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DIOS DEFIENDE

A SU PUEBLO
DIOS DEFIENDE
A SU PUEBLO
Comentario exegético de
Daniel 10 al 12

CARLOS ELÍAS MORA


Coordinación editorial: Humberto M. Rasi
Revisión: Tulio N. Peverini y Julieta de Rasi
Diagramación: Lilia W. Peverini
Diseño de la cubierta: Edwin y Daniel López

Es propiedad © 2012 Adventos: Editorial Universitaria Iberoamericana - Derechos reservados


www.adventus21.com

Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización previa y escrita de los editores, la reproducción total
o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, su manipulación informática y su trans-
misión electrónica, mecánica, por fotocopia u otros medios. La violación de este derecho de propie-
dad está penada por la ley y será motivo de acción legal.

Carlos Elias Mora


Dios defiende a su pueblo: Comentario exegético de Daniel 10 al 12
México: Adventus (Editorial Universitaria Iberoamericana), 2012
340 pp.; 22 x 15,4 cm.
Ia edición de Adventus
ISBN 978-0-9845399-5-6
1. Biblia. A.T. Daniel 10-12, crítica, interpretación, etc. 2. Profecías
224.506

ISBN 978-0-9845399-5-6

Impreso en México - Printed in México


ADVENTUS
Editorial Universitaria Iberoamericana
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Casilla 7-D; Chillán; Chile
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Entre Ríos; Argentina
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• Universidad Adventista Dominicana
Apartado 770; Santo Domingo; República Dominicana
www.unad.edu.do
• Universidad de Montemorelos
Apartado 16; Montemorelos, N.L. 67500; México
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• Universidad de Navojoa
Apartado Postal 134; Navojoa, Sonora 85800; México
www.unav.edu.mx
• Universidad Linda Vista
Apartado Postal 1; Pueblo Nuevo Solistahuacán,
29750 Chiapas; México
www.ulv.edu.mx
• Universidad Peruana Unión
Casilla 3564; Lima 100; Perú
www.upeu.edu.pe
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LIBROS DE ADVENTUS PUBLICADOS
Y EN PREPARACIÓN

Historia de la educación adventista: Una visión global


Floyd Greenleaf
Gramática básica del griego del Nuevo Testamento
Nancy Weber de Vyhmeister y Lilian Schmied Padilla
Principios de la educación adventista en el pensamiento de
Elena de White: Filosofía, objetivos, métodos y misión
Edward M. Cadwallader
Fe y razón en la historia de la Tierra
Leonard Brand
Historia: Un abordaje bíblico-cristiano para profesores
y estudiantes
Gary Land
Fe y ciencia: 20 investigadores cristianos responden a
preguntas básicas sobre el universo y la vida
L. James Gibson y Humberto M. Rasi, eds.
Dios defiende a su pueblo: Comentario exegético de
Daniel 10-12
Carlos Elias Mora
Niños con fe: Cómo desarrollar una cosmovisión cristiana
en las aulas del siglo XXI
Bárbara Fisher
Psicología: Un abordaje bíblico-cristiano para profesionales,
docentes y estudiantes
Mario Pereyra
Literatura: Un abordaje bíblico-cristiano para profesores y
estudiantes
Delmer Davis
Cristo, fin de la ley: Romanos 10:4 en la perspectiva paulina
Roberto Badenas
Sociología: Un abordaje bíblico-cristiano para profesores y
estudiantes
Lionel Matthews
Visitar www.adventus21 .com
DEDICATORIA

A mis padres,

Julio César Mora,


quien me enseñó el
valor del estudio, el trabajo y la disciplina,

Yolanda Gamboa,
quien con su ejemplo me mostró
el secreto de la vida:
sencillez, alegría y servicio a los demás.

Para ellos, mi eterno agradecimiento y amor.


AGRADECIMIENTOS

En primer lugar deseo agradecer a Dios, por darme la vida, mi que-


rida familia, la oportunidad de servirle como ministro del Evangelio y,
de manera especial, por concederme la pasión por su Palabra. Esta obra
es producto de ese amor a las Escrituras
No puedo dejar de agradecer a mi esposa, Raquel, y a mis tres hijos
por su paciencia y aliento mientras dedicaba tiempo y esfuerzo a la ela-
boración de esta obra. Ellos siempre han sido una fuente de inspiración
en mi estudio.
Expreso mi agradecimiento especial a la Universidad Adventista de
Chile por la motivación para avanzar con este proyecto y por el gozo de
trabajar en sus aulas por más de siete años. De igual forma agradezco al
Adventist International Institute of Advanced Studies (AIIAS), Filipinas,
donde trabajo actualmente, por facilitarme la oportunidad de completar el
proyecto de publicar este material y por el apoyo económico y moral en
este proceso.
Vaya también mi reconocimiento al Departamento de Educación de
la Iglesia Adventista y a la Foundation for Adventist Education por haber
aportado los fondos necesarios para publicar este estudio.
Menciono el nombre de dos colegas que leyeron parte del manus-
crito e hicieron valiosas sugerencias: los pastores Edwin López, de
Boise, Idaho, y Pablo Millanao, actualmente en la Casa Editora Sud-
americana, Buenos Aires, Argentina. De igual forma agradezco a mi co-
lega, el Dr. Aecio Cairas, por la lectura del material y sus comentarios al
respecto.
En la fase final, la Dra. Nancy Vyhmeister hizo un trabajo excelente
en la revisión del texto. También agradezco al Dr. Humberto M. Rasi por
su activo interés y apoyo en la publicación de este libro.
Finalmente, expreso mi gratitud al Dr. Ángel Manuel Rodríguez y al
Pr. Roger Ruiz por facilitarme materiales propios no publicados que en-
riquecieron mucho esta investigación.
CONTENIDO

Prefacio x
Lista de Abreviaturas xiii
índice de Abreviaturas de los libros de la Biblia xiv
Lista de Cuadros y Diagramas xv
1. Guías y fundamentos para interpretar Daniel 11 y 12 1
2. Una introducción a Daniel 10 al 12 23
3. Daniel 10:1 al 11:2a. La visión en el río Hidekel 30
4. Daniel ll:2b-15: Persia y Grecia nuevamente en
la profecía 63
5. Daniel 11:16-20: Una nueva perspectiva del
Imperio Romano 87
6. Daniel 11:21-27: Surgimiento y característica
fundamental del "Despreciable" 102
7. Daniel ll:28-32a: El "Despreciable": Su ataque
al pacto santo 128
8. Daniel ll:32b-35: El "Despreciable": Su ataque
al pueblo de Dios 145
9. Daniel 11:36-39: El "Despreciable": Su ataque
al mismo Dios 156
10. Daniel 11:40 al 12:3. El desenlace del drama
escatológico 167
11. Daniel 12:4-12: El Sellamiento del Libro y
las inquietudes del profeta 208
12. Daniel 12:13: Resumen y epílogo encerrados en
una promesa 231
Glosario 237
Bibliografía selecta 242
PREFACIO

El libro que tiene en sus manos es el producto de un largo peregrinaje


tanto espiritual como académico en mi experiencia cristiana. Siendo aún
muy joven, llegó a mis manos una breve paráfrasis explicativa del capí-
tulo 11 de Daniel. Su lectura me impactó permanentemente. Unos años
después ese comentario, junto a otra lectura devocional, sirvió de fuente
de inspiración para reconocer mi llamado al servicio ministerial. Siendo
ya adulto, realicé mi tesis doctoral enfocada en dos expresiones encon-
tradas en dicho capítulo de Daniel.
El trabajo de investigación de posgrado fue dándome una compren-
sión más clara del contenido, ahora no solo del capítulo 11, sino de todo
el bloque final del libro de Daniel, sus capítulos 10 al 12. Examinar el
texto en detalle me permitió comprender de una mejor manera su conte-
nido y su riqueza teológica. Este libro busca compartir con el lector esta
experiencia.
En este andar académico fue sorprendente descubrir que los tres últi-
mos capítulos del rollo del profeta Daniel siempre habían sido estudiados
de manera somera por los autores adventistas. A partir de la década de
1990 ha aumentado grandemente el estudio de estos capítulos, pero to-
davía falta mucho por hacer. Este trabajo busca dar un paso hacia ade-
lante en esta empresa.
En muchos comentarios, que asumen una postura crítica hacia el libro
de Daniel, encontré el esfuerzo repetido de limitar su aplicación profética
a un desconocido y mediocre reyezuelo seléucida del segundo siglo antes
de Cristo. Por su parte, la mayoría de los intérpretes evangélicos dispen-
sacionalistas aceptan esa perspectiva y luego dan un salto sobre la brecha
temporal sugerida por ellos en la historia profética, para caer en los días
finales y aplicar la profecía al Anticristo escatológico.
Esta mezcla de experiencias espirituales y académicas personales, su-
madas a la confusión y/o desinformación en el mundo cristiano en cuanto
a Daniel 10 al 12, fueron las que motivaron la preparación de este libro,

X
Prefacio xi

específicamente enfocado en los tres últimos capítulos de Daniel. Que-


daron en mi mente las palabras de Leatherman: "Tan sólo quisiera urgir
la búsqueda de una interpretación. Mediante la colaboración mutua, un es-
tudio diligente y una sincera oración, podemos esperar que finalmente
pueda encontrarse tal interpretación. Quisiera exhortar a los pastores y
eruditos de la Iglesia Adventista del Séptimo Día a que se dediquen a esta
tarea". 1
El material aquí presentado asume el desafío de buscar el equilibrio
entre lo académico y lo práctico para la vida cristiana. Estoy convencido
de que el estudio profesional y serio del texto bíblico tiene un aporte que
hacer a la experiencia religiosa del creyente, y no solo a los investigado-
res y académicos. Los logros y herramientas que el erudito provee al es-
tudiante de la Biblia no deben ser desechados simplemente porque se los
considere muy complicados.
Este libro no quiere ser un comentario más del texto de Daniel. Su
objetivo es ofrecer al lector amante de la Palabra de Dios una reflexión
seria que invite a meditar, investigar, comparar y orar. Dentro de este
marco, es mi propósito presentar los aspectos más técnicos de una manera
clara y comprensible. He evitado, dentro de lo posible, el uso de tecni-
cismos, sin olvidar lo oportuno que pueden ser en algunos casos. He li-
mitado el empleo de notas de pie de página a los datos más pertinentes.
Por otro lado, por la forma en que se ha realizado el estudio, será inevi-
table en algún momento repetir conceptos, aunque he intentado hacerlo lo
menos posible.
Estoy convencido de que el estudio de cualquier texto de las Escritu-
ras, y en especial del libro de Daniel, tiene un inmenso valor que tras-
ciende el simple ejercicio académico. Hay un propósito redentor en la
Palabra de Dios, y este trabajo no puede ni quiere obviarlo. De manera es-
pecial, las profecías de Daniel tienen una aplicación histórica. La realidad
de que Dios está en control de la historia, "que pone y quita reyes" (Dan
2:21), se hace una vez más evidente en esta sección profética y este tra-
bajo se propone presentarla.
El libro está organizado en varias secciones. En el capítulo 1 se hace
un alto en el estudio del Daniel, previo a la sección escatológica (11:2 al
12:13), para repasar los principios con los cuales se interpretará la profe-
cía. El siguiente capítulo analiza el contexto histórico y literario de Da-

'Don W. Leatherman, "Adventist Interpretation of Daniel 10-12: A Diagnosis


and Prescription", JATS 7, N° 1 (primavera 1996): 137-138.
xii Dios Defiende a su Pueblo

niel 10 al 12. A continuación se hace el comentario del texto de Daniel


10:1 al 11:2a. Los restantes capítulos (4 al 12) se dedican al análisis y a
la interpretación de la profecía de ll:2b-12:13.
Cada uno de los capítulos que analizan el texto bíblico, estudiará los
pasajes por subdivisiones. Éstas están organizadas de la siguiente forma:
1. La estructura del párrafo, siguiendo una traducción libre. He que-
rido hacer esta traducción más literal que dinámica. A menos que se
indique lo contrario, en los comentarios se citará la versión Reina-Va-
lera 1960.
2. El comentario sobre la aplicación de la sección profética a la his-
toria de la humanidad.
3. La última sección se aplica al mundo actual y también a la vida del
creyente contemporáneo.
Es mi deseo que los lectores, al recorrer las páginas de este libro para
obtener información o inspiración, comprendan "el grande conflicto" que
se describe en Daniel 10 al 12 y hagan de Miguel "nuestro príncipe" el de-
fensor en esa trascendental batalla.
LISTA DE ABREVIATURAS

ACES Asociación Casa Editora Sudamericana


APIA Asociación Publicadora Interamericana
AT Antiguo Testamento
Bib Sac Biblioteca Sacra
BJ Biblia de Jerusalén
CAB Biblia Castellana (2003)
CBA Comentario bíblico adventista del séptimo día
DBASD Diccionario bíblico adventista del séptimo día
DTMAT Diccionario teológico manual del Antiguo Testamento
DRCS Daniel & Revelation Committee Series
ISBE International Standard Bible Encyclopedia
JATS Journal ofthe Adventist Theological Society
LBA Biblia de la Américas
LXX Septuaginta
NIDOTTE New International Dictionary of Oíd Testament Theology
and Exegesis
NVI Nueva Versión Internacional
NT Nuevo Testamento
PPPA Pacific Press Publishing Association
RV 1909 Reina-Valera 1909
RV 1960 Reina-Valera 1960
RV 1995 Reina-Valera 1995
T Testimonios (tomos 1-9)
WBC Word Biblical Commentary
YHWH Yahvé o Jehová (véase el glosario)

xiii
ÍNDICE DE ABREVIATURAS DE
LOS LIBROS DE LA BIBLIA
Libros del Antiguo Testamento
LISTA DE CUADROS Y DIAGRAMAS

1. Cronología de la vida de Daniel xvi


2. Principio del paralelismo de Daniel 2, 7, 8, 9, 10 al 12 10
3. Paralelismo de las interpretaciones de los capítulos 2,
7, 8 y 9 de Daniel 11
4. Paralelismo detallado de los capítulos 7, 8 y 10 al 12 14
5. Paralelismo de la interpretación de las cuatro líneas
proféticas de Daniel 16
6. Macroestructura de Daniel 11:2b al 12:3 17
7. Ubicación de expresiones clave en 11:2b al 12:3 18
8. Aparición del factor temporal y de alusiones a fracasos en
11:2b al 12:3 20
9. Verbos clave para la comprensión de 11:2b al 12:3 22
10. Estructura de Daniel 2:4 al 7:28 por A. Lenglet 25
11. Estructura quiásmica concéntrica de Daniel (J. Doukhan) 25
12. Estructura literaria del libro de Daniel (W. Shea) 26
13. Macroestructura de Daniel 10 al 12 27
14. Diagrama de los primeros años del reinado de Ciro 28
15. Estructura quiásmica de Daniel 10:1 al 11:2a 31
16. Mapa del Imperio Persa 33
17. Los reyes seléucidas y tolomeos en relación a Judea 73
18. Gobernantes de Roma, Siria y Palestina durante el s. I aC 95
19. Eventos y movimientos históricos importantes que
rodean las fechas proféticas de 1798 y 1844 166
20. Diagrama de Daniel 11:40-45 170
21. Sinopsis comparativa de los eventos finales según Daniel
11:40 al 12:3 y Apocalipsis 207
22. Cronograma del drama del diluvio 216

XV
CRONOLOGIA DE LA VIDA DE DANIEL
626 aC Nabopolasar libera a Babilonia y funda el ImperioNeobabilónico.
Un año antes Jeremías inicia su ministerio profético.

623 aC Nace Daniel en Judea *

616 aC Se une Nabopolasar con Ciajares (625-585), rey de los medos, y se


sublevan contra Asina.

612 aC Caída de Nínive.

609 aC Ultimos asirios destruidos en Harán. Muere Josías en batalla contra


Necao, faraón de Egipto.

605 aC Batalla de Carquemis (Babilonia derrota a Egipto). Jerusalén


tomada. Daniel y sus amigos llevados cautivos (Dn 1).

603 aC Se da el sueño de la imagen (Dn 2).

597 aC Segunda deportación de Jerusalén. Ezequiel es llevado cautivo.

594 aC La reunión de la imagen de oro (Dn 3; cf. Jer 51:59).

586 aC Caída y destrucción de Jerusalén. Jeremías llevado a Egipto.

570 aC La locura de Nabucodonosor alrededor de esta fecha (Dn 4).

562 aC Muerte de Nabucodonosor. Le sucede Evil-merodac.

556 aC Nabonido toma el poder, luego de Neriglisar (560-556 aC) y


Labashi Marduk (556 aC).

553 aC Nabonido deja de corregente a Belsasar y se retira a Tema. Se da


la visión de Daniel 7.

550 aC La visión de Daniel 8. Ciro, rey de Media y Persia.

539 aC Babilonia es tomada (Dn 5). Un año después sucede lo relatado en


Daniel 6 y 9.

537 aC Se da el decreto que permite a los judíos regresar a su tierra.

536 aC Regresan Zorobabel y los judíos a Jerusalén. Daniel ora por su


pueblo (Dn 10-12).

*Se cree que Daniel tenía 18 años cuando fue llevado cautivo (7"4,570).

Cuadro 1. Cronología de la vida de Daniel

xvi
CAPÍTULO U N O

GUÍAS Y FUNDAMENTOS PARA


INTERPRETAR DANIEL 11 Y 12

A ntes de iniciar el estudio de la profecía de Daniel 10 al 12 es impor-


tante repasar los principios bíblicos y las herramientas necesarias
para comprender esta sección que para muchos es tan complicada. 1
Este capítulo tiene dos secciones básicas: (1) recomendaciones para
interpretar la profecía apocalíptica, en especial nuestro objeto de estudio;
y (2) conceptos y herramientas aplicados específicamente a los capítulos
11 y 12. Todo esto es fundamental para entender los tres capítulos finales
de Daniel.

SECCIÓN 1: Principios bíblicos de interpretación profética


Clasificación de Daniel 11 y 12
No todas las profecías en las Escrituras son de la misma naturaleza.
Por tal motivo, quienes las estudian las han clasificado en dos grupos prin-
cipales: la profecía clásica y la profecía apocalíptica.
Gerhard Hasel propone una clasificación más detallada de los distin-
tos tipos de profecía: (1) profecía directa, de la cual hay un cumplimiento
literal (Miq 5:2; Mt 2:1,6); (2) profecía tipológica que anuncia un tipo que

'Zdravko Stefanovic, en su afán por evitar los extremos en la interpretación de esta


profecía, considera que el capítulo 11 es difícil de entender y que por lo tanto no se puede
pretender dar una explicación literal de cada detalle. Por ello sugiere "seguir un acerca-
miento más equilibrado, uno que pueda mantener en mente que los detalles del texto son
vagos y aún oscuros y consecuentemente ha de mantenerse una relativa vaguedad aún en
el nivel de interpretación". Daniel: Wisdom to the Wise (Nampa, Idaho: PPPA, 2007),
395,396. Es cierto que esta profecía es complicada, pero tenemos herramientas de estu-
dio, las cuales se consideran en este capítulo, que nos permiten establecer con seguridad
el trasfondo de toda ella y comprender sus principales caracteres para poder dar una in-
terpretación segura y no "vaga". No pretendemos ser dogmáticos en los detalles pecu-
liares de la profecía, pero no podemos divagar por ella, como si no tuviéramos una luz
clara que nos guía.

1
2 ' Dios Defiende a su Pueblo

luego encontrará su antitipo (Os 11:1; Mt 2:14,15; véase "Tipología" en el


Glosario); (3) profecía dual en la cual el mismo texto sugiere un doble
cumplimiento (Is 7:14; 8:1-4; Mt 1:23; J1 2:28-32; Hch 2:16-20); (4) pro-
fecía apocalíptica, de la cual son ejemplos Daniel y Apocalipsis. 2

La profecía clásica y la profecía apocalíptica


La "profecía clásica" se refiere a todos los escritos proféticos desde
Isaías hasta Malaquías, a excepción del libro de Daniel y algunas porcio-
nes de Isaías, Ezequiel, Joel y Zacarías, que por sus características, son
apocalípticas. 3 Estos atributos distintivos son: (1) las profecías fueron
dadas por un profeta de Jehová, (2) muchas de ellas tratan con el aquí y
ahora del profeta, (3) tienen un contenido moral evidente y exhortan a
sus oidores a abandonar los caminos pecaminosos, (4) algunas tienen un
carácter predictivo a corto, mediano o largo plazo, (5) algunas son profe-
cías de juicio así como otras son de consuelo y esperanza. 4
La profecía apocalíptica "pertenece al material predictivo de la pro-
fecía bíblica, no como la suma total de este material sino como una parte
importante y distintiva del mismo". 5 Se distingue (1) por ser una literatura
revelatoria del futuro y asuntos desconocidos por los humanos; (2) las
circunstancias y maneras en que son recibidas las profecías son únicas; (3)
es común la intervención de seres angelicales en la explicación de la pro-
fecía; (4) por lo general es dada en tiempos de crisis o prueba, como en
el caso de Apocalipsis y Daniel; (5) contiene marcados contrastes en sus
descripciones; (6) utiliza imágenes vivas; (7) señala el tiempo del fin y
gran parte de su contenido trata acerca del mismo; 6 y, (8) en su aplicación
es de un carácter más universal que local.7
2
Gerhard F. Hasel, "Fulfillments of Prophecy", en The Seventy Weeks, Leviticus, and
the Nature of Prophecy, DRCS, ed. F. B. Holbrook (Silver Spring, Maryland: Biblical Re-
search Institute, 1992), 288-290.
3
William G. Johnsson, "Biblical Apocalyptic", en Handbook of Seventh-Day Adven-
tist Theology, ed. Raoul Dederen (Washington, D. C.: Review and Herald, 2000), 789.
4
Johnsson, 789.
5
Johnsson, 790.
6
Johnsson, 786-789.
7
Hans K. LaRondelle, Las profecías delfín (Buenos Aires: ACES, 1999), 10 al 12.
Allí se resumen las características distintivas de las profecías de Daniel bajo cuatro as-
pectos: (1) una repetición de los bosquejos proféticos que culminan con el reino de glo-
ria; (2) un foco central mesiánico en todas las líneas proféticas; (3) los tiempos proféticos
predeterminados en el calendario de la historia progresiva de la redención, en especial en
Daniel 7 al 12; (4) el aspecto incondicional de la historia de la redención.
Guías y Fundamentos para Interpretar Daniel 11 y 12 • 3

Por lo tanto, como se indicó, Daniel 10 al 12 contiene profecía apo-


calíptica por lo que dicho texto debe ser interpretado como tal.
Los principios estudiados a continuación son aplicables a todo oráculo
apocalíptico; sin embargo, los iremos explicando a la luz de los últimos tres
capítulos de Daniel.

Guías básicas para la interpretación profética


Foco Cristocéntrico
La profecía apunta a Jesús (2 P 1:19; Le 24:25-27; 2 Co 3:14). Da-
niel 10 al 12 no es la excepción (10:4-6,13,21; 12:1,6,7). Según David
Gullón, "la interpretación cristológica consecuente del AT y del NT
tiene implicaciones hermenéuticas de largo alcance para la escatología.
Podemos decir que, a semejanza de una elipse con sus dos centros, las
dos venidas de Cristo constituyen los dos centros de la escatología bí-
blica". 8
Aún en medio de tantos reyes, guerras, intrigas y traiciones esta pro-
fecía revela a Cristo. Ya estudiaremos con detenimiento 10:4-6, 13, 21;
11:20; 12:1-3,7 y veremos el papel central que tiene Jesús en la profecía.

La Biblia es su propio intérprete


Según un principio básico de interpretación, "la Biblia es su propio in-
térprete".9 Esto nos recuerda el principio protestante de "Sola Scriptura".
La Biblia se explica a sí misma (2 P 1:20). Por lo tanto, un pasaje tan
complicado como Daniel 10 al 12 no puede ser interpretado por la persona
en forma individual, a su propia discreción.
Para un libro como Daniel, es oportuno buscar el significado o sim-
bolismo de términos y lugares dentro de las mismas Escrituras y no en li-
teratura ajena o en la propia imaginación.
Dos personajes se destacan en la narración del capítulo 11 de Daniel:
el rey del norte y el rey del sur. En primer lugar esta designación debe ser
entendida a la luz de los puntos cardinales en relación a Palestina. El norte
era reconocido como Mesopotamia y/o Babilonia (Jer 1:13-15; 6:22;
10:22; 46:20). Por contraposición, al sur de Palestina se encontraba
Egipto. De ahí que se entienda que en los versos 5 al 20 de Daniel 11 se
8
David P. Gullón, Escatología bíblica (Lib. San Martín: Universidad Adventista del
Plata, 1998), 4.
9
Véase Gerhard Hasel, Interpretación de la Biblia (Buenos Aires: Ediciones SALT,
1986), 115-6.
4 ' Dios Defiende a su Pueblo

alude a seléucidas y ptolomeos que dominaron esas dos regiones en la


época intertestamentaria.
Pero con la introducción del singular rey "despreciable" (v. 21), que
se ubica en la era cristiana, los lugares y personajes del gran conflicto se
universalizan. El norte, según las Escrituras, es el punto cardinal donde se
ubica Dios (Sal 48:2; Job 37:22). Desde allí se manifiesta la presencia di-
vina y proceden los juicios celestiales (Ez 1:4; 9:2; 44:4; Is 41:25). La
Biblia también indica que el Lucero de la mañana (Is 14:13,14), que apa-
rece aquí en una profecía contra Babilonia, quiere ocupar el lugar de Dios
y que la rivalidad siempre se ha manifestado en ese punto cardinal (Ez
8:3-6). Se deduce que este nuevo rey del norte es un poder dirigido por
Satanás que procura levantarse contra Dios y todo lo que le represente
(cf. Dn 11:28-39) y desea ocupar su lugar. Los últimos 25 versículos de
Daniel 11 describen este intento de parte del diablo. Por contraparte el
rey del sur en esta sección representa al Egipto espiritual, la mundanali-
dad y el ateísmo, manifestados en la historia. Esto se deduce de la actitud
desafiante y atea de Faraón: "¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz?"
(Ex 5:2). Los símbolos en la última línea profética de Daniel deben in-
terpretarse a la luz de estas conclusiones bíblicas.
No se determina por capricho qué significa cada símbolo o expresión
profética en el texto (sur, norte, Egipto, Quitim, Moab, Edom, etc.). Se
debe tener presente que cada pasaje ha de interpretarse a la luz de otros
pasajes de la Escritura. Cada pasaje debe entenderse a la luz de toda la en-
señanza bíblica al respecto.
La clave para interpretar el AT se halla en el NT,
no en el literalismo
Este principio es fundamental para la comprensión de la profecía clá-
sica (Isaías, Jeremías, etc.). Si nos apegamos a un literalismo extremo,
nos exponemos al peligro de limitar la interpretación al tiempo y las cir-
cunstancias del profeta. Lo mismo se aplica en Daniel. Por ejemplo, al-
gunos no ven en 10:4-6 a Cristo porque simplemente no lo comparan con
Apocalipsis 1 . 0 bien, como veremos en Daniel 11:40-45, si se tomara li-
teralmente el pasaje quedaríamos limitados a Palestina y sus alrededores,
cuando el pasaje se comprende mejor a la luz de Apocalipsis 13 y 14.
Aunque aquí trabajaremos con la exégesis gramático-histórica,10 ésta
no es suficiente para la interpretación de Daniel 10 al 12. La exégesis teo-
10
Se entiende por exégesis gramático-histórica el método de interpretación del texto
bíblico mediante la consideración de la gramática y sintaxis del pasaje en estudio, así
Guías y Fundamentos para Interpretar Daniel 11 y 12 • 5

5gica es también necesaria,11 o sea, los principios, los valores y las apli-
. aciones deben estar de acuerdo con la enseñanza bíblica en general. Mu-
;has veces la explicación no está en el mismo pasaje (1 P 1:10,11; Dn
f:27: Zac 4:13; Dn 12:8).

El uso de la tipología
El Nuevo Testamento establece que existe una conexión divinamente
rreestablecida entre tipo y antitipo, y revela la naturaleza predictiva del
upo. Este método fue empleado por el mismo Jesús (Mt 12:3, 6 , 4 1 , 4 2 ;
22:41-45). Para Jesús su misión cumple las Escrituras hebreas y los tipos
históricos poseen un significado escatológico y redentivo (2 Co 3:14-16).
Lo que aparece en I C o 10:1-11, revela que Pablo emplea el concepto de
::pología al utilizar eventos históricos y aplicarlos a la iglesia. Algunos
ejemplos de tipología serían:
^ C i r o , rey de Persia, libera a Israel de Babilonia y seca el río Éufra-
:es (Is 44:28; 45:1-6; Jer 50,51). Esto es un tipo de la liberación del pue-
blo de Dios (Ap 14:8; 16:12-21; 17).
»-En Ap 15:3 se declara que los redimidos "cantan el cántico de Moi-
sés y del Cordero". He aquí una referencia a Moisés y su experiencia del
cruce del Mar Rojo (Éx 14,15).
»-En Daniel 11 podemos señalar el caso del antiguo Egipto, que re-
chazó a Yahvé y esclavizó a su pueblo, como tipo de un poder o movi-
miento que niega a Dios y que tiene sometido al hombre a la esclavitud
¿el pecado. En resumen, la perspectiva tipológica es el cumplimiento de
los tipos del Antiguo Testamento en la obra redentiva de Cristo.

La idea promesa-cumplimiento
El NT proclama el cumplimiento cristológico de las promesas hechas
¿ Israel (Jn 5:39; 2 Co 1:20). Este hecho implica tanto la confirmación
como el desarrollo progresivo de las promesas del AT en Cristo (2 P 1:19).

como su contexto literario e histórico, con el propósito de entender la intención original


del escritor bíblico.
"Escribió Hans LaRondelle: "Se necesita más que una exégesis histórico-gramati-
cal de textos aislados de la Escritura. Todo método exegético que se limita a la letra de
los versículos bíblicos, sin considerar el contexto teológico, tanto inmediato como más
amplio, y en consecuencia no relaciona los versículos con el santo pacto de Dios con su
trasfondo mesiánico, niega la unidad teológica de la Palabra de Dios y oscurece el tema
religioso y moral de la guerra apocalíptica entre el cielo y la tierra". The Israel ofGod in
Prophecy (Berrien Springs, Michigan: Andrews University Press, 1983), 7.
6 ' Dios Defiende a su Pueblo

Consecuentemente, el AT permanece como el libro de esperanza para la


iglesia cristiana (cf. 2 P 3:13 con Is 65:17; Mt 5:5 con Sal 37:22,29). Es
oportuno enfatizar que "el principio básico mediante el cual podemos afir-
mar con certeza cuándo una promesa o profecía particular del AT, hecha
originalmente al Israel literal, halla su cumplimiento con respecto al Is-
rael espiritual, es cuando un escritor posterior e inspirado hace tal apli-
cación de ella". 12
La lectura del NT permite comprender más ampliamente la extensión
y las consecuencias de la profecía de Daniel 11. Un ejemplo es el uso de
Egipto como símbolo en Apocalipsis 11:8, donde se lo identifica con el
ateísmo de tiempos de la Revolución Francesa. 13 Otra conexión intere-
sante "son las noticias del oriente y del norte" que atemorizan al rey del
norte en Daniel 11:44 en conexión con "los reyes del oriente" (Ap 16:12).
Varios estudiosos conectan los eventos escatológicos de Daniel 11:44,45
con el Armagedón. 14

La condicionalidad de muchas profecías del AT


Léase Jeremías 18:7-10, Levítico 26 y Deuteronomio 28 al 30.15 La
experiencia de Jonás sugiere que su profecía era condicional. Sin em-
bargo, la experiencia de Sodoma y Gomorra nos recuerda que la pacien-
cia de Dios tiene límites, de acuerdo a su voluntad. En el caso del libro
de Daniel, es evidente que las profecías no tienen indicación de condi-
cionalidad. Se señaló que las profecías apocalípticas, entre ellas Daniel 11
y 12, son predicciones que se cumplirán independientemente de la inter-
vención humana. "En sí mismo, el plan nunca cambia porque Dios nunca
cambia. Pero la manera como se cumple puede modificarse porque el
hombre puede cambiar. La oscilante voluntad humana es el factor débil
e inestable en la profecía condicional". 16
n
CBA, 4:39.
13
"Egipto simboliza el insolente escepticismo de los filósofos, y la flagrante des-
cristianización producida por la Revolución [Francesa]". C. Mervyn Maxwell, El miste-
rio del futuro revelado (Buenos Aires: ACES, 1991), 302. Véase "Egipto", CBA, 7:818;
Desmond Ford, Daniel (Nashville: Southern Publishing Association, 1978), 275-276.
14
Doukhan, The Vision ofthe End, 92; William Shea, Daniel 7-12, The Abundant Life
Bible Amplifier, ed. G. R. Knight (Boise, Idaho: Pacific Press, 1996), 212-213. Véase la ex-
plicación de Armagedón y el secamiento del Eufrates en relación con los reyes de oriente,
Maxwell, Apocalipsis, sus revelaciones (Buenos Aires: ACES, 1991), 439-444.
15
Veáse, "El papel de Israel en la profecía del Antiguo Testamento", CBA, 4:36-40;
LaRondelle, "Israel in Bible Prophecy", 140-145.
l6
CBA, 4:36.
Guías y Fundamentos para Interpretar Daniel 11 y 12 • 7

Por otro lado, hay profecías que evidentemente son para el tiempo
¿el fin, por lo que se deduce que no eran condicionales a la respuesta de
r^ngún ser humano o pueblo (Dn 8:19; 12:4; Ap 1:1,2; Joel 2:28). Cuando
r a d i e m o s Daniel 11, especialmente luego del versículo 21, descubrire-
—os que hay expresiones que apuntan al tiempo del fin y que la profecía
: _lmina en este período.

Tunto con un progresivo avance en especifídad en los personajes


;• eventos, el libro de Daniel abandona gradualmente el simbolismo
apocalíptico y se centra en explicaciones más extensas
En la sección final del libro de Daniel no hay una explicación ange-
lical precedida por una profecía con elementos simbólicos. No existe en
esta sección una visión previa con figuras apocalípticas. El ángel le en-
trega los detalles al profeta en un extenso discurso profético (11:2b-12:4).
La profecía usa la figura de reyes en constante guerra, provenientes de
runtos cardinales opuestos, norte y sur.17 Estas explicaciones y símbolos
presentados por el ángel deben ser interpretados por el investigador.

Estas profecías están enfocadas más en la era cristiana que


en los días del Antiguo Testamento
La historia del Imperio Romano llega hasta el verso 20 del capítulo
1 i. El cambio se debe al análisis estructural del texto, donde este ver-
sículo es considerado como una unidad independiente de pensamiento
;• marca un giro temático en el capítulo. Como será estudiado en su mo-
mento, 11:20 alude de una manera indirecta a Jesús. El texto aludiría al
censo impulsado por Augusto César que hizo que el Hijo de Dios na-
ciese en Belén. El resto de la profecía se desarrollaría a través de los si-
glos de la era cristiana.

Con Cristo se inician los tiempos escatológicos,


los postreros días
Todas las profecías apocalípticas que se extienden más allá de la cruz
de Cristo, es decir, al tiempo escatológico (Heb 1:1,2; Hch 2:15-21), se
aplican a Cristo y a su iglesia, así como todas las alusiones a personajes
y geografías pierden su sentido local y literal y se unlversalizan. "Todas
estas profecías del AT que se aplican al tiempo después de la cruz de
Cristo -esto es, al tiempo escatológico- encontrarán su cumplimiento so-

17
Pfandl, 220.
8 ' Dios Defiende a su Pueblo

lamente en y a través de Cristo y su pueblo del pacto como verdadero Is-


rael de Dios y en sus enemigos declarados". 18
Este principio es vital para la comprensión de la última línea profé-
tica de Daniel por dos razones. En primer lugar, las líneas previas (caps.
2, 7, 8 y 9) avanzan con distintos símbolos a través de la historia, desde
los días del profeta hasta el retorno en gloria del Hijo del hombre. No hay
peligro de una mala interpretación en su aplicación. Pero en Daniel 11, las
imágenes del rey del sur y del rey del norte corren a través de toda la pro-
fecía. Es fundamental determinar entonces en qué momento aparece el
Dios hecho carne en la historia, para interpretar de allí en delante de ma-
nera cristológica y universal.
Por consiguiente, las referencias geográficas de este capítulo - s u r
(11:25), norte (11:40), Quitim (11:30), la tierra gloriosa (11:41), Edom,
Moab, Amón (11:41), Egipto (11:42, 43), Libia y Etiopía (11:43), el
monte glorioso y santo (11:45)- deben ser comprendidas a la luz de las
guías señaladas con anterioridad: una aplicación cristológica y tipológica
a la luz de las Escrituras.

Al incursionar la profecía en la era cristiana, los elementos


geográficos y locales se unlversalizan19
Este punto es fundamental para la interpretación de Daniel. Es la pie-
dra de toque que separa la interpretación historicista de las aplicaciones
futuristas de las profecías. A partir del capítulo 11:20, donde se alude di-
rectamente al Mesías, las referencias cardinales (norte, 11:40, 44; sur,
11:25,40; oriente, 11:44), los lugares geográficos (Quitim, 11:30; la tie-
rra gloriosa, Edom, Moab, 11:41; Egipto, Libia y Etiopía, 11:42,43; los
mares y el monte glorioso, 11:45) y las referencias étnicas ("los hijos de
Amón", 11:41; "los hijos de tu pueblo", 12:1) no pueden circunscribirse
a Palestina y sus vecinos de ninguna época, sino que deben entenderse en
el contexto del gran conflicto cósmico en la historia humana.

Características singulares de Daniel y Apocalipsis


Estos libros contienen tres características únicas (según los tres pe-
ríodos históricos de interpretación profética: iglesia primitiva, la Re-
forma y el Gran Despertar Adventista).
18
Hans K. LaRondelle, "Prophetic and Apocalyptic Prophecy" en A Symposium on
Biblical Hermeneutics, Gordon M. Hyde, ed. (Washington DC: Review and Herald,
1974), 236.
,9
LaRondelle, 29-31; CBA, 4:38-40.
Guías y Fundamentos para Interpretar Daniel 11 y 12 • 9

Primero, ambos libros contienen varias series de bosquejos proféticos


;ue se desarrollan en una secuencia inquebrantable de eventos que guían
al establecimiento del reino de Dios (Dn 2:44, 45; 7:13, 14; 8:13, 14;
11:40-12:3; Ap 3:14-21; 6:12-7:17; 11:15-19; 14:14-20; 16:17-21; 19:11-
21:21 y 22). En la segunda parte de este capítulo veremos en detalle cómo
este concepto se desarrolla en Daniel y cómo afecta la interpretación de
la última sección del libro.
En segundo lugar, el foco de estas series proféticas es el perenne con-
flicto entre las naciones y el Israel de Dios, entre Cristo y el anticristo
véase comentario de 10:13; cf. Ap 12:3-10). Esto quiere decir, por un
lado, que no se trata simplemente de reyes caprichosos que hacen lo que
quieren, y por otro lado, que lo que está en juego va más allá de los inte-
reses de los gobiernos del mundo actual. Existen consecuencias de valor
eterno en Daniel 11.
Por último, cada línea profética (caps. 2 , 7 , 8 , 9 , 1 0 al 12) revela una
repetición y una ampliación progresiva de ciertas partes con respecto a las
series previas, siempre enfocadas en la historia de la salvación, específi-
camente en el conflicto final entre el bien y el mal.

La elección de la iglesia cristiana como pueblo de Dios


El pueblo judío como nación perdió el privilegio de ser el pueblo de-
positario de la verdad (Dn 9:24-27; Mt 21:41-43; Ro 9:32,33; Ro 11:11,
12; Mt 8:11,12). 20 No debe entenderse esto como un desprecio del judío
como persona ni como una expresión de antisemitismo. Todo judío ne-
cesita la salvación en Cristo y la gracia divina está abierta para él, como
para cualquier otro pecador.
La iglesia de Cristo es ahora el pueblo escogido de Dios. Las prome-
sas y profecías del AT se aplican a ella (1 P 2:9,10; Ro 2:28,29; G13:28,
29). Es motivador saber que el Señor hizo desaparecer las diferencias,
haciendo de judíos y gentiles su nuevo pueblo (Ef 2:14-16), que recibe la
Verdad para proclamarla al mundo (Mt 28:18-20).

El rechazo de la luz conduce a la oscuridad


Todo estudio bíblico, por más académico que sea, tiene implicaciones
espirituales de consecuencias eternas. Si nos negamos a aceptar la luz que
se nos revela a través de Daniel 11 y 12, y la rechazamos por cualquier

20
"El ideal: cómo había de funcionar el plan" de Dios para el pueblo hebreo y "el
fracaso de Israel en realizar el plan de Dios", se comenta en CBA, 4:29-34.
10 ' Dios Defiende a su Pueblo

razón, no recibiremos más conocimiento. Por lo tanto, Dios permitirá que


nos confundamos (Ro 1:21-24; 2 Ts 2:11,12; Heb 6:4-6; Heb 10:26-27).

SECCIÓN 2: Principios aplicados a Daniel 11 y 12


Paralelismo en las cuatro líneas proféticas de Daniel
Se observan cuatro líneas proféticas definidas en el libro de Daniel.
Ellas son: el capítulo 2 (el sueño de la estatua constituida por distintos me-
tales), capítulo 7 (el sueño de las cuatro bestias que surgen del mar), capí-
tulos 8 y 9 (la visión del carnero y del macho cabrío junto con la explicación
del tiempo de 8:14 por parte de Gabriel en el cap. 9), y los capítulos 10 al
12 (la visión junto al río Hidekel y el encuentro con dos varones).
Uno de los principios de interpretación de las profecías de Daniel se
conoce como "principio del paralelismo". Según Víctor Casali, "en
esencia muestra que Daniel 2, 7 y 8 cubren esencialmente el mismo te-
rreno y que cada uno contribuye con algo vital para el mensaje del libro;
además, cada capítulo ayuda a interpretar los otros". 21 Una de las con-
clusiones de este principio es que "hay un cambio de énfasis de lo es-
trictamente secular en el cap. 2 a lo político-religioso en el cap. 7, y al
santuario en el cap. 8". 22 Hay similitudes evidentes en el registro de las
cuatro líneas proféticas del libro de Daniel. Un vistazo general a las
mismas permite extraer algunas conclusiones.

Sección Cap. 2 Cap. 7 Cap. 8 Cap. 9 Caps. 10-12


Prólogo 2:1-30 7:1 8:1,2 9:1-20 10:l-ll:2a
Profecía 2:31-35 7:2-14 8:3-14 9:24 11:2b-12:3
Explicación 2:36-45 7:15-27 8:15-26 9:25-27a 12:4-12
Epñogo 2:46-49 7:28 8:27 9:27b 12:13

Cuadro 2: Principio del paralelismo de Daniel 2 , 7 , 8 , 9 , 1 0 al 12


En primer lugar es evidente que el formato de las secciones proféti-
cas es muy similar. Por otro lado, el capítulo 9 es una extensión del capí-
tulo 8 y ofrece una explicación parcial del factor tiempo que había
quedado pendiente (8:26,27). De allí que no contenga un epílogo tan evi-
dente como el de las otras líneas proféticas. Este paralelismo también se
da en los capítulos 10 al 12, con la diferencia de que esta sección no con-
tiene una visión de elementos simbólicos con su respectiva explicación,
21
Víctor Casali, Historia de las doctrinas adventistas (Libertador San Martín, Ar-
gentina: Ediciones SALT, 1991), 93.
22
Ibíd„ 94.
Guías y Fundamentos para Interpretar Daniel 11 y 12 • 11

s jio un discurso profético del ángel al profeta. Por consiguiente se pre-


?enta una variación en el modelo profecía-explicación. Existe, pues, una
estructura similar para las cuatro secciones proféticas del libro, lo que su-
pere una interpretación complementaria de todas ellas.
Todo esto indica que la profecía del 10 al 12 debe tener los mismos
componentes de las líneas anteriores. El cuadro 3 muestra esos elemen-
: 3s básicos y cómo se repiten y amplían conforme avanza el libro.
12 ' Dios Defiende a su Pueblo

En este cuadro 23 se destacan cuatro imperios mundiales 24 que confor-


man la estructura de la profecía. El punto de partida, que es fundamental
para interpretar todo el cuadro profético del libro de Daniel, es la defini-
ción de los cuatro imperios mundiales a los que apuntan los oráculos de
Daniel. La escuela histórico-crítica propone que estos cuatro imperios
son: Babilonia, Media, Persia y Grecia.25 Shea argumenta en contra de
esta postura, especialmente en relación a la ubicación del reino de Media
como imperio debido a que: (1) Daniel 5:28 indica que fueron los medos
y persas quienes conquistaron Babilonia; (2) Daniel 8:20 señala que los
dos cuernos del carnero representan a Media y Persia; (3) Darío el medo
fue colocado como rey en Babilonia bajo la agencia de Ciro (Dn 9:1); (4)
los registros históricos y arqueológicos confirman que medos y persas
fueron un poder unificado. 26 Shea agrega otros argumentos en otra inves-
tigación: (1) Esta explicación requiere hacer una distinción, que no fue
hecha por el profeta en su propio tiempo, el siglo VI aC; (2) De aceptar
esta posición habría que rechazar la más obvia aplicación histórica de la
imagen del pecho de plata del capítulo 2, la segunda bestia del capítulo 7
y el carnero del capítulo 8 con sus alusiones a una naturaleza dual del se-
gundo imperio; (3) También tendría que rechazarse "el paralelismo pro-
gresivo" de las cuatro líneas proféticas de Daniel 27
Además se aprecia que cada profecía posterior agrega elementos y
detalles a las anteriores. Por ejemplo, el capítulo 7 agrega el nuevo
poder del cuerno pequeño y el juicio celestial, mientras que los capítu-
los 8 y 9 agregan la fecha de su inicio, además de nuevos detalles de los
últimos tres imperios mundiales y del nuevo poder político religioso (el
cuerno pequeño) del capítulo 7. Es de esperar, entonces, que la profe-
cía de 11:2b-12:12 mantenga el mismo esquema, amplíe elementos pre-
23
Shea presenta la relación directa que existe entre Daniel capítulos 2 y 7 (Shea,
"Unity of Daniel", 170-175). Lo mismo hace con los capítulos 8 y 9 (Shea, "Unity of Da-
niel", 185-192, 201-203, 208-219, 234-239). Finalmente realiza el mismo trabajo de
comparación y conexiones entre los capítulos 8,9 y 11 (Shea, Ibíd., 220-222,245-247).
M
En el capítulo 8 Babilonia es excluida, porque ya estaba en su ocaso cuando fue
escrita la profecía. Una situación similar se presenta en el capítulo 11, cuando el Impe-
rio Babilónico ya había dejado de existir.
25
Véase un estudio reciente: C. Caragounis, "History and Supra-History", en The
Book of Daniel in the Light ofNew Findings, ed. Adam van der Woude (Leuven: Leu-
ven University Press, 1993), 387-397.
26
Shea, "Unity of Daniel", 173,174.
27
William Shea, Selected Studies on Prophetic Interpretation, DRCS, 1 (Washing-
ton, D.C.: Review and Herald, 1982), 53.
Guías y Fundamentos para Interpretar Daniel 11 y 12 • 13

vios y también agregue nuevos conceptos al panorama profético.


La determinación del paralelismo de la última línea profética de Da-
niel no debe hacerse a la ligera, sino que los elementos internos del pa-
saje, así como sus conexiones con los detalles de las visiones anteriores,
deben permitir elaborar esa correspondencia. Es importante establecer
este paralelismo, a fin de poder interpretar la profecía en forma apropiada.
Para tal objetivo se ha elaborado una comparación muy iluminadora
de los capítulos 7 , 8 y 10 al 12 que servirá como partida para elaborar
una correspondencia entre las líneas proféticas. 28
14 ' Dios Defiende a su Pueblo
Guías y Fundamentos para Interpretar Daniel 11 y 12 • 15
16 ' Dios Defiende a su Pueblo

Estos cuadros comparativos permiten advertir la íntima relación que


hay entre las profecías de Daniel y establecer una base segura sobre la
cual interpretar los oráculos de este libro. Estos lincamientos paralelos
sugieren una interpretación complementaria de las profecías posteriores
del libro, en especial de la profecía de los capítulos 11 y 12.

El estudio estructural del pasaje


El estudio de la estructura del texto brinda, entre muchos beneficios,
una mejor comprensión de la línea de pensamiento del autor y la deter-
minación de las unidades básicas del pasaje. 29 Además permite apreciar
los componentes claves de la sección que se estudia y su interrelación
con las demás.
Por tal motivo cada unidad literaria de Daniel 11 y 12 que analizare-
mos, como se verá a partir del capítulo 2 de este libro, contiene a su ini-
cio una propuesta de la estructura del pasaje. La visión que de este modo
se obtiene del texto enriquece su estudio como no lo hace el visualizarlo
en un simple párrafo narrativo.
A continuación se presenta un esquema de la estructura de ll:2b-12:3,
que luego es analizada por sección en los capítulos posteriores de este
trabajo. Este bosquejo respeta la sintaxis de los pasajes y la secuencia de
ideas dentro de cada uno de ellos. La estructura que se percibe es un ar-
gumento más en favor de la interpretación propuesta en este comentario.

29
Véase un planteamiento de los beneficios del trabajo estructural en, David A.
Dorsey, The Literary Structure ofthe Oíd Testament (Grand Rapids: Baker Books,
1999), 42-44.
Guías y Fundamentos para Interpretar Daniel 11 y 12 • 17

Esio ayuda a visualizar las ideas principales, los cambios de personajes y


¿e acciones y la secuencia narrativa.30
18 ' Dios Defiende a su Pueblo
Guías y Fundamentos para Interpretar Daniel 11 y 12 • 19

rucio de la segunda sección. Esta expresión es clave en el capítulo por-


. introduce a un monarca distinto con este calificativo especial de "per-
er>o, despreciado" (véase Sal 15:4; Is 53:3; Jer 22:28; Mal 1:7,12), que
u aparece como rey del norte en una faceta distinta (aparece en contra-
:•: íición con el rey del sur, 11:25). En conexión con este calificativo, cabe
;; stacar que el título "rey del norte" no vuelve a aparecer sino hasta "al
- - del tiempo" en 11:40.
Aparecen acciones muy particulares que se aplican únicamente a
r -:e rey o personaje "despreciable". Manifiesta desprecio a las costum-
rres y tradiciones de sus ancestros (11:24, 37, 38), lo que sugiere que
-: rupe con las costumbres de los reyes anteriores, sobre todo en relación
.: n el Dios de sus padres (11:36-39). Igual conclusión se obtiene de su
-::::ud profana con respecto al término "pacto", relatada en la segunda
-arte del capítulo. Ataca al mismo "pacto santo" (11:28, 30). Se señala
: _e seduce a los violadores del pacto (11:32), con quienes se entiende
trámente (11:32). Es hábil en "lisonjas" o "halagos" (11:21, 32, 34),
.: sa que no hicieron sus predecesores en sus luchas y conquistas, y
- _estra su carácter sagaz.
Se aplica a este "vil" de 11:23 la expresión "hará su voluntad", lite-
- límente "y hará" (11:28, 30).32 Con el uso de esta frase se introduce un
-nevo poder (11:3,16). Nótese que en los versos 28 y 30 se la usa en co-
nexión con los ataques contra el pacto santo, lo que sugiere que este es un
- j e vo poder pero que actúa en un ámbito distinto, el religioso y espiritual.
Ya no es simplemente militar y político.
Con este pensamiento en mente se entendería el versículo 32, donde
-e presenta un "poder" singular que "se esforzará y actuará". Es el pue-
rco de Dios, el pueblo del capítulo 7 que es perseguido (7:25), pero que
recibe el reino al final del juicio (7:25,26).
La aparición de "la abominación desoladora" en relación con este per-
*: naje despreciable de la última profecía de Daniel es clave. Primero, se
.: necta directamente con Daniel 8 y confirma el paralelismo entre ambos
. t í t u l o s en lo que atañe a este personaje tan crucial como lo es el anti-
.nsto. Además sugiere que a esta altura del relato profético, este rey del
-: rte debe relacionarse con el cuerno pequeño de Daniel 8 y por ende del
- -título 7.33
Finalmente hay expresiones que se hallan de manera equilibrada en
:
Las dos menciones en la primera sección (11:2-20) son: "Hará su voluntad", 11:3;
hará de las suyas", 11:16, Nueva Versión Internacional.
-?Véase Shea, Selected Studies on Prophetic Interpretation, 49-53.
20 ' Dios Defiende a su Pueblo

ambas secciones del capítulo. La primera de ellas es "he aquí", que se en-
cuentra en las tres secciones de la profecía. En la introducción de la vi-
sión esta frase señala la aparición del Varón resplandeciente (10:5); en
11:2, inicia el discurso profético del ángel; y en 12:5, establece la sec-
ción final de la visión.
Es clave la frase "tu pueblo" (10:14; 11:14; 12:1). Como ya se indi-
cara, esta profecía cubre un período del pueblo judío, el pueblo de Daniel,
que no está contemplado en las visiones anteriores: el período intertesta-
mentario. Daniel 11:14 alude a esa época y a ese pueblo. La excepción
sería en 12:1, donde el contexto es netamente escatológico y se referiría
al pueblo de Dios en los tiempos finales. Esta amplia concepción del pue-
blo de Dios a través de la historia es la que señala Daniel 10:14. Además
hay otras expresiones como "objetos de plata y oro" en relación con
Guías y Fundamentos para Interpretar Daniel 11 y 12 • 21

E r p t o (11:8,43) y "la tierra gloriosa" (11:16,41), que también se hallan


er_ ambas divisiones del capítulo.
Otro detalle de expresiones claves del capítulo 11, cuya identifica-
. :n permite una mejor comprensión del texto, es el de sus once alu-
:nes a caídas, fracasos o derrotas. Es de esperar que en un capítulo
eno de guerras y rivalidades, aparezcan a menudo alusiones a derrotas
caídas. Se mencionan ocho caídas en la primera sección, algunas de
: enfatizadas con dos o tres expresiones. En la segunda solo hay tres
indas: el rey del sur en una triple mención (11:25, 26), el pueblo de
I: ds en otra triple mención (11:33-35), y la caída final del perverso rey
:el norte (11:45).
El factor tiempo en la profecía es otro elemento que ayuda a la inter-
:retación. Esto se verá en el estudio del texto y de sus estructuras en las
: versas secciones de los capítulos. El Cuadro 8 muestra estos dos ele-
mentos: fracaso y tiempo, en ll:2b-12:3.
Como último detalle, se destacan en el texto hebreo cuatro verbos
cue se repiten con frecuencia y que juegan un papel importante en el
-elato. El primero de ellos es amad, que en los capítulos 10 al 12 del
rro se usa 30 veces, de las cuales 20 corresponden a la sección pro-
reúca (11:2b-12:3). En el prólogo y el epílogo de la visión, esta pala-
rra tiene el sentido de "ponerse en pie o estar parado" (10:1, 13, 16;
11:1; 12:5, 13). Su uso en la sección profética es diferente. Véase co-
—entario en 11:2.
Otro verbo clave es bo', que aparece 19 veces en el discurso profético
¿el ángel del total de 25 veces que se usa en los tres últimos capítulos del
bro. Su sentido principal es "venir, arribar, entrar".
Es también de importancia la raíz verbal süb, que aparece nueve veces
en la exposición profética (ll:2b-12:3). Su significado básico es "volver,
regresar, darse vuelta". En este pasaje significa volver de la guerra triun-
:inte a "su tierra" (11:9; 11:28 [2x]) o realizar un contraataque al ene-
n i s o (11:10, 13, 30 [2x]). Dos veces se traduce "volverá su rostro"
11:18,19).
Por último, llama la atención el verbo hazaq, que de 13 veces que
aparece en los capítulos 10 al 12, ocho se hallan en 11:2b-12:3. En el
capítulo 11 tiene la connotación de fortalecerse económica y política-
mente (11:2, 5, 7, 21). Pero en 10:18, 19; 11:1 sugiere el fortaleci-
miento físico y emocional mediante la presencia divina. En este
contexto debería entenderse 11:32: "el pueblo que conoce a su Dios se
esforzará y actuará".
22 ' Dios Defiende a su Pueblo

A manera de síntesis
A la luz de lo estudiado en esta segunda sección, concluimos que Da-
niel 11 presenta los tres últimos imperios mundiales (Persia, Grecia y
Roma), el poder papal en la historia representado por "el vil" o "despre-
ciable" de 11:21 hasta el final de la profecía (11:45), y los eventos fina-
les o escatológicos (11:40-12:3), ofreciéndonos una explicación detallada
y única en Daniel y en el AT.
Vale la pena regresar a menudo a este capítulo mientras estudiamos
toda la profecía en el resto de este libro. Los conceptos aquí explicados
aparecerán constantemente cuando interpretemos el pasaje.
CAPÍTULO DOS

UNA INTRODUCCIÓN A
DANIEL 10 AL 12

A unque en los siguientes capítulos nos dedicaremos a estudiar y co-


mentar la última sección del libro de Daniel, es fundamental com-
r render su relación con el resto del texto y la razón de ser de estos tres
_/.mios capítulos en el mensaje profético y teológico del libro de Daniel.
Tinto el profeta como el mismo Espíritu que lo inspiró tenían un propó-
>:to en cada detalle registrado, así como un artista tiene sus motivos par-
::;ulares en cada detalle que coloca en su pintura. Por ello es importante
;: nsiderar la unidad orgánica del libro de Daniel y el papel que juega en
ella su última sección, Daniel 10 al 12.

La estructura interna del libro de Daniel


El libro de Daniel revela una estructura interna coherente. Ferch des-
cribe así los indicadores de unidad del libro de Daniel: (a) los capítulos
posteriores presuponen los anteriores; (b) temas comunes dentro del libro;
; conexiones cronológicas; (d) el capítulo 7 en su papel central en el
libro; (e) características estilísticas únicas; (f) modelos literarios, espe-
:cimente estructuras quiásticas; 1 y (g) paralelismo progresivo. Escribió
Arthur Ferch: "El libro está agrupado con los relatos históricos por len-
zuaje y simetría y con las visiones de los capítulos 8 al 12 por secuencia
contenido cronológicos". 2
Los seis primeros capítulos contienen la sección histórica del libro,
—entras que los últimos seis comprenden las visiones apocalípticas del
rrofeta y las indicaciones de su ángel guía. Al leer el texto original y ha-
llar que la sección de 2:4b al 7:28 está escrita en arameo se comprueba
que la estructura del libro de Daniel no resulta tan simple. Por otro lado,

•Para entender qué es una "estructura quiásticas" o "quiasmo", véase el Glosario.


2
Arthur J. Ferch, "Authorship, Theology, and Purpose of Daniel". En Symposium on
Daniel, Introductory and Exegetical Studies, ed., F. Holbrook, DRCS, 2 (Washington,
DC: Biblical Research Institute, 1986), 39-48.

23
24 ' Dios Defiende a su Pueblo

Daniel 2 contiene una profecía con su interpretación inserta dentro de la


sección histórica del libro. A pesar de las críticas contra la unidad literaria
del libro, la temática del mismo sugiere todo lo contrario. Por ejemplo,
Bruce, luego de un análisis cuidadoso, opina que "el tema propuesto en
este estudio -que solamente Dios es verdaderamente soberano y que Él
establecerá un reino eterno- provee coherencia a todo el libro de Daniel". 3
Croatto, a pesar de su interpretación crítica, reconoce una unidad en
todo el libro, al declarar que "el mensaje exhortatorio y consolatorio de
Dn 7-12... es reforzado en la redacción presente de Dn 1-12". Y con-
cluye: "Todo el libro se presenta ahora como un todo apocalíptico, con
su kerigma característico.... La totalidad del libro de Daniel constituye
un mensaje inequívoco para sus destinatarios". 4 Croatto encuentra una
unidad coherente y un mensaje interconectado a través de todo el libro
de Daniel.
La unidad de propósito y de mensaje del libro no deja ninguna duda
de su coherencia orgánica.
Por lo tanto vale la pena revisar la estructura del libro de Daniel en su
totalidad para ubicar en ella a cada una de sus secciones, su interrelación,
en especial aquella que nos interesa en este trabajo, los capítulos 10 al 12.

La estructura literaria del libro


5
A. Lenglet propuso una estructura reveladora para la sección aramea
(2:4 al 7:28), la cual ha sido motivo de interrogantes para los estudiosos.
Lenglet propone la siguiente conexión:

3
Les P. Bruce, "Discourse Theme and the Narratives of Daniel", BibSac 160 (April-
June 2003): 186. La misma temática encuentra Santa Cruz como corazón del mensaje de
Daniel. Luis Santa Cruz, "El mensaje de las profecías de Daniel", Theologika 17, no. 2
(2002): 214-222.
4
J. Severino Croatto, "Desmesura y fin del opresor en la perspectiva apocalíptica
(Estudio de Daniel 7-12)", Bib 52 (1990): 142,144.
5
Véase A. Lenglet, "La structure littéraire de Daniel 2-7", Bib 53 (1972): 169-190.
Collins responde que "el hecho de que los capítulos estén arreglados simétricamente no
influye en absoluto sobre el argumento que hemos delineado anteriormente. Daniel 7 es
claramente una interpretación de la persecución de Antíoco Epífanes, en tanto que los re-
latos en los capítulos 2-6 no muestran claras referencias a esa situación y parece inapro-
piada por varios puntos". John J. Collins, The Apocalyptic Vision ofthe Book of Daniel,
Harvard Semitic Monographs, 16 (Missoula, Montana: Scholars Press, 1977), 12. Es evi-
dente que Collins trabaja con presupuestos críticos, según los cuales Antíoco IV Epífa-
nes tiene que cuadrar en Daniel 7, lo cual le impide valorar el aporte de esta estructura a
la sección aramea de Daniel como un todo orgánico.
Una Introducción a Daniel 10 al 12 • 27

De esta manera, todo el libro de Daniel sigue un modelo. Esta observa-


r o n no solamente testifica en favor de su unidad orgánica, sino también
indica que lo histórico y lo profético están profundamente conectados". 8
El análisis de la estructura del libro de Daniel permite destacar va-
ros elementos. Primero, el centro de Daniel es el capítulo 7. Allí apare-
cen los temas centrales del libro: (1) mensaje de los imperios mundiales;
I la irrupción de un poder político-religioso que es perseguidor y blas-
lemo; y (3) el juicio celestial. Se deduce que el mensaje de Daniel 10 al
I debería reflejar esa línea de pensamiento. En segundo lugar, los capí-
r í o s 8 al 12 mantienen una estrecha unidad. De hecho, algunos autores
. onsideran sus contenidos como parte de una misma profecía. En tercer
_ jgar, existe una relación particular específicamente entre los capítulos 8
11, detalles que se harán más patentes al estudiar en su debido momento
el paralelismo de las líneas proféticas.

La macroestructura de Daniel 10 al 12
La estructura de Daniel 10 al 12 nos permite empezar a discernir su
contenido y comprender su línea de pensamiento. Descubrimos en un
-imple quiasmo los principales componentes del pasaje.

Un par de personajes aparecen en escena en la profecía en esta sec-


ción. Por un lado está Daniel, quien recibe el mensaje tanto en el pró-
logo como en el epílogo de la narración, en contraposición con los dos
personajes celestiales que aparecen al inicio y al final del evento. En el
contenido central aparecen nuevamente dos personajes, pero a la in-
versa en su naturaleza: un mensajero divino quien da la profecía y los
8
Doukhan, 5.
28 ' Dios Defiende a su Pueblo

dos protagonistas principales: el rey del Norte y el rey del Sur, obvia-
mente de origen humano.
En cada sección iremos presentando la estructura del pasaje como
parte del esfuerzo por comprenderlo. En cuanto al valor del análisis es-
tructural, véase el capítulo 3 de este libro donde se analizan los princi-
pios para interpretar la profecía bíblica.

Marco histórico
La ubicación histórica de la profecía está claramente indicada en el
primer versículo del capítulo 10: "En el año tercero de Ciro rey de Per-
sia". Los medos y persas tomaron Babilonia en octubre del 539 aC, así
que según la manera particular de contabilizar el tiempo por los meso-
potámicos (método de cómputo ascensional), el primer año del reinado
de Ciro correspondería al 538/7 aC, según nuestro cómputo actual. Por
lo tanto, el tercer año de su reinado corresponde al que se inicia en pri-
mavera del 536 aC y finaliza la primavera del siguiente año (en el he-
misferio norte), siguiendo el método usado en Mesopotamia. 9

'Para las fechas e información histórica, véase William Shea, Daniel (Nampa, Idaho:
Pacific Press, 2005), 230-232; Merling Alomía, Daniel: su vida, sus tiempos y su men-
saje (Lima, Perú: Ediciones Theologika, Universidad Unión Incaica, 1991), 382, 383,
"El mundo antiguo desde 586 hasta 400 aC"; Nichol, Francis, ed., Comentario bíblico ad-
ventista del séptimo día (CBA), Ia ed., trad. V. E. Ampuero Matta (Boise, Idaho: Publi-
caciones Interamericanas, 1978-1990), 3:45-61; "El año tercero de Ciro", Daniel 10:3,
CBA, 4:882-883; "Día veinticuatro", Daniel 10:4, CBA, 4:884.
Una Introducción a Daniel 10 al 12 • 29

Para el momento de escribirse el capítulo 10, la angustia que sentía


Daniel no era por el retorno de los judíos a Palestina porque Esdras 1 y 2
nos relata que muchos judíos regresaron en el 538 aC. La angustia que in-
: uietaba al profeta era por la suerte que corrieron aquellos que regresa-
ron, ya que según Esdras 3 y 4, hubo oposición de los samaritanos a la
egada de los judíos y a la reconstrucción del templo. En Esdras 4:4,5 se
:eclara: "Pero el pueblo de la tierra intimidó al pueblo de Judá, y lo ate-
morizó para que no edificara. Sobornaron además contra ellos a los con-
ejeros para frustrar sus propósitos, todo el tiempo de Ciro rey de Persia
hasta el reinado de Darío rey de Persia". Esta crisis provoca el ayuno y
: ración del profeta, y el Señor responde de una manera extraordinaria,
:omo lo relata el texto de Daniel 10 al 12.
La crisis se extendería más allá de la vida de Daniel. Se sabe que no
nubo mucho progreso en la reconstrucción del templo hasta la llegada de
Darío I el Grande (522-486 aC). Durante los reinados de Ciro y su hijo
Cambises (530-522 aC) la obra estuvo detenida. Finalmente el Señor ac-
: i ana en Judá por el ministerio de Hageo y Zacarías (Esd 5:1; 6:14) y el
rey Darío autorizaría la reconstrucción del templo (Esd 6:1-12), el que se
completó en el 516 aC (Esd 6:15).
CAPÍTULO TRES

DANIEL 10:1 AL 11:2a.


LA VISIÓN EN EL RÍO HIDEKEL

C on el trasfondo de los capítulos 10 al 12 bien establecido, podemos pro-


ceder a estudiar su primera sección, que corresponde al prólogo histó-
rico de la profecía.
Varios elementos relevantes saltan a la vista al revisar el siguiente bos-
quejo en forma quiástica, los que no deben olvidarse al estudiar las diferen-
tes secciones de los capítulos 10 y 11.
Es indiscutible que el personaje central de la visión es Miguel, a quien
identificaremos en detalle al estudiar los versículos correspondientes. No
solo se encuentra en el centro del pasaje, en su texto clave, Daniel 10:13,
sino que también se halla en los incisos B1 y B2. En el primero de ellos apa-
rece como el Varón resplandeciente mientras que en el segundo se lo califica
como "Miguel, vuestro príncipe" (10:21). El detalle de esta conexión se ana-
liza en el comentario de dichos versículos.
Por otro lado, una lectura cuidadosa del texto revela la presencia de un
segundo protagonista celestial en la visión epifánica del profeta. Este inter-
locutor anónimo es pieza fundamental tanto en la comunicación del mensaje
como en el epílogo de la visión (12:4-12). En la estructura, en medio de la
aparición del Varón resplandeciente, Miguel (B1, D, B2), se ubica la reacción
del profeta y cómo este es fortalecido (C1 y C2).
Por último, tanto el inicio (Al) como el fin de esta sección (A2) juegan
un papel importante en el relato y en la profecía. No solo enmarcan la visión
que recibe el anciano vidente, sino que la primera parte (10:1-3) introduce el
contexto histórico de toda la trama y la última (11:1, 2b) sirve como una
oportuna pausa histórica para recordar la obra de confortación que realizó el
ángel a favor de Darío el Medo.

30
Daniel 10:1 al II :2a. La Visión en el Río Hidekel • 31
32 ' Dios Defiende a su Pueblo

10:1-3
Traducción y estructura
Al (1) En el año tercero de Ciro rey de Persia
fue revelada palabra a Daniel
a quien llamaban su nombre Belsasar.
B1 Verdadero era el asunto
y la guerra grande,
pero él discernió el asunto
y tuvo entendimiento en la visión.

Al (2) En aquellos días yo Daniel estuve angustiado


B1 por tres semanas de días.
A2 (3) No comí pan deseable,
ni carne ni vino entró en mi boca,
ni me ungí con perfume
B2 hasta completar las tres semanas de días.

Los versículos 2 y 3 están elaborados en la típica forma de paralelismo


donde la primera frase (Al) se amplía en A2. Las otras dos frases marcan el
inicio y la finalización del período de ayuno.

Comentario
10:1
El año tercero. Como se señaló en el marco histórico del capítulo ante-
rior, el tercer año de Ciro correspondería al 536/535 aC. Desde que Daniel
partiera de Jerusalén (605 aC) habían transcurrido prácticamente 70 años (cf.
Jer 25:11), número considerado "perfecto" por los estudiosos de la Biblia. La
visión tuvo lugar en el año "perfecto" de su ministerio.
Esta fecha, 536/535 aC, recuerda lo que dice Daniel 1:21, donde se indica
que "continuó Daniel hasta el año primero del rey Ciro". Algunos comenta-
dores han sugerido que la aparición de esta expresión a comienzos del libro
sugiere que fue por esa fecha cuando el profeta lo redactó. Si así fue, es pro-
bable que el anciano preveía que pronto sería llamado al descanso y escribió
lo que tenía hasta ese momento, sin saber que el Señor todavía le inspiraría 78
versículos más y que en ellos estaría la orden de sellar el libro (12:4).
Ciro. Ciro II (559-530 aC), a quien los historiadores designan simple-
mente como "Ciro", fue el primer monarca del gran Imperio Medo-Persa, el
cual llegaría a ser el más grande de la antigüedad, desde el Helesponto al
oeste, hasta el río Nilo al sur y el río Indo al Este.
Daniel 10:1 al II :2a. La Visión en el Río Hidekel • 33

Cuadro/Mapa 16. Mapa del Imperio Persa1

Ciro el persa unió a las tribus persas y se rebeló contra su abuelo Astia-
aes, rey de los medos, probablemente en el 553 aC. Finalmente lo derrotó en
el 550 aC. Dicha batalla se libró en la planicie de Pasargada, donde fundaría
más tarde su capital, Persépolis. Su próximo ataque fue contra Creso rey de
lidia, a quien derrotó en el 547 aC, con lo que logró llegar hasta los asenta-
mientos jónicos en la costa oeste del Asia Menor. Luego se dirigió al Impe-
rio Neobabilónico, donde conquistó Opis, Sippar y finalmente la capital de
Babilonia. La historia señala que su ejército desvió el río de su cauce y las
tropas lograron entrar por en medio del lecho seco del río que cruzaba la ciu-
dad. Gubaru, general de las tropas persas, entró sin batalla en la ciudad el 12
¿e octubre de 539 aC. Según el Cilindro de Ciro, este rey fue visto más como
libertador que como conquistador.
El monarca aplicó una política de devolver los dioses y los pueblos a sus
tierras. Manifestó consideración no solo a judíos, sino a muchas naciones (cf
Esd 1:2-4; 6:3-5). Los hallazgos arqueológicos confirman la autenticidad de
estos pasajes.
En 530 aC, Ciro murió en batalla contra nómades en lo que es hoy el
noreste de Irán. Su tumba se encuentra todavía en Pasargada.
1
http://www.portalplanetasedna.com.ar/persas.htm
34 ' Dios Defiende a su Pueblo

Daniel. Cuando Ciro tomó Babilonia, el profeta, autor y héroe del libro
que lleva su nombre, contaba con unos 88 años (véase el cuadro cronoló-
gico de su vida en la pág. xvi). Nabucodonosor le puso el nombre de Belt-
sasar. Daniel reconocía que tal cambio de nombre era una forma de
manifestar el deseo imperial de transformar su mente y alma a la cultura ba-
bilónica (Dan 1:7). Sin embargo, Daniel mantuvo su identidad y su fe he-
brea, al no participar de los alimentos ofrecidos por el rey (Dan 1:8-13).
Pero por lo visto, unos 70 años después Beltsasar seguía siendo el nombre
por el cual se lo conocía.
Verdadero. Se hace una afirmación similar. Se sugiere que la visión es
digna de confianza y cierta.
El asunto. El término dabar significa "palabra, discurso, cosa". En este
caso alude a la visión que recibe Daniel y que está registrada en los capítu-
los 10 al 12.
Guerra. Generalmente el término seiba' se refiere a un conflicto o a una
guerra (cf. Nm 1:3, 20), aunque también metafóricamente se aplica a un
tiempo de duro servicio (Is 40:2). Por lo que relata el capítulo 11, la acepción
"guerra" cuadra muy bien aquí.
Entendimiento. Este es un vocablo importante en la comprensión de las
profecías del libro (8:16, 17; 9:23; 12:8). En el presente texto aparece dos
veces, la primera como un verbo conjugado (bín) y la segunda en su forma
sustantivada (bina). El profeta se propuso en su corazón "entender" (10:12)
el conflicto que sufría su pueblo en Palestina y el ángel vino para hacerle
saber (10:14) lo que había de venir. La expresión sugiere el conocimiento de
la mano de Dios en medio de los conflictos humanos a la luz de su revelación
en las Escrituras.
Los capítulos que estamos estudiando en este libro merecen toda nues-
tra atención, oración y estudio, porque "los entendidos comprenderán"
(12:10).
La visión. El vocablo aquí utilizado es maré'eh. El otro término hebreo
usado para referirse a visión es hazdn, que se utiliza en Daniel 7:1 (allí en su
forma aramea) y en Dan 8:1. William Shea señala que el primero se refiere
a un encuentro singular con un ser celestial mientras que el segundo se refiere
a una visión simbólica. Al final de su vida, el profeta se encuentra con el
Señor, a quien había servido durante toda su existencia, y recibe su aproba-
ción y la seguridad de que Dios todavía está obrando por su pueblo, estu-
viese el templo en pie o no.2
Este vocablo siempre está conectado en Daniel con la idea de enten-
2
William Shea, 233.
Daniel 10:1 al II :2a. La Visión en el Río Hidekel • 35

cer cf. 9:23). Además maré' se refiere al encuentro con un ser celestial
11 7. 8, 16). En esta profecía no hay visión simbólica, sino más bien un
cc>curso angélico (11:2-12:4). Todo esto sugiere que esta profecía es una
: cllcación más detallada de la visión dada en 8:1-14. De hecho, algunos
. : rnentaristas consideran que los capítulos 8 al 12 de Daniel son un solo
_
ensaje.

10:2
.Angustiado. El término es el mismo que se utiliza para expresar la res-
r.esta al estado en que se encuentra Jerusalén en Is 66:10, 20 (cf. 61:2, 3;
Veh 1:4; 8:9).
Esta actitud de humillación y súplica calza con el carácter del profeta. El
. -Tirulo 9 de Daniel tiene el mismo trasfondo: la seria crisis que vivía el pue-
- : de Dios. En ambas experiencias el profeta clama a su Señor pidiendo mi-
incordia.
La gran preocupación del profeta era la condición del templo en sus días.
El pueblo estaba pasando por estrecheces (Esd 1-4) y la construcción del san-
-ario estaba en juego. La promesa era que el Señor moraría en medio de
ellos (Éx 25:8, 9). En ese santuario se lo adoraba y el mensaje de salvación
era practicado e ilustrado mediante los sacrificios y las fiestas.
Tres semanas de días. Esta frase idiomática podría derivarse de la his-
r.a de José (Gn 41:1) o podría enfatizar semanas literales de días en con-
traste con semanas de años, como se consideran en 9:24-27. Son períodos de
^ete días completos que concluyen con el día sábado, lo que sugiere que la
:sión ocurrió el séptimo día de la semana.
El número tres indicaría que el sufrimiento de Daniel va más allá del pe-
riodo de tres días de preparación espiritual en el Sinaí (Éx 19:10-16) o de
ayuno en Susa (Est 4:16). Es más, lo aumenta siete veces. Este ayuno lo hizo
en el primer mes, el que correspondía con la pascua judía. Daniel no quiso
p articipar de ella, rogando por la liberación y protección de su pueblo en Pa-
lestina, así como el Señor lo había hecho en la primera pascua.

10:3
Manjar delicado. El ayuno que hace el profeta consistió en evitar co-
mida festiva y el aseo que se hace todo persona respetable (2 S 12:20; 14:2;
Ec 9:7-10). La carne y el vino eran comidas para tiempos de prosperidad o
rara aquellos que se regocijaban (Is 22:13).
Carne. Este pasaje llama la atención, porque sugiere que Daniel comía
carne y bebía vino. El problema reside en que siempre se consideró que el re-
36 ' Dios Defiende a su Pueblo

chazo de Daniel de las viandas del rey en el capítulo 1 se debía no solo a


motivos religiosos, sino también como una manera de exaltar un régimen
vegetariano.
No existe acuerdo unánime en cuanto a la razón de la abstención de Da-
niel en el capítulo 1. Diversas han sido las propuestas al respecto. Ernest
Lucas señala posibles opciones para el rechazo de la comida del rey:3
(1) Era comida ofrecida a los ídolos, aunque Daniel sí aceptó legumbres
que también habrían sido ofrecidas a los dioses.
(2) Por respeto a las leyes alimentarias de Deuteronomio, aunque se re-
conoce que esta sería tan solo una razón parcial. "No hay leyes de pureza en
el AT que puedan explicar la abstención de Daniel con respecto al vino".4
Collins recuerda "que su buena salud se debía, no solo a la calidad de su dieta
sino también al favor de Dios", por lo que la temática giraría más en relación
a la fidelidad a Dios que a un tema secundario como la alimentación.5 A pesar
de esto, también se señala entre las razones para no comer las viandas del rey
temas relacionados con leyes del Pentateuco.6
(3) Participar de la comida del rey era reconocer una alianza con el mo-
narca, pero este punto no encuadraría bien con la determinación del joven Da-
niel de no "contaminarse".
C. L. Seow propone una razón distinta. "La determinación de Daniel de
resistirse a la tentación lo hacía solidario con las penurias de los otros cauti-
vos".7 Pero esta propuesta deja de lado elementos claves que aparecen en el
relato de Daniel 1.
No hay duda de que la motivación de Daniel era diferente. Era de esperar
que como buen judío respetase las leyes de alimentación de Levítico 11 y Deu-
teronomio 14. Doukhan sostiene que el problema se relacionaba con comidas
ofrecidas a ídolos, tanto por el contexto del Antiguo Cercano Oriente, como por
el uso de la expresión "señaló" (Dn 1:5).8 Pero el texto indica otra razón. Da-
3
Ernest Lucas, Daniel, Apollos Oíd Testament Commentary (Downers Grove: In-
ter Varsity Press, 2002), 54.
4
Iain Provan, "Daniel", en Eerdmans Commentary on the Bible, ed. J. D. G. Dunn
y J. W. Rogerson (Grand Rapids: Eerdmans, 2003), 665.
5
John J. Collins, Daniel with an Introduction to Apocalyptic Literature (Grand Ra-
pids: Eerdmans, 1984), 44.
6
John Goldingay, Daniel, Word Biblical Commentary (Dallas: Word Books, 1989),
18,19,25.
7
C. L. Seow, Daniel, Westminster Bible Companion (Louisville: Westminster John
Knox, 2003), 26.
8
Jacques Doukhan, Secrets of Daniel (Washington, D.C.: Review and Herald, 2000),
17,18.
Daniel 10:1 al II :2a. La Visión en el Río Hidekel • 37

• e l era consciente de los beneficios de una alimentación sana (Dn 1:12,13).


:emás el texto señala que Dios bendijo la fidelidad de los jóvenes (Dn 1:17).
Ahora bien, Daniel no quiso comer las viandas del rey porque muchas de
ellas eran ofrecidas a los ídolos y probablemente se abstuvo por motivos de
.: nciencia. Este pasaje sugiere que en otras ocasiones comía carne (como lo
ii a entender el presente pasaje), sin duda cuidadosamente seleccionada
como lo haría todo buen judío) y en cantidad prudente.
Vino. Hacer un estudio acerca del vino en las Escrituras va más allá de
esta investigación. Basta decir que la Biblia usa el término yayin 141 veces.
En algunos casos es evidente que se trata de bebida intoxicante (Gn 9:20,
21; 19:32,33; 1 S 25:36, 37; 2 S 13:28; Est 1:10), cuyo uso es condenado
Pr 23:29-32; 20:1; Is 28:7).
Por otro lado, aunque no siempre es evidente, en el AT se puede referir
también a jugo de uva sin fermentar, no condenado como lo es el licor al-
cohólico de uva. El contexto de los siguientes pasajes muestra que la men-
ción de yayin debe ser entendida como una bebida sin fermentar (Is 16:10;
Jer 40:10,12; Neh 13:15; Lm 2:12; Gn 49:11; Cnt 1:2,4; 4:10; Sal 104:15).
Es lógico deducir que un hombre como Daniel, al cual sus enemigos,
muy en contra de su voluntad, debieron reconocer que no había falta ni vicio
en él (6:4), no tomaría bebidas embriagantes. Además, se reconoce que muy
probablemente el texto alude aquí a la costumbre judía de tomar cuatro copas
de vino durante la Pascua.9
Ni me ungí. El ungirse con ungüento era asociado con las fiestas y la
alegría (Ecl 9:8; Am 6:6) y no se practicaba durante los períodos de lamen-
tación (2 S 14:2; Is 61:3). Aunque las circunstancias no eran las mismas de
Daniel 9, el ayuno y el clamor del profeta buscaban, como en esa experien-
cia, la conducción divina ante la crisis y la angustia.
Hasta completar. La expresión hebrea sugiere que fueron semanas com-
pletas. Para que una semana sea completa debe comprender siete días, por lo
tanto culminarían en sábado, el séptimo día.10 Esta característica singular
permite hacer una conexión más entre esta sección y Apocalipsis 1. Tanto
Daniel como Juan reciben la visión en "el día del Señor" (Ap 1:10), a Jesús
se le describe de la misma forma (10:4-6; cf. Ap 1:12-15) y ambos profetas
caen postrados ante el Señor (10:7-9; cf. Ap 1:17). Ambos estaban cautivos
y no habían visto a su Señor en unos setenta años. Los dos probablemente te-
nían una edad similar. Por consiguiente, podemos declarar que la visión de
Daniel 10 al 12 sirve de puente entre Daniel y Apocalipsis.
9
Doukhan, Secrets of Daniel, 158,159.
10
Shea, Daniel, 234.
38 ' Dios Defiende a su Pueblo

Reflexiones para nuestros días


Preocupación de Daniel por los padecimientos del pueblo de Dios.
Es común encontrar cristianos que, si no llegan al punto de regocijarse por
los errores que cometen los líderes o hermanos de la iglesia, se deleitan en
criticar, esparcir chismes y hallar cierta satisfacción cuando los hermanos o
la iglesia pasan por dificultades.
No sucedía así con Daniel. Él estaba angustiado por la suerte del pueblo
judío en Palestina. Manifestó el mismo espíritu de David cuando supo que Is-
rael había sido derrotado por los filisteos (1 S 31) y que su enemigo el rey
Saúl había muerto. Un amalecita se hizo pasar por la persona que lo había
asesinado, pensando así obtener ventajas al llevar la noticia. ¡Cuán grande fue
su sorpresa al ver a David llorar por su pueblo y su rey! Su desconcierto fue
aún mayor cuando el futuro rey lo mandó matar por haberse atribuido la
muerte del ungido de Jehová (2 S 1:16).
¡Tremenda lección que debemos aprender quienes vemos errores y fallas
en el pueblo de Dios hoy en día y pensamos que esto nos justifica para criti-
car y hasta celebrar!
Daniel, un hombre de oración. No hay duda alguna: Daniel era un hom-
bre de oración. En el capítulo 2 lo hallamos orando cuando su vida se vio
amenazada por el sueño olvidado del rey (2:18,19). En el capítulo 6 lo vemos
en peligro por causa de su continua vida de oración. En el capítulo 9 eleva
una de las más hermosas plegarias de intercesión de la Biblia, además de
pedir comprensión del aspecto de tiempo no explicado en la visión anterior
(8:26, 27). Ahora de nuevo lo encontramos en oración y ayuno.
El profeta bien sabía que Dios contesta las oraciones. En el capítulo 2
recibe del cielo el sueño de Nabucodonosor y su interpretación; en el capí-
tulo 6 Dios envía a su ángel para que cierre la boca de los leones (6:21,22);
ante la solicitud del profeta, el Señor envía ahora nada menos que al ángel
Gabriel (9:21), el más destacado mensajero celestial. Y como veremos en
este capítulo, el Señor envía no a cualquier ángel, sino al mismo Príncipe del
ejército de Jehová.
Daniel comía carne y tomaba vino, lo que no quita que era un mo-
delo de temperancia y salud. Este pasaje puede causar extrañeza y hasta
incomodidad, porque sugiere claramente que Daniel comía carne. Para quie-
nes deducen que la experiencia registrada en el capítulo 1:12 muestra que
era vegetariano, esto podría sorprender. Él era judío, y como tal, debía comer
carne de cordero en la Pascua, por citar un ejemplo.
Esto nos lleva a considerar la verdadera motivación del vegetaria-
nismo. No debe radicar en un posición en la cual me encierro y desde la
Daniel 10:1 al II :2a. La Visión en el Río Hidekel • 39

cual ataco a los demás. En la época del AT no había prohibición de comer


carne, solo se prohibían ciertas carnes consideradas inmundas (Lv 11:1-
47; Dt 14:3-21). No hay por qué condenar a Daniel si comía carne limpia.
En nuestros días, las condiciones de salud de los animales, la manera en que
se estimula su desarrollo y el conocimiento rendido por la ciencia moderna
a la luz de los consejos divinos motivan a seguir un régimen vegetariano.
Pero el principio divino está tan vigente entonces como ahora: honrar a
Dios con un cuerpo santo (Lv 11:43, 44) porque es templo de su Espíritu
il Co 6:19,20).
No fue un ayuno total. Hay un aporte aquí en cuanto a la práctica del
ayuno. Este no tiene que consistir necesariamente en abstenerse totalmente
de comer. En ningún lugar se estipula que sea así. Tampoco hay una canti-
dad de tiempo específica para celebrarlo. En este caso, a Daniel le llevó tres
semanas por el problema que enfrentaba y por la respuesta que se demoraba.
El fundamento para el ayuno es evidente: debe ser realizado por un motivo
espiritual y, debido a las circunstancias del momento y las condiciones y ne-
cesidades del creyente, durará cierto tiempo. Es más recomendable que así
sea en vez de que agentes externos dicten tiempos específicos. La necesidad
de Dios y de una respuesta específica es tan grande que se desea más que el
alimento. Esta es la naturaleza del ayuno.

10:4-6
Traducción y estructura
Al (4) Y en el día veinticuatro del mes primero
yo estaba a la orilla del gran río Hidekel.
B1 (5) Y alcé mis ojos y miré,
y he aquí un varón
C1 vestido de lino,
y su cintura ceñida con oro de Ufaz.
(6) Su cuerpo era como piedra preciosa,
su rostro con apariencia de un relámpago,
sus ojos como antorcha de fuego,
sus brazos y sus pies como rayos de bronce pulido,
y el sonido de sus palabras como el sonido de
una multitud.

Este pasaje, correspondiente a B1 en la estructura del capítulo 10, con-


tiene tres ideas básicas: A l , fecha y lugar; B1, el Varón resplandeciente; y C1,
las siete características de este Personaje.
40 ' Dios Defiende a su Pueblo

Comentario
10:4
El día veinticuatro. El período de ayuno del profeta abarcó la Fiesta de
Pascua y de los Panes sin Levadura, que se realizan del 14 al 21 del primer
mes (Ex 12:1-20). Era una celebración alegre, aunque Dt 16:3 la llama "panes
de aflicción".
El gran río Hidekel. Generalmente la expresión "gran río" se usa en la
Biblia hebrea para referirse al río Eufrates, por lo que algunos comentadores
sugieren que aquí existiría un error de copia posterior. No necesariamente
debe ser así. "El gran río" no significa por sí mismo "río Éufrates" y la ex-
presión bien cuadra con el río Hidekel, o río Tigris, el cual no estaba lejos de
Babilonia.
La ubicación geográfica y algunos elementos de la visión recuerdan la vi-
sión que Ezequiel (cap. 1) había recibido 57 años antes.

10:5
Alcé mis ojos. Esta expresión puede indicar la dirección en la cual la
persona mira o una acción deliberada.11
He aquí. La expresión hinneh ("he aquf') aparece siete veces en la vi-
sión final del libro (10:5, 10, 13, 16, 20; 11:2; 12:5). Es una guía en la es-
tructura del pasaje porque se ubica al comienzo de cada sección (véase
Cuadro 4): 10:5 en el prólogo; 11:2 en la profecía; y, 12:5 en el epílogo.
Estas expresiones siempre introducen exclamaciones de admiración por
algo inmediato o a largo plazo. Son términos que recuerdan al lector que algo
nuevo o inesperado va a suceder. En muchos casos van unidas a un partici-
pio que anuncia qué va a suceder. "En el 94% de estos casos el sujeto es Dios
y la exclamación concierne a una amenaza o promesa divina".12
Un varón. Algunos autores, como Lucas, no encuentran una identifica-
ción clara de este ser. "Generalmente se supone que este ser es Gabriel, como
en Daniel 8 y 9, pero esto no se dice en forma explícita".13 Por su parte, Gol-
dingay va más allá y acepta que sea un ser divino como el descrito en Eze-
quiel 1, aunque señala que "no necesariamente indica que la persona es Dios,
solamente que los pasajes tienen una conexión literaria".14 Esta interpreta-
ción inconclusa sucede cuando no se hace teología bíblica, permitiendo que

"Lucas, 258.
I2
Allan Harman, "Particles. Theology", NIDOTTE, 4:1032.
13
Lucas, 275.
14
Goldingay, 291.
Daniel 10:1 al II :2a. La Visión en el Río Hidekel • 41

las Escrituras se expliquen a sí mismas y cuando no se efectúa la vital cone-


xión entre los dos Testamentos.
La descripción de este personaje corresponde con la misma que se hace
de Jesús en Apocalipsis 1:12-15. De las siete características que presenta Da-
niel, cinco se repiten en la visión de Juan en Patmos.
La identificación de este protagonista de la visión con Cristo indica
la importancia que el Señor concedió a la oración de Daniel y hasta dónde
él se identificaba con el problema que vivía su pueblo en Judea; además
permite reconocer a dos personajes que interactúan con Daniel en esta
visión, los cuales vuelven a aparecer luego del discurso de Daniel 11 (cf.
12:5-13).
Hay otro actor además de Jesús en esta visión; esto queda claro
cuando notamos que el personaje que le habla a Daniel dice que nadie le
ayudó en este lucha sino Miguel, que no es otro que la Segunda Persona
de la Trinidad (para la identificación de Miguel, véase el comentario de
10:13).
Son siete las características que se incluyen en la descripción del varón
resplandeciente (véase estructura de 10:4-6). La mención de la piedra pre-
ciosa, la apariencia de relámpago, las antorchas de fuego y pies de bronce
bruñido aluden a los personajes que Ezequiel vio en su visión estando junto
al mismo río donde estaba Daniel (compárese: berilo, Ez 1:16; 10:9; re-
lámpago, 1:13; fuego o carbones, 1:13, 27; 10:2, 6).
Vestido de lino. El lino era la vestimenta tradicional de los sacerdotes
(Lv 6:10; 16:4; Ez 44:17). Sin embargo, acá como en Ezequiel 9:2, 3,11;
10:2,6,7, es el vestido de un ser celestial. Representa pureza ritual y moral
(Ap 15:6; 19:8, 14).
Oro de Ufaz. Algunos manuscritos colocan 'ópir en vez de 'üpaz. Este
uso indistinto de estos términos sería debido a la similitud entre ambos.
Según Lucas, "a la luz del uso de 'üpaz en paralelo con, o en oposición a,
otras palabras que significan oro (cf. Job 28:17; Is 13:12; Cnt 5:11), algu-
nos comentadores enmiendan 'üpaz aquí y colocan la frase que significa
'oro fino' ",15
10:6
Cuerpo. El vocablo usado aquí es el sustantivo hebreo géwiyyat, una
palabra poco común para significar "cuerpo". Es la misma que se usa para los
cuerpos de los querubines (Ez 10:20-22) sugiriendo la naturaleza celestial
de este ser.
15
Lucas, 259.
42 ' Dios Defiende a su Pueblo

Como. El uso del comparativo nos recuerda que el idioma hebreo poseía
pocos adjetivos, no tan abundantes como en los idiomas occidentales de hoy.
Por lo tanto, el profeta usa mucho las comparaciones para describir (cf. Dn
7:4-6). Es común encontrar, sobre todo en las descripciones de visiones apo-
calípticas, las comparaciones con objetos conocidos (ej. Ez 1:5-14). En otro
contexto, el autor del libro de Cantares usa muchos objetos comunes y de la
naturaleza para describir la belleza de su amada. Una lectura de ese libro
muestra cuántas comparaciones emplean los novios para describirse el uno
al otro o al describir su hogar o su lecho.
Todo esto nos recuerda lo práctico de la visión integral de la mentalidad
hebrea en contraposición con la mentalidad griega que es más conceptual.
Debemos tener siempre presente esta realidad al leer el texto bíblico.
Piedra preciosa. La naturaleza exacta de la piedra preciosa mencio-
nada aquí (tarésts) no es clara. Algunos comentadores sugieren el crisólito
(topacio), de un color amarillento en vez del berilo, el cual es verde. Pro-
bablemente deriva de Tartessus o Tarsis en el sur de España de donde se
dice que la piedra era exportada (cf. Éx 28:20; 39:13; Ez 1.16; 10:9; 28:13;
Cnt 5:14).
Apariencia de un relámpago. Esta descripción junto con las dos si-
guientes hace resaltar la brillantez y la presencia fulgurante de este Ser di-
vino. Se destaca la idea de la grandeza física y de presencia, no solo de Cristo,
sino también de sus ángeles, en comparación con la naturaleza humana (cf.
Sal 8:3-5; 1 Co 15:40,41).
Antorcha de fuego. Esta expresión es similar a Ezequiel 1:13.
Pies como de color de bronce pulido. El término para pies o piernas,
mareggelot, se halla solamente aquí y en Rut 3:4, 7, 8, 14. Recuerda la des-
cripción del querubín de Ezequiel 1:7.
Sonido de una multitud. El encuentro con el Personaje divino implicó
no solo un acto visual, sino también auditivo (cf. Ez 1:24). Daniel oyó la po-
derosa voz de Dios. El vocablo hamon es usado para representar un sonido
profundo: el rugir del mar (Jer 51:42), el tumulto de pueblos (Sal 65:7), el gri-
terío de una inmensa muchedumbre (Is 13:4), el ruido de las ruedas de un
carro (Jer 47:3) o el sonido de la lluvia (1 R 18:41). En Apocalipsis 1:15 se
usa la expresión "muchas aguas". En la visión de Daniel, Cristo no habla
hasta 12:7, aunque en 10:9 Daniel reconoce que ha oído sus palabras en ese
preciso instante. No sabemos qué mensaje o saludo inicial recibió el profeta
de parte de su Señor.
La conexión de esta visión con Ezequiel 1 -cuyo trasfondo es el Día de
Expiación (caps. 1 al 10)- y la mención que Jesús viste "de lino", confirman
Daniel 10:1 al II :2a. La Visión en el Río Hidekel • 43

el trasfondo del Santuario Celestial de esta visión (similar a Dn 8 y Ap 1 que


también están encuadrados en ese mismo ambiente). Las acciones de Miguel
en 12:1 (véase comentario) se entienden mejor porque se dan en el contexto
del Día de Expiación antitípico, cuando cesa la gracia y se ejecuta el juicio.

Reflexiones para nuestros días


Cómo Dios responde las oraciones. Nuevamente impacta la realidad y
la urgencia de la oración del profeta. La presencia de Cristo ese día en el río
Hidekel quedó registrada como muestra de que el Señor atiende las plegarias
de sus hijos, y que su Hijo atenderá personalmente a cada una de ellas (Heb
4:14-16). Es reconfortante saber que el mismo Dios bajó a la tierra para res-
ponder a la súplica de un anciano angustiado.
El pasaje nos recuerda que la oración de Daniel estuvo acompañada de
ayuno. Este ingrediente dará a nuestras plegarias un sentido más profundo y
una visión más clara de lo que pedimos y de lo que recibimos. "Si nosotros
como pueblo orásemos como Daniel oró, luchamos como él luchó, y humi-
llamos nuestras almas delante de Dios, recibiríamos respuestas tan marcadas
a nuestras peticiones como las que recibió Daniel".16
La verdadera imagen. Vivimos en un mundo donde la imagen es todo.
La grandeza está en el "parecerse" a cierto cantante, deportista o artista y el
"aparecer", sobre todo si es en la pantalla chica. No importa tanto quién eres
y qué haces, aun si ello riñe con la moral cristiana; lo que vale es tu éxito y
tu imagen. Existe un culto al simulacro.17
Por eso no deja de sorprender, aun a pesar de la lección de abnegación
que se mostró en el apartado anterior, que Dios se manifieste con grandeza
y esplendor que siempre impactaron a quienes lo presenciaron (Is 6:1-8;
Ez 1:28). Pero estas teofanías siempre estuvieron acompañadas de la ma-
nifestación del carácter de Dios (Is 6:3; Ez 1:26,27). La belleza exterior no
se contradice en absoluto con su Hacedor, siempre y cuando esté en íntima
relación con un carácter santo y puro.
Lo mismo puede decirse de la experiencia del cristiano. La belleza ex-
terna en la persona o en la adoración, o las posesiones materiales, no son
peligrosas hasta que se vuelven un fin en sí mismas o un motivo de orgu-
llo (Pr 31:30). Pero cuando esta hermosura va acompañada de un carácter
humilde y una actitud recatada, exalta al Creador que creó una naturaleza
llena de belleza.
16
Elena de White, An Exhaustive Ellen G. White Commentary on Daniel (Harrah,
Oklahoma: Academy Enterprises, 1980), 1:314.
17
Raúl Kerbs, "Tiempos posmodernos, moral iight'", Logos 4, N° 3 (2000): 4-11.
44 ' Dios Defiende a su Pueblo

10:7-12
Traducción y estructura
Al (7) Y solo yo Daniel vi la visión.
B1 Y los hombres que estaban conmigo no vieron la visión.
Ciertamente un terror grande cayó sobre ellos
y huyeron para esconderse.
A2 (8) Y yo fui dejado solo y vi esta gran visión
B2 y no quedaron fuerzas en mí,
y mi vigor se transformó en palidez de muerte,
y no retuve la fuerza.
A3 (9) Y escuché el sonido de sus palabras
y al escuchar el sonido dé sus palabras
B3 fui adormecido sobre mi rostro,
con mi rostro en tierra.

A4 (10) Y he aquí una mano me tocó


B4 y me sacudió sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos.
A5 (11) Y dijo él: Daniel, varón apreciado,
entiende las palabras que yo te hablaré
y levántate sobre lugar firme
porque ahora he sido enviado a ti.
B5 Y al hablar conmigo estas palabras
me levanté temblando.
A6 (12) Entonces me dijo: No temas, Daniel, porque desde el primer día
B6 que pusiste tu corazón para entender
y para humillarte delante de tu Dios,
fueron escuchadas tus palabras;
y yo he venido a causa de tus palabras.

Se puede apreciar fácilmente en esta sección una doble temática que se


repite seis veces en la forma del paralelismo hebreo: A concierne a lo que Da-
niel padece (A 1, A2, A3, A4) o recibe (A5, A6), mientras que B presenta las
consecuencias ( B l , B2, B3, B4, B5) de la visión en el hombre, o lo que pro-
vocó que Daniel recibiera la visión (B6).

Comentario
10:7
Solo. Este es uno de los pasajes bíblicos donde aparecen varias caracte-
rísticas físicas de una persona que entra en una visión divina. La primera de
Daniel 10:1 al II :2a. La Visión en el Río Hidekel • 45

ellas es que se trata de una experiencia personal. Solo el vidente recibe la re-
velación, no sus acompañantes (cf. Hch 9:7), aunque ellos ven los efectos de
la visión y sienten temor.
La visión. La expresión utilizada es hammaré'ah (cf. 10:8,16), que es
aparentemente diferente de mare'ah, el término más utilizado en los capí-
tulos 8-10 para referirse a la visión. Esta mínima diferencia no afecta en
ningún sentido la conexión teológica entre esta visión y la anterior.
Un terror grande. El que solo el profeta Daniel viera la visión y sus acom-
pañantes huyeran con temor recuerda la experiencia en el monte Sinaí. En aque-
lla ocasión, el pueblo se detuvo a lo lejos y vio con temor la teofanía en la
montaña (Éx 20:18). Pero el encuentro de Daniel con este Personaje tiene una
similitud más cercana con la visión de Pablo camino a Damasco (Hech 9:7).
Huyeron. La huida sugiere dos realidades: el pecador no soporta la pre-
sencia divina, entonces huye y se esconde. Si bien Daniel también fue im-
pactado, su reacción fue distinta. Cae, pero permanece en el lugar.

10:8
No quedaron fuerzas en mí. La segunda característica que manifiesta
un profeta en visión es la pérdida de su fuerza natural. El visionario queda
débil; "y no tuve vigor alguno", declara el versículo al final.
Palidez de muerte. La palabra en hebreo, masehit, se presta para con-
fundirla con miséhat que significa "desfiguración del rostro" referida al
Siervo de Jehová (Is 52:14). El término hebreo aquí usado debe entenderse
como "destrucción", aunque es posible también traducir "palidez de muerte".

10:9
Fui adormecido. La tercera característica de un profeta en visión (véase
comentario vers. 7,8) es la pérdida de la conciencia de su entorno. Estas ma-
nifestaciones físicas son actos sobrenaturales de origen divino.
En tierra. Aunque se encuentra en visión e inconsciente, es interesante
que finalmente el profeta queda en posición de oración y adoración total.
Llama la atención que en la adoración celestial aparecen acciones similares
pero conscientes. Esta es la postura usual del testigo de una visión teofánica
(cf 8:16-18; Jos 5:14; Ez 1:28; Ap 1:17). En Apocalipsis 19:4 se puede leer
que los 24 ancianos literalmente "cayeron".

10:10
Una mano me tocó. Quien toca a Daniel en este instante no es el Ser ma-
nifestado anteriormente, sino un ser angelical, probablemente Gabriel, aun-
46 • Dios Defiende a su Pueblo

que el texto no lo identifica. Esto se deduce debido a que este personaje al ha-
blar menciona a Miguel en tercera persona, y como se estudia en 10:13, Mi-
guel no es otro que Cristo Jesús. La compañía de este nuevo personaje
celestial recuerda la compasión divina para con el profeta, quien al no so-
portar la revelación divina, es atendido por un ser angelical.
Por otro lado, Gabriel es quien comunica al profeta la visión de 8:1-12
(cf. 8:16). Lo visita de nuevo para explicarle las setentas semanas (9:21). Es
lógico proponer que quien concluye la sección apocalíptica del libro (caps.
8-12) sea el mismo ángel. "¡Admirable pensamiento, que el ángel que sigue
en honor al Hijo de Dios es escogido para revelar los propósitos de Dios a los
hombres pecaminosos!"18
Y me sacudió. Poco a poco el profeta se recupera. Luego de una debili-
dad total, ahora tiembla. Es una manifestación más de la recepción de una vi-
sión: el profeta recupera la fuerza de manera sobrenatural.

10:11
Varón apreciado. Aparece esta expresión también en 10:19. Con una
fraseología diferente se utiliza en 9:23 el mismo adjetivo, hámüdót, que debe
traducirse como "deseable, precioso, delicioso". Este título nos habla del ca-
riño y aprecio del que era objeto Daniel ante los ojos de Dios y de las cortes
celestiales. Su dedicación y fidelidad habían hecho de él un hijo muy valo-
rado por Dios. Escribió Elena de White: "Debemos poner al máximo cada
nervio y músculo espiritual si deseamos pararnos como Daniel lo hizo. ¿No
nos regocijaríamos si se dijera esto de nosotros? Luchemos, entonces, como
Daniel, afable, bondadoso y tolerante. Muestren su amor por aquellos que
están luchando por ayudarlos a formar caracteres correctos".19
Entiende las palabras. El verbo hebreo bin es usado varias veces en
Daniel en relación con la comprensión de la profecía (8:16,17; 10:1,12,14;
11:30; 12:8, 10). Es evidente que el deseo del Revelador es que no solo el
profeta, sino también todo el que lea la profecía, la pueda entender.
Levántate. El verbo 'amad, "levantarse, ponerse en pie", es usado aquí
con una connotación de salir a la guerra en pos de conquista (10:2,4,6,7,8,
11,13,14 ,15,17,20,21; 12:1). Aunque el contexto en este pasaje indica que
Daniel debía ponerse en pie, podría pensarse que el Señor lo estaba llamando
a anunciar un mensaje concerniente a guerras y lo estaba instando a que to-
mara parte del lado divino.

18
Elena de White, El Deseado de todas las gentes (Buenos Aires: ACES, 2003), 74.
19
White, An Exhaustive Ellen White Commentary on Daniel, 313.
Daniel 10:1 al II :2a. La Visión en el Río Hidekel • 47

He sido enviado. Esta expresión sugiere que quien habla en el texto es


un ángel, un sirviente divino que obedece órdenes, y no el Personaje que
apareció en los versículos 4 al 6. En 10:13 este personaje menciona a Miguel
como otra persona. Esta es una evidencia más de que son dos los personajes
celestiales que aparecen en este capítulo.
Me levanté. La recuperación progresiva del profeta desde que cayó
(10:7,8), se recuperó parcialmente (10:10) y se incorporó temblando (10:11),
culmina con el vidente de pie. Dios lo humilló y luego lo capacitó para reci-
bir su mensaje.

10:12
No temas. He aquí una hermosa promesa que se repite en la Biblia he-
brea unas veinte veces, dirigida a distintos hombres de Dios en situaciones
particularmente difíciles. Se hace la promesa a Abrahán (Gn 15:1), Isaac (Gn
26:24), Jacob (Gn 46:3), Moisés (Nm 21:34; Dt 3:2), el pueblo de Israel (Dt
1:21; 7:18; 20:1), Josué (Dt 31:8; Jos 8:1; 10:8; 11:6), Gedeón (Jue 6:23),
Elias (2 R 1:15), Uzías (Is 7:4), Ezequías (2 R 19:6; Is 37:6), Jeremías (Jer
1:8) y Ezequiel (2:6; 3:9). Es una invitación que también hace el salmista en
sus cantos (Sal 49:16; 91:5) y que el profeta Isaías lanza de manera perma-
nente para animar al pueblo de Dios (Is 41:10, 13; 43:1, 5; 44:2). Jeremías
también la utiliza (Jer 30:10; 46:27, 28). Es una promesa para el día de an-
gustia y de duda (Lm 3:57). En su desolación (10:2,3), Daniel oye estas cor-
tas pero motivadoras palabras (10:12,19).
Desde el primer día. Ni bien nacen en nuestro corazón, Dios escucha
nuestras oraciones. Aunque el profeta siguió orando por tres semanas, el
Señor ya conocía el problema y ya estaba actuando.
Para entender. Dios envía a Gabriel para hacerle entender a Daniel (8:16,
17; 9:23; 10:14) lo que ha de suceder, pero también envía ayuda a quien dis-
ponga "el corazón para entender". El Señor tiene muchas verdades que com-
partir, pero las dará solo a quienes realmente las busquen (Mt 7:7,8), a quienes
escudriñen (Jn 5:39) e investiguen diligentemente (1 P 1:10,11).
Humillarte. La expresión hebrea sugiere que el profeta se humilló ante
Dios. Quizá muchas veces la razón por la cual no hay respuesta a las ora-
ciones del creyente o no hay una comprensión más profunda de las Escritu-
ras es que hemos olvidado este paso simple pero vital en el crecimiento
cristiano.
Fueron escuchadas. Una frase breve y simple, pero llena de esperanza
y promesa para aquellos que agonizan en oración.
A causa de tus palabras. Como se ha señalado, el problema que moti-
48 • Dios Defiende a su Pueblo

vaba toda la oración era más que un tema personal del profeta (véase co-
mentario 10:2). Estaba en juego el pueblo de Dios y la proclamación de su
verdad en la reconstrucción del templo y la ciudad de Jerusalén. El primer in-
teresado era el Señor mismo. Por eso sorprende esta expresión.
Se podría argumentar que Gabriel vino (véase comentario 10:10, 16;
11:1) específicamente a consolar al profeta, y que de todas maneras el Señor
actuaría. No hay duda de que el Todopoderoso siempre obra en los proble-
mas de la historia. Pero es probable que el Señor no habría actuado como lo
hizo en ese momento si Daniel no hubiese orado. Definitivamente, la ora-
ción mueve el cielo a favor del fiel penitente de manera poderosa, lo que tal
vez no ocurriría sin las plegarias. ¡Cuánto hemos perdido y seguimos per-
diendo por no orar!

Reflexión para nuestros días


La razón olvidada por la cual las respuestas tardan en llegar. Como
lo recuerda Gabriel en 9:23: "Al principio de tus súplicas" el Señor toma
nota de la petición. Se podría decir que los veintiún días de plegaria y ayuno
del profeta, desde la perspectiva divina, fueron innecesarios. La respuesta de
la oración tarda por varias razones. A veces pensamos que Dios lo hace sim-
plemente para probar nuestra fe. Pero descubrimos en la experiencia de Da-
niel que también existen circunstancias más complicadas, como la lucha
cósmica entre Cristo y Satanás, que impiden que las respuestas lleguen de in-
mediato. Estas aparentes demoras no debieran desanimamos en nuestros rue-
gos e intercesión, como no lo hicieron con el profeta. Su insistencia nos
recuerda también que el Señor desea que perseveremos. La respuesta se gesta
en la perseverancia. ¡Cuántas bendiciones perdemos por no persistir en ora-
ción! ¡Cuántas batallas se pierden porque no insistimos! Debemos ser "cons-
tantes en la oración" (Ro 12:12), según el apóstol Pablo. Quizá la respuesta
esté esperando a la vuelta de la esquina.
Un Dios poderoso que a la vez está cercano y quiere ser nuestro amigo.
El reflexionar en esta sección de Daniel 10 hace pensar en lo cercano que Dios
está del hombre y cuánto desea hacer por sus hijos. Y esta no es una frase cli-
ché. Repase los comentarios acerca de la oración en el versículo 12. La inter-
acción entre el creyente y el Cielo está llena de emocionantes implicaciones.
Las características de un verdadero profeta en visión. Las evidencias
físicas de una persona en visión que se detallan en este pasaje nos amones-
tan a tener cuidado con las muchas manifestaciones espiritistas en nuestros
días. Hay señales sobrenaturales claras que nos advierten de una posible fal-
sificación satánica.
Daniel 10:1 al II :2a. La Visión en el Río Hidekel • 49

La respuesta humana a la presencia divina. Como se hizo notar en


10:7, cuando el Señor se manifiesta solo hay dos opciones: huir de Dios, o
^cercarse y someterse a su voluntad. Nadie puede quedar indiferente ante su
ñamado y no existe una tercera opción.
Bajo esta perspectiva la mente hebrea concibe a Dios como la Causa úl-
tima de todas las acciones humanas. La acción divina provoca aceptación o
rechazo. El faraón es endurecido por Dios (Éx 7:13,14,22; 8:15,19,32; 9:7,
34,35; 13:15) o se atribuye al Señoría suerte final de Saúl (1 Cr 10:13,14),
en el sentido de que la acción divina provocó el rechazo humano que condujo
a la perdición. Hay una cuota grande de responsabilidad de parte del hombre.
Por otro lado, la experiencia de sometimiento del profeta, al contemplar
la manifestación divina, nos recuerda que en la ciencia de la oración se ne-
cesita una actitud de "anulamiento" del hombre, quien debe quedar quieto y
en silencio (Sal 46:10), con su mente y su individualidad alertas, pero so-
metiéndose a su divino amo de manera completa.

10:13
Traducción y estructura

Al Reino de Persia
Y el príncipe del reino de Persia (malküt paras) se opuso delante de mí
veintiún días
B CENTRO: Miguel
Y he aquí Miguel (Míka'el), uno de los principales príncipes, vino
en mi ayuda,
A2 Rey de Persia
y yo permanecí al lado de los reyes de Persia (maléké paras).

La estructura del texto es evidente. Miguel ocupa el lugar central, indi-


cando así su soberanía sobre el imperio mundial de la época y todos los go-
biernos. Además, este pasaje es el centro del capítulo 10 (véase la estructura
de todo la sección al inicio de este capítulo).

Comentario
El príncipe del reino de Persia. Se ha discutido mucho sobre la identi-
dad de este personaje. Pero si quien habla con Daniel es un ángel al que el
"príncipe" se le opone al punto que el mismo Miguel tuvo que ser llamado
para ayudarle, no cabe duda alguna de que aquí se encuentran implicados
poderes espirituales que luchan contra las huestes angélicas. Por lo tanto,
50 • Dios Defiende a su Pueblo

quienes se oponen a los mensajeros celestiales son Satanás y sus secuaces.


Se corre el velo y se le muestra al profeta lo que sucedía tras bastidores,
en la crisis que vivía el pueblo judío de sus días. Había una lucha que tras-
cendía las reyertas y maniobras de los políticos y líderes, una lucha que no
se veía, pero que era tan real como la de los seres humanos, pero más violenta
y de consecuencias mucho más vastas que los pleitos de los hombres.
Veintiún días. El tiempo de ayuno y súplica de Daniel coincide con la
lucha que se dio en la corte persa. El profeta inició sus plegarias sin saber lo
que en realidad acontecía.
Miguel. Este personaje ocupa el centro de este texto clave, enmarcado
en medio de los reyes de Persia y el imperio mundial de la época. Además,
como se hizo notar en la estructura de todo el pasaje (10:1-11:2a), este texto
es el centro del capítulo. Miguel es el centro del drama narrado y de la pro-
fecía. Ocupa un lugar preponderante en toda la lucha. Por lo tanto, es fun-
damental identificar quién es Miguel.
Miguel (Dn 10:13,21) es llamado "arcángel" ("jefe" o "principal de los
ángeles", Jud 9) y es quien lidera a los ángeles en su lucha contra las hues-
tes del enemigo (Ap 12:7). Por lo tanto, es "príncipe" de los ejércitos de Dios.
Josué 5:13-15 relata el encuentro del general de Israel con el "Príncipe del
ejército de Jehová" (sar seba'dt yhwh). Al reconocerlo Josué lo adora y quita
el calzado de sus pies. La otra mención bíblica donde se pide a un personaje
quitarse el calzado porque está en tierra santa se halla en Éxodo 3:1-6 donde
Moisés se quita el calzado ante la presencia del Ángel de Jehová (vers. 3).
Solo Dios puede ser adorado, y este personaje en ningún momento evita tal
acto (cf. Ap 19:10; 22:9). Por lo tanto, este ser es divino. Josué lo reconoce
como "mi Señor" (vers. 14). Las Escrituras indican que cuando Cristo venga
lo hará con "voz de arcángel" (1 Ts 4:16). Precisamente es al oír la voz de
Jesús que los muertos saldrán de las tumbas en el día de la resurrección (Jn
5:28,29). La conexión de Cristo con Miguel es clara.
De hecho, el nombre "Miguel", Míka'el, significa en hebreo "¿Quién
como Dios?" Merling Alomía señala: "La pregunta... es clave en el gran
conflicto cósmico pues inicialmente fue hecha en forma atrevida por el re-
belde que inició la gran controversia cósmica. Entonces, Miguel respondió
categóricamente demostrando como Dios su autoridad y poder arrojándolo
del cielo juntamente con sus huestes celestiales (Ap 12:7-9)".20 Desde en-
tonces, siempre que se ha dado la lucha cósmica en este mundo se ha elevado
la misma pregunta (cf. Éx 15:11).
20
Merling Alomía, Daniel: El profeta mesiánico (Lima: Ediciones Theologika,
2008), 396.
Daniel 10:1 al II :2a. La Visión en el Río Hidekel • 51

Uno de los principales. Podría entenderse que la frase señala a Miguel


rr. solo como uno más de una serie de príncipes líderes. La tradición judía
eñala la existencia de varios arcángeles.
Existe el peligro de hacer decir al texto lo que no afirma. Esta expresión
• : señala que Miguel es uno más de un grupo de príncipes y que es igual a
ellos. Tan solo muestra que él es "uno de los principales príncipes". Todo
r ército tiene varios generales, pero hay un general jefe en medio de todos
¿Eos. El mencionar que el general jefe es "uno de los generales" no afirma
:ue él sea igual a los demás; simplemente lo ubica entre otros. Apocalipsis
2:7 afirma que Miguel es el jefe de todos los ángeles, y es de esperar que el
r ército celestial tenga muchos generales y distintas categorías o divisiones
cf. Col 1.16; Ef 6:12) con sus respectivos líderes. Entre ellos y sobre ellos,
está Cristo Jesús.
Por otro lado, el término ahad debe traducirse no en el sentido cardi-
nal "uno", sino ordinal "primero" (cf. Gn 1:5; Éx 40:2; Lv 23:24; Dt 1:3;
R 16:23; 2 Cr 29:17; Esd 1:1; Ez 26:1, etc.). La frase sería mejor tradu-
:¡da como "el primero de los principales príncipes" (Cf. Dn 8:25).
Príncipes. Las cinco ocasiones cuando aparece Miguel en las Escrituras
Dn 10:13,21; 12:1; Jud9;Ap 12:7) están en el contexto de la lucha cósmica
contra los poderes satánicos y en defensa del pueblo de Dios. Además, en el
:bro de Daniel, siempre que se habla de Jesús en su relación con la humani-
dad (9:25) se usa el término nagib (príncipe). Para describir su fase divina en
su ministerio celestial se utiliza el término sar (8:11, 25).
Vino en mi ayuda. La naturaleza de la guerra que presenta este pasaje
¿ebe ser correctamente entendida. Las Escrituras recuerdan que la ayuda ce-
lestial era para defender al pueblo de Dios de sus enemigos (Nm 10:35, 36;
Jue. 15:19, 20; Hab 3:12, 13; Sal 68). La idea de diferentes dioses que cui-
daban de las naciones era común en el Antiguo Cercano Oriente (cf. 2 R
18:33-35). Por otro lado, se habla de un concilio celestial (1 R 22:19; Job
1:6; Sal 82), donde hay tanto seres que están a favor de Dios como los que
se oponen a él (cf. Job 1:6-10), quienes finalmente serán castigados (Is 24:21;
Ez 28, Sal 82).
La naturaleza de la oposición puede ser entendida de dos maneras. Pri-
mero, es una oposición judicial (cf. Job 1, 2; Zac 3). En segundo lugar, es
como una guerra militar, idea sugerida por el verbo laham en 10:20. La ex-
presión puede entenderse de una manera metafórica (Dt 20:4) y no necesa-
riamente referida a una lucha cuerpo a cuerpo.
Reyes de Persia. La alusión a los monarcas puede comprenderse como
los reyes que siguieron a Ciro hasta que el Imperio Persa fue reemplazado por
52 • Dios Defiende a su Pueblo

el poder griego. Sin embargo, en el contexto del pasaje tiene un significado


más específico. La mención del "príncipe de Persia" (10:13, 20) recuerda
que en ese momento, como lo señala 10:1, el rey era Ciro y su hijo Cambi-
ses era el príncipe. Shea señala dos razones por las cuales se menciona al
hijo del monarca: (1) por su influencia política y poder como príncipe; y (2)
porque tuvo una actitud de rechazo a todos los cultos extranjeros. De Ciro no
se conoce con seguridad su inclinación religiosa, pero Cambises era un ar-
diente seguidor del zoroastrismo y adorador de Ahura Mazda, dios del bien.
Los historiadores registran que en Egipto destruyó templos de dioses locales.
No es extraño que los judíos no pudiesen reconstruir su templo durante el
reinado de este monarca (530-523 aC).
La batalla espiritual entre las fuerzas celestiales y las satánicas fue dura
en la corte persa. Recién en los días de Darío I el Grande (522-486 aC) hubo
un cambio en la actitud hacia el pueblo de Dios. El Señor respeta la decisión
de cada persona y no fuerza para que se siga un curso determinado. Aun así,
en medio de esta urdimbre de intereses, Dios cumple sus propósitos con se-
guridad. Esta historia es una muestra de esta verdad.

Reflexiones para nuestros días


Una lucha en cada nivel de la vida entre Cristo y Satanás. Hay una
batalla entre el bien y el mal, entre las huestes angelicales y las demoníacas
en los gobiernos, las cortes y los congresos. El enemigo de las almas qui-
siera usar los poderes políticos para hacer desaparecer al pueblo de Dios y su
mensaje. Esto no se logra porque ángeles poderosos luchan también para
guardar los intereses divinos en esta tierra (Ap 7:1-3).
Esta lucha también es real dentro de la iglesia. No es de extrañar, enton-
ces, que veamos faltas y errores dentro del pueblo de Dios. Nada justifica el
pecado, pero esta visión nos recuerda que Satanás está actuando de manera
muy especial contra el mayor objeto de consideración que el Señor tiene en
este planeta, su iglesia. Dios nos ayude a abrir los ojos a esta realidad y nos
guarde de colocarnos en las filas del enemigo pensando que hacemos lo co-
rrecto al condenar y atacar a los líderes y hermanos del pueblo de Dios.
El conflicto cósmico se da de manera especial en los hogares: entre es-
posos, entre padres e hijos. Asimismo es muy real en cada corazón humano
cada día.
Ninguno de los dos bandos puede forzar el libre albedrío humano y de allí
los esfuerzos del enemigo para convencer y seducir al ser humano para que
sirva a sus intereses. La diferencia reside en las armas que usa el enemigo: en-
gaño, mentiras, placer, ambición. Dios se vale del amor, la justicia y la verdad.
Daniel 10:1 al II :2a. La Visión en el Río Hidekel • 53

Le queda al creyente vestirse de la armadura de Dios (Ef 6:11-18), pe-


lear con fe cada día (Le 9:23) y confiar que el príncipe de los ejércitos ce-
lestiales estará a su lado (Dn 10:13).
Miguel es el título de guerra de Jesús. A la luz de todo lo comentado
anteriormente, es reconfortante pensar que en medio de la batalla espiritual
en que estamos involucrados, Cristo es nuestro capitán. Y en este pasaje apa-
rece Jesús como guerrero y comandante en jefe (cf. 10:21; 12:1).

10:14-20
Traducción y estructura
Al Gabriel enviado para hacer entender
(14) Y yo he venido para hacerte saber
lo que ha de sucederle a tu pueblo al final de los días
porque la visión [es]para días.
B1 El profeta debilitado
(15) Mientras él hablaba conmigo estas palabras,
yo tenía mi rostro en tierra y quedé mudo.
C1 Gabriel capacita al profeta
(16) Y he aquí semejanza de hijo de hombre tocó mis labios.
Y abrí la boca y hablé,
DI El profeta habla de su debilidad
y dije al que estaba parado delante de mí: Mi Señor, con la
visión me han sobrevenido angustias y no tengo fuerzas.
E CENTRO: El profeta reconoce su incapacidad
(17) ¿Ycómo será capaz el siervo de mi señor hablar
con mi señor?
D2 El profeta habla de su debilidad
Y ahora no retengo fuerza en mí, y no me ha quedado
aliento.
C2 Gabriel responde
(18) Aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez,
me fortaleció (19) y me dijo: Varón apreciado, paz a ti; la
paz sea contigo; sé fuerte y esfuérzate.
B2 El profeta fortalecido
Y hablando conmigo me fortaleció y dije: "Hable mi señor, por-
que me has fortalecido".
Al Gabriel hace entender su venida
(20) Y él me dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Ahora volveré para
pelear contra el príncipe de Persia; y al salir yo, y he aquí el prín-
cipe de Grecia vendrá.
54 • Dios Defiende a su Pueblo

Una nueva estructura quiásmica cuyo eje temático es la debilidad del


profeta y cómo es fortalecido por Gabriel a fin de estar capacitado para reci-
bir el mensaje de la lucha en los gobiernos.

Comentario
10:14
Hacerte saber. El mensaje que Dios entrega en este capítulo tiene como
objetivo ser entendido, no ser enigma ni misterio (véase comentario 10:11).
Tu pueblo. "Tu pueblo" (lé'amméka) se menciona también en 11:14 y
12:1. En el primer pasaje se refiere a los judíos desde el siglo II aC hasta la
era cristiana (véase comentario 11:14), cuando se da el cambio del Israel li-
teral al espiritual. En 12:1 "tu pueblo" se refiere a los eventos finales. Debe
entenderse entonces que "el futuro" anunciado comienza en los días de Da-
niel y se extiende hasta el regreso en gloria de Jesús. Así también debe en-
tenderse Daniel 2:28.21
La angustia que sentía Daniel era por el pueblo judío de sus días. Por tal
motivo, los versículos 2 al 20 profetizan aspectos de la historia del período
intertestamentario no mencionados con anterioridad en el libro. Se trata del
lapso de 434 años (62 semanas) de Daniel 9.
El capítulo 7 enfoca a "los santos del Altísimo" bajo la persecución del
cuerno pequeño y en el capítulo 8 no se menciona nada acerca del período
intertestamentario. La explicación se extiende desde los días del profeta hasta
"lo que ha de venir", a la iglesia cristiana desde Roma hasta el tiempo del fin.
Al final de los días. La expresión aquí utilizada hace eco de Gén 49:1.
Según el Comentario bíblico adventista, "el uso bíblico de la palabra 'ahárít
muestra que en cada caso, es el contexto lo que deberá determinar cuán
distante está ese 'fin' (cf. Nm 24:14; Dt 4:30; 31:29; Is 2:2; Miq 4:1; Os
3:5; Ez 38:16)".22 El ángel señala lo que sucedería al pueblo de Daniel "al
final de los días".
En este caso, y a la luz de la profecía del capítulo 11, la visión se ex-
tiende hasta los días finales de la historia humana, como sucede con otras
profecías de Daniel (2:44; 8:17).
Michael Shepherd observa acertadamente que "con la ubicación de esta
frase al principio de la sección aramea de Daniel (Dn 2:28) y al comienzo de
Daniel 10 al 12, la última división de la sección hebrea, el autor ha traído el

21
Gerhard Pfandl, The Time ofthe End in the Book of Daniel, Adventist Theologi-
cal Society Dissertation Series, 1 (Berrien Springs, Michigan: Andrews University Press,
1992), 177.
22
"Lo postrero de los tiempos" (Is 2:2), CBA, 4:145,146.
Daniel 10:1 al II :2a. La Visión en el Río Hidekel • 55

:eso escatológico y mesiánico de toda la Biblia hebrea para sustentar las his-
?rias y visiones del libro. A la luz de esto, es históricamente irresponsable
eer el libro meramente como una revisión de eventos pasados".23
Visión. El término usado aquí es hazon, que difiere del que regularmente
st usa en el capítulo 10. Aquí se alude a la visión del capítulo 8 (véase el co-
mentario de 10:1). Quiere decir que la profecía del capítulo 11 está intima-
rente ligada a la visión del macho cabrío, el carnero y la purificación del
santuario.
Para días. Algunos intérpretes entienden que layyamin significa "es para
ruchos días", colocando así la expresión en el futuro. Otros entienden que
r expresión "esos días" alude a los días finales ya mencionados. Nos incli-
namos por esta segunda traducción, lo cual señala la importancia de esta vi-
sión para nuestros días y para el pueblo de Dios hoy en día.

10:15
Mi rostro a tierra. La duplicación de la experiencia de 10:8-10 en
10:15-17 enfatiza lo intimidante de la visión y cómo Daniel es fortalecido.
No debemos olvidar que es un pecador, un simple anciano, quien está reci-
riendo una revelación divina.
Quedé mudo. Hasta este momento Daniel no ha hablado en toda la vi-
sión. Solo ha sido un sorprendido espectador. Nuevamente, se recalca la idea
ee que el hombre debe despojarse de sí mismo (véase comentario 10:7-11)
para poder comprender el mensaje divino. El siguiente versículo muestra
cómo la acción divina capacita al mensajero.

10:16
Semejanza. La palabra (demüt), traducida aquí como "semejanza", se
usa varias veces en Ezequiel. En Daniel 10:5,10 alude a los querubines mien-
tras que en 8:2 y 10:1 se refiere a manifestaciones divinas.
Tocó mis labios. Otros dos profetas fueron tocados en sus labios. Isaías,
en una manifestación de que había sido limpiado de sus pecados (Is 6:7); y
Jeremías, simbolizando que el mensaje divino le era entregado para ser pro-
clamado (Jer 1:9). Aquí señala la habilidad de hablar y estar preparado para
recibir la revelación divina. El toque divino capacita.
Contrasta este toque físico que implica intimidad con la idea griega de
un "dios" en otra dimensión, separado de la realidad de este mundo.

23
Michael B. Shepherd, Daniel in the Context ofthe Hebrew Bible, Studies in Bi-
blical Literatura, 123 (New York: Peter Lang, 2009), 73.
56 • Dios Defiende a su Pueblo

Mi Señor. En el contexto del pasaje ya identificamos a dos personajes:


Cristo (10:4-6, 13) y un ser angelical (10:12-15). Como señalamos, el pro-
feta no soportó la manifestación divina. Por ello es enviado Gabriel para
orientarlo y animarlo.
Las evidencias parecen indicar que a partir del versículo 16 quien habla
ahora es un ser celestial, que debe entregar el mensaje. Varias razones per-
miten sacar esta conclusión:
1. La expresión "semejanza de hijo de hombre" (10:16,18).
2. Daniel lo llama "mi Señor" (10:16,17,19). Esta expresión se aplica,
no solo a la Deidad, sino también a seres humanos (Gn 23:6,11,15; 24:14,
18; 33:8,13; Éx 32:22, etc.) y angelicales (Zac 1:9; 4:4,5,13; 6:4).
3. Señala que ha estado con los reyes de Persia (cf. 10:13) y que debe re-
gresar para seguir luchando contra el príncipe de Persia (10:20).
4. Una vez más menciona a Miguel en tercera persona (10:21).
Me han sobrevenido. En la expresión de su reacción, Daniel utiliza la
expresión "me han invadido dolores a mf', muy similar a 1 Samuel 4:19: "le
sobrevinieron dolores", cuando relata la experiencia del parto de la esposa de
Finees, hijo de Elí, y el nacimiento de Icabod. El uso de esta metáfora apli-
cada a un profeta se encuentra en Isaías 21:3. Como se estudió en 10:7-11 el
profeta tiene una pérdida sobrenatural de vigor y fuerza.

10:17
¿Cómo será capaz? Según la estructura quiásmica del pasaje, este es el
centro de esta perícopa. El profeta recuerda la dura experiencia vivida como
consecuencia de su encuentro con Cristo (10:7-11) y ahora con el ángel
(10:15).
Su clamor recuerda la realidad que encuentra todo pecador al ser con-
frontado con la grandeza del Redentor. Daniel reconoce la incapacidad de
ponerse al nivel de estos seres celestiales. El Señor capacita a sus siervos
para la obra que les pide (10:18). Según Elena de White, "Los mandatos di-
vinos son habilitaciones".24
10:18
Me tocó otra vez. Tres veces se repite la acción del ángel de tocar al
profeta para fortalecerlo (10:10,16,18). Un contacto que recuerda que lo fí-
sico no es malo, según lo considera el pensamiento griego (un ser celestial
en contacto con este mundo físico); y que el toque personal es fundamental
24
Elena G. de White, Palabras de vida del gran Maestro (Buenos Aires: ACES,
1987), 282.
Daniel 10:1 al II :2a. La Visión en el Río Hidekel • 57

para establecer cercanía, la confianza y la amistad en una relación interper-


sonal. Esto es además del obvio sentido de fortaleza divina que sugiere el
pasaje.
El toque celestial siempre sirvió para lograr cambios externos e internos
Gn 32:26), para significar aprobación divina (Jue 6:21), fortalecimiento
11 R 19:6), poder sobrenatural (2 R 13:21), capacitación divina (Is 6:7; Jer
1:9), o preparación para recibir un mensaje (Dn 8:18; 10:18). Es una manera
de expresar la íntima relación que el Señor desea tener con sus siervos.
Este contacto recuerda que, ante la incapacidad humana, el Cielo se
acerca al ser humano simplemente por gracia. Dios hace por la humanidad
lo que ésta no puede hacer por sí misma.

10:19
Paz a ti. El saludo salom es más que una formalidad en la Escritura (cf.
Jue 6:23; 19:20; 1 S 25:6). El término engloba la idea de "plenitud, bienes-
tar, paz". Proviene del verbo salam, que significa "completar", y en este caso
"estar completo".
La expresión sugiere más que una ausencia de guerra. Incluye las ideas
de no angustiarse (Gn 43:23), de bienestar físico (Gn 43:28; Jer 33:6), de
paz espiritual (Nm 6:26), de paz militar (Dt 20:11; Jos 9:15), de paz social
(2 Cr 15:5), de una actitud amable (Jue 21:23; Est 9:30), de seguridad (1 S
20:21; 2 S 18:28; 2 R 20:19), de prosperidad (Sal 37:11; Jer 29:11) y de
tranquilidad (Is 66:12). Este tipo de paz es un don divino (Jue 6:24; 1 R
2:33; Miq 5:5). En este contexto el mensaje a Daniel es que puede estar
tranquilo y seguro.
El deseo de Dios para cada uno de sus hijos en este saludo encierra la
idea de prosperidad y bienestar en todos los aspectos de la vida.
Sé fuerte y esfuérzate. La misma expresión en imperativo se repite en
hebreo, literalmente "sé fuerte y sé fuerte" lo que sugiere un énfasis en la
orden dada al profeta.
Me fortaleció. Si la primera reacción de Daniel fue debilidad (10:7-12,
15-17), luego de su encuentro con el Personaje divino, en este pasaje se re-
calca la fortaleza divina que recibió del Señor (10:18,19).
Hable. Luego de ser fortalecido de manera sobrenatural, el profeta está
listo a escuchar la revelación divina. Gabriel hablará (10:20-12:4) y Daniel
escuchará. No volverá a hacerlo sino por última vez hasta 12:8.
Esta invitación de parte de Daniel es la típica respuesta de quien está
fisto para escuchar y obedecer el mandato divino (véase el pueblo de Israel,
Éx 20:19; Balaam,Nm 23.26; Samuel, 1 S 3:10).
58 • Dios Defiende a su Pueblo

10:20
Sabes. El que el ángel haya estado peleando con los poderes sobrenatu-
rales en la corte persa (10:13) y haya sido llamado a responder a la inquie-
tud del profeta para luego regresar urgentemente a la batalla (10:20) indica
la importancia del mensaje que va a ser dado. A la luz de 10:14, la pregunta
presentada acá deber ser considerada retórica.
Para pelear. La lucha a la que se alude es espiritual. Es el tema central
de este capítulo (véase comentario 10:13) y de la profecía del capítulo 11. Los
problemas políticos y militares de la humanidad son tan solo el reflejo de
una lucha mayor entre las fuerzas celestiales y demoníacas.
Príncipe de Persia. La mención específica del "príncipe" sugiere espe-
cíficamente a Cambises, hijo mayor de Ciro. Shea sugiere dos razones para
esta mención: (1) su influencia política y poder como príncipe, y (2) porque
durante su reinado (530-523 aC) estuvo opuesto a los cultos extranjeros con-
trarios a la fe persa, el zoroastrismo.25 Tomó el poder cuando murió su padre
y mató a su hermano Bardiya por celos imperiales.
Cambises eliminó muchas estatuas y símbolos de dioses no persas, espe-
cialmente en Egipto. No es extraño que durante su reinado el templo en Jeru-
salén no avanzó en su reconstrucción (Hag 1:2-4; Esd 4:5). Cambises murió
herido de espada al regresar a Persia desde Egipto. Algunos historiadores se-
ñalan que fue asesinado y otros que se suicidó. Nunca completó sus planes.
Dios detuvo las fuerzas políticas de la época que estaban contra su pueblo.
Y al salir yo. Algunos han sugerido traducir "cuando el príncipe de Per-
sia se vaya" tratando de enmendar la expresión hebrea. No es necesario tal
arreglo. La frase sugiere que al salir o terminar el ángel su conflicto con Per-
sia, le continúa en sucesión Grecia.
Príncipe de Grecia. No se debe olvidar que el profeta estaba angustiado
por la situación de su pueblo en Palestina, pero la respuesta enviada llega
hasta los días finales (10:14). La mención de la hegemonía de Persia y de
Grecia sugiere que el mensaje tiene una significación especial para el pueblo
judío de esos períodos históricos, como veremos en el estudio de 11:2-15.

Reflexiones para nuestros días


Una profecía actual. Puede parecer redundante enfatizar la importancia
que tiene esta profecía para nuestros días. Pero para Gabriel no lo era. Varias
veces repite la idea de "entender" (10:10, 12,14, 20). La invitación a forta-
lecerse (10:11,18,19) recuerda que el Revelador capacitará a quienes estu-

25
Shea, Daniel, 236-238.
Daniel 10:1 al II :2a. La Visión en el Río Hidekel • 59

lien y comprendan esta visión. Por eso llama la atención que de todas las
rrofecías de Daniel, ésta haya sido la menos estudiada.
El toque divino. El Señor capacita a sus hijos hoy cuando mantienen
:on él una relación diaria y personal. Nuestra preocupación debe estar cen-
drada en la promesa divina de fortaleza y capacitación a través del toque per-
; :>nal de Cristo.
Este contacto se logra siguiendo los pasos que siguió Daniel en este capí-
ralo: (1) encontrar a Cristo en oración y ayuno (10:2,3), (2) contemplar al Sal-
ador en su hermosura (10:4-6), (3) caer de hinojos ante él en sometimiento
oluntario (10:7-9) y (4) escucharlo a través de sus mensajeros (10:11-17).
No tiene que ser una experiencia elaborada, simplemente una adoración
que debe manifestarse en los momentos de devoción personal. No necesita
-er un encuentro místico, sino un encuentro con Dios y su Palabra donde se
rev elan la seguridad y la paz en el corazón, verdades vitales para los proble-
mas del diario vivir y esperanza ante un futuro incierto. No hace falta arro-
r amiento ni éxtasis, pero sí un fuego interno que trae la convicción de esa paz
:ue sobrepuja todo entendimiento (Flp 4:7).

10:21 al 11:2a
Traducción y estructura
Al (11:21) Ciertamente yo te declararé ('agid),
B1 lo que está escrito en el libro de verdad ('émet),
C1 nadie me ha fortalecido (mitéhazeq) contra éstos,
D sino Miguel vuestro príncipe.
C2 (11:1) Y yo en el primer año de Darío el medo estuve para
fortalecerle (lemaházíq) y para su protección .
B2 (11:2a) Ahora la verdad ('émet)
A2 yo te declararé ('agid).

Esta nueva estructura en forma de quiasma revela la unidad de esta sec-


ción además de exaltar nuevamente a Miguel como centro de toda la trama
de los capítulos 10 al 12. Nótense las expresiones claves en cada sección. La
repetición de 'agid en Al y A2 así como 'émet en B1 y B2. Las expresiones
•••utéhazeq y lemaházíq en C1 y C2 provienen de la misma raíz verbal hazaq.

Comentario
10:21
Te declararé. El verbo nagad sugiere el develar un secreto (Jue 14:16;
1 S 9:19), un acontecimiento comprometedor (1 S 20:9; Jer 42:4), como tam-
60 • Dios Defiende a su Pueblo

bién una declaración del poder de Dios (Sal 71:17,18; 75:9; Is 57:12). Estas
ideas se incluyen en el discurso profético que pronunciará Gabriel.
Lo que está escrito. Aquí aparece la expresión rasam (inscribir, regis-
trar). Esta es la única vez que aparece este verbo en el AT.
Libro de verdad. La expresión aparece en hebreo sin artículo definido,
así que debería traducirse "un libro de verdad" o "una escritura de verdad".
Parecería que el Señor tiene un registro donde está escrito el porvenir, así
como el Salmo 139:16 sugiere que Dios tiene registrado el futuro de los in-
dividuos así como el de las naciones. Es lo que los teólogos llaman "la pres-
ciencia de Dios" o su preconocimiento, lo que no implica que él tenga
predestinado a cada ser humano.
Me ha fortalecido. La Biblia de las Américas traduce: "nadie que se
mantenga firme a mi lado"; la Biblia de Jerusalén lo vierte: "nadie me presta
ayuda para esto". En esta guerra espiritual solo Dios puede ser fortaleza y
apoyo.
Contra éstos. Los príncipes terrenales y las fuerzas malignas detrás de
ellos, los cuales se oponen a los designios divinos.
Vuestro príncipe. Esta es la primera ocasión donde se señala que Miguel
es el paladín que lucha por el pueblo de Dios. A Miguel se lo menciona cinco
veces en las Escrituras, de las cuales tres están en Daniel 10-12. Se lo men-
ciona al principio, en un problema específico del siglo VI aC y vuelve a apa-
recer en la lucha final del pueblo de Dios (12:1). Entre las dos, está la profecía
del capítulo 11. El Señor está con su pueblo a cada momento y en medio de
cada prueba.
Es animador saber que el ángel llama "nuestro" al Príncipe del ejército
de YHWH, es decir como perteneciente a la humanidad. No solo se hizo
carne (Jn 1:1-3,14), además es "nuestro" líder y modelo.

11:1
Primer año. Esta mención recuerda la fecha de la caída de Babilonia
(539 aC), momento cuando Darío fue colocado como rey de Babilonia. La
mención de Darío el medo sugiere identificar con Gabriel (cf. 9:1) al ángel
que ha estado hablando con el profeta en este capítulo.
Darío el medo. El tema de la identificación de Darío el medo se ha pres-
tado a discusiones sin resolución completa. Se han propuesto varios perso-
najes: (1) los críticos señalan que es una construcción literaria y no una
persona histórica; (2) otros proponen a Ugbaru, gobernador gutio relacio-
nado con la caída de Babilonia; (3) también se sugiere a Gubaru, el general
Gobrias (en griego) que dirigió el ataque a la ciudad. Gobernó desde el otoño
Daniel 10:1 al II :2a. La Visión en el Río Hidekel • 61

ce 539 hasta el otoño de 538 aC; (4) otros han sostenido que estos dos son
el mismo personaje, el cual sería Darío el medo; (5) otros candidatos con
menos respaldo han sido Nabonido, Cambises, Darío I el Grande.
Wiseman sugiere en base a 6:28, donde la waw explicativa debería tra-
ducirse "el cual" y no "y", que sería otro nombre para Ciro. Las Crónicas
ee Harán de Nabonido le atribuyen haber tomado el imperio medo y dicen
:ue su madre era meda. Xenofonte menciona que Ciajares le dio a Ciro la
corona de Media y su hija como esposa. "Asuero" podría ser un título an-
tiguo de la dinastía aqueménida. Ciro tendría una edad cercana a los 62
años cuando conquistó Babilonia.26 Por último, es interesante notar que la
LXX traduce: "en el primer año de Ciro el rey". Por alguna razón que des-
conocemos, los traductores del texto hebreo al griego, interpretaron a Darío
como Ciro.
Hacerte fuerte. Se discute a quién hace referencia el ángel: a Miguel o
a Darío. Por la cercanía en el texto, debe ser a Darío. Además la raíz verbal
-.azaq es utilizada en el capítulo 10 para fortalecer a Daniel, un ser humano,
y no a Miguel, quien más bien "vino en ayuda" (10:13) de Gabriel. La men-
ción de Darío sugeriría la caída de Babilonia, que significó una mejoría para
la situación del pueblo de Dios, objeto del discurso profético que se dará.

11:2a
La verdad. A partir de esta expresión nos adentramos en el discurso pro-
fético histórico. El término 'émet, aparece 6 veces en el libro de Daniel: 8:12,
26, relacionado con la verdad de Cristo y su ministerio intercesor; 9:13, ha-
blando de la promesa divina que el Señor libertaría a Judá del cautiverio;
10:1,21,11:2, conectado con el conflicto entre Cristo y Satanás en la histo-
ria humana.
Lo que este mensajero declarará es cierto y fiel; no podemos menos que
estudiarlo con atención y emoción.

Reflexión para nuestros días


Dios conoce el futuro del mundo y de cada ser humano. La mención
del "libro de la verdad" (10:21) hace surgir la inquietud que provoca el es-
tudio de las profecías y su cumplimiento en la historia. ¿Tiene Dios pre-
destinado el destino de cada humano y de la historia? No se debe confundir
la presciencia divina, la capacidad de saber el futuro que posee Dios, con
el hecho de que ese conocimiento determina invariablemente el futuro de

26
Lucas, 134-137.
62 • Dios Defiende a su Pueblo

cada individuo. El hecho de saber no implica que él fuerce a caminar por


un sendero trazado. El Señor siempre respeta el libre albedrío de cada
persona.
Un líder poderoso que nos conoce y nos ama. Son verdades claves
del Evangelio y que brillan en el corazón de esta sección (10:21), que Jesús
se hizo hombre (Jn 1:14; Flp 2:7-9, Heb 2.14), que está a nuestro lado en
todo momento (Mt 28:20) y que pelea por cada uno de sus hermanos (Jn 10:
9-11; Heb 13:6). No debe sorprendernos que aun en pasajes tan "áridos",
como se han considerado los versículos de Daniel 11, brillen gemas pre-
ciosas de salvación y de confianza. La Palabra de Dios es la misma en este
texto como en los Salmos o los Evangelios. La verdad que resalta es la cer-
tera compañía de Miguel nuestro príncipe en nuestras luchas personales, en
los problemas del hogar y en los desafíos que enfrenta la iglesia actual. En
los momentos aciagos que se avecinan, la promesa segura es que Jesús está
con nosotros hasta el fin del mundo.
CAPÍTULO CUATRO

DANIEL ll:2b-15: PERSIA Y GRECIA


NUEVAMENTE EN LA PROFECÍA

L os imperios de Persia y Grecia aparecen representados en las tres lí-


neas proféticas anteriores del libro. De nuevo, al igual que en 8:2-6,
20, 21, la profecía del capítulo 11 comienza con estos poderes para lan-
zarse hasta los últimos días. Con respecto a esta sección no hay mucha
discusión en cuanto a la interpretación y aplicación del pasaje. El punto
de quiebre se da en los versículos 14 y 15.

11:2-4
Traducción y estructura
Al Varios controlan el poder
(2) He aquí todavía se levantarán tres reyes (mélakim) en Persia
B1 Un cuarto rey poderoso
y el cuarto (wéharébT'i) se hará rico con grandes riquezas
más que todos.
C1 Uno fuerte que domina
El incitará a todos contra el reino (maleküt) de Grecia.
C2 Uno fuerte que domina
(3) Se levantará luego un rey (melek) poderoso, y reinará
con gran poder y hará según su voluntad.
B2 El poder partido en cuatro partes
(4) Pero cuando se haya levantado, su reino será quebrado y
dividido hacia los cuatro (lé'aréba') vientos de los cielos; y no
será para su posteridad, ni según el dominio con que él reinó;
A2 Varios controlan el poder
porque será desarraigado su reino (malékütd), y será para otros
aparte de éstos.

La estructura de este pasaje gira en torno de dos términos: "rey" y el


número "cuatro" que puede entenderse como cardinal u ordinal. Además

63
64 • Dios Defiende a su Pueblo

existe una correspondencia temática relacionada con el poder. Aparece la


primera mención de una caída o un personaje arrancado.

Comentario
11:2
Levantarán. Apunta a "dominar, reinar, levantarse para regir". Apa-
rece como aquellos que se oponen al enemigo y lo resisten (11:8,11,13,
14) o bien indica el fracaso de algunos de los varios reyes mencionados
en su intento de gobernar (11:6,15,16,25). Pero la aplicación positiva de
esta raíz verbal está en el contexto de "reinar". Los diferentes reyes o po-
deres se levantan para reinar: Persia (11:2), Grecia (11:3, 4), el rey del
sur (11:7), el rey del norte (11:20), y el "vil" (11:21) que domina el san-
tuario y coloca la abominación desoladora (11:31). La última ocasión que
se utiliza esta frase se refiere a Miguel que "se levantará" (12:1), alusión
clara al establecimiento del reino de 2:44,45.
Tres reyes en Persia. Algunos se inclinan por la idea de que la men-
ción de "tres... y un cuarto" es una frase idiomática usada en los dichos
de sabiduría (Pr 30:15-31; Am 1,2), que resume la naturaleza tanto del
Imperio Persa como de sus gobernantes, quienes amasaron fortunas, se
fortalecieron y provocaron constantes conflictos con los griegos, espe-
cialmente a partir de Darío el Grande. 1
Existe acuerdo general en cuanto a la explicación de los versículos 2
al 4 de Daniel l l . 2 Se reconoce que el 11:2 se refiere al Imperio Persa y
también se identifican los cuatro reyes "que aún habrá". Ciro (539-530
aC) estaba en el poder en ese momento (cf. Dn 10:1). Los cuatro si-
guientes reyes de Persia fueron Cambises (530-522 aC), Gaumata (Bar-
diya o el falso Esmerdis, 522 aC), Darío I Histaspes (522-486 aC), Jerjes
I (486-465 aC).

'Lucas, 279; Goldingay, 185,186; Paul A. Lederach, Dara'eZ, Believers Church Bible
Commentary (Scottdale, Pennsylvania: Herald Press, 1994) 235,236.
2
En su tesis doctoral, Hotma Silitonga ofrece un excelente resumen de las interpre-
taciones de Daniel 11 de los estudiosos más destacados dentro del ámbito adventista.
Presenta la postura de Unas Smith (32-34, 54-58), Stephen N. Haskell (58-63), Louis
Were (34,35,63-66), George McCready Pnce (35-39,66-69), Roy Alian Anderson (69-
73), el Comentario bíblico adventista (73-75), C. Mervyn Maxwell (39, 40, 75-77), G.
Arthur Keough (77-80), Leslie G. Hardinge (44-46,80-83), William H. Shea (44-46,83-
87) y Jacques B. Doukhan (40-43, 91-lll)."Continuity and Change in World Rulers: A
Comparative Study and Evaluation of Seventh-day Adventist Interpretations of Daniel
11". Tesis doctoral en teología, Adventist International Institute of Advanced Studies,
Silang, Cavite, Filipinas, 2001.
Daniel ll:2b-15: Persia y Grecia Nuevamente en la Profecía • 100

Otros estudiosos no consideran al falso Esmerdis como rey porque


fue un usurpador que estuvo escasos meses en el trono, y extienden la
lista hasta Artajerjes 3 1 Longímano (465-423 aC). Los cuatro reyes aque-
ménidas mencionados en esta profecía tuvieron que ver con el retorno
;
udío del exilio y la reconstrucción del templo y de Jerusalén. Además
este período corresponde con la época final del Antiguo Testamento.
Riquezas. Esta característica y la siguiente permiten identificar al
cuarto rey con Jerjes, hijo de Darío I el Grande. Jerjes se hizo de rique-
zas abundantes, según lo señala Herodoto. La pomposidad y el derroche
de su reino se aprecia en el libro de Ester.
Contra el reino de Grecia. Es difícil entender que Artajerjes I sea el
cuarto rey de esta profecía, por más seductora que sea la propuesta. El no
luchó contra Grecia directamente. Lo hicieron sus antecesores, en las lla-
madas Guerras Médicas. Primero Darío I en Maratón en el 486 aC, y
luego Jerjes I en Salamina (480 aC) y Platea (479 aC). Después de esto,
Persia abandonó su ambición de conquistar Grecia, aunque la rivalidad
siempre persistió.
Los griegos siempre incentivaron a Egipto a rebelarse contra el Im-
perio Persa. En el 460 aC Artajerjes I había neutralizado a la Liga De-
liana griega. El emperador persa sobornó a Esparta para atacar a Atenas,
por lo que esta tuvo que retirar su apoyo a Egipto. Entonces el monarca
persa pudo dominar la rebelión en 456 aC.

11:3
Levantará. Revise el comentario en 11:2. Levantarse recuerda la idea
de "gobernar, tomar el poder".
Poderoso. Los versículos 3 y 4 apuntan al Imperio Greco-Macedó-
nico, y de forma especial, a su fundador: Alejandro III Magno (336-323
aC). Con él se dio el primer gobierno unido de Grecia y de Macedonia.
Felipe su padre fue muerto en 336. Alejandro era macedonio de origen,
pero griego en cultura. Aristóteles fue su mentor y su "biblia" en las con-
quistas fueron La litada y La Odisea.
Dominará. Literalmente "él dominará con gran dominio", de la raíz
verbal masal. Alejandro Magno cruzó el estrecho de Dardanelos en botes
con una pequeña armada y tomó Troya. Darío III falló en enfrentarlo se-
riamente y su ejército fue derrotado en Gránico. Grecia conquista enton-

'Silitonga, 113. "El cuarto rey de Daniel 11:2 es el mismo que dio el decreto para
edificar y restaurar Jerusalén (Artajerjes I)". Bohr, Manuscritos no publicados, Califor-
nia, 31; Alomía, 401,402.
66 • Dios Defiende a su Pueblo

ees Asia Menor. La batalla decisiva fue en Isos, en las Puertas de Cilicia
en 333. Alejandro capturó la familia real y los embajadores de Tebas, Es-
parta y Atenas. Detuvo su ataque a los persas, y sabiamente decidió so-
meter la costa fenicia con el fin de controlar el Mediterráneo oriental y
tener respaldo marítimo. Todas las ciudades capitularon a excepción de
Tiro. Luego de un asedio de siete meses logró tomar la ciudad y destruirla,
para de ese modo apoderarse de todo el comercio marítimo.
Darío III, último emperador persa, le ofreció a Alejandro riquezas y
territorios a cambio de su familia y un pacto de paz, pero Alejandro no
quiso. Tomó Gaza en un sitio de dos meses y sin problemas capturó
Egipto, donde fue recibido como héroe. Alejandro dejó el gobierno en
manos de egipcios pero la armada en manos de griegos. Fundó la ciudad
de Alejandría, la cual ocuparía el lugar de Tiro como centro marítimo y
comercial del Mediterráneo oriental.
De regreso a Mesopotamia, dice Josefo, ofreció sacrificios en Jeru-
salén y sometió a Samaría, que se rebeló contra su gobernador Andró-
maco. Luego con el flanco y la retaguardia seguros, se enfrentó a los
persas en Gaugamela en el 331 aC y los derrotó. Tomó entonces a Babi-
lonia, Susa, Persépolis y Ecbatana. Trató duramente a Persépolis en ven-
ganza por el trato dado a Atenas en las Guerras Médicas del 480 aC.
Alejandro es reconocido como uno de los grandes estrategas y con-
quistadores de la historia. Sometió todo el Oriente, y no avanzó más por-
que sus cansados soldados le pidieron en los límites de la India no seguir
conquistando. Tal como lo señaló la profecía, gobernó "con gran dominio".
Y hará según su voluntad. Esta expresión, wé'asah, se emplea en
varios versículos del capítulo 11 para destacar el surgimiento de un gran
poder político en la historia (11:3, 16, 23,28, 30, 32).
Luego de asumir el título de "Gran Rey", Alejandro Magno avanzó
sobre Bactria y Sodiana (Turkestán) y luego sobre la ruta del Punjab en
India. Se casó con la princesa bactriana Roxana en aras de la paz.
De regreso a Susa en el 324 aC, sus hombres se rebelaron por obli-
garlos a casarse con mujeres persas para mezclar la cultura, así como por
adoptar costumbres orientales. El rey sometió rápidamente el amotina-
miento.
Quería viajar a Arabia en el 323 aC pero murió antes a los 33 años.
En poco tiempo realizó un gran cambio cultural y el Oriente se helenizó
en gran manera. Borró la vieja cultura y los límites políticos. Introdujo el
gimnasio, el estadio, el teatro, el liceo y la escuela de música con sus con-
ciertos (odeum). En el arte los orientales también se helenizaron. El
Daniel ll:2b-15: Persia y Grecia Nuevamente en la Profecía • 100

idioma griego llegó a ser la lengua franca. Judea indudablemente fue in-
fluenciada por el helenismo. Ver también comentario en 11:36.

11:4
Será quebrado. Como se indicó con anterioridad, cuando Alejandro
estaba en su cúspide, murió joven (gobernó tan solo 12 años y 8 meses)
y no pudo seguir con su proyecto de gobierno ni disfrutar sus logros por
mucho tiempo.
Dividido. Ala muerte de Alejandro Magno, su medio hermano Felipe
317 aC), su madre Olimpia (316 aC), su esposa así como su hijo Ale-
; andró IV (311 aC) y su hijo ilegítimo Heracles (309 aC) fueron muertos
por el afán de tomar el poder vacante. La profecía se cumplió cuando su
reino no fue heredado ni tomado por un solo hombre, sino repartido.
Sus generales intentaron mantener el imperio intacto en el nombre de
Alejandro, con su hermano Arrideo y su hijo como corregentes, pero al
final la profecía se cumpliría. Aquí se sigue el paralelo del capítulo 7 y
8. donde se presenta la división de Grecia en cuatros grandes secciones
o reinos.
Cuatro vientos de los cielos. Luego de siete años de guerras inter-
nas, surgen en 315 aC cuatro generales fuertes, los llamados "diádocos"
(gr. "sucesores"): Antígono (Mediterráneo hasta Asia Central), Casan-
dro (Macedonia), Ptolomeo I (Egipto) y Lisímaco (Tracia).
Los tres últimos se unieron contra Antígono, y exigieron que entre-
gase Babilonia a Seleuco, general de Ptolomeo. Antígono no se sometió
a la exigencia y su hijo Demetrio fue derrotado en batalla en el 312 aC en
Gaza. Los vencedores se repartieron Palestina y Ptolomeo entró a Jeru-
salén en sábado, iniciando así un período difícil para los judíos de Pales-
tina. Muchos judíos fueron llevados a Egipto para allí servir como
soldados.
De 315 a 301 aC la situación en Siria fue incierta por la pugna entre
Ptolomeo Lagos y Antígono Monoftalmo ("el Tuerto"). Finalmente An-
tígono fue derrotado en Ipso, Frigia, en el 301 aC, batalla en la cual no
participó Ptolomeo. Antígono murió y su imperio en Asia desapareció.
Ptolomeo se quedó con Palestina. Seleuco tomó Siria y construyó su ca-
pital en Antioquía. Demetrio, hijo de Antígono, ocupó la costa fenicia.
Luego Ptolomeo se apropió de Celesiria (en el Líbano actual). Lisímaco
se apropió de Asia Menor, pero su reino llegó a su fin en el 270 aC.
Será desarraigado. Como ya se dijo, no quedó ni raíz ni rama de la
dinastía de Felipe el macedonio, padre de Alejandro Magno. Es intere-
68 • Dios Defiende a su Pueblo

sante reflexionar en que el Señor del cielo dispusiera quebrantar el orgu-


llo de esta dinastía y permitir el surgimiento de distintos reinos.
Aparte de éstos. En la expresión, millébad'ellet (fuera de éstos), no-
tamos que el antecedente del pronombre "éstos" apunta a los descen-
dientes ('aharit, "posteridad, descendientes"). El gran imperio construido
por Alejandro Magno no lo heredó ningún familiar, como era la costum-
bre de la época, sino que fue repartido entre sus generales.
La discrepancia entre los que mantienen una interpretación histori-
cista se ha dado en los últimos años con la propuesta de Doukhan, quien
sugiere que el versículo 4 incluye a los reinos griegos ("fuera de ellos")
y a Roma ("será para otros"). El resto del capítulo (vers. 5-45) se debe in-
terpretar espiritualmente. 4 Silitonga refuta en su tesis esta postura, seña-
lando varios problemas: (1) No respeta el principio cristológico de
interpretación, al dejar fuera a Cristo como "el príncipe del pacto" en
11:22.5 (2) Dedica tan solo unas palabras para un período tan importante
como lo fue el Imperio Romano, que en las otras líneas proféticas de Da-
niel juega un papel destacado. (3) Deja prácticamente fuera al pueblo
judío, preocupación fundamental del profeta (Dn 10:14), especialmente en
el período intertestamentario. (4) Finalmente, en 11:4 existe un claro pa-
ralelismo de pensamiento, común en la literatura hebrea, 6 en el cual la
frase "será para otros fuera de ellos" se ubica junto a "y repartido hacia
los cuatro vientos del cielo", lo que no permite considerarla como un pen-
samiento independiente del resto del versículo. Según el paralelismo he-
breo la frase debiera entenderse así:

Al Pero cuando se haya levantado,


B1 su reino será quebrado
C1 y dividido hacia los cuatro vientos de los cielos
A2 y no será para su posteridad, ni según el dominio con que él reinó;
B2 porque será desarraigado su reino,
C2 y será para otros aparte de éstos.

"Éstos" ('ellet, pronombre demostrativo plural masculino y feme-


nino) apunta a le'ahárítd (lit. "para descendencia de él"). En otras palabras,
su imperio sería dado a otros y no a los descendientes de Alejandro Magno.

4
Doukhan, The Vision ofthe End, 76-79.
5
Silitonga, 270. La incursión cristológica de la profecía se encuentra en un momento
anterior en Daniel 11, como se verá más adelante.
6
Silitonga, 184.
Daniel ll:2b-15: Persia y Grecia Nuevamente en la Profecía • 100

Este pasaje repite la idea de Daniel 8:8, que sostiene que luego del
gran cuerno del macho cabrío (Alejandro Magno) vendrían los reinos
griegos en que se dividió el Imperio Greco-Macedónico.

Reflexiones para nuestros días


Choque de la cultura helenística con el pueblo judío. Para la ma-
yoría de los pueblos no fue problema adoptar ideas y dioses griegos. Era
solo añadirlos a los que ya tenían, pero para los judíos fue un serio pro-
blema, porque eso iba en contra de su fe. La lucha provocó la división
entre los judíos: algunos aceptaron el helenismo, como los saduceos;
otros, como los fariseos, lo rechazaron. Muchos murieron por su fe.
A través de las edades, el tema de la transculturización ha sido un di-
lema para el pueblo de Dios. ¿Es mala la cultura? ¿Qué podemos adop-
tar y qué no? Tristemente, muchas veces ante estas preguntas los profesos
cristianos no evalúan a la luz de la Biblia qué adoptar y qué evitar. Sim-
plemente se dejan llevar por la corriente y muchas veces, sin darse cuenta,
adoptan, más que las costumbres, la cosmovisión de la cultura de sus días.
La cultura no es mala en sí. De hecho, vivimos inmersos en nuestra
cultura y "somos hijos de nuestra época". El pueblo de Dios siempre ha
vivido en la realidad de sus días. La dificultad para la iglesia hoy es que,
como nunca antes, la presión de nuevas ideas y paradigmas totalmente
contrarios a la Biblia es muy fuerte. Los medios de comunicación -tele-
visión, publicaciones, internet, vídeos y películas- nos venden, a nosotros
y a nuestros hijos, valores y modelos que se oponen a la Biblia.
La respuesta está en cómo se enfrentó Cristo a la cultura en sus días.
Estudió con diligencia las Sagradas Escrituras y las aplicó con sabiduría
(Mt 15:1-20) a las costumbres y paradigmas de sus días.
¿Por qué insiste Daniel 11 en tomar como punto de partida a Per-
sia y Grecia y se concentra en la historia occidental? La pregunta
puede sonar innecesaria y la respuesta pareciera ser lógica: Dios desea
manifestar que él conoce el futuro. Pero hay algo más. Maxwell nos re-
cuerda que los oráculos de Daniel tienen que ver especialmente con el
pueblo de Dios. De ahí que, a través de sus profecías, el libro habla de las
naciones que tuvieron contacto con su pueblo. Por tal motivo no apare-
cen culturas como la china, la hindú o las americanas precolombinas en
Daniel. Al fin del tiempo, cuando la iglesia se haya esparcido por todo el
mundo, los eventos escatológicos afectarán el panorama mundial.
Alguno preguntará entonces: ¿y qué pasará con esas civilizaciones y
el plan de Dios? Se debe recordar que el Señor les impartió suficiente co-
70 • Dios Defiende a su Pueblo

nocimiento como para que tomaran las decisiones correctas a la luz de


su conciencia (Ro 2:13-15).
El peligro del poder. La historia presenta a hombres y mujeres que
fueron genios militares y probados líderes capaces de arrastrar tras sí pue-
blos y establecer grandes reinos, pero fallaron en dominarse a sí mismos.
"A Alejandro Magno y a César les fue más fácil subyugar reinos que do-
minar su propio espíritu. Después de haber conquistado naciones ente-
ras, los que fueron tenidos por grandes hombres del mundo, cayeron; uno,
víctima de la concupiscencia y la intemperancia; el otro, de la presun-
tuosidad y la ambición desbocada". 7 Este es un gran desafío para que nos-
otros nos sometamos al poder del Espíritu Santo (cf. Pr 16:32).

11:5-6
Traducción y estructura
Al Engrandecimiento
(5) Y se fortalecerá el rey del sur;
B1 Un príncipe superior
y uno de sus príncipes será más fuerte que él,
A2 Engrandecimiento
y reinará con gran dominio en su reino.

Al Tiempo
(6)Y al fin de unos años harán alianza,
B1 Una hija del rey
y la hija del rey del sur vendrá al rey del norte para hacer la
rectitud.
C1 Fracaso
Pero [ella] no retendrá la fuerza de su brazo,
C2 Fracaso
y [él] no levantará ni su brazo;
B2 Una hija del rey
porque será entregada ella a muerte y también los que la habían
traído, y el que la engendró, y los que la fortalecieron
A2 Tiempo
en los tiempos.

7
Elena G. de White, Testimonios para la iglesia (Doral, Florida: APIA, 2007),
4:341.
Daniel ll:2b-15: Persia y Grecia Nuevamente en la Profecía • 100

En la primera de las estructuras (11:5) el concepto evidente es el do-


minio, mientras que en la segunda el tema central es el fracaso del rey
leí sur al enviar a su hija para hacer un pacto (11:6). Aquí aparece una
-ueva caída en el capítulo 11. Además en esta estructura se subraya un
nuevo elemento, el concepto de tiempo (Al y A2), clave en Daniel 11
véase capítulo 3).

Comentario
11:5
Y se fortalecerá. Del verbo hüzaq, "fortalecer". De los cuatro posi-
bles usos que tiene esta raíz verbal en las Escrituras, tres se hallan en Da-
niel. Ellos son: (1) "ser o llegar a ser fuerte, conquistar, sojuzgar", por
ejemplo en 11:5; (2) "ser fortalecido, animado, asistido", como en 10:18,
19; y (3) "mostrar fortaleza o resolución", como se aprecia en 11:32.8
El rey del sur. Ptolomeo I Soter, general de Alejandro, tomó la sa-
trapía de Egipto en el 322 aC., de la cual se declaró rey en el 305 aC. La
capital de su reino fue Alejandría, que jugó un papel importante en la his-
toria de Israel por muchos siglos. Allí se publicó la primera traducción de
las Escrituras hebreas a otro idioma, el griego.
A partir de aquí hasta el versículo 15,9 la profecía detalla las relacio-
nes de los poderes conectados con el pueblo de Dios. El sur geográfica-
mente correspondía, en relación con Palestina, a Egipto. El norte, por
consiguiente, a Siria. Las guerras, intrigas y traiciones entre estos pode-
res, de una u otra manera afectaron a los judíos.
Además, según Silitonga, este período "es también importante como
un trasfondo de la venida del Mesías durante el gobierno romano en
Judea".10
Uno de sus príncipes. Antígono el Tuerto, último pretendiente al do-
minio de todo el imperio, luchó contra Seleuco, sátrapa de Babilonia
desde 312 aC. Con el apoyo de Ptolomeo, derrotaron a Antígono en la
batalla de Ipso en 301 aC.
Se hará más fuerte que él. O bien podría traducirse "contra él". Este
príncipe, Seleuco I Nicator, agrandó sus dominios desde el mar Egeo
hasta el río Indo, incluyendo Mesopotamia. Llegó a dominar casi tres

8
Robin Wakely, hazaq, en NIDOTTE, 2:64, 68,72.
9
Para un detalle de esta sección, sobre el cual no existe una mayor discrepancia en
su interpretación, véase Silitonga, 190-204; CBA, 4:891-895.
10
Silitonga, 188,270.
72 • Dios Defiende a su Pueblo

cuartas partes del antiguo imperio alejandrino. Ptolomeo I quedó con una
cuarta parte.

11:6
AI fim de unos años. Literalmente "al fin de años". Aparece la ex-
presión hebrea qes, término clave en la escatología del capítulo (11:24,27,
29, 40). En este caso, por el contexto, se entiende un período de tiempo
indefinido y se admite la traducción "tiempo más tarde".
Transcurrieron unos 35 años desde la muerte de Seleuco I hasta el si-
guiente acontecimiento que se presenta.
Harán alianza. Expresión similar hallada en 11:23, literalmente "se
unirán". Se refiere a un pacto o una alianza entre dos poderes. Al princi-
pio ambos poderes mantuvieron una relación amistosa.
Luego de una larga guerra por el dominio de Palestina, Ptolomeo II
Filadelfo (285-246 aC) y Antígono II Theos (261-246 aC) llegaron a un
acuerdo de paz en 253 aC.
En esta época, según la historia y la tradición, bajo el auspicio de Pto-
lomeo II, se realizó, o al menos se inició, la traducción del Antiguo Tes-
tamento al griego. Esta versión se conoce como la Septuaginta (LXX),
por los 70 sabios involucrados en dicha tarea. Esta traducción del texto he-
breo al griego fue una obra monumental.
La hija del rey del sur. El tratado entre Ptolomeo II Filadelfo y An-
tígono II Theos exigía que este último debía renunciar a su esposa Lao-
dicea, en favor de Berenice, hija de Ptolomeo. El matrimonio sellaba el
pacto realizado y prometía una larga amistad entre las dos dinastías. Los
resultados de esta alianza traerían la tragedia para muchos de los indivi-
duos envueltos en las intrigas subsiguientes.
Vendrá. El sentido básico de la palabra es "venir, arribar, entrar".
Aquí se le da el sentido de regresar victorioso (11:9) o de tomar despojo
y llevarse las riquezas (11:8), pero se nota un marcado énfasis en el sen-
tido de entrar para conquistar (11: 7, 10, 13, 15-17). Este es el sentido
que se le da en relación con el "despreciable" que vendrá sin aviso
(11:21), cuando en un momento "no será la postrera venida como la pri-
mera" (11:29) y cuando en el tiempo del fin entrará por las tierras y con-
quistará (11:40, 41). Un uso particular, contrario al resto de la profecía,
aparece en 11:45, cuando la venida no es de dominio o conquista, sino de
aniquilación de este poder perseguidor, "mas llegará a su fin".
Al rey del norte. En este caso, como se indicó, Antígono II Theos
(261-246 aC).
Daniel ll:2b-15: Persia y Grecia Nuevamente en la Profecía • 100

No retendrá la fuerza de su brazo. Algunas versiones griegas tra-


ducen wéld'ta'esor kdh como "de su simiente", haciendo un pequeño
cambio en las vocales hebreas. De vertirse la expresión así, aludiría a la
muerte del hijo de Berenice. Al estar el vocablo hebreo en una conjuga-
ción femenina, señala a la hija del rey del norte. Cualquiera sea la forma
como se rinda la expresión, apunta al fracaso del pacto entre los dos rei-
nos mediante el matrimonio.
EGIPTO JUDEA SIRIA
Ptolomeo I Lagos Dominio tolemaico Seleuco I Nicator
(323-285 aC) (315-198 aC) (323-281 aC)
Ptolomeo II Antíoco I Soler
Filadelfo (283-246 aC) (281-261 aC)
Antíoco II Theos
(261-246 aC)
Ptolomeo III Seleuco II Calinicos
Evergetes (246-221 aC) (246-226 aC)
Seleuco III Cerauno
(226-223 aC)
Ptolomeo IV Antíoco III el Grande
Filopator (221-203 aC) (223-187 aC)
Ptolomeo V Batalla de Panea
Epífanes (203-181 aC) (198 aC); los
seléucidas ganan
el control de Palestina Seleuco IV Filopater
(187-175 aC)
Ptolomeo VI Revuelta macabea Antíoco IV Epífanes
Eupator (181-146 aC) (167 aC) (175-163 aC)
Ptolomeo VE Independencia judía Antíoco V Eupator
Filometor (63 aC) (142-63 aC) hasta que (163-162 aC)
Pompeyo impone Otros reyes seléucidas
dominio romano hasta el 65 aC

Otros reyes ptolomeos


hasta el 51 aC
Cleopatra (51-30 aC)
Cuadro 17: Lista de los reyes seléucidas y tolomeos en relación a Judea11

"Maxwell, El misterio del futuro, 285; Walter C. Kaiser, h., A History of Israel: From
the Bronze Age through the Jewish Wars (Nashville: Broadman & Holman, 1998), 409-486.
76 • Dios Defiende a su Pueblo

locativa "al" "hacia" (que es el uso más común), entonces se entendería


que él entrará hasta el ejército y la fortaleza (donde se encuentra éste), el
lugar más seguro. Concordaría con el contexto (cf. 11:9). Vino contra Se-
leuco II Calinicos y ejecutó a Laodicea.
E n t r a r á en la fortaleza. Se hace referencia a Antioquía de Siria, ca-
pital de los seléucidas. Extendió el dominio tolemaico hasta más allá de
Mesopotamia.
H a r á con ellos a su arbitrio. El triunfo que obtuvo Ptolomeo III fue
total y abarcante. Por donde fue, obtuvo éxito y prácticamente sometió a
todo el reino seléucida.

11:8
Y también a los dioses de ellos. Ptolomeo III marchó a Babilonia al
frente de su ejército. Su armada naval ocupó Seleucia, el puerto de An-
tioquía. Trajo de vuelta más de 2.400 ídolos que Cambises había tomado
de Egipto casi tres siglos antes, además de un enorme botín. Por esta razón
le llamaron Evergetes (benefactor).
En cautividad. La mención de Egipto en este pasaje permite tener
un argumento más de la identificación del rey del sur con este país. La ac-
ción es ejecutada contra el rey del norte y el botín es llevado a Egipto.
Llevó a su tierra 40.000 talentos de plata.
Por años él no estará en pie contra. "Se mantendrá", "se detendrá"
(ya 'ámod). La preposición min puede conceder la idea de restricción. No
obstante también puede ser comparativa. El problema es la consistencia
de amad que en este contexto es estar en pie de guerra.
Ptolomeo III no completó su conquista del norte. Fue negligente y no
sometió al Imperio Seléucida completamente. Esto permitió que este reino
sobreviviera, y que más tarde se dieran más guerras y luchas.

11:9
Y entrará en el reino. La traducción más correcta, a la luz de la evi-
dencia textual, sería: "Y él [el rey del norte] entrará en el reino del rey del
mediodía".
El rey del norte intentó dominar al sur atacando a Palestina y Egipto.
Aquí se hace referencia a la tercera guerra siria. Seleuco II trató de reto-
mar sus dominios y recuperar el prestigio de su reino, pero fue derrotado
por Ptolomeo III en 242 aC.
Volverá. La campaña de Seleuco III resultó en un fracaso y tuvo que
"volver a su tierra" con tan solo una porción de su ejército (240 aC).
Daniel ll:2b-15: Persia y Grecia Nuevamente en la Profecía • 100

Reflexiones para nuestros días


Hacer las cosas a medias. Es muy válido aquel pensamiento que re-
;uerda que "todo aquel que no aprende de los errores del pasado está con-
denado a repetirlos en el futuro". Y esta es la lección que nos queda de
esta porción de historia. Es evidente que el descuido de Ptolomeo III, de
no terminar su obra de conquistar y dominar el reino seléucida permitió
que la guerra continuara por muchos años más. ¡ Qué hubiese sido de la
historia si él hubiera decidido terminar lo que había iniciado y someter to-
:almente al enemigo!
La misma experiencia podemos ver en el caso de Aníbal Barca
cuando marchó sobre Roma desde el norte. Cuando tuvo la oportunidad
ie invadir a Roma y asolarla, de manera extraña se detuvo y no atacó.
Quizá no hubiera habido un Imperio Romano o, al menos, la historia hu-
biese sido muy diferente.
¡Cuántas veces un trabajo hecho a medias no solo habla mal de nos-
otros, sino que también puede dañar nuestro futuro, el de nuestra familia
y el de la iglesia!
El odio produce odio. Estos relatos tristes de matanzas y venganzas
recuerdan que el odio solo genera odio. Esto se puede repetir en un ciclo
interminable y destructivo para todas las partes afectadas. Para muchas
naciones hoy, esta lección básica de la historia debería ser aplicada en sus
relaciones diplomáticas. Deberían buscarse otros medios para resolver
los pleitos.
Muchas relaciones conyugales y familiares son carcomidas por la
venganza y el resentimiento. El mensaje de amor del evangelio debe ser
más que una simple filosofía; debe ser un perfume y una medicina que im-
pregne la vida de las personas y sane las relaciones enfermas en hogares,
vecindarios, lugares de trabajo e iglesia.
Fieles creyentes anónimos del pueblo de Dios. Solemos llamar esta
época el período "intertestamentario", o sea, entre el Antiguo y Nuevo
Testamento. No hubo profetas en medio del pueblo de Dios y los judíos
en Palestina vivían entre dos potencias hambrientas de poder. Estaban en
medio, como corredor de sus ejércitos, y fueron el límite territorial de
estos dos reinos. Sufrieron bajo los ptolomeos hasta el 198 aC, para caer
luego en peores manos, los seléucidas. Sufrieron las consecuencias de las
llamadas Seis Guerras Sirias (s. III y II aC). Pero aún eran el pueblo de
Dios. Nos hace pensar en muchos creyentes fieles, anónimos, en difíciles
circunstancias en su país o en sus hogares, que a pesar de todo ello, siguen
siendo pueblo de Dios.
78 • Dios Defiende a su Pueblo

11:10-12
Traducción y estructura
Al Preparación para la guerra
(10)Y sus hijos se airarán,
B1 Convocación
y reunirán multitud de grandes ejércitos. Y entrará
C1 Victoria
e inundará, y pasará adelante;
DI Guerra
y volverá y llevará la guerra hasta su fortaleza.
A2 Preparación para la guerra
(11 )Yse enfurecerá el rey del sur,
B2 Convocación
y saldrá y guerreará contra el rey del norte; y se levantará con
gran multitud,
C2 Victoria
y será entregada la multitud en su mano.
D2 Guerra
(12)Yal llevarse la multitud, se exaltará su corazón, y de-
rribará a muchos millares;
Cierre: fracaso
pero no prevalecerá.

En esta sección la estructura sugerida no es concéntrica sino tiene la


forma de paralelismo alternado. Se presenta una serie de guerras por el
poder entre el sur y el norte. Culmina con el tercer fracaso mencionado
en el capítulo. Nótese que a partir de esta sección hasta el verso 20 se cie-
rra cada estructura con la mención de un fracaso.

Comentario
11:10
Y sus hijos. La reacción del norte no se hizo esperar. Los dos hijos de
Seleuco II se levantaron contra Egipto. Primero fue Seleuco III Cerauno
Soter (226-223 aC), quien preparó sus ejércitos para invadir a Egipto,
pero en la llamada "Guerra de los Dos Hermanos" luchó contra Antíoco
Hierax y allí fue muerto.
Reunirán multitud de grandes ejércitos. Después de la muerte de
Seleuco III Cerauno Soter, su hermano, Antíoco III el Grande (223-187
aC) retomó la tarea de atacar a Egipto con tan solo 18 años de edad. Pri-
Daniel ll:2b-15: Persia y Grecia Nuevamente en la Profecía • 100

mero recuperó Seleucia (219 aC) sobre el río Orontes y luego conquistó
Palestina. Reunió elefantes adiestrados, los cuales usó como fortalezas
móviles. Los egipcios tenían 73 de estos elefantes, mientras que los sirios
contaban con 102. Además su ejército era de 62.000 infantes y 6.000 ji-
netes, según Polibio. Resultó victorioso en dos campañas pero cayó de-
rrotado en Rafia en 217 aC.
Inundará. Se debe notar que esta raíz verbal, satap, aparece también
en 9:26, y nuevamente en 11:22, 26, 40. Es una figura que indica una
marcha triunfal y arrolladora. Recuerda las invasiones que vinieron desde
el río Eufrates (Is 8:7, 8).
Y llevará la guerra hasta su fortaleza. En sus avances hacia el sur,
Antíoco III conquistó a Fenicia y Judea; se dice que sus ejércitos eran
como una inundación. Tomó varias ciudades, entre ellas Tiro, quizá la
fortaleza aquí referida.

11:11
Se enfurecerá el rey del sur. Ptolomeo IV Filopator resistió el ata-
que de Antíoco III y lo derrotó en Rafia. Esta batalla resultó en un desas-
tre para el rey del norte: perdió 10.000 hombres, 300 jinetes y más de
4.000 prisioneros.
Entregada la multitud en su mano. Todo el ejército que vino del
norte fue arrasado por Ptolomeo IV quien no sacó ventaja de su victoria
y regresó a Egipto en forma indolente.

11:12
Y al llevarse la multitud. Hace alusión a la victoria de Ptolomeo IV
sobre el imperio seléucida. Mientras tanto Antíoco III llevó adelante una
campaña militar con éxito en la India al oriente y el Mar Egeo al occi-
dente, recuperándose de sus pérdidas y retomando el dominio de sus te-
rritorios.
Se exaltará su corazón. Ptolomeo IV se enorgulleció por su triunfo
y se retiró a su tierra. Se dedicó a satisfacer sus pasiones y gozar de sus
lujos. Cuando falleció, su hijo Ptolomeo V Epífanes hizo la paz con Siria.
Entró a Jerusalén triunfante pero regresó airado, al no serle permitido en-
trar en el lugar santísimo del templo.

Reflexiones para nuestros días


¿Por qué relatar estos eventos? Uno se puede preguntar qué valor
tiene traer a la memoria todos estos relatos de venganza y muerte. Estas
80 • Dios Defiende a su Pueblo

guerras en sí no tenían importancia. El propósito al relatarlas era confirmar


la fe en el Dios que las había revelado. ¡Cuántos judíos de la época, que
tuvieron que sufrir bajo esas crueles guerras, leyeron estas profecías y al
ver su cumplimiento, confiaron en que el Señor intervendría a su tiempo!
No debemos olvidar que todo fue escrito 300 años antes de que aconte-
ciera. Había en este pasaje un mensaje de esperanza para los lectores.
Las profecías nos son dadas para reconocer y adorar al Señor que
anuncia las cosas antes que ellas sucedan (Is 46:9-11). Y al ver cómo los
acontecimientos y los actores de nuestros días van conformando el cua-
dro presentado por la Revelación, debemos confiar en el Revelador y su
promesa de compañía, a pesar de que el escenario actual sea difícil y des-
animador.

11:13-15
Traducción y estructura
Al Oposición
(13)Y volverá el rey del norte y hará levantar una multitud mayor que
la primera,
B1 Factor tiempo
y al fin de algunos años ciertamente vendrá con gran ejército y
grandes riquezas.
B2 Factor tiempo
(14) Y en aquellos tiempos se levantarán muchos contra el rey
del sur.
A2 Oposición
E hijos de asesinos de tu pueblo se alzarán para cumplir la visión,
Cierre: fracaso
pero tropezarán.
Al Llegada
(15) Y vendrá, el rey del norte,
B1 Sitio
y colocará terraplén,
B2 Sitio
y capturará la ciudad fuerte;
A2 Retirada
y las fuerzas del sur no podrán sostenerse, ni sus tropas escogidas,
Cierre: fracaso
y no habrá fuerza para resistir.
Daniel ll:2b-15: Persia y Grecia Nuevamente en la Profecía • 100

En esta nueva estructura aparece la segunda caída mencionada en la


isión del capítulo 11, en este caso al final de 11:14 y 11:15. Además apa-
recen los mismos elementos: caídas y tiempo.
Comentario
11:13
Y volverá el rey del norte. Antíoco III intentaría nuevamente atacar
y dominar a Egipto. Su éxito en oriente, su alianza con el rey macedonio
y la muerte de Ptolomeo IV lo animaron a vengarse de su antiguo enemigo
; arrebatarle botín.
Al fin de algunos años. Una expresión un tanto oscura que puede ser
entendida como "al fin de muchos años".
Dieciséis años después de la derrota en Rafia, Antíoco III el Grande
se lanzó sobre Palestina. Obtuvo una gran victoria en Gaza (201 aC), y
tres años más tarde convirtió a Palestina en provincia de su reino, en la ba-
talla de Paneas. Cerca del monte Hermón, Antíoco derrotó al general Es-
copas, quien luchaba por su rey Ptolomeo V Epífanes Eucarístico
(205-182 aC), que en ese tiempo era solo un niño.
Con gran ejército. En esta segunda ocasión, Antíoco reunió un gran
ejército para vengarse de Egipto.
11:14
En aquellos tiempos. Alusión temporal que apunta al tiempo de la
historia que se está prediciendo, o sea, alrededor del 200 aC.
Se levantarán muchos contra el rey del sur. Anticipa las muchas re-
vueltas que tuvo que enfrentar Ptolomeo V, después del asesinato de sus
padres. Antíoco III el Grande hizo alianza con Filipo V de Macedonia y
se unieron con el fin de repartirse el reino de Egipto.
Hijos de asesinos de tu pueblo. La expresión übenepañsé 'amméka
es entendida por algunos de manera genitiva, "de tu pueblo" como alu-
diendo a los judíos de la época que intentaron sacar ventaja de las condi-
ciones existentes para fomentar intereses nacionalistas, cosa que hicieron
de manera extremadamente dura. Posiblemente fue un grupo llamado "los
hijos de Tobías", quienes se colocaron del lado de Antíoco III en la bata-
lla entre Egipto y Siria, mientras que muchos en Jerusalén tomaron una
posición neutral 14 (recuérdese que para esa época los judíos estaban bajo
el dominio de Egipto).
14
George Price, The Greatest of the Prophets (Mountain View, California: Pacific
Press, 1955), 283.
82 • Dios Defiende a su Pueblo

El hecho de que "hijos" esté en la forma hebrea "constructa",15 "hijos


de", debe ser respetado. En este caso, "hijos de asesinos" se podría inter-
pretar como sugiriendo la naturaleza que poseen y no como una relación
familiar entre personas. Ver, por ejemplo, la frase "hijos de ira" (Ef 2:3).
Esto favorece la interpretación de que no son judíos sino romanos contra
los judíos.
La expresión es también traducida de forma objetiva "contra tu pue-
blo", "los quebrantadores de tu pueblo" entendiéndose como extranjeros
que vienen a oprimir a los judíos. Cuando el vocablo traducido como "tur-
bulentos, quebrantadores" está en conexión con el ser humano, sugiere
una actividad maliciosa.
Con otros intérpretes nos inclinamos a entender la frase como una re-
ferencia inicial a los romanos, quienes en esos días empezaron a interfe-
rir en la política internacional del Mediterráneo oriental.16 Al saber de la
alianza de Filipo V de Macedonia con Antíoco III, Roma advirtió que no
atacaran a Egipto. Luego en 190 aC Roma los derrotaría (véase comen-
tario 11:16).
Palestina fue convertida en provincia romana en el 63 aC. Los judíos
vivieron días difíciles bajo el yugo romano. Más adelante Roma los arra-
saría (la así llamada Guerra Judía, 66-73 dC), y los expulsaría de Pales-
tina (la Segunda Guerra Judía, 133-135 dC).
La profecía señala a Roma como poder opresor y que persigue al
pueblo de Dios y la verdad (Dn 7:7; 8:10-12).
La visión. El vocablo hazon alude a las profecías de 7:1 y 8:1 (véase
comentario 10:1). En ambas profecías, Roma ocupa un amplio espacio.
En otras palabras, la profecía debía cumplirse y el surgimiento de Roma
era una confirmación de la veracidad de la predicción divina.
Y tropezarán. La NVI traduce "no saldrán victoriosos". Se discute a
quiénes se refiere: a la alianza de Ptolomeo V o a los romanos. La cerca-
nía gramatical apunta a estos últimos. Es una anticipación que ni Roma
podría detener al pueblo de Dios y su obra en este mundo, como tampoco
ningún otro poder podrá detener la predicación del Evangelio.

15
Se llama "constructo" a la forma gramatical hebrea, muy particular en los idiomas
semíticos, donde el sustantivo en "constructo" es posesión de otro sustantivo. Por ejem-
plo: casa-de (constructo) el rey (sustantivo absoluto).
16
Shea sugiere que la frase "quebrantadores de tu pueblo" alude a los egipcios to-
lemaicos, quienes en esos días (198 aC) perdieron el dominio de Palestina. Shea,Daniel,
244. Es difícil aceptar esta propuesta debido a que quienes los despojaron, los seléuci-
das, fueron una carga mayor para los judíos.
Daniel ll:2b-15: Persia y Grecia Nuevamente en la Profecía • 100

11:15
El rey del norte. Antíoco III el Grande sometió a Palestina. Pero
mientras Antíoco estaba dedicado en Asia Menor a guerrear contra Atalo,
rey de Pérgamo, Scopas, el hábil general de Etolia, ahora al servicio de
Egipto, puso de nuevo a Palestina bajo el dominio del rey del sur. Antí-
oco regresó y lo derrotó en Paneas (más tarde Cesarea de Filipos) en el
.98 aC. Scopas lo enfrentó nuevamente en Sidón, ciudad que fue sitiada
y capturada.
Tomará la ciudad fuerte. Se discute si se refiere a Tiro, Sidón o
Gaza, o por fin a las tres ciudades, las cuales constituían la línea defen-
siva de Egipto.
Aunque hubo varios intentos de ayudarle, finalmente el general Sco-
pas se rindió ante Antíoco III, y regresó con sus hombres, despojado y
avergonzado. El rey seléucida tomó la ciudad fuerte.
No podrán sostenerse. Ante su éxito, Antíoco III hizo casar a su hija
Cleopatra I con Ptolomeo V, para así unir a Egipto y Siria en un solo im-
perio, y de ese modo mostrar su dominio.
El joven rey de Egipto estaba bajo la tutela del senado romano. Y ante las
amenazas de Antíoco III y Filipo V de someter a Egipto y repartírselo, Roma
se interpuso para que ello no sucediera. Quería un equilibrio político en el
Mediterráneo oriental y no una potencia que amenazara su grandeza. Además
-Aníbal Barca, enemigo político de Roma, quien lideró la Guerra Púnica desde
el 220 aC hasta su derrota en el 202 aC, se había unido a Antíoco El. Con este
marco histórico, tenemos el contexto del siguiente capítulo.
Es oportuno recordar que de esta época es la Piedra Roseta, hallada
por las tropas napoleónicas y traducida por Champollion en 1821. Estaba
escrita en griego, demótico y jeroglífico. Sirvió como clave para descifrar
este último idioma. Era una inscripción en honor de Ptolomeo V, quien
había liberado a los templos de los impuestos.
Por último, muchos estudiosos introducen aquí a Antíoco IV Epífanes.
Los intérpretes críticos de Daniel intentan hacer coincidir su historia hasta
el versículo 39, considerando que los últimos seis versículos (40-45) son
una profecía fallida del redactor y escrita vaticinia ex eventum ("predic-
ción después del evento").
Otros, como muchos intérpretes evangélicos bajo la modalidad dis-
pensacionalista, intentan ubicar a Antíoco IV como el personaje principal
hasta 11:35. Lo consideran como un antitipo del Anticristo de los even-
tos finales y a partir de 11:36 consideran que se inicia el período escato-
lógico.
84 • Dios Defiende a su Pueblo

La propuesta de este comentario (veremos más razones al analizar


11:16) es que Antíoco IV Epífanes ni se menciona en este oráculo de Da-
niel ll. 1 7
Abos-Padilla hace un análisis bien documentado de la identificación
de Antíoco IV Epífanes en Daniel 11, y lo libera de las acusaciones y exa-
geraciones que muchos críticos han hecho con respecto a él, con el fin de
presentarlo como cumplimiento de las profecías de Daniel. Luego de su
análisis, sintetiza sus conclusiones con las siguientes palabras: "De las
cuarenta y siete comparaciones hechas entre lo que asevera Daniel y los
datos históricos conocidos de la época de los Macabeos, con muy buena
voluntad se podría aseverar que éste habría tenido una muy vaga idea de
dos o tres". Y concluye que "la tesis macabeana sobre el libro de Daniel
es, por decirlo en forma suave, 'revisable', o, utilizando una expresión
del mismo Daniel, está fundada sobre una fragilidad de 'pies de hierro
mezclado con barro' ",18
Reflexiones para nuestros días
Muchas veces no sabemos lo que pedimos. La historia tiene lec-
ciones para nuestra vida. Lo profetizado en estos versículos recuerda
cómo los judíos, en su desesperación y limitación, solicitaron ayuda en la
fuente equivocada. Se sabe que, cansados del dominio de los Ptolomeos
(322-198 aC), pidieron ayuda a Antíoco III para que los liberara. Logra-
ron quitarse de encima el dominio de los egipcios para caer en uno peor:
en el de los seléucidas. Antíoco IV Epífanes (175-164 aC) les traería una
persecución como nunca habían sufrido. Más de un siglo después, ante las
disputas con Siria, los judíos solicitaron la ayuda de los romanos. Fue una
excusa para satisfacer la ambición romana de tomar posesión de Palestina.
Roma sometió a Siria (65 aC) y luego a los judíos (63 aC). Debemos con-
siderar bien qué pedimos y a quién se lo pedimos.
Una visión bíblica de la historia humana. Uno se podría preguntar
si realmente un texto como el de estos versículos de Daniel 11 tiene algún
mensaje para quienes viven en el siglo XXI; si sería un buen tema para ser
predicado desde el púlpito.
No hay duda de que las profecías de Daniel tienen un objetivo evi-
dente: mostrar cómo Dios actúa en la historia humana y cómo hace su
voluntad en medio de las luchas de los hombres. Elena de White resume

"Una biografía de este rey, el octavo en la línea dinástica seléucida, aparece en


Maxwell, El misterio del futuro revelado, 190-192.
18
Abos-Padilla, 145,146.
Daniel ll:2b-15: Persia y Grecia Nuevamente en la Profecía • 100

• arias verdades que surgen, no solo del estudio de Daniel, sino de t


las Escrituras, en cuanto a una visión de la historia: 19
1. La Biblia revela la verdadera filosofía de la historia.
2. Detrás, encima y entre las pasiones y las luchas humanas,
ejecuta su voluntad.
3. La grandeza de una nación o de un individuo reside en su fidel
a los propósitos divinos.
4. Dios ha revelado en su ley los principios básicos de toda verda
prosperidad.
5. El poder que ejerce todo gobernante en la tierra se lo otorga el c
6. Cada nación y cada reino tiene su período de prueba, su opon
dad de demostrar su lealtad.
7. Dios dirige el complicado manejo de los acontecimientos hume
8. Dios ha asignado un lugar en su gran plan a toda nación y a
individuo.
Estas afirmaciones brillan en todo el desarrollo de las profecía
Daniel 11. Es un estudio fascinante el que lleva a comprender con
Señor ejecuta sus designios, a pesar de la oposición de Satanás. A la
se ve que el ser humano tiene libre albedrío, otorgado y respetado p
mismo Creador. El estudio de la historia se convierte en tema fascin
cuando se visualiza desde este punto de vista. Las lecciones obten
son inapreciables.
Es oportuno reflexionar en un pensamiento de la misma autora al
pecto: "Necesitamos estudiar el cumplimiento del propósito de Dios <
historia de las naciones y en la revelación de las cosas futuras, [1] ;
de poder estimar en su verdadero valor las cosas visibles e invisibles
aprender cuál es el verdadero ideal de la vida; [3] y dar el uso más n
y adecuado a las cosas del tiempo, una vez consideradas a la luz c
eternidad". Son tres tremendas lecciones para nuestra vida que pode
obtener de un pasaje tan "árido" como Daniel 11:2-15.20
El pueblo de Dios en esos días. El mismo ángel había indicado
esta profecía anunciaba "lo que ha de venir a tu pueblo en los postr
días" (10:14). Esta sección del capítulo 11 tiene que ver con una sec
de la historia que fue difícil para el pueblo judío, lo que llamamc
"período intertestamentario". Los detalles aquí presentados son ún
en todo Daniel y muestran en qué condiciones tuvo que luchar el
blo de Dios.

"Elena de White, La educación (Buenos Aires: ACES, 1998), 173-184.


20
White,La educación, 184.
86 • Dios Defiende a su Pueblo

Fue una época de violencia. En un solo siglo (III aC) hubo cinco con-
flictos llamados las Guerras Sirias, y siempre Judea fue el puente de ejér-
citos saqueadores que iban y venían. De alguna manera, muchas veces
los judíos dieron testimonio de la verdad divina revelada en el santuario
y en sus escritos sagrados. No había profetismo que los consolara y los
guiara, y el pueblo sentía ya el peso de tres siglos de dominio extranjero
(desde el 586 aC, la caída de Jerusalén). Todavía les faltaba siglo y
medio, hasta que los macabeos les dieran una independencia pasajera y
mal administrada por la dinastía hasmonea (143-63 aC). Nuevamente
caerían bajo la opresión foránea de Roma.
Los judíos reaccionaron rechazando a los demás pueblos e imple-
mentando un exclusivismo que llegó al extremo. Ante la falta de pro-
fetas, algunos se aferraron ciegamente al texto bíblico y otros buscaron
esperanza en la literatura apocalíptica que prometía un rompimiento
con el orden de la época y el establecimiento del reino mesiánico. Es
un período triste en donde la esperanza fue languideciendo y las an-
sias por el Libertador se hacían más fuertes. "Cuando vino el cumpli-
miento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo
la ley" (G1 4:4).
CAPÍTULO CINCO

DANIEL 11:16-20:
UNA NUEVA PERSPECTIVA DEL
IMPERIO ROMANO

L a identificación del poder del versículo 16 es crucial para el resto de


la profecía del capítulo 11. Ya mencionamos al final del capítulo an-
rr.or las implicaciones para las distintas corrientes de interpretación y
consecuencias de cada una de ellas.
11:16-19
Traducción y estructura
Al Predominio
(16) Y el que viene a él hará según su voluntad, y nadie podrá
pararse delante de él;
B1 Tierra gloriosa
y se parará en la tierra gloriosa, y será consumida en su
mano.
A2 Predominio
(17) Y colocará luego su rostro para venir con el poder de todo
su reino. Y hará con él convenios, y una hija de mujeres será
dada para arruinarlo;
Cierre: fracaso
pero no permanecerá, y no le será dada.
Al Ataque a las costas
(18) Fijará después su rostro a las costas, y capturará muchas;
B1 Cesa el oprobio
y un príncipe será destruido,
B2 Regresa su oprobio
y no será su oprobio para aquel sino hará volver sobre él su
oprobio.
A2 (19) Ataque continental
Luego volverá su rostro a las fortalezas de su tierra;
Cierre: fracaso
y tropezará y caerá, y no será encontrado.

87
88 • Dios Defiende a su Pueblo

Aquí terminaría el pensamiento de la primera sección (11:5-19),


donde se presenta a un singular rey del norte a partir del verso 21. El ver-
sículo 20 es una unidad independiente que cierra la primera mitad de la
profecía, donde por primera vez aparecen juntos los temas de derrota y
tiempo.

Comentario
11:16
Y. Esta simple conjunción hebrea, waw, tan repetida a través de todo
el AT, es un marcador clave en este pasaje.
Esta sección (11:16,17) es independiente por varias razones. (1) El
versículo 16 presenta una preeminencia del rey del norte que obtiene
victorias sobre el rey del sur, quien en los versículos anteriores había te-
nido el dominio (vers. 5-9), y que luego entran en una lucha pareja (vers.
10-15). (2) El versículo 15 cierra con una mención referente al fracaso.
Aquí se inicia una nueva idea. (3) El versículo 20 es una unidad inde-
pendiente, porque menciona que "se levantará en su lugar" [el rey del
norte de los versículos 16 al 19], pero que "en pocos días será que-
brantado".
El que viene. El versículo 16 es decisivo para identificar al rey del
norte, y desechar como imposible el que encuentre cumplimiento en
un "Antíoco", bien sea Antíoco III o Antíoco IV. La exégesis de este
texto está fuertemente adherida a la historia, y reclama una atención
especial. 1
Las características del texto no se cumplieron con Antíoco IV Epífa-
nes ni con su padre. En primer lugar habría que retomar el relato y reu-
bicar a los personajes del versículo 16: "el que vendrá" sería de nuevo
Antíoco III o IV. "Contra él" correspondería al poder ptolomeo, o rey del
sur. La línea de pensamiento del texto se rompería porque el texto ante-
rior viene haciendo referencia al "rey del norte" (vers. 15) como sujeto
principal de la oración. Lo lógico es que el nuevo sujeto del versículo 16,
"el que vendrá", sea un poder diferente a los dos anteriores indicados en
11:15; además, viene al rey del norte ("a él", 11:16).
A. La preposición hebrea 'el, "básicamente introduce el término de
un movimiento; o sea, sujeto + verbo de movimiento + término. Si el
movimiento es real, puede introducir la dirección, aproximación, lle-
gada o el resultado.... El movimiento puede estar expresado con un

'Antolín Diestre Gil, El sentido de la historia y la palabra profética. 2 vols. (Bar-


celona: Editorial CLIE, 1995), 2:298.
Daniel 11:16-20: Una Nueva Perspectiva del Imperio Romano • 89

verbo, o con un sustantivo que significa acción, [expresado en forma]


implícita o mentalmente.... Se traduce de ordinario por a; también hacia,
hasta, sobre, con".2
La frase hebrea ("y el que vendrá a él") aparece de manera similar
en textos como Números 19:14; 2 Samuel 2:23; 12:4, Esdras 8:15, Pro-
verbios 6:29, y ninguno de ellos sugiere la traducción "vino contra".
Esta manera de traducir estaría muy en favor de señalar a Antíoco III
cuando invade a Siria y luego se posesiona de Palestina, como propo-
nen algunos críticos 3 (compárese con 11:40, 'immd que es traducido
"contra él").
La mejor traducción "a él" se referiría al encuentro de Roma con el
poder seléucida decadente, luego de Antíoco III el Grande. La intromi-
sión de los romanos fue paulatina en el Mediterráneo oriental. De hecho,
aunque se empezaron a inmiscuir en la política de Oriente desde inicios
del siglo II aC, no convirtieron a Siria, Palestina y Egipto en provincias
romanas sino hasta mediados del siglo I aC. Un ejemplo de su singular
intromisión se dio con Antíoco IV Epífanes, cuando el Senado romano
le envió una embajada que le ordenó retirarse de Egipto. No debe tra-
ducirse "contra él" (v. 16) sino "a él", lo que se referiría no a una gue-
rra sino a una misión diplomática, tal como sucedió con Roma frente a
Antíoco IV Epífanes.
El. El texto anterior (11:15) presenta dos personajes hacia el final del
versículo: (1) "las fuerzas (sustantivo femenino plural) del sur" y (2) "su
tropa (sustantivo masculino singular) escogida". Ninguno de las dos ex-
presiones corresponde gramaticalmente con el pronombre de tercera per-
sona singular que estamos considerando. Al único "él" que puede hacer
referencia es al rey del norte del versículo 15.
Se introduce aquí a Roma, ahora como un "renovado" rey del norte,
que en los versículos 16 al 20 es descrito en su fase pagana. Llama la
atención que la expresión "el rey del norte" no se vuelve a mencionar
hasta 11:40. Este nuevo poder de 11:40 parece ocupar el lugar de la Roma
Imperial en la profecía y la historia. Muchos estudiosos consideran como
sucesor a la Roma papal.
Daniel 11:16 no habla de un rey seléucida apabullando al rey del sur,
sino más bien presenta a la monarquía seléucida siendo sometida y hu-
2
Luis Alonso Schókel, Diccionario bíblico hebreo-español (Madrid: Editorial Trotta,
1994), 62.
3
Louis Hartman y Alexander Di Lella, The Book of Daniel, Anchor Bible (New York:
Doubleday, 1978), 292; Goldingay, 298.
90 • Dios Defiende a su Pueblo

millada. 4 "Los romanos no sólo enfrentaron sino que le derrotaron [a An-


tíoco III el Grande], y desde entonces todos los historiadores concuerdan
que el proceso de descomposición del poder seléucida fue un hecho". 5
Un nuevo personaje entra en acción en la historia y en la visualización
profética que hace el ángel al profeta Daniel.
Shea aporta argumentos importantes para un cambio de Antíoco III a
Roma en los versos 14 y 15, los cuales coinciden con la postura de este
trabajo. (1) Roma ejerció un poder más permanente y amplio que este re-
yezuelo seléucida; (2) desaparece la mención "rey del norte" hasta el
verso 40; (3) se introduce un nuevo poder bajo el título "el que vendrá
hará su voluntad" (vers. 16; cf. 11:3); Roma conquistó Judea mientras
que Antíoco heredó ese territorio de su padre. 6
Finalmente, si 11:16-45 se aplicara a Antíoco IV Epífanes, "la abo-
minación desoladora" debió haber ocurrido más de 160 años antes de
Cristo, lo que contradeciría las palabras de Jesús en Mateo 24:15 que
ubica esta "abominación" en el futuro. 7
Hará. Esta expresión, wé'asah, como ya se ha indicado (véase com.
11:3), es otro marcador textual en Daniel 11, donde parece tener dos usos.
Primero, en 11:7, el contexto se refiere a un renuevo que surge y vence a
su antiguo opresor. La expresión apunta al surgimiento y predominio de
un poder importante. En este caso, el énfasis estaría más en el concepto
de emerger. Pero su segundo uso habla de la aparición histórica de un
reino de influencia mundial. Se aplica en la primera sección (11:2-20) a
dos poderes mundiales destacados: Grecia, 11:3, y Roma, 11:16. En la se-
gunda sección de la profecía, se aplica al "vil" en 11:21, otro poder clave
en la profecía y en la historia (cf. 11:28, 30, en alusión a su ataque con-
tra el "pacto santo"). Por último, es aplicado al pueblo de Dios, "que se
esforzará y actuará" (11:32).8
Y nadie podrá pararse delante de él. "El que vendrá a él" alude en-

4
Maxwell propone que de los versículos 5 al 15 se presenta a los reinos seléucida y
ptolomeico, y que el verso 16 introduce al poder romano (Maxwell, El misterio del fu-
turo revelado, 283-292); igual planteamiento siguen Price, 277-286; Roy A. Anderson,
Unfolding Daniel's Prophecies (Mountain View, California: Pacific Press, 1975), 131-
135; Edwin R. Thiele, Outline Studies in Daniel (Berrien Springs, Michigan: Emmanuel
Missionary College, 1947), 115-120; Diestre Gil, 2:288-297; Shea, Daniel, 245, 246.
5
Diestre Gil, 298, 299.
6
Shea, Daniel 7-12, 185-188.
7
Maxwell, El misterio del futuro revelado, 291.
8
Véase, además, Shea, Daniel 7-12, 1996 188.
Daniel 11:16-20: Una Nueva Perspectiva del Imperio Romano • 91

: mees a un nuevo poder que se opone a Antíoco III el Grande y a su hijo.


Este poder, por las razones presentadas y por lo que narra la historia uni-
ersal, es Roma. En 190 aC Antíoco III fue derrotado por el ejército ro-
mano en la batalla de Magnesia y gran parte de su ejército fue
desmantelado. Así lo narra Oncken en su Historia universal".
La guerra de Antíoco el Grande contra los romanos resultó
para él desgraciadísima, porque en la paz del año 189 aC tuvo
que obligarse a ceder a Roma todos sus territorios del Asia
Menor [...], a pagar 15.000 talentos [...], a entregar todos los
elefantes y buques de guerra menos diez, a no emprender nin-
guna guerra del lado del oeste ni hacer navegar sus buques por
las costas occidentales, y finalmente a entregar en calidad de re-
henes a veinte jóvenes de las familias más nobles entre ellos a su
propio hijo Antíoco. Con esto quedó el poder sirio quebrantado
para siempre. 9
Años después su hijo Antíoco IV, tuvo que volverse de Egipto luego
de invadirlo.10
Después de un breve triunfo en el 'mediodía' (Egipto), fue
totalmente derrotado cuando el embajador romano C. Popilius
Laenas se limitó a informarle que el senado romano quería que
se fuera. El despiadado embajador trazó con un bastón un círculo
alrededor de Antíoco y le exigió una decisión antes que saliera
de él.11
El rey seléucida, a pesar de su orgullo y ambición, tuvo que dejar
Egipto. Esta anecdótica experiencia es un claro reflejo del papel pobre y
-ecundario que jugó este reyezuelo en la historia, y por lo tanto mucho
menos en la profecía bíblica.
Antíoco IV Epífanes murió en el "oriente" (Mesopotamia) en cir-
cunstancias oscuras y penosas. Aun en la "Tierra del Esplendor" (Pales-
tina), donde al principio pareció tener éxito, todas sus ambiciones se
frustraron en el curso de su vida.
Roma siguió creciendo. En el 168 aC, en la batalla de Pidna, bajo el
. derazgo de Emilius Paulus, sometió a Macedonia y la convirtió en pro-
vincia romana. Igual suerte corrieron sucesivamente Siria en el 64 aC,

9
Wilhelm Oncken, Historia universal (Barcelona: Montaner y Simón, 1929), 8:194,
:.:ado por Diestre Gil, 294.
'"Maxwell, El misterio del futuro revelado, 160.
"Maxwell, El misterio del futuro revelado, 160.
92 • Dios Defiende a su Pueblo

Palestina ("la tierra gloriosa") 12 en el 63 aC, y Egipto en el 30 aC.


Y se parará. Nuevamente el verbo amad que lleva la connotación de
dominar y someter. Se usa en la frase anterior, aludiendo que nadie puede
enfrentar al Imperio Romano. Ahora, en un juego de palabras, reconoce
que ellos (los romanos) sí pueden "pararse" y avasallar la tierra gloriosa.
Tierra gloriosa. La palabra sébicomo adjetivo significa "deleitable",
"glorioso". Este último significado puede emplearse en el sentido de "glo-
ria" (2 S 1:19 "la gloria de Israel"; Is 23:9, "de toda gloria"; Is 24:16, "glo-
ria al justo"; Ez 26:20, "gloria"); y/o "hermosura" (Is 28:1, "hermosura de
su gloria"; 28:4,5 "la hermosura" refiriéndose a un ornato o atavío; Is 4:2,
"para hermosura"; Ez 7:27, "la gloria" en referencia a una alhaja).13 Puede
también referirse a personas, como belleza o gloria (1 Cr 8:9; 2 R 12:1; 2
Cr 24:1). Pero su uso bíblico más frecuente se aplica a lugares. Se habla
de "la tierra gloriosa" (Dn 11:41; Jer 3:19; Ez 20:6,15); Babilonia es pre-
sentada como "la joya de los reinos" (Is 13:19); y ciertos sitios de Moab
eran considerados como "la gloria de la tierra" de Moab (Ez 25:9).
"Tierra gloriosa" es una clara referencia a Palestina. En el AT esta tie-
rra es "hermosa", "deseable", debido a que en ella había una belleza sin-
gular: allí estaba el pueblo de Dios y allí estaba la morada de Dios,
representada por el templo, desde donde se enseñaba la justicia. Este tí-
tulo singular es usado únicamente en el AT en los duros días previos al
exilio (Jeremías) y durante el exilio en sí (Ezequiel y Daniel), lo que su-
geriría que su aparición se da en un contexto de tribulación y pérdida.
Estos profetas utilizan la expresión específicamente en conexión con la sa-
lida de Egipto y la estadía en el desierto (Ez 20) y la cautividad babiló-
nica (Jer 3). En Daniel 8:9 y 11:16 la frase alude al sometimiento romano,
cuando la tierra nuevamente dejó de pertenecer a Israel. Esto es lo que su-
cede en 11:41. En un ambiente de invasión y crisis, "la tierra gloriosa" es
nuevamente invadida.
Consumida. La historia revela que ni Antíoco III ni su hijo Antíoco
IV sometieron totalmente a Palestina. El primero logró un entendimiento
entre los judíos y los seléucidas, pero no la consumió ni la acabó. El se-
gundo sometió y humilló al pueblo por alrededor de tres años (167-164
aC), pero no lo arrasó ni lo expulsó de Jerusalén. Todo lo contrario, su

12
"Tierra gloriosa" [Dn 11:16], CBA, 4:895; Maxwell, El misterio del futuro reve-
lado, 292; Ford, 265; Humberto R. Treiyer, Conozca los fascinantes misterios de Daniel
capítulos 11 y 12 (Mayagüez: Antillean College Press, 2004), 67, 68.
"Abraham Even-Shosham, A New Concordance of the Oíd Testamen (Jerusalén:
Kiryat-Sefer, 1993), 974; Alonso Schókei, 631.
Daniel 11:16-20: Una Nueva Perspectiva del Imperio Romano • 93

: ¿so fue efímero y su tiranía provocó la revuelta macabea que traería la


^dependencia de los judíos.
Pero se sabe con certeza que el Imperio Romano sometió y consumió
. " la tierra gloriosa". Según Diestre Gil, "El texto demanda que aquella
:•: rencia que cumpla este versículo se ha de establecer" en la tierra glo-
bosa, y dicha tierra, "ha de ser consumida", "acabada" (sinteleszésetai)
:a;o el poder establecido. La Septuaginta no sólo ha recogido adecuada-
mente el texto hebreo sino que nos ayuda a identificar sin duda de ninguna
.lase a la potencia reivindicada en el texto. En el Evangelio de Marcos
13:4; cf. Mt 24:3) el fin de Jerusalén,"sinteleíszai" "marca y orienta las
-eñales del fin del mundo mediante el fin (sinteleíszai) de Jerusalén por
:>s romanos". 14
Los romanos sometieron con mano de hierro a Palestina.15 Durante la
Guerra Judío-Romana (66-73 dC), Jerusalén fue destruida en el año 70 dC
muchos judíos fueron vendidos como esclavos. La revuelta final, lide-
rada por Simón Barcoquebas (132-135 dC), al ser derrotada, llevó al des-
tierro de los judíos de Palestina.
11:17
Colocará. El discurso de Gabriel continúa con las conquistas de
Roma y su determinación de regir todo el mundo conocido.
Con el poder de todo su reino. "En todo el reino". Roma había some-
údo a Grecia (168 aC), Siria (65 aC) y Palestina (63 aC). Solo faltaba Egipto
para dominar lo que había sido el imperio de Alejandro Magno. Por eso se
entiende que el próximo personaje a quien alude la profecía es Julio César.
Y hará con aquél convenios. Haría referencia a los términos de paz
entre Julio César y los ptolomeos.
Y una hija de mujeres será dada para arruinarlo. Ptolomeo XI
Auletes murió en el 51 aC, dejando en el trono a sus dos hijos: Ptolomeo
XII, de diez años, y su hija Cleopatra, bajo el protectorado de Roma.
Luego de la batalla de Farsalia, en Tesalia, Pompeyo huyó derrotado a
Egipto donde fue asesinado. Julio César asumió entonces la custodia de
los hijos de Ptolomeo y del reino. Cleopatra, entonces de 22 años, logró
ganarse la admiración y el amor de Julio César. El general romano puso
en orden el país, luego de una peligrosa sedición que costó la destrucción
de la biblioteca de Alejandría con unos 400.000 tomos.
14
Diestre Gil, 299.
15
Véase una descripción del dominio romano sobre los judíos en el primer siglo en
"La historia romana en los días del Nuevo Testamento", CBA, 6:73-79.
94 • Dios Defiende a su Pueblo

El hechizo de la reina hizo que Julio César se quedase más tiempo en


Egipto. Cleopatra le dio un hijo a César.
No permanecerá. Se interpreta como refiriéndose a Cleopatra, quien
a pesar de seducir, primero a Julio César y luego a Marco Antonio, no
logró tener éxito en su deseo de liberarse de Roma. Finalmente Cleopa-
tra usó el veneno de un áspid para acabar con su vida; su amante Marco
Antonio se suicidó ante la derrota frente a Augusto.
Y no le será dada. La LBA traduce "pero ella no le respaldará ni se
pondrá a su lado". El texto original, de difícil redacción, coloca esta ex-
presión al final del versículo. Podría señalar a "la hija de mujeres" o bien
que la victoria no fue para él. El contexto sugiere la segunda opción.

11:18
Fijará. La expresión hebrea, wéyaseb, se entiende como "volver, re-
gresar, darse vuelta" (süb); o bien, wéyasem, en tal caso el verbo (sím)
significa "establecer, fijar, poner". El primer verbo (süb) se usa para in-
dicar volver "a su tierra" de la guerra de manera triunfante (11:9; 11:28
[2 veces]), o realizar un contraataque al enemigo (11:10,13,30 [2 veces]).
El segundo uso tiene una intencionalidad más marcada de proponer algo
(cf. 1:7, 8). El Texto Masorético se inclina por la segunda propuesta. Por
lo tanto, en 11:17,18 debe traducirse "fijará su rostro", "pondrá su rostro"
mientras que en 11:19 tendría el sentido de "volver". Aquí denota una ac-
ción realizada con firmeza y determinación (cf. Gn 31:21; 2 Rey 12:18).
Su rostro. Hay varios usos metafóricos de la palabra "rostro": pos-
trarse sobre su rostro en adoración (Jos 7:6; 1 R 18:42) o en señal de res-
peto (2 S 9:6; 14:22); darse vuelta molesto o frustrado (1 R 21:4; 2 R 20:2;
Is 38:2); o bien, como muestra de desagrado, quitar el rostro (2 R 17:18; Is
8:17). En este pasaje, Daniel 11:18, la palabra "rostro" apunta a un nuevo
sentido: el denuedo para concentrarse en su afán contra las costas.
Se reconoce que Julio César fue un hombre con una capacidad de tra-
bajo sorprendente y un notable genio militar. En cierta ocasión hizo una
guerra contra un pueblo extranjero de forma "deliberada, gratuita e ile-
gal. ..", donde se dice que fueron muertos 430.000 germanos en un solo
día. Con respecto a dicho rumor, el orgulloso general diría luego que era
"algo exagerado, pero no totalmente".
Las costas. La palabra iyyim se debe traducir "regiones", "islas", "cos-
tas". Es usada para referirse a cualquier lugar del Mediterráneo que puede
ser alcanzado por barco. Podría referirse a tres campañas que hizo Julio
César luego de dejar Egipto: en el Bosforo, en las costas de África, y en Es-
Daniel 11:16-20: Una Nueva Perspectiva del Imperio Romano • 95

-aña. Fue en esa primera campaña, contra el hijo de Mitrídates, donde César
_n darles descanso a los enemigos ni a sí mismo obtuvo una victoria ab-
iluta. Escribiría al respecto: "¡Veni, vidi, vici!" ("vine, vi, vencí").
Un príncipe. El término qasin, más que "príncipe", debe entenderse
:omo "jefe" o "gobernador".
Hará volver sobre él su oprobio. La NVI rinde así esta sección: "res-
ponderá a su insolencia y lo hará quedar en ridículo." Se propone que esta
rrase alude al momento cuando Pompeyo hizo regresar a Julio César como
:
imple ciudadano en el 48 aC. Este general arrogante hizo muchas afren-
tas. Pompeyo se vanagloriaba de haber conquistado 800 ciudades en tan
96 • Dios Defiende a su Pueblo

solo 8 años, sometido a 300 pueblos, degollado a un millón de hombres y


haber vendido como esclavos a una cantidad igual de personas.17
11:19
Volverá. La combinación en este pasaje del verbo volver (süb) con
"su rostro" (panayw) es único en todas las Escrituras. Sugeriría el arrojo
con que Julio César decidió guerrear en sus conquistas.
Las fortalezas de su tierra. Luego de sus victoriosas campañas, con-
tra Cato y Scipio en el norte de África y contra Labieno y Varo en Es-
paña, César regresó a Roma, donde fue hecho dictador. Y aunque todavía
muchas formas de la República se mantenían, César fue más emperador
que cualquiera de sus antecesores.
Tropezará y caerá. Una vez más, el juicio divino caía sobre el orgu-
llo y la arrogancia de un soberano terrenal, como se sabe que eran las ca-
racterísticas de Julio César. En el apogeo de su poder, fue asesinado en los
idus de marzo de 44 aC, a manos de sesenta colegas romanos bajo el
mando de Casio Longino y su hijo adoptivo Marco Bruto.
Reflexiones para nuestros días
El papel de Roma en la historia. Podría decirse que Roma fue la
cúspide del mundo antiguo y a la vez el último gran imperio. Supo reu-
nir alrededor de sí la cultura de sus días y establecer en una vasta exten-
sión territorial un dominio político y militar que se extendió por seis siglos
de forma casi ininterrumpida. Un quinto de la población mundial vivió
bajo su poder en el apogeo de su poderío.
Además dejó como legado mucha de la cultura que distingue a Occi-
dente hasta nuestros días. Roma se convirtió en el paradigma de los rei-
nos sucesivos de Europa y muchos de ellos trataron de revivir su grandeza
y extensión, como Carlomagno en el siglo IX dC u Otón I en el siglo X
dC. La Iglesia Católica Romana se considera a sí misma su sucesora re-
ligiosa en la historia.
Dos verdades podemos obtener de la historia a esta altura. En primer
lugar, el fracaso de los repetidos intentos humanos por dominar el mundo
a su capricho. En segundo lugar, el estudio cuidadoso de esta grandiosa
civilización indica que es inevitable que con el poder vengan la corrup-
ción y la injusticia. Se hace necesaria la intervención divina y el estable-
cimiento del reino de Dios para conseguir la tan ansiada paz duradera.
Como cristianos vivimos con esta esperanza, pero a la vez tenemos la
17
Alomía, 411.
Daniel 11:16-20: Una Nueva Perspectiva del Imperio Romano • 97

constante contingencia política de nuestros respectivos países. Como di-


era un teólogo, vivimos "el ya, pero todavía no". Y en esa tensión esca-
tológica, debemos ser equilibrados para aportar positivamente a la
sociedad sin quedarnos entrampados en falsas utopías humanas ni ensi-
mismados en un misticismo religioso improductivo.
Roma es un símbolo de imperio, dominio y globalización. Más allá de las
aplicaciones políticas que se quieran hacer en nuestros días con los Estados
Unidos, la profecía en Daniel 7 y 8 hace una conexión con el sistema religioso
rapal. Roma subsiste en nuestros días, pero con un tinte religioso y siempre
con un anhelo de supremacía mundial, como analizaremos en 11:21-39.
Los grandes personajes de la historia. Muchos historiadores ac-
tuales critican la forma de hacer historia hasta hace pocas décadas. Esta
>e centraba en grandes eventos y personajes destacados, dejando de lado
la realidad del pueblo, la cultura de la época así como otros factores "me-
nores". El impacto de hombres como Alejandro Magno o Julio César ha
fascinado a muchos investigadores. Es inevitable sentir admiración, cu-
riosidad o rechazo hacia muchos hombres y mujeres que de alguna ma-
nera moldearon el desarrollo histórico.
Las narrativas bíblicas, más que historia al estilo occidental, son re-
latos biográficos que muestran la responsabilidad individual como eje
fundamental de los acontecimientos, tanto históricos como personales.
La visión bíblica de la historia muestra al Hacedor cumpliendo sus obje-
tivos mediante la intervención de seres humanos imperfectos, y muchas
veces con animosidad hacia El.
La admiración hacia ciertos protagonistas históricos es positiva, siem-
pre y cuando se refiera a personajes con virtudes y acciones justas, con fa-
lencias, pero confesadas y superadas. Nuestros niños y jóvenes debieran
leer la vida de grandes personajes que induzcan en ellos el deseo de hacer
el bien. Es esta una buena costumbre que muchas veces ha sido eclipsada
por la red, la música, la televisión y los vídeos.

11:20
Traducción y estructura
Al Surgimiento
(20)Y se levantará en su lugar uno
B CENTRO: cobro de tributo
que hará pasar un cobrador de tributos por el esplendor del reino;
A2 Cierre: fracaso
pero en pocos días será quebrantado, aunque no en ira, y no en batalla.
98 • Dios Defiende a su Pueblo

Una estructura simple, cuyo centro sencillo encierra un gran mensaje.


Culmina, como lo han hecho los cinco últimos párrafos desde 11:10-12,
con la alusión a un fracaso o una derrota.

Comentario
11:20
Se levantará en su lugar uno. Esta es una alusión a Augusto César,
a quien Julio César había adoptado como sobrino. Este fue el fundador del
Imperio Romano, con quien terminó el período de la República. Había
formado un triunvirato con Lépido y Marco Antonio, pero a la muerte de
estos, quedó con el poder. Sería emperador desde el 27 aC hasta el 14 dC.
Con él se inició lo que se llamaría la Pax romana.
Como se analizó anteriormente, el verso 16 introduce el Imperio Ro-
mano en la profecía. Hasta el versículo 19 se habla del poder romano en
relación con las monarquías decadentes, tanto ptolomea como seléucida,
y el surgimiento de Roma como soberana del mundo conocido. 18
Un cobrador de tributos. Literalmente "uno que oprime", "que
exige". Un "exactor" (RVA), "recaudador de impuestos" (NIV). El "co-
brador de tributos" (RV60) aludiría a Octavio César, quien mediante el
censo, el cual tenía un propósito tributario, indirectamente influyó en el
nacimiento del Mesías en la ciudad de Belén (Le 2:1).19 Estableció un sis-
tema de impuestos para el imperio, bien representado en el NT por los
publícanos.
Durante el reinado de Augusto, se impusieron nuevas contribuciones:
una cuarta parte de la renta anual de todos los ciudadanos y un tributo de
un octavo a todos los libertos.
El capítulo 9 de Daniel enfoca el ministerio y la muerte del Mesías
Príncipe. El versículo que estamos comentando alude indirectamente a
otra fase importante del plan de redención: la encarnación de Jesús. Una
vez más, la profecía que se añade (en este caso Daniel 11) amplía las vi-
siones anteriores.
En este estudio, el comienzo de la era cristiana tiene lugar en el ver-
sículo 20. La ascensión de Octavio o Augusto y su decreto de empadro-
namiento, motivó que el nacimiento de Jesús se produjera en Belén. Esta
aplicación responde a la inquietud de Silitonga,20 quien ve al Mesías como

18
Silitonga, 204-210.
,9
Silitonga, 211.
20
Silitonga, 217.
Daniel 11:16-20: Una Nueva Perspectiva del Imperio Romano • 99

centro de la profecía y concuerda así con el principio cristológico de in-


terpretación (véase cap. 3). La escasa referencia en Daniel 11 al Imperio
Romano luego de Augusto, se debe al interés profético en la fase religiosa
? papal de este poder. Además, la aparición aislada del versículo 20 en la
estructura del capítulo 11 y la mención específica y única de un empera-
dor romano sugiere una razón especial de ser: apuntar al nacimiento de
."esús con quien la historia humana y la aplicación profética entran en una
nueva dispensación.
El esplendor del reino. Con Augusto, el imperio llegó a su pináculo
de grandeza. Se estableció un gobierno firme, se mantenía la justicia, y las
fronteras del imperio estaban en paz. El templo de Jano cerró tres veces,
'.o que significaba que el mundo estaba en paz. Antes de él, solo lo habían
cerrado en dos ocasiones.
"Los propósitos de Dios no conocen ni premura ni demora", 21 es una
gran verdad que nos enseña la filosofía de la historia desde la perspectiva
bíblica. En esa época, cuando el mundo tenía paz, no había fronteras, se
hablaba un idioma de forma general, y la gente ansiaba una religión más
cercana y más ética, nació el fundador del cristianismo. Jesús vino en "el
cumplimiento del tiempo" (G1 4:4).
Una vez más: este pasaje independiente, por sí solo, enfatiza de ma-
nera indirecta el punto clave en la historia del Imperio Romano, de la hu-
manidad y del plan de salvación. Luego Gabriel dará un salto y enfocará
a partir del versículo 21 el surgimiento de un "despreciable", un singular
poder político-religioso que se divisaba en el horizonte de la historia.
Pocos días. No hace referencia al período de 42 años de reinado de
Augusto César, sino más bien a la corta enfermedad que lo llevó a la
muerte.
Será quebrantado. Como pocos emperadores en la historia antigua,
y hemos considerado muchos de ellos, Octavio, o bien, Augusto, tuvo el
privilegio de morir pacíficamente en un lugar llamado Ñola, cerca del
volcán Vesubio, a la edad de 76 años, el 19 de agosto del año 14 dC, "no
en ira, o en batalla".

Reflexiones para nuestros días


Cristo como centro de la historia. Quizá, por estar acostumbrados,
parece una cosa notable el hablar de Jesús en la historia. Pero cuando nos
detenemos a reflexionar en el hecho de que un simple carpintero que no

21
White, El Deseado de todas las gentes, 23.
100 • Dios Defiende a su Pueblo

escribió ningún libro, ni juntó una gran fortuna, ni dirigió ningún ejér-
cito, que nunca salió de su tierra más allá de 200 km, que nunca visitó una
gran capital y que murió de la forma más vergonzosa, no podemos menos
que pensar que esta historia tiene algo de divino.
El nacimiento de este personaje, en un establo maloliente, hijo de dos
campesinos, y que luego fue llevado a escondidas a otro país, para final-
mente regresar y crecer en una oscura y mal afamada aldea de Galilea, en
una provincia olvidada en la frontera del Imperio Romano, son hechos
que hablan, no solo de su humildad, sino también de la veracidad de su
historia.
Los incrédulos declaran que la iglesia moldeó toda esta historia a tra-
vés de los siglos. Nos unimos a las palabras de J. J. Rousseau: "Si la vida
y la muerte de Sócrates son las de un sabio, la vida y la muerte de Jesu-
cristo son las de un Dios. ¿Diremos que la historia del evangelio ha sido
inventada por placer? Mi amigo, no es así que se inventa; y las huellas de
Sócrates de las cuales nadie duda, están menos afirmadas que las de Je-
sucristo".
La fascinación con Roma. El Imperio Romano dejó una huella in-
deleble en la humanidad, y en especial en la cultura occidental. Toda nues-
tra herencia occidental la consideramos greco-romana. Muchos de
nuestros términos, nuestras costumbres, leyes y arquitectura se le deben
al famoso imperio. Ante una influencia tan grande, muchos emperadores
intentaron revivir el Imperio Romano. Primero Justiniano desde Cons-
tantinopla, luego Carlomagno con el Sacro Imperio Romano, y un siglo
después el Sacro Imperio Romano Germánico, dan muestra de los sueños
de grandeza inspirados en la grandeza romana. De hecho, muchos aspec-
tos del imperio fueron heredados por la Iglesia Católica, por lo que en su
nombre fue imposible dejar de lado el adjetivo "Romana", más allá de
encontrarse su sede en Roma.
Nuestra tendencia es imitar lo grandioso del pasado y pensar que todo
lo antiguo es mejor. Pero más que este "mito" de revivir lo pasado, es
motivo de consideración el esfuerzo por imitar modelos humanos. La ten-
dencia actual es buscar en el mismo ser humano los medios de superación
y el modelo a imitar. Tenemos las Sagradas Escrituras con sus principios,
su estilo de vida y las metas a lograr como una propuesta más grandiosa
que el mismo Imperio Romano.
Los momentos gloriosos de los imperios. Todo imperio ha tenido
su momento de gloria y gobernantes longevos a quienes ha correspon-
dido dirigir la nación en su mejor época. Junto a Augusto César pode-
Daniel 11:16-20: Una Nueva Perspectiva del Imperio Romano • 101

mos colocar a Hammurabi (1792-1750 aC), quien con astucia y engaño


forjó el imperio más poderoso de la primera mitad del segundo milenio
¿C en Mesopotamia; a Ramsés II (1290-1224 aC) quien lideró al anti-
cuo Egipto en la gloria del Imperio Nuevo; a Asurbanipal (672-628 aC)
quien rigió a Asiria en sus últimos momentos de gloria; a Nabucodo-
r.osor, quien le dio la última grandeza a la ciudad de Babilonia, ahora
rajo el dominio caldeo; a Artajerjes (464-424 aC) quien disfrutó de la
grandeza persa en su mejor momento.
¿Qué nos dice todo esto? Al menos dos cosas: Dios ha concedido a
todo pueblo su momento de prosperidad en la historia para revelar si se-
rian fieles a los principios divinos (véase el caso de Nabucodonosor en
Daniel 4), así como también nos concede a nosotros oportunidades de
rrosperidad y crecimiento que debemos saber usar para su gloria.
En segundo lugar, la grandeza mundanal es pasajera. Por mencionar
50I0 unos ejemplos de los citados anteriormente: una década después
de la muerte de Hammurabi, su hijo enfrenta un nuevo invasor que de-
bilitaría su reino hasta hacerlo desaparecer. Solo bastaron 15 años des-
pués de la muerte de Asurbanipal para que Asiria desapareciese del
concierto mundial en el 612 aC. En menos de 25 años (562-539 aC)
todo el poder acumulado por Nabucodonosor se hizo añicos.
Es extraño que el ser humano siempre siga afanado por el poder y
la riqueza. No hemos aprendido que más allá del espejismo del mate-
rialismo, se encuentra la verdadera grandeza de una vida en armonía
con los principios divinos.
C A P Í T U L O SEIS

DANIEL 11:21-27: SURGIMIENTO Y


CARACTERÍSTICA FUNDAMENTAL
DEL "DESPRECIABLE"

E n Daniel 11:21 aparece un personaje singular que se convierte en el


sujeto de las acciones hasta el versículo 39, como lo sugiere la sinta-
xis de todo el pasaje: "El curso de los eventos es velado, pero un gober-
nante que se exalta a sí mismo sobre todo y dice cosas indecibles contra
el Dios de los dioses (11:36) recibe detallada atención ( l l ^ l ^ ) " . 1
Esta sección, 11:21-27, es considerada por Shea como el párrafo más
complicado de interpretación de todo el capítulo 11.2 No es extraño que
los intérpretes tengan tan diversas propuestas al respecto.
Los mismos intérpretes adventistas proponen una diversidad de pos-
turas en cuanto al momento de transición de la Roma pagana a la papal
en Daniel 11. Urías Smith sugiere que 11:22-29 se refiere al poder ro-
mano de comienzos de la era cristiana hasta el 476 dC, 3 al igual que
Price. 4 Por su parte, Hotma Silitonga afirma que hasta el versículo 22 se
refiere a Roma en su fase imperial porque, según su opinión, la frase
"príncipe del pacto" se refiere a los días de Cristo. 5 Shea sugiere que en
Daniel 11:16-22 se describe la Roma imperial y en 11:23-39, la Roma
papal, en especial conexión con las Cruzadas. 6 Una postura similar

'Otros autores respaldan esta división del capítulo, independientemente de quién


consideren que representa este singular rey del norte: Maxwell, El misterio del futuro
revelado 292,293; Ford, 266. Towner lo hace desde el versículo 20 y lo aplica a Antí-
oco IV Epífanes. W. Towner Sibley, Daniel, Interpretation. A Bible Commentary for
Teaching and Preaching (Atlanta: John Knox, 1973), 157-164; Hartman y Di Lella,
287,294,295.
2
Shea, Daniel 7-12,148.
3
Urías Smith, El libro de Daniel. Las profecías de Daniel y del Apocalipsis, 2 tomos
(Mountain View, California: PPPA), 252-266.
4
Price, 284-301.
5
Silitonga, 214-217.
6
Shea, Daniel 7-12,181-213. Véase también Shea, Daniel, 245-262.

102
Daniel 11:21-27: Surgimiento)' Característica... • 103

adopta Alomía. 7 Por su parte, Maxwell propone que en el versículo 20 se


cierra el Imperio Romano y que en 11:21 comienza el "papado medie-
val". 8 Stefanovic sugiere de manera vaga la conexión con el "cuerno pe-
queño" de Daniel 8.9
Comentando la postura de Hardinge, Silitonga señala que "de 11:14-
29 él interpreta el rey del norte como la Roma pagana, y el rey del sur
como Egipto". 10 Bohr considera que a partir de 11:30 a 11:39 se pre-
sentan los 1.260 años de supremacía papal señalados en Daniel 7:25. 11
Por su parte, Feyerabend propone que los versículos 11:16 a 11:29 abar-
can a la Roma Imperial, que "el príncipe del pacto" de 11:22 se refiere
a la crucifixión de Cristo, y que en 11:30 se da el traslado de la capital
de Roma a Constantinopla, dejando el espacio para que surja Roma en
su fase religiosa, quien ocupa la atención del versículo 31 en adelante. 12
Postura similar sostiene S. Núñez, quien sugiere que esta sección apunta
a las Guerras Púnicas entre Roma y Cartago. 13 Haussler establece la
aparición del poder romano en 11:14 en relación con Antíoco III el
Grande. Extiende la Roma pagana hasta 11:30, aunque en su mayor
parte se aplica a la Roma en días de Augusto; solo en 11:29 ingresa a la
era cristiana. 14 Recientemente, H. Treiyer ha propuesto una doble divi-
sión de la siguiente manera (1)11:21-30, referida a la historia política
del poder papal y sus luchas con los reyes y emperadores; y, (2) 11:31-
39, como apuntando a las "consecuencias funestas de la unión Iglesia-
Estado" y describiendo la teología papal. 15
La propuesta que hacemos en esta perícopa clave de la profecía es

7
Alomía, 413-425.
8
Maxwell, El misterio del futuro revelado, 292-296.
9
Stefanovic, 408. Aunque más adelante (419,420) presenta la propuesta historicista
de Maxwell y Shea, no asume una propia. Es por demás interesante que dedique más es-
pacio a comentar las interpretaciones evangélica y crítico-histórica (424-432).
'"Silitonga, 44.
"Esteban Bohr, Manuscritos b (California, s. f.), 33.
12
Henry R. Feyerabend, Daniel Verse by Verse (Berrien Springs, Michigan: Des-
tiny/Arts International, 1990), 167-174.
"Samuel Núñez, Las profecías apocalípticas de Daniel (México D.F.: Datacolor
Impresores, S.A. de C.V. 2005), 132-136.
14
Robert Haussler, Daniel, Revelation and the Final Generation (Angwin, Califor-
nia: Morningstar Ministries, 1987), 27-37.
15
Treiyer, 75-116. "Completada en el verso 30 la historia de la relación Iglesia y
Estado durante los 1.260 años (538-1798), el verso 31 retorna al tiempo ya referido en
el verso 21, enfocando ahora la teología y el accionar del 'rey del norte' durante el
mismo período".
104 • Dios Defiende a su Pueblo

desafiante y reveladora para comprender el resto del oráculo. Además,


agrega un nuevo elemento en el panorama profético que ofrece Daniel y
que confirma el Apocalipsis.
11:21-24
Traducción y estructura
Al Primer personaje: el "vil"
(21) Se levantará en su lugar un "despreciable",
B1 Victoria inesperada
y no le darán el honor del reino; pero vendrá sin aviso y
fortalecerá el reino con lisonjas.
C1 Arrasa al enemigo
(22) Y los ejércitos serán arrasados delante de él como
por inundación de aguas; y serán quebrantados,
A2 Segundo personaje: el príncipe
y también el príncipe del pacto.
B2 Victoria inesperada
(23) Y luego de unirse con él, hará engaño y subirá, y se hará
poderoso con pequeña nación.
C2 Arrasa al enemigo
(24) Y estando en paz y la provincia en abundancia, entrará
y hará lo que no hicieron sus padres, ni los padres de sus
padres; botín, despojos y riquezas repartirá a ellos, y
contra las fortalezas planeará sus estrategias.
A3 Cierre: factor tiempo
Esto por un tiempo.
Recuérdese que en la primera sección (11:5-19) predominaron los fra-
casos. En esta segunda sección del libro (11:21-45) se destaca el factor tem-
poral. Aparecen dos personajes en este primer párrafo: el "despreciable" y
el Príncipe del pacto. Aquí la victoria y el predominio del "vil" es evidente.
Hay además aquí una mención de tiempo (vers. 24) que cierra el pá-
rrafo. Lo mismo sucede con la siguiente perícopa, 11:25-27.

11:21
Se levantará. "Y se levantará" (wé'amad). Esta expresión recuerda
el surgimiento, al comienzo del capítulo, de un nuevo poder en el esce-
nario político con el propósito de imponerse y gobernar. Véase comenta-
rio en 11:2; 12:1.
Un "despreciable". En el versículo 21 se introduce un rey distinto,
Daniel 11:21-27: Surgimiento)' Característica... • 105

"un vil" (en el original no aparece el término "hombre"). La expresión


nibézeh puede ser entendida de manera objetiva, "un origen desprecia-
ble"; o subjetiva, "considerado despreciable". El contexto apunta a le-
erlo de manera objetiva.
Varias características permiten identificar a este nuevo personaje de
manera inequívoca:
1. Es evidente la aparición de un nuevo poder, distinto, astuto y vic-
torioso a partir de 11:21; éste es el actor principal hasta 11:45.
2. Su introducción en el escenario profético se señala en 11:21 me-
diante tres raíces verbales consideradas claves en la visión y que
denotan dominio y poder (véase el primer capítulo de este libro):
'amad (levantarse, 11:21), ¿><5' (venir, 11:21), hazaq (fortalecer,
11:21). Esta triple aparición en conjunto es única en el capítulo 11.
En el verso 6 aparecen los mismos verbos, pero no todos se apli-
can a "la hija del rey del sur" que tuvo éxito. Todo lo contrario,
'amad se usa en "no se levantará" (en forma negativa) y hazaq en
la expresión "en los que estaban de parte de ella" y no aplicado a
ella en la forma que sí se aplica aquí al "vil".
3. No puede ser Roma de manera conjunta en sus dos fases, pagana y
papal, como sucede en el capítulo 8, porque el Imperio Romano ya
se menciona en 11:16-20. El texto es claro al colocar a este "vil"
como un sujeto totalmente independiente del poder romano político.
4. El uso del título "despreciable" (literalmente "el que es despre-
ciado", un "vil", 11:21, RV 1909), sugiere un gobierno con una na-
turaleza más que política, como hasta ahora ha sido la tónica de la
profecía.
5. El término nibézeh se usa en conexión con el Siervo sufriente (Is
53:3). Esta relación sugiere que este poder es imitador del Mesías,
que es un anticristo.
6. A la luz del paralelismo de las cuatro líneas proféticas (véase pá-
ginas 42 a 47) y de la similitud que vimos en el cuadro 8, no hay
duda de que este poder es el mismo al que se identifica como "el
cuerno pequeño" de los capítulos 7 y 8, es decir, el poder papal.
Queda claro que se da un salto desde Augusto y los días del naci-
miento de Jesús (ver. com. 11:20) al final del Imperio Romano. Indepen-
dientemente de la interpretación dada, varios eruditos consideran en su
propuesta que hay una brecha de tiempo en esta sección profética. 16 Max-

16
Alomía, 416.
106 • Dios Defiende a su Pueblo

well llega a sugerir que "podemos suponer que podría faltar un párrafo
importante entre los versículos 20 y 21".17
La razón por esto es que la profecía no es un libro detallado de histo-
ria, sino que señala eventos claves en el cronograma divino. En el caso de
Daniel 11, se van rellenando detalles que quedaron inconclusos en las tres
líneas proféticas anteriores, como lo es, por ejemplo, la detallada mención
de los reyes seléucidas y tolomeos que se hace en 11:5-15. En los versí-
culos 22-24 se desarrolla una temática no tratada antes.
Los dos siguientes versículos (11:21, 22a) dan cinco características
que permiten identificar a este "despreciable" con el poder papal.
No le darán el honor del reino. Esta es la primera clave para rela-
cionar a este personaje con el papado. En los dos siglos que siguieron a
la era apostólica (II y III dC), el obispo de Roma era líder religioso pero
no tenía poder político. Los obispos de Roma, como los de Antioquía,
Efeso y Alejandría, donde estaban las principales congregaciones de la
época, eran líderes religiosos de sus comarcas. Nadie soñó en ese mo-
mento que la gloria del imperio sería un día reclamada por los sucesores
de este obispo. Su inicio fue humilde y sin ninguna pretensión de predo-
minio religioso, mucho menos político.18
Vendrá sin aviso. En segundo lugar, su aparición como poder político-
religioso sería inesperada, "sin aviso". Williston Walker sugiere varias ra-
zones, aparentemente irrelevantes, que empezaron a dar preeminencia al
obispo de Roma, desde el siglo II dC hasta entrado el siglo V dC.19
1. Pablo escribió su epístola magistral titulada "A los Romanos".
2. Según la tradición, Pablo murió decapitado en Roma y Pedro fue
crucificado cabeza abajo allí.
3. Bajo Nerón, la iglesia soportó la más severa de las acusaciones y
sobrevivió con vigor.
4. La sede del obispo de Roma estaba situada en la capital del im-
perio, lo cual le dio prestigio.
5. Para el año 100 dC, según se cree, Roma tenía la congregación
más numerosa de la cristiandad.
"Maxwell, El misterio del futuro revelado, 292-296.
18
Para un breve repaso del desarrollo histórico del deseo papal de supremacía, véase
Norskov Olsen, Papal Supremacy and American Democracy (Loma Linda: Loma Linda
University Press, 1987), 1-17. Su libro presenta un excelente estudio de esta sección de
Daniel mostrando, no solo el contexto histórico, sino también el filosófico y político de
las ambiciones papales hasta nuestros días.
I9
Williston Walker, Historia de la iglesia cristiana (Kansas City: Casa Nazarena de
Publicaciones, 1985), 63-65.
Daniel 11:21-27: Surgimiento)' Característica... • 107

6. Roma era reconocida como una iglesia de amplia generosidad.


7. La destrucción de Jerusalén (70 y 135 dC) quitó la supremacía de
la iglesia cristiana de Jerusalén.
8. La lucha contra el montañismo y el gnosticismo fortaleció a la
iglesia de Roma y le dio reputación de ortodoxa.
9. En Roma se formó el credo y también tomó forma el canon.
10. Roma era la única iglesia de Occidente con la cual los apóstoles
tuvieron algo que ver.
11. Los centros cristianos importantes en Oriente (Éfeso, Antioquía,
Alejandría) eran diversos y su influencia fue disminuyendo con
el tiempo.
12. En el Oriente la iglesia sostenía, junto con los judíos, que la Pas-
cua debía celebrarse el 14 de Nisán. Roma y Occidente propo-
nían celebrar la Pascua en domingo. Se impuso el parecer romano
en el 190 dC.
13. El colapso del cristianismo judío, la falta de hombres prominen-
tes en la iglesia de Antioquía y la declinación del cristianismo en
Asia Menor ayudaron a que Roma se convirtiera en centro influ-
yente cerca del 200 dC.
14. Hacia la mitad del siglo III, quedó clara en la iglesia de Roma la
definición de la cristología en Occidente y su aceptación se ge-
neralizó en la cristiandad.
Todo esto empezó a darles a los obispos romanos una influencia
grande sobre las demás congregaciones cristianas. A eso debe sumarse el
traslado que Constantino hizo de la capital del imperio en el año 330 dC
a la nueva capital en Constantinopla. Los obispos de Roma supieron ca-
pitalizar el vacío que quedó en la ciudad de Roma y en Occidente.
Y fortalecerá el reino. La tercera característica distintiva mencionada
en este pasaje es el surgimiento paulatino del papado que se apropió gra-
dualmente del poder civil. Al convertirse Constantino en el nuevo empe-
rador de Roma (311-337 dC) y lanzar el Edicto de Tolerancia de Milán
(312 dC), los obispos de Roma empezaron a ganar prestigio, y cada vez se
volvieron más astutos. Desde Silvestre I, obispo en días de Constantino, los
líderes de la iglesia en Roma, desplegaron una gran astucia política y lo-
graron con sagacidad colocarse poco a poco como una influencia religiosa
y política en Roma. Inocencio I (402-417) reclamó en sus días la custodia
de la tradición apostólica y la dirección de la iglesia en Occidente.
Más adelante León I (440-461) intervino ante Atila el Huno, "el
azote de Dios", y salvó a la ciudad de Roma del pillaje y el abuso. Ade-
108 • Dios Defiende a su Pueblo

más subrayó la primacía de Pedro, puso fin al intento de crear una sede
eclesiástica gálica independiente, ejerció autoridad sobre los obispos de
España y África y en 445 consiguió un edicto del emperador Valentino
que reconocía la obediencia de los obispos de Occidente a Roma. Se des-
tacó de manera especial porque protestó en el Concilio de Calcedonia
(451) cuando se le quiso conceder al obispo de Constantinopla una dig-
nidad casi igual a la suya. Además aumentó la dignidad de Roma con su
victoria sobre el patriarca de Constantinopla y el emperador de Oriente
durante la lucha contra el monofisismo.
Con lisonjas. Una característica más es que este "vil" tomaría el poder
con palabras lisonjeras y astucia política. En este contexto actuó en un am-
biente político mientras que en 11:32 lo hizo en un ámbito religioso.

11:22
Los ejércitos. En su surgimiento como poder político religioso que
dominaría el mundo de Occidente en la Edad Media y que extendería su
poder hasta nuestros días, el papado tuvo enemigos que debió eliminar
para poder aspirar al dominio universal.
La caída de su antiguo aliado, el Imperio Romano, fue causada por la
invasión de las tribus bárbaras, las que se apoderaron de toda Europa sa-
queando los restos del imperio y tomando posesión de sus tierras.
Entre las tribus bárbaras, hubo varias que se convirtieron al cristia-
nismo arriano, que rechazaba la naturaleza divina de Cristo. Los arria-
nos, seguidores de Arrio (m. 331 dC), obispo de Alejandría, habían sido
condenados en el Concilio de Nicea en el año 325 dC, en el cual Roma
había sido un baluarte de la fe ortodoxa, la cual aceptaba a Cristo como
uno con Dios en naturaleza y propósito. Estos pueblos, que se estable-
cieron sucesivamente en el centro de Italia, impidiendo al obispo de Roma
el dominio efectivo de la ciudad y negando su pretensión de ejercer au-
toridad religiosa en toda la cristiandad, fueron los hérulos, los vándalos
y los ostrogodos.
Serán arrasados. La quinta y última clave que proporciona 11:21,
22 es el triunfo militar y político del "despreciable". Los vándalos inva-
dieron el imperio por las Galias y pasaron a África en el 429. Bajo Gen-
serico, que lideró desde 428 al 477, se convirtieron en una de las tribus
más poderosas de los pueblos invasores. En el 455 saquearon Roma. A
partir de ese momento los últimos emperadores de Occidente se convir-
tieron en instrumentos de los jefes del ejército. En un período de 21 años
hubo nueve emperadores.
Daniel 11:21-27: Surgimiento)' Característica... • 109

En el año 476 Odoaero, general hérulo, se proclamó "rey de Italia" y


depuso al último emperador romano, Rómulo Augusto, un niño de 8 años.
Esta fecha se considera como el fin del Imperio Romano de Occidente,
aunque el derrumbamiento se había iniciado un siglo antes. En el año 376
los visigodos invadieron; luego destruyeron Adrianópolis en el 378, donde
murió el emperador Valente.
En estas circunstancias, la cristiandad vivió momentos angustiantes e
inciertos. Especialmente los obispos romanos se vieron seriamente ame-
nazados. Pero como sucedería muchas veces a través de la historia, los po-
deres terrenales serían sus instrumentos, o al menos los beneficiadores
del poder papal.
Zenón, emperador de Oriente, obtuvo la rendición de Odoaero, jefe
de los hérulos, en el 493, y con ello desapareció de Roma la primera
amenaza arriana. Años más tarde, Justiniano, emperador de Oriente, le
dio una mano al naciente papado. En el 533 le dio al papado los títulos
de "Cabeza de todas las iglesias", "Cabeza de todos los santos sacer-
dotes de Dios" y "Verdadero y eficaz corrector de herejes", entregándole
el dominio de la antigua capital y reconociendo su autoridad espiritual
en toda la cristiandad. Estos decretos no se hicieron efectivos hasta que
los opositores arríanos fueron expulsados. Belisario, general de Justi-
niano, derrotó a los vándalos en el 534. En 538 derrotó también a los os-
trogodos. Estos triunfos abrieron el camino para que el poder papal
tomara el control de Roma y pudiera ejercer libremente el poder reli-
gioso y civil.
Inundación de aguas. Una expresión similar se usa en 11:10 y nue-
vamente en 11:26, 40. Es una figura que indica un avance victorioso y
avasallador. Es importante la conexión de este texto con 9:26, como se
verá más adelante.
Y serán quebrantados. Después de las derrotas ya relatadas, las tribus
amanas desaparecieron gradualmente. No hay duda de que permanecieron
sus descendientes en la nueva Europa conformada por las invasiones bár-
baras, pero estos pueblos -los hérulos, los vándalos y los ostrogodos- no
tuvieron más el poder como lo ejercieron los francos, alamanes o anglos.
El príncipe. Ha existido un acuerdo general acerca de la identifica-
ción de este príncipe del pacto con Cristo Jesús. Es oportuno revisar los
argumentos al respecto y reconsiderar una nueva propuesta a la luz de las
evidencias del contexto y del vocabulario.
En primer lugar, Shea presenta tres conexiones léxicas entre 11:22 y
9:24-27. Estos tres argumentos para relacionar al "príncipe del pacto" con
110 • Dios Defiende a su Pueblo

Cristo Jesús son: (1) el uso de la palabra nagid (príncipe) en 11:22, la


cual aparece en contraste con sar (también príncipe). La primera se usa
en Daniel 9:25 para referirse a Jesús en su condición humana, mientras
que la segunda aparece cuando se introduce a Cristo en su condición ce-
lestial (8:11, 25; 10:13, 21; 12:1); (2) el vocablo setep (diluvio, inunda-
ción), que se halla en Daniel únicamente en estos dos pasajes, 9:26 y
11:22; y (3) el término bérit (pacto), que solo se halla en estos dos pa-
sajes en conexión con la expresión nagid. Shea concluye que "es evi-
dente que se refieren, de una u otra manera, a algo perteneciente a los
mismos eventos". Concluye que "todo lo que precede a Daniel 11:22
debe anteceder a la ejecución de Cristo por los romanos, cuando ellos
quebrantaron al príncipe del pacto. Adicionalmente, todo lo que sigue al
v. 22 debe seguir a la crucifixión de Jesús". 20
Más convincente es la interpretación de Doukhan, quien propone que
"el príncipe del pacto" se refiere al "pueblo de un príncipe" {nagid, cf.
Dn 9:26) y no al "Mesías Príncipe" de 9:25.21 Este príncipe del pueblo
que destruye a Jerusalén y el santuario es Tito, emperador romano, en el
70 dC.
Además, el "pacto" (bérit) en 11:22 haría referencia a 11:23, donde
se indica que hubo alianza o pacto entre ambos poderes ("y luego de
unirse con él", véase comentario 11:23). Silitonga resume el argumento
de Doukhan: "Cuandoquiera que Daniel 11 se refiere al pacto con una
connotación religiosa, ese pacto es específica y sistemáticamente deno-
minado como 'pacto santo' (11:28, 30). La otra clase de alianza es sim-
plemente un 'pacto' (11:22, 32). Literalmente se refiere al 'pacto impío'.
La expresión 'príncipe del pacto' bien puede asociarse con un simple
'príncipe confederado' de Génesis 14:13. En el contexto de Daniel 11,
sin embargo, es el rey del norte". 22
Por tales razones, nos inclinamos por la propuesta de Doukhan. El
"príncipe del pacto" no es Cristo, sino el Imperio Romano. Podemos re-
calcar que a partir de 11:21 aparece un nuevo personaje singular, "el des-
preciable", mientras que Jesús, como punto focal en la profecía, se
mencionó indirectamente en 11:20.
La identificación de Cristo como "príncipe del pacto" ha llevado a
muchos comentadores a sugerir que "el vil" es Tiberio César u otro em-

20
Shea, Selected Studies, 48.
21
Doukhan, Secrets of Daniel, 145,146.
22
Silitonga, 109.
Daniel 11:21-27: Surgimiento)' Característica... • 111

perador romano, pasando por alto los argumentos mencionados en rela-


ción con el 11:21.
Pacto. El sustantivo bérit (pacto) es usado siete veces en Daniel (9:4,
27; 11:22,28, 30 [2x], 32). En 11:28, 30 (véase comentario de estos ver-
sículos) se le añade el adjetivo "santo", aludiendo al pacto con Dios, como
en 9:4 se alude a Israel como pueblo del pacto. "En contraste, en Daniel
9:27 la palabra es claramente usada para referirse a un pacto secular y se
distingue por no tener ningún modificador. Esto sugiere que la palabra en
11:22 se refiere a un príncipe comprometido por un pacto secular". 23
El pacto al cual aquí se hace referencia es el que se menciona en el
siguiente versículo, la triste asociación entre la iglesia cristiana y el poder
imperial que se dio desde la conversión de Constantino. Esa extraña mez-
cla del poder religioso con el político sería la característica del poder
papal a través de la Edad Media. Sigue manteniéndose hasta nuestros
días a pesar de todos los cambios ocurridos durante la Época Moderna,
y según Apocalipsis 13:11-15, la bestia que surge de la tierra reviviría al
hacer una copia o imagen de esa unión ilícita, la cual todos deberían obe-
decer (Ap 13:16-18).
11:23
Y luego de unirse. El verbo habar, que significa "unir, reunir, su-
jetar, empalmar", 24 aparece en la forma verbal hebrea conocida como
hithpael infinitivo constructo, lo cual da el significado de "unirse a, su-
jetarse a". Algunos traducen: "Y después del pacto con él" (RV 1960);
"Y después que se haya hecho alianza con él" (LBA).
Lo que se describe aquí es el proceso mediante el cual la iglesia
cristiana empezó a unirse en pacto político con el Imperio Romano y sus
sucesores políticos. Este punto es crucial para la profecía y para la his-
toria. Se estaba dando esa unión ilegítima entre Estado e Iglesia, que
sería el motivo de discordia durante la Edad Media, y de la cual el
mundo occidental no se liberaría sino hasta fines del siglo XVIII y du-
rante el siglo XIX. Este "adulterio espiritual" es la característica fun-
damental de la gran ramera de Apocalipsis 17. Es la imagen que copia
la bestia que emerge de la tierra en Apocalipsis 13 y que obliga a todo
el mundo a adorarla.
Una vez más, Daniel 11 detalla una nueva perspectiva de la panorá-

23
Mark Mercer, "An Historical, Exegetical, and Theological Study of Daniel 11:2b-
12:4", tesis doctoral en teología, Dallas Theological Seminary, 1987,151.
24
Alonso Schokel, 230, 231.
112 • Dios Defiende a su Pueblo

mica profética, la unión de Iglesia y Estado, la cual no era tan evidente en


las visiones anteriores.25
Con él. La unión de la Iglesia con el Imperio Romano, el poder polí-
tico, sería la tónica durante toda la Edad Media, durante la cual el papado
siempre buscó apoyarse en el poder civil para lograr sus fines de predo-
minio mundial.
Hará engaño. Literalmente "hará engaño". Es un uso interesante del
verbo 'asah porque, como se ha señalado anteriormente, su uso regular
tiene que ver con el establecimiento de un nuevo poder político (11:3,16,
21). Sugeriría en este caso, que el "despreciable" toma el poder con men-
tiras, no solo políticas, sino también doctrinales, mediante las cuales logró
dominar las conciencias de la época.
Dos ejemplos históricos confirman esta profecía bíblica. El primero
de ellos es el documento llamado la Donación de Constantino, del siglo
VIII, cuando Pepino el Breve (741-768), hijo de Carlos Martel (715-741),
quien detuvo a los mahometanos en su avance hacia Europa en el 732,
hizo una jugada política con el papado que beneficiaría a ambos. El papa
Esteban II coronó rey a Pepino y sus hijos en la iglesia de San Dionisio,
cerca de París, en el año 754. Por su parte, el nuevo rey franco y funda-
dor de la dinastía carolingia, retribuyó la atención, invadiendo Italia y
obligando al rey lombardo Astolfo a devolver Ravena y la Pentápolis al
papado. Así se iniciaron los "Estados de la Iglesia", reino político y te-
rritorial en el centro de Italia, cuyo monarca era el papa y que perduraría
hasta 1870, cuando la Revolución Italiana le arrancaría el dominio tem-
poral a Roma.
En días de Pepino el Breve apareció un documento de autor desco-
nocido, llamado la Donación de Constantino. En dicho escrito se relata

25
Daniel 2:43 señala que "se mezclarán por medio de alianzas humanas". Bohr su-
giere, en base a un cuidadoso estudio del barro y el hierro de la imagen de Daniel 2, que
estos elementos representan el experimento medieval de la unión del poder civil con el
religioso, cuyo fracaso la profecía anticipa. Tanto el hierro como el barro son elementos
buenos en sí mismos si se toman por separado. Pero aquí hay una unión ilegítima, simi-
lar a la del adulterio. Bohr observa que el barro de alfarero (2:41; cf. Gen 2:7; Job 33:6;
13:12; Is 64:8) representa al hombre. Génesis 2 dice que Dios formó al hombre (yasar),
como un alfarero forma el barro. De igual forma, el Hacedor forma a su iglesia (yasar,
Is 43:1,21; 44:2,4; Ef 1:22, 23; Col 1:18). Por último, el barro es frágil. Pareciera que
la iglesia busca unirse a un poder más fuerte (hierro=Roma=poder político) para subsis-
tir en medio de un mundo contencioso. Esta es una unión ilegítima porque la iglesia debe
unirse únicamente a Cristo. Lo otro es adulterio espiritual. Esteban Bohr, Manuscritos
(Nuevo México: n.p., 1994) 6-9.
Daniel 11:21-27: Surgimiento)' Característica... • 113

ce manera fabulosa la conversión y el bautismo del famoso emperador


r ?mano, quien además ordenaba a todos a someterse a Silvestre, el "papa"
:e la época, y a sus sucesores. Además le transfería al obispo romano la
ciudad de Roma y todas las provincias, distritos y ciudades de Italia o de
las regiones occidentales. Este documento fue generalmente aceptado
:omo auténtico, hasta que su falsedad fue demostrada por Nicolás de Cusa
en 1433 y Lorenzo Valla en 1440.
Otro engaño papal surgió a mitad del siglo IX, luego de la decaden-
cia del imperio de Carlomagno. Consideradas como respuesta a la ambi-
ción de parte de soberanos y nobleza de dominar a la iglesia y a la vez
como una forma de detener el autoritarismo de muchos arzobispos, sur-
cen las llamadas Decretales Pseudoisidorianas. "Consistían en decisio-
nes de papas y concilios, desde Clemente de Roma en el siglo I hasta
Gregorio II en el VIII, en parte genuinas y en parte fraguadas". 26 Allí los
r rimeros papas reclaman la jurisdicción suprema. No podemos decir que
su origen tenga que ver con el papa directamente, pero fueron utilizadas
en apoyo de las pretensiones papales durante tiempos posteriores.
Subirá. El sentido literal del verbo 'alah es "subir, ascender". Pero su
;
entido teológico es muy revelador en este contexto. Uno de los usos de
r.lah apunta a ascender a un lugar para encontrarse con el Señor, como lo
hizo Moisés al subir al monte Sinaí (Éx 19:23; 24:12; Dt 10:1). También
se invita a los peregrinos a subir para encontrarse con Dios (Éx 34:24). Es
interesante que en Jueces 21:5, 8 se usa el verbo en el contexto de "pre-
sentarse" delante del Señor. En el AT continúa con esta acepción para este
verbo como un acercamiento a la trascendencia de Dios: Ana sube al tem-
plo (1 S 1:7); Samuel lo hace al lugar alto (1 S 9:13,14,19); así lo hacen
también Ezequías (2 R 19:14; 20:5,8), Josías (2 R 23:2; 2 Cr 34:30) y los
príncipes de Judá (Jer 26:10). También los "limpios de mano y puros de
corazón" subirán al monte de Jehová, su lugar santo (Sal 24:2, 3).
Con este concepto en mente, se entiende la pretensión del rey de Babi-
lonia, símbolo del lucero de la mañana, que intenta "subir" "sobre las altu-
ras" y ser semejante al Altísimo. En el contexto de Daniel 11:23, se presenta
la faceta del poder papal que ha intentado a través de la historia sentarse en
el trono de Dios y pretender ser Dios en la tierra (véase 2 Ts 2:4).
Se hará poderoso. Ya notamos cómo del siglo IV al VI, el naciente
poder papal, con escaso poder militar y político, pero gracias a la ascen-
dencia que se atribuyó (véase el comentario anterior) al apoyo de los dis-

26
Walker, 212.
114 • Dios Defiende a su Pueblo

tintos poderes políticos del momento -francos, emperadores de Constan-


tinopla, los carolingios-, logró eliminar las fuerzas opositoras y surgir
como el poder que estaría a la vanguardia de la cristiandad de Occidente
por unos mil años. La palabra de Dios se cumplió una vez más.

11:24
En paz y abundancia. En Daniel 11:24 se retoma la descripción,
como en 11:21, de una época de bonanza y relativa paz (Sal 122:7; Pr
1:32; 17:1; cf. Dn 8:25 donde es traducido "que están confiados", BA.
"que creía estar segura", NVI). Según el contexto de estos pasajes, esto
ocurre en la época cuando surge lentamente el poder papal, el cuerno pe-
queño de Daniel 7:8,20,24. Por lo tanto debe vincularse a la prosperidad
alcanzada por el imperio durante el gobierno de Constantino, la que creó
un ambiente de falsa seguridad para la iglesia cristiana.
Esta fue quizá, en todo el sentido de la palabra, la última época de
prosperidad de Roma. Luego de sus luchas por el poder con sus distintos
rivales, Constantino logró unificar el imperio bajo un solo gobierno. El
imperio gozó de paz y abundancia por un breve período.
Cuando murió Constantino en el 337, el poder fue repartido entre
sus hijos: Constantino II, el hijo mayor, recibió Bretaña, Galia y Es-
paña; Constancio, quedó con Asia Menor, Siria y Egipto, mientras que
al hijo menor, Constante, le correspondió la porción media del imperio.
La lucha y la ambición se intensificaron entre los hermanos. A esta lucha
política, se sumó ahora la lucha religiosa. En el norte de África, los do-
natistas -seguidores del obispo Donato el Grande, quienes rechazaban
la validez de los oficios de obispos que habían caído en pecado mortal-
estaban causando una gran conmoción. Además, la lucha arriana poste-
rior al Concilio de Nicea, se extendió por unos 60 años hasta el 381,
cuando ocurrió el Segundo Concilio General en Constantinopla. Entre
tanto, surgió Juliano el apóstata (361-363), el último emperador pagano
del imperio, quien provocó más conmoción política y religiosa. Pocos
años más tarde, en el 378, cerca de Adrianópolis, los romanos fueron de-
rrotados por los godos occidentales y el emperador Valente fue muerto.
Ese fue el anuncio de las invasiones germánicas, que irían en aumento
hasta pulverizar todo el occidente del Imperio Romano.
Definitivamente, la época de Constantino fue una época de paz, pro-
picia para que se introdujera subrepticiamente el hombre de pecado. Si
bien no se puede atribuir al obispo romano de la época todas las carac-
terísticas que tendría el "despreciable" de 11:21, los días del emperador
Daniel 11:21-27: Surgimiento)' Característica... • 115

Constantino fueron los apropiados para que empezara a surgir.


La provincia. En el AT, la expresión médinah solo aparece aquí y en
el libro de Ester, donde se usa con regularidad (Est 1:22; 3:12,14; 4:3; 8:9,
13,17; 9:28, 30). En este pasaje se califica a la "provincia" como "rica,
abundante".
La idea de la riqueza de la provincia tomada por el "despreciable"
111:21) y repartida a sus líderes eclesiásticos, sugiere cómo la Roma papal
heredó la riqueza política y la influencia del imperio. Pero además suge-
rimos, por el contexto del pasaje -"entrará y hará lo que no hicieron sus
padres, ni los padres de sus padres; [...] contra las fortalezas formará sus
designios" (véase más abajo)- que su apropiación fue más que política.
El papado tomó la riqueza religiosa y espiritual del cristianismo y la ex-
plotó para sus propósitos.
Entrará. Como hemos visto, este verbo (bd'), clave en el capítulo
11, tiene el sentido de regresar victorioso (11:9) o de tomar despojo y lle-
varse las riquezas (11:8), pero se nota un marcado énfasis en el sentido de
entrar para conquistar (11:6,7,10,13,15-17), y siempre en conexión con
poderes terrenales. 27
Doukhan agrega que el uso del verbo bd' (entrar) en 9:26, habba'(lit.
"el que está entrando"), se conecta con yabo' ("entrará") en 11:24, seña-
lando un pacto entre ambos poderes, "el vil" de 11:21 y "el príncipe" del
pueblo, que en su interpretación se entiende como el Imperio Romano,
quien fue "el pueblo de un príncipe que ha de venir" y que "destruirá la
ciudad y el santuario" (Dn 9:26; véase comentario 11:22).28
Hará. Una vez más el importante verbo 'asah, que recuerda una vo-
luntad dominante y caprichosa a través del capítulo 11 (véase comenta-
rio 11:3, 16). El poder romano religioso realiza actos no vistos en el
pasado y de una singularidad que trasciende de lo político.
Lo que no hicieron sus padres. Las acciones del "vil" (11:21) son
diferentes a las de sus antecesores religiosos (los padres de la iglesia,
usando poder político y religioso juntos) como políticos (los grandes po-
deres políticos antiguos mencionados en esta profecía: Persia, Grecia,
Roma pagana).

27
"Se usa el verbo para designar acciones contrarias a la palabra de Dios o a Dios
mismo (2 S 12:9-10), acciones contra la comunidad de Dios (Ez 36:4-5), o acciones con-
tra el culto (Mal 1:7,8-12). Cuando la acción verbal se refiere a un estado experimentado
por un individuo, el mismo puede ser merecido (como con los sacerdotes apóstatas, Mal
2:9) o inmerecido (como en el caso del salmista, Sal 22:17)". Mercer, 149.
28
Doukhan, Secrets of Daniel, 145,146.
116 • Dios Defiende a su Pueblo

Botín, despojos y riquezas. Tres términos se usan para expresar aquí


las ganancias de la guerra: bizzah, que alude al despojo o botín tomado en
la guerra (Nm 31:9-12; Dt 20:10-20); salal, con un significado muy cer-
cano al anterior; y riquezas, réküs.
Las expresiones recuerdan el proceso de deshumanización que con-
lleva la guerra, donde personas, propiedades y animales son repartidos
como objetos. Por otro lado, el octavo mandamiento condena el robo y la
explotación (Éx 20:15).
El poder papal tomó todos los restos del Imperio Romano, su estruc-
tura organizacional, su mentalidad, su idioma y su afán de dominio mun-
dial, y los hizo parte de su sistema.
Repartirá a ellos. Este verbo, bazar, solo aparece dos veces en el
AT: en el Salmo 68:30, donde se alaba al Creador por desparramar a las
naciones enemigas, y aquí, en Daniel 11:24, que menciona que el "des-
preciable" reparte a los suyos el botín y la riqueza que ha obtenido.
A ellos. Algunas traducciones colocan "a sus soldados", pero tal frase
no aparece en el texto hebreo. Podría entenderse, en el contexto más cer-
cano, "sus padres" y "los padres de sus padres". Si fuera así, podría de-
ducirse que de alguna manera significa la actitud del poder papal que ha
investido a sus antecesores espirituales de poderes singulares, mediante
la beatificación y la canonización. La adoración a los santos y mártires
que para el siglo IV tomaba más fuerza, fue confirmada y promovida de
allí en adelante por el poder papal y para sus propios intereses. Lo de
"botín, riquezas y despojos" debe entenderse como las ricas ofrendas dada
a los santos y a las imágenes en los altares y los suntuosos templos.
Contra las fortalezas. Dos vocablos hebreos aparecen en el texto del
capítulo 11 traducidos como "fortaleza", pero con acepciones distintas:
(1) el primero de ellos es ma'oz que se refiere a un fortín o una ciudadela
(11:10) o en conexión con el santuario (ver com. 11:31, 38). Viene de la
forma verbal "refugiarse"; y (2) el segundo es mibézar, el cual deriva de
un verbo que significa "ser inaccesible". Esta segunda expresión aparece
solamente en la segunda sección del capítulo (11:21-45), lo que indica
una vez más la lucha singular contra el Dios del cielo que en una esfera
más que terrenal efectúa este ser "despreciable". En el verso 39 se com-
binan ambos términos: "la más fuerte de las fortalezas".
El poder papal intentaría hacer llegar su conquista hasta la misma for-
taleza de Dios. Con el mismo afán del ambicioso Lucero de Isaías 14:12-
14, este "despreciable" intentaría ocupar el lugar de Dios y tomar su
fortaleza, y establecerla aquí en la tierra (véase com. 11:38).
Daniel 11:21-27: Surgimiento)' Característica... • 117

Planeará. El verbo hasab se entiende como "planificar, pensar,


calcular".
Sus estrategias. "Intrigas, planes, ideas, intenciones". La intención
papal es sentarse en el lugar de Dios, regir el mundo y colocarse en el
lugar de Dios mediante un falso sistema cristiano de adoración, como lo
hemos visto en este pasaje.
Por un tiempo. La expresión wé'adte " no debe entenderse en el sen-
tido de "tiempo" profético. Esta expresión es diferente a la usada en 7:25
('iddan, arameo) o en 12:7 (mo'ed, hebreo). La frase debe entenderse en
el sentido de que Dios restringe la acción del "despreciable" a un tiempo
limitado.
La expresión es importante, porque como se señaló en el capítulo 1
de este libro, las expresiones temporales juegan un papel importante en la
interpretación del pasaje, 'et (tiempo) tiene tres significados en el AT: (1)
tiempo relacionado con un evento y su ocurrencia (1 S 4:20; 2 Cr 29:27);
(2) en la fórmula "en aquel tiempo", generalmente utilizado en el con-
texto de una narración (e.g., Jos 5:2; 6:26; 11:10; Jue 3:29; 4:4; 1 R 8:65;
14:1; 2 R 16:6; 2 Cr 28:16; Esd 8:34; Neh 4:22); (3) el tiempo cuando
toma lugar un evento. No hay referencia a un tiempo escatológico, a
menos que esté relacionado con el vocablo qet, "tiempo del fin" (Dn 8:17;
11:35,40; 12:1,4,9), donde el tiempo es visto no como un punto fijo, sino
como un proceso.

Reflexiones para nuestros días


La verdadera Iglesia Católica. Las crisis heréticas del siglo II dC
llevaron a la naciente iglesia cristiana a institucionalizarse. Por un lado,
Montano, ex sacerdote de Cibeles convertido al cristianismo, proclamó
hacia el 156 dC ser un instrumento divino y junto a dos mujeres "profe-
tisas" -Prisca y Maximila- invitó a la iglesia al reavivamiento y a la re-
forma. Invitaban a una vida más austera y a la preparación para recibir en
Frigia a la Nueva Jerusalén.
Por otro lado, como amenaza más seria, se fortaleció el gnosticismo,
que el apóstol Juan ya había atacado (Jn 1:1-13,14-18; 1 Jn 4:1-3). Se ma-
nifestó en su forma cristiana bajo Marción (c. 80-160 dC), de donde tomó
el nombre de "marcionismo". Esta herejía tenía una visión dualista del
mundo, según la cual todo lo físico era malo y solo lo espiritual era posi-
tivo. Rechazaban el AT por considerarlo producto del demiurgo, dios cre-
ador de lo físico.
Ante estas amenazas, la iglesia se puso más rígida administrativa-
118 • Dios Defiende a su Pueblo

mente, dando más autoridad a los obispos, y definió su Credo y el Canon


de las Escrituras. Para diferenciarse de los herejes, tomaron el nombre de
"católico", cuyo significado prístino es "universal", no con la carga reli-
giosa que tiene actualmente. En este sentido se puede afirmar que el pue-
blo de Dios es "católico" porque está esparcido por todo el mundo. A la
iglesia de fines del siglo II se la ha llamado "antigua iglesia católica".
Este grupo era la mayoría de la época: siglo y medio más tarde (siglo IV
dC) este nombre fue utilizado por la mayoría cristiana que se amalgamó
con el paganismo.
La iglesia cristiana hoy puede considerarse heredera de la iglesia
apostólica, porque la verdadera filiación con Dios la determina la unión
con Cristo y su Palabra, más que con una institución, su jerarquía, sus
tradiciones y sus prácticas.
Una tremenda verdad difícil de compartir. Lo explicado anterior-
mente es una realidad histórica y bíblica, confirmada por el estudio de
Daniel 11:21-39. Es también un mensaje que el pueblo de Dios debe pro-
clamar en los días finales (Ap 14:6-12; 18:4).
Pero en la actualidad la Iglesia Católica es una institución respetada y
admirada por muchos. Su dirigente, el papa, es considerado como uno de
los más importantes líderes morales del planeta, si no el más importante.
A esto se suma el pensamiento de tolerancia y respeto a los demás que
proclama nuestra sociedad. Por lo tanto, advertir de un poder que muestra
un rostro amable, pero que la historia y la profecía condenan, no es agra-
dable para los adventistas y sería considerado fanatismo por muchos.
Elena de White nos da consejos válidos para compartir esta verdad
con aquellos que nacieron amando la Iglesia Católica: (1) hacerlo con
tacto y cariño evitando ser descorteses; (2) no levantar prejuicios innece-
sariamente; (3) edificar, presentando "la verdad con su fuerza y con su
poder", dejando que ella revele el error; (4) no atacar, especialmente a
personalidades destacadas; (5) "no embestir, abrumar y condenar"; (6)
presentar esta enseñanza de forma positiva, "en tonos y palabras de amor"
junto con "testimonios gozosos de gratitud"; (7) poner más énfasis en las
Escrituras que en la historia, sin desvalorizar esta última; (8) ocultar al
mensajero en Cristo, para que el Señor y su ley sean exaltados; (9) usar
métodos didácticos que capten la atención y despierten el interés.29
Estas son orientaciones claras que, aplicadas fielmente, conducirán a
muchas almas a la verdad del evangelio y las profecías bíblicas.

29
Elena de White, El evangelismo (Buenos Aires: ACES, 1978), 418-420.
Daniel 11:21-27: Surgimiento)' Característica... • 119

11:25-27
Traducción y estructura

Al Guerra contra el rey del sur


(25) E incitará sus fuerzas y su ardor con un gran ejército contra el
rey del sur; y el rey del sur reaccionará para la guerra con grande y
muy numeroso ejército;
Triple fracaso del rey del sur
B1 pero no prevalecerá, porque planearán contra él.
C1 (26) Y los que comieron de sus manjares buscarán
su ruina;
B2 y su ejército inundará, y muchos caerán muertos.
A2 El rey del sur se une al "vil"
(27) Y en el corazón de estos dos reyes tramarán hacer mal.
Sentados en una misma mesa hablarán engaño; y no prosperará,
Cierre: factor tiempo
porque todavía el fin [será] en el [tiempo] señalado.

Vale la pena destacar que en los versículos 25 y 26 (B1, C1, B2) hay
una mención de una triple caída del rey del sur ante este rey del norte. Fi-
naliza mencionando la contienda entre estos dos poderes que, como de-
muestra la historia, "no servirá de nada" (11:27).

11:25
Incitará. El verbo 'awar, como aparece aquí, puede entenderse como
"despertar" (Zac 4:3), "incitar" (Dt 32:11), "suscitar" (Is 41:2, CAE), "ani-
mar a los valientes" (J1 3:9, CAB), "avivar el fuego" (Os 7:4).
Sus fuerzas y su ardor. Literalmente "su fuerza y su corazón" (koho
ñlébabd). El deseo del papado de alcanzar el predominio chocó a través
de la historia con la resistencia o la aceptación renuente del poder político
de la época, como veremos a continuación.
Rey del sur. Estamos en un contexto posterior a la cruz, por lo tanto
no se puede interpretar literalmente como Egipto (véase "Principios bí-
blicos de interpretación profética" en el capítulo l). 30 El rey del sur re-
presenta al poder civil que compite con el papado, el nuevo rey del norte.
Aunque no se menciona como tal desde el 11:15 y no se lo hace de nuevo
30
Shea y Alomía entienden que esta sección apunta a Egipto en días de las Cruzadas.
Omiten el principio que no puede tomarse literalmente la referencia al sur. Shea, Daniel,
253-258; Alomía, 414-425.
120 • Dios Defiende a su Pueblo

hasta 11:40, se entiende que el "despreciable" de 11:21, actor principal de


toda la sección (11:21-39) es el nuevo rey del norte. La contraposición con
el sur en este pasaje confirma esta aseveración; además designa al poder
civil o secular como el rey del sur, que en 11:22 es representado por el
"príncipe del pacto", el Imperio Romano.
Reaccionará. Este pasaje anticipa la tónica del mundo medieval: la
contienda por el predominio mundial entre la iglesia y los poderes polí-
ticos. Esta lucha ha sido llamada "la lucha de las investiduras". La dis-
cusión giró en torno a quién inviste a quién. Es decir, se debate si el poder
religioso entrega el poder político, concediendo reinos y coronando em-
peradores, o bien, los monarcas y las autoridades civiles nombran e in-
visten a las obispos.
El rey del sur, el poder político de la época medieval, muchas veces
se impuso en el nombramiento de papas y obispos, como lo hizo Otón I
cuando nombró a León VIII (963-965), y más tarde a Juan XIII (965-
972). Lo mismo hizo su hijo Otón II, con el nombramiento de Gregorio
V (996-999), el primer papa alemán, y Silvestre II (993-1003), el primero
francés.
Medio siglo después, en diciembre de 1046, Enrique III, ante la lucha
de tres papas por el trono pontificio -Benedicto IX, Silvestre III y Gre-
gorio V I - depuso a los tres y nombró a un alemán como papa, quien tomó
el nombre de Clemente II. Walker comenta al respecto: "Tanta era la gra-
titud que se le debía por haberlo así rescatado de la anterior degradación,
que el partido reformista al principio no criticó seriamente este dominio
imperial; pero no podía demorar mucho en suscitarse la cuestión de la in-
dependencia de la iglesia. La misma amplitud de la obra de Enrique III
pronto provocó oposición". 31
No prevalecerá. Aunque el poder político logró en ocasiones impo-
ner sus reglas, nunca pudo eludir la influencia del papado. Siempre estuvo
allí presente, siempre reclamó supremacía y cuando pudo, dominó la po-
lítica mundial.
Un acto que marcaría la Edad Media se dio con Pepino el Breve (m.
768), quien fue ungido y coronado en el 751. Según Walker: "Esta trans-
acción, que en el momento parece haber sido sencilla, estaba llamada a
tener las más vastas consecuencias. De ella podía sacarse la conclusión de
que estaba en las atribuciones del papa el dar y conceder reinos". 32

3
'Walker, 222.
n
Ibíd., 203.
Daniel 11:21-27: Surgimiento)' Característica... • 121

Lo ocurrido con Carlomagno, hijo de Pepino, refleja la tónica de la


época. Aunque el poderoso monarca consideró al papa como "el prin-
cipal de los prelados de su reino, más que una autoridad independiente"
y "aunque no llegó a decidir la elección de papas, como lo hacía con los
obispos de su reino", 33 fue el papa León III (795-816) quien colocó la
corona imperial sobre la cabeza de Carlomagno el día de Navidad del
año 800.
Puede citarse también la coronación de Otón I como emperador, fun-
dador del Santo Imperio Romano Germánico, en Roma el 2 de febrero del
962. Si bien el poder efectivo en ese momento estaba en manos de este
monarca, aún en esos momentos de grandeza seguía siendo el papa quien
otorgaba simbólicamente el dominio temporal.
La "lucha de las investiduras" concluyó con el Concordato de Worms
en 1122, entre Enrique V (1086-1125) y el papa Calixto II (1119-1124).
En este acuerdo, según Walker, "el emperador renunciaba a la investidura
con anillo y báculo, es decir, con los símbolos de la autoridad espiritual.
A su vez el papa le concedía el derecho de investidura con las posesiones
temporales del cargo, mediante el toque con el cetro real, sin exigencia de
pago al candidato". En este aparente empate, la ganadora había sido la
Iglesia: "Si no superior al Estado, había afirmado su igualdad con el poder
temporal". 34
Planearán contra él. ¿Quién traicionará al rey del sur? ¿Sus ejér-
citos, mencionados en este versículo? ¿O el "vil" con quien se sienta a
la mesa en 11:27? Evidentemente no son los primeros, porque el versí-
culo 26 indica que sus tropas serán destruidas y el fracaso tocará a su
puerta. Por lo tanto, el que lo traiciona es el mismo con quien se sienta
a la mesa (11:27). Tal como se indicaba en Daniel 8:25, este poder es as-
tuto y artero.

11:26
Los que comieron. El verbo 'akal, literalmente "comer", representa
en las Escrituras el acto de apropiarse e internalizar (Jer 15:16; Ez 3:1; Ap
10:10), de disfrutar (Pr 30:20), saborear (Dt 4:28).
Manjares. Una comida fina (Dn 1:5). Este singular sustantivo,pat-
bag, está compuesto de dos vocablos: El primero de ellos, cuando se
une a lehem, significa "bocado de pan" (Gn 18:5; Jue 19:5; 1 S 2:36;

33
Ibíd„ 205.
u
Ibíd„ 234.
122 • Dios Defiende a su Pueblo

1 S 28:22; 1 R 17:11; Pr 28:21) o simplemente bocado (Pr 17:1). El se-


gundo juega un papel complementario y al estar en forma independiente
no tiene significado (cf. Dn 1:5, 8,13,15).
La profecía anuncia que aquellos que gozaban de los beneficios del
Estado lo traicionarían en favor del poder religioso. A través de los si-
glos, el papado supo tentar y seducir a los gobernantes, y en otros casos,
presionarlos y amenazarlos a abandonar a sus amos y sus intereses, para
favorecer a los de Roma.
Una muestra de esta realidad es el episodio, "considerado siempre
como la peor humillación del imperio medieval ante el poder de la igle-
sia":35 la humillación de Canosa. Enrique IV (1084-1105) se enfrentó con
el papa Gregorio VII (1073-1085) por la misma razón, el poder de inves-
tidura. El monarca logró denunciar al papa. La respuesta papal no se hizo
esperar. El sínodo del 22 de febrero de 1076 excomulgó a Enrique y li-
beró a todos sus subditos de sus votos de obediencia. El decreto papal no
habría tenido efecto si Alemania hubiese estado unida en esos momentos.
Pero los sajones y otros enemigos aprovecharon para oponerse a Enrique
IV, además del supersticioso pueblo que consideraba una desgracia espi-
ritual verse privado del beneficio de salvación que le ofrecía la Iglesia.
Frente a estas circunstancias, Enrique IV tuvo que viajar a Canosa,
donde el papa se refugiaba en el castillo de su ardiente partidaria Matilde
de Toscana. Tres días se presentó el rey, descalzo en la nieve como un pe-
nitente, hasta que logró ser absuelto de la excomunión. Tal como lo indi-
caba la profecía, se cumplió en este caso lo que sería característico de la
época: "los que coman de sus manjares le quebrantarán".
Quebrantarán. Como romper una puerta (Gn 19:9), un hueso (Éx
12:46), un arma (Jer 49:35),un barco (Ez 27:26). Este pasaje apunta a u n
quebrantamiento más profundo aún, como el de una nación (cf. Is 14:25)
o del corazón (Sal 69:20).
Ejército. La derrota es completa. El versículo anterior presenta al rey
del sur totalmente avasallado por su contrincante. Como se vio en los ver-
sículos anteriores, los gobiernos civiles intentaron liberarse muchas veces
del predominio papal, pero lo lograron transitoriamente.
Se considera el punto culminante de la supremacía papal el arrogante
pontificado de Inocencio III (1198-1216), quien como "ningún papa tuvo
un concepto más elevado de la función papal, y durante su pontificado el
papado alcanzó la culminación de su poderío". 36 En la lucha por el poder
35
Ibíd„ 231.
36
/Ml,287.
Daniel 11:21-27: Surgimiento)' Característica... • 123

en Alemania a fines del siglo XII e inicios del XIII, este astuto prelado
"pareció haber defendido cabalmente las pretensiones papales y haber
dictado la sucesión imperial. Había sido obtenida la supremacía mundial
del papado". 37
Igual éxito tuvo Inocencio III con Felipe de Francia, a quien presionó
mediante un entredicho, o sea la prohibición de los servicios religiosos en
el país, a que recibiera de vuelta a su divorciada esposa. Igual suerte co-
rrió Alfonso IX de Aragón, quien tuvo que separarse de una esposa que
era pariente muy cercana. La victoria sobre el odiado rey Juan de Ingla-
terra (1199-1216) fue quizá su mayor éxito. Ante la negativa del monarca,
mediante la presión de un entredicho impuso a su favorito como arzo-
bispo de Canterbury y le obligó a pagar al papado un derecho feudal de
mil marcos anuales. De igual forma, en las situaciones internas de la igle-
sia mostró su voluntad centralizadora.
Los subsiguientes papas mantuvieron ese espíritu de supremacía mun-
dial y de efectuar el sometimiento de las autoridades civiles, aunque no
lograron un éxito completo como Inocencio III. Se destaca en esta época
Bonifacio VIII (1294-1303), quien manifestó en el punto culminante de
su pontificado las pretensiones papales de predominio sobre las autori-
dades seculares en su bula Unam Sanctum. En ella se pretende que los
gobiernos están sujetos a la autoridad espiritual la cual es juzgada en la
persona del papa por Dios solamente. Declaraba que "es absolutamente
necesario para la salvación de todo ser humano, que esté sujeto al pontí-
fice". Irónicamente fue con Bonifacio VIII que se mostró la ineficacia de
las pretensiones papales. Murió un año después de ser capturado por sus
enemigos. El poder papal enfrentaba ahora, a inicios del siglo XIV, un
sentimiento nacionalista, que terminaba con el divisivo gobierno feudal,
más favorable para sus aspiraciones.
La historia no había conocido un poder religioso tan arrogante y
tan incisivo en la ambición por el poder, como lo había sido el go-
bierno papal.
Caerán. Como indicamos en la estructura de Daniel 11, de todas las
caídas mencionadas a través del capítulo, en este pasaje aparece una tri-
ple caída (véase "estructura"). Indiscutiblemente esto señala el someti-
miento al poder católico romano, el cual presionó a los distintos reinos de
la Edad Media e inclusive hasta el siglo XVIII.
No será sino en 11:40, "al cabo del tiempo", que el rey del sur lo-

31
Ibíd.
124 • Dios Defiende a su Pueblo

grará sacudirse de este dominio porque se "levantará" contra el mo-


narca del norte.
Muertos. A la luz de lo expuesto, puede entenderse esta expre-
sión de manera metafórica, como señalando que muchos caerían
"muertos" en su sometimiento al poder papal. ¡Cuántas veces los po-
deres civiles tuvieron que inclinarse ante la arrogancia de obispos y
concilios! Muchos se opusieron por distintos motivos, pero no fue sino
hasta el siglo XVIII que empezaría a darse a los gobiernos civiles una
libertad sin igual.

11:27
Corazón. El corazón es el centro de la emociones y la voluntad en el
texto bíblico (Pr 4:23). La intención de los centros de poder a través de la
historia, quizá con contadas excepciones, ha sido oprimir y explotar al
pueblo para el propio beneficio. La imagen aquí presentada declara que
tanto el poder civil como el papal, han tenido intenciones oscuras de am-
bición y orgullo, como se ha visto en los versículos anteriores.
Reyes. La gran característica de la Edad Media, y aún entrada la Edad
Contemporánea, fue el predominio de la iglesia, junto con el poder polí-
tico, sobre la vida, la cultura y el quehacer en todos los ámbitos de la exis-
tencia.
Hacer mal. Literalmente "para mal" (lémera'). Es interesante que el
interés de uno u otro, el Estado o la Iglesia, es para mal. Desgraciada-
mente cualquier gobierno está dirigido por seres humanos, los cuales
como señala la Biblia, están inclinados hacia el pecado. El problema re-
side, finalmente, no en el tipo de gobierno establecido o elegido en el mo-
mento, sino en el corazón humano.
Las intenciones políticas de ambas instituciones, tanto de los reinos
seculares como del poder papal, han sido mayormente para su propio be-
neficio, en detrimento del pueblo y el bien común.
Mesa. El pasaje describe de manera metafórica a dos personajes junto
a una mesa, maquinando y discutiendo acerca de sus intenciones, ambi-
ciones y planes de cómo manipular el poder a su conveniencia.
Estos pasajes anticipan el momento cuando, luego de establecido el
poder papal en la ciudad de Roma, el poder civil representado por los
francos y la dinastía merovingia, el Imperio Bizantino con Justiniano y
sus sucesores, entraron en componendas con el fin de distribuirse el
poder y el dominio de la Europa medieval.
Hemos señalado en el 11:25 cómo los dos poderes, el papado y los
Daniel 11:21-27: Surgimiento)' Característica... • 125

reinos de turno, intentaron dominar el uno al otro. Se pusieron de


acuerdo, se sentaron a la mesa a negociar, pero lo hicieron en forma men-
tirosa.
Engaño. La relación entre el papado y el poder político de turno siem-
pre estuvo marcado por la suspicacia, la envidia, la traición.
No prosperará. "No prosperará" (cf. Nm 14:31); "no será efectivo"
(cf. 1 S 10:6); "no tendrá éxito" (cf. Jer 12:1); estas son posibles traduc-
ciones de la frase wéló' tisélah.
Esta frase determinante evalúa el intento medieval, el experimento
de la unión de la Iglesia y el Estado, descritos en 11:21 -27. Es un arreglo
que no tiene futuro y no es viable. La historia de la Edad Media, los su-
frimientos, la muerte y el retroceso que trajo el dominio papal en la Eu-
ropa medieval son clara evidencia que el deseo de supremacía papal es
más que un fracaso: es inútil, dañino e infructuoso.
Fin. Literalmente, "porque todavía fin en el tiempo señalado". El tér-
mino qes (fin) indica que el fin o la conclusión del tiempo o plazo seña-
lado todavía está en el futuro. Esta expresión es netamente escatológica
y apunta al tiempo del fin mencionado en 11:40.
Señalado. El plazo o período (lamd'ed) que aún no habría llegado
apunta al tiempo escatológico de los 1.260 días proféticos o años litera-
les de Daniel 7:25 y 12:7, donde se usa en 7:25 'iddan, arameo, y en 12:7
md'ed, hebreo.
En 11:29, "al tiempo (md'ed) señalado", se anuncia la llegada de este
"plazo" o "período" (véase comentario de 11:29). Por lo tanto, en ese mo-
mento se inician en el capítulo 11 los 1.260 días proféticos o años litera-
les. Finalmente en 11:35 se repite el concepto en el contexto de la caída
de los sabios, los fieles cristianos durante la Edad Media.
En otras palabras, el plazo de los 1.260 años de supremacía dados al
poder papal en 7:25 y 12:7 aún no se ha iniciado. Por esta razón consi-
deramos que los versículos 11 al 27 aquí estudiados anuncian el período
del surgimiento del poder papal y su unión ilícita con el rey del sur, el
poder político. El período histórico narrado en 11:21-24 corresponde a la
descripción del nacimiento de la unión ilícita del poder civil con el reli-
gioso. Se presentan dos poderes en contraposición: el "vil" y el príncipe
del pacto, quienes entran en alianza (11:23). Este "pacto impío" es la
unión ilícita del Imperio Romano, el príncipe del pacto (cf. Dn 9:26), con
el obispo de Roma, "el vil y despreciable". Es la mezcla del paganismo
con el cristianismo, la extraña pero dañina unión de la Iglesia con el Es-
tado. Los versículos 25 al 27 señalan la victoria del "vil", apuntando al
126 • Dios Defiende a su Pueblo

triunfo del poder religioso sobre el poder secular (el rey del sur). Se des-
criben los efectos del desarrollo de la contienda entre los distintos reinos
de la Edad Media que disputaron el poder con el obispo romano, a pesar
de que se sentaron a la mesa con la intención de ponerse de acuerdo
(11:27), "mas no serviría de nada".

Reflexiones para nuestros días


El problema de la unión de la Iglesia y el Estado. El experimento
realizado en la historia de hacer un matrimonio entre la Iglesia y el Es-
tado ha sido de tristes consecuencias para la humanidad. Debería ense-
ñar que ambas instituciones tienen su área de influencia respectiva: la
espiritual pertenece a la primera, mientras que la secular y política a la
segunda. "Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de
Dios" (Mt 22:21). Como producto de este adulterio ha nacido la intole-
rancia religiosa. Por el contrario, la instauración de estados laicos y la
separación de la Iglesia y del Estado han provisto un ámbito de libertad
como nunca lo había conocido la humanidad.
La libertad religiosa es un derecho que los adventistas del séptimo
día han defendido desde sus inicios y es un tema que debe ser mante-
nido en alto en nuestros días.
Los propósitos de Dios tienen su tiempo. Si algo nos enseña la
profecía bíblica es que el Señor conoce los tiempos. Él tiene su crono-
grama bien afinado. Las expresiones estudiadas, "porque aún el plazo
no habrá llegado" (11:27) y "al tiempo señalado" (11:29), recuerdan
que el Señor tiene su tiempo para cada acontecimiento, y nada lo toma
por sorpresa, ni los ataques que el enemigo hace contra su ley, su san-
tuario o su pueblo.
Filósofos y pensadores que moldean una cosmovisión. Invita a la
reflexión el hecho de que el poder civil se doblegó tantas veces ante la
Iglesia durante la Edad Media. Sorprende pensar cómo fue posible que
los monarcas se sometieran con tanta frecuencia a un líder religioso o,
al menos, lo consideraran como un igual en autoridad y poder.
La mentalidad de la época consideraba que había tres niveles en la
sociedad: los que oran (los sacerdotes), los que guerrean (los señores
feudales) y los que trabajan (los campesinos). Así funcionó la sociedad
hasta que en el siglo XIV empezó a surgir la clase burguesa, mayor-
mente en las ciudades. El poder y la influencia de los sacerdotes sobre
la conciencia y la conducta de la sociedad eran indiscutibles. El pueblo
aceptó ese modelo porque filósofos y religiosos habían ido moldeando
ej A
Daniel 11:21-27: Surgimiento y Característica... • 127

mediante sus escritos la cosmovisión de toda una época. No deja de sor-


prender cómo ciertos pensadores influyen en la sociedad desde sus re-
traídos escritorios y con sus ideas. Lo mismo sucede hoy: muchos se
dejan arrastrar por la corriente de una sociedad cuyas ideas predomi-
nantes y antivalores ellos no evaluaron. Fueron otros los que moldearon
la cultura actual; por eso el cristiano debe ser reflexivo y decidido ante
la corriente ideas y costumbres de su época.
Lecciones del feudalismo. Otro factor que favoreció el predomi-
nio de la Iglesia en este periodo fue el feudalismo. Estos centros de
poder dirigidos por nobles feudales aislados permitió que el papado im-
pusiera su autoridad ante un continente políticamente fragmentado. El
surgimiento de la burguesía y de una conciencia regional fue consoli-
dando el poder de los reinos que conformarían la Europa del Renaci-
miento y la Reforma. Ante estas monarquías, el poder papado empezó
a declinar.
Al estudiar Daniel 11:40-45 veremos que, durante los días finales
de la historia humana, la situación geopolítica cambiará. La profecía
anuncia un mundo religioso y político unificado en los últimos días. La
creciente globalización constituye una clara señal de que el escenario
profético está montado para el desenlace final.
C A P Í T U L O SIETE

DANIEL ll:28-32a:
EL "DESPRECIABLE": SU ATAQUE
AL PACTO SANTO

A partir de la introducción en Daniel 11:28, se incorpora un concepto


que domina las siguientes estructuras: el pacto santo. En esta nueva
sección se indica una postrera venida distinta (11:29b), porque hay una tó-
nica profana en este nuevo segmento.
En el capítulo anterior estudiamos el surgimiento de un poder singular,
diferente de los que hasta el versículo 20 habían aparecido en esta profecía.
Señalamos que en 11:21-24 se describe cómo surge este "despreciable", el
poder papal. Luego los versículos 25 al 27 ejemplifican la principal carac-
terística de este poder: la unión del poder religioso con el civil, en busca de
satisfacer la sed de predominio mundial.
A continuación el ángel presenta en su discurso profético el triple ata-
que que el poder papal haría en la historia: contra el pacto santo (11:28-
32a), contra el pueblo de Dios (ll:32b-35) y contra Dios mismo (11:36-39).

ll:28-30a
Estructura
Al Regreso
(28) Y volverá a su tierra con grandes riquezas,
B1 Contra el pacto santo
y su corazón (será) contra el pacto santo; y hará,
A2 Regreso
y volverá a su tierra.
A3 Regreso
(29) Y al tiempo señalado volverá y vendrá al sur;
B1 Diferente
y no será como la primera y anterior venida.
B2 Diferencia
(30) Y vendrán contra él naves de Quitim,
A4 Regreso
y contristará, y volverá.

128
Daniel ll:28-32a: El "Despreciable ": Su Ataque al Pacto Santo • 129

Comentario
11:28
Volverá. Tres veces aparece el verbo süb (volver) en este versículo y
el siguiente, que en este contexto sugieren una reacción contra el ene-
migo. Un sentido teológico de este verbo es el de "volver a Dios", "arre-
pentirse", pero en estos pasajes no es este el caso. 1 Aquí refleja, en
conexión con "su tierra", volver de la guerra triunfante (11:9; 11:28 [2
veces]) o realizar un contraataque al enemigo (11:10,13, 30 [2 veces]).
Lo que el texto indica es que luego de su lucha con el poder civil,
cuando el papado asegura el reconocimiento religioso y político en la his-
toria, cuando regresa triunfante en sus pretensiones, se propondrá seguir
su ataque, ahora contra el "pacto santo". El siguiente versículo indica la
fecha cuando empezará esta segunda fase en la ambición romana de su-
premacía, no solo política, sino ahora también en confrontación con Dios
y su santo pacto.
Podemos resumir a esta altura que ios versículos 21 ai 27 presentan la
conformación del poder político-religioso del papado, acto que tomó forma
definida a partir del siglo VI y que se extendió durante la Edad Media y
hasta el comienzo de la Edad Contemporánea (1453-1789). Una sinopsis de
toda la sección histórica de esta profecía (11:21-39) sería la siguiente:
11:21-27 Conformación de la peligrosa mezcla del poder reli-
gioso y el poder civil, característica fundamental del papado y
de su desarrollo histórico.
ll:28-32a Ataque al corazón del evangelio: la salvación mediante
la fe, apartando la atención de la humanidad de los méritos de
Cristo.
ll:32b-35 Ataque a lo más preciado de Dios en esta tierra: su pue-
blo, quienes precisamente "instruirán a muchos" (11:33).
11:36-39 Ataque a la propia Deidad, pretendiendo ser el vicario de
Cristo en la tierra y arrogándose cualidades divinas.
Su corazón. La expresión ülébabo, "y en su corazón", ya apareció
aplicada al "despreciable" en relación a su lucha contra el rey del sur
(11:27). No es casualidad, por lo tanto, que aparezca aquí también en re-
lación con esta nueva fase de la ambición papal, ahora en el ámbito espi-
ritual. Así se recalca, como también lo hace la expresión "hará" (ver com.
11:3, 24) en este mismo versículo, que el ataque al reino espiritual de
Dios es una característica fundamental del poder papal.
1
J. A. Thompson y Elmer A. Martens, süb, en NIDOTTE, 4:56-57.
130 • Dios Defiende a su Pueblo

Pacto. El término bérit se usa de distintas formas en las Escrituras, su-


giriendo un pacto entre el Creador y su creación (Gn 9:13,16), entre Dios
y un creyente (Gn 15:18; 17:11), entre dos amigos (1 S 18:3; 23:18), así
como entre dos familias o clanes (Gn 21:27, 32; 26:28), un acuerdo fa-
miliar (Gn 31:44), o entre dos pueblos (Jos 9:6, 7). También apunta a la
alianza que hizo el Señor con su pueblo en el monte Sinaí (Éx 34:10;
34:27; Dt 4:23, 31; 5:2).
La expresión bérit qod.es no aparece en el AT sino en Daniel 11:28,30,
pero sí se menciona el pacto que Dios hace con Israel. En esta alianza se
destacan ciertos elementos que son llamados bérít olam, "pacto perpe-
tuo": el sábado semanal (Éx 31:16), el pan de la mesa del lugar santo (Lv
24:8), el diezmo (Nm 18:19); el sacerdocio (Nm 25:13). Además se habla
del arca del pacto, 'áron bérít (Nm 10:33; 14:44; Dt 10:8; 31:25,26).
Existe además un "pacto eterno", bérít olam, que el Señor ha hecho
con sus hijos (Is 24:5; 55:3; Jer 32:40; 50:5), que en Ezequiel también es
llamado "pacto de paz", bérít salom (Ez 37:25, 26). Además se promete
un pacto nuevo, bérit hádasah (Jer 31:31).
A la luz de este breve repaso, podemos concluir que el "pacto santo"
es la alianza del Todopoderoso con su pueblo y que está representada por
su ley proclamada en el Sinaí y confirmada en el santuario y sus servicios.
Encierra el acuerdo sagrado entre Dios y su pueblo.
Santo. El sustantivo qodes abarca una gran variedad de usos: Dios
(Éx 15:11), su espíritu (Is 63:10), su nombre (Lv 20:3; 22:2,32), su brazo
(Is 52:10), sus caminos (Sal 77:13); humanos: [sacerdotes (Lev 21:6), le-
vitas (2 Cr 23:6)]; objetos: ofrendas (Éx 29:33) y dones (28:38), los mue-
bles del santuario (1 R 8:4), las vestimentas sacerdotales (Éx 29:29);
lugares: santuarios (Lv 10:4,17,18), lugares de una teofanía (Éx 3:5; Jos
5:15), Sion (Is 11:9), Jerusalén (Is 48:2); y finalmente tiempo: el sábado
(Éx 31:14,15), jubileo (Lv 25:12) y las fiestas. Pero en todas ellas, Dios
es el origen de la santidad. Dice NIDOTTE: "Dios es considerado como
la fuente de santidad. El nominativo destaca la naturaleza esencial que
pertenece a la esfera del ser o actividad de Dios y que es distinto de lo
común o profano. Esto puede corresponder a un reclamo de propiedad,
una declaración de asociación cercana, o proximidad a su presencia cúl-
tica... La santidad no es inherente en la creación pero viene por decreto
de Dios. Mientras que el ámbito de lo santo era conceptualmente distinto
del mundo con sus imperfecciones, no obstante opera dentro del mundo
siempre y cuando su integridad sea estrictamente mantenida". 2
2
Jackie A. Naudé, qodes, en NIDOTTE, 3:879.
Daniel ll:28-32a: El "Despreciable ": Su Ataque al Pacto Santo • 131

El adjetivo qados se aplica a objetos consagrados para un servicio di-


vino y se aplica a seres divinos (1 S 6:20; Is 43:3; Hab 1:12), seres hu-
manos (Dt 14:2; 26:19), el atrio donde se ejecuta el sacrificio (Éx 29:31;
Lv 6:16, 26; 7:6; 10:13; 24:9; Ez 42:13), el día en el cual Esdras leyó la
ley (Neh 8:9-11), y el agua usada para probar a la mujer sospechosa de
adulterio (Nm 5:17). 3 Se presenta el caso de seis sustantivos referidos
como santos en Daniel: (a) el "santuario" (8:14), (b) el "santo de los san-
tos" (9:24 ú. p.); (c) "monte santo" (9:20); "tu santo monte" (9:16);
"monte glorioso y santo" (11:45); (d) "tu santa ciudad " (9:24 p. p.); (e)
"el pacto santo" (11:28; 11:30); y, ( f ) el "pueblo santo" (12:7). Estos pa-
sajes sugieren que todas estas realidades tienen elementos propios que
pertenecen al ámbito de lo divino, pero no poseen santidad intrínseca.
En este pasaje el término usado es el sustantivo qódes que en este
caso genitivo "califica toda las cosas ["pacto" en este texto, 11:28], que
de alguna manera pertenecen a Dios o a su adoración". La relación del uso
de qodes y sus opuestos (impuro, común, profano) "se refiere a los nive-
les que van desde la extrema santidad hasta la extrema impureza". 4 Todo
esto implica que su uso aquí es para diferenciar del pacto en 11:22 (véase
comentario) y para contrastar el ataque del "despreciable" en contraposi-
ción con la santidad de Dios. Es un sacrilegio lo que este personaje hace
contra el pacto divino.
Y hará. Las frases "y hará" (wé'asah, 11:28,30) "y harán" (11:32) in-
troducen en esta profecía un nuevo poder mundial que domina extensa-
mente (11:3,16). Esta expresión se aplica también a la supremacía papal
sobre los gobiernos terrenales en 11:24. Nótese que en los versos 28 y 30
se usa en conexión con los ataques contra el pacto santo, lo que sugiere
que este es un nuevo poder, pero en un ámbito distinto: el religioso o es-
piritual y no simplemente el militar y político.
El programa de los obispos de Roma incluía no solo el dominio tem-
poral, sino también el espiritual. Para mantener este poderío debía atacar
la verdad bíblica que condenaba sus actividades y cuyo conocimiento lo
pondría en evidencia, si llegaba a manos del pueblo.
Volverá a su tierra. El versículo cierra con la misma expresión con
la cual se inició. En el texto hebreo, la repetición de un concepto o término
es la forma de enfatizar algo. Aquí recalca la idea de que el poder papal
no se contentaría con el predominio temporal visto anteriormente (11:21-
27), sino que también pretendería el espiritual.
3
Naude, Ibíd., 3:881.
4
Ibíd. 3:879.
132 • Dios Defiende a su Pueblo

11:29
Al tiempo señalado. Literalmente, lamd'ed ("en el determinado",
"en el señalado volverá"); no aparece la palabra "tiempo" pero se sobre-
entiende. La expresión lamd'ed significa "fecha, tiempo, día señalado,
punto, momento". 5
No se menciona el tiempo escatológico ("y en el tiempo del fin") de
11:40. La expresión lamd'ed ("en/para el señalado") se repite en 11:27,
35. En el primer caso, 11:27, ki'-dd qes lamd'ed ("porque todavía el fin
[será] en el [tiempo] señalado", véase 8:19), y en 11:35, kV'od qes
lamd'ed ("porque [será] en el [tiempo] señalado").
Esta expresión se usa en conexión con un momento específico y pun-
tual en el cual Dios actuó o actuaría, como por ejemplo, el nacimiento de
Isaac, "por este tiempo el año que viene" (Gn 17:21); "por este tiempo el
año próximo" (18:14); "en el tiempo que Dios le había dicho" (21:2); o
bien, en un período de tiempo más amplio (Éx 23:15, 18, "en el tiempo
del mes Abib"; cf. Éx 9:5; 1 S 13:8,11; Lm 4:15). Usos similares apare-
cen en otros pasajes, donde siempre se alude a un momento puntual (2 R
4:16,17; Hab 2:3), que puede referirse tanto al inicio de dicho "tiempo"
o "plazo", terminas a quo (1 S 9:24; Sal 102:13; Is 12:1; Hab 2:3) como
a su cumplimiento ya realizado, terminas ad quem (2 S 24:15). En el caso
de Daniel 11:29 podría tomarse ya sea como el inicio del período profé-
tico de los tres tiempos y medio (Dn 7:25; 12:7, lamd'ed mo'ádim
wahési), o bien como su conclusión.
Es iluminador el comentario de Pfandl, quien luego de analizar los
textos de 11:27, 35, 40, concluye: "De estos paralelos parece razonable
concluir que el tiempo señalado, el cual todavía es futuro en el v. 27, llega
a ser el fin del tiempo señalado que todavía está en el futuro en el verso
35 y el tiempo del fin en el v. 40. El versículo 35 es el enlace entre el v.
27 y el v. 40". 6 Por lo tanto, si la secuencia de los pasajes señalados
(11:27,35,40) apunta progresivamente al tiempo del fin, la expresión de
tiempo en 11:29 debe corresponder al inicio de ese período y no a su final.
Esta conclusión nos ubica en los inicios del predominio político papal
en Roma en el 538 dC (los 1.260 días proféticos se explican en el com.
12:7). En esta época empiezan a fortalecerse las ambiciones papales de
supremacía mundial.
Es oportuno recordar que en 11:21, 24 se detalló el surgimiento del
"vil" en la historia y sus características, o sea el poder papal. Se descubrió
5
Alonso Schókel, 410.
«Pfandl, 251.
Daniel ll:28-32a: El "Despreciable ": Su Ataque al Pacto Santo • 133

que el pasaje apunta a la formación de la relación Iglesia-Estado previa-


mente a la Edad Media, y concluimos que hay nuevos detalles que la pro-
fecía ofrece en esta temática que no habían sido previamente mencionados
en Daniel. Luego 11:25-27 nos da una perspectiva del desarrollo y con-
secuencias de este ambiguo gobierno Imperio-Iglesia durante la Edad
Media. Ahora en esta sección, acorde a lo señalado arriba, la profecía pre-
senta el desarrollo histórico de este poder político-religioso (la Iglesia
Romana) en su conexión con el pacto santo (11:28-32), el pueblo de Dios
(11:32-35) y Dios mismo (11:36-39).
Al sur. Como poder religioso, el papado tuvo luchas complicadas para
sobrevivir en un mundo donde lo presionaban pueblos cristianos arríanos
y donde el poder imperial le era muchas veces esquivo (véase comenta-
rio 11:21-24). Pero ahora, a partir del 538, con un poder político afirmado
al menos en la ciudad de Roma, la presencia del obispo romano en el
mundo de sus días tenía otra dimensión. No solo venía como líder reli-
gioso sino como monarca terrenal. Justiniano en el 533 dio al papado los
títulos de: "Cabeza de todas las iglesias" y "Cabeza de todos los Santos
Sacerdotes de Dios". Además le había entregado el poder civil de la an-
tigua capital del imperio.
Como la primera y anterior. Se señala la diferencia porque el poder
papal tendría ahora una investidura civil; además, su ataque se opondría
a Dios, a su Palabra y a su pueblo, como veremos en los siguientes ver-
sículos.

11:30
Entrarán. En el capítulo 11 el verbo bd' sugiere venir al encuentro,
ya sea con el afán de concertar un acuerdo (11:6), de pelear una guerra
(11:7,9,10,13,15) y ciertamente con afán de conquista (11:17). Se aplica
al "vil" o "despreciable" en 11:21 y aquí nuevamente. La alusión apunta
entonces al nuevo esfuerzo papal por apoderarse de nuevas riquezas, ya
que las materiales y políticas han sido tomadas.
Naves. El término siyyim en la Biblia hebrea tiene dos significados:
morador del desierto (Sal 72:9; Is 13:21; 34:14; Jer 50:39) y barco o navio
(Nm 24:24; Is 33:21). Lo cierto es que las cuatro referencias primarias
aparecen en profecías de ataques extranjeros. En la profecía de Balaam,
Quitim viene en barco; somete a Asur y a Heber, pero como las demás na-
ciones, finalmente es destruido (Nm 24:24).
Quitim. La identificación de estas fuerzas navales es un tanto difícil
a la luz del texto bíblico. El vocablo kitím aparece siete veces en el texto
134 • Dios Defiende a su Pueblo

del AT; su significado es muy diverso, según lo indica su uso. Según Jo-
sefo: "De ahí que todas las islas, y la mayor parte de la costa marítima,
sean llamadas Quitim por los hebreos" ,7
Hartman y Di Lella señalan que "aunque kitim se referiría original-
mente a los habitantes de la isla de Chipre, más tarde se usó para nombrar
a la principal colonia fenicia de Kition en la isla (Gn 10:4; Is 23:1, 12;
etc.). Jer 2:10 probablemente se refiere a los pueblos de las islas y las cos-
tas del Mediterráneo en general. En 1 Mac 1:1; 8:5, se usa este vocablo
para designar a los macedonios" ,8
H. Treiyer propone que son fuerzas invasoras. "¿Qué es este 'Quitim'
y dónde queda? ¿Cuál sería la procedencia de estas 'naves'? No de la isla
de Chipre, no del Oeste, no de fuerzas antijudías, etc., significados todos
ellos que el nombre 'Quitim' tuvo en tiempos precristianos (recuérdese que
se trata de eventos posteriores a la Cruz). Abreviando largas explicaciones,
en este versículo 'Quitim' se refiere indudablemente a fuerzas invasoras".9
Nótense algunos elementos reveladores: (1) no se refiere específica-
mente al sur (identificado en esta porción como el poder secular); (2)
viene de los mares, específicamente del Occidente (en relación con Pa-
lestina); (3) son descendientes de Jafet (Gn 10:2-4; 1 Cr 1:5-7), y no de
Sem (los principales pueblos relacionados con el antiguo Israel eran de
origen semítico, con excepción de Egipto, afroasiático) y Persia (indoeu-
ropeo); (4) Quitim o Chipre, siempre está en el contexto de castigo y
como un lugar de desconsuelo (Is 23:1, 12); (5) se destacaba por su co-
nexión con los mares y sus excelentes navios (Ez 27:6).
Por lo tanto, bien puede interpretarse como ataques que ponen al na-
ciente poder papal en aprietos cuando su éxito con el Imperio Romano le
había rendido "gran riqueza" (11:28). No puede ser el mismo decadente
Imperio Romano, sino aquellos pueblos bárbaros, separados de la cultura
romana, que invadieron y asolaron el débil imperio y pusieron en aprie-
tos la subsistencia del incipiente poder de la Iglesia.
Se contristará. "Se afligirá" (cf. Sal 109:16). En la forma verbal
usada aquí, la palabra se entiende como "quebrantar, abatir" (Pr 15:13;
17:22; 18:14).
¿Qué ataque o invasión produjo angustia al poder papal en estos mo-

7
Flavio Josefo, Antigüedades de los judíos, Libro I, capítulo 6. Consultado en
http://www.slideshare.net/Garridoh/antiguedades_de_losJudios_tomo_i_flavioJosefo.
Consultado el 23 de mayo de 2012.
8
Hartman y Di Lella, 270.
'Treiyer, 109.
Daniel ll:28-32a: El "Despreciable ": Su Ataque al Pacto Santo • 135

mentos? Las invasiones bárbaras que pusieron en aprietos al papado du-


rante los siglos V y VI, en especial las de quienes no tenían una fe orto-
doxa sino arriana (véase comentario 11:22)
¿Por qué esta invasión causa que el catolicismo romano de la época
se ensañe contra el pacto santo, como lo sugiere la secuencia del pasaje?
Porque para mantener el predominio sobre una sociedad como la medie-
val el papado necesitaba controlar el poder civil y a la vez ejercer domi-
nio sobre las conciencias de las personas. Roma aprendió de su experiencia
con los pueblos arríanos, quienes durante varias décadas la tuvieron en
aprietos, que era indispensable un ataque más incisivo al poder civil y a
la religión del pueblo.

Reflexiones para nuestros días


La sagacidad y persistencia del papado. Este párrafo de Daniel 11 re-
cuerda los momentos críticos en que se encontró el poder papal en los si-
glos V y VI, ante la caída del imperio y el empuje de los pueblos que
invadieron los restos de la monarquía romana. Nos hace pensar en lo que
escribió Elena de White: "Téngase presente que Roma se jacta de no variar
jamás.... Los principios de Gregorio VII y de Inocencio III son aún los
principios de la Iglesia Católica Romana; y si sólo tuviese el poder, los pon-
dría en vigor con tanta fuerza hoy como en el pasado.... Roma tiene su
mira en el restablecimiento de su poder, y tiende a recuperar su hegemonía
perdida".10 Muchos ven como algo muy difícil, si no imposible, que el pa-
pado en la actualidad asuma alguna actitud beligerante. En estos días de to-
lerancia y respeto a los derechos humanos parece inconcebible que
pudiéramos retroceder a los tiempos de la persecución de la Edad Media.
La profecía bíblica señala que la sociedad se irá descomponiendo (2 Ti
3:1-5). Las condiciones se irán dando para que permitan el desarrollo del
hombre de pecado. No está demás recordar la recuperación que ha experi-
mentado el poder papal desde que sufriera el golpe de 1798. En 1870, a pesar
de que la revolución italiana despojó a la curia romana de su posesión de los
Estados papales, el Concilio Vaticano I proclamó el Dogma de la Infalibili-
dad Papal. En 1929 se firmó con Benito Mussolini el Tratado de Letrán, que
le concedió al papa la soberanía política en lo que se conoce como el Estado
del Vaticano. A cambio de esta concesión, el papa apoyó al gobierno fas-
cista italiano. En la década de los años 80 participó en la caída del comu-
nismo. Nadie niega el prestigio y la influencia que ejerce el papa en el

'"Elena de White, El conflicto de los siglos (Buenos Aires: ACES, 1993), 638.
136 • Dios Defiende a su Pueblo

mundo. Y cualquier observador avezado puede discernir que cualquiera sea


el camino que siga nuestro mundo, el papado jugará un papel importante en
su destino. ¡Cuánto más nosotros que tenemos en nuestras manos esta reve-
lación!

ll:30b-32a
Al Ataque al pacto santo
(30b) Se enojará contra el pacto santo, y hará;
B1 Traidores del pacto
y volverá y se entenderá con los que abandonen el santo pacto.
A2 Ataque al santuario
(31) Y se levantarán sus tropas y profanarán el santuario fortaleza,
y quitarán el continuo sacrificio, y pondrán la abominación desola-
dora.
B2 Violadores del pacto
(32a) Y seducirá con lisonjas a los que contaminaron el pacto.

Luego de introducir el regreso del "despreciable", cuya venida es di-


ferente a la primera (ll:28-30a), se describe en esta porción el ataque
profano contra el santuario y el establecimiento de la abominación deso-
ladora.

11:30b
Enojará. "Indignarse, enojarse, enfurecerse" (Sal 78:49; Is 66:14,
heb. za'am).
Pacto santo. Ver comentarios en 11:22 y 28. El Señor en el pasado le
pidió a Israel que no entrara en pactos con los pueblos vecinos, lo que
siempre los ponía en peligro de caer en la idolatría (Éx 23:32; 34:12,15;
Dt 4:23; 7:2-4; 29:24-27; Jue 2:2,3). Como analizaremos a continuación,
la abominación desoladora (11:31) es un acto idolátrico y el "desprecia-
ble" se entiende con los "que abandonan el pacto santo".
La ira que manifiesta la Iglesia Romana contra el pacto santo está
expresada en su destitución y corrupción del pacto que Dios ha hecho
mediante su Palabra con su pueblo, y en el establecimiento de un falso
pacto que lleva a la idolatría. Esta idolatría es expresada no solo en la
abominación desoladora, sino también en el culto a María, los santos y
los ángeles.
Y hará. Aparece nuevamente la expresión wé'asah, ya analizada en
11:28. Se ha señalado ya varias veces que esto sugiere un dominio com-
Daniel ll:28-32a: El "Despreciable ": Su Ataque al Pacto Santo • 137

pleto y arbitrario del poder de turno (véase com. 11:3, 16, 24). Llama la
atención que aquí el ataque es contra aquellos objetos que representan a
Dios: el pacto santo y el santuario. El ataque del poder papal se realiza
abiertamente y de manera irreverente contra el Señor y su plan de salva-
ción. Su predominio sobre las cosas sagradas parecerá completo e irre-
versible, al menos durante la Edad Media.
Volverá. Véase comentario 11:28.
Entenderá. Es interesante el uso de esta raíz verbal (btn) en este con-
texto. Su uso en Daniel regularmente apunta a entender las profecías
(1:17; 8:15,17,19; 9:22, 23; 10:1; véase com. 10:11). En su uso bíblico
general, se usa para referirse al conocimiento de Dios y de sus obras (Dt
32:7; Sal 107:43; Jer 2:10; Os 14:9).
Por lo tanto, este pasaje sugiere que la Iglesia Romana posee un enten-
dimiento distorsionado de las verdades del evangelio. Resulta claro que
estos entendimientos van más allá de un simple acuerdo; tienen una cone-
xión espiritual con consecuencias religiosas, solo que en este caso se trata
de una falsa religión que se opone al pacto santo y al santuario de Dios.
La Iglesia Católica considera que los seres humanos alcanzan la sal-
vación mediante ella y que fuera de ella no hay posibilidad de lograrla, po-
niendo así a la Iglesia en lugar de Jesús como medio para llegar al Padre
(Jn 14:6). La expresión de Cipriano (c. 200-258) refleja la mentalidad ca-
tólica al respecto: "No puede tener más a Dios por su Padre el que no
tiene a la Iglesia por madre". Más adelante, este padre de la iglesia de-
clara: "No hay salvación fuera de la Iglesia". 11
Abandonen. El uso del verbo 'azab en este contexto es muy signifi-
cativo. Cuando se refiere al ser humano, se usa frecuentemente para de-
signar el dejar de lado al Señor (Jue 2:12,13; 2 R 21:22; Is 65:11), su ley
(2 Cr 12:1; Sal 119:53; Pr 28:4), su pacto (Jer 22:9) o sus estatutos (1 R
18:18). Se destaca su uso en un contexto pactual (Dt 29:25; Jer 2:13,17,
19). En este ámbito es sinónimo de "quebrantar" (Dt 31:16), "prostituirse"
(Os 4:10), "rechazar" (Is 1:4).
En pocas palabras, apunta claramente a una apostasía de Dios y de su
verdad. Tristemente esta traición al Señor y su pacto fue una realidad cada
vez más evidente en el liderazgo de la iglesia cristiana con el correr de los
siglos. Afectó a las masas ignorantes, muchas de ellas compuestas por
paganos convertidos a medias, durante el surgimiento del "cuerno pe-
queño" (Dn 7:20, 24; 11:21-24).

"Walker, 70.
138 • Dios Defiende a su Pueblo

Santo pacto. Aquellos que "habrán desamparado el santo pacto"


(11:30, RV 1909; véase com. 11:28) pueden identificarse con todos aque-
llos cristianos que en los convulsos tiempos a partir del siglo VI se pu-
sieron de parte del poder católico romano y dejaron las verdades bíblicas
a un lado, ya fuera en forma abierta o simplemente por confiar en lo que
el magisterio de la Iglesia enseñaba.

11:31
Levantarán. Como se señaló en el capítulo 3, este verbo es clave
para la comprensión de toda la profecía. Aquí aparece de nuevo 'amad,
que en este contexto se refiere a levantarse para "reinar". Se levantan para
reinar Persia (11:2), Grecia (11:3,4), el rey del sur (11:7), el rey del norte
(11:20), y el "despreciable" (11:21). En este pasaje se refiere al deseo de
dominio, pero en el ámbito espiritual, estableciendo un sistema contrario
al divino con el objeto de dominar las conciencias.
Tropas. "Fuerzas, armada, tropas", del hebreo zérdah. En este con-
texto profético, posterior al evento de la cruz, donde las expresiones toman
un significado simbólico, estas tropas serían los ejércitos del poder papal,
los sacerdotes quienes a través de sus parroquias dominaban a todos los
que estaban sujetos a ellos, promoviendo las enseñanzas falsas y protago-
nizando todo el sistema falso de adoración enseñado por la Iglesia.
Profanarán. Del verbo halal, "profanar, tomar para un uso común".
De las 134 veces que aparece esta palabra en el AT, 75 de ellas toman el
sentido de profanar, especialmente en Ezequiel y Levítico. Profanar su
santuario es profanar su santo Nombre (Lv 20:3). Ezequiel recuerda que
el nombre de Dios es profanado con los ídolos y las ofrendas que se le dan
(Ez 20:39; 36:21,22). Levítico 21 habla especialmente de la profanación
que pueden cometer los sacerdotes y recuerda cómo su actitud puede pro-
fanar el santuario (21:12, 23).
Santuario. La expresión hebrea para santuario usada aquí es ham-
miqéddas, que proviene del verbo qadas (santificar, apartar). Es una ex-
presión que abarca todo el lugar sagrado de adoración (Ex 25:8; Lv
16:33) y no se limita a la tienda de reunión como lo hace 'ohel mo 'ed (ta-
bernáculo de reunión). Sus usos más comunes son en Levítico (Lv 12:4;
21:12), en Números (18:9; 19:20) y en Crónicas (1 Cr 28:10; 2 Cr 20:8;
26:18; 29:21), así como en la descripción que hace Ezequiel del nuevo
templo (44:1, 5; 45:3,4, 18; 47:12; 48:8, 10, 11).
En Daniel 8:14 y 9:26 se utiliza la expresión qodes para referirse al
santuario. Esta expresión, con diversos significados, tales como "lugar
Daniel ll:28-32a: El "Despreciable ": Su Ataque al Pacto Santo • 139

santo" (Éx 26:33; 28:35; 35:19), cosas "sagradas" (Éx 29:6, 29; 31:10),
también alude a todo el santuario (Éx 28:35; 30:13,24; 36:1-6).
Fortaleza. En 11:24 aparece la expresión mibézar designando las
maquinaciones que el poder papal hace contra las fortalezas (véase co-
mentario) .
Shea argumenta que en este texto ma'dz "funciona como un adjetivo,
en vez de sustantivo", por lo cual concluye que "dado que este no es un
pasaje poético, no es legítimo traducir esta frase, 'el templo y la forta-
leza' (=ciudad)". 12 Esta sería otra traducción tendenciosa para sugerir la
acción de Antíoco IV Epífanes en contra del templo y la ciudad de Jeru-
salén por la década de 160 aC.
La expresión utilizada aquí, ma'dz, sugiere un peñasco alto (Jue
6:26). Su conexión con mibézar en 11:39, lémibésére ma'üzim ("las for-
talezas más inexpugnables", RV 1960; "la más fuerte de las fortalezas",
LBA; "las fortalezas más poderosas", NVI), así como en este pasaje con
el "santuario" y el tamid, hace clara su conexión con la santidad de Dios
y su trono en lo más alto (cf. Is 14:12-14, véase com .11:24). Ambas fra-
ses, "santuario" y "fortaleza" son equivalentes a "el lugar de su santua-
rio" en 8:11.
Quitarán. Del verbo sur, que en la forma verbal hebrea hifil se tra-
duce como "quitar". Se entiende como arrancar la vestimenta (Gn 38:14;
Ez 26:16); cortar la cabeza a alguien (1 S 17:46); tornar el rostro (2 Cr
30:9); desechar los ídolos (Jos 24:14,23; Ez 11:18; 1 S 7:3) y quitar el pe-
cado (Is 1:16; Ez 45:9; Zac 3:4). Irónicamente en este texto se expresa
todo lo contrario: el acto de arrancar la obra de Dios y establecer un sis-
tema idolátrico.
El continuo. Se reconoce que en el texto solo aparece el vocablo ha-
tamid. El agregado "sacrificio" es una añadidura tratando de sugerir los
sacrificios diarios en el contexto de la profanación hecha por Antíoco IV
Epífanes en el templo de Jerusalén en el 168 aC.
El término "continuo", que es la traducción del adjetivo hebreo tamid
(8:11-13; 11:31; 12:11), está asociado con el santuario. Se aplica a dis-
tintos aspectos de su servicio, tales como el "pan continuo" (Nm 4:7), las
lámparas que ardían continuamente (Éx 27:20), el fuego que constante-
mente debía arder sobre el altar (Lv 6:13), las ofrendas diarias que de-
bían ser permanentes (Nm 28:3, 6), así como el incienso que había de

12
Shea, Selected Studies, 51. Véase K. N. Schoville, ma'dz, en NIDOTTE,
1:1013-1015.
140 • Dios Defiende a su Pueblo

ofrecerse por la mañana y por la tarde (Éx 30:7, 8). La expresión tamid
sugiere todo el servicio del tabernáculo y no únicamente el sacrificio,
como lo propone erradamente la traducción "sacrificio diario".
El uso del artículo definido propone entender el sustantivo como ad-
jetivo sustantivado, "lo continuo", mejor dicho "el continuo". A pesar de
las distintas propuestas, y en el contexto del ataque papal contra la ver-
dad bíblica, desde la Edad Media hasta nuestros días, esta expresión debe
entenderse como el ministerio sacerdotal de Jesús en el santuario celes-
tial (Heb 7:25; 1 Jn 2:1). Representa el oscurecimiento de la verdad evan-
gélica de la salvación por los méritos de Cristo únicamente, debido a su
eclipse por todo el sistema teológico de la Iglesia popular de la salvación
por las obras.
Doukhan recuerda que "debemos notar, sin embargo, que aunque los
dos eventos, el quitar el continuo sacrificio y la abominación desoladora,
están conectados, ellos no coinciden. El primer evento prepara, y por lo
tanto, precede al segundo [...] (Dan 12:11; cf. 11:31)".13
Pondrán. El verbo natan generalmente tiene el significado de "dar"
(Gn 34:16; Éx 30:12; Dt 22:19; Jos 20:4), "entregar" (Dt 19:12; 21:10;
2 R 12:10, 12) o "poner, colocar" (Éx 12:7; Lv 1:7; Nm 4:6-12, 14;
15:38; Jer 1:15).
Abominación. En 11:31 y 12:11 aparecen expresiones hebreas si-
milares a 8:13. En el primero de estos textos se usa hasiqqüs mésomem
("abominación desoladora"), donde el participio masculino mésomem
("desolación, devastación") se usa como variante de sdmém ("devasta-
ción", que se usa como tal en 12:11). El vocablo distinto en este pasaje
es siqqüs. Esta raíz verbal significa "hacer detestable, abominable" y la
forma sustantivada sugiere "abominación, objeto abominable". Era un
nombre despectivo atribuido a los ídolos y sus ajuares (Dt 29:17; 1 R
11:5, 7; 2 R 23:13; Is 66:3; Jer 4:1; Ez 11:18, 21; Nah 3:6; Zac 9:7) y a
comida idolátrica o inmunda; Dn 11:31).14 Se usa también para referirse
a los animales inmundos (Lv 11:11,13,43; 20:25). Presenta todo lo de-
testable desde la perspectiva de la adoración a YHWH. Enfoca ciertos
aspectos de la adoración idolátrica, ya sea el ídolo mismo o parte de un
ritual idolátrico. 15

13
Doukhan, The Vision of the End, 51.
I4
Véase Alonso Schókel, 785.
15
Véase una aplicación de la "abominación desoladora", en Don F. Neufeld, ed. gen.,
Diccionario bíblico adventista del séptimo día, trad. R. A. Itin y otros (Buenos Aires:
ACES, 1995), 246, 247.
Daniel ll:28-32a: El "Despreciable ": Su Ataque al Pacto Santo • 141

Desoladora. Los significados de la raíz verbal somem se reparten a


lo largo de casi todas las formas en dos grupos: a) aspecto objetivo,
"estar desolado"; b) aspecto subjetivo, "estar horrorizado". (En espa-
ñol "desolado" tiene también sentido subjetivo). 16 El modo verbal he-
breo conocido como qal significa estar arrasado, asolado, devastado,
arruinado, desolado. Por lo tanto, la frase debiera traducirse "el que
asuela, el que devasta, el que arruina". Es un pecado de abierta rebe-
lión, la peor abominación delante de Dios, que causa estragos y deso-
lación. Esta abominación se entiende como una idolatría que aparta al
pueblo del verdadero culto a Dios.
Por lo estudiado anteriormente se puede afirmar que la "abominación
desoladora" es una abierta rebelión contra Dios17 manifestada en un culto
idolátrico que rivaliza y hasta suplanta el verdadero culto a Dios. Co-
rresponde ahora analizar esta expresión en su contexto en Daniel para en-
tender su significado.
Según el Diccionario bíblico adventista, "en Daniel la abominación
que causa una desolación espantosa se menciona en relación con el 'sa-
crificio continuo', y se aplicaría a un sistema religioso rival de hostilidad
declarada a la adoración del verdadero Dios, centrada en los cultos del
santuario o templo. Los dos sistemas son mutuamente excluyentes, ya
que al establecimiento de la abominación desoladora le acompaña el pi-
soteo del santuario (8:13) y la supresión del 'continuo' (11:31; 12:11). El
sistema rival reemplaza el culto a Dios por sus propios cultos, con lo que
el santuario queda desolado. En la profecía simbólica de Dan 8, dicho
poder lo ejerce el 'cuerno pequeño'. Al fin de los 'dos mil y trescientos
días' el santuario sería purificado (v 14) por la restauración de la adora-
ción al verdadero Dios". 18
En el mismo diccionario se lee: "En 8:11-14 el poder simbolizado por
el cuerno pequeño asuela el santuario e interrumpe sus servicios rituales,
pero después de un período de 2.300 'días' el santuario sería 'purificado'
o 'reivindicado'... En 11:31 se da la información adicional de que 'la abo-
minación desoladora' reemplaza al 'continuo' ['sacrificio' no está en he-

16
Alonso Schókel, 772.
17
"La frase ia transgresión que causa horror' parece expresar un espantoso pavor cau-
sado por una transgresión cúltica-religiosa que el cuerno pequeño ha efectuado a través del
engañoso sistema de ministerio y mediación. Tal sistema rivaliza con el que funciona en el
santuario celestial y guía a los individuos a transgredir la verdad de las actividades reden-
toras de Dios". Gerhard Hasel, "The 'Little Horn,' the Heavenly Sanctuary", 443.
ÍS
DBASD 1995, ver "Palabra".
142 • Dios Defiende a su Pueblo

breo, aunque el adjetivo va con artículo; es un adjetivo sustantivado].


Como el 'continuo' designa el sistema de adoración divinamente orde-
nado, el poder que lo quita está en oposición a Dios, y la 'abominación
desoladora' representa un sistema de culto falsificado". 19
Se ha entendido que este poder blasfemo que impone una falsa me-
diación, con un falso sacrificio ofrecido por falsos sacerdotes, es la Roma
papal. 20 Esta abominación, que nubla el sacrificio expiatorio de Jesús, in-
cluye no solo la misa sino también la confesión auricular, la veneración
a María y la estructura jerárquica de la Iglesia. Se considera que la abo-
minación desoladora se manifestó en una etapa pagana, la del Imperio
Romano, y en su contraparte religiosa, la Roma papal. 21 Ambas persi-
guieron a los cristianos y atacaron el santuario: la primera al destruir el
templo de Jerusalén en el 70 dC y la segunda al opacar el ministerio de
Jesús en el santuario celestial.
Escribió Price: "Desde el punto de vista del cielo, la Roma papal es
solamente una forma modificada de la Roma pagana, teniendo una del-
gada capa de pseudocristianismo extendida sobre ella. Este término del
profeta Daniel es aun más apropiado cuando se aplica al sacrificio blas-
femo de la misa que a la insignia militar romana, porque la primera es aun
una 'abominación' más genuina que la posterior". 22

11:32a
Seducirá. El verbo rasa' en el tiempo verbal presente se entiende
como "conducir impíamente" (Sal 106:6), "conducir hacia lo malo"
(2 Cr 22:3), "actuar culpablemente" (2 Cr 20:35). Es una forma causativa,
o sea que inducirá y "corromperá" (NVI), "hará apostatar" (LBA), más
que simplemente "seducirá" (RV 1960). En la NIDOTTE se afirma que "el
uso de siempre incluye maldad, malas intenciones e injusticia contra Dios
o las personas". 23 El vocablo hace referencia a una conducta contraria a
la ley de Dios (1 R 8:32; Pr 17:25; Dn 12:10).
Es solemne meditar en la gran condenación que pesa sobre este poder
religioso, el papado, que por su teología y enseñanza ha conducido a miles
19
Ibíd., 246, 247.
20
Véase más detalles en Maxwell, El misterio del futuro revelado, 159-179.
n
Ibíd„ 30.
22
Price, 303. El mismo autor consigna que "debe ser un término que abarca a ambos
sistemas de arrogancia pagana y papal, falsa religión en conflicto con la religión de Dios,
porque se aplica aquí a todo el tiempo que dura el cuerno pequeño, hasta el estableci-
miento del reino eterno de Cristo". Ibíd., 183.
23
Eugene Carpenter y Michael A. Grisanti, rasa', en NIDOTTE, 3:1201.
Daniel ll:28-32a: El "Despreciable ": Su Ataque al Pacto Santo • 143

a través de la historia hacia el pecado, la ignorancia de las Escrituras, con-


solándolos con un falso evangelio. Son palabras duras, pero es una reali-
dad que es evidente en la historia.
Lisonjas. "Con halagos" (bahálaqqdt), 11:21; "con lisonjas" (bahá-
.aqqdt), 11:32; "con lisonjas" (bahálaqélaqdt), 11:34. La expresión más
correcta es la de 11:32 y no como aparecen en 11:21, 34,24
El adjetivo halaq tiene el sentido de "resbaladizo" (Sal 73:18), "liso"
as 57:6; 1 S 17:40), "lampiño" (Gn 27:11). De ahí que toma el sentido de
algo liviano, ligero, y se utiliza de manera metafórica, casi siempre en re-
lación con la lengua: "los dichos de su boca son más blandos" (Sal 55:21),
"labios lisonjeros" (Sal 12:3), "boca lisonjera" (Pr 26:28).
Esta cualidad en el "despreciable" recuerda la descripción del cuerno
pequeño en Daniel 7, que tenía una gran boca que hablaba, solo que en
este caso no contra el Altísimo, sino para seducir, como lo hace una ra-
mera con palabras dulces (Pr 2:16; 7:5). Hace uso de lisonjas tanto en el
ámbito político (11:21) como en el religioso (11:32, 34), con el fin de
conducir a sus oidores a su bando y sacar de ellos provecho.
Los que contaminaron. La expresión hanep puede entenderse como
"profanar" (Nm 35:33; Jer 3:2), o bien llevar a la apostasía. En este pa-
saje se habla de "los que obran inicuamente hacia el pacto" (LBA), "los
trangresores" (CAB), "los que hayan renegado del pacto" (NVI).
Aunque el papado a través de la historia ha seducido, comprado, ame-
nazado o engañado a las personas con su falsa enseñanza, este pasaje per-
mite ver que muchos han decidido finalmente violar la ley de Dios y
amoldarse a la presión del momento, en contraposición con aquellos que
se han esforzado por su Dios (11:35)
Pacto. El contexto del pasaje (11:30-32) no deja duda de que se re-
fiere al pacto que Dios hizo con su pueblo. Los verbos utilizados en esta
perícopa, los cuales ya hemos estudiado (véase com. 11:28), apuntan cla-
ramente al ámbito espiritual y a una apostasía de los caminos del Señor.
Reflexiones para nuestros días
Implicaciones de la abominación desoladora para nosotros. La abo-
minación desoladora es una frase muy repetida en la discusión sobre el libro
de Daniel. Muchos no entienden su significado. Pero el problema va más
allá de una comprensión de términos y una aplicación histórica. Se ha de
comprender la estrategia satánica. Para el enemigo no hay problema que se
predique el "evangelio" mientras éste sea "anatema" (G1 1:8). Y como en

"4Hartman y Di Leíía, 271.


144 • Dios Defiende a su Pueblo

Galacia, también la propuesta de la iglesia popular es la misma: justifica-


ción por obras. No importa que esté revestida de apariencia cristiana. Sata-
nás detesta los méritos de la sangre de Cristo y no quiere que el individuo
descubra que la salvación es un regalo que solo se necesita aceptar. Su afán,
a través de toda la historia del cristianismo, ha sido ocultar de una u otra
forma el sencillo mensaje de salvación ofrecido en la Biblia. Ha empleado
diferentes sistemas: otros mediadores, los méritos propios, sacrificios y pe-
nitencias. También se ha valido de propuestas orientales, tales como el yoga
y el descubrimiento del "verdadero yo" y el craso humanismo. Siempre que
el propósito de que Jesús y su sacrificio sean dejados de lado, o al menos
opacados, se logra el objetivo maléfico.
Vale la pena que revisemos nuestro concepto de salvación. Debemos
cerciorarnos de que nuestra fe sea bíblica y que su aplicación en nuestra
propia vida sea efectiva.
El odio satánico contra el santuario y el pacto santo. La reflexión
anterior nos lleva a meditar, en el contexto de 11:28-32, en el descuido del
cristianismo en general de la obra intercesora de Cristo en el santuario
celestial. Algunos cristianos han enfatizado tanto la Cruz de Cristo, algo
que es correcto en sí porque allí se proveyó el fundamento de todo lo
hecho hasta entonces y todavía por hacer en la redención de la humani-
dad. Pero han olvidado que el proceso de la salvación no terminó allí y
que continúa por nosotros en el cielo. Aún con la segunda venida de Jesús,
todavía faltarán detalles para completar la obra redentora como lo vemos
en Apocalipsis 20 al 22: se hace necesario el milenio y el establecimiento
de la Tierra Nueva. Solo entonces podremos decir que el plan de reden-
ción ha sido completado.
Los que abandonan el pacto santo. Como creyentes, sentimos hoy
más que nunca la gran tentación de abandonar la fe que una vez abraza-
mos. Las tentaciones del mundo, el afán de riqueza, los problemas den-
tro de la iglesia, motivan a muchos a dejar las filas del pueblo de Dios.
"Con lisonjas" fueron seducidos muchos cristianos en el pasado. Con pa-
labras suaves y agradables promesas, muchos venden hoy su salvación
por un plato de lentejas. Esas lisonjas se presentan hoy en labios de los de-
tractores del pueblo de Dios; en boca de las ideas e imágenes que nos pre-
sentan el televisor, las películas e Internet. "Así que, el que piensa estar
firme, mire que no caiga" (1 Co 10:12). El enemigo pone delante de nos-
otros un mundo de placer y bienes materiales para que postrados le ado-
remos. Sea nuestra oración: "Sustenta mis pasos en tus caminos, para que
mis pies no resbalen" (Sal 17:5).
CAPÍTULO OCHO

DANIEL ll:32b-35:
EL "DESPRECIABLE": SU ATAQUE
AL PUEBLO DE DIOS

L uego de su embestida profana contra el "pacto santo" es inevitable


que el "despreciable" ataque al pueblo de Dios, representante visible
de la Deidad en la tierra. Este es un pasaje doloroso de las Escrituras, pero
al mismo tiempo está lleno de promesas para los fieles hijos de Dios a
través de los siglos.

ll:32b-35
Estructura
Al Pueblo activo
Y el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y hará.
B1 Los sabios
(33) Y los sabios del pueblo instruirán a muchos;
C1 Caída
y caerán a espada y a fuego, en cautividad y en
saqueo por algunos días.
C2 Caída
(34)Y en su caída serán ayudados con pequeña ayuda;
B2 Los sabios
y muchos se juntarán a ellos con lisonjas.
(35)Y de los sabios caerán [algunos] de ellos
A2 Pueblo purificado
para ser refinados y purificados y emblanquecidos,
Cierre: Factor tiempo
hasta el tiempo del fin; porque (será) en el tiempo señalado.

Este arreglo presenta otra faceta de la actividad de este singular rey


del norte. Muestra su relación con el pueblo de Dios, que también cae
ante él, pero "hasta el tiempo determinado" (11:35c). Corresponde con la
caída del pueblo de Dios ante la imposición del poder perseguidor.

145
146 • Dios Defiende a su Pueblo

11:32b
El pueblo. En su acepción general, 'am "significa un grupo empa-
rentado, ya sea en un sentido estricto o amplio". 1 En cuanto al grado de
parentesco se puede entender como familia, parientes, clan, tribu, vecin-
dario, población, nación, paisanos, compatriotas. También puede usarse
para especificar a un grupo militar, político y social. Ciertamente se re-
fiere a un grupo religioso, en este caso, Israel como pueblo de Dios; a él
se oponen paganos, gentiles, infieles, idólatras (Jer 10:3; Sof 3:9; Sal 47:9;
96:5; 106:34).2
En singular, se refiere a un grupo de personas que tienen con algún
tipo de relación. En plural, indica pueblos o compañerismo con los mo-
radores de un mismo lugar. La expresión conlleva la idea de ciudadanía. 3
El término 'am es subjetivo y personal, mientras que goyim, "naciones",
es objetivo e impersonal (véase Dn 11:23; 12:1).4
A la luz de esto, es comprensible su uso para referirse a la comunidad
de Dios, la cual trasciende los lazos sanguíneos y posee una cohesión más
fuerte que los lazos familiares. Sugiere en su uso una hermandad identi-
ficada por un mismo Dios, una misma fe y una misma misión. Encierra
la idea de unidad y colectividad.
Conoce. La raíz verbal yada', en su sentido religioso, expresa una re-
lación especial con Dios, "con características de amor, confianza, respeto
y abierta comunicación". 5 Este conocer implica la experiencia de una re-
alidad (Gn 3:5), y el tenerla en el corazón (Is 51:7) representa la máxima
realidad del creyente (Jer 9:24). Este término es el que usa el texto bí-
blico para referirse a la relación íntima de una pareja (Gn 4:1; 19:33,35;
etc.). La intimidad del matrimonio es una breve vislumbre pero a la vez
un buen ejemplo para explicar la amistad que el Señor desea tener con
cada uno de sus hijos. Por tal razón es común que las Escrituras presen-
ten al matrimonio como el tipo de comunión que YHWH desea con su
pueblo (Os 2:14-20; Is 54:5; 62:5; Jer 3:14; Ez 16; 23; Ef 5:21-31).
Esta amistad cercana se manifiesta en los momentos más difíciles,
cuando es quitado "el continuo" y puesta "la abominación desoladora"

'L. Alonso Schókel, V. Moría y V. Collado, eds., Diccionario bíblico hebreo-espa-


ñol (Madrid: Trotta, 1994), 569.
2
Ibíd., 570, 571.
3
R. H. O'Connell, 'am,NIDOTTE 3:429.
4
Véase A. R. Hulst, 'am, DTMAT, 2:377.
5
R. F. Youngblood, yada', NIDOTTE, 2:413. En este artículo se hace una excelente
descripción del sentido de este verbo y sus distintos usos.
Daniel 11:32b-35: El "Despreciable": Su Ataque al Pueblo de Dios • 147

(Dn 11:31), cuando el poder engañador "con lisonjas seducirá a los vio-
ladores del pacto" (Dn 11:32).6 El conocimiento íntimo de Dios se mani-
fiesta en que el pueblo "se esforzará y actuará" (Dn 11:32). Compartirá
con otros esa experiencia de comunión y salvación con el Creador, por-
que "los sabios del pueblo instruirán a muchos" (Dn 11:33). El Comen-
tario bíblico adventista afirma: "La verdadera iglesia no solo se distingue
porque el pueblo de Dios reacciona contra el pecado, resistiendo la ten-
tación, sino, lo que es más, porque lleva adelante un programa positivo de
acción a favor del Altísimo. El cristianismo no puede ser pasivo. Cada
hijo de Dios tiene una misión que cumplir".7
Su Dios. Aunque la expresión es evidente, es oportuno destacar que
ese conocimiento al que apunta el verbo yada' conduce a hacer del Cre-
ador "su Dios"; en nuestro caso, "mi Dios", y no ver al Señor como un ser
lejano, místico y etéreo. La iglesia del desierto, esa que sufrió durante las
persecuciones papales, fue un pueblo que conocía a su Dios y se aferraba
a esa relación para sobrellevar las cargas.
Esforzará. Una vez más en este pasaje aparece una expresión propi-
cia y llena de significado en el momento oportuno. El verbo hazaq, "for-
talecer", es muy utilizado en los capítulos 10 al 12. En 11:2 se habla del
cuarto rey de Persia que se hará fuerte con riquezas; en 11:5 el rey del
sur "se hará fuerte" y "predominará" (11:7). Al mismo "despreciable" se
le aplica este verbo en 11:21, cuando "se apoderará del reino con intrigas"
(LBA). Pero en esta ocasión, es el pueblo de Dios en medio de apretura
y estrecheces el que se levanta, no con riquezas sino en pobreza; se hace
fuerte en la persecución, es fortalecido en su Dios, al que bien conoce.
En 10:19 este vocablo aparece tres veces aplicado a la fortaleza so-
brenatural que recibe Daniel luego de su desvanecimiento ante la visión
del Personaje celestial y como ayuda para enfrentar la revelación que le
dará Gabriel.
H a r á . Otra expresión clave en la visión: wé'asü (lit. "y harán o ac-
tuarán"). Se ha indicado ya el contenido de poder y dominio que encie-
rra esta expresión referida a Grecia (11:3), Roma (11:16) y el poder
papal (11:24), y de manera singular se aplica en el ámbito religioso
(11:28,30,32).
Sorprende y motiva descubrir que la iglesia fiel de los días oscuros de
la persecución medieval, los miles que murieron por su fe y tantos más

6
"Actuará". CBA 4:899.
1
Ibíd.
148 • Dios Defiende a su Pueblo

que sufrieron destierro y hambre, "se fortalecieron y actuaron". Predo-


minaron en su época, pero no por poder militar o político, sino por su fe
en el Hacedor y en su Palabra. Fueron una luz al exaltar la verdad del
evangelio en su época.

11:33
Sabios. Este término, maskilim, es clave en la presente profecía, siem-
pre en conexión con el pueblo de Dios y jugando un papel destacado a
favor de la obra de Dios (11:35; 12:3).
Se refiere a aquellos que tienen un conocimiento del Señor (1 Cr
22:12; 28:19; Dn 1:17; 9:22) y a quienes ha sido dado el Espíritu para
instruirlos (Neh 9:20), por lo que tienen la capacidad de instruir en base
a su experiencia (Sal 32:8). Los sabios consideran las obras de Dios (Sal
111:2; 106:7; Is 41:20) y sus palabras (Neh 8:13; Sal. 1:2; 119:99). El
sustantivo se entiende como prudencia (1 S 18:30), entendimiento (2 Cr
30:22; Esd 8:18; Pr 13:15; 16:22), buen juicio (Pr 19:11) o sabiduría (Sal
111:10).
Pueblo. El vocablo 'am es una expresión favorita para referirse a los
seguidores del Señor (ver comentario 11:32). El pasaje sugiere que estos
"entendidos" (LBA) o "sabios" (NVI, RV 1960) son capaces y ocupan
un lugar de liderazgo en la iglesia del Señor.
En medio de las pruebas y las luchas, los fieles seguidores del Señor
durante los días del predominio papal no se encerraron en su conoci-
miento, sino que se sintieron impulsados a salir a predicar y compartir, en
la medida de lo posible, la verdad que poseían y que muchos anhelaban
escuchar. Así lo hicieron los valdenses y muchos otros.
Instruirán. En ocasiones el verbo bín tiene conexión con el verbo
sakal (Dt 32:29; 1 Cr 22:12; 2 Cr 2:12; Neh 8:8), como en este texto. En
la forma verbal presente debe entenderse como "enseñar" (Is 28:19), "dar
consejo" (Is 40:14), "dar entendimiento" (Sal 119:34); "explicar" (Dn
8:16), "instruir" (Job 6:24).
Muchos fieles compartieron su fe de manera activa en medio de la
tribulación. Un ejemplo claro de esto fueron los valdenses, quienes de
distintas maneras y en formas muy creativas, en tiempos de persecución,
esparcían el evangelio por Europa. Así mantuvieron la sangre de Cristo vi-
gente en muchos corazones en esos tiempos oscuros.
Se puede citar, entre muchos casos, a los albigenses quienes "predi-
caron contra las inmoralidades del sacerdocio, los peregrinajes, la adora-
ción de santos e imágenes... se opusieron a las pretensiones de la iglesia
Daniel 11:32b-35: El "Despreciable": Su Ataque al Pueblo de Dios • 149

de Roma; hicieron uso abundante de las Escrituras.... Hacia 1167 su pre-


dicación posiblemente alcanzó a la mayoría de la población del sur de
Francia.... En 1208 se ordenó una cruzada contra ellos por el papa Ino-
cente III, seguida por una guerra sangrienta de exterminación, difícil-
mente igualada en la historia; pueblo tras pueblo fue pasado a espada y los
habitantes fueron asesinados sin distinción de edad o sexo.... En el lapso
de 100 años los albigenses fueron totalmente desarraigados". 8
Muchos. Esta expresión rabim expresa cantidad (11:14) y es muy uti-
lizada en este capítulo, refiriéndose a una multitud que sale a batalla
(11:10, 14), donde muchos caerán (11:26). En este pasaje el contexto es
más esperanzador porque señala que una gran cantidad de personas co-
nocería mejor al Señor, aún en medio de la persecución en que vivían los
expositores del mensaje. A partir de este pasaje, este vocablo empieza a
adquirir un sentido teológico más profundo, apuntando al pueblo de Dios
que es convertido por el evangelismo (11:33), que es objeto de persecu-
ción (11:44), que experimenta la resurrección (12:2) y que es purificado
(12:10). También se aplica a aquellos que en algún momento tuvieron co-
nexión con la verdad bíblica pero no la aceptaron (11:34; 12:2; ver los
respectivos comentarios).
Caerán. Se menciona aquí (11:33,34) la décima caída que aparece en
el discurso profético de Gabriel (ver cap. 1). En ocasiones pasadas se re-
firió a distintos entes políticos: Alejandro Magno (11:4), los distintos
reyes seléucidas y tolomeos (11:6,12,15), el Imperio Romano (11:14) o
a algunos de sus líderes (11:17,19, 20) o al poder secular ante el obispo
de Roma (11:25, 26). Este es un capítulo de luchas por parte de distintas
facciones para obtener el poder, y en medio de este mundo ambicioso el
pueblo del Señor también sufre derrotas y persecución por parte de sus
enemigos. Es inevitable que la iglesia cristiana se vuelva objeto de es-
carnio cuando ésta instruye (11:33) y brilla (11:35), y cuando hay un
poder apóstata que se molesta cuando la verdad bíblica es proclamada.
Espada. La expresión alude claramente a ser asesinado (Ex 22:23,
24; Nm 14:3,43; 31:18; Jos 10:11; 11:10; 2 S 1:12).
Las muertes provocadas por las "cruzadas santas" del poder papal a
través de los siglos son incontables. Basta recordar la desaparición casi
completa de los albigenses. Entre 1540-1570 no menos de 900.000 fue-
ron muertos en la persecución papal contra los valdenses. La noche del 24

8
Henry H. Halley, Pocket Bible Handbook (Grand Rapids: Zondervan, 1965), 608-
613, citado en Alomía, 429.
150 • Dios Defiende a su Pueblo

de agosto de 1572 se llevó a cabo "la masacre de San Bartolomé", donde


murieron 70.000 hugonotes (protestantes franceses). La matanza se ex-
tendió dejando en total unos 200.000 muertos y medio millón de perso-
nas en el exilio.9
Fuego. Otro de los medios utilizados por el poder papal para perse-
guir al pueblo de Dios fue el fuego, no solo quemando sus casas y pue-
blos, sino también de manera destacada quitando la vida de sus víctimas
en la hoguera. 10
Cautividad. Un tercer medio utilizado por el poder romano a través
de los siglos para someter a quienes no compartieran su fe y no se some-
tieran fue el cautiverio y la mazmorra.
Saqueo. El Santo Oficio de la Inquisición tenía el derecho de despo-
jar de sus pertenencias a aquellos que condenaba. Otra vez escribe Wi-
lliston Walker: "La confiscación de los bienes del convicto era uno de sus
rasgos más odiosos y económicamente destructivos, y, como esos despo-
jos eran compartidos por las autoridades seculares, ello contribuía a man-
tener encendido el fuego de la persecución que de otro modo se hubiera
extinguido". 11
La lectura de este versículo no deja duda a qué poder perseguidor se
refiere la profecía.
Algunos días. Literalmente "días", yamím. Otra de las muchas men-
ciones de tiempo que hay en este pasaje, aunque aquí no tiene ningún sen-
tido escatológico como lo tienen otras (11:27,35,40). La expresión debe
entenderse simplemente como "por un tiempo", "por algunos días" (véase
Dn 8:27).
En este contexto esos días fueron un período largo, pero con un plazo
determinado (11:35). Según Williston Walker, "durante la primera parte
de la Edad Media la cuestión del castigo de los herejes había permanecido
indefinida. Se habían producido bastantes casos de muerte, especialmente
por fuego, a manos de gobernantes, eclesiásticos o de la turbamulta, pero
los altos eclesiásticos se habían opuesto a ellos".12 Con el establecimiento

'Alomía, 429.
10
Citar ejemplos de los eventos, personajes, relatos y métodos de tortura para res-
paldar históricamente este versículo sería muy largo y tomaría mucho espacio. Basta ir
a los libros de historia que relatan estas atrocidades, hoy día tan olvidadas. Un buen re-
sumen lo realiza Alberto Treiyer, El enigma del sello y las trompetas a la luz de la visión
del trono y de la recompensa final (Buenos Aires: ACES, 1990), 157-244.
"Walker, 254.
12
Walker, 254.
Daniel 11:32b-35: El "Despreciable": Su Ataque al Pueblo de Dios • 151

de la Inquisición en el Sínodo de Tolosa (1229), se desató una cacería de


herejes y sospechosos que duró varios siglos. En España la persecución fue
fortalecida por los reyes católicos Fernando de Aragón (1479-1516) e Isa-
bel de Castilla (1474-1504), lo que hizo que el despertar español llegara a
ser el modelo de la Contrarreforma católica. De hecho, una de las armas
esgrimidas por el avivamiento romanista fue la Inquisición, que sería re-
organizada por el papa Pablo III (1534-1549) el 21 de julio de 1542.

11:34
Su caída. Véase comentarios en 11:33 y 11:35.
Serán ayudados. La forma 'azar está en relación con el apoyo y
ayuda que el Señor presta a su pueblo en circunstancias difíciles (Sal 28:7;
1 Cr 5:20; 2 Cr 26:15). Aquí la profecía encierra una promesa. La asis-
tencia divina está disponible para el pueblo de Dios aun en los momen-
tos más difíciles.
Pequeña ayuda. Se repite el vocablo recién utilizado pero en forma
sustantivada, 'ezer, "ayuda", "socorro", acompañado del adjetivo mé'at,
"pequeña", "poca". La profecía es paralela a Apocalipsis 12:14, donde a
la iglesia le son dadas "dos alas de águila" para que huya al desierto y
12:16, donde se anuncia que la tierra le ayudó, ya que tragó el río que
lanzó el dragón contra ella. También alude a las palabras de Jesús, que
prometió que esos días de persecución, "por causa de los elegidos", serían
acortados porque si no "nadie se salvaría" (Mt 24:22).
Ante la furia y la hegemonía papal en el mundo medieval y durante
la Reforma, solo la gracia de Dios pudo conservar a sus fieles y su ver-
dad a salvo. Si el Señor no hubiese intervenido de muchas formas, el
evangelio no habría subsistido ante la arrogancia y el odio papal. Los va-
lles del Piamonte, en los Alpes, sirvieron de refugio muchas veces al per-
seguido pueblo de Dios.
El Señor también utilizó circunstancias providenciales en el mundo
político para resguardar a su remanente fiel. Un ejemplo fue lo acontecido
con el incipiente movimiento de la Reforma en sus comienzos. Debido a
la invasión turca en 1529, el emperador Carlos V (1500-1558) tuvo que
pactar con los príncipes protestantes en Nuremberg el 23 de julio de 1532.
Luego tuvo que abandonar Alemania para no regresar hasta 1541. No
pudo sofocar totalmente la revuelta luterana, como era su deseo, mientras
los turcos otomanos amenazaban su imperio.
Siempre la suerte de los fieles del Señor fue resguardada en distintas
partes por la providencia divina.
152 • Dios Defiende a su Pueblo

Muchos. Nuevamente el vocablo rabim (véase com. 11:33), el cual


se refiere a una cantidad considerable de personas que se unen al perse-
guido pueblo de Dios, pero en este caso con motivos oscuros.
Se juntarán. Entre sus distintos usos, el verbo lawah es utilizado en
un contexto de unión espiritual con el Señor (Jer 50:5; Zac 2:11; Is 56:3).
Pero también puede tener una connotación negativa. Al igual que en este
caso, en Salmo 83:8 los enemigos de Dios son descritos como que cons-
piran juntos, y aun Asiría "se ha juntado con ellos" (RV 60).
Es una triste realidad que en este mundo pecaminoso, muchos se unen
al pueblo de Dios con motivos erróneos, aun en los peores momentos del
pueblo del Señor.
Con lisonjas. Ver comentario en 11:32. Por un lado es interesante
que estos "que se unirán a ellos hipócritamente" (LBA), "con fines ego-
ístas" (CAB) lo hagan con las artimañas que ha usado el papado para ha-
cerse de poder político (11:21) y religioso (11:32). Por otro lado es
sorprendente que, estando los hijos de Dios en una seria crisis como la
descrita aquí, algunos se les unieran pero con motivos errados.
Esto recuerda la experiencia vivida por William Tyndale (1492?-
1536), reformador inglés y traductor de las Escrituras al inglés en el
siglo XVI. Se le unió un "seguidor" quien luego lo traicionó, entregán-
dolo a las autoridades, quienes lo quemaron en Vilvorde, cerca de Bru-
selas, en 1536.

11:35
Sabios. La expresión original, ümin-hammasékkilim, debe traducirse
"y de los sabios". La expresión utilizada por algunas versiones, "algu-
nos", se sobreentiende en este pasaje, aunque es más específica la expre-
sión bahem, "de ellos", que aparece en el texto original luego del primer
verbo "depurados".
Caerán. La misma raíz verbal kasal aparece en 11:33,34 y 35 para se-
ñalar las dificultades del pueblo de Dios durante el período de predominio
papal, los 1.260 años. El verbo es seguido de tres infinitivos que señalan
el propósito de la caída: ser depurados, limpiados y emblanquecidos.
Es difícil para quien sufre injustamente entender por qué debe so-
brellevar dolor y prueba. Pero en forma especial, sería incomprensible
para aquel que sufre por causa del evangelio, si no fuera porque las Es-
crituras explican por qué el Señor permite que su pueblo pase por per-
secución.
Refinados. El verbo sarap ocurre con referencia al herrero (véase
Daniel 11:32b-35: El "Despreciable": Su Ataque al Pueblo de Dios • 153

Neh 3:8, 31, 32; Jue 17:4; Pr 25:4). Gran parte de los usos de sarap des-
criben el proceso de prueba y refinamiento del pueblo de Dios, como en
Jueces 7:4, donde el Señor anuncia que "pondrá a prueba" a los hombres
de Gedeón para seleccionar a quienes lo acompañarían. La palabra tam-
bién aparece en un contexto más espiritual y que abarca a todo el pueblo
(Is 1:25; Ez 22:17-22). Tanto el cautiverio en Egipto (Dt 4:20; 1 R 8:51;
Jer 11:4) como el exilio babilónico fueron hornos de prueba donde el pue-
blo fue depurado (Is 48:10); lo mismo se ve en este pasaje referido a la
época de predominio papal.
Sorprendentemente, muchos pasan por dificultades y no son refinados
(Jer 6.29). Son aquellos que se niegan a arrepentirse (Jer 5:3; véase Jer
9:7). Son los que las Escrituras llaman "malvados" (Jer 6:28,29).
Muchas veces, de maneras incomprensibles aun para el mismo cre-
yente, la mano divina que guía en medio de la prueba, permite este horno
de aflicción para purificar al creyente. Este pasaje sugiere que los márti-
res fueron parte del plan divino para eliminar a los infieles de su pueblo
y fortalecer a quienes estaban firmes.
Purificados. El verbo barar es otra expresión clara que conlleva la
idea de "purgar, limpiar, purificar". Dios es el sujeto y su pueblo es el ob-
jeto (Ez 20:38; Ecl 3:18). La forma intensiva del verbo solo se halla en
este pasaje en el AT. El vocablo sugiere una pureza ética de carácter y
motivos (ver com. 12:10).
Emblanquecidos. Otro sinónimo de los verbos anteriores es el utili-
zado aquí, laban, que significa "emblanquecer, hacer limpio". De las 26
apariciones del adjetivo "blanco", 19 de ellas están en Levítico 13, lo que
destaca su uso en un contexto ritual. Su uso verbal denota metafórica-
mente la idea de la limpieza del pecado (Is 1:18; Sal 51:7).
La utilización de tres verbos con significado similar pero con conte-
nido diferente -refinación de metales, purificación, y lavamiento- es la
forma hebrea para recalcar la verdad de que el deseo del Señor siempre
ha sido tener un pueblo limpio y puro. Cada uno posee un sentido meta-
fórico de la purificación.
Hasta el tiempo del fin. Es claro que la caída de los sabios seguirá
hasta el tiempo del fin, 'ad~'et c$s, el cual llegará en el "tiempo seña-
lado". La misma expresión 'et qes aparece en 11:40, donde el tiempo visto
en el futuro en 11:35 encuentra su realidad. Es el momento de la resu-
rrección que señala 12:1, 2. Por lo tanto, esta frase hebrea apunta clara-
mente al tiempo final de la historia mundial (ver com. 11:27).
El pueblo de Dios padecerá pruebas y sufrimiento hasta los días fi-
154 • Dios Defiende a su Pueblo

nales. Aún a pesar del respiro que ha implicado "la herida mortal" a la bes-
tia de Apocalipsis 13 en 1798 (ver com. 11:40), en distintos lugares y mo-
mentos el pueblo de Dios sufre persecución y la padecerá hasta los
momentos finales (ver com. 12.1).
En el tiempo señalado. Mejor es la traducción "hasta el tiempo pre-
fijado" (CAB) para ki'dd lamd'ed. Como se indicó en 11:27, md'ed se re-
fiere al tiempo concedido al poder papal (ver com. 7:25; 12:7), los 1.260
años concedidos para su predominio político y religioso. A esta altura de
la profecía, todavía no ha llegado el fin de este período, situación que se
manifiesta en 11:40.

Reflexiones para nuestros días


El pueblo de Dios ante la crisis. El Señor nunca prometió que sus
hijos estarían libres de problemas ni de persecución mientras vivamos en
este mundo. "Y también todos los que quieren vivir piadosamente en
Cristo Jesús padecerán persecución" (2 Ti 3:12; véase Mt 5:10-12). No
hay que pensar únicamente en "el tiempo de angustia, cual nunca fue
desde que hubo gente hasta entonces" (12:1). El pueblo cristiano ha pa-
decido tribulación en países donde ha habido gobiernos dictatoriales. La
libertad de conciencia es un tema que sigue vigente en la agenda actual
del mundo. Aún los problemas que enfrenta el creyente en su trabajo o es-
tudio por su fidelidad a cualquier mandamiento de las Escrituras son una
"pequeña" persecución que recuerda que en este mundo hay una batalla
entre el bien y el mal, y que el enemigo siente un odio singular contra los
fieles hijos de Dios (Ap 12:17).
El testimonio activo de los sufrientes. Si algo queda claro en Daniel
11:32 y 33 es que el pueblo de Dios no se refugia en un trance místico ni
busca un temeroso escondite ante la persecución. En cambio, testifica ac-
tivamente del amor de Dios. Los ejemplos de la Edad Media, el testimo-
nio valiente de los Reformadores, aun a costa de su vida, recuerdan que
el evangelio puede y debe ser proclamado en medio de la crisis. Muchas
iglesias en la actualidad han crecido con más fuerza en medio de guerras
civiles, inestabilidad social y terrorismo que otras que están en países con
bonanza económica y política. "Mas el pueblo que conoce a su Dios se es-
forzará y actuará" (11:32, RV 1960).
La promesa de compañía divina. Es reconfortante saber que los
hijos de Dios que han sufrido a través de los siglos nunca han estado solos.
"Recibirán muy poca ayuda" (11:34, NVI). Muchos miles murieron bajo
la persecución. Reconocemos que Dios decidió limitar su poder en medio
Daniel 11:32b-35: El "Despreciable": Su Ataque al Pueblo de Dios • 155

del gran conflicto en esta tierra por respeto al libre albedrío del hombre
y por no hacer nada que diese pie al enemigo de acusar al Creador de fa-
voritismo u opresión. El Señor ha tenido que actuar siempre en medio de
los vaivenes del hombre. Y durante la Edad Media ayudó a su pueblo y
lo guardó de muchas maneras maravillosas. Fue poca la ayuda que dio en
comparación con todo su poder, pero suficiente para recordarnos que Él
vela por sus hijos a cada momento.
El Señor desea emblanquecernos. Sorprende que aún en medio de
la tribulación y de la muerte, nuestro Hacedor puede realizar su obra de
redención, que finalmente es el objetivo de sus esfuerzos. Las pruebas
son medios usados por la divinidad para limpiarnos y purificarnos. Es di-
fícil comprender cómo la Providencia usa la enfermedad y la muerte para
hacer su obra redentora, pero podemos confiar. Daniel 11:35 nos recuerda
que el Señor nos purifica aun en las crisis de este mundo.
"El fuego de la prueba", como la califica Pedro (1 P 4:12), conlleva
bendiciones espirituales que siempre deben ser consideradas: (1) se par-
ticipa de los padecimientos de Cristo; (2) la "revelación de su gloria" nos
permite gozarnos "con gran alegría"; (3) "el glorioso Espíritu de Dios re-
posa sobre vosotros"; (4) Dios es glorificado por nuestro medio (4:12-
14). De ahí que el apóstol invite a quien pasa por la aflicción a gozarse y
considerarse bienaventurado. Eso sí, advierte a distinguir entre el pade-
cimiento producto de nuestros pecados (4:15) y el que se sufre como cris-
tiano (4:16).
CAPÍTULO NUEVE

DANIEL 11:36-39:
EL "DESPRECIABLE": SU ATAQUE
AL MISMO DIOS

N o siendo suficiente haber acometido la doctrina bíblica, en especial


el corazón del justificación por la Evangelio, la fe (ll:28-32a), y
haber perseguido al pueblo de Dios casi hasta su extinción (ll:32b-35),
ahora este poder ataca al Creador mismo, colocándose en el lugar de Dios.
11:36-39
Traducción y estructura
Al Dominio
(36)Y el rey hará según su voluntad,
B1 Soberbia
y se exaltará a sí mismo,
C1 Engrandecimiento
y se engrandecerá sobre todo dios;
DI Contrario a Dios
y contra el Dios de los dioses hablará maravillas,
E CENTRO: Prosperidad limitada
y prosperará, hasta que sea consumada la ira;
porque lo determinado será hecho.
D2 Contrario a Dios
(37) Y del Dios de sus padres no hará caso, ni de lo
deseable de las mujeres; y no discernirá a dios alguno,
C2 Engrandecimiento
porque sobre todo se engrandecerá a sí mismo.
B2 Soberbia
(38) Y honrará en su lugar al dios de las fortalezas, un dios
que sus padres no conocieron; lo honrará con oro y plata,
con piedras preciosas y tesoros.
A2 Dominio
(39) Y se hará de las fortalezas más inexpugnables con
un dios extranjero, y a los que le reconozcan dará gloria, y
hará gobernadores a muchos y dividirá la tierra por precio.
Daniel 11:32b-35: El "Despreciable": Su Ataque al Pueblo de Dios • 157

La siguiente perícopa describe un ataque blasfemo contra el Señor


mismo. Se destaca el uso continuado de los nombres de Dios (heb. 'el,
'elim, 'élóhim), haciendo alusión al Creador del universo en dos ocasio-
nes (DI y D2), y a dioses en general en las restantes cuatro. En el centro
de este quiasmo se recuerda que el éxito de este poder estará limitado y
que el Señor le ha determinado un fin.

11:36
El rey. En la segunda sección de la profecía (11:21-12:3) la mención
de un "rey" no es tan común (11:25, 36, 40 [2 veces]) como lo es en la
primera sección del oráculo (11:3, 5, 6 [2 veces], 7, 9 , 1 1 [2 veces], 13,
14,15).
Ante la inquietud que éste podría ser un nuevo personaje en la profe-
cía, se argumenta que la secuencia del relato y las características sucesi-
vas que se han presentado y las nuevas que se agregan en esta porción,
hablan de un solo poder. Este título refleja toda la concepción del capítulo
11, que describe la lucha entre reyes por el predominio político. Al apli-
carlo al "despreciable", el texto apunta a su ambición por la supremacía
política y en este contexto (11:36-39) confirma su codicia del dominio
religioso. Además anticipa lo que se declara en Daniel 11:40, donde fi-
nalmente, en contraste con el rey del sur, es denominado rey del norte
(véase comentario de 11:40).
Finalmente, en Daniel 8:23, un texto paralelo a este pasaje (véase el
paralelismo en Daniel, págs. 40-47), presenta a este poder como "un rey
altivo de rostro y entendido en enigmas". Es interesante que en estos dos
pasajes se le atribuye el título de "rey" para referirse a su lucha contra
Dios (11:36-39) y el Príncipe de los príncipes (8:25). Se sugiere así un
poder político que se atribuye funciones que corresponden solo a Dios.
Hará. Nuevamente, esta expresión, wé'asah, refleja un dominio tem-
poral completo en el ámbito político (11:3, Grecia; 11:7, Ptolomeo III;
11:16, 17, Roma). Pero también es sorprendente que se aplica también
en el dominio espiritual al "despreciable", el poder papal, cuando entra en
lucha por el poder civil (11:24), y más tarde en su lucha contra el Señor
y su santuario (11:28, 30). También se aplica al perseguido pueblo de
Dios que se "fortalecerá" y "hará", pero sorprendentemente en medio de
la muerte y el destierro (11:33).
En este pasaje nuevamente se describe al "vil" actuando a capricho y
con todo poder, pero en este caso en un ataque blasfemo contra el mismo
Creador.
158 • Dios Defiende a su Pueblo

Su voluntad. Solo en tres ocasiones el vocablo ráson, "voluntad",


"arbitrariedad", aparece en el capítulo 11 en conexión con la forma ver-
bal wé'asáh, "y hará". En 11:3 describe la actitud arrogante de Alejandro
Magno, y en 11:16, en el contexto de la llegada de Roma al ambiente po-
lítico del Mediterráneo oriental a inicios del siglo II a.C. Ambas ocasio-
nes presentan a gobiernos actuando a su placer en sus políticas de dominio
(véanse comentarios respectivos).
En este caso la expresión destaca la manera caprichosa en que la Curia
Romana se comporta hacia el Señor de los cielos "y se opone y se levanta
contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta
en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios" (2 Ts 2:3,4).
Se exaltará a sí mismo. El verbo rüm expresa muchas veces la acti-
tud arrogante de vanagloriarse por las riquezas adquiridas por la bendición
divina (Dt 8:13-15; Ose 13:6). El Señor detesta a aquellos que levantan
con orgullo sus ojos (Sal 131:1; Pr 6:16, 17) y castigará a los soberbios
(Sal 18:27).
Este pasaje predice la actitud arrogante del "despreciable", de ma-
nera singular con respecto a todo dios y en especial hacia el Único y Ver-
dadero Dios.
Se engrandecerá. "Se creerá superior" (NIV), "se henchirá de so-
berbia" (CAB). La mayoría de los pasajes en el AT donde aparece esta ex-
presión se refieren a la grandeza o estima de los seres humanos (Gn 41:40;
48:19; 2 S 5:10; 1 R 10:23; Ecl 2:9; 1 Cr 11:9; 2 Cr 9:22; Est 9:24; Jer
5:27; Zac 12:7). En siete ocasiones apunta a la grandeza divina (2 S 7:22;
Sal 35:27; 40:16; 70:4; 104:1; Miq 5:4; Mal 1:5). Esto explica la actitud
arrogante del "vil" en Daniel 11, quien siendo humano pretende ocupar
el lugar de Dios (11:36; véase Is 10:15; Ez 38:23).
Sobre todo dios. El vocablo 'el para referirse a "dios" en este pasaje
es una antigua expresión semítica utilizada para los nombres compuestos
de YHWH ('el olam, "Dios eterno", 'el 'eléyon, "Dios Altísimo", Gn
14:22; 'el sadday, "Dios Todopoderoso", Gn 17:1; etc.). Este nombre es
diferente de YHWH, que es el nombre del Dios del pacto (Ex 6:2,3; véase
el glosario); 'el es un nombre genérico para el Creador.
Llama la atención que se usa este nombre en dos pasajes donde reyes
paganos representan a Lucifer y aspiran al lugar de Dios: Isaías 14:13, Ba-
bilonia ("junto a las estrellas de Dios ['el]"); y Ezequiel 28:2, Tiro, "un
dios ['él] soy"). Esta actitud se ve repetidamente en este "despreciable" y
describe la pretenciosa aspiración papal de hacerse pasar por Dios.
Nótese además que menciona a "todo dios". No solamente pretende
Daniel 11:36-39: El "Despreciable ": Su Ataque al Mismo Dios • 159

desplazar al Creador, sino a todos los otros dioses de manufactura hu-


mana. La religión papal pretende ser monoteísta y condena la adoración
a otro dios que no sea el Dios de la Biblia, pero por otra parte ella misma
desplaza al Señor de su sagrada posición.
El Dios de los dioses. La palabra 'elím, "dioses", es el plural de 'el,
en contraposición a 'élohim, que se refiere a Dios en el contexto general
de la humanidad y de la creación (Gn 1; Sal 19:1-6), mientras que
YHWH es el nombre divino para el pacto de Dios con su pueblo (Gn 2;
Sal 19:7-14). El Dios de Israel, YHWH, es 'el 'elím, "Dios de los dio-
ses". No hay nada críptico en este pasaje. El "despreciable" ataca direc-
tamente al Todopoderoso.
Hablará maravillas. Llama la atención que el vocablo nipéla'dt,
"maravillas", "prodigios", siempre es usado para expresar, admirar y pro-
clamar las grandezas de Dios (Jos 3:5; Job 5:9; 37:5,14; 42:3; Sal 72:18;
86:10; 98:1; 106:22; 119:18; 136:4; Miq 7:15; Dn 12:6). En este caso,
este rey blasfemo hace lo contrario, "habla maravillas" contra el Crea-
dor, en una conexión más con el "cuerno pequeño" de Daniel 7 (vers. 25),
quien habla "palabras contra el Altísimo" (véase comentario "Estas ma-
ravillas", 12:6).
Prosperará. Nuevamente una contradicción que revela el contexto
espiritual de esta guerra del "vil" contra el Hacedor. El uso teológico de
salah, "prosperar", apunta al éxito que el Señor solo puede dar (Neh
2:20). Él da éxito a aquellos que obedecen su ley (Jos 1:8; 1 Cr 22:13;
Sal 1:2, 3), que lo buscan diligentemente (2 Cr 26:5), y dependen de su
misericordia (Gn 24:21, 40; Neh 1:11; Sal 118:25). Aunque los impíos
puedan prosperar (Sal 37:7; Jer 5:28; 12:1), lo harán tan solo transito-
riamente. El "despreciable" ha tenido éxito a través de la historia, pero
la siguiente frase en este texto pone un límite a esa prosperidad.
Sea consumada. Aunque con un sentido positivo, significando la
culminación de un período (Gn 41:53; Rt 2:23; Ex 39:32; 1 R 6:38),
kalah encierra también la idea de "llegar al extremo" en la realización
del mal (Gn 18:21) o de "aniquilar" (Esd 9:14; Neh 9:31; Sal 59:13), o
como en este caso, "consumar" (Dn 9:27), "completar" (Is 10:23). Aquí
el verbo sugiere que la prosperidad del "despreciable" en su obra blas-
fema tendrá un período limitado. "Su éxito durará mientras la ira de
Dios no llegue a su colmo" (NVI). La prosperidad de este poder hallará
su fin cuando la ira del Señor sea completada.
La promesa aquí encerrada para todo creyente es que el Señor pone
un límite a la maldad y aunque el "despreciable" logre en gran medida su
160 • Dios Defiende a su Pueblo

objetivo de profanar el nombre de Dios y colocarse en su lugar, el Señor


actuará a su debido tiempo. Él soporta pacientemente hasta que su ira es
completada.
La ira. La ira de Dios conduce a la destrucción (Is 10:25). Es una
"ira justa" ante el pecado (Miq 7:9; Is 30:30, 31). La paciencia y el amor
de Dios llegan a su límite y finalmente el Señor debe actuar en contra del
pecador empedernido, como lo es el rey impío de este pasaje (11:36-39).
La ira divina se derrama en los días finales de la historia contra este poder
(Ap 18:5-8). El poder papal subsistirá en su arrogante y desafiante acti-
tud hasta el fin (Dn 11:45).
Lo determinado. "Decretado", "decidido", ne'érasah. En Isaías
10:23 se habla de "una destrucción" que es determinada sobre la tierra
en conexión con la ira divina (10:23; véase Is 28:22) y al igual que en
Daniel 9:27, la expresión está en conexión con kalah, "consumar", "com-
pletar", lo que sugiere que estas dos últimas expresiones de 11:36 apun-
tan al mismo acontecimiento: los eventos finales en los cuales será
destruido el poder político-religioso que se ha levantado contra Dios y su
pueblo.
No es casualidad, entonces, que en la estructura de esta sección que
hemos estudiado (11:36-39), esta frase esté en el centro, como recordando
que en medio de todas las aberraciones y acciones que hace el rey impío,
Dios actuará de manera definitiva sobre él.
Será hecho. Literalmente "será hecho", nehésatah. Lo que el Señor
ha dispuesto en su plan, se llevará a cabo. Con respecto al mal, Él le ha
puesto un límite que no será traspasado.

11:37
Dios de sus padres. En su ataque contra la Deidad, el poder papal
abandonará la fe de sus antecesores. Creyéndose heredero de la fe judeo-
cristiana expresada en la Biblia, abandona esa herencia original y no ha
prestado atención a su amonestación. Ha colocado la tradición, los con-
cilios y los decretos papales por encima de la verdad bíblica. No ha hecho
caso de "la fe que ha sido una vez dada a los santos" (Jud 3).
No hará caso. "No le importarán" (LBA), "no tomará en cuenta"
(NVI), "no se preocupará" (CAB). El uso del verbo bin empleado aquí,
tan usado en Daniel en conexión con la comprensión de la profecía
(8:16, 17; 10:1,12,14; 11:30; 12:8, 10; véase com. 11:33), muestra que
la jerarquía católica no ha querido comprender la verdad bíblica. Su re-
chazo \o \\& We\ ado a ser engañado corv mer\Xkas, como sucede COTV todo
Daniel 11:36-39: El "Despreciable ": Su Ataque al Mismo Dios • 161

aquel que desprecia la verdad revelada (Ro 1:21; 2 Ts 2:10-12).


De lo deseable de las mujeres. El vocablo heméddat significa "de-
seable, deleitoso, precioso". "Todos los derivados de pamad se refieren
a la apariencia externa. También enfatizan el atractivo de un objeto, con
poco énfasis sobre el valor del objeto". 1 La expresión hebrea se utiliza
para referirse a todo lo deseable de un reino (1 S 9:20) como también a
sus objetos preciosos (2 Cr 36:10). Incluye "tierras" (Sal 106:24; Jer 3:19;
Zac 7:14), campos (Jer 12:10), casas (Ez 26:12), barcos (Is 2:16), vasos
(Dn 11:8). NIDOTTE acota: "El deseo de poseer se nota en el contexto de
la prostitución (véase Ez 23:6,12, y quizá Dn 11:37); en cada referencia
habla de hombres que son deseados lujuriosamente por mujeres". 2 Por
ello muchas versiones (LBA, NIV, CAB, RVA) traducen "tesoros", "ri-
quezas", en Hageo 2:7, proponiendo bienes materiales más que un per-
sonaje mesiánico.
Por lo tanto, la expresión wé'al-heméddat nasim (mejor expresado
"lo más preciado por las mujeres", RVA) debe comprenderse como el re-
chazo de la teología católica del deseo sexual, ya sea en el sano contexto
del matrimonio o el lujurioso de la fornicación, y expresado en forma es-
pecial en su concepto del celibato.
Respetará dios alguno. El texto señala tres cosas a las cuales el "des-
preciable" no prestará atención en su intención de exaltar su religión como
divina (véase comentario anterior, "no hará caso", ya que se repite la
misma expresión lo'yabin): (1) al Dios de sus padres; (2) ni a "lo más pre-
ciado por las mujeres"; (3) "ni a ningún dios" {'élohim, variante de
'éloah). Esta última expresión muestra que desprecia toda otra religión y
todo dios. Lo increíble es que, aunque aparenta ser una religión monote-
ísta, no adora al Dios de la Biblia sino a uno de su propia invención, por
lo que desprecia a toda otra manifestación de cualquier tipo de dios.
Sobre todo. Indicación clara que el poder papal no acepta rivales en
sus ansias de supremacía: ni divinos, ni terrenales, ni políticos, ni econó-
micos, ni religiosos.
Se engrandecerá. Expresión ya comentada en 11:36. La forma re-
flexiva de la raíz verbal enfatiza la exaltación propia y el engrandeci-
miento al que aspira este poder blasfemo. La repetición en hebreo quiere
enfatizar esta detestable característica del poder papal (véase la estruc-
tura de esta porción bíblica).

'David TaiJey, ¡¿amad, NIDOTTE, 2:168.


Hbíd.
162 • Dios Defiende a su Pueblo

11:38
Honrará. El verbo kabed expresa la idea de honrar a Dios (1 S 2:30)
como también de respetar a otras personas (1 S 15:30; Ex 20:12; Mal 1:6;
Sal 91:15). En este caso (se usa dos veces la misma expresión), incluye
la honra que se da a otros dioses.
Dios de las fortalezas. En relación con esta nueva deidad se usa la ex-
presión "el dios de las fortalezas, ma'üzzim" (11:38). Como se mencionó
en relación con 11:24, 31, el papado hizo su ataque profano contra "el
continuo" y "el santuario", en estrecha relación con "la fortaleza", ma 'oz.
Si en el santuario celestial se realiza la permanente intercesión de Cristo
por su pueblo, la cual el poder papal ha querido ocultar de la humanidad
con su falso sacrificio de la misa, esta expresión debe tener conexión con
los dos términos mencionados y estar en contraposición con el servicio de
Jesús en el cielo.
La misa es el punto central de la fe del creyente católico y de la teo-
logía papal. Todas las hostias consagradas son guardadas en el cáliz de la
Eucaristía y colocadas en lo que los católicos llaman el "santísimo" en el
altar, el lugar más sagrado del templo católico. La "fortaleza", ma'dz, se
refería al fortín o ciudadela dentro de la ciudad, el cuartel y corazón del
gobierno de la ciudad. Quiere decir que este es el "dios de las fortalezas"
al cual se rinde un culto idolátrico porque allí está el "mismo Dios" en-
carnado.
No conocieron. Este "dios" singular, migajas de pan divinizadas por
los sacerdotes, criaturas creando al Creador, valga la redundancia, se repite
incansablemente en todo el mundo, cada vez que se realiza la misa, y sigue
siendo el "mismo Cristo"; es una deidad no imaginada en las Escrituras ni
conocida en el paganismo, "un dios que sus padres no conocieron".
Oro y plata. Es la segunda mención de estos objetos (11:8), símbo-
los de riqueza. Vuelven a aparecer en 11:43, referidos al dominio de la ri-
queza de Egipto. En el contexto de este pasaje recuerdan la pompa y la
fastuosidad de los altares en los templos católicos, que no solo exaltan
las imágenes colocadas allí, sino de manera especial el pequeño cofre lla-
mado "el santísimo".
Piedras preciosas. La expresión yékarah se refiere a algo raro (1 S
3:1), una piedra costosa (1 R 10:10, 11) y preciosa (2 S 12:30; 1 R 10:2).
Con tesoros. La palabra hámüdót es poco común y significa "lo
mejor" (Gn 27:15), "de gran valor" (2 Cr 20:25), "delicado" (Dn 10:3),
y "apreciado" (Dn 10:11, 19). Por ello, bien puede representar riquezas
(11:43; véase com. 11:37).
Daniel 11:36-39: El "Despreciable ": Su Ataque al Mismo Dios • 163

La profecía destaca el hecho de que este singular "dios de las forta-


lezas" será honrado con elementos de gran precio. No hay duda alguna de
que alude a los altares en las catedrales e iglesias donde se honra con gran
pomposidad y riqueza al centro de la adoración católica.

11:39
Se hará. Nuevamente la frase wé'asah, que como ya señalamos (11:3,
16, 24, 28, 30, 32, 36), expresa la imposición de un dominio completo y
caprichoso. Por quinta vez se menciona al rey impío, el "despreciable",
que aparece como sujeto. En este caso, su objetivo son las fortalezas más
inexpugnables.
Las fortalezas más inexpugnables. En este pasaje se unen las dos
expresiones hebreas que se traducen en el texto del capítulo 11 como "for-
taleza": (1) la primera de ellas es ma'dz, que se refiere a un fortín o ciu-
dadela (11:10) o tiene conexión con el santuario (11:31, 38); y (2) la
segunda alocución es mibézar la cual deriva de un verbo que significa
"ser inaccesible" (11:24).
Este caso único, donde aparecen los dos vocablos juntos, indica que
con la deidad especial mencionada en 11:38, el poder papal intentará ata-
car lo más sagrado del santuario celestial. Mediante la eucaristía, ha in-
tentado socavar el corazón del evangelio y conducir al ser humano a la
adoración de su nuevo dios (véase com. 11:31,38), y el "santísimo", men-
cionado en la explicación del verso anterior.
Un dios extranjero. Esta es la sexta y última mención de una deidad
en este pasaje. Solo seis, número que recuerda a la humanidad, porque fue
creada el sexto día (Gn 1:26-31), lo que sugiere la debilidad humana por-
que no tuvo lugar el día siete, el número perfecto. Dos veces se ha aludido
al Dios de los cielos (11:36,37); en una ocasión apunta a los dioses en ge-
neral (11:36) y en 11:38 habla de una deidad singular, "el dios de las for-
talezas".
En esta última ocasión va acompañado de otro sustantivo, nékar, "ex-
tranjero, extraño, ajeno, excluido". En ocasiones puede sugerir lo que es
moralmente inaceptable, como aquellos que están fuera del pacto (Gn
17:12; Ex 12:43), los que están descalificados de participar en un culto
(Ez 44:9). Estos dos sustantivos, 'élóah nékar, sugieren una deidad o dei-
dades que se contraponen al Dios verdadero (Dt 32:12; Gn 35:2; Jos
24:20; Jer 5:19; Mal 2:11). El contexto sugiere que este falso dios es el
mismo mencionado en el versículo anterior.
Le reconozcan. En un juego de palabras, Gabriel habla en su discurso
164 • Dios Defiende a su Pueblo

de los que "reconozcan" (de la raíz verbal nakar) al dios "extraño" (nekar).
En el sentido teológico, el verbo nakar implica un reconocimiento positivo
de parte de otros, de las bendiciones divinas (Is 61:9; 63:9).
Colmará. "Multiplicar" (Ex 1:10,12; Dt 8:13; Ecl 10:14), "tener en
abundancia" (Dt 17:16,17), "acrecentar" (Sal 49:17; Pr 13:11), "abundar"
(Pr 29:16). En una actitud más divina que humana (Sal 78:38; Is 55:7), el
rey promete riquezas materiales, ambición que el Señor condena (Dt
17:16,17).
Honores. Literalmente "gloria, abundancia, honor" (abdd).
Hará gobernadores. Así como el Creador dio dominio (heb. masal)
al ser humano sobre la creación (Sal 8:6,7), este pretendido poder divino
se arroga el derecho de entregar reinos y gobiernos en la tierra. El acto de
gobernar puede ser tanto positivo (2 Cr 7:17, 18) como negativo (Pr
28:15).
A través de la historia, el poder papal ha favorecido a quienes le han
sido leales y les ha entregado reinos, pero también se los ha quitado
cuando no han hecho lo que él quería.
Dividirá. La forma verbal del verbo halaq que aparece aquí sugiere
dividir (1 R 18:6), repartir despojos o el botín (Gn 49:27), partir en pe-
dazos (Ez 5:1) o esparcir (Gn 49:7). Con mayor frecuencia, habla de re-
partir la tierra (Jos 18:10; 19:51; véase Ez 47:21). Otra característica del
papado ha sido adjudicarse la autoridad de repartir las tierras así como
de favorecer a sus seguidores con riquezas.
La tierra. Uno de los sentidos teológicos del vocablo 'adamah, "tie-
rra", es que el Señor es quien entrega la tierra a Israel (Ex 20:12; Nm
11:12; 32:11; Dt 4:40; 5:16; 7:13; 11:9, 21; 21:1; 26:15; 28:11; 30:20;
31:20; 1 R 8:34, 40; 2 Cr 6:25, 31; 1 R 9:7; 14:15; 2 R 21:8; 2 Cr 7:20;
33:8). La tierra es un don. "La posesión de la tierra y disfrutar la vida en
la tierra fueron claramente componentes claves de la bendición de Dios
para sus hijos, como la expulsión de la tierra y la no productividad de la
misma constituyó el epítome de la maldición de Dios sobre Israel". 3
En otras palabras, lo que este rey impío ha hecho a través de la his-
toria, como ya se señaló, es intentar ocupar el lugar de Dios, repartiendo
el don divino para su pueblo.
Por precio. Evidentemente el interés económico en todo esto es
mayor que el espiritual (2 S 24:24; 1 R 10:28; 2 Cr 1.16; Is 45:13; Jer
15:13; Lam 5:4; M i q 3 : l l ) .

3
Michael Grisanti, 'adamah, NIDOTTE, 1:271.
Daniel 11:36-39: El "Despreciable ": Su Ataque al Mismo Dios • 165

Reflexiones para nuestros días


El deseo de endiosamiento no tiene derechos reservados. Uno se
pregunta cómo tantas veces a través de la historia han existido hombres
y mujeres que han anhelado exaltarse y glorificarse a sí mismos. Al
mismo tiempo, la iglesia popular ha exaltado a su líder máximo hasta con-
siderarlo como Dios. A través de los siglos teólogos, concilios y papas se
han esforzado por colocar al papa al lado de la Deidad.
Pero no debe sorprendernos, porque el mismo ensalzamiento propio
existe con fuerza en nuestros días. Lo vemos en el deporte, en la farán-
dula, en la política y hasta en la iglesia. No aparece con los ribetes del pa-
sado, pero sí con la misma fuerza. Es muy propio de la naturaleza humana
el querer ser reconocido por los demás por nuestros logros o nuestras ca-
pacidades y habilidades o por nuestra belleza. El orgullo es un virus que
infecta hasta las mejores obras.
Solo la gracia de Cristo, quien se humilló a lo sumo, dándonos ejem-
plo de abnegación, nos capacitará para ser sencillos y alejarnos de toda os-
tentación (Fil 2:5-8).
Los pasos dados para satisfacer su ambición. La referencia hecha
en Daniel 11:36-39 a la ambición del "despreciable", nos deja una clara
enseñanza de cuáles son los métodos que usa el hombre en su afán de en-
diosarse.
La persona soberbia y con anhelos de grandeza (1) habla bien de sí y
deja de lado a Dios ("hablará maravillas", 11:36). (2) Abandona su fe en
Dios ("del Dios de sus padres no hará caso", 11:37), y nótese que Gabriel
está refiriéndose a un poder cristiano, lo que nos recuerda que no signi-
fica ser ateo, sino simplemente tomar el lugar de Dios. (3) Deja los sen-
timientos naturales (11:37); como el texto señala, el don del sexo fue
pervertido por la iglesia. (4) Exalta a su propio dios (11:38); en nuestro
caso es poner aquella cualidad que nos distingue -belleza, dinero, cono-
cimiento y hasta la misma f e - como mérito propio y motivo de exaltación
propia. (5) Lo honra con bienes materiales (11:39), recordando que fi-
nalmente cualquier ídolo consume a toda la persona. (6) Por último, colma
de honores a quienes lo reconocen (11:39), dejando claro que es muy hu-
mano comprar favores de otros con bienes y beneficios. ¡Cuántos se ro-
dean de zalameros a los cuales ganan con favores económicos o políticos!
Y lo triste es que hay muchos que se prestan para el juego.

Biblioteca "Sara E. Ocampo


CAPÍTULO DIEZ

D A N I E L 11:40 A L 12:3:
E L D E S E N L A C E D E L D R A M A
E S C A T O L Ó G I C O

L a sección final del capítulo 11 de Daniel es una pieza literaria singu-


lar por su contenido, su estructura y su cumplimiento histórico. Es una
pieza clave para la elaboración del marco escatológico bíblico. Contiene
el registro veterotestamentario más detallado de los eventos finales.
Hay varios pasajes en el AT que dan vislumbres acerca de dichos even-
tos y son útiles para elaborar una descripción de los acontecimientos fina-
les de la historia humana. Entre ellos se destacan: Joel 2:28-3:16, Isaías
24-27 (considerado por algunos como un pequeño Apocalipsis), Ezequiel
37-39 y el libro de Zacarías, que es el libro más "apocalíptico" del AT,
aparte de Daniel. Otros pasajes del AT proveen detalles adicionales (Is 65,
66; Jer 4; Sal 2), que al ser estudiados a la luz del NT, permiten ofrecer
otras perspectivas de los eventos finales. Pero la pieza literaria de Daniel
11:40-12:3 es una presentación única de la escatología bíblica del AT.
Acerca de la unidad literaria de este párrafo, podemos sostenerla por
las siguientes razones:
1. La sección anterior (11:36-39) es independiente y habla del ataque
blasfemo que el personaje "despreciable" del versículo 21 hace contra Dios.
2. La importante frase "al cabo del tiempo" marca el inicio de una
nueva porción literaria (11:40).
3. La nueva aparición de la expresión "rey del norte", que no se men-
cionaba desde el versículo 15.
4. La culminación en el versículo 45 de toda la trama, con la frase
"mas llegará a su fin, y no tendrá quien le ayude", última de las trece alu-
siones a derrotas que figuran en el capítulo.
5. La mención en 12:1 de Miguel que liberta a su pueblo y efectúa la
resurrección escatológica.
La estructura de esta sección de Daniel 11 proveerá una mejor com-
prensión del texto, de los sujetos involucrados en la trama y del desarro-
llo del drama final.

167
168 • Dios Defiende a su Pueblo

11:40-45
Traducción y estructura
Al Frase clave: tiempo
40 Y al fin del tiempo
B1 El sur lanza desafío
acorneará contra él el rey del sur;
C1 Ataque masivo
y atacará el rey del norte como torbellino contra él,
con carros, caballería y muchas barcos,
DI Tierras conquistadas
y entrará por las tierras, e inundará, y cruzará.
El Palestina
(41) Y entrará en la tierra gloriosa,
E2 Transjordania
y muchos se tambalearán; mas éstos escaparán
de su mano: Edom y Moab, y los jefes de los
hijos de Amón.
D2 Tierras conquistadas
(42) Alargará su mano contra las tierras,
B2 El sur sometido
y tierra de Egipto no será para escape. (43) Y se apoderará
de las provisiones escondidas de oro y plata, y de todas las
cosas preciosas de Egipto. Los de Libia y Etiopía [seguirán]
en sus pasos.
C2 Ataque masivo
(44) Pero noticias del este y del norte lo estremecerán,
y saldrá con gran ira para exterminar y destruir a
muchos. (45) Y plantará las tiendas de su palacio entre
los mares y el monte glorioso y santo;
A2 Frase clave: fracaso
Y llegará a su fin, y no [habrá] ayuda para él.

Varios elementos valiosos contribuyen a la interpretación del pasaje. 1


Primero, "la tierra gloriosa" ocupa un lugar clave en la primera parte del

'Nuevamente Stefanovic, 420,421, sugiere que no se intente interpretar detalles de


esta profecía. Cita a Maxwell, quien declara que "la prudencia nos sugiere que no los co-
noceremos plenamente hasta que hayan ocurrido en realidad" (Maxwell, El misterio del
futuro revelado, 296; véase también Doukhan, Secrets of Daniel, 174). Es muy cierto
que la interpretación de detalles de una profecía no puede ser dogmática, ya que en su
Daniel 11:40 al 12:3: El Desenlace del Drama Escatológico • 169

texto, mientras que el "monte glorioso" se encuentra en la culminación de


la segunda. Por otro lado, estos dos lugares deseables son siempre objeto
del ataque del rey del norte en Daniel 11.
Las dos frases que abren y cierran la perícopa, "al cabo del tiempo"
y "mas llegará a su fin y no tendrá quien le ayude", son indicadores tex-
tuales claves en el capítulo 11.2 La primera contiene el concepto tempo-
ral y la segunda, la alusión a la derrota. En este caso, 11:45 es el último
fracaso humano en la rebelión contra Dios y el deseo de dominar el
mundo.
La propuesta estructural no presenta un quiasmo en su totalidad,
porque los componentes no se prestan para ese formato, tal como están
propuestos, y debemos ser honestos al elaborar una estructura. Las sec-
ciones B2 y C2 estarían invertidas. Esto se explicaría porque luego de
la conquista de la "tierra gloriosa" y de los reinos allende el Jordán,
sería de esperar que el rey del norte lanzara un ataque masivo para con-
quistar, primero al "monte glorioso y santo" (11:45) y luego al rey del
sur. Pero el orden es inverso, primero conquista al monarca meridional
y luego lanza la ofensiva total. Este hecho, del punto de vista escatoló-
gico, es relevante. En su último intento de dominio mundial, el rey del
norte primero somete al sur, para luego lanzar juntos una batalla global
contra "el monte glorioso y santo". Por otra parte, la "gran ira" del mo-
narca septentrional es provocada por "las noticias del norte y del
oriente", destacando la importancia de este mensaje. Aparentemente
este gobernante será sorprendido por estas noticias atemorizantes, acon-
tecimiento que no se dio antes de la conquista de Egipto y los países
vecinos.
Shea hace un paralelismo muy sugestivo de este pasaje de Daniel
11:40-45 con la campaña de Cambises II -rey de Medo-Persia (530-523
a.C.) e hijo de Ciro el Grande (o Ciro II)- contra Egipto. En el momento
culminante de su victoria, Cambises recibió noticias de una revuelta en la
capital del imperio, y regresó rápidamente, muriendo sorpresivamente en

parte final trata de eventos no acontecidos. Pero a la luz de la Palabra de Dios, de la his-
toria, del don profético y con una mente humilde guiada por el Espíritu, es una grave
irresponsabilidad no intentar comprender un texto que Dios dejó en su Escritura para
nuestra comprensión. Entonces, ¿para qué el Señor reveló este capítulo, especialmente
los versículos 40 al 12:3 (véase Dt 29:29)?
2
Yéase la explicación de las expresiones claves del capítulo 11 -fracasos y caídas-
así como la estructura del cap. 3, como claves para definir el comienzo y fin de un pá-
rrafo.
170 • Dios Defiende a su Pueblo

Palestina, rumbo a Persia. Aquí también en Daniel 11 hay noticias que


perturban al falso rey del norte y le provocan el terror de perder su trono
(11:44), con la diferencia de que en este caso escatológico "se levantará
Miguel" y libertará a su pueblo (12:1).3 Por su parte Rodríguez propone
el trasfondo del Éxodo para esta sección, y concluye con esta declara-
ción: "Las más profundas intenciones del rey [del norte] son manifesta-
Daniel 11:40 al 12:3: El Desenlace del Drama Escatológico • 171

das. Él pretende actuar como Dios reclamando control sobre la historia y


determinando quién vive y quién debe morir. Él desciende a Egipto con
su ejército, luego regresa a Canaán, y finalmente coloca su tienda en el
centro del campo militar en preparación para una guerra de exterminio". 4
Será de utilidad apreciar en un diagrama la secuencia y dirección de
los movimientos de los personajes de esta perícopa final de Daniel 11. Se
debe recordar que los ejércitos babilónicos venían a Palestina del norte,
y Egipto quedaba al sur de Palestina. En medio de ellos vivía el pueblo
de Dios. Ahora la profecía usa este trasfondo para presentar los eventos
escatológicos.
Se destacan cuatro conclusiones a la luz de este diagrama. (1) El rey
del norte reacciona ante la provocación del sur. Esto no fue necesario por
mucho tiempo, porque en 11:25 se relata el sometimiento del sur bajo su
rival del norte. La rebelión es tal, que el rey del norte parte con todos sus
ejércitos. (2) El ataque se realiza en dos etapas, señaladas por el indicador
textual "tierras" (11:40,42). Nótese el papel que juegan estos términos en
la estructura literaria del pasaje. Antes de dominar el sur, el rey del norte
intenta conquistar las tierras intermedias, las provincias de Palestina. El
texto de 11:41 declara que las hace tambalear. Luego, en la segunda etapa,
somete a Egipto, Libia y Etiopía. Esto parece señalar la secuencia de sus
ataques, lo que suscita el interrogante de por qué ataca a Palestina antes que
a Egipto. (3) Cuando ha logrado su objetivo, y su triunfo parece ser com-
pleto, las noticias del norte y del oriente lo intimidan. Otra vez un doble
elemento: primero, la revuelta del sur provoca la ira y el ataque; segundo,
lo mismo sucede con las nuevas llegadas del norte y oriente, las cuales
provocan una segunda gran movilización. (4) Estos puntos cardinales, con

4
Ángel Manuel Rodríguez, "Daniel 11:40-45: Intertextual Exploration". Manuscrito
no publicado, 6. El da ocho razones para esta conexión con el relato del Exodo: [1] Da-
niel se refiere a la "tierra de Egipto" (véase Éx 6:13,26,28; 7:3,4,19; 8:5; etc.); [2] du-
rante la era mosaica la mano de Dios fue contra Egipto, aquí es la mano del rey del norte;
[3] el lenguaje relacionado con aguas juega un importante rol en ambas narrativas; [4] la
mención de carruajes y caballería hace eco de los ejércitos enemigos durante el Éxodo;
[5] Edom, Moab y Amón son mencionados en las narrativas del desierto (Éx 15:15); [6]
los israelitas tomaron "plata y oro" de los egipcios, y lo mismo hace el rey del norte
(11:43); [7] los hebreos dejaron Egipto y fueron al monte santo, Sinaí (Éx 3:12; 19:20-
23), el rey del norte deja Egipto y va contra "el monte glorioso y santo" (11:44,45); y [8]
los israelitas fueron encomendados a destruir a los cananeos, y el rey del norte tiene la
misma intención con aquellos que no le siguen (véase com. 11:44). Agradezco al Dr. Ro-
dríguez por facilitarme sus dos investigaciones citadas en este capítulo, aún sin haber
sido publicadas.
172 • Dios Defiende a su Pueblo

respecto a Egipto, ubicarían la procedencia de las noticias en Palestina.5


Esto hace lógico el asedio contra el monte glorioso y santo, el monte
Sion. De no ser así, se esperaría que el rey del norte continuase hacia sus
tierras y posiblemente a Babilonia, manteniendo la orientación dada por
los puntos cardinales indicados en la profecía. 6 Jerusalén sería tan solo
una parada más. 7 Surge el interrogante acerca de por qué ahora ataca al
monte santo, si anteriormente había sometido a "la tierra gloriosa". El pa-
saje sugiere una conexión geográfica y espiritual de ambas entidades pero
a la vez, una diferenciación en contenido y circunstancias, detalles que se
analizarán más adelante.

Comentario
11:40
Al fin. Existe un claro consenso en la interpretación adventista de
que la sección de Daniel 11:40-45 se encuadra en un marco escatoló-
gico. 8 Se destaca la importancia del vocablo qes del versículo 40, que
literalmente significa "fin, límite, frontera". Según Hill y Matties, "te-
ológicamente la palabra aparece frecuentemente en el contexto del jui-
cio divino.... En otro lugar Daniel usa qes para significar el esjatón, el
tiempo del fin de la historia humana". 9 En algunos casos señala el fin de
un período definido de tiempo ("al cabo de años", üléqes sanim 11:6,
véase 11:13). Pero también alude al fin escatológico, ya sea que lo ad-
vierta en el futuro ("hasta el fin señalado", ké~'dd qes lamd'ed, 11:27;
"hasta el tiempo del fin", 'ad^et qes, 11:35), o bien, que describa su lle-
gada ("y en el tiempo del fin", 11:40).10 Por lo señalado en 11:35, "esta
expresión ('et qes) indica el tiempo escatológico del fin. El tiempo del
fin es, por consiguiente, una frase referente a un período definido den-
tro del cual ciertos eventos están por ser consumados, conduciendo al
fin, y no es un sinónimo con el fin del tiempo". 11

5
Véase Doukhan, Secrets of Daniel, 176.
6
Véase Doukhan, Secrets of Daniel, 91.
7
Doukhan sostiene que la base del Armagedón en Apocalipsis está más en Daniel 11
que en la experiencia de Elias en el monte Carmelo. Doukhan, Secrets of Daniel, 148.
s
Véase Price, 311-314; Diestre Gil, 370,556; Thiele, 142,143; Maxwell, El miste-
rio del futuro revelado, 296.
9
A. E. Hill y G. H. Matties, qes, NIDOTTE, 3:955.
10
Pfandl, The Time ofthe End in the Book of Daniel, 250, 251.
"Lewis O. Anderson, "The Michael Figure in the Book of Daniel", tesis doctoral en
teología, Andrews University, Berrien Springs, Michigan, 1995, 260.
Daniel 11:40 al 12:3: El Desenlace del Drama Escatológico • 173

¿Cuándo se inició este período? De Daniel 12:6,7 deducimos que co-


mienza al fin de "tiempo, tiempos y medio tiempo", o sea, de los 1.260
años que culminaron en 1798 (véase com. 12:7). En esta época el rey del
sur, el poder secular, rompió con el papado, destruyendo así la amalgama
que le dio vida y fuerza al papado durante más de mil años: la unión igle-
sia-estado (véase com. 11:21-27). Distintos eventos políticos cercanos a
la fecha, tanto en Europa como en las Américas, acabaron con esta mez-
cla peligrosa. El cuadro 19 presenta no sólo dichos acontecimientos, sino
también otros en distintos ámbitos del quehacer humano, que señalan el
período entre 1798 y 1844 como cargado de significado profético, crucial
para la humanidad.
Del tiempo. A la luz de la interpretación historicista, 12 en estos pasa-
jes el rey del norte representa al poder político-religioso del papado en su
desarrollo histórico y teológico. Este reino, basado durante la Edad Media
en la unión del poder civil y religioso, habría de verse enfrentado al cabo
del tiempo por el rey del sur (Dn 11:40).
Acorneará. El verbo aquí utilizado, naggah, señala un ataque arro-
llador (Dt 33:17; 1 R 22:11; Sal 44:6; Dn 8:4), tomado de la imagen de
un toro que da cornadas (Éx 21:28, 29, 31, 32, 36). La imagen sugerida
es de dos toros trenzados por los cuernos 13 que ilustra bien la naturaleza
conflictiva de la unión civil-religiosa, y de la forma fuerte en la que fi-
nalmente el poder secular se sacudiría el predominio papal.
La revolución en Francia a fines del siglo XVIII, junto con el esta-
blecimiento de los Estados Unidos de Norteamérica en 1776, son consi-
derados como el comienzo de una época de libertad religiosa sin
precedentes en la historia de la humanidad. Se empezó a promover en los
países del mundo, en especial en el mundo occidental, la separación de
iglesia y estado. La profecía indica que "al cabo del tiempo", es decir, del
tiempo profético de los 1.260 años (Dn 7:25), tendría lugar esta reacción
del rey del sur. Este período profético encontró su cumplimiento en 1798,
fecha que marca el inicio del tiempo del fin. 14

I2
Véanse recientes propuestas historicistas de la interpretación de la sección de Da-
niel 11:21-39 en Diestre Gil, 320-370; Maxwell, Misterio del Futuro, 291-296; Shea,
Daniel 7-12,183-198; Doukhan, The Vision ofthe End, 87-111.
13
Martin Klingbeil, naggah, en NIDOTTE, 3:19,20.
14
Para la interpretación de la profecía de los 1.260 días proféticos o años literales
véase "Hasta tiempo, tiempos y medio tiempo" (Dn 7:25), CBA, 4:859,860 y "Nota adi-
cional del capítulo 7", CBA, 4:861-864; Maxwell, El misterio del futuro revelado, 130-
131; Smith, 114-116. Una síntesis muy provechosa del estudio de esta cifra profética, tal
174 • Dios Defiende a su Pueblo

Contra él. Traducción de la expresión 'immo. O sea, contra el rey


impío de 11:36-39, que fue identificado como el mismo personaje "des-
preciable" que domina la escena desde 11:21 (véase com. 11:36). No hay
evidencia de que aquí se introduzca un nuevo poder.
El rey del sur. Nos encontramos con un pasaje netamente escatoló-
gico, por lo cual los símbolos se unlversalizan (véase capítulo 3). El sur,
o Egipto en las Escrituras, representa la actitud atea y desconocedora de
Dios (véase Éx 5:2) que se manifestó en la postura atea y antirreligiosa del
Iluminismo, el cual halló su máxima expresión en la Revolución Fran-
cesa, y más tarde en la Revolución Bolchevique de 1917 en Rusia. Según
Shea, "el rey del sur debe ser visto aquí más como una fuerza filosófica
que un poder político o territorial".15 Se manifiesta en la actitud secular
que permea a los países actuales que han separado las fuerzas religiosas
del poder civil, creando estados laicos, restándole así el poder que una
vez la Iglesia Católica tuvo en la historia. Actualmente se puede entender
como "las naciones de la tierra que no toman en consideración al Señor.
Hoy probablemente nos referimos a ellas como las sociedades y naciones
no cristianas donde prevalecen el secularismo y el ateísmo". 16
Y atacará. El verbo sa 'ar proviene de una raíz que sugiere tormen-
tas (Is 28:2; Job 1:17; Nah 1:3). Este verbo tiene una connotación teoló-
gica relacionada con la manifestación teofánica de Dios (Job 38:1; 40:6;
Ez 1:4), quien destruye a los enemigos del pueblo de Dios (Sal 83:15; Is
29:6; 40:24; 41:16; Jer 23:19; 30:23; Zac 9:14).
Nuevamente se le atribuyen al poder papal actitudes que correspon-
den a la acción divina. La profecía quiere recalcar la soberbia pretensión
de este falso rey del norte quien actúa como si fuera Dios.
La expresión anticipa que la reacción papal en su momento no será
una llegada agradable, sino un ataque frontal y con todos sus argumentos
en contra del mundo secular, y por ende, contra el resto del cristianismo
como veremos más adelante.
El rey del norte. El texto bíblico presenta a Dios como el verdadero
rey del norte (Sal 48:2, 3; Ez 1:4; Is 14:12-14). El poder papal, que se

como aparece en Daniel y Apocalipsis, aparece en La Rondelle, How to Understand the


End-Time Prophecies, 238-262; William H. Shea, "Time Prophecies of Daniel 12 and
Revelation 12-13", en Symposium on Revelation, tomo 1, Exegetical and General Stu-
dies, ed. F. B. Holbrook (Silver Spring, MD: Biblical Research Institute, 1992), 327-360;
Maxwell, Apocalipsis, 326-330.
15
Shea, Daniel, 264.
16
Rodríguez, "Daniel 11:40-45", 17.
Daniel 11:40 al 12:3: El Desenlace del Drama Escatológico • 175

arroga el lugar de Dios en esta tierra, como se estudió con detenimiento


en 11:36-39, es este falso rey del norte que ve amenazada su supremacía
por la libertad traída al mundo, la cual le hizo perder su poder político.
No es casualidad que retome en este momento el título "rey del
norte", tan usado en la primera sección de la profecía (11:5-15). Primero,
el rey del sur se rebela con éxito, experiencia que fue frustrante en 11:25,
26 en su primer intento ante el poder papal. Y en segundo lugar, en 11:16
es Roma quien se opone al rey del norte del momento, el poder seléucida,
y lo derrota. La nueva Roma, el papado, que asimiló mucho del gobierno
romano, aquí en 11:40 retoma el título de aquel a quien suplantó.
Carruajes, caballería, y muchos barcos. El cuadro que se pinta en
este versículo es el de una preparación para una gran guerra; aquí se alude
a la batalla final entre el bien y el mal en este planeta (véase com. 11:45).
La reacción del papado contra la separación de iglesia y estado, junto con
la libertad religiosa que se está dando en nuestros días, nos lleva a las
puertas del ataque final. 17
Entrará. El verbo bd' es usado para referirse a la conquista de Ca-
naán, "entrar y poseer" (Dt 1:8; 4:1; 6:18; 8:1; Jos 1:11). Este es el sen-
tido en la mayoría de los textos en Daniel 11,18 Es un verbo bien conocido
a esta altura del capítulo (vers. 6, 7-10, 13, 15-17, 21, 29, 40, 41, 45),
cuyo uso en Daniel 11 implica entrar en son de guerra y conquista. Como
veremos, aquí se denuncia el intento papal de someter el mundo entero.
Sus tierras. En el libro de Daniel el término "tierra" ('eres) aparece
dieciséis veces, y en la porción aramea del libro (2:4-7:28) ocurre también
dieciséis veces. En la sección hebrea del libro el vocablo se refiere a un
país o región (1:2; 9:15; 11:19,28 [2 veces]); al pueblo de la tierra (9:6); al
suelo (8:5,7, 10,12, 18; 10:9,15); al mundo (8:5); y en la expresión "tie-
rra gloriosa" (11:16,41) se aplicaría a Palestina. Su cognado arameo 'aré'a'
(tierra) se utiliza para designar al mundo (2:35, 39; 4:1, 11, 20, 22, 35 [2
veces]; 6:25,27; 7:17,23 [2 veces]); al campo (4:10,15); y al suelo (4:23).
En estos pasajes,'eres designa un "país" o "territorio". Sugiere que

"Muy oportunos son los trabajos de Moore y Goldstein, los cuales presentan un
cuadro claro y bien documentado de cómo estas profecías están cumpliéndose en nues-
tros días. Ver Clifford Goldstein, El día del dragón (Buenos Aires: ACES, 1994); ¿Una
nación bajo la autoridad de Dios? (Buenos Aires: ACES, 2003); El gran compromiso
(Buenos Aires: ACES, 2004); Marvin Moore, El desafío del tiempo final (Buenos Aires,
ACES, 1993); El anticristo y el nuevo orden mundial (Buenos Aires: ACES, 1996); La
gran catástrofe (Buenos Aires: ACES, 1999).
18
Bill T. Arnold, bd', NIDOTTE, 1:615-616.
176 • Dios Defiende a su Pueblo

el dominio que buscará el falso rey del norte será en distintos estamentos
de la sociedad, representados por "la tierra gloriosa", "Edom", "Moab",
"Amón", "Egipto", "Libia" y "Etiopía", lo que explicaremos en los si-
guientes versículos.
Inundará. La expresión satap se usa en 11:10, y de nuevo en 11:24,
26 (ver comentarios). Es una figura que indica un avance victorioso y un
dominio completo. En la batalla final, el triunfo de los poderes terrenales
contra el Creador parecerá completo.
Cruzará. Esta última parte es muy similar a 11:10, donde se repite
este verbo {'ábar), "inundará, y pasará adelante" (RV 1960). Recuerda
que para avanzar de Mesopotamia a Siro-Palestina es necesario "cruzar"
el río Eufrates (de allí muy probablemente el gentilicio "hebreo").

11:41
Entrará. Treiyer propone que la "tierra gloriosa" va a "ayudar al 'rey
del norte' a lograr el dominio mundial descrito en los versículos 41 a
43". 19 Pero el texto solo dice que el rey del norte entrará en ella, "y mu-
chas provincias se tambalearán". No se menciona en ningún momento
que acompañará al monarca impío en su conquista; ocurre lo contrario
con los vecinos de Egipto: "los de Libia y de Etiopía le seguirán" (11:43).
Daniel 11:41 no sugiere un cambio en la entidad llamada "tierra glo-
riosa", aunque sí anticipa que "muchas provincias se tambalearán", lo que
sugiere que no todos abandonarán "la tierra gloriosa". Habrá una aposta-
sía, pero no será general. Muchos se mantendrán del lado de la verdad.
Elena de White lo describe así: "Puede parecer que la iglesia está por caer,
pero no caerá. Ella permanece en pie, mientras los pecadores que hay en
Sion son tamizados, mientras la paja es separada del trigo precioso. Es una
prueba terrible, sin embargo tiene que ocurrir". 20
El sistema religioso centrado en el obispo de Roma, antes de hacer un
ataque frontal contra el mundo secular y mostrar las verdaderas intencio-
nes de su gobierno, debe "entrar" y someter al pueblo de Dios y los prin-
cipios que proclama, que han provocado la crisis, y desvirtuar sus efectos.
Debe someter "la tierra gloriosa" como en el pasado lo hicieron el Impe-
rio Babilónico y el Imperio Romano; como en la antigüedad los distintos
pueblos mesopotámicos debieron someter a Canaán para luego poder con-
quistar a Egipto.

I9
Treiyer, Enigmas descifrados, Daniel caps. 11 y 12,163-170.
20
Elena de White, Eventos de los últimos días (Buenos Aires: ACES, 1992), 184.
Daniel 11:40 al 12:3: El Desenlace del Drama Escatológico • 177

La tierra. En el mundo antiguo Palestina se convirtió en el punto de


disputa entre los imperios por ser un lugar estratégico de conexión entre
Egipto y la región mesopotámica. Quien quisiera conquistar alguna de
estas dos regiones partiendo de la otra, debía someter primeramente a Pa-
lestina.
Se hace necesario en este punto identificar la tierra gloriosa. Debemos
señalar que la interpretación historicista unlversaliza todos los persona-
jes y los elementos geográficos que aparecen en la profecía. Por lo tanto,
"la tierra gloriosa" y otras mencionadas más adelante como Egipto, Libia,
Etiopía y "el monte glorioso y santo", tienen su connotación geográfica
y local, y asumen, como se estudia en las siguientes páginas, un signifi-
cado diferente a la luz de los principios bíblicos estudiados con anterio-
ridad.
Los investigadores adventistas han propuesto varias opciones. En re-
lación con Daniel 11:41, Price sugiere una interpretación simbólica, y
considera que podría ser "el mundo protestante como un todo". 21 Aunque
no entra en detalles y explicaciones, Araceli Mello sostiene esta aplicación
para 11:16, pero en 11:41 considera que sigue siendo la Palestina literal
en los días del Imperio Turco a principios del siglo XIX.22 Es evidente, por
la realidad histórica del siglo XX, que no puede ser la Palestina actual,
como lo propone Mello, debido a la universalización de los símbolos es-
catológicos y al rechazo de la nación judía como pueblo escogido.
Si en 8:9 y 11:16 "la tierra" representaba a Palestina, el pueblo judío
y las verdades divinas que allí proclamaba a través de las Escrituras y el
ritual del templo, en este contexto de eventos finales debe apuntar al pue-
blo del Señor que en la crisis final es sometido a estrecheces. Según lo
propone Diestre Gil, "entrar en la tierra hermosa o gloriosa es un símbolo
del pueblo de Dios, e implica una persecución en toda la regla contra el
pueblo de Dios iniciándose un tiempo de angustia". 23
Como se señaló con anterioridad, "la tierra gloriosa" no era el obje-
tivo primordial del rey del norte. La provocación proviene del sur y hacia
allá dirige sus fuerzas. Pero antes de someter el sur debe conquistar Pa-
lestina. El poder papal, para retomar la hegemonía medieval perdida, debe

21
Price, The Time ofthe End, 315.
"Araceli Mello, A verdade sobre as profecías do Apocalipse (Sao Paulo: s. e., 1959),
629, 630,698, 699; Justus G. Lamson, The Eleventh of Daniel (Minneapolis: J. G. Lam-
son, 1909), 46, 92.
23
Diestre Gil, 2:559; Rodríguez, "Daniel 11:40-45", 6.
178 • Dios Defiende a su Pueblo

subyugar la revuelta del secularismo. Este objetivo tiene una parada obli-
gatoria, "la tierra gloriosa", porque los principios bíblicos y su mensaje
de advertencia (Ap 14:6-12) que proclama el pueblo de Dios, exponen
las verdaderas intenciones del papado.
Gloriosa. La expresión sébi sugiere una belleza que no necesaria-
mente implica riqueza o hermosura física. Como señalamos en 11:16, la
belleza de Palestina no se debía a ninguna riqueza natural o material, sino
a la presencia en ese territorio del pueblo de Dios, depositario del cono-
cimiento de salvación para la humanidad.
Por lo tanto, la evidencia indicaría que la "tierra gloriosa" es aquella
a la cual Dios le ha dado su valor especial y a la cual el rey del norte debe
someter, como un paso más para lograr la hegemonía mundial. Como en
el caso de la Canaán física, esta "tierra gloriosa" no tiene valor material
o estético para la apreciación humana. Pero en los aspectos espirituales,
su valor es estratégico. En este caso, "la tierra gloriosa" apuntaría al pue-
blo de Dios en su fase militante, que proclama la Palabra de Dios y sus
enseñanzas, rescatadas por la Reforma Protestante y que condujeron a la
libertad de conciencia y de pensamiento. El remanente del pueblo de Dios
será puesto en entredicho porque proclama un mensaje de condenación y
una invitación al mundo entero a adorar al Creador.
Se entiende por iglesia militante al pueblo de Dios que ha vivido por
la fe a través de las edades en su lucha contra el pecado y en su misión
evangelizadora. De manera especial, se refiere a la congregación de los
santos que viven en el tiempo del fin.
Lo valioso de este movimiento especial no son sus edificios, sus ins-
tituciones, sus títulos, ni la cantidad de sus miembros; es la verdad que
el Señor ha depositado en sus manos. Y en esta etapa militante, hay to-
davía elementos no comprometidos totalmente con la vocación divina
que han recibido, y cuyo testimonio muchas veces no es fiel. Elena de
White lo expuso así:
Aunque existen males en la iglesia, y los habrá hasta el fin del
mundo, la iglesia ha de ser en estos postreros días luz para un
mundo que está contaminado y desmoralizado por el pecado. La
iglesia, debilitada y deficiente, que necesita ser reprendida, amo-
nestada y aconsejada, es el único objeto de esta tierra al cual Cristo
concede su consideración suprema.... Dios tiene en la tierra una
iglesia que está ensalzando la ley pisoteada, y presentando al
mundo el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. La
iglesia es la depositaría de las riquezas de la gracia de Cristo, y por
Daniel 11:40 al 12:3: El Desenlace del Drama Escatológico • 179

la iglesia se manifestará finalmente la revelación final y completa


del amor de Dios al mundo que ha de quedar iluminado por su glo-
ria.... Dios tiene un pueblo en el cual todo el cielo está interesado,
y es el único objeto de esta tierra que sea precioso para el corazón
de Dios.24
Muchos se tambalearán. El Texto Masorético reza wérabbdt yik-
kaselü, "y muchos se tambalearán", sin un sustantivo. Debe aludir en-
tonces al sustantivo femenino "tierra" al comienzo del versículo 41; o
mejor a ba'árasdt ("en sus tierras") del versículo anterior, entre las cua-
les estarían "la tierra gloriosa" y "éstas" (•wé'elleh; 11:41). Esto confirma
la importancia de "tierras" en el versículo 40 como marcador textual, que
luego se repite en una nueva etapa de conquista en 11:42.25
Es precisamente en esta época que el movimiento adventista es sacu-
dido y los fríos son zarandeados. Según Elena de White, "el número de
esta hueste [el pueblo de Dios] había disminuido. En el zarandeo, algu-
nos fueron dejados al lado del camino. Los descuidados e indiferentes
que no se unieron con quienes apreciaban la victoria y la salvación lo bas-
tante para perseverar en anhelarlas orando angustiosamente por ellas, no
las obtuvieron, y quedaron rezagados en las tinieblas, y sus sitios fueron
ocupados en seguida por otros, que se unían a las filas de quienes habían
aceptado la verdad". 26
Mas éstos escaparán de su mano. El verbo hebreo malat está aquí
en la forma nifal o reflexiva, yimmalétü; "se escaparán". Según la NI-
DOTTE, "la raíz se refiere primariamente a acciones humanas más bien
que a la intervención divina.... Se destaca su significado básico y con-
creto de escapar con seguridad de una situación peligrosa y amena-
zante". 27
Otros posibles significados del verbo son: "salir indemne, librarse,
ponerse a salvo, poner en cobro, escapar con vida",2S La raíz verbal en sí

24
Elena de White, Joyas de los testimonios, 3 tomos, (Buenos Aires: ACES, 1996),
2:355,356,363.
25
Goldingay, 280.
26
Elena de White, Primeros escritos (Bogotá: APIA, 1962), 271. Para más detalles
en cuanto a esta etapa de prueba y sacudimiento espiritual, ver White, Eventos de los úl-
timos días, 176-186; Donald Mansell, El perfil de la crisis venidera (Nampa, Idaho:
Publicaciones Interamericanas, 1999), 127-142; Fernando Chaij, Preparación para la
crisis final (Buenos Aires: ACES, 1979), 58-64.
27
Robert L. Hubbard, malat, NIDOTTE, 2:950.
2S
Alonso Schokel, 431.
180 • Dios Defiende a su Pueblo

no determina la manera como se logró salir con vida; eso lo determinará


el contexto. 29
Las provincias que escapan son aquellas que han tenido alguna co-
nexión con la verdad y tienen algún antecedente en relación con ella.
Se propone entonces que estos son movimientos religiosos afines al
pueblo de Dios, pero que abandonan los principios bíblicos y se unen al
avasallador poder político-religioso del papado. Se indicó en el diagrama
de Daniel 11:40-45 que la estrategia del rey del norte incluye dos etapas:
la primera es el predominio religioso y luego la supremacía económica.
A la luz del ataque mundial del rey del norte, es de esperar que también
sean sometidas estas provincias. 30 "Escaparían a la suerte de sus herma-
nos porque ellos harían alianza con dicho poder". 31 A pesar de esto, como
se indica más adelante, hay promesas en los profetas que anuncian que
muchos vendrán a Sion y alcanzarán la salvación.
Aunque van der Woude, con su interpretación basada en presuposi-
ciones críticas, se inclina por la idea de que "escapar" equivale a no caer
bajo el dominio del rey del norte, sin embargo, sostiene que "Edom,
Moab, y la élite de los amonitas escaparán de su mano, a diferencia de
Egipto, Libia y Nubia, las cuales serán sojuzgadas y saqueadas"; reco-
noce que "el pasaje es oscuro". 32
Edom. El pueblo de Edom provenía de Esaú (Gn 25:30; 36:1-43),
hermano de Jacob (Gn 25:19-34). A pesar de ser hermanos tuvieron des-
acuerdos serios entre ellos (Gn 27:1-46), que más tarde fueron arreglados
(Gn 33:1-16). La rivalidad subsistió entre sus descendientes (Nm 20:14-
21; 1 S 14:47; 2 R 14:7). En ciertos momentos, Israel dominó a Edom
(2 S 8:14; 1 R 11:15, 16), aunque más adelante Edom obtuvo su inde-

29
Según Bohr. Manuscritos b, 33, y H. Treiyer, Enigmas descifrados, 174, 175, re-
presentan a los fieles de otras iglesias que se unirán al remanente en los días finales. Fe-
yerabend hace una ingeniosa sugerencia al aplicar estos pueblos a las naciones árabes y
mahometanas sobre las cuales el papado nunca ha logrado ningún avance, 182.
30
Were interpreta que estos tres pueblos -Edom, Moab y Amón— son el remanente
de aquellos que aceptarán el mensaje que proclama el pueblo de Dios en los días finales,
y se unen al remanente. Louis Were, The Battlefor the Kingship ofthe World (Melbourne:
A. F. Blackman, s.f.), 27.
3,
S. Núñez, 145.
32
Adam S. van der Woude, "Prophetic Prediction, Political Prognostication andFirm
Belief: Reflections on Daniel 11:40-12:3". En The Questfor Context and Meaning: Stu-
dies in Biblical Intertextuality, ed. Craig Evans y Shemaryahu Talmon (Leiden, Holanda:
Brill, 1997), 65.
Daniel 11:40 al 12:3: El Desenlace del Drama Escatológico • 181

pendencia (2 R 8:20,22). Edom manifestó un odio especial contra el pue-


blo israelita (véase Sal 137:7; Ez 25:12-14; Am 1:11; Abd 10-13). Apesar
de ello, se promete que Israel poseerá a Edom y ellos serán parte de su po-
sesión (Abd 19-21).
Moab. Tenían un parentesco cercano con Israel, por ser descendien-
tes de los hijos de Lot (Gn 19:30-38), sobrino de Abrahán (Gn 11:31;
12:5). A través de la historia, Moab se mantuvo en enemistad con Israel
(Nm 22-24; 31:12; 25:1-9; Jue 3:12-14). En algunos casos Israel sometió
a Moab (2 R 3:4). Aun así, es alentador leer en Isaías 16:1-5 que Moab
va a encontrar refugio en el monte de Sion en los momentos de crisis y
bajo el liderazgo de un rey mesiánico.
Los hijos de Amón. El otro hijo de Lot, y por lo tanto pariente del
pueblo de Dios, era Amón. Sus descendientes (Dt 23:3, 4; Jue 11:13; 1
S 11; 2 S 10:1; Neh 2:10-19) mantuvieron una guerra constante contra el
pueblo de Dios. Apesar de que el Señor anuncia el castigo sobre este pue-
blo, también proclama su restauración (Jer 49:1-6).
Edom, Moab y Amón representan aquellos movimientos que tienen
cercanía con los principios bíblicos y con el pueblo remanente que los
proclama, pero a la vez manifiestan hostilidad hacia el remanente. Lo que
es más serio, desprecian las verdades bíblicas que el movimiento adven-
tista proclama.
Durante los eventos finales todos aquellos movimientos y personas
que en algún momento tuvieron contacto con la revelación divina, pero
que sin embargo manifestaron una apatía abierta o disimulada contra la
verdad revelada, especialmente en el mensaje de los tres ángeles de Apo-
calipsis 14:6-12, sufrirán las consecuencias de sus decisiones.
"En los movimientos que se realizan actualmente en los Estados Uni-
dos de Norteamérica para asegurar el apoyo del Estado a las instituciones
y prácticas de la iglesia, los protestantes están siguiendo las huellas de los
papistas. Más aún, están abriendo la puerta para que el papado recobre en
la América protestante la supremacía que perdió en el Viejo Mundo". 33
Escribió sobre esto Elena de White: "Cuando las iglesias principales
de los Estados Unidos, uniéndose en puntos comunes de doctrina, influ-
yan sobre el estado para que imponga los decretos y las instituciones de
ellas, entonces la América protestante habrá formado una imagen de la je-
rarquía romana, y la inflicción de penas civiles contra los disidentes ven-
drá por sí sola".34

"White, Eventos de los últimos días, 135,136.


34
White, El conflicto de los siglos, 498.
182 • Dios Defiende a su Pueblo

Los protestantes y evangélicos que rechacen la verdad divina partici-


parán del avasallamiento del pueblo de Dios porque se unirán con el ene-
migo en el ataque contra los principios divinos, como sucedió cuando
Babilonia conquistó a Jerusalén. Se debe recordar que Moab, Edom y
Amón siempre mantuvieron una gran animosidad contra Israel. A pesar de
tener lazos sanguíneos cercanos, usaron toda oportunidad posible para
hacerle la guerra o aprovecharse de su desgracia, como relata el libro de
Abdías en cuanto a la actitud oportunista de Edom ante la desgracia de Is-
rael (Abd 2-15).
El sometimiento de los pueblos de la Transjordania bíblica no sería a
la manera de "la tierra gloriosa", sino por conveniencia política.35 El pa-
saje sugiere entonces que algunos movimientos religiosos conectados con
las verdades bíblicas se unirán al poder papal por distintas motivaciones
oscuras. Pero permanece la promesa, al igual que en el pasado, que mu-
chos de Edom, Moab y Amón vendrán a Sion y serán restaurados (véase
J1 2:32; Is 2:2-4).

11:42
Alargará su mano. El verbo salah, que regularmente significa enviar
(Gn 31:4; Ex 24:5; 1 S 25:5), cuando es acompañado de una parte del
cuerpo significa "alargar, extender" (Gn 22:12; Éx 4:4; Jer 1:9).
Lograda la unión religiosa en un solo cuerpo, el poder papal debe
ahora lograr someter al secularismo, para así obtener el predominio mun-
dial. Esta es la segunda fase de su ataque.
Las tierras. Ver comentarios de Daniel 11:40 y 41.
La tierra de Egipto. Ya comentamos en relación con 11:40 que el
sur, en relación a Palestina, es el secularismo que se rebeló contra el pre-

35
Veldkamp, aunque en base a presuposiciones futuristas, interpreta a estos tres pue-
blos de una forma similar. Recuerda que "Edom, Moab y Amón eran los enemigos tra-
dicionales del pueblo de Dios.... Pero a los enemigos jurados del pueblo de Dios se les
permitirá una independencia relativa. Los verdaderos colores del anticristo han de verse
en la elección de sus favoritos". Hermann Veldkamp, Exposición de Daniel, trad. C. San-
do val (Grand Rapids: Libros Desafío, 1977), 170. La concepción de que estas provincias
no son derrotadas sino que se unen al rey del norte también es propuesta por Miller. "Por
alguna razón Jordania escapará de la batalla, quizás porque esta nación será un aliado del
Anticristo o debido a su posición neutral en el conflicto. Una explicación simple puede
ser que esta área no está en el camino de los ejércitos del Anticristo". Stephen R. Miller,
Daniel, The New American Commentary (Nashville, Tennessee: Broadman & Holman,
1994), 11.
Daniel 11:40 al 12:3: El Desenlace del Drama Escatológico • 183

dominio papal medieval, y que le infligió una herida mortal al despojarle


de su poder político y humillarlo a partir de 1798.
No será para escape. La expresión tihéyeh lipéletüh podría tradu-
cirse "no escapará" (CAB, RV 1960). En los días finales, aunque es difí-
cil de creer para muchos, en una sociedad donde se habla tanto de libertad
religiosa y de no discriminación, se permitirá que el papado vuelva a re-
surgir e imponer un sistema totalitario. Pero la segura palabra profética
anuncia: "Egipto no será para escape". La separación entre iglesia y es-
tado, la libertad de conciencia y el pensamiento secular sucumbirán ante
el ataque que les está haciendo el romanismo. Los ideales humanistas,
que para muchos dan seguridad y esperanza para el mundo, no serán un
seguro refugio en los días finales como muchos confían.

11:43
Se apoderará. Literalmente "dominará", del verbo masal (ver com.
11:3). Quizá sea mejor ese sentido original, porque sugiere claramente
que el papado no sólo se posesionará de muchos tesoros, sino que final-
mente tendrá dominio sobre la economía mundial. Esta situación le per-
mitirá obligar "que nadie pudiera comprar ni vender, a menos que llevara
la marca, que es el nombre de la bestia o el número de ese nombre" (Ap
13:17, NVI).
Las provisiones escondidas de oro y plata. "Los tesoros de", bémi-
kémanne, es un japax legomena en el AT, "es un arameísmo; la raíz kmn,
'ser escondido', es frecuente en el arameo judaico y siríaco".36 Sugiere que
el poder papal se apropiará de lo mejor del mundo en los días finales.
Cosas preciosas. Alonso Schokel traduce "tesoros" y propone una
conexión con 11:38: "honrará con oro y con plata y con piedras precio-
sas y joyas" (ver com.), por el uso repetitivo de los mismos metales pre-
ciosos. El término hebreo para "joyas" es hamüddt y proviene de la misma
raíz que heméddat, "deseable, bello" (ver com. 11:37).37
El mismo vocablo heméddat se halla en 11:8 en conexión con "oro y
plata" y con "Egipto". Allí se dice: "vasijas preciosas de plata y oro to-
mará cautivo y entrará en Egipto". Estas conexiones sugieren que la con-
quista de Egipto con sus "tesoros" implica un control económico (véase
11:8) con un objetivo religioso (véase 11:38).
Como ha sido la nota tónica a través de la historia, para obtener la su-

36
Hartman y Di Lella, 272.
37
Alonso Schokel, 425, 260, 261.
184 • Dios Defiende a su Pueblo

premacía política se debe controlar las finanzas del reino. El texto propone
que en los días finales el falso rey del norte tomará control de la econo-
mía mundial para lograr imponer su agenda.
Libia. Tanto etíopes como libios y egipcios descienden de Cam, hijo
de Noé (Gn 10:6-8,13), lo que sugiere una relación de parentesco como
la señalada en 11:41 y nuevamente entre las tres naciones vecinas. La
mención de Libia se hace en conexión con Egipto en su lucha contra Dios
(Jer 46:9) o contra Babilonia (Ez 30:5), así como en alianza con Gog y
Magog, enemigos de Dios (Ez 38:5).
Etiopía. Por su parte, Etiopía fue una gran nación que muchas veces
entró en guerra con Israel en días del AT (2 Cr 12:3; 14:9-13; 16:7-9; 2 R
19:9; Is 37:9). Los profetas anunciaron la ruina final de Etiopía (Is 11:11;
18:1; 20:3-5; 43:3; 45:14; Jer 46:9; Ez 29:10; 30:4,5; 38:5; Nah 3:9; Sof
3:10). Estos reinos etíopes fueron repetidamente sometidos por Egipto,
aunque también en su momento tomaron el poder de los faraones y con-
formaron su dinastía.38 Estas evidencias sugerirían que "etíopes y libios"
representan aquellos reinos y pueblos paganos que han sido ajenos a la fe
bíblica y se han movido en un ambiente en el que se rechaza a Jehová,
como el que representa Egipto en la profecía.
Se ha propuesto que la mención de Libia y Etiopía -los límites occi-
dental y meridional de Egipto-, anticipan un sometimiento total de este
reino. 39 Además, "la referencia al extremo norte (Amón), y al extremo
sur (Etiopía) indica que el autor se refiere a la totalidad del mundo, y por
lo tanto habla con un significado espiritual". 40
En sus pasos. La expresión misé'ad "paso, pisada, zancada" 41 apa-
rece además en Salmo 37:23 y Proverbios 20:24, donde se expresa en su
primera parte: "Por Jehová son ordenados los pasos del hombre". En Da-
niel 11:43 se debe entender "en sumisión". Hamilton explica: "Es ex-
traño; léase algo como 'en su estela'" 42
El texto reza literalmente: "Y los libios y los cusitas en pasos de él [el
rey del norte]", expresión que conlleva la idea que siguieron voluntaria-
mente las directrices del invasor. El sometimiento del mundo secular,
junto con el control de las riquezas de Egipto, le entregan a este monarca

3S
Véase R. F. Youngblood, "Ethiopia", ISBE, 1982,2:193-197.
39
Hartman y Di Lella, 304.
"«Doukhan, The Vision ofthe End, 89.
41
Alonso Schokel, 641.
42
Victor P. Hamilton, sa'ad,NIDOTTE, 3:824.
Daniel 11:40 al 12:3: El Desenlace del Drama Escatológico • 185

el dominio mundial. Silitonga agrega: "Esto puede referirse al 'nuevo


ecumenismo' de la estrategia actual de Roma". 43
Según Doukhan: "De la misma manera como en el movimiento pre-
cedente [Edom-Moab-Amón], aquí también el orden en el cual se men-
cionan los países, Egipto-Libia-Etiopía, sugiere el movimiento norte-sur
e implica una victoria total del norte sobre el sur".44
A esta altura de la profecía el poder papal llega a tener un dominio
completo sobre el mundo en los días finales, tal como lo presenta el Apo-
calipsis. Al decir de Doukhan: "Entonces, el texto nos dice que el sur ca-
mina en Tos pasos del norte' (v. 43), siguiéndolo; no solo indica la
presencia dinámica del sur con el norte, sino también sugiere que el sur
ha aceptado la soberanía y el liderazgo del norte. Por primera vez, norte
y sur están juntos" 45

11:44
Noticias del este. En esta condición, recibe "noticias del oriente y del
norte" que lo atemorizan. Estas noticias, que sacuden al victorioso rey
del norte en su momento de triunfo, no pueden ser sino las buenas nue-
vas de la venida del Reino de Dios y la caída de Babilonia. Inmediata-
mente este monarca impío lanza sus ejércitos hacia "el monte glorioso y
santo". Goldingay visualiza esta escena en los siguientes términos: "Su
victoria anuncia la última gran batalla de este poder hegemónico mun-
dial contra la ayuda de enemigos más allá de la órbita del eje Mesopota-
mia-Egipto, en el centro del mundo, en el lugar donde las Escrituras
habían anticipado el tan esperado conflicto final; significa el fin de este
poder terrenal aparentemente inexpugnable (v. 45). El trama un complot
contra un pueblo ingenuo y vulnerable, pero se encuentra a sí mismo
como víctima de Dios" 46
Si la revuelta en el sur provocó un ataque masivo del rey del norte
contra él (11:40), de igual manera las noticias llegadas desde Sion causan
una reacción similar, y quizá mayor, en el monarca septentrional. Regresa
sobre sus pasos "para destruir y matar a muchos".
Estas noticias son la proclamación final del mensaje a salir de Babi-
lonia que hallamos en Apocalipsis 18:4, que se une a 14:12-16. Proclama:
"Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis cómplices de sus pecados ni

«Silitonga, 263.
^Doukhan, The Vision of the End, 90.
45
Ibíd.
46
Goldingay, 305.
186 • Dios Defiende a su Pueblo

os alcance ninguna de sus plagas" (Ap 18:4). Este mensaje proclamado


por el remanente final, provoca ira en la triple unión babilónica que men-
cionan las Escrituras (Ap 16:13,14, 19). Hay un grupo de fieles creyen-
tes que están desenmascarando la verdad ante el mundo, y el poder
apóstata no permitirá que eso suceda.
Del norte. Es llamativa en dos sentidos la mención de estos dos pun-
tos cardinales. Primero, desde Egipto, hablando geográficamente, al nor-
este está Palestina, de donde provienen estas noticias estremecedoras y
donde el falso rey del norte se ubica en ese momento de la profecía. No
es casualidad, entonces, que el rey del norte regrese a sitiar el monte santo,
Jerusalén, en su intento final de supremacía mundial.
En segundo lugar, estos dos puntos cardinales son los que se asignan
a la Deidad en las Escrituras: norte (Sal 48:2, 3; Ez 1:4; Is 14:12-14) y
oriente, de donde viene Jesús en su venida escatológica (Mt 24:27; Ap
16:12). "El norte y el este están explícitamente asociados con la obra de
Ciro como el libertador de Israel del exilio (el nuevo Éxodo en el AT). Le-
emos en Isaías [se cita 41:25].... El liberador del pueblo de Dios es aso-
ciado con el norte y con el este".47
Esta conexión permite identificar que el mensaje es divino y proviene
del único punto del mundo que en ese momento no está bajo el dominio
satánico: "el monte glorioso y santo".
Estremecerán. Se usa el verbo bahal para expresar el terror produ-
cido por el juicio divino (Job 22:10; Sal 6:10; Ez 7:27; Ex 15:15; Sal 48:5;
Is 13:8; Ez 26:18; Sof 1:18). Es el estremecimiento producido por la ma-
nifestación de Dios (Dn4:5,19; 5:6,9,10; 7:15,28), así como por un su-
ceso sobrenatural (1 S 28:21).
El terror producido por el conocimiento del juicio venidero sacude a
la alianza humana que ha tomado el poder del mundo en abierto desafío
a Dios.
Saldrá. Aquí se usa el verbo yasa' en el contexto de salir con enojo
para pelear (11:11). La expresión anticipa la preparación para la batalla
final por el dominio mundial que buscarán los enemigos de Dios y de su
pueblo.
Exterminar. En la mayoría de sus usos, la raíz verbal samad tiene
como sujeto al Señor, quien manifiesta la destrucción de ese poder a causa
del juicio (Dt 7:23, 24) y debido a la desobediencia (Dt 28:20; Is 48:19;
1 R 15:29; 2 R 10:17; Ez 14:9; 34:16). Objeto de la destrucción son las

•"Rodríguez, "Daniel 11:40-45", 8.


Daniel 11:40 al 12:3: El Desenlace del Drama Escatológico • 187

naciones (Jer 48:8; Zac 12:9), los lugares altos en Israel (Os 10:8) o el
impío en general (Sal 37:38; Is 26:14). La palabra "samad casi tiene el
sentido técnico de herem".Ai Debe recordarse que herem significa "ana-
tema" y el caso bíblico emblemático es el de Acán (Jos 7).
La conexión con haram (véase el comentario siguiente) sugiere una
guerra con un trasfondo religioso. El pueblo de Dios será perseguido por
motivos de conciencia en los eventos finales. Y la acción que estos ver-
bos atribuyen a Dios, se la arroga el papado en los días finales en con-
junción con el poder civil.
Destruir. La raíz verbal haram tiene la connotación de "consagrar,
dedicar al exterminio". 4 9 Es la misma raíz que se usa para expresar la
idea veterotestamentaria de "aquello consagrado o dedicado a la des-
trucción". En la forma verbal hebrea hifil, tal como aparece en 11:44,
solo en una tercera parte de uso en el AT, el sujeto no es Israel, como
ocurre en este caso.50 Naudé afirma: "El énfasis está sobre el elemento
de una acción que es radical y total". 51 Esta asociación de conceptos su-
geriría que la guerra que lanza el rey del norte contra el "monte glorioso
y santo" tiene un trasfondo religioso y su objetivo es la aniquilación total
del pueblo de Dios.
Los momentos aquí descritos son dramáticos y no dejan lugar a duda
que los eventos finales estarán cargados de tribulación. Es solemne el
tiempo que espera a quienes vivan esos días. Según Elena de White: "Mu-
chos serán encarcelados; muchos, para salvar sus vidas, huirán tanto de
las grandes ciudades como de las poblaciones pequeñas, y muchos serán
mártires por causa de Cristo al permanecer fieles a favor de la verdad". 52
Muchos. Silitonga afirma lo siguiente: "La palabra 'muchos' (rabim),
en el contexto del tiempo del fin, es un término técnico para señalar a
aquellos que reciben la verdad y se unen al pueblo de Dios (11:33, 34;
12:2)",53 La crisis final tocará de cerca a los fieles, y contrariamente a lo
que propone el dispensacionalismo evangélico, la iglesia vivirá la gran
tribulación. La misma idea se repite en 12:2.

48
Gary Hall, samad, NIDOTTE, 4:152.
«Alonso Schokel, 280.
50
C. Brekelmans, "herem", Anatema, exterminio, DTMAT, 1:881.
51
Jackie A. Naudé, "haram", NIDOTTE, 2:276. Véase además, Alian Bornapé, "El
problema del herem en el Pentateuco y su dimensión ritual", DavarLogos 4, n° 1 (2005):
1-16.
52
Elena de White, Eventos de los últimos días, 154.
"Silitonga, 266.
188 • Dios Defiende a su Pueblo

11:45
Plantará. Es un uso metafórico de la idea de plantar un árbol (Gn
2:8; 9:20; 21:33; Pr 31:16; Ecl 2:4, 5). Este acto marca el inicio del Ar-
magedón (Ap 16:16), la lucha final por la supremacía en este mundo. Se
enfrentará el papado con sus aliados políticos y espirituales contra el
Señor y su pueblo.
Tiendas. Conlleva la idea de establecer el campamento para sitiar un
pueblo, en la forma antigua, alrededor de ciudades amuralladas. El falso
rey del norte rodea al pueblo de Dios, listo para dar su golpe final y qui-
tar la última oposición a su dominio en este planeta.
Palacio. La expresión 'appadéno, "su palacio", es un hapax legome-
non en el AT hebreo. Se trata de un arameísmo proveniente del antiguo
persa, lengua en la cual significa un "salón de columnas para audiencia",
tal como había en los palacios de Susa y Persépolis. Era común que los
antiguos reyes salieran a la guerra con todo su séquito y las comodidades
de su palacio. La frase señala la determinación del rey del norte de hacer
una batalla completa contra "el monte glorioso". 54
Los mares. Simbolizan en la profecía "multitudes, naciones, pue-
blos" (Ap 17:15; Is 17:12,13). Los rumores "del norte y del oriente" se-
rían el anuncio de la venida del verdadero rey del norte, y el último
llamado a unirse al pueblo de Dios. Es la última invitación de salvación
y de reunirse en "el monte santo". Estas buenas nuevas son un desafío
abierto al predominio mundial que ostenta el rey del norte y son procla-
madas desde el monte Sion, que representa al pueblo remanente de Dios.
Por lo tanto, este poder reacciona rápida y airadamente. Acude a Palestina
donde "plantará las tiendas de su palacio entre los mares y el monte glo-
rioso y santo" (11:45).
Desde el punto de vista geográfico, el rey del norte coloca su ejército
entre Jerusalén y el Mar Mediterráneo. Es su propósito que este mensaje
del remanente no llegue a "los mares", a las multitudes, aplicando profé-
ticamente este símbolo.
El monte. Se puede resumir el trasfondo teológico del AT con res-
pecto al "monte santo" en los siguientes aspectos: (1) el monte como
lugar de la manifestación de la teofanía divina; (2) Sion, con el templo,
como la morada divina; (3) una referencia al trono celestial de Dios; y
(4) en la perspectiva escatológica (a) en conexión con el sitio donde se
reúnen las naciones para la batalla final, (b) donde se realiza un juicio

54
Hartman y Di Lella, 272; Goldingay, 280.
Daniel 11:40 al 12:3: El Desenlace del Drama Escatológico • 189

en contra de las naciones, (c) y el sitio donde es reunido el remanente


del pueblo de Dios. 55
Estos elementos dan el trasfondo para interpretar la expresión "el
monte glorioso y santo" de Daniel 11:45. En primer lugar, el contexto in-
dica la reunión de las naciones, al igual que en Joel 3, en una lucha final
contra Dios y su "monte", y es allí donde Miguel libera a su pueblo (Dn
12:1). Allí también está el remanente de Dios que no se ha sometido al do-
minio de la alianza mundial. Pero además, en la culminación del gran
conflicto entre el bien y el mal en este planeta, esta guerra toma propor-
ciones cósmicas. Es más que una guerra con simples resultados terrena-
les. Dominar "el monte glorioso y santo" representa la ambición satánica
de sentarse "a los lados del norte" (Is 14:13; véase Sal 48:2,3), ahora en
un contexto terrenal y durante los eventos finales. Su aspiración es reinar
en el mundo entero y ocupar el lugar de Dios. Por tal motivo, "el monte
glorioso y santo" no se puede definir en una sola fase de su contenido te-
ológico, sino que abarca las distintas facetas señaladas en el marco esca-
tológico. El contexto de Daniel 11:40-45, dentro del amplio contexto
veterotestamentario, sugiere un significado diverso, que combina varios
conceptos.
Sólo hay dos oponentes: por un lado Satanás, representado por el falso
rey del norte y la coalición mundial que ha conformado, y por el otro lado,
Dios, el verdadero rey del norte, representado por su remanente reunido
en el monte Sion.
Por lo tanto, "el monte glorioso y santo", en el contexto escatológico
de Daniel 11:40-45, representa de manera especial a la iglesia triunfante
que saldrá victoriosa de la crisis final. En el monte Sion se ha reunido el
pueblo de Dios frente a los enemigos de YHWH de los ejércitos, tal como
lo representó antaño el profeta Joel. Es la culminación de la lucha entre
Cristo y Satanás que empezó en el cielo. Diestre Gil sugiere que "el monte
glorioso y santo" es el Reino de Dios y por ello esta potencia enemiga
"se ve obligada a perseguir al Pueblo de Dios, al resto que sustenta los
principios del Reino de Dios" 56

55
Un estudio teológico del concepto "monte" puede verse en Carlos Mora, "Posi-
bles significados de las expresiones 'la tierra gloriosa' y 'el monte glorioso y santo' en
el libro de Daniel, particularmente en 8:9; 11:16, 41, 45, y su connotación escatoló-
gica", tesis doctoral en teología, Universidad Adventista del Plata, Entre Ríos, Argen-
tina, 2005, 63-102.
56
Diestre Gil, 2:562. Silitonga propone que "la tierra gloriosa" es Palestina, y su
contraparte espiritual en 11:41 es "la bella iglesia de Dios", 262.
190 • Dios Defiende a su Pueblo

Glorioso. Véase comentario 11:16, 41. El pueblo victorioso en los


días finales se encuentra cercado y amenazado de muerte. En cuevas y
cárceles, desprotegido y abandonado, sigue siendo lo más hermoso para
el Señor, porque él ve la belleza de un carácter semejante al de Cristo y
no lo externo como lo evalúa el ser humano (1 S 16:7).
Santo. Ver comentario 11:28. La iglesia de los días finales testifica
mediante su testimonio (11:44) y su ejemplo de obediencia fiel (Apoc
12:17). Y es precisamente esa lealtad incondicional al Creador la que sus-
cita la ira satánica en los días finales, porque hay un grupo de seres hu-
manos tocados por gracia que demuestran que la ley divina se puede
cumplir, no por legalismo sino por amor. El enemigo ha sostenido que la
obediencia es imposible. Se enfurece al descubrir que su teoría es refutada
por débiles agentes humanos, que consagrados al Señor testifican valien-
temente de la verdad.
Llegará. Esta es la decimocuarta y última aparición del verbo bd'
(11:6-10,13,15-17,21,29,40,41). En esta ocasión presagia la culmina-
ción del último intento satánico de dominar el mundo en el contexto de
los eventos finales.
Su fin. A la luz de Daniel 12:1, donde Miguel se levanta en favor de
su pueblo, se deduce que el fin del falso rey del norte es un acto divino.
Es el fin escatológico, qes (ver com. 11:40), el cumplimiento del clamor
de los mártires que piden venganza contra el poder perseguidor (Ap 6:9,
10), el motivo de celebración en las cortes celestiales (Ap 19:2, 3), el
cumplimiento de la promesa tan ansiada por toda la humanidad, y en es-
pecial del creyente, que este mundo de dolor llegará a su fin.
No [habrá] ayuda para él. Al intervenir Miguel (12:1), el falso rey
del norte, quien controla todo el mundo y tiene todas las potestades demo-
níacas de su lado, no tiene a quien más acudir por auxilio, ni en este planeta
ni en el universo entero. Contrasta con la promesa de ayuda, 'ezer, que re-
ciben los hijos de Dios en medio de la desolación y persecución (11:34).

Reflexión para nuestros días


Privilegio y responsabilidad de vivir en el tiempo del fin. Da-
niel 11:40-45 contiene un mensaje trascendental para nosotros porque
se refiere a nuestros días. Es solemne el pensamiento que, en medio de
las ocupaciones diarias, estamos en medio del escenario final. Esta re-
alidad debería movernos a reflexionar y actuar "en santa y piadosa ma-
nera de vivir, esperando y apresurándonos para la venida del día de
Dios" (2 P 3:10, 11). Es motivo suficiente para comprometer nuestro
Daniel 11:40 al 12:3: El Desenlace del Drama Escatológico • 191

tiempo, nuestras finanzas y nuestras habilidades en la proclamación


del evangelio. Cada creyente debe comprometerse a participar al menos
en una de las tantas formas de testificar, para advertir del peligro a un
mundo que perece y preparar a un pueblo para el pronto regreso de
Jesús.
Preparación prudente para la crisis. La enseñanza bíblica es clara
acerca de cuál debe ser nuestra actitud en estos días finales. Jesús ad-
vierte: "Mirad, velad, orad" (Me 13:33). Una actitud de prudente ex-
pectación, observando los acontecimientos mundiales, no con alarmismo
fanático sino con vocación por la oración, debe distinguir a aquellos que
profesan la esperanza adventista.
Pablo, luego de presentar la grandiosidad del retorno de Cristo, con-
cluye: "Alentaos los unos a los otros con estas palabras" (1 Ts 4:18). El
tema de conversación, la llama que arde en el corazón y brota de los la-
bios, debe ser el bienaventurado anhelo del regreso de Jesús. Por su
parte el apóstol Juan recalca: "Todo aquel que tiene esta esperanza en
él, se purifica a sí mismo, así como él es puro" (1 Jn 3:3). No es común
en nuestros días escuchar sermones que condenen el pecado, inviten a
abandonarlo por el poder de Dios y que inciten a la obediencia y con-
sagración, pero sin estas acciones no hay una preparación correcta para
encontrarse con el Señor.
El peligro de que se diluya la esperanza adventista. Se ha dicho
que de cada ocho versículos en las Escrituras, uno de ellos está relacio-
nado con el regreso de Jesús. A través de los siglos, esta convicción ha
sido la motivación de muchos para mantenerse fieles, aún ante el escar-
nio, la pobreza y la persecución.
En nuestros días existen muchas "alternativas" para agradar al gusto
de cada "cliente". Para unos, cuando se acepta a Jesús, su llegada al co-
razón es la Segunda Venida. Para otros, cuando la persona fallece y se
decide su destino eterno, ya experimentó el retorno. Para algunos reli-
giosos, Cristo ya vino de forma "invisible". Para Agustín de Hipona (356-
430 d.C.), la imposición de la influencia de la Iglesia Católica en este
mundo era el establecimiento del reino de Dios.
Pero lo más peligroso para el adventista no es ninguna de las falsas
doctrinas mencionadas, sino la actitud del siervo malo que pensó: "Mi
Señor tarda en venir" (Mt 24:48). Su conducta entonces es igual, o peor,
que la del no creyente: ambición mundanal y falta de amor hacia los
demás. Comienza "a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber
con los borrachos" (vers. 49).
192 • Dios Defiende a su Pueblo

La peligrosa actitud fanática. La gran falsificación satánica de la


bendita esperanza en el Segundo Advenimiento se llama fanatismo. Como
siempre en el andar cristiano en este mundo, así como en las discusiones
teológicas, la gran virtud que se debe manifestar es el equilibrio.
Algunos en su ingenuidad, otros en su descuido, y otros llevados por
motivos más oscuros, son arrastrados hacia un "cristianismo" rígido y con-
denatorio, pensando que esa es la forma correcta de prepararse para en-
contrarse con Jesús y para advertir al mundo. Se sabe que el "ministerio"
de la condenación nunca ha traído a nadie a Jesús. Indudablemente una ac-
titud bondadosa y una vida cristiana consecuente pueden hacer más por
aquellos que están en ignorancia con respecto a Jesús y por aquellos que se
han endurecido ante la promesa del regreso de Jesús, que el descalificar a
otras denominaciones y formas de pensar diferentes de la doctrina bíblica.
El escenario para los eventos finales está listo. Algunos conside-
ran que la interpretación profética aquí expuesta no es compatible con
la realidad que nuestro mundo vive actualmente. Esta postura les da a
muchos el estupor espiritual necesario para seguir tibios en su vida cris-
tiana. Pero hay que observar más cuidadosamente las señales de nues-
tra época. Primero, los Estados Unidos siguen ejerciendo el liderazgo
mundial, muy a pesar de los problemas económicos que enfrenta. El
movimiento ecuménico con su acercamiento entre religiones y toleran-
cia doctrinal es más fuerte hoy y deja espacio para que se desarrolle esa
amalgama que Apocalipsis llama "Babilonia". Un detalle más es la "glo-
balización" y los medios masivos de comunicación que han convertido
este planeta en una "aldea global" donde es fácil unlversalizar todos los
eventos que predice la Biblia, y no regionalizarlos solo a Occidente.
¡Sí, el escenario está listo!
No hay ataque final. Rodríguez nos recuerda acertadamente al co-
mentar Daniel 11:45 que "el ataque [final] nunca tuvo lugar". 57 Esta es
una promesa para los eventos finales. A pesar de toda la furia que las
fuerzas combinadas del mal -humanas y espirituales- puedan reunir en
los eventos finales, no habrá un asalto y destrucción final del pueblo de
Dios. El siguiente versículo, 12:1, promete que Miguel intervendrá a
favor de su pueblo. Es una época de persecución diferente la que tiene
lugar en los días finales. No hay necesidad de mártires. Los casos están
decididos. Dios se interpondrá en el momento preciso para salvar a su
pueblo.

"Rodríguez, "Daniel 11:40-45", 10.


Daniel 11:40 al 12:3: El Desenlace del Drama Escatológico • 193

12:1-3
Traducción y estructura
Al Factor: tiempo
(1) En aquel tiempo
B1 Liberación
se levantará Miguel, el gran príncipe que está parado al
lado de los hijos de tu pueblo.
C1 Evento: tribulación
Y será tiempo de angustia, cual nunca existió desde que
hubo nación hasta entonces;
Al Factor: tiempo
pero en aquel tiempo
B1 Liberación
será libertado tu pueblo, todo el que sea hallado escrito
en el libro.
C2 Evento: resurrección
(2) Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra
serán despertados, éstos para vida eterna, y éstos para
aborrecimiento, para confusión perpetua.
Al Los fieles
(3) Los sabios
B1 Promesa
resplandecerán como el brillo del firmamento;
A2 Los fieles
y los que hacen justos a los muchos,
B2 Promesa
como las estrellas a perpetua eternidad.

La descripción angelical culmina con la liberación del pueblo de Dios


y cierra con un epilogo feliz, expresado en un clásico paralelismo hebreo,
donde se repiten los conceptos pero en distintas palabras (12:3). Es cru-
cial la alusión doble que se hace en 12:1, 2 a "aquel tiempo", como la
manifestación de Miguel, personaje central del capítulo 10.

12:1
En aquel tiempo. El término 'et aparece cuatro veces en este ver-
sículo. En ninguna de ellas 'et está ligada a qes, expresión claramente
escatológica en Daniel. Pero el contexto lo conecta con el tiempo final
de 11:40-45.
194 • Dios Defiende a su Pueblo

Se levantará. El verbo 'amad, con un alto contenido bélico como se


ha señalado a través de este estudio (11:2-4, 6-8, 11, 13-16, 20, 21, 25,
31), aparece por antepenúltima vez, pero en este caso está aplicado, no a
una fuerza terrenal, sino a una celestial y divina. Cristo se levanta en son
de guerra, a guerrear en favor de su pueblo.
Por otro lado, el verbo sugiere que el Príncipe del ejército de YHWH
previamente se hallaba "sentado", realizando el juicio (Dn 7:9, 10, 13,
14; véase Jue 4:5; Le 22:30). Finalizado éste, y con el propósito de pagar
a cada uno conforme a su obra (Mt 16:27; Ap 22:12), según determinó
dicho juicio, Miguel se levanta además, para vindicar a los santos (Dn
7:22) y castigar al poder impío que los ha perseguido (Dn 7:26).
La expresión implica el acto de "levantarse" en una corte y apunta a
una actividad judicial (Sal 130:3; Is 3:13; 50:8; Eze 44:24; Sal 76:9,10).
Miguel se levanta para dar el veredicto a favor de su pueblo. Véase co-
mentario de "escrito en el libro" para apreciar un argumento a favor del
trasfondo judicial de estos eventos. Sin duda alguna, estos eventos tienen
el juicio preadvenimiento como su origen.
Miguel. Véase com.10:13,21. Miguel, el nombre de batalla de Cristo,
tiene varias características evidentes. Aparece (1) en un contexto de bata-
lla, (2) luchando la batalla cósmica contra el enemigo, (3) guerreando a
favor de su pueblo (véase además Jud 9; Ap 12:7). Es valiente y esforzado.
Este es un texto para aprender de memoria para que en los tiempos de
crisis personal, así como en la gran tribulación, reclamemos con fervor su
cumplimiento. Dios permita que en esos momentos reposemos en la cer-
teza de que Jesús es nuestro Defensor.
El gran príncipe. El uso de sar (príncipe) en Daniel aplicado a Cristo
denota su condición divina (8:11, 25; 10:13, 21) en contraposición con
nagid (9:25), que se aplica a su naturaleza humana (véase com. 11:22). Es
el príncipe de los ejércitos (Jos 5:13-15; Dn 10:21) que viene a liberar a
su pueblo para darle redención.
Por otro lado, se debe recordar que el AT también utiliza sar para de-
signar al sumo sacerdote (1 Cr 24:5; Esd 8:24). Este uso cúltico sugiere
una conexión teológica con las jerarquías celestiales. "Si este fuere el
caso uno no debería excluir totalmente una función cúltica en el caso de
Miguel en Daniel 12:1. La dimensión cúltica no puede ser separada de la
legal desde que el juicio tiene lugar en la presencia de Dios en la morada
celestial (véase Dn 7:9-ll)". 5 8
58
Ángel Manuel Rodríguez, "Dan 12: Translation and Interpretation", manucristo
no publicado, 4.
Daniel 11:40 al 12:3: El Desenlace del Drama Escatológico • 195

Que está parado. Una vez más el verbo amad (aquí en participio ab-
soluto), que sugiere al Guerrero divino en son de lucha y que se coloca
para intervenir entre su pueblo y sus enemigos (véase Est 8:11)
La expresión "parado al lado de los hijos de tu pueblo" podría suge-
rir "estar al servicio de" (Jer 36:21; Zac 4:14).59 En un contexto judicial,
como el presente, se entiende como estar al lado del inocente que es acu-
sado (Sal 109:6, 31; Zac 3:1). Incluye la idea de intercesión (véase Jer
15:1; 18:22) y es usada en conexión con la mediación sacerdotal en el
santuario (Deut 10:8; Jue 20:28).
Hijos de tu pueblo. Aparece siete veces en Daniel la expresión 'am
con sufijo posesivo de segunda persona, "tu pueblo" ('ammeka). Cinco de
estas alocuciones son expresadas por el ángel guía a Daniel (Dn 9:24;
10:14;11:14;12:1).
Esta es la excepción. Aquí se habla del pueblo de Dios en un contexto
escatológico por lo que apunta a la iglesia cristiana en los días finales
(véase principios de interpretación en el capítulo 1). Se le dice a Daniel
que es "tu pueblo", mostrando la continuidad que ha tenido el remanente
fiel a través de los siglos, y que aunque no todos tengan una relación ét-
nica con el profeta, son parte de la misma congregación de los santos.
Tiempo de angustia. El término sarah apunta a la angustia causada
por el temor de morir en manos de los enemigos (Gn 42:21; Sal 71:20;
143:11). Era psicológicamente concebido como el sentimiento de que no
hay suficiente espacio para gozar de la vida ya sea por el pecado (Sal
25:17), guerra (2 Cr 15:6), opresión y persecución (1 S 26:3), lo que hace
imposible disfrutar de la vida (Sal 116:3; Abd 14) y conduce a sentir an-
siedad (Sal 77:2; Neh 9:37).60 La Palabra de Dios enfatiza que el Señor
es el único que nos puede librar de esa angustia (1 S 10:19; Is 33:2; Jer
14:8; 30:7; Sal 25:22; 34:17; 91:15).
Encontramos 'et sarah ocho veces en el AT. Se refiere a tiempos di-
fíciles para Israel bajo el dominio filisteo (Jue 10:4). En Salmo 37:39
alude a cualquier tiempo de sufrimiento, lo que puede incluir a este tiempo
escatológico. También se habla de "tiempo de angustia" durante la inva-
sión asiria en días del profeta Isaías (Is 33.2), así como en ocasión de la
destrucción de Jerusalén y el exilio (Jer 14:8-15:11; 30:7; Neh 9:27). Es
oportuno leer el contexto de estos pasajes para apreciar la forma en que
Dios interviene en favor de su pueblo en los momentos críticos (Is 33;
Jer 30; Neh 9).
59
Véase Rodríguez, "Dan 12", 7, para otros usos en otros contextos.
^Rodríguez, "Dan 12", 9.
196 • Dios Defiende a su Pueblo

El "tiempo de angustia para Jacob" (Jer 30:7) está en el contexto de


la cautividad babilónica y alude a la experiencia de la lucha del patriarca
con el Ángel (Gn 32:24-26). Muchos comentadores ven que este
"tiempo de angustia de Jacob" alcanza su cumplimiento final en los
eventos finales.
Jesús menciona esta época en Mateo 24:21, lo que indica que el Señor
consideraba que esta porción de la profecía estaba aún en el futuro.
Destaca la verdad, muy contraria a la común idea de un "rapto se-
creto", según la cual los fieles escaparían de la tribulación, que el pueblo
remanente de Dios vivirá esos momentos angustiantes. Primero, como
recién se señaló, 'et sarah siempre se ha dado en el contexto de los hijos
de Dios. Y segundo, este pasaje los presenta en medio de esta terrible an-
gustia, hasta que sea "libertado tu pueblo". Si no, ¿de qué sería liberado
el remanente del Señor, si ellos ya estuvieran en el cielo según la postura
dispensacionalista?
Cual nunca existió. La naturaleza única de esta crisis final no halla
parangón en la historia. Pero, ¿qué hace que este tiempo de angustia sea
tan grave, si en el pasado se han dado persecuciones fuertes con terror,
odio y torturas crueles y por tiempos prolongados?
La contraparte de Daniel en el NT, el libro de Apocalipsis, nos da luz
al respecto: (1) es una crisis global (Ap. 13:15-18), (2) será desencade-
nada por la triple alianza que involucra las fuerzas combinadas del mundo
físico y espiritual (Ap 16:12-14; 17:12-14), (3) en medio de un mundo
azotado por las siete plagas finales (Ap 16:1-16) y (4) por terribles ca-
tástrofes naturales (Ap 16:17-21).
Varios factores se suman a lo recién mencionado. La maldad extrema
del hombre (2 Ti 3:1-5) no tiene parangón en la historia. El pecado siem-
pre ha existido y a través de los siglos han existido perversiones, pero
nunca fue tan publicitado y tan accesible para todos como hoy día, gra-
cias a los medios masivos de comunicación y a la Red (Internet). La cre-
ciente violencia que crea un clima de inseguridad; la pérdida de valores
que permiten la confusión entre lo bueno y lo malo; la crisis financiera
que provoca escasez y desempleo; el terrorismo; el afán de lucro y placer
que se siembra en la sociedad y que muchos están dispuestos a lograr a
cualquier precio; la corrupción en todos los niveles; todo contribuye a
"un tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta en-
tonces" (véase Le 21:25,26).
No es éste un mensaje alarmista, ni debe ser presentado así, dejando
de lado a Miguel, quien cuidará a su pueblo en esos terribles momentos.
Daniel 11:40 al 12:3: El Desenlace del Drama Escatológico • 197

Pero es una realidad que debe ser advertida a los familiares, a los vecinos
y al mundo entero, antes que sea demasiado tarde.
Desde que hubo nación. El término 'am (pueblo) es subjetivo y per-
sonal, mientras que goy, "nación", es objetivo e impersonal (véase Dn
11:23).61 El primero se usa por lo general en conexión con la congrega-
ción de los hijos de Dios, mientras que el segundo se refiere a todos los
pueblos del mundo.
La comparación con cualquier nación, goy, y no únicamente con los
sufrimientos del pueblo de Dios en el pasado, sugiere que esta crisis
abarca más que solo al remanente. Predice una escalada mundial que to-
cará a todo ser humano.
Libertado. Véase comentario 11:41, donde aparece la misma raíz
verbal. Su uso particular en el presente texto recuerda liberaciones divi-
nas en favor del justo (Sal 22:5; Job 22:30; Is 49:24,25; J12:32). Aquí el
ángel anuncia la liberación final y escatológica del remanente de Dios.
Tu pueblo. Véase comentario 12:1 al respecto y com. 10:14.
Hallado. El uso pasivo del verbo hebreo "sea hallado" (masah) es
empleado en el AT en contextos donde hubo una investigación judicial y
se presentaron evidencias (Deut 22:14, 17,20, 27-28). 62 Una vez más se
aprecia el contexto del juicio preadvenimiento en este párrafo.
Escrito. Más que metafórica, la declaración de que el Señor tiene re-
gistros en el cielo es real, sin importar en qué tipo de material estén ano-
tados. Claro está, el Juez de la tierra no necesita en su Omnisciencia llevar
registros, pues El todo lo sabe. Pero cuando comprendemos la naturaleza
del juicio que se lleva a cabo en las cortes celestiales, descubrimos que no
se lleva a cabo porque Él tenga necesidad de esos registros, sino para que
los seres no caídos revisen las actas (Dn 7:9,10), para convencerse de la
justicia del veredicto de Dios en cada caso juzgado. Este es el juicio in-
vestigador iniciado en 1844, según Daniel 8:13,14.
De igual manera, los redimidos realizarán un juicio similar - e l com-
probatorio- durante el milenio (Ap 20:4), donde quedan sin ninguna duda
de la sabiduría divina al salvar a unos y condenar a otros. Los libros son
el respaldo de estas investigaciones.
¿Qué registros tiene la Deidad para su juicio a los hombres según su-
giere el texto bíblico? El primero de ellos, es el Libro de la vida que men-
ciona este pasaje, donde están anotados los vencedores (Ap 3:5). Además

61
Véase A. R. Hulst, 'am, DTMAT 2:377.
62
Michael A. Grisanti,"masa "'," en NIDOTTE, vol. 2,1062.
198 • Dios Defiende a su Pueblo

se menciona el Libro de las memorias, donde se registran las acciones de


los justos (Mal 3:16) como testimonio de la acción de la gracia divina en
los pecadores que han vencido. El otro texto es el Libro de los pecados (Is
65:6), donde se anotan las iniquidades de cada uno, las cuales solo son bo-
rradas por la sangre de Cristo Jesús (1 Jn 1:9; 2:1).
Libro. Como es patente en el libro de Daniel, el pueblo de Dios se
halla en medio de persecuciones y tumultos. Es un pueblo sufrido y ob-
jeto del odio de los enemigos de Dios. Pero aquí se predice, lo que a la vez
es una promesa, que Miguel libertará a su pueblo, aquellos cuyos nombres
están escritos en el libro de la vida (véase Dn 7:10; Flp 4:3; Ap 3:5; 13:8;
20:15; 21:27; 22:19). Los que pertenecen al pueblo de Dios no se limitan
a adherirse a un grupo religioso, étnico o civil, sino que llevan una vida
victoriosa en Cristo Jesús (Ap 3:5).
Shea hace un paralelismo entre Daniel 12:1 y la visión del juicio en
el capítulo 7, que proporciona apoyo "adicional para la identificación de
ese juicio como de carácter investigativo con referencia al profeso pue-
blo de Dios". 63 Se recalca que quienes sean considerados dignos de entrar
en la vida eterna, previamente deben ser juzgados.

12:2
Muchos. Nuevamente la expresión rabim (muchos) que en este con-
texto sugiere al pueblo de Dios (11:33, 34, 44). Este pasaje es el texto
cúspide en la revelación veterotestamentaria con respecto a la resurrec-
ción. Se sugieren otras citas (Job 19:25-27; Is 26:19), pero aquí dicha es-
peranza halla su expresión más clara.
Duermen. El verbo aquí utilizado (yasen), "los que duermen", es di-
ferente del verbo regularmente utilizado para referirse a la muerte, "y dur-
mió", sakab (1 R 2:10; 11:43; 14:20, 31; 15:8; 15:24), el cual también
sugiere "acostarse" (Gn 28:11; Jue 16:3). El verbo aquí utilizado es una
metáfora de la muerte (Job 3:13; Sal 13:3; Jn 11:11-15), como el ante-
rior. Este verbo sugiere que este sueño conduce a una muerte sin fin (véase
Jer 51:39, 57; Sal 13:3; 90:5). La esperanza está en la resurrección esca-
tológica.
Las siguientes comparaciones entre la muerte y el sueño indican cuán
útil es este eufemismo para mostrar esta verdad bíblica: 64 (a) Dormir es
estar inconsciente. "Los muertos nada saben" (Ec 9:5); (b) dormir es des-

63
Shea, Selected Studies, 128-130.
b4
CBA, 4:989.
Daniel 11:40 al 12:3: El Desenlace del Drama Escatológico • 199

cansar de toda actividad externa de la vida. "En el Seol [...] no hay obra,
ni trabajo, ni ciencia ni sabiduría" (Ec 9:10); (c) el sueño hace que sea im-
posible el pensamiento consciente. "Sale su aliento [...] perecen sus pen-
samientos" (Sal.146:4); (d) el sueño continúa hasta que uno despierta.
"Así el hombre yace [...] hasta que no haya cielo" (Job 14:12); (e) el sueño
impide que se participe en las actividades de los que están despiertos.
"Nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol" (Ec 9:6);
(f) el sueño anula las emociones del alma. "Su amor y su odio y su envi-
dia fenecieron ya" (Ec 9:6); (g) el sueño llega normal e inevitablemente
a todos. "Los que viven saben que han de morir" (Ec 9:5); y, (h) el sueño
hace que cese toda alabanza. "No alabarán los muertos a JAH" (Sal
115:17).
Polvo de la tierra. La expresión 'ademar'apar tiene un profundo
significado teológico. Aunque el Seol es llamado "tierra",'eres (Eze
26:20; 31:14, 16, 18), y polvo, 'apar, puede aludir a la muerte (Job
17:16; Sal 30:9), ir al polvo o permanecer en él; puede también descri-
bir la condición de un cadáver sepultado (Job 20:11; 21:26; Sal 22:29)
y sirve como una alusión a la maldición de Dios sobre Adán (Gn 3:19),
recordando el hecho de que el hombre fue hecho del polvo de la tierra,
'adámat (Gn 2:7).65
Serán despertados. Según Hamilton, entre los diversos usos de la raíz
verbal qis, "hay pocas instancias en las cuales qis se refiere a despertarse
del sueño de la muerte, es decir, resucitación (2 R 4:31, o resurrección,
Job 14:12; Jer 51:39, 57, todos los cuales hablan de dormir para siempre
y no despertar). Por otro lado, versículos como Sal 17:15 [...] o 139:18
[...] señalarían el don de la resurrección y la eterna compañía con Dios".66
Para los eruditos del AT, el tema de la resurrección es el fundamento
de la apocalíptica veterotestamentaria. Los dos pasajes más claros al res-
pecto son Isaías 26:19 y Daniel 12:2. La mayoría de los estudiosos coin-
ciden en que el pasaje apunta a una resurrección física.
Es claro que el pasaje está hablando de la resurrección, cuando algu-
nos reciben vida eterna y otros la muerte eterna. Aunque el texto no ex-
plica el momento específico de este evento o si son simultáneos o tienen
lugar por separado, estos conceptos se amplían en el NT (véase 1 Co
15:51-55; 1 Ts 4:16,17; Ap 1:7); sí, los ubica en los días finales, cuando
comienza una nueva era.

65
Michael Grisanti, 'adám, NIDOTTE, 1:270-271.
66
Victor P. Hamilton, qis, NIDOTTE, 3:918.
200 • Dios Defiende a su Pueblo

Ruiz propone una "resurrección previa" a la resurrección general en


este pasaje, que tendrá lugar en ocasión del regreso de Jesús. Sus argu-
mentos son fuertes. Primero, Ruiz señala la expresión temporal "en aquel
tiempo" (12:1) y concluye que "la expresión 'en aquel tiempo' de Daniel
12:1 hace alusión a la parte final del período comprendido en la expresión
'tiempo del fin' que se menciona en el 11:40". Este "fin" es distinto al
tiempo que se menciona en 12:13 el cual alude a la promesa de resurrec-
ción hecha a Daniel. Su argumento se basa en la terminología hebrea uti-
lizada en estos pasajes. 67
En segundo lugar, Ruiz sostiene que "los verbos que implican la re-
surrección en Daniel 12:2 y Daniel 12:3 son diferentes". Luego de anali-
zar las raíces verbales hebreas en estos pasajes, propone: "En Daniel 12:2
el verbo qits se refiere a un 'levantar' sin 'carga teológica positiva'; des-
piertan justos e injustos. Sin embargo el 'estar en pie' (amad) de la resu-
rrección que se le promete a Daniel está asociado sólo a los siervos de
Dios".
Otra expresión verbal que Ruiz utiliza en su argumentación es "los
que duermen" (12:2), la que es diferente de la expresión "reposar" de Da-
niel 12:13. Por lo tanto, concluye que "en Daniel 12:2 ambos grupos
'duermen' y ambos 'se levantan'; pero en Daniel 12:13 el profeta des-
cribe a un número mayor; a saber, los redimidos de todas las edades 'des-
cansan' y 'están en pie'. En el lenguaje bíblico los justos y los impíos
pueden 'dormir' en la muerte; pero solo los justos 'descansan' (véase Is
57:2; Job 3:13; Ap 14:13)".
Finalmente, en cuanto a la estructura de 12:2 y su sintaxis, Ruiz se-
ñala que "la estructura sintáctica no deja dudas en relación a un grupo se-
lecto de los que duermen y que despiertan, éstos a su vez se dividen en
justos e injustos". 68
Estos. Literalmente "y éstos", wé'élleh. El grupo de los resucitados
en 12:2 se divide en dos grupos: los que se levantan para vida eterna, y
los que lo hacen para confusión perpetua.
Para vida eterna. La doctrina de la resurrección corporal es totalmente

67
Roger Ruiz, "La Resurrección en Daniel 12:2", manuscrito no publicado, Alajuela,
Costa Rica, 2008. Los comentarios de Ruiz usados en esta sección son tomados todos de
este documento.
68
Rodríguez, "Dan 12", 13, coincide con la idea de que no son todos los muertos los
que resucitan en este momento. "La resurrección mencionada en Dn 12:2 no se parece
a la universal y por lo tanto el término rabbim no debe ser interpretado como un colec-
tivo refiriéndose a 'todos', sino como una parte de la totalidad, e.g. 'muchos' ".
Daniel 11:40 al 12:3: El Desenlace del Drama Escatológico • 201

contraria al concepto de la inmortalidad del alma. Los vencedores, los ins-


critos en el libro de la vida, no reciben la vida eterna sino en la resurrección.
Antes de eso, duermen en el polvo esperando el toque de la inmortalidad.
Se recuerda así la realidad que solo Dios es inmortal (1 Ti 1:17; 6:16) y que
el hombre no posee este atributo por sí mismo, sino que es un don divino
(Ro 2:7), el cual recibirá en la resurrección (1 Co 15:51-54).
Estos. La Biblia dice claramente que al final del tiempo solo habrá
dos grupos: los fieles redimidos y los impíos condenados (Mt 25:31-
46). Las Escrituras no hablan de una tercera opción, llámese purgatorio
o milenio de paz de oportunidad para los inconversos o cualquier otro
mensaje adulador, para traer tranquilidad a la conciencia adormecida
por el pecado. La decisión por Cristo y su Palabra debe ser hecha hoy,
en esta vida, y es de consecuencias eternas. "He aquí ahora el tiempo
aceptable; he aquí ahora el día de salvación" (2 Co 6:2; la cursiva ha
sido añadida).
Aborrecimiento. La expresión heréppat sugiere "afrenta, oprobio,
escarnio, vergüenza, deshonra" (Gn 34:14; 1 S 11:2; Sal 31:12; 44:14;
69:8,21; Jer 15:15; 51:51; Ez 15:5; 22:4). La resurrección trae vergüenza
para el impío. Ese será el sentimiento que tendrán aquellos que traspasa-
ron a Cristo y se burlaron de él cuando lo vean aparecer en gloria (Ap
1:7). Todo pecador empedernido que llegue a ese momento reconocerá la
insensatez de su conducta y lamentará haber rechazado la salvación.
Confusión. La confusión y el horror de ese momento son producto
del pecado que fue acariciado y practicado por aquellos que se pierdan.
Ellos no solo sienten aversión por sí mismos en el momento de la resu-
rrección sino que son objeto de desprecio por parte de los demás (véase
Is 66:24). Es un remordimiento tardío por sus malas decisiones y perver-
sos actos.
Perpetua. Desde el punto de vista bíblico, 'olam, "eterno", "perpe-
tuo", tiene un significado muy particular y contrario al pensar occidental.
La naturaleza del objeto al que alude define el período de tiempo que
dura. Si se habla de un esclavo (Éx 21:6) o su servicio (Lv 25:6), de las
ruinas de Hai (Jos 8:28) o de Samuel en el templo (1 S 1:22), o bien, de
David (1 R 1:31), se debe entender que será "para siempre" mientras el
sujeto mencionado viva, y no por la eternidad. Caso contrario sucede con
el Creador cuya naturaleza es inmortal (1 Ti 1:17; 6.16); por lo tanto toda
mención de que es "eterno" y "para siempre" (Sal 45:6; 48:14; 90:2; 92:8)
alude a su eterna inmortalidad.
Por otro lado, existe otro uso para aidnios (eterno) en el NT. Leemos
202 • Dios Defiende a su Pueblo

acerca de "eterna redención" (Heb 9:12) y "juicio eterno" (Heb 6:2). Esto
no significa que la redención o el juicio estarán en constante desarrollo a
través de la eternidad, sino que es completo y eterno en sus resultados.
Bajo esta concepción, deben comprenderse expresiones tales como "con-
denación eterna" (Me 3:29), "fuego eterno" (Jud 7) y "castigo eterno"
(Mt 25:46).69
¿Qué implica esto para la resurrección? Que el reproche y aborreci-
miento perpetuo para los impíos que resucitan no será una condición per-
manente a través de los siglos sin fin, sino que será mientras vivan y no
sean consumados (Sal 37:9,10,20,28, 38; 68:2; Mal 4:1). Ni el pecador
ni Satanás poseen inmortalidad innata. Finalmente el Señor los destruirá
completamente.

12:3
Los sabios. Los masékkilim (véase com. 11:34, 35) reciben la her-
mosa promesa de una vida perpetua en la cual resplandecerán. A quienes
proclamaron el conocimiento de Dios y lo interiorizaron, que enfrentaron
pruebas por amor a la verdad y la compartieron con otros, se les promete
que en esta ocasión y por la eternidad, testificarán del amor del Señor.
Resplandecerán. De la expresión hebrea yazéhirü, traducida como el
"bronce refulgente" (Ez 8:2). De la misma raíz verbal proviene maré'eh
que significa "visión", pero yazéhirü también comprende la idea de verse
agradable (Gn 2:9) y grandioso (Jos 22:10). El Señor promete que sus re-
dimidos se destacarán por la eternidad debido a su fidelidad. Según
Núñez, "una vez que los justos sean resucitados y los vivos transforma-
dos, sus cuerpos serán glorificados y brillarán como brilló el rostro de
Jesús en el monte de la transfiguración (Mat 17:1, 2)".70
Brillo. Aquí hay un juego de palabras, porque este término, zohar,
proviene del mismo verbo recién utilizado, zahar.
Firmamento. Una comparación con la grandeza del firmamento en
su creación (Gen 1:7; Sal 19:1) al igual que la que cubre al Señor en su
gloria (Ez 1:22,23; 10:1). El vocablo raqia' proviene de roqa', que des-
cribe la acción creadora del Hacedor de la tierra (Sal 136:6; Is 42:5;
44:24) y de los cielos (Job 37:18; Sal 19:2).

69
Véase en Questions on Doctrine, ed. rev., George Knight (Berrien Springs: An-
drews University Press, 2003), 395-436, un buen estudio acerca de la inmortalidad y el
castigo final de los impíos.
70
Núflez, 150.
Daniel 11:40 al 12:3: El Desenlace del Drama Escatológico • 203

Los que hacen justos. La frase "los que guiaron" (LBA), "los que en-
señaron" (RV 60, CAB), "los que instruyen" (NVI) no aparece en el ori-
ginal. Sería más bien una interpretación de la expresión ümasédiqe, que
está en forma causativa, "hacer justo". No debe entenderse como una obra
mediadora de justificación, sino que los sabios tienen un conocimiento
del Señor (1 Cr 22:12; 28:19; Dn 1:17; 9:22), el cual han impartido por
el Espíritu (Neh 9:20), porque tienen la capacidad de instruir en base a su
experiencia (Sal 32:8). Han sido medios de salvación para muchos, por lo
tanto la promesa es grande para ellos.
A los muchos. Señalamos que uno de los usos del vocablo rabim en
la segunda sección de la profecía (11:21-12:3) apunta al pueblo de Dios
(11:44), tanto a aquellos que han sido ganados por la predicación (11:33),
como también aquellos que se unieron por motivos erróneos (11:34). En
este pasaje se refiere a los que escucharon y fueron hechos justos.
Como las estrellas. En el clásico paralelismo hebreo del versículo 3,
"los sabios" se equiparan a "los que hacen justos a muchos", mientras
que "la expansión" se contrapone a las "estrellas".
Aunque la primera referencia apunta a la expansión estrellada de la
noche y cómo los fieles brillarán como estrellas por la eternidad, el texto
hace recordar a "las estrellas" en los textos apocalípticos. En Daniel 8:10
se aludiría al "pueblo de los santos" 71 y en Apocalipsis 12:4, a los ánge-
les del cielo. Si es así, la promesa es que los redimidos brillarán como
ángeles y serán, en función y naturaleza, muy parecidos a ellos (véase Mt
22:29, 30).
Perpetua eternidad. En las Escrituras la expresión "para siempre"
depende del sujeto a quien se aplique (ver com. 12:2). Si es al ser hu-
mano, quiere decir que dura mientras la persona viva (Éx 21:6; Flm 15),
mientras que si alude a Dios, se entiende que es por la eternidad (Sal 90:2;
Jer 10:10). El hombre no es inmortal en sí mismo (Ro 2:7); solo el Crea-
dor es inmortal (1 Ti 1:17:6:16). Los redimidos recibirán el don de la in-
mortalidad en la resurrección (1 Co 15:51-54). Por lo tanto, la promesa
aquí presentada es que por la gracia de Dios, los salvados brillarán solo
por el sustento divino.

Reflexión para nuestros días


Los críticos momentos finales. Aunque muchos sueñan con que
los días finales de este planeta serán llenos de esperanza y armonía, el

""Ejército del cielo" (Dn 8:10), CBA, 4:868.


204 • Dios Defiende a su Pueblo

texto bíblico en general, y no solo Daniel, muestra que se avecina una


crisis como ninguna otra. Será un "tiempo de angustia cual nunca fue
desde que hubo gente hasta entonces"(12:l). No debemos ser alarmis-
tas con esta advertencia, pero tampoco podemos caer al otro extremo y
proclamar: "Paz y seguridad", sabiendo que "vendrá [...] destrucción
repentina" (1 Ts 5:3). Es necesario un equilibrio prudente al momento
de anunciar esta profecía.
La segunda venida de Jesús. Si hay algo que conmueve el corazón,
anima la lucha en esta vida y le da sentido al compromiso cristiano, es la
esperanza de la segunda venida de Cristo. Este mensaje sacudió a todo un
movimiento, que a mitad del siglo XIX proclamó el advenimiento de
Jesús como algo pertinente y actual. Fue tanta su insistencia en el tema
que los llamaron "adventistas".
La solución a la muerte se llama resurrección. Así lo declara la Pa-
labra de Dios. Ella no enseña la idea de la inmortalidad del alma (si así
fuera, ¿para qué sería necesaria la resurrección si al morir la persona ya
se encontraría gozando con el Señor en el cielo?), mucho menos la idea
oriental de la reencarnación, que no tiene nada que ver con la enseñanza
bíblica. Es la resurrección del cuerpo y su restauración completa la espe-
ranza que nos dan las Sagradas Escrituras.
Si Daniel 12:2 es la cúspide de la doctrina de la resurrección en el
AT, 1 Corintios 15:51-55 lo es del NT. En este pasaje aprendemos varias
lecciones al respecto. La resurrección es considerada un misterio (15:51).
Esto no se refiere a un concepto vago y etéreo difícil de descifrar. La idea
bíblica de misterio es algo que había estado escondido por la sabiduría di-
vina pero que ahora es revelado (Ef 3:4-6).
"No todos dormiremos". La muerte es considerada en la Biblia como
un sueño (Ec 9:5, 6; Sal 146:2-4; Job 7:7-10; Is 38:18, 19; Jn 11:1-4, 11).
La muerte es un estado inconsciente semejante a un profundo sueño. Lo
contrario a esa condición es la nueva vida que nos da la resurrección física.
¿Cuándo será este feliz momento en que los muertos vuelven a la
vida? "A la final trompeta" (15:52), cuando el Señor Jesús regresa con
poder a esta tierra (1 Ts 4:16; Jn 5:28, 29). Y en esa magna ocasión los
muertos serán vestidos de un cuerpo nuevo, sin corrupción o defecto al-
guno (15:52, 53). ¡Oh, bendita y gloriosa esperanza! Unamos nuestras
voces con Pablo quien exclama triunfalmente: "¿Dónde está, oh muerte,
tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?" (15:55)
Promesas a los vencedores. Una sección como esta (11:40-12:3), que
describe la ira de un poder arrogante con insolentes pretensiones de supre-
Daniel 11:40 al 12:3: El Desenlace del Drama Escatológico • 205

macía mundial, que habla de angustia y tensión, está llena de promesas.


Cuando en las iglesias adventistas se habla de los eventos finales, muchas
veces lo que se deja es un clima de aprensión y temor. Pero este pasaje tiene
promesas que pueden ser proclamadas desde el pulpito y llenar de ánimo a
los corazones que esperan y así como a aquellos que dudan acerca de la
certeza de la venida de Cristo. Nótese el tono esperanzado en este texto:
A. "Pero noticias del este y del norte lo estremecerán". En el climax
de la crisis, Dios anuncia que intervendrá y denuncia mediante su
pueblo el engaño mundial.
B. "Mas vendrá a su fin, y no habrá ayuda para él". Estas frases son
suficientes para tirar por el suelo toda la arrogancia de la alianza
mundial profana. Es un texto digno de memorizar y tomar como
una promesa que el mal tiene su límite.
C. "En aquel tiempo se levantará Miguel". La seguridad que el Gue-
rrero divino se levanta en son de guerra en medio de la crisis pro-
duce completa certeza ante un panorama sombrío.
D. "El gran príncipe que está parado con los hijos de tu pueblo". En
medio de la tribulación, el mismo Jesús velará por su pueblo an-
gustiado.
E. "Será librado tu pueblo, todo el que sea hallado escrito en el libro".
Aun con más ansiedad que Israel por su liberación de la esclavitud o
que por la venida del Mesías en los días de Jesús, el pueblo de Dios de
todos los siglos anhela con expectación el momento de su liberación.
F. "Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán des-
pertados". La promesa de la resurrección es la respuesta divina
para la tumba fría, para los dolientes desconsolados, para los már-
tires fieles, para las enfermedades terminales, para la crisis de los
siglos, para la paga del pecado. ¿Qué mayor motivación se puede
esperar para seguir siendo fieles al Señor?
G. "Resplandecerán como el brillo del firmamento". La seguridad de
una vida plena por la eternidad, aprendiendo del mismo Creador y
reflejando su carácter cada vez con mayor nitidez, es un aliciente
para hacer fielmente su obra hoy.
Estas promesas ilustran el hecho de que los eventos finales deben ser
motivo de ánimo y fortaleza para todo cristiano y no de temor y desola-
ción. Es razón suficiente para proclamar con gozo que Cristo muy pronto
vendrá. 72
72
Véase un resumen de los eventos finales según los escj|t^s de Elena de White en
206 • Dios Defiende a su Pueblo

ANEXO: DANIEL 11:40-12:3 Y APOCALIPSIS


Esta sección del rollo de Daniel es única en todo el Antiguo Testa-
mento. Podríamos decir que es la máxima expresión de los eventos esca-
tológicos en los escritos veterotestamentarios. Es inevitable, para el
investigador de las profecías, intentar un paralelismo con el libro de Apo-
calipsis. En este apartado se presenta tan solo una breve introducción a
este fascinante trabajo intertextual.
Rodríguez encuentra siete conexiones entre esta sección y el último
libro del NT:73 [1] La imitación que el falso rey del norte hace de Dios,
pretendiendo ser como Dios, encuentra su contraparte en los tres pode-
res que luchan en los días finales contra Dios en Apocalipsis 13: el dra-
gón, la bestia que surge del mar y la bestia que surge de la tierra; [2] el
rey del norte prepara una guerra de exterminación contra el pueblo de
Dios, como lo hace la Babilonia escatológica (16:13,14; 17:13,17); [3]
el "monte glorioso y santo" refleja la misma idea expresada en Apoca-
lipsis 14:1 donde el pueblo de Dios es reunido para la batalla final (véase
el concepto de Armagedón en 16:14,16); [4] el fracaso del ataque del rey
del norte (11:45) es mostrado en Apocalipsis mediante el desplome de la
triple alianza satánica (16:18-21) y su derrota ante el Cordero (17:14)
debido al retiro del apoyo de las naciones (17:16; véase 18:15); [5] el
llamado a salir de Babilonia en Apocalipsis 18:3 es similar al anuncio
que algunas naciones escaparán de la mano del rey del norte (Dn 11:41,
42); [6] la bestia de Apocalipsis 13 recibe una herida mortal que luego
es sanada (13:3) al igual que la rebelión del rey del sur contra el norte en
el tiempo del fin (véase com. 11:40); Apocalipsis sugiere que esto ocu-
rre al final de la hegemonía de los 1.260 años (13:5; véase Dn 7:25;
12:7); [7] las noticias del oriente y el norte que estremecen al rey del
norte (Dn 11:44) encuentran su contraparte en la sexta plaga (16:12) y
están conectadas con los eventos de 18:1.
El siguiente cuadro presenta el desarrollo de los eventos de Daniel
11:40-12:3 y su contraparte en el libro de Apocalipsis. Un estudio pro-
fundo de este paralelismo será de beneficio para la comprensión de estos
eventos apocalípticos.

Fernando Chaij, Preparación para la crisis final y Donald Ernest Mansell, El perfil de
la crisis venidera (Nampa, Idaho: Publicaciones Interamericanas, 1999). Estas obras no
constituyen la palabra definitiva en lo que atañe a una escatología adventista, pero sí pro-
veen un excelente bosquejo para investigar el tema.
"Rodríguez, "Daniel 11:40-45", 10-15.
Daniel 11:40 al 12:3: El Desenlace del Drama Escatológico • 207

DANIEL 11:40 al 12:3 APOCALIPSIS


11:40 Levantamiento del rey 13:3 Una de las cabezas herida de muerte
del sur (secularismo)
11:40 Reacción violenta del rey 13:3 Herida mortal sanada y la tierra se
del norte maravilla
11:40 Ataca a la "tierra 12:17; 13:15-18 El dragón persigue a
gloriosa" quienes no lo adoran

11:41 Edom, Moab y Amón 16:13,14 El falso profeta se une a la triple


escapan unión satánica

11:42 No escapa Egipto ni sus 18:2, 3, 9,10 Las naciones han bebido del
riquezas vino del furor de su fornicación

11:43 Libia y Etiopía le siguen 18:2, 3, 9,10 Las naciones han bebido del
vino del furor de su fornicación

11:44 Noticias del oriente y el 18:4, 5 Clamor que invita a salir de


norte Babilonia
11:44 El rey del norte sale con 16:13,14 Tres espíritus a maneras de ranas
gran ira que van al mundo para reunirlo para la
batalla contra el Dios Todopoderoso
11:45 Sus tiendas entre los 16:16 La batalla de Armagedón, "el monte
mares y Sion de la congregación"
11:45 El monte glorioso y santo 14:1 De pie sobre el monte Sion
sitiado
12:1 Miguel se levanta (ya no 15:8 El templo se llena de humo, termina
está sentado como juez) el juicio, no hay intercesión

12:1 Tiempo de angustia 15:6; 16:1 Se derraman las siete plagas

12:1 Liberación del pueblo de 19:11-16 El Verbo de Dios sale en un


Dios caballo blanco con sus ejércitos

12:2 Resurrección final: vida 20:4; 21:1 Redimidos sentados en tronos


eterna para juzgar; la tierra nueva

12:2 Resurrección final: 19:17-21; 20:9, 10 La gran cena de Dios;


vergüenza y confusión el castigo final

12:3 Los redimidos brillan 21:22-22:5 Los redimidos en la tierra


como el firmamento nueva

Cuadro 21: Sinopsis comparativa de los eventos finales


según Daniel 11:40 al 12:3 y Apocalipsis
CAPÍTULO ONCE

DANIEL 12:4-12: EL SELLAMIENTO


DEL LIBRO Y LAS
INQUIETUDES DEL PROFETA

L os estudiosos del libro de Daniel discuten dónde termina, exacta-


mente, el discurso profético del ángel Gabriel, si en 12:3 ó si in-
cluye el versículo 4. 1 En este trabajo consideramos que en Daniel 12:4
se inicia la sección final, en la cual se dan explicaciones adicionales
(véase cuadro en el capítulo 3) por las siguientes razones: (1) el 12:3
culmina con la promesa de eternidad y gozo para los resucitados; (2)
en 12:4 se vuelve a dirigir la palabra directamente al profeta y no hay
ninguna revelación adicional, sino más bien la orden de sellar el libro;
(3) la sintaxis hebrea sugiere que en 12:3 culmina una oración y en
12:4 se inicia una nueva; (4) la estructura de la página siguiente en
forma de quiasmo, con un doble centro, muestra que 12:4 pertenece a
un nuevo párrafo, independiente del anterior.
La última parte de Daniel, aparentemente más sencilla en su inter-
pretación, contiene frases complicadas y dos profecías de tiempo
(12:11, 12) que se han prestado para variadas posturas. Lo cierto es
que la conclusión del libro contesta dos preguntas acerca del desenlace
final de la crisis (12:5-9), e incluye el anuncio que cada quien decidirá
su futuro (12:10) y la mención de dos lapsos proféticos de tiempo:
1.290 días y 1.335 días, evidentemente conectados con la profecía de
12:7: tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo. Finalmente, el libro no
pudo ser concluido de mejor forma: una promesa personal para el fiel
anciano profeta que apunta a la esperanza de la resurrección y la re-
compensa final.

'Por citar algunos ejemplos, Goldingay extiende su trabajo hasta 12:4; la sección
profética y el epílogo lo inicia en 12:5 (Goldingay, 287). Towner ubica este epílogo en
Daniel 11:40 a 12:4 (Towner, 151). Véase además el capítulo 1 de este libro, donde se
analiza la estructura de Daniel 10 al 12.

208
Daniel 12:4-12: El Sellamiento del Libro y las Inquietudes del Profeta • 209

Traducción y estructura
Al Mensaje a Daniel
12:4 Y tú Daniel (wé'attah daniyyé'l) cierra las palabras y sella
el libro hasta el tiempo del fin ('adr'et qes). Y muchos correrán
y se incrementará el conocimiento.
B1 Dos varones junto al río
12:5 Y yo Daniel miré y he aquí a otros dos parados, uno
de ellos a la orilla del río, y el otro a la otra orilla.
C1 Pregunta al varón vestido de lino
12:6 Y dijo (wayyo'mer) uno al varón vestido de lino el
cual estaba sobre las aguas: ¿Hasta cuándo ('ad~matay)
será el fin de estas maravillas?
DI La respuesta: factor tiempo y objetivo
12:7 Y escuché al varón vestido de lino el cual
estaba sobre las aguas del río y alzó su derecha e
izquierda al cielo y juró por el que vive por la
eternidad que será por tiempo, tiempos y la mitad de
un tiempo y se acabe la dispersión del poder del
pueblo santo y se cumplirá todo esto.
C2 Pregunta de Daniel
12:8 Y escuché mas no entendí y yo dije (wa'omérah):
¿Cuál será el fin de estas cosas? (mah)
D2 La respuesta: factor tiempo y objetivo
12:9, 10 Y él dijo: Ve Daniel porque cerradas y
selladas las palabras hasta el tiempo del fin.
Y muchos serán purificados, y emblanquecidos y
refinados. Pero los impíos serán malvados y no
entenderán, pero los sabios entenderán.
B2 Dos tiempos proféticos
12:11 Y desde el tiempo que sea quitado el continuo y sea
dada la abominación desolaclora [habrá] mil doscientos
noventa días. 12:12 Feliz el que espera y alcance a mil
trescientos treinta y cinco días.
A2 Mensaje a Daniel
12:13 Y tú irás (wé'attah) hasta el fin y reposarás y te
levantarás para (recibir) tu heredad al fin de los días" (laqés).

La estructura de la conclusión de todo el pasaje en estudio muestra una


serie de pares, que facilitan su comprensión. El centro se mueve en una
210 • Dios Defiende a su Pueblo

doble pregunta del profeta (C1 y C2), con sus respectivas respuestas. Ade-
más existen conexiones lingüísticas que relacionan las secciones entre sí.

12:4
Cierra. Este verbo indica cerrar las palabras, la visión o la sabiduría,
por lo que se entiende que se debe mantenerlas escondidas en secreto (Dn
12:4,9). El uso de esta raíz verbal (satam) no propone un secreto místico,
sino una verdad posible de conocer (Ez 28:3) usando la sabiduría divina:
"Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría" (Sal 51:6).
En Daniel 8:26 también se le pidió a Daniel que guardara (sétom) la
visión "porque es para muchos días". La idea no es que oculte el libro,
cosa que el profeta hubiese podido hacer por poco tiempo, sino que el
verdadero entendimiento de las visiones vendría en el tiempo del fin (ver
com. 11:40) con iluminación divina y los eventos históricos como res-
paldo a la visión.
Las palabras. Todo lo dicho por el ángel a Daniel. El paralelismo
nos permite equiparar la expresión con "el libro" de la siguiente frase.
Sella. El verbo hatam significa sellar por un período de tiempo, como
en el caso del foso de los leones que fue sellado por orden real (Dn 6:17,
18), hasta que se diese una nueva orden. Se sellaban documentos reales
(1 R 21:8; Est 3:12; 8:8,10), contratos (Jer 32:10) o pactos (Neh 9:38), o
bien documentos para ser usados como referencia en el futuro (Is 8:16;
29:11).
En el paralelismo con la primera frase del versículo, se capta que la
comprensión del profeta y de sus lectores, tanto los contemporáneos como
los que seguirían más tarde, quedaría incompleta, y no se entendería bien
hasta el tiempo del fin, a partir de 1798. Las preguntas que hace el pro-
feta (12:8) muestran su ansiedad ante su incapacidad de entender toda la
profecía.
El libro. Una referencia al libro que Daniel estaba por terminar de
escribir. La mención en 1:21 acerca del trabajo del profeta, "hasta el año
primero del rey Ciro", sugeriría que el profeta decidió escribir sus me-
morias en esa fecha, sin sospechar que el Revelador tenía tres capítulos
más para agregar a su texto.
Tiempo del fin. Como vimos en 11:35 y 40, esta frase ('acT'et qes)
debe entenderse como referencia al período final de la historia humana,
la cual precede a la resurrección (12:2). Esta expresión aparece cinco
veces en Daniel (8:17; 11:35,40; 12:4, 9). En este tiempo final, muchos
buscarían y entenderían la época solemne en que viven, así como Daniel
Daniel 12:4-12: El Sellamiento del Libro y las Inquietudes del Profeta • 211

buscó el significado de la profecía de los 70 años referente a sus días (Dn


9:2; véase Jer 29:10).
Muchos. Estos "muchos" (rabim) son aquellos que reciben la Pala-
bra (11:33), que están dispuestos a padecer persecución (11:44) y que
algún día resplandecerán con aquellos que les compartieron la verdad
(12:3). Son éstos los que desean, en el tiempo del fin, conocer la volun-
tad de Dios revelada en las profecías de Daniel.
Correrán. La expresión sugiere más que "correr". La expresión con-
lleva la idea de correr de un lado a otro (Jer 49:3), recorrer una ciudad (Jer
5 : l ) o una región (2 S 24:2,8) o toda la tierra (2 Cr 16:9; Job 1:7; 2:2; Zac
4:10). Habrá un fuerte deseo por conocer las verdades de libro de Daniel
y se dará una agitación a través del planeta por investigarlas. Es el mismo
verbo hebreo (swt) que se utiliza en Amos 8:12, con la diferencia de que
en Daniel 12:3 el conocimiento de Dios es hallado e incrementado. Véase
el cuadro 19, para entender el contexto del tiempo del fin.
Incrementará. En torno a 1798 el conocimiento de las profecías de
Daniel aumentó grandemente. Hombres como José Wolff (1795-1862),
Manuel Lacunza (1731-1801) y Roberto Winter estudiaron con afán el
libro de Daniel y el conocimiento de los eventos claves en el plan de sal-
vación allí descritos quedó al descubierto. En especial fue el trabajo de
William Miller (1782-1849) que hizo brillar verdades ocultas por siglos.
Conocimiento. Expresión derivada del verbo yada', "conocer". El
sustantivo se refiere a conocimiento (1 R 7:14; Ose 4:6) y no a ciencias
tecnológicas, como en algunos casos se ha propuesto. El contexto habla
del sellamiento del libro de Daniel y su posterior redescubrimiento en el
tiempo del fin.

12:5
He aquí. La última vez que aparece wéhineh sirve de nuevo como
marcador en el desarrollo de la visión (véase com. 10:5 y 11:2). Según
Núñez, Daniel utilizó este término "(1) para introducir nuevos partici-
pantes, (2) para insertar nuevos temas o (3) para expresar su conmoción
de percepción visual en el transcurso de su narración". 2 Como en 10:5,
aquí introduce nuevos actores de la visión, en este caso dos ángeles.
Otros dos. Al decir "otros" señala que no son los dos personajes que
ya aparecieron en la visión: el Varón reluciente, Cristo Jesús (ver com.
10:5), y Gabriel (ver com. 10:10). Estos dos ángeles vienen para cerrar la

2
Núñez, 156.
212 • Dios Defiende a su Pueblo

visión. Su presencia sugiere que la ejecución de juicio para los impíos es


esperanza para los fieles. Recuerdan a los dos ángeles enviados a Sodoma
y Gomorra para salvar a Lot y castigar a las ciudades impenitentes (Gn
19:1). Asimismo a las mujeres perplejas frente a la tumba vacía de Jesús,
a quienes se le aparecieron dos varones quienes les dieron las buenas nue-
vas de la resurrección (Le 24:4-8).
Orilla del río. Es significativa la ubicación de los varones junto al río.
Tiene una connotación apocalíptica. Dos visiones de Daniel fueron junto
a ríos: junto al Ulai la visión del carnero y el macho cabrío (8:2) y esta vi-
sión, junto al Hidekel (10:4). Un contemporáneo de Daniel, el profeta
Ezequiel, también tuvo su primera visión, cargada de elementos apoca-
lípticos, junto al río Quebar (Ez 1:1-3; véase 3:15).
Estos dos varones ubicados a ambos lados del río muestran que la úl-
tima parte de la visión es tan importante como las anteriores y tiene un
contenido escatológico similar.

12:6
Varón. La identificación de este Varón ya se descubrió al principio de
la visión (ver com. 10:5). La visión se inicia y concluye con Jesús, el cen-
tro de la profecía.
Sobre las aguas. Recuerda el milagro de Jesús quien caminó sobre las
aguas (Jn 6:16-21). Es una ubicación apropiada para el juramento que
viene, porque sugeriría no solo dominio sobre ellas (Sal 104:6,7), sino al
Creador de ellas (Ap 14:7).
¿Hasta cuándo? La pregunta introducida por la frase 'actmatay apa-
rece 29 veces en el AT. Siempre pregunta por el fin de un período (Ex
10:3,7; Nm 14:27; 1 S 1:14; 16:1; Sal 80:4; 82:2). No manifiesta tanto el
deseo de saber la longitud de un período definido, sino más bien pregunta:
"¿Hasta cuándo seguirás haciendo lo que hasta ahora haces?" 3 En este
caso, como en Daniel 8:13, la preocupación no es la cantidad de tiempo
en sí (aunque es importante porque se da una cantidad, 8:14; 12:7), sino
la culminación de la actividad a la cual se alude (8:13, "la visión"; y 12:6,
"estas maravillas").
Fin. Una vez más el término "fin" (qes, ver com. 11:40) recuerda que
la preocupación en este pasaje tiene que ver con los eventos finales, el
fin de las "maravillas" que acaba de anunciar Gabriel.
Estas maravillas. El vocablo pele' describe los actos redentores de

3
Pfandl, The Time ofthe End, 253.
Daniel 12:4-12: El Sellamiento del Libro y las Inquietudes del Profeta • 213

Dios (Éx 15:11; Is 25:1), su nombre (Is 9:6) y su testimonio (Sal 119:129).
Excepciones a este sentido aparecen en Lamentaciones 1:9, donde se des-
cribe la caída de Jerusalén como "sorprendente", e Isaías 29:14, donde el
castigo sobre Israel es considerado "una obra maravillosa".
Las "maravillas" de 12:6 deben referirse a lo descrito anteriormente
en 11:2b al 12:3, donde las dos únicas intervenciones salvíficas de Dios
se hallan en 11:34 ("serán ayudados de pequeño socorro") y en 12:1 (Mi-
guel se levanta y libera a su pueblo). 4 Sin embargo, la historia es contro-
lada por Dios (11:27, 35); El "pone y quita reyes" (2:21). Pareciera ser
entonces, que pele' abarca todos los actos de Dios. Pero según Daniel,
también señala a las obras del poder blasfemo. "La palabra pala' aparece
en Daniel 11:36, donde se refiere a las blasfemias pronunciadas por el rey
del norte. Daniel 8:24 la emplea cuando habla del cuerno pequeño que
destruye causando 'grandes ruinas' (pala')".5 Esto conecta 12:6 con Da-
niel 8 y 11. Recuerda que la pregunta es motivada por la ansiedad de ver
el fin de los enemigos de Dios.
Estas "maravillas" alcanzan" hasta el final (qes) de los "tiempos,
tiempo y medio tiempo" (12:7) cuando el libro será abierto en "el tiempo
del fin (qes)" (12:7).

12:7
Y alzó su derecha e izquierda. El acto de levantar ambos manos
hacia el cielo apunta a un solemne juramento como no se menciona otra
vez en el AT. "Los eruditos han debatido el significado de alzar las dos
manos en vez de una, como consistentemente se hace en los votos (por ej.
Éx 6:8; Nm 14:30; Ez 20:5-6; Ps 106:26). El único otro caso en el cual el
verbo rüm es usado durante un voto se halla en Génesis 14:22.... El uso
del plural en Daniel 12:7 permanece enigmático y ha guiado a diferentes
interpretaciones. La más común es considerar el uso de ambas manos
como énfasis de la solemnidad del voto". 6 De todas maneras esta idea
haría ver los otros juramentos como menos solemnes. Quizás era un cos-
tumbre única en los días de Daniel. 7

"Pfandl recuerda que la expresión pele' no aparece en el capítulo 12, refutando la


propuesta de S. Núñez quien sugiere que las maravillas se refieren a los eventos fina-
les. Pfandl, "Further on the Times Prophecies of Daniel 12", Reflections 35 (julio
2011): 13,14.
5
Gerhard Pfandl, Daniel. Vidente de Babilonia (Buenos Aires: ACES, 2004), 115.
«Rodríguez, "Dan 12", 25,26.
7bíd.
214 • Dios Defiende a su Pueblo

Juró. En Génesis 15:13-21, Dios juró a Abrahán que la tierra de Ca-


naán sería para sus descendientes, si bien pasarían 400 años en esclavi-
tud antes de cumplirse la promesa (vers. 13). La promesa se repitió en
(Gn 24:9; Ex 13:11, 15; Dt 9:35, 30:20; Jos 5:6). También juró que no
entregaría la tierra a los rebeldes que viajaban hacia la tierra prometida
(Nm 32:10; Dt 1:34) y que Moisés no entraría en esa posesión (Dt 4:21).
En este pasaje las circunstancias son parecidas, pero el contexto del
juramento es diferente. El Señor prometió reunir a su pueblo disperso al
final de un período de tiempo de opresión (1.260 años), y después todo lo
anunciado sería cumplido.
El que vive. Hebreos 6:13 declara: "Porque cuando Dios hizo la pro-
mesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo".
Aquí es Jesús quien jura en el nombre de Dios. Se podría pensar que el
Señor es menor que el Padre, pero Hebreos 6:13 declara que Dios juró
"por sí mismo". Cristo hace aquí lo mismo, como Dios que es. Cuando
habló como humano, reconocía como tal que tenía limitaciones (Mt
24:36; Jn 5:22) y estaba subordinado al Padre (Jn 3:17; 5:30; 8:28, 29).
En esta ocasión, Jesús, como líder de las huestes celestiales, jura en nom-
bre del "que vive por siempre" (Dn 12:7).
Cuatro elementos conectan este juramento con Apocalipsis 10:
1. Cristo hace el juramento y es presentado como un ángel (Ap 10:1,
"ángel fuerte", véase Éx 3:1-6; "envuelto en una nube", Dn 7:9,10;
Sal 104:3; Ez 1:4; "el arco iris sobre su cabeza", Ez 1:26-28; "ros-
tro como el sol", Mt 17:2; Mal 4:2; "sus pies como columna de
fuego", Éx 13:21; Ez 1:27). Aquí en Daniel 10-12, Jesús es pre-
sentado como Miguel (véase com. 10:13,21), el líder de las hues-
tes celestiales.
2. Se hace un juramento "por el que vive por los siglos de los siglos"
(Ap 10:6), al igual que en Daniel 12:7. En Apocalipsis se añade
"que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas
que están en ella, y el mar y las cosas que están en él".
Estas dos primeras características confirman las siguientes dos:
3. "El tiempo no sería más" (Ap 10:6), alusión clara a "tiempo, tiem-
pos y medio tiempo" de Daniel 12:7. En Daniel se anuncia el pe-
ríodo de espera para que "se acabe la dispersión del poder del
pueblo santo" mientras que en Apocalipsis "el misterio de Dios se
consumará" (10:7), porque el tiempo ya se completó. Y añade:
"Como él anunció a sus siervos los profetas", entre ellos, sin duda
alguna, Daniel.
Daniel 12:4-12: El Sellamiento del Libro y las Inquietudes del Profeta • 215

4. Este Ángel "tenía en su mano un librito abierto" (Ap 10:2). Mien-


tras que se declaró que el rollo de Daniel estaba sellado (12:4, 9),
en Apocalipsis 10 aparece abierto, en la culminación del tiempo
del fin (ver com. Dn 12:7; 11:40).
Por lo tanto, el acto de comer el librito (Ap 10:8-10) es un anuncio
profético que al final de los tres años y medio escatológicos, o sea alre-
dedor de 1798, muchos asimilarían (véase Jer 15:16; Jn 6:52-58) el libro
de Daniel, y su conocimiento aumentaría (Dn 12:4). La profecía de Apo-
calipsis anuncia un chasco amargo al digerirlo (10:10) y una invitación a
profetizar de nuevo (10:11). No hay duda alguna que al compararla con
los eventos históricos, esta profecía apunta al chasco millerita de donde
nacería el movimiento adventista del séptimo día que debe proclamar el
mensaje final (Ap 14:6-12) "a muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes"
(10:11).
Finalmente, nótese que Daniel 12:7 predice que acabaría la disper-
sión del pueblo santo. En ambos pasajes se proclama el surgimiento de un
renovado pueblo de Dios para los días finales.
Por. La preposición le debe ser traducida "por" y no "después" como
algunos lo sugieren. Este cambio afectaría el sentido de la profecía y su
aplicación.
Este pasaje responde a la pregunta hecha en el versículo anterior:
"¿Hasta cuándo ('adrmatay) será el fin de estas maravillas?" Es una pre-
gunta común en el ámbito bíblico (véase com. 12:6), cuya respuesta re-
gular es "hasta" y no "después de" (Dn 8:14).
La expresión lémd'ed es entendida en 11:35 como "hasta el tiempo
señalado" o "por el tiempo señalado". Quiere decir que aquí en 12:7 debe
entenderse que las maravillas se extenderán hasta el tiempo señalado,
1.260 años, y no después de este período. Daniel 7:25 presenta que este
tiempo "ya alcanzó su cumplimiento". Pfandl agrega: "Desde que la dis-
persión del poder del pueblo santo, que dura por tres tiempos y medio, pa-
rece ser temáticamente el mismo de la persecución de los santos en 7:25,
el cual también dura por tres tiempos y medio, es difícil ver porque la pre-
posición le en Daniel 12:7 debe ser traducida 'después' en vez de 'por' ".8
Tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo. Debe reconocerse en pri-
mer lugar que "tiempo" equivale a "año". El término mo'ed, es el equi-
valente de 'iddan (arameo, 7:25), que frecuentemente se traduce como
"tiempo". En Daniel 4:13,20,22,29 evidentemente significa "años". La
8
Pfandl, "Further on the Time Prophecies of Daniel 12", 13.
216 • Dios Defiende a su Pueblo

LXX traduce el vocablo al griego como "año". En Génesis 17:21; 18:14


y 2 Reyes 4:16, 17 md'ed designa un período de tiempo que se repite en
un año. Además Daniel 7:25 y 12:7 tienen estrecha conexión con otras ex-
presiones, lo que sugiere que son similares y por lo tanto su contenido
numérico sería el mismo: "mil doscientos sesenta días" (Ap 11:3; 12:6);
"tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo" (Ap 12:14); "cuarenta y dos
meses" (Ap 11:2; 13:5).
Este mismo argumento propone claramente que el "tiempo" equivale
a un año de 360 días (1.260 : 360 = 3 Vi años; o bien, 42 meses : 360 = 3
Vi años). Por esto se deduce que los meses son de 30 días cada uno.
En los tiempos bíblicos, en especial en Palestina y Mesopotamia, se
usaban los meses lunares (de 28 ó 29 días) y para ajustarlo con el ciclo
solar se le añadía un mes adicional durante siete años distintos en un pe-
ríodo de 19 años. Aún así, la Biblia contiene el registro de un año de 360
días con 30 días cada mes. Es el registro del año del diluvio. Analice este
cuadro basado en el Génesis:
Daniel 12:4-12: El Sellamiento del Libro y las Inquietudes del Profeta • 217

Si se cuenta desde el momento cuando se inicia el diluvio, en el día


17 del segundo mes del año 600 de la vida de Noé, hasta el día 16, un
año después (nótese que son once días antes de que Noé saliera del arca),
le dará 360 días. En conclusión, el año del diluvio es de 360 días.
Como se comenta en relación con 12:11, el período histórico señalado
por esta profecía tan importante se cumple a partir del año 538 d.C.,
cuando la última tribu arriana fue expulsada de Roma, lo que permitió al
poder papal tomar el dominio civil y político de la ciudad. Esta mezcla de
poder político-religioso recibió un golpe casi mortal en 1798, cuando el
papa de esos días, Pío VI, fue sacado de Roma y murió cautivo en Fran-
cia (véase reflexiones al final del capítulo).
Acabe. El verbo kalah significa "completar, terminar, culminar", como
cuando el Hacedor culminó la Creación (Gn 2:1), Noé la ventana del arca
(Gn 6:16) o Moisés terminó el tabernáculo (Éx 40:33). Puede también alu-
dir al término de un período de tiempo (Ez 4:6; Sal 90:9). El hecho de que
el verbo esté en la forma hebrea qal imperfecto no necesariamente se debe
traducir en futuro, sugiriendo que el evento mencionado debe suceder en el
tiempo del fin. "El hebreo imperfecto indica que la acción del verbo es per-
cibida como siendo incompleta al momento que el autor está escribiendo y
consecuentemente puede ser traducida en futuro o presente".9
En otras palabras, cuando se completó la dispersión o "destrucción"
del pueblo santo en 1798, se inició un período de libertad como no lo
había conocido la humanidad en ningún momento anterior. La sintaxis
hebrea permite entender esta última frase como simultánea con el fin de
las "maravillas" que concluyen con los 1.260 años. 10 Además, en esos
días, el poder papal se quedaba sin su dominio sobre el poder civil y por
lo tanto terminaba la persecución contra los disidentes.
Dispersión. El vocablo napas debe entenderse como "dispersar" (1 S
13:11; Is 11:12; 33:3) o "quebrantar" (Jer 13:14; 22:28; 51:20-23; Sal
2:9), "romper" (Jue 7:9; Jer 48:12), "pulverizar" (Is 27:9). La expresión
apunta a los 1.260 años (Dn 7:25) cuando el pueblo de Dios sufrió per-
secución, fue quebrantado y dispersado, pero ahora es reivindicado en el
juicio celestial (Dn 7:26,27).
Poder. Aquí aparece yad, literalmente, "mano". Su uso metafórico se
refiere a "poder", frecuentemente el de Dios (2 Cr 30:12; Esd 7:9; 8:18; Job
19:21; Sal 10:12), refiriéndose a veces a sus actos poderosos (Éx 14:31) o a
su poder creador (Sal 19:1; Is 48:13) o a sus juicios (Is 19:16; Zac 2:9).

'Rodríguez, "Dan 12", 30.


m
Ibíd., 30,31.
218 • Dios Defiende a su Pueblo

Pueblo santo. Es interesante notar que aunque aquí se hace referen-


cia a un grupo de personas, "el pueblo santo", se usa un sustantivo co-
lectivo impersonal (véase en com. 11:28 el término qodes). El pueblo
(véase com. 11:32b) es ahora llamado "santo" en el contexto de la perse-
cución, recordando la expresión "los santos del Altísimo" (7:22, 25, 27)
en un mismo contexto de tribulación.
Estas dos expresiones, "pueblo santo" y "santos del Altísimo" apun-
tan al pueblo de Dios en dos circunstancias especiales de la escatología
de Daniel 7. La primera es la persecución o gran tribulación que sufren
los hijos de Dios (Dn 7:21,25), idea que se repite con el mismo vocablo
"santos" en Daniel 8:24, junto con la designación de "pueblo" (véase Dn
12:7). Esta persecución se extendería por "tiempo, tiempos y la mitad de
un tiempo". Por lo tanto, la iglesia no se debe extrañar de que tiene que
sufrir persecución, ya que ella forma parte de su experiencia en este pla-
neta. Además conlleva la idea de que la tribulación expone la santidad de
los hijos de Dios y los acerca de manera especial al Altísimo. Como se
mencionó, la santidad no es intrínseca al ser humano y las pruebas no
producen santidad en los fieles mártires, sino que es un don del Espíritu
por el cual la persona glorifica el nombre de Dios.
El otro evento escatológico donde se emplea la expresión los "santos
del Altísimo" es cuando se entrega el "reino, y el dominio y la majestad
de los reinos debajo de todo el cielo... al pueblo de los santos del Altí-
simo" (Dn 7:27). La esperanza de la justicia divina para con sus hijos fie-
les halla su culminación en el triunfo del bien al final del conflicto. Esta
recompensa es disfrutada en "solidaridad o comunidad de intereses y pri-
vilegios" con "uno como un hijo de hombre" (Dn 7:13) al final de la his-
toria humana.
Se cumplirá. La pregunta del versículo 6 era cuándo se realizarían
todas las maravillas de la liberación mencionadas en la profecía, en es-
pecial los últimos actos finales. Esto se realizaría al final de los 1.260
años cuando el pueblo de Dios se reúna en uno solo, libre de persecu-
ción. Apocalipsis 7 recuerda que los cuatro ángeles que detienen "los
cuatro vientos de la tierra" (7:1) podrían soltarlos cuando los siervos de
Dios fuesen sellados en sus frentes (7:3). El pasaje señala que en los
días finales el Señor reunirá como uno solo a sus hijos fieles. Cuando
esto acontezca "será el fin de estas maravillas" (Dn 12:6). Esto indica
que este remanente fiel tiene la tarea de reunir alrededor de la cruz y del
triple mensaje angélico de Apocalipsis 14:6-12 a todos los fieles de los
últimos tiempos.
Daniel 12:4-12: El Sellamiento del Libro y las Inquietudes del Profeta • 219

12:8
Escuché mas no entendí. Literalmente "yo escuché por mí mismo".
¡Cuántas veces sucede de esta manera! Escuchamos un mensaje pero no
lo entendemos. Aún el profeta no comprendía todo lo que escuchaba.
Tanta información y tantos eventos portentosos que se le anunciaban ex-
cedían la capacidad de comprensión del profeta. Su incomprensión no re-
sidía en la desidia o el descuido, como suele suceder con nosotros. Como
estudiamos con anterioridad (véase com. 10:11), el verbo bin encierra un
conocimiento especial de la profecía, realidad que Daniel no tenía claro
con todo lo que se le había mostrado en los capítulos 11 y 12.
¿Cuál? La pregunta puede sonar muy parecida a la que hizo el ángel
anteriormente (12:6). Pero el ser celestial preguntó ¿cuándo? (matay, pre-
gunta temporal). Ahora el ansioso profeta, deseando más comprensión y
claridad, pregunta mah (¿qué?, ¿cómo?).
La pregunta podría entenderse: ¿Cómo será el fin de estas cosas? La
NVI traduce más libremente: "Señor, ¿en qué va a parar todo esto?" La
RV 1909 lo vierte: "¿Qué será el cumplimiento de estas cosas?" La in-
quietud va dirigida a saber en qué terminará todo lo relacionado a las "ma-
ravillas" (12:6). La actitud de Daniel es muy nuestra. Cuántos cristianos
preguntan más detalles acerca del fin y cuántas veces en las iglesias se po-
lemiza en cuanto al orden, la importancia y las minucias de cada aconte-
cimiento escatológico. Estas discusiones muchas veces conducen al
partidismo y a las especulaciones. Muy apropiada para estos alborotado-
res es la respuesta dada a Daniel: "Anda, vete" (12:9, ver com.).
Aún así es válida la pregunta cuando se hace, como en el caso de Da-
niel, movido por el anhelo expectante de ver el rostro de Jesús y el fin
del sufrimiento en nuestro planeta.
El fin. Este término, qes, ya estudiado (11:40; 12:4,6), recuerda que
la ansiedad del anciano profeta está centrada en el desenlace de los even-
tos escatológicos.
Estas cosas. Todo lo que se ha presentado en el discurso profético
(11:2b-12:3) y la explicación posterior (12:4,7).

12:9
Ve. Del verbo "ir" y no de "ver"; es decir, "vete" (Gn 12:1), "apár-
tate" (Gn 26:16; Ex 10:28; 32:7), "ve" (Gn 27:9; 37:14; Éx 3:16; Nm
22:20; 2 S 7:5), "anda" (Éx 4:27).
La expresión podría entenderse como una invitación cariñosa que su-
giere al profeta que no pregunte más. Pero bien puede entenderse, a la
220 • Dios Defiende a su Pueblo

luz de los otros usos bíblicos, más como una orden para que no pregun-
tara más y una indicación de que su obra estaba concluida, por lo tanto,
su muerte estaba cercana (véase com. 12:13, "tú irás", la misma expresión
en hebreo, leké).
Cerradas y selladas. Se repiten los mismos verbos hebreos usados en
12:4. Y ante la pregunta de Daniel, lo que el Señor le recalca es que ya se
dijo lo suficiente y no se agregará nada más. El Señor en su infinita sabi-
duría sabe hasta dónde revelar sus designios, lo suficiente como para que
nosotros los estudiemos, investiguemos y profundicemos. Esta experien-
cia enriquecerá nuestra vida espiritual. Si él hubiese explicado todo, no
solo no investigaríamos, sino quizás nos desanimaríamos con la verdad
revelada o no alcanzaríamos a comprender todo.
Tiempo del fin. Nuevamente parece referirse a 11:35, 40. Las ver-
dades reveladas serían comprendidas en el período previo a la resurrec-
ción escatológica (12:2). No era el tiempo para que Daniel las entendiese.
Ya llegaría el momento, hacia la época final de la historia, en que habría
más luz y comprensión. Ese momento es hoy.

12:10
Muchos. Una vez más la expresión "muchos" en alusión a aquellos
que se han unido al pueblo de Dios (véase 11:33,44; 12:3,4 y comenta-
rios sobre estos pasajes).
Purificados, emblanquecidos y refinados. Son los mismos verbos
usados en 11:35 (véase comentario allí), solo que en un orden distinto
(.barar, laban, sarap). En 11:35 aparecen en el contexto de los mártires de
la Edad Media y la Reforma que dieron su vida por la fe que profesaban.
Aquí están en el contexto de los eventos finales, lo que es una evidencia
más que habrá una crisis que el pueblo de Dios enfrentará y en la cual es
probable que muchos vayan a morir.
Los dos primeros verbos están en forma reflexiva ("se purificarán" y
"se emblanquecerán") y el último en forma pasiva ("serán refinados").
Este pasaje no está hablando de justificación por obras ni perfeccionismo
en los últimos días, pero sí es claro que habrá una obra de reforma en la
vida de aquellos que vivan en el fin del tiempo del fin.
Rodríguez encuentra un paralelismo en esta sección que permite en-
tender la contraposición de dos grupos: los impíos o malvados, y por otro
lado, los "muchos" que son equiparados con los "los sabios" (véase 12:3). n

"Rodríguez, Ibíd., 36.


Daniel 12:4-12: El Sellamiento del Libro y las Inquietudes del Profeta • 221

Al Y muchos serán purificados, y emblanquecidos y refinados.


B1 Pero los impíos serán malvados
B2 y [los impíos] no entenderán,
A2 pero los sabios entenderán.

Impíos. Una expresión redundante con el verbo rasa', "actuarán im-


píamente los impíos", que indica la maldad extrema de los pecadores
hacia el final de la historia. Como aquí, en Salmos se coloca a los impíos
como diametralmente opuestos a los justos (Sal 37:28; 145:20; 32:10;
68:2; 34:21). El impío es descrito sin Dios en sus pensamientos (10:4) ni
el temor de YHWH en sus ojos (36:1). Es enemigo del Señor (37:20), lo
odia (68:1,2); además, oprime al pobre (10:2; 37:14; 82:4; 94:3-6).
Estos pasajes del libro de Salmos encuentran su paralelo en Apoca-
lipsis 22:11, donde se sugiere que en los momentos finales solo habrán
dos grupos claramente delineados: los leales al Señor y quienes se han
hundido sin remedio en el pecado.
No entenderán. De las muchas características del malvado del
tiempo del fin, se destaca su falta de comprensión de las verdades pre-
sentadas en esta visión. No tienen ese entendimiento (heb. bin) que re-
quiere el estudio de estas profecías (véase 8:16, 17; 9:23; 10:1, 11, 12,
14; 11:30; 12:8). No debe sorprendernos, entonces, que a muchos en la ac-
tualidad les cueste captar estas verdades y por lo tanto las rechacen. De-
biéramos estar preparados para recibir muchas veces la incomprensión y
la burla por nuestras convicciones proféticas.
Los sabios. Nuevamente se hace una conexión con 11:35 (ver com.)
al mencionar a los sabios, hammasékkilim. Son aquellos que fueron fie-
les portaantorchas y proclamaron la verdad en la Edad Oscura. Estos es-
tudiosos son los fieles que, en contraposición a los impíos, comprenden
las visiones del libro de Daniel. Lo que el profeta no entendió en ese ins-
tante, los sabios lo comprenderán en el tiempo del fin. Se han interiori-
zado de los principios allí develados. Es claro que el dominio, más que
intelectual, de las profecías es un requisito para sobrevivir los días fina-
les. Por eso se promete que "los sabios brillarán como el resplandor de la
expansión" (12:3).
¿Cuándo serán estos eventos? El refinamiento del pueblo de Dios ocu-
rre a través de la historia y no solo en los días finales (véase 11:35 donde
se utilizan los mismos verbos hebreos aquí citados). La comprensión de
las profecías de Daniel ocurriría alrededor del fin de los 1.260 años (ver
com. 12:4, 6). En otras palabras, esta promesa se desarrolla antes y a lo
222 • Dios Defiende a su Pueblo

largo del tiempo del fin, y no exclusivamente al final de éste. Lo mismo


sucede con la incomprensión profética por parte de los malvados.

12:11
Y desde el tiempo. La frase adverbial ume'et , literalmente "y del
tiempo", con el sujeto tamid y la clausula infinitiva con el sujeto shiqqus
("abominación") marca el inicio de los 1.290 días.12 No aparece la pre-
posición "hasta" como sugieren las versiones RV 60, RV 1909 y RV 1995.
La NVI, la CAB y la LBA no siguen esta propuesta. El agregar "hasta"
da la idea de que el continuo se quita al inicio del período y luego viene
la abominación. Smith usa esta idea para proponer que cuando el paga-
nismo sea quitado entonces se establece la abominación desoladora. 13 La
preposición min en su uso temporal puede señalar el punto de inicio de un
período (Lv 27:17,18), como sucede también en este texto.14 Por lo tanto
es preferible la traducción que ofrecen NVI y la CAB: "a partir del mo-
mento".
Deben comprenderse, entonces, como dos acciones continuas y pa-
ralelas: se quita el continuo y se coloca la abominación desoladora. Este
sacrilegio dura 1.290 días.
La forma en que es introducida esta profecía sugiere que el profeta co-
noce el trasfondo de la misma (véase Dn 8:11-12; 11:31).
Que sea quitado. El verbo sur está en este pasaje en una conjuga-
ción particular hebrea (hofal) que se halla solamente aquí y que aparece
en 11:31 en forma diferente (hifil), mostrando más una conexión que un
mismo acontecimiento. Se entiende como "ser removido", como la gro-
sura del sacrificio de paz es quitada en la ofrenda (Lv 4:31), denotando
un contexto cúltico (véase com. 11:31). Designa una separación moral y
espiritual de Dios.15
El continuo. En 11:31 se explica esta expresión. Además se recuerda,
que al igual que en aquel texto y en 8:11-13, el término aparece solo, por
lo que debe traducirse como "continuo". Representa todo el plan de re-
dención de la humanidad hecho en la cruz y confirmado en el ministerio
sumo sacerdotal de Cristo en el santuario celestial.
Sea dada. Literalmente "para poner", usando el mismo verbo que
12
Pfandl, The Time of the End, 234.
13
Smith, 224-228.
"Bruce K. Waltke y M. O'Connor, An Introduction to Biblical Hebrew Syntax (Wi-
nona Lake: Eisenbrauns, 1990), 212,213.
15
J. A. Thompson and Elmer A. Martens, "sür" en NIDOTTE, 3:238-239.
Daniel 12:4-12: El Sellamiento del Libro y las Inquietudes del Profeta • 223

aparece en 11:31, y confirmando la unicidad de ambos pasajes. En algu-


nas ocasiones esta expresión se asocia con idolatría (Lev 26:1).
Abominación desoladora. La explicación de este término aparece
en el comentario de Daniel 11:31. Los dos pasajes hablan del mismo acon-
tecimiento, con la diferencia de que aquí se presenta un período de tiempo
asociado con el cumplimiento de este evento.
Mil doscientos noventa días. Literalmente "días mil doscientos y
noventa". No aparece ningún verbo que una la oración, pero se deduce
"habrá" (RV 60; LBA; RV 1909), "transcurrirán" (NVI), "pasarán"
(CAB).
Por las conexiones con 11:31 señaladas con anterioridad, es claro que
este evento se ubica en el transcurso de los siglos desde el surgimiento del
poder papal hasta un momento en que el continuo es restaurado (véase
"Una nueva propuesta en el mundo adventista" en la sección "Reflexio-
nes para nuestros días" para encontrar otros argumentos). La pregunta es:
"Específicamente, ¿cuándo se inicia este período profético y cuándo cul-
mina?" El texto coloca el énfasis en el inicio del período profético, así
que debemos buscar la respuesta en la historia misma.
La respuesta más clara hasta hoy es que el período se inicia en 508 y
culmina en 1798, al igual que la profecía de los 1.260 años. Se entiende
así por las siguientes razones: (1) la cercanía con esta profecía (12:7); (2)
la diferencia de los 30 años entre ambos períodos se coloca al principio
como preámbulo del establecimiento de la abominación; (3) el 508 es una
fecha clave porque en ella ocurren eventos tales como "la conversión de
Clodoveo, rey de los francos, y la victoria sobre los godos, un importante
paso en el establecimiento de la Iglesia Católica en el Occidente". 16 Los
francos fueron el primer poder político no romano que dio apoyo militar
al obispo de Roma en un momento crítico en que estaba rodeado de pue-
blos arríanos y sin la ayuda del Imperio, desaparecido ya de la escena
mundial, al menos en Occidente. De allí en adelante Francia siempre ju-
garía, hasta la Era Moderna, ese papel clave con respecto al papado.
Como señala Alomía, Clodoveo "inició la primera alianza estatal con el
papado para la primera 'cruzada' contra los herejes arríanos". 17
Algunos autores prefieren no establecer un cumplimiento preciso para
esta profecía y la siguiente y sugieren esperar nuevos indicios que per-

16
"Mil doscientos noventa días" (Dn 12:11), CBA, 4:906.
17
Alomía, 462. Véase Rodríguez, "Dan 12", 49-51 para más detalles acerca del co-
mienzo y papel de los francos en la historia del papado.
224 • Dios Defiende a su Pueblo

mitán una comprensión más clara.18 Aún así se pueden reunir las si-
guientes evidencias para interpretar las dos profecías:
• La fraseología en 12:11 tiene una íntima conexión con 11:31, lo que
indicaría que es el mismo acontecimiento, que no hace falta buscar
una interpretación independiente.
• Ambas profecías, 1.290 días y 1.335 días, están relacionadas entre
sí, y la interpretación de una debe estar vinculada con la otra.

12:12
Feliz. La expresión ashere, "feliz, bienaventurado", se usa 34 veces en
el AT. A excepción de 1 Reyes 10:8 y 2 Crónicas 9:7, donde la reina de
Seba bendice a los siervos de Salomón por estar cerca del sabio monarca,
el resto de "bienaventuranzas" son dadas para aquellos que temen a YHWH
y le obedecen (Job 5:17; Is 30:18; 56:2; Sal 1:1; 32:2; 64:9; 84:5, 6, etc.).
Apocalipsis contiene siete bienaventuranzas (1:3; 14:13; 16:15; 19:9;
20:6; 22:7,14). Daniel solo ésta; su ubicación en la culminación del libro
muestra su importancia. Es la bendición para aquellos "sabios" (12:10)
que se han preocupado por entender la profecía.
Espera. Puesto que es participio, debe traducirse como "el que es-
pera", o bien, "el que es paciente". Recuerda una de las bienaventuranzas
del último libro de la Biblia: "Bienaventurado el que vela y guarda" (Ap
16:15), que a su vez alude a "la paciencia de los santos" (Ap 14:12). "El
texto declara implícitamente que aquellos quienes pacientemente espera-
ron por el cumplimiento de la promesa divina de salvación son de hecho
felices porque no fallará (Hab 2:3)".19 En este caso, apunta a aquellos que,
entre los millones que esperaron el término de la persecución y el juicio
al poder opresor (Ap 6:9), alcanzaron a llegar al tiempo del fin, época en
que se inicia el juicio de la bestia (Dn 7:26). Es una promesa muy opor-
tuna para quienes han vivido en el tiempo del fin.
Alcance. Entre las acepciones del verbo naga' está la de llegar a una
circunstancia específica, como Ester lo hizo al trono de Persia (Est 4:14).
Similarmente a la reina, quienes alcancen el período señalado por la pro-
fecía, llegan con un propósito claro.
Mil trescientos treinta y cinco días. Literalmente: "a días mil tres-
cientos treinta y cinco". La profecía en sí no establece ningún aconteci-
miento al final de la misma, solo que habrá un motivo de gozo para el
I8
Maxwell, El misterio del futuro revelado, 304; "Mil doscientos noventa días" (Dn
12:11), CBA, 4:906.
"Rodríguez, "Dan 12", 48.
Daniel 12:4-12: El Sellamiento del Libro y las Inquietudes del Profeta • 225

pueblo de Dios al final de este período. Se cierra esta sección y el libro


en sí con una nota positiva y de esperanza.
Este pasaje ha sido interpretado como extendiéndose del 508 al 1843.
Esta interpretación se debe a la cercanía con la profecía anterior, por lo
cual se toma su mismo inicio. Además "se puede esperar que el período
profético que se menciona seguidamente continúe más allá del fin de los
1.290 días".20 El Señor estaría considerando "bienaventurados" a quie-
nes llegaran a 1843 (Guillermo Miller ubicó la culminación de la profe-
cía de los 2.300 días de Daniel 8:14 entre marzo de 1843 y marzo de
1844), porque participarían del movimiento millerita en su climax y vi-
virían el momento feliz del comienzo del juicio investigador, el momento
de la purificación del santuario.

Reflexión para nuestros días


La validez de la interpretación de los 1.260 años (538-1798). Ha
sido aceptado generalmente entre los historicistas que los 1.260 días pro-
féticos de Daniel 7:25 ("tiempo, tiempos y medio tiempo") se inician en
el año 538 con la expulsión de los ostrogodos de la ciudad de Roma y la
puesta en práctica del edicto del emperador Justiniano del año 533, y cul-
minan en 1798 con la cautividad y la muerte del papa Pío VI, por parte
del Directorio francés.
En la actualidad se ha empezado a cuestionar estas fechas, sembrando
incertidumbre en el corazón. Sin entrar en detalles por razones de espa-
cio, se puede argumentar a favor de la postura tradicional:
A. La importancia de los eventos históricos. No son cosa menuda
estas fechas. Desde el 476, cuando fue destronado el último em-
perador romano, el dominio de la ciudad de Roma quedó en manos
de poderes arríanos, contrarios a la fe católica. El obispo romano
moraba en medio de poderes civiles enemigos y sus anhelos de su-
premacía política se veían truncados. En 533 se dio un decreto
imperial, entregándole el dominio civil y el espiritual. Este decreto
se hizo efectivo en el 538. El querer minimizar estos eventos es
cerrar los ojos a la trascendencia de los mismos.
B. Las fechas como hitos en la historia. Al confirmar los hechos his-
tóricos que hacen de estas fechas momentos claves de la historia
papal, se debe recordar que aunque los historiadores colocan cier-
tos eventos para marcar el comienzo o fin de un período, los cam-

20
"Espere" (Dn 12:12), CBA, 4:906; véase Shea. Daniel 276.277.
226 • Dios Defiende a su Pueblo

bios son más lentos en la realidad histórica. Por ejemplo, tradicio-


nalmente se ha colocado el año 476 d.C. para indicar el fin del Im-
perio Romano de Occidente, porque en ese año fue quitado el
último emperador romano. Pero sabemos que la caída del impe-
rio fue un proceso de más de un siglo, como ya se estudió (véase
com. 11:22). Lo mismo puede decirse de la caída de Constantino-
pla en el 1453, que se considera que ocurrió el fin del Imperio Ro-
mano de Oriente. En esta fecha los turcos se apoderaron de la
ciudad, pero el Imperio Romano que entonces acabó no era el
mismo imperio de tiempos de Justiniano, en el siglo VI d.C. A tra-
vés de los siglos el Imperio se había ido modificando en lo cultu-
ral, religioso y territorial. Así hay muchos más ejemplos en la
historia.
Al colocar las fechas de 538 y 1798, establecemos que fueron
momentos paradigmáticos en las profecías, pero igual reconoce-
mos que la gestación de un poder perseguidor y con una doble cara
de dominio político y religioso no sucedió de un día para otro.
Hubo tanto un período de gestación antes, durante y después del
538, como de igual forma hubo todo un proceso de decaimiento en
la culminación del papado en 1798.
C. La envergadura del dominio papal. El que "los santos del Altí-
simo" hayan quedado "bajo su poder" (Dn 7:25, NIV), no significa
que ese dominio fue completo y parejo a través de los 1.260 años
profetizados. Pensar eso no es correcto.
El 538 no fue el inicio efectivo del predominio papal en toda
Europa, ni en todo el mundo. Todo el siglo VI fue una lucha cons-
tante contra las tribus bárbaras. Siguieron los ostrogodos y luego
los lombardos por el norte. Pero el dominio de Roma siguió en
manos de los papas de la época.
Un repaso de la historia de la Edad Media nos mostrará que
hubo un vaivén en el afán por el predominio por parte de la Igle-
sia y los monarcas de turno de las distintas regiones de Europa.
Hubo momentos de clara imposición de los deseos papales como
con Nicolás II, Gregorio VII e Inocencio III (véase com. 11:26),
pero también hubo tiempos de ventaja del poder temporal como
con Carlomagno y Otón I y sus sucesores. También hubo muchos
momentos de luchas e intrigas. Lo que sí es cierto es que la Igle-
sia jugó un papel preponderante a través de los siglos y hasta nues-
tros días, pero ahora en forma disminuida y más disimulada.
Daniel 12:4-12: El Sellamiento del Libro y las Inquietudes del Profeta • 227

Finalmente la profecía señalaba que Dios intervendría en favor de su


pueblo (ver com. 11:34) para apaciguar la persecución. Jesús anunció
que "aquellos días serán acortados" (Mt 24:22).
Lo que debemos y lo que no debemos saber. "Las cosas secretas
pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y
para nuestros hijos para siempre" (Dt 29:29). La actitud de Daniel de que-
rer conocer más detalles del fin y tener una mejor comprensión de la pro-
fecía es muy humana. Es una actitud positiva, porque todos nosotros
debiéramos indagar de mejor manera los eventos finales. De hecho, este
libro es reflejo de esa inquietud. Sin embargo, esta investigación debe ha-
cerse dentro de los principios bíblicos y con un reconocimiento de las li-
mitaciones humanas.
Pero el estudio puede ser negativo también cuando discutimos minu-
cias que las Escrituras no revelan; cuando dogmatizamos interpretaciones
personales de detalles no revelados o apenas sugeridos en la profecía y
condenamos a quienes no concuerden con nosotros. Así se causa confu-
sión y división en la congregación por ver un árbol y olvidar el bosque es-
catológico completo; así se causa segregación en el pueblo militante por
interpretaciones caprichosas.
Una obra de reforma y reavivamiento. Daniel 12:10 debiera ser
un santo y seña del pueblo de Dios. Deberían predicarse desde los púl-
pitos y enseñarse en los hogares y las escuelas cristianas el anhelo de
santidad y el deseo de abandonar el pecado. Esto no debería hacerse con
tono legalista ni condenatorio, sino como una obra del amor de Cristo en
nuestros corazones y a la luz de los solemnes acontecimientos que están
por delante.
Tristemente, algunas veces lo que escuchamos y vemos en la iglesia
son sermones livianos. Lo que se escucha a menudo son anécdotas y co-
mentarios, y no la exposición de la Palabra de Dios. El estilo de vida de
muchos que nos llamamos "cristianos" dista mucho todavía de estar "lim-
pio", "purificado" y "refinado". La condición laodicense en los días fi-
nales exige comprar oro, vestimenta y colirio del "testigo fiel" (Ap
3:14-22); de otro modo el remanente no podrá estar en pie.
Una nueva propuesta dentro del mundo adventista. En nuestros
días se ha lanzado la propuesta de que estas profecías (los 1.290 y 1.335
días) son literales y se cumplirán en el tiempo del fin. Los argumentos
son los siguientes:
• Estas profecías (12:5-12) se ubican luego que el libro fue sellado
228 • Dios Defiende a su Pueblo

(12:4), y por lo tanto, deberían ser tomadas literalmente y no sim-


bólicamente 21
• El contexto hablaría del tiempo del fin.
• El "continuo" sería el sábado y la "abominación desoladora" sería
el domingo.
• Al mencionar la expresión "días", la cual no es usada en otro lugar
en Daniel, además de estar acompañada con un número ordinal o
cardinal, su significado siempre se entendería literalmente.22
Luego de un complicado cálculo matemático, combinando
eventos escatológicos, especialmente la promulgación de la ley do-
minical, se sabría la fecha de la Segunda Venida. Los 1.290 días li-
terales serían el período reservado para que el pueblo de Dios salga
de las ciudades. Cuando terminen los 1.335 días literales se oirá la
voz de Dios que anuncia "el día y la hora" del regreso de Cristo.
Esta postura, no aceptada de forma general en los ambientes de
investigación dentro del adventismo, es rechazada por los si-
guientes argumentos: 23
• Se basan en una lectura parcial y tendenciosa de los escritos de
Elena de White. 24
• Rompen el paralelismo profético literario del libro de Daniel. Es-
tudiamos en el capítulo uno que las líneas proféticas contienen una
similitud en su estructura (prólogo, profecía, explicación, epílogo).
En el caso de los capítulos 10 al 12, la explicación abarca de 12:4-
12 y el epílogo es 12:13. En otras palabras, esta última parte es
parte integral de la profecía, y no externa a la misma. Además, nó-
tese que en el capítulo 7 la profecía de tiempo está en la explica-
21
Núñez propone a Daniel 12:5-12 como la parte final del libro y por tanto con una
interpretación literal (154-156). Inmediatamente hace un estudio estructural de todo el ca-
pítulo 12 como una sola unidad (157-162). Se nota así una incongruencia entre el bos-
quejo que propone y la propuesta de interpretación del capítulo 12.
22
Núñez, 192. Los detalles de esta postura pueden verse en Marian G. Berry, War-
ning! In the 1260, 1290, 1335 Day Timelines of Daniel 12 (New York: Teach Services,
1990) and Getting ItAll Together in Daniel andRevelation (New York: Teach Services,
1994), 60-81.
23
Véase Alberto Timm, "Los 1290 y los 1335 días de Daniel", Ministerio Adven-
tista, noviembre-diciembre 2003,28-31. Véase también William Shea, "Time Prophecies
of Daniel 12 and Revelation 12-13", Symposium on Revelation- Book I, ed. Frank B.
Holbrook (Silver Spring, Maryland: Biblical Research Institute, 1992), 330-342.
24
En cuanto a este punto y los siguientes véase también Gerhard Pfandl, "Further on
the Time Prophecies of Daniel 12", 12-15.
Daniel 12:4-12: El Sellamiento del Libro y las Inquietudes del Profeta • 229

ción que da el ángel, al igual que en el capítulo 8, donde el tiempo


está fuera de la visión y es parte de una audición (8:13,14). La ex-
plicación del tiempo está en la nueva explicación de Gabriel en
9:24-27. Aceptar esta teoría, por lo tanto, es rechazar el principio
que la Escritura interpreta la Escritura, y que un pasaje es la clave
de otros pasajes. 25
• Hacen creer erradamente que a partir de 12:3 se ha sellado el libro
y por ello los períodos de esta sección son literales.
• El uso de "días" y no "tiempo" (7:25; 12:7) ó "tardes y mañanas"
(8:14), no elimina la posibilidad de interpretarla como simbólicas.
En Apocalipsis 11:3 y 12:6 se usa la expresión "días" y no hay
razón alguna para interpretarla de manera literal.
• Se apoyan en una interpretación no bíblica de la palabra hebrea
tamid, asumiendo que aquí representa el sábado, lo que no tiene
base bíblica.
• Reflejan la interpretación futurista inventada por los jesuítas de la
contrarreforma católica.
• No toman en cuenta las advertencias de Elena de White en contra
del intento de extender el cumplimiento de cualquier profecía de
tiempo más allá de 1844. "He dado testimonio desde el paso del
tiempo en 1844, de que ya no habrá un lapso definido de tiempo
mediante el cual probar al pueblo de Dios. La gran prueba al res-
pecto al tiempo fue en 1843 y 1844; y todos los que han estable-
cido lapsos de tiempo desde aquel gran período marcado en la
profecía, estaban engañando y siendo engañados". 26
En otro lugar agrega que "el Señor me mostró que el tiempo no
ha sido motivo de prueba desde 1844, y que nunca más lo será".27
Posteriormente agregó: "Nunca más habrá para el pueblo de Dios
un mensaje del tiempo basado en el tiempo... El Señor me mostró
que el mensaje debe avanzar, y que no debe depender del tiempo,
porque el tiempo nunca más será una prueba". 28
Rodríguez agrega otros seis argumentos tomados de la lectura del
libro de Daniel: 29 [1] la mención de estos períodos (1.260 días y 1.290

25
Pfandl, Daniel. Vidente de Babilonia, 114.
26
Elena de White, Testimonies for the Church, 1:73.
27
Elena de White, Primeros escritos, 75.
28
Elena de White, Mensajes selectos (Mountain View: PPPA, 1966), 1:188, 191.
29
Rodríguez, "Dan 12", 37-39.
230 • Dios Defiende a su Pueblo

días, 12:11,12) en el contexto del tiempo del fin no significa que se cum-
plan en este período. Como las otras profecías del libro, todas apuntan
hacia los eventos finales; [2] es incorrecto decir que los temas de 12:5-13
son para el fin: el incremento del conocimiento de la profecía (12:4, 9),
el juramento de 12:7, el quebrantamiento del poder (12:7), el fin de las
maravillas (12:8) y la purificación de los sabios empiezan antes del
tiempo del fin; [3] este cumplimiento para el tiempo del fin sería total-
mente nuevo en el libro y el ángel no provee ninguna explicación, todo
lo contrario, son parte de la explicación; [4] si esta sección es literal, en-
tonces las expresiones "abominación desoladora" y "continuo" deberían
tomarse literalmente, lo que dejaría su interpretación oscura e insegura;
[5] estos períodos de tiempo son dados en la audición con el ángel, al
igual que en 7:15-26, en 8:13, 14 y en 9:24-27 y no en la visión simbó-
lica, y a pesar de ello, su interpretación continúa siendo no literal; y [6]
es ilógico que el ángel insista a Daniel que no pregunte acerca del tiempo
del fin (12:8-9) y ahora le dé eventos para esos días.
Rodríguez añade por lo tanto algunos principios básicos: 30 [1] en
12:11,12 no se hace mención del tiempo del fin; [2] por lo tanto, es exe-
géticamente correcto buscar su comprensión en expresiones y frases si-
milares en el resto del libro y la Biblia. No es necesario especular; [3] la
conexión lingüística con 11:31 (ver com.) relaciona la comprensión de
estos dos períodos con ese evento; y [4] como se ha mencionado, la es-
tructura de las profecías de Daniel coloca los períodos de tiempo en la
explicación que da el ángel. Esto quiere decir, son días proféticos y no li-
terales.
El colocar fechas para el regreso de Jesús es una tentación a la que fá-
cilmente han sucumbido los cristianos a través de los siglos. Es de sin-
gular atracción para los adventistas, debido a su trasfondo doctrinal
escatológico. Se debe estar a la expectativa, analizando los aconteci-
mientos actuales, pero no deben los cristianos lanzarse a conectar cual-
quier suceso con los eventos finales, y de allí determinar una fecha para
la manifestación en gloria de Cristo Jesús.

30
Rodríguez, "Dan 12", 39-40.
CAPÍTULO DOCE

DANIEL 12:13: RESUMEN Y EPÍLOGO


ENCERRADOS EN UNA PROMESA

A unque 12:13 es parte de la estructura final de Daniel (véase capí-


tulo anterior) constituye también el epílogo de los capítulos 10 al
12. Esto asimismo ocurre al final de las demás líneas proféticas (2:46-
49; 7:28; 8:27).

12:13

Traducción y estructura
Al Hasta el fin
Y tú irás al fin,
B1 Negativo: la muerte
y reposarás,
B2 Positivo: resurrección
y te levantarás
A2 En el fin
para recibir tu heredad al fin de los días.

Ubicamos el versículo 13 en la estructura anterior, pero el pensa-


miento como tal es una unidad independiente. Es interesante el contraste
entre la muerte y la resurrección. "El fin" marca el término de la muerte
y en la resurrección se recibe la heredad.

Comentario
Y tú. Es reconfortante saber que el Dios de Daniel le indicó en forma
personal su final y la promesa de una heredad. Luego de todas las profe-
cías, símbolos, números, guerras y amenazas, la profecía cierra con un
mensaje íntimo al profeta. Ocurre que la lectura de Daniel no es para ha-
cernos expertos en historia y profecía, sino en la ciencia de la salvación
en Cristo.

231
232 • Dios Defiende a su Pueblo

Irás. Más que una invitación, es una orden (el verbo está en impera-
tivo, véase com. 12:9). La vida de los hijos de Dios está en las manos di-
vinas y él señala cuándo debe ir cada uno a descansar. Es un motivo de
consuelo comprender que el Señor sabe cuándo debemos descansar y nos
llena de tranquilidad reconocer que él no se equivoca. He aquí un ali-
ciente motivador para quien asiste al sepelio de un ser querido, o para
cuando nos corresponda a nosotros enfrentar la muerte.
Al fin. No se refiere al tiempo del fin, porque Daniel nunca sobrevi-
viría más de 2.400 años. La expresión qes también puede señalar el fin de
un período de tiempo (2 Cr 18:2). Su sentido básico es "límite, frontera,
fin" (véase com. 11:40), en este caso de la vida de Daniel. La siguiente
frase así lo confirma: "descansarás".
Reposarás. En el sentido físico, el arca "reposó" en los montes de
Ararat (Gn 8:4) y las langostas "reposaron" en Egipto (Éx 10:14). Otro
significado de este vocablo es el descanso psicológico y espiritual (au-
sencia de problemas) como en Salmo 116:7. En el sentido militar apunta
a "seguridad" (Dt 12:10; Jos 21:44). Su aspecto soteriológico está basado
en que Dios descansó en el día sábado (Éx 20:11; 31:12-17; Is 58:13,14).
Finalmente, nüah es descansar en la muerte (Job 3:13,17; Isa 57:2). En
este caso se refiere a la futura muerte de Daniel.
Existe una conexión directa de esta expresión con el concepto bíblico
según el cual morir equivale a "dormir" (1 R 2:10; 14:31; 15:24; 16:6;
2 R 4:11,34; 2 Cr 9:31; 12:16, etc.). Sin duda alguna, el Señor está invi-
tando a su fiel profeta a prepararse para su fallecimiento.
Fin. En este pasaje se usa qes dos veces, con diferentes significados.
El primero apunta al fin de la vida de Daniel, mientras que el segundo a
la resurrección al fin del tiempo. Ruiz explica: "Como ya dijimos, la ex-
presión léqes hayyámin, 'al fin de los días', en Daniel 12:13, es singular
en el libro de Daniel. No obstante la palabra laqés, 'al fin', precede en el
mismo versículo a léqes hayyamin, 'al fin de los días'. 'Y tú irás hasta el
fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días.
Daniel 12:13 (énfasis incluido). Según el contexto, el 'fin' hasta donde va
Daniel después de reposar es el mismo, el 'fin de los días' ".'
Te levantarás. La última vez que figura el verbo 'amad, de impor-
tante significado en la visión de los capítulos 10 al 12, se traduce como
"estar en pie, levantarse" (10:1,13,16; 11:1; 12:5), pero en uso profético
alude a pararse en pie de guerra (11:2-4, 6-8,11,13-16, 20, 21, 25, 31).

'Ruiz, "La resurrección de Daniel 12:2", 7.


Daniel 12:13: Resumen y Epílogo Encerrados en una Promesa • 233

Esto se refiere en especial a Miguel, cuando libera a su pueblo (12:1). El


verbo tiene una connotación de triunfo y de lucha. No es entonces ca-
sualidad que se lo use en este contexto: Daniel victorioso sobre la muerte
se levantará para recibir su heredad.
Por otro lado, hay algunos pasajes del AT en los que se emplea un
contexto de "llegar a ser" (Sal 33:9; Est 4:14; Is 48:13; Os 13:13). Suge-
riría la idea de venir a la existencia, lo que favorece la idea de la resu-
rrección y su uso en este texto.2
Heredad. El vocablo goral tiene dos usos básicos: uno tiene que ver
con echar suertes (Nm 26:55, Sal 22:18; Lv 16:9; Nm 33:54; Jon 1:7), el
otro se relaciona con el concepto de herencia por suerte (Nm 36:2,3; Jos
14:2; 15:1; 17:14, 17; 18:10). Dicha suerte proviene de YHWH (Pr
16:33). Por tal motivo se reconoce que "YHWH es la porción de mi he-
rencia y de mi copa" (Sal 16:5). Ocasionalmente puede interpretarse como
"destino, suerte" (Sal 16:5-6; Isa 17:14; Jer 13:20-27).
Se establece la verdad de que los redimidos recibirán su herencia en
la resurrección que se da "al fin de los días" (véase Heb 11:39, 40; 2 Ti
4:8), y no al momento de morir, como popularmente se acepta. Tampoco
el "alma" de la persona va a gozar con Cristo mientras culmina el con-
flicto aquí en la tierra.
Al fin de los días. Si el primer uso de qes está en relación con el fin
de la vida de Daniel, se deduce que el fin de los días es el término de la
historia humana, donde se concretará la resurrección de todos los justos.

Reflexión para nuestros días


La muerte es un enemigo vencido. La promesa de la resurrección es
quizá la más maravillosa que ofrece Dios como resultado del sacrificio de
su Hijo (Jn 5:28,29; 6:40: 11:25). No es solo por la seguridad y gozo que
ofrece esta esperanza, sino de manera especial porque es la solución de
la paga del pecado: la muerte (Ro 6:23).
En las creencias populares se tiende a ver la muerte como el traspaso
a una mejor vida o a una segunda oportunidad o a la reencarnación, pero
las Escrituras le llaman "enemigo", el último que será destruido (1 Co
15:26). La muerte le arrebata al ser humano la oportunidad de seguir cre-
ciendo en conocimiento y de desarrollar sus facultades. Le hace el flaco
favor de terminar con una experiencia de dolor. Es "el imperio de la
muerte" al cual todos estamos sometidos y lo estaríamos por la eternidad

2
Véase Rodríguez, "Dan 12", 53.
234 • Dios Defiende a su Pueblo

si no fuera porque "él también participó de lo mismo, para destruir por


medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte" (Heb 2:14). Es-
tamos condenados a vivir en el olvido y la inconsciencia, algo totalmente
opuesto al propósito por el cual fuimos creados, pero la resurrección nos
devuelve al punto original de partida. ¡Gloria a Dios por este don!
Todo el objetivo final del enemigo, de lanzarnos a la oscura inexis-
tencia lejos de nuestro Padre celestial, se desbarató mediante la solución
divina llamada resurrección.
Una hermosa heredad. La gracia de Dios es inconmensurable. Así
lo confirma Daniel 12:13. No solo el Señor concede la resurrección, por
sí misma inmerecida y exorbitante, sino que regala gran cantidad de ben-
diciones que los redimidos gozarán por siglos sin fin. Elena de White des-
cribe vividamente varias de esas maravillas incluidas en la heredad eterna,
e indica que vale la pena meditar en cada una de ellas:3

• Gozar de las maravillas de la Nueva Jerusalén.


• Saber que somos salvos sin merecerlo.
• Ver a nuestros seres queridos y a nuestros amigos.
• Saber que no habrá más dolor y llanto (Ap. 21:4; 22:3).
• Estudiar la naturaleza sin pecado.
• Comprender en forma amplia y detallada la historia del gran con-
flicto.
• Conocer las providencias divinas a través del ministerio de los án-
geles.
• Oír la explicación de Jesús sobre las perplejidades de esta vida.
• Ver el fruto de nuestras labores y decisiones.
• Tener comunión con los ángeles, los seres no caídos y los redimi-
dos.
• Participar de la música celestial.
• Ver aumentar todas nuestras facultades y aptitudes.
• "Todos los tesoros del universo serán abiertos al estudio de los hijos
de Dios". 4
• Encontrar el mayor gozo y la más elevada educación en el servicio
a los demás.
• Conocer el mayor gozo de todos: estudiar el plan de salvación y el
amor de Dios. "En el plan de salvación hay alturas y profundida-

3
Elena G. de White, La educación, 301-309.
4
Ib id., 307.
Daniel 12:13: Resumen y Epílogo Encerrados en una Promesa • 235

des que la eternidad misma nunca podrá agotar, maravillas que los
ángeles desearían escrutar". 5
Es demasiada belleza para poder ser descrita con palabras humanas y
para que nuestra limitada comprensión pueda abarcar, pero su seguridad
llena de regocijo nuestros corazones.
La invitación es personal. El Señor trata con el ser humano de forma
individual. Sus encuentros con la humanidad en el pasado fueron direc-
tos (ej. Moisés, Gedeón, Samuel, David, etc.). A pesar de los enormes
problemas que ha tenido que resolver en la historia, el Señor se tomó el
tiempo para preocuparse por cada persona. Un ejemplo claro es su men-
saje a Ciro en Isaías 44 y 45. Él le muestra momentos claves de sus triun-
fos (44:27, 28; 45:1-3) y más de cien años antes que el monarca persa
naciera, le da a conocer la obra que esperaba que realizara (44:26, 28).
Pero también le envía un mensaje de salvación que muestra la superiori-
dad del Dios hebreo sobre el dualismo persa (45:5-7).
Lo mismo acontece con Daniel. No fue un simple instrumento utili-
zado a capricho para cierto uso y que luego se dejaría en desuso. El Señor
cierra su mensaje con una promesa llena de esperanza para el profeta (Dn
12:13). Es una manera especial de cerrar su libro, con un toque íntimo de
amistad.
Dios es el Señor de las relaciones y nos invita a entrar en compañe-
rismo con él. La promesa hecha a Daniel es para nosotros. Toda la reve-
lación del libro tiene el propósito de compartir sus planes, sus luchas y sus
metas con cada uno de nosotros. Y deja como cierre la invitación a en-
contrarnos en la mañana de la resurrección.

A MANERA DE CONCLUSION
Dios, quien ha inspirado su Palabra (2 P 1:21), supo concluir de la
mejor forma el libro de Daniel. "Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te le-
vantarás para recibir tu heredad al fin de los días". Fue una invitación a
su siervo a descansar en la muerte y la promesa que se levantaría para re-
cibir su heredad. Todo lo dicho en el libro nos debe preparar para ese mo-
mento: la muerte y el encuentro con el destino eterno.
Ante la muerte y la tumba se acaban la arrogancia, los pretextos, los
privilegios, las riquezas. Se dice que al morir Alejandro Magno pidió que
su féretro fuese cargado por los mejores médicos de la época para poner

5
Ib id., 308.
236 • Dios Defiende a su Pueblo

en evidencia que ni aun los mejores especialistas tenían poder ante la


muerte; que esparcieran sus riquezas por el camino, para mostrar que nada
nos llevamos de este mundo; y que dejaran sus brazos por fuera del ataúd
para recordar que nada se llevaba a la tumba. Esta es la realista pero des-
esperanzada visión de un gran hombre de la historia. Pero la promesa
dada a un anciano profeta al fin de sus días la supera y presenta una mayor
esperanza ante el sepulcro.
Hemos dedicado amplio espacio para estudiar el devenir de la histo-
ria tal como lo ve la Providencia divina y hemos visto pinceladas de los
sorprendentes acontecimientos que están por suceder y vistazos de las
glorias celestiales. Pero todo este conocimiento, con lo impactante y ar-
monioso que es, no sirve de nada si no nos levantamos en la mañana de
la resurrección para recibir la heredad prometida.
¿Cómo asegurar esa herencia? Recibir a Cristo en nuestra vida (Ap
3:20, 21: Jn 6:47), caminar con él día a día (Le 9:23; Me 10:45), permi-
tir que nos limpie y purifique (1 Jn 3:1,2; 2 P 3:10-12) mediante el estu-
dio de su Palabra (1 P 1:22, 23) y esperar su pronto regreso (Le 21:28).
Deseo de corazón que el amable lector haga propia la promesa hecha a
Daniel al final de sus días.
GLOSARIO

Apocalipsis. Del griego apokálupsis, revelación. Es un género lite-


rario desarrollado por el judaismo intertestamentario, inspirado en el libro
de Daniel y en las porciones apocalípticas de los libros de los profetas
hebreos. Esta corriente literaria se extendió hasta el tercer siglo dC y se
desarrolló en el mundo cristiano. El libro de Apocalipsis recibe este nom-
bre debido a que su primera palabra es la aquí mencionada, pero sobre
todo por su contenido característico de este tipo de literatura.
Apocalipticismo. Movimiento histórico que nació en el período in-
tertestamentario y se extiende hasta bien entrada la era cristiana. Incluye
una perspectiva apocalíptica. Inicialmente se desarrolló entre los judíos,
pero luego también entre muchos cristianos en los primeros siglos. El
apocalipticismo es considerado como algo más amplio que un género li-
terario. Es la corriente de pensamiento que se manifiesta en una comuni-
dad influida por la literatura apocalíptica.
Arrianismo. Postura histórica y doctrinal sobre la naturaleza de
Cristo que rechaza su divinidad y lo concibe como un "dios" inferior al
Padre y creado por éste. Toma este nombre de su más famoso propulsor,
Arrio (256-336 dC), quien fue condenado por sus ideas en el primer con-
cilio ecuménico, en Nicea (325 dC).
Cómputo de año ascensional. También llamado método de cómputo
con año de ascensión. La porción del año que iba desde la fecha de la as-
censión del nuevo rey hasta el año nuevo se llamaba "año ascensional" y
a partir del año nuevo se contabilizaba el primer año de reinado. Era la
forma más común de computar el tiempo en Babilonia.
Cómputo inclusivo. Al calcular el número de años de reinado de un
monarca, normalmente tanto el primero como el último eran años in-
completos (véase 2R 18:9, 10),a menos que su ascensión al trono fuera
el día de año nuevo y que muriera en el aniversario de su ascensión al
trono. Pero de todos modos, se contaban como años completos. Era el
método usado regularmente en Palestina y Egipto.

237
238 • Dios Defiende a su Pueblo

Dispensacionalismo. Escuela de interpretación bíblica que propone


que el proceso de la salvación del ser humano ha sido distinto en las dis-
tintas edades o dispensaciones. Sus sustentadores han propuesto hasta ca-
torce dispensaciones. En general, los creyentes en esta teoría aceptan tres
distintas dispensaciones a lo largo de la historia de la salvación. Además
conciben la venida de Jesús como un "rapto secreto", cuando es arreba-
tada la iglesia cristiana en las nubes del cielo. Creen que Dios cumplirá
todas las promesas del AT al pueblo judío en la última de las setenta se-
manas de Daniel 9 ("teoría de la brecha") durante tres años y medio y que
en el tiempo restante aparecerá el Anticristo, quien provocaría la gran tri-
bulación.
Escatología. La doctrina de las últimas cosas. Es la división de la Te-
ología Sistemática que corresponde a las doctrinas bíblicas que tienen re-
lación con los eventos finales, como la muerte y resurrección, el juicio,
la segunda venida de Cristo, el milenio, el castigo final de los impíos y la
Tierra Nueva.
Exégesis gramático-histórica. "Es el primero de los métodos para la
práctica de una exégesis objetiva. Tiene como objetivo hallar el signifi-
cado de un texto sobre la base de lo que sus palabras expresan en su sen-
tido llano y simple a la luz del contexto histórico en que fueron escritas.
La interpretación se efectúa de acuerdo con las reglas semánticas y gra-
maticales comunes a la exégesis de cualquier texto literario, en el marco
de la situación del autor y de los lectores de su tiempo". 1
Futurismo. Si bien reconoce a Daniel como un personaje real del
siglo VI aC, no aplica el "cuerno pequeño" a ningún poder pasado o ac-
tual, sino al Anticristo que habría de aparecer al fin del tiempo. Existi-
ría una "brecha" entre los eventos históricos de la época bíblica, en la
cual aparece la iglesia cristiana, y los eventos escatológicos al fin del
tiempo, cuando aparecería el Anticristo y la iglesia sería "raptada". Esta
propuesta de interpretación fue lanzada por la Contrarreforma católica
ante las acusaciones de la Reforma protestante. Fue desarrollada por
Francisco Ribera (1537-1591), quien propuso que la mayor parte del
Apocalipsis apuntaba al futuro escatológico. Esta postura fue tomada y
reacondicionada por hombres como Samuel R. Maitland (1792-1866) y
Juan N. Darby (1800-1882).
Historicismo. Propone que el autor del libro de Daniel fue un perso-
naje histórico de ese nombre que vivió en Babilonia seis siglos antes de

'José M. Martínez, Hermenéutica bíblica (Barcelona: Libros CLIE, 1984), 121.


Glosario • 239

Cristo. Sus profecías se extenderían a través de la historia humana desde


sus tiempos hasta los últimos días del mundo, sin mediar brecha o inte-
rrupción alguna. Esta escuela de interpretación, en sus lineamientos bá-
sicos, ha sido el método de comprensión profética utilizado por la
generalidad de los estudiosos a través de los siglos.
Hápax legómena. Expresión técnica, proveniente del griego, que se
refiere a una expresión o vocablo que aparece una sola vez en un texto de-
terminado.
Método histórico-crítico. Es el método que resume la postura de in-
terpretación de las Escrituras adoptada por los herederos del Iluminismo
del siglo XVII y del racionalismo. Ernesto Troeltsch (1865-1923) esta-
bleció los tres principios de este método: (1) Criticismo: puede ser en-
tendido como un escepticismo hacia una fuente; (2) Analogía: la
experiencia humana presente limita lo que puede calificarse como histó-
rico en el pasado; y, (3) Correlación: limitar el potencial histórico como
producido por fuerzas o agencias humanas. En base a estas presuposi-
ciones, se rechaza todo lo sobrenatural en la Biblia, y además se buscan
explicaciones humanas al desarrollo del texto. Como parte de este mé-
todo, se afirma que el libro de Daniel fue compuesto por un judío de la pri-
mera mitad del segundo siglo aC. Este autor tomó distintos relatos y
profecías de diferentes fuentes y los unió. Se considera el libro como un
apocalipsis que refleja la condición política de Palestina en tiempos del
rey seléucida Antíoco IV Epífanes (175-164 aC). En 1843 Eduardo Reuss
fue el primero en considerar el libro de Daniel como cualquier otro do-
cumento apocalíptico y tratarlo desde el punto de vista racionalista.
Monofisismo. Postura doctrinal que tomó auge en el siglo V dC, la
cual proponía que en Cristo se manifestaron las dos naturalezas -humana
y divina-, pero la primera fue impersonal y absorbida por la segunda de
tal forma que prácticamente solo tuvo una naturaleza divina. El monofi-
sismo fue condenado en el Cuarto Concilio Ecuménico en Calcedonia en
el 451 dC.
Ortodoxia. Etimológicamente, ortodoxia significa la "doctrina co-
rrecta". Siempre se consideró "ortodoxo" a todo aquel que aceptaba y
practicaba la doctrina oficial de la iglesia reconocida. Heterodoxo sería
aquel que se somete a las posturas oficiales, aunque también mantiene al-
gunas posturas no aceptadas. Finalmente hereje es aquel que se aparta de
la ortodoxia y enseña cosas contrarias a ella.
Paralelismo hebreo. Es la forma literaria hebrea en la cual una pri-
mera frase es repetida con distintas palabras, ampliada o contrastada por
240 • Dios Defiende a su Pueblo

la segunda frase. Se reconocen en general tres formas primarias de para-


lelismo: (1) Paralelismo sinónimo, en el cual el pensamiento fundamen-
tal se repite con palabras e imágenes diferentes en la segunda línea del
dístico (Gn 49:2; Jos.10:12; Sal. 19:8); (2) Paralelismo antitético o con-
trastado, en el cual el pensamiento de la primera línea de un dístico es ex-
plicado más ampliamente por su contraste o inversión en la segunda línea
(Jue. 5:31; Sal. 1:6; Pr. 19:12); y (3) Paralelismo sintético o tácito, en el
cual la segunda línea del dístico añade un pensamiento a la primera como
para completarla, aumentarla o intensificarla. Los dos versos pueden tener
una relación de causa y efecto, premisa y conclusión o proposición y su-
plemento (Sal. 2:6; 14:2; Pr 15:17; 26:5; 28:22). Existen más formas de
paralelismos, algunas más elaboradas, como los quiasmos.
Preterismo. Considera el libro de Daniel como una revelación de
Dios, pero el cumplimiento de sus profecías estaría limitado al período
desde el tiempo de Daniel en el siglo VI aC, hasta los tiempos de Jesús
en el primer siglo de la era cristiana. Esta escuela encuentra que las líneas
proféticas del libro abarcan desde los reyes persas hasta la época maca-
bea. Señalan al rey seléucida Antíoco IV Epífanes (175-164 aC) como el
poder perseguidor representado en las distintas líneas proféticas. Es re-
conocida como una de las interpretaciones de la Contrarreforma católica
del siglo XVI, que pretendían refutar la exposición de la apocalíptica bí-
blica protestante. Fue desarrollada inicialmente por Luis de Alcázar
(1554-c. 1613) en la interpretación del Apocalipsis, quien consideraba
que este libro se limitaba a la victoria del cristianismo sobre el judaismo
y el paganismo romano. Junto con Porfirio (233-304 dC), adversario del
cristianismo, quien interpretó las profecías de Daniel como cumplidas en
días de los reyes seléucidas, fue pionero de este método de interpretación.
Quiasmo. Forma extendida del paralelismo de la poesía hebrea, en la
cual las distintas ideas son colocadas en forma concéntrica e invertidas
proporcionalmente, conformando una estructuración en forma de equis
"x" (letra similar a la que en griego se llama "ji", de ahí el nombre
"quiasmo").
Septuaginta (LXX). Es la primera traducción al griego del Antiguo
Testamento. Se llama así porque la tradición dice que la realizó un grupo
de 72 sabios judíos. Aunque no se puede confirmar dicha tradición, lo
cierto es que el texto fue traducido entre los siglos II y III aC en Alejan-
dría, Egipto.
Texto Masorético (TM). Es el nombre dado al texto hebreo del An-
tiguo Testamento (o Escrituras Hebreas). Es llamado así porque fue co-
Glosario • 241

piado por los eruditos masoretas de la segunda mitad del primer siglo de
la era cristiana, quienes unificaron las distintas copias que circulaban y
además les agregaron vocales y acentos, que no aparecían en la escritura
hebrea de tiempos de la Biblia. Este trabajo lo hicieron con el objetivo de
conservar la ortografía y la pronunciación, que poco a poco se perdía entre
los judíos.
Tipología. Es el estudio de los tipos o figuras del AT que encuentra
su contraparte teológica en el NT. Se entiende por "tipo" ("sombra") a un
personaje, o evento, o institución, o un objeto del AT que apunta al "an-
titipo" ("realidad") que se encuentra en el NT. Ejemplos: [a] personaje:
Moisés como un tipo de Cristo; [b] evento: la experiencia en el desierto
como símbolo de la experiencia cristiana (1 Co 10:1-5); [c] institución:
Cristo como Sacerdote, Rey y Profeta, ideas tomadas del ambiente del
AT; [d] objeto: el tabernáculo como figura de Jas realidades celestiales
(Heb 8:1,2). La primera y principal regla en la tipología es que toda co-
nexión teológica debe tener su sustento y conexión en el NT, y no en el
capricho del intérprete.
Vaticinia ex eventum. Alocución latina que significa que algo es una
falsa predicción. Más bien sería la historia narrada en un estilo profético,
pero después de acontecida.
YHWH. Estas cuatro letras, conocidas como el "Tetragrammaton",
son la trasliteración de las cuatro consonantes hebreas que componen el
Nombre divino: yhwh. No se conoce su pronunciación, por la reverencia
que siempre guardó el pueblo hebreo al sagrado Nombre. Los masoretas,
eruditos rabinos de la segunda mitad del primer siglo, al vocalizar el texto
hebreo tomaron las vocales de la palabra "Adonai" (mi Señor) y las mez-
claron con estas consonantes, de donde nació el nombre híbrido de "Ye-
hovah" o más comúnmente, "Jehová".

Biblioteca "Sara E. Ocampü


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