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MODELO DE DESARROLLO EN EL PERÚ:

Perú fue el primer país en impulsar el modelo de crecimiento liderado por el


mercado desde 1948, cuando en el resto de América latina se estaba
desarrollando un proceso de industrialización. El modelo económico peruano no
ha logrado tener los atributos de más equitativo, más inclusivo y más creador de
empleo “decente” como señala la OIT. La razón es que no se reconoce todas las
aristas que constituyen un modelo económico, o mejor, las características que
debería tener un modelo de desarrollo.

El Perú tiene una estructura productiva donde predominan los sectores primario-
exportadores y los no transables (servicios y construcción), son estos sectores,
sus tecnologías y su propiedad los que generan producción, empleo y distribución
del ingreso con dos características esenciales:

 Una gran desigualdad en las productividades

 Una alta desigualdad distributiva.

Estos sectores no logran generar una articulación interna que permita que la
dinámica de unos se multiplique a otros, en este sentido la economía peruana es
una economía incompleta. Más bien los sectores exportadores están más ligados
a los mercados internacionales de los cuales son dependientes, hoy por ejemplo
los precios de varias materias primas se han reducido, al compás del
estancamiento europeo o de la reducción del crecimiento chino. Por otro lado, los
sectores de servicios y la construcción casi no se pueden exportar (por ello son no
transables) y su efecto multiplicador se circunscribe a las ciudades.

Adicionalmente, estos sectores funcionan dentro de una estructura institucional en


la que el estado tiene un carácter subsidiario y no tiene un gran tamaño, pues su
presión tributaria (impuestos/PBI) no pasa del 18%, que es una de las más bajas
de América Latina, Chile tiene casi 24%. Con estos recursos es bien difícil que el
estado pueda ser un igualador de oportunidades y de ingresos, peor aún si es
dependiente de los niveles productivos generados por el modelo primario
exportador, de servicios y construcción.

Por si fuere poco, el Estado peruano tiene dos características desfavorables, por
un lado, es muy poco eficiente para suministrar justicia, seguridad, servicios,
supervisiones, bienes y, por otro, está atravesado por un halo de corrupción –
heredado de gobiernos anteriores- que lo corroe y lo limita en sus principales
roles. Si algo falta es una reforma radical del estado, que nadie se atreve a
encararla.

Finalmente, la estructura política peruana caracterizada por la existencia de


movimientos electorales, antes que partidos políticos, con doctrina, organización y
militancia, no constituye una fuente de mejora del modelo de desarrollo, en la
medida que estos movimientos tienen una visión de corto plazo, se guían más por
criterios micro-económicos que políticos y su precariedad sólo los faculta a
administrar el estado y no a dirigirlo, como sería si en su lugar existieran partidos
políticos sólidos.

Así, el modelo de desarrollo actual es una combinación de los factores anteriores,


dentro de los cuales el denominado “modelo económico” se caracteriza por
generar crecimiento sectorial desigual y, como consecuencia, desigualdad de
ingresos y de riqueza. Adicional y desafortunadamente, el ente capaz de corregir
estos problemas no sólo no tiene las capacidades burocráticas, técnicas y
materiales para hacerlo, sino que es un estado precario y atravesado por la
corrupción.
Los tres azotes contra la economía, la sociedad, la gente y los recursos naturales
en Perú son la formalidad salvaje, la informalidad destructora y la delincuencia
depredadora. No menos del 25% de la economía y el 30% de la población de Perú
es acosada por las actividades ilícitas y el crimen organizado, pero no solo por
tráfico ilícito de drogas (TID), sino por todo tipo de tráficos. Según reporta Durand,
el Perú está fracturado en Formal, Informal y Delictivo (FID), pero el sector D no
sólo es TID sino también tala ilegal, minería delictiva, contrabando, trata de
personas, prostitución, tráfico de personas (migrantes), tráfico de niños y órganos,
tráfico de precursores y explosivos, tráfico de armas, piratería, biopiratería,
secuestro-sicariato, ciber-piratería, corrupción, lavado de activos que es
transversal a todo lo anterior, etc.
En esta economía y sociedad FID, los Derechos Económicos, Sociales, Culturales
y Ambientales (DESCA) de pueblos indígenas y ciudadanos en general en Perú
están siendo afectados por diversas industrias extractivas formales e informales,
tanto las llamadas lícitas como ilícitas en la costa, la sierra y la amazonia, pero
particularmente en las zonas fronterizas que generalmente son olvidadas por el
Estado, el mercado, la sociedad civil y los políticos.
Schuldt, Jürgen. Desarrollo a escala humana y de la naturaleza. Lima: Universidad del Pacífico.
Noviembre 2012.

Svampa, Maristela. “Consenso de los Commodities, Giro Ecoterritorial y Pensamiento crítico en


América Latina”. Clacso-Osal, 2012. en: http://maristellasvampa.net/archivos/ensayo59.pdf

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