El procedimiento judicial

El procedimiento consiste en el conjunto de normas para llevar a cabo el juicio.

Son las normas jurídicas generales que regulan los trámites, actos y resoluciones
a través de los cuales los jueces y tribunales ejercitan su potestad jurisdiccional
juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado.

En resumidas palabras, el procedimiento judicial es el instrumento que tenemos a

nuestro alcance para poder ejercer nuestros derechos y defender nuestros casos.
Por lo que, cuando se da una situación en la que necesitamos la intervención de la
justicia, se desarrollará este tipo de procedimiento.

Asimismo, según la Ley de Enjuiciamiento Civil se establecen dos criterios para

determinar qué clase de juicio es aplicable según el caso en concreto. Uno
depende de la materia que se trate y el otro de la cuantía de la reclamación.

Es importante saber que el procedimiento judicial está constituido por la

combinación y coordinación de actos de inicio, desarrollo y conclusión del mismo.
Por ello, en su aspecto externo, aparece como una sucesión temporal de actos,
donde cada uno de ellos es presupuesto del siguiente y condición de eficacia del
anterior.

El término procedimiento:

 No es exclusivo del derecho procesal, ni tampoco del ámbito jurídico.

 Sólo alude a un aspecto formal o actividad externa, como es la mera

sucesión de actos procesales.

Generalmente dentro de un proceso nos encontramos con un solo procedimiento,

pero no siempre que hay procedimiento existe un proceso.

Sin embargo, es común que dentro del mismo existan varios procedimientos
cuando se generan cuestiones secundarias al asunto principal. En este caso, cada
incidente dará origen a un procedimiento distinto al principal, aunque dentro de un
mismo procedimiento.

También se establecen cuatro tipos de procedimientos judiciales que tienen

diferentes particularidades dependiendo de los asuntos que se tramitan en ellos.

Los cuatro tipos existentes son:

1. Juicio ordinario.
2. Juicio verbal.
3. Juicio monitorio.
4. Juicio cambiario.
 ¿Qué derechos tienes en un procedimiento judicial?
Cuando te enfrentas a un procedimiento judicial tienes una serie de derechos
entre los que podemos encontrar:

 Derecho a la tutela judicial efectiva: Se refiere a poder ser parte en un

proceso y obtener una resolución motivada que tenga relación con los
intereses pretendidos.

 Derecho de defensa: Poder disponer de todos los medios de defensa

durante el desarrollo del procedimiento que protejan, de forma directa.

 Derecho al Juez ordinario predeterminado por la Ley: Este derecho trata

de garantizar la independencia e imparcialidad de los órganos de la
jurisdicción. Por lo que son las leyes las que determinan la jurisdicción y
competencia del órgano para cada caso en concreto.

 Derecho a la asistencia de Letrado: Como ya sabemos, todos tenemos

derecho a defensa por lo que, igualmente, tenemos derecho a obtener los
servicios de un abogado, con independencia de nuestra situación
económica, de forma que se garantice la igualdad de oportunidades entre
los litigantes.

 Derecho a ser informado de la acusación formulada: Es decir, nuestro

derecho a ser informados de los cargos que pesen en nuestra contra y así
poder defendernos de ellos.

 Derecho a un proceso público: De esta forma se evita que existan

posibles arbitrariedades y como bien señala la Constitución: “las
actuaciones serán públicas con las excepciones que prevean las leyes de
procedimiento”.

 Derecho a un proceso con todas las garantías: Todas las partes del

procedimiento judicial deben tener igualdad de oportunidades procesales,
teniendo derecho a que siempre se de la imparcialidad del Juez y el respeto
al principio de inmediación.

 Derecho a un proceso sin dilaciones indebidas: Es decir, que el proceso

se desenvuelva en condiciones de normalidad dentro del tiempo requerido y
en el que los intereses litigiosos puedan recibir una pronta satisfacción. Una
justicia lenta, es menos justa, por lo que la justicia debe ser justa, rápida y
eficaz.

 Derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable: Es

decir, a no auto incriminarse.
 Derecho a utilizar los medios de prueba pertinentes: Se refiere al
derecho que tenemos a emplear los medios probatorios necesarios para
tener una buena defensa y así poder «convencer» al órgano jurisdiccional
de las pretensiones formuladas.

 Derecho a la presunción de inocencia: Esto supone que, hasta que no se

haya dictado sentencia firme que establezca la condena, en un proceso
judicial el investigado o encausado debe ser tratado como si fuese inocente.