Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
SIDADCAMPUS
TEOTIHUACÁN
INACE
TEMA “Escritura”
Escribir es representar las palabras o las ideas con letras u otros signos
convencionales trazados en papel u otra superficie por medio de un instrumento
adecuado a este fin específica. (García, 2001, p. 29)
2
Los primeros intentos de escritura en el niño comienzan cuando este empieza a
esbozar los dos tipos básicos de escritura trazos ondulados continuos y los
redondeles o líneas verticales discontinuos. De esta manera se puede decir que
hay escritura en el niño, lo cual suele suceder alrededor de los dos años y medio,
en la etapa en la que desde la psicogénesis ubica los comienzos de la
simbolización. Emilia Ferreiro diferencia cuatro niveles sucesivos a través de los
cuales los niños comienzan sus experiencias en la escritura y llegan a apropiarse
de esta herramienta.
Nivel 1: En este nivel el niño reproduce los rasgos típicos de la escritura trazos
ondulados continuos y rayas verticales discontinuas. La escritura no cumple una
función comunicativa, pero el niño puede interpretar o no su propia escritura.
Nivel 2: La hipótesis de que para poder leer cosas diferentes debe haber una
diferencia objetiva en las escrituras. Esto implica una continuidad con el período
anterior donde requería por un lado un número mínimo de grafías y por el otro
cierta variedad. La diferencia de esta etapa con relación a la etapa anterior es que
ahora utiliza mayor número de grafías y son más definidos y próximos a las letras.
Nivel 3: En este nivel surge la llamada hipótesis silábica, donde el niño intenta
atribuir un valor sonoro a cada letra que compone la escritura. La evolución en
este sentido se relaciona con que se supera la etapa de correspondencia global
entre la forma escrita y su expresión oral, se busca encontrar la correspondencia
entre partes del texto y partes de la expresión oral, de tal manera que cada letra
será equivalente a una sílaba.
3
Los niveles de escritura establecidos por Beatriz Emilia Ferreiro Schavi, observó
que las escrituras de los niños atraviesan por una serie de cambios y evolucionan
hacia niveles superiores de claridad y coherencia. Las categorías que se utilizaron
fueron: Nivel Presilábico, Nivel Silábico, Nivel Silábico Alfabético, Nivel Alfabético.
(Chacón, 2000, pp. 11)
Nivel concreto: Esta etapa ocurre cuando el niño aún no comprende en absoluto el
funcionamiento de la escritura ni la forma de las letras, pero quiere empezar a
imitar la manera de plasmar textos que ve en sus mayores. Así, si trata de imitar
las letras cursivas, tenderá a dibujar una línea continua con diferentes formas y
curvas. Por el contrario, si está tratando de imitar la letra de imprenta, dibujará
formas no unidas entre sí. Cabe destacar que los dibujos realizados por el niño en
esta etapa no guardan ninguna relación con las palabras que intenta representar
ni con las verdaderas letras del alfabeto.
Nivel presilábico: Los niños en este nivel escriben haciendo garabatos y los leen
libremente. No hay relación entre la escritura y los aspectos sonoros del habla. No
coinciden las letras con los sonidos. (Chacón, 2000, pp. 11)
El niño realiza trazos similares al dibujo cuando escribe. No diferencia dibujo,
escritura, números.
4
Más adelante las producciones del niño manifiestan una diferenciación entre el
trazo-dibujo y trazo- escritura.
5
Escrituras sin control de cantidad: Luego el niño comprende que la escritura del
nombre de un objeto o de una persona se compone de más de una grafía y
escribe sin control de cantidad.
Escrituras fijas: Según las investigaciones de Emilia Ferreiro, los niños exigen que
en sus producciones escritas haya un mínimo de tres grafías para que éstas
adquieran significado. A esta exigencia se la denomina hipótesis de la cantidad,
esto explica la imposibilidad de leer monosílabas, como los, sol, la, en. El niño
considera que no dice nada. Ahora bien, la misma cantidad de grafías en el mismo
orden le sirven para expresar distintos significados, dando lugar a las escrituras
fijas. En este caso el significado sólo depende de la intención que el niño tuvo al
escribirlo. (Farrero & Tschopp, 1995, pp. 23-30)
Nivel silábico: El niño y la niña en esta etapa elaboran los primeros intentos para
asignar a cada letra un valor sonoro silábico, es decir descubre los sonidos de una
palabra y de las silabas, hace uso de las vocales y algunas letras conocidas con
más frecuencia. Esta correspondencia requiere un ajuste entre la cantidad de
grafías y los recortes sonoros de las palabras que el niño puede hacer. Al tratar de
interpretar textos, el niño elabora y prueba diferentes hipótesis que le permitirán
descubrir que el habla no es un todo indivisible, y que a cada parte de la emisión
oral le corresponde una parte de la representación escrita. (Farrero & Tschopp,
1995, pp. 30-35)
6
Nivel silábico alfabético: Es un momento en que el niño trabaja simultáneamente
con dos hipótesis la silábica y la alfabética. En el pensamiento del niño se
producen conflictos entre la hipótesis silábica y la información que está recibiendo
con el uso del material escrito. Al escribir las palabras usa grafías que a veces
representa sílabas y a veces fonemas. Usa grafías espontaneas y convencionales.
A veces las consonantes son representadas con cualquier grafía y las vocales con
la letra correspondiente. (Chacón, 2000, pp. 17-19)
Nivel Alfabético: En esta etapa las escrituras son construidas en base a una
correspondencia entre letras y fonemas, es decir entre grafías y sonidos. El niño
descubre el valor sonoro estable de los fonemas y lo aplica en sus producciones.
Para que ocurra esto, habrá tenido que tomar conciencia de que en el habla cada
sílaba puede contener distintos fonemas. A estas representaciones escrita se las
denomina alfabéticas porque manifiestan que el niño ha comprendido una de las
características fundamentales de nuestro sistema de escritura, es decir la relación
fonema-letra. (Farrero & Tschopp, 1995, pp. 35-38)
7
Conclusión
Bibliografía
Briceño, C. (2000). Reflexiones sobre la escritura a partir de Vigotsky. Educare,
41.
Chacón, S. (2000). Niveles de escritura. Ministerio de Educación, UGEL
Andahuaylas, 6-19.
Farrero, P., & Tschopp, L. (1995). El proceso de aprender a leer y escribir
Orientaciones Pedagogicas. México: Dirección de Programación y Gestión
Educativa, 23-38, .
García, A. (2001). La vida de la escritura. Pulso, 29.
Rincón, C. (2001). La escritura I. Escritura, 8.