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Los gobiernos de todos los países del mundo se han replanteado estilos de desarrollo con una
orientación más ambientalista (por lo menos en teoría), lo que los ha llevado a comprender
nuestra naturaleza y su comportamiento a través de una ciencia tan interesante como lo es la
ecología, ya que la misma abarca el estudio de todas las interacciones de los seres vivientes y
no vivientes con el medio ambiente en que encuentran y la manera como estos logran su
equilibrio, para de esa manera comprender qué fenómenos ocasionan un desequilibrio en los
mismos. La creciente explotación de los recursos naturales y la degradación de los ecosistemas
hacen que se cuestione la permanencia y perpetuidad de los recursos necesarios para sostener
el crecimiento de las poblaciones humanas.
¿Es el ser humano causante de este cambio climático? Si, porque si bien es cierto, la
alteración del cambio climático se debe a un proceso natural, este se viene
incrementando gracias a la actividad humana, de acuerdo a estudios realizados, este
cambio brusco de las temperaturas se manifiesta a partir de la segunda mitad del siglo
XVIII, al empezar la revolución industrial, de allí en adelante y en forma
indiscriminada, el hombre ha empezado a realizar actividades industriales sin tomar en
cuenta los efectos negativos para con la naturaleza. ¿Hace algo el ser humano por
revertir esta situación? Al convertirse esta situación en algo grave, el ser humano ha
empezado a cambiar su punto de vista respecto a las consecuencias que podrían
presentarse en un futuro, por ello es que los entendidos en la materia recomiendan
cambiar nuestros estilos de vida, pero los principales responsables son los paises
desarrollados quienes tienen que cambiar sus políticas en bienestar de la humanidad.
Entre todos podemos y debemos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Cada uno de nosotros, en nuestra vida cotidiana puede evitar la emisión de toneladas de
CO2 modificando algunas conductas habituales y siguiendo algunos consejos útiles.
Logicamente, el impacto de un individuo no es comparable ni equiparable al de las
grandes industrias ni al de los paises desarrollados, estos últimos, emisores históricos de
GEI, tienen el deber indiscutible de mitigar sus emisiones y de financiar soluciones
para los daños actuales y futuros causados en los paises en desarrollo y regiones
vulnerables como el Polo Norte y la Antártida. Por su parte, los paises en desarrollo,
también pueden aportar como bloque a la miitigación de GEI.