Debes hacer las tareas de la escuela ahora'; 'Vente a casa ahora, ¿vale?''. Esos límites son
apropiados para cuando se desea que el niño tome un cierto camino. De cualquier modo, para esas pocas obligaciones 'debe
estar hecho', serás mejor cómplice de tu hijo si aplicas un firme mandato. La firmeza está entre lo ligero y lo autoritario.

4. Acentúa lo positivo. Los niños son más receptivos al hacer lo que se les ordena cuando reciben refuerzos positivos.
Algunas represiones directas como el 'no', dicen a un niño que es inaceptable su actuación, pero no explica qué
comportamiento es el apropiado. En general, es mejor decir a un niño lo que debe hacer ('habla bajo') antes de lo que no
debe hacer ('No grites'). Los padres autoritarios tienden a dar más órdenes y a decir 'no', mientras los demás suelen cambiar
las órdenes por las frases claras que comienzan con el verbo 'hacer'.
5. Guarda distancias. Cuando decimos 'quiero que te vayas a la cama ahora mismo', estamos creando una lucha de poder
personal con nuestros hijos. Una buena estrategia es hacer constar la regla de una forma impersonal. Por ejemplo: 'Son las 8,
hora de acostarse' y le enseñas el reloj. En este caso, algunos conflictos y sentimientos estarán entre el niño y el reloj.

6. Explica el porqué. Cuando un niño entiende el motivo de una regla como una forma de prevenir situaciones peligrosas
para sí mismo y para otros, se sentirá más animado a obedecerla. De este modo, lo mejor cuando se aplica un límite, es
explicar al niño porqué tiene que obedecer. Entendiendo la razón, los niños pueden desarrollar valores internos de conducta
o comportamiento y crear su propia conciencia. Antes de dar una larga explicación que puede distraer a los niños,
manifiesta la razón en pocas palabras. Por ejemplo: 'No muerdas a las personas. Eso les hará daño'.

7. Sugiere una alternativa. Siempre que apliques un límite al comportamiento de un niño, intenta indicar una alternativa
aceptable. Sonará menos negativo y tu hijo se sentirá compensado. De este modo, puedes decir: 'ese es mi pintalabios y no
es para jugar. Aquí tienes un lápiz y papel para pintar'. Al ofrecerle alternativas, le estás enseñando que sus sentimientos y
deseos son aceptables. Este es un camino de expresión más correcto.

8. Firmeza en el cumplimiento. Una regla puntual es esencial para una efectiva puesta en práctica del límite. Una rutina
flexible (acostarse a las 8 una noche, a las 8 y media en la próxima, y a las 9 en otra noche) invita a una resistencia y se
torna imposible de cumplir. Rutinas y reglas importantes en la familia deberían ser efectivas día tras día, aunque estés
cansado o indispuesto. Si das a tu hijo la oportunidad de dar vueltas a sus reglas, ellos seguramente intentarán resistir.

9. Desaprueba la conducta, no al niño. Deja claro a tus hijos que tu desaprobación está relacionada con su comportamiento y
no va directamente hacia ellos. No muestres rechazo hacia los niños. Antes de decir 'eres malo', deberíamos decir 'eso está
mal hecho' (desaprobación de la conducta).

10. Controla las emociones. Los investigadores señalan que cuando los padres están muy enojados castigan más seriamente
y son más propensos a ser verbalmente y/o físicamente abusivos con sus niños. Hay épocas en que necesitamos llevar con
más calma la situación y contar hasta diez antes de reaccionar. Delante de un mal comportamiento, lo mejor es contar un
minuto con calma, y después preguntar con tranquilidad, '¿que ha sucedido aquí?'.

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