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D.R. © 1951, 2018 Universidad Nacional Autónoma de México.

Instituto de Investigaciones Estéticas.

Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Virtual


del Instituto de Investigaciones Estéticas
de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Instituto de Investigaciones Estéticas


Biblioteca Justino Fernández del Instituto de Investigaciones Estéticas

Esta es una copia hecha exclusivamente para fines educativos.


PROHIBIDA SU VENTA.

Licencia de uso
• 1

EL PALACIO DE LA· INQUISICION

11

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FRANCISCO DE LA MAZA

EL PALA C 1 ·o
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DE·. LA

1 N Q U 1 S 1 C 1 O· N
(ESCUELA NACIONAL DE MEDICINA)
,,.,

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ESTETICAS

1951
EDICIONES DEL IV CENTENARIO
DE LA UNIVERSIDAD DE MEXICO

SERIE CONMEMORATIVA PUBLICADA POR ACUEIWO DEL DOCTO!! LUIS


GARRIDO, REcToR DE LA UNIVEI!SIUAD NACIONAL AuTÓNOMA DE MF.xrco,
Y DIIUG1DA POR EL LICENCL<\DO AGUSTÍN Y ÁÑEZ, COORDINADOR DE
HUMANIDADES DE Li\ l'l!Ol'IA 'ljNJVERSIDAD.

VOLUMENES PUBLICADOS

l. VIDA Y COSTUMBRES DE LA UNIVERSIDAD DE MÉXICO,


pot· Vicente T. M endoza.
II. LA IGLESIA y CONVENTO''DE SAN AGUSTÍN,
por Manuel Romero de Terreros.
III. EL ANTIGuo CoLEGIO D~ SAN lLDEFONso,
por José l{.ojas Garci~ueiias.
IV. EL pALACIO DE MINERÍA,
Por 1ustino Fernández.
V. LA. IDEA DEL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA,
por Edmundo O' Gorman. , ··
V). EL COLEGIO MÁXIMO DE SAN PEDRO y SAN PABLO,
por 'Clem~ntina Díaz y de Ovando.
VJI. EL PENSAMIENTO MEXICANO EN LOS SIGLOS XVI Y XVJI,
por José M. Gallegos Rocafull.
VIII. LAs CoNSTITUCIONES DE LA ANTIGUA UNIVERSIDAD,
por Julio Jiménez Rueda.
IX. EL PALACIO DE LA INQUISICIÓN.
por Francisco de la Maza.

·1
'·'

Es esta la historia de u,t~ edificio y no de las imtituci01~es qtte


lo han habitado. Pué hecho para residencia del Tribunal del
Santo Oficio de la Inquisición; se convirtió en Oficina de Lote-
ría; en Palacio de Gobiertw; en Secretaría de Estado; en Escuela
Primaria y, finalmente, ha sido casi rehecho para Escuela N ac'io-
nal de Medich~a. rh~ dia deberá ser Museo, que bien lo merece,
como zma de las obras de arquitectura histórica más herm·osas
dé. México, salvándolo así de la ruiFia en que peligra.
He recopila¡lo todos los datos que Pu.de haber en mis ma-
..
nos sobre el Palacio, citando las obras de·. arte que comerva, y
cumplo así con el deseo de la Universidad de recordar por medio
de monografías el pasado de sus edificios, et.'!!la serie de edicio11es
co1t.memorativas del IV· Centenario de su fundaciÓ11· como Uni-
versidad Real y Pontificia, hoy Autónoma y N aci01tal.

!1
''


1

I/
- La Inquisición en México.

El gran instrumento policíaco de fines de la Edad Media


contra la herejía fué el tribunal del Santo Oficio de la Inquisi-
ción. La het.erodoxia; o sea el pe~sar por cuenta propia fuera de
la Iglesia Católica, llegó á ser en .ciertas épocas un serio pro- ·
blerna para la estabilidad ecuménica. de Roma, por lo cua( aliada
la Santa Sede con los reyes y príncipes, opuso sus sanciones en
defensa de la fe· y trató de aplastar al rebelde desobediente, a
quien se consideró como un peligro de disolución social. Los se-
ñores feudales se apoyaban·en Roma y Rom,íl¡ en ellos, por lo que,
de consuno, formaron tribunales especiales para perseguir y des-
truir las opiniones contrarias a sus viejos fundamentos.
El hereje, el ..monedero falso de la vida del alma", seg{m
expresión de Santo·Tom'ás de Aquino, fué condenado a la ex-
tirpación y a la muerte, porque si bien es cierto que en elEvan-
gelio está la frase: ..no quiero que muera· el pecador, sino que
se arrepienta y viva", también existen otras frases en el Viejo
Testamento que conminan a la muerte del impío. Todo es cues-
tión de escudriñar bien las Escrituras. Y cuando b he~ejía, o
más bien dicho, el Protestantismo, se hizo fuerte, sig~ió los mis-
mos procedimientos, como que salió del tronco romano.

7
' t

El espléndido sueño medieval de la Respu.blica Christiana


universal, bajo un solo cetro y un solo altar, se resquebrajaba
con la libre opinión heterodoxa. La seguridad y conservación
de esta deseada unidad, su defensa, en fin, exigieron leyes y
decretos tendientes a normalizar el camino trazado por la po-
lítica feudal y pontificia, como el Edicto de 1184, concertado
en Verona entre Federico Barbarroja y el papa Lucio III; los
Decretos de Pedro II de Aragón, en 1197; las Constituciones
' alemanas de 1283 o los Establissements.. de Luis IX de Francia en
1270.
Pero, en réalidad, como un tribunal reglamentado y úniéo,
aparece hasta la España de los Reyes Católicos, cuando pidieron
al papa Sixto IVs en 1478, se esi:'ableciese el 'Santo Oficio de la
Inquisición en Castilla. El primer Inquisidor General; el domini-
co fray Tomás de Torquemada, elaboró las primeras Instruc-
ciones;'·'de 1484 a 1498, que se conocen como las .. antiguas",
hasta que el irtquisidor Fernando de Valadés publicó las .. nue-
vas", que rigieron, con algunas variantes, hasta la extinción del
Tribunal. 1

*
En América tardó en establecerse el Santo Oficio. No .fué ··
necesario al principio porque la ..herejía" o idolatría del indí-
gena era involuntaria, y la herejía del europeo, jud:úsmo o lute-
ranismo principalmente, se vigilaba desde España. Los pocos
procesos de tipo inquisitorial anteriores a su establecimiento ju-
rídico, como los de Lima en 1548, los de fray Juan de Zumárra-
ga en Texcoco o los de los frailes dominicos en Teitipac, Oaxa-
1 La Inqttisició1~ Español~. Por A. S. Turberville. Fondo de Cultura
Económica. México. 1950. También en México a través JP. los siglos, último
capítulo del tomo n.

8
ca, fueron gravemente censurados. En otros casos, los sospecho-
sos, como el del pintor Simón Pereyns, fueron juzgados y ator-
mentados en el palacio arzobispal, por la especial jurisdicción
que tenían los arzobispos como inquisidores, y sus causas con
todas las demás, pasaron al Santo Oficio cuando se erigió legal-
mente.
Sólo cuando fué una necesidad política entró la Inquisi-
ción al Nuevo Mundo. No es nada extraño que fuera impuesta,
precisamente, después de las traiciones de los hermanos Pizarro
en el Perú y la conjuración de· los hijos de Cortés en México.
Por ~so el 2 5 de enero de 15 69 se apresu.ró Felipe XI a firmar una
real cédula en la que fundaba el tribunal del Santo Oficio de la
Inquisición en "las Indias Occidentales, Islas e Tierra Firme ..dd
Mar Oceario" y el ¡(; de agosto de 1570 se dirigió en particular
. al virrey don Martín Enríquez avisándole la resolución de· im-
poner el Tribunal en la Nueva España, nombrando como inqui-
sidores al doctor don Pedro Moya y Co11treras y a don Juan
de Cervantes, y como secretario a don ·Pedro de los Ríos, pi-
diendo "se les señalase casa en México".
11

Las primeras casas de la Inquisición.

Murió don Juan de Cervantes en Cuba, llegando Moya y


De los Ríos a la ciudad de México el12 de septiembre de 1571,
aposentándose, por lo pronto, en el monasterio de Santo Do-
mmgo.
Pocós días después se pasaron a unas casas fronteras al con-
vento, "casas tan nuevas y tan cómodas que no se pudieran ha-
llar en la ciudad otras tan al propósito", según escribía Moya a
Felipe II. Mr. Miles Philips,. uno de los primeros procesados por

9
el naciente tribunal, diría _después que los inquisidores se estable-
cieron ..en una hermosa casa cerca de los frailes dominicos", y
Juan Suárez de Peralta afirma que las casas fueron ..muy gran- ·
des y muy principales". Don Luis González Obregón dice: ..Es-
ta casa la donó la familia Guerrero a los dominicos, quienes la
habitaron en un principio y después la cedieron al Santo Tribu-
nal cuando aquellos tomaron posesión de su nuevo convento." 2
Sufre ~1 historiador guanajuatense una ligera equivocación,
• 1
'pu~s si los inquisidores llegaron a hospedarse al convento domi-
nicano, ya estaban desocupadas las casas desde antes y el mona,s-
terio construído, el mismo que nos des,cribe el padre Ojea co-
mo obra de rii.ed~ados del siglo x~.
Don Manuel Ribera Cambas, en su libro Méxicq Pintores-
co, Artístico y Mott~mental, dic;e que ..no se sabe de· una ma-
nera cie.rta si desde el principio se estableció en el edificio en que
permaneció, pero sí consta la donación que de su casa hicieron
los religiosos dominicos· para establecer el tribunal". Lástima que
no diga dónde vió esta dudosa donación, pues seguro es que las
casas eran de Jp;an Velázquez de Salazar, quien' por medio de
su apoderado, ya que vivía en Madrid, pidió treinta mil pesos
por ellas.
Ante el enorme precio que pedía Salazar (que justifica los
elogios citados antes al edificio) ; el doctor Moya prefirió rentar-
las, arreglando de inmediato su Sala de Audiencia, su Sala de
Juzgados, su Cámara del Secreto, ..a mucho recaudo", una ca-
pilla provisional, aposentos para dos inquisidores, para el alcai-
de de la cárcel y para el portero. También se improvisaron, da-
·---
2 Para las dos primeras citas, La Inquisición en México, de José To-
ribio Medina. Suárez de Peralta. en su Tratado del descubrimimto de las In-
días, y González Obregón en su México Viejo.

10
Escudo de la Inquisición. Del libro
Auto de la fée ... de 1649.
ro está, algunas celdas, siendo el primer prlSlonero el francés
Pedro Sanfroy, por sospechoso de luteranismo.

*
Para diciembre de 15 71 había ya, cuando menos, cinco
cárceles, en las que estaban un tal Gómez de León, V alderrarrta,
y Gurrola, así como el conocido impresor Pedro Ocharte y el
magnífico grabador Juan Ortiz, por haber impreso una imagen
' del Rosario con unos versos poco ortodoxos al· estrecho parecer
del doctor Moya. 3
Cuando el día de Navidad hizo el Gran Inquisidor su p~i­
mera visita a los presos, Gómez de León pidió ..le quitasen el
cabello"; Valderrama un petate;···Gurrola velas, y otros dijeron
que· ..no hab'1an menester nada" . 4
Dice don José Toribio Medi:na que ya para octubre de 1571
había d'oce calabozos, pero no consta esto en el archivo del Santo
Oficio y, al contrario, en mayo de 1572. sólo se cuentan diez
celdas, con varios presos cada una y hasta hubo ~ecesidad de po-
ner a una tal Beatriz Ruiz en el aposento del alcaide. 5

*
Conocemos estas primeras casas de la Inquisición, aunque
de manera imperfecta, por estar señaladas .en el plano q,ue en-

3 El proceso fué publicado por don Francisco Fernández del Casti-


llo en Libros y libreros del siglo XVI, y la imagen, con un comentario de
Edmundo O'Gorman, en la revista Mexican Art and Life, Núm. 7, julio de
1939.
4 Archivo General de la Nación. Ramo de Inquisición. Tomo 72,
exp. 37.
5 Idem. Tomo 75, exp-. 18.

12
tre 15 56 y 15 60 hizo un indígena de la ciudad de México, pla-
no muy conocido por haberlo atribuído los eruditos durante mu-
cho tiempo al cosmógrafo real de España, Alonso de Santa Cruz.
Se ve en el plano el grandioso convento de Santo Domingo,
con. su atrio cercado, sus capillas posas y una gran cruz en el
centro. Enfrente y en la esquina sur (exactamente donde se
construiría después el actual palacio) , está una buena casa, con
su puerta al poniente, pequeñas ventanas y un techo que parece
de dos aguas; a su derecha ~iene otra pequeña casa, o tal vez una
accesoria, y a la izquierda un frondoso árbol parece indicar que
tenía un jardín aliado. Si esta fuerte mansión estaba construí-
da desde 15 60, es evidente que fué la misma que ocupó Moya
once años después.
Ahora bien, la veracidad del plano es indudable. ..Es de
carácter pictográfico -dice Manuel T oussaint-, de manera
que los monumentos y aun ciertos ·detalles naturales están re-
pr~sentados de modo que procuran reproducir a la naturaleza
o por lo menos dar idea de la forma que ·afectaban en la rea-
lidad". 6
,',1

*
En 1573 hubo necesidad de hacer adaptaciones y am-
pliaciones en estas casas, pues sus forzados huéspedes llegaron
en ese año a cerca de cien, con los piratas apresados en la flota
de John Hawkins. Cierto es que muchos se repartieron en los
conventos de ·Ia ciudad, pero estaban tan apretados y mal co-
locados, que el día 8 de mayo pudieron huir seis de ellos, hacien-
6 Planos de la ciudad dé México, en colaboración con Justino Fer-
nández y Federico Gómez de Orozco. Instituto de Investigaciones Estéti-
cas. p. 135.

.,
r·-------- --~-- ·--·--·- . .

do, nada menos, que un subterráneo. El citado Mr. Philips dice


que lo& pusieron "en unos calabozos donde no podíamos ver
sino con luz artificial".
Sin embargo, pudo salir de estas primitivas cárceles el pri-
mer Auto de fe, el 28 de febrero de 1574, en el que fueron cas-
tigados setenta y un reos a diversas· penas, desde la hoguera y _los
azotes, hasta pequeñas penitencias.
Pagaba entonces el inquisidor -Moya trescientos pesos de
, renta, pero Velázquez de Salazar m;¡p.dó subirla, arteramente,
a setecientos en los principios del año de 1578, por lo que deci-
dió don Pedro comprar las casas, pidiendo para ello permiso al
S;mto Oficio de Sevilla, del cual dependía el d~ México. Fueron
. compradas por escritura otorgada en Madrid el 14 de julio de
1578.
Existe en el archivo de la Inquisición de México un expe-
diente.del 24 de octubre de 1.577, en el cual se dice que estando
los inquisidores Bonilla y A valos en su audiencia de la mañana,
.-decidieron comprar la casa de Ortuño de !barra, por ser más
barata que la de Velázquez de Salazar. Sin embargo, el negocio
se hizo con los herederos de Salazar y allí quedó la Inquisición,
en el mismo lugar donde estuvo, hasta qu.e fué suprimida. 7
E~ 1584 mereció una mención de los secretarios del visita-
dor franciscano Alonso Ponce en su famoso Viaje: "hay casa de
moneda e imprenta; hay asimismo casas de Inquisición, en que de
ordinario moran y asisten inquisidores y tienen su sala y cár-
celes".

*
Quien dejó realmente terminado el primer edificio de la
Inquisición mexicana fué don Alonso de Peralta, nombrado In-
7 Tomo 83, exp. 12.'

14
1
1'
1

· quisidor Mayor en 1594. En el viejo y venerable libro Relació1t


Historiada de las Exequias Fzttterales de la Magestad del Rey
D. Philippo II, publicado por don Dionisio de Ribera Flores en
1600, nos dice su autor que reedificó totalmente las casas, ..que
amenazaban gran ruina" y que ..lo más fué a su costa". Añade
datos interesantes, como que ..las ha renovado con hacerle ca-
pilla y retablo, dedicándola al glorio.so arzobispo de Sevilla San
Ildefonso, cuya historia se pintó en el principal cuadro del re-
tablo, de maravillosa pintura; con la figura de la Virgen Sacra-
tísima y del santo recibiendo la casulla de su mano sagrada, de
la estatura natural y con devoción que arrebata a lo sobrenatural
y divino que estas figuras representan. Acompañóse esta historia..
con otras cuatro de los. santos gloriosos San Pedro y San Pablo,
Santo Domingo y San Pedro Mártir, que se pusieron en los cua-
drosde los colaterales, dos en cada un<tde ellos, que se enriqueció
con muchas reliquias que hermosean el retablo, y por remate de
· él un crucifijo dev.otísimo, de grandes indulgencias, que es• de
particular regalo y>da a la capilla grande sér ... " 8
Estas pinturas del retablo fueron, tal ve~~ obra de Baltasar
de Echave Orio, pues precisamente en el año, ~n que se fabricó
Ja capilla, 1596, el artista trabajaba para la Inquisición, haciendo
.. diez estatuas, veinte. sambenitos y veintiún corozas para el au-
to de fe de ese año". 9
También nos describe Ribera Flores que ..ha hecho para la.
sala que renovó una reja curiosa de madera dorada sobre negro,
que divide el a~iento del tribunal, que adornó co~-. doseles de
8 La obra de Ribera Flores fué publicada, en lo que atañe a la In-
quisición, por don Joaquín García ·loaibalceta en su Bibliografía Mexicana
d·rl siglo XVI, pp. 365 a 374.
9 Manuel Toussaint, Arte Colonial en México, p. 144.

15
terciopelo negro y damasco amarillo, que sirven de ornamento
al principal que mandó hacer para el tribunal, de terciopelo ne-
gro guarnecido de telas del mismo color y oro ... "
Compró además Peralta una casa .. capacísima" para Cár-
cel Perpetua, .. junto a las del Santo Oficio, donde se cumpliesen
las penitencias a vista de los inquisidores" ·y ..viven en esta cár-
cel separados los unos de los otros para sus oficios y tratos y con
tanto silencio y paz, que hacen a manera de república concer-
tada", según escribe, dorando la .píldora, el cronista Ribera
Flores.
Es, pues, desde estas fechas que comenzó a llamarse la calle
·del costado sur del edificio como de ••La Cárcel Perpetua", que
se quedó después solamente eh ..La Perpetua". Antes llevaba
ellarguísimo nombre de .. Calle que va del Colegio de San Pedro
1. y San Pablo al monasterio de la Concepción". Hoy, destruyendo
1
tod~· tradición y toda historia, se llama calle de Venezuela.
Dice l\1~dina, al contrario de Ribera Flores, basándose en
una carta del22 de febrero de 15~J7. que en esta flamante cárcel
.. los presos podí,an en ella comunicarse por Eis paredes de adobes
que los divi9.ían, siendo fácil que se hablasen';, y añade que los
prisioneros se quejaban de que los calabozos estaban muy húme-
dos. Tan fácil fué esta comunicación entre los presos que hasta
un vecino, Baltasar de Viana, habló con algunos a través"'de las
paredes, por lo que fué castigado con .un año de destierro. 10
Tenía, sin embargo, todos los demás elementos necesarios,
como su buena Cámara del Tormento y el que sería después el
famoso ..Patio de los Naranjos", en cuya planta baja estaban las
cárceles, pues en el proceso de Luis de Carvajal el Mozo, se dice
que el.inquisidor ..salió, de la cárcel y se subió a su aposento";
también abajo estaba la Cámara del Tormento,_ pu~s dice el
10 Medina, op. cit., pp. 92 y 114.

16

·.1
proceso: .. bajaron del comedor a la cámara del tormento". Des-
de estos corredores del primer Patio de los N aran jos se arrojó
un día el neurótico Carvajal queriendo suicidarse, mas como no
le pasó nada, es de creerse que eran de poca altura. '·'
También se procuró, al arreglarse las casas, que tuviesen la
.cantidad de agua necesaria, lográndose ..meter" -como se decía
entonces- el líquido, el año de 1598, .. agua conque los presos
tienen refrigerio aventajado y limpieza grande", según quiere
Ribera Flores. Fué el acont.ecimiento del agua tan importante,
.que mereció una gran plac~ com;nemorativa de piedra que aún
existe empotrada en una escalera del número 5 de la calle de
la Perpetua.
Dice así:
GOVERNANDO EL
JLLmo SEÑOR CONDE DE
MONTERREY, SYENDO YNQUY
SYDOR EL SEÑOR LYC110 DON AL0 DE PERAL
T A QVE AL- PRESte ASYSTE SOLÓ EN EL
TRYBVNAL DE LA JNQ00 POR M0 DE L~
CYUDAD DE MEXYCO, SYENDO SV
OBRERO MAYOR BALTASAR MEXIA
SALMERON ALGVACIL MAYOR DELLA
SE METYO LA AGVA EN ESTE so oppo
A VIII DE NOVYEMBRE DE 1598

*
Así duraron las casas inqui.sitoriales hasta la célebre inun-
dación de 1629-1634, por la cual quedaron las cárceles en esta-
do tan deplorable que hasta los. mismos inquisidores decían que
..era gran compasión ver lo que padecían los presos". Se arre-
glaron entonces como se pudo, pero en 1649, año en -que selle-

17
nó el Santo Oficio de presos ricos, hubo necesidad de habilitar
una casa nueva frente a la Encarnación y hasta la misma casa
de los inquisidores cambió, pues "en el centro de sus cuartos y
vivientas) con tan breve y fácil ejecución, aunque con no poco
gasto, se hicieron obras que pueden mejor llamarse fortalezas,
con tanto primor en la arquitectura, tan discreta· disposición en
los aposentos y tal atención en las conveniencias e importancias
del seguro de los presos, que sería menester, a quererlo describir
en particular, plumas más divertidas y ociosas en intento de por
. '
sí ...", según dice un cronista de la ··época.
Por estas fechas, en 1635, decía Pedro Marmolejo en su
Loa Sacra1nmtal, en que describe a la ciudad de México:

"Si queréis bello en la calle


de Santo Domingo os llama
el que eva.ngélico triunfa
de infames heresiarcas.

"Para poneros con Dios


y para el que dél se aparte
la calle del Santo Oficio · ·
vuelve la oliva en espada." 11

Pero esta oliva de la paz vuelta en guerra tenía sus carac-


teres macabros, sin que por eso quiera yo, romántlcamente> ..exa-
gerar sus seculares horrores; cito de paso, por ser de esta épocá,
1650, que había ••un calabozo debajo de tierra", donde los in-
quisidores tenían a un Lucas Padilla por ••pleitos de mercadu-
rías", que no de fe, y aun se morían los reos sin saberlo el al-
caide de cárcel, como en el caso de Catalina de Campos, que
fué hallada muerta 'y ••desfigurada de ratas". 12

11 Luis González Obregón. Apéndice a Las Calles de México.


12 Medina, op. cit., ·pp. 216 y 239.

18
:1

*
Esta intromisión tumultuosa de nuevos pns10neros a la
Inquisición a que antes aludí, se debió a la independencia de
Portugal de la Corona Española. Por temor y represalias, herejes
o no, los tristes portugueses de las In~ias fueron a dar a las maz-
morras del Santo Oficio, quien se encargó, por lo pronto, de
embargarles sus bienes, y después, de investigar sus anteceden-
tes religiosos. De esto nació el famoso ..Auto Grande", de 1649,
del cual se hizo, en su tiempo, un libro especial llamado Avto
general de la fee celebrado por los Señores, el Ilmo, y Rmo. Se:.
ñor Don juatt de Mañ.ozca, Arzobispo de México, del Consejo
de su Magestad y de la S. General Inquisición, Visitador de su
Tributtal en la Nueva España . .. etc:,. al que lo.s historiadore~ ..le
han dedicado mucha tint'a. ..
F ué necesario reparar y agrandar las . cárceles, terminán-
dose las llamadas de .. penitencia", con dieciocho celdas y la vi-
vienda del alcaide, así como el patio con su· pila, costando todo
diei:. mil ochocientos y ocho pesos. En ellib~o antes citado ::;e
habla .. del primer patio de las cárceles secretas", donde estuvie-
ron las estatuas de los relajados, ~echas por el padre Diego de
Moedano, y se· añade, con engañosa hipérbole: .. con tan singu-
lar arte y propiedad que ajustaba en todo a sus originales la vi-
veza de los trasuntos".

*
Para esta época ocupab~ el· edificio más de la mitad de la
calle de la Perpetua y casi toda la primera calle de los Sepul-
cros de Santo Domingo (hoy cuarta de Brasil) y buena parte de

19

''i
la calle de Cocheras (hoy primera de Colombia) , llamada así~
precisamente, por dar a ella las cocheras de los señores inquisi-
dores. Había una calleja en la Perpetua que dividía la Inquisi-
ción de la Cárcel de Mujeres o de la Penitenciaría, que puede
verse, aunque apenas apuntada, en el plano de Juan Gómez de
Trasmonte, de 1628.
Todas estas obras de mediados del siglo xvu las trazó el
maestro Bartolomé Bernal, arquitec~~ mayor del Santo Oficio,
quien hizo también el gran tablado en la plaza del Volador pa-
ra el ••Auto Grande".
También de este tiempo, de 1646, es la hermosa placa con-
.1 memorativa de las Cárceles Perpetuas, que existe hoy en una
! colección particular y que deberá volver al edificio un día. Tie-
ne dos caras, en la una, el siguiente letrero:
,•,•

D:o.M.
·_SIENDO INQUISIDORES APOSTOLICOS
DE ESTE TRIBVNAL DEL sto OFFICIO DES
T.!\, NUEVA ESPAÑA LOS MVY ILLVSTRES
... ORES DOCTORES DOMINGO V .. .
SSAS y ARGOS, D. FRAN°0 DE ESTRA .. .
Y ESCOVEDO, D. IV0 SAENZ DE MAÑOZCA
LID 0 D. BERNABE DE LA HIGVERA Y AMARI
LLA Y FISCAL EL sor Dor D. ANTO o DE GA VIO
LA SE ACABO ESTA FABRICA DE CARCELES
SECRETAS, PARA TERROR DE LA HEREGIA
SEGVRIDAD DE ESTOS REYNOS Y HONRA
DE DIOS A LOS 27 DE SEPTIEMBRE DE 1646

En la parte posterior hay un relieve que don Jesús Galindo


y Villa,' en sus Apuntes de Epigrafía Mexica11a, describe así:

20
..Arriba se encuentra la imagen de la Virgen de Guada-
lupe, con gran corona, todo de alto relieve. La figura' está
-rodeada de diez y siete rayos a la izquierda y de diez y ocho a
la derecha; d~scansa la imagen sobre una luna con puntas vuel-
tas hacia' arriba y sobre los hombros un ángel. Debajo está un es-
cudo sensiblemente circular, de alto relieve, cuya periferia está
formada de esferitas realzadas. Dentro del campo circular se ve
arriba un ángel tendido horizontalmente hacia abajo, con una
mano libre, empuñando con,la otra una espada; sobre el dorso
se nota una cruz coronando un hemisferio. El pecho del ángel
descansa sobre la cimera del escudo, la cual tiene a los lados dos
relieves en forma de flor, de los cuales suben dos hojas de palma
rodeando hacia arriba al ángel y a la cimera. Debajo de ésta se·
ve un escudo doble, como tangente el de la derecha al de la iz-
quierda y en cada escudete dos secciones, una con dos ramas cru-
ciformes y otra con relieves que en el de la izquierda (arriba),
semejan tres granadas; llevando el otro (abajo), otros tantos
botones de flor, -de suerte que las ramas cruCiformes están, las
de la izquierda, abajo; las de la derecha, arriba." :1

La descripción es un tanto confusa y no nos dice de quién


es ~1 doble escudo; tal vez sea de alguno de Í~s inquisidores ci-
tados en el letrero antes transcrito. En ~!Museo de Chapultepec
existe una bandeja de cedro que lleva realzado el mismo escudo.
Hay que· señalar, además, 1~ importancia de la escultura
como una de las más bellas que tenemos de mediados del siglo
XVII, as·Í como ~na de las primeras imágenes de la después enor-
me iconografía ·guadalupana.

Como el dinero de los portugueses sobraba, se pensó en


construir una capilla, ya que siempre la había tenido provisio-

21
nal, encargándose los planos al arquitecto Diego de los Santos y-
Avila, quien los entregó el 14 de febrero de 1659. Corno de
esto publiqué un con~pletoestudio en los Analcs del Instituto de
Investigaciones Estéticas, número 12, hago aquí, solamente, un
resumen del proyecto.
La capilla estaría dedicada al "mártir" del Santo Oficio San
Pedro Arbués, primer inquisidor de Cataluña, asesinado por el
pueblo cansado de sus rigorismos. Para ello se encargó también
una pintura a Baltasar de Echave Rioja, cuya historia nos cuen-
ta Manuel Toussaint: "la obra se conserva en las Galerías de
Pintura y fué trabajada dos veces; en un principio le dieron una
estampa para que fuese reproducida y por su labor le habían
de pagar cien pesos. Concluyó la obra, pero no fué del gusto dc
los señores inquisidores, que le negaron la suma convenida, no
pagándole sino ochenta. El pintor rehizo totalmente su creación
sin tener ya en cuenta la estampa. Los inquisidores, visto el
trabajo y que la pintura había sido rehecha y presentaba me-
jor aspecto, acordaron que se le pagasen dieciocho pesos más.
Sea como fuere, el cuadro no es sino una copia del original
pintado por Murillo". l3 Tal vez por todo eso está fechada hasta
1666.
Estaría la capilla "en la esquina mesma del Sancto Ofissio
donde era antes el tribunal biejo" y sería de oriente a ponient-.,
sobre la calle de la Perpetua y con una fachada "mui suntuosa",
hacia la calle de Santo Domingo. Cinco bóvedas tendría, además
de su cúpula y amplio coro.
El dibujo de la portada del arquitecto De los Santos, así
como los planos y cortes de la capilla se conservan en el archivo
inquisitorial. 'l La portada es de un suave barroquismo, con sen-
13 Arte Colonial, p. 241.
14 Archivo General de la Nación. Ramo de Inquisición. Tomo 584.
timientos renacentistas todavía, muy digna de tomarse en cuen-
ta, como lo advierte don Diego Angulo, para conocer la arqui-
tectura mexicana de mediados del siglo xvn. 15 Mas nunca llegó
a construirse.
El proyecto nos da algunos datos de cómo era la casa del
Santo Oficio en esas fechas. Dice que la portada "se ha de poner
donde hoy está la entrada y la que hoy está se ha de pasar más
adelante, enfrente de la puerta de enmedio del dicho Sancto
Ofissio, de manera que ei saguán quede cuadrado; itero más, "
se ha de deshacer y desvaratar todo lo edificado, conformin-
dose con el largo y ancho de dicha planta, sin que se pueda apro-
vechar cosa ninguna del edifisi_o biejo, por ser muy dévil y de
mala calidad ... " Más adelante habla de puertas que deben
abrirse de la capilla al. edificio, una "por donde hoy entra al
tribunal el inquisidor don Juan Saenz de Mañozca" y otra en el
coro "por el corredor del inquisid~r don Francisco de Estrada".
El primer párrafo es confuso, pero sacamos en conclusión
.que la gran puerta del antiguo palacio estaba hacia la calle
.de Santo Domingo, frontera al monasterio y casi en la esquina
con la calle de la Perpetua, y como allí se iba a cOnstruir la ca~
pilla, la puerta se correría hacia la calle de Cocheras. Por otra
parte vemos que los señores inquisidores tenían verdaderos de-
part~mentos particulares para sus personas, por aquello de "por
donde entra Mañozca" o "por el corredor de Estrada", pero sal-
vo datos que aparezcan posteriormente, no podemos darnos
cuenta exacta de las casas de la Inquisición en los siglos XVI y
xvn. Sólo podríamos agregar que en 165 5 se pensó construir
"nuevo Tribunal", cuyos planos hizo el arquitecto Diego Ló-
pez Múrillo. La obra se puso a remate, según costumbre de la
1, -época, ganándola Vicenzo Escallola, el conocido arquitecto de Ía
15 Historia del Arte Hispanoamericano. Vol. n, p. 7.

23
--
...... ""

Catedral de Morelia, y en 1657 se pensó también en hacer nue-


vas las cárceles secretas," encomendando los planos al mismo Die-
go de los Santos, el cual calculó el proyecto en treinta y siete mil
~etecientos pesos y ganando el remat~ Pedro Durán. Los planos
fueron duramente criticados por los alarifes Rodrigo Díaz de
Aguilera y Rodrigo Berna! de Ortega, pero parece que se comen-
zaron las obras a fines del mismo año. 16
De 1680 a 1695 aparece como arquitecto mayor de la
Inquisición el maestro Juan Mon~ero.·"

*
.¡ Como un descanso a esta serie de datos de las viejas casas
inquisitoriales, veamos quiénes ·formaban el cuerpo de personajes.
del Tribunal:

INQUISIDOREs, que eran los jueces. Podían ser frailes, clé-


rigos o civiles,

SEcRETARios, qqe 'levantaban las actas de los juicios, lle-


vaban la correspondencia y cuidaban el archivo.

CONS.ULTORES, o sea los peritos en Teología y Derecho Ca-


nónico, a quienes se hacía la consttlta de fe después de que el
acusado había contestado a los cargos y antes de la sentencia
definitiva del tribunal, que era aprobada o rectificada po~ ellos~

CALIFICADOREs, los que examinaban las pruebas docu-·


mentales del acusado y censuraban libros, manuscritos, pinturas:
y todo objeto que pudiera ser sospec.J·lOso contra la fe.
16 Véase Anales del Instituto de lnvestiga~ciones Estéticas, número.
12, p. 20.

24
CoMISARIOS, que eran -los delegados en las ciudades y pue-
blos donde no estaba establecido el Tribunal y acusaban y r~­
mitían a los reos. Los había en todas -las ciudades de la Nueva
España y hasta Guatemala, Nicaragua y Filipinas.

PROMOTOR FISCAL, quien era el que llevaba la voz de la acu-


sación; muchas veces era uno de los propios inquisidores.
ABOGADO DEFENSOR, quien atendía a la defensa de oficio
del reo.
REcEPTOR Y TESORERO, quién recibía las confiscaciones de
los bienes de los presos y llevaba las cuentas de gastos del Tri-
bunal. ·

F AMILlARES, o sean las personas que espontáneamente pres-


taban servicios al Tribunal, desde el simple espionaje, hasta la
decorativa presencia en los autos d~ ·fe en el caso de los grandes
señores. Como gozaban de algunos import.antes privilegios, el
cargo era muy solicit-~do. Recuérdese en España el caso de Lope
de Vega.
/1
NoTARios, los que refrendaban las actas de los juicios. Era
también cargo muy buscado. En México fueron notarios dos.
famosos pintores: Sebastián López de Arteaga en el siglo XVII
y Francisco Martínez en el xvm, que tenían buen cuidado de
añadir su puesto inquisitorial en las rúbricas de sus cuadros.
EscRIBANOS, los que llevaban los apuntes en los cargos, de-
nuncias, careos y tormento de los reos.

ALGUACILES, los que ~ervían para detener a los acusados,.


apoderarse de sus bienes y acomodar a la familia si no podía sos-
tenerse por sí misma. Eran algo así como los gendarmes del San-
to Oficio.

25
ALCAIDES, los guardias de las cárceles, que veían en todo
lo necesario a los presos.

INTÉRPRETEs, para los casos en que el acusado no hablaba


español. Recuérdese en México el caso del ingeniero del Desagüe
1
del Valle de México, Enrico Martínez.
1
1
;
Había además porteros y mandaderos, que entregaban avi-
sos, citaciones y correspondencia; los médicos que asistían al
.1
' tormento y enfermedades de los presos y el capellán que decía
la misa para los inquisidores. Turberville dice que se negaba la
misa y los sacramentos a los presos, pero Ribera Flores nos ase-
gura que el alcaide "los llevaba .a misa los domingos y fiestas".
En el edificio de la Inquisición sólo vivían los inquisidores,
los secretarios, los alguaciles, los alcaides y los porteros.

En 1661 se pensó en construir totalmente las nuevas casas;


pero, como la capilla, se quedaron en proyecto. Hay un intere-
sante documento del inquisidor Pedro Medina Rico, en el que
nos describe algo del antiguo edificio y su biblioteca. Dice así:
\ "En la conformidad que V. S. me lo manda, le vuelvo a
1
remitir nueva planta del tribunal. Confío en Dios que Ü~gará
1
buena y que parecerá bien el cuidado que se ha puesto en su
j'·_
fábrica y porque en. ella va escrita su formación no digo en esta
más de lo que tiene. Lo que puedo decir más es que al testero del
Secreto que está a la mano derecha mirando a la planta después
_ de la puerta de las dos f/, se· ha puesto una librería algq cabal,
que tendrá mil cuerpos (volúmenes), porque no todos los in-
quisidores y fiscales tienen libros y conviene que aquí los haya
para verlos, y en especial, los Derechos, Recopilaciones y Parti-

26

1 '
das, y los que tratan lo tocante a la Inquisición, y pareció que
comprando estos de por sí habían de costar precio considerable
y que era mejor comprar los tomos muy buenos en 800 pesos;
sino pareciera a V. S., fácil será venderlos. Al lado siniestro,
mirando dicho Secreto, :;¡donde están la dos bb, hay una pieza
apartada, aunque unida con dicho Secreto, adonde están los
libros prohibidos y recogidos, puestos en estantes; hay otros mil
libros. De suerte que el Secreto se divide en tres piezas: una
adonde están los Notarios y el despacho corriente y allí está la
librería del tribunal; otra donde están los pleitos fenecidos y
protocolos de causas acabadas y de pruebas; otra donde están
dichos libros prohibidos y las dos cajas de tres llaves·. Y la
Sala del tribunal tiene también tres: piezas: una de esas, la prin~
cipal, y otras dos, cada una a su lado, a lo largo, sin que la una
tenga comunicación con la otra,· y sin que un reo pueda ver a
otro, aunque haya tres en las tres audiencias y a un mismo
tiempo. Quiera Dios que yo lo haya acertado; sé decir que ato-
dos ha parecido sum~~ente bueno; pero si todos vieran las
cárceles dijeran que eran sumamente malas, como lo tengo re-
presentado; si se hicieran las nuevas quedaba el tribunal todo
muy perfecto, como lo tengo significado, y á' fé, señor, que era
bien menester en este. t:eino." 17
El autor de este proyecto debió ser Diego de los Santos.
Ojalá se encuentren los planos un día en los archivos de España,
a donde fué enviado.
Estas cárceles "sumamente malas", en tiempo de lluvias se
anegaban y en invierno eran inhabitables "por el frío que en
días hay -añade Medina Rico- y además de esto las tarimas
en que los presos duermen y la ropa que hay para los pobres que
no traen cama porque no la tienen se pudre toda".
17 José Toribio Medina, op. cit., pp. 263-264.

27
Según noticias posteriores, del siglo XIX, estas cárceles te-
nían de largo diez y seis pasos y de ancho diez, .. con dos puertas·
_gruesísimas, un agujero o ventana con rejas dobles por donde
.se les comunicaba la luz escasamente y una tarima de azulejos
para poner fa cama". Con seguridad se arreglaron después de
1661, pues en 1703 se acordó que por ser .. muy claras y des-
:ahogadas" se hiciesen de dos pisos, ••dejando las de abajo para
las niujeres y otros reos de quienes no podía temerse hiciesen
, fuga". 18 Además de las cárceles secretas había unas .. públicas"
y o~ras llamadas .. pulgueros". ¡Cómo estarían) Ya desde 1589
Juan Suárez de Peralta dijo que los jueces visitadores de la. re-
.sidencia de Hernán Cortés, en llegando a México, hicieron una
-cárcel .. temeraria y a manera de las del Santo Oficio". Y ex-
1 '
plica: .. con celdas muy oscuras, fortísimas y muy chicas, que
1- :sóio estar en ellas un día era gravísima pena". 10
1

El Palacio del siglo XVIII.

Debemo~, a un investigador de nuestro arte colonial, Enri-


que Berlín, el' conocimiento del autor del actual Palacio de la In-
-quisición, hoy Escuela Nacional de Medicina de la Universidad.
Los documentos al respecto fueron publicados por él en el Bo-
.letín del Archivo General de la N ación, tomo XVI, núrii'ero 1,
de donde tomo los datos principales.
El arquitecto fué Pedro de Arrieta, nombrado Maestro Ma-
yor del Santo Oficio en 1695 a la muerte de Juan Montero, su
.antecesor. En 1718 aparece construyendo un retablo en la Sala
-de Audiencia, ..que llaman de los Retratos", dedicado a San
18 Medina, op. cit., pp. 348 y 368.
19 op. cit., p. 141. ·

28
Pedro Mártir. El día 7 de septiembre decía Arrieta que tenía he-
cha la montea del colateral .. con cuatro cajas (nichos) para los
santos de bulto, que· son el Señor San Pedro Mártir, San Pedro
Apóstol y San Pedro Argués y el santo que se ha de hacer se
servirá V. S. de decir que santo ha de ser, que es mi obligación
i'
el hacerlo, dando lo dorado y estofado según el ropaje ... ", y
añade una cosa interesante: .. también es de mi obligac~ón el
acomodar los santos apóstoles en el guardapolvo, que es donde
tienen su lugar", lo que nos indica que en los principios del
siglo XVIII existía aún, como reminiscencia del XVI, el poner· el
apostolado como base de los retablos. Iba también e~ el retablo
un lienzo de Nuestra Señora de Belén y unos espejos que había
regalado a la Inquisición el virrey duque de Linares. Todo sería
.. de buena madera y oro limpio", costando mil dosciento~ pe-
sos. 1 1
• !

Los inquisidores le contestaron que el santo que faltaba


debía ser Santo Toribio Mogrobejo, arzobispo e inquisidor de
Lima. En junio de 1719 anuncia Arrieta que tiene terminado
el colateral .. y asimismo las obras que fuera de él. tengo ejecu-
tadas, que son el bastidor del baldoquín de la Sa:Ia' de Audien-
cia, el otro bastidor de la otra Sala del baldoquín; cortado el
cancel; mudada la puerta de la entrada de la Sala; aforradas y
entabladas las (a) lacenas; el artesón, en que de maderas, ofi-
ciales, talla, oro y dorado y puesto en su lugar, me tiene de
costo ciento y veinte y seis pesos ... "
En 1723 se le pidieron proyectos para el nuevo edificio, que
fueron remitidos a España para su aprobación. En estos proyec-
tos Arrieta seguía los lineamientos del anterior, pero como no
'ie llevaron al cabo, cuando en 1732 se decidió la construcción,
el arquitecto cambió radicalmente los planos e ideó el actual pi-
lacio. He aquí la comunicación que dirigió a los inquisidores:

29
"Pedro de Arrieta, Maestro Mayor de las obras materiales
de este Santo Oficio, en obedecimiento del decreto de V. S. de
veintiséis del pasado y debajo del juramento que se me manda
y a mi leal saber y entender digo: que las ventajas de la traza
que nuevamente tengo ideada se pueden conseguir sin más cos-
to que elde la antigua y cuatro mil pesos más, prescindiendo
de la compra de las dos casas contiguas del mayorazgo, que hoy
podrán ser asequibles .en nuevé o diez mil pesos por las circuns-
tancias que expresaré, con las cuales se puede perfeccionar di-
cha nueva planta con las mejoras qué' de ella se perciben, para
lo cual la presento aunque no está perfectamente puesta en lim-
pio, pero es bastante p·ara que V. S. las comprenda, y cuadrán-
dole, las mande :reducir a toda perfección, y para eso represento
a V. S. que el mucho tiempo que ha pasado me ha dado campo
a discurrir los inconvenientes que resultan de la primera planta,
por habérseme estrechado a .que la idease sin alargartp.e a más
buque que las dos viviendas actuales de V. S. y a las oficinas
y piezas comunes de tribunal, secreto, fisco, sacristía y demás,
por cuya razón no pude dar cada cosa en su lugar, como re-
quiere el arte y el gobierno de V. S. procurando que la casa de
alcaide y provedor y la cocina de proveduría estén con inme-
diación a cárceles secretas, la de ayudante de alcaide, cerca de
la puerta principal de la calle, y así respectivamente las demás,
y principalmente las salas de audiencia, para el manejo, secreto
1
1 1
y separado, así para los reos que vengan e ella& de cárceles, como
1

1
1
para los testigos que vienen de fuera, todo lo cual me parece se
salva con dicha nueva planta, sin extenderme por la calle real
de Santo Domingo más que hasta topar con la casa que llaman
del (ilegible), sin que su longitud, con esta adición, sea más
que de sesenta y siete varas; por la calle de la Perpetua hasta to-
par con la ~árcel de la Penitenciaría, dejando junto a ella hueco

30
.1
)1'

, ... '

de ocho o diez varas, así para poder dar luces al oriente a la casa
del señor Inquisidor que ahí viva, como para libertarle del bu-
'
llicio y mala vecindad que puede haber c;:on el tiempo en di-
cha cárcel de la Penitenciaría, y por la parte del norte, toman-
do unas doce varas de los corrales de dicho mayorazgo par~ po-
der ampliar dicha planta segunda, y que el patio principal goce
de cuadrado perfecto, porque en la primera planta no lo goza-
ba, pues quedaba en figura prolongada, incógnito y con ningu-
na perfección, quedando en, arte como pide s.emejante fábrica,
conque al mismo tiempo se excus~n recodos para el pasadizo al-
to y de comunicación de dichas salas a las cárceles secretas, y
el callejón bajo, para que dichos alcaldes y proyedor vayan con
independencia a sus .viviendas, .que quedan suficientes, como
también la de V. S., para que con alguna comodidad se comu-
niquen entre sí y tengan tránsito~ dichas salas, y al mismo tiem-
po se consigue dejar un patio capaz .para lo que se ofrezca -en
algún día de auto, y para lo mismo y mayor. lucimiento de de-
cencia, he discurrido achavar la esquina de· hacia la plazuela
de Santo Domingo y dar en ella la puerta principal, en quepo-
día ostentar y ser cosa notable su arquitectura, gozándose así
por esquina como por la parte del poniente y' parte del sur, que
son las dos calles que coje dicha Inquisición y por inmediación
a la puerta principal de Santo Domingo, donde se celebran to-
das las funciones de este Santo Tribunal, y al mismo tiempo (so-
bre ser cosa muy segura), desembocará directamente en di-
cha plazuela de Santo Domingo, con lo que parecerá que el
Tribunal está en dicha plazuela, y se subsanará en parte el de-
fecto de no haber comprado estos años pasados la casa conti-
gua a la Aduana Nueva, que .compraron y están al presente la-
brando las monjas de la Encarnación, con lo cual y haber conse-
guido cerrar dicha calle de la Perpetua (respecto de no ser ya

31
calle principal, cuya circunstancia prometía su logro), hubiera
aventajado esta Inquis1ción pasarse a plazuela, como parecía
conveniente a su desembarazo y mayor distinción, sin estar ata- 1
1.

readas sus entradas y salidas a las estrecheces y angustias de una


calle, cuyo inconveniente se salva en mucha parte; y por lo
que mira a lo común, con lo que llevo propuesto- y discurro
acertado y mucho menos costoso, mediante que dicha casa de
la Encarnación costó veintisiete mil y más pesos y las referidas
del mayorazgo (como dejo dicho), podrán hoy verosímilmente
cogerse por cosa de diez mil pesos, con cuyo gasto se ocurre a
lo que llevo dicho, y a que esta Inquisición quedará sin regis-
tro ninguno, y más siendo por esta parte el tránsito o paso por
donde han de ir los reos a audiencia, recalando también la se-
i
¡, gunda sala y la sacristía, siendo también de considerar ... (que)
''- me someto a lo que V. S. en su vista acordase, o a lo que dije-
sen sobre cuanto llevo expresado, otros peritos y maestros de ar-
quitectura, pues mi ánimo no ha sido ni es otro, que el mayor
lustre y bien'del Tribunal, y el que no se me eche la culpa de
no haber desengañado en tiempo, como es de mi obligación, por
haber estimado y servido al Tribunal tantos ~ños hace con el
esmero y fin~za que es patente y notoria ... "
Fué sometido el proyecto a la aprobación de los arqui-
tectos Miguel de Ribera y Antonio Alvarez, quienes dijeron que
les parecía excelente, y sobre todo la colocación de la p~~tada,
que los llenó de admiración, "pues goza de una y otra calle y
1 1
1 .
de toda la plazuela", y añaden: "quedará con notable hermosu-
1
ra y con la novedad de singularizarse por única en este reino".
Esta última· frase decidió a los inquisidores, que, sin más
trámite, dieron la obra a su Maestro Mayor, comenzándose el
día cinco de diciembre de 1732 y acabándose en Navidad de
1736, dos años antes de la muerte de su autor. Cuatro años para

32
construir el Palacio de la Inquisición es una hazaña en cualquier
época y en cualquier-parte del mundo.
En todo estamos de acuerdo con el proyecto, salvo ~sa idea
de, por dar mayor solemnidad al edificio, cerrar la calle de la
Perpetua y hacerle su placita particular, rompiendo la vieja ur-
banística de la ciudad de Alonso García Bravo. N os alegramos
de que las monjas de la Encarnación hayan comprado las <;asas
fronteras, pues malograron el absurdo pensamiento del, por otra
parte, siempre inteligente Y· atinado maestro Pedro de Arrieta.·
Existió en el arco central de la escalera una lápida que re-
fería ·el fin de la obra. Decía:
SIENDO SUMO PONTIFICE CLEMENTE XII: REY DE ESPA:f;!"A
Y DE LAS INDIAS FELIPE V: INQUISIDORES GENERALES
SUCESIVAMENTE LOS EXMOS. SE~ORES D. JUAN DE CAMARGO, OBiSPO
DE PAMPLONA, Y D. ANDRES ORBE Y LARREATEGUI, ARZOBISPO
DE VALENCIA: INQUISIDORES ACTUALES DE ESTA NUEVA ESPARA LOS
SE~ORES LICS. D. PEDRO NAVARRO DE ISLA, D. PEDRO ANSELMO
SANCHEZ DE TAGLE, Y D. DIEGO MANGADO Y CLAVIJO, SE COMENZO
ESTA OBRA
A CINCO DE DICIEMBRE DE 1732 Y SE ACABO EN FIN DEL MESMO
MES DE 1736 A~OS A HONRA Y GLORIA DE DIOS, Y 'TESORERO
D. AGUSTIN ANTONIO CASTRILLO Y COLLANTES

y de eHa se burla, con razón, Ramírez Aparicio, pues parece


que se acabó a ..honra y gloria" de Dios y del, tesorero Castrillo.

El arquitecto de la Inquisición.

La figura de Pedro de Arrieta es de primera importancia .


para la historia del Barroco mexicano de la primera mitad del

33
siglo XVII. No sabemos nada de su vida, pero nos queda casi toda
su obra.
La primera vez que aparece en escena es en 1691, cuando
recibe su título de arquitecto; después lo conocemos, varias ve-
ces, como .. veedor" d~l gremio, yÚabaja con J~an de Zepeda
en la hermosa iglesia de San Bernardo, terminada en 169 3.
En 169 5, según se ha :visto, es nombrado Maestro Mayor
de Arquitectura y Albañilería de la Inquisición. La petición de
Arrieta es sencilla y humilde: "Me hallo noticiado de la vacan-
te de la plaza de Maestro de las' obras de este Santo Oficio y de-
seando servir a V. S. en dicho empleo y con él la mucha honra
q1,1e espero de su grandeza, pido. y suplico se sirva de aplicarme
su gracia nombrándome por Maestro de las obras de albañile-
ría y arquitectura de este Sant~ Tribunal ... "
-En 1696 hizo la pira funeraria d~ la reina Mariana de Aus-
tria, para la iglesia de Santo Domingo, cuyo dibujo original exis-
te en el archivo inquisitorial.
Como retablista y escultor ya lo vimos haciendo el retablo
de la Sala de Audiencias, y .. otra obra suya -dice Berlín- fué
la repisa para el reloj_ de la capilla de la Inquisición".
En 1720 llegó al pináculo de su labor artística al ser nom-
brado "Maestro Mayor de este Reino y obra y fábrica materia]
de la Santa Iglesia Catedral Metropolitana y de estas Casas Rea-
les", con lo cual tuvo en sus manos toda la arquitectura de la
1 '
ciudad de México.
Su petición para tan alto puesto es un documento de pri-
1
mer orden para la historia arquitectónica de la ciudad, pues pasa
lista Arrieta de toda la obra de su vida hasta esas fechas. Como
ha sido publicada dos veces por su descubridor, Enrique Ber-

34
',,
' 1·
¡ '

lín, 20 enumero solamente los trabajos que menciona, no sin


hacer notar que el acento es muy diferente de su primera peti-
ción de 169 5, pues habla de que "he merecido la confianza de '
1

las mayores obras que se han ofrecido" y de que "me hallo acre- i
ditado por 'la misma notoriedad en la consumada pericia del
arte".
Veinticinco años de trabajo incesante le daban autoridad
para pedir con grandeza. Sus.obras hasta 1720 eran las siguien-
tes:

Iglesia de San Gregorio.


Iglesia de San Bernardo.
Iglesia y convento de Santa Teresa la Nueva.
Convento de San José de Carmelitas descalzas.
Iglesia del Amor de Dios.
Sacristía y antesacristía de Santo Domingo.
Iglesia de la J?rofesa.
Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe.
Cúpula y terminación de la iglesia de San Miguel.
Encadenamiento de las bóvedas de Santa Clara.
Bóvedas de Jesús Naz'areno. "'
Escalera del convento de San Francisco.
Alhóndiga y Carnicería mayor.
Puente de la Mariscala.
Pila de la Plaza Mayor.

Fuera de la ciudad de México hizo la iglesia de Santiago


Tuxpan y el puente de San Juan del Río.
Si a esto añadimos el Palacio de la Inquisición, la iglesia
del Hospital Real y la iglesia y convento de Corpus Christi, y,
20 En Anales del Inst. de Investigaciones Estéticas, Núm., 11, y en
el citado Boletín del Archivo General de la Nación.

35
como él dice, ..las muchas obras públicas e infinitas casas par-
ticulares" y sus inspecciones y estudios del Real Desagüe, nos
quedamos sorprendidos y admirados de la magna obra de este
hombre, a quien la ciudad, olvidadiza de sus verdaderos valo-
res, no ha reconocido todavía.
En 1736 hizo con otros arquitectos las Ordenanzas- del
gremio, anaHzadas por Manuel Toussaint, 21 y en 1737 levan--
tó, también con sus compañeros -arquitectos, un plano de la
ciudad de México, que fué pintado al óleo en gran tamaño
y hoy lo posee el Museo Nacional de Historia.
Murió Pedro de Arrieta el 15 de diciembre de 1738, en
tal miseria increíble que su .viuda escribió a los inquisidores
¡,
e~ta dolorosa carta: ..Melchora de Robles, mujer legítima que
l.
¡ fuí del Maestro Mayor Pedro de Arrieta, a quien fué Dios servi-
do de llevarse para sí anoche.y hallándose el pobre cuerpo_ al pre-
sente sin con qué .amortajarse, por suma necesidad, a los pies de
V. S. recurro a la gran caridad por amor de Dios, siendó servi-
dos socorran tan urgente y piadosa necesidad que fío en la di-
vina Majest;1;d
.'
de
.
Dios satisfaga a V. S. lo que por su amor
~

hicieren."
Los inquisidores le mandaron cuarenta pesos, que eran
entonces suficientes, .. con encargo al tesorero que c:~,üde :;e
conviertan en el entierro y misas". Sus restos deben estar he-
chos polvo en la iglesia de Santo Domingo.
Bien merece e~te extraordinario arquitecto del Barroco me-
xicano una placa memorativa e~ la meJor y última de sus
obras: el Palacio de la Inquisición.
21 Arte Colonial, p. 295.

36
Una descripción del siglo XVIII.

Muy escasas noticias hay del edificio inquisitorial después


de su conclusión. En 1768 nos dice Medina que por un temblor
hubo que reparar las cárceles y .. apretilar todas las azoteas para
quitar toda la comunicación con las demás y otros reparos para
la seguridad de dichas cárceles".
Pero hay una interesante descripción del edificio de fines
del siglo XVIII, aún inédita, del bachiller poblano Juan de Viera,
cuyo manuscrito encontró en París el licenciado Gonzalo Obre-·
gón, quien tuvo la gentileza de darme una copia. Pertenece a
todo un estudió sobre la ciudad de México que su descubridor
publicará en breve. La parte relativa a la Inquisición es la
siguiente:
«y por no dejar de dar alguna razón del magnífico, sun-
tuoso palacio de la Inquisición, daremos un salto desde el arzo-
bispado hasta la plazuela del convento real del Señor Santo
Domingo, la que es excesivamente hermosa, pues haciéndole
frente el magnífico templo y cementerio de esta Sagrada Reli-
gión (que si hubiéramos de dar individual noticia de lo que
es en sÍ', por dentro y por fuera, cada cosa necesitaba un libro) .
El otro frente de la plazuela es un portal que coge una cuadra
hermosamente vistosa y el otro frente es la real casa de la Adua-
na, y en la esquina, entre la Aduana y el convento de Santo
Domingo, está el referido palacio de la Inquisición, cuyo pór-
tico es de una particular arquitectura que estriba sobre cua-
tro columnas inscritas sobre el macizo de las ·paredes, con un
balcón que tendrá diez rosas y sigue el propio orden de colum-· ·
nas hasta formar el capitel y medio punt~ sobre el que estriban

37
--- -------~-~~--~~

las armas del Santo Qficio, formadas y forradas de hierro, pues


así es la espada que está a la siniestra de la cruz, así como la
cruz y la oliva, símbolo de la misericordia. Corta esta portada
,la esquina en conformidad que con las dos cejas: de la halcone-
ría y ventanaje que tiene por cada lado, forma su prodigiosa
fábrica en su perspectiva un perfectísimo sexavo, siendo por
dentro esta prodigiosa fábrica una abreviada maravilla, pues
el primer patio que en su centro se descubre, forma un cuadro
perfectísimo, sobre danzas de arcos"que dan espacio y capaci-
dad para treinta coches, y lo 'más raro es que estando en las
cuatro esquinas un arco junto al otro de modo que los arcos
medios puntos descansan sobre un pedestal que no asienta so-
,, bre columna alguna, sino que se queda en el aire, pendiente,
'
1 '
sosteniendo sobre sí un pilar de cantería, de una mole igual a
las demás pilastras que forman los cuatro corredores de las ofi-
cinas superiores, de modo que causa horror ver estribar estas
columnas en el aire sobre los arcos que forman la danza infe-
rior. Dentro de este palacio viven los señores inquisidores, pues
aunque el Señor Inquisidor y el Señor Fiscal tienen dos c~sas
inmediatas, tienen puertas secretas por donde se comunican
los unos con los otros. En las demás viviendas del palacio prin-
cipal viven los demás Ministros del Santo Oficio y allí mismo,
por un callejón que cae al Santo Trib~nal, está un corredor ce-
rrado que va al patio de las cárceles, quedando los patios inte-
riores tan escondidos y secretos que no hay quien pueda re-
1 gistrarlos, y aunque la cocina de los reos está en un patio inte-
rior de los que se trafican y habitan, tiene un cuarto secreto
11 en la cocina, donde está un torno como los que regularmente
tienen las porterías y tornos de las monjas, entrando por b
parte de afuera el proveedor que ministra la vianda y por la par-
te de adentro del torno, el alcalde y el sotaalcalde."

38
Y a ve el lector que el buen bachiller Viera no sabía una
palabra de arquitectura, pero nos encanta su ingenua admiración
por los arcos volados de las esquinas, que casi le parecen obra de
magia, y nos regala algunas preciosas noticias, como lo del es-
cudo forrado de hierro del remate de la fachada, las puertas y
pasadizos secretos, tan impresionantes para la imaginación po-
pular, y ·la descripción del torno de la cocina.

*
Una placa, que aún existe por patente milagro en su lugar,
.nos habla de las últimas construcciones que hubo antes de la
extinción del Santo Oficio. Está. a la entrada de la Cárcel Per"'-
petua.
. ... ET ........ REG ....... .
. . . . . . neralem Hiapaniae · Inquisitionem
... xmo. D.D. Raymundo ah Arze
et hanc mexicanain D.D. Prado, Alfaro et Flores
prqcurantibus
custodia ista pene collapsa fuit awpliori
politiorique forma refecta et publicae ins
pectioni exposita. Anno Domini MDCCCIII
et Pontificatus Pii VII. IV Quinto Idus Decembris

-que, completa y traducida, es:


.. Reinando Carlos IV y Luisa; siendo Inquisidor General
-de España el Exmo. Sr. D.· Ramón de Arce y de México los
-doctores Prado, Alfaro y Flores, esta cárcel, que.se hallaba casi
arruinada, se reparó y mejoró, habiendo quedado abierta para
-que ·el público la reconociese. Día 9 de diciembre del año del
.Señor, 1803, y el cuarto del pontificado de Pio VII." '

39
r··--
El Palacio en los planos antiguos.

Y a hice referencia al plano at.t;"ibuído a Alonso de Santa


Cruz, del siglo XVI. Veamos ahora cómo aparece el palacio de
los señores inquisidores en los planos de los siglos XVII y XVIII.
Para ello he estudiado los propios planos, ayudándome con las:
tres últimas obras que sobre cartogr.afía de la ciudad de Méxi-
co han aparecido: el ya citado libro de Planos de la Ciudad de·
México. Siglos XVI y XVII, de Manuel Toussaint, Justino Fer-
nández y Federico Gómez de Orozco; el de Mapas antiguos del
Valle de México, de Ola Apenes, y Planos de la Ciudad de Mé-
xit;o, por Manuel Carrera Stampa. También ha sido. necesario
consultar el magnífico archivo fotográfico de la Dirección de
Monume~tos Coloniales. Sólo hago mención de aquellos planos
i ¡
en que aparecen bien visibles los edificios, sobre todo el de la
Inquisición,· o aquellos en que es clara la demarcación de las:
manzanas.
.'.'

El más antiguo para mi objeto es el de Juan Gómez de


Trasmonte, de 1628, ya citado. Aparecen las casas inquisitoria-
les sin ninguna diferencia notoria con las que las rodean, ha-
ciendo un gran contraste, por su pequeñez, con la enorme mo-
le de la iglesia de Santo Domingo. En realidad Trasmonte dibu-
j6 un tipo único de casas para toda la ciudad, :y sólo destacó
y diferenció las iglesias.
El hermoso plano al óleo de fines del siglo XVII que se con-
serva en el Museo de Chapultepec y que fué un biombo de la

40
condesa de Moctezuma, es el único que nos da la visión de la ca-
sa en esa época, con su puerta hacia Santo Domingo, torreón.
en la esquina, almenado como todas las azoteas, y las ventanas
defendidas por vigorosas rejas.
En el libro Plan de la fameuse et nouvelle ville de Mexique,.
de 1715, por Nicolás de Fer, nos muestra claramente la man-
zana del edificio sin señalar el callejón de la Perpetua, y esboza
el patio con su entrada hacia la iglesia dominicana. Es uno de
los .. magnifiques palais" de 'que habla en el texto.
La más importante reproducción, y la primera del actual
pala~io, es la del plano de 1737, levantado por Pedro de Arrieta,
Miguel Custodio Durán, Miguel. José de Rivera, José Eduardo
de Herrera, Manuel Alvarez y Francisco Valdena. Fué pintado
al óleo y pertenece al Museo de Historia.
Arrieta quiso destacar, con razón, sus obras, y tanto'; que
su Palacio inquisitorial se impone incluso a la iglesia de Santo
Domingo. E.stá la fachada con sus dos cuerpos y· remate; el
muro frontero al atrio está almenado y compuesto de dos pisos
y entresuelo, cas~ que no existió y es invención del·pintor. En el
primero hay dos ventanas y, al parecer, dos puertas; en el ima-
ginado entresuelo seis ventanas y cinco en el segundo piso. Se
ve el patio, orgullo de su autor, y atrás, a la izquierda, el patio
de las Cocheras y a la derecha el de los N aran jos.
En 1749 pintó Carlos López y grabó en lámina Diego
Troncoso un plano realzado, en el cual aparece el Santo Ofi-
cio visto desde su par~e posterior. Queda bien definido el calle-
jón que dividía el edificio de la cárcel de la Penitenciaría y
en la esquina chata lleva la letra E. Al contrario del plano de
Arrieta, se impone la iglesia de Santo Domingo, con sus dos cú.:.·
.1
pulas y su fachada lateral, exagerada y .convencional.

41
En el plano de Villaseñor y Sánchez, de 1750, se agranda
el chaflán de la fachada y una gran arquería detrás quiere re-
producir el patio, como lo hace el autor con los claustros de
Santo Domingo, Santa Catalina y la Encarnación. En otro
plano del mismo Villaseñor, de 175 3, sólo aparece la alargada
manzana sin preocupación por ningún detalle.
En el esquemático plano del libro del abate Chappe d'Au-
teroche, Voyage en Californie pour l'observatimt du pasage de
Venus sur le disque du soleil, de 1772, el edificio es solamente
un cuadrilátero cerrado, aunq~e ~í hubo el cuidado de poner
enfrente: .. Inquisición". En esta forma simple se seguirá repi-
tie!ldo en los planos posteriores," como el de Villavicencio, de
1782; el de Iniesta Vejarano, de la misma fecha, y el de Diego
García Conde, de 1793, con los.muchos planos R_ue se derivaron
de es~e último. Apenas se dil;mja la esquina chata y un falso pa-
tio alargado que se repetirá, con otro plano parecido de Caste-
ra, durante el siglo XI~.

Las supresiones del Tribunal.

En 22 de febrero de 1813, las Cortes de Cádiz, tras lar-


gos debates, suprimieron el Tribunal de la Inquisición, siendo
publicado el decreto en México el 8 de junio del mismo año.
El intendente de la ciudad, don Ramón Gutiérrez del
Mazo, recibió el edificio y los bienes, pasando al arzobispado
el archivo y las causas pendientes. El alcalde de las cárceles, Ma-
nuel Martínez de Cosío, escribía al Consejo: ..Los que tuvi-
mos que estar presentes a las respectivas operaciones del se-
cuestro, sufrimos demasiado, teniendo que oír y tolerar los
infinitos insultos que descaradamente hacían a la Inquisición

42
1
1 1

: ~ 1

y a sus ministros muchos sujetos de carácter que concurrieron


entre el común de las gentes a ver interiormente el edificio y
cárceles de este tribunal y, según sus errados conceptos, a ver
más bien las mazmorras, sótanos, potros, tormentos con que
se atormentaba y oprimía a los infelices reos o inocentes (sic),
tal era la opinión que se tenía del más justo y piadoso de los
tribunales ... " 22
Se ·hicieron minuciosos inventarios de todo, y luego ..se
trató del destino que debía darse al edificio del tribunal y casas
contiguas que ocupaban los ~eñores inquisidores, y después de
muchas opiniones se estableció en las Salas y casas de dicho tri-
. bunal la Renta de Lotería, convirtiéndose la Sala más seria y
respetable en que se celebraban los autos de fe, en sala de juego ...
de lotería, y las casas que ocupaban los señores inquisidores en
viviendas para los jefes de esta renta; el edificio principal (el
gr~n patio) se convirtió en cuartel d~ Patriotas y el depart~­
mento de las cárceles en taller de sastres y zapateros y otros
·artesanos que trabajabat:~:. en vestir y habilitar ·el ejército de esta
Nueva España, llamándose a estas oficinas P~~veduría del Ejér-
cito". Los bienes fueron: quince casas de arrendamiento; se-
senta y seis mil seiscientos setenta pesos de alhajas, y un total
de un millón setecientos setenta y cinco mil pesos.
El obispo de México, Bergoza y Jordán, se llevó los retra-
tos .. de medio cuerpo" de los inquisidores, porque, según ex-
plicaba a las Cortes, .. ya no podían servir más que para ayudar
a la historia de su memoria".
Sin embargo, el 21 de enero de 1814 fué restablecida por
Fernando VII, devolviéndole todo cuanto poseía, hasta el 1O de
junio de 1820 en que fué suprimido el Tribunal en definitiva.
Varias veces ha sido contada lá manera de cómo murió el Santo
22 Medina, op. cit., pp. 456-457.

43
r-~-----

Oficio ante las tropas armadas de cañones bajo el mando del


.capitán Pedro Llop, por lo que remito a los lectores a don Luis
González Obregón, ya que esto no atañe a la historia del edi-
ficio.

La última descripción colonial del Palacio.

A los pocos días de su extincié>n apareció en el periódico


.Semanario Político y Literario una completa descripción, anó-
ni.ma, del edificio, que fué reeditada, con algunas variantes, en
el Apéndice del Diccionario de Historia y Geografía, de 18 53,
y luego volvió a reproducirla··don José Toribio Medina en. su
tantas veces citada obra. De esta descripción han sacado sus
,.
1

i
noticias, muchas veces sin citarla, todos los historiadores del
siglo pasado y aun del presente. Y o prefiero, en lugar de hacer
una glosa más o menos afortunada, reproducirla otra vez, por
1 .ser breve, verídica y vívida. Sin ningún fundamento, creo que
1

1
es obra de Fernández de Lizardi, "El Pensador Mexicano",
que debió andar desde 1813 examinando el edificio entre "los
sujetos de c~~ácter" de que nos habla el alcalde Martínez de
' 1
1

·Cosí o. Dice así:


"El público ha manifestado tanto interés en ver por sus
propios ojos cuanto pertenecía al extinguido tribunal de la in-
quisición, que nos persuadimos recibirá con benignidad los si-
guientes apuntes que pudimos formar al tiempo de recorrer el
-edificio que ocupaba, sin más auxilio que un lápiz y un papel.
"Por no hacer demasiado largo este artículo no copiamos
l, también los muchos letreros que se hallaban en las prisiones y
1

en los jardincillos; baste decir que los miserables presos solían


_·distraerse escribiendo en las paredes y en las puertas, con yer-

44
bas o con un alfiler, textos de la Escritura acomodados a su si-
tuación, imprecaciones contra sus jueces y aun horrorosas ex-
clamaciones llenas de rabia y desesperación. En el arco princi-
pal de la escalera y mirando hacia adentro hay una lápida con
la siguiente inscripción (es la que está en la página 3 3 de este
libro).
"A la derecha de la escalera, en el corredor que mira al
poniente, hay una puerta que da entrada a las Salas de Audien-
cia y demás departamentos de oficiales y ministros.
"En la primera pieza están los retratos de los inquisidores,
que llegan a 40, con sendos rotulones en que se dice el lugar
de su nacimiento, los años de que_ murieron y aun la enferme-·
dad, los diversos empleos que obtuvieron en su carrera respecti-
va, el año y día de su colocación en esta casa, etc.
"Por este cuarto se entra al Sal9n de Audiencias, que pue-
de tener sus treinta varas de largo sobre ocho de ancho. Está
magníficamente adornado. Las columnas y demás ornatos ar-
quitectónicos son de orden compuesto y los irttercolumnios es-
tán cubiertos de damasco encarnado. En el extremo del Salón,
que mira al sur, hay un altar bastante bien decor~do y en su
centro San Ildefonso que recibe la casulla de la Sma. Virgen
María. En el lado opuesto y después de una gradería de poco
,,
más de una vara de altura, está la mesa de los inquisidores, con
1 :,
1 ;1
sus tres sillones cubiertos de terciopelo carmesí, con franjas y
'' recamos, de oro y sus tres cojines o almohadones correspondientes
aforrados de lo mismo. Un dosel clavado en la pared, también de
terciopelo del mismo color con franjas y bordados de oro. En él
están las armas reales y apoyado en el globo de la corona un Cru-
cifijo y alderredor: Exurge Domine judica causa11z. tuam, psalmo
73. A su lado dos ángeles: uno tiene en una mano una oliva y
con la otra sostiene una cinta en que se lee.: Nolo mortem impii

45
'1 !

sed ut co1wertatur et vivat, Ezequiel, cap. 33. En el otro lado


hay otro ángel con una espada en la mano derecha y en la iz-
quierda otra cinta con este mote: Ad jacienda11z vhzdictam itt
nat~onibus: increpationes i1z populis, psalmo 148.
••Todo está recamado de oro y .seda, y es más antiguo que
la casa, pues lo bordó Roque Zenón en México el año de 1712 .
..En la pared de dicho Salón que mira al sur hay una puer-
tecilla que conduce a las prisiones, y otra en la que mira al po-
niente con este rótulo: •Mandan. ~gs señores: inquisidores que
ninguna per~ona entre. de esta 'puerta para dentro aunque sean
oficiales de esta Inquisición si no lo fueren del secreto pena de
excomunión mayor.' Hay otra ·puerta junto al dosel, llena de
es.copleaduras circulares y oblicuas para que el delator y testigos
pudiesen ver desde dentro al reo, sin ser vistos por él.
..Bajada la escalera que conduce a las prisiones hay un
cuarto con un torno por dónde se daba la comida a los carce-
leros para distribuida en los calabozos. E~ el mismo cuarto hay
dos puertas, una de las cuales conduce a un patio bastante es-
pacioso, en cuyo centro hay una fuente y algunos. naranjos
y alderredor diez y nueve calabozos; la otra conduce a una
prisión bastante capaz, que los de la casa llaman ropería y que
se compone de tres o cuatro cuartos, de los que el más interior
parece ser el que más ha servido. En las paredes de este último
cuarto hay varias poesías de A. C. y S. (Antonio Castro y Salga-
do) que compuso durante su prisión; hay también algunas pin-
turas del mismo y entre ellas un paisaje que representa un cam-
pamento, entre las tiendas de campaña hay algunos árboles y a
:! lo lejos se distinguen mástiles y velas de embarcaciones ...
1

.1
1 .. Las más de las prisiones tienen de largo diez y seis pasos
y diez de ancho, aunque hay algunas más chicas y otras mis
:
1

grandes; ~os puertas gruesísimas; un agujero o ventana con rejas

46
. f
dobles por donde se les comunicaba la luz escasamente y una
tarima de azulej.os para poner la cama.
..Detrás de los diez y nueve calabozos hay otros tantos jar-
dincillos, que llaman asoleaderos, a donde llevan algunas veces.
a los presos para que tomasen el sol, pero· construí dos de ma-
nera que era imposible verse unos a otros. Se ha notado que los
jardincillos están llenos de maleza y no cuidados como en 1813."
En la reproducción del Diccionario se añade que el pue-
blo llamaba al edificio ..el de la. esquina chata", mientras los
~·elegantes" hablaban del pan~oupé_ de la fachada, y al Patio de
los Naranjos la ..Bastilla Mexicana", por haber servido de pri-
. sión a fray Servando de Mier, a Morelos y al coronel Juan Yá-
ñez, quien se suicidó allí el 13 de julio de 18 39.
Poca cosa podríamos añadir ~ esta descripción de 1820.
Desde luego es de lamentarse no se hubieran copiado ..las ho-
rrorosas exclamaciones", pues nos priv:aron de un sabroso plati-
llo de psicología y folklore.
En cuanto a los cuarenta retratos de los inquisidores que
Bergoza quiso guardar para la historia, de los cuales sabemos que
había dieciséis de Sebastián López de Arteaga, no ha llegado uno
solo a nosotros. Fueron destruídos, tal vez quemados en jubilosa
pira, como venganza contra el odiado tribunal. Dice Toussaint
en una nota de su Arte Col01zial que don José María Agreda
refirió a don Luis González Obregón haber visto todavía esos
cuadros en uno de los salones de la Inquisición. Si ello es cierto,
existían a mediados del siglo XIX, cuando el bibliófilo Agreda
era un jovencito, pero lo que no cabe duda es que fueron des·-
truídos todos y de una buena vez, pues si no, se hubiera conser-
vado siquiera uno. 1:
Desapareció también el mobiliario de que nos hablan los
cronistas y el archivo pasó al Estado, conservándose en 'el Ar-

47

'i
1

'1
1 !1

chivo General de la N ación. Se cree que la pintura de San Ilde-


: 1

! fonso recibiendo la casulla, de Luis Juárez, que hoy posee la


Academia, es la que estuvo en el retablo de la Sala de Audien-
cias, sustituyendo a la supuesta de. Echave Orio de 15 9 6.
l;

¡.
1
1
De 1820 a 1854.

! •
Se vi6 ya que el edificio quedó como Renta de Lotería
y las cárceles como cuartel; después sirvió de Cámara de Con-
greso General; luego fué Tribunal de Guerra y Marina, en'183 3 ;
luego Palacio de Gobierno del recién fundado Estado de Méxi-
co; después sirvió de albergue a la primera escuela lancasteriana
'de México, llamada ..El Sol"·, y en 1841 el arzobispo Manuel Po-
':

1 i:
:
sada y ~arduño lo compró al gobierno ..en muy bajo precio"
1
1'

'1 y puso allí el Seminario Conciliar. (•Hoy -dice don Manuel


1
1' Berganzo ·e'n 18 53- se ha repartido para habitaciones de par-
y
ticulares · en la que corresponde a la .fecha está un esta-
i 1.
1'
blecimiento de enseñanza impropiamente titulado ·universidad
1.

l! de Francia"', invirtiendo en estas últimas transformaciones no


i
1 ,¡¡ 1

pequeñas cantidades ... 23


'1'i'1 1
Con razón dice el mismo autor que el edificio ..ha sido un
:1' ·emblema de la volubilidad de las cosas humanas". Sabemos que
: ¡'r

1
1
1 1
en esas habitaciones particulares vivió el arzobispo Labastida,-
y en la magnífica casa de la calle de la Perpetua, donde estuvie-
ron los jardincillos de los presos, vivió el poeta José Joaquín
Pesado.
Por fin, en 18_54, tuvo su destino definitivo: se compró
para Escuela de Medicina.
23 Diccionario de Historia y Geografía. Tomo 4, p. 283.

48
---·-- ~------------

ii

.:j!..
11:

La Escuela de Medicina. r
'1
)·''
1 ;·

:¡',,1
1"
Los primeros estudios de Medicina estuvieron en la Real y r·
'J',
11¡!
Pontificia Universidad, y al ser disuelta, el entonces Vicepre- 1:
·';1,
sidente don V alentín Gómez Farías, fundó la Escuela de Me- Ji"
'l''·
dicina como institución libre y autónoma por ~ecreto, del 23 ¡¡;
.tj!'
de octubre de 1833. Comenzó a funcionar la Escuela en el con-. ·¡'
:l.
vento de Betlemitas, cuyos ·hermosos patios aún existen detrás
:i!!
de las zapaterías de la primera calle de Tacuba. Des:Pués, por ¡l 1r

:"'111'
pob~~za y falta de atención del gobierno de Santa Anna, las. •1:·
,1¡1
clases tuvieron que darse en los- domicilios de los profesores. ¡:
En los años de 1836 y 1837la Escuela estuvo en el convento. del
·l'i
:,¡,
Espíritu Santo (donde hoy es el Casino Español); después, del !:~! 1,

-año de 1839 al de 1841, en el Colegio de San Ildefonso; de 1847 ><1

-a 1851 en el de San Juan de Letrán; luego en el Ho~pital de San


Hipólito hasta que, en 1854, don José Urb~no Fonseca, enton-
ces Inspector General de Instrucción Pública, compró el Palacio
de la Inquisición en 50,000 pe~os de sueldos deveng~dos de los
profesores que los dieron con todo desinterés, e instaló la Es-
cuela.
Tal p'lrece que se andaban buscando la Escuela y el Pala-
cio desde hacia veinte años; la primera con su nomadismo, el
.segundo con sus cambios bruscos y desatinos.

*
Transcribo un párrafo de uno de los priméros historiado-
res de la Medicina en México, don Francisco Flores, que nos··
relata este cambio y es a la vez una muestra magnífica de los
49 .

.1'
•!
1

sentimientos de los hombres de aquella época sobre el Tribunal


de la Inquisición. No hay libro que se ocupe de la ciudad de
México que al llegar al palacio del Santo Oficio no tiemble su
autor de un miedo invencible hacia él. Como la mejor síntesis
de esta cadena de opiniones está la del doctor Flores, que es tam-
bién un buen ejemplo de cursilería literaria:
"Siete lustros iban a_ hacer que aquel soberbio edificio no
era sino el fan.tasma que despertaba los sombríos recuerdos de
su le~endaria historia; siete lustros ,que el severo palacio de los
inquisidores dormía silencioso envuelto en los pliegues del pasa-
do y como gimiendo bajo la eterna maldición de su destino;
siete lustros de que no repercutían sus bóvedas ni vibraba en
s~s columnas más que el rumor sordo y lejano con que la ima-
ginación calenturienta y la preocupación popular envolvían
al edificio
.
de memorable historia,

en cuyo recinto se encerraba
.
más de una leyenda y en cada una. de cuyas columnas y de cuyas
piedras y en cada unp de cuyos objetos se quería como leer y
adivinar algo de su pasado y siete lustros hacía que yacía dor-
mido con el beleño de sus recuerdos y como doblegado él, altivo,
bajo la maldición de su pasado destino y bajo el peso de los siglos,
cuando en el año de 18 54 un cuerpo respetable de profesores
mandó disponerlo convenientemente a su nuevo objeto y él y su
' 1 juventud, viva y bulliciosa, tomaban posesión de aquel lugar y
1 pasaba a ser propiedad de la Escuela, representando la inteligen-
1

" cia y la laboriosidad ... " 24


1

Don Manuel Ramírez Aparicio, el primer historiador de la


destrucción de los-conventos de México, a pesar de su acendrado
1
catolicismo, habla del "horror incontrastable" que le producía
el edificio de la Inquisición y nos. dice que "su pintura era hosca
24 I-fistoria de la Medicina en México. México, 18 8 8, tomo m, p. 113:

-so
y sombría como el semblante de un a:Icalde". Don Luis González
Obregón dice que «hoy, por fortuna, la sombría mansión que
dió albergue al Santo Oficio, se halla iluminada por los resplan- '¡'

dores de la ciencia, como para borrar con su glorioso presente su


infame pasado".
Pero lo que llega al colmo es la interpretación de Silvester
Baxter sobre el patio del palacio: ..La belleza del patio se pierde
por la excentricidad arquitectónica de lá_s esquinas, en las que el
efecto del arco colgante podr,ía tomarse como un deseo de sim-
bolizar estructuralmente los tormentos de la Inquisición;' (?) .
¡Imaginemos a.Pedro de Arrieta, insomne y preocupado, pen-
sando cómo ..simbolizar" el potro y la mancuerda en el patio de
su amado Santo Oficio!
Es una injusticia, hija de fanatismos históricos mal digeri:...
'!
dos, el ver el patio más interesante y bello de México como
«sombrío", si todo es luz y amplitud, y hasta verlo como r.epre-
sentación de los tormentos. Además, una cosa ·fué el Tribunal y
otra su casa.
Por supue~to que no podía faltar la leyenda de todo edificio
colonial de importancia: los subterráneos misteriosos. Para unos
van a Santo .Domingo, para otros hacia el Colegio de SanGre-
:'
gorio. Y hasta don Luis González Obregón cayó en la trampa,
por ese amor al chisme de l.é:!. historia tan grato a los escritores de
fin de siglo. Dice que .. en la cárcel secreta del tribunal, en el
patio llamado de los naranjos y debajo de la serie de calabozos
que se encontraban hacia la parte sur, hay una bóveda subte-
rránea que han visto algunas personas y que según dicen se pro-
longaba hasta el extinto Colegio d~ San Pedro y San Pablo.
Cierta o no la tradición, lo que sí nos consta por testimonio fi-
dedigno es que en el patio que fué huerta del ex colegio de San
Gregorio, existe la entrada de unas bóvedas a las que pen~traron

51
hace años, siendo jóvenes, el general don Miguel Miramón, el
doctor don José Guadalupe Lobato y el padre del que esto escri-
be. La entrada parece que estuvo junto al sitio en que existieron
los hornos de fundición para la estatua de Carlos IV, en una espe-
cie de sótano que aún se ve hoy día. ¿Qué objeto tuvieron estos
subterráneos? Lo ignoramos. Algunos llenos de pavor los hacen
teatros de escenas misteriosas y otros con desenfado afirman que
son restos de los primitivos edificios· que se hundieron."
Si fuéramos a creer esos decire.s y esos asomares (nunca se
ha recorrido completo ningún subterráneo) tendríamos que
1
1
. afirmar que todas las ciudades de México son un·os hormigueros
,.
1
con cost<;>sísimos e inútiles túneles. que sólo existen en la ima-
1
1
ginación del vulgo. En San Luis Potosí cree el pueblo a pies jun-
1
tillas que hay un subterráneo del Carmen a la hacienda de los
carmelitas, con un recorrido de más de cuarenta kilómetros
(!). Sobran coment~rios.

1/
Los planos del arquitecto Heredia.

El 16 de febrero de 18 3 1 el Ministerio de Relaciones dió


,, órdenes para que se entregase la ex Inquisición para museo y se
1 1

l
estableciese también en ella la Academia de San Carlos. Levantó
1
¡!;
1: los planos el arquitecto Joaquín de Heredia, tanto del estado
en que estaba el edificio en esa fecha, como los de adaptación
' 1'
¡
al efecto. Los entregó a la Academia el 21 de mayo, y allí se
''
1
11
conservan firmados.
Los planos son . exclusivamente del edificio inquisitorial,
con sus patios, salones_ y viviendas, sin tomar en cuenta las cár-
celes. No llevan ninguna indicación, por lo que es difícil hacer,

52
por medio de ellos, una reconstrucción correcta, además de que
en once años de cambios y alteraciones mucho debe haberse des-
truído de la primitiva forma de Arrieta.-

*
En la planta baja lleva dos habitaciones triangulares a los
lados dei cubo del zaguán, obligada forma por ..el ochavo". de
la fachada. Tal vez sirvieron. de porterías.
Hacia el sur, es decir, a la calle de la Perpetua, c.orre una
crujía con nueve amplias habitaciones, siete de ellas con venta-
nas, correspondiendo cuatro al patio central, comunicadas entre .
sí y con dos puertas equidistantes hacia el interior.
Eri el lado oriente, a la calle de los Sepulcros, la crujía tiene
cinco piezas al exterior, con ventanas, y la de" la esquina se di-
vide en dos, sin comunicación y eón yentana al patio. Lleva
también, hacia el interior, dos puertas. Al fondo, en el corredor
norte, hay un extrafj.o cuarto aislado, con puerta y ventana.
Sobre ·el corredor oriente va la escalera, con dos .habitacio-
nes a los lados con sus puertas de acceso debajo de·Jos tramos,
así como otras dos amplias piezas en la parte posterior, incomu-
nicadas.
En el cuerpo del edificio que va entre la calle de Cocheras
y la Perpetua hay dos pequeños patios rodeados de gran nú-
mero de habitaciones, y mirando al oriente, hacia las cárceles,
una pieza con una escalera de comunicación entre éstas y la In-
quisición.
En la planta alta, sobre el zaguán, hay una curiosa habita-
ción poligonal que corresponde al balcón, comunicada con los
salones· que dan a la calle, tres para la Perpetua con cuatro ven- · ·
. tanas, y otros tres hacia los Sepulcros con ..cinco ventanas. En el

53
. ------- --------------- ''-'---'--------'='~''-----"-~....,.,A'\1!

fondo, en. el corredor norte, otra habitación aislada que no co-


rresponde con la de abajo, y también· con puerta y ventana.
- .
Detrás de las escaleras está un salón alargado de grandes : 1

1
dimensiones y con una especie de ábside, con tres ventanas al
. l
1 '
segundo patio y comunicación al primero por una pieza a la
1
derecha de la escalera. Este salón fué, seguramente, la gran Sala
\[ de Audiencias. Ef descriptor de 1820 nos dice que .. a la derecha
de la escalera, en el cor.i~dor que mira al poniente, hay una
i\
.1¡·
puerta que da entrada a las Salas ·de Audiencia", y que ..en la
'
1
1
11 primera pieza" esta~an los . retratos de los inquisidores. Y así
¡\' está en el plano. En el muro del sur iba el retablo de San Ilde-
fonso, y el ábside, con gran solemnidad, el tablado y la mesa con
su dosel de los señores inquisidores. Claro está que la ..puerte-
cita" que conducía a las prisiones y aquella obra del rótulo de:
.. Mandan los señores inquisidores .. .'; y la del fondo con ..es-
copleaduras", ya no existíán en 1831, pues ya se había pr~curado
! -1'1 quitarle al palacio su recuerdo de tribu~al.
i N o señala Heredia la capilla,. pero consta, por el historiador
1
Flor:es, que aún existía en culto en 18 59 para los internos de Me-
11 dicina, culto que fué suprimido por las Leyes de Reforma. Per-
sistía, sin embargo, como tal, en 1873, pues cuando el suicidio
¡1 de Acuña ..los restos fueron colocados en la capilla". Estuvo
¡\ donde fué después la Academia de Medicina, haciendo escuadra
'
11
11 con el Salón de Audiencias.
,,
1

\"
1'.
1
Ilustraciones del siglo .XIX.
.. 1:

\.'
1:1
En México la litografía tuvo un éxito enorme. Introducida
¡1
por Claudio Linati en 1827, pronto hubo magníficos artistas,

•'
1
54
1
nacionales y extranjeros, que se dedicaron con entusiasmo a una
hermosa tarea que no había existido antes: retratar al país. Sus
paisajes, sus ciudades, sus edificios, sus tipos humanos, desde el
aristócrata hasta el pelado, en serio o en caricatura, fueron cap-
tados de maravilla en los finos dibujos de un Decaen, de un Sa-
lazar, de un Gualdi, de un Villasana ... , que ilustraron los me-
jores libros y revistas del siglo XIX.
La ciudad de México, que era todavía ..la ciudad de los pa-
lacios", fué la preferida. Sús iglesias y sus claustros, sus casas,
paseos y alrededores, llamaron la atención de todos los litógra-
fos. Uno de los lugares de la ciudad más favorecidos fué la plaza
.de Santo Domingo, por presentar la variedad de iglesia, ton:~,
cúpulas, palacios y portales, amén de las escenas. callejeras que,
reales o imaginadas, gustaron de poner en sus estampas los
artistas.
El primero que grabó una gran plancha litográfica de la
plaza fué Pedro Gualdi, en 1841, para el libro Momt1nentos de
México, editado por Masse y Decaen. Aparece la ex Inquisi-
ción a medias, cubierta por la Aduana. L;t,. planta baja lleva,
':
visibles, tres ventanas y una puerta hacia la calle de Santo Do- ,,
mingo, y en el piso alto ostenta cinco_ balcones. El remate deja ¡·:,

asomar, después de unos ..gruesos perillanes, una moldura en ca-


racol que termina, al parecer, en una sirena, que detiene el vacío
.óvalo donde estaba el escudo del Santo Oficio, destruído, como
casi todos, por aquel conocido y democrático decreto de 1823 .
.En la.plaza está la pila del águila, del arquitecto Ignacio Castera,
más un coche, un aguador, cargadores y .paseantes, con el im-
prescindible clérigo y un fr-aile dominico. Con ligeras variantes
de estas escenas hizo Gualdi otra litografía y un pequeño cuadro
:al óleo.
55
Por ser de esta época, 1843, reproduzco una tosca acuarela·
en la cual se presenta más visible el palacio, con sus nueve ven-
tanas y sus nueve balcones hacia Santo Domingo.
· En 1848 vuelve la litografía a regalarnos una de sus más:
preciosas muestras. Aparece en el libro Mexico Illustrated, edita-
do en Londres. El dibujante nos presenta la plaza como Gualdi;
pero con una escena religiosa, una procesión con estandartes e
imágenes, ante la cual se arrodillan los comerciantes y paseantes,
menos el soldado que monta guardia en la puerta de la Aduana.
La ex Inquisición lleva cinco ventanas y cinco balcones, con la:
evidente falsedad de correr la balaustrada en estos últimos ..
Una de las producciones litográficas más interesantes, es.
1'
la que está en el libro MéxicO-JI sus Alrededores, de 18 55, con
1
,.
'1
' ilustraciones de Casimiro Castro, J. Campillo, L. Anda y C. Ro-
:1 dríguez. Es más amplia la visión de la plaza, por lo que ya la re-
ciente Escuela de Medicina se ve con su fachada completa, in-·
tacto todavía el remate y correctamente puestos sus nueve bal-
cones y sus.nueve ventanas. Se nota muy bien, en esta espléndida
1 l'i
1'
;¡ litografía, la continuidad arquitectónica del palacio de la .A,dua-·
na con el de la ex Inquisición, ambas almenadasr y a la misma
altura, admi~~ble visión que destruyó el piso posterior que levan-
taron los señores médicos del siglo XIX.
Igual perspectiva nos da una vieja fotografía de 1869, con
sus nueve ventanas y balcones hacia Santo Domingo, así como la
litografía de Payá.
1:
1,1
¡: Ya con su tercer piso, existe la decadente litografía del li-
d
)1! bro México Pintoresco, Artístico y Monumental, de 18 82, en
la que vemos, por vez primera, más que la Inquisición, la Es- 1'
1'
cuela de Medicina con su nuevo piso, llevando ahora, muy a lo·
siglo XIX, un clásico frontón en que se lee: "Escuela Nacional de· ¡ 1

Medicina".
j 56

:r

1
~\ .'f~~.l·¡)
'
;
1
. ·¡
:" Por último, en la espléndida litografía a colores del Album
1
1

1
Mexicano, se repite casi la anterior de Ribera Cambas:, pero he-
cha con más finura y dándole mayor énfasis a la nueva Escuela.
Permanece, hacia Santo Domingo, parte del pretil con 5us.
almenas, llegando hasta la vieja casa de Sepulcros y Cocheras.
doll.de murió doña Leona Vicario.

La estatua de San L-ucas•.

·'La ·Escuela de Medicina no tenía patrón religioso, por lo·


que se le ocurrió a don José Urbano Fonseca, gran benefactor
de la Escuela, a quien hemos visto comprando el edificio de la:
Inquisición, que fuese donada por la Academia una estatüa de
San Lucas, el evangelista que segqn la tradición piadosa,. ade-
más de escritor y pintor, fué médico. Como Fonseca era miem-
bro de la Academia, se dirigió a su presidente, el. inolvidable
don José Bernardo Couto, pidiéndole la escultura.
Couto encargó inmediatamente un buen trozo de mármol
de Carrara y designó al escultor Manuel Vilar pa.ra que la eje-
cutase. Vilar hizo los dibujos y quien la cinceló fué su discí-
pulo Martín Soriano. Por esto dice en la base derecha del pe- 1''
1
·'
destal: ..La Academia de San Carlos de México a la Escuela 1;:
Nacional de Medicina. Año de 1859." Y en la base izquierda: ¡::
..El alumno D. Martín Soriano la hizo en la Academia de San !,: 1 '

Carlos bajo la dirección del Profesor D. Manuel Vilar." El zó- l i''·


111

calo que tuvo en esa época fué obra del arquitecto Javier Ca- (
¡;,
vallari. , 1•"'
•',' ,1

La solemne colocación en el Salón de Actos fué el día 17


de junio de 1860, siendo Director de la Escuela el doctor José
Ignacio Durán, con una ceremonia muy de entonces en la que

57

'1¡:'
1¡: 1

Ji!,,
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1¡,
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l.
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se dijeron muchos poemas, se cantaron arias y se pronunciaron
discursos. Asistieron varios de los ~ r i n c i ~ a l eseñores
s de la inte-
lectualidad mexicana, como los citados Fonseca y Couto, el
ministro Teodosio Lares, el historiador don José Fernando Ra-
mírez, el literato don José María Lacunza, el científico don
Joaquín Velázquez de León, don Sebastián Lerdo de Tejada, el
arquitecto Ramón Agea y el entonces director de pintura en la
Academia, el catalán don Pelegrín Clavé, así como los esculto-
res de la estatua, Vilar y Soriano, y todos los médicos y acadé-
micos posibles.
El prqgrama se inició con un discurso del benemérito doc-
tor don Rafael Lucio, muy indicado para el efecto por dedi-
car algunos ratitos de sus ocios médicos a escribir sobre Arte
Colonial de México. Dijo a medio discurso: "Esta estatua será
el lazo de fraternidad que une entre sí dos establecimientos que,
aunque consagrados a distintos ramos del saber, se identifican
en el gran pensamiento de fomentar los conocimientos, coope-
rando cada uno de ellos en su línea al bienestar y a la como-
didad de la gran familia humana. Cuando el tiempo haya des-
truído la existencia de los individuos que forman hoy ambas
escuelas y llegue hasta perderse la memoria de ellos, este monu-
mento quedará siempre en pie, y con él, un sentimiento de
gratitud y de benevolencia en los futuros médicos hacia la
Academia de San Carlos y un recuerdo glorioso del hábil au-
ror de esta estatua don Martín Soriano."

Quedó la estatua en el Salón de Actos hasta el año de 1913,


en el que el doctor Aureliano Urrutia la mandó colocar en
medio del patio, con otro pedestal y un letrero muy propio de
su mál gusto: ..Este médico fué santo", que sólo ha servido
de burlas y que debería desaparecer. En 1920 pasó de nuevo al
Salón de Actos y después, ·en 1933, en tiempos no muy propi-
cios para recordar a los santos, .. a un pequeño cuarto que de-
bería ser vestíbulo del mismo Salón".
Ahora, gracias a la iniciativa del doctor Salvador Gonzá-
léz Herrejon y a los esfuerzos del doctor don José Castro Vi-
llagrana, como Director actual de la Escuela, del doctor Itur-
bide Alvírez como Secretario y de un grupo de antiguos discí- ,,.,,
'

pulos, volvió a dignificarse a' San L~cas, colocándolo en el des-


canso de la monumental escalera, el 25 de agosto de 1950. 23

*
La escultura de Vilar y Soriano es una de las obras maes-
tras del siglo XIX mexicano. Para la clásica imaginación de su
autor (Vilar fué discípulo de Tenérani, que a su vez había
sido discípulo de Thorwaldsen), el médico ·evangelista es una
especie de filósofo griego; adusto y hermoso· 'varón de edad ma-
dura, que lleva un pergamino en la mano izquierda y el estilo
en la derechá. Se nota que para la ejecución de.·esta obra magní-
fica está estudiada, no solamente la estatuaria grecorromana,
sino también la neoclá~ica, inmediatamente anterior, de Da-
vid, de Canova, de Giorgetti y de Thorwaldsen. Y aun para
completar más el clasicismo de la escultura, lleva en el pedes-
tal, detrás del pie derecho, un cesto con rollos de pergamino
en el que se lee en correcto griego antiguo: IATPIKH, es decir,
la Medicina, el arte de curar.
2 5 Todas las noticias .referentes a esta escultura están tomadas del
foHeto del doctor don Francisco Fernández del Castillo titulado Breve rese-
ña histórica relativa a la erección de la estattta de San Lucas en la Escttela
Nacional de Medicina. México, 1950.

59.
• ' 1

Tan difícil sería saber para los pósteros que esa estatua
-era un santo cristiano, que Soriano se creyó obligado a poner
:en el frente del p~destal, con grandes letras: SAN LUCAS.

Las Pinturas col01t.iales.

Existen algunas pinturas .coloniales en la Facultad de Me-


-dicina, algunas tal vez heredadas d~ la Inquisición y otras pos-
teriores.
Una de las más antiguas e importantes es la Sagrada Fa-
-milia, del. enigmático jesuít:.r el padre Manuel. Está firmada
EmmanuelSoc Jesu p, igual que su gran Purísima co11 Santos,
· hoy en la parroquia de Tlalnepantk
"La historia de esta Sagrada Fantilia nos la cuenta Couto:
..... donde'.había una pintura del padre Manuel era en la es-
·Calera defcolegio de San Gregorio, qu~ se ~onservaba como es-
tuvo en tiempo de los jesuítas. Es un cuadro apaisado, firmado
del autor. Yio he visto pocas pinturas en México que me hayan
parecido de tanta gracia y perfección. Si así trabajaba siempre
-el padre, sin duda que rayó bien alto en el arte. El cuadro se
habría trasladado hace tiempo a esta sala si hubies~ yo podido
.dominar la ira que me causaba la teméridad de no sé qué audaz
restaurador, que quiso retocar varias de las figuras y las echó a
perder del modo más lastimoso. Quedan sólo algunas intactas
y por ellas puede juzgarse de lo que era la obra en su estado ori-
.ginal. El rancio de los colores me hace creer que fué anterior
al siglo pasado. Nuestro amable amigo don Urbaho Fonseca,
más paciente que yo~ ha influído para que esa bellísima ruina

60
''
1:
. ~\

,,};j (que así puede llamarse) pasara a la Escuela dé Medicina donde


actualmente se halla. 26
Manuel Toussaint nos dice que udentro de un criterio
completamente barroco en el revuelo de sus paños, el· artista
sabe construir sólidamente sus figuras. Su cromatismo, fresco
y brillante, es muy agradable". 27
Sólo falta añadir a esto que ha sido. limpiada casi toda la
estúpida «restauración" del siglo pasado y que aparecier~n las
figuras originales, aunque. maltrechas. La Virgen es una bella
matrona que ve jugar a los lindos niñitos desnudos, Jesús y
Juan, sobre una rota columna de remembranzas cl~sicas; San-
ta Ana cuida al cordero y San Joaquín (la figura menos lim-
piada de la restauración) junta sus manos en actitud orante;
otra figura de primer término, una mujer en la esquina iz-
quierda del cuadro, lleva una espléndida vestidura en amarillo.
Esta pintura es una copia evidente de Rubens o ··de su
taller, que recuerda mucho en el asunto y en la colocación de
las figuras a· la otra copia o, más bien, plagio de Rubens, que
hizo José Juárez, contemporáneo del padre Manuel, en su
cuadro de la Sagrada Familia de la Academia de ~ellas Artes de
Puebla. 28

*
En el museo anatómico de la Escuela está una Virgen de
Guadalu pe, terriblemente retocada y recortada (en la esquina
derecha aparecen las manos de un donante) , con un letrero
26 Diálogo sobre la Historia de la Pintura en México. Méxicc, 1898,
p. 242. ,
27 Arte Colonial, p. 2 56. ~\
,, .
28 Véase Rttbens y José ]ttár~z, por Justino Fernández, Anales d~l :!. '
Instituto de Investigaciones Estéticas, núm. 10 •.

61
1

sobre su cabeza que dice: faciamus ad imaginem, que se refiere~


sin duda, a pesar de lo incompleto de la frase, a la idea de Dios
de pintar El a la famosa guadalupana. Parece ser obra de me-
diados del siglo XVIII.

*
Una Trinidad, en óvalo, del siglo XVIII, existe ahora en la
sala de espera de la Dirección. La composición y el color sim-
bólico son lo único interesantt; d.e ·este mediocre cuadro .. ca-
brerista". El Padre, al' centr~, de blanco (luz, creación); el
Hijo, a la izquierda, vestido de azul (agua, bautismo), y el
Espíritu Santo, a la derecha, de .rojo (fuego, sabiduría). Cada
persona lleva sus insignias: el Padre un sol, el Hijo un cordero,
:11.
y el Espíritu deja asomar la ·p~loma entre sus manos cruzadas
..
~ ¡' sobre el pecho.
Otras dos figuras, en la misma sala, son una Virgen y un
San José, orantes, recortados de algún enorme cuadro del siglo
XVIII en que estarían adorando a Jesucristo o a la Trinidad,
pues como e~tán ahora no tienen sentido alguno.

*
En la Dirección está, muy bien ·restaurado, uno de los
grandes cuadros del ubique 1wtzts Miguel Cabrera, de los úl- .
timos de su vida, pues está fechado en 1760. Permaneció du-
rante muchos años en la escalera, hasta que fué llevado, duran-:-
te las reformas de 1933, a su actual sitio.
Es una complicada alegoría sobre la encarnación de la
Virgen María, compuesta, simbólicamente, de arriba para aba-
jo. La Trinidad, en la parte superior del cuadro, crea el espí-
! ·\
ritu de M~ría al hacer brotar de las manos del Hijo y del Padre

62··
una doncella vestida de blanco que lleva, a modo de aureola,
este letrero: Anima Virginis prim,a creata; .esta doncella se
funde, por decirlo así, en la conocida imagen de la Virgen
como ..Purísima", es decir, vestida de azul, llevando por aureo- 1'
la: Corpus Virginis ztltimo organizatum, la cual se posa en un
gran lirio blanco cuyas ramas parten a los pechos de sus padres ,1
1'

corporales, San Joaquín y Santa Ana. (Esta última escena ha-


bía sido ya pintada por Juan Sánchez Salmerón a fines del si-
glo XVII.) A los lados van San Juan Damasceno con un libro en
las manos y un leterero latino difícil de leer, pero que alude al
símbolo, y San Juan Evangelista con un largo papiro del que
sale el versículo 2 del capítulo 21 del Apocalipsis: .. Vi la san- 1'
1'
¡~
ta ciudad, nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,
dispuesta como una esposa ·ataviada para su marido", que. d~­
la clave del símbolo, junto con los letreros de las aureolas, esto
es, la· creación del alma de la Virgen, que desciende -de blan'-
co- ... a incorporarse al producto -de 'azul- entrañable de s'án
Joaquín y Santa Ana. Es copia de grabado·· europeo y ·debió .
pertenecer a Jos jesuítas: Fué donación de. 'don José Reaño y
su esposa María Olivares, que lo costearon.
También en la Dirección hay un cuadro de San Juan de
Dios, copia del de Murillo que se conserva en las Galerías de la
Academia. La copia es magnífica y tal vez sea a la que se re-
fiere Alvarez en su folleto Las Pinturas de la Academia, como
obra del pintor Almazán, de mediados del siglo pasado.

La Escuela a fines del siglo XIX.

Después de las urgentes adaptaciones para Escuela de Me-


dicina de 18 54, fueron necesarias otras más en 1870, '!siempre

63

''
'
,,
·¡':.
costosas -dice en un oficio el Director- porque el edificio ~~ (
que ocupa actualmente la Escuela es de construcción antigua
y en g~neral de exagerada solidez". Pero lo que era deplorable,
al año siguiente, era el internado, que había sido' puesto desde
1855. Transcribo un trozo del mismo oficio que nos habla con
elocuente verdad del estado de la Escuela y de sus internos:
..Creo conveniente llamar la atención hacia un punto,
sobre el cual no es fácil a primera vi~ta el formar un juicio
exacto. Este es el de la extensión y la distribución del edificio.
Confundido exteriormente con todas las partes que pertene-
cieron a lo que antiguamente se llamaba Inquisición y ocupa-
do por la Escuela de Medicina, el patio, escalera y corredores
principales de esa gran casa, '§e cree que la Escuela tiene cuanto
·p~ede necesitar; para sus cátedras y oficinas, sus dormitorios
y h~bitaciones indispensables. Por desgracia sucede lo contra-
rio.' .Desde que la Escuela .:pasó a ocupar el local q':le conserva
se tropezó·.· con ese inconveniente, el cual se procuró salvar
construyendo el anfiteatro sobre la bóveda de la escalera y
aprovechando para dormitorios una part~ de los bajos en el
estrecho y;, húmedo patio segundo. Lo inadecuado o mejor
dicho, lo n~civo de ese lugar llega a tal punto que no hay exa-
geración al decir, que se harían acreedores a una severa crítica
las autoridades que obligaron a ocupar esas alcobas, no ya a
jóvenes susceptibles y delicados como por su educación lo _son
los estudiantes; pero ni aun a los militares y criminales habi-
tuados a la intemperie y a vivir en los cuarteles y en las cár-
celes. La Escuela de Medicina que más .que otra alguna cono-
ce cuánto se relaciona esto con el buen orden higiénico gene-
ral y doméstico, ha declinado de todo cargo; la Dirección por
su parte ha evitado, hasta donde sea posible, el que los alumnos
ha.biten· esas especies de buhardillas insanas <¡ue llevan el nombre

64
'
de alcobas; ella juzga como .un deber imprescind.ible el llamar
hacia este punto la atención de la Junta.''
Uno de esos jóvenes «susceptibles y delicados" fué Ma-
nuel Acuña, quien a mediados, precisamente, de 1871, ·se cam-
bió de la celda que habitaba en el ex convento de Santa Brí-
gida al cuarto número 13 de este patio segundo, durando allí
hasta el 6 de diciembre de 1873 en que bebió sus dos ..dracmas"
de cianuro. Si a los cuatro argumentos sobre el suicidio del· jo-
ven romántico, expuestos por José R~jas Garcidueñas: .. amo-
res fallidos; alejamiento de los afectos familiares; desorienta-.
ción intelectual y moral; pobreza sórdida", 29 añadimos la ••no-
·Civ~" y antihigiénica vivienda que nos ha pintado el Director,
·Comprenderemos mejor su trágica decisión. ·
Por completar la epigrafía del edificio, copio la placa con-
memorativa de mármol que fué erigida al estudiante poeta ·e~ la
calle de la Perpetua:

AL MEMORABLE VATE
MANUEL ACUÑA
QUE FALLECIO EN ESTE LUGAR
HOMENAJE DE
EL BUEN TONO S. A.
MCMXXVI

'1 : 1~

* '1,.,
'1

En 1879 el Director, doctor Francisco Ortega, hizo nue-


vas' reformas importantes: transformación de la ex capilla en
Academia de Medicina; desaparición del internado y conversión
de sus habitaciones en aulas; creación de un observatorio y ade- '•
'''
más de ~n gimnasio; erigió el último piso, ••ciertamente no muy
'
Z9 Manuel Acuña, poeta y hombre de su tiempo. En En~iclopedia PÓ-
pular, núm. 27, p. XXIX. México, 1949.

65

,'1.1
'1

necesario y poco estético", según c;riticaba su contemporáneo el


citado historiador doctor Flores, añadiendo: ((pero se llevan ac-
tualmente, tanto en la parte material como en la científica,
grandes reformas que traerán, así lo creemos, una nueva era para
la Medicina Nacional". 30
Así permaneció hasta los principios del siglo xx en que su-
1' frió nuevas transformaciones y, por fin, las últimas y casi de-
finitivas de 1933.

Los planos de 1908.


'!1
'1
i
''
1.
1 i
Existen tres hermosos planos del arquitecto Manuel F.
Alvarez que nos presentan cómo estaba el edificio a principios
de este siglo. Conservaba, en buena parte, la disposición de 18 31
f [1
en la obra antigua, salvo que ya varias habitaciones de la ·an-
111
1 ~1' tigua Inquisición habían sido convertidas en salones sin muros
'•!
intermedios.
En la crujía del piso bajo que 'da a la calle de Venezuela
está la Portería, ya comunicada al cubo del zaguán; después
la Pagaduría, la Dirección, la Secretaría y el Archivo. Hacia
la calle del Brasil toda la crujía se convierte en el Salón de
Actos, cegadas las dos puertas del plano de Heredia y susti-
tuídas por una sola, al centro, de estilo neoclásico y que nunca
se ha terminado. El Patio de los Naranjos es señalado con lí-
neas y sin sus pilastras, y la parte del edificio de la calle de Co-
lombia lleva un patio, la Academia de Medicina, un archivo y
bodegas.
En el primer piso, hacia Venezuela, está el Salón de Obs-
tetricia, la Biblioteca y el Salón. de Histología, y hacia Brasil,
Jo op. cit., p. 119.

66
!.·
l.

¡'
'

. arriba del Salón de Actos, un museo. Para la calle de Colombia


están los salones de Farmacia, de Fisiología y de Qúímica.
El segundo piso, el de 1879, lleva hacia Venezuela un ga-
1
binete, Salón de Higiene, Sala de Operaciones, una azotehue-
la, y detrás de ésta el depósito de cadáveres, sobre la escalera [
del antiguo Anfiteatro, para Brasil va un Sal6n de Medicina .'

Legal y otro sin nombre. La c'onstrucción que mira al sur tie-


ne el Salón de Bacteriología, y hacia la calle de Colombia un
pequeño Anfiteatro de Fisiología, otras aulas y azoteas. Y a
para la época porfirista no quedaba nada de la distribución an- ,,
:l·
tigua del edificio. De la Inquisición no quedó sino el recuerdo. 31 t.,
...;1
1
11
'•'

Las reformas de 1933.


11

A propósito del primer centenario de .la fundación de la


Escuela Nacional de Medicina, el edificio· sufrió varios cam-
bios que pueden conocerse por el plano que se levantó de ellos
r
y la incripción con letras de metal que h~ce su historia en el
vestíbulo del Auditorium. Con estos dos documentos sobran
explicaciones. Sólo debo' decir que la enorme reconstrucción
se debió a la energía del entonces Director doctor Ignacio Chá-
vez y a la. ayuda que sus compañeros los maestros le prestaron
para ello. La inscripción dice:

LA FACULTAD DE MEDICINA DE MEXICO


RINDE HOMENAJE DE GRATITUD A SUS BENEFACTORES:
GRAL. DOK PLU.TARCO ELlAS CALLES

31 La calca de los planos pertenece al Instituto de Ant~opología e


Historia, al que agradezco la posibilida.d de su publicación.

67
,,

1

QUE, POR SU AYUDA, HIZO POSIBLE LA TOTAL RENOVACION

DE ESTA ESCUELA Y DONO, ADEMAS, LOS LABORATORIOS DE QUIMICA;

·LIC. DON NARCISO BASSOLS, SRIO. DE EDUCACION PUBLICA,

QUE OBSEQUIO EL EQUIPO DE LOS LABORATORIOS DE HISTOLOGIA,

. MICROBIOLOGIA Y FISIOLOGIA;

GRAL. DON PABLO QUIROGA, SRIO. DE LA GUERRA,

CON CUYOS DONATIVOS SE RECONSTRUYERON

EL ANFITEATRO Y EL AULA DE ANATOMIA;


¡i
t li.'1: DR. DON GASTON MELO, JEF.E DEL DPTO. DE SALUBRIDAD Y PROFESOR
i
lh
',¡, HONORARIO DE ESTA CASA, QUE HIZO DONACION DEL AULA DE HIGIENE;
,,
\1·
1.·
1 ,,
LIC. DON AARON SAENZ, JEFE DEL DPTO. DEL DISTRITO FEDERAL,
. 'li'
¡, QU:¡;: HIZO DONACION DE ESTE AUDITORIUM;
! !:
. ING .. QUIM. DON ROBERTO MEDELLIN,

. ' RECTOR DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL,


'
QUE ALLEGO CON LARGUEZA ELEMENTOS PARA LA
!,'
REEONSTRUCCION DEL EDIFICIO;

PROFESORES Y AYUDAl\TES DE LA FACULTAD

QUE CON SU COLECTA RECONSTRUYERON LA BIBLIOTECA;

GREMIO MEDICO DEL PAIS, CUYO DONATIVO FUE EL SALON DE ACTOS;

C. C. SECRETARIOS DE ESTADO;

H. JUNTA GENERAL DE LA' BENEFICENCIA PUBLICA;

C. C. GOBERNADORES DE LOS ESTADOS;

C. C. COMANDANTES MILITARES;

LA INDUSTlÜA, LA BANCA Y EL COMERCIO;

68
t!.
A TODOS LOS quE RESPONDIERON GENEROSAMENTE AL

LLAMADO DE LA FACULTAD, EN EL PRIMER CENTENARIO DE SU

FUNDACION, REALIZANDO CONJUNTAMENTE UNA OBRA INSPIRADA

EN EL AMOR DE LA CIENCIA Y EN EL SERVICIO DE LA HUMANIDAD

MEXICO, D. F. OCTUBRE 1933.

Otros dos letreros nos dicen quién lo hizo y para .qué: 1

LA EDIFI~ACION DE ESTE k.
AUDITORIUM FUE ENCOMENDADA
AL ARQUITECTO JOSE VILLAGRAN GARCIA.
MEXICO, D. F. OCTUBRE DE 1933.

/ y L

1,
ESTE AUDITORIUM HA SIDO LEVANTADO l:·:
COMO UNA TRIBUNA DEL PENSAMIENTO LIBRE l'l
¡!,
''1
·PARA QUIEN TENGA UNA IDEA QUE SEMBRAR
¡¡
·O UNA VERDAD QUE DIFUNDIR t, .
DR. IGNACIO CHA VEZ

¡, '
'! i

:i:

Ahora, por desgracia, la obra de nuestro gran arquitec-


to el maestro José Villagrán García está en malas condiciones;
muchos vidrios del techo est:\n-rotos y las goteras son infinitas,
pero comienza a repararse y volverá a su estado i,nicial.

69
'1
11
¡

1

1'
1 1,

La galería de retratos.

La galería de retratos de directores o médicos ilustres de


la Facultad de Medicina, es de interés no sólo para la historia
interna de la Institución, ·sino para la iconografía artística e
histórica de México. Las pinturas que adornan, hasta hoy, el
Salón de Actos, son las siguientes:"

Dr. Casimir o Liceaga. 18 3 3-1846. Sin firma.


Dr. Ignacio Durán. 1846~1868. Por A. Orellana.
Dr. José María Vértiz. 1868. Por L. Izaguirre.
Dr. Leopoldo Río de la Loza. 1868-1873. Por L. Izaguirre.
Dr. Rafael Lucio. 1873-1874. Por L. Izaguirre.
Dr. Francisco Ortega. 1874-1886. Por L. lzaguirre.
Dr. Manuel Carmona y Valle. 1886-1902. Sin firma.
Dr. Eduardo Liceaga. 1902-1911. Por Ronzero.
Dr. Fernando Zárraga. 1911-1912. Por J. R. Monroy.
Dr. Rafael Caraza. 1912-1913. Por Ronzero. ,
Dr. Aureliano Urrutia. 1913-1914. Por Eduard Valen-
tine.
Dr. Julián Villarreal. 1914. Por Rosas.
Dr. Angel Hidalgo. 1915. Por Ronzero.
Dr. José León Martínez. 1915. Por I. Sahagún.
Dr. N. Ramírez de Arellano. 1915-1916. Sin firma.
Dr. Rosendo Amór. 1916-1920. Por Rosas.
Dr. Guillermo Parra. 1920-1923. Por Rosas.
Dr. Manuel Agea González. 1923-1925. Por Rosas.
Dr .. Fernando Ocaranza. 1925-19.34. Por Rosas.

70
Dr. Ignacio Chávez. 1933-1934. Por Rosas.
Dr. J. Pa1acios Macedo. 1934-1935. Por Rosas.
Dr. Gustavo Baz. 1935-1938.' Por Rosas.
Dr. José Aguilar Alvarez. 1938-1942. Por Rosas.
Dr. Gustavo Argil. 1942-1944. Por Rosas.

*
Del pintor Leandro Izaguirre nos da los siguientes datos
Abelardo Carrillo y Gariél: ..Los libros de matrículas de la
Academia hacen constar que manifestó ser originario de Tolu-
ca; sin embargo, Izaguirre me decl~ró haber nacido en la ciu- 1,¡'1

1 .

dad de México el 13 de febrero de 1867. Estudió en la Acade-


mia de 1884 a 1893, bajo la di~ección de Rebull, Pina y Ve-
1

lasco. Fué comisionado en Europa para hacer copias -veintidós ·!


,,
aproximadamente- de cuadros célebres, por lo que permane- '.:.
ció allí de 1902 a 1906; a su regreso a México desempeñó el
puesto de profesor en--la misma Acadei:nia,.habiendo muerto en
la capital de la República el 26 de febrero de 1914." Sólo aña-
diré que su obra más• famosa es ...El tormento
11
de Cuauhtémoc",
de 189.3. · ·
De Ignacio Rosas nos dice Carrillo: ..Nació en O rizaba el
30 de julio de 1878 y J?Urió en México el primero de marzo
de 1950. En la Academia fué discípulo de Rebull, Pina y Fa-
br:és y posteriormente marchó a 'Europa, habiendo permanecido
en París de 1905 a 1911." 32 Pintó los retratos de sus maestros y
de muchas otras personas, entre ellos los diez existentes en la ¡:'
Escuela de Medicina. ..Quizá la mucha habilidad haya hecho
daño a Rosas; el producir ~onstantemente obras sin intención i 1,

32 Las Galerías de San Carlos. Enciclopedia Mexicana de Arte, núm.


6, pp. 33 y 39.

71
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1 i
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1


de superarse. No obstante, algunos de sus retratos son estima-
bles." 33
·De los otros pintores citados no he podido adquirir noti-
cias. Anónimos exist~n tres en la Secretaría: el del Dr. Pedro
Escobedo, Subdirector en 18 39; otro médico de fines del siglo
XIX, y un señor de mediados de ese siglo que tal vez sea don
José Urbano Fonseca~ En el aula del Dr. Juan María Rodríguez
existe su retrato hecho por A. Unzueta.
En escultura existe uh magnífico busto en bronce del Dr.
Rafael Lucio, ejecutado por Gabriel·Guer.ra.

El Palacio de la Inquisición, hoy Escuela de Medicina.

La arquitectura mexicana de la primera mitad del siglo


xvm. tiene tres aspectos bi~n ..diferenciables, aunque los tres per-
tenezcan al barroco: la reminiscencia clásica; el barroco salomó-
nicp y el barroco estípite· o churrigueresco mexicano, a los cua:-
les Manuel Toussaint califica de ••sobrio, rico y exuberante",
respectivalllente. El primero es de tipo español, con recuerdos
renacentistas' y herrerianos, y pertenece al síglo xvn; el segundo
es de los fines del siglo xvn y la primera mitad del XVIII, en el
que se olvidan los órdenes clásicos y se adopta la columna re-
torcida; el tercero se apropia y desarrolla, en muy originales
formas, la complicada pilastra .estípite, y llena todo el país con
sus fachadas y retablos en la seg~nda mit~d del siglo xvm.
En la arquitectura civil de la colonia -siempre menos im-
portante que la religiosa- es más elástica la forma, y no sigue
necesariamente los patrones puestos. El palacio, la casa señorial,
los colegios y edificios de gobierno, adquieren su forma defini-
33 Justino Fernández, Arte moderno en México, p. 190.

72
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1 .,,

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1
tiva .después de 1750. Refiriéndonos.sólo a la ciudad de México,. 1

estos edificios, salvo excepciones, son de muros de tezontle y


fachadas, puertas y ventanas de cantera. Muchos de ellos llevan
como recuerdo de los torreones almenado9 delsiglo XVI, un cuer-
po aislado, ya sea en la esquina, como la casa de los Condes de:
San Mateo Valparaíso, o en uno de los términos de la fachada,
..haciendo -dice Angulo-- que él centro de gravedad del con-
junto se desplace hacia un extremo", c9mo la casa del Conde·
de la Torre de Cosí o, aunque en el palacio del Marqués de Jaral
de B.errio (Hotel Iturbide) sus dos cuerpos. en los e~trenios li-
gan ·.y centran la portada monumental. El patio, en general,. '1

form·a tres o cuatro crujías, sost:enidos los arcos, casi siempre·


1 '
'1
de medio punto o rebajados, por columnas sencillas. La gran ' 1

::1
escalera, frente a la puerta principal o a la izquierda, conduce· 1

1

a la planta alta, la vérdader~ vivienda, con su sala a la calle, el ,•·¡


"
comedor contrapuesto a ella y entre lós .dos., las recámaras'. En
una de las esqúinas la capilla, con su portada especial.' 34
Ahora bien, el palacio para la Inquisición, que era resi:-
dencia, tribunal y cárcel, tenía que ser un poco diferente, por
lo cual tiene ese aspecto entre casona señorial, colegio y edificio·
de gobierno, y por ello ha podido servir de albergue a institu-
ciones t;m distintas.

* '1 '

Pedro de Arrieta no aceptó en su arquitectura las modali- 'r,:;


dades ·barro~as que imperaban en su tiempo en la ciudad de
, México. Muy poco empleó la columna salomónica y no llegó a
usar nunca la pilastra estípite. Gustaba más de sus recuerdos"
34 Véase Manuel Toussaint, Arte Colonial, p. 325.

73

i!''
clásicos y por eso permaneció fiel a la arquitectura del siglo
XVII, la arquitectura de su niñez. Por ello construye sus obras
en la forma del barroco sobrio. Es extraño, por ejemplo, el caso
de la iglesia de la Profesa, construída por él de 1714 a 1720,
pues salvo el segundo cuerpo de la fachada principal, parece
concebida medio siglo antes; y cuando Arrieta adorna sus fa-
chadas lo hace a la manera de los inicios del barroco, como en
la Basílica de Guadalupe, Santa Teresa la Nueva o Corpus Chris-
ti. Y así lo hizo en la Inquisición. Más aún: su gran patio está
inspirado, más que en el barroco español o mexicano, en el
barroco italiano.
Queda explicado por el mismo Arrieta el por qué de la
fachada en ochavo -y buenas razones tuvo-, que se imitó
después en varias casas; baste recordar, como ejemplos ilustres,
la Casa de Moneda en San Luis Potosí, y el palacio del Con&
del Valle de Xúchil en Durango. Era la primera vez que en
Nueva España se construía una ~ o r t a d asemejante, "singular
y única", como se vió que dijeron los arquitectos que aprobaron
el proyecto.

La portada se compone de un 3rCO semioctogonal, en cuya,


clave estuvo algún letrero que fué arrancado quizá en 1823.
A ninguna institución de las que han pasado por ella se le ha
ocurrido enmendar el desaguisado. Estos arcos poligonales, so-
bre todo los construídos en octógono, son, según Angulo, "uno
de los rasgos más destacados del barroco mexicano". Hacen
marco a la puerta dos columnas corintias con sus proporciona-
,dos zócalos y a los lados pilastras, del mismo orden, que van del
piso a la cornisa y cubren las esquinas del ochavo. En el piso alto
se abre el balcón, también semioctogonal, y pilastras adosadas
continúan las columnas y pilastras de la planta baja. Lleva un
espléndido balcón de hierro forjado con balaustres sencillos·, me-
nos los que corresponden a las bolas, que se convierten en dos
conos superpuestos con esgrafiados. Arriba estuvo· el gran re-
mate con el escudo de la .Inquisición, que es conocido por la
descripción de Viera y las 'litografías del siglo XIX.
Por la calle de Venezuela (o la Perpetua) corre el muro
hasta más de la mitad de la manzana, dejando ver un trozo de
la antigua y hermosa balaustJ;ada -único que queda- rematada
por. almenas, que debieron ·ser de piedra y que son de ladrillo,
por lo cual están desmoronándose. En este gran paño iban los
escudos, de tezontle negro, ya raspados y con una capa de arga-
masa, pero que dejan adivinar que había uno c~n el águila -bicé-·
fala de la Casa de Austria, otro cop. una corona imperial y otros
dos que, seguramente, eran los escudos propios de la Inquisición.
Corren diez ventanas y diez balcones.. Hay que hacer notar que
el arquitecto que hizo la casa al final del viejo edificio, fué ~
hombre inteligente, pues respetó la fachada y el trozo de ba-
laustrada citado.
Hacia Santo Domingo hay cinco ventaBas y cinco balco-
nes, y el resto que quedaba a este lado fué destruído para con-
vertirlo .en Escuela de Odontología, comunicada con Medicina
por arcos iguales a los a~tiguos, hechos por el arquitecto Vi-
llagrán.
El magnífico patio se compone de dos .. danzas de arcos",
como se decía entonces, de medio punto, sostenidos por colum-
nas de orden dórico romano, moldurados finamente, acusando
la clave con una discreta ménsula. En las esquinas de la planta
baja van los célebres arcos volados, que Toussaint ha descrito
de una certera plumada: .. El procedimiento es claro, a pesar del
malabarismo que supone y que sólo esta época pudo· aceptar:

75

i
1

:son dos arcos cruzados que prolongan sus dovelas hacia abajo,
en la intersección, para simular que cuelgan sin que nada los
.soporte." 35
La escalera es monumental. Abre un tramo inicial por me-
·dio de un arco rebajad9 sostenido por pilares moldurados, y en
las enjutas se cobijan roleos de acanto muy bien labrados; los
.escalones son de buen peralte, con una sencilla y fuerte b~laus­
trada (hoy lleva en las esquinas unas bolas de piedra con ví-
boras, recordando el emblema de, .. la Medicina:) , y luego dos
tramos que desemb~can a la planta alta por arcos· también reba-
l¡j jados y adornados como el primero. Hay que señalar que los
:i1' ¡·
1
1 ni~hos del descanso son posteriores, feos e inútiles, cubiertos de
1 ·li azulejos de deshecho, y que .. deberían desaparecer. El azulejo
1' 1
:nada tiene que ver con esta majestad de piedra.
!

1
Hacia el oriente, en la planta baja, hay un pequeño patio
i 1
con ·pilares que, según la descripción de 1820, fué el Patio de
Jos Naranjos, aunque Ramírez Aparicio diga que ya no existe.
Desde luego que el segundo piso t!S posterior, de estilo neoclá-
.sico.
Perma:q.ece, aun cuando no forma parte de la Escuela de
Medicina, el patio de la cárcel Perpetua, con sus arcos de me-
dio punto abajo y su galería descubierta arriba, a donde desem-
bocan las actuales habitaciones que tal vez sean adaptaciones
de las antiguas celdas. A la entrada la inscripción que se copió
en la página. 39.

El piso posterior es de ladrillo, con una cubierta de arga-


masa que se ha caído y deja mostrar su pobreza. ¿Por qué no
35 Arte Colonial, 'p. 318.

76
1 ·;

se ocurrió hacerlo de tezontle? En el año. de 1933, don Jorge


Enciso propuso que este piso se reconstruyera a la antigua:
.. el ter~er cu.erpo que hoy se ve -dice en su oficio dirigido al
Jefe de Monumentos Artísticos- fué cónstruído con la in-
tención de que formara unidad con los pisos bajos, pero los
materiales y formas que se emplearon para ello no fueron los
más propios y se hicieron desaparecer el antiguo rematt:: .de la
esquina, las almenas, el pretil· y las canales", y enumera las re-
formas: remate con pcho pedestales, escudo antiguo, ceja y
ornatos de cantería, almenas de tabique aplanado, pretil como·
el pedazo que existe, diez canales de piedra, balcones de cante-
ría y revestimiento de tezontle en los entrepaños. 30 ,·,
. ' '

El doctor Ignacio Chávez, entonces director, acogió la


idea con agrado, pero, habiendo necesidad de obras más ur-
gentes, se quedó· como estaba. Posteriormente, en enero de
'1
1950, el actual Director de Monilmentos Coloniales, doii Ma- 1'

nuel Toussaint, insistió sobre el mismo asunto ante el Director i


• 1
de la Escuela de Medicina, doctor Salvador González Herre- :¡
jón, quien, con todo entusiasmo, se dirigió al Oficial Mayor :11
1'

del Departamento Central pidiendo su ayuda. El señor T ous- 11

saint envió un croquis del arquitecto Mac Gregor para que sir-. 1
1'
viera de modelo a la restauración, sin el frontón actual, pero li
'·1
tainpoco con el antiguo remate y menos con el escudo de la
Inquisición. Mas todo ha quedado en suspenso.
Ahora bien, el Palacio se está cayendo; las esquinas norpo-
niente y surest~ están totalmente apuntaladas y un arco vola-
do sostiene su clave con un espantable tronco de madera. La ,. 1
1'
'1

gracia arquitectónica de Arrieta se convierte en la futurá y b.


tal vez 'próxima tragedia de caerse el patio íntegro con un li- 1

gero tenl;blor y hasta, según opinión de un arquitecto, con U:ri


36 Archivo de la Dirección de Monumentos Coloniales.

77
.i 1


'
cohete que truene fuerte. ¿Se debe esto al piso añadido y demás
dependencias, aulas, ref~igeradores de cadáveres, etc., que al
transcurso del tiempo - y por necesidad ineludible- se han
ido acumulando arriba? ¿Es· defecto de cimentación u otra cau-
sa ajena al piso alto? Que opinen los arquitectos. Si es lo pri-

mero, deberá quitarse, sin misericordia, todo lo añadido. Si es lo
i;
¡, segundo, deberán atenderse las indicaciones de la Dirección de
1
1
Monumentos Coloniales. ·
¡[
Y queda por ahora la perentoria responsabilidad de su
:¡:
1'
reparación y de la salvación ante Ia"ruina que le amenaza.
'

¡! El actual Director de la Escuela,odoctor José' Castro Vi-
¡.\¡
!lj llagrana, ha propuesto que, al retirarse la Facultad al Centro
!¡ Médico de la Piedad, la Universidad Nacional conserve el edifi-
cio y se dedique a Instituto de Cultura Médica y Museo de la
1!
Medicina en Méxi~o, idea que debería tomarse en cuenta, pues
:;l
'l11¡ es nécesario dedicar siempré· a un noble fin a edificios tan im-
portantes. y valiosos, históricá y artísticamente, como lo es el
1! · antiguo Palacio de la: Inquisición.
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INDICE. GENERAL
Págs •

. Advertencia . 5
La Inquisición en México 7
Las primeras casas de 'la Inquisición . 9
El Palacio del siglo xvm • 28
El arquitecto de la Inquisición . 33
Una descripción del siglo xvm . 37
El Palacio en los plano~ .. an~iguos 40 'j''!:
•' 1•

Las supresiones del Tribunal . 42


La última descripción colonial del Palacio 44
De 1820 a 1854 . "li
48
La Escuela de Medicina . 49
Los planos del arquitecto Heredia 52
Ilustraciones del siglo XIX . 54
La estatua de San Lucas . ···. 57
Las pinturas coloniales . 60
La Escuela a fines del siglo XIX 63
Los planos de 1908 . 66
' Las reformas de 1933 67
La galería de retratos 70
El Palacio de la Inquisición, hoy Escuela de Medicina 72

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INDICE DE ILUSTRACIONES ·,1
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l. Con vento de Santo Domingo y casas adyacentes.
2. Placa conmemorativa de la introducción del agua al edificio de la In-
quisición.
3. El edificio de la Inquisición en -el siglo XVII. Oleo que perteneció a los
condes de Moctezuma.
4. Placa conmemorativa de las cárceles secretas, 1646. :
J. Parte posterior de la placa conmemorativa d~ las cárceles secretas.
1
1

6. El convento de Santo Domingo y el Palacio de la Inquisición.' Plano de ~ :!


1737.
i
7. El Palacio de la Inquisición. Detalle del anterior. • 1

8. El edificio de la· Inquisición {letra E), según el plano de 1749, de. Carlos 1'
1
López.
:¡¡ :¡
9. Fragmento del plano de José Villaseñor y Sánchez. Afio de 1750.
10. Plano de Nicolás de Fer. Año de 1715. ' ~
.l;

11. Fragmento del plano de Diego García Conde. Año de 1793.


12. Acuarela anónima de 1843.
13. Litografía de Gualdi en el libro Monumentos de México. Año de 1841.
14. Litografía del libro Mexico llltestrated. Londres, 1848.
15. Litografía del libro México y sus alrededores. Año de 1855.
16. La Inquisición según fotografí'a de 1875.
17. Litografía por M. Payá. Año de 1870.
18. Litografía del libro México Pintoresco. Año de 1882.
19. Litografía a colores del libro Albunz Mex!cano.
20. La Escuela Nacional de Medicina en la actualidad.
21. Detalle de la portada.

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1 ~
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22. Patio principal con la estatua de San Lucas. Año de 1913.
23. Patio principal.
24. Arcos de arranque de la escalera.
25. Detalle de una columna, arco volado y entrada.
26. Esquina del patio apuntalada. -
27. Detalle .del anterior.
28. Fachada del segundo patio en la calle de la Perpetua.
29. Segundo patio, entre el mayor y la Cárcel Perpetua.
30. Lápida a la entrada de la Cárcel ·Perpetua.
3 l. Patio de la Cárcel Perpetua. '"
32. Pintura de Miguel Cabrera.
33. Estatua de San Lucas.
31. Plano de Heredia. Año de 18 31.. Planta baja.
3 5. Plano de Heredia. Año de 18 31. Planta alta.
36. Plano de Alvarez. Año de 19{}8;
37. Plano de Alv~rez. Año de 1908.
38. Plano de Alvarez. Año de 1908.
39. Plano de Villagrán. Año de 1933.
40. Proyecto de Mac Gr~gor. Año de 1950.

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-1. CONVENTO DI SAHTO DOMINGOYC'ASMAIWAaNTU
De l PI a no Ahí b...; 1do o A lon.so de Santa (,·uz.
Cop• o Carlos Ma,-fr'nez Mar(n.
2. Placa conmemorativa de la introducción del agua al edificio de la Inquisición. Foto Dir. Mon. Col.
. . .

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3. E l edificio de la Tnqui ición en el siglo xvn. O leo que perteneció a los cond es de
Moc t ~ zum a. Museo de Hi storia. F oto Gaitán.
4. P laca conm emorativa de las cá rceles sec retas, 1646. F oto Dir. Jo.{on. Col.

S. Parte posterior de la placa conmemorativa de las cárceles sec retas.


Foto Dir. Mon. Col.
·¡o) ·uow ·.na o¡o.'l
·¿¡:¿¡ ;,p OUU!d 'li9!J!S!llbll! u¡ ;,p O!:m¡Ed ¡;¡ ¡( Oíl ll!lLIOQ 01LIES ;,p OjU;)AUO:J !3: '9
7. El Palacio de la Inqui sición. P lano de 1737. Foto Gaitátl.
8. El eeli fi cio ele la Inqui sición ( letra E) , según el plano ele 1749, de Ca rlos L ópez .
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11. Fragmento del plano de Diego García Conde. Año de 1793.


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14. L itog raf ía del libro Mé xico 11/ustraterl. Londres, 1848. F oto Dir. Mon. CoL
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21. Detaile de la portada. F oto Dir. Mon. Col.


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24. A reos de a rranque de la esca lera. F oto F. ele la Maza .
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27. Detalle de l anterior. F oto F. de la Maza.


28. Fachada del segundo patio en la calle de la Perpetua. F oto Die Mon. Col.
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30. Lápida a la entrada de la Cárcel Perpetua .. F oto Dir. Mon. Col.
31. P z,t!o de b Cárcel Perpetua. Foto Dir. !:Ion. Col.
32. Pi ntura de Miguel Cabrera. Foto Pedro Rojas.
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SIENDO RECTOR DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA
DE MÉxrco EL DOCTOR Lms GARRIDO Y CooRDINADOR DE
HUMANIDADES E.L LICENCIADO AGUSTÍN Y ÁÑEZ, SE TERMINÓ
DE IM PRIMIR ESTE NOVENO VOLUMEN DE LAS EDICIONES
CONMEMORATIVAS DEL I V CENTENARIO DE LA UNIVERSIDAD
DE MÉXICO, EL DÍA 14 DE SEPTIEMBRE ' DE 1951, EN LA IMPRENTA
UNIVERSITARIA, BAJO LA DIRECCIÓN DEL LICENCIADO WILBERTO
CANTÓN. HIZO LA VIÑETA SUPERIOR DE LA PORTADA FRANCISCO
MoRENO CAPDEVILA Y LA INFERIOR }ORGE RITTER.

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