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EN LA WEB:

Un ensayo de Dice Herta Müller: Para asegurar nuestra propia existencia,


Helena Arellano Mayz:  necesitamos los objetos, los gestos y las palabras. Cuantas más palabras
podamos tomar, más libres somos, después de todo.
El punto irreversible: la libertad

DOMINGO 9 DE JUNIO DE 2019


DirecciónNelson Rivera • Producción PDF Rebeca Martínez • Diseño y diagramaciónVíctor Hugo Rodríguez • Correo electrónicoriveranelsonrivera@gmail.com / papelliterario@el-nacional.com • Twitter @papeliterario

RESEÑA >> De vuelta a De una a otra Venezuela


ERITZA LIENDO
Arturo Uslar Pietri
Arturo Uslar Pietri escribió
El festín de Baltasar como una alegoría
(1906-2001)
de la Venezuela embriagada por la fue uno de los
bonanza petrolera. Con la preclaridad de
su pensamiento, vio venir el apocalipsis más destacados
de la Venezuela del siglo XXI.
En su tribulación, no vislumbró
venezolanos
que podía haber también
la celebración de los otros.
del siglo XX.
Abogado,

A
lgunas cosas nunca cam-
bian. Otras empeoran irre- narrador,
mediablemente y otras solo
se transforman en su apa-
ensayista y
riencia para permanecer intactas en
lo medular: es el principio del gato-
conductor del
pardo, tan bien descrito por Giuse- espacio televisivo
ppe di Lampedusa cuando narra en
su novela la historia del Príncipe de Valores Humanos,
Salinas, Don Fabrizio Cordera. En-
tre unas cosas y las otras –las que no
dejó una obra
cambian, las que empeoran y las que
se disfrazan– están las que evolucio-
imprescindible
nan favorablemente hacia un cambio para leer la crisis
en positivo. Es el tipo de cosas en las
que muchos hemos dejado de pensar de nuestro tiempo
porque un pesimismo ya endémico,
atenazado por el síndrome de la des-
esperanza aprendida, nos ha hecho
creer que algunos escenarios son ina-
movibles.
El pesimismo y la desesperanza – EL FESTÍN DE BALTASAR (1635), DE REMBRANDT. NATIONAL GALLERY DE LONDRES | WIKIPEDIA

La otra Venezuela
aprendidos o inducidos– suelen ves-
tir el ropaje de la angustia, del desa-
liento, de la depresión, de la tristeza
y de la postración. Sea cual sea la
indumentaria, la máscara siempre
es la misma: el embozo de la derro-
ta. Y cuando transcurre tanto tiem-
po sin que uno reconozca en el espe-
jo su propio rostro –el de la dignidad
voluntariosa– la simulación termina Entre 1947 y 1948, este pensador ve- que va a desaparecer. Hasta que aque- al festejo sin atenuantes del poderoso; glo XXI, esa cosecha no ha hecho sino
saturando el espacio de la verdad. nezolano escribió una serie de artí- lla mano misteriosa escribe en la pa- del que cree que reinará para siempre. crecer y crecer. El resentimiento, la
Es el momento en el que se deja de culos (más bien, breves ensayos) en red la enigmática sentencia que anun- Alude también a la sempiterna con- retaliación y el desquite son el emble-
luchar por algo mejor porque para los cuales hizo manifiesta –más que cia la inevitable catástrofe y empieza dición menesterosa del pueblo men- ma del escudo de armas de aquellos
qué. No obstante, ciertos destellos de su preocupación– su angustia demo- con la palabra ‘mene’. Una palabra dicante. Una combinación que, vista que piensan que disentir es un delito;
luz –aunque suene redundante– nos ledora por tres temas de importancia que las gentes del lago de Maracaibo en su trágica dimensión, es el caldo que ante la irrupción de un proceso
hacen recordar que hay esperanza y capital para la Venezuela de cualquier conocen bien y la saben descifrar”. donde se cultiva el desastre inminen- político enmascarado en discursos re-
que donde otros vieron un inexorable tiempo post-petrolero: población, pe- (A.U. Pietri, De una a otra Venezuela, te, el desenlace fatal. “Esa catástrofe volucionarios todos debemos estar ali-
despeñadero, otros ven justo el espa- tróleo y educación. Esos textos fue- Monte Ávila Editores, 1996, pág. 22). –vaticina el autor– puede tardar mu- neados; que cualquier pensamiento en
cio propicio para dar un salto de fe. ron compilados bajo el título De una Como escrito ayer, este ensayo alude cho o puede estar muy próxima. No contra es traición a la patria. Si para
Durante la primera mitad del si- a otra Venezuela. En ellos, y a pesar es fácil prever el momento en que va ganar adeptos y adictos, hay que pro-
glo XX, Venezuela empezó a sufrir del pesimismo que exudan, el autor a reventar esta tremenda ola contra mover la envidia o envilecer con los
en sus carnes los estragos de la em- plantea (incluso como algo perento- ARTURO USLAR PIETRI | WIKIPEDIA la artificial y fragilísima estructura frutos de la corrupción, poco impor-
briaguez petrolera. Por años, nues- rio) la urgencia de repensar al país de nuestra vida económica”. Quién ta. El fin justifica los medios. En 2019
tro país sufrió –a un mismo tiempo– y lo necesario de entender que nin- sabe qué cosas diría hoy Arturo Us- ocurre como a comienzos del siglo XX
la borrachera y la resaca, y ese guna bendición es eterna y que, lar Pietri si viera cómo encalló el aunque se hayan sofisticado los méto-
particular estado de embotamiento si es mal administrada, hasta aparato económico nacional dos. Algunas cosas solo se transfor-
impidió, entre otras cosas, que el paso la más beatífica de las ben- en las aguas infestas de la man en su apariencia para permane-
de lo rural a lo urbano se diera de mo- diciones puede transfor- hiperinflación. cer intactas en lo medular.
do estratégicamente racional. Impidió marse en una condena. El resultado de tales prácticas estu-
saldar con justicia las cuentas con la Al respecto, Arturo La celebración vo y está a la vista de todos, y “todos
pobreza. Impidió hacer de la educa- Uslar Pietri fue cate- de otros miran los signos exteriores de una
ción una herramienta para la cons- górico en dos expre- Pese al amargor riqueza fácil y creciente. Automóvi-
trucción de ciudadanía. Impidió crear siones lapidarias: que surca como les, hermosas casas, fiestas, diversio-
consciencia acerca de la necesidad de “Hay que sembrar emotivo eje trans- nes, comidas y trajes de lujo. Todos
invertir en un futuro que estaba a la el petróleo” y “Hay versal sus artícu- los miran: el que llegó ayer con el lío
vuelta de la esquina. Impidió aceptar que transformar al los compilados de ropas a la espalda y el estudiante
de buen grado la urgencia de transi- minotauro (el pe- en De una a otra que sale de la Universidad con borla
tar de una a otra Venezuela. Y hubo tróleo) en buey de Venezuela, pese reciente. Todos saben que lo que ayer
un hombre, un hombre de letras y de labranza”. Como al tono desespe- se compró por diez hoy se vendió por
pensamiento crítico que, valido de su no se ha hecho ni rado con que trató veinte”. Así se lamenta Uslar cuando
pluma y de su reflexión analítica, de- lo uno ni lo otro, se de llamar la aten- escribe su artículo “El petróleo y la
jó para la posteridad el registro de sus optó por celebrar –en ción de los hombres inestabilidad”. Si hoy lo escribiera
tribulaciones: vio venir el caos, vio la una orgía de derroches de su generación (y tendría que añadir como parte de los
proximidad de la sombra, vio venir que dura hasta el sol de de las generaciones fu- signos exteriores de la riqueza fácil
este presente. Dejó su advertencia en hoy– el festín de Baltasar. turas), Uslar Pietri –aun la exacerbación de lo fashion, el in-
veintinueve artículos de prensa. “Hay en la Biblia una es- sin contar con que viviría framundo de las cirugías estéticas, de
tampa –comienza diciendo Us- o no para verla– creyó en otra los implantes de todo tipo, de las cari-
El festín de Baltasar lar Pietri en su alegórico ensayo– Venezuela posible. Muchas veces llas dentales, de las melenas platina-
Como todo personaje público, como que se me parece curiosamente a esta se refirió a la Venezuela ficticia fren- das, de los Lamborghini, de los pura
todo hombre de medios, como todo hora venezolana. Es la del Rey Balta- te a la Venezuela real; a la Venezuela sangre, de los hijos de los jerarcas es-
individuo ligado al ámbito de lo polí- sar en el festín. El oro y la plata de los de opulencias frente a la Venezuela tudiando en las mejores universida-
tico, Arturo Uslar Pietri (1906- 2001) vasos sagrados judíos se llena de vino, indigente. Hoy tendría que hablar des del mundo, de las celebraciones
tuvo, tiene y tendrá –a partes igua- la tumultuosa corte se regocija y ríe, de la Venezuela de los Rolex y de la opulentas, de las selfies frente a los
les– seguidores y detractores. Incluso suenan las músicas, bailan las dan- Venezuela de las lentejas; de la Ve- grandes monumentos… aunque se
hay quienes hoy se preguntan por qué zarinas, los cortesanos se hartan, el Muchas veces nezuela de las Hummer y de la Ve- desconozcan su historia y su signifi-
nunca fue presidente de la República. pueblo recoge las abundantes sobras nezuela de las “perreras”. Algunas cación. Es el festín de Baltasar, que
Con todo, quienes suscriben sus pos- y el príncipe sonríe, entre su ensorti- se refirió a cosas nunca cambian. parece la orgía perpetua. Mas, fren-
turas y quienes difieren de ellas re-
conocen en el pensamiento de Uslar
jada barba, contemplando aquel largo
panorama de plenitud y de bienestar.
la Venezuela En su artículo “El tema de la histo-
ria viva”, el autor señala que “a falta
te a ese festín, frente a la borrachera
del poder insaciable, también está la
Pietri atributos de claridad, de perti-
nencia y de solidez porque lo cortés
Nadie parece percatarse de que se es-
tá al borde de una tragedia, que el ma-
ficticia frente a la de otra cosa hemos sabido cosechar
abundantemente el odio, y nada nos
celebración de los otros.

no quita lo valiente y hay que dar al ravilloso festín no puede prolongarse Venezuela real” ha parecido más importante que en- *La versión completa de este texto está
César lo que es del César, incluso si indefinidamente, que todo lo que pa- vidiar y envilecer al prójimo”. Desde disponible en la sección Papel Literario de www.
no goza de nuestra personal simpatía. rece abundar es aparencial y falso y 1947 a las dos primeras décadas del si- el-nacional.com.
2 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 9 DE JUNIO DE 2019

REFLEXIÓN >> ¿HUMANISMO VS TECNOLOGÍA?

Del humanismo retrógrado


MASSIMO DESIATO

N
ada ocasiona más daño a
las humanidades que aque-
lla tendencia que interpre-

al humanismo sensato
ta la tecnología como una
suerte de apocalipsis, pues, al hacerlo
refuerza el prejuicio de que el pensa-
miento se dividiría tajantemente en
dos sectores: las ciencias por un la-
do, las humanidades por el otro. De-
nominaré tal tendencia “humanismo
retrógrado”.
El humanismo retrógrado es fruto
Massimo Desiato (1961–2013) fue filósofo, ensayista, narrador y un prolífico articulista.
de una marcada decepción: el mundo El ámbito de sus intereses fue diverso. Entre muchos libros suyos, destacan Nietzche,
no habría tomado el curso esperado
por el clasicismo. La tecnología sería
crítico de la posmodernidad (1998) y Más allá del consumismo: las necesidades humanas y
la gran culpable, pues habría perver- el problema de los bienes (2001)
tido de manera casi irremediable las
relaciones humanas. El tono de es- sato: la lucha se ha vuelto hoy día
te humanismo se vuelve particular- doble. El humanismo debe luchar
mente agrio cuando toca el tema de por un lado contra aquella parte de
los avances comunicativos: la televi- sí demasiado rígida –por no decir fa-
sión por satélite o por cable, el Inter- nática– y, por otro, contra aquellos
net con todas sus posibilidades son que piensan que la tecnología por
poco menos que nuevas encarnacio- sí sola resuelve todos los problemas
nes del polifacético Satanás. del hombre. Se debe, pues, evitar a
Ahora, es evidente que la tecnolo- toda costa el dualismo que opone la
gía ha cambiado muchas cosas. En técnica a lo humano: una tecnología
particular, alarman los estudios so- humana solo es posible mediante la
bre los efectos a largo plazo de los constante actividad que yuxtapone
medios que indican que las nuevas los saberes. El humanismo sensato
tecnologías transforman los esque- posee un cuerpo interdisciplinario
mas cognitivos a través de los cuales que instruye acerca de cómo utili-
atendemos, captamos y ordenamos zar el medio en función de las con-
la realidad. En los niños la actitud secuencias sociales, psicológicas y
ante el conocimiento ha variado: en antropológicas.
consecuencia, su visión del mundo Se trata, en fin, de educar para evi-
es otra. Pero –y he aquí donde radica tar un uso acrítico de la tecnología
el verdadero problema– nada se ga- que afectaría no solo la dimensión
na manteniendo una educación que ética del hombre, sino los mismos ci-
dé la espalda a estas innovaciones. mientos de la cultura democrática.
Nos guste o no, la tecnología está Esto es así, en tanto que la interven-
ahí: promover un humanismo total- ción en el ámbito público del ciudada-
mente indiferente a tales resultados no privado transita cada vez más por
es condenar el humanismo fuera del los recursos tecnológicos comunicati-
mundo. vos. El gran reto del humanismo ac-
Como bien lo apunta Victoria tual radica, pues, en tratar de contes-
Camps, “después de la televisión –o tar esta interrogante: ¿Cómo acercar
de lo audiovisual – el sistema educa- la tecnología a los valores más entra-
tivo no puede ser el mismo. Lo cual ñables de la humanidad?
no significa que la imagen deba sus- MASSIMO DESIATO | MARÍA FERNANDA GUEVARA-RIERA©
tituir a la imprenta ni que la atención *Este artículo forma parte del volumen
pasiva deba hacer las veces del estu- son muchas y positivas”. Para que la nejarse dentro de tales innovaciones; esta discurra por su cuenta y según Sobre la revolución bolivariana: en
dio. Significa que la imagen debe ser informática y el mundo de la imagen un humanismo que no se retire del una lógica que poco tiene que ver con búsqueda de la convivencia perdida,
utilizada y aprovechada para lo que no deshumanicen hay que aprender a mundo encerrándose en un solitario las necesidades reales”. compilado por María Fernanda Guevara–
vale y sirve, pues, sin duda, sus po- usarlos de manera humana. Pero ello desdén. Anota Camps que “cerrándo- Al humanismo retrógrado debe Riera, para ABediciones, Universidad
tencialidades para enseñar y educar implica un humanismo que sepa ma- se a la tecnología solo se consigue que contraponerse un humanismo sen- Católica Andrés Bello, Caracas, 2018.

RESEÑA >> LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN EL OJO DE LA TORMENTA

La inmolación
las estrellas del periódico. Pero deja
al margen de las críticas a la clase de
tropa que, con su esfuerzo diario, si-
gue sacando adelante su trabajo con

de un periodista
la mayor honestidad posible. Tal vez
solo les falle cuando expone su parti-
cular relato de la huelga convocada
por los profesionales contra los despi-
dos en la Redacción, una perspectiva
en la que pesa demasiado su condi-
ción de director del periódico.
El ex director del diario El Mundo, David Pero la gran lección que nos ofre-
ce este libro es el ejercicio de auto-
Jiménez, detalla en su nuevo libro cómo crítica que todavía tiene pendiente
los sectores políticos y empresariales el oficio en España. Mientras segui-
mos lamiéndonos las heridas por el
aprovecharon la Gran Recesión para hacerse desplome de las ventas y el derrum-
be de la publicidad, y algunos siguen
con el control de la Prensa en España mirando con recelo una digitaliza-
ción que es imparable, no acabamos
de formular la pregunta clave: ¿por
qué los periódicos españoles son hoy
LUÍS POUSA ra un lugar mucho más seguro que peores que los del año 2000? Una ra-
su efímero despacho en El Mundo. DAVID JIMÉNEZ | LIBERTADDIGITAL.COM zón obvia es que las plantillas han
Las 296 páginas de El director son la Su aterrizaje en la Redacción, des- sido diezmadas. Reducidas práctica-
crónica de un suicidio. De la inmo- pués de 18 años deambulando por el dacciones del país. ¿Por qué? Porque añadir la transición aún sin resolver mente a la mitad, han duplicado su
lación en público de David Jiménez planeta, ya ofrecía señales de alarma. hasta la fecha nadie se había atrevido al modelo digital. Todo ello ha debili- trabajo, al asumir la doble tarea del
(Barcelona, 1971), antiguo corres- Lo acababan de fichar como direc- a poner negro sobre blanco semejan- tado la posición económica y finan- papel y la web. En plata: un perio-
ponsal de guerra y durante apenas tor, pero al presentarse en la cabina te ejercicio de autocrítica. Y mucho ciera de los grandes diarios españo- dista hace ahora lo que antes hacían
un año (desde finales de abril del de entrada el guardia de seguridad le menos un antiguo alto directivo de un les, que ya no tienen la libertad que cuatro. Pero este no es el único moti-
2015 al 25 de mayo del 2016) director pidió que se identificase. Jiménez se periódico. les otorgaba el apoyo monetario de vo del descenso a los infiernos del pe-
de El Mundo, la segunda cabecera había olvidado la cartera en casa y no En el volumen no falta cierta auto- los lectores y se ven condicionados riodismo español. Falta una apuesta
más leída de España después de El llevaba encima su DNI. El guardia in- complacencia del autor. Como es hu- por las subvenciones gubernamenta- decidida por la calidad como la que
País. Jiménez, que desarrolló toda sistió en que no podía dejarle pasar. manamente comprensible, David Ji- les y por las campañas publicitarias han realizado medios como The New
su carrera profesional lejos de la Re- Hasta que apareció uno de los redac- ménez trata de salir bien parado en de sus anunciantes. York Times, que ha traducido en un
dacción, se encargó durante dos dé- tores de la casa explicándole que se su relato, aunque también hay que Con la anuencia (o como mínimo notable aumento de suscriptores el
cadas de cubrir noticias como la gue- trataba del nuevo director. Aquello admitir que la crónica desvela la in- el silencio) de muchos directivos y fichaje de más periodistas y la deci-
rra de Afganistán, el ascenso al poder no pintaba bien. Aunque había co- genuidad de un outsider que nunca periodistas, las empresas han apro- sión de que elaboren menos y mejo-
de Kim-Jong-un en Corea del Norte, menzado a trabajar en el periódico había pisado las moquetas oficiales y vechado esta debilidad para entrar res informaciones.
el tsunami del Índico o la hecatom- madrileño como becario en la sección se ve perdido entre las intrigas de los a saco en las redacciones (hasta no Por eso creo que El director es un li-
be de Fukushima (fue el único perio- de Local en 1993, el resto de su trayec- partidos y las grandes empresas. Las hace mucho el sacrosanto templo de bro necesario. Aunque solo sea por-
dista occidental que se quedó sobre toria había transcurrido muy lejos de presiones de estos dos sectores sobre la libertad de expresión y de concien- que planta en el tapete un debate
el terreno después de la catástrofe la sede del diario. la Prensa siempre han existido y exis- cia) y promover sus intereses. Esto imprescindible sobre el futuro de la
nuclear). Actualmente colabora co- El libro, que detalla cómo los po- tirán. No hay novedad en eso. Lo que es lo que cuenta, con pelos y señales, prensa.
mo tertuliano en Radio Nacional de deres económicos y políticos han to- sí ha cambiado es la situación de los David Jiménez en El director. En el
España y es columnista de la edición mado al asalto los grandes medios de periódicos, castigados por su propia libro arremete sin piedad contra el El director. Secretos e intrigas de la prensa
en español de The New York Times. comunicación españoles aprovechan- crisis. Si la Gran Recesión provocó máximo responsable de la compañía española narradas por el ex director de El
Pero, según admite en este ensayo, la do la Gran Recesión, ha hecho esta- la consecuente caída de ventas y de propietaria de El Mundo (al que apo- Mundo. David Jiménez. Libros del K.O.
Fukushima posnuclear le parece aho- llar un auténtico polvorín en las re- ingresos publicitarios, a ello hay que da El Cardenal) y contra algunas de España, 2019.
EL NACIONAL DOMINGO 9 DE JUNIO DE 2019
Papel Literario 3

Archivologías
de Eduardo Vargas Rico
Hasta hoy estará abierta la exposición Archivologías [lógicas de un
archivo local] del artista multidisciplinar, Eduardo Vargas Rico

LORENA GONZÁLEZ INNECO multiplicando con una velocidad in- tar de un espacio heterotópico que en
usitada la aparición y desaparición de el mejor estilo foucaultiano desata el
El archivo es ante todo la ley de lo la verdad en una atmósfera repleta de encuentro con una clasificación in-
que puede ser dicho, el sistema que rige figuraciones, movimiento inusual que comprensible e impensable, la cual
la aparición de los enunciados como incluso ha llevado al lugar de obra de pone a su vez en discusión todas las
acontecimientos singulares. arte a los documentos impresos de un otras clasificaciones. En ese desmo-
pasado no tan lejano. Muchas vertien- ronamiento reordenado y estetizan-
Michel Foucault tes de este complejo paradigma con- te, el archivo de Vargas Rico se vuel-
temporáneo que vivimos, conforman ve tela de juicio para todos los otros

S
i algún nudo metodológico el sedimento que atraviesa cada uno órdenes y distribuciones normales
podríamos añadir a la trepi- de los capítulos de la propuesta más que, al decir de Foucault, se han con-
dante historia de las socieda- reciente del artista Eduardo Vargas vertido en posibles por ser en esen-
des contemporáneas, tal vez Rico, la cual se exhibe hasta este do- cia pensables para todos nosotros. La
el archivo sería la estructura capital mingo 9 de junio en la Galería Spazio pregunta decisiva es sondear por en-
del conocimiento que parece dirigir Zero de la ciudad de Caracas bajo el tre los bordes y linderos de aquellos
los ejercicios de poder de nuestro nombre Archivologías [lógicas de un criterios con los cuales ordenamos
mundo contemporáneo. Ya hacia fi- archivo local]. el mundo: por qué asignamos, cómo ARCHIVADOR DE ACORDEÓN EN CONCRETO (2019), DE EDUARDO VARGAS RICO |
nales de los años 60, Foucault apelaba Entrar a la sala de exposiciones es dividimos, con qué fines cataloga- ESCULTURA DE PARED | TÉCNICA MIXTA: VACIADO EN CONCRETO Y TIERRA SOBRE CARTÓN
a esta figura en su texto la Arqueolo- sumergirse en una inquietante expe- mos, reunimos, segmentamos, dis-
gía del saber, para develar una bue- riencia. Allí, a cada paso que damos, tribuimos, excluimos y finalmente cuerpo y la vacilante cartografía del abrir para nosotros la peripecia cis-
na parte de la metodología usada en penetramos en un cúmulo excepcio- institucionalizamos. contexto es un movimiento profun- mática de la historia junto a la caden-
muchas de sus reflexiones y presen- nal de documentos visuales y testi- El trabajo artístico de Eduardo do y sutil que siempre le acompaña cia in-finita de la existencia, en ese
tar esta figura no como una simple monios en aparente ruina, los cuales Vargas Rico está conformado por como creador, una alusión a la falla uno que también somos todos. Lugar,
estructura de resguardo de la memo- con sus presencias y acabados forma- un conjunto de obras desprendidas geográfica, al suelo inestable, a los suceso, individuo y sociedad son en
ria sino como un documento de enun- les recomponen los ámbitos museo- desde los cruces de la experiencia espejismos, a las reliquias, a las mar- este caso enunciados vistos no como
ciaciones del poder que empezaba a gráficos de esa extensión museal que íntima (local), albergada en una re- cas y los fragmentos que va dejando un curso lineal de acontecimientos si-
dirigir las formas de recapitulación recorremos. En las demarcaciones de lación de complejas interrogantes lo corpóreo en su sinuoso paso por no como la revelación de esa vorágine
del pasado. Así, en el futuro, el cono- esta suerte de nueva genealogía edi- entre las formas de construcción de terrenos tambaleantes. indescifrable que es el instante: cons-
cimiento de la historia no estaría so- ficada por el artista, la percepción se su historia –como promesa del vacío, Con una fuerza significativa, la obra trucción alejada de la representación
lo albergado por el saber canónico de disloca mientras va reconstruyendo la desaparición y la muerte– frente a de este artista rebate las líneas ofi- ecuánime de la realidad, magma que
la biblioteca, sino con mayor potencia las fisuras y los enlaces, las supre- las variables del entorno y los enun- ciales de la historia conocida y de la desbasta zonas ocultas para volverse
por ese nuevo canon de jerarquías y siones e iluminaciones, los vacíos ciados oficiales de nuestro también trama porvenir. Surge de epigramas caudal, resonancias de un trasfondo
especulaciones, entidad a un tiempo y plenitudes de una semblanza que quebrantado orbe de verdades su- colmados de desasosiegos, coloniza- minado, de un orden transitorio –no
reveladora y cruel que sería el testi- deambula y reaparece por entre los puestas (global). De esta forma cada ciones e imperios, de opresiones y el medido, ni el legal, ni el regula-
go depositario de una historia tan col- quiebres de vaciados de cemento, des- obra se dinamiza como el resultado contingencias que parecen regresar do– que repentinamente es develado
mada de referencias y encuentros co- hechos de cartón, rastros de tierra, activo de un recorrido que da pie a una y otra vez. Es un proceso que se y tachado, y que en su breve perma-
mo de olvidos y desapariciones. fracciones de vidrio, figuraciones del un doble testimonio: por un lado, el niega a sí mismo en una lógica de ar- nencia frente a nosotros convoca el
De los archivos bibliográficos, au- metal, copias alegóricas, fotografías diario personal del gesto privado y chivo que acontece en el borde de lo trastocamiento de la percepción, el
diovisuales, historiográficos y he- extraviadas, escombros perdidos y vinculante; y por el otro, la conso- pensable, de lo posible, y que descien- debate de los sentidos, el derrumbe de
merográficos –entre muchas otras trozos textuales. En esta extravagan- lidación de un documento colecti- de hacia las fuerzas irrefrenables del esa memoria fugaz que levemente nos
asignaciones– nuestro mundo con- te narrativa las reorganizaciones de vo, metáfora que desde el yo se ha ser y de lo que ese ser proyecta más sostiene en los debilitados fragmentos
temporáneo ha multiplicado esta ese archivo destacan por el plantea- transfigurado en obra para abrirse allá de las líneas acreditadas del or- de este perturbado espacio-tiempo
posibilidad anunciada por Foucault miento de una cartografía personal hacia el espectador e interpelarlo, den y la razón. En su transcurrir tan que nos ha tocado vivir.
hasta el infinito. En nuestro espacio con la cual Vargas Rico no solo deba- atendiendo a las problemáticas so- petrificado como vertiginoso, en ese
virtual de saberes y aprehensiones, te su derecho a fijarse en el mundo y ciales, económicas y políticas que pasado que no solo amplía los aconte- *Archivologías [lógicas de un archivo local]
de gustos y recuerdos, de recuperacio- a contarse a sí mismo como parte de traspapelan la identidad en contex- cimientos del presente, sino que tam- de Eduardo Vargas Rico en Galería Spazio
nes y evanescencias, el archivo digi- una historia otra al borde de la desa- tos sitiados por transformaciones bién dibuja los espejismos del futuro, Zero. Desde 31 de marzo hasta el 9 de junio
tal se ha vuelto una fuerza centrípeta, parición, sino también por el desper- perennes. Las relaciones entre el cada pieza adquiere la capacidad de de 2019. Caracas, Venezuela.

INCONFORMES CON EL ESPACIO


When I’m watchin’ my TV and a
[man comes on and tells me
How white my shirts can be
But, he can’t be a man ‘cause he
[doesn’t smoke
The same cigarettes as me

The Rolling Stones

HUMBERTO VALDIVIESO

En la entrega de la semana pasada –


El viaje como sintaxis (1/3)– expuse
que el viaje en Apocalypse Now, es la
inversión del sentido del orden en el
discurso normativo. No hacia su ori-
gen expresivo sino hacia la crisis de
su racionalidad. Ahora vamos a li-
diar con el cuerpo y la parodia en el
filme.
Cuerpo es espacio y lo es de muchas
formas. En el filme los personajes tie- APOCALYPSE NOW: FOTOGRAMA APOCALYPSE NOW (19790), DIR. FRANCIS FORD COPPOLA | IMDB
nen una relación desproporcionada
con su propia humanidad. Hay un Vuelta a Apocalypse Now 2/3
desfase entre espacio interior y ex-

El cuerpo como parodia


terior, tiempo cronológico y mítico,
y –al interior del lenguaje– entre la
información y lo poético. Tres ejem-
plos, entre muchos, pueden ilustrarlo
en este pequeño escrito.
La práctica del T’ai-Chi-Ch’uan es D’Empaire: “La música de Wagner, de El cuerpo sin voluntad de Willard humana es un pelele goyesco que se- tico. La carne lacerada del dios que
una parodia de la búsqueda de la ar- The Doors y de The Rolling Stones ya en la habitación de Saigón, herido rá movido por los espasmos del juego mandaba en aquel infierno es la rup-
monía cuerpo-espíritu-mente en un presagian la pérdida de orden y sig- moral y físicamente por la depresión donde todos son lanzados: una lucha tura final de toda sintaxis. Metáfora
trayecto donde todas las ordenaciones nificado. El mundo occidental y su deviene en una suerte de queja en el insólita que se repite una y otra vez. de un templo en medio de la nada go-
de nuestro mundo colapsan. Los mo- aparato bélico están representados vacío. Dudar, tal vez, es su único ins- Finalmente, la parodia divina, el bernado con su ética de oxímoron: la
vimientos, lejos de expresar un centro por soldados jovencísimos, bailando I tante de autonomía: “When I was here dios espontáneo, la metáfora de lo ley in-humana de una tercera ver-
unificador de la dualidad, son el refle- can´t get no satisfaction en la cubierta I wanted to be there. When I was there, vacío. El sacrificio de Kurtz, como dad imposible. De ahí emergerá, lue-
jo del movimiento sinuoso del río, de de las lanchas, parodiando un día de all I could think of was getting back el del buey, es la muerte última del go de cometer el crimen, el cuerpo de
las indecisiones catastróficas y de la playa, en contraposición a los ángeles into the jungle”. Luego lo meten bajo lenguaje y la civilización. Los cuer- Willard con el machete en la mano
desorientación tanto emocional como de hierro, del poderío militar america- la ducha fría y comienza la parodia. pos despedazados del animal y el co- y el rostro pintado, frente a los fie-
espacial. Esto ocurre también con la no, que hacen piruetas wagnerianas. El cuerpo ya recuperado es, en reali- ronel marcan el rito donde muere lo les que se arrodillan. Un nuevo dios
música en el filme y su relación al mo- Son los últimos sonidos antes del su- dad, un instrumento útil para la ma- poco que había quedado de humani- ha nacido con las últimas palabras
vimiento, así lo aclara Arleny León de surro de Kurtz”. quinaria militar. Lejos de la voluntad dad: la palabra estructurada, lo poé- de Kurtz: “el horror, el horror”.
4 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 9 DE JUNIO DE 2019

EL VUELO DETENIDO

Ficciones
del XIX (II)
(Es mi favorito. Él va hacia adelante
viendo hacia atrás –el dolor y la
pérdida.
Agitando la campanita de la
voluntad para seguir pensando un
mundo mejor, no perfecto. Pero sí
un lugar donde sea posible construir
y soñar un mundo mejor.)
“nulla dies sine linea” (ningún día
sin línea) apunta Paul Klee en su
diario y detrás de un trabajo gráfico
titulado Adicto, es la obra número
365 del año 1938. Paul Klee había
sido profesor de la Bauhaus de 1920
a 1931 y profesor de la Academia de
Arte de Düsseldorf de 1931 a 1933,
año en el que los nacionalsocialistas
llegan al poder. Los artistas
modernos, entre otros gremios, son
blanco de la persecución nazi.
Paul Klee se exila en Suiza.
Ahí desarrolla una enfermedad
degenerativa contra la que luchó
dibujando todos los días. En el
exilio creó más de 3000 gráficas.
Murió en 1940.
MARIANO PICÓN SALAS (1901-1965) |
Geraldine Gutiérrez-Wienken UPF.EDU

MARIO MORENZA

R
amón Isidro Montes pu-

En la oscurana blicó en 1844 Boves, una


leyenda que califica co-
mo histórico-novelesca
A la llama de una vela, como si y se le considera el primer traba-
fuéramos devotos de san Gaston jo ficcional en el que debutaba un
Bachelard, mi amada Rosbelis y yo personaje histórico. Desde lue-
nos sentamos a compartir nuestra go, esta obra no iba a pasar des-
frugal cena fría: papas, cebollas y apercibida para la mordaz pluma
tomates picados, sardina en lata y PAUL KLEE: ÁNGEL-AGITADOR | 1939 | GRAFITO SOBRE PAPEL, SOBRE CARTÓN | 29,1 X 21 CM | KUNSTMUSEUM BERN. crítica de Gonzalo Picón Febres,
picante trujillano (carecemos de quien no escatima los más deni-
electricidad y gas, y todavía nos grantes adjetivos para calificarla:
resistimos a la idea de hacer una trata a Boves con recalcitrante du-
fogata con las tablas de la biblioteca
en la terraza del balcón). Mientras Retratos de Barcelona. 3 reza y diagnóstica que la obra es
soporífera y de diálogos insopor-
saboreamos nuestro exquisito tablemente rancios. Por su parte,
manjar, allá afuera, en la tiniebla “Estábamos bailando cuando me heridas, esa juventud que no tiene Me viene a la mente el segundo Julio Calcaño, prologuista de Bo-
inmediata que se cierne sobre dijeron: hay un golpe de estado. En edad cronológica, sino espíritu de golpe de estado en noviembre de 1992 ves, lamenta que el autor no hu-
la ciudad, se escucha el resonar ese momento se acabó mi juventud”, lucha y supervivencia. cuando el estruendo de un avión F-16 biese dedicado a su libro mayor
como de tambores de hojalata le dice una señora a otra detrás de Me bajo en una parada distinta a rompió la barrera del sonido sobre disciplina.
seguido de gritos de júbilo y rabia mí en el autobús número 47, que me la esperada y camino hasta Plaza Caracas mientras desayunaba. El Asimismo, durante este período
que le recuerdan la mamá a un lleva de la parada más cercana de la Urquinaona donde hay una protesta. estallido producido por la velocidad encontramos a Guillermo Miche-
fulano de tal. Más tarde, al filo de biblioteca donde escribo hasta Plaza Los hombres están con sus trajes del avión de guerra que surcaba sobre lena, narrador que se dio a cono-
la medianoche, metidos entre las Urquinaona. Oigo que la señora estuvo de faena. ¿De dónde viene las Caracas fue un estremecimiento, cer con una novela moralizante
cobijas intercambiamos lecturas presa bajo la dictadura de Franco, no explosiones? Para el imaginario de como si la ilusión de toda una vida que ya anuncia su orientación
en voz alta. Yo leo unas páginas me atrevo a voltear, lo haré cuando un venezolano lo primero que viene hubiese quedado suspendida por desde el mismo título: Garras-
de Biografías imaginarias de descienda del bus, si es que ella no se a la mente son las detonaciones de unos minutos, quebrada en miles tazú, o el hombre bueno perdido
Marcel Schowb, y Rosbelis lee “El baja antes, entonces la miraré. grandas lacrimógenas propulsadas de pequeñas piezas de vidrio. La por los vicios (1858). A esta pro-
narrador” del libro Iluminaciones Marco la señal de aviso, pero el desde escopetas o simplemente fortaleza interna es el verdadero ducción le seguiría Guillemiro o
de Walter Benjamin. Al fin nos autobús no se detiene y toma un disparos. No tengo que echarme al escudo protector contra el daño que las pasiones (1864). Picón Febres,
quedamos dormidos sabiendo que desvío. Al levantarme, observo el suelo, más bien observo. El humo se infringen los bárbaros, por eso la era de esperarse, no trataría con
mañana saldrá el sol, y esa luz que rostro de la dama y me parece que no confunde entre los marchantes. Afino señora del autobús lleva ese brillo benevolencia a esta obra y la des-
viene del alto cielo nada ni nadie tiene signos aparentes del sufrimiento la vista y veo a un bombero estrellar ingenuo en los ojos, un brillo del que cribió como laberíntica y de enre-
nos la arrebatará. por el que atravesó, carga hasta un con fuerza algo contra el piso. quisiera contagiarme. vesado estilo. Osvaldo Larrazábal,
brillo ingenuo en los ojos. Pienso que Explosiones de bomberos que traen que nos tiene acostumbrados a se-
Ednodio Quintero la juventud regresa cuando sanan las recuerdos. Pedro Plaza Salvati ñalar lo mejor de una obra, en es-
te caso sería lapidario al decir que
se trata de “una de las más exten-
sas y farragosas novelas venezo-
lanas de todos los tiempos”.

Camillera Una rápida nieve derriba la memoria del país Mariano Picón Salas define a
Julio Calcaño como un escritor
en medio de la oscuridad de la plaza de novelas de amor y sangre es-
cenificados en Italia: como Blan-
La noche y su único trabajo sobre la ciudad,
detenida momentáneamente, achicada, sosteniendo el latido, ca de Torrestella (1868) y El rei
esperando su turno, su minuto de saltar. Elisa Lerner Tebas (1872). Guillermo Meneses
Ese momento de ir por los cuerpos que la están aguardando a esta hora: en el prólogo a su Antología del
cuántos caídos, cuántas bocas que están gritando para salvarse, cuento venezolano, concluye que
para ser sacadas del sitio en que yacen. no se puede negar que Calcaño se
Camillera: aproxime al género; pero que qui-
están gritando por ti, alada señora de las madrugadas. zás las dudas del mismo Calcaño
Están clamando desde los charcos, las alcantarillas, las aceras, los baldíos.
Un grito y otro y otro quiebran la noche.
Barbería La amistad
es la continuidad
sobre lo que un cuento realmente
es lo hayan alejado de escribir un
Vocean tu nombre, tu seña para los muertos con los ojos abiertos. delirante, 4 del amor texto con las características del
género. Meneses resuelve catalo-
Atiende:
Tener amigos es garlo no como un cuentista pro-
ve por tus solícitos acólitos, tu leva de cadáveres, Tiene fama de loco quien traficar constantemente piamente dicho, pero lo reconoce,
los que pueblan tus altares siempre frescos, que viven por ti,
escribe y hay quien apenas el sin andar
cayendo como palos podridos, crujiendo largo por la ciudad. sí, como uno de los precursores
ve un loco piensa en sus lo andado
Esos hijastros que muerden el polvo, que descienden en cámara lenta, de la narrativa breve en nuestro
textos. Por eso también país. Para complementar esto, Do-
(llamándote) entre oleadas de saliva amarga.
mucho loco dice que escribe, Es un río que fluye mingo Miliani lo autoriza como el
Tiéndeles tu mullida colcha de las agonías, de las fugadas respiraciones.
hay escritores que escriben sin parar primer narrador que independiza
No hundas las orejas en el agua, camillera.
sobre locos y hay quien perderlo todo el cuento venezolano de otras ex-
Escucha a quienes te llaman y alárgales tu mano de dama complaciente
escribiendo simula locura. y encontrarlo presiones narrativas breves. Si
Todos vienen a cortarse por hallar pensábamos que Gonzalo Picón
Samuel González-Seijas
el pelo. A veces creo que Febres sería categórico con la to-
hablan igual (ser escritor Ser amigo es ser talidad de la obra ficcional escri-
no es tan bueno ni loco sin miedo ta por Calcaño, sorpresivamente
tan malo), pero solo son y la audacia valora ciertos aspectos de su obra
de jugar desprevenido

E
escritores los que escriben. “Latty Sommmers”, y la enaltece
ser otro sobre sus otros textos; sin embar-
xisten familias de palabras, con amplios abanicos de matices que se Slavko Zupcic muchas veces go, le otorga un escaso mérito:
abren y que también tratan de acopiar los diccionarios. Es distinto, creo, lo con el don de lo previsto “Es uniformemente romántico,
que ocurre con los antónimos, pues una vez descubierta la palabra precisa, tanto en el fondo como en la for-
esta puede dar con su polo opuesto, y de ese encuentro surgir una chispa Encontrarse siempre ma que lo viste: unas veces lleno
que ponga en movimiento energías en la esfera de la psique. en el mismo lugar de terrorismo espantoso, otras
de sentimentalismo alambicado”
Carmelo Chillida Cecilia Ortiz (1972: 87).
EL NACIONAL DOMINGO 9 DE JUNIO DE 2019
Papel Literario 5

Decía Danilo Kis que el exilio es tan difícil


de nombrar porque descubre a los hombres
la verdadera dimensión de su fragilidad:
tememos a lo que el exilio nos revela. Y
añadía: es una tarea apropiada para los
poetas. El exilio es brecha, pérdida, cesura:
de allí provienen estos hermosos poemas
de Alejandro Oliveros. Además de poeta,
Oliveros es ensayista, crítico literario,
traductor y editor. Fundador de la revista
Poesía, es autor de una decena de libros
de poesía, cinco colecciones de ensayos y
dieciséis volúmenes de diarios literarios

ALEJANDRO OLIVEROS | VASCO SZINETAR©

de Alejandro Oliveros
Pérdida del reino Mesas Mapas
A dónde irán a dar Hemos aprendido Somos habitantes
estos valles musicales, a comer sin ninguna plaza.

EXILIOS con sus aromas,


a guayaba y miel?
en mesas vacías.
Las sillas sobran
Las fronteras de esta tierra
no se corresponden
Estos remansos y canales en nuestras casas. con nuestros mapas.
para los días de sed, Ya nadie se sienta Las montañas son más
¿frente a qué mares a compartir el aroma frías, pero menos altas;
Cielos Ríos o lagos y corrientes, de los hervidos, los ríos más tranquilos,
terminarán después? ni los humos sin boas ni pirañas;
Mucho antes que la tierra, Las colinas doradas de nuestras brasas. los llanos existen, aunque
El Tajo no es el río…
perdimos el cielo de estos senos, Primero fueron sin las sequías que matan;
Pessoa
de los trópicos natales. recorridos a ciegas las apresuradas maletas y los mares son azules,
Su luz incesante en claras madrugadas, de los hijos. Después, mas sin uvas en las ramas.
El río que pasa
sin escarchas invernales, bajo qué cielo con sus libros bajo el brazo, No nos encontramos
por mi casa,
las nubes sin hielo van a despertar mañana? le tocó a los amigos, en estas cartas;
no se llama Támesis,
ni oscuridades. Y el azul Última mirada por todo el mundo en la rosa de los vientos
ni alberga
protector sobre mangos, para este reino pidiendo asilo. no se ve una sola raya.
grandes navíos
bucares y cañaverales. de turgentes carnes, Nuestras mesas Nuestros bordes
que cruzan el Atlántico.
También perdimos del trópico y lisura de manzanas han perdido el equilibrio, se perdieron,
Tampoco es el Hudson,
las noches más cordiales, que estuvo para mí. dos en una punta, y con ellos nuestras casas.
por donde entraron a América
las brisas del páramo millones de inmigrantes cuatro en el vacío.
y la sal de los mares; huyendo del hambre en las calles
las estrellas del camino, y las enfermedades. Pequeña épica Objetos
que aprendieron nuestros Las aguas del río que pasa Mesa de trabajo
nombres y vocales, por mi casa Al salir de Ítaca, Con la mudanza
los sonidos conocidos son quietas y pequeñas, en contra de su voluntad, En las horas más pequeñas, hemos dejado, sin puertas
de grillos y jaguares. el que quiera irse lejos Ulises sabía antes de que los gallos ni ventanas,
Cuando cierres la puerta debe buscar otra manera. que un día iba a regresar. se pierdan en el cielo, los objetos en una caja.
y ajustes ventanales, Las corrientes del río que pasa Eneas no podía escribo entre tus piernas, La máscara veneciana
y tomes los caminos por mi casa de esa manera hablar; donde quedaron de un año nuevo lejano,
para nada familiares, no van a ninguna parte, de su amada Troya mis plumas y libros en el suelo. la jaula con sus helechos
mira el cielo que pierdes, se quedan siempre a mi lado ni una teja iba a quedar; Es mi mesa de trabajo, y un búho de porcelana.
allí quedan tus señales, esperando la primavera. adelante lo esperaban aquí escribo con mis dedos Se quejan en su silencio,
los rasgos y los sueños el peligroso amor los cuentos y poemas y por la noche sentimos
que fueron iniciales. y una ciudad por fundar. en las hojas de tu cuerpo. la tristeza de sus gestos;
Más allá están las nieves Cuando emprendas tu viaje, En una casa lejana han quedado un diálogo interrumpido,
y crueles vendavales. Vuelta de sin saber dónde llegar, todos mis libros y papeles, más preciso y más sincero.
las cruzadas ruega a tus dioses
que no te hagan demorar;
las ediciones de Catulo y Horacio
y el teatro entero de Shakespeare.
Yo siempre me he sentido
de parte de las cosas;
y, segura del regreso, Lejos de mis cuadernos, solo desde mi primer libro,
Bárbaros Regreso, después
de muchos años de cruzado, tu casa deje de esperar. me queda el papel de tus pieles, llamado Espacios,
al país natal. en estas horas tan pequeñas, donde canté sus alegrías
A Herman Sifontes cuando son ciegas las paredes. y penas a nuestro lado.
La guerra aquí
no ha terminado. Sueño de un Cuando me toque el exilio,
Llegaron por mar, se quedarán en la casa,
los bárbaros;
Los tucanes de largos
picos han sido
estudiante en el exilio Lamento de un absortos ya y callados,
sus barbudos cadáveres
fueron cubiertos
enterrados. Y los azulejos
La ciudad no había cambiado;
exiliado que duerme los objetos en una caja.

por la arena.
duermen su lado.
Los cazadores,
el metro, como siempre, a su hija
Eso fue hace mucho tiempo nos dejó en la estación
de rojos brazos,
pero lo recuerdo bien, las Tres Gracias. “Mañana, cuando
bajan de los cerros
creíamos que se habían Los profesores conversaban regreses al país natal,
con armas y caballos.
marchado para siempre. en el cafetín antes de clases; dime si los apamates
Sus rostros son crueles
La segunda vez un curso sobre Gógol, cerca de la casa,
y sus gestos despiadados
no llegaron por mar y otro sobre Macbeth. están a punto de florear;
En lo más alto del árbol,
ni por ninguna parte. Después, unas cervezas y si, desde el Ávila,
sentimos al arrendajo cuando,
Dormían con nosotros, en Las Américas, los azules del cielo
en su canto, nos dice:
en el mismo lecho, y la caminata hasta tu casa se han tendido sobre el mar.
“La guerra no ha terminado,
bajo el mismo techo. en Los Caobos. Tú puedes hacerlo,
todavía falta tiempo
Destruyeron Las noches eran serenas yo aún tengo que esperar”.
para que el reino sea liberado”.
todo lo que amábamos. bajo la silueta protectora del Ávila. Mientras, mi hija,
Cuando se retiren Un viento helado que no lo conoce,
–los bárbaros siempre se retiran–, abre la ventana. antes de dormir
no construiremos más murallas, El sueño se interrumpe; me vuelve a preguntar,
levantaremos puentes, afuera, una noche ajena, “¿Cuándo regresamos ODISEO Y EURICLEA, DE CHRISTIAN
para estar más cerca del agua. la soledad y el derrumbe. a tu país natal?” GOTTLOB HEYNE |WIKIPEDIA

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