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El romanticismo

Movimiento cultural y artístico que


se desarrolló en Europa y América
durante el siglo XIX

Característica
s

Individualismo Importancia de las emociones La influencia de la Artista rebelde


naturaleza

Literatura El "yo" pasa a un


Ansia de libertad Exaltación de la
pesimista primer plano imaginación y la
fantasía

Los temas principales del romanticismo

Leyenda Amor Muerte Temas sociales o políticos

Autores del romanticismo


Gustavo Adolfo Bécquer:
Fue un miembro de este movimiento tardío, pero ha sido de los más
representativos. Su obra, Rimas y Leyendas, recoge toda su obra poética y
narrativa. Se caracteriza por tener un tono delicado, con un gran esfuerzo y
cuidado.
Cartas desde mi celda:
Queridos amigos: Heme aquí transportado de la noche a la mañana a mi
escondido valle de Veruela; heme aquí instalado de nuevo en el oscuro rincón del
cual salí por un momento para tener el gusto de estrecharos la mano una vez más,
fumar un cigarro juntos, charlar un poco y recordar las agradables, aunque
inquietas, horas de mi antigua vida. Cuando se deja una ciudad por otra,
particularmente hoy, que todos los grandes centros de población se parecen,
apenas se percibe el aislamiento en que nos encontramos, antojándosenos, al ver
la identidad de los edificios, los trajes y las costumbres, que al volver la primera
esquina vamos a hallar la casa a que concurríamos, las personas que
estimábamos, las gentes a quienes teníamos costumbre de ver y hablar de
continuo. En el fondo de este valle, cuya melancólica belleza impresiona
profundamente, cuyo eterno silencio agrada y sobrecoge a la vez, diríase, por el
contrario, que los montes que lo cierran como un valladar inaccesible, nos separan
por completo del mundo. ¡Tan notable es el contraste de cuanto se ofrece a
nuestros ojos; tan vagos y perdidos quedan al confundirse entre la multitud de
nuevas ideas y sensaciones los recuerdos de las cosas más recientes!
Rosalía de Castro:
Es una de las escritoras más importantes de la historia de España. Escribió tanto
en castellano como en gallego. Su vida no fue fácil, pero esto hizo que dejase
grandes obras. En Cantares Gallegos Follas Novas, por ejemplo, habla de la
añoranza del hogar.

La flor
En las riberas vagando
De la mar, las verdes olas
Mira Argelina y contando
Las horas que van pasando
Vierte lágrimas a solas.

Sus lindos ojos de cielo


En el horizonte fija,
Por ver si encuentra un consuelo
¡Más ay!, que es vano el anhelo
Que su corazón cobija.

Su amante le dijo allí


desde su buque velero:
«Aguarda Argelina aquí:
Que si hoy dejarte prefiero,
mañana vendré por ti».

Y entera la noche larga


que silenciosa corría
vio pasar; pero en su impía,
crüel desventura amarga
no vio que su bien volvía.
Y el día también llegó:
Mas fue que llegara en vano,
que el bien que ansiosa esperó,
consuelo del mal tirano,
por el mar no pareció.

Y allí todavía está


mirando a la mar movible,
por ver si la mar le da
lo que tal vez imposible
para Argelina será.
Realismo

Tendencia artística y
literaria que consiste en
representar fielmente la
realidad y crear cierta
tensión emocional sin
llevar a cabo ninguna
idealización.

Características

Fidelidad temática de las obras con la realidad.

Oposición a la literatura fantástica.

Denuncia y crítica sobre los problemas sociales del momento.

La observación de la realidad es un pilar fundamental para


describir conflictos y trasladarlos al lector de forma minuciosa.

La novela se convierte en el género por excelencia durante


este periodo.

Mayores autores

Stendhal Honoré Balzac Gustave Flaubert Charles Dickens


Autores del realismo
Juan Valera (1824 – 1905):

Hijo de familia noble, fue un hombre culto y refinado. Aunque empezó a escribir
cuando casi tenía 50 años, es uno de los escritores más destacados del realismo.
Su obra, aunque escasa, destaca por su perfección formal y buen gusto literario.
Hombre inteligente que supo mostrar en sus textos el equilibrio entre un escritor
de ideología conservadora y unos contenidos sin exceso de dogmatismo.
Su novela más conocida es Pepita Jiménez. Narra la historia de un seminarista
(estudiante de sacerdocio) que se enamora de una joven con la que su padre
viudo pensaba casarse. Al final triunfa el sentido común, inspirado en el
reformismo ilustrado del siglo XVIII.

Pasarse de listo
Todavía, sin embargo, ocurre muy a menudo que la familia elegante, o con humos
de elegante, carece de hogar de donde los humos procedan; esto es, no tiene ni
siquiera cortijo. Si le tiene algún amigo o pariente, la familia puede aprovecharse
de la amistad o del parentesco. Si de ningún modo hay ni cortijo, se suprime la
parte meramente rústica y se limita el verano a la parte hidropática, dulce, salada,
o ambas cosas. Quiere esto significar que, no habiendo château ni cortijo donde
pasar un mes, se emplea todo el tiempo en los baños, aunque nadie de la familia
se bañe nunca. Basta tomar las aguas por inhalación, respirando, pongo por caso,
las brisas del Atlántico en el mencionado Biarritz, en San Juan de Luz, en San
Sebastián, en Santander o en Deva.
Emilia Pardo Bazán (1851 – 1921):

La condesa de Pardo Bazán fue la única autora destacada del periodo.


Sobresalen sus novelas Los Pazos de Ulloa (1886) y La madre naturaleza (1887)
La primera se ambienta en un “pazo” o casa señorial de Galicia. De estilo
naturalista, en la novela encontramos todos los temas más recurrentes del
realismo-naturalismo: el caciquismo y sus consecuencias en la sociedad de una
pequeña ciudad de provincias; el amor (y en ocasiones los abusos sexuales) entre
personajes de diferentes clases sociales; la vida de los ricos propietarios y la de
los humildes trabajadores del Pazo; la intervención política y social del cura del
lugar ejerciendo su influencia y poder para condicionar la vida pública. La madre
naturaleza es su continuación, y en ella se trata otro de los temas también de
moda en el Naturalismo: el amor entre hermanos.

La sirena negra
En la esquina de la Red de San Luis y el de Gracia, me separé del grupo que
venía conmigo desde el teatro de Apolo, donde acabábamos de asistir a un
estreno afortunado. Si hablase en alta voz, hubiese dicho «grupo de amigos»,
pero, para mi sayo, ¿qué necesidad tengo de edulcorar la infusión? Espero no
poseer amigo ninguno; no tanto por culpa de los que pudieran serlo, cuanto por la
mía. Si alguna vez me he dejado llevar del deseo de comunicación, de expansión,
de registrarme el alma y enseñar un poco de su oscuro contenido a la media hora
de hacerlo estaba corrido y pesaroso, según estaría un sacerdote hebreo que
hubiese permitido a un profano tocar al arca de alianza.

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