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ÉTICA

1. Origen etimológico
El origen de la palabra libertad lo encontramos en el latín «libertas», «libertātis»,
condición del que es libre política y jurídicamente, disponibilidad y falta de inhibición de
obra y de palabra. Es palabra formada con el sufijo latino de cualidad -tat- (tas, -tatis)
sobre el adjetivo latino liber (libre en sentido amplio), que califica tanto a los ingenui
(nacidos libres) como a los libertini o liberti (quienes, partiendo de una situación de
esclavitud, han alcanzado su plena libertad)1. Al término «libre» se le ha añadido el sufijo
«tad», que significa «cualidad de», y por disgrafía ha conformado la palabra «libertad»,
que significa «cualidad de libre».2

2. Concepto de libertad
a. Sociológico
Ideal supremo de todo hombre digno. Aun así, los sociólogos coinciden
comúnmente en que la libertad está limitada por muchas fuerzas sociales,
incluidas la cultura, las instituciones sociales, las posiciones sociales y similares; y
bajo todas estas fuerzas sociales, el control sobre las elecciones y direcciones que
uno puede disfrutar es la libertad. Según esta definición comúnmente acordada,
es obvio que no hay libertad absoluta debido a las restricciones sociales. A lo largo
de la historia se han sucedido distintos principios sobre la libertad. El principio
fundamental del orden burgués, a saber, que mi libertad empieza donde termino
con la del otro, ha prevalecido sin embargo desde el tiempo de su enunciación, y
este llamado a perdurar por el resto de los días. 3

b. Psicológico
En psicología este concepto, que tiene en la tradición filosófica su propio espacio
de elaboración y de profundización, se trató en el ámbito de la psicología de la
personalidad, donde aquí se presenta en dos niveles: 1] ausencia de constricciones
o de impedimentos (libertad de...); 2] capacidad para determinarse de acuerdo
con una elección autónoma con miras a fines, con la búsqueda de los medios
adecuados (libertad para...). En ambas acepciones no se trata nunca de una
libertad absoluta, sino siempre condicionada por límites externos (ambiente) e
internos (pulsiones).

No se trata de un dato sino de una conquista que requiere reflexión sobre los
propios actos para poder dirigirse conscientemente hacia los fines elegidos, y
dominio sobre las fuerzas pulsionales que requieren satisfacción inmediata. Se
suele distinguir la libertad de la autonomía (v.), introduciendo a la libertad en el
ámbito del ser y a la autonomía en el campo más limitado de la relación, porque la
autonomía es una libertad de los otros, es decir una no heteronomía, más que una

1
http://etimologias.dechile.net/?libertad
2
https://definiciona.com/libertad/
3
De los Campos, H (2007): "Diccionario de Sociología"
autodeterminación. De la misma manera se distingue la libertad de la
espontaneidad (v.), que es una simple e inmediata presentación de un sentimiento
o de una intención, pero aún sin la capacidad de suspender el proceso inmediato o
espontáneo con la reflexión y el examen crítico para una decisión consecuente.
También la autoridad (v.) es una relación dialéctica y no antitética con la libertad,
pues el espacio de la libertad está limitado por los llamados “valores actuales”,
constituidos por hechos y actitudes, y por los “valores esperados”, constituidos
por los preceptos y por las normas que la coexistencia social impone. En los límites
aquí indicados de su libertad el sujeto es hecho responsable de sus actos, y sobre
esta noción de responsabilidad (v.) encuentra su legitimación la psicología forense
(v.). Naturalmente también tiene su justificación la negación de la libertad
sostenida por el determinismo (v.), según el cual todo discurso sobre la libertad
está favorecido por la ignorancia de las causas que determinan el
comportamiento. Sobre esta posición encontramos algunas orientaciones
psicoanalíticas y conductistas.4

c. Filosófico
La ética filosófica señala que la libertad es inherente al humano, es un dato
fundamental originario de la existencia humana, fundamentado en la
autoconciencia y la responsabilidad moral. Por tanto, el individuo humano no
puede remitir su propia libertad/responsabilidad a ningún otro y, por eso mismo,
la libertad, en su sentido antropológico, es algo que no es posible eliminar ni
contradecir.
Tanto para Platón como para Aristóteles, la concepción de la libertad estaba
estrechamente ligada a la idea de la autonomía, es decir, la capacidad de decidir
por sí mismo.

Capacidad de obrar sin impedimentos, de autodeterminarse, lo que supone la


posibilidad de elegir tanto los fines como los medios que se consideren adecuados
para alcanzar dichos fines.

En la medida en que podemos aplicar el término a distintas facetas de la realidad


podemos hablar de distintos tipos de libertad: moral, jurídica, política, religiosa, de
pensamiento, etc.

La posibilidad de que el individuo pueda sustraerse o no a la cadena determinística


de los fenómenos naturales ha provocado no pocas discusiones en torno a la
realidad de dicho concepto y su significado, caso de aceptar su realidad, dando
lugar a numerosas concepciones, por lo general muy matizadas, de lo que sea la
libertad.

4
http://consulta-psicologica.com/diccionario-de-psicologia/1-libertad.html Ayers, M.R. (1968); Berofsky, B.
(coord.) (1966); Binswanger, L. (1936); Franklin, R.L. (1968); Freud, S. (1915); Fromm, E. (1941); Skinner, B.F.
(1974).
3. Quién nos forma en libertad

La libertad de cada persona, hecho diferencial en el que se fundamenta la dignidad del hombre y
su superioridad sobre los seres que carecen de razón, se impone como el dato previo y
fundamental de cualquier programa de educación en la familia y en la escuela.

La educación es un proceso de ayuda a la adquisición de la madurez personal procurado a través


de múltiples estímulos y en situaciones muy diversas, para facilitar a los hijos el libre desarrollo de
su capacidad, a través de la adquisición de conocimientos, hábitos y destrezas, virtudes y
actitudes, que le faciliten el dominio sobre sus propios actos.

El padre o el profesor que desean educar en y para la libertad no sermonea, sino que observa y
escucha al hijo o alumno con interés para conocer lo que despierta su curiosidad, sus intereses,
sus pasiones, sus anhelos. Se coloca en el lugar del otro y se esfuerza por comprender sus puntos
de vista, aunque esté una generación más allá; en definitiva, mantiene la juventud de espíritu que
le permite aprender de quienes está enseñando.

No han de suplantar la voluntad del hijo limitándose a señalarle qué debe hacer, sino ayudarle a
tomar sus propias decisiones, a actuar con libertad personal, poniéndole frente a sus
responsabilidades. Si la relación padres-hijos (o profesores-alumnos) se limitase a un trato
superficial estereotipado, quizá lograría que el hijo aceptara externamente sus consejos -por
quedar bien, o para librarse de su insistencia-, pero habría perdido la ocasión de educar, de
ayudarle a conocerse, a hacer suyos unos criterios de conducta y a vivirlos con libertad personal.

Para educar la libertad es preciso atender a la totalidad de la persona: la inteligencia, la voluntad,


la afectividad y el sentido transcendente. En primer lugar, enseñar a pensar o, lo que es lo mismo,
enseñar a buscar la verdad; después, ayudar a fortalecer la voluntad, para estar en condiciones de
adherirse libremente y de comprometerse con la verdad; enseñar también a superar las
dificultades y a poner sentimientos y afectos al servicio de las decisiones libres; por último, el
hombre es un ser sociable, abierto a la relación personal con Dios y con los demás, y ha de
aprender a dar, a darse y a amar.

El principal medio para educar la libertad lo constituye la misma convivencia familiar y escolar.
Cuando hay auténtica convivencia familiar -o escolar-, los niños y jóvenes aprenden a asumir
distintos papeles y adquieren habilidades de relación, comprensión, apertura y comunicación.
Hablar con los hijos supone darse a conocer y conocer, y ese conocimiento engendra y aumenta el
amor; supone expresar las propias emociones y enseñarles a expresar las suyas; supone enseñar a
resolver los problemas dialogando y un largo etcétera de efectos positivos.

Educar la libertad significa, entre otras cosas:

 Ayudar a preguntarse a uno mismo qué significa ser libre, y a adquirir conciencia de que la
respuesta no es ni evidente ni inalcanzable;
 Entender que no hay una vida sensata si uno no tiene mínimamente presente esa
pregunta y reflexiona sobre las alternativas que se le presentan; y
 Saber que muchas de esas alternativas serán contrarias a las propias inclinaciones o
apetencias, o a las de la época en que uno vive.
4. Características de la libertad
 Capacidad de elección
 Voluntad propia
 Se debe actuar siempre y cuando no se sobrepasen los límites del otro ni se coarte la
libertad de los demás. Esto se llama respeto a la libertad individual.
 SE CONSTRUYE: El ser humano nace con la capacidad de ser libre y de obrar libremente,
pero poco a poco con mucho esfuerzo podrá construir y conquistar una SUPERACIÓN de
todos los factores que lo limitan a ser libre.
 Es considerada opuesta a la libertad total:
Aunque la libertad moral viene siendo un tipo de libertad, el concepto original de libertad
indica que no se tiene ninguna obligación a actuar de una manera específica. Sin embargo,
la libertad moral hace que el individuo se rija por los principios de su propia manera de
pensar. Esta limitante de hacer que una persona actúe con base en un objetivo hace que el
concepto difiera de la idea original de libertad. Es una libertad con características
personales.
 Es requerida para las responsabilidades morales:
La libertad moral es un concepto que, según autores como Plantinga, es necesaria para la
existencia de la moral en las sociedades. De acuerdo con este concepto, la libertad moral
se presupone que es buena, pues hace que los seres humanos actúen de manera
socialmente correcta. En términos religiosos, Dios hizo al ser humano libre de acción para
que este fuese capaz de distinguir entre lo bueno y lo malo por sí mismo. Por tanto, el
concepto hace que los humanos puedan alcanzar la bondad moral.
 Es controversial:
Las implicaciones de ser moralmente libre son tan complejas y difíciles de definir que el
concepto en sí suele traer bastante desacuerdo en las discusiones acerca de la libertad.
 Está regida por normas sociales:
Las normas que rigen la libertad moral suelen ser personales. Cada persona interpreta de
una manera distinta lo que es bueno y lo que es malo, aunque la percepción de cada
sociedad determinada es igualmente importante. Si un ser humano se cría en una
sociedad donde la homosexualidad no se percibe de manera negativa, el hecho de ser
homosexual no será percibido negativamente por dicho ser humano. Esto genera una
aceptación moral del concepto; pasa a ser visto como algo bueno, pero como
consecuencia de la sociedad en la que se crió el individuo.
 Es religiosa por naturaleza:
La libertad moral, si bien es antónima de la libertad total, es un concepto ligado a la
religión. La existencia de las religiones a nivel mundial cambió el pensamiento moral de los
seres humanos. Las percepciones de lo que es bueno y lo que es malo empezaron a girar
en torno a la religión desde el surgimiento de las primeras creencias.

A su vez, es un concepto que genera conflictos entre los filósofos. Esto se debe a que
muchos textos religiosos (particularmente cristianos) definen a los humanos como seres
imperfectos, a los que Dios creó a su imagen y semejanza, otorgándoles el libre albedrío.
Este libre albedrío es lo que genera discordia entre los expertos. Se plantean que Dios dio
a los humanos la capacidad de actuar libremente; sin embargo, esto debe estar ligado a su
capacidad de actuar según lo que es correcto. La definición de lo que es correcto o no es lo
que define la libertad moral. Actuar correctamente de manera libre es lo que caracteriza a
la libertad moral.

5. Tipos de libertad
a. Libertad para (+)
b. Libertad de (-)
6. Relación entre libertad y persona
7. Relación entre libertad y ética

Se parte de que la ética exige un ser libre, exigencia fundamental de la persona, que a su vez se
posee, para que el hombre cumpla determinadas exigencias éticas: su propio desarrollo y
perfección, para alcanzar en último término su sentido y felicidad plena.

La ética implica un ejercicio permanente de la libertad, como que ser ético es el máximo grado de
la libertad. La ética nace de una decisión personal que no puede ser impuesta por nadie, y en esto
se diferencia de la ley.

Uno se hace libre al decidir.

La libertad es un principio fundamental del orden ético. Si por hipótesis consideráramos que el
hombre no es libre, destruiríamos la estructura del orden mora, porque si el hombre no es libre,
no es responsable, y si el hombre no es responsable no puede ser objeto de impuntualidad. Para
poder ejercer completamente nuestra libertad, pues es muy necesario tener ética para
complementarla. Entonces, libertad y ética hacen un excelente ser humano para vivir en sociedad.

La ética entra en juego, cuando a través del tiempo, a los individuos se les inculca un estilo de
cómo vivir pero más que un estilo, es una forma de vida que para ellos es correcto actuar de esa
manera porque así los han criado y acostumbrado. Es entonces cuando las personas con base en
su forma de vida toman decisiones, mismas que se hacen bajo la libertad.

Dentro de cada individuo se presenta una forma particular de actuar, de comportarse, de decidir
que es bueno o malo, y trata de argumentarse con base en su manera de crianza, el por qué toma
decisiones de esa forma o de aquella otra forma, es bajo este hecho que cada individuo ejerce
total control y voluntad sobre las decisiones que hace, siendo responsable por las consecuencias
que conlleve. Esa conciencia interna que nos hace ser responsables y honestos sobre los acciones
que se desarrollan a diario, es la parte en la cual la ética entra o forma parte del juego en las
tomas decisión con total libertad.

https://www.gestiopolis.com/la-etica-la-libertad-libertinaje-ensayo/

8. Conclusiones

Se considera que la libertad es un derecho intrínseco al ser humano, lo cual quiere decir que no
debe ser quitada ya que aquella persona que le quite o limite la libertad a otra estará infringiendo
uno de sus derechos más básicos y valiosos. La libertad es lo que le permite al individuo tomar sus
propias decisiones, hacer elecciones y, de una manera u otra, construir su vida y su experiencia
vital.

Ser libre significa tener las riendas de la propia vida. El hombre nace dotado de una libertad
radical, originaria y, a la vez, ha de construirla con el ejercicio de las virtudes para ser dueños de
nuestras propias vidas. Educar en libertad supone ayudar a formular y desarrollar un proyecto
personal de vida, de modo que los más jóvenes aprendan a llevar el timón de sus vidas en la
dirección correcta: hacia la felicidad de una vida plena.

https://blogs.comillas.edu/FronterasCTR/2018/02/07/libertad-perspectiva-sociologica/

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