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ADOPCION-Finalidad
ADOPCION-Procedimiento
Magistrado Sustanciador:
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I. ANTECEDENTES.
1. Aclaración previa.
1 “Artículo 75. Reserva. Todos los documentos y actuaciones administrativas o judiciales propios del proceso
de adopción, serán reservados por el término de veinte (20) años a partir de la ejecutoria de la sentencia
judicial. De ellos sólo se podrá expedir copia de la solicitud que los adoptantes hicieren directamente, a través
de su apoderado o del Defensor de Familia o del adoptivo que hubiere llegado a la mayoría de edad, la
Procuraduría General de la Nación; el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar a través de su Oficina de
Control Interno Disciplinario, la Fiscalía General de la Nación, el Consejo Superior de la Judicatura a través
de su Sala Jurisdiccional Disciplinaria, para efectos de investigaciones penales o disciplinarias a que hubiere
lugar.
PARÁGRAFO 1o. El adoptado, no obstante, podrá acudir ante el Tribunal Superior correspondiente, mediante
apoderado o asistido por el Defensor de Familia, según el caso, para solicitar que se ordene el levantamiento
de la reserva y el acceso a la información.
PARÁGRAFO 2o. El funcionario que viole la reserva, permita el acceso o expida copia a personas no
autorizadas, incurrirá en causal de mala conducta”.
2 Por la cual se expide el Código de la Infancia y la Adolescencia.
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1.2. Los actores indican que han vivido con su nieta desde su nacimiento y
al momento de la muerte de su progenitora, esta les manifestó su deseo de que
ellos la adoptaran, “dada la inestabilidad e irresponsabilidad del padre”8.
Debido a su intención de “continuar brindándole los cuidados y amor a su
nieta”, presentaron solicitud de restablecimiento de derechos ante el Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para iniciar el proceso de adopción,
el 13 de enero de 20159.
exigió nada. Reiteró que nunca había tenido contacto con esta y que no estaba
interesado en asumir su paternidad por motivos económicos, porque “[es] una
persona que no [es] estable, no [vive]en un solo sitio, [vive] solo, y la verdad
no sería bueno para ella”. Afirmó que no estaba interesado en realizarse una
prueba de ADN y que sabía que los abuelos maternos habían iniciado el
proceso de adopción, decisión con la que estaba de acuerdo porque el
bienestar de la niña era lo más importante y ellos podrían brindarle
oportunidades que él no podría. Finalmente, indicó que se había hecho
presente ante el ICBF para evitarle cualquier daño y agilizar el proceso a favor
de los accionantes16.
21 La demanda fue admitida mediante auto de 30 de junio de 2017. Cuad. 2, fl. 246.
22 “Artículo 25. Derecho a la identidad. Los niños, las niñas y los adolescentes tienen derecho a tener una
identidad y a conservar los elementos que la constituyen como el nombre, la nacionalidad y filiación
conformes a la ley. Para estos efectos deberán ser inscritos inmediatamente después de su nacimiento, en el
registro del estado civil. Tienen derecho a preservar su lengua de origen, su cultura e idiosincrasia”.
23 “Artículo 41. Obligaciones del Estado. El Estado es el contexto institucional en el desarrollo integral de
los niños, las niñas y los adolescentes. En cumplimiento de sus funciones en los niveles nacional,
departamental, distrital y municipal deberá: || 12. Garantizar la inscripción y el trámite del registro civil de
nacimiento mediante un procedimiento eficaz y gratuito. Para el efecto, la Registraduría Nacional del Estado
Civil y el Ministerio de la Protección Social conjuntamente reglamentarán el trámite administrativo que
garantice que el niño o niña salga del centro médico donde nació, con su registro civil de nacimiento y
certificado de nacido vivo”.
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C. Solicitud de tutela.
1.12. Los actores consideran que la decisión del Juzgado Primero Promiscuo
de Familia de Duitama de negar la adopción vulneró el derecho al debido
proceso de su nieta, al desconocer la realidad procesal y dejar en un “limbo
jurídico” su situación legal, situación que a su vez afectó su garantía
constitucional a tener una familia y no ser separada de ella. En su sentir, el
juez no tuvo en cuenta que en la declaración rendida por el señor “GMMR” se
evidenció su desinterés en asumir la paternidad o tener algún vínculo con la
niña, al punto que manifestó estar de acuerdo con la adopción por parte de los
accionantes. Tampoco atendió que durante el proceso administrativo nunca se
cuestionó la idoneidad de los accionantes para encargarse de su custodia y
cuidado.
1.16. Mediante Resolución núm. 105 del 27 de octubre de 2017, expedida por
el Defensor de Familia del Centro Zonal Duitama del ICBF, se declaró en
situación de adoptabilidad a la niña “CVMV” en cabeza de los accionantes,
por las mismas razones expresadas en la Resolución núm. 095 de 12 de
septiembre de 201629.
3. Contestación a la demanda.
no cuenta con una familia que pueda garantizar sus derechos. Durante el
trámite de dicho proceso, el Defensor debe citar al presunto padre con miras al
reconocimiento del hijo, en función de la protección del derecho a la identidad
del menor de edad37. Una vez citado el presunto padre, pueden presentarse dos
situaciones, a saber: i) que este lo reconozca voluntariamente, caso en el cual
debe solicitar la inscripción en el Registro Civil, o ii) que se niegue a
reconocerlo, evento en el cual el Defensor podrá ordenar la práctica de la
prueba de ADN, así como solicitar la inscripción en el Registro Civil cuando
se confirme la relación filial, sin necesidad de acudir a la jurisdicción de
familia.
42 Al respecto, se precisa que si bien los accionantes no señalaron de manera explícita las causales
específicas de procedencia de tutela contra providencia judicial que a su juicio generaron la vulneración de las
garantías constitucionales, lo cierto es que cumplieron con una carga argumentativa mínima que permite
construir una discusión constitucionalmente relevante, como expuso la sentencia T-515 de 2016, al indicar
que la sentencia objeto de amparo desconocía la realidad procesal y le daba prevalencia a las formalidades
procedimentales (Cuad. 1, fls. 2-3).
43 Acápite basado en la sentencia T-662 de 2017.
44 Sentencia SU-917 de 2010.
45 Ibídem.
46 Constitución Política, artículo 2.
47 Constitución Política, artículo 86.
48 Convención Americana sobre Derechos Humanos, artículo 25.
49 Sentencia SU-768 de 2014.
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50 Se debe aclarar que el Decreto Estatutario 2591 de 1991 en sus artículos 11 y 40 consagraba el término y
la competencia para tramitar las acciones de tutela presentadas en contra de providencias judiciales. No
obstante, tales normas fueron declaradas inexequibles mediante sentencia C-543 de 1992, dejando claro que
solo procedería la tutela ante “actuaciones de hecho imputables al funcionario por medio de las cuales se
desconozcan o amenacen los derechos fundamentales, ni tampoco cuando la decisión pueda causar un
perjuicio irremediable”.
51 Sentencias T-79 de 1993 y T-518 de 1995, entre otras.
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Se destaca que “la acción de tutela no puede ser un mecanismo que sirva
para que el juez constitucional pueda desplazar al juez ordinario en la
decisión de la respectiva causa”52. El juez de tutela no se convierte en el
máximo intérprete del derecho ni puede suplantar al juez natural,
simplemente ejerce la “vigilancia de la aplicación judicial al caso concreto
de los derechos fundamentales pertinentes y, en especial, del derecho al
debido proceso y de acceso a la administración de justicia”53.
Este defecto surgió para resolver la aparente tensión entre los derechos
fundamentales al debido proceso54 y el principio de prevalencia del derecho
sustancial55, esto es, la tensión entre la obligación de observar la plenitud de
las formas del juicio y la subordinación de los procedimientos al derecho
material56. La Corte zanjó ese conflicto al estimar que las formas
procedimentales son el medio para lograr la efectividad de los derechos
subjetivos, y no constituyen fines en sí mismas 57. De forma que se produce
un defecto procedimental en una sentencia cuando por un apego excesivo a
las formas, el juez “se aparta de sus obligaciones de impartir justicia,
buscar que las sentencias se basen en una verdad judicial que se acerque lo
más posible a la verdad real, garantizar la efectividad de los derechos
constitucionales y evitar pronunciamientos inhibitorios que trunquen la
eficacia de las actuaciones de la Administración de Justicia y de los
derechos materiales”58. Al respecto, se ha señalado que se configura el
defecto cuando, entre otros, el funcionario:
ii) Por autorización del Defensor de Familia70, en los casos de falta del
padre o de la madre por su muerte, o cuando estos se encuentren en
situación de discapacidad “por una enfermedad mental o grave
anomalía certificada por el Instituto Nacional de Medicina Legal y
Ciencias Forenses”, siempre que dicha valoración concluya la
imposibilidad para otorgar un consentimiento válido e idóneo legal y
constitucionalmente71.
de los quince días siguientes a la ejecutoria de la resolución que la declara (CIA, artículo 108). Este Tribunal
ha señalado que el trámite de homologación “constituye un control de legalidad diseñado con el fin de
garantizar los derechos procesales de las partes, y subsanar los defectos en que se hubiere podido incurrir por
parte de la autoridad administrativa” (Sentencia T-079 de 1993).
70 CIA, artículo 82, numeral 15.
71 Sentencia C-741 de 2015.
72 Ibídem.
73 El artículo 66 del CIA señala que: “No tendrá validez el consentimiento que se otorgue para la adopción
del hijo que está por nacer. Tampoco lo tendrá el consentimiento que se otorgue en relación con adoptantes
determinados, salvo cuando el adoptivo fuere pariente del adoptante hasta el tercer grado de consanguinidad o
segundo de afinidad, o que fuere hijo del cónyuge o compañero permanente del adoptante”. Se recuerda que
la sentencia C-071 de 2015 se condicionó la exequibilidad del último inciso de este artículo bajo el entendido
que “dentro de su ámbito de aplicación también están comprendidas las parejas del mismo sexo cuando la
solicitud de adopción recaiga en el hijo biológico de su compañero o compañera permanente”.
74 CIA, artículo 66.
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4.3. De otra parte, esta Corporación ha sostenido que el objetivo de todas las
actuaciones oficiales o privadas que conciernan a los niños y a las niñas debe
ser la prevalencia de sus derechos e intereses92. Para establecer si una decisión
satisface esa prevalencia, ella debe atender: i) los criterios jurídicos relevantes,
esto es, los parámetros establecidos por el ordenamiento jurídico para
promover el bienestar infantil; y ii) una cuidadosa ponderación de las
circunstancias fácticas que rodean al menor involucrado, lo que supone una
valoración de sus circunstancias individuales, únicas e irrepetibles93.
“verificar los pasos previos que derivan en el reporte del niño, niña o adolescente al Comité de Adopciones,
garantizando que las decisiones que se toman al interior de dicha instancia se surtan derivadas y ajustadas a
derecho”.
89 CIA, artículo 124 y Código General del Proceso (CGP), artículo 22, numeral 8.
90 CIA, artículo 126 y CGP, artículo 32, numeral 1.
91 CIA, artículo 126.
92 Sentencia T-024 de 2017.
93 Sentencia T-397 de 2004.
94 Sentencia T-510 de 2003, citada en la sentencia T-044 de 2014.
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Al respecto, la Sala reitera que los derechos fundamentales de los niños y las
niñas a la personalidad jurídica y a la identidad que, a su vez, dependen del
reconocimiento de su verdadera filiación99, así como el derecho a tener una
familia y a no ser separados de ella, y a toda la pléyade de derechos
fundamentales que tienen prevalencia en el ordenamiento jurídico interno,
deben ser garantizados por el Estado y las autoridades encargadas de proteger
los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Sin embargo, las
particularidades del caso evidenciadas durante el trámite administrativo de
adopción, en donde era manifiesto el deseo de los actores de adoptar a la niña,
quien los reconocía como progenitores y el desinterés del presunto padre,
debieron llevar al juez accionado a privilegiar el derecho sustantivo de la niña
de tener una filiación y una familia. Por el contrario, el ordenar rehacer las
diligencias de filiación para luego obtener su consentimiento de adopción
constituye un obstáculo de tipo formal que prolongó la indefinición de su
filiación, afectando sus derechos fundamentales, actuación del operador
jurídico que configura un exceso ritual manifiesto, de conformidad con lo
expuesto en la parte motiva de esta providencia.
V. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, la Sala Quinta de Revisión de la Corte
Constitucional, administrando justicia en nombre del pueblo y por mandato de
la Constitución Política,
RESUELVE:
Comuníquese y cúmplase.