Sunteți pe pagina 1din 17

The Xavier Zubiri Review, Vol. 7, 2005, pp.

91-107

La vía cósmica hacia Dios según Xavier Zubiri

Antonio González
Secretario General, Fundación Xavier Zubiri
Madrid, Spain

Abstract
The article investigates one of the positions of Zubiri with respect to the problem of
God, which the author terms the “cosmic way” to distinguish it from the better-known “way
of relegation”. In his “cosmic way,” Zubiri elaborates an argument for the existence of God
starting from the data of the physics of his time, in particular, the cosmology of the “Big
Bang.” Undoubtedly, the “way of relegation” is the most characteristic of Zubiri’s philoso-
phy, and the one which is in best agreement with the whole corpus of his work. And the
advantages of the “way of relegation” stand out especially when it is compared to the “cos-
mic way”. But this does not mean that the “cosmic way” cannot be considered critically
from the point of view of its own merits.

Resumen
El artículo investiga uno de los planteamientos de Zubiri en torno al problema de Dios,
y que el autor denomina “vía cósmica” para distinguirla de la más conocida “vía de la reli-
gación”. En su vía cósmica, Zubiri elaboraba un argumento sobre la existencia de Dios a
partir de los datos de la física de su tiempo, especialmente a partir de la cosmología del “Big
Bang”. Sin embargo, la vía de la religación es la más característica de la filosofía de Zubiri,
y la más acorde con el conjunto de su filosofía. Las ventajas de la vía de la religación desta-
can especialmente cuando se la compara con la vía cósmica. Ello no obsta para que la vía
cósmica de Zubiri pueda ser considerada críticamente desde el punto de vista de sus pro-
pios méritos.

Introducción distancia temporal entre ambos textos nos


pudiera inclinar a considerar El hombre y
En el año 1961, el filósofo vasco Dios como la expresión más acabada de su
Xavier Zubiri publicó en la Gran enciclope- pensamiento, pues en su contra hablaría
dia del mundo un curioso artículo titulado el hecho de que El hombre y Dios fue pu-
“Trascendencia y física”1. Se trata de un blicado póstumamente, sin que el autor
trabajo que no ha merecido mucha aten- hubiera llegado necesariamente a alcanzar
ción por parte de los estudiosos de su una redacción definitiva de todas sus pá-
obra, en gran medida debido al hecho de ginas. El problema es más profundo, y es
que Zubiri ha expuesto su visión del pro- que en El hombre y Dios se puede leer una
blema de Dios en textos de mayor exten- recusación implícita del planteamiento del
sión e importancia, especialmente en El artículo de 1964. Cuando Zubiri se pre-
hombre y Dios. Este último es el libro en el gunta por el punto de partida del proble-
que Zubiri trabajaba durante los últimos ma de Dios, pasa revista a las pruebas
de su vida, y que fue publicado póstuma- clásicas, y declara que las vías “cósmicas”
mente por Ignacio Ellacuría en el año no parten de hechos, sino de teorías3.
19842. No se trata solamente de que la Frente a ellas, Zubiri propondrá un argu-

91
92 Antonio González
____________________________________________________________________________________________________

mento sobre la existencia de Dios que par- razón ejerce una función crítica, contras-
ta de los hechos inmediatamente dados4. tando los conceptos recibidos con lo que
Es la vía de la religación. las cosas podrían ser allende el campo de
la propia aprehensión6. De ahí que la ra-
I. La vía de la religación zón apunte siempre al futuro, y no al pa-
Un modo en La insistencia de Zubiri sado. ¿Cuál es entonces la ventaja del
en un punto de partida en los hechos se análisis de hechos que realiza el logos res-
entiende perfectamente desde las raíces pecto a las teorías que elabora la razón?
fenomenológicas de su filosofía. Antes de Más que de “ventajas”, habría que hablar
explicar, propugna la fenomenología, es propiamente de una distinción entre los
necesario describir lo inmediatamente órdenes intelectivos. La razón se pregunta
dado en la experiencia. Desde el comienzo por lo que las cosas sean allende la apre-
de su trilogía sobre la Inteligencia sentien- hensión, y frecuentemente su objeto no
te, Zubiri insiste en la diferencia entre el llega a hacerse presente en la aprehensión
análisis de hechos y la teoría5. En unos más que indirectamente. En cambio, aque-
tiempos como los nuestros, hondamente llo que intelige el logos no está allende la
marcados por cierta popularización de la aprehensión, sino actualizado en ella. Su
hermenéutica, esto suele sonar algo extra- función es previa a la indagación racional.
ño: ¿es que el análisis de los hechos no El logos se limita a inteligir lo actualizado
está cargado con presupuestos? ¿Piensa en la aprehensión. De ahí que en el logos
Zubiri que son posibles “enunciados pro- acontezca algo decisivo, que la razón sólo
tocolarios” absolutamente ciertos y neu- recibe mediatamente del logos, y que es
trales? Estas dificultades se disuelven justamente la evidencia. La evidencia, pa-
cuando se sitúan en el contexto de la filo- ra Zubiri, no es otra cosa que la “exigen-
sofía zubiriana de la inteligencia. El análi- cia” con la que, por ejemplo, el color del
sis de hechos es algo que, desde el punto papel que está ante mí requiere ser inteli-
de vista de la filosofía de Zubiri, compete gido como “blanco”7. Por supuesto, esta
claramente al logos, pues éste se ocupa exigencia se produce siempre respecto a
precisamente de inteligir lo actualizado en un elenco concreto de conceptos que he
el campo de la aprehensión. La teoría, en recibido del pasado. Ésa es la verdad de la
cambio, sería más bien una tarea propia hermenéutica. Pero, respecto a ese elenco
de la razón, pues ésta pretende averiguar de conceptos, se produce una evidencia. Y
lo que sean las cosas “allende” la aprehen- esta evidencia se produce solamente res-
sión. Por volver a un ejemplo muy manido, pecto a aquello que está actualizado en la
describir un papel como “blanco” es tarea aprehensión, y no respecto a lo que las
del logos; indagar la estructura fotónica de cosas podrían ser respecto a esa aprehen-
la luz, es propio de la razón. El análisis del sión.
los hechos sería una tarea propia del logos El análisis de hechos se mueve entre
humano, que mediante sus recursos con- evidencias. Relativas a un sistema de con-
ceptuales describe aquello que se actualiza ceptos, que es necesario siempre clarificar.
inmediatamente en nuestra aprehensión. Pero verdaderas evidencias. Estas eviden-
Es obvio que tanto el logos como la cias se refieren a hechos que están actua-
razón recurren a conceptos, los cuales lizados en nuestra aprehensión, y que son
determinan esencialmente la intelección. accesibles para cualquiera. Estos hechos
Tales conceptos, indudablemente, cargan no son necesariamente los llamados
con distintos presupuestos, y nunca son “hechos científicos”. No todo hecho es un
neutrales. Toda la cultura, la lengua, la hecho científico. El hecho científico no sólo
historia del pensamiento, de la filosofía, de se refiere a algo presente en la intelección
las ciencias, está presente en ellos. No sólo y que es accesible para cualquiera. Ade-
eso: mientras que el logos carga más pasi- más, un “hecho científico” está fijado res-
vamente con “el peso de lo antiguo”, la pecto a un sistema de conceptos previos, y

XAVIER ZUBIRI REVIEW 2005


La vía cósmica hacia Dios según Xavier Zubiri 93
_____________________________________________________________________________________________________

que aporta la misma ciencia. Zubiri pone para Zubiri un hecho, el hecho mismo del
el siguiente ejemplo: “Si tomamos una vivir humano. Un hecho observable para
bobina, hilos de cobre, una pila eléctrica, y cualquiera, pues no pende de una investi-
una barra de hierro, veremos que en cier- gación de lo que sean las cosas allende la
tas condiciones esta barra oscila, y su aprehensión, sino que se halla en el análi-
oscilación puede registrarse en una escala. sis de la “poderosidad” que las cosas re-
En este caso, el hecho científico es la me- ales ejercen sobre la vida humana10. Por
dida de la resistencia eléctrica de una bo- supuesto, puede discutirse que este hecho
bina”8. El hecho “bruto” sería simplemente esté bien descrito por Zubiri, o que merez-
la oscilación de la barra de hierro. Es un ca el nombre de religación. Pero lo que
hecho porque es algo actualizado en la está claro y fuera de toda duda es que
aprehensión, y observable por cualquiera. Zubiri, en El hombre y Dios, pretende un
Para ser un hecho científico, tendría que planteamiento del problema de Dios que
ser referido a una teoría científica concreta toma como punto de partida el análisis de
(en este caso, el electromagnetismo). Es la los hechos inmediatamente actualizados
referencia a esa teoría la que transforma ante nosotros, y no una teoría sobre las
las meras oscilaciones de una barra en estructuras del cosmos.
mediciones de la resistencia eléctrica de Llama la atención que Zubiri no sólo
una bobina. Igualmente, la referencia a la pretendió este punto de partida al final de
teoría de la evolución transforma un frag- sus días, a la altura de la redacción de El
mento óseo observable por cualquiera en hombre y Dios. En realidad, la vía de la
el residuo fósil de un ancestro del género religación está presente en todo su itinera-
humano. No todo hecho es un hecho cien- rio filosófico desde los años treinta. Ya
tífico, pero todo hecho científico es un entonces hay un énfasis “fenomenológico”
hecho. (si bien que muy teñido por la influencia
En el caso del problema de Dios, la de Heidegger) en señalar que el punto de
opción de Zubiri en El hombre y Dios es partida del problema de Dios ha de situar-
partir de un hecho, que él llama la religa- se en lo inmediatamente dado, que para
ción. Para Zubiri, la religación “es el acon- Zubiri es el análisis de la religación como
tecer mismo de toda la realidad en el un momento constitutivo de la existencia
hombre y del hombre en la realidad”9. El humana11. Tampoco se puede pensar que
hombre, según Zubiri, está “religado” al Zubiri haya renunciado a la vía de la reli-
poder de lo real. La persona humana se gación en los años cincuenta o sesenta,
realiza, para Zubiri, apoyada en el poder debido a su interés por las ciencias, y que
de lo real. No es la dependencia respecto a haya regresado a esa vía al final de sus
cosas concretas, sino el poder de la reali- días. En el año 1963, Zubiri escribe el
dad como formalidad, vehiculado por to- artículo “Introducción al problema de
das las cosas, e incluso por la realidad de Dios”, en el que justifica la importancia de
uno mismo. La religación no es un fenó- la vía de la religación, entendida como
meno cósmico, pero tampoco subjetivo. La “mero análisis”, como “mostración” en
religación como un acontecer del poder de lugar de “demostración”. La vía de la reli-
lo real es algo que concierne justamente a gación tendría la ventaja de mostrar la
la intersección de lo humano y de lo cós- existencia, en la vida humana, de un ver-
mico. En ese sentido, Zubiri entiende que dadero problema de Dios, antes de dar
la vía que él plantea en El hombre y Dios una respuesta teísta, agnóstica o atea al
no es ni cósmica ni antropológica, sino mismo. Esta respuesta siempre es un se-
que arranca de un nivel más inmediato, gundo paso respecto a algo que Zubiri
que es el más radical, porque ahí precisa- considera esencial poner de relieve en
mente tienen su raíz todas las considera- nuestro tiempo, que es precisamente la
ciones cósmicas o antropológicas ulterio- existencia de un problema de Dios como
res. Antes de toda teoría, la religación es momento constitutivo de la existencia

XAVIER ZUBIRI REVIEW 2005


94 Antonio González
____________________________________________________________________________________________________

humana12. Otros textos de los años sesen- realidad sensible15.


ta dejan pocas dudas sobre la prioridad Obviamente, la vía cósmica que Zubiri
que para Zubiri tiene la vía de la religa- emprendió en su artículo sobre “Trascen-
ción13. ¿Por qué entonces el artículo “Tras- dencia y física” tiene características pro-
cendencia y física” arranca directamente pias, que la diferencian de las vías clásicas
de la imagen del universo físico que pro- de Tomás. El mencionado artículo no parte
porcionan las ciencias? ¿Qué valor puede de una interpretación metafísica de la rea-
tener ese punto de partida? lidad sensible, sino de la interpretación
científica del universo. Zubiri parte de la
II. El punto de partida de la vía cósmica imagen del mundo de la física contempo-
Para responder a esta cuestión, po- ránea, e insiste en dos caracteres de la
demos comenzar aproximándonos al valor misma. Por una parte, el universo aparece
que Zubiri concede a las vías cósmicas en en la física contemporánea como un sis-
El hombre y Dios. Allí Zubiri incluye en tema evolutivo, donde distingue entre las
esta categoría a las cinco vías clásicas de distintas configuraciones que adopta la
Tomás de Aquino, con una alusión breve a materia, y las leyes estructurales según
las observaciones de Duns Escoto a las las cuales cada configuración procede de
mismas. Según Zubiri, estas vías no par- la anterior. Por otra parte, el universo físi-
ten de hechos, sino de una interpretación co aparece como un sistema en expansión,
metafísica de la realidad sensible. La pri- lo cual nos permite retrotraernos a un
mera vía no parte del hecho del movimien- estado inicial del que partió la expansión y
to, sino de una interpretación del mismo con ella la evolución del universo entero16.
como paso de la potencia al acto. Igual- Evidentemente, no tenemos aquí un hecho
mente, Zubiri no piensa que la causación en el mismo sentido de la religación. No
eficiente sea un dato de la experiencia, estamos partiendo de algo inmediatamente
sino una interpretación de la misma. Co- actualizado en nuestra aprehensión y, al
mo Zubiri dirá en otro lugar: “la causali- mismo tiempo, accesible para cualquiera.
dad no es algo dado. Nunca percibimos el El punto de partida de Zubiri está deter-
influjo productor de una cosa real sobre minado por la cosmología contemporánea,
otra. De ahí que, a mi modo de ver, algu- y sería incomprensible sin la física de
nos estudios experimentales (por lo demás Einstein, la cosmología de A. Friedmann,
de primer orden) sobre la presunta per- G. Lemaître y G Gamow, y sin las observa-
cepción inmediata de la causalidad sean ciones de E. Hubble en 1929. No se trata
radicalmente inexactos. La percepción de puras hipótesis. Tal vez podríamos de-
jamás percibe la causalidad, pero percibe cir que Zubiri también parte de hechos,
siempre la funcionalidad: en el campo de pero de hechos científicos, es decir, de
realidad sentimos la realidad en su mo- hechos fijados respecto a las teorías físicas
mento funcional como momento campal de contemporáneas. Y por tanto de hechos
la impresión de realidad”14. Tampoco te- cuya determinación como tales presupone
nemos en la experiencia una percepción esas teorías.
de la contingencia, pues el percibir cosas Pongamos un ejemplo muy obvio. En
que se destruyen no significa que estas el mencionado artículo, Zubiri estima la
cosas son contingentes: habría que de- edad del universo en unos diez mil millo-
mostrar además que la generación y la nes de años. Ahora bien, esta medición,
corrupción no son en sí mismas algo nece- como él mismo señala, pende de la cons-
sario a la naturaleza. Lo mismo sucede tante de Hubble (H0), y no hay unanimidad
con los grados del ser, y la idea de un or- completa en la determinación de esta
den entre los mismos, y con la idea de una constante. Como es sabido, los primeros
finalidad en la naturaleza. En todos estos cálculos de la constante de Hubble otorga-
casos, no se está partiendo de los hechos, ban al universo una edad inferior a la de
sino de una interpretación metafísica de la la Tierra. Posteriormente, se obtuvieron

XAVIER ZUBIRI REVIEW 2005


La vía cósmica hacia Dios según Xavier Zubiri 95
_____________________________________________________________________________________________________

estimaciones de la constante de Hubble diante las cuales son fijados. Y por lo tan-
que superaron esta inconsistencia. En la to estos hechos son siempre hechos inter-
actualidad, sigue habiendo estimaciones pretados. Por muy respetable que sea la
diferentes de la constante de Hubble, que teoría que los fije, estamos siempre en un
en buena medida dependen de los diferen- nivel intelectivo distinto del puro análisis
tes cálculos respecto a la distancia de Vir- de los hechos meramente actualizados en
go, el cúmulo de galaxias más próximo al nuestra aprehensión. Como señala Zubiri,
nuestro, y de la utilización de cefeidas los hechos científicos son siempre discuti-
(Wendy Freedman) o supernovas (Allan bles, pues su misma verificación pende de
Sandage) para este cálculo. Sin embargo, las teorías en las que se enmarcan. Todo
los cálculos de la edad del universo basa- experimento, y no sólo los de la mecánica
dos en las estimaciones de Freedman cuántica, entraña una intervención del
(H0=70) podrían entrar en conflicto con la investigador en el mismo, aportando su
edad de las estrellas más antiguas, que propio esbozo de posibilidades de intelec-
sería de unos 13 mil millones de años. Las ción. Una cosa es verificar en el experi-
estimaciones de Sandage (H0 entre 58 y mento científico el cumplimiento de lo es-
61) hablarían en favor de una edad del bozado por una determinada teoría, y otra
universo algo mayor17. Por otra parte, el cosa muy distinta es verificar que la razón
recurso a la constante cosmológica de aducida en el esbozo es la única y verda-
Einstein permitiría dar cuenta de recientes dera razón19.
descubrimientos sobre la aceleración de la Esto no invalida automáticamente la
expansión del universo, haciendo compa- vía cósmica de Zubiri. De hecho, el mismo
tibles posibles valores altos de la constan- Zubiri reconoce que las vías cósmicas de
te de Hubble con una edad del universo de la filosofía escolástica pueden ser conclu-
que no entre en conflicto con la edad de yentes20. Lo único que Zubiri pretende
las estrellas más antiguas18. decir es que esas vías no parten de
Todo esto nos muestra la ya mencio- hechos, a pesar de que así lo pretenden,
nada solidaridad de los hechos científicos sino de interpretaciones metafísicas de la
con las teorías científicas. En este campo, realidad sensible. Evidentemente, presu-
los hechos brutos son relativamente po- puesta la validez de esa interpretación
cos. Un hecho bruto puede ser la visión de metafísica, el argumento podría ser con-
las maravillosas imágenes enviadas por el cluyente, en el sentido formal de que sus
telescopio espacial Hubble. Pero este mis- premisas nos llevan correctamente a la
mo telescopio, así como todas las imáge- conclusión que pretenden. La dificultad
nes y las mediciones posibilitadas por el para Zubiri se sitúa en el punto de parti-
mismo, penden en su propia constitución da. Ahora bien, ¿qué sucede con el punto
e interpretación de las teorías científicas de partida del propio argumento cósmico
que permiten fijar los hechos brutos, y de Zubiri? En este caso, habría que decir
darles un sentido determinado como, por que las vía cósmica de Zubiri difiere de las
ejemplo, mediciones de la distancia de las vías tomistas en que sí parte de “hechos”,
cefeidas de la galaxia Messier 100, perte- por más que estos hechos no sean “hechos
neciente al cúmulo de Virgo, y en la que se brutos” (como la religación), sino “hechos
basaron los cálculos de Freedman sobre el científicos”. En ambos casos, nos encon-
valor de la constante de Hubble. La utili- tramos en situados un nivel intelectivo
zación de estas mediciones en el marco de propio de la “teoría”, o de los hechos inter-
otras teorías (como la relatividad generali- pretados en el marco de una teoría. En un
zada) nos permite hacer estimaciones so- caso se trata de las teorías metafísicas, en
bre la edad del universo. Sin duda pode- otro caso las teorías científicas. Desde
mos decir que todas estas mediciones muchos puntos de vista, el partir de los
constituyen “hechos”, pero son hechos hechos científicos puede ser algo preferi-
científicos, solidarios de las teorías me- ble, no sólo por razones extrínsecas (la

XAVIER ZUBIRI REVIEW 2005


96 Antonio González
____________________________________________________________________________________________________

mayor aceptación sociológica de la ciencia que no afectaría en absoluto la vía de la


en nuestro tiempo) sino también por razo- religación. El punto de partida de la vía de
nes intrínsecas (el mayor control experi- la religación puede ser superado por un
mental a que están sometidas las teorías análisis más preciso de los “hechos bru-
científicas). Sin embargo, no estamos en tos” que Zubiri conceptúa con el término
un hecho inconcuso como para Zubiri es religación, pero no por un cambio en la
la religación. El nivel intelectivo es distin- imagen del mundo físico. No obstante, en
to. Se parte de los hechos científicos, con la medida en que se mantuviera esa ima-
todo su rigor, pero también con su carác- gen del mundo, el alcance de la vía cósmi-
ter discutible y frecuentemente transitorio. ca de Zubiri dependería de los pasos ulte-
Y obviamente el punto de partida adopta- riores de su razonamiento. Es lo que
do determina el alcance de las conclusio- hemos de ver a continuación.
nes. En el caso de la vía cósmica de Zubi-
ri, las conclusiones penderán del alcance III. La gran explosión
que le demos a “la imagen del universo Ciertamente, desde los años sesenta
físico que se forma la ciencia actual”, tal la cosmología ha experimentado un desa-
como es reflejada a la altura de los años rrollo impresionante. En una primera
sesenta en el texto de Zubiri. aproximación, todavía muy general, podría
Ahora bien, Zubiri es consciente de decirse que este desarrollo no afecta a los
estos límites en su planteamiento. En su rasgos fundamentales con los que Zubiri
trabajo sobre “Trascendencia y física”, describe “la imagen del universo que se
Zubiri no quiere plantear el problema de forma la ciencia”. El universo sigue siendo
Dios en toda su radicalidad. Si así lo hicie- considerado por la cosmología actual como
ra, no cabe duda de que Zubiri partiría, un sistema evolutivo y en expansión. La
como en los demás textos en los que ha evolución puede seguirse considerando
abordado este problema, del “hecho bruto” como un proceso determinado por dos
de la religación. El alcance limitado del factores: las leyes estructurales de la ma-
artículo sobre “Trascendencia y física” está teria y una serie de configuraciones, pro-
expresamente reconocido por Zubiri desde cediendo cada una de la anterior en virtud
un comienzo. Zubiri no se pregunta allí de esas leyes estructurales, por más que
cuál debe ser el punto de partida más ade- ésas no sean deterministas. Se puede se-
cuado para abordar filosóficamente el pro- guir afirmando que las leyes termodinámi-
blema de Dios o para demostrar su exis- cas imponente a la concatenación de estas
tencia. En ningún momento pretende que configuraciones una dirección temporal
la vía cósmica sea la más adecuada para irreversible. En los años posteriores al
estos fines. Su pretensión, anunciada des- trabajo de Zubiri, varios descubrimientos
de las primeras líneas, es más modesta. experimentales han consolidado notable-
Zubiri simplemente quiere “averiguar si la mente esta imagen del universo. Unos
imagen del universo físico que se forma la pocos años después de la primera publica-
ciencia actual reclama o conduce a admitir ción del artículo de Zubiri, A. Penzias y R.
la existencia de una realidad propia en y Wilson detectaban la radiación cósmica de
por sí misma, distinta realmente del uni- fondo predicha por la teoría de la gran
verso y sin la cuál éste no podría existir ni explosión (por utilizar el término -Big
ser lo que es”21. Así planteada la cuestión, Bang- despectivamente introducido por
queda rigurosamente determinado cuál es Hoyle). Posteriormente, toda una serie de
el punto de partida y el modo cómo este observaciones empíricas, entre las que
punto de partida condiciona el resto de la merecen destacarse las anisotropías de la
vía. Un cambio significativo en la imagen radiación cósmica de fondo, descubiertas
del mundo que nos proporcionan las cien- por el satélite COBE y confirmadas por el
cias significaría la total pérdida de rele- satélite WMAP, han venido consolidando
vancia de la vía cósmica de Zubiri, algo firmemente la teoría de la gran explosión,

XAVIER ZUBIRI REVIEW 2005


La vía cósmica hacia Dios según Xavier Zubiri 97
_____________________________________________________________________________________________________

aunque concretamente modificada por la reciente de una aceleración de la expan-


tesis de una inflación inicial. De hecho, la sión de las galaxias. Esto no obstaría, cla-
teoría de la gran explosión es dominante ro está para que pudiera haber varios uni-
en la cosmología contemporánea. En su versos paralelos, como burbujas surgiendo
artículo, Zubiri consideraba también la de una “espuma cuántica” primordial.
entonces teoría rival, llamada “del estado Obviamente, tales consideraciones
estacionario”, que admitía la evolución del son meramente especulativas, pues en la
universo y su expansión, pero recurría a la medida en que no influyen sobre el estado
creación constante de materia, evitando actual del universo, nunca podrían ser
así el retroceso hacia un estado inicial demostradas. No serían verificables (o “fal-
único. Hoy en día, esta teoría, representa- sables”), y por tanto no todo el mundo
da por Hoyle, Jordan, y Bondi, ha sido estaría dispuesto a considerar estas teorí-
totalmente abandonada. La hipótesis de as como verdaderamente científicas. Para
un estado inicial único (la gran explosión), algunos, la hipótesis de un universo osci-
en la que se apoyaban los razonamientos lante no era más que un pretexto para
de Zubiri, está hoy más establecida en la evitar las preguntas teístas que plantea la
comunidad científica que en el momento gran explosión, sobre todo si a ella se
en que Zubiri escribió su texto. unen consideraciones ligadas al hecho de
Es importante notar que el uso que que nuestro universo está ajustado con
Zubiri hace de la gran explosión difiere gran precisión (fine tuning), como si hubie-
mucho del habitualmente utilizado en los ra sido diseñado expresamente para per-
argumentos teístas. Zubiri no piensa que mitir en él la vida humana (principio an-
la cosmología contemporánea postule ne- trópico). Una pluralidad de universos con-
cesariamente el comienzo temporal del vertiría ese extraordinario ajuste en una
universo físico mismo. La teoría de la gran posibilidad verosímil si el número de uni-
explosión simplemente retrotrae los distin- versos es suficientemente alto. No obstan-
tos estadios del universo a un “estadio te, Zubiri ha admitido siempre la posibili-
inicial”. Para Zubiri, es perfectamente po- dad de una pluralidad de universos, y por
sible que la materia misma haya tenido tanto la posibilidad de que el estado inicial
existencia antes de ese estadio inicial. Lo de la gran explosión no represente el co-
único que la teoría de la gran explosión mienzo temporal de la materia. En su me-
diría es que los posibles estadios anterio- tafísica, Zubiri ha utilizado sistemática-
res de la materia nada influyen en el esta- mente la distinción entre mundo y cosmos
do inicial ni por tanto tampoco son deter- para integrar esta posibilidad. El cosmos,
minantes del estado actual del mismo22. para Zubiri, representa la unidad de las
Dicho de otro modo: podría haber otros cosas en virtud de sus contenidos. Zubiri
universos anteriores al nuestro, o simul- piensa que, de hecho, nuestro cosmos
táneos al mismo, por mucho que de ellos constituye una verdadera sustantividad,
no podamos saber absolutamente nada, en la que todas las cosas están estructu-
pues nada habrían influido en las configu- ralmente vinculadas entre sí. El mundo,
raciones actuales del nuestro. Durante un en cambio, es la unidad de las cosas por
tiempo se manejó la hipótesis de un uni- su carácter de realidad. Dos cosas pueden
verso oscilante, que tras un período de no estar vinculadas entre sí por ninguna
expansión volvería a contraerse debido al de las fuerzas fundamentales del universo,
efecto de la gravedad, para retrotraerse así y ser sin embargo ambas reales. Dos uni-
a un nuevo “estado inicial”, y volver a ex- versos (κόσµοι) hipotéticos pertenecerían
pandirse de nuevo. Los cálculos sobre la al mismo mundo, por ser ambos reales,
masa del universo no hacían esto dema- aunque los contenidos de ambos no estu-
siado probable, ni tampoco la entropía vieran vinculados entre sí. De este modo,
permitiría oscilaciones infinitas23. A esto la filosofía de Zubiri estaría abierta a la
se añade la comprobación experimental existencia de “universos-burbuja”, perfec-

XAVIER ZUBIRI REVIEW 2005


98 Antonio González
____________________________________________________________________________________________________

tamente independientes entre sí por sus no se puede reducir a ellas. Pero en su


contenidos cósmicos, aunque siendo am- realidad, y en su configuración concreta,
bos reales en la unidad de un solo mun- las cosas del universo no reposan sobre sí
do24. mismas. Para ser reales, y para ser lo que
son, requieren de otras realidades. Ahora
IV. Reposar sobre sí mismo bien, en el argumento “cósmico” de Zubiri
Ahora bien, si nuestro universo puede la cuestión decisiva es si el universo en su
ser uno más en un piélago de universos, totalidad reposa sobre sí mismo. La res-
¿cómo funciona la vía cósmica de Zubiri? puesta, según Zubiri, es negativa: el uni-
Sin duda, Zubiri va a partir del estado verso en su conjunto no reposa sobre sí
inicial, pero no lo interpreta como origen mismo porque en el “estado inicial” las
temporal de la materia. Simplemente cons- estructuras jamás podrían determinar por
tata que la imagen física del universo nos sí mismas su propia configuración inicial.
conduce a un “estado inicial” no determi- Hay una configuración inicial que no está
nando por ningún hipotético estado ante- determinada por ninguna hipotética confi-
rior. Éste es el punto de partida concreto guración anterior ni tampoco por las mis-
de su vía cósmica. Porque en ese estado mas estructuras. El universo no reposa
inicial tendríamos no sólo unas determi- sobre sí mismo, y por tanto remite a una
nadas estructuras, sino también una con- realidad trans-física27.
figuración. Y en este estado inicial ten- En la cosmología actual, la mayor co-
dríamos algo distinto a todos los demás rrección al modelo de la gran explosión
estadios del universo, pues esa primera con el que trabajaba Zubiri es la llamada
configuración no está determinada por las hipótesis inflacionaria de Alan Guth. Se-
estructuras del universo a partir de una gún esta hipótesis, el universo habría cre-
configuración anterior. En el estado inicial cido en sus primeras fracciones de segun-
“las estructuras jamás podrían determinar do (entre los 10-36 y los 10-33 segundos) de
por sí mismas su propia configuración una forma masiva, pasando de una frac-
inicial”. Y esto significa, para Zubiri, que el ción ínfima (10-50) del radio de un protón a
estadio inicial del universo no reposa so- un tamaño de cien millones de años luz.
bre sí mismo, sino que remite a algo “que El modelo inflacionario tendría la ventaja
sea la raíz de la que proceden las estruc- de explicar la uniformidad del valor pro-
turas y la configuración en que se hallan medio de la radiación cosmológica de fon-
envueltas”25. ¿Qué es “reposar sobre sí do en todas las direcciones, pues en la
mismo”? ¿Qué es este remitir? actualidad no vemos todas las regiones del
Para Zubiri, “reposar sobre sí mismo” universo, sino solamente las que nos per-
consiste en “no tener necesidad de ningu- mite la velocidad de la luz, y en los prime-
na otra cosa, no sólo para ser como se es, ros momentos del universo esas regiones
sino, y sobre todo, para tener realidad”26. habrían estado en comunicación, compar-
En el caso de nuestro universo, tenemos tiendo una misma temperatura en los
una articulación clara de estos momentos. primeros instantes del universo. Por otra
Es precisamente lo que constituye la evo- parte, la expansión acelerada en los pri-
lución. En un universo evolutivo, gracias a meros instantes hace que la curvatura del
la realidad de unas cosas, hay otras que espacio tienda siempre hacia una geome-
también son reales, y son como son. Por tría plana, y por tanto hacia una densidad
ejemplo, en virtud de la realidad de las Ω cercana a 1, algo difícil de explicar des-
galaxias, del gas, y del polvo interestelar, de el modelo clásico de la gran explosión28.
los astros son reales, y lo son en la forma En este modelo, la inflación tiene lugar
concreta en la que los conocemos. En este cuando se dan las condiciones adecuadas,
sentido, ninguna cosa del universo reposa de modo que ella no constituye el instante
sobre sí misma. Ciertamente, cada cosa en que se origina el universo, sino como
del universo se distingue de las demás y un suceso en un universo ya existente.

XAVIER ZUBIRI REVIEW 2005


La vía cósmica hacia Dios según Xavier Zubiri 99
_____________________________________________________________________________________________________

Algunos defensores de este modelo, como a caminar hacia el sur, así también el uni-
André Linde, han propuesto un proceso verso no tendría un punto de inicio, sino
incesante de inflaciones, de modo que más bien una curva. Si un cono podría
cuando una región del universo alcanza representar la expansión del cosmos a
cierto volumen da lugar por inflación a partir de la gran explosión, Hawking en-
una nueva región, y así hasta el infinito. tiende que una teoría cuántica de la gra-
Sin embargo, Arvind Borde y Alexander vedad redondearía el vértice de ese cono,
Vilenkin mostraron ya en 1994 que un eliminando la necesidad de una explica-
universo en indefinidamente inflacionando ción de la configuración inicial del univer-
hacia el futuro no puede ser geodésica- so. El resultado no deja de ser interesante.
mente completo en el pasado, y que por El universo sería temporalmente finito, al
tanto debería existir en algún punto del menos en el sentido de que para cualquier
pasado una singularidad. Linde aceptó unidad dada de tiempo hay un número
esta conclusión29. A. Guth se ha sumado a finito intervalos anteriores a ese momento.
una versión perfeccionada de la demostra- Es un universo que, como dice el mismo
ción de Borde y Vilenkin para sostener que Hawking, comenzaría estrictamente de la
la inflación tiene que tener algún punto de nada, pues no habría nada fuera del uni-
inicio en el pasado30. También en el mode- verso32.
lo inflacionario nos encontramos con que Un universo así no necesitaría ningu-
el universo no reposa sobre sí mismo. na explicación fuera de sí mismo. La ar-
gumentación de Zubiri a partir de la confi-
V. El universo auto-contenido guración del estado inicial ya no sería vá-
Podría haber otro tipo de cuestiona- lida. Cabe hacer sin embargo algunas ob-
mientos a la idea de que el universo no servaciones. En primer lugar, el mismo
reposa sobre sí mismo. Como es sabido, Hawking señala en su libro que no está
Stephen Hawking, en dirección contraria a haciendo más que una propuesta, que no
sus primeras aportaciones científicas, ha puede ser deducida de ningún otro princi-
popularizado la idea de un universo sin pio. En segundo lugar, en la propuesta de
singularidades. Su propuesta de un mode- Hawking, al igual que en otros modelos
lo basado en una teoría cuántica de la construidos a partir de una teoría cuánti-
gravedad tendría la virtualidad de descri- ca de la gravedad, introduce números
bir un universo que podría ser finito tem- imaginarios (múltiplos de la raíz cuadrada
poralmente, pero sin “ningún borde en el de un número negativo) para la variable
espacio-tiempo en el cual se tuviese que temporal en las ecuaciones de Einstein. El
recurrir a Dios o alguna nueva ley para resultado es que antes del tiempo de
que estableciese las condiciones de con- Plank, en los primeros instantes del uni-
torno del espacio-tiempo. Se podría decir: verso (antes del los 10-44 segundos), tene-
‘la condición de contorno del universo es mos un tiempo imaginario que no es tiem-
que no tiene ninguna frontera’. El universo po, sino más bien un espacio de cuatro
estaría completamente auto-contenido y dimensiones. Es decir, tenemos propia-
no se vería afectado por nada que estuvie- mente una situación intemporal, en la que
se fuera de él. No sería creado ni destrui- queda abolido el devenir. La pregunta es si
do. Simplemente SERÍA”31. Dicho en otros esta situación corresponde a la realidad.
términos: la configuración inicial no es Los números imaginarios se utilizan en
verdaderamente “inicial”, porque el uni- ocasiones en la mecánica cuántica de for-
verso estaría auto-contenido. Un regreso ma puramente instrumental, como recur-
en el tiempo tendría el efecto, no de llevar- so de cálculo, sin pretender que el tiempo
nos a un punto de inicio absoluto, sino de se transforme realmente en espacio. Al
volvernos de vuelta hacia el presente. Del final del cálculo, se vuelve a la interpreta-
mismo modo que quien camina hacia el ción usual del tiempo. Si se hiciera esto en
norte, después de llegar al polo, comienza el caso de la teoría de Hawking, volvería a

XAVIER ZUBIRI REVIEW 2005


100 Antonio González
____________________________________________________________________________________________________

aparecer la singularidad, como el mismo tratado finalmente como tiempo real. Al


Hawking admite33. El problema es que hacerlo, reaparecen las singularidades. De
Hawking se entiende a sí mismo como un este modo, nos vemos remitidos a un
puro positivista, para quien carece de sen- tiempo real en el que sí hay ineludible-
tido preguntarse si la teoría corresponde a mente un estado inicial que no se explica
la realidad, pues no sabría decir qué es la desde otra configuración anterior del uni-
realidad34. Por supuesto, la cuestión de verso. Y entonces nos seguimos encon-
qué sea la realidad, y cómo las teorías se trando con un universo que no reposa
refieren a ella es una pregunta filosófica, sobre sí mismo.
que supera los límites de la ciencia. Pero Ahora bien, la argumentación no ter-
lo que en cualquier caso queda claro es mina en este punto. Supongamos de modo
que la propuesta de Hawking no pretende puramente hipotético que el modelo de
ser una descripción realista del universo, Hawking describiera correctamente la rea-
sino un modelo matemático para evitar las lidad. El universo entonces reposaría so-
singularidades. bre sí mismo. Ahora bien, este “reposar
Una posición filosófica como la de Zu- sobre sí mismo” lo sería solamente en el
biri, inversamente, presupone que las teo- sentido de que la unidad cósmica del uni-
rías científicas sí pretenden describir el verso tendría un sistema de propiedades
mundo real, por más que nunca alcancen irreductible a ninguna otra realidad. El
una completa adecuación con sus objetos. sistema del universo no tendría necesidad
Zubiri sí se enfrenta a la pregunta sobre de ninguna otra cosa para ser como es.
qué sea la realidad. La realidad, para Zu- Esto es justamente lo que se podría mos-
biri, no es simplemente una zona de cosas, trar en el modelo de Hawking, en el caso
la zona de las cosas que están fuera de mi de ser verificado. Sin embargo, hemos vis-
mente o fuera de mis teorías. Para Zubiri, to que, para Zubiri, el “reposar sobre sí
la realidad es una formalidad en la que se mismo” tiene un sentido más profundo.
mueve constitutivamente la inteligencia, y Reposar sobre sí mismo no es sólo no te-
que la constituye como tal. Según esa for- ner necesidad de ninguna otra cosa para
malidad, las cosas se actualizan en nues- ser como se es, sino también “y sobre to-
tra intelección con una alteridad radical. do, para tener realidad” 36. Un universo
No remiten a la intelección, sino solamente puede ser irreductible en el sentido de no
remiten a sí mismas. En este sentido, se necesitar de ninguna otra cosa para ser lo
puede decir que los colores en mi sensa- que es, y sin embargo, no tener realidad
ción son “reales”, aunque solamente lo por sí mismo. Recordemos que además de
sean como colores en esa sensación. Pero la unidad cósmica de las cosas por sus
por ser reales, remiten constitutivamente a propiedades, hay también una unidad de
la pregunta por lo que sean los colores las cosas por su carácter de realidad. Pero
allende la aprehensión. Es decir, remiten a esta realidad, ¿la tiene el universo (o el
la tarea propia de la razón, que consiste en pluriverso) por sí mismo? Volviendo a la
indagar, por ejemplo, si los colores son expresión de Hawking: podemos tener un
fotones u ondas electromagnéticas. Un universo perfectamente auto-contenido, no
positivismo puro es ciego para esta mar- determinado por nada distinto de él, un
cha intelectiva de la razón hacia la reali- universo que “simplemente es”. En este
dad profunda de las cosas35. Las teorías sentido, tal universo reposaría sobre sí
científicas son construcciones racionales mismo. Pero eso no significa que el univer-
para indagar qué sean las cosas con inde- so tenga existencia por sí mismo. Siempre
pendencia de nuestra aprehensión. No son cabe preguntarse por qué existe ese uni-
construcciones puramente instrumenta- verso que simplemente existe. En este
les, sino modos de profundizar en la reali- segundo sentido, el universo puede no
dad. Desde ese punto de vista, el tiempo reposar sobre sí mismo, en el sentido de
imaginario de Hawking tendría que ser no ser esencialmente existente. La pregun-

XAVIER ZUBIRI REVIEW 2005


La vía cósmica hacia Dios según Xavier Zubiri 101
_____________________________________________________________________________________________________

ta entonces es si el universo tiene realidad conduce a una realidad absolutamente


por sí mismo o (en la terminología clásica absoluta, que sería el fundamento del
que Zubiri todavía utilizaba en su artículo) mundo, entendido como la unidad de las
si es “esencialmente existente”. cosas reales, no por sus propiedades, sino
En el artículo sobre “Trascendencia y por su carácter de realidad38.
física” Zubiri no responde plenamente a En cualquier caso, hemos constatado
esta cuestión. O, mejor dicho, responde a también los límites de la hipótesis de un
ella partiendo de que, en la teoría clásica universo auto-contenido. Volvamos enton-
de la gran explosión, hay un estado inicial ces a la tesis de que el cálculo con núme-
que no se puede explicar desde las leyes ros imaginarios no nos permite sacar con-
estructurales del universo. Esto, por sí clusiones sobre el tiempo real, y que por
mismo, mostraría que el universo no repo- tanto la singularidad del estado inicial
sa sobre sí mismo en el sentido de que no aparece irremisiblemente. En este caso,
se basta a sí mismo para ser como es. Ob- tendríamos que el universo no reposa so-
viamente, el no reposar sobre sí mismo en bre sí mismo, ni para ser lo que es, ni para
este sentido básico, muestra ya al mismo tener realidad. Esto significa, según Zubi-
tiempo que tampoco reposa sobre sí mis- ri, que el universo remite a una realidad
mo en el sentido de no tener realidad por transfísica. ¿Por qué remite? ¿En qué con-
sí mismo. Un universo que necesita de siste este remitir?
otra cosa para ser lo que es no puede ser
entendido más que como un universo que VI. La raíz del universo
no tiene realidad por sí mismo. Lo que Podemos exponer la argumentación de
quedaba por demostrar es que, incluso si Zubiri de la siguiente manera. El estado
el estado inicial pudiera ser explicado por inicial del universo no reposa sobre sí
las leyes estructurales del universo, el mismo. Las leyes estructurales de nuestro
universo no tendría realidad por sí mismo. universo no determinan por sí misma su
Para demostrar esto, Zubiri tendría que configuración inicial. Esta configuración
haber recurrido a otro tipo de argumenta- inicial tampoco puede estar determinada
ción, que ya no puede partir de lo que lo por estadios anteriores de la materia. Jus-
que mostraba la ciencia de su tiempo ni tamente porque estamos ante una singu-
tampoco a lo que muestra la ciencia del laridad, los posibles universos anteriores
nuestro. Porque en definitiva la ciencia al nuestro no determinan la configuración
trata sobre las estructuras del cosmos, y del nuestro. Por tanto, aquello que deter-
no sobre su carácter de realidad37. Una mina el estado inicial de nuestro universo
singularidad en las estructuras cósmicas no es algo homogéneo con nuestro univer-
puede mostrar que éstas no tienen reali- so, sino una realidad distinta de nuestro
dad por sí mismas. Pero la inversa no es universo. Esa distinción atañe, en primer
cierta: un cosmos sin singularidades (co- lugar, a los contenidos del universo, en
mo el que desearía Hawking) no es necesa- virtud de los cuales el universo es lo que
riamente un cosmos que sea real por sí es. El estado inicial del universo remite a
mismo. A mi modo de ver, Zubiri ha inten- una realidad “ortogonal” al plano de ese
tado esa argumentación en la exposición estado, y que sería la raíz de la que proce-
más acabada de la vía de la religación, tal den las estructuras y la configuración del
como aparece recogida en El hombre y mismo. Sería una realidad trans-física,
Dios. Allí Zubiri muestra que el poder de lo distinta de nuestro universo. Bajo la pro-
real que se muestra en la religación no se cesualidad evolutiva de las estructuras y
puede fundar en ninguna de las cosas de las configuraciones habría una proce-
reales, sino en una realidad absolutamen- sualidad más radical, que consistiría pre-
te absoluta. No nos compete aquí reprodu- cisamente en que el estado inicial emerge-
cir ese argumento, sino tan sólo constatar ría a la realidad desde una raíz trans-física
que, para Zubiri, la vía de la religación que el universo entero llevaría en sí mis-

XAVIER ZUBIRI REVIEW 2005


102 Antonio González
____________________________________________________________________________________________________

mo. El universo no reposaría sobre sí la siguiente: el universo se nos presenta


mismo, sino sobre una realidad distinta de como una realidad intrínsecamente evolu-
sí mismo39. tiva. Ahora bien, Zubiri afirma en este
En segundo lugar, esa realidad a la texto que toda realidad en evolución tiene
que remite el universo no sería distinta “un momento de no-ser”, y por tanto no es
solamente por razón de sus contenidos. La una realidad esencialmente existente. To-
distinción atañe también a su carácter de do lo que evoluciona no tiene aún realidad
realidad. Porque nuestro universo no exis- plena. En cambio, en el caso de una reali-
te por sí mismo, y tiene por tanto su fun- dad que existe por sí misma, esta existen-
damento fuera de sí mismo, en una reali- cia proviene de su plenitud de realidad.
dad que sí existe por sí misma. Ahora Ahora bien, la plenitud de realidad implica
bien, se podría pensar que esa realidad, que no hay en ella ningún momento un
aunque fuera distinta de nuestro universo, momento de no-ser. Por eso, la realidad
no tendría que ser necesariamente una esencialmente existente se distingue del
realidad existente por sí misma. Esa reali- mundo que está fundado en ella. Si fuera
dad tendría, a su vez, el fundamento de sí parte del mundo, no sería plena, pues
misma en otra realidad, también trans- tendría un momento de no-ser. La realidad
física. De este modo, estaríamos obligados esencialmente existente es la raíz del
a un regreso indefinido. Zubiri acepta la mundo y de su evolución, pero no es parte
posibilidad de que nuestro universo físico del mismo. Entonces puede Zubiri intro-
sea el último eslabón de una serie de rea- ducir su concepto de trascendencia. La
lidades trans-físicas. Eso es algo perfec- trascendencia no consiste en una separa-
tamente pensable. Pero Zubiri no acepta ción radical entre Dios y el universo. El
que sea posible un regreso indefinido. universo está “fundado”, “radicado” o “in-
Cuando nos preguntamos por el funda- serto” en Dios, según las distintas expre-
mento de la realidad de algo, afirma Zubi- siones de Zubiri en su artículo. Por su
ri, esa realidad queda en suspenso. Es parte, Dios está presente en el mundo,
como si no fuera real, en el sentido de que, pero es distinto del mundo. Dios y el
si no existe por sí misma, no puede ser mundo no son “uno”, pero tampoco son
pensada como existente mientras no en- dos. Dios está en el mundo como funda-
contremos cuál es el fundamento de su mento causal directo de un estado inicial.
realidad. Si la serie de fundamentos fuera Respecto a los demás estadios del univer-
indefinida, aquello que motivó la pregunta so, Dios no está presente directamente
sería declarado indefinidamente irreal. Sin como causa próxima de todo lo que suce-
embargo, el universo existe. Por consi- de, sino solamente como fundamento de la
guiente, piensa Zubiri, es inexorable llegar causalidad de las causas intramundanas.
a una realidad esencialmente existente. Ya Dios “hace que éstas hagan”. Precisamente
sea la causa inmediata de nuestro univer- porque está en evolución, el universo está
so, ya sea la primera de una serie de reali- radicado en Dios. Dios no evoluciona, pero
dades trans-físicas, el hecho de que nues- hace que el universo esté en evolución. Es
tro universo no sea existente por sí mismo lo que Zubiri llama la “fontanalidad divi-
requiere una realidad que sea real por sí na”41.
misma40. A los conocedores de la filosofía de
Aquí habría que determinar cómo se Zubiri no pueden dejar de causarles cierta
vincula esa realidad real por sí misma con extrañeza algunas de las afirmaciones
nuestro universo. Zubiri descarta la tesis ontológicas que hace Zubiri. El problema
panteísta de que esa realidad “ortogonal” no está en que Zubiri no distinga siempre
al universo no sea más que una parte del en su artículo entre los conceptos de reali-
mismo. La realidad esencialmente existen- dad, ser y existencia. Aparte de los moti-
te no sería simplemente la parte radical vos meramente expositivos y de espacio, sí
del mundo. La razón que Zubiri aduce es queda claro en su texto que la existencia

XAVIER ZUBIRI REVIEW 2005


La vía cósmica hacia Dios según Xavier Zubiri 103
_____________________________________________________________________________________________________

es, como Zubiri sostiene en el resto de su formalmente al universo46. En cambio, una


obra, algo ulterior a la realidad42. Lo que sí realidad absolutamente absoluta (que es
sorprende es el recurso al no-ser para dar como Zubiri pensará ulteriormente la rea-
cuenta de la evolución. Desde muy tem- lidad de Dios) tiene un dar de sí que no es
prano Zubiri parece haberse distanciado transitivo, pues no se hace otro, ni se hace
de la concepción del devenir como una a sí mismo, sino que simplemente se da a
síntesis de ser y no-ser43. En su curso sí mismo lo que ya es como absolutamente
sobre la Estructura dinámica de la reali- suyo47. El dar de sí de Dios fundamenta el
dad, Zubiri inicia el tratamiento del pro- mundo, pero al mismo tiempo lo distingue
blema del devenir denunciando el prejuicio del mundo, porque no incluye cambio.
griego, que gravitaría sobre toda la historia Ahora bien, ¿cómo sabemos que Dios es
de la filosofía occidental, según el cual el una realidad absolutamente absoluta?
devenir sería un paso del no-ser al ser, o
del ser al no-ser44. Zubiri propone a conti- VII. El Dios de los sabios
nuación una visión del universo en evolu- Con esto entramos en otra índole de
ción que no requiere del no-ser para su problemas, pues podríamos preguntarnos
conceptuación filosófica rigurosa. Para si la vía cósmica de Zubiri en su artículo
Zubiri, el dinamismo entendido como un “Trascendencia y física” podía llevarnos a
“dar de sí” será un carácter de toda reali- una realidad absolutamente absoluta, de
dad en cuanto realidad, incluso aunque la que de algún modo se pudiera postular
esa realidad no cambie. Por eso mismo, dinamismo, pero no cambio. Zubiri men-
Zubiri postulará para la realidad de Dios cionaba allí la posibilidad de justificar el
un “dar de sí” constitutivo, aunque sin carácter personal y libre de la realidad
cambio45. trascendente, pero señalaba que esa de-
Tal vez en defensa del texto sobre mostración excedía los límites del artícu-
“Trascendencia y física” podría decirse que lo48. En El hombre y Dios, la vía de la reli-
Zubiri no pretende allí una conceptuación gación le conduce a Zubiri desde nuestra
metafísica rigurosa, y que la apelación al realidad “relativamente absoluta” hacia
no-ser podría ser traducida fácilmente en una realidad absolutamente absoluta.
términos de realidad. Una realidad en evo- Somos absolutos respecto a las demás
lución no tendría que pensarse como una realidades en virtud de nuestra auto-
combinación de ser y no-ser, sino simple- posesión personal, pero esta auto-
mente como una realidad en cambio. Esto posesión está fundada en la realidad, y por
sería suficiente para el argumento de Zu- tanto no es absolutamente absoluta. En
biri, pues mostraría la necesidad de dis- cambio, Dios como fundamento de la rea-
tinguir entre Dios como realidad sin cam- lidad sí sería absolutamente absoluto.
bio, y el universo físico que sí está en cam- Este carácter absolutamente absoluto es el
bio evolutivo. Quedaría sin embargo pen- que le sirve a Zubiri para postular ciertos
diente la demostración de que una reali- caracteres de la realidad divina, como su
dad que existe por sí misma es una reali- unicidad, su dinamicidad, su fundamenta-
dad sin cambio. El argumento era más lidad respecto al mundo y su auto-
fácil en el marco de la vieja metafísica, posesión personal49. Ahora bien, este ca-
donde no sólo se pensaba el movimiento rácter personal es para Zubiri algo que se
como una combinación de ser y no-ser, deriva de su realidad absolutamente abso-
sino también como algo causado por otra luta, y este carácter absolutamente abso-
cosa. Desde las reflexiones posteriores de luto de la realidad de Dios es algo que Zu-
Zubiri sobre el cambio, lo que sí podría biri ha alcanzado por la vía de la religa-
decirse es que, para Zubiri, todo cambio ción, y no por una vía cósmica como la del
envuelve al menos un momento de varia- artículo que estamos analizando.
ción local, lo cual presupone la realidad Esto significa posiblemente que la vía
del espacio-tiempo, y por tanto pertenece cósmica de Zubiri también es susceptible

XAVIER ZUBIRI REVIEW 2005


104 Antonio González
____________________________________________________________________________________________________

de otra de las críticas que el mismo Zubiri carece irremisiblemente de algunos de los
hace años después a las vías cósmicas de caracteres propios de lo que normalmente
la tradición. Zubiri terminan pensando entendemos por Dios. La realidad esen-
que esas vías no conducen propiamente a cialmente existente no es posibilitante ni
lo que normalmente entendemos por Dios, impelente de la vida humana. Es lo que
como una realidad última, fuente de nues- sucede también en las vías cósmicas de la
tras posibilidades, y a la que pedimos tradición. Nos encontraríamos de nuevo,
ayuda y fuerza para ser. Esas vías más en la vía cósmica de Zubiri, con la famosa
bien conducen a constructos metafísicos, distinción de Pascal entre el Dios de Abra-
tales como un primer motor inmóvil, una ham, de Isaac y de Jacob y el Dios “de los
primera causa eficiente, una primer ente filósofos y de los sabios” (des philosophes
necesario, un ente en quien tenemos en et des savants)53. El Dios de la vía cósmica
grado máximo la plenitud de la entidad, o no es el Dios con el que uno cuenta como
una inteligencia suprema ordenadora de fundamento posibilitante e impelente de la
todos los fines. En otros casos, como el de propia vida. Zubiri nunca se dio por satis-
Escoto, lo que obtendríamos sería una fecho con esta situación. Pero tampoco
entidad infinita. Pero todavía habría que quiso recorrer el camino de las vías exclu-
probar que ese ente es Dios. En el caso de sivamente antropológicas. Porque Zubiri
la vía cósmica de Zubiri, lo que tenemos es era bien consciente que aquello que lla-
una realidad que reposa en sí misma como mamos Dios no es sólo fundamento de la
esencialmente existente, y que es funda- vida humana, sino también fundamento
mento de un universo en evolución expan- del mundo. Zubiri quiso trazar una vía
siva. Zubiri mismo parece reconocer los filosófica que integrara, desde su punto de
límites de su empresa, pues en el inicio del partida, tanto la realidad humana como la
mismo artículo no declaraba que sus re- realidad del universo. Y esto es justamente
flexiones pretendieran conducirnos a lo que Zubiri piensa que proporciona la vía
“Dios”, sino simplemente “a una realidad de la religación. Para Zubiri, la vía de la
propia en y por sí misma, distinta real- religación es una vía estrictamente filosófi-
mente del universo”50. Tal vez se podría ca, no religiosa, que parte de lo más inme-
decir que Dios aparece en algún sentido diato a nosotros mismos, y que conduce
como realidad última, aunque esta ultimi- filosóficamente a una realidad absoluta-
dad se refiere al cosmos, y no a la vida mente absoluta que es última, posibilitan-
humana. Pero no se ve por qué esta reali- te e impelente, y por tanto “al Dios de las
dad última podría ser considerada tam- religiones en tanto que Dios”54.
bién como posibilitante e impelente de la Todo esto nos pone de relieve los lími-
propia vida humana. Ahora bien, para el tes de la vía cósmica emprendida por Zu-
último Zubiri no es suficiente con que una biri en el año 1961. El punto de partida en
realidad sea última para que pueda ser la imagen del universo proporcionada por
considerada propiamente como divina. la ciencia no implica en modo alguno que
También tiene que ser posibilitante e im- la vía no sea concluyente. Incluso los
pelente51. cambios en esa imagen del mundo sucedi-
En este punto, la vía cósmica de Zubi- dos en los últimos cuarenta años no inva-
ri adolece del mismo defecto que las de- lidan el argumento de Zubiri, aunque le
más vías cósmicas: la diferencia entre las plantean algunos desafíos importantes, tal
acciones humanas y los demás hechos como hemos visto. Sin embargo, el punto
cósmicos no desempeña ninguna función de partida en la imagen del mundo pro-
en su punto de partida. La vía cósmica de porcionada por la ciencia no sólo carece de
Zubiri, al igual que las otras vías cósmi- la contundencia de un análisis de los
cas, no se hace cuestión de la posición del hechos, tal como sucedería en el caso de la
ser humano en el cosmos52. Por eso mis- vía de la religación. También su desarrollo
mo, el punto de llegada de su vía cósmica está afectado por el valor que se le otorgue

XAVIER ZUBIRI REVIEW 2005


La vía cósmica hacia Dios según Xavier Zubiri 105
_____________________________________________________________________________________________________

a ciertas consideraciones cosmológicas se trata solamente de lo que esta vía pue-


que, partiendo de la ciencia, se adentran da tener todavía de concluyente. Estamos
con frecuencia en el terreno de lo especu- también ante un texto publicado por el
lativo. Ahora bien, lo más problemático de mismo Zubiri, en el que las expresiones
una vía cósmica no es tanto la mayor o son cuidadas y precisas. La explicación de
menor seguridad de sus argumentos, sino algunos conceptos, como el de trascen-
su propio punto de llegada. El mismo Zu- dencia fontanal, sigue teniendo un gran
biri cayó claramente en la cuenta de que valor a la hora de entender la aparición de
las vías cósmicas, aunque partieran de esta expresión en textos ulteriores, en los
hechos, y no de teorías, y aunque fueran que Zubiri simplemente parece presuponer
rigurosamente concluyentes, no llegarían la explicación de este concepto. No sólo
al Dios en que el ser humano encuentra la eso. El texto de Zubiri tiene una gran im-
fuente de sus posibilidades, y de quien portancia para los estudiosos de su obra
recibe ayuda para ser. Ésta es la razón por desde otro punto de vista. Con todos sus
la cual la última obra de Zubiri sobre el límites, el texto nos proporciona claves
problema de Dios no retoma en modo al- muy importantes para entender la vía de
guno la vía cósmica, sino que está dedica- la religación, tal como fue esbozada ulte-
da a aquella vía que es más característica riormente por Zubiri. Sobre el trasfondo de
de Zubiri: la vía de la religación. la vía cósmica intentada Zubiri en el año
Con todo, el texto sobre “Trascenden- 1961, la vía de la religación se muestra
cia y física” de Zubiri, adecuadamente con toda su originalidad y potencia respec-
situado, puede considerarse como enor- to a los modos clásicos de plantear el pro-
memente valioso en muchos aspectos. No blema de Dios.

Notas

1 Cf. X. Zubiri, “Trascendencia y física”, Gran 8 X. Zubiri, Inteligencia y razón, Madrid, 1983,
enciclopedia del mundo, Bilbao, 1961, vol. p. 184.
18, cc. 419-424. 9 X. Zubiri, El hombre y Dios, p. 129.
2 Cf. X. Zubiri, El hombre y Dios, Madrid, 1984. 10 Cf. X. Zubiri, El hombre y Dios, p. 128.
El texto está numero por columnas, no por 11 Cf. el artículo de X. Zubiri del año 1935,
páginas.
titulado “En torno al problema de Dios”, y
3 Zubiri prefiere el término “cósmico” a “cosmo- recogido en Sobre el problema de la filosofía y
lógico” para designar en general a las vías otros escritos (1932-1944), Madrid, 2002, pp.
que parten de la consideración del mundo fí- 215-241.
sico. Posiblemente Zubiri busca un término
general, y quiere evitar las confusiones con
12 Cf. X. Zubiri, “Introducción al problema de
el “argumento cosmológico” del racionalismo, Dios”, recogido en Naturaleza, historia, Dios,
al que Kant se refiere en la Kritik der reienen 9ª ed., pp. 395-416, especialmente p. 412.
Vernunft, B 631-648. 13 Cf. X. Zubiri, El problema filosófico de la his-
4 Cf. X. Zubiri, El hombre y Dios, pp. 118-133, toria de las religiones, Madrid, 1993, pp. 15-
especialmente pp. 120-121. 77.
5 Cf. X. Zubiri, Inteligencia sentiente. Inteligen-
14 Cf. X. Zubiri, Inteligencia y logos, p. 40. Zu-
cia y realidad, Madrid, 1980, pp. 14, 20, 25, biri se refiere a los experimentos sobre la
89, 134, 156, 203-205, 285. percepción de la causalidad de Michotte en
Lovaina.
6 Cf.. X. Zubiri, Inteligencia y logos, Madrid,
1982, p. 60. 15 Cf. X. Zubiri, El hombre y Dios, pp. 118-121.
7 Cf. X. Zubiri, Inteligencia y logos, pp. 216- 16 Cf. X. Zubiri, “Trascendencia y física”, cc.
226. 419-421.

XAVIER ZUBIRI REVIEW 2005


106 Antonio González
____________________________________________________________________________________________________

17 Cf. W. L. Freedman (ed.), Measuring and 31 S. Hawking, A Brief History of Time: from the
Modeling the Universe, Cambridge, 2004. Big Bang to Black Holes, Nueva York, 1988,
18 Como es sabido, la constante cosmológica de p. 136.
Einstein ha sido desempolvada recientemen- 32 Cf. S. Hawking y R. Penrose, The Nature of
te, no para contradecir la idea de un univer- Space and Time, Princeton, 1996, p. 85.
so en expansión, sino para dar cuenta de las 33 Cf. S. Hawking, A Brief History of Time, pp.
observaciones que muestran que la expan- 138-139.
sión del universo se está acelerando. 34 Cf. S. Hawking y R. Penrose, The Nature of
19 Cf. X. Zubiri, Inteligencia sentiente, p. 132; Space and Time, p. 121. Puede verse J. Bar-
Inteligencia y razón, pp. 247-249; 271-273. row, Theories of Everything, Oxford, 1991,
20 Cf. X. Zubiri, El hombre y Dios, p. 121. pp. 66-68; W. L. Craig, "Hartle-Hawking
21 X. Zubiri, “Trascendencia y física”, c. 419. Cosmology and Atheism", en Analysis 57
(1997) 291-295.
22 Cf. X. Zubiri, “Trascendencia y física”, c. 421.
35 Cf. X. Zubiri, Inteligencia y razón, pp. 215-
23 Cf. P. J. E. Peebles, Principles of Physical
216.
Cosmology, Princeton, 1993, pp. 475-483. A.
Guth y M. Sher, “The Impossibility of a
36 Cf. X. Zubiri, “Trascendencia y física”, c. 421.
Bouncing Universe”, Nature 302 (1983) pp. 37 Cf. X. Zubiri, Inteligencia y logos, p. 335.
505-507. 38 Cf. X. Zubiri, El hombre y Dios, pp. 134-178.
24 Cf. X. Zubiri, Sobre la esencia, Madrid, 1962, 39 Cf. X. Zubiri, “Trascendencia y física”, c. 422.
199-200. Esta distinción la ha mantenido 40 Cf. X. Zubiri, “Trascendencia y física”, cc.
Zubiri hasta el final de su vida, cf. El hombre
422-423. En una conferencia todavía inédita
y Dios, pp. 24-25. En el artículo “Trascen-
pronunciada en Alcobendas en el año 1959,
dencia y física” Zubiri presupone esta distin-
titulada “Utrum Deus sit, Zubiri hacía consi-
ción, aunque no utiliza la terminología cos-
deraciones muy semejantes para justificar la
mos-mundo, cf. c. 422.
realidad de Dios, aludiendo al “razonamiento
25 X. Zubiri, “Trascendencia y física”, c. 422. clásico de Santo Tomás”. Zubiri se refería a
26 X. Zubiri, “Trascendencia y física”, c. 421. la vía de la causalidad, pero interpretando la
causalidad como mera funcionalidad, y por
27 En el caso del modelo del estado estaciona-
tanto como algo que sí se puede encontrar
rio, la conclusión sería la misma, o incluso
directamente en la aprehensión. En cual-
más evidente, porque ese modelo, ya des-
quier caso, el punto de partida de aquellas
echado, requería la creación continua de ma-
consideraciones era la religación, y no la
teria.
imagen del universo proporcionada por la
28 A. Guth, “Inflation and the New Era of High- ciencia.
Precision Cosmology”, MIT Physics Annual, 41 Cf. X. Zubiri, “Trascendencia y física”, cc.
2002, pp. 28-39. 423-424.
29 Cf. A. Borde y A. Vilenkin, “Eternal Inflation 42 Cf. X. Zubiri, Sobre la esencia, 389-402;
and the Initial Singularity”, Physical Review Inteligencia sentiente, pp. 192-193.
Letters 72 (1994), pp. 3305-3309; A. Linde, 43 La dificultad ya se insinúa en el texto de los
D. Linde y A. Mezhlumian, “From the Big
años treinta sobre Hegel recogido en Natura-
Bang Theory to the Theory of a Stationary
leza, historia, Dios, Madrid, 1987, pp. 267-
Universe”, Physical Review D 49 (1994), pp.
287, especialmente en la p. 282.
1783-1826.
44 Cf. X. Zubiri, Estructura dinámica de la reali-
30 Cf. A. Borde, A. Guth y A. Vilenking, “Infla- dad, Madrid, 1989, pp. 11-21.
tionary space-times are incomplete in past 45 Cf. X. Zubiri, Estructura dinámica de la reali-
directions”, Physical Review Letters 90 (2003)
dad, p. 62; El hombre y Dios, p.312.
151301; A. Guth y D. Kaiser, “Inflationary
Cosmology: Exploring the Universe from the 46 Cf. X. Zubiri, Estructura dinámica de la reali-
Smallest to the Largest Scales”, Science 307 dad, pp. 105-128.
(2005) 884-890. 47 Cf. X. Zubiri, El hombre y Dios, p.168.

XAVIER ZUBIRI REVIEW 2005


La vía cósmica hacia Dios según Xavier Zubiri 107
_____________________________________________________________________________________________________

48 Cf. X. Zubiri, “Trascendencia y física”, c. 423. tano a las vías de Tomás: se demuestra una
En la ya mencionada conferencia de Alco- existencia, pero después habría que demos-
bendas, del año 1959, Zubiri pensaba que el trar que esa existencia tiene los atributos
carácter personal de Dios es algo que excede que todos otorgamos a Dios.
lo que podemos concluir a partir de su fun- 52 Cf. X. Zubiri, El hombre y Dios, p. 121.
damentalidad respecto al mundo, de tal ma- 53 Cf. B. Pascal, “Mémorial”, en sus Oeuvres
nera que se inscribe en el ámbito, no de lo
complètes, París, 1954, p. 554.
racional, sino de lo razonable.
54 Cf. X. Zubiri, El hombre y Dios, p. 152. Es
49 Cf. X. Zubiri, El hombre y Dios, pp. 165-178.
unproblema grave, que no podemos abordar
50 Cf. X. Zubiri, “Trascendencia y física”, c. 419. aquí, la identificación de Zubiri entre el Dios
51 Cf. X. Zubiri, El hombre y Dios, pp. 121-123. de las religiones y el Dios de Abraham, Isaac
En la mencionada conferencia de Alcoben- y Jacob al que se refiere Pascal. ¿Es real-
das, Zubiri recuerda el comentario de Caye- mente el mismo Dios?

XAVIER ZUBIRI REVIEW 2005

S-ar putea să vă placă și