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Emisiones de gases y energía ante la pandemia del COVID-19

Nos encontramos en una situación muy grave. La crisis del COVID-19


ha puesto todo 'patas arriba'. El único que podría salir beneficiado de
todo esto es el planeta, ya que se han reducido considerablemente las
emisiones de carbono, pero, ¿qué pasa con el mayor uso de energía en
el hogar?
Como ya sabemos, el COVID-19 ha sido declarado recientemente
pandemia por la Organización Mundial de la Salud. Los casos ya
suman aproximadamente 200.000 infectados en más de 160
países. Esta situación nos viene grande a todos, con cerca de 8.000
personas fallecidas en todo el mundo. Una situación negativa que
parece alargarse más de lo esperado.
Ante estos momentos de crisis y de más de una nación sumergida en el
bloqueo, el planeta parece tomarse un 'break'. Encontramos efectos
secundarios positivos para el medio ambiente y para la salud. Estas
últimas semanas la actividad industrial se ha reducido en casi todo el
planeta, al igual que el transporte con vehículos de combustión.

La propagación del virus ha provocado una caída en las emisiones


mundiales de los gases de efecto invernadero. Todo ello es la
consecuencia del 'bloqueo' temporal de las actividades industriales,  el
descenso de la demanda del petróleo y la disminución de los viajes
aéreos. Pero como en otros escenarios anteriores, esta situación no es
inesperada. Si atendemos a la historia, los desastres tienden a provocar
una disminución temporal de las emisiones de carbono, que luego
suelen provocar un 'efecto rebote'.
Este 'bloqueo' casi mundial afecta directamente a que las personas
pasan más tiempo en sus hogares. Esto se refleja en que el consumo de
energía va en aumento, aunque todo depende en gran medida de las
condiciones climáticas, la geografía y los diferentes estilos de vida
familiar.
Por lo general, 'caldear' tu casa, el uso intensivo del televisor, del
ordenador con el 'teletrabajo' y las compras en línea, los
electrodomésticos o el hecho de tener siempre alguna lámpara
encendida, provoca un mayor consumo de energía. Las pandemias,
como el Covid-19, generan cambios de comportamiento que pueden
aumentar la huella de carbono de un hogar.
En definitiva, no hay nada que celebrar con la propagación de este
virus. Sí, las emisiones de gases de efecto invernadero parecen
reducirse pero luego previsiblemente habrá un notable repunte,
aumentarán de forma drástica.

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