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RAZON PRACTICA y DERECHO NATURAL

(El iusnaturalismo de Tomás de Aquino)


COLECCION DE ESTUDIOS JOAQUIN GARCIA-HUlDOBRO
Profesor de Teoría Política en la
y MONOGRAFIAS
Universidad de Valparaíso
19

Esta Colección se publica bajo la responsabilidad de la


Facultad de Dereclw y Ciencias Sociales de la Universi-
dild de Valparaíso, y pretende ofrecer a los estudiosos y a
los profesionales del Dereclw y otras disciplinas afines,
una serie de estudios y monograf'ws, a cargo de distingui-
dos especialistas, que traten con un criterio de rigor y pro-
fundidad cientfjica temas de interés y dificultad en tales
materias. RAZON PRACTICA
Y
DERECHO NATURAL
En esta misma colecci6n:

1. División y fuentes del Derecho positivo, por Manuel de Rivacoba y Rivaco~. 1968 (El iusnaturalismo de Tomás de Aquino)
2. La obediencia jerárquica en el Derecho Penal, por Manuel de Rivacoba y
Rivacoba, 1969
3. Estatuto jurídico de la televisión chilena, por Agustín Squella Narducci, 1974
4. Estudios de Derecho romano, por Aldo Topasio Ferretli, 1975
5. Principios de Derecho tributario, por Pedro Massone Parodi, 1975, 2Q OO., 1979
6. Estudios de Derecho civil, en memoria del Profesor Victorio Pescio, 1976
7. Derecho, desobediencia y justicia, por Agustín Squella Narducci, 1979, 2°ed. 1992.
8. La problemática del arrendamiento urbano, por Alvaro QuintaniUa Pérez, 1977
9. La posesión inscrita en el Derecho romano, por Aldo Topasio Ferreti, 1978
10. Reformas al régimen matrimonial y de filiación, por LesUe Tomasello lIart y Alvaro
Quintanilla Pérez, 1981
11. El derecho disciplinario en el Estatuto Admi,tislrativo, por Guillenno Schiessler
Quezada, 1982
12. Las obligaciolfes de dinero: régimen de reajuste e intereses, por LesUe Tomasello Hart,
1983

~
13. Kelseny la Iógicajur¡Jicaforma~ por Manuel Manson Terrazas, 1984
14. La comratación, contratación tipo de adhesión y dirigida. Autocontratación ji;-sub~
contratación, por Leslie Tomasello Hart. 1983
15. Los modos de adquirir el dominio, por Victoria Pescio Vargas, 1981 EDEVAL
16. Estudios de las características psicosociales Jela/amilia marginal, por Marta Letelier -r.
y Marisa Radrigán,.1990
17. FUetftes del Derecho chileno el! la codificación, por Aldo Topasio Ferretti, 1992
18. Procedimiento civil romano, por AJdo Topasio FerreUi, 1992. Valparaíso
1993
UNIVERSIDAD DE VALPARAISO
FACULTAD DE DERECHO y CIENCIAS SOCIALES

F.sCUEIA DE DERECHO

En memoria de mi abuelo, Francisco


COJTea Montt, que me u'ansmitió el
gusto por el estudio.

A Alvaro d'Ors y Fernando Moreno,


en quienes pude descubrir lo que
significa ser universitario.

©
Copyright 1993 JOAQUIN GARCIA-HUlDOBRO CORREA

Inscrito en e1 Registro de la Propiedad Intelectual bajo el número 84.902


Esta edición es propiedad de EOEVAL.

Diseño: Al1an Browne Escobar.


IX

INDICE
Página

Abreviaturas ................................. '" ........ , ........... 3


PROLOGO ......................................................... 5

INTRODUCCION: EL PROBLEMA DEL DERECHO


NATURAL .................................................... 13
A. DIFICULTADES PARA UN PENSAMIENTO IUSNA-
TURALISTA EN LA ACTUALIDAD .... , ............ '" ....... 14
B. NUEVOS HORIZONTES PARA EL IUSNATURALISMO ..... 18
C. UTILIDAD EPISTEMOLOGICA DE UNA TEORIA
IUSNATURALISTA ............................................ 23
l. Problemas de la ciencia jurídica descriptiva ........... 24
2. Significado de la perspectiva <<práctica» de
análisis.Un criterio antropológico ... , .................. 27
3. Evaluación y descripción ................................ 29
D. INTERÉs DEL IUSNATURALISMO DE TOMAS DE
AQUINO ........................................................ 33
ii
NOTAS COMPLEMENTARIAS .................................... 35

PRIMERA PARTE
LA TRIPLE CLASIFICACION TOMISTA
DE LOS PRECEPTOS DE LEY NATURAL
CAPITULO 1: LOS PRIMEROS PRINCIPIOS DE
LA LEY NATURAL Y SUS PROPIEDADES .......... .45
A. EL CRITERIO TOMISTA PARA DISTINGUIR LOS
PRECEPTOS DE LEY NATURAL ............................ .45
B. PROPIEDADES DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS .......... .49
1. Notoriedad ............................................... .49
2. Indemostrabilidad ........................................ 51
3. Inerrancia .................................................. 52
x RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL lNDICE XI

4. Universalidad ............................................. 53 H. «DEBER SER» Y RAZON PRACTICA ...........•..•....... 122


5. Inmutabilidad ............................................. 56
6. Carácter indeleble ........................................ .59 NOTAS COMPLEMENTARIAS ....•.....•........•.............. 126
7. Carácter de fines .......................................... 63
CAPITULO nI: PRECEPTOS DE LEY NATURAL
8. Carácter premoral.. ....................................... 67
DERIVADOS DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS ... 133
a) Las tesis de John Finnis y Germain Grisez ....... 67
b) Textos tomistas .......................................74 A. PRECEPTOS SECUNDARIOS ..••..••.......•......•........ 133
e) Premoralidadyfinalidad ............................76
B. PRECEPTOS SOLO ACCESIBLES A LOS SABIOS ......... 136
NOTAS COMPLEMENTARIAS ....•.•...........•........•........ 80
C. Los PRECEPTOS DERIVAOOS Y SUS PROPIEDADES ... 139
CAPITULO U: EL CONOCIMIENTO DE LOS PRI- 1. Cognoscibilidad y universalidad ...................... 140
MEROS PRINCIPIOS DE LA LEY NATURAL ........ 85 2. Demostrabilidad ........................................ 142
3. Mutabilidad .............................................. 144
A. LOS "VALORES BASICOS" DE FINNIS ..•................... 85 4. Delebilidad .............................................. 148
B. ¿CUAL ES EL FUNDAMENTAL ENTRE LOS PRIN- 5. Carácter de medios ..................................... 149
CIPIOS COMUNES? ...........•......•..........•............. 87 D. OBTENCION DE LAS REGLAS MORALES .....•........... 153
C. POSIBILIDAD DE INCLUIR EL AMOR A DIOS ENTRE . 1. Una dificultad para el iusnaturalismo ................ 153
LOS PRIMEROS PRINCIPIOS ...............•...•............. 90 , 2. Textos tomistas sobre la relación entre los
preceptos ................................................ 154
D. OTROS PRINCIPIOS COMUNES .............................. 96 3. Método del derecho natura!... ......................... 156
1. Sociabilidad ............................................... 96 a) Los requerimientos de razonabilidad práctica .. . 157
2. Racionalidad ...............................................97 b) Análisis de los requerimientos a la luz de la
3. Comparación entre Tomás y Finnis .................... 97 filosofla de Tomás ................................. 161
4. Inclinaciones humanas y principios comunes ......... 99 4. Prudencia, prudencialismo y racionalismo .......... 164
a) Primera inclinación y "vida" ...................... 101
b) Segunda inclinación y "procreación" ............ 102 NOTAS COMPLEMENTARIAS .................................. 166
e) Tercera inclinación y "conocimiento",
"juego" y "experiencia. estética" .................. 103 SEGUNDA PARTE
LOS PROCESOS DE DERIVACION POR
E. EL PRIMER PRINCIPIO DE LA RAZON PRACTICA ....... 106 «CONCLUSION» Y POR «DETERMINACION»
F. EL PRIMER PRINCIPIO PRACTICO, LOS COMMU-
CAPITULO IV: EL PROCESO DE DERIVACION
NISSIMA y EL FIN ULTIMO •....................•.......... 110
POR «CONCLUSION» ................................... 171
l. El principio" el bien hay que hacerlo y
perseguirlo" y los demás primeros principios....... 111 A. LAINSUFICIENCIADELALEYNATURAL ............... 171
2. Primeros principios y fin último ...................... 112
B. ¿EXISTEN NORMAS POSITIVAS QUE SE DERIVEN DE
G. EL CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS ... 114 LAS NATURALES POR «CONCLUSION»? ................. 174
1. Facultad que conoce los primeros principios ........ 115
C. INTERPRETACION DE LOS TEXTOS TOMISTAS
2. La sindéresis ............................................ 117
SOBRE LA DERIV ACION POR «CONCLUSION» .......... 177
XII RAZONPRACTICA Y DERECHO NATURAL INDICE XIII

D. LEY NATURAL Y lUS GENTlUM ...........•............... 183 B. LA DISTINCION ENTRE LEY Y DERECHO ................ 224
1. Dificultades .............................................. 184 1. Sentidos de la voz «derecho» ......................... 225
2. Nociones de derecho natural .......................... 185 2. Acepciones actuales de la voz «derecho» ............ 226
3. La ley como "cierta razón del derecho" .............. 229
E. TRADICION Y ORIGINALIDAD EN LA NOCION
TOMISTA DEL IUS GENTIUM ••.•.....•..•.•...•........... 192 C. EL DERECHO, OBJETO DE LA JUSTICIA ................•. 231
1. La diversa tenninología de las fuentes del 1. La"cosa Justa
. " .......................................... 231
concepto de ius gentium .. '" .......................... 192 2. ~e~on~mia entre [ex y ius, e importancia de la
a) Lenguaje de los juristas y lenguaje de los disttnclón ................................................ 233
filósofos .. ........................................... 192
b) Ius naturae y ius gentium en el derecho D. LEY NATURAL Y DERECHO NATURAL.. ............•.... 235
1. Existencia de la distinción entre ley natural y
romano .............................................. 194
i) Época de indiferenciación .................... 194 derecho natural.. ........................................ 235
ii) Comienzo de la distinción entre ius 2. Lo justo natural como un orden recto ................ 236
naturae y ¡us gentium ......................... 195 E. EL PROCESO DE «DETERMINACION» O «ESPE-
iii) El ius gentium como fuente .................. 197 CIFICACION» .•.............................................. 237
iv) El ¡us gentium en Bizancio ................... 197 1. La ley como proyecto del derecho .................... 237
c) La idea medieval del ius gentium: Isidoro de 2. La «naturaleza de la cosa» ............................. 240
Sevilla ............................................... 199 3. Lo justo natural .................. '" .................... 241
2. La respuesta de Tomás de Aquino: un esfuerzo 4. Razonabilidad y subjetividad en la sentencia ........ 244
clarificador .............................................. 202 5. La mediación del derecho natural en el hallazgo
a) Nocionesfilosóficas utilizadas para de la solución jurídica .................................. 245
esclarecer la cuestión ............................... 203 F. SOBRE LA MUTABILIDAD DEL DERECHO NATURAL ... 246
b) Criterios de interpretación de las fuentes ........ 205
i) Textos romanos ................................ 205
1. Cambios en lo justo natural ........................... 247
2. La ley natural: fuente de derecho ..............,,,...... 251
ii) . Aristóteles ...................................... 205
iii) Isidoro de Sevilla .............................. 206 NOTAS COMPLEMENTARIAS .................................. 256
iv) Graciano ........... ' ............................ 207
3. El concepto de ius gentium en Tomás de Aquino ... 208 CAPITULO VI: IUSNATURAUSMO Y FILOSOFIA
PRACTICA ................................................. 259
NOTAS COMPLEMENTARIAS ..............•••.......•.....•... 212
A. TOMAS DE AQUINO: UNA FILOSOFIA PRACTICA
CAPITULO V: EL PROCESO DE «DETERMINA- QUE AFIRMA LA REALIDAD ............................... 260
ClON» A PARTIR,DE LA LEY NATURAL .......... 217
B. EL REALISMO TOMISTA ANTES LAS OBJECIONES
A. FILOSOFIAS DE LA LEY Y FILOSOFIAS DEL CONTRA EL DERECHO NATURAL ......................... 264
DERECHO ...................................••••..•.......... 217 1. Disparidad de opiniones morales: el ámbito del
1. Ellegalismo ............................................. 217 consenso ético .......................................... 264
2. Tomás de Aquino: una filosofía no legalista ........ 219 2. Falacia «ser / deber seD>: el olvido de la razón
3. Ellugat de la filosofía tomista del derecho .......... 221 práctica ................................................... 265
XIV RAZON PRACOCA y DERECHO NA1URAL

3. Ciencia jurídica ':( val?res .......... :...... :............. 270


4 El modelo ético tOlmsta: ro deontológIco ro de
. resultados ................................. ·· .. · .... ··· .. · 271
5. Iusnatura1ismo, política y «ética mínima» ........... 272
C. SUPERAR LAS F1LOSOFlAS DE LA ESCISION ........... 275
NOTAS COMPLEMENTARIAS .................................. 280 AGRADECIMIENTOS
CONCLUSIONES .............................................. 283 Cabe señalar nuestra gratitud para con la Universidad de
BIBLIOGRAFIA ............................................... · .. ·293 Navarra, y en especial su Facultad de Filosofía y Letras, un
lugar en donde se puede gozar de todo el tiempo que se quiera
para el estudio y el diálogo académico. Asimismo agrade-
cemos al director de esta investigación, el Prof. Dr. Modesto
Santos, de quien no sólo recibimos la orientación de este
trabajo y múltiples sugerencias, sino que, además, nos
pudimos beneficiar de las investigaciones que desde años
realiza acerca de los fundamen tos de la razonabilidad práctica,
base de la filosofía del derecho, la ética y la filosofía política.
Nuestro reconocimiento se dirige también al Prof. Dr.
Alejandro Llano, quien nos hizo ver la importancia de volver
hoy sobre el tema clásico de la ley natural, y a los profesores
Javier Hervada, Rafael Alvira, Marcelino Rodríguez
Molinero, Alberto Montoro, Carlos I. Massini, Steve Brock,
Alfonso García Marqués y Alejandro Vigo, que leyeron
diversas versiones de este texto y aportaron 'l'aliosas
observaciones y críticas. U na mención especial merecen
también los Dres. Pedro Serna y Renato Rabbi-Baldi, con
quienes tuvimos ocasión de debatir periódicamente casi todas
las cuestiones tratadas en este estudio.
Este trabajo, que cuenta con el patrocinio del CIRCAE
(Centro Internacional de Estudios de las Relaciones Culturales
entre América y Europa), pudo ser iniciado en España, gracias
a una generosa beca de la Fundación Andes (Chile), y
complementado durante una estancia en la Universidad de
Münster, donde contamos con la ayuda del Prof. Dr. Fer-
nando Inciarte y el inestimable apoyo de una beca del
Deutscher Akademischer Austauschdienst (DAAD).
A todas las personas e instituciones nombradas vaya
nuestra gratitud, como también a: Jaime Araos, Luis
Arechederra, Andreas Bohmler, Rafael Domingo, Alvaro
d'Ors, Hemán Corral, José Luis Femández, Jesús de Garay,
Wenceslao González, Marco Antonio Huesbe, Daniel In- 3
nerarity, Werner Krawietz, Hernán Larraín, Rafael Llano,
Raúl Madrid, Jorge Martínez, Fernando Moreno, Gonzalo
ABREVIATURAS
Peltzer, Antonio-Carlos Pereira, Cristián Pizarro, Leonardo
Polo, Jaime Reyes, Thomas Schauff, Richard Stith, Obras de Tomás de Aquino:
Wolfgang Strobl, Manuel Valdés, Eduardo Valpuesta,
Alejandro Vergara, Aníb~l Vial, Rodolf? L. Vigo, Pedro De Ver.: De Veritate
Zelaya, Bildungzentrum Wldenberg, Colegio Mayor Belagua Div. Nom.: Expositio in Dionysii De Divinis Nominibus
y, muy especialmente, a las autoridades, profesores y In Bt?e.th. De Trin.: Expositio super librum Boethii De
alumnos de la Universidad de Valparaíso. Tnmtate
In An.: In Aristotelis librum de anima
In EN: In. '!ecem libros ethicorum Aristotelis ad Nicomachum
exposltlo
In Poi.: In octo libros politicorum Aristotelis expositio
In Sent.: In quattuor libros sententiarum Petri Lombardi
C.G.: Summa Contra Gentiles
R~. Pr.: De regi"!ine I?rin~ipum ad Regem Cypri
Vlrt. Com.: De v¡rtutlbus In Communi
1: Prirnq Pars de la Summa Theologiae
I-ll: Pnma Secundae de la Summa Theologiae
ll-~I: Se~unda Secundae de la Summa Theologiae
llI. Terna Pars de la Summa Theologiae

Otros autores:

D~cr.: Decretum (Graciano)


Dlg.: Digestum (Justiniano) "
Etym; Etymologiarum (Isidoro de Sevilla)
EN: Etica a Nicómaco (Aristóteles)
Met.: Metafísica (Aristóteles)
PoI.: Política (Aristóteles)
PROLOGO

1
En las últimas décadas, diversas investigaciones (Villey,
Hervada y Massini, entre otros) han marcado las debidas
distancias entre la filosofía jurídica realista de Tomás de
Aquino y aquellos sistemas normativistas que signaron el
pensamiento moderno sobre el derecho. La noción de derecho
como «cosa justa», puesta de relieve por esos estudiosos,
halló un ambiente propicio en el encuentrO con otras líneas de
pensamiento que acometieron la crítica del legalismo,
revalorizando la tópica (Viehweg), la retórica (Perelman),
poniendo de relieve el valor de la interpretación (Kaufmann),
marcando las diferencias existentes entre el método de las
ciencias prácticas y las especulativas (Hennis) y destacando
las nociones de verdad práctica (Inciarte) y razonabilidad
(Finnis).
Esta distancia respecto dellegalismo se ha visto también en
el campo específicamente ético, donde se ha mostrado
(Pinkaers) que la moral de reglas y deberes que se impuso en
el pensamiento europeo a partir del siglo XVI poco tiene que
ver con la ética fundada en la felicIdad y la virtud, propuesta,
entre otros, por Tomás de Aquino. Por otra parte, atendidos
los peligros de las llamadas éticas teleológicas y de la
mentalidad tecnocrática, la noción de virtud ha pasado a ser un
tema central del debate actual (Maclntyre, Abbil).
Este panorama, que en muchos aspectos supone un
verdadero avance con respecto a la situación existente en la
filosofía práctica de la primera mitad del siglo XX, exige
volver a plantear uno de los temas clásicos de esa filosofía, el
de la ley, y, más específicamente, el de la ley natural. Sin ellas
la empresa de superar ellegalismo racionalista podría llevar
hacia la postura no menos reduccionista de un
«prudencialismo». Así cabría calificar a una postura que, al
6 RAZON PRACOCA y DERECHO NATURAL PROLOGO 7

destacar la no.vedad de la verdad práctica, su carácter no. parecen co.nciliarse del todo.. En particular, se trata de
indeductible y la o.riginalidad de la decisión prudencial - mo.strar cómo. la teoría to.mista de la ley se co.rresponde co.n la
todas ellas co.sas verdaderas--, termine por perder de vista la del derecho., y que no. está co.mpleta una expo.sición que,
referencia a criterio.s o.bjetivos capaces de iluminar la Co.mo. se ha hecho. tradicio.nalmente, se limite al Tratado. de la
constitución de dicha verdad. Ley de la Summa Theologiae, ni tampoco., co.mo. ocurre en el
No. se puede desco.nocer que so.bre la cuestión de la ley caso. de VilIey, que se restrinja exclusivamente al Tratado. del
también se ha trabajado. en las últimas décadas co.n gran Derecho. y la !ustici~, relegando. el tema de la ley a la teo.lo.gía
profundidad. Piénsese, por ejemplo, en las investigacio.nes de mo.ral. Al mIsmo. tIempo, se busca presentar una interpre-
G. Kalino.wski, quien se ha ocupado especialmente de los tación de lo.s pasajes más debatido.s de la Summa que sea
aspecto.s lógico.s de las no.rmas. Asimismo, también se han co.mpatible Co.n lo.s texto.s paralelo.s en o.tras o.bras del
realizado estudios so.bre cuestio.nes paniculares de la teoría Aquinate, especialmente co.n su Commentarium a la Ética a
tomista de la ley natural, especialmente en el área anglosajona Nicómaco de Aristóteles. Además, se procurará reso.lver
(Thero.n, Brock, Bro.wn), e incluso. intento.s de una nueva alguno.s problemas más paniculares, co.mo. el saber si existen
exp?sición de ~a misma (Finnis, Grisez, Bo.yle), que han no.rmas po.sitivas que deriven po.r co.nclusión a panir de las
motIvado. una Interesante discusión (MacInerny Bo.urke naturales y si el llamado. ius gentium debe co.nsiderarse
Hittinger, Veatch). ' , derecho. po.sitivo. o. natural.
El o.bjeto. de estudio. co.ndicio.nó la metodo.lo.gía empleada.
11 En primer lugar, se procuró ir directamente a las fuentes, para
Aunque este trabajo. tiene presente las anterio.res investi- detectar aquello.s temas y texto.s más relevantes y presentar
gacio.nes, no. pretende intervenir directamente en esas una expo.sición de co.njunto. de lo.s mismos.
di~cusio.nes ni, mucho. meno.s, presentar un pano.rama de las En s.egun~o. término., a .Ia ho.ra de interpretar dicho.s textos,
mIsmas. Tampoco. estudia la esencia de la ley natural, su se Pru:tIÓ aplIcando. una cIerta presunción en favor del autor ¡!;
caráct~r de ley, su rel~ción co.n una visión teleo.lógica o. estudIado. Es deCIr, antes que apresurarse en denunciar
teo.lóglca del.co.smo.s, nI pretende responder a la impo.rtante co.ntradicci<:mes 0., lo. que es peor, o.mitir aquello.s pasajes que
pregunta de SI su fundamento. es lo. natural o. lo. racio.nal. Este a p~mera vIsta nI? paredan co.ni-iIiables co.n las expo.sicio.nes
estudio. trata de la ley natural -po.r así decirlo-- desde su habllu.ales, se .Intentó busca~ una interpretación que
interio.r, a~alizando. la clasificación to.mista de sus principio.s, arm.onIzara las ~Iversas afirmaCIOnes. Esta presunción, para
y las relaCIOnes que se dan entre lo.s mismo.s y respecto. de la deCIrlo. en térmIno.s forenses, es de aquellas que admiten
ley y el derec~o. po.sitivo.s. Respo.nde a la co.nvicción de que al p~ueba en c~mtrari? No. se ~taba, po.r tanto., de proceder po.r
atender especIalmente a la triple catego.rización entre principio.s VIa de autondad, SInO. de elegrr un modo. de aproximación a la
com~nes, s~undario.s y accesibles sólo. a lo.s sabio.s, se puede cue~tión q.u~ parecía I?ás r~zonable que su o.puesto.. Un
explIcar. me~o.r la cuestión de lo.s modo.s (<<co.nclusión» y mo.tIvo. decISIVo. para aplIcar dIcha presunción fue el co.nstatar
«determInacIón») en que algo. se deriva a panir de la ley a lo. lar.go. de I~ investigació?, que To.más de Aquino. no es u~
natural y, co.nsiguientemente, las relacio.nes que se dan entre auto.r slstem~tIco, en el se~tIdo moderno de esta expresión, lo
la teo.ría to.mista de la ley natural (I-U, 94) y la del derecho. (II- que le permIte estar espeCIalmente atento. a los diverso.s uso.s
II, 57). lingüísticos y mantener intacto. el lenguaje de las fuentes. Mu-
Este. estudio. pretende hacer una expo.sición del chos de los equívoc?s ~ propósito. ~el Aquinate parecen
p~nsamlento. de To.más de Aquino. so.bre las cuestio.nes alu-
fundarse en una aplIcaCIón no sufiCIentemente crítica de
dIdas, que sea capaz de armo.nizar texto.s que, a primera vista, criterio.s metodológico.s que sólo son válido.s para autores que
8 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL PROLOGO 9

utilizan una terminología carente de la analogía y flexibilidad Cabe también anotar que, cuando se han estudiado las
propias del lenguaje del Aquinate. opiniones de algunos autores diversos de Tomás, se ha
En tercer lugar, es posible que el lector de este libro sobre procurado, en la medida de lo posible, hacer una interpre-
Tomás note la falta de referencia a sus grandes comentaristas tación benévola de los mismos, poniendo especial atención en
escolásticos. Esta elección no supone más que una decisión aquellos puntos en donde sus investigaciones han significado
metodológica, derivada de la necesidad de ir a las fuentes en un avance, dentro de una filosofía que, como la del Aquinate,
un tema en donde diversos estudios de historia de la filosofía no constituye un sistema rígido y cerrado. Los trabajos de
del derecho (Villey, Hervada) han advertido algunas estudiosos como Villey, Grisez y Finnis han originado
diferencias significativas entre ese autor y sus intérpretes de numerosas polémicas, que, en el caso de los dos últimos,
épocas pasadas. En este sentido esta investigación se inscribe están especialmente vivas. En esta obra se ha evitado entrar en
en un contexto diferente al de la mayoría de los estudios ius- discusiones que no parezcan estrictamente necesarias. Las
naturalistas que se han escrito en el mundo de habla hispánica críticas que eventualmente se formulen en ella respecto de
en la primera mitad de este siglo y -basta examinar la algunas tesis de dichos estudiosos no niegan el reconoci-
bibliografía- está más cercana a algunas líneas de investi- miento que merecen sus trabajos y la deuda intelectual que el
gación desarrolladas en el ambiente anglosajón durante los autor tiene respecto de los mismos.
últimos veinte años. Una última observación metodológica: para facilitar la
Se ha hecho referencia, en cambio, a algunos autores exposición del pensamiento tomista y la lectura del libro, se
actuales, como J. Finnis y G. Grisez. La razón no es su acti- buscó, en la medida de lo posible, reducir el número de notas
tud crítica respecto de cierto tomismo tradicional, sino el que y comentarios a pie de página. Cuando ha parecido importante
estén especialmente atentos a la discusión académica que se da extenderse sobre algún tema accesorio se ha incluido dicha
entre otras corrientes doctrinales, que sus obras sean todavía reflexión en una sección de notas complementarias, que se ha
poco conocidas en algunos países de Europa continental e colocado al final de cada capítulo. Este sistema ha permitido
Hispanoamérica, y que proponen muchas ideas de dar a dichas notas una extensión mayor que las que habi-
considerable interés. tualmente se hacen a pie de página, lo que pareció conve-
El lector advertirá también en este estudio la referencia a las niente, debido a que se entra tanto en el campo de la filosofía
ideas de M. Villey. A diferencia de los anteriores, el profesor como del derecho y que, por tanto, puede ser leída
parisino es conocido en nuestro medio; por eso su presencia eventualmente por quien no esté familiarizado con alguna de
está más bien implícita, aún en los casos en que se critican esas disciplinas.
algunas de sus tesis, y no se ha estimado necesario hacer
excesivas indicaciones bibliográficas, puesto que su obra es III
fácilmente accesible. La atención a este autor se funda en que El libro consta de una introducción, una primera parte,
su intuición de buscar el derecho en la Secunda Secundae de compuesta de tres capítulos, una segunda parte, de mayor
la Swnma Theologiae se considera válida, aunque incompleta. extensión, que abarca tres capítulos, y unas conclusiones.
En todo caso, el filósofo estudiado es Tomás, y no Finnis, En la introducción, se plantea la cuestión del derecho
. Grisez o Villey, por lo que se han limitado a lo indispensable natural en la actualidad. Allí se exponen algunas de las críticas
las referencias a estos autores, por más que se tenga en común contra esa noción y las rarones por las que, a pesar de ellas,
con ellos el empeño por ir directamente a la filosofía jurídica tiene hoy una especial vigencia, con particular referencia a la
de Tomás. idea de que algunos problemas metodológicos de la ciencia
jurídica exigen volver a plantear una teoría iusnaturalista.
10 RAZON PRACTICA Y DERECHO NAnIRAL PROLOGO 11

Como fácilmente se comprobará, esta introducción no intentar una interpretación que explique las aparentes
pretende ser exhaustiva, sino sólo hacer explícitos el contexto divergencias y dé una interpretación armónica del pensamiento
doctrinal en el que se desarrolla esta investigación y algunas del Aquinate en las diversas obras donde escribió sobre el ius
de las razones que justifican volver a tratar del iusnaturalismo gentium.
tomista. El capítulo quinto trata del proceso de «determinación».
La primen¡ paJ1e se ocupa de la triple clasificación tomista Este es un tema central para poder establecer las relaciones
de los preceptos de ley natural. Tras explicar el criterio de entre la ley natural y la ley y el derecho positivos. Si en los
acuerdo con el cual Tomás distingue diversas categorías de capítulos anteriores las expresiones ley y derecho se utilizaban
principios en la ley natural, los dos primeros capítulos se como sinónimas, aquí en cambio la terminología se precisa y
dedican a los llamados communissima, es decir a los primeros se muestra en qué sentido puede llamarse «derecho» a la ley y
principios~de la ley natural. Siguiendo, en términos generales, cómo aquél incluye más que ésta, gracias al variado uso que
el orden de la I-II, 94 de la Summa Theologiae, el capítulo recibe el término «derecho» en el lenguaje del Aquinate. Se
primero procura explicar las características que reúnen dichos sostiene, además, que junto con la distinción tomista entre ley
principios y algunas propiedades (carácter de fines, y derecho positivos debe afirmarse una distinción equivalente
premoralidad) que le son atribuidas por Finnis. En el segundo entre ley y derecho naturales. Este punto, que es notoriamente
se determinan cuáles son dichos principios y cómo se !lega a discutible, parece empero ser una clave fundamental para
su conocimiento. Especial atención se le dedica al llamado aclarar el proceso de «especificación» o «determinaciÓn» de la
primer principio del intelecto práctico y de la ley natural: "El ley y el derecho positivos. Se alude también aquí al problema
bien hay que hacerlo y perseguirlo, y el mal evitarlo" (l-U, de la mutabilidad del derecho natural.
94, 2c) y al modo en que se lo conoce. Hacia el libro, en el capítulo sexto, se hace una
En el tercer capítulo se analizan los llamados preceptos comparación entre algunas líneas generales de la filosofía
derivados, que también forman parte, según Tomás, de la ley práctica tomista y ciertas propuestas éticas actuales, y un
natural. Aquí se trata del tema de sus características, que son análisis de las objeciones al",iusnaturalismo recogidas en la
diversas de las que encontramos en los communissima, y del introducción. No se trata propiamente de una refutación de
papel de la prudencia en su formulación. El difícil problema dichas críticas, la que requeriría una atención que excede el
de la relación entre los preceptos primarios y los derivados ha propósito del trabajo, sino más bien de ver si ellas son
llevado a algunos autores a plantear la necesidad de un aplicables a la filosofía jurídica de Tomás de Aquino.
«método de derecho natural», que permita establecer algunos Con estos contrastes y discusiones se procura proporcionar
criterios de razonabilidad práctica aptos para alcanzar los un cierto marco de referencia, que permita entender cómo el
valores fundamentales de la existencia. A esta cuestión se hecho de que en los últimos años se haya despertado en
atiende también en este capítulo. algunos ambientes un singular interés por la filosofía de
La segunda parte de la obra atiende al famoso tema de la Tomás no se debe a meras preocupaciones históricas, sino al
«conclusión» y la «determinación», que serían los modos en aporte sustantivo que el pensamiento del Aquinate puede
que un precepto se deriva de la ley natural. El capítulo cuarto, aportar en la solución de aquellos problemas que hoy
dedicado a la «conclusión», plantea la cuestión de la interesan especialmente a quienes cultivan la filosofía práctica.
naturaleza del derecho de gentes, originada por ciertas
afirmaciones de Tomás que parecen incluirlo dentro del
derecho positivo. El recurso a las fuentes aristotélicas, ro- Münster, 9 de abril de 1990
manas y medievales que inspiran la doctrina tomista, permite
INTRODUCCION

EL PROBLEMA DEL DERECHO NATURAL

La evolución histórica y el cambio de generaciones parecen


haber dado término al llamado «renacimiento del derecho
natura1», que Europa conoció tras la Segunda Guerra
Mundial. Muchos de sus autores no son hoy objeto de
mayores comentarios en la discusión científica, a no ser como
simple alusión histórica a.pna postura que se considera supe-
rada, aunque comprensible en una generación que vivió las
experiencias del totalitarismo y la guerra. En algunos casos,
puede decirse que el acceso vital a un problema -la realidad
de un derecho que está más allá de los dictados del poder-
tiene la fuerza persuasiva de 10 testimonial, pero el
inconveniente de ser difícilmente comunicable de acuerdo con
los cánones establecidos para el debate académico..
Es así como, con el correr de los años, se fueron
difundiendo posturas que, manteniendo una sincera adhesión
a los principios de la democracia liberal, no estaban dispuestas
a reclamar para sí el adjetivo de «iusnaturalistas»o incluso
rechazaban abiertamente la idea de que pudiese haber algo así
como un orden jurídico natural. De ahí que hoy, a quien-
quiera llevar a cabo un planteamiento de esta clase, se
opongan dificultades de todo orden: gnoseológicas, lógicas,
metodológicas, relativas a la ética, culturales y políticas.
14 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL EL PROBLEMA DEL DERECHO NATURAL 15

A. DIFICULTADES PARA UN PENSAMIENTO WSNA- Por otra parte, antes de plantear una teoría iusnaturalista
TURALlSTA EN LA ACTUALIDAD habría que evitar la falacia consistente en pretender extraer
consideraciones axiológicas de la simple observación de la
Si se atiende a la cuestión del conocimiento, la primera de naturaleza. Ya en el siglo XVIII denunciaba Hume el error
las formas de negar la existencia de un derecho natural es tan consistente en pasar del campo del «es» al del «debe»,
simple y contundente como sostener que es inconciliable con denuncia que se ha hecho especialmente popular en el siglo
la evidente disparidad de criterios humanos a la hora de XX al ser vinculada con la «falacia naturalista» tratada por
discernir lo justo de lo injusto. Ya Aristóteles recogía la Moore. Veamos las palabras de Hume: "en todo sistema moral
opinión de quienes pensaban que "porque lo que es por de que haya tenido noticia hasta ahora, he podido siempre
naturaleza es inmutable y tiene en todas partes la misma observar que el autor sigue durante cierto tiempo el modo de
fuerza, lo mismo que el fuego quema tanto aquí como en hablar ordinario, estableciendo la existencia de Dios o
Persia, y constatan que la justicia varía", no queda más que realizando observaciones sobre los quehaceres humanos y, de
afirmar que no hay algo naturalmente justo!. En esta misma pronto, me encuentro con la sorpresa de que, en vez de las
línea, Norberto Bobbio, hace algunos años, decía: no hay cópulas habituales de las proposiciones: 'es' y 'no es', no veo
"derechos fundamentales por su naturaleza. Lo que parece ninguna proposición que no esté conectada con un 'debe' o un
fundamental en una época o en una determinada civilización, 'no debe'. Este cambio es imperceptible, pero resulta, sin
no es fundamental en otras épocas y en otras culturas. No se embargo, de la mayor importancia. En efecto, en cuanto que
ve cómo puede haber un fundamento absoluto de derechos este 'debe' o 'no debe' expresa alguna nueva relación o
históricos relativos"2. afirmación, es necesario que ésta sea observada y explicada y
Así, para esta primera crítica, la teoría iusnaturalista que al mismo tiempo se dé razón de algo que parece
reposaría sobre la ilusión de que "los seres humanos están absolutamente inconcebible, a saber: cómo es posible que esta
igualmente unidos en su concepción sobre los objetivos nueva relación se deduzca de otras totalmente diferentes. Pero
(aims) (oo.) que van más allá del común empeño por como los autores no usan por lo común esta precaución, me
sobrevivir y se dedican a ello"3. atreveré a recomendarla a los lectores: estoy seguro de que
una pequeña reflexión sobre esto subvertiría todos los
sistemas corrientes de moralidad, haciéndonos ver que la
distinción entre vicio y virtud, ni está basada meramente en
! EN V, 7, 1134 b 24-27, como es habitual. seguimos la numeración relaciones de objetos, ni es percibida por la razón"4.
de la edición de 1. Bekker. Academia Regia Borussica. Berlin. 1960. Para En este contexto, se ha hecho habitual decir que el
la versión castellana citaremos: Aristóteles, Ética a Nicómaco (ed. M. pensamiento iusnaturalista pretende inferir proposiciones de
Araujo y J. Marías). Instituto de Estudios Políticos. Madrid. 1970, con «deber ser» (ought, Sol/en) a partir de premisas que se
algunas modificaciones en la traducción. Sobrc este tema véase también refieren al «ser» (is, Sein). Esto sería imposible, pues, como
Tomás: In EN, n. 1025 (citamos: Tomás de Aquino, In decem libros enseña H. Poincaré, "si las premisas de un silogismo están
Ethicorum Aristotelis ad Nicomachum expositio. Marietti. Taurini- ambas en indicativo, la conclusión estará igualmente en el
Romae. 1964).
2 N. Bobbio, 11 problema della guerra e le vie della pace. II Mulino.
indicativo. Para que la conclusión pueda ser puesta en el
Bologna. 1979, 123.
3 Cfr. H. L. A. Hart. "Positivism and the Separation of Law and
Morals", en R. M. Dworkin (ed.). The Philosophy 01 Law. Oxford 4 D. Hume. Tratado de la naturaleza humana. v. 2. Ed. Nacional.
University Pross. London. 1977,36. Madrid. 1977, 689·690.
16 RAZON PRACTICA Y DERECHO NAruRAL EL PROBLEMA DEL DERECHO NATURAL 17

imperativo, sería necesario que una de las premisas, al menos, ámbito estrictamente privado, del cual la filosofía hedonista y
estuviera en el imperativo"s. los dictámenes de "decididores" y "expertos"g los hacen amos
A este respecto señala Kelsen gráficamente: "del hecho de y señores.
que los peces grandes se comen a los pequeños, no es posible Además, tampoco parece haber espacio para grandes
deducir que su conducta es buena o mala. Ningún razona- ideales en las propuestas filosóficas de la «tardomodernidad».
miento lógico permite pasar de lo que "es" a lo que "debe Para muchos de sus representantes la valoración del hombre
ser", de la realidad natural al valor moral y jurfdico"6. no hace más que dramatizar la existencia y aumentar la
No faltan tampoco dificultades metodológicas relativas a la conflictividad. La renuncia a los metarrelatos, la abdicación de
juridicidad del derecho natural. Muchos de los intentos de las aspiraciones de absoluto y la inmersión en una cultura
hacer un estudio científico del derecho van por la vía de dejar ligera tendrían el mérito, en cambio, de asegurar aquel mínimo
fuera de su objeto a todo lo que se refiera a los valores y bien pasar al que cabe aspirar en una existencia carente de
restringirlo a realidades pretendidamente exactas, como sentido. Y, más allá de los autores tardomodernos parece
pueden ser las normas legales. De hecho, gran parte de las claro que gran parte de los estudiosos de la ética nos proponen
propuestas de una ciencia jurídica neutral, libre de valores, una "ética domesticada"9, que se limita a tomar acta de la
van acompañadas de una reducción del derecho a la ley. Otras moral existente y a devolver a la sociedad lo que de ella
corrientes pretenden hacer una ciencia puramente descriptiva recibe lo.
que se refiera no ya a las normas, sino a los hechos sociales, La renuncia a las utopías, empero, no significa que haya
que constituirían la auténtica realidad jurídica, prescindiendo desaparecido por completo aquella idea de progreso que
también de toda referencia axiológica. mantenían los ilustrados. En toda la discusión que se ha
Por otra parte, cabría pensar que una teoría iusnaturalista originado en los últimos años sobre la bioética está siempre
supone adoptar un modelo ético inadecuado, deontológico. El presente la idea de que la aceptación de las ideas morales
estar dispuesto a seguir unos principios abstractos aunque tradicionales supone un lastre para el avance científico y una
perezca el mundo es una actitud noble pero peligrosa, que no limitación para el libre desarrollo de las posibilidades hu-
debe ser seguida por políticos y juristas, cuya ética no debe manas ll .
basarse sobre la "convicción", sino sobre la "responsa- Por último, en una sociedad en que no existe un consenso
bilidad"7. En este contexto, las contemporáneas teorías de la axiológico, la afirmación de poseer una verdad absoluta
decisión y de los juegos permitirían adoptar decisiones podría implicar una pretensión potencialmente totalitaria, que
sociales en forma científica, donde puedan evaluarse los buscará imponer su convicción por la fuerza. Se trataría, en
costos y beneficios y se elimine la incertidumbre propia de la
sujeción a valores subjetivos y cambiantes. lA ética es
reemplazada por la estrategia. Las decisiones políticas quedan 8 M. Santos, "Righl~, Freedom and Ihe Dignity of Ihe Human
a cargo de los entendidos y los ciudadanos son recluidos al Person", Comunicación leída en el XIV Congreso Mundial de Filosofía
del Derecho y Filosofía Social (Edinburgh, agosto de 1989), en prensa.
9 A. Cortina, Ética mfnima. Tecnos. Madrid. 1976,39.
5 H. Poincaré, Dernieres pensées. Flarnarión. Paris. 1913,225. 10 Cfr. ibid., 38.
6 H. Kelsen, "Justicia y Derecho Natural", en AA. VV., Crítica del II Un análisis de esta mentalidad en: M. Santos, "Technological
Derecho Natural. Taurus. Madrid. 1966, 103. Possibilities and Ihe Dignity of Human Life", Comunicación leída en el
7 Según la tenninología de M. Weber, El político y el científico. XII/ Congreso Mundial de Filosoj{a del Derecho y Filosoj{a Social
Alianza. Madrid. 1972 (tercera edición española), 163. (Kobe, Japón, agosto, 1987), en prensa.
18 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL EL PROBLEMA DEL DERECHO NATURAL 19
cambio, de buscar una ética de mínimos, capaz de suscitar la En primer lugar, en las últimas décadas se ha hecho más
adhesión de los ciudadanos en una sociedad pluralista. Tal habitual el reconocer que el iusnaturalismo dista de ser una
ética mínima debe ser necesariamente «débil», cambiante, corriente de pensamiento homogénea, y que, al menos cabe
provisoria y atenta a las inflexiones que experimenta la vo- distinguir de las escuelas iusnaturalistas de corte racionalista a
luntad ciudadana en una sociedad democrática y libre. Así las aquellos autores que se inspiran en la tradición realista de
cosas, parecería claro que desde el punto de vista político filósofos como Aristóteles, Tomás de Aquino o incluso
cualquier intento iusnaturalista fallaría por carecer de la Burke. Es así como la crítica que a lo largo de este siglo se ha
necesaria legitimación intersubjetiva. dirigido en contra del iusnaturalismo, afectaría a la primera de
Estos últimos factores (tardomodernidad, cientificismo, esas vertientes, y no al iusnaturalismo realista. Este último
éticas débiles) no constituyen propiamente objeciones o jamás pretendió elaborar un sistema normativo de carácter
refutaciones en contra de un pensamiento iusnaturalista, sin ideal, que se presente como paralelo o alternativo al orden
embargo conforman un clima intelectual en el que parece no jurídico vigente; carece de toda pretensión deductivísta; está
haber lugar para intentos de este estilo. Con todo, no faltan atento a las circunstancias históricas, y su método se
tampoco factores que introducen importantes matices en este encuentra más cercano a la dialéctica que al razonamiento del
cuadro y que explican no sólo la pervivencia de posturas que mos geometricus.
reconocen el derecho natural, sino también el impulso que En el caso de algunos filósofos, como Tomás de Aquino,
éstas están experimentando en los últimos años en ambientes habría en el núcleo de su filosofía jurídica una clara distinción
diversos de los que representaban el iusnaturalismo entre la ley y el derecho, que impide atribuirle la reducción del
tradicional. Pasemos breve revista a estos factores. derecho a la ley, propia del legalismo. Tanto es así que
algunos autores han llegado a plantear que la disyuntiva
B. NUEVOS HORIZONTES PARA EL WSNATURA- fundamental no es tanto la que se da entre iusnaturalismo y
LISMO positivismo, sino entre realismo (donde se incluye a Tomás) y
normativismo (en el que se cuentan al iusnaturalismo
Las dificultades señaladas no son todas las que podrían racionalista y al positivismo legalista). En este sentido llega a
hacerse hoya un intento iusnaturalista, pero son algunas de decir Alf Ross que "aunque Aquino dio al derecho natural un
las principales. Ellas, junto con poner obstáculos, abren la contenido más firme, al incorporar los dogmas fundamentales
posibilidad de evitar los errores de exposición que se hayan de la moral .cristiana (por ejemplo, la indisolubilidad del
podido cometer en las décadas pasadas y mostrar la riqueza matrimonio), está lejos de un racionalismo abstracto que
que puede tener un planteamiento iusnaturalista para una busca deducir mediante la razón una solución para cada
ciencia jurídica que busque dar respuesta a las necesidades de cuestión específica concreta. Hay así mucho lugar en su
los tiempos. construcción para una forma sociológico-realista de la política
A la «moda» del iusnaturalismo de posguerra han sucedido jurídica (... ). Si dejamos de lado lo metafísico y lo dogmático,
otras posturas. Aunque menos difundidas, ellas tienen el por lo tanto, hay posibilidades favorables para un
mérito de ser más conscientes de los supuestos filosóficos entendimiento entre esta tendencia y un estudio realista del
propios y ajenos, y, en muchos casos, de ser el resultado de derecho" 12.
búsquedas realizadas al interior de la ciencia jurídica y
destinadas a resolver reales problemas metodológicos o
incluso políticos. 12 A. Ross, Sobre el derecho y la justicia. EUDEBA. Buenos Aires.
1970 (segunda edición), 238.
20 RAZON PRACTICA Y DERECHO NAlURAL EL PROBLEMA DEL DERECHO NATIJRAL 21

Otro interesante panorama se ha abierto al iusnaturalismo quiere, tiene el defecto de invertir los términos del problema.
con la preocupación por la naturaleza, que ha sido uno de los Desde el punto de vista lógico dicho argumento sólo permite
síntomas del fin de la modernidad. Si la cuestión ecológica concluir la mayor o menor dificultad gnoseológica que
muestra que la naturaleza física no es algo de lo que se puede envuelve el problema, pero no autoriza a sacar la conclusión
disponer ilimitada y arbitrariamente, no es difícil que la (ontológica) de la inexistencia de un derecho natural. Una
reflexión sobre «lo natural» se traslade también al ámbito del buena teoría del derecho natural deberá tomar en cuenta el
h0!Dbre y surja la p~gun~ por las fronteras entre lo humano y problema del conocimiento de esa realidad. Si no lo hace en
lo mhumano. La racIonalIdad técmca, donde todos los objetos forma satisfactoria, habrá fallado en su suficiencia teórica
pueden ser indistintamente fines o medios y lo único que se pero no por eso quedará invalidado el objeto que pretendiÓ
exige es el ajuste de los medios al fin previsto, no es la única estudiar. El derecho natural es una realidad independiente de
ni la principal forma de racionalidad. Existen otras formas de las teorías iusnaturaJistas.
racionalidad, como la ética, para la cual no es indiferente el Por otra parte, la constatación misma de que en los
modo de ser de las cosas, pues hay realidades que serían en sí distintos lugares los hombres tienden a llamar <<justas» a cosas
mismas medios, como el dinero, y otras fines, como el diversas, es lo que históricamente movió a plantear la cuestión
hombre l3 • de si acaso hay algo que sea justo por naturaleza. En las
En esta misma línea cabe destacar las denuncias que, tanto sociedades arcaicas la diversidad de ordenamientos se
desde la kritische Theorie como desde los posmodemos se mantiene a nivel de un hecho inconsciente. La pregunta surge
han. ~r!gido en contra del modelo epistemológico que funda el en la medida en que se cruzan las fronteras y se relacionan las
POSItiVIsmo, desenmascarando su concepción unilateral de la culturas. A su vez, de no existir un derecho natural carecerían
racionalidad y los supuestos ideológicos que hay detrás de de sentido las discusiones acerca de lo justo, que siempre
una apariencia de neutralidad. Por contraste al uso unilateral suponen que los contendientes alegan algo más que el nudo
de la razón cientificista, se llega a destacar que "en la época hecho de que el/os tienen tal opinión, alegación que no se
clásica, el ámbito de lo meramente 'probable' quedaba re- puede reducir a razones estratégicas y al juego de los
servado a la retórica, en contraste con el ámbito en que la intereses, puesto que es un hecho de experiencia que también
verdad de los enunciados era discutida teóricamente", esto los hombres reconocen la legitimidad de decisiones que van
llevaba a que "acceder racionalmente a una decisión práctica en contra de su conveniencia.
no era ni una constricción teórica, ni algo meramente La nueva puesta en escena de la pregunta por la naturaleza
arbitrario, sino que había de estar motivado por un discurso no significa necesariamente que incurran en la falacia
convincente"14. naturalista aquellos que se apoyan sobre esta noción. Para
Además, se ha puesto de relieve que oponer a la existencia evitarlo basta que el razonamiento en cuestión parta por un
del derecho natural el argumento de la diversidad de opiniones elemento normativo, "un principio y criterio de lo moralmente
sobre lo bueno y lo malo, aparte de no probar lo que se bueno"15, tome a continuación en cuenta los datos empíricos
que proporcionan las ciencias humanas, y termine vinculando
el principio de moralidad con las condiciones de su aplicación.
13 Cfr. S. Pinkaers, "La cuestión de los actos intrinsecamente malos
y el proporcionalismo", en E/has, nn. 10·11. Buenos Aires. 1982-1983,
233-269. 15 O. Hiíffe, "Derecho natural sin falacia naturalista: un programa
14 J. Habennas, "Der Universalitlltsanspruch der Henneneutik", en R. jusfilosófico", en id., Estudios sobre teor(a del derecho y la justicia.
Bubner (00), Hermeneutik und Dialektik. Mohr. Tübingen. 1970,75-6. Editorial Alfa. Barcelona. 1988, 127.
22 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATIJRAL EL PROBLEMA DEL DERECHO NATURAL 23

Así, a partir de una premisa normativa y una descriptiva se ciudadanos 17 , ha traído consigo la reintroducción del tema de
obtiene una conclusión normativa, lo que es perfectamente la virtud en la filosofía política. Porque si bien autores como
legítimo l6 . Tocqueville habían advertido que la democracia era el sistema
Otro importante elemento que hace de este un momento político que más requería de la práctica social de la virtud para
apto para una teoría iusnaturalista es la llamada "rehabilitación su buen funcionamiento, la influencia del cientificismo en las
de la filosofía práctica", llevada a cabo en las últimas décadas. llamadas ciencias sociales hiw que durante siglo y medio esas
No se pretende decir que todos los que la han desarrollado advertencias fueran apenas oídas 1S •
sean partidarios, o escriban siquiera, del derecho natural. Es Junto a los factores citados, hay otras cuestiones de índole
indudable, sin embargo, que la crítica que han ejercido en metodológica, que se han suscitado en el propio seno de la
contra de la pretensión de explicar al hombre y la sociedad ciencia jurídica de inspiración positivista, y que no parece que
sobre la base de la llamada "razón instrumental" y su intento puedan ser resueltas mientras siga vigente la pretensión de
de recuperación de la razón práctica, abren un importante hacer una ciencia libre de valores. Uno de los autores que con
camino para reconocer ciertos principios en el más acierto ha mostrado la necesidad metodológica de una
desenvolvimiento de dicha razón, a los que la tradición ha teoría iusnaturalista a la hora de resolver problemas muy
identificado con la idea de la ley natural. En este sentido, la actuales de la ciencia jurídica, es el filósofo australiano,
crítica al sistematismo legalista de cierto positivismo y el profesor de Oxford, John Finnis, quien además se ha
énfasis en la tópica, la retórica y la dialéctica como elementos ocupado de mostrar las diferencias entre el iusnaturalismo
imprescindibles del quehacer jurídico, muestran que el clásico y el racionalista, la insuficiencia de las críticas del
derecho es algo más amplio que la ley, que los valores no positivismo respecto de la concepción realista del derecho
pueden quedar reducidos al ámbito de la pura subjetividad, y natural, y la importancia de la razonabilidad práctica en ~l
que cabe una discusión racional acerca de ellos. ámbito jurídico. En el apartado que sigue se mostrará, SI-
También cabría mencionar, entre los factores que hacen guiendo a dicho autor, la utilidad epistemológica de una teoría
propicia una reflexión iusnaturalista, temas como los derechos iusnaturalista en las llamadas ciencias sociales.
humanos y el problema de su fundamento. Si bien no faltan
los intentos de basarlos sobre teorías consensualistas o
incluso utilitaristas, lo cierto es que buena parte de las c. UTILIDAD EPISTEMOLO(jICA DE UNA TEORIA
reflexiones sobre la cuestión llegan a conclusiones no lejanas IUSNATURALIST A
de aquellas posturas que siempre se han denominado ius-
Además de refutar las objeciones que se dirigen en contra
naturalistas, no obstante que sus autores eviten esa
del iusnaturalismo, vale la pena preguntarse por la
calificación por las connotaciones que ella pueda llevar
contribución que éste puede prestar a las ciencias jurídicas. En
asociada. este sentido, tal como veremos, la obra finnisiana tiene el
Por último, el declinar de las ideologías totalitarias y la mérito de plantear la insuficiencia de los criterios epistemo-
pérdida de confianza de muchos en la eficacia de los solos
mecanismos políticos y los equilibrios de poder para
garantizar la libertad y fomentar la vida buena de los. 17 J. Habermas. Theorie und Praxis. Sozialphilosophische Studien.
Suhrkamp. Frankfurt. 1978. 50 ss.
18 Cfr. A. C. Pereira. "Doce tesis sobre la política", en A. Llano el
alij, Ética y polílica en la sociedad democrática. Espasa-Calpe. Madrid.
16 Cfr. O. Horre ... Derecho...... 128. 1981, 155 ss.
24 RAZON PRACflCA y DERECHO NATURAL EL PROBLEMA DEL DERECHO NATURAL 25

lógicos que han seguido quienes cultivan una ciencia social justificarlas: sus "definiciones son simplemente propuestas al
«descriptiva» o «libre de valores» y mostrar que las defi- comienzo y después se toman por garantizadas"23. Austin,
ciencias que los mismos autores positivistas advierten en el por ejemplo, quiso hallar términos tan simples y definitorios
terreno de la ciencia jurídica descriptiva, hacen patente la como los que se encuentran en el "método tan exitosamente
necesidad metodológica de una teoría iusnaturaIista perseguido por los geómetras"24, sin llegar a advertir la
cantidad y complejidad de las cuestiones que envolvían esas
1. Problemas de la ciencia jurídica descriptiva formulaciones bajo su aparente simplicidad. Ni siquiera en
Hans Kelsen se puede ver "una atención crítica a los
Para comenzar, Finnis somete a una crítica interna la problemas metodológicos de seleccionar conceptos con el
pretensión de constituir una ciencia axiológicamente neutral. propósito de establecer una teoría general descriptiva o libre
Hace ver que las descripciones de sus propugnadores utilizan de valores"25. Hans Kelsen entiende el derecho como una
un lenguaje cuyos términos poseen múltiples significados, los técnica social que "consiste en realizar la conducta social
cuales están lejos de hallarse perfectamente determinados1 9 • humana deseada mediante la amenaza de una medida de coer-
Otro tanto sucede conla materia que se analiza: a poco que se ción, que debe ser aplicada en caso de una conducta
observe se reparará en que no está claramente demarcada2o. contraria"26 y considera que las palabras que él maneja son
Ni siquiera podría ser aséptica la tarea de consignar las susceptibles de aplicarse con un sentido unívoco, cosa
múltiples acepciones del lenguaje que pertenece a un campo manifiestamente imposible27 .
científico, puesto que hasta la más sencilla de las listas de Conscientes de algunas de estas dificultades, los positi-
términos no puede constituirse sin recurrir a unos principios vistas posteriores se ocuparon de recalcar que la ciencia debe
de selección21 . En definitiva, toda descripción supone una atender también al aspecto práctico de los conceptos utilizados
evaluación -<¡ue no necesariamente es de índole moral-, y en la descripción. (Es claro que no cabe "describir"
de no mediar ésta resulta imposible entender cabalmente las cabalmente una institución social si no se atiende a sus
acciones que se pretenden describir22. aspectos prácticos, que constituyen la razón de su existencia).
Los problemas metodológicos presentes en la selección de En especial, estos autores intentaron ir más allá de la noción
los conceptos que se utilizaran en una descripción libre de de derecho como mera predicción de la conducta del
valores se ponen de manifiesto cuando se intenta saber lo que funcionario público en caso de violación de la norma. Así,
se entiende por derecho. Un primer grupo de autores Hart y Raz insistieron en que el derecho no sólo contiene
positivistas, como Austin, Bentham y Kelsen, se contenlÓ con reglas referidas al funcionario, sino también a los ciudadanos.
respuestas que hoy parecen ingenuas. En ellas se ve cómo no Además. su papel excede el aspecto coercitivo, pues tiene
eran conscientes de estos problemas epistemológicos y que funciones de coordinación, solución de disputas y reparación
proponían definiciones del derecho sin ocuparse de

19 J. Finnis, Na/ural ... , 4. 23 Cfr. J. Finnis, Na/ural ... , 4.


20 Cfr. J. Finnis, Na/ural ...• 4. 24 Cfr. J. Finnis, Na/ural ... , 5.
21 Cfr. J. Finnis, Na/ural ... , 4. 25 J. Finnis, Na/ural ... , 5.
22 Cfr. G. E. M. Anscombe, "On Brute Facts", en The Collec/ed 26 H. Kelsen, General Theory 01 Law and Sta/e. Harvard University
Philosophical Papers 01 G. E. M. Anscombe, vol. 3. Basil Blackwell. Press. Cambridge, Mass. 1945, reimpr. New York. 196\,19.
Oxford. 1981,22-25. 27 Cfr. J. Finnis, Na/ural ... , 6.
26 RAZON PRACTICA Y DERECHO NAlURAL EL PROBLEMA DEL DERECHO NATURAL 27
de daños. misiones todas que serían indispensables incluso en 2. Significado de la perspectiva «práctica» de análisis.Un
una "sociedad de ángeles". no necesitada de coacción28 . criterio antropológico
Aunque estos autores advirtieron la exigencia de considerar
los aspectos prácticos del fenómeno jurídico. no abandonaron Junto con exponer las aporías en que desemboca el intento
su propósito .r.uran;tente descriptiv0 29 • Ellos procuraron. puramente descriptivo, John Finnis acomete la tarea de
confiesa Raz. ldennficar al derecho sobre la base exclusiva mostrar un planteamiento diferente. Él recoge la idea que
de sus características no evaluativas"30; así. estos "criterios de destaca la importancia del punto de vista práctico en la ciencia
identificación no evaluativos (... ) señalarían aquellos que jurídica y explica que bajo el término "práctico" entiende: "con
forman una clase especial de institución social. una institución una perspectiva de acción y decisión. Pensamiento práctico es
que debe considerarse como una componente importante de pensar acerca de qué (uno debe) hacer. Razonabilidad práctica
muchos sistemas sociales y que difiere significativamente de es razonabilidad en la decisión, en la adopción de com-
otras instituciones sociales"3!. promisos, en la elección y ejecución de proyectos y, en
Con esto nos remiten --quizá sin haberlo meditado general. en la acción. La filosofía práctica es una reflexión
demasiado- a la cuestión de determinar lo que es importante disciplinada y crítica sobre los bienes que deben serrealizados
y significativo. Así. su descubrimiento más valioso marca. a en la acción humana y los requerimientos de razonabilidad
la vez. la imposibilidad epistemológica de su proyecto práctica"32.
puramente descriptivo. Cuando persiguen el punto de vista Por tanto. los teóricos descriptivos deben seleccionar y
práctico a través de modelos de significancia y relevancia. se formar sus conceptos adoptando un punto de vista práctico.
ven forzados a dejar que los criterios evaluativos se infiltren Esto se consigue por la vía de asignar importancia y
en su sistema «neutral» y lo nieguen desde dentro. so pena de significación preguntando "por lo que se consideraría
caer en las mismas insuficiencias que reprochaban a sus importante o significativo en ese campo por aquellos cuyos
predecesores. intereses, decisiones y actividades crean o constituyen la
materia de que se trata"33. Esto nos remite a las personas. que
son las que actúan.
El tipo ideal. en terminología weberiana. cuyo punto de
vista debe adoptarse, es el de aquel que no sólo invoca la
razonabilidad práctica, sino que la vive. Finnis detalla en qué
consiste este tipo de hombre maduro y razonable. que nos
28 Cfr. J. Raz, Practica/ Reason and Norms. Hutchinson. London. provee de una sólida base empírica para la consideración
1975, 159. reflexiva de los asuntos humanos34 . En este contexto,
29 Habermas ha llamado reiteradamente la atención sobre los ¿significa entonces que la ciencia jurídica queda a merced de
problemas que conlleva esta actitud: 'Ni aun una civilización cientifizada las "concepciones y prejuicios de los hombres de ciencia
queda dispensada de tener que responder a preguntas prácticas; surge, por acerca de lo que es bueno y razonable"35? En cierto sentido sí.
lo tanto, un peligro peculiar, cuando el proceso de cientifización .
sobrepasa el límite de las cuestiones técnicas, sin liberarse, sin embargo,
de la etapa reflexiva de una racionalidad tecnológicamente restringida" (J. 32 J. Finnis, Natura/... , 12.
Habermas, Theorie ...• 308-9)
33 J. Finnis. Natura/ ... , 12.
30 J. Raz, Practica/ ... , 165.
34 J. Finnis, Natural ...• 17; cfr. 128-9.
31 J. Raz, Practica/..., 165. El subrayado es nuestro.
35 J. Finnis. Natura/ ... , 17.
28 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL EL PROBLEMA DEL DERECHO NAnJRAL 29

en cuanto un juicio acerca de la significación e importancia es situación metodológica descrita, emprende una crítica de los
inevitable. De lo contrario una teoría no sería más que un puntos de vista prácticos con vistas a distinguir lo prácti-
conglomerado de hechos descritos con múltiples camente razonable de lo prácticamente no razonable, y a
terminologías36. Pero en cierto sentido también cabe dar una diferenciar así lo realmente importante de lo que carece de
respuesta negativa, porque la adquisición disciplinada de un importancia o sólo la tiene por su oposición a lo realmente
conocimiento reflexivo sobre los asuntos humanos es una importante o por un uso no razonable de esto"39.
ayuda para el teórico que quiere "convertir sus propios Sin este complemento epistemológico las ciencias sociales
'prejuicios' prácticos (y los de su cultura) en juicios pueden quedarse sin "criterios críticos de justificación en
verdaderamente razonables acerca de lo que es bueno y orden a formar sus conceptos generales"4O y quedar reducidas
prácticamente razonable"37. La alternativa no se da entre una a la manifestación de los variados conceptos peculiares de
ciencia social neutra y una valorativa. Más bien se sitúa entre individuos particulares41 sin llegar a alcanzar una estructura
una postura que hace explícitas las preferencias de cada conceptual adecuada.
teórico -y de quienes actúan en la sociedad- y las somete a
la discusión y a la legitimación intersubjetiva, frente a la de 3. Evaluación y descripción
quienes -por otro lado-- realizan juicios de significación,
seleccionan hechos e interpretan la realidad sobre la base de Por otra parte, los criterios evaluativos no bastan por sí
criterios que, quizá inadvertidamente, permanecen ocultos, so solos. Deben ir acompañados del conocimiento que
pretexto de una neutralidad que pasa a ser una coartada proporcionan las disciplinas descriptivas. Un conocimiento
ideológica. limitado difícilmente "juzgará bien al discernir las
En pocas páginas Finnis muestra que es inevitable dar con implicaciones prácticas de los valores fundamentales"42. Hay,
ciertos criterios para discernir lo socialmente razonable e en consecuencia, "una interdependencia mutua aunque no
identificar aquello que es importante. Señala que una enteramente simétrica "43 entre el proyecto descriptivo y el
disciplina con esta finalidad es indispensable, en primer lugar, evaluativ044 . Estos problemas metodológicos sobre la
para los hombres que actúan en la práctica política y jurídica38 formación de los conceptos llevan a reconocer que: "sólo
y, en segundo término, para que la propia ciencia descriptiva puede ser alcanzado el punto de reflexivo equilibrio en la
no degenere en una apología de las preferencias subjetivas o ciencia social por alguien en quien estén asociados un amplio
del estado de cosas vigente. Una reflexión esmerada que conocimiento de los hechos y una intelección penetrante de los
persiga obtener y aplicar esos criterios de discernimiento es puntos de vista y asuntos prácticos de los otros hombres,
parte de lo que tradicionalmente se ha llamado derecho natural
y hoy se presenta como una exigencia metodológica
irrenunciable. 39 J. Finnis, Natural ... , 18.
El profesor de Oxford describe la fisonomía del 40 J. Finnis, Natural ... , 18.
iusnaturalismo con estas palabras: "una teoría sensata de 41 J. Finnis, Natural ... , 18.
derecho natural es una que, con plena conciencia de la 42 J. Finnis. Natural ...• 19.
43 J. Finnis. Natural ...• 19.
44 Las variaciones de esta simetría dependen de la maleria y disciplina
36 Cfr. J. Finnis, Natural ... , 17. de que se lrale. No será igual el componenle evaluativo en el análisis del
37 J. Finnis, Natural ... ,I7. acto jurídico procesal, que aquel que se da en los problemas ocasionados
38 J. Finnis, Natural ... , 18. por la manipulación genética.
30 RAZON PRACTICA Y DERECHO NA1URAL EL PROBLEMA DEL DERECHO NATIJRAL 31

junto a un juicio sensato sobre todos los aspectos de un debamos también nosotros llamarlos amigos, y decir que hay
genuino florecimiento humano y de una auténtica varias formas de la amistad, aunque primaria y propiamente 10
razonabilidad práctica"45. es aquella de los buenos en cuanto buenos, y las demás 10 son
Debe tenerse en cuenta que, en la perspectiva fmnisiana, ni por semejanza"49.
las evaluaciones se deducen de las descripciones ni éstas de El recurso a este tipo de analogía permite a Finnis
aquéllas, aunque ambos aspectos confluyan en la vida jurídica distinguir entre casos centrales de amistad, gobierno,
y social46 • Si las descripciones dependen de la selección constitucionalidad, ¡etc., y otros más o menos periféricos.
previa de lo que es importante y significativo, estas nociones Estos últimos, empero, siguen siendo versiones, a veces
exigen, a su vez, precisar el punto de vista desde el cual se desvaídas, de la realidad expresada por el caso central y
juzga. De entre los muchos posibles, hay uno que debe pueden ser comprendidas por referencia a este término
constituir el "caso central"47, porque es el que mejor realiza la principal. Así está en condiciones de trazar la "re~ de
perspectiva de la juridicidad. Es obvio que este punto de similitudes y diferencias, de analogías y desanalogías p. eJ. de
referencia semántico no puede ser ni el de quien pretende forma, función o contenido, entre ellos y el caso central"50_
destruir el orden establecido ni tampoco el de quien adhiere al Todo esto exige ir más allá de la pretensión kelseniana de
sistema social en forma mecánica, sino aquella visión en la utilizar los términos en un sentido unívoco y carente de
cual el orden jurídica es considerado como un aspecto de la matices. La unilateralidad de este intento del positivismo
razonabilidad práctica primitivo ha sido posteriormente reconocida por seguidores de
Finnis toma de Aristóteles esta alusión al "caso central", esa misma corriente. Siglos después de Aristóteles, también
que actúa como "foco de sentido" e ilumina los casos Hart ha podido superar la idea de que "los diversos casos de
periféricos. En diversos pasajes48 , el Estagirita habla de un término general deben tener las mismas características"51,
realidades que, como la amistad o la ciudadanía, tienen y Raz afirma que "los rasgos generales que caracterizan a un
diversos niveles de realización, unos más plenos que otros. sistema como sistema legal son diversos y cada uno de ellos
En este contexto habla de la amistad: "En efecto, puesto que admite, en principio, varios grados"52.
los hombres llaman amigos también a los que lo son por Por la vía de aprovechar la multisignificación de los
interés (... ) y a aquellos que se quieren por placer (... ), quizá términos teóricos es posible discernir "10 que en los asuntos
humanos es maduro de aquello que es subdesarrollado, 10
45 J. Finnis, Natural ...• 18. floreciente de 10 corrupto, el espécimen fino del que es un
46 Para que la neutralidad axiol6gica pudiese ser parcialmente caso desviado"53, 10 que es recto simpliciter de aquello que lo
aceptable. setlala Santos. ella debe ser "fruto de una precisi6n metódica, es sólo secundum quid, sin llegar por eso a relegar a otra
perfectamente justificada Y. con todo, incapaz de proporcionar la
consideraci6n integral de la realidad social. que consta también de una
dimensi6n ética" (M. Santos, "Perspectivas sociol6gicas de la
comunicaci6n", en J. Yaree (ed.). Fi/osofTa de la comunicacMn. EUNSA.
Pamplona. 1986. 254). Dicha preocupaci6n ética. por su parte. no debe 49 EN VIII, 4, 1157 a 30-33_
ser atladida en forma extrínseca ni postulada de manera utópica" (ibid .• 50 J. Finnis, Natural ... , 11.
254). 51 H. L. A. Hart, The Concept of Law. Oxford University Press.
47 J. Finnis. Natural ... , 15. Oxford. 1961 (reimpresi6n 1986), 15.
48 Por ejemplo: EN VIII, 4, 1157 a 30-33; PoI. III. l. 1275 a 33- 52 J. Raz, Practica/..., 150.
1276 b 4. 53 J. Finnis, Natural..., 11.
32 RAZON PRACTICA Y DERECHO NAruRAL EL PIWBLEMA DEL DERECHO NATURAL 33

disciplina las realidades nombradas en segundo término en la estudioso no puede renunciar a encontrar criterios capaces de
cadena de pares antes citada54• legitimar sus elecciones ante la comunidad científica. Estos
En suma, Finnis hace patentes las limitaciones científicas criterios, evidentemente, no pueden reducirse a su simple
que afectan a las diversas versiones del positivismo que, en su arbitrio. Sólo en la medida en que pueda mostrar que su
momento, pretendieron dejar más allá de la ciencia a cualquier elección es madura y razonable alcanzará un grado de
preocupación iusnaturalista. Otros autores han hecho hincapié legitimidad suficiente para seguir adelante. No se olvide que la
en la raíz ideológica que se encubre bajo esa cientificidad materia de su análisis es la acción humana dotada de sentido y
pretendidamente neutra55 , lo que viene a avalar, desde otra sus diversas realizaciones sociales, y que la índole de esta
perspectiva, las críticas finnisianas y quizá también a hacer materia es diversa de la que es propia de las ciencias
lugar a una nueva reflexión sobre la cuestión del derecho experimentales.
natural en términos similares a los antes descritos. Frente al En este contexto puede comprenderse mejor el que el
fracaso del proyecto de realizar una ciencia social prescin- iusnaturalismo sea, en parte importante, una reflexión sobre
diendo del hombre, que es su autor y objeto de estudio, los criterios de lo rawnable, y que una cuestión así, lejos de
Finnis propone una vía antropológica y sostiene que la ser oscurantismo, constituye un auxilio de enorme valor para
realidad es cognoscible por un hombre razonable, el cual, a su cualquier proyecto sensato dirigido al conocimiento práctico y
vez, es capaz de discernir lo que la lleva a su plenitud y lo que la acción, terreno en que se mueve la ciencia jurídica. También
la degrada. Esto lleva al profesor de Oxford a traer en escena puede entenderse mejor la oportunidad de volver a ocuparse
al tipo ideal aristotélico del spoudáios56 , "el hombre maduro del pensamiento iusnaturalista de los clásicos, en este caso
en razonabilidad práctica"57, como criterio metodológico Tomás de Aquino.
fundamental a la hora de estudiar los asuntos humanos.
Salvo por la originalidad que hoy tiene un planteamiento D. INTERÉS DEL mSNATURALlSMO DE TOMAS DE
que se remonte a los clásicos, no hay razón para extrañarse AQUINO
por la introducción de un criterio de esta índole en las ciencias
jurídicas y políticas. El teórico, que está enfrentado a la difícil Varios de los autores que han mostrado que las críticas
tarea de seleccionar conceptos para describir el caso que positivistas no son aplicables al iusnaturalismo realista dirigen
analiza, ya no puede ampararse en la neutralidad axiológica, nuestra atención a la filosofía jurídica de Tomás de Aquino. A
desde el momento en que ella ha sido gravemente cuestionada primera vista esta invocación a Tomás podría resultar
por una crítica metodológica interna y por el desenmasca- paradójica, puesto que sólo una parte muy pequeña de su obra
ramiento de su raíz ideológica. Pero, al mismo tiempo, el se ocupa de temas como la ley y el derecho. Sin embargo,
aparte del hecho de que la iusfilosofía tomista se incluye
dentro de su filosofía práctica, a la que sí dedica mayor aten-
54 J. Finnis. Natural .... 11. ción, esas no muy numerosas páginas revisten algunas
55 Sobre. este tema puede verse. por ejemplo: D. Innerarity. Praxis e características que hoy pueden tener especial interés.
intersubjetividad. La teor(a cr((ica de Jürgen Habermas. EUNSA. En primer término, Tomás es heredero de una tradición
Pamplona 1985. 15-70 Yla bibliografía allí citada. que, naciendo de Platón y Aristóteles, pasa por el estoi~ismo,
56 Un análisis de lo que Aristóteles entiende por spoudáios en: M.
los juristas romanos, Agustín y la filosofía del MedIOevo.
Schiavetti. "Interpretación de un pasaje de la ética nicomaquea", en
Philosophica. vol. 2-3. Valparalso. 1979-80. 185-192.
Esta situación, propia de un tiempo en que la originalidad no
57 J. Finnis. Natural ...• 15; cfr. 128-9. era un valor directamente buscado por los filósofos, da una
34 RAZON PRAcnCA y DERECHO NAlURAL EL PROBLEMA DEL DERECHO NAnJRAL 35

riqueza de perspectivas a sus escritos que corre paralela a las ese Tratado, sino en el Tratado de la Justicia, que viene
múltiples facetas que tiene la realidad, si bien plantea no pocos muchas páginas más adelante, en la cuestión 57 de la Secunda
problemas de interpretación. Secundae. ¿Por qué acuden muchos intérpretes a buscar el
En segundo lugar, se dice que Tomás establece una derecho en un lugar donde, al menos a primera vista, no está?
distinción entre ley y derecho, lo que le permite mantener una Probablemente porque su espíritu tiende a asociar
concepción realista de este último. Junto a este no- inmediatamente la idea de derecho con la de ley o norma. Esta
normativismo, estaría el papel central que este autor le asociación, que ha sido duramente criticada en la época actual,
asignaría a la razón práctica y a la prudencia, que lo coloca parece ajena a la tradición representada por Tomás. Pero
mucho más cerca de las reflexiones de nuestros contem- incluso un autor como Finnis, que ha logrado mostrar cómo la
poráneos que de los sistemas deductivistas de la modernidad. teoría tomista de la ley natural es ajena al normativismo,
Por otra parte, el modo en que al interior de este prescinde en la práctica de la distinción entre ley y derecho,
pensamiento se plantea la cuestión del derecho natural es tal que tan fecunda se nos muestra h?y59. De ahí la nt<:~sidad de
que no incurriría en la falacia "ser / deber ser" y en la llamada realizar un nuevo esfuerzo para Ir a buscar el auxlho de los
falacia naturalista y, además, sería un planteamiento cons- ' clásicos directamente en las fuentes, sin perder de vista las
ciente de las dificultades epistemológicas que envuelve la cuestiones más actuales de la filosofía práctica y los avances
cuestión. que se han dado en este terreno en las últimas décadas.
Lo visto bastaría para justificar el que se agregue uno más a
los innumerables estudios que se han dedicado al
iusnaturalismo tomista. Pero sucede, además, que las
circunstancias actuales del debate presentan significativas
diferencias con las que podrían imperar en la época de los
grandes comentarios escolásticos a Tomás. Aquella mo-
dernidad que entonces se estaba gestando hoy se halla en NOTAS COMPLEMENTARIAS
crisis, y con ella la pretensión sistemática del racionalismo.
Nuestras sociedades carecen del consenso axiológico que A.
imperaba en las del pasado, incluso después de la ruptura de Renacimiento del derecho natural : la cruel experiencia de la
la unidad religiosa. y bien puede suceder que en el última Guerra Mundial fue seguida de una enorme producción de estudios
pensamiento de un autor se descubran hoy una serie de iusnaturalistas, que -sobre la base de la experiencia vivida . bajo el
posibilidades que no se dan en el de sus comentaristas, lo que totalitarismo- se opuso al positivismo legalista que habra predominado en
explicaría la necesidad de un estudio directo del mismo. Alemania en las décadas pasadas. Mucho se ha escrito también sobre el
Baste un ejemplo: como bien ha señalado Villey, gran parte trasfondo iusfilosófico que habrra inspirado a los juristas del :Drittes
de las exposiciones de la filosofía jurídica del Aquinate se Reich. Un resumen de la cuestión en: E. Garzón Valdés, "Introducción" ,
basan en el Tratado de la Ley de la Summa Theologiae5 8• Sin en id. (ed), Derecho y Filosofla. Alfa. Barcelona. 1985,5-14 (en donde
embargo basta con examinar el índice de esa obra para rechaza la critica que se hace al positivismo sobre la base de la reductw ad
descubrir que Tomás trata explícitamente del derecho no en
59 No obstante es consciente de la existencia de dicha distinción en la
Summa Theologiae , cfr. J. Finnis, "Menschenrcchte und die Ietzte
58 Cfr. M. VilIey, Compendio de filosoffa del derecho, vol. 1. Begrundung des Rechtes", en J. Finnis el am, Rechl auf Gerechllgkelt.
EUNSA. Pamplona. 1982, 139. Adamas-Verlag. KOln. 1979,56-59.
36 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL EL PROBLEMA DEL DERECHO NATURAL 37

Hitlerum, pero cae en el extremo opuesto y pretende culpar al Kelsen. EUNSA. Pamplona. 1986, 142-180. Para el contexto histórico y
iusnaturalismo de la catástrofe acaecida); G. Fieberg, Justiz im los supuestos filosóficos de la ciencia libre de valores: J. Ballesteros,
nalionalsozialistischen Deutschland. Bundesministerium der Justiz. KOln. Sobre el sentido del derecho. Introducción a la filosofla jurldica. Tecnos.
1984. Madrid. 1984, 19-62. Una interesante ennumeración de los conceptos
La historia del iu.naturalismo de la posguerra y Su balance filosófico "morales" que inevitablemente están presentes en los ordenamientos
están aún pendientes y no son materia de este trabajo. El estudio más positivos, haciendo imposible la emancipación absoluta del derecho
acabado sobre el tema es el de M. Rodríguez Molinero, Derecho Natural e respecto de la moral, en: M. Rodríguez Molinero. "La Moral en el
Historia en el pensamiento europeo contemporáneo. Editorial Revista de Derecho vigente", en Anales de la Cátedra Francisco Sudrez, n. 28.
Derecho Privado. Madrid. 1973. Aunque este libro se circunscribe a lo Granada. 1988, 129-130.
que su útulo indica, proporciona, de hecho, una idea muy adecuada sobre
las diversas corrientes iusnaturalistas de la época. Con referencia a los EHca de la responsabilidad: los límites e insuficiencia de la
autores que siguen el iusnaturalismo tradicional, muestra cómo "su distinción weberiana entre ética de la convicción y ética de la
preocupación por sentar las bases del orden ético y jurídico" corrió responsabilidad se exponen brevemente en R. Spaemann, Mora/ische
paralela a un descuido de la aplicación "de los principios al derecho Grundbegriffe. C. H. Beck. München. 1982,61-72.
práctico y a la vida jurídica de los pueblos" (ibid., 117) Y a una tendencia
deductivista (cfr. ibid.). Esto hace pensar que su matriz doctrinal parece Ética y estrategia: en la reducción de la ética a cálculo estratégico
haber estado mucho más vinculada, en gran parte de los autores al reside uno de los errores del utilitarismo y, más específicamente, del
iusnaturalismo racionalista que a la tradición de Aristóteles y Tomá; de consecuencialismo. Para un análisis y crítica de esta forma de
Aquino. Entre los autores y obras más conocidos cabe citar, en Alemania: pensamiento: M. Santos, "En tomo al consecuencialismo ético", en AA.
H. Rommen, Die ewige Wiederkehr des Nalurrechls. J. KOsel. München. VV. Dios y el hombre. EUNSA. Pamplona. G. Grisez, "Against
1947, en el iusnaturalismo tradicional; E. Wolf, El problema del derecho Consequentialism", en American Journal of Jurisprudence n. 25. 1978,
natural. Ariel. Barcelona. 1960, en el iusnaturalismo protestante, y G. 49-62 Y The Way of the Lord Jesus, v. 1 Christian Moral Principies.
Radbruch, Introducción a la filosofía del derecho. Fondo de Cultura Franciscan Herald Press. Chicago. 1983, 141-171.
Económica. Ciudad de México. 1974 (cuarta edición espallola), entre los
que llegaron al iusnaturalismo desde corrientes positivistas. En todo caso, Teorías de la decisión: una exposición y crítica en: O. Horfe, "Las
debe tenerse presente que estos autores presentan importantes divergencias figuras conceptuales de la teoría de la decisión y la fundamentación del
entre sí. derecho", en Estudios sobre teorla del derecho y la justicia. Alfa.
Barcelona. 1988, 151-194.
Sobre la falacia naturalista hay una amplia bibliografía. Para
estudiar su fonnulación en G. E. Moore, véase: M. Santos, Etica y La reclusión de los ciudadanos al ámbito privado en las
Filosofía Analltica. Eunsa. Pamplona. 1975, 140-169. Un estado de la propuestas tecnocráticas de diverso signo ha sido tratada en A. Llano et
cuestión cn C. 1. Massini, El derecho, los derechos humanos y el valor alii, Ética y política en la sociedad democrática. Espasa Calpe. 1981 y J.
del derecho. Abeledo-Perrot. Buenos Aires. 1987,91-133. Finnis se ha Garcla-Huidobro, C. 1. Massini y B. Bravo, Reflexiones sobre el
ocupado del argumento humeano del is-ought en J. Finnis, Natltral...,33- socialismo liberal. Editorial Universitaria. Santiago de Chile. 1988.
48. También tiene interés: P. Simpson, "Saint Thomas and the
Naturalistic Fallacy", en Tite Tomist, vol. 51. Washington. 1987,51-69. Democracia y valores: sobre la necesidad de un fundamento ético
objetivo para el buen funcionamiento de la democracia: J. Ratzinger,
Ciencia libre de vaIOl'es: una breve exposición acerca del "Cristianismo y democracia pluralista", en Seripta Theologica, v. 16.
posili~ismo. "~~t~dológico" en: A. Squella, "Derecho positivo y Pamplona. 1984, 815-829.
poslUvlsmo jundlco', en AA. VV., Terceras jornadas chilenas de derecho
natural. Derecho y justicia. Editorial Jurídica de Chile. Santiago de Chile.
1977. También: C. J. Errázuriz, La teorta pura del derecho de Hans
38 RAZON PRACOCA y DERECHO NATURAL EL PROBLEMA DEL DERECHO NAruRAL 39

B. Vorgeschichte von Rousseaus Naturbegriff', en id., Rousseau. Bürger


ohne Vaterland. Piper. München. 1980,57-77, y de las consecuencias
Diferentes iusnaturalismos: en las últimas décadas se ha puesto de éticas que se derivan de la noción clásica y moderna de naturaleza (cfr.
relieve la sustancial diferencia que existe entre el iusnaturalismo de "Technische Eingriffe in die Natur aIs Problem der politischen Ethik". en
Aristóteles o Tomás y los sistemas iusnaturalistas de la escuela D. Bimbacher (ed.), Olwlogie und Ethik. Reclam Stuttgart 1986 y Lo
racionalista (una visión histórica de la cuestión en C. 1. Massini, La natural y lo racional. Rialp. Madrid. 1989.). En esta línea discurren
desintegración del pensar jurfdico en la Edad Moderna. Abeledo-Perrot. autores de muy diversas corrientes filosóficas, pero todos coinciden en
Buenos Aires. 1980 y J. Hervada, Historia de la Ciencia del Derecho criticar la idea baconiana del hombre como amo absoluto de la naturaleza
natural. EUNSA. Pamplona. 1987, 249-260). A Michel ViUey hay que Este ideal moderno se ba plasmado en diversas nociones jurídicas
reconocerle el mérito de haber puesto de relieve, más que nadie en este recogidas por la codificación decimonónica. Muchos códigos de derecho
siglo, la diferencia entre dichos iusnaturalismos. Que estos estudios civil mantienen aún definiciones de la propiedad como facultad de usar y
empiezan a rendir frutos puede comprobarse en algunos trabajos recientes abusar de una cosa arbitrariamente, no siendo contra ley o derecho ajeno.
de autores no iusnaturalistas, como G. Robles (Introducción a la teorfa Esa idea liberal difiere radicalmente de la consideración que los clásicos
del derecho. Editorial Debate. Madrid. 1988, cap.lI), donde se distingue tenían de la misma, la cual está mucho más cerca de la visión que
entre ambos modos de pensar (no obstante, sigue manteniendo la habitual mantienen los autores que pertenecen a lo que J. Ballesteros ha llamado
exposici6n del iusnaturalismo tomista en términos legalistas: cfr. ibid. postrnodemidad como "resistencia" (Postmodernidad: decadencia o
57-59). Hasta ahora, lo más corriente era tomar el iusnaturalismo como resistencia. Tecnos. Madrid. 1989, 101 ss.), entre los que cabría incluir a
un concepto unívoco, exponerlo en términos racionalistas y criticar ese Spaemann.
iusnaturalismo, pensando que con eso quedaba descartada toda la tradici6n
del derecho natural. Difícil seria encontrar entre los más relevantes autores Origen de la preocupación sobre lo justo natural: en diversos
positivistas de este siglo algunos que no caigan en esta confusi6n. trabajos ha insistido Spaemann en que la realidad de que las opiniones
Una exposición sobre la amplia diversidad de doctrinas iusnaturalistas en: sobre lo justo y lo injusto son diversas es lo que mueve a plantear la
G. Soaje, "Diferentes concepciones de derecho natural", en Ethos, DO. lO- cuestión de un derecho natural. Esta cuesti6n no se plantea en puros
11. Buenos Aires. 1982-3, 317-338, y F. Puy, Lecciones de derecho términos de intereses, puesto que, de una parle, los contendientes buscan
natural, vol. 1. DIROSA. Barcelona. 1974 (tercera edición), 165-256 (con criterios de legitimaci6n distintos de la fuerza o de la conveniencia y, de
abundantes indicaciones bibliográficas). otra, porque muchas veces los hombres reconocen como justa una
decisi6n judicial que afecta sus intereses (cfr, entre otros textos: R.
Derecho nalural y teorías iusnaluralistas: F. Puy (cfr. Spaemann,Crftica de las utop[as paltticas. EUNSA. Pamplona. 1980,
Lecciones ... , cap.!) advierte respecto del error de confundir ambas 115 ss.; "Was isl philosophische Ethik?", en id. (ed.), Elhik-Lesebuch.
realidades, el "derecho natural objeto" y el "derecho natural ciencia". En el Von Piaron bis heute. Piper. München. 1987,9-23 y "Die Aktualitllt des
mismo sentido J. Finnis, Natural ...• cap. Ii. Esta distinción es a veces Naturrechts", en id., Philosophische Essays. Reclam Stuugart 1983,60-
olvidada por los autores, sea porque no son conscientes de la misma, sea 79.
porque, siéndolo, privilegian el aspecto gnoseológico del problema sobre
el ontol6gico y terminan reduciendo el derecho natural a las teorías acerca Rehahilitación de la filosofía práctica y crítica de la
del mismo (as! G. Robles, Introducción ... , passim). ciencia positivista: JÜTgen Habermas ha mostrado c6mo la estructura
mental del positivismo cientificista está dada por la "razón instrumental",
Recuperación de la noción de naluraleza: la cuestión ecológica que reduce la acción humana a un puro desarrollo estratégico. Por el
ha puesto de nuevo la cuestión de la naturaleza entre los temas de contrario, diversos autores han destacado en las últimas décadas la
discusi6n. Entre otros autores, cabe destacar aquí la contribución de especificidad que tiene el razonamiento que se utiliza en la ética, el
Rober! Spaemann. que se ha ocupado de la historia de esta noción derecho y la polltica. Sobre la filosofía y la razón prácticas puede verse:
filosófica en trabajos como: R. Spaemann, "Natur" en id., M. Riedel (ed.) Rehabi/itierung da praktischen Philosophie. Verlag
Philosophische Essays. Reclam. Stuttgarl. 1983, 19-40 Y "Zur Rombach Freiburg. Freiburg. 1974; y, más reciente, F. lnciarte,
40 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL EL PROBLEMA DEL DERECHO NATURAL 41

"Practical Trutb", en AA. VV. Persona, Verita e Morale (Allí del John Finnis(n. 1940 en Adelaida, Australia), ensefla actualmente en la
Congresso Internazionale di Teologia Morale), Cittli Nuova Editrice. Universidad de Oxford. Entre sus obras más conocidas cabe señalar:
Roma. 1986,201-215; E. Berti, "La racionalidad práctica entre la ciencia Natural Law and Natural Ríghts. Clarendon Press. Oxford. 1980;
y la filosofía", en Ethas, nn. 12-13. Buenos Aires. 1984-5,61-80. Fundamentals of Ethics. Clarendon Press. Oxford. 1983, y en
En el campo del derecho es especialmente importante la obra llevada a colaboración con J. Boyle y G. Grisez, Nuclear Dete"ence, Morality and
cabo por Perelman y la Escuela de Bruselas, que han rescatado la retórica Realism. Clarendon Press. Oxford. 1987. Sobre la discusión en tomo a
clásica y mostrado su papel en el razonamiento jurídico. Un resumen de sus ideas: R. A. Gahl, jr., John Fínnis: Practical Knowledge, the
sus tesis en Ch. Perelman, La I6gica jurldica y la nueva ret6rica. Civitas. Foundation of Ethics (tesis de licenciatura). Pamplona. 1989 y R.
Madrid. 1979. Otro tanto ha sucedido con la revalorización de la Tópica Hittinger, A Critique of the New Natural Law Theory. University of
en la que es imprescindible la obra de Th. Viehweg, Topik und, Nolre Dame Press. Indiana. 1987 y la bibliografía allf sellalada.
Jurisprudenz. Beclc. München 1953.
Michel Villey (Caen, 1914-París, 1988) es conocido por los lectores
Posmodernidad y lardomodernidad: en lengua española, aparte de de habla hispana por sus estudios como romanista y, eSP!'Cialmente,
la citada ohra de J. Ballesteros (Pos/modernidad ... ) es eSP!'Cialmente como historiador de la filosofía jurídica y filósofo del derecho. La obra
interesante A. Llano, La nueva sensibilidad. Espasa Calpe. Madrid. 1988. más amplia sobre su pensamiento, con amplias referencias bibliográficas
es: R. Rahbi-Baldi, La jilosorla jurídica de Michel Vil/ey. EUNSA.
Fundamentación consensu"lista y utilitarista de los derecho. Pamplona. 1990.
hu",anos: un panorama de los autores y tesis fundamentales en: C. I.
Massini, Los derechos humanos. Paradoja de nuestro tiempo. Editorial
Universitaria. Santiago de Chile. 1989, donde se cita abundante
bibliografia. De la necesidad de fundamentar los derechos humanos nos
hemos ocupado en: J. García-Huidobro, Defensa y rescate de los
derechos humanos. EDEVAL. Valparaiso. 1987.
La insuficiencia del mecanicismo y las fórmulas tecnocráticas
para explicar la vida política es puesta de relieve por diversos autores.
EnlTe otros: W. Hennis, PoU/Íca y filosoflo. práctica. Sur. Buenos Aires.
1973 y A. L1allo et al;;, Ética y po/{tica en la sociedad democrática.
Espasa Calpc. 1981. En cuanto a la necesidad de la virtud, difícil sena
encontrar una obra más difundida en los últimos años que A. Maclntyre,
After Virtue. University oC NOlre Dame Press. South Bend. 1984;
también G. AbM, Felicita, vila buona e virlu. Saggio di filosofia
morale. Las. Roma. 1989.

"Tomista": en este trabajo se utiliza este término en su sentido más


eWicto, esto es, "relativo a Tomás de Aquino". Aunque ¡co'n esa
denominación se suelen incluir a los autores que siguen, con mayor o
menor fidelidad, el pensamiento del Aquinate, no es este el uso que se le
da en este texto. Se ha preferido mantener esta denominación en vez de
utilizar neologismos como "tomasiano" que no parecen adecuados.
PRIMERA PARTE

LA TRIPLE CLASIFICACION TOMISTA


DE LOS PRECEPTOS DE LEY NATURAL
CAPITULO 1

LOS PRIMEROS PRINCIPIOS DE LA LEY


NATURAL Y SUS PROPIEDADES

Sin perjuicio de las referencias que Tomás hace en otros


lugares, cabe decir que la Summa Theologiae constituye la
obra fundamental para estudiar la caracterización tomista de la
ley natural. Dentro de esta obra, la cuestión 94 de la Prima
Secundae está dedicada específicamente a la ley natural, si
bien se hacen además importantes referencias en el Tratado de
la Ley Antigua. Sobre la base de dichos textos, el presente
capítulo busca determinar las características que Tomás atri-
buye a los primeros principios de la ley natural, las cuales
permiten identificarlos, para pasar después, en el capítulo
siguiente, a estudiar cuáles son dichos principios y cómo se
conocen.

A. EL CRITERIO TOMISTA PARA DISTINGUIR LOS


PRECEPTOS DE LEY NATURAL

Tras haber explicado brevemente en la Summa Theologiae


en qué consiste la ley natural!, Tomás de Aquino se ocupa de

! Cfr. I-JI, 94, I. Se cita según: Tomás de Aquino, Summa


Theologiae. Marietti. Taurini-Romae. 1963. Para la traducción castellana
se ha procurado seguir la que se contiene en la edición de la BAC (Madrid.
1947-60), que es la más difundida en nuestra lengua, aunque en los
Tratados de la Ley y la Justicia se han introducido importantes
modificaciones.
46 RAZON PRAcnCA y DERECHO NATURAL Los PRIMEROS PRINCIPIOS DE LA LEY NATURAL 47

determinar si ella consta de un solo o de varios preceptos2. se nota toda preposición cuyo predicado pertenece a la esencia
Nuestro autor explica que existe una pluralidad de preceptos del sujeto"s. El Aquinate pone como ejemplo la proposición
-que se corresponden con las tendencias fundamentales que "el hombre es animal racional", porque "al decir hombre se
experimenta el hombre--, y, al mismo tiempo, muestra que dice ya la racionalidad"9.
esa multitud constituye un todo ordenado". En efecto, los Pero esta notoriedad intrínseca o absoluta no va siempre
distintos preceptos se unifican por su referencia al primer acompañada de una notoriedad subjetiva. Esto sólo sucede en
principio de la ley n atural4 , y las diversas tendencias el caso de los que Boecio llamaba "axiomas o proposiciones
pertenecen a la ley natural en cuanto son reguladas por la conocidos por sí mismos (per se nota) que son comunes a
razón. Por tanto, aunque los preceptos son múltiples, tienen todos"IO. Tales son las proposiciones cuyos términos nadie
una raíz común5• desconoce 11, como la ya citada "el todo es mayor que la
Con ocasión de este problema, sienta las bases para parte". Otras verdades per se nota de la ciencia, en cambio,
establecer las diversas categorías de preceptos de ley natural. son sólo accesibles a los sabios, "que entienden la sig-
El criterio en que se basa el Aquinate para decir que no todos nificación de sus términos"12. Aquí pone un ejemplo
los principios de ley naturaJ tienen el mismo rango es el hecho teológico: sólo aquel que sepa que el ángel no tiene cuerpo
de que no todos son igualmente fáciles de ser conocidos por el podrá entender que tampoco ocupa un lugar l3 .
común de los hombres. Otro tanto sucede en las ciencias En el terreno práctico parece suceder algo semejante al
especulativas, donde cualquiera puede comprender, por orden especulativo. Por eso Tomás se ocupa de señalar la
ejemplo, que el todo es mayor que la parte, pero sólo los más existencia de unos primeros principios y su cognoscibilidad.
calificados perciben que las cosas incorporales no ocupan De no existir dichos principios, que sirvan de base a la
lugar> o que suma de los ángulos de un triángulo es igual a operación del intelecto, n,? cabría razonar l4 ni .di~girse a la
dos rectos 7. Sin embargo, a pesar de que ambas verdades no operación. Así, dice que: Y puesto que el movlIme~to parte
son igualmente accesibles, sucede que la una y la otra son siempre de la inmovilidad y termina en el reposo, se sigue que
conocidas por sí mismas (per se nota).
¿Qué significa que una verdad sea per se nota considerada
en sí misma? Esta expresión -que normalmente se traduce, 8 I-H, 94, 2c. Aquí identifica Tomás a las verdades conocidas por sí
con discutible fortuna, como «evidente>>-- es explicada por mismas con un tipo de proposiciones necesarias, lo que requeriría de
Tomás al decir que "considerada en sí misma, es de por sí per algunas precisiones, especialmente en cuanto se lo aplique al orden
práctico (cfr. m.c.2).
9 I-H, 94, 2c.
2 Cfr. I-H, 94, 2. lO Cit. en I-lI, 94, 2c (el texto de Boecio está contenido en el
3 Cfr. G. Grisez, "The First Principie of Practical Reason. A comentarlo de Tomás publicada por la Marietti, cuyas referencias se
Commentary on the Summa Theologiae 1-2, Question 94, Anicle 2", en acaban de seflalar más arriba). Se traduce "dignitates" por "axiomas",
Natural Law Forum. vol. 10. 1965, 171. puesto que esa es la palabra castellana que equivale a la expresión griega
4 Cfr. I-H, 94, 2 ad 1. original (axioma). vertida por Boecio al latín en la forma dicha.
5 Cfr. I-H, 94, 2 ad 1. 11 "Son máximamente conocidas aquellas proposiciones que todos
6 Cfr. In lIebd. Lec!. 1, n. 18; se cita según: Tomás de Aquino, "In entienden" (In lIebd. Lect. H, n. 20)
Librum Boetii De Hebdomadibus Expositio", en Opuscula Theologica, 12 l-ll, 94, 2c.
vol. n. Marietti. Romae-Taurini. 1972 (Segunda edición). 13 Cfr. también In lIebd. Lect. 1, n. 18.
7 Cfr. I-H, 94, 4. 14 Cfr. In Hobd. Lect 1, n. 15.
48 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL LOS PRIMEROS PRINCIPIOS DE LA LEY NATURAL 49

~l ra~ioci.nio hl!mano: cuando sigue un proceso de podemos concluir que resulta injustificado pretender, con
InvestigacIón o InVenCiÓn, parte de ciertas verdades de Hart, que el iusnaturalismo l9 supone un consenso axiológico
inmediato entendidas, que. s?~ los primeros principios, para que está lejos de existir en la humanidad.
volver después, por vía de JUlClO resolutorio, a comprobar con
esos mismos principios las verdades halladas"15.
Una de las tareas, entonces, que Tomás acomete en I-II, B. PROPIEDADES DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS
94, 2c es mostrar cómo en el orden práctico también se dan
u~os primeros principi?s, .al. igual que en el especulativo, si De la lectura de los diversos pasajes de la obra tomista en
bien no todos los pnnclplOs pueden ser calificados de donde se habla de los primeros principios de la ley natural,
~<prim~ros», porque ~ay algunos cuyos términos no son puede intentarse una caracterización de los mismos. Además,
Inmediatamente conOCIdos por todos, o que incluso sólo son ciertos autores atribuyen a los communissima algunas
accesibles a los sabios. La doctrina de este artículo es propiedades (Iapremoralidad, por ejemplo), que estarían
explicitada más adela~te en el mismo Tratado de la Ley, implícitas en el pensamiento de Tomás, y que por su
cuando Tomás llega a distinguir tres géneros de principios: los importancia vale la pena examinar. Dada la diferencia que
~ommunissima, cuyos términos son captados por todos al
existe entre los primeros principios y el resto de los preceptos
Instante; los preceptos secundarios, que, si bien no son de la ley natural, se hará necesario tratar el tema de las
propiedades por separado: en este capítulo, a propósito de los
inm~di.atamente conocidos, pueden serlo con facilidad 16 , y,
primeros principios, mientras que en el capítulo In nos
por ulhmo, un tercer grupo, constituido por los que sólo son
ocuparemos de las propiedades de los preceptos «derivados».
accesibles. a los sabios!? El primer grupo, los
commumssuna, está formado por los primeros principios de 1. Notoriedad
la ley natural (por ejemplo, "el bien hay que hacerlo y
perseguirlo", "actuar conforme a la razón", etc.). Los La primera característica ya fue señalada, al considerar que
preceptos secundarios, en c~bio, lo m!smo que aquellos que Tomás hablaba de ciertos principios que eran en sí mismos
son sólo acceSIbles a los sabiOS, se denvan de los anteriores.
E.l criterio para distinguir unos de otros es el grado de per se nota respecto de todos los hombres2o . Apane de la
Summa, Tomás toca este tema en diversos textos; así, puede
dIficultad que envuelve su conocimiento. leerse en uno de sus opúsculos que la ley natural "no es otra
Como se ve, al poner Tomás un criterio gnoseológico cosa que la luz del intelecto ínsita en nosotros por Dios, por la
como clave para discernir los tipos de preceptos de ley cual conocemos lo que debe ser hecho y lo que debe ser
natural, muestra que es perfectamente consciente de que no evitado. Dios ha dado al hombre esta luz y esta ley en la
siempre es fácil el conocimiento de la misma IS. Por otra parte, creación. Pero muchos creen ser excusados por la ignorancia
si no observan esta ley. Sin embargo, contra ellos dice el
profeta en el Salmo: «Muchos dicen: ¿quién nos mostrará el
15 1, 79, 8e; 1, 79, 12c.
16 Cfr. ¡.I!, 94, 5e y 6c; lOO, lIe
17 Cfr. ¡·n, 100, le Y Ile. Estos dos géneros de preceptos citados en según: In duodecim libros Metaphysicorum Aris/o/elis exposi/io.
último lugar se tratarán en el cap. m. MariellÍ. Taurini·Romae. 1971 (segunda edición).
18 Cfr. también In EN, nn. 33 y 1025; se cita según: Tomás de 19 O al menos esta forma de iusnaturalismo, cuya importancia no es
Aquino, In decem libros ethicorum Aristo/elis ad Nicomachum pequeña
Exposi/io. Marietti. Taurini·Romae. 1964, O In Me/., n. 2224; se cita 20 Cfr. I·n, 94, 2c.
50 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL Los PRIMEROS PRINCIPIOS DE LA LEY NATURAL 51

bien?»21, como ignorantes de qué sea 10 que hay que obrar. entendimiento y como tales son anteriores al mismo acto de
Pero él mismo responde allí: "Sobre nosotros está señalada la juzgar27 .
luz de tu rostro, Señor»22, a saber, la luz del intelecto, por la
cual nos son conocidas las cosas que hay que hacer, pues 2. Indemostrabilidad
ninguno ignora que lo que no quiere [que] se le haga no debe
hacerlo a otros, y otras cosas de ese tipo"23. Como ya se insinuó antes, los primeros principios actúan
Que los primeros principios tengan sean inmediatamente como axiomas, a partir de los cuales rawna el intelecto. Su
accesibles, no significa que no supongan algunas nociones importancia es tan grande que Tomás puede decir que "nuestra
previas, sino que dichas nociones son conocidas de todos los comprensión de los primeros principios es el aspecto más
hombres, de modo que cada uno de ellos, en cuanto tiene uso elevado de nuestro conocimiento"28.
de razón, descubre de forma inmediata dichos primeros Una consecuencia del carácter de notoriedad universal y de
principios, "que son inmediatamente captados, conocido qué "primeros" que tienen estos principios, es su
es lo que algo es"24. Así, cuando en I-H, 94, 2c nos dice indemostrabilidad29 . La razón se explica en el comentario In
Tomás que el primer principio de la razón práctica y de la ley X Libros Ethicorum Aristotelis ad Nicomachum. Allí Tomás,
natural es "el bien hay que hacerlo y perseguirlo y el mal refiriéndose al terreno especulativo, dice que: "es claro que
evitarlo", es porque antes ha señalado que dicho primer sobre los principios de la ciencia no hay ciencia porque la
principio se funda sobre la razón de bien25 . y si se funda so- ciencia es de 10 demostrable, pero los primeros principios de
bre esa noción, es que la supone. ¿Y no pierde, por esta la demostración son indemostrables pues de otra manera se
circunstancia el carácter de primero, o de inmediatamente procedería al infinito"30.
conocido? No, porque la noción de bien y no-bien (mal), al A este respecto, piensa Finnis que nadie debería extrañarse
igual que la de ser y no-ser (con la que se convierte26) son de por encontrar en la ética un fundamento que no es susceptible
aquellas nociones que están presentes en todo juicio del de demostración, porque 10 mismo sucede con "un gran
intelecto, práctico o especulativo, respectivamente. Todo número de principios lógicos y matemáticos empleados en las
hombre que llega al uso de razón, en cuanto desee formular ciencias naturales y la tecnología (... ), y que, dado su
un juicio, ya tendrá presentes las nociones de ser y bien, que carácter, sería absurdo sostener que requieren ser probados o
son las primeras que caen en el campo de acción de su que tienen necesidad de demostración"31. Las ciencias
naturales descansan implícitamente sobre principios
epistemológicos que son "in demostrados e indemostrables,
pero autoevidentes, de una forma fuertemente análoga a la que
21 Ps. 4, 6.
22 Ps. 4, 7.
23 "In duo praecepta earitatis et in decem legis praecepta expositio", 27 Puesto que los primeros principios son juicios, suponen los
en Opuscula Theologica. vol. 11. Marietti. Romae-Taurini. 1972 (segunda elementos que integran el sujeto y el predicado del juicio en cuestión
edición), Proemio, n. 1129. (sobre los primeros principios véase también: In Met., I1I, 5, n. 389).
24 In EN, n. 1179. 28 De Ver., VIII, 15; se cita según: Tomás de Aquino, "De Veritate",
25 "El primer principio de la razón práctica es aquel que se funda en id., Quaestiones Disputatat!, vol I. Marietti. Taurini-Romae.
sobre la razón de bien" (1-11,94, 2c). 29 Cfr. In EN, VI, 5, n. 1179.
26 "Todo lo que es, es bueno" (San Agustín, Confesiones, VII, 12); 30 In EN, VI, 5, n. 1177, cfr. In Met., I1I, 5, nn. 389-90.
cfr. De Div. Nom., VI, J y 1, 5, le. 31 J. Finnis, Natural ... , 32 (cfr. MeL 997 a 2-11).·
52 RAZON PRACTICA Y DERECHO NAlURAL LOS PRIMEROS PRINCIPIOS DE LA LEY NATIJRAL 53

Tomás atribuye a los principios básicos de razonabilidad error en el juicio de la razón"33. Por eso, en I-lI, 93, 2c, tras
práctica"32. haber dejado constancia de las limitaciones de la inteligencia
En todo caso, la certeza y verificabilidad de las humana en su estado actual, indica que, sin embargo, "todos
demostraciones éticas o jurídicas son en general menores que conocen de alguna manera la verdad, al menos por lo que se
las de las ciencias exactas y la tecnología. A partir de esta cir- refiere a los principios generales de la ley natural". Empero,
cunstancia infieren algunos, erróneamente, el no-cog- no está de más decir que para captar esos principios se
notivismo ético. Esta inferencia podría ser parcialmente válida requiere haber llegado "al uso de la razón natural"34. John
si el único modelo cognoscitivo fuera el de las ciencias Finnis precisa un poco más, diciendo que "ellos son
«exactas» y los únicos usos de la razón fuesen el teórico, el reconocidos por todo aquel que alcance el uso de la razón y
instrumental o el estratégico, cosa que no es exacta. Al no- que tenga suficiente experiencia para saber a qué se
cognotivismo no parece afectarlo la indemostrabilidad de refieren "35. La alusión a la experiencia quizá esté de más y
muchos principios epistemológicos que están detrás de la pueda inducir a confusión 36 . En todo caso, con ella no se
ciencias naturales y la tecnología, porque ella resulta alude a aquel hombre maduro en razonabilidad práctica, que
compensada por la cerciorabilidad de sus resultados. En esto, es el sujeto apto para entender de las cuestiones éticas37 , sino
como se dijo, difieren de los principios de la ética. Pero esta a la generalidad de las personas, ya que se trata de
diferencia sólo puede preocupar a quien ha decidido hacer "proposiciones cuyos términos nadie desconoce"38. Tanto es
suya la actitud que sustituye la verdad por la certeza, para así que -a propósito de los tiempos antiguos, en donde era
acabar refugiándose en el no-cognotivismo en aquellos mayor la oscuridad moral-, dice el Aquinate que, aun
sectores de la vida en que no es posible alcanzar una certeza entonces, "la razón humana no podía errar en sus juicios
absoluta. universales sobre los preceptos más comunes de la ley
Lo que busca el no-cognotivismo es, en el fondo, la certeza natural"39.
que la verificación práctica proporciona en el plano de la
ciencia. Sin embargo, el objeto y, por tanto, el método de la 4. Universalidad
filosofía práctica son muy diferentes. Tanto es así que muchos
piensan que en ella no se demuestra por verificación, sino, en De 10 que se trata aquí es de saber si los primeros
todo caso, por falsación y destacan la influencia que tienen en principios de la ley natural son válidos para la generalidad de
la cuestión las disposiciones morales del sujeto. La recta ratio los hombres. La pregunta no es ociosa, pues podría
sería, aquí, una correcta ratio. presentarse una postura más o menos sobre naturalista, que
pretenda hacer de la ley natural un patrimonio exclusivo de los
3. Inerrancia
Nos queda ahora atender a la posibilidad de error sobre los 33 1·11.. 100. llc.
mismos. La enseñanza de Tomás es clara: de entre los 341_11. 100.4 ad 1.
preceptos naturales, "unos son comunísimos y tan manifiestos 35 J. Finnis. Natural ...• 30.
que no necesitan promulgación (... ). Acerca de éstos no cabe 36 La opinión de Tomás parece clara: así. por ejemplo. 1-11. 94. in
contr.. l.
37 Cfr. In EN. l. 1II passim.
38 1-11.94. 2c.
32 J. Finnis, Natural ...• 32 .. 391-11.99.2 ad 2.
54 RAZON PRACDCA y DERECHO NATURAL LOS PRIMEROS PRINCIPIOS DE LA LEY NATURAL 55

adherentes a una determinada religión, y acuse a los que la puede haber verdades per se nota que sean accesib!es "sólo
profesan de estar imponiendo sus particulares convicciones para los sabios"46. Por tanto, la verdad especulatlv~ es la
religiosas cada vez que, en materias morales, manifiesten una misma para todos Y todos p.ueden a!canzar sus pnmeros
opinión diferente a la de sus adversarios. principios; muchas conclUSIOnes] .Sln embargo, quedan
Al tratar del tema de la universalidad, en la cuestión 94, reducidas a los sabios, que son los U~IC.OS capac.es d~ dar con
artículo 4 ("si la ley natural es una misma para todos los ellas. Así se explica que pueda eXlstrr u!,a. hlstona de las
hombres"), Tomás vuelve a recurrir al ejemplo de lo que ciencias especulativas, puesto que su <:onocrrmento es fruto de
sucede en las ciencias teóricas40 , pero esta vez lo hace para una trabajosa búsqueda a lo largo de Siglos.
marcar las debidas distancias. Porque mientras la r&zón Diferente es la cuestión "en el terreno operativo", en donde
especulativa "versa principalmente sobre cosas necesarias, "la verdad o rectitud práctica no es la misma en todos los
invariables en su modo de ser (... ), la razón práctica se ocupa .
hombres conSiderada . sól o en general"47 .
en concreto, SinO
de cosas contingentes, que son el ámbito de las acciones Por dos motivos puede sorprender esta afrrm~ión en u.n .autor
humanas"41. La diferencia de materia trae consigo una como Tomás: de una parte parece envolver cIerto relatlVlsmO;
diversidad al momento de considerar el tipo de verdad que se de otra porque, a primera vista, haría imposible el carácter
da en uno y otro campo. En los dominios de la especulación, científico de la ética. Como si esto fuera po~o, agre!la a
tanto los principios universales de la razón teórica como sus continuación: "aun en aquellos en que se da la IDlsma !ectltud
conclusiones "contienen la verdad sin defecto"42. En cambio respecto de lo concreto, no es igua~m~nte con<:,c:da por
en el terreno de la acción, "aunque se dé necesidad en los lodos"48. La posibilidad de un pruden~lalls~o relall~lsla y el
principios más generales, cuanto más descendamos a lo terna de la cientificidad de la refleXIón ética tomIsta, son
particular, tantos más defectos encontrarnos"43. cuestiones que tangencialmente ~e t~ndrán presente~ en esta
Ante esta situación, cabe preguntarse si la verdad práctica investigación, que pretende contnbulT en algo a c1anficarlos,
es la misma para todos los hombres. Esta es otra manera de dentro de los márgenes que ella abarca. Pero desde ahora cabe
interrogarse sobre la universalidad de la ley natural. Para hacer una precisión. Esta falta de universalidad no afecta a los
Tomás la respuesta no puede ser única. "En el campo principios comunes de. la ley natural, que n? sólo son los
especulativo la verdad es en todos los hombres la misma, mismos para la generalIdad de los hombres, smo que son de
tanto en los principios" generales "como en las con- todos conocidos: "es patente -recuerda Tomás- que, en ?rden
clusiones"44. Sin embargo, desde el punto de vista del a los principios generales de la razón, sea especulativa o
conocimiento, hay que admitir que "no todos conocen la práctica, la verdad o rectitud es idéntica en todos los hombres
verdad en las conclusiones, sino solamente en los principios e igualmente conocida por todos ellos"49.
que llamamos nociones comunes ( e o m m u n e s Si esta observación general se aplica a los preceptos
conceptiones)"45. Ya se dijo antes que en el orden teórico naturales, habrá que "decir que la ley ~atural, cuanto a los
primeros principios comunes, es la misma para todos los
40 Ya lo había hecho en I-II, 94, 2c.
41 1-11, 94, 4c.
42 1-11, 94, 4c. 46 1-11,94, 2c.
43 1-11,94, 4c. 47 1-11, 94, 4c.
44 1-11, 94, 4c. 48 1-11,94, 4c.
45 1-11,94, 4c. 49 1-11. 94, 4c.
56 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL Los PRIMEROS PRINCIPIOS DE LA LEY NATIJRAL 57

hombres"50. Y esta universalidad se da en un doble sentido, caso tiene mayor interés: "de otro modo se puede entender la
ontológico y gnoseológico: la verdad de los primeros mutación de la ley natural por vía de sustracción, de manera
principios es la misma para todos y todos la conocen. En los que deje de ser de ley natural algo que antes era conforme a
communissima se da "necesidad"51, no son "defectibles"52 y ella"57. Esta hipótesis tampoco afecta a los communissima,
el entero género humano está en condiciones de acceder a porque "cuanto a sus primeros principios -aclara-, la ley
ellos. A este nivel, la ley natural es de validez general, "tanto natural es absolutamente inmutable"58.
por la rectitud como en lo que hace a su conocimiento"53. Lo expuesto deja fuera de duda la posición de Tomás en la
Summa Theologiae, pero ¿ha pensado siempre lo mismo? Ya
5. Inmutabilidad en el Tratado de la Justicia se contiene la sorprendente afir-
mación de que "la naturaleza humana es mutable"59, texto
En el artículo 4 de la cuestión 94, Tomás ha dejado en claro muy repetido por Villey60, y que parece armonizar perfec-
que la universalidad de los communissima no es simplemente tamente con lo que dice en el Commentarium de la Etica a
una cuestión de hecho, que pueda darse en una época y en Nicómaco, recogiendo la idea aristotélica de que sólo en las
otra no, sino la consecuencia necesaria de su indefectibilidad. cosas divinas y en las sustancias incorruptibles se da la
Sin embargo, en el artículo siguiente vuelve a insistir en el inmutabilidad, mientras que en nuestra tierra -el mundo
lema, esta vez para dar respuesta a ciertas objeciones, que «sublunaT>>- todo parece estar afectado por el cambi061 : "en
podrían hacer pensar en su mutación. Alguna de ellas es de nosotros los hombres, que estamos entre las cosas co-
carácter teológico, como el hecho de que en el Antiguo rruptibles, hay algo que es según la naturaleza, y sin embargo
Testamento se hayan ejecutado por mandato divino algunas cualquier cosa que hay en nosotros es mutable o de suyo o
conductas aparentemente inmoralesS4 , o el que se diga que la por accidente (. .. ). Y todas las cosas justas que hay en
ley escrita vino a "corregir" a la natural 55 . Antes de explicar nosotros.de alguna manera cambian; y, no obstante, algunas
que aquélla sólo suple los puntos que ésta no desarrolla, y de ellas son naturalmente justas"62. En textos como éste se
mostrar por qué las acciones en cuestión no suponen violación . basa Michel Villey para afirmar que Tomás de Aquino -y, a
o cambio de la ley natural, Tomás de Aquino aclara en qué ¡ortiori, Aristóteles- parte de la base de la mutabilidad del
sentidos se afirma la mutación de la ley natural. El primero derecho natural, como se verá en el capítulo V.
consiste en el añadido que se le hacen de algunas cosas que Aunque se volverá a tratar el asunto cuando se hable de las
ella no contiene, lo cual no es, propiamente hablando, una otras categorías de preceptos de la ley natural 63 , los textos
mutación 56. Así, por ejemplo, por ley positiva se determinan citados no son suficientes para afirmar que el Aquinate pudo
las penas que corresponden al homicidio, especificaciones
que, obviamente, no estaban en la ley natural. El segundo
57 1-11, 94, 5c.
58 !bid.
50I-II,94,4c. 59 11-11,57,2 ad 1.
511-1I,94,4c. 60 Cfr. M. Villey, "Mutabilidad, diversidad y riqueza del derecho
52 1-11, 94, 4c. natural en Aristóteles y Santo Tomás", en Prudenlia furis, n. 15. Buenos
53 1-11, 94, 4c. Aires. 1985, 95-103.
54 1-11,94, 5, obj. 2. 61 Crr. EN 1134 b 24 ss.
55 1-11,94,5, obj. I. 62 fn EN, V, 12, n. 1026.
56 Crr. los capítulos IV y V de este trabajo. 63 crr. capítulo 1II. C. 3.
58 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL LOS PRIMEROS PRINCIPIOS DE LA LEY NATURAL 59

pensar en alguna época que el cambio de lo justo natural Aquinate emplea una noción de naturaleza muy cercana a lo
pueda llegar hasta afectar a los principios comunes de la ley físic0 66 , cuyas mutaciones se expresan con ejemplos tan
natural. En primer lugar, no hay que olvidar que en «biológicos» como que algunos hombres se vuelven
Aristóteles no hallarnos todavía la finura analítica que mostrará ambidiestros a través del ejercicio, no obstante que "lo natural
Tomás al tratar en la Surnma la cuestión de la ley natural. Por es que la mano derecha sea en nosotros más vigorosa que la
tanto, su comentarista medieval dirigirá su esfuerzo a explicar izquierda"67. En frente está, por el contrario, la inmutabilidad
por qué el Estagirita dice que lo justo natural es mutable, y no propia de las cosas naturales en sentido estricto. Por eso, si
tendrá motivo para entrar en un tema que no está directamente todavía cupiese alguna duda, Tomás concluye sus precisiones
implicado, habida en cuenta la distinción tomista entre derecho a Aristóteles diciendo que "las cosas que pertenecen a la razón
y ley64 y que sus observaciones parecen referirse a la misma de justicia de ningún modo pueden cambiarse, como
mutación de lo justo -el derecho- natural y no de la ley natural. que no se debe robar, que es un hecho injusto"68. Es decir,
Pero, aunque se rechazara la hipótesis de que aquí se habla jamás cabe perseguir y obrar algo distinto del bien.
del derecho y en la I-II de la ley, hay una segunda razón que
excluye la contradicción entre la Surnma y el Commentarium, 6. Carácter indeleble
si se hace una lectura atenta de éste. En efecto, después de
seguir de cerca el cierto «prudencialismo» de su maestro, fiel Se ha dicho que los primeros principios son conocidos por
a su misión de comentador, el comentarista -aún más fiel a la todos sin error. La tradición además enseñaba que la ley
verdad- parece dar un paso atrás, o por lo menos introducir un natural "está escrita en los corazones de los hombres y no
matiz en las afinnaciones de Aristóteles, de ahí que aclare: puede ser borrada por iniquidad alguna"69. Al estudio de "si
"sin embargo, debe observarse que como las razones de las la ley natural puede ser borrada del corazón humano", dedica
cosas mutables son inmutables, lo que en nosotros es natural nuestro autor el artículo final de la cuestión 94 de la Prima
como perteneciente a la razón misma de hombre, de ningún Secundae 70 .
modo varía, corno que el hombre es animal. Pero las cosas Para solucionar el problema, Tomás vuelve a distinguir
que se siguen de la naturaleza, como las disposiciones, las entre los preceptos comunes y los derivados y dice que "en lo
acciones y los movimientos varían en algunos casos (ut in que toca a esos principios comunes la ley no puede ser
paucioribus)" 65. borrada de los corazones de los hombres en general"71. Sin
En este texto distingue Tomás entre las cosas naturales que embargo, en este artículo agrega una observación peculiar, un
pertenecen a la noción misma de hombre y aquellas que "se matiz que no niega las propiedades anteriores, pero que de
siguen de la naturaleza". En estas últimas se da el cambio en alguna maneta las flexibiliza a la hora de aplicar la ley natural
algunos casos, como veremos más adelante al tratar de la al caso concreto. Así, continúa: "pero se borra en las obras
mutación de los preceptos derivados. Al tratar de ellas el

66 Cfr. In EN, V, 12, n. 1019.


64 La mutación de lo justo natural se tratará en el capítulo V de este 67 In EN, V, 12, n. 1028; cfr. EN 1134 b 33-35.
trabajo. La de los preceplos secundarios y terciarios se verá en el capítulo 68 In EN, V, 12, n. 1029.
III. No obstante el peligro de dispersión, se ha preferido el estudio por 69 Cfr. 1-11,94,6 sed contra. Tomás eslá recogiendo la opinión de S.
separado. que pennite apreciar mejor los matices que envuelve la solución Agustín.
de Tomás a la cuestión de la mutación de la ley y el derecho naturales. 70 1-11, 94, 6.
65 In EN, V, 12. n. 1029. 71 1-11,94,6.
60 RAZON PRAcnCA y DERECHO NA1URAL LOS PRIMEROS PRINCIPIOS DE LA LEY NATIJRAL 61

particulares, por cuanto la razón es impe~da de aplicar los ciencia universal es certísima, pero de ahí no se deduce que
principios comunes a las obras particulares por la goce de primacía en el obrar, ya que las operaciones tienen
concupiscencia o por otra pasión"72. por objeto cosas singulares78.
Si esto es así, ¿debe considerarse errónea una opinión73 ¿Quiere decir que en esos casos se actúa prescindiendo de
que diga que en toda acción humana se persiguen los principios universales? Hay quienes consideran que no es
necesariamente los primeros principios o "valores básicos", así. Si por un momento se pudiese verificar esa hipótesis -
como algunos los llaman? A primera vista, el texto recién parece sostener Grisez79- en ese mismo instante desaparecería
citado haría pensar que hay obras particulares en la que no se toda acción humana o se disolvería en el caos. Sin un "primer
aplican los principios comunes (y por eso son moralmente principio" que sea "regla y medida"80, faltaría el fundamento
malas). Si se examina, empero, el texto en donde Tomás para dirigirse a la acción. Lo que ocurre es que en vez de un
estudia más específicamente la cuestión74, es posible concluir principio general se pone otro: "Quien tiene la ciencia en
algo distinto. universal se siente impedido por la pasión para hacer la
Nuestro autor comienza diciendo que sólo parcialmente aplicación y sacar las conclusiones, y acude a otro principio
tenía razón Sócrates al afirmar que la ciencia no puede ser universal, que la misma pasión le sugiere, y llega a la
superada por la pasión y que la maldad es, en el fondo, conclusión"81.
ignorancia. Por el contrario, "nos consta por experiencia que La pasión hace que se vea como bueno algo que no lo es y
muchos obran lo contrario de lo que saben"75. Dado que no explica que un juicio particular pueda ir contra la convicción
es lo mismo la ciencia universal que la particular, es posible que un sujeto mantiene habitualmente 82 • Pero eso sólo lo
"obrar al. margen del propio pensamiento que actualmente no logra en la medida en que ese conocimiento universal no se
se tiene presente"76, por diversos motivos que allí explica. haga presente al momento de elegir la premisa que funda la
"De esta forma -continúa-, el que está dominado por la pasión decisión mala 83 . Y la única forma de excluirlo es
no considera en particular lo que en universal ya conoce, reemplazándolo por otro juicio universal 84 , que se acomoda
porque la pasión impide el considerarlo"77. Es verdad que la mejor a los 'intereses' de la pasión. En la pugna entre las
premisas, una correcta y otra que, siendo verdadera, no
corresponde aplicar al caso, "la pasión impide que la razón
721bid., cfr. l-lI, 99, 2 ad 2. siga y concluya bajo la primera, y, dominándola, la hace
73 Cfr. G. Grisez, J. Boyle y J. Finnis, "Practica! PrincipIes, Moral tomar y seguir la segunda". Ese juicio universal de
Truth, and Ultimate Ends", en American Journal 01 Jurisprudence. vol. sustitución, al ser presentado como un bien, toma la forma del
32. South Bend. 1987. 103 y 133. .
74 Cfr. 1.1I. 77, 2. El problema que aquí se plantea ("si la razón puede
ser superada por la pasión conlrll su propia ciencia") no es exactamente el 78 Cfr. 1·1I. 77, 2. ad 1.
que nos preocupa (si el hombre puede prescindir de los principios 79 Cfr. G. Grisez. "The First PrincipIe of Practical Reason. A
comunes en su acción libre). Incluso parecería que si Tomás responde· Commentary on the Summa Theologiae '·2, Question 94, Article 2", en
como de hecho sucede· que a veces el hombre obra contra su Natural Law Forum. vol. 10. 1965, 168·96.
conocimiento universal, en esos casos estaría dejando de utilizar dichos 80 1-1I. 90. Ic.
principios. Pero algunos piensan que no es así. 81 1.11,77,2 ad 4.
75 I.II. 77, 2e. 82 '.11. 77. 2 ad 2.
761-1I.77,2c. 83 1.1I, 77. 2 ad 1.
77 '.1I. 77, 2c. 84 1.11,77.2 ad 4.
62 RAZON PRACI1CA y DERECHO NATURAL LOS PRIMEROS PRINCIPIOS DE LA LEY NATIJRAL 63

primer principio de la razón práctica y de la ley natural: "el Sin embargo, no son pocas las objeciones que se pueden
bien hay que hacerlo y perseguirlo, y el mal evitarlo"85, y hacer a esta interpretación de Tomás. Hay acuerdo en que el
permite la acción. Quizá sea esta la causa de que Aristóteles . Aquinate pone de relieve cómo en el juicio práctico es
diga que "somos incontinentes movidos en cierto modo por la imprescindible partir de un principio universal para llegar a
razón y la opinión "86. una conclusión. Sin embargo "principio universal" y
Comentando al Estagirita dice Tomás que "en el silogismo "principio común" no equivalen necesariamente. No todo
que hace el incontinente hay cuatro proposiciones"87. En él principio es un principio primero y común. Siempre que hay
pugnan: una proposición universal puesta por la razón (pone razón debe haber también una consideración universal (por
como ejemplo "ningún dulce debe ser gustado fuera de hora") ejemplo, "todo dulce es deleitable"), pero no siempre es
y otra proposición universal que juega de parte de la concu- posible reducir esa consideración a los principios primeros y
piscencia ("todo dulce es deleitable"). Cuando el sujeto comunes.
percibe un dulce en un momento que es inadecuado, la razón Pero aún hay más. Volvamos al ejemplo del Aquinate. Si
universal señala una proposición particular, como: "este dulce es verdad que comer este dulce ahora es un mal, entonces
todavía está fuera de hora", en cambio la pasión mueve a darle habría que decir que quien lo come estaría actuando en contra
al mismo objeto un cariz diferente; así, pasa a ser "asumido del principio "el bien hay que hacerlo y perseguirlo y el mal
bajo lo universal de la concupiscencia, que dirá que esto es evitarlo", y que -aunque lo sabe- no quiere seguir aquello que
dulce. y así se sigue la conclusión de la operación"88, que sabe. De lo contrario parece que la expresión "el mal (hay
siempre será la consecuencia de haber aceptado antes una que) evitarlo" queda desprovista de contenido.
premisa de carácter general que, más cerca o más lejos, se Evidentemente, quien así actúa se apoya en algún principio
vincula a un principio común. universal, lo que implica que su razón está funcionando y que
Visto que no hay posibilidad de juicio práctico sin una está en su poder el juzgar de acuerdo con el principio común,
premisa universal, y que el mal obrar se debe a la torcida y aunque de hecho no lo haga. Téngase en cuenta que del hecho
libre selección de un principio que no corresponde aplicar, de que "todo dulce es deleitable", por muy universal que
habría que afirmar que, cuando Tomás dice que la ley natural pueda ser, no se sigue que haya que comer ningún dulce.
se puede borrar "en las obras particulares, por cuanto la razón Quizá parte del problema resida en que Finnis y Grisez
parecen entender "el bien hay que hacerlo y perseguirlo" como
es impedida de aplicar los principios comunes "89, tendría que si quisiera decir "algún bien hay que hacerlo ... ", mientras que
entenderse esta última frase como "aplicar los principios da la impresión que Tomás lo entiende como "el bien
comunes que sean adecuados", en la forma en que se explica simpliciter et secundum totum hay que hacerlo ... ". En otros
en I-II, 77, 2, porque la razón nunca puede obrar términos: si "el bien hay que hacerlo y perseguirlo y el mal
prescindiendo de los principios universales, tanto en el orden evitarlo" no se refiere al bien y al mal simpliciter, es decir
especulativo como en el práctico. Con esto quedaría incólume moral, entonces no parece siquiera que sea una proposición
la tesis propuesta. verdadera, porque no es verdad que haya que hacer todo lo
que desde algún aspecto es bueno.
85 1-11,94, 2c.
86 EN 1147 b 1. 7. Carácter de fines
87 In EN, n. 1347; cfr. 1-11, 77,2 ad 4.
88 In EN, n. 1347. John Finnis considera que estos primeros principios son
89 I-II, 94, 6c. "no tanto preceptos como, por así decirlo, los fines o
64 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL LOS PRIMEROS PRINCIPIOS DE LA LEY NATURAL 65

cualidades de los preceptos"90. Como señala reiteradamente, tada de propósito está dirigida a alcanzar al menos uno de esos
"ellos estatuyen las formas básicas del bien humano"91. Para "propósitos básicos"97.
entender estas afirmaciones del profesor de Oxford, hay que Como se ha dicho, algunos autores se apoyan en los textos
recordar que, para Tomás, el fin desempeña el carácter de un citados para decir que los primeros principios son fines y los
principio en el terreno de la operación. Así, dice que "el fin en preceptos derivados son medios para alcanzar dichos fines.
el orden de la acción es como el principio en el del Esta cuestión sólo puede ser respondida en forma parcial,
conocimiento"92. La persecución de un fin es lo que explica pues esconde el equívoco de no distinguir suficientemente el
que un agente se disponga a obrar, pues el fin mueve por plano del pensamiento (lógico, gnoseológico) del plano real.
atracción, por «amor» y «deseo». Los principios se dan en el plano de la inteligencia que conoce
El Aquinate aÍtrmaría que los primeros principios tienen prácticamente la realidad. En cambio, los medios y los fines
carácter de fines al decir que "todas las cosas que deban existen en el plano real. Esto requiere una breve explicación.
hacerse o evitarse, en tanto tendrán carácter de preceptos de la Los primeros principios, valga la perogrullada, son
ley natural en cuanto la razón práctica los juzgue naturalmente principios. La voz «principio» tiene en la filosofía de Tomás
como bienes humanos" y después agregar que "el bien tiene múltiples acepciones. En todo caso, aquí se está refiriendo a
naturaleza de fin "93. Por otra parte, en 1- n, 100, 11 c dice que una determinada forma de juicio -un juicio especialmente
los preceptos comunfsimos del amor a Dios y al prójimo "son importante-, que, corno se ha señalado antes, nos transmite
fines de los otros preceptos", que están contenidos en ellos un conocimiento «primero», a partir del cual podemos
del mismo modo que "los principios en las conclusiones empezar a razonar. Es sabido que para Tomás de Aquino el
próximas"94, y más adelante enseña que "en la razón práctica conocimiento, en un sentido fuerte, se da en el juicio, o sea en
preexisten ciertos principios naturalmente conocidos, que son el acto de la mente que compone o divide: por ejemplo, en el
los fines de las virtudes morales "95. Y a que los primeros acto en que respecto del sujeto "bien" añade (compone) el
principios de la acción humana son fines, concluye el profesor predicado "hay que hacerlo y perseguirlo". Desde el momento
de Oxford, "un hombre no puede razonar correctamente en en que los primeros principios tienen un carácter cognoscitivo
materias morales (... ) a menos que esté bien dispuesto hacia y son juicios, significa que son principios de comprensión de
esos últimos fines"96. Al decir que los principios comunes la realidad. Tan pronto como nos enfrentamos con la realidad
son fines, se está afirmando, entre otras cosas, que no son moral, podemos descubrir ciertos principios que regulan
bienes instrumentales. Se trata de principios capaces de nuestro comportamiento en ese canlpo, pero no cabe decir,
desempeñar el papel de motivos últimos de una acción. Grisez hablando estrictamente, que los principios estén en la realidad
y otros ~utores dicen que no requieren de otra razón aparte de externa. En ella hallamos acciones, bienes, pero no algo así
ellos mismos para mover a un sujeto, y que cada acción do- corno bonum est faciendum et prosequendum et malum
vitandum. Bonum es! faciendum aparece en nuestra mente tan
pronto como nos encontrarnos con los bienes concretos y
90 J. Finnis, Natural ... , 30. descubrimos que ellos son apetecibles. No hay que olvidar,
91 !bid. por tanto, que los principios son juicios, y que los juicios
92 I-Il, 47, 6c. están en la mente. Por eso no pueden ser propiamente
93 1.11,94, 2c. hablando, fines ni medios. Sólo las cosas y las acciones
94 1.11" 100, 4c.
95 Il.II, 47, 6c.
96 J. Finnis, Natural ... , 51. 97 G. Grisez, J. Boyle y J. Finni., "Practical...", 103.
66 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL Los PRIMEROS PRINCIPIOS DE LA LEY NATORAL 67

pueden ser medios para alcanzar un fin. Los principios no son que le son dados por naturaIeza y que son conocidos por el
cosas ni acciones, sino juicios que se refieren a cosas que intelecto sin mediación de discurso a1guno too.
deben ser perseguidas o evitadas y acciones que deben
hacerse u omi tirse. 8 . Carácter prernoral
Sin embargo en las reflexiones de estos autores hay una
intuición válida, por mas que no la hayan expresado en forma Quizá elpunto más polémico de las interpretaciones de
rigurosa. Finnis y Grisez han descubierto que los primeros Finnis y Grisez sea su opinión de que los primeros principios
principios no son simples reglas morales y que tampoco de la ley natural no tienen un carácter moral. Esta cuestión ha
pueden ser considerados como medios. Hasta aquí tienen dado origen a una amplia polémica, de la que no daremos
razón. Pero de ahí deducen que son fines, con lo que saltan cuenta aquí, entre otras razones, porque no se relaciona
indebidamente del plano lógico (principios) al real (fines). La directamente con los propósitos de esta investigación.
idea válida que está detrás es que los primeros principios se
refieren a ciertos fines, son aquellos principios que apuntan a a) Las tesis de John Finnis y Germain Grisez
los fines humanos que deben ser realizados (faciendum) o
alcanzados (prosequendum). Estos fines, como señala Piensa Finnís que la Escolástica malinterpretó al Aquinate
Tomás, le son dados al hombre por naturaleza. Por eso, cuando trató "los dictámenes de la synderesis -o sea los
aunque los primeros principios de la ley natural estén en la primeros principios de la razonabilidad práctica (...}--- como
razón, sin embargo su fundamento se halla en la naturaleza. si fueran principios morales ya cristalizados (en la forma de,
Corrigiendo levemente las afirmaciones de dichos autores, por ejemplo, los seis mandamientos finales del decálogo).
habría que decir entonces que los primeros principios no son Esta interpretación (... ) deja sin sentido la noción tomista de
fines pero se refieren a fines y los principios derivados no son prudentia, reduciéndola a una mera habilidad para juzgar
medios, pero se refieren a medios. En este sentido deben cuándo es aplicable una de esas reglas morales ya
entenderse los textos tomistas citados más arriba cristalizadas"lOl. Por eso, estima que Tomás "rechazaría la
El hecho de que los communissima se refieran a los fines, pretensión de Clarke, Grotius, Suárez y Vázquez de que los
significa que proporcionan a los hombres las rarones últimas principios primarios y autoevidentes de la ley natural son
para obrar98 . Sin ellos, o no habría vida moral o ésta sería principios morales (en el sentido moderno de 'moral')"102.
pura arbitrariedad. A diferencia de algunas concepciones de la Quizá toda la cuestión esté en determinar ese "sentido
Modernidad, la ratio tomista no opera desde la nada, ni queda moderno" de moral. Si éste es tal que efectivamente no abarca
replegada exclusivamente sobre sí misma99 , sino que puede a los primeros principios, no habría problema para incluir la
empezar a moverse en la medida en que accede a estos fines, tesis de este autor dentro de la filosofía de Tomás, pues bien
podría ser que los communissima siguieran siendo
considerados morales en el sentido clásico de esta expresión.

98 Cfr. G. Grisez, J. Boyle y J. Finnis, ..Practica!... .. , 102.


99 Cfr. M. Santos, "En tomo a la posibilidad de la fundamentación
metafísica del derecho: presupuestos histórico-críticos", en AA. VV.,
100 Cfr. cap. l. B. 1.
Actas del X Congreso Mundial de Filosofía del Derecho y Filosoffa
Social, vol. 6. LV.R.-Universidad Nacional Autónoma de México. 101 J. Finnis, Natural ... , 51.
Ciudad de México. 1982,97-104. 102 J. Finnis, Natural..., 48.
68 RAZON PRACI1CA y DERECHO NATIJRAL LoS PRIMEROS PRINCIPIOS DE LA LEY NATURAL 69

Finnis no da mayores pistas para resolver la cuestión lO3 • Cuando se dice que algo es un valor básico, simplemente se
Pero si se acude a las descripciones más corrientes, habría que está diciendo que la referencia a su búsqueda hace inteligibles
decir que la moral moderna es una moral de deberes y se las actividades humanas que persiguen ese bienl\O. Es cierto
expresa en reglas imperativas. La ética clásica, en cambio, que todo valor básico "es un bonum honestum, en la distin-
parece ser una ética de la felicidad lO4 y su criterio de acción ción clásica entre bonum honestum, bonum utile y bonum
no lo constituye un conjunto de nonnas sino un paradigma: la delectabile (... ). Pero honestum no necesariamente significa
conducta del hombre maduro en razonabilidad práctica. Por moralmente valioso"lIl. Para que un bien sea honesto basta
otra parte, aunque, estrictamente hablando, los communissima con que se lo busque por sí mismo -{;omo es el caso de los
no sean fines 105 , no pueden ser considerados como simples "basic values"- y no como medio o por simple placerl12•
reglas; y si no son reglas, no pueden ser morales, en el sen- Por todo lo visto, queda Finnis en condiciones de afmnar
tido apuntado. que "los principios que expresan los fines generales de la vida
Pero Finnis parece ir más allá que el simple descartar los humana no adquieren lo que hoy se llamaría fuerza 'moral'
communissima del ámbito de la noción moderna de hasta que son conducidos a sostener rangos definidos de un
moralidad. En diversos pasajes da pie para pensar que ellos proyecto, disposición o acción" 113. Para lograr ese efecto,
tampoco son morales en el sentido clásico de dicha expresión. este autor propone un "método del derecho natural"114, que
Así, dice que los bienes básicos "tienen valor, dejando a un permita "obtener la 'ley (moral) natural' a partir de los
lado todos los predicamentos é implicaciones particulares, 'principios (premorales) de ley natural"'115. Por eso dice que
todas las aserciones sobre importancia relativa, todas las exi- la moral viene "después"1I6, con posterioridad al terreno de
gencias morales, y, en resumen, todas las cuestiones sobre la los communissima, aunque se construya gracias a la
medida y el modo en que uno se dedica a sí mismo a esos orientación que dan estos fines, cuando se trata de formular
bienes"106. los medios (morales) para acceder a ellos.
Se trataría, así, de formas muy elementales del bienestar Si la deseabilidad del conocimiento, la racionalidad o
humano, que no son todavía morales, y que percibimos como cualquier otro bien básico, por encima de la ignorancia, la
fines deseables, que deben ser buscados y realizados en la irracionalidad u otras negaciones de los mismos, está en el
propia acción 107. Ellos, según el profesor de Oxford, "no fondo de cualquier actividad inteligente, independiente de su
juegan el mismo papel que juegan las reglas, en el carácter de buena o mala, parecería que ese principio no es
razonamiento práctico"108. Estas, que sí componen la moral, sino, como dice Finnis, premora1. "Los bienes son
moralidad, entran en acción más tarde y en otro plano l09 . premorales sólo en el sentido de que tanto las elecciones
moralmente buenas como las moralmente malas son dirigidas
(aunque de modos diversos) hacia uno o más de ellos (o, por
103 Apenas hace algunas referencias acerca de la noción moderna de
moral, como en 1. Finnis; Natura!.. .• 129.
104 Cfr. G. Abbil. Felicita, vita buona e virtll. Saggio di ftlosofta 1\O Cfr. 1. Finnis. Natural.... 62.
morale. Las. Roma. 1989. 1111. Finnis. Natural.... 76.
105 Cfr. I.B.7. 112 Cfr. 1. Finnis. Natural.... 76.
106 1. Finnis. Natural .... 30. 113 1. Finnis.Natural .... 101.
\07 Cfr. 1. Finnis. Natural .... 32. 114 1. Finnis. Natural.... 103.
\08 1. Finnis. Natural.... 63. 115 1. Finnis. Natural.... 103.
109 Cfr. 1. Finnis. Natural.... 62. 116 1. Finnis. Natural .... 62.
70 RAzON PRACTICA Y DERECHO NATURAL Los PRIMEROS PRINCIPIOS DE LA LEY NATURAL 71

último, hacia algunos aspectos parciales o apariencias de uno que haya actos malos por el hecho de decirse que todo acto
o más de ellos)"1I7. humano persigue un bien básico. Finnis piensa que "la razón
Grisez, por su parte, expone esta misma idea, diciendo que requiere que todo valor básico sea en último término respetado
Tomás recurre frecuentemente a la analogía entre el papel que en toda y cada acción "123. Por tan to, si para buscar un bien
desempeñan los primeros principios teóricos y los prácticos, básico se lesiona otro, este acto será malo, inde-
en sus órdenes respectivos. Si aquí también se tiene presente pendientemente de que más tarde se consiga el resultado
esta analogía, la conclusión salta a la vista: "Así como el «bueno» intentado. Evidentemente, en la medida en que uno
principio de contradicción es operativo incluso en los juicios se esfuerce por lograr un determinado bien básico,
falsos, el primer principio de la razón práctica es operativo en necesariamente desatenderá otras posibilidades, dada la finitud
las evaluaciones y decisiones incorrectas"118, aunque éstas no del ser humano. Pero lo que no se puede hacer es atentar
logren realizarlo con la plenitud en que lo hacen las acciones directamente contra un valor fundamental, ni aun so pretexto
rectas. Puesto que los primeros principios explican el que de que de esa acción se derivarán consecuencias positivas o se
haya movimiento pero no bastan para asegurar la bondad de la evitarán males l24 . Esto sería tratar bienes inconmensurables
acción, es menester que ellos sean "suplementados por otros como si fuesen unidades cuantificables, error en que cae el
principios y por un adecuado proceso de razonamiento si se eonsecuencialismo l25 . Frente a esta posición, él insiste en el
desea alcanzar conclusiones correctas"119. "principio según el cual en cada uno de los actos deben ser
A mayor abundamiento, Grisez trae a colación un siempre respetados todos los valores básicos"lZ 6 y que su
importante aserto tomista: "todo juicio de la razón práctica posición no significa "decir que la persona inmoral responda a
procede de los principios naturalmente conocidos"120. Como todos los principios del razonamiento práctico y busque
los hombres que actúan mal también realizan juicios prácticos bienes que sean congruentes con todos ellos"127.
-si es que quieren obrar-, su juicio cae bajo los dominios Sin embargo, se pueden objetar al menos dos cosas. La
del primer principio: "el bien hay que hacerlo y perseguirlo, y primera es que cuando Tomás de Aquino dice que "todo juicio
el mal evitarlo"121. Por tanto, concluye el autor norte- de la razón práctica procede de los principios naturalmente
americano, "la palabra 'bien' de este principio debe referirse conocidos"128, está entendiendo "juicio de la razón" en el
de algún modo tanto a los bienes humanos engañosos e sentido de juicio verdadero, o sea juicio conforme a la
inadecuados como a los adecuados y genuinos"122. Lo que
haría pensar que ese bien no es todavía moral.
De más está decir que la tesis de la premoralidad de los
communissima no puede interpretarse en el sentido de negar
123 J. Fioois, Natural ... , 120.
124"]. Fioois, Natural ... , 119-120.
117 J. Fionis-G. Grisez, "The Basic PrincipIes of Natural Law : A 125 A propósito de este tema puede verse: J. Fioois, Fundamentals o[
Reply to Ralph Mclnerny", en The American Journal o[ Jurisprudence v. Ethics. Oxford Press. New York. 1983 y M. Santos, "Eo torno al
26. South Bend. 1981,28. consecuencialismo ... ", passim.
118 G . G nsez,
' "The F'Irst...,
"188 . 126 Cfr. J. Fioois, "Objetivis criteriis ex personae ejusdemque
119 Ibid., 188. aetuum desumptis", en AA. VV, Etica y Teologla ante la Crisis
120 I-lI, 100, le. Contemporánea. EUNSA. Pamplona. 1980, 642,637 y 640.
121 I-lI, 94. 20. 127 J. Finnis-G. Grisez, "The Basie ... ", 27.
122 G. Grisez, "The First...·. 187. 128 1_11, 100, le.
72 RAZON PRACflCA y DERECHO NA1URAL LOS PRIMEROS PRINCIPIOS DE LA LEY NATURAL 73

razón 129 . La razón práctica de Tomás no es la racionalidad primer principio práctico la frase "y el mal hay que evitarlo",
menguada de los modernos, que se limita a un uso estratégico con lo que muestra que, en ocasiones, el modo en que los
y a dar con las reglas más aptas para alcanzar ciertos fines que hombres dan vigencia a ese principio es omitiendo el bien y
se eligen según capricho. Basta ver el Tratado de la Prudencia realizando el mal, y esto no sólo por un error en los medios,
para tomar conciencia de que Tomás de Aquino se plantea que hace que por elegir un bien se lesione otro, sino por una
expresamente la cuestión de si aquellos que utilizan la razón indisposición respecto de la orientación general de la
en esa forma puede decirse que tengan el hábito de la razón existencia.
práctica llamado prudencia, y la respuesta es sustancialmente Por otra parte, tomada sin mayores matices l31 , la tesis en
negativa, pues la prudencia no se refiere a bienes particulares cuestión transformaría al primer principio de la razón práctica
o al cálculo estratégico que hace un delincuente para alcanzar en una fórmula inútil, puesto que, si «bien es lo que todos
un botín, sino que se vincula directamente con la vida buena. apetecen», se estaría moviendo a los hombres a apetecer lo
Por esa misma causa, quienes están en mala disposición que todos (incluidos ellos) apetecen, con lo que sería
respecto del último fin no son capaces de ser buen consejeros lógicamente imposible que el precepto resultara incumplido.
en cuestiones relacionadas con una vida propiamente humana, Una tal interpretación l32 , supone un doble error. En primer
y esto, cabría agregar, porque su conocimiento de que el bien lugar, pretender que cuando Tomás dice que el bien es lo que
hay que hacerlo y perseguirlo y el mal evitarlo se ha quedado, todos apetecen está dando una definición de bien, lo que nos
al menos en parte importante, en un nivel teórico, y no actúa permitiría reemplazar indistintamente las expresiones «biell» y
como motor de su vida moral. Esto nos lleva al siguiente ,do que todos apetecell» cada vez que nos encontremos con
argumento. una de ellas en el discurso. El segundo error consiste en
Sabido es que todo lo que el hombre quiere lo quiere bajo suponer que Tomás usa la palabra «bien» en un sentido
la razón de bien. Sobre esta noción, se dice en I-II, 94, 2c, se unívoco 133. Si ambos supuestos fuesen verdaderos
funda el primer principio de la razón práctica (el bien hay que podríamos decir que dicho precepto se cumple
hacerlo, etc.). Pero ¿cuál es ese bien que hay que hacer? Si necesariamente, pues sena tanto como decir «apetece lo que
fuese cualquier bien, real o aparente, Tomás estaría olvidando todos (incluido tú) apetecen», o «haz lo que tú apeteces».
la .distinción elemental entre bien óntico y bien moral, que Pero ninguno de los dos supuestos es verdadero. Por eso
constituye la base de la ética. Cuando Sócrates nos dice que es Finnis y Grisez toman la precaución de decir expresamente
mejor sufrir una injusticia antes que cometerla, nos está que aunque tanto la acción buena como la mala dan
mostrando que no tocIo lo que de hecho apetecemos (bien cumplimiento al primer principio, no lo hacen con la misma
óntico) es conveniente con nuestra dignidad humana (bien
moral). Otro tanto se encuentra en el Evangelio, con
afirmaciones como: ¿De qué vale al hombre ganar el mundo si
es a costa de su alma?130 No parece probable que Tomás haya
construido su teoría ética prescindiendo de verdades tan 131 Lo que no es el caso de nuestros autores.
fundamentales, especialmente cuando él mismo ha incluido al 132 Como la intentada en M. Manson, "Razón pura, derecho natural
y lógica", en Anuario de Filoso]", Jurídica y Social. Sociedad Chilena de
Filosofía Jurídica y Social. Valparaíso. 1988,229-236.
129 Tal como en 1-11, 90, 1 ordinatio rationis parece significar 133 Tomás recoge y desarrolla en In EN, 1, VI, n. 81 la idea
ordinatio rationis iustae. aristotélica de que "el bien se dice de tantos modos como el ser" (EN
130 MI. 16, 26. 1096 a 23-24).
74 RAZON PRAcnCA y DERECHO NAlURAL Los PRIMEROS PRINCIPIOS DE LA LEY NATIJRAL 75

intensidad o de la misma forma, con lo cual evitan que su los bienes exteriores, los cuales usa el hombre por un fin"138,
interpretación de Tomás sea refutada en la fonna antedicha 134. y que "no siempre están presentes en la vida humana del
mismo modo"139, porque lo mismo que a uno conviene a otro
b) Textos tomistas le produce daño. Pero sucede que los communissima no están
afectados por la mencionada incertidumbre, puesto que su
¿ Cabe encontrar algunos textos tomistas que sean conocimiento es universal, y tampoco están marcados por la
aplicables al supuesto carácter premoral de los primeros contingencia que deriva del uso de los bienes externos, ya que
principios? Tomás de Aquino no se plantea expresamente la el empleo de éstos es regulado por los preceptos secundarios
cuestión de si los primeros principios de la razón práctica y la de la ley natural 140 . De este modo, los principios comunes
ley natural son morales o no. Más arriba se han recogido parecen carecer de algunas importantes características de la
algunas de las farones que se han dado para avalar la tesis de moral, cuya "materia ( ... ) es varia y c~paz de presentar
la premoralidad. Sin peljuicio de estimar que se trata de una múltiples formas", por lo que "no tIene una certeza
discusión que está abierta. parece interesante aportar otros omnímoda"141.
argumentos a la misma. que ayuden a entender que los Tampoco se aplica a los communissima ~l mo~o de
communissima poseen un carácter peculiar. aunque esto no conocer propio de la moral. Ellos se captan Inmediata e
lleve necesariamente a aceptar en todas sus partes la tesis de . indefectiblemente 142, mientras que en la moral se argumenta
los autores señalados.
por medio de ejemplos ("figurativamente"143) y atendiendo a
Para determinar el pensamiento del Aquinate, es
indispensable precisar lo que él entiende por moral o. al lo que sucede generalmente, pues en ella "no hay
menos, cuáles son las características que él atribuye a su necesidad"I44. Por último, de la lectura del Commentarium
materia y al método que debe seguir quien trata de ella. Sólo podría concluirse que mientras que en la ética s~ p:ocede
así se estará en condiciones de precisar la cuestión de la componiendo, cuando se trata de los commUnlSSlma se
moralidad de los communissima. procede por vía resolutiva 145, es decir, resolviendo lo
Un texto importante es la lección III del libro 1 del compuesto en los principi?~ simples.146 . ?ste último ~amino
Commentarium de la Etica a Nic6maco, donde se hacen es el que habitualmente utilIzan las CienCias especulativas, lo
observaciones sobre el método y el sujeto de la ciencia moral. cual marca una nueva distancia entre los principio comunes y
Se dice allí que "la materia moral es tal que no le conviene una los preceptos morales derivados. Esta diferencia metodológica
certeza perfecta"135. Esta incertidumbre es notoria en "dos
géneros de cosas que parecen pertenecer a dicha materia"136.
En primer lugar. a la moral "pertenecen las acciones virtuosas 138 In EN. l. 3, n. 34.
(... ), respecto de las cuales no hay entre los hombres un juicio 139Ibid.
cierto sino que hay gran diferencia entre los que juzgan de 140 Vid. infra, cap III.
ellas"137. En segundo término. "a la materia moral pertenecen 141 In EN, 1, 3, n. 34.
142 Cfr. cap. 11. G. y JI. H.
143 In EN, l. 3. n. 35.
134 Cfr. J. Finnis-G. Grisez, "The Basic...... 27. 144lbid.
135 In EN. l. 3, n. 32. 145 Cfr. ibid.
136Ibid. 146 Al menos eso parece observarse en la relación entre los preceptos
137 Ibid., 1, 3. n. 33. comunes y los secundarios (cfr. 1-11, lOO, lle).
76 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL LOS PRIMEROS PRINCIPIOS DE LA LEY NATURAL 77

se agrega a las ya señaladas divergencias de propiedades, humanas en cuanto están ordenadas entre sí y con respecto al
materia y forma de argumentación 147. fin"I48. El fin, entonces, es lo que especifica a la moral l49 .
Otra razón para marcar las grandes diferencias que hay Así como no cabe separar la acción del fin, tampoco es
entre los primeros principios y los demás preceptos de la ley legítimo disociar la acción de la moralidad. Cierto
natural, consiste en que aquéllos son captados por el intelecto neoaristotelismo ha pretendido hacer una teoría general de la
mediante el hábito de la sindéresis, en cambio los preceptos acción prescindiendo de lo moral l50; es decir, intenta describir
derivados los aprehende la razón mediante el hábito de la " los rasgos generales de la acción humana sin atender a su
prudencia. Al ser diversos los hábitos, podría pensarse que carácter de buenos o malos. Para los clásicos, en cambio, la
también divergen los géneros de unos y otros principios. Esto moralidad está ya en el inicio mismo, en la constitución más
no basta para probar el carácter premoral de los profunda de las acciones humanas, pues de 10 contrario no
communissima, pero sí permite establecer una notoria podrían llevar ese adjetivo. Así, tras haber explicado que la
diferencia suya respecto de los otros principios, de los que se moral se ocupa de las operaciones humanas, agrega el
sabe que sí son morales. Aquinate: "Pero me refiero a las operaciones humanas que
proceden de la voluntad del hombre según el orden de la
c) Premoralidad y finalidad razón. Porque las operaciones que se encuentran en el hombre
" pero que no dependen de la voluntad y la razón, no se dicen
La terminología empleada por Finnis y Grisez podría llevar propiamente humanas sino naturales, como resulta claro en el
a ciertos equívocos, atendido el significado que se le da en la caso de las operaciones del alma vegetativa, que de ningún
actualidad a la expresión «premora!» dentro de corrientes modo caen :en la consideración de la filosofía moral. Así
diversas de su New Natural Law Theory. El utilitarismo y el como el sujeto de la filosofía natural es el movimiento o la
proporcionalismo, por ejemplo, tienden también a hablar de cosa móvil, así el sujeto de la filosofía moral es la actividad
premoralidad, aunque refiriéndola no a los fines, sino a la humana ordenada a un fin, o sea el hombre como agente
acción. En sí misma, la acción humana sería pura biología y la voluntario en vista del fin"151.
moralidad le sobrevendría a partir de la intención del sujeto o No cabe, entonces, postular en el desarollo de la conducta
del juicio sobre los resultados buscados. humana una neutralidad axiológica a la que sólo después se le
Por todo esto, sin perjuicio de la opinión que se mantenga añadiría una «decoración» moral. Algo parecido es 10 que
en tomo a esta disputa, hay una cosa que no debe perderse de afirma la pragmática universal, que piensa que cabría
vista, independientemente de la terminología con que se reconocer una neutralidad moral en la cual todos están de
exprese: el fm es un elemento decisivo en la constitución de la acuerdo y deja entregada la evaluación moral a la diversidad
moral, está presente en el nacimiento mismo de la acción y no de las evaluaciones particulares. Leo Strauss ha mostrado, en
constituye un añadido externo a la misma. Por eso se dice que
es propio de la filosofía moral "considerar las operaciones
148 Tn EN 1, 1, n. 2.
147 Dentro de la misma lección del Commenlarium (cfr. Tn EN, nn. 149 Cfr. 1, 48, 1 ad 2.
38-40), puede sefialarse otra posible diferencia entre los preceptos morales 150 Sobre la idea de una precomprensión práctica de la acción, anterior
y los comunes. Al conocimiento moral sólo eventualmente podrían a la ética: M. Riedel, "Handlungstheorie a1s ethische Grunddisziplin", en
llegar los que signen sus pasiones (aunque nunca podrían acceder a H. Lenk (ed.), Handlungslheorien ¡nterdiszipliniir, 11,1. Wilhelm Fink, .
practicarla), en cambio la inteligencia humana no puede errar en el juicio München. 1978,138·159. "
sobre los primeros principios morales. 151 In EN, 1,1, n. 3 '
78 RAZON PRACIlCA y DERECHO NAruRAL LOS PRIMEROS PRINCIPIOS DE LA LEY NATURAL 79

su crítica a la ciencia política de inspiración positivista. que ejemplo. la anticoncepción. Le parece que dicho modo de
toda decisión política está movida por la convicción de que lo explicar se ve "poco convincente. en la medida en que parece
que se busca con ella es más justo que su contrario, y que pasar demasiado rápidamente de la frase 'apartarse de la
resulta ilusorio dejar de mano esa verdad fundamental a la fmalidad biológica (natura1)' a esta otra: 'apartarse de la razón
hora de describir las instituciones sociales y las conductas (natural)'''156.
que las originan 152. Al argumentar sobre la base de los bienes humanos
La crítica de Ennis y Grisez a esas corrientes éticas no va fundamentales. los cuales. por ser fines. no deben ser
por la línea de recalcar la sustantividad de la acción. que utilizados como medios para una meta ulterior. y al prescindir
parece ser el centro del problema. sino por la de rechazar los de la noción de «naturaleza» o de «fines de las facultades
intentos utilitaristas de tratar los bienes humanos básicos naturales», Finnis y Grisez parecen mantener una noción de
como objetos sujetos a cálculo y medida. Los autores de la naturaleza que es semejante a la de sus adversarios
New Natural Law Theory se basan en la intangibilidad de consecuencialistas. desconectada con el mundo del deber. En
ciertos valores para aÍrrrnar la existencia de normas éticas de cambio. con cierta razón. diversos autores se han preocupado
carácter absoluto. Su argumentación busca establecer ciertos de mostrar que la concepción de naturaleza de los antiguos es
valores básicos de carácter evidente y determinar las reglas dinámica. teleológica y apunta a valores l57 , mientras que los
metodológicas que guían la participación razonable en dichos modernos han tendido a reducir a la naturaleza a puro
bienes humanos fundamentales. A través de este hecho 158 • de modo que no habría que temer al fundar la moral
procedimiento. que se detallará más adelante l53 • procuran sobre la noción de lo natural.
evitar el argumento, habitual en el iusnaturalismo. del recto Finnis. por el contrario. si bien reconoce la importancia
uso de las facultades naturales. que la idea de naturaleza desempeña en la metafísica de
El recto uso de las facultades naturales suele ser una de las Tomás. le quita relevancia en la ética. En ésta. el Aquinate no
ideas más utilizadas por los defensores del pensamiento determinaría la corrección de una conducta preguntando si está
tradicional en materias morales. Como recuerda Finnis. estas de acuerdo con la naturaleza humana. sino si es
doctrinas emplean ampliamente el argumento de que "las "razonable"159. Asimismo. tampoco la ética dependería de la
funciones naturales nunca deben ser frustradas o las aceptación de una concepción teleológica del cosmos. sino
facultades humanas nunca deben ser pervertidas de sus fines más bien al contrario: el conocimiento de lo que es el bienestar
naturales·· 154 • ya que hacerlo "comportaría no sólo una humano. el razonamiento práctico y la acción dotada de
oposición a la naturaleza humana biológicamente considerada. sentido es lo que nos permitiría concebir. por analogía. la
sino también una oposición a la razón· y por eso a la existencia de la finalidad en la naturaleza l60. Aunque no esté
moralidad"155. El autor australiano piensa que no es correcto
utilizar este principio como premisa general para sacar
conclusiones morales y argumentar en materias como. por 156 J. Finnis, .. Objectivis...... 635.
157 Cfr. p. ej. M. Villey, Método, fuentes y lenguaje jurtdicos.
Ghersi. Bueoos Aires. 1978, passim.
152 Cfr. L. Strauss. ¿Qué es fllosofla polftica? Guadarrama. Madrid. 158 R. Spaemano, "Über den Begriff eioer Natur des Meoscheo". eo
1970. id. Das Natarliche und das Vernanftige. Aufsiitze zur Anthropologie.
153 Cfr. I1I.D.3. Piper. Müocheo. 1987,20 ss.
154 J. Finnis, Natural ...• 48. 159 J. Fioois, Natural ... , 36.
155 J . F·IOOIS,
. "Ob·~ectJVlS...
.. .. , 634 • 160 Cfr. J. Finois, Natural ...• 52.
80 RAZON PRAcnCA y DERECHO NATIJRAL LOS PRIMEROS PRINCIPIOS DE LA LEY NATURAL 81

claro que en estas observaciones interprete acertadamente a de la Ley de la Summa Theologiae. Lamentablemente Tomás no escribió
Tomás, hay que reconocer que las ideas de Finnis tienen una el Tratado de la Summa correspondiente al matrimonio, donde
ventaja, cuando se trata de argumentar precisamente contra seguramente se habría planteado los problemas. ,!ue, en la. épo~a del
Commentarium a las Sentencias, lo llevaron a utihzar esa distiDcl6n, y
quienes mantienen una noción «pobre» de naturaleza y no podemos saber si hubiese vuelto a valerse de la misma. Ésta, en la
rechazan la idea de teleología, cual es la de mostrar que aun opinión de Armstrong, parecería ~star he~ha ad ho~, con e! fin de
sobre esas premisas es posible, e incluso necesario, plantearse solucionar ciertos problemas teol6gIcOS de mterpretaclón bíbltca (cfr.
la cuestión del derecho natural y 'responderla de modo Primary ... , 83) y no como una teoría general de índole filosófica. "En
afirmativo. contraste con la enseftanza en el Comentario a las Sentencias, la
aproximación [en el Tratado de la Ley de la Summa1 es excl~sivan.'ente
filosófica" (R. A. Armstrong, Primary... , 86). En IOdo caso, SI se atiende
a lo que se dice en este trabajo a propósito de la relación de los p~eceptos
comunes con los fineS (cfr. I.B.7), no parece haber necesar18mente
contradicción entre!las enseñanzas del Commentarillm y de la Summa.

NOTAS COMPLEMENTARIAS B. 1.-2.


Axiomas y evidencia: en un sentido amplio, es posible considerar a
l. A. los principios primarios como axiomas. Lo que no resulta tan claro es la
conveniencia de traducir la expresión latina per se nota por "evid~nt~",
mslinción entre los preceptos de la ley natural: además del "autoevidente" u otros términos semejantes (como hacen FIRms,
criterio gnoseológico seHalado en el texto, Tomás de Aquino dividió Armstrong y la casi generalidad de los autores). Aparte d~ q~ .Tomás no
dichos preceptos atendiendo a los fines, en uoa obra de juventud, el emplea la expresión "evidencia" para referirse a los pnnclplos de ley
Commenlarium a las Sentencias de Pedro Lombardo. El problema que natural (aunque la conoce, cfr. I1I, 55, 5~), es~ el hecho de que. la
allí se le plantea a Tomás es de Indole teológica: cómo justificar la significaci6n de "evidencia" en la modernIdad tiene una connotacIón
permisi6n divina de la poligamia, en el Antiguo Testamento, en cartesiana de la que no participa la filosofía de Tomás. ..
circunstancias de que esta institución es coo!rnria al derecho natural. Eo la Más discutible todavía es la atribución por parte de FIRms de
respuesta, Tomás distingue entre prcceptos primarios de la ley natural, "autoevidencia" a los axiomas o principios de la ciencia moderna. Hoy no
que se refieren al fin principal del acto, y preceptos secundarios, que dicen se pretende que los axiomas de un sistema axiomático sean ev~dentes,
relaci6n con otros fines del acto. En este caso, la poligamia no contraría sino s610 indemostrados o indemostrables dentro de ese sIstema.
los preceptos primarios, puesto que no imPide el fin principal, cual es la Justamente en esto, aunque erróneamente, los epist:mól~gos
procreación, sino que dificulta algunos fines secundarios, como la con- contemporáneos pretenden ver la difere1lC~a entre la mode~a axIomática y
cordia familiar (In IV Senl., dist 33, q.I, a 1; recogido en I-I1, suppl., la aristotélica. Sin embargo, para Arlst6teles los aXIOmas no son
65, 1c). Según explica R. A. Armstrong (Primary and Secondary "evidentes" (de/a o phanera), sino s610 "fidedignos", "confiables", "no
Precepts in Thomistic Natural Law Teaching, Martinus Nijhoff. The sospechables" (pista): Cfr. H. Scholz, "The Ancient Axiomatic Theory",
Hague. 1966, 81-83), Tomás habría abandO/Jado en las obras posteriores en J. Bames et alii (eds.), Articles on Aristotle, vol. I. Duckworth.
dicha distinci6n entre fines primarios y secundarios del acto como criterio London. 1976, 50-64. El criterio de evidencia contra el cual protesta la
de distinci6n entre los preceptos de ley natural. Se ve, por ejemplo, que epistemología actual es de origen cartesiano y no parece tener
en aquellos textos de la Contra Gentiles que son paralelos a los pasajes anteoedentes en Tomás.
del Comentarium en los que debía acudir a dicha distinción, no lo hace
(C.G. III, 129, sobre la comida y 1II, 124, sobre la poliandria). Tampoco
se acude a la distinci6n entre fines primarios y secundarios en el Tratado
82 RAZON PRACTICA Y DERECHO NAruRAL LOS PRIMEROS PRINCIPIOS DE LA LEY NATURAL 83

1.8.4. Muestra Grisez que en el párrafo final de 1·11, 94, 2c se distingue entre la
inclinación hacia un bien y el bien en cuestión. El objeto de la
Prudencialismo: algunos autores (M. C. Nussbaum, por ejemplo) han inclinación, según Grisez, es siempre un bien sustantivo -como la
sostenido que una teorfa de la ley naIUraI como la que plantea Tomás sería conservación de la vida, el conocimiento, etc.- y no una obra que haya
incompatible con el activo papel que Aristóteles concede a la prudencia en que realizar. Esta se dará posteriormente, como un medio para conseguir
la vida ética. Sobre esta discusión: P. M. Hall, Natural Law, el fin. Lo dicho calzaría perfectamente con lo que constituye la tarea de la
«Phronesis., and «Prudentia»: Is Aquinas's Natural Law Theory razón práctica, que tratarla no de acciones, sino del bien que hay que
Compatible with his Aristotelianism? Tesis doctoral. Nashville. 1987. realizar (cfr. G. Grisez, "The Firs!..:, 191). Por eso, "si el primer
Da la impresión que en el origen de este problema está el que se entiende principio de la razón práctica fuera 'haz actos moralmente buenos',
toda teoría iusnaturalista al modo deductivista, lo cual, en el caso de entonces los actos moralmente malos podrían caer fuera del orden de la
Tomás, como veremos, no se cumple. razón práctica" (ibid., 189). O, si se los admite en este orden, "habría un
dominio de la razón fuera de la ley natural"
1.11.7. Pero, en contra de la opinión citada, no parece que esto sea imposible. En
el mal moral hay una racionalidad que opera en forma meramente
El fin como principio de la operación. Ya se explicó cómo los estratégica o técnica, que se ocupa de ordenar los medios para conseguir el
principios están en el orden mental. mientras los fmes existen en el orden fin ilícito, pero que no cumple con lo ordenado por los preceptos
real. El hecho de que el fin desempefte el papel de principio en la secundarios ni alcanza los fines indicados en los preceptos primeros.
operación se debe a que es causa final. Pero aunque las causas sean Desde esta perspectiva podría hablarse de un acto "irracional", utilizando
principios (en cierlO sentido de la palabra), no hay que pensar que todos este término en un sentido amplio.
los principios sean causas, ni confundir el bien que se persigue como fin
con el precepto o principio que manda buscarlo. Un imperativo o un
deber (por ejemplo «el bien hay que hacerlo y perseguirlo, y el mal
evitarlo») no es, estrictamente hablando, una parte de la realidad.
Tampoco puede estar en la realidad una prohibición (como «evitar el
mal»), pues es algo negativo, y como tal pertenece al orden mental.

1.8.8.

Primer prinCipIO y finalidad: Grisez recalca cuál es la genuina


expresión del primer principio de la razón práctica y la ley natural.
Cuando normalmente se dice que es "hacer el bien y evitar el mal", se
dejan fuera de él una serie de matices que tiene la fórmula tomista: "El
bien hay que hacerlo y perseguirlo, y el mal evitarlo" (1-1I, 94, 2c). El
cambio entre ambas formulaciones radica en que la primera omite
prosequendum. Al hacerlo así, pierde de vista la noción de causalidad
final, que empapa toda la filosofía tomista de la ley, y facilita la
reducción del principio a la simple realización de una acción moral (cfr.
G. Grisez, "The First...", 181 ss.). La diferencia entre el primer principio
de la razón práctica y la acción moral -buena o mala-, es la misma que se
da entre el fin y los medios -coadyuvantes u obstaculizan tes- que lo
realizan o dificultan (cfr. ibid., 183).
CAPITULO 11

EL CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS


PRINCIPIOS DE LA LEY NATURAL

En el primer capítulo mostramos que los principios o


preceptos de la ley natural admiten una división, atendiendo a
su cognoscibilidad. En primer lugar, dijimos, se hallan los
communissima, que son accesibles a todos, e indicamos sus
características. Corresponde ahora examinar cuáles son esos
principios comunes y cómo se llega a conocerlos. Comen-
zaremos analizando algunas interesantes tesis de John Finnis
sobre el tema, que procuran aclarar y desarrollar las ideas de
Tomás, después contrastaremos las opiniones de ambos, y
terminaremos mostrando la relación entre los diversos
principios comunes, y la forma en que se accede a ellos.

A. LOS" VALORES BASICOS" DE FINNIS


Aunque en ocasiones Finnis utilice la terminología tomista
y hable de principios comunes o primeros de la ley natural'. lo
cierto'es que prefiere valerse de expresiones más actuales y
aceptables por el público anglosajón, como es valores básicos
(basic va/uest. El cambio terminológico no ofrece mayores
inconvenientes para quien acepte que los communissima no
son simples reglas, sino que más bien se refieren a fines o

, Cfr. J. Finnis. Natural.... cap. 11. passim.


2 Cfr. J. Finnis. Natural.... cap. III y IV. passim., o también"basic
human goods": cfr. J. Finnis et a/ii. Nuclear .... 278-81.
86 RAZON PRAcnCA y DERECHO NATURAL CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS 87

aspectos fundamentales del bienestar humano. Si esto no Viene ahora el problema de señalar cuáles son esos
fuese así, la expresión valores básicos perdería su sentido o "primeros principios de la razón práctica y de la ley natural"
-al menos- comenzaría a denotar algo distinto de lo que que "indican las normas básicas del desarrollo, bienestar ¿
Tomás entiende por principios comunes de la ley natural. bien humano: los valores básicos. Parece que hay siete u ocho
Con todo, no parece estar suficientemente claro cuáles son valores radicalmente básicos: la vida, la transmisión de la vida
esos primeros principios y los valores básicos a los que ellos (procreación), los conocimientos, el esparcimiento, expe-
se refieren. Finnis piensa que Jomás es oscuro al respecto, y riencia estética, la sociabilidad (amistad), la capacidad de
parece que no le falta razón3 . El intenta ser más explícito y, al razonamiento práctico y la religión", decía Finnis en una
hacer su desarrollo de los basic values, no intenta fundarlos conferencia pronunciada hace unos años9. Con posterioridad
en textos tomistas. Más bien procura, en la medida de lo ha tendido a incluir los diversos aspectos del valor
posible, mostrar las convergencias y diferencias que se dan "procreación" dentro de otros bienes básicos. A su vez, el
entre sus propias opiniones y las de otros autores bien de la capacidad de razonamiento práctico "tiene sus
anglosajones que han examinado la cuestión (Rawls, por propios requerimientos, los cuales estructuran nuestra
ejemplo)4. búsqueda de todos los otros aspectos del desarrollo
Debe hacerse presente que cuando Finnis habla de humano"IO. Así, "lo que nosotros llamamos moralidad es
valores5, término ajeno a la ética de Tomás, no introduce en simplemente el 'producto' o efecto de estos requerimientos de
esta expresión matices subjetivistas, como ocurre en otrqs la razón práctica"lI. Finnis dedica parte importante de sus
autores contemporáneos que usan esa terminología6 • El trabajos a esclarecer el contenido de esos valores básicos y los
distingue dos semidos de bien: uno subjetivo (meta particular requerimientos de razonabilidad práctica, cuestiones que sólo
que uno considera deseable), y otro objetivo ("una forma tangencialmente se abordan en el presente estudio. Ahora nos
general de bien que puede ser realizada y en la que se puede interesa confrontar las afirmaciones de John Finnis con las del
participar de muchos e indefinidos modos y en muchas e propio Tomás a propósito de los communissima. A ellas se
indefinidas ocasiones"7). En la obra de Finnis, la palabra dedicarán las páginas siguientes. Se comenzará por examinar
«valor» designa esta segunda acepción, la objetivaS. En gran los textos de Tomás sobre los principios comunes, partiendo
parte de los trabajos que sobre ética se publican en la por la cuestión de cuál es el principio fundamental entre los
actualidad, en cambio, dicha palabra se emplea en la primera communissima.
acepción, con matices subjetivistas.
B, ¿CUAL ES EL FUNDAMENTAL ENTRE LOS PRIN-
CIPIOS COMUNES?
3 Cfr. J. Finnis, Natural ... , 51.
Es digno de lamentar el que Tomás, aparte de diversas
4 Cfr. p. ej. J. Finnis, Natural..., cap IV, passim.
afirmaciones desperdigadas a lo largo de su obra, casi no
5 Cfr. J. Finnis, Fundamentals ... ", 50-53; y NaturaL", caps. n, III y
IV.
6 Sobre el tema de los valores en el pensamiento contemporáneo 9 J. Finnis, "Objetivis criteriis ex personae ejusdemque actuum
resulta útil: O. N. Derisi, Max Scheler: Ética material de los valores. desumptis", en AA. VV, Etica y Teologfa ante la Crisis Contemporánea.
EMESA. Madrid. 1979. EUNSA. Pamplona. 1980,639-640.
7 J. Finnis, Natural..., 61. 10 Ibid., 640.
8 Cfr. Ibid. 11 Ibid., sobre esto: vid. infra, cap. III.
88 . RAZoN PRA(:TICA y DERECHO NAlURAL CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS 89

desarrolle la cuestión de cuáles son los primeros principios de a) Por las dificultades que plantea la cognoscibilidad del
la ley natural. Debe reconocerse, en su descargo, que su precepto del amor a Dios, que se reseñarán un poco más
planteamiento de la cuestión es muy original y que apenas hay adelante l9. Además, el propio Tomás acepta la posibilidad de
antecedentes de envergadura en la tradición anteriorl2• que este precepto doble de la ley natural se haya oscurecido
Quizá uno de los textos más explícitos sea aquel donde tras el pecado original, si bien no se pronuncia en forma
indica que los .mandaruientos "amarás al Señor tu Dios" y concluyente sobre la cuestión 20. De este modo, aunque se
"amarás al prójimo", "son preceptos primeros y universales diga que todos los preceptos del decálogo se reducen a estos
de la ley natural, que son per se nota para la razón humana, o dos como a sus principios, el oscurecimiento aludido
por la naturaleza o por la fe"l3. Y poco antes había dicho que explicaría el que ellos no sean para nosotros tan claros como
los preceptos "primeros y comunes ( ... ) están escritos en la el precepto de hacer y perseguir el bien y evitar el mal.
razón natural como per se nota, por ejemplo que no se ha de b) Porque ese amor a Dios y al prójimo se podría recon-
hacer mal a ningún hombre, y otros tales"14. En otra parte, en ducir al precepto de hacer el bien. Es más, hacer el bien con-
cambio,seilala: "este será el primer precepto de la ley: que se siste fundamentalmente en amar a Dios y a! prójimo. Si este
debe obrar y perseguir el bien y evitar el mal. Todos los precepto es una consecuencia del otro, no cabe que sea --en
preceptos de la ley natural se fundan en este"l5, por lo cua! sentido estricto- primer principio.
puede hablarse de "una única ley n,atural"16. c) Como hacer y perseguir el bien se traduce en el amor de
De la lectura de los textos citados, no queda del todo claro sí mismo, del prójimo y de Dios, cabría incluso identificar las
si el primer principio de la ley natural es el hacer y perseguir el diversas formulaciones en cuestión, si es que se entiende a la
bien o, en cambio, el amor a Dios y al prójimo, al cual se vez que el amor a uno ruismo se incluye dentro del amor a
reducen los preceptos secundarios "como las conclusiones a Dios, posibilidad que no rechaza Tomás, aunque tampoco se
los principios comunes"17. pronuncie abiertamente a su favor 21 • .
Una visión general del Tratado de la Ley hace concluir que d) No hay que olvidar el contexto en el que se formulan
el principio más básico de la ley natural es "hacer y perseguir ambas afirmaciones. La de la q. 94, 2 se hace al hablar de la
el bien y evitar el mal"18, que es; por lo demás, el primer ley, parte del Tratado que tiene un tono estrictamente
principio de la razón práctica, como se verá más adelante. El filosófico. En cambio la aseveración de la q. 100,3, sobre el
amor a Dios y al prójimo no podrían situarse como primer amor a Dios y a! prójimo, se formula dentro del análisis de la
principio por las siguientes razones: Ley Antigua, en el cual el Doctor Angélico presupone los
contenidos de la revelación veterotestamentaria22 . Es así como
en el artículo siguiente (lOO, 4) argumenta en este sentido,
12 Una visión de las corrientes iusnatmalistas anleriores a Tomás en: cuando dice que "creer en Dios es prímum et per se notum
J. HeniIda, Historia de la ciencia del derecho nalUTa/. EUNSA. Pamplona. para el que tiene fe"23, y que la promulgación de este precepto
1987, y M. ViIley, La formalion de la pensée juridique moderne.
Montchretien. Paris. 1975 (novena edición), 14-115.
131_TI, 100,3 ad 1. 19 Cfr. cap. 11. C.
141_TI, lOO, 3c. 20 Cfr. I-II. 100,5 ad 1.
151-II,94,2c. 21 Cfr. 1-11, 100,5, ad 1.
16 I-IÚ4, 2c. 22 Sin perjuicio de que muchas de sus aseveraciones se sigan
171'TI, 100,3 ad 1. manteniendo en un plano natural.
181-II,94,2c. 23 I-II, 100.4 ad 1.
90 RAZON PRACTICA y DERECHO NATURAL CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS 91

se lleva a cabo mediante la "infusión de la fe"24. Todo esto la naturaleza de Dios pueden ser conocidas por demostración
sirve para situar el contexto de la afinnación de Tomás y y/o revelación, el principio de que Dios debe ser amado es un
parece resolver la duda. Sin embargo, en cuanto la acción principio básico de la ley natural"28. Sin embargo, en esta
divina es el fundamento último del orden creatural, y la tesis, el principio del amor a Dios no se captaría
fruición de Dios es el fin último sobrenatural, no yerra quien inmediatamente, sino que sería más bien la consecuencia de
pone el amor de Dios corno primer principio, desde el punto conocimientos previos que necesariamente suponen una
de vista de la dignidad del objeto 2S . Empero, no es esta la reflexión: la demostración racional de la existencia de Dios y
perspectiva que aquí nos interesa. la aceptación del hecho de la revelación. En todo caso, puede
decirse que una vez que se goza de la fe, la existencia divina
C. POSnm.. IDAD DE INCLUIR EL AMOR A DIOS se presentaría con una inmediatez semejante a la de los otros
ENTRE LOS PRIMEROS PIUNCIPIOS primeros principios29 •
2) Quizá sería útil tener presente que, hasta donde se
Visto que, en sentido estricto, no cabe decir que el amor a alcanza a ver, un precepto puede llamarse primer principio en
Dios sea el más fundamental entre los primeros principios, un triple sentido: ontológico, lógico y gnoseológico.
cabe que nos detengamos en el problema inverso, es decir, si a) Ontológico: enseña Aristóteles que A es ontológicamente
ese precepto del amor a Dios puede ser contado realmente anterior a B cuando la existencia de B presupone la de A y no
entre los primeros principios. viceversa, ya se entienda dicha relación en términos de
Tomás enseña explícitamente que la existencia de Dios es fundante-fundado o de fin a rnedios 3o Así, un principio
per se nota "en sí misma considerada, pero no respecto de puede llamarse primero en cuanto sea el fundamento o el fin
nosotros" (secundum se el non quoad nos26). Cabe pregun- de los otros.
tarse cómo puede ser un principio común -y, por tanto, b) Lógico: aquí se trata de lo que los latinos llamaban ars
accesible a todos los hombres--Ia necesidad de amar a un ser demonstrandi, es decir, de un orden o secuencia en el plano
cuya existencia misma debe ser materia de demostración. de la justificación o fundamentación de conocimientos ya
Entre las formas de resolver esta dificultad se podrían adquiridos (no importa en qué orden). En este sentido, sólo
mencionar las siguientes: en la medida en que llegamos a los primeros principios
1) La primera e~ la ya insinuada de que la necesidad del podemos conocer de modo fundado todo lo demás, y, a su
amor de Dios es universalmente cognoscible, supuesta la fe. vez, no conocemos esos principios por medio de otros su-
Tomás dice que los preceptos del amor a Dios y al prójimo periores, sino por sí mismos. Cabe advertir que la prioridad
son "per se nota respecto de la razón humana, ya por la lógica presupone la ontológica31 .
naturaleza ya por la fe"27. Algún texto de Finnis parece c) Gnoseológico: aquí nos hallamos en presencia del ars
inclinarse por esta interpretaciÓll cuando dice que el Aquinate inveniendi de los latinos, es decir en el terreno de la
"piensa que, desde el momento en que la existencia y algo de adquisición del conocimiento. Se refiere entonces al aspecto
subjetivo de la cuestión de la prioridad, que generalmente es
24lbid.
25 Cfr. ,n.e., o basándose en el "amor natural" de los seres a Dios (1, 28 J. Finnis. Natural ...• 52.
60. Se).
29 Cfr. l. l. 7e.
26 l. 2. le.
30 Cfr. Met 1019 a 1-11.
271_11. 100.3 ad 1.
31 Cfr. notas a cap. 11. e.
92 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS 93

inverso a la prioridad lógica. Esta inversión entre lo las inclinaciones naturales"36, podríamos llamar primeros a
gnoseológico y lo lógico se funda en el famoso principio aquellos preceptos que corresponden a la primera de dichas
aristotélico de que lo primero o más conocido para nosotros es inclinaciones, la dirigida "hacia el bien de su naturaleza" 37,
lo último y menos cognoscible por naturaleza32. impulso que es común "a todos los seres, pues todos los seres
Como se dijo antes, el criterio decisivo para Tomás a la apetecen su conservación conforme a su propia naturaleza.
hora de clasificar los preceptos es el de su cognoscibilidad Por razón de esta tendencia, pertenecen a la ley natural todos
respecto de nosotros, es decir, el criterio gnoseológico. En los preceptos que contribuyen a conservar la vida del hombre
este sentido, no cabría colocar el precepto del amor a Dios y a evitar sus obstáculos"38. En este sentido, tampoco cabría
entre los primeros principios, en la medida en que la llamar primero al precepto de amar a Dios, que pertenece al
existencia divina no es universalmente conocida por sí aspecto racional de la naturaleza humana y no a aquél que
misma 33 . Esto no obsta a que en el plano de la funda- tiene en común con todos los seres39.
mentación última de las realigades o de la justificación de los 3) Quizá haya también otrQ modo de mirar el asunto.
conocimientos deba reconocerse la prioridad del ser divino. Sabemos que las diversas cosas que busca el hombre las
Sin embargo, afinnar la prioridad de Dios en el plano de la persigue bajo el aspecto de bien4o • La persecución de estos
substancia o de la causalidad no es lo mismo que afirmar el bienes intennedios nos remite a la búsqueda, implícita o
carácter primero del precepto de amar a Dios en el orden explícita, de un fin últim041 , Sumo Bien, al que llamamos
práctico. El principio aristotélico citado más arriba explica, en
Dios42 . En este sentido, puede decirse que el amor a Dios
sentido contrario, que algo pueda ser primero en el terreno
práctico o en el del conocimiento sin serlo por naturaleza. posee una notoriedad absoluta, en cuanto no es más que la
Además de todo esto, podríamos hablar de una prioridad cara objetiva de nuestro deseo subjetivo de bien o felicidad43 .
en sentido antropológico, que en último término podría ser Amar a Dios sería una forma de decir «amar el bien», y esto
reductible a la prioridad gnoseológica. Así, cabría llamar es absolutamente accesible a todos los hombres44 • Por otra
primeros principios a aquellos que obedecen a las incli- parte, cabe tener en cuenta en apoyo de lo dicho la reflexión
naciones más primarias del hombre 34 . Al tema de las tomista sobre la existencia de un "amor natural" de los seres a
inclinaciones del hombre dedica Tomás parte importante del Dios, en cuanto están inclinados a su propio lugar y operación
texto de I-II, 94, 2c, que se analizará con detalle más ade- en el universo, cuyo principio primero y propio es Dios45.
lante35 . Allí distingue el Aquinate tres órdenes de incli-
naciones fundamentales: una, que corresponde al aspecto de la
naturaleza que el hombre tiene en común con todos los seres; 361"Il, 94, 2c.
otra, que se refiere al aspecto de la naturaleza humana que 37 1-1I, 94, 2c.
participa de la animalidad, y por último, aquella inclinación 38 I-lI, 94, 2c.
que corresponde a su racionalidad. Como Tomás dice que "el 39 Salvo que entendiéramos a este precepto como expresión de la
orden de los preceptos de la ley natural es paralelo al orden de necesaria tendencia de toda, las cosas hacia su fin.
40 Cfr. De Ver. 21, le y, en Aristóteles, EN 1094 a 1-3.
41 Cfr.l"lI, 1, 6c y ad 3.
32 Cfe. In Physicorum, 1, 1, nn. 6 ss. 42 Cfr. 1-11, 3, le y C. G., 111, 25.
33 Cfe. 1, 2, le. 43 Cfr.l-lI, 1,7.
34 Cfr. cap. Il. D. 4. 44 Cfr. I-II, 1, 7c.
35 Cfr. cap. Il. D. 4. 45 1.60, Sc.
94 RAZON PRACTICA Y DERECHO NAruRAL CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS 95

En una fonna aún más hipotética, esta posibilidad podría conocimiento es connatural a nosotros, como lo es el de los
complementarse diciendo que en la medida en que exista en el primeros principios. Véase la respuesta: "Verdad es que
hombre una noción de Dios que, aunque no sea innata, sea, tenemos naturalmente cierto conocimiento confuso de la
por así decirlo, «prediscursiva» -en cuanto no es existencia de Dios, en el sentido en que Dios es la felicidad del
consecuencia de razonamientos científicos46 , sino de un hombre, y puesto que el hombre naturalmente quiere ser feliz,
conocimiento que funda una opción positiva o negativa que se ha de conocer naturalmente lo que naturalmente desea. Pero
da junto con llegar el hombre a la edad del uso libre de la esto no es, en realidad, conocer a Dios, como tampoco
inteligencia-, en esa misma medida el precepto del amor de conocer que alguien llega no es conocer a Pedro, aunque sea
Dios estaría al alcance de todas las inteligencias. No se trataría Pedro el que llega; y de hecho muchos piensan que el bien
en este caso de amar al Dios que puede ser conocido con perfecto del hombre, que es la bienaventuranza, consiste para
certeza gracias a demostraciones como las de 1, 2, 3c, sino de unds en las riquezas; para otros, en los placeres, y para otros,
aquel grado de amor que habría que tener para con una en cualquier otra cosa"SO.
divinidad de la cual se tiene una noción todavía no En resumen: cuando Tomás pone el am'or a Dios y al
conceptualizada, aún antes de dar respuesta a la pregunta de prójimo como primeros principios de la ley natural y dice que
«utrum Deus sit»47. Ésta, por lo demás, parece ser la los demás se reconducen a ellos como a sus primeros
situación de gran parte de los hombres, que naturalmente principios, hay que entender: a) que es sólo una manera más
tienden a aceptar la idea de la divinidad por caminos más concreta de detenninar e! precepto de hacer y perseguir el bien
sencillos que las vías que enseña la teología natural48 . y evitar el mal; o, b) que sólo en cierto sentido constituyen e!
Sin embargo Tomás, en otra parte, parece hacerse cargo de primer principio, en cuanto una vez que se tiene la fe la
esta cuestión, y da una contestación que, si bien no descarta existencia divina pasaría a ser algo notorio, yeso es
totalmente lo que se ha expuesto, introduce precisiones que la compatible con que no goce de la inmediata notoriedad propia
matizan sustancialmente, aparte del hecho de que siempre se de "el bien hay que hacerlo y perseguirlo, y el mal evitarlo",
requiere algún grado de razonamiento para llegar a la que sí es el primer principio hablado de modo más general, o
existencia de Dios, que no es per se nota. Cuando se pregunta que c) si bien es de por sí universalmente notorioS 1 no por eso
acerca de si la existencia divina es una verdad universalmente pasa a ser, de modo absoluto, el primero entre los primeros
per se nota, recoge un argumento en favor de la respuesta principios al nivel del conocimiento, aunque sí es uno de los
afinnativa, que es la opinión del Damasceno, quien dice que communissima en cuanto expresa uno de los valores básicos
"el conocimiento de que Dios existe está naturalmente inscrito que debe realizar el hombre (y mucho más que eso).
en todos"49, idea que llevaría a considerar que este Cabe resaltar que no parece haber inconveniente en admitir
una pluralidad de primeros principios. Téngase presente que
en el campo especulativo hay también varios primeros
46 Cfr. C. G. IlI, 38. principios indemostrados (v. gr. no contradicción, identidad,
47 1,2,3. causalidad), pero todos ellos revisten la estructura básica de!
48 Si sólo mediante la investigación de la razón humana se pudiera principio de no contradicción, de lo contrario no serían
acceder a Dios, esas verdades "llegarían a los hombre por medio de pocos, inteligibles. Lo mismo en el orden práctico, en donde los
tras de mucho tiempo y mezcladas con muchos errores" (1, 1, le). Pero
como se trata de verdades muy fundamentales, ensella Tomás que Dios ha
querido auxiliar a los hombres con la Revelación (cfr. ibid. y 1-11, 91, 4). 501,2,2adl.
49 Cit. en 1, 2, 1 obj. 1. 51 Cfr. ILC.
96 RAZON PRACI1CA y DERECHO NATIJRAL CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS 97

diversos communissima siguen necesariamente la demar- 2. Racionalidad


cación fundamental del "hacer y perseguir el bien y evitar el
mal" o, dicho con otras palabras, señalan bienes. Otro ejemplo, que aparece en varias oportunidades, es la
racionalidad. En I-I1, 94, 4c, se dice que "es recto y
D. OTROS PRINCIPIOS COMUNES
verdadero para todos obrar en conformidad a la razón". Antes
se había explicado que: "pertenecen a la ley natural todas
Además de "el bien hay que hacerlo y perseguirlo, y el mal aquellas cosas hacia las ~uales el hOD?bre ~ien.te ~na
inclinación natural. Ahora bIen, todo ser SIente Inchnaclón
evitarlo"52 y del amor a Dios y al prójimoS3 , Tomás alude a natural a la operación que le es propia p.or razón de su f~rma:
otros principios comunes. Aunque sus referencias no sean así, el fuego tiende a calentar. Por eso, Siendo el alma raCional
directas, sino sólo ocasionales, parecen ser suficientes para la forma propia del hombre, hay en cada hombre una
constatar que, en la filosofía del Aquinate, los principios inclinación natural a obrar conforme a la razón"S6.
comunes son varios, como se verá a continuación. y en U-H, 47, 7c, hay un texto que, junto ~on volver a
insistir en la idea de la racionalidad, avala la teSIS de que los
l. Sociabilidad communissima indican los fines, mientras que aquellos otros
En I-ll, 95, 4c se alude a la sociabilidad o convivencia. En preceptos que se refieren. a ~as virtudes" actúan
este texto, Tomás se está refiriendo a ciertas "cosas que se instrumentalmente para conduclT haCia esos fines: es el fin
propio de toda virtud moral conformarse con la recta razón;
derivan de la ley natural como las conclusiones se derivan de así, la templanza tiende a que el hombre no se aparte de la
los principios "54 y pone como ejemplo "las justas compras, razón por sus concupiscencias; la fortaleza, a que n? se aparte
ventas y cosas semejantes, sin las cuales los hombres no del juicio recto racional por el temor o por la audaCia. E~te fin
pueden convivir entre sí". Es decir, está señalando como
ejemplo ciertas instituciones jurídicas que contribuyen a
le es impuesto al hombre por la razón na~m;:u, la c~al .dlcta :u
hombre obrar siempre conforme a la razon . Esta inSistenCia
realizar un valor fundamental, en este caso la convivencia, de Tomás en poner a la razón como regla de I~ moralidad ha
"que es de ley natural, porque el hombre es por natllTaleza un llevado a diversos autores a pensar que "lo racIOnal» más que
animal social"55. Aunque no se diga expresamente, aquí la «lo natural» es el fundamento del iusnaturalismo tomista57 .
sociabilidad tiene todas las características de ser el objeto de
un precepto común: es un fin, respecto del cual se formula un 3. Comparación entre Tomás y Finnis
principio; a partir de éste se originan algunas reglas, en este
caso relativas a la necesidad del tráfico de los bienes entre los Si comparamos las afirma~iones ~e ~omá.s con las de
hombres. Finnis veremos que hay una cierta COInCidenCia. Todos los
ejempios de primeros principios que aporta uno pueden

56 I-Il, 94, 3c.


52 I-I1, 94, 2c. 57 Así. a pesar del título de la obra, M. Rhonh.eimer, Natur als
53 Cfr. 1-11, 100,3 ad 1. Grundlage der Moral. Eine Auseinanderse~zung mil autono~er und
54 Vid. infra, cap. IV. teleologischer Ethik. Tyrolia. Insbruck-Wlen. 1987, y el mismo J.
55 I-I1, 95, 4c. Finnis, Natural ...• 33 ss.
98 RAZON PRACI1CA y DERECHO NATI1RAL
CONOCIMIENTO DE Los PRIMEROS PRINCIPIOS 99
recon,ducirse a alguno ~e los valores básicos del otro. En 4. Inclinaciones humanas y principios comunes
especl~1 es clave la coneXIón del valor "razonabilidad práctica"
(practlcal reasonableness58) con los ejemplos citados en el Da la impresión de que el último de los tres párrafos de la
párrafoyrecedente. Pero tampoco parece haber diferencias I-H 94, 2c produce un cierto desconcierto entre los autores,
sustancIales entre la convivencia o sociabilidad proclamada que no le han prestado la atención suficiente. Como se
por.To."?ás en. I-H, ~5, 4c y la "sociabilidad (amistad)" _ recordará, el artículo se pregunta "si la ley natural contiene
soc~~b¡llly (jnen;tshlp )59_ finnisiana. En cuanto al amor al muchos preceptos o solamente uno". Comienza en el primer
próJlmo 60 , tambIén puede referirse a este bien básico de la párrafo con el tema del diverso grado de cognoscibilidad de
"~mi.stad", y el amor a Dios 61 a la "religión"62, aunque en los principios en el campo especulativo, haciéndolo aplicable
Fmrus este valor se describa en una fonna secularizada al terreno práctico; de ahí saldrán después las diversas cate-
El profe~or de Oxford presenta su exposición de los gorías de preceptos en la ley natural. La segunda parte del
valores báSICOS como un desarrollo original de algo que artículo se ocupa de mostrar cuál es el primer principio en el
To~ás no ha~ría. tratad0 63 . Sin embargo, de los siete valores orden especulativo y cuál en el práctico; allí se contiene la
básl~OS de F.mn.l~ (vida, c~nocimiento, juego, experiencia af1ffi1ación de que "el bien hay que hacerlo y perseguirlo, y el
est~t~ca, socIabIlIdad (amIstad), razonabilidad práctica y mal evitarlo" es el primer principio de la ley natural. Y, a
rehgló~), los tr~s últimos coinciden claramente con las continuación, en el úl timo párrafo, dedica una gran parte a
afinnaclOnes tomIstas. Quedan como posibles discordancias exponer una cierta diferenciación de tres tipos de tendencias,
empe;o, ~os cu~tro primeros (vida, conocimiento, juego y bienes y preceptos, cuya utilidad no se alcanza a percibir con
expenencIa estética), que aparentemente no se conectarían con facilidad, ya que no corresponde a las tres categorías de
la d~c.trina del Aquinate, y el hecho de que Finnis no recoja principios de la ley natural, que es el esquema que aplica a lo
expl!cIta"!en!e. como un valor básico lo que para Tomás era el largo de todo el Tratado de la Ley. El propio Finnis manifiesta
pnmer p!1ncIplO de la ley natural: "el bien hay que hacerlo y su desconcierto ante un tratamiento que él considera fuera de
p~rsegUlr.lo, y el mal evitarlo"64. Sin embargo, las lugar, pues más parece tener de metafísico que de étic065 •
divergencIaS puede~ ser men?res de lo que aparentan, y cabe Sin embargo, esta tercera parte de la 1- n, 94, 2c tiene
pensar que el sentIdo comun del autor australiano lo ha enonne importancia y, sin perjuicio de tratar más adelante
~Ievado . a una notable coincidencia -aparentemente algunas de las materias que contiene, cabe dejar constancia
madyertlda p~r él- con las observaciones que Tomás de que aquí Tomás no está tratando de establecer ninguna
A9 Ulno consignó en un texto que Finnis cita en forma clasificación general de los preceptos de ley natural 66 , sino
reiterada: el de I-H, 94, 2c. que se está refiriendo exclusivamente a los communissima, y
que la triple división que establece en este párrafo es una
58 1. Finnis, Natural... , 88.
59 Ibid. 65 Al menos eso pensaba al escribir Natural Law and Natural Rights
60 Cfr. HI, lOO, 3 ad I. (cfr. 94·95). Posteriormente parece haber cambiado de opinión (cfr. J.
Finnis, Fundamentals ... , 68-69, J. Finnis et alii. Nuclear ... , 279 y G.
" 61 Cfr. Ibid. Según nos parece, este amor incluiría lambién el que
Grisez. J. Boyle y J. Finnis. "Practica!...". 107.).
los6~receptos de Dios deben obedecerse" (In JI Sent. d. 24, q. 2, a. 3).
Cfe. J. Finnis, Natural ...•89. 66 Error en que incurre, entre otros. L. Rodríguez Arias, "Santo
63 Cfr. ibid., 51. Tomás y el derecho natura!"'. en Alli del/ VIII Congresso Tomistico
64 I.n. 94, 2c. Internazionale. v. VI. Morale e Dirillo nel/a prospelliva tomistica.
Pontificia Accademia di S. Tommaso. Ciudad del Vaticano. 1982, 147-8.
100 RAZON PRAcnCA y DERECHO NAruRAL CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS 101

distinción que se da al interior del primer nivel de principios el texto de I-II, 94, 2c es sencilla: no s~ dist!ngue
naturales, o sea en el nivel de los principios comunes. materialmente del bien al cual se refiere: es ellDlsmo bIen en
Tomás comienza señalando que "el orden de los preceptos cuanto se presenta a la razón práctica como debiendo ser
de la ley natural es paralelo al orden de las inclinaciones realizado69. Hablando en forma rigurosa, cabría decir que los
naturales "67. La continuación no puede ser más obvia: va communissima son indicadores de cuáles son esos fines
mostrando cuáles son las inclinaciones fundamentales del básicos. Desde esta perspectiva, y sin perjuicio de las
hombre, pues éstas necesariamente se referirán a los bienes observaciones que ya se hicieron 70, John M. Fin~is no ~stá
bá.sic?s.. cuya persecución y realización irá exigida por los lejos de la verdad cuando dice que son fines: el bIen aqm es
pnnclplos comunes de la ley natural. Lo que mueve a engaño captado por la razón no en forma teórica, sino como clamli!ldo
a los autores es que ven en la enunciación de Tomás un orden por su persecución y realización eficaz. No hay que olVIdar
de prioridad68 , como si e! primer nivel fuese más básico que que para Tomás, en el orden pr~ctico, los fines desempeñan el
el tercero, cuando, en realidad, se trata de una enumeración de papel de principios de la operaclón71 • Veamos entonces cuáles
tendencias que corresponden a las distintas facetas del son esas diversas inclinaciones.
hombre, en ¡.odas las cuales se descubre una legalidad
fundamental, Incluso en aquellas más cercanas a la materia, a) Primera inclinación y "vida"
que el hombre comparte con los animales o con todos los
vivientes. Una primera inclinación al bien se funda en la "naturaleza
. Vale la pena señalar que, en las apretadas frases que que el hombre tiene en comun , con t od as l as sus t ancI'as"72
, .
~Iguen, el Aquinate va a ir distinguiendo siempre cuatro cosas: Esta inclinación o apetito busca "conservar su ser segun su
1) un aspe~to de la naturaleza humana (en este caso. lo que el naturaleza". y "por razón de esta tendencia pen;enecen a la ley
~Ol~bre . ~lene en co.mún con todos los vivientes), ii) la natural aquellas cosas mediante las cuales la VIda del hombre
l~clma.c!O~ qu~ se aSienta en ese aspecto de la naturaleza (p. se conserva y se impide lo que la contraría". Est~s cos.as,
eJ:. la inclinaCión a conservarse en el ser), iii) las cosas o según parece, son la materia sobre la que recae un pnmer tIpO
bIenes que satisfacen esa necesidad (p. ej .• aquellos bienes de preceptos comunes, cuya formulación explícita no se
que conservan la vida) y. iv) el precepto que manda perseguir señala, y que podría formularse corno «hay que conservar el
~s~s cosas 9ue colman la tendencia. La razón por la cual esta ser».
ultima realidad -el precepto- no se señala expresamente en

67 Todos los textos que se citen en este apartado pertenecen a I-II 94


2c. salvo indicación contraria. • • 69 Esto se entenderá mejor cuando se trate. más adelante. de la raz6n
. .' mms llene e I mé'
68JF'" flto de advertir que muchos interpretan práctica (cfr. cap. JI. H).
preCIpitadamente este orden como si fuese un "ranking" (cfr. Natura!.. .• 70 Cfr. 1. B. 7.
94). Sólo en cierto sentido cabría hablar aquí de prioridad. en cuanto. por 71 Cfr. I-Jl. 47. 6c. .
eJC",lplo. el que d hombre sea racional supone que también sea animal (o 72 Del contexto se desprendería que se refiere a las s~standas
segun el texto arlstotéhco -De Amma. 415 b 13- citado en r. 18.2 sed vivientes. puesto que alude a la vida en el ejemplo que da a co?unua~16n.
contra: vivere viven/ibus es! esse). pero este sentido de prioridad es aquí También cabe pensar que se refiere a todos los seres. y que. SI me~c!Ona
Irrelevante. Una visión diferente en: S. BTOCk. The legal charac!er of la vida en forma específica. es porque en el hombre la conservación en
Natural Law according lo SI. Thomas Aquinas (tesis doctoral). Toronto. el ser consiste fundamentalmente en conservar la vida (cfr. l. 18.2 sed
1988. contra).
102 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS 103

El Doctor Angélico no se detiene en detallar cuáles son los determinados bienes. El contexto en que se sitúan esas expre-
bienes que satisfacen esta primera tendencia del hombre. siones del Digestum hace pensar que la "educación de la
Puesto que se trata de conservar la vida del hombre y evitar lo prole" de la que habla Tomás abarca sólo las funciones de
que la obstaculiza, nosotros podóamos agruparlos bajo el cobijo y nutrición, similares a las que realizan los brutos. Las
concepto de "vida", que es uno de los valores básicos de otras tareas educativas están en un ámbito de racionalidad que
Finnis (life 73 ) que parecían no corresponderse con la excede este aspecto animal de la naturaleza humana. Los
enumeración de Tomás. bienes señalados en iii) son tan básicos como aquellos que
eran objeto de la tendencia común a los vivientes, y los pre-
b) Segunda inclinación y "procreación" ceptos que los prescriben son tan principios comunes como
los que prescribían a los otros, aunque se vinculen con un
Aplicando a la segunda inclinación el cuádruple esquema aspecto diferente de la compleja naturaleza humana. Si
ya visto, tenemos lo siguiente: i) una "naturaleza que él [el utilizamos la palabra en un sentido muy amplio, cabrfa
hombre J tiene en común con los demás animales" ; en este resumirlos en el valor básico "procreación" (procrearion), que
aspecto de! compuesto humano reside, ii), "una inclinación Finnis tiende a incluir, más que como valor autónomo, como
hacia bienes más particulares" conformes a esa naturaleza un aspecto de los bienes "vida", "sociabilidad" o
animal; así, ¡ii) "en virtud de esta inclinación decimos que "conocimiento" ("verdad")1ó. En todo caso, aquí se encuentra
pertenecen a la ley natural aquellas cosas que 'la naturaleza ha un nuevo punto de coincidencia entre este autor y Tomás de
enseñado a todos los animales'74, tales corno la comunicación Aquino.
sexual del macho y la hembra, la educación de la prole
(educatio liberorum) y otras similares", y por último tenemos, c) Tercera inclinación y "conocimiento", "juego" y
iv), los principios de ley natural, que, como ya se dijo, no se "experiencia estética"
explicitan, pues se refieren a las mismas cosas hacia las que
orienta la inclinación, en cuanto ellas se presentan como A continuación, dice Tomás: "De un tercer modo hay en el
bienes que deben ser realizados. hombre una inclinación al bien correspondiente a su naturaleza
Este pasaje tiene gran afinidad con aquellos textos de la racional, inclinación que es específicamente suya; y así el
Secunda Secundae que hablan de un derecho común a hombre tiene tendencia natural a conocer las verdades divinas
hombres y animales, basándose en algunas afirmaciones del y a vivir en sociedad. Desde este punto de vista, pertenece a la
Digestum 75 . Con él se pone de relieve la pertenencia del ley natural lodo lo que se refiere a esa inclinación, v. gr.,
hombre al mundo zoológico y cómo esa vinculación funda evitar la ignorancia, que no ofenda a aquellos entre los cuales
algunas de las tendencias que mueven al hombre a conseguir tiene uno que vivir, y otros semejantes, concernientes a dicha
inclinación" .
En este texto se vuelve a apoyar la idea de que para Tomás
73 Cfr. J. Finnis, NaturaL., 86·87; y J. Finnis et alii, Nuclear ... , la sociabilidad se vincula con un principio común de la ley
279. natural17• Tras leerlo, no cabe menos que incluir aquí el valor

74 Dig. 1, 1; se cita según: Jusliniano, Digesta lusliniani Augusti


(recognoverunl et ediderunl P. Bonafante el alii). Formis Societatis 76 J. Finois, Natural ... , 86·7.
Editricis Librariae. Mediolani. 1908. 77 Y se avala también la idea de que en el párrafo fmal de 1-11, 94, le
75 Vid. infra. cap.lV. se está hablando de los principios comunes de la ley natural.
104 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL CONOCIMIENTO DE WS PRIMEROS PRINCIPIOS 105

básico "conocimiento" (knowledge 78 ). Tampoco parecen ética de la metafísica lo haya llevado en su momento a
lejanos a esas "otras cosas semejantes" otras dimensiones malinterpretar este párrafo de 1-11, 94, 2c, que,
propias del animal que tiene logos, como son el "juego" paradójicamente, ayuda a confirmar algunas de sus tesis sobre
(play)19 y la "experiencia estética" (aesthetic experience80), los valores básicos.
que eran los otros bienes señalados por Finnis que parecían En todo caso, al señalar la cercanía de los basic values de
no corresponder a las observaciones del Aquinate81 . Finnis y los primeros principios de Tomás, no estamos en
A este respecto es significativo un pasaje en que Tomás de condiciones de afirmar que el Aquinate admita sólo los
Aquino compara una altísima forma de conocimiento, la communissima que se refieren a esos siete u ocho fines
sabiduría, con el juego: "la contemplación de la sabiduría fundamentales. Su tratamiento de la cuestión permanece
puede compararse adecuadamente con el juego, debido a dos abierto y no llega a conclusiones definitivas86 . Finnis, en
características que en éste se encuentran. La primera de ellas cambio, piensa que la suya es una lista exhaustiva87.
consiste en que el juego es deleitable, y la contemplación de la Para ejemplificar las características que tiene un valor
sabiduría posee la máxima delectación: de ahí que en Eccli. básico, que constituye el objeto de un primer principio, el
24, [27] se dice por boca de la sabiduría: "mi espíritu es más autor australiano recurre a uno de ellos, el conocimiento. Su
dulce que la miel". La segunda es que las operaciones del análisis del mislno tiene en la mira las ideas de los escépticos,
juego no se ordenan a otra cosa, sino que se buscan por sí y, en lo fundamental, pretende probar que eL conocimiento es
mismas. y esto corresponde también a la delectación de la objetivamente un bien, por encima de las opiniones particula-
sabiduría"82. res. Su reflexión, sin embargo, ayuda a clarificar en qué
Parece, entonces, que todos los basic values del autor sentido pretende hablar en estas materias de bienes que no
australiano encajan en los fines indicados por los diversos sean morales.
tipos de communissima del Aquinate. Por tanto, es Si se repara en expresiones como «el conocimiento es algo
sorprendente que John Finnis se refiera a este tercer párrafo digno de ser obtenido», o «deben ser evitadas la confusión y
de la 94, 2c como si allí Tomás pusiese un "ejemplo la ignorancia», se verá que ellas "proveen el pUIlto de partida
cuestionable"83, y sostenga que "en la reflexión ética el orden (... ) para razOnar sobre qué hacer"88, y en este sentido actúan
triple debería ser puesto a un lado como una esquematización como principios de la razonabilidad práctica. Dado que
irrelevante"84, fruto de una meditación metafísica85 . Es pueden ser realizados de múltiples maneras, "más que
posible que el excesivo empeño de este autor por separar la restringir, ellos sugieren nuevos horizontes para la actividad
humana"89. La idea de que el conocimiento es un bien, da
fuerzas incluso a la actividad del más escéptico de los
78 J. Finnis, Natural..., 59-80. filósofos: si es un hombre honesto, si con sus obras pretende
79 Sobre el juego, véase más adelante lo que se dice en cap. n. F. 2,
donde se trae a colación el texto de I -11, 1, 6 ad l Y2, que parece apoyar la
idea de que el juego y el conocimiento son valores básicos. 86 Así, en olras oportunidades, menciona Tomás principios
80 J. Finnis, Natural ... , 87. universales diversos de los seftalados: "ninguno ignora que lo que no
81 EnlTe los textos paralelos tiene especial interés 1·11, 10, le. quiere [que] se le haga no debe hacerlo a otros, y otras cosas de ese tipo"
821n Hebd., Prologus, nn. 3 y 4. (In duo, Prol., n. 1129).
83 J. Finnis, Natural..., 94. 87 J. Finnis, Natural... , 90-92; Fundamelllals ... , 51.
84 Ibid., 95 88 J. Finois, Natural ... , 63.
85 Ibid, 94. 89 J. Finnis, Natural..., 63.
106 RAZON PRACllCA y DERECHO NATURAL CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS 107

aportar una contribución a la discusión racional, está poniendo bien hay que hacerlo y perseguirlo, y el mal evitarlo") y
en práctica, en los hechos, el principio que filosóficamente corresponda al primer principio de la ley natural. En caso de
niega. En este sentido, el escepticismo acerca de tal valor ser así, habría que clarificar su relación con los
básico es indefendible y se auto-refuta90• communissima y ver cómo se compatilliliza la afirmación
"Es obvio --concluye Finnis-- que un hombre bien finnisiana de que los valores básicos son fines con la idea
informado, etc. está simplemente en mejor posición (... ) que tomista de que el fin último es único. Se comenzará por la
uno que está confundido, engañado o ignorante, que el cuestión de los primeros principios, para intentar después
estatuto de uno es mejor que el del otro, no sólo en este o aclarar las restantes.
aquel caso particular, sino en todos los casos, como tal Tomás había dedicado el primer párrafo de la 94, 2c a
universalmente, sea o no ~ue me guste. El conocimiento e~ exponer los distintos modos en que una cosa puede ser per se
mejor que la ignorancia" ¡. Para eludir esta constatación nota. Su análisis se realizó sobre la base de lo que sucede en
habría que salirse de los límites de lo razonable y ser el terreno teórico, que es aplicable a lo práctico, ya que "los
arbitrario. preceptos de la ley natural son respecto de la razón práctica lo
El análisis de Finnis reviste especial interés porque muestra mismo que los primeros principios de la demostración
la .r0~a en .que cabe argumentar en ":Iateria de primeros respecto a la razón especulativa':93. Los grados de notoriedad
pnncI'pIOs. SI s.e ~c.uerda l? que ya se dijo, en cuanto a que van desde unas proposiciones que son universalmente
los pnmeros pnnc¡plos son mdemostrables, habrá que admitir cognoscibles para .todos, hasta otr~s que lo ~on ~'ú.ni~~mente
que aquí sólo cabe argumentar de forma indirecta, mostrando para los sabios". SI hay una gradaCión en la mtehglbl.hdad de
que quien niega alguno de ellos incurre en una posición las proposiciones, otro tanto sucederá con lo~ objetos de
absurda o irracional, y que si bien estos primeros principios conocimiento: "entre las cosas que son objeto del co-
pu~den negarse verbalmente, sin embargo toda acción que nocimiento humano se da un cierto orden", dice el Aquinate al
qmera ser razonable y no arbitraria, caprichosa o incoherente comenzar el párrafo segundo de 1-n, 94, 2c. Es un orden que
debe darles aplicación. En este sentido, en materia de va desde lo más a lo menos conocido, y que es aplicable tanto
primeros principios hay que argumentar "refutativamente" en en el campo especulativo como en el práctico. Al igual.que. en
forma semejante al célebre pasaje en que Aristóteles defie~de el anterior, en este párrafo segundo comenzará su exph~a.c¡ón
la validez del principio de contradicción92 • ilustrándonos acerca de lo que sucede en la actiVidad
especulativa, como se verá a continuación, pru:a pasar después
a mostrar el mismo problema en el orden práctico.
E. EL PRIMER PRINCIPIO DE LA RAZON PRACTICA Para el Aquinate, lo más inmediato al ser humano, "lo que
primariamente cae bajo nuestra consideración", es "el ente"94 .
. Había quedado l?en?iente el problema de la aparente Lo primero que el hombre sabe acerca de las cosas es que
dIscrepancIa entre Fmms y Tomás, al no incluir aquél entre son, por eso la percepción del ente "va incluida en todo lo q~e
los basic values al primer principio de la razón práctica y la el hombre aprehende"95, de lo contrario el mundo sena
ley natural. También está por comprobar el que el primer ininteligible. A esta afirmación indesmentible tiene que
principio de la razón práctica tenga la misma formulación ("el

90 Cfr. J. Finnis.Natural ... , 74. 93 I-II. 94. 2c.


91 J . F"mms. Natura I .... 72. 941_II,94,2c.
92 Me!. IV. 4. 1005 b 35 ss. 95 1-11.94. 2c.
108 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS 109

remitirse, en último ténnino, toda demostración. y ella es -al Pero, ¿qué es el bien? Tomás da una descripción muy
mismo tiempo- la base de un principio indemostrable, el breve: "bien es lo que todos apetecen"I02, que hoy fácilmente
primer principio especulativo, que se formula: "no se puede podría interpretarse en términos subjetivistas, como si las
afirmar y negar a la vez una misma cosa" (non est simul cosas fueran buenas sólo porque son queridas. Más bien, lo
affirmare et negare96). En este principio "se fundan todos los que parece decirnos, entre otras cosas, es: lo que todos
demás principios"97. (Conviene recordar aquí que toda apetecen, lo que todos persiguen en cada una de sus acciones,
demostración tiene que recurrir, en último término, a eso es el bien. No es bueno porque de hecho se lo apetece,
principios que no son demostrables, por notorios. Esto sino que se lo busca por su intrínseca ap~tibilida~l. ~o?re esta
sucede hasta en las ciencias más exactas.) razón de bien, por tanto, se funda el pnmer pnnclplO de la
Lo visto se refiere al campo teórico, pero ¿qué ocurre en el razón práctica. Ella lo entiende todo en términos de bien
práctico?, ¿qué es lo primero que capta la razón a la hora de humano, por lo que la consecución del bien es el principio
saber, no ya qué son las cosas, sino qué debe hacerse? "Pues básico de la operación y de esa especial forma de racionalidad
bien, responde Tomás, corno el ser es lo primero que cae bajo que está dirigida a la realización de la verdad. Por tanto, el
toda consideración, así el bien es lo primero que aprehende la primer principio de la razón práctica es "~l bien hay que
razón práctica, ordenada a la operación"98. Cuando se trata de hacerlo y perseguirlo, y el mal evitarlo"W3. El actúa como 'el
obrar, la razón no se preocupa tanto del hecho de que las principio de no contradicción del ámbito práctico'. El bien que
cosas sean, o qué sean, sino de su bondad, "puesto que todo está ante la inteligencia clama por su realización, mientras que
agente obra por un fin, que tiene razón de bien"99. Si antes se el mal se presenta corno algo detestable. La tradición filosófica
decía que el primer principio de la razón especulativa se funda asimila el ser y el bien 104 , y entiende que el mal es una
en la noción de ser -que es lo primero que capta la privación de éstosl05 • Así como el no-ser es incognoscible,
inteligencia-, ahora corresponde afirmar que "el primer el mal es indeseable. Si el hombre elige realizar acciones
principio de la razón práctica será el que se funda sobre la malas, no es por lo que tengan de mal, sino por lo que
razón de bien"loo, ya que la razón práctica conoce lo bueno en aparenten de bien lO6. . .' "
cuanto es verdadero. "Lo bueno, dice Tomás, es aplicable a la Pero sigamos con las comparacIOnes: el pnmer pnnclplO
acción bajo el aspecto de verdadero, que es el objeto del especulativo -non est simul f.fffirmare et negare- es tambIén
entendimiento práctico. Pues el entendimiento práctico conoce el primer principio indemostrable de la ciencia. Por su parte,
la verdad, como la conoce también el especulativo, pero el primer principio de la razón práctica -bonum est
ordena a la acción la verdad conocida" 101. faciendum et prosequendum, et malum vitandum- será
también el primer principio de la ley natural. Estas dos
expresiones -primer principio de la razón práctica y pri~er
principio de la ley natural- "aquí son, en la práctica,

961-1I,94,2c. . 102 I-n, 94, 2c; cfr. 1, 5, le. Nótese que aquí no se está definiendo el
97 1_11,94, 2c; cfr. In Met., nn. 603-5. . bien, el cual, por ser un trascendental, es indefinible.
98 1-11,94, 2c. 103 1-11, 94, 2c.
991-1I,94,2c. 104 Cfr. 1, 5, le.
lOO 1-11, 94, 2c. 105 Cfr. De Malo, l, 2c.
101 1, 79, 11 ad 2. 106 Cfr. l, 82, 3 ad 1.
110 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS 111

sinónimos, su denotación es la misma, pero el primero tiene la demás primeros principios se deriven de él: Tomás dice que
connotación de un conocimiento práctico derivado, mientras "se fundan en éste", no que sean derivados suyosllO.
que el último connota la acción guiada racionalmente" 107 • Si
en la no contradicción se fundaban todos los demás principios 1. El principio "el bien hay que hacerlo y perseguirlo" y
especulativos, en el primer principio práctico se basarán los los demás primeros principios
demás principios del obrar. Como dice Tomás: "todos los
demás preceptos de la ley natural se fundan en éste, de suerte Salvo en los argumentos ad absurdum, e~ principio de no
que todas las cosas que deban hacerse o evitarse, en tanto contradicción no interviene como una premIsa teónca en los
tendrán carácter de preceptos de la ley natural en cuanto la ra- silogismos, y sin embargo nadie negarla que está ~n l~ base de
zón práctica los juzgue naturalmente como bienes los diversos razonamientos. Si alguno no lo SigUiera, sus
humanos"I08. afirmaciones serían ininteligibles y en todo caso falsas. Es
Lo visto conduce a una afirmación de importancia: los cierto que el principio de no contradicción es uno entre los
preceptos obligan al que los conoce en cuanto se le presentan primeros principios teóricos, pero, mucho más que eso, es la
j estructura íntima de todo lo que se afirma en el orden
como bienes. Si hay que seguirlos es porque hay que alcanzar
el fin. Lo dice Tomás de Aquino nada más al comenzar el especulativo, incluidos los demás principios prim~ros. Otro
párrafo siguiente: "Y puesto que el bien tiene naturaleza de tanto sucede en lo práctico. "El bien, dice Tomás, tiene razón
fin, y el mal naturaleza de lo contrario, todas las cosas hacia de fin "111: todo lo que el hombre hace lo ejecuta por un fin
las que el hombre siente inclinación natural son aprehenrlidas que considera bueno, apetecible, deseable; "el mal", en
naturalmente por la inteligencia como buenas y, por cambio tiene "razón de su contrario" 112, o sea de no-fin: todo
consiguiente, como necesariamente practicables; y sus lo que ~I hombre evita lo evita porque lo estima malo. Tene-
contrarias como malas y vitandas"I09. mos así que el primer principio de la faZ?n 'p~ctic~ no deb~
considerarse como uno más entre otros pnnclplOs. SI fuera aSI
sería posible dejar de aplicarlo en algunas acciones.bue~~s.
F. EL PRIMER PRINCIPIO PRACTICO, LOS COMMU-
Todo juicio práctico verdadero supone la aphcaclO~ del
NlSSIMA y EL FIN ULTIMO
primer principio. Otro tanto sucede con el ten:a del pnmer
Corresponde ver ahora la relación entre el primer principio principio de la ley natural. Este no es u~o I?as en~e otros
de la ley natural, los communissima y el fin último. El primer preceptos, ni aun entre los commun¡ss¡m.a,. s~no que
principio de la razón práctica se funda sobre la razón de bien. constituye la estru~tura profunda de todos. lo~ l?nnclplOs de la
En cuanto el bien se presenta a la razón como «debiendo ser ley natural. Si se dIce que es uno de 10synnClplOs comUl;es es
realizado y perseguido», en cuanto se presenta como fin, ya en contraposición a los preceptos den vados, a cuyo genero
tenemos ese primer principio, que lo es también de la ley evidentemente no pertenece, Y en cuanto está ~n. :a base de
natural. Que tenga esa función no significa que todos los todos los principios comunes y es condlClOn de su

110 De «derivación» se hablará más adelante (I-I!, 95, 2), en una


materia ligeramente diferente, como se verá en el capítulo JJI de este
107 G. Grisez, "The Fírs!. .... , 354. trabajo. e

108 Con esla aflfOlación tennina el párrafo H de la 94, 2c. 111 I-II, 94, 2c.
109 I-H, 94, 2c. 112 1_11,94, 2c.
112 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS 113

deseabilidad (en este mismo sentido se dice que el principio de La existencia de un fin último tampoco es obstáculo para
no contradicción es uno de los principios especulativos, no que se pueda hablar de unos valores básicos como fines
obstante ser la condición de inteligibilidad de todos ellos). fundamentales hacia los que tiende el hombre, ya que cada
Aunque las tesis de John Finnis puedan ser discutibles, uno de ellos actúa como primer principio en su propio género
difícil sería el reprocharle que no incluya "el bien hay que y puede ser considerado como parte integrante de aquél 1l5 ,
hacerlo y perseguirlo, y el mal evitarlo" entre los valores Hay que tener en cuenta que, cuando se habla de "fin", puede
básicos. En esto no se aparta de Tomás. Muy por el contrario, entenderse ya sea en el sentido de "propósito" u "objetivo" ya
da prueba de haber entendido que, para éste, el bien y el en el de "estadio final"1I6. Los communissima tienen que ver
primer principio de la razón práctica y de la ley natural tienen con los fines en el primero de estos sentidos, en cuanto bienes
en la acción humana un papel análogo al del ente y el principio buscados en la acción humana, pero, además, en el
de no contradicción en el campo especulativo. Esa convicción pensamiento de Tomás parecen estar íntimamente relacionados
explica las continuas comparaciones que el Aquinate establece con el bien o fin en sentido absoluto 1l7 , En I-n, 1,5 se
entre ambos órdenes. La importancia del primer principio señala como objeción este problema de la ~om~a~ibiliz,~ci.ón
práctico es tal, que "todos los demás preceptos se fundan en entre los fines de la acción y el fin en sentIdo ulllmo: Dice
éste, de suerte que todas las cosas que deban hacerse o San Agustín que hubo algunos que pusieron el último fin del
evitarse, en tanto tendrán carácter de preceptos de ley natural hombre en cuatro cosas, a saber 'en el placer, en el descanso,
en cuanto la razón práctica los juzgue naturalmente como en los bienes de la naturaleza y en la virtud' "118, y responde
bienes humanos"l 13. Tomás: "Toda aquella pluralidad de objetos era considerada
Así, la conservación de la vida, la perpetuación de la bajo el concepto de un solo bien períecto, compuesto de todos
especie o el conocimiento de las cosas divinas, que son cosas ellos para quien en ellos ponía su último fin" I 19 . .
hacia las que el hombre siente inclinación natural, "son En la cuestión siguiente vuelve Tomás a ocuparse de .SI
aprehendidas naturalmente por la inteligencia como buenas y, cabe perseguir algunos f:ne? que n<;> sean refenble~ ~l fm
por consiguiente, como algo que ha de ser realizado mediante último. Se ponen como objeCIOnes el J,uego y el ;o~oclmlento
obras"114. Es decir, los demás principios comunes tienen especulativo, cosas ambas que se reahzan por SI mismas)! no
fuerza en la medida en que son comprendidos como con vistas a otra. La respuesta muestra que aunque se realicen
indicadores de los bienes que hay que hacer o perseguir.

2. Primeros principios y fin último 115 Lo que no significa afifilar que sean "nofilas" que dirigen hacia el
fin último (cfr. J. Finnis-G. Grisez, "The basic ... ", 26, donde estos
Por otra parte, el primer principio de la razón práctica autores recha7ll1l dicha posibilidad).
preside incluso la búsqueda del¡ último fin, que no sería 116 Cfr. G. Grisez, "Man, Natural End or', en New Catholic
perseguido si no fuera estimado como bueno. Tomás dedica la Encyc/opedia, vol. 9. Mc Graw-Hill. New York-SI. Louis. 1967,132.
primera cuestión de la Prima Secundae al tema de ese fin 117 Este lema reviste numerosas dificultades, como puede apreciarse
último, explicando cómo es único y universal. en: G. Grisez, "Man ... ", 132·138. Este autor llega a considen:r .~ue "la
realidad de la elección libre es incompatible con la SUposlclon -de
Aristóteles, por ejemplo- de que hay UII fin único de la vida humana" (G.
Grisez, J. Boyle, y J. Finois, "Practica!"''', 101.
113 I-II, 94, 2c. 118 1_11, 1, 5 obj. 1.
114 Cfr. 1-11,94, 2c, párrafo uro 119 1_11, 1,5 ad 1.
114 RAZON PRACTICA Y DERECHO NA1URAL CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS 115
por sí mismas, deben mirarse como partes integrantes del bien criterio realista que mantiene la tradición de la cual Tomás de
humano perfecto en que consiste el fin último l20 : "Las Aquino es heredero. Para él, sólo cuando conocemos
acciones de juego no se ordenan a fm alguno exterior, sino al podemos conocer que conocemosl 23 •
bien del mismo que juega, porque le son deleitosas o le En este momento de nuestra investigación, las cuestiones
reportan descanso; pero el bien perfecto del hombre es su fin por tratar son numerosas. En primer lugar, hay que saber si el
último"121. y después añade que: "Lo mismo debe conocimiento de esos primeros principios es especulativo o
responderse a la segunda objeción sobre la ciencia práctico, y, en todo caso, precisar qué es lo que aporta el in-
especulativa, la cual es deseada como bien del estudioso, telecto especulativo en el proceso de la razón práctica o si ésta
comprendido bajo el bien perfecto y completo, que es el fin parte «desde cero». Es interesante saber si algunos de los
último"122. hallazgos del pensamiento moderno podrían facilitarle la
N o sería correcto el ver una cierta contradicción entre la comprensión de la noción clásica de lo práctico. Por otra
teoría tomista del fm último, en donde se recalca su unicidad, parte, antes se ha explicado que los primeros principio son
y la de la ley natural, en donde se habla de diversos primeros universalmente accesibles, ¿significa esto que son innatos? En
principios, referidos a distintos fines. Para solucionar esta toda esta materia hay que deslindar lo innato, lo patente y lo
aparente divergencia basta atender a lo dicho, en el sentido de adquirido dentro de la operación de conocimiento y aplicación
que estos fines son parte integrante o participaciones de aquél, de los principios comunes. Muchos clásicos traen aquí a
y a la distinción de origen aristotélico entre el fin último, que colación la sindéresis: ¿cuál es su papel?, ¿es una virtud, una
es único, y los géneros de vida, que son varios. Cada uno de facultad, un hábito o se identifica con la ley natural? Algunos
estos modos de vida tiene algún primer principio, que de estos temas ya han quedado insinuados en las páginas
desempeña dicho carácter dentro del género respectivo. anteriores. Ahora se tratarán de modo más sistemático. Ellos
sientan las bases para el análisis de otras importantes materias,
G. EL CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS PRIN- como el papel de la voluntad en el desarrollo del juicio
CIPIOS práctico, que no se incluyen dentro del objeto de este trabajo.

Después de todo lo que se ha dicho sobre los principio, 1. Facultad que conoce los primeros principios
comunes, parece conveniente hablar de cómo accedemos a
ellos. Se ha preferido dejar para el final de este capítulo la Los autores discuten si el primer principio de la ley natural
cuestión de su conocimiento, porque responde mejor al -el bien hay que hacerlo y perseguirlo, etc.- es objeto de
conocimiento teórico l24 o práctico l25 .
U na precisión inicial, para entrar en el debate, consiste en
"""'
120 Cfr. también: 1-11, 91, 2 ad 2. Distinta parece ser la posición de decir que difícilmente puede negarse que el primer principio
Finnis y Grisez. Aclarando el pensamiento del primero, dicen
expresamente que "Finnis niega que esos preceptos (se refiere a los de 1-
11, 94, 2c) sean entendidos por Tomás (o puedan ser entendidos por 123 Cfr. 1, 87, 3.
alguien) como dirigiéndonos hacia el último fin", ya que si pensase eso
124 Así, D. Flippen, "Natural Law and Natural Inclinations", en The
"entonces los consideraría como si fuesen preceptos morales" (J. Finnis-
New Scholasticism, v. LX. 3. Washington D. C. 1986,284-316.
G. Grisez, "The Basic... ", 26).
121 1-11,1,6 ad 1. 125 Cfr. G. Grisez, "Natural Law and Natural Inclinations: Sorne
122 1_11, 1,6 ad 2. Comments and Clarifications", en The New Scholasticism. vol. 61/3.
Washington D. C. 1987, 307-320.
116 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS 117

sea susceptible de conocimiento especulativo: todas las cosas Para que algo sea un «operable» sólo se requiere que esté
lo son. El estudiante de filosofía interesado en saber cuál es el destinado a ser realizado. Ya se dijo que el primer principio
primer principio de la ley natural podrá ir a la S umma práctico se funda en la noción de bien, que a su vez siempre
Theologiae y, cuando llegue a la I-n, 94, 2c y la estudie, se presenta como fin. No es que el intelecto diga primero
tendrá claro cuál es ese principio, al menos en la filosofía de «esto es un bien» y luego concluya que «esto es algo que hay
Tomás de Aquino. Un buen número de páginas antes, podrá que realizaT». La inteligencia capta el bien precisamente como
leer también que para el Aquinate es perfectamente posible que algo que clama por ser realizado, de lo contrario lo captaría
un objeto práctico pueda ser conocido de modo teórico y con sólo como «verdadero», «uno» o «bello». Es una
una intención puramente especulativa 126. Así, el tipo de característica de la razón práctica el que sólo conoce las cosas
conocimiento que nuestro estudiante obtendrá de ahí será en cuanto que son a la vez verdaderas y buenas, y ¿cómo
llamado «virtualmente práctico». También cabe conocer un puede decir que algo es bueno si no es porque lo percibe
objeto práctico de un modo también práctico pero con una como una cosa o acción que es menester perseguir o realizar?
intención teórica, es decir, sin pretender ponerlo por obra. Además, si se acepta que el primer principio de la razón
Lo que aquí, en cambio, se discute, es si el conocimiento práctica es a la vez el primero de la ley natural, resulta poco
del primer principio de la ley natural es «completamente congruente decir que, en nuestro actuar, el primer principio de
práctico», o sea: uno lo conoce como algo que uno puede y la razón práctica y la primera directriz de nuestra acción se
quiere realizar, para lo cual se lo considera no en forma descubren con la razón teórica.
puramente descriptiva, sino de una manera dinámica y con
vistas a su ejecución. Nos parece que, en el fondo, esto es lo 2. La sindéresis
que se dice cuando se sostiene que el primer principio de la
ley natural es objeto de conocimiento práctico. Vemos que la razón descubre con gran facilidad que el bien
Afirmar esa practicidad no significa pretender que el hay que hacerlo y perseguirlo. Al mismo tiempo, es capaz de
conocimiento del primer principio prescinda de supuestos llegar a los otros principios comunes en forma infalible 128 •
adquiridos especulativamente. ¿Cómo un ejercicio intelectual Por otra parte, su comportamiento no es azaroso ni es el fruto
podría dejar a un lado la noción de ente? Ya se ha dicho que de un proceso de lenta discusión sobre distintos modos de
no tenemos conocimientos innatos, y que lo primero que se obrar. Esto nos lleva a reconocer en ella una cierta cualidad
sabe de las cosas es que son. Por tanto, su presentación como estable, que le indica lo que debe obrar y le facilita el hacerlo.
buenas es necesariamente posterior127. Es también cierto que Los antiguos llamaban «hábitos» a estas disposiciones o
para llegar a formular el principio práctico debemos recurrir cualidades. Y Tomás de Aquino utiliza la palabra "sindéresis"
-al menos implícitamente- a ciert~nociones teóricas, de lo para denominar el hábito en que se apoya la inteligencia en su
contrario no cabrían ni siquiera hablar sobre la materia. Pero, tarea de percibir los primeros principios prácticos, tema que
¿no es una conclusión exagerada pensar que esa sola cir- no aparece en Aristóteles.
cunstancia transforma al primer principio en un La sindéresis en el campo práctico es análoga al hábito de
«especulable»? De ser así, difícil sería encontrar objetos sus- los primeros principios en el orden teórico. Tal como éste
ceptibles de conocimiento práctico. descubre las nociones básicas de la especulación, la
inteligencia cualificada por la sindéresis capta los principios
126 Cfr. 1, 14, l6c.
127 Cfr. 1, 16,4 ad 2. 128 Cfr. cap. I. B.c3.
118 RAZON PRAcnCA y DERECHO NAlURAL CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS 119

fundamentales del obrar: "así como la razón en materia sino la "facilidad"l32 del entendimiento para conocer los
especulativa deduce a partir de ciertos principios conocidos primeros principios del orden moral. Estos primeros
por sí mismos, cuyo hábito es el intelecto [de los primeros principios no son objeto de razonamiento, sino de
principios], del mismo modo, la razón práctica parte de ciertos intelección 133.
principios conocidos por sí mismos, como que lo malo no Con todo, hay un artículo en la Summa Theologiae l34 que
debe obrarse, que los preceptos de Dios deben obedecerse y parece desmentir algunas de las afirmaciones que se han
algunos otros: de ellos el hábito propio es la sindéresis"129. realizado a propósito del carácter adquirido de los primeros
Aunque universales, los primeros principios son principios. Puesto que se trata de un texto dedicado especí-
intrínsecamente prácticos, en cuanto dirigen la acción y ficamente a la sindéresis, vale la pena detenerse en él. Allí
encuentran su propia perfección no en la mera consideración explica Tomás que no es una potencia sino un hábito. Ya en el
sino en el obrar l3o . Por eso, el fruto de la labor de la sed contra se da una razón, y es que, como dice Aristóteles,
sindéresis no es un mero conocimiento de una cosa o de un "las potencias racionales dicen relación a objetos
principio relativo a un estado de cosas, sino un precepto. opuestos"135; "ahora bien, sigue el Doctor de Aquino, la
La sindéresis supone, corno se dijo, algunas nociones que sindéresis no se refiere a objetos opuestos, sino que inclina
son adquiridas: vida, bien, mal, conocimiento, sociedad, elc. simplemente al bien. Luego, no es una potencia"136. En el
Pero su capacidad de enlazar los ténninos que componen esas corpus del artículo explica que, así como la razón especulativa
proposiciones conocidas por sí misma en las que consisten los requiere de ciertos principios indemostrables para operar, otro
primeros principios, no la ha obtenido por la constante tanto debe suceder con la razón práctica. y si los primeros
repetición de actos. Se trata de una facilidad que acompaña ya principios especulativos no pertenecen a ninguna potencia
al primer acto en que se ejercita el entendimiento l31 . La especial, sino a un hábito llamado entendimiento de los
aptitud de la inteligencia para realizar esa operación de primeros principios, "luego tampoco los principios prácticos
enlazamiento es tan grande, que los principios comunes se le que nos han sido naturalmente infundidos pertenecen a una
presentan con claridad tan pronto corno el hombre se potencia especial, sino a un hábito natural especial, que
encuentra ante un problema práctico concreto. La sindéresis, llamamos sindéresis"137.
conviene insistir, no es una facultad o potencia del hombre, Lo que interesa destacar como posible objeción al carácter
adquirido del conocimiento de los primeros principios es lo
siguiente: puede llamar la atención que Tomás hable de
129 In II Sen/., d. 24, q. 2, a 3. En otro texto dice Tomás: "Existe
en el alma humana un cierto hábito natural que conoce los principios "principios naturalmente infundidos"138. Del mismo modo,
especulativos de las ciencias, al que llam~ intelecto de los principios; poco antes había anticipado la misma idea, al decir que "es
también en ella existe cierto hábito natural de los primeros principios del
obrar, que son los principios universales del derecho natural, hábito que 132 O. N. Derisi, Los fundamentos metafísicos del orden moral.
pertenece a la sindéresis" (De Ver. 16, 1). Sobre la terminología Conser. Superior de Investigaciones científicas. Madrid. 1%9, 392.
utilizada por Tomás en estos textos, que es menos precisa que la de la 13 Cfr. 1,79, 12.
Summa Theologiae, véáse G. Soaje, "La 'sindéresis' como 'hábito' en la
134 1, 79, 12c. -
escolástica", en Sapientia, n. 66. La Plata. 1962,252-263.
130 1, 79, 11 ad 1. 135 Me!. 1046b 4.
136 1,79, 12 sed con/ra.
131 Tomás dice que los niños la tienen, aunque no puedan usarla a
causa de su falta de edad, lo cual hace pensar que no se adquiere mediante 137 1, 79, 12c.
una ejercitación constante (cfr. ¡-II, 94, 1 ad 3). 138 1, 79, l2e.
120 RAZON PRACflCA y DERECHO NATURAL
CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS 121

preciso, por tanto, que hayamos sido naturalmente dotados, lo das estas realidades se dice que son naturales en cuanto se
mismo que de principios especulativos, también de principios reducen a lo que es inherente a la naturaleza humana (p. ej., al
prácticos"139. Estas afirmaciones podrían hacer pensar que intelecto, en el campo práctico). Enseña Tomás que, algunas
Tomás está queriendo decir que los primeros principios son veces, "naturaleza significa la sustancia o un ser cualquiera. y
innatos. Pero no es así. Una afirmación como ésta iría contra en este sentido se dice que es natural a una cosa lo que le
toda la gnoseología tomista 140. Las aserciones de Tomás conviene por razón de su propia sustancia, que es lo que de
deben entenderse mas bien en este sentido: es preciso que suyo va inherente a ella. Pero en todos los seres lo que no les
hayamos sido naturalmente dotados de una potencia que sirva conviene como propio se reduce, como a su principio, a lo
de asiento a un hábito que nos permita captar naturalmente que por sí mismo les es inherente; forzosamente, pues,
tanto los principios especulativos como los prácticos. La frase entendiendo así la naturaleza, el principio de todo cuanto
subrayada está implícita, supuesta, en el texto. Y se la supone conviene a una cosa es natural. Esto es manifiesto respecto del
porque de ella se está tratando en el artículo: del carácter de entendimiento, pues los principios del conocimiento
hábito que tiene la sindéresis. La interpretación que aquí se intelectual [tanto teórico como práctico] son naturalmente
propone no agrega nada nuevo a lo que allí dice Tomás. conocidos. y del mismo modo el principio de los actos
A continuación el Aquinate explica la relación entre la voluntarios debe ser algo que naturalmente se quiere"143.
sindéresis y los primeros principios: "Por tanto, se dice que la En resumen, el papel de la sindéresis es dar con los fines
sindéresis estimula al bien y censura el mal en cuanto que por básicos del hombre, que tienen relación con los primeros
los primeros principios procedemos a investigar y por ellos principios del obrar. El conocimiento de esos fines es previo
juzgamos lo averiguado"141. al acto de dirigirse hacia ellos: primero son los principios (los
Teniendo en cuenta la analogía que Tomás detecta entre el fines) y luego las virtudes, que crecen en la medida en que el
hábito de la sindéresis y el de los primeros principios hombre desarrolle un estilo permanente de obrar en procura de
especulativos, le podemos aplicar a la primera lo que se dice un objetivo determinado. La prudencia, como se verá más
de los segundos en el Commentarium de la Etica a Nicómaco, adelante, tiene por misión "preparar el camino y disponer los
donde se habla de un "hábito por el cual el hombre, en virtud medios" para que las virtudes tiendan al fin que les señala la
de la luz del intelecto agente, conoce naturalmente los razón natural. La prudencia mueve a las demás virtudes,
principios indemostrables" 142. . "pero, a su vez, la prudencia es movida por la sindéresis,
Por último, un texto de {-II, 10, lc ayuda a entender cómo como la ciencia por los primeros principios"I44.
puede haber cosas que se capten naturalmente y que sin Veámoslo con palabras de Tomás: "El fin de las virtudes
embargo no sean innatas, como es-el caso de los primeros morales es el bien humano. Pero el bien del alma humana
principios especulativos, de las cosas que quiere naturalmente consiste en estar regulada por la razón, como dice Dionisio.
la voluntad y, por extensión -aunque no se diga Es, pues, necesaria la existencia previa de dichas virtudes
expresamente- de los primeros principios prácticos. De to- morales en la razón. Y como en la razón especulativa hay
cosas conocidas naturalmente, de las que se ocupa la
inteligencia de los primeros principios, y otras que se conocen
139 1,79, ¡2c.
por medio de ellas, que pertenecen a la ciencia, así en la razón
140 "Todo nuestro conocimiento tiene su origen por el sentido" (In
EN, n. 246), entre otros textos.
141 1,79, ¡2c. 143 I-Ir, 10, lc.
142 In EN, n. 1179. 144 Ir-H, 47, 6 ad 3.
122 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS 123

práctica preexisten cienos principios conocidos naturalmente, hacemos justos, practicando la templanza templados, y
que son los fines de las virtudes morales,. ya que, como practicando la fortaleza. fuertes" 148.
hemos dicho. el fin en el orden de la acción es C0t;n0 el La ocupación de la ética no es la conducta pasada ~so
principio en el del conocimiento; y a su vez hay conclus~ones, sería historia-o sino una acción que debe ser hecha. Es fácil
que son los medios, a las cuales llegamos por los rrnsmos percibir que no es este el terreno de las esencias ni de las
fines"145. Y después agrega que "a las virtudes morales les abstracciones, sino el de cómo obrar en una forma adecuada.
impone el fin la razón natural llamada sindéresis"l46. Y. aunque aquí no se dé la certeza e inmutabilidad propia de
otras disciplinas, la razón actúa tanto o más que en ellas,
aunque de modo distinto. Así. dice Finnis que "cuando la
H. «DEBER SER» y RAZON PRACTICA inteligencia discierne lo que es bueno, lo que debe ser
perseguido, opera por un camino diferente y se sujeta a una
Lo que se ha visto en los apartados anteriores de e~te lógica distinta que cuando discierne (histórica, científica o
capítulo nos pone en condiciones de comprender mejor metafísicamente) lo que es el caso"149.
algunas afirmaciones de Finnis sobre estos temas, Este autor Con todo, nada neva a afirmar que una operación sea más
se vale de la distinción modema entre hecho y norma, entre racional que la otra 150. Identificar la racionalidad con la
ser y deber ser, p~ra hacer, ~nt~nde~ a ,~uestros certeza llevaría a situar la ética. la política y el derecho fuera de
contemporáneos el senlldo de la dlstmclón anstotehca y to- los límites de la racionalidad, porque trabajan sobre un
mista entre razón especulativa y razón práctica147 , El u~o <;le la material contingente y obtienen resultados que muchas veces
razón que es propi? ,de la ét~ca no es aquel que se hmlla a son sólo probables.
contemplar y descnblf la realIdad de las cosas, su ser. Eso es Sin embargo. a pesar de reconocer la distinción entre ser y
tarea de un empleo especulativo de la razón, que tiene sus deber ser, buena parte de la filosofía moderna no ha logrado
dominios en la metafísica, las ciencias formales, las dar una explicación racional del ámbito del deber ser, debido a
experimentales e incluso,la sociologí~ en lo ,que pudiera tener que pretende explicarlo con parámetros estrictamente teóricos.
de descriptiva. En la étlca~ en ~amblo, lo In.:portap~e no es Quizá el caso más expresivo sea el de la ciencia política
saber, sino hacer. Así ensena Aristóteles que adqummos las «científica», que excluye todas las cuestiones axiológicas y
virtudes mediante el ejercicio previo, como en el caso de las pretende estudiar la realidad política utilizando sólo modelos
demás artes: pues lo que hay q.ue hacer desp~és de haber tomados de la metodología de las ciencias experimentales.
aprendido, lo aprendemos haCiéndolo; por eJ~m~lo, nos Otro ejemplo es el de David Hume, quien, precisamente por
hacemos constructores construyendó'-casas y cltanstas to- desconocer la noción de razón práctica. se vio obligado a
cando la cítara. Así también practicando la justicia nos fundar la noción de obligación sobre la base de los
sentimientos particulares l51 • la única posible frente al
racionalismo y el voluntarismo cuando se ignora que la razón
también está en condiciones de llegar al campo del obrar.
145 U-H, 47. 6c. "De éstos se ocupa la prudencia, que aplica los
principios universales a las conclusion~s particulares del orden de. la
acción", por eso no impone los fines, SinO sólo dIspone de los medIOS 148 EN H, 2, 1103 a 31-1103 b 2.
(U-U, 47, 6c). 149 J. Finnis, NaturaL., 34_
146 11_11,47,6 ad 1. 150 J. Finnis, Natural ... , 34.
147 J. Finnis, NaturaL", 36. 151 Cfr. J. Finnis, Natural.... 38, 48. 53-54_
124 RAZON PRAcnCA y DERECHO NATURAL CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS 125

Así se entiende también, según Finnis, el fondo filosófico principios son ciertos e inmediatos y nó el resultado de
que subyace a la acusación de «falacia ser-deber ser», que disquisiciones. El carácter intuitivo de esta aprehensión pone
entraña el desconocer que la razón, cuando se trata de actuar, de manifiesto que los primeros principios de la ley natural no
no parte del is, de su análisis teórico, para deducir el ought, son inferidos de nada. El intelecto conoce los primeros
proposiciones normativas. Por eso dice ese autor que el principios simplici intuitu J55 , con una simple mirada, porque
razonamiento práctico no surge de un análisis abstracto de la llega a ellos sin necesidad de discurso: "El intelecto conoce
naturaleza humana, mirada desde fuera como un objeto con una simple mirada, mientras que la razón conoce con
externo y general, sino de la experiencia interna de las propias proceso discursivo, pasando de una cosa a otra"156.
inclinaciones, y que aquí "no hay proceso de inferencia. Uno Con todo, debe tenerse presente, primero, que esta
no juzga que 'yo tengo (... ) una inclinación a saber sobre las intuición sólo se aplicaría a los primeros principios de ley
cosas', y luego infiere de ahí que 'el conocimiento es un bien natural y no a los preceptos derivados, cuyo conocimiento,
que debe ser perseguido'. Más bien, mediante un simple acto como se verá en el próximo capítulo, entraña no pocas
de comprensión no inferencial, uno capta que el objeto de la dificultades. En segundo término, esta intuición de la que
inclinación que uno experimenta es un eje!\ñplo de una forma habla Tomás no puede ser de tal naturaleza que prescinda
general de bien para uno (o para otros como uno)" 152. absolutamente de toda imagen sensible, ya que incluso los
Es decir, el descubrimiento del bien que significan los mismos principios indemostrables los conocemos abstrayendo
primeros principios no es el resultado de una deducción a a partir de los singulares. El conocimiento de los principios
partir de la idea de inclinación al bien o de la experiencia supone la previa adquisición de las nociones (<<sen>, «bien»,
misma de la inclinación!53. Si es verdad que los primeros «mal», etc.) que los integran, pero una vez conocidas esas
principios se captan "simplici intuitu"154, entonces habrá que nociones el intelecto «ve» inmediatamente la verdad de la
reconocer que el bien.y la inclinación se presentan en forma proposición en que el principio se expresa. En este sentido,
simultánea. cabe pensar que la noción de intuición que maneja Tomás no
Para entender la forma en que la razón práctica capta los es la misma que la de los modernos.
primeros principios de la ley natural, será útil tener presente En todo caso, pueda o no hablarse aquí de intuición, lo que
una noción muy apreciada por algunos filósofos está claro es que no existe base alguna para criticar al
contemporáneos, la de intuición. Ella no sólo se aplicaría a las iusnaturalismo de Tomás sobre la base de la falacia «ser-deber
operaciones propias de los sentidos --como la visión-, que sen>, en lo que se refiere a la obtención de los primeros
permiten captar un objeto de manera directa, sino que también principios. Aquí no hay derivación del deber ser a partir del
se referiría -mutatis mutandis- al terreno intelectual. Tanto sér por la sencilla razón --entre otras- de que los
la captación de las nociones primeras -p. ej. «seD>, «uno», communissima no son derivados de nada, sino captados en
«algo», etc.- como los juicios que versan sobre los primeros forma inmediata por la inteligencia, que gracias a ellos es
capaz de moverse a la acción, de hacerse «práctica».

152 J. Finnis, Natural ... , 34.


153 En un sentido distinto parecería pronunciarse J. Maritain, cuando,
para decir que este conocimiento no es racional, indica que es "a través de
la inclinación" (id. El hombre y el estado. Club de Lectores. Buenos
Aires. 1984,109-10). 155 De Ver., 8, 15c.
154 De Ver. 8, 15c; cfr. 1, 59, I ad 1. 156 1, 59, 1 ad 1.
126 RAZON PRACI1CA y DERECHO NATIJRAL CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS 127

n.E.
Bien: "La razón de bien consiste en que algo es apetecible; por eso dice
ArislÓteles que el bien es lo que todas las cosas apetecen. Pero es evidente
que toda cosa es apetecible en cuanto es perfecta. pues todas las COsas
apetecen la perfección. y algo es perfecto en la medida en que es en acto:
NOTAS COMPLEMENTARIAS de donde es manifiesto que algo es bueno en tanto que es ente. pues el ser
es la actualidad de todas las cosas. como se ha visto más arriba. Es. pues.
n. C. notorio que el bien y el ente se identifican realmente. con la diferencia de
que el bien allade la razón de apetibilidad. que no se expresa en la noción
Conocimiento espontáneo y precienlíl'ico de Dios: esta idea de ente" (l. 5. le).
es tratada por Tomás a propósilo de la posibilidad de que el pecado venial
pueda darse en alguien que sólo tenga pecado original. cuestión que el Queremos las cosas porque son bueuas: "si el ente se dice bueno
Aquinate niega. Dice Tomás que mientras no se llegue al uso de razón 00 en relación al apetito. en cierto sentido sería verdadero que ,das cosas son
hay ningún tipo de pecado actual, "mas. al llegar ese momento de lucidez buenas porque las queremos». En efecto. quitada la voluntad, desaparece la
racional. no nos excusamos ni de culpa venial ni de pecado mortal. Lo relación de apetibilidad. pues algo puede ser apetecible -y, por tanto,
primero que tiene que hacer el hombre en dicho caso es deliberar sobre sí bueno-- a condición de que haya alguien que pueda apetecerlo" (T.
mismo. y si. en virtud de esa recapacitación se ordena al fin obligado, Alvira. L. ClaveIl y T. Melendo. Metaj{sica. EUNSA. Pamplona. 1982.
conseguirá la remisión del pecado original por medio de la gracia. Si no 159). Esto. sin embargo. no debe hacer perder de vista "la fundamentación
se ordena al fin debido peca mortalmente al no hacer lo que está en sus ontológica del bien" (ibid.). como se ve en el texto tomista antes citado.
manos realizar" (1-11. 89. 60), lo que prueba que. de producirse algún
pecado al inicio de la vida intelectual, ese no puede ser venial. porque lo Primer principio de la razón práctica y de la ley natural:
primero sobre lo que el hombre decide es el fin al que ordenará en último Germain Grisez refuta. con razón. la opinión de quienes. como D.
término sus acciones (sin perjuicio que esa dirección pueda cambiar con O·Donoghue. piensan que «bien es lo que todos apetecen» es el primer
posterioridad, cfr. ibid.). En la respuesta a una objeción. el Doctor principio de la razón práctica. con lo que hacen que éste sea diferente del
Angélico insiste en la misma idea: "como el fin tiene primacía en el primer principio de la ley natural. Tomás dice: Et ideo primum prin-
orden de la intención. lo primero que se impone al hombre. llegando al cipium in ratione practica esl quod fundalur supra ra/ionem boni. quae
uso de razón. es pensar sobre sí mismo y saber a qué debe ordenar todas eSl, 'Bonum est quod omnia appetunl'. Dice Grisez que O'Donoghue lee
las cosas como a su fin" (ibid .• ad 3; efe. De Malo. 5. 2 ad 8 y 7. 10 ad "quae como si se refrriera a primum principium, mientras que sólo puede
8. De Ver .• 24. 12 ad 2). En todo caso. a la luz de estos textos y de C. G. referirse a rationem boni. El primum principium es idéntico al precepto
III, 38 el conocimiento de Dios requiere alguna forma de razonamiento. sellalado en la línea siguiente del texto. mientras que la ralio boni no es
un principio de la razón práctica. sino una cuasi definición de «biem>. y
Sobre el concepto de prioridad: véase: A. Vigo. "Prioridad y como tal un principio de conocimiento (understanding). El principio de
prioridad ontológica según Aristóteles" (en prensa en Philosophica. contradicción está igualmente fundado sobre la ratio de ser. pero aquí no
Valparaíso. 1989) y "Prioridad ontológica y prioridad lógica en la doctrina se da ninguna fórmula de esa ratio" (G. Grisez. "The Firs!.. .... 178. nota
aristotélica de la sustancia" (en prensa en Philosophica. Valparaíso. 21).
1990). Este autor muestra las relaciones entre la prioridad ontológica y la Si se entra en la cuestión gramatical que aquí se discute. se verá que el
lógica. haciendo ver el error de asignar a la primera un papel sólo secun- pronombre relativo quae. tiene que referirse al substantivo ralionem, dado
dario respecto de la segunda. que ambas expresiones pertenecen al género femenino. Por tanto. la
aftrmación de Tomás «Bonum esl quod omnia appetunt» es el contenido
o explicación de ratio boni. y no de primum principium. pues en este
128 RAZON PRACDCA y DERECHO NATURAL
CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS 129
caso habrían de conectarse ambas frases con el pronombre relativo del
neutro quod.
Terminología tomista: Al lector contemporáneo le puede llamar la
H. F. 1. atención el que Tomás y -todavía en mayor medida-- OIrOS escolásticos
utilicen diversas expresiones para designar un proceso que parece ser
unitario. Cuando se habla de «entendimiento», «razón especulativa»,
Carácter del primer principio de la razón práctica: J. Maritain «razón práctica», «hábito de los primeros principios», «sindéresis»,
conside~que el principio hacer el bien y evitar el mili "es el preámbulo y «prudencia», y otras nociones semejantes, parece que se inlroduce una
I
el prInCIpIO de la ley natural, pero no es la ley misma. La ley natural es división en el hombre que no se corresponde con la percepción
el conjunto de cosas que deben hacerse y no hacerse, que surgen de una relativamente unitaria que tiene de sI mismo el individuo que conoce y
manera necesaria del solo hecho de que el hombre es hombre, en ausencia quiere. Tan real es este peligro de fragmentación, que -por dar un
de toda olra consideración" (Los derechas del hombre y la ley natural. ejemplo relevante- el propio Tomás, en su Commentarium de juventud
Dédalo. Buenos Aires. 1961). Aunque es acertado el intento por distingoir a las Sentencias del maeslro Pedro Lombardo, cayó en el error de sostener
la peculiaridad de dicho principio respecto del res!/¡ de los preceptos de ley que el intelecto práctico y el especulativo son dos facultades diferentes.
natural, la relacIón enlre ambos térmmos queda oscurecida cuando, como Esta equivocación, motivada por la opinión de autores anteriores, es
en el caso de Maritain, se omite el prosequendum de la fórmula tomista. abandonada por Tomás en sus obras de madurez.
Al i~currir en dicha omisión, el filósofo francés parece verse obligado a A pesar de lo que hoy pudiera pensarse, la mayor parte de estas distincio-
conSIderar como de ley natural sólo las acciones (las cosas que deben nes están lejos de ser sutilezas escolásticas. Sirva una mueslra: el aban-
hacerse o no hacerse), lo que podría inducir a una preterición de aquellos dono de la noción de razón práctica ha influido en la consideración de la
bIenes a los que se refieren los communissima. Por eso seguimos en el aeción humana en términos de cálculo teórico de resultados, o en la con-
texto una solución distinta a la de este autor. sagración del maquiavelismo político disfrazado de una cientificidad su-
puestamente libre de valores, como lo ha mostrado, entre Olros, J.
U. G. Habermas, un autor nada sospechoso de clasicismo. Los medievales, en
cambio, tenían claro que la razón no funciona del mismo modo ante todas
La reflexión sobre el conocer depende del acto de conocer: las materias, sino que se va adecuando a la cuestión de que se Irate, sea
por eso, el momento reflexivo no es el inicio de la filosofía de Tomás de teórica o práctica Esta misma conciencia de la diversidad de usos de la
Aquino, sino que las cuestiones de teoría del conocimiento se entienden e razón explica el que se haya llegado a pensar en dos facultades distintas. A
iluminan por la experiencia misma del conocer. Una visión inversa en: los modernos les cuesta concebir la diversidad de virtudes que hay en el
G. Robles, Introducci6n a la Teor[a del Derecho. Editorial Debate. hombre porque en sus esquemas sólo calza una única «virtud»: la relación
Madrid. 1988,31-35. Para él, "la teoría del conocimiento es una reflexión de «dominio» que el individuo establece sobre su propio cuerpo.
crítica del conocimiento, previa a tndo conocer" (31). Si se toma esta
frase en forma literal conduciría a la conclusión de que cabría reflexionar 11. G. 2.
sobre algo que todavía no se tiene. Lo que parece querer decir es que antes
de conocer en forma científica es necesario ocuparse del método que se Sindéresis: La reflexión sobre la sindéresis se da recién en un contexto
seguirá en dicha tarea. Esta opinión, según recuerda Tomás de Aquino filosófico cristiano. A esto ayuda el que en las Escrituras aparezcan for-
(Expositio super librum Boethii De Trinitate, q. 5, a. I ad 3) ya era mulados claramente los primeros principios prácticos. Ya en la escolás-
defendida por Aristóteles (Met. 11, c. 3,995 a 13). Pero el conocer en tica pretomista se decía que el papel de la sindéresis era instigare ad
forma científica es sólo una de las formas del conocer. El solo hecho de bonum et murmurare de millo, afirmación semejante a la del Salmo 33,
plantearse determinadas exigencias metodológicas supone: i) un cierto 13, tal como era conocido en la época de Tomás: Diverte a millo et fac
grado de conocimiento precientífico de numerosas realidades y nociones de bonum, texto que el Aquinate vincula con Eccl. 7, 1 -noli facere
las cuales la respectiva ciencia no se ocupa, y ii) una cierta familiaridad mala- y con Is. 1, 17 ~iscite benefacere- (cfr. Expositiones in
~unque sea precientífica- con el objeto que se desea estudiar, ya que el Psalmos Davidis, 33, 15). El Aquinate relaciona este texto de Isalas con
objeto determina el método. la observación aristotélica de que "por medio de la línea recta conocernos
130 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL CONOCIMIENTO DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS 131

aquélla y la quebrada" (De Anima 411 a 5), pero es evidente que inquisición y el discurso" (U-H,49, 5 ad 3). A los primeros principios no
Aristóteles no llegó a descubrir estas nociones de primer principio se llega "discurriendo de una cosa a otra", que es lo propio de la razón,
práctico y sindéresis (cfr. V. J. Bourk.e, "El principio de la sindéresis: sino "por simple mirada" (1, 59, I ad 1).
fuentes y función en la ética de Tomás de Aquino·, en Sapientia , vol.
35, La Plata. 1980,615-626).

n.G.2.

"Principia naturaliter indita": como ya se hijo en el texto, el


hecho de que los primeros principios se posean naturalmente no significa
que sean innatos. Lo que Tomás está excluyendo en el texto respectivo (1,
79, 12c) es, entre otras cosas, la idea de esos principios sean dados desde
fuera como un «a/ladido» a la naturaleza, cual es el caso, por ejemplo, de
la gracia o de especiales intervenciones divinas, como la curación de un
ciego (cfr. C.O. lIl, 161). Al respecto es ilustrativo el uso que Tomás
hace de expresiones como«indo •. «inditum., «indita». etc. Así: "amor
naturalis nihil a1iud sil quam ¡nclinatio naturae indita ab auclore naturae"
(1, 60, 1 ad 2); "et ideo non est inconveniens si angelus agatur inquantum
inc\inatio naturalis est sibÍ indita ab auctore suae naturae" (1, 60, 1, 2);
"considerandum tamen videtur quod, Iicet Deus interdum praeter ordinem
rebus inditum aliquid operetur, nihil tamen faci! contra naturam" (C.O.
m, 100). Siempre tiene el sentido de «dar constituyendo», del mismo
modo como se da el ser, o la vida, que no son propiedades que se agregan
sobre un ser ya constituido, sino que se poseen naturalmente. (En otros
casos se usa "Iex indita" en contraposición a "lex scripta", cfr I-II, 106,
1).

n. H.

Carácter práctico de la ética: son innumerables los textos


aristotélicos que insisten en esta idea (al igual que los correspondientes
comentarios de Tomás). Por ejemplo, cabe senalar: "Ciertamente, puesto
que el presente tratamiento no apunta, como otros, a fines [puramente]
teóricos -pues no investigamos para saber qué es la virtud sino para ser
buenos, ya que [de lo contrario] no sería de provecho alguno--, es
necesario indagar en lo que concierne a las acciones cómo deben ser
llevadas a cabo" (EN, 1103 b 26-30).

Los primeros principios son objeto de intelecto: ensena


Tomás que "aunque el intelecto y la razón no son diversas potencias, sin
embargo se denominan por diversos actos: el nombre de intelecto se toma
de la íntima penetración de la verdad; en cambio, el nombre de razón de la
CAPITULO m
PRECEPTOS DE LEY NATURAL DERIVADOS
DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS

En los dos capítulos anteriores se examinó la naturaleza y


características de los primeros principios de la ley natural.
Corresponde ahora hacer lo mismo respecto de aquellos
principios «derivados». Se comenzará hablando de los
preceptos llamados «secundarios», después se tratará de
aquellos que son accesibles sólo a los sabios, para pasar más
adelante a describir las características de ambos y terminar con
la cuestión de cómo se obtienen los preceptos derivados a
partir de los communissima.

A. PRECEPTOS SECUNDARIOS
La teoría tomista de la ley natural no se limita a unos cuan-
tos principios universales, sino que entra de lleno en los
diversos géneros de acción en los que el hombre puede
comprometerse. La sola existencia de algunos fines. ~
fundamentales que todo hombre puede reconocer no basta
para empeñarse con acierto en la realización de una conducta
determinada. Al respecto, dice Tomás que "la contemplación
de los primeros principios (... ) es imperfectísima por su
extrema generalidad y sólo en potencia contiene el cono-
cimiento de las cosas; (... ) además, es principio y no término
CAPITULO m

PRECEPTOS DE LEY NATURAL DERIVADOS


DE LOS PRIMEROS PRINCIPIOS

En los dos capítulos anteriores se examinó la naturaleza y


características de los primeros principios de la ley natural.
Corresponde ahora hacer lo mismo respecto de aquellos
principios «derivados». Se comenzará hablando de los
preceptos llamados «secundarios», después se tratará de
aquellos que son accesibles sólo a los sabios, para pasar más
adelante a describir las características de ambos y terminar con
la cuestión de cómo se obtienen los preceptos derivados a
partir de los communissima.

A. PRECEPTOS SECUNDARIOS
La teoría tomista de la ley natural no se limita a unos cuan-
tos principios universales, sino que entra de lleno en los
diversos géneros de acción en los que el hombre puede
comprometerse. La sola existencia de algunos fines. ~
fundamentales que todo hombre puede reconocer no basta
para empeñarse con acierto en la realización de una conducta
determinada. Al respecto, dice Tomás que "la contemplación
de los primeros principios (... ) es imperfectísima por su
extrema generalidad y sólo en potencia contiene el cono-
cimiento de las cosas; (... ) además, es principio y no término
134 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL PRECEPTOS DERIVADOS i35

de la investigación humana, y (... ) nos es dada naturalmente y otros preceptos, que Tomás llama «derivados», mostrando
no como resultado de nuestra búsqueda de la verdad"!. con esa expresión su conexión con los communissima.
Podrá llamar la atención el que en el texto recién citado diga Además, si se recuerda que el criterio utilizado por Tomás
Tomás que la contemplación de los primeros¡ principios es para clasificar los principios de ley natural es de índole
"imperfectísima", mientras que antes había aicho que esa gnoseológica, es decir, la mayor o menor facilidad que
contemplación constituye la forma más elevada de nuestro envuelve su conocimiento, no extrañará que el Aquinate
conocimiento. La contradicción es sólo aparente. La introduzca algunas distinciones en el seno mismo de los
cosmovisión tomista presenta una graduación entre los seres, preceptos derivados. Los hay «secundarios» y, por llamarlos
que va desde lo más perfecto a lo más imperfecto: ángeles, de alguna manera, «terciarios» o accesibles sólo a los sabios.
hombres, plantas, etc., porque el ser es participado de muchas Comencemos por aquéllos.
maneras. Sin embargo, entre todas ellas hay una cierta Junto a los communissima reconoce Tomás unos
conexión, por lo que cabe hallar en el hombre ciertas "preceptos secundarios más particulares, que son a modo de
propiedades que lo asemejan a los seres que le siguen en la conclusiones próximas a los principios"3, y que están muy
dirección descendente de esta gradación, y otras que lo "cercanas"4 a ellos. Estos preceptos "son más concretos"5 y,
acercan a los espíritus puros. Ejemplo de las primeras es la si bien no se presentan al entendimiento con la inmediatez de
actividad sensorial, que tiene en común con los animales, y de los communissima, son fácilmente cognoscibles. En efecto,
la segunda la contemplación de ciertas verdades sin necesidad dice Tomás que son preceptos "cuya razón el pueblo alcanza a
de discurso. Por eso, dice Tomás que "el hombre, si bien ver al instante y con gran facilidad"6.
imperfectamente, llega al conocimiento de la verdad Nuestro autor pone a "los preceptos del decálogo"7 como
inteligible, conocida por los ángeles"2. Sin embargo, estas ejemplo de esta clase de preceptos secundarios. En estos
características que se tienen en común con los niveles mandamientos no se contienen explícitamente principios como
inmediatamente superior e inferior no son una mera repetición los communissima, que todos los hombres conocen, ni
de lo que se da en ellos. Así, los hombres y los animales tampoco aquellos cuyo conocimiento entraña gran dificultad,
tienen sentidos, pero las potencias sensitivas de los primeros sino esa suerte de principios intermedios que son los
están «inteligenciadas». El hecho de entender lo que percibe, secundarios 8. A lo más se podría decir que los communissima
permite al hombre captar cosas que quedan fuera del alcance están implícitamente presentes en los preceptos del decálogo,
de animales que tienen sentidos más agudos que él. Por el pero sólo "como los principios en sus próximas
contrario, su contemplación intuitiva o inmediata se limita a conclusiones"9.
ciertas verdades primeras, y no las alcanza con la perfección Con todo, desde el momento en que los preceptos
de un ser que es puro espíritu. Por eso cabe decir que dicha secundarios no se presentan con inmediatez al intelecto, l;ino
contemplación es nobilísima por su dignidad, pero imperfecta
en comparación con la que pueden alcanzar otros seres
inteligentes. 31-II,94,5e.
De allí que los primeros principios de los que se ha hablado 41-II,94,5e.
en los capítulos anteriores deban desplegarse y concretarse en S 1-11, lOO, lIe.
61_11, lOO, Ile.
71-11, lOO, Ile.
! C. G., lII, 37. S Cfr. 1-11, lOO, 3e.
21,79,8 ad 3. 91-11, lOO, 3e.
136 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL PRECEPTOS DERIVADOS i37

que son conclusiones, es posible que, por razones diversas, padre y madre se le adjuntan "todos los preceptos que inducen
ciertas personas, e incluso culturas enteras, no lleguen a a respetar a los mayores" 16 Y a otros mandatos se les agregan
percibirlos 10. Por eso es necesaria su promulgación. Tomás normas como la prohibición de la usura, el ~ude o el odio.
de Aquino dice que eso es lo que ocurrió históricamente, Un típico caso de estas cuestiones que reqUieren una mayor
cuando Dios entregó los diez mandamientos al pueblo de reflexión es el expuesto en I-II, 100, 5 ad 1, donde Tomás
Israel ll . explica que hay acciones que son moralm~nte malas no obs-
tante no producir daño a terceros, observaCión que hoy parece
tener especial vigencia. . . ..
B. PRECEPTOS SOLO ACCESIBLES A LOS SABIOS La mayor dificultad a la hora de captar dichos pnnclplos no
significa que estos dejen de ser preceptos naturales. De una
Como se puede observar en todo lo que hasta ahora se ha parte, "porque es necesario que todo lo que se saque como
dicho, Tomás tiene presente que las cuestiones éticas revisten conclusión, partiendo de lo justo natural, sea justo natural"17.
muchas veces una notable complejidad l2 . Por eso no cabe Así, si los preceptos terciarios son conclusión de los
extrañarse de que nuestro autor admita todavía otra clase de secundarios 18 , habrá que decir que participan del mismo
preceptos, aquellos "cuya razón no es manifiesta a todos"l3, carácter natural que tienen éstos. Además, desde el momento
sino sólo a aquellos que están especialmente capacitados. en que el medio para introducir determinaciones a los
Reconoce el Aquinate que el juicio sobre estas materias preceptos del decálogo sigue siendo aquí el "instinto
"requiere mucha consideración de las diversas circunstancias, natural"19, resulta evidente que nos estamos moviendo en el
que no todos alcanzan, sino sólo los sabios"14, los cuales terreno de lo natural.
tienen por misión instruir al resto de los hombres respecto de Algunos han criticado la validez, o al menos la utilidad de
los mismos. la distinción tomista entre preceptos fácilmente accesibles y
Así como en los casos anteriores el nuestro autor era preceptos que sólo están al alcance de los sabios. Argumentan
excesivamente escueto, aquí en cambio pone numerosos para ello que la frontera entre ambos tipos de principios dista
ejemplos de este tercer género de preceptos. Para hacerlo, de ser clara e impermeable20 . Lo que en siglos pasados ha
vuelve a tomar un punto de referencia bien conocido por sus sido considerado como una conclusión remota de la ley
lectores: la legisláción mosaica. Explica que al decálogo se le
hicieron diversas añadiduras, que explicitan y sacan
consecuencias de sus preceptos, las cuales no son tan fá-
cilmente reconocibles como lo son los principios cuestión excede el ámbito de nuestra disciplina. Tomás da como ejemplo
la prohibición de imágenes talladas y de tomar el nombre de Dios en vano
secundarios 15. Así, v. gr. al precepto secundario de honrar (Ex. 20, 4-7; Deu!. 5, 8-\1).
16 ¡-II, lOO, \le.
17 In EN, V, 12. n. 1023.
lO Cfr.I-II, lOO, \lc. 18 Tomás ensella que los preceptos terciarios están implfcitos en el
11 Cfr. ¡-II, lOO, \le. decálogo "como las conclusiones en sus principios" (¡-II, lOO, 3c).
12 Cfr. In Met., n. 2224; In EN, n. 33. 19 ¡_II. lOO, 12 ad 2: "ex vi naturalis instincrus".
13 ¡_II, lOO, 1 le. 20 Cfr. P. M. Van Overbeke, "La loi naturelle et le droit naturel
14 ¡_II, lOO, Ic. selon S. Thomas". en Revue Thomiste, vol. 57. Bruges. 1957 (Se cita
15 ¡ncluso hay preceptos de los que sólo se juzga correctamente con por la reimpresión de Klaus Reprint Ltd. Nendeln/Liechtenstein. 1967),
auxilio divino, pues se trata de materias de fe (cfr. ¡-II, lOO, le), pero esta 470.
138 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURtL PRECEPTOS DERIVADOS 139
natural, sobre la que incluso los hombres cultivados se que haya intentado construir sistemas de derecho natural de
engañaban, hoy está al alcance de todos los hombres y po- corte deductivista, a los que podría llegar el hombre aun con
demos considerarlo como una conclusión inmediata. Así, por prescindencia de la vida social23 • No es de extrañar, entonces,
ejemplo, la ilegitimidad de la esclavitud21 • que al fracasar estos intentos se haya caído en el error
Da la impresión que tal crítica parte por olvidar que la ética contrario, de negar el carácter natural de aquello que requiere
de Tomás no pretende fundarse en ideas claras y distintas ni de la educación para desarrollarse, y de pensar que es el
desarrollarse more geometrico. Perder de vista la distinción consenso de los hombres lo que origina las nociones de
tomista entre preceptos fácil o difícilmente accesibles, moralidad.
significa desconocer el hecho de experiencia de la diversidad Muy distinta es la perspectiva de aquella tradición a la que
de opiniones sobre lo justo y lo injusto, y olvidar la dificultad pertenece Tomás de Aquino, que considera a la politicidad
que plantean los problemas éticos, políticos y jurídicos, la como una nota esencial de la naturaleza del hombre 24 . Aquí,
influencia que costumbres y prejuicios ejercen sobre las por tanto, el trabajo común para la adquisición de
convicciones de los hombres, y la necesidad de la educación. conocimientos, lejos de invalidar la naturalidad de los
La circunstancia de que hoy nos parezca clara la solución mismos, es mirado como un despliegue de lo que estaba, por
de problemas sobre los cuales hombres instruidos erraron en así decirlo, en forma larvada. Mutatis mutandis, algo
el pasado, de ningún modo sirve de argumento para invalidar semejante sucede con el lenguaje, que, todavía en forma más
la idea de que algunos preceptos son fácilmente accesibles y absoluta, requiere de la colaboración de los demás hombres
otros apenas resultan cognoscibles por los sabios. Lo único para desarrollarse, lo que no obsta a su índole natural. Al
que muestra ese hecho es que somos herederos de un trabajo constatar que, en parte importante, el conocimiento de lo justo
de generaciones y que, de no mediar esa milenaria búsqueda es una obra colectiva, algunos han llegado a pensar que el
sobre lo justo, difícilmente podríamos sostener aun aquellas consenso humano es creador de las nociones éticas. Esta
opiniones éticas de las que estamos más convencidos. Ya conclusión es ilegítima, desde el momento en que confunde el
decía Bernardo de Chartres que "somos como enanos problema gllOseológico del descubrimiento de lo justo con la
sentados sobre los hombros de gigantes. Vemos, pues, más cuestión ontológica de la realidad de su existencia.
cosas que los antiguos y más alejadas, pero no por la
penetración de nuestra vista o por nuestra mayor talla, sino
porque nos levantan con su altura gigantesca"22. C. L OS PRECEPTOS DERIVADOS Y SUS PRO-
El hombre necesita de los demás para formar su criterio PIEDADES
ético en aquellas cuestiones que no son absolutamente
elementales. Al individualismo de la modernidad se le hace A lo largo de las páginas que siguen, quedará claro que los
difícil concebir la naturalidad de estas tareas colectivas. De ahí preceptos secundarios y los terciarios gozan de características
muy similares, ya que tienen en común el que, aunque en sí
mismos son naturales y necesarios, no son conocidos por
21 Cfr. R. A Armstrong, Primary and Secondary Precepts in
Thomistic Natural Law Teaching. Martinus Nijhoff. The Hague. 1966,
102, cff. 137. 23 Aún un autor tan poco sistemático como Rousseau pretendió
22 Cit. en M. A. Ladero, "Introducción" a John de Salisbury, establecer un derecho natural que no lOme en cuenta la sociabilidad: cfr. J.
Policraticus. EdilOra Nacional. Madrid. 1983,17 (No han llegado hasta J. Rousseau, Diskurs über die Ungleichheit. Discours sur r inegalité
nosotros eserilOS de Bernardo; sus ideas son conocidas fundamentalmente (edición bilingüe a cargo de H. Meier). Schllning. Padeborn. 1984,54.
por las referencias de Juan de Salisbury). 24 Cfr. ln Poi. 1, 1; Re. Pro l. 1 y 1, 14.
140 RAZON PRACOCA y DERECHO NATURAL PRECEPTOS DERIVADOS 141

todos como tales, ya que puede suceder que muchos no expresamente recuerde esas leyes, para excluir las dudas que
posean la experiencia ética y el conocimientos de lo que es el surgen de la "incertidumbre del juicio humano"30. De ahí que
hombre que permiten acceder a esos principios. Lo que varía afirme: "pero, como en ellos pueden aún errar algunos, por
es simplemente la facilidad con que se accede a ellos: unos esto necesitan de promulgación. Tales son los preceptos del
requieren una pequeña reflexión y otros sólo están al alcance decálogo"31.
de ciertos hombres a los que llamamos «sabios». Por tanto, la En el caso de los preceptos terciarios, el error ya no sólo es
descripción de las propiedades de unos y otros se hará en posible, sino que constituye una suerte de regla general,
forma conjunta, sin peIjuicio de destacar las diferencias que puesto que son principios accesibles sólo a los sabios. Son
pudieran presentarse, que son claras en lo que se refiere a su aquellos principios que "por diligente investigación de los
cognoscibilidad y universalidad. sabios se encuentra que están conformes a la razón. Estos
preceptos --continúa Tomás- llegan al pueblo mediante la
l. Cognoscibilidad y universalidad enseñanza de los doctos"32.
La dificultad de acceder a los preceptos de ley natural y la
Tal como se dijo en el capítulo primero, Tomás trata este experiencia de los errores de culturas enteras sobre los
asunto cuando se pregunta "si la ley natural es una misma para principios prácticos que ordenan la conducta han llevado a
todos los hombres"25. Allí se mostró que los principios algunos autores a sostener la tesis del ius naturale
comunes de la ley natural tenían una doble universalidad, catholicum 33 o "derecho natural cristiano". Ya en el Corpus
tanto ontológica como gnoseológica, ya que, a este nivel, la luris Civilis se proponían tres formas de entender el derecho
ley natural "es la misma para todos los hombres, tanto por la natural: la primera como equivalente a ius gentium, la segunda
rectitud [universalidad ontológica] como por lo que hace a su como aquello que natura omnia docuit y la tercera como
conocimiento [universalidad gnosjZológica] "26. derecho constituido por la divina Providentia34. En esta línea
Al tratar de los preceptos secundarios, el Doctor Angélico se mueve la definición de derecho propuesta por Graciano,
destaca la facilidad del acceso a ellos: "en los actos humanos que parece asimilar el derecho natural a las verdades
hay cosas tan claras que con una pequeña consideración se contenidas en las Escrituras35 . Así, quienes hablan de un
pueden aprobar o reprobar, mediante la aplicación de aquellos "derecho natural cristiano" buscan poner de relieve que sólo
primeros y universales prihcipios"27. Estas son cosas que en el contexto doctrinal aportado por el cristianismo se ha
"cualquier hombre con su razón natural juzga que se deben podido llegar a un adecuado conocimiento de esta realidad y
hacer o evitar, como: 'honra a tu padre y a tu madre', 'no
matarás', 'no hurtarás'"28.
Sin embargo nuestro autor no ignora que, aunque el pueblo
percibe estos preceptos "con facilidad"29, es posible errar 301-1I,9l,4e.
sobre su contenido. Por eso estima conveniente que Dios 31 1-11,91, 4e.La causa de estos errores se explica infra, en l. B. 3.
32 1-11, lOO, 3e.
33 Cfr. A. d'Ors, "Los romanistas ante la crisis de la ley", en Escritos
25 [.11,94,4. varios sobre el derecho e1lcrisis. Consejo Superior de Investigaciones
26 1-11, 94, 4e. Científicas. Roma-Madrid. 1973, 4-8.
27 1-11, lOO, le. 34 Cfr. A. d'Ors, "Los romanistas ... ", 4.
28 1-11, lOO, le. 35 "Derecho natural es el que se contiene en la Ley y el Evangelio"
29 1-11, lOO, Ile. (Decr. 1. 1, pról.).
142 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL PRECEPTOS DERIVADOS 143

que, de hecho, fuera de la Iglesia católica muchos de sus que sí la tienen. Los preceptos derivados, aun los más
principios se han oscurecid03 6• difícilmente cognoscibles, pertenecen a esta segunda categoría
Esta idea del derecho natural que de hecho es alcanzado y tienen un carácter necesario. Así, mientras hay
únicamente por los cristianos tiene una cierta semeJanza con la proposiciones de índole contingente, cuya negación no
llamada filosofía cristiana, cuyos sostenedores mantienen que entraña una negación de los primeros principios, "otras, en
históricamente ha sido el cristianismo el que ha proporcionado cambio, tienen conexión necesaria con los primeros
el impulso para la reflexión sobre diversos temas (persona, principios; tales son las conclusiones demostrables, de cuya
libertad, etc.) que, sin perjuicio de su carácter filosófico, negación se sigue la negación de los primeros principios. Y a
habían sido desatendidos con anterioridad. En ambos casos se éstas asiente el intelecto necesariamente una vez conocida por.
afirma la naturalidad de una realidad, junto al hecho histórico demostración deductiva su conexión necesaria a los
de que habrían sido los cristianos los primeros en llegar a ella principios; pero no se adhiere a ellas de modo necesario antes
a través de una reflexión consistente, gracias a la ayuda que de conocer por demostración dicha conexión"38.
les presta la Revelación. Se trata, por tanto, de que existen ciertos principios que, en
En todo caso, esta tesis sólo parece ser aceptable en la cuanto son naturales, tienen una conexión con esos primeros
medida en que se limite a ser una denominación de aquellos principios. Sin embargo dicha conexión no aparece con total
principios más alejados de los communissima y no se claridad a todas las inteligencias, por lo cual debe ser
pretenda generalizarla a la entera ley natural, haciéndola demostrada por aquellos que están capacitados para hacerlo:
patrimonio de los que poseen una fe determinada. Ya se ha en unos casos ·-cuando se refiere a los preceptos
dicho que lo que caracteriza a los principios comunes es secundarios- cualquier persona puede percibir esa conexión;
precisamente su universalidad, el no estar restringidos a una en otros, sólo está al alcance de los sabios 39 . Lo visto nos
cultura. o creencia particulares. En cierta medida más lleva a concluir que los principios derivados son conocidos
restringida esta característica se aplica también a los principios mediante los principios comunes y no por sí mismos. En
secundarios, sin perjuicio de las excepciones que el propio consecuencia, no pueden ser calificados estrictamente de per
Tomás señala37• se nota, porque, como se dijo, no son conocidos por si
mismos, sino por otro. Son, como ya se dijo, principios
2. Demostrabilídad derivados.
Sí, en cambio, son preceptos necesarios y, en este sentido,
De lo visto puede observarse que tanto los preceptos podrían ser llamados -impropiamente- per se nota, de
secundarios como los terciarios están necesitados de acuerdo con lo que dice Tomás cuando escribe que son
demostración, a diferencia de lo que ocurría con los conocidas por sí mismas las proposiciones cuyo predicado
communissima, que eran indemostrables. En 1, 82, 2c, pertenece a la razón del sujeto40 •
Tomás hace una distinción entre las "proposiciones
contingentes", que son "verdades que no tienen conexión
necesaria con los primeros principios" y aquellas verdades
38 l. 82. 2c.
36 Cfr. A. d·Ors. "Derecho es lo que aprueban los jueces". en 39 Cfr. l. 60. 2c.
Escritos...• 50-51. 40 Cfr. 1-11. 94. 2c. La necesidad que Tomás senala aquí es sólo un
37 Cfr. cap. III. C. 3. tipo de necesidad; además de eSta hay otras. que no es el caso analizar.
144 RAZON PRACTICA y DERECHO NATURAL PRECEPTOS DERIVADOS 145

Por otra parte, el conocimiento de estos preceptos costumbre, o por mala disposición natural" y su captación de
derivados está afectado por lugares y tiempos, pero ¿significa la ley natural es defectuosa, "como entre los germanos en otro
esto que los principios mismos estén sometidos a mutación? tiempo no se reputaba ilícito el latrocinio, según refiere Julio
César, siendo expresamente contrario a la ley natural"44.
3. Mutabilidad La segunda causa que explica esta defectibilidad se señala
en el mismo artículo 4 de la cuestión 94 y se relaciona con la
La pregunta antes formulada nos lleva de nuevo al cuestión de la mutabilidad de la ley natural. Piensa el
problema de si la verdad es la misma para todos los hombres, Aquinate que el campo sobre el que aquí se aplica la razón no
puesto que allí se hace cargo el Aquinate de resolver, entre es el de las realidades necesarias, sino el de las "cosas
otras cosas, la cuestión de la mutabilidad de la ley natural. contingentes, que son el ámbito de las cosas humanas, y por
Páginas atrás41 se expuso la opinión de Tomás, pródiga en eso, aunque se dé alguna necesidad en los [principios)
matices. Para él, tratándose de los principios comunes, la comunes, cuanto más descendemos a lo particular (propria)
verdad o rectitud es la misma para todos los hombres; son tanto más defectos encontramos". 0, como dice más adelante,
principios necesarios, indefectibles, y todos los seres "respecto de las conclusiones particulares (proprias con-
humanos acceden a ellos en cuanto llegan al uso de razón. clusiones) de la razón práctica, la verdad o rectitud ni es
Sin embargo, no sucede lo mismo con "las conclusiones idéntica en todos los hombres ni, en aquellos en que lo es, es
particulares de la razón práctica"42. Aquí "la verdad o rectitud igualmente conocida". El ejemplo que da Tomás se ha hecho
ni es idéntica en todos los hombres ni, en aquellos en que lo clásico: aunque el principio común de obrar conforme a la
es, es igualmente conocida", ya que esta "verdad o rectitud razón tiene validez universal, sin embargo, una consecuencia
práctica", había dicho en el párrafo anterior del mismo suya, como es la de devolver el depósito a su dueño, "es
artículo, "no es la misma en todos los hombres considerada en verdadera en la mayor parte de los casos, pero puede suceder
concreto, sino sólo en general"43. Y, puesto que los que en un caso particular sea peIjudicial y, por consiguiente,
principios de la ley natural se corresponden con los de la ra- irracional, el que se devuelva el depósito, por ejemplo si
zonabilidad práctica, debe concluirse que tratándose de alguno reclama esos bienes para hostilizar a la patria"45.
"ciertos preceptos particulares, que son a modo de ¿Significa esto reconocer en Tomás un prudencialismo,
conclusiones de los principios comunes", la ley natural "es la incapaz de dar criterios morales de validez general? No.
misma para todos en la generalidad de los casos (ut in Simplemente se busca recalcar que en estas materias no se
pluribus), sea cuanto a su rectitud sea cuanto al conocimiento debe pretender una certeza como la que se encuentra en las
de la misma; pero puede fallar en algunos casos (ut in pau- ciencias exactas, ya que "la razón práctica versa sobre lo
cioribus)".
Dos son las causas que explican esta defectibilidad de la ley
natural a medida que nos alejamos de los principios comunes. 44 I-lI, 94, 4c.
Una se refiere al conocimiento de la misma: "esto porque 45 "Y este principio será cada vez más defectible a medida que se
algunos tienen la razón pervertida por una pasión o mala desciende a lo concreto; por ejemplo, si se dice que los bienes depositados
en poder de otro deben ser devueltos a su dueHo con determinada garantía,
o de tal modo; porque cuanto mayor número de condiciones se seftaIa,
41 Cfr. I. B. 5. mayor es el número de casos en que el principio puede fallar o no ser
42 I-JI, 94, 4c. recto o verdadero, bien tratándose de la entrega o bien de la retención" (I-
43 I-JI, 94, 4c. n, 94, 4c). También: 1,48,2 ad 2.
146 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATIJRAL PRECEPTOS DERIVADOS 147

operable, que es singular y contingente-46 . por 10 que sus rigor, que la ley natural cambie. Más bien serían el resultado
conclusiones no requieren ser completamente ciertas e de que nuestra formulación de esa leyes necesariamente
infalibles, sino sólo "en el grado posible dentro de un general y abstracta, incapaz de ponerse en todos los supuestos
determinado orden de cosas"41. de hecho posibles. Al igual que lo que ocurre con las leyes
Lo que se busca aquí, para decirlo en lenguaje ordinario, es humanas 52 , 10 que hacen estas aparentes excepciones es
una «certeza moral». Téngase presente, sin embargo, que una aplicar el precepto en un sentido razonable y, más que
certidumbre limitada no es sinónimo de arbitrariedad o impugnarlo, 10 confirman. Sin embargo, también puede
capricho. Finnis ha mostrado suficientemente cómo 10 pensarse que esa mutabilidad que se da en ciertos casos
«razonable» es una de las categorías fundamentales de la excepcionales no es más que una consecuencia de un principio
moral, el derecho, y todas aquellas actividades más que está detrás de la concepción tomista de la naturaleza, a
directamente relacionadas con la acción libre del hombre48 . saber, que "la misma naturaleza de las cosas lleva consigo el
Hoy, por influencia de la mentalidad racionalista, nos parece que puedan fallar y, de hecho, a veces, fallan"53 . Esta
difícil aceptar que haya un campo que sea razonable y, a la falibilidad no sólo no impide que hablemos de naturalidad,
vez, no goce de una exactitud more geometrico. Esto se debe sino que es una muestra de que nos hallamos en el terreno de
a que el modelo de racionalidad impuesto por el racionalismo la naturaleza creada, en la que se dan distintos grados de
está construido a partir de los objetos y actividades que son perfección y cuyo desenvolvimiento no se realiza con la
propios del uso teórico de la razón. Sin embargo, en las exactitud que pretendió después el racionalismo, pues la
últimas décadas se han producido avances importantes a la concepción tomista de la naturaleza es teleológica, y no
hora de mostrar las deficiencias de ese modelo cientificista mecanicista. Así, señala que la ley natural "puede fallar en
cuando se trata de estudiar el derecho y la política49 . algunos casos ( ... ) a causa de algunos particulares
impedimentos, a la manera en que fallan también las
En este contexto de 10 generalmente razonable sitúa Tomás
naturalezas generables y corruptibles en ciertos casos a causa
el problema de la mutación de los preceptos derivados. Al
de algunos impedimentos"54.
nivel de ellos, señala, la ley natural tampoco "se muda en
Si se vuelve sobre la pregunta recogida párrafos atrás sobre
g~neral, como si dejara de ser recto 10 que prescribe. Puede,
si cabe dar preceptos morales de carácter general, habrá que
SIn embargo, mudarse en algún caso particular, y esto en los
dar una respuesta afirmativa. Sin embargo, se tendrá también
menos, por algunas causas especiales que impiden la obser- que reconocer que la contingencia de la realidad humana,
vancia de tales preceptos"50. unida a la siempre imperfecta y general formulación lingufstica
Podría decirse, a la luz de los casos puestos por Tomás de sus exigencias, permite que en ciertos casos pueda
para mostrar en qué sentido se dice que la ley natural cambia, pensarse que se contraviene su estricta letra, cuando --en
que esas escasas 51 excepciones no significan, hablando con realidad- se está dando cumplimiento al fin básico que
prescribe la norma55.
46 1-11,91,3 ad 3.
41 1-11,91,3 ad 3.
48 Cfr. J. Finnis, Natura/..., pass. 52 Cfr. I-rr, 96, 6.
49 Ya es clásica al respecto la obra de W. Hennis, Política y Fi/osoJIIJ 53 1, 48, 2, ad 3.
Práctica. Sur. Buenos Aires. 1973. 54 1-11, 94, 40.
50 1-11, 94, 5e. 55 Cfr. 1-11, lOO, 8e.
51 Cfr. 1-11, 94, 5e.
148 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL PRECEPTOS DERIVADOS 149

4. Delebilidad 5. Carácter de medios


Ya se dijo antes 56 que en lo que toca a los "preceptos co- Si es verdad que los preceptos comunes de la ley natural
munísimos" la ley natural "no puede ser borrada de los constituyen o se refieren a fines, si sefialan ciertos bienes que
corazones de los hombres in universali"57. Empero, la se presentan ante la razón práctica como «debiendo ser
situación cambia a nivel de los principios derivados. Aquí realizados», entonces los demás preceptos (secundarios y
reconoce Tomás que "si miramos a los preceptos secundarios, terciarios) deben referirse a los medios que se necesitan para
la ley natural puede borrarse del corazón humano"58, es decir, conseguir esos valores básicos. Esta es la tesis que resulta de
cabe la posibilidad de que se pierda la conciencia de ella. las observaciones de Finnis y Grisez.
Dos son las causas por las que se puede caer en esta situa- Sin embargo, no todos comparten la idea de que los
ción de oscurecimiento, una afecta a la inteligencia, la otra a la communissima sean o se refieran a fines y, mucho menos,
voluntad. La primera se debe a las "malas persuasiones"59, que los preceptos derivados puedan ser medios. Otros autores
que pueden desviar el recto curso del razonamiento práctico, piensan que ellos son más bien concreciones, positivas o
"del mismo modo que también en las materias especulativas se negativas, de un principio general o, si se prefiere hablar en
dan errores acerca de las conclusiones necesarias"60. La términos teleológicos, serían elementos constitutivos del úl-
segunda causa consiste en "las costumbres perversas y los timo fin. Por eso, se dice, el primer principio de la ley natural
hábitos corrompidos, como en algunos pueblos no se no es una fórmula vacía, sino que contiene, como en germen,
reputaban pecado los robos y aun los vicios contra la todas sus formas de realización. Así, McInemy sefiala que
naturaleza, según dice el Ap6stol"61. Esta «mala voluntad», "los preceptos de ley natural distintos del primero, no
entonces, tiene la capacidad de hacer que el hombre pierda el expresan medios mediante los cuales puede ser conseguido el
sentido de lo que es naturalmente correcto, no ya en un caso bien mencionado en el primer precepto, como si ellos fuesen
particular, sino en el discernimiento mismo de un precepto instrumentales respecto de él. Más bien ellos expresan medios
derivado: "la culpa borra la ley natural en particular, pero no en el sentido de constitutivos del último fin. Santo Tomás
en general, a no ser en cuanto a los preceptos secundarios"62. algunas veces utiliza las tradicionales cuatro virtudes
Según Tomás, esto es lo que sucede en el caso de ciertos le- cardinales para indicar los constitutivos del último fin (. .. ),
gisladores que establecen cosas inicuas, situación que va en Los preceptos de ley natural son directrices generales hacia el
contra de "los preceptos secundarios de la ley natural"63. último fin, el más general apuntando al bien humano en toda
su amplitud, otros muy generales procurando constitutivos del
último fin"M.
Sin embargo, hay poderosas razones para pensar que la
división gnoseológica y lógica entre principios comunes y
56 Cfr. cap. l. B. 6. derivados tiene estrecha relación con la división entre fines y
57 I-Il, 94, 6c. medios, que se da en el orden real. Sefialemos algunas.
58 I-Il, 94, 6c.
59 I-Il, 94, 6c.
60 I-Il, 94, 6c.
61 I-Il, 94, 6c.
64 R. McInerny, E/hica Thomistica. The Moral Philosophy 01
62 I-Il, 94, 6 ad lo Thomas Aquinas. The Catholic University of America Press.
63 1-I1, 94, 6c. Washington D. C. 1982,47.
150 RAZON PRACflCA y DERECHO NATURAL PRECEPTOS DERIVADOS 151

a) Si los principios deri vados no son más que prudencia, que mueve a las virtudes morales, las cuales tienen
particularizaciones de un principio general, el papel de la por "fin ( ... ) el bien humano". Con todo esto se ve que el
prudencia en estas materias sería deleznable. Se restringiría a orden práctico puede vertebrarse sobre la base de la relación
argumentaciones tan elementales como «el asesinato es malo», entre fin 69 y medios, o, en el orden mental, entre principios y
«tal acto es un asesinato», luego «tal acto debe ser evitado»65. conclusiones70.
No parece ser tan estrecho el papel que Tomás le asignó a esa Sin embargo, para probar sobre la base de ese texto que los
virtud66 . communissima -en el orden mental- se vinculan con los
b) Esta interpretación lleva a ver el iusnaturalismo de fines -en el orden real-, y que los preceptos derivados se
Tomás como un conjunto de normas, que tiene en su cúspide refieren a medios, habría que acreditar que lo que preceptúan
unas pocas reglas muy generales y a medida que desciende los preceptos secundarios de la ley natural es la práctica de las
hacia la base surgen otras más particulares. De ser así, el virtudes 71 . Para tales efectos se tendría que encontrar algún
tomismo entraría en la categoría de un sistema normativista, texto de Tomás en donde, a propósito de estos temas, se
un poco más moderado que los que postulaba el dijera algo así como: <<los preceptos (secundarios) de la ley
iusnaturalismo racionalista. Con esto se haría acreedor de natural imperan la práctica de las virtudes». De ser así, estaría
muchas de las críticas que se dirigen contra este último y, en solucionado el problema de que los principios derivados se
general, contra el normativism067 . refieren a medios y los comunes a fines, pues les sería
Uno de los textos que dan mayor claridad para ver en qué plenamente aplicables el artículo 6 de la U-U, 47.
medida los communissima apuntan a los fines y los otros Sucede que ese texto existe, y además está ubicado en la
preceptos se relacionan con los medios, está en U-U, 47, 6 propia cuestión que Tomás dedica a hablar de la ley natural,
("si la prudencia impone el fin a las virtudes morales")68. Allí con lo que no puede ser más pertinente: es el de I-II, 94, 3.
Tomás discu te si acaso la prudencia se refiere al fin o sólo a Dicho artículo 3 no había sido citado en este trabajo. En él se
los medios, y se inclina por esta segunda posibilidad. Enseña explica cómo, bajo cierto respecto, la ley natural preceptúa
que la razón regula el bien del alma del hombre, y esto lo hace actos de todas las virtudes, mientras que, desde otro punto de
sobre la base de ciertos principios que son conocidos por sí vista, sólo se aplica a determinados actos. El primer caso, en
mismos y que constituyen los fines de las virtudes. En esta
tarea directiva, la razón también recurre a ciertas conclusiones,
que tienen el carácter de medios. De ellas se ocupa la 69 Sin olvidar que aqur el fin actúa como principio y que los medios
no son auxiliares técnicos, sino actos virtuosos.
70 En cierto sentido, lo indicado debe matizarse y complementarse
con lo dicho en ¡-n, 66, 3 ad 3: la prudencia no sólo dirige las virtudes
65 Cfr. J. Finnis, Natural ... , 51; "reduciéndola a Illla mera habilidad morales en la elección de aquello que está dirigido al fin, sino también en
de juzgar cuándo una regla moral así cristalizada es aplicable, trabajando la constitución del mismo, ya que el justo medio al que deben ajustarse
con 'argumentos' tan banales" como los recién seilalados (ibid.). las virtudes se determina según la recta razón de la prudencia.
66 J. Finnis, Natural ... , 51. 71 El que para Tomás las virtudes tienen el carácter de medios está
67 Además, no parece fácil entender desde esta perspectiva la probado por lo que se acaba de seiialar en el párrafo anterior (cfr. n-JI, 47,
distinción tomista entre ley y derecho y la caracterización de este último 6). Si los preceptos seclllldarios preceptúan virtudes y las virtudes actúan
como 'cosa' justa. Cfr. cap. IV y V, en lo que se refiere a esta distinción como medios en orden a los fines que señalan los communissima,
ya si la ley natural debe ser considerada como fuente u ordenamiento. entonces no será arbitrario vincular a los preceptos secWldarios la idea de
68 Hay un interesante paralelismo entre este artículo sobre la medio (puesto que a medios se refieren). Lo dicho no obsta a que el obrar
prudencia y los que componen la cuestión 94, sobre la ley natural. según la virtud pueda ser considerado como Illl fin (cfr. I-n, 94,30).
152 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL PRECEPfOS DERIVADOS 153

cuanto en todo acto se va en busca de alguno de los que ajeno sino la sujeción de este principio al fin básico de obrar
podríamos llamar en terminología actual "bienes básicos". de conforme a la razón.
aquello a lo que el hombre está inclinado naturalmente. El
segundo. en cuanto la ley natural nI! sólo contiene preceptos. D. OSTENCION DE LAS REGLAS MORALES
sino también consejos. cuya prácuca es supe:erogatona. y
también en lo que se refiere a t~o. ~se ámblto qu~ no es 1. Una dificultad para el iusnaturalismo
simple aplicación conclusiva de pnnclplos naturales. smo que
responde a las muchas cosas que establece el buen sentido de
A lo largo de estos primeros tres capítulos se ha expuesto
los hombres para vivir bien72 • •
la categorización tomista de la ley natural. cuyos preceptos
Por todo lo dicho. parece que. en té~mos ~e~~rales. la primarios, secundarios y terciarios pueden reducirse a dos
opinión de Finnis y Grisez es acertada. sm perJUIcIO de las géneros fundamentales, el de los principios comunes (que
imprecisiones terminológicas en que incurren al pasar en comprende a los primarios) y el de los derivados (que incluye
forma apresurada desde el orden ide~ ~ donde s~ habla de a las dos categorías restantes). Se ha dicho que ambos
principios) al orden real (donde se sItuan los fmes y los géneros presentan características distintas. El no tenerlo en
medios). . cuenta explica muchos malentendidos que se encuentran en
En cuanto a la opinión de aquellos que. para eVitar entender esta materia desde el historicismo. que, fundándose en la
el primer principio de la ley natural como una fórmul.a v~cía experiencia de la mutación de algunos principios. niega la
dicen que los preceptos derivados son element?s consUtutIvos estabilidad de todo principio natural. hasta las doctrinas de
del último fin, habría que recordar que. SI se habla con corte racionalista. que pretenden establecer un sistema de
propiedad. el primer princjpio de la ley natur~ no es una normas naturales absolutamente inmutables y permanentes.
fórmula. ni vacía ni llena. El es la estructura íntIma d~ todos También se puede vislumbrar que muchas de las críticas que
los bienes básicos que se presentan a la razón práctica. los se dirigen al iusnaturalismo no parecen estar suficientemente
cuales tampoco se reducen a simples fórmulas. Como ya se fundadas al menos en cuanto a su aplicabilidad a los
vio en el capítulo anterior. los bienes indicados por los exponenws de mayor categoría, como es el caso de Aristóteles
communissima se pueden considerar como preceptos en
y Tomás de Aquino. . . " .
cuanto se presentan como bienes o fines que deben ser Sin embargo. como reconoce Fmms, se pueden hacer Im-
perseguidos. portantes objeciones a la teoría tomista de la ley natural"73. El
El hecho de que los preceptos. derivados ~ct~en como
autor australiano piensa74 que la principal de ellas es la que
medios para consegulT los fmes que mdlca~ los
formula O'Connor: Tomás fallaría en la explicación de "cómo
communissima. ayuda a entender con nueva luz la cuesuón de
se puede mostrar que las reglas morales específicas que
las excepciones a la ley natural. El que no se deban d~volver
las armas dejadas en depósito por un demente o un trrudor no necesitamos para guiar nuestra conducta se conectan con los
es propiamente una excepción al principio de devolver lo principios supuestamente evidentes"75. Es decir. poco
sacamos con demostrar que ciertos principios comunes son

72 Conviene hacer presente. en todo caso. que cabe entender este 73 J. Finnis. Natural ...• 34.
artículo en el sentido de que la ley natural preceptúa la práctica de toda 74 Cfr. J. Finnis. Natural ...• 34.
virtud de forma general. mientras que la especificación de las virtudes y su 75 D. J. O'Connor. Aquinas and Natural Law. MacmilJan. London.
aplicación a los casos concretos requiere de razonamiento. 1967,73.
154 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL PREcEPTOS DERIVADOS 155

notorios y universalmente compartidos si no explicamos la operación"78. Esto explica el papel de la ley natural en el
forma en que derivamos desde allí las normas que necesita- llamado silogismo práctico, pero queda pendiente la
mos para guiar nuestra conduc.ta diaria, pues~o .que los interrelación entre los tres tipos de preceptos ya aludidos.
communissima sólo seí'lalan los fmes, y su conOCImiento no Otros datos los podemos encontrar en Y-H, 100, llc,
nos da resuelto el problema de cómo acceder a ellos. Por donde se dice que los preceptos "que son manifiestos son el
tanto, parece existir un vacío en la obra tomista cuando se trata
de explicar la forma en que se obtienen los principios deri-
?
principio para conocer a los que no lo son", y en el ar!. de la
misma cuestión, donde se explica que los preceptos pnmeros
vados a partir de los principios comunes. y más universales contienen a los secundarios y. más
Ya se ha dicho que Tomás da diversos ejemplos de particulares del mismo modo en que las conclUSIOnes
preceptos derivados, como es el caso de los d~ez próximas se contienen en sus principios. En otros textos se
mandamientos. Pero, dado que se reconoce que lo que DIOS hacen observaciones parecidas, por lo que Finnis puede decir,
reveló en ellos es accesible a la razón natural, ¿cuál es el con una terminología discutible, que "los principios de lo
camino que debe seguir el hombre que quiera dar con ell.os, correcto y lo incorrecto se derivan de los primeros principios
sin necesidad de argumentar sobre la base de una revelación premorales de razonabilidad práctica, y no de algún hecho, ni
religiosa? Finnis piensa que aquí hay un vacío en la obra metafísico ni de ninguna otra c1ase"79.
tomista y dedica parte de su libro más importante a tratar de En todo caso, el modo de ver cómo unos principios son
llenarl0 76 . En todo caso, antes de discutir la cuestión, explicitados por otros no puede ser el simple análisis lógico,
conviene dejar constancia de algunos de los escasos textos to- sino que él depende en forma importante del grado en que se
mistas que se refieren directamente a las relaciones que se dan comprendan las r~alidades sig~ificadas por esas pr<?po-
entre los preceptos comunes y los derivados. siciones. Tales realidades nada llenen que ver con una Idea
abstracta de naturaleza humana, de la cual se deducirían los
2. Textos tomistas sobre la relación entre los preceptos preceptos de la ley natural, como pr~tendieron hace~ los
racionalistas. El profesor de Oxford adVierte que el Aqumate
Como en otras oportunidades, al tratar este asunto Tomás "considera que el razonamiento práctico comienza no p?r la
hace analogías entre la operación intelectual en el orden comprensión de esa naturaleza desde fuera ( ... ), por medio de
especulativo y en el práctico. Así, en uno de los primeros observaciones y juicios psicológicos, antropológicos o
artículos del Tratado de la Ley, dice que: "la razón práctica metafísicos que definan la naturaleza humana, sino por la
utiliza el silogismo en el orden de la operación (... ), por eso experimentación de la propia naturaleza, por así decirlo, desde
debemos encontrar en la razón práctica algo que desempeí'le, el interior, bajo la forma de las personales inclinaciones", sin
con relación a las operaciones, el mismo cometido que la
que ello signifique acometer un proceso de inferencia80.
proposición con respecto a las conclusiones de la razón
Por esa vía se disciernen los aspectos básicos del bienestar
especulativa"77.
humano, aunque lo más difícil no es tanto llegar a ellos
Los preceptos de la ley cumplen la función de cuanto: "integrar esos variados aspectos en los compromisos,
"proposiciones universales de la razón práctica en orden a la
proyectos y acciones inteligentes y razonables que van a

78 l-n, 90, l ad 2; cfr. I-n, lOO, le.


76 Cfr. J. Finnis, Natural..., cap. V. 79 J. Finnis, Natural..., 34.
77 l-n, 90, 1 ad 2. 80 1. Finnis, Natural..., 34.
156 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL PRECEPTOS DERNADOS 157

construir una u otra de las admirables y numerosas formas de Como se recordará, la racionalidad o razonabilidad era uno
la vida humana"81. de los valores básicos reconocidos por Finnis. Tomás, por su
La obtención de estas reglas morales se consigue a través parte señalaba que el actuar conforme a la razón era uno de los
de la prudencia. Quizá el escaso desarrollo que hace Tomás de principios comunes de la ley natural. Sin embargo, ¿qué
Aquino a propósito de la conexión de los primeros principios significa ser razonable?, ¿podemos dar algunos criterios que,
con el resto de los preceptos de la ley natural, no sea una sin pretender una exactitud matemática, nos permitan
insuficiencia u olvido, sino la actitud de quien deja un amplio diferenciar a un hombre que actúa conforme a la razón, que es
margen para que la libertad del hombre se exprese a través de libre, íntegro y auténtic086 de otro que lo hace de manera
la actividad prudencial82. No en vano, como reconoce Finnis, arbitraria o caprichosa?
se hace difícil discernir en la doctrina del Aquinate "la Finnis, Grisez y Otros autores intentan establecer cuáles
diferencia entre el pensamiento moral y el razonamiento son los requerimientos básicos de la razonabilidad práctica, es
meramente prudencial (en el moderno sentido de esta decir de la racionalidad que se dirige a la acción. Estos
palabra)"83. criterios tienen el papel de dar pautas en la búsqueda de los
demás bienes báSICOS, evitando que una dedicación
3. Método del derecho natural inadecuada a alguno de ellos pueda terminar por ser un
obstáculo para el desarrollo humano integral. A primera vista
Finnis sostiene que los fines básicos en que consisten los parecería que se trata, más que de principios de ley natural, de
communissima se presentan con claridad a todo aquel que reglas de carácter formal. En este sentido podrían llamarse
llegue al uso de razón. Pero estos bienes fundamentales son "método del derecho natural"87, aunque, indirectamente,
varios, y no todos pueden ser realizados simultáneamente. De quien pone en práctica el conjunto de todos ellos está partici-
ahí que se presente los típicos problemas que caracterizan a la pando en el bien básico de la razonabilidad práctica y se pone
razón práctica: ¿qué debe hacerse?, ¿qué no debe hacerse?, y en condiciones de alcanzar los demás bienes que deben ser
¿qué debe omitirse?84. Esta última pregunta es especialmente "perseguidos"88.
importante, ya que cabe afirmar que el problema más
frecuente en la ética no es el de elegir entre el bien y el mal, a) Los requerimientos de razonabilidad práctica
sino el de saber cuál de los diversos bienes debe ser hecho o
perseguid0 85. Para solucionar este problema, John Finnis ha El primer requerimiento es un tanto general y debe ser
desarrollado su teoría de los requerimientos básicos de entendido a la luz de los demás. Se trata de tener, en
razonabilidad práctica. terminología de Rawls, "un plan de vida coherente"89. No lo
tiene quien sólo vive el momento, o quien limita el ejercicio de
su racionalidad al cálculo estratégico de los medios que se
81 J. Finnis. Natural.... 31.
82 Para conocer la importancia de la prudencia en la filosoffa práctica 86 Cfr. J. Finnis. Natural ... , 88.
de Tomás: S. Rarnfrez, La prudencia. Palabra. Madrid. 1979. 87 Cfr. J. Finnis, Natural.... 102.
83 J. Finnis. NaturaL., 46. 88 Cfr. I-II. 94. 2c.
84 Cfr. J. Finnis. Natural.... 100. 89 Cfr. J. Finnis. NaturaL., 103-5. cfr. J. Rawls. A Theory o[
85 Cfr. F. Inciarte. El reto del positivismo lógico. Rialp. Madrid .. Justice. Harvard University Press. Cambridge Mass. 1976 (séptima
1974. 213. edición).407ss.
158 RAZON PRACf¡CA y DERECHO NATURAL PRECEPrOS DERIVADOS 159

deben poner para el logro de fines particulares. Se debe sujetos humanos que son o pueden ser partícipes de aquellos
buscar, en cambio, ver la vida como un todo, y siguiendo el bienes"95. La filosofía moderna ha expresado este
consejo de los filósofos más antiguos, observarla con aquella requerimiento diciendo que los juicios y preferencias
perspectiva que se tiene al momento de la muerte90 . Este personales deben ser universalizables96 • Y la tradición reli-
modo de ver las cosas ayuda a reconocer que muchas giosa lo ha resumido siglos antes en la regla que manda tratar
elecciones no han sido racionales, carecen de un auténtico a los demás de la manera en que uno querría ser tratado . Esta
sentido o han significado un desperdicio de oportunidades. idea está también detrás de las propuestas neocontractualistas
El segundo requerimiento excluye la "preferencia arbitraria de los contemporáneos y las estrategias que éstos diseñan para
entre valores"91. Fácilmente se entiende que según la forma evitar la arbitrariedad.
de vida que la persona elija se concentrará en uno o varios de El cuarto requerimiento puede ser llamado "desapego"
los valores básicos, pero ese compromiso resu Itará racional ("detachment"97) respecto de los proyectos específicos que
sólo en la medida en que sea congruente con las propias uno lleva a cabo, los cuales, por definición, no agotan todas
capacidades, circunstancias o incluso gustos. No lo será, las formas posibles de bien y, por tanto, no tienen por qué ser
empero, si se basa "en la devaluación de alguna de las formas realizados a cualquier precio. Con esta exigencia se nos
básicas de excelencia humana "92 o en una sobrevaluación de precave respecto del fanatismo, que pudiera hacer pensar que
algún bien por razones meramente instrumentales o la vida entera queda frustrada de no realizarse algún plan
secundarias, como puede ser la fama o la salud. Se puede específico, y que olyida que la sola dedicación a llevar a cabo
tener menos capacidad o gusto por una determinada forma una tarea que se estima buena tiene ya un mérito y una eficacia
básica de bien, pero no sería sensato pensar, hablar o actuar plenificadora, independientemente de los resultados que se
como si ella no fuese efectivamente un valor fundamental. consigan. La otra cara de esta actitud es el quinto
Este segundo criterio, dice Finnis, "requiere que uno reco- requerimiento, que Finnis llama "compromiso" ("com-
nozca que cada uno de los aspectos básicos del bienestar mitment"98). Los compromisos en que uno está empeñado no
humano es igualmente básico, que ninguno es objetivamente deben abandonarse a la ligera y deben llevarse a cabo con
más importante que alguno de los otros, y que por tanto creatividad y espúitu de iniciativa. Esto hace que una sociedad
ninguno puede proveer de un común denominador (... ) para viva realmente en el nivel de los principios prácticos y no
afirmar la calidad de todos los proyectos: ellos son simplemente en la complacencia y el conformismo.
inconmensurables, y todo cálculo de consecuencias que pre- El sexto requerimiento -"eficiencia dentro de la
tenda medirlos es irracional"93. razón "99_ se refiere a las consecuencias de los propios actos,
El tercer requerimiento lleva a rechazar "toda preferencia y afirma, a la vez, su relevancia y su limitación. Resulta
arbitraria entre personas"94. La referida imparcialidad funda- absurdo malgastar las propias oportunidades utilizando
mental en el reconocimiento de las formas básicas de bien va
acompañada por una "imparcialidad fundamental entre los
95 J. Finnis. Natural ...• 107
96 Cfr. I. Kant, "Grundlegung zur Metaphysik der Sillen, en id.,
90 Cfr. por ejemplo. Séneca, Primera Carta a Lucilio. Gesammelte Schriften. vol. 4. PreuBische Akademie der Wissenschaften.
91 Cfr. J. Finnis. Natural •.. , 105·6. Berlin. 1911,421.
92 J. Finnis. Natural ...• 105. 97 J. Finnis. Natural ...• 110.
93 J. Finnis. Natural .•. , 112. 98 J. Finnis. Natural ...• 110.
94 J. Finnis. Natural .•.• 106. 99 Cfr. J. Finnis. Natural .•.• 111·8.
160 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL PRECEP'fOS DERIVADOS 161

métodos ineficientes. Por eso, las llamadas éticas te1eol6gicas colaboran con los demás en la comunidad (lo que no significa
tienen en parte raz6n cuando afirman la necesidad de la efi- que los miembros de esa sociedad deban tener los mismos
ciencia para conseguir los bienes y evitar males. Hay un planes y objetivos).
amplio campo en que efectivamente cabe calcular, medir y El noveno requerimiento exige de cada uno el "actuar de
comparar las consecuencias de una decisi6n ética o legal. acuerdo con la propia conciencia"!05. Finnis piensa que el
"Pero -aclara Finnis-- su esfera de legítima aplicaci6n tiene primer autor que formul6 este requerimiento con todas sus
límites, y todo intento de hacer de ella [la eficiencia] el exigencias parece haber sido precisamente Tomás de Aquino,
principio exclusivo o supremo o incluso central del quien enseña que obra mal aquel que no realiza aquello que le
pensamiento práctico es irracional y, por tanto, inmoral"I00. parece exigido por la razón, o efectúa una conducta que ésta
El séptimo requerimiento de razonabilidad práctica se desaconseja106. Esto es válido incluso para el caso en que el
opone también en forma directa al consecuencialismo. Entre juicio de conciencia sea err6neo. Con esto puede apreciarse la
otras formulaciones admite la siguiente: uno no debe "elegir dignidad que tiene la conciencia humana, que, por ser mucho
realizar un acto que por sí mismo no haga más que dañar o más que un mecanismo productor de juicios correctos, merece
impedir una realizaci6n o participaci6n de una o más de las respeto aún cuando yerra. Sin embargo, como bien recuerda
formas básicas de bien humano"JO!, ya que eso significaría, Finnis lO7 , aunque nunca se puede obrar contra la conciencia,
en el mejor de los casos, que se está aplicando el criterio de no basta con seguirla para obrar bien, puesto que el error de
sopesar bienes que son inconmensurables, pues constituyen conciencia puede deberse a la negligencia del sujeto, que no se
un aspecto de la personalidad humana. En otras palabras "la ha ocupado en formarla adecuadamente. Este punto, nos
razón requiere que todo valor básico sea finalmente respetado parece, tiene importantes consecuencias para la teoría de la ley
en todas y cada una de las acciones"102. Sobre este principio natural, donde el hecho de que determinados preceptos s610
hace descansar Finnis la inviolabilidad de los derechos sean accesibles a los sabios no excusa necesariamente al resto
humanos 103. de los hombres de su cumplimiento, ya que todos participan
El octavo requerimiento se refiere al bien común Hl4• El he- de la obligaci6n de formar la conciencia en la medida dt; sus
cho de que esta noci6n no corresponda a la idea utilitarista del posibilidades, y de complementar la limitaci6n de las propias
mayor bien en la mayor cantidad no significa que sea una f6r- luces con la experiencia y las enseñanzas de los demás.
mula vacía. Los bienes humanos básicos ciertamente pueden
ser considerados como bienes comunes, en cuanto pueden ser b) Análisis de los requerimientos a la luz de la f¡Josofía de
participados por una cantidad innumerable de personas, en Tomás
innumerables modos y ocasiones. Pero bajo la expresi6n
"bien común" se incluyen también aquellas condiciones que Si se observa con atenci6n, lo que Finnis está haciendo con
permiten a los miembros de la comunidad alcanzar objetivos su exposici6n sobre los "requerimientos" no es má~ .que
razonables y realizar los valores para cuya consecuci6n caracterizar lo que es un hombre maduro en razonabilIdad /
práctica. Así, un hombre prud~nte será aquel que pue?e ver
proyectado el conjunto de su Vida, que eVita la arbltranedad,
100 J. Finnis, Natural ... , 118.
lO! J. Finnis, Natural ... , 118.
102 J. Finnis, Natural ... , 120. 105 J. Finnis, Natura/..., 125.
103 Cfr. J. Finnis, Natural ... , 121,223-226. 106 Cfr. I-Il. 19.5.
104 Cfr. J. Finnis, Natural ...• 125, 154-156. 107 Cfr. J. Finnis, Natural ... , 133; I-Il, 19,6.
162 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL PRECEPTOS DERlV ADOS 163

que es capaz de comprometerse en diversas tareas sin dejarse incluso constituye un criterio de decisión para enfrentar hasta
llevar por el fanatismo. Una persona así atiende a las los problemas más difíciles.
consecuencias de sus actos, pero no está dispuesta a hacer el En este sentido, queremos insistir en la idea de que no pa-
mal para conseguir el bien, es decir, sigue su l!ropia rece ser tal el vacío de la obra tomista que Finnis pretende
conciencia. Y, al mismo tiempo, se preocupa por el bIen de llenar con sus requerimientos de razonabilidad práctica. Si se
sus conciudadanos. Por eso, este hombre puede servir como observa con detenimiento se verá que hay un claro paralelismo
paradigma práctico para el resto y, de alguna manera, cumple entre los requerimientos de Finnis y la teoría tomista de las
una función pedagógica. Dice Tomás que "el que se comporta virtudes. Cada uno de esos criterios corresponde a una virtud
rectamente en todas las cosas, tiene un juicio recto acerca de lo o a algún aspecto de ella: imparcialidad para juzgar entre
singular. En cambio quien sufre de falta de rectitud juzga bienes o pérsonas lll ; fortaleza para acometer la práctica del
también en forma deficiente: el que está en vela juzga bien 112; templanza que lleva a tomar una cierta distancia
rectamente de su propia vigilia y de que otros duermen, pero respecto de las cosas creadas 1l3 , incluidos los proyectos
el que duerme no tiene un juicio recto ni de sí ni del gue personales; responsabilidad ll4 y previsión l15 ; dedicación al
vigila, de donde las cosas no son como le parecen a él, SInO bien común 116 , y, en definitiva, prudencia, que exige poner
como las ve el que está en vela. Y lo mismo se aplica al sano y los medios para lograr el fin 1l7 , medios que no sólo son
al enfermo respecto al juicio de los sabores; y al débil y al técnicos, puesto que el fin se relaciona con lavida buena, con
fuerte para juzgar de las cargas, y al virtuoso y al vicioso para una plenitud humana que no puede lograrse a través del mero
determinar lo que conviene hacer. Por eso dice el Filósofo en cálculo de costos y benefidos1l 8 .
el libro V de la Ética que el virtuoso es regla y medida de todo El "método del derecho natural" que nos propone John
lo relativo a los hombres, porque las cosas humanas son tales Finnis lleva implícitamente, entonces, a poner de relieve la
en lo singular como el virtuoso las juzga"I08. conexión entre la teoría tomista de la ley natural y su teoría de
Es interesante observar que Tomás en este texto recoge a las virtudes. Para "sacar la 'ley natural' (moral) a partir de los
propósito del virtuoso las mismas pa~abras -"re~la y 'primeros principios de ley natural' (premorales)"119 no basta
medida"- que usa en la Summa Theologlae para defimr a la el conocimiento de unas cuantas reglas teóricas, sino que se
ley 109. Y es que la manera de conocer y practicar las requiere estar bien dispuesto respecto a los fines básicos y
ex igencias de la ley natural consiste básicamente en saber y esforzarse por llevar un estilo de vida que conduzca a ello. Un
actuar como lo hace el virtuoso: "ÉL es la norma de método del derecho natural no debe ser entendido sólo como
acción"l1o. No se pretende que sea éste el único "método" ni un procedimiento ordenado destinado a aumentar el cono-
tampoco que sea imprescindible para conocer todos los
principios de ley natural -ya que hay algunos que son
fácilmente accesibles-, pero el recurrir a ciertos modelos 111 Cfr. u-u. 63.4.
ayuda a actuar en las circunstancias normales de la existencia e 112 Cfr. U-U. 123; U-U. 128. 1.
113 Il-H. 141.4; U-U. 149; U-U. 151: U-H. 155; H-II. 167: H-Il. 168.
114 Il-II. 62 (entre muchas otras manifestaciones).
115 H-U. 49. 6.
108 In Ep.1 ad Cor .• e. H. lecl 3. n.IIS. 116 H-U. 58. 5.
109 Cfr. I-H. 90. le. Así lo hace notar también J. Finnis. en 117 H-U. 47. 6.
Natural .... 129. 118 H-U. 47. 7.
110 J. Finnis. Natural ...• 128. 119 J. Finnis. Natural.... 103 ..

i
1
164 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL PRECEPTOS DERIVADOS 165

cimiento, puesto que en este terreno los conocimientos lógicas, y que los primeros principios son insuficientes para
especulativos son sólo una ayuda secundaria, pues se trata de obrar bien 121 •
obrar bien y esto se aprende pacientemente a través de la Por otra parte, las condiciones particulares no son algo,
repetición de actos. unas <<verdades de hecho», con lo que haya que contar debido
Si se interpretan los requerimientos de razonabilidad prác- a la limitación de nuestra inteligencia, que no es capaz de
tica como un gozne que une la cuestión de la ley natural Clln la transformarlas en verdades inteligibles, sino que esas
de las virtudes, ellos pueden ser de indudable valor para las condiciones pertenecen a la materia misma de la moral (por
distintas disciplinas prácticas e incluso para orientar eso se puede decir que el hombre es providente de sí mismo).
racionalmente la acción humana. Si se pretendiese, en cambio, Al ser iluminada por los principios, la «cosa» no deja de ser
tener con ellos un conjunto de reglas ciertas, que, aplicadas a tal. Esta subsistencia de la realidad histórica de ningún modo
unos fines evidentes -que cada uno elige a voluntad-, den es un obstáculo para el buen juicio moral. Dentro de la
por resultado unas normas indubitables, se habría filosofía de Tomás, no cabe ver a las verdades históricas
transformado el razonamiento práctico en un razonamiento como «enemigas» de la verdad, teórica o práctica, sino como
técnico y se habría hecho de la flexible reflexión de Tomás un concreciones suyas. Este es uno de los temas en los que se
sistema rígido y artificial, cosa que Finnis, con razón, procura pueden apreciar las fundamentales diferencias existentes entre
evitar. la filosofía práctica del Aquinate y las éticas racionalistas.
Lo dicho ayudará a comprender que el ejemplo de la
4. Prudencia, prudencialismo y racionalismo derivación silogística de las ciencias teóricas, utilizado por
Tomás para explicar el proceso de la derivación por
Aun a liesgo de repetir lo ya dicho en el trabajo, queremos conclusión, debe ser entendido como lo que es, un ejemplo, y
destacar que no cabe hablar de prudencia sin acudir a unos sólo puede ser aplicado en forma analógica al terreno moral.
fines, que le son proporcionados al hombre por la sindéresis. Aunque la lectura aislada del importante texto de I-II, 94, 2c
Una prudencia que no cuente con los fines, sino que sea podría llevar a pensar otra cosa, la analogía que Tomás
arbitrariamente constructora de lo moral, podría ser calificada establece entre el orden especulativo y el práctico trae también
de «prudencialismo». Sin embargo, también debe evitarse el consigo importantes diferencias entre ambos terrenos. Así,
error contrario, de lipo racionalista, que implica una por ejemplo, mientras en ese pasaje Tomás recoge la doctrina
hipertrofia del intelecto y la sindéresis en desmedro de la de Boecio y distingue entre verdades que son per se nota para
razón y la prudencia. Es cierto que el virtuoso juzga de las todos los hombres y verdades per se nota para los sabios l22 ,
circunstancias a la luz de los principios, pero eso no significa en su teoría de la ley natural reemplaza esta doble distinción
que la conclusión sea una deducción a partir de los mismos, ni por una triple, entre los preceptos comunes, los que son
que la prudencia se limite a la aplicación mecánica de unas fácilmente accesibles y los que son accesibles sólo a los
reglas 120. La atención unilateral a las normas con sabios. Además, el criterio que se aplica en el orden
prescindencia de las circunstancias de la vida es lo que especulativo para calificar a una verdad de per se nota es, al
algunos llaman "falacia normativista". No hay que olvidar, menos parcialmente, el que el predicado esté incluido en la
por tanto, que las acciones sólo existen en los singulares, que
la praxis pertenece al reino de la existencia y no de las formas
121 Cfr. cap. III. A.
122 Todo esto dentro de las verdades per se nota respecto de nosotros,
120 Cfr. cap 1. B. 8. a; cap. nI. D. 3. b. pues hay otras que lo son en sí mismas.
· 166 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL PRECEPTOS DERIVADOS 167

razón de sujeto, mientras que en el terreno práctico lo que este autor pone en duda la eficacia del concepto de «valor» en temas como
interesa es si los principios son conocidos por sí mismos la protección de la vida humana: "¿Cómo puede ser eso? Hay numerosos
(caso de los communissima) o a través de otras verdades más ejemplos:. el valor de la vida humana nos puede conducir a la pena de
conocidas. Esta última es la situación de los principios muerte para los asesinos. El valor de la vida humana nos hace matar al
derivados, los cuales, como ya se dijo, no pueden ser agresor, sea él particular o soldado ( ...). El problema radica en que un
valor es una me~ una existencia que querernos. No nos indica exacta-
calificados de per se nota en sentido estricto. Lo que Tomás mente la conducta necesaria para llegar a la meta. En cambio, un derecho
quiere destacar al recurrir a la analogía que se da entre el es una relación humana, una conducta o una omisión ya exigida
proceso de operación de la razón en el orden especulativo y en específicamente. El "valor de la vida" puede avanzarse a veces a través de
el práctico, es que en ambos se requiere de ciertas verdades la muerte, el "derecho a la vida" nunca" ("El feto en la jurisprudencia
inmediatamente entendidas, que actúan como primeros constitucional occidental", Ponencia para las XIX Jornadas de Derecho
principios del razonamiento, y que en uno y otro caso se Público, 23-25 de noviembre de 1988. Santiago de Chile. Texto inédito),
recurre al silogismo para razonar (sin perjuicio de las véase también del mismo autor: "Toward Freedom from Value", en The
peculiaridades que presenta el llamado silogismo práctico). lurist, vol. 38. Washington D.C. 1978,48-81.

IU.C.S

El primer principio es interpretado por los críticos positivistas del


iusnaturalismo como si se tratara de una fórmula vacía. Esta
interpretación, sin embargo, no es exclusiva de ellos, también dice lo
NOTAS COMPLEMENTARIAS mismo, por ejemplo, un discípulo de VilIey, M. El Shakankiri: "la sóla
regla inmutable de la ley natural se reduce, para el autor de la Summa, a
m, B. uo principio vago y formal: bonumfaciendum, malum vitandum est" (J.
Finois, M. Villey y M. El Shakankiri, "Bentbam et le droit naturel
Colaboración en el conocimiento ético: también hoy existen classique", en Archives de Philosophie da Droit. Sirey. Patis. 1972,425.
autores que ponen de relieve el papel de ciertas minorías en la difusión de Nótese que El ShakankirÍ cae en el error de omitir el «prosequendum» en
los contenidos morales que posterionoente serán puestos en práctica en la la fonnulación del primer principio de la ley natural. También atribuyen
sociedad. Así, A. Montoro, "Sobre las relaciones entre moral y derecho", al primer principio un carácter formal S. Cotta (1I Concelto di Legge
en Anales de /0 Cátedra Francisco Swirez, n. 28. Granada, 1988, 129-30. nelle Summa Theologiae di S. Tommaso D 'Aquino. G. Giappichelli.
Esta idea es análoga a la que expone Tomás respecto del papel de los Torino. 1955, 88) y M. Villey (El pensamiento ius-filosófico de
"sabios" en el conocimiento y difusión de ciertos preceptos de la ley Aristóteles y Santo Tomás. Ghersi. Buenos Aires. 1981,81).
natural. Sobre los factores culturales y su influencia en el acceso a la ley
natural: J. Maritain, Nove lezioni sul/a /egge natura/e. Le Edizione m. D. 3. a.
Universitarie. Jaca. 1985, 169 ss.
Formación de la conciencia: F. Inciarte ha destacado cómo es
III. C. esencial a la ética tomista la afirmación simultánea de dos ideas que sólo
aparentemente son contradictorias: de lU1a partc f dice Tomás que quien
Insuriciencia de los valores: Richard Stilh ha mostrado cómo no obra contra lo que Je dicta la conciencia actúa mal (I-H, 19,5). De otra,
es suficiente recurrir a los valores para proceder al análisis jurídico. El no todo aquel que obra de acuerdo con su conciencia actúa bien
mundo del derecho exige no sólo la apelación a los fines, sino una precisa necesariamente (1-11, 19, 6), ya que puede haber negligencia en la
determinación de los medios que se requieren para acceder a ellos. Así, formación de esa conciencia ("Sobre la ética de la responsabilidad y contra
el consecuencialismo teológico-moral", en AA. VV., Ética y te%gia
168 RAZON PRACf¡CA y DERECHO NATURAL

ante la crisis contemporánea. EUNSA. Pamplona. 1980, passim.). Sobre


la obligación de formar la conciencia: R. Garcfa de Haro, La conciencia
moral. Rialp. Madrid. 1978 (Segunda edición), 166-86.

111. D. 3. a.

Evitar la arbitrarliedad y la desigualdad es un empeño


fundamental en la obra de algunos neo·contractualistas, como Rawls.
Para tales efectos este autor recurre a los conceptos de la «posición
originaria» y del «velo de ignorancia» (cfr. J. Rawls, A Theory 01
Justice. Harvard University Press. Cambridge Mass. 1976, séptima edi-
ción, cap. lIJ), que más que apoyar la existencia histórica del pacto social,
pretenden constituir herramientas metodológicas de carácter hipotético
para llegar a una común concepción de la justicia y evitar desigualdades
derivadas de la elección de los principios de justicia. Una breve y acertada SEGUNDA PARTE
explicación en P. Ruiz-Tagle, "La prioridad del derecho sobre el concepto
moral del bien en la teoría de la justicia de John Rawls", en Estudios
Públicos, n. 35. Santiago de Chile. 1989, 153-7.
LOS PROCESOS DE DERIVACION POR
HLD.3.b «CONCLUSION» y POR «DETERMINACION»
Método del derecho natural y virtudes: Algunos autores han
criticado el papel apenas secundario que tendrían las virtudes dentro del
sistema de Finnis (cfr. R. Hittinger, A Critique ollhe New Natural Law
Theory. University of Notre Dame Press. Notre Dame. 1987, 59). Nos
parece que se trata más bien de una cuestión terminológica. y que en ese
pensamiento los requerimientos de razonabilidad práctica llevan implícita
una teoría de las virtudes. Cuestión distinta es establecer en qué medida
esa sustitución terminológica resulta ventajosa.
CAPITULO IV

EL PROCESO DE DERIVACION POR


«CONCLUSION»

Después de haber descrito la triple clasificación de los


principios de ley natural, interesa considerar las relaciones que
se dan entre los mismos y respecto del derecho positivo. En
este capítulo se tratará de aquellos principios que proceden por
«conclusión» a partir de la ley natural. Especial importancia se
le dará a la cuestión del derecho de gentes, cuya naturaleza
presenta no pocos problemas. Más adelante, en el capítulo
siguiente, se abordará el tema de los preceptos que proceden
por vía de «detenninación».

A. LA INSUFICIENCIA DE LA LEY NATURAL


El iusnaturalismo de Tomás de Aquino está lejos de
constituir un sistema. Los principios prácticos que lo
componen, si bien son un auxilio importante para llevar a
cabo una ciencia jurídica o política, no bastan por sí solos para
resolver todos los problemas de la vida social. Si es verdad
que cada situación humana es única e irrepetible, entonces
habrá que partir por reconocer que la solución de cada pro-
blema práctico envuelve una cierta novedad. En los últimos
años diversos autores han destacado este carácter original de
la verdad práctica, cuya novedad no es reductible a ser una
conclusión más o menos maquinal a partir de ciertas premisas
especulativas. En este sentido la verdad práctica no se conoce
cabalmente sino cuando se pone por obra, porque como decía
172 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL DERIV ACION POR «CONCLUSION» 173

Aristóteles. "lo que hay que hacer después de haber apren- cambio,. qu~ utiliza Tomás para explicar el proceso de
dido, lo aprendemos haciéndolo"l. «dete~maC1Ón» es el del arquitecto y la libertad con que éste
Al recalcar el carácter práctico de la ética y la novedad que dete~ma cuál de las múltiples posibilidades que puede
significa la verdad práctica, estos autores reaccionan contra la revestIr la forma de «casa» tendrá aquella que está
imagen del iUsllaturalismo como un acabado sistema construyendo en este momento.
llonnativo. compuesto de reglas deducidas de la naturaleza Fácilmente ~e comprenderá que si el único paradigma que
humana con abstracción de las circunstancias históricas. regula las relaclO~es entre ley natural y ley positiva fuese, sin
Frente a este código no escrito, el legislador humano no mayores ~daptaclOnes, el de las ciencias especulativas, de
tendría otra actitud que la de reproducir cuidadosamente sus n.ada se~irfan ¡o~ alegatos. acerca del no-racionalismo y no-
enunciados y agregarles la eficacia coactiva. Asimismo, la slstemausmo delmsnaturalismo tomista. Nos hallaríamos ante
conciencia individual y la prudencia quedan limitadas a la una teoría quizá semejante a I.as éticas «al modo geométrico»,
aplicación mecánica y deductiva de esas reglas naturales a las en donde todo quedaría reducIdo a la necesidad de no cometer
circunstancias del caso. A la luz de los capítulos anteriores, eITo~es en el proc.eso de deducir las conclusiones prácticas a
fácil es comprender que ese modelo racionalista poco tiene en partlf de las premIsas generales. De ahí que lo primero que se
común con el iusnaturalismo de Tomás. En la perspectiva del mostrará .en e~te capítulo es que el proceso de «conclusión»
Aquinate, los aspectos naturales del derecho son sólo una no se ap!¡ca d!fectamente a las relaciones entre ley natural y
parte del mismo y, en consecuencia, la reflexión filosófico ley posluva, SinO que tiene lugar en las relaciones que se dan
jurídica no se agota en el tema del derecho natural. ent~e. ~os divers?s géneros de preceptos naturales (sin
Por otra parte, la teoría iusnaturalista de Tomás no tiene pelJUlCIO de que ?icho proceso tampoco opera simplemente al
por objeto primordial el constituirse en una instancia crítica del modo geométnco, pues el modelo de las ciencias
derecho positivo vigente, sino, antes que todo, proporcionarle espe.cul~lÍvas s~l? se le aplica analógicamente). Esta
algunos criterios de racionalidad que le permitan nacer y explIcaCión permItrrá después intentar aclarar el tema del ius
desenvolverse en forma adecuada. Es más, una de las tesis gentium, cuya índole -~a!Ural o positiva- no parece estar
fundamentales de la teoría tomista de la ley natural es la que d~1 todo clara en la expOSIción de Tomás, al menos a primera
sostiene la absoluta necesidad de la legalidad positiva, sin la VIsta.
cual los principios naturales difícilmente llegarían a estar Para 1!atar estas cuestiones se han tenido en cuenta, aparte
presentes en el terreno de la realidad política y jurídica del pasaje fundamental de la Summa Theologiae ya citad02
Para entender la dignidad que Tomás reconoce a la otros textos d~l Aqui,nate. y ~e ha procurado mostrar que, ~
juridicidad positiva, es necesario detenerse en las relaciones pes~ d~ las dIferenc.Jas termmológicas, cabe reconocer una
que se dan entre ésta y la ley natural. El Aquinate trata este contII?Uldad en los. mIsmos. Esta continuidad puede constituir
tema fundamentalmente en I-lI, 95, 2, donde muestra que una cierta presunCIón en favor de una interpretación de Tomás
toda ley tiene su último origen en la ley natural, de la que que p~r~ita afirmar~a, ~re~te ~ otras que suponen
puede proceder ya sea por vía de «conclusión», ya de «de- c?ntra?l~c.lOnes o cambIOS sIgmficauvos en su pensamiento,
terminacióm>. El paradigma que explica el primer modo de sm pelJUlCIO de reconocer que la interpretación que se propone
derivación está constituido, analógicamente, por las ciencias en este capítulo es especialmente debatible.
especulativas y sus procedimientos silogísticos; el modelo, en

1 EN, 11, 2, 1103 a 33-35. 21-11, 95, 2.


174 RAZON PRACfICA y DERECHO NAWRAL DERIV ACION POR «CONCLUSION» 175

natural 8• Además, en buena lógica, tendría que ser ella misma


B. ¿EXISTEN NORMAS POSITIVAS QUE SE DERIVEN natural: "porque es necesario que cualquier cosa que se saque
DE LAS NATURALES POR «CONCLUSION,.? como conclusión, pártiendo de lo justo natural, sea justo
natural"9. Esta opinión basta para excluir, como mínimo, la
Es habitual que los autores consideren que la ley positiva posibilidad de que haya alguna nonna positiva que se derive
procede de la natural por las vías de «conclusión» y únicamente por conclusión de la natural.
«determinación». Incluso se llega a afirmar que hay algunas b) Si fuese verdad que hay algunas nonnas positivas que
leyes que se originan del primer modo, mientras que otras lo se derivan por conclusión a partir de las naturales, y Tomás
harían del segund03• El propio John Finnis parece acoger esta -según se dice- señala algunos ejemplos (como "no se
última opinión, cuando dice que hay una "clase de ley que debe robar" 10 y "no se debe matar" 11), ¿por qué "el legislador
deriva de la ley natural por un procedimiento análogo a la ordinariamente no diseña las leyes en la fonna imaginada por
deducción de las conclusiones demostrativas a partir de los Tomás"12? ¿Cuál es la razón que lo lleva a utilizar el modo
principios generales"4, mientras que una "segunda clase de verbal del indicativo en vez del imperativo13 ?
leyes"5 aparecen como "implementaciones" (implementa- c) Una de las objeciones que Hans Kelsen dirige en contra
tions6) de las directrices generales. del iusnaturalismo es que sus propugnadores niegan que
Es verdad que el pasaje de la Summa que trata de este exista un criterio legal de validez. Para ellos la ley positiva
asunto puede dar pie para esta interpretación 7 . Pero el derivaría todo su valor de la natural, sería una mera emanación
sostener que ambos modos de derivación dan origen a dos o reproducción suya14. Finnis piensa que esta es una objeción
géneros distintos de leyes positivas deja sin respuesta al infundada 15, pero si se sigue el criterio que él mismo
menos tres cuestiones que se señalan a continuación. mantiene en esta materia, habría que reconocer que hay ciertas
a) En su Commentarium de la Etica a Nic6maco, Tomás nonnas que son mera copia o emanación del derecho natural,
excluye expresamente la posibilidad de que una norma
positiva se derive de la natural por vía de «conclusión». Si así
fuera, la regla derivada debería gozar de la misma
universalidad e inmutabilidad que caracterizan a lo justo 8 Cfr. In EN, Y, 12, n. 1023. Esta afirmación hay que matizarla con
lo que se dijo en el cap. I1~ a propósito de la mutación de los preceptos
derivados y el sentido en que ésta debe ser entendida.
9/n EN, Y, 12, n. 1023.
10 In EN, Y, 12, n. 1023.
11 I-H, 95, 2c.
3 Cfr. por ejemplo: Ch. Stark, El concepto de ley en la Constitución 12 J. Finnis, Natura!..., 282.
alemana. Centro de Estudios Constitucionales. Madrid. 1979. 163.
13 Cfr. !bid. Por ejemplo, el Código Penal español (Civitas. Madrid.
4 J. Finnis, Natural..., 281. 1988, décimotercera edición) en su anfculo 407 señala: "el que matare a
5 Ibid., 285. otro será castigado. como homicida, con la pena de reclusión menor".
6 ¡bid., 284. Esta le parece ser la traducción menos inadecuada para Como se ve, está redactado en la forma verbal del indicativo y no del
determinationes (I-H, 95, 2c), cfr. J. Finnis, "ün «The Critical Legal imperativo. pues no dice: "abstente de matar", o algo semejante.
Studies Movement,,", en The American Journal 01 Jurisprudence, vol. 14 Cfr. H. Kelsen, General Theory 01 Law and State. Harvard
30. Notre Dame. 1985, 23. University Press. Cambridge, Mass. 1945,416.
7 I-H, 95, 2. 15 Cfr. J. Finnis, Natural ... , 28.
176 RAZON PRACflCA y DERECHO NATURAL DERIVACION POR «CONCLUSION» 177
desde el momento que las conclusiones de un silogismo parti- convincente comenzar a interpretar a un autor, en un tema tan
cipan de la naturaleza de las premisas que llevaron a ellas. importante como este, partiendo de la base de que su opinión
Es cierto que cabe intentar alguna respuesta a las es fluctuante y se expresa de manera poco rigurosa. El
dificultades señaladas, pero no parece que pueda ser Commentarium, si no es posterior, al menos no fue escrito
satisfactoria. Así, a la primera se podrfa decir que esa es una mucho antes que la Prima Secundae de la Summa 19 . y
postura que Tomás mantiene en el Commentarium, pero que aunque Tomás no fue un jurista, manifiesta el suficiente
más adelante, cuando escribió la Summa Theologiae, cambió conocimiento de las fuentes jurídicas civiles y canónicas como
de opinión, o al menos el uso de las palabras «natural» y para poder expresarse con propiedad.
«I>qsitivo». Este argumento supone que el Aquinate comentó
la Etica de Aristóteles unos años antes de escribir la Prima
Secundae, lo que es discutible l6 . C. INTERPRETAcl:ON DE LOS TEXTOS TOMISTAS
SOBRE LA DERIV ACION POR «CONCLUSION»
Con respecto a la segunda objeción cabrfa replicar que
nuestro autor no es un jurista, sino un teólogo, por lo que no
está obligado a valerse de una terminologfa rigurosa en estas Para evitar las dificultades antes expuestas, es menester
materias. Así se explicaría que utilice un lenguaje impropio (el interpretar los textos tomistas que tratan de la materia de un
del imperativo) a la hora de poner ejemplos de leyes que se modo que resalte la coherencia de unos con otros y que, en lo
derivan por conclusión. También se podrfa alegar que, aunque posible, no necesite recurrir a la hipótesis de rupturas en la
las leyes se expresen en indicativo, en el fondo esconden un evolución intelectual de nuestro autor. No es que éstas sean
imperativo, que es lo que Tomás habrfa explicitado. Por otro imposibles: simplemente se quiere decir que parece más
lado, Finnis prefiere atribuir el uso del indicativo al hecho de razonable presumir que, mientras no se demuestre lo
que el legislador tiene en mente un orden social deseable, bajo contrario, un autor mantiene el mismo pensamiento en dos
cuyo modelo dicta las leyes, y al que es insuficiente decir obras que, en todo caso, son relativamente cercanas 20 ,
«nadie debe matar» cuando este acto puede ser común a cuando no contemporáneas.
diversas figuras delictivas y comporta efectos muy variadosl 7.
Para contestar al tercer argumento se podría decir que,
aunque hay ciertas leyes positivas que son una emanación o
reproducción de la ley natural, sin embargo existen otras que 19 De modo que no puede afirmarse un cambio en su filosofía. Cfr.
sí son originales, a saber, las que proceden por Notas a IV. B.
«determinación». 20 Teniendo en cuenta, además. que. independientemente de la tesis
Sin embargo, en este último caso, además de darle cierta que se siga respecto a las fechas de composición. en el período
razón a la objeción kelseniana, habría también que reconocer comprendido entre ambas obras el autor no ha conocido textos que puedan
con Finnis que "aquí la idea de Tomás es fundamentalmente alterar sustancialmente su forma de pensar. Las fuentes que cita Tomás
correcta, pero está estatuida vagamente y se encuentra en el Commentarium (Aristóteles y Cicerón). son las mismas que basan
su argumentación en la Summa Theologiae. En ésta hay que agregar el
seriamente poco desarrollada"18. Por otra parte, no resulta recurso a Etymologiarum de Isidoro de Sevilla. al cual no se hace
referencia en los textos correspondientes del Commentarium. Ya que el
aporte del Hispalense en esta materia no es sustancial, Tomás podía
16 Cfr. Notas a IV. B. permitirse el no hacer referencia a él. tratándose de un comentario a
17 Cfr. J. Finnis. Natural ...• 282·3. Aristóteles. Distinta era la situación en una obra de carácter general.
18 J. Finnis. Natural ...• 282. como la Summa. atendida la autoridad de que gozaba Isidoro.
178 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL DERIV ACION POR «CONCLUSION» 179

Para tales efectos, cabe proponer que los textos tomistas positiva, sino natural. En unos casos, los ejemplos que da
que tratan de la derivación de la ley positiva a partir de la Tomás parecen corresponder a principios del tipo de los com-
natural se interpreten de la manera siguiente: munissima, como cuando dice que hay que "obrar conforme a
i) El derecho positivo no se origina en el natural por vía de la razón"26. En otros casos, da ejemplos de preceptos
conclusión. Esto por dos razones: una, porque carece de la secundarios, como "los bienes en poder de otro deben ser
necesidad propia del derecho natural. Como dice Tomás: "así devueltos a su dueño"27, precepto que se deriva del principio
[por conclusión] el derecho legal o positivo no puede tener su anterior. Si los preceptos que se derivan por conclusión son
origen en el derecho natural, pues existiendo las premisas, la también naturales, es claro que no pueden ser formulados en
conclusión existe necesariamente; pero como lo justo natural indicativo, que es el modo verbal propio de las normas
es siempre y en todo lugar el mismo, según se dijo, esto no positivas28 .
corresponde a lo justo legal o positivo"21. iv) Si bien nada impide que las diversas fuentes del
Y, segundo, puesto que la fisonomía de ambos derechos es derecho positivo -p. ej., la ley- recojan un principio
diversa, y si fuese conclusión de premisas naturales tendría natural, ellas jamás podrán ser una copia o mera reproducción
que ser él también natural 22. del mismo. Siempre interviene una medida de determinación o
ii) Hay un terreno en el cual puede hablarse con propiedad especificación, que suele ser alta. Ella va desde la elección de
de derivación por «conclusión», pero éste no es el de la ley la fórmula lingüística más apropiada para expresar la realidad
positiva. De esa derivación se habla a propósito de los natural, hasta los agregados de tiempo, modos, sujetos,
distintos tipos de preceptos de la ley natural y de la relación lugares, relaciones, etc. que son necesarios para que esa
que mantienen unos con otros. Así, como se vio en el capítulo exigencia natural pase a ser un elemento operante en la vida
m, los preceptos secundarios se originan por conclusión a jurídica. Si no se repara en esto, se hace imposible entender el
partir de los communissima, y los terciarios a partir de los se- párrafo final de I-TI, 95, 2c: "los preceptos que se derivan del
cundarios23 . Esto coincide sustancialmente con lo que se dice primer modo" -por «conclusión>>- "están contenidos en la
en la Summa: "algunas cosas se derivan de los principios ley humana no sólo porque son ley positiva, sino también
comunes de la ley natural por vía de conclusiones"24. Esas porque reciben alguna fuerza de la ley natural". No dice que
"cosas" sólo pueden ser preceptos de ley natural, conforme al obtengan «toda su fuerza» del precepto natural, porque esto
principio señalado en el Commentarium: "es necesario que lo
que se saque como conclusión, partiendo de lo justo natural,
sea justo natural"25.
iii) ¿Qué sucede con los ejemplos que da Tomás para
explicar la derivación por «conclusión»? El Aquinate no 26 I-n, 94, 4c. Otro tanto podría decirse de los preceptos "no se debe
incurre en ninguna impropiedad al no enunciarlos en el modo hacer mal a otro" (I-n, 95, 2c) y "nadie debe causar un daño
verbal del indicativo, pues ellos no son preceptos de ley injustamente" (In EN, Y, 12, n. \023), de los cuales se derivan,
respectivamente, los preceptos scc\ll1darios de "no se debe matar" (l-II, 95,
2c) y "no se debe robar" (In EN, Y, 12, n. 1023). Se ve claro que todos
21 In EN, Y, 12, n. \023. estos ejemplos son de ley natural, tanto los de preceptos primarios como
22 Cfr. In EN, Y, 12, n. \023. los de secundarios.
23 Cfr. I-n, 100,3. 27 I-n, 94, 4c.
24 I-n, 95, 2c. 28 Sobre este tema ha insistido M. Yilley, Método, fuentes y
25 In EN, Y, 12, n. \023. lenguaje jurídicos. Ghersi. Buenos Aires. 1978, 143·192.
180 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL DERIVACION POR «CONCLUSION» 181

requeriría que dicho precepto se trasladase -se «copiase»-- conducta socialmente vigente32 • Tomás, por el contrario, no
tal cual a la norma positiva, lo que nunca se da29 • duda en reconocer que "la ley humana se distingue en mucho
El paso desde la forma gramatical en imperativo -«abs- de la eterna", (o natural, que es lo mismo en éste)33. Toda su
tente de matar»-- a la del indicativo --{<el que mate a otro será exposición sobre el derecho guarda una cuidadosa armonia, y
castigado» (con X pena en Y circunstancias)- es en ella naturaleza y cultura no pueden ni identificarse total-
enormemente revelador de la diferencia que hay entre dos mente ni concebirse como absolutamente separadas.
órdenes como los que estamos observando. El indicativo está v) Así como no hay preceptos positivos en los que no esté
inmerso en la realidad más cotidiana, exige que se precisen las presente el proceso de «determinación» o «~~pecificación»34,
penas, circunstancias, objetos, requisitos, y todo lo que se lo más habitual será que en toda norma pos!l:lva encontremos
necesita para que el derecho «viva». Sólo nace una regla en también un fondo natural, que no hay que ignorar si se quiere
indicativo cuando lo que en alguna época era lal' solo un aplicarla en forma correcta35 . Sin embargo, esa base natural
imperativo moral o religioso ha conseguido juridificarse, lo no restringe nuestra actuación a ciertos cursos unívocos.
cual exige una laboriosa tarea de «determinación» por parte Tomás habla de "posibilidad de la naturaleza"36 y dice que en
del legislador, primero, y del juez, después 30 . Resulta estas materias el jurista tiene la libertad del artista37 . El valor
imposible reducir el proceso de la génesis de la norma jurídica de las especificaciones del legislador no está dado sólo por esa
a una sucesión de conclusiones lógicamente encadenadas. referencia a lo natural, sino también por otros factores, como
Tampoco cabe componer el precepto original mediante la su pericia, la adecuación de su solución a las exigencias
suma de todos los elementos que están en la regla de derecho
sociales o el apoyo de la fuerza coactiva38. .
o en la sentencia del tribunal. Porque tanto en la ley como en vi) También existen normas legales que se refieren a
la sentencia judicial se hallan muchos aspectos que no son materias de suyo indiferentes. Por eso dice el Aquinate que
deducidos, sino que están puestos por el buen o mal juicio de los preceptos que derivan de la ley natural (exclusivamente
los jurisperitos3l • por «determinación») "tienen tan sólo la fuerza que les
A quienes piensan que, para el iusnaturalismo clásico, el
derecho positivo es copia o emanación del natural, habría que
decirles que hay tanto~ o más argumentos en los textos
tomistas que permitirían defender el error contrario y decir que 32 Con algunos matices, esta 'parece ser la opinión de"R~ch~~
el derecho es pura creación prudencial, esencialmente relativa Hooker, en el siglo XVI, a propÓSIto de las leyes que llama mIxtas,
a las épocas y circunstancias. No interpretan bien al Aquinate para diferenciarlas de las "meramente hwnanas" (R. Hooker, "Ofthe Laws
aquellos que hablan de leyes positivas que se derivan of Ecclesiastical Polity", en id., The Works ollhe Learned and Judicio.us
deductivamente de las leyes de la razón, a las cuales el Divine, Mr. Richard Hooker, 2 vols. (Ed. 1. Walton). Oxford Umverstty
legislador sólo tendría que agregar el refuerzo de la Press. London. 1885, Libro 1, cap. 10, & 11).
coactividad para transformar el precepto natural en regla de 33 I-TI, 96, 2 ad 3.
34 Cfr. cap. V.
35 Incluso cabría decir que toda nonna positiva puede, en último
29 Al menos desde que los romanos nos enseñaron a distinguir ténnino, conectarse con una exigencia natural, en la medida en que busque
claramente entre derecho y moral, yen la medida en que en Occidente se cooperar en la reali,.ación de un valor fundamental.
conserve algo de su modo de ver el derecho. 36 I·TI, 95, 3c.
30 Cfr. cap. V. 37 Cfr. I-H, 93, 3c; 95, 2c, etc.
31 Cfr. cap V. 38 Cfr. I-H, 95, 3c; 97, 2c y ad 1.
182 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL DERN ACION POR «CONCLUSION» 183

comunica la ley humana"39. Lo normal, sin embargo, parece entre otros, el mérito de mostrar que Tomás distingue entre
ser que la norma jurídica se construya recurriendo a elementos diversos géneros de preceptos naturales y hacer ver las
naturales y convencionales. . relaciones que se dan entre los diversos niveles. La razón de
Lo visto permite concluir que Tomás es muy precIso en el ese escaso desarrollo no es difícil de hallar: de una parte
uso de su lenguaje, tanto en el Commentarium como en la resulta absurdo pedir que el Doctor Angélico se explaye sobre
Summa. Así, cuando da ejemplos de normas en imperativo, unos preceptos positivos que se obtendrían por «conclusión»
no pretende con ellos expresar casos de reglas positivas, por en circunstancias de que no admite la existencia de tales
lo que no hace falta recurrir a las artificiosas soluciones que se preceptos, ya que lo que se deriva por «conclusión» a partir
han dado para resofver la cuestión de por qué no utiliza ~a de preceptos naturales mantiene la índole natural. De otra
forma verbal indicativa, que es la normal en el derecho POSI- parte, porque el juego entre los diversos géneros de preceptos
tivo. ya se ha esbozado en otras partes de su obra y no es necesario
Por otra parte, es tan claro que el Doctor Angélico ~o ha repetir lo que ya se dij042 o anticipar en exceso lo que se
cambiado su postura entre la Summa y el Commentanum a expondrá más adelante43 .
Aristóteles, que en la primera de esas obras recoge
expresamente la doctrina que se desarrolla en la segunda y, D. LEY NATURAL Y lUS GENTlUM
lejos de rebatirla, no tiene inconvenientes en admitir que los
preceptos que se obtienen por «conclusión» no pueden ser En las páginas anteriores se ha procurado mostrar que no
positivos. En la segunda objeción que se recoge en I-fr, 95, existen normas positivas que deriven de la ley natural sólo por
2, reproduce lo sustancial del contenido de In EN, V, 12, n. vía de «conclusión». A sensu contrario, hay que sostener que
1023, y dice: "El derecho positivo se contrapone al derecho los principios que derivan de ese modo de la ley natural son
natural, como consta por San Isidoro y el Filósofo. Ahora naturales. Los principios comunes de la ley natural son los
bien, todo lo que se deriva de los principios comunes de la ley fundantes, y los principios derivados (secundarios y tercia-
natural, a manera de conclusiones, pertenece a la ley natural, rios) aquellos que se obtienen a partir de los otros.
como queda dicho40 . En consecuencia, lo establecido por una En la sección que sigue se tratará de una categoría muy
ley humana no se deriva de la ley natural". A lo que responde: especial de preceptos de ley natural, que compone lo que los
"este argumento tiene valor probatorio para los preceptos que antiguos llamaban ius gentium. Lo que se quiere mostrar es
se derivan de la ley natural por vía de conclusión", ~o que es que, en la perspectiva de la distinción tomista entre preceptos
lo mismo que decir que los preceptos que se denvan por comunes y derivados, habría que incluir al derecho de gentes
«concl usión» no son preceptos positivos. dentro de estos últimos, es decir, habría que reconocer la
Cuando Finnis dice que esta materia "está estatuida índole natural del ius gentium14•
vagamente y se encuentra seriame~te poco desarr?lIada"4~, no
hace justicia ni a la obra tomista m a la suya propIa, que ttene,
42 Cfr. 1·11, 94. 4.
43 Cfr. 100. 3c y I1c.
39 1_ n. 95. 2c. Esta interpretación de ese texto parece ser la única que M Las páginas que siguen pueden revestir cierta dificultad para el
armoniza con el resto de los pasajes sobre la materia, aunque hay que lector no familiarizado con las cuestiones jurídicas y, en especial, con el
reconocer que cabe leerlo en un sentido diferente. terna del ius gentium. En todo caso, su lectura no es imprescindible para
40 Cfr. 1-11.94,4 la comprensión general de esta investigación, por lo que cabe continuar
41 J. Finnis. Natural ...• 282. en el punto E. 3 de este capftulo.
184 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL DERIVACION POR «CONCLUSION» 185

l. Dificultades carece de sentido el restringirse a solo uno de ellos, como


hacen muchos autores 46 .
La cuestión, sin embargo, no es clara, ya que no faltan los
pasajes en los que Tomás introduce clasificaciones que sitúan 2. Nociones de derecho natural
al derecho de gentes del lado del derecho positivo, con lo
cual, además, parecería haber un derech? positivo deriv~do Sin perjuicio de lo que se diga en el capítulo siguiente,
por «conclusión», lo que destruiría la tesIS que se ha vemdo Tomás de Aquino utiliza al menos tres nociones diversas de
exponiendo. derecho natural, que pasamos a exponer.
En efecto en I-TI, 95, 4c se dice que "el derecho positivo a) El primer concepto de derecho natural toma esta
se divide en derecho de gentes y derecho civil, según los dos expresión "en sentido estrictísimo"47 y comprende, como se
modos en que una cosa se deriva de la ley natural". Así, "al dijo más arriba, las cosas que tienen en común tanto el
derecho de gentes pertenecen aquellas cosas que se derivan de hombre como los animales. Afios más tarde, en la Summa
la ley natural como las conclusiones se de.rivan de los Theologiae, nuestro autor volvió a insistir en esta idea,
principios", mientras que "las cosas que se denvan de la ley aportando otras razones. Dice allí Tomás que el derecho es
natural por vía de detenninación. particular, pertenecen. al aquello que "por su naturaleza es adecuado o ajustado a
derecho civil". Esta idea se anunciaba ya en una obra de JU- otro"48. En un primer sentido, esto puede verse en forma
ventud el Commentarium a las Sentencias de Pedro absoluta, considerando la cosa en su misma naturaleza. Así,
Lomb~do: "como la naturaleza se distingue de la razón, por la "el macho, por su naturaleza, se acomoda a la hembra para
cual el hombre es hombre, por eso, tomando el derecho engendrar de ella"49. Desde esta perspectiva está claro que
natural en un sentido muy estricto, no se llaman de derecho puede decirse que el derecho natural "es común a nosotros y a
natural aquellas cosas que pertenecen solamente a los los restantes animales", porque "aprehender una cosa en
hombres, aunque provengan de un dict~men .de la razón absoluto no es propio sólo del hombre, sino también de los
natural sino aquellas que la razón natural dictamma como co- demás animales"50. Estas aseveraciones, contenidas en el
munes' a los hombres y a los restantes animales"45, l? cual Tratado de la Justicia, tienen su expresión correlativa dentro
excluiría la naturalidad del ius gentium, que es exclUSIVO de del Tratado de la Ley. Allf, cuando se habla de la ley natural,
los hombres, como se verá más adel.ante. .. se dice que el hombre tiene unas inclinaciones y naturaleza
Sin embargo, la solución de aSignar carácter pOSitiVO al comunes con las que poseen los demás animales, e incluso
derecho de gentes no es tan sencilla coml? .par~ce. A
continuación se pretende mostrar cómo Tomás uuliza diversas
nociones de derecho natural -alguna de las cuales puede
incluir al derecho de gentes-, y dar una explicación de es?!
polisemia. Esto pennitirá más adelante abordar la compleja 46 Finrus, según nos parece, se queda con el primero (cfr. J. Finnis,
cuestión de las nociones tomistas de «naturaleza». En las pá- "Mensehenrechte und die lelze Begründung des Rechtes", en J. Finnis el
ginas que siguen podrá verse de modo práctico que la alii, Rechl aufGerechligkeit. Adamas Verlag. KiHn. 1979,55-88). Villey
iusfilosofía de Tomás de Aquino se basa tanto en el Tratado hace otro tanto con el segundo (eff. cap. V) ..
de la Ley como en el del Derecho y la Justicia, por lo que 47 In IV Sen/o d. 33, q. 1, a. l ad 4.
48 11-11, 57, 3e.
49 II-H, 57, 3e.
45 In IV Sen/., d. 33, q. 1, a. l ad 4. 50 H-H, 57, 3e.
186 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL DERIV ACION POR «CONCLUSION» 187

alguna inclinación de la cual participan todos los seres, como Magn0 53 . Desde este punto de vista se entienden algunos
el apetecer la autoconservación51 . textos como los siguientes:
En diversos pasajes de la obra tomista aparece esta noción i) In EN, V, 12, n. 1023: "Algo puede tener su origen en el
«fisicisla» e incluso «biologista» del derecho natural. Por derecho natural de dos maneras", etc. Que aquí "derecho
ejemplo, en Y-U, 94, .5 ad 3, donde -para decirlo en natural" está empleado en el sentido restringido de
terminologfa actual- lo natural aparece como contrapuesto a communissima lo prueba el que más adelante diga que las
lo cultural y, en este sentido, se dice que lo "natural" al cosas que se saquen como «conclusión» de lo justo natural
hombre es "estar desnudo porque la naturaleza no le da deben considerarse también como derecho natural. La frase
vestidos, siendo el arte el que los introdujo". También en el resultaría ininteligible si no se entiende que el justo natural
Commentarium in X Libros Ethicorum ad Nicomachum desde el cual se concluye es el derecho natural en sentido
recoge este sentido «zoológico» de derecho natural, al decir estricto (o sea los preceptos comunes) y el dereclw natural al
que por tal derecho se entiende aquello "que se deriva de la cual se llega por «conclusión» es el derecho natural en sentido
inclinación de la naturaleza común al hombre y al resto de los amplio (o sea los preceptos derivados).
animales, como la unión de hombre y mujer, la crianza de los ü} Lo mismo habría que decir del texto paralelo de I-TI, 95,
hijos y otras cosas semejantes"52. 2c: hay que notar que una cosa puede derivarse de la ley
Bien se puede concluir, entonces, que el ius gentium no natural de dos modos: primero, como las conclusiones [ley
puede ser incluido en esta noción restringida de ius naturae, natural en sentido amplio] se derivan de los principios [ley
puesto que el primero es propio del hombre y el segundo de natural en sentido estricto]; segundo, por vía de
todos los animales. Como consecuencia, en aquellos casos en determinación", que es el caso de las normas positivas54.
que Tomás de Aquino se vale de la expresión «derecho Tal como se dijo, no es difícil percibir que, si se toma el
natural» en su sentido más estricto, necesariamente debe derecho natural como sinónimo de communissima, el ius
incluir el derecho de gentes dentro del campo de lo positivo, gentium no está comprendido en él, sino que es un derivado
de aquello que no es natural. Sin embargo, difícil sería suyo. Por eso puede resultar justificado el excluir al derecho
sostener que esta acepci6n constituye el sentido más propio de de gentes del contenido del derecho natural. Es lo que hace
la voz derecho natural. Tomás, y por eso en ciertas ocasiones incluye el ius gentium
b) U na segunda noción de derecho o ley natural está en el derecho positivo. Sin embargo, este sentido restringido
implícita en algunos pasajes, y coincide con lo que tampoco es el sentido propio de la voz «derecho natural».
entendemos por principios comunes de la ley natural. En este c) A pesar de utilizar en ciertas ocasiones los sentidos
sentido, s610 los communissima se podrían considerar restringidos expuestos con anterioridad, en Tomás siempre
derecho natural, mientras que los preceptos derivados, desde está presente la idea de un derecho que podríamos denominar
el momento en que se obtienen tras un trabajo, aunque sea «racional», que incluye los preceptos secundarios. Si, como
mínimo, de la razón humana, podrían llamarse derecho enseña el Aquinate, es propio de la razón el ver las cosas no
positivo, en un sentido amplio e impropio de esta expresión. sólo en sí mismas, sino también en lo que se refiere a sus
Lo más probable es que Tomás haga esta asimilación entre ius
naturae y communissima influido por su maestro, Alberto
53 Cfr. S. Ramírez, El derecho de gentes. Ediciones Studiwn.
51 Cfr. I-Il, 94, 2c. Madrid. 1955,47.
52 In EN, V, 12, n. 1019. 54 Cfr. también [-lI, 95, 4c.
188 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL
DERIV ACION POR «CONCLUSION» 189
consecuencias55 , queda abierto el camino para plantear una más amplia de derecho natural. Tomás lo explica en I-n, 95, 4
teoría iusnaturalista que vaya mucho más allá de la sola ad 1: "ciertamente el derecho de gentes, en cierto modo, es
biología. Sin embargo, para recorrerlo no necesitamos natural al hombre, porque es algo racional, ya que se deriva
salirnos del terreno de lo natural. Si se observa la obra tomista de la ley natural por vía de conclusi6n que no está muy lejos
con una perspectiva de conjunto, se verá que ella no está de los principios; por eso fácilmente convienen los hombres
afectada por lo que siglos más adelante será la oposici6n en él". Y a continuaci6n agrega: "no obstante, se distingue de
moderna entre naturaleza y cultura. Por eso Tomás no tiene la ley natural [en el sentido estricto de a. y b.l, máxime i en, el
ningún inconveniente para atribuir un carácter natural a lo que aspecto en que ésta [en el sentido de a.] es común a todos los
es s610 una conclusi6n de los primeros principios naturales56. animales".
No es casualidad el que esta ampliaci6n del concepto de Típico ejemplo de instituci6n de derecho de gentes es la
naturaleza y de derecho natural se haga precisamente al propiedad individual. Si un terreno se mira en absoluto, en su
tratarse del derecho de gentes, que es un derecho racional, nudo sentido físico, nada hay en él que exija el que sea
cuya realidad muestra la insuficiencia de los criterios apropiado por uno u otro hombre. En. carJ?bio, si se .atiende a
expuestos más arriba57 para explicar la proyecci6n de lo na- la finalidad de las cosas, "a la convemenCla del culuvo y a su
tural sobre la totalidad del ámbito jurídico. pacífico uso"64, sí resulta razonable su apropiaci6n
El ius gentium es el "derecho que se deriva de la individual65 y por eso se justifica la propiedad privada. Aquí
inclinaci6n propia de la naturaleza humana, en cuanto el se observa con claridad como lo natural, en la filosofía de
hombre es animal racional"58. Su contenido lo señala "la Tomás, no se reduce a 10 empíricamente dado.
raz6n natural"59, que descubre esas cosas "que entrañan Dado que el ius gentium se diferencia de los preceptos
evidente equidad"60. Tan naturales son esas cosas primarios de la ley natural y no participa plenamente de sus
"racionales", que "no requieren una especial instituci6n, sino propiedades, cabe errar en su conocimiento66 y se puede decir
que la misma raz6n natural las instituye"61. El derecho de que en cierto sentido es mutable. Ejemplo de la primera
gentes no es, por tanto, el producto de "cierta convenci6n posibilidad es la admisi6n de la esclav!tud, una. de las
entre los hombres"62, como sucede con el derecho positivo. instituciones que se consideraron en otro tIempo típicas del
Y, dada su "proximidad" a los "principios indemostrables" derecho de gentes. Ella es una conclusi6n err6nea, pero que
que son "naturalmente conocidos"63, puede ser contado entre se origina en un principio que sigue siendo verdadero: "es útil
las cosas justas por naturaleza e incluido dentro de una noci6n a un individuo ser dirigido por otro más sabio, y a éste ser
ayudado por aquel"67. Ya en Tomás ese principio funda, no la
esclavitud, como en Arist6teles, sino la servidumbre, una
55 Cfr. U-U, 57, 3c. instituci6n muy difundida en la Edad Media que supuso un
56 Cfr./n EN, V, 12. n. 1023. avance indudable respecto de la situaci6n anterior68•
57 Cfr. cap. IV. D. 2. a. y b.
58/n EN, V, 12, n. 1019.
59 U.U, 57, 3 ad 3.
64 II·JI, 57, 3e.
60 U-U, 57, 3 ad 3.
65 Cfr. idem.
61 U-U, 57, 3 ad 3.
66 Cfr. I·JI, 94, 4e.
62 U.U, 60, 5e.
67 Cfr. JI.JI, 57, 4 ad 2.
63/n EN, V, 12, n. 1018.
68 Cfr. U-U, 104, 5e y ad 2.
190 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL DERIV ACION POR «CONCLUSION» 191

Además de la posibilidad de error sobre el ius gentium, de la ley eterna", sino "una participaci6n de ésta"76, Tomás
está la cuesti6n de su mutabilidad. Piensa el Aquinate que "las dice que: "también los animales irracionales participan a su
cosas que son naturalmente justas, no como principios modo de la razón eterna, como la criatura racional. Pero la
comunes, sino como conclusiones derivadas de aquellos ( ... ) criatura racional participa intelectual y racionalmente de ella;
son en general rectas", pero "fallan en algunos casos"69, por eso la participaci6n de la ley eterna en la criatura racional
como se vio en el capítulo In de este trabajo. Esto da al ¡us se llama con propiedad ley, pues leyes algo propio de la
gentium un estatuto peculiar, porque si bien es derecho natu- raz6n. Pero las criaturas irracionales no participan de este
ral, por ser conclusi6n de los principios universaJes 70, sin modo de la ley eterna; por eso [su participaci6n] s610 puede
embargo, como puede variar en algunos casos, no tiene la denominarse ley por cierta semejanza"77. En la misma línea, y
necesidad absoluta de que es propia de los preceptos entrando al ámbito antropol6gico, el Aquinate sostiene que "si
primarios7!, las inclinaciones de cualquier parte de la naturaleza, v. gr. de
Al contrastar las diversas nociones de derecho natural--en la concupiscible y de la irascible ( ... ) pertenecen a la ley
especial la que lo hace común a todos los animales-- con esta natural", ello será "en cuanto reguladas por la razón"78.
idea de derecho "racional"72, hay que tener en cuenta que esta Por todo lo visto resulta patente que, en el pensamiento
última es la que realiza más plenamente el concepto de tomista, el ius gentium se incluye dentro del ius naturae, en
derecho, puesto que se da entre individuos de la misma cuanto que las conclusiones derivadas de los primeros
especie, y «derecho» supone siempre relaciones entre seres principios participan del carácter natural de éstos. También
caracterizados no s610 por la alteridad, sino también por cierta puede entenderse mejor por qué es ¿err6neo asignar a
igualdad 73 . Para corroborar lo que se afirma, se puede re- determinadas leyes positivas la cualidad de ser derivadas por
cordar aqllí que a lo largo del Tratado de la Ley queda claro vía de «conclusi6n», cuesti6n que, como se mostró, es impo-
que, en un sentido propio, sólo el hombre goza de la ley sible. Ahora corresponde examinar la terminología que ha
natural, pues ningún otro animal tiene "una participación originado estas dificultades y las causas de su utilizaci6n por
natural de la sabiduría divina"74 que lo lleve a conocer ciertos parte del Aquinate.
principios generales de orden práctico, aunque sea de una
manera s610 imperfecta75.
De ahí que en dicho Tratado la pregunta sea más bien la
inversa: si puede decirse que los animales están sujetos a la
ley natural. Tras explicar que la ley natural no es "algo distinto

69 ¡-TI, 94, 4 ad 2.
70 Cfr. In EN, V, 12, n. 1023.
71 Cfr. In EN, V,12,n.1023.
72 1-11, 95, 4 ad 1.
73 Cfr. 11-11, 57, 4c. 76 I-TI, 91, 2 ad 1.
74 ¡-TI, 9!, 3 ad 1. 77 I-TI, 91, 2 ad 3.
75 Cfr. 1-11, 91, 3 ad 1. 78 ¡-TI, 94, 2 ad 2.
192 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL DERIV ACION POR «CONCLUSION» 193

E. TRADICION y ORIGINALIDAD EN LA NOCION las aves"80. En este sentido, se dice que el derecho natural
TOMISTA DEL /US GENT/UM difiere del ius gentium, el cual "se deriva de la inclinación
propia de la naturaleza humana, en cuanto el hombre es animal
l. La diversa terminología de las fuentes del concepto de racional"81.
ius gentium Así se explica que Tomás, que siempre procura respetar el
lenguaje de las fuentes, distinga ambos derechos ~. mcluso
a) Lenguaje de los juristas y lenguaje de los filósofos llegue a incluir al derecho de gentes dentro del POSItiVO, que
es la consecuencia que se sigue de adoptar el criterio
No es diffcil descubrir las razones que llevaron a Tomás a romanista. Sin embargo él es consciente de estas diferencias
utilizar con significados tan diversos las expresiones ley y terminológicas, y en seguida deja constancia de que en el
derecho natural. Nuestro autor estaba atento a la realidad lenguaje de los filósofos (Aristóteles), tanto el derecho que se
circundante, al lenguaje que utilizaban su contemporáneos y a funda en la racionalidad del hombre como aquel que se apoya
las autoridades que tenían por válidas. Por eso, cuando se en su naturaleza animal, "están comprendidos bajo lo justo
propuso hablar del derecho, no tuvo en su ánimo construir un natural"82.
nuevo sistema y crear una terminología original, sino que Debe reconocerse que Aristóteles no distinguió entre
atendió a lo que en su época constituía un patrimonio común ambos. aspectos de lo justo natu;al, ~ que su desar;olIo en
de la humanidad. Para tales efectos, debió acudir a las fuentes estas materias es notablemente mfenor al de su discípulo
que tratan del tema, que son muy distintas y en no pocas medieval. Tomás, por su parte, que conoce la r.eflexi?n de los
ocasiones parecen contradecirse entre sí. Aristóteles, los juristas latinos, se vale de ciertas categorías aflstotélIcas para
autores y textos romanos, Isidoro de Sevilla y, alguna vez, iluminarla y darle un fundamento filo.sófico: "Mas ?ebe
los canonistas, son las autoridades citadas por Tomás en los considerarse --dice en el Commentanum- que lo Justo
textos pertinentes. Su esfuerzo consiste en exponer una visión natural es a lo que inclina la naturaleza del hombre. Pero en el
de lo jurídico que tome estos variados elementos y procure hombre se observa una doble naturaleza. Una en cuanto es
armonizarlos. animal que le es común con los demás animales. Otra es la
Ya en Commentarium in X Libros Ethicorum Aristotelis ad natural~za del hombre que le es propia en cuanto es hombre,
Nicomachum se hace cargo de estas dificultades, y deja en la medida que según razón discierne lo torpe y lo
constancia de los diversos usos lingüísticos que sigue cada honesto" 83.
tradición doctrinal. Así, en la opinión de "Ios juristas" De este modo, según sea el aspecto de la naturaleza
(romanos), el derecho natural es "10 que se deriva de la humana que se enfatice, se obtendrá como resultado una u
inclinación de la naturaleza común al hombre y al resto de los
animales"79. Un famoso texto del Digesto expone cuál es esa
concepción romana del ius natura/e: "es derecho natural aquel 80 Dig. 1, 1, 1,3. Este texto, a su vez, está inspirado en la doctrina
que la naturaleza enseñó a todos los animales, pues este de U1piano, que estaría influido por las opiniones de. Séneca, el cual
derecho no es propio del género humano, sino común a todos afinnaba la existencia de un derecho natural comun a hombres y
) animales, e incluso por los pitagóricos y Empédocles (cfr. S. Rarnírez,
los animales de la tierra y del mar, también es común a todas
El derecho de gentes. Ediciones Studium. Madrid. 1955,18-19 Y 22-24).
81/ n EN, V, 12, n. 1019.
82/n EN, V, 12, n. 1019.
79/ n EN, V. 12, n. 1019. 83 In EN, V, 12. n. 1019; cfr. [-11,94, 3 ad 2.
194 DERN ACION POR «CONCLUSION» 195
RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL

otra. idea de derecho natural. El apego de Tomás a la Es decir. aunque el sistema jurídico de Roma se
termlOologfa de las fuentes se observa en el caso de su recurso caracterizaba por el formalismo y por su validez quedaba
a Isidoro. Dice el Hispalense que "el derecho puede ser limitada a sus solos ciudadanos. los juristas reconocen "en él
n.atural, civil o de gentes"84. Esta división no parece ser muy hay instituciones que se consideran como de validez general
ngurosa, ni solucionar el problema de la naturaleza del ius para todos los pueblos relacionados ?on. ~oma, porque se
fundan. más que en la forma, en el pnnclplo de lealtad a la
It,entium. Sin embargo, tiene la ventaja de dar una mayor
hbenad, al no forzar la inclusión del derecho de gentes en el palabra dada. es decir. lafides"86.
derecho positivo. Por eso Tomás se vale de ella en U-U 57 3 En algunos casos. estas instituciones eran --d~ hecho--
y la utiliza como base de autoridad para exponer una d~~a universalmente aceptadas. como la esclavltud87 • la
ocupación88 o la adquisición de la propiedad ~r tradición :.
8
que permite descubrir en qué sentido el ius gentium es
?ere~ho natural (doctrina que Isidoro jamás podría haber Otras veces se trataba más bien de hallazgos feltces del gemo
ImaglOado ). jurídico romano. susceptibles de ser extendidos a otras
C~be advertir que el respeto del Aquinate por las naciones, como. por ejemplo. la idea de que. la compraventa
autondades doctrinales -muy propio de los medievales-- no presenta un carácter consensual-se perfecc~ona por el mero
de~ dejar oculta la originalidad de su reflexión. La noción consentimiento--. lo que supone un refinamiento conceptual
tomista de ius gentium contiene una riqueza muy superior a la que difícilmente podría hallarse en otros pueblos de esa época.
de los romanos o Isidoro. como se verá a continuación. tras
exponer lo que estos predecesores entendían por derecho de ii) Comienzo de la distinción entre ius naturae y ius
gentes. Aunque este trabajo no tiene un propósito histórico. gentium
en este caso resulta imprescindible dar un resumen de algunas
de las investigaciones más interesantes sobre el tema. Más adelante. la influencia del estoicismo lleva a .dife-
renciar entre derecho natural y de gentes. Para esta comente,
b) lus naturae y ius gentium en el derecho romano la naturalidad del primero se funda "en el instinto" y. como
quiera que los animales ta~bién lo poseen. "no hay
i) Época de indiferenciación inconveniente para hacer partíCipes del derecho natural a los
animales"90. Aquí parece fundarse la fa~osa definici?n de
. ~Ivaro d'Ors señala que durante la época de la derecho natural que aporta el Digestum CItada más amba, y
]unsprudencia romana que va hasta el siglo III d. C .• "los los ejemplos de este derecho que allí se nos entregan, los
romanos identificaban el jus naturale con el jus gentium o
d~r~cho de gentes. en tanto distinguían ese derecho del jus
Clvlle .. Entendiendo por jus civile aquel derecho que era conceptos de ius na/urae y ius genlium es puesta de relieve también por:
exclUSIVO de Roma. lIamabanjus gentium o naturale a aquel M. B. Crowe. "SI. Thomas and Ulpian's Natural Law", en AA.VV .• SI.
otro derecho que concebían como común a los otros pueblos Thomas Aquinas. 1274-1974. Commemorative Studies. vol 1. Pontifical
civilizados. aunque no a los bárbaros"85. Institute of Mediaeval Studies. Toronto. 1974. 261-282.
86 A. d·Ors. Derecho Privado Romano. Eunsa. Pamplona. 1981.31.
87 Cfr.A. d·Ors ... Ante ...... 7.
84 Etym%giarum. V. 4. 88 Cfr. A. d·Ors. Derecho ...• 220_
85 A. D' Ors. "Ante el actual renacimiento del fus Na/ura/e". en Foro 89 Cfr. A. d·Ors. Derecho •..• 226.
Gallego. n. 79 (segunda época). 1951. 6. Esta asimilación entre los 90 A. d'Ors. "Ante ... ", 7.
196 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL DERIV ACION POR «CONCLUSION,. 197

cuales sonarán familiares al lector de Tomás91 : "De ahí -dice arrendamientos, y las obligaciones, con excepción de algunas
el texto romano-- se deriva la unión del macho y de la hembra introducidas por el derecho civil"98.
que nosotros denominamos matrimonio; de ahí la procreación Por lo mismo que la noción romana de derecho natural no
de los hijos y de ahí su educación. Pues vemos que también reviste gran utilidad, los juristas no se ocuparon de establecer
los otros animales, incluso los salvajes, parecen tener sus relaciones con el derecho positivo. En cambio, sí aluden a
conocimiento de este derecho"92. la vinculación que se da entre éste y el ius gentium en un
El tema que lleva a pensar a los estoicos que el derecho de breve texto de D. 1, 1, 9: "Todos los pueblos que se
genu: s se .dif~re~cia del ~~tural es la esclavitud. Puesto que en gobiernan por leyes y costumbres, usan en pane su derecho
un nivel instintIvo los hIJos de los esclavos nacen tan libres peculiar, en pane el común a todos los hombres".
como los de los hombres libres, no puede decirse que la
esclavitud venga enseñada sin más por la naturaleza, luego iü) El ius gentium como fuente
debe colocarse dentro del derecho de gentes. Esta es una
doctrina de Ulpiano, que el Digesto recoge al decir que: "es Una circunstancia política contribuyó a que el ius gentium
derecho de gentes aquel que usan todos los pueblos humanos. adquiriese una nueva fisonomía, tras haber sido distinguido
El cual debe entenderse fácilmente que se distingue del natural del ius naturae. Tradicionalmente el ius gentium había jugado
porque el natural es común a todos los animales y el de gentes el papel de un ordenamiento no escrito que regía las relaciones
únicamente a los hombres entre sí"93. entre romanos y peregrinos, ya que a estos últimos no se les
La noción romana de ius gentium tiene un contenido más podía aplicar un derecho de índole personal, como era el de la
variado que la de ius naturae, según se observa de los urbe. Pero en el 212, la Constitutio Antoniniana concedió la
principios que nos transmite el Digestum94 : así, "por ejemplo ciudadanía romana a todos los súbditos libres del Imperio,
la religión para con Dios, que obedezcamos a los padres y a I~ con lo cual desapareció la diferencia entre romanos y
patria"95; "que rechacemos la violencia y la injusticia"96; peregrinos, y el ius gentium se transformó, de ordenamiento,
"también las manumisiones son propias del derecho de en fuente capaz de explicar la existencia de aquellas
gent~s", ya qu~ por él "apareció la esclavitud"91 y finalmente, instituciones que se fundan en el sentido común, como es el
termina recogIendo la síntesis de Hermogeniano: "por este caso -según se pensaba- "de la esclavitud y de la guerra
derecho de gentes se introdujeron las guerras, se separaron que la ocasionaba"99.
los pueblos, se fundaron los reinos, se distinguieron las
propiedades, se pusieron lindes a los campos, se elevaron iv) El ius gentium en Bizancio
edificios, se instituyeron el comercio, las compraventas, los
Distinto es el caso de Bizancio. AIlf se sigue manteniendo
la distinción entre derecho de gentes y natural, aunque cambia
91 Cfr.ll-ll, 57, 3c y 1-11,94, 2c. la idea que se tiene de este último, como puede observarse en
92 Dig . 1, 1, 1,3.
93 Dig. 1, 1, 1,4.
94 Que, a su vez, recoge textos de épocas anteriores, como puede 98Dig.I,I,5.
comprobarse de su propia leelura.
99 A. D'Ors, "En lomo a la definición isidoriana del ius gentium", en
95 Dig . 1, 1,2.
id., Papeles tkl oficio universitario. Rialp. Madrid. 1961, 287. Esta
96 Dig., 1, 1,3. circunstancia política lendrá importancia en la renexión tomista sobre el
91 Dig. 1, 1,4. lema (cfr. cap. IV. E. 3)
198 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL DERIV ACION POR «CONCLUSION» 199

la obra legislativa de Justiniano. "Según éste --enseña del derecho de gentes al campo internacional habrá que
d'Ors--, el derecho natural es una norma eterna e inmutable esperar a Isidoro de Sevilla, autor que ejercerá una gran
puesta por Dios para todo el género humano. Los animales, influencia en la Edad Media
por tanto, quedan excluidos de él, en tanto nos afIrma con
tajante decisión la libertad natural de todos los hombres, lo c) La idea medieval del ius gentium: Isidoro de Sevilla
que implica que la esclavitud, siendo de derecho de gentes, no
sea de derecho natural"IOO. Otra de las fuentes más citadas por Tomás en su fIlosofía
Este derecho se habrfa originado en la misma Providencia jurfdica es la obra Etymologiarum, de Isidoro de Sevilla. Este
divina lOI , y habría sido oscurecida por la legislación de los autor de los siglos VI y VII se sitúa en un ambiente cristiano,
siglos posteriores a la creación del hombre 102. Corresponde lo mismo que Justiniano, lo que explica el que muchas de sus
ahora al Príncipe cristiano, por tanto, restituirlo a su primitivo afirmaciones se aparten de los criterios romanos
esplendor. Esta nueva concepción que aporta Justiniano queda tradicionales105, como se verá a continuación.
reflejada en lnstitutiones 1, 2, 11: "El derecho natural, que se En primer lugar, el Hispalense abandona la idea de un
observa igualmente por todas las naciones, establecido por derecho natural de índole zoológica Su defInición denota una
cierta providencia divina, permanece siempre firme e cierta inspiración ciceroniana lO6 : "derecho natural es lo que es
inmutable". común a todos los pueblos, y existe en todas partes por el
En cuanto al derecho de gentes, Justiniano se mantiene en simple instinto de la naturaleza"107. Su contenido es mucho
la línea de la tradición anterior y lo distingue del derecho más amplio del que proponían los juristas romanos: abarca no
natural. Pero no los diferencia por estimar que éste se funda sólo realidades físicas, como la unión de hombre y mujer,
en el instinto y es común a hombres y animales, sino porque sino también la posesión común de todas las cosas, la restitu-
el ius gentium contiene desde siempre algunas instituciones ción de 10 debido, el rechazo de la violencia por la violencia y
"como la cautividad y la esclavitud que son contrarias al "otras cosas semejantes que no pueden considerarse nunca
derecho natural, pues según éste todos los hombres nacían injustas, sino naturales y equitativas"108. Como puede verse,
libres desde un principio"103. Otro aspecto en el cual se man- a esta altura ya ha incluido en el derecho natural diversos
tiene la continuidad es el del contenido del derecho de gentes, elementos tomados de ese derecho racional que para los
que para los orientales sigue siendo fundamentalmente de romanos era el ius gentium.
derecho privado. Si se habla, por ejemplo, de la guerra, es
porque de ella se obtienen los esclavos lO4 . Para la traslación

105 Aunque también difieren de las concepciones justinianeas, cuyos


100 dtOrs~ "Ante...... 9. textos jurfdicos no parece haber conocido, si bien participan de las
101 Nótese cierta proximidad entre esta la idea y la concepción mismas influencias posclásicas, cfr. A. d'Ors, Presupuestos cr(ticos para
tomista de la ley natural como participación de la ley eterna en la creatura el estudio del Derecho Romano. Theses et Studia Philologica
racional. Salmaticensia. Salamanca. 1943,82-3.
102 Cfr. A. d'Ors, "La actitud legislativa del Emperador Justiniano", 106 No es correcto identificar, sin más, la filosofía jurfdica de Cicerón
en id., Nuevos pape/es sobre e/ ofICio universitario. Rialp. Madrid. 1980, con el estoicismo. La misma noción de derecho natural del Arpinate hace
349-350. ver algunas de estas diferencias.
103lnslitUliones, 1, 1, 2. 107 Etym. V, 4.
104 Cfr. A. d'Ors, "En tomo ... ", 282. 108 Erym. V, 4.
200 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL DERIY ACION POR «CONCLUSION» 201

Es así como el cambio más importante se observa en el abandona por completo la perspectiva privatista del ius
concepto que de ahora en adelante se dará de derecho de gentium, lo cual se explica porque en el medioevo ya ha
gentes. y a se vio que Isidoro excluye de él una serie de casos, desaparecido el Imperio Romano de Occidente, en cuyo seno
como el rechaw de la violencia, que los romanos incluían en se vinculaban los diversos pueblos, mientras que "el Imperio
el ius gentium/ 09 y que en el Hispalense pasan a ser Bizantino es una potencia extraña, con la que los reyes
simplemente naturales. Por otra parte, tampoco contempla los visigodos se relacionan en un plano propiamente
actos de comercio privado, como la compraventa 110. En internacional. Para San Isisdoro, el ius gentium es el
cambio expande la noción de ius gentium hacia el campo de ordenamiento de interrelación observado por las naciones, no
las relaciones internacionales. Es así que la idea moderna del ya una fuente de donde proceden una serie de instituciones
derecho de gentes como el derecho de la guerra y la paz 111 públicas y privadas"115.
tiene su origen en este texto de Isidoro: "El derecho de gentes Cabe destacar que, dado que Isidoro mantiene una división
se manifiesta en la ocupación de tierras, construcciones de tripartita del derecho, distinguiendo entre "natural, civil o de
edificios, fortificaciones, guerras, prisioneros, servidumbres, gentes"116, quedan en pie algunos problemas como el de la
restituciones, tratados de paz, armisticios; comprende también naturaleza última del ius gentium o el de por qué, a pesar de
la inviolabilidad de los embajadores o la prohibición de su reconocimiento casi universal y de la razonabilidad de sus
contraer matrimonio con personas extranjeras. Y se llama disposiciones, no puede ser considerado natural. Hablando
derecho de gentes porque tiene vigencia en casi todos los con rigor, para Isidoro el derecho de gentes vendría a ser un
pueblos"112. derecho positivo de carácter internacional. Pero si se repara en
A primera vista, esta definición parafrasearía la peculiar sus instituciones, no falta alguna que parece impuesta por la
afirmación de Hermogeniano recogida en D. 1, 1,5 113 , pero naturaleza misma de la coexistencia humana, como podría ser
no es así. Para los romanos la guerra entraba en el ius genti'4'l "la inviolabilidad de los embajadores" 117.
sólo por un conducto indirecto, como causa de la esclavitud, La influencia de Isidoro traspasa por entero la Edad Media
mientras que aquí adquiere un papel relevante l14 . Isidoro y alcanza hasta el Decretum de Graciano (1140), que es otra
de las fuentes invocadas por Tomás de Aquino. Esta obra de
derecho canónico recoge las afirmaciones isidorianas y da a
109 Cfr. Dig. 1, 1,3. entender que tanto el derecho de gentes como el civil se
110 Cfr. Dig. 1. 1. 5. incluyen dentro del positivo. Su autor mantiene una perspec-
111 Esta terminologra se fue perdiendo a 10 largo del siglo XX, donde
se impuso la denominación «derecho internacional público».
112 Etym., Y, 6. concertar la paz (cfr. A. d'Ors, "Nacionalismo en crisis y regionalismo
113 "Por este derecho de gentes se introdujeron las guerras, se funcional". en Papeles ...• 311).
separaron los pueblos, se fundaron los reinos. se distinguieron las 115 A. d'Ors, "En tomo ...... 296. En cuanto a la norma que prohibe
propiedades, se pusieron lindes a los campos. se elevaron edificios, se el matrimonio entre extranjeros, ella no significa una reinserción de lo
instituyeron el comercio. las compraventas, los arrendamientos, y las privado en el ius gentium. Esta disposición -que es contraria a la libertad
obligaciones, con excepción de algunas introducidas por el derecho civil" natural de elegir cónyuge- se incluye aqur porque "presupone una
(Dig. 1, 1.5). contraposición de nacionalidades. es decir. porque es una norma
114 Tanto es asr que, siglos después, en la edad moderna se 'internacional' en sentido moderno" (ibid .• 290).
considerará como sujeto de derecho de gentes a quien sea capaz de hacer la 116 Etym., Y, 4.
guerra por sr solo, ya que ese es el único sujeto que está habilitado para 117 Etym., Y. 6.
202 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL DERIV ACION POR «CONCLUSION» 203

tiva teológica, como puede apreciarse cuando dice que "dere- tradición filosófica. Se da así la paradoja de un pensamiento
cho natural es el que se contiene en la Ley y el Evangelio"118 que hace lo posible por ocultar su novedad y que expresa con
definición que Tomás explica en I-lI, 94, 4 ad 1. ' lenguaje antiguo ideas que son originales. Pero, junto con este
procedimiento, Tomás introduce algunas precisiones
2. La respuesta de Tomás de Aquino: un esfuerzo filosóficas que permiten comprender la realidad que se estudia
clarificador y descubrir la parte de verdad que hay en cada una de las
opiniones que va confrontando a lo largo de su obra. A
Muchas veces se ha destacado la actitud intelectual de continuación se exponen algunas de esas herramientas
Tomás, que lo lleva a conciliar con habilidad fuentes muy doctrinales que permiten al Aquinate clarificar la noción de ius
diversas, a hacer una interpretación benévola de las gentium:
afirmaciones ambiguas u oscuras, y a buscar la verdad
dondequiera que se halle. Difícil sería dar con un tema en el a) Nociones filosóficas utilizadas para esclarecer la
que esto sea tan notorio como en el tratamiento tomista del ius cuestión
gentium. Nuestro autor tuvo enfrente la tarea de concordar
opiniones tan dispares como la concepción zoológica del Entre las nociones filosóficas que entran en juego en el
derecho natural mantenida por Ulpiano y la idea de un derecho tratamiento de la cuestión, pueden señalarse las siguientes:
natural estrechamente vinculado a la Revelación, que se ve en i) La primera se refiere a las diversas nociones de
la obra canónica de Graciano. Por otra parte, en cuanto al ius naturaleza humana que pueden fundar una determinada idea de
gentium mismo, no parecía conveniente abandonar la doctrina derecho natural o de gentes. Una observación fundameJltal es
aristotélica, que considera natural todo aquello que es conclu- la que se hace en el Libro V del Commentarium de la Etica a
sión de premisas naturales, pero el mantenerla hacía difícil Nic6maco, que ya se ha recogido más arriba: "en el hombre se
aceptar las opiniones romanas, tanto clásicas como observa una doble naturaleza. Una en cuanto es animal, que le
justinianeas, que coinciden en situar el derecho de gentes es común con los demás animales. Otra es la naturaleza del
dentro del derecho positivo, idea que también está presente en hombre que le es propia en cuanto es hombre, en la medida
Isidoro. que según razón discierne lo torpe y lo honesto"120.
La tarea del Aquinate presenta una dificultad adicional, en ii) La segunda hace referencia a los modos en que pueden
cuanto él procura utilizar hasta donde sea posible la vincularse los términos que dan origen a la relación jurídica.
terminología de la fuente cuya autoridad invoca en cada Si "el derecho o lo justo natural es aquello que por su
caso l19. A diferencia de los autores modernos, él no pretende naturaleza es ajustado o adecuado a otro"121, los modos en
crear un vocabulario nuevo, sino continuar la reflexión de una que se produzca ese ajustamiento traerán consigo diversas
nociones de derecho natural. Una de las formas de ver los
términos de la adecuación es considerar "la cosa absoluta-
118 Decr. 1, 1, prol. En realidad, como lo ha mostrado Hervada,
resulta discutible pretender que aquC se esté dando propiamente una
definición de derecho natural (cfr. J. Hervada, "Notas sobre la noción de
Derecho natural en Graciano", en id., Escritos de Derecho Natural.
EUNSA. Pamplona. 1986,298-329).
119 Si no se tiene presente esta circunstancia, se le atribuirán 120 ln EN, V, 12, n. 1019. Cfr. 1-11, 94, 3 ad 2.
contradicciones que no son tales. 121 11-11,57, 3c.
204 RAZON ~RAcrICA y DERECHO NATURAL DERIV ACION POR «CONCLUSION» 205

mente y en sí misma"122, la otra es observarla "en relación a impone lo contrario"130. Con esta última acepción, Tomás
sus consecuencias"123. recoge una noción puramente estática y biológica de
Como puede verse, si se atiende al hombre ep su aspecto naturaleza: sería lo que no proviene de una inclinación natural,
de racionalidad (cfr. i) y se miran las cosas en su faz dinámica ni del arte, ni de la intervención de la razón. En esta acepción,
--en relación con sus consecuencias (cfr. ii}-- se advertirá lo natural vendría a significar simplemente [o dado, por
que ese par de observaciones de índole filosófica permiten a ejemplo, la desnudez en la que el hombre vie~e al mundo o la
Tomás incluir el derecho de gentes dentro del natural. y si en indivisión originaria en la que se hallaba la oerra antes de su
algunas oportunidades lo excluye, es porque también han apropiación individual l3l .
variado las nociones de naturaleza y justo natural que están en
la base de su consideración, ya sea porque entiende la primera b) Criterios de interpretación de las fuentes
en sentido zoológico, ya porque considera al segundo en sí
mismo, con una perspectiva absoluta. Teniendo presente las anteriores observaciones, se
iii) Otra importante elaboración de la doctrina tomista es la expondrán ahora algunos de los criterios con los que Tomás
ya comentada distinción de niveles entre los principios de ley interpreta las fuentes en esta materia132.
natural 124. Algunos de ellos -los principios comunes-
corresponden a las inclinaciones más primarias del hombre y i) Textos romanos
son universalmente accesibles. Los preceptos derivados, a su
vez, no son tan accesibles como los principios comunes, se En los pasajes en donde Tomás sigue la terminología del
originan por «conclusión» a partir de éstos, y, según Finnis, iusnaturalismo zoológico de los textos jurídicos romanos 133 ,
se refieren a los medios para acceder a los fines que indican se ve forzado a excluir el ius gentium del ius naturae, tanto
los communissima 125 . En este nivel de preceptos, que porque se está valiendo de la noción «biológica» o «física» de
corresponde al ius gentium, cabe afirmar cierta mutación l26, naturaleza134, como porque considera las cosas en su simple
lo mismo que es posible errar en su conocimiento l27 . individualidad y no en orden a sus consecuencias 135 .
iv) Por último, algunas curiosas observaciones de
Isidoro l28 , dan pie para que Tomás distinga entre otros dos ii) Aristóteles
sentidos en los que algo puede considerarse de derecho
natural. Uno, el habitual, en cuanto "a ello inclina la El recurso a Aristóteles no le ofrece problemas, por más
naturaleza"129. El otro, en la medida en que "la naturaleza no que este autor no haya atendido a la cuestión del derecho de
gentes, que se planteó en Roma siglos más tarde. El hecho de

122 u-u, 57, 3c.


123 JI-JI, 57, 3c. 130 I-JI, 94, 5 ad 3.
124 Cfr. capítulos J, JI y JII. \31 I-JI, 94, 5 ad 3.
125 Cfr. cap. JII. C. 5. 132 Parece importante hacerlo así por razones pedagógicas, aun a
126 En el sentido explicado en el cap. JIf. riesgo de reiterar cosas ya dichas.
127 Cfr. cap. JII. C. 1. 133 Cfr. In IV Senl. d. 33, q. 1, a. 1 ad 4; J-JI, 95, 4 ad 1.
128 Cfr. Etym. V, 4. 134 Cfr. supra cap. IV. E. 2. a. i.
129 J-J!, 94, 5 ad 3. 135 Cfr. supra cap. IV. E. 2. a. ii.
206 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL DERN ACION POR «CONCLUSION» 207

que. ~u división fundamental sea entre derecho natural y pasajes de la Summa Theqlogiae 141 , y se desarrolla también
poSIttvO hace pensar que Tomás lo inJerpreta bien cuando dice en el Commentarium a la Etica/42 •
que "ambos derechos", el "que se deriva de la inclinación iii. c) En cuanto a la afirmación isidoriana de que la
propia de la naturaleza humana, en cuanto el hombre es animal posesión común de los bienes y el estado de libertad son de
racional" y el que "se deriva de la inclinación de la naturaleza derecho natural 143 , Tomás le aplica la doctrina expuesta en
común al hombre y al resto de los animales" "están
comprendidos bajo lo justo natural como aquí lo 'toma el más arriba l44 , que permite enJender en qué sentido (estático)
esas cosas se dicen naturales, puesto que la naturaleza no las
Filósofo"136. De esJe modo, la autoridad de Aristóteles viene impide.
a avalar la naturalidad del derecho de gentes. iii. d) Si en I-I1, 95, 4c Tomás sitúa el derecho de gentes
dentro del positivo, es porque allí defiende que una división
iü) Isidoro de Sevilla
mantenida por Isidoro no es errónea145 . Este autor distingue
entre leyes divinas (que se fundan en la naturaleza) y humanas
Quizá sea Is~doro el autor que más problemas presenta a (que se basan en las costumbres). Puesto que el derecho
Tomás de Aqu~no, Po! lo cual se ve obligado a introducir
numerosos matIces al Interpretar su pensamiento. Veámoslo natural l46 está compuesto por leyes divinas y es universal e
en detalle. inmutable! debe concluirse entonces que, desde este res-
iü. a) Se enseña en Etymologiarum que el derecho natural pecto, el tUS gentium debe ser considerado humano o posi-
"es común a todos los pueblos" y que "exisJe en todas partes tivo, lo mismo que el derecho civil.
por el simple instinto de la naturaleza" 137. Esto, en rigor, sólo
puede decirse de modo absoluto respecto de los com- iv) Graciano
munissima, que son plenamenJe universales 138 . En lo que respecta a la idea de ius naturae mantenida por
iii. b) El énfasis de Isidoro en la universalidad e Graciano, Tomás prefiere no criticar su aparente
inmutabilidad del ius naturae lo hacía excluir la naturalidad del sobrenaturalismo y la somete a una interpretación benévola.
ius gentium, que es común a "casi" todos los pueblos 139 ya Así, dice que sus palabras: "no se han de entender como si
que en la medida en que éste se basa en las costumb~es todo lo que se contiene en la Ley y en el Evangelio sea de ley
fácilmente cambiará de un lugar a otro 140. Tomás, por ei
contrario, en uno de los hallazgos más notables de su teoría
iusnaturalista, interpreta el escueto texto aristotélico de EN
1134 b 18-1135 a 4, y muestra que la naturalidad del derecho
n!ltural no ~x~luye que pueda experimentar cambios bajo 141 Como T-JI, 94, 4 Y TI-JI, 57, 2 ad 1.
ciertas condiCiones. Esta Idea se da por supuesta en diversos 142 Cfr. In EN, V, 12, n. 1028 ss.
143 Cfr. Etym., V, 4.
144 Cfr. cap. IV. E. 2. a .. iv.
145 M. B. Crowe hace notar que la división del derecho humano en
136 In EN, V, 12, n. 1019. derecho de gentes y derecho civil no está explícitamente formulada por
137 Etym. V, 4. Isidoro ("St. Thomas and Ulpian's Natural Law", en AA. VV. SI.
138 Cfr. 1-11, 94, 4, 5 y 6. Thomas Aquinas. 1274-1974. Commemora/ive S/udies, vol. 1. Pontifical
139 E/ym. V, 6. Institute ofMcdiaeval Studies. Toronto. 1974, 280).
140 Cfr. E/ym. V, 2. 146 Si se atiende a lo que dice Isidoro en Etym. V. 2.
208 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL ) DERIV ACION POR «CONCLUSION» 209

natural, habiendo allf muchas cosas que superan a esa ley; Al mismo tiempo, al incluir al ius gentium -cuya cierta
pero las que son de ley natural se enseñan allí plenamente"147. variabilidad llevaba a algunos a situarlo en el terreno de lo
Graciano, al igual que Isidoro, proclama la inmutabilidad positivo- dentro del derecho natural, recalca la flexibilidad
de este der~cho, que "comenzó desde el principio de la que caracteriza a los preceptos derivadosl 49 y muestra que la
creatura racIOnal. Y no se cambia con el tiempo, sino que práctica más o menos generalizada de una institución es un
permanece inmutable"148. Lo que hace Tomás en este caso es importante indicio para determinar su naturalidad, si bien no
introducir las distinciones explicadas más arriba y mostrar es el criterio decisivo, ya que en materia de principios
en qué sentido la ley natural es inmutable y en qué derivados es posible que se dé el error.
respectos puede afirmarse que cambia. Todo lo que se dice aquí, debe conectarse con lo que se ha
señalado en otras partes de esta obra, a propósito de los
3. El concepto de ius gentium en Tomás de Aquino principios derivadosl 50. Así como, en ocasiones, Tomás se
vale del decálogo para poner ejemplos de principios
A modo de resumen, cabría decir lo siguiente: Tomás de secundarios de ley natural, aquí recurre a otra categoría
;\quino mantie~e !as fórmulas de sus predecesores, pero les histórica, la de derecho de gentes. En ambos casos quiere
mfunde una VItalIdad muy superior y las incluye en una mostrar lo mismo: la existencia de principios naturales que no
concepción de mayor profundidad. Hasta ese momento, las se dan de modo inmediato, sino que deben ser descubiertos
posturas tendían a dividirse entre quienes, como los romanos por los hombres, y en cuyo conocimiento los usos de los
ha~ían del ius gentium un derecho privado de aplicación má~ pueblos más cultivados pueden aportar una valiosa ayuda. La
umversal, y los que, como Isidoro, lo asimilaban a lo que hoy diferencia está en que la idea del decálogo se daba en el
se llama «derecho internacional público». contexto judeocristiano y la del derecho de gentes ~e había
Al concebirlo como natural, el Aquinate puede permitirse originado en el ámbito romano y tenía un contemdo más
una flexibilidad que lo lleva a tomar lo que haya de natural en amplio.
amb~s corrientes de expresión jurídica, ya se refieran a Por otra parte, lo fundamental para entender el derecho de
relaCIOnes entre particulares ya aludan a las que se dan entre gentes no es determinar si se trata de un ordenamiento que
las naciones. Esto puede verse, v. gr. en 1-11, 95, 4c, que regula relaciones públicas o si en cambio se refiere sólo a las
muestra la vinculación entre una institución de derecho de de índole privada. En esta disyuntiva se está suponiendo la
gentes y los principios derivados y comunes de ley natural idea no demostrada de que es un ordenamiento, perspectiva
que la hacen posible. Allí trae a colación uno de los ejemplos ésta muy afín a las escuelas modernas del derecho natural.
de ius gentium preferidos por los romanos, la compraventa, y Quizá la clave está en que Tomás concibe el ius gentium -y
I~ reconduce a su fundament~ último, la sociabilidad, que se el entero derecho natural- no como un ordenamiento o
vmc~la con un precepto ~omun ?e ley nat~ral, al tiempo que sistema, sino como una fuente inspiradora de la realidad
explica que, de no mediar los mtercamblOs de bienes los jurídica, capaz de influir tanto en el interior de las sociedades
hombres no podrían realizar -para decirlo en terminol~gía como en las relaciones que se dan entre los pueblos. La
actual- el «valor básico» de la convivencia connotación de común a los diversos pueblos que, a lo largo
de la historia, mantuvo la idea de derecho de gentes, la hacía

147 I-n, 94, 4 ad I. 149 Cfr. cap. JII. C. 3 y 4.


148 Cit. en I-U, 94, 5 sed contra. 150 Cfr. cap. JII.
210 RAZON PRACf¡CA y DERECHO NATURAL ) DERIV ACION POR «CONCLUSION» 211

especialmente apta para ser vinculada con la noci6n de ley Finalmente, no debe desatenderse la aceptaci6n por parte
natural. Porque, como ya se dijo, si bien el consenso de Tomás de una ley l51 o derecho l52 comunes a hombres y
universal en la visi6n tomista no es constitutivo de 10 justo, animales. Esta opini6n no se debe simplemente a que n~estro
aporta una ayuda inapreciable, aunque no suficiente, a la hora autor desconociese el origen panteísta de esas Ideas
de conocerlo. romanasl53, sino a una triple convicci6n: en primer lugar, el
Advertir el desplazamiento de ordenamiento afoente es del estimar que el hombre participa verdaderamente de la
máximo interés: muestra que el iusnaturalismo de Tomás está animalidad, y que esta unidad de lo psíquico y.lo corpóreo es
muy lejos de ser un c6digo normativo, como se entendi6 tan profunda que ni siquiera su dimensI6n fíSIca escapa ll: la
después. Su contenido, por el contrario, hace referencia a ley natural. En segundo término, el sa!J.er que el ho~br~ VIve
ciertos fines básicos y a las orientaciones -aquí entra el ius en un cosmos que está todo entero finalizado: una drreccI6n al
gentium- que llevan a conseguirlos. fin recorre toda la creacI'6 n, anima
. d a e mamma
. . d a 154,y Su
Cabe, además, rechazar el frecuente argumento de que el importancia es tan grande que Tomás basa en ella una de sus
derecho de gentes sería positivo, o al menos un estado pruebas para demostrar la existencia de Diosl 55 . Por último,
intermedio entre el derecho natural y el positivo, puesto que la el pensar que la naturaleza human~ aunque prese~te aspectos
raz6n humana requiere realizar algún trabajo cuando se trata biol6gicos, es mucho más que blOlogfll:' De algun modo. es
de establecer su contenido. Las explicaciones dadas en este «maestra», y puede ayudar a acceder a ciertos val~res y cnte-
capítulo parecen aclarar los criterios de Tomás, y una breve rios para la acci6n, en la medida en que es teleol6glca. Por eso
reflexión sobre la razón práctica nos mostraría que, en esta Tomás llega a afirmar que "el orden de los preceptos de ley
objeci6n, se esconde la idea racionalista de que el derecho natural es paralelo al orden de las inclinaci?nes nat,!r~es", lo
natural es un conjunto sistemático de normas, cognoscibles que permite decir, por ejemplo, que cIertos VICIOS son
inmediatamente por la sola lectura de 10 que dice la naturaleza "contrarios a la naturaleza"156, pues se oponen a aquella
humana. Aquí, en realidad, la razón se limitaría a constatar naturaleza "que es común al hombre y a los demás
te6ricamente una realidad que se da fuera de sí misma, y, en animales"157.
este sentido, difícilmente podría considerarse razón práctica.
Pero en realidad lo natural no es algo que siempre esté dado,
sino que hay que buscarlo. La verdad práctica es una verdad
que está destinada a ser realizada, y la determinaci6n de 151 Cfr. I-n, 95, 4 ad 1.
aquello que debe ser hecho no siempre es fácil. En este 152 Cfr. n-n, 57, 3c.
sentido, como ya se dijo, el conocimiento de lo que 153 Como piensa S. Ramírez, El Derecho .... 112 (cfr. Nota IV. E.
hist6ricamente se ha practicado entre los pueblos civilizados 3). .
(derecho de gentes en sentido hist6rico) constituye una ayuda 154 Piensa Tomás que la "inclinación hacia un bien, que es e.l bien de
para precisar aquellos principios naturales que s610 se su naturale7.a C.. ), es común a todos los seres" (1-11, 94, 2c), SI bien su
alcanzan tras una elaboraci6n racional (derecho de gentes en idea de derecho natural sólo se aplica a partir de la categoría de los
sentido filos6fico). animales.
155 La famosa "quinta vía" (cfr. 1, 2, 3c).
156 1_11,94,3 ad 2.
1571_11 94 3 ad 2 Esta comunidad en el orden del fin permite que el
conocimie~to ~ue el h~mbre tiene de sí mismo le ayude a entender mejor
su entorno, y -al mismo tiempo- el saber sobre la naturaleza corpórea sea
212 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL
DERIV ACION POR «CONCLUSION» 213
Esta triple convicción muestra que no sólo por razones
histó.ricas procura Tomás acoger y mantener la variada Secundae fue iniciada inmediatamente después, a comienzos de 1271 y
terminada en primavera de 1272 (cfr. ibid., 361) y el In EN "fue escrito
termmología de las fuentes, sino también por un profundo en 1271 y, posiblemente, la primera parte de 1272" (ibid., 3.80): Por
convencimiento filosófico, que consiste en la posibilidad de tanto, el orden de precedencia sería el inverso al que de ordmano se
un u.so analógico del le~guaje, que permite asignar a un afirma.
térmmo --en este caso tus gentium- una pluralidad de
contenidos, algunos más propios, otros subordinados y ¿Normas positivas que derivan por «conclusión»? A las tres
todos participando de una cierta razón común. ' dificultades reseñadas en el texto del capftulo, hay que agregar una cuarta,
que se relaciona con la asequibilidad que debe tener la norma posi~iva, que
se haría imposible en el supuesto de aceptar que hay normas pOSltlv~ ~~e
se derivan por «conclusión» a partir de preceptos naturales. La obJeclOll
es la siguiente: según Tomás, los precepto~ terc!arios de la ley nan;ral se
NOTAS COMPLEMENTARIAS derivan de los secundarios y éstos de los pnmarlOs, en una gradaclOn que
va de lo más notorio (los primarios) a lo que sólo es accesible para los
IV. A. sabios (los terciarios). Si las normas positivas se derivan de las naturales
por «conclusión». podrían ser: i) conclusion~s de un principio. si d,e;ivar:
desde los principios primeros. ii) conclusIOnes de una cOnc1USIOTI: SI
Ley natural y derecho vigente: en los últimos lustros diversos autores derivan de un precepto secundario o. iii) conclusiones de una. conclUSión
han relativizado la importancia del principio de que "la ley injusla no es (el precepto terciario) que es, por su p~rte, .una conclUSión de una
ley' dentro de la mosofía de Tomás (por ejemplo, J. A. Casaubón, 'La conclusión (esto es, del precepto secundarIO), SI denvan de un precepto
justicia y el derecho positivo", en Idearium, nn. 4 - 5. Mendoza. 1979, terciario.
47-72). En todo caso, cualquiera que sea el juicio que mereZCan esas Este verdadero trabalenguas ayuda a comprender que hay algo absurdo en
ideas, resulta exagerado considerar -como suelen hacerlo muchos la opinión de que existen normas positivas que se originan medi~nte un,
críticos- que el citado principio es el rasgo definitorio de una teoría mecanismo de conclusión a partir de ciertas normas naturales. SI fuera
iusnaturalista. así, una regla positiva que fuera conclusión de ~ precepto secund~rio
(caso señalado en ii) adquiriría el nivel gnoseoló~I.~o de «cosa accesible
IV. B. sólo para los sabios». Y, daodo otro paso (cas? I~I), una norma que se
derivara por conclusión desde un precepto temario -de esos qu~ ~ólo
comprenden los sabios- exigiría unas ~acultades cognoscItIvas
In deeem libros ethieorum Aristatelis ad Nieomachum inaccesibles al común de los mortales. Esta situaCIón no se compadece
expositio y I-I1 d~ la Summ~ Theologiae: James A. Weisheipl con el carácter de claridad y asequibilidad que Tomás de Aquino exige de la
(Frlar Thomas D AqUIno. HIS Lile, Thought, and Works. Basil ley (cfr. I-II, 95, 3; 96, 2, etc.). Resulta sintomá~ico el que los autores
Blackwell .. Oxford. 1.9?5) muestra, apoyándose en Gauthier, que es tengan verdaderas dificultades a la hora de poner ejemplos claros ~e estas
errónea la difundida opInión que data la composición de In EN alrededor de
normas positivas que se derivarfan de las naturales por la sola vla de la
1266, durante la estancia de Tomás de Aquino en Roma, lo que haría
conclusión.
pensar que la Prima Secundae es unos años posterior a esa obra. Sin
entrar en detalles. la cronología parecería ser la siguiente: la Prima
Secundae habría sido completada hacia fines de 1270; la Secunda IV. C.
Paso del imperativo al indicativo: señala Alvaro d'Ors que
"resulta un claro síntoma de desarrollo jurfdico de un pueblo el que sus
una ayuda para el hombre que quiera comprenderse mejor a sí mismo, leyes abandonen la expresión gramatical imperativa para adop~ el modo
siempre que se respeten las diferencias y se proceda por vfa de analogía. condicional" ("Los imperativos legales", en La Ley. Madnd. 1980,
214 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL DERIVACION POR «CONCLUSION» 215

10 17). Este proceso histórico no es casual. sino que refleja lo que ocurre sean considerados como de derecho de gentes. la idea misma de su
en el terreno epistemológico con el proceso de «determinación>' o perfeccionamiento por consensus es desconocida en los otros pueblos de
«especificación>' de la ley natural. del cual se hablará en el próximo la Antigüedad. y aun corre el riesgo de perderse tan pronto se recae en
capítulo. fases de vulgarismo" (d·Ors. Derecho ...• 524).

Aspectos naturales de los preceptos positivos: ha quedado IV. E. 3.


esbozada la idea de que la regla de derecho en ciertas ocasiones puede
contener elementos naturales y convencionales, otras veces parece abarcar La distinción entre «ordenamiento» Y «fuente» está esbozada
únicamente indicaciones positivas. y nunca se compone de solos en A. d'Ors. "En torno a la definición isidoriana del ius gentium'\ en
elementos naturales. Dentro de la primera clase, la «mixta», cabría Papeles del oficio universitario. Rialp. ~d.rid. 1961. 278-309. En el
avanzar un poco más y decir. a título hipotético. que los aspectos presente trabajo (cap. IV. E. 3) se la utiliza con una connotación
naturales de estos preceptos no se derivan directamente de la ley natural filosófico-jurídica que no está en este autor. pero que. se esl1ma. es
por vía de conclusión. La norma legal no es el resultado de un proceso de compatible con su concepción realista del derecho.
derivaciones lógicas ni se concluye a partir de nada. Lo que sí se deriva
por conclusión desde los principios comunes es el precepto natural que la Tomás y la definición zoológica del derecllo natural:
ley positiva toma como dato ontológico para su constitución. La regla Diversos autores pretenden relativizar la importancia de que Tomás ~aya
legal recoge una indicación natural. la transforma y le da una nueva recogido la definición de derecho natural como aquel!o que es ~omun a
fisonomía. Pero ella misma se elabora por una acción prudencial que hombres y animales (cfr. Dig. l. l. 1.3). S. Ramirez lo atnbuye al
trabaja, entre otros factores. con aspectos naturales (cfr. cap. V). De ser desconocimiento por parte del Aquinate del o~igen pant~ísta de esa
así. hablar en estos casos de que la ley positiva se deriva en parte por definición. aunque reconoce que cabe darle una mterpretación correcta.
conclusión sería equívoco y contribuiría a fomentar la idea kelseniana de como un "análogo inferior" del derecho natural humano (cfr .. El
la ley positiva como simple «emanación» de la natural. derecho ...• 112). Con algunos matices. también M. B. Crowe sostiCne
que la definición de U1piano (Dig. l •. 1, l. 3) n~,es congruent~. con el
IV. E. 2. a. iusnaturalismo tomista tomado en conjunto (cfr. Sto Thomas ...• 280).
Por su parte. D. Composta piensa que el derecho en sentido.~etafórico
Esclavitud y derecho de gentes: A. d'Ors explica que para los no es derecho. ya que el derecho natural tomisla,.aunque pasa a través de
romanos "estaba en la naturaleza de las cosas que el vencedor dispusiera las inclinaciones en sentido material, se constituye fonnalmente en el
del prisionero de guerra. y así era. en efecto en todos los pueblos acto de la razón" (Natura e ragione. Pas-Verlag. Zürich. 1971. 74).
civilizados; de este modo, la esclavitud era una institución concebida Creemos haber puesto de relieve cómo esa definición. aunque no sea la
como de derecho natural y de gentes" ("Ante ... ". 7). En el mismo sentido. única ni la principal, corresponde a una nOCIón de na~ura}eza que es
dice Puy que "la consideración de la esclavitud como un derecho natural aceptable, siempre que no se la absolutice, cosa que en nmgun momento
fue una actitud lógica y humana en momentos en que significaba abrir baceTomás.
una posibilidad a salvaguardar la vida de hombres que. de otro modo,
hubieran sido bárbaramente sacrificados. a consecuencia, por ejemplo, de Actuar contra la naturaleza: Tratándose del hombre se dice que
la derrota en una guerra tribal" (F. Puy. Lecciones de Derecho Natural. "todos los pecados. por el hecho de ser contra la razón. son también
DlROSA. Barcelona. 1974. 329-30). contra la naturaleza" (HI. 94. 3 ad 2). El que la naturaleza pueda tener
cierta importancia como criterio moral se ve, p. ej .• en I-II, 109, Se:
Contratos consensuales: a propósito del carácter consensual de la "pecar no es otra cosa que apartarse de lo que es c~nforme a la na~a1eza".
compraventa. una de las instituciones del derecho de gentes, dice A. Sin embargo. como ya se ba dicho en otros pasajes de este trabaJO: d~be
O'Ors: "La admisión de que el simple consentimiento, expresado sin tenerse presente que esta noción tomista de naturaleza es mucho mas nca
forma determinada. incluso sin palabras. pueda engendrar obligaciones es que la que maneja el positivismo y no se reduce a puros «hechos», En
rnl incomparable logro del genio jurídico romano. Arnlque estos contratos •
216 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL )

todo caso. el papel de la noción de naturaleza dentro de la reflexión ética


es cuestión debatida por los estudiosos de la filosoffa de Tomás.

CAPITULO V

EL PROCESO DE «DETERMINACION,.
A PARTIR DE LA LEY NATURAL

Una vez que se ha dicho que el proceso de «conclusión»


opera en las relaciones que se dan al interior de los diversos
géneros de principios naturales, corresponde ver la
proyección de dichos preceptos, por así decirlo, hacia el
exterior. Aquí se llega a la cuestión de la formación de la ley y
el derecho positivos, lo que exige estudiar el proceso de
«determinación» o «especificación,.. El análisis de esta
importante materia nos exigirá aludir a la distinción tomista
entre ley y derecho, que pone de relieve el carácter realista de
la filosofía jurídica de Tomás, a establecer el papel de la ley en
la vida jurídica, y a determinar si acaso existe una distinción
entre ley y derecho naturales, cosa que, de ser así, exigiría
tratar nuevamente el tema de la mutabilidad, esta vez a
propósito del derecho natural.

A. FILOSOFIAS DE LA LEY Y FILOSOFIAS DEL


DERECHO

l. Ellegalismo

El espíritu racionalista ha tendido a acotar el campo del


derecho al sólo contenido de las normas. La razón estriba en
su afán por obtener la certeza, finalidad que no se consigue si
se entiende al derecho como una realidad práctica,
necesariamente afectada por las circunstancias. En cambio, si
218 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL ) EL PROCESO DE «DETERMlNACION» 219

se trata de nonnas generales y abstractas, se facilita la tarea de su especificidad y queda limitada a poner por escrito las
subsumir, deducir y relacionar, y resulta más fácil pensar que deducciones que los filósofos hacen a partir de la naturaleza y
la actividad jurídica se asemeja a la de los científicos en las a darles el refuerzo de la sanción. Este esquema ha influido en
disciplinas exactas. Esto lleva a que las fuentes del derecho se el modo en que se desarrollaron algunas teorfas de derechos
restrinjan a la ley, y el derecho mismo se entienda como un humanos y explica no pocas de las dificultades con que ellas
conjunto de nonnas, un sistema l . Esta mentalidad supuso un se han enfrentado, en particular su lenta y difícil com-
importante impulso al movimiento codificador, que en la Edad patibilización con los ordenamientos positivos y, lo que es
Moderna se entiende no como recopilación de leyes, sino más grave, los problemas inherentes a todo intento de
como refundición del material nonnativo en un cuerpo sis- armonizar entre sí a esos derechos naturales abstractos,
temático y exhaustivo, destinado a regir todo un sector de la ahist6ricos y potencialmente ilimitados3 •
actividad juridica2• Aunque no es materia de este trabajo, no puede dejar de
Este esquema nonnativista se relaciona con la manera en mencionarse la semejanza que hay entre los sistemas legalistas
que durante parte importante de la Edad Moderna, e incluso del iusnaturalismo racionalista y los sistemas legalistas de
Contemporánea, se ha tendido a concebir el derecho natural y cierto positivismo de fmes del siglo XIX y del XX. En efecto,
su fundamento, la naturaleza humana. Esta última se entiende éste no hiw más que cambiar de signo y secularizar las ideas
como un verdadero «texto», perfectamente cognoscible por la fundamentales de aquél. No es de extrañar, por tanto, que los
razón teórica y susceptible de una lectura deductiva. No se autores que han emprendido la crítica del positivismo
trata de la naturaleza del hombre como animal social, según nonnativista experimenten una clara desconfianza hacia el
entendía la tradición, puesto que se estima que la sociedad es iusnaturalismo en general, muchas veces sin preguntarse si
un producto de la voluntad humana; es la naturaleza del acaso hay algunas fonnas de iusnaturalismo que no sigan los
individuo aislado, desprovisto de relaciones .. A partir de ella esquemas legalistas.
se deducen las facultades que le son esenciales, sus derechos
naturales. Las respuestas que entrega esa naturaleza abstracta 2. Tomás de Aquino: una filosofía no legalista
son unívocas, y no están afectadas por las circunstancias
históricas. Diversas razones mueven a pensar que la filosofía jurídica
Es sabido que en el período de apogeo de la filosofía de Tomás de Aquino no responde a los cánones antes
racionalista se elaboraron verdaderos sistemas iusnaturalistas, mencionados. En primer ténnino, porque ni su teoría de la ley
cuyas normas regulaban con gran detalle todas las facetas de ni la del derecho son normativistas. Por una parte, no se
la actividad humana. El resultado inevitable es que un derecho puede decir que la ley natural tomista se componga, sin más,
natural así concebido se presenta como un cierto texto alterna- de un conjunto de normas. Los principios comunes, más que
tivo frente al derecho positivo vigente, que llega incluso a simples reglas, apuntan a fines; los preceptos derivados, por
poder derogarlo en caso de colisión entre ambos. Ante ese su parte, más parecen «principios» que «reglas» o normas,
«imperialismo» iusnaturalista, la normatividad positiva pierde para utilizar la acertada tenninología de Dworkin 4 • En cuanto

1 Cfr. C. r. Massini, La desintegración del pensar jurídico en la Edad 3 Este tema lo hemos tratado en nuestro trabajo Defensa y rescate de
Moderna. Abelcdo-Perrot. Buenos Aires. 1980,32-33. los derechos hUmlJfWS. Edeval. Val paraíso. 1987, passim.
2 Cfr. A. GU7mán, Lafljación del derecho. Ediciones Universitarias de 4 Cfr. R. M. Dworkin, Taking Rights Seriously. Duckworth.
Valparaíso. Val paraíso. 1977,23. London. 1978 (segunda edición), 22 ss. Sobre este tema: J. M. Rojo,
220 RAZON PRAcnCA y DERECHO NATURAL ) EL PROCESO DE «DETERMINACION» 221

al derecho natural, éste no es un sistema a priori y abstracto, significa, en el fondo, plantear el papel de la ley natural ante la
sino más bien, como veremos, una tarea que debe ser razón y la verdad prácticas.
realizadas. Además, la ley (tanto natural como humana)
influye en el nacimiento del derecho, pero no por eso lo agota, 3. El lugar de la filosofía tomista del derecho
como se verá6 .
La segunda gran diferencia entre la filosofía jurídica de Se ha hecho habitual que los autores pretendan encontrar la
Tomás y la dellegalismo, es que ni su teoría iusnaturalista ni iusfilosofía tomista en el Tratado de la Ley de la Prima
su descripción de la realidad jurídico-positiva constituyen un Secundae de la Summa Theologiae 8 • Para tales efectos
sistema. Por tanto, las soluciones que de allí se extraigan no analizan lo que Tomás entiende por ley y establecen la~
se pueden lograr por vía deductiva, como pretendía el lega- relaci?nes en1!e los diversos géneros de normas, poniendo
lismo. espeCIal énfasiS en la ley natural y la humana. A propósito de
Y, en tercer lugar, la perspectiva del Aquinate no es indivi- esta última, tratan de cuestiones tan interesantes como su fin
dualista, sino que tiene presente en todo momento la los actos que le son propios y el problema de la ley injusta:
politicidad del ser del hombre, por lo cual-aun en el caso en Después d~ hacer un análisis más o menos extenso parecen
que se diga, como Villey, que el derecho natural se conoce a que~ar satisfechos y pensar que han expuesto la filosofía
partir de la observación de la realidad naturaI7-la naturaleza tomista del derecho. Esto sucede tanto entre sus partidarios
a la que se atiende no es jamás una naturaleza aislada, sino la como en los detractores9 •
única que existe: la del hombre que vive en sociedad. Las causas que llevan a entender la filosofía jurídica de
Para ilustrar todo lo anterior es menester exponer Tomás como una filosofía de la ley son varias.
brevemente en qué consiste la distinción tomista entre derecho a~ En pri~er lugar, n~ se puede negar que el mismo
y ley, ver en qué medida ella es aplicable al binomio ley Aqum~te dedica un buen numero de cuestiones a exponer una
natural--derecho natural, y verificar la forma en que se realiza refleXión sobre la ley. De este modo, quien identifique el
el proceso de «determinación» o «especificación» en los derecho con la ley tendrá material más que suficiente para
diversos niveles del mundo jurídico. Este último tema pensar que ahí está toda la fIlosofía tomista del derecho.
b) Como lo ha mostrado Villey, existe toda una corriente
que se remonta al régimen jurídico establecido en el antigu¿
"En torno a los principios. (Algunas reflexiones sobre Dworkin)", en Isra~l y pasa por Agustín de Hipona y muchos teólogos
Anuario de Filosofla del Derecho, vol. 3 (nueva época). Madrid. 1988, medlev~les, que tiende a no distinguir entre ley y derecho. Es
517-25, para quien dicha distinción constituye "el núcleo del
lo que dicho autor francés llama idea "judía" y "cristiana" del
planteamiento dworkiniano" (519).
derecho --en contraposición a la "griega" y "romana",
5 efr. cap. V. C. ss. Sobre el no apriorismo del iusnaturalismo de los
clásicos ha llamado la atención, entre otros, A. Montoro, Aproximación
al estudio de la Lógica jurídica. Universidad de Murcia. 1986, 19 ss.,
quicn pone además de relieve las características específicas del
razonamiento jurídico.
6 Cfr. cap. V. E.
7 Cfr. M. Villey, Losfundadores de la Escuela Moderna del Derecho 8A SI o ' l d ' M. ViIley, Compendio de jilosof{a del derecho,' vol.
enunCia
Natural. Ghersi. Buenos Aires. 1978,71 Y también: id., El pensamiento 1. EUNSA. Pamplona. 1982, 139.
ius-jilosófico de Aristóteles y Santo Tomás. Ghersi. Buenos Aires. 1981, 9 A SI,' por eJemp
. l o, entre estos:
' E. Díaz, Sociologfa y Filosoffa del
75 .. Derecho. Taurus. Madrid. 1984 (reimpresión de la segunda edición), 269.
222 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL ) EL PROCESO DE «DEfERMINACION» 223

mantenida por Tomás-, que tuvo gran difusión en el examinar las obras de filosofía jurídica tomista de la primera
Renacimiento lO. mitad de este siglo para que perciba, por contraste, el valor de
e) La filosofía jurídica moderna es una filosofía legalista. un descubrimiento que a primera vista es elemental.
En la modernidad se observa una progresiva reducción de las Sostiene Villey que los romanos mantienen un concepto de
fuentes del derecho a la sola ley, y ésta, por su parte, pasa a ¡us que coincide sustancialmente con la idea de dikaion de que
ser entendida como una expresión de la voluntad del sobe- habla Aristóteles en el libro V de la Ética nicomaquea13 . Para
rano. De esta manera van quedando relegadas a un plano muy ellos, el derecho o lo justo es una cosa, la buena proporción
secundario la costumbre, la doctrina y la misma jurisprudencia de los bienes que se distribuyen entre las personas, la cual
de los tribunales. A partir del siglo XVII esto se manifiesta en incluye no sólo beneficios, sino también cargas. El juez
el movimiento codificador, que se expresa en cuerpos legales (dikastes), en consecuencia, tiene por misión decir el derecho,
unitarios, que configuran un verdadero sistema expuesto en establecer lo suyo de cada cual. El derecho como disciplina
forma axiomáticall . Estos códigos están contestes en otorgar sería "un arte cuyo objeto específico sea eljusto reparto de los
a la ley un papel central y casi exclusivo en la vida jurídica. bienes y de las cargas"14. Algo muy diferente es lo que
d) En algunos idiomas, como el inglés, no se emplean dos después entendieron por derecho los teólogos moralistas y los
palabras distintas para designar lo justo (ius) y la ley (lex), racionalistas modernos, que continúan la perspectiva de los
sino que ambas caen, en una voz común, como es el caso de anteriores. Todos ellos identificarán el ius con la Thora, que
law en esa lengua. Esto facilita que el lector anglosajón las "es un conjunto de imperativos que prescriben las conductas
confunda, error en el que parece incurrir Finnis 12. que deben realizarse o de las cuales deben abstenerse en tales
Sin embargo, en el período de posguerra, diversos o cuales circunstancias" 15.
investigadores, entre los que destaca Michel VilIey, apuntaron El esfuerzo de Villey, en consecuencia, consiste en mostrar
en una dirección contraria y sostuvieron que hay que que el derecho es, para Tomás, los romanos y Aristóteles, una
encontrar la filosofía jurídica de Tomás en el Tratado del «cosa justa», y que esta filosofía realista permite distinguir
Derecho y la Justicia (Secunda Secundae de la Summa), en claramente entre la moral (expresada en imperativos) y el
especial en los artículos dedicados al derecho, y no en el derecho (que se formula en la forma verbal del indicativo)16.
Tratado de la Ley. Quizá al lector actual le parezca que estos Como consecuencia de lo anterior piensa que el Tratado de la
autores no han dicho nada original, puesto que resulta tan Ley de la Summa Theologiae no tiene un carácter jurídico,
simple como ir al índice de la Summa para advertirlo, y en sino moral 17•
cierta medida no le faltará razón. Sin embargo, basta con

10 Cfr. M. VilIey. El derecho. Perspectiva griega. judía y cristiana.


Ghersi. Buenos Aires. 1978. pass. 13 Además de resaltar las similitudes. Villey pretende establecer una
11 Sobre la evolución del concepto de código. desde la idea de una influencia histórica de las doctrinas aristotélicas en el derecho romano,
simple recopilación (que desplazó a otros usos más arcaicos) hasta la de cuestión discutida y en la que no entraremos. pues no tiene imponancia
cuerpo sistemático que reelabora todo un sector del campo jurídico. véase para nuestro análisis.
A. Guzmán. "Codex". en AA. VV .• Estudios de derecho romano en honor 14 M. Villey, El derecho .... 22.
de Alvaro d·Ors. v. n. Eunsa. Pamplona. 1987.591-635. 15 M. Villey. El derecho .... 22.
12 Como puede verse en la polémica recogida en J. M. Finnis, M. 16 Cfr. M. Villey. Método ... , 143-192.
Villey. M. El Shakankiri. "Bentham et le droit naturel c1assique". en 17 Cfr. M. Villey. Compendio de Filoso/{a del Derecho v. 11: Los
Archives de Philosophie du Droit. Sirey. Paris. 1972.423-436. medios del Derecho. Eunsa. Pamplona. 1982, 103.
)

224 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL EL PROCESO DE «DETERMINACION» 225

En las páginas que siguen, se pretende mostrar que Villey l. Sentidos de la voz «derecho»
está en lo cierto y que la iusfilosoffa tomista debe buscarse
fundamentalmente en la Secunda Secundae de la Summa Como ya se dijo, Tomás se ocupa del derecho en los
Theologiae, pero que ese autor yerra al excluir la índole diversos artículos que componen la cuestión 57 (De iure). En
jurídica del Tratado de la Ley (Prima Secundae de la misma el artículo 1 se pregunta si el derecho es el objeto de la
obra), lo que hace que su visión resulte incompleta, lo mismo justicia, en los siguientes se refiere a las clasificaciones del
que la de Finnis, pues tanto uno como otro prescinden de una derecho: la cuestión del derecho natural (a. 2), del ius gentium
pieza clave del iusnaturalismo tomista. Paradójicamente, es el (a. 3) y la distinción entre derecho señorial y paterno (a. 4),
francés el que prescinde de la ley y el inglés el que desatiende que hoy tiene menor interés.
la noción de cosa justa en la que el derecho consiste. Luego, Como en muchas otras oportunidades, Tomás de Aquino
se intentará hacer ver la importancia de la distinción tomista atribuye aquí importancia a los usos lingüísticos, y procura
entre ley y derecho, para después mostrar con más detalle el aportar claridad en una materia que ya entonces se prestaba a
proceso de especificación. confusión, como se puede ver en las objeciones recogidas en
el artículo 1. Una alude al derecho como un arte, otra lo
B. LA DISTlNCION ENTRE LEY y DERECHO identifica con la ley, y la tercera lo considera como una
cuestión demasiado humana como para ser el objeto de la
La distinción entre ley y derecho sólo se hace presente, o al justicia, virtud que se ocuparía de las cosas divinas. En la
menos explícita, en la Summa Theologiae. No se encuentra, respuesta a dichas objeciones nuestro autor busca fijar los
por ejemplo, en la obra juvenil sobre las Sentencias de Pedro sentidos en los que se usa la voz «derecho».
Lombardo, y en el Commentarium a la Etica a Nic6maco sólo a) Hay un primer sentido, que además es el primitivo,
puede decirse que está implícita, en cuanto trata de ambos según el cual "derecho originariamente se empleó para
temas en lugares diferentes, siguiendo el orden aristotélico. significar la misma cosa justa"18. Este es el contenido más
En los tres primeros capítulos de este trabajo se le prestó una cercano al tratamiento que le da Aristóteles y que Tomás
atención especial al Tratado de la Ley de la Summa recoge en su Commentarium de la Etica a Nic6maco I9 •
Theologiae. Recién en el capítulo IV se comenzaron a recoger b) Empero, puede percibirse un oscurecimiento de esta
textos tomados del Tratado de la Justicia, a propósito del acepción en beneficio de otras, porque "es frecuente que los
derecho de gentes. En este capítulo, en cambio, se invertirán nombres hayan sido desviados de su primitiva asignación
los ténninos y se hablará especialmente del Tratado de lit (prima impositione), para significar otras cosas"20. Así como
Justicia. No se crea, sin embargo, que Tomás dedica un la voz «medicina» significó primero el remedio que cura y
análisis especialmente detenido al tema del derecho. Sólo se le luego el arte de sanar, otro tanto sucedió con «derecho», "que
asigna en forma específica la cuestión 57 de la Secunda más tarde se derivó a denominar el arte con el que se discierne
Secundae, y el resto del Tratado se dedica a la justicia misma qué es lo justo"21.
y sus fonnas, virtud de la cual el derecho constituye su ob-
jeto.
18 U·U, 57, 1 ad 1.
19 In EN, V, 1, n. 885 ss.
20 U-U, 57, 1 ad 1.
21 U-U, 57, 1 ad 1 (este "lo justo" corresponde a la acepción original
de la palabra).
226 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL EL PROCESO DE «DETERMINACION» 227
e) Con todo, no se quedó ahí este proceso de atribuirle una b) También está vigente la segunda acepción, que hoy se
pluralidad de significados, ya que después comenzó "a caracteriza como "facultad27 que abraza el estudio del derecho
designar el lugar donde se otorga el derecho [en el sentido en sus diferentes órdenes". Así, en el lenguaje corriente, se
señalado en al, como cuando se dice que alguien 'comparece dice que una persona «estudia derecho».
en derecho"'22. e) La acepción de "lugar en donde se administra justicia"
d) Además, "también es llamada derecho la sentencia dada no figura en el diccionario, aunque en la jerga forense todavía
por aquel a cuyo oficio pertenece hacer justicia, aun cuando lo se escuchan expresiones como «comparecer en derecho» o
que resuelva sea inicuo"23. «traer en derecho», al menos en algunos países
De lo visto resulta claro que, para el Aquinate, la palabra hispanoamericanos.
«derecho» reviste una pluralidad de significados y, dentro de d) La suerte que corrió la cuarta acepción (derecho como
su carácter analógico, el sentido originario (a) sigue siendo el sentencia) es variada. La reducción moderna de las fuentes del
principal, ya que corresponde a la caracterización del derecho derecho a la ley hizo perder de vista el valor de la sentencia
que expone en el cuerpo del artículo, mientras que los otros como instancia creadora del derecho. Sin embargo, en la
(b, ciencia jurídica; e, tribunales de justicia; y d, sentencia) época contemporánea, diversos realismos se ocuparon de
son expresiones más o menos derivadas o complementarias de destacar que el derecho «es aquello que deciden los jueces»,
ese caso central. con lo cual en muchos sistemas iusfilos6ficos la sentencia
pasó a tener un papel de primera importancia.
2. Acepciones actuales de la voz «derecho» Además de los sentidos señalados, hay que destacar que
desde el siglo XIII hasta la fecha se han incorporado nuevos
Si comparamos estas acepciones con las que vigen en la significados a la voz en cuestión. De entre ellos, dos parecen
actualidad, mediante el simple expediente de consultar el especialmente importantes y se comentarán a continuación.
Diccionario de la lengua española24 , se obtienen interesantes e) Un buen número de significados actuales coinciden en
conc!usiones 25 • un sentido que parece estar ausente en la obra tomista: el
a) La primera acepci6n, de corte realista, se mantiene, derecho como «facultad de obrar»28, lo que hoy se llama
aunque un poco diluida, siempre que le atribuyamos con cierta derecho subjetivo. No interesa aquí entrar en la discusión
flexibilidad el sentido de "justo, fundado, razonable,
legítimo", que recoge el Diccionari026 •
27 Facultad se entiende aquí como "ciencia o arte".
28 En este sentido: "facultad natural del hombre para hacer
legítimamente lo que conduce a los fines de su vida" (n. 13) y "facultad de
2211.11, 57, 1 ad 1. hacer o exigir todo aquello que la ley o la autoridad establece en nuestro
23 11·11, 57, 1 ad 1. favor, o que el dueño de una cosa nos permite en ella"; también se podría
agregar: "exención, franquicia. privilegio" (n. 19), aunque es discutible
24 Real Academia Española, DicciofUlrio de la lengua española. que originalmente pueda haber tenido el sentido de «facultad de obran>. La
Madrid. 1984.
significación colocada en el n. 13 reemplazó una fórmula parecida,
25 Un análisis más detallado en: R. Rabbi·Baldi y J. García. incluida en la décimosegunda edición (1884) que tenía un claro sabor
Huidobro, "Realismo e inmanencia en la noción de derecho", en Actas de racionalista y liberal: "facultad natural que tenemos de hacer todo lo que
las XXV Reuniones Filosóficas de la Universidad de Navarra (Pamplona, sea nuestra voluntad, á no ser que la ley nos lo prohiba, ó nos lo impida
1988), en prensa. la fueT7.. ajena". De todos estos significados, sólo el contenido en el n. 19
26 Acepción n. 9. estaba en la décima edición del Diccionario de la lengua castellana (1852).
228 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL EL PROCESO DE «OETERMINACION» 229
acerca de si esta noción de derecho es conciliable con la en ella se resuelva "sea inicuo"32. Por otra parte, un poco más
filosofía de Tomás 29 ; sólo se quiere destacar su ausencia en la adelante deja abierta la posibilidad de que también la ley se
Summa y que, en cambio, ya en el siglo XVI es considerada denomine derech033, aunque en un sentido analógic034.
por Suárez (y después por Hugo Grocí?) ~omo el sentido n:ás
propio del término «derecho» (con pnondad sobre la nocIón 3. La ley como "cierta razón del derecho"
clásica reseñada en a y la otra que veremos en f.)30.
f) La otra novedad que se destaca en el uso actual es la Aunque pudiera llamarse derecho a la ley. Tomás es claro
presencia de la definición normativista del derecho, el cual al enseñar que ella es sólo una regla de prudencia. "de ahí que
sería un "conjunto de principios, preceptos y reglas a que la ley no sea el derecho mismo. propiamente hablando, sino
están sometidas las relaciones humanas en toda sociedad civil, cierta razón del derecho (aliqualis ratio iuris)35. El Doctor de
y a cuya observancia pueden ser compelidos los individuos Aquino la asimila a la idea que tiene en mente el artista,
por la fuerza"3!. conforme a la cual ejecuta la obra. Esa idea ejemplar no es la
Sobre la acepción recién recogida, cabe pensar que ya en obra misma, pero de algún modo "en la mente del artista
Tomás hay antecedentes que permiten hacer ver que él preexiste cierta idea de las obras externas que se realizan por
concebía la posibilidad de un uso normativo del derecho, si el arte "36. La relación entre ley y derecho es la misma que
bien no es el principal. Esa noción de derecho como sinónimo entre el proyecto planeado y la obra de arte producida. Eso
de norma está quizá implícito en la acepción d. -el derecho significa el que "la ley no sea el derecho mismo ( ... ) sino
como sentencia-, que no es lo mismo que el derecho en cierta razón del derecho "37 . La ley actúa como "regla y
cuanto "cosa justa", puesto que bien puede suceder que lo que
medida de los actos"38. que induce a dar a cada uno lo que le
corresponde 39 . Esto es válido para todo tipo de leyes, y muy
especialmente para las humanas.
29 Sobre el estado de la discusi6n sobre el derecho subjetivo en los Villey piensa que el Tratado de la Leyes de índole
autores que siguen el realismo clásico. véase C. 1. Massini, "El derecho "moral"40 y deja relegado lo jurídico a la sola Secunda
subjetivo: ¿realidad universal o hist6rica? (Consideraciones a partir de un
texto de Michcl Villey)". en El derecho ...• 41-70. Un panorama del debate
en otras corrientes: A. Montoro. Sobre la revisión cr(tica del derecho 32 U-II. 57. 1 ad 1.
subjetivo desde los supuestos del positivismo lógico. Universidad de 33 Como parece hacerlo Isidoro en Etym., V, 3.
Murcia. 1983. Ambos autores procuran dar una fundamentaci6n clásica a 34 Cfr. 11-11, 57,1 ad 2.
dicha noci6n. 35 11-11,57, 1 ad 2. Entre los diversos sentidos que puede tener la voz
30 Dice Suárez que "según el ( ... ) más estricto significado de "razón" el más apropiado aquí es el de "causa" (cfr. In Div. Nom. c. 7,
'derecho'. con toda propiedad suele llamarse derecho al poder moral que lecl. 5.
cada uno tiene sobre lo suyo o sobre lo que se le debe" (F. Suárez. 36 11-11.57, 1 ad 2.
Tratado de las leyes y de Dios legislador. Instituto de Estudios Políticos. 37 11-11,57, 1 ad 2.
Madrid. 1967. l. U. 5. 1). 381_11. 90, le.
31 Acepci6n n. 18. Esta definici6n norrnativista vino a sustituir a una 39 Cfr. 1-11, 90, le en relación con H-II, 57, le. Debe recordarse que la
de naturaleza más realista, que se mantuvo presente a lo menos hasta la leyes una de las causas externas de los actos humanos (Dios, a través de
décima edici6n, de 1852: "lo que dicta la naturaleza 6 ha ordenado Dios 6 su ley y de su gracia, para ser más precisos) como dice Tomás al
definido la Iglesia. 6 han establecido los soberanos en sus dominios, 6 las comenzar el Tratado de la Ley (cfr. I-H, 90).
ciudades o pueblos para su gobierno particular. Jus". 40 M. Villey, El derecho ..., 90.
230 RAZON PRACfICA y DERECHO NATORAL
EL PROCESO DE «DETERMlNACION» 231
Sec~ndae. Olvida que el mismo argumento que él utiliza para
declT que el derecho no puede identificarse con la ley en el
c. EL DERECHO, OBJETO DE LA JUSTICIA
pensamiento de Tomás de Aquino -el texto de IT-I1 57 1
1. La" cosa justa"
ad 2: "de ahí que la ley no sea el derecho mismo, propi~e'nre
hablando"-, es el que impide negar el carácter jurfdico que
Ya se ha dicho que Tomás dedica escasas páginas a tratar
analógicamente «<impropiamente») tiene la ley desde el
del derecho, si bien en todo el Tratado de la Justicia podemos
momento en que es "cierta razón de derecho"4l. Es, por tanto, encontrar referencias de interés. En el artículo 1 de la cuestión
!feito llamar «derecho» a la ley, por más que lo sea en un 57 caracteriza lo que es el derecho, en la acepción propia, y
sentido analógico42 • Son numerosos los pasajes, como lo ha explica que es el "objeto de la justicia"46. Esta última fr~se
mostrado Kalinowski 43 en los que Tomás los toma como resulta ininteligible, a menos que se la interprete en un sentIdo
e9 u!valentes 44 y en ellos nos hemos basado para hablar in- realista. El normativismo ha tendido a invertirla, de modo que
dIstIntamente de derecho o de ley natural en los primeros se lea <da justicia es el objeto del derecho». Sin embargo, en el
cuatro capftulos de este trabajo. sentir de los clásicos grecolatinos, y en Tomás, la justicia
Tampoco basta con decir que el Tratado de la Leyes moral supone el derecho. Si éste no existe, mal puede haber un
para excluir su carácter jurfdico. El derecho, fundamen- "hábito según el cual uno, con constante y perpetua voluntad,
talmente, es un obrar45, con lo cual está de lleno en el terreno da a cada cual su derecho (iusr 47.
de lo práctico. En muchos casos derecho y moral como En U-U, 57, 1, Tomás muestra las notables diferencias que
discil?linas práct!cas que son, se superponen, pero' ambos separan a la justicia de las demás virtudes. Ella no sólo se
estudIan esas reahdades comunes desde una perspectiva y con ocupa de perfeccionar al individuo, sino 9ue si.empre .hace
una finalidad diferentes. referencia a un otro, y -además de esta dImenSión SOClal-
se singulariza por su exterioridad: el objeto de la justicia se
determina por sí mismo, incluso "hecha abstracción del
agente"48. Se trata de una medida objetiva, es "lo que según
alguna igualdad corresponde a otro"49. Eso es el derecho, "lo
41 U-U, 57, I ad 2. justo" -entendiendo ese "justo" como sustantiv0--50 , o -si
42 Otro de sus argumentos consiste en que la ley natural tiene su se lo entiende como adjetivo- "la misma cosa justa"SI.
asiento en la naturaleza el individuo, y como tal no puede fundar el Es importante remarcar que para el Aquinate, fiel a la
derecho, que supone siempre alteridad. El peso de este argumento no herencia romana, el derecho es una "cosa"S2. El alcance de
parece ser muy grande, ya que se apoya sobre una definición individualista
de la natur.aleza humana, difícilmente aplicable a aquellos que, Como
Tomás, entienden que el hombre es esencialmente un animal político. 46 Cfr. V. B. 1. a.
43 Sobre las investigaciones de este filósofo polaco relativas a la ley 41n_n, 58, le. En todo este tema resulta clarificador: J. Hervada,
como analogado del derecho: C. 1. Massini, Derecho y ley según Georges Introducción cr(tica al derecho natural. Eunsa. Pamplona. 1981, 25 ss.
Kalinowski. Editorialldearium. Mendoza. 1987,45-49. Para los textos 48 U-U, 57, le.
tomistas en que se llama «derecho» a la ley: G. Kalinowski "De lo9 49 n-TI, 57, le.
mudable y lo iurnutable en el derecho natural", en Prudentia luris. n. 15. n-IL 57, le.
50
Buenos Aires. 1985,92-95.
Sln-TI,57, 1 ad J.
44 Como en n-n, 57,2ad30lnEN, V, l2,n.1023.
52 Si bien no debe entenderse esta expresi6n en el sentido restringido.
45 Aunque también tiene aspectos teóricos y técnicos.
corporal. con que habitualmente se la usa en castellano. «Derecho» es,
232 RAZON PRACf¡CA y DERECHO NATURAL EL PROCESO DE «DETERMINACION» 233

esta afirmación es cuestión todavía hoy discutida. Puede ser El pasaje ya citado de 61, 3c nos ~uestra que quizá la
una cosa flsica, es decir una carga o beneficio que se nos divergencia no sea tan grande como se ~Iensa, puesto q~e las
atribuye, o la cosa en cuanto es debida, o una situaci6njusta, realidades exteriores, en cuyo uso consisten las operaciones
una relaci6n, o una acci6n. No interesa ahondar aquí en esta externas de las que se ocupa la justicia, pueden ser cosas,
di~c~sión53, sino sólo de~tacar que todas esas posturas personas u obras. Villey piensa que en el primer caso (cosas)
comclden en mantener el realismo de la concepción tomista del hablamos de derecho y en los otros dos de moral, pero !os
derecho. La diversidad de interpretaciones se debe a los ejemplos que aporta Tomás allí mismo muestran que también
muchos matices que reviste el tratamiento del tema en la una operación puede constituir derecho, como es el caso de la
Summa Theologiae, como puede verse en un texto al cual, prestación de un servicio.
según parece, los autores no le han prestado la suficiente Todo esto hace ver que, desde la perspectiva del sujeto que
atención: dice Tomás en JI-JI, 61, 3c que la justicia tiene por distribuye, el derecho parece consistir en un acto (9ue sie!llpre
objeto ciertas operaciones exteriores, es decir, la distribución envuelve una relación con otro), mientras que SI se mlfa la
y la conmutación. Si nos quedarnos aquí, parecería que tienen cuestión «desde abajo» -poniendo atención en lo que se
razón quienes piensan que el objeto de la justicia --el reparte- hay que decir que el derecho es una cosa, pe~sona u
derecho-- es un acto; sin embargo, Tomás precisa un poco obra56. Insistimos: el acto de dar lo que es debido es,
más, y agrega: "que consisten [las operaciones] en el uso de evidentemente una acción, pero lo debido o dado es una
realidades exteriores: cosas, personas u obras". Algunos cosa, persona ~ obra. y parece que por "obra" se entiende
ponen énfasis en la primera parte de la frase ("uso"). Otros aquí un ¡acere, mientras que por perso~a un al¡e~e57, pues
acentúan la presencia de esas "cosas exteriores", que parecería esta última actividad implica una relació~ mtersubJeuva muc~o
armonizar mejor con la noción de la justicia como un "dar más íntima que el mero perfeccionaml~nto de una matena
(acción) a cada uno su derecho (cosa)"54. exterior (que mejora más a la cosa exteflor que al que obra).
Podría replicarse trayendo a colación un pasaje en donde se Esa relación entre sujeto y acción permite decir que en algunos
dice que "la justicia no tiene por objeto las cosas exteriores en casos el objeto del dar a cada uno lo suyo es una persona.
cuanto al hacer, que es lo propio del arte, sino en cuanto al Piénsese, por ejemplo, en el contrato de matrimonio.
usar de ellas para otros"55, pero la verdad es que este texto
destaca la triple perspectiva desde la que puede verse el objeto 2. Metonimia entre lex y ius, e importancia de la distinción
de la justicia: las "cosas exteriores", el "uso" de ellas (acción)
y el que ellas se refieran a otros (relación). Lo visto muestra que para Tomás el derecho es algo
diferente que la ley. Es una cosa justa, que -.sin perjuicio ~e
los matices interpretativos- podría traduclfse al lenguaje
por ejemplo, "la remuneración debida por un servicio prestado". No es -en
esta acepción central- ni la facultad de exigir la remuneración ni la ley que
establece que los servicios de carácter laboral tendrán una determinada 56 Esto de considerar lo jurídico desde una doble perspectiva no es un
remuneración~ como suele entenderse en nuestra época. Si no se tiene simple arreglo de compromiso. Es lo que hace Tomás; un po~o ~~s
presente esta diferencia de significado, se malinterpretará la filosofía de adelante. en la misma 61. 3c. cuando dice que por matena de la Justicia
Tomás. comnutativa y distributiva se puede considerar ya "aquella cuyo uso son
53 Un resumen de las diversas posiciones en C. I. Massini, "La las operaciones" (o sea las cosas mencionadas más arriba). ya "las
categori7.ación del derecho segón Santo Tomás", en El derecho ...• 15-28. acciones principales por las cuales nos servimos de las personas, de las
54 n·n, 58, le. cosas y de las obras".
55 n·n. 58, 3 ad 3. 57 Aquí no cabe distinguir realmente entre el acto de dar y lo dado.
234 RAZON PRACTICA Y DERECHO NAlURAL
EL PROCESO DE «DETERMINACION» 235
actual.con algunas expresiones como «posición justa» o sociologismo es algo que se da. En cambio, el derecho de
«.Sol~~lón adecuada». Que derecho y ley sean distintos no Tomás no es un mero acontecer, sino una obra racional.
slgmflca que es~én desconectados, ya que la producción de Cabe afirmar que uno de los logros más significativos del
esa cosa sigue ciertos parámetros que están indicados por la iusnaturalismo tomista es que armoniza lo racional y lo
ley 58. ~a leyes cierta razón de derecho, y como tal cumple un natural. El derecho es algo natural, en cuanto despliegue de
cometIdo en la tarea de producirlo. Esta vinculación explica posibilidades humanas y en cuanto es un orden adecuado que
que, aunque en la mayoría de los casos se la designe como existe en una determinada sociedad. Pero llega a ser tal,
[ex, a veces Tomás la denomine con el término metonímico porque no se ha producido de una manera arbitraria, sino a
ius 5 ':, aunque también cabe pensar que el uso de esa través de cauces razonables, fruto de una experiencia más que
termmología se debe a una adaptación de Tomás al lenguaje de milenaria, que son recogidos por la doctrina, la costumbre,
sus fuentes 60• los falJos de los tribunales y, en especial, por la ley. De ahí
En todo caso, la importancia de la aludida distinción que una genuina doctrina iusnaturalista, como la de Tomás,
tomista es múltiple. En primer lugar, coloca a esa filosofía de no busca presentarse al modo de un sistema legal no escrito,
lleno e~ el realismo, y la aleja de aquel normativismo que paralelo al vigente y contradictor suyo. Más bien se trata de
car~ctenza a la filosofía jurídica de los últimos siglos y de las ciertos criterios de razonabilidad de los cuales se nutren el
crítI~as que c~ntra é~~ se han formulado. Sin embargo, el legislador, el juez, el político y los mismos ciudadanos, a la
realismo tomIsta dIfIere de otros realismos, como el hora de mantener y perfeccionar ese orden social adecuado
norteamericano o el escandinav0 61 . Ambos piensan que el que se funda en todas y cada una de sus acciones.
derecho no, e~ una ~orma abst~acta, sino algo que se hace,
pero estos ull1mos l1enden a salir de un positivismo legalista D. LEY NATURAL Y DERECHO NATURAL
para caer en uno de corte sociológico, que reduce el derecho a
«hecho». Así, más que algo que se hace, el derecho del
1. Existencia de la distinción entre ley natural y derecho
natural
58 Cfr. infra, cap. V. D y E.
59 Cfr. G. Kalinowski, "De lo mudable .. .", 93. ESle filósofo polaco La distinción entre ley natural y derecho natural está menos
p~ d~ la base de que la ley también constituye derecho, por anaIogíade explícita que la distinción entre ley y derecho. Allí parece que
atnbuclón. Sobre esla concepción: C. I. Massini, Derecho y ley ... pass. la metonimia es mayor, y muchas veces Tomás llama derecho
60 Así: M. Vílley, "MUlabílídad, diversidad y riqueza del derecho natural a la ley natural. Sin embargo pensamos que esa
nalural en Aristóteles y Santo Tomás", en PrudentÚlluris, n. 15. Buenos división también debe aplicarse a esta materia Sería absurdo
Aires. 1985, 100. que Tomás defendiese el realismo en el plano de lo)~rídico
61 Sobre este realismo: A. Montoro, "Nolas sobre el realismo positivo y de pronto se transformara en normal1vlsta. al
jurídico escandinavo: derecho, efectividad e imperativismo jurfdico en ocuparse de lo jurídico natural, manteniendo una concepcIón
Karl Olivecrona", en Anales de la Cátedra Francisco Sudrez, n. 12/1. normativista del derecho natural. No parece razonable pensar
Granada. 1972, 65-106, id., "Sobre la superación del formalismo que en este campo el Aquinate haya cedido a la confusión de
metodológico en el realismo jurídico nórdico: la doctrina de la
asimilar el derecho a la ley.
interpretación de Alf Ross", en Anuario de Filosofía del Derecho, vol.
18. Madrid. 1975, 153-202. Y A. Ollero, "Un realismo a medias: el
Al respecto, aunque no sea un argumento decisivo, es
empirismo escandinavo", en Revista de Ciencias Sociales, n. 25/1. sintomático el que Tomás se ocupe de tratar en la Prima
Valparaíso. 1984,83-126.. Secundlle la cuestión de la concordancia de la ley humana con
236 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL EL PROCESO DE «DETERMINACION» 237

la ley natural 62 y más tarde vuelva a repetir el esquema en la ejercicio de la autoridad, relaciones laborales, etc.-. ya través
Secunda Secundae, esta vez para tratar de la congruencia del de estos tipos juzgar en qué medida otras socIedades son
derecho humano con el derecho natural 63 . Si no estuviese deficientes o florecientes. Para decirlo en una terminología
supuesta la idea de que el derecho natural no es lo mismo que que es cara a Finnis, el derecho natural se sitúa en el mundo
la ley natural, esa aparente reiteración no tendría sentido. del «ser», mientras que la ley natural está en el del «deber
sen>.
2. Lo justo natural corno un orden recto La relaci6n entre ley natural y derecho natural se entenderá
mejor cuando a continuación se explique el proceso de
El concepto de ley natural es muy amplio y abarca no sólo especificación, es decir cómo de la ley natural se llega a la ley
las relaciones de justicia, sino también --en cierta medida- humana, y desde am bas se accede al derecho natural y al
actos de todas las virtudes, desde el momento en que los positiv065 .
preceptos de la ley natural son ciertos principios de razón
práctica que están presentes en las más diversas actividades E. EL PROCESO DE «DETERMINACION» O «ESPE-
hull1anas. A veces se enseña que el derecho natural es aquella CIFICACION»
parte de la ley natural que se refiere a las relaciones de justicia,
lo cual no es exacto: esa es la parte jurídica de la ley natural, Ya se explicó cómo Tomás enseña que de dos modos
pero no es todo lo jurídico. No se olvide que la ley (positiva y puede derivarse una ley a. pru;tir de la ley. natu!al: por
natural) es sólo cierta razón del derecho (positivo y natural), y «conclusión» y por «determmacIón» o «especIficaCI?n». ~e
que, por tanto, no lo agota dijo también que el primero de los modos se daba al mtenor
Lo justo natural, por su parte, se relaciona con la idea de mismo de la ley natural, ya que es la forma concreta en 9ue se
un recto orden que existe en las relaciones que se dan dentro relacionan sus diversos géneros de preceptos. Con ocaSIón de
de una sociedad. En este sentido deben entenderse las esta derivación por «conclusión» se trató del derecho de
afirmaciones de VilIey cuando señala que el derecho natural se gentes y se mostró que debe ser considerado corno natural.
conoce a través de la observación de las sociedades bien Ahora corresponde ver la segunda de estas vías.
constituidas. Si se lo entiende bien, no es justo acusarlo,
corno hace Finnis, de incurrir en la falacia naturalista, por 1. La ley corno proyecto del derecho
deducir el derecho natural a partir de constataciones
teóricas 64 • La acusación de Finnis se debe a su confusión Tomás de Aquino compara el proceso de llegar ~esde la)ey
entre ley y derecho natural. El derecho natural no es un natural hasta la ley positiva con la tarea de un arquIt~cto. Este
conjunto de prescripciones, sino una realidad viva que se dispone de múltiples formas para poner por obra su Idea de lo
realiza mejor o peor según la calidad de las relaciones entre los que es una casa, siempre que cuide que su diseño responda
individuos y grupos. Así, mediante la observación se podrán efectivamente a esa noción. En todo el proceso de
determinar ciertos casos centrales -de orden público, «determinación» o «especificación» hay un sinnúmero de

62 P. ej. en fonna más o menos explícita en 95, 2c; 96. 4, y 97, 4 ad 65 En todo este terna (V.E) se seguirá muy de cerca el excelente
3. trabajo de A. Ollero, "Hennen,éutica jurídica y ontol?gí~ en Tomá~ de
63 Cfr. 57, 2 ad 2; 60, 5 ad 2. Aquino". en id., lnlerprelacion del derecho y poslllVlsmo lega/¡sta.
64 Cfr, J. Finnis el alii, .. Bentham ...... 423-436. EDERSA. Madrid. 1982.43-53.
238 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL EL PROCESO DE «DETERMINACION» 239

aspectos que nacen de la convención o de la decisión de la atendiendo a lo que ocurre con mayor frecuencia, a lo que se
autoridad competente, pero todos esos elementos deben co- considera habitual o normal, sin pretender una certeza exacta
adyuvar a la realización del proyecto original, de lo contrario ni llegar a ser omnicomprehensiva. El margen de desajuste
lo discrecional se transformaría en arbitrariedad. entre norma y realidad debe ser llenado por el juez en cada
La ley natural empieza a operar tan pronto el legislador se caso. La corrección particular de la necesaria generalidad de la
ve enfrentado a un problema al cual debe dar una solución. En norma se hace a través de la equidad, que en la fIlosofía de los
ese momento acuden a su mente, con mayor o menor fortuna, clásicos es una pieza clave para producir el ajustamiento entre
según la calidad de su formación, ciertos criterios elementales hombres, cosas y situaciones en que el derecho consiste69.
de razonabilidad, de los cuales la ley civil debe nutrirse si se A este nivel, la actividad jurídica es todavía teórico-
quiere que sea más que una colección ordenada de ciertas práctica: teórica por su formulación, pues se refiere. a un
decisiones caprichosas. La ley positiva que allí se origina problema sólo previsto -futuro-- y en términos generales y
adquiere sentido, entonces, por su referencia a una doble abstractos, pero dotada de una vertiente práctica en cuanto su
fuente: de una parte, a aquellos principios básicos que intención no es la mera descripción, sino que se ordena a .
permiten calificarla de razonable, pero también por su influir en la acción de los hombres.
referencia a un determinado problema, que es lo que desea La ley tiene un carácter potencial. Es proyecto -"razón"-
regular. de derecho. Por eso mismo es jurídica, si bien en un nivel que
Ese problema es lo que técnicamente se llama el supuesto todavía no es actual, sino, como se dijo, potencial. El
de heclw, que consiste en una caracterización de los elementos ajustamiento que es propio del derecho vivo -actual-- sólo
esenciales de la situación a la que se refiere66, y -desde el se da en el caso: en el contrato, en la sentencia70• La ley, en
momento en que sólo recoge lo que es significativo-- cambio, suministra los principios que presiden la búsqueda de
envuelve siempre una cierta selección, un determinado orden la cosa justa. En el caso de la ley natural, nos señala los fines
de preferencias. Como se sabe, los casos singulares son básicos del actuar humano y un bosquejo de los criterios para
infinitos, y ninguno es del todo igual a otro. Por eso hay que conseguirlos. Unos fines que están detrás de las diversas
agrupar ciertos casos--tipo, que recogerá la ley. Una ley que actuaciones humanas y un bosquejo suficientemente amplio
pretendiera describir todos los supuestos posibles con todas como para que pueda decirse que la ley natural,
sus modalidades sería algo semejante a un mapa con una primariamente, tiene la virtud de abrir horizontes al hombre y
escala 1: 167 , pero una norma cuya generalidad fuese promover la actualización de sus posibilidades, y sólo se-
excesiva68 tampoco sería operativa, aparte de poner en cundariamente actúa como Ifrnite que precave del error en la .
entredicho la seguridad de los ciudadanos. Aquí está la conducta.
prudencia legislativa, que debe ser capaz de seleccionar, El paso del derecho potencial al actual, la obtención del
agrupar, describir conductas y atribuir beneficios y sanciones derecho con la ayuda de la ley, sólo se produce cuando hay
enfrente un problema, ciertas relaciones intersubjetivas que se
trata de ajustar. En este sentido, al derecho se le aplica muy
66 AsC, en el homicidio, es esencial el «matar a otro», Menos
importancia. en cambio, parecen tener el nombre, la raza o las
preferenciac; musicales de la víctima. 69 Cfr. 1-11, 91, 3 ad 3.
67 Cfr. 1-11, 96, 1, ad 2. 70 Más en la sentencia que en el contrato, pues, en cierto sentido, el
68 Por ejemplo: «es delito toda acción que afecte los intereses del contrato es todavía potencial. si bien las partes 10 «actualizan» en la
pueblo». medida en que lo eslán ejecutando.
240 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL EL PROCESO DE «DETERMINACION» 241

bien lo que Aristóteles decía de toda la actividad práctica del vigentes, habrá que proceder con equidad, para producir
hombre, en cuanto la asimilaba con la del geómetra11. No vale aquella solución que habría buscado el legislador de haber
la imagen para postular un derecho que tenga la exactitud de la conocido las peculiares circunstancias de este cason .
geometría, como 10 pretendió cierto racionalismo. La A este propósito, enseña Tomás que, a veces, "las leyes
comparación se aplica más bien en el sentido de que el rectamente establecidas son deficientes en algunos casos, en
geómetra sólo puede avanzar en su disciplina en la medida en los que, si se observasen, se iría contra el derecho natural. y
que se plantee un problema, y mientras no tenga delante una por eso, en tales casos no debe juzgarse según el sentido
determinada figura no tiene sentido el que se aboque a la literal de la ley, sino que debe recurrirse a la equidad, que es
cuestión de las relaciones entre sus partes. la intención del legislador", porque "en tales casos, aun el
mismo legislador juzgaría de otra manera; y si lo hubiera
2. La «naturaleza de la cosa» previsto 10 habría determinado en la ley"13.
Es interesante observar cómo Tomás habla de ir contra el
En todo problema que se da en la vida social puede "derecho" y no contra la "ley" naturaJ14. Esto porque 10 que
captarse cierto núcleo inteligible, algo que en él hay de aquí se contradice no es una norma, sino aquel orden práctico
permanente, que es 10 que algunos llaman la naturaleza de la razonable que debe generar el juez mediante la sentencia; se
cosa. Es lo que hay en él de general y de parangonable con está dejando de alcanzar aquella solución que un recto sentido
otros casos. No todos son capaces de percibirlo con la misma estimaría como adecuada. Cuando Tomás alude a aplicar la
claridad, y en esto ayuda significativamente la experiencia. intención del legislador, no pretende circunscribirnos a la
Este problema es observado, «juzgado», a la luz de los voluntad que históricamente tuvo un legislador determinado,
principios que suministra la ley. Se establece una que quizá vivió muchos siglos antes15 y difícilmente podía
confrontación entre la situación que se tiene enfrente y ciertos prever las nuevas circunstancias históricas. Está, más bien,
criterios básicos acerca de lo que es razonable. Estos criterios invitando al juez a situarse en la perspectiva de un hombre
iluminan la cosa, le dan una inteligibilidad jurídica. Pero, al razonable, como se supone que es el legislador, y a fallar
mismo tiempo, la observación de la realidad da ciertas pautas como éste lo haría.
a la hora de seleccionar qué criterios son pertinentes para ese
tipo de caso. 3. Lo justo natural
A veces, el conocimiento de los aspectos esenciales del ca-
so es suficiente para descubrir que determinadas normas--{) Se comienza a perfilar así un bosquejo de solución, un
la interpretación más habitual de las mismas- le son proyecto de regulación de la situación concreta que a cualquier
inaplicables, porque conducen a un resultado absurdo. Nos
hallaremos entonces ante una laguna legal. Asimismo, si se
quiere aplicar alguna de las normas de regulación que están 12 Cfr. JI-JI, 60, 5 ad 2.
13 11-11,60,5 ad 2.
11 Dice Aristóteles, en la Ética a Nicómaco, que "el que delibera 14 El tema de la violación de la ley natural se expone en otra parte, a
parece que investiga y analiza a la manera que hemos dicho. como una propósito de la ley injusta (cfr. 1-11, 96, 4c). Lo que aquí se trata, en
figura geométrica -claro que no toda investigación es deliberación, por cambio, tendría más que ver con el tema de la inobservancia de la ley
ejemplo, las matemáticas; pero toda deliberación es investigación-; y lo justa que en determinadas circunstancias de hecho produce un daño al bien
último en el análisis es lo primero en el orden de la generación" (EN IlI, común en caso de que se aplique literalmente (1-11, 96, 60).
3, 1112 b 20-24). 75 Como sucedía en el medievo con el derecho romano.
242 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL EL PROCESO DE «DETERMlNACION» 243

persona razonable y medianamente experimentada se le que el derecho78 no proceda por vía de «conclusión» a partir
presenta como adecuado. No significa esto que se tenga ya la de la ley natural, no se aplica sólo el derecho positivo, sino
solución acabada. No basta con saber que cierta conducta es también al natural. Puede pensarse que lo que decimos llevaría
antijurídica, todavía hay que sopesar sus atenuantes y a difuminar la separación entre derecho positivo y derecho
agravantes, establecer circunstancias y precisar penas: hay que natural. Esto es así, pero sólo en cierto sentido.
«determinar» o «especificar». Pero ya tenemos un proyecto de Se ha explicado que el derecho, para Tomás, es lo justo, o
solución y eso es lo que llamamos justo TUltural. Justo natural la cosa justa, y que los autores discuten acerca si por esas
o derecho natural es ese núcleo de juridicidad que obtenemos expresiones debe entenderse una acción, una relación o una
al examinar el caso a la I,uz de los principios que nos aportan cosa en su sentido más ordinario. En todo caso, en ninguna
las diversas fuentes del derecho, entre ellas la ley. Es ese de esas hipótesis el derecho es algo que, propiamente, pueda
núcleo de sentido jurídico que se da en el cas076 • existir en abstracto. Por otra parte, difícil sería concebir una
Así como la ley natural es esa idea ejemplar desde la cual se cosa justa, que se diera en estado puramente natural, sin que
obtiene, por «determinación», la ley positiva, el derecho intervengan las numerosas especificaciones que debe
natural es esa idea que se especifica en la solución adecuada introducir la prudencia humana para dar vida a esa solución
que llamamos «derecho positivo». Pero una diferencia adecuada que es lo justo natural. Sin embargo, sería
importante consiste en que cuando se habla de la ley, sea aventurado decir que todo lo que hay, por ejemplo, en una
natural o positiva, todavía se está en un nivel hipotético y sentencia de cuya justicia estamos convencidos sea
general, mientras que cuando se dice «derecho natural» eso ya contingente. Si podemos hablar de sentencias buenas y malas
supone un caso práctico, actual, en el cual hemos encontrado o justas e injustas, y no sólo de sentencias acertadas y
un sentido según el cual es susceptible de recibir una solución desacertadas, es porque en ellas hay algo que excede lo
razonable, la cual, una vez que reciba todas sus meramente técnico. A eso lo llamamos <<justo natural».
especificaciones, será llamada derecho positivo. Volviendo a la duda planteada, derecho positivo y derecho
Otra manera de caracterizar lo que es el derecho natural natural no son realidades que podamos fácilmente encontrar
sería sostener que es aquella «conducta justa», aquel modo de en forma aislada, pues coexisten allf donde se halle una «cosa
obrar que responde a las exigencias de la ley natural. Esta otra justa». En este sentido reconocemos la dificultad de
forma de distinguir entre derecho y ley natural presupone la separarlos. Pero eso no significa que no podamos
aceptación de que la «cosa justa» tomista consiste en una distinguirlos, lo mismo que en la norma que atribuye una
acción, cuestión que, como vimos, es discutida por los sanción al homicidio distinguimos un fondo de ley natural y
estudiosos 77. las múltiples especificaciones puestas por el legislador, que
En todo caso, tanto el derecho natural como el derecho llevan a transformar el «no matar» primitivo en un «el que
positivo, en sentido propio, quedan caracterizados como mate a otro será castigado con tales penas en tales
«cosa justa», y no como «norma». Y parece, además, que el circunstancias».

76 Así como la «naturale7.3 de la cosa» era el núcleo de sentido


ontológico que se daba en el caso. 78 Nos referimos a! derecho en sentido estricto. Ya dijimos que la ley
77 Cfr. cap. V. C. 1. positiva y natura! pueden ser llamadas «derecho» por metonimia.
244 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL EL PROCESO DE «DETERMINACION» 245

4. Rawnabilidad y subjetividad en la sentencia de hecho que constituyen el núcleo del caso, por otra, ciertos
principios de razón práctica, que señalan los fines del actuar
En toda sentencia se presupone esa raronabilidad de ahí humano o constituyen preceptos que orientan en su
que los jueces procuren mostrar, de alguna manera, I~ forma consecución 82 • Una solución adecuada será legitimable en la
en que llegaron a esa solución, y hagan explícitas las razones I medida que sea posible percibir que el juez diagnosticó
de derecho (los «considerandos») y de hecho (los «vistos» o acertadamente el problema y aplicó a su solución ciertos
,1
~(resultandos») que fundamentan su decisión. Es cierto que el criterios que realizan plenamente esos principios más
Jue~ ~stá en un determinado contexto histórico y que en la comunes. Aquí radican algunas de las diferencias entre el rea-
decISIón del caso juega su propia subjetividad, pero esas lismo tomista y otras formas de concebir el derecho,
circunstancias, lejos de dificultar la tarea de juzgar la hacen inspiradas en la hermenéutica, puesto que para Tomás es
posible y humana. ' posible remitirse a una realidad, ontológica o moral, sobre la
Sólo porque el juez está situado en una época histórica que se puede dialogar y discutir, precisamente en cuanto tiene
determinada, tiene presente sus modos de pensar y puede una consistencia extramental y es cognoscible (aunque nunca
entender los casos, también históricos, que llegan a sus se agote en un solo juicio).
manos. Si el jue~ no tuviese esa cercanía temporal, la tarea de
dar con la solucI?n. adecuada se haría todavía más difícil para 5. La mediación del derecho natural en el hallazgo de la
los hombres. ASImIsmo, el reconocer el carácter subjetivo de solución jurídica
su decisión significa asignarle un estatuto humano, que es el
mejor antídoto contra el peligro de buscar un fallo a través de El aporte de Tomás lleva a descubrir que, en un gran
la aplicación puramente mecánica de las «instrucciones» que número de casos, no es posible llegar a obtener la solución
da la ley. justa para la situación concreta sin la mediación o iluminación
Que una solución sea subjetiva (¿cómo podría ser de otro del derecho natural. Aftrmar lo contrario sería:
modo una solución humana?) no significa que sea arbitraria. a) negar que en el caso se dan ciertos elementos
Tomás de Aquino explica que para que el juicio sea realmente permanentes, que deben ser respetados si no se desea incurrir
un acto de justicia se requiere que el juez tenga "una en violencia,
inclinación de justicia"79. que actúe dentro de su b) instaurar la arbitrariedad como fundamento del derecho,
competencia SO y que "sea pronunciado según la recta razón de en cuanto se basa sobre un consenso que carecería de
prudencia"Sl. Que el juez pueda dar razón de su decisión referencias objetivas,
significa que es posible mostrar cómo ella tiene cierta c) olvidar que siempre está presente la interpretación en el
vinculación con algunas realidades que son accesibles al campo del derecho. A propósito de la interpretación, dice
intelecto del resto de los hombres: por una parte, los aspectos Tomás que "el que pronuncia el juicio interpreta de algún
modo el texto de la ley, aplicándolo a un asunto particular"S3.
Ellegalismo ha pretendido relegar la interpretación a los casos
79 H-H, 60, 2c. De lo contrario el juicio sería "vicioso o injusto" (11-
oscuros, y no se preocupa por hacer explícitos los criterios
H, 60, 20).
so Si no, estamos en presencia de un juicio "usurpado" (U-H, 60, 20).
S\ "Cuando falta la certeza racional, como si alguien juzga de las
cosas que son dudosas u ocultas por algunas ligeras conjeturas, (oo.) en S2 Cfr. infra cap. J-IlI.
este caso se llama juicio 'suspicaz' o 'temerario'" (11-11, 60, 20). S3 H-H, 60, 6c.
246 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL EL PROCESO DE «DETERMINACION» 247

con los que discierne lo importante y significativo respecto de recalcan otros, sería siempre concreto e histórico, mientras
lo que es irrelevante, y, por último, que la ley natural es abstracta e intemporal91 •
d) desconocer la colaboración del derecho natural en la
formación del derecho positiv0 84 significa incurrir en la l. Cambios en lo justo natural
«falacia positivista», que consiste en extraer la obligatoriedad
(moral, jurídica) del derecho positivo a partir del puro hecho La afirmación de la inmutabilidad de la ley natural
de su puesta en existencia. Esta es la verdadera naturalistic requeriría de algunos matices, como los que hace Tomás en
fallacy. diversos pasajes de la cuestión 94 del tratado de la ley. En lo
restante, cabe pensar que la opinión de Villey92 no está lejos
F. SOBRE LA MUTABILIDAD DEL DERECHO NA- de la verdad, porque en el pensamiento del Aquinate no hay
TURAL oposición entre los conceptos de naturalidad y defectibilidad,
tanto en la física como en la moral. Al respecto es interesante
Desde el momento en que Tomás distingue entre ley natural atender a la forma en que Tomás refuta la opinión de quienes
y derecho natural, cabe afirmar que la cuestión de la piensan que no hay nada justo por naturaleza, ya que "lo que
mutabilidad de la primera85 es diversa de la del segundo. es según la naturaleza es inmóvil y donde sea tiene las mismas
Piensa Villey que, en todos los textos que tratan del asunto, cualidades. Lo cual no parece que sea referido a lo justo, ya
Tomás parte de la base de que el derecho natural es que parece que todas las cosas justas a veces se mueven"93.
mudableB 6 : "la palabra naturaleza, dice este autor francés Como imaginará el lector, hay distintas formas de intentar
evoca primeramente la generación de un ser que crece y s~ rebatir esta opinión. A primera vista podría pensarse que
mueve naturalmente, por medio de una fuerza intrínseca"87, Tomás debería intentar demostrar que lo justo por naturaleza
no cambia, o que sólo cambia en cierto sentido, pero no es ese
ella "impli~a la i?ea del movimiento"88, por la que cabe reco- el camino que sigue. Pero el Doctor de Aquino elige destruir
nocer la eXIstenCIa de un derecho que sea "variable y al mismo la base del razonamiento del adversario y. señalar que la
tiempo natural"89. En cambio, "a diferencia del derecho naturaleza física no es tan inmutable como se piensa. Para
natural, la ley natural es inmutable"90. El derecho natural, responder, nuestro autor se vale de los conocimientos físicos
de su tiempo y señala que la completa inmutabilidad sólo
84 "Tanto tiene la ley de fuerza Cuanto tiene de justicia" (lo mismo puede predicarse de la naturaleza divina, de las sustancias
podríamos decir del derecho, por analogía). "Ahora bien -sigue Tomás- separadas94 "y de los cuerpos celestes, llamados dioses por
en las cosas humanas se llama justo a aquello que es recto según la regla los antiguos"95, pero que en los seres corruptibles, entre los
de la razón. Pues bien, la primera regla de la razón es la ley natural" (I·n,
95, le).
85 Cfr. cap. 1, y cap TI 91 Cfr. A. Ollero, Derecho y sociedad. Dos reflexiones en torno a la
86 Cfr. M. Villey, "Mutahilidad, diversidad y rique7" del derecho filosofía alemana actual. Editora Nacional. Madrid. 1973, 48 Y la
natural en Aristóteles y Santo Tomás", en Prudenlia ¡uris, n. 15. Buenos bibliografía alemana que allf cita.
Aires. 1985, 96. 92 Cfr., "Mutabilidad ... ", 97-99.
87 M. Villey, "Mutabilidad ... ", 97. 93/n EN, V, 12, n. 1025.
88 M. Villcy, "Mutabilidad ... ", 97. 94 Las almas humanas, que subsisten después de la muerte, y los
89 M. Villey, "Mutabilidad ... ", 97. áogeles.
90 M. Villey, "Mutabilidad ... ", 99. 95/n EN, V, 12, n. 1026.
248 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL EL PROCESO DE «DETERMINACION» 249

que se cuenta el hombre, "hay algo que es según la pero no está presente en el pasaje de la Ética a Nic6maco
naturaleza", y "sin embargo cualquier cosa que hay en donde habla de lo justo natural \07. Al aplicarla aquí, el
nosotros es mudable o de suyo (per se) o circunstancialmente Aquinate resuelve cierta ambigüedad del texto aristotélicO lO8 .
(per accidens)"96. No contento con esto, Tomás vuelve a matizar el pensamiento
Si todo lo que hay de justo en el hombre participa de la del Fil6sofo, despejando ciertas interpretaciones
mutabilidad 97 , resta saber cómo se distingue lo que es justo prudencialistas, y explica en un texto de cierto sabor
por naturaleza de lo que es justo por convención, "ya que agustiniano que ya se coment6 antes: "sin embargo debe
ambos son movibles de manera similar"98. Para mostrarlo, observarse que como las rarones de las cosas mudables son
Tomás recurre a la analogía con el mundo físico, donde las inmutables, lo que en nosotros es natural como perteneciente a
cosas" son del mismo modo en la mayoría de los casos, pero la razón misma de hombre, de ningún modo varía, como que
fallan en algunos"99. Lo explica recurriendo a un ejemplo el hombre es animal. Pero las cosas que se siguen de la
aristotélico 1OO : "10 natural es que la mano derecha sea en naturaleza, como las disposiciones, las acciones y los
nosotros más vigorosa que la izquierda, lo cual es verdad en movimientos, varían en algunos casos. De igual manera las
la mayoría de los casos"IOI, sin embargo, algunos hombres cosas que pertenecen a la razón misma de justicia de ningún
se vuelven ambidiestros a través del ejercicio102. "Lo mismo modo pueden cambiarse, como que no se debe robar, que es
ocurre en las cosas naturalmente justas, como que los un hecho injusto. En cambio, las cosas que se siguen de las
depósitos tienen que devolverse debe cumplirse en la mayoría naturalmente justas, pueden ser diferentes en unos pocos
de los casos, pero en unos pocos casos no debe ser así"103. casos" 109.
La diferencia entre lo natural y lo legalmente justo es, El texto citado lleva a pensar que Tomás de Aquino está
entonces, que lo segundo es cambiante "de suyo"104, manejando dos nociones distintas de naturaleza. Una, más
mientras que lo naturalmente justo s610 cambia amplial\O, que incluye también "las cosas que se siguen de la
"circunstancialmente"105, y esto sucede "en algunos pocos naturaleza" 11 1, en la cual cabe la mutación, en unos pocos
casos"I06. . casos. Sólo en cuanto se compara al hombre con aquellos
La distinci6n entre cambiar Uf in pluribus y cambiar ut in seres superiores que no están afectados por el cambio, puede
paucioribus tiene antecedentes en la filosofía de Arist6teles, decirse que su naturaleza (en este sentido amplio) es mudable.

107 EN 1134 b 18-1135 a 5. En cierta forma está implícita en el


96 In EN, Y, 12, n. 1026. ejemplo de los diestros y los ambidiestros, visto que "UI in paucioribus"
también se dan hombres zurdos.
97 Cfr. In EN, Y, 12, n. 1027.
98 In EN, Y, 12, n. 1027. \08 Quizá se debe a su excesiva brevedad. Ya se dijo que el
iusnaturalismo de Tomás está mucho más elaborado que el de su maestro
99 In EN, Y, 12, n. 1028. griego.
lOO Cfr.EN 1134 b 31-33. 109 In EN, Y, 12, n. 1029.
101 In EN, Y, 12, n. 1028. 110 Próxima a la que utiliza Aristóteles en 1134 b 18 ss.
102 Cfr. In EN, Y, 12, n. 1028. 111 In EN, Y, 12, n. 1029. Explica G. Kalinowski que: "el término
103 In EN, Y, 12, n. 1028. 'naturaleza', tomado en su sentido amplio, designa las propiedades que
104 In EN, y, 12, n. 1026. caracterizan habitualmente -<.1/ in pluribus- a los individuos de una
105 In EN, Y, 12, n. 1026, cfr. n. 1028. especie dada" ("De lo mudable y lo inmutable en el derecho natural", en
106 In EN, Y, 12, n. 1026, cfr. n. 1028. Prudentialurís, n. 15. Buenos Aires. 1985,94).
248 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL EL PROCESO DE «DETERMINACION» :?A9

que se cuenta el hombre, "hay algo que es según la pero no está presente en el pasaje de la Ética a Nic6maco
naturaleza", y "sin embargo cualquier cosa que hay en donde hwbla de lo justo natural l07 . Al aplicarla aquí, el
nosotros es mudable o de suyo (per se) o circunstancialmente Aquinate resuelve cierta ambigüedad del texto aristotélicO lO8 .
(per accidens)"96. No contento con esto, Tomás vuelve a matizar el pensamiento
Si todo lo que hay de justo en el hombre parúcipa de la del Filósofo, despejando ciertas interpretaciones
mutabilidad97 , resta saber cómo se distingue lo que es justo prudencialistas, y explica en un texto de cierto sabor
por naturaleza de lo que es justo por convención, "ya que agustiniano que ya se comentó antes: "sin embargo debe
ambos son movibles de manera similar"98. Para mostrarlo, observarse que como las razones de las cosas mudables son
Tomás recurre a la analogía con el mundo físico, donde las inmutables, lo que en nosotros es natural como perteneciente a
cosas "son del mismo modo en la mayoría de los casos, pero la razón misma de hombre, de ningún modo varía, como que
fallan en algunos"99. Lo explica recurriendo a un ejemplo el hombre es animal. Pero las cosas que se siguen de la
aristotélico 100: "lo natural es que la mano derecha sea en naturaleza, como las disposiciones, las acciones y los
nosotros más vigorosa que la izquierda, lo cual es verdad en movimientos, varían en algunos casos. De igual manera las
la mayoría de los casos"lOl, sin embargo, algunos hombres cosas que pertenecen a la razón misma de justicia de ningún
se vuelven ambidiestros a través del ejercicio lO2. "Lo mismo modo pueden cambiarse, como que no se debe robar, que es
ocurre en las cosas naturalmente justas, como que los un hecho injusto. En cambio, las cosas que se siguen de las
depósitos tienen que devolverse debe cumplirse en la mayoría naturalmente justas, pueden ser diferentes en unos pocos
de los casos, pero en unos pocos casos no debe ser así" 103. casos"I09.
La diferencia entre lo natural y lo legalmente justo es, El texto citado lleva a pensar que Tomás de Aquino está
entonces, que lo segundo es cambiante "de suyo"I04, manejando dos nociones distintas de naturaleza. Una, más
mientras que lo naturalmente justo sólo cambia amplia llO, que incluye también "las cosas que se siguen de la
"circunstancialmente"105, y esto sucede "en algunos pocos naturaleza" 111, en la cual cabe la mutación, en unos pocos
casos" 106. . casos. Sólo en cuanto se compara al hombre con aquellos
La distinción entre cambiar ut in pluribus y cambiar ut in . seres superiores que no están afectados por el cambio, puede
paucioribus tiene antecedentes en la filosofía de Aristóteles, decirse que su naturaleza (en este sentido amplio) es mudable.

107 EN 1134 b 18-1135 a 5. En cierta forma está implícita eo el


96 In EN, V, 12, n. 1026. ejemplo de los diestros y los ambidiestros, visto que "UI in paucioribus"
tambiéo se dan hombres zurdos.
97 Cfr. In EN, V, 12, n. 1027.
98 In EN, V, 12, n. 1027. 108 Quizá se debe a su excesiva brevedad. Ya se dijo que el
iusnaturalismo de Tomás está mucho más elaborado que el de su maestro
99 In EN, V, 12, n. 1028. griego.
100 Cfr.EN 1134 b 31-33. 109 In EN, V, 12, n. 1029.
101 In EN, V, 12, n. 1028. 110 Próxima a la que utiliza Aristóteles eo 1134 b 18 ss.
102 Cfr.ln EN, V, 12, n. 1028.
111 In EN, V, 12, n. 1029. Explica G. Kalioowski que: "eltérmioo
103 In EN, V, 12, n. 1028. 'naturaleza', tomado eo su seotido amplio, designa las propiedades que
104 In EN, V, 12, n. 1026. caracterizan habitualmente -Ul in pluribus- a los individuos de una
105 In EN, V, 12, o. 1026, cfr. o. 1028. especie dada" ("De lo mudable y lo inmutable en el derecho natural", en
106 In EN, V, 12, o. 1026, cfr. o. 1028. Pruderrtia IUFis, 0.15. Buenos Aires. 1985,94).
250 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL EL PROCESO DE «DETERMINACION» 251

Esta idea del Commentarium a Aristóteles se halla también en el ser en cuestión tendría que sufrir la acción de un agente
la Summa Theologiae. En esta obra se recoge la objeción que externo de tal entidad que fuera capaz de remover el principio
dice que no hay derecho natural porque lo natural es inmutable de sus operaciones, a costa de cambiar la identidad de la cosa
e igual para todos, a lo que Tomás responde: "lo que es que la padeciese (en este caso el hombre). Sólo "entonces ya
natural a un ser dotado de naturaleza inmutable es forzoso que no le será natural lo que fuera antes"1l7.
sea inmutable siempre y en todas partes. Pero la naturaleza VilIey ha exagerado la importancia de la afirmación tomista
humana es mudable, y, por consiguiente, lo que es natural al recogida más arriba, en el sentido de que la naturaleza humana
hombre puede algunas veces fal1ar. Por ejemplo, es de es mudable. Aparte del hecho de que aseveraciones como esa
igualdad natural que se devuelva el depósito al depositante; y, son muy escasas en la obra del Aquinate, es importante tener
por tanto, si la naturaleza humana fuera siempre recta, esto en cuenta el contexto en el cual se formula. Cuando se dice
debería observarse en todo caso; mas, como a veces la vo- que la naturaleza humana es mudable, es en comparación con
luntad del hombre se pervierte, hay ocasiones en que el aquellas naturalezas que son absolutamente inmutables y que
depósito no debe ser devuelto para que un hombre de están más al1á de nuestro mundo. y el sentido en que la
voluntad perversa no use mal de él; v. gr., si un demente o un naturaleza humana es mudable está precisado ya en las
enemigo de la república reclamara las armas depositadas"112. observaciones precedentes: se trata de una mutabilidad que
Junto con este sentido amplio de naturaleza, cabe reconocer tiene lugar en pocos casos, que es propia de una noción de
uno más propio y restringido, que se evoca cuando se quiere naturaleza tomada en sentido amplio, y que tiene alcances
introducir algunas precisiones al iusnaturalismo aristotélico y limitados.
se dice que "lo que en nosotros es natural como perteneciente
a la razón misma de hombre, de ningún modo varía" 113 • Este 2. La ley natural: fuente de derecho
sentido restringido ya quedó definido por Tomás en una obra
juvenil, donde naturaleza "significa la esencia de una cosa con Lo visto l1eva a pensar que el derecho natural en cierto
relación a su operación propia" I 14. Si se admitiera un cambio nivel es inmutable: al nivel de su fuente, de esas "razones" de
a este nivel, entonces querrfa decir que el hombre habría las que nos habla In EN, V, 12, n. 1029118. Pensamos que
dejado de ser tal y sería otra cosa11S. Por eso Tomás dice que con esas razones Tomás se refiere a la ley y más
"de las cosas que son por naturaleza, ninguna varía por la específicamente a la ley natural119 • Por su parte, VilIey no
costumbre"1I6. Para que este tipo de mutación se produjera, descarta la posibilidad de que las leyes puedan ser fuente del
derecho natural, pero la toma ineficaz ya que dice que esa ley-
fuente no puede ser la ley natural (y mucho menos la
humana), y que "el principio inmutable al cual se puede referir
J12 U-lI, 57, 2 ad l.
113/n EN, V, 12, n. 1029.
114 De ente el essentia. I. cómo la costumbre puede cambiar lo que (en sentido amplio) es por
115 Más que de cambios, entonces, habría que hablar de evolución de naturaleza.
las especies (cfr. J. Hervada, Introducción ..., 98, \06-162). 117 In EN, 11, 1, n. 248.
116 In EN, 11, 1, n. 248. Si no se tiene presente que aquí está 118 Aplicando el principio de que no hay cosas móviles sin un
utili7..ando una noción más restringida de naturaleza, se verá una aparente soporte inmóvil (cfr. M. Villey, .. Mutabilidad....., 102).
contradicción con el texto de In EN, V, 12, n. \028, donde Tomás pone 119 Para una opinión en contrario: M. Villey, .. Mutabilidad ..... , 102-
un ejemplo (caso del hombre que se vuelve ambidiestro) para mostrar 103.
252 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL EL PROCESO DE «DETERMINACION» 253

el derecho natural en lo que tiene de inmutable" tendría que ser El razonamiento de Villey para negar que la ley natural
la ley eterna l20 , el pensamiento de Dios que ordena el pueda ser fuente del derecho es sencillo, como se verá. Sin
universo, incluidos los grupos sociales l21 , pero que esa ley embargo, se construye sobre un equívoco, pues entiende las
nos es desconocida: "si sucede que la 'ley divina' ( ... ) nos nociones de ley y naturaleza en el sentido racionalista y el
comunica alguna parte del derecho natural, nosotros lo derecho en su acepción grecorromana, con lo cual la
ignoramos (U-H, 57, 2 ad 3)"122. incomunicación es inevitable. Dice el filósofo franCés: "La ley
Pero el pensamiento de Tomás es diverso del que le natural es moral. Tiene por objeto regir la conducta del
atribuye Villey, tanto en lo que se refiere a la cognoscibilidad individuo"124, y no "instituir el derecho"125, Según él, el
de la ley eterna como en cuanto a que la ley natural sí puede error de la escuela moderna del derecho natural y de cierto
ser fuente del derecho. Al primer problema dedica el Aquinate tomismo consistiría en: "pretender extraer sol uciones de
el artículo 2 de la I-II, 93, en donde se pregunta "si la ley derecho de la ley natural moral, o dicho de otra manera: de la
eterna es conocida de todos", y explica que, si bien en sí 'naturaleza del hombre'. Nada prohibe inferir de la naturaleza
misma no la conocemos, sí llegamos a percibirla en cuanto del hombre (... ) los rudimentos de una moral. Pero ¿cómo
participamos de ella, ya que eso es la ley natural. Dice Tomás: deducir de la naturaleza deloombre (ese término en singular)
"De dos maneras puede ser conocida una cosa: primera, en sí una relación entre diferentes hombres, es decir, el
misma; segunda, en su efecto, en el que se encuentra cierta derecho 7" 126.
semejanza con la cosa (... ). Pues bien, tenemos que decir que A esta opinión se le pueden hacer diversas objeciones.
nadie puede conocer la ley eterna como es en sí misma, sino a) Que la ley natural sea moral no significa que, sin más,
sólo los bienaventurados, que ven a Dios en su misma haya que excluir su carácter jurídico. Si en 1-n, 94, 3c dice
esencia. Pero toda criatura racional la conoce a través de Tomás que a ella pertenecen actos de todas las virtudes, no se
alguna irradiación, sea mayor o menor. Todo conocimiento de ve por qué haya que excluir la virtud de la justicia. y si sé
la verdad es una irradiación y participación de la ley eterna la incluye, habrá que reconocer que la ley natural tiene una
(... ). Ahora bien, todos conocen de alguna manera la verdad, dimensión jurídica.
al menos por lo que se refiere a los principios comunes de la b) Consecuencia de lo anterior es que la ley natural no sólo
ley natural. Y respecto a los demás, unos participan más y se ocupa de regir la conducta individual, sino que también se
otros menos del conocimiento de la verdad, y según esto aplica a las relaciones interpersonales. En la cuestión 94, que
conocen también más o menos la ley eterna" 123. dedica a la ley natural, Tomás continuamente recurre a
ejemplos que van mucho más allá de las relaciones del hombre
120 M. Villey, "Mutabilidad...", 102. consigo mismo: es el caso del depósito 127, del robo 128, de los
121 M. Villey, "Mutabilidad ... ", 102.
122 M. Villey, "Mutabilidad ... ", 103. El texto al que Villey hace
referencia dice: "el derecho divino es así llamado porque lo promulga
Dios. Y comprende en parte cosas que son naturalmente justas. aunque su
justicia esté oculta a los hombres; yen parte otras que se hacen justas por 124 M. Villey, Compendio de Filoso/fa del Derecho v. ll: Los
institución divina." medios del Derecho. Eunsa. Pamplona. 1982, 103.
123 La misma idea se recoge en 1-11, 19,4 ad 3: "Si bien la ley 125 M. Villey, "Mutabilidad... ", 102.
eterna, tal cual está en la mente divina, nos es desconocida. se nos da a 126 M. Villey, "Mutabilidad ...", 102.
conocer de algún modo, sea por la razón natural, que se deriva de ella 127 Cfr. 1-11,94,40.
como su imagen propia, sea por alguna revelación sobreañadida". 128 Cfr. 1-1!, 94, 40 y 5 ad 2.
254 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL
EL PROCESO DE «DETERMINACION» 255
VICIOS contra naturaleza l29 , las leyes inicuas l30 , el
homicidio l3l o el adulterio 132. decir que "es característica de la razón proceder de lo más
c) Villey, como él mismo reconoce, está tomando la universal (ex communibus) a lo más particular (ad
naturaleza humana como sinónimo de naturaleza individual. propria)"/37, es decir, de la ley138 al derecho, como se vio
Esa puede ser la perspectiva de Pufendorf o Rousseau, pero más arriba.
no la de Aristóteles y Tomás de Aquino, que caracterizan al Es posible que la visión de Villey, que tiende a preterir la
hombre (y, por tanto, a su naturaleza) como animal polftico. importancia de la ley en la realización del derecho l39, se deba
d) La ley positiva se deriva de la ley natural, pero eso no a la especial cercanía de este autor con el pensamiento de
sign!fica que se deduzca de ella133. Del mismo modo, cuando Aristóteles que, como se ha dicho, apenas reflexiona sobre la
se dice que la ley natural es fuente del derecho, no se pretende ley natural. Otro tanto puede decirse de las tesis del autor
sostener ni que todo el derecho se derive de ella ni, mucho francés sobre la mutabilidad del derecho natural. La
menos, que sea mera deducción suya. interpretación tomista del libro V de la Ética a Nic6maco es
Como consecuencia de su postura acerca de la muy sugerente, pero cabe preguntarse si Aristóteles habrá
incognoscibilidad de la ley natural, Michel Villey parece tenido en mente tantas observaciones y matices como los que
incurrir en ciertas confusiones al explicar la forma como hace Tomás en su comentario. Leo Strauss atribuye la
accedemos al derecho natural. Basándose en la idea de que diferencia entre Aristóteles y Tomás de Aquino a que el
mientras Dios conoce las cosas en su causa, nosotros primero admite la mutabilidad del derecho natural porque para
procedemos a la inversa, sostiene el autor francés que él ese concepto remite a la decisión concreta más que a reglas
"ninguna fórmula legislativa precede, para nosotros, al generales l40, mientras que el segundo tiende a sostener su in-
derecho natural" 134. Puesto que no podemos acceder al mutabilidad porque habla como teólogo y se inspira en las
principio del derecho natural -"el plan eterno del enseñanzas de la revelación cristiana l41 . Peo, aparte del hecho
Creador" 135_ "le es necesario al hombre partir de sus de que Tomás precisa claramente en qué sentido sí y en cual
'consecuencias', las relaciones justas tal como se dan a cono- no la ley y el derecho naturales se pueden considerar como
cer en un mundo cambiante"136. Esto es verdad en el sentido mudables, esa opinión es también errónea porque el análisis
en que nosotros conocemos lo justo natural observando tomista cumple todas las condiciones para ser considerado
aquellas relaciones justas que se dan en la realidad. Pero si filosófico. Si alguna diferencia se produce entre discípulo y
podemos decir que esas relaciones son justas, es porque maestro, ella se debe a que el primero utiliza una noción
tenemos ciertos criterios de lo justo y lo injusto, los cúales
nos son aportados por la ley. En este sentido, Tomás puede
131 I-TI; 94, 4c.
138 Cfr. 1-1I, 90, 1 ad 2, sobre el papel de las proposiciones prácticas
129 Cfr. 1·1I, 94, 3 ad 2 y 6c. Wliversales en el silogismo.
130 Cfr. 1·1I, 94, 6 ad 3. 139 Se ha hecho notar la verdadera dificultad que tiene Villey para
l3l Cfr. 1·1I, 94, 5 ad 2. concebir la existencia de normas jurídicas de carácter general, fruto de su
132 Cfr. 1·1I, 94, 5 ad 2. judicialismo (Cfr. M. Rodríguez Molinero, Derecho... , 208).
133 Cfr. cap. IV. 140 Cfr. L. Strauss, Nalurrechl und Geschichle. K. F. Koehler
134 M. Villey, "Mutabilidad...", 103. Verlag. Stuttgart. 1956, 164.
135 M. Villey, "Mutabilidad ... ", 103. 141 Cfr. L. Strauss, Nalurrechl..., 168. Según él, para Tomás "la ley
136 M. Villey, "Mutabilidad ... ", 103. natural es prácticamente inseparable no sólo de la teología natural, sino
:también de la teología revelada" (ibid. 169).
256 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL EL PROCESO DE «DETERMINACION» 257

(filosófica) de naturaleza cuya riqueza semántica es mayor que V. B. 3.


la del segundo. Pero esta cuestión dista mucho de ser
teológica. Ley como causa externa: no parecería acertado sostener que en la
filosofía de Tomás la ley sea sólo causa externa. El Aquinate dice que
"nadie se impone una ley a sí mismo" (1-11. 93. 5c). pero esto s6lo
prueba que el origen de la leyes externo. Toda ley existe también en los
que están sujetos a ella (cfr. 1-11. 90.1 ad 1; 1-11. 90. 4 Y 1-11. 91. 2).

V. D. 1.
NOTAS COMPLEMENTARIAS
Distinción entre ley natural y derecho natural: J. Hervada
V. B. 1. tiene razón al decir que "la ley natural se llama derecho natural en cuanto
es regla de derecho" (Introducción ...• 171). Es decir. así como en sentido
Significado propio de derecho: Es verdad que. como dice Tomás analógico cabe llamar "derecho" a la ley. también puede llamarse "derecho
(II-II. 57. 1 ad 1) el significado del derecho como cosa justa se oscureció natural" a aquella "parte de la ley natural que se refiere a las relaciones de
en el transcurso de la historia. Sin embargo. esta circunstancia, lejos de justicia" (ibid.). Sin embargo. no hay que olvidar que ni el sentido propio
relativizar el significado que dicha acepción tiene en la filosofía jurídica de "derecho" (cfr. ibid. 4346) ni el de "derecho natural" consiste en ser
tomista. prueba exactamente lo contrario: si el Aquinate puso especial una norma jurídica. De lo contrario se transforma la filosofía de Tomás
atención en esa acepción. a pesar de conocer la suerte histórica de la en \U1 normativismo.
misma, es porque estaba convencido de su importancia filosófica. Una crítica a la distinción entre ley y derecho natural en: O. J. Brown,
Natural Rectitude ami Divlne Law in Aquinas. An Approach to an
V. B. 2. Integral Interpretation 01 the Thomistic Doctrine 01 Law. Pontifical
Institute of Mediaeval Studies. Toronto. 1981. 165-174. Cabe anotar que
lus y derecho subjetivo: Señala d'Ors que aunque a menudo se esta acertada crítica se dirige contra las ideas de Vernon J. Bourke. cuya
distinción entre ley y derecho naturales no se asemeja a la que aquí se
traduzca la palabra ius en términos del moderno derecho subjetivo. la
verdad es que "los romanos no llegaron a entenderla precisamente en ese plantea. por lo cual no se entrará en mayores comentarios sobre ambas
sentido. porque no construyeron tal categoría" (A. d·Ors. "Aspectos opiniones.
objetivos y subjetivos del concepto de ius". en Nuevos papeles del ofICio
universitario. Rialp. Madrid. 1980. 283). La mentalidad jurídica de ros V. F. 1.
romanos entiende por ius "una 'posición justa'. 'posición jurídica'" (ibid .•
288). La actual distinción entre derecho objetivo (cfr. r.) y subjetivo (cfr. Mutación del derecho natural: otra forma de plantear este asunto
e.) no permite comprender algunos usos lingüísticos romanos que se sería la siguiente: las exigencias que impone la ley son siempre
mantienen en Tomás. Por eso d 'Ors puede decir que: "el primer concepto generales. y pueden chocar con los requerimientos de la justicia en el caso
que se aclara desde nuestro punto de vista es el de ius en el sentido de particular. En este sentido podría decirse que lo justo (el derecho) natural
tribunal del magistrado. acepción antigua y primordial. Que ius en ese es cambiante. puesto que en algunos casos no se ciñe a las disposiciones
sentido sea secundario no cabe pensarlo. Y el dualismo objetivo-subjetivo generales de la ley natural. Con todo. aclara Leo Strauss. "esas
nos dejaba sin aclarar ese sentido local. por lo que quedaba relegado al excepciones son tan justas como las reglas mismas. Y Aristóteles
plano de rareza arcaica. En realidad. ius quiere decir aquí tan sólo la advierte claramente que no hay una regla tan fundamental que no. c.sté
posición justa del magistrado en su función jurisdiccional. allí debe estar sujeta a alguna excepción" (Naturrecht ...• 167). Slrauss desarrolla este
para dicere ¡us. Ahora bien, ius dicere significa precisamente declarar la argumento a propósito de Aristóteles y. como ya se dijo. piensa que no
posición que resulta justa de uno de los litigantes" (ibid .• 288). es aplicable a Tomás de Aquino. qui7,á porque no tiene en cuenta que para
Tomás la mutación de la ley natural es cuestión distinta de la del derecho
258 RAZONPRACfICA Y DERECHO NATURAL

na)tural. Este argumento no contradice lo explicado más arriba (cfr. V. F.


1.
M. Rodríguez Molinero hace notar lo sorprendente que resulta el que
muchos tomistas contemporáneos desatiendan el Tratado de la Justicia
cuando estudian la cuestión de la inmutabilidad del derecho natural (cfr. id.
Derecho ... , 130). Probablemente se deba a que la aproximación de esos
autores a la filosofía jurídica de Tomás está predeterminada por una CAPITULO VI
mentalidad normativisla.

IUSNATURALISMO y FILOSOFIA PRACTICA

El tema de los principios de la ley natural y los procesos de


derivación por «conclusión» y «determinación» o «especi-
ficación» constituye sólo uno de los diversos aspectos de la
filosofía práctica de Tomás. Sin embargo, el estudio del
mismo se revela como especialmente apto para descubrir
algunas características generales del pensamiento ético y
jurídico del Aquinate. De ahí que parezca interesante, antes de
pasar revista a las objeciones recogidas en la introducción,
intentar una caracterización de ciertos rasgos fundamentales de
la filosofía práctica del Aquinate, contrastándolos con las
ideas que hoy mantienen ciertas corrientes éticas sobre las
mismas materias l.

1 En la descripción que se bace a continuación se seguirán de cerca los


diversos trabajos de M. Santos que se recogen en la bibliografía,
especialmente: "En tomo a la posibilidad de la fundamentación metafísica
del derecho: presupuestos histórico-críticos", en AA. VV., Actas del X
Congreso Mundial de Filosoffa del Derecho y Filosofla Social, vol. 6.
LV.R.-Universidad Nacional Autónoma de México. Ciudad de México.
1982,97-104 Y "La convergencia de los modelos analítico, trascendental
y consecuencialista", en AA. VV., Persona, Veritá e Morale (Ani del
Congresso Intemazionale di Teologia Morale, aprile 1986). Cittil Nuova
Editrice. Roma. 1986,911-918.
258 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL

natural. Este argumento no contradice lo explicado más arriba (cfr. V. F.


1).
M. Rodríguez Molinero hace nolar lo sorprendente que resulta el que
muchos tomistas contemporáneos desatiendan el Tratado de la Justicia
cuando estudian la cuestión de la inmutabilidad del derecho natural (efr. id.
Derecho ...• 130). Probablemente se deba a que la aproximación de esos
autores a la filosofía jurídica de Tomás está predeterminada por una CAPITULO VI
mentalidad nonnativista.

IUSNATURALISMO y FILOSOFIA PRACTICA

El tema de los principios de la ley natural y los procesos de


derivación por «conclusión» y «determinación» o «especi-
ficación» constituye sólo uno de los diversos aspectos de la
filosofía práctica de Tomás. Sin embargo, el estudio del
mismo se revela como especialmente apto para descubrir
algunas características generales del pensamiento ético y
jurídico del Aquinate. De ahí que parezca interesante, antes de
pasar revista a las objeciones recogidas en la introducción,
intentar una caracterización de ciertos rasgos fundamentales de
la filosofía práctica del Aquinate, contrastándolos con las
ideas que hoy mantienen ciertas corrientes éticas sobre las
mismas materias 1.

1 En la descripción que se hace a continuación se seguirán de cerca los


diversos trabajos de M. Santos que se recogen en la bibliografía.
especialmente: "En tomo a la posibilidad de la fundamentación metafísica
del derecho: presupuestos histórico-críticos", en AA. VV., Actas del X
Congreso Mundial de FilosoJfa del Derecho y FilosoJfa Social, vol. 6.
LV.R.-Universidad Nacional Autónoma de México. Ciudad de México.
1982.97-104 y "La convergencia de los modelos analítico. trascendental
y consecuencialista", en AA. VV .• Persona. Verita e Morale (Atti del
Congresso Intemazionale di Teologia Morale. aprile 1986). Cittil Nuova
Editrice. Roma. 1986.911-918.
260 RAZONPRACfICA Y DERECHO NATURAL IUSNATURALISMO y FILOSOFIA PRACTICA 261

está el hombre a la hora de buscar la plenitud que ofrecen esos


A. TOMAS DE AQUINO: UNA FILOSOFIA PRACTICA fines que le son dados por naturaleza3•
QUE AFIRMA LA REALIDAD La afirmación del intellectus, entonces, nos lleva al
reconocimiento de los fines. A través de la noción de fin,
En el tema estudiado a lo largo de este trabajo se ha podido podría el pensamiento contemporáneo superar la
apreciar cómo el pensamiento tomista envuelve algunas incomunicación entre el mundo del ser y el del deber ser, sin
afirmaciones fundamentales, que -sin pretender dar una caer en falacias metodológicas. Esta idea de fin está detrás del
caracterización general de esta filosofía práctica- pasamos a prosequendum 4 tomista, y muestra que la vida moral es
resumir. mucho más que el cumplimiento de reglas, puesto que los
La primera serie de afirmaciones se refieren al campo del principios de ley natural son también más que reglas. En el
conocimiento. Frente a las propuestas no·cognotivistas, que pensamiento del Aquinate vivir bien exige proyectarse hacia el
van acompañadas de una razón que se repliega sobre sí futuro y no limitarse al cumplimiento cansino de los
misma, hallamos en Tomás una filosofía que afirma el mecanismos de adaptación vigentes en una sociedad (de signo
conocimiento de la realidad. Se trata de un conocimiento tradicional, tecnocrático, o de cualquier otra índole).
limitado y siempre perfectible, como lo muestra la teorfa de La aceptación de la finalidad nos remite a la af'rrmación de
los diversos géneros de verdades per se nota, pero no por eso la naturaleza. Se trata de una naturaleza que no es puro hecho,
menos real. Esta apertura a la realidad se da también en el como en el positivismo, y que, tanto en el hombre como en el
terreno práctico: la iusfilosofía tomista evita por igual el cosmos, no es un material del que se pueda disponer según
deductivismo racionalista y la arbitrariedad de cierto realismo capricho, sino que plantea exigencias y, por lo mismo, es
jurídico, señalando que la razón no está limitada a constatar colaboradora del sujeto que desea actuar en forma razonable.
hechos y combinar conceptos teóricos, sino que se proyecta La afirmación conjunta del intelecto y la razón tiene su
hacia el deber ser y puede encauzar la acción humana y hacerla correlato en el reconocimiento de la voluntad, entendida no
razonable. En oposición a la «racionalidad menguada» de la sólo como va/untas ut ratio -1:apacidad de disponer, de elegir
modernidad, Tomás afirma la consistencia de la razón. entre alternativas-,-, sino también como va/untas ut natura,
Pero si la ratio tomista tiene contenido y no opera sobre el tensión fundamental e ineludible hacia el bien. Si el
vacío es porque el Aquinate ha afirmado antes el intel/ectus, entendimiento y la voluntad tomistas tienen un papel activo en
que en forma directa y no discursiva puede llegar a los la vida humana, es porque antes han sido capaces de acoger
primeros principios prácticos. Estos principios no son unos fines que, como se dijo, son dados por naturaleza. Esos
fórmulas vacías ni meras tautologías, sino fuente que alimenta fines, para Tomás, no son meros proyectos que se escogen y
toda la acción humana, entregándole las razones para obrar2 • formulan arbitrariamente, porque la voluntad humana no es
Sólo a partir de allí puede entrar en escena la razón, que es, a ciega, desde el momento en que recibe la orientación de la
la vez, acogedora de una realidad que ella no ha puesto y inteligencia. "El bien propio y esencial del hombre, dice
protagonista en el campo de los infinitos medios ante los que Tomás, consiste en que la razón perfeccionada por el
conocimiento de la verdad informe y plasme internamente el

2 Cfr. M. Santos, "El neopositivismo en su relación con el


materialismo", en AMles de moral social y económica, vol. 47. Madrid. 3 Cfr. In EN, VI, 2, n. 1131.
1978, 45 ss. 4 Cfr. 1-11, 94, 2c.
262 RAZON PRACf¡CA y DERECHO NATURAL IUSNATURALISMO y FILOSOFIA PRACf¡CA 263

querer y el obrar, pues el hombre es hombre porque es afirmación de la moralidad intrínseca de los actos libres
racionar'5. permite, entonces, reconocer leyes universales en el
En contraste con los diversos reduccionismos entendimiento práctico, el cual no queda restringido a la
intelectualistas o voluntaristas, la afirmación de las diversas formulación de proposiciones formales y tautológicas.
facultades del espíritu humano permite acceder a una noción y si hay entendimiento y voluntad, si la praxis tiene
más íntegra de praxis. En la filosofía del Aquinate, la acción consistencia, y es-posible formular ciertos principios prácticos
~U1~ana tiene consistencia propia, y su valor no queda de carácter universal, entonces se podrá afirmar, con Tomás,
limItado a algo previo a ella (la intención) o posterior (los la realidad de la ética y, en general, de la filosofía práctica,
resultados), como sucede, respectivamente, en las éticas frente a la posición de quienes se quedan en una «meta-ética»,
deontológicas y las de corte utilitaristas6 • sin querer llegar a la realidad9 • Y esa teoría ética de Tomás
Mientras muchos de los intentos contemporáneos de tendrá contenido, a diferencia del caso, tan paradójico como
reconstruir el obrar humano han terminado por desna- frecuente, de "teorías éticas vacías de moralidad"lO.
turalizarlo, reduciéndolo a metafísica, lógica, física o técnica7, Este conjunto de afirmaciones que componen la filosofía
T?~ás lo acoge tal como es, en toda su complejidad. Su práctica tomista nos dirigen a una fundamental: la afirmación
ViSión de la praxis parte por el descubrimiento de los fines del hombre. Mientras algunos sostienen que no hay nada que
prim~ros, sigue con la formulación de los principios que de por sí sea valioso, que lo bueno y lo malo no son más que
permaen acceder a ellos, proceso que no se queda en solas mutaciones físicas mientras no se sujeten al cálculo y la
conclusiones silogísticas, sino que exige «determinar» .medida, Tomás afirma la realidad del hombre y su dignidad, y
atendiendo a la experiencia y las circunstancias del momento, enseña que ni todo el bien del cosmos llega a compararse con
y termina con la ejecución de una acción que, aunque nueva, ellall .
es el desenvolvimiento natural de esos principios de lo
razonable.
Si la praxis tiene consistencia, y no es simple modificación
del mundo exterior, como creyó el positivismo, entonces
habrá acciones que por sí mismas puedan ser consideradas
buenas o malas, aun antes de atender a las cOlisecuencias 8• La

mismas y no sólo por su exceso o defecto. Por tanto, en relación a ellas


5 Virl. comm., q. un., 9. no acontece a alguien ser recto sea cual sea la manera en que obre al
6 Mal llamadas «teleológicas». La ética de Tomás, en cambio, sí respecto, sino que siempre pecará al hacerlo". Y agrega que "esas acciones
podría caracterizarse como teleológica, atendida la importancia del fm en son pecado absolutamente, de cualquier manera que se realicen. Pues en sí
la acción, pero el fin no es lo mismo que el resultado. En este sentido, misma cualquiera de ellas lleva consigo algo que repugna a lo que
nos parece más apropiado decir que las éticas utílítaristas son éticas de corresponde" (In EN, 11, 7, n. 329).
resultado, más que teleológicas. 9 Esto se ve en la caracterización que de la ética dan ciertos autores
7 Cfr. M. Santos, La armonfa inlerlUJ de la ética (texto inédito). como R. M. Hare, al decir que "la ética, tal como yo la concibo, es el
8 Dice Tomás, comentando a Aristóteles que "ciertas acciones y estudio lógico del lenguaje sobre los comportamientos" (The Language of
pasiones por su mismo nombre implican malicia, como el gozo de lo Morals. Oxford Press. London. 1964, 1Il).
malo, la desvergüenza y la envidia. En las operaciones: el adulterio, .el 10 M. Santos, "La convergencia ... ", 911.
robo, el homicidio. Pues todas estas y otras semejantes son malas por sí 11 En este sentido, por ejemplo: ¡-II, 113, 9c.
264 RAZON PRACTICA Y DERECHO NA11JRAL lUSNA11JRALISMO y FILOSOFIA PRAcnCA 265

B. EL REALISMO TOMISTA ANTES LAS OBJECIONES bien hay que hacerlo y perseguirlo, y el mal evitarlo"12. Con
CONTRA EL DERECHO NATURAL todo, esta imagen de los círculos concéntricos no debe llevar a
pensar que todos los principios tienen la mis~a.í~dole, y que
Una vez que se ha dado un panorama de la caracterización lo único que varía es el grado de su cognosclblhdad, puesto
tomista de los preceptos de ley natural, y que se han recogido que hay fundamento para pensar que, para Tomás, los
algunas de las afirmaciones fundamentales que envuelve la principios comunes son tales precisamente porque indican
filosofía práctica tomista, parece conveniente volver a las fmes o, en terminología actual, «bienes básicos».
objeciones que se planteaban en la introducción en contra del Podrá evidentemente discutirse sobre si todos los ejemplos
derecho natural y del pensamiento iusnaturalista y ver en qué que Tomás nos ofrece ~e co~mu,!issima. ~r.esentan
medida pudieran ser aplicables a la iusfilosoffa de Tomás de efectivamente la caracterísnca de mmediata accesIbIlIdad que
Aquino. Una vez acabada esa tarea, estaremos en condiciones . se requiere respecto de los principios comunes. Aún más cabe
de determinar los que parecen ser los supuestos desde los que debatir las tesis de Finnis sobre los valores básicos, el carácter
se ejercen dichas críticas y, por último, resumir las exhaustivo de su enumeración y la inexistencia de una
conclusiones de nuestra investigación. jerarquía entre esos bienes fundamentales. Pero nada de esto
permite invalidar la idea de que al menos existe algún
l. Disparidad de opiniones morales: el ámbito del principio cuyo reconocimiento es universal, como es el caso
consenso ético del ya citado "el bien hay que hacerlo y perseguirlo", o el
principio de actuar conforme a la razón 13•
Como se recordará, la primera de las dificultades se refería En resumen, a la objeción citada cabe responder, primero,
a la incompatibilidad de una ley natural con la evidente que la variedad de opiniones e~ un proble';lla gnoseol?gico.y
disparidad de criterios que los hombres han mantenido y no afecta directamente la cuesnón ontológica de la eXIstencia
mantienen acerca de lo bueno y lo malo. Sin embargo, al de una ley natural, y, segundo, que dentro de esa variedad
menos en el caso de Tomás, el problema de la diversidad de cognoscitiva hayal menos algunos principios universalmente
criterios y la dificultad de conocimiento no sólo está accesibles, que indican los fines básicos del obrar humano,
considerado en su teoría iusnaturalista sino que constituye, sin perjuicio de las numerosas discrepancias que se pueden
por así decirlo, el punto de partida de la misma. Como se dar respecto de aquellos preceptos que se refieren a los
explicó en el capítulo 1, el criterio utilizado por Tomás para medios para acceder a los anteriores.
distinguir entre los preceptos de ley natural es precisamente la
mayor o menor dificultad que envuelve el conocimiento de los 2. Falacia «ser I deber seo>: el olvido de la razón práctica
mismos. Si se recurre a una imagen propia de la geometría,
habría que presentar la teoría del Aquinate sobre la ley natural En segundo término está la famosa objeción de la
en forma de cfrculos concéntricos, con los principios comunes derivación ilícita del «deber ser» a partir del «ser». Como han
en medio, los secundarios después, y aquellos que sólo son
accesibles a los sabios en último lugar. El único sector en que
Tomás admite un consenso universal es, en nuestra imagen,
aquel reducido terreno que ocupa el centro, donde están los
principios a los que todo hombre accede, como aquel de "el
12 1_ 11, 94, 2c.
13 Cfr. 1- n, 94, 2c.
266 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL IUSNATURALISMO y F1LOSOFlA PRACfICA 267

señalado diversos autores l4 , este problema sólo se plantea mismos para la generalidad de los hombres, e
una vez que se ha procedido a la des-teleologización de la indemostrablesl 8 • Mal puede creerse, entonces, que son
naturaleza, la cual queda reducida a puro hecho l5 . En derivados, ya sea de ciertas normas o, aún menos, de hechos.
diversos lugares de este trabajo se ha hecho ver cómo Tomás Insiste Finnis con razón que la captación de esos principios
maneja diversas nociones de naturaleza, y no se reduce a la básicos tampoco depende de un análisis metafísico de lo que
pura consideración biologista de la misma. Por otra parte, en es la naturaleza humana y su fin l9 • Aparte de que ellos son
el pensamiento de los clásicos la idea de naturaleza remite accesibles a todos los hombres y no sólo a los estudiosos de
inmediatamente a la de teleología, lo que hace imposible que el la metafísica, debe considerarse la circunstancia de que los
aludido problema se plantee como taI 16. El puente entre las communissima no son captados a través del uso teórico de la
nociones modernas de «sen> y «deber ser» se encuentra razón, sino que constituyen los primeros principios del
precisamente en la idea clásica de fin 17. intelecto práctico.
A pesar de que las diferentes conceptos de naturaleza que En la base de la acusación de falacia naturalista, no sólo
utilizan los clásicos y los modernos podría bastar para está una inadecuada noción de naturaleza, sino también del
rechazar la acusación de «falacia ser / deber sen>, la cual sólo propio entendimiento humano. En efecto, cuando se restringe
sería aplicable a los filósofos que manejan la noción éste al sólo entendimiento especulativo, se lo limita, por
puramente empírica de naturaleza, diversos autores han decirlo en terminología actual, al campo del «ser». Así, los
mostrado en forma directa la inaplicabilidad de la falacia «ser / juicios que puede emitir son sólo juicios descriptivos de la
deber ser» al pensamiento de Tomás. No se pretende recoger realidad (<<A es b»). De ahí no parece fácil deducir un precepto
aquí todo lo que se ha dicho en este sentido, sino simplemente (<<A debe ser c»), a no ser que medie un acto de la voluntad.
hacer un par de observaciolles a ese famos() argumento, Pero si el origen de los preceptos éticos está sólo en la
tomando en cuenta especialmente alguna de las reflexiones de voluntad, la ética carece de un fundamento objetivo, y
Finnis sobre el mismo. entonces sí se ha pasado arbitrariamente de las proposiciones
Para comenzar, es necesario distinguir entre los principios sobre hechos a las proposiciones normativas. Con juicios del
comunes de la ley natural y los que son derivados de aquellos. tipo de "es imposible que un mismo atributo se dé y no se dé
Sobre los primeros dice Tomás que son cognoscibles por sí simultáneamente en el mismo sujeto y en un mismo
sentido"20, no se puede construir una ética ni, mucho menos,
resolver el problema de qué es lo que ahora debe hacerse. Si
14 Cfr. por ejemplo, M . .santos, "En tomo al consecuencialismo no se conoce la existencia de una vertiente práctica del
ético", en AA. VV .• Dios y el hombre. EUNSA. Pamplona. 1985, entendimiento, abocada a juzgar racionalmente sobre aquellas
passim y F. Inciarte, "Practical ...... 204. entre otros. cosas que deben ser hechas, habrá que recurrir a la.y.oluntad
15 Cfr. P. Serna. "Modernidad, posmodernidad y derecho natural: 1Ul para dirigir al sujeto a la acción. Este problema, que ya parece
iusnaturalismo posible", en Persona y Derecho. vol. 20. Pamplona. haber estado presente en la escolástica posterior a Tomás21 ,
1989, 176-185. puede derivar en la localización de la ética en el terreno de la
16 Aún así. hay quien piensa. como Finnis. que la teoría
iusnaturalista de Tomás no depende de la cuestión de la teleología, lo que
en todo caso es discutible (J. Finnis. NaturaL, 52-3) 18 Cfr. cap. I.
17 Sobre la recuperación de la noción de fin: R. Spaemann-R. Liiw, 19 Cfr. J. Finnis, Natural .... 33-34.
Die Frage Wozu? Geschichte und Wiederentdeckung des teleologischen 20 Met. IV, 3. 1005 b 19-21.
Denkens. Piper. München. 1985.271 ss. 21 Cfr. G. Grisez. "The First... ... 193.
268 RAZON PRACflCA y DERECHO NATURAL IUSNATURALISMO y FILOSOFIA PRACflCA 269

pura emotividad, sobre la cual no cabe discutir en forma Como ya se vio en el capítulo IV, los preceptos
mínimamente sistemática, o, por lo menos, en el intento de secundarios y terciarios se derivan por «conclusión» a partir
fundar los principios éticos, políticos y jurídicos en el solo de los principios comunes, de modo análogo a como en las
consens022 . ciencias teóricas se llega de los primeros principios
En cambio, si la razón también puede dirigirse a la acción, especulativos a las conclusiones, aunque manteniendo
o sea, si es capaz de tornarse práctica, querrá decir que esa siempre su peculiaridad propia de razonamiento práctico. Si
acción resultante es susceptible de ser guiada racionalmente, y alguna acusación cupiese en contra de Tomás, sería más bien
que el hecho de que la ética, el derecho y la política no sean la contraria a una falacia de tipo naturalista. Ya que es claro
ciencias exactas no las sitúa de por sí más allá de lo racional. que los principios secundarios no se derivan a partir de
Esta circunstancia se expresa en el propio lenguaje ordinario, hechos, sino desde otros principios, parecería que incurre en
donde es frecuente oú expresiones como «esto me parece lo que Hoffe ha llamado la "falacia normativista", por la cual,
razonable», las cuales no suelen emplearse fuera del campo de "a partir de reflexiones exclusivamente normativas" se
lo práctico, de las cosas que pueden ser hechas de muchas pretende "inferir obligatoriedades específicas o concretas de la
maneras y que no son mera deducción de premisas vida y la convivencia humanas. En realidad, reflexiones
especulativas. Tal como lo muestra Tomás 23 , la idea de una puramente normativas proporcionan sólo una pauta de
ley natural no es sino la otra cara de la cuestión de los evaluación sumamente general que tiene todavía que ser
principios que orientan ese uso práctico de la razón. puesta en conexión con las legalidades objetivas específicas
Lo que permite a la razón el hacerse práctica, es la del ámbito vital en cuestión"27.
captación de ciertos bienes, que se le presentan como cosas Sin embargo, es fácil observar que tampoco incurre Tomás
que deben ser realizadas. Esta captación, como ya se ha en esta segunda falacia. La ley natural no se proyecta en la
repetido, no es el fruto de una larga disquisición, sino una vida jurídica y moral por la sola vía de los razonamientos
percepción de carácter inmediato, como por ejemplo: "el bien silogísticos. Además del proceso de «conclusión»28 existe la
hay que hacerlo y perseguirlo"24, idea que no es deducida o derivación por «determinación» o «especificación»29, en
inferida a partir de nada, sino conocida simplici intuitu 25 . No donde resulta fundamental la conexión de los principios con
se ve, entonces, cómo cabe realizar aquí una inferencia las circunstancias de la vida. Aquí vuelve a resaltar la
indebida de normas a partir de hechos. importancia de la distinción tomista elltre ley y derecho. En la
En cuanto al resto de los principios de la ley natural, dice perspectiva realista de Tomás, el derecho es fundamental-
Finnis que ellos "son derivados a partir de esos primeros y mente algo que se hace, verdad práctica, que no es deductible
premorales principios de razonabilidad práctica, y no a partir
de hecho alguno, sea metafísico o de otra clase"26.
27 O. HOffe, "Derecho natural ...", 127. En el mismo sentido, enseña
Arthur Kaufmann que la investigación jurídica requiere de la asimilación
22 Un análisis crítico del consensualismo en: C. 1. Massini, Los entre la norma y la situación de vida (Cfr. Analogía y «naturaleza de la
derechos hwnanos. Paradoja de nuestro tiempo. Universitaria. Santiago de cosa». Hacia una teor{a de la comprensión jtuídica. Editorial Jurídica.
Chile, 75-85. Santiago de Chile. 1976,81 ss.)
23 Cfr. 1-1l, 94, 2c. 28 En el cual, dicho sea de paso~ la derivación silogística reviste una
24 1-11, 94, 2c. forma peculiar. que no necesariamente coincide con la forma imaginada
25 De Ver. 8, 15c. por el iusnaturalismo racionalista.
26 J. Finnis, Natural ... , 34. 29 Cfr. cap. V. E.
270 RAZON PRAcrICA y DERECHO NATURAL IUSNATURALISMO y FlLOSOFIA PRACfICA 271

a partir de puras premisas teóricas, porque encierra una de fundamentación, contenido y alcance de los derechos
novedad, pero que requiere de la orientación de esos criterios fundamentales 32 , los cuales, por definición, no se pueden
de razonabilidad si no quiere ser puro capricho. Así, cuando precisar y comprender con la sola comparación entre
algunos autores definen el derecho como "aquello que ordenamientos jurídicos diferentes. Esta comparación, al igual
aprueban los jueces"30, cabe pensar que no pretenden que la tarea de descripción, resultan, con todo,
necesariamente con esto consagrar la arbitrariedad como indispensables.
criterio distintivo de lo jurídico, ni negar el papel decisivo, No se debe olvidar, en segundo término, que en todas las
aunque no exclusivo, de la ley en la conformación del instituciones sociales late la necesidad de conseguir un fin,
derecho. Más bien procuran mostrar que lo jurídico no está que es lo que ellas procuran alcanzar y para lo cual existen33 .
propiamente en las normas sino en la realidad, y que la verdad Si no se atiende a este aspecto práctico -muy vinculado a la
jurídica está remitiendo a la praxis, pues, como ya lo hemos cuestión de los valores 34- resultará imposible aplicarlas en
dicho, aquí nos encontramos en el campo de las cosas que un sentido razonable. Tomás da ejemplos a propósito de la
deben ser hechas. . necesidad de la equidad en la interpretación de la ley; es decir,
de la necesidad de atender al fin de la misma, más que a la
3. Ciencia jurídica y valores literalidad de sus palabras, cuando se trata de ordenar las
relaciones sociales, pero lo que se dice de la ley positiva es
Si la ley no es el derecho, sino cierta posibilidad o razón válido para el resto de las instituciones.
del mismo, resulta imposible hacer una ciencia del derecho
que se limite al estudio de las normas, porque eso significaría 4. El modelo ético tomista: ni deontológico ni de resultados
dejar fuera a elementos decisivos del quehacer jurídico. Por
otra parte, como se ha mostrado, también resulta ilusorio La discusión entre un modelo deontológico o formal y uno
intentar un estudio del derecho que prescinda de la cuestión de teleológic035 o de resultados como únicas vías sobre las que
los valores31 . En primer lugar, porque toda descripción de las puede discurrir una ética, no es válida para encasillar la teoría
instituciones jurídicas o políticas supone una selección acerca iusnaturalista de Tomás. Tal como se ha mostrado
de lo que en ellas es importante y significativo, y no cabe reiteradamente en los últimos años, no cabe adscribir la ética
llevar acabo selección ,alguna sin recurrir a ciertos criterios tomista a modelos unilateralmente teleológicos, como los que
para realizarla. El hecho de que en los intentos de descripción postula cierto utilitarismo. El criterio decisivo de lo moral no
avalorativa esos criterios de selección permanezcan es, para el Aquinate, el cálculo de consecuencias 36. Por eso
inconfesados, no cambia la cuestión de su existencia e
importancia. Una teoría iusnaturalista como la de Tomás, que
hace explfcitos esos criterios que ayudan a distinguir lo 32 Cfr. C. 1. Massini. Los derechos ..• , 87-100 y 119-131; J. Finnis,
razonable y humano de lo arbitrario o degradante, puede Natural ...• cap. l. y M. Santos. "En torno a la posibilidad de la
resultar de gran utilidad a la hora de solucionar los problemas fundamentación metafísica del derecho: presupuestos histórico-críticos",
en PersofIIJ y Derecho. n. 9. Pamplona. 1982, 113-120.
33 Cfr. Re. Pro l. 1.
30 A. d'Ors, "Derecho es lo que aprueban los jueces", en Escritos 34 Cfr. L. Strauss. ¿Qué es filosof(a polftica? Guadarrama. Madrid.
varios sobre el derecho en crisis, Consejo Superior de Investigaciones 1970, 34 ss.
Científicas. Roma-Madrid. 1973,45-54. 35 Esta denominación. como se dijo antes. es poco adecuada.
31 Cfr .• entre otros. J. Finnis. Natural ..., cap. 1. 36 Cfr. I-II, 18. 1 ss.
272 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL IUSNATURALISMO y FILOSOFIA PRACTICA 273

puede afinnar que existen tipos de acciones que siempre son Y 10 inhumano. Esto no significa sostener que la sola
malas, y que no se pueden realizar, ni aún a pretexto de aceptación del iusnaturalismo asegura el respeto de la dignidad
conseguir algunos bienes o evitar males mayores. De aquí se de los hombres reales. Siguiendo a Aristóteles, Tomás enseña
puede colegir que existen obligaciones éticas de carácter de continuo que en el campo de la ética, como en la política y
absolut037. el derecho, no basta con saber las cosas especulativamente,
Pero eso no significa que Tomás adopte un modelo ético sino que se trata de practicarlas, aunque el conocimiento
deontológico, puesto que la bondad del tipo de acción es una especulativo pueda servir de alguna ayuda39 . Pero la
condición necesaria pero no suficiente de la moralidad. Para afinnación de algunos principios cuya existencia no depende
que una acción sea buena en la práctica se requiere el de la voluntad de minorías o mayorías gobernantes y a cuyo
complemento del fin y de las circunstancias. En este sentido, respeto todos están obligados, es condición necesaria para que
no cabe decir que la ética tomista se conforme con un fiat se pueda hablar con rigor de algo así como derechos
iustitia, pereat mundus .. Como ha señalado Spaemann: humanos 4o•
"Existe una asimetría entre las buenas y malas acciones. No Lo dicho no significa negar que de hecho existan autores
hay ningún tipo de acción que sea «bueno» siempre y en todas que planteen teorías de derechos humanos y ciudadanos que
partes. El que una acción sea buena depende siempre [además se ocupen de su defensa a partir de posturas no
de los otros requisitos] del conjunto de circunstancias. Sin iusnaturalistas, sino sólo que tales posturas no parecen aportar
embargo, hay detenninados tipos de acciones que son malos un fundamento doctrinal suficientemente sólido y que,
siempre y en todas partes, sin atender a las circunstancias, muchas veces, quienes las sostienen están movidos
porque a través de ellas se niega directamente el carácter de fin inconscientemente por criterios que pertenecen a aquella
en sf misma, la dignidad, de la persona. Respecto de tales tradición fIlosófica que pretenden neg¡¡¡4l.
acciones cesa todo cálculo de las consecuencias"38. Si bien cabe pensar que la pretensión de poseer una verdad
absoluta puede derivar en totalitarismo, no hay que olvidar
5. Iusnaturalismo, política y «ética mínima» que el argumento que alega la ilegitimidad de «imponer» a los
demás las convicciones éticas ha escondido con frecuencia el
Por último, cabe decir que ni la afinnación de una teoría interés por mantener ciertas situaciones opresivas (la
iusnaturalista induce a posturas totalitarias ni el recurso a una esclavitud, la explotación laboral,la discriminación racial o el
«ética mínima» parece ser el fundamento má~ adecuado para aborto, por ejemplo). En cambio, cuando se afinna que existe
un sistema democrático. una verdad en el terreno práctico no se está diciendo que cada
En primer ténnino, cabe afinnar que las reflexiones de uno de nosotros la posea de hecho por entera. El análisis
Tomás sobre los contenidos de la ley natural no constituyen tomista, en la medida en que distingue los preceptos naturales
un sistema ideológico destinado a transformar la realidad
conforme a sus dictados. Más bien, por el contrario, estos
sistemas totalitarios se han originado históricamente allí donde 39 Cfr./n EN, nn. 1191-1193.
se ha negado la posibilidad de trazar fronteras entre lo humano 40 Cfr. J. Hervada, "Problemas que nna nota esencial de los derechos
humanos plantea a la filosoffa del derecho", en Persona y Derecho, n. 9.
Pamplona. 1982.
37 Cfr. J. Finnis, "Absolute Moral Norms: Their Ground, Force and 41 Cfr. M. Kriele, Uberación e Ilustración. Herder. Barcelona. 1981,
Permanenee", en Anthropotes, n. 2. Roma. 1988,287-303. 52-56, y C. 1. Massini, "Inmanencia, trascendencia y derechos humanos",
38 R. Spaemann, Moralische ... , 72. El añadido es nuestro. en PersolUJ y Derecho, vol. 21. Pamplona. 1989, 173-184.
274 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL IUSNATURAUSMO y FILOSOFIA PRACTICA 275
de acuerdo con su cognoscibilidad, más bien parece decir lo que tiene el proceso jurfdico, en donde cada parte procura
contrario. Tomás, al mostrar las dificultades que mostrar al juez aquel aspecto de la realidad en que funda sus
históricamente envuelve el conocimiento de la ley natural y el reclamos, muestra cómo el hallazgo de la verdad jurídica es,
hecho de que sólo sean los sabios quienes logren tener una consciente o inconscientemente, fruto del diálogo más que de
cabal idea de la misma, está poniendo de relieve que el acceso la imposición.
a lo naturalmente justo no es una obra puramente individual, Las propuestas de una «ética mínima» bien podrían
sino una empresa común, en la que todos pueden y deben envolver una desconfianza en la capacidad de los hombres
colaborar en la medida de sus posibilidades 42 ; "El máximo para llegar a la verdad y para determinar aquellas formas
beneficio se le hace a alguien cuando se lo conduce del error a sociales que mejor respetan su dignidad. Su correlato jurídico,
la verdad"43. y si bien cabe señalar que el Aquinate no se la despenalización, tampoco es tan inocente como parece. No
preocupa extensamente de la cuestión de la forma política hay que olvidar que, por lo general, detrás de cada imperativo
ideal44 , parece claro que uno de los criterios para determinarla ético y de cada norma jurídica está la protección de, al menos,
puede ser la aptitud que tenga dicha forma, en concreto, para un hombre que carece o quiere carecer de la fuerza necesaria
fomentar ese diálogo intersubjetivo que se requiere para el para imponerse en un estado asocial, y que la abolición de esa
conocimiento de lo natural. norma puede llevar a la abolición de ese hombre que ella
La tradición filosófica a la que pertenece Tomás aímna dos protege. .
cosas que en la época moderna se hicieron difícilmente Si, como enseñan los clásicos, la ética es un vivir bien, un
conciliables. De una parte, la existencia de una racionalidad, alcanzar la plenitud humana, querrá decir entonces que las
de un cierto orden en el hombre, en la sociedad y en el propuestas de una «ética mínima» no sólo carecen de sentido,
cosmos entero, y nuestra correspondiente capacidad para sino que llevan a rebajar la condición humana. El hecho de
acceder a ese orden. De otra, la imperfección que siempre está que esos intentos abriguen el loable objetivo de defender la
presente en todas las realizaciones humanas y la limitación de libertad del hombre no basta para legitimar su naturaleza
nuestro conocimiento de la realidad exterior. La simultánea potencialmente antihumanista. Para una ética con contenidos,
aímnación de la realidad objetiva y de la limitación de nuestro por el contrario, la libertad no necesita de consideraciones
acceso a ella no sólo se contraponen, dentro de este utilitarias para legitimarse, ni, mucho menos, constituye un
pensamiento, con cualquier pretensión totalitaria, sino, muy obstáculo sino que es su condición de posibilidad y exigencia
por el contrario, reclama el diálogo como instrumento para irrenunciable. Como reiteradamente enseña la tradición, hasta
llegar a la verdad y da sentido al esfuerw por educar, debatir la misma existencia del mal en el mundo es un testimonio del
y convencer. En otro terreno, la misma estructura dialéctica valor de la libertad. Así, un mundo en que puede haber mal es
más perfecto que aquel en donde, por faltar la libertad, el mal
es imposible.
42 Dicho en términos contemporáneos, la filosoffa práctica tomista
afirma la posibilidad de llegar a W1 «consenso racional», de acuerdo con la C. SUPERAR LAS FILOSOFlAS DE LA ESCISION
dignidad del hombre y su capacidad de acceder a la verdad, más allá de un
simple «consenso fáctico», carente de finalidad y relevancia ética
43 In Div. nomo 13,4, n. 1006. Después de haber mostrado algunas líneas generales de la
filosofía práctica de Tomás de Aquino y de haber respondido
44 Como explica L. Slrauss, esta cuestión tiene. en la filosoffa de
a algunas de las objeciones más frecuentes en contra de la
Tomás. mucho menor importancia que la de los principios de ley natural
(Nalurrechl. ..• 149). existencia del derecho natural y de la legitimidad de las teorías
276 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL IUSNATURALlSMO y FILOSOFIA PRACfICA 277

iusnaturalistas, conviene dar un paso más y tratar de detectar formal. La primera se agota en la denotaci6n de los hechos
algunos presupuestos filos6ficos que marcan en gran parte la materiales de experiencia. La segunda se limita a asegurar la
discusi6n iusfilos6fica contemporánea. Varios de dichos rectitud del discurso, sin acceder a contenido extramental
presupuestos se han ido mencionando a lo largo del trabajo. alguno.
Ahora se trata de presentar una síntesis de los mismos. Como ya se insinuó con anterioridad, es posible percibir
Si hubiese que señalar uno de los problemas filos6ficos aquí las consecuencias de la mutilación del entendimiento, que
que está en la base del debate iusfilosófico de nuestro siglo, se pasa a concebir únicamente en su dimensi6n de ratio! con
dirfamos que es la adopci6n incuestionada de un detenninado olvido de su aspecto de intellectus. De ahí que la ramn pierda
punto de partida, a saber, la alternativa empirismo- el alimento y la orientación que le proporci0I!an los primeros
racionalismo. En este sentido, la filosofía práctica no ha principios y devenga en lo que se ha denommado una raz6n
escapado a lo que parece ser la suerte de todo el resto de la "constituyente" y "positiva"46. "Como raz6n constituyente,
filosofía, que, no obstante los intentos de la fenomenología y ésta alcanza su máxima expresión en su uso lógico",
la hermenéutica, está impregnada por esa escisi6n señalando "los cánones por los que debe regirse una correcta
fundamental. Una vez aceptada acrfticamente la existencia de teoría de la inferencia (lógica fonnal)" o estableciendo "las
esa falsa disyuntiva, quedan necesariamente detenninados los condiciones de posibilidad de la constitución de sus propios
cauces que seguirá el resto de la discusi6n, en donde las objetos desde una ~i1osoffa pura que. p!esenta ~u~ teor~as
posturas se dividirán fatalmente entre quienes reducen .el ser al derivándolas exclUSIvamente de pnnclplOs a prIOri (lógIca
ser-efectivo y aquellos que tenninan disolviéndolo en las trascendental)", y actuando, en definitiva, en forma
estructuras 16gicas del pensar. "independiente de la experiencia"47. Como raz6n positiva, en
Aceptada la radicalidad de la división racionalismo- cambio, se circunscribe al "conocimiento material de los
empirismo, se hace imposible dar una respuesta cabal a las hechos positívos"48. Para alcanzar este conocimiento gen~ral
preguntas por el contenido del derecho y su fundamenta- de lo real sensible el positivismo adopta el método ffslco-
ci6n 45 . Ya se entienda al derecho como nonna (Kelsen) o matemático.
como hecho (Olivecrona), sea que se lo funde en la mayor No está de más recordar que, si con ramn se ha criticado la
utilidad para el mayor número de hombres (Scanlon, Farrel), adopción del modelo Hsico-matemático como única fo~a del
en el consenso (Perelman), o que se declare la imposibilidad conocimiento racional49 , tampoco resulta menos dogmátIco el
de acceder a un fundamento racional (Bobbio), lo cierto es superar esa insuficiencia a través de una 16gica que e~tab~ece a
que en todos los casos estaremos en presencia de una priori sus propios objetos, prescindiendo de la expenencla.
reducci6n del ser a la efectividad, del entender al razonar, y de La ruptura moderna en el seno del ente':ldimiento
la verdad a la correspondencia 16gico-fonnal o a la denotaci6n especulativo se refleja también en el terreno prácllco, con la
de la pura individualidad.
La reducci6n ontol6gica del derecho a las normas o a los
hechos, lleva consigo una paralela reducción gnoseol6gica. 46 Cfr. M. Santos. "En tomo ... ", 100.
Con matices más o menos diferentes se pasan a acentuar sólo 47 Cfr. M. Santos, "En tomo ...", 100.
dos facetas del conocimiento: la empúico-material o la 16gico- 48 Cfr. M. Santos, "En tomo ...", 100.
49 Cfr., desde una perspectiva realista, W. Hennis, Política y filosofia
práctica. Sur. Buenos Aires. 1973; L. Strauss. ¿Qué es ...• 16 ss .• y D.
45 Cfr. M. Santos. "En tomo a la posibilidad ... ". passim. En todo OberndOrfcr. "La política como ciencia práctica", en Ethos. vol. 4·5.
este apartado seguiremos muy de cerca este texto. Buenos Aires. 1976-7. 11-57.
278 RAZON PRACfICA y DERECHO NATURAL IUSNATURALISMO y FILOSOFlA PRACfICA 2,79

disyuntiva no menos ficticia entre razón técnica y razón . obtendrán respuestas a la pregunta por el contenido del
dialéctica 50 , como se ve, paradigmáticamente, en el debate derecho y su fundamento que sean sustancialmente distintas
entre el positivismo y la kritische Theorie. En esta disputa, de las que se han venido dando en los dos últimos siglos.
cada una de las posturas muestra tanta lucidez para Este es el contexto en el que hoy comparecen los clásicos
desenmascarar al adversario como deficiencias para fundar su y, en especial, Tomás de Aquino, cuya afirmación de las
propia posición, que asimila el ser ya a la facticidad ya a una diversas dimensiones de la razón no tiene por precio el
utópica totalidad histórico-social. restringirse unilateralmente a uno solo de sus usos. Así, el
Especialmente trágico es el caso de la teoría crítica. Sus tema estudiado en esta investigación puede ayudar a entender
análisis sobre la reducción positivista de la razón a razón la falsedad de la disyuntiva racionalismo-empirismo. La
instrumental, sobre la confusión entre praxis y técnica5l y aceptación por parte de Tomás de ciertos principios de
sobre las consecuencias que implica la erradicación de los razonabilidad práctica no lo hace caer en el racionalismo,
fines del obrar -por lo cual los valores más altos se como tampoco su idea del derecho como cosa justa significa
convencionalizan y se hacen arbitrarios-, lleva a sus postular un decisionismo al estilo de ciertos realismos
representantes a recuperar la noción de praxis y a buscar una contemporáneos. Por otra parte, el admitir ciertos principios
teoría capaz de iluminarla. Sin embargo, su impronta naturales no releva de la trabajosa tarea de concluir y
dialéctica les impide aceptar principios permanentes, desde los determinar: el reconocimiento de la principialidad está lejos de
cuales criticar la irracionalidad de los sistemas de dominación, cualquier perezoso dogmatismo. Y, correlativamente, el papel
por lo que terminan fundando su modelo en una vaga activo de la prudencia en la búsqueda de las soluciones no
invocación al futuro histórico. Las limitaciones de una desemboca en «prudencialismo», pues existen fines y criterios
solución de este estilo ya han sido ampliamente puestas de capaces de iluminar la praxis, haciéndola humanaS3 .
relieve por los filósofos analíticos. En definitiva, como Asimismo, la ratio tomista no está recluida sobre sí misma,
concluye Santos, "la razón dialéctica deviene así utópica, con sino que se abre a la realidad. El hallazgo de la solución
la consiguiente renuncia, por imposible, a la implantación adecuada de los problemas prácticos no se logra en forma
efectiva en el mundo de un orden social justo"52. mecánica Es la feliz combinación de ley y experiencia, lógica
La pugna actual entre ambos modelos de racionalidad, nos y virtud, ciencia y diálogo, educación e inventiva. Difícil
puede hacer pensar en que quizá el error esté en el común equilibrio, que supone una actitud de apertura al ser de las
punto de partida que, no obstante sus divergencias, han cosas y de aceptación de su complejidad.
adoptado. Mientras se deje intacta la escisión de la razón Si es genuina la invitación que hoy se nos hace a participar
especulativa entre razón meramente formal y razón positiva, y en un diálogo libre de domini0 54 , una condición elemental es
mientras no se cuestione la reducción de la razón práctica a
razón instrumental o razón dialéctica, difícilmente se
53 Paradójicamente, sólo cuando la razón percibe su auto limitación y
renuncia a cualquier papel demiúrgico. puede cumplir la tarea de
50 Cfr.,A. Llano, "Libertad y sociedad", en A. Llano et a/ii, Ética y "posibilitar la mutua limitación de las demás instancias, incapaces de
política en la sociedad democrática. Espasa Calpe. Madrid. 1981,75 ss. 3utolimitarse por sí mismas" (P. Ine¡arte, "Utopía y realismo en la
5\ Cfr. p. ej. J. Habennas, Technik wuJ WissensciuJft a/s "Ide%gie". configuración de la sociedad", en Nuestro Tiempo, n. 291. Pamplona.
Suhrkamp. Frankfurt. 1%8,91. 1978,21.
52 M. Santos, "En torno ... ", 103. En el mismo sentido, A. Llano, 54 Cfr. J. Habennas, Erkenntnis und Interesse. Suhrkamp. Frankfurt.
"Libertad... ", 78. 1977 (cuarta edición).
280 RAZON PRACflCA y DERECHO NATURAL IUSNATURALISMO y FILOSOFlA PRACfICA 281
que se pennita participar a todos aquellos que tengan algo que acción humana dotada de propósito" (ibid., 52). La discusión de estas
aportar. No nos debe extrañar, entonces, el interés que se ha ideas requeriría un análisis que excede los límites de esta investigación.
despertado en los últimos años en algunos ambientes
anglosajones por conocer el pensamiento práctico de Tomás VI-Il.4.
de Aquino, aunque no fuese más que debido a las
consecuencias que ha tenido el prescindir durante siglos de las Tomismo y éticas de resultado: en los últimos años se han
experiencias de una filosofía práctica que persigue ser publicado numerosos trabajos que muestran cómo el consecuencialismo y
coherente con la integridad del hombre. Esas ideas, qué duda otros modelos de los llamados «teleoI6gicos» son incompatibles con la
cabe, pueden y deben ser actualizadas, corregidas y filosofía del Aquinate y, además, seriamente criticables. Aparte de la
desarrolladas en muchos aspectos. Pero eso supone que antes bibliografía ya citada. cabe señalar: F. ¡nciarte. "Sobre la ética de la
respon~sabilidad y contra el consecuencialismo teológico-moral", en AA.
sean escuchadas. VV .• Etiea y teolog{a ante la crisis contemporánea. EUNSA. Pamplona.
1980. 399-417; M. Rhonheimer. Natur.... passim; J. Finnis,
Fundamentals ...• 80-108; O. Orisez. The Way ...• 141-171; J. Finnis el
al;;, Nuclear .... pass.
Por otra parte. la diferencia entre la filosofía práctica de la tradición y las
~ticas deontológicas se pone de relieve enM. Santos. "Sistemas morales.
Eticas materiales y éticas formales". en AA. VV .• La filosofía en el
NOTAS COMPLEMENTARIAS B.U.P. Dorcas. Madrid. 1977.373-443.

VI.A. VI.B.5

«Inlellectus" y «ralio,.: sin perjuicio del tema del intelecto agente. El conocimiento de las cosas y su limitación: Josef Pieper ha
hay que decir que la potencia intelectiva es una, que recibe en Tomás los puesto de relieve la "luminosidad" de las Cosas y, por tanto. su
nombres de inlel/eetus y de ratio. atendiendo a que puede realizar actos de cognoscibilidad (id .• Unaustrinkbares Lichl. Das negative Element in der
simple comprensión o discursivos (cfr. l. 79. 8). Ordinariamente en los Weltansieht des Thomas Von Aquin. Kasel Verlag. München. 1963.
idiomas no hay nombres específicos para las potencias (y especialmente Segunda edición. passim). Al mismo tiempo. este autor ha destacado que
en latín). Los que se utilizan están tomados de los actos <en este caso esta cognoscibilidad no significa que el intelecto humano sea capaz de
inlel/igere y ratiocinare). llegar al fundamento último de las mismas (cfr. ibid.). Por eso en Tomás
pueden encontrarse textos en uno y otro sentido, los cuales, por cierto,
VI.B.2. deben leerse en conjunto. Así. comentando a San Pablo dice que las cosas
tienen tanta luz cuanta realidad (In I Tim. 6, 4.) Y en el Commentarium
Iusnaturalismo y teleologia: Finnis piensa que. si bien el al Liber de Causis enseña:" La misma actualidad de IIDa cosa es IIDa cierta
iusnaturalismo de Aristóteles y Tomás va acompañado de una concepción luz suya" (leclio 6, n. 168). En De Ente e/ Essentia. en cambio. destaca
teleológica de la naturaleza. "sin embargo. lo que debe mostrarse es que que las esencias de las cosas más elevadas "son más ocultas para
aquella concepción del bien humano mantenida por esos teóricos sea nosotros" (cap. 1).
dependiente de esa estructura más amplia" (J. Finnis. Natural ...• 52).
Incluso, piensa este autor que la relación es exactamente la inversa: la Mal y libertad: como lo ha mostrado E. Voegelin. tras los
concepción teleológica de la naturaleza sería plausible. e incluso movimientos mesiánicos que han dado origen a las diversas formas de
concebible. "por analogía con la estructura introspectivarnente luminosa totalitarismo se halla el «escándalo» ante la existencia del mal en el
y autoevidente del bienestar humano. del razonamiento práctico y de la mundo, y el deseo de terminar con él mediante la instauración de
estructuras políticas que lo hagan imposible. porque. en el fondo. habrán
282 RAZON PRACTICA y DERECHO NATURAL 283

terminado con la libertad (cfr. E. Voegelin, Nueva Ciencia de la política. CONCLUSIONES


Rialp. Madrid. 1968). Un esquema similar está también detrás de no
pocas propuestas tecnocráticas (cfr. C. l. Massini, La revolución
tecnocrática. Idearium. Mendoza. 1980). El tema de la relación entre el
mal en el mundo y el valor de la libertad lo hemos tratado con cierto
detalle en J. García-Huidobro, Tentación del poder. Andrés Bello. Una vez terminada la exposición fruto de nuestras
Santiago de Chile. 1986. Remitimos a la bibliograffa y textos allí
investigaciones sobre la clasificación tomista de los preceptos
recogidos.
de ley natural y las relaciones que se dan al interior de los
mismos y con respecto al derecho positivo, corresponde
resumir las conclusiones principales que arroja este trabajo.
1. La triple categorización tomista de los preceptos de ley
natural tiene un fundamento gnoseológico, a saber, el grado
de dificultad que envuelve su conocimiento. De acuerdo con
esto, cabe distinguir unos principios comunes, otros -se-
cundarios- que son fácilmente accesibles para el común de
los hombres y, finalmente, algunos que son conocidos sólo
por los sabios. Los dos últimos derivan de los primeros.
El análisis de las propiedades que revisten los principios
comunes y los derivados muestra que existen, entre ellos
significativas diferencias, que van más allá del plano
gnoseológico y se refieren a su universalidad, mutabilidad y a
la relación fin / medios que parece existir entre aquéllos y
éstos.
2. La característica fundamental de los communissima es
su notoriedad universal. Fruto de ella aparecen otras
propiedades, como la universalidad, indemostrabilidad y la
inmutabilidad. Además, se mostró en qué medida es acertada
la opinión que vincula a los principios comunes con los fines
o razones últimas para obrar. Sobre la cuestión de la
premoralidad se explicó que los communissima no son
morales en el sentido moderno de la expresión, puesto que no
deben ser considerados como simples «reglas». En este
sentido cabría llamarlos «bienes» o «valores básicos». No
está tan claro, en cambio, que no sean morales en el sentido
clásico de la expresión. En todo caso, se precisó que la
solución a este problema no debe ser tal que niegue la
distinción entre bien óntico y bien moral, que está supuesta en
el principio "el bien hay que hacerlo y perseguirlo y el mal
282 RAZON PRAcr¡CA y DERECHO NATURAL 283

tenninado con la libertad (cfr. E. Voegelin, Nueva Ciencia de la política. CONCLUSIONES


Rialp. Madrid. 1%8). Un esquema similar está también detrás de no
pocas propuestas teenocrátieas (cfr. C. 1. Massini, La revolución
tecnocrática. ldearium. Mendoza. 1980). El tema de la relación entre el
mal en el mundo y el valor de la libertad lo hemos tratado con cierto
detalle en J. García-Huidobro, Tentación del poder. Andrés Bello.
Santiago de Chile. 1986. Remitimos a la bibliograffa y textos allí Una vez terminada la exposici6n fruto de nuestras
recogidos. investigaciones sobre la c1asificaci6n tomista de los preceptos
de ley natural y las relaciones que se dan al interior de los
mismos y con respecto al derecho positivo, corresponde
resumir las conclusiones principales que arroja este trabajo.
1. La triple categorizaci6n tomista de los preceptos de ley
natural tiene un fundamento gnoseol6gico, a saber, el grado
de dificultad que envuelve su conocimiento. De acuerdo con
esto, cabe distinguir unos principios comunes, otros -se-
cundarios- que son fácilmente accesibles para el común de
los hombres y, finalmente, algunos que son conocidos sólo
por los sabios. Los dos últimos derivan de los primeros.
El análisis de las propiedades que revisten los principios
comunes y los derivados muestra que existen, entre ellos
significativas diferencias, que van más allá del plano
gnoseol6gico y se refieren a su universalidad, mutabilidad y a
la relación fin / medios que parece existir entre aquéllos y
éstos.
2. La característica fundamental de los communissima es
su notoriedad universal. Fruto de ella aparecen otras
, propiedades, como la universalidad, indemostrabilidad y la
inmutabilidad. Además, se mostr6 en qué medida es acertada
la opini6n que vincula a los principios comunes con los fines
o razones últimas para obrar. Sobre la cuesti6n de la
premoralidad se explic6 que los communissima no son
morales en el sentido moderno de la expresi6n, puesto que no
deben ser considerados como simples «reglas». En este
sentido cabría llamarlos «bienes» o «valores básicos». No
está tan claro, en cambio, que no sean morales en el sentido
clásico de la expresi6n. En todo caso, se precisó que la
solución a este problema no debe ser tal que niegue la
distinci6n entre bien 6ntico y bien moral, que está supuesta en
el principio "el bien hay que hacerlo y perseguirlo y el mal
284 RAZON PRACfICA y DERECHO NATIJRAL CONCLUSIONES 285

evitarlo", el cual se refiere al bien y al mal simpliciter, es siguiendo a la tradición medieval, llamó «sindéresis», que
decir, al bien y al mal morales. tiene un papel análogo al hábito de los primeros principios
3. En la exposición tomista hay que admitir una pluralidad especulativos. Que los primeros principios no se adquieran
de principios comunes, sin perjuicio de que uno de ellos -"el por elucubración especulativa no significa que sean innatos o
bien ... " etc.- ocupe un lugar fundamental, en cuanto forma que no presupongan el conocimiento de algunas nociones
la estructura íntima de todos los demás, lo que no obsta a que como «sen>, «bien», etc.
los otros tengan también la categoría de «primeros» dentro de 7. La diferencia entre razón especulativa y razón práctica
su respectivo género. podría aclararse, en términos generales, acudiendo a la
4. En el planteamiento de Tomás de Aquino, la vida distinción moderna entre «ser» y «deber-ser». Lo propio de la
humana tiene variados aspectos, y cada uno de ellos se orienta razón práctica es el dirigirse a las cosas que deben ser hechas.
al logro de algún fin fundamental. En este sentido, resulta Estas cosas no pueden ser estudiadas a través del solo uso
decisivo entender que la reflexión de 1-11, 94, 2c sobre las teórico de la razón, cuyo campo adecuado son las disciplinas
inclinaciones y los preceptos envuelve una clasificación que se especulativas, como las matemáticas o la metafísica; además,
da al interior mismo de los primeros principios y corrobora la su modelo no responde a esquemas deduclÍvistas, ysu
idea de que a los diversos aspectoS de la naturaleza humana aspiración en ningún caso es lograr tina certeza perfecta. Así,
corresponden fines distintos. Queda pendiente el ahondar en cabe insistir en que la razón también puede llegar al campo del
la relación que existe entre esos fines y el fin último, es decir obrar, en la misma medida en que se hace práctica. De ahí que
entre la teoría tomista de la ley natural y la del fin último del el terreno moral, jurídico y político no estén entregados a la
hombre. En este trabajo quedó esbozada la idea de que no hay arbitrariedad, sino que puedan recibir la orientación de ciertos
contradicción entre ambas, como parecen entenderlo algunos principios prácticos -los principios de la ley natural-, que
intérpretes contemporáneos, puesto que los diversos fines aseguran su razonable desenvolvimiento. El hecho de que los
básicos son tales dentro de un género, y deben entenderse no primeros principios de la ley natural sean descubiertos por
como medios sino como aspectos de ese fin último, cuya aquella razón que tiene sus dominios en el campo del de~ber
realización dista de exigir una uniformidad de conducta entre ser, y no sean deducciones a partir de enunciados metafísicos
los hombres. o relativos a hechos, hace inaplicable a esta teoría
5. Junto con intentar resolver algunos problemas iusnaturalista la acusación de incurrir en la falacia «ser / deber
interpretativos (como el papel del amor .a Dios entre los seD>, también llamada <<ley de Hume».
primeros principios), se puso de relIeve la notable 8. Junto a los principios comunes, hay que reconocer unos
coincidencia que existe entre algunas reflexiones ac~u~es preceptos derivados que son fácilmente cognoscibles por la
sobre los bienes humanos fundamentales y los commumsslloo generalidad de los hombres. Son como conclusiones de los
de Tomás. Con todo, la reflexión tomista sobre el tema tiene primeros principios, que se hallan muy cercanos a éstos, lo
un carácter más abierto y flexible, y no hay razones poderosas que hace difícil errar sobre ellos en condiciones normales. Sin
para pensar que el Aquinate pretenda ser exhaustivo cuando em bargo, diversos factores históricos y culturales pueden
aporta diversos ejemplos de principios comunes. explicar que personas e incluso pueblos enteros yerren sobre
6. Los principios comunes de la ley natural no son más que ellos. Como ejemplo de estos preceptos, llamados
los principios primeros a partir de los cuales opera la ~azón «secundarios», Tomás nombra el decálogo mosaico.
práctica. Estos principios, a pesar de que algunos sostlenen '- 9. El Aquinate es también consciente de que existen
que se accede a eIlos por vía especulativa, so~ conocidos por preceptos que, aunque naturales, son difícilmente cog-
el entendimiento práctico, a través de un hábito que Tomás, noscibles, ya que se trata de conclusiones muy remotas, que
286 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL CONCLUSIONES 287

sólo los sabios están en condiciones de alcanzar. La espfritu y fin de la nonna exige, a veces, dejar en segundo
afinnación de este tercer género de preceptos pone dos cosas ténnino la fonnulación literal de la misma, y
de manifiesto: ii) los preceptos derivados deben ser interpretados y
i) El iusnaturalismo tomista se halla lejos de cualquier aplicados atendiendo a los principios universales, cuyos fines
dogmatismo, y no sólo tiene conciencia de las dificultades que deben realizar.
envuelve la empresa de acceder al conocimiento de la ley 11. En parte importante de la reflexión acerca de los
natural, sino que se basa en esa misma dificultad gnoseológica ·principios de la razón práctica o de la ley natural, Tomás
para dar el criterio de triple clasificación de los principios de la recurre a ejemplos tomados del campo especulativo. Esto se
misma. explica tanto por la unidad del entendimiento humano como
ii) La tarea de conocer la ley natural no es exclusivamente por la necesidad de recurrir a imágenes que sean más fáciles
individual, sino que se trata de una empresa social, en la que de entender que la propia realidad ejemplificada. Como el
la evolución histórica y la educación juegan un papel decisivo. terreno especulativo goza de mayor necesidad y certeza que el
Esto pennite explicar que hoy sean pacíficamente poseídas práctico, se presta para servir de ilustración cuando se trata de
algunas verdades que antes eran de difícil reconocimiento. El explicar la ciencia ética. Sin embargo, al hacer estas
peso que tiene la dimensión social en el conocimiento de la ley comparaciones, Tomás procede siempre por vía de analogía, y
natural hace que, por lo general, la falta de capacidad e deja a salvo la naturaleza específica de la ética y la praxis.
instrucción personal no constituyan razón suficiente para Estas diferencias entre lo especulativo y Jo práctico están
excusar del cumplimiento de aquellos preceptos que son presentes tanto en su Commentarium a la Etica nicomaquea
accesibles a los sabios, pues lo que no se adquiere como en la Summa Theologiae.
personalmente es posible recibirlo de otros. Correlativamente, Al mismo tiempo, la afirmación de dicha analogía en el
se observa en Tomás una notable indulgencia respecto de las campo del proceso de «conclusión», no significa que en él la
personas que pertenecen a culturas en donde existe una razón práctica no sea operativa y sólo lo sea la especulativa.
ignorancia moral generalizada. Es significativo, al respecto, que normalmente los textos
10. Las diferencias entre los principios comunes y los tomistas recurran a la comparación entre el orden especulativo
derivados son especialmente apreciables cuando se estudian y el práctico para mostrar que también en éste la razón debe
las características de estos últimos. Aquí las propiedades de proceder a partir de ciertos principios primeros. Esta
universalidad, cognoscibilidad, inmutabilidad, etc. se ven observación, junto con mostrar la conexión tomista entre
matizadas significativamente. La defectibilidad de la ley intelecto y razón, descartando cualquier prudencialismo, nos
natural a medida en que se aleja de los principios comunes se señala cuál es el terreno en el que fundamentalmente es
explica, primero, por las dificultades de su conocimiento y, aplicable dicha analogía.
segundo, por la materia misma de la moral, en donde la 12. En la obtención de los preceptos derivados tampoco
necesidad de los principios es mayor que la de las inc.urre Tomás en la falacia de derivar normas a partir de
conclusiones. Casos como el famoso ejemplo de la no proposiciones puramente descriptivas. Estos principios
devolución de las armas dejadas en depósito por el demente derivados no se infieren a partir de puros hechos, sino de los
muestran que: principios comunes. Sin embargo, tampoco cae en el error
i) con la llamada falibilidad o mutación de los preceptos. ,contrario -la «falacia normativista»-, ya que en la
naturales sucede algo parecido a la cuestión de la equidad en el fonnación de la conclusión de carácter práctico interviene
campo de la ley positiva, en donde el cumplimiento del siempre, junto a la premisa nonnativa, una de carácter fáctico,
que hace que la conclusión sea vinculante aquí y ahora.
288 RAZON PRACTICA Y DERECHO NATURAL CONCLUSIONES 289

13. En el descubrimiento y obtención de las reglas analógico de la voz «derecho natural» y como expresión de la
morales, la prudencia ocupa un lugar fundamental. En este pertenencia del hombre al mundo físico, en la que se fundan
contexto, los intentos contemporáneos de formular un algunas de sus tendencias.
«método del derecho natural» deben ser entendidos como un 17. La insuficiencia del modelo de las ciencias
esfuerzo por explicitar las reglas con las que funciona la especulativas para tratar del mundo jurídico se observa en el
prudencia y el papel decisivo que juegan las virtudes en el hecho de que Tomás de Aquino cambia de paradigma tan
descubrimiento, formulación y aplicación de los preceptos de pronto como comienza a hablar de la formación de la ley y el
ley natural. En cambio, concebir dicho método de un modo derecho positivos. Aquí no tiene valor el modelo de la
sistemático y formal puede hacer perder la flexibilidad y deducción propio de las ciencias teóricas, ni siquiera en un
. riqueza de que goza la especulación tomista. No en vano sentido débil y analógico. Para tratar del proceso de
Tomás sólo se ocupa del derecho en la Summa Theologiae «determinación» o «especificación», Tomás recurre a
una vez que ha tratado de la prudencia imágenes como la del arquitecto, que debe realizar aquí y
14. La vía por la que se obtienen los preceptos derivados a ahora alguna de las infinitas posibilidades que puede revestir
partir de los principios comunes se llama «conclusión». En el la forma de «casa». En todo caso, no parece que Tomás de
trabajo se intentó mostrar que los preceptos que se obtienen Aquino afirme que el derecho positivo es tal por el hecho de
por conclusión no son reglas positivas, sino naturales intervenir en su formación el proceso de «determinación» (que
(secundarias y terciarias). Con esto nos apartamos de la también, según se dijo, tiene lugar en lo justo natural), sino
opinión, más o menos difundida, que sostiene que algunas más bien por su carácter esencialmente contingente.
normas positivas derivan por «conclusión» mientras que otras 18. Los principios de la ley natural actúan como criterio
lo hacen por «determinación». inspirador -idea ejemplar- en la formación de la ley
15. Tomás de Aquino no sólo recurre al decálogo mosaico positiva. Ésta, sin embargo, no nace como mera conclusión o
a la hora de dar un ejemplo histórico de principios derivados. deducción de las premisas naturales. La ley positiva debe
Junto con la tradición judeo-cristiana, el Aquinate recibe la ocuparse de determinar las circunstancias de lugar y tiempo,
influencia del derecho romano, y en éste encuentra la noción establecer plazos, requisitos y condiciones, precisar los
de ius gentium, que encuadra muy bien con la Úldole de los sujetos y casos sobre los que se aplica y, en fin, atender a una
preceptos derivados de la ley natural. Las dificultades serie de realidades contingentes, que varían de acuerdo con las
terminológicas que se encuentran en los textos tomistas sobre situa<;iones concretas. Aquí opera la prudencia legislativa,
el tema no cambian la realidad de que el derecho de gentes es que, aunque tiene cierta generalidad, está ya inmersa en la
propiamente natural. Ellas deben explicarse por los diversos historia. En este tema resulta especialmente ilustrativo el paso
sistemas lingüísticos (aristotélico, romano y medieval) que desde la formulación lingüística imperativa, propia de la ética,
emplea Tomás, por su fidelidad a la terminología de las a la indicativa, en la que sistemáticamente han tendido a
fuentes, y por su interés en rescatar todas las acepciones que expresarse los ordenamientos legales de aquellos pueblos que
pueda cubrir el uso analógico de un término. han alcanzado un cierto grado de cultura jurídica.
16. La discusión en torno al ius gentium nos puso en 19. La ley no es el derecho, del mismo modo que el
contacto con las diversas nociones de «naturaleza» y «derecho modelo no es la obra de arte. Uno de los errores dellegalismo
,natura!» que maneja nuestro autor, en especial con la positivista está en haber entendido todo el derecho en términos
,afirmación de un derecho natural común a hombres y de un sistema normativo. En este mismo error habían
animales, idea que lo, autores por lo general tratan de incurrido también los legalismos de siglos anteriores,
disminuir o preterir, pero que tiene valor como significado incluidos muchos que reclamaban para sí el adjetivo de
290 RAZON PRAcrICA y DERECHO NATURAL CONCLUSIONES 291

iusnaturalistas. Detrás de normativismo existe un modelo de de su mutabilidad e historicidad, y dar una cierta respuesta
racionalidad científica que olvidó la noción clave de «verdad afirmativa a las mismas sin afectar las propiedades que
práctica». La crítica del realismo contemporáneo a las diversas mantiene la ley natural en sus distintos niveles de principios.
formas de normativismo abre un valioso espacio para 22. Por último, una breve referencia a algunas de las
~ecuperar .el carácter 'práctico de la ciencia jurídica y la objeciones más difundidas en contra del derecho natural,
ImportancIa de la nOCIón de lo «razonable,. en la decisión permitió mostrar que no son aplicables a la filosofía jurídica
judicial. de nuestro autor, sea porque se fundan en planteamientos
20. Una visión ·realista del mundo jurídico ya había sido cuya legitimidad científIca es discutible (como la pretensión de
expuesta hace siglos por la tradición filosófica, y de modo elaborar una ciencia jurídica o política absolutamente neutras),
muy especial por Tomás de Aquino y su noción del derecho sea porque (como en el caso de la falacia «ser / deber ser») no
como. <~cosa justa». Sin embargo; el razonamiento analógico le toman en cuenta las peculiaridades del realismo jurídico que
perml~ló a este autor mantener dentro de lo jurídico a otras
representan Tomás y su doctrina sobre la ley y el derecho
acepcIones de la voz «derecho», evitando así el riesgo de un naturales. La comparación entre la filosofía práctica de Tomás
decisionismo prudencialista en que caen algunos de los y otras corrientes, más O menos difundidas en la actualidad,
realismos contemporáneos. Entre estos sentidos derivados de permitió constatar que la primera puede resultar de gran
«derecho» hay que inciuir la ley, tanto positiva como natural. utilidad para la solución de algunas aporías ante las que se
Por eso, la novedad que envuelve el derecho como cosa justa halla el pensamiento contemporáneo. Entre éstas, cabe señalar
-en comparación con la ley entendida como mero proyecto la disyuntiva empirismo-racionalismo, con todas las
de derecho-, no degenera en arbitrariedad, sino que cuenta .consecuencias que ella trae consigo en el terreno de la
con ciertos principios de razonabilidad que orientan su desconexión de la razón práctica con el orden de los fInes. La
nacimiento. Esto permite que las decisiones judiciales puedan recuperación de la principialidad, en cambio, permite sentar
ser legitimados intersubjetivamente. las bases para una adecuada intelección de la praxis, que haga
La diferenciación entre derecho y ley, entonces, no debe justicia a todos los aspectos del ser humano y supere los
~er a~solutizada hasta el punto de negar a la ley todo carácter reduccionismos . de di verso signo a los que hoy se halla
JurídICO; Tomás Ilam.a con frecuencia «derecho» a la ley, en sometido.
un sentido metonímIco. Sin embargo dicha metonimia no
constituye un óbice para afirmar la existencia de esa
distinción.
21. En una exposición que se presta a la discusió~,
so~tuvimos que junto a la distinción entre ley y derecho, debe
afIrmarse una diferenciación paralela entre ley natural y
derecho natural. De otro modo, Tomás sería realista
tratándose de la juridicidad positiva y normativista al hablar de
la natural, lo que constituye una evidente incongruencia. El
proceso de «determinación» o «especificación», entonces,
tendría lug~. tanto respecto de la formación de la ley y el
derecho poSIUvOS como del derecho natural. La afIrmación de
la distinción entre ley natural y derecho natural permite
plantear de nuevo, a propósito de este último, las cuestiones
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EDEVAL
Avda. Errázuriz, 0 11 2120

en la ciudad de

Valparaíso. el día

30 de abril

de mil nove-

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