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Miguel Abel Souto Ignacio Lledó Benito


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ISBN (obra completa): 978-84-9148-816-3


ISBN (Tomo I): 978-84-9148-817-0
Depósito Legal:M-29132-2018

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e-mail: besingsg@gmail.com

Impresión: Safekat S.l.


Aspectos penales de la tenencia y uso de armas
prohibidas y modificadas

Julio Díaz-Maroto y Villarejo


Catedrático acreditado de Derecho Penal. Universidad Autónoma de Madrid

Sumario: I. Introducción. II. Conceptos previos: 1.Tenencia. 2. Armas blancas.


3. Armas de fuego. 4. Armas prohibidas. III. Características del delito.
IV. Tenencia de armas prohibidas y de armas modificadas sustancial-
mente. 1. Armas prohibidas. 2. Armas modificadas sustancialmente. IV.
Tenencia de armas reglamentadas careciendo de permiso. Bibliografía.

I. Introducción

Desde siempre ha sido patente la preocupación por combatir el uso in-


debido de las armas de fuego con fines delictivos. Una de las últimas mani-
festaciones de la misma la encontramos en la última Directiva aprobada por
el Parlamento Europeo.
Una semana después de los atentados terroristas que tuvieron lugar en
París en noviembre de 2015, la Comisión Europea aprobó una propuesta
destinada a modificar la Directiva sobre el control de la adquisición y te-
nencia de armas 1. Con estas modificaciones se pretende introducir con-
troles más estrictos para la utilización civil de las armas de fuego, mejorar
la trazabilidad de la tenencia legal de armas e intensificar la cooperación
entre los Estados miembros. Tras varias rondas de negociaciones tripartitas
se alcanzó un primer acuerdo en diciembre de 2016, y finalmente, con
algunas reticencias de los Estados Miembros y de lobbies en la materia 2
ha sido por fin aprobada la Directiva (UE) 2017/853, de 17 de mayo de
2017, del Parlamento Europeo y del Consejo, que ha modificado la prime-
ra Directiva 3.

1 Directiva 91/477/CEE, de 18 de junio, del Consejo sobre el control de la adquisición y te-


nencia de armas. Esta Directiva ya había sido modificada anteriormente por la Directiva 2008/51/
CE, de 21 de mayo, del Parlamento Europeo y del Consejo.
2 La República Checa interpuso el 9 de agosto de 2017 ante el Tribunal de Justicia de la
Unión Europea un recurso contra la nueva directiva comunitaria sobre control de armas de fuego
para combatir el terrorismo, al considerar que invade las competencias nacionales.
3 DO L 137/27, de 24.5. 2017. “Los Estados miembros pondrán en vigor las disposiciones
legales, reglamentarias y administrativas necesarias para dar cumplimiento a lo establecido en la
presente Directiva a más tardar el 14 de septiembre de 2018. Comunicarán inmediatamente a la
Comisión el texto de dichas medidas” (art.2.1).

— 1021 —
1022 Julio Díaz-Maroto y Villarejo

En este sentido, se hace especial hincapié en la transformación de


las denominadas armas de fogueo y en las ya inutilizadas. Así, se señala en el
Considerando núm. 20, respecto de las primeras que “El riesgo de que las
armas acústicas y otros tipos de armas de fogueo sean transformadas en ver-
daderas armas de fuego es elevado. Por lo tanto, es fundamental abordar
el problema de esas armas de fuego transformadas que se utilizan en la co-
misión de infracciones penales, en particular mediante su inclusión en el
ámbito de aplicación de la Directiva 91/477/CEE. Además, a fin de evitar el
riesgo de que las armas de alarma y señalización se fabriquen de tal manera
que sea posible su transformación para que puedan lanzar un perdigón, una
bala o un proyectil por la acción de un combustible propulsor, la Comisión
debe adoptar especificaciones técnicas para garantizar que dichas armas no
se puedan transformar de la manera descrita”.
Y, respecto de las segundas, se indica en el Considerando 21 que
“Teniendo en cuenta el elevado riesgo de reactivar armas de fuego inutiliza-
das incorrectamente y con el fin de mejorar la seguridad en toda la Unión,
procede incluir dichas armas de fuego en el ámbito de aplicación de la
Directiva 91/477/CEE. Debe proporcionarse una definición de armas de
fuego inutilizadas que refleje los principios generales de inutilización de ar-
mas de fuego según lo dispuesto en el Protocolo contra la fabricación y el
tráfico ilícitos de armas de fuego, sus piezas y componentes y municiones,
anejo a la Decisión 2014/164/UE del Consejo 4, por el que ese Protocolo se
incorpora al marco jurídico de la Unión”.
La entrada en vigor de la nueva Directiva, previa transposición a nues-
tro derecho interno, acarreará la modificación, al menos, del vigente
Reglamento de Armas 5.
Nuestro legislador, de alguna manera, ya pareció tener en cuenta ideas
similares. Y, así, el vigente Código penal de 1995 reformó los delitos de te-
nencia ilícita de armas, si bien de una manera “excesivamente farragosa en
su descripción, demasiado influenciada por la normativa administrativa y

4 Decisión 2014/164/UE del Consejo, de 11 de febrero de 2014, relativa a la celebración,


en nombre de la Unión Europea, del Protocolo contra la fabricación y el tráfico ilícitos de armas
de fuego, sus piezas y componentes y municiones, que complementa la Convención de las Nacio-
nes Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional (DO L 89, de 25.3.2014, p. 7).
5 El Reglamento de Armas de 1993 viene a transponer al Derecho interno la Directiva
91/477/CEE, sobre el control de la adquisición y tenencia de armas, cuyo contenido coincide
sustancialmente con el capítulo sobre armas de fuego y municiones del Convenio de Aplicación
del Acuerdo Schengen. Fue modificado por RD 976/2011, de 8 de julio, para adaptarlo a las mo-
dificaciones introducidas por la Directiva 2008/51/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de
211 de mayo de 2008.
Aspectos penales de la tenencia y uso de armas prohibidas y modificadas 1023

discutible en su ordenación” 6, estableciendo un tipo referido a las armas


prohibidas y las que sean resultado de la modificación sustancial de las ca-
racterísticas de fabricación de armas reglamentadas (art.563), en general, y
por tanto, incluyendo tanto las armas blancas como las de fuego, y otros re-
feridos específicamente a las armas de fuego (art.564), existiendo un cierto
solapamiento parcial entre ambos artículos respecto al objeto material.
En efecto, por un lado, se habla de armas prohibidas y, por otro, de las re-
glamentadas que sean resultado de la modificación sustancial de las caracte-
rísticas de fabricación; éstas últimas, cuando sean de fuego, aparecen ya cata-
logadas como prohibidas en el art. 4.1.a) del RD 137/1993, de 29 de enero,
por el que se aprueba el Reglamento de Armas. Con lo que se da la paradoja
de que si las armas modificadas son de las catalogadas como blancas, la pena a
imponer es de 1 a 3 años de prisión (art.563 CP), mientras que si se trata de
armas largas de fuego la pena es de 1 a 2 años de prisión (art.564.2.3ª CP).
Al efecto debe tenerse muy presente que el art.564 se refiere únicamente a
las armas de fuego reglamentadas y, en consecuencia, sujetas previamente a
los pertinentes controles de la Administración, y el art.563 a las armas prohi-
bidas o modificadas en todo caso, sean blancas o de fuego 7.

II. Conceptos previos

1. Tenencia

La palabra tenencia, referida a las armas, aparece en los artículos 563 y 564
del vigente Código penal; en el primero, referida a las armas prohibidas y, en
el segundo, específicamente a las armas de fuego. El artículo 563 señala: La
tenencia de armas prohibidas y la de aquellas que sean resultado de la modificación sus-
tancial de las características de fabricación de armas reglamentadas, será castigada….”.
Por su parte, el artículo 564.1 indica que “La tenencia de armas de fuego reglamen-
tadas, careciendo de las licencias o permisos necesarios, será castigada…” 8.

6 Cfr. MORILLAS CUEVA, Lorenzo, Sistema de Derecho Penal, parte especial, 2ª ed., Madrid
2016, p. 1376.
7 Cfr. DÍAZ-MAROTO Y VILLAREJO, Julio. “Tenencia, tráfico y depósito de armas, muni-
ciones o explosivos”, en Memento Práctico Penal 2017 (Fernando Molina Fernández, Coord.), Ma-
drid 2016, pp. 1871-1872.
8 El antecedente inmediato de estos artículos podemos encontrarlo en el art. 254 del Có-
digo penal, Texto Refundido de 1973, publicado mediante Real Decreto 3096/1973, de 14 de sep-
tiembre, si bien, éste último artículo se correspondería de un modo más concreto con el actual
artículo 564 CP. En todo caso, no cabe duda alguna de que las conductas ahora contempladas en el
artículo 563 eran subsumibles en el derogado art. 254 del Código penal anterior. (El texto del art.
254 era el siguiente: “La tenencia de armas de fuego fuera del propio domicilio, sin poseer la guía y la licencia
oportunas, o en el propio domicilio, sin la guía de pertenencia, se castigará con la pena de prisión menor”).
1024 Julio Díaz-Maroto y Villarejo

Por tenencia debe entenderse “la relación corporal entre una cosa y la
persona que la detenta” 9, pero, para determinar qué es lo que debe enten-
derse por tenencia, es preciso atender no sólo a la significación de dicho tér-
mino en el lenguaje ordinario, sino, además, a la finalidad de la regulación
legal. Utilizando, pues, una interpretación teleológica, cabe interpretar el
término tenencia como “aquella relación entre la persona y el arma que per-
mita la utilización de ella conforme a su función” 10. Esta interpretación nos
acerca a dos conceptos que hay que tener muy en cuenta: el de disponibilidad
y el de idoneidad del arma 11.
Tomando como referencia estos datos, y a la luz del texto legal, la tenen-
cia de armas (de fuego) puede ser definida como la posesión material durante
un cierto período de tiempo de armas de fuego, idóneas para ser utilizadas conforme
a su función, sin las autorizaciones administrativas pertinentes, como ya señalára-
mos con referencia al antiguo artículo 254 del CP anterior 12. La doctrina pe-
nal, desde siempre, equiparó los términos tenencia y posesión 13 y lo mismo
cabe decir de la jurisprudencia, si bien suele agregarse que la tenencia debe
superar lo que es un pasajero contacto, a efectos de examen, o la ocupación
fugaz propia de un servidor de la posesión, como sucede en el caso de repa-
rador o transmisor. Puede distinguirse en la posesión el componente físico
o «corpus possessionis» y el subjetivo o «animus possidendi» o «detinuendi»,
sin que sea exigible el «animus domini» o «rem sibi habendi» 14.
Lo dicho debe ser completado con las notas, ya indicadas anteriormen-
te, de la disponibilidad y de la idoneidad del arma. Esto es, que el arma debe

9 Cfr. DÍAZ-MAROTO Y VILLAREJO, Julio. El delito de tenencia ilícita de armas de fuego, Ed.
Colex, Madrid 1987, pág. 73.
10 Cfr. CÓRDOBA RODA, Juan. Comentarios al Código penal, tomo III, Barcelona 1978,
pág. 624.
11 Vid. Sobre ambos conceptos, DÍAZ-MAROTO Y VILLAREJO, Julio. “De nuevo sobre el
delito de tenencia de armas de fuego”, en La Ley Penal, núm. 57, 2009, pp. 6-7.
12 Cfr. DÍAZ-MAROTO y VILLAREJO, Julio, El delito de tenencia, cit., p. 74.
13 Antes, Vid. por todos, SAINZ CANTERO, José Antonio. El delito de tenencia ilícita de ar-
mas, en Revista General de Legislación y Jurisprudencia, noviembre de 1964 (separata), p. 20; en
la actualidad y solo con referencia a las obras generales, Vid. CANCIO MELIÁ, Manuel. Comen-
tarios al Código penal, (R. Mourullo, dir. y Jorge Barreiro, coord.), Madrid 1997, p. 1367; MUÑOZ
CONDE, Francisco. Derecho penal, parte especial, 21ª ed., Valencia 2017, p. 766; GARCÍA ALBERO,
Ramón. Comentarios a la Parte especial del Derecho penal, (Quintero, dir. y Morales, coord.), 10ª
ed., Valencia 2016, p. 2120; MORILLAS CUEVA, Lorenzo. Sistema de Derecho Penal, parte especial,
cit., p.1378; CRUZ BLANCA, María José. Régimen penal y tratamiento jurisprudencial de la tenencia
ilícita de armas, Madrid 2005, p. 64; LLOBET ANGLÍ, Mariona. En Lecciones de Derecho Penal, parte
especial (Jesús-Mª SILVA SÁNCHEZ, Dir.), 4ª ed. Barcelona 2015, p. 427; VERA SÁNCHEZ, Juan
Sebastián. En Manual de derecho Penal, parte especial (Mirentxu CORCOY BIDASOLA (Dir.), tomo
I, Valencia 2015, p. 760.
14 Así, SSTS 774/1999, de 11 de mayo (RJ 1999/4792); 136/2001, de 21 de enero (RJ
2001/492); 754/2001, de 7 de mayo (RJ 2001/9947); 483/2004, de 12 abril. (RJ 2004\3652);
201/2006, de 1 marzo (RJ 2006\2068); 311/2014, de 16 abril. (RJ 2014\2339); 158/2017, de 13
marzo (RJ 2017/1152).
Aspectos penales de la tenencia y uso de armas prohibidas y modificadas 1025

estar a disposición del sujeto 15, siendo posible la coautoría en supuestos de


tenencia compartida del arma de fuego 16, y que el arma sea apta, para poder
ser utilizada según su función. A este requisito funcional, reiteradamente
señalado por la doctrina jurisprudencial, nunca se ha hecho referencia en la
letra de la Ley, que es de usus fori por la lógica del precepto, hasta el punto
de ser práctica indeclinable en los procesos de esta naturaleza el examen
pericial de las armas sobre el extremo de su funcionamiento.

2. Armas blancas

A ellas se refiere específicamente el art. 2.8 del Reglamento de Armas,


definiéndolas de esta manera: “Arma blanca: Arma constituida por una hoja
metálica u otro material de características físicas semejantes, cortante o
punzante”.
A algunas de sus clases se refiere la norma administrativa, como los cu-
chillos o machetes (art. 3), los bastones-estoque, los puñales de cualquier
clase y las navajas llamadas automáticas. Se considerarán puñales a estos
efectos las armas blancas de hoja menor de 11 centímetros, de dos filos y
puntiaguda (art. 4.1.f).

3. Armas de fuego y reglamentadas

El Diccionario de la Lengua Española define las armas como todo ins-


trumento, medio o máquina destinados a ofender o defenderse, y al referir-
se a las de fuego, indica que son tales aquellas en que el disparo se verifica
con auxilio de la pólvora. El Reglamento de Armas define al arma de fuego
como “Toda arma portátil que tenga cañón y que lance, esté concebida para
lanzar o pueda transformarse fácilmente para lanzar un perdigón, bala o
proyectil por la acción de un combustible propulsor” (art. 2.1) 17. La juris-

15 Esa situación de disponibilidad del arma de fuego por parte del tenedor ha de revestir el
carácter de estable o de una patente permanencia que permita presumir razonablemente la volun-
tad o ánimo de poseer el arma de fuego. Aun cuando el lapso temporal mínimo no es fácil de ser
determinado de un modo absoluto, creo que debe ser lo suficientemente amplio como para llegar
al convencimiento de que el agente así lo quería. Vid. SAINZ CANTERO, José.Antonio. El delito de
tenencia, cit., págs. 22-23; SALOM ESCRIVA, Juan Salvador. El delito de tenencia ilícita de armas de fue-
go, en Revista Jurídica de Cataluña, 1985, I, págs. 162-163; GARCÍA ALBERO, Ramón. Comentarios a
la Parte especial del Derecho penal, cit. p. 2120.
16 Vid. SSTS 1391/1997, de 14 de noviembre (RJ 1997/ 7891); 263/1998, de 5 de octubre
(RJ 1998/ 6858); 891/1999, de 1 de junio (RJ 1999/5442); 963/2000, de 2 de junio (RJ 2000,
5239); 2123/2002, de 16 de diciembre (RJ 2003,2424); 674/2003, de 30 de abril (RJ 2003,3873);
107/2006, de 8 de noviembre (RJ 2007/355); 960/2007, de 29 de noviembre (RJ 2008,781);
141/2016, de 25 de febrero (RJ 2016\916 412/2017, de 7 de junio [RJ 2017/2623], entre otras).
17 Reproduciendo literalmente la definición contenida en la Directiva 2008/51/CE del Par-
lamento Europeo y del Consejo, de 211 de mayo de 2008, y que, ahora, también se contempla en la
nueva Directiva (UE) 2017/853, de 17 de mayo de 2017, del Parlamento Europeo y del Consejo.
1026 Julio Díaz-Maroto y Villarejo

prudencia identifica también como objeto material del delito al arma de


fuego, entendiendo como tal un instrumento capaz de propulsar proyectiles
mediante la deflagración de la pólvora, que ha de encontrarse en perfecto
estado de funcionamiento 18, manteniendo desde siempre una tesis restricti-
va a la hora de calificar o no de verdadera arma de fuego a los instrumentos
o artefactos capaces de ofender o de ser utiliza­dos para la defensa.
De manera uniforme se requiere la aptitud o idoneidad del arma de fue-
go, no por la razón de la no peligrosidad del arma, sino por la elemental lógica
de que el arma que no puede disparar deja de ser arma de fuego, convirtién-
dose en un instrumento contundente, o, si acaso, de mera intimidación 19.
En definitiva, para estimar inútil un arma de fuego, lo ha de estar “en forma
que no pueda hacer fuego, ni ser puesta en condiciones de efectuarlo” 20,
términos idénticos a los expresados en el artículo 108.2 del Reglamento de
Armas, junto a las armas que carezcan de piezas o elementos fundamentales
para hacer fuego, cuya reposición resulte prácticamente imposible, supues-
tos en que per se el Reglamento considera inútiles a las armas. El art. 108.1 es-
tablece de un modo muy pormenorizado las distintas operaciones a realizar
(fresado, taladros, etc.) en los distintos supuestos para considerar inutilizada
un arma.
El art. 3 del Reglamento de armas dispone:
“Se entenderá por «armas» y «armas de fuego» reglamentadas, cuya ad-
quisición, tenencia y uso pueden ser autorizados o permitidos con arreglo
a lo dispuesto en este Reglamento, los objetos que, teniendo en cuenta sus
características, grado de peligrosidad y destino o utilización, se enumeran y
clasifican en el presente artículo en las siguientes categorías:…”

Contemplando, a continuación hasta 6 categorías, distinguiendo entre


armas de fuego cortas (pistolas y revólveres), Armas de fuego largas para
vigilancia y guardería, Armas de fuego largas rayadas utilizables para caza
mayor, Armas de fuego largas rayadas para tipo deportivo, Escopetas y de-
más armas de fuego largas de ánima lisa, o que tengan cañón con rayas para
facilitar el plomeo, Armas accionadas por aire u otro gas comprimido, cara-
binas, etc.

18 SSTS 1488/1998, de 26 de noviembre (RJ 1998/9201); 754/2001, de 7 de mayo (RJ


2001/9947); 483/2004, de 12 de abril (RJ 2004\3652); 201/2006, de 1 de marzo (RJ 2006/2068);
960/2007, de 29 de noviembre (RJ 2008\781); 268/2012, de 12 de marzo (RJ 2012/4643).
19 SSTS. 242/1998, de 20 de febrero (RJ 1998/1181); 273/1999, de 18 de febrero (RJ
1999/1175), y 484/2005, de 14 de abril (RJ 2005/5134).
20 Vid. SSTS 201/2006, de 1 de marzo (RJ 2006/2068); 153/2014, de 4 marzo (RJ
2014\1677), 412/2017, de 7 junio (RJ 2017\2623).
Aspectos penales de la tenencia y uso de armas prohibidas y modificadas 1027

4. Armas prohibidas

Es, una vez más, el Reglamento de Armas la norma que las contempla,
por un lado, las armas prohibidas (arts.4 y 5) y, por otro, las armas de gue-
rra (art.6), que también quedan prohibidas para los particulares 21.
A todos estos objetos nos referiremos inmediatamente tal y como lo
contemplan los arts. 563 y 564 del CP.

III. Características del delito

Realicemos previamente un repaso a la doctrina jurisprudencial, dadas


las múltiples resoluciones que se ocupan de tales tipos penales, en contra-
posición con la poca atención que le ha dedicado desde siempre de manera
específica la doctrina.
Se ha considerado que el tipo delictivo protege la seguridad, no sólo la
del Estado, sino la comunitaria, tratando de restringir el peligro que com-
portan las armas de fuego, sometiéndolas a un control administrativo y san-
cionando la tenencia de las mismas si se prescinde de tal control, siempre
que encierren un peligro potencial 22. La intervención penal sólo resulta justi-
ficada en los supuestos en que el arma objeto de la tenencia posea una espe-
cial potencialidad lesiva, y, además, la tenencia se produzca en condiciones o
circunstancias tales que la conviertan, en el caso concreto, en especialmente

21 “a) Las armas de fuego que sean resultado de modificar sustancialmente las características
de fabricación u origen de otras armas, sin la reglamentaria autorización de modelo o prototipo;
b) Las armas largas que contengan dispositivos especiales, en su culata o mecanismos, para
alojar pistolas u otras armas. c) Las pistolas y revólveres que lleven adaptado un culatín. d) Las
armas de fuego para alojar o alojadas en el interior de bastones u otros objetos. e) Las armas de
fuego simuladas bajo apariencia de cualquier otro objeto. f) Los bastones-estoque, los puñales
de cualquier clase y las navajas llamadas automáticas. Se considerarán puñales a estos efectos las
armas blancas de hoja menor de 11 centímetros, de dos filos y puntiaguda. g) Las armas de fuego,
de aire u otro gas comprimido, reales o simuladas, combinadas con armas blancas. h) Las defen-
sas de alambre o plomo; los rompecabezas; las llaves de pugilato, con o sin púas; los tiragomas y
cerbatanas perfeccionados; los munchacos y xiriquetes, así como cualesquiera otros instrumentos
especialmente peligrosos para la integridad física de las personas” (art. 4.1).
“a) Las armas semiautomáticas de las categorías 2.ª, 2 y 3.ª, 2, cuya capacidad de carga sea
superior a cinco cartuchos, incluido el alojado en la recámara, o cuya culata sea plegable o elimi-
nable. b) Los «sprays» de defensa personal y todas aquellas armas que despidan gases o aerosoles,
así como cualquier dispositivo que comprenda mecanismos capaces de proyectar sustancialmente
estupefacientes, tóxicas o corrosivas… c) Las defensas eléctricas, de goma, tonfas o similares. d)
Los silenciadores aplicables a armas de fuego. e) La cartuchería con balas perforantes, explosivas o
incendiarias, así como los proyectiles correspondientes. f) Las municiones para pistolas y revólve-
res con proyectiles «dum-dum» o de punta hueca, así como los propios proyectiles. g) Las armas de
fuego largas de cañones recortados” (art. 5.1).
22 SSTS 242/1998, de 20 de febrero (RJ 1998/ 1181); 362/2001, de 9 de marzo (RJ 2001/1931);
2471/2001, de 20 diciembre (RJ 2002/1997); 1176/2010, de 9 diciembre (RJ 2011\1331).
1028 Julio Díaz-Maroto y Villarejo

peligrosa para la seguridad ciudadana. Esa especial peligrosidad del arma y


de las circunstancias de su tenencia debe de valorarse con criterios objetivos
y en atención a las múltiples circunstancias concurrentes al caso 23.
El elemento material u objetivo consistirá en el arma de fuego, ca-
racterizado como instrumento apto para disparar proyectiles, mediante
la deflagración de la pólvora. Requisito necesario del elemento es que
el arma se halle en condiciones de funcionamiento, no apreciándose tal
capacidad en aquellas armas que por su antigüedad, ausencia de piezas
fundamentales o cualquier otra causa, carecen de aptitud para disparar
proyectiles, debiendo precisarse que para estimar inútil un arma, ha de
estar en forma que ni pueda hacer fuego ni ser puesta en condiciones de
efectuarlo. Se ha estimado que el arma funciona si puede hacer fuego o
ser puesta en condiciones de hacerlo. La idoneidad del arma para el dis-
paro permite que el peligro abstracto que comporta el arma se traduzca
en peligro concreto y es elemento fáctico esencial que debe ser acredita-
do por la acusación 24.
La aptitud para el disparo se debe apreciar de forma abstracta y no
como una posibilidad inmediata del arma. En la medida en que la dificul-
tad del disparo es reparable y no implica una inutilización definitiva de la
misma, su tenencia se subsume en el tipo penal; acreditada la existencia
del arma corresponde a la parte acusadora demostrar que reúne la apti-
tud necesaria para disparar, requisito que constituye el elemento objeti-
vo indispensable para la configuración del delito. La demostración de la
idoneidad puede ser acreditada por prueba pericial, si bien, a falta de esta
prueba, puede llegarse a través de distintos elementos o factores signifi-
cativos del efectivo funcionamiento del arma, siendo hábil, por tanto, la
prueba indirecta o indiciaria 25.
El elemento jurídico extrapenal consistirá en la falta de habilitación ad-
ministrativa de la posesión del arma que, como elemento negativo señala
el precepto, esto es, las licencias o permisos necesarios 26, sin que, ahora y

23 STC 24/2004, de 24 de febrero; SSTS 29/2009, de 19 de enero (RJ 2009\1536);


1403/2011, de 28 diciembre. (RJ 2012\2053); 709/2014, de 30 de octubre (RJ 2014/ 6446);
736/2017, de 20 de abril (JUR 2017/134072) .
24 SSTS 242/1998, de 20 de febrero (RJ 1998/1181), 273/1999, de 18 de febrero (RJ
1999/1175).
25 Así, ya en STS 783/1996, de 28 de octubre (RJ 1996\7754). También, STS 79/2015, de 13
de febrero (RJ 2015/1386).
26 El art. 29.1.b) de la LO 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudada-
na, establece la obligatoria titularidad de licencias, permisos o autorizaciones para la adquisición,
tenencia y utilización de armas de fuego, cuya expedición tendrá carácter restrictivo cuando se tra-
te de armas de defensa personal, en relación con las cuales la concesión de las licencias, permisos o
autorizaciones se limitará a supuestos de estricta necesidad.
Aspectos penales de la tenencia y uso de armas prohibidas y modificadas 1029

de manera harto discutible, se exija la “guía de pertenencia” 27, autorización


que, valga la expresión, es “el carnet de identidad del arma” 28.
Por tanto, es un delito de amplio espectro porque se consuma con dis-
tinta gravedad (siempre por la simple detentación independientemente
de que se haga o no uso del arma) desde la posesión más o menos intras-
cendente, sin mayor proyección, hasta constituir un acto de suma gravedad
para la paz social dado el número o calidad de las armas, la personalidad del
agente o la presumible finalidad que con ella se persigue 29.
Como elemento subjetivo atinente a la culpabilidad se exige el “ani-
mus possidendi”, esto es, el dolo o conocimiento de que se tiene el arma
careciendo de la oportuna autorización, con la voluntad de tenerla a su
disposición, pese a la prohibición de la norma 30; un animus, que no pre-
cisa consistir en el “animus rem sibi habendi” en cuanto la tenencia del
arma puede ocurrir en situaciones en que el agente no pretenda adquirir
su propiedad o incorporarla a su patrimonio, sino que la posea o detente
aun reconociendo la propiedad de un tercero sobre tal arma, por lo que
la jurisprudencia viene declarando que son suficiente soporte anímico de
la tenencia, tanto el “animus possidendi”, como el más inferior “animus
detinendi”, siempre que se dé la detentación y disponibilidad propias del
“corpus”, excluyendo solamente de la conducta típica los supuestos llama-
dos de tenencia fugaz como señas los de mera detentación a efectos de con-
templación o examen, reparación del arma o de simple transmisión a ter-
ceros 31, lo que se traduce en una relación entre la persona y el arma que,
permitiendo la disponibilidad de la misma, haga factible su utilización
merced a la libre voluntad del agente. Consecuentemente, la tipicidad se
afirma cuando el autor detenta un arma, en funcionamiento, con la volun-

27 Aun cuando las SSTS 456/1999, de 23 marzo (RJ 1999\2410) y 878/2007, de 8 noviem-
bre (RJ 2007/9114) entendió que la autorización para la posesión de armas requiere la guía, por-
que ella es la que determina qué persona puede detentar el arma, las posteriores SSTS 123/2009,
de 3 febrero (RJ 2009\2433) y 523/2009, de 17 abril (RJ 2009/3456), aplicando el Acuerdo de la
Sala General, no jurisdiccional, adoptado en sesión del día 25 de noviembre de 2008, en el senti-
do de que “La falta de guía de pertenencia, cuando se dispone de licencia o permiso de armas, no
integra el delito del art. 564 del CP”, dispuso que éste debía ser “el criterio al que ha de atenerse
nuestra posterior jurisprudencia”.
28 Vid., al respecto y sobre la legislación anterior, DÍAZ-MAROTO y VILLAREJO, Julio El
delito de tenencia, cit., pp. 141-142.
29 SSTS 746/2012, de 10 octubre (RJ 2012/10155), 467/2015, de 20 de julio (RJ
2015/4491); 492/2017, de 29 de junio (JUR 2017/176601).
30 SSTS 2123/2002, de 16 diciembre (RJ 2003/2424); 749/2004, de 7 junio (RJ 2005/4096);
201/2006, de 1 marzo (RJ 2006\2068); 830/2010, de 30 septiembre (RJ 2010\7654): 454/2015, de
10 julio (RJ 2015/6558).
31 STS 1059/1995, de 20 octubre (RJ 1995/8007); 328/1996, de 15 abril (RJ 1996/3700);
1391/1997, de 14 noviembre (RJ 1997/7861); 136/2001, de 31 enero (RJ 2001/492); 1348/2004,
de 25 noviembre (RJ 2004/7657); 467/2015, de 20 de julio (RJ 2015/4491).
1030 Julio Díaz-Maroto y Villarejo

tad de tenerla a su disposición), sin que ese ánimo incorpore una voluntad
de tenerla como propia, pues lo relevante es la disponibilidad del arma 32.
El poseedor del arma ha de obrar con la voluntad de tener el arma para
sí, de retenerla a su disposición personal. Así entendido, puede decirse que
en estos tipos de tenencia se contiene un elemento subjetivo. Dicha especial
finalidad de la conducta, tener el arma para sí, produce, a nuestro juicio, la
consecuencia de que no sea incriminable a título de imprudencia, al tratar-
se de un elemento subjetivo del tipo de injusto, aunque, en todo caso, el CP
no contempla la punición de la tenencia de armas a título de imprudencia,
sino solamente la forma de comisión dolosa.
En resumen, la doctrina científica y jurisprudencia, consideran el delito de
tenencia de armas como un delito permanente, en cuanto la situación antijurídi-
ca se inicia desde que el sujeto tiene el arma en su poder y se mantiene hasta
que se desprende de ella; como un delito formal, en cuanto no requiere para su
consumación resultado material alguno ni producción de daño, siquiera algún
sector doctrinal prefiere hablar al respecto de un delito de peligro comunitario y
abstracto, en cuanto el mismo crea un riesgo para un número indeterminado
de personas, que exige como elemento objetivo una acción de tenencia (y por
ello es calificado también como tipo de tenencia) que consiste en el acto posi-
tivo de tener o portar el arma, de suerte que la omisión del acto de obtener la
guía o licencia oportunas, es elemento normativo afectante más bien a la anti-
juridicidad, exigiendo tal acción del tipo la disponibilidad del arma, es decir, la
posibilidad de usarla según el destino apropiado de la misma. Como elemento
subjetivo atinente a la culpabilidad se exige el animus possidendi, esto es, el cono-
cimiento de que se tiene el arma careciendo de la oportuna autorización, con la
voluntad de tenerla a su disposición, pese a la prohibición de la norma 33.

IV. Tenencia de armas prohibidas y de armas modificadas


sustancialmente

Según el art. 563 CP, la tenencia de armas prohibidas y la de aquellas que


sean resultado de la modificación sustancial de las características de fabrica-
ción de armas reglamentadas, se castiga con la pena de prisión de 1 a 3 años.

32 SSTS 1071/2006, de 8 de noviembre (RJ 2007, 355); 685/2012, de 20 de septiembre (RJ


2012/ 9074); 968/2016, de 21 diciembre (RJ 2016\5920).
33 SSTS 329/1996, de 15 de abril (RJ 1996/ 3705); 136/2001 de 31 de enero (RJ 2001/
492); 754/2001, de 7 de mayo (RJ 2001/ 9947); 483/2004, de 12 de abril (RJ 2004/ 3652);
201/2006, de 1 marzo (RJ 2006\2068); 555/2007, de 27 de junio (RJ 2008\536); 960/2007, de 29
de noviembre (RJ 2008,781); 84/2010, de 18 de febrero (RJ 2010/3500); 268/2012, de 12 de mar-
zo (RJ 2012/4643); 692/2014, de 29 de octubre (RJ 2014/5026); 79/2015, de 13 de febrero. (RJ
2015\1386); 454/2015, de 10 de julio (RJ 2015\6558); 467/2015, de 20 de julio (RJ 2015/4491) y
492/2017, de 29 de junio (JUR 2017/176601).
Aspectos penales de la tenencia y uso de armas prohibidas y modificadas 1031

1. Armas prohibidas

La jurisprudencia viene a significar que las únicas armas que deben


considerarse prohibidas, por la simple remisión normativa directa, son las
del art.4 del Reglamento de Armas, ya que, con respecto a las contenidas
en el siguiente artículo, su carácter prohibitivo debe concretarse de acuer-
do con lo que dispongan las respectivas normas reglamentarias, como
preceptúa en su apartado primero 34. En concordancia con la doctrina del
Tribunal Constitucional (SSTC 127/1990, de 5 de julio; 118/1992, de 16
de septiembre; 62/1994, de 28 de febrero; 24/2004, de 24 de febrero), el
Tribunal Supremo ha mantenido que el art.563 se configura como una
norma penal en blanco 35 al contener el concepto normativo de “arma prohi-
bida” que ha de ser integrado con remisión a la legislación de armas (RD
137/1993), y que, desde una perspectiva constitucional cabe, en principio,
el reenvío de una norma penal a otra reglamentaria para la integración
de las exigencias típicas, siempre que, entre otros, se cumpla el requisito
ineludible de que se satisfaga la exigencia de la certeza, es decir, que se dé
suficiente concreción para que la conducta calificada de delictiva quede
suficientemente precisada con el complemento indispensable de la norma
a la que la Ley penal se remite, resultando de esta forma salvaguardada la
función de garantía del tipo, con la posibilidad de conocer cuál sea la ac-
tuación penalmente castigada.
Precisamente por no darse esta última exigencia, la jurisprudencia de
dicha Sala ha excluido de la tipicidad las prohibiciones meramente relativas con-
dicionadas a lo que puedan disponer las respectivas normas reglamentarias
en los términos de los arts.5.1 y 4.1.h) del Reglamento de Armas, en cuanto
incluye una cláusula analógica, al referirse a cualesquiera otros instrumen-
tos especialmente peligrosos para la integridad física de las personas 36.
Esa consideración del art.563 como tipo penal abierto o, incluso, como
parte de la doctrina y la jurisprudencia lo denomina, de norma penal en
blanco ha planteado problemas de constitucionalidad sobre dicho precepto.

34 SSTS 1995/2000, de 20 diciembre (RJ 2001/739); 74/2001, de 22 enero (RJ 2001/458):


163/2001, de 9 febrero (RJ 2001/2495); 369/2003, de 15 marzo (RJ 2003/2787); 372/2011, de
10 mayo (RJ 2011/4275); 231/2014, de 10 marzo (RJ 2014\1703); 245/2016, de 30 marzo (RJ
2016\2199),entre otras muchas.
35 SSTS 891/1999 de 1 de junio (RJ 1999/5442); 1995/2000, de 20 de diciembre (RJ
2001\739); 1466/2001, de 23 de julio (RJ 2001/9009); 312/2003, de 5 de marzo (RJ 2003, 2736);
1160/2004, de 13 de octubre (RJ 2005/780); 1271/2006, de 19 de diciembre (RJ 2007/65);
715/2008, de 5 de noviembre (RJ 2008/5820); 29/2009, de 19 de enero (RJ 2009/536); 811/2010,
de 6 de octubre (RJ 2010/7674), 736/2017, de 20 abril (JUR 2017/134072), entre otras muchas),
36 SSTS 1390/2004, de 22 noviembre (RJ 2004\8019); 811/2010, de 6 octubre (RJ
2010/7674); 372/2011, de 10 mayo (RJ 2011/4275).
1032 Julio Díaz-Maroto y Villarejo

El Tribunal Constitucional, en la STC 24/2004, de 24 de febrero, cues-


tión de inconstitucionalidad núm. 3371/97, ponente Elisa Pérez Vera, ha
resuelto la cuestión declarando que el primer inciso del art.563 CP sólo es
constitucional interpretado en el sentido de que las armas cuya tenencia
se prohíbe penalmente son, exclusivamente, aquellas que cumplan los si-
guientes requisitos: en primer lugar, que sean materialmente armas (pues
no todos los objetos prohibidos con ese nombre en la norma administrativa
lo son); en segundo lugar, que su tenencia se prohiba por una norma extra-
penal con rango de ley o por el reglamento al que la Ley se remite, debien-
do excluirse del ámbito de prohibición del art.563 CP todas aquellas armas
que se introduzcan en el catálogo del RD 137/1993 (arts.4 y 5) mediante
una Orden ministerial (conforme a lo previsto en el RD 137/1993, disp.final
4ª), por impedirlo la reserva formal de ley que rige en materia penal; en
tercer lugar, que posean una especial potencialidad lesiva; y por último, que
la tenencia se produzca en condiciones o circunstancias que la conviertan,
en el caso concreto, en especialmente peligrosa para la seguridad ciudadana,
quedando excluida la intervención del Derecho penal cuando no concurra
realmente ese concreto peligro sin perjuicio de que se acuda, en ese caso, al
Derecho administrativo sancionador (STC 111/1999, de 14 de junio).
A través de esta interpretación restrictiva, el tipo resultaría compatible
con las exigencias constitucionales derivadas del principio de legalidad, tan-
to desde la perspectiva de las garantías formales y materiales inherentes al
principio de reserva de ley, como desde la perspectiva de la proporcionali-
dad de la reacción penal 37.
La fundamentación es más que criticable pues, como se pone de mani-
fiesto en los votos particulares (Magistrados G. Jiménez Sánchez, P. García
Manzano, V. Conde Martín de Hijas y M. E. Casas Baamonde), puede de-
cirse que en la sentencia se incluyen en el contenido del art.563 CP unas
precisiones para la configuración del tipo que resultan extrañas al tenor
literal del precepto, como que el arma posea una especial potencialidad
lesiva o que la tenencia se produzca en condiciones o circunstancias que la
conviertan, en el caso concreto, en especialmente peligrosa para la seguri-
dad ciudadana.
Esta complementación del contenido de la norma supone la adición al
precepto de contenidos extraños al mandato legislativo. La sentencia, en
fin, reconstruye el tipo penal a través de la incorporación de elementos de
precisión que excede claramente el tenor literal del precepto, lo que im-
plica que el Tribunal Constitucional se arroga tareas propias del legislador

37 Una aplicación de dicha resolución la encontramos en la STC 51/2005, de 14 de marzo,


por la que se denegó el amparo solicitado.
Aspectos penales de la tenencia y uso de armas prohibidas y modificadas 1033

positivo, ajenas a su específica esfera de competencias, con la consiguiente


quiebra del principio de reserva de ley 38.
Como hemos señalado, en primer lugar, se contempla la prohibición
de tener (y hay que entender también, de portar) armas prohibidas. Para
concretar el objeto material, es decir, para saber qué armas están prohibi-
das, hay que acudir, como también hemos adelantado, a normativa extrape-
nal, concretamente a las previsiones contenidas en el Reglamento de Armas
(RD 137/1993), en el que se contemplan, por un lado, las armas prohibidas
(arts.4 y 5) y, por otro, las armas de guerra (art.6), que también quedan pro-
hibidas para los particulares.
La Fiscalía General del Estado, en la Consulta 14/1997, de 16 de di-
ciembre, sobre «Algunas cuestiones relativas al alcance típico del delito de
tenencia de armas», propugna una interpretación restrictiva del vocablo
«prohibidas» que emplea el art.563 CP. Así, indica que la tenencia de ar-
mas prohibidas sólo es integrable, tratándose de armas que no son de fuego,
por aquellas conductas en que la tenencia tiene una traducción dinámica
consistente en comerciar, portarlas en establecimientos públicos y lugares
de reunión, concentración, recreo o esparcimiento o utilizarlas sin adoptar
las medidas necesarias para no causar peligro o daños a personas o cosas.
Nunca la simple y nuda posesión de los objetos descritos en el art.4.1.f y h)
del RD 137/1993, pueden colmar las exigencias del tipo de injusto que aco-
ge el art.563 CP.
El Tribunal Supremo ha señalado las características que han de reunir
las armas para poder ser consideradas a los efectos de la tipicidad penal del
art. 563 CP declarando:
a) Que ha de tratarse realmente de armas, es decir, utensilios que sir-
ven para atacar, herir, matar o defenderse.
b) Que su tenencia debe estar prohibida por una Ley o por un regla-
mento al que la Ley se remita.
c) Que deben poseer una especial potencialidad lesiva.

38 Vid. DÍAZ-MAROTO Y VILLAREJO, Julio. “Tenencia, tráfico y depósito de armas, mu-


niciones o explosivos”, en Memento Práctico Penal 2017, cit., p. 1883; GARCÍA ALBERO, Ramón.
Comentarios a la Parte especial del Derecho penal, cit., p. 2126; MORILLAS CUEVA, Lorenzo, Sistema
de Derecho Penal, parte especial, cit., p. 1383; CRUZ BLANCA, María José. Régimen penal y tratamiento
jurisprudencial de la tenencia ilícita de armas, Madrid 2005, pp. 116-132; AGUADO CORREA, Tere-
sa. “De la tenencia, tráfico y depósito de armas, municiones o explosivos”, en Comentarios prácti-
cos al Código penal (GÓMEZ TOMILLO, Manuel/JAVATO MARTÍN, Antonio Mª, Dirs.), tomo VI,
Pamplona 2015, pp.513-515; LLOBET ANGLÍ, Mariona. En Lecciones de Derecho Penal, parte especial
(Jesús-Mª SILVA SÁNCHEZ, Dir.), cit., p. 427-428.
1034 Julio Díaz-Maroto y Villarejo

d) Que su tenencia, dadas las circunstancias del caso, debe conver-


tirla en especialmente peligrosa para la seguridad ciudadana.
Consiguientemente, desde la perspectiva constitucional, sólo cum-
pliendo las anteriores exigencias la norma penal puede cumplir
las exigencias derivadas del principio de legalidad, lo cual implica
de modo patente la necesidad de una interpretación restrictiva del
tipo penal 39.
Un repaso a la abundante casuística contemplada por la jurispruden-
cia nos indica, a título de ejemplos, que no se han considerado armas pro-
hibidas el rifle provisto de silenciador 40, el sable (STS 74/2001, de 22 de enero
(RJ 2001/458); el spray de defensa personal 41; los cuchillos y las navajas de 14
cm de hoja (SSTS 1160/2004, de 13 de octubre, RJ 2005/780), o de 16 cm
(STS 1341/2004, de 18 de noviembre, RJ 2004/7898) 42, aunque también
se ha señalado que la navaja tipo mariposa, de 10,5 cm de hoja de doble filo
y punta, es un puñal comprendido como arma prohibida en el art. 4.1.f)
del Reglamento de Armas 43. Se ha excluido también del carácter de arma
prohibida la pistola de aire comprimido apta para disparar bolas de plástico
de 6 mm de diámetro, por no aceptar una interpretación extensiva contra
reo de las previsiones del art.4.1.h) del RD 137/1993) y por su escaso ca-
rácter lesivo 44.
En cambio, se han considerado armas prohibidas a unos cohetes en mano-
jo, a uno de los cuales se le ha adosado una carga de metralla, consistente en
unos plomos de pescar, que pueden ser disparados a distancia, poseen capa-
cidad de trazar una trayectoria en forma de proyectil –bien que con escasa

39 SSTS 715/2008, de 5 noviembre. (RJ 2008/5820); 29/2009, de 19 enero (RJ 2009\1536).


40 SSTS 1995/2000, de 20 de diciembre (RJ 2001\739); 210/2003, de 17 de febrero (RJ
2003/3628); 372/2011, de 10 de mayo (RJ 2011/ 4275); 231/2014, de 10 marzo (RJ 2014/1703).
41 SSTS 163/2001, de 9 de febrero (RJ 2001/2495); 29/2009, de 19 enero (RJ 2009/1536);
648/2014, de 26 septiembre (RJ 2014\5325).
42 “pues, la inclusión de este tipo de navajas en el concepto de armas prohibidas cuya
tenencia puede ser considerada delictiva, no solamente vulneraría el principio de legalidad, al
hacerse una interpretación extensiva del tipo penal, sino también el de proporcionalidad, pues la
tenencia de una navaja de 12 o de 16 cms. de hoja resultaría sancionada más gravemente (art. 563
CP) que la de un arma de fuego (por ejemplo, una pistola sin licencia, art. 564.1), lo cual conduci-
ría al absurdo, pues mientras el artículo 563 CP considera delito la tenencia de armas prohibidas,
tanto dentro como fuera del domicilio, el art. 5.3 del Reglamento autoriza la compraventa y la
tenencia en el domicilio, con fines de ornato y colección, de este tipo de navajas. Por tanto, una
interpretación racional del sistema sancionador en materia de tenencia de armas nos lleva a la con-
clusión de que el art. 563 del Código Penal de 1995 sanciona la tenencia de las armas radicalmente
prohibidas (SSTS 1587/1998, de 21 de diciembre (RJ 1998\9801); 1124/2011, de 27 de octubre, RJ
2012/1276).
43 STS 1466/2001, de 23 de julio (RJ 2001\9009), e, igualmente la “navaja automática” (STS
312/2003, de 5 de marzo (RJ 2003\2736).
44 SSTS 369/2003, de 15 de marzo (RJ 2003/2787) y 670/2005, de 27 de mayo (RJ
2005/5624), respectivamente.
Aspectos penales de la tenencia y uso de armas prohibidas y modificadas 1035

precisión–, con capacidad lesiva frente a las personas por el impacto de una
especie de perdigones de fabricación artesanal, como son los plomos de pes-
car, que llegan a alcanzar unos trescientos metros de distancia, conforme de-
terminó el informe pericial (STS 878/2001, de 18 de mayo (RJ 2001\3630);
al xiriquete o estrella ninja (artefacto metálico con cinco hojas de navaja des-
plegables a modo de estrella), incluido en el art.4.1.h) del Reglamento de
Armas (STS 879/2016, de 22 de noviembre (RJ 2016/5665), y al bolígrafo-
pistola con un cartucho en la recámara (SSTS 329/1996, de 15 abril (RJ
1996/3705); 343/2009, de 30 de marzo (RJ 2009/2828); 362/2012, de 18
mayo (RJ 2012/9043); o pistolas simuladas como bolígrafos (603/2011,
de 16 junio (RJ 2011\4910), 1350/2004, de 18 de noviembre (RJ 2004/
7651). También los machetes de grandes dimensiones 45, o el puño americano
(SSTS 524/2006, de 28 de abril. RJ 2006/4097; 393/2015, de 12 de junio. RJ
2015/3863).
Con relación a la defensa eléctrica, arma de defensa que produce descar-
gas eléctricas de alto voltaje y baja intensidad, cuya utilización produce el
efecto de descontrolar los movimientos musculares, dependiendo sus efec-
tos de la intensidad de la corriente y de la duración de la misma, se ha sos-
tenido que la línea jurisprudencial sentada no excluye de forma expresa la
relación de armas contenida en el art.5 del Reglamento de Armas, pues la
condición de prohibido del instrumento viene impuesto desde perspectivas
hermenéuticas formales y materiales. Desde el punto de vista material, el
instrumento intervenido lleva implícita una acusada peligrosidad en su uso
ofensivo o defensivo, dada la virtualidad para ocasionar un quebranto grave
en la integridad corporal de terceros 46.

2. Armas modificadas sustancialmente

En segundo lugar, en el art. 563 CP se establece también la prohibición


de tener armas que sean resultado de la modificación sustancial de las característi-
cas de fabricación de armas reglamentadas. El tipo plantea, como se dirá, proble-
mas de delimitación con el contenido en el art. 564.2.3ª CP.
Las armas reglamentadas son las contempladas en el art.3 del Reglamento
de Armas, que se clasifican en seis categorías distintas. Téngase en cuenta

45 SSTS 1057/2013, de 12 de diciembre (RJ 2013/8468), 616/2015, de 23 octubre (RJ


2016/103). No así un machete de 23 cm de hoja (STS 26/2001, de 22 de enero (RJ 2001/183).
46 SSTS 1511/2003, de 17 de noviembre (RJ 2003/9460); 1390/2004, de 22 de noviem-
bre (RJ 2004/8019); 1271/2006, de 19 de diciembre (RJ 2007/65); 372/2011, de 10 de mayo (RJ
2011/4275); 245/2016, de 30 de marzo (RJ 2016/2199); 492/2016, de 8 de junio (RJ 2016/6699).
Por lo que, “no acreditada la situación objetiva de riesgo y de lesión del bien jurídico, la tenencia
de la referida defensa eléctrica no debe caer dentro del injusto típico previsto en el art. 563 CP”
(SSTS 191/2007, de 5 de marzo (RJ 2007/1783); 811/2010, de 6 de octubre (RJ 2010/7674).
1036 Julio Díaz-Maroto y Villarejo

que estas armas, cuando sean de fuego, aparecen ya catalogadas como pro-
hibidas en el RD 137/1993 (art.4.1.a), que establece la prohibición de las
armas de fuego que sean resultado de modificar sustancialmente las caracte-
rísticas de fabricación u origen de otras armas, sin la reglamentaria autoriza-
ción de modelo o prototipo.
Se ha entendido la modificación sustancial como la que actúa sobre ele-
mentos fundamentales, de tales características que varían totalmente la na-
turaleza y composición del arma originaria convirtiéndola en un instrumento
distinto del que inicialmente estaba configurado 47 La aplicación del tipo
penal requiere acreditar que el autor conocía que su posesión recaía sobre
un arma resultado de la modificación sustancial de las características de fa-
bricación de un arma reglamentada (TS 1374/2011, de 22 de diciembre (RJ
2012\1926).

Las armas de fogueo

En cuanto a las armas detonadoras o de fogueo, el vigente Reglamento


de Armas (RD 137/93, de 29 de enero) las clasifica en su art. 3 como un
arma detonadora reglamentada de la 7ª categoría, apartado 6, afectándole
los artículos 107 54.5, 107 y 146, pero que, cuando han sido modificadas,
pasan a ser consideradas como un arma prohibida dentro del artículo 4.1.a),
adquiriendo las características propias de la 1ª categoría (arma de fuego cor-
ta) y afectándole por tanto los artículos 3, 88 y 96, de dicho Reglamento.
Sobre ellas, lo primero que hay que señalar es que se consideran, a
los efectos de los delitos de robo con intimidación, como armas contunden-
tes, “como un medio peligroso” (STS 1327/2003, de 13 de octubre (RJ
2003/7468), SAP Zaragoza, 6ª, 4/2014, de 15 julio (ARP 2014/961) 48.
A los efectos que aquí y ahora interesan, la jurisprudencia entiende que
las armas inicialmente de fogueo, en las que se realizan manipulaciones que

47 SSTS 1849/2000, de 2 diciembre (RJ 2000\9956); 1995/2000, de 20 de diciembre (RJ


2001\739); 2473/2001, de 21 diciembre (RJ 2002\1554).
48 La STS de 15 de mayo de 2012 se refiere al uso de arma (pistola de balines), que “no im-
plica su empleo directo sino su exhibición o utilización conminatoria por el riesgo que comporta
[STS 882/2009, de 21 de diciembre (RJ 2010, 2956) y 120/2010, de 27 de enero (RJ 2010, 1271)].
Considerándose, medio peligroso la pistola de gas, la de aire comprimido, la de fogueo, también el
arma que es similar a una verdadera de fuego real por el efecto intimidatorio que puede causar en
cualquier persona, y la pistola detonadora (STS 1294/98, de 22-10; 120/2010, de 27-1, todo ello en
un contexto de “Violencia e intimidación dirigida al apoderamiento que constituye el anuncio o
comunicación de un mal inmediato, grave, personal, concreto y posible, que despierta o inspira en
las víctimas un sentimiento de miedo, angustia o desasosiego ante la contingencia de un daño real
o imaginario, una inquietud anímica apremiante por aprensión racional o recelo más o menos
justificado.” (SSAP Lleida, 1ª, 261/2014, de 27 junio (JUR 2014\236239); Toledo, 2ª, 56/2013, de
20 junio (JUR 2013\251124).
Aspectos penales de la tenencia y uso de armas prohibidas y modificadas 1037

las hacen aptas para el disparo de proyectiles o cartuchos con bala, esto es,
funcionando como un arma real, deben ser consideradas como armas pro-
hibidas y su tenencia debe castigarse conforme al art. 563 del CP 49.
Como se dijo al principio, la Directiva (UE) 2017/853, de 17 de mayo
de 2017, del Parlamento Europeo y del Consejo, llama la atención sobre el
elevado riesgo que supone la trasformación de estas armas en verdaderas
armas de fuego, incluyendo en su art. 1.1.4) y 5) definiciones de las “armas
de alarma y de señalización” y de las “armas de salvas y armas acústicas”, di-
señadas para disparar cartuchos de fogueo. Además, en el nuevo art. 10 bis.2
se indica que “Los Estados miembros clasificarán como armas de fuego todo
dispositivo con un receptáculo para cartuchos que esté diseñado únicamen-
te para disparar cartuchos de fogueo, productos irritantes, otras sustancias
activas o cartuchos pirotécnicos de señalización y que pueda transformarse
para lanzar un perdigón, una bala o un proyectil por la acción de un com-
bustible propulsor”.

IV. Tenencia de armas reglamentadas careciendo de


permiso

Si, como hemos visto, en el art.563 se castiga la tenencia de toda clase


de armas prohibidas, sean blancas o de fuego, en el art.564 se contempla es-
pecíficamente la de las armas de fuego, por lo que no contempla en ningún
caso a las armas blancas.
Por un lado, se contiene un tipo básico (art.564.1), distinguiendo a
efectos de penalidad entre las armas cortas, es decir, aquellas cuyo cañón
no exceda de 30 cm o cuya longitud total no exceda de 60 cm (art.2.a del
Reglamento de Armas), y armas largas, que se definen, por exclusión, como
las que no sean cortas (art.2.b del Reglamento). Por otro lado, se estable-
cen unos tipos agravados (art.564.2), en los que las penas se incrementan,
cuando las armas carezcan de marcas de fábrica o de número, o los tengan
alterados o borrados, cuando hayan sido introducidas ilegalmente en terri-
torio español o cuando hayan sido transformadas, modificando sus característi-
cas originales.
La redacción actual del art. 564.2 procede del CP/1973 (art.255) que, a
su vez, procedía de la Ley 22 de noviembre de 1934 (art.2), si bien, la tercera

49 Así, SSTS 2473/2002, de 21 de diciembre (RJ 2002/1554); 624/2010, de 25 de junio


(RJ 2010/7170); 1374/2011, de 22 de diciembre (RJ 2012/1926); 79/2015, de 13 de febre-
ro (RJ 2015\1386); 738/2016, de 5 de octubre (RJ 2016/4578), 185/2017, de 23 de marzo (RJ
2017/1792); SSAP Alicante, 2ª, 415/2012, de 17 de septiembre (ARP 2012/1474), Madrid, 2ª,
241/2013, de 30 de mayo (JUR 2014/44131).
1038 Julio Díaz-Maroto y Villarejo

circunstancia agravante, a la que nos referimos expresamente, ha sido intro-


ducida por el Código penal vigente 50, tipo agravado sobre el que realizaré
las digresiones que siguen.
Esta última agravación contenida en el art.564.2.3ª CP, consistente en que
las armas hayan sido transformadas, modificando sus características origina-
les, constituye un precepto perturbador, ya que, si bien está referida única-
mente a las armas de fuego reglamentadas, plantea, de entrada y como ya se
ha dicho, un problema de delimitación con el inciso final del art. 563 CP en
el que se contempla la tenencia de armas prohibidas (tanto las blancas como
las de fuego) que sean resultado de la modificación sustancial de las características
de fabricación de armas reglamentadas. Además, estas armas aparecen ya catalo-
gadas como prohibidas en el art. 4.1.a) del Reglamento de Armas, que tiene el
siguiente tenor: “Las armas de fuego que sean resultado de modificar sustancialmente
las características de fabricación u origen de otras armas, sin la reglamentaria autoriza-
ción de modelo o prototipo”, por lo que su tenencia también constituiría, por ese
hecho, el tipo del delito de tenencia de armas prohibidas.
Ante el aparente concurso de normas, se ha propugnado la aplicación
de la regla de alternatividad del art.8.4ª CP 51. De esta manera, debe conside-
rarse agravante del art 564 del CP si se trata de armas de fuego cortas, y delito
de tenencia de armas prohibidas del art. 563 del CP, cuando se trate de ar-
mas de fuego largas 52.
A mi juicio, quizás lo prudente sería que el legislador suprimiese el su-
puesto, puesto que si, por ejemplo, con ello se pretendía contemplar espe-
cíficamente los muy frecuentes casos en que se discutía durante la vigencia
del Código penal anterior la subsunción de las escopetas (de caza) con los
cañones recortados, hay que recordar que en el Reglamento de armas ya se
contemplan específicamente como armas prohibidas las armas de fuego lar-
gas de cañones recortados (art.5.1.g) del Reglamento de Armas) que, en
consecuencia, quedan incluidas bajo el radio de punición del art.563 CP 53.

50 Sobre los antecedentes legislativos, Vid. DÍAZ-MAROTO Y VILLAREJO, Julio. El delito de


tenencia ilícita de armas de fuego, cit. pp. 42-43.
51 Vid., BAUCELLS LLADÓS, Joan. en Comentarios al Código penal, parte especial, tomo II
(Córdoba Roda y García Arán, dirs.), Madrid 2004, p. 2570; GARCÍA ALBERO, Ramón. Comenta-
rios a la Parte especial del Derecho penal, cit., p. 2137; CANCIO MELIÁ, Manuel, Comentarios al Código
penal, (R. Mourullo, dir. y Jorge Barreiro, coord.), Madrid 1997, p.1378; CRUZ BLANCA, María
José. Régimen penal y tratamiento jurisprudencial de la tenencia ilícita de armas, cit. p. 168; AGUADO CO-
RREA, Teresa. “De la tenencia, tráfico y depósito de armas, municiones o explosivos”, en Comenta-
rios prácticos al Código penal, cit., p.527; MORILLAS CUEVA, Lorenzo, Sistema de Derecho Penal, parte
especial, cit., p. 1382; MUÑOZ CONDE, Francisco. Derecho Penal, parte especial, cit., p. 767; VERA
SÁNCHEZ, Juan Sebastián. En Manual de derecho Penal, parte especial (Mirentxu CORCOY BIDASO-
LA (Dir.), cit., p. 763.
52 Así, también la SAP Barcelona, 8ª, 12.5.2000 (JUR 2000/222460).
53 Así, SAP Málaga 4/2013, de 15 de mayo (ARP 2013/674).
Aspectos penales de la tenencia y uso de armas prohibidas y modificadas 1039

En estos supuestos, en los que generalmente se manipulan y modifican


los cañones y la culata, la jurisprudencia, sin embargo, no ha tenido siempre
un criterio claro y, si bien en algunos casos no duda en aplicar la agravación
(así, la STS181/2001, de 8 de febrero (RJ 2001/469) lo fundamenta en que
la manipulación de los cañones y la culata, “permite una mayor facilidad en
su porte y una mayor potencialidad del peligro al ampliarse el radio de ac-
ción del cartucho percutido”), en otros, sin embargo, se establece con con-
tundencia que «recortar los cañones a una escopeta, incrementando con
ello su peligrosidad y su facilidad de ocultación, constituye una modifica-
ción sustancial de las características de fabricación de un arma reglamenta-
da, por lo que la tenencia de un arma de tales características es incardinable
en este precepto penal (el art. 563 CP), como ya ha señalado esta Sala en
otras ocasiones (sentencias 1564/1999, de 29 de octubre [RJ 1999/8143] o
630/1999 de 26 de abril [RJ 1999/ 3214], entre otras)» (STS de 21 de julio
de 2000 (RJ 2000/6918), y concluye esta Sentencia indicando que la tenen-
cia de un arma de fuego reglamentada, cual es una escopeta de caza, modifi-
cada sustancialmente mediante el arte de los cañones, es incardinable en el
art. 563 del Código Penal 54.
No obstante, particularmente expresiva y, a mi juicio, más que discuti-
ble, es la STS 1849/2000, de 2 de diciembre (RJ 2000/9956), que estimó el
motivo casacional que solicitaba la aplicación de la agravación y no la del
art. 563, entendiendo que las modificaciones realizadas en la escopeta de
caza no eran sustanciales. Señala que “Es evidente que no merece el mismo
reproche penal la modificación sustancial de las características de fabrica-
ción, que la modificación de las características originales… Modificación sus-
tancial es la que actúa sobre elementos fundamentales y esenciales de tal
naturaleza que varían totalmente las características y composición del arma
originaria convirtiéndola en un instrumento distinto del que inicialmente
estaba configurado. Así sucede en los casos en que se toma una pistola o
arma de fogueo y se manipula colocándole, instalándole o adaptándole un
mecanismo, que la habilite para disparar munición y fuego real. En este caso
se puede comprobar que el arma varía radicalmente de capacidad y de for-
ma de utilización, convirtiéndola en una verdadera arma letal…:en el caso
de que se recorten sus cañones y culata, tanto la capacidad de disparar como
el mecanismo de percusión, permanecen inalterados por lo que la modifi-

54 También se aplica el art. 563, por ejemplo, en las SSTS 1986/2000, de 22 de diciem-
bre (RJ 2001/501) y 1383/2004, de 19 de noviembre (JUR 2005/444), o las SSAP Pontevedra
5ª, 12/2000, de 2 de febrero (ARP 2000/752); Madrid, 23ª, 277/2000, de 24 de mayo (JUR
2000/213945); Madrid, 16ª, 24/2002, de 7 de marzo (JUR 2002/138138); Sevilla, 3ª, 311/2005,
de 22 de junio (ARP 2005/669);Almería, 2ª, 235/2005, de 19 de octubre (JUR 2006/36216; Santa
Cruz de Tenerife 353/2013, de 9 de septiembre (ARP 2013\1519); Tarragona 48/2014, de 25 de
marzo (ARP 2014/824); Murcia, 5ª, 334/2014, de 7 de octubre (JUR 2014\255293.
1040 Julio Díaz-Maroto y Villarejo

cación sólo afecta a alguna de sus características originales sin que podamos
sostener que la modificación ha sido sustancial”.
En la actualidad, ya es reiterada la jurisprudencia en la que se afirma
que la tenencia, careciendo de los permisos reglamentarios, de escopetas
con los cañones recortados constituye una alteración sustancial del arma regla-
mentada, por lo que la subsunción es la prevista en el art. 563 CP 55.
Se argumenta al respecto que la tenencia, careciendo de los permisos
reglamentarios, de escopetas con los cañones recortados constituye una al-
teración sustancial del arma reglamentada, por lo que la subsunción es la
prevista en el art. 563 del Código penal 56. Pues, “Una escopeta de tales ca-
racterísticas, al recortarse sus cañones y su culata, queda inhabilitada para
su originario destino, que es la caza o el tiro deportivo (plato, pichón, etc.),
convirtiéndose en una peligrosísima arma ofensiva, que une a la facilidad de su
ocultación, su posibilidad de utilización sólo a corta distancia, y la produc-
ción con sus disparos, tanto de proyectil único (bala) como múltiple (perdi-
gones), de unos efectos devastadores sobre el organismo humano” 57.
Por último, debe señalarse que en los casos en que el arma, si bien en su
origen tenía el carácter de arma de fuego corta, cuando la modificación que
sufre le retorna a ese estado, ello se produce a partir de una situación en la
que carecía ya de la referida naturaleza ya que estaba inutilizada, el Tribunal
Supremo ha mantenido una solución vacilante.
Así, ha sostenido que “quien dispone de una pistola semiautomática que
había sido inutilizada mediante el fresado longitudinal del cañón y a la que
posteriormente se aplicó soldadura eléctrica con el fin de rellenar el agujero
abierto para dejarla en correcto estado de funcionamiento, devolviéndola a
su estado original, comete el delito básico previsto en el art. 564.1.1 CP, ha-
bida cuenta de la falta de licencia o permiso necesario para su posesión” 58,

55 SSTS 1383/2004, de 19 de noviembre (RJ 2005\444); 1334/2005, de 7 de noviembre


(RJ 2005/9909); 1125/2006, de 17 de noviembre (RJ 2006/7948); 94/2009, de 4 de febrero (RJ
2009\827); 813/2010, de 1 octubre (RJ 2010\7658. SSAP A Coruña, 2ª, 205/2014, de 14 de abril
(JUR 2014/216036); Barcelona, 10ª, 108/2016, de 15 de febrero (JUR 2016/101837).
56 En este sentido, por ejemplo, SSTS 1383/2004, de 19 de noviembre (RJ 2005/444);
1125/2006, de 17 de noviembre (RJ 2006/7948).
57 Así, SSTS 1383/2004, de 19 de noviembre (RJ 2005\444); 94/2009, de 4 de febrero (RJ
2009\827); 813/2010, de 1 octubre (RJ 2010\7658). “La tenencia de una escopeta con la culata y
cañones recortados en perfecto estado de funcionamiento, es un arma con suma capacidad de
matar y su posesión en modo alguno está justificada, entrañando un serio peligro para la vida e
integridad de las personas, creando indudablemente, una situación objetiva de riesgo” (SAP A
Coruña, 2ª, 205/2014, de 14-4 (JUR 2014\216036).
58 “pues sólo a partir de un entendimiento excesivamente flexible de las exigencias del
principio de legalidad, podría avalar esta Sala la interpretación de que modificar las características
originales –ésta es la acción típica agravada del art. 564.2.3 del CP– es lo mismo que restablecer las
características originales de un arma” [(STS 901/2010, de 15 de octubre (RJ 2010\7856)].
Aspectos penales de la tenencia y uso de armas prohibidas y modificadas 1041

y, también, de forma divergente y más recientemente, que “no cabe hablar


de un arma previamente existente, de fuego o no, sobre la que se realizaron
las alteraciones o modificaciones a las que aluden los tipos penales del art.
564, sino, por el contrario, ante un objeto, originariamente inútil para el dispa-
ro, que se convirtió en arma al modificar sustancialmente sus características
originales y, en consecuencia, se identifica su posesión o tenencia con las
previsiones del artículo 563 CP” 59.
Ante esta situación, quizás la nueva Directiva (UE) 2017/853, de 17 de
mayo de 2017, del Parlamento Europeo y del Consejo, pueda aportar la so-
lución al señalar en su art. 1.1.6) que “se entenderá por “armas inutilizadas”:
toda arma de fuego que haya sido inutilizada permanentemente para su uso
mediante una operación de inutilización que garantice que todos los compo-
nentes esenciales del arma de fuego de que se trate se hayan vuelto permanen-
temente inservibles y no se puedan retirar, sustituir o modificar de cualquier
forma que pueda permitir su reactivación” 60, estableciéndose en el nuevo art.
10 ter.1, que “Los Estados miembros adoptarán las disposiciones necesarias
para que una autoridad competente compruebe la inutilización de las armas
de fuego a fin de garantizar que las modificaciones aportadas a un arma de
fuego conviertan a todos sus componentes esenciales en permanentemente
inservibles e impidan que puedan retirarse, sustituirse o modificarse de mane-
ra que el arma de fuego pueda reutilizarse de algún modo…” 61.

Bibliografía
Además de las obras y Comentarios generales, citadas en el texto, consúltense:
BELESTA SEGURA, Luis. “Aproximación al estudio del delito de tenencia
de armas prohibidas”, en Revista de Derecho y Proceso Penal, 9, 2003, pp. 67-91;
CRUZ BLANCA, María José. Régimen penal y tratamiento jurisprudencial de la

59 STS 831/2016, de 3 de noviembre (RJ 2016\5393).


60 En la actualidad, el art. 108.1.c) del Reglamento de Armas, en su redacción modificada
por el art. único.13 del Real Decreto 976/2011, de 8 de julio, dispone: “Las pistolas deben tener en
el cañón un fresado longitudinal a partir del plano de culata, de una anchura igual o superior al
75% del calibre del arma y de una longitud como mínimo del 30% de la del cañón.
La corredera será taladrada en la parte de la cubeta receptora del cartucho en sentido axial,
con un diámetro superior al diámetro máximo admisible del culote del cartucho y de una longitud
mínima de diez milímetros o, en su caso, se realizará un fresado de 45º en la corredera de manera
que afecte al diámetro completo de la cabeza del cierre.
Se eliminarán el extractor y el extremo saliente del percutor, y se rellenará el orificio con
soldadura. Una de las guías del armazón será eliminada por lo menos en un 50% de su longitud.
El cargador será desprovisto de la teja y del resorte y los labios eliminados”.
61 Ver las especificaciones técnicas para la inutilización las armas de fuego que figuran en
el anexo I del Reglamento de Ejecución (UE) 2015/2403 de la Comisión, de 15 de diciembre de
2015, por el que se establecen orientaciones comunes sobre las normas y técnicas de inutilización
de las armas de fuego para garantizar que las armas de fuego inutilizadas lo sean irreversiblemente
(DO L 333 de 19.12.2015, p. 62).
1042 Julio Díaz-Maroto y Villarejo

tenencia ilícita de armas, Madrid 2005. DIAZ-MAROTO Y VILLAREJO, Julio.


El delito de tenencia ilícita de armas de fuego, Madrid 1987; el mismo, “De nuevo
sobre el delito de tenencia de armas de fuego”, en La Ley Penal, núm. 57,
2009, pp. 5-28; el mismo, “Tenencia, tráfico y depósito de armas, municiones
o explosivos”, en Memento Práctico Penal 2017 (Fernando Molina Fernández,
Coord.), Madrid 2016., pp. 1871-1912; FERNÁNDEZ HERNÁNDEZ,
Antonio, «Tenencia, tráfico y depósito de armas y explosivos», en Comentarios
a la reforma Penal de 2010 (ÁLVAREZ GARCÍA, Francisco Javier/GONZÁLEZ
CUSSAC, José Luis, Dirs.), Valencia 2010, pp. 499-502; GARCÍA ALBERO,
Ramón, «Modificaciones en materia de tenencia, tráfico y depósito de armas
y explosivos», en La reforma penal de 2010, QUINTERO OLIVARES, Gonzalo
(dir.), Pamplona 2010, pp. 353-356; MUÑOZ CUESTA, Javier. “Tenencia ilí-
cita de armas: dificultades para delimitar el contenido de los tipos penales
relativos a armas prohibidas y reglamentadas, en Repertorio de jurisprudencia
Aranzadi, núm. 7, 2006, pp. 21231-21236; PIEDRABUENA LEÓN, Eduardo.
“El delito de tenencia ilícita de armas de fuego en el nuevo Código pe-
nal”, en Actualidad Penal, núm. 22, 1997, pp-479-501; SAINZ CANTERO,
José Antonio. “El delito de tenencia ilícita de armas”, en Revista General de
Legislación y Jurisprudencia, noviembre de 1964 (separata); SALOM ESCRIVA,
Juan Salvador. “El delito de tenencia ilícita de armas de fuego”, en Revista
Jurídica de Cataluña, 1985, I, pp. 155-185.

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