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UTILIDAD PÚBLICA

Las triangulaciones y precios de transferencia justi can la intervención estatal en el sector


Por Guillermo Wierzba JUN 14, 2020

Hay cuestiones clave que una política de desarrollo de carácter nacional


y popular debe resolver en la Argentina. Recientemente se ha distribuido
el informe del Banco Central sobre la fuga de capitales durante el
gobierno de Macri, de 86.000 millones de dólares. Las cuestiones de
evitar la fuga y el endeudamiento resultan centrales junto a otras como
el empleo, la disposición de divisas para sostener las importaciones
necesarias para un proyecto de industrialización y diversificación
productiva y la posibilidad de direccionar el crédito en función de
promover las áreas y objetivos de esa política. El desarrollo además está
estrechamente unido al objetivo de la integración regional de la Nación.

El debate sobre la decisión del gobierno nacional de rescatar la empresa


Vicentin mediante la intervención y la expropiación incluye la discusión
sobre todos estos tópicos. El grupo empresario en cesación de pagos y
concurso de acreedores ha sido un actor de importancia en el comercio
exterior de productos primarios y agroindustriales (10% del comercio de
granos), ocupa miles de trabajadores y está endeudado con miles de
productores. Uno de los principales acreedores es el Banco Nación y
además es deudor del Banco Provincia y otras entidades financieras
públicas. El impacto del derrumbe de Vicentin afecta el nivel de empleo y
resiente la actividad en una región que abarca la provincia de Santa Fe,
la de Córdoba y de Buenos Aires. Atender a resolver todas estas
cuestiones constituye un tema clave para un proyecto de desarrollo. La
 continuidad de la empresa tiene sobradas razones de utilidad pública.

Por eso la decisión del gobierno de intervenir Vicentin y enviar un


proyecto de ley para su expropiación resulta adecuada y pertinente. Una
de las razones que la hacen necesaria es atender a la defensa de las
acreencias de la banca pública. Porque a pesar de la cuestionable gestión
durante el último período neoliberal, la banca pública es un instrumento
vital de un proyecto nacional. Sus roles de banca testigo, de fomento, su
despliegue territorial y su papel en la orientación del crédito en función
de objetivos que no se sustentan en la ganancia sino en la promoción del
desarrollo, son indispensables para una política económica orientada a
alcanzarlo. La atención de urgencias como la emergencia vivida hoy con
el Covid-19, frente a la cual fue la banca pública la primera en acudir con
el apoyo crediticio necesario para sostener la imprescindible
cuarentena, es una muestra de su papel irremplazable.

Por otra parte, las medidas decididas por el gobierno para el rescate de
Vicentin crearían una herramienta cuya existencia está puesta en el
debate público. Una empresa que podrá tener una presencia para incidir
en la transparencia de los precios, como así también en las condiciones
de liquidación de divisas impidiendo procesos especulativos de retención
que impactan en expectativas cambiarias y macroeconómicas. Esta
última cuestión es de importancia clave, ya que las divisas constituyen
un insumo estratégico para un proyecto de economía diversificada, y la
restricción de su disposición una dificultad que exige el mayor cuidado
regulatorio por parte del Estado.

El sector de exportación de commodities está hoy concentrado en


operadores privados de gran dimensión y que realizan operaciones que
detraen ingresos tributarios, como así también constituyen formas
adicionales de fuga de capitales no captadas en los cálculos tradicionales,
como la utilización de triangulaciones y precios de transferencia. En el
documento de trabajo del CEFID-AR La manipulación de los precios de
transferencia (supervisado por Jorge Gaggero), Verónica Grondona los
define como “los precios a los que se realizan transacciones entre
entidades vinculadas; aunque esta definición implica reconocer la
existencia de un ‘precio’, de un contrato entre partes jurídicamente
independientes, algo que no se cumple hacia el interior de un grupo
económico”. Grondona afirma que las empresas multinacionales abusan
del sistema imperante mediante la estructuración compleja de esquemas
de precios de transferencia utilizando el pasaje de mercancías por
“guaridas fiscales”.

Los socios de la empresa Vicentin crearon una sociedad en Uruguay con


el mismo nombre. La creación de este tipo de sociedades suele tener el
objetivo de facturar ventas de commodities agrarios que son
despachados a otros destinos. la triangulación es una práctica habitual
en el comercio exterior de granos. Los precios de transferencia operan,
como describe Magdalena Rua en el documento de trabajo del CEFID-AR
Los facilitadores, sus modos de acción, “mediante el mecanismo de
triangulación, que refiere a la utilización de entidades ubicadas en países
de nula o baja tributación que actúan como intermediarias en las
operaciones con clientes finales vinculados o no vinculados (ver
Grondona, 2014). Usualmente este mecanismo es empleado por empresas
exportadoras o importadoras que utilizan un intermediario (trader) para
la operación. En los casos fiscalizados por la AFIP, se ha comprobado que
los precios de estas operaciones resultaban más bajos que los del
mercado; que el pago de las operaciones provenía, en un gran
porcentaje, desde una tercera jurisdicción con flexibilidad cambiaria (ni
la de la empresa local, ni la del trader)”.

El funcionamiento del mercado granario argentino hace estratégica la


presencia de una empresa pública en esa actividad. Ayuda a la
transparencia y a poner un límite a comportamientos especulativos.
Constituye una posibilidad de crear también nuevas condiciones que
restrinjan estos métodos de evasión fiscal.
Pero para la AEA, “la estatización de una empresa que opera en un
sector definidamente exportador es un grave error que debe
subsanarse. En efecto, es al sector privado al que le corresponde asumir
la responsabilidad de controlar, dirigir, y administrar a las empresas en
la Argentina”. Así la asociación de los mayores empresarios de Argentina
pretende sancionar que no debe haber empresas públicas, y que los
propietarios privados son los únicos habilitados para controlar, dirigir y
administrar empresas. Es el criterio de la autorregulación del
neoliberalismo privatizador. Luego de cuatro años de desastre
económico provocado por el último experimento de ese tipo, la defensa
de los intereses particulares de minorías oligárquicas se expresa en
esas posiciones. No quieren empresas públicas, y señalan
específicamente el comercio exterior como ámbito inexpugnable para la
empresa privada. Tampoco, por lo que expresan, les interesa el rol de la
banca pública, y por lo tanto no les preocuparía arbitrar las medidas
para que recupere sus créditos. Pero es necesario que este sector
respete la voluntad popular que eligió un gobierno que tiene un
programa para una Argentina más igualitaria y solidaria, y que posee la
potestad de elegir el camino que entienda más productivo para cumplir
con el mandato. La Constitución Nacional en su artículo 17 prevé la
expropiación por utilidad pública aprobada por el Congreso. Además,
incluye los pactos internacionales que disponen la vigencia del derecho
al desarrollo. Este es el marco legal vigente y no el precepto declamado
por la AEA.

En la Argentina hubo distintos momentos de intervención en el Comercio


Exterior. Los gobiernos conservadores de los años posteriores a la crisis
de 1930 establecieron las Juntas Reguladoras que tenían la misión de
administrar  los precios y defender a los sectores agrarios de los efectos
de la depresión en esa época. En la segunda posguerra el peronismo creó
el IAPI para contraponerlo a los organismos estatales de los países
centrales que establecían precios bajos para los productos primarios
mientras subían los de los industriales. El IAPI también pretendía
eliminar el agobio sobre los productores que imponían los
intermediarios y acopiadores, mientras buscaba una administración de
las divisas que favoreciera un proyecto industrializador (Mario
Rapoport, Historia política y social de la Argentina).

La dinámica actual del comercio de granos tiene otro dispositivo que


requiere transformarse, su desenvolvimiento es una economía muy
concentrada y privatizada. Esa dinámica de triangulaciones y precios de
transferencia necesita de la intervención estatal en ese sector. La
presencia de una empresa pública, de carácter estatal o mixta, o estatal-
cooperativa, pero cuyos objetivos –en el marco de una administración
eficaz— no estén guiados sólo por la rentabilidad sino también para
mejorar el funcionamiento del comercio exterior.

Vicentin se desenvolvió con un gran crecimiento e importantes


beneficios en los años anteriores a su entrada en cesación de pagos. Se
visualiza que sus propietarios construyeron un grupo extendido de
subsidiarias desplegadas internacionalmente. Esa es una estrategia
compatible con la realización de operaciones de triangulación.

Esta política empresaria y la sorpresiva reversión de su tendencia


exitosa, sin la existencia de razones macroeconómicas que expliquen un
stress financiero ya que los créditos de prefinanciación responden a
exportaciones que se cobran en dólares, junto a las irregularidades
verificadas en las relaciones entre la firma y el BNA en el año 2019,
originaron una investigación penal judicial y otra de carácter
administrativo. Esta semana la UIF se sumó como querellante con el
objetivo de investigar lavado y fuga de divisas.

La política de liberalizaciones del gobierno de Macri eliminó la


obligación de liquidar divisas, a la vez que no introdujo regulaciones
prudenciales adecuadas en el mercado de granos. Otorgó todas las
facilidades para la fuga de capitales al exterior. Fue el marco adecuado
para acontecimientos como el registrado por Vicentin.

Las irregularidades investigadas por la presunción de comportamientos


de fuga de capitales, la inexistencia de una previsible salida para el
grupo que no implique su extranjerización y el carácter estratégico del
Comercio Exterior justifican plenamente la decisión del gobierno de
emprender el rescate de la empresa mediante el recurso de la
expropiación. Solamente la Sociedad Rural y la CRA se han pronunciado
contra la medida. El resto de las organizaciones de productores, que van
desde CONINAGRO y la FAA hasta las organizaciones campesinas como
el FNC, el MNCI, la UTT y el MTE, han apoyado el rumbo emprendido.

 
Jorge Dice  22 horas hace

EXCELENTE. BASTA DE FUGA DE CAPITALES. HONREMOS LO PROPIO. NUESTROS RECURSOS. ENTONCES HONRAREMOS
NUESTRA PATRIA. APOYO A NUESTRO PRESIDENTE!

Alejandro Pablo Dice  1 día hace

Considerando,
la triangulación de exportaciones con empresas controladas en el exterior,
la subfacturación,
la no liquidación,
la fuga de divisas,
la negativa a pagar los granos a los productores locales y ; la toma deuda con los bancos públicos, la expropiación de
las acciones de los socios de Vicentín S.A. más que un ataque a la propiedad privada, se parece más a otro paso del
Gobierno Argentino en la lucha contra el crimen organizado

Juan Scatolini Dice  1 día hace

A pesar de Moreno y otros detractores, esta es la realidad, oldemás es puro cuento

Cristina Lombardi Dice  1 día hace

Como siempre, brillante la nota de Guillermo Wierzba… Un clásico de domingo, para arrancar la semana que comienza,
agradeciendo les gobernantes que tenemos y su proyecto.

Guillermo Carlos Medina Dice  1 día hace

Cuando se expropia la empresa debe ser dirigida por los trabajadores, ello no tienen intereses económicos sino trabaja
para el estado NO para una empresa multinacional….

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