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ESCRIBE MARÍA NEGRONI: hunden, y alcanzo el duro corazón, y lo hago deletrear la luz en

Batalla. A veces me olvido del Árbol del Bien y del Mal, y es un cuaderno analfabeto. Cosas así. Dicen que miles de muertos,
como si me acordara del Bien que hay en el Mal, de los riquísi- enteros y ariscos, desfilan entonces y rumian historias nunca
mos dones que se disfrazan de lobos, de besos diezmados en oídas. Y yo me disuelvo también, y estoy fecunda, noche arriba,
la selva que piensa. Y, en ese momento, mis toldos verbales se como una joya oscura.

Domingo 14 de junio de 2020

DirecciónNelson Rivera • Producción PDF Rebeca Martínez • Diseño y diagramaciónVíctor Hugo Rodríguez • Correo electrónicoriveranelsonrivera@gmail.com / papelliterario@el-nacional.com • Twitter @papeliterario

ENTREVISTA >> LUIS MIGUEL ISAVA: DOCENTE, INVESTIGADOR Y TRADUCTOR


Sandra Caula / Nathalia Manzo

L
uis Miguel Isava, físico, magís-
ter en Literatura, doctor en Li-
teratura comparada, escritor y
traductor literario, es un pro-
fesor de culto en Venezuela. En Ve-
nezuela y ahora, diáspora mediante,
en buena parte del mundo, porque
varias generaciones de sus alumnos
—ya también profesores, escritores
y traductores— están dispersos por
todas partes.
Una visita a Alemania, unos trámi-
tes no resueltos y el coronavirus lo
han dejado varado en Berlín, ciudad
que visita desde hace varios años (es
nuestro traductor favorito de Walter
Benjamin), y le ha permitido termi-
nar un libro que esperamos pronto
ver publicado: De las prolongaciones
de lo humano: artefactos culturales y
protocolos de la experiencia, pero tam-
bién dictar un seminario corto sobre
género con materiales que ha recopi-
lado durante años.
Tuvimos la suerte de asistir a la úl-
tima edición de ese seminario, dicta-
do por medios telemáticos, durante
cinco semanas entre abril y mayo.
Nos reunimos a oírlo quince mujeres
y cuatro hombres, y nos dedicamos
a analizar los materiales (textos, mú-
sica y películas) que el profesor nos
enviaba con antelación, para conver-
sar sobre ellos. Esos materiales son
muestras de la llamada alta cultura
y de la cultura popular, porque Isava
se mueve en una cantidad increíble
de registros con igual profundidad. Luis Miguel Isava / Florencia Alvarado©
De ese encuentro surgió la idea de

Nuestra herencia cultural impone


entrevistarlo.
Lo que nos propuso Luis Miguel
Isava en su seminario no fue explo-
rar la variedad y complejidad del cor-

sujeciones al significante mujer


pus teórico feminista: “una serie de
discursos, de una amplia variedad,
que se encuentra entre los más pene-
trantes e informados filosófica y teó-
ricamente”, se apresura a apuntar. Ni
tampoco identificar los discursos mi- “Las determinaciones biológicas, más allá de las puramente anatómicas, no existen para el
sóginos que se repiten en la cultura y
que, a su juicio, son lo menos amena- significante mujer; de hecho, las que consideramos ‘naturales’ no son más que proyecciones
zante, entre otras cosas, por su evi-
dente despropósito: producto de siglos y siglos de imposiciones, limitaciones y segregaciones”
“Quería situarme en el lugar de
quien quiere explorar dónde, en las no feministas, al menos informadas determinaciones naturales o bio- bredeterminaciones” para llegar a la Quizá el problema de la “sobrede-
diversas manifestaciones culturales, por el feminismo. Me pareció muy lógicas, o incluso a arquetipos? verdadera implicación del participio terminación” del significante mujer
yacen latentes elementos que contri- adecuado y me sumé a esa elección El punto de partida teórico del activo de la palabra mujer en tanto se evidencie precisamente en esas
buyen a la naturalización de los po- en los cursos de teoría que yo dictaba seminario residía en que las pala- “significante”: su potencialidad de tensiones, en esos desacuerdos. En
sicionamientos sociales respecto a la (y dicto hasta ahora) e incluso en al- bras significan, de acuerdo con su ser y de ser muchos seres, su capa- ellos se patentiza la manera comple-
mujer; elementos que, por inconspi- gún momento di un breve seminario uso, como apunta Wittgenstein, pe- cidad de ser de las formas más diver- jamente entreverada en que se en-
cuos, resultan en realidad más arrai- sobre feminismo y participé en algu- ro también —esto nos lo enseñó sas e incluso contradictorias. Las de- tiende la noción de mujer. Y claro, el
gados y por tanto más peligrosos. Su nos debates sobre esa perspectiva con Nietzsche— de acuerdo a capas de terminaciones biológicas, más allá problema está en que se sigue utili-
invisibilización contribuye, así, a su algunos de los profesores. Era impor- sentido que la historia de la cultu- de las puramente anatómicas, no zando el mismo significante para lo
incuestionada y continuada presen- tante que esas reflexiones estuvieran ra va proyectando, introyectando, existen para el significante mujer; de que la tradición ha “situado” de ma-
cia en todos los ámbitos de la cultu- ya presentes en el curriculum univer- inscribiendo en ellas. El proceso de hecho, las que consideramos “natu- nera tan poderosa y lo que se quiere
ra, incluso en las costumbres y com- sitario pues eran y son una arista in- leer esas capas de significación y lo rales” no son más que proyecciones ahora que comience a significar en
portamientos de mujeres y hombres soslayable de las implicaciones polí- que terminan naturalizando como producto de siglos y siglos de impo- toda la amplitud de sus posibilida-
‘ilustrados’”. ticas de la reflexión teórica. simple denominación —cuando se siciones, limitaciones y segregacio- des. Es el caso de una discusión en la
¿Cómo llegaste al tema y por ¿Estás escribiendo al respecto? trata en realidad de una determi- nes. Tampoco creo en las determina- que se debate sobre un término, pero
qué te pareció importante en este ¿Vas a publicarlo? Los materiales nación, incluso de una “sobrede- ciones arquetípicas: por la sencilla ese término significa cosas distintas
momento? que has reunido dan para un terminación” (en el sentido teórico razón de que estas limitan la liber- para los que debaten. No podemos
Durante mis estudios de literatura volumen. del término)— es fundamental para tad de ser —y, además, perpetúan la inventar otro nombre para mujer; no
en Venezuela, el tema de lo femeni- He pensado que podría sacar un li- comprender su funcionamiento so- idea fantasiosa, por cultural, como podemos decidir (ni unilateralmen-
no (no digo ya del “feminismo”) no bro corto. Pero me temo que podría cial y, lo que es más importante, pa- toda idea, de que “los tipos” griegos te ni en plebiscito) que ahora llama-
se puso en el tapete sino solo muy es- verse como un intento de tratar de ra proceder a su desconstrucción y o los esquemas asiáticos determinan remos X o Z a ese poder-ser que se
porádicamente y sin mayor énfasis. soslayar el desarrollo de la teoría fe- a su reformulación. Esto que dicho lo que son los seres humanos en todo quiere abrir paso. Es lo que Derrida
Al llegar a USA a hacer mi PhD, por minista y sus aportes, lo cual me pa- así suena puramente teórico, resulta tiempo, en toda circunstancia, en toda llamaba la paleonymia: tenemos que
el contrario, me encontré con que la recería un exabrupto. De hacer algo en realidad profundamente político: cultura. ¿No se esconde en ello otra seguir pensando con los viejos tér-
problemática de lo femenino estaba escrito, sería con la misma intención sin ese proceder es poco lo que pode- peligrosa “sobredeterminación”? minos (no tenemos otros), pero poco
en el centro de la escena. No solo ha- que inspiró el curso: mostrar esas mos cambiar, pues la naturalización Tu enfoque teórico es descons- a poco irlos problematizando para
cíamos lecturas de textos y análisis “vetas” de sujeción inscritas en la no es más que una imposición. Sin tructivo, pero también sigues un lograr que comiencen a significar de
feministas propiamente dichos (que significación que hemos proyectado embargo, y esto es muy importante, método de la filosofía analítica, otra manera, más de acuerdo con los
resultaban siempre en interesantes sobre la noción de mujer; vetas que no se trata de desconstruir (propuse pues ves cómo usamos el término tiempos y las reflexiones que buscan
y fructíferos debates) sino que había todavía pasamos, como un sobre sin en un escrito hace algunos años la mujer y también, en consecuen- liberarlos de sus sujeciones históri-
una clara intensión en la Universi- abrir, pues no nos percatamos de su idea de que la noción de “descons- cia, cómo no lo usamos (posibi- cas —muy a menudo naturalizadas e
dad de crear conciencia entre los es- contenido ni de sus implicaciones, trucción” podría traducirse como lidades lingüísticas que definen invisibilizadas. Eso es lo que hay que
tudiantes de los límites y las formas de generación en generación, tanto “desarmar” no solo un artefacto si- formas de vida, para decirlo con hacer, a mi juicio, con el significante
aceptables de comportamiento hacia hombres como mujeres. no, en particular, un mecanismo ex- Wittgenstein). Eso refiere a unas mujer: devolverlo a una nominación
las mujeres. Ya de vuelta a Venezue- Has centrado el seminario en el plosivo) el significante mujer para convenciones que parecen estar que implique, si se quiere, un deter-
la, me di cuenta de que ya se incluía término mujer, y encuentras en llegar a una esencia de lo que es la cambiando, pero con resistencias minante anatómico, pero que con-
entre los textos teóricos de los cursos ese término, como podríamos en- mujer: en realidad no hay un “ser” y no de una manera sincrónica, lleve la necesidad de una libertad de
introductorios del programa de post- contrar en cualquiera, una histo- de la mujer más allá de la cultura. ¿podrías comentar esta relación ser social y cultural.
grado textos feministas y que varios ria cultural y política. ¿Por qué no Se trata por el contrario de ir des- entre convención y desacuerdo en
de los profesores hacían lecturas si pensar que esa historia obedece a lastrando la nominación de sus “so- el caso del género? (continúa en la página 2)

Esta edición PDF del Papel Literario se produce con el apoyo de Banesco
2 Papel Literario el nacional Domingo 14 De junio de 2020

Nuestra herencia cultural impone


sujeciones al significante mujer
(viene de la página 1) do los elementos de lo que la cultura
vino a llamar “arte”. No podemos tirar
En Venezuela se rechazan los por la borda todo —nos quedaríamos
estudios culturales porque se los sin nada. Se trata de proceder a resig-
vincula a la izquierda de las aca- nificar nuestras nominaciones, reo-
demias en el primer mundo y a su rientarlas en tanto nuevos desiderata,
visión (asumimos que benevolen- entendiendo que muchas veces son
te, romántica o ciega) del desas- precisamente esas obras, esos textos,
tre que vivimos. Como si aceptar lo que ha hecho posible que cuestio-
nuestro conservadurismo, nos nemos sus presupuestos, sus postula-
volviera culpables de lo que nos ciones y nos abramos a nuevas for-
ha pasado. Creo que esa actitud mas de entender, de entendernos. Lo
defensiva nos ha llevado a negar “literario”, lo “artístico”, lo “estético”,
o ignorar conflictos como el del aunque mucho tiempo asociados con
género (“en Venezuela no hay ma- objetos de lujo que circulan al margen
chismo”, se repite) o a tener más del acontecer social, en realidad son
resistencias que en otras partes, poderosos artefactos de reflexión, de
donde la injusticia ancestral o la crítica, incluso de desconstrucción.
exigencia de equidad ni siquiera Nos sirven a la vez como retrato y ca-
se discuten. ¿Lo ves de esa forma? ricatura, como descripción y como al-
¿Cómo ha sido la respuesta en tus ternativización de lo que somos. Nin-
seminarios? guno de los objetos implicados en esas
Creo que en estos asuntos hay que nociones existe al margen o indepen- Biblioteca de Luis Miguel Isava / Florencia Alvarado©
hacer también distinciones más finas. diente de profundas, complejas, a ve-
Una cosa son las premisas, las hipóte- ces conservadoras, pero a veces tam- nificaciones que sobrepasan amplia- una corporalidad originaria, sino la lo que resulta más alarmante, una di-
sis y las implicaciones de los estudios bién transformadoras implicaciones mente lo que permitiría afirmarse a libertad de ser cuerpo que desea cada solución de una realidad que parecía
culturales y otra muy distinta el tipo políticas. Debemos seguir leyendo a partir de lo estrictamente anatómico. uno. Pero no es suficiente proclamar sólida, inconmovible y absoluta, para
de aplicaciones que encuentra cuando Shakespeare y a Cervantes, por ejem- Los seres humanos han entendido la liberación del cuerpo; transfor- colocarnos en un espacio atravesado
se lo utiliza como una plataforma para plo: tanto por la inagotable potencia- eso desde muy temprano en la histo- marlo desde la individualidad, pue- de ambigüedades y de posicionamien-
defender (esta palabra es clave) un po- lidad de la producción verbal que di- ria, aunque de forma inconsciente: la de no pasar de ser una escogencia tos que no pueden ser juzgados según
sicionamiento político específico que namizan como por los apasionantes moda, los atuendos, el maquillaje, los personal, en el mejor de los casos, o un rasero incontrovertible, absoluto.
se ha autoproclamado bastión de las y nunca definitivamente resueltos as- adornos, los tatuajes y los piercings en el peor, una “extravagancia”. Por Ese miedo es, en el fondo, miedo a per-
causas justas sociales y culturales. Lo pectos vitales, morales, existenciales, han sido, a lo largo de los siglos, indi- ello, de nuevo aquí, hay que proceder der una realidad firme en la que nos
que con absoluta perplejidad hemos políticos que ponen en escena y que cios claros de que el cuerpo se revis- a desconstruir las imposiciones, las hemos sostenido. ¿Qué diría a esas
visto en Venezuela es cómo figuras de aún hoy nos siguen interpelando. Y se te de significaciones, se hace escritu- sujeciones, las delimitaciones que se personas? Ante la evidencia de que
la intelectualidad internacional que ha de hacer lo mismo con las obras de ra y que es en tanto tal que funciona le imponen desde la cultura. Sin ello, esa realidad no solo no es firme, sino
se denominan “estudiosos culturales” la tradición pictórica y plástica, con socialmente. ¿Qué es lo estrictamen- no creo que pueda avanzarse en la di- que es el resultado de un minucioso
pueden ser a tal punto ciegos respec- las obras visuales y sonoras. Todas te natural del cuerpo? Simplemente rección de una conquista de una cor- y largo proceso colectivo de construc-
to a lo que una verdadera coherencia ellas constituyen el tejido, el textum que sus órganos funcionen de mane- poralidad libre de prejuicios. ción, fijación y naturalización, les di-
con su campo de estudios revelaría de —problemático, contradictorio, con- ra adecuada para garantizar su vida. El cambio de mentalidad res- ría que, como a toda herencia, le debe-
manera palmaria. Harán falta los es- fuso, pero también extra-ordinario— Todo lo demás es adición y/o elección pecto a la mujer, y a lo que enten- mos en parte lo que somos; pero como
tudios culturales precisamente para que nos sustenta y que no debemos cultural. Y ¿por qué sería una adición demos tradicionalmente por fe- respecto a toda herencia, tenemos el
analizar este fenómeno, pero también dejar de cuestionar, de interrogar. más valida que otra? Las “leyes” de la menino, pone en juego intereses deber de aprender a recibirla críti-
para tratar de entender el horror gra- Debemos al feminismo de la se- atracción, del deseo, de la interrela- y costumbres y asusta a mucha camente, manteniendo lo que pueda
dual, sistematizado y a la vez inmu- gunda mitad del siglo XX la pro- ción, ¿no se rigen precisamente por gente. Asusta porque revela la di- tener de valioso y extraordinario y
ne a toda oposición racional al que se blematización filosófica del cuer- esas adiciones/elecciones? Se trata- mensión del daño sufrido por una transformando lo que conlleva una
ha sometido todo un país por 20 años. po. A Judith Butler, a Donna ría entonces de desconstruir el sig- parte de la humanidad, y a nadie carga de represión, de silenciamien-
Harán falta todas esas teorizaciones. Haraway, a Paul Preciado. Los nificante cuerpo, desembarazarlo de le gusta verse como dañino, y tam- to, de opresión. No cabe duda de que
Y cuando las empleemos, cuando las tres filósofos plantean —con di- todas las sobredeterminaciones cul- bién porque en la medida en que nuestra herencia ha impuesto limi-
apliquemos, veremos hasta qué punto ferencias— que el cuerpo ha deja- turales (debe ser sano, verse de esta se teme haber hecho daño, se te- taciones y sujeciones al significan-
el problema de género ha estado allí do de ser una instancia inocente manera, comportarse así, cubrirse, men venganzas, ¿qué les dirías a te mujer (así como a muchos otros
presente tanto en las actitudes de sus cuya verdad pertenece a la cien- ejercitarse, no debe alterarse, etc.) pa- las personas que se resisten a este significantes) que hoy nos parecen
líderes, francamente inaceptables en cia para erigirse en una entidad ra ofrecer la posibilidad de ejercer no proceso que parece indetenible? inaceptables, que es imperativo evi-
cualquier contexto cultural ilustrado, política. Es decir, en algo así co- Es posible que tanto la vergüenza denciar y contra las cuales es indis-
como en sus posicionamiento implíci- mo un campo de batalla. Cuál se- como el miedo a la venganza sean al- pensable rebelarse. Y es ese rebelarse
tos y explícitos respecto a la mujer. ría tu opinión: ¿El cuerpo es un gunos de los móviles para “reprimir” lo que constituye una de las formas
Sería muy difícil mantener sin des- territorio a conquistar?, ¿están la conciencia de esa opresión. Sin em- auténticas de encarar una herencia,
caro que no hay machismo en Vene- orientados nuestros cuerpos hacia bargo, pienso que a lo largo de la his- pues no se limita a aceptarla como in-
zuela. Bastaría recordar la famosa un futuro diferente, distópico, toria la humanidad ha aprendido a cuestionable e intocable. Quizá les di-
propaganda de “la catira regional” plural, queer, imaginativo, huma- convivir con los horrores y las opre- ría, para citar a Nietzsche de nuevo,
(con una modelo, sintomáticamente, no y verdaderamente democráti- siones que ha perpetrado en el pasa- que “vivir peligrosamente” —cuan-
siempre fotografiada sin la cabeza) ... co?, ¿es posible potenciar al suje-
“¿vas a arrugar?”. Pero esas resisten- to desde el cuerpo? Se trata do: genocidios, exterminios religiosos,
racismo, etc. Y no será diferente en
do “todo lo sólido se desvanece”, pa-
ra hacer contrapunto con Marx— es,
cias están allí desde antes, me parece.
Yo encontré muchas veces que en los
Creo que ya en la filosofía de Niet-
zsche estaba en ciernes la posibilidad
de proceder este caso. En este momento, yo sien-
to que el problema reside más en no
a fin de cuentas, querámoslo o no, lo
que hacemos siempre, y que solo si lo
cursos en los que discutíamos textos
feministas, eran algunas mujeres del
de pensar el cuerpo como una cons-
trucción social. ¿Qué quiere decir es-
a resignificar entender, en no ver por qué hay allí hacemos conscientemente podemos
algo que es necesario patentizar, dis- aspirar a una existencia auténtica y
grupo las que más virulentamente to? Quiere decir que, como en el caso nuestras cutir y, sobre todo, cambiar; en sentir responsable, abierta a las potenciali-
se oponían a esos acercamientos. Sin del significante mujer, sobre el signi-
duda, la catadura caudillesca de los lí- ficante cuerpo se han proyectado sig- nominaciones” que lo que implica este proceso para
la cultura es una pérdida de valores, y
dades que, en algunos casos, nuestra
misma herencia escamotea.
deres de la “revolución”, aliada al re-
chazo a todo lo que suene a agenda crí-
tico-reflexiva (mal entendida, claro),
han contribuido a que esa problemá-
tica haya retrocedido en nuestro país
y parezca ahora tan amenazante co-
mo esos (distorsionantes) estudios(os)
culturales.
Has analizado en el curso ex-
presiones literarias de una for-
ma que algunos podrían criticar
por sociológica o política. Pero,
¿hay lo exclusivamente literario?
Y la lectura desconstructiva que
haces de textos mitológicos, re-
ligiosos y literarios, ¿supone su
descalificación o censura, o es un
llamado inevitable a escrituras
programáticas?
Sin duda ese es un peligro que corre
este tipo de aproximación. Y me pare-
ce que hay que esforzarse en evitarlo.
Hay todo un movimiento “judicial” en
los estudios literarios y estéticos que
se ven —no sé bien por qué— necesita-
dos de condenar las obras del pasado
en nombre de un nuevo estándar de
entendimiento y comprensión de los
roles de género, de los comportamien-
tos sociales, de las nuevas formas de
moralidad. Sin embargo, esas obras
y esos textos, aunque llevan consigo
contenidos que hoy por hoy conside-
ramos problemáticos, tienen a la vez
muchos otros que aún nos definen co-
mo cultura, que determinan nuestras
valoraciones estéticas, culturales, éti-
cas y, por último, que han determina- Luis Miguel Isava / Florencia Alvarado©
el nacional Domingo 14 De junio de 2020
Papel Literario 3

HOMENAJE >> RECUERDO DE EUGENIO MONTEJO Poética de una pandemia

Poemas de Juan Miguel González


Ocultación de la muerte
Jacarandas en flor
Es como de cristal, casi toscana,
esta tarde de abril tibia y serena, Están las jacarandas
y aun estando de pájaros tan llena, con el color subido
algo oculta esta paz, que la profana. de intenso añil morado,
casi cardenalicio.
Es el coro, sin duelo, de abatidos,
muertos, en soledad, sin ser velados. En la mojada hierba,
Los innombrables son, los ocultados, o entre sus flores, tímidos,
los difuntos sin rostros ni apellidos. qué bien les sienta el negro
de los cantores mirlos.
Los dejaron morir por ser ancianos,
cuántos corrieron tan funesta suerte, Morados, los paseos,
por criterios de edad, tan inhumanos. y el parque de los niños;
JULIO MIRANDA Y EUGENIO MONTEJO / VASCO SZINETAR© moradas las aceras
Con ellos se ensañó tan mala muerte, y todo lo que miro.

Poetas para ver la nieve sin consuelo de hijos ni de hermanos,


ni un crucifijo al que abrazarse fuerte.

Suplantación de la realidad por ideología


Bajo las jacarandas
de un mayo de otro siglo,
paseando, impaciente,
El pasado 5 de junio se cumplieron 12 años del fallecimiento Que en España no ondeen las banderas
esperándola sigo.

de Eugenio Montejo (1938-2008). El texto que sigue fue a media asta, ordena este gobierno,
ni signos haya de dolor y luto,
Goletas bajo el puente

escrito el 20 de julio de 2008 ni la imagen se muestre de algún féretro. Se le llenó de viento el ojo izquierdo,
Y el bolero escribió de su epitafio.
Estadísticas, números y gráficos Cargó el revólver y cerró despacio
Graciela Yáñez Vicentini que obra y autor serán igualmente extrañados, suplantan a las víctimas y enfermos; la apedreada puerta del recuerdo.
lo cual no siempre sucede. Por todos lados he oí- los platós, a las morgues y quirófanos,
y seguir todos juntos ahora que estoy solo. do anécdotas sobre el poeta, humanamente ha- y a lo real utópicos señuelos. Se le subió a la espalda un lunes frío.
E.M. “Los ausentes”, blando: sobre los gestos inverosímiles que tenía Un chamariz voló de su chaleco,
Partitura de la cigarra con sus lectores, sobre su preocupación por lo Y mientras nos mantienen confinados, y en su zapato se enroscaba el eco,
que estaban leyendo los niños, sobre su infinita

N
aprueban sus despóticos decretos, y a cada paso le ladraba el río.
o es fácil hablar de la ausencia de Eu- caballerosidad hacia sus amigos y contemporá- que el social comunismo nos impone
genio Montejo. Con su partida, nos he- neos. Muchas son las historias que albergo par- violando libertades y derechos. Se le fueron llenando de canciones
mos quedado solos. Debo hablar de su ticularmente sobre su atención para los escrito- la mano que empuñaba el aguardiente,
manera sutil de tratar a las personas, res jóvenes, su delicadeza al conducir nuestra Que no aparezca el luto en las corbatas, la hora de las viejas tentaciones.
como trataba a las palabras. Debo hablar de la mirada hacia la vocación literaria personal que ni en las banderas, los crespones negros.
agudeza de su sentido del humor que recordaba debía ocuparnos. A todo el que pudo, don Euge- Que el dolor no se muestre en hospitales, Vio goletas pasando bajo el puente,
que, muchas veces, ante aquello que tomamos nio ofreció una mano pintando una estrella en ni un ataúd, ni un panteón, ni un muerto. recortables, tebeos, pizarrones,
más en serio lo más propio del ingenio es reír. El Ávila, un gallo o algunas palabras. Y a su madre bañándolo en la fuente.
Que uno de nuestros poetas más queridos, Esta mañana leí un poema que me hizo recor- Asedio de mayo
más vitales, y con una obra siempre naciente, darlo. (Es algo que me sucede con frecuencia).
de pronto deje de estar entre nosotros es una Esta vez, claro, era de esperarse: yo leía un poe- La tarde entera entró por mi ventana,
Ideal y misión
pérdida obviamente prematura y sin sentido, mario que él mismo me obsequió, de un escritor con sus nubes, sus árboles y pájaros;
ante la que no puedo sino rebelarme. Por más que le gustaba mucho. Uno va encontrando las fuera por el cristal o por mis ojos, Queríamos vivir amando siempre
inútil que ello sea. huellas de un poeta entre los versos de los otros toda la estancia se llenó de mayo. un galante ideal, un noble sueño
que este ha ido haciendo propios. encarnado en un cuerpo femenino
* Oí una dulce agitación de ramas, de hermoso rostro y venerado nombre.
Con la partida de Eugenio Montejo nos hemos Nieve nocturna y el verde de sus hojas retoñando
quedado sumamente solos. Como si fuera po- ¿Es que puede existir algo antes de la nieve? en muebles y paredes, y hasta el aire Rubia deidad, doncella inspiradora,
co que ya no haya quien nos deletree el mun- Antes de esa pureza implacable, pude sentir, fragante y soleado, (un trasunto de Ofelia y Artemisa)
do todos los días, nos hemos quedado también implacable como el mensaje de un mundo que en las sábanas blancas que colgaban de grácil talle y delicados modos,
sin Tomás Linden, sin Sergio Sandoval, sin Li- [no amamos junto al chilindro de un soñado patio. a quién servir como señora y dueña.
no Cervantes, sin Eduardo Polo y, lo que para pero al cual pertenecemos
mí es más grave, sin Blas Coll. No podría decir y que se adivina en ese sonido Es por el corazón que el alma siente Alguien que hiciera deseable el mundo,
cuántas cosas entendí, cuántas desordené y de todavía hermano del silencio. tanta belleza en todo lo creado. la vida más gentil y hospitalaria,
cuántas pude mofarme gracias a la mano, aris- ¿Qué dedos te dejan caer, Con tan sentido amor los contemplaba, y la música fuera y el misterio
ca y silenciosa, del entrañable tipógrafo. pulverizado esqueleto de pétalos? que cielo y aire fui, ramas y pájaros. de todo lo que es bello y elevado.
Ceniza de un cielo antiguo
* que hace quedar solo frente al fuego Iniciación a la poesía Vivir sin posesiones, que esclavizan,
Hay poetas de cabecera. Poetas para ver la nie- escuchando los pasos del amigo que se va, (Salto y canciones de comba) ni renombre y prestigio inmerecidos,
ve. Poetas para el insomnio. Hay poetas para el eco de palabras que no recordamos, sino humildes y libres, confiados
En el fresco escalón de mármol rosa
estudio, para el fastidio. Poetas para la totalidad pero que nos duelen como si las fuéramos al amoroso oficio de poeta.
y lila, se sentaba algunas tardes,
del sol. Poetas para enseñarnos a oír el canto [a decir de nuevo. a ver saltar la comba a las muchachas,
de los pájaros que se van. Hay poetas para la Y decidimos consagrar la vida
el niño aquel nervioso y distraído,
risa, para la soledad. Hay poetas para tomar- ¿Y puede existir algo después de la nieve, al solitario culto del silencio
que hablaba con los seres invisibles
se un trago con los amigos que no están. Hay algo después de la última mirada del ciego a la conque el alma celebra y se recoge,
de los que acompañado se sentía.
poetas para el asombro, para el destierro, pa- [palidez del sol, a la espera del verso revelado.
ra mirar hacia dentro y para la contemplación algo después que el niño enfermo olvida mirar Al ritmo de la cuerda, al voltearla,
del mar. Sobre todo, hay poetas que aparecen y [la nueva mañana, Queríamos vivir amando siempre.
se acompasaba el canto de las niñas,
reaparecen tercamente entre las líneas de to- o, mejor aún, después de haber dormido como Oh, espacio del fervor, casa del canto.
cuyos viejos romances entonados,
do lo demás que leemos, como si en sí fuesen [un convaleciente la simiente, en el alma dejarían
una especie de metáfora original que no deja de con la cabeza sobre la falda del verso, en aquel niño, para siempre.
sobresaltarnos al asomarse ―siempre oblicua― de aquella a quien alguna vez se ama?
por entre las ventanas que parecían selladas. ¿Quién eres, nieve nocturna, Se escuchaban, veloces, los vencejos *Juan Miguel González (Málaga, España) es
Lo sorprendente es que un solo poeta contenga fugaz, disuelta primavera que sobrevive en el de fondo, y las campanas de la iglesia poeta y letrista musical. Ha publicado Cantata
dentro de sí tantas de esas metáforas esencia- [cerezo? llamando a misa, que junto a los viejos para órgano y saxo (Premio Giner de los Ríos),
les, en tantas ventanas abiertas; que uno solo cantos primaverales de la comba, Y podrida la rosa de los vientos, La palabra
de sus libros nos sirva para llevarnos de viaje, ¿O qué importa quién eres? convertían en tierno encantamiento y su sombra, Arthur Ferishment sale a coger
para meditar, para reírnos, para des-tediar, pa- Para mirar la nieve en la noche hay que cerrar el lugar y la tarde añil de mayo. muchísimas y abundantes alúas, El establo o
ra estudiar el mundo, para intentar dormirnos, [los ojos, las nubes, Visión de la piedad, La casa de las
para que empiece a nevar cuando escuchamos no recordar nada, no preguntar nada, A José Carlos Cómitre bungavillas, entre otros.
llover. Lo impresionante, sí, es que un solo poe- desaparecer, deslizarse como ella en el visible
ta sea tantos de esos poetas a la vez. Que el mis- [silencio.
mo que me desglose una copla sea el mismo que
me recite un soneto y el mismo que me cante Jorge Teillier.
una rima infantil. Que el mismo que dedique su El árbol de la memoria y otros poemas
obra a los árboles y a los pájaros de este trópico
absoluto, en medio de su ensoñación del paisaje *
nevado, extrañe el canto de los gallos, escuche Ya he dicho que con la partida de Eugenio Mon-
la partitura de la cigarra ausente y se rebele an- tejo nos hemos quedado solos. Demasiado poeta
te la ciudad como imperio del asfalto; mientras se ha ido con él: demasiados poetas se han ido
escribe a la luz de una vela temblorosa el poema con él. ¿Cuántos sonetos, cuántas coplas, cuán-
que lo alumbra en su oración atea a dios; mien- tos caligramas, cuántas rimas infantiles, cuán-
tras despliega sus papiros como cantos para la tos aforismos, ensayos y versos habrán quedado
mujer amada, sin temerle a ese poema, porque a medio escribir?
no perdía nunca la batalla cuando se arrojaba a Cuánto más silencio esbozó don Blas que qui-
la temeridad de la escritura amorosa. Que todos zás ahora no escucharé.
estos poetas sean el mismo cuando no lo fueron
es un misterio que solo alguien así nos podía *
obsequiar, regalo precioso que seguiremos ru- No es fácil hablar de la ausencia de Eugenio
miando quienes no nos cansamos de leerlo(s) Montejo. Nunca es fácil advertir la soledad.
obsesivamente con el pasar de los años. Mejor hablar de las pequeñas presencias que
esparció, como pequeños copos, sobre nuestras
* frentes. Como si hubiese soplado un alfabeto en-
Eugenio movía y alcanzaba a todos por su gen- tero para repartirlo, todos los días, como pan
tileza. Ante su ausencia, tengo la impresión de entre la gente sencilla. Juan Miguel González / malaga.es
4 Papel Literario el nacional Domingo 14 De junio de 2020

Fronterizos Selección y presentación de Néstor Mendoza

Poemas de Nelson
Romero Guzmán
El repudio no es contra la imagen, sino contra la antemano, persisten y gozan de inmerecido prestigio.
fosilización de los hábitos de la imagen. Así como no hay Regreso a estos poemas de Nelson Romero Guzmán y a
palabras comunes, sino frases comunes, así concebimos pesar de ser una propuesta arquitectónica no pretende
el acto de escritura poética. Tal es el caso, por ejemplo, momificarse en viejos moldes y usos legitimados. Y
de la imagen que se sostiene por el atinado uso del lo más interesante de todo esto es que sus poemas no
adjetivo, atendiendo a la muy conocida recomendación se alejan del conocido ejercicio del verso libre y la
de Huidobro. Al menos eso es lo que he venido notando formación de imágenes (al menos, desde luego, en Obras
en varios poemas del poeta colombiano Nelson Romero de mampostería). Como ya dije, esto no tiene previsto
Guzmán (Tolima, 1962), en especial, su libro Obras de abolirse (insisto: la imagen en poesía). Es que hay tanta
mampostería (2007). Digamos que un adjetivo logra repetición, carencia de riesgo, a veces, en ciertas lecturas
renovar la frase, y de esa forma sostener el verso y autores (incluso en nuestra propia escritura). Cosa que
(hacerlo “nuevo”). Hay frases consagradas por el uso rehuye o se esfuerza en rehuir el poeta tolimense. Me
en poesía: legitimadas, digamos, en épocas del auge de parece que con ese esfuerzo de sencillez, tan elegante, y
los movimientos europeos que afianzaron un canon en también inconforme, logramos ver una piedra que nos
el siglo XIX. Esas frases, que se suponen “poéticas” de inquieta en la pared.

María Antonieta Flores / VASCO SZINETAR©


1 24
Es de piedra este fondo oscuro.
Las azucenas dan a luz más azucenas,
como niñas violadas en las puertas del templo.
El brujo hizo con humo este planeta.
El aire es una pared caída -dijo.
La muerte es otro orden dentro del orden -sentenció.
Poemas de María
No veo el alba
La creación del hombre es una maniobra del humo -dijo. Antonieta Flores
veo un caballo blanco
Dichas esas palabras
aquí, donde grandes mariposas con cuernos,
el brujo se hundió en la oscuridad
húmedas insultos
velludas me los conozco todos
lanzó llamas para apagar la creación
depositan el huevo del día. crecí bajo ellos
pero ya era tarde.
Allí, con manos ateridas escojo las semillas
mientras la cumbre florece, arranco las hierbas malas
acá la piedra alza sus mamposterías
para que en sus cuartos perduré
* Nelson Romero Guzmán (Tolima, Colombia, 1962) es poeta
veamos la historia
y ensayista. Licenciado en Filosofía y Letras en la Universidad
que atraviesa los pasillos tuve que hilarme para entender la historia
Santo Tomás. Ha publicado los libros Rumbos (1988), Surgidos
de la Luz (2000),  La quinta del sordo (2005), Grafías del
con su vela encendida dentro de una calavera. la violencia es una permanencia sutil
insecto (2006), Obras de mampostería (2007), Apuntes para
eficaz lenta agradecida
un cuaderno secreto (2011) y Bajo el brillo de la luna (2015), que
obtuvo el Premio Casa de las Américas.
2 y no reconocí su olor
Impenetrable es la luz
me arrodillé
cuando
sin pedir piedad
por primera vez llega a conquistar el jardín
acepté
y por olvido deja
los granos de arena que nadie puede contar
una puntilla clavada en una flor.
al levantarme cerré la puerta
Eso es deseo:
más un misterio
en mis manos un panal de avispas
para aprender la miel
que no contrasta muy bien con la deslucida pared
de la que fuera la primera construcción.
las planas del perdón o la lluvia de meteoritos
Precisamente de esa flor cuelga el Hijo imprudente.
copio meticulosa la misma idea
La luz sobre aquel muro rojo
de afuera hacia adentro el convencimiento
aún sin blanquear.
los dedos quemados por la tierra
un presentimiento nublando la mirada
en el eje de la voluntad unas hojas secas de laurel un polvorín en la
10
[memoria
El agua se musicaliza así lavarse con cuidado bajo el fuego que rompe
y roza
en mitad de su tránsito refleja un cono de luz para hacer hervor el agua
y por extraña visión -o por la perpendicular que posee su furia
hoja de parra que el aire mueve en el barranco- persevero en la tarea día tras día
vemos el rostro de una virgen

de esa forma surge lo sagrado golpes


pero nunca vendrán a ella los adoradores son solo buenos tratos dice la humillación
la virgen, entonces, se traslada al techo: cada día suma una o más palabras
en sus manos inventadas cada día
sostiene un ramo de flores eficazmente socava tu raíz
Si un hombre pasa frente a ella, no la mira: con dudas y vergüenzas
lleva en el corazón su dios abolido y alguna caricia

confundida con Proserpina seductora en tus confusiones


se baña en el resplandor de los alcohólicos, alzas la cabeza
los atrapa con sus pechos de avellaneda. agradecida recibes la palmada

Después será tragada por el olvido. el perro callejero ladra allá adentro

La historia no dejó puñal ni brillo sobre su cuerpo,


ni nadie reclamará sus delicados velos proyecciones y otros asuntos
quemándose sin pudor sobre esas piedras. lo que aquel siente tú lo sientes
en la misma mesa parten el pan
las migajas caen de la mesa
23 se miran con miedo
no es igual a mí se dicen
Puntuales frutas te devora el miedo que me tragó
llegadas de lo fantasmagórico me deseas porque yo me deseo deseo

guayabas comparto este pan un tanto seco


un tanto amargo
vinieron en una caja bien apuntillada,
amarrada con cables acerados el aceite recibe con calma tu gesto

para que en el viaje no se volvieran irreales

las toco húmedas * las conductas discretas es el más reciente libro de poemas
algunas traen la huella violenta de María Antonieta Flores. Fue publicado por El Taller
del hambriento mordisco del otro lado. Nelson Romero Guzmán / Archivo del autor Blanco Ediciones, Colombia, 2020.
el nacional Domingo 14 De junio de 2020
Papel Literario 5

ENTREVISTA >> JERICHO BROWN, PREMIO PULITZER 2020


Pedro Varguillas /
Jesús Montoya

a young choirboy
Es difícil hablar de influencias, por-
que sí, ellas provienen de poemas y
otros poetas, pero la influencia tam-
bién puede venir de cualquier otra
cosa. Crecí en una iglesia afroameri-
cana en el sur de los Estados Unidos,
por lo tanto, la cadencia y el sonido de
mis poemas, y mi creencia de que los
poemas vienen de la puesta en escena
de una voz particular y de una forma
teatral, se debe a que la iglesia siem-
pre fue un lugar de circunstancias
inesperadas, de cierto tipo de espectá-
culo; y, al mismo tiempo, la iglesia era
este espacio de acción y reacción, era
también un lugar para cierto tipo de
salvación personal, una oportunidad
para la intimidad con Dios y con las
otras personas, hacia tu misma gen-
te, hacia mi gente. En la iglesia siem-
pre se está frente a lo exterior pero
también frente a lo interior. De ma-
nera que estás personal e individual-
mente impactado por todo lo que allí
sucede, bien fuese por la manera en
cómo eran leídas las escrituras o por
cómo se cantaba una canción. Así, la
experiencia de la iglesia era comuni-
taria e íntima, simultáneamente, y mi
reacción a todo lo que allí acontecía Jericho Brown / Karen Robinson©
podían ser lágrimas o movimientos

La poesía
inevitables. Yo cantaba en el coro de me mostrarte esto o aquello. Creo que
la iglesia, y le hablo a mis poemas de tal es la raíz de lo que está sucedien-
la misma manera que el director del do en mis poemas. También creo que
coro nos hablaba a los miembros del como poeta, me ha permitido, o pien-
grupo. Muchas de las personas que so que me ha permitido, o me per-
se dedican a esta labor, desarrollan mitió (quizás ya no quiera explorarlo

más allá
una relación interesante con el gru- tanto, porque ahora me cuestiono el
po que dirigen porque tienen que to- valor que tiene hacer esto) realizar
mar a varias personas y ponerlas a poemas en los que mi intención era
escuchar la misma nota musical al algo así como si le muestras al lector
mismo tiempo. Cuando trabajo en la escena como es y le das una esce-
mis poemas (esto es literal y cada vez na tan limpia y tan clara y lo más

de lo sublime
que se lo digo a la gente creen que es- verdadera posible, entonces, el lector
toy loco, o no me creen) realmente siendo un ser humano, teniendo esa
le hablo a mis poemas y les pregun- universalidad humana común, to-
to: ¿por qué estás actuando como un mará sus propias decisiones y tendrá
loco conmigo?, ¿qué demonios estás sus propias conclusiones filosóficas,
haciendo? También les hablo emocio- si es que acaso se pudiera haber una.
nado cuando las cosas están salien- Eso por un lado. Pero mi trabajo no
do bien, tú sabes, algo como: ¿no eres era llegar a conclusiones filosóficas
bello? ¡Vamos! Creo que justamente
lo que estoy haciendo es alentar al
Pedro Varguillas y Jesús Montoya, miembros del consejo de en esos libros, mi trabajo era decir
la verdad y si digo la verdad, des-
poema porque estoy recibiendo algo redacción de la revista POESÍA, entrevistaron a Jericho Brown en pués de verla, después de haberte
de él. Por eso creo que la iglesia fue mostrado la cosa, entonces el lector
realmente una gran influencia. Bogotá, durante la XI Edición del Festival Internacional de Literatura podría reflexionar sobre su propia

public library “Las líneas de su mano”, en septiembre de 2018. Brown, ganador vida ya que ha visto algo que desco-
nocía gracias a la forma de su pre-
El otro día comentaba que cuando
era niño pasaba mucho tiempo en la
del American Book Award 2009, ha recibido el Premio Pulitzer 2020 sentación y la caracterización de la
escena. Pero déjenme ir más allá y
biblioteca. Yo estoy muy agradecido dudar… porque me parece que uno
por el hecho de que las bibliotecas cuando leía poemas. Y creo que esto Leía a los poetas de los que los biblio- ví loco por dos poetas en particular: podría pensar que esta es una for-
públicas, en muchos sentidos, salva- es muy importante para la gente a la tecarios habían escuchado hablar y una es Louise Glück y la otra es Lu- ma bastante occidental de pensar la
ron mi vida. Estoy muy agradecido hora de aproximarse a la poesía. Creo ellos me los ofrecían porque sencilla- cille Clifton, autoras que cambiaron poesía. Y ya se sabe que la moderni-
por haber tenido excelentes profe- que los poemas pueden ser leídos con mente pensaban que debían de ser el modo lírico y me enseñaron mucho dad occidental nos falló. O sea, sim-
sores en las escuelas públicas, ellos detenimiento, acercándose a ellos; in- buenos. Era muy interesante. Cuan- sobre la clase de cosas que quería es- plemente lo hizo. You know what I
también salvaron mi vida. En las bi- cluso, que se pueden escribir ensayos do contaba con solo 8 años estaba le- cribir como poeta lírico. No creo que mean. Y debería decir que también
bliotecas me emocionaba cruzarme sobre ellos y eso es importante, pero yendo a Robert Lowell, Anne Sexton mis poemas, especialmente ahora, ha sido una manera que le ha permi-
con los poemas cortos. Y cuando mi también creo que el modo en cómo se y Sylvia Plath. Ahora sé que esa no es sean parecidos a los suyos. Pero sí tido a la gente contenerse de pasar a
mamá nos recogía a mi hermana y a produce el encuentro con la poesía la literatura que tú le das a un niño creo que en la raíz de lo que está pa- la acción, así como oh sí, vi esto que
mí y preguntaba: ¿qué hiciste hoy en nos dice más sobre nuestra estética, depresivo de tercer grado. Esas eran sando en Please y El nuevo testamento me mostraste y más allá de tener la
la biblioteca?, yo respondía: Mamá, nuestra poética, nuestra concepción mis lecturas que, además, me hacían hubo una aspiración a juntar a estas sensación de dejarlo de lado, quisiera
leí un libro. La primera vez que le del arte y sobre todo lo que nos pare- sentir reivindicado en la supuesta os- poetas. poder crear un nuevo mundo donde
contesté así recuerdo que vi su ros- ce hermoso. Así eran mis encuentros curidad que sentía como niño. Pienso yo pueda sostenerme en lo que soy y
tro y me quedé impresionado. Ahora con la poesía, solo disfrutaba del soni- en esos poemas, en esas grandes in- “please” & tender violence en mis creencias, ¿tiene sentido? La
sé que era una expresión de incre- do del lenguaje de la misma manera fluencias, y también pienso en gente Cuando pienso en lo que quiero de poesía estadounidense por mucho
dulidad, esa es la cara que pondrías que disfrutaría contemplar la natura- como Langston Hughes, y Nikki Gio- mis poemas (pienso particularmen- tiempo ha consistido en hacer imá-
si un niño te dice que leyó un libro, leza. Por ejemplo, creo que todas las vanni, quienes fueron poetas de gran te en el primer libro y muchas veces genes y no se hablaba nada. Además,
pues eso es considerado como un he- personas tienen un árbol. Tu árbol es importancia para mí mientras crecía. también en el segundo libro) diría lo que mostraba debía ser racional
cho de importancia. Esa primera vez tu árbol y el árbol de otra persona es Nikki Giovanni y Maya Angelou son que quiero que esté la segunda per- y abrirle la mente al lector. Pero no
mi mamá, después de mirarme de su árbol. Y si de repente ustedes [Je- dos poetas en particular que parecen sona, que haya muchos hablantes sé… en mi forma de escritura, en la
esa manera, exclamó: ¡¿mi bebe leyó sús y Pedro] fueron al mismo colegio, estar traduciendo a comunidades di- que parecieran estarse dirigiendo si forma en la que he estado escribien-
un libro?! Yo tenía como seis años y pueden compartir el mismo árbol ya ferentes. Eran poetas que se leían en no al lector a alguien que está por do, realmente tendría que cuestionar
le devolví la mirada pensando ¿esta que era el que estaba ahí para ambos. la escuela, en la iglesia, que si pren- ahí afuera de la escena que el poema la utilidad de ese mecanismo. Quizás
es la respuesta?, ya va, ¿no me vas a Pero generalmente cada persona tie- días la televisión de repente te los muestra. Por esta razón, el hablante mi trabajo no ha sido ampliamente
regañar? Yo quería que ella sintiera ne su árbol que él o ella pueden re- encontrabas porque, de alguna ma- del poema está en una actitud de ven, distribuido como para decir algo ma-
mi alegría por leer. Así que hubo un cordar por cualquier razón, bien sea nera, también eran parte de la indus- te contaré algo. Lo particular de este yor sobre él. Pero inclusive ahora, es-
tiempo en el que leía libros como si porque lo trepaban, o porque pensa- tria del entretenimiento. Ellos fueron hablante es que asume que está den- toy inserto en debates con supuestos
fuera una forma de recibir una re- ban que era hermoso, o porque esta- muy importantes porque me hicieron tro del contexto hostil del lector. Un “liberales progresistas” y es como si
compensa. Lo cual fue bueno para ba allí la primera vez que te entraste preguntarme hacia dónde puede ir lector que está apurado y que yo ne- ellos no hubiesen leído o como si hu-
mí porque me puso a leer poesía de a golpes con alguien, cualquiera que un poema y para saber que los poe- cesito calmar diciéndole aunque la biésemos estado leyendo poemas di-
una manera ingenua. No me esforza- sea la razón, crees que tu árbol es tu mas no solo son caminos hacia uno has pasado mal todo va a estar bien. ferentes, escritos por las mismas per-
ba en intentar explicar el poema o en- árbol. Y no tratas de explicarlo, no mismo, sino que son viajes hacia co- Déjame mostrarte otras cosas. Para sonas. Es como si se hubiese realizado
tenderlo de una manera profunda. Lo tratas de explicar al árbol, no tratas munidades y lugares inesperados, y, serles honesto (siempre es difícil ha- una mala lectura de Allen Ginsberg,
que podía hacer entonces era disfru- de decir oh, esta rama significa esto, y también, me permitieron intuir qué blar al respecto), la raíz de esto siem- una mala lectura de Muriel Rukeyser,
tar del texto de la misma manera en esta hoja es una representación de tal es lo que un poema quiere. Se podría pre me viene de cierto sentimiento una mala lectura de Adrienne Rich...
la que disfrutamos el arte cuando lo cosa… no le haces eso a tu árbol. Tú pensar que, aunque un poema haya de explicarle mi experiencia a quien ¿Qué pasa después de estas lecturas?,
encontramos caminando durante el piensas oh, este es el árbol que yo amo. sido hecho para alguien, otras per- no la conoce. Estoy tratando de ex- ¿cómo es posible que no practiques un
día. Así como cuando vas caminando Así también fueron mis primeros en- sonas pueden sacar algo de ese texto plicarle a quien sea la experiencia pensamiento revolucionario?, ¿cómo
y ves una pintura y waooo. Cuando cuentros con la poesía. En ese enton- que nunca pensarías. Eso es parte de de ser negro, o la experiencia queer es posible que seas totalmente capita-
eso sucede, no vas por ahí tratando de ces, los bibliotecarios me recomenda- la eternidad del poema que excede lo negra en los Estados Unidos, y que lista? Es difícil hablar del capitalismo,
escribir un ensayo sobre la pintura, ban los autores que ellos conocían, eterno ya que no es solo en el tiempo si tú ya tienes un prejuicio sobre lo porque no sirve, tampoco es que ten-
sino que es más como waooo, y lue- siempre buscaban la manera de po- sino en el espacio que viajan los poe- que significa mi experiencia antes de gamos pruebas de que el comunismo
go el día continúa… Lo mismo sucede nerme un libro en frente para que si- mas por el mundo; y tendrán un sig- conocerme, entonces, el hablante de sirva, do you understand what i’m sa-
cuando oímos una canción que no ha- guiera sentado. Y antes de los 11 o 12 nificado diferente para cada persona mi poema te va a decir: oh, solo te- ying? Ese es el tipo de cosas que me
bíamos escuchado nunca en la radio años ya había leído a Walt Withman dependiendo adonde vayan. Así que nemos que hablar, y si tenemos una preocupaban al escribir esos libros.
y es como ¡mmm, eso es bebop! Es una y a Emily Dickinson. También a poe- esos poetas fueron muy importantes conversación todo va a estar bien. Tú
reacción. Y eso es lo que me pasaba tas contemporáneas como Rita Dove. para mí. Luego cuando crecí me vol- no sabes nada de lo que es esto, déja- (continúa en la página 6)
6 Papel Literario el nacional Domingo 14 De junio de 2020

NOVEDAD >> EL MÁS RECIENTE LIBRO DE EDDA ARMAS

Fruta hendida
“Me parece percibir, desde el primer poema,
que no es solo el evocar lo que se hace
fruta, sino que una suerte de ‘afrutamiento’,
en varios planos y sentidos, toma la voz
lírica, el cuerpo, las palabras”
Gabriela Kizer el centro mismo de su color intacto.
No se marchitan, no hay circunstan-

M
e hubiese gustado presen- cia espantosa de la vida o del país que
tar Fruta hendida tratan- pueda con su carbunclo de fructosa”.
do de ver la resonancia o De la imagen evanescente, nebulo-
la gravitación en este libro sa, que antecede al Pórtico —Campo
de lo que ha sido el sostenido trabajo de nubes: un campo entre tierno y se-
de Edda Armas con la palabra poé- co, invadido a tal punto por las nubes
tica, una persistencia de la que dan que casi se pierde dentro de ellas—,
cuenta dieciséis poemarios. Apenas pasamos al Planeta Manzana, la fo-
he podido asomarme a ese universo to que anuncia la primera parte del
poético y desde allí registrar el pro- libro, titulada Cuando evocar se ha-
ceso de mi lectura, anotar fragmenta- ce fruta. Si evocar es traer algo a la Edda Armas / Ricardo Armas©
riamente en qué me fui fijando, cómo memoria o a la imaginación, ¿se nos
he leído el libro; ojalá que estas ano- invita a atisbar, tal vez, ese momento de ellas”). Este mirador se va abrien- enlazar y lo que no: el país, las expe-
taciones puedan presentarlo y sobre en que la evocación cobra cuerpo, se do también como un espacio para mi- riencias de pérdida y despedida, el do-
todo invitarlos a leerlo. hace cosa, “fruta que ha perdido su rarse, para “mirar hacia delante” y lor de quienes han huido, el luto, esta
En primer término —y partiendo carácter comestible”, manzana o ves- hacia atrás interrogando, repito, el tierra —como la fruta— hendida.
del vínculo de Edda con las artes vi- tido sobre fondo oscuro, objeto estéti- sentido de la realidad, del tiempo, la Pero también se trata de una mane-
suales, especialmente con la fotogra- co, imagen, foto, poema?, ¿deja de ser (im)permanencia y el (des)arraigo. ra de construir: trastocar la sintaxis,
fía— he seguido la ilación de sentido por esto apetitosa y olorosa materia? En una entrevista concedida en abril descoyuntar el verso, como buscando,
de las fotos de Fernando Adam que La segunda parte del libro, Carbun- de 2019 a Mariela Cordero, Edda Ar- lo ha dicho ella misma, “la sonoridad
atraviesan y estructuran el poema- clo Fructosa (Seres que arrima la ma- mas ha dicho que comprende la poe- que se logra al invertir el orden de las
rio: ellas marcan cada comienzo, rea), está precedida por una bellísima sía como “un modo activo de resistir, palabras”, su vibración misteriosa, su
cada pausa, y nos invitan, desde la foto: Deriva Color. Quisiera que miren de conectar y sentir, de revelar algo correspondencia con otros hilos o cor-
portada, como decía Hanni Ossott, su continuidad en la foto que precede esencial en el aquí y ahora de la vida”, deles más sutiles, menos visibles: “lo
a pasar del ver al mirar, puesto que la tercera y última parte del libro Si como un ámbito de correspondencias: secreto sujeta el equilibrio poético (…)
“mirar nos lleva necesariamente a fruta fuese país: Paisaje portátil. Digo “Escribo para tender puentes. Puentes lo secreto sujeta también el hilo poéti-
la idea de reflexión”, pero “¿a qué ti- continuidad y estoy hablando de deri- emocionales, cognitivos, sensoriales: co”. Así, por ejemplo, alquimia o nigro-
po de pensar nos llaman?”. Veamos. va, migración, desplazamiento, objeto para completar rompecabezas. Escri- mancia, se hurga el nombre propio, a
En la cubierta tenemos el título: Fru- que se lleva la marea u objeto de arte bo para darle forma al deseo, el que sin qué truncadas vidas está atado, a qué
ta hendida. Podemos cerrar los ojos que alguien se lleva colgado al hombro abandonarte muta y te salva en el día a pérdidas familiares, a qué significados:
e imaginar la pulpa en su suavidad, con cuerdas hasta dejarnos al fin, al fi- día del resistir. Ese deseo inquieto que “Por J.L. Borges supe que en las cultu-
frescura o madurez. No obstante, mi- nal, en un maravilloso umbral: “un lu- oye, huele, mira, palpa, inquiere en el ras nórdicas Edda significa antepasa-
rar la foto nos lleva a otro ámbito: se gar desde donde mirar el mundo y la proceso de contemplación permanente do, también abuela y arte poética”. Y se
trata de frutas de madera, de las fru- existencia, interrogando el sentido del de fruta”, “cruzada de surcos y man- en el vértice del afuera y el adentro.” hurga esencialmente en la posibilidad
tas de un bodegón; al lado de ellas un tiempo, la permanencia y el arraigo”, chas la piel”, objeto o sensación que En ese vértice se dan los movimientos o imposibilidad de compaginar el ma-
florero, pareciera que con flores vi- como se dice del trabajo de Fernando la palabra no alcanza a recuperar, dobles, a veces contradictorios, que pa de vida con el de los muertos ama-
vas, amarillentas; y sobre ambos un Adam en una nota al inicio del libro. ¿cómo se nombra lo hendido? conforman el libro. Pues se trata de dos, de abrir un espacio temporal, otro
cuadro: la imagen de un vestido co- Ahora bien, ¿en qué medida todo Se trata aquí de ganar el “extraño una poesía que se mueve entre la ob- jardín, la nada, el umbral de Fernando
mo puesto sobre un cuerpo, sin cuer- este sentido, este ambiente que han aroma” de una nueva percepción, un servación y el disfrute de lo táctil, de la Adam para evocarlos... e hilar, anudar,
po. Creo que en esta fruta hendida y creado las fotos, se refleja o resuena renacer, una distinta mirada, un um- sensación del mundo y su materia, y enlazar lo que permanece: lo memora-
a la vez de materia dura, artificial; en en los cuarenta y tres poemas que con- bral, que solo brinda la edad, el paso la percepción del fondo negro o suerte ble: el aroma de lo vivido, la nostalgia
el fondo oscuro sobre el que se halla forman el libro y dialoga con ellos? del tiempo: Lugar para catar la quie- de velo, nebulosa, neblina, borradura de la fragancia de un fruto, la voz del
este vestido erguido, vacío; en este Me parece percibir, desde el primer tud o “Mirador alto desde el cual ca- que la disuelve y busca o se topa con lo padre en el rugido del mar o en el re-
espacio enmarcado, casi a punto de poema, que no es solo el evocar lo que tar / la fruta hendida al alzar la vis- etéreo y pierde piso; así la fascinación cuerdo del río de infancia, otro jardín
ser velado si se desplegara la corti- se hace fruta, sino que una suerte de ta / por encima de su dura cáscara”, de Edda por las nubes: “algo intangi- que permita esperar a la amiga, Eliza-
na blanca, podemos encontrar algo “afrutamiento”, en varios planos y lugar para seguir observando —casi ble que se ha hecho tangible”, pero beth Schön, como si se pudiese regre-
de la tensión de las palabras en el li- sentidos, toma la voz lírica, el cuerpo, fotografiando, filmando, espiando— también algo tangible que permanen- sar a “las rutinas de la presencia”, a la
bro. Como dice María Ángeles Pérez las palabras. Afrutarse, hacerse fru- (como siempre lo ha hecho Edda) un temente se esfuma, transforma y di- “confiada piel de las palabras”, como si
López en el Pórtico: “se procede des- ta, es ganar lo que la fruta tiene de árbol, flores (amarillas, sepia, blan- suelve. De aquí, creo, la insistencia a lo estas pudiesen rescatar amorosamente
de lo desvaído, lo ausente —el cuerpo “lujuriante aroma”, de frescor, zumo, cas), casi imperceptibles momentos o largo del libro en el cordel o en los lazos esos “mínimos fragmentos que la me-
que no está: metonimia de las formas deseo, goce; lo que la palabra tiene de gestos cotidianos que se quieren sal- para atar lo frágil, lo perentorio, nubes moria devuelve”.
plenas del vestido blanco—, lo que es pulpa y textura, pero también lo que var, el paso de las nubes, la manera o flores, el frágil nudo que somos y que
solo merma pero nunca renuncia al tiene de dureza y cáscara, de hendi- en que nublan los ojos (“pero no alta puede desatarse en cualquier momen- *Fruta hendida. Edda Armas. Editorial
fulgor: las palabras descienden hasta dura y herida: se es “carne mordida vista” … “algo más real tengo ahora to; la pregunta por lo que se consigue Kalathos. España, 2020.

La poesía más allá de lo sublime es decir: oh, mira este poema es sobre
alguien que dice que es racista, mira
cómo lo hace, la técnica, es tan bello,
oh, me hace sentir cosas… ahora me
(viene de la página 5) reacción emocional. Y esa reacción compro un café y adiós. Para finali-
emocional será real si nos lleva a un zar, sí creo en lo sublime del poema,
my own ethos cambio en el pensamiento. Es como sí estoy interesado en esa sensación
Me cuestiono mucho el límite de lo decirles que primero se empieza en de lo divino, ese sentimiento de que
que puede hacer un poema y cuál es un punto, pero si me gusta me lleva algo hermoso acaba de suceder, y
mi responsabilidad como poeta. Y mi a otro, y luego termino en otro pun- sí, quizás, soy una persona sensi-
responsabilidad es escribir el poe- to diferente. En la primera lectura, tiva, pero he sido movido por poe-
ma. Pero también me preocupa sa- empezamos en el corazón del poe- mas mucho más allá de los límites
ber de dónde saco las cosas con las ma, luego vamos descubriendo lo formales. ¿Por qué he sido movido
que trabajo. Porque lo creativo está que está funcionando en él y por eso más allá de lo efectista del poema?
en hacer poemas que sientan, pero es que lo volvemos a leer. Porque al Porque he leído poemas que me han
no puedo conocer el valor de eso que ser movidos, volvemos a leer el poe- cambiado la vida y que han hecho
se siente si no nos lleva a un cambio ma y es ahí donde empiezan los jue- que yo quiera hacer lo mismo. Y
en la acción. Voy a dar un ejemplo. gos mentales. En todos los versos tengo que creer que es posible que
Te encuentras con una obra de ar- por sí solos, en todas las rimas, hay los poemas hagan esto en otras per-
te, con un poema. Y se puede decir una repetición de esto que he expli- sonas y tengo que practicarlo por-
que ese poema será un poema logra- cado y esa repetición crea diferentes que esto es una verdad en mí como
do si nos mueve, porque ha creado sensaciones. Y eso está bien, genial, individuo. Por tal razón, tengo que
en nosotros una reacción emocional. se puede hacer un rompecabezas, sí. en el hecho de que han asesinado a no leemos la poesía así y tengo que pensar la poesía más allá de lo su-
Y usualmente, empezamos a meter- Sin embargo, me pregunto si que- alguien. decir que las elecciones democráti- blime.
nos en un poema porque nos ha he- darse ahí no sería como estancarse cas en los Estados Unidos siguen el
cho esto, ¿no? Pero lo que realmente en un ciclo. Si estoy leyendo un poe- three moments mismo patrón y es vergonzoso. Así *Jericho Brown (1976, Luisiana, Estados
creo es que en ese nivel solo estamos ma sobre el asesinato de alguien en- Primero está la emoción. Luego el es como nuestra gente puede enton- Unidos) es autor de Please (2008), ganador
en la tierra de la musicalidad. Por- tonces, al leerlo, ¿no pensaría en el pensamiento (repensar la situación ces asegurar que ellos no son racis- del American Book Award 2009, de The
que sí, la poesía usa el lenguaje y es asesinato de cualquier persona? ¿No porque la hemos visto de una ma- tas. La verdad es que la mayoría de New Testament (2014), Mejor libro del
musical, y sí; un poema es un obje- es suficiente un muerto para sentar- nera diferente). Y, por último, vie- las personas no han tenido ningún año por Library Journal y de The Tradition,
to sonoro. Sí. Pero la poesía se hace se a llorar?, ¿no es suficiente? Oh, el ne la acción. ¿Cómo pongo a prueba tipo de interacción real con un poe- reconocido con el Premio Pulitzer de poesía
con palabras. Entonces, ¿cuáles son asesinato de una persona, oh, las ri- mis emociones? Las pongo a prueba ma que les permita confrontarse 2020.
las expectativas de las palabras que mas en las palabras… Podría haber sabiendo que si logran cambiar mi con sus propias acciones. Porque **La traducción de la entrevista fue
usamos en los poemas? Do you un- algo más allá de los usos del lengua- forma de pensar, entonces sirven. si lo hicieran, entonces sería como realizada por Pedro Varguillas.
derstand what I’m saying? Entonces, je, porque no estoy pensando solo en Y, ¿cómo sé si cambié mi forma de uy, soy racista, tengo que acomodar ***Entrevista publicada originalmente
sí, la primera reacción a una obra de versos. Hay una dimensión material pensar? Lo sé porque cambié mi for- mis problemas; y, esto es una reac- e n h t t p : / /p o e s i a . u c . e d u . v e /
arte, en este caso el poema, es una del poema porque estoy pensando ma de vida. Pero, justamente ahora ción muy diferente a lo común que la-poesia-mas-alla-de-lo-sublime/
el nacional Domingo 14 De junio de 2020
Papel Literario 7

LECTURA >> POEMARIO DE NUBIA GONZÁLEZ Poemas de Geraldine


Gutiérrez-Wienken
La gramática de la muerte Tautologías
Las cosas del mundo también suceden
Nubia González (1958) es poeta, actriz, compositora y cantante. en la casa los techos las paredes
también se cansan
Labios del viento fue publicado en 2019, por Oscar Todtmann Editores de lo absoluto

de la oscuridad
La ruptura es común. No fulgor no soles
el cuadrado debió tener cuatro esquinas
y lo redondo un cántaro redondo

ser de idas y vueltas íntimo torbellino


el hogar circunscribe
la cronología es una
cuestión de tiempo flotante

Donde Heine
En mi habitación
hay una butaca
vocablo primitivo

ante la ley
ni nos movemos
donde Heine

puede desafinar
pero es
agua cotidiana

todo miedo sabe


que no es
ninguna novedad

en mi habitación
una butaca

NUBIA GONZÁLEZ / CORTESÍA OSCAR TODTMANN EDITORES


Archivo [en construcción]
Ese modo de caer
Ana María Hurtado pues nos enfrentamos con la pérdi- en el dolor, más bien va declarando el que tienen las cosas
da sin nombre, una pérdida tan ab- asombro de la vida que persiste ante en su lugar
Y voy hacia la muerte que no existe soluta que nos deja perplejos, por la ausencia. Y junto al asombro ine-
Que se llama horizonte en mi pecho. ello, lo primero que hacemos en un vitablemente aparece la ira, el recla- en casa de mi vecina
Blanca Varela suben las persianas a las cinco
proceso de duelo es decir “no pue- mo o la indignación lanzados a inter-
sale la iguana de la historia
de ser”: la negación, primera fase locutores de distinta naturaleza, y al
“La candente mañana de febrero del camino. Apenas se articula una final todo confluye en lo sensual, el
―amarrarnos a los rieles debimos
en que Beatriz Viterbo murió (...) no- pregunta: “¿por qué?”, verso con el eros persistente y quizás, la finalidad naufragar
té que las carteleras de fierro de la cual la poeta cierra su primer poe- última de este trabajo –como en los
Plaza Constitución habían renovado ma o más bien abre el poemario. de Psique– es el encuentro y la unión así los labios las vicisitudes
no sé qué aviso de cigarrillos rubios; Sin embargo, antes de formular la con Eros. Esa serie infinita de acon- un día y otro más
el hecho me dolió, pues comprendí pregunta nos lanza a quema ropa: tecimientos que nos dejan atrás son se van
que el incesante y vasto universo ya “los vientos de la ausencia arden”: una pista para el reencuentro, aun- archivando
se apartaba de ella y que ese cambio la ausencia es innombrable, pero que al inicio sean irremediablemente
era el primero de una serie infinita”. es sentida en su exceso por el cuer- lacerantes.
Así comienza Jorge Luis Borges su po desde la abismal sensorialidad, Asimismo, en el proceso nos apro- Sin verbos auxiliares
magnífico “Aleph”... Y es que resulta y Nubia la transforma en conmo- piamos de la muerte del otro –“soy
En mis manos suda el tiempo Siquisique
que una de las cosas más difíciles de vedor acontecimiento poético. Sus otra difunta”– para poder labrar des-
asimilar, y a la vez la más contunden- versos precisamente conscientes de la vida, “somos brotes de la tie- en mis nueces decembrinas mondo tus días
te, es la vida que sigue con sus peque- de la imposibilidad de la represen- rra”. Escribir desde el dolor ante lo
ñas cosas, sus engranajes y artificios, tación comienzan a discurrir desde irreparable es buscar zurcir con la Aguada Grande tus sisales Madreflor
constatar que los acontecimientos el choque frontal con lo inmediato, palabra la herida desde la zona tras-
cotidianos sobreviven con una estre- lo tangible, lo sensorial. lúcida donde perviven la sábana de a medio pan de domingo sin querer salir
mecedora indiferencia, tanto ante la La muerte se erige como una con- flores, el maquillaje, la ropa en el pi-
muerte como ante el dolor del que vención que necesita de varias con- so o el perro esperando el paseo. La trago amargo tu insomnio [el de los míos]
persiste en la vida tras la pérdida de diciones y acuerdos para ser de- ausencia se instala en las recetas en
alguien querido. El poemario de Nu- clarada. La poeta da cuenta de ese el imán de la nevera.
bia González se halla atravesado de proceso: la muerte es declarada en la Se interroga: “cómo te ves... R O T *Poemas inéditos. Escritos en 2017.
esta perplejidad. ambulancia, en el hospital, el apelli- A”, y la palabra se fragmenta para
Cuando Freud hablaba de la muer- do, en rezos, en las manos sujetas, en asimilar la fractura que deja la muer-
te, decía: “La muerte es un concep- la madre, “tu nombre se apila en gra- te, la ruptura de un hilo que la pala-
to abstracto, para el cual no se pue- máticas profanas” y se entrelaza con bra poética intenta tejer de nuevo,
de encontrar una correspondencia una imaginería de dioses y ángeles asumiendo los vacíos como parte del
inconsciente”. Este acontecimiento que intentan en vano dar respuestas, tejido. Arianna está rota, pero está
no representable, ubicado por fuera
Un poema de Jonatan
o en términos freudianos represen- inserta en la vida del poema tratan-
de la secuencia de la vida resulta ser, tar lo irrepresentable. Se trata de un do de ser re-armada, re-amada. Nu-
paradójicamente, aquello que otorga fenómeno social tanto como existen- bia quiebra el cuello de las palabras
o quita valor a la vida.
La muerte no está inscrita en el in-
cial, ontológico y más. Siempre es un
exceso. Se niega, se acepta, se trans-
para que se pronuncien y contengan
el sufrimiento; alcanzar entonces el
Alzuru Aponte
consciente dice el psicoanalista. forma, se incorpora. El trabajo del lugar donde volver a encontrarte sin
duelo es el trabajo de resignificar, de estar rota... es la esperanza, hasta sa- Y se llamaba Viernes Santo
“Morir recomponer el hilo roto, de adjudi- nar el poema que ha sufrido también
No tiene cuerpo. car nuevo sentido, en una aproxima- esa rotura. Desperté un domingo
Estaba ción mítica podríamos pensar que es Nubia nos recuerda que estamos vi- Roto,
Traslúcido el lugar”. también uno de los trabajos de Psi- vos esperando la propia muerte, pero húmedo.
En casa,
que, y esa labor comienza con la ne- afirmativamente vivos –“A veces de-
la leña dormía con la lluvia.
Dice con más belleza el poeta José gación de la muerte por lo inconcebi- cido cómo morir”– intuyendo la en-
Distraído busqué un periódico oxidado,
Ángel Valente, o como lo afirma el ble e impensable, y tal secuencia de trada a ese lugar con exceso de signi-
tal vez buscando la casa de mamá, el colegio,
monje japonés hacedor de haikús, trabajos conducirá hasta la resigna- ficados, que no se agota, y atisbando aquella amiguita que posaba nublada con dos flores amarillas
Dokyo Etan: ción –re-asignación–, el reacomodo en las cosas el triunfo irreductible de y yo jugando metras
ante lo inevitable, hacerle espacio, la vida: “¿dónde está oh muerte tu como si fuese el único destino.
“Aquí, a la sombra de la muerte, es invitarla, nombrar sus márgenes, aguijón?”. Preparé la tristeza en un café, sin pan andino, sin queso e’ mano,
[difícil eso es lo que intenta Nubia a través Aunque es un libro que habla del sin el rosario el rosario de la hermana Beloqui.
pronunciar la última palabra. de la palabra: la apropiación simbó- dolor ante la muerte no es un libro Impávido contemplé dos hormigas,
Solo diré, pues, lica del acontecimiento. El dolor es triste, es por el contrario un poe- traspapeladas
‘sin decir’ el significante concreto de la pérdi- mario intenso, vital, osado, lleno zapateaban
Nada más, da que apunta hacia lo indecible, es de cuerpo. ¿Sería igual el verde sin de un lado para el otro,
nada más”. lo más tangible, lo único con lo que Lorca? es solo una pregunta que nos dibujando
luchamos sumergidos en esa parado- acerca un guiño como respuesta, tal perspicazmente el mito
–Ella solo callará, nos dice Nubia ja. Aparecen las imágenes del sueño, vez el verde aunque persiste, como Sísifo, otro trago de café y una página de Camus
González. el cambio, la pérdida, el olvido, una el aviso de cigarrillos rubios, ahora Ese día advertí
Entonces, aunque parezca dema- que no recordaba el salitre
suma de metáforas y símbolos que es distinto porque contiene a Lorca;
ni las campanas de arena, ni la delgada palmera
siado real y contundente termina intentan dar cuenta de la muerte. Y por algo el Eros, ese que nos mantie-
¿de qué color es la guacamaya?
siendo un constructo que nos en- es así como el dolor y su representa- ne unidos gozosamente a la vida, es Ella me miró
frenta con algo tan real que exce- ción en el lenguaje toca los márge- un Dios alado que nos besa con los la- Y juntos nadábamos en el mismo suelo
de lo representable, y cuando digo nes de la muerte –“la muerte sonríe bios del viento. Tranqué la boca
representable, digo lenguaje, pala- al revés”. Sin el chirrido de las compuertas del llanto
bra, símbolo. Por eso se hace tan di- Nubia González no hace poesía fi- *Labios del viento. Nubia González. Oscar Desperté un domingo
fícil el tránsito del proceso de duelo, losófica con la muerte, ni se regodea Todtman Editores. Caracas, 2019. y se llamaba viernes santo.

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