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APUNTE Nro 3 CONCEPTOS TACTICOS

ESTO ES MUY IMPORTANTE


Por ello es conveniente recordar y aclarar algunos conceptos que Ud empleará cuando conciba operaciones
tácticas, cualquiera sea su naturaleza y finalidad:

1) Frente, flanco y retaguardia.


Es importante recalcar la idea de que frente, flanco y retaguardia constituyen conceptos relativos en
tanto el dispositivo que se adopte se adapte a las circunstancias cambiantes de la acción y se
maniobran las fuerzas para hacer frente a la operación.

Si nos hacemos la idea de que una fuerza, que dispone de un sistema de medios perfectamente
equilibrado en su dispositivo, con fuerzas móviles y aeromóviles, podremos percatarnos de que,
hábilmente conducido, estará en condiciones, por ejemplo, de reforzar su “flanco” y convertirlos en
“frente”.

Luego, es necesario elaborar estos conceptos como situaciones relativas, siempre relacionados con la
distribución de las tropas en el terreno (dispositivo). Así, (complementando las definiciones del
reglamento), el “frente” será la parte más fuerte del dispositivo donde se desarrollan las acciones
principales; y el “flanco” será el sector del mismo sobre el cual una fuerza no está prestando una
acción prioritaria.

La “retaguardia”, por fin, debe asociarse con la zona situada detrás de aquellas ocupadas por los
elementos de combate y apoyo, que conducen a las líneas de comunicaciones del enemigo (y por lo
tanto no forma parte del dispositivo adoptado)

En función de lo desarrollado queda claro que, la maniobra (propia o del enemigo) hacia el flanco o
retaguardia puede comenzar en esa forma inicialmente en relación al frente, pero un cambio del
dispositivo que se adopte, puede transformar aquella maniobra en una aproximación directa a su nuevo
frente.

2) Dislocamiento.
Dislocar o desarticular representa romper los lazos tácticos (Se deben entender por tales, a aquellos
factores que son los que permiten unir esfuerzos, coordinar acciones y “alimentar” las mismas. Así,
deberán considerarse como tales, entre otros, a la misión e intención del comandante, sus elementos
de comando, reservas, la tropa destinada a la acción principal, su apoyo de fuego o su logística) y
orgánicos del enemigo, reduciendo consecuentemente sus posibilidades de destruirnos, por cuanto se
ha desintegrado el sistema de fuerzas que había montado para enfrentarnos y perdido la coherencia
para operar coordinadamente.

Siguiendo esa línea de pensamiento, la dislocación es casi siempre la consecuencia de varios efectos.
Ellos pueden ser definidos el resultado de una maniobra que:
1) trastorna el dispositivo enemigo y fuerza a un cambio repentino de frentes;
2) separa sus principales fuerzas, impidiendo que se apoyen mutuamente;
3) pone en peligro sus abastecimientos;
4) amenaza los caminos por los cuales pudiera retirarse en caso de necesidad;
5) destruye sus capacidades de C3I y apoyo, impidiéndole así cumplir la misión.

3) Aferramiento.

La acción de aferrar no sólo representa detener o fijar al enemigo a unas posiciones, sino también
atraerle en una dirección, disponiendo su dispositivo en esa dirección, a la vez que se descuida otra que
será la finalmente atacada.

Se trata en realidad de restarle libertad de maniobra o de obligarle a desplegar inoportuna e


inadecuadamente sus medios. De ello se desprende que las reservas y elementos de apoyo serán los
elementos sobre los cuales centrar la acción.

En ese orden de pensamiento, los medios propios utilizados en el logro de ese efecto, probablemente
sean superiores que los empleados para otras acciones.

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Lo expuesto no implica olvidarse del concepto primario de aferramiento (el que consiste en impedir
que el enemigo se repliegue o se retire), el cual se consigue por la misma acción del ataque al
dispositivo que se pretende aferrar, así como por la maniobra de los fuegos.

4) Contacto.

Situación de dos tropas amigas o enemigas que se encuentran en proximidad e en relación inmediata,
en condiciones de auxiliarse mutuamente o de combatir entre ellas.
El concepto de contacto (entre fuerzas adversarias o propias) depende por definición de:

a) Las características del terreno que permitan el acceso al choque o el apoyo mutuo.

b) El alcance de los sistemas de armas.

c) El dispositivo de la exploración.

5) Control y Conquista.

Debe quedar establecida la diferencia entre ambos conceptos, en cuanto a que las acciones que
materializan el control de un espacio, no deben estar dirigidas necesariamente hacia éste; sino que
implica llevar a cabo la ocupación de aquellos lugares desde los cuales se haga efectivo el dominio del
objetivo material asignado como ejemplo, dado una zona de terreno “a controlar”, con la ocupación de
una altura desde la cual se la domina y de los caminos accesos a la misma, se lograría el efecto
deseado.

La conquista implica necesariamente la ocupación efectiva del territorio asignado y por lo tanto la
destrucción del enemigo que la defiende.

6) Aniquilamiento.

Debe quedar claro que el aniquilamiento no se produce por la eliminación indiscriminada del poder de
combate enemigo, sino por el contrario, por aquella parte del mismo que, destruido, logra impedir al
conjunto de la fuerza operar como elemento organizado y fundamentalmente, con voluntad de vencer
para continuar haciéndolo.

Conviene, por lo tanto definir a la unidad que se le asigne esta misión, el grado de destrucción a lograr
en relación al propósito.

7) Coordinación y sincronización.

El manejo de los factores tácticos (espacio, tiempo y poder de combate relativo) exige siempre que en
la conducción resida una idea de sincronización y otra distinta por naturaleza de coordinación:
ambas juegan en la acción táctica permanentemente y son inseparables de ella.

La sincronización constituye un concepto nuevo en cuanto a su inclusión en la doctrina, pero que


esencialmente siempre ha sido tenido en cuenta, lo cual surge al analizar casos de la historia militar.
Está relacionado con las operaciones cercanas, profundas y en la propia retaguardia, y consiste en
articular en tiempo y espacio las varias acciones que integran la del conjunto, siendo concebidas y
conducidas por el Comando responsable de la operación, quien establece las condiciones de tiempo,
lugar y relación en que cada una de aquellas se haya de desenvolver.
La sincronización requerirá por lo tanto, para ser posible y útil, una clara concepción del problema de
conjunto, en cuyo cuadro deban ejecutarse aquellas varias acciones. Aunque cada una de las acciones
concebidas estén separadas en tiempo y espacio, sin embargo estarán sincronizadas sin las
consecuencias de las mismas, se hacen sentir en el lugar y en el tiempo decisivo. Requiere por lo
tanto que el Comandante visualice primero los efectos a ser producidos y como secuenciar las
acciones para producirlas.

La coordinación expresa la acción conjugada de medios distintos sobre un objetivo o en la misma


dirección de esfuerzo e incumbe a los ejecutantes. Se manifiesta en forma de convergencia de
esfuerzos por parte de los elementos de maniobra, apoyos de combate y de fuego para la obtención de
un efecto que es común a los medios llamados a coordinar.

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Por consecuencia: se coordina mediante esfuerzos distintos encaminados a la obtención del mismo
efecto; se sincronizaron los efectos o acciones distintas, montadas para alcanzar la misión, si bien en
cada misión, se pueden coordinar esfuerzos y medios distintos.

8) Objetivos.

De acuerdo al reglamento de terminología castrense, el objetivo es definido como: “a) Finalidad que
se persigue alcanzar (lo que incumbe a cualquier operación táctica) y b) elemento físico cuya
conquista, control o destrucción se persigue” (lo que incumbe al ataque). Dicho en otros términos,
podríamos entender la primera acepción como la tarea o efecto deseado asignado y la segunda
acepción, como el elemento material donde aplicar la fuerza.

Por otra parte, el Reglamento para la Conducción del IMT, introduce la primera acepción (propósito o
finalidad que se persigue alcanzar) como parte de la definición del principio del Objetivo (otra vez
aplicable a cualquier operación), mientras que la segunda (elemento físico ...) cuando se refiere a las
medidas de coordinación y control (propia de ataques).

Pero además, el “Reglamento Organización y Funcionamiento de los EM - ROD-71-01”, reconoce la


diferenciación entre:

Objetivo militar: situación a crear o mantener.

Objetivo material: lugar geográfico, medio concreto o físico donde se ejerce la acción de las fuerzas.

De esta manera, estas definiciones coinciden en términos generales, con las que proporciona el
Reglamento de Terminología. Pero, agrega que “la misión se corresponde con la expresión de una
situación militar favorable a lograr, lo que constituye un Objetivo Militar”. Tenemos aquí, por lo
tanto, que el objetivo es la misión, con lo cual la confusión es mayor.

Lo que parece ser un enfoque simplemente semántico, tiene su connotación en la parte operativa. Por
ejemplo: dado en un ejercicio de alumnos la tarea de “aniquilar” las fuerzas blindadas que hayan
penetrado en el CPC antes del ...”, se debe señalar en el concepto de la operación, la dirección que
llevarán las fuerzas propias para eliminar la penetración y cumplir la tarea impuesta en la misión.
Ahora bien, dicha dirección “finalizará en la base de la penetración enemiga y en su profundidad,
señalada como un sector del terreno que asegure en el momento, encontrar las fuerzas blindadas
que es preciso aniquilar. En esta situación, la masa de los alumnos comprendieron dónde aplicar las
fuerzas y buscaron conquistar el terreno en cuestión, porque mal interpretaron que era lo que les
“decía” el gráfico.

Por lo expuesto y en orden a aclarar los conceptos y saber de que estamos hablando cuando nos
referimos a los términos, trataremos de proporcionar las bases para aclarar la cuestión, sin apartarnos
de lo que nuestra doctrina establece.

 Se deben diferenciar conceptualmente 3 aspectos:

a) El elemento físico sobre el cual se va a aplicar el propio poder de combate: podrá ser un terreno
o una fuerza enemiga.

b) El efecto que se pretende lograr sobre el mismo: control, conquista, destrucción.

c) El lugar hacia donde direccionar las fuerzas.

 Dados esos 3 conceptos bien diferenciados, se puede ahora aclarar cada término:

a) El elemento físico sobre el cual se va a aplicar el propio poder de combate constituirá el


OBJETIVO. Podrá ser terreno o una fuerza. De dicha aplicación del poder de combate, se
logrará el cumplimiento de la tarea impuesta. Es una cosa específica.

b) El efecto a lograr sobre dicho objetivo, constituirá en su conjunto, la TAREA, asignada o el


EFECTO DESEADO (el para qué). Es una acción.

c) El lugar hacia donde direccionar las fuerzas, debe ser entendido como el “punto de aplicación”
de la maniobra y constituye la MEDIDA DE COORDINACIÓN Y CONTROL Objetivo. En
tal sentido, el dibujo de esta medida de coordinación se asigna para proporcionar unidad de

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esfuerzos, conducir el ataque por fases, señalar la dirección del ataque o eventualmente un
cambio en la misma.

 Cabe hacer las siguientes consideraciones:

a) Habrá casos en que la medida de coordinación coincida con el elemento físico sobre el cual se
aplicará el propio poder de combate, ejemplo: una zona determinada del terreno.

b) Otras veces (especialmente durante el combate con fuerzas móviles) la medida de coordinación
señala la dirección final de la maniobra, marcada siempre sobre una porción del terreno,
mientras que el esfuerzo se aplicará sobre una fuerza enemiga con la que se aprecia hacer
contacto en la dirección señalada.

c) Siempre el Cte que asignará el objetivo debe especificar claramente que es lo que se desea al
imponer el objetivo; destruir, aferrar, conquistar, controlar, etc. Esta expresión la concreta
en la asignación de misiones.

 Por lo expuesto hasta aquí, no necesariamente debe interpretarse el círculo marcado en una carta
como medida de control, con el elemento físico hacia el cual se dirigen nuestros esfuerzos.

 Finalmente, la misión no debe ser confundida con el objetivo, ni este con la medida de
coordinación. Mientras que aquella designa claramente la/s tarea/s a ejecutar en función del
propósito o finalidad, enmarcadas en un tiempo y espacio, expresando así una situación militar a
crear o mantener, el objetivo define donde ejercer la acción de las fuerzas para concretar la tarea.
Finalmente se debe marcar una medida de coordinación que permita direccionar el ataque y
eventualmente conducirlo por fases, asegurando la coordinación de la maniobra. Dada esta
consideración, esta medida de coordinación puede ser cambiada en el curso del combate,
especialmente si el enemigo (quién será el que guía los esfuerzos) es móvil. No se debe ser
renuente a cambiar esta medida de control.

 Ejemplo:

La misión impone al RI Mec 7 atacar para destruir el poder de combate enemigo al O del Río
COYLE antes del 071800 Nov, a fin de aislar las fuerzas enemigas al E del río.

El J RI Mec 7 designa como objetivo a dos C I Mec enemigas. Su aniquilamiento implica que el
enemigo deja de operar como sistema de fuerzas organizadas, facilitando el propósito de la
misión. Se concreta el elemento físico sobre el cual orientar el esfuerzo cumpliéndose los
requisitos de: obtenible, definido y decisivo.

Se señala como medida de coordinación y control el nudo carretero, que indica la dirección de la
maniobra, hacia el cual se aprecia enfrentar el enemigo. De ninguna manera, por todo lo expuesto,
debe entenderse su conquista o control como el “objetivo” del ataque.

9) Punto débil y fuerte, punto de aplicación y punto decisivo.

(a)Punto Débil (o sensible o vulnerable), constituye aquella parte del dispositivo enemigo que no
puede ofrecer al avance enemigo igual resistencia que el resto de la posición. Por contraste, el
punto fuerte, constituye la parte del dispositivo que por sus características, dificulta y restringe el
ataque. Ambos, puntos fuertes y débiles son naturales o producidos por la mano del hombre.

Lo realmente importante, será entender que la dirección que tome la maniobra en el cumplimiento
de la misión, debe evitar los puntos fuertes del enemigo, dirigiendo la propia fortaleza contra
los puntos débiles detectados. Este método favorecerá la rapidez del movimiento, permitirá llegar
a la profundidad del dispositivo enemigo con mayor poder de combate y desde allí desorganizar su
dispositivo y posteriormente destruir sus fuerzas.

Por último, si el ataque es la forma de acción, si lo que se trata es de progresar en la profundidad


del dispositivo enemigo, la dirección del esfuerzo se debe obtener por la sucesión de puntos
débiles. Si se trata de la defensa, como esta es resistencia, la aplicación del esfuerzo será sobre
puntos fuertes naturales o creados por la distribución de fuerzas, y así la dirección del esfuerzo
resulta de la unión de puntos fuertes en que se escalona la defensa.

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Lógicamente, como la táctica no es una ciencia exacta, lo anteriormente expuesto no deberá
tomarse como regla general y dependerá del concepto de la operación diseñado.

(b) Punto de Aplicación: Su expresión aparece en el ROB 00.01 al conceptualizar las maniobras
tácticas ofensivas. Allí refiere que las mismas “se basan esencialmente en la dirección en que son
ejecutadas”, para posteriormente mencionar que dicha maniobra “alcanza su punto de aplicación
en” determinado sector del dispositivo enemigo, según sea la maniobra táctica de que se trate.
Dicho punto de aplicación, para poder direccionar inicialmente la maniobra, debe ser
necesariamente un lugar característico del terreno. De esta manera, el punto de aplicación será
aquella zona del terreno que como medida de coordinación y control, señala el “punto a apuntar”
que marca el final de la dirección a seguir, siendo por lo tanto el punto que guía la maniobra desde
su base de partida. Su elección constituye uno de los aspectos mas importantes al concebir la
maniobra. Las ideas que deben quedar claras son:

 Deben ser elegidos aquellos cuya posición signifique una contribución importante a la
resolución de la acción, ya sea porque son útiles a la propia maniobra, ya sea porque son
deseados por el enemigo, de manera tal que, obteniéndolos, se conquista o controla el objetivo
material terreno o se esta en condiciones ventajosas de enfrentar y destruir el objetivo material
fuerza enemiga.

 Su graficación y designación en la carta, no significa necesariamente que deban ser


interpretados como objetivos a conquistar. Si coinciden con ellos, esto debe ser claramente
especificado en la expresión de la misión.

 En consecuencia, el punto de aplicación podrá coincidir o no con el objetivo. Cuando éste,


entendido como elemento físico, sea un accidente geográfico cuya conquista o control se deba
lograr evidentemente, punto de aplicación y objetivo serán coincidentes. Cuando el objetivo sea
una fuerza enemiga destruir (especialmente si ésta es móvil), el punto de aplicación será aquel
terreno que alcanzado (o en su búsqueda), permita romper la articulación del sistema enemigo y
se le haga perder su libertad de maniobra. Ejemplo: un J Esc que debe destruir una columna de
abastecimientos (objetivo de la acción), podrá elegir como punto de aplicación de su maniobra
una porción de terreno que domine el camino por el que pasaran los camiones en cuestión.
 Por lo expuesto hasta aquí, si consideramos la maniobra como algo flexible, como adaptación
del sistema de fuerzas propias al terreno y al adversario en función de la misión, es coherente
definir que no se debe ser renuente a cambiar esta medida de control durante el transcurso del
combate.

Por ultimo, será necesario no confundir punto de aplicación de la maniobra, con el “concepto de la
fuerza o del poder de combate”. Mientras que este concepto se refiere al empleo efectivo de los
medios durante el combate en contacto directo enemigo, llevando la acción al momento de la
decisión, el punto de aplicación de la maniobra, constituye un punto de referencia de la misma.

(c)Punto decisivo (o de equilibrio)

Debe ser entendido como el elemento enemigo, instalación o lugar del dispositivo enemigo, donde
la aplicación del poder de combate conducirá al cumplimiento de la tarea (el para que) asignado.
Deberá considerarse en su detección, que en él se apoya la coherencia y articulación del dispositivo
enemigo, el cual afectado directamente produce el dislocamiento de su sistema. El punto decisivo
será luego designado como objetivo.

Este punto decisivo se define en el dispositivo adversario en relación con el terreno y con el
dislocamiento (previsto o real) que se ha ocasionado o se prevé ocasionar en su sistema de fuerzas.
Ahora bien, podrá darse el caso de que el punto decisivo se detecte durante el transcurso de la
operación, por cuanto muchas veces surgirá aquel punto de los errores de conducción del Cte
enemigo. Por lo tanto, se requerirá una mente flexible para adaptarse a la situación, e inteligente
para no perder de vista la tarea asignada, que permita desarrollar acciones de distinta naturaleza que
se llevaran a cabo para descubrirlo y explotarlo.

 El centro de gravedad.

 La orientación del esfuerzo.

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 La reserva.

 Organización para el combate.

 Repartición de fuerzas (dispositivo).

El concepto de la operación diseñada proporcionará una clara idea de maniobra, que definirá: la
dirección del esfuerzo principal y por ende, de los secundarios en el ataque, o la zona importante del
terreno a retener, en la defensa.

Quiere decir en primer lugar, que debemos entender por esfuerzo principal y secundario, a la
distribución de las tropas que emplee lo máximo posible en la dirección principal y lo mínimo
necesario en las secundarias, en forma proporcional a los efectos a lograr en cada uno. De allí que
repartir las tropas sea situarlas sobre el terreno, adjudicándoles zonas de acción de amplitud
proporcional al esfuerzo a realizar. Caracterizarán entonces al esfuerzo: el poder de combate
asignado en función de la maniobra diseñada.

Hasta aquí tenemos definido al esfuerzo y la repartición de tropas.

Por otra parte, la distribución de las tropas sobre el dispositivo enemigo, al actuar con distinta
potencia contra partes del mismo decisivas en grado diverso, de acuerdo al concepto de la operación
diseñado, permitirá al comandante prever cuál puede ser el grado de eficacia de su combinación de
acciones y consecuentemente, si así conviene, modificar la potencia aumentando la de las tropas a las
que se les confíe el esfuerzo principal o de ser necesario, el del secundario. Este esfuerzo principal,
el momento y lugar elegidos para la aplicación del mismo, así como la eventual incidencia de las
reservas para explotar el éxito, dejará definido el centro de gravedad del sistema, siendo, tal cual lo
percibe nuestra doctrina, “la parte de una operación donde se desea obtener un resultado decisivo o
evitarlo”.

Nótese entonces, que el concepto no sólo se restringe al dónde aplicar las fuerzas (concepto de
esfuerzo), sino que engloba el momento, el lugar, la dirección y las tropas a empeñar. Es cómo y
dónde el Cte cree que obtendrá la decisión y lo traslada a una unidad.

Entendido todo lo expresado, cobra sentido la doctrina cuando prescribe “normalmente se vuelcan
allí el esfuerzo principal”.

En efecto, dicho centro de gravedad (tanto en la defensa como en el ataque), no debe aparecer
arbitrariamente, sino crearse (antes de la operación y mantenerse o modificarse durante la ejecución)
y situarlo adecuadamente en el sistema. Lo crea el Cte por la gravitación de las tropas a empeñar
en la acción y momento decisivos y, en general, por la asignación a una parte de dicho sistema de
los medios necesarios para dicha acción. Situarlo adecuadamente representa tener una idea de
maniobra clara para aplicar contra el enemigo.

Con la creación de un centro de gravedad se persigue crear la garantía de que se logre en la acción la
superioridad en una zona o dirección para provocar la decisión del acto táctico. De allí que sea
necesario una conducción flexible que permita en el curso de la operación, que el centro de gravedad
ordenado se vaya desplazando a fin de explotar éxitos en otro lugar, en claro conocimiento de las
circunstancias locales.

Esto permite orientar el esfuerzo de combate, definiendo la dirección general en que éste deba
empeñarse, adaptándose al terreno y al dispositivo enemigo, de tal manera de precisar la dirección
del esfuerzo principal y con ella el centro de gravedad de la operación.

Lo hasta aquí expuesto, permite relacionar los conceptos vertidos en esta Unidad Didáctica y aclarar
la doctrina.

Sintetizando las ideas expresadas, podemos decir que la determinación del centro de
gravedad de un sistema:

1) Se define:

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a) Por la mayor densidad posible de medios puestos en una zona o en una dirección (que define el
esfuerzo principal y la repartición de tropas).

b) Por la actuación y empleo de las reservas.

c) Por la dirección del esfuerzo principal.

d) Por la concurrencia de acciones en un momento y lugar.

e) Por la prioridad en el apoyo de fuego.

f) Por la influencia personal del Cte.

g) Por el escalonamiento de las fuerzas en profundidad, que permitan reforzar y dar ímpetu al
esfuerzo principal.

2) Permite al Conductor: maniobrar útilmente en todas las actuaciones para explotar las
debilidades enemigas, favoreciendo la realización de su idea de maniobra, sin perjuicio de afrontar
las reacciones del adversario. Esto significa orientar el esfuerzo para adoptar a las exigencias
derivadas de la situación.

3) Permite al sistema: armar los esfuerzos del resto de las fuerzas, que deberán operar para apoyar lo
que esté haciendo el centro de gravedad.
a. El Cte puede cambiar el centro de gravedad del ataque en cualquier momento que la situación lo
haga conveniente. Esto le da flexibilidad a su operación. El mismo debe estar donde el enemigo
menos lo espere, de ahí que debe ser lanzado donde aquel es más débil. Si lo que se pensaba
sería la debilidad enemiga en su flanco N, se convierte ahora en su parte más fuerte, el atacante
no debe desorganizarse. Si mantiene flexibilidad mental, desviará el centro de gravedad contra la
debilidad enemiga y continuará adelante. Así es como debe funcionar el centro de gravedad en la
ofensiva.

b. El centro de gravedad debe ser dirigido contra la debilidad enemiga y no contra su fortaleza. De
allí que el concepto de centro de gravedad, debe relacionarse con el de fortaleza y debilidad del
dispositivo enemigo, así como con el de empleo de la reserva.

c. El concepto de centro de gravedad debe estar íntimamente relacionado con el de entendimiento


de la intención del Cte, ya que este formaría y variaría la dirección del mismo, para lograr
determinado efecto sobre el enemigo, y así cumplir en el menor tiempo y desgaste con la misión
asignada.

d. Los objetivos a asignar a los elementos componentes del centro de gravedad, deben estar
relacionados con la obtención de la decisión, por eso deben ser seleccionados en la profundidad
cuyo control facilitará la destrucción de las fuerzas de reserva y de apoyo del enemigo, con lo
cual se desequilibraría la defensa. El empleo del centro de gravedad contra objetivos secundarios
significaría desperdiciar el poder de combate propio.

e. La conformación de un centro de gravedad, ya sea antes del ataque, o variándolo durante la


ejecución del mismo, conlleva asignar todos los medios necesarios para obtener la decisión.

Ello significa aplicar el principio de economía de fuerzas en el resto de las acciones secundarias
para tener disponible la masa en el lugar de la decisión.

Respecto a la organización para el combate, se sabe que constituye el agrupamiento transitorio de


elementos de combate y de SPAC, que mejor sirve a la ejecución de una operación en el
cumplimiento de la misión. Consiste, conceptualmente, en crear tantos grupos de fuerzas como
tareas relativamente autónomas integren el conjunto de la operación. En otras palabras, se determina
primero las tareas necesarias a ejecutar y posteriormente se asignan los medios necesarios para
cumplirlas, organizándolos convenientemente.

En esta Organización para el combate se deben tener en cuenta

 El tiempo necesario para la integración.


 Establecer la cadena de comando.

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 Modificación de la estructura orgánica de los elementos. (sin que se resienta la eficacia moral y
técnica )
 Prever los elementos a agregar o destacar.
 Fijar la oportunidad

La reserva debe ser empleada para explotar un éxito y no para reforzar un fracaso. En tal sentido, el
Cte debe prever cuáles serían las circunstancias que evidenciarían que se está produciendo una
situación ventajosa, para en ese momento, resolver el empleo de la misma, lo que se vería traducido
en la misión prevista para su empleo.

a. Mantener la reserva disponible hasta tanto el enemigo haya empleado la suya. Ello implica poseer
fuerzas después de que el mismo haya empleado todos los elementos a disposición.

b. Evitar impartir misiones a la reserva que impliquen “estar preparada para asumir las misiones de
otra unidad”. Esto pone en evidencia un pensamiento poco imaginativo y de hecho, se estaría
reforzando el fracaso de aquella unidad que ha fallado.

c. Emplear la reserva, en caso de éxito, para explotar el mismo, aún cuando dicho éxito parcial lo
haya sorprendido. Empeñar la reserva es la apuesta a la victoria.

d. Normalmente se deberá evitar empeñar la reserva por partes, con lo cual se le quitaría poder de
combate al elemento con el que se pretende decidir la operación.

e. Una vez resuelto el empleo de la reserva, se debe transformarla en centro de gravedad del ataque y
brindarle todos los apoyos necesarios.

f. Respecto de la oportunidad, este será el factor más difícil de decidir. Deberá tenerse en cuenta:

1) Empeñar la reserva tempranamente puede permitir lograr algunas ventajas iniciales, pero de no
contarse con reservas fuertes para explotar las mismas, el Cte se verá impedido de materializar
éxitos. Empeñada tardíamente, puede permitir que se diluyan las condiciones favorables
presentadas por el enemigo y darle a éste la oportunidad de corregir fallas, reorganizarse y ser
reforzado.

2) Se deberá detectar el empeñamiento de la reserva por parte del enemigo, con ello, solo el que
aún no ha empeñando la suya tiene mayor probabilidad de éxito.

3) Crear las condiciones que garanticen que el empleo de la reserva permitirá lograr el efecto
deseado.

4) La oportunidad adecuada será particular para cada operación. Por lo tanto establecer una regla
rígida puede ser una imprudencia. Por constituir el empleo de la Res el “golpe de gracia”, el
Cte deberá buscar permanentemente cuándo y dónde se encuentra el punto decisivo. Ello
marcará el momento de lanzar el ataque de la reserva.

5) Empeñar la reserva contra la parte débil del enemigo y no contra sus fortalezas.

EN RESUMEN:
 En el nivel táctico, la decisión se logra con el choque, que es el último acto de la operación táctica, a
través de la consumación del acto violento con el enemigo.

 La maniobra, será el elemento de la operación que busca colocar a las propias fuerzas en una posición
ventajosa con respecto al enemigo, buscando lograr un predominio táctico en el lugar apropiado y con
ello facilitar la decisión oportuna (dicho de otra forma, dirigir el centro de gravedad contra el punto de
equilibrio del sistema de fuerzas del enemigo). Concretamente, la maniobra táctica es movimiento,
porque consiste en llevar la fuerza desde el punto en que se encuentra hasta otro donde el cual iniciará
el choque.

 Los apoyos, permitirán sostener, proteger, cooperar y finalmente proporcionar libertad de acción a las
fuerzas que maniobran y chocan.

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 Otras acciones coadyuvantes, finalmente, permitirán privar al enemigo de su libertad de acción,
causando una dispersión de sus fuerzas, su aferramiento y/o aislando el campo de combate, a fin de
preparar y permitir la acción decisiva.

CUIDADO ESTO ES MUY IMPORTANTE

Finalmente, deberá quedar claro que la concepción de una operación


táctica, surge del estudio que se haga de la misión asignada y los distintos
factores de la situación. Deberá evitarse el concepto de concebir una
operación, a partir del sólo hecho de realizar la analogía de comparar la
finalidad asignada a una operación básica, con la asignada en una misión
particular.

EJ: si el reglamento prescribe que una de las finalidades del ataque frontal, es aferrar al enemigo sería
erróneo concebir sólo un ataque frontal dada la tarea de “aferrar a las reservas enemigas al O del Ao
Pescado”, sin apreciar el resto de los factores de la situación. En tal sentido y al sólo ejemplo enunciado, en
tal situación podrá ser conveniente concebir un ataque envolvente.

Sintetizando ahora la experiencia histórica, si revisamos las obras tácticas de los grandes
conductores, podemos hallar en ellas:

 Un ordenamiento, esto es, una articulación de sus medios de acción, adaptado al terreno en que van a
operar y continuando siempre en potencial una idea de maniobra para alcanzar la decisión del hecho
táctico.

 Una acción preparatoria de esa decisión, con la que se persigue el debilitamiento del sistema de fuerza
del enemigo.

 Una acción de combate, empleando la parte decisiva de los medios para realizar el dislocamiento de las
fuerzas y la anulación de las posibilidades de acción y de conducción del enemigo.

 Una acción decisiva que se aplica haciendo actuar en forma coordinada la masa de los medios contra el
adversario ya desarticulado o al que se ha hecho perder la libertad de acción en la acción de sus fuerzas.
Esa acción decisiva se completa con una explotación que determina la completa anulación de
posibilidades del enemigo y el montaje de una nueva situación de maniobra que decida favorablemente el
combate.

 LAS OPERACIONES TACTICAS


Operación táctica es toda actividad o conjunto de aquellas que desarrollen
las tropas cuando se las emplea ante la existencia de un enemigo, para el
cumplimiento de una misión determinada.

Luego, es a través de una operación táctica que la conducción emplea en forma completa sus medios para
alcanzar los objetivos y fines establecidos.

¿Cómo se relaciona la operación táctica con sus elementos (componentes)?

En grande, esa acción completa que se llama operación táctica basa su ejecución en tres (3) pilares
fundamentales, que son:
 la maniobra,
 el choque y
 el fuego
 favorecidos todos ellos por los distintos apoyos.

El choque (o golpe) será el enfrentamiento militar violento con el enemigo, buscando provocar en él
efectos físicos y morales que permitan obtener el objetivo.

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El fuego proporciona libertad de acción a la maniobra y facilita el choque.
Los apoyos (logísticos y de Personal), finalmente, son todos aquellos componentes que permiten sostener,
proteger, cooperar o complementar a las fuerzas que maniobran y chocan.

Dicho de otra manera:

 La maniobra ubica,

 El Fuego facilita,

 El choque logra el efecto requerido y

 Los apoyos sostienen

De ahí que, cuando el reglamento establece que “en operaciones como la de combate, tal idea o concepción
se verá materializada en una maniobra táctica que precede al combate ...” creemos que es más
conveniente desde el punto de vista del razonamiento táctico, hacer ver que dicha concepción se hace en
términos mucho más completos a los de la sola idea de maniobra, traduciéndose entonces en términos de
una maniobra, un choque, las acciones necesarias coadyuvantes a permitir aquellas y los apoyos
necesarios para maniobrar y chocar.

CUIDADO, al leer las prescripciones reglamentarias de la Sec I - Cap V, Art 5.002 del ROB-00-
01, no se puede caer en el ERROR de confundir maniobra táctica con operación táctica, o creer que
ésta es una parte de aquella.

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