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JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LA SANTIFICACIÓN DE LOS

SACERDOTES

Junto a la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, el jueves 18 de junio de 2020,


nuestra Diócesis de Garzón unida a la Iglesia universal celebra la Jornada Mundial de
Oración por la Santificación de los Sacerdotes, una ocasión propicia para suplicar como
Pueblo de Dios por nuestros pastores. Es una manera de unirnos para orar por: El Papa,
Francisco; nuestro Obispo, Fabio; nuestro, párroco y sacerdotes colaboradores, para que el
Espíritu Santo los llené de su amor, para a ejemplo del corazón de Jesús sean capaces de
entregar su vida por la salvación de los hermanos, y ya que han sido consagrados con la
unción por el sacramento del orden, sean valientes predicadores del Evangelio, fieles
administradores de los sacramentos, y celosos pastores de la grey, que el Buen Pastor les ha
confiado.

El sacerdote por el hecho de haber sido ungido por el orden sacerdotal, necesita alimentar
constantemente sus motivaciones y convicciones, para que no pierda el sentido de su
misión en la Iglesia y en el mundo; porque su identidad está dada por ser ministro-
instrumento de Cristo. El ministro sacerdote al igual que todos los bautizados ha sido
encontrado por la persona de Cristo, pero en especial ha sido llamado a hacer visible la
presencia del Resucitado en medio de sus hermanos en la Iglesia, por tanto, su servicio está
en función de su propia salvación, y de los demás fieles. Así, la Iglesia aparece como una
comunidad que bajo la guía del Espíritu Santo camina en búsqueda de la santidad de todos
sus miembros, una santidad que no pertenece a ningún grupo exclusivo, sino que es una
invitación abierta para todos, por eso todos necesitamos ser ayudados en el camino hacia la
santidad, y en este proceso el ministerio de los sacerdotes juega un rol importancia para la
santificación de todos. La Iglesia pide a Dios por sus sacerdotes en el liturgia de las Horas
del común de pastores “Tú que de entre los fieles elegiste a los santos pastores y, por tu
Espíritu, los consagraste como ministros en bien de sus hermanos, llena también de tu
Espíritu a todos los pastores del pueblo de Dios”

Al reflexionar en esta fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno sacerdote, nos hace de nuevo
dirigir la mirada hacia el autor de nuestra salvación, para pedir al Señor que sea eficaz el
ejercicio ministerial de los sacerdotes, y para que no se cansen de distribuir el amor
misericordioso hacia los pecadores en el sacramento de la reconciliación, de mostrarse
disponibles para el servicio y atención de los más pobres. Supliquemos a Buen Jesús por
todos sus sacerdotes, para que su entrega sea total, con plena conciencia de que la santidad,
sólo la pueden alcanzar en la atención a los fieles, en la celebración diaria de la santísima
Eucaristía, la adoración eucarística, el amor a la Santísima Virgen María y la vivencia de
los consejos evangélicos según su condición. Los invito para que este mes recordemos a
todos los sacerdotes, que a lo largo de nuestra vida han estado presentes en nuestra historia
personal, parroquial y diocesana, muchos de ellos ya ancianos o enfermos o difuntos, a los
cuales debemos nuestra gratitud y aprecio. Pidamos para que el ministerio de los sacerdotes
unido al de Cristo sea testimonio vivo de en una verdadera existencia presbiteral en pro del
bien de la Iglesia y la salvación de la humanidad.
 

COMENTARIOS DE LA EUCARISTIA POR LA SANTIFICACIÓN DE LOS


SACERDOTES

Comentario inicial

Reunidos para celebrar la presencia del Señor en medio de nosotros en la escuchar la


Palabra de Dios y la participación en la Fracción del Pan, celebramos la Fiesta de Jesucristo
Sumo y Eterno Sacerdote. Contemplamos a Cristo como el Sacerdote Eterno que sigue
ofreciendo el sacrificio a sí mismo al Padre por nuestra salvación, ofrenda que se sigue
perpetuando gracias al Espíritu Santo por medio del ministerio de los sacerdotes en la
Iglesia. Encomendemos en esta eucaristía a todos los sacerdotes de Colombia y del mundo,
oremos por la santificación de todos los ministros ordenados.

Comentario a las lecturas

La Palabra de Dios nos hace redescubrir cada vez que la escuchamos la novedad de la
persona de Jesucristo. En este día el mensaje del Señor nos ayuda a comprender que la
misión del Siervo del Señor, que anuncio el profeta Isaías ha sido realizada en el ministerio
de Jesús, en especial a través del ofrecimiento de su propia vida en la cruz, y se prolonga en
la Iglesia por medio de la celebración eucarístico. Escuchemos con atención.

 
ORACIÓN DE LOS FIELES

Presidente: Queridos hermanos, por medio del Corazón traspasado del Señor Jesús,
elevemos al Padre las necesidades de la hora presente: Escúchanos Señor.

1. Oremos por la Santa Iglesia de Dios, para que reavive en ella la pasión por la
salvación de todo hombre y el deseo de conducir a todos a la amistad con Jesús. R.

2. Oremos por los ministros ordenados de Colombia y del mundo entero, para que a
ejemplo de Jesús, sean generosos en la fidelidad y el servicio a los hermanos. R.

3. Oremos por los gobernantes, ilumina su mente con la sabiduría y la caridad del
Corazón de Jesús, para que sirvan a su pueblo en la verdad y la justicia. R.

4. Oremos por el aumento de las vocaciones al servicio de la Iglesia, para que muchos
puedan oír la Palabra y seguir al Señor. R. 

5. Oremos por los que atraviesan situaciones de dificultad debido a la pandemia, para
que a la luz de la fe descubran que el Señor no abandona a ninguno de sus hijos. R.
 
Padre de infinita bondad y ternura, que nunca te cansas de sostener a tus hijos y de nutrirlos
con tu propia mano, concédenos mantener vivo el amor de tu Hijo, Jesucristo y renovados
por la fuerza del Espíritu, para que llevemos a todos los hombres la riqueza de la redención.
Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
 

ORACIÓN POR LA SANTIFICACIÓN DE LOS SACERDOTES


(Santa Teresita del Niño Jesús)

Oh Jesús que has instituido el sacerdocio para continuar en la tierra la obra divina de salvar
a las almas protege a tus sacerdotes (especialmente a: ..............) en el refugio de tu sagrado
corazón. Guarda sin mancha sus manos consagradas, que a diario tocan tu Sagrado Cuerpo,
y conserva puros sus labios teñidos con tu preciosa Sangre. Haz que se preserven puros sus
corazones, marcados con el sello sublime del sacerdocio, y no permitas que el espíritu del
mundo los contamine. Aumenta el número de tus apóstoles, y que tu Santo amor los proteja
de todo peligro. Bendice Sus trabajos y fatigas, y que como fruto de su apostolado obtengan
la salvación de muchas almas que sean su consuelo aquí en la tierra y su corona eterna en el
Cielo. Amén

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