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2.

2 Convenios, tratados y políticas de alcance internacional realizados en torno al


desarrollo sustentable

La preocupación por el medio ambiente ha sido especialmente intensa en las últimas


décadas, generando una serie de documentos, conferencias y acuerdos de diferentes
alcances (locales, regionales, internacionales, etc.).

La conformación del desarrollo sustentable ha representado un proceso que aún no


termina. A continuación, en forma cronológica, se describirán los antecedentes de
documentos, congresos y conferencias realizados en torno al desarrollo sustentable.

2.2.1 El primer informe del club de Roma (1972)

El Primer Informe del Club de Roma de 1972, titulado Los límites al crecimiento
reconoce que:

"No puede haber crecimiento infinito con recursos finitos".

En dicho informe se expone una versión ciertamente pesimista en cuanto al agotamiento


de los recursos naturales en el planeta. La importancia de este informe radica en que por
primera vez se cuestiona el desarrollo infinito. Hasta ese momento, las reflexiones sobre
límites, si bien existían, no formaban parte de un pensamiento mayoritario, en general la
sensación era que se operaba en el inalcanzable infinito (Oliva, 2004).

En este informe se exponían los cinco factores básicos que determinan y limitan el
crecimiento del planeta:

- La población.

- La producción agrícola.

- Los recursos naturales.

- La producción industrial.

- La contaminación.

Como medidas paliativas se proponía detener el crecimiento demográfico, limitar el


consumo de alimentos y materias primas y poner freno a la contaminación y a la
producción industrial.

A pesar de que las previsiones que contenía el informe no se cumplieron, éste supuso un
punto de inflexión en la visión del desarrollo.

Si repasamos atentamente la definición de desarrollo sustentable proporcionada por el


Informe Bruntland, observaremos que es estrictamente física, es decir, basada
exclusivamente en la capacidad de carga del planeta y que se puede considerar, en cierta
manera, como un legado de las advertencias recogidas en el documento "Los límites del
crecimiento" (Oliva, 2004).

2.2.2 La conferencia de Estocolmo de las Naciones Unidas (1972)

El 5 de junio de 19721 se inició la Conferencia de Estocolmo de las Naciones Unidas


sobre Medio Ambiente, también denominada Conferencia sobre el Medio Humano,
con la participación de los representantes de 113 estados y 400 organizaciones
intergubernamentales y no gubernamentales (ONG´s) como observadores.

Esta Conferencia marca el inicio de una serie de encuentros posteriores, con la intención
de reflexionar sobre la problemática ambiental y alumbrar propuestas de soluciones
alternativas con alcance planetario.

En respuesta a la Conferencia de Estocolmo, se crea el Programa de las Naciones


Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) que, junto a la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (UICN) y la World Wildlife Fund (WWF), elaboran y
presentan en el año 1980 su "Estrategia Mundial de Conservación de la Naturaleza"
(EMC).

La EMC define la conservación como:

"La gestión por el hombre de la utilización de la biosfera de forma que


produzca un mejor y sostenido beneficio para las generaciones actuales,
pero que mantenga su potencialidad para satisfacer las necesidades y
aspiraciones de las generaciones futuras".

Por lo tanto, es un concepto que abarca la preservación, el mantenimiento y la


utilización sustentable, la restauración y la mejora del entorno natural, pudiendo
afirmarse que la conservación es garantía de un desarrollo a largo término.

Los planteamientos de la EMC establecen tres finalidades fundamentales:

1. Mantenimiento de los procesos ecológicos y de los sistemas vitales esenciales (por


ejemplo, regeneración de suelos, reciclaje de sustancias, purificación de las aguas).

2. Preservación de la diversidad genética que exige la conservación de las especies y de


la diversidad genética de una propia especie.

3. Utilización sostenida de las especies y de los ecosistemas, sin superar en ningún caso
la capacidad del ecosistema.
1
Desde esa fecha, el 5 de junio se considera el día internacional del Medio Ambiente.
2.2.3 Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna
y Flora Silvestre (CITES)

Este Convenio fue adoptado en Washington en 1973, y está vigente desde 1975, siendo
ratificado por 111 Estados.

Tiene por finalidad establecer listas de especies amenazadas, cuyo comercio


internacional está prohibido o regulado a través de permisos o cuotas, de forma que se
puede combatir el comercio ilegal y la sobreexplotación de esos recursos vivos.

El Convenio incluye a las especies en tres categorías, con niveles progresivos de


restricción en su comercio. A su vez, financia estudios de poblaciones en un intento de
disminuir su grado de amenaza.

2.2.4 La 1ª cumbre de la tierra (1992)

La 1ª Cumbre para la Tierra se celebró en junio de 1992, en Río de Janeiro (Brasil),


cinco años más tarde que el Informe Bruntland, en el marco de la Conferencia de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD), como
consecuencia de la decisión tomada por la Asamblea general de las Naciones Unidas el
22 de diciembre de 1989.

Esta Cumbre reunió a los más altos representantes de 179 países, a cientos de
funcionarios de la ONU, a representantes de gobiernos municipales, a círculos
científicos, a empresarios, a ONG's y a otros grupos, por lo que es la reunión de
dirigentes mundiales más amplia que se ha organizado.

En Río de Janeiro se crearon cinco documentos: dos acuerdos internacionales o


convenios (tienen mayor fuerza jurídica que una declaración), dos declaraciones de
principios y un programa de acción sobre desarrollo mundial sustentable.

- Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

- Convenio sobre la Diversidad Biológica.

- Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo Sustentable.

- Declaración de Principios Relativos a los Bosques.

- Programa 21.

2.2.4.1 Convenio marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático

El Convenio sobre el Cambio Climático fue firmado el 9 de mayo de 1992 por todos los
países asistentes a la Cumbre de la Tierra. Este acuerdo estaba estructurado en 26
artículos y su objetivo era: "la estabilización de la concentración de gases de efecto
invernadero en la atmósfera en un nivel que impidiese interferencias antropogénicas
peligrosas en el sistema climático". En este sentido, se pretendían controlar,
especialmente, las emisiones de dióxido de carbono (CO2), clorofluorocarbonos (CFC's)
y metano (CH4).

En este Convenio se habla de conservación de la naturaleza como una forma de prevenir


el cambio climático. Así, en el artículo 4, apartado 1.d, se hace referencia a que todas
las partes firmantes del Convenio tendrán que:

Promover la gestión sustentable y promover y dar soporte con su


cooperación a la conservación y al refuerzo, si es preciso, de los receptores
y depósitos de todos los gases de efecto invernadero no controlados por el
Protocolo de Montreal, incluidos la biomasa, los bosques y los océanos y
también los de otros ecosistemas terrestres, costeros y marinos.

2.2.4.2 Convenio sobre la diversidad biológica

El Convenio sobre la Diversidad Biológica tiene como objetivo: "la conservación de la


biodiversidad, el aprovechamiento sustentable de sus componentes y la distribución
justa y equitativa de los beneficios procedentes de la utilización de los recursos
genéticos mediante, entre otras cosas, el acceso adecuado a dichos recursos y a la
transferencia adecuada de tecnologías pertinentes, teniendo en cuenta todos los
derechos sobre estos recursos y tecnologías y también mediante una financiación
adecuada".

Este Convenio obliga a que los países desarrollados paguen a países en desarrollo por
utilizar su material genético, por lo que Estados Unidos, que cuenta con un fuerte
comercio en bioingeniería, decidió no firmarlo.

Este es un Convenio clave para entender el camino que sigue y seguirá la conservación.
Los objetivos de este Convenio (especificados en el artículo 1) son:

- La conservación de la biodiversidad.

- Aprovechamiento sustentable de sus componentes.


- La distribución justa y equitativa de los beneficios procedentes de la utilización de
recursos genéticos mediante, entre otras cosas, el acceso adecuado a los recursos
genéticos y la transferencia adecuada de tecnologías pertinentes, teniendo en cuenta
todos los derechos sobre estos recursos y tecnologías y también mediante un
financiamiento adecuado.

La figura 2.2 es un resumen de los principales temas que desarrolla el Convenio sobre
la Biodiversidad como puntos clave para la conservación y preservación de ésta.

2.2.4.3 Declaración de Río sobre el medio ambiente y el desarrollo sustentable

La Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo Sustentable recoge 27


principios que pretenden establecer las bases para un desarrollo sustentable.

DECLARACIÓN DE RÍO

Principio 1: Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones


relacionadas con el desarrollo sustentable. Todos ellos tienen derecho a vivir
saludable y productivamente en armonía con su entorno.

Principio 2: De acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas y con los principios del
derecho internacional, los Estados tienen el derecho soberano de utilizar del mejor
modo sus propios recursos, según sus propias políticas ambientales y de desarrollo, y
la responsabilidad de velar para que las actividades realizadas dentro de su
jurisdicción o bajo su control no originen daños al medio ambiente de otros países o
de zonas situadas fuera de los límites de toda la jurisdicción nacional.

Principio 3: El derecho al desarrollo debe ejercerse de una manera que responda


equitativamente a las necesidades ambientales y de desarrollo de las generaciones
presentes y futuras.
Principio 4: Para el desarrollo sustentable, la protección del medio constituye parte
insoslayable de todo proceso productivo y no podrá considerarse de forma aislada.

Principio 5: Todos los Estados y todas las personas deberán cooperar en el trabajo
esencial de erradicar la pobreza como exigencia indispensable del desarrollo
sustentable, a fin de reducir las disparidades en los niveles de vida y de responder
mejor a las necesidades de la inmensa mayoría de cada pueblo.

Principio 6: La situación y las necesidades especiales de los países en desarrollo, en


particular de los países menos avanzados y los más vulnerables desde el punto de
vista ambiental, han de ser objeto de atención prioritaria. En las medidas
internacionales que se adopten respecto al medio ambiente y al desarrollo, también se
deberían tener en cuenta los intereses y las necesidades de todos los países.

Principio 7: Los Estados deben cooperar con espíritu de solidaridad mundial, para
conservar, proteger y restablecer la salud y la integridad del ecosistema Tierra. Dado
que han contribuido de diferente manera a la degradación del medio ambiente
mundial, los Estados tienen responsabilidades comunes pero diferenciadas. Los países
desarrollados reconocen la responsabilidad que les corresponde en la consecución
internacional del desarrollo sustentable, considerando las presiones que sus
sociedades ejercen sobre el medio ambiente mundial y las tecnologías y los recursos
financieros de los que disponen.

Principio 8: Con objeto de alcanzar el desarrollo sustentable y una mejor calidad de


vida para todas las personas, los Estados deberían reducir y eliminar los sistemas de
producción y consumo insustentables, así como fomentar las políticas demográficas
que sean más apropiadas.

Principio 9: Los Estados deben cooperar para que emerjan las capacidades endógenas
que subyacen en las personas para conseguir el desarrollo sustentable, aumentar el
saber científico mediante el intercambio de conocimientos científicos y tecnológicos e
intensificar el desarrollo, la adaptación, la difusión y la transferencia de tecnologías y,
de entre éstas, de tecnologías nuevas e innovadoras.

Principio 10: El modo más conveniente de tratar las cuestiones ambientales es con la
participación de todos los ciudadanos interesados, en el nivel que corresponda. En la
esfera nacional, toda persona deberá tener un acceso adecuado a la información sobre
el medio ambiente de la que dispongan las autoridades públicas, incluida la
información sobre los materiales y las actividades que comportan peligro para sus
comunidades, y también la oportunidad de participar en los procesos de toma de
decisiones. Los Estados deberán facilitar y fomentar la sensibilización y la
participación del público, poniendo la información a disposición de todo el mundo. Se
tendrá que proporcionar un acceso efectivo a los procedimientos judiciales y
administrativos y, de entre éstos, a la compensación de daños y a los recursos
pertinentes.

Principio 11: Los Estados deberán promulgar leyes eficaces sobre el medio ambiente.
Las normas ambientales, y los objetivos y prioridades en materia de ordenación del
medio ambiente, deberían reflejar el contexto ambiental y de desarrollo al cual son
aplicados. Las normas aplicadas por algunos países pueden ser inadecuadas y
representar un coste social y económico injustificado para otros países, en particular
para los países en desarrollo.

DECLARACIÓN DE RÍO

Principio 12: Los Estados deberían cooperar para promover un sistema económico
internacional favorable y abierto que condujese al crecimiento económico y al
desarrollo sustentable de todos los países, con el fin de abordar de la mejor manera los
problemas de la degradación ambiental. Las medidas de política comercial con fines
ambientales no deben implicar ni discriminaciones arbitrarias o injustificables ni
restricciones al comercio internacional. No debería haber medidas unilaterales para
solucionar problemas ambientales que se producen fuera de la jurisdicción del país
importador. Las medidas destinadas a tratar los problemas ambientales
transfronterizos o mundiales se deberían basar, en la medida de lo posible, en un
consenso internacional.

Principio 13: Los Estados deberán desarrollar la legislación nacional relativa a la


responsabilidad legal y a la indemnización de las víctimas de la contaminación y de
otros daños ambientales. Los Estados deberán cooperar también, de forma expeditiva
y más decidida, en la elaboración de nuevas leyes internacionales sobre
responsabilidad e indemnización por lo efectos adversos de los daños ambientales
causados por las actividades realizadas dentro de su jurisdicción, o bajo su control en
zonas situadas fuera de su jurisdicción.

Principio 14: Los Estados deberían cooperar efectivamente para desalentar o evitar la
reubicación y la transferencia a otros países de cualesquiera actividades y sustancias
que sean origen de degradación ambiental grave o que se consideren nocivas para la
salud humana.

Principio 15: Para proteger el medio ambiente, los Estados deberán aplicar
ampliamente el criterio de precaución de acuerdo con sus capacidades. Cuando haya
peligro de daño grave o irreversible, la falta de certeza científica absoluta no debe
servir de base para postergar la adopción de medidas eficaces en función de los costes
para impedir la degradación del medio ambiente.

Principio 16: Los poderes públicos deberían fomentar la internalización de los costes
ambientales y el uso de instrumentos económicos, considerando el criterio de que
quien contamina debería, en principio, asumir los costes de la contaminación, y
considerando el interés público y sin distorsionar el comercio ni las inversiones
internacionales.

Principio 17: Debe llevarse a cabo la evaluación del impacto ambiental, en calidad de
instrumento nacional, de cualquier actividad que sea susceptible de producir un
impacto negativo considerable sobre el medio ambiente y que esté sujeta a la decisión
de una autoridad nacional competente.
Principio 18: Los Estados están obligados a notificarse entre sí, de modo inmediato,
los desastres naturales u otras situaciones de emergencia que puedan producir efectos
nocivos sobre el medio ambiente de estos Estados. La comunidad internacional deberá
hacer todo lo posible para ayudar a los Estados que resulten afectados.

Principio 19: Cualquier nación ha de proporcionar las informaciones pertinentes- y


notificarlas previamente de manera oportuna- a los otros estados que puedan verse
afectados por actividades con posibles y considerables efectos ambientales nocivos
transfonterizos, y deberán efectuar consultas con estos Estados con suficiente
antelación y de buena fe.

Principio 20: Las mujeres tienen un papel fundamental en la ordenación del medio
ambiente y en el desarrollo. Es indispensable contar con la plena incorporación de las
mujeres para alcanzar el desarrollo sustentable.

Principio 21: Deberían movilizarse la creatividad, los ideales y el valor de los jóvenes
del mundo, para forjar una alianza orientada a alcanzar el desarrollo sustentable y a
garantizar un mejor futuro para todos.

Principio 22: Los pueblos indígenas y sus comunidades, y también otras


comunidades locales, tienen un papel fundamental en la ordenación del medio
ambiente y en el desarrollo gracias a sus conocimientos y prácticas tradicionales. Los
Estados deberían apoyar a los pueblos indígenas, a fin de preservar su identidad, su
cultura y sus intereses, y velar para que participen efectivamente en la consecución
del desarrollo sustentable.

Principio 23: El medio ambiente y los recursos naturales de los pueblos sometidos a
opresión, dominación y ocupación han de ser cabalmente preservados.

Principio 24: La guerra es, por definición, enemiga del desarrollo sustentable.
Consecuentemente, los Estados deberán respetar las medidas del derecho
internacional que garantizan la protección del medio ambiente en épocas de conflicto
armado, y deberán cooperar en su posterior mejora, según convenga.

Principio 25: La paz, el desarrollo y la protección del medio ambiente, son


interdependientes e inseparables.

Principio 26: Los Estados deberán resolver sus controversias sobre el medio
ambiente por medios pacíficos y con arreglo a la Carta de las Naciones Unidas.

Principio 27: Los Estados y los pueblos han de cooperar de buena fe y con espíritu de
solidaridad en la aplicación de los principios consagrados en esta Declaración y en el
ulterior desarrollo del derecho internacional en la esfera del desarrollo sustentable.

2.2.4.4 Declaración de principios relativos a los bosques

La Declaración de Principios Relativos a los Bosques pretende presentar una serie de


medidas que prevengan el problema de la deforestación.
Esta Declaración toma como uno de sus preámbulos que todos los tipos de bosques
contienen procesos ecológicos complejos y singulares que constituyen la base de la
capacidad, actual y potencial, de los bosques para proporcionar recursos para
satisfacer las necesidades humanas y los valores ambientales, por lo que su ordenación y
conservación racionales tienen que preocupar a los gobiernos de los países donde se
encuentran y la comunidad mundial y son importantes para las comunidades locales y
para el medio ambiente en su totalidad.

Esta es una Declaración autorizada de principios sin fuerza jurídica obligatoria,


para un consenso mundial respecto a la ordenación, la conservación y el desarrollo
sustentable de los bosques de todo tipo.

Así, los bosques son indispensables para el desarrollo económico y el mantenimiento de


todas las formas de vida.

El gobierno brasileño intentó que se adoptara un texto que protegiese la riqueza forestal
de la selva amazónica, pero lo cierto es que esta Declaración no tiene fuerza jurídica
obligatoria, por lo que legalmente no puede evitar que los países desarrollados sigan
explotando los recursos forestales.

Esta Declaración consta de 15 principios, que se pueden resumir en los siguientes:

RESUMEN DE LA DECLARACIÓN DE LOS BOSQUES

Principio 1: Los Estados tienen el derecho de explotar sus recursos siempre y cuando
no perjudiquen al medio de otros Estados. El coste derivado de la no explotación de
los bosques debería ser sufragado por la comunidad internacional.

Principio 2: Los Estados tienen el derecho de explotar sus bosques de acuerdo con
una política nacional compatible con el desarrollo sustentable. Se deberían tomar
medidas para la protección de los bosques, suministrar información sobre éstos y los
ecosistemas forestales y promover la participación ciudadana en su conservación.
Principio 3: La política nacional debería esforzarse en establecer un marco de
actuación para la protección de los bosques. A nivel internacional, deberían
promoverse las disposiciones de índole institucional. Todas las actuaciones de
protección forestal deberían estar integradas y ser consideradas conjuntamente.

Principio 4: Debe reconocerse la función ecológica vital de los bosques y su gran


riqueza biológica.

Principio 5: La política forestal debe respetar la cultura e intereses de los pueblos


indígenas y tener en cuenta la participación de la mujer.

Principio 6: Los bosques son una fuente renovable de energía, por lo que se tendría
que realizar una ordenación sustentable del suministro de leña, un control de su uso y
su reciclado, una promoción de la replantación forestal y una evaluación del valor de
los bienes forestales.

Principio 7: Se debe potenciar un ambiente económico internacional propicio para el


desarrollo sustentable de los bosques, proporcionando recursos financieros a aquellos
países pobres que posean grandes zonas forestales, de modo que se estimulen
actividades sustitutorias de las de explotación forestal.

Principio 8: Hay que potenciar la reforestación, aumentar la superficie forestal,


potenciar económicamente los planes de ordenación y conservación forestal, integrar
en la política nacional la protección de los bosques, proteger las especies en peligro de
extinción y realizar evaluaciones del impacto ambiental. Los Estados tienen derecho
de participar en los beneficios de la explotación de sus recursos biológicos, incluido el
material genético.

Principio 9: La comunidad internacional debe compensar a los países en desarrollo


que intentan conservar sus recursos forestales, contribuyendo a reducir su deuda
externa, facilitando su acceso al mercado de productos forestales y, ofreciendo
alternativas a la población que depende de la explotación de los bosques.

Principio 10: Se deberían facilitar nuevos recursos financieros a los países en


desarrollo para que puedan efectuar la ordenación, conservación y el desarrollo
sustentable de sus recursos forestales (forestación, reforestación, lucha contra la
deforestación y la degradación de bosques y tierras).

Principio 11: Se tendría que fomentar, facilitar y financiar el acceso de los países en
desarrollo a las tecnologías ecológicas.
Principio 12: Hay que potenciar las investigaciones científicas, los inventarios y las
evaluaciones forestales por parte de instituciones nacionales. También hay que
potenciar las actuaciones en la ciencia, la enseñanza, la tecnología, la economía, la
antropología, la capacitación y los aspectos sociales, así como el intercambio de
información forestal. Los habitantes autóctonos deberían aportar su capacidad y
conocimientos al desarrollo sustentable de los bosques, por lo que también deberían
participar de las ganancias obtenidas de éstos.

Principio 13: Hay que facilitar el comercio abierto y libre de los productos forestales,
la reducción o eliminación de barreras arancelarias para el acceso al mercado de
productos forestales, la incorporación de los costes y beneficios para el medio
ambiente en las fuerzas y mecanismos del mercado. Hay que integrar la conservación
forestal en el resto de políticas y evitar las prácticas que la degraden.

RESUMEN DE LA DECLARACIÓN DE LOS BOSQUES

Principio 14: Se deberían eliminar o evitar las medidas unilaterales, incompatibles


con los acuerdos internacionales, que prohiben o restringen el comercio internacional
de la madera y de los productos forestales, con el objetivo de alcanzar la ordenación
sustentable a largo plazo.

Principio 15: Se debería regular la cantidad de contaminantes atmosféricos, en


particular los causantes de la lluvia ácida.

2.2.4.5 El programa 21

El Programa o Agenda 21 fue aprobado por todos los países asistentes a la Cumbre para
la Tierra. Este Programa desarrollaba un plan de acción para la década de los 90 e
inicios del siglo XXI, como base para el desarrollo sustentable y una protección
ambiental cada vez más interdependiente.

Tal y como se menciona en el preámbulo de la sección I: "aborda los problemas


acuciantes de hoy y trata de preparar al mundo para los desafíos del próximo siglo". Se
trata de un documento dinámico que podría evolucionar con el tiempo en función de los
cambios de las necesidades y de las circunstancias.

Es un Programa global de acción que está dirigido a los gobiernos, a las agencias, a las
organizaciones y programas del sistema de las Naciones Unidas, a las ONG, a los
grupos de electores y al público en general.

En definitiva, se proponen 7 acciones prioritarias o temas, los cuales forman parte de


una estrategia general, y los medios esenciales que deben tener las naciones para poder
aplicar el Programa 21.
En el Programa 21 se describen las bases para la acción, los objetivos, las
actividades y medios de ejecución para alcanzar los objetivos del
desarrollo sustentable, es decir, desarrollo social, económico y protección
del medio ambiente.

Los medios esenciales para aplicar el Programa 21 son:

- Información para la toma de decisiones.

- Mecanismos nacionales y de cooperación internacional para el crecimiento


sustentable.

- Una tecnología ambiental racional.

- Instrumentos legales y mecanismos internacionales.

- Acuerdos institucionales internacionales.

Y las 7 acciones prioritarias o temas, se recogen en el siguiente cuadro:

LAS 7 BASES DE ACTUACIÓN DEL PROGRAMA 21

1. El Mundo Próspero: revitalización del crecimiento con criterios sustentables

Revitalización del crecimiento internacional para acelerar el desarrollo sustentable en


los países en desarrollo, y políticas nacionales relacionadas.

Integración del medio ambiente y el desarrollo en el proceso de toma de decisiones.

2. El Mundo Justo: Una vida sustentable

Lucha contra la pobreza.

Cambios en los modelos de consumo.

Dinámica demográfica y sustentabilidad.

Sanidad.

3. El Mundo Habitable: Núcleos de población


Desarrollo sustentable de los núcleos de población.

Abastecimiento de agua en las ciudades.

Gestión ambiental limpia de residuos.

Contaminación y sanidad urbanas.

4. El Mundo Fértil

Planificación y gestión de los recursos de la Tierra.

Recursos de agua dulce.

Recursos energéticos.

Agricultura y desarrollo rural sustentables.

Desarrollo forestal sustentable.

Gestión de ecosistemas frágiles:

Lucha contra la desertificación y la sequía.

Desarrollo sustentable de las zonas montañosas.

Desarrollo sustentable de las áreas costeras.

Desarrollo sustentable de las islas.

Conservación de la diversidad biológica.

Gestión ambiental racional de la biotecnología.

5. El Mundo de las personas: Participación y responsabilidad de las personas

Educación, conciencia pública y formación práctica.

Fortalecimiento del papel de los grupos principales:

Las Mujeres.

Los Niños y los Jóvenes.

Los Pueblos Indígenas y sus Comunidades.

Las Organizaciones No Gubernamentales.


Los Agricultores.

Las Iniciativas de las Autoridades Locales.

Los Sindicatos.

El mundo de los Negocios y la Industria.

La Comunidad Científica y Tecnológica.

6. El Mundo Compartido: Recursos globales y regionales

Protección de la atmósfera.

Protección de océanos y mares.

Utilización sustentable de los recursos marinos vivos.

7. El Mundo Limpio: Gestión de productos químicos y de residuos

Gestión ambientalmente limpia de los productos químicos tóxicos.

Gestión ambientalmente limpia de residuos peligrosos.

Gestión segura y ambientalmente limpia de los residuos radioactivos.

El Programa 21 lo ejecutarán diversos agentes en consonancia con las diferentes


situaciones, capacidades y prioridades de los países y de las regiones, con plena
observancia de todos los principios que figuran en la Declaración de Río sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo.

La eficacia de estas acciones se mide mediante indicadores de sostenibilidad


internacionales. A tal efecto, cada país selecciona los indicadores que se ajustan a su
realidad.

2.2.5 La 2ª cumbre de la tierra (1997)

La 2ª Cumbre para la Tierra se celebró en Nueva York entre el 23 y el 27 de junio de


1997, para revisar los compromisos adquiridos en Río, en particular el Programa 21.

Esta Cumbre se caracterizó por la escasez de acuerdos y, más que una reunión para
revisar resultados, se convirtió en un reconocimiento del bajo grado de cumplimiento
de los compromisos que se habían adquirido cinco años antes.

A pesar de la valoración general negativa que se hizo de esta Cumbre, sí que se


adoptaron algunos acuerdos como el "Plan para la ulterior ejecución del Programa 21",
que evitaba renegociar este programa y establecía un plan de trabajo para los próximos
5 años, marcándose una fecha para un nuevo examen en el año 2002. Se marcó también
ese año como fecha límite para que los países hayan acabado de formular unas
estrategias nacionales de desarrollo sustentable.

Este examen dio como resultado un informe del Consejo Económico y Social en el que,
transcurridos diez años desde la Cumbre de la Tierra, se hacía constar que los objetivos
fijados no se estaban cumpliendo tal y como se esperaba y que la situación del medio
ambiente seguía siendo frágil, dándose, por ejemplo, en los países en desarrollo, escasos
progresos para reducir la pobreza y agravamiento de los problemas de salud.

Según este informe, el retraso en la ejecución se debe a:

- Insuficiente integración de los objetivos sociales, económicos y ambientales en las


políticas nacionales e internacionales.

- No se ha dado un cambio significativo en las pautas de consumo y producción.

- Las políticas aplicadas no son coherentes en los ámbitos de finanzas, comercio,


inversiones, tecnología y desarrollo sustentable.

- No se han proporcionado los recursos financieros necesarios para ejecutar el Programa


21.

2.2.6 Cumbre de Johannesburgo (2002)

Desde el día 26 de agosto y hasta el 4 de septiembre de 2002, se celebró en la ciudad de


Johannesburgo (Suráfrica) la Cumbre Mundial de la Tierra, también conocida como
Río+10. Esta Cumbre tenía por objetivo, al igual que en Kioto, la reducción a una media
del 5,2% de las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero para el periodo
2008-2012.

Después de 10 días de intensas negociaciones, los principales éxitos de la Cumbre


fueron:

- El compromiso (sin concretar) en la reducción a la mitad del número de personas que


carecen de acceso al agua potable (aproximadamente, 2200 millones de personas). Sin
embargo, no existen las mismas garantías para dar servicios adecuados de energía a los
2.000 millones de personas que carecen de ella.

- La adhesión de más países al Protocolo de Kioto. En efecto, el anuncio de China,


Canadá, Rusia y Estonia de ratificación a este tratado, supone la consecución del
objetivo de su cumplimiento obligatorio, al estar suscrito por un número de países que
generan poco más del 55% de las emisiones totales del planeta.

Estados Unidos, el mayor contaminante del mundo (25%), reiteró en


Johannesburgo su negativa a aceptar el protocolo.

Y las asignaturas pendientes siguen siendo:


- La reducción de los subsidios a la exportación de los que se benefician los agricultores
de las explotaciones de las naciones ricas.

- La decisión de implantar firmemente las energías renovables. En este contexto, la UE


se ha visto frenada en su estrategia de proponer que para el año 2015, el total de energía
primaria consumida en el mundo tuviese un origen renovable, ya que no se han
establecido metas, objetivos ni plazos: tan sólo se insta a los gobernantes a seguir un
"significativo incremento" de las energías verdes, pero sin concreción alguna.

- Esta propuesta ha fracasado debido al bloqueo impuesto por los Estados Unidos, la
OPEP y diversas multinacionales -básicamente petroleras-, que temen perder su cuota
de negocio y poder ante un aumento en el uso de las energías renovables.

- La obertura de mercados a los productos procedentes de los países en vía de


desarrollo.

En un principio, el Plan de Acción se recogía en un documento de 69 páginas y 152


recomendaciones y objetivos. Sin embargo, a última hora, las páginas quedaron
reducidas a tan sólo 32, a base de eliminar aquellos aspectos un tanto espinosos; por
ejemplo, desapareció el objetivo de aumentar al 0,7% del PIB la ayuda al desarrollo, la
recomendación al sector privado de operar con transparencia o menciones sobre las
deudas de los países pobres.

EXTRACTO DEL PLAN DE ACCIÓN DE LA CUMBRE DE


JOHANNESBURGO 2002

Biodiversidad: Se deberá "reducir considerablemente" la tasa actual de extinción de


especies animales y vegetales, lo cual significa dotar de nuevas fuentes financieras y
técnicas a los países pobres.

Sustancias químicas: Los efectos nocivos sobre el hombre y medio ambiente de estos
compuestos deberán ser "minimizados" antes del año 2020. No obstante, no se
concretan las medidas a adoptar para conseguir esta finalidad.

Ayuda al desarrollo: Apremiar a los países desarrollados a realizar esfuerzos para


incrementar las ayudas al desarrollo hasta el 0,7% del PIB (eliminado a última hora).
Este punto se deja así totalmente en manos privadas.

Energía: Hay que diversificar el suministro energético desarrollando nuevas


tecnologías menos contaminantes en el campo de las energías fósiles y fuentes
renovables, incluyendo la eléctrica. Paradójicamente, los Estados Unidos y la OPEP
bloquearon el acuerdo sobre objetivos y plazos concretos para el incremento en el uso
de las energías renovables.
Pesca: Los recursos pesqueros deberán tener una explotación sustentable como
máximo hasta el 2015. Asimismo, se deberán de crear nuevas zonas marítimas
protegidas.

Comercio y globalización: Se "recomienda" una reducción de las subvenciones


perjudiciales para el medio ambiente, especialmente en la explotación del carbón.

Protocolo de Kioto: Los estados que han ratificado el protocolo de Kioto contra el
cambio climático, realizan un llamamiento para aquellos países que todavía no lo han
hecho. En este contexto, se adhieren a dicho protocolo en esta Cumbre países como
China, Rusia, Canadá y Estonia.

Agua e instalaciones sanitarias: Antes del año 2015 se deberán reducir a la mitad el
número de habitantes del planeta sin acceso a agua potable o alcantarillado; sin
embargo, se desconoce la fórmula para que esto sea una realidad.

Pautas de consumo: Todos los países deberían promover modos de producción


limpios y viables, teniendo en cuenta que tanto los países industrializados como las
naciones pobres tienen la misma responsabilidad, aunque diferenciada.

Responsabilidad empresarial: Futuro desarrollo de normas que exigen a las


empresas trasnacionales llevar a cabo mejores prácticas.

A resultas de la Cumbre, los 143 países en desarrollo no obtuvieron más que una mera
ratificación de los compromisos ya dados en otros eventos anteriores por EE.UU y la
UE para frenar la caída de la ayuda al desarrollo del Tercer Mundo y la promesa de
reducir las subvenciones agrícolas de los países ricos en los próximos tres años.

En definitiva, fue una conferencia más caracterizada por la falta de objetivos concretos
y cifrados, que supuso una profunda decepción y otra huida hacia delante.

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