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EL ROL DE LA FAMILIA EN LA INTERVENCIÓN

“Es imposible hacer psicoterapia infantil sin trabajar con


adultos” (Friedberg. R y McClure. M 2009). Y yo añadiría es
imposible “trabajar” en el ámbito infanto-juvenil y adolescente sin
contar con los padres o figuras de referencia. Esto, tan contundente,
real y obvio, se olvida a menudo en la práctica diaria y nos perdemos
sin escucharnos familia y profesional. Frecuentemente, los terapeutas
mantienen un rol de experto y los padres una actitud pasiva de
asumir pautas y orientaciones.

Debemos tener en cuenta que los problemas de los niños se


manifiestan fuera de la sala de terapia. Por ello, para poder ejercer
un impacto importante sobre el entorno del niño, los terapeutas
deben codirigir la terapia con los padres (Friedberg y McClure,
2009). Hemos de hacer participes a los padres, escucharles y
empoderarlos. Empoderar significa legitimar a los miembros de
la familia, supone otorgarles el poder inherente a ellos
mismos, como máximos responsables en la búsqueda de
soluciones a su situación(Canovas. P, Sahuquillo. P.M, Ciscar. E y
Martinez. C, 2014).

A veces, los padres pueden llegar a suponer que los que más saben
de sus hijos y sus problemas, son los terapeutas. Esto puede
provocar o mantener una sensación de pérdida de autoridad, siendo a
menudo la pérdida de autoridad el problema que les trae a consulta.
Los padres nos preguntan, ¿Qué hago con él?, ¿Cómo se lo digo?,
¿Cómo consigo que haga esto o aquello?. A menudo, equivocamos la
forma de intervenir y les dirigimos dándoles pautas: “Lo que hay que
hacer es…, lo que tú tienes que hacer es...”. Pero debemos pensar
que en estas situaciones la madre/padre/tutor se sienten inseguros,
desbordados, no sintiéndose capaz de actuar. La actitud debe ser
diferente, hablando con los padres, con vosotros, y restableciendo
una manera diferente para que nunca duden, dudéis de vuestra
capacidad. “Vamos a pensar juntos qué se puede hacer, qué has
hecho otras veces en las que ha salido bien…” “En que momentos es
más idóneo trabajar determinado aspecto, según vuestra situación, o
circunstancias…”. Es fundamental emponderar a los padres,
haciéndoles sentir que tienen capacidades suficientes y
ayudarles dándoles estrategias.

Siguiendo a García-Sánchez, F.A. (2014), “los niños y niñas


aprenden mejor poco a poco, en base a la repetición y sobre
todo cuando tienen la oportunidad de hacer y de practicar una
y otra vez las habilidades aprendidas en el contexto de sus
rutinas y actividades diarias, en sus entornos habituales y con
las personas que quieren”. Por lo tanto, debemos entrenar a los
padres en terapia, dándoles pautas sobre el terreno y haciéndoles
orientaciones para que juntos ayudemos a mejorar el desarrollo de
ese menor, pero sobre todo demos a los padres la confianza de que lo
pueden hacer y de que ellos son los mejores apoyos para sus
hijos.

El rol de los padres es fundamental y activo en la terapia,


marcando necesidades y demandas pero también respuestas. En la
mayoría de ocasiones, los padres tienen estas respuestas, aunque
todavía no las han encontrado. Si no es así, nuestra función es
hacerles participes en la búsqueda de las alternativas y soluciones no
únicamente ponerles en un papel receptivo de información.

Cuidemos a los papás y los hijos estarán cuidados. Ayudando a los


padres, haciéndoles sentir parte de la terapia, ayudaremos a los
hijos, aumentando las probabilidades de éxito de la terapia.

Pero como bien dice Guy Ausloos en su libro, Las capacidades de la


Familia, un sistema no puede plantearse un problema que no sea
capaz de resolver, entendiendo por sistema a la familia.
Bibliografía:

Ausloos, Guy. (1998) Las capacidades de la familia. Ed Herder.

Canovas. P, Sahuquillo. M. P, Císcar. E y Martinez. Concepción.


(2014) Estrategias de intervención socioeducativa con familias:
análisis de la orientación familiar en los servicios especializados de
atención a la familia e infancia de la comunidad valenciana.
Educación XX1, vol. 17, núm. 2, julio-diciembre, pp. 265-288

Friedberg, R.D y McClure, J. (2009) Práctica Clínica de terapia


cognitiva con niños y adolescentes. Ed Paidos.

Garcia. F, Escorcia. C, Sanchez-López. M, Orcajada. N y Hernández. E


(20014) Atención Temprana Centrada en la Familia. Desenvolupa

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