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· NIKLAS LUHMANN

ORGANIZACIÓN
Y DECISIÓN

, .

Herder
Organización y decisión
Niklas Luhmann
UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA CONTENIDO
BIBLIOTECA FRANCISCO XAVIER CLAVIGERO

Luhmann, Niklas, J927-l998


Organización y decisión/ Niklas Luhmann;
Darío Rodríguez Mansil!a (traductor).

l. Sooio!ogia organizaciona! - Fi!osof!a. 2. Toma


de decisiones - Filosor1a. l. Rodrlguez Mansilla,
Darlo, traductor. U. Universidad Iberoamericana Ciudad
de México. Departamento de Ciencias Sociales y Políticas.
lll.T.
HM 786 L84J8 20!0 INTRODUCCIÓN. LA TEORÍA COMO PASIÓN .. 9
PRÓLOGO .......................... .. 23

Titulo origina! en a!emán: Organlsalion und Entscheidung. 2 ed.


l. TEORÍA DE LA ORGANJZACIÓN: LAS CONSTRUCCIONES
©2006 VS Verlag fUr Sozia!Wissenchaften IOWV Fachver!age GmbH, Wiesbaden . CLÁSICAS ............................... . 29
ISBN 978.J.53!·33451-6
2. LA ORGANIZACIÓN COMO SISTEMA AUTOPOIÉTICO ... . 61
Traductor: :O 20!0 Darío Rodriguez Mansi!la \
Diseilo de cubierta: Amlando Hat2acorsian 3. M:EMBRECÍA Y MOTIVOS ................... . 107J

Fonnación ele<:trónicu: Centro de Desarrollo Editorial Titikach ,/ ($ LA PARADOJA DE DECIDIB. ........ . 153 ':

Esta obra se tenninó de imprimir y encuadernar


5. RELACIONES TEMPORALES .......... . 185
en 2010 en Tipográfic:t, S.A. de C.V. 6. ABSORCIÓN DE INCERTIDUMBRE .. 219
tipograiica@gmail.com
7. PREMISAS DE DECISIÓN ... 261
© 2010 Universidad Iberoamericana, AC
Pro!. Paseo de la Reforma 8SO 8. PROGRAMAS DE DECISIÓN . 299
CoL Lomas de Santa Fe
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l Ü. LA ORGANJZACIÓN DE LA ORGANJZACIÓN . 351
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Calle Tehuantepec 50 DE LAS REFORMAS Y LA REALIDAD DE LA EVOLUCIÓN 381
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•• 415
ISBN: 97S-607-417-l34-! (IBERO) 13. ORGANIZACIÓN Y SOCIEDAD . 437
ISBN: 978-607-7727-17-0 (HERDER)
14. AUTODESCRIPCIÓN ...... . 477
Agradecemos las facilidades otorgadas por Ediciones
Universidad Católica de Chile. 15. RACIONALIDAD ............ . 505
CONCLUSIÓN. TEORÍA YPRAXIS ..•... 537
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SOBRE EL MANUSCRJTO .
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Impreso en México/ Printed in Mexfoo

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INTRODUCCIÓN.
LA TEORÍA COMO PASIÓN

l. SOCIEDAD Y ORGANIZACIONES.

Nildas Luhmann tenía una pasión incurable por la teoría. De hecho el Festschríft,
con que numerosos sociólogos alemanes homenajearon su cumpleaños número se-
senta, lleva precisamente el título de Theorie als Passion, que me he permitido
copiar para esta introducción. Durante su vida construyó una importante teoría
de los sistemas sociales, una teoría de la comunicación, una teoría de la sociedad
contemporánea y esta teoría de las organizaciones.
El presente libro ofrece, por consiguiente una teoría sociológica de las organi-
zacfones, que las estudia con las mismas herramientas conceptuales utilizadas para
desarrollar la teoría de la sociedad moderna. Este hecho no debería sorprender,
dado que Max Weber, en los comienzos de la sociología, analizó la burocracia
como resultado del proceso de racionalización experimentado por la sociedad en
su camino a la modernidad. Sin embargo, la especialización creciente de la disci-
plina condujo a que los sociólógos organizacionales olvidaran a su padre y dedica-
ran sus esfuerzos a comprender los sistemas organizacionales como'sfestuvieran
aislados, esto es, prescindiendo de la sociedad que hacía posible que surgieran, que
los rodeaba como entorno, de la cual estaban hechos· como sistemas de comunica-
ción y a cuya existencia contribuían con sus comunicaciones.
Fue necesario un pensador tan brillante como Niklas Luhmann, para que la
sociología de las organizaciones abandonara su isla y volviera a comprender que
las organizaciones son un fenómeno característico y propio de la sociedad y
que no tiene sentido tratar de entenderlas olvidando este hecho. Por eso es que el
texto que aquí se presenta constituye la primera teoría sociológica de las organi-
zaciones en la sociedad moderna contemporánea. Se encuentra directamente re-
lacionada con la teoría de la sociedad que Luhmann publicara después de treinta

9
años de trabajo' y las reflexiones que la fundamentan abarcan el mismo período siempre una forma de dos lados que caracteriza algo respecto a aquello de lo cual lo
de maduración. distingue. Por ejemplo, en la distinción hombre/ animal, hombre queda caracterizado
Es una teoría sólida que también se nutre de fuentes no sociológicas, como la como ser humano, en la distinción hombre/ mujer, hombre se define por su género,
administración, la psicología social, la psiquiatría, la cibernétiéa, la matemática o en la distinción hombre/ máquina, hombre es identificado por su organismo. Una
la biología, entre otras. Su marco teórico es el mismo con que Lubmann analizara distinción presenta la paradoja de ser la unidad de la diferencia: es esto o lo otro,
el derecho, la política, el arte, la educación, la economía, la ciencia, la religión, los pero también esto y lo otro. La teoría de la forma de George Spencer Brown,3 seña-
medios de masas, la sociedad, etc., y también ha sido publicado en nuestro idioma. 2 la que cuando se traza una distinción se hace una marca que divide el espacio, in-
Dicho marco teórico consiste en una teoría original de los sistemas sociales que dicando uno de los lados y dejando el otro como "unmarked space". El observador,
Luhmann tuvo que elaborar, porque necesitaba aproximarse a una realidad abso- entonces, queda ubicado en uno de los lados y observa hacia el otro, pero es incapaz
lutamente nueva, como es la sociedad actual, con un marco conceptual también de observar la distinción con la cual distingue. Tampoco .se puede observar a sí
nuevo: así como no es posible explicar en qué consiste Facebook sin conceptos de mismo observando. Tanto la distinción como él mismo constituyen el punto ciego
electrónica, ciberespacio, computación, internet ni fotografia, tampoco se puede de toda observación. Sin embargo, el observador puede reintroducit la distinción
dilucidar los fenómenos propios de la sociedad mundial sin los conceptos adecua- hecha en el lado ocupado por el observador, esta operación se denomina re-entry y,
dos. Además de contar con una teoría adecuada para conocer la sociedad moderna con ella, el observador puede ahora observar tanto el otro lado, como la distinción
y los fenómenos característicos de sus distintos sistemas funcionales, la evidente que lo constituyera. Al hacerlo, no obstante, el observador se ha desplazado ubi-
ventaja de dicho marco conceptual consiste en que es posible aplicarlo a todos los cándose en el nuevo espacio generado por el re entry y, por lo tanto, si bien puede
0 1
sistemas sociales, entre los cuales se encuentran las organizaciones, dilucidando, observar su distinción original, no puede observar la distinción que ahora usa, la
naturalmente, sus vínculos más amplios. Esto es necesario recalcarlo por la estre- cual es ahora su punto ciego: nadie puede ver sus propios ojos. La autoobserva-
cha relación que tiene esta teoría de las organizaciones con la teoría de la sociedad. ción, por consiguiente, es resultado de dicho re-entry. El observador puede auto-
observarse, aunque no en el mismo acto de observar. Si bien ningún observador
puede autoobservarse observando, debido a que no puede observar el esquema de 1
'
2. SJSTEl\1AS SOCIALES distinción que está utilizando para observar y que permanece como su punto ciego,
puede observar a otro observador observando. Esta es la observación de segundo
Pese a la continuidad entre las teorías de sistemas, de la sociedad y de las organiza- orden. Un observador de segundo orden puede observar tanto lo que el otro obser-
ciones coustrnidas por Niklas Lubmarm, este libro constituye una unidad y se puede vador observa, como a ese propio observador. Observa, entonces, el ~unto ciego
leer por sí mismo, sin necesidad de acudir a la extensa bibliografia lubmanniana del otro observador, sus esquemas de distinción: no puedo ver mis ojos, pero puedo
para comprenderlo. Sin embargo, para facilitar el acceso al edificio conceptual que ver como brillan los tuyos mirando el atardecer.
lo enmarca, describiremos brevemente algunos de sus componentes fundamentales. · No es una teoría normativa, sino científica. Esto significa que está dotada de la
La teoría sociológica de Niklas Luhmarm se elabora desde la observación. Por capacidad de aprender, porque cumple con el principio de falsabilidad de Popper." Si
eso se aparta de toda connotación ontológica. Observar consiste en hacer distincio- se demuestra falsa, es preciso modificarla. Una teoría normativa, en cambio, no puede
nes, porque se requiere distinguir lo observado de todo lo demás. Una distinción es aprender, esto es, no es transformada porque se demuestre que no se cumple. El hecho
que el asesinato sea frecuente, no conduce a eliminar el código normativo "no matar".
1
Niklas Luhmann. 2007. La sociedad de la sociedad. México: Herder.
i Niklas Luhmann. 1991. Sistemas sociales. México: Universidad Iberoamericaila / Alianza ' George Spencer Brown. 1979. Laws ofForm. New York: Dutton
editorial. ' Karl Popper. 1962. La lógica de la investigación cientlfica. Madrid: Technos.

10 11
Por eso la teoría de Luhmann carece de conceptos que apunten al deber ser. Acaso entre sus miembros, porque el número de estos es reducido. En una universidad,
un buen ejemplo de esto sea el de la racionalidad. Si bien tanto Herbert Simon 5 una ciudad o en la sociedad mundial, eso es imposible y se produce la selectivi-
como Daniel Kahneman6 obtuvieron sendos premios Nobel de Economía por sus dad que hace ciertas relaciones extremadamente probables y otras altamente im-
trabajos sobre las limitaciones de la racionalidad, en el estudio de las organizacio- probables. Pero también se puede definir la complejidad desde la observación. Un
nes se sigue buscando norrnativamente diferentes maneras de hacerlas más racio- sistema es complejo cuando hace sus selecciones por sí mismo y el observador no
nales. El extraño argumento normativo parece ser: aunque la racionalidad no sea está en condiciones de predecir qué selecciones preferirá. Complejidad, en este
posible, es deseable y dado que es deseable, es posible. último sentido, equivale a incertidumbre y los sistemas intentan absorber incerti-
El método funcionalista utilizado por Luhmann, lo lleva a apartarse de la de- dumbre, especialmente cuando han de decidir. Desde la observación, la compleji-
finición muy frecuente de función en términos del concepto de causalidad ontoló- dad puede ser clasificada como objetual, referida a objetos, cosas; social, refedda a
gica. Según éste, la función no es más que un efecto y, dado que la relación causal sistemas psíquicos o sociales; y temporal, referida al tiempo, a la continua perma-
es comprendida en términos temporales, se sospechaba que el método funcionalis- nencia del presente con un futuro y un pasado siempre cambiantes.
ta ocultaba una teleología inaceptable, pese a los esfuerzos hechos por Comte7 y Los sistemas sociales son autopoiéticos. El concepto de autopoiesis fue traído
Durkheim' para separar causas y funciones. Luhmann es enfático al respecto: "La por Luhmann a la teorla sociológica, desde la biología de Humberto Maturana y
función no es ningún efecto a producir, sino un esquema lógico regulador, que or- Francisco Varela." Se refiere a sistemas capaces de producirse a sí mismos, elabo-
ganiza un ámbito de comparación de efectos equivalentes".' rando sus propios elementos. Generan, por decirlo así, su nivel de emergencia. La
Un sistema surge al distinguirse de su entorno. Sistema y entorno emergen, autopoiesis es un modo de operar, no una explicación, y supone que los sistemas
entonces, como producto de la misma operación de distinción que los distingue. están constituidos como una red de producción de componentes que, al operar,
La diferencia entre ambos es, siguiendo la ley de requisite variety de Ashby, '° una produce los componentes que la componen. Pregunta central, por lo tantó, es cuá-
gradiente de complejidad. El sistema es siempre menos complejo que su entor- les son los componentes de un sistema que se ha de entender como autopoiético.
no y ocurre como una reducción de complejidad. La función de la construcción La respuesta, como para todos los sistemas sociales, es la comunicación que, en el
de sistema es reducir complejidad. En otras palabras, entre todas las relaciones caso de las organizaciones, comunica decisiones generando lazos para el decidir
sociales posibles, se seleccionan sólo algunas y, al hacerlo, se produce un sistema posterior. Las organizaciones, como todo sistema autopoiético, tienen con su en-
de amigos, una organización, una agrupación. La complejidad, por lo tanto, se torno una relación de acoplamiento estructural en la cual el sistema está permanen-
refiere al número de posibles relaciones entre elementos. Un sistema es complejo, temente acoplado con su entorno. No existen sistemas "mal adaptados", ni en pro-
entonces, cuando no puede actualizar todas las relaciones que podrían generar- ceso de adaptación,o desadaptación. Un sistema mal adaptado o, peor, aesadaptado
se entre sus elementos. Una familia, por ejemplo, puede realizar todas las relaciones no existe. Los sistemas autopoiéticos, además, operan en clausura operativa, lo que
significa que nada proveniente del entorno pasa a formar parte, como elemento, en
ellos. Sin embargo, los sistemas autopoiéticos desarrollan seusibilidades relacio-
' Herbert Simon. 1956. Rational Choice and tbe Structure of the Environment. Psychologi-
cal Review 129-138. nadas con el entorno. Deben incorporar en su estructura ciertas sensibilidades que,
6
Daniel Kahneman, Paul Slovic, Amos Tversky. 1982. Judgement unter Uncertainty. al ser afectadas desde el entorno, provoquen en el sistema cambios estructurales
Heuristics and Biases. Cambridge U.K.: Cambridge University Press. que hagan posible que éste mantenga su situación de acoplamiento estructural con
7
Augusto Comte. 1981. La fisicasocial. Madrid: Aguilar aquél. Esto es lo que Maturaria denomina "gatillamientos" y Luhmann prefiere
8
Emilio Durkheim. I967. De la división del trabajo soéial. Buenos Aires: Shapire
9
Nildas Luhmann. 1973. Ilustración sociológica y otros ensayos. Bu~nos Aires: Sur, p. 20.
10
W Ross Ashby. l972. Introducción a !a cibernética. Buenos Aires: Ediciones Nueva l! Humberto Maturana y Francisco Varela. 1984. El árbol del conocimiento. Santiago: OEA
Visión. / Editorial Universitaria.

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llamar "irritabilidades". En virtud de estas irritabilidades, el sistema parece "adap- síntesis de tres selecciones que tiene lugar en la presencia de alter y ego, pero
tarse" a los cambios de su entorno, en circunstancias que no ha ocurrido nada más que no consiste de las acciones de éstos. La comunicación, por tanto, es un fe-
que un cambio predeterminado en la misma estructura del sistema. Dado que en nómeno emergente que caracteriza el paso del nivel psicológico individual al ni-
los sistemas que se encuentran en el entorno del sistema también existen estas irri- vel social en que los individuos quedan formando parte esencial del entorno. Las
tabilidades, en el curso de la evolución, todos ellos van experimentando cambios tres selecciones cuya síntesis configura la comunicación son:
que les penniten sobrevivir, manteniendo los acoplamientos estructurales entre sí.
Esta relación de acoplamiento permanente, bajo una situación de constante cambio a) Selección de una información: Alter debe seleccionar entre las informacio-
de los sistemas involucrados, es una suerte de danza estructural que Maturana de-, nes de que dispone cuál es la que desea compartir con Ego. Información es
fine como "structura/ drift" (deriva estructural). entendida por Luhmarm, de acuerdo a la definición de Bateson, 14 como "la
Decíamos que si se define un sistema como "autopoiético", es preciso deter- diferencia que hace la diferencia". Por esta razón, la información siempre
minar cuáles son sus componentes porque, conforme al concepto de autopoiesis, sorprende y sólo es información al momento de ser recibida, en el instante
éstos deben ser constantemente producidos en la operación normal del sistema. en que "hace la diferencia" con lo que Ego sabía: no antes, porque no la
Las células, por ejemplo, son las unidades de un sistema autopoiético vivo que conoce, tampoco después, porque ya la sabe.
son elaboradas por éste, para reemplazar células envejecidas o inservibles, evi- b) Selección de un modo de darla-a-conocer: Alter selecciona el medio -oral,
tando así que el sistema muera con ellas. En el caso de los sistemas sociales, escrito, digital- en que va a dar-a-conocer la información seleccionada.
estas unidades básicas son las comunicaciones. Dichas comunicaciones son even- Además, escoge las palabras y gestos con que la ha de expresar.
tos pasajeros inmodificables que, al momento de producirse, van dejando de ser e) Selección de una comprensión: Ego selecciona lo que entiende de lo que ha
y provocando nuevas comunicaciones que ocupan su lugar haciendo que el siste- escuchado o leído. Trata de dilucidar cuál es la información portada por el
ma social permanezca y cambie, manteniendo el acoplamiento estructural con su modo de darla-a-conocer que ha recibido de parte de Alter.
entorno.
En esto reside una de las innovaciones más notables que la teoría luh- La comunicación, por lo tanto, no es ninguna de las selecciones indicadas, sino
manniana introduce en el pensamiento sociológico. En efecto, como hizo ver su síntesis; por eso es intrínsecamente social y no es una acción ni un conjunto de
12
Parsons, toda la reflexión filosófica y sociológica acerca del fenómeno social aéciones. Sólo se produce en el momento en que Ego selecciona la comprensión,
ha estado impregnada, desde sus comienzos hasta la actualidad, por el concep- lo que, naturahnente, incluye la incomprensión.
to de acción. Únicamente Luhmann ha sido capaz, hasta el mismo siglo XXJ, de Todos los sistemas sociales son sistemas autopoiéticos de comuniOllción. Esto
cambiar este concepto básico de constitución de los hechos sociales por el de co- significa que los seres humanos no son componentes de ellos, sino sistemas psíqui-
municación. Y lo ha hecho, porque de acuerdo a su definición solamente la cos, que también son autopoiéticos, pero sus componentes no son comunicaciones,
comunicación es siempre un fenómeno social, a diferencia de la acción que es sino pensamientos. Los seres humanos no pertenecen a ningún sistema social, sino
genéricamente individual y requiere ser calificada de social o, para decirlo con que se encuentran en el entorno de éstos. Poner a los sistemas psíquicos en el en-
Habermas, de comunicativa." La comunicación no consiste en una transmisión torno de los sistemas sociales n.o les resta importancia, por el contrarío, les otorga
de alguien a alguien, como pretende la persistente teoría de la acción, sino la toda la importancia de no quedar sometidos a la autopoiesis de los sistemas sociales.

12
Talcott Parsons. 1968. La estructura de la acción social. Madrid: Ediciones Guadarrama. 14
Gregory Bateson. 1976. Pasos hacia una ecología de la mente. Buenos Aires: Planeta/
13
Jürgen Habennas. 1998. Teoría de la acción comunicativa. Madrid: Taurus. Carlos Lohlé.

14 15
La complejidad de cada individuo es demasiado grande, como para que quede su- dos colegas que conducen una investigación, en una universidad, es un sistema de
bordinada a las comunicaciones en que dicho individuo participa. Evidentemente, interacción y todo lo que digan hace posible la autopoiesis de dicha interacción.
no puede haber sistemas sociales sin seres humanos, como tampoco puede haber También es parte de la organización que es la universidad y esa conversación, por
sistemas sin entorno. Luhmann distingue tres tipos de sistemas sociales: sociedad, lo tanto, se inserta en la autopoiesis de ese sistema de organización. Finalmente,
organización e interacción. Todos ellos están hechos de comunicaciones, pero tie- por ser una comunicación, integra la autopoiesis de la sociedad mundial.
nen distintos modos de constitución: Otro concepto central de la teoría de Niklas Luhmann es el de atribución. Aun-
que los sistemas sociales están compuestos por comunicaciones y no por accio-
a) Sociedad: constituida por todas las comunicaciones posibles. Carece, por nes, para hacer posible la conectividad de las comunicaciones, atribuyen acciones
lo tanto, de entorno social. Hoy en día es un sistema único, global: la socie- a personas: se dice que alguien ha dicho algo y que otra persona ha escuchado.
dad mundial. Cada vez que alguien dice algo, contribuye a la autopoies1s Se hace, por lo tanto, la distinción: Acción / vivencia o experiencia. Tanto la ac-
de la sociedad mundial. ción como la vivencia carecen de existencia ontológica, porque no son en sí. Sólo
b) Organización: se caracteriza por poner condiciones que deben ser acep- son atribuciones hechas por el sistema social o un observador. Se atribuye cierto
tadas por quienes desean pertenecer a ellas como miembros. Toda orga- acontecimiento como acción, cuando se indica que su origen se debe a alguien:
nización surge en el interior de la sociedad y tiene un entorno social una persona habla, camina, ríe, come, etc. Ese mismo acontecimiento se atribuye
constituido por las comunicaciones que no son parte de ella. Es el único como vivencia o experiencia, cuando se señala que el origen de dicho evento se
sistema social capaz de comunicarse con su entorno. Las organizaciones encuentra en el entorno de esa persona: ella lo escucha, ve, siente, percibe, etc. Es-
emiten declaraciones, postulan a licitaciones, llaman a concurso, hacen tas atribuciones permiten la conectividad de las comunicaciones, porque dado que
publicidad sobre sus productos, etc. Pero la sociedad no sólo está en el alguien ha preguntado algo, quien lo haya escuchado querrá responderle. También
entorno de las organizaciones, también es parte de ellas, porque cada la persona es un dispositivo comunicacional creado por el propio sistema social,
vez que un jefe indica algo a un subordinado se produce una comunica- que no debe confundirse con el ser humano.
ción que aporta tanto a la autopoiesis de la organización coino a la auto- La causalidad también es una atribución. Si bien la causalidad puede confor-
poiesis de la sociedad. mar una cadena infnita, cuyo inicio puede remontarse al pasado más remoto, se
c) Interacción: Es un sistema social pasajero, que se produce por las co- atribuyen causas directas o indirectas a los diferentes fenómenos y con eso se cons-
municaciones sostenidas entre personas fisicamente presentes. Cada vez truyen explicaciones que absorben incertidumbre. La hoy en día importante distin-
que alguien dice algo a otra persona -le pregunta la hora, es parte de una ción riesgo / peligro es otra atribución. Se dice que algo es un peligrn> cuando se
asamblea, dicta una clase o asiste a ella, toma café en su compañía, etc.- opina que podría acaecer un daño futuro, cuya causa se atribuye al entorno. En una
se genera un sistema de interacción, cuya autopoiesis continuará hasta ciudad como Santiago de Chile existe el peligro de un terremoto, quien se interna
el momento en que sus integrantes se despidan y se separen. La interac- por el Amazonas sabe que corre el peligro de ser mordido por una víbora o enfer-
ción no se comunica con su entorno, porque tan pronto como alguno de mar de malaria, al atravesar una calle alguien tiene el peligro de ser atropellado,
sus integrantes inicia una conversación con una persona que no ha sido etc. Se habla de riesgo cuando se atribuye la causa del posible daño futuro a la
parte de la interacción, esa persona pasa a integrar también el sistema de . decisión de una persona u organización. Sabiendo que hay peligro de terremotos,
interacción. alguien decide comprarse un departamento en el piso 18 de un edificio asumiendo
el riesgo de que un terremoto lo destruya. Algunos aventureros se arriesgan toman-
Estos tres tipos de sistemas son diferentes, porque sus criterios de selección lo son. do serpientes o cocodrilos frente a las cámaras de televisión, corriendo el riesgo de
Sin embargo, pese a su diferencia se pueden superponer. La conversación entre morir y ocasionalmente se ve a algún individuo cruzar una autopista, desafiando el

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riesgo de ser arrollado. Las sociedades tradicionales fueron sociedades del peligro, evidentemente, sus resultados 'cambian cada vez. En matemática, por ejemplo, se
porque las causas de la inmensa mayoría de los daños eran atribuidas al entorno: la puede sacar raíz cuadrada de una raiz cuadrada y el resultado es diferente al de
naturaleza, el destino, la suerte, los dioses dominaban ese mundo. La actual es una la primera raíz. Si la recursividad continúa aplicando la operación raíz cuadrada,
sociedad del riesgo. Se atribuye el origen de los daños a decisiones que luego se aparece lo que el matemático alemán David Hilbert denominó Eigenwerte (valores
lamentan. Nadie <liria que tuvo mala suerte porque fue mordido por la araña que propios, o valores Eigen) y que consiste en que de pronto el resultado se estabiliza
tenía de mascota, cayó de la endeble escalera con que pintaba su casa o enfermó de y no vuelve a cambiar, aunque se insista en la recursividad. En el ejemplo de
paludismo por ir a un lugar en que esa enfermedad era endémica, sin haberse va- las raíces, el valor que se estabiliza es el número uno. Dicho número es un valor
cunado. Por eso en esta sociedad del riesgo se multiplican los seguros, los que ob- propio de la operación raíz cuadrada, porque no depende de cuál haya sido la
viamente no aseguran contra el daño, sino que sólo contribuyen a paliar económi- cantidad inicial con la que el proceso recursivo comenzó. Cualquiera haya sido
camente sus efectos. También la distinción auto/heterorreferencia es una atribución el número del que se extrajo la primera raíz cuadrada, la recursividad de la ope-
que hace un sistema sea a su entorno (heterorreferencia) sea a sí mismo (autorrefe- ración concluirá, tarde o temprano, por obtener el valor uno y estabilizarse en
rencia). Por supuesto que ambas atribuciones son hechas por el sistema interna- él. Luhmaun usa el concepto para explicar la estabilización de las palabras en el
mente, pero atribuir algo al entorno o a si mismo le permite observar y operar en el lenguaje, que si bien en ocasiones pueden cambiar, algo que no sucede con los
entorno. valores propios matemáticos, sus significados y modos de articulación tienen
La distinción mediumlforma es tomada por Luhmann del psicólogo social gran duración.
Fritz Heider 15 , quien explicaba la percepción a distancia indicando que podemos Finahnente, el último concepto que consideramos importante presentar corres-
ver un objeto porque la luz es un medium cuyos elementos se encuentran aco- ponde a la distinción máquinas triviales / máquinas no-triviales utilizada frecuen-
plados en forma floja y permite que se imprima en ella la forma de la cosa que temente por Luhmaun. Esta distinción proviene del físico austriaco Heinz von
refleja la luz. Al imprimir su forma, la cosa acopla firmemente algunos elementos Foerstér, 16 quien define como máquinas triviales las que al mismo input respon-
del medium, aunque sólo momentáneamente y sin desgastar al medium. Escucha- den siempre con el mismo output, lo que las hace altamente predecibles. Las má-
mos los sonidos, porque son formas de acoplamiento firme de los elementos_del quinas no-triviales, en cambio, responden al mismo input con outputs diferentes
aire que habitualmente están acoplados flojamente. Luhmann usa la distinción y, por esta razón, resultan impredecibles. Parecieran ser totahnente arbitrarias y
para decir, por ejemplo, que el lenguaje es un medium en el cual se imprimen no tener ninguna determinación estructural. Sin embargo, von Foerster dice que
las formas de las palabras y frases que usamos en la comunicación. El medium también se encuentran determinadas por su estructur~ y lo que ocurre es que su
es invisible, sólo las formas se hacen visibles en él. Así como no vemos la luz, estructura se modifica al procesar su propio output, lo que conduce a'que cuando
sino las cosas que ilumina, ni escuchamos el aire, sino los sonidos, tampoco se vuelve a ingresar el mismo input la máquina tiene otra estructura y por eso
oímos el lenguaje, sino las conversaciones impresas en él. También el sentido es responde con un output diferente. A modo de ejemplo, es posible apagar y en-
un medium en el cual se imprime la forma del sentido particular que tiene. una cender varias veces una lámpara o un computador y, mientras estén en buenas
comunicación. condiciones, siempre se encenderán o apagarán de la misma manera. Sin embargo,
El concepto de recursividad también es importante en el pensamiento de si se pregunta a una persona varias veces seguidas su nombre, es prácticamente
Luhmann. La recursividad es un proceso que no hay que confundir con la repe- imposible que responda dos veces del mismo modo, sin alterar el tono de voz,
tición. En esta última se vuelve una y otra vez a hacer lo mismo y nada cambia. sin sonrojarse, sin reír ni molestarse, etc. Los seres humanos y los sistemas socia-
En la recursividad, en cambio, una operación vuelve a ser aplicada a sí misma y, les son máquinas no-triviales porque cada vez que responden, perciben que lo han

16
15
Fritz Heider. 1926. Diog und Medium. Symposion J, pp. 109-157. Heinz von Foerster. 1981. Observing Systems. California: Seaside.

18 19
'
í'.
hecho y, por consiguiente, la segunda vez que reciben la pregunta saben que ya la Ya que acepté convertirme en traidor, al menos quise ser uno muy leal y bien
han respondido, razón por la cual su estructura ha cambiado y la pregunta no es intencionado.
procesada como la vez anterior. El profesor Luhmann utilizaba frecuentemente términos en inglés o francés.
Para facilitar la lectura, me permití traducir entre paréntesis esas palabras o fra-
ses, No quise hacerlo en citas a pie de página, para evitar que se alterara el número
3. ESTE LIBRO de las citas puestas por el autor, porque con frecuencia alude a ellas en el resto del
texto.
Debemos al profesor Dr. Dirk Baecker, uno de los discípulos más eminentes de Darío Rodríguez M.
Niklas Luhmaun, que éste y muchos otros libros dejados sin publicar a su muerte Facultad de Ingeniería
hayan salido a la luz pública Aunque, con enorme modestia, al final de esta obra Universidad Diego Portales
expresa no haber hecho gran cosa, es indudable que sin su desinteresado esfuerzo
jamás habría sido publicada en la forma en que lo ha sido.
Esta traducción tiene una historia, que quisiera relatar. Durante mucho tiempo,
el profesor Dr. Javier Torres Nafarrate me trató de convencer que tradujera este
importante texto. Me resistía a hacerlo, porque no quería traicionar alevemente al
maestro de Bielefeld. Javier, con la persistencia que lo caracteriza, le pidió enton-
ces al Dr. Raúl Zamorano que tradujera el libro desde la excelente traducción
al italiano, hecha por otro de los discípulos distinguidos de Luhmaun, el profesor
Dr. Giancarlo Corsi. A medida que Raúl traducía, Javier me enviaba los capítulos
que yo revisaba, cotejándolos con el original alemán. No era un trabajo sencillo,
porque los capítulos que recibía eran el resultado de una doble traducción: del ale-
mán al italiano y de éste al español. Desgraciadamente, al finalizar la traducción
del sexto capítulo, Raúl enfermó gravemente y no pudo continuar. Aprovechando
que Giancarlo venía a Chile, en octubre del año 2008, al Congreso Internacional
sobre la Teoría de Luhmann, le escribí pidiéndole me trajera un ejemplar de su
traducción. Continué así traduciendo directamente del alemán y acudiendo a la
,.
versión italiana cuando me encontraba confuso acerca de cuál podría ser la mejor
forma de exponer alguna idea.
Con gran generosidad, mi colega del Instituto de Sociología y amigo, profe-
sor René Ríos, leía la traducción haciéndome notar frases que, según decía, esta-
ban escritas en alemán, aunque con palabras castellanas. Le recordaban, insistía,
el modo de hablar del Jedi Yoda de la Guerra de las Galaxias. Finalmente, enviaba
la versión final a Javier. quien a la sazón se encontraba en Bielefeld. Él la iba le-
yendo, procurando mejorar los desaguisados que yo había cometido con el espa-
ñol. El resultado de esta múltiple colaboración es el libro que tiene en sus manos.

20 21
PRÓLOGO

Las organizaciones reciben mayor atención, que la que han tenido hasta el momento y,
ante todo: otra forma de atención. Afirmar esto puede parecer osado, dada la multipli-
cidad de formas en que las organizaciones se convierten en tema de comunicaciones
de la vida cotidiana y de las ciencias competentes. Aunque acaso sea precisamente
ésta una razón, para concentrar con mayor fuerza la mirada sobre la organización
(y cambiarnos de plural a singular). En perspectiva teórica, importa, teniendo en
cuenta el hecho que la pregunta por el ser de la organización (como es típico de
las preguntas por el ser; lisa y llanamente, de las preguntas "qué") parece haberse
tornado improductiva. Pero también podría ser importante, en un sentido político-
práctico, estar en condiciones de suponer otro entendimiento de la organización.
Precisamente, debido a que las organizaciones (otra vez plural) se han hecho tan
importantes e indispensables para la sociedad moderna e incluso para la vida mo-
derna, podria ser relevante poder concebir mejor su "lógica propia". Justamente
cuando la determinación lejana -sea por los propietarios u otros "dominios", sea
por ideologías liberales o socialistas, sea por representaciones, organizadas a su
vez, de intereses- se hace crecientemente problemática, podría ser inipl\rtante do-
tar a las organizaciones con una autocomprensión, que les hiciera posible respon-
sabilizarse por sus propios asuntos. Se habla de descentralización, se demanda ma-
yor flexibilidad- por ejemplo, para la regulación de los tiempos de trabajo o para el
aplanamiento de las jerarquías o para eliminar lo innecesario. Aunque también
los tópicos de moda de la industria de la consultoría pertenecen, tal vez, a los
ya mencionados factores externos, que prescinden de la, para ellos, demasiado
compleja pregunta, acerca de si no podrá la organización particular descubrir
por sí misma cómo arreglárselas mejor. Cuando se practica la "participación",
hoy no es ya más una palabra grandilocuente, que deba mostrar el camino de
cómo llegar a ser un ser humano o de cómo tratar a los seres humanos como

23
seres humanos, sino que se trata de cuál es la forma de alcanzar los mejores re- y, para continuar procesando, requiere mundos imaginarios, tiempo, memoria y
sultados posibles. espacio libre para oscilar. Con esto, el sistema pasa a ser una máquina histórica
Estonodebeserleído,nuevamente,comouna~ecetaenelsentidode"responsabili- incalculable, con futuro imprevisible.
dad propia", "desregulación", "descentralización", etc. Tampoco hay, evidentemente, Las organizaciones deberían corresponder más bien al cálculo de la forma que
organización alguna que no dependa, de manera estrecha ycon escaso radio de acción, a la teoría dialéctica, al menos si ya no son concebidas como sistemas que logran
de su entorno, por ejemplo, de su mercado o de sus fuentes financieras. Aunque fines (que se finalizan a sí mismos), lo que siempre fue sólo un modelo normativo-
también en este caso sigue siendo válida la pregunta respecto a cómo determina racional, jamás una descripción empírica. Por otra parte, no será posible atribuirles
una organización, lo que puede hacer teniendo en cuenta tales dependencias. O, en la contundencia de un auto cálculo. La sociología de la organización deberá, por lo
otros términos: cómo puede ella incorporar libertades, alternativas, espacios de los tanto, buscar sus propios caminos.
cuales disponer en las dependencias de su entorno y en las dependencias respecto Es evidente que las organizaciones son sistemas históricos no calculables e im-
a su propio pasado. Parece que aquí podemos contar con una necesidad de orien- predecibles; que cada vez parten de un presente que han producido ellos mismos.
tación. Y, si esta suposición es correcta, el punto de partida debería consistir en la Es obvio que son sistemas que pueden observarse a sí mismos y a otros, oscilando,
pregunta acerca de cómo una organización se diferencia a sí misma de lo que ella por lo tanto, entre la autorreferencia y la heterorreferencia. Es claro que deben su
no es, ni quiere ser. estabilidad a una red de acoplamientos flojos, no a una "técnica" de acoplamien-
Es claro que estas preguntas conducen mucho más allá del ámbito conceptual tos firmes. Sin embargo, esto de ninguna manera excluye escribir un texto sobre
y teórico de la ciencia de la organización. Deberemos planteárnoslas, sin perder organizaciones que ordene las observaciones en forma más estricta que las pro-
de vista nuestro objetivo cercano de elaborar una teoría de la organización ajustada pias organizaciones. Un texto como ése no intenta presentar un modelo normati-
a la situación actual. Todos los sistemas cognitivos procesan distinciones. Son su vo de organización racional, tampoco promete logros de racionalidad ni, mucho
procesamiento de sus distinciones. Esto también es válido, por lo tanto, para las menos, ahorro de costos. Tampoco trata de representar la realidad bajo la forma
organizaciones -para el tema del texto que sigue. Es válido, también, para la presen- de un panorama sinóptico - tal como un mapa representa al territorio. La intención
tación, para los textos que se escriben acerca de las organizaciones. También vale, se ubica más allá de la clásica división entre teorías normativas y descriptivas. Se
aplicando una formulación de Friedrich Schlegel, para la "organización de textos" trata, más bien, de mostrar que un texto teórico puede generar mayor consistencia
sobre organizaciones. La pregunta, entonces, sólo es: cuán estrecha resulta la cognitiva, de la que es visible en el cotidiano operar de los sistemas. En este sentido,
conexión entre las distinciones; cuán lógicamente, se podría decir, procesa el sistema. el texto quiere ilustrar, mediante su propio procesamiento de distinciones, aunque,
Se podría encontrar modelos para esto en la dialéctiéa de Hegel. Ésta lo- naturahnenté, de distinciones que distinguen las distinciones de las ot'g§nizaciones.
gra representar la autoorganización (del espíritu), concibiendo las distincio- La primera distinción (del texto) afirma que las organizaciones son sistemas
nes como contradicciones y las contradicciones como inestables. Por eso, luego autopoiéticos, que se producen y reproducen a sí mismos por medio de operacio-
que la teoría del sujeto es rechazada por unilateral, sólo puede prever la cons: nes propias. Esto implica la tesis de que las organizaciones se caracterizan a sí
trucción como superación de contradicciones, con las consecuencias que CO' mismas como organizaciones, puesto que, de otro modo, un observador externo
nocemos. Otro ejemplo sería el cálculo de la forma de George Spencer Brown. tampoco podría saber si el sistema que observa es o no una organización.. Un ob-
Éste presenta, en la forma de un cálculo matemático, el modo en que las formas servador puede, naturahnente, elaborar sus propios conceptos "analíticos", pero
(distinciones marcadas) llegan a observarse a sí mismas. Mientras la dialécti- sólo le pueden servir para observarse a sí mismo.
ca hegeliana concluye en que el concepto ha completado su trabajo y llega a sí Llegamos, entonces, a la pregunta: por medio de qué operaciones se distingue
mismo, el cálculo de la forma finaliza en que destruye su propia calculabilidad y una organización a sí misma respecto a otros sistemas autopoiéticos, determinán-
alcanza un estado que sólo puede ser descrito como "unresolvable indeterminacy" dose al hacerlo como una organización, haciéndose organización. La respuesta es:

24 25
mediante decisión. Esto conduce a la pregunta de a través de qué se distinguen cialmente y autorreferencialmente. Sólo en este discernimiento se fundamenta la
las decisiones y pese e incluso debido a su distinguibilidad, se dejan conectar. La conexión de la teoría con su objeto. No presuponemos, por lo tanto, principios de
respuesta se encuentra en el concepto de absorción de incertidumbre. Esto podría la naturaleza o la razón ni un concepto de verdad, que prometa alguna conexión
sugerir la idea que las organizaciones transforman la incertidumbre en certidum- "adecuada" entre estos dos componentes del conocimiento. La premisa de la orga-
bre, a través de la conexión de decisiones. Aunque esto es correcto, no basta para nización es el ser desconocido del futuro y el éxito de las organizaciones reside en
concebir el potencial de reflexión y auto modificación de las organizaciones. Para el tratamiento de esta incertidumbre: su aumento, su especificación y la reducción
esto sirve la distinción entre decisiones y premisas de decisión, la cual hace posible de sus costos.
una clausura doble del sistema, tanto a nivel operativo como a nivel estructural. Quien crea que no puede soportar esto y que tampoco es suficientemente cu-
Y la doble claus.ura, en general, es una condición de la reflexión. Finalmente, las rioso .para probarlo, debería interrumpir aquí la lectura.
premisas de decisión son distinguidas en sí mismas, según diferentes tipos, esto
es programas de decisión, vías de personal y comunicación, que convierten las
competencias (división del trabajo) en nexos de decisión.
Este núcleo teórico hace posible tratar la historia de la teoría de la investi-
gación organizacional, desde la pregunta acerca de qué distinciones han tenido
prominencia cada vez y cómo se puede explicar el paso de una distinción a otra
conectada con ella. Y hacerlo desde el punto de vista de que cada distinción indivi-
dual proporciona resulta<los menos complejos y requiere "suplementos" (Derrida).
Además de esto podemos intentar evaluar, con la ayuda del núcleo teórico, qué
límites se ponen a los esfuel'ZOS de autotransformación y autorreflexión de las or-
ganizaciones. O, en otras palabras, cómo se distinguen las organizaciones reales
de representaciones ideales de cualquier posibilidad de cambio y completa auto
transparencia. Y, por último, que y por qué las organizaciones, que se producen y
clausuran operativamente de este modo a sí mismas, se distinguen del sistema de .
la sociedad que las hace posible debido a que hace posibles las comunicaciones;
sociedad que se sirve de ellas, para coordinar comunicaciones de los tipos más va- ••
riados, y que, pese a todo, no puede dirigir ni controlar las organizaciones.
La última pregunta, que surge de este enfoque teórico de la distinción, inquiere:
cómo se ha de entender propiamente la unidad de una distinción. (De hecho, siempre
hemos hablado de las distinciones, como si se tratara de unidades). La respuesta es
que la unidad de la distinción, que es usada cada vez que se observa, no puede apare-
cer en la distinción misma. La unidad de la distinción se contradice a sí misma. Es
una autocontradicción performativa. Es una paradoja. Pero la paradoja es el propio
observador que no puede observarse a sí mismo observando. En este sentido, en
la teoría se trata de la disolución de esta paradoja del observar, precisamente tanto
a nivel de su objeto cuanto a nivel de la propia teoría, vale decir, heterorreferen-

26 27
CAPÍTULO L
TEORÍA DE LA ORGANIZACIÓN:
LAS CONSTRUCCIONES CLÁSICAS

l.

El concepto de organización adquiere un perfil más preciso recién en la segunda


mitad del siglo XIX. En el medioevo era innecesario un concepto especial para
designar lo que hoy llamamos organizaciones. Tal concepto no habría tenido obje-
to alguno, porque el orden social estaba garantizado por la estratificación de las
economías domésticas familiares y por las corporaciones; estaba, además, sujeto
a una multiplicidad de regulaciones jurídicas.' Recién al correr el siglo XIX, se
consolida un uso lingüístico que distingue a las organizaciones, como formaciones
sociales de tipo particular, de otros órdenes sociales (por ejemplo, de comunida-
des o clases sociales). Solamente desde entonces, el concepto de organización es
usado tanto en la vida cotidiana normal como en el lenguaje científico, para desig-
nar un objeto de tipo particular. Su uso se registra con cierta frecuencia ya en el
siglo xvm, aunque entonces designaba esencialmente el orden de la vida orgánica a
diferencia de artefactos y mecanismos. 2 Aun Jean Paul considera una metáfora lin-
güística' la aplicación del concepto de organización a fenómenos de'n~turaleza no

1
Esto vale también para aquellas empresas productivas que hoy eniistaríamos como orga-
nizaciones. Véase, sobre el ejemplo de las salinas de Lüneburg, Egbert Kahle, Die Organisation
der Sa!ine Lüneburg vom Mittelalter bis ins 19. Jahrhundert, Zeitschrift für Unternehmens-
geschichte I (1987), pp. 1-22; Egbert Kahle, Interrelations betweeu CoI]Jorate Culture aud Mu-
nicipal Culture: Toe Lüneburg Saltworks as a Medieval Exarnple, en: Bany A. T~r (E~R~~
Organizational Symbolism, Berlín 1990, pp. 33-41. '\ ,j ~
2
Véase, por ejemplo, Pierre-Louis Moreau de Maupertuis, Essai sur la formation des corps
organisés, Berlin 1754; Abbé Joanneti De la connoissance de l'homme dans son etre et dans ses
rapports, 2 tomos, Paris 1775, en particular tomo l, pp. 180 ss. («organisation du corps humain>) ).
} 3
11.··.
Vorschu!e der Ásthetik, citado según la edición de Jean Paul, Werke, vol. 5, München
i' 1963, p. 296.
ji
29
I:
,1

im
orgánica, aunque él mismo habla de la organización de textos y utilizá dicho con- idea de que el todo sería su propio fin. 5 De este modo se prepara el aislamiento
cepto en el sentido de producción activamente ordenadora." Acaso sea, entonces, el conceptual, en sí mismas, de unidades organizadas y se da contenido a la distinción
paso a un uso activo de la palabra, referido a la actividad, el hecho que generaliza entre '~interno" y "externon.
el concepto. En todo caso, el concepto de organización tiene, por de pronto, un Después de este primer inicio, y con esta coloración absolutamente positiva, el
alcance cosmológico y queda referido al esquema "orgánico" del todo y sus partes, siglo XIX utiliza el concepto de organización esencialmente a nivel de la teoría de
pero ofrece la posibilidad de indicar, al mismo tiempo, una actividad y sus efec- la sociedad. La sociedad moderna, post revolucionaría, busca su propia forma: en
tos, sin aventurarse en esta diferencia. parte como diferencia respecto de las sociedades aristocráticas de la tradición euro-
Dado que et siglo X'lrry, en general, tiende a sustituir las diferencias jerárqui- pea, en parte ·como concepto que le permita defenderse de las agitaciones acarrea-
cas por la distincióríentre''adentro" y "afuera", también en el.campo_semántico.de das por la Revolución Francesa. Se trata de una reconstrucción sobre fundamentos
organización se~cuentrayaladistinción. entrereferencia interna y externa. Esto ~ )'\ nuevos, cargados d~ futuro: "~a philosophw du siec/e dernier a été revo/Útionnai~ ·.
permite, además, introducir taIDbién e.l.coµcepto de_ de,sorganización -separado.de re, ce/le du XIXe s1ec/e do1t etre orgamsatr,ce" (La filosofía del siglo pasado fu~ f
1
t<J~_ar.9:t1jt,_<cl\1r!l.jfr;\rqllka.df.l1nundo . Y!eferjqo a_def~-~~i-~tim~_de_u.r1.·_9~ga- revolucionaria; la del siglo XlX debe ser organizadora),' anuncia Saint-Simon en su
nismo. Casi simultáneamente, la biología y la demografía llegan a u~ nuevo con- programa, mientras Auguste Comte utilizará la misma idea, dándole características
·é.;¡;¡;;· de "population" (población), referido a los individuos, qué ·priva en gran tales como "cientificidad", "positividad" y "sociología". Pese a la búsqueda cons-
medida de su significado al viejo esquema de géneros y especies y anticipa la ciente de distancia histórica y de caracteres programáticos nuevos y confiables, se
teoría de la evolución del siglo XJX. Sin embargo, para explicar la organización conservan inmutables los elementos conceptuales del orden de las partes en un todo
interna, se permanecía aún ligado al esquema de un todo compuesto por partes, .~z_-~e__cle_s_mi:?gar funcjo,g~s. En efe,~t~, el concepto de organización separa co~:
esto es, al supuesto de una armonía ajustada, casi en el viejo sentido de una ordina- plejos .de A~;;<;Qf .Q!'Í~~ta_clp~. ~. l!l . '.'.sg_cj~l''} .ita '~9.]i4;;:¡4¡~;;7;¡;;~-ti;;;;;;-¡;;;;,;;,··
···--·· , .. -.,~ ,. •,"º"~, .......,.•. ,~-· ...... ·
ta concordantia. Entonces se podía usar también la distinción entre fines y me-
dios y decir que la subordinación a un todo constituye el fin, mientras la relación
5
de las partes constituye el medio. Esto, a su vez, permite a Kant introducir con· Véase, en particular. el § 65 de la Crítica del Juicio (Kant 1790), con el titulo "Las cosas,
en cuanto fines de la naturaleza, son seres organizados". Allí, en una larga nota, se encuentra
ceptos imprecisos como aquel de "efecto recíproco" entre las partes y formular la también una indicación sobre las reformas al cuerpo del Estado: "Así, en una recientemente
emprendida transformación total de un gran pueblo en un Esrndo, se ha hecho uso, en forma
frecuente y muy oportuna, de la palabra organización para designar el establecimiento de las
magistrarn:as, etc . , e incluso de t?do el c~erpo. estatal. Porque, desde luego, cqdi miémbro no
4
" ¡Si se organizase alguna vez un volumen de epigramas!", Jean Paul 1963, p. 357. También en debe ser solo medio en tal todo, smo al mismo tiempo también fin y, al concurrir a la posibilidad
Friedrich Schlegel se encuentran todos los usos imaginables de la palabra organización: "d~ lit obra del todo, es.determinado a su vez, mediante la idea de! todo, en relación a su puesto y función".
bienorganizadayquesevaorgariizando"(refiriéndosealWi/helmMeister),"organizaciónfemenina", Al habla!:._1e ·~~_:rnbro" aquí se piensa evidentemente en seres humanos, los cuales, según la ley
"filosofía, que se debe organizar y desorganizar aún", "organización del universo" etc. Citas según mora~ no pueden Se'rdegradados a simplesme.dios, sino que deben tener Ja oportunidad de reau-
la edición de Werke in zwei Banden, Weimar 1980, vol.!, p. 145, vol.!, p. 230, vol. U, p. 113. Véase, zar su ser como seres humanos ell relación a un tádo.
6
además, Karl Philipp Moritz, Schriften zur Asthetik und Poetik: Kritische Ausgabe, Tübingen Así Claude Henri de R0ÚVfay,w€orrdé'-:.:dé)3~im-Simon, De la réorganisation de la société
1962, por ejemplo, p.76, 82 donde se exige que la organización sea un tejido tan fino, que su européenne, Paris l814, cit4do según CEu-vres, Paris 1868, reimpreso Paris 1986, vol. I, pp. 153-
órgano pueda "in ali seinen Berührunspunkten elll Abdruck der Verhaltnisse des groBen Ganzen 248 (158).
1
seyn" (ser en todos sus puntos de contacto una reproducción de las relaciones del conjunto total). Véase por ejemplo, Alfred Fouillée La science sociale contemporaine, Paris 1880; Charles
Y: "Por eso aprehende cada organización mayor, siguiendo su naturaleza, a la que !e está subordi~ Gide, L'idée de solidarité en tant que programme économique, Revue internationale de sociolo-
nada y (a trasplanta dentro de su propio ser" (p. 82); o Johann Gottlieb Fichte: "0e encuentro a mí gie 1 (1983) y, para una reconstrucción de !a historia del concepto, J.E.S. Hayward, Solidarity:
mismo como producto natural organízado", en Das System der Sittenlehre, Zweites Hauptstück § Toe Social History of an Idea in 19th Century France, Internacional Review of Social History 4
9, citado según Werke vol. U, Dannstadt 1962, p. 516. (\959); pp. 261-284.

30 31
oportjlpjc!ªtlde expresar lajnsuficiencia de la simple organizació111_~~~- microscópica de la organización del trabai.o de Taylor" provoca una resonancia
1marse en conceptos de exprtsiJín.4.•taIJ!i.e.los., inclusó d~ .~P.ºIición. Una empresa, más amplia, aunque a partir de los años veinte encontrará también una creciente
-éoiño se.dice ¡;¿;;; deb~ria preocuparse también de la importancia social de sus oposición antropológica y sociológica. 11 Mientras esta crítica "humanista" hoy re-
colaboradores - como si un trabajo desempeñado en común no fuese ya "social". trocede ante la preocupación por los puestos de trabajo, se nota con mayor claridad
Pese a conservar sus características originales, al ser aplicado ahora a la sociedad, el cuán condicionado está el taylorismo por su propia época: su dependencia de los
concepto de organización llega a una bifurcación. Pone de relieve una insuficiencia, mercados de masas para productos estandarizados que permanecen por largo plazo
una insatisfacción con las características típicas de la sociedad moderna, junto con iguales. Esta limitación ha cambiado, sobre todo por la introducción de la micro-
, , conceptos como mercancía, mercado, intercambio y, por último, dinero. En 1887 . electrónica en el proceso productivo."
[1: aparece Comunidad y sociedad de Tonnies, publicación que en su peculiar concep- Teorías de la organización de este nivel de abstracción hoy ya no tienen más
\ ,tualidad tiene poco éxito, pero que, con su dualismo, capta la atmósfera del tiempo 11 continuadores. ¿De qué deriva este hecho? Se trata evidentemente de modelos que
. \ ;y por un largo período tendrá una influencia determinante. Aún Parsons ordenará se van agotando y que no vuelven a ser reeditados. Por una parte, se ha perdido 0
\ sus "pattern variables" (variables pautas) según este modelo.' !a-GG!lílanza-en-la-pesibilidad-de.organizar.racionahnente_,e~Lstntido dclme]or .,)
· . La primera distinción del concepto moderno de organización será. ent<Jnces l / modo posible) sobre la base_ de principios, y esta confianza ha des;~arecido tanto
( distinción entre orden y oroanización:a;;;¡;~; ~;ferid~; a fenómenos de la sociedad ¡- en l!J§~orías empresariales de la industri;, como·~; l~i~v~sÚgación sociológka
VSobre este fund~-;;;;,;Ío, e:los pri~eros~ s deÍ siglo XX, se public~vía' sÓbre la organización. Por otra parte, ya no es posíble-~~de~ar: ·en las viejas formas
doctrinas generales de la organización, las cuales, sin embargo, ya no se ocupan de teóricas, la·é·ó~plejidad que ha sido producida poruna muy abundante investigación
los problemas de la sociedad que interesan a la sociología, limitándose a cuestio- empírica sobre la organización y por un torbellino de consultoría empresarial que,
nes específicas de la buena organización del trabajo o a análisis altamente formales en su vivacidad, continuamente aporta al mercado nuevos eslogans. Para hacer aun
de las relaciones. "Organización" y también "administración" (management) son más dificil esta situación, se agrega el hecho que ya no basta con orientarse por
ahora palabras que permiten obtener conocimiento a partir del proceso de trabajo un número limitado de tipos, esencialmente la empresa productiva y la adminis-
imnediato y hacerlo autónomo corno saber relativo a las instituciones y la supervi- tración pública, sirviéndose de las viejas doctrinas de la organización. Cuando se
sión. El saber referido a las organizaciones y al scientific management pretende ser habla de organización, se debe pensar también en las orquestas sinfónicas, en las re-
ahora algo más que la suma de conocimientos del trabajo que son necesarios para dacciones de periódicos, en los bancos, en los partidos políticos, en las asociaciones
ejecutar las actividades.
En sustancia, se trata de publicaciones de autores individuales quienes, por su
escaso número y por el hecho que están esparcidos a nivel internacional, no pue-
10 '.
Véase Frederick Winslow Taylor, The Principies of Scientific Management, originai-
menle Norwood Mass.1911; Frederick Winslow Taylor, Shop Managemenl (1903), citado según
den fundar ningún área disciplinaria orientada a la investigación.' Sólo la doctrina la edición de New York 1912.
u Véase, por la considerable influencia que ha ejercido sobre la investigación ulterior, Elton
Mayo, The Human Problems of an Industrial Civilizatíon, New York 1933; en Alemania,. por ejemH
plo, R. Lang/W. Hellpach, Gruppenfabrikation, Berlín 1922; Eugen Rosenstock, Werkstattaus-
s Véase Talcott Parsons, Pattem Variables Revisited, American Sociological Review 25 siedlung, Berlín l922; Heinrich Nicklisch, Grundfragen für die Belriebswirtschaft, Sruttgart 1928;
(1960), pp. 467-483. Walter Jost, Das Sozialleben des industriellen Betriebs: Bine Analyse der sozialen Prozesse im
9 Véase, por ejemplo, Johannes Plenge, Drei Vorlesungen Uber die allgemeine Organi~ Betrieb, Berlin 1932, en particular pp.10 ss. Para la Continuación de estas ideas anti tayloristas,
sationslehre, Essen 1919; Henri Fayo!, Administration industrielle et générale, Paris 1925; A. fincadas en la comunidad, bajo el régimen nacionalsocialista, véase Theodor M. Bardrnann, Wenn
Bogdanow, Allgemeine Organisalionslehre (Tektologie), vol. !, Berlín l926; Lulher Gulick/ ausArbeitAbfall wird: Aufbau undAbbau organisalorischer Realitaten, Frankfurt 1994, pp. 303 ss.
12
Lyndall Urwick (Eds.), Papers on the Science of Administration, New York 1937; Karl Slefanic- Cfr. entre muchos Richard Hyman/Wolfgang Slreek (Eds. ), New Technology and Indus-
Allmayer. Allgemeine Organisa<ionslehre: Ein GrundriB, Wien l950. trial Relation, Oxford 1988.

32 33
para el tiempo libre, en las escuelas, en los hospitales, en las cárceles. ¿Cómo se Nuestra reseña teórica dejará de lado aquellas investigaciones que siguen 1ma ,
organiza una terapia antialcohólica? ¿O una biblioteca?¿ Y qué decir además del ,]ínea ñormaf¡;¡;; en busca de ía racionalidad; que persiguen, por lotanto, coÜstatar/ ¡
transporte de mercancías en contenedores, que ha transfonnado de manera profun- cómo es posible a!é~ar determinados resultados del mejor mod~ ;;~;ible, en e1I I
da tanto la organización de los puertos como la de los navíos? ¿O de la eliminación \modo más seguro posible~ c~11Ios c~stos mínimos. Nos limitaremos a enfoqÜesl 1
de desperdicios, con las tareas actuales de clasificación y reciclaje? Si frente a esta ·que están formulados, implícita o explícitamente, con el auxilio del concepto de ·
multiplicidad es posible, después de todo, elaborar una teoría general de los siste- causalidad. A partir de la ambición teórica y metodológica, estos planteamientos
mas sociales organizados, de seguro esta teoría ya no puede ser construida sobre la se preocupan de coordinar .la distinción entre causa y efecto con otras distincio-
base de los instrumentos conceptuales que han estado en discusión hasta ahora. El nes, por ejemplo, la de medio y fin o de orden y obediencia o de formación de
pensar en todos y sus partes se ha disuelto, sin haber sido reemplazado en su papel grupos y motivación, En este sentido, se trata de una sociología con intención ex-
./ ele. teoría de los sistemas complejos. A este punto, la cuestión es si nos debería- plicativa 3ue trata, donde ~~ posibl~,.~_~r~_b~!.".r prognosis; o también:qué1íüsca
mos detener aquí o si es posible fonnular una teoría general de la organización, · ofrecer una ayuda técnica, asesora, en planifica~~;;;,·oraarti~;~¡¿~;ies.iwf\n
---¡,-'----- ,--·- ---·---~ -s. b ·"·-~
utilizando modelos teóricos completamente distintos. tambiéri<adquieren significado las investigaciones de econonúaempresarial o los
desarrollos que se registran en el ámbito de la teoría de la empresa (theory of the
firm), aunque hasta el día de hoy su aprovechamiento en la sociología se encuen-
ll. tre impedido por límites disciplinarios y de especialización o, también, simple-
mente por el puro volumen de la literatura existente. En la actualidad, la sociología
Desde el fin de la segunda guerra mundial, la investigación sobre la organización , se abre camino principalmente mediante análisis de la relación entre estructuras y
1\ decisiones. Volveremos sobre esto más adelante.
ha alcanzado tan amplias proporciones, que no es posible dar una información
i
11 · adecuada sobre tendencias, resultados, autores y publicaciones. Informes suma- De la literatura más antigua, la sociología de la organización adopta ante todb,
\1\ rios de las teorías pueden ser confiados a los manuales, que a menudo se limi- la distinción - propia de la sociología del poder- entre orden (col!l.mand)_t9jJ_'-<Ji~n- \
tan casi exclusivamente a eso."Elegimos otro camino: el de presentar aquellas fe así corno la distinción referida a"[arácÍOÜaÍidad entre medio y fin. El dominio '
distinciones que han tenido un cierto rol en la investigación. Cuando, luego de puede, en consecuencia, ser racional si plantea las órdenes de tal forma que, a través
algún tiempo, una distinción se ha agotado, es sustituida por otra. De ninguna de la obedieDcia, wede alcan,fil:1l!~J\!l§.s. Esteno es sólo el mito vétero-e~de
manera acontece esto arbitrariamente. Más bien, en la literatura disponible hasta orden," que alcanza a la teología, sino que determina también el modelo de burocra-
-·--- -·-«---· s-·>·--·· '' ' - --~-·--·-----"-··· ··-·----.--..,·-··
ese momento se descubren problemas o fenómenos que no han sido tomados sufi- cia de Max Weber ' lueg9_cl_eJ~,.!J:ansposición, germ!l!rnl,za creada,' el\ relaciones
cientemente en consideración y que requieren un cambio de "frame" (marco). Los d;,,;;¡¿;y;-;;~,s¡g~<jd~J~gi!i1Dació;r:;;·~~~di~ión históric;~¡;; ello es,.·se..gó~M~;··
resultados de la investigación desarrollada hasta ese instante son redescritos con Weber, que los trabajadores pierden la !!ºpiedad de los medios de trabajo son re-
expresiones tales como "conventional wisdom" (sabiduría convencional) o "teoría 11' ttillu.idQ§cCQn_dinero. Por esto, tenninan bajo la presión de una disciplina de trabajo
' clásica", y con esto se da a entender que se quiere y se está en condiciones de su- impuesta y el señor (que puede ser un detentador de poder político o el propietario
.1:i . perar las limitaciones de ésta. de la empresa) puede, entonces, confiar en la capacidad impositiva de sus órde-
nes. Tal praxis del dominio y administración sólo es racional si, en cada caso
~e
--------··-··-·-·----··----· .. -·-···--··-···--·--······------·~·-· ..
ti n Véase, por ejemplo, Charles Perrow, Complex Organizations: A Critica! Essay, citado se-
gún la edición de New York 1986, o Alfred Kieser (Ed.), Organisationstheorien, Stuttgart 1993. " Cfr. por ejemplo Santo Tomás de Aquino, Summa Theologiae, !, q. 65, a. 2.

! Para una exposición, pensada expresamente como historia de la teoría, véase también Giuseppe
Bonazzi, Storia del pensiero organizzativo, 5ª edición Milano 1993.
15
Véase Max Weber, Wirtschaft und Gesellschaft, 5ª Edición revisada Tü~ingen 1972,
pp.125 SS.

)4 35
1r
¡;
singular, logra ahorrar el gigantesco dispendio comunicacional de órdenes y consi- de desarrollo. 17 Descuidaría el hecho de que cualquier orientación por fines debe
gue formular reglas generales que el subordinado pueda aplicar, en fonna lógico- necesariamente garantizar un margen para la interpretación. 18 De esto se sigue, no ,
deductiva a la situación concreta o, en el caso típico, a través de su apropiada in- por último, que es dificil descubrir y también impedir "colusiones" entre fuerzas
terpretaci~n para las circunsta~cias concretas. El modelo sobre el cual se basa esta internas y externas y que, sólo en caso de evidente violación del derecho, tales
teoría es la administración pública jurídicamente fundada. Pero según Weber la/ colusiones son estigmatizadas como "corrupción". La organización, también y es-
"burocracia", con su racionalidad fo,nnal, se ha co~solida.do unive.r~ahnente en¡ peciahnente la organización de las administraciones estatales y locales, se pone en
¡/ la sociedad moderna; en efecto, no solo el poder pohtico, smo tarnb1en la prop1e-\.
i · dad es un posible fundamento de dominio.
contacto a los niveles más bajos, -mediante "negociaciones"- con sistemas exis-
tentes en su entorno, con el fin de generar la cooperación que necesita. 19 Eviden-
La mejor forma de explicar el .éxito de este modelo de burocracia es re-
curriendo a consideraciones históricas. El modeló se ~911\f_a__ lª- . m:!J.i- 17
Cfr. por muchas investigaciones similares: Onofre D. Corpuz, Toe Bureaucracy in the
trariedad en todos los niveles del orden; concentra la arbitrariedad en la cúspi- Philippin~s. sin indicación de ciudad, (lnstitute of Pubiic Administration, Unive:rsity of
ct~
de:l;;;lÍ~~go s;-;~p~n~-que se.h~ <iisciEli:.1!.~~y~propiaréferencí~ the Philippines) 1957; Morroe Berger, Bureaucracy and Society in Modem Egypt: A Study
valofes y por l~s ~¿~dÍciO~(é~ a~lii_<:11!~l~s -en ~~~.11_0_111Ía, por.J>).l!l~r~~ of the Higher Civil Service, Princeton 1957¡ Edgar L. Shor, The Thai Bureaucracy, Admi·
nistrative Science Quarterly 5 (1960), pp.66-68; Ralph Braibanti, Public Administration and
en la administración ¡iQblica, por la_política vinculada al E§_tado_cl~_?erecho. La Judiciary in Pakistan, en: Joseph LaPalombara (Ed.\ Bureaucracy and Political Development,
-¡;;;;cracia ;;gnifica también que ¡;~;de~ ;~i~;;-;r;~adas grandes unidadescté tra- Princeton N.J. 1963, pp. 360-440; Lloyd A. Fallers, Bantu Bureaucracy: A Century of Políti-
bajo en las cuales muchas personas laboran juntas simultáneamente y, sin embargo, ca! Evolution among the Basoga ofUganda, 2' Ed. Chicago 1965; Louis A. Zurcher, Jr. et al.,
de manera coordinada. Y, ante todo, en esta fonna el orden jerárquico preexistente Value Orientation, Role Conflict, and Alienation From Work: A Cross~Cultural Study, Ame~
rican Sociological Review 30 (1965), pp. 539-548. En ese período se encuentran muchas in-
en la sociedad puede ser reemplazado por el principio de igualdad. Tanto en sus
vestigaciones bajo la denominación· "Comparative Public Administration", las cuales buscan
relaciones con el exterior, cuanto en sus relaciones internas, la burocracia parte del... explicar, a nivel de la organización, las condiciones de la modernización. Véase, por ejemplo,
iJur.~!to ~~§j_guaJpad, IJ.rnenos.que.la organiwción mkm.a..h!!ff!'~~-n"."'!J[éréñcía.\) Ferre! Héády/Sibyl L. Stokes (Eds.), Papers in Comparative Public Administration, AnnArbor
Miéb11962. A fines de los años sesenta, estas tentativas fueron interrumpidas por la crítica
J/ Con todo esto se da cuenta de la mmensa compleJ1dad de la sociedad moderna,
teórica, tanto dura cuanto genérica, de la sociedad. En la discusión reciente, a menudo también
tanto en la realidad como en la modelización teórica· y esto acontece en una fonna se objeta que este modelo-de burocracia no es adecuado para dar cuenta de !a dependencia de
que, en términos de la teoría de sistemas, podría ser descrita como diferenciación todas las organizaciones respecto al "human capital" o del "social capital". Con esto se piensa
al interior de la sociedad, como diferenciación de un sistema autónomo que sin en actitudes e instituciones condicionadas por la tradición, las cuales sería posible utilizar con
J embargo puede ser guiado, coordinado; "mantenido bajo control" y orientado ha- algo más de habilidad, por ejemplo, en el caso de proyectqs de desarrollo. La•ctiítica, evidenw
temente, se dirige contra_el hecho de que la teoría simplemente presupone la diferenciación,
cia los intereses de la sociedad. mientras en la realidad precisamente ésta es el problema. Aquí la expresión ~'capital"· traiciona
Hay incontables objeciones contra este modelo europeo, si no "prusiano", de la perspectiva "instrumentar\ orientada al fin que, tal como antes, continua siendo el funda~
burocracia. Especiahnente en su aplicación a las empresas económicas, el modelo inento de la teoría.
18
no haría justicia a la especificación de las relaciones de súper y subordinación Esto es también un problema del ordenamiento jurídico y de su control constitucional, vale
entonces también para la administración pública que, en los países industrializados, está creciente-
que existen ai interior de las empresas. 16 No funcionaría fuera de Europa Y no mente orientada por programas de fines. Como estudio de caso, véase Keifü Hawkins, Environment
constituiría tampoco una nonna apropiada para la modernización de países en vías and Enforcemer,tt: Regu!ation and the Social Definition of Poilution,_Oxford 1984; además Arthur
Benz/Wolfgang Seibel (Eds.), Zwischen Kooperation und Korruption: Abweichendes Verhalten
in der. Verwaltung, Baden-Baden -1992 y, para problemas jurídicos de naturaleza constitucional,
Dieter Grimm, Die Zukunft der Verfassung, Frankfurt 199 I.
16 Así en Jost Op. cit. p. 55, en conexión con el artículo del diccionario de G6tz Briefs, 19
De manera muy evidente, esto vale también para industrias que, en lo demás, tienen una
Betriebssoziologie, Handwórterbuch der Soziologie, Stuttgart 1931. direccióri muy rígida: se trata de empresas en las cuales, por ejemplo, el principio ''just in time"

36 37
temente, ya no basta la centralización del control sobre los medios de produccióa, en Suecia muestran una relación inversa entre racionalización, democratización y
(entre los cuales: poderes decisionales de naturaleza jurídica), para garantizar el; motivación. Si planes y reglas son fijados mediante complejos procesos de racio-
aislamiento del sistema como objeto de control central. nalización y búsqueda de consenso, la organización terminará por agotarse, por el
En las ciencias económicas se sabe que el mercado ofrece ciertamente la posi- simple hecho de que ~~ _i_mprobable que sus miembros, en caso. de impedi-
bilidad de hacer observaciones, pero no da directivas de decisión claras, lo que ha mentos o dificultades imprevist;~:·a;; se. e;fuercen ;ctivame;;e·p~;; ~]ecufar'la
llevado a una teoría de la organización (a menudo llamada también "jerarquía"). sclÜcióne~onii-acta:" i:íé todos modos, no pudi~;;;~ imponer lo que ellos mismos
Esto se debe, en parte, al hecho que la empresa. logra mantener bajos los costos consideraban correcto.
de transacción, y, en parte, al hecho que el mercado aún no detennina las decisio- Otro esthnulo, que aquí podría haber sido tomado en consideraciórt, viene de
nes de quienes participan en la ecoRornía, de manera que es necesario preguntarse la psiquiatría y (¿por eso?) ha pennanecido'inobservado, largo tiempo, en la teoría
de· qué modo toman decisiones los participantes' del mercado." _Este "cambio de de la organización. Sólo los más recientes métodos de consuÍtoria en la organiza-
paradigma"" aclara la necesidad por organización, pero todavía no sus estructuras ción, recurriendo a la mediación ~e la terapia sistémica y, en particular, de la terapia
ni procesos internos. familiar, utilizan un patrímonio conceptual que deriva de aquella fuente. La idea de
Por último, desde hace tiempo se discute también el problema de la motiva- fondo es ésta: t_o<!a comunica~ue imparta _directivas y_gJJe por ello distribuya
ción al trabajo. Cuanto más amplio es el ámbito de decisión, tanto más importante infonnación
·----· (se trate de infonnaciones sobre la autoridad . ,
sobre los ;;;~;;~~s·;~¡;;e·
)

se hace la motivación para ocuparse de la eficiencia en el lugar de trabajo ..LaJe.9IÍ.~ la buena voluntad como fundamento de la directiva), t~'!..!lP[Q4~ir paradojas,
}>de la administración dfB~d, tomada en gran consideración, postula~_J2!:,0· e,;_t?_~S., como se dice hoy en semiótica y en la teoría lingüística del-;.;;;;;, ·tiende
t;~)1J'il p<í§it<1.de..!a.motivacüí;;;-uña
~
,;zona --,.-....
•'"·--·---....... de indiferencia»,
,~-..._,._"_____ al
-·~interior de la.,......
...... ·---·-----~-.-...... cual,
. . para
,..--
a "deconstruirse" a si misma. 24 En la infonnación viene descrito el mundo como
el miembro de la empresa, es indiferente to que él haga, con tal que se recon_o.zca es o como debería ser; mientras se hace esto, se comunica conjuntamente también
que él satisfac'ei~s"éon,di,iones d, su pertenencia ~-[a e.lllir~;a''.Tal vei hoy las el derecho de efectuar esta descripción y la expectativa de que ésta sea aceptada.
cosas están aún así. Aunque, en ese caso, tiene sentido preguntarse más bien si Al mismo tiempo, pero precisamente del hecho que esto es comunicado, se sigue
tal indiferencia no podría ser dañina para la empresa, en particular si las condi- ft que todo podría ser también diverso. En la comunicación se sintetizan unidad y di-
ciones del mercado del trabajo o las nonnas jurídicas hacen dificil proceder al \l ferencia, indicación y distinción. Pero precisamente del hecho que suceda esto -y ¡/
despido. Además, recientes investigaciones acerca de las burocracias del bienestar no algo diverso-- se deriva lo contrario de lo que se pretendía. Naturahnente esto
no lleva a que no pueda suceder nada más, porque toda detenninación es paradoja!
y es rápidamente deconstruida. No ob_stante, la cuestión planteada por fos terapeu-
de suministro de partes terminadas hace necesaria la cooperación entre diversas empresas en los
niveles i~feriores, con la consecuencia que hoy se hacen dificiles incluso las planificaciones cen~
tas es:fa siguiente: ¿qué cosa impide, nonnalmente, la deconstrucción y la fractura
tralizadas de la producción. entre comunicación y motivación y qué wsaÍÍeva de;p;é;:-;¡;~pcion~i;;;~;t~,a
2
° Cfr. (al inicio poco considerado) Ronald Coase, Toe Nature of the Finn, Economica 4 d;;1]oquear
,····· ...._,.......-, íádéconsfuiccfon;
'""' '' " ,. .
a abrir.
. ..,la ''
~aja;¡;¡;;¡;:;¡;;ª
....... --·-
,.,. .
y conduce;;
' '. ' "
hacer
.. "
eficaz
.. ''

(1937), pp. 386-403, reimpreso en Ronald Coase, The Finn, the Marker, and the Law, Chicago
!988, pp. 33-55; además HerbertA. Simon, Models ofMan- Social and Rational: Mathemati-
21
cal Essays on Rational Human Behavior in a Social Setting, New York 1957; James G. March / Cfr. Nils Brunsson, The Irrational Organization: Irrationafüy as a Basis for Organizatio-
HerbertA. Simon, Organizations, New York 1958; Oliver E. Williamson, Markets and Hierar- nal Action and Change, Chichester 1985.
24
chies: Analysis andAntitrust !mplications, New York 1975. Compárese con un texto disponible ya desde hace tiempo de Jurgen Ruesch/Gregory
41
Así Brian J. Loasby, Choice, Compiexity and Ignorance: An Enquiry into Economic Bateson, Communication: The Social Matrix of Psychiatry, New York 1951, que usa los conM
Theoiy and the Practice ofDecision-making, Cambridge lrtgl. 1976, p. 211. ceptos de "command" y "report". Sobre la "deconstrucclón", junto a los escritos de Jacques
22 Demida y Paul de Man, cfr., por ejemplo, Jonathan Culler, On Deconstruction: Theory and
Véase Ch~ter I: Bamard, The Functions of the Executive, Cambridge Mass. 1938, citado
según la edició~ de Í9s'l, pp. 167 ss. CriticismAfter Structuralism, lthaca N.Y. 1982.

38 39
la paradojización?25 Retomaremos este tema más adelante, bajo el encabezado de se expresaba, por ejemplo, mediante el recurso a formulaciones como: "con una
"absorción de la incertidumbre". aproximación más o menos fuerte al tipo puro". 30 De esta manera, sin embargo, no
Todas estas críticas pertenecen ya a los incalculables componentes de toda se podía hacer objeto de.reflexión aquello que interesaba, vale decir la diferencia-1,\_
teoría científica de las organizaciones. Esto, sin embargo, no debe apartar la aten- . y real'd
· entre tipo I ad (desviante
· )." Evidentemente,
· · distinta de ¡1,/
se requiere una teoría
\\
ción del hecho de que la jerarquía, en el sentido de una más o menos larga cadena · · la organización, la cual ha de ser más abstracta y compleja a la vez.
de órdenes, y de amplio alcance, en lo tocante a los niveles subordinados pertenece
a las necesidades casi insustituibles de la construccifo de organizaciones com-
plejas. La integración vertical, hoy como ayer, es la forma más importante para
, - - - - - · - · - · - · ~ - - - - - r,
el tratamiento dé la iricér!ídúmbre," esto es: del futuro, No es dado encontrar "al- III.
s~
ternativas a las jerarquías"27 o, en todo caso, si d¡fine la jerarquía mediante una
praxis de autoridad. De otra parte, se debería evitar utilizar el concepto de "jerar- Consideremos ahora otra distinción guía, que no derivó del modelo de burocracia
quía" directamente como sinónimo de organización.28 En todo caso, junto con ello, de Max Weber, sino que fue el resultado de experímentos·conducidos por las cien-
se deben tener presentes también las consecuencias de una jerarquización de las cias sociales sobre la organización taylorísta del trabajo. El periodismo científico
relaciones sociales y esto no puede suceder en la forma de un cálculo de los costos produjo un quiebre al dar a conocer los irritantes resultados de los experimentos
internos de la empresa; e incluso ni siquiera puede suceder en la forma de "cos- de "Hawthome". 32 Tales experimentos no habían sido planificad9s para testear la
tos", sino que requiere un análisis sociológico. Por esto es conocido, desde hace teoría mas tarde asociada a ellos; sin embargo, sus resultados contradijeron las
mucho, que las características de la burocracia de Weber no están necesariamente expectativas sobre la conexión entre condiciones de trabajo, sistemas de incentivos
c_o~c~dás, ~11..~. . Pl~ll~ eg12íríco..J'9_ll__,~~terío_¡; _d.,_r.a.cion~Íida_d_z_btenidos lll<IB- y prestaciones, así qu9-se.~izo necesario buscar otra explicación. A tal fin, se reve-
~~di,nJe111ente de ellas. 29 Todo esto obliga a abandonar la idea de que lás_ófg~- ló útil el concepto d~pol que estaba de m9da en la psicología social: los resul-
zaciones sean jerarquías. Ya Max wéliér, bajo la inflÚencia de las teorías neokan-' tados de los expenmen!oi fueron formulados recurriendo a la distinción entre
tian-;;;-.¡;;¡·coíiociiñíeíiío, había atenuado las afirmaciones relativas a la esencia,
transformándolas en afirmaciones relativas a "tipos ideales". De este modo se ad- ·
rnitía que la realidad no necesitaba inevitablemente corresponder al tipo ideal; esto Jo Sobre el malentendido, según el Cual la teoría weberiana de los tipos ideales sería una
teoría empírica en el sentido habitual de los sociólogos; véase Renate Mayntz, Max Webers Ideal~
typus der Biirokratie und die Organisationssoziologiei Kolner Zeitscbrift für SOrliologie und
25 En la teoría sociológica de la sociedad, el mismo tema podría ser tratado en el contexto Sozialpsychologie 17 (1965), pp. 493-502; reimpreso en Renate Mayntz (Ed.), Bürokratische .
de una teoria de los medios de comunicación simbólicamente generalizados. Véase sobre esto Organisation, Koln 1968, pp. 27-35. El concepto de tipo ideal, sin embargo, también se deja
Niklas Luhmann, Die Gesellschaft der Gesellschaft, Frankfurt am Main 1997, pp. 316 ss. (En definir empíricamente en clara resistencia contra la mezcla con otros principios. En este sen·
español, La sociedad de la sociedad, 2007, México: Herder). tido, lás jerarquías burocráticas han sobrevivido a todos los intentos por enriquecerlas con otros
" Así, por ejemplo, Jay B. Bamey/William G. Ouchi (Eds.), Organizational Economics, principios, tales como participación, teamwork, humanización, sin ceder terreno a las reformas.
31
San Francisco 1986, Introducción p. 12. Se puede reconocer a Webef que haya entendido !a tipificación como una condición de
27 Como el título del libro de Ph.G. Herbst, Altematives to Hierarchies, L'eiden 1976, escri~ la comprensión por antonomasia, y por !o tanto también de la comprensión en la vida cotidiana
to en conexión con el movimiento de "human relations" del Tavistock Institute. del comportamiento organizado y del accionar referido a las organizaciones. Esto, sin embargo,
28
Así .en la contraposición tan discutida entre mercado y jerarquía. Para el punto de partida no debe ,,,
significar~ y no puede garantizar~ que las tipificaciones de !a vida cotidiana sean luego
:_·¡¡_
de la discusión véase Oliver E. Williamson, Markéts and Hierarchies: Analysis and Antitrust la misma cosa que las idealizaciones oportunas para la ciencia ~ un tema del cual se ha ocupado
1. Implications: A Study ofthe Economics of!ntemal Organization, New York 1975. Alfr~d1Schutz, en conexión con Weber y Husserl.
32 ¡,
29 Véase sólo Stan!ey H. Udy, Bureaucracy and Rationality in Weber's Organization Theoryj La publicación definitiva es Fritz J. Roethtisberger/William J. Dickson, Management and
11
American Sociological Review 24 (1959), pp. 791-795. the Worker, Cambridge Mass. 1939. Sobre el concepto ideológico cft. Mayo, op. cit. (1933). '"i,'
i1¡
il
40 41
organización formal y organización informal." Esta distinción presuponía un con- Lo que se obtiene, entonces, es más bien un modo tle observar y no un saber
flicto estructural entre motivos individuales y fines organizacionales, y partía del estable; un modo de observar gue presta atención_a las condiciones sosial~§..'.1oca-
hecho de que los motivos de los individuos podrían hospedarse en los grupos antes lf.§.''..r!.~!5.Q11!P!>.i:!altlLent.o..íl.eJQ$.Í!liliYi@9s, sin clasificarlas apresur~damente como
que en la orgacizaéíón fonnac·· -----· .. - .. c~forf"::_8_~~:~V,iag~s segú_~"_eü.squema.de.la.organizacirín.fo!llla]. Muchas inve~-
La distinción· füiiñá!/foformal considera ~¡g~µiza9\qgJormaLc.omo dada .• tigaciones, en efecto, muestran el sentido positivo del comportamiento desviado,
Se puede pensar, por ejemplo, en una jerarquía de competencias de mando a la capaz de estimular el trabajo; esto sin embargo, especialmente en conexión con
cual están sujetos los miembros de la organización. El problema de imponer este .; las tecnologías de riesgo, que muestran también el peligro de desatender las reglas
orden es visto en el otro lado de la distinción, en la organización informal. Se aunque normalmente funcione.
sy" . • _marca -en el sentido del uso lingüístico de la palabra- este lado de la distinción, "Jf Lo controvertido de los resultados de la investigación ha quitado a la distin-
,;'-j' · porque aquí hay algo por hacer. ~~grgagjz_ac\q11j1:1fqrmal, en efecto, puede apo- ción formal I informal gran parte de su signiílcado original. 37 Se ha reaccionado a
·}J . yar los fines de la organización formal o contraponerse a ellos; pue.de motivar á esto ampliando la comprensión de las estructuras, de modo que se puede formular
los miembros al rendimienfo·o émpujaríos a abstenerse, según lo que el grupo también la estrecha concomitancia.entre organización formal e informal. Desde los
considere corr~cto e iniponga a lo; individuos. La_organización informal puede
1adaptarlas tránsforinaciori~s-~e la_?i~anizació~ a las co~dícion~5.1~cales üo~
\
¡
\años se~enta, la sociología de la organización vuelve a preferir el concepto de or-
¡gamzac1ón formal, a fin de recuperar en este marco la distinción formal/informal. 38
\\nerse a ellas y hacerlas fracasai:2'.JJoiiiii"es-facilVer; ef"¡5laiíteam1ento se aifap- !Esto se relaciona, no por último, con el hecho qué, en el contexto de las organiza-
'ta-bieñ-aias-posibilidades· c1e··1a investigación social empírica: se trata de los ciones, el concepto de grupo ha permanecido indeterminado en lo concerniente a
efectos medibles de diversas condiciones. Por esto, se podría esperar un interés pertenencia, límites, fluctuaciones y tolerancia a diferenciaciones internas. Salta a
fuvorable, de parte de las direcciones de las empresas, en tales investigaciones. 35 la vista, no obstante, que en el contexto de la consultoría organizacional, ha conser-
A decir verdad, ya en los experimentos de Hawthorne se había visto que la va- vado su significado el concepto de "dinámica de grupo" y hoy se presenta bajo la
riable interviniente "grupo" hacía difícil, si no verdaderamente imposible, for- etiqueta de "desarrollo organiza_cional". Nacido oñginalmente como consecuencia,
mular, bajo la forma de leyes, dependencias regulares entre condiciones y conse- cercana a la praxis, del enfoque_ de relaciones humanas, hoy se trata más bien de la
cuencias. Con Heinz von Foerster se podría decir que el grupo es una máquina no autonomización de sectores organizativos frente al fuerte control jerárquico. Esto
trivial, una máquina histórica, que no trabaja sobre la base de reglas fijas (esto e~\ significa, por fo tanto, que se trata efectivamente de una modalidad de observación
lo que deberia asegurar la organización formal), sino que se orienta según el estadd ! socíalmente más sensible, que se sustrae a la esquematización propia de la organi-
en el cual en cada momento se encuentra.36 zación formal y a la esquematización propia de la i.dea que los superior€s se hacen

lJ Una mejor formulación, tal vez, sería: "préscribedframework" y "emergent interac- of Social Systems: !nsights, Promises, Doubts, and Questíons, Berlín 1984, pp. 2-24; reim-
tions". Así C. R. Hinings / Royston Greenwood, Th~ Dynamics ofStrategic Change, qxford preso en: Heinz von Foerster, Wissen und Gewissen: Versuch einer Brücke, Frankfurt 1993,
1 pp. 233-268.
1988, pp. 11 s.

1 34
Especialmente sobre esto Lester Cocb/Jobn R.P. French, Jr., Overcoming Resistance to
Change, Human Relatíons l (1948), pp. 512-532.
37
Véase, por ejemplo, la crítica de Martín Irle, Soziale Systeme: Ein~ lcritische Analyse _dér
Theorie von fonna!en und infonnalen Organisationen, Güttíngen 1963. Una buena apreciación

¡
15
La "empiria" no protege entonces de los prejuicios ideológicos u orientados por las rela- retrospectiva se encuentra en Anna Maria Theis, Organisationskommunikation: Theoretische
ciones de poder. Así, ·en referencia at supuesto de un trabajador influenciable por condiciones, Grundlagen und empmsche Forschungen, Opladen 1994, pp. 123 ss. Cfr. también H. Roy Ka-¡
Dana Bramel/Ronald Friend, Hawthome, .the Myth of the Docíle Worker, and Class Bias in 1í- plan/Curt Tausky, Hllfll_~~-':'_'.~.Q'íl~_lto!)S' A-Gl'!!teal-Appra1Sal, en: Am1t~1 Etztq@_E0~ if
Psychology,American Psychologist 36 (1981) pp. 867-878. \Lebm,:1:_id_s.),
[; AS.o.c10Iog1eal Reader on Complex Orgamzat1ons, New York 12t0,_,pp. 44-55~ ,
1 36
Véase Heinz von Foerster, Princi-p!es of Self~Organization - In a Socio-Managerial Vease, como texto para uso umversitano, Peter M. Blau/W. Richard Scott, formal Qfga::1
Context, en: Hans Ulricht / Gíibert J. B. Probst (Beis.), Self-Organízatíon ,nd Managemenr // mzatwns: A Comparat1veApproach, San Francisco 1962 -~- - 1
l.,
42 43 1
:i
de la empresa. Las concepciones más avanzadas de la consultoría tienden también ylaevitación explícita de_las formaliza?iones (sin renunc;jar a su posibilidad) per-
a vincular el desarrollo organizacional con la teoría de sistemas y a centrarlo en el mite_!_ll~nt~ner abierta Yrepr~ducir la opción .eµtr~f9flllªl e informaL Mientr~ 1~
desarrollo de las capacidades de autoobservación y autodiagnóstico de una orga- representación oficial de la organización tiende a consid~r,;;. la af!lla;ón formal de
nización.39 El interés por la "organización informal'' parece que, por lo contrario, competencias y conductos regulares como condición para que pueda ser elegida
se traslada desde los grupos :"que p~eden serConsiderados por la dirección em- también la comunicación informal, el ,:málisis de 1edes puede mostrarque domina
presarialc~;;~f;~¡;~;s útiles o p;rturb~dores - afosindividuos, quieñés, segón la comunicación informal y que el ceremonial de.la comunicació~'t'oflll;l ·;~·ti¡~e
la org~ni¡ación de su trabajo y sus clisposlciones individuale.s, desarrollári mayor preparado, por así decir, sólo para situaciones de emergencia O casos límites. Es
o menor interés. por contactos sociales consolidados "benéficos". 40 En cuanto hoy claro que, sobre este punto, diverge la autodescripción oficial del sistema de lo que
aim se trabaja ~on la distinción forrriaVinformal, él iniérés se ha transferido a la se debe aprender para trabajar en una organización.
cuestión de si y cómo la organización formal(= burocracia) está en condiciones de Entretanto, se multiplican las señales que indican que el concepto de organiza-
controlar a la organización informal. ' 1· , ció~ inJorrnal-y, co~ él, el concepto de grupo, serán sustituidos por una teoría de los ),
Si la distinción formal/ informal ya no separa teorías ó preferencias de inves- '.Ñ' ,si~emas de int'%ªcc):ón." Ésta se Úmonta a las propuestas de Erving Goffman y
tigación, es posible plantear, finalmente, la pregunta de en qué modo manejan las flts-reforrnurá, recurriendo a la teoría general de los sistemas sociales. Esto tiene la
mismas organizaciones esta distinción. Se indagará, entonces, en qué ocasiones y v_entaja de hacer el arnilis.fuindependiente de la cuestión.de si-y en qué medida-;e
según qué criterios se opta por la comunicación formal o informal. Para este plan- f'.:,_11,:1"!,1_:l~t;_tiY!,rJW!lte grupos.e~ las organizaci9nes. Además, el c;;;;eptod;t~po,
teamiento del problema, un buen punto de partida probablemente sean los análisis q~~es~co~ptOIL~J.crdesa.1!-°-Q~~~iefü~imOñte,e~e?e_?".(~µstituidoporJJlJe9,ri_a_d~ ti
de redes, porque el concepto de red no está definido de ante.mano por la organi- la mteracc1on entre preseptes. El problema, entonces, es que en los sistemas or- ¡ ·/,
··-·-·-.----!<---¿ =-·-·--- -1
1 ::~::;i;,\~~T1r1r[!ii!}!~i!Jb;~;;i~:~1ró;r~es, . d.~. l l !l .§!Lm~_Q_me~9s ¡r
zación formal, sino más bien por una especie de confianza que se apoya sobre
intereses reconocibles y reiteradas verificaciones. ~~licitar o iniciar.una <&llli1!1i-
lt ·-·--
cación formal es unaposfüilidad de evitar tests de confianza y de obtener_!_llayor
p~;q¡-¿;~ 4§~faicfq~~ 1\
,,¿eguridad,
,,, ........."'-·'
"
nq poc;;-~e;~;-e;
' - ..........con éiio qu;;-¿;;a;~cteri;;¡-a ____
_. ____ ....... ""••·-··- ... ........ .... ...
, , , ,

como propjamente. superflua. Viceversa, la elección de la comunicación in~o.l'lnal

Si de racionalidad se trata, otra diferencia tiene la primera opción en la teoría


39
Véase, por ejemplo, Rudolf Wirnmer, Organisationsberatung:. Eine Wachstumsbranche clásica de las organizaciones: la distinción entre fiií°"~dio. Ésta se tasa en un
ohne professione!les Selbstverstandnis: Überlegungen zur Weiterführung des OE-Ansatzes in
Richtung systemischer Organisationsberatung, en: Michael Hoffinann (Ed. ), Management Forum, concepto de racionalidad de la acció~, presupone~.]J.Qr--(anto, que alguien espe-f
Heidelberg 1991, pp. 45-136; RudolfWimrner, Wa, kann Beratung leisten: Zum Interventions- ra poder alcanzar ciertos .fines sirviéndose. de determinados medios. Con ello se/
repertoire und lnterventionsverstiindnis der sy~tentischen Orgauisationsberatung, en: Rudolf daba por supuesto, en el concepto clásico, que el gobiemod~-;a organización
Wimmer (Ed.), Organisationsberatung: Neue Wege und Konzepte, Wiesbaderi 1992, pp. 59- tenía lugar en la forma de acciones, que la cúspide de la jerarquía se identificaba
127; Rudolf Wimmet, Neuere Methoden der Organisationsennvicklung zur Steigerung der s.
Überlebensfáhigkeit mittelstandischer Unternehmen, en: Dieter Schwiering (Ed.), Mittelstandi- r: con los fines de la organización y los imponía mediante su autoridad, mientras los
sche Untemehmensfübrung im kulturellen Wandel, Stuttgart 1996, pp. 182-205.
40
Véase sobre esto Lothar Peter, "Jeder irgendwie für sich allein"? Probleme und Chancen
sozialer lnteraktion amArbeitsplatz, Zeitschrift für Soziologie 22 (1993), pp. 416-432. G)cfr. André Kieserling, Interaktion in Organisationen, en KJaus Damm~nn/Dieter Gru-
41
Véase, por ejemplo, Charles Heckscher, Definingthe Post.Bureaucratic.Type, en; Charles now/Klaus P. Japp (Eds.), Die Verwaltung des politischen Systems: Neue systemtheoretische
Heckscher / Anne Donnellon (Eds.), The Postbureaucratic Organization: New Perspectives on Zugnffe auf em altes Thema, Opladen 1994, pp. 168-182; André ](ieserling, Kommunikation
Organizational Change, Thousand Oaks Cal 1994, pp. 14-62 (21 s.). unter Anwesenden: Studien über Interaktionssysteme, Frankfurt 1999, pp. 335 ss.

44 45
medios tomados en consideración tendían a hacerse autónomos" o· incluso a ser las organizaciones, surgen dificultades e incluso desistimientos ineludibles. Sobre
sustraídos de la organización. En este sentido, se ató un paquete que presuponía todo las empresas económicas, que deben fijar los precios de sus productos, en-
la concordancia de un gran número de distinciones o la formulaba corno problema cuentran que el mercado (en ausencia de "competencia perfecta"), no dicta sim-
plemente los precios, sino que se debe decidir sobre ellos en la organización. Pero,

~~iii;~li!K;:::::1~~
//para dicho fü. 44 Sin embargo, un análisis más atento de estas diversas dísfiñ-¡
' ciones debería conducir muy rápidamente a la disolución de tales supuestos de
¿cómo? Usando una forni~lación más general, podernos decir que el entorno de las
organizaciones no absorbe suficiente contingencia, por lo cual la organización
no puede contentarse con un cálculo de decisiones que sean ]as únicas correctas.
j La ~rganización debe decidir por sí misma, sin disponer úe un saber suficiente y
armonía. \ ut1llzando un procesamiento de información reducido. El entorno no está ante-
La distinción entre fin y medio es delimitada en sus dos lados, median- puesto..a.la..organizacióJl.'11 l~ .torma deu_na "autoridad'~eya'.voluntad ésta ·de-
te valoraciones dadas por supuestas (esto es, a través de una distinción valor / ~~~-cu11;plir. Tanto en la econ<;rnía, cuan!~ ~~-¡a·p~líti~~, es-~ás IJi;~-;;·;;;;¡;.
disvalor). No se trata simplemente de la _causalidad del producir efe~tos. Más po turbulento e intransparente, a partir del. cual la organizacjón debe encontrar
bien los fines son.finesya valoradou.,_tarnbién, en lo ctne respecta a los·rn~dios~ ftllldarnentos para sus propias decisiones. Y cuán buenas sean estas d;cisi~~;s
sólo son tornados en consideraciónaquellos que no "cuestan" demasiado. Por ;-;;;;;tió~ q~; d;p;µ~~iáci;1;;;;
es eisírnifuras delsiJt,ma, sean cuales sean los cri'.
esto, no es difícil señalar la unidad de la distin~ión, a saber, corno un producto terios adoptados.
positivo (y, de ser posib!G:·.::::---
;áxirno u óptímo) de~--·-.-,---.--
la relación entre medio y fi~. \ . El esquema finl_rnedios o, ~sando una formulación más abstracta, el medium
.,---- __ ,... ' / ' ·····-···. ........... ...........--...
.-,

Aquí se puede dejar abierto'que~iíiflores· (= preferencias) deban ser realizados. , \, ulllversal de las posibles causalldades y de las valoraciones posibles p_roporciona
Al indicar este esquema, se puede hacer abstracción de todas las valoraciones solamente un marco para las delimitaciones necesarias, sobre las cuales se debe
concretas, en la medida que éstas se hallen en el ámbito de lo c~us_alrnente rea- decidir en la organización. Ha sido sobre todo Max Weber quien utilizó este es-
lizable. Incluso los programas maxirnizadores para la salvación del alma fueron quema, por un lado, para "explicar comprendiendo" ("verstehend zu erkltiren ")
tratados transitoriamente como posible objeto de organización."' Naturalmente la acción, y, por otro lado, para delimitarla a un tipo ideal general de burocracia,
deben existir cualesquiera preferencias, para que el sistema pueda operar selecti- mediante la sujeción a reglas y órdenes jerárquicas (Weber, sin embargo, no deja
vamente; pero esas preferencias son introducidas en el modelo corno datos exter- e? claro el hechogue los horizontes jnrruitQt1~.,~!,..,[q~,!lia_ hacen posibTeyU¡r
nos, como variable independiente. cesari_~_:12;': tal delimitación). Sólo después de la segunda gue;;-;;;,;¿i;fysobre
Sin embargo, con un análisis más preciso y con tma investigación empírica todo en la recepción estadounidense, esto pasa a ser un hilo conductar 4e estudios
de las exigencias que este esquema hace al procesamiento de informaciones en organizativos específicos, desligados de la teoría de la sociedad. 46 ·
En una aproximación más concreta, sin embargo, desaparece lo que se había
dado por descontado, corno racionalidad interna del esquema fin/ medios. Es vis-
43
Como clásico de este problema del desplazamiento fin~medios y de su descripción como to, cada vez más, solamente corno símbolo de racionalidad. Una utilización pu-
burocracia, véase Robert Michels, Zur Soziologie des Parteiwesens in der modemen Deniokratie, ramente simbólica del esquema alimenta, entonces, la sospecha de que se podría
reimpresión de la segunda edición, ·Shlttgart )957; además, acaso Peter M. Blau) Bureaucracy
in Modern Society) New York 1956, pp. 93 ss. o Renate Mayntz, Soziologie der Organisation,
Reinbe~ 1963, pp. 78 s. 46
·~cfr. Barnard, Op. Cit. 231 ss.; Blau/Scott Op. Cit. (1962), p. 5; o JosephA. Litterer, Toe Para los inicios véanse, por ejempio, Robert K. Merton, Bureaucratic Stmcture, and
Analysis ofOrganízations, New York 1965, pp. 246 ss. Personality, Social Forces 18 (1940), pp. 560-568; Philip Selznick, AnApproach to a Theory of
4
s Que aquí se· deban incluir también los medios ha sido motivo de la conocida critica a la Bureaucracy, American Sociological Review 8 (1943), pp. 47-54; Philip Selznick, foundations
praxis orgaÍÍizativa de la orden de los jesuitas. fora Theory of Organizations, American Sociological Review 13 (1948), pp. 23~35.

46 47

1\
li,,
tratar de una ideología que, bajo la cobertura de una racionalidad sensata para la llevados, mediante la distinción entre fines y medios, sólo a una fonna que puede
sociedad, satisfaga intereses sin ser controlada. ser presentada como racional. 50
En esta situación no sirve que, en conexión con Max Weber, se distinga diver- Que la racionalidad en el sentido estricto, clásico, sea inalcanzable, no signi-
sos tipos de racionalidad (racionalidad de acuerdo a fines, racionalidad de acuerdo fica que el comportamiento transcurra, en las organizaciones, de manera arbitraria.
a valores), y ni siquiera que, en conexión con Jürgen Habennas, se prefiera un Más bien se delinea una nueva distinción, aquélla entre comportamiento racional
tipo de racionalidad, aquélla orientada al entendimiento. Tomando esto en cuen- y comportamiento inteligente. 51 Un comportamiento es inteligente cuando logra
ta, Herbert Simon propuso contentarse con la "bounded rationa/ity" (racionalidad encontrar orden, incluso entre los escombros de las condiciones de racionalidad,
limitaéfay:''llstéiconclnye en una distinción de,qos planos, uno de los cuales esta- también en el "garbage can" (bote de la basura). 52 Sin embargo, la investiga-
blece con1ici?~~-suficiente~~_e11a[en.rnmo . pr~misas.paraJaJQg¡~ d_e . ~~cisión,
para luego -en un segundo plano- ,lejar los detall~s_a las decisiones, cuyas conse-
cuencias no son muchas, pero útiles. El alcance de este concepto no sólo radica en
\
f1ión sobre este tema ya no puede limitarse más a modelos con una única decisiór,.
rrecta..Debe: ante to~º'. descubrir las e~tructuras. del desorden, la inconsistenci\ 1
:de las ex1genc1as, los ltm1tes de la capacidad cogn1t1va de orientación, para poder/ ~
el debilitamiento de las exigencias de racionalidad. Sostiene, principalmente, que ver que los part1c1pantes, a pesar de todo, buscan -y encuentran- conjuntos de
hace una diferencia el modo en el cual un sis1emg está .organizado; y,.. además, decisiones gestionables. \
__ ____ __
''''"""'·"·--..,-- ,,. ,

que puede depender del aprendizaje, p_uesto que la racionalidad no estáya de~_nicla Si.se.debe_incluir también la variación de las valoraciones sea en relación
por 1a. reJacióñcteT;¡;¡-~á córíerent~;;; (de ia empresa c'ciñél;:;;_~;z~¿~i- Lo que con los medios (por aj;~i,i~: ;~~-~;~·;;;--¡j;;;¡cióÜecoTógica ~ un aumento de
se echa de menos como sociólogo, sin embargo, es la consideración de las limita- los costos), sea en relación a los fines, entonces es natural que se introduzca,
, ciones sociales de la acción. en el sentido del yiejo funciorialismo, el automantenimiento del sistema como
Hoy se tiende a interpretar esta diferencia, con la ayuda de conceptos cogniti- meta-fin
- '
53 que dirig~ t;ctai'las'~tras variaciones -E·:··----,···,·,-·.,----b---fü-
,. _ _,,,_...,, - •.,..--~.---,..,·-··,··,.=,,.--,,.-o,•o,.,s<>a'-,-, "'" , ste pnnc1p10, sm em argo, e
vos como "esqueman, "script", "mapas cognitivos". 48 Otras concesiones consisten fonnulado, infelizmente, como si se tratase de un programa dirigido a mantener la
en contar con consecuencias imprevistas y construir reservas por el riesgo de un estabilidad del sistema._¿Pero qué cosa es la ''.~stabilidad;;;de un sistema, si todas
cálculo errado. Ulteriores modificaciones radican en que se invierte la asimetría de las ºP.t'!~!onesd~l_si_~tema s<:_~:!.e.~~~~-~~?!i;,Csipíiict~n ser objeto de nuevas
fin y medios y se éontempla el caso de que una organización busque los fines para valoraciones y falta un c1iterio de identidad claramente definido? Es natural que
una cierta disposición de medios (o que, dado un capital, busque una posibilidad esta teoría de la variación del fin, en miras al interés de mantenimiento de la es-
de inversión sensata) .. Entonces no se habla sólo de organización orientada a fi- tabilidad (y con ésta el estructural funcionalismo en la teoría de los sistemas),
nes, sino de grganizaciones q~;·buscaµ fines. 49 Esta rotación de la perspectiva deja haya sido criticada como "conservadora". Pero el principio había ya,alcanzado
en claro, que el ';squemadebe ser coíisiderado como contingente por ambos lados la fonna de una paradoja apeñas·ociilta, en la CO.!JlPl.Cl1'lió.n__q¡¡e-elmanwnimien-
y que, por ello, en todo caso sirve para implementar juicios de valor, los cuales son to r~9.11i~.r~... varii;c;im1.es Y q11~ -~-~!9 . @ ...s.eJe.. P.U.esl~.n sei!a)>lf _límites teóricos.

50
47
Véase entonces la colección de ensayos de Herbert A. Simon, Models of Bounded Ra- Para una detallada discusión de esta crítica, basada sobre el estado de la investigación en
:¡ tionality, 2 tomos, Cambridge Mass. 1992. los años sesenta, véase Niklas fohmann, Zweckbegriffund Systemrationalitlit (1968) reimpre-
48
ASí Giancarlo Provasi, Oltre i1 modello di 11razionalita limitata": I1 contributo del cogni- siónFrankfurt 1973. '
:1,¡i 51
Sobre esto las contribuciones en Massimo Warglien/Michael Masuch (Eds.) Toe Logic
tívismo, Rassegna Italiana di Sociología 36 (1995), pp. 251-278. Sobre la influencia de la teoría
cognitiva en la investigación organizacional, cfr. también las ·contribuciones en el número l-2 of Organizational Disorder, Berlin 1996. '
,i.1' 51
'' (1996) de la "Revue internationale de systémique". Según Michael D. Cohen/James G. Marcb/Johan P. Olsen, A Garbage Can Model of
49
Véase James G. March/Johan P. Olsen,Ambiguity and Choice in Organizations, Bergen, Organizational Choice, Administrative Science Quarterly 17 (I 972), pp. J-25.
Noruega, 1976. " Véase, por ejemplo, Harry M. Johnson, Sociology, New York 1960, pp. 284 ss.

48 49
Precisamente por esto, en las siguientes reflexiones no retomamos la fórmula, y sus partes." Pero esto es, como es fácil de reconocer, una paradoja resuelta.
pero sí el problema. 11Jn esta representación, en ~fecto, el siste_ma aparece dos veces: a nivel del todo
Otra crítica a la fórmula del mantenimiento de la estabilidad podría remitir ~ue no puede ser parte de si mismo y a mvel de las partes, de las cuales ninguna
al hecho que un sistema organizado no puede ser considerado aisladamente, sino puede ser el todo. L_a duplicación requiere entonces una creativa repatriación de
la diferencia a la umdad, con el auxilio de conceptos tales como integración, do- ,
¡·
sólo en relación con su entorno o sus entornos, con los cuales intercambia presta-
ciones e informaciones: Entonces, en lugar de la coincidencia entre el esquema fin minio, representación, participación, los cuales, sin embargo, difícilmente logran
/ medios y la jerarquía, podría entrar la coincidencia entre el esquema fin / medios enmascarar el hecho de que existen problemas residuales, que no son eliminados .
y la distinción sistema/ entorno. Esto podría ser formulado según el modelo input con esto.
/ output: al interior del sistema los outputs serían el fin, mientras los inputs nece- Las experiencias de la investigación con estas distinciones han hecho emeroer
o
sarios serían los medios del sistema. Pero con ello, sin embargo, llegamos a una .dudas. Además, con el envejecimiento de estos enfoques clásicos, se hizo notorio que
nueva distinción que, desde los años sesenta, en consonancia eón desarrollos en la restringían excesivamente su éampo de investigación. Si luego, más allá de esto,
teoría general de sistemas, comienza a asumir la función de una distinción guía: se reconoce que tal reducción no concierne a la teoría, sino que se tiene que rea.
\t la diferencia entre sistema y entorno. · · \izar mediante prestaciones propias de la_s. mismas organizaciones, entonces salta
a la vista una nueva distinción: la 1{;¡stema y ent9rno. Con esto el problema,
como antes, es visto dentro del sistelil~lll!),Jl€,(9,fa pregunta directriz ahora es
v. có~o debe organim~cl_sistema.en.relacióD.JLSU..entQJJlo; y todas las distincjQ_ne~
utili~ h~bora, l_a d".__hid~_Y.JJ~rtes, la ,Q'c.~_i;,rnr,mía y 1~ sJ~L~,§!lY_~a ~!
Nadie duda que en el mundo, además de los sistemas sociales organizados, exis- medio, deben ser reinterpretadas como.. formas.q_ue ~an de validarse en la relación
entre sistema y entorno. ""'"•"'"""""··-·--""'"'""' ,
tan también otras cosas. La cuestión es: ¿qué se puede hacer con ello en el plano
teórico? \/ La primera reacción a la posible relevancia del entorno, para la construcción y
Es igualmente indiscutible, que todo tratamiento científico (así como, en ge- J estructuración de organizaciones, hizo uso de la teoría de los "sistemas abiertos". El
neral, toda observación y toda descripción) requiere que se aíslen determinados interés por esta teoría se derivó de la discusión sobre las leyes de la termodinámica,
objetos. Si se quiere indicar alguna cosa determinada, se debe primero distinguirla . que para los sistemas cerrados habían predicho una tendencia hacia la entropía, esto
de todo el resto. Toda observación comienza con una distinción. Es necesario en- es hacia la desaparición de todas las diferencias utilizables. Para invertir esta ten-
tonces preguntarse si, y eventualmente por qué, determinadas distinciones son más dencia o, al menos para detenerla, parecía que fuese necesario dispone¡aje sistemas i/
convenientes que otras, y para quién. abiertos, los cuales, a través de relaciones de intercambio con el entorno, fueran ca-
Las distinciones, relativas a la jerarquía, a la ~rga~ización formal I infoni:al Y paces de producir diferencias utilizables para sí, esto es de aprovechar ocasiones
casuales, para construir un orden propio y mantenerse "homeostáticamente" esta-
r.I\Ja los fines y medios, que hemos tratado hasta aqm, teman como referencia el mte-
\jrior de la organización. Tal vez se pensaba. que, una vez ~cl~adas las distinciones bles en el estado que hubiesen alcanzado. Esta versión, formulada en parte con la
· internas, el objeto del cual se trata se daria como por si mismo. Pero, entonces,
se debería recurrir a supuestos relativos a la esencia: por ejemplo, decir que la
54
esencia (o el tipo ideal) de las organizaciones burocráticas consistiría. en una je- Así, aún hoy, el enfoque del "roanagement orientádo sistémicamente" de la escuela de
Hans Ulrich (St. Gallen). Aquí el concepto central de integración se define como· reconducción
rarquía de mando y que podría ser definida de este modo; o que la esencia de las
de las partes a un todo. Véase por ejemplo la Feslschrift en honor a Hans Ulrich: Gilbert J.B.
organizaciones industriales radicaría en una orientación hacia el fin (que podría ser Pr?bst/Hans Siegwart (Eds.), Intergriertes Management: Bausteine des systemorientierten Ma~
descrita con precisión). O se renueva una distinción muy vieja: aquella del todo nagernent, Berna 1985.

50 51
distinción entre máquinas y sistemas naturales,55 dominó la teoría de la organización,de nes colectivamente vinculantes," y también aquí la prestación principal del siste-
los anos- sesenta ." Con ella se admitía la asimetría entre entorno y orgamzac1on, ma consiste en distinguir estos entornos o en presuponer que son distinguibles y
aunque orientada en una dirección unilateral, que se podía fo'1:1ular _como re_duc: que no se amalgaman en un confuso juego de colusiones particularistas.
·, de la·compleJ'idad del entorno, como predispos1c1on de requ1s1te varzety Con est.e modelo, sin embargo, solamente se aplaza el problema de la gene-
C!On . . "(
(requisito de variedad) o, por último, como principio del "order from nmse or- ración de límites. Se encuentra, ahora, en la pregunta: ¿cómo se debe entender la
den a partir del mido). Esto podía ser convincente, en referencia a un e~tomo

'
conexión entre input y output o la trasformación del input en output? Aeste respec-
natural. Sin embargo, al considerar conjuntamente el entorno humano, soc1etal o to, se perfilan diversas propuestas, las cuales han entregado a los criticos, en sus
político, no se podía seguir descuidando el hecho que -. y cómo - repercute la re- manos, el argumento de que se trata de un modelo 'técnico!l, si no "tecnocrático".
1

ducción alcanzada en las organizaciones (aquella reducc1on que para ellas es eficaz Se puede pensar, por de pronto, en una función matemática de transformación,
y racional) sobre el entorno de éstas. Además, el creciente interés por las cuesfo- pero ningún sistema real se haría superfluo a sí mismo, a través de tal descripción.
nes ecológicas llevó rápidamente a incluir también al entorno natural, en el mteres Otra posibilidad sería: pensar la trasformación según el modelo de una máquina
' . les. 51 .
por los efectos derivados de los resultados orgamzac1ona que, si no está descompuesta, a partir de inputs idénticos, produce siempre los
La "apertura" del sistema hacia el entorno lleva enseguida a preguntarse de mismos outputs y, por lo tanto, funciona de manera confiable. La tercera posibi-
qué iñododéiímiiarla: A.caso·!a prój5u~:~ ll1~8_ importante paffrla ~o lución-de-este· lidad consiste en asumir que los procesos internos no son observables y limitarse
,................................ d l ·• · · t en la d1stmc10n entre mput Y
problema, se encuentre, des e os ::111os cmcuen ,a, <:-...,---:- a la observación de regularidades externas. Esta versión ha recibido el nombre
output. La distinción diferencia las 'Íelact@eifüel sistema con el entorno, segun s1 de "b/ack box" (caja negra). Ha estimulado tanto la curiosidad, que al fin también
eEisiema recibe O cede algo. En la teoría de la empresa económica, por eiemplo, se ha comenzado a especular acerca de lo que pasarla en la black box, o, al me-
se distinguen, por una parte, mercados de materias primas, trabajo y financiero'., nos, se presume que pasarla, si la máquina no trabajara regularmente, sino de
y, por otra parte, mercados de productos o consumo, y se. supone que las orgam- forma manifiestamente caprichosa; no confiable, sino discontinuamente; no como
zaciones sólo p\leden desarrollarse, si es posible distinguir entre estos me:cados una máquina trivial, sino no-trivial. Y la conjetura - que condujo a un tipo comple-
(o, alternativamente: se toman distinguibles porque se_ desarroll~n las orgamzac10- tamente diverso de teoría de sistemas - fue que en una máquina como ésa, estaría
nes correspondientes). 58 En la organización estatal del sistema pohhco, se puede_ dis- en juego la autorreferencia o que, en su matemática, tendrían un rol los números
tinguir el input de informaciones y declaraciones de intereses, del output de dec1s10- imaginarios, las paradojas u otros fantasmas similares.
Junto a estas tentativásd~lllodelización, se han dado también planteamientos
ss A esta distinción reaccionó", a su vez, una tentativa de integración muy consi~~rada. en
más abstractos, desde la1cibeméti¡;a de los años cincuenta, a partir de faf asimetrías
\ ' 1 '

esa época: James D. Thompson: Organizations inAction: Social Science Basis ofAdtn1mstra~ve i\ en la relacjó1\e.ntre sistem'l_{e,i¡lomo. En cibernética se trataba de la .cuestión de
Theory, New York !967. . ¡I
J ·la "requi{ite v'ariety" que permite a un sistema adquirir o construir informacio-
íG Un texto típico en este sentido es Daniel Katz/Robert L. Kahn, The Social Psychology of
nes adecuádali al entorno. 60 En la psicología cognitiva de orientación funcionalista,
Organizations, New York !966. . desarrollada en aquel período, aunque también en resultados de investigaciones 1
51 y éase sobre este estadio de la discusión, Louis R. Pqndy/Ian I. M1troff, Beyond Open
11
Systems Mod~ls ofOrganization, Research in Organizational Behavior 1 (1979), pp. 3-39. Karl empíricas sobre las organizaciones, el problema de esta diferencia se veía como ¡¡
Weick subrayó, ya en 1969, que las organizaciones «enact therr env1rom:n~?t» Yque a tal_ fin
serian necesarios criterios. Véase !a traducción alemana de la segunda ed1c10n, Karl E. We1ck, 59
Cfr. David Easton, A Framework for Política! Analysis, Englewood Cliffs N.J. 1965: i
Der ProzeB des Organisierens, Frankfurt 1985. , , . . David Easton, ASystel}UAnalysis of Political Life, New York 1965.
11 ss Para una publicación relativamente tardía de esta forma de ~e~na v~ase Pt~ro ~o~et'. La ® Así W. Ross Áshb\, An Introduction to Cybernetics, London 1956, esp. pp. 206 ss.; W.
dinamica della organizzazione: Le constanti di comportimento de1 s1sterru orgaruzzattv1 az1en~ Ross Ashby, Requisiru'Vafiety and its !mplications for the Control of Complex Systems, Cyber-
:1: dali in azione, Y edición, Milano 1990. netica 1(1958), pp. 83-99.
:1
I¡ 52 53
11
1
l
una gradiente de complejidad. La expresión "reducción de la complejidad" viene . En_l~~ a€;~;~~l liderazgo fue asumido por la llamada '1l;oríade.lacon,-
de aquel período y de aquel contexto.61 La teoría de la decisión racional llamó la tmgenc_1~ , en corrllléion con los trabaJos de Lawrence y Lorscb. 65 Esta se pregun- 1
atención sobre este problema, con un temprano aporte de Simon. 62 Los primeros
estudios empíricos de sociología de la organización se ocupan de la cuestión'iefa-
taba por las formas y condiciones de adaptación entre entornos y sistemas. 66 Sin
embargo, por motivos de metodología empírica se subvaloraba la complejidad, en !
tiva a las formas de organización que se adaptan a ambientes turbulentos. 63 A este particular la complejidad de los propios sistemas organizacionales. También fue,
1
,respecto, es posible partir de ~sJ°.!Pª~.degrg~~i~a,iqn_yp_reg11_¡¡t')l:s,e c;~~':~~°..n_ en un primer tiempo, descuidada la incalculabilidad de los sistemas condicionada
i sus~ correlaciones con el entorno (formal/ informal, jerarquía empinad~/ plana,
\ ..... ,. .. -,-.··-··· -,-............. ., .• ,, ........... ,~ ....• ,. '., ...... ,.... ", •. " " ',,,- ....... ,w.,•,"u,."·•····'· - -.• ._,.,.
por su autorreferencia Y, sin prestar a este problema la atención necesaria, se partió
: 9elegaci/m. .sl.e.cnwpete,n9ias, vincu!aci,ín.aJas . r~gl!':S..~!Ji~ta,J.~a) 9__s_e_p~:d~- \\del supuesto_ de q~e la producción d~.adap~ción en~e el entorno y el sistema seria/\
1
ltfrontar, de distintas maneras, el prgiJ[~ma de .la diferenciasle rnmpleii4~d. Si se tarea de la direcc10n de la orgamzac1on. As1, la teona de la organización pudo pre- \
parte de Joi recursos ~eées~~s, se trata del problema de asegurar el acceso a los textar que trabajaba muy próxima a los intereses de la administración, para ayudar
recursos, dado un éxito variable en los negocios; esto es de un problema de liqui- a sintonizar la organización con los requerimientos y posibilidades ofrecidos por
dez, de solvencia crediticia o también de elasticidad interna, que haga posibles el entorno.
las sustituciones. Al poner el acento en la dependencia de recursos, se plantea la
pregunta de basta qué punto la disposición sobre recursos necesarios permite un
control externo de las organizaciones dependientes." Si el problema se ve en las
informaciones, se trata del manejó'éféía incertklrnnbre, de la minimización del
gasto en el pr9c_esawie11!0 de iíIT~1réiomi'?'tf,'frlilffilfn, de laracionalización deTá ¿El entorno? ~sta ese moI!Le.Jlto, la teoría pensaba que el entorno era aquella
rén;;;;;;-i;;-; ~Íteriores informaciones y, con todo esto: de°gestióÜdel ríesgÓ\ArobÓS parte del mundo, que no pertenecía a la organización. Con ello, el entorno se su-
- ---··-····-----· --·-·--~-----;/ ,
pfáñteariiieñios pueden ser ampliamente traducidos entre sí, de manerá que aqm ponía gado. Se presumía que estaba o[ietivamente disponible, pero q~maoa
nos encontramos de frente al tema de cuál sea el modo más fructífero para tratar - --·--···--,··--·=-,·----
al sistema con escasez de recursos y excesos .de información, exigiendo, por lo
teóricamente la relación sistema / entorno. tanto, del sistema la reducción de su complejidad. Desde la segunda mitad de los
~- años setenta se encuentran expresiones crítica_s al respecto que, sin emb:irgo, no
61Cfr. Jerorne S. Bruner/Jacqueline J. Goodnow/George A. Austin, A Study ofThinking, , son desarro_lladas consecuentemente en el sentido de las teorías constrncttvistas.
New York 1956. ..)!éarl Weié¡;: es quien llega más lejos: 67 el entorno..sería el resultado de un "en-
62 Véase HerbertA. Simon) Rational Choice and the Structure of the Environment, Psycho-
actm~;¡»'(tráducció¿ alemana: ''Gestaltung~;ra~ión,-de'iiiíea6Í8ii;-;¡isposj-
logical Review 63 (1956), pp. 129-138.
63 Véase Tom Bums / G. M. Stalker, The Management of Innovation, London 1961. }Í:Í1!1.".Qll~xtura), ~-s~~~!a_Ló@_c_,t:\°'1'!spro_,e§QI)11ternos. Ño;rí¡ nada.dado
Además F.E. Emery/E.L Trist, The Causal Texture of Organizationa! Environments 1 Human independientemente de la organización; sería el resultado de la acción de la or-
Relations 18 (1965), pp. 21-32; F.E. Ernery/E.L. Trist, Towards a Social Ecology: Contextual ganización, que, como toda acción, sólo puede ser observada retrospectivamente.
Appreciation of the Futuro in the Present, London 1972; Paul R. Lawrence/Jay W. Lorsch,
Organization and Environment Managing Differentiation and Integration, Boston 1967; Paul
Se podría decir, que se ve lo que se ha hecho sólo con la ayuda del" concepto del
R. Lawrence/Jay W. Lorsch, Differentíation and Integration in Complex Organizations, Ad-
6
ministrative Science Quarterly 12 (1967), pp. 1-47; Howard E. Aldrich, Organizations and s Para bibliografia, véase la nota 63.
66
Environments, Englewood Cliffs N. J. 1979. Como intento de remediar el déficit de complejidad, véase una (poco clara) diferencia-
~ La monografia pertinente es: Je/frey Pfeffer/Gerald R. Salancik, The Externa! Control ción de tipos en Robert Drazin/Andrew Van de Ven, Alternative Forros of Fit in Contingency
of Organizatíons: A Resource Dependence PerspectíVe, New York 1978. Cfr. también David Theory, Adrninistrative Science Quarter!y 30 (1985), pp. 514-539. ¡,
67
Jacobs, Dependency and Vulnerabílity: An Exchange Approach tO the Control in Organiza~ Véase Karl E. Weick, Der ProzeJ3 des Organisierens, trad. alemana de la 2ª edición. ,,11
tions, Administrative Science Quaiterly 19 (1974), pp. 45-59. Frankfurt 1985, en particular, pp. 212 ss. · 1:

1:
54 55 1 1
/111
111,
u:l
1

la "cultura" o la "ética"), y todas las explicaciones ofrecidas no hacen más que


mtomo·, este último permite extemalizaciones, vale decir, la atribución a causas. empeorar las cosas. 10 Al concepto de institución, se contraponen en parte la téc-
1
ue se encuentran fuera del alcance de las responsabilidades internas de la orgam-
q . l'd nica, en parte el racionalismo instrumental, en parte la limitación a los puntos de
zación. El entorno es, después de todo esto, un supuesto que !lene va 1 ez aunque,
·vista de actores individuales, en parte el aislamiento muy fuerte de la organización
e incluso precisamente porque, no es sometido a prueba. ·.
Un reajuste conceptual de tan amplio alcance ha encontrado poca resonancia respecto a los "valores" y construcciones culturales y semánticas de la realidad
hasta el momento en la investigación organizacional, tanto más cuanto que la mis- de la sociedad que las comprende. Parece ser una suerte de movimiento pendular
ma teoria de los sistemas estaba apenas preparada (sólo gradualmente la teoría de que, después del "disembedding" (separar), acentúa de nuevo la "embeddednes"
los sistemas autorreferenciales, la cibernética de segundo orden y la teoría construc- (incrustación). 11 La situación de la ciencia, en la cual ha nacido este nuevo insti- ·
tivista del conocimiento empiezan a ofrecer fundamentos para ello). En su lugar, se tucionalismo, hace parecer comprensibles las aspiraciones que han motivado su
ha llegado a un simple debilitamiento de la distinción entre sistema Yentorno. La desarrollo, pero el hecho que éste incluya otros fenómenos no justülca ver en él
una nueva 1'teoría''.
crítica a la teoría de la contingencia, se escandaliza con la agudeza de la distinción--
y la falta de una reflexión teórica sobre la sociedad. Dicha crítica ha conduci- En el contexto estadounidense, el recurso al concepto de "institución" se
68
do al así llamado enfoque "institucional" de la teoría de las org~nizaciones, explica también porque la "teoría de sistemas" es considerada un patrimonio in-
simultáneamente con el correspondiente restablecimiento del concepto de insti- telectual superado y agotado. Todo lo que se trata de acentuar .con el concepto
tución en la ciencia política, en la teoría de la ciencia y en la teoría del derecho." de institución se orienta directa o indirectamente contra presunciones que, en parte
Con este término se entienden premisas dadas de comportamiento, relativamen- correctamente, se atribuyen a la vieja teoría de los sistemas: a saber, inadmisible
te durables y resistentes al cambio, sobre las cuales pueda apoyarse la acción, aislamiento
. del objeto, sobre valoración de las posibilidades técnico-matemáticas,
ahorrando ulteriores análisis. En esta medida, el taken for granted (dado por mstrumentalismo racional, misticismo de la "totalidad". 12 Sin embargo, la polémi-
supuesto) de las instituciones indica, al mismo tiempo, los límites del desglose ca dirigida en contra de todo esto no ha logrado consolidar su propio fundamento
racional de los presupuestos de la acción. Así, en sustitución del problema de ''fit" teórico, ni siquiera hacerlo explícito. Entretanto, la teoría de los sistemas ha segui-
(ajuste) de la teoría de la contingencia, se ponen de relieve concordancias cultu- do desarrollando su propio instrumental mediante la incorporación de conceptos de
rales entre las organizaciones y su entorno societal. Con razón, se subraya que autorreferencia, de tal forma que la distinción sistema/entorno porta hoy consigo
las concordancias entre sistemas y entornos no se pueden explicar solamente por implicaciones del todo diversas de las que tenía en el período comprendido entre
requisitos técnicos o mediante relaciones de intercambio. No ha resultado ninguna los años cincuenta y setenta. Aplicada a los sistemas sociales, en general, y a las
elaboración conceptnal (lo que es típico cuando se recurre a viejas reservas teóri- organizaciones, en particular, la teoría de sistemas afirma que la dire&ncia entre
cas, también, por ejemplo, en los esfuerzos cercanos por reintroducir en el debate sistema y entorno debe ser producida y reproducida en el sistema mismo y que
precisamente esto constriñe al sistema a tomar en consideración su ambiente.
68 Cfr., por ejemplo, John W. Meyer/Brian Rowan, Institutionalized Organizations: For- ¡.:'
mal Structure as Myth andas Ceremony, American Journal of Sociology 83 (1977), pp. 340-
363; John w. Meyer/W. Richard ScoU, Organizational Environments: Ritual and Rationality, '° Véase sólo W. Richard Scott 1987, TheAdolescence oflnstitutional Theory Adminis-
Beverly Hills Cal. 1983; Lynne G. Zucker, Institutional Theories of Organization, Annual trative s.cience Quarterly 32 (!987), pp. 493-511. La "madurez" de la teoría es vi;ta aquí en
Review of Sociology lJ (1987), pp. 443-464; James G. March/Johan P. Olsen, Red1sco- 1~ plurahda~ ~e version~s contradictorias, entre las cuales se puede escoger para !as lnvestiga-
vering Institutions: The Organizational Basis of Politics, New York 1989; Walter Powell/Paul c10nes empmcas. Lo mismo vale para el concepto complementario de "cultura". Véase infra,
cap. 7, nota 27.
DiMaggio (Eds.), The New Institutionalism in Organizational Analys1s, Chrcago 1991; W. 71 A. . lar, IMare Granovetter, Economic Institutions as Social Constructions:
si, en part1cu
Richard Scott Institutions and Organizations, London 1995.
AFramework for Analysis, Acta Sociologica 35 (1992), pp. 3-l l.
69 Cfr. sÓJo Santi Romano, Vordinamento giuridico (1918), reimpresión de la 2ª edición
72
Pa_ra la teoría de la ciencia y la teoría del derecho se podría agregar tambiéll el positivismo.
Firenze 1962.

56 57
Si se asume este enfoque de investigación, es posible subordinar a éste todas similares, sólo .sirve corno autodescrípción de un movimiento sectario, como res-
las distinciones que han sido consideradas relevantes hasta ahora. Se puede decir, puesta a una interrogante que así ya no puede ser planteada de manera convincente. 73
por ejemplo, que la función y la legitimación de la superioridad jerárquica se de- Al interior de las condiciones generales planteadas con la distinción entre
rivan de los mejores o más importantes contactos con el entorno, que se pueden sistema y entorno (y que hacen posible indicar algo como "sistema"), se han des-
concentrar en la cúspide: El jefe es el que procura los recursos, tanto al nivel de arrollado numerosas controversias teóricas. Esto tiene claramente que ver con la
las más pequeñas unidades de trabajo, cuanto al nivel de sistemas altamente com- dinámica propia del sistema de la ciencia, que exige una actitud "crítica" hacia
plejos. Transforma irritaciones en informaciones. También es fácil ver, que distin- proyectos teóricos ya eústentes y que, bajo la forma de crítica, pone a disposición
ciones corno la de organización formal e informal o entre fin y medios, se refieren el camino más rápido para divulgar nuevos conocimientos. Pero esto produce con-
a entornos diversos del sistema, por ejemplo, al entorno de los mercados, por una siderables desventajas, las que entretanto son reconocibles y también se discuten.
parte, y motivos personales y disposiciones al trabajo, por la otra; o al entorno de Ese procedimiento no conduce a acumular saber (o sí lo hace es, por así decir, una
los mercados de recursos y de los mercados de productos en el sistema económi- casualidad). Se trabaja largamente con ciertas distinciones, hasta que se genera
co, 0 al entorno de quienes tienen intereses y sus organizaciones o de los partidos una especie de cansancio y enfoques iunovadores aplican otras distinciones. Ade-
políticos, en el caso de la administración pública. Y, finalmente, la distinción entre más, las distinciones utilizadas para polemizar (por ejemplo: sistema vs. conflicto,
el todo y sus partes puede ser reformulada como teoría de la diferenciación del acción vs. estructura, micro vs. macro) dividen un objeto que sólo puede ser concebi-
sistema, si se entiende esta última como repetición de la diferenciación entre siste- do de manera adecuada incluyendo ambos lados. 14 Precisamente las investigaciones
mas y entornos, al interior de los sistemas. Con esta capacidad de sistematización, empíricas, que tienen siempre que ver con relaciones mixtas, no progresan en el
se podría demostrar la superioridad de la distinción de la teoría de sistemas entre plano teórico. 75 Controversias de este tipo no son más que paradojas resueltas. 16
sistema y entorno, si se lograra indicar con precisión el problema al cual esta dis- Por medio de la controversia se puede evitar plantear la cuestión de la unidad de
tinción se refiere. la distinción que hace posible la controversia misma. Pero precisamente esto hace
La distinción de sistema y entorno, en comparación con las otras distincio- rápidamente aparecer este género de discusión como improductivo.
nes, ofrece un rango mayor de posibles configuraciones, esto es una multiplici- Estas reflexiones nos conducen a un punto, en el cual parece ventajoso re-
dad más grande de formas; o en todo caso parece haber más de todo esto en la currir a fundamentos teóricos más generales - a una teoría general de los siste-
teoría, por el simple hecho de que es posible subordinar las otras distinciones a mas sociales, o, incluso, a los problemas fundamentales de la teoría general de
ésta. Por otra parte, ella tiene dificultades para indicar la unidad de la diferen- los sistemas. La teoría de los sistemas tiene al menos la ventaja de ser poco apta
ti·1
cia. Esta última no es dominio, no es cooperación social formal e informal, no es para enfrentar el entorno contra el sistema o al sistema contra el entórl\o. Esto no
llii debe inducir a descuidar las particularidades de los sistemas sociales organizados.
racionalidad, no es totalidad integrada. Precisamente por esto, aquí más que en
I! los otros casos, desalienta plantear la cuestión de la unidad de la diferencia entre Pero la especificidad de las organizaciones podrá ser reconocida sólo si se logra dis-
n
"¡¡ sistema y entorno. Sigue siendo posible decir, naturalmente, que el sistema y todo
;'
el resto, tomado en conjunto, es el mundo. ¿Pero qué se ganaría con ello? For- 13
Cfr. Horst Stenger, Díe·soziale Konstruktion okkulter Wirklicbkeit: Eine Soziologie des
malmente visto, se termina por incurrir en una paradoja si se plantea la cuestión "New Age", Opladen 1993.
74
de la mismidad de lo diferente. Un sistema organizacional existe sólo porque . Sobre e_sto W. Graham Astley / Andrew H. Van de Ven, Central Perspectives and Debates
!O Organization Theory, Administrative Science Quaiterly 28 (!983), pp. 246-273.
se distingue de su entorno. ¿Cómo puede entonces este sistema reflejar la unidad 75
No es obviamente de ayuda reaccionar criticando las "Grand Theories".
y, al mismo tiempo, operar sobre la base de la diferencia? Las sociedades más 76
Véase sobre esto las contribuciones en Robert E. Quinn / Kim S. Cameron (Eds. ), Para~
antiguas disponían para este problema de una reflexión cosmológica de totali- dox and Transforrnation: Toward a Theory of Change in Organizati,on and Management. C9,m~
dad. Sin embargo, el actual holismo, en el sentido de la "New Age" o de proyectos bridge Mass. 1988.

58 59
tinguir las organizaciones de otros tipos de construcción de siste~as y, puesto que
se trata de la teoria de los sistemas, únicamente si se consigue .mdicar. el modo par-
CAPÍTULO 2.
ticular en el cual los sistemas organizacionales producen la diferencia entre s!Ste-
LA ORGANIZACIÓN COMO SISTEMAAUTOPOIÉTICO
ma y entorno.

Si se procede del mismo modo que las teorias de la organización que hemos pre-
sentado en el primer capítulo, será siempre dificil llegar a un concepto claro de
organización. Partiendo de las distinciones que,hemos discutido, en efecto, el con-
cepto de .9_r:g'111_izaci.ón .debería ,i1:_4i9ar la unidad de lo distinguido, .o sea aquello
que, en referencia a superiores e inferiores o a regla y aplicación de la regla o a or-
ganización formal e informal o a input y output etc., respectivamente, es la misma
,,isa. Ésto;;;; embargo, llevaría en todos los caios a la paradoja de la identidad de
lo distinto, vale decir, a lo que hoy se prefiere llamar una "contradicción performa-
tiva": se traza una distinción y, al mismo tiempo, se afirma que lo que se entiende
con la distinción está dado en ambos lados de ella; entonces input y output, racio-
nalidad que ha tenido éxito y racionalidad que ha fallado; o, incluso, ambos lados
y la relación existente entre ellos. Prescindiendo de todo esto, se obtendrían muy
diversos conceptos "y" de organización, según cual fuera la distinci&n,en uso. No
es sorprendente, entonces, que se considere inevitable que haya un gran número de
posibles teorías de la organización.
Puede que así sea. Pero entonces, ¿hay alguna de estas teorías que contenga en
sí a todas las otras?
Estamos, por consiguiente, frente a un Jl:Oblema metodológico: ¿Cómo proce-
de¡, si se quiere determinar el objeto cte 1a~i~~cia-ci~Ti'éirgiñizacrón?
La filosofia ;ét~r~:~~;~peahabria formulado la pregüiita'¡iór la "esencia" (es- G)
sentiaf<lelaorganizaci<Ín. Ella distingula géner_o_s.i_i~pjcies áfribuyendó;·ácádá
uno de ellos, una esencia propia. Una definición debía entonces indicar el género
y '!a diferencia específica. De este modo, se debía evitar la paradoja por la cual un

61
60
r
conjunto es, al mismo tiempo, otro.' Se puede denominar esa arquitectura como co.ndiciones de posibilidad), p~rol~ so;1ución trascendental del ciJ:culo µel ,onoci-
jerarquía de inclusión. En la reciente teoría de la decisión, se han reconstruido je- rp¡ento, que debe presuponerse a SI misma, hoy ya casi no encuentra aprobación, ./
rarquías de inclusión, con la premisa de una ''._neardecomposabi/ity". 2 Esta ¡itéíni- r 1porque debería certificar, como prestación de la consciencia, aquello a lo cual se de-
savaie iólo bajo determinadas condiciones: por ejemplo, a condíción que, durante 1bería renunciar, esto es el cosmos de las esencias y lo cognoscible de la éosa en sí. 5
1
lapsos breves, se puedan ignorar las influencias del entorno sobre las unidades Un intento posterior de romper el circulo y de asimetrizar la autorrealización
parciales del sistema; 3 y debe ser evaluado, caso por caso, si están o no dadas estas del conocimiento, recibió de H_(lgll!_ll).riombrede_dialéctica. Aquí las distin:iones
condiciones. (nuestro tema prioritario) ¡e e~t,e.~dieron CO!llO contradkciones i1~~ contradícdo: (D
Sin embargo, ya Kant había perdido el gusto por esos jueguitos de clasififa- nes como inestables, tanto lógica eomo metafísicamente: cuando .aparece~ buscan
ción y había visto en tódo este procedimiento sólo una técnica de conocimiento.' \ :n seguida '.~ propia unid~d y fa encuentran en su famosa y tristemente célebre
Por supuesto que no es fücil encontrar solucio.nes alternativas..Kant prefiere el con- 1! superación (Aujhebung). Aqm, sm·embargo, el hempo debería ser simplemente
(;_; cepto _de acción _recíproca, que anuncia anticipadamente las pos!eúOfes ieoiías de ·presupuesto como tiempo histórico y como proceso o movimiento, en una for-
la autorreferencia circular. Pero._est;l_1olución enmascara una paradoja al ser for- _Jma ontológicamente-paradojal, vale decir, como existente y como no-existente.'
mulada como concepto c;usái),dado que la ca~~a~~ad presupoñefieínpoy;-enton- Esta forma de solución del problema fundamental de cómo lo distinto pueda ser lo
ces, excluy_eíáT<leñiida<fe~Ía5Íe en e1tiempo de causa y electos, con laposib1Údad mismo, o la diferencia pueda ser idéntica, también ha perdido entretanto toda ca-
de ;a retroacción d~·¡;s efectos sobre las causas. Ha quedado el estímulo ap~- pacidad de convencer. Y esto ya sólo por el hechÓ de que también las distinciones
sar de pregu,~tas de!'iliii)a
·-- ,,.,>·· ·,.
preguntas_d~ ,;,c~ei,~:1
... ,,..
(e~ iáni éoino rreii~;;;;;;r
,
las ~emporales, como ,antesi,jespués o pasado/futuro son distinciones que no han de
¡~er tratadas de manera diferente a otras distinciones. No obstante, la dialéctica
1
Para evitar, precisamente, esta paradoja, según la cllal el mismo género (génos) es h_a fra,cQgdo C/\ forma.mucb.o.más . espectacular, porque no ha logrado demos;,;;;
otro, o un otro es io mismo, Platón había reivindicado un arte de la distinción (Dihaíresis). pro~es() de super~cjó11 de las_,ogtr~4i,s.011es ~nja 1!!i!t1ría r_e~l -gifQ!l)Q·~~f;í~
Así, explícitamente, en Sofistas 253D. Pero entonces se debería presuponer que algo legitima d~I~~píritu, ni como epifanía de 1a sociedad sin c1as.es. · ·
la elección de uná determinada distinción y de ninguna otra (aunque fuese el recuerdo de las
ideas). Cuando, sin embargo, también el distinguir las distinciones deviene problema o si, para
- No nos so;pre~d;;;( entonces, que, luego dei' fracaso de estas tentativas de
usar los términos de Gotthard Günther, se trata de relaciones "policontexturales", entonces no trabajar libre de paradojas, la filosofía muestre signos de agotamiento y se ocupe "
es tiícil salir de la paradoja. Véase Gotthard Günther, Life as Polycontexturaliiy, en Gotthard principalmente de analizar su propia historia de textos o su propio uso del len,ma-
- -- ...... - .. a
Günther, Beitrage zurGrundlegung einer operationsfáhígen Dialektik, vol. 2, Hamburg 1979, je. Permanece, sin embargo, l~.é~ggñtií: ¿se deben exc!Üirlasparadójaíl, y ¿por
pp. 283-306. ... ' ' ·-·-·--·--·····---·----....:.__¡
2
Cfr. Herbert A. Simon, The Architecture of Complexity, Proceedings of the Ameri~
qué?, y ¿cómo? En retrospectiva"histórica, llama la atención que, alllilenos desde
can Philosophical Society 106 (1962), pp. 467-482; también en: General Systeros 10 (1965), \ el siglo XVI, se ha ocupado de las paradojas principalmente la retórica.' Esto, si se
pp. 63-76.
3 Véase Albert Ando/Franklin Fisher, Near Decomposability, PartitiOn and Aggregátion
5
and the Relevance ofStability Discussions, lntemational Economic Review 4 (1963), pp. 53-67. Véase la crítica de Martin Heidegger, Die Frage nach dem Ding: Zu Kants Lehre von den
4
En la Crítica del juicio, Introducción, VI, se dice: "Ciertamente, ya no encontramos un transzendentalen Grundsatzen, Tübingen 1962, Gesamtausgabe vol. 41, Frankfurt 1984.
6
placer notable en la posibilidad de abrazar la naturaleza y !a unidad de su división en géneros y El hecho que aquí, entre un juego de palabras en lugar de una solución del problema, nos
espe.cies, donde solllmente son posibles los conceptos empíricos, mediante los cuales conocemos puede recordar el sig!o XVI, el período en el cual florece el management retórico de la paradoja.
,. lá naturaleza misma en sus leyes particulares; aunque este placer a sU. tiempo sin duda ló ha sido Volveremos sobre esto. _
b y es, solamente porque la más común experiencia no sería posíble sin esto, que se ha ido confunM 1
'1 Para la crítica véase nuevamente Martin Heidegger, esta vez Sein und Zeit, citado según
diendo, paso a paso1 con el simple conocimiento, y no ha sido ya más particularmente notado". ~ 6" e9ición Tübingen 1949, p. 432, nota 2.
Esto es, dicho brevemente: una simple técnica de conocimiento, que ha sido mal entendida corno tPara una vista panorámica véase Rosaiie L. Co!ie, Paradoxia Epidemica: Toe Renaissance
ontología. Tradition of Paradox, Princeton NJ. ]966.
i
!
:¡¡
62 63 ~
l
li
· consti'tui'a, por una parte ' simplemente un camino secundario
qmere, . paralelo: un esfuerzos que intentan descomponer las paradojas que se manifiestan en toda co-
,
para-uoxon. Por otra parte , sin embargo, era también el único .ámb!!o en, .el cual la municación (o sea, las contradicciones performativas entre "informe" y "orden")
·cación se reflexionaba como comunicación, vale decir, la retonca como o, si se duda de esta posibilidad, por sustituirlas con paradojas menos graves. El
comum . , · 1· lt
· Esto nos puede dar que pensar. Se hace comprensible as, una cierta ad a
re tónea. \e~ matemático de las formasde George Spencer Brown comienza y termiria
desene · dad, una literatura que a menudo se desliza en la frivolidad. 9 Por otro. la .,o, f~~ Ull~¡>a.ra~_?Í! (~_Q!HS)t§_eíj~l~~a.co~°.i',;ij:i~]isiin,ti.°.? ~~trec!Ístiií.ción
e(
emerge con elan.dad la intención de estimular la reflexión mediante la,comumcac1on
. . ¡~gi,ación y ~l reingreso de.una disti]!ción e1:1 iitdístinguido por ella. 13

fu <lamentación de opiniones contrarias - en particular cuando esta d1spomble la Es posible poner juntos estos estímulos que provienen de fuentes muy
imp:enta y la retórica ya no persigue solamente _el fin _de_ ed~~ar el discurso verbal. heterogéneas, si se asmne que las descripciones del mundo y la sociedad son
Evidentemente, depende de producir una especie de 1mtacion, que se h~ce eficaz elaboradas en las sociedades y solamente en ellas, que a tal fin se sirven de la
aun antes que uno se vincule, con la codificación binaria, en la alternativa verda- modalidad operativa de la cual sólo ellas disponen, esto es de la comunica-
dero/falso.'° · ción.14 Entonces se ve que, tras toda descrí2ción, es inevitable que se manifies-
Este interés por la irritación comunicativa parece expandirse en el Siglo X)(', ten 1as_Jlara~?1as. tin efecto, por una parte, t9i~s_1~:;;¡;_;;_r;,~~;.;~;; y toctas-ías
luego del quiebre de las descripciones metafisicas del mundo. Kenneth Gergen ~-s_ctipcio.?~sestán obligadas a distinguir lo que indican;J>QrJo_cual ellas mis-
recomienda (¡como psicólogo social!) construir teorías que procedan.así.l' En filo- m_a~ no pueden figurar en lá distinción; lo que; ';íiéñi11nos explícitosi~ig~ifica
sofia se puede recordar a !:!_j~gsche, Heidegger y Derrida, en la teoría det texto~ e~ que, para poder indicar algo, ellas deben hacerse a sí mismas no indicables. 15 Y,
el "/iterary criticism" se puede recordar a Paul de Man. Apartir de la psiqmatrta, por otra parte, toda. comunicación es una síntesis de información, darla-a-conÓcer
tanto en la terapia familiar como en la consultoría organizacional, se encuentran y comprensión: ;qui n;c~ lap;radojade que también la ,,.síniesis es dada,a-éOiió/
-· ..--·•"" . 1
;er e i~[º1:'1ª sobre su derecho a la co1::1~nicación. 16 De esta manera es posibl\ ,,
9 Su comunicación "deserveth no hard conjecture among the learned, because they S!!§Q.tujr_el.9,()_11_<:(JP!Cl_t~lq:!c2 dela paradoja por un concepto teóricamente fandado,í )i
are oney l but exerc /·se. o,f wz·t" 1i<'no amerita ninguna conjetura fuerte entre los hombres

cul-, por lo cual en ambos casos se produce una ''.~lagsura,agtológip": el co~~epto se/
tos, porque ellas· no son más que un ejercicio de espíritu'\ defiende ª. las p~~adoJaS (y a SI
aplica también a sí mismo; se debe aceptar una prohibición de l.a auto-eximició.n.i
mismo) Anthony Mundy, Toe Defence of Contraries, London 1593, re1mpr~s1on Amsterdam
1969, p. A3. Sobresale el hecho de que esta retractación sucede en otro mvel textual, es~o Si se acept~ esta lín_ea brevemente esbozada de pensamiento, eiífonces sf~;tá
es en un prefacio-dedicatoria. 0 1 en otros casos 1 en un escrito con el cual se acompana obligado a concluir que todas las descripciones y, por lo tanto, también todas las
el envío de un texto (así John Donne, Paradoxes and Problems, editado p?r Helen .Peters,
Oxford 1980) 0 en una publicación polémica (así Ortensio Laudo, Confutatione del hbrn~e
/teo!.[~ciéntíficas presuponen una paradoja que deben esconder,porque no pueden
1
incluÍ!'l,i_ enla descrip~iónsln bíoquearciíri ello .la operación de desciill'ir. De todo
paradossi nuovamente composta, in tre orationi disti~ta, s.d.).. Parece que la preo~up~c1on
de la retórica ha estado dirigida a distribuir en dos diversos tipos de textos la paradoja d.e . esto se sigue, metodológicamente, que es necesario pasar de preguntM' acerca de
la comunicación de paradojas y en este modo a resolverla. Esto, naturalmente presupone la escn-
13
tura y, en los casos a los cuales nos hemos referido, la impresión de ~i~~os. . . , Véase Laws of Fonn (1969), reimpreso New York 1979. Para una temprana conside-
10 Este estado de desagradable excitación se equipara en la trad1c1on.con admz,ratw. Vease, ración de este cálculo en la teoría de la organización, véase Philip G. Herbst, Aitematives to
particularmente claro René Descartes, Les passions de l'iime, Art. 53, citado segun CEuvres et Hierarchies, Leiden 1976, pp. 84 ss.
14
Lettres éditions de la Pléiade, Paris 1952, pp. 723 s. Véase Niklas Luhmann, Die Gesellschaft der Gesellschaft, Frankfurt am Main 1997.
11 'yéase Kenneth J. Gergen, Toward Transformation in Social Knowledge, New York l 982, Traducción al español, La sociedad de la sociedad, México: Herder, 2007.
p. 142: "One maya/so Joster generative Theory by searchingfor an intel~igent anti.thesis to .~om- 15
Sobre esto, con respecto al problema de un mundo que intenta observarse a sí mismo,
monly accepted understandings. "("Se puede también favorecer una teona generativa a traves ~e véase Spencer Brown 1969, op. cit. p. 105.
16
la investigación de una antítesis inteligente a los modos de ei;itender com~nment: aceptados.). Sobre los problemas de !a teoría del Estado que se-derivan de allí, véase Niklas Luhmann,
12 Véase Jürgen Ruesch/Gregocy Bateson, Communicatíon: Toe Social Matnx of Psychia~ Metamorphosen des Staates, en Niklas Luhmann, Gesellschaftsstruktur und Semantik, vol. 4,
lry, New York 1951. r~;¡-¡99fji¡i:101,n1.

64 65
"q~é" ~preguntas_s~b~~~.:sencia), a las preguntas respecto,a, ' .:;~~~)_Y que la. es así, de qué modo, entonces, reproducen los sistemas organizativos su propia
p1ímd pregunta sobre ;'cón\b"· e¡-siempre: cuál paradoja es desplegad~ y cuál es unidad?
la distinción que la despliegatdé' tal modo que, en lo sucesivo, se pueda trabajar Con la teoría de los sistemas autorreferenciales y, en sentido más estricto,
con la distinción y olvidar la paradoja; hasta que alguien vuelva a paradojizar los autopoiéticos, disponemos hoy de una concepción que nos permite satisfacer las
fundamentos del análisis para trabajar con otra distinción, en lo cual éste debe tam- condiciones de la teoría del conocimiento delineadas en el parágrafo precedente,
,/ bién resignarse a la misma necesidad de hacer invisible la paradoja de la unidad de sin perder -<::on su apoyo en presupuestos paradojales y tautológicos- fecundidad
su distinción. 17 científica. Especiahnente sobre "autopoiesis", se discute muy animadamente desde
Se piense lo que se piense de esta semántica orientada a la paradoja, ella se algunos años." Sin embargo, de manera distinta que en la fisica, en el reinó del
adapta a la concepción, según la cual, el mundo moderno sólo puede ser ,descrito saber-usamos libremente a Jean Paul- el sonido viaja con mayor velocidad que la
de forma.poli:contextui'al, ytoda operación, q~eobserve y describa, puede ser luz.21 Precisamente por esto el término autopoiesis es desde luego muy conocido,
1 .1 r::~::d:e·:::::!t:~:Íras oper~d;~es, en elmodo de la observación y la des- pero la discusión está lejos de haber alcanzado una comprensión suficiente del con-
cepto. Atmque también a la inversa, se encuentran formulaciones que no contienen
l<(: \ ). ... ,. ... ' ...... _, . .
la palabra "autopoiesis" y que dicen lo mismo, pero cuyo alcance no se deja ver. 22

II. 20
Para un panorama actual, véase sobre todo John Mingers, Self-Producing Systems: Im-
plications and Applications of Autopoiesis, New York 1995. Compárese, además, Fenton Robb,
Como se indica en el primer capítulo, la teoría de la organización se separó, en Cyberoetics and Supra Human Autopoietíc Systems, Systems Practice 2 (1989), pp. 47-74; Hans
Rudi Fischer (Ed. ), Autopoiesis: Eine Theorie im Brennpunkt der Krítik, Heidelberg 1991; Roe-
el siglo XIX, de la discusión general acerca del orden y desarrolló, para su caso land J. in't Ve!d/Linze Schaap/Catrien ).A.M. Termeer/Mark J. W. van Twist (Eds.), Autopoie-
particular, u.n modelo n~rmativo y, al mismo tiempo, ~.9lll_tjy9 (d_af\Vini.~no) de sis and Con:figuration Theory: New Approai;hes t? Societal Steering, Dordrecht 1991; Theodor
la oroanizació-;:; individual. Una organización debería trabajar de manera racional
,.......,...._ ,:::, __,._""-···=······"'"''" . -~ ..• ,,~.,
M. Bardmann, Wenn aus Arbeit Abfall wird: Aufhau nnd Abbau organisatorischer Realitaten,
y eficiente y poder decidir como un individuo, esto es, debería ,star estructura- Frankfurt 1994, passim, esp. pp. 72 ss. y, en relación con las discusiones acerca de "cUltura or-
ganizacional",.. pp. 365 ss.; Kenneth F. Bailey, Sociology and the New Systerns Theory: Toward
da jerárquicamente a partir de la cúspide. 18 Sólo así tendría alguna oportunidad a Theoretical Synthesis, New York 1994, pp. 285 ss. El número de anículos publicados es prác-
en la lucha por la supervivencia. Esta conversión de condiciones de evolución en ticamente inabarcable. Para la aplicación a las organizaciones véase, por ejemplo, Wemer
1
un modelo normativo de racio~alidad, sin embargo, no encuentra comprob;cjón Kirsch/Dodo .zu Knyphausen, Unternehmungen a!s "autopoietische" Systeme?, en: Wolfgang
• 1 ·-··-·
alguna a nivel de las operaciones reales; sólo puede ser observada como mito H. Staehle/Jorg Sydow (Eds.), Managementforschung !, Berlín !991, pp. 75-l©W Wa!ter J.M.
1
Kickert, Autopoiesis and the Science of (PubHc) Administration: Es sence, Sense and Nonsense,
conservado en las organizaciones." Este resultado conduce a la pregunta: ¿Si no Organization Studies 14 (1993), pp. 261-278; Helmut Wiill:e, Systemtheoretische Strategien des ·
Erkennens: Wirklichkeit als interessierte Konstruktion., en: Klaus Gi:itz (Ed.), Theoretische 1
@Análogamente Nicholas Rescher, Toe Strife of Systems: An Essay on the Grounds and Zumutungen: Vom Nutzen der systemischen Theorie für die Managementpraxis, Heidelberg
Implicatíons of Philosophical Diversity, Pittsburgh 1985, sin embargo. en la esperanza, segura- 1994, pp. 97-ll6; Michael Wollnik, lnterventionschancen bei autopoietischen Systémen, en
mente 'infundada, de que esto sea sólo un problema teórico y que un "pragmatismo metodológi.- Gotz, Op. Cit., pp. l!S-159. . 1
21
co" pudiera indicar una via de salida. Pero no existe ningún método que, a su vez, no pr~supon~a Así Jean Paul, Clavis Fichtiana seu· Leibgeberiana, cit. seglln Werke, vol. 3, München
hípótesi.s teóricas. 1961, pp. 1011-1056 (1014): "En el reino del saber -de otro modo que enla fisica- el sonido
,·¡s·véa~e, sobre esto, Ni.Is Bmnsson/Johan P. Olsen, The Refotming Organization, London llega siempre antes que la luz''.
22 1
1993, en particular pp. 60 ss., donde se sostíene la tesis, según la Cual esta concepcion de la iden- 'Any enterprise's first product is itself' (El primer producto de cualquier empresa es la em-
tidad en las organizaciones serviría al mismo tiempo como continuo estímulo para las reformas. presa misma), se lee, por ejemplo, en Randall Bausor, Bnirepreneurial Imagination., Infonnation, and
19 Cfr., por ejempló John W. Meyer/Brian Rowan, Jnstitutiona!ized Organizations: Fonmal
the Evolution ofthe Firm, en: Richard W. Eng!and (Ed.), Evolutionary Concepts in Contemporary
Strncture as Myth and Ceremóny, American Jouroal of Sociology 83 (1977), pp. 340,363. Economics, Ano Arbor Mich. 1994, pp. 179-189 (181). Se habla también de "autogénesis"; véase

66 67
Por esto, debemos esbozar brevemente .cómo debe ser entendido, en lo que sigue, ci~ proceso) debe ser explicada." Una teoría de los sistemas autopoiéticos
el complejo conceptual autorreferencia / autopoiesis / clausura operativa. as1 constrmda se encuentra en contraposición radical con toda suerte de
La teoría de los sistemas autorreferenciales renuncia a determinar su objeto teorías procesuales, incluidas las teorías dialécticas. Rechaza todo género
(en nuestro caso: las organizaciones), mediante supuestos relativos a la esencia de de "esencialismo" y reclama, al contrario, que todo acontecimiento (0 en
éste. La experiencia enseña que tales supuestos conducen a diferencias de opinión ~uestro ámbito: toda decisión) deja sus consecuencias a un evento po:te-
insolubles, tan pronto como diferentes observadores definen de manera diversa nor. Las formas esenciales son sólo indicaciones para repetir la selección.
lo que consideran la esencia de la cosa -trátese de la esencia del der~cho, de la La teoría de la autopoiesis se encuentra también en contraposición con las
política, de la familia, de la religión o, precisamente, de la esencia de la organi- teorías de la acción, porque esas teorías recurren a las representaciones (in-
zación. Por esto, comenzamos con una definición cirtular: una organización es tenciones, fines) de un actor, para explicar las conexiones entre sus "unit
un sistema que se produce a sí mismo como organización. Luego, sólo debemos acts ". Los ~ventos que forman sistemas, en cambio, como por ejemplo las
definir el modo en que esto sucede. Este siguiente paso, a su vez, requiere cierta- comumcac10nes, producen excesos de posibilidades, para que en el paso
mente una secuencia de decisiones teóricas· que podrían ser tomadas también de sucesivo se pueda escoger algo adecuado. Lo que sea luego seleccionado
' • ' >
otro modo, si se pudiese indicar cómo sería una alternativa del mismo nivel. . no necesita ser anticipado; sobre esto se decide mejor y típicamente refi-
Recojamos aquí, en forma más concisa, las más importantes de estas presun- riéndose retrospectivamente a un acontecimiento ya dado.
ciones concretizantes, que rompen el círculo: 2. Un sistema que se autoproduce debe observarse a sí mismo, esto es, debe
poder distinguirse a sí mismo de su ambiente. 25 Esto ha sido discutido
l. La unidad basal de un sistema autopoiético tiene la forma temporal de un 26
una que otra vez, pero dado que por "organización" no se puede enten-
evento, esto es, de un incidente que hace una diferencia entre "antes" y de'. todo el mundo, se debe tener algún criterio que delimite aquello que
"después"; un acontecimiento, por lo tanto, que sólo puede ser observado es md1cado como organización. La pregunta teórica decisiva, entonces es
sobre la base de la distinción antes/después. Cuando se trata de resultados, si esta .,delimitación es realizada por la organización misma o, si no es :sí,
hablamos también de "operación" y, en el caso de las organizaciones, de porqu1en.
"decisión". En un contexto de comparación de teorías, es importante tener 3. Al efectuar su autoobservación, el sistema organizacional no se observa a
presente este fundamento en sucesos (y no en substancias)." De esto se sí mismo como un objeto fijo, cuyas propiedades se deban conocer sino
sigue, que la teoría parte de la presunción de la discontinuidad, asume la
desintegración continua, y considera que la continuidad (coseidad, sustan- ,.
que usa la propia identidad sólo para poder sacar a relucir detenninaciones

Robert DraziD/Lloyd Sanderlands, Autogenesis: A Perspective on the Process of Organizing, Or- . "En Tim .fog~ld, Evolution and Social Life, Cambridge England 1986, p. 24, encontré esta
ganization Scieoce 3 (1992), pp. 230-241. Sin embargo, si nos remontamos al sentido griego de la feliz fonnulac.10~. Process 1s 10 event as continuity is to discontinuity" (El proceso es al evento
palabra, es preferible no partir del "origen", sino del "producto", porque un sistema es el origen dy sí lo que la contmmdad es a la discontinuidad).
mismo sólo en cuanto es su propio producto. La pregunta por el inicio debe ser dejada a !a teología. "e ·d ad ,
. . onst er o por s1 solo, esto no debe acabar n~ces,.ariarnente en una teoría de la autoff
23
Par:i una concepción más bien rara de este tipo, véase Floyd H. Allport, An Event-Sys~ ~01es1s. ~e e?cuentran. discusiones similares en relacióll a una distinción entre "matter" y
tem Theory of Collective Actión: With Illustrations From Economic and Political Phenomena symbo/ . Vease, por eJerrrplo, Howard H. Pattee, Cell Psychology: An Evolutionary Approach
and the Production ofWar, The Journal of Social Psychology 11 (1940), pp. 417-445; Floyd H. to the Symbol-M,atter Problem, Cognition and Brain Theory 5 ( 1982), pp.325-341. En este caso,
Allport, Toe Structuriog ofEvents: Outline ofa General Theory with Applications to Psycholo- sm embarg?, sena necesano explicar estos conceptos, principalmente _en atención al concepto
gy, Psychological Review 61 (1954), pp. 281-303; Floyd H. Allport, Toe Theory ofEnestructure de referencia.
(Event-Strucrare Theory): Report of Progress, American Psychologist 22 (1967), pp. 1-24. Son 26 p . 1 .
or CJem~ o de Barbara CzarmawskaffJoerges, ExpJoring Complex Organizations: A
evidentes las relaciones con la cosmología de Alfred North Whitehead. Cultural Perspectrve, Newbury Park Cal. 1992, pp. 32 s.

68 69
siempre nuevas y para poder 'abandonarlas de nuevo.27 Los sistémas auto- 6. La mejor posibilidad de tratar con la incertidumbre consiste en atenerse a
poiéticos pueden entonces variar t.ambién sus estructuras (se habla enton- lo que ya ha sucedido. Por ello, las organizaciones, en gran parte, explican
ces de "autoorganización"), en tanto esto sea compatible con la contrnua- retrospectivamente el sentido de lo que hacen, lo que, por otra parte, ·las
ción de la autopoiesis. Todas las reflexiones de la identidad que proponen induce a prestar poca atención al estado actual del entorno. Una tal dife-
antodescripciones duraderas con características de contenido. deben pro- renciación en el plano operativo debe, sin embargo, ser compensada en
ceder, por esta razón, de manera altamente selectiva; se vinculan en esto a el plano estructural. Debido a esto, se decidirá sobre la adecuación de las
pretensiones normativas y son, la mayor parte de las veces, controvertidas. estructuras (por ejemplo: programas decisionales o consumo de tiempo
4. La variabilidad del "sí mismo", que es introducido cada vez como punto tipico de las operaciones), preferentemente en referencia al entorno.
fijo, es garantizada por el hecho de que la organización se observa obser- 7. Conceptos como autorreferencia, autoobservación y autodescripción pre-
vando. Ya el mismo sistema organizativo opera a nivel de la observación de .suponen operaciones que los realizan. Estas operaciones deben ser efec-
segundo orden; diagnostica continuamente (si no siempre, eri cada caso indi- tuadas en el sistema (¿dónde, si no?). Si, además, se considera que esto no
vidual) las propias observaciones. La teoría de la organización; por esto, debe es posible en la forma de eventos singulares privados de conexión, se tro-
ser colocada al nivel de la observación de tercer orden. Ella observa un sistema pieza con el problema de la interconexión recursiva de tales operaciones.
que se observa a sí mismo y, eri consecuencia, puede extender su observación Para que pueda hacerse posible a sí misma, toda operación presupone que
también a hechos que son inaccesibles para una autoobservación. Tocarnos se recuerden y anticipen otras operaciones del mismo sistema. Sólo de este
aquí el clásico problema sociológico de las estructuras y funciones late11tes." modo se pueden identificar conexiones y se pueden producir y reprodu-
s. La autopoiesis solamente es posible, por lo tanto, si el sistema se encuen- cir limites e.u relación con el entorno. Por esto, prescindiendo totalmente
tra en el estado permanente de incertidumbre sobre sí mismo en relación de la primera denominación hecha por el biólogo Hurnberto Maturana,
con el entorno, y puede producir y controlar esta incertidumbre mediante s.e habla también· de «sistemas autopoiéticos». 29 Y, por el mismo motivo,
la autoorganización. El sistema no puede transformar en certeza la in- una prudente primera aplicación de este concepto al caso de las organiza-
certidumbre incorporada (diremos también: autoproducida). La absorción " ciones fue divulgada explícitamente corno "metáfora".'º La discusión que
de incertidumbre (y de esto deberemos hablar ampliamente) sólo puede ha seguido ha estado fuertemente influenciada -y, a menudo, inducida a
ser una transformación de la forma de la incertidumbre respectivamen- error- por un concepto de cognición demasiado extenso y una vinculación
te actual, momento a momento, en adaptación a estados cambiantes de excesivamente estrecha con la realización bioquímica.
irritación. No es posible cambiar esto, ni siquiera mediante la reflexión o 8. Teniendo presente una discusión compleja y a menudo contüs!, son opor-
la autodescripción. Cualquier identidad "trascendental" podría poner en tunas algunas observaciones aclaratorias:
peligro la siguiente reproducción del sistema por sí mismo.
29
Véase sobr~ todo Humberto R. Maturana/Francisco J. Varela, Autopoietic Systerns: A
. TI Así, para la autoconsciencia de los sistemas psíquicos, también Paul. M: Churchl~d, Characterization 9fthe Living Organizatíon, Urbana Ill. 1975, traducción alemana en Hum~
i Matter and Consciousness: A Contemporary Introduction to the Philosophy of Mmd, Cambnd~ berto ~· Maturana, Erkennen: Die Organisation und Vei'korperung vOn Wirklichkeit, Braun~
:¡ ge Mass. 1984, p. 73: "... selfconsciousness invoives the same kind of continuously updated sc.hwe~g 1982; Humberto R. Maturana/ Francisco Varela, El árbol del conocimiento, Santiago
1,
11 knowledge that one énjoys in one S continuous perception of the externa! world", (l~ autocon~ de Chile. 1984, traducción alemana, Der Baum der Erkenntnis: Die biologischen Wurzein des
,,j¡ ciencia implica el mismo tipo. de conocimiento continuamente actualizado que se ttene en la menschhchen Erkennen, Bem 1987. A este nivel, el desarrollo de la teoría estaba condicionado
1 fu~rtemente por cuestiones epistemológicas y, en lo que respecta a la operación aut~poiética
percepción continua del mundo exiemo). . . ª . .,
'ª Cfr. la síntesis de Robert K. Merton, Social Theory and Social Structure, 2 ed1c10n, misma, presuponía procesos bioquúnicos.
10
Glencoé Il!. 1957, pp. 60 ss. Así Gareth Margan, Images ofOrganization, Beveriy Hills 1986.

70 71
a) Como dice el concepto de "poiesis", se trata de la producción de d) El simple concepto de autopoiesis sirve para distinguir e indicar los
una obra, la autopoiesis es la producción del sistema como su propio hechos correspondientes. Como concepto, carece de todo valor ex-
producto. Naturalmente, esto no significa en absoluto que el siste- plicativo empíríco. La prestación del concepto consiste, principal-
ma mismo disponga de todas las causas que son necesarias para la mente, en que obliga a otros conceptos :._por ejemplo, al concepto de
autoproducción. Ninguna teoría causal podría dar cuenta de un tal · evolución o al modo en que se entiende la relación entre sistema y en-
concentrado de todas las causas en un sistema (a menos que se trate torno- aadaptarse, Todo el resto, luego, depende de las operaciones yde
de Dios). Para conceptos como producto, producción, reproducción, las estructuras derívadas de la evolución y del aprendizaje, a través
esto ya vale a nivel conceptual. En efecto, sólo si un sistema no se li- de las cuales se materialice la autopoiesis.
mita simplemente a existir, sino que además debe reproducirse a par- e) La autopoiesis del sistema se realiza al nivel de las operaciones. Ella, por
tir de sus propios productos, únicamente entonces tal sistema puede esto, es compatible con todas las estructuras que hacen posible la conexión
depender del entorno precisamente bajo esta perspectiva. Es impor- entre operación yoperación. El concepto de estructura aquí es un concepto
tante, sin embargo, que el sistema cuente rnn las suficientes causas correlativo de la autopoiesis y no, como es habitual, un concepto correla-
disponibles (una organización, por ejemplo, con miembros vincu- tivo de la división del trabajo. 33 Las estructuras son producidas, reprodu-
lados a las directivas), de modo de estar normalmente en condiciones cidas, eventuahnente transformadas o simplemente olvidadas a través de
de asegurar su propia reproducción. operaciones para ser usadas en operaciones. 34 En consecuencia, del con-
b) El concepto no destaca la producción regular, ni mucho menos la se- cepto de autopoiesis no se puede inferir conservadurismo estructural al-
guridad incondicional de la producción, sino la reproducción, esto es: guno." Al contrario: precisamente la clausura respecto al entorno abre
la producción a partir de los propios productos. Por esto, conectándo- al sistema oportunidades de variación estructural que no podría tener
se con Heinz von Foerster, se puede hablar también de una "máquina
histórica", es decir, de un sistema que produce operaciones sucesivas,
que la·exigencia de llamar la atención de toda teoría universa!ista, sobre la necesidad de una
a partir del estado en el cual él mismo se ha puesto." autofundación autológica.
c) Con todo esto, está definido formalmente el concepto de autopoie- " Cfr., por ejemplo, Henry Mintzberg, Structure in Fives: Designing Effective Organiza-
sis. Por ello, como concepto deja totalmente abiertas las operaciones tions, Englewood Cliffs N. J. 1983.
34
materíales mediante las cuales se realiza la autopoiesis: pueden ser Aquí estamos plenamente de acuerdo con la teoría de la "estructuración" de Anthony
Giddens -<:on la única salvedad de que Giddens rechaza una fundamentación tt<¡ica de siste-
operaciones bioquímicas o neurofisiológicas, pero también disposi,
mas para este concepto. Véase Anthüny Giddens, Die Konstitutíon der Gesellschaft, traducción
ciones conscientes sobre la atención o comunicaciones. En esto no alemana 1988.
se argumenta con una analogfa, ni metafóricamente. 32 Se trata, más 35
Así, aparente~ente,' Kickert op. cit. (1993) y muchos otros que ven en la "autopoiesis
bien, de diversas aplicaciones de una teoría general. una ideología conservadora. También la rama de la consultoría tiende a describir los sistemas
autopoiéticos como sistemas que tendrían una estructura conservadora, para justificar la fun.
ción, cuando no la necesidad de acciones 'bien calculadas provenientes del exterior. Véase, por
31 Cfr. Heinz von Foerster, Wissen und Gewissen: Versuch einer Brücke, Frankfurt ejemplo, Michael Wollnik, Interventionschancen bei autopoietischen Systemen1 en: Klaus
1993. GOtz (Ed.), Theoretische Zumutungen: Vom Nutzen der systemischen Theorie für die Manage·
32 Por lo demás no sería inoportuno, sino sólo de poca ayuda, si se admitiera que se trata mentpraxis, Heidelberg 1994, pp. ll 8· 159. La tesis del conservadurismo de la estructura no nos
de una metáfora. "Esto sería, en efecto, válido para todos los enfoques teóricos ac.erca de la en'seña nada sobre la teoría de los sistemas autopoiéticos, en este caso sobre la autopoiesis de
organización (véase, por ejemplo, Gareth Margan, Paradigms, Metaphors, and Puzzle Solving !as empresas e institutos de formación en la rama de la consultoría, aunque sí sobre aquél que la
in Organization Theo¡y, Administrative Science Quarterly 25 (1980), pp. 605-622) y, dado que fonnu!a -o, para usar los ténninos de Maturana Op. Cit. 19821 p. 64: no nos dice nada sobre el
el concepto mismo de metáfora (de metapherein) es a su vez un metáfora, no signifkaría más ámbito descrito aunque sí nos díce algo sobre el observador, que prepara y usa tal descripción.
1

,,
r,.i'.·.·.[

72 73 1
con vínculos inmediatos. Las modalidades autopoiéticas de operación sin embargo, más o menos complejo. Los sistemas autopoiéticos operati-
son, típicamente, invenciones únicas de la evolución que, en el curso de vamente clausurados no pueden ser descritos mediante funciones input/
la historia, tienden a la diversificación estructural. Con "autopoiesis", output, incluso por razones que pueden ser matemáticamente probadas. 38
entonces, se indica solamente un límite de la variación estructural po- De aquí surgen impresiones y descripciones, tales como libertad, arbitrio,
sible. Sin embargo, como enseña la evolución en el marco de largos intransparencia, de las cuales nos ocupáremos aún ampliamente. El con-
periodos y grandes espacios, la diferencia entre interno y externo con- cepto de clausura operativa se abstrae también de supuestos causales, esto
duce, precisamente, a acelerar las transformaciones. Naturalmente, tam- es, de ninguna manera afirma un aislamiento causal (ni siquiera sólo rela-
bién enseña que las transformaciones no siguen los deseos. de determi- tivo). Un sistema puede ser operativamente cerrado y, como por ejemplo
nados observadores, de tal forma que a éstos los sistemas les pueden un cerebro, dep.ender en medida extrema del abastecimiento continuo de
parecer rígidos e inmóviles. recursos de un tipo muy específico (aqu( ante todo: la circulación de la
f) La interconexión de operaciones en una red recursiva no sigue reglas sangre). Clausura operativa, entonces, únicamente significa que el sistema
lógicas ni racionales. Sólo produce conexiones y perspectivas de co-- sólo puede operar en el contexto de las propias operaciones y que en esto.
nectividad. Así, las cifras de ventas pueden ser tratadas como prueba depende de estructuras producidas, precisamente, con estas operaciones.
de éxito y de calidad de las estructuras organizativas. Así las informa- En este sentido, se habla también de autoorganización o, en lo que respecta
ciones pueden hacer nacer la sospecha de distorsiones especificas de a las operaciones, de determinismo estructural.
intereses y motivar el trabajo posterior para confumar tal _sospecha. 10. Estas constataciones teóricas tienen consecuencias de gran alcance para
Así, también, en las relaciones internacionales entre organizaciones, la relación entre sistema y entorno. Clausura operativa, en este caso, no
los criterios ecológicos para los productos pueden ser interpretados significa que un sistema organizacional no pueda mantener contacto al-
como obstáculos al comercio. Las .recursividades aseguran, por lo tan- guno con el entorno interno a la sociedad. La sociedad pone a disposi-
to, incluso el mantenimiento y la reproducción de paradojas ocultas. ción la posibilidad de comunicación al interior de la sociedad más allá de
Algo dado siempre es también algo distinto. los límites de los subsistemas. Por otra parte, una organización no puede
9. Los sistemas autopoiéticos son operativamente cerrados y, en este preciso participar de la comunicación sin observarse a sí misma como participan-
te. En cuanto receptora de comunicaciones, las propias estructuras de la

.
sentido, son sistemas autónomos. 36 El concepto de clausura operativa no
admite ninguna "graduación": en otros términos: no permite que el sis- organización regulan a través de qué informaciones ésta se deja irritar e
,
tema opere también en su entorno o que el. entorno opere también en el
sistema. Un sistema no puede ser más o menos autopoiético;" puede ser, independientemente del concepto de autopoiesis. Para el caso de las órganizaciones, esta versión
i debería también abandonar !a estricta conexión entre autopoiesis y ·decisión. Entonces, los siste-
36 Para un ámbito muy estrictamente delimitado cfr. Francisco J. Vareta, Principies ofBio-
! mas "autopoiéticos" serian sistemas en los cuales se presenta también la autopoi~is, lo que, sin
logicalAutonomy, NewYork 1979. .
17 Esto es objeto de polémica. Ha sido principalmente Gunther Teubner quien ha introducido
1 embargo, no explica. la unidad del sistema. Y. acaso entonces, se debería sustituir el concepto de
autopoiesis por el viejo concepto de causalidad circular. En todo caso, desde ta perspectiva de
la posición contraria en la discusión. Véase: Hyperzyklus in Recht und Organisation, en: Hans Ha-
ferkamp/Michael Scinnid (Eds.), Sinn, Kommunikation und soziale Differenziemng: Beitrlige zu 1
t
Maturana, las reflexiones sobre la 1'gradua!ización" estarían exclusivamente en el ámbito de las
estructuras de los sistemas y nunca en el.ámbito de la misma autopoiesis.
38
Cfr. para esto y por la razón que allí se funda de un ."punto ciego", esto es de una nece-
Luhmanns Theorie sozialer Systeme, Frankfurt 1987, pp. 89-128; Gunther Teubner, Episoden- 1 sruia intransparencia del sistema para sí mismo, Heinz von Foerster, Das Gleichnis vom Blinden

il
verknüpfung: Zur Steigemng van Selbstreferenz im Recht, en: Dirk Baecker et al. (Eds.), Theorie .
als Passion, Frankfurt 1987, pp. 423-446;_y, para la aplicación a las organizaciones, Kirscbf ·Fleck: Über das Sehen im allgemeinen, en: Gerhard Johann Lischka (Ed.), Der entfesselte Blick:
.
zu Knyphausen Op. Cit. (1991). Si, en la construcción de los conceptos, se quisiera marcár el Symposion, Workshops, AussteHung, Bem 1993, pp. 15-47 (21 ss.); Heinz von Foerster, Für
compás de este modo, se requeriría un concepto de la unidad del sistema que fuese construido Niklas Luhmann: Wie rekursiv ist Kommunikation?, Teoria Sociologica l /2 (1993), pp. 61-85.
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74 75
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impulsar a la propia elaboración de información. En cuanto emisor de co- 1 necesidad de ser replicadas, que deben ser continuamente sustituidas. Más
municaciones, la organización toma decisiones acerca de lo que quiere o ! bien, los sistemas sociales (como también los sistemas de consciencia) son
no dar-a-conocer. En esta medida, el entorno sigue siendo, para la organi- ! constituidos sólo por acontecimientos que, al surgir desaparecen ensegui-
zación, una constrncción propia, cuya realidad, naturalmente, no es puesta da y deben ser sustituidos no por los mismos, sino por otros eventos. El
en discusión. Nos encontramos aquí con Karl Weick.39 Lo que en el sis- 1 continuo tránsito desde un elemento a otro, la continua reproducción de
tema organizacional es observado como entorno es siempre un constructo alteridad, sólo puede ser comprendido como autopoiesis; ésta, en efecto,
propio, esto es un relleno de la heterorreferencia del sistema." El entor-
1 presupone una capacidad de conexión producida en el sistema mismo.
no valida, en cierta medida, las decisiones del sistema, al ofrecer el contex-
1
Ningún entorno podría ofrecer algo apropiado, tan rápidamente como se
to que permite comprobar retrospectivamente cómo se ha decidido (Weick requiere. Sólo el sistema mismo puede detener la propia destrucción que
habla de comportamiento). El entorno permite extemalizar causas incómo- se va produciendo momento a momento. Con esto, se plantean, al mismo
das para el propio decidir, esto es, hace posible una especie de "puntua- tiempo, exigencias muy específicas a las estructuras: éstas no deben contri-
ción" de las propias operaciones. Es un ámbito de recolección de proble- buir a la repetición, ,sino que deben ante todo regular el paso de un evento
mas que permite prescindir de la propiá participación en la producción de al otro. Esto requiere, como se ha expuesto detalladamente en otro lugar,
los problemas. Para decirlo resumidamente: permite relacionar las propias una orientación a un sentido pleno de referencias, pero, al mismo tiempo,
operaciones a un "nicho", sin plantear la cuestión de cómo es posible que determinable."
el mundo y la sociedad, en particular, contengan tales nichos. Nada distin- . 12. La autopoiesis depende del hecho de que un sistema esté en la situación de
to dice el viejo concepto de "milieu ". producir improbabilidades internas desviándose de lo habitual. Las contin-
ll. Podemos tranquilamente dejar abierta (aunque la biología nos haya re- gencias estructuralmente limitadas, por lo tanto, tienen el efecto de infor-
galado el concepto de autopoiesis) la cuestión de si la reproducción de mación en el sistema y, precisamente, no de información desde el entorno,
macromoléculas químicas relativamente estables en las células se pueda con el cual el sistema no puede entrar en contacto, sino en todo caso sobre
entender como "autopoiética" y cómo esto eventualmente sucede. Tal vez, el entorno (y esto tampoco en los sistemas biológicos como células, siste-
porque ésta sólo es posible en las células, acaso porque se trata de unida- mas inmunitarios, cerebros, sino solamente en sistemas que pueden distin-
des extremadamente inestables, que deben ser continuamente sustituidas. guir, en el medium del sentido, entre sí mismos y el entorno). Un sistema
En el caso de los sistemas sociales, la autopoiesis puede ser mucho más autopoiético, entonces, sólo puede informar a sí mismo y la información
claramente reconocida o, en todo caso, está estructurada de modo com- en el sistema tiene la función de limitar selectivamente las 'p&ibilidades
pletamente diferente. Aquí, en efecto, no se trata de unidades que tienen de continuar las propias operaciones, con la ulterior función de que se
puede decidir relativamente rápido sobre las posibilidades de conexión.
13. En este sentido operativo, la clausura es presupuesto de la apertura de los
'9 Véase Karl E. Weick1 Enactment Processes in Organizations, en: Barry M. Staw/Gerald
sistemas. La antigua teoría de los sistemas hablaba de sistemas abiertos,
R. Salancik (Eds.), New Directions in Organizatinnal Behavior, Chicago 1977, pp. 267-300;
Karl E. Weick, Der Prozess des Organisierens, traducción alemana, Frankfurt 1985, en parti~ principalmente en vistas de la ley de la termodinámica sobre la entropía,
cu!ar pp. 212 ss. Cfr. también Linda Smircich, Implications for Management Theory, en Linda para poder explicar cómo era construido y mantenido el orden contra la
L. Puinam/Micbael E. Pacanowsky (Eds.)i Communication and Organizations: An Interpretive tendencia a la entropía. Se evitaba, sin embargo, preguntarse qué faculta
Approach, Beverly Hills Cal. 1983, pp. 221-241 (229 ss.).
40 "The 'outside' ar 'external'world cannot be known" (El mundo "de afuéra" o 1'extemo"
41
no puede ser conocido), se lee en Weick Op. Cit. (1977), p. 273, "The outside is a void, there is Véase Nildas Luhrnann, Soziale Systeme: GrundriJ1 einer allgemeinen Theorie, Frank~
on{y the inside" (Lo exterior es un vacío, sólo existe lo interior). furt 1984, pp. 92 SS.

76 77
a un sistema pam ser abierto, o, con otra formulación, qué debería haber estabilidad al mantenimiento de una diferencia. Esto significa también que ya no se
en el orden sistémico para que un sistema pudiera permitir la apertura y, habla más de necesidades "existenciales" (una organización sólo podría existir
43
eventualmente, pudiese incluso aumentar la complejidad de aquellos as- sL), sino de las condiciones de la posibilidad de observar organizaciones. Si no
pectos, en los cuales puede estar abierto. No se planteaba.la pregunta por pueden ser distinguidas, no pueden set observadas. En las páginas siguientes,
la orientación a ejemplos empíricos o al modelo input/output. Aunque la cuando describamos las organizaciones como sistemas autopoiéticos, se tratará
antigua cibernética ya había hablado de sistemas cerrados a la información siempre de la producción y reproducción de una diferencia (en teoría de sistemas:
y abiertos a la energía, recién la nueva teoría de los sistemas autorreferen- entre sistema y entorno), y el concepto de autopoiesis dice que u:: observador, que
ciales formula claramente que la clausura operativa es presupuesto de la lo utiliza, presupone que esta diferencia es producida por el sistema mismo y re-
apertura. 42 producida con operaciones propias del sistema.
14. La teoría de los· sistemas autopoiéticos distingue, de manera estricta, en- La teoda de los sistemas autorreferenciales y autopoiéticos sabe que, con la
tre la continuación de la autopoiesis y la conservación de ciertas estruc- transformación del fundamento de la unidad a la diferencia, usa ·una par~doja; sin
turas, las cuales sírven para garantizar suficiente redundancia y conec- embargo evita incluir la paradoja en la teoría, porque, como figuras teóricas, las
tividad y, con ello, hacen posible la autopoiesis. Se presupone que las paradojas bloquearían la observación y la descripción. En otras palabras, mantiene
estructuras,· por lo tanto, son funcionales, contingentes, también diver- una relación paradoja! con la paradoja que constituye su fundamento: trabaja con
samente posibles. A partir de la constitución de la teoría, se hace posible el presupuesto de incluir la exclusión de la paradoja. O, usando los conceptos de la
comprender la ambigüedad, la necesidad de interpretación, lo elusivo de lógica: la paradoja es un tertium (tercero), cuyo non datur (no dado) debe ser con-
las estipulaciones estructurales. También se puede decir que la teoría de los siderado, esto es, debe ser "dado".
sistemas autopoiéticos advierte, especialmente al observador que las estruc- Es claro que, de manera diversa a lo que asume la lógica, esto no queda libre de
turas tienen sentido, es decír, deben ser constituidas frente a horizontes abier- consecuencias para la elaboración de la teoría. La paradoja sigt1e siendo soberana,
. tos de remisión aotras posibilidades, mientras en los sistemas autopoiéticos la aunque esté prisionera en el palacio y dirigida por los consejeros. Se hace notar una y
autopoiesis misma no constituye tema algtmo. En esto nos encontramos muy otra vez, a cada paso que efectúe la teoría. Cambia su fo1ma con cada distinción que
cercanos a teorías del "interaccionismo simbólico" o a teorías de la "interpre- se agregue, porque siempre debe permanecer inobservada la unidad de la distinción
tación" hermenéutica de la realidad, aunque sin necesitar recurrir a supuestos que está en el fundamento de la observación respectiva. La buena consciencia que la
conductistas (Mead) o subjetivistas. En lo sucesivo veremos, una y otra vez, teoría se atribuye de este modo, deriva del convencimiento de esta necesidad. La pa-
que en el proceso de decisión se necesita reducir incertidumbres y aclarar radoja es y permanece su principio originario, su trascendental principio' fltndameniaL
ambivalencias; pero, al mismo tiempo, también veremos que, en el proce- En el caso de la teoría de sistemas, la diferencia que constituye el fundamento
samiento del sentido, se regeneran continuamente .incertidumbre y ambiva- es la distinción entre sistema y entorno. La paradoja que debe permanecer .exclui-
lencia, y que especialmente la autopoiesis de las organizaciones se mantie- da, entonces, es la unidad de esta diferencia, y ésta es el mundo. La teoría de los
ne en marcha precisamente mediante el hecho de que la incertidumbre es sistemas, por esto, debe renunciar a ofrecer conocimiento del mundo. En su lugar,
reducida y regenerada a la vez. se atiene, con suficiente plausibilidad, a la regla de referir temáticamente todas las
observacion.es a un sis.tema o a su entamo. Por cierto, necesita decidír previamente
La impresionante ventaja de esta compleja maniobra conceptual consiste en que el
problema fundamental de la teoría de sistemas cambia del mantenimiento de la 43
Aquí es posible incluir muchas cosas, demasiadas. No sólo "fines" u otras estructuras
"esenciales" ("prerrequisitos füncionales" ), sino también los hombres que actúan, el aire fresco,
42
Volveremos sobre esto en la seccción VI. las condiciones constantes de la fuerza de gravedad, etc.

78 79
La des.cripción de las organizaciones como sistemas que elaboran informacio-
cuál es el sistema, desde cuya perspectiva todo el resto es ambiente. Esto requiere n~s es comente y su utilidad empírica no necesita ser fundamentada. Sólo se debe
que se indique una referencia sistémica. Esta decisión puede y debe ser tomada anad~ un conc.epto' ~ás apropiado. Éste se encuentra en Gregory Bateson: "El
sólo de manera contingente. Aquí, entonces, debemos considerar un equivalente termmus
. . techmcus . mformación' puede ser defiru'do provisonamente
. . como cual-
de la figura de la contingencia necesaria, propia de la teología creacionista. Pero quier diferencia que produzca una diferencia en un evento poster,·or'' "
. 1d ·. · E.1concep-
esto no es una desventaja grave, una vez que la teoría se ha dispuesto. a no ofrecer to contiene a .oble acc,on que necesitamos y, al mismo . .
tiempo, oculta la paradoJa.
conocimiento del mundo, sino sólo descripciones policontexturales. tem~oral: la umdad de dos momentos diversos. El concepto de diferencia sustituye
aqm al concepto de hecho," el cual ya no es necesario gracias al supuesto de que,
en general, los SIStemas reaccionan sólo a diferencias que ellos mismos distinguen;
III. en otras palabr~, que no existen "fuera", sino que deben ser constrnidas "dentro"
(Bateson, ademas, . entlende , los hechos como infinidad de d., herencias. post'bles, a
Una de las paradojas que debemos considerar con particular atención es la del tiem- las cuales
. · los. SIStemas solo pueden reaccionar estableci·endo qu·e d'' 11erencrns. hacen
po -la paradoja de la unidad del antes y el después. No podemos darnos por satis- una diferencia ~ara ellos, en la determinación de sus estados).
fechos con hablar de "transición'', usando la dicción hegeliana, porque con esto se , Al construir y procesar información, el sistema se desvía del estado que debe-
esconde, precisamente, lo que recordamos como paradoja, aunque deseamos hacer- · na s.er des~nto .com~ entropía, como pérdida de toda diferencia utilizable, incluida
la desaparecer gradualmente. Si los sistemas autopoiétícos consisten en una suce- la, diferencia
. entre sistema y entorno. Elaborar informac1.6n es producrr. neguentro-
sión de eventos: ¿Como pasa el sistema de evento a evento? O, formulando la pre- pia. Sm. embargo, no en. el sentido que la elaboración comience de la nada ypro duz-.
..
gunta con mayor consciencia teórica y de forma más prolija: ¿cómo indica la teoría ca un11 imc10, e.orno
· en el modelo de la creatio ex nihilo , sino en el senti'doque,en
la "transición", esto es, la unidad de la diferencia temporal entre el acontecimiento aqued ol que existe ve una diferencia, con la cual trabaJ·ar. Incluso si en las operac10-
.
· ·
que va pasando (pero que aún se tiene a la vista) y el acontecimiento que sigue?
bnes e ·sistema
f, se . planteara
. la pregunta por el otigen o el acto de fund ac10n,ensu
.,
Un concepto que cumpla con esto y sustituya al concepto de "transición" pro- ase ex1~ maya una distinción que interesa ad hoc, aquella entre la fundación y lo
pio del lenguaje común, debe ofrecer una forma de dos lados. Del lado externo que habi~ ,"ntes .y que por ello no interesa. Todas las operaciones del sistema son
debe ser indicado todo lo que no entra en consideración; aquí se trata de selec- elabor~~'.ºn de información. y con esto no hacemos más que repetir: los sistemas
tividad negativa. Este lado del proceso lo denominarnos capacidad de conexión. autopo1etlcos son sistemas operativamente clausurados.
Del lado interno del proceso, en cambio, se trata de lo que significa el evento . En otros términos, un sistema debe presuponerse a sí mismo cu'""'o d
lb ·D ., auuprou-
que pasa para el que sigue; esto es, selección positiva. Aquí se ajusta el concepto ce y e a ora m ormacion. Ya debe haber delimitado la arbitrariedad de sorpresas
de información que ya hemos introducido. Entonces la capacidad de conexión se
logra como información. El buen resultado de la información elimina, al mismo
tiempo, lo que no se realiza. O, usando una formulación de la teoría de sistemas: la
información reproduce los límites del sistema y por esto nunca puede superar los ::1:;
cotidiana),
d todos .~
6 los sistemas sociales pueden' naturalmente• m·terca mb'iar 1D1onnac1ones

parcia es, como mfonnacton utilizable para ellos y ·en otras palabras re et·
. pero en
y en ~rmas que. sólo la so.cíedad reproduce y que luego deberá ser reconstmida en los
'!
límites del sistema; no puede nunca producirse desde el exterior hacia el interior sepuedehbl d · fi ., ·' , P 1IDos:soo
4s A ~ ~ e m o~~c10n en un modo que tenga sentido, si se agrega un índice del sistema.
ni desde el interiar hacia el exterior." Con respecto a la cognición, esta afirmación . si en a ~raducc:on a:emana en: Gregory Bateson, Ókologie des Geistes: Anthro oio-
es idéntica a la tesis del constructivismo operativo. g1sch~; ps~cholo~sche, b10log1sche und epistemologische Perspektiven, Frankfurt 198 i', .~88.
...
AFs1 expiw1tamente Gregory Bateson, Geist und Natur: Eine notwendige Einhe~ trad
aemana '
·1
,r, . rankfurt 1982
. ' p· 123''Y aqm·tamb''
ien 1a defimc1on
. .. más sintética de infonnación·, ((Las·
. '·. .,'··I
44Para tranquilizar, agregamos rápidamente: esto depende de la elección de la referencia de m;ormaczones cons1Sten en diferencias que hacen una diferencia». .
sistema. Si se trata del sistema total de la sociedad (o, como muchos dicen, del lenguaje de la vida
81 :,¡·
80 ..
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osibles, debe disponer de redundancias para obtener informaciones y poderlas Antiguamente se decía que los sistemas cibernéticos eran cerrados respecto a
~laborar en un tiempo limitado. Debe poder esperar, tipificar, adivinar de qué se la iní'ormación y abiertos respecto a la materia o la energía. Ala luz de las reflexio-
podría tratar. Esto vale para la percepción (por eso los recién nacidos no pueden ver oes que acabamos de hacer, esta fórmula debería ser corregida, porque la apertura
de inmediato) y vale, con mayor razón, para la comunicación elaborada (para ella del sistema se deriva de su irritabilidad, esto es.de su capacidad de leer algo como
se necesita el lenguaje que, además, dispone de redundancias fonéticas propias). distinción y de obtener así información -sea que se trate de oscilaciones de energía
En este contexto, redundancia no significa simplemente "superfluidad" ni tampoco o temperatura, de falta de alimentación, etc; En referencia a la energía o la mate-
protección de la transmisión de noticias contra perturbaciones provenientes del ex- ria como tales, las que son como son, el sistema permanece indiferente. Se trata
terior (ruidos); redundancia significa, más bien, ahorro de trabajo informativo que de continua, que no conocen la diferencia entre sistema autopoiético y entorno, y
puede ser evitado (y, en este sentido, superfluo). · que, por una parte, pueden surtir efectos destructivos, pero, por otra parte, si son
Un correlato adicional de esta tesis de clausura es el siguiente: también lo considerados bajo la forma de diferencias, también pueden tener efectos inmensos
negativo puede adquirir valor de información, si se distingue. No se hacen ofer- sobré el sistema. ·
tas, un producto no se vende, un empleado no viene a trabajar. La autonomía del
sistema también se muestra en que el sistema no reacciona sólo a los hechos, sino
que gracias a su estructura puede registrar también desilusiones, esto es: evaluarlas• rv.
como diferencias y así extraer información de ellas. Por lo demás, ésta es una de
]as muchas razones por las cuales no es posible atribuir causalmente al entorno las Los sistemas sociales están constituidos por comunicaciones. La comunicación es
operaciones del sistema (ni según una "ley de causalidad"). El sistema se causa a aquella operación autopoiética que se refiere recursivamente a sí misma, en sentido
sí mismo, aun cuando, como puede fácilmente comprobar un observador indepen- retrospectivo y prospectivo, y así produce sistemas sociales. La comunicación, en-
diente, en muchos aspectos depende de su entorno. tonces, sólo existe como sistema social y en los sistemas sociales únicamente. La
Además, en el concepto de información debe estar reflejado el momento tem- sociabilidad no es un hecho dado, independiente de la comunicación (por ejemplo,
poral. Una información debe ser nueva; ésta debe sorprender (aunque sea en forma como propiedad del ser humano).47
insignificante), por lo tanto, siempre es relativa al estado de conocimiento del sistema. Si todo esto es exacto, también vale para las organizaciones. Las decisiones
Así se distinguen sentido e ÍJ!Íormación. En la repetición el sentido permanece igual teóricas a tal respecto deben ser tomadas sob,e un plano más abstracto. La comuni-
y sólo por ello una repetición puede ser reconocida como tal. Una información, por el cación, dicho de otro modo, no es sólo un aspecto particularmente importante, que
contrario, en caso de repetición pierde su valor informativo; o lo transforma completa- merecería especial consideración en la investigación organizacional,,oo conexión
mente, de modo que la repetición solamente informa sobre el hecho de que alguien la con la cultura. 48 Al llevar a cabo la comunicación, cada organización entonces no
consideraba necesaria o que de algún modo se ha producido una avería en el sistema.
Por último, este concepto de información permite también determinar el sen- 47
Más en detalle Niklas Luhmann, Soziale Systeme: Grundrill einer allgemeinen Theorie,
tido de las prognosis o las directivas, esto es el sentido de las expectativas orienta- Frankfurt 1984.
das al futuro. Quien formula proyecciones o distribuye órdenes será de la opinión 48
Así, por ejemplo, Maryan S. Schall, ACommunication-Rules Approach to Orgánizationat
que, de este modo, se puede indicar o producir estados futuros. Lo que, en todo Culture, Administrative Science Quarterly 28 (1983), pp. 557-581. Con razón, Karl E. Weick,
Sensemakíng in Organizations; Thousand Oaks Cal. 1995, p. 75, comenta: "These outcomes
caso, se logra es: producir información -sea que la expectativa se cumpla, sea que
are unsurprising. because the communication activity is the organization" (Estos resultados no
se frustre. Las ventajas de las expectativas radican en el supuesto de que la realiza- sorprenden, porque la actividad comunicativa es la organización). Pero Weick tampoco funda su
ción o la desilusión de estas mismas expectativas hacen una diferencia, que luego teoría de la organización, como sería consecuente hacerlo, sobre el concepto de comunicación
puede seguir siendo elaborada como información. -~resumiblemente porque así se le escuniría la subjetividad del "sensemaking".. ·

82 83
r-
j

'

so, 1o se reproduce a si' misma, sino que' como todo sistema social, siempre
,, repro- Las funciones de la comunicación se refieren, en cambio, a la autopoie-
duce también a la sociedad, En cuanto a esto, la teoría de la organizac1on puede sis del sistema, esto es, al hacer posibles comunicaciones posteriores. Dado que
ltados de la teoría general de los sistemas sociales y, con ello,
aprovechar los resu . . . . la comunicación que sigue siempre depende de recursividades, de la memoria,
l ·
am1smo1 rempo aclarar que las organizaciones son mstituc1ones del sistema. . ,de de las estructuras, no excluye, sino que incluye la valoración de los temas. Se
la sociedad, el cual garantiza las condiciones de posibilidad de la comumcac10n. cambia sólo la perspectiva. Desde el punto de vista funcional, se trata de dis-
Explicaremos esto con un ejemplo. . . tribuir oportunidades a los participantes y a las contribuciones de comunica-
En los sistemas sociales, que producen y elaboran mformac1ones en la for- ción posterior. La comunicación se observa a sí misma como pasado del ·futuro
ma de comunicación, se necesita distingufr temas y funciones de la. comunica- aún posible. Un acuerdo tiene un tema, pero al mismo tiempo es también un paso
., s bre los temas de comunicación, la comunicación se diferencia. en senl!-
~n o · d para seguir comunicando. Se puede buscar corregir un desarrollo temático contra-
do objetual y, a la vez, se estructura temporalmente. Cad~ ,tema se d'.ferencia e diciéndolo, pero la contradicción también tiene un significado, funcional o disfun-
otros temas y distingue así los objetos de la comunicacion entre. '.1. Se puede cional, para la comunicación que sigue. Las decisiones pueden ser apreciadas bajo
discutir acerca de un determinado precio, sobre una posible vanacion de ciertos el punto de vista de si amplían o restringen los espacios de decisión del sistema, si
productos, respecto a las relaciones con una clienta dada, en referenci,a a la re- producen o absorben incertidumbre, De este modo, se puede disponer sobre ries-
organización de determinados barrios cívicos, en tomo a la construcc10n de una gos y responsabilidades, sin que esto deba devenir tema.
nueva carretera etc. Con la elección de un tema se crea parz passu la diferen- La evaluación inexpresada (precisamente cuando o.o es formulada) de la fun-
cia entre temas y contribuciones. La estructura temática de un sistema de wmun'.- ción de las comunicaciones parece, a primera vista, ser y permanecer una prestación
caciones presupone que para todo tema sean posibles muchas contnbuc10nes di- puramente- psíquica; en efecto, si existiera algo así como "espíritu de cuerpo" o
versas. De otro modo, el tema no sería reconocible como tal. Los temas deben: por "collective mind', se podría buscar aquí. Un análisis más riguroso, sin embargo,
lo tanto, ser identificables, aunque -o mejor precisamente porque- son posibles mostraría rápidamente que un encapsulamiento de tales cálculos en la consciencia
contribuciones totalmente diversas entre sí. Una decisión propuesta es Yperma- individual no tendría consecuencia social alguna. Sólo a través de la comunica-
nece como tema, incluso si la decisión es rechazada; y sólo así, solamente como ción, puede tener lugar un aporte a la autopoiesis de la comunicación, aunque se
tema, la decisión puede ser memorizada y ser celebrada o lamentada.. ., presuponga como exigencia el concurso de la consciencia. Se obtiene resonancia
Los temas forman la memoria del sistema. La función de memona -y tambien social sólo si se comprende de qué cosa se trata, La comunicación es, y permanece,
ésta es una consecuencia de la tesis de la clausura operativa- no se refiere nunca la portadora dirigible de su propi~ autopoiesis. Ella procesa información temáti-
a hechos del mundo exterior (aunque así le parezca al sistema), sino siempre sólo~ ca y no temática, aspectos latentes y manifiestos del sentido, temas { funciones
estados propios del sistema. Un sistema, en otras palabras, sólo puede acordarse de si que considera relevantes, en todo lo cual ella también puede disponer sobre la
mismo. Regula, bajo la forma de temas, lo que recuerda y lo que puede olvidar. Los tematización de las funciones, en forma refinada o no refinada, valiéndose o no de
temas están involucrados en todas las operaciones del sistema (necesita siempre co- asesores.
municar sobre algo), para producir y representar recursividades. La capacidad de de-
venir tema es prácticamente ilimitada; solamente se dirige según la historia :emál!ca
individual del sistema. Esto vale, por ejemplo, para la pregunta de s1, Yen cuales con- v.
textos lo "privado" pueda devenir tema. También acontecimientos únicos e incluso
la te~atización de un tema, pueden llegar a ser temas. E.n su movilidad abierta, pero Autopoiesis, clausura operativa, elementos que se presentan en la forma de acon-
estructurante, la estructura temática representa al mundo del sistema y.no en una m- tecimientos, capacidad de conexión e información son conceptos muy generales,
determinación global, sino como resultado de la historia del sistema abierta al futuro. cuyo alcance se extiende mucho más allá de aquello que, como organización, debe

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ser nuestro tema. Sin embargo, la teoría general contiene algunas premisas que ¡' seres humanos),'° pero no puede producir ni un solo sistema no comunicativo·,
tampoco puede serlo.
valen para ámbitos específicos de aplicación. Si se quiere cambiar estas premisas, 1
por ejemplo, la conexión entre clausura e información, o entre acontecimiento Y ¡ Desarrollos recientes en la teoría de la organización se avecinan mucho a esta
estructura, se debe argumentar a nivel de la teoría general. Esto, sin embargo, no ' } insistencia en la comunicación. Se lee, por ejemplo, que la comunicación sería
significa que de la teoría general sea posible derivar per deductionem teorías de "un elemento esencial en el continuo proceso de organizar, mediante el cual las
· ámbitos específicos. Sólo se trata de aprovechar, en tales abstracciones, el posible estructuras sociales son producidas, reproducidas y cambiadas". 51 Pero esto nos
alcance de las decisiones conceptuales. Por esto, para investigaciones más concre- dice solamente que las organizaciones no nacerían ni podrían ser reproducidas sin
' '' 52
tas referidas a tipos de sistemas particulares, se requieren nuevas decisiones que comun1cac10n y queda, entonces, como una afirmación banal. También formu-
puedan ser puestas a prueba, criticadas y eventualmente cambiadas, en el nivel laciones como "esencial" quedan indeterminadas. Se. debería, entonces, en primer
correspondiente. Esta concretización debe suceder, según las directivas de la teo- lugar aclarar la esencia de la esencia y decir qué cosa sería aún necesaria, más
ría general, indicando aquellas modalidades de operación cuya clausura autopoié- allá de la esencia, para que se genere una organización. ¿Acaso otros "elementos
tica produce un sistema del tipo en cuestión; en nuestro caso, por lo tanto, una esenciales", o sólo accidentales, que pueden tener lugar en manera diferente de
organización a organización, pero que, de un modo u otro, son irrenunciables? 53
organización.
Aunque -y precisamente si- se renuncie a hacer hipótesis sobre la naturaleza Se puede evitar todo esto, si se plantea el problema de otro modo y se pasa de la
o la esencia de las organizaciones y se deje a las propias organizaciones la decisión esencia a la producción y, con ello, de ta unidad a la diferencia. La comunicación
de si ellas existen y como qué existen, no se puede dejar de indicar, a lo menos, produce y reproduce una diferencia, lo que sea que se afirme sobre el lado sistema
el tipo de operación que produce y reproduce una organización. A tal fin debe ser de la diferencia entre sistema y entorno, sea como unidad, como esencia o com~
designada una sola modalidad operativa, porque no se podría explicar de otro estructura necesaria.
modo (o, de nuevo, sólo mediante un poco feliz "y"), el hecho que se produzca Pero con todo esto no hemos llegado aún a la cuestión acerca de qué tipo
un sistema de un determinado tipo. Qué teoría de la organización derivará de allí, de comunicación particular, cuando se vincula recursivamente en una red y se
es cuestión que depende de esta definición de la operación autopoiética -así como reproduce a partir de sus propios productos, genera las organizaciones. Las
la reproducción bioquúnica de la vida, cuando alcanza la clausura autopoiética,
50
produce sistemas vivientes, y el hecho que se centre exactamente en esta operación Sobre esto volveremos en el próximo capítulo.
49 . ,iAsí Wanda J. Orlikowski/JoAnne Yates, Genre Repertoire: Toe Structuring of Communi-
determina qué concepción de la vida es sostenida por una cierta teoría. cauve Practrces rn Orgaruzations,Administrative SdenceQuarterly 39 (1994), p¡, 5'11-574 (541),
Como ya habíamos propuesto arriba, partimos del hecho de que todos los aludiendo a Gíddens y Bourdieu. Giddens y Bourdieu, sin embargo, entienden la comunicación
sistemas sociales, por lo tanto también las organizaciones, consisten de comuni- en un s:~tido muy restringido como action o practice; parten entonces de un actor que debería
caciones y sólo de comunicaciones. Si el concepto de comunicación es definido ~ecesanamente pertenecer a la organización. Son fáciles de localizar otros ejemplos d.e este
ttp~. Anne. Donnellon, Language and Communication in Orgartizations: Bridginf; Cogllition
de manera suficientemente amplia y se refiere al mundo en cuanto ámbito de
anct B_ehav1or, en: Henry P. Siros Jr./Dennis A. Gioia et al., The Thinking Organization, San
posibles referencias, no se pierde _mucho sentido (a lo más, sentido incomunica- ~ranc1sc? 1986, pp. 136-164,. opina, por ejemplo, que la comurticación en las organizaciones es
ble). La restricción se encuentra en el nivel operativo, no en el nivel semántico. rrrenunciable corno puente entre cognición y comportamiento.
52
La comunicación puede referirse a sistemas no comunicativos (por ejemplo, a Véase también SchaU Op. Cit. 1983, p. 560, con indicaciones a la bibliografía precedente.
53
• E? el _c,ontexro ~ura~ente a~démico, es fácil reconocer la función de tales puestos de
mdetennmac1on. Perrmten mnovac10nes y controversias teóricas, aquí por ejemplo,· como en-
f~que cultural, simbólico, etc., y, con ello, se permite a los candidatos un autoperfilamiento con
49Excluye entonces, es el caso agregar, que se hable de consciencia que vive, de espíritu vistas ~ la reputación académica, Pero esto es un argumento neto de !a sociología de la _ciencia
que deJa et desarrollo teórico a la evolución.
que vive o de sociedad que vive.

86 87
reflexiones que siguen intentan demostrar que las organizaciones nacen y se repro- mientas de investigación de la teoría de la comunicación tienen, muy típicamente,
ducen cuando se llega a la comunicación de decisiones y el sistema se clausura el problema de no poder tratar las comunicaciones simplemente como hechos/'
operativamente sobre esta base de operación. Todo el resto -fines, jerarquías, opor- porque para comprender una comunicación es necesario entender también qué otra
tunidades de racionalidad, miembros ligados por directivas, Ycualquier cosa que cosa se habría podido decir. Este saber, para los participantes en las interacciones
haya sido considerada como criterio de organización- es secundario frente a esto . entre presentes, puede estar implícitamente disponible, pero a mayor distancia es
y puede ser tratado como resultado de las operaciones de decisión del sistema. dificil de reconstruir: desde lejos sólo se puede reaccionar, a lo que haya sido dado-
Todas las decisiones del sistema pueden ser remitidas a otras decisiones del sis- a-conocer fácticamente. Si, en cambio, si trata de la comunicación de decisio-
tema. Esto presupone que también la fundación de una organización y también la nes, es a menudo bastante claro, y en todo caso más fácil de reconocer, qué otras
contratación de miembros son descritas como decisión, incluso en caso qüe, por decisiones han sido excluidas mediante una decisión detenninada. Sólo por esto, se
ejemplo, en empresas familiares sean contratados preferentemente miembros de la entiende ya por qué los. contextos laborales de mayor tamaño no pueden ser orga-
familia." La clausura operativa, entonces, de ninguna manera niega que los miem- nizados simplemente en base a la pura comunicación, sino sólo en base a la comu-
bros también deban desarrollar otros roles en el entorno de la organización, por nicación de decisiones. No bastan las decisiones no comunicadas (si es que exis-
ejemplo, que sean dueñas de casa y madres, que pertenezcan a un partido radical ten), ni las comunicaciones que no se hacen reconocibles como decisiones.
o que tengan amistad con políticos influyentes. Estas relaciones, sin embargo, no Esta ca-presentación rutinaria de lo que está descartado, como veremos toda-
son tratadas como hechos naturales, sino como objeto de. decisiones; o, en otras vía más ampliamente en el capítulo sobre la absorción de incertidumbre combina
palabras: no como peligros, sino como riesgos. la reducción de incertidumbre con dudas respecto a si ha sido la co;ecta. Los
Ciertamente en las organizaciones se encuentran también comportamientos sistemas organizacionales cambian, por lo tanto, sólo la fonna de la incertidumbre
corporales y operaciones manuales - sobre todo en el proceso productivo, aunque con la cual tienen que ver. Desontologizan, en cierta medida, el mundo. Relle-
también cuando el encargado toma documentos del escritorio y los repone en la nan su memoria con .infonnaciones sobre lo que no ha acontecido y deben poder
carpeta. Dicho de otro modo: existen acciones que no vale la pena descomponer ca-integrar también este otro lado de su decidir. No pueden, entonces, simplemente
en decisiones y comunicar como tales. El taylorismo toca sus propios límites. Pero operar como representación del mundo tal como es, porque no pueden prescindir
para la construcción conceptual es fundamental que este límite de la descomposi- de representar su unidad como prestación propia, por ejemplo, mediante la semán-
ción en decisiones sea detenninado por la organización misma, esto es que también tica de ventajas y desventajas, mediante selección de miembros o también como
'
sea un resultado de decisiones. constantemente se supone, ejerciendo el poder.
Aquí ya es oportuno referirse a un problema que detennina, más que ninguna Las decisiones marcan una diferencia, que ellas mismas produceh,"entre pasa-
otra cosa, la particularidad de los sistemas sociales organizados. Las decisiones do y futuro. Así señalan la irreversibilidad del tiempo. Es notable que esto suceda
sólo pueden ser comunicadas si se comunican también las posibilidades descarta- bajo la fonna de sucesos vinculados a momentos puntuales, esto es, que no pueden
das, de otro modo no se podría comprender que se tt·ata de decisiones. Los plantea- ser reversibles ni irreversibles.
Es posible reconocer la clausura operativa sobre la base de decisiones propias,
por el hecho de que toda decisión debe ser aceptada como premisa para decisiones
54 En lo que toca al reclutamiento familiar, aunque también al reclutamiento coactivo, :as
organizaciones modernas se diferencian de estructuras similares que eran propias de las soc1e~
darles tradicionales, y esto independientemente de los grados de libertad y de los motivos q~e 55
estaban en el fundamento de una decisión. Cfr. , por ejemplo, Stanley lf Udy, Jr., Preindustrial Si bien, por motivos conceptuales, hacen precisamente esto . Véase la crítica de Karl E.
Fonns ofürganized Work, en: Wilbert E. Moore/Arnold S. Feldman (Eds.), Labor Commihnent Weick, Organizational Communication; Toward a ResearchAgenda, en Linda L. Putnam/Michael
and Social Change in Develnping Areas, New York 1960, pp. 78-91; Stanley H. Udy, Jr., Work E. Pacanowsky (Eds.), Communication and Orgauizations: An Interpretative Approach, Beverly
in Traditional and Modero Society, Englewood Cliffs, N.J. 1970. H11ls 1983, pp. 13-29 (16).

88 89
posteriores y que, como tal, contribuye a la absorción de la incertidumbre. La orga- entorno y el curso del tiempo en el sistema y deben ser sincronizados en el sistema.
nización también puede dar-a-conocer sus decisiones al entorno y, de esta manera, Ysólo por esto surge en el sistema la necesidad de comunicar continuamente nue-
producir hechos por los cuales deben orientarse los otros., por ejemplo autoriz~r o vas decisiones -independientemente del hecho que esto suceda como algo sin ma-
rechazar contratos, comunicar ala prensa las posiciones adoptadas opublicar anuric1os. yor importancia, rutinario, que sea racional o esté cargado de errores.
Esta posibilidad está garantizada a través de la participación de la organización en la La ventaja de esta formulación teórica -y, por el momento, la justificaremos
comunicación de la sociedad." Pero, para los fines internos de la coordinación sólo eón esta ventaja-58 consiste en que puede tratar como variables, y comprender
de decisiones, se entiende -y cuando hablarnos de clausura operativa entendemos en un cuadro teórico más general, todas aquellas características de las organizacio-
sólo esto-- un tipo especial de relevancia de toda decisión para otra decisión, en el nes que hasta ahora habían sido consideradas esenciales. ¿Pero por qué éomuni-
doble sentido de efecto vinculante y de responsabilidad. Esto no debe significar cación de decisiones? ¿Y cómo queda definido el problema si se trata de comu-
que la desviación pueda ser efectivamente excluida, sino que -si llega a ser tema nicación de decisiones? Vale decir: ¿Por qué es la solución de un problema en la
de la comunicación- es posible reconocerla como tal. forma de organización? ¿De cuál problema?
Dado que las decisiones que continúan la autopoiesis del sistema sólo pue- Sí se entiende las decisiones en un sentido psíquico, esto es si se centra en que
den ser tomadas en el sistema (y no en el entorno) y que, al mismo tiempo, como alguíen,,en la elección de su comportamiento, se hace consciente de que habría sido
operaciones producen una diferencia entre sistema y entorno, toda operación posible también otro comportamiento, entonces se trata de un fenómeno cotidiano
del sistema impone un acoplamiento de autorreferencia y heterorreferencia: de que reside en el espacio de atención psíquicamente disponible y que varía con éste.
autorreferencia, en el sentido de referirse a la red de las decisiones propias Y Es también del todo normal que a nivel social sea visible, que alguien se ha deci-
de heterorreferencia, en el sentido de la motivación de decisiones, la cual no puede dido por un determinado comportamiento, aunque el aludido inicialmente no haya
nunca consistir sólo en el hecho que en el sistema ya se haya tomado una decisión. tomado consciencia que le ha acontecido una decisión y se venga a dar cuenta del
Dicho en otros términos, el sistema se obliga a sí mismo - al establecer límites hecho solamente por su resonancia social. El horizonte de alternativas conscien-
y por su clausura operativa - a oscilar continuamente entre autorreferencia Y he- temente consideradas depende de la importancia del comportamiento y se transe
terorreferencia; la función de oscilación está inserta, en tal forma, en la operación forma de momento en momento y de persona a persona. Por esta razón, el desarro-
de comunicación de decisiones, que impide eficazmente que el sistema se extravíe llo del comportamiento individual no puede depender del ponerse de acuerdo con
frente a sí mismo o frente al entorno. Sólo así es posible reproducir la apertura al otros sobre la inminencia de una decisión o que ya haya· sido tomada y sobre cuales
entorno, dada la clausura operativa. 57 Sin embargo, cuando se llega a esta diferen- alternativas estaban disponibles. Dada la intransparencia recíproca de los sistemas
cia entre sistema y entorno, el sistema se ve enfrentado a la experiencia de que en· de consciencia individuales, la vida cotidiana está suficientemente prttegida me-
el entorno las secuencias de eventos (procesos) transcurren de diverso modo que diante numerosas posibilidades de tematización, de las cuales solamente algunas
en el sistema. Y sólo por esto el sistema se ve en la necesidad de desarrollar pers- pueden ser usadas y, a menudo, de manera casual. En todo esto se pueden reco-
pectivas temporales. Se hace necesaria una representación del tiempo, que vaya nocer dispositivos de protección que son necesarios, porque también los sistemas
más allá del inmediato ir y venir, sólo porque divergen el curso del tiempo en el psíquicos están operativamente clausurados y sobre esta base son sistemas abiertos.
En el curso normal de las cosas ni existe suficiente tiempo ni es demasiado
importante hacer socialmente visibles las decisiones propias ni tampoco explicar
56 Volveremos más ampliamente sobre esto en el cap. 13, acerca de Organización Ysociedad.
57 Sobre el plano formal, ésta es una consecuencia del "re-entry" de la distinción entre
58
sistema y entorno en el sistema (esto es, en sí mismo), Véase George Spencer Brown, Laws of Otra fundamentación sigue en el próximo capítulo: Con la ayuda del concepto de deci~
Forro, reimpresión de la segunda edición New York 1979, pp. 56 ss. (60s.). También sobre esto sión, estamos en condiciones de llevar, ai interior del sistema, la paradoja de la distinción entre
volveremos más ampliamente. sistema y entorno y de seguir en detalle su despliegue dentro el sistema.

90 91
,-

cuándo se ha decidido algo, qué cosa se ha decidido, contra qué otras posibilidades agregan, al tipo de operación correspondiente, las características de clausura ope-
ni por qué se ha preferido un comportamiento a otros. rativa Yespec1fica~1on. Un señor es siempre algo más, que alguien que solamente
No obstante, cuando las decisiones son dadas-a-conocer y, con ello es toma dec1S1ones. El es también esposo o padre, noble, patrón y está obligado por
prácticamente inevitable que se de-a-conocer también la decisión de dar-a-co- otros roles prop10s en los cuales no actúa como señor. Cuando surge una organiza-
nocer la decisión, tenemos que ver con acontecimientos de formato diverso. ción, nace una red de decisiones recursivas. Todo lo que sucede, en general ocurre
Un hombre dice a su mujer: esta tarde voy al club, aunque él sabe (y ella sabe como comunicación de decisiones o se orienta hacia ello. En las organizaciones
que él sabe), que ella preferiría salir con él o que ambos permanecieran juntos pueden existir también otros modos de compoitamiento, por ejemplo el cotilleo.'°
en casa. El mensaje informa al mismo tiempo sobre la decisión (en el doble senti- (Así como e_n las células vivientes existen también minerales que no participan
do: que se _ha decidido y qué cosa se ha decidido) y es formulada de modo que sea en la autopoiesis del sistema y que, sin embargo, desarrollan funciones importan-
comprendida. Esta es, en otros términos, componente de una comunicación com- tes). Pero la conservación de la reproducción autopoiética y la reproducción de la
pleja. Produce la impresión de un pasado inmutable, respecto al cual una nueva difer~ncia entre sistema y entorno que ésta provoca, constituyen el requisito que
tratativa sólo es posible en fonna de resistencia. Las comunicaciones de este tipo, mantiene al sistema como sistema (de un cierto tipo). Sin la operación fundamen-
en otros términos, acrecientan el riesgo del disenso. Hacen visibles, sea o no ésa su tal de la co~unicación de decisiones, en el sistema tampoco existiría ningún otro
finalidad, las delimitaciones del pbder. En los casos en los cuales se puedan esperar comportamiento, porque no. existiría el sistema. y además, precisamente en las
acuerdos, éstas tienen algo provocador en sí. En particular, en sistemas sensibles org~izaciones'. todo el comportamiento -también el ananque de una máquina para
al acuerdo, como las hordas primitivas o las familias modernas, éstas son todo lo miciar el trabaJo, la Sllllple mformación o el hecho de llegar atrasado- puede ser
contrario a inocuas. Tienden al proceso de diferenciación (o a hacer fracasar el pro- tematizado como decisión, cuando surgen problemas. La forma de operación de la
ceso de diferenciación) de las relaciones de dominio. Si existe un marco general comunicación de decisiones es la forma en la cual el sistema reacciona a ras irrita-
suficientemente complejo y se institucionaliza tal tipología formal, esta clase de ciones y reflexiona en sí mismo.
comunicaciones tienden a que se produzca un proceso de diferenciación de organi- También la autorización o la obligació_n, a participar en la comunicación de
zaciones, vale decir, que se.generen organizaciones. decisiones, se remontan, a su vez, a decisiones que han sido tomadas en el sistema
Las relaciones de dominio son estructuras, no sistemas. Estas se forman, por esto es de contratación o despido de miembros de la organización. Volveremos co~
ejemplo, al interior de las familias o como relaciones patrón/cliente al interior de mayor detalle sobre esto. 61 Por el momento sólo se trata de la tesis de que existe
las sociedades estratificadas. Son, si se quiere, parásitos de los intereses de estabi- un sistema operativamente clausurado que se reproduce a sí mismo con su pro ia
f l ' d · . p
lidad de los sistemas diferenciados. Asimetrizan la comunicación de decisiones y i_po ogia e operac10nes. Por ello, para poder continuar las propias op<m"aciones, el
se tornan habituales, porque una resistencia anunciada demasiado tarde seria aco- sistema se debe referir, implícita o explícitamente, a sus propias decisiones -sea
gida con sorpresa y desencadenaría conflictos desfavorables." Se aprovechan de que se trate de decisiones pasadas, sea que se trate de decisiones futuras que el
condiciones generales no producidas por ellas. Se legitiman mediante la tradición, mismo sistema producirá.
la costumbre o, como se puede deducir de las más antiguas teorías de la nobleza, . für esto ~n las organizaciones no existen señores, sino únicamente jefes, cuya
sobre la base de éxitos iniciales que se remontan a tiempos inmemoriales. titulandad asi como su ámbito de competencia pueden ser .atribuidos a decisio-
El mismo problema de la comunicación de decisiones toma otro camino cuan- nes del sistema o ser aclarados a través de decisiones del sistema. Naturalmente,
do llega a la diferenciación de sistemas sociales organizados. En ese momento se
60
. , .Véase. so~re esto Stephan Fuchs, Toe Stratified Order of Gossip: Informal Communica~
$
9
Véase sobre esto Heinrich Popitz, Prozesse der Machtbildung, Tübíngen 1968; Heinrich tion 1~ Orga~1zanons and Science, Soziale Sysreme ¡ (1995), pp. 47-72.
Popitz, Phanomene der Macht: Autorirat: Herrschaft, Gewalt; Technilc, Tübingen 1986. Cfr. mfra, cap. 9:

92 93
se debe tratar de personas vivas y, en general, es posible constatar innumerab\es materia o dentro de la consciencia, ciertamente ya no contribuyen a la autopoiesis
interdependencias causales entre sistema y entorno. Sobre este tema ya hemos di- del sistema de organización. 62
cho suficiente. Sin e,rlbargo, también las causalidades requieren tematización en el
sistema -por ejemplo, aclarar la cuestión de si alguien está aún en condiciones de ¡
ejercer su cargo. O se trata de observaciones externas que pasan sin consecuencias 1
'
VI.
para el sistema.
En la comunicación de saberes, noticias y también en el cotilleo siempre exis- La contraposición conceptual entre apertura y clausura puede fácilmente inducir
te el peligro de dar-a-conocer algo ya sabido y que por esto no tiene valor informa-
1
¡ malentendidos. Luego de lo expuesto en las páginas precedentes, se debería com-
tivo alguno. La adquisición de prestigio hecha posible por la red del cotilleo y con prender de por sí, que la clausura no debe ser entendida como aislamiento causal,
la cual se· paga a los maestros de este oficio, consiste precisamente en que aquel ni como insensibilidad. Esta idea también ha sido formulada en relación a los sis-
peligro sea evitado, en la forma de evitarlo y en el modo en el cual se procuran no- temas vivientes, entendidos como "sujetos". Ellos deben (¡no sólo pueden!), si
1 ya no están detertninados por su entorno, ocuparse ellos mismos de su entorno. 63
vedades interesantes, eventualmente útiles y desconocidas. El celo debe orientarse
a preceder a los demás y extraer las novedades lo más directamente posible de su
fuente. Las decisiones, al contrario, tienen eo ipso valor de información. Aunque se
trate de trivialidades, no puede ser discutido el hecho de que sean nuevas, porque
!
!
No se trata, entonces, de una reedición, aplicada a las organizaciones, del viejo
"modelo mecánico" de la organización, según el cual una buena organización reac-
ciona sólo a impulsos de dirección muy específicos y registra como averías todas
de otro modo no serian decisiones. En todo esto se puede ver qué sentido tiene
t'
diferenciar un sistema para la comunicación de decisiones, esto es que se formen 62
Esto contra la objeción, según !a cual, la construcción conceptual de !a organización au-
organizaciones. Las organizaciones en todo caso se autoabastecen de información, topoiética de decisiones seria."abstracta" -por ejemplo, en Albrecbt Becker/Willi Küpper/Günther
sus operaciones elementales reproducen información, independientemente de cua- Ortmann, Revisionen der Rationalitiit, en: Willi Küpper/Günther Ortmann (Eds.), Mikropolitik:
les sean sus fines y de si los logran o no. Estas pueden, como todo lo que tiene que Rationalitiit, Macht und Spiele in Organísationen, Opladen 1988, pp. 89-l!J (!05 s.). Sin em-
bargo, son evidentemente correctas dos consideraciones: en primer lugar, el hecho de que toda
ver con la autopoiesis, ser intuiciones banales. Y acaso ésta sea la razón por la cual
consfn:cción conceptual (naturalmente también el concepto de acción) tematiza sólo aspectos
la teoría de las organizaciones las ha descuidado hasta hoy o no ha valorado sufi- de la realidad (¡\or ejemplo: nunca todo el hombre) y, en segundo Jugar, el hecho de que toda
cientemente su importancia teórica fundamental. construcción de· sistemas reproduce sólo aspectos de la realidad y nunca todo aquello que es
Por último, queda por constatar que, si bien la autopoiesis de un sistema or- necesario para la reproducción.
63
Así,Gotthard Gilnther, Cognition and Volition: A Contribution to a Cybernetic Theory of
ganizacional sólo se realiza mediante la comunicación de decisiones, en toda
Subjectivity, en Gotthard Günther, Beitrage zur Grundlegung einer operationsfáhrgen Dialektik
organización -como ya ha sido dicho- también hay una gran cantidad de otras vol. 2, Hamburg 1979, pp. 203-240 (212 ss.): "... ifwe assume that therelation between a iiving
comunicaciones relacionadas como, por ejemplo, preguntas, coloquios preparato- system and its environment'enter.s a state in which the environmental world does not positively
rios, indicaciones relativas a circunstancias y posibilidades que ameritan conside- influence the subjectivíty whic~ it harbors, then the subjectivity itself, in or9er to overcome this
indifference, and in order to maintain its characteristics of Life, cannot help but enter into an
ración o simplemente comunicación socialmente útil,. a la cual sin embargo no se
active role. It is important to say that it must assume án active role and not oniy: it may be acti,ve.
daría valor alguno si no se fuese miembro de una misma organización. La red de This is a basic criterion that separates inanimate from living mattef'. (Si supOnemos queJ(téih~;·t
reproducción del sistema en ningún caso es todo lo que sucede fácticamente en el ción entre un sistema viviente y su entorno entra ell un estado en el cual el mundo circund;rite'.nJ,. .·
sistema, así como tampoco la circularidad química de la reproducción de la vida en influencia positivamente la subjetividad que éste protege, entorices la subjetividad rnism¡i:' ~~n ·
el fin de superar esta indiferencia y con el fin de mantener sus características de Vida, no puede
las células es todo lo. que ocUrte en ese sistema autopoiético. Y naturalmente tam-
evitar entrar en un rol activo. Es importante decir que debe asumir un rol activo y no sólo que
bién la misma comunicación de decisiones es un proceso concreto, materializado, puede ser activa. Esto es un criterio fundamental que separa la materia inanimada de la materia
que transforma los estados de consciencia, cuyas consecuencias, al interior de la viviente).

94 95
las demás influencias que provienen del'entorno, con la consecuente necesidad de tive sciences " hoy también se reconoce que un sistema debe estar ante todo en
sustitución o reparación. Tal hipótesis conduciría a la teoría en una dirección que condiciones de reproducirse a sí mismo, para que pueda luego desairollar co-
está claramente contradicha por la realidad y, sobre todo, por los desarrollos orga- nocimientos, memoria, anticipatory reactions, etc. En cuauto a lo demás, de-
nizacionales de los últimos diez a veinte años. Las interconexiones entre sistema y pende del tipo de sistema del cual se trate y esto significa: por medio de qué
entorno no disminuyen, sino que se acrecientan. Para la producción industrial, por tipo de operaciones se efectúa la reproducción. Aquí no se puede .argumentar con
ejemplo, este incremento es consecuencia de productos técnicamente complicados, aualogías, por ejemplo: puesto que el principio de la apertura a través de la clausu-
del hecho que se ahorra el tiempo de permanencia en bodega y del suministro "just ra operativa vale para las células vivientes, valdría también para los cerebros, para
in time" de los productos parciales necesarios; pero también de la creciente inter- los sistemas de consciencia, para los sistemas sociales. Al contrario, es. necesario
vención de comunicaciones de los clientes en la planificación de la producción. mostrar concretamente que aquel principio también funciona e indicar cómo suce- .
Otra razón de tales interconexiones radica en el problema de las asimetrías de in- de esto, sobre la base de otras formas de clausura operativa.
formación. El vendedor conoce sus productos mejor que el comprador. Mediante Si existe un contexto donde se puede demostrar la validez del principio de la
interconexio.nes que generan confianza, la tentación de aprovechar tales asimetrías apertura a través de la clausura, es ·seguramente aquel de los sistemas sociales or-
puede ser debilitada, puesto que podría poner en cuestión la continuidad de las gauizados. La modalidad operativa "comunicación de decisiones" y la continua re-
igualmente apreciadas "relaciones". Para las administraciones públicas la misma producción de la necesidad de decisiones a través de decisiones asegura al sistema
situación se produce como consecuencia del incremento (políticamente condicio- una especie de intranquilidad autoproducida, vale decir, alta irritabilidad endóge-
nado) de programas, los cuales pueden tener éxiio sólo si se realiza una coopera- na. No se puede desconectar, a menos que una organización se disuelva a sí misma
ción entre favorecidos y perjudicados. Esto se ve de la manera más evidente en las .con una decisión. El proceso de toma de decisiones requiere un continuo re~bas-
administraciones comunales fuertemente diferenciadas en clientes y profesiones. tecimiento de informaciones y motivos, pero éstos sólo pueden ser producidos en
En las empresas privadas estas transformaciones se manifiestan más bien como el sistema mismo. Este proceso captura estímulos que provienen, del entorno; sólo
creciente estímulo a la innovación (por ejemplo: eliminación de los excedentes de que es demasiado sabido que las organizaciones construyen también problemas en
capacidad o racionalizaciones internas orientadas al mantenimiento de una adap- su entorno, para poder luego decidir acerca de estos - que, por ejemplo, las buro-
tación inestable); en la administración pública aparecen más que nada como cre- cracias del bienestar producen la demanda de asistencia sólo luego de su oferta o
ciente po!itización e interdependencia de intereses. Estas variaciones son tan co- que las empresas de producción deben primero desarrollar el mercado, para luego
nocidas y han sido tau discutidas, que aquí podemos darlas por supuestas." servirlo con sus productos. El "otro lado" del límite del sistema no sería otro lado,
El fundamento teórico para el análisis de estas interconexiones e interde- no sería entorno, no constituiría en absoluto una posible heterorreferén'ba para las
pendencias mutuas crecientes, consiste en la tesis de que la apertura es posible operaciones del sistema, si el sistema no se reprodujese a sí mismo y sus límites.
sólo sobre la base de la clausura, porque sólo puede haber. interdependencias · A continuación, se deseará saber cómo se puede abrir al entorno un sistema
65
donde existen límites que pueden diferenciar y regular las expectativas. Ya cerrado, aunque no puede alcanzar al entorno con sus propias operaciones, porque
habíamos llamado la atención sobre esto, al presentar los lineamientos funda- ·no puede operar fuera de sus propios límites. La respuesta a esta pregunta será
mentales de la teoría general de los sistemas autorreferenciales. En las "cogni- ofrecida con el concepto de auto-observación. 66 Esto tiene consecuencias de gran

64 Para las administraciones públicas véase, por ejemplo, Karl-Heínz Ladeur, Von der
66
Verwaltungshierarchie zurn administrativen Netzwerk: Zur Erhaltung der Eígenstandigkeit Hasta qué punto se-puede hablar de autoobservación, también en el caso de las células
der Verwaltung unter Komplexitlitsbedingungen, Die Verwaltung 26 (1993), pp. 137-165. vivientes o incluso en las macrornolécuias químicas de las células nerviosas .altamente dota~
65 Cfr. Edgar Morin, La Méthode vol. 1, París 1977, pp. 134 s. y en muchos otros lugares. das para el cálculo, es una cuestión que aquí no necesitamos resolver. La cuestión depende evi~
Véáse también p. 201: L' ouvert s 'appuie sur le fenné" (Lo abierto se apoya sobre lo cerrado). dentemente del grado de abstracción de conceptos como observar, indicar, distinguir.

96 97
importancia para la teoría de los sistemas sociales en general y para la teoría de auto-observación) la operación de indicar que produce una distinción, se convierte en
los sistemas sociales organizados en particular. Por esto debemos ocuparnos bre- un evento siempre presente, un acontecimiento que no necesita tiempo, porque surge y
vemente de tal aspecto. · desaparece en su mismo realizarse; pero, al mismo tiempo(¡!), constituye horizontes
Como toda observación, también la autoobservación requiere una distinción: aquí temporales para la formación de infinitud en su finito realizarse, esto es, produce
se trata precisamente de la distinción entre autorreferencia y heterorreferencia. Con un pasado que puede ser recordado u olvidado (Spencer Brown: memory) y un futuro,
esta distinción-la diferencia entre sistema y entorno, que produce el mismo sistema a en el cual puede oscilar el sistema, según los dos lados de la distinción,.que el sistema
través de la autopoiesis de sus operaciones, es copiada al interior del sistema. Desde un utiliza vez a vez; puede oscilar, por ejemplo, entre autorreferencia y heterorreferencia
punto de vista fonnal, se trata entonces de un "re-entry ", en el sentido del cálculo de. o entre éxito y fracaso, según los criterios que cada vez adopte. 72 Esto excluye que se
las formas de George Spencer Brown: de un reingreso de la distinción en lo que se pueda interpretar el cálculo en esta ampliación (lo que significa para nosotros: un siste-
distingue a través de ella. 67 Como muestra Spencer Brown, un re-entry lleva a una in- ma capaz de autoobservación) como exposición representacional de una verdad dada
determinación del sistema, que no puede ser resuelta mediante los simples medios de . desde el exterior. Se trata, más bien, de una intensificación de los centros de reflexión
observación del sistema.(esto es indicando cosas y eventos, números o variables). 68 en un mundo que, precisamente por esto, permanece inobservable. 73
Tal indeterminación es producida en el sistema mismo. No se deriva de las incontrola- 1 Heinz von Foerster construye el mismo principio con la distinción entre
bles casualidades de la acción del entorno. 69 Esto se manifiesta en el hecho de que el máquinas triviales y máquinas no-triviales." Son triviales las máquinas incapaces
entorno, construido mediante la heterorreferencia del sistema, no coincide necesaria- 1 de autoobservarse, las cuales cumplen funciones echadas a andar desde el exterior
mente con el entorno que im observador externo puede observar y describir; para no 1
¡
y, por esto, para los mismos inputs siempre producen los mismos resultados. No-
hablar de aquello que ningún observador puede alcanzar: el mundo "tal como real- triviales son, por el contrario, máquinas "históricas", las cuales deben siempre con-
mente es". El hecho que todo esto sea así, sin embargo, aún puede ser observado en el' sultar, en todas sus operaciones, el estado en el cual se encuentran, derivado de sus
sistema. El re-entry indica los valores lhnites, el inicio y el fin del cálculo bivalente propias operaciones precedentes. Estas máquinas-no triviales son incalculable-
fach'ble. 10 El sistema, entonces, puede darse a sí mismo una indicación de la "unresol- . mente complejas, esto es deben ser tratadas (por sí mismas o por otros observa-
vable indeterminacy ". Y, através de expresiones semánticas adecuadas, puede repro- dores) como si pudiesen decidir libremente. Y sólo esta incalculabilidad (que para
ducir un mundo cerrado para sí mismo._ Spencer Brown demuestra esto con la ayuda todo observador está dada) hace posible observar decisiones.
del concepto de "espacio imaginario", el cual amplía el espacio operativamente accesi- La teoría de la organización parte de las decisiones; para esto dispone de pa-
ble y, además, mediante la inclusión del tiempo, el que, sin embargo, también perma- labras y conceptos que pueden ser utilizados en las propias organizaciones o ser
nece operativamente inaccesible y debe, por lo tanto, ser representado como pasado 1
' introducidos en ellas. Ella presupone que existe tiempo, que el pasad/! es fijo e in-
(memoria) o como futuro. 71 En todo esto (por lo tanto siempre: en el contexto de la mutable y que el futuro todavía contiene momentos de indeterminación y ámbitos

67
Véase Laws ofFonn Op. Cit., pp. 56 s., 69 ss.
68
Ídem p. 57: "unresolvable indeterminacy". tiempo. Compárese con la "frequency of its oscillations". cfr. Spencer Brown Op. Cit., p. 59.
69
O, con formulaciones matemáticas: ésta "is not ... introduced merely by cause ofusing Esta oscilación, luego, puede suceder tan rápidamente que mediante ella se produce un presente
independent variables" (ésta "no es ... introducida simplemente a causa de usar variables inde- (Pastan te breve) en el cual sistema y entorno están dados simultáneamente, para el sistema.
pendientes1'), ibidem p. 57. n Véase, para esta conexión entre re-entry y temporalización, también, 1m Tunnel, en Dirk
;o Cfr., especialmente sobre esto, Elena Esposito, Ein zweiwertiger nicht-seibstandiger Baecker (Ed.), Kalkül der Fonn, Frankfurt 1993, pp. 12-37 (28 ss.),
Kalkül, en: Dirk Baeclrer, Kalkül der Fonn, .Frankfurt 1993, pp. 96-111. 13
Cfr. Spencer Brown Op. Cit., p. 105.
71 14
La "biestabilídadn -que resulta de la distinción de sistema y entorno en el sentido que en Con aplicación a las organizaciones, véase: Heinz von Foerster, Prinzipien der. Selbstor-
la decisión sobre las propias operaciones, el sistema puede ~artir o bien de .sus propias decisio- ganisation im sozialen und betriebswinschaftlichen Bereich, Heinz von Foerster, Wissen und
nes precedentes o bien del entorno- es interpretada, entonces, como una oscil.ación que necesita Gewissen: Versuch einer Brücke, Frankfürt 1993, pp. 233-268.

98 99
ara darle forma. Acepta como un dato dado que el entorno de las organizaciones un acoplamiento estable entre las decisiones del sistema y las reacciones del en-
:s demasiado complejo para tener un conocimiento completo, ni qué decir de un torno, a partir del cual se había levantado la hipótesis de que la organización podría
"matching" punto por punto entre acontecimientos externos e internos. Un análi- aprender directamente de sus propios efectos sobre el entorno. Por una parte, el
sis más profundo puede confirmar esta hipótesis -y, al mismo tiempo, disolverla entorno varía de manera preponderantemente independiente de la organización; es
como simple hipótesis, al mostrar por qué es como es. turbulento como consecuencia de los efectos producidos por otros sistemas auto-
En ]as páginas que siguen nos atendremos a esta premisa, pero buscaremos ex- poiéticos. Y además, aun cuando la organización crea reconocer sus propios efec-
poner con mayor precisión lo que sucede cuando la clausura operativa es' compe~- tos sobre el entorno (por ejemplo, en contextos ecológicos), se plantean problemas
sada con ]a autoobservación, esto es a través de la diferencia entre autorreferenc1a de atribución causal y, con ellos, también la pregunta de si se puede contar con que
y heterorreferencia; y Jo que .ocurre cuando esto acaece en la forma semántica de . una determinada constelación causal se repetirá, según si la organización cambia 0
decisiones y cadenas de decisiones y cómo, sobre esta base, se desarrollan estruc- no cambia SU'propio modo de actuar sobre el entorno.
turas de las cuales depende la complejidad del sistema y, por lo tanto, la posibili- Más allá de esto, es válido el supuesto general del aprendizaje: que la organi-
dad de diferenciar su sensibilidad a las informaciones. zación puede distinguir entre éxito y fracaso. Naturalmente, ella no encuentra esta
distinción en su entorno, sino en sí misma -por ejemplo, en base a la contabilidad
de la empresa, o en base a la relación entre pacientes que sanan y pacientes que
VIL siguen enfermos o mueren. Los componentes de la distinción pueden remitir al
entorno, pero la distinción misma y, con mayor razón, la estadística de su interpre-
Una de las consecuencias más relevantes de la teorla de los sistemas autopoiéticos tación, son, por lo contrario, construcciones internas al sistema. Incluso depende
operativamente cerrados es una redisposición en el ámbito semántico de la "adapta- del estado respectivo del sistema, si y cuán intensivamente se dejará impresionar
ción" y el "aprendizaje". Cuando se habla de autopoiesis, es necesario partir del pre- por los éxitos o fracasos. Existen, desde Juego, organizaciones -por ejemplo de
supuesto de que el sistema es tolerado por su entorno y, en este sentido, siempre está terapia- que no se dejan desanimar por sus continuos fracasos, sino que pueden
adaptado; no podría reproducirse de otra manera. En esta medida, las operaciones Y ofrecer para ello explicaciones profesionales, que son adecuadas p~a destacar el
las estructuras construidas a través de estas operaciones no sirven para lograr la mejor significado de sus incansables tentativas.
adaptación del sistema a su entorno, sino para que continúe la autopoiesis del sistema. Todos los esfuerzos por aprender se basan, además, en prestaciones de la
De este modo el sistema puede acrecentar su propia complejidad, en la "structural memoria del sistema, que recuerda algunas cosas, pero olvida muchas más. En
drift" (deriva estructural) de la evolución, (en tanto el entorno también Jo tolere) Y el sistema surge así la impresión de un aprendizaje acumulativo y'J,f posibilidad
ampliar así su capacidad de irritación. Aunque tampoco entonces la irritación sirve a de apelar a la "experiencia", Como siempre ocurre, también aquí el recurso a la
Ja mejor adaptación del sistema al entorno,.sino a la producción de problemas internos autorreferencia produce un incalculable excedente de posibilidades, que obliga a
al sistema (que son siempre, ciertamente, problemas de consistencia con lo que está
fijo en la memoria del sistema) y, por lo tanto, a la búsqueda de soluciones para estos
pero también sobre lo que sigue, véase Daniel Levínthal/James G. March, AModel of Adaptlve
problemas -vale. decir, a la adaptación del sistema a sí mismo. Organizational Search, Journal ofEconomic Behavior and Organization 2 (1981), pp. 307-333;
La teoría del aprendizaje adaptativo en las organizaciones ya ha dado pasos Scott R. Heniott/Daniel Leyinthal/James G. March, Learning From Experience in Organíza-
importantes en esta dirección." En primer lugar, se debe abandonar el supuesto de tions, American Economic Review 75 (1985), pp. 298-302. Para hipótesis de mayor alcance
véase también James G. March/Johan P. Olsen, Ambiguity and Choice in Organizations, Bergen,
Norwegen 1976; B. Levitt/James G. March, Organizati<_mal Leaming, Annual Review of Socio-
~ 7s James G. MarcbJJohn P. Olsen, The Uncertainty of the Past: Organizational Leaming logy 14 (l 988), pp. 319-340; James G. March, Exploration and Exploitation in Organizational
Under Arnbiguity, European Journal of Política! Research 3 (1975), pp. 147-171; sobre esto, Learning, Organizational Science 2 (1991), pp. 71-87.

100 10]
continuar de modo altamente selectivo. Como enseña la investigación psicológica, VIII.
esta selección también puede ser utilizada para corregir los niveles de aspiraciones
en relación al entorno. Si el fin era la adaptación perfecta, en adelante se trata, en- Toda teoría es la construcción de un observador: también la teoría de los sistemas
tonces, de adaptación a la no adaptación. autopoiéticos. De esto, Varela deduce que un observador podría escoger si prefiere
La clausura operativa también impide que, equivocadamente, el sistema atri- aplicar modelos input / output o modelos de clausura operativa. 78 ¿Pero cómo se
buya un significado demasiado grande a irritaciones singulares. Incluso cuando, puede decidir entre estas dos posibilidades?
como sucede aquí, no se ve el problema en el hecho de que el entorno es operati- Un punto de orientación se podría encontrar en la distinción de Heinz von
vamente inalcanzable, sino sólo -con James March y otros- en las fluctuaciones Foerster entre máquinas triviales y no-.triviales. Los modelos input / output son
casuales del entorno, en sus incontrolables turbulencias y en el "imperfect mat- adecuados sólo cuando las relaciones con el entorno están dadas tan específica-
ching" entre sistema y entorno, se puede reconocer el problema que significaría mente, que su transformación puede ser descrita como cálculo matemático o como
una adaptación demasiado rápida al entorno y, por lo tanto, a constelaciones casua- ejecución mecánica. Pero éste no es el caso de los sistemas sociales ni, por lo tanto,
les. Si un sistema opera autopoiéticamente, es decir, si sólo puede aprender por la tampoco de las organizaciones. Si, con todo, se describen las organizaciones con
resistencia de sus propias operaciones a sus propias operaciones, no está resuelto modelos input/ output, se elige una abstracción de tipos ideal.es (de manera seme-
el problema de la mal adaptación por motivos presuntamente imperiosos; sin jante a las teorías de la rational choice) y se debe estar preparado para tener que
embargo, se ve que (y cómo) el sistema puede protegerse retardando el aprendiza- explicar las desviaciones. El interés científico, entonces, se desplaza de la norma-
je y mediante la inercia de los procesos internos de auto-adaptación. El aprendi- lidad a la desvirción.
zaje rápido no es incondicionalmente aconsejable. Sin conocer este aparato teórico, John tvleyer y Brian Rowan79 llegan a resul-
Todo esto, en lo tocante a implicaciones prácticas, es sólo un pequeño paso tados muy similares, pero los usan, en un sentido completamente diferente, para
desde una teoría del entorno incierto, ruidoso, turbulento, hacia una teoría de sugerír una teoría que trata a las organizaciones como instituciones.'° Es posible
la clausura operativa y la reproducción autopoiética. En ambos casos, la conse- pensar en casos limites, en los cuales las organizaciones están técnicamente es-
cuencia es ésta: remitir la organización a sí misma en sus esfuerzos por aprender tructuradas de modo tan fuerte, que reaccionan a impulsos específicos del mercado
y confiar a la evolución los resultados de adaptación. 76 Por otra parte, las implica- con productos específicos. Entonces, también se podría explicar así la estructura
ciones teóricas ~on relevantes. Es posible, en mayor medida de lo que es habitual formal del sistema, en el sentido de la teoría clásica de la racionalidad. Sin em-
hasta hoy: conectar la teoría de la organización a desarrollos interdisciplinarios bargo, la realidad parece ser distinta. Si las organizaciones comenzaran a aperar
y descomponer las abstracciones no analizadás. El saber del cual ya se dispone y construyeran una complejidad propia, descompondrían el acoplamle!lto firme de
es introducido y reformulado en una terminología aún poco familiar. Al mismo su concepto formal en acoplamientos flojos; Con esto, la estructura formal recibi-
tiempo, se ve con claridad cuán fuertemente se ha alejado ya la "behavioral theory ría el sentido príncipal de representación y mantenimiento de la legítimidad; cer-
ofthe jirm"11 de los supuestos clásicos de laHeorías racionales de la decisión y la tificaría, por así decir, cómo se debe hacer. Haría creer que otros también creen
organización. Yel sistema desplazaría su modo de autoorganización desde la téénica hacia la
buena fe Yla confianza ~. como también se podría decir, hacia la ''pluralistic
76
Sobre esto esencialmente Richard R. Nelson/Sidney G. Winter, An Evolutionary. Theory
ofEconomic Change, Cambridge Mass. 1982. Para Nelson y Wmter, el armazón estructural de la 78
Así Francisco Varela, Two Principies for Self~Organization, en: Hans Ulrich/Gilbert li
autorreferencia consiste en las "rutinas" desarrolladas por las organizaciones Y, ocasionalmente J. B. Probst (Eds.), Self~Organization .and Management of Social Systems: Insights, Promises,
puestas a prueba. Doubts, and Questions, Berlín 1984, pp. 25-32.
11
Esta era la fornmlación que en sus tiempos usaron Richárd M. Cyert/James G. March, 79
Véase Meyer/Rowan Op. Cit. (1977). 1
ABehavioral Theory ofthe Finn, Englewood Cliffs N. J. 1963 (2' Ed. Cambridge Mass. 1992).

102
ao Otras indicaciones bibliográñcas se encuentran supra, cap. 1, nota 68.

103
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ignorance" respecto a los motivos efecüvos. Si una máquina trivial se transforma IX.
en una máquina no-trivial o si un modelo trivial sólo puede ser realizado de ma-
nera no-trivial cambia, entonces, el sentido de la función de la estructura forma~ En la investigación reciente, a menudo se pone de relieve que, confrontado con
aunque su presentación formal (servicios, programas para la toma de decisiones, la realidad, no funcionaría el modelo de la organización . como sistema limitado o,
reglas de conexión) permanezca igual. Y con esto se extenderla también el ámbito al menos, habría sido superado por el nuevo desarrollo de las organizaciones del
de lo que es relevante entre los acontecimientos del entorno. La organización bus- sistema éconómico. El concepto de autopoiesis reacciona a esta crítica, pero sin
caría también confirmación en el entorno, para su "cultura organizacional" y para negar la existencia de límites, atendiendo a que son extensiva e intensivámente
la fe en el mito de su propia racionalidad. traspasados, sino definiéndolos de otro modo, esto es, como expresión de la clau-
En comparación con las teorías clásicas de la decisión racional, la teoría de los sura operativa.
sistemas autopoiéticos descompone una unidad que antes era considerada obvia, a Las organizaciones pueden ser caracterizadas, de hecho, por intensos conflic-
saber: la unidad entre orientación práctica (digamos: inteligente) y previsión del tos internos y por fuertes vínculos externos; en todo caso, existen organizaciones
comportamiento de los otros. Se puede desde luego preguntar-y parece que, tanto así. Esto tiene consecuencias para el concepto. Los límites del sistema ya no pue-
las investigaciones de la teoría de los sistemas, cuanto las investigaciones de la den ser concebidos como barreras dificilmente superables. Son sólo consecuen-
teoría de la decisión" obligan a hacerlo- si los pronósticos del comportamiento cia del hecho, de que el sistema se orienta internamente por la distinción entre
tienen efectivamente un valor· de orientación tan ineludible o si no es posible tener autorreferencia y heterorreferencia. Tampoco son estados de cosas objetivamente
-igualmente bien y quizás con mayor éxito- otros puntos de referencia: por ejem- existentes, como el pelaje o las plumas de los animales. Surgen, más bien, de la
plo, atenerse a normas o rutinas cognitivas que han probado su validez en base a la interconexión recursiva de operaciones del sistema, esto es, del hecho de que el
experiencia y a las cuales se puede remitir la comunicación. propio sistema debe reconocer qué operaciones pasadas y futuras deben ser trata-
Podemos dejar confiadamente abierta la cuestión de si conceptos como insti- das cómo "suyas 1'.
tución o cultura puedan ayudar a hacer claridad. De .manera paéadojal, lo que Esta es una condición, tanto del cruce continuo de los límites por relaciones
en todo caso hace visible la '1eoría institucional" es, precisamente, una conse- causales entre causas y efectos, cuanto del circunscribir confliclos internos. Nin-
cuencia de la conexión entre clausura operativa, historicidad autorreferencial, gún partido político llegaría muy lejos si no pudiese distinguir entre sus conflictos
no-trivialidad e intransparencia. Aunque los mitos, con los cuales el sistema re- internos, por qíuy ásperos que sean, y los conflictos con otros partidos. Y también
suelve estos problemas, sean proyectados en el entorno, permanece el hecho que debe tener la posibilidad de atribuirse, a sí mismo, el efecto de sus influencias sobre
el sistema no puede operar en su entorno y que, visto a largo plazo, se produce el aparato de gobierno o sú resonancia en la opinión pública, aunque di<!hos efectos
una "structural drift" que decide si y por cuánto tiempo el sistema "está aún en ingresan al entorno, esto es, sólo resultan al traspasar los límites del sistema..
el lugar correcto". Precisamente por esto, a diferencia de lo que sugerirían los Las abstracciones de la teoría de los sistemas autopoiéticos sirven para incluir
teóricos de la institución, no se puede partir del supuesto de que el sistema copia hechos como ésos. Por último, es cuestión de quién observa, a cuál sistema, con
correctamente el modelo institucional de su ambiente. No se trata de adopción, la ayuda de la distinción entre "interior" y "exterior". De este modo, la teoría de
sino de imaginación. los sistemas no se expone del todo a un relativismo desenfrenado. La tesis de la
autoconstitución autopoiética afirma, más bien, que, en primer lugar, depende de
la auloobservación del sistema respectivo, esto es, de las rnferencias de la dis-
81
Sobre estas últimas cfr. James G. March, Bounded Rationality, Ambiguity and the En· tinción entre autorreferencia y heterorreferencia. Todos los demás observa,dores
gineering ofChoice, Bel! Joumal ofEconomics 9 (1978), pp. 587-608, cil según la traducción deben seguirlo, si no pueden encontrar de otro modo su objeto, sino sólo seguir su
alemana en: James G. March, Entscheidung und Organisation, Wiesbaden 1990, pp. 297-328. imaginación o sus construcciones de modelos.

l04 IOS
Esta solución, como todás, tiene sus costos. Éstos consisten en que la unidad
del sistema sólo puede ser descrita de manera paradoja!. Ella es -para usar una
formula de Yves Barel- una paradoja existencial." Sólo se puede hablar de unidad CAPÍTULO 3.
en un contexto constructivista, es decir, sólo en la diferencia respecto a alguna otra MEMBRECÍA YMOTIVOS
cosa. Lo que ella excluye debe ser incluido. El excluir debe ser concebible como
operación del sistema. Que las organizaciones hayan de ser concebidas como pa-
radojas existenciales, ya no es hoy un pensamiento insólito. Otros enfoques teó-
ricos también van en esa dirección. 83 Sin embargo, en gran parte es poco claro
qué consecuencias tiene esto. Seguiremos con esto al analizar el concepto de
l.
decisión.

La teoría de los sistemas sociales, que se auto reproducen con sus propias opera-
· ¡¡ciones, obliga a p~acticar una clara separación entr.e las operaciones y estructuras
, de los sistemas ps1qmcos y las operac10nes y estructuras de los sistemas sociales.
Prescindiendo de todas las interdependencias causales que un observador pudiera
i imputar, en el nivel operativo no puede haber superposiciones. Una operación se
conecta a la red de operaciones, sea del sistema psíquico o sea del sistema so-
.cial, aunque un observador pueda inclinarse a hacer que ambos colaboren en un
1 único evento, por ejemplo una acción comunicativa consciente. Pero la disposición
consciente de la propia atención _no es, por sí misma, comunicación, porque la co-
municación se completa recj~~ en la comprensÍón por part¿ de otro; y las ;;~~~-
,<li,:i~~es y ~21l!tSV~.~c.iA: psíq~ici; de 1~ disposiéión ala ~Jii¡í,9ic\~ son t~talmente ·
diferentes a las sociales. ···· .....
'"·--~~-·,,..,. .
Este enfoque teórico se basa en evidencias empíricas, por así decir, rnicro-
analíticas. Sin embargo, rompe tan tajantemente con los hábitos de pen~arrriento de la
tradición sociológica, 1 y especiahnente con su "teoría de la acción", que necesitarnos
1
1 1
(
Todavía en la literatura reciente se lee, por ejemplo: ,"The business organization consists
Jundamentally of individuals" ("la Organización empresarial consiste fundamentalmente de indi~
viduos"). (Así en Robert Lee/Peter Lawrence, Organizationa! Behaviour: Politics at Work, Lon~
dres 1985, p. 52). Y así se les explica a los estudiantes. Al mismo tiempo, sin embargo, con aquel
S:2 Véase Yves Barel, Le paradoxe et le systeme: Essai sur le fantastique social, 2ª edición, "fundamentalmente", los autores señalan que no están seguros de pensar realmente lo que dicen.
La paradoja, de que una organización debería consistir de individuos aunque no sólo de indivi~
Grenoble 1989. .
33 Así, por ejemplo, el enfoque "cognitivista". Véase Alain Lavallée, Stratégies de Gestion
duos, se refleja.de modo muy consciente, por ejemplo, en el título del libro de Henry P. Sims.Jr./
et Complexité: Une Approche Épistémoiogique et Cognítive, Revue intemationale de systémi~ Dennis A. Gioia et al., Toe Thínking Organization: Dynamics of Orgánizational Social Cogní~
tion, San Francisco 1986; pero, puesto que no es ·resuelta! permanece en reflexiones, más o
que 10 (1996), pp. 57-77.

106 107
\

un capítulo especial para explicarlo. En nues\a exposición, estaremos guiados por la dicho, renuncia a tratar la relación entre sistemas orgánico-psíquicos y sistemas
sociales.
pregimt.a:. 6.·~ué.. JJ.Jilid...a.d se del:ivad.e. e.ste. . e&fo[lle.rmra...un.a. eoría.cl~ la organizaci~1!7
.t.

EnJa ,10.9.iologí~ d~ los años cuarenta cincuenta, se recurrió sobre todo al Desde el comie~o de las teorías económicas, esto es, al iniciarse los trabajos en
conc;pto de rol como intermediano concep ·.;:¡-;;;;:¿;1 acontecer psicológico-in- economía "política" propiamente autónoma en el siglo XVII, se partió de la unifor-
dividual y el acaecer social. El ;,Ó[Ji'a definido c~p_e,ctativa social de com- midad de los motivos humanos, al menos en lo que concierne a la participación en el
portamiento dirigida a individuos; es decir, no se definía simplemente como nexo intercambio. Con el concepto de interés se pudo reformular mucho de lo que antes
d;-;;;;;¡~; d~;ornpÓrtaníieñf¿ objetivamente conectados (por ejemplo, como pro- era considerado vicio. Sólo con tales presupuestos, una teoría económica particular
ceso de trabajo). 2 Con esto, se daba un paso hacia la distinción entre sistemas psíqui- (hoy llamada: teoría de la rational choice) pudo separarse de la realidad concreta-
cos y sistemas sociales, tras el cual la sociología no debería retroceder. A menudo mente dada, de hecho, al príncipio bajo la forma de supuestos fuertemente reducidos
esto se desconoce, cuando la sociología acepta un "individualismo metodológi- sobre la "naturaleza" de la acción hmnana. 6 Esto bastó para disolver el anclaje reli-
co" o una "teoría de la acción\ implicando que "sólo los individuos pueden ac- gioso de la comunicación económica, mediante una legitimación psicológica del
tuar". Si bien esa propuesta imita los requisitos de atribución causal que_ defi- 'sistema diferenciado de las transacciones económicas monetarias. El cálculo econó-
nen el concepto de acción, con unconcepto cuasi-natural deja sin explicar quién mico, que conduce a ejecutar o dejar de lado transacciones monetariamente media-
realiza la atribución.causal: si ;¡ i;di;iduo mismo, otros individuos o un sistéma das, pasó a ser dado por supuesto como suceso psíquico individual e incluso más:
_social, dejando así erda'oscuridad la relación entre sistemas orgánicos o piíquipos a ser asumido como actitud normal del hombre que se preocupa de su propia
y sistemas sociales. utilidad. Hoy sabemos, en cambio, que el "horno reconomicus" es un construc-
Pero el propio concepto de rol, como lugar donde se unen la motivación indi- to social necesarío, en el contexto de las transacciones económicas, precisamente
vidual y la estabilidad social, 3 tiene también serias debilidades. Por una parte, de porque no se puede saber cómo transcurren efectivamente, momento a· momento, . .
ninguna manera es posible adjuntar toda acción social a roles sociales específicos, las operaciones individuales de la consciencia. 1
esperados como unidad. Por otra, con..ello la motivación iniividual y'la est_?bili- Simultáneamente con el desarrollo de tales consiructos motivacionales espe-
cjad social se integran tan sólidamente, que toda la dinámica propia de la cons,cien- cíficos a sistemas de. función, se llegó a formas de concretización narrativa de los
cia individual debé ser clasificada en términos de cionformidad o desviación. 4Es motivos individuales, primero en el teatro y desde el siglo XVIII sobre todo en la
: cierto que hace comprensible el reto~o a una teoría de la acción individual más .
abierta' en este aspecto, pero no es menos cierto que tal teoría, como hemos
,.
novela;' al inicio, la organización de la "plot" (trama) era determinada precisamente

Theorie des Handelns: Zur Rekonstruktion der Beitrage von Talcott Parsons, Emile Durkheim
menos especulativas, sobre lo que podria ofrecer el nutrido inventario de investigación de la und Ma,, Weber, Frankfurt 1982.
6
psicología cognitiva a la investigación organizacional. La idea de que fa ciencia.económica seria una.especie de ciencia natural se mantuvo hasta
2 Sobre todo Parsons siempre polemizó' contra una definición puramente behaviorista del Marx. Luego de su crítica de sociología del conocimiento, a las ciencias económicas parece bastarles
concepto de rol. Véase también el prográmático "General Statement" en Talcott Parsons/Edward con fundamentar sus pretensiones de ser ciencia, mediante la aplicación de cálculos matemáticos.
7
A. Shils (Eds.), Toward a General Theory of Action, Cambridge Mass.1951, pp. 3 - 44 (19 s.). Con esto contradecimos tanto la teoria psicológica cuanto aquella '1puramente anaiítíca",
3 Véanse, además, tempranas fonnulaciones de"Parsons en un texto editado póstumamen~ ligadas.al modelo de horno reconomicus ..Véase sobre esto Michael Hutter/Gunther Teubner, Der
te: Aktor, Situation und nonnative Muster: Eín Essay zur Theorie sozialen Handelns, traducción Gesellschaft fette Beute; horno juridicus und horno oeconomicus als kommunikationserhaltende
alemana Frankfurt 1986, en particular, pp. 174 ss. Fiktionen, en: Peter Fuchs/ Andreas Gobel (Eds.), Der Mensch - das Medium der Gesellschaft?,
4 Véase la conocida crítica de Dennis Wrongj The Oversocialized Conception ofMan in Frankfurt 1994, pp. 110-145.
Modem Sociology, American Sociological Review 26 (1961 ), pp. 183-193. " Véase lan Watt, Toe llise of the Novel, Berkeley 1959. Para el ámbito teatral véase
5 Cfr. Richard Münch, Über Parsons zu Weber: Von der Theorie der Rationalisierung zur Jean-Ghristoph Agnew, Worlds Apart: The Market and the Theater in Anglo-American Thought,
Theorie der Interpenetration, Zeitschrift für Soziologie 9 (1980), pp. 18 - 53; !lichard Münch, 1550-1750, Cambridge Inglaterra 1986.

108 109
por la motivación de lucro (Robinson Crusoe, Mol/ Flanders), posteriormente, en que un miembro de una organización puede realizar diversas formas de com-
cambio, se determinaba, cada vez más, por la idea de dejar traslucir motivos la- portamiento heterodeterminadas, sin menoscabar el respeto por sí mismo y sin
tentes, no comunicables (Pamela). En esta bifurcación entre relato ficticio y teoría entrar en conflicto con su autoconcepto. La cuestión, sin embargo, es cuán faer-
científica, se podía, por de pronto, conseivar la idea de que, en cualquier caso, se te y resistente puede ser una tal motivación basada sobre la indiferencia, si sur-
trataba de factores causales, operantes a nivel psíquico. En la misma dirección gen dificultades en la ejecución o si se pretende del individuo más que la simple
se orientó también, en el siglo XIX, la idea estatal de política, que suponía que obediencia." Inclt1so l~r,¡p_o_nsªbi)icj¡¡d esyfota como un aspecto d_elrol de membre-
en política se trata de resolver los conflictos de interés que queden, una vez que la :·c~_iela.9r.garijzación (y no. .c.omo cmnponente lógico de _t9.da deci,;ón; como absor-
economía haya hecho lo suyo. : d.ón.d.e.in.certidumbre). Por esta.razó¡¡,.cw,i.no se la puede distinguir de la respon-
También en la ciencia de la organización ha ocupado el primer plano, por sabilidad pnrJoi en:ores, Como miembro, hay
•' ' t - - - - - - · - ~ -.... ,
que evitar dejarse distÜrbar. por sí
c. .... __ .......-. .. ..•

largo tiempo, el problema de la motivación individual entendida psicológicamente:' ,mismo.


___.._..
ha sido así para lá teoría de la organización informal, concebida en el sentido · Sobre todo en el ámbito de las teorías del management y de las teorías acerca
de la dinámica de grupo, para el movimiento de human relations del Tavistock
lnstitute de Londres e incluso también para esfuerzos más recientes, en tomo al
¡ de innovaciones y cambios estructurales, aún se sostiene obstinadamente la idea de
que los impulsos para éstos parten de gestores individuales. Presumiblemente, esto
"desarrollo organizacional".'° En tanto se aplique el concepto de rol, el rol de se debe a teodas de lá decisión que requieren un sujeto para elegir una alternativa.
pertenencia a la organización se entiende como abstracción de un potencial Sólo en la literatura reciente se lee que el gestor individual sería una ficción" y que
de motivación," como produción de indiferencia, que luego puede ser especificada se debeda presuponer un equipo de dirección para todas las decisiones importan-
en el sistema mediante reglas y directivas especiales. 12 Con esto. se da a entender, tes.15 Y, en correspondencia con ello, hoy se habla de "ilusiones de control", que
hacen posible que el ejecutivo individual se sienta bien. 16 Si, a pesar de todo esto,
9 Véase, por ejemplo, Victor H. Vroom, Work and Motivation, _New York 1.964; J. G.
13
Hunt/J. W. Hill, The New Look in Motivation Theory for Organizational Research, Human Este es el tema de Nils Brunsson, The Irrational Organization: Irrationality as a Basis for
Organization 28 (1969); Barry M. Staw, Motivation in Organizations: Toward Synrhesis and Organizational Action and Change, Chichester i985. Véase también, incluso anterior, Albert O.
Redirection, en: Barry M. Staw/Gerald R. Salancik (Eds.), New Directions in Organizational Hirschman, Exit, Voice, and Loyalty: Responses to Decline in Firms, Organizations, and States,
Behavior, Cbicago 1977, pp. 55 -95; Lee/Lawrence Op. Cit. (1985), pp. 61 ss., como también Cambridge Mass. 1970. Una aproximación diferente se encuentra en investigaciones sobre la
la hoy en día ya clásica teoría de la atribución, con su intento por conectar mecanismos cogni~ "escalada" de la disposición a entrar en acción pese a experiencias negativas. Véase Barry M.
tivos y motiv'acionales. Staw, Knee-Deep in the Big Muddy: A Study ofEscalating Commitrnent to a Chosen Course of
io En Burkard Sievers (Ed.), Organisationsentwick.lung als Problem, Stuttgart 1977, _en el Action, Organizatíona!Behavior and Human Perfonnance 16 (1976), pp. 27-44;lj¡rrry M. Staw/
capítulo introductorio del editor, p. 24, se lee: "Se trata entonces de encontrar una relación más Frederick V. Fox, Escalation: The Detenninants of Commitment to a Chosen Course ofAction,
equilibrada entre el sistema social de la organización y los sistemas personales de los miembros, Human Relations 30 (1977), pp. 431-450.
14
para que -por una parte- el ·sentido y las selecciones de sentido de la organización ·sean renova- Así Karl E. Weick, Organizationa! Redesign as Improvisation, en: George T Huber/
bles, comprensibles e influenciables a nivel de tos sistemas personales y, por otra parte, para que William H. Glíck (Eds.), Organizatíonal Cbange and Redesign: Ideas and lnsíghts for lmproving
la. situación de trabajo sea estructurada en modo tal que haga posible el máximo de autofonna- Perfonnance, Oxford 1993, pp. 346-379 (359).
15
ción y autorrealización individual". Véase Sidney Finkeistein/Donald C. Hambrick, Top-iyianagement-Team, Tenure and
11 Cfr. Niklas Luhmann, Funktionen und Foigell' fonna!er Organisation, Berlin 1964, Organizationa! Outcomes: The Moderatirig Role of Management Discretion, Adminisml:tive
pp. 39 SS. Science Quarterly 35 (1990), pp. 484-503; Charles A. O'Reilley 111/Richard Snyder/Joan N.
i2 Sobre !a "zone of indifference", véase Chester L Bamard, Toe Functions of. the Boothe, Effects ofExecutive Team Demography on Organizational Change, en Huber/Glick Op.
Executive, Camb1idge Mass. 1938, reimpresión de 1951, pp. 167 ss.; Herbert A. Símon, Das Cit. pp. 147-175. Con el concepto de "demography", aquí son resurriÍdas variables que facilitan
Verwaltungshandeln: Bine Untersuchung der Entscheidungsvorgánge in Behórden und privaten la comunicación.
Untemehmen, trad. alemana Stuttgart 1955, pp. 81 ss.; cfr. además ChrísArgyiis, Personality l6Así J. D. Denner/R. G. Lucas, Toe Illusion of Managerial Control, Accounting, Orga11i-
and Organízation: The ConJlíct between System and the Individual, New York 1957, pp. 89 ss. zatíons and Society 11 (1986), pp. 471-482.

110 111
una cultura organizacional insiste en la atribución de las decisiones a managers in- heterogeneidad de las operaciones de los sistemas orgánicos, psíquicos y sociales.
dividuales, ésta opera como una institucionalización de la obligación de someterse Yno seguir priorizando, en la relación entre individuo y organización, la búsqueda
a ideas equivocadas, que un observador de segundo orden deberá corregir. . de condiciones (¡para todos los individuos las niismas!) de motivación favorable a
Con el abandono de los modelos que buscaban comprender las organizaciones la organización, sino partir más bien de acoplamientos estructurales entre sistemas
desde la dominación y como máquina (el modelo input/ output), parece cambiar operacionalmente clausurados y separados. ,;;.:J·
también la noción referida a los integrantes de la organización, aunque no se visua- Además necesita considerar, aún más de lo hecho hasta hoy, quf las organiza- ~,,,·-'"
liza una teoría de reemplazo que sea igualmente manejable como aquella que se /, ci9ne$ llOJ>úlo__dependen geJ~.. motiva~i~n. a _col~borar por parte. de los individ~os,
inspiraba en tales modelos. Esta situación puede depender de muchos factores: del i'sino también de su memoria} La propia motivación es impensabfo sin me~¿;;;. péró
'j '-··--······· ............. - .•- -... >,-----~..:-,:.¡¡;;.'; . -----·'"""""""' ·--,--, .. -,.,_,, ___ ,,~•"-'""'""--,· ,,.:'., - - '
hecho de que hoy en día la sociedad hace exigencias mayores y peor definidas . sobre todo, so.1.1 decigig_aj,wnte lilllitaqasJªtP.QSil:li)jdades de crear una memoria
a sus sistemas organizacionales; del hecho que los problemas ya no parecen ubi- propiá de la organización. Dichas posibilidades presuponen h¡~li;;·i;i;rÍ t:lrÍcrÍ~;n.
carse, prioritariamente, sobre la línea de centralización / descentralización; del tados. Sin embargo:;;;uchísimas informaciones surgen en formas altamente ambi-
hecho que se incrementan las crisis y las presiones a la innovación y que mucha de valentes, dependientes del contexto y no pueden ser adecuadamente "registradas".
la crítica dirigida a la sociedad moderna: en el fondo, está orientada a sus organiza- Los miembros de la organización, principalmente el personal dírectivo, pueden
ciones -tal como la critica a los partidos políticos (a la "clase política"), o aquella ayudar con su memoria personal, cuya evaluación es naturalmente subjetiva y sólo
dirigida a las ambiciones de modernización presentes en la "ayuda al de.s- se cristaliza mediante la comunicación, A tal propósito, la organización aprovecha
arrollo". Desde comienzos de los años setenta, se puede observar, también en los t tanto el olvido cuanto los recuerdos de sus miembros, y esto en una forma que
programas de patrocinio de la investigación, una especie de "cambio de valores" difícilmente puede ser objetivada. Qna d§ las tar,l!S .más iinpo.,t~ntes del "manage-
que pasa del objetivo de aumentar la productividad influyendo en la motivación, al 1
! . menf' debería ser, entonces, la de transform~r una memoria pers@a! en·m~Íiiori~
mejoramiento de la calidad de vida y la satisfacción con el trabajo como un valor 1:;!!!lizacional, esto es, archiv~í;::,Á;i.s;ge~.p~~)lljsii de~i;{q~~les, que Íuego
que las organizaciones deben considerar, contribuyendo a su realización." Tam- [puedenser
1 utilizadas en ias'opérá~ionesposteriores
. del,,.,,sistema ·dando
",-. -'-.---:·, _., ... ,- una-.,,dír~c-
.-
bién aquí, sin embargo, se piensa en la posibilidad de intervenir, con medidas orga-. 1 i ción a ~stas.
i1 nizacionales de carácter general factibles de medición, sobre motivos y actitudes
individuales, esto es, sobre sistemas psíquicos concretos. Sin embargo, tampoco l Ya en el marco de la "teoría de la contingencia" (Lawrence y Lorsch), con una
orientación teórica de sistemas, se buscó relacionar el problema del significado
esta variante, que transforma sólo las preferencias pero no las premisas tecnológico- 1 organizacional de actitudes y motivos individuales con la diferencia entre sistema
causales, ha llevado a resultados teóricos o empíricos convincentes."· Pese a los y entorno. Sin embargo, fue ~quivocado intentarlo recurriendo a la distillción entre
amplios esfuerzos, no existen pruebas empíricas confiables de que mayor partici- 1 entorno externo y entorno interno. 19 El entorno interno de un sistema social no
1 pación se correlacione con mayor satisfacción y mayor satisfacción con mayor pro- !¡ puede tener nada de psíquico, porque entornos de este tipo se forman sólo cuan-
i1 ductividad; la satisfacción puede derivar de tener un puesto "seguro", en el cual no do el sistema social, en base a sus propias operaciones, se diferencia en sistemas
se exige demasiado. A todo esto será necesario reaccionar, cambiando radicalmen- 1
te el instrumental de la teoría de sistémas, sobre todo con el fin de hacer resaltar la l 19
Así Jay W. Lorsch/John J. Morse, Organizations and Their Members: A Contingency
Approach, New York 1974. El concepto de "interna! environment'' (entorno interno) designa
" Véase, por ejemplo, J. Richard Hackman/J. L. Suttle, Impioving Life at Work: Behavio- "the individual system's environment" (el entorno del sistema individual).(p, 13), que lo ayuda a
ral Science Approaches to Organizational Change, Santa Monica Cal. 1977. ajustarse a la organización. Pero: desde el punto de vista de la referencia sistémica del individuo se
18 Véase la temprana critica de Gerald R. Salancik/Jeffrey Pfeffer, An Examination of trata de su entorno externo o de segmentos de dicho entorno. Desde la perspectiva de la organiza~
11
1!;
Need-Satisfaction Models of Job Attitudes, Administrative Science Quarterly 22 (1977), ción, de ninguna manera aquéllo puede ser entorno interno, porque para la organización el propio
!!!
pp. 427-456. individuo no constituye un dato interno, sino más bien un.dato externo.

1 l 12 113.

1
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"_·_.lf'

parciales (por ejemplo, departamentos de una organización). Se debe mantener


estrictamente separadas las referencias al sistema psíquico de las referencias al
1 p~rmanecen, pm:,:tJ~ -~.r~'.'?ización, collJ0s,una ficción..que ..el)a 9Q.PJ1e4e poner a,/
sus
prueba Yque reproduce con propias operaciones. 22 ..•
sistema social, en particular cuando ambos tipos de sistemas, cada uno a su modo, . """si se quiere·;~~luir, e~la investiga~ión s~bre l~s organizaciones, esta hipótesis
distingue entre autorreferencia (sistema) y heterorreferencia (entorno). de la separación operativa con fuertes acoplamientos estructurales, es necesario
Los planteamientos teóricos recientes relativos á la cultura y a -la institución hacer algunas aclaraciones terminológicas, las cuales, en parte, pueden ser en-
rechazan aún más decididamente el recurso a lo psíquico. No es posible descubrir 1 contradas también en la literatura especializada existente, pero que deben ser
lo que constituye la unidad de una acción, ni el modo en el cual la identidad de 1 depuradas Ycuyas consecuencias han de ser explicadas. Nos limitarnos a cuatro
un actor puede ser determinada con la ayuda de procesos de atribución de accio- conceptos, que desarrollaremos en las siguientes secciones: persona (!l.), cQnsenso
nes, escarbando en la vida psíquica interior de aquél. ldentiJicaciones de este tipo (!Jl.),,m2!b'.?!í!V) e.,il!t~2:~92_'!.,.(V). ~Ls~ ..~.o~rdinan estos;;;;;,;;eptos en~sGe
-se sostiene- serían factibles de consenso sólo sobre la base de datos culturales de.ti.va un a2orte_a la comprensiónde_las superficiesdefricdóllentreuiillvi'ifüósy
y únicamente gracias a su institucionalización. 20 Debido a esto, los análisis de la 1 !is\~m~.socia]~~-.t?rn?]li~-~19~· Esta contriÍÍÜción máñlíérie disiiíñcfa.tanloiés¡lécto.
ciencia de la organización también deberían atenerse a "accounts" y abandonar 1 a los esfuerzos por producir motivación favorable a las organizaciones, como tam-
el propósito de incluir las realidades psíquicas. Ya no se tratarla solamente del bién respecto a la idea según la cual las organizaciones debería'n ofrecer a los indi-
problema metodológico de su incomprensible complejidad, sino de mal enten- 1 viduos una oportunidad para la "autorrealización" óptima. En efecto, la teoría de
der las. condiciones de constitución de la realidad social. Si bien por "accounts" la organización que se orienta por esos objetivos tiende, enpmbos;casos, a no con-

l
se piensa en informes más bien defensivos, referidos a errores o mal rendimiento, siderar al individuo que efectiva y concretamente existe com~'ser humano único.
es al menos igualmente importante descubrir cómo se puede demostrar competen-
cia y encontrar reconocimiento.
La teoría de las operaciones autopoiéticas separadas lleva finalmente a la con- Il.
.clusión, de qi.ée _pueden c¿~tinuar_ existiendo ofg(íñlzaciollessinque ·u;nñcliViáuo, 1
se;¡n-;;a~t~comp;ensión, se beneficie con e/lo.21 Ciertamente, es·ñecesarioque la
----.--·--·-~,-----···==·--·---·
1 En. las sociedades más antiguas los hombres vivían al interior de economías do-
b
-~omÜnicación calcule motivos de participación en la organización y dé por descon- 1
í
mésticas, aunque desde muy temprano no era raro que el puesto de trabajo estu-
tadas prestaciones de memoria psíquicamente aseguradas; y es necesario, además, viera fuera de casa (en el bazar, por ejemplo). Se moría en el mismo lugar donde
que logre sonsacar en su entorno personal una comunicación correspondiente. Pero
1 se había vivido. La vida y la muerte constituían una unidad "situada" del empla-
-..c..--~~
los estados internos d~ los rodividuos, .o.lo.que .se. pudiera..denornimu:..'!llfelic,i1.'!9, zamiento social. En las organizaciones modernas no se muere y, cuánflo ocurre, el
1 evento es comprendido organizacionalmente bajo el concepto de accidente y trata-
20Véase por.ejemplo John W. Meyer/John Bo!i/George M. Thomas, Ontology and Ratio-
i do en la forma correspondiente. Ya esta simple reflexión muestra que, en la política
de la organización, el concepto de lo "humano" sólo puede tener tÍn significado
nalization in the Western Cultural Account, en George M. Thomas et al., lnstitutional Structure:
1 ideológico o compensatorio, Solamente afecta una muy limitada reintroducción,

-¡l
Constituting State, Society, and the Individual, Newbury Park Cal. 1987, pp. 12-40 (p. 13): "We
see action as the enactment of broad instítutiona! scripts rather than as a matter of intemally

.l
22
generated and autonomous choice) motivation, and purpose" (Consideramos la acción como la Visitando las instalaciones abandonadas de las minas galesas de carbón, me fue relatado
representación de amplios gúiones institucionales, antes ·que como una cuestión de elección, mo- que, aunque los trabajadores maldecían su trabajo y ponían todos sus esfuerzos para evitar a sus
tivación y propósito autónomos e internamente generados), y p. 23: "... at the institutional leve!, .
hijos el mismo destino, para pennitirles llegar a ser, por ejemplo, maestros, lucharon duramente
action also creates the actor"( ... a nivel institucional, la acc(ón también crea al actor). por la mantención de sus puestos de trabajo. Cfr. WCQ>L & NUM (South Wales Area), Strikiog
21
Véase George A. Akerlof, The Economics of Caste and of the Rat Race and Other "
Back, Cardiff 1984, y el número especial del "Journal of Law and Society", 12/3 (1985). Marx
Woeful Tales,. Quarterly Journal ofEconomics 90 (1976), pp. 599-617. . también tuvo para esto sólo una explicación desde la teoría de la sociedad: expio~ción.
~
114 115
;I:
,;,(
de algo que en sí es excluido. Una teoría adecuada al objeto debe ser capaz de esa enorme cantidad de operaciones fácticas de naturaleza bioquímica, neurofisio-
reproducir esta exclusión del ser humano y de encontrar los conceptos adecuados lógica, inmunológica, consciente, q~e permanecen completamente intransparen-
para hacerlo.23 tes para todas las operac10nes conscientes y comunicativas, y que sóló se pueden
En la interacción entre seres humanos, el otro ser humano está dado ante todo 1 adivmar, como conjeturas, a partir de determinadas regularidades del comporta-
como cuerpo. Pero la fenomenología de la percepción del cuerpo (tanto del cuerpo miento. De la misma forma, es como una "b/ack box" que el individuo humano
propio, cuanto del ajeno), no ofrece las condiciones de la reproducción autopoiética pertenece al entorno de la sociedad y, por consiguiente, también al ambiente de sus
de la vida, sólo da significados atribuidos, interpretados y continuamente reactua- organizaciones. Pero la comunicación, desde lúego, puede indicar ese complejo
lizados. Solamente da un "texto" que, en el curso de la interacción, es transforma- ambiental, puede darle nombres, aplicándole pronombres personales puede hacerlo
do en fundamento de decisión. Incluso cuando los cuerpos se tocan, el contacto mterpenetrar en la comunicación, esto es: presuponerlo como complejidad ca az
queda en la superficie; y aun cuando se añaden experiencia e imaginación (por ejem- de desarroll,ar funciones." Para la continuación de sus propias operaciones, : la
plo, en situaciones peligrosas), es tanto más improbable sobrepasar la percepción comumcacion le es suficiente con presuponer, como ficción operativa, la unidad de
fenoménica. individuo ypersona. Por esta razón, una persona es tratada como si fuese un indi-
Nadie discute esto. Pero, exactamente en elmismo sentido, también es inacce- viduo humano, Ysu identidad contribuye a especificar el desconocimiento referido
sible la consciencia de los otros y sólo se puede deducir como texto. Este estado de a los prnce~os corporales y mentales, de los cuales depende un sistema social, para
cosas requiere una conceptualidad diferenciada, consciente de la brecha que existe la reah~~cton de sus propias operaciones. En consecuencia, una persona no es más .
entre las distintas modalidades operativas de los sistemas autopoiéticos y que des- que un token for (Eigen-) Behaviors" (símbolo para comportamientos·''propios")
virtúa, en abstracciones inanalizables, las terminologías trascendentes (individuo, de los sistemas sociales. 26
ser humano, sujeto). Precisamente en estas cuestiones es, entonces, imprescindible f ~as personas surgen, entonces, mediante la..lli!J:!Ü:ipación_de-los.seres..huma-
mantener separadas las referencias sistémicas. li,"ºS en la comunica_9ión. S~tj§J~,-'-n.l~.~!,~§j~_d~.1,1..2~~E'!l1!,~~-.C~nto se les
Elconcepto de persona debe indicar, recurriendo a un viejo uso linguístico, tanto
r-----~-,--,.... ,_........._.,_,,.,.,_., .......................................,. ... "'"'" '---·· latnb.1!):'.e CQ!!_St~t~nci~_(?pilll~~.! y actitudes,Qerseverancia de co rt~-.---..,
_.,_ .............. ·-·-··-·-···--ff1Jl..0-2!l!1ento,
¡¡_lfilltor,.C:uam.01Ldestinatario,.así como también a un tema en lossisiemasJ.~~oiñu- .. ~7"""

~qgj,5_n.24 Nos sirve, entonces, para designar una forma que tiene otro lado, esto es,
ruptura, que se pe~la hacia la mitad del siglo xvn con HobbeS, pero también con John Hall
23 0
Esto también lo intenta, entre otras, la teoria del discurso de Lyotard, que parte de la con Baltasar Gracian, como consecuencia de una sospecha sobre los motivos y una apariencia
frase (phrase) y, dejando a un lado las intenciones subjetivas, pasa a un encadenam_iento (enchai- e~ascarad~. ~a persona, entonces, ya no es más la representación de un ser, s)IJ@ la presenta-
nement) de estos elementos.Véase Jean-Frarn;ois Lyotard, Le différend, Paris 1983. c10n de un s1 ~smo, ~a autorrepresentación elegida,astutamente que se adapta a las convencio-
24
Este antiguo concepto de persona se confundía, en el Medioevo, con el concepto de in- nes Yexpectativas sociales. En este modo se produce también la brecha de la cual nos estamos
dividuo humano, es decir, contenía alma. Las crecientemente complejas relaciones económicas oc~pan~o en el text?: !a brecha entre .!a capacidad del hombre de cambiar su apariencia y las
y políticas de la modernidad temprana y, no por último, el nacimiento del teatro moderno en !a e~ge.n~1as de segundad del trato social. A esto reaccionan nuevamente hoy· !as distinciones
segunda mitad del siglo XVI, han vuelto a separar ambos conceptos. A propósito, véase sobre objetiv1st:15, como aquella entre el individuo, como sistema biológico y psicológico y persona
todo a Thomas Hobbes, Leviathan, cap. XVI: "So that a Person, is the same that an Actor is. both en el s~ntrdo ~e la antropología social, esto es corno punto de referencia de las re!aci~nes socia-
on the Stage and in Common conversation; and to Personate is to Act, or Represent hímselfe, les ..As1, por ejemplo, Al.fred R. Radcliffe-Brown, Structure and Function in Primitive Society
oran other" (De tal modo que una persona es lo mismo que un actor, tanto sobre el escenario Glencoe lll. 1952, pp. 193 s. '
25
como en la conversación común y personalizar es actuar o representarse a sí mismo o a otro). .Aq~í interpenetración se entiende en el sentido de Niklas Luhmann, Soziale Systeme:
Con mayores detalles sobre esto Niklas Luhmann, Die Fonn "Person", Soziale Welt 42 (1991), GrundnB em~r allgemeineren Theorie, Frankfurt 1984, pp. 286 ss. El uso del ténnino todavía
pp. !66-175. Cfr. también Manfred Fuhnnann, Persona, ein romischer Rollenbegrill'; en Odo es controvertido.
Marquard/Karlheinz Stierle (Eds.), Identitat, Poetik und Henneneutik VID, Milnchen 1979, ~E l ' ,
- ne sen~ido de Heintz von Foerster, Objects; Tokens for (Eigen-) Behaviors, Heintz van
pp. 83-106. Pese a toda la continuidad de la tradición, es necesario, sin embargo, relevar una Foerster, Observmg Systems, Seaside Cal. 1981, pP. 274-285.

116 117
,~r
: i~tereses propios calculados en perspectiva, ~ Ellas no viven, no piensan; som 1 de la historia universal; es, sin embargo, inevitable en una sociedad que, en innu-
1_;onstrucciones de la comunicación"'"••,~·-~a,
L---·~------=...,-~....,,_.~-.,,~~=.. para fines comunicativos. Deben su unidad11 la i
..,,,~_c-w.~ ••,,..,,.,_.,_~«·•--,;,~,.
autopoiesis del sistema social de la sociedad, cuyo producto son. Se presupone, por
cierto, como contexto de referencia, que las percepciones de los sistemas psíqui-
l
1
merables situaciones de la vida cotidiana, hace encontrarse a seres humanos que
se conocen entre sí y seres humanos que no se conocen, mezcla los unos con los
otros Yexcluye que esta distinción pueda ser sobrevalorada hasta transformarse en
cos pueden constituir unidades identificables en base a seres humanos individuales
(también en base a sí mismos); al menos hoy en día es insólito (fuera de algunos ! )•
una diferencia permanente (por ejemplo, de naturaleza moral). __,___La personalidadf
'I

~nces, no..es....Q~dªJ11ásS1J!':!!1,.~~111~olo para la cata.cidad de tomarparteeñ lá , ,

i
círculos) atribuir personalidad a unidades que no se puedan percibir. Pero el uso,
en la comunicación, de la marca de identidad "persona" no presupone presencia ni !
¡
:j~~~=~:a::~;~!1!;~;:~!º;~;;;;!~~~!1;¿:~~-:I~~jí~i ~![Zii;·~~-¡¡~i-r if
,,,_............,...,----.______,,..\!L_.?, ...., ... , -1~.Jgo 9,~e ~:ta separa90. . {
percepción. Por medio de los nombres, es posible r.eferirse a.los ausentes o reducir Es importante retomar este punto áe modo aún más preciso. Al intr~.d~cir·;sta
la percepción al mínimo, en el teléfono, sin tener duda alguna sobre la identificabi- sección dijimos que una persona puede ser tanto autor, cuanto destinatario y tam-
Hdad de la persona. En la comunicación se puede hacer actuar también al sí mismo, bién tema de una comunicación. ~on,~!o..!ndica la unidad de esta triplicidad,
sin saber o sin tomar en consideración qué operaciones de la vida y de la cons- ,l,ca111?i9 entr~ P?:lbl~~p_osici?nes de particip~~ió-;;y-;;;jiorti"a facoiii;~¡;;;¡ón, (
ciencia están presupuestas mientras esto se hace. La personalidad media entre ! y_ll~n?O. S~ está en ~n~ J)9sició.~i.~.;O~sÍde::rr, r.espectiv;m'e¿te, la~.º~.ás <los})~,\ ,\<

~ª;:;;n~i~;~:~;;;!;;~;;:::!rt:1~11~1~::;;;;'f;;t;::;ttJttJt;
¡estunodo: lastres con;ronente.s.~~ t~ct,ª ~~?1~icación, ~st~ es dar-a:coiiocer, ¡
i coi:ir::1.1:'.:.ºn,emfo:ma~¡on son reproducidos en la unidad concebida COÍliÓ persb'I
mas que viven y viveg<:i~ll,J/Or la Qtra. L,h~, . En las organizaciones' tampoco se puede hablar, disponer ni decidir sobré las\
· Ade_más, en el..con,.,P!Q dep_ersona se da por supuesto que toda persona pue- 1 personas, sin considerar que tambén pueden participar como destinatarios y como
de desempeñar una pluralidad de roles distintos. Se -~ene así__l~ P?~i\J11í,tllt<l;-en / autores, que pueden experimentar todo esto y tomar la palabra. 29 Dicho en otro~
ti5cl1f'situiéiób·actual; de'daiunamirada·ao'friiS¡Íosibles roles. delQS_p_".f!iEJP~ntes )· términos, el sistema debe operar bajo la condición de una humanidad calculada.· i
ymÜÍz,ÍÍ']apresencia_cle
·, . personas pa¡a [ntroducir, en la..•.convers~ción,o_~2!,!2,~S
. - ...
,,_,,,•,

de los interloc1:11ores. Y, naturalmente, hace una diferencia si se trata de otros ro-


les de las persona.s con las cuales se puede hablar acerca de ellos o del comporta-
miento de cualquier otro.
Aunque tendemos a no reconocer personalidad a seres que no pueden ser Si bien todo observador puede hacerse una imagen, a su manera, sobre lo que sucede
percibidos," estamos constreñidos a atribuir personalidad a seres humanos com- en la interioridad de otro individuo, nadie puede estar seguro acerca de :l'Í otros seres
pletamente desconocidos y nunca vistos. Tampoco esto es algo evidente visto des- humanos construyen actitudes esperables ni de cuán constantes serán. Este punto
!
de partida obliga a redefinir el ,vínculo entre comunicación y consenso. La idea
17
Una refinada observación de los líderes poHticos ingleses, en el período de la gueira 'corriente es que la comunicación produce consenso o en otro caso conduce a
civil americana (Palmerston, Earl Russell, Gladstone), se encuentra "en The Education of Henry 1
Adams, Boston -1918 (priméra edición 1907)i en particular en las pp. 144 ss. La resolución a /conflictos Y diferenciaciones. No necesitamos discutir que sea posible generar
perseguir sus fines atribuida a los políticos no puede ser verificada psicológicamente, es eviden-
te entonces que sólo sirve para ofrecer orientaciones a la acción política en funciones, a la cual
luego es preciso reaccionar de nuevo.
1 absurdas, si se acepta que la personalidad de todos modos es una construcción insertada en la
comunicación para sus propios objetivos.
28 29
Entre las excepciones figura el "espiritismo". Sus doctrinas afinnan que los muertos con- La destrucción de esta triada de la personalidad en los regímenes totalitarios es tratada
tinúan existiendo de manera plenamente individualizada y siguen siendo capaces de comunicar, 1 por Vesela Misheva, Totalitarian Interaction: ASyst~s Approach, Sociología Intemationalis 31
con la ayuda de un médium. Véase Allan Kardec, The Spirits' Book (1857), Sao Paulo 1986; (1992), pp. 179-196, desde ei punto de vista del cambio de posiciones del que está presente y el
Allan Kardec, The Medium's Book (1861), Sao Paulo 1975. Tales creencias parecen menos que está ausente en.los sistemas sociales de interacción, esto es, de la eliminación de los límites.
1
li8 i 119

1
'
concordancias psíquicamente consumadas (opiniones compartidas, recuerdos co- metáforas y expresiones ambiguas, que permiten a los participantes significar su
munes etc.), pero -si sucede- este efecto es un producto colateral incontrolable propio sentido Y, no obstante, contribuir a la autopoiesis de la comunicación. Fi-
de operaciones comunicativas. ¿Cómo se podría establecer siex···iste o_no existe nalmente, se puede pensar en la posibilidad de mostrar sentimientos o provocarlos,
l consenso, s~dj~te ~l!llicación?¿Có1110 se podría hacer_:s~o.3~~~':!.~
¡pDJJihle_p.ai:a J!lterü;,te.s c.omun1cac1ones,..s1.no..ell ~1 g:_nti<lo. <l~Ja CO.!lll\!llJ;..a&1onJ
sin intervenir con esto sobre la comunicación misma." Esto puede servir como una
\1 espede de señal de ad:'ertencia, como comunica:ión indirecta que nó requiere ser
El consenso y el disenso sólo pueden obtener relevancia social como artefactos j respondida, pero que mdica que la comun1cac10n se mueve en el límite entre el
comunicativos y "obtener relevancia social" signifiéi: s~río4ue afuiiiall~r) , consenso y el disenso. Esto puede estimular la comunicación al autocontrol.
Como en el caso de la "pe;..,,ona"yaun en el caso de los~vos" ,lacom1J!licación D: esta forma, se producen continuamente "~tÜ~;;¡~;Jos que, sin embargo,
.
también depende de sus propiasconstruccioÚesenlacuestión del consenso/ qisenso. Si
---·-- ,,,..,'._) ' .
estas construcciones funcionan, es decir, si pueden ser conservadas en comumcac10-
~o están anclados en_icompromiso psíquico, sin~io deben contar con di-
ficultades comunicativas si se los quisiera desdecir, reinterpretar o simplernente
nes posteriores sin ser contradichas comunicativamente, son tratadas en la comu- o_lvidar. Se p~ede concordar en la comunicación sin estar convencido y, con mayor
nicación como realidad; y la comunicación no tiene otra posibilidad de comprobar razón, sin estar convencido de que se pennanecerá convencido". Los individuos
la realidad de sus propias suposiciones, si no es mediante la contradicción de la que no se sienten adecuadamente comprendidos o considerados, tal vez sólo es-
comunicación con la comunicación- L~~ll!1~ª92ll puede siempre_sup-0ne~ 1 peran otros momentos u.ocasiones mejores que probablemente no llegarán nunca.
si se muestra disenso, hay éonse11-so sobr.~~1~.c.h.oj_¡,__q~~X:i~e _di:":1~· _Pero esto·
n ~ que ;l supuesto de que los sistemas psíquicos son activos en la comuni>
1
cación, para que la propia comunicación )10 termine. IV.
· La siguiente pregunta sólo puede ser: ~quéfonnas seproduce y se elabora
en 1a comunirn<:Jóne!s).l]lll.(:§toMla concorda11cia cte.señtido de las o¡íiñionés inc· El concepto de motivp/motivación también debe ser adaptado a la decisiva separa-
divid~¡l~;?· Conectándose con Ludwig von B~rt!Ía~Ífy ySÍafford Béei; se pudrl'a ., ~""'i""',.
c10n entre operaciones ps1qmcas y sociales con sus respectivas estructuras y cons-
,¡;¡¡;¡~; de producción de equifina/idad de los estados de consciencia individuales. 10 trucciones de sistemas. Cualquiera sea la utilización que hagan los psicólogos de
Cualquier cosa éstos sean: para los fines de la comunicación siguiente son tratados dicho concepto para indicar mecanismos intrapsíqnicos, para los fines sociológicos
como si tuvieran el mismo sentido. su uso es relevante sólo en la aplicación a las atribuciones de motivos en la co-
Existen luego diversas posibilidades de poner a prueba y confinnar esta ;¡;-;nicación
3
social,3 Una propuesti' tal no es nueva,'¡iuédeeñcoíiifársé"én\ÍÚtÓr;s
equifinalidad. La más importante está en no protestar, en dejar pasJr la ocasión
de contradecir y con ello, por fin: en la escaséz de potencial para la comunica-
ción. Sobre la misma línea descansa la sujeción al lenguaje, que fonna.frases Y
<= .,,.,?~"ey •• - · - · ~ - - - - · ,

'.
" Donnellon et al. Op. Cit., p. 50, hablan de "affect modulation" ("modulación de los
afectos").
con eso toma como dado el sentido de las palabras. A esto se agrega el uso de "Véase F. Fisher/W. L. Ury, Getting to Yes: Negotiating Agreement Without Giving In,
Boston l981. Cfr. también Alois Hahn, Verstandigung als Strategie, en: Max Haller et al. (Eds.),
Kultur und Gesellschall. Verhandlungen des 24. Deutschen Soziologentages, des 11: ósterreichi-
30 Así Anne Donneilon/Barbara Gray/Michel G. Bougon, Conununication, Meaning, and
schen Soziologentages und des 8. Kongresses der Schweizerischen Gesellschaft für Soziologie
Organized Action; Administrative Science Quarterly 31 (1986), pp. 43-55. En todo caso, los in Zurich 1988, Frankfurt 1989, pp. J46-359.
33
autores atribuyen !a producción de esta equifinalídad, de nuevo¡ a los miembros "Communi~ . Las. teorías del management optan típicamente por !a concepción opuesta y buscan co-
cation enables members to create equifinal meaning from which organized action can Jollow" nex10nes <lirectas entre las estrategias de gestión, las cuales también disponen de variaciones
(la comunicación pennite a los miembros crear sentido equifinal del cual puede derivar acción estructurales y variables psicológicas. Para un panorama, cfr. Wolfgang H. Staehle, Manage-
organizada), p. 43 y esto nos reconduce a la cuestión de cómo, si no mediante la comunicación, ment: Bine verhaltenswissenschaftliche Perspektive, 4ª Ed., München 1989, en particular, pp. il
')
puede la comunicación comprobar que los miembros están equifinalmente orientados. 750 ss. Aunque fuese posible comprobar empírícamente estas conexiones y se pudiesen aislar 1
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34 ~ v o s sirven, como el lenguaje en general, paraJa..vinculaciónJempo,1 .
famosos de las ciencias sociales, acaso incluso en Max Weber. Entonces, según
esta aplicación sociológica del concepto, los. motivos s?~!~~".~._cl:Ja._<:_<!!Jl-'lll\9.'l:, 1
ción, afü,~.S2!l..e.,m!!~)!a o i1!'.P.t~ita de fu¡ida~e!1.t9J.;~.ª~-~,':c~~':'.':.~e;:;1;1:na~ \\ ~~;e;;;_:;;;~;;!~~~:-~i;!;~~~;~~~~~~c;;¡n~~;~¿l~;~~~:~{:~~\
das -de fundamentos o (crecientemente hoy en d,a) de causas secretas. La sunple entonces, con la ayuda de los motivos, ~na conex/ón e~~e elpasado y el fururo. !
;¡;:;b;cfóñ''de';j'~'motivo toma tipicamente la forma de una intención. En torno a Pero, mientras las p.ers.oñiis.forwÁRi!l.entidade;;;tabl~;, ~Jas c;ahs es posible re- \
taTés'~tñie;doñ:&'s;;· se'érisláliziíñ ·1uegó •·fundail)entot'cfé · las íiileñciones, justifica- -~ f::irs~-~°"~tinual11ente como si fuesen siempr~ las misl)las, lQ.S_m~_l'.~s~e!~'!l!.e.".~ll
cionei]iÍ!iftléa;ion;;; precautorias~sospecliás, etc:; hastaqcte-se alcanza el ámbito ' 'constantemente -ésta también es una peculiaridad típica de la memoria. Diremos
de.lo in~~municab]e, del~ inexpresable, que en la comUÜ1caCÍOÍl acbmjlaña"élÍmO ··c¡Úe la( pe;soñas1(¡no los seres humanos!) tienen un carácter, a través del cual es
¡;;;;;~mb;¡ obscura a ·¡;;· ;~plícitamente dicho. Para la organización cognitiva de// posiblereglillífqué motivos pueden ser adscritos, de manera más o menos plau-
' , 35 . '' sihle. 37 La máquina histórica deTsiste~ soci¡l puede cambiar los motivos que se
·\tales adscripciones de motivos se ha adoptado el término guión (script), !J
\ adjudican a las personas. La,...,__
simbología persona/
..,,..,....,,. ......,,....
._,.,, .............. motivo
",,
dota al sistema social
.,
de
una combinación entre continuidad y discontinuidad, esto es, de la posibilidad
de trapsformacioneshmit;;¡;iyéóntró1a5léii:"Y,io<lo esto, en un ambiente psíquico-
orgánico que permanece inaccesible: ·
plenamente respecto a otras variables (por ejemplo, coyunturas económicas), siempre se re~ Todo sistema social delimita el tipo de motivos que pueden ser conocidos y
queriría suponer que se comunica acerca de la motivación. En la investigación social empírica reconocidos en el sistema. Todo sistema social usa a tal fin distinciones típicas -en
(cfr., por ejemplo, Geert Hofstede, Uncommon Sense About Organizations: Cases, Studies, and
Field Observations, Thousand Oaks Cal. 1994, en particular, pp. 25 ss., primera publicación
j las organizaciones, por :iemplo, la distinción entre oficial y privado. Todo sistema\
social del!m1ta la mvesugac1on de los motivos o, como en la criminología, se espe- ·
1972), en efecto, también las preferenclas (expresadas respondiendo a tas preguntas) valen como
indicadores de la motivación.
ciaiiza precisamente en esta investigación (en este caso, sin embargo, en relación
34 Véase, por ejemplo, C. Wright Milis, Situated Actions and Vocabulary of Motive, con los que no pertenecen a la organización). De esto se deriva también que se pue-
American Sociological Review 5 (1940), pp. 904-913; Kenneth Burke, AGrarmnar of Moti- den diferenciar los motivos (esto es los motivos declarables, "accounts ") según para
ves (1945) y ARhetoric ofMo<ives (1950), citado según la edición común Cleveland Ohio
quién se tienen preparados, según a quién pueden ser comunicados,En las o;gani-
1962; Anselm Strauss, Mirrors and Masks: The Search for Identity, Glencoe 111. 1959, en par-
ticular, pp. 45 ss.; Alan F. Blum/Peter McHugh, The Social Ascription ofMotives, American [ zaciop_~t~.~ydestinatarios, freg!,a los cuales es aconsejable identifi¿ar los moti-
l' . .. . -··--·""""•'" ",,,.. "'
Sociological Review 36 (1971), pp. 98- 109; Andrew J. Weigert, Alfred Schutz on a Theory of '. VOJ.~Q!l.).9.S. program.as...4~9isiq11a!es de la organización (y luego ·a sí- mismo con
Motivation, Padfic Sociological Review 18 (1975), pp. 83- 102; George K. Zollschan/Michae! estos motivos).3' Frente a otros, est~;;¡sino señalaría iinaíalta de comp§tencia y los
A. Overington, Reasons of Conduct and the Conduct ofReason: The Eightfold Route to Mo-
motivos declarables deberían mostrar más bien que, en relación con los reglamentos,
tivational Ascription, en George K. Zollschan/Walter Hirsch (Eds.), Social Change: Explora-
tions, Diagnoses, and Conjectures, New York 1976, pp. 270-317; Jonathan H. Tumer, Toward se tiene un trato libre, distanciado y que incluye desviaciones. Es precisamente por esta
a Sociological Tbeory ofMotivation, American Sociological Review 52 (1987), pp. 15-27;
Austin Sarat/Williarn L. F. Felstiner, Law and Social Relations: Vocabulary ofMotive in Law-
yer / Client Interaction, Law and Society Review 22 (1988), pp. 737-769. Para recursos a
16
Dilthey y Simmel véase también Alois Habn, Verstehen bei Dilthey und Luhmann, Annali di En el sentido de Alfred Korzybski, Science and Sanity: An Introduction to Non~aristote~
Sociología 8 (1992), pp. 421-430. lian and General Semantics, 4ª ed. Lakeville 1958.
15 Los guiones (scripts) no son motivos por sí mismos, pero permiten un comprender, 17_Véase también infra, cap. 9, sección II.
una correcta ubicación y una comunicación comprensible acerca de ·los motivos. Cfr. Roger }9véase sobre esto Phillip K.. Tompkins/George Cheney, Account Analysis of Organiza-
C.Schank/Robert P. Abelson, Scripts, Plans, Goals and Understanding, Hillsdale N. J. 1977, en tíons: Decision Making and Identification, en: Linda L. Putnam/Michael Pacanowsky (Eds. ),
particular, pp. 36 ss.; Robert P. Abelson, Psychological Status of the Script Concep~ American Communication and Organizations: An lmerpretiveApproach, Beverly Hills Cal., 1983, pp. 123-
Psychologist 36 (1981), 715-729. 146, en particular, p. 131.

122
l
¡t
.1.JiL.
123
'
movilidad en el pasar de un motivo a otro, específicándolo según el destinatario, que
se destaca un miembro competente; para ello éste necesita de otra dimensión de la
libertad en la disposición sobre motivos y, sobre todo, la no transparencia de sus
i
1
1
dos o insinuados, de tal forma que en la comunicación no se provoque una posible
diferencia entre fin y motivo.
El tacto vale, ante todo, como norma y habilidad de trato social, y la literatura
disposiciones. al respecto proviene esencialmente del siglo XVIII. 41 En las interacciones ayuda la
Por último, todo sistema social debe partir de la imposibilidad de sondear ~ión, se puede reconocer reacciones inmediatas cuando se sobrep_asan fas
,.~-,-,,-. ·" '""''· .
_ .... .. ;· ...... .. ·- ·-·----.-·-·-·-··-~-~;-··-;--·· ,·-------------:--
,, _.._,, · '' , "'

la vida interior consciente / subconsciente de los sistemas psiqmcos -y prec,sa- límites, las cuales también se pueden utilizar como-sefules, con lo que s;·~~;~:
;;,;~t~-;;1;~~ ~;t~ h~cho se basa la /iiií§ijidad de regujgr, en el propio sistema ñfc~ de iniñectiaiocíüe-áqüeffo-ñó''iíeilé-iei'
_..,-•"""'"""""""""''"'"",,,_,.,,-,_-'::'
iiafaaocomoi'&;;;~;;~;~¡¿;;:·E;;tóct~ ·
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~r. , .... ,,,,_f,."''•'" .'
socia/,_hCJ§_fa qué puntq sep_uede comunicar sobre IOS.J!!-ºlivos, y J,idñdiiy con esto se espera la cooperación de quien es tratado con tacto. El no debe dejar que
. qué consecuencias se traspasa ~Í umbro/ dé-la discré~ión. 39 También las organiza- se note que se siente tratado con tacto; él no puede hacer naufragar las necesarias
ci~~~; Íie;¡~ su umbral de delicadeza - especialmente cuando la comunicación en [.ficciones. Y si esto sucede, el ·tacto debe ser usado reflexivamente, para estar en
el puesto de trabajo todavía es percibida como comunicación en el sistema organi- ·condiciones de curar con tacto las violaciones del tacto.
zacional y no, por ejemplo, como amistad "privada". Típicamente~~~l_<:gi,a Estas ideas requieren ser modificadas para que sea posible referirlas a si-
de los "motivos" sirve más bien pa.r,~tXPlicaJacciones (incluidas las excus~s)_ que tuaciones de trabajo conjunto organizado. Por una parte, aquí se trata a menu-
-¡;:,;;t"~;;~;~;¿;;·~u~;~¡a: E;to porque, según esta regla liÜgÚístiéa, é((~~!.i"' do esencialmente de imponer decisiones, por lo cual no es aconsejable tratar
es algo a ser d~güJi4o eu.el actor mismo. Es signo de notable distancia resp1rcto a con tacto la oposición insinuada con tacto; al contrario, es necesario obligar-
las realidades sociales y psicológicas, cuando los ejecutivos piensan y dicen que la a manifestarse abiertamente. Pero, sobre todo, la organización pone a dis-
desearían "motivar" a los miembros de la organización. 40 posición el plano de la comunicación oficial, sobre el cual es evidente que
Desde que se puede distinguir entre fines y motivos, probablemente desde el los motivos privados deben ser mantenidos afuera (piense lo que piense, el indi-
siglo xvu, la sociedad conoce también la necesidad de un cierto tacto. En la comu- viduo por sí mismo). Por esto, un viejo tratado sobre el tema llama la atención
nicación, el tacto impone no herir la autorrepresentación del otro, no sobrepasar sobre el "cuidado del tono empresarial", en el sentido de la intención de "incluir
sus limites; si no confirmar sus afirmaciones, al menos guardar silencio Ydejarlas en la cooperación de la firma al ser humano completo, voluntariamente y según su
apoyarse sobre sí mismas. Es propio del tacto no poner en duda los motivos indica- naturaleza",42 con esa ficción se reconoce la personalidad del otro)'. se excluyen las
cuestiones de sus sentimientos. Hoy en día la formulación ya no sería la misma;
permanece, sin embargo, el hecho de que el nivel de la comunicación orientada al
39 Esto debería valer aun para las relaciones íntimas, incluso para los matrimonios. Véase
objeto permite, incluso sin la acrobacia del tacto, tratar al otro comó ~ersona, sin
sobre esto Alois Hahn, Konsensfiktionen in K1eingruppen: Dargestellt am Beispiel von jun-
. gen Ehen, en: FtiedbeÚn Neidhart (Ed.), Gruppensoziologie: Perspektiven und Materialien, acercarse demasiado. De este modo; se constriñe a que todos los motivos se expre-
Sonderheft 25 der Kolner Zeitschrift für Soziologie und Sozialpsychologie, Opladen 1983, sen en una forma posible del lenguaje de la organización -o se pasen al chismorreo.
pp. 210-233.
40 Consideraciones acertadas sobre esto en Michel Crozier, L'Entreprise a1'écoute: Appren-
41
dre le management post-industrie!, Paris l989, p. 99: "Dans notre société libérale avancé.e, on "avoid to make anyone uneasy in communication" (evitar poner a alguien incómodo en
ne 'motive' pas !es ge~s, pas plus qu'on ne les 'mobilise', on leur offre des occasions, des la Gomunicación), se dice, por ejemplo, en John Locke, Soine Thoughts Conceming Education
possibilités de se mobiliser et on les laisse se motiver euxwmemes". (En nuestra sociedad liberal § 143, citado según Works, vol. IX,Londres 1823, reimpresiónAalen 1963, por dar sólo una re-
avanzada, no se "motiva" a los individuos, tamp9co se les "mueve", se les ofrece ocasiones, ferencia. Para la discusión más reciente cfr. casi todos los trabajos de Erving Goffinan; además,
posibilidades de movilizarse y se deja que se motiven ellos mismos). Precisamente esta versión por ejemplo, Toro Burns, Friends, Enemi.es, and the Polite Fiction, American Sociological
de la sociabilidad, nO obstante, presupone - por ambas partes - una comprensiva observación de Review 18 (1953), pp. 654-662; Edward Gross/Gregory P. Stone, Ernbarassment and the Ana-
segundo orden. Sólo se pueden crear y ofrecer condiciones de automotivación si en esto se exw lysis ofRole Requirements, American Journal of Sociology 70 (1964), pp. 1-15.
presa una evaluación de! otro que él pueda aceptar (como se indica). "Así Walter Jost, Op. Cit. (!932), p. 66.

124 125
La literatura predominante trata los problemas que hemos discutido, utilizan- v.
do conceptos como "social sensitivity" o "interpersonal campetence", y los con-
sidera como cuestiones de habilidad psicológica que eventualmente deberían ser En este cuadro teórico, por último, debe ser incluido también el concepto de in-
entrenadas." Nosotros, al·contrario, trasladamos totalmente el problema al plano [\ tegración. La concepción habitual de la sociología, que entendía la integración
de la comunicación social. Esto, naturalmente, no excluye investigaciones psico- \¡\c_omo consenso (¡y, por lo tanto, como buena!), se deshace." En relación con !as
1
lógicas, sensitivity traning, etc. Pero el plano, en el cual estas competencias se operaciones empíricas de manejo consciente de la atención, el consenso no es más
realizan, es siempre el de la comunicación social; sólo aquí, en efecto, puede surgir que una construcción convalidada en su consistencia y, por lo tanto: no tiene nada
la pregunta de si y cómo !a comunciación evita sondeos profundos en la vida inte- ¡de. "inte:subjetivo". L~ _impr~sió_11.~...9.Q.· n·§·.!.lJl..fil?.5~J:e1!ll.~!lt<e!iYam2i::~1..S:!!'!'iq; )\.
6
rior de !os participantes y se da por satisfecha con los motivos expuestos. En otros \ l,h.~_Íllll:,':':ll_~~~J'.'..:~~~~l!1_":~~U...~el_c9111po!!~!'.11.:ll_to.'. En el sistema de la comu-i,!
términos, se trata de-la consideración comunicativa de una diferencia, de un límite '~i~1~, elsQJl§e.~§9 ex;i~t~ (i~~l_gg§Jqs 1J1Jltiy9s)como pres~¡¿;·explí~iia:o'
que eventualmente puede ser corrido; y quien lo hace con mucha desenvoltura o 1/ illlplíc.i~alll~n!:.C°.llllllli?~~ª: Pero esto no tiene nada que ver éón la integración,
entrenamiento y se deja sorprender en ello, puede aparecer como sin tacto -como ¡ tanto más cuanto la comunicación (y con mayor razón la pretensión) de consenso
actor del tacto carente de tacto. ! es un medio probado para sacar el dis,bnso~a luz. ¡Véase Habermas!
Esto encuentra su ilustración en el tratamiento del tiempo. Dado que el entor-. 1, En ~ez de esto, ent.;.':'.!~º! por "int~gr!j~:1~!!":~ª_"i~,~~"dp..'.:o_c-ª~"~:~\ , ,
no, compr~11<lidD.el.mundo-interior-de.los..miem.bros, no_se_J1ll~~e_ab;~~~E_co'ñ1a:: if::..~i!!?~!t~1, de los SlSteryas.7
Se puede asurmr, como medida de los grados de/ .,
vista ni .conocer se desvía hacia el futi¡ro - que, sea como sea, no se puede cono- libertad limitabÍesJo'qúé"sea compatible 'con la autopoiesis de los sistemas estol
\ \. ..r . , \
cer. -El sisteíña ;esITVeiie;i;;; pla;;¡ficación orientada aJ.fµ¡uro, bajo la forma de ~.~--··' ). '-1··~

fine;y;;;cidi~s, hoy crecientem;;teiambié~ en 1;;;p;~tativa de consecuencias la- 45


La disolución comienza ya con la distinción entre integración social e integración de si-
' ·;;~a!es in~s~eradas, las cuales luego - aunque visto desde hoy, sucederá recién ma- stema, que David Lockwood echaba de menos en Parsons. Véase: Social Integration and System
ñana -pueden crecer hasta requerir corrección. Nos ocuparemÓs ampliamente de Integration, en Zollschan/Hirsch Op. Cit. (1976), pp. 370-383. Pero la "integración de sistema"
es un concepto superfluo y la "integración social" requiere una explicación ..Anthony Giddens,
esto. 44 Por el momento, sólo se debe dejar constancia que l'lJ!ri~n1adól!.Obj.etual Toe Constitution of Society, Outline of the Theory of Structuration, Berkeley 1984, p. 28, busc.a
una vía de salida que ya no tiene nada que ver con la intención originaria de la distinción: "Sociai
~i:!.-.~-~.t. .~c. i..ó..n. •.. a.l. .-~.n. .t.9rn.o). y..-.-.l·a·.sri~~t~c:i.ón tem.yora·l ·(·o·.·.r·i·e~.t.ac.ió~ al.fi:tur····.o). el~.
c.Qm~n denominador del desconocnmento a. una..relacton.de rnmpeps¡¡cwn.~ n el integrarion means systemness on the level offace-to-face ínteraction. System integration refer~.'
·,.~.J 1lr,ofr~ce la yentaja de poder invocar (buenas) inteµ,iones, voluntad Y. collÍjap~a, ."..sto to those who are physically abse.nt in time or space" (La integración social significa sisternida~ ¡_¡
/ a nivel de las interacciones cara a cara. La integración sistémica se refiere a quilijl.es están físi-}
\ \es_ la 11~i~4.Rrtsen¡eg~l si~\ematµYistas .a la conformación de!futit1:_?· 1
...ª.·U~E...u.,tgL·o··n.j
came~te ause~t~ en el tiem?o o ei espac.~o).. Pe.ro e. sta distinción .d.eja.. s!Jl.miru.e_.cJ.It
A: -~-1ªJn~.gx'll~tmi..de.Ja.sac1edad,. PJl!'.m!.í~-~L~!~~~~ de la sociedad reque~~~ ~l!l.bos tipos Mi~ 11
\~.i~gI"ación-J_S?mo.integrapión.sistémJ~.~!. ·· . .- · · · ··· ·· ····' '
46
"consensus was created by playing the game" (el consenso fue creado al jugar el juego), '
se lee en Barbara Czamiawska- Joerges, Exploring Complex Organizations: ACultural Perspec- l'
tive, Newbury Park Cal. 1992, p. 148. 1
47
43 Como ejemplo de una amplia literatura Véase J. Richard Suchman, Social Sensitivity Análogamente, pero sin mayor elaboración teórica, Robert Anderson, Reduction of Va- 1
1
in the Srnall, Task-Oriented Group, Joumal ofAbnonnal and Social Psychology 52 (1956), pp. riants as a Measure of Cultural Integration, en Gertrude E. Dole/Robert L. Carneiro (Eós. ),
75~83; Chris Argyris, Interpersonal Competence and Organizational Effectiveness, Homewood Essays in the Science of Culture In Honor ofLeslieA. White, New York 1960, pp. 50-62. Sería
'
! Ill. 1962; Abraham Sa_leznick, Managerial Behavior and Interpersonal Competence, Behavioral compatible con esto una definición que ha propuesto Walter L. Bühl, Ókologische Knappheit:
Gesellschaftliche und technologische Bedingungen ihrer Bewaltigung, Gottingen 1981, p. 85:
!·.·1···

[; Science 9 (1964), pp. 156-166. 1


44 Véase infra el cap. 5 ("Relaciones temporales") y supra el cap. 8 (sección IV, sobre la /{\"Integración' quiere decir el grado de conexión funcional de las partes o componentes diferen- 1·•
d
tfl
programación de fines), 1// ciados, de tal modo que un componente no puede producir efectos sin los otros", Esta definición, :1
tJ
1,1
t 126 127
'
1
es, para los individuos, la posibilidad de continuar la vida y la consciencia. Sin . de aquí el tema "desarroUo del personal". Es así que, como veremos detalladamen-
·<''embargo, como todo recurso a la autopoiesis "desnuda", ésta es una fórmula vacía . f [, te en bpróxima secciiín; !~ ¿arr~ra adquiere una función central en ]a integración
.; ~/ 1 Este concepto de integración se vuelve utilizable sólo si se agrega que la limitación Í de mdmduos y orgamzac10nes.
º ¡ delacom¡ÍÍejidad (i~~ill_liéiiética~~~ieiP?,iible)~fprésupuestó de'Sú áil~n- · Por último, es necesario tener presente que el concepto de integración indica
' fo".'Tíñ'sisfoiiiii, en efecto, sólo puede superar un umbral mínimo de relaclOnes _111,~_v,ari~ble, no .~11 estado que deba ser evaluado positivamente: so La alta integración , . .
internas, por debajo del cual cada elemento operativo está conectado con todos ( "tight coupling ") es una característica de los sistemas técnicos de los conflictos " /~
los demás, si excluye determinadas combinaciones, matemáticamente posibles." pero también un efecto de las exclusiones en las cuales, ~asi forzosamen;e, ,;-e"'
Esto requiere selecciones y, a nivel de estas selecciones, e~~.E~!~e, má~ una exclusión (por ejemplo, de la educación escolar o del ingreso monetario) trae
bien debe, estar en sintonía con el entorno, aunque o, más precisamente porquei consigo otras exclusiones. Una integración demasiado fuerte impide que los siste-
~-sistefüa sólo puede efectuar internamente las selecciones que construyen.Y.il!'f v mas constrnyan su propia complejidad, obstaculizando de este modo los procesos
muelen estructuras, ú~,~sgnJaayildade.sus propias operaciol\es y, al!!_ac_:r de aprendizaje. Tampoco esto debería ser valorado de inmediato negativa ni posis
referencia aL~JiJorno, está libr,¡d1u ~mLprnpias.construcciones. tivamente, porque el aprendizaje también puede tener consecuencias catastróficas.
...... U~;··d~ las características más notables de la integración en organizaciones, \lTratar ~ con~Jl.!SJ.cl.e)!cle.g!ació_n ~~m() v.anable significa, por consiguiente, dejarlo.
¡·!entre organizaciones y en la vinculación de las orga¡¡iza(:iones con los sistemas a2_1ert? para mvesl!gac1ones empmcas y para contextos sistémicos muy diversos.
';(I orgánico-psíquicos de sus miembros, es que empleastiernp\ No se trata, por lo (/
· \ tanto, sólo de algo como compatibilidad estructural -por'ejemplo, de requisitos ;1,
'e idoneidades-, sino también de integración con retrasos temporales. Por esto se VI.
deben tomar en consideración no sólo estados existentes, sino también posibi-
lidades, incluyendo posibilidades de e~~a~ilidad COI_Jtinua, aunque también posi- El~<:_mod':_feal (= probado contra la resistencia) de integración, en una épo-
)r bi)i4a\l~s rfemej9rntr1i!'ll.tO ;-~~·~"'ºE~rnient?: La teoría económica, sin embar- ca realizada con organizaciones, es ticarrell;)
Esto vale para los individuos en
,¡; go, tiene dificultades para incorporar el posible cambio de preferencias (y, en este relación con la sociedad moderna, pe;;iííu2a'mente vale porque en esta sociedad
sentido, el futuro) en sus modelos. Así llega a la idea de que la "movilidad" po- existen organizaciones que contribuyen a la realización de carreras exitosas o
dría servir a la integración," pero en esto los individuos son vistos sólo como 1fracasadas. No se trata tan sólo de las carreras de quienes trabajan en las orga-
personas y no se tiene en suficiente consideración el modo en el cual los indivi- nizaciones, profesionalmente, como miembros; piénsese también en las escuelas
duos mismos, en cuanto sistemas orgánicos (que envejecen) y psíquicos, asumen o en las carreras basadas en la reputación de artistas, "entertainers"'(fnimadores
su moviÍidad. En todo caso: ~~E!!~.PISH':'~s:'.~e.~:~,~~f.Oli':11portante,,ta~to e,~J~ de espectáculos), deportistas, científicos." Pero sin la modalidad selectiva propia
motivación (psíquica y social) c11anto en la evaluación y tratamiento de perS?!JfS,
·-··-·· '° H -,,,

so Esto excluye, por ejemplo, seguir a Karl W. Deutsch, el cual intenta efectuar la lectura
--- • • 11 de la integración en el grado de satisfacción de necesidades y considera ~¡ "government" como
. ),\ sin embargo, todavía presupone como marco el esquema todo/ partes y no dtstmgue clarament~, .· la instancia que finalmente decide, pero que luego debe sacar la cuenta de los costos de la in~
( entre "componentes" (¿operaciones?) y partes (¿sistemas parciales?). _; legración. Véase: Toe Price oflntegration, en: Philip E. Jacob/James V. Toscano (Eds.), Toe
8
~ Cfr. Niklas Luhmann, Complessita sociale, Enciclopedia delle scienze sociali, Roma·,¡ lntegration ofPolitical Communities, Pbiladelphia 1964, pp. 143-178.
1992, pp.126-134; Niklas Luhmann, Haltlose Komplexitat, en Niklas Luhmann, Soziologische 51
Sobre esto especialmente Níklas Luhmann, Soziale Systerne: Grundrffi .einer allgemeinen
Aufkliirung, vol. 5, Opladen 1990, pp. 59-76. Theorie, Frankfurt 1984, pp. 488 ss.
49 52
Así, a nivel de teoría de la sociedad, Edrnund DahlstrOm, Development Di!ection and Principalmente !a Escuela de Sociología de Cbicago dio lugar a iniciativas encaminadas
Welfare Goals: Sorne Comments on Functionalistic Evo!utionary Theory about Highly Develo~ a lograr un concepto general de carrera, que cuestionara las condiciones .sociales del desarrollo
ped Societie~ Acta Sociologica 17 (1974), pp. 3-21 (9 s.). del sí mismo. Para diversas variantes, compárese Nonnan H. Martin/Anselm L. Strauss, Patterns

128 129
de las organizaciones no se realizaría carrera alguna. ~-.~ida sin carrera siguH ¡, acoplamientos estructurales, la carrera es estable precisamente porque no es otra
¡!,.',' siendo posible, c~~o_e}"1~1i9.n,_d.~ l~p~~ipac:iónen todos los sistemas flr~cíomt!e~: ¡. cosa que contingencia transformada en forma.
En teorías di.la organización, que resumen el sentido de la organizaciórffotf El concepto de carrera no debe ser reducido a su propia ambición de progresar
conceptos como racionalidad, eficiencia, control, capacidad de aprendizaje, la . lmente. "Ex1sten
y trepar soeta . carreras que conducen hacia abajo y hay carreras
orientación a la carrera es enjuiciada más bien negativamente; es vista casi como que alcanzan un punto muerto -y acaso permiten disfrutarlo. Lo único inevitable
concesión a las ambiciones personales, que se deben aceptar como realidad -o que es que existen graduaciones y, consecuentemente, una experiencia temporal que
1 se pueden también aprovechar." Lateorfa dela organización informaLtªl!!Qié_n
consideraba, con preocupación, a las ?arreras y orientaciones a las carreras ~°.1.1:º
divisa mejores y peores posibilidades en los horizontes del pasado y del futuro.
Pero esto no es todo. También pertenece, a ·1as características distintivas de una
amen;; para lacohesfon grupal. 54 EsteJúicio, sin ení6argo;Oejieñde deTá_p.rio- carrera, la concurrencia conjunta de autoselección y heteroselección en el logro de
ri~d c;clerid~ a \ina ct~~~pción normaíFi~ ilel ·señffiíoJ(las ?fg~Íiizacio11es. Sí alguna de las posiciones, cuya totalidad constituye la carrera. 56 En diferencia crasa
se-p~rt~~-!l¿; ¡;~~ntrario, d; la paradoja de i;;-~~idad de lo diverso y se registra respecto a la sociedad del viejo mundo: el nacimiento no es el rasgo distintivo de la
la experiencia de que los principios cambian más rápidamente que las realidades determinación de estatus, tampoco caracteriza una carrera (aunque naturalmente es
y se demuestran inconsistentes en la praxis, la orientación a la carrera ~dquiere señal de su memoria; los nonatos no pueden ser recordados). La carrera tampoco
otra cara. Aparece, entonces, de improviso c911;~ yn !flºIl;.~.'!:.t? estable q'!:~-~~~/ puede ser entendida, como resultado de la autoridad, porque ta carrera no puede
posible, tanto a los individuos como a las. ?[g~nizaciones, soportar y ~pr?~!.-/ ser impuesta, debido a que quienes están haciendo carrera participan mediante la
cliatfas cdntingendás decisi611ales de las organizaciones. Se parte entonces dtj autoselección. Puede ser, en cambio, entendida en una cierta afinidad con el viejo
--··-----·- .. --... ...-, ··-- "•"·'·,
~ .. ' . •,- ,. 1
personas flexibles, que no se identifican con determinadas. ideas, fines, proyectos, concepto de destino, en el cual el "héroe" debe reconocer, al fin~!, cuánto influyó
planes de reforma, zsino •.
só)o con su propia carrera; es decir: de. personas que, en él mismo para que su destino se realizara, por ejemplo, como Edipo al intentar evi-
su pertenencia a orgmÍizadones, sobrevivirán a todos los cambios posibles; de tarlo. Pero, mientras en las leyendas sobre el destino (en Jane Austen, en Hegel), la
personas a las cuales sólo es atribuida una identificación con determinados pro- propia participación se hace reconocible sólo al final, en el contexto de la carrera,
yectos con el fin de apoyarlas en sus carreras o excluirlas. Y, como forma para dicha participación apunta al futuro y es ella misma motivo de estímulo. La cartera
es, por así decir, destino que se refleja a sí mismo en sí mismo.
Agtqstl.~c.c.jón..significa . q\le.s~ _<!et::. ~~,lllt!D,t~r-~na iniciativa propia . sea pos,i-
ofMobility within Industrial Organizations, Joumal ofBusiness 29 (1956), pp. 101-110; Everett t\y_a.{~nimestra interé}), ,:'~':,,1.1,'!._gatiya. Las carreras pueden ser simuladas soñando
c. Hughes, Men and Their Work, Glencoe Ill. 1958: Anselm Strauss, Mirrors and Masks: The
Search for Identity, Glencoe Ill. 1959; Howard S. Becker, Outsiders: Studies ín the Sociology despierto, pero el prop'io mterés se hace eficaz para la carrera sólo coín~nicándolo.
ofDeviance, New York 1963; Julius A. Roth, Timetables: Structuring the Passage ofTime in Jleteroselecció;1 sjgnificag~e dmodo como transcurre la carrera, no depende sólo
the Hospital Treatment and Other Careers, New York 1963; Wilbert E. Moore, .Man, Time and
Society, NewYork 1963, pp. 61 ss.
i ,1:1~-ª~t°"s,ilec~ión. Concurre unláélof exferníf'Y!ífácticamedi;-~iernpre, directa
53 El "sacar provecho", pertenece especialmente al cálculo de que las perspectivas de carrera
,~ h1direct~~nte, _1~~ª orga~i;;~ción. Esto táhlbÍén significa é¡í'té la interpretación de
pueden motivar a permanecer en la organización, porque en un cambio de empleador se necesi-
55
ta volver a comenzar. Véase, además el contraste entre "career versus organizational roles" Para un concepto rnás·amplio véase Jeff'Heam, Toward a Concept ofNon~Career, Socio~
(carrera vs. roles organizaciona!es) en Harvey Leibenstein, Economic Theory and Orgaoizational logical Review 25 (1977), pp. 273-288; Niklas Luhmann/Karl Eberhard Schorr, Reflexionspro·
Analysís, New York 1960, pp. 276 ss. bleme ím Erzíehungssystem, 2' edición, Frankfurt 1988, pp. 277 ss.; Giancarlo Corsi, Die dunkle
54 Véase, entre otros, Robert Dubín, Stability ofHuman Organization, en: Mason Haire (Ed.),
Seite der Karriere, en: Dirk Baecker (Ed.), Probleme der Fonn, Frankfurt 1993, pp. 252-265.
06
Modem Organization Theory, New York 1959, pp. 218-253 (233 ss., 243 s.). En todo caso, también Para una investigación empírica que trabaja con esta distinción véase Niklas Luhmann/
se· debe tener en cuenta que en organizaciones de administración fuertemente orientadas a la Renate Mayntz, Personal im Offeotlichen Dienst: Eintritt :und Karriereu (Studienkornmission
carrera hay mehor cohesión grupal infonnal que en organizaciones de producción. für die Reform des offentlichen Dienstrechts vol. 7), Baden-Baden 1973, pp. 119 ss.

130 131
la carrera pennanece abierta para la autoatribución y para la heteroatribución. Se Tales análisis socioestructurales hacen aparecer cuestionable si, y en qué me-
pueden atribuir éxitos y fracasos a sí mismo o a otros, y en ello no es irrelevante dida, las características personales a nivel cognitivo y motivacional son un buen
que se trate de la atribución de éxitos o de fracasos." indicador de éxito én la carrera. 59 Puede que. esto se perfile en análisis estadísticos ..
La necesaria concomitancia de autoselección y heteroselección exs:!uy~Jl!.PO- En la praxis, por el contrario, dependerá ante todo de diferencias en\:re las personas,
sibilidadde calcular o predecirlas carreras. Las carreras operaiien un espacio de que postulan, al mismo tiempo, a obtener buenas calificaciones en los exámenes o
¡;c~rtid~~br¡ autoprod-;¡¿fo;:¡:~;cil~~i~; de probabilidades son posibles, pero buenas posiciones profesionales. Esta incertidumbre, condicionada estructuralmen-
éstos nada dicen para el caso particular. Un individuo también puede calcular te, tiene -entre otras -la consecuencia, de que se atribuye un peso excesivo al inicio de
sus perspectivas marginalizando uno de los dos factores: postula a menudo, pero una carrera y, con ello, al rendimiento escolar y los certificados de estudio,'° aun-
nunca es seleccionado para entrevistas; o, a la inversa: el mercado de personal está que luego cuenten poco en la carrera organizacional interna. La detenninación
prácticamente vacío y se debe reclutar a cualquiera que se presente. La atención propia de las carreras organizacionales internas es tan fuerte, que no la perfora
tras infonnación, entonces, se puede concentrar en una u otra parte. Pero estos son · el origen social ni !as calificaciones escolares o universitarias." Pese a ello se
. '
casos límites, que sólo muestran que, en una integración dependiente de la carre-. consideran importantes los éxitos iniciales, porque de ellos depende el acceso a
ra, a largo plazo dominan contingencia e inseguridad, tanto desde la perspectiva
otr.as. posibilidad··.e·s. . e.n la.. e·v.al. uación .de .la. carre.ra. Esto si.gnifica q.ue.;~. ·.·in.te.gr.ació_n ·\'
de vida del individuo como desde las instancias de selección. Apenas se amplía ~~diada por la,:~Jr~r_i!S?brecarga a}_c,~jóven,s y lj,ya aµn desborde de la fase de'.1
el horizonte cotidiano, las condiciones de previsibilidad se toman ellas mismas fgrmación en el curso de-la vida, c0n dramáticas experiencias de éxit¿ o ~stra- ,
imprevisibles. ;ión. Asu vez, éstas afectan luego, en s~ntido positivo o negativo, la disposición 1
Además se deberá tener en cuenta que no es automático el encuentro entre a la autoselección. ·
puestos vacantes y candidatos aptos e interesados. Es necesario que exista un flu-
jo de ihfonnación, acerca de los puestos disponibles, que vaya hacia los posibles . "Vfase la relativamente escasa diferencia en Lubmann/Mayntz l97i, Op. Cit pp. 164 ss.
postulantes y un flujo de infonnación - sobre candidatos idóneos - hacia los cargos Si se combman características cognitivas y motivacionales, se !lega a resultados mejores. Véase
que deciden sobre la ocupación de los puestos. Dicho flujo de información tam- Charles O'Reilly Ill/ Jennifer A. Chatman, Working Smarter and Harder: A Longimdiual Study
ofManagerial Success, Adrninistrative Science Quarterly 39 (1994), pp. 603-627. Por otra parte,
bién tiene una estructura social; depende, por ejemplo, esenciahnente de redes de
~ste resultado es banal, porque también debería ser evidente, sin investigación empírica, que la
contactos personales, donde el infonnante ha de ser infonnado, a su vez, de que mteligencia sin motivación sirve tan poco como la motivación sin inteligencia.
60
alguien está interesado en un cambio. 58 Visto desde el caso individual, también Al comienzo de una ola de refonnas del sistema de educación, llamó la atención sobre
por esto la carrera parece ser el resultado de casualidades, que hacen que el flujo de esto principalmente Helmut Schelsky, Schule und Erziehung in der industrieller;,Gesellschaft,
Würzburg 1957.
infonnación alcance algunas personas o algunos puestos y excluya otros. 61
fara esto existe~ al menos, puntos de ap9yo empíricos. Para los titulares de posiciones
en la cúspide de la administración pública alemana, véase Luhmann/Mayntz Op. Cit. (1973),
P~· 140 ~s.; ~emás Woi~gang Pippke, Karrieredetenninanten in der Offentlichen Verwaltung:
" Sobre esto y otros factores, Lubmann/Mayntz ibid (1973), en particular pp. 239 ss., y más
ampliamente Nildas Luhmann, Zurechnung von Befürderungen im 6ffentlichen Dienst, Zeitschrift 1
[
H1erarch1ebedmgte Arbeitsanforderungen und Befürderungspraxis im hoheren Diellst, Baden-
Baden 1975, pp. 97 ss., 110 ss., 140. Sobre la reducción de significado del origen social (en
für Soziologie 2 (1973), pp. 326-351. perspectivas de investigación de relativamente corto plazo), cfr. También James Q. Wilson,
58
Sobre la importancia de los contactos personales, en comparación con agencias forma- t Gen.erarional and Ethnic Differences Among Career Police Officials, American Joumal of
les de colocación, anuncios, etc., cfr. Mark S. Granovetter, Getting A Job: A Study of Contacts Soc1ology 69 (1964), pp. 522-528; Christopher Otley, The Social Origins of British Anny
and Careers, Cambridge Mass. 1974. El estudio comprende, por cierto, sólo casos de cambiO Officers, Sociological Review 18 (1970), pp. 213-239; Maurice A. Garnier, Changing Re·
entre organizaciones. Para carreras al interior de organizaciones, pero también para carreras cnntment Pattems and Organizational ldeology: The Case of a British Military Academy
políticas en relación a partidos, parlamentos y administración pública, se deberían suponer Administrative Science Quarterly 17 (1972), pp. 499-507; Gerald Bembaum, Headmasters and
conexiones más estrechas entre información y promoción. Schools: Sorne Preliminary Findings, Sociological Review 21 (1973), pp. 463-484.

132 133
Las...carreraue__auto:1"Jg_e~za11__ ~~-la. _ll!e~id~_g~:'_~?:~et;)n:;~nan _el _''C!ilIÍf!t. Todo esto, en suma, demuestra que la carrera constituye un principio de in-
/um vitae". Un curriculum. ~J.!q.~.-~.~ una .~Q.ID.lm!~~~?ió~,.-Y~rbal o ~crit~,. ace_rca tegración plenamente orientado por la diferencia. Hay evaluaciones, pero ningún
~~;io de·;;¡¡¡-p~;;?;;,-que~i bien no determina ~:-~~?~;:é~t11,::ohace télos natural. La "naturaleza" de la carrera es.su autoproducida incertidmnbre. Esto
objet? 1~,e~pectativas. Esto permite anclar e_Lfi!turo, siempre incierto, ~~ insinúa la suposición, de que esta estructura incide sobre la construcción de per.
;;;Jq..éonstmido-precisarnente.. par"-".tal fin. Los individuos, entonces, deben co- sanas y motivos, que son observados con el auxilio del esquema "carrera". Las
municar la carrera.que han vivido,, deben poder preséntarse con un cun:icÚlum carreras, entonces, no sólo producen una distribución (lograda o no) de las perso-
~itae. La simple presencia física no daría suficiente información, para los fi-
nes de autoselección o de heteroselección. Algunas etapas de la carrera exigen
nas en roles o funciones, sino al mismo tiempo una motivación (igualmente am- /
bivalente, en parte positiva, en parte negativa). 65 Además, la carrera presupone un ·
un currículum vitae "sin lagunas". Quien no puede dar cuenta de diez años de tipo de individualidad en l_a cual el individuo no se define a través de características ·
su vida tendrá pocas oportunidades. La carrera, entonces, es evaluada una esenciales particulares, sino que se individualiza al observar cómo es observado.
y otra vez como unidad; ésta, por así decir, entra en sí misma como condición de En este nivel de observación de segundo orden, pueden ser reunidas la autoselec-
la dirección de su propia continuidad. También esto presupone que puede haber ción y la heteroselección. En ambos lados, tanto en el contexto de la autoselección
_carreras móviles e inmóviles, así como carreras en ascenso o descenso. como. en el contexto de la heteroselección, se debe observar cómo "se es recibido"
Ese reingreso de la carrera en sí misma sólo es posible, porque hay un factor -si se es favorable o desfavorablemente evaluado y si la oferta de distinciones,
relevante para la carrera, que no se somete a la carrera ni a su dirección: el enve- - remuneraciones, puestos, etc., es observada como atractiva o no en el mercado.
jecimiento de los participantes. 62 Un currículum vitae debe estar provisto de da- Visto desde arriba, desde la perspectiva de un observador de tercer orden, el cual
tos, debe dar cuenta del proceso de envejecimiento de su héroe y, a partir de éste, observa las observaciones de observadores que observan, se ve que se- trata de
ha de comunicar también precocidades o retardos. En qué medida y hasta qué construcciones de realidad de tipo altamente flexible, que se adecuan a las con-
punto la edad misma contenga un esquema de la normalidad, por ejemplo, como tingencias estructurales de la sociedad moderna y, en este sentido, se trata de la
la edad normal para la conclusión de los estudios, para el ingreso en la profesión, unidad de fortuna y adversidad en un mundo del self-management (gestión de sí
para el matrimonio, para la jubilación, es, no obstante, a su vez variable y depende · mismo), que ya no se puede considerar, sin más, como el mejor de los mundos
de la tolerancia social a la diversidad, la cual parece ir creciendo. 63 Independiente- posibles.
mente de esto, la sociedad_ no puede impedir el envejecimiento, sino sólo evaluado Por último, y sobre esto no debe engañar la cooperación entre autoselección
de diversas maneras" y, por esto, la edad no puede ser ignorada en la reflexión de y heteroselección, la carrera .necesita una simbolización pública. Se debe poder
las contingencias de la carrera, porque concurre necesariamente en lo que ya es decir, con expresiones que otros comprendan, quién se es; esto es: •C!lánto se ha
posible o todavía lo es. logrado. Esto se puede hacer citando los exámenes superados o las posiciones
alcanzadas (los títulos conseguidos), pero también dando señales sobre el nivel de
62
renta o la frecuencia con que el nombre aparece en los medios de masas o en el
Sobre este'"otro lado" de la forma "carrera", véase Corsi Op. Cit. (1993), pp. 260 ss.
61
Una sentencia del Bundesarbeitsgerichtes (tribunal federal del trabajo) (Acta 7 AZR
cotilleo. Sólo a través de este valor agregado, presta la carrera una contribución al
135/93) ha decidido incluso que llegar a la edad de jubilación, al cumplir los sesenta y cinco desarrollo de sí mismo, al reforzamiento de una identidad que también se puede
años, no constituye para el empleador un motivo para poner término a la relación labora!, si
65
el empleado está interesado en continuar ocupado (¡autoselección!). Sobre el modo en que se Sobre esta "función doble" de las carreras (pero con un co.t;1.cepto de motivación con-
encandalizaron todas las organizaciones interesadas en el cálculo, empleadores y sindicatos in- cebido psícológicamente) véase Renate Mayntz, Die Funktionen des Beforderungssystems
cluidos, véase el reportaje del "Frankfurter Allgemeine Zeirung" del 29 de octubre de 1993, p. 5. im offentlichen Dienst, Die offentliche Verwaltung 26 (1973), pp. 149-153; reimpreso en:
64
Véase ~obre esto Keith Thomas, Vergangenheit, Zukunft, Lebensalter: Zeitvorstellungen Andreas Renner (Ed.), Verwaltungsführnng: Beitriige zu Organisation, Kooperationsstil und
im England der frühen Neuzei~ traducción alemana Berlin 1988. Personalarbeit in der óffentlichen Verwaltung, Berlín, pp. 375-383.

134 135
exhibir a los extraños. Esto significa, no por último, que las carreras no pueden el contraconcepto de coeE':.Í?.n (y no mediante la representación cognitiva de al-
ser simplemente inventadas, sino que presuponen una institucionalización social. ternativas).
Pero tal institucionalización no fija los modos de selección de la carrera y esto (r:álill,rtªdserv.ía.~sí_como fónnula vacía (y como paradoja, dado qqe sólo pue-
]a distingue de las posiciones sociales de rango, que eh cambio son fijas. Dicha de serpéirsáda como libertad limitada) para recomendar o rechazar det_erminadas es-
instituc.ionalización sólo garantiza que los éxitos y fracasos, cuando se verifican, ~cturas§9,/ales. La discusión s~ llevóa cabo esen~ial~;~te ~ niv~l del~ poÚtica de
pennanecen comunicables. Ía..sociedad, pero se reflejó también en el plano de las organizaciones. Por esto hubo
continuos esfuerzos, desde los años cincuenta a los setenta, por hacer refonnas para
debilitar o incluso sustituir el principio de jerarquía, sin considerar cuáu opresivos
Vll. pueden ser los grupos mediante los cuales se pretendía reemplazar la jerarquía. 67 En
~ los grup~s, al individuo práctic~~ente le queda sófo aquella combinación entre
Había presunciones, que requieren ser verificadas, en la base de la teoría de la mem- ; melancoha y d1sc1plma que es t1p1ca de los monasterios, mientras sólo ha de re-
brecía individualmente motivada y de la idea, según la cual el ingreso en los sistemas jl molcar al jefe, cuando es uno solo.
1
sería realizado por contratos que llevarían al miembro de la organización a dejar de En la más reciente teoría de las organizaciones, que tiende al "institucionalis-
lado sus propias preferencias y a plegarse a las condiciones y directivas de la organi- mo", es dado encontrar tendencias a complementar, si no a sustituir, el contractua-
zación. Esta concepción sintonizaba bien con la teoría liberal y humanista de la so- lismo clásico con la acentuación de los componentes simbólicos de las decisiones y
ciedad, que partía del supuesto de que d~íaª_~JlI9.!ll!\lJ}e e "instituc\2I1alizarse\ las premisas que las estructuran. Entonces se podrla seguir considerando los "con-
fonnas que hicieran posible que los individuos, al decidir libremente eI1 refe.::.11A' _l!~s" c~oyímbol9~_qe lalill.ert_adJfo.decisión, p,¡:g. eLvíuculo entre .individuo
y organización ya no estaría basado en la libertad .ni tampoco en la libre renuncia
~}~~~~~i~ii~_{¡r~::~~~n;~_~;:~id!;a:::;;:;/!~:!:~s :¡~~~-s¿~~~~::~\ ;í;!i~irtad, sino ,;·i~ inter;tacióu"""ct;i s~;tid~:;, E;g.;;;:.;;;¡;;;:~-;;-;-xpli~;;'lo
labraba su destino. -cíu;;se entiendé"í,ór''sím6'ól,Fséria;e~e;;;;:;~ r~eguntarse de qué distinciones se
Como teoría de la sociedad, esta concepción del individuo que se desarrolla a sí trata, cuando se simboliza su unidad. La reactivación del concepto de símbolo, en
mismo, mediante el uso de la libertad, fue controvertida ya en el siglo XlX ~aunque el siglo XJX, tuvo claramente el propósito de simbolizar lo general en lo paiticular
no como idea, sino únicamente en referencia a las relaciones efectivas en la soci~dad (y no más la simbolización de la trascendencia en la inmanencia). Hoy, si se puede
capitalista. ªll)~t~961L\igJa.orga~i;ia,i\ín, se.ha.sostrnidohastaJa..segu¡¡d.a_mi.tªgj!.i confiar en las aplicaciones del concepto, parece tratarse, más bien, de la distinción
siglo XX. A pesar de importantes diferencias, las controversias ideológicas ·de esta f:i¡ntre individuo y sociedad. La elaboración de identificaciones simbó!ieas sería eni!
tfaseñimca han planteado seriamente _la verdadera cuestión, para qué hablar de darle ' 'torrees un equivalente funcional de las carreras - o también su correlato necesario,:.
una respuesta, esto es la cuestión de~Ó,noel individuo harí~_propiaf!le~te US~ll en tanto la carrera simboliza el reconocimiento social al individuo. ¡'
'
.Jibertad o de cómopodrlausarla en uriiffutura socied~d ("sin clases''). Dado que el Sin embargo, esto únicamente conduce a la siguiente pregunta referida a si
individu~ ~s, de todos mod~s, intransparente, que en la comunicación en parte se \1a libertad puede ser también simbolizada, acaso como supuesto imprescindible
enmascara y en parte se descubre, y que sólo puede expresar limitadamepte lo que il
67
,desea expresar, no se poñía,límites a la atribución de "libre voluntad", excepto en Del ámbito de investigación del Tavistock Institute, Londres, véase por ejemplo, Philip
1
casos de coacción evidente. 66 .,,.----··-,
La libertad,
......... .en consecuencia,
., ' ;•' ,. . . " ' --~
era definida .ll!l,diante G. Herbst,Alternatives to Hierarchies, Leiden 1976.
68
Cfr., por ejemplo, Martha S. Feldman/James G. March, Inforrnation in Organizations
as Signa! and as Symbol, Administrative Science Quarterly 26 (1981 ), pp. 171, !86; James 1
66Críticamente al respecto, Larry M. Presten, Freedotn and the Organizational Repub!ic, G. Marcb/Guje Sevón, Information, and Decision Making, en: Lee Sprouil/l Patrick Crecine !
Berlin 1992. (Eds.), Advances in Inforrnation Processing in Organizations 1 (1984), pp. 95-107.

136 137
,;:,,
para que el individuo aparezca como tal. Se podría continuar preguntando: ~':1º también las premisas de decisión, las,reglas del juego o "el sistema", tiene sólo la
puede un individuo int~rp:_etar_lassitu~ciones, ayudándose con antecedentes~1:1_G libertad de comunicarlo y es caractenst1co que lo haga de manera que presuponga
í;;~aíei,;·pará que ías á1t~gi!l_tiy~s sehagan visibles para éEJ~ómo se puede com- íl
!;Y muestre abiertamente que otros deberían hacerlo. Al aumentar la complejidad, ser
.ri:~nci;~:;;~;;j;;;;;;¡~, ~na. :!~~ión actui(basándose en experi~~c]as ambíeiifa;~s recurre a la libertad como licencia para comunicar convocatorias o provocaciones,,
detalladas o con la ayuda de competencias profesionales, ¡le modo de visualizar tanto a nivel de la sociedad como en las organizaciones." Las consecuencias se \
'iiosibilidadesde elección, aunque di~ha situación esté determinada por el pasado,y muestran en la pasión con que se discute sobre las reformas.''º
pese a ser c9mo ~~? El tratamiento .simbólico del mÚndo de la experiencia no debe
0

signifi~ar que todo deba ser observado mediante el esquema de conformidad y des-
viación, con la consecuencia de que la libertad individual sólo pueda ser conocida VIII.
como desviación.
El "contrato formalmente libre" también podría ser interpretado como ejer- El :'.P!!':!~!gJ,~,~-n.:i~rec,(~' permite agru.!'ill.:.!~P9~9_ÍQI!s<;Í!e!,rqgéµ,as4e motivo~ ..
cicio de la libertad, en la medida que se entienda de qué_ se trata. Finalmente, se Reduciéndolos a'!i{más simple, se pueden distinguir los siguientes componentes:
podrían usar las carreras para la auto~imbolización, pese a_ la participación que
tiene en ellas la heteroselección, porque en el fondo concurren muchos otros y son,. v 1, una variante del cálculo económico de utilidades, que sin embargo deja
casualidades.que abren o cierran puertas; perol!'..l':'!sona, quesÍgµeJa . carréia · abiertas y traspasa a la determinación individual qué preferencias son
eón la cual el individuo se identifica, permanece siempre la misma, seguidas;
Esta reformulación del problema de la libertad cambia la perspectiva de la 2. una variante del vínculo normativo (aquí: qua "contrato"), que no obstante
relación entre sistemas psíquicos y sociales. En la .,9~ce_pció~-~be.tal~rtad deja abierto y traspasa a la determinación individual si comportarse fácti-
era supuesta CO\l)Odote natural del hombre. Se sigue a Hobbes y Locke. Corres- camente conforme a la norma o de modo ocultamente desviado;
,p~~dient~;~nt~: ;; ~¿nsideraba ~ lo;·¡-;~tores sociales, sobre todo a través del de- 3. un interés de carrera, aunque deja abierto y traspasa a la determinación
recho, como limitación de la libertad._ Si,. por. elcontrarío, se entiende la libertad · individual si esforzarse y cuán fuertemente en una carrera (donde también
0) ·'
C9_!11?.~2J!Sfill.CCión heurística de alternativas, se de?,en ~isti-;;g;;¡~ alme~os,~0~1~-Í la renuncia o la indiferencia aún son observadas detro del esquema de
"carrera").
~~":1_ci~~~ociales; Por una parte, s~ trata de la c-~~llll1ca~1~n y el_~~~nd~.:.'::,º\/ 1
y1
p~raJayosi~ijida<l, de un_a elección. Por la otra1 se_ha decl!stmgulf s1_ lªe!~,c10Q 'f6
.il1§.Sli!!"l1QL,.QJ1 aceptl)dos o no. La institucionalización de la forma del contrato , Es evidente que, en cuanto concierne a la situación efectiva de consciencia de los
, hace la libertad de elección comunicable y comprensible, por lo cual'permanece (~J individuos, éstas son construcciones sociales que no están destinadas a corres-
i abierto y puede decidirse de manera ad hoc, si también la aceptación o el rechazo ponder "psicológicamente" a las realidades. Sólo funcionan como "ficciones que
de la celebración de un contrato (el ingreso en una organización, el reclutamien- sustentan la comunicación" .11 Todas, sin embargo, ofrecen indetermi¡iaciones
to de un miembro) es aprobada y cómo comportarse cuando es previsible que la ' . que marcan en qué, puntos los sistemas.psíquicos y las organizaciones se ini-
decisión será censurada. tan mutuamente. El, rol de miembro,
'"'-"""""' ., ,, ,., •.,.. ,~.
en este sentido, es~,..-,,.,.,.~,.<s,•."·"-'·'"-•--·~-.·
una fórmula global para
,,._.,_,•,,•us.,.,,- ,.,.,•

SLel.uso.deJalihertaddehe ser atribuible individuahnente, el espectro se lhni-


til,.Qpciones lornles, relativamente ;;ncr~;~;~-;~;~·¡¡ ;pción ;¡~ uñ·cañi¡resino
69
que es~;--;;·;Úie'uípo ;hl'lósfei:ico; aüfos de planificar su jornada de trabajo o'de un "our freedom has been reduced to pointing behavior" (nuestra libertad ha sido reducida a
comportaroienlo indicativo), como dice Presten, Op. Cit. (1992), p. 31.
médico que examina antes de operar o que posterga la operación quirúrgica. Con 70
Trataremos el argumento más ampliamente en el cap. 11.
esto se delimita estrechamente la libertad de compreniión. Quien quiera cambiar 11
En el sen!ido de Hutter/Teubner Op. Cit. (1994).

138 139
as2QlamlentQ.S..ts.tmc\l!fales, cuyas irri!~cion.~s_son_elaboradas -de manera muy como en los tiempos de Max Weqer;-n~sjquiera en la autodescripción de las orga-
distinta, no integrable y continuamente sorprendente- en_ los sistemas_~~~~~icos 1.nizacion~~- En las organizacion~s\,e\'.pod~¡ es más bien una forma simplificada de
· y en las organizaci9nes. 1\ observac10n del futuro, de fiJac1on de'la.irísegundad.
· •e: ···si equiparamos la membrecía con la motivación y nos limitamos a la organi-
zación particular en la elecci_ón de la referencia de sistemA~iiE!eaµe..ill')"füi-
mos importantes-transformacjones. P~éSÚponeln9s, por ejemplo, la necesidad de IX.
dinero;pjro sófode"ñiodoábstracto, 'baj0oelas1:1puesto-de que s i e m p ~
~n el dinero en una economía monetaria que funciona y que cualquierá"ijüeileoe y Habiéndonos ocupado de adaptar, a_la teoría de los sistemas autopoiéticos opera-
qui~;~;~~s~ini;deliepreocuparséde tenerÜna renta coÍrespoñdíente:srse-cambrn tivamente clausurados, los conceptos de persona, consenso, motivo, integración,
cl stsiema de reforeiicfa y'se parte del sistema de la economía, la motivación de libertad y carrera, debemos volver al concepto de,ilÍe111brecía.'j'lada se opone a
pertenencia se convierte en una variable, cuyo significado depende de cuánto continuar usándolo como concepto para designar uá"fül" que disfi~gue a los miem-
dependan, de gastos/ingresos monetarios, los estilos de vida de los individuos. bros de los no mierp.bros. Sin embargo, no se puede decir que este rol realiza una
Aún cuando numerosos bienes de la vida cotidiana deben ser procurados y pa- fusión parcial de operaciones p,síquicas y sociale¡. Desde una persp;~tiva estiicfa-
gados en el mercado desde hace ya mucho tiempo, la dependencia respecto al mer- 1 ¡mente empírica, esto es imposible. Por eso_ sustituímos esta corriente interpretac.ión
cado parece aumentar notoriamente, incluso en los ámbitos más privados. Cuando f social del concepto de rol ("social" en ef sentido de la "integración social"), por

la mujer trabaja fuera del hogar, las labores domésticas se toman un pr9blema, ¡una interpretación objetual y una temporal. .----·- . .•. .... .
que en gran medida puede ser transferido al mercado: nuevos electrodomésticos, c~f~~~:~t~, 1~11;:'.'.::Sff9ª hace posible u ~ a11~J~~de 1af
comida preparada y congelada, pañales desechables y baby-sitters; además, se ha
operac10ne~ cm".~ruc.at1~~~- ~-.
el·~
. .~.st.e_m_.-ª..:..~_!_c··. 1
!enor, eLiiiterp.a se__limita me 1
La no pertenencia marca 1,
\g¡ªnteJa.distmc1on.de.¡,!~!::l~~crn',',,no•~-ert~.
·)·'.1.·$1-ex.·
-. ._.
de pensar en la separación y los costos consiguientes, que entran crecientemente
en el presupuesto normal de una familia o, en casos excepcionales, también en los indiferencia por principio, la cual sólci"iiii:cepcionalmente puede ser trasformada en
costos de inseminación artificial o de maternidad arrendada. En resumidas cuentas, relevancia, según la dinámica propia del sistema. Internamente, a través dela espe-
también crece el endeudamiento de los hogares y, con éste, el gasto en intereses y cificación mínima. de los requisitos de membrecía, surge un medium que requiere
en la amortización de hipotecas. ¿Y qué hacer, si hay que cambiar el automóvil? otras esp~cific~ciones; esto es un_m.,,q'/µ111_9.ueneces_itafoflll;;~¡;;;;; poder produ-
Esa dependencia multilateral respecto al mercado puede transformar la situa- Acir-qperndones o, en otras palabras, un _m_e.dium que permite nuevas distinciones
ción motivacional de un modo invisible para la organización. Frente al interés, por ~n~~mas COmO marco en el Cual se pueda fij~r ~i CO!IlportaiJÍiento COft \'in resfo de
mantener el puesto de trabajo o cambiarse a uno mejor, pierden peso los instru- ,espggt¡¡neidadJ>!!\c."~P."rable.
,,- .. ·
/1 mentas de dominio, directrices y control jerárquicos. Y esto no sólo vale para el Llama la atención que, en la forma del doble emnarcamiento, se realiza una
1 estrato más bajo, cuya supervivencia física -pensaba Marx- dependía de aceptar estructura que también es típica de las obras de arte, de manera semejante." La
el trabajo en la fábrica bajo cualquier condición, sino para todos los escalones . pintura tiene un marco que la delimita de su respectivo entorno. Los espectáculos
de la jerarquía y escala de remuneraciones. Tendremos repetidas ocasiones para ' teatrales se desarrollan sobre un escenario especial (a diferencia de las interpreta-
llamar la atención sobre el hecho de que nada de esto implica que se podría su- ciones sacras del medioevo). Las obras de arte textuales se encuentran en libros.
primir la jerarquía. Ésta conserva muchas funciones; por ejemplo, en el ámbito de El marco exterior es el supuesto para que surja internamente un medium que, en
absorción de incertidumbre. No obstante, se puede suponer que se ha reducido su
función como medio para inducir ll)Jltivación, esto es como "autoridad" capaz de 72
Cfr. David Roberts, Die Paradoxie der Fonn in der Literatur, en: Dirk Baecker (Ed.),
imponerse a la resistencia y que, por esto, dicha función ya no puede ser subrayada Probleme der Fonn, Frankfurt 1993, pp. 22-44.

140 141
zy

!I
'I
""
'I el siglo XVI tardío y en el XVII, se denominaba "bella apariencia", justificándolo El sistema puede hacer uso de su memoria de corto / largo plazo sin que los
contra imputaciones críticas. Puede sorprender este paralelo organización / obra contenidos sean explícitamente convocados y sin que éstos pasen por una cons-
de arte13 y en ningún caso debe llevar, haciendo cortocircuito, a una teoría estéti- ciencia y sean recordados también allí.74 Esto vale antes que nada para episodios
ca de la oraanización. Sin embargo, tanto 'en la teoría del arte como en la temia de ~ negativos, esto es para el hecho de no ser despedido, para el hecho de que una
a .
la organización, áicho paralelo dirige la atención sobre el fenómeno de Iá incerti- \I pe'.sona_aún sea miemb:o de la organización, con todas las posibles presunciones y
~\imbre autoproducida -y, con éste, sobre el tiempo que se requiere p~ra elaborar · •, 1exigencias que eso encierra.
!,;

paso a paso esa mcert1dumbre. ,. Como siempre, talllbién aquí la memoria permite extinguir, es decir; olvidar
'. . Ti;;¡;o,'en tanto las operaciones comunicativas del sistema· social deben detalles irrevelantes. Luego de un cierto tiempo ya no se recordará e! motivo de in-
/~', · co!ísfrulru;;S.t,\IC.!l.cia ..tel!)E!lf2>de ~fqptecimientos_ (aquí: je,dét~~s). Con greso o la situación de competencia en la decisión d,e personal (pero precisamente
1 ' esto, naturalmente, no se excluye la simultaúeidad de distintasdeci?looes, puesto . esto podría ser distinto en la memoria psíquicá que' en la memoria organizacional).
que la simultaneidad también es una modalidad temporal. Lo que simultáneamente 11 Se recuerda lo que tiene valm de futuro y por esto es. continua1:1ente re-impregnado

sucede, ocurre jnobservable, esto es tiene lugar al otro lado, en el lado no marcado j mediante dec1s10nes sucesivas. De esta manera, ~ia.ol;cidar-/-fecordar
de la forma ·"íucesíótÍ;'; pero puede ser incorporado en una secuencia solamente es\.~---,continuamente
.. ,.--, ... __ ·-
reescrita,
! .
lo- -cual sucede a menudo, por diverSGs motivos. En'
- - · - - - · ~ - - " · · - ~ · " ' ' ' _,_....,....,_... ,w~-,.,,,.,__.. ,~.•·-.,-.~

cuando es recórZlaao:o'cuando se anticipa el hecho de que más tarde será recordado cuanto dil'ereñcia;sírve-paia la conexión continua entre el pasado, cada vez ~ctual,
aquello que en el momento acaece simultáneamente y que por eso sucede inobser- el futuro, cada vez actual. se puede lograr mejor, dada,Üna ali:;d¡;ersid;d
vablemente. En esta referencia temporal, el rol de membrecía de la organización temática, porñieclfó"été'una· identidad que sea independiente de tal diversidad, y es
sirve .CQ!llg parte d<:,su_memoria Éste recuerda; añté todo, qi~J.Biiiiñii1ifü¡füla precisamente ésto lo que permite el atributo de ser miembro de un sistema.
e;¡;;iem6ro JéE1siéiña ;;;;;;,Eáüte iínáclecisióí.i' y que, mientras.esta aecisióññ& sea
... -'"'-': ....'"",",,':,,'//=--, ---~•- -- • _ _._,._.,a .. , . ~ - . _ - . , , , ~-·-~,,./·c,,,,--e••~ .. " ' ~

revocada, se Ruede rec~ir en todo momento a ella. Recuerda, además, el posicio-


~mnie~to de.! ;~len ei'organigrama del sistéma, esto es, recuerda el departamento \._it')
j

al cual ella pertenece. Funciona -y por eso se habla de "rol"- independientemente


del conocimiento_ personal y, por lo mismo, también opera en los primeros en- Teoría y praxis parecían ofrecer un concepto factible, mientras la disposición al
cuentros en sistemas complejos. En cierta medida, la membrecía puede organi- trabaio parecía asegurada por el contrato, en tanto la organizació; era concebida
zar iambién lamemoria de la interacción del sistema, ;;;~que..:;·;;;~~ g;e-eiél como uii"sfst¡;;·q~~ compriúna "zona de indiferencia" (Bamard) a sus miem-
sj~ema ,sJ.én. disponibles docurn_entos e1sritos-, difícilmegtf! [? ~a,se d~ un rno~9 bros, y mientras supervisión y sandón eran los.. medios con los cµafe:l'se· garantí-
unitario para.eLsistema total. e independi,nte, en general, de epi~9,<lj9s ~!ríbuibles . zaba ese acuerdo en elüempo, asegurándolo contra las equivocaciones. No obs-
a_pj,r1Ql\.!\S· Funciona en la continua prueba de consistencia del sistema (c;;ó'toda tante, desde hace décadas se ve también, que las posibilidades no se agotan con
memoria), funciona también independientemente de las fechas, esto es, también todo esto. La dirección d~~..<>_rg_~!!_i~_ación... -espera
.. --··--·· __ mayor ____CO!f!Pf?Itli.so
....
,,,.,,_.-_,
VQ!!mtª'-
fttpciona cuando la comunicación no puede recordar la fecha de ingres9..del!l1iem- rio. Los
,,,___ miembrn.t;,,nhelan
---·--·--·- ----······ ·--mayor satisfacción
- ..... -· y "autorrealjzación"
-· ...... ·····-· ...•.... ,.,,.,_..e!l.su.lrabajo.
, ,,

bro ;l si;i~~; ~ ¡~; fechás de ciertos episodios. ...... La investigación organi.zacional que aCOitlpaña estos cambios ha asumido estos

14
En la literatura se encuentran más bien comparaciones entre el sistema de mercado de
13 Para un ejemplo sacado del análisis de la conversación, relacionado con aquella moda-
la economía y la concepción moderna del arte narrativo. Véase especialmente Jean~Christoph lidad de expresión a la cual se puede reaccionar en la comunicación sin que esto sea notado,
Agnew, Worlds Apart: The Market and the .Theater in Anglo-American Thought, Cambridge cfr. Peter Fuchs, Modeme Kommuníkation: Zur Theorie des operativen Displaceinents, Frank-
lnglaMra 1986. furt 1993, pp. 48 SS.

142 143
deseos y los ha confmnado "científicamente". M~§.pcasiones de rendimiento pro- dad ("total qua/ity management" para todo) deberían conducir a resultados mejores.
PLO del personal, más consenso,_m_%..!!!9.tiY~Sión, in;ís.integración -¿Por qué no Se supone que esto es evidente y se vende como "verdad"; se podria decir: como
h;bría de se; posihle, si sólo se pudiera descubrir bajo qué condiciones organiza- 1
, una verdad bella (en el sentido de Baltazar Gracián), la cual, sin embargo, requiere
cionales se pueden combinar y realizar estas expectativas? El ejemplo de la orga- · ser comunicada y fomentada: Precisamente de este modo, sin embargo, se llega
nización productiva japonesa, donde tales expectativas parecen estar ya satisfechas al problema que primero ocupó a los terapeutas familiares y hoy también a los
bajo la forma de sobrentendidos culturales, ha reforzado esta tendencia aún más. consultores de empresa; el problema de una desastrosa contradicción entre el con- \
1tenido informativo (report) y el acto comunicativo de dar-a-conocer (command) de
1
Cuando sobrentendidos de este tipo se encuentran anclados en la tradición y en
76
la cultura, no se necesita formularlos. No se requiere traducirlos en un P!Ograma ¡1a comunicación.
de producción ni en un ideal en cuya comparación se demuestre que la orga~iza- En lo que concierne a las consecuencias, no es necesario pensar de inmediáto
ción precisa una reforma. El punto, sin embargo, es qué sucede si se formulan tales en la "esquizofrenia" 77 ni, con filósofos y científicos de la literatura postmoder-
perspectivas, si .se estimulan las correspondientes actitudes o ~e intenta imponer- nos, en la "deconstrucción" de las suposiciones iniciales. Puede bastarnos con
las mediante presiones sociales; o aún más ,simple: si se buscan las condiciones considerar imprevisible el tipo de solución de la paradoja que elegirá el sistema.
en las cuales, como se espera, tales perspectivas pueden ser realizadas. En ·tales/ \.Lo más probable acaso sea que el sistema comience a oscilar entre perseguir los
casos se llega a una comunicación paradójica que se autodeconstruye. 1 ,exigentes fines y la desconfianza frente a quienes los recomiendan. O que en el
\
La paradoja no está, como se podria suponer en una lectura superficial, en una · sistema se formen distintas opiniones y se genere una fisura entre partidarios y
contradicción entre la automotivación individual y la supervisión y el control je- opositores, entusiastas y críticos, con la cual se puede convivir, mientras no se
rárquicos." Estas son ciertamente variables distintas que, sin embargo, pueden ser endurezca en un conflicto permanente. O que se reaccione con ambivalencias,
combinadas en variadas formas, con resultados diversos. Véanse las innumerables por ejemplo, confirmándose éxitos donde todos saben que no ha cambiado nada.
reflexiones acerca de un "estilo directivo" adecuado o de las ventajas de una or- Y finalmente el tiempo ayuda con el benevolente velo del olvido, con nuevas
ganización "comunal" que acepta la dirección como una orientación necesaria,,L~ . afluencias de problemas y nuevas terminologías de moda (como, por ejemplo,
p¡¡rndoi.~est.á, más bien, enla comu.nicación misma, en una "contradicción perfor- '
1
cultura").

~ ::~~,p::::º\~ !:Hrp;-i1;:i~!1~::~1::\;;!:tf: ; i!:;!:~~:!~~~:


Si se preguntara a la teoría de sistemas por qué es esto así, ésta podria respon-
der que los sistemas psíquicos y los sistemas sociales se construyen mediante ope-
1 "' • ·· . ,..,•
!~d!üíitaiiiúhéúte lo<jtte sé espera!
r~

····· · raciones distintas y operan clausurados. La comunicación, que solamente produce


La paradoja no·;¿¡ó se manifiesta cuando se ordena explícitamente la automo, sistemas sociales, no puede cambiar nada de esto. No existe ningúha unidad
tivación y el consenso. Éste es sólo el caso extremo. La paradoja también determi- d~ sfatema psico-social. La comunicación es libre de tematizar este hecho con los 1
na la comunicación cuando ésta se plantea en un modo en que se pueden adivinar /1, termmos de persona/ consenso/ motivación/ integración, pero esto queda como
los deseos. Esto vale para todas las reformas, pero también para las investigaciones un contenido de sentido de la comunicación, que puede ser vivenciado psíquica- l
científicas que parten del supuesto de que mayor automotívación, mayor consenso, mente de una manera muy diferente, la que no es controlable por la comunicación. !
mayor atención en ocasiones no aprovechadas, en interrupciones, en faltas de cali- Si se quiere, incluso también es posible designar esta diferencia como unida&) 1

76
Cfr. Jurgen Ruesch/Gregory Bateson, Communication: The Social Matrix of Psychiatry,
15 Así, sin embargo, Janice A. Klein, The Paradox of Quality Management: Commitment, New York 1951, reimpresión New York 1968, así como las escuelas de terapia de Palo Alto y
Ownership, and Control, en: Charles Hecksche1iAnne Doonellon (Eds.), The Post-Bureau- Milán, que se han inspirado en estas ideas.
11
cratic Organization: New Perspectives on Organizational Change, TI1ous.and Oaks Cal. 1994, Así Gregory Bateson/Don D. Jáckson/Jay Haley/John Weakland, Toward a Theory of
~17~!~ . Schizophrenia, Behavioral Science l (1956), pp. 251-264.

144 145
-pero sólo como paradoja de la unidad de la diferencia, de la unidad de lo interno cha, a su vez, tema de !a comunicación. Se mantiene "cortés". 80 Puede expresar
y lo externo, de la unidad de autorreferencia y heterorreferencia. sus tonos principales y sus tonos secundarios al mismo tiempo, formula un dar-a-
conocer inequívoco, pero incluye también reservas, advertencias o limitaciones,
que contradicen el sentido principal y lo neutralizan en una medida más o menos
XI. elevada.'' Opera de modo preciso y ambivalente. El destinatario puede entender
o no entender qué se quiere decir, pero precisamente cuando entiende, compren-
El límite entre las operaciones psíquicas y sociales puede ser trazado de manera de también que no es pertinente aclarar la contradicción ni transformarla en una
precisa, inequívoca e insuperable, a nivel operativo. Esto no impide, sino más bien alternativa del tipo o esto/ o lo otro. En efecto, el sentido subliminal de tal comu-
provoca, que esto se refleje en los respectivos sistemas. La intransparente diferen- nicación es precisamente .!a evitación de la lógica binaria. Por lo demás, también
cia irrita tanto a los sistemas psíquicos"· como a los sistemas sociales. Dejemos a sería inútil intentarlo, porque la comunicación dispone de suficientes estrategias de
un lado el fastidio psíquico y concentrémonos sobre las formas que se construyen desviación, de suficientes mecanismos defensivos, y también es posible saber eso.
en la comunicación como reacción a este hecho. Tienen notable importancia para En la antigua teoría de la comunicación social, esta clase de problemas eran
evaluar precisamente la comu~icación organizada formal o informal. No se podrán tratados con los términos de sinceridad/ no sinceridad, entendiendo que la since-
comprender realmente las organizaciones: sincoñocer'yevatuar esta situación. ridad no puede ser comunicada. Se puede subrayar la propia sinceridad, aseverarla
La solución del problema, tanto en la sociedad más amplia como en las orga- solemnemente, sólo para despertar, al hacerlo, la sospecha de que lo contrarío tam-
nizaciones, consiste.en.un- comportamiento que, apoyándose en teorías de terapia bién es posible y ta! vez incluso probable. La comunicación se protege a sí misma
sistémica, se lÍa~acomunicación pa~adojal. En las ambiciones de reforma, de las de la solución de sus paradojas y traslada el problema a una especie de cultura de
cuales acab;;;;¡;;;de:'i',iliiitr,"eFprobleina es resuelto mediante la introducción del la sospecha. Todo participante se ve obligado, y esto de nuevo psíquicamente, pero
futuro. En.d.prnsente,J'!.<l_rºanización todavía no .está en c9ngici_on~~ de arrove- con consecuencias sociales, a contar con !a incertidumbre y a proseguir en la co-
P--,-~---·-.. ···-·-~-·---.. --··· ··---··· ·- .. -.
char las posibilidades de desarrollo persona!, consenso, motivación .e integración. municación con esta hipoteca. Parece entonces existir una suerte de conspiración
-·--·-····--·..·---·-:_____
' ' --,.·----- .....,
~----_,-,,•·•''""'• '""

Por eso debe ser 'irañsfórniadif:'Pero::i·esto se comunica, la parado1a·retorna en la


., ··------- de los sistemas psíquicos y sociales, que lleva al hecho de que la comunicación es
comunicación y de;onstruye sus fines. Incluso prescindiendo de grandes planes dotada de mecanismos de autoprotección y !os individuos !o saben o no !o saben,
de esta naturaleza, el mismo problema se presenta en la comunicación cotidiana, lo aprovechan o lo sufren; aunque, en todo caso, ellos mismos también están prote-
cada vez que ésta quiere convencer, persuadir o motivar. 79 Una comunicación así gidos en su propio mundo de pensamientos contra la heterodeterminación.
da a entender, que ella no (o no del todo) corresponde a las concepciones operantes ••
a nivel consciente, pero al mismo tiempo impide, que esta discrepancia sea he-
30
Cfr. sobre esto Niklas Luhmann, Takt und Zensur im Erziehungssystem, eri: Niklas
Luhmann/KarJ.Eberhard Schorr (Eds.), Zwischen System und Umwelt: Fragen an die Padago-
n Se podría pensar en continuar tratando este tema con la ayuda de conceptos freudianos. gik, Frankfurt 1996, pp. 279-294.
como el de represión a! inconsciente. Pero esto contradiría a! refinamiento fácil de observar en ª1 Gruis Argyris, Crafting a Theory of Practice: The Case of Organizational Paradoxes,
el trato con este problema. Tal vez sería de mayor ayuda un concepto como et de desatención en: Robert E. Quinn/Kim S. Cameron (Eds.), Paradox and Transformation: Toward a Theory of ¡
orientada. El individuo se atiene a rutinas protectoras. "Internaliza" las reglas sociales de corte- Change in Organization and Management, Cambridge Mass. 1988, pp. 255-278 (258), ofrece es-
,,
sía y respeto por la autodefensa de los otros. tos ejemplos: "You are running the show, however. .. " (Tú diriges el barco, sin embargo ... ); "You
79 Por {o demás, aquí se reconoce la ventaja de un uso puro del poder según el esquema make the decision, but clear with. .. " (La decisión te corresponde, pero espabílate con... ); "That S il
!.'I'·

'I
señorisiervo. La orden "haz esto"' puede ser comunicada sin paradojas. Sólo el siervo, que debe an interesting idea, but be careful... '' (Es una idea interesante, pero ten cuidado... ). La fórmula
dar la impresión de estar de acuerdo y que ejecutará la orden como su propia acción, comunica de Argyris para todo esto es "designed inconsistency" (incoherencia diseñada). Más detallada~ 1¡

1
conésmente, es decir, paradójicamente. mente Chris Argyris, Strategy. Change, and De-fensive Routines, Boston 1985. ,1,,
JI,,
,,
146 147 11
1
.il
.I
Entre los efectos consecuentes, está que típicamente las infonnaciones no son hace de modo veloz y paralelo. La consciencia traslada los resultados, producidos
tomadas como se dan, sino que deben soportar una segunda mirada. Son filtradas internamente, hacia fuera, al entorno. Presupone que el mundo allá afuera es tal
una vez más desde el punto de vista de: ¿De quién provienen? ¿Es de fiar? ¿Qué como es percibido y, para poder mantener esta ficción, no debe saber nada acerca
callan? ¿Qué se oculta detrás? Probablemente éste sea uno de los motivos, por los del trabajo de su propio cerebro. Esta labor de extemalización de la consciencia es
cuales, precisamente en los escalones superiores de la organización, tiene lugar sólo indirectamente accesible a los sistemas sociales, vale decir, solamente en la
tanta comunicación oral entre presentes. Quienes dudan buscan seguridad adicio- 1
1 forma de sus propias operaciones, esto es, sólo en la medida que se comunica sobre
nal, en su propia percepción de los otros. la base de percepciones.
En los conceptos extremadamente formales del cálculo de la forma de Spencer Ante la complejidad y el constante desplazamiento del campo perceptual
Brown, 82 se puede reconocer aquí un reingreso (re-entry) de la forma en la forma de una multiplicidad de individuos que vivencian simultáneamente, esta conver-
(de la distinción en lo distinguido). La comunicaciórtmLplJede prgce,~r~p<J_I'_,sí sión de percepciones en impulsos comunicativos únicamente es posible en una
misma los intrincados pensamientos ni menos las percepciones de los individuos; medida extremadamente reducida y altamente selectiva. Exactamente en esto se
pero tampo¿o pu~de ignorar que existen y que pueden irritar la comunicación. ~ encuentra, al mismo tiempo, la oportunidad para que la comunicación controle
requiere encomrar, enJª__<:_()!11_ll_nicaci~~.' u11_a fon:ia comunicable P":_~--1~-~a qué productos perceptuales incorpora y dota de efectos en la siguiente comuni-
..Y.í!l8Qll\.me11teesJ05wede mediaAte)~E?_Illll_n!:.fl:~n paraoo]al, mediante l~mu- cación. La propia percepción no lo puede decidir. Es característico, ·particular-
nicación de la no comunicación, mediante ····- ····-······-la comunicación délfarréfascomunica-
______
·····-···"···••"'•"''''"'·""'"_,_,,, ~
mente para las organizaciones, que éstas estandarizan los campos perceptuales
'lívii:S:" Elfropío:!'¡:¡,:-¡¡,¡¡:;,;:es, naturalmente,una parn4ojay,_s~g~pJri.~c1on de los individuos, por ejemplo, mediante la escritura, 84 y con ello regulan qué
qM.rdngresa_en aj_111isma y que, con ello, es la misma y ~o ~s la l!l~_lllª, asume, precepciones tienen una oportunidad de ser transformadas en comunicaciones.
~n rnªntÓ paradoja, diversas formas que a sü'vé; son par~dojas, pero armoñizaaas,\. Entre los grados de libertad de este acoplamiento estructural entre percepción
1,/ al ámbito de operación. La fecundidad de eMa trans:ormación rndica ~n que puede y comunicación, se encuentra el hecho de qúe éste dispone de dos formas distin-
, expresarse de muy distintas formas, ofreciendo as1 contnbuc10nes ut!les para la tas y puede oscilar entre ellas. Los individuos pueden reportar lo que perciben, por
1 . .
: autopoiesis de. los respectivos sistemas. ejemplo, preparar protocolos. También pueden, sin embargo, producir artefactos
perceptibles y ponerlos a disposición de la percepción ajena. Con esto, ya a nivel de
la transformación de la percepción en lo que puede ser percibido, están garantiza-
XII. das una suficiente normalidad y una presencia duradera, de las cuales se beneficia la
autopoiesis de la comunicación. Es más: sin ellas esta autopoiesis sefü!'imposible.
Un último aspecto, casi inadvertido hasta ahora en la discusión, concierne a la Esta transformación de la percepción en lo perceptible ha alcanzado autono-
función de la percepción sensorial, sobre todo de la vista y el oído. Rara vez nos mía propia en la forma de las obras de arte. 85 Parlo demás, sin embargo, <lepen-
damos cuenta, pero la teoría de los sistemas operativamente clausurados obliga a . de de la continua comunicación lingüística, oral o escrita. ¿En qué otra parte, un
concluir que los sistemas sociales, incluyendo las organizaciones, no pueden perci- individuo, que percibe y produce algo que puede ser percibido, podría obtener
bir. La percepción sensorial presupone un estrecho acoplamiento estructural entre puntos de referencia respecto a lo que interesa en la comunicación y al modo en
cerebro y consciencia. El cerebro realiza complejos cálculos neurofisiológicos Ylo
84
Junto a la escritura se requiere pensar, naturalmente, también en señales acústicas, ruidos
Yolores. Sirven, sobre todo, como señales de alarma que llaman la atención, o también como
32 Véase George Spencer Brown, Laws ofForrn, reimpresión New York 1979. señales convenidas que ponen en movimiento !a acción programada.
85
83 Otra solución de este problema, funcionalmente equivalente, aunque más bien "traicio~ Sobre esto, más extensamente, Niklas Luhmann, Die K~nst der Gesellschaft, Frankfurt
nera", reside en la forma del secreto. 1995i especialmente, cap. l.

148 149
el cual puede ser comprendido? Como resultado, este nexo entre percepción y co- verbal del tema. Sólo en conexión con esto puede el pensamiento pro.ducir confu-
municación conduce a un incremento evolutivo, en el cual la estandarización de la siones propias e intentar luego resolverlas (por ejemplo, mediante equivalencias,
comunicación -como parte de las posibilidades perceptivas de los individuos- va metáforas, recurriendo a esquemas familiares). La autopoiesis de la comunicación
a la par con una alta medida de responsabilidad por la transformación, que puede presupone, no obstante, que la consciencia es capaz de operar desde antes y debe
ser atribuida individualmente. En el ámbito de lo perceptible, únicamente pueden operar independientemente del hecho que .a los individuos les salga bien O no el
obrar individuos con cerebro y consciencia, pero la selección de un aporte a la pensamiento. Depende de los esfuerzos de extemalización de la consciencia per-
comunicación presupone la red recursiva del sistema de comunicación que se re- cipiente de los individuos, aunque no de otras exigencias de discernimiento, razón
nueva a sí mismo. Este nexo ba favorecido el error, según el cual los individuos o sentimiento, que previamente reciben sus impulsos y criterios desde la comuni-
1 no sólo pueden percibir, sino que pueden también comunicar. Sin embargo, si se
presta atención a la selectividad de las operaciones singulares, la discrepancia
cación. Sólo la comunicación produce, a partir de la disposición de los individuos
a compartir lo percibido o deducciones desde lo percibido, un contexto propio de
se hace más que clara. Ningún individuo puede producir por sí mismo la com- reproducción del sentido, el cual luego influencia, a su vez, la elección que deben
prensión de otro, ni individuo alguno puede determinar qué valor informativo tie- efectuar los individuos cuando transforman percepciones en comunicación, esto
nen, en la misma comunicación, los aportes que él ha producido. Los individuos es, principalmente: en percepciones para otros.
producen, a nivel de la percepción, un acaecer paralelo a la.comunicación en curso: Sólo orientando de este modo la descripción teórica, se hace evidente cuán
palabra¡ audibles y signos escritos legibles. Pero, lo que suceda con eso y, sobre crucial debe haber sido el complemento y ampliación de la comunicación oral con
todo, qué reacciones de aceptación o rechazo se produzcan en la comunicación, la escrita. La escritura hace posible una dirección más poderosa de lo que los in-
únicamente la propia comunicación puede aclararlo. dividuos reciben para leer y, al mismo tiempo, ofrece grados de libertad decidida-
Sólo si se analizan con suficiente cuidado los acoplamientos estructurales entre mente mayores para convertir textos leídos en otra comunicación oral o escrita. La
percepción y comunicación, considerando la selectividad de las operaciones sin- participación en la comunicación escrita permite un grado más alto de ·personaliza-
gulares y sus. recursividades en el propio sistema respectivo, se reconoce el lugar ción, porque libera de las presiones generadas por la presencia de otros. 86 El modo
exacto del acoplamiento estructual entre elaboración perceptiva individualmente- de trabajo escrito de las organizaciones aprovecha esta ventaja y con ella produce
consciente y comunicación. Los individuos exoneran, en cierta medida, a la comu- una combinación de disciplina e individualidad, que no sería alcanzable de otra
nicación del proceso perceptivo difuso, espacialmente complejo, temporalmente forma. Sobre el mismo terreno, la velozmente creciente elaboración electrónica
inquieto y, por otra parte, "indeciso" y traducen luego en signos sólo algunos re: de datos plantea problemas del todo nuevos. En relación con las operaciones pre-
sultados seleccionados, que otros individuos pueden percibir como comunicación. paradas por las máquinas, lo que los individuos pueden percibir pasa gota! punto a
Por sí solo, ya es esto una conquista evolutiva, sin la cual la comunicación no sería segundo plano,.que la participación de los individuos en el acaecer comunicativo
posible. Por fortuna es utia conquista del todo independiente de si los individuos de la organización parece cambiar fundamentalmente. De un lado, demanda ma-
piensan correctamente, enjuician de manera razonable y están emocionalmente yor actividad traer a la pantalla para la percepción el saber disponible; del otro,
dispuestos al consenso. esta misma actividad está altamente estandarizada; sólo se puede hacer correcta o 1
!I
En la tradición occidental, orientada por la diferencia entre ser humano y ani- equivocadamente. Dado que hay mucho más saber disponible que antes, se podria ,1

mal, se ha sobrevalorado el pensamiento y debemos corregir esa sobrevaloración. suponer que también aumentan los grados de libertad para transformar Jo percfüido ,¡
El pensamiento opera típicamente de modo retrospectivo, observa una operación .l
que ya ha ocurrido. Ésta puede ser una percepción sorprendente, pero sobre todo 116 1
Esto vale naturalmente, ante todo, para la lectura de textos impresos. Véase Elena Es~ t!
una comunicación. Se piensa considerando lo que se ha dicho o se podria decir,
a menudo casi simultáneamente, pero en todo caso después del planteamiento
posito, Inte'raktion, lnteraktivitat und Personalisierung der Massenmedien Soziale Svsteme J
(1995), pp. 225-260. , - !
150 151
en lo que puede ser percibido por otros. Por otra parte, el aparato debe aceptar lo
que se ingresa. Por un lado, a diferencia de la comunicación escrita, lo que se in-
gresa en el aparato es independiente de la constelación en la cual será nuevamente CAPÍTULO 4.
llamado y, también, de si el próximo usuario reaccionará aceptando o rechazando. LA PARADOJA DE DECIDIR
A partir del ingreso, esto puede ser aún menos dirigido que en la comunicación
escrita, para ni hablar de la oral. Pero, por otro lado, la comunicación se produce
sólo mediante otra percepción. El verdadero problema debería estar, entonces, en
cómo se comporta esta transformación de lo percibido en lo perceptible, en el pro-
ceso comunicativo de la organización.
Las cosas que ya son perceptibles ahorran consenso del modo más amplio o, l.
más precisamente, hacen superfluo ver un problema en la diferencia entre con-
senso y disenso. Este efecto liberador se reforzará cuando las computadoras sean Si queremos continuar desarrollando la idea, de acuerdo a la cual una organización
consideradas una realidad de referencia compartida. En lo esencial, el computador está. o~.mtivarµente constituida (por la_comunicación) de decisi9nes, 1 mucho depen-
es una máquina invisible, cuyos estados de conexión pueden ser hechos visibles derá de lo que se designe con el concépto de "decisión". Se podría pensar que, en
sólo en medida limitada y únicamente por medio de comandos muy específicos. Si este lugar, aún se puede dirigir el desarrollo de la teoría mientras en lo sucesivo
. ' ' '
aquí uno se orienta por percepciones compartidas, es necesario dar por supuesto dicho desarrollo se tornará rápidamente demasiado intrincado para el autocontrol.
·que la máquina invisible está adecuadamente representada en el campo perceptual. Si se pregunta a la literatura que se ocupa de las decisiones, se encuentra, en
La "realidad virtual" de la máquina tampoco se puede, por lo tanto, agudizar en el mejor de los casos, la información de que se trata de una elección (choice).' Esto
una cuestión de consenso, aunque puede ser utilizada para engañar a otros. Es ne- parece bastante inocuo, casi como una tautología, pero posiblemente contiene dis-
cesario contentarse con ficciones de consenso y, dado el caso, buscar comprensión posiciones teóricas que se debiera examinar.
en cuestiones referidas al empleo de estas máquinas y al trato con ellas." Por elección, probablemente, se pensará en una acción que alguien realiza.
No existe "elige", sino "alguien elige". Con la opción teórica por la acción, se
eliminan enseguida también los problemas de atribución. La acción de elegir es
atribuida al que actúa. La acción atr~,_fg.!!!2_~~eto, las miradas del observa-¡/
9Qt interesfl!)o _en Ja causa!id¡td. Ofrece u~a cone~i~~-clara Y_::_~ura (futre -~ausa ~l
efecto: liyolpn~~~~~?~l!,J~J.~-~-~!?.11- .O: sm.YQL1mtªg¡¡g_li_~·acc10Ii. Peto, 1·
'"-"--~-' ;

1
Aquí ponemos "comunicación" entre paréntesis, para evitar, en el curso de este trabajo,
estar continuamente refiriéndonos al hecho de que se trata de comunicaciones y no de eventos
de la consciencia. Naturalmente esta simplificación de la fonnulación no cambia nada en J¡is
premisas teóricas.
2
Típicamente, tampoco el concepto de decisión se considera un problema. En un manual
sobre decision making (Irving LJanis/Leon Mann, Decision Making: A Psychologica! Analysis
of Conflict, Choice1 and Commitment) New York 1977) no se encuentra presentación alguna del
concepto, sino sólo la fórmula habitual: "When people are required to chose among alternative
87 Véase también Günther Ortmann, Formen der Produktion: Organlsation und Rekursivi- courses ofaction ... "(Cuando se pide a las personas elegir entre cursos alternativos de acción ... )
tilt, Opladen 1995, p. 132. {p. 21). ¿Quién Jo pide? ¿Cómo se llega a las alternativas? ¿Qué es "choice"?

152 153
1
, como se puede ver fácilmente, e¡tQ.et~~! duplicación de la cosa en cuestió_n, vale
decir una ficción; 'puesto que la voluntadµ'o es otracosll_c¡ue la misma ac¡,,íon,: Se
~ctqar. e§ .una decisión y, si se quiere un concepto especial de decisión, es nece-
sario agregar una característica particular, por ejemplo, dificultad de elección (¡la
pued~n buscar otras causas y·:itróréi'üids; pero se· 11ega'i'aiiittfüiíeiutarprob1~ma decisión ~s trabajo!), decisión en condiciones de incertidumbre, falta d~ rutina
sin fin de la atribución causal. Una vez que con el actor por fin se tiene un terreno o de programación. La...critica a las premisas demasiado racionalistas de la antigua
finne bajo los pies, se puede indagar una y otra vez acerca de influencias sobre su teoría de ladecisión, hasta ahora se ha limitado a estas presunciones e intenta madi,
actuar o sobre efectos no previstos de su comportamiento; pero, con la causalidad ficarlas en di~ección a la inseguridad, sobrecarga de infonnación, cambio de prefe-
elemental de la acción, se tiene un punto fijo que limita la búsqueda continua de ,e~~i~s, etc. 4 Por ahora dejamos estas complicaciones donde están, porque cu;;do
causas y efectos. Acaso haya sido éste el motivo por el cual un autor como Max sea necesario, se podrán fácilmente reconstruir al interior de la teoría de la decisión ..
Weber, metódicamente tan cuidadoso en cuestiones de atribución, al buscar una En su lugar nos preguntamos: ¿qué hace de una acción (eventualmente de todas las
acciones) una decisión? - ................................. "
annazón teórica general, finalmente dio cori el concepto de acción social signi- ...,_,_ ..,-,., ...... -
ficativa. Pero, ¿a.qué .nos aventuramos, si tomamos este atajo como concesión a Si nos limitamos al concepto de decisión, definir una decisión como elec-
prgblemas de método? c[ó~ (Ehoice) no lleva muy lejos. Queda estancada en un~ tautología.,Enton~~;: se
El.,Q1lC"Pt2.de acdón se conecta, entonces, con modos reducidos de atribu- complementa esta definición, infonnando que laelecció~''ha: de orientarse a una
ción; esto lleva enseguida a fonnular la pregunta: ¿_g¡ij¿n. a\fi\,µy.e? O más .en ge- alternativa. Esto reduc.e la complejidad del mundo a pocas variantes que vienen a
neral: ¿<J]lién,.Qb~e¡:v,a y de,scribnm<L~cción como acciór¡,un,v!!'9§iím,G~de- éúeniá, pero no da respuesta alguna a la pregunta que interesa en seguida: ¿qué es
.cisión? Para la teoría dela acción es obvio que se respond(,J,t!lflQL!!lÍ$.!llO)l no una elección? Más bien, sólo transfonna el problema, convirtiéndoJo en la pregun-
p;;;¡~, por cierto,'aétu'1f sin voluntad y sin consciencia. Con eiío'se'exc1Úye que ta: ¿en qué consiste lo alternativo de la alternativa? y ¿qué puede significar para
algún otro pueda describir como acción o como decisión un comportamiento que, el futuro si se cree encontrar una alternativa como resultado del pasado? Una res-
a quien se le atribuye, no le había parecido absolutamente tal. ¿Per2_quién.desea puesta a estas preguntas supone de nuevo el concepto de elección (o de decisión). ·,~'.
establecer, en la red de operaciones de la comunicación social, el estado en que se Ante todo, ahora se enfrenta la pregunta: ¿Qué.posibilidades . esJA~ inql~idas_en
·e;contraba el actor cuando .actuó? ¿No se depende forzosamente de atribucfones .ie.~lter:iativ~ y cn.ál~S}O~ excluidas _de ésta? ¿Está, como se podría suponer, esta V
sociales y, con ello, de convenciones, porque de otro modo nada funciona¡ía? ¿Es, pregunta previamente decidida por el orden lógico o cosmo-lógico del mundo o ',,::,,:" ·
tal vez, éste el fundamento por el cual la teoría de la acción se transfonna, tan rá- debemos presuponer un observador que lo decide? Y si es así: ¿~~:,ce la ex-
pidamente y sin mayor reflexión teórica, en una teoría de las instituciones? ¿Y no clusión de. o.tras posfüjlidades aJa estructura lógica d_e la altemativa? ¿Es necesa-
se debería decir, entonces, que sólo en la resonancia social ·el actor nota que le ha rio,.preguntando de otro modo, incluir el excluir? Y, refo1mulando lris!óricamente
sido atribuido su actuar y que haria bien en preparar vías de adaptación anticipada la pregunta: ¿Fue éste, acaso, el fundamento por el cual Kant sólo quiso hablar de
y tener listas las explicaciones correspondientes, motivos, por ejemplo?' Pero, libertad bajo el supuesto de que seria manejada racionalmente?
entonces se ha de reconocer: actúa quien es tratado como actor. Nos movemos, pues, en un circulo. Una alternativa existe cuando una posibi-
La relación entre el actuar y el decidir es igualmente dificil de determinar y ~~~d. de ge,ci¡ió,g ~tSRn!l:9nt~dasQn una ~- varias ó~aí; ~ cónaidón que sólo una
por eso pe1manece oscura o al menos controvertida. A menudo, como hace tiempo 4~ ,l)~¡ pµede 3-euea\i;;,ªfil¡.Jaeiección de una obl{ga a r~r\Ünciar a las 'ótrás. Por
en la ética, el actuar es definido a través de la libertad de elección. Entonces¡odo .. eso re<J.l!i"re unar~ff~~i.2n.cg(d~g9sa y tfll vez se encuentre expuesta a reproches o·
• al ill?'.~pentimiento posteriqr. Al examinar el uso lin.gíiístico, salia a la vista que se
. -·-··-···-···-·-· . .,,.,, ,,

J Sobre esto se encuentran numerosas investígaciones las que, en parte se vinculan a Max
4
Weber, en parte aAlfred Schutz. Hemos ofrecido indicaciones sobre esa literatura en et cap. 3, Véase el sucinto resumen en el epílogo a la segunda edición de Richard M. Cyert/James
nota 34. G. March, A Behavioral Theory of the Firm, Oxford 1992, pp. 226 ss., con más indicaciones.

154
caracteriza por su ambivalencia. A veces se designa como alternativa la variedad dientemente abstracta, para que pueda abarcar las diversas formas en las cuales
de posibilidades, a veces sólo una versión extraída del conjunto de posibilidades se materializa la operación de observación; la ventaja de esto es que el concepto
no realizables simultáneamente; y, a menudo, permanece oscuro a cuál de estos puede concentrarse sobre un problema determinado, como la pregunta: ¿cómo es
dos significados, que se excluyen mutuamente, se alude. Esta ambivalencia del uso posible indicar algo determinado y dejar fuera de consideración todo lo demás? ¿y
lingüístico parece indicar una paradoja que I!Q.sepuede admitir, sinogue..~e..~~: cómo se llega, desde aquí, a una determinada.distinción, como la que es requerida
esconder, porque simultánean,iente (de nuevo: ¡simultáneamente!) se pretei¡,g<:,~~ en el decidir: '!§\.9.Y.!!O..est,o o.tro, y, esta alternativa y ninguna otra?
la ,i;~i;ión ~na cuidadosa reflexión, cuando no racionalidad. Ya en los análisis de las condicio~~s de posibilidad del obsérvar nos topamos
.. · ~te todo se deberla aclarar; como sea, qué vínculo existe entre la decisión con un problema, que se repite en el análisis del decidir. ¿Cómo es posible usar una
y la alternativa. La_ajt~rn.~tiya no se decide por sí misma. Ni siquiera las teorías distinción, pero indicando sólo uno de sus lados, esto es, sin indicar la distinción
dialécticas, que partían de "contradi~;iotÍes", "íi"ábrlaii afumado que las contradic- misma? Naturalmente, también se pueden indicar distinciones, pero entonces es
ciones se superan por sí mismas. Se requería agregar otro factor, llamado concepto, necesario distinguir la distinción a indicar, de otras distinciones, y se tiene el mis-
espíritu o revolución. Pero si se necesita una decisión para elegir una de las posi- mo problema de una distinción presupuesta, pero no indicada. Se puede, por cierto,
bles alternativas (o un decisor capaz de hacerlo), ¿qué es esta decisión, quién es formular un concepto de dist[nción, como estamos intentando hacer nosotros, pero
este decisor? en.tonces se debe distinguir este concepto de otros, por ejemplo, de conceptos que
sólo buscan dar un nombre a las cosas (y con esta distinción entre el concepto de
distinción y el concepto de cosa se obtendría un buen punto de partida para la dis-
II. tinción (de nuevo: ¡distinción!) - entre la moderna teoría diferencialista y la teoría
vétero-europea). No logramos, en síntesis, eludir el entendido de que, cuando se
Para proseguír, proponemos una construcción más abstracta de concepto.s~Sus- observa algo, algo se hace inobservable' y, en todo caso, el mundo, comprendido
tituimos el concepto de acción, como concepto último, por el qe observación. S, como totalidad de las cosas (como universitas rerum) o como totalidad de las dis-
tiene una observación, siempre que se hace una distinción p~a.iñdícar 0un-lado tinciones, permanece inobservable. 7
(pero no el otro) de la distinción.' Se¡lÚll esto, e¡_q\>¡ervación toda experiencia psí- Con esto, nos encontramos ante una paradoja fundamental: toda observación
'l1clica que,_debe focalizar su.pe(cepción Y. su pensamiento. Pero también lo es toda grn!Jµc~JQ observ~doy lonoobserva\lo. Pero ¿q1,1é es exactament~ lo paradójiéo'
acción que quiere lograr algo determinado (y no otra cosa) y, por último, también de.esto? La.operación de. observar no es. bloqueada por ~!Jo. Al contrario: sólo ásí,
toda comunicación que escoge una información para darla-a-conocer. El concepto
se aplica de manera más elemental que conceptos como cosa, evento, símbolo, 6
••
. Cfi: Heinz von Foerster, Das Gleicbnis von blinden Fleck: Über das Sehen im allge-
acción, decisión, todos los C\jales siempre presuponen distinciones, IJ!ien_ttl!§.,el.ob_:_ memen, en Gerhard Johann L1schka (Ed.), Der entfesselte Blick: Symposion, Workshops Aus-
servar indica el propio distinguir que indica, esto es, se incluye también ~ ~í rpis1!15' stellung, Bem 1993, pp. 15~47; pero también la doctrina mucho más antigua de la "perspectiva
ll¿ ;~ ;¡;~~~econceptui El con~~pto ha de ser concebido de manera correspon- de 'perdimenti "{perspectiva de profundidad), que se remonta a Leonardo da Vinci y que subraya
el hecho que en toda focalización y en toda ampliación del contraste, algo se esfuma. Véase
sobre esto Ernst H. Gombrich, Omament und Kunst: Schmucktrieb und Ordnungssinn in der
5
Este modo de entender el concepto no proviene de la psicología, sino de la cibernética. Psychologie des dekorativen Schaffens, traducción alemana, Stuttgart 1982, pp. J07 ss. Además,
Como sea, también puede ser interpretado psicológicamente. Para el concepto general véase, no se vera como casual que se haya encontrado eón este problema precisamente la teoría de Ja
por ejemplo, Heinz van Foerster, Observing Systems, Seaside Cal. 1981; Niklas Luhmann et producción artística, que quiere producir posibilidades de observación. Para ella, junto con ser
al, Beobachter: Konvergenz der Erkenntnistheorien?, MUnchen 1990; Niklas Luhmann, una dificultad insuperable, al mismo tiempo le sirve de alivio. .
7
Die Wissenschaft der Gesellschaft, Frankfurt 1990, pp. 68 ss. Cfr. además Francesco Pardi, En este sentido, para un mundo que se quería montar para la autoobservación, también
L'osservabilitii dell' agire sociale, Milano 1985, que comprende la literatura precedente. George Spencer Brown, Laws ofForm, reimpresión NewYork 1979, p. 105.

156 157
i

1
se hace posible. Se puede también cambiar la foca!ización dél observar y avanzar permanece inobservable. Naturalmente, se puede ayudarlo mediante la sustitución
de uno a otro. Por medio del método de "uno después del otro", se pueden acumu- de otra distinción. El observador se distingue a sí mismo como sistema de su entor-
1
lar saber y cambios de estado producidos por la acción. El único problema es que, no y, con esto, de otros observadores que están en su entorno. Para el observador 1
de este modo, nunca se puede producir saber sobre el mundo, ni tampoco generar mismo (esto es: ¡para cualquiera!) ésta será incluso la primera distinción, de la
mundos mejores; tampoco se puede nunca vivenciar ni actuar fundamentadamente, cual dependen todas las otras. 9 La autodistinción del observador (=sistema / en-
sino sólo en relación a diferencias. De la dependencia de la forma de todo observar, torno, adentro/ afuera, autorreferencia / heterorreferencia) impide, ante todo, que
se sigue que al ocupar un lado de una forma, se debe dejar libre el otro. Aunque si el observador se con.funda continuamente con otros. La autodistinción hace posi-
se considera adicionalmente el tiempo, esto sólo puede significar que el otro lado bles atribuciones. A pesar de todo, no libera de la ley de hierro: que en cualquier
debe ser dejado libre para que pueda ser reocupado. Esto vale también "auto lógica- transferencia, también en la différance en el sentido de Derrida, el observador y
mente" para distinciones como sujeto/ objeto, autorreferencia / heterorreferencia, su observar continúan inalcanzables para sí mismos. Ni siquiera se puede decir:
observador/ observado. La unidad, sin embargo, entonces sólo puede ser pensada él está aquí y, con ello, está metafísicamente presente. Esto, en efecto, llevaría
como traspaso de los límites, como oscilación. Esto presupon,uie~9¡iá, porque [9__ sólo a preguntarse qui.~n <lis)ingue, en tal caso, entre presente y ausente. En otras
que es dej¡¡do libre debequ~dar dispopi~le corno_ocupable, sigo s~ ~a de disolver // palabras: un observador no puede, como suponían, Descartes o Fichte, conocer;e
eJ)_unconcept2 indeterminable de mundo. ¡' ni "afirmarse" a sí mismo autoconscientemente. EL§ólo p~ede distinguirsey el
Pero; ¿qué hemos ganado con decir que "la unidad" de los objetos de cual- s~ntido. !le e.stadistinción no consiste en su certidumbre puntual o ''subjeiivá", sino
quier tipo (incluidos sujetos, decisiones, etc.) es la oscilación? Se podría decir: al ,~_su capaódad de con~xión-en tanto que este o_bservad9r, u otro que lo distingue,
menos la idea, de que toda solución de la paradoja de la unidad de la forma, requie- pue.de.comenzar partiendo desde aquí,
re tiempo y que debe tener lugar no sólo en el tiempo, sino sobre todo con la ayuda, Si nos preguntamos cómo se trata el problema de la paradoja del observar, hay
del tiempo, con el auxilio de la distinción temporal entre futuro y pasado. Pero así que presuponer que no puede ser "resuelta", en el sentido que después ya no exista.
solamente se transfiere el problema a la cuestión de C!ÍJU9.PUede operar la memoria Esto significaría que se suspende el observar mismo y se transforma en un estado
de.~gsj§!ewa, quep¡¡ede producir la ilu.sión d~ la unidad de los objet~;: ;p_artlfde · entrópico o en el nirvana. Sigue siendo posible, en cambio, desdoblar, desenrollar
la n.e.cesidad . de una sucesión de ocupaciones que dejan libre el otro !ado..c.orres- / o desplegar la paradoja, en otras palabras, r.e~giplaza1la por una distinció,n 91l:~
!lQ!l.di,e;i_te. Y esto también vale, de nuevo "autológicamente", para la cuestión ctti l/ !f}baj~ cqµjden\idades, lªs.,_uales pueden .ser comunicadas en forma relativamente
cálllil.un.nbservador se.puede distinguir a sí mismo de lo obseryaclp.8 ¡: 1, convincente, sin que a nadie (o quizás sólo a un "filósofo") se le ocurra la idea
La..paradoja..de la forma SQ!110 unidad de Jo distinto es, en consecuencia, un /; de preguntars~ por la unidad de la distinción. Tres de estos ,:despliegueé de la
·\ . __
., ,,,_ '' ....... -· ......... -,--
' ·" ·-·. ·--,
problema.de la !Ilemo¡ia. S,e hace un problema fundamental sólo si-y en la medida . ' paradoja merecen particular atencion:
e;};¿;~¡::: s; ¡¡¡;¡;¡~ en ,on~ce~ la ~njqad que in~luye al mis1110 oEs~rv:ar, esto es,
el mundo. Aunque también: ¡al sistema que observa! También aquí, en efecto, se l. La solución lógica y lingüística, hoy ya clásica, exige que se distingan
tiene el problema de la autoobservación que quiere observar simultáneamente al sí niveles lógicos que, en nuestro caso, son los niveles de la decisión si y de
mismo que efectúa la observación. No sólo el observar, s_ino también el observador

9
Sobre et alcance de una "primary distinction "(distinción original) tal, que produce todo
3
Véase sobre esto Ranulph Glanville, Was ist und wie kann ein Gedachtnis sich erinnern, lo demás, incluyendo los axiomas necesarios para un cálculo, Véase nuevamente Spencer Brown
was es ist?, citado según la traducción alemana ·en Ranulph Glanville, Objekte, Berlin 1988, Op. Cit. Esto conduce, como consecuencia últiina, a la propia sllperación de 1a ontología en su
pp. 19-46, como intento de resolver el problema mediante un concepto de "objeto" que compren~ comprensión tradicional. La·.distinción adentro I afuera es, en efecto, ahora más fundamental
de la autoobservación como presupuesto del ser objeto. que lci distinción ser I no ser.

158 159
la decisión cómo se debe decidir. Esta solución, sin embargo (y la objeción 3. al reingreso (re-entry) de la distinción en Jo distinguido por medio de ella. 13
se ha hecho, entre tanto, habitual), no es de gran ayuda, en primer lugar, Una vez que se ha captado esta figura, se puede volver a encontrarla con
porque la distinción de.niveles es ya la distinción de un oh.servado!, para facilidad y en muchos lugares insospechados.'' Por ejemplo, en el derecho
la cual se repite el problema·del punto ciego;'º y, en segundo lugar, porque o en la moral. La distinción derecho / no derecho" o la distinción bien/
también la decisión al meta-nivel, aquella entre decisión y no-decisión, mal es sometida a re-entry cuando se estima que es de acuerdo a derecho
si ha de ser una decisión, soporta el peso de nuestro problema, vale de- o es bueno distinguir así. Pero entonces se necesita encontrar, para este
cir no ser componente de sus alternativas. Como ha sido anterionnente derecho o para este "bien" otro no derecho u otro "mal", por ejemplo,
indicado," la economía de la operación de observación también es con- · un derecho natural o uno ético, en todo caso, uno "superior", de fonna
traria a una solución como ésa. Esto, porque la operación de observa- que el problema pueda ser solucionado en una jerarquía de niveles, mien-
ción se debe servir de simplificaciones rápidas, como la percepción de tras sea convincente. O, en la relación del observador y lo que indica con
figuras y sus denominaciones o la observación de lo que otro "opina" su observación. Pero entonces se necesita aceptar una infinitud estructu-
y, mientras está activa, no puede continuar disolviendo tales complejas . rahnente no elirninable y descomponerla, por ejemplo, en el tiempo; en
identificaciones. este caso la observación debe ser entendida como una operación la cual,
z. Más allá de esto, pertinazmente impresionados por Marx y Freud, po- aunque ella misma no requiere tiempo porque es sólo un evento, ocurre
demos distinguir estructuras latentes y manifiestas. Esto requiere una entre los horizontes infinitos del pasado y el futuro, los cuales han de ser
observación de segundo orden. Un segundo observador observa (¡distin- distinguidos y sincronizados, por medio de ella.
gue!) a un primer (inmediato) observador, con el interés (nuevamente
¡una distinción!) de ver lo que éste no ve y que no puede ver, debido No nos liberamos de la paradoja con las tretas anterionnente discutidas. La pode-
a la fijación de sus esquemas de observación. 12 Su fundamento puede mos mandar al diablo, pero no eliminarla ética, lógica, nonnativa, ni cognitivamen-
radicar en un interés terapéutico que se puede orientar a sociedades te. Por último se esconde incluso (¡bajo la fonna de un re-entry!) en la distinción
enteras, a organizaciones, a familias o también a individuos que tienen entre paradoja y despliegue de la paradoja. Tampoco la lógica presta ayuda; puede
problemas consigo mismos. Este interés por la terapia parece ser parti- tratar de excluir la paradoja, pero entonces tendrá que vérselas con la paradoja
culannente grande en tiempos de incertidumbre generalizada, por lo cual en la fonna de la inclusión de su exclusión. Por su misma fonna, [as paradojas
la distinción latente / manifiesto puede ser plausiblemente comunicada ~_on .ugQr9bl~!J!ª inso]µblesualquierI s.ea la distinción que las const;;;;,e:Autic¡üir
sin siquiera preguntarse antes si también los terapeutas, y sobre .todo esto no significa que haya que desalentarse y pasarlas por alto con 1ltf"anything
ellos (que por trabajo ven lo que otros no ven), necesitan terapia. Si se goes". La cuestión es sólo: ¿qué_despliegues de paradojas funcionan y bajo qué
fonnulase esta pregunta, seria necesario· pasar a otra fonna de desplegar
la paradoja, esto es,
" Esto según Spencer Brown, Op. Cit. (1979), pp. 69 ss. Cfr. también Louis H. Kaullinan,
;¡ Self.reference and Recursive Fonns, Joumal of Social and Biological Structures 10 (1987),
'I 10 El "punto ciego" aquí es 1 naturalmente, la pura intención de evitar las paradojas que se pp. 53-72 (56 s.) Véase también supra, p. 95.
14
1 manifiesten. Cfr. Niklas Luhmann, Observing Re-entries, Graduate Faculty Philosophy Joumal 16
'I H Así, mediante Jurgen Ruesch/Gregory Bateson, Commllllícation: The Social Matrix of (1993), pp. 485-498. Reimpreso en: Protosoziologie 6 (1994), pp. 4-13.
15
l,. Psychiatry, New York 1951, segunda edición 1968, pp. I92ss. . Traducimos ast la distinción Recht!Unrecht, para hacerla compatible con la traducción
,¡. 12 Con mayor detalle sobre esto Niklas Luhmann, Wie lassen sich latente Strukturen hecha del resto ·de la obra de Luhmann al español. No obstante, el profesor ·brasileño Marce!o
beobachten?, en: Paul Watzlawick/Peter Krieg (Eds.), Das Auge des Betrachters - Beitrage zum . Neves sostiene que para la ciencia jurídica una mejor traducción seria legítimo/ ilegítimo_(N.
Konstruktivismus: Festschrift Heinz von Foerster, München 1991, pp. 61" 74. del T.).

l60 l61
condiciones? La pregunta debe ser dirigida a un sistema histórico, a una máquina mos decidir aquellas cuestiones que son en principio indecidibles). 18 Esto puede
;~.trivial, que se encuentra siempre en un estado detenninado por ella misma, el parecer, a primera vista, un juego de palabras, pero debemos servirnos del len-
cual descubre al continuar sus operaciones. guaje, para comprobar que toda decisiónsupone que no se podía decidir hasta
La fonnade la paradqjª ts, entonces, la,Jonna con la cual se bloqu~a el obse:· __ese
,,_.. ,ll)Qmento. Si se concibe el tiempo de un modo suficienterr1ent;·¡;;¡¡~al ' se vera

var, p;r~ h;~erse nota¡ a sí mismo que no pnede obse¡yar.el mundQ.. En este nivel, que d<!,trás de la_fo~ulacjón lllO<:lal "in1ecidible" se oculta finalmente un problema
;Í se·p~dría adoptar una fonnulación de Spencer Brown, l]!~ll<i9, Yobserva,,i<l..nJ)2 ~~tiempo. Y también el teorema de la indecidibilidad de Godel pennite que la de-
pueden ser distinguidos • precisame,nte poi:que, para hacerlo, sería necesaria. una cisión sea entregada al exterior (¿o al futuro?).
'distinción. 16 Con la observación de una paradoja, de una LQjjnitud. en for!Jla ~nita, La unidad de una decisión, en consecuencia, es una paradoja para quien se lo
~l sisterrm que observa logra una irritación insuperable. y desde aquí se necesita pregunta y lo es desde varias perspectivas, según cuáles distinciones se utilicen (fin
partir si se debe producir un m~~do: porque ,;; ~~iverse comes into being wh~n y medios, an,tes y después de la décisióiJ; Ópcionalidad, incertidumbre autoprodu-
~.space is severed or taken apart" (se origina un universo cuando un espacio es cida). Esto vale, nótese bien, para toda decisión, cualquiera sea su formato. En tal
1
' cortado o separado), o sea ."a worldwhere, in theftrst place, the boundari~s.can be modo, notamos de paso, es rechazada la concepción según la cual sólo los trabajos
\ drawn anywhere we please" (un mundo donde, en primer lugar, los límites pueden de punta asumirían esta particular fonna de paradoja." Puede ser, desde luego, que
' ser marcados donde nos plazca)." los trabajos de punta no puedan ser explicados de otra fonna que con fórmulas
como "you have to be lucky", (debes tener suerte),20 o que la excelencia se pennita
explicarse públicamente, a sí misma, como una paradoja. Pero esto deviene rápi-
111. damente en una ideología que excluye otras. Un análisis más preciso muestra que
,tQ!l.I}.\'SÍli(¡µ,_ que. se d_,sig;na a sí mis~a como dedsión, ,ncalla euuna paradoja;¡
Para sacar conclusiones del caso de la paradoja del decidir, únicamente necesita-
mos copiar el análisis de la sección precedente y agregar algunas particularidades.
1. .,La.s...d
.. e.c. isiones 1
son·. observaciones!. º. bse·rv·an.. n¡¡,diante··· . dis·.tJ· n. ci9nes, .9.u_e.h ·1·¡
~os llamado alternativas. fonna "alternativa" es, entonces, aquella fonna qu,! ·)\ó
1
. En primer lugar daremos.una nueva versión de la paradoja, referida a la deci- ~/ 1race unadecisión de una observación. LadeéisÍón indica el lado que prefiere de¡J
sión. GJl§ para1ojas decisionales son indecidibf7.s, porque todadecisigg ,Qntie11e.~u cos;
';!~ ~!!~'E:ativa. ~9)'._no otra es el mogp especíílco .d~ su operar (autopoiéti-'
2Jlll.esto. Pero las indecibilidades, en el sentido de Godel, son a la vez el supuesto co). Por esto, presumihlemeíííe; es.más Tmportante (y rápido) acla~r la textura de
para la posibilidad de decidir, sólo pueden ser resueltas por decisión. ' .Ql)]yJb_()s_e alternativas para una decisión, que iluminar todas las consecuencias de una deter-
questions that are in'principle undecidable, 1'."~ can d~cide" (NosWO!i sólo pode- minada opción. '~
----·- -- .. --·~-- .. , .... - ..... , _,,.,- ····--········ __ ., __ , '"' ' /

Las alternativas son.tipos especiales..de distinciones. Como todas las distin-


ciones, prevén dos lados, pero presuponen que ambos /ados·de la distinción son
Así "A Note on the Matbematica!Approach", en: Laws ofForm, Op. Git., p. XXIX.
16
Ek~~2-q_lJ{es, es/o es qu.e qlflbQS lqdospzie«en eer i~dicados.·E;ta es una p~rticÜla-
Spencer Brown Ibidem, p. XXIX. La formulación puede ser fácilmente mal entendida.
17
ridad notable (aunque también se encuentra-~n la lógic; de las especies y los géne-
Es claro que no se trata de arbitrariedad, porque en eI mundo no existe arbitrariedad. Solamente
se trata de un equivalente de la constatación, ·de que el cálculo matemático debe introducir, por
18
sí mismo, todos los supuestos sobre los cuales se basa. O, en otra versión: se trata de una formu- Heinz von Foersier, Ethics and Second~order Cybernetics, Cybernetics & Human
lación de la clausura operativa de los sistemas capaces de observar. El propio Spencer Brown, Knowing 1/1 (1992), pp. 9-19 (14).
19
en efecto, menciona también los "motivos"· como requisito para introducir distinciones. Pero Así, como respuesta a los dilemas que había levantado la búsqueda de excelencia y de
la distinción de estos "motivos" o la distinción de las distinciones con las cuales.se hiende y al cualidades distintas de liderazgo, Robert E. Quinn, Beyond Rational Management: M~stering
hacerlo se produce el mundo, debe quedar asentada en un lugar más avanzado de la arquitectura the Paradoxes and Competing Demands of High Perfomiance, San Francisco 1989.
10
de fa teoría, porque para esto debe darse por supuesta la operación de reentry. Quinn, ibídem p. 23.

162 163
ros, cuando se distinguen colores, animales, etc.). En la teoría matemática de Spen- todavía es posible encontrar luego una unidad e indicarla, aunque sólo con uná
cer Brown, en principio sólo se asume que algo es distinguido de todo lo demás. considerable pérdida de información. Se trata, por ejemplo, de colores (y no de
La observación marca y con ello produce, por así decir, a su espalda, un estado no mujeres, ollas ni cabezas) o de diversas posibilidades de resolver un problema o
marcado del mundo. 21 Dado que toda observación requiere una demarcación, es de alcanzar un fin (y no se trata de otros problemas u otros fines). 24 Pero, antes que
posible cruzar el límite hacia el estado no marcado, pero no es posible indicar nada nada, siempre debe ser producido un ámbito de demarcaciones mutuamente exclu-
allí, porque entonces se requeriría usar otra distinción, con otro estado no marcado. yentes, o sea del observador mismo. En suma, no se evita la paradoja de la unidad
El simple cruce del límite confirma, en cualquier caso, dicho límite. ~ü::u.epetida de la distinción mediante la especificación de un ámbito de distinciones, pero se
l~__opefª<:iól! _de indic~r, s¡¡rge identidad al lado interno del límite. Si elsisteJUa hace más fácil ignorarla.
¡¡asa!llás allá del límite, no encuentra ningún fundamento operativo y deb.e. volv9r- Si se ha seguido el análisis hasta este punto, se deberá reconocer que no es
a cruzar el límite, con el efecto que todo es como si nada hubiese acontecido. 22 admisible fundar estas dos distinciones en una. Sin embargo, es precisamente esto
Esta condición cambia cuando se enfrentan dos lados que pueden ser indica- lo que sucede en el caso típico. Esto conduce, por un lado, a que se exagera el con-
dos. En este caso, se tiene que ver con una distinción que puede ser determinada traste al interior de la alternativa (como el contraste entre colores contiguos) y, al
por ambos lados; esto es, con u11q .dis_tinción distinguible. Esto no elimina la regla mismo tiempo, pasa inadvertido que la alternativa misma es paradojalmente cons-
fundamental, según la cual _toda distinción produce un estado inalcanzable y no truida, esto es, se basa en que no es conjuntamente observada la elección de este
marcado del mundo, pero ahora es necesario distinguir dos distinciones y referirlas preciso esquema de observación. Para _evitar.in_certidumbre, ~e _acegtúa lo di¡tintp
entre sí: la distinción constitutiva, que se distingue del mundo que permanece no 9e._las posibilidades que s, excl~~enrecíprocamente. Entoncesse puede. deci<ljr
marcado, y las diferencias que pueden ser distinguidas al interior de esa distinción. p.Q[qµ_ne. debe deci,!ir. Sólo después se producen preferencias y eventualmente se
La c9nstrucción de una alternativa, parn usar una fonnulació11 de Eva Meyer, se ~IJ,f<tlizan valores, ¡¡ara confer_ir._djre_cción y fjmdamento a la d~_cisió~}' ··
pr~cura un ento~~-;; E~ otr~~ íé~in~~, ~o se_co~_sj~en_distin~i~~ii~i-i~ñipé!G~ Con estas reflexiones se agudiza la cuestión de cómo se comporta la decisión
>l;lternativasal interíor_1e un~ especi~, si no se separa, ~l mismo tiempo,)Juspe- -re_spectoa las alternativas
~·-··--,, ........
,. .......
,
al interior de... las cuales
---···' ·• ..
ella deb~ riidicár'únadeliis ¡íos'i'
... ,,.
•,

cje_9)aalten1ativa de todo lo demás. Al interior de la especie, o de la alternativa, "bilidad_es. Ahora es claro: la descripción de la decisión como "elección" constituye
sólo una transcripción tautológica del problei¡i. Si no nos contentamos con esa
21
No partimos, entonces, de un caos 1 de un estado entrópico originario del murido, desde el transcripción, se ve que la _decisión misma de ni¡¡guna manera puede encontrarse
cual luego surge el orden, mediante creación o por medio del azar y la evolución; sino que también en las alternativas. La de.cisiónJ10.esuna-de las posibilidades que se puede. elegir_
la primera diferencia entre marcado y no marcado es producida por un observador, Cualquiera sea (y esto naturalmente también vale cuando la decisión se agudiza el\ !lternativas,
la distinción para ello. Cfr. también Philip G. Herbst, Alternatives to Hierarchies, Leiden 1976,
pp. I04s.: ''.:.· ihé ol'iginal state is not original!y the original state but only becomes this after a tales como: decidir o no decidir, decidir ahora, más tarde o no decidir). Pero sin
primary distinction has been made" (... el estado original no es originalmente el estado original,
sino que llega a serlo solamente luego que se ha hecho una distinción primaria). Lo mismo dice el
24
concepto de autopoiesis. Un sistema autopoiético tampoco puede observar su propio inicio, sino Dejamos aquí discurrir paralelamente la lógica de los géneros y la lógica de los proble~
que únicamente mediante .una distinción antes / después, puede observar su haber~ya~empezado. mas (esto es la lógica de la substancia y la lógica de la función), porque nos interesa únicamente
22
Véase Spencer Brown (1979), Axioma 2: "The value aj a crossing made again is. not poner de relieve lo ·que tienen en común. Es claro, sin embargo, que tarribién se puede recurrir
the value ofthe crossing" (El valor de un cruce repetido no es e! valor del cruce). Y: "For any a la historia con esta idea de la semejanza y así se puede entender mejor por qué, en los últimos
boundary, to recross is not to cross" (Para cualquier límite, recruzar es no cruzar) Op. Cit., p. 2. tiempos, se ha podido reorientar el pensamiento desde el género al problema, de la substancia
Cfr. también p. 5: the form ofcancellatíon (la fonna de cancelación). a la función. Sobre esto, la siempre interesante lectura de Ernst Cassirer, Substanzbegriff und
23
Así Eva Meyer, Der Unterschied, der eine Umgebung schaffi, en: ars electronica (Ed.), Im Funktionsbegriff, Berlín 1910.
Netz der Systeme, Berlín 1990, pp. 110-122, en conexión con los intentos de Gotthard Günther is Esto, como es fácil ver, va contra de una tesis habitual, alrededor de 1900, ·según la cual
para distanciarse de las decisiones lógicas simples. los valores valen a priori, esto es constituyen puntos de referencia últimos, insuperables.

164 165
alternativas no habría tampoco decisión: s~lolas alternativas hacen de la decisión para delimitar, respecto a influencias imputables, lo que se considera la esencia de
una decisión. Entonces parece que la decisión ·es ~i t~r~erÓ
excluido qÜe esirÍCÍui- Í;decisión. La necesidad de explicación sólo es postergada. En efecto, las pregun-
d~;~ ~í obse~; q~e usa la distinción, pero que, al hacedo, rÍo puedé,hiéifo;rse-a tas-de conexión de imnediato cuestionan: ¿cómo se "operacionaliza" la arbitrarie-
sí mismo; .O el "Interpretan/", en el séntido de la semiótica dé Charles 'i Peirce, dad?, ¿cómo se la convierte en información? Aquí nos podemos ayudar traspasán-
que se debe agregar necesariamente, para que la distinción entre el signo y lo que dole el problema ql decison Él es quien decide. Con esto, en lugar de la paradoja
es indicado pueda ser convertida operativamente en un nuevo estado. 26 Cualquiera entra una tautologÍl;:·"éi decisor decide. Es más fácil continuar tratando esta tautolo-
i de estas versiones, que básicamente dicen lo mismo, señala que ~d"'isión, S'!_a gía. Se debe conocer al decisor, si se quieren prever las decisiones; aunque se sabe,
• lo. que sea en cuantooperac1ón (por ejemplo, como comunicación), agarece en el que si él sabe que se_qyjere sa\Jer cómo. decide, tendrá la fuerte tentación de decidir
\p. ••.1;g?;d~~d~b~~tamos una paradoja, vglf <iecir,[acle la inobservabili~a1 i,:__la
1 de otra manera. En esta forma, el problema es desplazado desde el diagnóstico de
fa situ~ción al diagnóstico del sistema. Entra en juego mayor complejidad, mayor
~
operación de observación y, so,n_ella, del ~2~er:,:ador.
Así se explica por qué opera la teoría de la decisión con el concepto de elección redundancia y mayor variedad. Se tienen más puntos de apoyo para hacer suposi-
(choice), el cual, de modo similar al concepto de selección, no explica nada, sino ciones y pera dar explicaciones posteriores. Es más fácil engañarse a.sí mismo y
que solamente marca el lugar donde algo debería ser explicado. 27 Únicamente por su · menos fácil darse cuenta.
resultado se puede ver que una elección haya tenido lugar, esto es sólo retrospectiva- El supuesto de que el decisor es quien decide lleva a mitos que se conectan,
mente." El acontecimiento mismo queda inexplicado y, lo que es peor, incomprendi- en parte, con expectativas, en parte, con fundamentaciones y justificaciones. Los
do. Esto tiene como conseéuencia, que en la presentación de decisiones típicamente más importantes: que las decisiones serían, al menos intencionalmente, racionales.
se llega a mistificaciones - no sólo al interior de las organizaciones, sino también Estarían orientadas hacia los intereses de largo plazo de los organizadores, por
en la teoría. No se ·puede, por cierto, añadir que la decisión no se puede decidir a sí ejemplo, la rentabilidad de las empresas económicas o a la "objetividad" de las de-
misma (así como el fuego no se quema). Entonces se debe elegir una presentación cisiones de la administración pública frente a presiones políticas apremiantes. Bus-
que evite esta impresión y proponga un sentido que, en cambio, resulte convincente. carían recuperar un equilibrio perdido. Una observación más precisa de la paradoja
Acaso la solución más común sea: atri~!Jira ladecisión un mo_Ille~!o_de '!".: de la decisión constatará considerables discrepancias entre mito y realidad." Vol-
bitrariedad. EsuijµfoJIDación, sin¡mbar$O, permanece indeterminada; sirv~ _sólo veremos sobre esto en los capítulos 5 y 14.
Incluso si la conexión entre decisión y decisor es un constructo de atribucio-
nes, en ningún caso significa que sea sólo una ficción que se derrumba al mirarla
26
Como explicación: interpretant es principalmente el signo, e1 cual garantiza que en la en profundidad. Se podría hablar más bien, también aquí, de un "Eiglmwert ", un
diferencia entre e! signo y lo indicado se. entiende lo mismo. El concepto, sin embargo, apunta
también a !a necesidad de desarrollar una triada a partir de una díada.· En principio, no obstante, "valor propio" de la organización, continuamente confumado en la práctica recur-
esto todavía es pensado según la teoría de la identidad y no según la paradoja. siva del decidir organizacional. Esto se debe, no por último, a que esta atribución
27 Con esto no se quiere sugerir que existan explicaciones definitivas-correctas. El argu-
no sólo es efectuada por otros observadores, sino también por el decisor mismo, el
mento se orienta _sólo contra explicaciones aparentes e incita a volver a la paradoja para contar cual desarrolla así vínculos emocionales con "sus decisiones" y "sus fundamenta-
con un punto de partida para análisis posteriores.
" Uoyd E. Sandelands/Robert Drazin, On the Language of Organization Theory, Organi- ciones". Por ello es recomendable cautela en el trato comunicativo con decisiones.
zatíon Studíes IO(1989), pp. 457-478 (459 s.) y Robert Drazín/Lloyd Sandelands, Autogenesís: La crítica puede herir y muy a menudo se aceptan de.cisiones por respeto al decisor.
A Perspectíve on the Process of Organízíng, Organízatíon Science 3 (1992), pp. 230-249 (231)
hablan por eso de "achievement verbs" (verbos de logro), que no explican nada. Pero volver a
19
conceptos como acción o interacción sólo sería moverse en círculos, porque también contienen Cfr. para órganos directivos de empresas económicas Gordon Donaldsoo!Jay W. Lorsch,
implícitamente e1 concepto de decisión y, del mismo modo, solamente son reconocibles retros~ Decísion Makíng at the Top: Toe Shapíng of Strategíc Directíon, New York l983, para un resu-
pectivamente como estipulación de algo determinado (y no otra cosa). men pp. 6 ss.

166 167
Con una metáfora introducida por Michel Serres30 se puede decir, entonces, razgo, tanto a nivel de la observación de primer orden como a nivel de la observa-
¡que eLdecisor es el parásito de su decisión.; aprovecha que la decisión se bas~ ~n ción de segundo orden. 32 No puede haber "temias del liderazgo" independientes de
· una alternativa. La decisi<ln pasa, él permanece. En todo caso, l!l. decisión puede este tipo de reflexión (esto es: no ocupadas en resolver la paradoja de la decisión).
· seguir siendo te;~ de la comunic~~ión posterior, se puede intemgar (icon~élio Dado que la decisión debe ser atribuida, pueden presentarse errores de atribu-
reconocer) al decisor. ción. La decisión no es necesariamente tomada por quien asume la responsabilidad
También el de.cisor es y permanece una construcción de un observador que y pone la firma en su comunicación. Esto se sabe y se tiene en cuenta. Pero incluso
puede ser él mismo. Jamás será posible ni se permitirá examinar la realidad efec- si se descubre el error de atribución, no se llega todavía a saber quién ha decidido
tiva en el sistema, puesto que hacerlo significarla paralizar las cosas para siempre. "realmente"; o más exactamente: dónde se debe presionai: para influir en una deci~
Sólo cuenta como realidad la resistencia de observaciones contra otras observacio- sión inminente o hacer corregir una decisión ya tomada.
nes. Por esta razón, para todo lo que haga las veces de realidad se debe suponer Si las teorías de la decisión no consideran el problema de la atribución, sino que
un sistema operativamente clausurado, porque sólo en un sistema se llega a una tal ven al decisor como el lugar, en cierta medida, ontológico del decidir, se ofrece una
1,oposición contra sí mismo. Así se hace fácil decir que el propio sistema o~~a-~iza- resolución de la paradoja referida a él. El problema se traslada entonces a las limita-
+ 1: cional es el sistema que observa sus decisiones y sus decisores, al hacerlo prg_du- ciones de capacidad del espíritu humano, a sus capacidades limitadas para procesar
~i
! realidad en la forma de resistencia contra sí ~i;mo. La t~~Íología de;plegada informaciones y a la discrepancia entre cálculo óptimo y cálculo efectivamente posi-
¡ : cl~~isión / decis~r provoca a la organi{ación (aunque, evidentemente, también a ble. En esto concuerdan la investigación organizacional (en conexión con Simon) y
todos los sistemas psíquicos participantes) tan efectivamente, que se busca y se la psicolog/a. 33 En la teoría de la decisión autopoiética, esto significa que la paradoj,J 1
encuentra resistencia. _del_ge_cjc!irJs \t'§Uelt¡l_c_on una .distinción. ileterrnina<\; ~$ta es la distin¿ión trazadJ;
Indiscutiblemente hay individuos que se compenetran, mejor que otros, con el .~ntrEacionaliclil~ óp!hE:a YJacionaHd~d limitada. Ésta ha operado de manera enor-\i
31
•*'"-"'"''""
misterio del decidir, Entonces, en referencia a Mi!X
. '··"· Weber,
....
"
se habla dr_"carisni~:'
_.,,~; . -·
'
. memente estimulante para la investigación, por cierto que bajo el supuesto de que"
Se basa en uííá comprensión secularizada de este concepto religioso. No se trata, el concepto mismo de decisión no sea definido o que lo sea sólo tautológicamente.
por lo tanto, de un don conferido desde lo alto, sino una especie de autoinspiración. La consecuencia probablemente más importante de esta atribución de deci-
La fe en el carisma, también y principalmente la del propio portador, puede ser siones a un decisor es que, al crecer el significado de la decisión, también crece
descrita como hecho o fenómeno. Sin embargo, la explicación radica en que, de el significado del decisor y viceversa. A pesar de todas las líneas fácticas de in-
cualquier otra manera, la paradoja de la decisión se impondría sin mediaciones y fluencia y pese a toda "organización informal" eLsistema 4e decisjones tiendt a
habría que aceptar un bloqueo del observar. Y de esto libera la atribución del caris- construir11na.jernrquía. Las.decis.io11e.s importantes. deben ser.tomad:!!< wuy en).o
ma que, si se nos permite decirlo así, "fenomenaliza" el problema. Se puede supo- _alto, las más importai_:¡!~~-~nlac~spide. Pero también a la inversa: lo que baja des-
ner que el misterio del decidir estimula las reflexiones sobre las cualidades del lide- de arriba debe.ser.c9p__sjd~rac!9. i111119;tan¡;¡ ~n determinadas circunstanéias co;;;o
tan importante, que se debe encubrir la inobservancia .
30
Véase Michel Serres, Le Parasite, Paris 1980.
...be modo ~ny similar y complementari¿ ~ lo anterior, se supone que con
31
En todo caso, la interpretación aquí indicada no se conecta con Max Weber. Para Weber, la,_impo~ancia de las decisiones también aumenta su necesidad de consenso y
en efecto, la autoridad carismática era un concepto contrapuesto al de autoridad burocrática; en
el relleno carismático del misterio de la decisión, por el contrario, nosotros vemos una figura de
clausura que protege una operación contra su paradoja. Por esto debemos atenuar la relevancia "Cfr. sobre es10 Bobby J. Calder, AnAtribution Theory ofLeadership, en: Barry M. Staw/
que Weber da a la extracotidianidad (¡de tipo ideal!) del carisma, sin perder de vista que existen Geraid R. Salancik (Eds.), New Dircctions in Organizationai Behavior, Chicago 1977, pp. 179-
casos excepcionales de personalidades carismáticas tras las cuales desaparece la cuestión de 204.
cómo se ha llegado a la decisión. 33
Véase sólo Janis/Mann Op. Cit. (1977).

168 169
con la necesidad de consenso también las posibilidades de obstrucción, de apla-. ticipantes una sensibilidad para su propio significado (o carencia de significado).
zamiento, de levantar obstáculos para el siguiente decisor. Necesidad de consenso Dentro de los límites indicados pueden desplegar no sólo la paradoja, sino también /
significaquese debe decidir sobre el consenso para deci~i;~;;Jas decisi¿nes a sí mismos; pueden encontrar un nicho, pueden aspirar a ascender hacia un sig-
i@portantes debe~ seipr.eparadas como textosescri.tos y''.~º:firmadas". Tenden> nificado más alto o pueden también simplemente i.nteresarse por otras personas y
cialmente, de esto deriva una proliferación de cláusulas y condiciones, de acuer- "sus" decisiones y divulgar rumores.
dos y compensaciones, por los cuales las decisiones se toman tan complejas que,
·al menos para los insiders (los de adentro), el .decisor deja de ser reconocible. La
paradoja se oculta bajo la complejidad. IV.
Se podrá suponer que, en los casos típicos, se llega a relaciones equilibradas.
Através de. la n~cesidad de consenso se puede producir mas bien quietud, inacción, El enigma de la emergencia de decisiones, por una especie de química decisional,
abstención; a través de la jerarquización, en cambio, energía e innovación. Aunque no es entonces explicado mediante los conceptos de elección y sujeto, sino sólo
éstas, se podria casi decir, son impresiones estétícas. 34 Lo. queuna organizacióµ repartido en dos conceptos. Esto conduce a la pregunta de si se puede acuñar un.
. s.e excede eµjerarquía es compensado
' ' ' ..
' ' '" buscando consenso y yiceversa.
'
En esta for- ·
___ ,___
.,.,_,_._, ~
concepto de decisión que evite este callejón sin salida. Lo intentaremos, remitien-
ma, el sistema puede reaccionar también a las situaciones percibidas del entorno, do el problema de la decisión a la dimensión temporal.
a las crisis y otras relaciones temporales, puesto que, al disponer de ambas posibi- Toda decisió11presµ¡i9¡;1e el tiempo del mundo, que traslada continuamente la
lidades, hace alardes de más dirección o más consenso, de más directivas claras o disti~~ló~ de pasado y futurne~ ~Í;o: .~;-~~ ~~;V? p;~~~t; SóÍ; c~nunitosca
más construcción espontánea de orden. ;¡;;;plifi¡a~ló~ se puede~~;~;bír esto
;o;;;o";;;~vimiéiiió "o como proceso. Fácti-
Como sea resuelto el misterio, personalizando o adquiriendo consenso, el tra- carnente, cada presente soporta el peso del problema de una nueva descripción
tamiento sucesivo utiliza una atribución unilateral de causas y efectos. Se llega a · de su pasado y del prnblema de una nueva proyección de su futuro. En verdad,
supuestos causales no muy reflexionados, con los cuales el sistema puede traba- el tiempo deja poco tiempo para esto. Por eso es que reflexiones de este género
jar. En caso de confusiones se buscan grandes hombres o consenso, excelencia sólo pueden ser hechas de manera altamente selectiva y únicamente por motivos
o acuerdo, sólo porque en éstos se ve el factor que conduce a la solución de los especiales. .
problemas. Surgen procesos de "aprendizaje supersticioso"." Pero esto no puede Este problema, por así decir, es copiado en la decisión.....
Ella
, ..localiza un pasado!
,., ............ ,. 1
ser reprochado, a menos que se logre mostrar de qué otro modo se hubiese podido r.eleYªllt~.tª!:".~í_rniS."'E• po!J?.!J!iJl.JlQ ,eqniere una giellloria qu,eJª ªYl!4" a co.n- ,t I
resolver la paradoja del decidir. ~.1mrnmhkmas,
'
lJ.!e!'!!~~vas
. ' '
pecwsos col.Jlo aspectos
' .
de... ~--.,,,,_,.,¡,•;,
su presente. .. .,,.,,., ..• ,
Asl,!llás,
''
¡'
No es este el lugar para continuar elaborando estas reflexiones. Aunque toda- ¡cí\9_¡e puede llegar a decidir si ses9_1])p¡eµde que hacerlo crea una diferencia.\
vía hay que hacer notar que, de esta forma, a la vez se exige de los individuos par- A partk. ¿;j; d~;;iión, él mundo se ve distinto a c~ando aún· n¿ se ¿;;idía. Una i
proyecció; de difer~ncias es, p~r lo tanto, e!enierilo constifudvo irrenunciable del
decidir. Una decisión construye un~ c?ntinuidad de pasado y füturn distinta a la
34Si ahora se prefieren organizaciones "enjutas" (lean), no es casual que las reformas fun~
qy,qe,q¡,~ ffiO<l~"isticta1~;Á~lti~;;;Jl·Odeln¡undo. Pero esto iu~ede en el rrmndo,
<lamenten sus metas mediante un criterio estético. Las organizaciones necesitadas de consenso,
entonces, deberían ser descritas como gruesas, grasas e indolentes. Pero siempre se trata, es ne~ / es decir, en el tiempo del mundo, por. ejemplo, e.u un ciert.o m.om.en·t··º·· .tem.p.o. ra·l. al
cesario no olvidarlo, también del modo en el cual el significado de las decisiones és distribuido tique se puede poner fecha. S~-~erifica. así un "re-entry "36 del tiempoert__el_tiempo
entre los decisores.
35 Así James G. March, Eine Chronik der Überlegungen über Entscheidungsprozesse in

Organisatiorien, James G. March (Ed.), Entscheidung und Organisation, traducción alemana, En e1 sentido de George Spencer Brown, Láws ofForm, reimpresión de la segunda edi~
:l{i

Wiesbaden 1990, pp. 1-23 (15), con más indicaciones. ción New York 1979, pp. 56 s., 69 ss.

170 171
o,.más p,ecisa111ente, lll1 rq:entry de l~~istÍllción entre pasado y futuro en la distin- \C°,Jl:U.11ic:ativo y n~algo que tiene lugar en la cabeza de un individuo:" Debemos
;;ón e~tre pasado y futuro. · · ·· ·· \ 'entonces preguntarnos: l':,Ó._JJ!O pll_ede ~~r comunicada la paradoja del .de,idir? Evi-
•· Un re-entry tiene como consecuencia que el sistema gana tantas posibilidades dentemente, no cómo paradoja, porque e~t~ significaría com~icar una renuncia a
(tanto "sentido"), que se hace incalculable para sí mismo. No puede calcular sus la capacidad de conexión; ni menos como arbitrariedad, porque significaría dejar
propias posibilidades, no puede alcanzar operativamente su propia unidad. Es y per- de nuevo a la arbitrariedad la aceptación o el rechazo. L~pyradoj31, entonces, debe
manece dependiente de la imaginación. Exactamente esto es experimentado como s~:."111~g_~e_ta~a y sellada en la comunicación. ~ero, ¿cónio se puede impedÍ~-~Úe
libertad de elección en el proceso operativo. Sí._s_e logra comllili<:lll'.QP.llI".C/ones ~e
el seno rompa y ~l p~quete se deshaga estimulantemente, de fonna que cual-
como

decisiones," '
con ello se asegura, alw, mismo
~,,.,,-r,._. _... ,. • • ., • '•
tiempo,

la condición de posibilidad q~era pudi~ra constat~r queadentro no hay nada más que arbitrariedad? V.
'1"
4el. de.cidir. Pero: ¿de qué depende que s_ea posible yque tenga éxito? Más concretamente, se puede plantear la pregunta de có1110 puede ser comu-
Parece que la decisión se debe basar en un esquema de contingencia, que a la
vez limite lo que debe ser tomado en consideración.,.,.,., En el presente de la decisión, el
q[caqa ¡¡q_a_decisión
- - junto
............
·"''" ,•.,. _ --
con.....su alternativa
. .......
~'
y en relación
'"'"" ...
,,
a ella. ú ..co;unicacÍó11
..
._

se prod~ce como operación unitaria, como llllidad de infonnación, acto de comu-


' ' ,,

' •· ... _.. ··-""~.


,

pasado pone a disposición recursos que ta111bién podrían ser usados de otra manera. 11i~ir-[darl,~:¡:c;;J19ce~) y comprensió~. Pero ¿cómÓ puede esta unidad comunicar
Y, aunque es lo que es, deja alternativas abiertas. T~!"J>ién el futuro, si bÍen·;;y una ~lter. ~.ª. tiv.ª. ' no.sól~ com._.}1.·.nfonnac:i.ó~, s·.obr.e un.·a p. lur.alidad de posibilidades,.p.
(pennanece desconocido, apl!rececomo un horizonte en el cual pueden ser incl~idas' smo :c~mo alternativa dec1d1d~? La de~1ggn_<lebe mformar sobre sí misma, pero'/
1 - .., ....... ' .... ' ' • ". '"," ' •
'otras posibilidades. Si, por ejemplo, se trata de un aumento de capital, se puede/se / también sob_re la_ alternativa, esto es sobre la paradoja. de que la alternativa es \'
debe suponer la estabilidad de la empresa con un cierto equipamiento y la proyección \\ \!na alt~rnatiya (en caso contrario la decisi~n no se~a una de.ds_ión). y, al 1/lismo ,\
al futuro se referirá a costos y beneficios. En la perspectiva clásica, abora se debería \¡,.~I!l!PO,. no l9 es (encaso contrano la dec1s10n no sena una dec1s10n). ¿No comuni-
indagar sobre el sujeto que toma la decisión y asume la responsabilidad. Esto puede ca toda decisión también la critica a sí misma, porque al mismo tiempo comunica
1\ facilitar a un observador prever y explicar lo que sucede. En la teoría propuesta aquí, que también podría haber sido distinta? También se podría decir, que la decisión
i\ que explica, al mismo tiempo, la emergencia de la imaginación y de la libertad de de- debe comunicar además una meta-infonnación, la cual señala que el decisor tenía
H
1: el derecho o la autoridad. o buenas razones, para decidir del modo en que ha de-
cisión, seria necesario, sin embargo, concentrar la atención sobre tod~ en el esquema
/ de contingencia. No se trata tanto de limitaciones a la arbitrariedad del sujeto, sino de cidido. Pero, ¿no es continuamente desautorizada esta meta-infonnación, porque
cuáles variantes pueden ser asociadas a una propuesta temática. al dar-a-conocer la decisión también se da-a-conocer que se habría podido decidir
de otro modo? Para usar una expresión de la lingüística podríamos preguntarnos:
¿no_sQQtit:n~tod.a ~QlllllYicación de una decisión una_autocontradicfión perfor7
v. w.ati~a? Y si es así, ¿no hay en ella. siempre una concomitantejnyitaci§n a la
1
'deconstrucción"?
Sea loque f'sia'i una decisión, al interior de los sistemas organizacionales sólo se
re.aliza..coU:o
-·- ...comunicación."
' ... " "' '
Para nosotros, entonces, la decisión es un suceso
plio panorama de la teoría véase Anna Maria Theis,.Organísationskommunikation: Theoretische
37
La invesfigación sobre la comunicación en las ·organizaciones atribuye, típicamente, un Grundlagen und empirische Forschungen, Opladen 1994.
38
status secundario a la comunicación ..:..como si fuese posible "tomar'' antes las decisiones y luego Con esto nos distinguimos de otras tentativas de. integrar teoría de la decisión y teoría
comunicarlas. En general, falta también una conexión estrecha entre decisión y comunicación. de la comunicación, que consideran al individuo como punto nodai en una red de procesamien-
Se puede comunicar todo lo posible: infonnaciones) ideas, deseos, etc. Luego, sin embargo, se to de la infonnación. Así, por ejemplo, Terry Connolly, lnfonnation Processing and Decísion
hace dificil distinguir entre comunicaciones al interior (del plexo autopoiético) de las organiza- Making in Organizations, en: Barry M. Sraw/Gerald R. Salancik (Eds.), New Directions in
ciones y comunicaciones externas {por ejemplo, de tipo privado durante e! trabajo). Para un am- Organizational Behavior, Chicago 1977, pp. 205-234.

" 172 173

¡¡;
Refiriéndonos a una literatura más antigua," se pueden distinguir en la comu- dar la forma del saber. Con eso consiguen otra forma, con la consecuencia de que
nicación un aspecto de "report",y uno de "command", o, en otras palabras, fun- aunque se obtiene inesperadamente el saber, luego no es posible dejar de saberlo.
ciones constatativas y performativas. Por u¿ lado, la'" decisión comunica un cie1td
....,...,-,.~"·•···• ... l
La transformación de la información en saber es un proceso que requiere tiempo,
sentido, que ella "determina", y, pgr ?tro lado, la expectativa de que esta determi/ un proceso en el cual participa la memoria y esto significa, sobre todo, que la in-
nación sea aceptada enla~omtrica~ió~s1guiente, que sea "creída" y co~sideradi formación .~1! la forrrI~ d~J.~aber ya no es lo que era cuando sorprendió en c;-{anto
correcta o procedente.Y aqúi también vale una ley de la cadencia y ec~~~mlá déli, información. La misma calidad de sorpresa no puede ser r~petida ni, en séútidó
··comunicación.No se puede separar el aspecto de "report" del de "command", no //~stncto;tampoco puede ser recordada. Aparece' en la memoria sólo como paradoja,
se los puede aislar el uno respecto del otro, incluso ni siquiera se pueden distinguir !( como contradicción respecto a lo que ya se sabe.
analíticamente en la praxis, porque eso sólo haría visible la paradoja y suscitaría El hecho que las decisiones sólo logren realidad social como comunicac.iones
la pregunta de por qué ha sido comunicada la decisión. Los componentes de una indica, a su vez, que se introduce de modo latente una posibilidad de psiquiatriza-
comunicación, esto es información, darla-a-conocer (acto de comunicar) y com- ción, que puede ser utilizada introduciendo la distinción adicional entre normal y
prensión con aceptación o rechazo, se suponen mutuamente entre sí, están, por lo patológico. Esto no significa otra cosa que \29ª comunicaciónde dedsion,~ .está
tanto, circularmente encadenados, de tal manera, que a ninguno le corresponde una sometida a un breve examen de normalidad, esto es, contiene un mecanismo de
primacía: no se trata, prioritariamente, del valor de verdad de la información, ni áutocorrección que elimina c~anto es toscó·y demasiado extravagante. A este pro-
de la concepción o voluntad impositiva de un sujeto (del actor), ni, por último, de bÍema se conecta, en- fin, también el "deconstrnctivismo", que se refiere a des-
condiciones de consenso o disenso, sino que, de situación en situación, se produce arrollos de plazo más bien largo de autodisolución de la credibilidad. En esto no
un cambio de aquellos componentes que se han establecido, para problematizar se deconstruye de inmediato la alternativa, aunque en el retorno a su espacio
otros.~º no marcado aquello sea posible y suceda. Se deconstruye, si se llega a tanto, la uni-
Esta determinación conceptual permite abandonar muchos supuestos implí- dad de la operación comunicativa. Sus componentes, información y acto de comu-
citos que se encuentran en la literatura. La "información", por ejemplo, ha de ser nicar (darla-a-conocer), son separados, se. toma la alternativa como información,
estrictamente
. .......-.. ··-
,,
entendida como
,. '_...... ,,.-~sorpresa
.....
'.,,·
y, con ello, como componente de otras ope- pero no_se "'epta la decisión como. acto de comunicar qu.,indica un IadóYno·e1
riciones psíquicas o comunicativas. Como todo evento, la información también otro de la.alternativa. Y, precisamente porque.sé deliepartir de una ¡lternativa, est;
desaparece apenas se realiza. No puede ser concebida, al mismo tiempo, como deconstrucción es cuasi impuesta. La comunicación de la decisión tiende a minar
sorpresa y como "algo" semejante al átomo. No puede ser introducida desde el sus propios supuestos.
exterior en un sistema (lo que además contradiría el concepto de autopoiesis). Las En el "deconstructivismo"41 encontramos una teoría de la socieda!l escondida
informaciones son imnóviles, porque §J! aparidón ya es su destrnccjón, su darse en una crítica de la metafísi~a. Cuando más una sociedad, por el motivo que sea,
ª conocer trae consigo ra pérdida de su c;lid~<l cte ;formació;. s¿¡¿ se 1es iiüecte depende de decisiones para construir un futuro desde su pasado, tanto más esta so-
¡ciedad tenderá a deconstruir la semántica de la cual se sirve. Cuanto más se busca
39
/restablecer lo necesario, lo valioso, lo ético, etc. tanto más visible se hace la con-
Cfr. Ruesch/Bateson Op. Cit. (1951), pp. 179 ss., 186, 191 ss.
40
Proyectado a posiciones metafísicas, esto significa que no podemos partir ni de un roufr ]tingencia de estas precisas operaciones. Esto se puede reconocer en que el sistema
do objetivamente dado (que sólo puede ser descrito en forma verdadera o falsa), ni de una teoria
'jurídico ha debido sustituir el derecho natural con una constitución; que la ética
del sujeto o de la acción. Tampoco podemos afinnar que sería necesario suponer una norma, se- ha debido transformarse desde una doctrina del habitus naturalmente-perfecto a
gún la cual sería razonable buscar comprensión y consenso. Para un análisis comparativo, que en
todo caso resuelve de modo un tanto diverso-el concepto de proposición lingüística, véase Gilles
41
Deleuze, Logique du sens, Paris 1969, pp. 22 s. El resultado, también aquí, es que el concepto Véase, para una mirada panorámica aún excelente, Jonathan Culler, On Deconstruction:
de sentido es un concepto paradé)jico. Theory and CliticismAfter Structuralism, lthaca N.Y. 1982.

174 175
una teoría de la fundamentación de los juicios morales; que la metafisica de las cla- es, se reproduce a sí mismo a través de decisiones. Llamaremos cultura orga-
sificaciones del ser.(categorías, especies, géneros) es confrontada con la pregunta \\nlzacion.ala éstas pre.m.i.sª.·s. d·· e·..decis. 1.·.o.·n no decidid.as.. Esie e.nfo.qu·e· e..x.pl.ic·.-ª'.·. por¡
por las condiciones de su propia posibilidad; que en lugar de la fe en Dios entra la ,luna parte, que las_rnlturas_orgamzac1onales son contingentes por el.modo en el
cuestión del sentido y el significado de 1a religión, mientras que para las teorías teo- -
cua)§!l_m:jgj_nan. En efecto, co~~ t~d;; la; ;structuras, cada vez surgen sólo en

l
1

lógicas -por ejemplo, la de la inmediatez del sentido de la dependencia absoluta- se sistemas concretos y solamente sobre la base de las operaciones del sistema que'
necesitan argumentos; o para usar una formulación sumaria y a la Lyotard: ya no las usa como estru,;tura. Por otra parte, explica que en el sistema no sean tratadas·
se aceptan meta-relatos creíbles. como contingentes, sino que sean consideradas como evidencias sobrentendí-
Dejamos aquí planteado si y cómo se puede reacci9nar, en el nivel de las '\\, das que cualquiera que tenga experiencia y esté familiarizado con el sistema
descripciones societales del mundo y de la sociedad, a esta condición deconstruible , entiende y acepta. 42 ,

de todas las propuestas de sentido. Nuestra pregunta es: si ab<lr_a_en~l·_1üvel de los


sistemas organizacionales se pueden tender redes de seguridad y cómo ocug;:_,sto.
·¿Qómo. i~pide una organización la continua deconstrucción, que tanto. s~. ill1po~, VI.
de su propia co~unicación de decisiones? La respuesta á esta pregunta puede ser
d;d~ ~~~ el concepto de autopoiesis. Precisamente porque las organizaciones son .En las organizaciones modernas parece existir una especie de consciencia del
sistemas sociales, que cÓn~isteñ únicamente de decisiones y que sólo se repro- problema que Michel Crozier formula como sigue: "Paradoxalement, nous
ducen mediante la reproducción de decisiones, existen porque ellas impiden su nous sentons beaucoup plus responsables qu'auparavant du futur que nous con-
propia deconstrucció~: Como sea que suc;da, pueden asegurar, a través de de- tribuons a créer, mais nous sommes beaucoup moins capables d'en préciser la
cisiones, la acept;ici_ón dedecisiones. Ellas con!~yen las-estructuras ne,e.sa_rías configuration"43 (paradójicamente, nos sentimos mucho más responsables que
P.M;tlles fin;s. En efecto, si la autocontradicción performativa de la comunicación antes del futuro que contribuimos a crear, pero somos mucho menos capaces de
-¡; l¡ decisión infecta toda operación, comprendida incluso aquella que actualiza precisar la configuración). Con el concepto de autopoiesis del decidir se puede
la contradicción, esto es exactamente una condición que impide que se actualice la reconstruir precisamente este problema: la paradoja implícita aquí sólo puede ser
',< contradicción. Puesto que también esto sólo podría suceder en el sistema comuni- resuelta reproduciéndola, y exactamente en esto radica una alta probabilidad de
cando una decisión. reproducción del propio sistema. Sí todo lo que sucede debe asumir la forma del
En sí, el valor explicativo de esta afirmación es escaso, como también lo decidir, y si siempre las decisiones pueden ser tomadas únicamente en el momento
es el valor explicativo de un concepto único del formato de "autopoiesis". Este actual, siempre sólo en el presente, en lo que concierne al tiempo es n'eé'esarío con- ,
concepto, sin embargo, abre la puerta a otros desarrollos teóricos. Hace posibles tar con esta inseguridad. Lg~ decisiones?on posibles sólo porque el futuro_ esinc!e-~
preguntas sobre ei cómo;y, ante todo la pregunta: ¿f.9mo se i_mpide ,!.,egreso ,t,rminado lí. JJ2r lg nlismo,_tll111~iéitJ;sc_inpcído: Eñ esto consiste, precisamente, :
~ lJt.paradoja? ¿A_'ir;vés de qué medio se impide una constante deconstrucción lo que habitualmente se llama responsabilidad.
d~ la comunicación de la decisión o, al menos, cómo se puede desmotivarla sufi- Hemos descubierto la paradoja con la que deben contar y que han de resol-
cientemente? Todas son variantes de la pregunta: ¿Que autoorganización a nivej ver las organizaciones, no a nivel estructural, sino a nivel operativo. Esto diferen-
estructural hace posible la autopoiesis de la comunicación de decisiones en las\ cia nuestro concepto de teorías que parten de contradicciones estructurales, por
organizaciones? !
Sobre la base de estas reflexiones, se puede suponer que ~? toda organi~~- 42
Para consideraciones ligadas a este tema véase infra, cap. 7, sección VI.
ciqJ:1 surgeg.,est1ucturas que no pueden ser atribuidas a decisiones del .si~te!l1a, 43
Así Michel Crozier, L'Entreprise al'écoute: Apprendre le management post-industriel,
ai¡nque únicamente se originan si el sistema funciona autopoiéticamente, ..esto Paris 1989, p. 201.

176 !77
ejemplo, de las ideas de contradicciones estructurales latentes o incluso más o me- la comunicación vería que lleva incorporada en sí una base de autodestrucción
nos explícitas, como en Karl Marx o Robert Merton. Esta transformación se rela- o de "deconstrucción". Vale decir, en la definición clásica: una autorreferencia
ciona con el paso de teorías de sistemas estructmalistas a teorías de los sistemas que implica negación, la cual produciría un círculo vicioso si no se lo impidiesen
operativos. Tiene como consecuencia que togªs las contradicciones estructurales, distinciones introducidas creativamente, que se hacen cargo de la paradoja y la
que confrontan ~l_co_Jllp()_l'taJilÍ~nto .??n un dilema y estimufan la búsqueda de vías hacen invisible. ·
g~~alida, d~ben ser entendidas como derivadas de paradojas profufidas;ypor·eso Si esto vale para la comunicación p.or antonomasia, también vale para toda
pueden ser desarrolladas teóricamente. comunicación de decisiones. Y esto en forma simultáneamente agudizada y cam-
La tendencia dominante tódavía consiste en tratar las paradojas de los siste- biada. fu~~90 s~irata. de clegisiones, la mrac!oja se resl!elve indicando al decisor.
mas a nivel estructural lo que, entretanto, se ha convertido en un tema ampliamen- Entonces sed~tt<fütinguir eLdecisor, aLc11al }e atribuye la decisión, d~. otros
te difundido. Así, por ejemplo, la paradoja del segundo violín en el cuarteto de q~9is9res. Ypa_~a _est9. rsd.e,pylff/,q la orianización, ;nte todo ;edia~Íe su dif;r¡;_
cuerdas, que por una parte debe seguir al primer violín que le da el tono, pero, por ci~:ió.1!.4, PU~stos YS9ll!petencias, p~ro también haciendo visible q~ién ha tomado
otra, precisamente como miembro más débil de la cadena, es decisivo para el éxito la, dei:i¡ión..yJa h¡t.co111unicado. La organización, por así decir: se olvida de sí
del cuarteto. 44 Cuando, como en la terapia sistémica, se pasa al plano operativo, ·misma; usa una memoria altamente selectiva, que recuerda qué condensados de in-
nos topamos a menudo con la idea (que se remonta a una teoria lógica y lingüís- formaciones elaboradas se continuarán utilizando. Si esto no se lograse, el sistema
tica ya anticuada), según la cual una comunicación paradójica sería una mezcla no podría realizar su propia autopoiesis dependiente de la observación. El siste-
inadmisible de tipos lógicos o niveles lingüísticos que deberían (¿y podrían?) ser ma desaparecería en el infinito unmarked space de lo no realizado. En otras pala-
evitadas. Ambas formulaciones del problema, sin embargo, no alcanzan el nivel bras, laeutop9iesis estáligada ~ un despliegue logrado, al menos temporalmente
de profundidad en que nacen las paradojas del sistema; paradojas que luego, si la con_vÍllcente,A~ esta paradoja fundamental cte la comunÍ~ición de decisiones. y
observación no ha de bloquear la autopoiesis, requieren ser transformadas, desple- las contradicciones' estructu~ales o dificultades del comportamiento son sólo una
gadas, resueltas. derivación circunstanciada de esta necesidad fundamental (se podría decir: contin-
Para repetir el punto más importante: la comunicación, en cuanto tal, genera gente), de la cual depende todo lo demás.
una contradicción entre la selectividad de'· 1a información y la selectividad del
daría-á.-conocér (óieri la temiiriológía usuatl;-;~;;; l~s ~spectos coñstafativos y
los aspectos performativos de la comunicación), que entodomomento pue_de__ser VII.
"comprendida" y, con ello, hacerse manifiesta. Si 1;íi~f~~~ción es una selección,
i¿j;;~ q~{puede ser-d~da-a-conocer una determinada selección con exclusión de fºn la creciente ab'.tracción_, que. ha sustituido el concepto de-acción por el con-¡
. otras 'oosibilidades? ¿Qué autoriza a hacerlo? ¿Cuáles son las fuentes de ver-
las ,\tepto de observac1on y ha mclu1do en el concepto de com11mcac1ón no sólo la\
dad o de autoridad, que no pueden ser puestas en duda, porque en tal caso sería j"acció~ comunicativa" (darla-a-conocer), sino también la información y la coro- (
necesaria una infinita comunicación sobre la comunicación (esto es una comuni- · ¡prens10n y, finalmente, al concebir la decisión como solución de una paradoja /
cación sin entorno)? Si le fuese permiiido. observarse rigurosamente a sí misma, nos liemos procurado nn problema que amerita particular atención. La analític~·
de las organizaciones puede sacar provecho de conceptos tan abstractos, pero esto
44
también conduce a la pregunta: ¿cómo funciona prácticamente? Aunque la organi-
Este análisis se encuentra en J. Keith Murnighan/Donald E. Conlon, The Dynamics of
Intense Work Groups: A Study ofBritish String Quariets,Administrative Sciehce Quarterly 36 zación se adecue a las condiciones que están dadas con esto, debe ofrecer algo per-
(1991), pp. 165-186, en conexión cnn Kenwyn Smitb/David Berg, Paradoxes ofGrnup Life, ceptible para que los individuos pu~,jaJJQl'Íentarse por ella. En otras palabras, la or-
San Francisco 1987. · ganización necesita mecanismos simbiótic;s,que aseguren que no se interru~p;;¡
-
0

··-·=•-,••,•v•·······'~'"''"''·'' ....... ·"····'"'"• ..•. \<:., . ·.·,.;,·:.:::. '..;i,j,··, ,,.....~.,. .. ,., .. -,,,,._.,J •. ~-·"-"~·-''·"'' ·.,,v,,,c,,_,.~· ·"

178 179
1
'j
l vínculo con los sistemas psíquicos. 45 Necesita ':design'\ También nos podríamos la teoría de la acción no da suficiente cuenta de este aspecto tan especial, puesto
pr~guntar, con Parsons, cúáles son' los real assets que, pése a toda la extravagancia que lo deja perderse inadvertidamente bajo la excesiva extensión conceptual del
J de las generalizaciones, garantizan al sistema, por así decir, adherencia al suelo. concepto de acción. Hay que agregar algo más. Por ejemplo, las... organizaciones
j
("'·•··

Esto no se trata del acoplamiento estructural entre comunicación y consciencia en deben. sert1bicables enel espacio con edificios reconocibles, si se quiere que los
'1
i general, sino de de la cuestión de cómo las organizaciones .se hacen a sí mis_111as nÍiembrosde la organización yengan a trabajar en la mañaúa. Én ia pércepiibilidad
perceptibles. ·1a comunicación también encuentra sus límites, al menos en un sentido negativo.
No es éste el lugar para discutir, con respecto a los sistemas psíquicos, la re- No se puede sostener que no se está donde se es visto ni que en los textos exista
lación entre la percepción y las otras operaciones de la consciencia, como, por algo diverso de lo que se puede leer en ellos. ~.!..mundo perceptible.da la.seguridad,·
ejemplo, el pensar. Sin embargo, inve1timos la idea. clásica de una jerarquía de las . de que también otros pueden percibirlo mismo ..Se impone y es necesario interpre-
facultades psíquicas, que asignaba a la percepción "sensorial" un rol subordinado, tarlo, sLnos queremos liberar de a\aduras y volver la comunica~ión a su ''propio"
debido a ser ésta una facultad que el ser humano comparte con los animales. Por sentido. Tomada por sí misma, la percepción imnediatamente comprensible dejáíia
lo contrario, se.debe partir del hecho de que.sólo.la percepción daa.la.consc.iencia ·¡·~biert¡;s. muchas posibilidades de conexión, produciendo y absorbiendo muy poca
un mundo exterior, aunque el cerebro, en cuanto sistema operativamente clausu- .' insegundad. . ,
rado, produce internamente todas las percepciones. La consciencia puede simular Cuanto. má/,..s.e.rng~!ª-ªI.Lmi.~m91!'1.~ist~,111a, me4iante la¡g~n19ria y las premisas
percepciones, puede ocuparse de fantasías y construir controles reflexivos; pero 4~@9.ͧ.ión, 4llt9má.s dfa~~ye l.aqependencia de la comprensibilidad Í~edíafa.'
sin percepción no estaría en situación de suponer un mundo en el cual poder dis- Tal con¡q..en.e1.ámbito de los medios de comunicación de la sociedad es co~strni-
tinguir autorreferencia y heterorreferencia. De esto se sigue que todas las comu- ~.~rc?nfla~a gen~;~iízact;quemarginaliza.1os '.'re{Jt assets ", co~o, por ejem-
nicaciones, y las de las organizaciones no constituyen excepción, deben ofrecer p10,1;c0Bertttri.ae.fos'cte.pilsií;s bancanoso 1a disponibilidad de poli~í;·;;~parada
una superficie externa perceptible, por ejemplo, acústica en el lengnaje u óptica .p.araJa_violencia, una organización compleja también puede alejarse bastante
en la comunicación escrita. No podemos discutir tampoco la cuestión de cuánto de. una cob.ertura por medio ..de la percepción comprensible. Se opera, entonces,
se pueda deducir de tales superficies externas respecto a la "profundidad"" - algo normalmente sobre el nivel secundario de los signos de signos. De este modo, se
que en la tradición antigua eran funciones de la profecía y del ornamento. Aquí dl:'!de tam_bi.énJo.que es comprensible para los miembros, de lo que es compren-
se trata sólo de hacer hincapié en la indispensabilidad y los notables efectos de \:~Lepara los.externos. Se podría, por esto, habÍ~~ también aquí de los problemas
tales mecanismos simbióticos, que aseguran la "convivencia" de seres humanos y lde una in:flación,. que se confia mucho e'~ lo indirecto y se pierde capacidad mo-
sistemas sociales. ,1tivac10nal 1mnedrnta. En el caso de las estructuras" y en el caso d'e 1as innova-
Piénsese sobre todo en el comportamiento corporal visible; en acciones, cuyo · ,' ciones necesarias, no será entonces fácil volver al nivel de la comprensibilidad
sentido es imnediatamente perceptible y que es comprensible ya con la percepción. perceptible. Se requieren, por lo tanto, símbolos palpables, se pide color, pero con
En este sentido, por ejemplo, Lanzara habla de attivita osservabili. 41 Precisamente una reacción a un déficit no se retiene la imnediatez perdida. Se mira la superficie
ofrecida y se reconoce la intención.
45 Para el ámbito de los medíos de comunicación que operan en la sociedad total, Nildas
Luhmann, Symbiotische Mechanisrnen, en.Niklas Luhrnann, Soziologische Aufldiirung, tomo
3, Opladen 1981, pp. 228-244.
46 "Hoy, sobre todo Gilles De!euze sostiene.una teoría que localiza el sentido sobre la super- cesco Lanzara, Ephemeral Organizations in Extreme Environments: Emergence, Strategy, Ex~
ficie de las apariencias. Véase Gilles Deleuze, Logique du sens, Paris 1969. tinction, Journal of Managemenl Studies 20 (1983), pp. 71-95. Lanzara muestra, sobre todo, que
47 Véase Giovan Francesco Lanzará, Capacita negativa: Competenza progettuale e mo- organizaciones que comienzan y organizaciones efímeras (después de una catástrofe) dependen
delli di intervento nelle organizzazioni, Bologna 1993, pp. 173 s. Cfr. también Giovan Fran- en medida notable de esta comprensibilidad immediata garantizada por el sentido perceptible.

180 181
Vlll. invisible la paradoja de la decisión y sólo deja tras sí la cuestión de si se quiere
!esoly~f pr9g,l~IÍlas. o pronioverintereses,Jlligiendo uno u otro punto de partida,
En el funcionamiento normal de las organizaciones, se encuentran dos. eSfl'!emas se puede intentar poner en movimieµto análisis de decisión y procesos de decisión
diferentes, con los cuales se hace invisible la paradoja del decidir: el.tsgµQ,;n.a. de y ocultar que también existe la respectiva otra posibilidad. Que sea relativamente
y
·¡;;syroblemas el esquema ele los. intereses. E.l. esquema de los PI.oblemas Jl~a fácil esconder esta cuestión (y con ella la pregunta sobre la unidad y la función de
rápid;me;te a CO~fro~tari;, C@~Ímetaproblema de los problemasdefinidosde // 1a distinción problema/ interés), se explica porque en otro caso se debería sostener
manera confusa. 48 El_esquema
.. ..
_,
de los intereses, se,··-- encuentra
... ..
, ,' ,.-, -.,.,..,,- .... -
en . situaciones en las
•'·'"'"•••""'"""•'···-~----....,.
1l la mirada paralizante de la. paradoja.
cuales un interés puede ser favorecido sólo a costa de otros. Según cual sea la me- i
táfora q~e se elij;, se llega a definiciones muy diferentes de la situación.
Ambos esquemas no se excluyen, sino que se interpretan recíprocamente. En
el esquema de los problemas, sie1]1pre es posible preguntar qué intereses está~····
d~t.rás y se han heého iiivis1bles, por la defiiiición apMeñiemente aiiieliva: ctel pro-
blema. EÜ:Ómento de intereies ,e.ba,e pqr !JJWrte Ü¡¡ groblema, cad¡.;ezque ;na .
··planificación detallada hace crecer el número de contra intereses vulnerados. Es,
en todo caso, importante observar, precisamente a causa de esta recíproca infiltra-
ción, con cuál esquema comienza un análisis de decisión o un proceso decisional.
Con el análisis de los problemas, se sugiereunposible consenso..)l.,una.suerte
<lediagnóstic.o.?bjeiiv(!.Ünoséinreda ;n·1;:habitualmente ab~madoras, dificul-
tades de encontrar una definición inequívoca del problema. Se trabaja de manera
aparentemente racional. Refuié_ndose principalmente a los.intereses, s~~~.P.4bli-
ca una posición que de antemano manifiesJt~aber sido elegida particu!aristan¡ente
y dejar fuera de consideración otros intereses opuestos a ella. La argumeÍÍt~ción
intenta luego, típicamente, mostrar que el i~terés particul,;¡- seria el interés general
o que podría al menos cubrir muchos otros intereses.
Se podría continuar desarrollando esto. En este lugar, sin embargo, interesa
prioritariamente la cuestión de por :iué se llega a esta división en dos de los es-
, .
quemas y por qué nos sentimos ~b!Íg~d~; ~~scoger u~o u~tr~p;;;iem¡iezaíiel
análisis de lií decisión: Látespuésía podría ser; que con esta divis16n en dosseñace

48
Sobre esto existe una amplia biPHografia, que se puede resumir,bajo la clave "defi~
_nició.n de _prnbJemas''. Cfr., por ejempio, Walter R. Reitman, Heuristic Deci_sion Procedures,
Open Constraints, and the Structure of lll-Defined Problems, en W. M. Shel!ey/G. L. Bryan
(Eds.), Human Judgements and Optimality, New York 1964, pp. 282-315; W. F. Pounds, Toe
Process of Problem Finding, Industrial Management Review 11 (1969), pp. 1-19, Además las
contribuciones en Louis R. Pondy/Ricbard J. Bo!and, Jr./Howard Tbomas (Eds.), Managing
Ambiguity and Cbange, Chichester 1988.

182 183
CAPÍTULO 5.
RELACIONES TEMPORALES

Una teoría que parte del supuesto de que los sistemas sociales, en general, y las
organizaciones, en particular, no están constituidos por partículas estables (ni mu-
cho menos por "individuos"), sino únicamente por acontecimientos que apenas
aparecen vuelven a desaparecer, da a la dimensión temporal un significado fuera
de lo común. Las consecuencias son de muy amplio alcance. Contradicen en con-
siderable medida lo que, seducidos por el aparato perceptivo de la consciencia,
nos representamos como tiempo, basándonos en cosas, cambios y movimientos.
Debido a esto, debemos ser cuidadosos para explicar cómo tratan con el tiempo
sistemas solamente conformados por eventos pasajeros y que, por eso, deben pro-
ducir, momento a momento, otros acontecimientos. Sólo cuando estas modalidades
de realización del tiempo hayan sido suficientemente comprendidas, se podrá re-
conocer el modo en el cual es descompuesta, en las organizaciones, la paradoja de
la comunicación de decisiones, vale decir, distribuida en distintos puntos tempora-
les, con sus respectivos pasados y, futuros. '•
La cuestión de qué sea, según su esencia, el tiempo siempre se ha demostra-
do como una pregunta a la que no se puede responder e incluso, probablemente, se
ha evidenciado como falsamente planteada. Por eso no la seguiremos, sino que la
reemplazaremos por la pregunta respecto a cómo calculan el tiempo los sistemas,
sean psíquicos o sociales. En la perspectiva de esta formulación de la pregunta, parece
existir una especie de prohibición de agregar: los puntos temporales no pueden ser su-
mados, aunque se les ponga fecha o se les designe de cualquier otro modo. No existe
un cálculo, por ejemplo, (martes entre lunes y miércoles)+ (miércoles entre martes
y jueves) = X. Y no sólo falta la posibilidad de resolver la x; el cálculo entero parece
estar en alguna forma mal planteado. En otras palabras, no existe un hoy global.

185
· [a prohibición de sumar apunta al sigl)ificado irreductible de los puntos tem- . de la memoria no está, salvo excepcionalmente, en una reactulización ocasio-
porales, los cuales, a diferencia de los lugares del espacio, no pueden ser agm- nal de circunstancias pasadas. 3 Más bien, la memoria acompaña toda operación de
pados en territorios más grandes. A su vez, esto se puede deber a que la relación elaboración de infonnaciones, regulando así lo que ha de ser recordado y lo que
entre lugares y objetos se ordena de manera distinta en el tiempo que en el espacio. ·puede ser olvidado. El tiempo mismo es una de las condiciones de la posibilidad
Mientras en el espacio los objetos pueden dejar su puesto y es posible seguir su de olvidar, contra la cual luego la memoria construye esquemas que permiten una
movimiento, en el tiempo son los puestos los que abandonan sus objetos, y esto no reutilización selectiva del pasado que no puede ser restituido.
se puede ver ni recordar. Aunque nada se mueva, el tiempo "fluye" (pero se trata La memoria de la organización, en general, no recuerda por qué se ha deci-
de una metáfora equivocada) y el mundo envejece. El tiempo mismo no se mueve. · dido como se ha decidido. Esto es debido, no por úliimo, a la ambivalencia de la
Cuando se ejemplifica mediante movimientos su "pasar", se trata sólo de una ayu- pregunta "¿por qué?" En. este sentido, la. organización pennanece dependiente de
da de la imaginación y de una técnica de medición dél tiempo. la memoria individual de los participantes, cosa que a menudo conduce a infor-
Para una teoría de la organización éstas son, seguramente, reflexiones insó- maciones muy diversas. Por esta razón, con frecuencia lo mejor es partir de la
litamente abstractas, "rebuscadas". Solamente las mencionamos aquí, para poder situación creada por la decisión y no plantear la pregunta "¿por qué?". Se toma,
luego darlas por supuestas en una doble perspectiva. Son importantes para com- entonces, el servicio de absorción de incertidumbre como dato.
prender la dependencia que todos los eventos y operaciones tienen respecto a pun- Otra ventaja de la memoria ind_ividual debería consistir en que ella está en
tos en el tiempo; los instantes temporales desaparecen por sí mismos, aunque no condiciones de trabajar con analogías; pero esto también pone en peligro la con-
se haga nada, y no se pueden marcar en cuanto puntos, sino sólo con la ayuda de cordia social, puesto que la elección de analogías no puede ser controlada en la
una diferencia, vale decir, con el auxilio de la diferencia entre pasado y futuro. Este comunicación o puede serlo sólo con esfuerzos y retrasos. También esto nos lleva a
esquema, sin embargo, únicamente puede ser utilizado; si se espera algo nuevo del suponer que una organización trabaja nonnalmente con su propia memoria y recu-
futuro. Que el futuro sea desconocido es condición irrenunciable de la posibilidad rre sólo ocasionalmente a la memoria de los individuos, más rica pero más incierta.
de decidir, como siempre se dice.' El futuro no es sólo distinto del pasado, sino
que muestra la novedad como sorpresa, como infonnación en perspeciiva. Lo di-
ferente puede mantenerse diverso al transitar hacia el pasado, pero la novedad des- 11.
aparece apenas se hace presente y, con ello, se toma conocida. Para ser precisos,
la novedad ni siquiera puede ser recordada. La memotia le impide la entrada·. Se La comunicación de la sociedad (así como, en otro modo, también la consciencia)
puede, en todo caso, reconstruir el hecho de que lo que hoy es pasado, en su tiempo calcula su tiempo sobre la base de un breve presente, condicionado ~or el even-
también tuvo un futuro desconocido. to, que desaparece de imuediato. 4 El tiempo es siempre actual, pero lo es de tal

1
!
Por eso, para una teoría de la memoria es importante esta teoría del cómputo
del tiempo.' El hecho de que los puntos temporales y, con ellos, el valor de sorpre-
sa de las infonnaciones desaparezcan continuamente, sin siquiera dejar "huellas",
explica el modo de tratar el tiempo por parte de una memoria. La contribución
3
Esta es la concepción bastante prevaleciente, que puede acudir a definiciones lexica!es.
Véase, por ejemplo, James P. Walsh/Gerardo Rivera Ungson, Organízational Memory, Toe Aca-
demy ofManagement Review !6 (1991), pp..57-9!.
~ Esto ha sido señalado también en la teoría de la decisión, aunque más bien desde afue- 1
ra: "... the notion of the present, the moment of which, a!one, we have direct knowledge, the 1
moment-in-being, the moment of actuality embracing all that is. Ali that is, is the present" (la
' Cfr. sólo Brian J. Loasby, Choice, Complexíty and lgnorance: An Enquiry into Eco- noción del presente, el único momento del cual tenemos conocimiento directo, el momento en-
nomic Theory and the Practíce ofDecision-Making, Cambridge Inglaterra 1976, pp. 2 s., 4 ss. ser, el momento de !a actualidad que abarca todo !o que es. Todo lo que es, es el presente), anota G.
1
2 Cfr., en conexión a Castoriadis, Bemard Ancori, Apprentissage, temps historique et évo*

lution économique, Revue intemationale de systémique 7 (1993), pp. 593-612.


L. Shackle, Jmagination, Fonnalism, and Choice, en: Mario J. Rizzo (Ed.), Time, Uncertainty,
and Disequilihrium: Explorations of Austrian Themes, Lexington Mass. ·1979a, pp. 19-31 (20, i
!~
186 187
1
1
modo, que su actualidad está cada vez expuesta a horizontes temporales inactuales, . cíón de una diferencia temporal y, sólo por eso tiene sentido distinguir las identi-
esto es, al pasado correspondiente y al futuro correspondiente. El presente, enton- dades, en cuanto estmcturas, de los acontecimientos y procesos que las producen y
ces, no es algo así como un breve intervalo entre pasado y futuro. No es otra cosa utilizan como memoria, para regular la oscilación.
que la diferencia entre pasado yfuturo y, tiene actualidad únicamente como diferen- Esto vale en general y también cuando la observación no considera las dife-
¡,
¡¡ cia (esto es, no como momentánea existencia de un ser). Sólo es, no siendo más y rencias temporales. En una modalidad de observación referida al tiell)po, el entor-
no siendo aún. No tiene lugar alguno en el mundo. Usando una fórmula antigua, es no del sistema aparece como simultáneamente actual, simultáneo a las operaciones
el átopon (lo inusual). Si, siguiendo una larga tradición que llega hasta la antigüe- del sistema actualizadas cada vez. Así mismo, las propias organizaciones, en todo
dad, se quisiera representar el tiempo como movimiento (aunque, ¿qué•nos obliga momento, se ocupan simultáneamente con lo diverso, y esto también vale para
a hacerlo, sin contar los relojes?), se debería entonces decir: se mueve la respectiva· toda coordinación de actividades. La representación típica de las decisiones orga-
unidad de actualidad e inactualidad de la inactualidad a la inactualidad. Toda des- nizadas como secuencia de operaciones es, entonces, altamente engañosa; puesto
cripción, en efecto, -sea como móvil, sea como inmóvil- es operativamente efec- que, incluso cuando se logra una conexión de prestaciones decisionales, la aten-
tuada o leída sólo en el presente respectivamente actual, pero debe incluir los hori- ción en el sistema permanece difusamente distribuida y no son ca-coordinadas las
zontes temporales respectivamente inactuales, porque de otra manera no puede ser informaciones consideradas y no consideradas, ni las alternativas excluidas. Todos
indicado como idéntico ni lo móvil, ni lo inmóvil. Sólo así algo que está fijado en los que participan en la decisión comunican, simultáneamente, sobre el trasfondo
el sistema puede servir de signo para algo, que es indicado como no fijo. Solamen- de opiniones distintas.
te así un sistema puede referir su propio tiempo y, con ello, el orden de su propia Lo que existe simultáneamente, sin embargo, es inobservable y no puede
movilidad, de su pasar de suceso en suceso - a un entorno inalcanzable, simultá- ser causalmente influenciado, porque se necesita tiempo para observar y produ-
neamente dado. Y entonces puede quedar abierta la cuestión referida a si el tiempo cir efectos. La simultaneidad, por antonomasia, es una expresión temporal de
del entorno, si hay algo así, existe corno actualidad continua, sobre la base de "lo la inaccesibilidad operativa del entorno; o, en otras palabras: una expresión de la
siempre actual" (por ejemplo: de Dios) o si es aquella inactualidad que, a través del necesidad de construir el entorno, su resistencia, sus identidades y estructuras al
presente instantáneamente relampagueante, sólo es dividida en pasado y futuro.' interior del propio sistema. Y solamente experiencias del sistema consigo mismo,
En las operaciones que observan, la necesidad de basarse sobre distinciones , es decir, vivencias que son mantenidas en la memoria del sistema y que pueden ser
y de indicar sólo uno de los dos lados a la vez corresponde a esta dependencia reactualizadas, pueden mostrar al sistema cuáles suposiciones sobre el ambiente
del tiempo. Ocupar un lado, como ya hemos visto,6 requiere liberar el otro lado encuentran confirmación y cuáles no. Lo mismo vale y se repite con las relaciones
para una reocupación posterior. Por eso mismo, toda fijación de unidades, también sistema / entorno producidas, al interior del sistema, mediante la dit!,renciación.
de decisiones, debe basarse sobre la posibilidad de oscilación, entre los dos la- Cuando el sistema se describe a sí mismo como serie de acontecimientos, como

I;
dos, de toda distinción utilizada y debe disponer de una memoria, que permita re- secuencia, como proceso, siempre está considerada también la simultaneidad per-
r.'.·.'¡·.,.·

ferir liberación y reutilízación a algo idéntico. En esta medida, la unidad siempre manentemente desplazada. En este sentido, la simultaneidad del otro es el otro
,_;,' '
es constituida contrafácticamente, saltándose la necesidad de mantener separados, lado, el lado concomitante, excluido de la fmma de sucesión.
de modo puramente operativo, el liberar y el reutilizar. La unidad es la contrae- Como pura diferencia, el presente es por sí mismo indeterminado. Esto fun-
damenta la posibilidad del decidir. Dicho de otro modo: el presente es en todo mo-
véase también 25). Más extensamente sobre esto, G. L. S. Shackle, Imagination and the Nature mento nuevo, en todo momento el comienzo de una nueva historia; por eso debe
ofChoice, Edinburgh l979b .. hacerse información y decisión, para darse forma a sí mismo, al indicar su pasado
s Recordemos también que la semántica vétero-europea, con el fin de construir una des~
y su futuro. Por eso la determinación debe suceder, sea recurriendo al pasado, sea
cripción temporalmente completa del mundo, elaboró la diferencia entre aeternitas y tempus.
6
Cfr. cap. 4, p. 156. anticipando un futuro, vale decir, siempre aferrando tiempos inactuales (o actua-

l88 l89
lizables sólo como "horizontes"). Esto requiere memoria -para ambos horizontes pasado es reconstruido como alternativa, el futroo como diferencia. El pasado es
temporales.' La memoria, en tal sentido, es el punto ciego de la distinción entre pa- privado de su determinación, el futuro de su indeterminación. La alternativa, que
sado y futroo. Hace posible su separación, porque permite su reconexión, al apro- en J;r situación actual "resulta" del pasado, organiza el recordar y el olvidar. La
vechar que tanto el pasado como el futroo sólo pueden ser "presentados" mediante diferencia, que es colocada en el futuro como fin, organiza la previsión. Así, la
selección. Gracias a su memoria, el sistema puede oscilar entre autodeterminación decisión ha de aceptarse a sí misma como paradoja, para equiparse con el recurso ·
a través del pasado y autodeterminación por medio del futuro' -aunque siempre "memoria". Para ganar tiempo, tamliién debe construirse a sí misma como indeter-
solamente sobre la base del supuesto de que el presente sólo se puede determi- minada, como "por decidirn.
nar autorreferenciahnente y sólo extendiéndose recursivamente hacia lo inactual- Cualquier análisis riguroso de la función de la memoria confirmará esta ne-
justamente: sólo a través de decisiones. cesidad de decidir con riesgo. La memoria no es en absoluto una capacidad oca-
Que los sistemas definan como presente, en la observación, la actualidad de sionahnente requerida que sólo es activada cuando se trata de actualizar sucesos
sus operaciones, tiene -no por último- la consecuencia de que siempre se encuen- pasados. Sobre todo la memoria sirve, más bien, para discriminar continuamente
tran en el medio del tiempo, casi como un jugador en un juego ya comenzado.' entre olvido y recuerdo, entre liberar capacidades operativas y construir identida-
E~to tiene una doble consecuencia: por un lado, las necesarias miradas retrospecti- des para uso reiterado. En esta función selectiva, la memoria es ca-utilizada con
vas y prospectivas hacia los horizontes cultroales, al momento no actu~les, hacen cada operación de observación y, al mismo tiempo, sigue siendo escrita. Por así
evidente que el desarrollo del juego no puede ser calculado y que es necesario, en decir, ella confirma el estado del cual parte la operación, reactualiza el mundo en
cambio, tomar decisiones. Por otro lado, el marco de observación (diremos: las el modus de ser conocido. Únicamente a partir de aquí, se pueden reconocer como
premisas decisionales) de las decisiones concretas determina, al mismo tiempo, la desviaciones cosas inusuales, irritaciones, sorpresas, informaciones y planes de
singularidad del sistema que se delimita de este modo. Toda demarcación ejecuta innovaciones. Con esto no sólo se olvida el olvido, sino también la propia función
y confirma, simultáneamente, la diferencia entre el ámbito marcado y el ámbito no selectiva, puesto que la memoria se sabotearía a sí misma si quisiese continuamen-
marcado; del sistema-en-un-entorno-observado y del mundo. te recordar que había distinguido entre lo que iba a olvidar y lo que iba a recordar.
Vistos así, presente y decisión coinciden. Ambas paradojas se ilustran mu' En consecuencia, el sistema debe asumir, en la decisión, el riesgo de olvidar algo
tuamente. La decisión copia la paradoja del tiempo, duplicándola en sí misma. El y concebirlo como riesgo del decidir -como riesgo del decidir en un mundo desco-
nocido, con infinitas posibilidades de otras informaciones adicionales.
1
Contra la acepción, unánimemente aceptada, según la cual la memoria tendría
Sobre esta funciónMJanus (de dos caras) de la memoria, véase también Heinz von FoersH
la función de volver a encontrar cuanto sea posible de lo pasado y ha<lérlo accesi-
ter, Was ist Gediichtnis, daB es Rilckschau und Vorschau ennüglicht?, en Heinz von Foerster,
Wissen und Gewissen.: Versuch einer Brücke, Fnmkfurt 1993, pp. 199H236. Véase tambíén el ble, nuestros análisis concluyen que la memoria hace invisible el pasado, lo sella
1 rol de la' "memory fimction" en referencia a valores imaginados del presente "in relation with
itseij" (en relación consigo mismo), en George Spencer Brown, Laws of Form, reimpresión New
en cuanto concluido, por así decir, porque ya no se puede modificar. Se ubica ella
l:1
i.l
York 1979, p. 61.
misma en el Jugar del pasado: conserva sólo lo que puede ser usado en el presente
y que, mediante redundancias, facilita la elaboración de informaciones. Y si la
! ª Véase, referida a esto, la distinción entre programas condicionales y programas de fines
en el cap. 8, injra. memoria da una mirada hacia alguna fecha en el pasado (lo que puede suceder sólo
9
Así también Adán en el Paraíso perdido de Milton. Pero viene en su ayuda el arcángel ocasion~lmente), entonces construye un pasado presente, bajo el supuesto implíci-
Rafael, para explicarle el sentido de la creación en la fonna de un texto en el texto, que a su vez to de que el pasado mismo permanece inaccesible.
es el mismo texto. Sobre los problemas matemáticos del observar, que con !as propias distincio#
Estas son disposiciones conceptuales de gran alcance. No admiten seguir con-
nes distingue, a la vez, al propio observar (o con el juego que se juega continúa el metaHjuego de
este juego) cfr. Louis H. Kauffman, Ways of the Oame #Play and Position Play, Cybernetics & cibiendo el futuro como objeto de planificación y control racional. El concepto
Human Knowing 2/3 (1994), pp. 17-34. de. "expectativas racionales" aparece ahora como un constructo paradójico. Estas

190 191
rr
r
1
disposiciones fundamentan, en cambio, la posibilidad de entender las organiza- decisión. No obstante, cada descomposición de este acontecimiento decisional
f nuevamente obliga a que todos los componentes tomen la forma de eventos singu-
ciones como sistemas autopoiéticos. La fundamentan porque, cuando un sistema
observa el presente de su operar como decisión, constituye, a partir de sí mismo, lares que, a su vez, dependen de recordar la decisión y su fecha.
una indeterminación interna de la cual puede ocuparse en la forma de elabora- La escritura misma, sin embargo, constituye sólo el sustrato fisico de la me-
ción de informaciones. La indeterminación, en consecuencia, no es el resultado de moria y no la misma memoria. Tal como la consciencia no recuerda, por cierto, la
la dependencia respecto a variables independientes, esto es, respecto al entorno, neurofisiología de su cerebro y su memoria se basa precisamente en la represión de
Ella es, más bien, (como la ecuación de segundo orden en el cálculo de Spencer las informaciones correspondientes, así también en la comunicación escrita no es
Brown), '° una indeterminación autoproducida, autónornamente lograda, que luego recordada la escritura, sino el texto que hacía las veces de comunicación. También
está disponible para la absorción de inceitidumbre a cargo de sí misma, en tanto el bajo este aspecto el sistema es autopoiéticamente autónomo y requiere, al mismo
sistema dispone de memoria. tiempo, apoyo externo. Esto naturalmente no excluye, antes hace posible, que se
Decisión y memoria, por tanto, se condicionan recíprocamente. Como pre- diferencie una administración especial para los residuos escritos de las operaciones
sente que se refiere a sí mismo, la decisión sólo se puede realizar sobre la base del sistema, es decir, permite disponer registros y archivos y poner el material al
de recursividades que presuponen memoria. Por otra parte, para discriminar entre resguardo de los ratones y de la autodestrucción. Se sabe también, que una parte
recordar y olvidar, la memoria debe continuamente reimpregnarse por medio de no poco relevante de las actividades subalternas del sistema consiste en buscar y
decisiones .. Este orden de cosas explica que, para las organizaciones, la posibili- transportar actas.
dad de dejar por escrito tiene un significado constitutivo y no sólo técnico-auxiliar. De la fenomenología de las actas, se pudiera sacar la impresión de que el sis-
La escritura (u hoy, de manera funcionalmente equivalente: la computadora) tema fuera dificil de movilizar. debido a la carga de su historia. Esta impresión,
antes que nada selecciona lo que se olvida o recuerda; y aquí, tal como sucede tam- sin embargo, dejaría de ver que las actas no sólo "organizan" el recordar, sino
bién en la red neurofisiológica del cerebro, el proceso normal es olvidar, mientras también el olvidar. Y que éstas, releídas corno textos, pueden motivar tanto a la
recordar constituye el caso excepcional. 11 La decisión, pese a todo registro escrito, conformidad, cuanto a la desviación. La comunicación de decisiones, basada en
es un evento ligado a un punto en el tiempo, que sin embargo se puede distribuir la escritura, produce su propio tiempo, un tiempo para la autotransformación,
en el espacio y en el tiempo, se puede descomponer en sub-acontecimientos. La in- para la estabilidad dinámica. Los impedimentos a la iunovación, empíricamen-
te irrefutables, pueden tener motivos completamente distintos, por ejemplo, la

.
formación puede sorprender sólo una vez y no una segunda; el dar-a-conocer (acto
de comunicar) la decisión fijada por escrito, como acción permanece irrepetible (si "cultura organizacional", que no está precisamente sedimentada en las actas. 12
bien puede ser corregida) y el comprender es igualmente un acontecimiento único, ,

aunque puede ser recordado. La escritura hace posible una considerable difusión
del evento decisional, cosa que, por ejemplo, hace aconsejable poner fecha a la Ill.

1 w George Spencer Brown, Laws ofForm, reimpresión .New York 1979) pp. 54 ss.
. Las estructuras de la constitución propia del tiempo, por una parte, son vinculantes
11
para las organizaciones, porque las organizaciones se producen a sí mismas como
Como ha demostrado Heinz von Foerster, una teoría de la memoria necesita una mate~
mática del impedimento del olvidari referida a las unidades más pequeñas del procesar de las sistemas sociales en la sociedad, mientras por otra, son atenuadas en su fuerza
operaciones del sistema. Véase Heinz von Foerster, Das Gediichtnis, Wien 1948, ·y Heinz von vinculante a través de regulaciones societales del tiempo, ante todo: mediciones
Foerster, Quantum Mechanlcal Theory ofMemory, en Heinz von Foerster (Ed.), Cybemetics:' del tiempo. La paradoja del tiempo, su unidad hecha de actualidad e inactualidad,
Circular Causal, and Feedback Mechanisms in Biological and Social Systems. Transactions
of the Sixth Conference 1949, New York 1950, pp. 112-134. Regresaremos sobre esto infra,
12
Cap. 6, Sección !l. Sobre esto más en detalle infra cap. 7, sección VI.

192 193
debe preocupar a las organizaciones. Éstas, al contrario, se atienen al tiempo La sincronización requerida, en efecto, puede siempre suceder sólo en el siste-
M d..
a domesticado por la sociedad, a una semántica temporal fija y a las me 1c1ones ma y únicamente en el breve momento de la actualización del tiempo." Se sirve de
~abituales del tiempo. Por lo tanto, para las organizaciones el tiempo medido trans- una red recursiva de recuerdos y anticipaciones bajo condiciones que se aplazan
curre homogéneamente en el sistema y el entorno. Si es martes, en todas partes es de momento a momento. Por esto, se deben construir identidades relativamente
martes y si los relojes no coinciden, se adelantan o se atrasan. Desde hace más de resistentes al tiempo y continuar escribiéndolas de momento a momento. Por esta
cien años que hay incluso un tiempo mundial regulado en este sentido. El mundo razón el sistema debe disponer de una memoria altamente selectiva, casi siempre
envejece al mismo compás y, si se toma una decisión en un determinado instante, en la forma de certificados escritos, documentos justificativos, actas que contengan
donde sea y para todos habrá sido tomada en ese instante. Ya ni siquiera nos mara- no sólo informaciones, sino, más que nada, decisiones propias. Así, para cada de-
villamos por esta significativa conquis_ta civilizatoria. cisión también .1ebe ser planificada su idoneidad como pasado futuro. La organiza-
·· Esta domesticación del tiempo por la sociedad no siguifica en lo absoluto que ción escribe constantemente sus propias memorias, sin poder prever con certeza,
la paradoja del tiempo, esto es la unidad de actualidad e inactualidad, haya desapa- qué ni cuándo será nuevamente necesario algo de ellas. La experiencia enseña que
recido. La cuestión es más bien: bajo qué forma retorna, o: de qué modo se hace este cultivo anticipador de la memoria absorbe mucha capacidad y que, además,
un problema. [leva a la sincronización del sistema a través de un curso que prioriza la autorrefe-
La ventaja, seguramente más importante, consiste en la simultaneidad tem- rencia antes que la heterorreferencia y deja operar al sistema esencialmente a partir
poral de sistema y entorno; se podría también decir que consiste en la unidad del de sí mismo. Los cambios, entonces, deben asumir la forma de la innovación y la
13
tiempo mundial. Después de ésta, todo lo que sucede, sucede simultáneamente. innovación, a su vez, la forma de perturbación de la experiencia y la rutina. So-
Mientras la organización está ocupada con su presente, nada puede suceder ahora metido a la presión de la selección, el sistema se sincroniza preferentemente consi-
mismo en su futuro; ni mucho menos puede la organización adelantarse apre- go mismo, pero puede hacerlo· en formas más o menos sensibles al entorno, por lo
suradamente en el futuro de la sociedad y allí tomar ya decisiones que para su cual también se producen irritaciones y, con ellas, también informaciones. Sólo
entorno no han sido aún tomadas, sino que todavía están próximas, en el modus cuenta como entorno aquello a lo que la organización puede dar forma. 15
de la incertidumbre. Estas son simplificaciones drásticas que, sin embargo, valen Esto puede sonar como critica y así se expresa en las habituales lamentaciones
la pena precisamente porque lo que sucede simultáneamente no puede ser con- sobre la "burocracia". Sin embargo, es todo lo contrario. Antes de formular un
trolado informativa ni causalmente; ni mediante el saber, ni con el actuar. El siste-
14
ma puede intentar compensar esta pérdida de control. Con cautela, aquí se podría Claramente visto, este estado de cosas se puede encontrar también en Fichte, referido,
hablar de problemas de sincronización. No se trata de la producción de aquella en todo caso, al Yo que se afinna a sí mismo. El yo pone arbitrariamente también él presente en
cuanto único momento temporal en el cual se permite entrar en relación con su No-yo. Y de esto
simultaneidad fundamental de todos los acontecimientos actuales en el sistema se sigue: i<Para nosotros no existe pasado alguno, como es pensado en el presente, Aquello
y el entorno, sino de la coordinación de estos eventos. En el caso de las organi- que ayer ha sido ... no es; lo es solamente en el sentido que yo, en el momento presente, pien-
zaciones, se trata de la coordinación de sus decisiones con lo que ha ocurrido en so que ayer ha sido" (Grundr:iJ3 des Eigentüm1ichen der Wissenschaftslehre in Rücksicht auf
el pasado y sucederá en el futuro, tanto en el sistema como en el entorno. Como das theoretische VennOgen (1795), citado según la edición de Ausgewahlte Werke en seis
volúmenes, vol. 1, Darmstadt 1962, p. 60I). Mientras, según Fichte, ia!es afirmacíones sólo
se puede ver, la paradoja reprimida del tiempo se desquita planteando una tarea pueden ser fonnuladas trascendentalmente, nosotros las re-empirizamos refiriéndonos al ope-
imposible de cumplir. rar empíricamente observable de sistemas autorreferenciales.
15
Karl E. Weick, Organizational Redesign as Improvisation, en George P. Huber/William
H. Glick (Eds.), Organizational Change and Redesign: Ideas and lnsights for lmproving Per-
formance, Oxford 1993, pp. 346-379 (372 s.) habla de "enacted enviromnents" (entornos re-
u Más ampliamente: Niklas Luhmann, Gleichzeitigkeit und Synchronization, en: Niklas presentados, actuados). Cfr. también Karl E. Weick, Der ProzeB des Organisierens, traducción
Luhmann, Soziologische Aufklarung, vol. 5, Opladen 1990, pp. 95-130. alemana, Frankfurt l 983, pp. 212 ss.

194 195
w
¡
~

1 juicio, se debe asegurar los fundamentos del juicio y, en primer lugar, darse cuenta Ysi el fin deseado se proyecta en el futuro, se tiene tiempo; entonces es posible di-
''
í de cuán improbable es la innovación y de cuán doblemente improbable es la in- ferenciar el mismo fin, distinguir entre fines y medios, diferenciar los medios como
1 novación basada sobre una interpretación de sucesos ambientales. "La situación sub-fines, distinguir aspectos importantes y menos importantes del estado que se
humana (admite) entonces los inventos solamente bajo condición de un pesado propone realizar; en breve: el futuro que al presente es desconocido y permanece
derroche de fuerzas". 16 Veremos de iurnediato que un sistema, que se reproduce a desconocido, puede ser rellenado con una red de identidades que, a su vez, pueden
través de la autopoiesis del decidir, se sincroniza, mucho más de lo habitual y po- ser recordadas y, si es necesario, actualizadas.
1
sible, orientándose también hacia el futuro y, en consecuencia, opera en el modus Pero los fines son sólo un caso especial de diferencias. Enfocan el futuro sobre
del "qué pasaría, si...". Más de cuanto sea posible en otros sistemas, la decisióu es una diferencia, producida por medio de la decisión, entre alcanzar o no alcanzar
vista como lo que hace una diferencia(= produce información), en la relación entre el fin. Si se quiere insertar también otras posibilidades de dar forma al futuro es
pasado y futuro. Aquello, que hace experimentable todo presente como diferencia aconsejable transferir la conceptualidad ligada al fin en una conceptualidad más '
que separa pasado y futuro, es proyectado en el futuro como diferencia. general. Por esto hablamos de distinciones (necesarias para observar), que per-
Cuando se debe decidir, en efecto, el futuro es representado como diferen- miten oscilar entre los dos lados de la distinción. Con esto se pueden comprender
cia -como diferencia entre lo que debe ser alcanzado a través de la decisión y .lo también distinciones tales como útil/ daflino, bien/ mal, amigo/ enemigo, e inclu-
que sucedería sin ella. Habitualmente esta diferencia es llamada "fines" .11 Un fin, so como marked I unmarked. 19 El futuro, entonces, es determinado por la elección
entonces, puede ser entendido como un problema actual y una decisión como la de la distinción con la cual es observado en el presente, y, al mismo tiempo, per-
so1ución, actualmente comunicada, de un problema que, con su ·comunicación se manece indeterminado, porque con ello deja abierta la cuestión de qué lado de la
hace pasado, independientemente de lo que ocurra enseguida. Simultáneamente, distinción será utilizada en los presentes futuros y bajo cuáles condiciones.
sin embargo, el fin se proyecta en el futuro como diferencia entre el estado que se Si se proyecta un futuro pronto a oscilar, sin embargo, tampoco el pasado per-
aspira lograr y el estado que ocurriría en otro caso. Puede hacerlo así, puesto que manece como lo que ha sido. En las intervenciones recursivas, siempre efectuadas
es concebido en el modus de la inactualidad, en el modus del "todavía no", como en el presente, el pasado es recordado sólo selectivamente y, por lo mismo, también
una identidad relativamente estable, como una forma, cuasi como una cosa y es selectivamente olvidado. 20 Por esto, frente a un futuro desconocido, puede ser útil
considerado disponible para intervenciones recursivas. Como diferencia que almo- deducir "trends" (tendencias) del pasado. Se ha sobrevivido, y esto basta." Así, el
mento es inactual, el fin debe tener un valor que sea convincente ya en el presente." pas~do puede ser continuamente adaptado a lo que deriva de la oscilación. En la
causa para el divorcio, el cónyuge ya no es más (y, precisamente, es) la persona
con quien el otro se había desposado. Por esto, para el análisis de o,gijnizaciones
l<i Así George Kubler, Die Forra der Zeit: Anmerkungen zur Geschichte der Dinge, traduc-,
hechas de decisiones, resultan inadecuadas todas las teorías "genealógicas", las
ción alemana, Frankfurt 1982, p. 117.
17
Es de notar, en todo caso, que a través de una larga tradición !a semántica "teleológica"
se ha hecho extremadamente inexacta Por ejemplo, como fin se entiende también un objetivo
que puede ser alcanzado o perdido. Ouna idea de fin o su valor, para lo cual se trata del grado de " Especialmente en este sentido Spencer Brown Op. Cit. (1979), pp. 60 s. habla de "os-
aproximación. Siempre están en juego también distinciones, cuyo antónimo, sin embargo, puede cilator function '' (función de oscilador) y la considera indispensable, apenas un sistema ejecuta
ser detenninado de manera distinta y cambiado de modo confuso. En el texto y en la exposición un ~e-entry de la distinción en lo distinguido y rompe así el marco de la aritmética y álgebra
que sigue entenderemos por "fin" un programa diferencial referido al futuro y sólo hablaremos comentes.
20
de "objetivo" cuando se trata de la distinción acertar/ fallar (el objetivo). En consecuencia, un fin Incluso si la consciencia todavÍa recuerda, para la comunicación podría ser mejor no
puede desde luego ser también un objetiVo, cuando se trata de alcanzarlo y de no perderlo. volver más sobre ciertas cosas.
21
18
Así se podía formular ya en el siglo xvm. Véase, por ejemplo, Karl Heinrich Heyden~ Cfr. Armen Alchian, Uncertainty, Evolution, and Economic Toeory, Journal of Political
reich, System der Aesthetik, Leipzig 1790, reimpreso Hildesheim 1978, p. 181: "¿Cuál es el Economy 58 (l 950), pp. 211-221; también Annen Alchian, Economic Forces at Work Indiana-
valor del fin mismo?". polis 1977, pp. 73-110. '

196 I97
cuales parten de un "origen" o de una "fundadón" y suponen una suerte de una memoria del sistema, la que cada vez permite sincronizar pasado y futuro en el
dominio del fundamento sobre aquello que ha fundado." La operación de observar, presente." Por esto parece bien pensada la propuesta de James March de describir
que tiene lugar en el presente y que desactualiza sus horizontes temporales, tiene las organizaciones como sistemas buscando fines. 24
1'
en todo caso el primado - el primado de la facticidad. Para la continuación de la -
autopoiesis del sistema lo único que importa -más allá de todo posible fracaso-
es encontrar una operación que se conecte. Para eso, ciertamente, puede ser de IV.
ayuda e incluso puede ser indispensable la producción de un pasado común y
de un común futuro. Y ambos horizontes temporales pueden ser mantenidos esta- En una sociedad que vive a un ritmo febril, con infinitas transformaciones estructu-
bles, porque son cada vez inactuales. rales simultáneas y numerosas cadenas causales que se entrelazan y producen efec-
Las decisiones pueden ser tomadas siempre sólo actuahnente y siempre sólo tos inesperados; en esta sociedad, cuyos medios de comunicación de masas están
simultáneamente con todo 'to que además.pase en la actualidad. Pero esta actuali- orientados a la información, esto es a lo nuevo, y cuyas posibilidades tecnológicas y
dad no es más que la diferencia entre pasado y futuro y, para actualizar esta dife- sus consecuencias cambian también velozmente - en una sociedad así, )as organiza-
rencia, el sistema necesita puntos de apoyo -por el modo en el cual pasado y futuro ciones, aunque participan en la producción de todo esto, podrán parecer lentas, pe-
se distinguen, independientemente de la distinción puramente formal- porque sadas, si es que no conservadoras. La agitación con que hoy se prescribe la "innova-
no se puede decidir en el pasado que ya no es, ni en el futuro que aún no es. Las ción" sin tener en cuenta la controlabilidad de los efectos, avala este diagnóstico.25
identidades, a las cuales el sistema recursivamente se orienta, sirven a la separa- El ritmo requerido resulta, tal vez, más fuerte por los efectos de las innovaciones,
ción y conexión de los horizontes temporales. Pasado y futuro, esto es memoria y que por su lógica interna. Esta impresión, sin embargo, puede ser engañosa. Por
oscilación, se reflejan la una en la otra: el pasado se había determinado a si mismo esto la controlaremos y la someteremos a revisión con un mayor análisis que nue-
en vistas al futuro de entonces y el futuro se proyecta en virtud de fines que siem- vamente recurre a que en las organizaciones se trata de la autopoiesis de decisiones.
pre se quiso lograr, de la misma o de otra manera. El presente se libera, mediante La idea normal de tiempo entiende el pasado como concluido e inmutable, el
estas recursiones, de la necesidad de determinar todo de nuevo a partir de su propia futuro, al contrario, como abierto a modificaciones que, en parte, se deben producir
nada. Y sólo así es posible pensar que una organización utiliza sus decisiones para intencionalmente y, en parte, ocurrirán contra las expectativas y que, entonces,
separar y unir, momento a momento, los pasados y los futuros. será necesario aceptar. Esta casi indiscutible relación entre pasado y futuro es, no
Consecuencia de lo anterior es que los fines no son algo así como factores mo- obstante, invertida en su tendencia a través de decisiones o, al menos, corregida
tivacionales que permiten "explicar de modo comprensivo" la acción, en el sentido mediante un principio opuesto. El decidir se hace posible gracias a unil'relación de
de Max Weber. Estos son más bien dilemas depositados en el futuro que permiten cambio de la determinación temporal. El pasado permanece irreversiblemente de-
engarzar cadenas de decisiones y referirse a ellas, una y otra vez, incluso cuando terminado y el futuro permanece indeterminado, peto la decisión postula no estar
las decisiones han pasado hace mucho tiempo. Son momentos estructurantes de obligada por el pasado y que por eso debe comprometer el futuro. Pero, ¿cómo se
produce esta inversión?
22
Lógicamente nos movemos sobre el dificil terreno de una lógica transclásica OpoHconM
textual, que incluye el cálculo en el cálculo. Sobre la "exoneración de toda genealogía" y sobre 23
En el sentido de Heinz von Foerster, Was ist Gedachtnis, daf.l es Rückschau und
"deconstrucción del. fundamento" como problema principal y como mérito propio de estas Vorschau ermoglicht?, Op. Cit 1993.
lógicas, véase RudolfKaebr, Disseminatorik: Zur Logik der 1'Second Order Cybernetics": Von 24
Véase James G. March/Johan P. Olsen,Ambiguity and Choice in Organizations, Bergen
den "Laws ofFonn" zur Logik der Reflexionsfonn, en Dirk Baecker (Ed.), Kalkül der Form, Noruega 1976.
Frankfurt !993, pp. 152-196 (170 ss.). Empíricamente puede servir de consuelo, dado que " Cfr. Ralph Grossmann/Ewald E. Krainz/Margit Oswald (Eds.), Verandenmg in Organi-
como sea no tenemos alternativa. sationen: Management und Beratung, Wiesbaden 1995, con casos prácticos.

198 199
Por una parte, se afloja el vínculo con el pasado al reconstruir, como alter- esto, en las páginas que siguen, hablaremos también de absorción de incertidum-
nativa abierta, como posibilidad de elección, lo que existe como resultado de la bre, no sólo en el sentido de que la incertidumbre es reducida más y más, sino
historia. Esto produce la impresión que comienza una nueva historia con la de- también en el sentido que al mismo tiempo se construye incertidumbre, esto es, se
cisión. Para poder obligarse mediante decisiones se deben, por de pronto y en cier- renueva. Así, entonces, se puede decir que la organización es la autopoiesis (que
ta medida, soltar las determinaciones de la "máquina histórica" -sistema, que parte se continúa por sí misma) de la forma certidumbre, esto es de una forma de dos
siempre de sus propios estados, aunque, naturalmente, no tanto como para que lados, en cuyo otro lado se ha de contar con incertidumbre.
el sistema no pueda constatar su propia identidad. Por otra parte, se deben limitar De este modo una decisión, al fijar el resultado de su pasado como alternati-
las posibilidades futuras relevantes para la decisión, muy típicamente en la forma va, produce un futuro incierto. Ésta, al presentar una pluralidad de posibilidades·
de la fijación de fines, pero, por ejemplo, también por medio de la concepción de como simultáneamente dadas, produce no saber acerca de cómo irán las. cosas."
riesgos limitados o peligros determinados. Entonces: en el pasado se debe introdu- El no saber es un complemento necesario de la representación de posibilidades.
cir futuro y en el futuro se debe introducir pasado. Solamente así el tiempo expan- Con esto, la decisión también produce la perturbabilidad del curso que ella misma
dido, no sólo el tiempo presente, se hace un medium de posibles decisiones y úni- ha buscado. Sin decisión no habria ningún futuro pronosticable, por lo mismo tam-
camente así la decisión puede ser entendida como una forma de vínculo temporal. 26 poco desilusiones, ni tampoco planificación alguna del comportamiento en caso
Con Shackle, se puede resumir este análisis afirmando que con cada decisión de desilusiones, ni tampoco normas. "Los ángeles pueden aún caer y los diablos
comienza una nueva historia,21 en todo caso, una historia que, a su vez, estará cons- multiplicarse", se lee en Jean Paul, y prosigue:" ... ningún mortal puede profetizar
tituida por decisiones, esto es, producirá nuevas historias las que, por su parte, es- su voluntad y decir que la próxima semana desearía y querrá querer esto o aquello.
tán destinadas a desconectarse de un pasado que las determina. Con decisiones, por Porque aunque cumpla su profecía no lo hará con la voluntad pasada, sino con la
lo tanto, se introduce indeterminación en la historia, pero siempre puntuahnente, del momento". 29
siempre actuabnente. Lo que ya está decidido, ciertamente se ha hecho pasado y, Si esto es exacto, de ello se sigue que el ser desconocido del futuro no puede
con ello, fijo. Así, por lo menos, se piensa. Pero, al mismo tiempo, cada decisión ser cambiado. En esta perspectiva, no hace diferencia alguna cómo se distribuye
que se haya de tomar busca en su pasado, al cual también pertenecen decisiones sociahneiite el saber, ni si alguien dispone de un mejor saber que otro. También
pasadas, informaciones y alternativas. Se vuelve a arar el suelo una y otra vez, la búsqueda de mayores informaciones concierne sólo al pasado. En esta medida,
pero en una forma que no puede ser presentada como proceso lineal (salvo con una se debe corregir la difundida idea, según la cual con más información se puede
simplificación extremadamente tosca). La próxima decisión distingue, entonces, controlar mejor el futuro. 30 La incertidumbre, que es disipada mediante informa-
un otro pasado y un otro futuro, aunque mire los mismos fines. No puede hacer ción, no es la incertidumbre del futuro, sino la incertidumbre de la eltll:ción desde
retomar nada de lo que ha sucedido; pero puede corregir. un ámbito de selección. Ciertamente un decisor puede ver más posibilidades con
Así pues, el común denominador de la autopoiesis del decidir es la incerti- una memoria enriquecida, utilizar esquemas mejor diferenciados y, para usar una
dumbre; mejor dicho, la incertidumbre que tiene en vista la incertidumbre. Por fórmula un poco pasada de moda, decidir de modo más astuto. En esto, y sólo en

28
26
El concepto proviene de Alfred Korzybsky, Science and Sanity: An Introduction to Non~ Véase también Shackle Op. Cit. (1979b), p. 27: "Plural possibilities entertained by the
Aristotelian Systems and General Semantics (1933), citado según la cuarta edición, Lakeville chooser imply unknowledge in some degree" (Que quien elige disponga de una pluralidad de
Conn. 1958. Korzybsky aplica este concepto al lenguaje, esto es a la comunicación en sí misma. posibilidades implica un cierto grado de no conocimiento).
29
Esto, sin embargo, supone un observador de segundo orden, porque el vínculo temporal no es Así Jean Paul, Traum eines b6sen Geistes vor seinem Abfaile, citado según: Jean Paul,
comunicado a través de la comunicación, no se hace tema de la comunicación. Es exactamente Werke: Auswahl in Zwei Banden, Stuttgart 1924, pp. 269-273 (269).
30
' esto lo que cambia, cuando es comunicada una decisión. Véase, por ejemplo, Arthur L. Stinchcombe, Infonnation and Organizations, Berkeley
" "engenderment ofhistory"' (generación de la historia), Shackle Op. Cit. (1979a), p. 27. 1990.

200 201
esto, consiste !a ventaja del conocimiento experto y ambiental." Pero eso solamen- en su sentido qué reacciones desencadena ésta. Pero, incluso entonces, la identi-
te significa que dicho decisor dispone de estructuras más complejas que diferen- dad de una decisión sigue siendo una construcción que requiere memoria, por lo
cian, pero no eliminan, lo desconocido del futuro: él dispone de esquemas, scripts, tanto olvido, y que puede ser establecida sólo con la ayuda de recursividades como
cognitive maps, implicit theories, todos conceptos que recurren a la memoria y no fonna de un evento, como "éste y ningún otro". Yesto vale también cuando, para
al futuro. Por ello no debe sorprender que el ser desconocido del futuro no tenga decisiones futuras, se reflexiona en el modus de "qué sucedería si", sobre cómo
influencia alguna sobre la eficiencia de las organizaciones. 32 podrian ser éstas identificadas. Esta relación retrospectiva consigo misma, por
No obstante todo el esfuerzo por lograr mejores fundamentos decisionales lo demás, no puede ser bien realizada en computadores. Éstos siempre requieren
' una programación ex ante, incluso cuando, por esta razón, debieran estructurarse
mayor saber, nueva información, la diferencia entre pasado y futuro se mantiene,
así como también la fugacidad de cada presente actual, que constituye como dife- con capacidad para aprender. Los sistemas psíquicos y sociales, en cambio, pueden
rencia su pasado y su futuro. Esto nos lleva a preguntarnos cómo se puede, bajo aprender solamente de su memoria, derivando esquemas y confrontándolos con
estas condiciones, observar y describir una decisión. Deben haber formas semán- situaciones nuevas. En otras palabras, aprendiendo pueden dejar correr el futu-
ticas que hagan posible tal observar resistente al tiempo de decisiones pasadas, ro. Trabajan con un pasado esquematizado, mientras el computador requiere un
así como también un observar (esto es: distinguir e indicar) de decisiones futuras · futuro esquematizado.
esperadas. ¿Cómo se constituye, entonces, la identidad de una decisión como ob- Vale pues la pena formular, tan comp!icadamente, la pregunta por las rela-
jeto de una observación (ella misma siempre, sólo como evento posible)? No hay ciones temporales del decidir. Entonces se ve, que en los procesos decisionales
duda que también es posible la observación de acontecimientos pasados y futuros: computarizados, cuya certidumbre solamente se debe a la circunstancia que el ser
Nos encontramos ayer con un amigo, dijo que nos telefonearía y ahora esperamos desconocido del futuro es sustituido por un programa, mientras en las comuni-
la llamada. Los eventos pueden ser identificados, entonces, de modo resistente al caciones de decisiones en las organizaciones normalmente se parte de un pasado
tiempo y así pueden ser indicados repetidamente. Esto vale también para las de- continuamente revisado (cualquiera sea el fundamento que luego secundariamente
cisiones en la medida en que éstas son eventos. Pero ¿también en la medida en la se aduzca). Tampoco se logra certidumbre alguna al observar y describir decisio-
cual son decisiones? ¿En la medida en la que ellas invierten la determinación tem- nes. Precisamente esto se expresa con el concepto de riesgo. Los riesgos carecen
poral y -¿podemos usar esta formulación?- se des-determinan con la mirada hacia de lugar ontológico en el mundo; a diferencia del concepto de peligro, el concepto
el pasado, para obtener la posibilidad de poner límites al futuro? de riesgo indica una forma de observación de decisiones." Se puede comprender
A menudo se lee que únicamente después de la decisión se puede saber cómo la función de esta forma si se piensa en las consecuencias devastadoras que se
se ha decidido." En todo caso, recién mediante la decisión se hace posible incluir producirían si el futuro fuese conocido o se creyera conocerlo. Esto.haría iniitil
toda decisión, porque como sea sucede lo que se ha previsto. La consciencia del
31
Véase, por ejemplo, Daniel J. Isenberg, Toe Structure and Process ofUnderstanding: riesgo es, por lo tanto, una actitud funcionalmente equivalente hacia el futuro, con
lmplications far Managerial Action, en: Henry P. Sims, Jr./Dennis A Gioia et aL, Toe Thinking
Organization: Dynamics of Organizational Socia! Cognition, San Francisco 19861 pp. 238-262.
32
Véase Ellen Earle Chaffee/Jack Y. Krakower, Toe Impact ofResource Predictability and p. 59. También para Karl E. Weick, Sense Making in Organizatíons, Thousand Oaks Cal. 1995,
Management Strategy on Performance, en Louis R. Pondy/Richard J. Boland Jr./Howard Too- e! sense-making es una actividad retrospectiva y el manager es, por lo tanto, un historiador.
mas (Eds.), ManagingAmbiguity and Change, Chichester 1988, pp. 157-176. Véase, en particular1 pp. 184s.: "What is crucial about this is that a decision is an act OÍ inter-
33
"Only after action has taken place is the administrator able to aive a historical account pretation rather than an act.ofchoice" (El aspecto crucial de todo esto es que una decisión es un
of what has happened, and the psychiatrist is very much in the same ;osiiion" (Sólo después · acto de interpretación antes que un acto de elección).
34
que la acción ha tenido lugar, el administrador es capaz de hacer un recuento histórico de cuánto Sobre esto, más ampliamente, Nik.las Luhmann, Risiko und Gefahr, en Nik.las Luhmann,
ha sucedido y el psiquiatra se encuentra en idéntica posición») se lee en Jurgen Ruesch/Gregory Sozinlogische Aufklarung tomo 5, Opladen 1990, pp.131-169; Niklas Luhmann, Soziologie
Bateson, Communication: The Social Matrix of Psychiatry, New York 1951 1 2 edición 1968, des Risikos, Berlín 199 L

202 203
la cual el decidir se hace recién posible a sí mismo; con esto luego la praxis, a su evaluación e, incluso, de los criterios de evaluación. 37 En las organizaciones parece
vez, requiere un antídoto, una más o menos irrealista atenuación de la consciencia que, precisamente respecto a las evaluaciones de las situaciones, la contingencia
del riesgo. abierta es menos problemática que la cerrada que, después, puede dar pie a recri-
Después de todo lo que hemos dicho, se colige que las decisiones no son obje- minaciones. En todo caso, la organización no es libre de elegir a discreción el paso
tos predecibles, sino operaciones que producen diferencias. Un estado de cosas tan de la contingencia abierta a la contingencia cerrada. Porque también la decisión de
complejo no puede ser "identificado", o sólo puede serlo simbólicamente. La vía no decidir sobre un determinado tema es una decisión que cierra la contingencia
de salida es, sin embargo, relativamente fácil (sólo su descripción es complicada): de su alternativa y, en esa medida, eventuahnente deberá lamentarlo. Debido a que
se observa la alternativa inminente para la decisión de distinta manera, según se todos los acontecimientos están vinculados al instante, más tarde ya no es posible
centre en el tiempo antes de la decisión o en el tiempo después de la decisión. 35 1 decidir haber decidido antes.
En ambas perspectivas, los componentes de la alternativa son observados como En consecuencia, la decisión antes de la decisión es diferente a posteriormente
contingentes. Respecto a la decisión, su realizació~ no es necesaria ni imposible, a la decisión y mientras se decide (simultáneamente) no es posible observarla ni
vale decir, es contingente,36 porque en caso contrario no habría nada por decidir. en lo más mínimo. La decisión, entonces -si alguien pregunta lo que "es"-, es una
Pero la decisión cambia en su mismo instante la forma de la contingencia. Antes paradoja: la misma y no la misma. Ella es, además, un re-entry del tiempo en el
de la decisión la contingencia está abierta, todavía es posible la elección de cual- tiempo, esto es, un fe-entry de la diferencia entre pasado y futuro vivenciada en
quier posibilidad. Tras la decisión, la contingencia está cerrada, ya no es posible el presente, en sí misma, con todas las consecuencias que señala Spencer Brown
otra decisión, sino a lo sumo una corrección a través de una nueva decisión. Pero para su cálculo de la forma. Por un lado, en efecto, el tiempo en el modus del ope-
la altematividad y con ésta la contingencia se mantienen. No son borradas por la rar está presente en la forma del pasaje desde lo que ya desaparece a lo que está
decisión, ni tampoco transformadas en otra modalidad de lo necesario o de lo im- comenzando a hacerse actual. Esto vale para todas las percepciones o pensamien-
posible. No sería posible, de otro modo, criticar las decisiones ni arrepentirse por tos conscientes," pero también vale para la comunicación en curso que, del mismo
haberlas tomado, ni hacerlas objeto de reprobación, ni tema de responsabilidad. modo que las operaciones de la consciencia, necesita tiempo. Con ello, a la vez
Precisamente la observación y registro de una decisión como decisión retiene la hace que algo se vaya convirtiendo en pasado irrevocable, mientras ella prosigue
alternativa en la memoria del sistema y facilita así también su reactualización. la operación conectándose con lo que todavía no ha sido comunicado y colaboran-
Las posibilidades excluidas se conservan como posibilidades. Los intereses pos- do pasivamente en su realización. Si, por lo contrario, se llega a una decisión, se
tergados pueden hacerse sentir nuevamente, las oportunidades desaprovechadas no marca en una forma determinada la diferencia entre pasado y futuro, entre memory
retoman y, precisamente por eso, adquieren significado. y osci/lation. Ésta vuelve a aparecer en el tiempo, al articularse la ®cisión en el
Sólo así se puede explicar que se pueda sentir temor ante las decisiones, que se tiempo en cuanto decisión, con la ayuda de la diferencia temporal. No se deja, sim-
tenga recelos frente al riesgo, porque se debe contar con un cambio posterior de la plemente, que el tiempo pase; se produce para el futuro una diferencia respecto a lo
que se derivaría del pasado si no se decidiese.

35 Este antes / después, además, es independiente del instante de la observación. También

antes de la decisión se puede distinguir el tiempo antes y el tiempo después de la decisión misma 37 Véase J. Richard Harrison/James G. March, Decision Making and Postdecision Sur-
e iguahnente se puede hacer después de la decisión. En todo caso, es sumamente probable que prises, Administrative Science Quarterly 29 (1984), pp. 26-42 y la discusión relacionada. Cfr.
una observación enjuiciadora sea diferente según que ésta tenga lugar en conocimiento de la también Niklas Luhmann, Soziologie des Risikos, Berlin 1991, pp. 207 ss.
decisión o antes de ella. 38 Pensar es "trascender", es la unidad del' llegar y pasar de los pensamientos, se lee, por
36 Utilizamos aquí (como siempre), el concepto lógico-modal de contingencia que se obtie-
ejemplo, en Shackle Op. Cit. (1979b), pp. 1, 46, 93 s., 144. Similares son los conocidos análisis
ne mediante la negación de la necesidad y la negación de la imposibilidad. de Husserl de la consciencia interna del tiempo.

204 205
También este re-entry (como todos) es una fonna de despliegue de una para- en una organización que se presume racional. Queremos saber cómo se toma la
doja. El tiempo en el tiempo es el mismo y, a la vez, no es el mismo tiempo. Esto decisión.
significa, que la decisión produce lma situación no detenninada operativamente, Aquí solamente puede ser de ayuda un análisis más preciso de las recursivi-
en la cual ella puede gestionarse como decisión y, por medio de la decisión, puede dades que son activadas en el caso típico. Como veremos en el capítulo 8 sobre
resolver la indetenninación en una detenninada ejecución. En este sentido, toda la programación, se pueden anclar puntos cruciales de orientación en el pasado 0
decisión es nueva. Cada decisión inicia una nueva historia. La decisión debe que ponerlos a salvo en el futuro. Entonces se trata de programas condicionales o de
esto sea posible al re-entry del tiempo en el tiempo, que ella ejecuta. La deci- programas de fines. O la decisión se deja delimitar, si no obligar, por condiciones
sión es, entonces, la solución de una indetenninación autoproducida. Ysolamente que han sido dispuestas en el pasado; o la decisión fija un fin en el futuro, que
por esto una decisión puede ser observada como diferente y, no obstante, como la indica una diferencia respecto a lo que se verificaría sin ella. Ambas formas de
misma, según si el observador la localiza en su futuro o en su pasado. consideración de: horizontes de tiempo inactuales, tienen la función de traspasar la
Sin embargo, esto no es tan grave, porque, en general, en las organizaciones responsabilidad al programador, en la medida de las ventajas; y, alroismo tiempo,
se sabe o se puede detenninar fácilmente si una decisión ha sido ya tomada o aún con el desplazamiento de la responsabilidad, de poner a disposición una modalidad
no lo ha sido. La paradoja nos vuelve a enfrentar -en forma desplegada, dividida de fundamentación racional. De esta manera, la racionalidad es acoplada a la des-
en dos distinciones distinguibles. El logro teórico de nuestros -algo complicados- carga de re,sponsabilidad. La racionalidad es una forma con la cual uno se puede
análisis consiste, por una parte, en que hacen visible que se requiere tiempo para disculpar. Esta es, en este sentido, "motivo" en cuanto explicación que puede ser
resolver la paradoja fundamental; por otra parte, también estriba en que, precisa- exhibida. En los casos de crisis la envergadura de la responsabilidad por la deci-
mente de este modo, se pueden comprender mejor las situaciones y preocupacio- sión puede ser reducida a tal punto, que la decisión criticada puede ser presentada
nes prácticas, típicas del trabajo organizado. como impuesta por los programas y las circunstancias.
Se puede entender bien el atractivo de una tal combinación de racionalidad
y desplazamiento de responsabilidad y también se puede comprender cuáles fue-
v. ron los fundamentos sobre los cuales la teoría clásica asociaba jerarquía y racio-
nalidad. Pero también se debe ver que no se agotan con esto las recursividades
Una decisión divide "su" tiempo en pasado y futuro. El pasado está dado en temporales, con las cuales se determina la decisión a sí misma. Junto a esta con-
el modus de lo no modificable y el futuro en el modus del no-estar-aún-deter- sideración oficial del tiempo, hay también una no oficial, al lado de la aprecia-
minado. Desde ambos horizontes temporales, al momento inactuales, la deci- ción manifiesta del tiempo existe una que, respecto a la comunicatllín, es más
sión extiende puntos de apoyo para su propia realización actual. Ella integra bien latente. Consiste en el dispositivo de la repetición. Bajo este aspecto, son
su pasado y su futuro. Únicamente así puede autodeterroinarse; sólo así tiene relevantes las decisiones pasadas que han sido aceptadas sin objeciones, esto es,
lugar como un evento que no está determinado por el pasado ni por el futuro. las que tienen, por sí mismas, el supuesto de aceptabilidad. Quien se desvía, debe
Aquí debemos insistir y explicar más exactamente cómo sucede esto. Evi- soportar el riesgo de la innovación, debe argumentar, tiene sobre sí el peso de la
dentemente no en el sentido de una determinación causal (aunque un observador prueba. Se recurre, correspondientemente, al futuro desde el punto de vista de los
puede atribuir causalmente). Pero tampoco es satisfactoria la referencia habitual, efectos de precedencia de las decisiones. El decisor y quien acepta la decisión
'i
respecto a que la persona (¿perdón, cómo dijo? ... ¿quién?) decide, porque se evade deben también pen.sar que los casos similares serán tratados en el futuro según el
:.:¡
en el misterio de insondables deliberaciones o construcciones de la "voluntad". mismo modelo; o al menos que con la decisión inminente se establece una ex- "
No queremos saber cómo se explica la decisión para sostener una mirada crítica pectativa en este sentido. Una vez introducida la rutina las contra medidas sor- i¡
y eventualmente provocar decisiones acerca de la respon~abilidad de la decisión prenden -y demasiado tarde. Será necesario, cómo es previsible, un mayor des-

206, 207
pliegue de fuerzas. Por esto es mejor evitar, lo antes posible, que se forme el VI.
hábito respectivo.
Cualquiera, que conozca las organizaciones desde adentro, sabe con cuánto Si ya las decisiones, individualmente consideradas, suponen y ordenan el tiempo,
cuidado son tratados estos problemas de la repetición y que llevan a mirar en re- porque producen una diferencia entre pasado y futuro referida al tiempo, con ma-
trospectiva y en prospectiva, esto es, a activar la memoria. Figuran entre los más yor razón vale esto para una pluralidad de decisiones, al menos cuando las deci-
importantes motivos de conflictos, probablemente innecesarios, pero preventiva- siones han de ser tomadas en el mismo sistema. En la relación con el entorno, por
mente significativos. (Lo mismo ocurre, naturalmente, en los matrimonios y en · mucho que una organización se esfuerce en hacer previsiones, tolerará en medida
las familias, donde mucho del "stress" cotidiano radica en que no se puede dejar considerable el azar. Internamente, en cambio, se plantean exigencias más altas
pasar nada). No se puede hacer permanente la relajación de una cooperación úni- a la sincronización de las decisiones, porque sólo así el sistema puede temporalizar
ca. Es especialmente agravante que lo que puede ser "repetido" en las decisiones la propia complejidad y acrecentarla como orden en la sucesión. Para esto sir-
' ven las fechas y los plazos.
no se entienda de manera algnna por sí mismo, sino que debe ser construido. Las
identidades no están dadas; deben ser extraídas selectivamente del material, deben Fechas y plazos son marcas adicionales de las decisiones. Se habla de fechas
ser condensadas. En esto ayuda la experiencia, vale decir, el tiempo de perma- cuando la decisión debe ser tomada en un.momento determinado; de plazos cuando
nencia en el puesto de trabajo. No obstante, también factores psíquicos pueden la decisión debe ser presentada dentro de un determinado espacio de tiempo. Esta-
afectar esta variable, que en sí está determinada organizacionahnente: puede haber blecer fechas siempre tiene también efectos de fijación de plazos. Debido a esto, a
almas más o menos temerosas de la repetición; así como quienes, por naturaleza, fin de simplificar la exposición, en lo sucesivo sólo hablaremos de plazos, aunque
dependen de formalismos y aun otras que están seguras que, en caso de peligro, se incluiremos los casos en los cuales los plazos recién comienzan a correr a partir
les ocurrirá desde luego una solución. Los acoplamientos estructurales pueden ser de un determinado evento (por ejemplo, el ingreso de una solicitud), de modo que
eficaces, precisamente porque repetición, reconocimiento e identidad no son fenó- éstos no pueden ser coordinados en vista de una fecha final.
menos naturalmente dados, sino construcciones. Y, ante todo, no está garantizado Se trata de marcas adicionales, porque los plazos dotan a las decisiones con
que las construcciones permanezcan iguales en el curso del tiempo, o que serán plazo de una distinción complementaria: éstas pueden respetar o superar el plazo.
vistas del mismo modo por todos los participantes. Debido a esto, en este ámbito es En esto, es una experiencia conocida que el plazo puede influir, de manera consi-
dificil también entender lo que se intenta decir y puede ser, más bien, una cuestión derable, sobre la calidad de la decisión: se puede dedicar a la decisión tanto trabajo
de la cultura organizacional cuán profundamente se comprometan las decisiones, como sea posible, respetando el plazo. 39
con este tipo de premisas decisionales no formuladas. Los plazos son necesarios para la producción de conexiones <l0 decisiones
No es posible continuar tratando aquí estos detalles. Se debe dejar constancia, que llamaremos relais. 40 En estos relais (reemplazo por postas) hay momentos en
que junto a las recursividades programadas, también las hay no programadas y
39
que el conocimiento de las repeticiones en ningún caso sigue sólo las premisas Se podría pensar que este problema se presenta esencialmente en las organizaciones
administrativas. No obstante aquí, como en cualquier otra parte, siempre es necesario pensar
del programa. Tampoco está garantizado que una programación detallada atenúe en distintos tipos de organíiaciones. Por ejemplo, las organizaciones de producción, dispue'stas
o haga superflua la consideración informal de los efectos de los p(ecedentes. Pro- o no bajo la fonna de cadena de montaje, están minuciosamente sincronizadas por plazos, que
bablemente valga, incluso, más bien lo contrario: que en los estrechos filtros de frecuentemente comprenden fracciones de minutos. En consecuencia, aquí puede ser más un-
los programas definidos se originen, con mayor razón, identificaciones referidas a portante el respeto por los plazos, que la calidad o lo irreprochable de fa decisión, por lo cual se
debe incluir un control de calidad como sección diferenciada de trabajo.
casos particulares, que no estaban en absoluto previstas por el programa. 40
Desde perspectivas como adaptación al entorno, estructuración ~el poder y reducción
de la incertidumbre, este concepto se encuentra también en Michel Crozier/Erhard Friedberg1
L'acteur et le systeme: Les contraintes de l'action collective, Paris 1977, pp. 141 ss.

208 209
los cuales deben estar disponibles los resultados de decisiones precedentes, como manezca sentado sonriendo, mientras los otros se afanan. Cuestiones de este géne-
supuestos para ·decisiones posteriores. Los re/a~ permiten cone~tar las vent~jas · ro, sin embargo, debemos dejarlas a la literatura especializada. Particular atención
del trabajo paralelo simultáneo con estructuras lmeales. Son particularmente im- merecen, al contrario, distorsiones considerables de la atención que, como conse-
portantes cuando existe una diferenciación regional o cualquier otra diferenciación cuencia de la presión del tiempo, tienen efecto sobre la calidad de las decisiones.
segmentarla que debe ser administrada centralizadamente. Los planes presupuesta- Bajo la presión del tiempo, se prefieren las informaciones fáciles de obtener a
rios anuales, por ejemplo, transcurren naturalmente bajo la presión del plazo. Pero las informaciones que son más dificiles de conseguir. Se anteponen componentes
también las disposiciones secuenciales de trabajos muy diversos requieren, a me- decisionales que puedan ser producidos rápidamente a los que requieran más tiem-
nudo, que se establezcan plazos y fechas. Así, antes de una operación quirúrgica, po. Por esto, en situaciones de conflicto y competencia, se imponen más. bien aque-
el paciente debe ser preparado y, por eso, debe estar suficientemente temprano llas propuestas que llegan antes, en forma suficientemente elaborada. 44 Así,juegan
en el hospital. Mientras más estricta sea la planificación temporal y _cuanto más un rol im~ortante los trabajos presentados en la forma de textos, los que facilitan
ajustadamente medidos sean los plazos, tanto más sensible será el sistema a las la lectura, las plausabilidades aparentes y, ante todo, el recurso a las experiencias,
alteraciones. 41 Esto, a su vez, puede conducir a que se planifiquen reservas de tiem- a lo conocido, cuya validez ha sido probada. Además de esto, la presión de\ tiempo
po para los imprevistos o que se confie en la rutina habitual que, en caso de emer- desanima las repeticiones y las verificaciones. Se confia en una elaboración de la
. 42
gencia, puede ser transformada en recursos de tiempo. información que ya está disponible, en particular, cuando la responsabilidad por
Mediante los plazos, el tiempo se hace escaso y no en forma homogénea, sino eventuales errores está en otra parte. 45 Se sabe, por las investigaciones sobre fallas
irregular." Algunas secuencias decisionales deben ser fuertemente aceleradas para de tecnologías de seguridad, con qué buena gana se reprime una sospecha difun-
que la fecha sea respetada y las fechas, que se deben fijar a las decisiones contri- dida, pero incómoda, incluso si no se trata de un proceso decisional con plazo,
buyentes, se ponen más y más próximas. En otros casos se tiene mucho tiempo, sino simplemente de tener otro trabajo por despachar, por lo cual se prefiere evitar
porque la fecha todavía está muy lejana o porque la decisión no requiere mucho sondeos, que hacen perder el tiempo. 46
trabajo ..Así les parece, por ejemplo, a algunos estudiantes cuando deben preparar Mientras estas consecuencias de la escasez de tiempo se refieren más bien al
un examen. Entretanto, hay sofisticados métodos de planificación temporal, con ámbito cognitivo, también hay consecuencias para la estructura d~ preferencias
los cuales se intenta eliminar estas distinciones racionalizándolas, de tal modo que del trabajo decisional organizado. Se prioriza terminar el trabajo con plazos a res-
la carga temporal sea distribuida, de manera casi igual, en el sistema y nadie per- petar. Se posterga lo que no tiene un plazo y puede ser terminado al día siguiente.
Los plazos, por lo tanto, no operan con neutralidad valórica. Independientemente
de lo que pregonen la línea programática y la ideología oficial de una" organiza-
"1 Véase, por ejemplo, Eliot D. Chapple/Leonard R. Say!es, Toe Measure ofMa~age~ent,
New York 1961, pp. 38 ss. Cfr. sobre el orden "irregular" del tiempo en las orgamz~c1one~, ción, las preferencias operativamente eficaces son guiadas por fechas y plazos.
iambién Peter Clark, Chronological Codes and Organizational Analysis, en: Jolm Hassaid/Derus
Pym (Eds.), Toe Theory and Philosophy of Organizations, London 1990, pp. 137-163. .
"' Cfr. Richard M. Cyert/James G. March, Organizational Factors m the Theory of Ohgo- 44
Como un estudio de caso,.véase Herbert A. Sirnon, Toe Birth of an Organization: The
poly, Quarterly Journal ofEconomics 70 (1956), pp. 44-64 (53 ss.); Richard M._Cyert/James G. Economic CooperalionAdminisirarion, Public Administration Review 13 (1953), pp. 227-236. j
15
March, A Behavioral Theory of the Firrn, Englewood Cliffs N. J. 1963, en particular pp. 36 ss. ' Sobre esto regresaremos, más detalladamente, en el capítulo 6, sobre absorción de la

y passim;Anthony Downs, Inside Bureaucracy, Boston 1967, pp. 136 ss. Na~almente aqu~ se
puede preguntar cuán realista es, en tiempos de ciisis, esperar que la rutina habitual se trans10r·
roe en recurso de tiempo disponible. i •

41 Sobre esto y lo que sigue, más ampliamente, Niklas Luhmann, Die .Knapphe1t der Zert
,
incertidumbre.
46
Investigaciones empíricas muestran, además, que los trabajadores tienden a ser más
astutos para "saltarse" las disposiciones de seguridad, cuando respet;irias "lleva a intenupcio~
nes excesivamente largas del proceso". Así Ulrich P.róll, Arbeitsschutz und neue Technoiogien:
!il
und die Vordringlichkeit des Befristeten, en: Niklas Lulnnann, Politische Planung: Aufsatze zur Handlungsstrukturen und Modemisiernngsbedárf im institutionalisierten Ar.beitsschutz. Opladen
1991,p. 37. .
Sozioloaie
o
von Politik und Verwaltung, Opladen 1971, pp. 143-164. il
;¡'I
210 211
l
,1
i
Esto también vale, con mayor fuerza, porque el cumplimiento de las determina- mente fácil notar la perplejidad de la organización frente a estos efectos de sus pla-
ciones temporales pqede ser fácilmente controlado, debido a que se basa sobre zos y controles. No se puede renunciar a estructurar el tiempo, sea para aumentar la
un simple esquematismo del tipo sí / no. En cambio, la calidad cognitiva de. la complejidad de las tareas, sea para evitar el derroche del tiempo no utilizado. Por
elaboración de información y su concordancia con las preferencias del sistema último, también se toma su venganza aquí la paradoja reprimida, ahora en la forma
son mucho más dificiles de verificar; y, si la verificación tiene lugar, no se puede relativamente inocua de los inevitables efectos no deseados de las estructuras y de
notar ciertamente en el puesto de trabajo (o, si se hace notar, lo es sólo en la forma contramedidas que no son muy eficaces porque no son muy profundas.
,de exhortaciones que de todas maneras vienen, regularmente, desde lo alto: sean
corteses, sean ahorrativos, respeten las disposiciones, etc.). En las universidades,
por citar un ejemplo particularmente drástico, existe oficialmente la doble tarea V1I.
de la docencia y la investigación. Pero, dado qué sólo la docencia está vinculada
a fechas y horarios, y en este sentido puede ser controlada (aunque, de nuevo: no La causalidad tiene claramente algo que ver con el tiempo, al menos si se parte del
en su calidad, sino sólo si tiene efectivamente lugar), en la práctica la actividad hecho que las causas deben ocurrir antes que puedan producirse sus efectos. En
se mueve en dirección de la docencia. Quien no dicta lecciones atrae, inevitable- todo caso, se abstrae a posteriori del tiempo, cuando se habla de ".acción recíproca"
mente, la atención sobre sí y debe contar con que serán tomadas medidas en su o de "causalidad circular" o, como en cibernética, de "feedback". Pero, incluso
contra. Quien no hace investigación, puede reposar tranquilamente en su cátedra. entonces, se puede y se debe volver a incluir el tiempo, en una consideración rea-
Por esta razón, en lo que concierne a la investigación, la organización depende de lista, que no sólo preste atención a las estructuras, sino también a las operaciones.
estímulos no disponibles, que actúan sólo individualmente (en particular: logro La causalidad elemental, en el sentido de un ocasionar efectos mediante causas
de reputación y carrera), puestos a disposición por el sistema de la ciencia, en cuan- es siempre un suceder que toma en consideración el tiempo y supera diferencia:
to sistema funcional no organizado de la sociedad. Una compensación organizacio- temporales. Y, por consiguiente, cambiar la conceptualización tempera~ pasando
nal de este desequilibrio se encuentra en que, en las decisiones de personal, la cali- del proceso al distingnir cada vez actual, tiene considerables consecuencias para la
dad de la enseñanza casi no juega ningón rol, porque no puede ser probada de comprensión de la causalidad.
manera que pueda tomarse una decisión sobre ella. En cambio, los resultados de la En esto suponemos que la causalidad exige una atribución de efectos a causas,
investigación realizada hasta el momento, por los candidatos, pueden ser exhibidos por lo tanto, también una selección desde un horizonte ilimitado de causas, que
en la forma de publicaciones y, consignientemente, evaluados. No es menos cierto, vengan al caso y desde un segnndo horizonte ilimitado de efectos, que puedan ser
sin embargo, que esta constelación puede fácilmente conducir a que, como resul- ,tomados en consideración. Como se sabe, una atribución causal com(I) ésa puede
tado, se encuentre una docencia puntual aunque poco calificada, en combinación ser hecha de modos muy diversos. 47 Si se quiere saber cómo se construye causali-
con un tibio afán por la investigación (ante \o cual los políticos, que notan la situa- dad, entonces se debe observar al observador. Al mismo tiempo, esta observación
ción pero no entienden nada de la materia, reaccionan con medios operativamente de segundo orden debe ser neutralizada en sentido causal, puesto que, de otra ma- .
inútiles como, por ejemplo, la recomendación de la "competencia" o la introduc- nera, quien atribuye o el que atribuye el atribuir serían la verdadera causa, la causa
ción de rituales de evaluación regulares). originaria de todo suceder causal. Debido a esto, se puede comprender el esquema
Otro famoso efecto de las fechas y de los plazos es la tendencia de las auto- causal como un medium particular, que ofrece posibilidades de construcción de
ridades administrativas, al fin de un año presupuestario, a utilizar de todas mane-
ras los medios restantes de su presupuesto con cualquier pretexto, porque de otro 41
Cfr. sobre esto y lo que sigue Niklas Luhmann, Das Risiko der Kausalitiit, Zeitschrift für
modo se baria visible que había sido asignado más de lo necesario. Conociendo
Wissenschaftsforschung 9/10 (1995); también en Najib Harabi (Ed.), Kreativitill; Wirtschaft,
suficientemente el ambiente, sería fácil multiplicar ejemplos de este tipo. Es igual- Recht, Zürich 1996, pp. 1-23.

212 213
fonnas. Dicha construcción de fonnas escoge, a su vez, una conexión convincente efecto y, no obstante o precisamente por ello, es una descripción del mundo com-
entre detenninadas causas y detenninados efectos, ocultando el hecho que, en la pleta y universal.
misma constelación causal, también se podrían considerar importantes otras in- por eso se propone concebir la causalidad como esquema de un observa-
numerables causas y otros incontables efectos. Exis/e una serie de criterios que dor, es decir, como un medium, sobre el cual un observador delinea formas. El
hacen que una fonna así escogida sea plausible, por ejemplo, cercanía temporal medium se construye mediante los posibles factores causales (siempre, y al mis-
y eventualmente espacial (contigüidad), repetitividad, acción interviniente. Todo mo tiempo: causas y efectos); las formas surgen al distinguir el observador causas
esto debe ser sólo esbozado aquí y conducir a la pregunta referida a qué es lo que y efectos, seleccionar las causas o efectos que le son interesantes y acoplarlos
propiamente hace causalidad a la causalidad, o, preguntado en otros ténninos: cuál concretamente. El medium es reproducido al ser. usado para acuñar formas, las
es, entonces, la unidad de la diferencia entre causa y efecto. Y nos encontramos así fonnas son detenninadas, cada vez, según el caso y pierden interés cuando el ob-
con la relación entre causalidad y tiempo. servad.or centra su atención en otras .constelaciones.
En efecto, la unidad de la diferencia obviamente no es una causa adicional El obs~rvador debe entonces lograr escoger determinadas posibilidades, de
que deberla agregarse para hacer efectiva' la causalidad. Esa información no haría entre aquellas que el medium pone a disposición, para acuñar formas y actualizar,
otra cosa que postergar nuestra pregunta. Aparentemente la elección del esquema· de esta. manera, lo inactual. Esto puede explicar por qué, en las constelaciones cau-
de observación "causalidad" obliga a suponer un "ocasionar", en el sentido de un sales, juega un rol tan relevante decidir sobre acciones. La decisión, por así decir,
acoplamiento entre causas (de hecho: infinitamente muchas) y efectos Cde nuevo: materializa los componentes ilusorios de la causalidad. Ésta es y· pennanece un
infinitamente muchos). La conexión entre causas y efectos (a saber: inJinitamente misterio personificado, que, pese a todo, también puede ser leído como necesidad
muchas causas pasadas e iµfinitamente muchos efectos futuros) solamente puede infinita de "racion~lización". O, con Herbert Simon como necesidad irrealizable
tener lugar en el presente, si bien secundariamente también en un presente pasado o de más información, que cuesta tiempo. La conexión entre pasado y futuro, entre
en un presente futuro proyectados en el pasado o el futuro, desde el presente presen- j mundos de causas y mundos de efectos, debe ser realizada operativamente, esto es,
te. La causalidad, por lo tanto, parece ser nada más que el tiempo esquematizado en en todo momento: ahora. En otras palabras, no hay ninguna causalidad ofrecida
una cierta manera, cuestión que vale, en otro modo, también para el espacio. ya por el mundo, en la cual el hombre sólo debería enhebrarse astutamente (en
Pero ¿cómo es entonces posible establecer una conexión causal entre las cau- el sentido antiguo de mechané, machinatio, mecánico) - lo que habría escindido el
sas y los efectos al momento inactuales'/ ¿Cómo es posible, sin introducir una concepto de racionalidad en logos y astucia. 49 El punto de partida de toda observa-
causa adicional (vale decir, agregar como causa al que hace la atribución), con- ción de la causalidad, como también del tiempo, está más bien en la paradoja del
ceder causalidad / eficacia a las causas o a los efectos que no son actuales en el esquema de observación que sólo puede ser actualizado como unida(!, aunque es
momento, esto es efectuar una operación sin la cual éstos permanecerían ineficaces capaz de hacer conexiones únicamente como diferencia.
o sin ser causados? Es claro que aquí tenemos, nuevamente, una huella de aquel
tercero enigmático, que jamás se muestra porque debe ser sistemáticamente ex-
cluido y que sólo puede ser incluido como excluido; o tenemos otra forma de la VIII.
paradoja de la decisión. 48 La causalidad no es, evidentemente, ni una causa ni un
Partiendo del concepto de decisión y de la decisión singular, habíamos caracte-
48
Así, porejemplo, Shackle Op. Cit. (1979b), p. 50: "There is a seeming paradax. Without rizado una decisión como proyección del tiempo propio en el tiempo mundial
uncause t~ere can be no freedom; without freedom there can be no beginning; without beginning
there can be no cause; without cause there can be no effectiveness of choice" (Existe una para-
doja aparente. Sin no-causa no puede haber libertad, sin libertad no puede haber inicio; sin inició Así todavía e!). la modernidad· temprana. Cfr. Gerhart Schróder, Lagos und List: Zur
49

no puede haber causa; sin causa no puede haber efectividad de .elección). Emwicklung der Ásthetik in der frühen Neuzeit, Konigstein/Ts. 1985.

214 215
constituido por la sociedad. En_ conexión con esto ahora volvemos, una vez más, a La teoría de la organización autopoiética ya no puede ser combinada con la
la definición de los sistemas organizacionales como autopoiesis del decidir. De las teoóa económica neoclásica. En dicha teoría, por fundamentos matemáticos, no
características de la comunicación individual de una decisión resultan caracterís- existe espacio para situaciones decisionales abiertas, tampoco para decisiones se-
ticas del sistema; y, puesto que la aútopoiesis de la decisión, si está dada, abre una lectivas ni, mucho menos, hay lugar alguno para un futuro abierto reproducido
perspectiva al futuro del sistema (la que, ciertamente, nunca puede ser "segura"), mediante ellas. Nos alineamos, entonces, con una crítica a los neoclásicos oída a
debemos intentar comprender el sistema en referencia al tiempo y, especialmente, menudo, que, por lo demás, la mayoría de las veces, no pone en primer plano el
en referencia al futuro que éste pretende para sí mismo. concepto de organización, sino el concepto de evolución." Habría que reflexionar,
En lo que toca al futuro, autopoiesis significa que ninguna decisión produce más adelante, sobre posibles combinaciones entre la teoría de la organización y la
un estado final del sistema, un estado de quietud, sino que cada decisión ve delante teoría de la evolución.
suyo un futuro con otras decisiones (probablemente se debería decir mejor: lo ve
detrás suyo, dado que la decisión se substrae del pasado y opera de espaldas al
futuro). Tal como el propio futuro, sin embargo, también las decisiones futuras son
desconocidas en el presente. Las decisiones, en lo sucesivo necesarias o posibles
articulan, en cierta medida, el ser ignoto del futuro; lo ocupan con acontecimientos
aún desconocidos. Sólo por eso se puede hablar de un sistema a~topoiético.
Si se proyecta esto sobre variables del sistema, se sigue que las organizaciones
producen su propia capacidad decisional y que, en consecuencia, la mantención
y mejoramiento de la capacidad decisional (en vez de la racionalidad) son el ver-
¡ <ladero criterio de la organización efectiva. La proyección del tiempo decisional
'
sobre el tiempo mundial puede ser vista como un reingreso (re-entry) del tiem-
po en el tiempo. Como consecuencia de ese reingreso, el sistema entra en un estado
en que ya no puede determinarse a sí mismo con sus propias operaciones (aquí:
decisiones), como unidad o como "todo". También se podría decir, que el sistema
entra al estado de non-computability. 50 Surge un exceso de posibilidades que, por
un lado, garantiza el ámbito de selección necesario para las decisiones, aunque, ••
por otro, él mismo no puede ser objeto de una decisión. El sistema organizacional
no puede garantizar ni conservar su propia posibilidad de decisión mediante una
decisión. La puede ampliar (por ejemplo, por medio de un préstamo de capital) o
limitar (por ejemplo, mediante contratos), pero no la puede producir calculada-
mente a través de decisiones. Si se llega a producir una autopoiesis al nivel opera-
tivo del decidir, ésta genera por sí misma las condiciones de su posibilidad.

5°Cfr. Roger Penrose, The Emperof's New Mind: Concerning Computers, Minds, and the " Cfr., por ejemplo, Geoffrey M. Hodgson, Economics and Evolution: Bringiog Life Back
Laws of Physics, Oxford 1989, pp. 170 ss. y passim. into Economics, Ann Arbor Mich. 1993.

216 217
CAPÍTULO 6.
ABSORCIÓN DE INCERTIDUMBRE

Para poder decidir una alternativa, para poder indicar una de sus variantes, aun-
que no la otra, una decisión necesita información. Más allá de la alternativa debe
haber algo más, que se presenta como selección desde un ámbito, marcado o no
marcado, de posibilidades - precisamente, una diferencia que hace una diferen-
.cia, esto es, que contribuye a decidir la decisión. Aunque también vale lo inverso:
La decisión produce el momento de la sorpresa, que puede ser comunicada como r¡
información. 1 La propia decisión, entonces, es comunicada como información, lo 1
que puede desencadenar otras decisiones. En este sentido, se puede caracterizar la
conexión autopoiética de decisiones como elaboración de información.
Pero ¿cuál es el sentido de esta transformación de información en informa-
ción? Y ¿cuál es la referencia al entorno, de un sistema que procesa informaciones
en este modo?
~!!_a clá~icaje la _?ig¡;i;;~ióii"l1.abria respondido a esta pregunta re-
curriendo al concepto de la'kacionalidad ~ e acuerdo a esle concepto,
~ , por.un hdo, y .latlli'ñffac~~-níedios disponibjes, por otro, s~en
al sistema como mstrucc10nes de elaborac1on de la mformac1on, que otorgan sen-
tido y reducen la compl~jid;d d~i-;\orno para los proceso'sde. trabajo internos al.

i Por eso se deb_e entonces distinguir entre conocimiento e infonnación y, correspon·

dientemente, entre sociedad del conocimiento y sociedad de la infonnación. Sociedad de la in~


formación sólo puede significar, que se trata de un sociedad que se sorprende continuamente a
sí misma por medio de decisiones. Cfr. Niklas Luhmann, Entscheidungen in der "Infonnatíons~
gesellschaft" 2004.
2
Véase Nildas Luhmann, Zweckbegriff und Systeinrationalitiit: Über die Funktion von
Zwecken in sozialen Systemen (!968), Franli:furt 1973.

219
sistema, hasta el punto que estos procesos puedan ser organizados. Discutiremos saber son construcciones sociales', producidas en el sistema que las utiliza. En el
esta indicación, desde el punto de vista de la programación de fines.' Sin embargo,· caso de los sistemas sociales se trata, entonces, de sentido comunicado, producido
no basta la referencia a la orientación a fines como respuesta a la pregunta, absolu-
' tamente general, acerca de ~ e~midas_cuentas,..filLfil§,_Qi:_~niz~ciones }as
!IJ deci~iones son transformydas en deci1ones y, c~n ello, las informaciones en hifor- rl
/.mediante la comunicación para la comunicación. En el caso de los sistemas socia-
les organizados, la incertidum_brn se produce por el hecho de que las deéisiones 7;1-
I sirven para convocar otras dec1s1ones.
!!maciones. En efecto, por una parte, esto no es valído para muchas organizaciones Se puede atribuir a personas, en cierta medida, la ábsorción de incertidum-
i-l &, ;ólo;; acertado, si se entiende el fin de la organización casi tautológicamente, bre.' Tiene lugar, no obstante, prevalecientemente en relaciones sociales, esto es,
tal como se puede decir: los tribunales sirven a la administración de la justicia); y, cada vez que una decisión se orienta a otra. 7 Si se describen las organizaciones
por otra parte, la asimetría en la relación entre fines y medios y la insensibilidad como sistemas en los cuales las decisiones observan otras decisiones, no es más
relativa de los fines ante una elección de los medios, nuevamente, sólo pueden ser que otra formulación deJmismo hecho: En otros términos, el concepto de absor-
1 .. '''''"''''"''"'''''"'''·''•'' • . • <
introducidas y controladas a través de decisiones. Una teoría que concibe las orga- ción de incertidumbre &,,¡¡;J.ihejª~~li:~i~~~~~l..Jllils.~so !J.~2s]~?,~!)
nizaciones como sistemas operativamente clausurados, reproducidos sólo median- La absorción de incertidumbre, entonces, está incorporada en el mismo proceso
te comunicaciones de decisiones, debe formular de modo más general la cuestión ,;f de toma de decisiones; ella no es más que un requisito de su secuencialidad. La
relativa a la conexión de decisiones y responder de otra forma. misma decisión es una comunicación compacta que, al menos implícitamente, co-
1 Por_~s,ta razón, sustituimos el concepto de la orientación a fines por el concep- munica también sus fundamentos, su legitimidad, su cantidad de trabajo, pero en
~e
1¡. to . absorció;·;¡é
·:··---."':'~ . ,- ," _-
iricertidu¡nbre. March y Simon introdujeron este concepto en la
_· ,' ·" ..l
el proceso posterior de la comunicación, sólo puede ser tratada como decisión en
ciencia de fa·orgañización;"áunque inicialmente lo hicieron sólo para designar una un contexto especificado de alternativas: como una decisión~:·esfoyco~
variable entre muchas otras, con la consecuencia.de que no ha sido utilizado todo ~~- --- - .
el potencial teórico del concepto.'
La incertidumbre resulta de la copresencia simultánea de saber y no saber, se } La autode
absorción . poiesis de los sistemas
incertidumbre. . º. r.ganizacion
De acuerdo .. a.l.·es
a esto, . ..fi uy.e, p. . der loincertidumbre
absorción º.
~ -1•
ta·..·.n.·t·o·.·.,. mediant¡.
genera entonces sobre la base de esta diferencia. En ella, tanto el saber cuanto el no
f simplemente, otro concepto para referirse a la produ~n de informádiíñ; inter-
na al sistema, a saber, como ya ha sido dicho/~; d; inf~;;;~ió; sobré~éf'
=----·-~
ambiente (no como copia, interna al sistema, de estados ambientales), sino sobre
3
4
Véase injra, cap. 8.
Para !a formulación original, véase James G. Mfrrch/Herbert,.,,A}~on, Organizations,
New York 1958, p. 165: "l!!)s_ertlrip!)',,a~s2,rpti_o,1:, takesplace,when infer_ences_are <\9.Vl_ll.Jl'Qm a s.. Sobre esto Michael Smithson, Ignorance and Uncertainty: Emerging Paradigms, New
, .
th:.
.h.Q.9Jt.,9Í.,,Y.,Yiil~lWtt~~~~ ,,~~~~~~~~.s,)P,st~ad oí_ evi~~?.~~ .itself, are..c.qP.}~Y~-~~t:f (La ab- York 1989.
6
sorcíón de incertidumbre tiene lugar cuando se extrae inferencias desde un conjunto de eviden- Arthur L. Stinchcombe, Infonnation and Organizations, Berkeley 19901 en particular pp.
cias y, luego, se comunican _las _inf~ren_das en l~gar_ ~e !_as p~opias_ evi~encias). March y Simon 32 ss., define la absorción de incertidmnbre como "skill" (habilidad).
7
subrayan, ante todo, la cone;ió~dé'~Sta'Váriabte· C~Il,liinfl.Ueñéiiífef'¡fü~e'f"ei;i las organizacio- Si se partiese de puestos durablemente ínstalados, en vez de las decisiones, también
nes. Análisis del todo similares se encuentran en Cicourel cOn referencia a protocolos, registros se podria describir el proceso de absorción de incertidumbre corno transfonnación de input en
; documentos en organizaciones. Cfr. Aaron V. CicÓure!, The Social Organization of Juvenile output. Así Federico Butera, Il Castello e la rete: ·Impresa, organizzazioni e professioni nell' ·
Justice, New York 1968: Cicourel et al., Language Use and School Perfonnance, New York Europa degli anni '90. 2' edición, Milano 1991, pp. 155 ss., para el caso particular de los depar-
1974, pp. 300 ss.: Cicourel, Notes on the Integration ofMicro- and Macro'Levels of Analysis, tamentos de investigación y descirrollo.
8 Así, por ejemplo, Michael Masuch/Perry LaPotin, The Disorder of Organizational Logic
en: Karin Knorr-Cetina/Aaron V. Wildavsky (Eds.), Toward an Integration ofMicro- and Macro-
Sociologies, Boston 1981, pp. 51-80. Por útimo, en Karl E. Weick, Der ProzeB des Organisie- - MakeworkAmong Members ofBureaucratic Organizations, en: Massimo··Warglien/Michael
rens, Frankfurt 1985, el concepto de reducción de la ambigüedad adquiere un significado central Masuch (Eds.), The Logic of Organizational Disorder, Berlin 1996, pp. 163-182 (164).
9
para el propio organizar. Cfr. supra, cap. 2, p. 75. ·

220 221
[!\ la. improbabilidad de las limitaciones, prnpias del sistem~,. d.el margen de libertad\l 4,. por decidir, la organización encontraría su fin en el estado de completa auto inmo-
\ de otras posibilidades. · · t vilización y dejaría de existir por falta de actividad.
Con esto, y continuando la investigación organizacional, podemos fundamentar . Dado que el no saber sólo puede ser producido y combatido con la ayuda del
nuevamente que (y por qué) no es posible eliminar la paradoja de la observación ni la saber, todas las organizaciones, e incluso todos los sistemas cognitivos por anto-
~ paradoja de la comunicació.n. Por un lado, la incertidumbre sólo puede ser absorbida . nomasia, sJ !ltitntan a io'iiJiy_afi"iiñ'r~~4 "An organiza/ion.can never kno¡v
'/,: ~ mediante los componentes coQStatatiyQ§..(1~-ffi~~C.a.~ión. Al fin debe ser dicho w]!gJ.!I.!~!121:8 º'.!:!H~!~.'!.~!!U:~~::.":~ªl}t:!,g~s" m~ñ[;;;;;-fui~µeíle"
algo preciso, incluso cuando se disimula mucha. imprecisión 6n las ambivalencias t~U2":l1.:!'...Eiensa 2.!rni~f~.A?Eª que ve lo que hace ). 12 De este modo, se smstiene
' •'·'""~-., ' •'·"'"•••"'<',''"•'C•,,<,,e,~••s•.,•;---,.. ',.,/,

de la comunicación y en su relación "gestáltica". Y, por otra parte, no se puede ne- también que el no saber no puede ser reducido mediante saber, sino solamente a
gar que esto sucede para dirigir las comunicaciones que siguen. Esta conexión es través de decisiones, las que pueden referirse naturalmente también a la dirección
habitualmente clarificante. Si bien, en casos singulares, puede ser diferida mediante y método de búsqueda del saber. Sólo por medio de decisiones se puede producir
psiqniatrizaciones, deconstrucciones o, simplemente, pidiendo explicaciones dirigi- un futuro pronosticable." La absorción de incertidumbre es un proceso de toma
das especialmente a los aspectos constatativos o performativos de la comunicación; de decisiones.
también esto únicamente puede ocurrir en formas que repiten el problema, es decir, Pero si l~~\Jsp5.c:i~.§Jj~,\':'.rti.4.~~b!:"es un proceso decisional, entonces el
en formas que a su vez producen absorción autopoiética de incertidumbre. proceso debe.iµ<;L\!ÍrJª1nNiP.Rir~pe~tivas .de fu;:;;:~;-;¡;~r;¡~;:;is
Y, así, debe re-
La absorción de incertidumbre supone el saber, como contexto de su propio !'.:'erar:..ªl misn,o_tiempo,la.!11certidurnbre que elimina. En fofutilacionésñías"'"
modus operandi, a decir v e r d ~ del cual..dispone la .mi!!ll!!.Q.t:ganJ.l'ación, abstractas, adicionalmente, se v~-que reciéñco,r¡JJLaytÍda de llli::::;,;¡;,;~ryfanc,

1 ü1<lependientemente delo que sepan las personas individll¡'les." Naturalmente,


enelsalierctelaorgañliacl~n entra"iamb1éñ"éfsaoetsoote·bque pudieran saber
personas, a quienes se podría interrogar. Precisamente por esto, sin embargo, el
saber organizacional no puéde ser reconducido a fuentes personales. En cuanto ·
~~ncer Brown), se puede producir u;fre:entry)Ó que emerge"'¡jj¡¡;'il!áquiml2
ño:trivial (von Foerster) al (eincorporar en clsÍstenÍ~ su output como input. Un.
concepto de tiempo lineal sugeriría que sería necesaria una cierta medida de ·expe-
riencia, para poder estructurar el futuro y conservar la serenidad frente a las incerti-
resultado de procesos de aprendizaje, está almacenado en la propia organización dumbres que éste presenta. Pero ésta es una visión extremadamente estrecha. La
y puede ser dado por supuesto al activarse comunicaciones (en caso contrarío se- teoría de los sistemas autorreferenciales, que operan recursivamente, hace notar adi-
ría necesario conocer íntimamente a las otras pers¿;;;;spara poder evaluar lo que /, cionalmente, que también la diferencia entre certeza e incertidumbre o entre saber y
pueden entender). '.' no saber, recién se produce mediante la recursividad; y esto significa, no por último,
Si se refiere el concepto de incertidumbre a la diferencia entre saber y no saber que ésta es producida y reproducida vez a vez de un modo específico al'!listema.
(y, con ello, a la forma del saber), al mismo tiempo queda en claro que la incerti- En efecto, en todo lo que sucede se reproduce la diferencia entre saber y no sa-
dumbre no se entiende como en el uso lingüístico cotidiano: ella no es un estado ber como diferencia. La absorción de incertidumbre da a la diferencia entre sabér y
disfuncional, que habría que disipar a medida de lo posible. Todo lo contrarío: .lt no saber tan sólo otra forma, menos perturbadora. Pero precisamente en las organi-
incertidumbre persistente y continuamente vuelta a ser generada es el-·-------
recurso más zaciones, se puede observar, a menudo, que e.l no saber es producido o mantenido
~--·-....,__----..l. ~-·-·-·····----·--·-·•e,••··---·""""""~ - .
11
importante de
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•"'•"
la autopoiesis
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del
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sistell)a.
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Porque sin incertidumbre no habría nada
"exploit¡tion ofunknowledge" (explotación del desconocimiento) (pp. 74, J40). Sin desconocer
io Cfr. sobre esto Helmut Willke, Dimensionen des Wissensmanagements - Zum Zusam- el futuro, no seria posible imaginar alternativas contrapuestas ("rival choosables").
13
menhang von gesellschaftlicher und organisationaler Wissensbasierung, Managementforschung Así Karl E. Weick, Re-Punctuating the Problem, en: Paul S. Go.odman/Johannes M.
6 (1996), pp. 263-304. Pennings et al. (Eds.), New Perspectives on Organizational Effectiveness, San Francisco 1977,
11
De manera similar, G. L. S. Shackle, Imaginatíon and the Nature of Choice, -Edinbui'gh pp, 193-225 (!95).
13
1979b, refiriéndose a procesos psíquicos "thought" (pensamiento), entiende la decisión como Sobre esto véase también Shackle Op. Cit, por ejemplo, pp. 15 s.

222 223
· tencionalmente en otros lugares y 'l!le pr~~isamente esto sirve a la absorción de ~cer de decidir. Con.plena infonnación, ninguna decisión se podría dar a conocer

\\\~i~!t1~=~=t~=
como decisión.
Esto no tiene nada que ver con la disposición psíq¡dca de los participantes,
nada que ver con la incertidumbre sentida o percibida." El hecho que la incerti-
servir como prueba de inocencia (en la política una de las disculpas más comunes dumbre sea absorbida sin que se note contribuye en medida considerable a agilizar
es la de "no haber sido infonnado"). La colaboración en las organizaciones requie- el funcionamiento del trabajo organizado, a evitar el exceso de estrés y a produciríl
['\ re un arte del ignorar altamente desarrollado, reflexionado profundamente; tam- ;\·una
1 "i/lusion of control" psicológica," todo lo cual, bajo perspectivas de riesgoj/'
bién aquí valen las reglas del cálculo en el modo de "q~é suceqería)L": .se debe no es ciertamente inofensivo. Dado que, en las organizaciones la absorción de\'
sabeiqué c~nsecll~nsia~te,~~:í~ sa?er, .P.3:~J.oderno.sa6er.'A'parte d e ~ incertidumbre es un proceso social, en el cual se han de considerar tanto la repre-
.;p;cial del no saber producido, la experiencia ó·1i;:·sospecha de que se trata con sentación externa como las dependencias internas, se pretende seguridad sim(
infonnaciones manipuladas pertenecen al saber estandarizado de todos los niveles plemente porque el continuo insistir en la inc,:~idum..1::: haría más dificil su
19
tare~
superiores de la jerarquía. 14 En general, )os .tl~utivos ~~ parecen tener una gran ~ ? S . Si los involuc.r.adas..particip.an tambimpsfqukam®ieó}Q5~~{~ce'.'rfA
1

opinión respecto a los modelos nonnativamente concebidos de décisióñr!lci,mal; de a menudo, para aligerar su propia carga tienen un apego más bien distanciado o
e~~aÍqÜÍ~riaso ~ó fos aplican,. sírio qüe de inm~diato busc~~ sol11?Jn!E';~ ~ ~í~icgJiacia ~_1rab~i2'.º. se comuni~~~A~ª:enurcapácié!aa.qefsisfoma.eara 1
terreno que fo¿ sea famili.~r, con 12 cyal se toman ~11~1derac1on casi un~:wt elaborar
_ _ _ ,_ .,la infonnación.
•. ~~., .. --,.,_ -+,..... El sistema vive
. de lá' propia ¡obrevaloración,
- a menudo dei
•;1-¡;;~tivas-qu;:¡;árerfiifácilmente.aceptablesoJácilmente rechaz~bles. IS Por últi ficciones, que se revelan útiles y por eso, al no ser controlable suiiñgeñ,-sciñ1fiíns-
· mo,'es necesario tener presente que la producción de optimismo en relación a fines
inalcanzables o contradictorios puede fonnar parte de los supuestos del consenso
---
pürfada?r:::por ejemplo, la ficc[Qri:ilique.eLexperto_er.a,comp.!l~it~ue·Íaasesó'tÍa~
que las empresas .dauJLl.1l.S-clientes
-----•>•
.
- - ~les- -entreg¡i
- - -·una
----.,.,"-·----~,,_....
base suficiente para su decisión"
..'---..
,~••o.,,_, •• ______ ,,, ,,.,-,•·•·•••••••-,P-••••"

político, sin los cuales nada se puede poner en movimiento. 16


!. Según una fonnulación más bien común, ninguna decisión puede basarse so-
17
1' ~bre una infonnación completa. El peso de la infonnación falta!l.!HS.~l SU,EU~!!P.~~ Más frecuente es la concepción opuesta; véase, por ejemplo, Robert B. Duncan, Chaw
racteristics of Organizationa:! Environments and Perceived Environmental Uncertainty, Admi~
·nistrative Science Quarterly 17 (1972), pp. 313-327.
14 James G. Mareh llega a suponer que aquí radica el fundamento de.por qué _los ejecu,tivos
" Cfr.,Ellen J. Langer, Toe Illusion of Control, Journal of Personality and Social Psychology
no aplican las teorías de la decist~nI~2tonal_,q_l!;9.µqJ9m~A ..~~-~~~side_ra_cíón (¿y cómo pocfnan?) 32 (1975), pp. 31!-328; Ellen J. Langer, Toe Psychology of Chance, Journal for the Theory of
e;;-fá:Ct0[:·Véa8e: EiñéCÍrro~Ík der Überle~ungen über Entschefdllñg'Sl)Iózesse in Organisatio 8

Social Behaviour 7 (1977), pp. 185-207; Lyn Y. Abramson/Lauren B. Alloy, Judg¡nent of Con,
nen, en: James G. March (Ed.), Entscheidung und Organisation, traducción alemana, Wiesbaden tingency: Errors and Their lmplications, en: Andrew Baum/Jerome E. Singer (Eds. ), Advanees in
1990, pp. 1-23 (7 s.). Parece que tampoco ,el desarrollo reciente de la tecnología electró~ica.de Environmental Psychology vol. 2, Applications of Personal Control, Hillsdale 1980, pp. lll-130
la infonnación ha cambiado nada respecto a eso. Véase, por ejemplo, Dirk Hoppen, Orgamsat10n (1!5 ss.); Shelley S. Taylor, Adjustment to Threatening Events: ATheory of Cognitive Adapta-
und Infonnationstechnologie: Grundlagen für ein Konzept zur Organisationsgesta!tung, Hamburg tion, American Psychologist 38 (1983), pp. ll 61- 1173.
19
1992. . ,.•..,. •. _ . . .' . . - Véase Joanne Linneroth, The Political Processing ofUncertainty,Acta Psychologica 56
1s Cfr. Paul C. Nutt, Types of Organizatiolli! Decfoioll PrO(éffses, Administrative Science (1984), pp. 219-231, con la exhortación a dejar mayor incertidumbre abierta.
Quarterly 29 (!;~1,J/iíí.'414-450 Dee';io,"Ñt;ii ;,¡;.~ la~onclusÍói de una escasa probalidad 20
Véase sobre esto Klaus A. Ziegert, Courts and the Self-concept of Law: The Mapping
/ de las innovaciones. Tal vez se podría tamb1en concluir que la mc~rt1dumbre, que de ~este modo of the Environment by Courts ofFirst Instance, SydneyLaw Review 14 (1992), pp. 196-229.
21
es absorbida, reaparecerá rápida~nte. Cfr. Chester J. Bamard, Toe Functions of the Executive (1938), cit. según la edición
· 16 Para un estudio de casos, cfr. Leon H. Mayhew, Law and Equal Opportunity: AStudy of Cambridge 1951, pp. 314 ss., o Robert Dubin, Human Relations in Administration, 2ª edición,
the Massáchusetts Commission Against Discrimination, Cambridge Mass. 1968. Además, tamw Englewood Cliffs N. J. 1961, pp. 433 s.
bién Vicky E. Baier/James G. March/Harald Saetren, lmplementation and Ambiguity, Scandina- 22
Véase sobre esto Günter Ortrnann et al. 1 Computer und Macht in Organisationen: Mikro-
vian Joumal ofManagement 2 (!986), pp. 197-212 con más indicaciones. politische Analysen, Opladen 1990. ·

224 225
0 que, si es aceptada una decisión, se ha logrado el consenso. Las infonnaciones y Ja decisión repetida, precisamente porque es vivenciada como repetición, nunca
buenas, que confumawlafex¡iíi"cfalívas.y el camino recorrido, también son trans- es fa misma decisión que la que debe ser repetida. Únicamente lo olvidado podria /
"'~ ' ~-< .
1
¡ mitidas con mayor prel'erenc!lfqtie'taiiinalas notkias. 23 Esta sobrevaloración puede ser, en estricto sentido, repetido por pura casualidad; pero esto sucede muy rara-
! llevar, en casos particulares, a la necesidad de correcciones; ésta, sin embargo, mente y sin ser notado.

l
¡,
es mantenida por el solo hecho que es continuamente renovada. Si surgen dudas,
se las relativiza respecto a situaciones y eventualmente respecto a personas. Si algo
~--·-..c_
Análogamente, es nonnal que la elaboración de infonnación que ha llevado a
Ja decisión precedente no sea repetida. En este aspecto, sin embargo, la praxis pue-
1:
sale mal, se buscará el error -y se encontrará. de variar caso a caso. Por ejemplo, un colaborador posterior puede estar obligado
La ab;~;;ió~~~g;.·ni~aciorntl de incertidumbre deriva nec.esaria.mente del he-¡ (0 séntirse obligado) a llamar la atención sobre los errores que ha notado y a irritar
cho de que una decision mfonna a otra, vale decir, es concebida como diferencia de vuelta, en la dirección contraria. Sin embargo, entonces la misma absorción de
~.h!l,.9.e..una.diferencia. Lo mi;;;;~ede a la inversa, todo dar-;·conocer (part]:. f incertidumbre va en dirección contraria al proceso esperado. La decisión de proce-
/ cipación}_!:fªln!?".;1ª:i~íf ':~ªdecisiyn, puesto que~~ ba de deci<fu;:[úe infor-) 1, der en tal sentido y sugerir un nuevo examen ("¿ha pensado que tras esta propuesta
1 macion sera comumcada, ante et1fasf'ondo de la reflex10n acerca de que sucedería i hay un grupo poderoso?"), absorbe a su vez incertidumbre y, naturalmente, sólo
\ si no fu;;-~;;;;;;k;d~ A-p~ir de aq;,~;-h;~~;;;¡~;i;quéefec~Jes puede ser practicada en casos excepcionales y especificando las razones, porque de
-seocuftan eiffü" agregación de datos, en el registro de los libros, en la contabili- otro modo el proceso desembocaría en un circulo y se bloquearía. Y no hay tiempo
dad empresarial, y qué problemas se derivan de que la infonnación así dispuesta para esto.
"olvida" mucho y muy a menudo llega demasiado tarde: 24 Y, del mismo modo, nos
. ,preguntamo¡cóñi_91 Ylfü.'l~~m64ida, sepu,d, Jo!iar que las irritaciones no sean
J; só~_not~~s y olvidada~~~~~;.i~eJ!."~~an -por así decir~ enlo_pf!Í'l\Ji~is1J1~~
-- Aunque la absorción de incertidumbre es inevitable, al menos se.pvede anti-
cipar que ocurrirá, por ejemplo, en la fonna de la Ob§Srvación de di¡j;¡íiactescó-
. ,.... , ,.
inunicativas y de la necesidad de simplificaciones, sin las cuales la comunicación
¡ ¡s,.an..ti:an§fO@fü!ai yg_1rrform~cion~s dadas-a-conocer, sm q~e eI sistema sea so- no funcio~ar,ía. "Th: ~h
could no/ ordinari!y 'be ;;;;;,~·;n;;-;;;¡¡;.,gitéxaét!y"
. ' brecargado con advertencias y sus conse~~e~te; responi~biÍidades. Pién;ese'solo (Hahlru-;;imente la verdad no podría ser transmitida enunciándola exactamente),
e; ¡;-d~~;;;;;~;¿~ ~;crita sob;;-;¡;t~;:n;;:·;;;;;;ünnblerneñie relevantes para los dice un autor con mucha experiencia en gestión." Por eso en las organizaciones
diagnósticos, en las grandes organizaciones médicas, en las cuales ya no se puede administrativas, con consciencia decisional altamente desarrollada, se encuentra
contar con la memoria de casos del médico individual. mucha atención para la palabra y mucho esfuerzo por pulir la comunicación, de-
jando de lado notas marginales, detalles innecesarios, conjeturas inseguras pero
/' •.-·ello;~::~;:;:=.c~;::f;c:~;;;s.;:;e:1:~~11l,i;'c!T,1t~:e~:;:;~~~: decisivas. "Hence, the speaker must often be dishonest in statemerlt from his own
puede aumentar la mcertictí¡mfüe~Aun·cuáñdo '1as decisiones deben ser fonnal- point of view in arder to achieve honesty ofresult, although he ceases to be aware

\. ~;;~~:.~~;~~~;~;~~;~~~~;fi~§§~~~~'.~~:; :~~~;~~~~s~~é;~; ,~;~;,;~(;f


mente repetidas - por ejemplo, al ser denegadas por el superior o cuando un juicio
es anulado en las instancias superiores de la judicatura - no se trata nunca de una
copia, sino que la decisión que anula la precede~te, infonna que debe ser repetida \-consciente de esto): . · (
\ -- ····--------···--'-
23
Véase Abraham Tesser/Sidney Rosen, The Reluctance to Transmit Bad News, en: Leo· 25
Lo mismo Chester l. Barnard, Toe Fu~ctions ofthe Executive (1938), cit. según la edi-
nard Berkowitz (Ed.) Advances in Experimental Social Psychology 8 (1975), pp. 193-232. ción .Cambridge Mass. 1951 p. 319, citando a un "expert in publicity".
24
De aquí se derivan cuestiones organizacionales muy actuales, que conciernen a una 26
Jbidem, p. 319. Barnard subraya explícita~ente, que esto no tiene nada a que ver con la
interdependencia más concreta y simultánea entre la contabilidad de !a empresa y el acaecer insinceridad moral; o sea, con la violación de un códig? personal de sinceridad, sino que resultal
de los negocios y sus decisiones. No es absolutamente necesario que, para ser considerada, la por así decir, de tas condiciones técnicas de la c01;nutf.icácfó't1'·eñeienJ~: Quien disfrute con !~
infonnación deba esperar e! cálculo de una suma o incluso de un balance; r
literarura antigua, puede encontrar todo esto tambiéil,~~,~~fl.t..Gtaciári: '~\
. '-- ~~--~,, . . ,. ....
.... )

226 227
En el intertanto, reflexiones similares han desarrollado su propia rama de II.
investigación, que se nutre de fuentes sociolingüísticas, semióticas y retóricas."
Minuciosos análisis del lenguaje han mostrado, que (y cómo) la comunicación se La abso.rción de incertidumbre une decisiones a decisiones, pero no cada deci-
protege a sí misma contra la ubicua incertidumbre, sin renunciar a la p~sibilidad sión con cada una de las demás del sistema. En cuanto a esto, las organizaciones
de señalar específicamente incertidumbres escogidas, si lo considera oportuno. Ella son complejas: no pueden conectar cada elemento con cada uno de los otros¡\'
se ayuda con etiquetaciones estandarizadas, con repeticiones de lo conocido en · ~-elementos, sino que sólo pueden realizar COJ}e~nes . selectivas. 29 Es.ta. 11e.,:esari~\
situaciones diversas, con metáforas, con trivialidades, para superar posibles dudas. ~ele.cti..lci.dad..pJJ~.c)e_sJsi:....concebida,.también-· como-Ia..necesidad. de,.una. me.mo..da.
Produce una verdadere apari_encia d~. claridad para impedir que se contra pregunte; J1!:qpj_a d_el si~emª.· ,
otáriibié~ pai:~_mantener el control sobre lo que tiene sentido coi:i:io·¿o;;;~~icacióll- Con 'tl;:'c.'.'.:~~~?se ,°ntiende, que el sistema debe discriminar entre....<llYidar..y ~,.1r-'''':.
sucesiva. A diferencia de lo qllepodría
hacer suponer la tradfoionctela retórica, recordar, y en pnmera !mea, tanto en una memona de corto como de )argo plazo, 1 ·
aquí no se trata de trucos esporádicamente aplicados, sino de vna ne.cesida<!~ debe seleccionar 10 que puecte ocvictar, parare~~rar ca2.acidades Ubres .<le elabo-
~te..aL!e¡¡g¡@íL!Pl.~.JJlP, 4tll1!,ª· P,s.@an~n,\, pro\e, ción. de . )a. Eg!Jl~!li, aciónqg; 0
ración d~jnf~~.'.'~es.' La princieaJ co¡¡J¡Jmwió.ruJ~La..m,!!19.!i~;s~u.t9!\eC?J:l
se reserva la posibilidad d~ provocarse a sí misma. "@9~¡; el re9_2~4!!L,~.pxoduce.sólo,indirectamente; ii¡!¡i]?(en<l.o~(QJYidar. Una teo-
·-·R;~;é; ante e;t; ;;~ro~d~ <l~ ividencias: cotídianamente habituales, se puede ría de la memoria debe, por eso, ser capaz ,de expliqr que y cómo es condicionada.l!
llegar con una mirada crítica, también a llevar el paso negociando consciente o aun la inhibición del olvidar. · lfi 1 ,,'"'
_\\J"
comunicativarnente, hasta adaptarse irónicamente a eso que hoy se llama "po/it;.. Esto sucede siempre en el presente y normalmente como registro del_ estado 'r,\ • ,,
cal correctness ". Aunque la ironía también es elegida como forma para absorber
~;:; :;1:;~;st~~=f~:;~]~;~~;/f¡¡1 1°,\<t, 1
1
incertidumbre. Da a conocer el doble sentido indicando, al mismo tiempo, que no . ~:;:::::p:;:~~;;:i) cs~n:~~:::;:
se debería abordar ~so. 28 A este coni1:1.nto pertenece también la frecuente decisión) agregar componentes de sentido que tengan fecha o que estén equipados con al,
de no comunicar una decisión que puede ser decidida, o sea de no decídii; porque gún índice de pasado. Esto es, ante todo, necesario cuando, de otro modo, surjan
~---...-.-··· ................. ·-········-················ ... .. .. ................ - .....................,....., !
la inevitable absorción de la incertidumbre reforzaría los momentos de sospecha ~- incoherencias en el presente. Una determinada decisión ha sido tomada antes; si
- - - -. .· - - - - - - · - - - - - - - · · - - · - · . . . . . . . . . . . . . . • · • • • • • - • , • •,' •M-• i
• • • • • • - • - • • · ' - • ~ - - - ' ' • O•O • ''•••----·------:--...

agudizaría las líneas de conflicto ya exi.3.t~'1.!~s, 1Jl~PiaJ1teJa igt~rpr~ta<:ión c?ntra se pensase que ahora sería el momento para decidirla, se introduciría desorden en
dictoria de las\'iiiienciÓnes"reales" de la decisión. ·--
1
lo que hay que hacer en el presente. Desde. el punto de vistá temporal (así como
el.espacial), laJ,!_emoria sirve para limpiar las inconsistencias que, de otro moilO,
dada la elevada co;;;pÍtjidaddelas elaboraéion Oeíñfoñii.acioñes,. p!!l:ahzanan al
istema ~-recortarían hasta un mínimo las capacidactesáeelaooracíoñáemfoñña-
' ciones. Po~ otra parte, el recuerdo i~ii;idotempori¡;;;-;,-;;¡;·¡;¡¡ede°"sef(para'ótro
27
Para un panorama conciso véase Barbara Czamiawska-Joerges/Bernward Joerges, How
to Control Things with Words: Organizational Talk and Control, Management Comunication
\/observador) re,cuerd°.:~::":c!~,.'.1 equivocadQ,,ht~,'.:;~1:1_;,rdos corr~,ctos son, enton- /
Quarterly 2 (1988), pp. 170-193. ces a su vez, :sqkl_:!_n.~.~~S'!PEJ.QQ,~e u~,.e.~9ep.s!.~~-ª~-1:1.~~::~epc10?, que mh1be el
28
Sobre la edad de este concepto, al interior de una específica tradición retórica véase olvido. ·······
Nonnaíí°Í&ox,'jl'h¡..}Vord Irony and lts Context 1500-1755, Durbárn 1961. Recién en el siglo
xvnr,·parareraíñente ;1;·;id;"·deTiTóññaciotretórica, el conc_epto Y, con és~e, la fonna de la
ironía adquiere un significado más gen~ral. Los románticos celebran la "belleza lógica" de su 29
Véase también Nildas Lubmann, Haltlose Komplexitiit, en Niklas Luhmann, Soziologi"
fonna (Friedrich Schlegel, Kritische Fragmente 42, cit. según: Werke en dos volúmenes, Berlín scheAufklarung, vol. 5, Opladen 1990, pp. 59-76.
1980, vol. 1, p. 172), mientras en la praxis cotidiana de la comunicación !a ironía tiende más bien io Así, para los sistemas neurofisiológicos, Heinz von Foerster, Das Gediichtnis: Eine
a irritar y se duda de su ínocencia. quantenphysika!ische Untersuchung, Wien 1949.

228 229
1

1
En todo caso, la memoria del sistema no es una capacidad especial, ni una
competencia diferenciada, que se debiera emplear sólo ocasionalmente, por ejem- ~~i~t~~·~:~;ri;~~i;~~~a~~~~i!e~:~~~~;,1~~;,~;~s\:n~;¡¡¡d~~:~:1::1\ 't
plo, para eliminar dudas (del mismo modo como tampoco en el cerebro hay "cé- dos los sistemas de archivo, como registros escritos o almacenamiento electrónico
lulas de memoria" ·~speciales, en las cuales se almacene lo pasado). Más bien, la de datos, depende de que sean efectivamente consultados, cosa crecientemente im-
11)_tc[!Of.Í~participa en todas las operaciones (aquí:,:¡lecís1¡\né~) del sistema, puest;- probable al aumentar la complejidad. Recién mediante la continua reimpregnación
<J!l.e,. de. otr;·~~;¡¿; íás'oiier:@.@ª~-::ll_OJJ_'?.<!r.~an r~c-¡;füi=&rq~dec1S1ones, y surge aquello que cumple la función de una memoria que acompaña e inspira todas
tamp~sos~riaicapáces de adiu;rüarse a_ug ~~~~~;;_ados1steiñafriiañiñgúrrotrnj-. las o.peraciones, abasteciéndolas con identificaciones.
La memoria, como el Dios de los teólogos, colabora en todásTas'ópei:acioñfs·(a:qaí: El recuerdo de decisiones es facilitado, cuando no hecho posible, sobre todo
decisiones) del sistema, en todas partes y en ningún lugar de forma específica." por la capacidad de la organización para recordar los cargos y, a través de los
Todo estó vale en general. En lo que atañe a los sistemas organizacionales, la cargos, las personas que tomaron las decisiones. Si no puede puntualizar el pro-

~
l!l.9llOPa.se.conecta..a lau.bsornign~s .de Í)!~~rtid~_bre,. que, encadenan decisioo;;;- ceso de a_bsorción de incertidumbre, mediante cargos y personas, la me,;;bria opta
. ¡:E2.E:ie_cisj9pes. Olvida la incertidumbre: que está a la.base de todo, sié_iiipre~ . ·iimf.amentei?! olvidar. En este se;tido,}1orgaci.:¡e96;~;¡,-;;yaci,;"p~7ia chi;mo,
')/\ ,\'i esta
--
últimJl nQ.baya.ingresadp en la misma decisión como duda o como restricción ·
'•--~"""""M•••••·•""•""~••""•-"""""''""" • , • , , , , . , _ " _ , __
grafia y los rumores, tiene sobre todo. U!l!' memoria de pers9nas. Eso puede llegar
ii¡•. de cambio.' Aunque la memoria también olvida las innumerables decisiones que a ser fatal para Ios individuo.s que partiéipan"é"óíhlf¡'íersoña¿; aunque precisamente
'.! buscan sacar provecho (la invitación a la sesión, las tentativas carentes de resulta- por esto., esta estructura .de la memoria motiva tambiénal continuo trabajo en la
. do de imponer cierta petición), desplaza, entonces, la.may.or parJe d,.]Q.~lf!- memoria del sistema, a una "política'' éle'ctíscrimiñacioñ eñfre'"óívidar-yrecor'diir,

1 buye a la autopoiesis del sistema. 31~ll,~j, grosso modo (eximidos los recuerdos
1' privados), siíliilo.::!füt~I'l;!l1!§l<!,I'l!!Hc91,110 premisa decisional en las decisiones
\!.,sigui.euies. M.~cti!!1.1~A~,i§igp~s. el sist~~¡ ;¡~rgaa ias íñt1iiendás aeieñtornoüña
' funn¡¡ __q_\!.,..IB!É<!e ser. recordad_a. en. el sistema, sin que se deba recordar ·taíñoíén
,lgÍ.::1~2.iqrJiyjqµ,aJmiiiJ~:éoiiiu~ríie"f'üt~s,~_füfül.i::iií~d¡iii_tf§i?n~~éiacioííes
comunicativas. En otras palabras:\)améfüoñá seaéüerda'iFsr;;;r;~:1s<itó áñte 11
/~¡;;;~f~ndo, se puede comprend~~lo que és aríliívaao yclasificado.,lo que que- 1
da en el ámbito de lo impugnable, en caso necesario, y lo que de ninguna manéra
l1

cuál situación del entorno dio el estímulo correspondiente. Un buen ejemplo de será conservado, sino que respeta en tal forma al futuro, que no es·siquiera regis-
esto es la contabilidad por partida doble en las empresas económicas, que produce , trado en el pasado, sino olvidado.
1

prestaciones que la memoria psíquica (la del comerciante individual incluida) ja- Por o.tra parte, !,¡. memoria-de la organización, ~ue se oriente por la iden- /
más po.dria rendir y, por otra parte, olvida excentricidades particulares que quedan tidad de personas y les atribuya consistencia en su comportamiento, .s;maiÍiene
jretenidas en la memoria individual. La absorción de incertidumbre y la continua ;;;;;;;uñaiñemona s¿~;;cñ~be-~;;g;;;¡¡~actá-¡;atñiectiocte 1a·re~eti~ión. de
ij triillSfgrmación de decisiones en premisas d;;;¡;¡~~~¡-~;-;~-~d~s lados ~roo (ére;eñé[ásde serrtictb de \a comunicadón. y sedebeím¡ieilirijuenler!rasiados
. ' -- ., ~···"""'"-'"·-"·--·"··-•,.,.....~..--y-...-.--.. k~·- ·······-··" -·-··---·---,--'"'

/ ·-;,;;;;;;;--~e~órticoseslélld1sp'oñffíles"sóro·~-;;,;;;¡;·d;·1~~;~;~;~~~r;;:porqüé'
con ;üO:Ia'ñielliona social se disorvena, se desintegraría y ;;t;ri;;·Jispoiiil51e
31
"Ahora, naturalmente, sabemos que esta memoria está por doquier, que es realizada en _;ólo. P?.Í9.!!ÍE~!B~~t;: ¡,-;; podrí;·;¡;;:¡;;;;;,eñte r~¿;rrira· ella mediarÍ.teproc,idimíéñ: .
i! la estructura del esquema de conexiones y en las modalidades operacionales de todos los puntos
nodales de esta red", subraya Heinz von Foerster, Gedachtnis ohne Aufzeichnung, en Heinz
tos comunicativos muy pesados, pero no se podría garantizar, que diversos indi-
von Foerster, Sicht und Einsicht: Versuche zu einer operativen ~rkenntnistheorie, Braunschweig viduos recordasen lo mismo. Reconstruccio.nes del pasado, que recurran a la
1985, pp. 133-172 (168s.).
32
Por cierto, aquí es preciso apuntar que mucho de lo que es omitido, de este modo, por la
memoria decisiona!, se mantiene como "cultura organizacional", por así decir, sin fecha, y limita ( ~.Así Heinz von Foerster Op. Cit. Véase también Heinz von Foerster, Quantum Mecha~
así, también en el modo de funcionar de la memoria, cómo y qué se podrá comunicar en presentes nicaÍ Theory ofMemory, en lJ~ig_y..Q!!J:~~ter (Ed.);.C,yj,!_r;,:!ics: Trªµsactions ofthe Sixth
futuros. Sobre esto volveremos. .Sonference, New York 1950, pp. 112-145. · ·

230 231
consciencia de los individuos, pueden darse sólo muy excepcionalmente, única- III.
mente para situaciones problemáticas especiales, y no como memoria de la orga-
nización, que coopera en todas las decisiones. Hemos partido diciendo que fá_absorción de incertidumbre tiene lugar cuando son
Dado que la memoria es utilizada y continúa construyéndose, vez a vez en vinculadas decisiones con decisrones,Esfo""'püñto ~artida requiere una modífi-
nuevas situaciones, ha de-ser concebida como mecanismo-inventivo. ~ - Cación,--·c¡;¡;;:-;;~;;--e~tToíia, silio'·i{ue lo completa. En cada organización (como
ciones nuevas elmismo,.reconocer y repet,ir,eiunanuev~~E~!_a_ci~n y el que sea también en la vida cÓtl<liana) hay numerosas tipificaciones para situaciones, ope-
·l ;b no elegida no está ya establecido sólo por el pasado, sino que sé deculefü:ria raciones o también para complejos de operaciones . Por ejemplo: conferencia, so-

-V \+~~~:~~::;¿t:_t:::::.;;~;~;ct.~e!::~l/~
y conocido. Debido_a que la JJ:llcmoria p_~de olvidar, proporciona las liberta<le:
licitud de información, presentación de un acta para refrendar una propuesta de
decisión, distribución de tareas para la casa a escolares, solicitud de dictámenes
antes de decidir si aceptar un artículo para la publicación, ingreso de nuevos pa-
' nec;;;aiils._aJaLfirr. -----,--- ----- __________ _::: ___,
cientes en un hospital, devolución de un producto defectuoso para su reparación,
Veamos ahora, algo más exactamen\e~,q_J)_11ede ~!"' ?ri¡iuii~a.ci,<ÍJU§~n llenado de un formulario. Últimamente la retórica denomina ~l'!§_ tipificaciones . _
cQll_d,i<;t<fil~S_.@_c~~-!lmf-llll tiei;npo_sistémi~tn.e!'te,específico, ~1 separar pasado y también "genres". 36 La psicología coguitiva habla de "sche0~", "s~"'), "cog- 1.p"('
/ _lt!ti¡ro y :~nectados como distintos hori~o.g!~~__1_:_mporales e~ el. mismo prÓceso nitive map ", en las ciencias económicas se encuentra el conce~rñ1'\'i[ator"." .
de selección." Solamente con ayuda deK.su gi5,motja P!l~~~ la organización leer - Se trata de limitaciones más o menos fuertes del comportamiento apropiado al
aiiernativas en su pasado y estructurar s;· rufuroJjor medio d~-deteñíifoaéTonés de interior !le UJ!ª . de_ las,?_alegorías Js_sulta~t~-~~~~~fi~ación. Con la categorí~ se

1 I] e1~:~:.~~¡~~~~o:: :i;~:~1:'.~~;;~;~~P~~~~i~r?~ *
'-'---·"-····--~- - ' •_ _..,.,.-. .... "' • , I .. ,

eli~~;~~~~~~:
diferencias, sfo"'ffegar a estar demasiado . obstaculizada
' por "valores de verdad"."
', ,
Al mismo tiempo resulta evidente que la organización puede usar fa rotulación :c:,ª;:~
de decisiones como importantes, p~ asegurar doblement:_su m~moria cog!f!_ el _no determina cómo se llena.
olvido. Esto sucede, en parte, a traves de un concepto ma§__e~~ctg!e de_c!Sl°.~ La elección de una de estas categorías puede estar prescrita normativamente,
cuyo otro lado es abandonado al olvido como comportamiento rutinaríi(E:"1!!1~1'.e, por ejemplo, la audiencia del acusado ante el tribunal, o la participación del con-
ante todo, oc~rre por 1~ elección d~_ugtipo_p_arti,ular_ij_\'Jlremisas 4e decisión, sejo dél personal en ciertas decisiones; pero también puede ser dejada a discreción
g_;;:;;¡;¡~n;o~y~~~t~s__ci;;~lie{Úor decisiones singulares, ~tá~Ji;~~;;;;;o y, luego imponerse, poco o mucho, por consideraciones prácticas. A esto se debe
S~glas_~ªE:__1:lna canti~~~i~~:,~<l,~~e"~~~~ ct,:?i~io~es. DadÓ que las premisas de ,/ que los procesos de decisión, cuando se desarrollan más o menos rutinariamente,
decisión regulativas, a menudo se hallan connotadas jerárquicamente y r~gulan al tengan lugar como una suce~ió;¡-de elecck,Ües oecáfegorías'y"ll1Ys1!ñcillií.mente
• --'"~'·•-•·-------"-••-----·~-------·--sa,•--•"'-•"~•W,• .,. ,... ., ...
M-"v'-"~"'--S.-,-~,.. "'·<>'-"''""" ,, 0 ,• " •

sistema desde lo alto hacia lo bajo, elsistema, en virtud de esta forma de reimpreg- <;9flliLCadena.de_decisiones
- '
singulares. Por así decir, se deslizan sobre dos carriles,
--,-k~N ........

·nación de su memoria, siempre se ~fuero~ sí mismo tambi~n como jerarquía, sin


tener que fundamentarlo~--------------------- - --- · · - ------------
" Véase Carolyn R. Miller, Genre as. Social Action, Quarterly Jourual of Speech 70 (1984),
pp. 151-167; Jo Anne Yates/Wanda J. Orlikowski, Genres of Organizational Communication:
A Structuratfonal Approach to Studying Communication antj Media, Academy of Management
34
Aquí retomamos lo ya dicho. Véase supra, cap. 4 sección rv. Review 17 (1992), pp. 299-326; Caro! Berkenkotter1Thomas N. Huckin, Retbinking Genre from
1' Cfr. también Heinz von Foerster, What Is Memory that It May Have Hindsight and a Sociocognitive Perspective, Written Communication JO (1993), pp. 475-509.
Foresight as Well?, en: Samuel Bogo ch (Ed.), The Future of the Brain Sciences. Proceedings of a " Sobre la literatura, véase Roger Schank/Robert P. Abelson, Scripts, Plans, Goals, and
Conference held at the New YorkAcademy ofMedicine, New York 1969, pp. 19-64; traducción Understanding: An Inquiry into Human Knowledge Structures, Jillsdale N. J. 1977; George A.
alemana en Heinz von Foerster, Wissen und Gewissen: Versuch einer Brücke, Frankfurt 1993, Akerlof, Toe Economics of Caste and of the Rat Race and Other Woeful Tales, Quarterly Joumal
pp. 299-336. ofEconomics 90 (]976), pp. 599-617.

232 233
en !o cual el enmarcamiento por categorías crea ya una certidumbre suficiente y IV:
\ / desdramatiza !as decisiones. Los involucrados logran así una cierta distancia res-
. pecto a los contenidos, trabajan en la marcha norma! de !os negocios y, en contadas se puede designar el aporte de una decisión a la absorción de incertidmnbre como
ocasiones, acceden también a los casos correspondientes. su responsabilidad. 39 También la responsabilidad, en consecuencia, es algo que su-
Además de esto, la mayoría de las categorías complejas, como una confe- cede continuamente y que, en todo caso, puede ser atribuida sólo secundariamente
rencia, una intervención quirúrgica o una hora de clases escolar, puede ser frag- a un decisor como error. Sólo en la medida que éste sea el caso y sólo si puede ser
mentada en subcategorías, si fuese necesario, hasta que la categoría se confunde ," .1,// objeto de expectativa, tiene sentido .hablar de responsabilización. La respons~bili~
prácticamente con la decisión y deja abiertas únicamente incertidmnbres margi- rr¡ zación debe ser siempre ajustada a personas, porque las decisiones mismas no
nales .. La certeza .9_\!5'..Q,i:lJl.?rCi~~catego:13_i:adic_,¡_e11_,qll<l_S_'c repite con conte- • · tienen duración alguna. Tampoco los gremios, grupos, equipos, que deciden por
nidos diver~os. Se pueden, y se debe)l,3J)relliler las.Catego~~ mayoría, pueden ser responsabilizados (lo que podría aclarar la popularidad de
~,J?!l!~ ~aber qué movilidad ofrecen y con qué se corre el peligro decaer tales formas de organización). Este ajuste personalizante de la responsabilización
-como cuando un examinando, enJ-"""~.~~-~,~~~·-·""-~
Ün-examéñ-oraf;cOiii1enza a leer et'rextiJque trae consigo que ésta sieínpre comprenda demasiado y excesivamente poco -dema-
------~-~---·-····'"""~~"''"""~··-'·· ....-... ··,,,~,-.-... __ _ _
ha preparado y se desconcierta por el normal juego de preguntas y respuestas. siado, porque una persona, en cuanto premisa de decisión'° que actúa repetidamen- .)jé;¡
Tipificaciones de este género funcionan porque; íis6ió éitTá.medíifaque, to- te y a largo plazo, es siempre más que un aporte único a la decisión; y excesiva-
dos los participantes las conocen. Se pueden deslizar desviaciones respecto a lo mente poco, porque la red de elaboración de información no puede ser, ni siquiera
acostumbrado hasta ahora, y convert~se'ii·su vez en usuales -por ejemplo el que aproximadamente, agotada al comprenderla en la forma de personas individuales.
un examen sea introducido con "statertN"-ts" (exposiciones) del candidato sobre . La diferencia entre responsabilidad y responsabilización llama la atención so-
temas concordados antes. Una fuente principal del desarrollo de nuevas categorías bre los límites del autocontrol de las organizaciones; y, al mismo tiempo, también
y de la desaparición de viejos rituales podría encontrarse, no obstante, en los cam- hace notar las posibilidades (y, otra vez: ¡límites!) del aprendizaje organizacional.l /
bios tecnológicos. El trato con computadoras, con técnicas médicas, con películas // Se puede aprender de los errores a transformar la responsab1ltdad en responsabtil 1
didácticas en las escuelas conduce, por sí mismo, a nuevas estandarizaciones. 38 1/ Íización. Esto tiene, naturahmente, costos reconocidamente altos que resultan dJ,
/También en este plano hay entonces "aprendizaje" organizacional, y es una cues- que la elaboración de informaciones, ahora adicionalmente cuando no primordial-
! ¡. tióri empírica, a la cual se ha de responder en forma diferente caso por caso, si el mente, requiere incorporar consideraciones preventivas, en la perspectiva de que
\\repertorio de decisiones será ampliado o limitado mediante nuevas categorías. pudieran desencadenar una actualización de responsabilizaciones.
En definitiva, se debe tener en cuenta, que categorías de este género no son, · Si se lograse medir la información, según las directrices estandaitzadas de la
por de pronto, premisas de decisión introducidas oficiahmente, pero pueden ser teoría de la información, con referencia a las posibilidades que son excluidas me-
ciertamente prescritas como tales. Esto acaba luego en una regulación del procedi- diante esto, se podría también medir la responsabilidad. La responsabilidad sería
miento de toma de decisiones y, con ello, libera otras posibilidades de aprendizaje, el valor informativo de una decisión. Para la praxis de la colaboración organizada
esto es las que no se "deslizan", sino que deben ser incluidas por medio de una esto, sin embargo, en todo caso hace una advertencia acerca de los problemas del
decisión. marco que fija las posibilidades, de entre las cuales selecciona la información. En
la definición de este marco, esto es, de las alternativas aún disponibles para la

13
Véase el ejemplo del correo electrónico en Wanda J. Orlikowski/JoAnne Yates, Geme 39 Sobre esto y sobre la literatura más antigua, cfr. Niklas Luhmann, Funktionen und Fo!~
Repertoire: The Structuring of Communicative Practices in Organizations, Administrative gen fonnaler Organisation, Berlín 1964, pp. 172 ss.
40 Sobre esto, más en detalle, cfr. infra, cap. 7.
Science Quarter!y 39 (1994), pp. 541-574.

¡¡ ~34 235
'11
1
decisión, se esconde mucho derroche, mucha fatiga latente, comunicada sólo de. cerrada permanece todavía contingente. En otros términos, hay posibilidades que
manera implícita y a menudo impenetrable a la mirada. Por una parte, la decisión recién son construidas e introducidas en la memoria del sistema al ser excluida su
puede delimitar su propio ámbito de disposición al remitirse a decisiones vincu- consideración en el proceso de decisión. En cierta medida, con esto la organización
lantes previas: que haya sido puesto a disposición sólo un determinado importe permanece sensible respecto a lo que ella había excluido o descuidado. Y en lo
de dinero o que las normas jurídicas excluyan determinadas soluciones de pro- sucesivo puede haber motivos que impulsen a volver sobre ello.
blemas que serían atrayentes de por sí, reduce el valor informativo de la decisión. Normalmente, sin embargo, son preferidas las posibilidades que han sido se-
A menudo estas limitaciones estimulan a disfrazar la decisión bajo la forma de la leccionadas. Ellas sirven corno punto de partida para decisiones posteriores. Pueden
insatisfacción consigo misma y a comunicarla en esos términos. Por otra parte, en ser corregidas, pueden ser desarrolladas a través de procesos de aprendizaje de la
el curso sucesivo del proceso de decisión se pueden descubrir posibilidades que organización, por ejemplo elaborándolas ulteriormente con el esquema regla/ excep-
no habían sido vistas, pueden ser hechas manifiestas las posibilidades reprimidas ción, para aumentar así la complejidad. Las posibilidades desestimadas, por lo con-
o, por último, pueden ser ideadas otras posibilidades, para ampliar el marco de la trarío, permanecen inmutables, haciéndose graduahnente abstractas, aunque, en nin-
responsabilidad y aumentar el peso de la atribución de la decisión. En la "micro- gún caso más complejas. Se podría incluso decir que las posibilidades desestimadas
política" de las organizaciones," tienen un rol relevante las diferencias de opinión vinculan el sistema de modo mucho más fuerte, precisamente porque ya no pueden
sobre tales marcos y su inestabilidad social y temporal. .Incluso cuando la deci- ser corregidas, tampoco pueden seguir siendo transformadas con el aprendizaje. 42
sión comunica inequívocamente su opción, pueden permanecer discutibles su Determinan la structural dr!fl -deriva estructural- (Maturana) del sistema de manera
valor informativo, su signiJlcado y su responsabilidad. Su selección acompaña la mucho más fuerte que las posibilidades aceptadas, las cuales pueden ser modifica-
decisión como su sombra -así como el héroe de la tragedia antigua, que al actuar das mediante otras decisiones. Así visto, ciertamente es una máxima sensata decidir
activa también su destino; y las decisiones futuras pueden ser influénciadas por el siempre de tal modo, que la decisión amplíe el ámbito de decisiones del sistema.
hecho de que, aunque se acepta por un lado la decisión, se la evalúa de diferente
manera sobre la base de sus condiciones-marco.
Se pueden resumir estas consideraciones diciendo que, "micropolíticarnente", V
la información interesa como "forma", esto es: corno diferencia que tiene "otro
lado" que ella excluye, pero que precisamente al hacerlo, lo incluye en la deci- Lo que en el marco de la teoría de los sistemas organizacionales operativamente
sión y lo transmite junto a ella. A nivel de la comunicación explícita se llega a la · clausurados, es denominado absorción de incertidumbre, en la literatura se encuen-
absorción de incertidumbre al comprometerse la decisión a esto y no con aquello. tra a menudo encasillado bajo el concepto de "poder".43 A primera•wsta, ambas
Es posible darse por satisfecho con esto y, normalmente, esto es lo que se hace.
Pero también el "y no aquello" puede permanecer por un cierto tiempo en el ho- "Esto piensa de hecho Philip G. Herbst, Altematives to Hierarcbies, Leiden 1976, p. 81
nota l.
rizonte de sentido del proceso de decisión. También la forma de la contingencia 43
Una versión muy rudimentaria de esta relación diría que la absorción de incertidumbre es
poder, porqu~ determina estados del sistema. Una versión más refinada dice que la absorción de
41 En el sentido de J'orn Burns, Micropolitics: Mechanisms of Institutional Change, Admi~ incertidumbre confiere poder, porque otros puestos en el sistema dependen de cómo se dispone
nistrative Science Quarterly 6 (1961), pp. 257-281. Cfr. también Horst Bosetzky, Macbiavellis- de la inc~rtidumbre. Así, por ejemplo, Michel Crozieri Le phénomene bureaucratique, Paris
mus, Machtkumulation und Míkropolitik, Zeitscbrift für Organisation 46 (1977), pp. 121-125: 1963; David J. Hickson et al.i A Strategic Contingencies Theory of lntraorganizationai Power,
Henry Mintzberg, Power in andAround Organizations, Englewood Cliffs N. J. 1983, en particular Administrative Science Quarterly 16 (1971), pp. 216-229; C. R. Hinings et al., Structural
pp. 171 ss.; Willi Küpper/Günther Ortmann (Eds.), Míkropolítik: Rationalitiít, Macht und Spiele Conditions oflntraorganizational Power, Administrative Science Quarter!y 19 (1974), pp. 22-
in Organisationen, Opladen 1988; Günther Ortmann, Fo1men der Produktion: Organisation und 44; Miche! Crozier/Erhard Friedberg, L'acteur et le systeme: Les contraintes de l'action collec-
tive, Paris 1977, pp. 20 s. y passim. Aunque esta teoría puede explicar bien el surgimiento del
Rekursivitiit, Opladen 1995.

236 237
formulaciones parecen decir lo mismo, pero dirigen la atención en direcciones distin, de: otros detentores del poder, otras situaciones. Si se busca una delimitación y se
tas. Con el concepto de absorción de incertidumbre se pone el acento sobre el aspee, espera encontrarla en referencia a la jerarquía formal de puestos del sistema, vale
:1
1 to procesal. Además, este concepto se adapta mejor a una temía de sistemas, que ]o mismo. Un concepto de poder como ése es simplemente superfluo. O debería ser
'
parte de supuestos constructivistas y subraya el hecho de que un sistema puede tener _ distinguido del ejercicio de las competencias formales, pero entonces la teoría se
sólo una relación referencial con su entorno, ninguna relación operativa. El concepto hace rápidamente insostenible. Puesto que comoquiera se desee definir el concepto
de poder, al contrario, orienta la atención más bien a una causa decisiva, determinan, de poder, para cualquier conocedor del ambiente interno de una organización, y
te, que debe ser supuesta en el sistema o incluso en el entorno y que puede ser loca, también para el sociólogo experto, es claro que el perfil de poder de una organiza-
lizada. 44 Aquí se trata de atribución de responsabilidad, por lo tanto también de exo- ción no·coincide con la súper- y subordinación formal de los puestos.
neración de responsabilidad o, por último, de determinación del puesto sobre el cual Una salida podría ser concebir el concepto de poder de manera más rigurosa
se debe actuar cuando se desea influir en las decisiones del sistema. y definir el potencial de poder como posibilidad de amenaza, abierta o encubierta,
Si se elige una teoría del poder, todo depende de proponer un concepto de con sanciones negativas." Con esto se hacen, al mismo tiempo, comprensibles/
poder suficientemente discriminador, con fuerza de distinción. Si uno, a partir del los clásicos reparos políticos y legales contra el uso no regulado del poder. En
1
hecho de que el sistema se encuentra en un determinado estado, se contenta cori efecto, el poder como poder de amenaza, se puede extender a campos de actividad/
deducir que esto debe ser causado por el poder (o "fuerza simbólica" o cualquier que nada tienen que hacer con el contexto al cual el poder debe su existencia. Así'¡,
otra formulación que se quiera usar), sólo se ofrece una doble descripción de los la amenaza de violencia fisica, despido o revelación de informaciones incon-//
fenómenos. Se puede ahorrar tal concepto de poder por economía conceptual." venientes, podría ser utilizada para imponer toda suerte de posibles deseos "in
Sólo comprende el poder atribuido comó una de las posibilidades de los participan- competentes". Se ha de suponer, no obstante, que el poder de amenaza, en estei
1
tes para explicarse el estado del sistema. 46 Su único mérito podría radicar en que sentido, tiene un rol poco significativo en las orgaiiizaciones. En· un sistema com-'
con ello se alude a la contingencia de todas las situaciones de hecho, en el sentido piejo, interconectado circularmente, autorreferencial, hay demasiadas reciproci-
:¡ dades en juego, como para que se pueda ejercer el pod.er sin auto dañarse. Al po-
der del superior de imponer un trabajo desagradable con la amenaza de que en
poder (atribuido), queda abierta la única cuestión realmente interesante: ¿Para qué puede servir
un tipo de poder surgido de este modo? ¿Se hace explícito algo más que una particular cortesía caso de desobediencia habría despido, se opone el poder del subordinado de sustraer
en el trato con quienes pueden decidír sobre !a incertidumbre? su cooperación en casos en que el superior dependa de ella. Por esta razón, lo que se
44
Así, por ejemplo, Mintzberg Op. Cit. De manera correspondientemente rudimentaria se. une con los recursos de poder, y que podría ser considerable, apenas puede ser em-
define el poder como "the capacity to effect (or ajfect) orgqnl'zational outcomes" (la capacidad pleado abiertamente y para fines precisos y controlables. El sistema distiplina, me-
de producir (o afectar) resultados organizacionales) (p. 4), y el problema dé la atribución (¡el
poder de atribuir!) no es tratado. jor dicho, reprime el uso abierto del poder, y reduce el juego del poder a. tentativas
-!5 Lo mismo valdóa si se sustituyese el concepto de poder por el de interés. James March, de amo1tiguar los contactos mediante consideraciones recíprocas y de evitar roces
por moiivos no del todo evidentes, ve aquí diferencias. En la explicación a través del poder, péro con posibles contra reacciones, como consecuencia. Al interior de las organizacio-
no en la explicación a través del interés, él ve una "expresjón tautológica para. la inexplicada nes, aunque también en la relación entre organizaciones, entonces, es natural sus-
varianza en una situación decisional" Op. Cit. (1990), p. 7.
# La literatura especializada correspondiente delega luego, prácticamente,. la responsabi-
pender el uso del poder y transformar dependencias recíprocas en islas de confiada
lidad por el concepto de poder a los entrevistados y io considera investigación empírica. Véa- cooperación cuya capacidad, por cierto, sólo es limitada. 43 Precisamente por esto
se, por ejemplo, Mayer N. Zald (Ed.), Power in Organizations, Nashville Tenn. 1970; Gerald
R. Sa!ancikJJeffrey Pfoffer, The Bases and Use of Power in Organizational Decision Making:
The Case of a University, A<lministrative Science Quarterly 19 (1994), pp. 453-473; Gerald R. "Así Niklas Luhmann, Macht, 2' edición, Stultgart 1988.
48
Salancik/Jeffrey ffeffer, Who Gets Power- and How They Hold on to lt: AStrategic-Contingen- Para un análisis de caso, véase Martín Gangiulo, 1\vo-step Leverage: Managing Constraint
cy,Model ofPower, Organizational Dynamics 6 (1977), pp. 3-21. in Organizational Polítics, Administrative Science Quaiterly 38 (l 993), pp. l-19.

238 239
se debe volver al nivel de la "micropolítica", si se quiere investigar dónde y cómo ahorra la pregunta respecto a cómo dicha absorción de incertidumbre se distribuye
el despliegue del poder encuentra límites en el auto daño esperable. en el sistema. El hecho de que la medición de la info1mación en el sistema deba
Este diagnóstico, que vale para tiempos normales, no resulta tan apropiado contar con un marco social y temporalmente inestable, deja aún abierto si no pue-
cuando las situaciones pueden ser definidas como crisis y con ello justifican me- den haber convenciones que permitan basarse en que algunas decisiones absorben
didas extraordinarias. Entonces se puede mostrar "dónde está el poder". Aunque más, otras menos, incertidumbre. Aunque así sea, no se podrá asumir que la distri-
la experiencia también muestra que con el uso del poder, a lo sumo, se pueden bución de los aportes de absorción de incertidumbre sucede de manera arbitraria o
transformar zonas marginales del sistema, mientras fracasan los intentos por lograr puramente ad hoc en el sistema. Más bien se podrá esperar que exista un orden
efectos más profundos en más o menos todas las estructuras del sistema, porque o acaso incluso suponer que la misma distribución (por ejemplo, en el sentido de
encuentran resistencia o son dejados a lentos procesos de adaptación, en los cua- un orden jerárquico) es usada como recnrso de la autoorganización del sistema.
les el contrapodei, fundamentalmente latente, desvía el impulso transformador por En el sistema autopoiético, tales convenciónes también son producto del sis-
vías que estima aceptables. 49 tema, esto es, son reglas "autológicas" que, en última instancia, ellas mismas de-
Estas sucintas reflexiones muestran que el punto de vista "poder" induce a con- ben su existencia a la absorción de incertidmnbre. La atribución de distinciones
centrar temáticas muy heterogéneas como absorción de incertidumbre, cambio estnic, con valor informativo, puede ser empleada seriamente sólo de modo irónico, y
tura! o, incluso, intervención sobre decisiones por medio de premisas de decisión, sin· las convenciones son estructuradas de forma de incluir su propia violación, o lo
lograr realmente conducir, con un concepto único, las experiencias e investigaciones que éstas excluyen.'° También se podría decir, que el marco de lo posible debe ser
/que aquí se plantean. Con todo esto, naturalmente, no se niega que el descubrimiento construido, deconstruido y reconstruido dentro del marco.í 1 No obstante, el siste-
de las relaciones de poder y la suficiente cautela en relación a lo que es posible permi- ma no sólo cuenta con la continua absorción de incertidumbre, sino también con
tirse o arriesgarse pueden ser de gran ayuda en la situación, esto es, estratégicamente. las distinciones construidas mediante dicha absorción de incertidumbre, de valor
Al mismo tiempo, sin embargo, esto también implica que este juego presupone co- informativo, de significado, de responsabilidad por decisiones; aunque sólo sea
nocimiento desde adentro, de los "insiders ", el cual es dificil de conseguir mediante porque el sistema no tiene tiempo para poner constantemente en duda las distin-
investigaciones sociológicas. Por esto, en las siguientes reflexiones continuaremos ciones que usa.
utilizando el concepto de absorción de incertidumbre, sin intentar sustituirlo con su- Las diferencias en el proces5>.de _absor~ de incertidumbre· son tradicional-
puestos sobre el poder ni acerca de la distribución del poder en el sistema. mente descritas como dife 9ias de autoridad. ~ourriendo a la autoridad, el pro-
ceso de comunicación se refiere llíiSmo. Stfupone que, ante demandas por

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¡ ,J..,:,S.'~
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información aclaratona, la. decisión podria ser tan bien fundamentada II través del
VI.
"" "°'- /iA,
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, ;- ..A.,,\ \_
( 1\,:.r- . 50
Véase Jean-Pierre Dupuy, Zur Selbst-Dekonstruktion von Konventionen, en: Paul
El que la absorción de incertidmnbre ocurra siempre y dondequiera en el sistema, Watzlawick/Peter Krieg (Eds. ), Das Auge des Betrachters: Beitráge zuro Konstruktivismus.
Festschrift Heinz von Foerster, München 1991, pp. 85-100 o, levemente distinto, Jean-Pierre
porque de otro modo las decisiones no se podrian conectar con decisiones, no nos
Dupuy, Les paradoxes de 1'ordre conventionnel, en: Michel Amiot et al. (Eds. ), Systeme et pa-.
radoxe: Autour de la pensée d'Yves Barel, París 1993, pp. 107-123; Karl-Heinz Ladear, Von der
49 Verwaltungshierarchie zum administrativen Netzwerk? Zur Erbaltung der Eigenstandigkeit
Cfr., por ejemplo, Jitendra V. Síngb/Robert J.·House/David J. Tucker, Organizational
Change and Organizational Mortality, Administrative Science Quarterly 31 (1986), con la distin- der Verwaltung unter Komplexitiitsbedingungen, Die Verwaltung 26 (1993), pp. 137-165 (142 s.),
ción entre "core changes" y "periphery changes". En modo similar, también Jacques Delacroix/ propone entender esta convencionalización como una profecía que se autocumple y utili1.ar' el
Anand Swaminanthan, Cosmetic, Speculative and Adaptive Organizational Change in the Wine concepto en el análisis de las administraciones estatales modernas.
51
Industry: ALongitudinal Study,Administrative Science Quarterly 36 (1991), pp. 631-661. Sobre Crozier/Friedberg Op. Cit. (1977), p. 147, hablan de "colonisation de l'organisation par
el problema del cambio de la estructura volveremos ampliamente infra, en el cap. l L ses relais" (colonización de la organización por sus reemplazos).

240 241
recurso a sus fuentes de info¡mación y a sus consec9encias, que pareceri_\' eviden- mente lejos, como pura y simple pretensión. Por una parte, la capacidad de ofrecer
te; pero precisamente por esto se pueden ~orrar las demandas de ma¡or informa- ¡e~pli~aciones e,staba efectivamente ~isponible en medida considerable y las comu-
ción y reemplazarlas por el c~dito, e incluso también por la autoridad. 52 Como . \Jmcac1ones podrnn ser formuladas mas conctsamente a lo que es hoy habitual; y, por
autoridad, entonces, no denominamos una capacidad particular de una personali- ·otra parte, las demandas de informaciones aclaratorias eran desanimadas (salvo en
dad carismática o hábil en el expresarse, sino un supuesto que abrevia el proceso la forma de una indicación obsequiosa sobre hechos eventualmente descuidados)
de comunicación y que puede tener fundamentos muy diversos. cuando había que superar barreras de estrato social y de formación educacional. En
En el pasado, en particular en las organizaciones del siglo XIX, se debía contar caso de relaciones personales relativamente estables, sin embargo, podía instaurar-.
1con componentes de la autoridad condicionados. podM'éstfátos·SQfiales, los que se una cooperación informal, por cierto que en las organizaciones administrativas:
,1gradualmente son reemplazados por competencias profesionales ce~cadas. Tam- no podría manifestarse bajo la forma de grupos de trabajo delimitables, sino mási
/ i bi;,n entonces, la selección para la fo~:esell~r:slljl01'ÍoI-y.parjí el estudio uni- bien al interior de órdenes de puestos diferenciados jerárquicamente.
versitario tenía una evidente tendencia específicamente estamental, que comienza .si se parte del .hecho de que, en las organizaciones, la autoridad siempre ha
a atenuarse recién en la segunda mitad del siglo XX. Ante todo en la administración podido contar también con este tipo de sustento social sin que esto haya llegado
pública, el personal esreclutado y pagado en diferentes niveles, tras un periodo a ser un tema, se impone suponer transformaciones radicales. Quien invoque hoy
de formación, de forma de reproducir visiblemente la competencia de juicio, cual- la autoridad, la arriesga. Las transformaciones se refieren, por una parte, al disci-
quiera sea la extensión de la experiencia de servicio. Correspondientemente, las plinarniento de la comunicación a través de la estratificación, luego a la relevancia
posibilidades de ascenso internas al sistema encuentran claros límites en los techos de la formación para el puesto de trabajo y, por último, a un factor que se podría
de los niveles de entrada y sueldo. Este modelo es copiado en parte también en el llamar "periodo de vencimiento" (o, metafóricamente, "periodo de vigencia") de
sector privado de la economía • naturahnente con menores necesidades de personal la experiencia." Disminuyen claramente las posibilidades de apelar a la experien- 1
con formación universitaria, mayor acentuación de la formación interna al sistema cia en la comunicación y de poder ahorrarse así más argumentos, como puede/
y mejores oportunidades de hacer carrera; dada una mayor inseguridad de duración constatar los progenitores en las relaciones con sus hijos, esto es en la distancia
de la relación de membrecía. En lo particular, se diferencian tanto las relaciones generacional, o también los expertos en el crédito o los asesores financieros en los
en las diversas regiones y en los distintos tipos de organización (policía, escuelas, bancos o los representantes de comercio en relación a sus mercados o los funciona-
· redacciones de periódicos, administraciones comunales, etc.), que debemos renun- rios ministeriales en relación a su ambiente político. El ritmo de cambio del saber,
ciar a ofrecer más detalles. Lo que interesa, sin embargo, es la cuestión de si este pero también del no saber, se hace más corto, si.n que esto conduzca a que ahora se
redescubrimiento de la autoridad en correlaciones con la estratificación y con la pueda contar con un mundo mejor conocido. Únicamente se desplaza lll carga de la
formación escolar y universitaria (que a su vez se desarrolla en dirección a inde- prueba en la comunicación -a cargo de valores ligados a la edad, como la autoridad
pendizarse del origen social) debe ser concebido en disminución y qué repercusio- y la experiencia.
nes tendrá en el proceso de una fluida absorción de incertidumbre. ·Pero la pura facticidad de la absorción de incertidumbre permanece y, con
Según la concepción tradicional, la autoridad podía contar con dos soportes ella, la necesidad de un orden reconocible de aportes y responsabilidades. La red
que operaban conjuntamente y por esto podía también atreverse a avanzar relativa- misma absorbe incertidumbre. Esto ya ocurre, como han comprobado una y otra

.12Véase la definición de autoridad como ,(;~acity far réasoned elab:;Íoii\en Carl J. Frie~ 3
$ La crítica de la experiencía en cuanto superada no es ciertamente nueva. Ella se enff

drich,Authority (Nomos]), New York 1958. Véasetamíl!érrmrbert.A..SÚOOÉÍ!'lónald W. Smith- cuentra ya como critica de la autoridad de los ancianos en ~! siglo XVI, en vistas ~ las numerosas
burg/Victor A. Thompson, Public Administration, New York 1950, pp. 189 ss., sobre la "authority innovaciones técnicas y agricolas, de una mejor fonnación escolar y de la difusión de libros im~
of confidence" y sobre su relación con la jerarquía. Más lejano, T. Heller, Changing Autho- presos. Véase sobre esto Keith Thomas, Vergangenheit, Zukunft, Lebensalter: Zeitvorstellungen
rity Pattems: ACultural Perspective, Academy of Management Review l O(1985), pp. 488-495. im England der Frühen Neuzeit, traducción alemana Berlín 1988; p. 65. ·

242 243
vez los etnometodólogos, en la cultura cotidiana y con trutyor razón en ambientes que luego pueden ser nuevamente negociados bajo premisas modificadas y con
específicos como las organizaciones, mediante rnglas ~bservadas tácitamente,_ que nuevos motivos. En cierta medida, reemplazan el pasado en cuestión median-
limitan las solicitudes de informac10nes aclaratonas. Sm tener que recumr a direc- te nuevos puntos de partida históricos y con esto pueden facilitar un cambio de las
tivas explícitamente formuladas; se sabe lo que sería "demasiado". Lo razonable decisiones así consideradas, si éstas no se acreditan y nadie aboga por mantener la
tiene límites estrechos y en este contexto actúan las diferencias de rango, pero solución encontrada; y si, en cualquier caso, sólo se trata de regulaciones tempora-
también distinciones como oral / escrito. Pese a todo, se puede llegar a formas les aceptadas hasta nuevo aviso, esto facilita también la adhesión. Esta última no
engorrosas y lentas de regatear resultados. 54 En esto la ignorancia se traduce en requiere un cambio de la opinión expresada en las negociaciones ni tampoco una
libertad, a saber, en la libertad concedida al interlocutor de declararse de acuerdo o postura razonable. No se puede ni se requiere exigir a nadie comportarse razona-
declinar, porque él dispone del mejor acceso al saber relevante. También para esto, blemente ni tampoco, en caso contrario, insensatamente. Basta con cargar a cuenta
sin embargo, se necesita puntos de apoyo en competencias y responsabilidades de un futuro aún indeterminado en el cual, en caso de necesidad, se podrá deci-
distribuidas. Puede entonces suceder que el_ orden de las competencias sustituya dir de otra manera.
la autoridad y se imponga un estilo individual de absorción de incertidumbre Y, al Por último, los acuerdos marcan, al mismo tiempo, límites de sistemas y sub-
mismo tiempo, referido al puesto - a costas del compromiso con el interés gene-· sistemas. Unen y separan de otros con los cuales los acuerdos son considerados
ral de la organización, de la empresa, del Estado. Al incrementarse la complejidad inútiles o imposibles. En este sentido, los acuerdos siguen las líneas de diferen-
y la intransparencia uno se ocupa de sus propios asuntos y acepta decisiones toma- ciación del sistema. Pero si se quisiera investigar los límites de la necesidad de
das en otra parte. acuerdo y de la praxis de acuerdo, probablemente se descubrirían también diferen-
En la medida que se requiera consenso, se pide y se concede en la forma· de . ciaciones de subsistemas no previstas en el organigrama.
adhesión explícitamente comunicada, modificando o no la propuesta de decisión. Sobre la base de estas reflexiones, es aconsejable buscar un concepto de estruc-
En esta forma, se esperan acuerdos, alcanzados y documentados en el proceso de tura que corresponda al concepto procesual de absorción de incertidumbre y que,
comunicación, los cuales, sin embargo, no presuponen que alguien abandone ·al mismo tiempo, tenga un alcance más amplio que el concepto de jerarquía. Con
sus convicciones o esté dispuesto a empeñarse con fuerza para imponer la deci- esta finalidad, Herbst reCirrre al concepto biológico de "directive corre/a/ion ". 56
55
sión contra resistencias o a ponerse firme ante dificultades inesperadas. Por eso Una determinación "dirige"· otras, cuando facilita y apoya la ejecución de las ta-
los acuerdos sirven, en mayor o menor medida, como modelación de conflictos, reas de otros puestos, o sea cuando los descarga del peso de la elaboración de
informaciones y, con ello, de la·responsabilidad. Estructurahnente tales directive
correlations pueden presentarse en forma más o menos estandarizada'y esperable,
54 Así Crozier/Friedberg Op. Cit. pp. 143 s.
ss Cfr. supra el capítulo 3, sección III ac.erca de la sobrevaloración de la necesidad d,e pero se encuentran tanto en los conductos verticales cuanto horizontales de la co-
"consenso". Más lejano Nils Brunsson, Toe Irrational Organization: Irrationality as ª. B3:51s municación y, en la jerarquía, tanto de arriba hacia abajo como al revés. Dan a la
for Organizational ActiOn and Change, Chichester UK 1985; Ni'.s Bnmsson, Toe Orgaruzation absorción de incertidumbre una forma típica: no se necesita inventarlas casuística-
of Hypocrisy: Talk, Decisions and Actions in Organizatións, Ch1chester UK 1989, el cual sos~
mente, sino que es posible atenerse a "procedimientos", y luego se está protegido
tiene la tesis que !a disposición fuertemente motivada a la acción sólo puede ser alcanzada en
organizaciones "irracionales". Sobre los "entendimientos" convencionales véase Alois Habn, también cuando en el caso singular las expectativas desilusionan. Y se puede dejar
Verstiindigung als Strategie, en: Max Haller et al. (Eds. ), Kultur und Gesellschaft. Verhandlungen abierto en las estructuras del sistema total, el que sólo proporciona las vías de
des 24. Deutschen Soziologentages, des ósterreichlschen Soziologentages und des 8. Kongresses
der Schweizerischen Gesellschaft für Soziologie in Zürich 1988, Frankfurt 1989, pp. 346-359 (un
trabajo fundamentado en datos de investigación empírica sobre familias modernas). S~~re los work~ 56
Véase Pbilip G. Herbst, Alternatives to Hierarchies, Leiden 1976, pp. 32 ss., que cita a
able agreements, los cuales no deben significar necesariamente consenso, ~fr. tamb1en George J. Gerd Sommerhoff, Analytical Biology, London 1950. Cfr. también Philip G. Herbst, Logic of
McCall/J. L. Simmons, Identities and Interactions, New York 1966, en particular pp. 140 ss. !he Living Brain, London 1974, pp. 73 ss.

244 245
comunicación (puestos, direcci_ones, señas), sobre qué apoyar, en el caso singular, luego no se le puede imputar responsabilidad alguna. Ya en la antigua doctrina de
la absorción de incertidumbre. · la razón de Estado, tuvo un rol importante el consejo de disimular los conocimien-
Incluso cuando las organizaciones se describen como jerarquía en su autocom- tos. Bajo ciertas circunstancias los conocimientos producen una no deseada presión
prensión , se puede considerar que han entrado en acción directive correlations de a decidir. Tampoco aquí, naturalmente, nos referimos al estado de consciencia.
facto . .Puede ser, sin embargo, sensato no sólo tomar este dato como desviación 0 Por el contrario, sólo quien sabe o vislumbra lo que se debe saber puede. evitar
como "organización informal", sino reconocer que de este modo se lleva a cabo el la toma de conocimiento. También aquí, entonces, el problema está enteramente
verdadero trabajo de la organización. En vez de observar siempre sólo desviacio- a nivel. de la comunicación. De ser necesario, como contra estrategia se intenta
nes, también oficialmente se debería considerar que la estructura de la organi- imponer al decisor conocimientos indeseables e implicarlo así en una situación
zación consiste en estas directive correlations y que la jerarquía, con sus com- decisional que él preferiría evitar. Fervor y cautela son posibilidades de hacerse
petencias de emergencia del decidir formalmente vinculante, sólo cumple una mal visto, aunque el decisor, presionado de esta manera, no pueda vengarse ad hoc.
función auxiliar. Un tal debilitamiento de la jerarquía, si fuese reconocido, incluso De este modo en la manipulación del saber y no saber, sea propio o ajeno, hay un
serviría para permitir una irritación más variada en el sistema. tipo peculiar de riesgo. Quien no entienda esto, vale decir, quien no pueda actuar a
nivel de la observación de segundo orden en el modo de "qué pasaría si. .. ", dificil-
mente tendrá las cualidades necesarias para participar en los intrincados procesos
VII. de la absorción de incertidumbre.

En las formas.de la responsabilidad y de la responsabilización, el sistema concen-


tra su propia atención sobre el problema de la absorción de incertidumbre. Llega VIII.
típica y continuamente a procesos reflexivos, o sea, a la observación de segundo
orden. En la praxis esto no sucede sencillamente en la forma de producir nueva- Del requisito de clausura operativa resulta que un sistema sólo puede disponer de
mente certidumbre o incertidumbre en referencia a certidumbre o incertidumbre. sus propias operaciones. El sistema (¡el mismo sistema!) no puede cambiar nada
No sería un gran resultado si en el proceso de decisión se produjera certidumbre de esto. Pero esto no quiere decir que el sistema sólo pueda observarse a sí mismo.
acerca de que hay incertidumbre; o si· con supuestos presuntamente seguros se in- Al contrarío: precisamente en el principio de clausura operativa radica un estímu-
segurízara permanentemente. Más bien, la praxis reacciona al problema mediante lo irresistible a basar las observaciones del sistema en la diferencia entre sistema
la disposición sobre el saber y el no saber. y entorno, e~to es: a estructurar las observaciones del sistema, en, ¡¡;imer lugar,
Por una parte, hay una difundida práctica que consiste en producir iguorancia mediante la distinción entre autorreferencia y heterorreferencia. Por eso, como ya
en los otros, por ejemplo, principalmente en los puestos que tienen la tarea de efec- hemos dicho, la clausura del sistema es condición de su apertura, y ~o sólo en el
tuar controles, aunque también cuando se trata de imponer una variante preferida, sentido que el sistema puede observar su entorno, sino que lo debe observar para
como si fuese la única sensata, y reprimir la comunicación sobre otras alternativas. poder producir una relación consigo mismo. 57
Típicamente se decide entre alternativas precisamente en base a la densidad de la
información y no tanto en base a una comparación racional. Se prefiere lo conoci-
51 Así, con toda la águdeza deseable, Gotthard Günther, Cognition and Volition: A Con-
do y mtidamente representable, salvo que se quiera diferir la decisión y por eso se
tribution to a Cybernetic Theory ofSubjectivity, en Gotthard Günther, Beitráge zur Grundle-
examinan más informaciones. gung einer operationsfáhigen Dialektik, vol. 2, Hamburg 1979, pp. 203-240 (212): la indi-
Igualmente diguo de mención, sin embargo, es el otro caso, aquel en el cual ferencia de los sujetos vivientes respecto al entorno los obliga a un rol activo· en relación a
el propio decisor se mantiene en la iguorancia sobre aspectos críticos, porque así su entorno.

246 247
1
j Pero ¿cómo puede el sistema observar un entorno que con sus propias opera- sentan e informan en dos direcciones y, en esta función, sólo en forma limitada son
! ciones no puede alcanzar? El sistema se ayuda, en gran medida, suponiendo con- gobernables por la propia organización. Ofrecen al sistema, en cierto modo como
¡ trafácticamente que, durante un largo proceso de absorción de incertidumbre, el
entorno se mantiene constante, en tanto no se impongan informaciones de sig-
resarcimiento, una absorción de incertidumbre interaccionalmente negociada.
En el modelo clásico de la organización la función de absorción de incerti-
no contrario. Dicho en otros términos, vale una especie de cláusula temporal del dumbre estaba reservada a la cúspide de la jerarquía. El propietario de la empresa
tipo "ceteris paribus ", apoyada en que el propio mundo, naturalmente, permanece podría deducir del mercado los precios justos sobre la base de una competencia
siempre igual. Por lo demás, la inalcanzabilidad del entorno parece ser la fuen- (más o menos) perfecta, podría aslll)lir eventuales riesgos como riesgos de capi-
te de toda incertidumbre interna y, si esto es así, .la observación del entorno por tal" y, a continuación, dirigir exitosamente la empresa. Del mismo modo, era po-
el sistema debería adquirir un peso particular para la absorción de incertidumbre sible imaginar que el vértice del aparato político tuviera poder por su disposición
al interior del sistema. Oscureciendo el hecho que certidumbre / incertidumbre sobre los medios de fuerza, o que lo generara en procesos de negociación política
son construcciones del sistema, para el sistema el entorno es considerado como bajo condiciones de la democracia electoral y luego, respetando el derecho, for-
la fuente principal de toda incertidumbre, 58 mientras su propio aporte es registra- mulase los programas en base a los cuales habría de ser ejercido dicho poder. En
do más bien como peligro de errores y conclusiones equivocadas. A su vez, esto ambos casos, la cumbre garantizaba a su aparato o a sus cuadros administrativos
actúa sobre el proceso de absorción de incertidumbre. La capacidad de presentar · (¡terminología de Max Weber!) las condiciones de su reproducción en un entorno
eficazmente al entorno en el sistema debería ser una fuente de autoridad de primer que no necesitaba conocer, sino solamente darle forma. Puede quedar un resto in-
orden, comoquiera que sea absorbida la incertidumbre acerca del entorno en los superable de molestias, que deben ser oportunamente informadas hacia arriba, para
puestos fronterizos del sistema. 59 Esto también significa, que tales puestos están a que puedan ser evaluadas en vista de las informaciones que se puedan obtener.
menudo en estrechos contactos interaccionales con sistemas del entorno. Repre- Pero todo esto vale para cualquier máquina. Dirección, asumir el riesgo y absor-
ción de incertidumbre coinciden.
58
Esta concepción ha sido largamente compartida también por la sociología de la organi- Desde hace al menos treinta años, este modelo de máquina ha sido criticado
zación. Véase sólo Tom Bums/G. M. Stalker, The Management of Innovation, London 1961; por la sociología de la organización:" no corresponde a los resultados empíricos
Richard M. Cyert/James G. March, ABehavioral Theory of the Firm, Englewood Cliffs N. J.
1963; F. E. Emery/E. L. Tris!, The Causal Texture of Organizational Enviromnents, Human Re- de la investigación sobre las organizaciones, ni son,realistas los supuestos sobre
lations 18 (1965), pp. 21-32; Shirley Terreberry, Toe Evolution of Organizational Enviromnents, el entorno de una teoría de las organizaciones así de centralista. 62 Aunque esto
Administrative Science Quarterly 12 (1968), pp. 590-612; Robert B. Duncan, Characteristics of debe llevar a preguntarse cómo, en vez de esto, es absorbida la incertidumbre en
Organizational Environments and Perceived Enviromnental Uncertainty, Administrative Scien-
ce Quarterly 17 (1972), pp. 313-327; Husseyin Leblebici/Gerald R. Salancik, Effects ofEnvi- ••
ronmental Uncertainty on lnformation and Decision Processes in Banks, Administrative Science 60
Sobre esto, aún hoy frecuentemente citado, Frank H. Knight, Risk, Uncertaiaty and
Quarterly 26 (1981), pp. 578-596 (ya con fuerte consideración de la incertidumbre autogenera, Profit (1921 ), 7' reimpresión Boston 1948.
61
da). Además, para un énfasis temprano en la incertidumbre autogenerada, cfr. James D. Thomp- Véase supra, cap. l sección 11.
62
son/Arthur Tuden, Strategies, Structures, and Processes of Organizational Decision, en Jam~s D. Para el sistema político, véase Renate MayntzJFritz Scharpf, Po!icy-M1king in the Fe-
Tbompson et al. (Eds.), Comparative Studies inAdrninistration, Pittsburgh 1959, pp. 195-216. deral Bureaucracy, Amsterdam 1975; Renate Mayntz, Soziologie der éiffentlichen.Verwa!tung,
59
Sobre este concepto Niklas Luhmann, Funktionen und Folgen formaler Organisation, Karlsruhe 1978, en particular pp. 60 ss. Amplias investigaciones sobre las posibilidades de una
Berlin 1964, pp. 220 ss. Para la discusión norteamericana véase, resumiendo y como punto conducción política de la administración, sobre problemas de la "implementación" y "déficits
de partida de aportes sucesivos, Howard Aldrich/Diane Herker, Boundary Spanning Roles and de implementación", tienen su punto de partida en las insuficiencias del modelo clásico. Cfr.
Organization Structure, Academy ofManagement Journal 2 (1977), pp. 217-230. La discusión Renate Mayntz, Regulative Politik in der Krise?, en: Joachirn Mathes (Ed.), Sozialer Wandel in
usual, con este concepto, piensa más bien en roles subordinados y no considera lo suficiente que Westeuropa: Verhandlungen des 19. Deutschen Soziologentags Berlín, Frankfurt 1979, pp. 55-81;
precisamente las posiciones cumbres son típicos puestos limítrofes y que a menudo utilizan la Renate Mayntz (Ed.), hnplementation politischer Programme, Konigstein 1980; Renate Mayntz
mayor parte de su tiempo laboral en contactos externos. (Ed.), lmplementation politischer Programme, parte Il, Opladen 1982.

248 249
referencia a las condiciones del entorno. Se ha descubierto mucha absorción de in- "absorción de incertidumbre" o "directive correlation". Esto hace, sin duda, tam-
certidumbre en relaciones horizontales, junto con la suposición de que en la comu- bién dificil, mantener supuestos aún actualmente muy difundidos en la sociolo-
nicación horizontal reina. menos la arbitrariedad que en la vertical y que la pericia gía de las organizaciones, como, por ejemplo, el que correlaciona la absorción
o conocimiento del ambiente resaltan más. 63 No cabe duda que las organizaciones de incertidumbre con el poqer en el sistema. 65 En caso alguno es esto evidente, ni
continúan siendo estructuradas jerárquicamente, tal· como antes, y que se imparten tampoco resulta del requisito de absorción de incertidumbre en cuanto tal. Por eso,
y obedecen directivas vinculantes; pero el problema se·ha convertido en la interro- únicamente se podrá argumentar en el sentido opuesto: que el poder solamente
gante: ¿qué tipo de directivas? Por ejemplo, las planificaciones modernas de pro, puede surgir donde un decisor puede disponer sobre la incertidumbre de otros en
ducción de tipo complejo han de orientarse por tantos entornos diversos -mercados relación con su propia decisión. Aunque el poder esté ordenado jerárquicamente,
de venta, mercados financieros, posibilidades técnicas, eficiencia de los proveedo- tal como antes, no quiere decir que la absorción de la incertidumbre ocurra. concen-
res, moda y proyectos de los competidores- que está excluida cualquier centrali- trada arriba, ni mucho menos que al detentor del poder se le reste poder mediante
zación del saber necesario y, con ella, también una centralización de la absorción la difusión de incertidumbre en el sistema y sus límites. Él puede conservar su
de incertidumbre; por lo cual se debe pensar en otras formas de coordinación de la poder, sólo que·no sabe cómo ni para qué debería usarlo.
planificación, por ejemplo, la concretización de la planificación de manera gradual, Entonces se puede suponer que, con la difusión de incertidumbre en el siste-
pero a la vez simultánea en distintos departamentos .de la organización, que obser- ma, el poder organizado en la jerarquía formal no se hace obsoleto, pero cambia la
van entornos diversos, pero que internamente deben estar dispuestos al acuerdo. forma de su praxis. No es neutralizado mediante el poder desde abajo, ni por el po-
Tales condiciones excluyen que, sobre la base de suposiciones centrales respecto der que actúa horizontalmente sobre él; el poder se convierte sólo en una fuente de
al entorno, se puedan acordar planes que luego serán ejecutados, con pequeñas incertidumbre de tipo propio, con la cual es necesario arreglárselas. Si los acuerdos
correcciones ad hoc. Y es necesario incluso preguntarse,. si una jerarquía adecuada deben ser puestos en vigor, es preciso ganarse al superior competente en el nivel
para el transporte de decisiones vinculantes de arriba hacia abajo es iguahnente correspondiente. Y precisamente cuando nadie, tampoco él, puede saber cuál es la
apropiada para transportar desde abajo hacia arriba, por el mismo canal, el saber única decisión correcta, también el superior tiene un margen de discrecionalidad
(cualquierasea la calidad del "saber") sobre el entorno, necesario para aquella que puede emplear para cumplir su deber de control. La organización necesita al-
función. guien que pueda determinar los hechos y legitimar su determinación. 66
Estas situaciones, crecientemente típicas, son las que hacen parecer acon- Paralelamente a estos análisis, que parten de las estructuras sociales de distri-
sejable desviarse a conceptos más abstractos, como "puestos fronterizos" 64, bución de la autoridad y el poder, invesiigaciones psicológicas también han cons-
tatado quela absorción de incertidumbre no transcurre según las directivas que
óJ Cfr. Henry Landsberger, Toe Horizontal Dimension in Bureaucracy, Administrative
enunciarían las teorías del comportamiento racional; no sigue las reglas estadísti-
Science Quarterly 6 (1961), pp. 299-332 (308 ss.), con la recomendación, que en su tiempo es-
taba de moda, del "management by exception ". Cfr. también George Strauss, Tactics ofLateral
Relationship: Toe PurchasingAgent, Administrative Science Quarterly 7 (1962), pp. I6H86. Boundary Spanning Roles: Labor Negotiation and Implications for Role Con:flict, Administrati-
64
La literatura relativa a este concepto se centra tanto en conflictos inmanentes a la posición ve Science Quarterly 37 (1992), pp. 28-47.
y estrés del rol, como también en la influencia a través de la canalización de la información~ pero 65
Véase March/Simon Op. Cit. p. 165, donde sin embargo se lee: "Both the amount and
demasiado poco en la absorción ·beneficiosa de incertidumbre. Véase entre otros, además de la the locus of uncertainty absorption aftect the injluence structure of the organization" (Tanto el
literatura citada supra en la nota 4, William Foote Whyte, The Social Structure of the Restaurant, monto como el lugar de la absorción de incertidumbre afectan la estructura de influencia de la
American Journa! of Sociology 54 (1949), pp. 302-3 IO; Ross Adair, The lndian Health \Vorker, organización). Véase además Crozier/Friedberg 1977, Op. Cit. (1977) pp. 20 y passim. Hemos
Human Organizarion 19 (1960), pp. 59-63; Robert E. Spekman, lnfluence and !nformation: An tratado más extensamente e! árgumento supra, sección V de este capítulo.
Exploratory Investigation of the Boundary Role Person's Basis of Power, Ac3.demy of ManaM 66
También ésta es una de !as variables identificadas por March y S~on. Véase Op. Cit.
gement Journal 22 (1979), pp. 104-117; Robert A. Friedmaní Joel Podolny, Differentiation of p.166.

250 251
cas, ni tampoco se molesta por asegurar exhaustivamente el valor más alto en la · al problema de la absorción de incertidumbre y construye saber y no saber, incerti-
utilidad subjetivamente esperada. En la cotidianidad, por ejemplo, se sobrevalúa dumbres y riesgos haciéndose guiar por este problema.
la relevancia de informaciones particularmente espectaculares, conocidas o relati-
vamente fáciles de obtener, en comparación con otras cuya obtención causara cos-
tos y esfuerzos.67 Se podría decir que, al absorber incertidumbre, así como también IX.
al evaluar incertidumbre, probabilidad y riesgo, se procede lo mejor que se puede.
En esto parece ser más importante la posibilidad de construir conexiones causales Nuestro enfoque teórico implica que sólo se dispone de la comunicación para las
entre los datos disponibles o también la posibilidad de obtener una historia relata. funciones de absorción de incertidumbre. Los individuos pueden eliminar su incer-
ble, que una reconstrucción confiable de probabilidades. Tanto las conexiones cau- tidumbre mediante percepciones y con inspecciones de lugar; pero esto no tiene
sales, cuanto los relatos, sirven como formas de la comunicación que dejan algo en relevancia so.cía! alguna, si la información así obtenida no es comunicada. Con
claro, callando las premisas que podrían contradecirlo. Las conexiones causales se esto, sin embargo, no se ha resuelto aún qué formas de comunicación son particu-
basan en una selección previa de causas y efectos que se adaptan recíprocamente larmente adecuadas para qué problemas de absorción de la incertidumbre.
y que también podrían ser ordenados de otra manera. Y los relatos son "intere- En el modelo burocrático de Max Weber la forma comunicativa escrita es
santes" porque, en la forma de lo único y la singularidad, transmiten un mensaje la predominante. Esto puede ser acertado, en tanto se trate de fijar programas y
generalizable. 68 Tratamos, entonces, con formas de comunicación que disuelven disponer un texto unitario para los procesos decisionales que se van presentando.
paradojas y esto explica su aporte a la absorción de la inminente incertidumbre También para el sistema financiero, la escritura es el medio predominante de absor-
correspondiente. 69 ción de incertidumbre: no se comunica los cálculos, sino sólo el resultado final, in-
El marco de las decisiones a tomar, entonces, es construido de antemano, de cluyendo también la posibilidad de examinar.los cálculos. Si, en cambio, se presta
manera afln a las decisiones. La organización, por así decir, se conduce a sí misma atención a cómo usan el tiempo los ejecutivos, se tiene la impresión contraria: aquí
se comunica principalmente en la interacción, o sea oralmente, y esto parece valer
tanto para la comunicación interna como para la externa.10Más de cuanto se piensa
67 Véase Amos Tversky/Daniel Kahneman, Availability: A Heuristic for Judging Frequency comúmnente, la cultura de las organizaciones es una cultura oral. Claramente la
and Probability, Cognitive Psychology 5 (1973), pp. 207,232; Daniel Kahneman/Paul S!ovic/
Amos Tversky (Eds.) Judgment under Uncertainty: Heuristics and Biases, Cambridge EngL interacción entre presentes, con su "turn taking" y sus posibilidades, aunque tam-
1982. Cfr. también R. E. Nisbet/L. Ross, Human lnference: Strategies and Shortcomings of bién su presión, para reaccionar enseguida, ofrece ventajas relevantes para la con-
Social Judgments, Englewood Cliffs N. J. 1980. tinua absorció.n de la incertidumbre -y esto tanto para fijar consenso,i,uanto para
68 Ofrecemos esta reflexión también como análisis de trasfondo de la moderna semán-
fijar disenso. No se excluye protocolizar los resultados, pero el protocolo retiene tí-
tica de '¡interesante". Sobre la paradoja oculta detrás, véase también Joanne Martin et al., The
Uniqueness Paradox in Organizational Stories, Administrative Science Quarterly 28 (1983), picamente sólo el resultado, no el procedimiento de absorción de la incertidumbre.
pp. 438-453. En la crítica literaria moderna, la distinción interesante/ no interesante surge en el
siglo XVIII, y precisamente en conexión con la novela moderna escrita para fines de venta (y ya 70
no más bajo condiciones de patronage). Y también aquí el punto de partida de esta codificación Cfr. las observaciones de Henry Mintzbetg, The Nature of Managerial Work 1973,
es que el relato sugiere un suceso extraordinario, el cual, no obstante, permite al lector sacar con- o Warren J. Keegan, Multinational Scanaing: A Study of the Information Sources Uti!ized
clusiones relativas a su experiencia de vida. Véase, por ejemplo, Gerhard Plumpe, Ásthetische by Headquarters Executives in Muitinational Companies, Admínistrative Science Quarterly
Kommunikationder Modeme, Opladen 1993, vol. 1, pp. 22 s. y 156 ss. 19 (1974), pp. 411-421. Según Keegan, las fuentes de información en el ámbito del "general
69
Cfr. Nancy Pennington/Reid Hastíe, Evidence Evaluation in Complex De~ision Making, manag~ment" son un 71 % "human" y sólo un 18% "documentary". En la hacienda pública los
Joumal of Personality and Social Psychology 51 (1986), pp. 242-258; Nancy Pennington!Reid números correspondientes son 44% y 66%. Cfr. también H. E. Dale, The Higher Civil Service
Hastie, Explanation-Based Decision Making: Effects ofMemory Structure on Judgment, Journal ofGreat Britain, Oxford 194!, pp. 157 ss.; Fritz Morstein Marx, Amerikanische Verwaltung:
ofExperimentai Psychology: Learning, Memory, and Cognition 14 (1988), pp. 521-533. Hauptgesichtspunkte und Probleme, Berlín 1963, pp, 126 ss.

252 253
En lo particular puede haber motivos muy diversos para preferir la oralidad. la incertidumbre. Una decisión invierte la dirección de determinación del tiempo:
La comunicación puede ser demasiado ilegal para correr .el riesgo d·e la escritu. transforma un pasado ya inmutable, en el cual no puede pasar nada más, en la
ra. O existir motivos para mantener oculta la fuente de un pensamiento. O se po- forma de una alternativa aún abierta sobre la cual se debe aún decidir; y, en la otra
dría someter a prueba cómo se asume una propuesta, antes de confesarse autor de dirección, establece una diferencia en base a la cual se debe observar el futuro e
la misma. A partir de estos y otros motivos similares es importante que el sistema introducirlo como ya estructurado en la decisión. En la medida en la cual la orga-
disponga de la diferencia entre comunicación oral y escrita y que pueda elegir, al nización arriesga perderse en auto-ilusiones, aumenta también su sensibilidad para
interior de esta diferencia, de cuál forma servirse. nuevas irritaciones que emergen. ¿Pero es suficiente esta autosensibilización? ¿Y
Es necesario sin embargo también considerar, naturalmente, que las interac- cuáles serían los puntos de vista bajo los cuales un observador externo (por ejem-
ciones requieren tiempo. Esto puede ser compensado, en medida limitada, por el plo: la sociología de la organización) podría plantear y responder esta pregunta?
hecho de que la disposición sobre la interacción y su duración varia con el estatus Ante todo se debe recordar que el sistema social organización sólo puede ser
social, por lo cual los superiores pueden decidir si, por quién y cuán largamente se producido y reproducido en una sociedad, esto es sólo al interior de un sistema
dejarán interpelar. En todo caso, la carga de tiempo es considerable y queda escaso social comprensivo que, por su parte, ya ha producido una construcción de la rea-
tiempo para reflexionar. Se puede suponer que tal falta puede compensarse con lidad y continúa haciéndolo. 71 Este vinculo a las fijaciones constructivas de la
una especie de saber condensado derivado de la experiencia, el cual no puede ser sociedad es destacado hoy por la así llamada "teoría institucional" de la organi-
fijado ni fundamentado por escrito, pero contribuye a reproducir el misterio de la zación.72 Al interior de esta construcción general del mundo hecha por la socie-
autoridad y de la competencia para tomar decisiones. dad (para la cual, por lo demás, de ninguna manera se puede suponer consenso ni.
Finalmente es necesario tener en cuenta que también hay comunicaciones que tampoco siquiera la obscura reaseguración en un "mundo de la vida"), las organi-
no se adaptan a la oralidad ni a la escritura, sino que deben utilizar formas extra- . zaciones producen, sin embargo, correlaciones operativas especiales, semánticas
lingüísticas de percepción y en ella más bien canales acústicos que ópticos. Esto particulares, distinciones especiales, con cuya ayuda observan el mundo. Se podría
vale típicamente para las señales de alarma que, según el tipo de organización, hablar de una capacidad de reflexión concentrada y específica, que vuelve a des-
pueden tener motivos más o menos probables: fuego, catástrofe, ataque por parte componer los datos habituales sobre el mundo (por ejemplo, necesidades o vicios
de enemigos, etc. Las señales de alarma sólo son significativas si desencadenan conocidos de los seres humanos) y aumenta así la incertidumbre sobre aquello de
programas especiales, cuya ejecución requiere poca o ninguna comunicación. Es- lo cual se trata, de modo que se hacen necesarias decisiones, precisamente decisio-
tos deben ser altamente estandarizados y haber sido ejercitados, y su incidencia nes de la organización respectiva. Piénsese sólo cómo las organizaciones militares
poco frecuente no debe hacer olvidar su sentido ni sus progmmas. se imaginan las guerras futuras, cómo las escuelas califican los 'froodirnientos"
de los alumnos, cómo las organizaciones de producción y servicios sondean sus
mercados especiales o los partidos políticos la disposición del electorado a premiar
X. los programas políticos con sus votos - si bien todo esto no está dado ni puede ser
comunicado en el presente, en el cual se han de adoptar decisiones. Prescindien-
Con el concepto de absorción de incertidumbre, las organizaciones son descritas do de todas las predeterminaciones de la sociedad (o como hoy también se dice:
como sistemas sociales que transforman incertidumbre en certidumbre, en un mun-
11 Para esto, el ya clásico Peter L. Berger/Thomas Luclanann, Toe Social Construction of
do intransparente para ellas. Con esto, la organización se vincula a un mundo que
ella misma ha construido y en el cual cree, porque es el resultado de su propia his- Reality, New York 1967.
72
Que se requiera para esto una teoria particular, es menos razonable y se puede explicar
toria decisiona!. Pero esto es sólo un lado de la medalla. Por otro lado, en efecto, sólo con la historia de.la ciencia, esto es por un excesivo aislamiento del ámbito de investigación
esto sucede mediante decisiones, lo que garantiza una continua regeneración de de las ciencias de la organización. Cfr. lo ya dicho en el cap. 1, sección VI.

254 255
culturales), las organizaciones actúan a su propio riesgo, cuando construyen su se pone mayor empeño en el proyecto original porque, al menos, había ofrecido
propia realidad. certidumbre como proyecto aceptado, o se deja de lado. La muy usual superación
En un ámbito incremental, que las organizaciones construyen para sí mismas de los costos presupuestados inicialmente parece avalar que las incertidumbres de
como su mundo, el problema de la transformación de incertidumbre en certidumbre un cambio de curso son evitadas de buena gana, pero la cuestión requeriría inves-
persiste y con esto el problema de si la írrítabílídad de la organización es suficien- tigaciones más precisas que especificaran tipos de casos. 73
te para controlar sus construcciones del mundo, aunque, como sabemos, no en el Entre las típicas propuestas de solución se halla la de remitir a la necesidad
"mundo real", sino. en la resistencia de sus propias operaciones contra operaciones de "liderazgo"." A menudo esto sucede en vistas al problema de la "innovación".
propias. Finalmente, los resultados de la absorción de incertidumbre únicamente Aunque "íunovación" es sólo un nombre que suena bien para los problemas
pueden ser contenidos mediante decisiones, esto es sólo mediante otra absorción que aquí discutímos. 15 Quien promueve las innovaciones puede al menos actuar
de la incertidumbre; y en esto, uno se encuentra siempre en situaciones históricas retóricamente, aunque encuentre resistencia. En efecto, sin embargo, se trata de
en las cuales se ponen en cuestíonarniento las propias conquistas, pero no se pue- reemplazar certidumbre por incertidumbre; y se requiere liderazgo en la medida
de nunca regresar al pasado ni volver a empezar desde cero. Mucho de lo que es que en personalidades con liderazgo se pueda encontrar una especie de certidum-
criticado como "burocracia" parece estar relacionado con que las organizaciones bre sustituta, hasta que la absorción de incertidumbre vuelva a tomar el paso y
se atengan a sus suposiciones sobre el mundo más tenazmente y más allá de cuan- entregue resultados confiables. Cualquiera sea el rol que desarrolle un liderazgo
to sea comprensible para un observador externo. Se puede elaborar este supuesto fuerte, la organización necesita tiempo para recuperar las certidumbres perdidas
como la hipótesis que las organizaciones confian en sus certidumbres autoproduci- con los profundos cambios estructurales. 76 Desde el punto de vista de la absorción
das, especialmente cuando han debido afrontar incertidumbres elevadas, y no se ve
cómo las cosas podrían haber sido de otro modo del que efectivamente fue. 13
Véase, por ejemplo, Bany M. Staw, Knee-Deep in the Muddy: A Study of Escalating
Esto vale en particular en dos tipos de casos que pueden también coincidir y Commitment to a Chosen Course ofAction, Organization.al Behavior and Human Performance 16
reforzarse recíprocamente, a saber: (1976), pp. 27-44 · un Juego de decisión simulado (inversión), con el resultado de que la responsa-
1) cuando la organización ha debido contar con adversarios o competidores bilidad favorece el mantenimiento de los fines originales con mayores costos (pésimo para todos
los problemas de excesos de costos). Cfr. sin embargo, también Barry M. Staw/Frederick V. Fox,
que le son típicos y, en este marco, se ha orientado totalmente a vencer o perder; o Escalation: The Detenninant of Commitment to a Chosen Course of Action, Human Re!ations
2) cuando ha debido afrontar riesgos elevados y lo ha hecho con determinadas 30 (1977), pp. 431-450 con dudas relativas a la durabilidad temporal de una escalada como esa.
74
estrategias, sin incurrir en las temidas catástrofes. Véase, por muchos, Philip Selznick, Leadership inAdministration: A Sociologica! Inter~
La cuestión, entonces, es si las organizaciones pueden registrar, con sus re- pretation, Evanston Ill. 1957. ,•
75
Este tema1 bajo este etiquetamiento, ha ocupado perdurablemente a la ciencia de la orga~
des decisíonales, cambios en los parámetros de su absorción de incertidumbre que nización, en la suposición de que hay una necesidad de illnovaciones y que ésta sería un objetivo
hasta ahora ha sido exitosa y sí pueden abandonar las certidumbres autoproducidas que mefeceríá ser promovido. Véanse, por ejemplo, Chris Argyris, Organization and Innovation,
sin poderlas sustirnir, sino con incertidumbre. Aquí se pueden pensar tipos de casos Homewood Ill. 1965; Víctor A. Thompson, Bureaucracy and Innovation, Universíty of Alabama
muy diferentes. Nos podríamos preguntar lo que sucede con la certidumbre que se 1969; Gerald Zalttnan et al., Jnnovations and Organizations, New York 1973; George W. Downs
Jr., Bureaucracy, Innovatiou, and Public Policy, Lexington Mass. 1976. Una parte de los proble-
tiene respecto a un adversario, si éste último desaparece o puede ser definido como mas teóricos es transfonnada en problemas de método con el fin de encontrar, mediante investí~
tal sólo de forma crecientemente artificial y dispendiosa. Las dificultades de la gaciones empíricas comparativas, las caracteristicas peculiares de organizaciones particulannente
política luego del fin de la "guerra fría", las consecuentes confusiones de un nuevo proclives a la innovación. Véase, por ejemplo, George W. Downs/Lawrence B. Mohr, Conceptual
orden o desorden internacional y de los problemas concomitantes de la política in- lssues in the Study of!nnovation, Administrative Science Quarterly 21 (1976), pp. 700-714.
76
Esto está siendo discutido, hoy más que antes, ·desde el punto de vista del "disruptive
terna de las organizaciones estatales, ofrecen un rico material ilustrativo al respec- change". Véase Teny L. Amburgeyel al., Resetting the Clock. The Dynamics ofOrganizational
to. Otra pregunta seria sí, al presentarse dificultades u otras experiencias negativas, Change and Failure, Administrative Science Quarterly 38 (1993), pp. 51-73.

256 257
ff ,¡

1' de incertidumbre y también desde la perspectiva de las carreras-para-ejecutivos, la esto una decisión previa referida a su medida y su radicalidad. Irritación solamente
i innovación debe ser juzgada como un comportamiento casi insensato, salvo que ya significa: regeneración de incertidumbre a partir de estímulos particulares, o sea
se tenga una solución comprobada a la !11ano y se defina del modo correspondiente reproducción de una mezcla de orientación a las expectativas del sistema detenni-
el problema a resolver; o que, durante el proceso de innovación, se deje a la orga. nadas estructuralmente y percepción de exigencias de nuevo tipo, una mezcla por
nización la tarea de descubrir lo que éste significa." lo tanto de autorreferencia y heterorreferencia apoyada en las respectivas situacio-
Ciertamente hay organizaciones, que deben contar, más que otras, con adver- nes. La irritación entonces debe ser preparada principalmente como infonnación
sarios y riesgos. En tales organizaciones, según los supuestos recién esbozados, en los procesos laborales internos: como diferencia que hace una diferencia; y re-
se agudizarla el problema de la inestabilidad de las absorciones de incertidumbre cién en este sentido, se puede decidir sobre un cambio estructural innovativo y su
y de lo ficticio de las construcciones de realidad que emergen de éstas. Esto, por alcance, sobre innovaciones moderadas o radicales. Pero la irritación no sólo vale
un lado, puede significar que las peculiaridades caracteristicas del tipo de sistema la pena en la fonna de innovación, sino sobre todo porque obliga a decidir y por-
organización se hagan más ostentosas e irritantemente notorias para el entorno." que, finalmente, también las innovaciones probadas y rechazadas ("para las cua-
Aunque esto también puede conducir a que tales organizaciones, más que otras, les los tiempos no están aún maduros"), se conservan en la memoria del sistema.
requieran una "filosofía de la absorción de incertidumbre" y, con ello, deban ins-
talar una autoobservación de segundo orden. Una expresión preñada de tradición
para esto es: "critica". Pero, igual que "innovación", ésta puede ser vinculada de- XI.
masiado firmemente con la expectativa de mejoramientos y luego ser muy fácil-
mente expuesta al deber de dar pruebas. La teoría de los sistemas operativamente. Si están correlacionadas las variables absorción de incertidumbre y poder, sea que
clausurados, con sus derivados como constructivismo cognitivo y absorción de · el poder haga posible la absorción de incertidumbre, sea que la absorción de in-
incertidumbre, no llega a tanto. Sin embargo, intenta asegurar un nivel analítico, certidumbre produzca poder, se puede suponer que el ordenamiento del poder de
a ·partir del cual, habría que probar recién si y cómo pueden las organizaciones un sistema ofrece una oportunidad para observar este proceso. O, dicho· de otra
aplicar reflexivamente· a sí mismas el problema de la absorción de incertidumbre. manera y más claramente: el ordenamiento de poder de un sistema da, a dicho sis-
Sobre la base de esta visión del problema y su construcción teórica, podría ser tema, una ocasión para observar la incertidumbre y, con ello, su propio futuro. Los
recomendable sustituir (en el buen sentido) el apoyo incondicional a la innovación contornos concretos y los contextos de interés de la distribución del poder dan, en
con la recomendación, ante la continua absorción de incertidumbre que en cual- todo caso, algunos indicios respecto a cómo será ejercitado el poder y de esto de-
quier caso tiene lugar, de mantener y cuidar la irritabilidad de la organización. Por penderá el modo en el cual el sistema se prepare para un futuro aún indt>tenninado.
un lado, éste es un principio paradoja], puesto que la irritación es reproducción de Esta posibilidad es tanto más importante, cuantas menos pistas acerca del futuro
incertidumbre; por el otro, también las paradojas caen bajá esta recomendación, del sistema ofrezca el entorno del mismo.
porque la comunicación de paradojas tiene precisamente este sentido de irritar. La teoria clásica de la organización había supuesto que, tanto en la economía
Con esto, en. caso alguno se excluye la capacidad de innovación. Tampoco hay en como en la política, las organizaciones estarían dominadas por su respectivo en-
torno -sea por im dominio consolidado políticamente, sea mediante un interés de
11
Cfr. James G. March, Footnotes to Organizational Change, Administrative Science ganancia de los propietarios, Sin embargo, es dificil ver de qué modo tales preten-
Quarterly 26 (1981), pp. 563-577; Paul C. Nutt, Types of Organizational Decision Processes, siones puedan tener lugar fuera de la organización. Un análisis teórico-sistémico
Administrative Science Quarterly 29 (1984), pp. 414-450 (445 s.)
78
Para un análisis de los partidos políticos desde estos puntos de vista véase Nil<las
de sistemas funcionales de la sociedad como la economía y la política da más bien
Luhmann, Die Unbeiiebtheit der politischen Parteien, en: Siegfiied Unseld (Ed.), Politik ohne la impresión de que allí se producen excesos de posibilidades y las incertidumbres
Projekt? Nachdenken über Deutschland, Frankfurt 1993, pp. 43-53. correspondientes. Esto es, en todo caso, lo que cabría esperar si la fonnación de

258 259
tales sistemas presupone desacoplamiento del entorno, proceso de diferenciación,
clausura operativa y operación autorreferencial. En la economía, por ejemplo, esto
vale para la autorregulación mediante fluctuaciones de los precios del dinero y de CAPÍTULO 7.
· las relaciones monetarias. En política vale para la democracia electoral y para la PREMISAS DE DECISIÓN
proyección del esquema binario de "derecha" e "izquierda", que prefigura al fu.
turo en la forma del oscilar. Una política ligada a fines se toma, inevitablemente,
tiranía. Las organizaciones que se forman en estos sistemas funcionales no pue-
den, por eso, ser concebidas como medios o "estados mayores" (Max Weber) para.
una voluntad externamente plasmada. Al contrario: éstas son necesarias porque
falta precisamente aquello y porque se debe dar una forma a los enormes excesos l.
de posibilidades, que resultan como producto de procesos de diferenciación y auto-
nomía, de clausura operativa y operar autorreferencial de los sistemas funcionales. La absorción de incertidumbre no sólo sirve para reducir la incertidumbre. Corno
Por esto, y sólo por esto, las organizaciones deben adoptar una estructura jerárqui- · siempre sucede -por ejemplo en la evolución del lenguaje o la construcción de
ca, porque ésta es la mejor posibilidad de salir bien libradas con las incertidumbres una red vial- una reducción de complejidad orientada a reducir la incertidumbre
del entorno." puede ser, además, utilizada para hacer posible la construcción de complejidad
Si un análisis teórico-sistémico de los sistemas funcionales de la sociedad secundaria. Básicamente, éste es precisamente el principio de formación de siste-
ofrece el motivo para trasladarse desde el "dominio" a la "incertidumbre", el análi- mas mediante la clausura operativa de sus límites: Se excluye el entorno para que
sis de las organizaciones deberá seguirlo. Se puede mantener la idea de Max Weber el sistema pueda construir su propia complejidad sobre la base de esta reducción
respecto a que las organizaciones se han transformado en el destino inevitable de de complejidad, y eUímite exterior operativamente producido es marcado interna-
la sociedad moderna. Sólo se cambia la fundamentación. Y, correspondientemente, mente por medio de la distinción entre autorreferencia y heterorreferencia.
en las organizaciones no se trata tanto de la instrumentación de una voluntad que Naturalmente, esto no puede ocurrir "de cualquier manera", sino únicamente
se presume externa a ellas y de los intereses correspondientes, sino que el proble- en una forma muy específica, evolutivamente exitosa. Las organizaciones hacen

,.
ma es cómo arreglárselas con la incertidumbre de referencia u orientación que es . posible su producción de complejidad interna, que todavía requiere determina-
continuamente reproducida en los sistemas funcionales diferenciados de la socie- ción, a través de la decisión sobre premisas de decisión para otras decisiones. 1 Con
dad. Para esto, y sólo para esto, las organizaciones necesitan un orden jerárquico
de sus relaciones internas de poder. 1 El concepto de "premisas de decisión" fue incorporado a la discusión por Herbert A. SiM
mon, para designar el aspecto de los "roles" que se hace relevante en las organizaciones. Véase:
Models of Man, Social and Rational: Mathematical Essays on Rational Human Behavior in a
Social Setting, New York 1957, p. 201: "The crucial point is that we define roles in terms of
decision premises rather than in tenns of the decisions compounded from suc~ premises. If we
take the decision premise-rather than the more global concepís like the "decision" or the "role"-
as our unit for the description of human choice, then it is easy to place the rational and the nonraM
79
Esto lo saben sobre todo los economistas. Véase, por ejemplo, Jay B. Barney/William tíonal aspects ofbehavior in proper relation to each other". (El punto crucial es que definimos los
G. Ouchi (Eds.), Organizational Economics, San Francisco 1986, p. 12: "Whenever any enviM roles en témtinos de premisas de decisión, antes que en términos de las decisiones compuestas
ronmental uncertainty faced a firm, the fum would adopt sorne form of vertical integration" desde tales premisas. Si tomamos la premisa de decisión -en lugar de conceptos más globaM
(Cada vez que cualquier incertidumbre ambiental enfrentara a una empresa, la empresa habría les tales como "decisión" o "rol"- como nuestra unidad para la descripción de la elección huM
de adoptar alguna forma de integración vertical). maria, es entonces fácil ubicar los aspe_ctos racionales y no racionales del comportamiento en

260 261
r
i1
ti
'i "premisa" se quiere decir que se trata de presupuestos que ya no son puestos a todavía indeterminada de otras decisiones.' En casos como estos, se amplía el al-
11
1 prueba para aplicarlos o, acaso mejor: que si bien la relevancia de las premisas cance de las decisiones por medio de la restricción; o, como se ha dicho antes, se
1 tiene un rol para el siguiente problema, no lo tiene la verdad de ellas. Por otra produce complejidad reduciéndola.
¡
parte, es preciso tener en cuenta que la relación de las premisas con la decisión no Las premisas de decisión permiten un doble control de los procesos de decisión:
es de tipo lógico ni causal:'La decisión no puede ser deducida de sus premisas, ni por una parte, a nivel del comportamiento observable y sus productos, y, por otra, a
son las premisas las causas de la decisión, como lo serian si fijando las premisas nivel de las premisas que probablemente sean la causa de resultados no deseados.'
se pudiese clausurar causahnente al sistema. Por eso hoy en día se ha hecho usual Aumentan las incertidumbres internas al sistema, dándoles formas que puedan ser
denominar "acoplamiento flojo" a la relación entre premisas y decisión y, por lo posteriormente procesadas en el sistema. 6 Se puede tratar de interpretaciones acer-
mismo, también a la relación entre decisiones.' En otras palabras: Aunque deci. ca de programas o de la predicción del comportamiento de personas ya empleadas
diendo sobre las premisas de decisión se pueden ahorrar costos de decisión, para _-en todo caso se trata siempre de variables internas al sistema, las cuales ocultan,
ello se deben considerar decisiones no del todo especificadas. al mismo tiempo, qué tipo de intransparencias externas hay.
Se puede concebir el concepto de premisa de decisión de manera muy amplia Por esto las premisas de decisión sirven al sistema solamente como oscilado-
e incluir todo lo que es asumido como dado en una decisión. No obstante, esto res. No fijan todavía las decisiones futuras, no pueden decidir ahora mismo en el
haría superfluo al concepto. Tendria sentido delimitarlo, para los fines de la teoria futuro. Pero enfocan la comunicación sobre las distinciones fijadas en las premisas
de la decisión, haciendo que únicamente decisiones valieran como premisas de y eso hace probable que las decisiones futuras serán observadas en referencia a las
decisión. Entonces el concepto coincidiria con.el de absorción de incertidumbre premisas dadas, desde la perspectiva de su consideración o no consideración y de
y abarcarla todas las deci¡iones precedentes, incluyendo las más concretas -por conformidad o desviación, en lugar de desarrollar cada vez, nuevamente, toda la
ejemplo, el que una tarea que ha sido ordenada, sea ejecutada o un asunto termina- complejidad de las situaciones. Estas son, naturahnente, simplificaciones enormes,
do se ponga "en las actas". Entendidas de esta forma, las premisas de decisión son
el resultado de la incertidumbre absorbida', o, dicho de otro modo, la forma en la 4
Se podría comparar este concepto con el más amplio de "decisiones estratégicas", uti~
cual la organización se recuerda a sí misma en la absorción de incertidumbre. El !izado, por ejemplo, por David Hickson et al., Top Decisions. - Strategic Decision Making in
Organizations, San Francisco 1986. Con "estratégica" se indica la reserva de Corregirla$ en caso
concepto se toma fructífero sólo a través de una nueva (y al mismo tiempo parado-
que no den buenos resultadÚs futuros. Véase también, con énfasis en la reacción desviante a des·
ja!) delimitación. Hay decisiones que fijan premisas de decisión para una cantidad ventajas institucionales, Chrisrine O!iver, Strategic Responses to Institutionat Process, Academy
ofManagement Review 16 (1991 ), pp. l 4S--l 79. Además C.R. Hinings/Royston Greenward, Toe
Dynamics ofStrategic Change, Oxford 1988. ,•
una reiacióll recíproca adecuada). En publicaciones anteriores, Simon había hablado también de 5
Esta distinción -"from Behavior and Output Control to Prernise Control" (desde el con~
"behaviorpremises" (premisas de comportamiento). Véase HerbertA. Símon/Donald W. Smitn- trol de comportamiento y producto al de premisas)- se encuentra en Karl E. Weick, Technology
burg/Víctor A. Thompson, Public Administration, New York 1950, p. 57ss. La limitación a "ro- as Equivoque Sensemaking in New Technologies, en: Paul S. Goodman/Lee S. Sproull et al.,
les", el concepto de moda-de los años 50, no da cuenta plena del aporte sistemático del Concepto Technology and Organizations, San Francisco 1990, pp. 1-44 (34 ss.).
(ni tampoco de las propias aplicaciones de Simon), 6
Así, por ejemplo, Fred H. Goldner, Toe Division of Labor: Process and Power, en:
'Cfr. Karl E. Weick, Der ProzeB des Organisierens, Frankfurt 1985, p. 163 ss.; Massimo Mayer N. Zald (Ed.), Power in Organizations, Nashville Tenn. 1970, pp. 97-143 (97 s.) para
Warglien/Michael Masuch, Th¡e Logic of Organizational Disorder: An Introduction, en Mas~ incertidumbres como consecuencia de la división del trabajo. Cfr. También Erhard Friedberg,
simo Warglien/Michael Masuch (Eds.) The Logic of Organizational Disorder, Berlín J996, The Relativization ofFonnal Organization; en: Massimo Warglien/Michael Masuch (Eds.), The
pp. 1-34 (14 ss.). Logic ofOrganizational Disorder, Berlín 1996, pp. 107-125 (111): "The structure and fonnal
' Así Richard M. Cyert/James G. March, A Behavioral Theory of Organizational Objec· mles generate in turn problems, i.e. uncertainties, which arise from the difficulties encountered
tives, en: Mason Haire (Ed.), Modem Organization Theory, New York 1979, pp. 76-90. Para in applying its prescriptions on a day~to-day basis" (Tanto la estructura como las reglas fonnaies
decisiones estratégicas Cfr. también E. Eugene Carter, The Behavioral Tueory of the Finn and generan a su vez problemas, esto es incertidumbres, los cuales surgen de las dificultades que se
Top-Leve! Corporate Decisions, Administrative Science Quarterly 16 (1971), pp..413-428. encuentran al aplicar sus prescripciones en el día a día).

262 263
las cuales, sin embargo, son compensadas por el hecho de que ellas no excluyen el cia fuera, como quiera que haya sido hecha la absorción de incertidumbre que la
otro lado de la forma, sino que lo mantienen a la vista. precede? Finalmente, también pertenece al concepto de decisión por premisas de
Las premisas de decisión, al estar referidas a decisiones en el mismo sistema, decisión la regulación del uso de personal -sea de manera ad hoc, sea en la for-
aseguran automáticamente que ellas sólo valen en ese sistema. Aunque en el entor- ma de la asiguación de personas a funciones o puestos- debido a que las perso-
no puede haber premisas del mismo tipo (por ejemplo, otras jerarquías o programas nas, al menos esto es lo que prevé la autopresentación de la organización, no son
de producción semejantes}, desde la perspectiva del sistema esto puede ser visto elegidas porque se las ama, porque han pagado ni porque son parientes o amigos,
como un simple dato, como casualidad no vinculante. Lo mismo se puede lograr sino porque se piensa que son apropiadas para determinadas tareas. Es decir, son
de otra manera, partiendo de una "cultura organízacional" propia del sistema. En elegidas, de manera semejante a los programas, como premisas de decisión para
dicho caso, también se da por supuesto que el sistema se diferencia de otros siste- decisiones.
mas de su entorno por una.orientación correspondiente, que le da una individuali- Aunque frecuentemente se cree que los programas que culminan en el fin de la
dad distinta. Volveremos un poco más adelante (en VI.) sobre este caso de premisas empresa son más importantes que otras premisas de decisión (puesto que finalmen-
de decisión no decidibles, pero que distinguen ("identifican"). En primer lugar, in- te: ¿Para qué se funda una organización?)', no existe tal primacía en las organiza-
teresan las premisas de decisión que son incorporadas mediante una decisión, para ciones que de hecho operan. Tampoco hay ninguna relación jerárquica-transitiva
delimitar con el mismo sentido la amplitud del ámbito para numerosas de.cisiones. entre las premisas de decisión, sino, por lo contrario, hay un "cambio de liderazgo"
En primera instancia, se ha de pensar en el concepto de la regla que se estable- constante entre ellas. Yesto ocurre por buenas razones. Si bien hay programas para
ce para más de una decisión. Así, por ejemplo, para un administrador de bodega, la selección de personas (reclutamiento, traslado o destinación, promoción), dichos
puede existir la regla de ordenar la reposición de artículos cuando las existencias programas deben ser, a su vez, realizados mediante decisiones que son tomadas por
bajen de un cierto límite, o en un banco se puede poner como regla consultar a una personas-en-cargos. Si bien hay programas para regular competencias y vías de
instancia más alta cuando las solicitudes de crédito sobrepasen una cierta suma. comunicación (por ejemplo, preferencias de delegación, por determinada dimen-
Indudablemente, estos son ejemplos de premisas de decisión, que tienen su origen, sión del "span ofcontrof'), dichos programas sólo pueden ser prescritos por medio
a su vez, eri una decisión. Llamaremos programas de decisión a estas condiciones de determinados puestos en la red de comunicaciones. También pueden estas cla-
regulativas para decidir correctamente (o, en caso contrario, erróneamente). Sin ses de premisas de decisión, en cierta medida, sustituirse entre sí, o descargarse
embargo, también hay tipos muy diversos de premisas de decisión que sirven para mutuamente. Cuando una tarea no puede ser programada en detalle, aumentan las
completar, o incluso reemplazar, la programación detallada. Por medio de premi- exigencias a la persona que toma decisiones. Si ésta no posee todas las capacidades
sas de decisión, se pueden prescribir también vías de comunicación, que deben ser necesarias, se debe·prescribir la participación de otros cargos. O se tenaerá a refor-
respetadas para que la decisión sea reconocida como propia de la organización. En zar el control jerárquico.' Precisamente porque estas diversas clases de premisas
este caso, se trata de competencias estipuladas como premisas de decisión; ante
todo, del derecho de impartir directivas vinculantes, aunque también del derecho a
7
ser escuchado. A menudo, se denomina "organización formal" a este segmento de Aquí se pueden mencionar incluso sociólogos. Así define, por ejemplo, Talcott Par~
sons la organización mediante una "primacy of orientation to the attainment of a specific goal"
la autorregulación de un sistema organizacional. Aquí se ha de pensar, en primer
(primacía de orientación al logro de un frn específico). Véase: A Sociological Approach to the
lugar, en el "conducto regular", esto es, en la participación de los cargos más altos Theory of Organizations 1 cit. según: Talcott Parsons, Strncture and Process in Modero S0cieties1
o en la cooperación entre instancias de niveles diferentes. ¿Quién puede ordenar New York 1960, pp. 16-58 (17).
8
la puesta. en acción de una cuadriHa de reparaciones, cuando una máquina está Así como a la inversa, una estandarización de los programas de decisión puede hacer
posible un desplazamiento de competencias hacia abajo, una descentralización. Acerca de esto,
defectuosa? Y, ¿quién decide cuando llegan numerosas solicitudes simultáneas?
véase Peter M. Blau, Descentralization in Bureaucracy, en: Mayer N. Zald (Ed.), Power in orga~
O ¿quién tiene la competencia de comunicar una decisión como vinculante ha- nizations, Nashville Tenn. 1970, pp. 150-174.

264 265
de decisión se establecen de manera relativamente duradera y porque, de ser ne- El problema de la biestabilidad e indeterminabilidad, se convierte con ello
cesario, deben ser modificadas explícitamente, se pueden realizar aquí órdenes de en un problema temporal, en la diferencia entre un pasado cierto y un futuro in-
presuposición mutua que tengan en cuenta la complejidad del sistema. cierto, lo que _es resuelto en la perspectiva de las decisiones consecutivas. La
Volverem_os más detalladamente sobre estos tipos de premisas de decisión. Por re.orientación conceptual de la teoría de la organización por la distinción decisión/
el momento, su relación, en complemento a la definición excesivamente formal del premisas de decisión reacciona a una comprensión modificada del tiempo, y supe-
concepto de premisas de decisión, únicamente sirve para ilustrar la amplitud de éste. ra, simultáneamente, controversias clásicas sobre racionalismo y estructuralismo.
El concepto "premisas de decisión" rompe, por consiguiente, con la idea de Es cierto que la determinación de la racionalidad, mediante los más altos valores
que se puede lograr racionalidad "aplicando" reglas, al modo de un procedimiento en el esquema fin/ medio, preveía una doble variación de fines (efectos) y medios
lógico o controlable por sus errores. No es necesario excluir tal posibilidad y se (causas) y asumía las preferencias solamente como parámetros o bien como condi-
puede intentar, como antes, el control organizado de los errores. Pero si la or- ciones _de aplicación det esquema. Sin embargo, con esto simplemente presuponía
ganización escoge sus premisas desde la perspectiva de que, en lo posible, no se la causalidad o sólo la trataba como problema del cdnocimiento y no como proble-
cometan errores, se deriva de esto un concepto de racionalidad apenas convincente. ma de atribución. El análisis estructural no desconocía que las estrncturas tambien
Más importante es que, en vistas a la necesidad de la continua absorción de incerti- son modifica,bles y con ello mantenía abiertas las relaciones con el tiempo, pero
dumbre y frente a lo ventajoso de la incertidumbre autogenerada, están disponibles ataba la identidad del sistema a la mantención de la estructura, con lo cual adquirió
limitaciones como confines de horizonte, las cuales pueden ser utilizadas selecti- la mala fama de ser "conservador". En ambos casos se olvidó plantear la pregunta:
vamente, según sea cada situación de decisión. Esta ventaja, o mejor, lo indispen- ¿quién es el observador?, porque ya estaba respondida, vale decir: La ciencia en su
sable de la determinación de premisas de decisión, tiene que ver con las conse- plena autorresponsabilidad y seriedad.
cuencias del "re-entry", que hemos presentado en el segundo capítulo, esto es con La terminología decisión / premisa de decisión continúa y completa la licue-
la "unresolvable indeterminacy" ,' que resulta cuando la distinción entre sistema y facción que ya se perfilaba en ambas tradiciones. Está enfocada en que la realidad
entorno es reintroducida en el sistema y mediante ella el sistema se torna biestable, sólo está dada en el presente de las decisiones, esto es que todo tiempo que indique
es ·decir, debe oscilar permanentemente entre indicaciones autorreferenciales y he, más allá debe ser construido y que la ciencia, en este caso, observa a un observador
terorreferenciales." Esta condición fundamental es desactivada, en cierto sentido, que se observa a sí mismo y que no puede adoptar decisión alguna sin distinguirse
por medio de una introducción temporal, experimental, revisable de premisas para a sí mismo y a su entorno (autorreferencia y heterorreferencia), aunque el entorno
decisiones todavía indeterminables. Las premisas de decisión operan, entonces, es operativamente inalcanzable para él, precisamente porque él no puede decidir
como redundancias que reducen la carga de información a un formato soporta- en el entorno. Esto significa, para el concepto premisa de decisión, qu01ésta es una
ble. Con ello bajan los costos de decisión. La indeterminabilidad que ya es en sí premisa (puesta a cuenta de otra decisión), únicamente si es efectivamente usada
redundante (¡es siempre la misma!), se transforma en delimitaciones redundantes, como tal en el proceso de decisión, sea en conformidad con ella, sea desviándose
vale decir repetidamente utilizables. Cada decisión enmarcada por premisas deci- de la misma, sea cooperativamente, sea saboteándola, sea tácitamente, sea "po-
sionales _se las arregla con una exigua carga de información, aunque el sistema se niéndola en acta" con acuerdo u oposición.
mantiene indeterminable para sí mismo. Esto sucede bajo el presupuesto de que las
mismas redundancias son reutilizadas o modificadas en el sistema.
II.
9
Spencer Brown, Op. Cit., p. 57.
10
Las decisiones sobre premisas de decisión también deben, a su vez, ser decididas
En la antigua terminología cibernética también se decía: debe reutilizar el propio Output
como Input, lo que·no es otra cosa que: utilizar la distinción de Input y Ouipttt para un re-entry. en concreto; por lo tanto, deben ser decisiones adoptadas en la red recursiva de

266 267
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las operaciones propias. El sistema no conoce ninguna otra forma de operación. rente, a nivel del encádenarniento elemental de operaciones. La autoorganización
Naturalmente hay cogniciones con las cuales una decisión se refiere a algo que no se extiende, diferenciando al sistema, solamente cuando también se puede decidir
decide ella misma. Para preparar una decisión, por ejemplo, se examinan infonna. sobre la coordinación de decisiones, haciendo visibles las alternativas. Y única-
ciones, se leen textos, se interroga y escucha a la gente. Las operaciones oscilan mente entonces se llega a decisiones, en el sentido que cada vez se debe decidir si
siempre entre la autorreferencia y la heterorreferencia. Pero el modus operandi, se siguen o no las expectativas producidas en el mismo sistema; y si luego se las
que produce y reproduce el estado histórico del sistema, es siempre la decisión y modifica o sencillamente se deja que pasen desapercibidas y se las olvida. 12
sólo la decisión. Sin decisiones nada cambia. La dependencia de premisas de decisión, las cuales a su vez son puestas en
Por esto, también se repite la condición de clausura operativa, a nivel de la vigor mediante decisiones, tiene como consecuencia que la orientación a una rea-
decisión sobre premisas de decisión. La producción de premisas de decisión tam- lidad supuesta como aproblemática, que el "takingfor granted", tiene menor peso
bién es reproducción, es producción a partir de productos del sistema. También ella en las organizaciones que en la vida cotidiana de su entorno." Esto facilita la pro-
puede ser, a su vez, regulada mediante premisas de decisión, para estos efectos hay blematización de la realidad de la cual se parte. Si ya se ha decidido una vez acerca
competencias y personas-en-cargos y, eventualmente, también meta-programas. de ella, resulta fácil imaginar que también se podría decidir de otro modo. Las pre-
. Pero en caso que falten esas premisas de las premisas de decisión (y en la realidad misas de decisión operan como un potencial de irritación virtual, que sólo espera
no existe retomo al infinito), la decisión puede auto ayudarse; puede hacer que las circunstancias adecuadas para ser reintroducido en el proceso de decisión. En
algo se interrumpa y asumir la responsabilidad por lo ocurrido. comparación con el entorno, los fundamentos del comportamiento cotidiano se ven
También se puede designar garantía de reflexividad a esta regulación autosufi. en mayor medida como contingentes.
ciente de la regulación, a esta coordinación de la coordinación. Heinz von Foerster
ha denominado "double e/asure" al mismo estado de cosas, en el caso del cere-
bro.11 El sistema opera, al mismo tiempo, en dos o más niveles, pero los distingue III.
y mantiene separados .. La coordinación de la coordinación también es su propio
producto y se encuentra sometida a todas las condiciones que hemos señalado, en En la red recursiva de la autopoiesis, las decisiones se orientan siempre por
general, para el modus operandi: despliegue de la paradoja, recursividad temporal, ·otras decisiones y la mayoría de las veces reflejan su propio valor de orientación
absorción de incertidumbre, etc. Las estructuras y los procesos no son, entonces, para otras decisiones. Esto presupone, en el curso concreto de los procesos de
como podría sugerir el uso lingüístico acostumbrado, cualidades del ser de dis- toma de decisiones, una suerte de relación de vecindario que puede ser visualizada
tinto tipo, de las que consiste el sistema (cuya unidad, en este caso seria el "y" de sin grandes exigencias de tiempo o conocimiento. De manera inversa, das.premisas
estructuras y procesos). La unidad del modus operandi, por el contrario, requiere de decisión se orientan por otras premisas de decisión, a un nivel más abstracto .de
autonomía, cuando consigue separar a lo menos dos niveles y hacer posible, de coordinación organizadora. Se contrata a una persona para una tarea determinada
este modo, la autoorganización. y se presume que es idónea para dicha tarea. En este sentido se pueden coordinar
Si la organización no tuviera la posibilidad de decidir también sobre las pre- las premisas de decisión entre sí, para lo cual puede, a su vez, haber programas y
misas de decisión, no seria más que una simple continuación de su entorno. Si no personas que se han de res~onsabilizar por ello.
llegaran señales desde afuera, seria imposible ver cómo se podría hacer algo dife-
12 Más detalladamente Nildas Luhmann, Soziologische Aspekte der Entscheidungsverhal-
tens, Die Betriebswirtschaft 44 (1984), pp. 591.603.
11
Véase On Constructing a Reality, en: Heinz von Foerster, Observing Systerns, Seaside · 13 Así también Barbara Czamiawska-Joerges, Exploring Complex Organizations: A Cultu-
Cal. 1981, pp. 288-309 (304 ss.). ral Perspective, Newbury Park Cal, 1992, pp. 120 ss.

268 269
También en esto la validez de las premisas decisionales, su puesta a prueba . , altos, pero esto no les confiere una calidad diferente, en tanto con ello nada se ha
reside finalmente en Ja cuestión: ¿Qué es lo que realizan las decisiones concre- dicho acerca de qué decisiones tendrán influencia sobre las decisiones de planifica-
tas, que son adoptadas .bajo el régimen de premisas dadas? No hay, dicho de otro . ción. Tal como en el computador, sólo hay un único tipo de operación con el cual
modo, ninguna garantía abstracta de racionalidad, por ejemplo en la forma de ' eJ sistema debe establecer estructuras y ejecutar operaciones.
principios, que esté dada de antemano y que pueda ser traducida en decisiones Por planificación habitua.lmente se entiende dar forma al futuro anticipada-
mediante las premisas." Las organizaciones son máquinas históricas, sistemas no mente. Pero, aunque se planifique, el futuro es y permanece desconocido. Se bú,ca
triviales, que se van continuamente ubicando en un estado concreto determinado una especie de seguridad, que el futuro no puede ofrecer, en la complejidad de las
al cual se deben referir cuando desean decidir cómo hay que seguir. Este punto d; planificaciones. Además, se debe considerar que, en lo que respecta a programas,
referencia de la autorreferencia operativa, que es el estado realizado cada vez, no personal y vías de comunicación, las premisas decisionales siempre están dadas y
puede ser anticipado (salvo en líneas gruesas ·y con grandes márgenes de error). sólo. puden ser cambiadas. La planificadón, entonces, es más bien una descrip-
La ínvención semántica del "tiempo" y especialmente la del "futuro" tuvo preci- ción, que se poi:lría eventualmente modificar, de un estado; precisamente de un es-
samente este sentido: introducir la indeterminación eµ el presente. Es posible y tado que se produce más o menos improvisadamente y que sólo retrospectivamente
necesario, no obstante, sintonizar las premisas decisionales entre sí, aunque tal puede ser descrito como orden." Únicamente de este modo puede la planiñcación
.coordínación sólo es una suerte de compensación de la incapacidad para prever y alcanzar la seguridad que le permite pasar sobre el pertinaz desconocimiento del
determinar los estados históricos concretos del sistema, a los cuales se habrá de futuro.
atener el proceso de. decisión concreto. Lo que distingue a las decisiones de planificación, sin embargo, es una coac-
Llamaremos planificación a la decisión sobre premisas decisionales. Las de- ción a la coordinación de premisas decisionales de distintos tipos. Esta coacción
cisiones de planificación también son decisiones, como todas Jas demás. La orga- está prevista estructuralmente y es, por ello, ineludible, resulte luego la coordina-.
nización sólo dispone de un modo único de operación, que debe aplicar a todo lo ción bien o maL El instrumento que hace ver sugerentemente la necesidad de co-
que haya que hacer. Por esta razón, todo lo dicho acerca de las decisiones también ordinación y que la toma prácticamente inevitable, se puede denominar mediante
vale para las decisiones de planificación. Éstas también son sucesos concretos, que el concepto de "puesto". El constructo de "puesto" simboliza que el intercambio
se orientan autorreferencialmente por el estado histórico en que. encuentran al siste- de premisas decisionales es consistente con Ja mantención, con la autopoiesis del
ma. Ellas también muestran, cuando se las observa, tener un fundamento paradoja!. sistema. Dicho concepto es más utilizado en la administración pública que en orga-
También absorben incertidumbre. También convierten· en cerrada la contingencia nizaciones económicas privadas, debido a que, en la administración pública, está
abierta. También ellas pueden ser juzgadas retrospectivamente de una manera dis- definido sobre una larga tradición relativa al concepto de cargo públieo y de p,e-
tinta y mostrar alternativas perfiladas de un modo diferente al que se considerara supuesto. La administración pública está también más firmemente acostumbrada a
al momento de decidir. Se presume que en el caso normal tienen mayor efecto que contar con la continuidad de los puestos, que las empresas privadas de la economía
otras decisiones, pero esto tampoco es seguro; piénsese en errores concretos con . en tanto éstas planifican más bien en la perspectiva de recursos de personal. Pese a
efectos escandalosos en el proceso de decisión normal. Las decisiones de planifi- estas diferencias, que repercuten claramente sobre la mentalidad y la elasticidad de
cación no tienen, después de todo, otro ser ni son de una naturaleza diversa a la de las decisiones de planificación, no se deberla subvalorar la concordancia que existe
cualquier otra decisión. El sistema puede ubicarlas jerárquicamente en niveles más en los requisitos.

14 15
Las antiguas doctrinas y libros acerca de la organización partían, como se sabe, con la pa~ Sobre esto Kar1 E. Weick, Organizational Redesign as Improvisation, en: George P.
labm "Principios" en el título. Esto se debe entender como el intento de empeñarse en la idea de ra~ Huber/William H. Glick (Eds. ), Organizational Change and Redesign: Ideas and !nsights for
cionalidad de la organización, pese a todas las contrariedades, corrupciones, intereses e indolencias. lmproving Performance,, Oxford 1993, pp. 346-379.

270 271
Tanto en el ámbito público como en el privado se ha de suponer, sobre todo, identidad vacía de contenido con componentes intercambiables. Tiene la dimen-
que los puestos se simbolizan mediante un monto de dinero, el cual se encuentra sión de la fuerza de trabajo temporalmente limitada de una persona (puede haber,
disponible para el pago de sueldos o salarios y es continuamente renovado. En esta evidentemente, también "medios" puestos, para media fuerza de trabajo), pero deja
medida, la estructura de puestos corresponde a la idea según la cual las organiza- abierto qué persona cumplirá la tarea. Debe tener una tarea cada vez, pero esa tarea
ciones modernas dependen de la economía monetaria y no descansan, por ejemplo, puede cambiar o ser definida en términos tan generales, que haya de ser comple-
sobre el supuesto de que cada miembro extrae su propio ingreso en el trabajo que mentada mediante órdenes o decisiones propiás del ocupante del puesto. Por últi-
debe a la organización. 16 Este orden posibilita la diferenciación de organizaciones mo, el puesto se encuentra subordinado a una red de comunicaciones determinada
en todos los sistemas funcionales, vale decir, no sólo en la economía, bajo el su- aúnque no pierde su identidad si cambian las vías de comunicación o el puesto se·'
puesto, muy general y no determinado específicamente, de que la sociedad mantie- asigna a otro ámbito organizacional. 18
ne una economía monetaria que funciona: Como identidad abstracta, el puesto permanece, por consiguiente, sin infor-
Por importante que sea esta simbolización de los puestos mediante una can- mación; se podría decir: no existe. Puede existir en el papel como punto de unión
tidad de dinero, no dice lo suficiente acerca de la función del principio organiza- en un plan de la organización, o como cantidad de dinero, que está disponible, para
cional del puesto. Esto, debido a que el sentido organizacional de tales puestos pagar un sueldo a una persona. Pero esto por sí solo, no dice todavía nada acerca
naturalmente no consiste en regular la distribución del dinero. 17.En el sistema or- de las funciones de los puestos, sino únicamente algo sobre los planes de la or-
ganizacional, los puestos sirven mucho más para producir consistencia en la rela- ganización o los montos de dinero presupuestados. El sentido de un puesto radica en
ción de las premisas de decisión entre sí. En todo caso, deben ser coordinadas las la delimitación recíproca de premisas decisionales. Si y sólo si una tarea es defini-
premisas decisionales, los programas, el personal y las vías de comunicación. Al da como programa de decisión, se puede decidir con qué tipo de personas se puede
ser contratadas las personas, se les asigna una determinada tarea y esto requiere, ocupar el puesto; o, más exactamente, cuál entre numerosos postulantes es el más
al nrismo tiempo, la designación a departamentos determinados y a niveles jerár- adecuado. Pero también a la inversa: cuando una persona especialmente calificada
quicos dados. Un enfermero es contratado para cumplir una tarea específica en un está disponible, se puede crear para ella un puesto con una tarea correspondiente.
cierto departamento de un hospital determinado. Lo mismo vale para el director En tiempos pasados, se generaron así puestos de profesor, en las. universidades,
de UJ! Servicio para la Juventud, para los operarios de una fundición, así como para científicos sobresalientes; mientras que hoy, más bien a la inversa, se deben
también para los presidentes de consejos de administración de grandes firmas. Es crear puestos en los cuales no puedan hacer daño, para fracasados a los que no
prácticamente inconcebible que sean reclutadas personas sin asignarles ciertas ac- se puede despedir: La inserción en los conductos de comunicación también pre-
tividades; tan poco como se puede imaginar llevar a cabo una tarea, sin establecer supone que ya se sabe de qué tareas se trata u ocasionalmente tamoién de qué
quien haya de realizar las actividades correspondientes. personas se trata. Y aquí también es válido que departamentos poderosos de
Si se subordina la idea de puesto a esta necesidad de coordinación, se tiene la la organización inventan tareas para recibir puestos, en los cuales pueden ocupar
ventaja de una simbolización abstracta. Independientemente de estar o no en algún
presupuesto o en los planes de una organización, el puesto no es otra cosa que una 18
Se conocen profundas transformaciones de esta clase, principalmente en la organización
ministerial de los estados, en los cuales se modifica el ámbito de competéncias de ministerios
16
Cuando hoy se presenta este caso, otrora totalmente habitual, se señala corno "corrupción". particulares, según los acuerdos de coalícíón de los partidos políticos. La administración de la
n Un análisis más exacto debería distinguir aquí sistemas de referencia. El sentido de !a ciencia y la administración escolar se encuentran separadas o vuelven a ser puestas juntas o
sociedad total y, especialmente, el sentido económico de los puestos pueden muy bien ser: vincu· · la cancillería del primer ministro duplica, con sus propias secciones, las competencias de los
lar el ingreso al trabajo y distribuirlo mediante la división del trabajo. Por eso el trabajo es valo· ministerios especializados, con la consecuencia de que, en los niveles subordinados, surgen ne·
rado y la cesantía denunciada, desde ei punto de vista de la sociedad, en tanto en las organizacio· cesidades de coordinación. Y todo esto bajo el supuesto de que ''haf' puestos o que se pueden
nes sucede más bien el caso contrario: hay quejas por la carga de trabajo. crear puestos, sobre los cuales luego se puede disponer de esta manera.

272 273
a personas que desean colocar, ascender, recompensar o de las que se quieren Por eso se podria caracterizar los puestos como redundancias movibles, en las
deshacer. cuales se incorporan y pueden ser desmontadas premisas decisionales de distinto
Los puestos deben ser conceptuahnente concebidos como puestos vacíos, tipo. En un puesto pueden, en principio, modificarse todos los contenidos, aunque
como "kenogramas". 19 Esto corresponde exactamente a las condiciones previa- no todos de una sola vez. Si un puesto estuviera, por un instante, completamente
mente esbozadas: la simultaneidad de ·uso de diversas distinciones en el mismo vacío y sólo fuese un marco para posibles decisiones sobre premisas de decisión
sistema y del "cambio de lider~zgo" heterárquico, por la fijación de premisas de" · · posibles, carecería del momento de continuidad indispensable para su identidad.
cisionales, sobre las cuales es reflejado el estado histórico respectivo del sistema Ya no se podría distinguir entonces el puesto antiguo de uno nuevo. Un puesto
y los márgenes de decisión delimitados por éste, Constructivamente, entre estas requiere, en otras palabras, premisas de decisión que cada vez están dadas, sobre
condiciones debe estar dado un orden "proemial"20, en el que puestos iguales (=va- C!, las cuales no se puede disponer en ese momento, para preparar la redundancia que
cíos) pueden distinguidos a pesar de ello, y entonces, también se puede distinguir r se debe dar _por supuesta, para poder hacer complementos significativos .. En este
entre igualdad e identidad" - aunque en este nivel el sistema no está de ningún sentido, los puestos son unidades históricas que si bien pueden ser identificados en
modo en condiciones de operar, es ·decir aun no encuentra puntos de referencia abstracción del tiempo, no pueden ser manejados en abstracción temporal.
para decisiones. Hemos visto, en el nivel más abstracto de la teoría de sistemas auto1referen-
Por lo tanto, para ser operativos, los puestos deben, además, estar impregnados ciales, autopoiéticos, que tales sistemas deben compensar su clausura operativa por
de una u otra manera con lo que hay que tratar concretamente como pasado. En medio de un re-entry de la diferencia de_, sistema y entorno en el sistema. Vimos,
otras palabras, los puestos deben estar siempre parciahnente definidos, para ofrecer . además, que de ello resulta una indeterminabilidad, en referencia a las operaciones
puntos de apoyo a ser completados mediante la agregación de otras premisas deci- del sistema, la cual es resuelta mediante la generación de tiempo. La indetermina-
sionales. En esto no hay prioridad entre las premisas de decisión, ni primacía racio- bilidad que resulta del oscilar entre autorreferencia y heterorreferencia, es puesta
nal alguna. Los racionalistas o racionalizadores priorizarán, en general, los progra- cada vez a salvo en los siempre inactuales horizontes temporales pasado y futuro,
mas de decisión como tamaño de la dirección y a partir de allí buscarán las personas los cuales, sin embargo, deben ser sincronizados. El concepto de decisión ha expli-
adecuadas y coordinaciones organizacionales significativas. En la praxis podria ser cado cómo ocurre esto a nivel de las operaciones -vale decir, por medio del hecho
más frecuente el caso inverso: que se "tiene" personas y se busca tareas para ellas. de que el pasado pierde su determinación como alternativa y el futuro es dotado de
O también: que las cantidades de puestos sean tratadas como símbolos del tamaño e estructura en cuanto diferencia buscada. El análisis de la identidad de los puestos
importancia de una unidad organizacional y, luego, se llenan con tareas y personas muestra que se ha de i,ncontrar también la misma forma de temporalizaci¿n, a
esos puestos vacíos. nivel de las premisas de decisión, las cuales son utilizadas como estrutturas en el
sistema. También aquí alcanza el sistema un orden, el cual puede ser conceptuado
como el de una máquina histórica. También aquí se deben sincronizar, mediante
19 En esta referencia al concepto de Gotthard Günther, se ha de tener presente que en !a decisiones, el pasado y el futuro, sobre la base de autofijaciones cambiables vez
lógica kenogramátíca valen exigencias más estrictas. Sín embargo, existe un paralelo en que
también dicha lógica sirve para organizar prestaciones de distribución, que en sistemas más
a vez. El orden de puestos permite la continua construcción y deconstrucción de
simples aparecerían como paradojas. , premisas de decisión mutuamente coordinadas - aunque únicamente a condición
20
También "proemial" en el sentido de Gotthard Günther. Véase en '!eferencia a las condi~ de que el estado histórico respectivamente dado sea presupuestado y retomado en
ciones de una "heterarquía" (McCulloch), Cognition and Volition: A Contributíon to a Cybemetic la decisión, porque de otro modo no podría ser hecha visible ninguna capacidad de
Toeory of Subjectivíty, en: Gotthard Günther, Beitráge zur Grundlegung einer operationsfáhigen
conexión.
Dialektil<, vol. 2, Hamburg 1979, pp. 203-240 (228 s.).
21
La necesidad de distinguir así explica, al mismo ·tiempo, la necesidad de visualizaciones
especialeS -por ejemplo en los planes organizacionales o presupuestarios.

274 275
N. organizativo-empresariales como relativas al mercado, cuyas condiciones pueden
cambiar rápidamente. Una editorial puede estar feliz de tener su propia imprenta,
El concepto de puesto es normalmente entendido en términos estructurales: Una lo que le permite imprimir hasta las ediciones más pequeñas según sus propios
organización tiene un número de puestos, que se puede establecer exactamente, planes temporales, en tanto las. imprentas extemas calculan que únicamente las
o no los tiene. Existen o no existen. La dimensión de un sistema organizacional ediciones grandes les resultan rentables. En tales circunstancias, tiene poco sentido
puede ser definida mediante la existencia de puestos. Si a menudo faltan puestos, un cálculo con existencias fijas de puestos como "valor propio" (Eigenwert). Si se
entonces deben ser autorizados. Esto podría dar la impresión de que se decidiera in desea trasladar puestos a través de los límites organizacionales, se les debe qui-
abstracto sobre los puestos, incluso antes de instalar las premisas decisionales que tar su identidad organizacionalmente específica y, en su lugar, volver al volumen
le dan un sentido concreto .al puesto. No es éste, sin embargo, obviamente el caso financiero que permite crear puestos. Sin embargo, esto nada cambia respecto a
-ni en la administración pública ni en ninguna otra parte ..La administración pú- que los límites de lo que pertenece a la organización constituyen un fundamento
blica conoce "puestos planeados", considerados en el presupuesto y definidos me- del cálculo, porque de ellos depende si la "jerarquía" o el "mercado" regulan las
diante sueldos disponibles. Pueden ser de hecho autorizados o eliminados. Pero condiciones de las(siempre internas) decisiones. 22 Y con mayor razón se mantiene
incluso entonces debe haber un programa, a lo menos la idea de un programa, para el problema de referencia de la función de los puestos, esto es, llamar la atención
motivar la decisión. Más que en ninguna otra parte, aquí pueden ser trasladados los sobre la necesidad de coordinación de las premisas de decisión: programa, perso-
puestos como identidades fijas desde un ámbito de actividades a otro, dentro del nal, vías de comunicación.
sistema. Más que en ningún otro lugar, aquí se habla, se negocia, se decide sobre
puestos in abstracto. Ante todo aquí son las organizaciones cuasi inmortales en su
existencia de puestos - por razones de servicio, pero, naturalmente, también por- V
que los puestos pueden ser defendidos en la perspectiva de sus tareas.
Todo esto, no obstante, no cambia que finalmente se trata de entidades fun- ¿Para qué son necesarias las premisas de decisión?
cionales, de regulaciones de la contingencia, que sirven para coordinar premisas Si un sistema organizacional fuera una máquina estrictamente secuenciat, que en
de decisión entre sí. La existencia de puestos puede servir como fórmula abre- cada instante (sin importar cuán corto, rápido, etc.) sólo pudiera trazar una distin-
viada del tamaño de la organización, pero entonces se podría partir igualmen- ción, es decir, solamente pudiera tomar una decisión, bastaría con que se orientara
te bien del personal disponible o de los costos implicados por éste. La ilusión de por el estado histórico en que cada vez se hubiese puesto y desde el cual debería
estructura, de que los puestos tendrían, por así decir, el derecho de estar allí, debe partir. Si además, como en el cálculo de la forma de Spencer Brown, eslnviera ase-
ser examinada en su significación estratégica. Un puesto sóhtiene sentido, en gurada la bivalencia en la cual toda distinción sólo tiene dos lados, uno marcado y
cuanto esquema de coordinación de la interdependencia de premisas decisionales, uno no marcado, el sistema podría operar en la forma de un cálculo. La realidad de
. si efectivamente existen tales premisas de decisión. los sistemas vivientes, de los sistemas sociales en general y también de los siste-
Se puede observar, principalmente en las organizaciones .del sector privado mas sociales formalmente organizados es diferente. Disponen de posibilidades de
y particularmente en tiempos recientes, que los límites de las organizaciones se distinción, tanto sucesivas como simultáneas. Sólo así pueden combinar velocidad
hacen fluidos. Segmentos completos de la operación son separados y entregados
al enlomo, aun cuando la organización sigue dependiendo de sus prestaciones. Y a
22 Para el sociólogo es una cuestión empírica si aquí tienen fácticamente un rol los análisis
la inversa, se compra e incorpora. ¿Debe una cervecería ser dueña de una fábrica
de costos de transacción o las intuiciones. Este terna está en discusión desde Oliver Williamson,
de vidrios -sólo porque necesita botellas? En esto se pueden escoger muy diversas Markets and Hierarchies; Analysis and Antitrust Implicatíons: A Study in the Economics of In~
formas de organización y para hacerlo pueden ser decisivas, tanto consideraciones terna! Organizatinn, New Ynrk 1975.

276 277
con complejidad. Las distinciones / decisiones simultáneas carecen, no obstante, positivo / negativo, tal como tener / no tener, verdad / falsedad, derecho / no qere-
de la posibilidad de controlarse recíprocamente. No sólo hay precedentes que se cho.25 Evidentemente, en la medida que las organizaciones actúan dentro desiste-
· puede conocer, y sucesores que se puede influenciar, sino acontecimientos masivos mas funcionales determinados, se vinculan al código de éstos, puesto que de otro
simultáneos, para los cuales ninguno de los dos vale. Mientras algo sucede, siem- modo no sería reconocible que se trata de una empresa económica o un instituto de
pre ocurre también algo diferente; y esto no tiene lugar sólo en el entorno que en investigación, un juzgado o un partido político. Pero esto no basta, por si°solo, para
ningún caso es alcanzable, sino en el propio sistema. Una máquina estrictamente marcar los límites de sistemas organizacionales determinados, por ejemplo, que se
serial sólo tendría la posibilidad de reincluir la simultaneidad de lo diverso en su trata de un tribunal del trabajo con competencia sobre un distrito determinado o
cada vez único estado posible. Debería registrarla como paradoja, como identidad de un partido político con cierto programa y, ante todo: de organizaciones con una
de lo diverso. Esto llevaría a un autobloqueo o incluso: a separar las distincio- cantidad dada de miembros y exclusión de todas las demás personas. Por lo tanto, a
nes simultáneamente diferentes. Sin embargo, si se permiten distinciones simultá- nivel de los sistemas organizacionales, las premisas de decisión son el equivalente
neamente diversas y sabemos empíricamente que es así e incluso que es normal: funcional de la codificación de los sistemas funcionales. Las premisas decision.ales
¿Cómo se impide, si esto es así, que surja una confusión caótica? también son conglomerados de distinciones finalmente binarias -ésta y no otra
Aunque en los sistemas sociales organizados no se impide la confusión, ésta persona, esta competencia y ninguna otra. Pero, a diferencia de los códigos de los
es moderada,23 por medio de la decisión sobre premisas decisionales. Al estable- sistemas funcionales, ellas son modificables aunque sólo en adecuación atitorrefe-
cer premisas de decisión, se puede determinar, ante todo, qué decisiones cuentan rencial permanente a lo que no está a disposición en el momento.
como decisiones del sistema y cuáles no. Esto ya resulta, en ténninos amplios, del Los límites externos del sistema, que marcan lo que le es atribuido y lo que
reclutamiento de personas en puestos; sin embargo, adicionalmente también de no, cumplen hacia fuera una función de rechazo. Todo lo que se encuentra afuera
la referencia a los programas del sistema y la incorporación de la comunicación permanece, para las operaciones del sistema, "unmarked space", aunque en el sis-
en competencias reconocidas y conductos de comunicación. Esto no excluye la tema se efectúan observaciones, las cuales se orientan heterorreferencialmente. El
duda 24 ni t_ampoco que se atribuyan faltas a la organización, como por ejemplo,. sistema, por ejemplo, se figura que tiene clientes aunque las personas así denomi-
los errores de navegación de un piloto o las infracciones al derecho por parte de nadas nunca (o sólo en muy contadas excepciones, acaso los dueños de Porsche)
una autoridad administrativa. En conjunto, sin embargo, mediante la instalación de se describen a sí mismas como clientes de una empresa detenninada, ni tampoco
premisas decisionales y su ajuste continuo, se establece un marco en el cual una siquiera se dejarían aludir como tales. Pero los límites no pueden ser sobrepasados
organización puede construir su mundo, procesar informaciones y transformar de operativamente con observaciones, distinciones ni indicaciones. El mismo lado ex-
nueva forma la incertidumbre en certidumbre. terno permanece inaccesible. El lado interno del límite, por lo contrari<l', se articula
Las organizaciones carecen de lo que brinda la codificación binaria en los mediante las premisas de decisión y es disuelto en una multiplicidad de perspecti-
sistemas funcionales de la sociedad, esto es, la orientación por una única distinción , vas que otorgan sentido. Metafóricamente hablando, surte el efecto de un espejo,
en el.cual el sistema se reconoce a sí mismo y las condiciones estructurales para la
continuación de sus propias operaciones.
n Véase sólo Michael D. Cohen/James G. March/Johan P. Olsen,A Garbage CanModel of
Organizational Choice, Administrative Science Quarterly 17 (I 972), pp. l-25; James G. March/ De ningún modo garantiza esto una coordinación perfecta, sin roces, de las ope-
Johan P. Olsen, Ambiguity and Choice in Organizations, Bergen 1976; Karl E. Weick, Educa- raciones del sistema. Ello es-imposible, porque está en juego el tiempo y las premisas
tional Organizations as Loosely Coupled Systems, Administrative Science Quarterly 21 (1976),
pp.l-19.
24
¿Cómo se deberla juzgar, por ejemplo, el caso de una jueza que condena por "contempt "Véase además Niklas Luhmann, Die Wirtschaft der Gesellschaft, Frankfurt 1988, pp. 85
of courf' (desacato al tribunal) a un empleado del tribuna! que le trajo un café frío? Tales deci~ ss. y passim; Niklas Luhmann, Die Wissenschaft der Gesellschaft, Frankfurt 1990, pp. 194 ss. y
s.iones son ciasificadas como "ultra vires". passim; Niklas Luhmann, Das Recht der Gesellschaft, Frankfürt 1993, pp. 165 ss.

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de decisión particulares tienen distintas estabilidades temporales o bien reaccio- Retrospectivamente se puede vislumbrar que enfatizando la cultura organi-
nan a las irritaciones en diferentes formas. Así a las organizaciones les queda la zacional se reacciona a desarrollos organizacionales, frecuentemente descritos
tarea duradera (o "supertarea") de una coordinación permanentemente nueva de como "postmodernos", como pérdida de (o renuncia a) posibilidades de control
sus premisas decisionales que parecen cambiar como por sí mismas. Con esto el central, preferencia por contactos informales, subdivisiones y categorizaciones
sistema puede, aunque de manera insuficiente, reaccionar a un nivel más alto, al blandas, acoplamientos flojos, formaciones de redes, excesiva dependencia de la
problema de una fo1ma de trabajo simultánea, es decir, de operaciones simultáneas confianza, multiplicación del trabajo en y con computadores, mayor flexibilidad
mutuamente inaccesibles. Se puede asegurar, al menos, un doble requisito: que una estroctural, notable aumento del ritmo de los cambios organizacionales, incre-
pluralidad de decisiones (1) se orienta por las mismas premisas de decisión y (2) se mento de la inseguridad respecto a tareas y puestos de trabajo. Todo esto puede
ajusta al hecho de que otras decisiones se orientan por otras premisas de decisión. inquietar, en comparación con las ideas clásicas de organización, y ahora está a
la mano, jusi in time, el concepto de cultura organizacional, el cual puede servir
como un fetiche, para reforzar la creencia en un orden todavía disponible, pese
VI. a todo. 28
Lo anterior no quiere decir que la cultura organizacional sólo existe en la ima-
Hasta aquí hemos hablado de premisas de decisión decidibles. Las premisas de ginación de cuadros directivos y consultores organizacionales. Darlo Rodrlguez
decisión también pueden ser puestas en vigor o ser suspendidas a través de decisio- ha propuesto definir el concepto de "cultura organizacional" como complejo de
nes. Es evidente, no obstante, que esto no vale para todas las premisas decisiona- premisas de decisión indecidibles. 29 Esto tiene la doble ventaja de definir preci-
les. Por eso Charles Perrow ha postulado un tercer nivel de control, el de "premise
control". 26 Queda, sin embargo, poco claro, a qué factores se atribuye este tercer
tipo de control y el sentido difuso del término inglés de "control" evidentemente London 1951. Hacia fines de los. años setenta imimpe la moda. Amediados d~ los ochenta, yase
impide que se pueda ver el problema. Ciertamente siempre hay otras premisas de oyen voces que la declaran terminada. Desde entonces sus partidarios se esfuerzan por encon-
trar un "reframing". Véase, por ejemplo, Peter J. Frost et al. (Eds.), Reframing Organizational
premisas, pero ¿quién o qué "controla" su uso?
Culture, Newbury Park Cal. 1991. El destino presumible será una disolución del tema en muy
Por esta razón reemplazamos este concepto de "premise control" por la pre- diversos enfoques lingüísticos, retóricos o antropológicos 1 los cuales ya no podrán ser reunidos
gunta acerca de si, junto a las decidibles, hay también premisas de decisión inde- mediante la simple palabra "cultura"
28 Semejante, aunque formulado de manera menos fue1ie, Wolf V. Heydebrand, New Or~
cidibles. La pregunta no serla interesante si con ella no se aludiera más que a la
ganizational Forrns, Work and Occupation 16 (1989), s. 323-357. Heydebrand hqb~ de "propaga-
facticidad del mundo, la cual siempre debe ser presupuesta. Adquiere, sin embar-
tfon of corporate culture to counteract the centrifugal and deconstructive tendencies of structural
go, significado si se refiere a premisas de decisión, que siendo especificas de la flexibility"'(propagación de la cultura corporativa para contrarrestar las tendencias centrífugas y
organización, son, al mismo tiempo, indecidibles. Con esto nos aproximamos al deconstmctivas de la flexibilidad estructural).
29 Véase Darío Rodríguez Mansilla, Gestión Organizacional: Elementos para su estudio,
tema de moda: "cultura organizacional". 21
Santiago de Chile 1991, pp. 140 s. Precedentemente estaba la muy conocida definición de cul·
turá organizacional como las' "basic assumptions", que deben ser presupuestas y que se sustraen
26
Así Charles Perrow, Complex Organizations, 3' ed., New York 1987, pp. 128 ss. a Un examen y un análisis directo. Así Edgar H. Schein, Coming to a New Awareness of Orga~
27
Tema de moda . quiere decir, en primer lugar, que esta denominación y especialmente la nizational Culture, Sloan Management Review 25 (1984), pp. 3-16; Edgar H. Schein, Organi-
asociación con el concepto positivamente connot'ado de "cultura" ha sido un fenómeno de muy zational Culture and Leadership: A Dynamic View, San Francisco 1985, 2' ed. 1992 y, una vez
corto plazo. Anterionnente, la investigación organizacional describía los fénómenos correspon- más, Edgar H. Schein, What is Culture?, en: Frost Op. Cit. (1991), pp. 243-253. Formulaciones
dientes más bien negativamente o, al mellos, críticamente. Véase, por ejemplo, Williarn H. Whyte, análogas, no claramente distinguibles son "shared core values" (valores nucleares compartidos),
The Organization Man, New York 1956.·Para un estudio orientado clínicamente, desarrollado "coherent set ofbeliefs" (conjunto coherente de creencias) o también definiciones que trabajan
en el ámbito del programa Tavistock, véase Elliott Jacques, Toe Changing Culture of a Factory, con el concepto de símbolo.

280 281
samente el muy usado y escasamente claro concepto de cultura organizacional" Evidentemente las premisas decisionales indecidibles también son producidas
y de introducir, además, la distinción entre premisas de decisión decidibles e en la organización y obviamente esto ocurre teniendo en cuenta decisiones --o, dicho
indecidibles. Se trata, en otras palabras, de marcar esta diferencia entre premisas más exactamente: a causa de decisiones: ¿De qué otra forma se podría originar una
de decisión decidibles e)ndecidibles, en que .el lado interior de dicha diferencia se estructura? Pero no son atribuidas a decisiones· determinadas, ni tampoco están
encuentra donde los problemas emergen y pueden ser resueltos: en las premisas de. destinadas a preparar ni ejecutar determinadas decisiones. Por esta razón, no se
decisión decidibles. De este modo se hace bastante comprensible, que las culturas puede marcar cómo surgieron. Valen porque siempre han valido (si es que aquí
organizacionales se originan donde surgen problemas que no pueden ser solucio- se quisiera hablar de "validez"). Por eso les falta la "positividad" y, con ella, la
nados mediante órdenes, por ejemplo, ante la necesidad de una presentación ex- regla de que todo lo que haya sido introducido por decisión, puede también ser
terna unitaria habiendo diferencias internas de opinión. La cultura organizacional modificado a través de una decisión.
regula how to make faces, sin obligar a los miembros a creer en ello. Con este concepto de cultura organizacional nos separamos del uso lingüís-
Con esto le quitamos al concepto de cultura (como más adelante, también a tico acostumbrado, sin contradecir su sentido al hacerlo. Solamente se trata de
los conceptos de institución y valor) las connotaciones positivas. Fue un signo de una precisión. Habitualmente la cultura organizacional es definida en referencia
cultura organizacional, que el gobierno italiano, luego del terremoto de 1980 en el al concepto de símbolos, y el sistema respectivo es luego denominado como diffe-
sur de Italia, enviara, en primer lugar, a los militares con armas y municiones." rentia specifica. 32 Sin embargo, con esto se sustituye una denominación imprecisa
Parte de la cultura es saber cómo se formulan los reproches y se adjudica la culpa. por otra denominación imprecisa. El concepto de símbolo es sobrecargado con
El concepto de las premisas de decisión indecidibles nos libera, además, de una su- exigencias de evolución de los sentimientos, de simulación de acciones y de elabo-
posición que se insinúa fácilmente cuando, como de costumbre, se usa el concepto ración de motivos abordables. No queda claro cómo haya de suceder esto a nivel
de "cultura organizacional" en singular, dicha suposición es que una organización operativo. Se piensa en valores, no en causalidades ni en scripts. Reemplazamos
tiene sólo una cultura organizacional y que, en cierta medida, esa cultura puede por ello la sustitución conceptual de unidad por unidad, mediante la indicación dé
ser tratada consistentemente. En este sentido es mejor partir de una variable, para una diferencia (o forma), uno de cuyos lados, esto es la indecidibilidad de premi-
dejar abierta a la investigación empírica la cuestión del grado de integración de sas decisionales organizacionalmente específicas, nos lo da el concepto de cultura
la cultura organizacional. Si partimos del concepto de las premisas de decisión organizacional.
indecidibles, no comenzamos con un prejuicio de unidad ni de consistencia de la Una cultura organizacional nace como por sí misma. Las comunicaciones que
cultura organizacional. la origin,an son más bien adjudicables al ámbito de los chismes y de la entreten-
ción.33 Se trata de comunicación formalmente redundante, no en el sen!ldó griego
30
Todas las vistas panorámicas de la literatura muestran cuán diversamente entendido y
32
utilizado es el concepto de cultura organizacional. Basta con ver Linda Smircich,. Concepts of Entre muchos otros, véase el artículo que abre la discusión más reciente, de Andrew M.
Culture and Organízational Analysis, Administrative Science Quarterly 28 (1983), pp. 339-358, Pettigrew, On Studying Organizational Caltures, Administrative Science Quanerly 24 (1979),
así como los restantes anículos en este número; además, con la formulación "umbre!la concepf' pp. 570-581 (574 s.). Queda poco claro lo que se quiere decir con "símbolo" y esta falta de cla-
(concepto paraguas), Barbara Czarniawska-Joergen, Exploring Complex Organizations: A Cul- ridad es incluso celebrada como requisito de conocimiento - por ejemplo, por Barry A. Turner
tural Perspective, Newbury Park Cal. l 992, pp. 159 ss.; o Christian Drepper, Unternehmenskul- · (Ed.), Organizational Symbolism, Berlín 1990, lntroduction, pp. l s.
33
tur. SelbStbeobachtung und Selbstbeschreibung im Komrnunikatioossystem HUntemehmung", En inglés, esto se puede formular con una palabra: gossip (chismorreo, cotilleo, co-
Frankfurt 1992, pp. 11'-86. pucheo). Véase además James G. March/Guje Sevón, Gossip, Infonnation, and Decision
Ji Así observado por Gíovan Francesco Lanzara, Capacita negativa; Competenza progettuale Making, en: Lee S. Sproull/J. Patrick Crecine (Eds.), Advances in Infonnation Processing
e modeUi di intervento nelle organizzazioni, Bologna 1993, pp. 9 ss. 143 ss. La coritraparte, en el on Organizations vol. 1, Greenwich Conn. 1984, pp. 93-107; Stephan Fuchs, The Stratified
ámbito de las instituciones lo~les, se encuentra en los esfuerzos de los habitantes por instalar, en Order of Gossip: Info1mal Communication in Organizations and Science, Soziale Systeme
primer lugar, un café.bar abierto y utilizarlo como punto de encuentro. 1 (1995), pp. 47-72. Cfr. también Jiirg R. Bergmann, Klatsch: Zur Sozialfonn der diskreren

282 283
de poíesis, sino de práxis; no de la producción de una obra, sino de una actividad Reducidas a sus componentes últimos, se encuentran las culturas organizacio-
que es disfrutada como tal. Su resultado permanece anónimamente producido y re- · nales en la forma de valores ,36 coloreados y apoyados por la historia del sistema.
cién los antropólogos o sociólogos descubren las funciones latentes de este tipo de Los valores son puntos de apoyo en la comunicación que no son comunicados di-
comunicación, expresar la consciencia de homogeneidad y sus exigencias morales, rectarnente.37 Hacerlos tema (información) de un darlos-a-conocer (participación)
sin hacer esto directamente tema de la comunicación y exponerlo, con ello, a la sólo tendria sentido, si con el darlos-a-conocer, se deseara suscitar una sorpresa y
aceptación o al rechazo. 34 . se quisiera subrayar que quien comunica ve una razón para dar-a-conocer su valo-
Lo anterior tiene como consecuencia, que, ante las costumbres y obviedades, ración, vale .decir, anticipa el disenso. Dicho de otro modo: La comunicación explí-
toda demanda por información aclaratoria y toda petición de fundamentación sean cita de un valor, lo expone a la aceptación o al rechazo, y ése es exactamente
entendidas como provocación o broma y, con ello, sean desalentadas. No es senci- el sentido de su comunicación. Por eso, en general, la validez de los valores es
llo, además, justificar tales cuestionarnientos, sino que se requiere puntos de apoyo dada por supuesta en la comunicación. Si alguien, por ejemplo, dice: esta pro-
especiales en la situación actual precisa. La duda que con ellos se expresa debe en- puesta contradice las tradiciones de nuestra firma, se argumenta, al pasar, el valor
contrar un motivo y ser especificada, en caso contrario será tomada con sorpresa y de la tradición; no se pone la tradición en discusión, sino la cuestión de si la pro-
atribuida a la persona. Como se sabe por la investigación etnometodológica, éstas puesta la contradice o no y, en todo caso, se acepta que se interprete los conteni-
son fuerzas poderosas que mantienen la comunicación cotidiana en su cauce y que dos de la tradición. Lo mismo sucede, naturalmente, cuando se requiere innova-
condensan prenúsas en la forma de familiaridad, las cuales ya no son expuestas a ción. Aquí como siempre, la eficacia comunicativa de la cultura no depende de
la prueba de sí/ no, sino que se aceptan sin ser formuladas. que los individuos concuerden en sus opiniones y que esto sea comprobado, sino
Los temas de la cultura organizacional tienen la ventaja de sus muchos sen- más bien de que en la comunicación se proceda como si fuera efectivamente así. 38
tidos posibles, de la ambigüedad." Es posible referirse a ellos, explícita o im- Los valores atraviesan toda la comunicación de la sociedad. La comunicación
plícitamente, sin quedar comprometido con eso. Se puede simbolizar, de este de decisiones en las organizaciones, en su forma y ampliamente también en sus
modo, pertenencia y aprobación, sin perder capacidad de maniobra. Para disipar contenidos, siempre presupone a la sociedad y, no sólo como entorno, sino en el
la duda y lograr certeza, se debe participar en interacciones (sin que las interac- uso directo de supuestos culturales de la sociedad - como, por ejemplo, cuando se
ciones estén destinadas a aclarar la cultura organizacional). Así se puede vincular habla de condiciones "insalubres" de trabajo. La peculiaridad de la cultura parti-
el pasado y el futuro, sin necesidad de repetir el pasado. Parte de las ventajas cular de una determinadawganización se expresa en que hace referencia explícita
de esta ambigüedad consiste en que no se puede determinar exactamente dónde
se encuentran sus límites. La cuestión, entonces, es: qué es todavía aceptado como
comunicación. 36
,.
o implícitamente a la historia propia de ese sistema organizacional. Así se puede

Un infonne en defensa de la mantención de una teoria sociológica(¡!) de los valores,


se encuentra en Loredana Sciolla, Valori e identita sociale: Perché e ancora importante per
la sociologia studíare í va!orí e i loro mutamenti, Rassegna Italiana di Sociología 34 (1993),
pp. 341~359. ScioUa piensa que no se puede entender los valores. a partir del comportamiento)
Indiskretion, Berlin 1987. Se puede agregar que presumiblemente las decisiones del lideraz- porque su comunicación conduciría a fragmentaciones y "Ghettoizaciones". (Pero: ¿Por qué
go se apoyan más en el gossip que en infonnaciones preparadas cuidadosamente. Cfr. Henry no?) Queda entonces la posibilidad de concebir los valores como símbolos de identidad social.
Mintzberg, The Nature ofManagerial Work, New York 1973. Pero entonces se deberla explicar cómo funcionan estos símbolos de identidad en la comunica~
34
Cfr., por muchas otras pruebas adicionales, Max Gluckman, Gossip and Scandal, ción, puesto que de otro modo se concluye con una ontificación de los valores.
CurrentAnthropology 4 (1963), pp. 307-316. " Más detalladamente Niklas Luhmann, Complexity, Structurai Contingencies and Value
35
Cfr. Joanne Martiri/Debra Meyerson, Organizational Culture.s and the Denial, Cbannel- Confücts, en Paul Heelas/Scott Lash/Paul Morris.(Eds.), Detraditionalization, Oxfo;d 1996,
ing and Acknowledgement of Ambiguity, en: Louis R. Pondy/Richard J. Boland Jr./Howard pp. 59-71.
38
Thomas (Eds.), ManagingAmbiguity and Change, Chichester 1988, pp. 93-125. AsíHowardS. Becker, Culture;ASociological View, Yale Review 71 (1982), pp. 513-527.

284 285
reprochar, a quien ocasiona desviaciones de la cultura organizacional, su incon- cambio en la cultura organizacional es frecuentemente inducido por un cambio de
sistencia e incluso su contradicción con su propio comportamiento anterior. Las valores en la sociedad. No obstante, también se puede pensar en casos en los cua-
innovaciones y las desviaciones pertenecen, como siempre, al mismo ramillete -y les se impone un comportamiento desviante con la consecuencia de que lo siguen
la cuestión, entonces, es si la comunicación es estilizada y recibida más como una la consciencia y la cultura organizacional, lo que ocurre porque de otro modo se
muy bien venida innovación o como desviación. En esta disyuntiva pueden ser producirían pesadas inconsistencias. De todos modos, la cultura organizacional es
decisivas las plausibilidades de la situación del momento. muy blanda como resistencia contra el comportamiento establecido. Ladecadencia
Es preciso distinguir de las relaciones de valor, las tipicas .atribuciones cau- de una organización puede explicarse también porque dicho sistema prestaba de-
sales aceptadas sin cuestionamiento. Estas últimas coordinan, como es típico de masiada atención a su propia cultura organizacional y dema~iado poca a los cam-
la atribución causal, aspectos cognitivos y motivacionales. Se puede tratar de un bios del entorno.42
conocimiento de recetas Y. del correspondiente diagnóstico de fallas, pero también Para los fines de la comunicación interna, la cultura de la organización per-
de fonnas de atribución de culpas y de aceptabilidad de las disculpas. Indudable- manece ínvisible y sería contraproducente y hasta sospechoso si se quisiera for-
mente todas las culturas organizacionales sobrevaloran, en este contexto, el aporte mularla explícitamente." Una gestión que se ocupa de la "cultura organizacio-
de personas y acciones particulares. (Ya hemos señalado que la mistificación de nal", aunque sólo se esfuerce por matizarla un poco, despierta desconfianza -por
la decisión como evento intrapsíquico sirve para resolver-la estructura paradoja! ejemplo ésta: que la cultura organizacional sirve a la autopresentación del personal
de la decisión). Las culturas organizacionales, en consecuencia, al mismo tiempo directivo o que es un medio para producir motivación no pagada. 44 Por el contrario,
simplifican y exageran, concentran la atención e impiden, o al menos obstaculizan, la cultura de la organización puede ser acentuada cuando se trata de una compara-
la comunicación de experiencias que contradicen el marco establecido. ción con sistemas del entorno o de poner de relieve el carácter único de "nuestra"
Las culturas organizacionales históricamente estabilizadas no excluyen el organización. Solamente esto justifica que se hable de "cultura", puesto que este
cambio (¡esta expresión es aquí totalmente adecuada!), pero el cambio no puede concepto se pone en uso hacia fines del siglo XV!ll, para hacer posible comparar
ser introducido como modificación intencional, ni puede dictaminarse por decre- la cultura europea (no había un Estado europeo) con su propia historia y con otras
to.39 La cultura organizacional no es parte constitutiva de los estatutos del sistema.
Hpy es considerada el obstáculo más importante a las innovaciones planificadas,
porque únicamente quien actúa en el sentido de la costumbre del momento puede 42
En esta dirección ªP.untao los resultados de Richard A D' Aveni/Ian C MacMillan, Crisis
partir de la base de que encontrará consenso (un caso de se/ffaljilling prophecy and the Content ofManagerial Communications: A Study of the Focus of Attention ofTop Ma~
nagers in Surviving and Failing Finns, Administtative Science Quarterly 35 (19~0k pp. 634-657.
-profecía autocumplida). 40 Pueden fracasar por esto incluso los esfuerzos tras una
Para una teoría general de la rigidez que crece en la decadencia y la apresura, véase también Barry
mayor participación de los miembros en planificaciones y racionalizaciones." Un M. Staw et al. Threat-Rigidity Effects in Organizational Behavior: A Multilevel Analysis, Admi-
nisttative Science Quarterly 26 (1981), pp. 501-524.
43
Véase además Auna Maria Theis, Organisationskommunikation: Theoretische Gnmdlagen
39
Así Rodriguez Op. Cit. p. 141. und empirische Forschungen, Opladen 1994, p. 102 1 y Theís agrega: "Para el análisis de la cultura
40
Sobre esto, ahora principalmente Nils Brunsson/Johan P. Olsen, The Reforming Organi- organizacional, esto .significa que el objeto se modifica' con su .investigación".
44
zation, London 1993 - aunque usan el concepto de institución; concebido casi en el mismo senti- Esta sospecha se puede apoyar en una literatura tan nai've como difundida. El impulso ini-
do en que se concibe la cultura. Cfr. ta~bién Michél Crozier, L'Entreprise a!' écoute: Apprendre cial lo dieron los·bestsellers: Thomas J. Peters/Robert H. Watennan, In Search ofExcellence, New
le management post-industrie!, París 1989, pp. 71 ss. Para un estudio de casos pertinente véase, York 1982. Cfr., también Terrence E. Deal/Allan A. Kennedy, Corporate Cultures, Reading Mass.
por ejemplo, Ellis Finkelstein, Culture and Crisis Management in an English Prison, en : Barry 1982. Para literatura reciente que recomienda la cultura véase, por ejemplo, Christian Scholz/
A. Turner (Ed.), Organizational Symbolism, Berlin 1990, pp. 67-79. Wolfgang Hobauer, Organisationskultur: Die vier Erfolgsprinzipien, Wiesbaden 1990, con más
" Véase Anthony Chelte et al., Corporate Culture as an Impediment to Employee Invol- indicaciones. Esta literatura da la impresión de estar buscando nuevos instrumentos de gestión,
vemeni: When You Can't Get There From Here, Work and Occupations 16 (1989), pp. 153-164. luego que no se ha encontrado nada más, después de los "gmpos" y la "comunicación informa!".

286 287
culturas." La cultura no es más que una doble valoración de lo de todas maneras reorganizan o hacen conocidas. las costumbres tradicionales. El quiebre, por así
existente y acostumbrado, cuya función es hacer posibles las comparaciones y, con decir, ahorra la legitimación, el pasado se sustituye por el futuro. El quiebre sólo
ello, hacer comunicable, al interior de una sociedad que ya se expande en dirección se hace visible como decisión y es dotado con una personalidad, en la cual por el
de la sociedad mundial, la auto y la heterorreferencia para unidades delimitables momento se confía en que lo logrará. La atribución causal es invertida con la ayu-
-principalmente y ante todo: naciones. da de la paradoja del decidir: no es el quiebre el que produce la personalidad, sino
El concepto de cultura organizacional presentado aquí deberla ser apropiado, la personalidad la que produce el quiebre.
ante todo, para explicar ciertos efectos de inercia que aparecen ante modificacio- Esto naturahnente sólo puede suceder al interior de organizaciones particu-
nes organizacionales profundas, principahnente en la actualmente de moda priva- lares, así como también se diferencian, de sistema en sistema, las culturas organi-
tización de empresas que habían sido hasta el momento burocracias estatales (lo zacionales que se desarrollan sin decisión. En esta medida, el concepto de cultura
que a menudo quiere decir: dirigidas por la burocracia de los partidos); además, organizacional llama la atención sobre los límites de generalización de las afirma-
en la adquisición de empresas, fusiones internacionales de empresas con cultu- ciones de la ciencia de la organización. La dependencia de la historia propia indi-
ras "locales" y otras medidas similares motivadas más bien por consideraciones .vidualiza al sistema. Incluso al interior de sistemas organizacionales puede haber
técnico-financieras .. Una empresa estatal privatizada puede ser dotada de una nue- diferentes culturas organizacionales, las cuales reaccionan de distinto modo a las
va capa directiva, pero las costumbres y obviedades de las cuales se parte en las medidas". O, en otras palabras: la evolución de organizaciones no conduce sólo a
comunicaciones organizacionales internas, no se dejan cambiar de este modo. Es una diversificación de especies, sino también a una diversificación de ejemplares
más probable que, como consecuencia de estos estímulos, se hagan conscientes y -a una multiplicidad de especies e individuos, la cual, en cuanto resultado de la evo-
construyan una suerte de cultura de oposición. 46 Esto puede conducir a la comu- lución, está a su vez abierta a continuar la evolución. En una situación como ésta,
nicación poderosamente explícita de premisas de decisión que antes se practicaban los intereses de racionalización ya no pueden ser condensados en "principios"".
silenciosamente y, de este modo, a provocar conflictos y cambios; pero con ello Deben ser referidos a una población en evolución, que sólo puede ser concebida
solo no se garantiza que los cambios seguirán los lineamentos del nuevo detentar como totalidad desde una perspectiva de teoria de la sociedad.
del poder. La cultura organizacional puede, en tales casos, funcionar también como Entre las innovaciones más importantes asociadas al concepto de cultura or-
memoria que conserva y recuerda su propia violación y represión. En el sentido de ganizacional (aunque no están para nada fijadas en el mismo concepto, sino que se
Schiller, la cultura organizacional ya no es naive, sino sentimental: un poema de deben precisamente a la porosidad de éste), se encuentra la acentuación de lo local,
admiración y lamento por sí misma. 47 de empresa a empresa; incluso dado el mismo tipo de condiciones del entorno, hay
Si una cultura organizacional no puede ser formulada sin hacer visibles in- distintos caracteres de tales culturas. Esto podría explicar, por una paNe, cómo es
tenciones, intereses y conflictos, puede ser herida en forma espectacular "cuando
el tiempo esté maduro". Tal como en la religión, las innovaciones se producen 43 Una coricepción actualmente difundida. Véase; por ejemplo, distintas contribuciones
rompiendo tabúes. La ruptura del tabú fundamenta al fundador de una nueva re- en: Peter J. Frost et al. (Eds.), Refrarning Organizational Culture, Newbury Park Cal. 1991, o
ligión. Y así ocurre también, ocasionahnente, en organizaciones con las grandes Sonja A. Sackmann, Cultúre and Subcultures. An Analysis of Organizational Knowledge, Ad-
ministrative Science Quarterly 37 (1992), pp. 140-161. Cfr. también K. L. Gregory, Native-view
personalidades que inician una nueva era. Al romper con ellas, las organizaciones
Paradigms: Muitiple Cultures and Culture Con:flicts in Organizations, Adminístrative Science
Quarterly 28 (1983), pp. 359-376; Barbara Gray/Michael G. Bougon/Anne Donnellon, Orga-
" Cfr. Niklas Luhmann, Kultur als -historischer Begriff, en Niklas Luhmann, Gesell- nizations as Constructions and Destructions of Meaning, Journal of Management 11 (I 985),
schaftsstruktur und Semantik vol. 4, Frankfurt 1995, pp. 31-54. pp. 3-98; Stephen R. Barley et al., Cultures of Culture: Academics, Practitioners and the Pragma-
46
Tambi~n se conocen casos de este tipo motivados por la toma de posesión "política" de la tics ofNonnative Control, Administrative Science Quarterly 25 (1988), pp. 24-60.
administración pública, por parte de un partido político orientado de manera redicalmente diferente. 49
Véase Richard R. Nelson/Sidney G. Winter, A11 Evolutionary Theory of Economic
41
Véase Friedrich Schiller, Über na1ve und sentimentalische Dichtung (l 795/96, 1800). Change, Cambridge Mass. 1982.

288 289
posible que personas individuales, en la visibilidad de su presentación, puedan VII.
cambiar una cultura organizacional, sin que deban desearlo. Además explica la re-
sistencia actualmente observable, por parte de asociaciones de empresarios y unio- Las premisas decisionales tratadas hasta aquí corresponden a aspectos de la auto-
nes de trabajadores concertadas, contra las regulaciones centrales. Con todo esto rreferencia del sistema. Esto vale tanto cuando el carácter vinculante de las premi-
la "cultura organizacional" no es una receta de éxito, sin embargo, acaso sea un' sas de decisión es reconducido a decisiones del mismo sistema, como cuando sólo
aporte para una teoria de la evolución de organizaciones, con el cual se hace visible son percibidas como una peculiaridad del sistema, como "cultura organizacional"
dónde se pueden empalmar las variaciones, cuando se deba llegar a selecciones y so.lamente. En ambos casos se piensa que se trata de puntos de vista que distinguen
reestabilizaciones. al sistema frente a su entorno. No se debe excluir que también valga algo semejan-
De esta manera, el concepto de cultura organizacional se ajusta exactamen- te en sistemas del entorno, pero para el sistema que acepta estas premisas para sí,
te a lo que la teoría de sistemas, siguiendo a Heinz von Foerster,50 denominaría eso es pura casualidad.
máquina no-trivial. En el plano de las premisas de decisión decidibles, es posible Sin embargo, el tema de las "premisas decisionales" no se agota con estas
esforzarse por la prevención intencional y racional del futuro. Que tal cosa pueda perspectivas articuladas autorreferencialmente. También hay premisas de decisión
suceder y suceda es indiscutible y produce, por así decir, el material de sentido· que son construid~s en el entorno, esto es, en perspectiva heterorreferencial. 52 Las
al cual se conecta el desarrollo de una cultura organizacional. Pero ésta modifica llamaremos "rutinas cognitivas)'.
·considerablemente los supuestos de racionalidad. Orienta el decidir por "valores" Tampoco aquí se trata del mundo que hay que aceptar, ni de la suposición de
inevitablemente inconsistent~s, para eludir el problema de incertid.umbre de las que cada sentido concebido actualiza referencias, las cuales, si se las siguiera da-
preferencias futuras. Cuenta, en otras palabras, con que las decisiones ejecutadas rían nuevamente sentido determinable. Con mayor razón, tampoco se trata de todo
serán reintroducidas en el sistema.como memoria y que dicha recursión, probable- lo que perciben los seres humanos involucrados en la organización. La organiza-
mente e incluso acaso sea la regla, cambiará las preferencias. Otorga al presente ción misma no puede percibir. Por "rutinas cognitivas" entendemos, más bien, las
cada vez dado una primacía de orientación para el futuro incierto. El sistema se identificaciones que por su uso reiterado son registradas en las comunicaciones y
orienta autorreferencialmente a sí mismo, tal como se encuentra, y no a un futuro que pueden ser llamadas. según necesidad. Por ejemplo, los nombres, direcciones
que resultará de las imprevisibles interdependencias entre sistema y entorno. Y (señas) y condiciones de accesibilidad de los clientes, con los cuales se mantiene
con todo esto la decisión operativa toma en cuenta la circunstancia de que el sis- un contacto regular, o el tiempo normal que demora traer suministros desde el
tema, precisamente porque consiste de decisiones, no puede calcularse. a sí mismo entorno o entregarlos allí; o suposiciones acerca de la calidad típica de las cosas
en este modo de operación - aunque, o mejor precisamente porque, con ello se (por ejemplo, máquinas, materias primas, medios de transporte) coMas cuales la
reproduce autopoiéticamente a sí mismo. En la teoría de decisiones se llega, _por organización tiene que ver regularmente.
eso, incluso sin una elaboración teórica de sistemas, a modelos de "racionalidad Las rutinas cognitivas emergen con la praxis de dec.isión del sistema y perma-
adaptativa, selectiva y posterior". 51 necen dependientes de ella. Son olvidadas cuando ya no son necesarias. Se desarro-
llan en el constante oscilar entre autorreferencia y heterorreferencia, condicionadas
mediante el "re-entry" de la diferencia de sistema y entorno en el sistema. Se puede

so Cfr. supra p. 99. 52


Con :frecuencia también se Hama "cultura" a éstas o son propuestas como punto de par-
51
Así James G. March, Bounded Rationa!ity, .Ambiguity, and·the Engineering of Chotees; tida para explicar este concepto. Así, por ejemplo, Howard S. Becker, Culture: A Sociological
Bel! Joumal ofEconomics 9 (1978), pp. 587-608, cit. según la traducción alemana en James G. View, Yale Review 71 (1982), pp. 513-527. No obstante, entonces vale como cultura todo lo que
March, Entscheidung und Organisation, Op. Cit., pp. 297-328 (305). se ha hecho costumbre en el trato con cosas y seres humanos.

290 291
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también típicamente asumir, que se trata de expectativas nonnales que no son des- nativas delimitables, vale decir, ninguna libertad de decisión." Tampoco podría
activadas por pérdidas o perturbaciones ocasionales, sino que son reunidas de modo el sistema interpretar condiciones ni asumir la adecuación de.medios a fines, si
"amistoso con el error" o "robusto". Una máquina irreparable sigue siendo una má- no existiera la posibilidad de condensar identidades y llamarlas, según necesidad,
quina. Las desilusiones debidas a los detalles son de antemano puestas a cuentas de como rutinas. Esta dependencia ha de sustituir la seguridad que tiene la conscien-
la identidad. Solire esto se apoya la estabilidad del contexto de pasado y futuro, esto cia en sus percepciones igualmente construidas, pero luego extemalizadas. La co-
es, la reutilizabilidad de la rutina. Hay, por supuesto, excepciones en las cuales una municación no puede, lo hemos dicho, percibir. Con mayor razón depende de dotar
decepción única lleva al colapso de todo el complejo de expectativas y, con ello, aquello acerca de lo cual habla con un índice de realidad autoproducido. Su me-
a la destrucción de la rutina cognitiva. Un caso típico es la desilusión palmaria de moria siempre lo puede controlar suficientemente - en parte mediante el registro de
la confianza. Estos casos, sin embargo, son generales e incluso aquí, casos raros. la repetición como acreditación y en parte por medio de correcciones particulares
Si todo el aparato cognitivo estuviera construido de manera que las desilusiones sobre la base de desilusiones, vale decir, a través del aprendizaje:
destruyeran las rutinas, el sistema se sobre exigirla a sí mismo. Se debería ocupar Sin embargo, la construcción de rutinas sirve, sobre todo, para producir po-
continuamente con eventualidades y no podría producir lo que garantizan las ruti- sibilidades de decisión, que no serían siquiera imaginables de otro modo. Si no
nas cognitivas, es decir, una relación descongestionada con el entorno, que pennite · se pudiera reconocer el sistema de transportes, no se tendría la libertad de elegir
una concentración de la atención para los aspectos autorreferenciales de las situa- rutas ni medios de transporte y quien se seniara en una alfombra para volar, es
ciones de decisión. de suponer que sería entregado al cuidado de una organización especializada en
Las rutinas cognitivas son ellas mismas el resultado de procesos de absorción el tratamiento de tales casos. Sólo las rutinas cognitivas producen, por lo tanto,
de incertidumbre", pero el sistema no las trata como artefactos autoconstruidos, aquel ámbito de decisiones, que luego puede ser delimitado a través de premisas
sino que les garantiza, por así decir, crédito de realidad. De otro modo no podrían nonnativas. Como condición de posibilidad de la libertad, la cognición no es vi-
cumplir su función de descongestión, sino que deberían ser arrastradas como pres- venciada como limitación de la libertad. Por eso también puede ser utilizada como
taciones propias sin respaldo en el ambiente. El sistema, por así decir, calcula su cognición la estilización de temas (por ejemplo, en la publicidad), para marcar y
entorno a partir de la posibilidad de la repetida aplicabilidad de las mismas rutinas manipular el ámbito en el cual luego las normas y las preferencias conducen a la
y, al hacerlo, pasa por alto que la repetición en situaciones siempre diferentes es la decisión.
fonna paradoja! de una operación de observación propia." La teoría clásico-racionalista de la organización trataría a las rutinas cogniti-
Todas las premisas decisionales autorreferencialmente constituidas se encuen- vas (si es que las nota y no las tiene simplemente por un reflejo de la realidad mis-
tran inscritas en un contexto de rutinas cognitivas." Ninguna definición de situa- ma) como fenómenos secundarios, como función de apoyo de la jenwquía y de la
ción sería posible sin ellas. Tampoco atribución causal alguna. Ni tampoco alter- estructura de fines de las organizaciones. Esto puede ser exacto desde un punto de
vista genético, porque sin autorreferencia no hay heterorreferencia, sin fundación
de una organización no hay elección de relevancias cognitivas. Sin embargo, no se
puede concluir de esto que las rutinas cognitivas sean de importancia subordinada
"Véase también Marcb/Simon Op. Cit. (!958), p. 155. Allí también la formulación "sti-
pulatedJacts" (hechos estipulados).
para la supervivencia, para la autopoiesis de la organización. Antes bien, aumenta
54
Paradojal porque se debe tratar de sucesos diferentes, que igualmente demuestran la su significación en la medida que las organizaciones operan con sensibilidad a
mismidad de lo repetido. los errores. Se podría también decir: en la medida en que para las organizaciones
55 Véase, por ejemplo, Richard Whitley, The Social Constructions of Organizations and

Markets; Toe Comparative Analysis of Business Recipes, en: Michael Reed/Michael Hughes
56
(Eds. )1 Rethinking Organization: New Directions in Organization Theory and Analysis, London Acerca de la dependencia que tienen las libertades de decisión respecto a la cognición
1992, pp. 120-143. véase Lany M. Prestan, Freedom and the Organizationai Republic, Berlin 1992.

292 293
111.

!11
!·:
¡!
los criterios de eficiencia son menos importantes que los criteriós de evitación de · organización de un arquetipo a otro. 59 En todo caso, no se obtiene mucho con esto,
errores, de control de riesgos, de prevención de catástrofes. 57 En organizaciones salvo la distinción entre cambios normales y excepcionales. Acaso sea más im-
que trabajan con tecnologías de alto riesgo, el problema principal es la evitación portante la idea de que todo cambio debe conectarse con la organización presente
de situaciones con problemas poco claros, no definibles cognitivamente, y, ante y debe trabajar .desde allí con una nueva descripción de la organización. Esto se
todo: no definibles de forma suficientemente rápida." Para tales casos y para orga- puede, por ejemplo, hacer mediante la pregunta: ¿Qué problema quiere usted re-
nizaciones en las cuales el problema principal lo constituyen riesgos semejantes, solver efectivamente? A la solución instalada para ese problema, se imagina un
la variable critica es la disponibilidad de rutinas cognitivas complejas, rara vez (se problema agregado, quizás se finge, para proponer otra vía de solución a través
espera que nunca) utilizadas. No es posible fiarse de la jerarquía, asumiendo que en de una variación del planteamiento del problema. La cuestión es, entonces, qué
la cumbre ya se tiene mejor conocimiento y responsabilidad, ni tampoco puede el profundidad se puede alcanzar y hacer plausible con fórmulas de problemas. La
sistema protegerse por medio de la programación normativa, porque es obviamen- resistencia se apoyará entonces, típicamente, en intereses en vez de en problemas o
te claro que las catástrofes deben ser evitadas. El problema es, más bien, un pro- bien presentará la defensa de intereses como problema.
blema de capacidad cognitiva: Se debe poder recordar lo que nunca ha ocurrido. Cualquiera sea el modo de proceder, se debe formular una nueva descripción
de la Organización. Las premisas de decisión pueden ser comunicadas sin dificul-
tades. Se da al programa decisional la forma de un texto, se designa a una persona
VIII. por un nombre, se señalan los conductos de comunicación de una organización
y, ante todo, las relaciones de subordinación en la forma de un organigrama. Tan
De la unidad de los puestos que coordinan diversas premisas de decisión resulta pronto como las premisas, sin embargo, son referidas a situaciones y deben ser
por sí misma que cada modificación debe considerar las premisas ya establecidas aplicadas, su sentido y también el sentido de las situaciones se toma ambiguo. Esta
y que, por el momento, no han de ser modificadas. En caso contrario, no encontra- ambigüedad es un problema cotidiano de toda organización'° y, correspondiente-
ría respaldo alguno en la organización existente. Esto no responde, sin embargo, la mente, se desarrollan formas de tratarla, por ejemplo, para formular compromisos
pregunta acerca de si puede haber una nueva planificación que abarque todas las o aplazar decisiones.
premisas de decisión. Es evidente una necesidad en este sentido -especialmente si Cuando la ambigüedad se convierte en un problema, es aconsejable ante
se considera que típicamente los cambios organizaciona.les no resultan ya de una todo la comunicación oral entre presentes. Esto no significa necesariamente que
adaptación casi natural al entorno (al mercado, por ejemplo), sino que requieren la interacción sirva para transformar la ambigüedad eri claridad. Más bien parece
una intervención del management. Esto también puede resultar ad h.oc y es así ayudar a ignorar exitosamente la ambigüedad y ponerse de acuerdo em, decisiones
como ocurre en la mayoría de los casos. Pero también frecuentemente se repre- que crean una nueva situación. Las exigencias de precisión pueden (y deben), por
senta con formulaciones como "organizational design" (diseño organizacional) lo tanto, ser mantenidas variables. Podrían incluso ser controladas por medio de
un concepto muy dificil de satisfacer. Para aclarar de qué se trata, se ha hablado
de "archetypes" y se ha reflexionado, si y cómo seria posible, transformar una 59
Véase, aunque referido al proceso mismo de transfonnación, Danny Miller!Peter Frie-
sen, Archetypes of Organizational Transition, Administrative Science Quarterly 25 (1980),
57
Véase además Karl E. Weick/Karlene H. Roberts, Collective Mind in Organizations: pp. 268-299. Cfr. también C. R. Hinings/Royston Greenwood, The Dynamics of Strategic
Heedful Interrrelations on Flight Desks, Administrative Science Quarterly 35 (1993), pp. 357- Change, Oxford 1988.
60
381. Cfr. también Gene l. Rochlin, Informal Organizarional Networking as a Crisis-Avoiding En la literatura reciente, principalmente Karl E. Weick ha llamado la atención sobre esto.
Strategy: U.S. Naval Flight Operations as a Case Study, Industrial Crisis Quarterly 3 (1989), Véase Der ProzeB des Organisiereos, traducción alemana, Frankfurt 1983, esp. pp. 257 ss., 312
pp.150-176. . ss. Cfr. también Louis R. Pondy/Richard J. Boland Jr./Howard Thomas (Eds. ), Managing Ambi-
58
En esto, detalladamente, Charles Perrow, Normal Accidents, New York 1984. guity and Change, Chichester 1988.

294 295
la introducción de metáforas, ámbigüedades o postergaciones siempre nuevas. La cíproca de presentaciones y, por lo tanto, no pueden ser deducidas de los fines ni de
teoría del decidir autopoiético diría: depende de transformar situaciones dadas, Jas estructuras organizacionales. 63 Sin estas interacciones, a la autoorganización le
descritas ambiguamente, en otras para las cuales en un futuro próximo valdrá Jo faltaría el material al cual se puede referir."
mismo. Con la distinéión entre autoorganización y micro diversidad nos podemos des-
Estas reflexiones muestran que, cualquiera sea el aumento de los requerimien- vincular de la distinción teóricamente improductiva entre "micro" y "macro". No
tos de información y cualquiera sea el uso de sofisticadas tecnologías de la infor- se trata de una alternativa, sino de una colaboración necesaria. Para esto es decisi-
mación, la comunicación oral sigue siendo indispensable,61 y confirman, además, va la diversidad de formas en que se construyen los sistemas sociales. La tipicidad
la observación de que, precisamente a nivel directivo, se decide sobre la base de peculiar de los sistemas de interacción logra así una función por derecho propio,
. contactos seleccionados y no sobre la base de complejos y elaborados patrones la cual no puede ser reducida a un aporte previsto en la organización a los fines de
de procesamiento de la información. ésta. La autoorganización y la micro diversidad cooperan complementariamente.
Se hacen posibles una a otra, recíprocamente. Con ello naturalmente no se excluye
que las interacciones deben adaptarse a las organizaciones y que hay límites de las
IX. posibilidades recíprocas de composición.

En referencia a las premisas decisionales no sólo se puede hablar de planificación,


sino también de autoorganización. Este concepto se puede aceptar sin reservas.
Mientras la planificación puede acarrear resultados no deseados (y algunos dirían
que inevitablemente lo hace), el concepto de autoorganización designa ante todo
sólo un estado de cosas, para el cual no se puede suponer ningún autor que pudiera
hacer algo mal. Simplemente alude a que las premisas de decisión no pueden ser
establecidas sin tener en cuenta las demás ni sin considerar lo ya disponible, puesto
que de otro modo carecerían de una referencia reconocible a un sistema especifica-
ble. No se requiere cálculos previos Iii autor responsable para la autoorganización.
Esto, sin embargo, no nos exime de la pregunta de cómo es posible la autoorgani-
1 zación, cuáles son sus supuestos y cómo se llega a ella. ••
Responderemos la pregunta con la ayuda del concepto de micrn diversidad, 62
1
Encontramos esta micro diversidad en las interacciones masivas entre presentes
que, como ha mostrado Erving Goffman, siguen un orden propio de adaptación re-

61 63
"low technology and high touch", se lee en Richard L. Daft/Kenneth R. Bettenhau- Para esto, véase André Kieserling, Interaktiori in Organisationen, en: Klaus Dammaf!,!l/
sen/Beverly B. Tyler, lmplications of Top Managers' Communication Choices for Strategic Dieter Gnmów/Klaus P. Japp (Eds.), Die Verwaltung des politischen Systerns: Neuere system·
l)ecisions, en: George P. Huber/William H. Glick (Eds. ), Organizational Chango and Redesign: theoretische Zugriffe auf ein a!tes Thema, Opladen 1994, pp. 168-!82; André Kieserling, Kom-
i¡ Ideas and Insights for Improving Perfonnance, Oxford 1993, pp. 112-!46 (!17). munikation unter Anwesenden: Studien über Interaktionssysteme, Frankfurt 1999, pp. 335 ss.
62
!i Para esto, véase Stéphane Ngo Mai/Alain Raybaut,-Microdiversity and Macroworder: i>4 Aquí presuponemos que éste no puede ser la acción entendida como producto de un indiw
Toward a SeJf.QrganizationApproach, Revue intemationale de systémique 10 (!996), pp. 223- viduo, porque en ese caso deberían concebirse tanto individuos como acciones como productos
11
239. naturales y las dependencias sociales deberían ser introducidas desde el exterior.
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i CAPÍTULO 8.
1
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r¡] PROGRAMAS DE DECISIÓN
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l.

Los programas de decisión se encuentran entre las premisas de decisión prominen-


tes en el concepto clásico de organización.' En una larga tradición, son también
designados como "tareas" de la organización. Con esto se quiere decir que son
"asignadas", En tal sentido, en la política y en la doctrina del Estado, todavía hoy
se habla de "tareas del Estado".' Esta forma de expresión también se usa en el
sector privado de la economía, junto al discurso acerca de los fines o metas, aunque
mucho más cuando se trata de señalar un sentido trascendente que parte de la pro-
ducción de productos comercializables, por ejemplo, asegurar el abastecimiento
de la población con los bienes o servicios correspondientes.' O bien se reduce el
concepto de tarea al de fin o meta y se lo usa para los fines de una planificación
de necesidades (análisis de tareas), que se puede derivar del fin de la empresa. Se
mantiene, entonces, (en el sentido de "task") como submeta, como expresión de la
parcelación del fin general de la empresa.' Se denomina "cultura organizacional"

1
, .
La literatura especializada es extremadamente poco clara en este tema, salvo en lo que !
se refiere a la programación de computadores. La mayor parte de las veces no se distingue con
claridad entre condiciones de rectítud vinculantemente dadas y las diversas dimensiones de des~
cripción de puestos. Para una vista panorámica, véase Andreas Remer, Organisationslebre: Eine
Einführung, Berlín i989, pp. 43 SS. 1
2
Cfr. Thomas Ellwein, Das Regierungssystem der Bundesrepublik Deutschland, 3' edic., .1
Op!aden l 973, esp. pp. 74 ss.; Dieter Grimm, Staatsaufgaben, Baden-Baden 1994. 1
3
Orecientemente: para considerar contextos ecológicos. Karl E. Weick, Der ProzeJ3 des Or~
ganisierens, ttad, Alemana, Frankfurt 1985, p. 369, define, por ejemplo, "Una tarea es un vínculo
entre enactment y cambio ecológico ... "
4
"En la doctrina de la organ'ización económico~empresarial, se entiende por tarea una meta
de acción que ha de ser cumplida, una prestación previst.a a·ser realizada, mediante actividades

299
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1
1
1 al resultado del análisis de tareas y su transformación práctica. El propio sistema A nivel directivo, los programas de decisión tienen principalmente la forma
l
! es denominado "empresa", 5 En esta acepción, la tarea es asignada desde lo alto y, de criterios para evaluar proyectos complejos. La incertidumbre que se ha de ab-
I',, por lo tanto, presupone una jerarquía de mando en el ámbito de las vías de comu- sorber es reformulada aquí y expresada en la forma de una pluralidad de criterios,
nicación. El concepto de tarea indica, por así decir, lo premisivo de las premisas , los cuales no pueden ser todos satisfechos, de manera óptima, al mismo tiempo. 1
il pero no la necesidad de decisión que se da en este nivel: señala lo previamente Avisan, ante todo, la necesidad de continuar decidiendo y son traspasados de esta
dado por el entorno u órdenes internas, pero no la absorción de incertidumbre que forma hacia abajo. Sin embargo, los programas de decisión, en estricto sentido,
ha resultado de ello. presuponen que se puede reconocer si son o no seguidos. Si se respeta este pre-
Parece, .en suma, que es posible prescindir del concepto de tarea y sustituirlo supuesto general, pueden ser mantenidos variables en la dimensión que va de
por el concepto de programa de decisión, el cual por su parte se encuentra respal- la indeterminación a la determinación. "Haz algo para disminuir el consumo de
1 dado por los conceptos de decisión y de premisas de decisión. Los programas de drogas", podría ser un programa significativo. Mediante la simple interpretación
decisión definen las condiciones de rectitud objetual de las decisiones. Esto no se puede discernir que no se trata del consumo de tabaco ni alcohol. La formali-
significa (salvo como caso límite), que las decisiones puedan ser obtenidas por la zación debe ser concebida como variable, no como directiva ni como tendencia
vía de la deducción lógica. Incluso cuando se trata de "programas condicionales", irrefrenable.' El concepto de programa no presupone, entonces, ningún umbral
en el sentido que veremos más adelante, frecuentemente entran en juego concep- de determinación mas allá del cual ya no se trate de un programa de decisión. Se
tos indeterminados y que requieren ser interpretados de acuerdo a la situación. refiere a la dimensión objetual del sentido de las decisiones y, por eso mismo,
Además de esto, el decidir programado se deja guiar típicamente por recuerdos de no es nítidamente delimitable en esta dimensión. Pero, en el curso de la historia
contexto, de tal manera que, si las desviaciones parecen sensatas, se puede recurrir de la organización, los programas demasiado indeterminados tienden típicamente
al sentido original del programa. A pesar de estas ambivalencias, e incluso precisa- a concretizarse, aunque sólo sea rutinariamente, de tal modo que las innovaciones
mente gracias a la elasticidad que éstas otorgan, en las organizaciones la referencia luego deben ser introducidas explícitamente, con la consecuencia de ,que se hacen
objetual a programas normalmente está respaldada por la. aceptación social. Puede visibles como componentes del programa. Así, para proseguir con el ejemplo, pue-
ser que, adjunta a un programa de decisión, venga la directiva de informar hechos de suceder que se deba decidir, si suministrar drogas sustitutivas es o no un medio
sorprendentes o ,los momentos en que se sospeche estar contradiciendo al progra- aceptable de la lucha contra la adicción.
ma, pero esto lleva casi de inmediato a una programación paradoja! -puede ser De manera semejante a todas las decisiones, también los programas de de-
correcto o no serlo-y esto, en general, tiene poco efecto. 6 cisión se toman reales en las organizaciones únicamente como comunicaciones.
Esto obliga a simplificaciones y excluye que se pueda satisfacer de •antemano las
situaciones de aplicación. Al mismo tiempo, con ello se hace estructuralmente agu-
fisicas o espirituales", dice en el Handwórterbuch der Organisation, 2ª edic. Stuttgart l 980 col. da la cuestión que, en lo sucesivo, hace oscilar al sistema entre aplicación / no
200, ítem Aufgabe. También se encuentran allí referencias a literatura más antigua; además, aplicación o aplicación correcta/ errónea. En la medida que están formuladas las
véase. por ejemplo, Remer Op. Cit pp. 264 ss, Véase también James G. March/HerbertA. Si·
condiciones de rectitud, las formas que se encuentran tienen, por eso, otro lado, un
mon, Organizations, New York 1958, p, 23: "A set of activities S, is a taskif it can be perfonned
by a person in a certain specified ti_me, T (say 8 hours)," (Un conjunto S de actividades es una , lado oscuro. En el otro lado acechan los errores, puesto que lo que no es correcto,
tarea, si puede ser llevado a cabo por una persona en un tiempo especificado T, digamos 8 horas).
5
Esta es, por lo demás, una prueba del hecho de que esta tenninologfa sólo puede ser apli-
cada en la ciencia de la empresa económica y, al mismo tiempo, sirve además para aislar a esta 7
Cfr. E. Eugene Carter, The Behavioral Theory of the Finn and Top·Level Corporate
disciplina frente a una investigación orientada sociológicamente de la organización en general. Decisions, Administrative Sdence Quarterly 16 (1971), pp. 413-428; Gordon Donaldson/Jay
6
Respecto a la "importancia de la duda", véase Weick Op. Cit., pp. 320 ss. y passim. W. Lo;sch, Decision Making at the Top: The Shaping,of Strategic Direction, New York 1983.
En la tradición (Milton) la duda, no obstante, es obra del demonio. 8
Esto suaviza, naturalmente, el concepto clásico de burocracia.

300 301

r,
. ,
i
es falso. Puede haber ámbitos en los cuales todavía es posible discutir si se trata que el cruce del límite desde lo "correcto" a lo "erróneo" activa, al mismo tiempo,
de un mor o de una innovación. Pero tales casos limítrofes requieren una decisión otro tipo de premisas de decisión, vale decir, el ámbito de los conductos de comu-
1 explícita, la cual sólo podrá ser modificada, a su vez, mediante otra decisión. Así nicación y de las competencias. Esto puede, de nuevo, valer como comprobación
puede mostrar una larga praxis desviante, que ciertas prescripciones de seguridad de.que los tipos singrtlares de premisas decisionales no operan separadamente, sino
1
¡ son simplemente superfluas, aunque si la praxis es descubierta se necesita decidir que hay que verlos como unión de precondicionamiento común de las decisiones,
y si no es así, también se puede considerar comó una decisión. con posibilidades de una compensación de las molestias.
t De modo parecido a la génesis de las normas, a menudo es el error el que En la ciencia de la organización se ha impuesto, en suma, la idea de que una
deja en claro lo que se debería haber regulado.' Los riesgos imnanentes a las si- cierta medida de errores es normal y que sería irracional impulsar una política
tuaciones abiertas y condicitmes laborales no sometidas a prueba conducen a una de absoluta falta de errores. 11 También la naturaleza trabaja, finalmente, de un
bifurcación, la cual constriñe, caso a caso, a decidir si la decisiónfüe correcta o se modo "amigable con los errores". Se trataría, por lo tanto, mucho más de construir
trata de un error. Piénsese en las actividades médicas o en el trabajo de campo de organizaciones tan "robustas" que pudieran sobrevivir a los errores .. En algunas·
la policía. La ambivalencia del problema de la rectitud opera, entonces, como una administraciones de estado de derecho se ha impuesto la rutina, de preparar fa-
sonda introducida en .un terreno desconocido, para poner a prueba condiciones de llos administrativos esquemáticos en -los procedimientos masivos, aunque permi-
trabajo y que luego lleva a definir tendencialmente una programación detallada. tiendo elevar recursos de objeción y, recién con motivo de un recurso, poner a
Después deben ocultarse los errores, en la medida de lo posible. Los policías saben prueba el caso con mayor exactitud. Sin embargo, esta recomendación también se
como se escriben los informes. pone en cuestión ante los problemas con tecnologías de alto riesgo, y se discute
En la literatura, sobre todo de la época de la teoría de la organización infor- hoy si los "normal accidents" 12 son un resultado de· una política racional de a~ep-
mal y el movimiento de human re/ations, se encuentra la tendencia a considerar tación de los erro.res y liderazgo "permisivo" o si son producidos en toda progra-
los errores como un problema de liderazgo. Esto se debe, en parte, a que aparecen mación como el otro lado de la forma.
problemas de programación que deberían haberse decidido en un puesto más alto;
pero, también en parte, al contenido "expresivo" de las incriminaciones y sus con-
secuencias socio-emocionales.'° Formulado de modo más abstracto, esto significa II.

9
Se podría recordar aquí la fórmula de .Amold Gehlen: "preeminencia práctico-cognitiva Los sistemas organizacionales no pueden ser suficientemente concebidos en su
de lo patológico". Véase: Die Seele im technischen Zeitalter, Hamburg 1957, p. 85 con la notable realidad social, si se los describe como funciones o como máquinas 1¡ue transfor-
indicación sobre las distorsiones derivadas de esto. Más benevolente suena et refrán: "Quien no ·
se arriesga a cometer errores, tampoco puede aprender''. Lo aquí dicho es también un comentario man un "Input" en un "Output". Tan pronto como son comprendidos como siste-
al tema de la "absorción de incertidµmbre". · mas autorreferentes no-triviales, queda en claro que una pluralidad de Inputs (por
10
Una ciia puede comprobarlo: "When things go wrong, the dependence-anxiety, agres- ejemplo, del mercado de materias primas, de los mercados de abastecimiento, del
siveness, fears of attack, rivalry, and guilt all are stirred up.. Toe wav in which mistakes are
dealt with is the re3! testing grollnd for the· quaiity of executive leaders~ip and the soundness of
follower relationshlp in the T-grouf (Cuando las cosas salen mal, se despiertan la ansiedad de en: Sídney Mailick /Edward H. Van Ness (Eds. ), Concepts and lssues in Administrative Behavior,
dependencia, la agresividad, eí temor de ser atacado, la rivalidad y la culpa. La fonna en que Englewood Cliffs N.J. 1962, pp. 166-186 (173). Cfr. además Everett C. Hughes, Mistakes at Work,
se tratan los errores es el verdadero campo de prueba de !a calidad del.liderazgo ejecutivo y la en Everert.C. Hughes, Men and Their Work, Glencoe lll. 1958, pp. 88-101.
solidez de la relación con los seguidores en el grupo.Y). Elliott Jaques, Toe Changing Culture oí' u Véase, desde la perspectiva de la antigua cibernética, Sta:fford Beer, Kybernetic und
a Factory, London 1951, p. 288. Apartir de aquí-, es de s_uponer que se recomiende,.desde !a pers~ Management, trad. alemana, Frankfurt 1962, pp. 123 ss.
12
pectiva práctica del liderazgo, la magnanimidad y la orientación de futuro en el tratamiento de los En et sentido de Charles Perrow, Nonnale. Katastrophen: Die unvermeidbaren Risiken
errores. Cfr., por ejemplo, Daniel Kacz, Human Interrelationships and Organizational Behavior, der GroBtechnik, trad. alemana, Frankfurt 1987.

302 303
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mercado del crédito, del mercado de trabajo) y una pluralidad de Outputs posibles cias, los programas de fines, entre fines ymedios. Pero, ¿para qué se crean estas
(para mercados de distribución, sobre los cuales aun habria que decidir) conduci- diferencias, para las cuales no se puede recurrir a la naturaleza y ni siquiera al
rían a una complejidad incalculable. Las modelaciones de Input/ Output pueden entorno del sistema?
ser teóricamente adecuadas para explicar' algo y pueden contribuir a incorporar La respuesta a esta pregunta requiere dos pasos. En primer lugar, en am•
en la teoría dependencias fácilmente pasables por alto (es decir: incrementar la bos casos, mediante la distinción se hace posible y se exige la cognición. 15 Los
complejidad), pero no son suficientes para analizar, con la teoria de sistemas, orga- programas de este tipo sólo son utilizables cuando ya se conoce el mundo y la
nizaciones que operan realmente. (Recordarnos con esto las razones ya indicadas ·comunicación puede contar con ello. Pero entonces la distinción correspondien-
arriba"). te estructura sobre qué puede ser puesto en duda el conocimiento del mundo y
A pesar de todo, y acaso precisamente por ello, tiene sentido distinguir, a ni- elaborado a la luz de la duda especificada - por ejemplo, en la competencia pro-
vel de la programación de decisiones, los límites de Input y los límites de Output fesional de un trabajador calificado, de un jurista, de un economista. Únicamente
del sistema. Esto se debe a que, para las operaciones del sistema (o de los sistemas si y solamente en la medida en que esto ocurre, produce el sistema libertades de
parciales del sistema), estos limites distinguen también pasado y futuro. Cuales- decisión, por ejemplo en la prueba de si un caso se somete a ésta u otra regla,
quiera sean las libertades que el sistema se permita en relación autorreferencia! a si pudiera dar motivo para cambiar la regla; o en la cuestión de si los medios se
la situación de decisión dada cada vez: en ninguna decisión puede olvidar el siste- adecuan para el logro de un fin y si el fin vale los costos, si se debe mirar otros
ma la diferencia de los horizontes temporales pasado y futuro. Desde aquí el sis- medios o si es mejor abandonar el fin o transformarlo en algo más fácil de al-
tema puede utilizar la movilidad (esto es la contiJ]gencia) que encuentra en sí por- canzar. Sería, por lo tanto, precipitado considerar a los programas como mode-
que debe decidir, para establecer si desea orientar sus programas más a los Inputs los de decisiones ya listas, sin tener en cuenta las cogniciones convocadas para
o más a los Outputs; si desea partir, al dar-a-conocer decisiones correctas, antes de ello. Los programas producen, más bien, la posibilidad de una decisión siempre
las condiciones dadas o más bien de diferencias que hay que producir o.disminuir. referida a la situación. La libertad de decidir de distinta forma surge recién a
En ambos casos se trata, nos lo dice el concepto de programa de decisión, de re- través de la programación. Solamente por eso hace sentido distinguir entre pro-
forzamientos artificiales de un marco, los que deben ser introducidos por medio de gramas decisionales y decisión. Sin programación, para encontrar un tema sólo
decisiones en el sistema y que pueden ser cambiados en el sistema. En ambos ca- se tendría la posibilidad de dejar vagar la atención o estimular la comunicación.
sos se trata de una suerte de absorción, preferida y generalizada, de incertidmnbre. Recién cuando una posibilidad de decisión es construida cognitivamente y
Pese a todo los programas se distinguen notablemente, según si eligen como punto sólo cuando, en referencia a esto, surgen competencias que amplían o delimitan
de fijación el límite del Input o el límite del Output. 14 según necesidad el ámbito de la libertad, pueden ser tomadas las deeimones y ser
Llamaremos programas condicionales a los programas orientados prioritaria- evaluadas, la mayoria de las veces posteriormente. Todo esto debe ser dado por su-
mente por el Input y programas de fines a los programas orientados priorita- puesto antes de poder discutir si :una decisión es correcta o hasta la única correcta,
riamente por el Output. En ambas formas de programa, y en eso concuerdan, se si es justificable o si en vistas de las circunstancias es disculpable o si se le pueden
trata de la introducción de una distinción artificial, no pre-existente, sino que debe reprochar errores evitables. Y, en referencia a esto, surge entonces una competen-
ser construida en el propio sistema y debe ser hecha vinculante por me.dio de deci- cia secundaria de critica y de explicación y defensa de decisiones planificadas o ya
siones. Los programas condicionales distinguen entre condiciones y consecuen-
15
Aquí presuponemos, sin más argumentos, que la libertad de elección no es una capa-
13
Cfr. Capítulo 2. cidad innata ~el ser humano, la cual sólo debe ser dirigida hacia el bien, sino que requiere una
14
• Véase, para un tratamiento más detallado, Niklas Lubmann, Zweckbegriff und System- constitución comunicativa previa del sentido, para que sea reconocible a favor de qué y en contra
rationaiitat Über die Funktion von Zwecken ín soziáien Systemen, reimpresión Frankfurt l973. de qué es posible decidir.

304 305
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1
1
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11) adoptadas, en lo cual muy típicamente se discute también el marco cognitivo que Ill.
a constituyó la medida de la libertad de decisión.
¡¡
,, La producción directiva de la libertad mediante la cognición convierte, en · Los programas condicionales" tienen la forma general de "si - entonces". En tér-
'.I
consecuencia, un programa en premisa de decisión. Las formas de programa se minos generales, esto significa: "sólo si - entonces". Lo que, a su vez, quiere decir:
1 distinguen según cómo construyen posibilidades de decisión y qué clase de com- lo que no está permitido, esto es, desencadenado por la condición mencionada, está
¡ petencia hacen surgir. En esto, la competencia cognitiva .es tan fuertemente reque-
1
,,
prohibido. No tendría sentido alguno ordenar: esta medicina únicamente puede ser
i,,l rida, que se puede llegar a dificultades de entendimiento, por ejemplo, cuando los expedida ante una receta médica y también de otra forma. Ambos lados de la rela-
,,
,, juristas no pueden comprender su incompetencia en el tratamiento de cuestiones de ción pueden estar expresados positiva o negativamente; en general, la inversión se
fines (para ellos éste es un problema de interpretación de programas condiciona- entiende por sí misma.
les), mientras a la inversa los economistas tienen dificultades P'!fª aceptar, sólo por La coµdición activante de un programa condicional se encuentra en el pasado,
el valor de un orden regulado, programas condicionales inadecuados y; desespera- · en términos relativos a la operación activada, aUJ)que el programa se refiere a un
dos, deben buscar un fin optimizable, para dar a la regla un sentido como medio. presente futuro y, con ello, debe presuponer también la señal activante .modo futuri
Se debe tener presente todo esto cuando, pese a todo, se constata que ambas · exacti. En comparación con los programas de fines, esto tiene la gran ventaja de
formas programáticas tienen el status de validez normativa. Sin embargo, esto úni- que las condiciones pueden (aunque no: ¡deben!) ser claramente establecidas. Por
camente significa que sonpuestas en vigor mediante decisiones y tienen validez en · eso el programa condicional puede ser ejecutado, en el caso límite, en la forma de
tanto no sean modificadas. Por lo demás, en el manejo de esta distinción hay que una conclusión lógica e incluso mecánicamente. En el momento de la programa-
considerar que toda decisión que se haya de tomar en la organización debe tener ción, no se encuentra todavía fijado el momento de la ejecución ni, eventualmente,
en cuenta el pasado y el futuro, en una perspectiva autorreferencial y heterorrefe- tampoco la frecuencia de los ca?OS correspondientes.
rencial referida al entorno. La distinción de las formas programáticas nunca puede, Los programas condicionales pueden estar encadenados secuencialmente uno
por lo tanto, ser llevada al extremo de que no tenga cabida ningún tipo de fines en tras otro, de tal modo que la ejecución de un programa sea la señal activadora para
los programas condicionales, o que los programas de fines se encuentren comple- el siguiente. De esta forma se pueden activar complejos programas en cadena;
tamente libres de toda consideración a las condiciones en las cuales son usados. La en cadenas con sincronización de auto activación incorporada. También se puede
diferenciación de tipos sólo se produce a partir de la misma programación; vale de- integrar así diferentes competencias y niveles de decisión, haciendo que un puesto
cir, de los puntos de referencia para la decisión resulta, si una decisión es correcta sólo se active cuando otro ha estado activado.
o errónea. Puede haber, por supuesto, programas mezclados, como la regla de que La precisión alcanzable en esta forma programática no excluye, 'Sin embargo,
sólo se considere la reparación de una máquina cuando el daño se haya producido . que puedan ser incorporadas indeterminaciones. 17 En la medida que se mantiene
(vale decir, no preventivamente), aunque entonces se haya de ejecutar de acuerdo · la forma "si - entonces", también se trata de programas condicionales, pero el valor
al fin. O que sólo se ha de tratar una disputa legal frente al tribunal, cuando se haya de regulación y la previsibilidad de los efectos pueden disminuir hasta un punto, en
planteado una queja y entonces se deba intentar un procedimiento de mediación y el cual ya no sea posible distinguir lo correcto de lo erróneo.
únicamente si esto fracasa, se vuelva a decidir, en forma estrictamente condicional,
a la medida del derecho, en lo cual las condiciones pueden contener indicaciones
16
a fines. Cfr. James G. March/HerbertA. Simon. Organizations, New York 1958, pp. 142 ss., para
Si uno se desea informar, aceréa de las complejas combinaciones de progra- la clave "perfonnance programs".
17
Por ejemplo, véase William J. Gore, Administrative Decision-Making: A Heuristic Mo-
mas de fines y condicionales, es conveniente tener, ante todo, presente la diferencia
del1 New York 1964, pp. 51 ss., o más formal, acerca del "grado de programación", Remer Op.
de sus determinaciones programátic;as, Cit., pp. 52 SS., 66 s. '

306 307
La indeterminación puede ser prevista tanto en la cláusula "si" como en la la situación de prueba se toma rápidamente más compleja y por eso se deben infor-
cláusula "entonces". Si está en la cláusula "si", se trata del problema de interpre- mar las circunstancias excepcionales, _con cierta drasticidad y urgencia, para que
tación bien conocido por los juristas. Si se encuentra en la cláusula "entonces", logren atención.
no queda unívocamente establecida la decisión a tomar. Puede, por ejemplo, estar En ambas vías, al llenar los vacíos dejados por las indeterminaciones y al
indicado: si las existencias en bodega bajan de una cierta cantidad, se debe hacer agregar reglas de excepción, un sistema programado condicionalmente tiende a
un pedido suplementario, aunque puede quedar abierto a qué proveedor y a qué compactar sus reglamentos y a plantear exigencias dé atención que absorben de-
precio. Frecuentemente, se ha de entender esta indeterminación como referencia a masiado tiempo de decisión. Esto puede llevar a una mayor subdivisión de los
criterios complementarios, sea la adecuación a fines, sea la rentabilidad._ Cuando, puestos, esto es, a un crecimiento internamente inducido. (La réplica de esto en
durante cierto tiempo, se hallan en uso programas con elementos de indetermina- los programas de fines seria el desplazamiento fines / medios, que veremos más
ción, se desarrollan típicamente no1mas para llenar los vacíos (como las glosas y adelante). Por eso, á diferencia de los seres vivos, las organizaciones parecen
comentarios jurídicos), y quien deba decidir estará obligado a rendir cuentas, si se crecer al aumentar su edad. En el otro lado de este desarrollo se produce un deseo
desvía de las costumbres informalmente incorporadas. duradero de simplificación, de innovación, casi se podría decir: de eliminación de
Cuando el programa se mantiene relativamente preciso, pero es complemen- las actas. Y, del mismo modo,Ja tendencia a enfrentar problemas nuevos funda¡:1-
tado mediante un esquema regla / excepción, se presenta otro conocido caso de do nuevas organizaciones.
aprendizaje organizacional. La distinción prioritaria del programa condicional
es distinguida una vez más; es supra condicionada, por así decir, con la cláusula de
que sólo debe ser aplicada cuando no estén presentes las condiciones de excepción IV
expresamente señaladas.
El esquema regla/ excepción aquí es el equivalente funcional de lo que sería Los programas de fines son, por principio, construidos de otro modo, aunque se
la búsqueda de alternativas en el caso de los programas de fines." Se puede prio- encuentren mezclados con condicionamientos, especialmente en el ámbito de sus
rizar la búsqueda de alternativas, pero esto implica un cambio en la forma progra- "medios". En primer lugar, se debe tener en claro que en el caso de los "fines"
mática o denota una orientación que apunta a que los programas condicionales sólo siempre se trata de "programas", vale decir, de construcciones que también po-
son justificables en el contexto de programas de fines. drían ser seleccionadas de otra manera. No hay fines naturales, deberíamos saberlo
El esquema regla / excepción hace posible mantener en la memoria, al mismo después de Kant, que sean ontológicamente preexistentes; tampoco, ni mucho me-
tiempo, el programa de regla y el programa de excepción, evitando la suposición nos, en el ámbito del comportamiento humano. El diseño de fines es'lnucho más,
obvia de que la excepción destruye o suaviza la regla. No obstante, para lograrlo kanntianamente hablando, una prestación de la capacidad reflexiva de juicio que
son importantes ciertas formalidades; no se debe tratar simplemente de desviacio- se explica su objeto como si fuera adecuado a un fin. Esto puede suceder con una
nes practicadas, pero erróneas: de "patterned evasions"." Al admitir excepciones, intención descriptiva, aunque también con una intención pragmática, prescriptiva.

18 Así, por ejemplo, David Braybrooke/Charles Lindblom, A Strategy ofDecision: Policy por carteros, o Louis A. Zurcher, The Sailor Aboard Ship: ASiudy of Role Behavior in a Total
Evaluation as a Social Process, New York 1963, pp. I58 ss. en una de las pocas comparaciones lnstitution, Social Forces 43 (1965), pp. 389-400, para experiencias correspondientes en bu-
explícitas entre "ínvestigating altematives" e "investigating exceptions". ques de guerra, o Earl Rubington, Organizational Strains and Key Roles, Administrative Science
19 La fórmula "pattemed evasions" proviene de Robín Williams Jr., American Society: A Quarterly 9 (1965), pp. 350-369, para un hogar de rehabilitación de alcohólicos. El que se escoja
Sociological Interpretation, New York 1960, p. 379. Para su aplicación en contextos organiza- esta vía de desviación oculta puede tener numerosas razones - ante todo que las condiciones de
cionales véase, por ejemplo, Dean Harper/Frederíck Ernmert, Work Behavior in a Service In- excepción no se pueden definir precisamente o que la seriedad (conveniencia) de la regla nonD:al
dustiy, Soeial Forces 42 (1963), pp. 216-225, para aligeramientos del trabajo auto incorporados provocaría perjuicios o, simplemente, que es demasiado diverso el público que puede saber.

308 309
S,

Sin embargo, no hay ninguna obligación conforme al ser (teleológico) de la acción memoria del sistema, para servir como presupuesto del aprendizaje posterior. Por
respecto a los fines .. eso es aconsejable no introducir el concepto de fin según la teoría de los valores,
Este cambio de disposición, al interior de la teleología tradicional, tiene que como si se tratara de una obviedad (lo que, de nuevo, podría ser del todo acertado
ver con la idea moderna del tiempo, con la introducción en el tiempo de un futuro para la decisión aislada).
aun no determinadó (que requiere decisión). También se necesita decidir aun sobre Los fines son diferencias; se distinguen de lo que acaecería en otro caso. Tam-
los fines y l_a decisión requiere una legitimación, la cual no puede recunir, a su bién los medios son diferencias, indican lo·que se requiere para lograr el fin y, con
vez, a fines (naturales). Por eso los programas de fines son auténticos programas ello, para no dejar que suceda lo que de otro modo ocuniría. Para poder ofrecer
de futuro. La relación causal entr~ medio y fin que les sirve de base puede llamar este concepto de futuro como programa presente de decisión, fines y medios de-
a engaño fácilmente; pero también los medios son siempre, vistos desde el decidir ben ser valorados. La estructura de un programa de fines se basa, por eso, en la
programado, medios futuros. Por otra parte, los programas de fines (como los pro- diferente valoración de fines y medios: positiva para los fines, negativa para los
gramas condicionales) también se han de practicar en el presente de la operación medios. La valoración mantiene unido al programa: sobre· la diferencia entre fu-
de decidir. Por este motivo son tan exactamente seguros de aplicar como los pro- turo y presente, sobre la diferencia entre estados propuestos y estados que en otro
gramas condicionales. Su problema reside ·precisamente: en que deben tratar en el caso tendrían lugar y sobre la diferencia entre fin y medio. Precisamente por eso la
presente, como si ya fuera un hecho, un futuro siempre inseguro, siempre ignoto. valoración debe presentar una paradoja resuelta: la valoración positiva y negativa
La orientación al futuro conduce a una diferencia radical entre los programas del programa. Normalmente esto se formula, reprimiendo la paradoja, como un
de fines y los programas condicionales. En los programas condicionales vale: lo programa de optimización del vínculo entre fin y medio.
que no está permitido, está prohibido, porque la activación de la decisión puede El problema principal de toda programación de fines se encuentra en lo ignoto
resultar, sólo con prudencia, del pasado que determina la situación. Por esta razón e inalcanzable de todo futuro. Pase lo que pase de decisión a decisión: el futuro
la alternativa básica es: seguir (interpretar, aplicar) el programa correcta o errónea- sigue siendo futuro y los fines continúan siendo fines. Si bien es cierto que en
mente. En el caso de. los programas de fines, por lo contrario, la indeterminación cada presente se pueden poner a prueba las propias expectativas, corrigiéndolas
del futuro requiere elasticidad. Por ello las limitaciones, que se refieren siempre a con la experiencia de expectativas pasadas, no se puede tomar decisiones pasa-
la eleccióU" de medios, se deben expresar explícitamente_. En ellos vale: lo que no das ni futuras. Es posible corregir determinados programas de fines en sus supues-
está prohibido, está permitido. 20 tos causales y en sus valores .. También se puede introducir aspectos que habían
Se podría pensar, y así piensa la teoría clásica del decidir racional; que si el sido pasados por alto. Se.puede, por ejemplo, constatar que los productos no se
futuro ya es incierto, al menos fas preferencias debieran ofrecer puntos de apoyo venden como se esperaba, o que-las inversiones planificadas se hacenomás caras.
firme y marcar, de este modo, lo que se ha de considerar como fin. Esto puede ser Es posible aprender, en tanto se trate de programas para decisiones repetibles (por
más o menos válido para decisiones aisladas. Por el contrario, los sistemas organi- ejemplo, intervenciones quirúrgicas en un hospital, lucha contra la delincuencia,
zacionales, que operan su propia autopoiesis, desarrollan sus preferencias también capacitación del personal, clasificación de desechos). Pero toda condensación de
por sí mismos. Las preferencias y las decisiones se encuentran en una relación experiencias ocurre en la incertidumbre respecto a si las condiciones hoy pasadas
circular de confirmación recíproca y ímicamente lo que se confirma queda en la también sucederán en el futuro. Las programaciones de fines presuponen, aunque
aspiren a la producción de diferencias, que la brecha entre el pasado y el futuro no
20
Si se separan estos dos principios del nivel organizacional y sus programas, trasladán~ será demasiado aguda. ·
dolos al sistema del derecho, será indecidible y, en último término, una cuestión de opción
La relación causal entre medio y fin permite la construcción de alternati-
ideológica, si se proclama la primacía de la prohibición o la primacía de la concesión. Ambas
posibilidades constituyen, vistas como unidad, una paradoja que sólo puede ser desplegada a vas. Esto es así, porque toda atribución causal, en general toda determinación cau-
través de la programación. sal, se debe verificar de manera selectiva. Vistos tanto desde la perspectiva de las

310 311
'

'
'

'
causas, como desde el punto de vista de los efectos, los horizontes causales son en también varía la forma de la determinación. Mientras en los programas condicio-
sí mismos horizontes infinitos, Toda causa depende de otras innumerables causas, nales hay que pensar, más bien, en una delimitación hermenéutica del espacio de
todo efecto tiene otros innumerables efectos, y no únicamente en la forma de una juego de la interpretación de señales de activación, en los programas de fines se
sucesión, sino en la fo1ma de una cascada. Aparte de esto, toda la constelación trata, más bien, de una impermeabilización de los procesos causales contra inter-
se traslada según cuál sea la primera relación causal de la cual se parte. Se puede ferencias externas.
aplicar programas pedagógicos o terapéuticos a presidiarios, pero según el tipo Las programaciones de fines se construyen sobre estas estructuras generales
del concepto varían las causas y los medios. Se puede tratar de capacitación en del decidir orientado a fines. Extraen componentes de esta forma de orientación de
lenguaje, para que los conflictos sean dirimidos verbalmente y no por los puños, la disposición de los puestos que han de ejecutar el programa. No queda a dis-
o de preparación para el trabajo luego de ser puestos en libertad, para asegurar el creción de los recolectores de basura reconvertir su vehículo para vender cerveza.
auto sustento. Siempre, sin embargo, el programa presupone que la causalidad es ¿Pero, exactaníente qué se encuentra estable'Cido en el programa y qué es lo que
observada pór partes, y en esta delimitación se encuentra también la posibilidad queda reservado para ser rellenado en cada caso?
de pensar en alternativas en las cuales la probabilidad de éxito acaso sea mayor o Típicamente se trata de fijar el propio fin y delimitar la elección de medios
la constelación de valores sea más favorable. Para la mirada Divina no puede ha- posibles. Éste es,.en todo caso, el formato estándar. En esto puede quedar abierto,
ber alternativas. Todo sería correcto o todo erróneo, sin que se pudiera diferenciar qué fines colaterales se desea conseguir adicionalmente, mediante la elección de
estas dos posibilidades. alternativas adecuadas. Mientras más ricas sean las posibilidades de elección que
Con los planes causales, y solamente con ellos, se pueden también elevaran- satisfacen al programador, más motivos adicionales se pueden agregar. En sus via-
tenas pata lo inesperado. Así se puede reducir, en cierta medida, el riesgo de la jes a congresos, los cientíilcos también satisfacen, con frecuencia, intereses turís-
selección, aunque nuevamente sólo en forma selectiva y solamente en referencia a ticos; en ·su servicio, los diplomáticos coleccionan material para relatar durante las
lo que se había propuesto, Del mismo modo en que todos los pronósticos definen, recepciones en servicios posteriores. Los fines colaterales pueden ser considera-
al mismo tiempo, en qué aspectos pueden ser inexactos y eventualmente deban ser dos, como los amoenitas loci en la elección de lugares para llevar . a cabo congresos
corregidos, los planes causales también incluyen una cu-observación de su fracaso. científicos,'pero típicamente no quedan incluidos en el programa. 22 Se puede asu-
Si no se estableciera, a modo de intento, una forma fuertemente delimitada, "todo mir que, en algunos programas, también es tácitamente considerada la capacidad
lo demás" quedaría también indefinido. En efecto, la observación de lo inesperado de enriquecimiento delos fines: es lo que sucede, naturalmente, con la recompensa
conduce, en primer lugar, sólo al "unmarked space" del medium de las posibilida- política para los partidos de gobierno por programas de bienestar. El fin principal y
des causales. No es todavía claro, por qué puede haber sucedido. Las cosas cam- el fin secundario pueden intercambiar su lugar ocasionalmente, Pero, t@do queda en
bian sólo si tiene éxito una cierta "tecnologización" de las conexiones causales, el marco de la estructura general: sin establecer un fin, no hay programa de fines.
es decir, un acoplamiento relativamente firme, que funciona normalmente, entre Es típico que también se excluyan medios en sí adecuados, cuando, por ejem-
causas y efectos, suficientemente impermeabilizado contra efectos externos. 21 En plo, son ilícitos. La policía, pese a todos sus derechos de excepción, debe até~erse
este sentido, tanto en los programas de fines como en los programas condicionales, al derecho cuando persigue delincuentes o reestablece la calma y el orden público.
hay una dimensión del grado de determinación, pero con la forma del programa Una administración orientada a fines, sin embargo, llega pronto a la zona gris de la
semi-ilegalidad cuando sólo puede lograr sus fines a través de la cooperación con
21 Cfr., para un caso típico, en el cual no se puede realizar este presupuesto, Niklas

Luhmann/Karl Eberhard Schorr, Das Technologiedefizit der Erziehung und die. Padagogik,
22
en Niklas Luhmann/Karl Eberhard Schorr (Eds.), Zwischen Technologie und Selbstreferenz: Por lo menos el autor ha debido tener la experiencia, que en la invitación a una confe~
Fragen an die Padagogik, Frankfurt 1982, pp. 11-40, y una toma de posición al respecto en el rencia le han ofrecido alojarlo en un "hotel de primera ciase". Estas torpezas ocurren continua-
mismo volumen. mente.

312 313
~tll
¡¡i interesados que no están obligados a hacer concesiones.23 También el manejo de como una suerte de criterio de control. Esto sobrecargarla de complejidad a todas
dinero del presupuesto puede fácilmente llevar a situaciones en las cuales se debe las decisiones en vías de ejecución. Hablar de "programación" tiene el sentido de
;¡ trabajar en contradicción con los fines o recurriendo a tretas. El nexo causal entre dirigir la mirada, sobre una diferenciación y una distribución adecuadas a la com-
'I fines y medios sugiere declarar fines a los medios, para luego buscar medios para plejidad de premisas de decisión. La complejidad del sistema puede ser aumenta-
¡J¡
lograr estos medios: Este desplazamiento fin/ medio tiene la importante ventaja de
hacer posible construir cadenas. Se puede prever medios que no están disponibles
da, más allá de la meta irunediatamente plausible, sólo a través de la programación
y, en el caso de los program.as de fines, solamente por medio del desplazamiento
1 y, en conexión con esto, ocuparse luego de conseguirlos. Se planifica, por ejemplo, de fin / medio. El desplazamiento de fin/ medio hace posible una correlación de
producir con una fábrica que ni siquiera existe todavía. De esta manera el progra- programas de fines con la jerarquización de vías de comunicación y competencias.
ma prescinde de la realidad que está dada al momento de la decisión de programar. Permite mayor imaginación. Posibilita hacer lo aun-no-realizado que depende de
Además de esto, el desplazamiento fin/medio permite generalizar tan fuertemente lo aun-no-realizado. No se debe, naturalmente, pasar por alto que esto conduce·
los fines, que el logro del fin pierde toda referencia al tiempo y no puede ser es- a una autonomización de las decisiones intermedias. Sin embargo, no es un de-
tablecido positiva ni negativamente (en el sentido de inalcanzable). Los fine~ se sarrollo erróneo patológico que se podría y debería subsanar. Más bien, los logros
confunden, entonces, con los valores que sirven para fundamentar la diferencia improbables en general, y la absorción organizada de incertidumbre en particular,
perseguida. El ejército sirve para "mantener la paz", aunque entonces se deben tienen tipkamente este "otro lado" de su forma: la improbabilidad vuelve a emer-
comprar annas, construir regimientos, formar soldados y de estos requerimientos ger, aunque ahora en una forma claramente especificada. Por esta razón, es parte de
intermedios (medios) resultan, una vez que han sido postulados como subfines, la tarea de los puestos programados supervigilar continuamente el desplazamiento
otros requerimientos intermedios. Esto ha permitido que la ciencia organizacional fin / medio en sus efectos colaterales y, dado el caso, reaccionar con cambios o
incluso defina a las organizaciones como sistemas que logran metas, o que el an- ·complementos ante desmrollos erróneos imprevistos.
tiguo estructural-funcionalismo considere la mantención del sistema como su fin
supremo. Pero la autopoiesis no es una meta, sino la propia forma de operación.
En la vieja literatura de sociología de la organización el desplazamiento fin / v.
medio es juzgado esencialmente de modo negativo, cuando no es criticado como
patológico. 24 Tal juicio se impone cuando se identifica a la organización como sis- Con el concepto de programa de decisión, normalmente se piensa en reglas que
tema con la unidad de su meta. Si, por lo contrario, se parte del concepto de la pro- pueden ser aplicadas a más de un caso, sin limitación temporal. El tiempo se hace,
gramación de fines, se llega a uri juicio más equilibrado. Es impensable que todas' entonces, relevante en la forma de una reserva de cambio. Los progpamas, si son
las decisiones de una organización se orienten a un único fin global y tampoco es puestos en vigor, valen hasta que son modificados o derogados. Constituyen el "de-
realista imaginarse, que tal fin global pueda co-fimcionar en todas las decisiones recho positivo" de la organización. Hay, sin embargo, otras formas de referencia
temporal con problemas respectivamente específicos.
Los programas condicionales pueden prever eventos extremadamente raros, y
n· Cfr. Keith Hawkins, Envirorunent and Enforcement: Reguiation and the Social Defini~
tion ofPollution, Oxford 1984;Arthnr Benz/Wolfgang Seibel (Eds.), Zwischen Kooperation und aquellos que se espera que jamás ocurran, como activadores. Esto vale para pro-
Korruption: Abweichendes Verhalten in der Verwaltung, Baden-Baden 1992. gramas de movilización para el caso de una guerra y para programas de catástro-
24
Véase) por ejemplo, Robert Miche!s, Zur Soziologie des Parteiwesens in der modernen fes (programas de alarma, programas de evacuación, programas de limitación de
Demokratie, reimpresión de la 2" ed. Stuttgart 1957; Philip Selznick, An Approach to a Theory daños, etc.). El principal problema de estos programas es de la memoria. Deben
ofBureaucracy,American Sociological Review 8 (1943), pp. 47-54; Peter M. Blau, Bureaucracy
in Modero Society, New York 1956, pp. 93 ss.; David L. Sills, The Volunteers, Glencoe lll. 1957, poder ser recordados y, dado el caso, rápidamente actualizados, aunque jamás sean
. pp. 62 SS. aplicados. Esto contradice el modo típico de la organización mnemotécnica de·

314 315
recordar y olvidar, vale decir, la reimpregnación continua de las capacidades que primarias. Estos proyectos unitarios se caracterizan por limitaciones temporales
se liberan a partir de estímulos actuales. La memoria se adapta, mediante liberar y las consecuentes planificaciones de tiempo, en las cuales, por razones de costo,
/ reimpregnar, al entorno que es incontrolable para ella. Lo que no se presenta, se se ha de procurar que ningún segrnenio concluya demasiado antes ni demasiado
olvida. No obstante, en el caso de esta clase de programas de alarma, esto se debe tarde y que, al mismo tiempo, se cuente con reservas de tiempo para poder absor-
impedir por medio de ejercicios de práctica o a través de advertencias de no olvidar ber demoras difíciles de evitar en los tramos particulares. Por lo tanto, la paradoja
constantemente distribuidas, cuya recepción se ha de confirmar por escrito. En la aquí es: ahorrar tiempo y, simultáneamente, construir amortiguadores tempora-
memoria debe estar incorporada una memoria de segundo orden, una memoria que les; todo esto bajo la condición de que no puede ser previsto dónde ni cuándo se
desactive la propia tendencia a olvidar lo que nunca se presenta. producirán retrasos. Es tipico, entonces, que la impresión externa sea: se termina
Otro problema se encuentra en la posibilidad de la falsa alarma, con conse- después de lo planificado y sus costos son mayores de lo presupuestado.
cuencias catastróficas e irreversibles. En efecto, es muy difícil que la población de Mientras en esta clase de planificaciones de proyectos es usual, e incluso ne-
la ciudad de Haunover sea evacuada a Ostfriesland, si no es cierto que los rusos cesario, que coopere una pluralidad de organizaciones, donde falta la "jerarquía"
están invad.iendo. 25 El problema radica en la necesidad de decisiones rápidas. No como forma de coordinación global (precisamente: porque no valdría la pena crear
debe suceder que se disparen cohetes atómicos sin que haya ataque, sino sólo seña- una organización ad hoc para un proyecto único, en vez de recurrir a organiza-
les mal interpretadas. El problema debe entonces ser "factorizado", ser dividido en ciones disponibles, ya existentes), hay otros casos en los cuales el trabajo de una
señales para el control de señales, parn hacer posible el autocontrol de programas organización consiste en secuencias del proyecto. Piénsese en institutos de inves-
de esta clase tan peligrosa. Aunque con ello sólo se repite la problemática furnia- tigación, en firmas consultoras de empresas o en estudios de cine. Aquí la organi-
1 zación sobrevive a sus proyectos y precisamente en esto reside el problema. Esto
mental y se descompone en la alternativa falsa alarma/ falsa obstaculización de la
1 alarma. Y éste puede ser uno de los puntos en los cuales la organización depende conduce, por una parte, a la pregunta: ¿Cómo conseguir constantemente proyec-
de la casualidad de la prudencia y perspicacia de un solo individuo. 26 tos nuevos, para ocupar a los colaboradores, y en qué medida se debe reaccionar
Totalmente distinta es la situación en el caso de los programas de fines. Aquí a la fluctuación de los proyectos con una fluctuación de los colaboradores? Y,
pueden ser previ.stos programas altamente complejos para una única ejecución. además: ¿Cómo se puede recordar las experiencias con los proyectos y hacer-
Se habla de "proyectos". Piénsese en grandes proyectos como la construcción del las utilizables en otros proyectos? Las organizaciones qúe trabajan bajo la forma
túnel bajo el canal de la Mancha, el levantamiento de gigantescas represas hidro- de proyectos pagan por la gran variedad de tareas con una alta cuota de olvido. Los
eléctricas, la instalación de plantas de desalinización y potabilización del agua ma- proyectos finalizados son olvidados, aunque se descarten experiencias utilizables
rina, perforaciones petrolíferas en alta mar y, en todos estos casos: en numerosas de nuevo. Los datos puros, que resultan de investigaciones hechas poo encargo y
instalaciones adjuntas (dispositivos de almacenaje y transporte, programas de ha- que son suficientes para el informe final, no vuelven a ser analizados, porque los
bitación, etc.), que son necesarias para que puedan ser utilizadas las edificaciones colaboradores deben ocuparse en otros proyectos. Sí esto es así, ¿cómo se puede
remediar?, ¿hay en el sistema una "cultura narrativa", en la cual los colaboradores
compartan sus experiencias entre sí y con los nuevos?, ¿o hay, lo que seria difícil y
,se Había planes semejantes en los años 50.
raro, un sistema conceptual generalizado de análisis, con el cual extraer una suerte
26
Respecto a la importancia de la precaución cooperativamente ejercida ("heecf') para or- de plus valor de los proyectos y mantenerlo disponible para otros proyectos?, ¿O
ganizaciones con decisiones que se han de ejecutar rápida y arriesgadamente (portaviones), véa- participan los colaboradores disponibles en el inicio y decisión de nuevos proyec-
se Karl E. Weick/Karlene H. Roberts, Collective Mind in Organizations: Heedful Jnterrelating tos, de tal modo que, a costos de la amplitud de la gama de proyectos, las rutinas
on FlightDecks,Adrninistrative Science Quarterly 38 (1993), pp. 357-381. Sin embargo, nuestro
y experiencias seleccionan, por así decir, personalizadamente (y no en la forma de
texto trata casos en los cuales falta esta socialización cooperativa debido a !a escasa frecuencia
de, e incluso a que jamás se producen, las situaciones correspondientes. programas) aceptar o rechazar proyectos?

316 317
Un caso límite de referencia temporal de la programación, actualmente muy permanente del estado alcanzado, de la situación histórica del proyecto en caso que
considerado, es discutido bajo el concepto de riesgo. 21 A diferencia del concepto se requiera modificar a tiempo la planificación. Se deben incluir áreas de reflexión
de peligro, el concepto de riesgo sólo comprende consecuencias de decisiones atri- -<ln parte para corregir. el funcionamiento normal de la memoria del sistema, en
buibles a decisiones, vale decir, que no habrían ocurrido si no se hubiera tomado parte para ejecutar el proyecto como máquina no-trivial autorreflexiva y garantizar
11 la decisión. Desde la perspectiva de los programas, y sólo eso interesa por el mo- el paso de información constantemente renovada. Todo esto no significa, sin em-
"::
mento, los riesgos son el otro lado del tiempo programado. Se encuentran en el bargo, que las exigencias de programación de decisiones deban retroceder ante la
lado externo no controlable de la forma. Si bien se puede saber que existen y que dependencia del tiempo. Lo cierto es más bien lo contrario: deben ser construidas
siempre existen, se sabe también que no se pueden controlar. reflexivamente, de manera que los efectos problemáticos de la programación sim-
En los programas condicionales, se debe partir de una indiferencia estructu- . ple puedan ser controlados a su vez.
ralmente instalada respecto al futuro y, por lo tanto, también respecto al riesgo. Si
se quiere dotar de "responsabilidad por las consecuencias" a programas condicio-
nales, se les debe superponer un programa de fin, esto es, establecer qué conse- VI.
cuencias se desea alcanzar con ellos y qué sucesos consecuentes desautorizarían
al programa. La perspectiva de riesgo es, por lo tanto, una perspectiva límite de En ambas formas, como programas condicionales y como programas de fines, los
los programas de futuro, de los programas de fines. Aquí se ha de diferenciar los programas de decisión estructuran la memoria del sistema. Tienen la ventaja, irre-
riesgos de los costos: en la decisión de fin, los riesgos no pueden ser incluidos en la nunciable para la construcción de la memoria, de estar bien documentados. Deci-
planificación o a lo más sólo ficticiamente, por así decir, sólo a modo de adverten- den acerca de lo que se recordará de la práctica casuística del sistema y lo que se
cia." Un fin debe valer el costo de los medios, en otro caso no se intentaría alcan- puede olvidar de ella.
zarlo. Los riesgos conectados son de otra partida. Aquí se debe decidir, si se desea La memoria de orientación mantiene aquellos aspectos de las decisiones que
correr esos riegos o no. Es naturalmente posible trasladarlos del ámbito de riesgos pueden ser utilizados como premisas de decisión y olvida todo lo demás. Priori-
al ámbito de los costos. Ése es el negocio de los seguros. Pero no todos los ries- za por esto los sucesos protocolizados o protocolizables. Ciertamerite, también la
gos son asegurables y; por lo demás, esta solución es sólo un cambio de la forma experiencia de interacción de las personas se hace relevante como memoria social.
del riesgo en el riesgo de haberse asegurado inútilmente, si nada sucede. 29 Sirve de apoyo, por ejemplo, al decidir. en situaciones peligrosas" o cuando hay
En todos los casos de programaciones, en consecuencia, se debe tener en que decidir lo que se ha de comunicar por escrito y lo que se ha de comunicar sólo
cuenta muy atentamente los problemas de tiempo en la ejecución del programa , y oralmente. Aute todo la memoria del personal directivo mantiene ex¡ltlriencias di-
no sólo en la forma general de que el tiempo (de trabajo) cuesta dinero. Ante todo, fícilmente documentables, que no pueden ser dadas sin más en la marcha de los
se trata de cuestiones de la memoria, especialmente de problemas de autocorrec- negocios. Aquí se trata, por decirlo así, de la prácticamente incontrolable memoria
ción de la prestación normal de una memoria, vale decir, de lograr la adaptación "adulta" que destaca a los miembros antiguos de los nuevos. Se pierde cuando
al entorno mediante recordar / olvidar. Pero también otros problemas tempora- los miembros abandonan la organización. Mediante programas de decisión, por el
les se hacen intensamente relevantes -como en proyectos grandes la re-reflexión contrario, se puede establecer lo que se ha de recordar y lo que se puede olvidar. El
sistema se desviará de estas determinaciones y desarrollará una cultura narrativa
"Cfr. Niklas Luhmann, Soziologie des Risikos, Berlín 199!. propia y una propia praxis de advertencia, basadas en ejemplos concretos. Pero
28
Un casO típico de consideración preventiva del riesgo es evitar riesgos, por ejemplo en los programas de decisión son indispensables como armazón aproximativa para la
inversiones, cuya realización pudiera hacer peligrar la liquidez de !a finna.
29
Especialmente sobre esto Niklas Luhmann, Das Risiko der Versicherung gegen Gefahren,
Soziale Welt 47 (1996), pp. 273-283. · 30
Sobre esto, también Weick/Roberts Op. Cit.

Jl8 319
discriminación entre recordar y olvidar -sobre todo cuando se debe contar con un quiere recurrir a ellas, requiere reconstrucciones extremadamente dispendiosas,
recambio permanente de los miembros. como quien dice, procedimientos de criminalística. Por eso renunciamos a la di-
La función de una memoria no consiste, por lo tanto, en la conservación de la fundida concepción de que una memoria organizacional consiste en una coinciden-
mayor cantidad posible de "datos" del pasado, 31 sino en la reducción de la comple- cia de sentido, en un "sharing" (compartir) de memorias individuales. 33 Si tal cosa
jidad mediante el constante olvidar, el cual se interrumpe, sin embargo, en casos existiese, no se podría comprobar por la vía de la comunicación (o solamente en
excepcionales. En esta- medida, la palabra griega para verdad, "aletheia" = impe- casos muy excepcionales).
dimento del olvido, describe exactamente nuestro problema. La memoria trabaja En toda condensación de identidades se deben solucionar, adicionalmente,
siempre en el presente y refiere, tanto al olvidar como al recordar, únicamente los problemas de facilidad y rapidez del reconocimiento. El proceso de decisión no
estados propios del sistema. El olvidar libera continuamente las capacidades de puede alcanzar la velocidad necesaria, con exigencias de interpretación que po-
orientación del sistema para elaborar nuevas informaciones. Pero, al mismo tiem- nen tan alta la vara y, además, dichas exigencias aumenta_rían la probabilidad de
po, los sucesos actuales son puestos a prueba en la repetición. Ya son conocidos disensos y malentendidos. Estas también son exigencias internas, para las cuales
y sólo son nuevos y sorprendentes en aspectos particulares como, por ejemplo, el no se puede presuponer ningún correlato en el entorno. Sería incluso absurdo si
instante temporal en que suceden. Si se presupone, entonces, que las identidades se debiera examinar el entorno para entender si y por qué el sentido es fácilmente
pueden ser condensadas y ser reconocidas en diversas situaciones, el reconoci- identificable, reconocible y rápido de elaborar.
miento sirve a la actualización continua de la memoria del sistema y, con ella, a la Esta función de memoria se hace disponible en el sistema gracias a la progra-
selección de aspectos del entorno, cuya importancia se asume, porque se presentan mación de decisiones mediante decisiones. En los programas condicionales se es-
reiteradamente. Pero en el entorno mismo no hay repetición, el entorno es lo que tablece a qué causas activantes, que son de esperar repetidamente, se ha de prestar
es. La memoria del sistema debe, por lo tanto, construir de tal modo al entorno, especial atención, aunque se presenten en distintos momentos y en diversos con-
que pueda reconocer y recordar repeticiones. 32 . textos, por ejemplo, personas totalmente diferentes formulan peticiones, las cuales
Tampoco presupone la memoria que lo recordado se localiza en el pasado. hay que procesar, sin embargo, en la misma forma. (Desde aquí se hace fácil notar
¿Quién podría fechar las muchas palabras que puede recordar (y las que eventual- que la demanda de una praxis de decisión "impersonal" plantea altas exigencias a
mente ha olvidado)? Basta con saberlas. Debido a esto, una memoria que coopera . la memoria del sistema y se encuentra simultáneamente expuesta a intentar orien-
en todas las operaciones tampoco presupone ninguna atención intencional. Trabaja tarse concretamente por las singularidades de la situación.) En los programas de fi-
sin ser notada, de tal modo que la comunicación se puede distanciar de la conscien- nes también se pueden desarrollar rutinas en al acoplamiento de fines y medios (o:
cia y producir sus propias redundancias. Esto no significa, como ya hemos dicho, problemas y soluciones) que se recuerdan y se aplican repetidamente>. Jales rutinas
que no cooperen la consciencia y la memoria individual. Pero si la organización delimitan el espacio de los equivalentes funcionales; e incluso cuando se requiere y
premia la "innovación", se recurre en general a rutinas recordadas o a experiencias
31
Aunque eso sea lo que sostiene la concepción,.absolutamente dominante, orientada a la de otras organizaciones y se define el problema a resolver en tal forma, que pare-
memoria de la consciencia. Véase, por ejemplo, James P. Walsb/Gerardo Rivera Ungson, Or~ cen ser aplicables soluciones ya conocidas. 34
ganizational Memory, Academy of Management Review 16 (1991), pp. 57-91, con una cita del
American Heritage Díctionary 1969: ''Memory is 'the faculty of retaining and recalling things La memoria programada del sistema debe estar sintonizada con las capacida-
past"' (La memoria es la 'facultad de retener y recordar cosas pasadas'). des de decisión, esto es con las capacidades de comunicación del sistema. Cuando
3
~ Véase, además, Heinz von Foerster, Das Gediichtnis, Eíne quantenphysikalische Unter~ el sistema se sobre exige a sí mismo mediante la propia programación, entran en
suchung, Wien 1948; Heintz von Foerster, Quantum Mechanical Theory of Memory, en Heintz
von Foerster (Ed.), Cybemetics: Circular Causal, and Feedback Mechanisms in Bíological
and Social Systems, Transactions ofthe Sixth Conference, March 24-25, 1949, New York 1950, "Así Walsch/Ungson Op. Cit. p. 61.
34
pp. ll2-134. Volveremos sobre esto en el capítulo 11, sobre el cambio estructural.

320 321
r
i!,j acción, por así decir, defensas naturales. La discriminación entre olvidar y recor- que no requieren ser extraídas del enlomo. Con su ayuda, el sistema puede variar

!.•
1
dar, necesaria para la reducción de complejidad, es aplicada a los propios pro-
gramas de decisión. El sistema olvida sus programas o desarrolla una memoria
su propia orientación al entorno y decidir a qué hechos del entorno (sucesos, es-
tructuras) quiere otorgarles efectos causales. Con esto no se excluyen irritaciones
i secundaria, que ofrece indicaciones acerca de cuándo se ha de buscar en los libros. inesperadas del entorno: ¡En los bancos de sangre se ha encontrado virus de SIDA!
Los programas de decisión del sistema del derecho de la sociedad, desde hace ya Pero, de nuevo, depende de qué programas son activados el modo en que estas irri-
1
mucho tiempo sólo son practicables en este nivel de memori1t secundaria. taciones serán definidas en el sistema y transformadas en informaciones.
Estas reflexiones sobre funciones y limitaciones de la memoria nos hacen, La autopoiesis siempre es únicamente producción y jftffiás: control total so-
ante todo, comprender cuán inadecuado seria concebir a las organizaciones como bre todas sus causas necesarias. Esto se encuentra ya implícito en el concepto de
administraciones que ejecutan la voluntad de un poder central, esto es, como jerar- producción. El medium causalidad comprende siempre al sistema y su entorno,
quías de mando. Una orden recubierta de poder y competencia carece de eficacia si precisftffiente porque el sistema no existiJia sin enlomo. Debido a esto, como ya ha
no es recordada; o si es recordada en conjunto con tantas otras órdenes, que emerge sido dicho antes, la autopoiesis no se deja concebir como aislamiento causal, sino
la confusión y, con ella, la libertad de decisión. La memoria del sistema puede, por solamente como reproducción a partir de sus propios productos. Precisamente por
cierto, ser influenciada y modificada por medio de la programación, pero esto tam- eso deben los sistemas autopoiéticos procurarse suficiente causalidad propia, para
bién se debe hacer, a su vez, eficaz como memoria. La memoria del sistema con- estar resguardados en el trato con las dependencias causales de su entorno y poder
trola todos los impulsos de la voluntad y trabaja con el mecanismo de inhibición y encontrarse con ellas de manera en parte selectiva, en parte compensatoria. En el
desinhibición: Si algo ha de ser recordado, debe ser olvidado casi todo lo demás. caso de los sistemas organizacionales esto se logra por la vía de la progr1tIDación.

VII.

Tanto los programas condicionales como los progr1tIDas de fines amplían el re-
pertorio de posibilidades causales de su sistema organizacional. Complementan la
causalidad natural de los acontecimientos con causalidad estructural y causalidad
negativa, esto es, con una causalidad de errores y omisiones. Estas causalidades
también son activadas por operaciones que tienen efectivamente lugar, pero en los
casos mencionados se trata de operaciones que no habrían ocurrido si no existieran
las estructuras ni los hechos negativos por los cuales se orientan. Un programa es
'.
aplicado o no es aplicado, es correcta o erróneamente aplicado -y ambas posibili-
dades tienen consecuencias en el sistema. Por eso la planificación y el análisis de
las relaciones entre causas y efectos pueden incluir expectativas estructuralmente·
fijas y esto vale tanto para el caso en ·que se cumplen, como también para el caso
en que se frustran.
Con esta construcción de causalidad propia, el sistema logra la independencia
del entorno que le permite clausurarse operativamente y construir una complejidad
propia. La causalidad propia garantiza al sistema una cantidad de causas móviles,

322 323
CAPÍTULO 9.
PERSONAL

l.

Las cuestiones de la administración del personal, del personal management, han


permanecido largo tiempo a la sombra de otras formas de premisas de decisión. La
organización se identificaba por sus melas (y, con ello, en general mediante progra-
mas de fines) y por esto las reflexiones sobre su racionalización se ocupaban, ante
todo, de la construcción jerárquica de la organización, esto es, de competencias
y vías de comunicación. Se trataba de centralización o descentralización, jerar-
quías empinadas o plan.as, relación entre línea y staff, incorporación del principio
de grupo en las descripciones demasiado individualistas (crítica al "taylorismo")
y preocupaciones semejantes.' La selección de personal tenía que presuponer las
decisiones correspondientes sobre los demás componeúies de los puestos. 2 Tenía

' Referencias bibliográficas cap. l, nota 11 a pie de página.


2
Véase, como una declaración clásica contra la orientación prioritaria a personas, Lyndall
F. Urwick, Toe Elements of Administration, New York !943, p. 38: "It is wast!eful (orientarse
a las peculiaridades de las personas) because unless jobs are clearly put together along lines
of functional specialization it is impossible to train new men to succeed to positions as the in-
cumbents are promoted, resígn or retire. A man cannot be trained to take over another's special
personal experience and yet if jobs are fitted to men rather than mento jobs that is precisely what
!he ernployer mus! try to do .... !t is difficult enougb to find suitable individuals to fill positions
of responsibjlity when one half ofthe equation is 'given', that is, when the job is defined: When
both the job and the man are uncertain, unknown quantities, hours and days are likely to be ex~
pended in fruitless discussion and indecision." (Es un desperdicio orientarse a las peculiaridades
de las personas, porque es lmposible entrenar a nuevos hombres para ascender a posiciones cu~
yos ocupantes hayan sido Pi:omovidos, renunciado o jubilado, a menos que los puestos de trabajo
estén claramente unidos a lo largo de líneas de especialización funcional. Un hombre no puede
ser entrenado para hacerse cargo de la experiencia personal particular de otro e incluso si los
:¡¡ puestos de trabajo se encuentran ajustados a los hombres en lugar de los hombres a los puestos,
1:!

i 325

!¡'
'
que someterse, más mal que bien, a los principios del decidir racional. La adminis- pectativas. Aunque el individuo esté dispuesto a cambiar, se encuentra vinculado
l'1,li tración de personal valía como una competencia especial -tanto en la descripción a expectativas sociales con las cuales se confronta diariamente y, asimismo, las
11 de sus tareas como en sus atribuciones de decisión otorgadas por la organización. exigencias modificadas se dirigen siempre a la misma persona que debe caute-

1il Su idea guía era: "El hombre correcto en el lugar correcto".' El principio de su
racionalidad era, por lo tanto, la correlación'entre dos variables desconocidas, el
lar su identidad para muchos contactos sociales. La memoria personal y la so-
cial se entretejen de manera tan enmarañada, que una modificación planifica-
principio de su praxis, en consecuencia, el oscilar entre detenninaciones en un da no puede encontrar la asimetría que necesitaría para apoyar su palanca. Así
¡1 lado y otro, entre evaluaciones de personal y descripciones de puestos; y, dado es comprensible que se sugiriera no intentar los cambios aquí, sino en los planes
.1
í:i que las personas son dificiles de movilizar y prácticamente imposibles de cambiar, organizacionales y descripciones de tareas y dar por descontado que las personas
,I'1 su praxis nunca podía ser suficientemente rápida, en condiciones permanentemen- en cuanto individuos seguirían, de alguna manera, las realidades transformadas.
fl te cambiantes, para poder honrar las esperanzas de racionalidad. Se subvaloraba también, correspondientemente, el problema de las premisas de
íl
1, Con esta máxima quedaban fuera de consideración, además, las expectativas decisión relativas al personal.
ti
,¡ fácticas de los individuos. Dichas expectativas siguen un propio juicio sobre posi- Algo parece cambiar, en los últimos tiempos, en este cuadro tradicional de la
l1 bilidades y obstáculos de una carrera. Los superiores deberían, no obstante, contar administración de personal.' Las tareas son comprendidas de forma más compleja
con estas expectativas y jugar con ellas, porque en tanto las posibilidades de ascen- y se pone mayor atención sobre el problema de la relación entre disposición al
¡¡ so tengan un rol, se hace dificil separar las correspondientes atribuciones de deci- trabajo y capacidad de trabajo, para las tareas establecidas y su ubicación en el
sión de las atribuciones generales del superior. La "soberanía sobre el personal" es sistema. 6 Con esto se vinculan nuevas expectativas y con ellas también oportuni-
(y, naturalmente, sigue siendo) un importante instrumento de dominio, sobre todo dades para que la subjetividad de los participantes sea utilizada como "regulador
cuando los subordinados pueden ser dejados en el desconocimiento sobre la forma del sistema", 1 Para la administración pública se ha comprobado, por ejemplo, que
de manejarla. La.participación del grupo en la selección del personal exigida por el
5
movimiento de human re/ations, sigue siendo discutida. 4 Véas~ la sugerencia hecha ya por Herbert A. Simon et al., Centra!iza,tion vs. Decen-
tralization in Organizing'the Controller's Department, New York 1954, pp. 95 ss., a siempre
Esta importancia secundaria de las cuestiones de personal ha conducido a ilu-
considerar también, en las reflexiones organizacionales, los valores de formación y carrera de
siones en relación con la mutabilidad de las organizaciones, porque los planes or- !as posiciones.

I ganizacionales y las descripciones de tareas se dejan modificar fácilmente, prácti- 6
Para un panorama de manual sobre el ámbito de la ciencia económica de la empresa,
i, Cfr. Wolfgang H. Staehle, Management: Eine verhaltenswissenschaftliche Perspektive, 4' ed.
1¡ camente con un trazo de lápiz. Por lo contrario, el aglomerado de auto expectativas
¡¡
,, y heteroexpectativas reconocido como "persona" es dificilmente transformable, si München 1989, pp. 718-828. Para cambios en el sector, véase también Wolfga¡¡g H. Staehle,
1: The Changing Face of Personnel Management, en: G. Dtugos et al. (Eds.), Management under
i! es que lo es. Esto se debe, no por último, a la conexión circular de auto- y heteroex- Differing Labour Market and Employment Systems, Berlín 1988, pp .. 323-333, Cfr., además,
i¡ M. Kolb, Flexibilisierung und ·JnqiVidualisierung a!s neue personalwinschaftliche Gestal-
!1

esto es precisamente lo que debe tratar de hacer el empleador.... Es bastante difícil encontrar tungsprinzipien, Zeitschrift für Personal 6(1992), pp. 37-48; Dieter Wagner, Personalfunktion
individuos adecuados para ocupar posiciones de responsabilidad cuando la mitad de la ecuación in der Untemehmensleitung, Grundlagen, ·Empirische Ana!yse, Perspektiven, Wiesbaden
está 'dada', esto es, cuando el puesto de trabajo está definido. Cuando tanto el puesto 1e trabajo 1994, esp. pp. 293 ss. En conjunto se tiene, en efecto, la impresión de que la ciencia econó-
como el hombre son inciertos, cantidades desconocidas, es probable que se gasten horas y días mica (alemana) d~ la empresa no puede comprender todavía adecuadamente, con sus aparatos
en discusiones intluctuosas e indecisión.) conceptuales y sus esquemas de pensamiento, los cambios en las propias empresas. Con todo,
3
Esta fonnulación en Walter Jost, Das Sozialleben des industriellen Betriebs: Bine Analy~ actualmente es dificil evaluar en qué medida los cambios sólo tienen lugar a nivel de la retó-
se der sozialen Prozesse im Betrieb, Berlin 1932, p. 6. rica y en qué medida afectan ~l comportamiento efectivo y la organización y programación
1
' El principio cOntrario también declaraba: Impedir la formación de c!iques. Cfr., basado del personal.
en experiencias en la finna Bahlsen, Kurt Pentzlin, Rationale Produktion: Methodik, Grundre- 1 Véase Martin Baethge, Arbeit, Vergesellschaftung, ldentitiit - Zur zunehmenden nor-

geln und praktische Beispiele, 2ª ed. Kassel 1950, pp. 92 s. mativen Subjektivierung der Arbeit, en: Wolfgang Zapf (Ed.), Die Modemisierung moderner

326 327
los directivos son fuertemente sobrecargados por problemas de decisión crecien- ocasiones, como tales, no son neéesaríamente positivas), activando ponderaciones
. temente complejos y, especialmente, por el traslado del punto de gravitación des- de racionalidad y comunicación con otros puestos, sólo cuando se presenten pro-
de programas condicionales a programas de fines, con la consecuencia que sus blemas de decisión en este nivel de oscilación primaría. No obstante, se puede ver
diferentes rasgos personales y estilos de decisión repercuten con mayor fuerza.' de inmediato que esto podría acarrear problemas de amplio alcance (no soluciona-
Aunque también para los empleados y trabajadores es menos obvio que antes, que bles, quizá) para la organización de la formación técnico-profesional y del merca-
pueden percibir adecuadamente sus encargos y, según lo requieran, pueden ser es- do laboral. En todo caso, una competencia primaría como ésta no tendría cabida
timulados mediante instrucciones y controles. Esto no debe ser entendido en el en los certiJlcados ni denominaciones laborales acostumbrados, con los cuales el
sentido de que las instrucciones y controles puedan ser sustimidos por la autodis- sistema de formación y las ofertas del mercado laboral han preestructurado, hasta
ciplina. También esto vale acaso menos que nunca antes. Sin embargo el problema hoy, las posibilidades de reclutamiento.
de la superación de la diferenciación sistémica de individuos y organización en- Estas transformaciones pueden estar relacionadas con el aumento de la dispo-
cuentra atención creciente como componente difícilmente elirninable del "General sición a la comunicación referida a personas. 11 Hoy en día, más que antes, se dice
Management" 9, algo semejante debería ser válido también para cuestiones referi- lo que se piensa, se prefiere, se considera correcto, haciendo referencia al juicio
das a la disposición al riesgo. Pero ante todo pasa a primer plano la elaboración propio, vale decir, a sí mismo como premisa del .decidir propio. La autoridad para
cooperativa de soluciones para los problemas y, con esto, la cuestión de cómo se la absorción de incertidumbre es también más débil que en las organizaciones aun
pueden usar mejor los conocimientos específicos, las experiencias y los contactos determinadas por la estratificación o formación + estratificación, del pasado. Las
repartidos en el sistema.'° relaciones cambian más velozmente que antes, con la consecuencia de que se debe
Tales cambios, que por de pronto son únicamente expresión de deseos y no exigir mayor adaptación voluntaria, no coercible, a los cambios. Los límites de la
modificaciones distinguibles en el personal, pueden tener consecuencias para lo "zone ofindif.ference"(Bamard12 ) hoy deberían ser más fluidos y difíciles de deter-
que, en todos los niveles de la jerarquía, podría denominarse competencias esen- minar que antes y, con todo esto, se está menos confiado en la cuestión de qué pre-
ciales. Se pu_ede tratar todavía de viejas virtudes, tales como compromiso con las sunciones encuentran consenso en el sistema y cuáles no. De todo esto se concluye,
metas organizacionales, disciplina y posponer intereses "privados"; pero podría ser con una formulación muy divul_gada, a la necesidad de "comunicación abierta". Y
requerida, cada vez más, una suerte de competencia intercalada que consistiría finalmente, de esta ampliación del interés por las personas, extrae su fuerza y po-
en reconocer ocasiones y en una ampliación de alternativas tal vez sólo temporal, pularidad la moda que se expresa en conceptos como "corporate culture", "organi-
y por ello no factible de ser prescrita. El sistema debería poder oscilar, en todos zatíonal symbo/ism" o "corporate identity"." Con esto se espera sacar deducciones
los niveles de su estructura de personal, entre echar o no mano a las ocasiones (las más o menos confiables desde la cultura a los motivos. ,•

Gesel!schaften: Verhandlungen der 25. Deutschen Snzinlogentages in Frankfurt am Main 1990,


Frankfurt 1991, pp. 260-278. n Para esto y los siguientes puntos de vista, Cfr. también Emil Küng, Gesellschaftlicher
8 Véase, al respecto, Rainer Koch, Entscheidungsverhalten und Entscheidungsunterstüt· Wandel und Untemeinnensführung, en: Gilbert J. B. Probst/Hans Síegwart (Eds.), Integriertes
zung hOherer Verwaltungsbediensteter. Zur Weiterentwicklung des Führungs- und Entschei- Management: Bausteine des systemorientierten Managements. Festschrift Hans Ulrich, Bem
dungsinstrumentariums offentlicher Verwaltungen, Verwaltungsarchiv 83 (1992), pp. 26-52; 1985, pp. 445-453; Tbeodor M. Bardmann/Reiner Franzpotter, Untemeinnenskultur: Ein post-
Rainer Koch, Entscheidungsstile und Éntscheidungsverhalten von Führungskriiften Offentlicher modemes Organisationskonzept?, Soziale Welt 41 (1990), pp. 424-440; Tbeodor Bardmann,
Verwaltangen, Verwaltung und Fortbildung 21 (1993), pp. 179-197. Wenn aus Arbeit Abfall wird: Aufbau und Abbau organisatorischer Realítaten, Frankfurt 1994,
9 Véase sólo Rudolf Wimmer, Wozu brauchen wir ein General Management, Hemsteiner esp. pp. 339 ss.
6/3 (1993), pp. 4-12 (11 s.). · " Cfr. supra, cap. 3, nota 12 a pie de página.
10
Véase, por ejemplo, Michel Crozier, L'Entreprise al'écoute: Apprendre le management tl En esto, especialmente Mats Alvesson/Per OlofBerg, Corporate Culture and Organizatio-

post-industrie!, Paris 1989. nal Symbolism: an Overview, Berlin 1992, esp. pp. 35 ss.

328 329
Se amplían, correspondientemente, las tareas para la administración del per- y los demás y que toda planificación de personal opera como una selffulfilling /
sonal. Continuan, naturalmente, existiendo las tareas clásicas de planificación de se/fdefeating prophecy. Se observa que hay una consulta para problemas de al-
necesidades y selección "adecuada",.
pero se agregan tareas más bien de cuidado , cohol, aunque también:. si queda en la simple consulta, y también: si los progra-
cuando no terapéuticas. Esto incluye prever una medida soportable de acuerdo en mas correspondientes se aplican o no en los niveles más altos de sistema. El inte-
las expectativas recíprocas, un equipamiento del lugar de trabajo referido no sólo rés intensivo, estimulado aún más por la atención oficial, desencadena en las
al rendimiento, sino también a los trabajadores," la facilitación de ayuda para pro- personas una gran cantidad de atribuciones causales. Cuando alguien es promovido
blemas personales (con el alcohol, por ejemplo), la planificación de períodos de o llega a altas posiciones como escalador lateral, debe haber razones que no coin-
acostumbramiento (inducción) para los recién llegados y de desvinculación (out- ciden necesariamente con las razones declaradas (mejor elección posible). En este
placement) para quienes renuncian o son víctimas de reducciones de puestos de ámbito más que en ningun otro escribe el sistema su propia historia y este efecto
trabajo; además del examen de todos los puestos de trabajo desde la perspectiva constructor de cultura organizacional es muy dificil de anticipar, considerar o corre-
de las oportunidades de carrera que ofrecen, incluyendo una planificación de gir en la planificación de personal.
aprendices con posibilidades de ascenso al interior del mismo sistema con priori- Frente a estas dificultades, debemos buscar una explicación mejor, que las
dad sobre las posibilidades de atraer trabajadores desde afuera. También se suman incluya, sobre el creciente y más complejo interés en las personas. Ésta ya se en-
ofertas de compensación para personas sin perspectivas de continuar, hasta jerar- cuentra en el análisis de la autopoiesis del decidir. Todas las decisiones se enfren-
quías aparentes que ofrecen posibilidades de promoción, sin que exista el corres- tan a un futuÍo desconocido, con aquel espacio para oscilaciones qu, ellas dirigen
pondiente requisito de competencia. En breve: todo lo que existe en el sistema en una dirección detenninada y, al dirigirlo, simultáneamente lo reproducen. El
debería ser revisado por segunda vez, desde la perspectiva de sus efectos sobre las ignoto ser del futuro es el recurso más importante, que pennanece y se renueva
personas y sus decisiones. pennanentemente, de los procesos de decisión. Por eso las personas sirven como
Expectativas de tanta tensión se estrellan duramente, sin embargo, contra la símbolos asibles para el ser desconocido del futuro. Por eso no debe sorprender
impredictibilídad de los índívíduos. Pese a todas las límítaciones, todavía se sobre- sí, en la medida en que la dependencia del sistema respecto a las decisiones se
valora la capacidad del individuo para decidir racionalmente (como sí se pudiera hace tema de la comunicación y en la medida en que el cambio de las premisas de
reclutarun mejor decidir)." Los conceptos de una responsabilidad, tan ampliamente decisión también es incorporado en las rutinas diarias, aumenta el interés oficial
delineada, por el personal producen, por lo tanto, una realidad que no corresponde e infonnal en las personas. En las personas se encuentra, por así decir, el com-
a la que querían producir. Esto radica, no por último, en que se encuentran mvolu- promiso entre pasado y futuro (son como son, pero no se puede saber con certeza
cradas las personas c~mo individuos, que observan cómo son tratadas ellas mismas cómo actuarán) que la organización tiene que convertir en decísíone,,.m
Lo anterior también vale, elevado a potencia, para las propias decisiones so-
!
4
En esto, especialmente Charles Perrow, Toe Organizationa! Context ofHuman Factors bre el personal. Por·esia razón, se debe partir, de manera realista, de las limita-
Engineering, Administrative Science Quarterly 28 (1983), pp. 521-541, y Greg R. Oldham/ ciones cognitivas y técnico-decisionales de cada administración de personal. Nos
Nancy L. Rochford, Relationships between Office Characteristics and Employee Reactions:
atenemos, por lo tanto, a la distinción presentada en el capítulo 3, entre los seres
AStudy of the Physical Envirorunent, Administrative Science Quarterly 28 (1983 ), pp. 542-556.
15
· Esto vafe de manera muy general y está, por así decir, institucionalizado como sobre-
humanos individuales y las organizaciones como sistemas sociales, esto és, a la
valoración. "The extraordinary modern built-in faith in the capacities of the se!f as decision hipótesis de que los seres humanos únicamente logran relevancia operativa en las
maker is still amazing, and Httle justified by any experience" (La extraordinaria y empotrada fe organizaciones, en la medida que son indicados en la comunicación.
moderna en las capacidades del sí mismo como tomador de decisiones todavía es sorprendente
y poco justificada por experiencia alguna), hace notar John W. Meyer, Self and Life Course:
Institutionalization and its Effects, en: George M. Thomas et a!. (Eds. )i Jnstitutional Structure:
Constituting State, Society, and the Individual, Newbury Park 1987, pp. 242-260 (248).

330 331
W'
!I

II. ac"erca de personas. Recién desde allí se puede obtener una idea del contexto en el
1 cual deben ser incorporadas las decisiones sobre el personal, como sea que resulten,
En el presente capítulo sobre personal, en consecuencia, sólo se trata de personas y del cual depende que encuentren comprensión o generen disconformidad.
no de seres humanos individuales completos en la realización de sus autopoiesis: Se elaboran historias acerca de personas, en tanto sean conocidas, de las cua-
tanto vital como psíquica. 16 Las personas son formas especiales de observación de les una ínfima parte queda reflejada en documentos escritos ~por ejemplo, en eva-
la coherencia de situaciones, vale decir, pautas ordenadoras con propiedades alta- luaciones oficiales del personal. Estas narraciones se atienen, principalmente, a la
mente selectivas. Su nombre designa una cantidad (inimaginable en sus detalles) distinción entre características constantes y variables. Por un lado aparecen como
de situaciones. Por lo demás, limitaremos nuestra exposición ,al tratamiento de carácter, por el otro como motivos. Este esquema de observación también vale,
las personas como premisas de decisión y, en esa medida, seguiremos las directi- por lo demás, para la novela moderna y desde allí puede haber sido impuesto a la
vas del capítulo 7 sobre premisas decisionales. Se trata· de premisas de decisión experiencia cotidiana. El carácter es tratado como previamente dado, justamente
en un sentido doble, esto es, de premisas que son comunicadas como "personales" en como constante, con que se debe contar. "El carácter, en cuanto tal, no se deja ...
cada comunicación de decisión, y de premisas que, en las decisiones sobre personal, motivar" se lee, como sugerencia a los escritores de novelas, en Jean Paul. 17
son anticipadas como premisas para las decisiones futuras de personas determinadas. Del mismo modo que en las novelas, también en el día a día de la comunica-
A nivel de la absorción operativa de incertidumbre, las decisiones siempre son, ción sobre personas, la distinción constante/ variable, o bien, carácter/ motivos es
en mayor o menor medida, atribuidas a personas y esto (con divergencias notables) un artefacto sin fundamentos en la realidad corporal y psíquica del ser humano. El
tanto por el propio decisor como por quienes tienen que tratar con sus decisiones, constructo simplifica la comunicación sobre personas y deja al éxito de la comuni-
sea porque las esperan, quieren influir sobre ellas, intentan explicarlas o desean cación, si y qué se atribuye como motivo y, con ello, se expone a influencias o re-
estar mejor preparados para futuros casos de tratativas con quien decidió, sus prefe- proches. Una especulación empíricamente verificable podría levantar la hipótesis de
rencias y su "estilo". La atribución a personas sólo es posible en tanto, aunque tam- que si se lo conoce por largo tiempo, el carácter se condensa y disminuye el aspecto
bién es obvio, se espera, que otras personas decidirían de otra forma. Esta premisa motivable, porque cada vez más experiencias son registradas como repetición de
puede permanecer implícita, siendo activada solamente cuando se hace actual la rasgos ya conocidos. Las organizaciones que envejecen pueden, entonces, tal como
cuestión de si alguien participa o no en decisiones, o cuando se presentan decisiones las parejas que han envejecido, padecer de la disminución de la esperanza de aislar
sobre personal. motivos y, dado el caso, de influir sobre ellos. Reestructuraciones de amplio alcance
Contra todas las leyendas acerca de la burocracia "impersonal", se debe consta- pueden, entonces, fracasar ante el artefacto de la fuerza de carácter incorporado en
tar que, al interior de las organizaciones, la orientación a las personas tiene una signi- la comunicación y deben, en consecuencia, intentar realizar sus esper¡nzas por la
ficación relevante. A partir de la manera en que la paradoja de la decisión es resuelta vía del reclutamiento de personal nuevo o la fundación de nuevas organizaciones.
por medio de la atribución a personas, puede asumirse, incluso, que el aporte perso-
nal al proceso de decisión es, en la praxis, más bien sobrevalorado que subvalorado.
Se debería, por eso, investigar más precisamente cómo y en qué formas se comunica III.

16
Y aún es riecesario remarcar que esta distinción es, a su vez, una reacción teórica a una Se habla de decisiones sobre personal, cuando se refieren a la membreéía en el
exigencia excesiva a la administración de personal que se presentaría en caso contrario. En la sistema o a la ocupación de puestos de trabajo. Éste es el caso en decisiones sobre
medida, en que aumenta la comprensión de la compleja individualidad de !os individuos y, pre-
cisamente para ello1 la sociedad prepara y pennite fonnas comunicativas de expresión, se debe
dejar de lado la idea de que los individuos serían, grosso modo, variables dependientes de un
17 Véase Jean Paul, Vorschule der Asthetík, cit. según Werke, voL 5, München 1963,
proceso de planificación y administración. p. 245.

332 333
f'

1 ingreso (contratación) y salida (despido) y en decisiones referidas a traslados, con ciones de lo que se considera justo; también produce la expectativa de indignación
común y,. en este sentido, solidaridad." La esquematización que esto hace nece-
1 0 sin promoción, al interior del sistema. Una selección positiva requiere suponer

! una adecuación mutua entre las expectativas de la organización, definidas median-


te los puestos, y las capacidades y actitudes que trae consigo la persona. Tales
saria explica las notorias preferencias por la antigüedad en años de servicio como
fundamento para los ascensos, por concursos internos y por asesorías prolijas, fre-
expectativas pueden resultar de procedimientos de evaluación durante el procesó cuentes en los gremios, para la preparación de decisiones importantes. Mucho de
de decisión sobre la contratación o como condensado de experiencias en el trato esto es trabajo simbólico en una decisión largo tiempo ya tomada o punto menos
con la persona, que a veces se encuentran documentadas por escrito en la forma que tomada. De esta presión por "objetividad", también resultan un cierto forma-
de "evaluación del personal". Dado, no obstante, que los juicios sobre las personas lismo en la presentación de la decisión, una retórica comunicativa de criterios,
son poco confiables y que, además, dependen en medida considerable de quien expectativas y fundamentaciones, así como una manipulación poco transparente de
haga la ev~luación, buena parte del peso de todas las decisiones sobre el personal exigencias, en vistas a un candidato preferido. Se debe producir la impresión que la
descansa en posibilidades de corrección posteriores. decisión, tanto justa cbmo cuasi casualmente, prefiere a un individuo a los demás,
Las premisas de decisión personales se distinguen, en un aspecto esencial, de aunque sólo sea para contrarrestar o hacer más dificil la sospecha de motivos no
los programas de decisión: no pueden continuar siendo descompuestas. Se puede, objetivos. Cuando la decisión es presentada como cuidadosamente considerada,
por cierto, distinguir analíticamente entre conocimiento, capacidades, preferencias, objetivamente justa y carente de motivos la.terales, el proceso de absorción de in-
contactos externos, edad, gé_nero, actitud de cooperación, ritmo de trabajo, etc. de certidumbre habla por sí mismo y la sospecha sobre motivos no declarados sólo
personas determinadas, y ésas son variables importantes de toda evaluación for- puede ser ventilada como afrenta, la cual debe ofrecer pruebas.
mulada del personal. Sin embargo, éstas y otras variables están dadas de. manera
compacta en la persona respectiva, se identifican con ella y no (o apenas) se dejan
modificar separadamente - para decepción de todos los que se ocupan del "desarro- IV.
llo del personal". En la medida que esto es así, la planificación del personal debe
concentrarse en procedimientos de traslados internos en el sistema, lo que ante Con las decisiones sobre el personal se decide acerca de la ocupación de puestos
todo significa: trabajar con un manejo selectivo (en vez de sólo recompensador) de y, con ella, también sobre premisas de decisión. Los aportes decisionales de las
las promociones. personas se deben, a su vez, a una decisión. Para esta decisión no hay principios ni
Cuando se acentúa tanto la individualidad de las personas, con la idea de que garantías de rectitud, diga lo que diga la comunicación organizacional interna. Su
cada una es diferente a las demás, se podría deducir que las personas deberían ser aporte radica exclusivamente en las decisiones que, mediante esta prelliisa "perso-
tratadas -individualmente. A esto, sin embargo, se opone el hecho de que los indi- na", se hacen posibles y diferencialmente pre-reguladas. Únicamente suponiendo
viduos observan cómo son tratados y evaluados otros individuos, sacando de ello que distintas personas decidirán de manera diversa, tiene sentido decidir, en cues-
conclusiones para su propia situación. Una densa red de rumores, de difusión de tiones de personal, bajo la forma de ocupación de puestos. Dado que la atribución a
informaciones acerca de decisiones sobre el personal y sus fundamentos abiertos la persona es difícil y, con frecuencia controvertida, los balances de éxito o fracaso
u ocultos, conecta todas las informaciones, recuerda (aunque sea por corto plazo)
casos y compara. De esto resultan luego, acaparando estas informaciones, exigen- · 18
Esto vale, de manera especialmente espectacular, en las sociedades que producen poca
cias de igual trato, de transparentar los "verdaderos" fundamentos y, con todo eso, información y que por eso co~centran la comunicación en la producción de solidaridad. Véase
sólo Max Giuckman, Gossip and Scandal, CurrentAntbropology 4 (!963), pp. 307-316. Véase,
una enorme presión sobre el proceso decisional, el cual amortig~a dicha presión
no obstante, también la crítica filertemente concentrada en estrategias in~ividuales, intereses de
mediante la esquematización. El rumor produce el esquematismo de la justicia y, prestigio y gestión de la infonnación, de Robert Paine, What is Gossip About? An Alternative
simultáneamente, las condiciones para continuar motivado por supuestas desvía- Hypothesis, Man 2 (1967), pp. 278-285.

334 335
r
son prácticamente imposibles, exceptuando casos límite. Una apreciación poste- personal. Y esto, con una problemática contradictoria en la relación entre individuo
1 rior como gran acierto o desacierto presupone desviaciones relativamente claras
r y persona. En las decisiones de reclutamiento, el problema radica en que la persona
¡ respecto a las expectativas normales. La persona sorprende -en sentido positivo 0 (en cuanto individuo) es desconocida. En las decisiones de traslado, el problema
¡i negativo. Solamente en estos casos, la decisión sobre personal que le sirve de base radica en que la persona (en cuanto individuo) es conocida. Y ambas situaciones
encuentra la atención que conduce a la alabanza o la reprobación. El hecho de que pueden demostrarse igualmente fatales para una gestión de personal orientada por
aquí sea necesaria una suerte de sorpresa posterior", tan sólo confirma que el éxito la objetividad.
o el fracaso no son pronosticables en la forma de resultados globales del decisor El problema con personas desconocidas consiste en evaluarlas, pese a todo,
1
- con todos los buenos motivos que se pueda movilizar en una elección determina- . sobre la base de la idoneidad como premisa de·decisión. Para ello se han desa-
da. Por esto, se deberá estar feliz con que no pase nada extraño. rrollado muchos instrumentos, ante todo, la información sobre curricu/um vitae,
La distinción entre decisiones de reclutamiento y decisiones de traslado es la certificados,. evaluaciones externas, recomendaciones; a los que se suman entre-
más importante de este ámbito. Como teoría comprensiva, Barnard y Simon han vistas de presentación y pruebas de ingreso; finalmente, se establecen tiempos .de
propuesto la te oria de un equilibrio entre incentivos (inducements) y aportes (con- prueba que preceden a una contratación de largo plazo. En todos estos casos, el
tributions), en la cual se pueden incluir también los no miembros, de los cuales puesto reclutador se ve enfrentado a un mix de autopresentaciones orientadas al
depende la organización (esto es: sus mercados). 20 De este modo, los problemas fin e informaciones de trasfondo (por ejemplo, acerca d~l autor de las cartas de
se descomponen "behaviorísticamente" en problemas de comportamiento y luego recomendación o sobre la calidad de los exámenes). En vistas a la inseguridad que
son designados como problemas de mantención de un equilibrio. Sin embargo, con todo esto !rae consigo, la perspectiva de elección se convierte tendencialmente en
ello se pide demasiado al concepto de equilibrio. Si se entiende este concepto como una comparación entre distintos postulantes. Se intercala un filtro general de califi-
í.
l disposición a identificar perturbaciones, pasa más allá del nivel de la programa- cación, para luego tomar la decisión, comparando diversos postulantes que pasaron
ción21, la que establece propiamente las estructuras, en las cuales la organización a consideración para una selección más restringida. En decisiones importantes de
puede escudriñar perturbaciones. Por lo demás, esta teoría pone al investigador reclutamiento, la. selección sucede mediante un procedimiento de absorción de in-
empírico (pirra quien está pensada) ante la cuestión de si y cómo puede él constatar certidumbre de dos etapas, en el cual deben mantenerse variables los requisitos, se-
el comportamiento, independientemente de las relaciones con la organización y gún sea la situación de postulación (según sea la autoselección de los postulantes).
sus contingencias (grados de libertad). Por eso dejamos de lado, en lo sucesivo, Esta problemática general es abierta, una vez más, por medio de la variable
este pretencioso concepto del orden de la relación entre el sistema organizacional y del grado de indeterminación de requisitos futuro,. Podemos excluir el caso límite:
entornos (personales) y partimos de la diferencia entre sistema y entorno. que personas completamente desconocidas sean reclutadas para tarea@ totalmente
Con esto se pone, en el centro de la teoría, la distinción entre decisiones indeterminadas. La organización siempre tiene experiencias -sea con sus propios
de reclutamiento y decisiones de traslado, en el ámbito de las decisiones sobre el requisitos, sea con determinados tipos de personas, por ejemplo con abogados ti-
tulados o con bachilleres para actividades no demasiado exigentes. No es necesa-
t
9
En el sentido de J. Richard Harrison/James G. March, Decision Making and Post-deci-
rio tener en cuenta situaciones decisionales sin supuestos previos. Aunque todavía
sion Surprises, Administrative Science Quarter!y 29 (1984), pp. 26-42. falta una importante distinción, la de si se recluta para puestos o para carreras, así
'º Véase Chester l. Bamard, The Functions of the Executive, Cambridge Mass. 1938, reimpres. como, en ésta, con qué perfil de exigencias tiene que tratar la decisión. El recluta-
1951, esp. pp. 139 ss.; HerbertA. Simon/Donald WSmithburg/Victor A Thompson, Public Admi- miento de una trabajadora para la correa de montaje ofrecerá un riesgo menor que
nistration, New York 1950, pp. 381 ss.; JamesG. Marcb/HerbertA. Simon, Organizations, New York
\958, pp. 84 SS. completar el consejo del directorio con un nuevo miembro.
21
Algo que, por lo demás, sólo vale para este concepto y no para toda la teoría de Barnard Se puede evitar el reclutamiento externo para las posiciones más altas, me-
y Simon. Aunque la programación debe ser, entonces, incorporada como variable adicional. diante el ascenso interno, aunque éste también tiene lados problemáticos, como

336 337
muestra una comparación de los equivalentes funcionales de ingreso y ascenso. mentas radican menos en la modificación prácticamente sin esperanza de seres
Cuando un sistema de personal está orientado al ascenso (como vale, en conside- humanos (¡adultos!), que en la selección de personas para puestos, esto es: en pro-
rable medida, pru;a la mayoría de los ámbitos de la administración estatal hasta el cedimientos de movilidad. Sin embargo, esto también es bastante dificil.
umbral en que se pasa a la ocupación política de puestos), se construyen, rápida- Se puede, por cierto, postular de manera abstracta, que se trata de un "matching"
mente, las correspondientes expectativas y, dada la fonna cónica de la distribución entre descripciones de puestos y evaluaciones del personal. La evaluación. de una
de los puestos, las respectivas decepciones. Para mantener baja la cuota de decep- persona debe certificarla como. idónea para cumplir las tareas de un puesto deter-
ciones, el sistema puede, entonces, construir un dispositivo de ascenso funcional- minado y, cuando se tr~ta .de puestos atractivos y numerosos candidatos, la persona
mente innecesario, en el cual se avanza por peldaños pequeños." preferida debería adecuarse mejor que las otras. Sin embargo, en la práctica se choca
Alo anterior se agregan los problemas generales de las decisiones de traslados con al menos tres problemas agravantes:
internos, con o s.ín promoción. Estos se reducen a que se trata con personas cono- En la ocupación de puestos, criterios no fonnalizados también desempeñan
cidas, que esperan que se honre sus propias expectativas. siempre un rol. En ciertas circunstancias, la candidatura de una persona llama la
atención sobre puntos de vista que hasta entonces no habían sido considerados o
no estaban indicados en la descripción del puesto - y éstos pueden ser criterios que
V afectan tanto negativa cuanto positivamente, Las premisas de decisión representa-
das como personas son, en fin, igualmente un momento de detenninación del pues-
Otra subdivisión se refiere únicamente a personas reclutadas. Distingue entre una to. Un puesto adopta otro carácter con otra persona, y ¿por qué se debería dejar
transfonnación de las personas y su movimiento en el sistema de posición a posi- de tomar en consideración esto, debido a razones de principio? Sin embargo, esto
ción. Cuando la.intención de transfonnar las personas se refiere a individuos en el conduce a una no aproblemática variación ad hoc de las expectativas vinculadas
sentido de sistemas orgánicos y psíquicos, no son muy alentadoras las experiencias' al puesto, en ventaja o desventaja de los candidatos en consideración. Se debe, por
con tales programas de "training". Finalmente, lo único que interesa es lo que un eso, contar con que dicha variación ad hoc será observada como el favorecimiento
individuo provoca en la comunicación, y esto depende esencialmente del contexto no objetivo de ciertas personas y que, por lo mismo, será dificihnente comunica-
social en el cual ta comunicación es esperada, escuchada y·comprendida. Puede ble. Los puestos decisores pueden haber intentado hacer con esto lo mejor para la
haber fonnaciones cognitivas ("programas de fonnación continua"), en los cuales organización y, pese a ello, verse expuestos a las sospechas. Ytanto más, mientras
se proporcionan destrezas especiales, por ejemplo, conocimiento de idiomas, co- más fuertemente fonnalizado esté todo el procedimiento.
noc.imientos legales, táctica policial, manejo de computadores, etc. Pero esto sólo Los procedimientos de traslado y promoción internos al sistemaopresuponen
tiene sentido cuando estas habilidades se usan inmediatamente, pórque en caso que la capacidad demostrada en un puesto ofrece suficientes puntos de apoyo para
contrario se pierden con rapidez. esperar capacidad en otro puesto. Sin embargo, esto es más que dudoso, especial-
La enseñanza de tales experiencias, que aquí no puede ser exhaustivamente mente cuando los criterios de evaluación son adecuados, cada vez, al puesto que la
documentada, podría ser que la política de personal de la organización tiene que persona ocupa. Este problema también tiene dos lados. Puede ser que la capacidad
orientarse ante todo por los puestos fonnulados según premisas y que los instru- demostrada en un puesto aparente perspectivas, qué no se pueden realizar en otro
puesto. Ser bien evaluado no implica necesariamente ser adecuado para la promo-
ción. Lo mismo se ha de pensar en el caso contrario, quizás más trágico, el cual
'2 Esto también. vale, incluso en gran' medida, para empresas económicas privadas. Los es menos fácibnente visible, porque conduce a impedir la promoción. Alguien pue-
consultores de empresas tienen, entonces, la experiencia de encontrarse con niveles jerárquicos,
para los cuales no logran descubrir descripción de cargo alguna. Deben, por consiguiente, cons~
de demostrarse inadecuado en todos los puestos, porque sólo se puede desenvol-
trnii: un sentido para ello o, en tiempos de crisis, proponer el bienvenido ahorro de esos niveles. ver en la cumbre del sistema. La selección de dirigentes en los partidos políticos

338 339
r seguramente produce muchos errores en la ocupación de puestos; pero debe sobre
todo sufrir de la falta de promoción de personas, que sólo son adecuadas para po-
delegár la decisión de casos individuales. Esto no debe necesariamente conducir a una
· selección más rígida, con pérdidas de oportunidades en los casos individuales. 24 Con
il siciones en la ctíspide (y que acaso ellas mismas lo ignoren). todo, es muy dificil negar, que el propio procedimiento tiene efectos laterales porque
¡ Dado que los individuos indicados como personas son sistemas altamente com- tiene efectos de exclusión. Por eso se debería cuidar que el sistema evalúe sus descrip-
¡¡ plejos y dado que los puestos también representan la complejidad del sistema, (los ciones y aprenda de las decisiones equivocadas. E incluso automatismos de este tipo no
t formularios para) evaluaciones del personal y descripciones de puestos deben ser debieran desviar del hecho de que hay problemas que radican eu las mismas racionali-
1 multidimensionalmente delineados. Esto es: no conducen a decisiones unívocas, zación y objetivización. Lo que se había delineado como limitación de la arbitrariedad,
'
puesto que un postulante será mejor en algunos aspectos, otro en otros. Tal vez funciona finalmente sólo como traslado y reestructuración de la arbitrariedad.
se pueda, de esta manera, limitar errores evidentes, pero· no adoptar una decisión Los esfuerzos de racionalización de la coordinación son, no por tíltimo, de-
objetivamente fundamentada entre muchos postulantes seleccionables, aunque no pendientes de que se liberen puestos o que se puedan crear nuevos puestos. Esto
excelentes en todos los aspectos. Se debe más bien volver a valorar ad hoc las di- también significa que la política de personal depende de factores no planificables
mensiones en la relación de unas con otras. Aunque entonces surge con facilidad la sistemáticamente, como la muerte de miembros o el crecimiento del sistema. A
impresión de haberse adoptado una decisión arbitraria a favor de personas detemli- esto se agrega que los puestos que se liberan deben ser ocupados de nuevo lo más
nadas, las que han sido preferidas por razones impresentables. Se puede evitar esto, rápidamente posible, cuando, de otro modo, sería muy evidente que no son indis-
si se cuantifica el peso de las dimensiones (formación 50%, colegialidad 30%, ritmo pensables. Bajo tales condiciones es prácticamente inalcanzable incluso una suerte
de trabajo 10%, inteligencia 10%-u otras). Sin embargo, con esto se transfiere la ar- de racionalidad estadística." En suma, tales pensamientos comprueban la sospe-
bitrariedad a la cuantificación y se computa, si es necesario, una persona que según cha de que las apelaciones a la racionalización a nivel del sistema total, sirven
la impresión imnediata y la experiencia con seres humanos jamás se habría elegido. más para' comenzar iniciativas de reforma que para mejorar relaciones -lo que no
Estos procedinlientos de cálculo se encuentran principalmente en las decisiones de quiere decir que.no pueda haber mejores y peores decisiones en casos individuales.
comisiones, que con ellos se ahorran los conflictos internos. En consecuencia, las
esquematizaciones deberían ante todo servir para localizar la arbitrariedad (alias:
paradoja del decidir) y silenciarla en la co)llunicación de la decisión. VI.
En la medida que se llega a un proceso de selección dirigido por criterios, amnenta
el peligro de subvalorar estos problemas, especialmente cuando los criterios han sido Tan pronto como se decide sobre el personal (reclutamiento, traslado, promo-
pensados como una programación de la selección de personal" y,sus disfunciones no ción, despido), dichas decisiones también son observadas y atribuid... Atribuidas
son luego registradas como infracciones, ni tampoco como errores en el tratanliento de -¿a qué? Incluso cuando las decisiones de personal se encuentran programadas en
asuntos del personal. En cierta medida, se podrá tomar en cuenta en la formulación
de puntos de vistas (preguntas) para evaluaciones de personal y en las descripciones de
24 Véase además Peter M. Blau, Decentralization in Bureaucracies, en: Mayer N. Zald
puestos. Cuando se programa, mediante criterios, la selección de personal -y lo muestra
(Ed.), Power in Organizations, Nashville Tenn. 1970, pp. 150-174. Véase también Peter M.
nuevamente la estrecha relación entre todos los tipos de premisas de decisión- se puede Blau/llichardA. Shoenherr, Toe Structure ofOrganizatións, New York 1971, pp. ltl ss.
25 ''Rational control is very difficult, even to plan; large systems of meo and jobs, evolve in

complex paths responsive mainly to inputs 0f new jobs and deaths of men" (El control racional
23
Un programa pensado para ser aplicado en la orgalllzación se diferencia, naturalmente, es muy dificil, incluso de planificar; los grandes sistemas de hombres y puestos de trabajo evolu-
de los resultados de !a investigación científica de las correlaciones correspondientes. Las rela- cionan siguiendo senderos complejos que responden principalmente a inputs de nuevos puestos
ciones demostradas científicamente no deberían servir mucho para minimizar el riesgo práctico de trabajo y muertes de hombres), resume Harrison C. White, Control and Evolutíon of Aggre-
de una programación. gate Persone[: Flows of Men and Jobs, Administrative Science Quarterly 14 (1969), pp. 4-l l.

340 341
el sistema, no se hallan claramente detenninadas por los programas. Aesto se debe solicitado directamente, sino "para otros, que lo merecen". El sistema funciona de
que la atribución no se asienta en los criterios, sino en las personas que deciden fonna altruista y, en esta medida, también sin objeciones morales en lo cual, por
sobre el personal. Esto también vale cuando los criterios son aplicados de modo· cierto, se tiene que tomar como base una moral particularista, pero que es igual-
objetivo, puesto que se supone la existencia de un margen de discrecionalidad. mente usual en la sociedad.
Tanto más vale cuando los criterios son activamente interpretados para adecuarlos Los pasajes a un sistema organizacional moderno, con criterios de decisión
a personas preferidas. Ycon mayor razón vale cuando en efecto no hace diferencia universalistas, no encuentran obstáculos. Entre las diferencias más importantes, se
alguna si son aplicados o no, porque están únicamente en el papel. En todo caso y encuentra el hecho de que la posibilidad de erigirse en promotor descansa ahora
en todas las organizaciones se llega, por lo tanto, a la superposición de una red de sobre posiciones internas de la organización y no sobre un status externo en la so-
clientelismo sobre el management "racional" del personal. No se puede constatar ciedad.27 Las ventajas de la promoción de personas fluyen entonces de vuelta en la
cómo se realizan. "efectivámente" las decisiones. También cuentan y afectan las mi.sma organización. La ganancia de poder asociada a ella pue.de y solamente pue-
suposiciones. Se está bien aconsejado cuando uno se comporta como si hubiera de ser reinvertida en er mismo sistema y no vuelve a la red general de promoción,
clientelismo y, cuando las situaciones son definidas así, son también así. ayuda y agradecimiento de la sociedad (del mismo modo en que, bajo las condi-
Quien, merced a su posición, dispone sobre decisiones de personal, puede ciones de la economía monetaria diferenciada, las ganancias de capital deben ser
contar con que otros cuentan con que él tiene influencia o puede adquirirla cuando· reinvertidas en la propia economía). Las expectativas de clientelismo pueden, ante
lo desee. Se puede tratar de mitologías, de productos de la chismografia y, sobre todo, motivar prestaciones no obligatorias. Por eso las decisiones sobre personal
todo, también de preocupaciones ante un futuro oculto en lo desconocido. Pudiera son difícilmente separables de los puestos directivos del sistema.18 El clientelismo
ser que valiera la pena invertir en opiniones ventajosas y, si no es así, la misma mi- político-partidario de puestos del servicio público sirve también para la consolida-
tología da una explicación del porqué. Se confirma, por consiguiente, la mitología ción de expectativas de carrera en la política, la que a su vez hace aparecer atracti-
medi_ante experiencias positivas y negativas. vos los servicios en los partidos políticos a los aspirantes a hacer carrera. 29
Todo el ,esto es cuestión de darle fonna a la variable "clientelismo". y la pre- Con todo esto es inevitable una doble observación de las decisiones sobre per-
paración del sistema para ella. En casos extremos, aunque típicos de las sociedades sonal, desde perspectivas fonnales e infonnales, factibles o no de ser programadas.
estratificadas y de países hoy llamados en vías de desarrollo, se orienta la selec- Queda, al contrario, abierta y dependiente del contexto societal, la pregunta acerca
ción de personal en gran parte según relaciones, externas a la organización, entre de en qué medida la elasticidad infonnal sirve al crecimiento del poder interno a
patrocinantes y clientes. 26 Se podría hablar aquí, apoyándose en una tenninolo- la organización y puede ser usada como recurso directivo o en qué medida sirve
gía vaticana, de "nepotismo". Se puede tratar de relaciones familiares, de familias a la coordinación de las organizaciones con sistemas de su entorno !)Ocietal -por
grandes y su círculo de clientes, pero también de solidaridades étnicas o religiosas. ejemplo, con clanes familiares poderosos, con las fuerzas annadas, con partidos
Es característico de este orden que la relación externa fundamenta una especie
27
de pretensión de precedencia y promoción y que no se debe tener vergüenza al Véase, por ejemplo, Morris Janowitz, The Professional Soldier, Glencoe I1l. 1960, esp.
pp. 145 ss.; Peter G. Richards, Patronáge in the British Govemment, London 1964 (con un
invocarla. Únicamente los censores modernos ven aquí "corrupción". Es preciso concepto muy amplio de patronaje).
considerar, además, que de este modo se suministran a la organización fuentes de 28
Véase para la administración pública alemana Thomas Ellwein, Das Regierungssystem

l solidaridad que no podría obtener por sí misma en esa sociedad dada. Otra carac-
terística de este orden es que se apoya ampliamente sobre roles de intermediación:
der Bundesrepublik Deutschland, J' ed. Opladen 1973, pp. 397 ss.
29
Véase, por ejemplo, Daniel P. Moynihao/James Q. Wilson, Patronage in New York State
1955-1959, American Political Science Review 58 (1964), pp. 286-301; RudolfWildenmann,
íl¡¡ en "padrinos" con buen acceso a padrinos, de tal modo que el favor puede no ser Macht und Konsens als Problem der lnnen- undAuJlenpoiitik, 2' ed. Frankfurt 1967, pp. 146 ss.;
!i¡¡ Wo!fgang Runge, Politik und Béamtentum im Parteienstaat: Die Demokratisierung der pofüi:
!i
"Cfr., por ejemplo, Fred W. Riggs, Toe Ecology oiPublic Administration, London 1961. schen Beamten in PreuBen zwischen 1918 und 1933, Stuttgart 1965.
¡,1'·

l 342 343
¡11

l
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:
pol(ticos o con empresas económicas y, en la misma economía, por ejemplo, con
los bancos. Además hace una diferencia, si es permitida en el sistema la utilización
de los espacios de decisión sobre el personal para la coordinación externa o no
en la carrera) y ordena en una fila las posiciones que la persona ha tenido o tiene en
perspectivas alcanzar. La forma de las carreras requiere, por lo tanto, posiciones
fijás y valoradas (o bien, en la escuela: notas, cursos realizados, nivel de enseñanza
es permitida y se la describe como corrupción. 30 Sociológicamente visto, parece aprobado), ocupadas por individuos o que pueden ser asignadas a individuos y
haber estrechos límites de la racionalización de las decisiones sobre el personal a que, con ello, sirven como indicadores de éxito o fracaso. Dado que estas condi-
partir de criterios. Por ello se debe contar con que el potencial de decisión se rami- ciones se encuentran institucionalmente aseguradas, tanto en la escuela como en
fica para fines de clientelismo. Esto no es condenable como principio, sino que se las organizaciones, con frecuencia no se tienen claras sus consecuencias relevan-
debe observar cómo es observado este estado de cosas en el sistema y qué efectos tes. Es que acoplan técnicas de incentivo y recompensa en la forma de carreras y
tiene dicha observación. prácticamente no permiten disponer de los incentivos y, con ello, de los motivos,
independientemente del orden de precedencia de los puestos. Lo que queda son
intentos infructuosos por distinguir, al menos simbólicamente, con galardones adi-
VII. cionales, premios o bonificaciones por rendimiento. Pero tampoco aquí se evita el
dificil problema de la atribución individual de méritos particulares, especialmen-
Cualesquiera sean los criterios con los cuales se toman las decisiones sobre el te, si al mismo tiempo se otorga particular valor al "teamwor/{'. Esto tiene como
personal: tan pronto como hay puestos diferencialmente valorados, se construyen consecuencia que la atención se redirige desde el mérito a la atribución y luego el
carreras. Hemos tratado ya las carreras detalladamente", desde la perspectiva de problema se ve y se trata "políticamente".
la forma de integración, actualmente dominante, entre individuos y sociedad. Re- Tales experiencias inducen a regular los incentivos esencialmente a través
tomamos el tema, para abordar ahora la significación que las carreras que se cons- de carreras y vincularlos, con ello, al orden de precedencia de los puestos del
truyen, voluntaria o involuntariamente, tienen para las decisiones sistémicas acerca sistema. No obstante, lo que se requiere como esquema rígido para el orden de las
del personal. carreras es, al mismo tiempo, poco motivador, debido a que uno se acostumbra
La carrera es una formá de observación que parte de la identidad de una per- rápidamente a las posiciones alcanzadas, prácticamente sin adaptarse a la deman-
sona (con la cual se pueden identificar a sí mismos los individuos comprometidos da, dependiente-de la situación, por saberes o rendimientos especiales. 32
Toda carrera se construye a partir de la posición ocupada en el momento y,
desde allí, se divide en pasado y futuro - en rendimientos pasados, relevantes para
30 Véase para el nombramiento de empleados (Beamten) en Alemania el notablemente alto la carrera, y en posiciones, cuyo logro es probable o al menos posiblei.debido a la
rechazo en los datos de Luhmann/Mayntz Op. Cit. (1973), pp. 255 ss. En la literatura también
prevalece el rechazo, porque la influencia de los partidos políticos sobre. la ocupación de puestos biografia de la carrera. En el cálculo de la carrera se incluyen como logros las po-
se ve mayoritariamente como cuestión de "relaciones personales" (con lo cual se pasa por alto, siciones ya alcanzadas", su percepción será tratada como un mérito, que justifica
en qué medida esto también vale para el clientelismo interno). Véase, por ejemplo, Peter Hubler,
Probleme der Rekrutienmg und der Selektion von Bewerbem fúr den Offentlichen Dienst.
32
en: Stridienkommissión fúr die Refonn des óffentl,ichen Dienstrechts, vol. 10, Baden Baden Véase, además, Anne Donnellon/Maureen Scu!ly, Teams, Performance, and Rewards:
1973, j}p. 155 s., con más indicaciones; Wolfgang Pippke, Karrieredeterminanten in der Offent· Will the Post-Bureaucratic Organization Be a Post-Metitocratic Orgap.izatíon?, en: Charles
lichen Verwaltung: Hierarchiebedingte Arbeitsanforderungeu und Befürderungspraxis im hohe- Heckscher/Anne Donnellon (Eds.), The Post-Bureaucratic Organization: New Perspectives on
ren Dienst, Baden-Baden 1975, pp. 138 s. Se prefiere hablar de selección "extrafuncional" o "no Organizational Change, Thousand Oaks Cal. 1994, pp. 63-90.
3
por calificación", sin que se pueda acudir para ello a una comparación empírica de calificaciones. l En esto no sólo cuentan las posiciones logradas en el momento, sino también y especia!~

Para un observador externo se hace visible en estos juicios un tr'ozo de !a cultura organizacional mente las posiciones con las cuales una carrera comienza, ante todo, naturalmente, certificados
históricamente condicionada, de la administración pública alemana. de fonnación, aunque también posiciones de ingreso. "Indeed, mobility in the eariiest stage of
ll Véase cap. 3, VI. one's career bears an unequivocal re!ationship with one 1s !ater career" (Ciertamente, la movili-

344 345
pretensiones de consideración o al menos las hace comunicables. Cuán amplia- en alta medida, dependientes de casualidades -por ejemplo, de que la muerte o
mente institucionalizadas estén tales pretensiones de. consideración es una cuestión un oportuno escándalo dejen libre el puesto ambicionado. Se podría decir que las
de la cultura organizacional34 , y también depende de ella sí uno se puede auto esperanzas de carrera producen un réservoir de talentos, sobre el cual decide luego
presentar o sí se debe enviar un intercesor. Sí bien se encuentra, principalmente el azar.
·en empleados públicos (Beamten), la idea de que se está abonado a la carrera por En la base de las carreras se encuentra, por lo tanto, una realidad objetiva
el puro hecho de existir, ésta, en todo caso, se puede referir a títulos y escali¡s de basada en el número y calidad de los puestos disponibles y en los programas o
sueldo, pero no al paso de un puesto a otro. costumbres de decisiones sobre personal - por ejemplo, condiciones obligatorias
La carrera es, por lo tanto, una forma en la cual el pasado y también el presen- de selección que sólo pueden ser ignoradas con riesgo de ilegalidad o la posi-
te, en cuanto pasado futuro, cuentan para el futuro. Una carrera es una suerte de bilidad de reclutar tanto interna como externamente. En esto radican los límites
construcción de capital, aunque con utilidades inciertas. Cada estación en. la carre- de la forma de observación "cl\ffera". Los efectos de esta forma de observación,
ra depende tanto de .la autoselección como de la heteroselección -tanto de postu- sin embargo, no consisten en que los puestos sean efectivamente ocupados. Esos
laciones, manifestación de intereses o logros realizados como también de puestos efectos no se encuentran, dicho de otro modo, en las operaciones de las decisiones
liberados y decisiones de selección por parte de otros. Las carreras son posibles sobre personal, las que siempre tienen lugar únicamente en el presente. Más bien
solamente cuando están excluidas las autodesignaciones. 35 Hay, en consecuencia, parten de una observación, que incluye el pasado y el futuro, y se orienta por la
una doble posibilidad de atribución de los éxitos o fracasos de las carreras - como identidad de personas y por la valoración de puestos." Dado que esto vale tanto
mérito o como destino. En correspondencia con esto, se dividen las_perspectivas pára la propia carrera de los individuos, los cuales se presentan como personas,
futuras en los propios esfuerzos, buen comportamiento, logros, vale decir, ingre- como también • e inseparablemente • para la carrera de otras personas, se puede
sos en los fondos de carrera, y esperanzas en que esto sea apreciado. Todo esto se hablar de una continua auioobservación del sistema organizacional de la mano del
puede orientar en la estructura de puestos del sistema, la cual mantiene escasas las en sí altamente complejo esquema "carrera". El sistema se comprende a sí mismo
oportunidades de .carrera como consecuencia de su construcción jerárquica,_aun- como orden del hacer posibles las carreras.
que también como consecuencia de la diferenciación horizontal, en mejores y peo- En tanto se utiliza esta forma de autoobservación (y esto depende, no por últi-
res lugares de trabajo. Las carreras son, principalmente en los cargos de la cumbre,· mo, de suficientes referencias de realidad, esto es, también de suficiente movilidad
en la relación entre personas y puestos), se adjuntan otras variables a este esquema
de observación. De esta manera, el peso relativo de la cultura profesional y la cultu-
dad en la pri~era etapa de la carrera tiene una relación inequívoca con la carrera posterior), así ra organizacional se pÚede desplazar a favor de esta última, cuando lao¡¡ganización
resume James E. Rosenbáum, Toumament Mobility: Career Patterns in a Corporation,Adminis-
trative Science Quarterly 24 (1979), pp. 220,241 (220), los resultados de sus investigaciones. abre oportunidades de carrera, mientras la profesión construye más bien la igual-
Esto es: la juventud es ante todo la que resiente la presión de carrera, porque lo desaprovechado dad "colegial" (de todos los juristas, de todos los médicos, de todas las enfermeras,
al comienzo es dificilmente recuperable después.
34
ode todas las otras "profesiones" definidas por certificados de formación). Aunque
Según infonnes de pr~nsa de enero 1994, la promoción masiva de varios miles de em-
pleados en Renania del Norte/Westfalia, antes de la entrada en vigencia de un congelamiento
de los ascensos, se justiiicó indicando que lÓs empleados correspondientes, ¡habrían tenido que 36
Esta distinción entre operación y observación p.ermanece sin ser considerada cuando,
esperar ya desde hacía más de medio año! Naturalmente que en esto no se trata de traslado a ot~ con la orientación estructuralista predominante, se pregunta sólo por los complejos factores
posición, sino de p~omociones de rango con un nivel de sueldo más alto. que influyen sobre las carreras. Véase, por ejemplo, James N. Baron/Alison Davis-Blake/Wi-
35
Se verá fácilmente, que hay muchos paralelos en este impedimento de la autosatisfac~ Uiam T. Bielby, The Structure of Opportunity: How Piomotion Ladders Vary within and among
ción-por. ejempio, en los medios de comunicación simbólicamente g~neralizados Verdad,Amor, Orgaulzations, Administrative Science Quarterly 31 (1986), pp. 248-273. Aunque con esto se
Dinero, Poder. En todos estos casos, el bloqueo de la autosatisfacción es el presupuesto del sur~ , presupone un obsérvador externo, precisamente el investigador, quedan fuera de consideración
gimiente de" estructuras sociales más so'fisticadas. los efectos distorsionantes de la autoobservación del sistema.

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l
1
1

la orientación a carreras conduce, sobre todo, a una considerable defonnación de la
autodescripción oficial del sistema, orientada por la· racionalidad. Por un lado,
las premisas de decisión son fundamentadas como objetivamente correctas y, por
datos adecuados. Bajo esta condición, ni siquiera una cuidadosa regulación de la
selección contrarrestaría la impresión de casualidad, sino que, por el contrario,
la aumentaría. 39 Desde la perspectiva del individuo particular, precisamente por
:¡ otro, son sometidas a una segunda evaluación en referencia a su valor de carre- ello se convierte en una ocupación fascinante el pronóstico de carrera (para sí mis-
.,
\1 ra. Las tareas sirven para llamar la atención sobre lo que se hace bien o menos mo y para otros). Y esto seduce a involucrarse en la comunicación, como si se
,¡ bien. Las jerarquías de rango fundamentan oportunidades de carrera y son elabora- pudiera contrarrestar el azar mediante el intercambio de pensamientos. Bajo estas
1 das en vistas a dicha función. 37 Se considera preventivamente la posible influencia circunstancias, la regulación sólo puede producir "efectos. perversos". Mientras
sobre las decisiones de personal. La red de comunicación de los rumores se ocupa más sistemática sea la intervención pla~ificada, mayor será el incentivo a convertir
de las personas bajo la perspectiva, entre otras, de carreras merecidas o inmereci- la casualidad resultante en cogniciones y motivos, mediante la especulación acerca
das. Y toda refonna afecta mejorando o perjudicando las oportunidades de carrera de oportunidades y obstáculos locales.
y encuentra, correspondientemente, promotores y críticos. Con todo esto, las carre- Las carreras son la fonna que integra individuos y organizaciones, donde in-
ras producen motivos - también en sentido psicológico, pero principalmente en el tegra significa: limita recíprocamente. Cada puesto singular debe ser definido de
sentido de una atribución inteligente del comportamiento a las condiciones. tal manera, que pueda ser ocupado por diversas personas "adecuadas". Desde la
El "management del personal" de un sistema organizacional puede intentar pe~pectiva de los puestos, todos los individuos tienen dobles. No es el puesto, en-
desarrollar criterios para asignar personas a puestos, refinarlos con la ayuda de tonces, sino únicamente la carrera. la que da a las personas, y en consecuencia a los
evaluaciones continuas y, de este modo, dirigir racionalmente los movimientos individuos que se presentan como personas, un perfil individual. Esta idea puede
de personal en el sistema. Nada hay que objetar a esta tentativa. Sin embargo, con contribuir a corregir positivamente la discutible fama de las carreras y aspiraciones
ella no se puede evitar que el resultado sea observado en el esquema de carrera y de carrera.
que conduzca a las reacciones consiguientes. Y se debe dudar que la racionalidad
del esfuerzo por una gestión del personal regulada por tareas se pueda aplicar tan
extensamente, que incluya también en el esquema de carrera los efectos directos e
indirectos sobre la autoobservación del sistema. E incluso si esto ocurre, se pueden

1
producir efectos no planificados."
Hay condiciones típicas, ampliamente difundidas, bajo las cuales las expecta-
tivas de carrera y los pronósticos del azar vienen a ser lo mismo. Esto vale, espe-
cialmente, cuando los puestos son escasos y están disponibles numerosos candi-
,.
37
Esto se puede reconocer también en las diferencias de titulos. Al respecto, véase Jaines
N. Baron/William T. Bielby, The Proliferation of Job Titles in Organizations, Administrative
39
Science Quarterly 31 (1986), pp. 561-586. Véase, apoyado en una investigación empírica de carreras cumbres en el sistema escci·
38 Para el caso de la utilización de contratos temporales, para mejorar las oportunidades de lar estadounidense, James C. March/James 9. March, Almost Random Careers: Toe Wísconsin
carrera de trabajadores empleados permanentemente, véase William P. Barnett/Anne S. Miner, School Superintendency, 1940-1972, Administrative Science Quarterly 22 (1977), pp. 377-409.
Standing on the Shoulders of Others: Career Interdependence in Job Mobility, Administrative En la página 379, se lee:'.'··· if one believes a social system is closely regulated, one should
Science Quarterly 37 (1992), pp. 262-281. Y, a la inversa, para el uso delco-trabajo en proyectos generally be more surprised by large deviations from a chance model than by small one( (si
1

y contratos temporales como trampolín para las carreras, Robert R. Faullmer/Andy B. Anderson, uno cree que un sistema social está fuertemente regulado, en general, uno debería sorprenderse
Short Tenn Projects and Emergent Careers: Evidence From Hollywood, American Journa! of más con las grandes desviaciones respecto a.un modelo al azar que con las pequeñas respecto al
Sociology 92 (1987), pp. 879-909. mismo modelo)

348 349
CAPÍTULO 10.
LA ORGANIZACIÓN DE LA ORGANIZACIÓN

l.

En la teoría de la organización racional-instrumental clásica, el concepto de orga-


nización tenía, al mismo tiempo, un sentido amplio y uno restringido. Por un lado,
se entendía por organización a sistemas que intentaban alcanzar metas determina-
das, de manera racional y eficiente y, por otro lado, el necesario equipamiento de
competencias y vías de comunicaciqn. La organización no era, por consiguiente,
pensada como un sistema natural; no existía simplemente allí, sino que debía ser
organízada. La ambivalencia del uso del concepto de organización para designar al
sistema y a la estructura del sistema parece relacionarse con el hecho de que la cien-
cia de la administración empresarial, como ha sido indicado, denomina "empresas"
a las organizaciones que le son interesantes y, con ello, deja libre el concepto or-
ganización para describir la distribución de las tareas a puestos. Co1respondiente-
mente, las reflexiones acerca del mejoramiento de la organización se empalmaban
con este instrumental de la interconexión de puestos. Se trataba de cuestiones tales
como la del tamaño r~querido (número de puestos) para tareas detenninadas, de la·
distribución de competencias en la forma de órdenes superiores e inferiores, para
asegurar de esta manera la unidad y control del sistema. Adicionalmente, al des-
arrollar este principio, se trataba de cuestiones de centralización o descentraliza-
ción, del ''span of control" (ámbito o alcance de control) de los puestos superio-
res, que no puede ser sobrepasado por razones de gobernabilidad del sistema, de
funciones de apoyo (stafl), sus dimensiones y conflictos con las atribuciones de lí-
nea de la jerarquía; finalmente, ampiiando nuevamente el mismo punto de parti-
da, se trataba de la cuestión de si la cooperación / colusión de los subordinados
debería ser promovida mediante la "formación de equipos" o combatida como "for-
mación de camarillas". Pese a toda modificación, a pesar de todos sus complemen-

351
¡
1
'
1 malos, de tal forma que se pudiera elegir denominaciones, según lo que se deseara
¡ tos, la teoría clásica se concentraba en el p1incipio de jerarquía -no entendida como
lograr. Pero: ¿Cómo se podía saber lo que se quería?
jeiarquía de inclusión de las partes en el gran todo, sino como cadena de mando
1 desde arriba hacia abajo. Por medio de vínculos de mando, se deseaba asegurar Como es típico de los fundamentos paradojales, el despliegue de la paradoja
la unidad del sistema, que debía ser capaz de decidir, en la cúspide, como un solo fue a parar en una temporalización e historización de las bases de decisión. El prin-
individuo. Esto condujo, no por último, a una sobrevaloración de la frecuencia con cipio de racionalidad eficiente se demostró como un estímulo infinito a hacer re-
la cual son efectivamente utilizados los conductos jerárquicos de comunicación. formas.' En comparación con el principio, todo estado realizado podía ser percibi-
La distinción entre diferenciación horizontal (del trabajo) y vertical Uerár- do como insuficiente. La. orientación al estado histórico, que se había.realizado
quica) indujo a concebir los problemas de la organización de puestos como pro- cada vez, era ·motivo suficiente para otras reformas, orientación que sólo podía ·
blemas de la división del trabajo y, con ello, a entenderlos como problemas de oscilar dentro del esquema de contradicciones (lo que no debe excluir que se inven-
'
ten nuevas contradicciones, para reformular la paradoja inicial). En la línea se podía
coordinación y dejar su solución a la jerarquía (aunque ésta, a su vez, debe ser
construida como división del trabajo). 1 Si se distinguen diferentes tipos de premi- descubrir "funciones de staff', que no estaban suficientemente cumplidas; en una
sas de decisión, se consigue una presentación más compleja. Se ve, entonces, que centraliz!ción demasiado marcada, necesidad de descentralización; en los equipos
la teorla clásica de la organización exigía demasiado a la jerarquía, sobre todo la que se favorecía hasta el momento, trazos de formación de camarillas; en la organi-
solución de sus propias consecuencias problemáticas. Esto ya había sido visto con zación formal, organización informal -y viceversa. La paradoja, tal como advierte el
· la distinción entre organización formal e informal, aunque no era suficientemente cálculo de· la forma de Spencer Brown, se trasladaba al oscilar y era equipada con
comprendido, porque con ella sólo se veía diversos instrumentos del management. funciones de memoria, para el respectivo estado histórico que inducía a la reforma.4
En el intertanto se ha hecho inevitable un análisis más complejo gracias, princi- Una descripción comprensiva habría debido, por lo tanto, presentar al sistema como
palmente, a una "revaloración" de los problemas de la administración del personal ~bi-estable por principio. Pero una descripción como ésa habría requerido un circui-
· y de la planificación de carrera. Para esto no basta, naturalmente, con limitarse a to de reflexión, el cual no estaba previsto en el mismo sistema. Sólo era posible como
criticar o a quitar importancia al principio de organización jerárquica. Las tareas observación externa. La consultoría, por parte de expertos en racionalización, sola-
directivas parecen más bien mayores y, al mismo tiempo, más difíciles; en cual- mente tenía que asesorar el paso desde las reformas pasadas y sedimentadas a las
quier caso más problemáticas que antes. nuevas reformas por introducir. Con ello, una función esencial de la consultoría de
Esta teoría de la organización jerárquica deja tras sí, en su elaboración más ·¡ empresas radicaba en la contra-función del r~cuerdo, en la preocupación por el olvido,

completa, la impresión de una paradoja desplegada. Se formularon contradicciones .\referido a la circunstancia que el principio que ahora era actual, ya había sido probado
en las cuales, de acuerdo a las circunstancias, parecía más digno de apoyo uno u j mucho tiempo antes y había fimdamentado reformas largo tiempo ya pijsidas.5
otro lado: 2 tanto línea como staff, tanto centralización como descentralización, Si hoy se dispone de esta presentación de la teorla clásica en una perspectiva
tanto equipo como camarilla y, finalmente, tanto organización formal como in- histórica, cambia. la situación, tanto para la investigación como para la propia pla-
formal. Para todos los "principios", como en la retórica, había nombres buenos y nificación organizacionaL Ya hemos tratado, en los capítulos previos, algunas de
las modificaciones teóricas necesarias, ante todo:
1
Cfr., como presentación clásica Luther Guück, Notes on the Theory of Organization, en: Lu-
lher Gulick/L. Urwick (E<ls.), Papers on the Science ofAdministration, New York 1937, pp. 1-45. (Í)\sí Nils Brunsson/Johan P. Olsen, The 11.efonning Organization, London 1993.
4
Como crítica, remitiendo a otros problemas, principal.mente de carrera, véase Fred H. Goldner, Véase George Spencer Brown, Laws ofForm, reimpresión New York 1979, pp. 54 ss.,
Division ofLabor: Process and Power, en Mayer N. Zald (Ed.), Power in Organizations, Nashville para ecuaciones de segundo orden
5
tenn. 1970, pp. 97-143, y el comentario adjunto de Richard A. Peterson. Para la "organizational forgetfulness" como recurso de los esfuerzos reformadores y
2
Para esto, Herbert A. Simon, Toe Proverbs of Administration, Public Administration acerca del rol de los consultores de empresa como ayuda para el olvido, véase Brunsson/Olsen,
Review 6 (1946), pp. 53-67. Op. Cit., pp. 4l ss.

352 353
¡
¡
l. El cambio de visión del problema desde la aplicación de principios (de . y calificaciones individuales. Esto concluiría en una ecuación con dos variables
racionalidad) al despliegue de paradojas con elección de formas nec~sario- indeterminadas,' en la cual deben ser introducidas determinaciones en la forma
contingentes. de autodeterminación históricamente sucesiva. Exactamente esto se quiere decir
2. La comprensión de la unidad del sistema como autopoiesis y la constmc- con la tesis de que un sistema autopoiético se orienta autorreferencialmente por
ción (teórica y práctica) del sistema con una única forma de operación , el estado cada vez presente, en el cual él mismo. se ha puesto por medio de sus
que aquí es la decisión, a la cual le compete tanto la continuación de las propias operaciones. Sabemos que una máquina no-trivial (Heinz ven Foerster)
operaciones como la producción de las estructuras necesarias para dicha como ésa opera de modo incalculable; es decir, incalculable para sí misma y para
continuación y para la cual no existe alternativa alguna (clausura operati- observadores externos. Sin embargo, esto no debe excluir una "autoorganización"
va) en el sistema. plena de sentido, capaz de distinguir. Por lo contrario: propiament7a partir de esta
3. La idea de la conexión de muchas decisiones como absorción de incerti- situación, se.hace comprensible que es necesaria una organización de la organiza-
dumbre, sea para el simple paso de decisión a decisión, sea para el logro de ción, si el sistema ha de estar en condiciones de darse a sí mismo las condiciones
estructura a través de una decisión (que siempre sólo es posible de manera marco, que lo habiliten para decidir sobre premisas de decisión, vale decir, para la
concreta) sobre premisas de decisión. planiflcación organizacional.
Si hoy no parecen realistas ni realizables las ideas racionalistas sobre la fun-
Por otra parte, tampoco se debe sobrevalorar el cambio indicado en la teoría y ción de organizar competencias y vías de comunicación, en lugar de dichas ideas
modo de hablar. Se habla menos de ''.jerarquía" y más de "construcción" de or- habría que preguntarse, cuál sería entonces la función del organizar o, en otras
ganización -como si el sistema debiera ser "construido" de abajo hacia arriba. palabras, a qué problema se refiere esta tarea. Las reflexiones siguientes sostienen
"Dominio" es mal visto, "decisión" es recomendada. Aunque dado que los pues- que se trata del problema de la complejidad. Desde el punto de vista de los pro-
tos deben ser todavía ocupados con personas y dado que el concepto de decisión, gramas de decisión, es posible sustentar una política que estima plenamente sig-
como ya hemos visto,' remite a personas como decisores, se puede dudar que todo nificativo aumentar las tareas y subdividir más pronunciadamente el esquema de
esto haya producido un gran cambio en cuestiones estructurales. "En el significado tales tareas, siguiendo la división del trabajo. No es de esperar resistencia alguna,
último de la dimensión personal se encuentran ambos, el modelo de dominio y el ·departe de las personas, contra tal impulso de crecimiento si se benefician de él. Si
de decisión)). 7 se argumenta, en contra, que la dirección tiene que controlar el desarrollo, faltaría
Siempre se puede subrayar que los problemas de la vinculación de puestos responder las preguntas respecto a cómo debe hacerlo y qué información trans-
son independientes, señalando que no se los vincula a personas, sino a compe- versal necesita para llevarlo a cabo. Tampoco es suficiente remitú;s'I, a la escasez
tencias que sólo se pueden percibir en la propia red. En directa conexión, pode- de recursos financieros puesto que, especialmente en las grandes organizacio-
mos preguntar lo que esto significa para la organización de la organización, para nes del Estado o de la economía, puede haber bastante dinero disponible para fi-
la planificación de aquella suerte de premisas de decisión que se encontraba e.n nanciar incrementos que parecen sensatos. Si se propone que habría que incorporar
el centro de la teoría clásica. Claramente, de nada sirve apelar a un "equilibrio" "circuitos de reflexión", se choca nuevamente con el problema de los criterios y
o a una continua sintonia entre tareas y personas, entre programas de decisión las informaciones necesarias para ello. Por eso tiene sentido asumir que el control
de la propia complejidad requiere instrumentos especializados, aunque sea poco
útil formular el problema de este modo, para establecer lo que es "complejidad
6
Cap. 2
7
adecuada".
Así Michael Bebr/Martin Heidenreich/Gert Schmidt/Hans-Alexander Grafvon Schwe-
rin, Neue Technologien in der Industrieverwaltung: Optionen veriinderten Arbeitskrafteeinsat~·
zes, Opladen 1991, p. 50. s Véase la advertencia de Urwick citada supra, Cap. 9, nota 2 apie de página.

354 355
La complejidad, otra vez, sólo es una paradoja: una fónnula para la unidad de condiciones de mercado no ha ocurrido, como se podría haber esperado, a nivel de
la multiplicidad. Se podría, sin embargo, avanzar un paso en la disolución de esta , empresas "de tamaño medio", sino bajo la fonna de una "conquista" por parte
paradoja al definir, por de pronto, más exactamente este concepto abiertamente de grandes organizaciones. Incluso en la propia administración pública gennana, prin-
!i
'!;
multidimensional e identificar consecuentemente los instrumentos de planificación, cipalmente en las reformas municipales y de distritos rurales de los años setenta, tuvo
I vale decir, las premisas de decisión particulares que hacen la complejidad del siste- un papel importante este argumento de "economies ofscale''. 1.0 Por otra parte, desde
¡1 ma si no racionalmente controlable, al menos observable y descriptible. Para esto hace mucho hay reacciones en la economía a nivel de la conexión en red de organiza-
1
utilizaremos, a nivel estructural, el concepto de competencias y, a nivel operativo, ciones grandes y pequeñas, 11 e incluso las investigaciones sociológicas de los proble-
11
,, el concepto de los conductos de comunicación (efectivamente usados). En primer mas consecuentes del tamaño de la organización concuerdan más bien escépticamente
'I
lugar, no obstante, se debe establecer que el punto de partida, de cualquier análisis respecto a que las economías de escala sean la mejor solución."
1 de la complejidad del sistema, se encue~tra en el tamaño del sistema, puesto que En el contexto de la teoría clásica de la organización, se intentó resolver el
sólo a partir de un cierto tamaño (muy pequeño), se toma complejo un sistema, en problema del tamaño óptimo." Sin embargo, este propósito no se logró expresar
el sentido de que ya no puede conectar cada operación con todas las operaciones más que bastante fonnalmente. Se pudo, de manera intuitiva y sobre la base de
del sistema. Y sólo esto produce la obligación de realizar selecciones que proveen experiencias prácticas, reunir fenómenos problemáticos asociados al aumento
diversidad (es decir: calidad) a las operaciones particulares del sistema.' de tamaño, 14 pero no se dejó en claro en qué medida éstos eran conexiones nece-
sarias o evitables. El principal resultado, que se debe agradecer sobre todo a las
extensas inv~stigaciones de la universidad de Astori, 15 muestra relaciones entre
II.
10
La advertencia de empleados comunales experimentados (lo recuerdo de !as discusiones),
Entre las decisiones fundamentales de construcción o reconstrucción de una organi-
de que con ello sería necesario otro nivel jerárquico, porque los directores municipales/direc~
zación, se encuentran las que se refieren al tamaño del sistema, es decir: al número to res de distrito rural ya no dispondrían del conocimiento personal de los empleados pertenecí en~
de puestos de trabajo por erigir. De esto depende la complejidad, en el sentido de la tes a su administración, no fue atendida. Parecía fuera de discusión la ventaja organizacional y
heterogeneidad de puestos, que puede alcanzar la organización y de ésta, a su vez, el problema fue visto exclusivamente en la relación entre la administración y la población. Algo
semejante vale para la reforma comunal en Inglaterra, para !a re~structuración de sistemas pro~
qué problemas de reducción de complejidad deben ser resueltos, vinculando dichos
fesionales (fuertemente divididos horizontalmente)_ en sistemas corporativos. Al respecto) véase
puestos entre sí. Confonne a la teoría económica clásica y neo clásica, muchos ar- r;, R. Hinings/Royston Greenwood, The Dynarnics ofStrategic Change, Oxford 1988.
gumentos hablan a favor de las grandes organizaciones. Pueden trabajar a costos ll Volveremos nuevamente sobre esto en Cap. 13, IX. 1 @

12
más favorables, de hecho pueden utilizar más racionalmente los costos generales; Sobre las ventajas de las empresas de tamaño medio) véase especialmente Gianfranco Dio~
guardi, Organizzazione come strategia, 4ª ed. Torino 1992.
pueden prever más especializaciones, y pueden, especialmente en tiempos recien- 13 Véase, por ejemplo, Marshall E. Dimock, A<lministrative Vitality, New York 1959,
tes, pennitirse tecnologías que quedan fuera del alcance de las organizaciones más pp. 255 ss.; John M. Pfiffuer!Frank P. Sherwood, Administrati ve Organization, Englewood Cliffs
pequeñas por razones de costos y de su plena ocupación. Esto ha conducido al des- N. J. !960, ppc 445 s.
14
arrollo de organizaciones elefantiásicas de producción, transporte o telecomuni- Véase, por ejemplo, EugenSchmalenbach, Über Dier\ststeilengliederung im GroBbetriebe,
Ko!n -Opiaden .1959, p. 42: "Los más evidentes son aquellos fenómenos que se ·relacionan con
caciones. Las tentativas de contrabalancearlas políticamente han fracasado. La re-
el tamaño creciente de la empresa y que se manffiestan en un aumento no sólo absoluto, sino
conversión de la economía de los nuevos estados federales de Alemania a las también relativo del trabajo escrito y de cálculo, de las disposiciones de control, de la represión
del sentido de la empresa a favor del sentido de los funcionarios eri el personal, del abandono de
9
la austeridad, de la poderosa aparición de necesidades de representación, etc."
Sobre esto, con mayores detalles, Nil<las Luhrnann, Haltlose Komplexitat, en Niklas 15
Cfr., como resumen, D.S. Pugh/D.J. Hickson, Organizational Structure in its Context:
Luhmann, Soziologische Aufl<larung vol. 5, Opladen 1990, pp. 59-76. The Aston Programme l. Aldersoht UK 1976; D.S. Pugh/C.R. Hinings (Eds.), Organizational

356 357
las vatiables tamaño y burocratización, concebidas como especialización, estan- influenciables por los no miembros (lo que también significa: por otras organi-
darización, formalización, centralización y construcción de encadenamientos. El· zaciones) y que, en cambio, se encuentran más expuestas al azar de los eventos de
valor explicativo de estos datos ha sido controvertido. 16 Mucho de ello podtia ser consciencia de sus propios miembros y se deben proteger contra éstos por medio
remitido a otra vatiable, ésta es los requerimientos de la tecnología, los cuales se de medidas estructurales precautotias. Por lo demás, un análisis postetior de las in-
pueden satisfacer sólo a partir de un tamaño suficiente del sistema. Al ampliar las vestigaciones realizadas a la fecha muestra que si bien las grandes organizaciones
variables a considerar, se multiplican las dificultades de atribución y lo contradic- son supetimes en productividad (tal vez porque disponen de mejores posibilida-
torio de los resultados. 17 Esto se podría deber a que, por razones metodológicas, des de subdivisión interna), no lo son en eficiencia (esto es: en el uso de "econo-
dichas investigaciones comprenden muy pocas variables; o a que el concepto de mies ofscale") y, por lo tanto, tampoco en la racionalidad regulada por relaciones
tamaño es definido en términos demasiado globales y, por lo tanto, deja abiertas de Input I Output.2' En este estado de la investigación, valdría la pena cambiar el
muchas posibilidades de combinación;" o finalmente, a que las decisiones de tama- plante~miento del problema y, en vez de buscar correlaciones abstractas, válidas
ño son escasamente dirigidas por las condiciones reales. Una hipótesis plausible (la de una vez por todas, partir por preguntar qué posibilfdades dé disposición ofrece
cual, sin embargo, sólo se puede formular si se ve a toda clase de consciencia como cierto tamaño, en una situación histótica dada.
entorno del sistema) podría expresar" que las organizaciones grandes son menos Los sistemas organizacionales tienden a tratar irreflexivamente su pro-
pio tamaño; vale decir: a modificarlo en vistas a representaciones evidentes de
Structure - Extensions and Replications: The Aston Programme 11, Aldershot UK 1976; D.S. metas: Esto se puede dejar en claro con dos ejemplos, ciertamente los más im-
Pugh/R.L. Payne (Eds. ), Organizational Behaviour in its Context: The Astoo Programme lll, portantes.
Aldershot UK 1977; D.H. Hickson/C. McMillan (Eds.), Organization and Nation: The Aston Las organizaciones requieren permanentemente puestos libres, para realizar
Programme rv, Aldershot UK 1981.
16 planes de reforma u otras innovaciones. Pero los seres humanos envejecen y no
Podría ser mencionada como confinnación su coincidencia con investigaciones etlloló~
gicas. Aquí se trata) por lo tanto, de la relación entre tamaño del sistema, división del trabajo, mueren suficientemente pronto. Por eso se deben crear nuevos puestos, estable-
jerarquización) rituatización. Para esto, véase Gregory A. Johnson, Organizational Structure and cer nuevos departamentos, fundar nuevas organizaciones. Una compañía aérea
Scale Sttess, en: Colín Renfrew/Michael J. Rowlands/Barbara Abbott Segraves (Eds.), Theory nacional funda sociedades afiliadas para líneas de vuelo laterales. Nuevas tareas,
and Explanation in Archaeology, New York 1982, pp. 389-421.
17 como la consideración del medio ambiente o la promoción de la mujer, conducen
Cfr. S.ergjo Ta!acchi, Organization Size, Indivi~ualAttitudes and Behavior: An Eropirical
Study, Administrative Science Quarterly 5 (1960), pp. 398-420; Bemard P, lndik, Sorne Effects a nuevos departamentos, al menos a nuevos puestos de planificaciqn en la admi-
of Organization Size on Mernber Attitudes and Behavjor, Human Relations 16 (1963), nistración pública. El sistema escolar parece no favorecer suficientemente a los
pp. 369-384; Bernard P. lndik, The Relationship Between Organizational Size and Supervision niños de los estratos más bajos o con retraso en su desarrollo y, pór'lo tanto, se
Ratio,Administrative Science Quarterly 9(1964), pp. 301-312; Richard H. HalVJ. Eugene Haas/
deben crear escuelas más apropiadas. Como es fácil de ver, se trata de objetivos
Nonnan J. Johnson) Organizational Size, Coaiplexity, and Fonnalization, American So-
ciological Review 32 (1967), pp.903-912; Richard H. HalVJ. Eugene Haas/Nonnan J. John- absolutamente significativos, los que, sin embargo, se introducen en la comunica-
son, OrganizatiÓnal Size, Coroplexity) and the Administrative Component in .Qccupationa! ción como valores concebidos normativamente y no como resultados. Así pueden
Associations, The Sociological Quarterly II (1970), pp. 435-451; Grant W. Childers/Bruce H.
Mayhew, Jr./Louis N. Gray, System Size and Structural Differemiation in Military Organiza-
tions: Testing a Baseline Model of the Division of Labor, American Journaí .of Sociology 76 tras más colaboradores participen en un suceso, menos depende éste de un único personaje y más
(1971 ), pp. 813-831; Bruce H. Mayhew, System Size and Ruling Elites, American Sociological variadas vías quedan abiertas a la influencia de fuerzas mecánicas universales extrañas. El dios
Review 38 (1973), pp. 468-475; y, como homenaje que resume la investigación realizada hasta de la máquina se nos ha convertido de pronto en muchos seres humanos simultáneos".:_ así en:
entonces) John R. Kimberly, Organizational Size and the Structuralist Perspective: A Review, Voi.chule der Asthetik, cit. según Werke vol. 5. München 1963, p. 239.
Critique, and Proposal, Administrative Science Quarterly 21 (1976), pp. 571-597. 20
Así Richard z. Gooding/John A Wagner lll, AMeta-Analytical Review of the Relation-
" Así, por ejemplo, Kimberly Op. Cit. ship between Size and Performance: The Productivity and E.fficiency of Organizations and their
i
9
Y aquí seguimos un pensamiento que Jean Paul formuló a propósito del drama: "Mien- Subunits. Administratíve Scfence Quarterly JO (1985), pp. 462-481.

358 359
mantener su fuerza persuasiva sin someterse a prueba. La dificultad de la comu-. la dimensión temporal. Esto vale, por un lado, para la aceleración de la produc-
nicación de resultados, no de intenciones, basta para permitir que la organización ción y del cambio de los productos; pero por otro lado, también para la adaptación
crezca. de la producción a los deseos de los clientes individuales, así como en cambios de
Mientras este problema parece estar condicionado internamente, también hay, importantes variables del entorno tales como demanda, situación de la competen-
sobre todo en las organizaciones de la economía, problemas de variación corto- cia, tecnologías. 23 En consecuencia, la s~lución se llama "flexibilidad". Se puede
placista del tamaño que son condicionados por el mercado. Aumenta la demanda esperar que similares transformaciones irrumpan también en otros ámbitos orga-
y se deben ampliar las capacidades; disminuye y los problemas se solucionan eli- nizacionales, especialmente en las administraciones públicas, luego que tanto las
minando puestos de trabajo. Y dado que basta un mínimo cambio repentino, para reformas comunales como las reformas escolares de los años setenta se aplicaron
llevar el balance de la ganancia a la pérdida, el tamaño varia correspondientemente totalmente al tamaño.
rápido en dependencia de las condiciones del entorno que, a su vez, resultan de En la nueva perspectiva; referida al tiempo, también se ve que el tamaño del
los esfuerzos de las organizaciones por aprovechar a todo trance las oportunida- sistema pertenece a las variables más fáciles de cambiar. Es muy fácil trasladar,
des del mercado o a mantener, cuando no aumentar, en todo caso la participa- pues, las fronteras de un sistema, al comprar empresas ajenas e incorporarlas al
ción de mercado." Pero, ¿no tendria sentido, entonces, estrudurar una organi- sistema o al separar partes de una organización y hacerlas independientes. En el
.zación de tal modo que, dentro de cierto margen de variabilidad normal, pueda · último caso, estrictos vínculos contractuales y acoplamientos estructurales, por
crecer y disminuir? ejemplo, en la forma de dependencias en la planificación de la producción, sirven
Debido a que, hasta ahora, el aumento de tamaño se ha producido, principal- como equivalentes funcionales de la concentración formal al interior de un siste-
mente, como producto colateral de los esfuerzos por mejorar el rendimiento, faltan ma.. Es preciso, sin embargo, considerar que esta flexibilidad en la variación de
teorías que expliquen que las reducciones también pueden conducir a mejoramien- tamaño no es una característica común de las organizaciones. No se la encuentra
tos del rendimiento. 22 Las reducciones se realizan, en general, como reacción a en la administración pública, ni en los tribunales, ni en las organizaciones del siste-
cuellos de botella financieros y en la forma ele despidos de personal. No obstante, ma educativo. De hecho, depende del cálculo económico,empresarial que permite
deberla ser fundamentalmente explicado, si no ofrecen también ventajas las reduc- comparar distintas soluciones entre sí, sea vínculos internos o externos, desde el
ciones, aunque la situación financiera no lo exija. Probablemente esto vale princi- punto de vista de los costos y la distribución de riesgos.
palmente para la administración pública.
Las experiencias de las últimas dos décadas muestran, especialmente en el
ámbito de las organizaciones del sistema económico, que ya no se debe buscar las
ganancias de racionalidad sólo en el tamaño (economies ofsea/e), sino también en
IIJ. ,.
Planteamientos de problemas de esta clase (y quizás de otras) ayudan a salir de la
búsqueda abstracta tras el tamaño correcto y también del igualmente abstracto im-
21
En las micro~empresas artesanales se observan notables excepciones. Aquí se encuentra perativo de una intermediación entre los requisitos de los puestos de trabajo y las
-en vistas a los muy elevados costos de sueldos y beneficios asocJa~os, y considerando proble-
mas de derecho laboral- entretanto !a tendencia a mantener pequeño y constante el tamaño de
capacidades personales ("el hombre correcto en el lugar correcto"). Aunque con
la empresa, renunciando a aprovechar ocasiones de mercado escasamente lucrativas. La conse-
cuencia es que en este significativo sector de la economía, ya no se puede ocultar la necesidad o
sólo se puede em:;ubrir mediante el trabajo clandestino. 23Véase, por ejemplo, la distincióh de standarization, variety and reactivity modelsi en
22
Véase sobre esto Kim S. Cameron/Sarah J. Freeman/Aneil K. Michra, Downsizing Annan Avadikyan/Patrick Cohendet/Patrick Llerena, Coherence, Diversity of Assets and
and Redesigning Organizations, en: George P. Huber/William H. Glick (Eds. ), Organizational Networks: Towards an Evolutionary Approach, Revue intemationale de systérnique 7 (1993),
Change and Redesign: Ideas and lnsights for Improving Perfonnance, Oxford 1993, pp. 19-65. pp. 505-53 l.

360 361
esto aun no se ha concordado, respecto a cómo puede ser especificado el análisis 0 han ascendido o a abogados. La dirección de un hospital puede ser encomenda-
planificación consecuente. Por eso debemos, en un primer paso, complementar la da a un médico, los altos directivos de las universidades son antiguos profesores.
vadable puramente cuantitativa del número de puestos de trabajo con un concepto Los departamentos de investigación de las grandes firmas farmacéuticas son diri-
que considere la heterogeneidad de dichos puestos. El tamaño y la heterogenei- gidos por especialistas, que ya no están activos en la investigación. La "tragedia"
dad de los puestos, en conjunto, constituyen una medida de la complejidad del de tales carreras es ampliamente discutida en la literatura. Con el ascenso se produ-
sistema. 24 Ambas variables de la complejidad se condicionan mutuamente, dado ce una pérdida de competencia, en comparación con los colegas subordinados, que
que la heterogeneidad sólo se puede desplegar en la medida que haya unidades de hace difíciles las tareas de la dirección.
referencia (aquí: puestos de trabajo) disponibles. Debido a esto, según los pdnci- El pdncipio de jerarquía es mirado hoy en día como característica de una teoría
pios generales de la doctrina de la división del trabajo, con el tamaño del sistema organizacional clásica, pero superada y se le quita importancia a su significación
aumenta el grado de especialización posible. Si el tamaño disponible.es suficien- fáctica, estructurante." Los conductos de comunicación jerárquica, se utilizan en
te, el puesto de trabajo individual puede ser descargado ·de la heterogeneidad de la praxis con men.ór frecuencia de lo que se pensaba y hay muchas otras formas
exigencias y, con ella, del constante cambio de atención, y se puede trasladar la de absorción de la incertidumbre.26 Los más recientes desarrollos organizaciona-
heterogeneidad a las relaciones entre puestos de trabajo. Una vez más, esto no es les también apuntan en esta dirección, especialmente reemplazando elaboradas
posible sin costos, puesto que con un alto número de puestos con·-tareas diversas se jerarquías por mayor autonomía en el lugar de trabajo. Pero, ¿por qué es esto un
incrementa la carga de los conductos de comunicación y crece la pérdida de infor- sustituto de la jerarquía? Se debe comprender que la función de las construccio-
mación, con todo lo cual hay que contar por esta vía. Por esta razón, también existe nes de jerarquía siempre se instaló en la coordinación hodzontal, vale decir, en la
(principalmente desde la perspectiva de human relations) el programa inverso a la ampliación de las posibilidades de coordinación más allá de lo que la alta dirección
especialización: el programa de "job enlargement". podía hacer por sí misma. La cadena de mando, de ejecución de órdenes e infor-
La distinción guía, que desarrolla la complejidad del sistema sobre la base del mes de vuelta, no era un fin por sí misma, sino solamente una condición derivada
tamaño adecuado, es entre competencias técnicas y jerárquicas. Con las competen- de la ampliación hodzontal de los puestos subordinados. Esto explica, al mismo
cias técnicas se copia en gran parte, al intedor del sistema, el espectro profesional tiempo, que mediante la autonomización de los puestos de trabajo se pueda, por
y de formación de la sociedad. En el hospital debe haber médicos, en los estudios así decir, localizar esta función de coordinación. Puede haber condiciones ambien-
de televisión técnicos de iluminación. También hay competencias desarrolladas tales y pdncipalmente requisitos de ritmo, bajo los cuales esto tiene sentido. Que
internamente, que resultan del ejercicio del oficio, la experiencia y la especiali- sea el caso, habría que ponerlo a prueba en cada caso singular. No es cuestión del
zación. Una fábdca de producción masiva de ventanas plásticas debe tener gente "principio correcto". Desde el punto de vista de los pdncipios, sólo se ,uede partir
que atienda los reclamos de la clientela y que, en la medida de lo posible, repare o del hecho de que el problema de coordinación horizontal (incluida la extensión al
ajuste las ventanas en el mismo lugar en que están instaladas. entorno) puede ser resuelto de diversas formas funcionalmente equivalentes.
El segundo tipo de competencias, las facultades de mando de la jerarquía, son Mientras esta corrección de la imagen clásica de la jerarquía todavía sostiene
constructos internos. Con frecuencia se emplea en esta función a personas que que se trata de la ejecución de un saber centralmente construido, esto también es
puesto en duda hoy, precisamente por la tesis de que las jerarquías se acreditan

24
Esta es la de~nición habitual de complejidad estructural, que todavía deja fuera de conside-
ración el aspecto temporal (la heterogeneidad en la sucesión de las unidades_de referencia). Véase, 25 Cfr. únicamente Rosabeth Moss Kanter, The Future of Bureaucracy and Hierarchy in

por ejemplo, Todd R La Porte, Organized Social Complexity: Explication of a Concept, en Todd · Organi7.ational Theory: A Report from the Field, e.n Pierre Bourdieu!James S. Coleman (Eds.),
R La Porte (Ed. ), Organized Social Complexity: Chailenge to Politics and Policy, Princeton N. J. Social Theory for a Changing Society, Boulder- New York 1991, pp. 63-87.
!975, pp. 3-39. 26 Cfr. Arthur L. Stinchcombe, lnformation and Organizations, Berkeley 1990, pp. 74 s.

362 363
r
¡ como fonnas de trato con la incertidumbre." Esto se adecua bien a una teoría de mercado. Las organizaciones de la administración pública utilizan la política como
procedimiento de prueba, para poder establecer si determinadas solicitudes de de-
sistemas funcionales de la sociedad, que no se centra en el dominio, sino en la pro.
ducción, interna al sistema, de incertidumbre. Los sistemas funcionales deben estar cisión encuentran o no apoyo. Al tribunal ingresan causas, al hospital enfennos;
equipados con organizaciones -no para ejecutar una voluntad construida en su inte- y se puede extraer conclusiones, a partir del tipo y acumulación de entradas, si se
rior (¿dónde si no?), sino para absorber la incertidumbre que ellos producen. justifica la construcción de una cámara especial para asuntos de construcción 0
Si se distingue, de la mano de construcciones de jerarquía, competencias técni- la edificación de una estación especial de primeros auxilios. Tanto las diferencia-
cas y jerárquicas (o especialistas y generalistas), también se ve que la complejidad ciones funcionales como las diferenciaciones segmentarías, por ejemplo, la can-
se desarrolla tanto con orientaciones heterorreferenciáles como autorreferenciales. tidad de hospitales, escuelas, tribunales, estaciones de bomberos, necesarios para
La capacidad especializada es reclutada con la persona o es fonnada en ella, pero un cierto espacio, surgen a partir de tales frecuencias acumuladas de las ocasiones
lo que se puede esperar y exigir, se orienta por las ofertas del sistema fonnativo y percibidas en el sistema para su propia actividad.
del mercado. La competencia jerárquica, en cambio, es internamente producida Estos procedimientos para construir la propia organización como variable
y asignada. Y sólo del concurso de ambas resulta la complejidad no sólo cuantita- dependiente, no sólo son compatibles con la clausura operativa del sistema, sino
tiva, sino también cualitativamente desplegada del sistema. que se. ofrecen, precisamente porque el sistema opera como sistema cerrado y
De acuerdo a las antiguas reglas de la cibernética, la complejidad interna (nú- depende de sus propios desarrollos. Sin embargo, una vez que la organización
mero y heterogeneidad de los elementos) es la fonna en la cual un sistema repro- produce, de este modo, sus propias prestaciones, genera también la demanda
duce en sí mismo al entorno, sin poder jamás alcanzar "requisite variety"". No es correspondiente. El trabajo social co-participa en la producción de los problemas
posible una correspondencia punto a punto; el sistema no busca ni encuentra, para que enfrenta. (Naturalmente, no se discute que el mundo "está" en un mal estado.
sus unidades, unidades iguales a ellas (también ojos, también puestos), en el en- El pesimismo mundial es un supuesto generalizado para la organización. Pero la
torno.29 Con esto la complejidad propia no es una representación adecuada aunque cuestión es, cómo y en qué fonnas se suscita la comunicación acerca de esto).
reducida del entorno en el sistema, sino una reconstrucción de lo que el sistema La inalcanzabilidad operativa del entorno (o, de otro modo, los límites del sis-
presupone como entorno operativamente inalcanzable. Peró, ¿cómo se logran pun- . tema) es, ella misma, el supuesto para el crecimiento inducido, para el aumento
tos de apoyo para lo que se podría llamar "complejidad adecuada"? de la complejidad. Los incrementos de complejidad parecen, pues, resultar casi
Las organizaciones elaboran instrumentos con los cuales examinan las ocasio- inevitablemente a partir de dos supuestos, a saber: que la sociedad hace posible
nes que les ofrece el entorno. Pueden, aunque ésta ya es una cuestión de definición, la comunicación e inserta límites de sistema en la comunicación, de tal fonna que
distinguir exigencias y oportunidades. Una empresa económica fija los precios a todo lo que pasa en el lado externo de la frontera puede ser interpretad(llen el otro
sus productos, para poder observar cómo es observada por los participantes del lado como motivo para crecer.
Por eso se podría denominar con Maturana "structural drijf' a las consecuencias
de esta clausura operativa. Por de pronto, éste es un fenómeno de la evolución, de la
"Véase lay B. Barney/William G. Ouchi (Eds\ Organizational Economics, San Francis- transfonnación de la improbabilidad del surgimiento .en la probabilidad de la man-
co 1986, p 12. tención, de la generación de diversidad desencadenada por cortes en lo dado. La re-
'" Cfr. W. Ross Ashby, Design for a Brain: Toe 01igin of Adaptive Behaviour, 2' ed. Lon-
don 1954; W. Ross Ashby,An lntroduction to Cybemetics, London 1956; W. Ross Ashby, Re-
ducción de complejidad conduce, si adopta la fonna de límites de sistema que aíslan
quisite Variety and its Irnplication for the Control of Complex Systems, Cybernetica [ (1958), un ámbito operativo, a la construcción de complejidad en dicho ámbito. La pregunta
pp. 83-99. por una organización de la organización, por lo tanto, sólo puede ser si se debe admi-
29
. No ha de ser, naturalmente, discutido que esto es posible. Piénsese en el lenguaje de los tir esto o se ha de promover todavía adicionalmente para el sistema cada vez propio
OJOS de los enamorados o en el supuesto de que el teléfono también funciona al otro lado de !a
linea. (clave: competencia) o si puede haber algo como una racionalidad del impedimento.

364 365
En los recientes desarrollos organizacionales, los costos encuentran obviamen- trativas, aunque también puede ser autoevidente que, por ejemplo, en las interven-
te mayor atención que antes. En todo caso se aceptan vinculaciones más complejas ciones quirúrgicas que requieren anestesia, se debe convocar al médico especialista
entre sistema y entorno. Las organizaciones no tratan de incorporar al sistema todo competente para ello, que se debe llamar al equipo de reparaciones en caso que las
aquello de lo cual saben que dependen sus operaciones. Tampoco sería exacta una máquinas se hayan averiado, o que los productos t.erminados deben ser entregados a
descripción que definiera al sistema en el sentido de que sus interdependencias in- control de calidad o a bodega. Sólo se puede hablar de premisas de decisión cuando
ternas fueran mayores que las que hay entre sistema y entorno. La pregunta acerca una regulación se realiza de manera general. Aunque también cuando sólo se puede
de si las unidades operativas son incorporadas al sistema y, con ello, jerárqui- decidir en el caso correspondiente sobre la partiéipación 31 (por ejemplo, se estable-
camente controladas, o si son dejadas en el entorno o, incluso, entregadas a éste y ce qué puestos deben suscribir una propuesta de decisión, antes de presentarla al
sólo se las puede influir en la forma del mercado, es objeto de continuo examen superior para la firma), esto presupone competencias reconocibles. Y aquí también
y decisión. A menudo se puede partir de que el mercado absorbe mayor incer- se pueden cometer y censurar errores -cuando, por ejemplo, el puesto directivo pasa
tidumbre que las cadenas de decisión en la propia organización. En otros casos por alto qúe se incluyen tareas que involucran dinero y que por eso deben participar
vale lo inverso. La observación continua de la diferencia entre adentro y afuera, puestos competentes en la administración del presupuesto.
por lo tanto, vale como una dimensión importante del "General iv!anagement".°' En esta concepción, los conductos de .comunicación se derivan de las compe-
Cada tanto se puede poner de moda la "privatización" o el "lean man.[Jgement" tencias de los puestos -sea de competencias exclusivas para haéervinculantes las
-aunque únicamente como reacción a una época que prefería la estrategia opuesta decisiones, una cuestión típica del orc!en jerárquico; sea de .competencias técni-
del mayor y más amplio control jerárquico posible y evitar dependencias externas. cas cuya inobservancia será evaluada como error de procedimiento. En este orden
El consejo no puede, visto en el largo plazo, ser una sugerencia de dirección a de competencias, bajo el punto de vista de la responsabilidad y la división del tra-
seguir, aunque sí la indicación de que .para una organización el límite también es bajo, y en la elaboración de los correspondientes planes de organización, se pasa
un punto de vista de la dispdsición - ciertamente sólo si puede ser fijado y variado fácilmente por alto, sin embargo, los problemas que se introducen, también y pre-
como límite, y solamente si esto puede suceder mediante decisiones internas. cisamente, en la comunicación continua de decisiones. Los planes organizaciona-
les son planes estructurales, suscitan una impresión estática y permanecen idénti-
cos, si no son modificados. La dinámica de la organización radica, sin embargo, en
IV. los procesos de comunicación de decisiones, en los cuales se producen decisiones
a partir de decisiones. Aquí y solamente aquí ocurre la absorción de incertidumbre,
Recién ahora llegamos al tema propio de este capítulo: las premisas de decisión esto es, la transformación de la incertidumbre en certidumbre consn;uwa, autoga-
específicamente organizativas .. Consisten en establecer los conductos de comuni- rantizada. Aquí son elaboradas las pérdidas de información necesarias para ello.
cación que vinculan decisiones a decisiones y con ello hacen posible la produc- Aquí se recuerda y se olvida. Yaquí finalmente se decide qué complejidad opera-
ción autopoiética de decisiones. Para esto se necesitan puestos que sirvan como tiva, no sólo estructural, alcanza el sistema.
:¡ direcciones, como señas postales (Adressen) para la comunicación. Mediante la Por medio de la diversificación estrnctural, el sistema incrementa no sólo
1 descripción del contenido de los puestos se hace reconocible, además, qué puestos su rendimiento, en tanto y en la medida que sea sensato el tamaño necesario para
r
han de participar en qué procedimientos. Esto puede ser formulado en detalle en ello, esto es, que se pueda contar con la demanda correspondiente. En el mismo
los reglamentos internos, cosa habitual principalmente en organizaciones adminis-
31
Siguiendo !a propuesta de Henry Mintzberg, ese orden se denomina "Adhocracy".
30
Así Rudolf Wímmer, Woru brauchen wir' ein General Management?, Hernsteiner 6/3 Véase Henry Mintzberg, Structures in Fives: Designing Effoctive Organizations, Englewood
(1993), pp. 4-12 (8 s.). Cliffs N.J. 1983, pp. 253 ss.

366 367
¡
impulso, aumenta también la incertidumbre auto producida. En la medida en que 0
cada puesto administra una especialidad propia, se hace dificil para los otros cues- efo~!:i:i:a:s::1: :::::i:;,s~i:: ~;: :i::~:::::::r;:: :::~:~:~~:ª;a!:
tionar, practicar la crítica, proponer mejores soluciones a los problemas o, por tras iniciativas de reforma. 32 Aunque también se ve, además, que las organizacio-
último, repetir el curso reflexivo de otro puesto. Esto vale, particulannente, para es no están entregadas totahnente inermes a este oscilar entre recordar y olvidar,
los superiores en relación con sus subordinados e igualmente para los subordina- lino que desarrollan mecanismos que les permiten observarse a sí mismas en esta
dos en relación con sus superiores. La comunicación horizontal también se debe ~recisa perspectiva. Para esto sirve, de manera especial, la introducción de otra
l¡j
embarcar en esta reducción de complejidad. El cirujano debe confiar en que la 4istinción: entre el curso nonnal y las señales de alanna.
anestesia es suficiente, que los instrumentos que le alcanzan están esterilizados y Toda memoria, habituada a la nonnalidad y reimpreguada mediante la repe-
que los exámenes preoperatoríos dieron resultados adecuados. Es posible una cier- tición, depende de mecanismos adicionales de estímulo de la atención. March
ta superposición de la atención, sobre todo atención en los valores límites, lo des- y Simon, correspondientemente distinguen entre "evoked set" y "evoking" como
acostumbrado, siguos de alarma. Pero, en principio, la división del trabajo conduce función especial de la memoria de las organizaciones." El sistema se protege a
a que la capacidad se convierta en comunicación. Exactamente por eso se fundan sí mismo, por así decir, con "double closure"34, al mantener en funcionamiento
organizaciones. l ·Un estado de alarma, junto a la comunicación de decisiones, que reacciona a
Con el incremento de la complejidad objetual, aumenta la capacidad de cons- lo que llama la atención. Debe, en otras palabras, estar preparado para esperar lo
truir y elaborar infonnaciones o, dicho de otro modo: de transfonnar la irritación en , inesperado. Estbo se c,ondo~fie desde la supervigilancia de tecnologías de alto riefusgo
1
infonnación. Con las decisiones continuamente actualizadas en la comunicación, el ! y también se sa e cuan 1 1c111es resu1ta a 1as orgamzactones con rutmas que n-
sistema se irrita a sí mismo -cada vez en un puesto distinto. Constantemente hay cionan, desrutinizarse a sí mismas. No se trata, sin embargo, de un problema
que hacer algo, cuando otros han hecho algo. Aunque con esto también se organi- especial, sino de un problema de toda absorción de incertidumbre que hay que
. zan gigantescas pérdidas de información al interior del sistema. Tratar de evitarlo simultáneamente supervigilar y dejar operar. Todo cerebro lo puede hacer, sin lo-
llevaría a duplicar el trabajo y, finahnente, al colapso de la complejidad. El sistema, grar estar definitivamente seguro que, de esta manera, las disposiciones son siem-
por lo tanto; necesita una memoria que pueda recordar y olvidar, vinculando de este pre adecuadas, Se sabe que para las familias es dificil reconocer en sus miembros
modo el pasado y el futuro. Con esto se logra un aumento de la selectividad. algo "anormal" que pudiera requerir ayuda psiquiátrica, precisamente porque sus
Esto contradice exigencias clásicas de racionalidad. No se trata de una mejor integrantes se conocen bien y atribuyen personalmente el comportamiento. En el
adaptación al enlomo, ni tampoco de la realización de principios. La racionalidad caso de las organizaciones, se plantean problemas similares a nivel de su comuni-
del sistema consiste mucho más en copiar la incertidumbre (no los estados ni.acon- cación de decisiones. El hecho, que no les resulte tomar precauciones ¡je atención
tecimientos) del entorno, al interior del sistema. El "unmarked space" del entorno y comunicabilidad para situaciones anómalas, podrla servir como señal de alarma
pasa a ser el "unmarked space" del sistema - un lado obscuro que es acarreado a nivel de la organización de la organización. Tal vez la organización se haya he-
en todas las operaciones. Lo que entonces puede ser llamado racionalidad, no es cho muy grande o demasiado compleja o simplemente se haya puesto ciega a la
otra cosa que un re-entry de la diferencia entre sistema y entorno, al interior del paradoja del decidir, a la que debe su capacidad de operación.
sistema. Esto puede recomendar, ante todo, una forma de trabajo más fueitemente
referida a la situación, menos limitada que antes por instrucciones, programas con-
dicionales y controles, y que se "integre sistémicamente" con la ayuda de la elabo- "Así, los datos de Brunsson/Olsen, Op. Cit. (1993).
ración electrónica de datos. Pierden importancia las exigencias de determinación "Véase James G. Marcb/Herbert A. Simon, Organizations, New York 1958, p. 10.
34
En conexión con Heinz von Foerster, ya hemos caracterizado con este concepto la inven~
anticipativa, mientras aumentan los requerimientos de transparencia imnediata y
ción de premisas de decisión (Cfr. supra, cap. 7) y ahora llegamos a otro nivel de nonnalización
las correspondientes posibilidades de corrección. de la atención para lo que no es nonnal.

368 369
Partiendo de estas reflexiones, tiene sentido incorporar la mayor cantidad posi- con un trabajo asignado. Este principio se compensaba disponíendo una jerarquía
ble de competencias, en el lugar del proceso de decisión en que son necesarias. Los que consideraba responsabilidades más amplias en los niveles más altos y dotaba a
conductos de comunicación, se hayan establecido de manera general o se hayan la cúspide del sistema con una especie de competencia global sobre todo. Con esto
desarrollado casuísticamente, sólo tienen el sentido de transportar competencias se suponía que la cumbre de la jerarquía podía percibir sus tareas bajo la forma de
(registrando típicamente muchas pérdidas y perturbados por el "ruido"). Por eso sus propias decisiones y que para ello también había criterios de racionalidad espe-
debería ser meta de la organización acortar las vías de comunicación y, al mismo cificables. En general, hoy en día se acepta que con ello se sobre exigía demasiado
· tiempo, utilizar mejor las competencias disponibles (o "estimulables"). Esto vale a la jerarquía y, especialmente, a la cúspide. Un segundo punto crítico es que la
para competencias de cualquier clase - también, por ejemplo, para la competencia prohibición de imniscuirse bloqueaba la utilización de capacidades e informaciones
de garantizar de imnediato las aprobaciones necesarias por parte de los superiores. que pudieran estar disponibles, acaso de manera totalmente casual, en puestos infe-
En la organización de los procesos de producción industrial, esta definición de riores. Esta critica ha conducido a promover la solución a esta traba, proponíendo
metas se traduce, actualmente, en reducción de mandos medios.3' También se de- más· interacción, más diálogo, mayor estímulo recíproco, más participación mu-
bería pensar, sin embargo, en la posibilidad de engranar mejor la contabilidad con tua, más trabajo en equipo en los niveles más bajos. 36 A primera vista, parece con-
la praxis cotidiana de decisión. Hacerla cooperar en el negocio mismo, en vez de vincente, pero la praxis parece seguir esta propuesta, si es que lo hace, de manera
limitarla a la tenencia de cúentas y consideración posterior de los sucesos (lo que dubitativa. No parece, por lo tanto, qu, se trate de reemplazar un peor tipo de orga-
naturalmente no se excluye). La razón para hacer este vinculo es que, en la forma nización-por uno mejor, uno rígido por otro más flexible, porque con ello tan sólo
separada en que hasta hoy se mantiene, sólo puede servir como información para se sustituye una descripción negativa por una positiva. ¿Dónde radica el problema?
los niveles directivos, y la información llega hasta ellos, para ni hablar de su recon- Desde un enfoque de teoría de la comunicación, es fácil reconocer que el
versión en nuevas directivas, frecuentemente demasiado tarde, para un tiempo que concepto de competencia, tanto en sentido técnico como jerárquico cumple dos
vive a toda prisa. La organización de la memoria del sistema es sólo una faceta, si funciones totalmente diferentes que se deben distinguir, al menos analíticamen-
bien la más importante, de este vínculo entre competencia y comunicación. Debe- te. Por una parte, se trata de una capacidad. De supuestas capacidades cognitivas
ría ser siempre considerada, puesto que precisamente cuando es grande la presión y motivacionales, que son más o menos bien realizadas por la persona que ocupa
de cambio proveniente del entorno, se la puede percibir y examinar sólo con la el puesto. En esto también cuenta la capacidad más fuertemente reque1ida en los
· ayuda de una memoria. ámbitos más altos de la jerarquía: poder decidir con insuficiente información y aun-
que falte conocimiento técnico. Además de esto, en el sistema social de la comu-
nicación la competencia también tiene la función de las señas postolf!f! (Adresse).
v. No entra en juego si nadie sabe de ella o se debe buscar mucho y se genera el
1 desaliento constante; y entra en cuenta muy limitadamente, cuando la comuníca-
1:
En el concepto clásico de división del trabajo se suponía, que la ventaja de la organi- ción nota una competencia por pura casualidad. La sabiduria de la teoría clásica
ij zación basada en la división del trabajo radicaba en la concentración de la atención evidentemente residía en no distinguir entre capacidad y señas postales (Adresse)
I!
11 sobre las tareas de un puesto determinado y en el desarrollo de las respectivas capa- y ayudarse con la ficción de que el puesto indicado como señas postales (Adresse)-y
cidades. El otro lado de esta forma era una suerte de prohibición de inmiscuirse: las únicamente él- tenía la capacidad que de él se esperaba.
11
"il tareas
.
de otros puestos no. requerían ni debían interesar a quien estuviera ocupado .
1
16
1:l! Véase, representativo de muchos, Charles Heckscher, Defining the Post-Bureaucratic
35
Para esto, véase Michel Crozier, L'Entreprise a l'écoute: Apprendre le management Type, en Charles Heckscher/Anne Donnellon (Eds. ), The Post-Bureaucratic Organization; New
i¡i post-industrie!, Paris 1989. Perspectives on Organizational Change, Thousand Oaks Cal. 1994, pp. 14-62.
il
[111'
\H. 370 371

!I
Si se quiere abandonar o mitigar esta solución tan práctica como insatisfac- entrarán en escena cuestiones de riesgo y responsabilidad, que ya no podrán ser
toria, se presentan dos problemas diferentes. Uno radica en· la cuestión de cómo simplemente respondidas remitiendo al puesto o a sus superiores. Si realmente se
se puede dotar de capacidad a las señas postales. Esta es, esencialmente, una propagara una planificación organizacional tan amplia se debería adecuar, además,
cuestión de administración del personal, .en el amplio sentido que incluye el des- la .estructura de sueldos y salarios. Ya no podría orientarse sencillamente por el
arrollo del personal. Los puestos deben. estar concebidos de tal forma, que las rango de los puestos y con ello perdería el punto de referencia que, de acuerdo a
capacidades del ocupante del puesto no se reduzcan al formato de su puesto y las ideas tradicionales, le ha ofrecido objetividad. Y, de manera destacada, surgen
la evaluación de personas debe informar sobre su aplicabilidad en otros pues- problemas nuevos para_ la memoria del sistema. Si una vez se descubre y com-
tos, incluso de mayor rango. Sin embargo, de manera complementaria, se plantea prende una capacidad fuera del plan de puestos: ¿cómo puede ser recordada, quién
también el problema opuesto: ¿Cómo se puede dotar de señas postales a la ca- la experimentará y cómo se puede impedir que sea observada como característi-
pacidad disponible, no comprendida económicamente como personal ni marca- ca de una situación particular, como rara excepción, como casualidad y con ello
da por puestos? Según el esquema organizacional referido a puestos, se trata de sea dejada al olvido inmediato?
una fuerza residual, de un potencial invisible, particularizado en muy diversas Los consejos, actuahnente habituales, de reforzar los grupos de proyectos, el
clases de capacidades. Puede ser formación técnica y experiencia, acceso a sec- trabajo en equipos, el diálogo y la búsqueda de consenso ¡in intervención de los
tores determinados del entorno, información que llega ocasionalmente o capacida- superiores, deberían plantearse estas preguntas.
des puramente personales, que, no obstante, son formadas de preferencia en cier-
tos puestos antes que en otros. La visión habitual ve aquí también un problema de
personal, un problema de descubrir y.promover a personas correspondientemente VI.
dotadas. Pero así se tropieza rápidamente con cuellos de botella en la combina-
ción de personas y puestos y, sobre todo, a la cuestión de si la persona no perdería Estas consideraciones no conducen a concluir que pudiera ser racional renunciar a
en otro puesto rápidamente su capacidad (por ejemplo, sus contactos con el en- un orden jerárquico ·de competencias de decisión, ni tampoco se encuentra organi-
torno). Por eso no se puede reducir el problema de cómo dotar de señas postales zación compleja alguna que sustituya completamente la jerarquía por otras formas
a las capacidades, a un problema de administración del personaL-Probablemente -por ejemplo, formas únicamente situacionales- de absorción de incertidumbre.
sea el problema fundamental de la organización de la organización, vale decir: Solamente se trata de una concepción más abstracta del problema de la organiza-
de la organización de vínculos comunicativos para la absorción y recuperación de ción autopoiética, para la cual la jerarquización de los conductos comunicacionales
incertidumbre de decisión. es una contribución entre otras: una aportación al desplazamiento de JlfOblemas, un
Con la distinción "capacidades para señas postales" y "señas postales para aporte a la transformación de problemas en otros problemas.
capacidades" distinguimos, al mismo tiempo, problemas de la administración del Ya la red recursiva de decisiones requiere una "puntuación" suficientemente
personal y problemas de la planificación organizacional. Un análisis más preciso clara. Y \ambién debería ser indispensable una diferenciación jerárquica para las
encuentra, en ambos ámbitos, imponderables en que se vuelven a fusionar los dis- construcciones de episodios, para poner término a los asuntos y liberar capacida-
tintos enfoques. La planificación del personal no puede saber con certeza si y cómo des para nuevos comienzos.
las personas satisfarán exigencias de puestos en los cuales no"han trabajado hasta A pesar de todo, parece haber cambiado esencialmente la comprensión de la
ahora. Pata la planificación organizacional se trata, sobre todo, de dar a la comuni- jerarquía, tanto en la praxis de vincular decisiones absorbiendo incertidumbre,
cación una forma tan movible que pueda buscar y encontrar, por sí misma, dónde y como también en la consultoría organizacional. Acaso esto sea una consecuencia
cómo puede activar capacidades. Esto requerirá un gran -y frecuentemente estéril- de la pérdida de subvención societal de la autoridad por medio del origen o la for-
dispendio de tiempo. Por otra parte, recmriendo a capacidades no documentadas, mación, o bien sea también una consecuencia de variaciones en la determinación

372 373

J.
de lo que es importante y lo que no tiene importancia. Intentaremos resumir estos a factores naturales ni a costumbres evidentes. Esto también vale, y especialmente,
cambios desde tres puntos de vista: a nivel de la observación de segundo orden, para la constante reflexión previa acer-
Se mantiene, una diferenciación de niveles de competencias. Ésta ya es indis- ca de las consecuencias de posibilidades. Parece ser característico de la organiza-
pensable como mecanismo de regulación de eventuales conflictos y para !~ varia. ción de la organización que cada vez más decisiones se remitan a decisiones. Aunque
ción de las condiciones de membrecía en la organización. Pero la evaluación de lo las refonnas lo intenten y consideren recomendable, esto debería ser consecuencia de
que es importante y lo que es menos importa¡ite puede ser desplazada al interior de la diferenciación de sistemas organizacionales autopoiéticos en la sociedad, los que
esta diferencia de niveles -desde arriba hacia abajo y desde abajo hacia arriba. Sí deben organizar por sí mismos todas las limitaciones que ellos siguen.
bien se intenta, tal como antes, una suerte de lógica de tareas, para poder detenni- Con esto parecen cambiar, lo que ya se discute ampliamente, las exigencias
nar lo que debe ser decidido más arriba y lo que se puede delegar, el supuesto de hechas a las funciones directivas. El gesto de superioridad apoyado en la estra-
esta idea es que esta diferenciac;ión de niveles fonnalmente construida prepara las tificación, mejor. formación y mejor infonnación se proyecta cada vez más en el
correspondientes posibilidades de disposición. En qué medida parezcan adecuados vacío. Esto no significa que las personas (y, con ellas, la selección de personas)
los cambios en la distribución de influencias, es luego una cuestión empírica o sean menos importantes. Por el contrario, cuando se suprimen aquellos recursos de
práctica. En cualquier caso, tendría poco sentido encontrar escapatoria a problemas pretensión de autoridad, se puede requerir, con mayor fuerza que antes, lo que se
que se hacen presentes alternadamente, mediante más centralización o más descen- expon~ a la observación como personalidad. El superior deberá involucrarse más
tralización -y dejar así las cosas. fuertemente en la comunicación. Sin embargo, el problema no radica en cuestiones
Si no se entiende la jerarquía solamente como distribución de competencias, de "tono" ni de "estilo" de liderazgo. Más bien se trata de una correspondencia
sino también como estructura dírectiva, se consigue ver otra transfonnación. Ya no entre la competencia personal y las exigencias del puesto. Dichas exigencias ·pa-
vale la antigua asimetría de la lógica del señor y el siervo. No sólo el siervo debe recen desplazarse en dirección a una competencia general para el management de
observar cómo lo observa el señor (alias Dios). También el señor debe observar situaciones, donde las "situaciones" resultan, no por último, de las constantes con-
cómo es observado por el siervo. La relación se reorienta completamente a una tradicciones entre aspiraciones significativas y de los correspondientes conflictos
observación de segundo orden. Y es ubicada simétricamente en este nivel. Esto se "micropolíticos" de los especialistas.
puede recomendar como una configuración más humana de los sistemas organiza- En este contexto, merecen atención las investigaciones que buscan descubrir
cionales y ver humanidad en que los participantes se respetan mutuamente entre sí cómo se decide efectivamente en la cumbre de las organizaciones." Se mantiene la
como sujetos, es decir: como observadores. Este consejo, no obstante, no debería antigua excepción de una orientación predominante al entorno. Se deriva, por sí sola,
distraer la atención de los aspectos tácticos (Habennas quizás dijera: de los estráté- de la medida en que se pueda disponer en la cumbre acerca de las rr@misas deci-
gicos) del cálculo cotidiano. La diferencia en las competencias no es superada, sino sionales de la organización (entre las cuales se cuenta ella misma). Se agrega a esto
que se mantiene como elemento del cálculo recíproco. Aunque no es puesta en ac- . la alta ambivalencia de las definiciones de situación, que sugieren orientarse más
ción, en tanto no sea necesario. Y cuando se dan órdenes contra ideas ya insinuadas, por contactos interaccionales que por infonnaciones preparadas fonnalmente. Las
acaso comunicadas, es.to se comprende como indicio de conflicto. La orden puede infonnaciones no reportadas en infonnes desempeñan un rol considerable, así como
luego ser obedecida, en tanto sea controlable, pero sus consecuencias agravantes también los rumores, la chismografia, el gossip. Entre las tareas de la dirección, se
pueden consistir en que el conflicto sea recordado como conflicto. encuentra la de fijar las infonnaciones de tal modo que puedan ser entregadas en el
Si se quiere descifrar la comunicación que se observa en tal orden, se le 'debe atri- curso de los negocios. Adicionalmente, la alta medida de fragmentación del cotidia-
buir un cálculo de ''qué pasaría si". Esto vale para la planificación de desplazamientos no laboral deja escaso tiempo para meditar o dedicarse al "general planning". Por lo
de influencia al interior de la jerarquía de niveles, la cual ya antes de ser dispuesta es
observada como planificación y, debido a que es planificación, ya no puede remitirse "Véase, por ejemplo, Henry Minzberg, The Nature ofManagerial Work, New York 1973.

374 375
demás, no recibe atención simplemente la resolución de problemas, sino también y son más bien los generalistas quienes tienden a esta forma de absorción de incer-
con urgencia la elección (o descubrip:iiento) de los problemas. Si se considera esto, tidumbre, en tanto los especialistas o expertos procuran, más bien, mejorar la ela-
se constatará que las decisiones de la cumbre de la organización también están, en boración de información dada en el programa decisional. En caso de fracasar, los
alta medida, "programadas",38 sólo que las presiones son otras que en los rangos más generalistas tenderán a cambiar sus lealtades, mientras los especialistas reaccionan
bajos de la organización. a los fracasos, más bien, con frustración o cinismo. Si esta hipótesis es correcta, 40
Finalmente, el conducto de comunicación jerárquico también cumple la fun- en ella radicaría una indicación sobre conexiones entre las premisas de decisión
ción de toda vinculación de decisiones: la absorción de incertidumbre, y lo hace en personales y las que tienen forma organizacional.
ambas direcciones: desde arriba hacia abajo y desde abajo hacia arriba. Obviamen- Estas reflexiones muestran que la organización formal de las competencias y
te el superior participa a los subordinados sus decisiones en la forma de órdenes conductos de comunicación no es sólo un problema de los planes de la organi¡ca-
o también en la forma de comunicaciones que insinúan una posible instrucción, ción y las correspondientes instrucciones de ejecución. Incluso cuando todo esto
haciendo superflua su formulación expresa. Del mismo modo, sin embargo, tam- debe ser considerado preventivamente y obedecido, el problema, visto desde las
bién la comunicación desde abajo hacia arriba tiene la forma de una decisión, por operaciones del sistema, se encuentra más bien en la preparación de este uso y ·
ejemplo, la forma de la decisión de solicitar una decisión; o la forma de una de- en el hacer accesibles los aportes de decisión, cuyas señas postales no se pueden.
cisión de dar-a-conocer una información la cual, cuando ha sido dada-a-conocer, fijar en la forma de puestos. Quien desea imponer o impedir ciertas decisiones, no
traslada hacia arriba el riesgo y la responsabilidad. En cualquier caso y en ambas puede confiarse sencillamente en el conducto regular; y esto vale, en igual medida,
direcciones, se trata de vincular la absorción de incertidumbre con la elaboración para superiores, subordinados y colegas. Él debe tantear, previamente, mediante
de información o, dicho de otro modo, de actualizar la memoria del sistema con sondeos, sugerencias, globos de sonda y verdades a medias. Y debe estar en condi-
una decisión respecto a lo que se recordará y lo que se ha de olvidar. ciones de cambiar sus expectativas y metas, si se oyen rumores incómodos.
Por eso, también aquí la cuestión de fondo es cómo influye una distribución En este aspecto, la visibilidad de la organización formal es extremadamente
de competencias sobre el proceso de toma de decisiones. No obstante, no se podrá útil para hacer posible también lo contrario, vale decir, para manejarse con sus
saber con certeza en la organización de la organización. Las decisiones que aquí exigencias o evitarlas. La determinación organizacional de competencias, que
son necesarias también deben absorber incertidumbre. La única enseñanza que no puede ser discutida como tal, hace posible, al mismo tiempo, mantener distan-
se puede extraer de aquí es que no hay decisión alguna que sea la única-correcta y cia e instalar un segundo nivel de comunicación en el cual se puede comunicar
que las decisiones sobre premisas de decisión se deben enfocar en la observación respecto a lo que se puede confiar a la red formal -y lo que no. Este segun-
de sus efectos y en una eventual revisión. do nivel también sirve para sustraer del control las verdaderas inton.:iones. Esto
El hecho de si sean utilizados, y cuán ampliamente, los conductos comunicati- se podría denominar, de nuevo, ''organización informal", pero en dicho caso sería
vos de la organización para lograr decisiones que aclaren el consenso y el disenso
depende, en parte, del tipo y complejidad de los programas decisionales y, también 18 (1953), pp. 654-662; Tom Burns, The Direction of Activity and Communication in a Depart-
mental Executive Group, Human Relations 7 (1954), pp. 73-97; Tom Burns, The Reference of
en parte, de características personales. Esta orie¡¡tación de la absorción de incerti-
Conduct in Small Groups: Cliques and Cabals in Occupational Milieux, Human Relations 8
dumbre requiere mucha preparación informal y, por lo tanto, también el dominio (1955), pp. 467-486; Tom Burns, Micropolitics: Mechanisms of Institutional Change, Admi-
de la distinción entre formal e informal. Esto recae en el ámbito, que en conexión nistrative Science Quarterly 6 (1961), pp. 257-281; Tom Burns, Des fins et des moyens dans la
con Tom Bums, es a menudo denominado "micropolítica". 39 Se puede asumir que direction des entreprises: Politique intérieur et pathologie de l'organisation, Sociologie du Tra~
vail 4 (1962), pp. 209-229. P,ra la discusión actual, véase, por ejemplo, Willi Küpper/Günther
Ortmann (Eds.), Mikropolitik: Rationalitat, Macht und Spiele in Organisationen, Opladen 1988.
38 40
Así Mintzberg, Op. Cit. p. 135. Véase los resultados en Rainer Koch, Entscheidungsstile und Entscheidungsverha!ten von
39
Cfr. Tom Burns, Friends, Enemies, and the Po!ite Fiction, American Socio!ogical Review Führungskriiften offentlicher Verwaltungen, Verwaltung und Fortbildung 21 (1993), 179-197.

376 377
necesario extraer del concepto el principio de grupo que lo origina. Más impor- bién lo que se debe cambiar en-alguna otra parte, cuando los puestos, por la razón
tante es otro discernimiento. La imagen oficial de la organización produce la que sea, no funcionan como se ha previsto.
impresión de que la reflexividad
. de las operaciones, decidir sobre ·decisiones, Desde la perspectiva de los conductos de comunicación, que una organización
estaría vinculada a la jerarquía, porque la determinación de las premisas decisio- pone a disposición, aparecen otras formas de fijar como variables las premisas
nales permanece reservada típicamente a las instancias más altas. Sin embargo; de decisión. Esto vale especialmente para lo.s programas de decisión. La cues-
de hecho existe una reflexividad permanente acerca de la cuestión referida a qué tión de si se escoge una programación de fines o condicional, debe resultar de los
informaciones, qué conocimientos, qué decisiones pueden, debieran, deben ser contextos organizacionales y puede cambiar con estos. Del mismo modo, depende
incluidas en la red formal (y, con ello, ser accesibles)-y cuáles no. Y la jerarquía del contexto de la organización el tema de cuán cerca se aproximarán las ventajas
es impotente contra este tipo de reflexión del control, porque ella misma es con- programáticas al comportamiento. decisional o, dicho de otro modo, cuánta varia-
trolada de este modo. bilidad se permite para situaciones que cambian permanentemente. Asimismo y en
conexión con ello, se dispone del empleo de personas, entre las cuales también se
emplean personas para tareas directivas. Qué calificaciones sean exigidas aquí re-
VII. sulta también de las referencias organizacionales en las cuales se pueden expresar
estas cualidades o en las que, cuando faltan, conducen a considerables irritaciones.
Denominamos este capítulo "Organización de la organización", para dar a enten- · En todas estas perspectivas, la organización de la organización es la pregunta prio-
der que aquí se cumple una función de reflexión de la organización en la organiza- ritaria, la cual jamás se puede responder de manera abstracta, sino que siempre
ción. En todo caso, esto recién se hará visible cu~ndo se renuncie a la fijación de sólo teniendo en vista el estado histórico del sistema considerado.
"Principios de organización" y se deje de lado, o al menos se ponga a disposición, Si se debe partir del hecho de que los puestos se definen mutuamente entre sí,
las dicotomías clásicas tales como centralización / descentralización, comunica- en condiciones que se transforman continuamente, la autoobservación del sistema
ción vertical/ horizontal, división del trabajo/ integración. En cuanto fórmulas de se debe ajustar a ello. Se podrá servir del concepto de competencia para marcar lo
problema no son, como es fácil de ver, otra cosa que paradojas, fórmulas ambiva- que se espera de determinados puestos. El problema práctico radica en el ritmo con
. lentes para un siempre correcto "si bien/ como también". · el cual son registradas las transformaciones y al cual son utilizadas para introducir
Una reflexión opuesta podría partir del hecho de que la organización de la co- modificaciones en la estructura organizacional. La elaboración electrónica de datos
abre aquí nuevas perspectivas. Ésta, como veremos, pone a disposición una memoria
nexión reticular comunicativa del sistema no es otra cosa que el complemento es-
que trabaja rápidamente, que participa en las operaciones comprendidas por su in-
tructural de la autopoiesis del' sistema. Pertenece a la estructura del sistema todo lo
termedio e inte!]:)reta lo sucedido en la perspectiva de lo que queda por 'dgcidir.4 1(Por
que define los puestos, también pertenecen, por lo tanto, los programas que se han
lo demás, si un desarrollo como ese se aplicara a sí mismo, también sería una mo-
\i de ejecutar allí y el personal que mantiene ocupados los puestos. Pero los puestos dificación que valdría la pena evaluar, que habría que concebir en ténrunos de sus
i
11 no son unidades que trabajan aisladas. Sólo su vinculación mediante la comunica- consecuencias para otros puestos. En esta medida, los intentos por introducir la ela-
ción determina y varia las exigencias a cumplir. No se trata de una simple reunión boración electrónica de datos son también un caso de .prueba de la tesis, de que los
1 de unidades existentes por sí mismas. Los puestos reciben, más bien, su perfil pe- retículos organizativos pueden servir a la reflexión del sistema en el sistema. 42).
ji,, culiar únicamente a partir de lo que ocurre en otro lugar. Esto se puede desatender
il bajo un modo estático de análisis, como en el popular dibujo cartográfico de los
¡¡ 41
Para esto, tambi~n el cap. 12, sección l.
planos de la organización. Pero las organizaciones son sistemas dinámícos y por 42
Sobre esto hay mucha literatura. Véase solamente Michael Behr et al., Neue TechnoN
11 eso es indispensable controlar continuamente lo que debe ser modificado en otros logien in der Industrieverwaltung: Optionen eines veriinderten Arbeitskrafteeinsatzes, Opladen
puestos, cuando se transforman las descripciones u ocupaciones de puestos; o tam-
il 1991.

1
1, 378
11 379
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En todo caso, ésta es solo parte de la respuesta a la pregunta acerca de cómo
se pueden incorporar circuitos de reflexión en la organización, los cuales se pueden
poner en el lugar dd viejo esquema de mandato y supervigilancia. La pregunta CAPÍTULO 11.
preliminar seria en qué unidades de medida pueden ser concebidas y observadas CAMBIO ESTRUCTURAL: LA POESÍA DE LAS REFOR-
las operaciones, mediante la diferencia pasado / futuro. Aquí están claramente en MAS Y LA REALIDAD DE LA EVOLUCIÓN
ventaja las organizaciones del sistema económico, porque disponen sin más de
un cálculo consolidado de costos que puede ser completado mediante índices tra-
ducibles a él. Las investigaciones pertinentes también se refieren, pues, princi-
palmente a administraciones de industrias. Las organizaciones orientadas de otro
. modo deberán trabajar con "estimaciones", porque no pueden alimentar al sistema l.
con sus éxitos o fracasos medidos por datos de mercado, y para ellas siempre será
una cuestión "política", cuándo dichas estimaciones deban ser revisadas sobre la El concepto de cambio tiene una falta de nitidez que, en ciertos respectos, es útil.
base de experiencias. La simple transposición en claudicaciones, de recortes de los Hoy es aceptado, en general, que el cambio no puede ser concebido como vuelta
medios asignados, como es habitual en estos tiempos, solamente muestra que falta a un equilibrio (viejo o nuevo). Pero con esto no queda todavía claro si el cambio
una reflexión convincente de la organización en la organización. es provocado intencionalmente o si simplemente sucede. Tampoco queda en claro
si, en caso de ser originado intencionalmente, coincide (más o menos) con las in-
tenciones o no; ni tampoco si, en caso de no ser planificado, ya es percibido antes
de producirse, durante su acaecer o recién después de haber ocurrido. Una amplia
investigación sobre transformaciones en organizaciones ha conducido, aún bajo
la influencia de la distinción entre organización formal e informal, a la idea de
que una transformación sale bien cuando consigue superar la resistencia al cam-
bio y lograr aceptación.' Aunque con esto no se saca mucho más que convertir
una paradoja en una tautología. La paradoja de transformación (la organización es
la misma, en diferen\es estados) es reformulada como tautología: resulta cuando
resulta. Una reformulación como ésta sólo tiene sentido cuando abr¡ el paso a
condiciones de aceptación, vale decir, solamente si propone y verifica condiciona-
mientos. Y no basta con llegar a soluciones puramente "biográficas", diciendo que
esto es diferente de caso a caso y que depende de la historia o cultura del sistema
corr~spondiente. 2

1 Sobre el origen de este enfoque en el movimiento de human relations y las investiga-


1
ciones acerca de ''dinámica de grupos" hay explicaciones en la literatura que se publica bajo
el título de "Desarrollo organizacional". Véase, por muchos, Burkhard Sievers (Ed.), Organi~
sationsentwicklung als Problem, Stuttgart l977. Otras referencias bibliográficas supra cap. l,
nota 39, a pie de página.
2 Así, por ejemplo, John R. Kimberly, Reframing the Problern of Organizational Change,

380 381
Con tales recursos se reacciona a un planteamiento insuficientemente preci- no valen también en el entorno y que, si éste fuera el caso, puede ser tratado como
so del problema, que no ha sido esbozado de manera adecuadamente nítida con pura casualidad.
el concepto de cambio. Tanto más importante debería ser prestar atención a dos Lo anterior tiene como consecuencia que se puede partir de una variación di-
limitaciones que resultan de nuestro análisis precedente. El concepto de cambio ferencial. Los cambios estructurales al interior del sistema y los que tienen lugar en
organizacional siempre se refiere a las estructuras del sistema, nunca a sus opera- el entorno del mismo suceden en forma no coordinada y, si hay que coordinarlos,
ciones; jamás, por lo tanto, en el plano en el cual se realiza la dinámica del siste- es necesario preocuparse, de manera ad hoc, de las causalidades correspondientes.
ma. Esto porque las operaciones (aquí: decisiones) siempre son acontecimientos Los lhnites del sistema impiden una ce-variación sistemática, aunque no excluyen
que no se pueden cambiar, porque junto con emerger se desvanecen nuevamente. que en muchos casos haya una preocupación ex profeso o acaso se formulen reglas
La dinámica del sistema está, por así decir, garantizada existencialmente, aunque correspondientes (por ejemplo: jubilación de los miembros al alcanzar cierto límite
sólo aparece en la forma de transformaciones estructurales. Y el cambio organi- de edad). Sólo porque está interrumpida una ca-variación sistemática, es posible
zacional siempre es modificación observada. 3 La observación puede ocurrir pos- hablar de cambios estructurales propios del sistema. Y esto no sólo vale para los
teriormente y consistir en una conclusión a partir de una gran cantidad de obser- cambios planificados, sino, también y precisamente, vale como condición de posi-
vaciones de detalles·. Pero el cambio no observado no es cambio alguno; porque bilidad de la evolución.
el sistema no puede reaccionar a él. La observación es necesaria, porque de otro
modo el cambio no puede ser incorporado a la autopoiesis del sistema, quedando
sin consecuencias. JI.
En las organizaciones, las estructuras toman la forma de premisas de decisión.
Cada decisión presupone en sí la existencia del mundo. Desde esta perspectiva, Comenzaremos nuestras investigaciones con las modificaciones estructurales ha-
todo lo que existe puede ser visto como premisa de decisión, incluidos simples bitualmente llamadas "innovaciones" o "reformas". Una literatura difundida bajo
sucesos, que pueden ser recordados y tornarse relevantes, en un sentido u otro, el título de "Organizatioual Change" se ocupa de este caso.' La teoría clásica de la
para decisiones posteriores. No obstante, hemos dado al concepto un sentido más · organización racional condujo, con sus supuestos empíricos, casi automáticamente
restringido y nos atenemos a él. Se debe tratar de premisas que sean sigrtificativas a una sobrevaloración de las posibilidades de reforma. Por una parte, esto se debió
para más de una decisión; por consiguiente, tienen carácter regulador y son utiliza- a que se partía de la base de que las intenciones de la dirección, que ponen en mar-
das para distinguir a un sistema de organización concreto de otros. Esto se puede cha las reformas, serían claramente formuladas o, al menos, inequívocamente for-
expresar en el hecho de que las premisas de decisión son remitidas a las decisiones mulables.5 Las descripciones del trabajo .cotidiano de los gerentes' no~ían ser aquí
de dicho sistema o en que son dadas por supuestas como "cultura organizacional". , desilusionantes. Por otra parte, se veía que los acoplamientos al interior del sistema
Por ambas tazones, el sistema puede dar por descontado que las mismas premisas
4
Aquí se procede típicamente, según las reglas de la metodología sociológica, concibiendo
como variable la frecuencia del cambio estructural y correlacionándola con otras variables. Véa~
en: Roben E. Quinn/Kim S. Cameron (Eds.), Paradox and Transfonnation: Toward a Theo¡y of se, por ejemplo, George P. Huber/KathleenM. SutcliffeiC. Chet Miller/William H. Glick, Under-
Change in Organization and Management, Cambridge Mass. 1988, pp. 163-168. standing and Predicting Organizational Change, en: George P. Huber/William H. Glick (Eds.),
3
Véase tembién la definición de Andrew H. van de Ven/Marshall Scott Poole, Paradoxi- Organizatíonal Change and Redesign: Ideas and Insights for Improving Performance, Oxford
cal Requirements for a Theo¡y of Organizarional Change, en Robert E. QuinwKim S. Cameron 1993, pp, 214-265.
5
(Eds.), Paradox and Transfonnation: Toward a Theoiy of Change in Organization and Manage- Críticamente en esto, Vicki E. Baíer/James G. March/Harald Saetren, Implementation
ment, Cambridge Mass. 1988, pp. 19-63 (36): "Organizarional change is an empirical observa, andAmbiguity, Scandinavian Journal ofManagerial Studies 2 (1986), pp. 197-212.
6 Así, sobre todo, Henry Mintzberg, The Nature ofManagerial Work, New York 1973. No
tion of differences in time of a socia! system." (El cambio organizaciona!. es una observación
empírica de diferencias en el tiempo de un sistema social). hay.tiempo para "general planning" -Op. Cit., p. 37.

382 383
eran suficientemente firmes -acoplamientos entre decisiones, entre decisiones y en evaluaciones erróneas de los niveles directivos, en falta de comunicación y en
premisas de decisión, entre problemas y soluciones, etc.- y, con ~!lo, se los veía el desaprovechamiento de posibilidades de cooperación.' A menudo también se ve
modificables para asegurar las metas, en circunstancias que la estabijidad del sis- la causa de las dificultades de transformación en .la resistencia de los mandos me-
t;ma, en todos estos aspectos, descansa más bien sobre acoplamientos flojos,' de dios. to Otros son menos optimistas en lo que se refiere al remedio, hasta llegar a la
talmodo que operaciones no sujetas a la intervención directa pueden sobrevivir sin idea de que la propuesta de innovaciones crea inevitablemente conflictos en forma
adaptarse a la reforma, teniendo como consecuencia conflictos notonos-yperáidas directa, los cuales hay que soportar luego como tales. Siempre habrá perdedores.
debidas a fricciones. Era posible imaginar, sobre la base de los supuestos clásicos Por eso se reacciona, a nivel de cuasi-teorias construidas sencillamente y fáci-
las reformas como J2fOCesos lineales quttranscurrían desde la planificación ; les de comunicar, con dos teorias que se usan alternativamente. tt La primera dice:
decisión hasta la ejecución final. La realidad parece otra.' Tan pronto com,i'.seda a depende de la creatividad; la otra: el espíritu humano es sólo limitadamente ca-
conocer la intenciónderefoñna, la situación se vuelve confusa. Se adoptan posi- paz de comprender circunstancias complejas. La paradoja del fracaso de la
\·\ ciones a favor y en contra, se hacen modificaciones, estabilizaciones y anticipacio- . búsqueda de éxitos es referida al individuo humano generalizado y resuelta en una
/ l Ines de los más diversos tipos. Se producen retrasos y un oscilar entre ideas nuevas distinción de teorías. O se despliega en la dimensión temporal: primero exagera-
[ !Y viejas, y la intención de reforma debe ser descrita una y otra vez nuevamente ción, luego desilusión. t2
t ¡para adaptarla a las cambiantes situaciones. La ejecución de la reforma exige, poi Con una expresión de Gregory Bateson, también se podría hablar de tenden-
' lo tanto, comportarse estratégicamente en situaciones siempre nuevas. r . cias a la cismogénesis." En intentos concretos de reformas, es fácilmente reco-
¡ Las reformas tienen su origen en propuestas de cambio de las estructuras nocible que una intención entra en conflicto con otra o, en cualquier caso, con el
/i existentes. Parten de un~ ~eali~d socialmente construida y observan dicha .reali- . status quo -si se está dispuesto a dirigir la atención hacia relaciones de exclusión (
v\ d.ad con la ayuda de la d1stmc10n entre carencias y pos1b1bdades de mejoramiento. j mutua. La habilidad en el management de reformas debería, entonces, consistir en/ -A·
Entonces, lo que se somete a decisión es: cambio o no cambio (frecuentemente en ,~¡evitar o desplazar cismogénesis y en no formular las propuestas en el estilo de º/
más de un aspecto). La observación de discrepancias hace posible una perspectiva ·/esto/o esto otro, sino en uno de "esto y también esto otro".
binaria. Pero una alternativa tan burdamente formulada deja pocas espe~anzas al .
de.cidir racional. Por otra parte, el riesgo de las reformas no se encuentra en la re- 9 Así en: L'Entreprise al'écoute: Apprendre le management post~industriel, Paris 1989.
lación de posibilidades de elección entre alternativas, sino en la cuestión referente 10
Aparentemente sobre todo en Alemania. Véase _el artículo orientado al mejor aprovecha~
a cómo se puede incluir la pretendida reforma en el sistema dado. Así, únicamente
/ la reforma parece riesgosa. Con frecuencia no se ve, o se subvalora, el riesgo. de
mantener estructuras "ya probadas".
Betriebsergebnis. Paradigmenwechsel in der Unternebmensführung: Die Mitarbeiter ,.
miento de la motivacióu disponible en sí (¿ ?), de Rüdiger Soltwedel, Im Dialog zum besseren
starker in
die Verantwortung nehmen, Frankfurter Allgemeine Zeitung Nº 72 del 25 de maizo de 1995,
p. 13. Precisamente este artículo muestra lo importante que es, para los reformadores, olvidar
No hay una opinión unánime respecto a las razones de las dificultades en la que ya se ha intentado algo por el estilo.
implementación de reformas y, por cierto, los casos son tan diferentes que también ll Se puede comparar esto con la retórica ·de los proverbios. Véase Herbert A Simon 1 Toe

los problemas difieren de caso a caso. Fundamentándose en investigaciones hechas Proverbs ofAdrninistration, Public Administratinn Review 6 (1946), pp. 53-67.
12
Respecto a esta paradoja de valores, también Karl E. Weiclc; Tecbnology as Equivoque:
en la industria francesa, Michel Crozier cree poder identificar causas importantes Sensemaking in New Technologies, en: Paul S. Goodman/Lee S. Sproull et al., Technology and
Organizations, San Francisco I990, pp. 1-44 (39), para e! caso de la innovación tecnológica.
13
Véase Gregory Bateson, Ókologie des Geistes: Antbropologische, psychologische, bio~
7
Especialmente para esto Michael D. Cohen/James G. Marcb/Johan P. Olsen, A Garbage logische und epistemologische Perspectiven, trad. alemana, Frankfurt 1981, pp. !56 y passim.
Can Model ofürganizational Choice,Administrative Science Quarterly 17 (1972), pp. I-25. Para su aplicación a cambios estructurales en organizaciones, Cfr. también Robert E. Quinn,
z_3:)fr., especialmente, Andrew H.. van de Ven, Managing the Process of Organizational Beyond Rational Management: Mastering the Paradoxes and Competing Demands ofHígh PerH
Innovation, en Huber/Glick, Op. Cit., pp. 269-294. forrnance, San Francisco 1989, pp. 26 ss., 58 ss.

384 385
MI'
i~!
ijl!
l
¡ Las experiencias (que frecuentemente no son analizadas) con reformas fra. protagonistas y afectados, y lo que sucede fácticarnente resulta del modo en que
casadas o con resultados inesperados han conducido, finalmente, a que las posi- maneja esta diferencia el sistema a reformar. Producir,una bifurcación significa,
bilidades de reforma sean actualmente evaluadas más bien ,con escepticismo en como siempre, producir una historia propia del sistema. Dicho más brevemente:
la literatura sociológica 14 ( en tanto la literatura de management elabora, simultá- las competencias centrales son suficientes para alarmar al sistema, pero no para
1!
neamente, cada vez más recomendaciones nuevas de estrategia para la planifica- reformarlo.,
ción de innovaciones). Las reformas devuelven pardalmente a las organizaciones Junto a estas consideraciones interpretativas de las experiencias, también co-
a su situación de fundació~:i~s-¡a~g;~ ~;;;;·1~;-p¡~¡;¡~;~sque;
eñcó~exión ;on incide escépticamente una reflexiQn teórica: Si construir reglas tiene alguna fun-
Slinchcombe~e-denomina·"liability of newness" 15 (inconveniencia de la novedad) ción, no puede ser igualmente significativo recomendar el cambio de las reglas,
y permiten hacer surgir la cuestión de si no sería mejor fundar de inmediato nuevas bajo nombres que suenen bien como reforma, innovación o aprendizaje." Esas
organizaciones. Los propioueformadores hablan.de la necesidad de encontrar o valoraciones positivas tan sólo ocultan nna paradoja subyacente: que tanto lamo-
crear espacios. sociales desocupados en los cuales ·puedan ser incorporadas sus re- dificación como la mantención de las reglas pueden tener sentido según circuns-
formas, para que luego se puedan difundir desde allí. 16 Además de esto, hoy se v.e tancias, sobre las cuales· nada se puede saber en detalle. Lo mismo vale, natu-
con mayor claridad que todas las reformas tienen tanto efectos constructivos como ralmente, también para el caso inverso: tampoco queda justificada la resistencia
destructivos'' y dejan a discreción de los observadores, si prestar mayor atención contra un cambio de las reglas, señalando que ante la duda seria mejor seguir las
a los efectos constructivos o a los destructivos. Mientras el status qua puede va- experiencias disponibles localmente. Una ambivalencia correspondiente en el trato
ler en cierta medida como fórmula de pacificación de los intereses más diversos con reglas se encuentra en un plano que no está formulado como preferencia por el
-es lo que es, como resultado de la historia-, los proyectos de reforma disuelven cambio, aunque puede colorear la "cultura organizacional", o sea en nna guerrilla
nuevamente esta paz basada en la pluralidad de intereses y revitalizan las diferen- permanente de la organización contra sí misma." También esto puede, sin embar-
cias. Cualquiera sea la intención, por de pronto se produce esta diferencia entre go, en casos particulares, condensarse en deseos de reforma.
· Las reformas se pueden publicitar en dos formas diferentes y hasta opuestas:
1, como mejor adecuación a ideas (por ejemplo, a condiciones de trabajo más humanas)
14
"By far the largest number of efforts fair' (el mayor número de esfuerzos fracása por
lejos), se lee en Charles HeckschertRussell A. Eisenstat/Thomas A. Rice, Transformational pro.-
ces ses, en: Charles Heckscher/Anne Donnellon (Eds.), The Post·Bureaucratic Organization: New
Perspectives on Organizational Change, Thousand Oaks Cal. 1994, pp. !29-177 (132), referida
, a esfuerzos de desburocratización, y los escasos éxitos "have generally worked by splitting off
l o como mejor adaptación a realidades (por ejemplo, a mercados menguantes). En re- .
formas guiadas por ideas, la simplificación necesaria para impulsar la reforma resulta
de las ideas; en reformas motivadas por defectos, resulta de suponer una conexión
1
, entre diferentes dificultades y fracasos. En ninguno de estos dos caso!! se parte de
into a new 'greenfield 1 organization rather than by transfonning from within" (han opérndo gene·
ralmente haciendo que se produzcan separaciones para crear nuevas organizaciones, en lugar de / una construcción total, sino de divergencias, de "misfits" (desajustes) en relaciones
transfom1ar desde adentro). , existentes, puesto que de otro modo se quedaría sobreexigido por la complejidad de
15
Así Arthur L. Stinchcombe, Social Structure and Organizatíons, en: James G. March la tarea.'º
(Ed.), Handbook ofürganizations, Chicago !965, pp.'142-193.
16 " ..• to create orto utihze previously unrecognized empty social spaces" (crear o utilizar

espacios sociales vacíos, no !econocidos previamente), se lee en Philip G. Herbst,Altematives to i& Véase para esto G. Brennan/J. M. Buchannan, The Reason ofRules, Cambridge Ingl.
Híerarchies, Leiden 1976, p. 48. La argumentación posterior deja, no obstante, en claro que sólo 1985.
se alude a ámbitos no regulados formal.mente. Por eso uno se puede preguntar si existen tales es· 19
Véase, para un ejemplo del ámb~to de organizaciones de vóluntariado y asistencia,
pacios vacíos en la totalidad de expectativas sociales y si no serán, precisamente, las intencíones Michael Patak/Ruth Simsa, Paradoxien in Nonproñt~Organisationen, Managerie 2 (1993),
de reforma las que harán darse cuenta que el espacio en el cual incursionan, ya estaba ocupado. pp. 242-249.
17
Así Nicole Woolsey Biggart, The Creative.Destructive Process of Organizational Change: 20
Véase Christopher Alexander, Notes on the Synthesis ofFonn, Cambridge Mass. 1964.
The Case of the Post Office, Administrative Science Quarterly 22 (1977), pp. 410-426. "Misfits" es allí un concepto indefinible (p. 101 ).

386 387
Si se aceleran los cambios en el entorno o en el sistema, será probable que Las reformas conciernen a decisiones sobre premisas de decisión, con la in-
todavía se reaccione únicamente a los propios estados. La diferencia práctica no tención de mejorar el estado global del sistema o, por lo menos, detener o conjurar
debería ser demasiado grande en lo que se refiere a resistencia, factibilidad, flexi- un empeoramiento que se vislumbra. Se persiguen propósitos del todo similares al
bilidad estratégica, etc. Incluso refonnas bien intencionadas orientadas por ideas cambiar el personal directivo de una organización. Dado que en el uso lingüístico
(mayor participación, más democracia, humanización del trabajo) encuentran re- . habitual, cualesquiera sean las razones, esto no es llamado refonna, dejamos de
sistencia, porque se trata de metas imaginarias, mal ajustadas a las verdaderas acti- · lado aquí esta clase de intervención sobre las premisas decisionales de un sistema,
tudes de los asesorados/ afectados. 21 La representación que se elija, dependerá en limitándonos a sostener que el cambio de directivos pertenece igualmente a las
esencia de la plausibilidad que se pueda lograr en ese momento. Entonces, típica- modificaciones estructurales del sistema y evidentemente representa un equivalen-
mente se dota a la representación que cada vez se favorece, con metas accesorias o te funcional a las reformas. Una organización o una sociedad, que ya no confian en
argumentos adicionales, que adhieren al principio opuesto a la línea de corte idea ninguna reforma, para lo cual puede haber buenas razones, tenderán más a resolver
/ realidad. problemas mediante el cambio del personal directivo. Acaso se podría aventurar
/ El juicio escéptico, incluso pesimista, que tienen la teoría y la práctica acerca de la hipótesis de que en tiempos en que falta la fuerza para las refonnas, aumenta la
r1 las reformas, depende naturalmente de que se piensa que las reformas deberían tener sensibilidad a los escándalos. Incluso nimiedades son exageradas transfonnándo-
! \ éxito o, en caso contrario, no deberían ser en absoluto emprendidas. Esta premisa las en escándalos, para hacer posible de este modo, al menos un cambio del perso-
'. nal directivo y mostrar perspectivas de carrera a los sucesores.
depende, a su vez, de que se concibe a las organizaciones como sistemas de solución
racional de problemas. Si se dejara de lado este supuesto, entonces también se podría De acuerdo al uso lingüístico acostumbrado, las refonnas se refieren sea a la
ver como función de las refonnas la de hacer visibles diferencias de intereses que de organización de competencias y vias de comunicación, sea a los programas deci-
otro medo permanecerían latentes; con ello aportan a autodescrípciones controver- sionales del sistema. Esto induye la organización o la programación de decisiones
siales del sistema y producen, a través de éstas, una resistencia del sistema contra sobre el personal. Casi no se encontrará hoy ya la idea, de que para esto haya prin-
sí mismo, lo cual permite una mejor comprensión de la realidad de la que se podría cipios directamente derivables de conceptos de racionalidad. La intención es, más
obtener con el esquema problema/ solución al problema. bien: mejorar la calidad total de las decisiones del sistema. Cualesquiera puedan
Tanto las ideas como las representaciones de la realidad y, naturalmente, tam- ser las perspectivas guía aceptadas para ello, la conversión de principios en resulta-
bién la proyección de resultados requieren trabajo de convencimiento, retórica, dos pone en juego la complejidad del sistema y, al mismo tiempo, la distancia tem-
gestión de la información, concesiones, esfuerzos por lograr el apoyo de los in- poral entre el inicio de una reforma y el logro o no logro de las metas proyectadas.
diferentes no involucrados, en breve: una cantidad de comunicación que conduce Con esto, en todas las refonnas se incorporan, desde el principio, explicaciones de
a que, finalmente, los propios promotores crean en sus reformas. La actividad de los fracasos.
['comunicación del refonnar no queda sin efectos sob'.e su entorno psíquico; su di- ,!: Las refonnas son insertadas entre pasado y futuro. Aprovechan la circunstan-
¡námica propia se "aliena" a sí misma y, luego fonna su entorno de la mano de la cia de que el pasado es conocido y el futuro no. Aunque el pasado sólo es conocido
\disyunción entre apoyo y resistencia. porque se desconoce lo que se olvidará. En esta medida, entre los recursos más
importantes de los reformadores, se encuentra un olvidar tácito, esto es, olvidar
21 Para esta discrepancia entre intelectuales, reformadores profesionales y aquéllos. a·cuyo las razones por las cuales han fracasado reformas anteriores. Ello les hace posi- ··
favor se intentan las reformas, cfr. Geert Hofstede, ~umanization of Work: A Matter of Values ble reclamar novedad para su proyecto. Por lo contrario el futuro, visto desde el
(1979), cit. según Geerd Hofstede, Uncommon Sense About Organizations: Cases, Studies, and presente, es desconocido. En la actualidad, no está todavía determinado y precisa-
Field Observations, Tbousand Oaks Cal. 1994, pp. 37-50; además, G. Hesperr. Wall, The De-
mente esto es lo que da al presente la oportunidad de determinar al futuro. Por otra
mand for Participation Among Employees, Human Relations 29 (1976), pp. 411-428; también
Crozier Op. Cit. (1989). parte, el futuro sobrevive, si se puede decir así, a todo intento por determinarlo.

388 389
El tiempo convierte en pasado todas las tentativas por determinar al futuro, en un !ación de valores como en la construcción de hechos. No obstante, la descripción
pasado sobre el cual se puede volver la vista, teniendo mayor clatidad, en presen, del futuro deseado queda, con frecuencia, bastante indeterminada y la reforma se
tes posteriores. Lo que puede acaecer siempre es sólo: aplazar el futuro, en cuanto presenta en primera línea como medio y como procedimiento. Amenudo se admite
indeterminable, por delante de sí. Con una expresión de Yeats, Lanzara llama a también, que seria imposible prever los resultados y que la ejecución de la reforma
esto negative capability. 22 Las reformas, por lo tanto, son paradojas temporales sería un proceso estratégico de aprendizaje continuo" (aunque, en ningún caso
articuladas, que tr.atan lo indeterminable como determi~d~__ por ellas y co~la ·. incluye desaprender la verdadera intención). En casos extremos, se puede limitar a
\determ¡¡jación se torna pasado, que puede ser observado. Vistas en un-to\ describir su propia ejecución y prometer buenos resultados.
[ \,temporaC¡;s-;1;;-;;~so'ñ, por 10 tanto~;-1ormas de expresión de\ Muchas veces se desperfila este problema del ser desconocido del futuro, me-
i, \ma dinámica estructural y no sirven para lograr sus metas, sino para mantener esaJ diante el hecho de que reformas correspondientes ya han sido realizadas en otras
i misma dinámica. organizaciones, de manera que es posible .atenerse .ª un modelo, aprovechando las
'· Debido a esto las reformas son aifíciles de contradecir e~ sus buenas intencio- experiencias respectivas: El futuro propio ya es, por lo tanto, presente en otras orga-
nes, puesto que aún falta probar la consistencia de su proyecto. Las objeciones de- nizaciones. Esto facilita la propuesta y puede explicar el hecho de que ciertos tipos
ben trabajar con supuestos de futuro igualmente inciertos. Y entonces la evaluación de proyectos de reforma se esparcen como modas mediante la difusión.26
de la situación presente de la organización puede dar el impulso. Del mismo modo Cuando no se tiene posibilidad alguna de proyectar el propio futuro en pro-
que el olvido de las razones por las cuales han fracasado las reformas en el pasado, cedimientos de copia, se debe aceptar semántica¡nente, eil cierta medida, su in-
que el futuro sea. desconocido también pertenece a las condiciones de posibilidad certidumbre e incorporarla en la propuesta de reforma. Por eso las reformas son,
de las reformas. Shackle lo denomina "exploitation of unknowledge"23 y deduce frecuentemente, descritas como "experimentos", sobre todo en las organizaciones
" ... one aim ofpolicy is to attain a new platform from which policy itself can be del sistema educativo. Con ello se produce la impresión de que nada queda fijo
re-formed' (... un.objetivo de la política es alcanzar una nueva plataforma desde y que todo seria abierto y reversible, según cuáles sean los resultados que ob-
la cual se puede reformar la política misma). 24 Un resultado esperable de las refor-. tenga el experimento. 27 Tampoco se trata, pese a declaraciones de lo contratio,
mas es, por lo tanto, la producción de nuevas posibilidades de autoobservación, las de experimentos científicos, en los cuales sólo se pueden cambiar unas pocas va-
cuales no se hubieran obtenido sin aplicar las propias decisiones. riables controladas. Los experimentos de reforma parecen más bien servir para
Los proyectos de reforma se acreditan a sí mismos con un aparato semántico,
frecuentemente elaborado hasta el detalle, que consiste en principios, normas, es'. " Así Herbst Op. Cit. pp. 57 ss. en conexión con E. Thorsrud, Policy Making as a Learning
tándares evaluativos, balances -esto es, no sólo en juicios de valor, sino también Process, en: A. B. Chems et al. (Eds.), Social Science and Government Policies and Problerns,
'~
London 1.972. La concesión de tener que "aprender" dé la realidad, sin embargo, todavía está
en constataciones de hechos. La poesía de la reforma se ajusta completamente a
totalmente referida a las ideas y mentalidades de !os refonnadores. De ninguna manera dice
construcciones de consenso seguro, como se puede encontrar tanto en la formu- aceptar que la resistencia esté bien fundamentada.
26
Véase, en el ejemplo de la refonna de ta administración comunal estadounidense, Pa~
mela S. Tolbert/Lynne G. Zncker, lnstitutional Sources óf Change in the Fonnal Structure of
22
Véase Giovan Francesco Lanzara, Capacita negativa: Competenza progettuale e modelli Organizations: Toe Diffusion of Civil Service Refonn 1880-1935, Adrninistrative Science Quar-
di intervento nelle organizzazioni, Bologna 1993. terly 28 (1983), pp. 22-39. En esto se distinguen las reformas requeridas por leyes de un estado
"Así G. L. S. Shackle, Imagination and the Nature ofChoice, Edinburgh 1979, pp. 74- particular, de las reformas motivadas por situaciones problemáticas en los estados y de aquellas·
140. en las cuales los rezagados seguían un movimiento refonnista que ya no era problemático. Se
" Op. Cit. pp. 142. Un juicio semejante se encuentra en Lanzara Op. Cit., esp. pp. 138 s. En puede observar algo parecido en los estados italianqs del medioevo, donde se trataba de solucio~
lugar de alcanzar la realización de planes preconcebidos, se llega a una constante modificación nar conflictos entre familias nobles nombrando un city manager.
de situaciones que han resultado del propio comportamiento. Las refonnas cargan al sistema con 21 Véase sobre esto Giancario Corsi, Reform a!s Syndrom: Organisatorischer Wandel im

ciertas obligaciones de consisteocia en situaciones nuevas, bajo condiciones inesperadas. deutschen Erziehungswesen 1965-1975, Disertación de doctorado Bielefeld 1995, Ms. p. 83.

390 391
hacer concesiones al entusiasmo de los reformadores y proteger contra los efectos resistencia. Adicionalmente, se debe considerar el "loase coupling", y, en especial,
' la conexión floja entre premisas de decisión y decisiones, como condición de es-
al mismo tiempo, al funcionamiento normal. Frecuentemente ingresan, por consi-
guiente, en el ámbito global de la transformación organizada de las funciones de tabilidad y seguridad funcional del sistema. Las organizaciones no son máquinas
la sociedad, escuelas reformadas o universidades reformadas con particularidades triviales, ni artefactos técnicos en los cuales se. puedan calcular las consecuencias
determinadas, y·luego es prácticamente imposible evaluarlas o tal vez suprimirlas. del cambio de factores particulares. Siempre orientan sus operaciones también por
Las escuelas reformadas sobreviven como escuelas. Ú~icamente son normalizadas sí mismas, es decir, por los estados en los que cada vez se encuentran merced a sus
mediante regulaciones más o menos burocráticas. propias operaciones anteriores. 30 Y disponen, en medida limitada, de una memo-
La motivación de las reformas por resultados pretendidos no significa que · ria propia. Recuerdan y saben por qué algo es como es. Cuando a una máquina no-
sean prescindibles las ideas-guía. Ya vienen supuestas en el diagnóstico de una trivial como ésta, se ingresan impulsos de reforma, ella inmediatamente define su
situación que necesita reforma. Las reformas sólo son pensadas y puestas en mar- propio estado como un estado en el cual ha de tener lugar una reforma. Es dificil
cha, en sistemas que se hacen cargo de ideas, en las cuales puede ser medido el calcular cómo reacciona el sistema a una autoobservación como ésa, precisamente
comportamiento efectivo y ser reconocido como insatisfactorio. Ya esto hace supo- porque con esta información se encuentra en un estado diverso al anterior e incluso
ner que el principal resultado de las reformas pudiera consistir en la necesidad de con ello se ha convertido en otra máquina no-trivial, con otras posibilidades. 31
otras reformas. 28 Ecc/esia reforma/a semper reformanda (La iglesia reformada y No se debe concluir que no haya efectos, a partir de la dificultad, si no im-
siempre a ser reformada). posibilidad, de mantener las reformas en la linea de los efectos proyectados y de
Debido a esto, entre los recursos más importantes de las reformas se cuenta el alcanzar las metas perseguidas. En primer lugar, es evidente que se pueden modi-
abstenerse de evaluar sus resultados y el olvido del hecho de que antes ya se habían ficar las premisas de decisión, en cuanto premisas de decisión. Se pueden cambiar
emprendido tentativas parecidas. Esta puede ser una de las razones de por qué las atribuciones, reforzar o debilitar competencias. Se puede agregar o desahuciar pro-
organizaciones cambian las empresas o teams de consultores, los cuales se retiran gramas, o externalizarlos en el entorno. Los análisis de estrategias de cambio del
antes de completar del todo las reformas, puesto que así se facilita el olvido de los management se afirman ampliamente en esta posibilidad de introducir impulsos de
intentos anteriores y el nuevo comienzo. 29 reforma por medio de cambios de las premisas de decisión - hoy generalmente sin
No es de esperar algo muy diferente para iniciar y llevar a cabo reformas, pretender que con ello se pueda determinar el estado futuro del sistema." Luego
dado que las organizaciones tampoco disponen de otra forma de operación, que no todo esto tiene también efectos sobre la praxis de decisión posterior del sistema.
sean decisiones concretas. También esto debe suceder concretamente alguna vez
y de algún módo - es decir, con una carga usualmente alta de incertidumbre y de
absorción de incertidumbre, y típicamente además, en situaciones en las cuales ya
Se experimentarán frustraciones, únicamente con la intención de poder adoptar,

30
, .
Acerca de la dependencia de los éxitos / fracasos de las refonnas respecto a la historia
se perfilan conflictos, diferencias en el modo en que la reforma afecta y líneas de de la organización, en particular, la antígiledad de la organización y eventuales cainbíos previos,
cfr. tambiénAmburgey et al., Op. Cit. (1993).
31 Cfr. Heinz von Foerster, Principies of Self~Org~zation - In a Socio·Managerial Con·

28
Esto lo demuestran, no por último, investigaciones en organizaciones del ámbito privado text, en: Hans Ulrich/Gilbert J. B. Probst (Eds.), Self-Organization and Management of Social
y público. Véase Nils Brunsson/Johau P. Olsen, The Refonning Organization, London 1993. Systems: Insights, Prornises, Doubts, and Questions, Berlín 1984, pp. 2-24.
32 Véase, por ejemplo, Rainer Frericks/Peter Hauptmanns/Josef Schmid Die Funktion von
Similares resultados ofrecen también Terry L. Amburgey/Dawn Kelly/William P. Bamett, Re- 1

settíng the Clock: Toe Dynamics of Organizational Change and Failure, Adrninistrative Science Managementstrategien und -entscheidungen bei der -Modernisierung des Produktionsapparats,
Quarterly 38 (1993), pp. 51 ~73, los cuales muestran que las transformaciones organizacionales. o Zeitschrift für Soziologie 22 (1993), pp. 339-415. Aunque luego se encuentra, nuevamente en el
llevan consigo el riesgo del fracaso o desencadenan otras modificaciones. Cfr. además Lanzara nivel del management, una preferencia por refonnas relativamente fáciles de calcular. Q se defi-
Op. Cit. (1993), esp. pp. 103 ss. ne el problema de tal forma, que se adecuan al problema soluciones ya conocidas y acreditadas,
" Así Bnmsson/Olsen Op. Cit. pp. 41 s. por ejemplo, comprobadas en alguna otra parte.

392 393
,,1 !

il·
·. n.

,, por esta vía, medidas rigurosas en la praxis decisional del sistema, hacerla más ra- En los años sesenta, el sistema escolar/ universitario de la República Federal
cional, más democrática, más humana o lo que sea. Entre las premisas de decisión deAlemania cayó así, repentinamente, bajo la sospecha de no aprovechar de mane-
y las decisiones sólo existe una relación de acoplamiento flojo. Esto de ninguna ra suficiente las "reservas de formación"· existentes en la población. Esto condujo a
manera excluye que las reformas. sean vistas en el sistema como exitosas, aunque reformas, que mejoraron el acceso de niños de estratos más bajos a instituciones de
presumiblemente más bien cuando, en el curso de su implementación, puedan ser . formación superior y que dieron también mejores opo~nidades, a los con retraso
tan ampliamente adaptadas a la praxis anteriormente acostumbrada, que finalmente en el desarrollo, de inscribirse en vías de formación más exigentes y recuperar lo
no resulta ser tan malo como se temía y se puede celebrar una reconciliación de la perdido. 37 Largo tiempo antes ya se había experimentado con escuelas reforma-
razón con la realidad. "As a consequence, there is a blurring between 'success 'and das. En los años 60, se trasladó la consciencia de deficiencia, y con ella las metas
Jailure' as results become interpreted against varying personal perspectives de reforma, desde ideas estrictamente pedagógicas al terreno político-social. En
andframes ofreference"33 (Como consecuencia, en t~nt-0 los resultados son inter- ambos casos, sin embargo~ se puede observar una especificación recíproca entre
pretados desde perspectivas personales ·y marcos de referencia diversos, se desdi- definición de deficiencia y medidas de reforma, y en ambos casos fas reformas
buja la diferencia entre el éxito y el fracaso). O en otro tono: "Achieving success li aprovechan la posibilidad de modificar premisas de decisión de las organizaciones
much more difficult than claiming success" 34 (Lograr el éxito es mucho más dificil . respectivas. Finalmente, en ambos casos el desencadenante de las reformas radica
que proclamarlo). en una sobrecárga del sistema con ideas y en ambos casos las reformas realizadas
Así pues, las reformas son en primer lugar descripciones de deficiencias, con producen la necesidad de otras reformas.
el supuesto en el trasfondo de que se podria hacer mejor. El sentido de las reformas Experiencias parecidas se han tenido con las reflexiones acerca de la reforma
concluye, por lo tanto, en una paradoja que Giles Deleuze35 ha analizado cuidadosa- del derecho del servício público en la República Federal de Alemania. En la situa-
mente: El pasado es hecho malo, para· que el futuro pueda ser mejor. Pero lo pasado, ción inicial, hacia fines de los años sesenta, el problema había sido políticamente
cuando todavía era presente, no era tan malo, como debe haber sido para los fines de definido como interés por superar la divísión en dos entre un derecho funcionario
la reforma y lo futuro una vez que se haya vuelto presente, no será tan bueno como -Beamtenrecht- (controlado por el legislador) y un derecho de empleados y del
habían pensado los reformadores. Deleuze ve aquí dos series en funciones -la de trabajo -Angestellten- und Arbeitsrecht- (a negociar con los sindicMos). Desde el
tomarse peor y la de hacerse mejor-, las cuales son construidas, en forma paralela al comienzo estuvo claro que el problema era políticamente irresoluble en esta ver-
curso del tiempo, como una serie única "de peor a mejor".3' Pero el evento concreto sión. Por eso se constituyó una comisi<ín. Para salir del callejón político sin salida,
de la comunicación significativa de propuestas de reforma es siempre elemento de esta comisión redefinió el problema como un problema de planificación racional
ambas series. Nada puede ser construido como mejor, sin que otra cosa sea cons- del personal, esto es, una planificación de procesos de movímiento ,¡!el perso-
truida como peor. Profüa del hecho de que las valoraciones negativa o positiva pue- nal con la ayuda de criterios de descripción de puestos de trabajo y evaluación del
den ser distribuidas y, de este modo, distinguidas, entre dos horizontes temporales, personal." No obstante, esta redefinición no fue aceptada por el sistema político
a saber, horizontes temporales que ambos en el momento no son actuales, sino que
son separados por el acontecimiento que se actualiza como presente. 37 Cfr. Niklas Luhmann/Karl Eberhard Schorr, Strukturelle Bedingungen von Refonnpada-
gogik: Soziologische Analysen zur Padagogik der Modeme, Zeitscbrift für Padagogik 14 (1988),
33
Van de Ven, Op. Cit. (1993), p. 282. pp, 463-488. Cfr. también Ladislav Cerycb/Paul Sabatier, Great Expectations and Mixed Perfor-
34 Gemid E. Caiden, Adminisrrative Reform Comes of Age, Berlin 1991, p. 42. mance: The Imp!ementation ofHigher Education Reforms in Europe, Stoke~on~Trent, Inglaterra,
"Véase Gilles Deleuze, Logique du sens, Paris 1969, esp. pp. 9 ss. 1986.
36 38 Véase Bericht der Studienkommission für die Reform des óffentlicheo Dienstrechts,
Hacemos una pequeña corrección. En Deleuze se trata dé hacerse más grande / hacerse
más pequeño, lo que se podría aplicar 1irectamente a las reformas, las que (como todos) desean Baden-Baden 1973. Cfr. también Niklas Luhmann, Reform des iiffentlichen Dienstes: Ein Bei-
lograr un aumento de ciertos valores. spiel für Schwierigkeiten der Verwaltungsreforpi. V6rtrage der Hessischen H9chschulwoche

394 395
li'

!/
(incluso a nivel ministerial). 39 Evidentemente se prefería, orientando la de "downsizing''. 44 En la administración pública se empieza a reaccionar ante el
il
por un problema irresoluble, "traer a colación" una y otra vez la reforma. excesivo esfuerzo exigido por la política del estado de bienestar. Se recomienda
1¡¡,;,!
Hoy todavía se habla de reformas, pero el optimismo de mejoramiento se ha privatizaciones u orientación al mercado para descubrir qué prestaciones de servi-
reducido notablemente. En·relación con investigaciones sobre "cultura organiza- cio son efectivamente deseadas y demandadas y evitar que tan solo existan en la
cional", se extiende la comprensión de la resistencia a los cambios, esto es, efectos fantasía de los políticos. Aquí también son de ayuda las descripciones mitológicas
de inercia,'º también para esto puede haber buenas razones. 41 Una organización, · del pasado como, por ejemplo, la de que antes la administración no era gestionada
por ejemplo, debe poder tomar en cuenta expectativas del entorno que se mantie- ecÓnómica ni eficientemente.
nen constantes, por lo tanto, no puede sustraerse a ser reconocible, por medio de Que las reformas sean celebradas o por lo menos consideradas como un es-
cambios demasiado rápidos y frecuentes. Las ideas guía se han modificado co" fuerzo necesario no constituye sólo un fin inventado por las organizaciones para ' .
rrespondientemente. Cada vez más, se trata tan solo de reacciones a problemas desviarse de problemas recurrentes. Esta concepción ha echado raíces en el pro-
que se imponen por sí mismos en la relación entre sistema y entorno o también pio sistema de la sociedad. Esto se relaciona con la reconstrucción moderna de
en los propios sistemas. Los reformadores hoy en día prominentes ya no son, para la comprensión de la historia. Ya en el siglo XVII, la historia no es más. sólo una
aplicar una distinción de Odo Marquárd,'2 buscametas, sino escapadefectos. 43 Las cántidad (copia) de formas retóricas -de historias, ejemplos didácticos, caracteres
empresas económicas actualmente prefieren un concepto de "lean management" o sucesos espectaculares, emblemas o símbolos para identificaci9n de un antiguo
o de todos modos les será aconsejado. Todo lo prescindible es suprimido o elimi- linaje. La historia tampoco sirve ya únicamente como "origen" de legitimación de
nado; dado que evidentemente los márgenes de ganancia en el intertanto son tan pretensiones de validez presentes. Más bien es conducida a una relación de conti-
pequeños y la relación entre capital propio y endeudamiento, se planifica tan ajus- nuidad temporal con el presente. Esto, por un lado, quiere decir que envejece con-
tadamente, que incluso cambios mínimos en el entorno u oscilaciones macroeco- tinuamente, esto es, que se desvanece en un pasado que queda cada vez más lejos,
nómicamente normales arrastran las empresas a crisis de supervivencia. No se co- al cual casi no se le puede asignar significado presente -así como, por ejemplo, al
noce, sin embargo, una metodología de mejoramiento del rendimiento por medio derecho o no derecho de la conquista Normanda para la validez del.common law. 45
Y quiere decir, por otro lado, que debe ser presentada como construcción secuen-
vol. 76, Bad Homburg 1974, pp. 23-39; reimpreso en: Andreas Renner (Ed.), Verwaltungsfüh- cial de complejidad, de la cual se saca provecho y bajo la cual se sufre. Parece
rung, Berlín 1982, pp. 319-339. ser que este desprendimiento del pensamiento en el origen y esta reorientación a la
3
~ Sólo se puede hacer suposiciones sobre las razones de esto. Uno de !os puntos de vista · complejidad históricamente devenida son los que sugieren ver tanto problemas como
pudo haber sido que demasiada racionalidad incorporada en el proceso de toma de decisiones
alternativas en el presente determinado por la historia. La obra de Hern¡a¡¡n Conring,
habría debilitado el poder de los ministros, oculto en las decisiones sobre el personal.
40
Para esto, supra cap. 7, sección VI. conocida como fundamentación de la historia del derecho alemana, De origine iuris
41
Cfr. Danny Miller/Peter H. Friesen, Innovation in Conservative and Entrepreneuria! gelmanici: Commentarius Historicus,4 6 critica, sobre la base de investigaciones his-
Finns: Two Models ofStrategic Momentum, Strategic Management Journal 3 (1982), pp. 1-15; tóricas, la tesis de que la validez del derecho civil romano habría sido fundamentada
Micbael T. Hannan/John H. Freeman, Structural Inertia and Organizational Change, American en Alemania mediante una ley imperial y, al mismo tiempo, del material histórico
Sociological Review 49 (1984), pp. 149-164; Danny Miller/Ming-Jer Chen, Sources and Con-
sequences of Competitive Inertia: A Study of the U.S. Airline Industry, Administrative Science recopilado, deduce propuestas para mejorar las leyes en el imperio alemán.
Quarterly 39 (1994), pp. 1-23.
42
Véase Odo Marquard, Kompensation - Überlegungen zu einer Verlaufs:figur geschichtliw 44•Para esto véase Kim S. Cameron/Sarah J. Freeman/Aneil K. Mishra, Downsizing and
eher Prozesse, citado según la impresión en: . Odo Marquard, Aesthetica und Anaesthetica: Phílo- Redesigning Organizations, en: Huber/Glick Op. Cit. (1993), pp. 19-65.
sophisché Überlegungen, Paderborn 1989, nota ll (pp. 150 s.). "Para esto Matthew Hale, A History ofthe Common Law (1713), nueva edición, 3' ed.
43
Para un estudio de casos típico (una historia de éxito, pese a la resistencia) véase Crozier Chicago 1971.
Op. Cit. (1989), pp. 133 ss. ~ Helmstedt 1643, traducción alemana Frankfurt 1994.

396 397
(
1

El modo en el cual es tematizada la historia en la sociedad, por lo tanto, parece cienes, remitiendo al mal estado del sistema, aportando materiales y estadísticas.
fomentar como correlato posibilidades y disposición a la reforma. Pero, ¿puede No obstante, esto sólo puede reforzar los efectos de la bifurcación y obliga a los
perdurar esto, si se ha de aceptar que las reformas presuponen organizaciones, afectados a to!Uar posición. Estos ya no pueden comportarse en silencio ni inten-
en su referencia e instrumentación y que las experiencias en este plano no son tar pasar por alto premeditadamente lo que sucede. La comunicación posterior no
incondicionalmente positivas? Se puede intentar evaluar más diferenciadamente debe concentrarse en la aceptación o rechazo del paquete completo. Puede versar
proyectos de reforma en las propias organizaciones. Aunque no es del todo razona- sobre modificaciones o salvar tantas ratinas como sea posible. Pero la mirada al
ble que los problemas internos de la implementación de cambios puedan ser mejor futuro, sobre el cual hay que decidir ahora, siempre tiene el efecto de agudizar los
resueltos, cambiando la anticipación de un futuro mejor por la gestión de crisis. Al conflictos. Precisamente cuando no se sabe con certeza cómo se desarrollará, se
menos, ahora los reformadores pueden invocar crisis . y no solamente ideas. depende de mantener posiciones - o también: inventarlás.
Los reformadores aiirman, y se espera de ellos, que pueden producir una Las experiencias con reformas muestran que se tuvo como base una compren-
conexión entre ideas, carencias y medidas. C~n ello se proyecta la imagen de un sión muy unilateral de la dimensión temporal de la reproducción de la sociedad.
acoplamiento firme entre causas y efectos. Sin embargo, como sistemas socia- El futuro parecía ser espacio de juego para la realización de proyectos, sea enfren-
les, las organizaciones están destinadas al "acoplamiento flojo" 47 y son sistemas tando resistencia, sea con consecuencias laterales imprevistas. Si se lee la historia
autorreferenciales que siempre se orientan, en todas sus operaciones, por el de otra manera, aparece como terreno resbaladizo para los efectos intentados, de
estado histórico que han alcanzado mediante sus propias operaciones. En esta la desaparición de éstos bajo el exceso de informaciones continuamente nuevas.
autodeterminación pasa a formar parte, entre otras cosas, qµe entran en escena Las cosas no sólo siguen un curso distinto al planeado, sino que en el decurso
reformadores, los cuales consideran que la organización requiere reformas. Lo temporal posterior pierden el carácter de haber sido planificadas. En las informa-
que suceda a partir de entonces, ya no es más sólo una cuestión de ejecución del ciones nuevas qué van llegando se borra la diferencia entre efectos deseados y
plan de reforma, más o menos modificado (aunque se pueda describir de este no deseados; y esto no sólo sucede porque el mundo "en sí" (como naturaleza) es
modo el acaecer), sino cosa de la evolución del sistema. demasiado complejo, sino precisamente porque determinados sistemas intervienen
constantemente, mediante la planificación, sobre él y así se procura el descon-
cierto -desconcierto, no por último, también en el sentido de la confusión entre
ITL "planeado" y "no planeado". Como consecuencia de tales experiencias, la socie-
dad moderna, con la continuación y reforzamiento de los esfuerzos tras el orden
Cuando las innovaciones son iniciadas bajo la divisa "reforma", se tiene el inevita- racionalmente planificado, se orienta a mecanismos suplementarios 1lr0 competen-
ble efecto colateral de la visibilidad pública. Se debe decidir explícitamente sobre cia-de-compensación-de-la-incompetencia (Oda Marquard), de simbolizaciones y
las reformas y en un puesto destacado, si no en el más alto. Las ideas guía son protestas comunicadas; esto es de la tendencia a traducir problemas objetivos en
comunicadas como buenas y los cambios como intencionales. No se puede quitar problemas de comunicación. Luego decidirá la evolución lo que haya de salir de
importancia a este efecto que, a su vez, tiene consecuencias, porque, finalmente, allí.
a toda comunicación explícita se puede reaccionar con aceptación o rechazo. Se La evolución no es, esto debe ser dicho de antemano, un método de solución
puede reaccionar a esto, en primer lugar, acentuando nuevamente las buenas inten- de problemas. No da respuesta alguna a las urgentes preguntas que se plantean
cuando una organización busca alcanzar mejorías o reaccionar a empeoramientos.
47
Por esto no se trata de renunciar a las reformas y, en su lugar, darse a la evolución.
Véase, como ejemplo de organizaciones del sistema educacional, Karl E. Weick, Educa~
tional Organizations as Loosely Coupled Systems. Administrative Science Quarterly 21 (1976), Dados los horizontes temporales en los cuales se despliegan los problemas, la evo-
pp. 1-19. lución es demasiado lenta, aunque también puede producir quiebres estructurales

398 399
con rápidas consecuencias. En general, la evolución no es un proceso lineal y, por En cualquier caso, en estas teorías se trata de la evolución de poblaciones, no
cierto, no es un proceso que tenga en vistas un buen final, un estado superior. Tam. de la evolución de organizaciones particulares (teorías para esto se encuentran más
bién la decadencia de organizaciones acaece en la forma de evolución. bien bajo el concepto de aprendizaje organizacional, aunque de nuevo limitadas
Todo esto puede haber contribuido a que, hasta ahora, casi no se haya hablado por la suposición de que más aprendizaje sería mejor que menos aprendizaje). El
de evolución en el plano de sistemas organizacionales que intentan dirigirse a sí avance de teorías de población frente a teorías más antiguas que hablaban de carac-
mismos. 48 Hay teorías de evolución para poblaciones de empresas. 49 Pero, enton- · terísticas de la especie Gerarquía, orientación a metas, etc.) radica en que se acen-
ces, la unidad que evoluciona no es la organización individual, sino la "población", túa la individualidad y no la tipicidad de los miembros de la población. La unidad
lo que en este caso quiere decir: subsistemas del sistema económico en cuanto de la población es luego definida a través de relaciones con el entorno (una ta-
subsistema del sistema de la sociedad. 50 Entonces se tienen dos posibilidades. rea determinada, un mercado dado, una cierta tecnología) y no por medio de
O bien se ve (si se confía en presuponer criterios de juicio), en la diversidad de características estructurales invariables. De aquí resulta un interés renovado en La-
organizaciones sobrevivientes en la población, la oportunidad de que también exis- marck, que destacó la irritabilidad y no la invarianza estructural." Sin embargo,
tan organizaciones de mayor rendimiento (innovadoras, capaces de imponerse) y todo esto no cambia para nada el hecho de que la teoría de la población no se plan-
que, debido a sus mejores posibilidades de supervivencia, impregnen creciente-. tea en absoluto la cuestión de si una organización individual puede evolucionar.
mente las características de la organización. O bien se renuncia a tales criterios de Las razones de este déficit teórico pudieran encontrarse en que cuando se ha-
éxito y se limita a ver, en la misma variedad de la población, una oportunidad bla de transformaciones estructurales en organizaciones, se piensa demasiado en
de que la evolución prosiga, bajo circunstancias no previsibles aún. La varian- modificaciones planificadas. Sin embargo, esto no basta aunque no se discuta la
te indicada en primer lugar está todavía cerca de las teorías del decidir racional, existencia de planificaciones ni se deba subvalorar sus efectos. La evolución se
debido a que presupone criterios. Únicamente la segunda variante sigue en todas encuentra, en otras palabras, condicionada por la inallanable insuficiencia de los
sus consecuencias el diseño teórico de la evolución, porque deja a la evolución métodos de planificación racional del cambio. Aunque el estado de cosas inverso
todos los criterios y deja, por ejemplo, totalmente abierta la cuestión de si más es igualmente digno de atención: se puede, sin más, preocuparse de las posibilida-
información afecta favorablemente o si acaso encierra en callejones evolutivos sin des de evolución - pero sólo en formas que los planificadores clasificarian como
salida. no racionales. Esto vale, por ejemplo, para el hecho de incluir en el plan la ruti-
na organizacional, como reserva para casos de emergencia imprevistos. 52 También
48
la ambivalencia (ambigüedad) de determinaciones de sentido es nombrada, a
Así y todo, también hay ejemplos individuales que van en esta dirección. Así ve Robert
menudo, como punto de partida de innovaciones. 53 Se podría fonnul,r algo más
A. Burgelman, Strategy-Making and Organizational Ecology: A Conceptual lntegration, en:
Jitendra V. Singh (Ed.), Organizational Evolution: New Directions, Newbury Park Cal. 1990,
pp. 165-181, incluso el "strategic managemenf' de una organización como objeto de una evoM 51
Demasiado, como está~ hoy en día convencidos los biólogos. Véase JeanMBaptiste
lµción ("ecológica") interna a la organización. Pierre Antaine de Monet de Lamarck, Philosophie zoologique, Paris 1809, reimpresión Wein-
49
Así Richard R. Nelson/Sidney G. Winter, An Evolutionary Theory of Economic Change, heim 1960. Sobre la irritabilidad como la propiedad más general de tod.os los organismos, esp.
Cambridge Mass. 1982; Michael T. Hannan/John Freeman, Organizational Ecology, Cambridge vol. l, pp. 82 ss. Acerca de la reanudación de la discusión de temas lamarckianos en la te01ia de
Mass 1989; Singb Op. Cit. , pp. 21-142; Joe!Baum/Jitendra Singh (E<ls.), Evolutionary Dynamics sistemas, véase el cuaderno 5 (1993) de la Revue internationale de systémique.
of Organizations, New York 1994, así como amplias investigaciones publicadas como artículos de " Cfr. Richard M. Cyert/James G. March, ABehavioral Theory of the Firm, Englewood
revistas. Cliffs N. J. 1963, porejemplo, pp. 36 ss. ypassim, 2' ed. Cambridge Mass. 1992, pp. 41 ss.; Curtís
so Al interior de las ciencias económicª8, las teorías de la evolución viven de. una palé~ L. Mann/James G. March, Financia! Advisory, Internal.Competition, and Currículum Change in
mica contra teorías neoclásicas que se afirman en la racionalidad de los equilibrios. Véase, por a University, Administrative Science Qnarterly 23 (1978), pp. 541-552.
ejemplo, Richard W. England (Ed. ), Evo!utionary Concepts in Contemporary Economics, Ann " Cfr. Louis R. Pondy/Richard J. Boland, Jr./Howard Thomas (Eds. ), Managing Ambigui-
Arbor 1994. ty and Change, Chichester 1988.

400 401
precisamente, con conceptos teóricos de evolución, que la ambigüedad ofrece oca- corrección significativa a las sobrevaloradas expectativas de racionalidad de las
sión para efectuar variaciones. Se condensa, por así decir, esta posibilidad, cuan- doctrinas del management, no se conoce un tratamiento teórico evolucionista ela-
do el propio sistema ofrece motivos para ello y la variación puede ser presentada borado. Pero sobre todo podría ser un obstáculo el hecho de que no está suficiente-
como clarificación de un estado de cosas ya aceptado .. La idea análoga de Karl mente aclarado lo que propiamente significa ni cómo se realiza la evolución en el
Weick: una organización debiera ser construida de forma conflictiva, tarda de en- . caso de los sistemas sociales. Es tarea primordial, por lo tanto, que nos apliquemos
tendimiento, supersticiosa, hipercrítica, monstruosa, etc., para poder aumentar las a esta cuestión.
posibilidades de variación." De manera más abstracta, también se podría hablar de La ecología de la población, apoyándose en la genética biológica, ve el pro-
"generation ofvariability". 55 En todo caso, esto no se debe leer como consejo para blema principalmente en la transmisión de los bienes culturales por encima de las
la planificación, porque eso únicamente terminaría en que sí podría haber una ra- brechas generacionales o superando el cambio de los miembros en las organiza-
cionalidad que incluyera y abarcará la evolución. ciones." Aunque éstas son, fundamentalmente, cuestiones de la autopoiesis de los
Una teoría de la, evolución referida a organizaciones singulares, deberla ver respectivos sistemas, en tanto el interés teórico evolucionista se constituye recién
a la orgaaización como una población de decisiones las cuales, si bien en cuanto con la pregunta respecto a bajo qué condiciones una transmisión desviante cambia
decisiones son siempre nuevas, únicamente bajo condiciones particulares ofrecen. las estructuras y, pese a ello, tiene perspectivas de éxito.
una variación de estructuras. Aéstas pueden, entonces, encadenarse decisiones que Con los conceptos de autopoiesis (capítulo 2) y decisión (capítulo 4), hemos
hacen suyo el estímulo o lo rechazan. Esto pudiera tener la ventaja de que se podría ' cambiado el punto de partida para uná teoría de la evolución de los sistemas or-
partir de algo visible y no sería necesario comenzar indispensablemente con un ganizacionales. La autopoiesis significa que la evolución no está guiada por el
juicio negativo sobre las circunstancias previas. I11ejoramiento de la adaptación. Concebir a las decisiones como cada vez nuevas,
Se discute, en relación con estas ideas acerca de la evolución no planifica-
ble, si las mutaciones y supervivencia en una población de empresas serían más Science Quarterly 28 (1983), pp. 245-273; Lawrence G. Hrebiniak/William F. Joyce, Organi-
una cosa de adaptación, como subrayan las teorías del management, o un tema de zational Adaptation: Strategic Choice and Environmental Detenninism, Administrative Science
selección por momentos de inercia interna y externa, los cuales también pueden Quarterly 30 (1985), pp. 336-349; Jitendra V. Singh/Robert J. House/David J. Tucker, Orga-
nizational Change and Organizational Mortality, Administrative Science Quarterly 31 (1986),
recompensar precisamente "highfidelity reproduction ofstructure", porque eso co-
pp. 587-611; Jacques DelacroixiAnand Swaminthan, Cosmetic, Specu!ative and Adaptive Orga-
rresponderla mejor a las escasas capacidades de procesamiento de información del nizational Change in the Wine Industry. ALongitudinal Study, Administrative Science Quarterly
sistema y las expectativas extemas. 56 Si bien esto es, en el mejor de los casos, una 36 (1991), pp. 631-661. Literatura adicional se encuentra bajo la clave "inerlia" (véase supra
nota 41 ). Algo distinto, vale decir, buenas oportunidades para cambios planificad~, puede valer
cuando el acicate radica claramente en cambios drásticos del entorno, puesto que entonces no se
i4 Véase Karl E. Weick, Re~punctuating the Problem of Organizational Effectiveness, en: trata de reformas, sino de mantención cuando q.o de supervivencia. Estas condiciones parecen
Paul S. Goodman/Johannes M. Pennings (Eds.), New Perspectives on Organizational Effective- haber estado da~, en los años 90 del siglo XX, para muchas empresas, debido a los camPios de
ness, San Francisco 1977, pp. 193-225. la economía (globalización, competencia agudizada). Para uno de esos casos véase Heather A.
55 Así Thomas DietzJTom R. Burns/Frederick H. Buttel, Evolutionary Theory in Sociolo-
Havennan, Between a Rock anda Hard Place: Organizational Change under Conditions ofFun-
gy: An Examination of Current, Tninking, Sociological Forum 5 (1990), pp. 155-171 (164). Cfr. damental Environrnental Transfonnation,Administrative Science Quarterly 37 (1992), pp. 48-75.
también Tom R. Bumsffhomas Dietz, Cultural Evolution: Social Rule Systems, Selection and 51
Cfr., en general, Luca Cavalli~Sforza/Marcus Feldman, Cultural Transmission and
HumanAgency, Intemational Sociology 7 (1992), pp. 259-283 (263 ss.). Evolution, _Princeton 1981; Robert Boyd/Peter J. Richerson, Culture and the Evolutionary
" Así Hannan/Freeman Op. Cit. (1989), pp. 66 ss. Véase también Michael T. Hannan/ Process, Chicago 1985, y especialmente para "rutinas" organizacionales, Nelson/Winter Op.
John Freeman, Structural Inertia and Organizational Change, American Sociological Review 49 Cit. ( l982) o Sidney G. Winter, Survival, Selection, and Inberitance in Evolutionary Theories
(1984), pp. 149-164; Michael T. Hannan/John Freeman, Toe Population Ecology ofOrganiza- ofOrganization, en Singh Op. Cit. (1990), pp. 269-297. Cfr. también J. Richard Harrison/Glen
tions, American Joumal of Sociology 82 (1977), pp. 929-964. Cfr. además, W. Graham Astley/ E. Carroli, Keeping the Faith: A Model of Cultural Transmission in "Fonnal Organizations,
Andrew van de Ven, Central Perspectives and Debates in Organization Theory, Administrative Administrativ: Science Quarterly 36 (1991), pp. 552-582. ·

402 403
como el comienzo de una historia que cada vez también es nueva, no significa otra caso de los sistemas vivientes, esto es, en la forma de mutación genética, super-
cosa que se produce un futuro que vuelve, una y otra vez, a tener nuevos puntos de vivencia del organismo individual hasta la reproducción y estabilización de po-
partida y que por eso, en tanto depende de decisiones, no puede ser previsto. No blaciones alteradas genéticamente en un nicho ecológico. Pero si así no se puede:
se requiere desalentar los proyectos de reforma, sino que éstos deben considerar ¿Entonces cómo?
que es y sigue siendo desconocido lo que las decisiones futuras harán con ellos. Suponemos que la variación concierne a las operaciones momentáneas, la se-
. O, dicho de otro modo, las reformas generan un oscilar peculiar entre lograr y no lección al valor de construcción de estructura de dichas operaciones y la reesta-
alcanzar la meta e incluso entre sus preferencias y otras. Entonces la evolución es, bilización al sistema en su entorno.'° Si se sigue esta sugerencia, las variaciones
por así decir, el concepto que resume lo impronosticable de las decisiones futuras. suceden a nivel de las decisiones cotidianas. Se han de enfrentar a situacio,
El rasgo característico de las teorías de la evolución (a diferencia de las teo- nes diversas, tienen que modificar correspondientemente las premisas de decisión
rías del desarrollo) consiste en que explican los cambios estructurales a partir del y activar recursos personales de comprensión de la situación y de datos específicos
efecto conjunto, no coordinado por el sistema, de diversas funciones evolutivas." al contexto. Pero esto, por de pronto, permanece como acontecimientos únicos.
Deben comparecer masivamente variaciones, las que son sometidas a un proceso Aunq~e cada decisión se adecua como posible premisa de decisión de otras de-
de selección positivo / negativo el que, a su vez, conduce a resultados que pueden cisiones, puede devenir un modelo, puede incorporarse a la cultura relatada del
ser reestabilizados en el sistema. La teoría ha de explicar, entonces, que estas di- sistema, puede servir para reconocer casos semejantes y con ello condensar, por
versas funciones evolutivas pueden ser distribuidas de tal modo, entre distin- una parte, su sentido y, por otra, generalizarlo y pulirlo. Las decisiones pueden ser
tos mecanismos, que su efecto conjunto no puede ser previsto ni planificado en recordadas u olvidadas y, si son recordadas, pueden ser evaluadas como dignas de
el sistema, sino que debe ser tratado como casuali9 De hecho, típicamente se ha- ser imitadas o como advertencia, como acertadas o desacertadas. Una variación
bla de evolución donde surgen dudas respecto al autocontrol racional de procesos que al principio fue masiva queda, generalmente, sin consecuencias. El sistema se
de desarrollo -tanto en la evolu_ción de la vida como en la evolución de la ciencia, descarga a través del olvido. Pero también puede ocasionalmente convertirse en es-
la economía o el derecho. tímulo para selecciones positivas o negativas. Con esto se modifican las estructuras
No se puede garantizar, en los sistemas sociales, la distribución de las funcio- del sistema, sin que para ello sea necesaria una decisión sobre la introducción de
nes evolutivas mediante distintos niveles de construcción de sistema, como en el nuevas premisas· de decisión. Naturalmente, esto tampoco está excluido -sea bajo
la forma de proyectos de reforma, sea en la forma de transformaciones decididas
58
En conexión con Donald T. Campbell, Variation and Selective Retention in Socio~Cul~ ad hoc. Pero los cambios planificados siempre se ,ncuentran insertos en un proce-
tural Evolution, General Systems 14 (1969), pp. 69-85, frecuentemente se habla de variación so evolutivo, que los toma y, si se puede decir así, los deforma. Porqu¡ también las
"blind" (ciega). Donald T. Campbell, Unjustified Variation and Selective Retention in Scientific decisiones sobre premisas de decisión son, a su vez, decisiones que son observa-
Discovery, en: Francisco Ayala/Theodosius Dobzhansky (Eds.), Studies in the Philosophy of
Biology, New York 1974, pp. 139-161, se corrige más tarde como variación "unjustified" (in- das en el sistema y adoptadas
, con modificaciones u olvidadas.
justificada). Ambos son imprecisos, porque la variación puede ser ciertamente observada y, en Estas reflexiones contradicen, por buenos motivos, una suposición que sería
cuanto suceso singular, ser comprensible y aceptable. También se puede subraya·r con Weick evidente para las teorías del management y de la planificación: que los malos re-
Op. Cit. ( l 977), que la propia variación debe ser suficientemente estable, para poder esperar la sultados de los negocios o las "crisis" reclaman la atención de los directivos de la
selección. Descripciones tales como "bli.nd" o"unjusti.fied" no deben serreferidas a la variación,
sino a la falta de coordinación (o al azar del entrelazarse) de las distintas funciones evolutivas.
organización sobre problemas en las relaciones con el entorno, desencadenando
59
Otra versión de esta dependencia respecto a la casualidad de la intervención de variación
y selección sobre el éxito de la estabilización se encuentra en exposiciones que remarcan que
las empresas han tenido suerte en sus decisiones premiadas por el éxito. Véase Daniel A. Levin-
60 Véase también, para el caso del sistema de 1~ sociedad, Niklas Luhrnann, Die Gesell-
thal, Organizational Adaptation, Environmental Selection, and Random Walks, en Singh Op. Cit. schaft der Gesellschaft, Frankfurt am Main 1997, pp. 451 ss. Traducción al español, La sociedad
(1990), pp. 201-223 (212). de la sociedad, Herder, México 2007, pp. 340 ss.

404 405
luego medidas innovadoras. Aunque esto puede ser así, las innovaciones, por su de que no las consideren).' Piénsese solamente en la necesidad de interpretación
parte, son intervenciones arriesgadas, que organizaciones con problemas graves y la deformabilidad de los programas de decisión, en la más o menos grave in-
de supervivencia no se pµeden permitir. Aniesgádas en la cuestión de.si el entor- cidencia de las personas sobre las decisiones y, no por último, en que el sistema
no acepta los cambios o se atiene más bien a las expectativas acostumbradas. y constantemente dispone de la posibilidad de activar o no las competencias forma-
también riesgosas en la cuestión de si y cómo serán ejecutadas internamente en. les de la jerarquía.
el sistema, cuando no sólo afectan subsistemas aislados ni variables marginales La controversia entre las teorías de planificación y las teorías de la evolución
solamente. 61 Por eso no es sorprendente que los consultores de empresa obtienen · se decide, por lo tanto, en el terreno de la teoría de sistemas. Si se pudiese producir
sus contratos más bien de parte de empresas florecientes que quieren hacerlo mejor una_ relación de acoplamiento firme entre decisiones y premisas de decisión, de
y que cuando se hacen innovaciones en empresas con malos resultados, con fre- modo que cambiando pocas variables estructurales se pudiera intervenir el proceso
cuencia apresuran su eliminación. La evolución supone la capacidad de esperar las de decisión, se podría emprender la planificación asegurando, en cierta medida, los
ocasiones. resultados. Pero un sistema como ése seria, al mismo tiempo, extremadamente sen-
Si adicionalmente se presta atención al hecho de que las decisiones siempre sible al entorno en las variables decisivas. Si, en vez de esto, se debe partir de una
son comunicadas como información, vale decir, como diferencias que hacen una_ relación de acoplamiento flojo, ésta es precisamente una condición de la capacidad
diferencia queda, además, en claro que normalmente sólo se recuerda lo que se de evolución. El modo, entonces, en-que el sistema reacciona a las planificaciones
ha decidido, pero no: contra qué se decidió. Es decir: las alternativas o el recuerdo no es una cuestión de intención ni de poder de imposición, sino una cuestión de
de lo que hubiese pasado si no se hubiera decidido, se desvanecen más rápido que evolución.
el recuerdo del contenido de la decisión. Esto ya se basa en la fijación lingüísti- Con esta relación entre variación y selección no se garantiza la racionalidad,
ca del texto de la decisión, pero aun más en la necesidad de absorción de incer- ni tampoco siquiera la mantención del sistema. Tampoco se continúa suponiendo
tidumbre. La memoria del· sistema opera, por lo tanto, con fuertes abreviaciones, hoy que la selección (sea "natural selection" por parte del entorno, sea selección
con fijaciones de sentido, no con contextos especificados, con designaciones, no con - interna al sistema) conduzca a un "optima/ fit" (ajuste óptimo) entre sistema y
distinciones: Cuando las variaciones están disponibles para la selección, ya no son lo entorno, y con ello garantice la existencia del sistema hasta el próximo cambio
que fueron como decisión. Y esto también conduce a que variación y selección del entorno. 62 Sobre el resultado de los cambios evolutivos· deciden recién proce-
estén obligatoriamente separadas y no puedan ser integradas en el sistema, pese a sos de reestabilización, los cuales equilibran nuevamente al sistema en. relación
todo esfuerzo de planificación. con su entorno. Incluso también pueden sobrevivir a largo plazo organizaciones
Una separación de los mecanismos evolutivos de variación y selección, por que no conciben (o lo hacen erróneamente) su selección estructural, g,mo adapta-
consiguiente, presupone que está interrumpida la conexión lógica, matemática, ción a su entorno. En este lugar, la teoría de la evolución puede recurrir como
técnica entre decisiones y premisas de decisión. No se hacen apropiadas, sin más, teoría comprensiva,. a las investigaciones de la "population ecology", la cual, en
las decisiones como premisas para otras numerosas decisiones (por ejemplo, como todo caso se ha limitado a preguntar sobre el ingreso de sistemas en una población
modelo copiable), ni se puede deducir a partir de las premisas decisionales, sin más, capaz de reproducción y su salida de ella. En las organizaciones individuales, aquí
las decisiones que son adoptadas considerando dichas premisas (prescindiendo se manifiestan típicamente procesos de autoobservación, de control de cálculos,
de enfrentamiento del riesgo, los que a su vez pueden nuevamente ser estímulos
para cambios estructurales planificados (y, sin embargo, también evolutivos). En
61
Véase para esto James G. March, Footnotes to Organizational Change, Administrative
cualquier caso, el sistema no depende de un acceso racional a sí mismo, puesto que
Science Quarterly 26 (1981), pp. 563- 577; Daniel A. Levinthal, Organizational Adaptation
and Environmental Selection: lnterrelated Processes of Change, Organization Science 2 (1991 ),
pp. 140-145. 62 Véase Hannan/Freeman Op. Cit. (1989), pp. 21 ss.

406 407
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.11. con ello estaría sobre exigido sin esperanza alguna. Pero puede desarrollar y me- se correlaciona claramente con mayor disposición al riesgo en las planificaciones o
l•. ,
t: jorar una red de indicadores, etc., con cuya ayuda observa en retrospectiva y dado también con una destrucción rápida de "culturas organizacionales" antes aceptadas
el caso corrige, lo que ha surgido mediante la evolución. En efecto, no rara vez se sin cuestionamiento. Aunque, finalmente, se aclara por las vías de la evolución si
tiene en esto la experiencia de que las .informaciones sobre cálculos de costos del tiene éxito la supervivencia y si sólo resulta bien con la ayuda de simbiosis exter-
sistema llegan con considerable retardo y, frecuentemente, demasiado tarde para nas nuevas (por ejemplo, apoyo estatal), sea lo que sea que lleguen a ser los aportes
intervenciones oportunas. de la planificación.
Hasta aquí la presentación ha localizado todas las funciones evolutivas al El hecho que la controversia teórica planificación versus evolución se resuelva
interior del sistema en evolución -tanto la variación como la selección y la rees- a favor de la teoría de la evolución no significa, evidentemente, que mejor se de-
tabilización. Esto corresponde a la teoría de los sistemas autopoiéticos y se sepa- bería dejar la planificación y esperar la evolución. Los directivos de un sistema es-
ra radicalmente de la teoría clásica de la evolución que esperaba de la selección tarían mal aconsejados si se retiraran a observar la evolución de su sistema. Siguen
externa (natural selection) la mejor adaptación posible de los ejemplares sobre- siendo importantes la selección planificada de estructuras (premisas de decisión) y
vivientes a su entorno. Pero, ¿qué rol tiene, entonces, el entorno en la evolución la observación del sistema prestando atención a posibilidades emergentes de rees-
de organizaciones? tructuración. Sólo que no se debiera juzgar primordialmente a las planificaciones
A nivel de la'evolución.de la sociedad total puede bastar con suponer al en- según si alcanzan sus metas, se base su origen en ideas de reforma o en crisis. La
torno como "ruido", como cao-s turbulento uniforme o discreto, del cual el sistema planificación es, más bien, un componente de la evolución del sistema. Un sistema
obtiene las estructuras autopoiéticamente necesarias. A nivel de las organizaciones que planifica debe poder observarse a sí mismo en la evolución y para esto son de
esta idea no se sostiene, porque el entorno de las organizaciones se encuentra fuer- · ayuda, sobre todo, los análisis basados en la teoría de sistemas.
temente preordenado por la propia sociedad (por ejemplo, la economía de la socie- También sigue siendo importante la cuestión de si se puede encontrar con-
dad construye mercados). Se impone, al menos, una distinción referida al entorno senso, o al menos· lograr comprensión, para las planificaciones; aunque ya no es
y también ha encontrado creciente atención en la nueva "population ecology" de la una cuestión trágica, porque es descargada de su gravedad por el hecho de que la
investigación organizacional, ésta es la distinción entre cambios paulatinos (incre- · evolución y la observación de la evolución revelarán, cómo vayan a cambiar las
mentales, apenas notorios) y abruptos en el entorno de los sistemas organizaciona- relaciones y cómo habrá que adaptarse a ellas. Una de las ventajas más impor-
les. 63 Ambas formas de transformación de condiciones de acoplamiento estructural tantes det tratamiento teórico evolutivo de cuestiones de cambio estructural que
con condiciones de entorno específicas ponen a las organizaciones, incluso visto también involucra a la metodología de la investigación, podría consistir en que,
temporalmente, bajo formas muy distintas de presión por el cambio. Un tema de desde el comienzo, el enfoque teórico cuenta con una diversidad -pro)ducida por
investigación importante del futuro próximo podría ser estudiar si esta diferencia la misma evolución- de puntos de partida de la evolución. Dicho brevemente: con
diferenciación de tipos y especies." Mientras las filosofías del management tien-
den a generalizar lo más ampliamente posible sus recetas, la. teoría de la evolución
63
Como ejemplos de cambios abruptos del entorno, se mencionan las innovaciones radi~ tiene incorporadas barreras a la generalización. Ciertamente la propia teoría de la
cales en el ámbito de la tecnología económicamente utilizable. Véase Míchaei L. Tushman/Phi~
lip Anderson, Tecbnological Discontinuities and Organizational Environments, Administrative evolución es una teoría general, pero si se desea investigar cómo se coordinan, en
Science Quarterly 31 (1980), pp. 449-465; Philip Anderson/Michael L. Tushman, Tecimological casos concretos, variación, selección y reestabilización, se debe contar con distin-
Discontinuities and Dominant Designs: A Cyclical Modell ofTechnological Change, Adminis- ciones agudas - en el caso de las organizaciones, por ejemplo, con distinciones de
trative Science Quarterly 35 (1990), pp. 604-633. Con el mismo derecho, se podría pensar en
cambios políticos radicales y profundos, en la globalización de los mercados, en las cambiantes
exigencias de los clientes o en la emergencia de países técnicamente competitivos de sueldos "Para esto Bill McKelvey/Howard Aldrich, Populations, Natural Seleclion, and Applied
bajos. Science, Administrative Science Quarterly 28 (1983), pp. l01-128

408 409
la amplitud de variación de operaciones posibles o con distinciones en la cuestión Igualmente inespecífica es la propuesta de Weick de crear o dejar crecer. la
de cuánta firmeza estructural de parte del sistema se espera en el entorno. complejidad (c/umsiness), en la esperanza de que un sistema así es luego suficien-
' temente sensible, para descubrir en sí mismo oportunidades de estructuración del
entorno; complejidad en todo caso querría decir, que el sistema tiene más posibili-
IV. dades para practicar, al mismo tiempo, el cambio y el no cambio de estruciuras. Lo .
inespecífico de tales propuestas que, por lo demás, corresponde al diagnóstico de
Si uno se.aventura a hacer una descripción del cambio estructural en las organi- que el peligro se encuentra en la especificación, puede ser llevado al punto en que,
zaciones, en términos de teoría de la evolución, inevitablemente se choca con un de partida, se incluya un factor casual sin identificarlo como tal. Por ejemplo, cons-
1;
problema tan antiguo como central de la teoría de la evolución: que la evolución truir grandes edificios con largos corredores, ascensores relativamente espaciosos
conduce a una especificación de la adaptación a un entorno determinado, la cual y lentos, y escasos toilettes, con la probabilidad de que los trabajadores se encuen-
puede luego revelarse como obstáculo para la evolución posterior." La sociolo- tren unos con otros casualmente, se reconozcan entre sí y así logren posibilidades
gía de las organizaciones también se ha dejado impresionar por estas reflexio- de contacto fuera dela organización formal; o constituir desde el principio una
nes." Precisamente organizaciones exitosas como, por ejemplo, las que crecen organización tan auto-obstaculizante e incapaz de trabajar, que en último momento
1: para poder responder a una demanda creciente, se ven. amenazadas por ello en la desarrolla el gran arte de la improvisación. 68 También puede ser mencionada, en
1
próxima ronda. Una cantidad de consejos inútiles se relaciona con este problema. este contexto, la superstición de que los consultores organizacionales o incluso los
Algunos promueven la "creatividad" a nivel psicológico, otros la "flexibilidad" científicos que trabajan en universidades lo ·sabrían mejor. Puede servir, al menos,
a nivel socioestructural. Pero éstos son sólo otros nombres para el problema. En como equivalente funcional significativo para otros generadores de casualidad, sin
la actualidad es más bien habitual advertir, que también ofrece ventajas la iner- ser señalado como tal.
cia en la adaptación a ocasiones y que, en cualquier cáso, se debiera evitar una Otra posibilidad es: utilizar los excesos de sentido de la semántica, para enga-
adaptación demasiado rápida a cambios pasajeros del entorno." En esto, preci- ñar a otros y, eventualmente, también a sí mismo. Entre tanto se sabe que la inercia
samente los éxitos pasados también conducen a demoras de adaptación, aunque estructural en caso algnno excluye los cambios, sólo que no los marca como tales
,, esto deja todavía totalmente abierto si este tipo de inercia contiene un potencial e igualmente el celo reformista, si encuentra tenaz resistencia, puede conducir a
! de desarrollo. estados que apenas se distinguen de lo que antes había, pero que pese a ello se rotu-
1 lan como "reformas". Por eso se puede utilizar una retórica, que oculta en lo viejo
65
lo nuevo que busca, lo presenta, por ejemplo, como reproducción o cpwo remedio
Cfr. E. D. Cope, The Primary Factora of Organic Evolution, Chicago 1896, pp. 172 ss.;
Elman R. Service, The Law ofEvolutionary Potential, en: Marshall D. Sahlins/Ehnan R. Service para malas prácticas arraigadas; o, a la inversa, se puede declarar como nuevo algo
(Eds.), Evolution .and Culture, Ann Arbor Mich. 1960. Hoy está absolutamente fuera de discu- que sirve principalmente para rescatar lo que se ha de rescatar. 69
sión, que la "Cope's rule" no vale sin limitaciones. También hay especificaciones evolutivas que Ésta y muchas otras referencias semejantes podrían bastar, si se tratara de
sirv~n para la construcción de mayor compieji4&d. Véase, por ejemplo, G. Ledyard Stebbins, explicar cómo consiguen las organizaciones volver a disolver su propia especi-
The Basis ofProgressive Evolution, Chapel Hill N. C. 1969, esp. pp. 120 ss. Pero aquí se trata de
descubrimientos evolutivos muy raros1 mie~tras la evolución norma! trabaja con la construcción
1 y destrucción de sistemas. El propio tipo de sistema ¡<organización" debería ser, con su potencial 63
Cfr. Karl E. Weick, Organizational Redesign as Improvisation, en George P. Huber/

l
para la complejidad, uno de tales ~escubrimientos· evolutivos. Pero en esto se trata, más bien, de William H. Glick (Eds.), Organizational Change and Redesign: Ideas and Insights for lmproving
la emergencia de una forma nueva de autopoiesis y no del normal aprender/ olvidar de estructu- Performance, Oxford 1993, pp. 346-379.
ras en organizaciones, que interesa en el presente contexto. 69. Weick Op. Cit. (1977), pp. 207 ss. lo llama, algo drásticamente, "hypocrisy". Sin embar-

~ Vé¡ise, por ejemplo, Weíck Op. Cit. (1977), pp. 199 ss. go, en la práctica es frecuente el caso en que es dificil constatar, si la comunicación se engaña a
67
Véase, por ejemplo, Mil!er/Friesen Op. Cit. (1994). sí misma o a otros.

410 411
··11
'.I ficación estructural, en cuanto obstáculo para la evolución posterior. Se trata, resu- . los sistemas de comunicación y transporte. Ya se habla de "hyperturbulence"." Se
miendo, de mantener también el otro lado de la especificación, la inespecificidad anima a las directivas de empresas a tener en cuenta estos cambios de las estruc-
excluida por ella, de reproducirla y, en caso de necesidad, de reactivarla. Se trata, turas de sus empresas. Se puede considerar acertado este diagnóstico, pero ¿qué

1 en la tenninología de !ves Barel, de "potentialisation". 10 Lo que se excluye median-


te la especificación, precisamente por intennedio de ésta se demuestra como po,
significa para los cambios internos a la organización?
No se querrá suponer que esto constituye un desplazamiento en dirección de
sible. Pero la memoria del sistema prefiere el resultado de la selección como la evolución, porque la evolución es demasiado lenta y excesivamente incalcula-
presente alcanzable y opera contra lo excluido. Debido a ello, se necesita una ob- ble. Por otra parte, también antes las refonnas eran bastante dificiles. Puede ser
servación de segundo orden (que también puede ser prevista en el sistema) si se que bajo las condiciones dadas se puedan fundamentar mejor, porque las inade-
desea mantener ambas a la vista al mismo tiempo, esto es, la unidad de lo incluido cuaciones se perfilan con mayor claridad. Por eso se discute el "downsizing" no
y lo excluido. sólo como solución de emergenéia, sino como método.13.Sin embargo, sobre todo
Debido a esto, en este ámbito de problemas, encontramos típicamente concep- debería modificarse la situación de organizaciones exitosas. Mientras hasta ahora
tos explicativos que no pueden ser transfonnados en recetas ni en exhortaciones · ·'·'"'···"'· los éxitos organizacionales. debilitaban los estímulos para aprender -se podía es-
-por ejemplo, en la fonna del consejo: sean creativos, sean flexibles, oriénten. tar satisfecho con los resultados y no se veía razón alguna para ponerlos en peli-
se por las casualidades, sean hipócritas. Dicen algunos que tales exhortaciones gro innovando-precisamente las organizaciones de éxito están hoy día en peligro,
contendrían una paradoja comunicativa. Una contradicción perfonnativa auto-des- porque no reconocen suficientemente a tiempo que ellas también deben aprender
tructiva. Si se usan en serio y no únicamente para huir del problema retraerían al y adaptarse. 74 Esto quiere decir: La descripción de la organización. exitosa debería
sistema, por un momento, al estado de una autoobservación paradójica. Ninguna ser modificada. No se debería centrar en los números que demuestran el éxito, sino
infonnación se puede obtener de esto. "On doit et on ne peut choisir. Cest la quin- resaltar el contexto y la contingencia. Solamente así se puede someter a prueba el
tessence du paradoxe " (Se debe y no se puede escoger. Es· la quintaesencia de la entorno en vista a sus cambios y reconocer, al mismo tiempo, lo que en consecuen-
paradoja). 11 Se puede seguir la primera idea o preferir al programa que es presen- cia debería ser cambiado en la organización.
tado más rápidamente o por el partido más fuerte. Pero no significa otra cosa que: No obstante sería una burda sobre simplificación acto seguido valorar, sin más,
abandonarse de nuevo a la evolución. positivamente innovación, creatividad y aprendizaje (como habitualmente ocurre).
También se puede, precisamente en las transfonnaciones, hacer mucho equivoca-
damente y puede serlo del todo, porque propiamente en entornos turbulentos el
v. riesgo de los cambios organizacionales es demasiado grande. ,•

En la literatura reciente sobre organizaciones del sistema económico, a menudo se.


indica que las relaciones se han transfonnado radicahnente y requieren más carne
bios estructurales que antes. Esto radicaría en la globalización de los mercados y
en desarrollos tecnológicos pioneros así como también en cambios en el ámbito de ·
72 Así Alan D. Meyer et al., Organizations Reacting to Hyperturbulence, en: George P. Huber/
William H. Gliek (Eds.), Organizational Change and Redesign: Ideas and lnsights for Improving
Perfonnance, Oxford 1993, pp. 66-lll.
70
Véase Ives Barel, La paradoxe et le systéme: Essai sur le fantastique social, 2ª ed. Gre~ 73 Véase supra, p. 396.

noble 1989, pp. 71 s. 74 Así Karl E. Weick, Organizational Redesign as Improvisation, en Huber/Glíck Op. Cit.

" Barel Op. Cit., p. 282 pp. 346-379 (369 s.).

412 413
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!il CAPÍTULO 12.
TÉCNICA
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Aunque la organización es ciertamente una forma de cooperación social, se podría


suponer que, pese a ello, se trata de una pariente cercana de la técnica. Hablamos
de técnica organizacionaL Tr.aspasamos a los computadores mucho de lo que antes
se realizaba en la forma de interacción social. Lo hacen igualmente bien, si no
mejor. La sociología clásica de la organización parece haber tenido también este
paralelo a la vista cuando describió a la organización como un aparato de dominio
o, incluso, como una máquina que cumple tareas previstas. La analogía se apoya
en suponer que las organizaciones pueden repetir, de manera en cierta medida con-
fiable, los mismos procesos de trabajo y que si algo no funciona, se puede buscar
y encontrar el error.
Tanto Max Weber como la búsqueda de una organización "taylorista" del tra-
bajo han trabajado con estas ideas y a partir de ellas se han propuesto buscar una
teoría general de la organización. Una autoridad política puede apq.,arse en un
staff administrativo y programarlo mediante reglas, de tal forma que la dirección
queda liberada de decidir en casos particulares y, sin embargo, puede estar segura
de que los casos que se presenten en el futuro serán decididos, según las reglas,
en el mismo sentido. La organización del trabajo taylorista se plantea la tarea de
descomponer los procesos laborales, de tal manera que se pueda calcular una me-
jor combinación de los pasos parciales. Ambas formas de organización pueden ser
incluidas en los marcos de un esquema fin/ medio, asegurando así, que se puede
alcanzar los fines de modo confiable y con costos calculables. Si eso no ocurre, la
máquina debe ser reparada o se deben reemplazar algunas de sus partes por equi-
valentes funcionales.

415
Sin embargo, la sociología de la organización, basada en sus propias investi- incluso producción unitaria contra demanda),' aunque también por las experien-
gaciones empíricas, se ha. alejado, paso a paso, de estas ideas, sin entregarlas del cias de resistencia a tentativas de transferencia. 4 Con esto se traslada el interés de
todo a las teorías de management. Un primer paso lo dio la teoría de "sistemas socio investigación desde contextos sistemáticos a las perspectivas de las planiftcacio-
técnicos". 1 Se desarrolló paralelamente a los intereses expuestos en la "organización nes de cambio. Esto deja en claro, una vez más, que las innovaciones técnicas no
informal" y por "human re/ations", y su objetivo fue establecer conexiones entre pueden ser entendidas como aplicaciones de conocimiento científico disponible
tecnología, organización del trabajo y relaciones sociales en el lugar de trabajo y, para todos; de hecho juega un rol importante el conocimiento "implícito", espe-
con ellas, lograr fundamentos científicos para los esfuerzos por una "democratiza- ciftco a una empresa, cuando no específico a un producto, el cual emerge al ser
ción" y "humanización" del mundo del trabajo. El avance frente a investigaciones usado.' Anivel de las frases hechas, en lugar de "humanización del trabajo", ahora
más antiguas· de procesos determinados tecnológicamente', se encontraba en la se- se encuentra "configuración socialmente sustentable de la técnica". La idea de "so-
paración y vinculación de diversos ámbitos del sistema, es decir, en una sistema- cialmente sustentable" parece conducir prioritariamente a la descentralización y la
tización orientada por la diferencia. Las relaciones entre técnica y organización no participación del adaptador en la planiftcación, implementación y constante modi-
permitían introducir una, sin considerar la otra. Se suponía, implicitamente, que ficación del sistema.
no ocurren cambios demasiado frecuentes ni rápidos de la tecnología. Una continuación actual del viejo concepto de sistemas socio-técnicos po-
El siguiente paso parece volver a interesarse, con mayor fuerza, por problemas dría radicar en la i.dea de que la introducción de nuevo equipamiento o tecnología,
del management de innovaciones tecnológicas y su incorporación a una organiza- en un sistema dado, tiene consecuencias estructurales.' Hoy se denomina a esto
ción en funcionamiento. Esto puede estar siendo estimulado por los propios des- "teoría de contingencia" (aunque una idea tan banal apenas meiece el nombre de
arrollos tecnológicos (por ejemplo, tecnología de computación, propulsión de avio-
nes por reacción), además de otras exigencias del mercado (por ejemplo, productos 3 Este desarrollo obliga a revisar antigúos estudios sobre relaciones entre producción ma~
fuertemente diferenciados con las respectivas pequeñas cantidades de unidades o siva tecnológicamente inevitable.y estructuras organizacionales. Véase, por ejemplo, Pradip N.
Khandwalla, Mass Output Orientation of Operatíons Technology and Organizational Structure,
Administrative Science Quarterly 19 (1974), pp. 74-97.
4
1
La publicación que señaló el camino fue E. L. Trist/K. W. Bramforth, Social and Psy- Véase, por ejemplo, Hartmut Hirsch-Kreinsen/Harald Wolf, Neue Produktionstech-
chological Consequences ofthe Longwall Method of Coa!-Getting, Human Re!ations 4 (1951), niken und A.rbeitsorganisation: Interessen und Strategien betrieblicher Akteure, Soziale Welt
pp. 3~38. Se refirió a las consecuencias sociales de una ~ueva organización del trabajo en la 38(1987), pp. 181-l96; Gert Schmidt, Die "Neuen Technologien" - Herausforderung für ein
mineria del carbón. Cfr. también Charles R Walker/Robert H. Guest, The Man on theAssembly verandertes Technikverstiindnis der Jndustriesoziologie, en: Peter Weingart (Ed.), Technik als
Line, Cambridge Mass. 1952. Para una versión reelaborada de la teoría de los sistemas socio~ sozialer ProzeB, Frankfurt l989, pp. 231-255; Ray Loveridge/Martyn Pitt (Eds.), The Strategic
técnicos, véase Joan Woodward, Management and Technology, London 1958; Joan Woodward, Management ofTechnological Innovation, Somerset N. J. 1990; Michael Behr!M'artin Heiden-
Industrial Organization: Theory and Practice, London 1965; además P. G. Herbst, Socio-tech- reich/ Gert Schmidt/Hans~Alexander Graf von Schwerin, Neue Technologien in der Industrie·
nical Design: Strategies in Multidisciplinary Research, London 1974. Además, criticamente (es~ verwaltung: Optionen veriinderten Arbeitskrafteeinsatzes, Opladen 1991; Rainer Frericks/Peter
casas relaciones entre la tecnología y la estructura social), David J. Hickson/D. S. Pugh/Diana Hauptmanns/Josef Schmid, Die Funktion von Managementstrategien und -entscheidungen bei
C. Ph§ysey1 Operations Technology and Organization Structure: An Empirical Reappraisal, der Modernisierung des Produktionsapparats (¡Aparato!, N. L. ), Zeitschrift für Soziologie 22
Adminístrative Science Quarterly 14 (1969), pp. 378-397; Lawrence B. Mohr, Organizational (1993), pp. 399-415.
5
Technology and Organizational Structure, Administrative Science Quarterly 16 (1971 ), pp. 444- Cfr. Michael Gibbons/John S. Metcalfe, Technology, Variety and Competition, en Ilya
459; John Child/Roger Mansfield, Technology, Size, and Organization Structure, Sociology 6 Prigogine/Michele Sanglier (Eds.), Laws ofNature and Human Conduct, Brüssel 1987, pp. 253-
(1972), pp. 369-393. Un homenaje retrospectivo también se encuentra en Howard E. Aldrich, 266, con la' consecuencia de que la innovación tecnológica en conexión con la ·competencia,
Technology and Organízatíonal Structure: AReexamination of the Findings of the As ton Group, pueden tanto incrementar como disminuir la variedad del sistema económico.
6
en: Amitai Etzioni/E. W. Lehman (Eds.), A Sociological Reader on Complex Organizations, Así, aplicando el concepto de '1estructuración" (Anthony Giddens)i Stephen R. Barley,
New York 1980, pp. 233-250. Technology asan Occasion for Structuring: Evidence from Observations on CT Scanners and the
' Véase, por ejemplo, Fred W. Cottrell, Toe Railroader, Stanford CaL 1940. Social Order ofRadiology Departments, Administrative Science Quarterly 31 (1986), pp. 78-108.

416 417
"teoría"). 7 Sean o no planeados de antemano: los nuevos acoplamientos unen otros para el management u oportunidades para fundar empresas nuevas; y según esto,
procesos.de trabajo, lo que conduce a que hábitos antiguos sean dejados de lado y si más bien organizaciones grandes tienen los recursos necesarios para realizar
se desarrollen otros. En la terminología de Giddens, un-proceso como éste inter- mejorías o si, por el contrario, empresas pequeñas, fundadas en la perspectiva de la
viene en la determinación recíproca de estructuras y acciones, pero no establece. innovación tecnológica, tienen las mejores opciones para llevar a cabo la innova.
necesariamente qué estructuras serán olvidadas ni cuáles serán construidas, puesto. ción. Como sea que se trace en particular la línea divisoria, en cualquier caso habla
que esto puede, no por último; depender de la particularidad histórica de los siste- con claridad en .contra de la idea de una determinación tecnológica de las formas
mas respectivos. organizacionales. Al menos se debe distinguir de acuerdo al tipo de quiebre con
La identidad de la palabra "técnica" (o, tomada del inglés, "tecnología") y la lo que era anteriormente acostumbrado. El transporte de containers revolucionó
definición conceptual como acoplamiento firme de elementos causales no debe la construcción de buques, la organización del barco y la organización del puerto,
hacer olvidar que los efectos de la técnica en las organizaciones asumen formas . hasta incluir los sistemas de transporte anexos. Pero el cambio pudú ser ejecutado
· extremadamente diversas. Se debe distingnir, ante todo, sobre qué base operati- en el contexto de astilleros, compañías navieras y organizaciones de puertos ya
va se ha de realizar la técnica o, en otras palabras, qué tipo de operaciones han existentes. En la industria de auto!llóviles, la invención del producto dio oportu-
de ser acopladas firmemente: psíquicas, químicas, biológicas o sociales. Según nidad a una gran cantidad de fundaciones de empresas nuevas y sólo más tarde,
cuáles sean estas operaciones, la instalación técnica será un dato del entorno del en el curso del mejoramiento del producto y la racionalización de los procesos
sistema de comunicación o una forma, con la cual la propia comunicación delimita de producción, condujo a una reducción del número de empresas que servían este
las conexiones aceptables. Dependiendo, además, de cuáles sean dichas operacio- mercado, a pocos grandes oferentes con la tendencia a una posterior reducción a
nes, a nivel organizacional se tratará de un problema de adaptación a aparatos, pocas empresas que ofrecen la movilidad como servicio. En el caso de las redes
sancionando.el mal funcionamiento, o de expectativas limitantes, de las cuales es telefónicas desde el comienzo se ponen a prueba, tanto.en Estados Unidos como en
posible desviarse tranquilamente, de tal forma que una tecnificación de la propia Europa, ambas posibilidades al mismo tiempo.
comunicación requiere control de errores, supervigilancia y sanciones sociales; Mientras declina la discusión del enfoque "socio-técnico", se incrementa si-
Se puede distinguir además, si la innovación fue provocada primordialmente multáneamente el efecto de la técnica en todos los niveles de la organización, pre-
desde la ciencia o por inventos de la misma técnica como, por ejemplo, el motor cisamente a través de la introducción de computadores. Es evidente que mediante
de combustión interna o en la electrónica, o si se enraíza en las mismas venta- esto cambian las vías de comunicación y las competencias de toma de decisiones.
jas organizacionales como, por ejemplo, el transporte de containers. Y, de manera Al menos en el ámbito de la automatización, de nuevo se ha visto la necesidad de
transversal a esto, la distinción acerca de si la innovación deja obsoletos viejos dejar de lado la idea de una determinación tecnológica del sistema soqial y de con-
conocimientos y formas de organización o si mejora y refina paulatinamente un siderar también, tanto el uso como la incorporación organizacional del uso de com-
invento inicial, sea en el tipo de productos, sea en los procedimientos de produc- putadores en la oficina y la producción, como cuestión de decisiones,' las cuales
ción. 3 Según cuál sea la radicalidad del quiebre, resultan tareas de adaptación

evolución de los desarrollos técnicos (variación/ selección/ retención), véase Philip Anderson/
1
Para una panorámica actual y en. defensa del concepto contra sus críticos, véase W. Ri~ Michael L. Tushman, Technological Discontinuities and Dominant Designs: A Cyclical Model
chard Scott, Technology and Structure: An Organizational Leve! Approach, en: Paul S. Good- ofTechnological Change, Administrative Science Quarter!y 35 (1990), pp. 604-633.
man/Lee S. Sproull et al., Technology and Organizations, San Francisco 1990, pp. 109-143. 9
En esta medida se confirma e incluso amplía el enfoque "socio~técnico" original del Ins~
g Véase, para esta distinción entre cornpetence destroying and competence enhancing tituto Tavístock, en el cual ahora ya no se trata solamente de "human relatiol1S", sino de la propia
technological breakthroughs (avances tecnológicos que destruyen o mejoran la competencia), organización del trabajo en funcionamiento. Véase, por ejemplo, Amdt Sorge/Wolfgaug Streeck,
Michael L. Tusbman/Philip Anderson, Technological Discontinuities and Organizational En- Industrial Relations and Technical Change: The Case for an Extended Perspective, en: Richard
vironments, Administrative Science Quarterly 31 (1986), pp. 439-465. Para una teoría de la Hyman1Wolfgang Streeck (Eds.), New Technology and Industrial Relations, Oxford 1988, pp. 19-

418 419
son más o menos arriesgadas, resultan más o menos y dan mayor o menor motivo pero la propia técnica no ofrece ningún concepto para ello. ¿Cuánto "acoplamiento
para hacer cambios fundamentados en experiencias." Bs, además, cuestionable si flojo", cuánta "dependencia de la casualidad" pueden ser rescatados?¿ Y cómo se
la mejor utilización posible de la nueva técnica puede ser una meta autónoma. Por puede evitar que las pérdidas afecten como una cascada? ¿Sólo mediante instala-
de pronto, se trata tan sólo de uno de los desplazamientos fin/ medio típicos de las · ciones paralelas redundantes, es decir, por medio de disposiciones técnicas para los
organizaciones. La cuestión, entonces, es qué ideas marco deben dirigir la incorpo, problemas consecuentes de la técnica?
ración de producción de información computarizada en las organizaciones: ¿más No tenemos aquí la posibilidad de profimdizar en esta discusión con análisis
elab.oración controlable de la información (también para el control del rendimiento detallados. Sólo un problema ha de ser todavía considerado. La técnica de computa-
diario de los colaboradores)? ¿O absorción de incertidumbre? ción conduce a un vínculo espacial del trabajo, no sólo a nivel de la producción me-
La técnica mecánica de los siglos XIX y XX concebía al cuerpo humano en cánica, sino también y sobre todo a nivel de la administración. Esto no quiere decir·
términos de energía = trabajo. Su concepto y su peculiar humanidad consistían que, mediante ella, se excluyan conferencias planificadas u ótras interacciones entre
en ahorrar energía y ganat'tiempo, esto es, aliviar el trabajo y apresurar el trans, presentes. Se pueden instalar terminales en los locales de la conferencia o llevarse los
porte de cosas y cuerpos. Esto condujo, desde la segunda mitad del siglo XIX a la impresos. Pero la cuestión, escasamente atendida, es si mediante esto no disminuyen
producción masiva y el desarrollo de las grandes organizaciones correspondientes. los contactos casuales entre personas que caminan por el local. 11 ¿Conducirá esto a una
Se trataba de máquinas palpables y productos tangibles. El computador realiza un separación más aguda entre trabajo y entretención?¿Ycuáles son las consecuencias si
concepto totahnente diferente. Aquí se trata de una máquina invisible que, repen, la organización, de esta forma, pierde una fuente importante de estímulos casuales?
. tinamente, se puede transformar, en el curso de su uso,. de un momento a otro, en Otra clase de problemas se presenta cuando los acoplamientos técnicos se ha-
otra máquina. Los procesos de sus circuitos permanecen invisibles, su ritmo de cen más complejos, es decir: consisten de muchos elementos, de diversos tipos
trabajo requiere claridad de los acoplamientos, pero los resultados sólo se hacen y variables en el tiempo. Entonces, el tiempo se hace escaso, principalmente el
disponibles mediante órdenes que hacen visibles aspectos escogídos de los estados tiempo para reaccionar a las sorpresas. Porque el acoplamiento firme de las ope-
de la máquina. De acuerdo a las demandas, se vuelve a transformar la claridad en raciones técnicamente determinadas significa, desde el punto de vista del tiem-
una ambigüedad (variedad de significaciones) de los contextos de aplicación. Pero po, acoplamiento inmediato. El sistema debe, por lo tanto, contar con perturbacio-
la relación entre superficie (pantalla, impresión) y profimdidad modificará lapo, · nes, para cuyo conocimiento y reparación no se dispone ya de suficientes reservas
sibilídad del planteamiento del problema y del argumentar. El problema temporal temporales. 12 Este problema es, por de pronto, independiente de la magnitud del
ya no radica en la aceleración de los procesos de trabajo (aunque todavía se trabaja
también en ello), sino en la secuencia de las demandas. El ahorro de energía cor,
poral ha llegado a un punto en que se toma disfuncional, en cuanto consideración
daño que pueda surgír de tales perturbaciones, pero logra significación especial en
, .
extremadamente reducida del sentido y los movimientos del cuerpo. Se logra una 11
En referencia a la cercanía espacial de los puestos de trabajo, las primeras investigaciones
tecnificación casi ilimitada de los procesos de trabajo. El desarrollo parece avanzar indican que las posibilidades de la telecomunicación·(teléfono, correo electrónico) en ningún
desde ámbitos más bien periféricos a cuestiones centrales del decidir organizado, ·caso equilibran las ventajas de la cercanía. Como siempre, con la distancia disminuye rápida-
mente la frecuencia de los contactos, aunque la lógica de !as tareas sugiera otra cosa. Véase
David Krackhardt, Constraints on the Interactive Organization as an Ideal Type, en: Charles
47 (23 ss.). Cfr. también Walter W. Powell, Review Essay: Explaining Tecbnological Change, Hecla;cher/Anne Donnellon (Eds.), The Post-Bureaucratic, Organization: New Perspectives on
American Journal ofSociology 93 (1987), pp. 185-197; Behretal. Op. Cit. (1991). Princípabnente Organizatíonal Change, Thousand Oaks Cal. 1994, pp. 211-222 (213 s.). Naturalmente el argu-
se incorporan también las exigencias del mercado en condiciones de competencia mento solamente vale cuando se da por supuesta la movilidad.
io Prescindimos cornpleta~ente aquí del hecho de que la literatura predominante se ocupa 12 Véase para esto Gene I. Rochlin, Infonnal org~nizational Networking as Crisis-Avoi-

más bien de los efectos de la autol:lJ.atización en la sociedad, ante todo de sus efectos sobre la dance Strategy: US Naval Fligbt Operations as a Case Study, Industrial Crisis Quarterly 3
cantidad y calidad del trabajo ofrecido. (1989), pp. 159-176.

420 421
'. i
(
1 el ámbito de las tecnologías de alto riesgo que pueden conducir a catástrofes, y ya dimientos informales y limitaciones del flujo de información. La medida de densidad
1
lo han hecho." de control técnicamente posible no se realizará en ningún lugar" e incluso también
Ante el trasfondo político de una prohibición inminente, se trata aquí de la cues, faltarían las posibilidades para medidas de conexión socialmente aceptables. En
tión de cómo se puede asegurar, mediante una suerte de revestimiento de la tecnolo, cualquier caso se trata de una cuestión negociable, cuando no de poder politice.
gía riesgosa, que nada pase y que, si se anuncia el desarrollo de una catástrofe, sea Otro problema es el tratamiento en el lugar de problemas confusamente defi-
notado y evitado a tiempo. En situaciones extremadamente amenazantes y poco cla- nidos. Las causas de una catástrofe que se está iniciando no se dan a conocer clara-
ras, en las cuales se debe decidir bajo una considerable presión de tiempo, hay que mente ni, sobre todo, con suficiente rapidez. Y, además: no se vislumbra fácilmente
. contar con que colaboren partes sistémicas que normalmente funcionan separadas. el alcance de problemas pequeños, dado que de ellos pueden resultar catástrofes úni-
1
Por motivos neurobiológicos demostrables, aumentan las emociones, se reduce el camente bajo condiciones laterales ("casuales") ocasionales y complejas. Aunque las
control que tiene el pensamiento sobre las percepciones y esto hace la situación investigaciones después de una catástrofe llegan a resultados atribuibles, con eso el
todavía más compleja de lo que ya es. 14 Ya no se puede prever cómo reacciona- problema vagamente definido es transformado, bajo cuerda, en un problema clara-
rán los otros y falta tiempo para negociar la definición de la situación. Aquí se pier- mente definido, mientras la dificultad típica y repetitiva había estado, precisamen-
den totalmente los deseos tales como la humanización o la sustentabilidad social. te, en la relación entre confusión y dispendio de trabajo, esto es, en la economía
Por lo contrario la tecnología de seguridad no debe ser adaptada al ser humano con de la atención 17 o en la no reconocida interpretación errónea de la comunicación
todas sus debilidades. Debería funcionar en forma absolutamente confiable, inclu- . o de otras señales. 13
so más confiable que la riesgosa tecnología base, con cuya pérdida de control se De las tecnologías de riesgo se distinguen, muy esencialmente, los así lla-
debe contar. Se tratará de perturbaciones inesperadas y muy escasas, pero precisa- mados "Grandes Sistemas Técnicos" (GST) tales como, por ejemplo, sistema de
mente entonces la organización .deberá funcionar confiablemente. Ésta debiera, por transportes, de generación y suministro de electricidad, de telecomunicaciones,
lo tanto, estar construida de manera más tecnológica que la propia técnica. de extenso abastecimiento de información en red, de preparación de una infraes-
Un problema se encuentra, obviamente, en la relación de las instancias de con- tructura técnicamente concebida para otros sistemas muy diferentes. Los riesgos de
trol con las unidades operativas." Visto técnicamente, el computador ofrece lapo- averías parciales pueden ser aquí interceptados por medio de capacidades redun-
sibilidad de prever, simultáneamente, más centralización y más descentralización y, dantes, que sólo traspasan "black outs" (apagones) que superan un determinado
eventualmente incluso poner en duda el sentido de esta distinción. Aunque esto no orden de magnitud. Afin de cuentas, se tiene la impresión que aumentan las pertur-
quiere decir que esta posibilidad también pueda ser realizada en las organizaciones. baciones condicionadas por la propia tecnología, sin que el sistema tenga todavía
existentes, jerárquicas como antes. Mientras más densamente formula el control la posibilidad de pasar a comando manual o de coordinarse a vivJtovoz. Ahora,
sus exigencias, tanto más se recomendará desviaciones que ahorran trabajo, enten- más que antes, la organización necesita competencias para superar dificultades que
se presentan situativamente, aunque ¿de dónde han de venir estas capacidades si
todo está ajustado al computador y faltan las competencias para intervenir en otros
" Véase, por ejemplo, Jost Halfmann/Klaus-Peter Japp (Eds.), Riskante Entscheidungen
und Katastrophenpotentiale:· Elemente einer soziologischen Risi.koforschung, Opladen 1990.
14
Véase para esto Karl E. Weick, Technology as Equivoque: Sensemaking in New Techno~ 16 Véase, por ejemplo, Behr et al. (I 991 ), esp. pp 35 ss., 88 ss.
logies, en: Paul S. Goodman/Lee S. Sproull et al., Technology and Organizations, San Francisco 17 Véase el análisis de caso de Karl E. Weick, Toe Vulnerable Bystem: An Analysis of the
1990, pp. l ·44. Tenerife Air Disaster, loU111al of Management 16 (1990), pp. 571-593, citado según reimpre-
is Véase Diane Vaughan, Autonomy, Interdependence, and Social Controi: NASA and sión en: Peter J. Frost et al. (Eds.), Reframing Organizational Culture, Newbury Park Cal. 1991,
the Space Shuttle Challenger, Administrative Science Quarterly 35 (1990), pp. 225-257. Véase pp. 117 -130.
tembién RocWin Op. Cit. (1989), con la tesis de que un sistema bajo estas condiciones debe 18 Véase Barry A. Turner. The Organizational and Interorganizational Development ofDi-

recurrir fuertemente a redes locales e informales (diriamos: arutinas cognitivas}. sasters,f,.dministrative Science Quarterly 21 (1976), pp. 378-397.

422 423
lugares del sistema?" La tecnología de base puede ser relativamente simple, pero flcil tener una visión panorámica sobre la literatura orientada al management, La
las conexiones y dependencias que de ellas se generan hacen incalculablemente, "' investigación sobre tecnologías de seguridad no ha conducido a resultados satis-
complejo al contexto global, tanto más cuanto no puede ser controlado_ mediante: ., factorios, sino más bien inquietantes, incluso a hablar de catástrofes "normales",
un único (aunque gigantesco) sistema organizacionaL Dado que las dependencias con las que se debe contar.'1 Pero la intranquilidad debida a las catástrofes con-
son altamente complejas y debe estar asegurado el acceso, no se puede evitar una. dicionadas técnicamente, acerca de las cuales reportan diariamente los medios
suerte de responsabilidad política por tales sistemas, aunque los problemas orga. masivos de comunicación, oculta un problema mucho más profundo, vale decir,
nizacionales se desvían mucho de los que son típicamente tratados en la adminis- el de la irreversible dependencia de la sociedad respecto a la técnica y, por lo
tración pública, De este modo han surgido estructuras híbridas, que disuelven la tanto: de la producción de energía técnicamente posible, Ahora es tiempo de poner
estricta separación entre público y privado y, sin considerar su infraestructura tec- a prueba los fundamentos teóricos ¿qué entenderemos por "técnica"?
nológica, también han sido muy estudiados como sistemas sociales en los últimos
años, 20 Obviamente, debido a la alta uniformidad del producto base (energía, trans-
porte, información), la organizacíón debe seguir imperativos tecnológicos, de ma- IL
nera mucho más fuerte que en otros casos, Esto hace que no tenga mucho sentido
construir aquí un concepto paraguas de organizaciones de prestación de servicios, El concepto de técnica ha de ser definido muy formalmente como acoplamiento
·que comprenda además trabajo social, terapia, clases y otros por el estilo, firme de elementos causales, independientemente de cuál sea la base material de
Frente a tan heterogéneru, exigencias a la técnica en general, en el curso de este acoplamiento, 22 Este concepto incluye al comportamiento humano, en tanto
este desarrollo se han hecho más complejos los enfoques de investigación, Es di- transcurra "automáticamente" y no sea interrumpido por decisiones, Por ejemplo,
el desarrollo de la capacidad de lectura sin problemas (a diferencia de la compren-
19
Ejemplos de las experiencias del autor: Aeropuerto de FiumicinovRoma: las damas de las sión de textos), corresponde a la tecnología de la imprenta y se desarrolló como su
ventanillas de checkvin, sentadas frente al computador, lo miran fijamente. No se mueven. Cada correlato, Algo semejante vale para la capaéidad de conducir autos (y, nuevamente,
20 minutos puede ser chequeado un pasajero. La gente se pone nerviosa. El avión debe esperar. a diferencia de las decisiones sobre la dirección o del comportamiento en situacio-
Aeropuerto de Düsseldorf: el servicio de trenes de enlace se detiene por "problemas técnicos", sin
reemplazo. Se pudo alcanzar el ·avión porque había llegado atr~sado y despegó con retraso. EstaM nes criticas) y para otros casos de operación de máquinas, El alcance de la técnica
ción de ferrocarriles Rosenheim: el tren de conexión tiene, por "problemas técnicos" un retraso no se deduce, por lo tanto, de la "materialidad" de las operaciones acopladas, La
de tres cuartos de hora. Se hace detener, fuera de plan, otro tren IC que lleva a los pasajeros a la técnica puede, en otras palabras,23 construir redes que funcionen, a partir de ele-
estación prin~ipal de München. Con un poco de habilidad se podría tal vez instituir un sistema mentos totalmente heterogéneos, siempre y cuando resulte el acopla¡¡iento firme,
de retrasos integrados, si en el lugar pudieran ser activados suficientes fantasía, conocimiento de
alternativas y competencia de intervención. Apenas se puede creer ni mucho menos esperar, que
21
bajo estas circunstancias vuelve a interesar más el ser humano (la persona, el "sujeto") ..:.así Behr Así Charles Perrow, Normale Katastrophen: Die unvenneidbaren Risiken der GroJ3~
et aL (1991), p, 143 basándose en ejemplos de otro ámbito, En todo caso, no seria tranquilizador, technik, trad. alemana Frankfurt 1987. El título inglés se llamaba, algo menos provocativam.ente,
10
Cfr_ Thomas P, Hughes, Networks of Power: Electriíication in Western Society 1880- Normal Accidents.
22
, 1930, Baltimore 1983; Renate Mayntz/Thomas P, Hughes (Eds,), The Development ofLarge Sobre las extensas discusiones respecto a los conceptos de técnica/tecnología, véase, por
Technical Systems, Frankfurt 1988; Todd R, La Porte (Ed,), Social Responses to Large Technical ejemplo, Kelvin W, Willoughby, Technological Choice: ACritique oftheAppropriateTechnology
Systems, Dordrecht 1991; Renate Mayntz, Grofie technische Systeme und ihre gesellschafts- Mouvement, Boulder-London 1990, pp, 25 ss,
23
theoretische Bedeutung, Kolner Zeitschrift für Soziologie und Sozialpsychologie 45 (1993), Precisamente en la terminología de Michel Callon1 Society in the Making: The Stu~
pp, 97-108; Jane Sumrnerton (Ed,), Changing Large Technical Systems, Boulder 1994, Una dy ofTecbnology as a Tool for Sociological Analysis, en: Wiebe E, Bijker et aL (Eds,), The
apreeiación justamente crítica de las terminologías y conceptos decididamente no teóricos de la Social Construction ofTechnological Systems: New Directions in the Sociology and History
investigación hasta el momento, se encuentra en Bemward Joerges, Reden über gro13e Technik, ofTechnology, Cambridge Mass, 1987, pp, 83-103, Cfr, también John Law, Technology and
en: Festschrift Renate Mayntz, Baden-Baden 1994, pp, 453-490, Heterogeneous Engineering; Toe Cases of Portuguese Expansion, en Bijker et aL PP- l!0-134,

424 425
l;
111
1 La tecnificación incluye la percepción y motricidad h.umanas y ése es precisamente por supuesto." Pone a disposición objetos artificiales que sirven, al mismo tiempo,
i'¡;li.
,ji el problema. Y no porque (leer por ejemplo) sea de alguna manera inhumano, sino . como reemplazo del consenso. La técnica divide las cuestiones de consenso en
,.
1(
¡:
r.orque el problema surge de si, cuándo y cómo se ven alternativas en el proceso
tecnificado y, consecuentemente, se asume la responsabilidad por las decisiones. ·
problemas de fines y problemas de medios y con ello hace posible racionalizacio-
nes relacionales, que buscan un vínculo favorable (eventualmente "óptimo") entre
li;.1· En la medida en que se puede instalar un acopl.amiento técnico a una deter: medíos y fines. También se muestran ventajas en el manejo práctico. Para poner en
1, minada causa (o a un complejo de causas dado) A siempre sigue el efecto B: 0 a marcha un proceso técnico, sólo se necesita conocer.sus causas activantes.26 Inclu-
una infonnación determinada A (por ejemplo un anuncio o una postulación a una so al usar la técnica no se necesita conocer las teorias que serian necesarias .para
repartición) siempre sigue una decisión B. 24 La confiabilidad de un acoplamiento entender y explicar científicamente las ejecuciones técnícas. 27 De esta propiedad
como éste puede ser tratada como una variable; se debería hablar, por lo tanto, de de la técnica resultan notables ventajas para las organizaciones. Se puede dejar el
distintos grados de tecnificación de procesos. Sin embargo, también en esto se de- manejo a fuerzas adiestradas y reservar la competencia profesional para cuestiones
berla partir del cóncepto límite del acoplamiento firrile sin variantes. de construcción de procesos técnicos o del diagnóstico de fallas.
Se puede hablar de acoplamiento firrile tanto en el caso de máquinas mecá- Una ventaja adicional de los desarrollos técnicos es que se pueden calcular los
nicas o electrónicas como en las así llamadas "tecnologías de software" ·~sto es, recursbs necesarios para su operación. Esto también significa que se puede consta-
por ejemplo, planes de viaje, sistemas de reserva para aviones o indicaciones de tar la dependencia de recursos provenientes del entorno. La necesidad de energía
precios en mercaderias. Una ventaja típica de tales tecnologías consiste en la adap- resulta de la medida en que la técnica es utilizada. Esto incluye el rendimiento de
tación muy específica y rápida a deseos imprevisibles de los clientes. Siempre se trabajo humano, en tanto él mismo esté tecnificado o sea requerido como anexo de
trata de vincular recursos, que luego ya no son transferibles o sólo lo son con un ejecuciones·técnicas.28
particular gasto de energía y dinero. Las ventajas no consisten, por lo tanto, sólo en Finalmente, un sustrato técnico hace posible reconocer irregularidades. Las
la longitud de las cadenas controlables por medio de impulsos iniciales. También fallas saltan a la vista de manera literalmente "automática" y también se puede,
se encuentran en las fonnaciones de relaciones de tipo reticular con acceso de libre sí bien con mayores dispendios en diagnóstico y conocimiento, descuorir cómo
elección a vínculos seleccionados ad hoc, de los cuales se puede presuponer, sin
\
mayores controles, que son realizables en el sistema. 25
Recién ahora, vale decir tardej se ha descubierto que en esto se oculta un riesgo que
11
El concepto de acoplamiento firrile da a conocer, a primera vista y claramente, luego p~ede ser evaluado de diversas fonnas. Es un tema en la discusión actual. Para esto Cfr.
las ventajas de un ordenamiento técnico. Los acoplamientos finnes hacen posible Gerald Wagner, Vertrauen in Technik, Zeítschrift für Soziologie 23 (1994), pp. 145-157.
1 26
Se sabe que esto movió a Husserl a levantar objeciones contra "Die Sinnentleeerung der
una considerable simplificación en el trato con la técnica. Al interior del compu-
mathematíschen Naturwissenschaften in der 'Technisierung"' (la pérdida de sedtiSo de las cien-
tador, sus "mecanismos invisibles" permiten tm ritmo de trabajo que ya no puede cias naturales matemá~icas en la 'tecnificación') y a insistir en la consideración de las prestado~
ser ejecutado ni controlado conscientemente. La técnica reduce, sobre todo, la ne: nes concretas, subjetivas que crean sentido. Véase Edmund Husserl, Die Krisis der europaischen
cesidad de consenso. El propio funcionar puede ser dado por supuesto, y puede ser Wissenschaften und die Traszendentale Phiinomenologie, Husserliana vol. -VI, Den Baag 1954,
dado por supuesto de tal modo; que se puede suponer que los otros también lo dan esp. pÍ,. 20 sS. Pero, finalmente, con·esto sólo se dice que la forma de la técnica tiene otro lado,
en el cual se encuentra todo y, de hecho, todo se encuentra en el mundo, lo que en cuanto forma
excluye.
27
Ya en vistas a la técnica de construir la perspectiva central en la elaboración de obras de
24
Por eso es aconsejable concebir al sistema del derecho como un sistema tecnificado en arte, se vio y lamentó esta posibilidad de manejo sin comprensión. Véase Giulio Trolli, Paradossi
alto grado. No obstante, esto enfrenta la objeción sociológica de que únicamente una porción per practicare la prospettiva senza saperla (1672), citado según la edición Bologna 1683.
mínima de los problemas jurídicos o de los casos jurídicamente relevantes son llevados de hecho 28 Vale decir, sólo en este caso. Sin referencia a una técnica basal de la organización, la

a 1a ferina de instancias de decisión. En todo caso, se podria hablar de tecnificación al interior de relación entre rendimiento y sueldo se hace indeterminable y sigue las condi~iones sistémicas
reparticiones que procesan asuntos jurídicos. normales de un "loose coupling" (acoplamiento flojo).

426 427
se pueden reparar. Se relaciona con esto, que la técnica facilita el aprendizaje. En .en proporciones más o menos determinantes. Por lo tanto, la teoría clásica no está
caso de fallas frecuentes, se pueden reconocer las partes sensibles y buscar solucio,. de ninguna manera "refutada". Pero ilumina sólo un fenómeno parcial y no ofrece
nes mejores. Adicionalmente, la técnica hace transparentes sus propias condiciones . ninguna explicación suficiente respecto a cómo se reproduce una.organización en
de aplicación. Se sabe o se puede constatar qué problema estaba determinada a cuanto sistema.
solucionar la técnica y, a partir de esto, se pueden buscar equivalentes funcionales. Porque a partir de la introducción de tecnologías causales no se puede deducir,
Y esto también funciona en el sentido contrario: se conoce el procedimiento y se sin más, que el sistema, sea en todas partes, sea en la cúspide, mantiene la super-
puede indagar en una u otra forma acerca del problema, que puede ser solucionado visión sobre sí mismo o, al menos, puede comprobar en qué estado se encuentra
por su intermedio y, eventualmente, reconcebido. cada vez. Esto vale cada vez menos en la medida que los acoplamientos técnicos ·
Si se resmnen estas diversas ventajas de la técnica, se puede ver que son una se hacen complejos y se hace variable la introducción temporal de los factores.
condición de posibilidad para construir jerarquías. Los procesos laborales no tec- Entonces también se impone aquí el teorema de la incertidumbre autoproducida.
nificables, como por ejemplo la clase escolar o la prédica en la iglesia, se resis- La incertidumbre aumenta _en progresión directamente geométrica, especialmente
ten también a la supervigilancia jerárquica, al reparto calculado de recursos y al frente a sorpresas, fallas o asuntos no previ~tos. Y, entonces, los simples medios
aprendizaje en el sistema de la organización.29 Obligan a la organización a poner del acoplamiento firme y la jerarquía están, por así decir, desgastados y el sistema
sus condiciones de éxito en la interacción entre presentes y entregarlas a un su- se encuentra en la necesidad de reaccionar en forma ad hoc, rápida, competente,
ceder que no es transparente para la supervisión. Esto no excluye que la interac- profesional.
ción también es inJluenciada por medio de la distribución de recursos -cuando , Continuar la reproducción en condiciones complejas requiere "acoplamientos
por ejemplo, el sistema educativo pone más tiempo a disposición de determinadas flojos". 31 Esto incluso vale para la relación entre motivos (intenciones) y rendi-
materias.'° Pero es prácticamente imposible predecir el efecto de diferencias de mientos e igualmente para el vínculo entre premisas de decisión y decisiones. La
distribución sobre diferencias en el resultado operativo. Por esta razón, la lucha necesaria puesta en marcha de la absorción de incertidmnbre mediante la conexión
por recursos siempre es también una lucha por el reconocimiento simbólico de la ' de decisiones también deja en evidencia una relación de acoplamiento (más o me-
importancia de las organizaciones receptoras. La jerarquía sólo puede, por lo tanto, nos) flojo. Todo acoplamiento firme y, por ello, sensible a perturbaciones, de tec-
reaccionar ante ruidos sociales, a reclamos y protestas y, en el mejor de los casos, nplogías basales y los respectivos concentración y control jerárquicos que se apo-
puede concebir su función supervisora en formas más o menos ceremoniales (ins- yen en ellas deben, por lo tanto, estar anidados en un sistema que se fundamenta
pección, visitas, circulares). en otras condiciones, más robustas, de reproducción. La técnica funciona, en tanto
Así queda también claro, cuán fuertemente se dejó guiar la investigación orga- · funcione, confiablemente, pero no se debe cónfundir confiabilidad ,cgn robustez.
nizacional clásica por esta relación entre una tecnología basal ("core technology") Se basa en una alta indiferencia, pero precisamente en ella se encuentra también un
y un control jerárquico racional. Si se consideraba también la "organización infor- riesgo. Al otro lado de la forma "técnica", las relaciones se-mueven. Es cierto que
mal" o se incluía el entorno a través de la dependencia de recursos, no se dejaba la técnica puede registrar las fallas, en tanto se presenten en ella misma; puede
de lado, sino sólo se modificaba, esta comprensión fundamental. Tal vinculación
entre tecnología basal y construcción de jerarquía se puede constatar, de hecho, 31 Para los seres vivos, cfr. Robert B. Glassman, Persistence and Loose Couplíng in Living

Systems, Behavioral Science 18 (1973), pp. 83-98; para organizaciones, por ejemplo, HerbertA.
29
Véase Niklas Luhmann/Karl Eberhard Schorr, Das Technologiedefizit der Erziehung Simon, The Organization ofComplex Systems, en: Howard H. Pattee (Ed.), Hierarchy Theory:
und die Padagogik, en Niklas Luhmann/Karl Eberhard Schorr (Eds.), Zwischen Technologie und Toe Challenge of Complex Systems, New York 1973, pp. 3-27 (15 ss.); Karl E. Weick, Der
Selbstreferenz: Fragen an die Padagogik, Frankfurt 1982, pp. ll-40. ProzeB des Organisierens, trad.,alemana, Frankfurt 1985, esp. pp. 163 ss. Bibliografía adicional
30
Véase para esto Adam Gamoran/Robert Dreeben, Coupling and Control in Educatíonal se encuentra bajo palabras claves tales como "resilience", "robustez", "error friendly", "ultraes"
Organizations, Administrative Science Quarterly 31 (1986), pp. 612-632. tabilidad".

428 429
1
/11

!1/ reaccionar a ellas con reparaciones o con prestaciones de reemplazo. Pero siempre.} peculiaridades de los comportamientos erróneos de éste. Con esto los computado-
L el acoplamiento firme también significa: limitación de las exigencias de diagnósti, / res amplían, al mismo tiempo, las prestaciones de memoria del sistema -también
!'

co y aprendizaje. Lo que es una ventaja en el sentido de una condición de posibi]f,Y para decisiones no automatizadas conectadas. Producen nuevas posibilidades de
dad de reacciones específicas, es, por el otro lado; también una desventaja cuando ver alternativas. Conducen a nuevas autodescripciones del sistema, con imprevi-
el problema se encuentra más allá de las posibilidades de intercambio y sibles (que requieren decisión) posibilidades de conexión. "JI sistema sembra au-
La mayoría de las veces una conducción de cuentas elaborada de modo impecable toricognoscerci" (el sistema parece auto reconocerse), opina Butera34 remitiéndose
y exacto no da respuesta alguna a la pregunta acerca de cómo se puede ayudar a · a la teoría de los organismos autopoiéticos de Maturana y Varela. La conclusión
una empresa en dificultades. sólo puede ser que la automatización de decisiones en el nivel operativo conduce a
En consecuencia, las organizaciones que tecnifican los procesos de trabajo más decisiones en otros niveles. En el proceso de trabajo se exige menos habilidad
siempre deben prever acoplamientos firmes y acoplamientos flojos, juntos e inter- manual y mayor atención - lo que no se debería interpretar apresuradamente corno
conectados entre sí. Con razón se ha visto en esto una exigencia paiadojal. 32 Si se calificación más alta con pretensiones de mejor sueldo.
disuelve su unidad en el sentido de la diferenciá afirmada, esta distinción ofrece, al · También.visto desde la técnica, después de todo, es apropiado si no necesario
mismo tiempo, indicaciones para una resolución de la paradoja mediante decisio- no continuar entendiendo a las organizaciones como relaciones entre personas más
nes sobre problemas concretos. Es posible decidirse por una técnica y, después, en o menos disciplinadas, sino corno transformación de decisiones·en decisiones bajo
los problemas consecuentes reconocer mejor en.qué red de acoplamientos flojos se la condición de clausura autopoiética.
debe alojar. Porque las paradojas siempre tienen la forma de Janus. Se dan a cono-
cer cuando se presta atención a la unidad de una diferencia, pero al mismo tiempo
ofrecen indicaciones muy diferentes de desparadojización en la práctica y, según Ill.
· eso, respecto a qué clase de distinción se trata.
Este estricto concepto de técnica/ tecnología hace surgir dudas sobre en qué Se puede describir los sistemas técnicos corno sistemas alopoiéticos, que son diri-
medida se puede concebir como "nueva tecnología" la automatización de procesos gidos desde afuera y que dejan de operar cuando no siguen llegando más impulsos.
en oficinas y fábricas. Es evidente que los mismos computadores están concebidos Pero son, obviamente, construidos para descargar sistemas autopoiéticos, si es que
técnicamente. Deben trabajar de manera confiable. No se les puede conceder esta- no para reemplazarlos. Desde la invención del computador, se han multiplicado
dos de ánimo. Producen numerosas informaciones nuevas y análisis combinatorios , estas posibilidades de descarga y reemplazo, y en muchas organizaciones se han
de info1maciones sobre su respectivo ámbito de trabajo; incluso, si se mantiene una incorporado de tal forma los computadores, que su falla perturbarla, s.ynsiblernente
supervisión jerárquica, producen nuevas posibilidades de supervigilancia y control. el curso de los sucesos, cuando no lo dafiara irreparablemente.
del trabajo. 33 No parece estar lejos el tiempo en que un auto enseñe a su conductor Los problemas consecuentes tienen muchas facetas, que sólo podrían ser
demostradas en investigaciones especiales. Se deben tomar precauciones ante el
2 riesgo, instalar redundancias, invertir en seguridad, y todo esto con un dispendio
' Así Kim S. Cameron/Robert E. _Quinn, Organizational Paradox and Transfonnation, en:
Robert E. Quinn/Kim S. Caineron (Eds.); Paradox and Transformation: Toward a Theory ofChange de gastos que excede, frecuentemente, los costos de los propios computadores 'y
in Organization and Management, Cambridge Mass. 1988, pp. 1-18 (7). sus programas. Otro problema ha sido poco considerado hasta ahora o bien re-
33
Referido a cambios de las fonnas de control y superación de la limitación de ia observa~ primido por obviedades hechas costrnnbre. Es posible preguntarse, qué sistemas
ción directa de cosas y modos de comportamjento, véase Beverly H. Bums, Technocracy at Work,
Albany N. Y. 1993. Además L. Winner, Autonomous Technology, Cambridge Mass. "!977; L.
Winner, The Whale aud the Reactor: A Search far Limits in an Age of High Technology, Chicago 34Así Federico Butera, II castello e la rete: Impresa, organizzazioni e professioni nell'
1986. Europa degli anni '90, 2' ed. Milano 1991, p. 196.

430 431
11
'
· autopoiéticos serán propiamente reemplazados por el computador y serán expul, . Naturalmente se pueden conectar en red sistemas computacionales entre sí y
sados de su lugar de trabajo. éstos se pueden traspasar recíprocamente los resultados de su trabajo bajo la forma
En investigaciones de este tipo, como las que, por ejemplo, se llevan a cabo . de "datos". Pero precisamente esto no es la prestación propia de la comunicación.
bajo el título de "artificial intelligence", se acostumbra partir de la consciencia La comunicación presta, más bien, una síntesis de información, darla-a-conocer y
humana y definir la particularidad de esta consciencia, a través de su capacidad cté comprender, sobre la base de construcción de sentido que desplaza la incertidum-
pensamiento, razón, inteligencia .u otros conceptos tradicionales parecidos." Lo. bre. El hecho de que no se fundamente en realidades psíquicas, químicas ni orgáni-
1'
que, en la tradición, ha distinguido al ser humano del animal debe distinguirlo hoy cas puede ser compensado por el hecho de que cada comunicación, cuando ha sido
y para siempre de las máquinas electrónicas. En todo caso ésta es la esperanza de entendida, puede ser respondida con un sí o con un no, esto es, puede ser aceptada
los humanistas -su punto de huída, en _el cual esperan sustraer al "ser humano" o rechazada según los medios de convencimiento, que pueden ser activados en el
de la captura de la técnica. Precisamente aquí cabría preguntarse si la peculiari- propio sistema social. 36
dad de la consciencia humana, que debería ser dificil de lograr para los compu- Esto también debería ser válido para las organizaciones. Sin embargo, tanto
tadores, no estará más bien_ en la percepción- y, a diferencia del animal, en la más dan que pensar los problemas que pueden surgir del hecho de que en las or-
percepción fuertemente dependiente del lenguaje, en la percepción, por así decir, ganizaciones la comunicación se hace dependiente del procesamiento electrónico
dirigida y diferenciada por medio del lenguaje. de datos. Y aquí estamos frente al problema general, de que la sociedad se hace
Como sea, una cuestión muy diferente es la relación del procesamiento elec- dependiente de la técnica hasta en las operaciones más simples y por eso debe
trónico de datos con la comunicación. En la medida en que la euforia de la arti- preocuparse, con sus acoplamientos firmes, de la continua capacidad de funciona-
ficial intelligence alcanza límites, el problema del reemplazo y del mejoramiento miento de los aparatos técnicos.
parece desplazarse a la relación del computador con la comunicación. La comu-
nicación sólo surge bajo el supuesto de intransparencia recíproca, la cual también
incluye la intransparencia de los sistemas para consigo mismos. Los individuos IV
no se conocen profundamente a sí mismos ni a otros; por eso se habla, escribe,
imprime, transmite. La inalcanzabilidad operativa y estructural de lo que hasta La sociedad moderna depende de la técnica, como ninguna sociedad anterior a
ahora ha sido construido en la historia del "ser humano", para los computadores, ella. 37 Las perturbaciones pueden tener consecuencias que se expanden como ava-
debería, por lo tanto, residir más bien en la peculiaridad de los sistemas sociales y lanchas. Un colapso del abastecimiento de energía y, con ello, de la técnica le
no en la particularidad de los sistemas psíquicos. El refugio de los humanistas no costaría la vida a la mayoría de los seres humanos, no afectaría, por, l@ tanto, sólo
sería entonces la consciencia ni la subjetividad del ser humano, sino la autopoie- a la comunicación de la sociedad, sino que golpearía masivamente en su entorno:
sis de la comunicación o, para presentárselas, de manera que les sea apetitosa: la no sólo se hablaría de ello, se moriría. Y esto de uinguna manera es solamente un
cultura. · prpblema de catástrofes excepcionales y sensacionales, por muchas vidas que éstas
puedan costar, sino un problema de la mantención de un nivel normal de funcio-
35
También hay tentativas de modelar los procesos de planificación en organizaciones, seM
gún el prototipo de la "artificial intel!igence". Véase, por ejemplo, Roger l. Hall, Building anArM
tificial lntelligence Model of Management Policy Making: AToo! for Exploring Organizational 36
Cfr. Niklas Luhmann, Soziale Systeme: Grundrill einer allgemeinen Theorie, Frankfurt
lssues, en: Michael Masuch (Ed. ), Organization, Managemen~ and Expert Systems: Models of 1984; esp. pp. 19.1 ss.
Autmnated Reasoning, Berlín J990, pp. !05-121, y otras contribuciones en el mismo volumen. El 37
Esto prácticamente no necesita demostración. Aunque véase, respecto a lo ambivalente
punto de referencia común entre "artificial intelligence" y planificación organizacional es, por lo de tal dependencia, Alain Oras, Grandeur et dépendence: Sociologie des macro-systémes tech-
tanto, la consciencia humana en sus capacidades cognitivas. niques, Paris 1993,

432 433
1
1,
1

1
namiento. Aunque esto significa en fonna muy concreta y específica: un problema..... nico, acoplar finnemente la totalidad de sus operaciones. Es un sistema autopoié-
1
del abastecimiento de energía. tico de tipo propio - un sistema autorreferencial, vez a vez intransparente para sí
1
11
Esta excesiva dependencia de la técnica, que nadie ha deseado y que ha surgido mismo y por ello poco confiable, pero por otra parte robusto, que se establece en
' evolutivamente, hace comprensible cuánta esperanza, al menos implícitamente, se la sociedad sin servirla. La cuestión definitiva, por lo tanto, debe ser: cómo puede
1 ¡ pone en la organización. Ésta se refiere al control y dirección de todas las tecno. evolucionar un sistema societal, que se pennite organizaciones, que depende de
logías basales, pero también a que éstas sean completadas a través de tecnologías ellas en casi todos los sistemas funcionales", pero no las puede controlar -salvo
secundarias de la organización del trabajo humano, mediante la programación con- mediante organizaciones.
dicional. También se refiere a la esperanza de reducir la probabilidad de las catás- La técnica y la organización tienen, al menos, en común: que dependen de si
trofes a unos pocos casos excepcionales, e igualmente se refiere a la esperanza de mismas en circuitos fatales y por ello tampoco pueden ser controladas en su evo-
encontrar reemplazo a tiempo, o al menos suficientemente rápido, para las carencias lución. La técnica produce un problema de suministro de energía, que sólo se ha
(por ejemplo, para el abastecimiento de petróleo). Pero, ¿se justifica·esta esperanza? de resolver técnicamente. La organización genera un problema de control que sólo
La pregunta está, ciertamente, planteada de manera demasiado nítida. No se se ha de solucionar mediante organización. El sistema social de la sociedad pone
puede responder con un simple sí o no. Por de pronto, nuestros análisis de las el marco de condiciones para esta evolución, aquella me~cla explosiva de orden y
organizaciones como sistemas áutopoiéticos sui generis dejan que surja la duda. casualidad, de la cual dependen todas las evoluciones en la sociedad. Pero la so-
Invitan a reflexionar si acaso la sociedad moderna no ha caído en una dependencia ciedad sólo puede reaccionar a lo que sucede, a nivel de los desarrollos técnicos y
doble, de la técnica y de las organizaciones, sin estar en condiciones de controlar a nivel de la organización.
una dependencia con la ayuda de la otra. ¿Quién sería el controlador? ¿Qué orga- .
nización?
Esta clase de cuestiones pertenece a la teoría de la sociedad y en este lugar
sólo pueden ser subrayadas. Una sociología de la técnica debiera preguntarse cuán-
tos acoplamientos finnes puede pennitirse una sociedad. Este es un problema de
funcionar sin dificultades con un riesgo agudizado, y éste no es sólo, ni siquiera en
primera línea, un problema de las catástrofes provocadas técnicamente, sino sobre
todo un problema del abastecimiento continuo de energía, la cual, a su vez, ella
misma debe ser técnicamente producida. Por su parte, la sociología de las organi- ••
zaciones tendría que ofrecer a la teoría de la sociedad, en primer lugar, una teoría
utilizable de los sistemas sociales organizados. El problema central aquí es cómo
puede ser incorporada la relación clásica, entre tecnología basal y control jerárqui-
co, en un concepto amplio de organización. Para ello no basta complementar los
aspectos fonnales. con aspectos infonnales, ni conciliar la analogía organización /
máquina con la analogía organización/ organismo." Una organización no es una
máquina trivial ni tampoco un organismo. Tampoco puede, como un sistema téc-
19
La excepción la constituyen sobre to~o las familias, las cuales, no obstante, en la familia
nuclear moderna; adoptan características organizacíonaies (ingreso/ egreso1. atribución y respon~
38
A este nivel se esforzó por una conciliación, ante todo James D. Thompson, Organiza~ sabilidad pqr el comportamiento total, observación de segundo orden como fofI!la normal de la
tions in Actíon: Social Science Bases ofAdministrative Theory, New York 1967, comunicación).

434 d35
CAPÍTULO B.
ORGANIZACIÓN Y SOCIEDAD

l.

No siempre ha. habido organizaciones, éstas sólo aparecen en el curso de la evo-


lución de la sociedad. No podemos seguir en detalle la historia de su surgimien-
to, pero en toda presentación del vínculo entre sistemas organizacionales y sis-
temas societales, es importante al menos constatar que debieron ser condiciones
de la sociedad las que llevaron a la emergencia y rápida multiplicación de las
organizaciones.
Para contar con un concepto que haga posible esta comparación, escogeremos
como entrada el concepto de trabajo. Éste designa una prestación que es valo-
rqda por sus resultados, pero que debe ser motivada especialmente, porque se debe
partir de la base que el trabajador no desea espontáneamente producirla o por su
propia voluntad (práxis). Existe el trabajo desde los tiempos más remotos. En las·
sociedades primitivas es principalmente estructurado y motivado par j¡¡s condicio-
nes de supervivencia fisica, es decir, por condiciones externas a la sociedad. Lo
que hay que hacer resulta directamente del producto de la actividad. Esto se mo-
difica segón se construyen sociedades más complejas, que deben determinar cada
vez más socialmente el trabajo necesario, porque se aplica a fines que no son de
importancia inmediata para la supervivencia del propio trabajador.'
La determinación social hace posible la diferenciación de roles. Puede
asumir formas muy variadas, desde la división doméstica del trabajo según género,

1
En esto, detalladamente, Stanley H. Udy, Jr., Work in Traditional and Modern Soci~cy,
Englewood Cliffs N.J. 1970.

437
edad y diferenciación de sefior / siervo, hasta la división del trabajo político-le- fonnación prestada por escuelas y universidades disuelve, cada vez más, la re-
gal, sobre todo en la fonna de esclavitud u otros modos de subordinación forzada , lación entre competencia especializada y familias. Desde aW en adeÍante, ías or-
especiahnente la servidumbre por deudas. Por otra parte, hay múltiples fonnas de ganizaciones pueden reclutar capacidades y no sólo status social. Con esto, la
organización del trabajo por grupos, por ejemplo, de hombres jóvenes o gremios y motivación socialmente condicionada que estaba deternrinada por las familias de
corporaciones, que median entre la necesidad y la disposición al trabajo, sin <lepen- . origen, deja de ser eficaz en las organizaciones. El hecho que, visto estadística-
der para ello de un mercado laboral. Las posibilidades de desarrollo de esta deter- mente, existan todavía por largo tiempo relaciones muy efectivas entre la estratifi-
minación social de las relaciones· de trabajo pennanecen, sin embargo, limitadas. cación y la fonnación, puede entristecer desde perspectivas tales como la igualdad
Su inserción social limita la especificación de roles particulares y la flexibilidad de de oportunidades o la justicia social, pero no es suficiente para que condiciones
adaptación a condiciones tanto internas como externas. familiares de motivación, prestigio, pretensiones y sus límites tengan efecto sobre
.]
! No hay retomo a aquella detenninación externa directa. La evolución de la la organización.'
fonna de sistema organización pennanece como una detenninación social y, con Se puede resrnnir estas reflexiones en la tesis de que se pone en marcha la
ello, una detenninación societal de las relaciones de trabajo. Su proceso de dife- construcción de organizaciones en gran escala, cuando la sociedad hace posible re-
renciación, no obstante, pennite un desacoplamiento de la preeminencia de la so- clutar individuos eliminando todo el lastre que, por medio del origen, pertenencia
ciedad en el establecimiento de fines y motivación. Por una parte, la detenninación a grupos, estratificación, etc., había limitado la maleabilidad del comportamiento
social es limitada a lo que se puede ejecutar como organización, y, por otra parte, laboral. En lo sucesivo, esto tiene corno consecuencia que el status social se orienta
precisamente mediante esto se abren nuevas posibilidades. En esto la construcción según carreras y, especiahnente, según la asignación de rango por las organizacio-
de organizaciones se apoya en desarrollos en el sistema económico y en el sistema nes y no a la inversa, como en sociedades más antiguas, se desprende la prestación
educativo. El proceso de diferenciación de estos sistemas funcionales crea el pre- de trabajo exigible a partir del status social. El espacio de maniobra así creado
supuesto para el proceso de diferenciación de organizaciones, también cuando las puede ser concebido al interior del sistema como oportunidad para el decidir selec-
organizaciones son activas en otros sistemas funcionales (administración política, tivo, y las decisiones se denominan a sí mismas "racionales"; puesto que ¿en qué
tratamiento de enfennos, medios masivos, ciencia, etc.). otra fonna deberían justificar su selectividad hecha posible / forzada por medio de
El sistema económico hace atractivo el dinero, con lo que hace posible pagar su fonna de sistema?
el trabajo con dinero (sin importar, al principio, si se trataba de trabajo organizado
o de casos aislados de trabajo a contrata). Además, el dinero, a diferencia de los
motivos sociales estructuralmente vinculados, ofrece la posibilidad de diferenciar
cuantitativamente los sueldos y, con ello, prever diferencias de prestaciones in-
II. , .
ternas a la organización y, ante todo, jerarquías con grados de sueldos diferen- .Para la teoría clásica de la organización, la justificación de las organizaciones ante
tes. Mediante esto la organización puede, dentro de los límites que sean, dirigir la sociedad residía en su racionalidad. En la medida que las organizaciones traba-
los movimientos del personal y expresar simbólicamente, además, las diferencias jaran racionalmente, esto seria bueno también para la sociedad. ¿Qué otra cosa se
de rango. Las jerarquías serían dificihnente imaginables con igualdad de remune- podría exigir? En esto se podía formular la racionalidad, en térnrinos de la teoría
raciones.
2
Las características del sistema educativo tienen una función parecida. Se pue- Por lo demás, hay que tener aquí presente, ·que este desarrollo se refiere sobre todo al
trabajo ~asculíno, mientras se espera de las mujeres, por su rol de género, trabajar en ia fonna
de. diferenciar las fonnaciones según el trabajo que implican y reforzar dicha di-
de trabajo doméstico, crianza y educación de niños, recibir en su casa, etc. En ·1a medida en que·
ferenciación, cuando se desarrollan organizaciones que crean plazas de trabajo el personal doméstico se trasiada al trabajo organizado, esto se toma problemático y el trabajo
para las capacidades especializadas correspondientes. Pero, principahnente la doméstico debe, en la medida de lo posible, repercutir en el mercado.

438 439
de la acción, con el esquema fin/ medio o, de la teoría de sistemas, con el esquema tracción de la organización, se talla, en cierta medida, en la sociedad. Hay sociedad
input/ output. La investigación se podía concentrar sobre las condiciones de ra- en ambos lados del límite del sistema organizacional. Por lo tanto, el límite del
cionalidad en las organizaciones, esto es, en las organizaciones, en cuanto objetos, sistema de la organización, a diferencia del límite externo del sistema de la socie-
y podía hacerlo sin teoría de la sociedad. Se puede conceder a las organizaciones dad, puede ser sobrepasado por la comunicación, aunque el sistema organizacional
fines laterales (por ejemplo, maximización de utilidades o mantenimiento de los. mismo está operativamente clausurado sobre la base de sus propias decisiones. De
miembros con sueldo), pero la fimción en la sociedad no se encontraba en tales in- este modo, una organización siempre encuentra a la sociedad en un doble sentido:
tereses propios, sino en las prestaciones, en los productos de las organizaciones. A dentro de sí misma y en su entorno. Lo peculiar de las organizaciones radica en la
nivel de la sociedad se podía aceptar, por lo tanto, la "economía de mercado" como manera en que organizan esta diferencia.
condición de la racionalidad de las organizaciones y, eventualmente, incluso con Hasta ahora, las teorías de la organización, aunque incluyan en su considera-
la ayuda del principio de competencia ser copiada en otros ámbitos de la sociedad ción al entorno como el otro lado del límite organizacional, han descuidado tan sis-
(como democracia de competencia o hasta la competencia por la reputación de lós temáticamente los problemas que aquí cruzan, que ni siquiera es claro en qué con-
científicos). Como teoría de la sociedad, el argumento tiene su punto débil en que siste el descuido. Esto vale tanto para las teorías de la empresa que provienen de la
presupone la posibilidad de adicionar acciones o racionalidades sistémicas. Hoy ciencia económica (por ejemplo, el enfoque de análisis de costos de transacción),
ya casi no convence como teoría de organizaciones, porque existen demasiadas como para los enfoques sociológicos incluyendo los que se han hecho desde la teo-
dudas de que el esquema fin / medio o la idea de una transformación matemática ría de sistemas. Tampoco constituyen excepción alguna los más recientes enfoques
o técnica de inputs en outputs describan adecuadamente la realidad de las organi- de teoría de las instituciones, que consideran relevantes para la órganización no
zaciones. 3 sólo características formales del entorno, sino también lingüísticas, culturales, nor-
En las siguientes reflexiones sobre la relación entre organización y sociedad, mativas.' Si bien dichos análisis institucionales se interesan por conceptos como
dejamos de lado, por lo tanto, la cuestión de la racionalidad. O, en otras palabras, cultura o institución para formular lo que tienen en común o las dependencias entre
cambiamos el análisis de principios (de la racionalidad global) a diferencias. Con el sistema y el entorno, no todo lo que distingue a un sistema organizacional de
ello vuelve aprimer plano la cuestión d¡; cómo es posible y qué consecuencias ha su entorno es cultura.o institución. Piénsese en el viejo problema de la reducción
de tener un sistema societal que construye en sí mismo un trazado de límites en · cognitiva de complejidad, o en la construcción de indiferencia frente a demandas
uno de cuyos lados surgen organizaciones cada vez más complejas y en el otro lado que se han institucionalizado, por ejemplo, de la vida privada, de las familias, de la
algo que puede ser tratado por las organizaciones como "entorno". ¡Aunque este pertenencia a credos religiosos.
entorno también está ordenado en la sociedad y articula intereses de la sociedad! Tal vez se podria pensar, que en este problema se trata de la ut¡igad de la di-
Si se concibe a la sociedad como el sistema que comprende todas las comu- ferencia o bien de la paradoja de la forma de dos lados "límite", del "punto ciego"
nicaciones significativas, sólo puede haber organizaciones al interior del sistema constitutivo; para que las organizaciones puedan observar dicho "punto ciego" de- ·
de la sociedad. Los sistemas de organización individuales tienen, en consecuencia, bería hacer desaparecer a las propias organizaciones.de sus posibilidades de obser-
una doble relación con la sociedad: por un lado, realizan a la sociedad con cada una vación, y, por lo tanto, podria incluir en sus observaciones de segundo, cuando no
de sus comunicaciones; por otro lado, en su entorno también hay comunicaciones, de tercer orden, también a las teorías de la organización, en todos los casos como
esto es, sociedad. La diferencia sistema / entorno, mediante la cual surge la cons- punto ciego, siempre en la forma de una paradoja que requiere ser desplegada. Pero
ésta sería una conclusión equivocada, porque no se trata, para nada, de la diferen-
3
cia constitutiva del sistema capaz de autoobservarse respecto al unmarked space
Como crítica detallada de esta carencia de apertura a la teoría de la sociedad, también de
la nueva investigación.organizacional, véase Michael T. Hannan/John Freeman, Organizational
4
Ecology, Cambridge Mass. 1989, cap. 1 y 2. Para indicaciones, Cfr. cap 1, nota 68 a pie de página.

440 441
(espacio sin marca), del cual aquél se debe delimitar, para poder indicarse a sí a cuyo servicio estaban destinadas. Los alardes espirituales del marxismo no pu-
mismo y ser capaz de distinguir entre auto y heterorreferencia. Se trata, en cambio dieron mantener en funcionamiento, por sí solos, al sistema. No se produjo una
de una distinción muy específica, entre sistemas organizacionales y sistema de la' superación dialéctica de las contradicciones, sino una catástrofe desencadenada
sociedad, y del problema particular de la inclusión de los sistemas organizaciona, evolutivamente, es decir, desatada por casualidades impredecibles. 7 El gigantesco
les en lo que acaece, para ellos, en parte afuera y en parte adentro, vale decir, en la. experimento del imperio soviético fracasó en su contradicción con laya funcional-
comunicación. La dificultad no consiste, por lo tanto, en una imposibilidad lógica mente diferenciada sociedad mundial. 8
ni epistemológica, sino únicamente en que se deben distinguir, y simultáneamente Un ejemplo totalmente diferente y, no obstante, sorprendentemente paralelo,
tener a la vista, dos sistemas de referencia: organización y sociedad. se encuentra en Italia. Aquí una reducción de la capacidad de rendimiento de las
Nadie discute que la sociedad moderna depende directa o indirectamente, en organizaciones en casi todos los campos, fenómeno que se remitía a las tradiciones
todos sus aspectos, de la organización. Vale lo mismo que para la técnica. Sin y que se fue haciendo crecientemente. efectivo, condujo a la necesidad de redes que
embargo, mientras no esté claro lo que se puede y lo que no se puede esperar de vinculan diversas organizaciones en todos los niveles de contactos posibles. Tales
las organizaciones como contribución a la sociedad, se mantendrá y aumentará la redes, actualmente tema de moda de la investigación, operan sobre la base de la
tendencia a proyectar los efectos organizacionales a nivel del sistema de la sacie-. confianza, la cual, sin embargo, puede apoyarse en intereses muy apreciables.' En
. dad. Esto solamente puede conducir a descripciones insuficientes de la sociedad, todo caso p.resuponen organizaciones funcionando o, al menos, explotables. Por lo
a "terapias" prescritas ideológicamente, o a lamento y resignación. Los mejores tanto también se podria decir: funcionan como parásitos, 10 que viven de las organi-
ejemplos se encuentran en el ámbito de los experimentos socialistas. Ya fue una zaciones y crecen en ellas, sin dejarse controlar por ellas.
transferencia tal, que Marx haya estilizado los problemas evidentes de la organi- En análisis más precisos, que consideren la situación legal, se pueden distin-
zación fabril del siglo XJX, como expresión de una sociedad de clases. Con mayor guir variantes legales e ilegales. Pertenecen al lado legal los vincules horizontales,
razón fracasó el intento de revolucionar la sociedad total bajo la conducción de una
(y sólo una) organización.' La sobrevaloración de la capacidad de organización
1
del partido único y la subvaloración de los problemas de la clausura operativa y El hecho de que la sociología no lo haya predicho es muy deplorado y es atribuido, no
por último, a su déficit teórico. Por otra parte, wia predicción collcreta habría sido imposible)
de la dependencia respecto a informaciones autoconstruidas 6 condujeron a una como lo muestran la teoría del caos y la teoría de la evolución, sino en todo caso una descripción
bifurcación de los problemas de la sociedad. Las necesidádes de auto mantención de la situación) que deja reconocer que ahora cualesquiera cilsualidades1 personas o sucesos
del poder y del rol del partido único fueron, cada vez más, a parar en contradic- pueden ser suficientes para provocar ta desestabilización.
3 Véase, al respecto, Nicolas Hayoz, Vétreinte soviétique: Aspects sociologiques de
ción con la necesidad (también importante para ello) de ganar y mantener la acep-
I' effondrement programmé de l'URSS, Genf 1997. '»
tación de la población; y la intensificación de las técnicas de planificación y control 9
La significación de la confianza, la cual se apoya en la colaboración repetida y/o en la
concluyó en una contradicción con los requerimientos del desarrollo económico, observación por terceros, es frecuentemente mencionada, aunque la mayoría de las ·veces más
bie;n al pasar, en la más reciente bibliografia acerca de redes Últer-organizacionales. Sin embargo,
.véase también Edward H. Lorenz, Neither Friends nor Strangers: Infonnal Networks of Subcon-
5
Véase para esto y las siguientes observaciones Dedef Pollack, Das Ende einer Organi~ ttacting in French Industry, en: Diego Gambetta (Tul.), Trust: Making and Breaking Cooperati-
sationsgesellscha:ft - Systemtheoretische Überlegungen zum gesellschaftlichen Umbruch in der ve Relations, Oxford 1988, pp. 194-210; Achim Loose/Jorg Sydow, Vertrauen und Ókonomie
DDR, Zeilschrift für Soziologie 19 (1991), pp. 292-307. Véase también, con mucho material, in Netzwerkbeziehungen - Strukturationstheoretische Betrachtungen, en: Jorg Sydow/Arnold
Det!ef Pollael<, Kirche in der OrganisationsgeseJ!schaft: Zum Wandel in der gesellschaftlichen Windeler (Eds.), Management interorganisationaler Beziehungen, Opladen 1994, pp. 160-193;
Lage der evangelischen Kirchen und der poljtisch altemativen Gruppen in der DDR, Habilita- Christel Lane/Reinhard Bachrnann, Toe Social Construction ofTrust: Supplier Relations in Bri-
tionsschrift Bie!efeld 1993. tain and Germany, Organization Studies 17 (1996), pp. 365-395.
6
Especialmente sobre esto Niklas Luhmann, Selbstorganisation und Infonnation im poli~ '° Así Michael Hutter/Gunther Teubner, Toe Parasitic Role of Hybrids, Zeitschrift für die
tischen System, Selbstorganisation 2 (1991), pp. 11-26. gesamte Staatswissenschaft 149 (1993), pp. 706-715.

442 443
actualmente típicos, entre diversas organizaciones de producción industrial; tam, precisamente porque elabora contingencias, 13 estos son claros indicios de que los
bién, aunque algo más sospechosas, las organizaciones de "lobby", que se erigen partidos políticos intentan cumplir la tarea de absorber incertidumbre que les im-
en la cercanía de los centros de poder. Se construyen variantes claramente ilegales, pone la sociedad. Derivar de esto un tema de polémica sólo es posible en la medida
cuando la confianza se personaliza fuertemente y las prestaciones de la organiza- en que uno no disponga de suficientes ideas acerca de la relación entre sociedad y
ción se pueden lograr sólo o casi únicamente a través de contactos personales. En organización.
algunos países, estas serviciales redes de contactos y los servicios de interme- Seria fácil multiplicar los ejemplos. Se podría preguntar: ¿Ha sido arruinada
diación dependientes de personas tiénen por consecuencia que se demuestran la idea de Europa por la administración de Bruselas? O: ¿Los muchos fracasos de
imprescindibles para poner algo en marcha o lograr cualquier cosa. Pero estas re- proyectos organizados de desarrollo han tenido, como consecuencia, que casi no
des, que funcionan con sus propias reglas de inclusión / exclusión, ya no están se cree ya en la "modernización"? También en estos casos se suman experiencias
aseguradas en relaciones estamentales patrón / cliente, sino que extraen sus po- organizacionalmente condicionadas en un resultado global, que se formula a nivel
sibilidades de influencia precisamente de posiciones organizacionales, las cuales del sistema de la sociedad o de sus subsistemas. No podemos perdemos aqtú en
arruinan, al mismo tiempo, mediante su propia efectividad." Aquí también pueden mayores detalles, pero debemos plantear la pregunta de si se puede evitar o, por
precipitar la catástrofe casualidades, como la iniciativa de un fiscal estatal. Y, lo menos controlar mejor, ese desplazamiento del nivel de atribución desde las
también aquí: sin control de las causas ni responsabilidad por las consecuen- organizaciones a la sociedad. ¿Hemos logrado ya, acaso, el grado de racionalidad
cias. También se encuentra aquí un diagnóstico referido al sistema político de la alcanzable y ahora sólo padecemos porque nos cargamos con ideas que no corres-
sociedad: corrupción de la clase política. Pero no sirve de gran ayuda, cuando el ponden a lo posible? Esto puede sonar demasiado apaciguador, pero con esta obje-
problema radica en la insuficiencia de las organizaciones. ción no se solucionaría la necesidad de fundamentos de juicio mejor balanceados.
En otros lugares también se encuentra una crítica semejante a la clase política. Activando la teoria de la organización esbozada en los capítulos anteriores, se
En Alemania, uno de los factores desencadenantes fue una entrevista al presidente debería preguntar cómo es posible construir organizaciones, al interior del sistema
federal. 12 La preocupación que ha alimentado la discusión es comprensible. Se re- de la sociedad e incluso dentro de sus sistemas funcionales, y hacerlo en la for-
fiere creciente al aburrimiento político y a la deriva paradoja! de los electores, en ma de sistemas sociales complejos, autorreferenciales, no triviales, intransparentes
dirección a partidos que ni siquiera tratan de documentar su capacidad de gobernar para sí mismos e incalculables para observadores externos. Si esto ha de ocurrir,
en la forma de un programa político universal. Tampoco se intenta, por de pronto, ¿debe la sociedad dejar de sobrecargar a sus organizaciones con exigencias deci-
aclarar qué se puede esperar propiamente de los partidos políticos como organiza- didamente contrádictorias como, por ejemplo, el requerimiento, por un lado, de
ciones; como organizaciones que absorben casi cualesquiera contingencias y las inercia estructural como presupuesto para poderla observar de modp &onfiable y,
deben condensar en premisas de decisión para decisiones colectivamente vinculan- por otro lado, la exigencia de innovación y adaptación planificada a una realidad·
tes. Esto se refiere a premisas de decisión, tanto programáticas como personales. turbulenta como presupuesto para la racionalidad? Y, ¿cómo evolucionan las orga-
Cuando, bajo estas circunstancias, se llega a graves conflictos internos al partido nizaciones cuando se presentan estas condiciones paradojales de su reproducción
y cuando la carrera finalmente se toma la única medida de orientación estable, al interior de la sociedad?
Estas serían perspectivas de largo plazo para futuras investigaciones, enmar-
"AquíNiklas Luhmann, Kausalitiit im Süden, Soziale Systeme 1(1995), pp. 7-28. cadas por la condición de un doble sistema de referencia, vale decir, sistema de la
12
Véase Richard von Weizsiicker en entrevista con Gunter Hofmann y Werner A. Perger, sociedad y sistemas de organización. Parece posible prepararse, desde ya, elabo-
Frankfurt 1992. Muchas opiniones tomando.posición en la prensa diaria. Como publicaciones
vinculadas, véase también Gunter Hofmann/Werner A. Perger (Eds.), Die Kontroverse; a Par~
teienkritik in der Diskussion, Frankfurt 1992, así como Siegfried Unseld (Ed.), Politik ohne 13En esto, también Giancarlo Corsi, Die dunkle Seite der Karriere, en: Dirk Baecker (Ed.\
Projekt? Nachdenken über Deutschland, Frankfurt 1993. Probleme der Fonn, Frankfurt 1993, pp. 252-265.

444 445
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rando de manera más exacta qué expectativas y qué problemas se vinculan con funcionales de la sociedad). Pero las comunicaciones de las organizaciones son
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construcción de organizaciones en la sociedad moderna. reconocidas corno su comunicación, incluso sin efecto legal vinculante. Los sindi-
catos protestan contra los proyectos de ley del gobierno y se entiende que con ello
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quieren s_eñalar su disposición a negociar. La asociación de industrias químicas pu-
i¡:. Ill. blica grandes avisos en los periódicos para llamar la atención de la población sobre
i la necesidad absoluta de la producción química y los controles ecológicos a que
!
Todos los sistemas sociales consisten de comunicaciones. Las comunicaciones son está sometida. Los Estados comentan permanentemente, mediante órganos apro-
las operaciones, mediante las cuales ellos se pueden reproducir autopoiéticamente piados, lo que sucede políticamente, con lo cual la comunicación dirigida hacia
con la ayuda de sus propios productos. Aunque con esto no queda garantizado que fuera es, al mismo tiempo, sopesada al interior .de la política. Una empresa hace un
los sistemas sociales mismos puedan comunicar: en m propio nombre y, por así pedido, un supermercado pone mercaderías en exhibición, un museo anuncia una
decir, como personas colectivas. Las sociedades no pueden hacerlo, porque sus exposición. La vida moderna ·sería prácticamente inimaginable sin comunicación
comunicaciones no pueden abandonar al sistema. No existe, fuera de los lími- organizada.
tes de la sociedad, ningún destinatario al cual se pudiera dirigir la comunicación. , Para ello también son importantes los límites del sistema, en la medida que
Los sistemas funcionales de la sociedad tampoco pueden presentarse como per- impiden que sea controlado en el entorno cómo se produjo internamente la deter-
sonas colectivas que puedan hablar por la totalidad de sus propias operaciones. minación de la comunicación. Los miembros pueden estar internamente obligados
Si, por de pronto, dejamos a las, organizaciones fuera de consideración, no hay a la lealtad y la reserva de sus propias opiniones discrepantes. Aunque es más
conversación alguna entre la economía y la ciencia, entre la política y el derecho, importante que si se expresa tal comentario -si, por ejemplo, un funcionario de
entre las familias· y la religión. Tampoco los sistemas de interacción son unidades partido discrepa de las conclusiones del congreso de su partido o un obispo se dis-
capaces de comunicar. En cuanto sistemas mínimos pueden, ocasionalmente, lo- tancia de la línea oficialmente anunciada de su iglesia-, es tratado corno alejamien-
grar el consenso suficiente para ofrecer un frente unitario hacia fuera. Los enamo- to personal, para el cual se pueden buscar y encontrar motivos personales. Hay
rados declaran su amor, las demostraciones de protesta acarrean sus consignas y también casos, en los cuales tal lealtad no es exigida o no puede ser impuesta - los
quienes marchan coniinnan, en cierto modo, la comunicación común. Pero estas · profesores son considerados indisciplinables en los asuntos de la facultad. Pero,
son comunicaciones a las cuales es dificil volver; salvo que existan estereotipos incluso en estos casos, no se pone en duda que la organización se ha expresado
sólidos (por ejemplo, compromiso matrimonial) o que ya haya una organización, como unidad por medio de textos aprobadbs y hechos públicos, ni que ella es el
o esté-concebido fundarla, a la cual sea posible referirse en situaciones posterio- destinatario adecuado para posteriores demandas de información o,sglicitudes de
res para recordar lo dicho. Si se quiere que dure la comunicación de unidades mayores pruebas.
sociales dirigida hacia fuera e inscribirla en sistemas recursivos de anticipación y Para la misma sociedad, esta posibilidad de comunicación organizacionalmen-
retrospección, se debe construir organizaciones. te agregada es únicamente un medium, es decir, una cantidad de comunicaciones
Las organizaciones son capaces de comunicar por cansa propia, porque tam- elementales acopladas flojamente (= combinables de múltiples formas, pero no
bién pueden decidir sobre esas comunicaciones y poner en vigor decisiones como arbitrariamente). La sociedad puede contar con que existe esta posibilidad de aca-
premisas de decisión para el decidir posterior. Con esto no queda todavía resuel- parar informaciones y con que las comunicaciones realizadas pueden ser compren-
to, si el sistema del derecho tratará como vinculantes dichas comunicaciones, por didas y continuar siendo tratadas con más o menos conexiones. Pero la propia
ejemplo, en la forma de contratos. Para esos fines, en el sistema del derecho, las sociedad no puede decidir qué formas son elegidas en este medium, qué comuni-
organizaciones pueden recibir la propiedad de "personalidad jurídica" (lo que, sea caciones determinadas son realizadas, vale decir, cómo se producen y se vuelven a
dicho al pasar, no sería posible para los sistemas de interacción ni para los sistemas diluir los acoplamientos firmes en el medium de la comunicación organizada. Esto

446 447
solamente puede ser decidido por los sistemas organizacionaies en la sociedad y, de lo que alguien dice. Sin embargo, en la problemática de tales limitaciones, se
de este modo, se procura una cantidad suficiente de no coordinación, de anarquía ve que, por grande que sea su número (y se trata de una cantidad considerable,
organizada. El medium especial de la comunicación organizada no tiene ninguna que hoy es del orden de cientos de millones de personas), deben ser tratadas como
tendencia a concluir, como embudo, en el consenso. Parece ser más exacto, más excepciones en la auto descripción del sistema de la sociedad.
bien lo contrario. En una sociedad repleta de organizaciones, las declaraciones En las sociedades más antiguas, la relación inclusión/ exclusión era regulada
de organizaciones particulares desencadenan, típicamente, contradeclaraciones de por las economías domésticas familiares" y, complementariamente, por medio de
otras organizaciones. Si se limitan las clases de religión en las escuelas, las igle- corporaciones como templos, conventos, más tarde iglesias, orden, universidades,
sias están obligadas a tomar posición al respecto. Si la universidad requiere una gremios y corporaciones de artesanos, unidades militares. Solamente quienes no
conexión del transporte de la ciudad, la municipalidad reacciona con buenas pala- podían encontrar ubicación en ningún lugar de este orden, ni ser dotados de rango
bras. La comunicación organizada opera en la sociedad, por así decir, como masa y status, eran tratados como excluidos y debían ganarse penosamente una vida de
de conexión, la cual a su vez pone a todas las organizaciones bajo la presión de necesidades como vagabundos, objetos de misericordia, mendigos.
ocuparse de la comunicación externa, porque pueden hacerlo. El medium produce En la sociedad moderna ya no hay formas societales globales para inclusión /
su propia activación nerviosa duradera en la sociedad. Y éste es un problema de la exclusión. Incluso el control social se ha desplazado de la exclusión a la inclusión."
sociedad moderna, mientras las organizaciones respectivamente afectadas pueden La sociedad sólo reconoce seres humanos y a todos los seres humanos. como perso-
tener con ello sus propios problemas • según cuán firme sea su propia instituciona- nas. No obstante las decisión sobre inclusión/ exclusión es delegada a los sistemas
lización o cuán necesitadas se sientan, de cubrir debilidades de institucionalización de funciones. También aquí se encuentra dominada por el principio de la inclu-
con comentarios sobre sucesos cotidianos. sión de todos. Todos tienen capacidad juridica. Cualquiera puede someter su cono-
cimiento a prueba científica, aunque observe ovnis o haya visto sangrar la estatua
de un mártir. Cualquiera está conectado al sistema económico por medio del dinero
IV. y todos están obligados a ir a la escuela en su juventud. Cada uno tiene derecho a
voto activa y pasivamente, en la medida que se garantice una competencia mínima,
Las organizaciones pueden comunicar en su propio nombre, sólo porque reclutan y cualquiera puede profesar una religión libremente escogida o no hacerlo.
miembros mediante una decisión y los obligan, al aceptar la membrecía, a recono- Los derechos fundamentales a la libertad y la igualdad simbolizan esta forma
cer las decisiones de la organización. Esto quiere decir que toda la población, salvo de inclusión de todos los individuos en cuanto individuos, en la sociedad. En todo
los miembros incluidos, se encuentra excluida de la membrecía en una organiza- caso, la simbolizan paradojalmente, dado que no existe libertad sin,!i¿nitación de
ción detenninada. Puede muy bien ser que todos los individuos sean miembros de la libertad, ni tampoco igualdad sin desigualdad. Los sistemas funcionales disuelven
alguna organización, especialmente en las que les proporcionan trabajo e ingreso,
14
pero esto no cambia para nada el hecho de que todos los individuos son no miem- Aquí hay que tener presente que el antiguo concepto de oikos o el de familia no refieren
tan solo a la pareja matrimonial y sus hijos, sino también a otros parientes que viven en la cása,
bros, en relación con casi todas las organizaciones. Por lo tanto, la exclusión es el además del persona! dependiente al que se agregan esclavos y animales, así como edificios y
caso normal y la inclusión el caso excepcional. tierra. En el caso de la familia de la corte medieval, se podía denominar "familiares" y, mediante
Lo inverso vale para el sistema de la sociedad. Aquí el caso normal es la ad- esto, distinguir a personas pertenecientes a la corte, por ejemplo, artistas. En esa época no había
misión a la comunicación, esto es, inclusión en el status reconocido de persona. Es denominación alguna para el concepto actual de familia. El parentesco era concebido como
estructura de clan.
cierto que, en mayor o menor extensión, también hay exclusiones en los márgenes 15
Piénsese aquí en las .conocidas tesis de Foucault sobre el comienzo de nuevas fonnas
del sistema. Pero, en lo esencial, se trata de una reducción de las posibilidades de de disciplinamiento social en la segunda mitad del siglo XVIII. Cfr. también S. Cohen, Visions
comunicación, hasta el caso límite de la completa irrelevancia cognitiva y moral of Social Control, Cambridge Inglaterra, 1985.

448 449
esta paradoja mediante la historización: cuáles sean los derechos concretos que se unidad paradójica de esta diferencia es disuelta de tal modo, que la sociedad opta
tenga y qué nivel de educación se alcance, cómo se participe políticamente o qué por la inclusión de todos en sus sistemas funcionales, las organizaciones, }Or lo
conocimiento se tenga por seguro, es una cuestión de carreras ·individuales en los contrario, por la exclusión de todos. La sociedad considera que la~ exclusiones son
sistemas funcionales, vale decir, de una historia de selección en la que cooperan indi-. indignas del ser humano e inútiles funcionalmente, pero no puede impedirlas. Las
viduos y sistemas sociales. Los mecanismos de inclusión de los sistemas funcionales . organizaciones parten de la exclusión, para conseguir un control decisional sobre
operan descoordinadamente en esto o, en todo caso, con acoplamientos flojos que la membrecía y, con ello, su propia autonomía. Pese a todo, las organizaciones
no permiten ninguna predicción sobre destinos individuales. Solamente una exclu- operan como realización de la sociedad en la sociedad.
sión completa o casi completa de los sistemas funcionales se acopla firmemente: sin Esta relación inversa de inclusión y exclusión explica también por qué ha fra-
trabajo; sin dinero, sin formación, sin documento de identidad, sin posibilidades de casado la así llamada teoría crítica al ser aplicada a las organizaciones. Su finalidad
matrimonio legal, sin l~gar de .residencia fijo, sin protección de la policía, e incluso fue imponer, también en las organizaciones, valores generales de la sociedad, tales
con frecuencia, sin acceso al lenguaje que es hablado por otras reparticiones, -una como libertad, igualdad, emaucipacióri, participación, oportunidades de autorreali-
exclusión arrastra a la otra en el sentido de una integración negativa, que deja al zación. Sin embargo, esto armoniza mal con la posición especial de los miembros
individuo poco más que su propio cuerpo y la preocupación por sobrevivir día a día... y la exclusión de todos los demás. Si se quiere realizar, en la organización y con la
Cantidades gigantescas de seres humanos viven en estas condiciones de ex- ayuda de sus e¡tructuras, los derechos humanos generales, no existe razón alguna
clusión. No se requiere organización alguna para ello. Los sistemas funcionales para excluir a otros de esto. Esto no quiere decir que se pueda suspender el orden
de la sociedad producen y reproducen lo que no pueden necesitar: exclusiones. En legal al interior de la organización y reemplazarlo mediante estructuras propias.
el ámbito de los acoplamientos positivos y flojos, por lo contrario, la selección es Tampoco pasa por el mudo sometimiento a relaciones de poder dadas. Pero sólo se
organizada en el sentido de carreras (en el sentido más amplio, que incluye todo justifica la exclusión de los no miembros, cuando se aceptan las limitaciones que
tipo de merecimientos, tales como .derechos, dinero, reputación). Las selecciones hacen posible la autopoiesis del decidir.
no pueden ser entregadas a los simples deseos, requieren acuerdos (por ejemplo, La lógica propia de la organización autopoiética también explica que se en·
contratos) y organizaciones para el control. Lo mismo vale para el ámbito de cuentre organizaciones, las cuales, a nivel de sus programas de decisión están es-
los controles sociales, que se ha desplazado de la exclusión a la inclusión (prisio- tructuradas de modo completamente diverso a lo que se podría esperar de su fun-
nes, instituciones psiquiátricas, toda clase de organizaciones terapéuticas). Y vale ción en la sociedad y de su output: Un ejemplo particularmente .evidente lo ofrecen
para todo el ámbito de la recuperación que se refiere a las exclusiones o exclusio- las redacciones de periódicos o estaciones de televisión y radio, en el ámbito de
nes iuminentes, ante todo trabajo social y ayuda para el desarrollo. los medios de comunicación masivos. Allí los criterios de selección,s'i!Il: novedad,
La cooperación entre sistemas funcionales y organizaciones está construida, conflicto, referencia local, moral, violación de normas y, en general, todo lo que es
a su vez, en tal forma, que por su intermedio puede ser resuelta la paradoja.de los negativo. Por su parte, los programas organizacionales son, en todas estas perspec-
principios de libertad e igualdad, es decir: puede ser distribuida entre diversas en- tivas, lo exactamente inverso: programas de rutina, secciones y pautas destinados
tidades. Los sistemas funcionales parten de la inclusión y, por así decir, dejan que a la repetición, así como factores casuales como el espacio en el periódico o minu-
las exclusiones simplemente sucedan. En las organizaciones ocurre el caso inver- tos de emisión que todavía están libres. 16 La organización no podría funcionar, si
so. Aquí son todos excluidos, no existe derecho natural alguno de membrecía, por-
que la inclusión debe resultar de modo altamente selectivo. Ahora vemos la lógica
16
del ordenamiento global, que culmina en una paradoja específica y su despliegue. En esto véase, sobre todo, Manfred Rilhl, Die Zeitungsredalction als organisiertes sozia-
les System, Bielefeld 1969, así como una serie de investigaciones consecutivas, con los mismos
Por la necesidad de la distinción, existen inclusiones y exclusiones, porque no sería
resultados. Para un panorama cfr. Frank Marcinkowski, Publizistik als autopoietisches System,
posible la forma de la inclusión, si no hubiera también exclusión y viceversa. La Opladen 1993, esp. pp. 98 ss.

450 451
ella misma debiera decidir sensacionalmente, confüctivamente, moralmente, con burda diferenciación de la sociedad por sistemas funcionales, y se deba orientar,
preferencia por las violaciones de normas y, sobre todo: una y otra vez de mane, por lo tanto, la elaboración de precios de cremas para la piel por los precios de.las
ra siempre nueva. El trabajo se encuentra mucho más marcado por redundancias botellas de cerveza, el ·alojamiento en hoteles, los aviones o periódicos. Simultá-
inesperadamente altas. Relaciones inversas similares se encuentran en la práctica neamente, se incorpora a la sociedad un dispositivo de amortiguación para riesgos:
de decisión de los juzgados o en la práctica de investigación de los institutos cien, El concurso de una empresa tiene como consecuencia, sólo limitadamente, el con-
tíficos. También aquí radican las preferencias fácticamente predominantes menos curso de otras empresas, así como la separación de un matrimonio no conduce,
en el valor de las decisiones que en la necesidad de cumplir con el trabajo dentro automáticamente ni menos en la forma de cascada, a la separación de otras parejas.
de un tiempo limitado. Sólo bajo esta condición, que hoy también se denomina acoplamiento flojo, los
A través de sus organizaciones, la sociedad está dotada de capacidad de discri, sistemas complejos pueden acrecentar su propia irritabilidad y, pese a ello, lograr
minación. Trata a todos por igual y a cada cual de modo distinto. Su procesamiento suficiente estabilidad.
de las comunicaciones parte de principios universales y, al mismo tiempo, refiere a Pero, ¿por qué se ha de contar en las sociedades con una interdependencia tan
la situación histórica respectivamente dada. Todos son sujetos de derecho, pero no amplia?
todos obtienen justicia en los tribunales. El principio de igualdad, en otras pala, Esto podría residir en los horizontes abiertos de sentido de la comunicación
bras, no es todavía un programa condicional. 17 Todos son ciudadanos, pero no to, lingüística y, en las sociedades más desarrolladas, también en la generalización de
dos son diputados o funcionarios. Cada cual debe, si tiene alguna capacidad de medios de comunicación simbólicos.
aprendizaje, asistir a la escuela; aunque la escuela decide, ·según criterios internos, La comunicación transcurre de manera relativamente ordenada, en la medida
con qué resultados. Con la ayuda de sus organizaciones, la sociedad deja fracasar en que está ordenada temáticamente y no se puede continuar de modo demasiado
los principios fundamentales de libertad e igualdad que no puede negar. Los trans, inconstante ni menos arbitrario, una comunicación iniciada, si no se desea que sur-
forma en principios fundamentales de apertma al futuro, la cual no está limitada jan dudas respecto a la seriedad de las contribuciones. Sin embargo, en esto solo
por medio de dáusulas que. son adheridas a los principios mismos, sino solamen- no existe suficiente limitación. Una comunicación sobre cerveza puede ser conti-
te por el correspondiente estado de cosas alcanzado, qesde el cual se ha de partir, si nuada como comunicación acerca de mujeres, en la medida que los participantes
se quiere dar a conocer lo que es todavía posible.. la sigan. Los medios de comunicaéión simbólicamente generalizados, a menudo
están abiertamente institucionalizados, en caso contrario no podrían ser utilizados
para la diferenciación de sistemas. Se debería, si no se ha adoptado ya otras pre-
V. cauciones, contar con que todo precio influye sobre los demás, que mas verdades
fisicas repercuten en la sociología o viceversa, o que cada uso del poder también
En la instalación de quiebres de interdependencias, se puede ver otra función de la pone en juego al poder para otros casos. Fenómenos como la inflación o la deflación,
construcción de organizaciones al interior del sistema de la sociedad, En la termi- que no sólo se presentan en el caso del dinero, sino en todos los medios de comunica,
nología de la vieja cibernética, también se podría hablar de funciones escalonadas ción simbólicamente generalizados, 19 muestran, por lo demás, que esta interdependen-
o de ultra estabilidad." Con esto se impide que varie todo con todo, dentro de la cia original acecha en el trasfondo de toda diferenciación de mercados y empresas, de

19
Un descubrimiento importante de· Talcott Parsons, que afecta las condiciones generales
11
Véase Adalbert Podlech, Gehalt und Fu,nktionen des alÍgemeinen verfassungsrechtlichen de la racíonalídad. Véase ante todo Talcott Parsons/Gerald M. Platt, Die amerikanische Univer-
Gleichheitssatzes, Berlín 1971, p. 50. sitat, trad. alemana, Frankfurt 1990, pp. 42,409 ss. Cfr. también Rainer C. Baum, On Societal
" Así W. Ross Ashby, Design for a Brain: The Origin of Adaptive Behaviour, 2' ed ..Lon- Media Dynamics, en: Jan J. Loubser et al. (Eds.), Explotations in General Theory in Social
don 1954, pp. 80 ss.; W. Ross Ashby,An lntroduction to Cybernetics, New York 1956, pp. 82 ss. Sciences: Essays in Honor ofTalcott Parsons, New York 1976, pp. 579-608.

452 45J
1

partidos y coaliciones de gobierno o de disciplinas científicas, ámbitos especializados, grado o como mercado) pudieron resolver el problema de la interdependencia re-
universidades e institutos de investigación y que, en cualquier momento, puede desen- gulada y del necesario traspaso de fronteras, con Hermes como el dios competente
cadenar ataqués indeseados a la aplicabilidad general del medium respectivo. de los comerciantes y los ladrones, residente al mismo tiempo del Olimpo y del
Las organizaciones son las portadoras esenciales de los quiebres de interde- Hades. Esta función fue paulatinamente adoptada por el derecho y las categorías
pendencias. Esto ha sido hecho visible, no por último, por la teoría de los sistemás de propiedad y contrato del derecho civil. Sólo la sociedad funcionahnente dife-
autopoiéticos, en tanto los modelos input -transforma/ion- output se adecuan fá, renciada moderna alcanza, sin embargo, un grado de complejidad en que un tipo
cihnente para dirigir la mirada a conexiones que tienen la forma de redes. Pero las completamente diferente de construcción de sistema debe emprender la función
organizaciones son también sistemas, que en sus operaciones vinculan la autorre- de interrupción de la interdependencia. La diferenciación funcional aumenta tan-
ferencia y la heterorreferencia y, por lo tanto, también introducen siempre en su to la independencia como la dependencia recíprocas de los sistemas funcionales
entorno interrupciones a la int~rdependencia. De este modo, hay distintos mercados entre sí al mismo tiempo; porque cada sistema funcional es autónomo en el cum-
en la economía. La politica conoce ámbitos de temas políticos, la ciencia ámbitos plimíento de su propia función; pero simultáneamente depende de que los otros
de temas científicos, a los que se refieren las organizaciones. Mientras la economía sistemas funcionales cumplan sus respectivas. funciones a un nivel de rendimíento
construye diferencias relativamente estables entre mercados, y la política, claramen- . adecuado. Los márgenes de repercusión y sustitución mutuas de problemas son
te distinta a la economía, se ocupa con campos de temas temporahnente inestables, muy restringidos en relación con el nivel de complejidad estructural. La política no
a los cuales se deben dedicar todos los partidos (aunque no: todos los ministerios) puede ignorar incluso pequeñas fluctuaciones económícas, la economía debe hacer
cuando son actuales; las organizaciones de la ciencia se diferencian ya por razones suyos los descubrimientos cientificos lucrativamente aprovechables, signifique lo
de formación, por de pronto, según disciplinas y, recién dentro de las disciplinas hay que signifique para inversiones más antiguas; y si bien puede organizar servicios
preferencias temáticas de moda que cambian rápidamente y son preferentemente de seguridad privados, no puede reemplazar a la policía. Esto demuestra que la
asumídas por grupos de investigadores orientados a la actualidad. Las relaciones diferenciación funcional no puede prestar por sí misma las necesarias interrupcio-
de organizaciones con los nichos de su entorno, con que se identifican preferencial- nes de interdependencia; ella no está estructuralmente en situación de hacerlo, por
mente, pueden, por lo tanto, asumir formas muy diversas, pero es prácticamente razones fácihnente reconocibles. Precisamente aumentan, por lo tanto, la clausu,
impensable que hubiera diferenciaciones del entorno que se reprodujeran a partir de ra operativa y la autonomía de los sistemas funcionales, cuando se proyectan los
sí mísmas, si las diferencias, clausuras y estabilidades oflucmaciones temporales no efectos al sistema total de la sociedad, la dinámíca propia y la confusión mutua, la
fueran soportadas por organizaciones orientadas en correspondencia a sus entornos. independencia y la dependencia. Y exactamente por eso la sociedad, para procu-
Ninguna sociedad podría construir complejidad estructural sin interrupciones rarse ultra estabilidad y suficiente capacidad local de absorción dejrritaciones,
de interdependencias, pero recién en la sociedad moderna parecen ser necesarias debe ir más allá de la diferenciación funcional y aplicar otro principio de cons-
las organizaciones para ello. Las sociedades tribales se las arreglaron con su prin- trucción de sistema, éste es la organización.
cipio de construcción piramidal de la diferenciación segmentarla. Las sociedades
diferenciadas según estratificación y/o centro / periferia también pudieron conten-
tarse con su propio principio de diferenciación y prever, solamente al interior de VI.
·los estratos, una diferenciación posterior según patrimonios familiares o conside-
rar, al interior de sus centros, una división del trabajo más altamente desarrollada. Se pueden analizar circunstancias del todo parecidas; con la ayuda del concepto de
En todos estos casos, y en tanto las economías famíliares construyeron el andamio acoplamíento estructural. Proviene de Humberto Maturana20 y designa relaciones
base de la diferenciación de la sociedad, las simbolizaciones referidas al espacio,
las demarcaciones de fronteras, la señalización de lugares (por ejemplo, como sa- 20
Véase Humberto R. Maturana, Erkennen; Die Organisation und VerkOrperung von

454 455
(Maturana: "interacciones") entre sistema y entorno, que aunque no intervienen de- a sus clientes, mientras la asesoría jurídica especializada sólo tiene un rol subor-
tenninando estructuralmente en el sistema y, por lo tanto, son compatibles con la dinado.22 Algunas organizaciones diferencian círculos de contacto intensivos en
autopoiesis, vistas a largo plazo influyen en las estructuras auto producidas en el interacciones, que se ocupan especiahnente, aunque muy referidos a la situación,
sistema mismo y, en este sentido, desencadenan una "structural drift" (deriva es- con acoplamientos estructurales determinados." En otros casos se construyen or-
tructural), esto es, por ejemplo, reglas acerca de cuántos músculos desarrolla una ganizaciones relativamente grandes y poderosas, por ejemplo, sindicatos o aso-
especie animal, para poderse mover con su propio peso corporal y en condiciones ciaciones industriales para intermediar entre política y economía." También los
gravitacionales dadas. Deseamos acentuar, con mayor fuerza que Maturana, la bi- miembros de las juntas directivas de grandes empresas pasan mucho tiempo en
lateralidad de los acoplamientos estructurales. Incluyen lo que puede "perturbar" las respectivas ciudades principales sin que se deplore su ausencia en la sede de
al sistema y excluyen lo que sólo puede afectarlo destructivamente. En el caso del su empresa. En un panorama general,. sólo se puede decir, por lo tanto, que se ha
sistema de la sociedad, el acoplamiento estructural con los sistemas de consciencia desarrollado una multiplicidad de formas, en exacta adaptación a las condiciones
~e produce mediante el lenguaje. Lo que no puede ser intermediado por el lenguaje especiales de tales acoplamientos estructurales, en parte a nivel interacciona!, en
o el uso de siguos semejante al lenguaje, por ejemplo una transformación fisica 0 parte a nivel organizacional, que no habría sido posible sin recurrir a organizacio-
química, sólo puede afectar destructivamente -tanto a la consciencia como al siste- nes capaces de participar en la comunicación,
ma de comunicación sociedad. 21 Especial atención tuerecen, finahnente, organizaciones especiales, por así
Al interior del sistema de la sociedad, es decir: para el acoplamiento de sus decir, extravagantes, en las cuales se expresa en forma concentrada el problema del
subsistemas, valen otras condiciones. En las sociedades aristocráticas, por ejem- acoplamiento estructural. Éstas son tribunales constitucionales y bancos centrales
plo, los distintos estratos sociales se acoplan a través de las economías domésti- ~bajo el correspondiente supuesto de independencia política. Estas organizacio-
cas, en tanto ellos pueden realizar contactos comunicativos en las economías fa- nes no trabajan, como la cabeza de Janus, bajo la condición de una doble lealtad.
miliares. Bajo el régimen de la diferenciación funcional. se producen muy diversos Tampoco han sido pensadas como instituciones de equilibrio de presiones, en que
acoplamientos estructurales, según el tipo de sistemas involucrados, de tal forma prevalece una vez un sistema funcional y otra vez vence el otro. Constituyen, más
que ya no puede estar dado ningún mecanismo unitario para ello. La ciencia y la bien, la organización cumbre de uno de los sistemas acoplados, vale decir, del
economía se encuentran acopladas por medio de la convertibilidad técnica y eco- sistema del derecho o bien del sistema económico. A su vez, esto tiene como su-
nómica del conocimiento nuevo; el sistema económico y el sistema de tratamiento puesto, que estos sistemas funcionales están ordenados de acuerdo a la pauta de
de enfermos mediante la licencia de enfermedad para pacientes otorgada en las diferenciación centro/ periferia, esto es, construyen la respectiva jerarquía central
consultas médicas; el sistema del derecho y el sistema económico a través del uso -el sistema de tribunales o bien el sistema bancario-, desde la cuaLo¡ros ámbitos
bilateral de propiedad y contrato; el sistema del derecho y el sistema político por la del sistema funcional pueden ser tratados como periferia. 25 Bajo esta precondición,
institución de la Constitución.
Debiera investigarse, caso a caso, cuán ampliamente participan las organi- " Véase, por ejemplo, Edward O. Laumann/John P. Heinz et al., Washington Lawyers and
zaciones en estos acoplamientos estructurales. Los grandes estudios de abogados Others: Toe Structure o/Washington Representation, Stanford Law Review 37 (1985), pp. 465-502;
Robert L. Nelson/John P. Heinz, Lawyers and the Structure of!nfluence in Washington, Law and
aseguran, especialmente en los Estados Unidos, contactos políticos y económicos Society Review 22 (1988), pp. 237-300.
Para los "círculos de conversación", que tienen que ver con la ciencia, el derecho, la
23

Wirklichkeit: Ausgewablte Arbeiten zur biologischen Epistemologie, Braunschweig 1982, esp. economía y la política, véase Michael Hutter, Die Produktion von Recht Bine selbstreferentieUe·
pp. 150 SS., 251 SS. Theorie der \virtschaft, angewandt auf den Fall des Arzneimittelpatentrechts, Tübingen 1989.
21 24 Cfr. Gunther Teubner, Organisationsdemokratie und Verbandsverfassung, Tübingen l978.
Sobre esto, más detalladamente, Niklas Luhmann, Wie ist Bewu8tsein an Kommu~
nikation beteiligt?, en: Hans Ulrich Gumbrecht/K. Ludwig Pfeiffer (Eds. ), Materialitiit der " Para esto, más cercano, Niklas Luhmann, Das Recht der Gesel!schaft, Fraokfurt 1993,
Kommunikation, Frankfurt 1988, pp. 884-905. pp. 297 SS.

456 457
¡:
1

la cumbre del sistema central jerárquico, precisamente el tribunal constitucional 0 transpuestos como problemas de autorreferencia y, luego, son desplegados por me-
bien el banco central, puede operar como organización cumbre del sistema funcio- dio de !~ política de decisión de estas organizaciones, la cual no puede ser política,
nal, sin dictar órdenes, es decir, sin gobernar. es decir, no puede ser política democrática. La consecuencia es que la dimensión
Estas organizaciones se encuentran, entonces, dotadas de "auto competencia". temporal adquiere especial relevancia, sea en el sentido de una structura/ drift del
Son autorreferenciales y, dado que introducen decisiones negativas, están cons- . sistema del derecho encaminada a una disolución de formas dogmáticas firmes, en
tituidas paradoja!mente. En los tribunales constitucionales ya se conocen estos interés de un control jurídico del desarrollo político hacia el estado de bienestar,28
problemas desde el siglo XV!II tardío, al menos desde el conocido fallo Marbury sea en el sentido de una política de banco central históricamente referida, cada vez,
vs. Madison. 16 Los tribunales constitucionales se encuentran mencionados o bien a las informaciones más recientes, la cual procura moderar su propia incalculabi-
presupuestados en la Constitución. Su tarea de interpretar y aplicar el texto se lidad como máquina no trivial, a través de metas proclamadas y comunicación de
relaciona, por lo tanto, también con la medida de su propia competencia, en espes decisiones públicamente efectiva, circundada de muchas guesswork (conjeturas)
cial con la cuestión de si también pueden declarar leyes políticamente deseadas, informadas.
promulgadas "democ¡áticamente", como inconstitucionales y, con ello, inválidas. Los acoplamientos estructurales son consecuencias de la diferenciación funcio-
Se entiende por sí mismo, que en esto se deben mantener a la vista los efectos . nal de la sociedad. Se presentan porque, con esta forma de diferenciación, aumentan
retroactivos sobre la política, aunque no se llegue a dejar formalmente de lado "po- tanto las dependencias como las independencias de los sistemas funcionales en sus
lítica/ questions".21 En particular, un tribunal constitucional prácticamente no se relaciones mutuas. Están asentados a nivel del sistema de la sociedad y, como tales,
podrá permitir seguir su propia lógica hasta el punto de declarar retroacti'(amente no son una función de las organizaciones. Pero no serían prácticamente. posibles,
inválidas leyes contrarias a la Constitución, conduciendo con ello a un caos de de- . en las necesarias complejidad y diferenciación, si no hubiera organizaciones que
sarrollo. Debe estar en condiciones de aceptar, por consiguiente, la validez de leyes pueden acaparar informaciones y juntar comunicaciones y, así, pueden encargarse
inválidas - al menos por un cierto tiempo y, frecuentemente, hasta nueva orden. de que la irritación duradera de los sistemas funcionales producida por los acopla-
En un sistema funcional totalmente distinto se presentan problemas semejan- mientos estructurales sea convertida en comunicación con capacidad de conexión.
tes: en la política del banco central. (Se dice "política", aunque no en el sentido
político de política). La tarea formal de preocuparse por el equilibrio, en el ámbito
tensional de diversas variables, especialmente inflación, cantidad de dinero, valor VIL
de cambio en el comercio exterior de divisas, no puede llevarse a cabo sin con-
siderar las consecuencias políticas, por ejemplo la cantidad de moneda acuñada La construcción de sistema por medio de reproducción autopoiétic:o y clausura
mediante el endeudamiento estatal. También aquí se encuentra una organización operativa es un logro evolutivo altamente improbable -tal como la vida, la socie-
paradójicamente construida, que intenta limitar la cantidad de dinero con.la cual dad lingüísticamente comunicante y todas las demás autopoiesis en la sociedad.
ella misma opera económicamente. Una vez que se realiza, ya no puede ser controlada por las condiciones de su po-
Se puede reconocer, en estas organizaciones simultáneamente marginales sibilidad. No sirve a ningún "fin más alto", sólo sucede simplemente y funciona,
y centrales al sistema: que (y cómo) problemas del acoplamiento estructural son luego que la evolución ha transformado la improbabilidad en probabilidad, como
punto de partida para la evolución posterior.
Este proceso típico se repite una vez más, cuando se constrnyen sistemas or-
16
l Cranch (1803), pp. 137 ss., esp. 176 ss. Cfr. también William E. Nelson, Toe Eighteenth- ganizacionales en la sociedad, tan pronto como la sociedad ha alcanzado la
Centmy Background of John Marshall's Constitutional Jurisprudence, Michigan Law Review 76
(1978), pp. 893-960.
27
Así en Marbury vs. Madiso~ Op. Cit. 23
En este sentido Díeter Grimm) Die Zukunft der Verfassung, Frankfurt 1991.

458 459
complejidad suficiente. Ytambién aquí vale: las organizaciones no sirven a ningún otras oscilaciones sí / no en el sistema -por ejemplo, respetar o no respetar normas
fin más alto, no son puntos de concentración de la racionalidad de la sociedad vigentes. De allí se .sigue que, bajo estas condiciones, se ha de pensar típicamente
aprovechan la posibilidad de establecer límites y reproducirse, se tornan creati'. sólo en causalidad desencadenante, pero no en causalidad de intervención. Si es
vas, proliferan y, precisamente con esto, están expuestas a la selección evolutiva que la instalación de causas desencadenantes provoca algo, lo que provoque estará
posterior. esencialmente determinado por el estado en que se encuentre dicho sistema en ese
Los problemas que de allí resultan son discutidos, en referencia a la sociedad momento y no por una ley causa aequat effectum. A esto se agrega que únicamen-
moderna, corno problemas de regulación. 29 Si los sistemas funcionales están dife- te los sistemas organizacionales pueden actuar cornunicativamente, no los propios
renciados corno sistemas autopoiéticos propios, se sigue que no se pueden determi- sistemas funcionales. 32 No hay comunicaciones "del" sistema politico, que pudieran
nar unos a otros, sino únicamente se pueden irritar, más o menos masivamente, por estar dirigidas "al" sistema económico, aunque naturalmente sí hay decisiones de
medio de acoplamientos estructurales.'° Corno ya hace notar la idea del concepto de un gobierno, para mantener lugares de trabajo mediante subvenciones a las indus-
autopoiesis,31 los sistemas sociales son, por eso, sólo influenciables desde fuera, por- trias que no pueden colocar sus productos en el mercado. Y también hay, en medida
que disponen internamente de opciones de sí/ no y, por lo tanto, oscilan en atención considerable, comunicación de regulación directa de organización a organización.n
a un futuro que aún no es un hecho. Por otro lado, también se sigue directamente de Hay, en otras palabras, decisiones absolutamente organizacionales, que cambian va-
esto, que en sus estados no son determinables desde fuera, porque incluso si una in- riables del sistema, esto es, en nuestro ejemplo: que elevan la proporción del aporte
tervención externa pudiera fijar una variable determinada, esto sólo desencadenaría de dinero improductivo en relación con el productivo. Únicamente: a qué estado lle-
ga por esto el sistema económico y qué clase de consecuencias políiicas tiene luego,
resulta de la continuación de la autopoiesis de estos sistemas y con. la activación/
2
~ Véase, principalmente Gunther Teubner/Iíelmut Willke, Kontext und Autonomie; Ge- desactivación de estructuras unida a ella.
sellschaftliche Selbststeuerung durch reflexive Recht, Zeitscbrift für Rechtssoziologie 11 (1984),
Por razones fácilmente comprensibles, la discusión sobre la regulación se
pp. 4-35; además Manfred Glagow/Hehnut Wi!lke (Eds.), Dezentrale Gesellschaftssteuerung,
Probleme der Integration polyzentrischer Gesellschaft, Pfaffenweiler 1987; Manfred Glagow/ ha limitado a las relaciones entre el sistema político y el sistema económico, en lo
Helmut Willke/Hehnut Wiesenthal (Eds.), Gesellschaftliche Steuerung und partikulare Hand- cual con frecuencias.e piensa en regulación de forma legal. Esta limitación tiene la
lungsstrategien, Pfaffenweiler 1989; Hel.mut Willke, Ironie des Staates, Grundliníen einer ventaja, de que una organización bien observable está dada en la forma del Estado,
Staatstheorie polyzentrischer Gesellschaft, Frankfurt 1992; Hehnut Wi!lke, Systemtheorie 111:
en el lado activo de la regulación. No obstante, para quien se interesa en teoría de
Steuenmgstheorie, Stuttgart 1995. Véase, adicionalmente, numerosas contribuciones en: Roe~
land J. in't Veld/Linze Scbaap/Catrien J. A. M. Tenneer/Mark J. W. van Twist (Eds.), Auto- la sociedad es sobre todo relevante la limitación de este planteamiento del proble-
poiesis and Conflguration Theory: New Approaches to Societal Steering, Dordrecht 1991, y , rna. ¿No se debiera pensar también a la inversa (¡y no menos "legíJi¡arnente"!),
Volker Ronge, Politische Stellerung - innerhalb und auBerhalb der Systemtheorie, en: Klaus que la economía regula al sistema político - por ejemplo, mediante la influencia
Dammann et al. (Eds.), Die Venvaltung des politischen Systems: Neuere systemtheoretische
del desarrollo de la tasa de interés sobre el endeudamiento estatal todavía finan-
Zugriffe auf ein altes Thema, Opladen 1994, pp. 53-64. La mayor parte de la literatura intere-
sada en la regulación, fundamenta, por lo contrario, la regulación en que ella rechaza la teoría ciable y, a través de esta variable intermedia, sobre una casi innombrable cantidad
de los sistemas autopoiéticos (por ejemplo: como incompatible con el hecho de la regulación)
y retoma, en su lugar, a conceptos de teoría de la acción. Véase, por muchos, Fritz W. Sharpf, 32 l. J. Koppen, Environmental Mediation: An Example of Applied Autopoiesis?, en: in 't
Politische Steuerung und politische lnstitutionen, en: Hans-Hennann Hartwich (Erls.), Macbt
und Ohnmacht politischer lnstitutionen: 17. Wissenschaftlicher Kongress der DVPW 12. a 15. Veld et al. Op. Cit., pp. 143M 160, argumenta de manera parecida, aunque con otra clase de distinM
Septiembre 1988, Opladen 1989, pp. 17-29. Sin embargo, también aquí aumenta la comprensión ción entre meaning systems (sistemas de sentido) y organizations.
33 Esto es subrayado por Uwe Schimank, Politische Steuerung in der Organísationsge 8

de las dificultades evidentes y del previsible fracaso.


30 sellschaft - am Beispiel der Forschungspolitik, en: Wolfgang Zapf (Ed.), Die Modemisierung
Véase 1 por ejemplo, F. Steier/K. K. Smith, Organizations and Second_ Order Cybemetics,
Joumal ofStrategic and Systemic Therapies 4, 4 (1985), pp. 53-65. modemer Gesellschaften. Verhandlungen des 25. Deutschen Soziologentages in Frankfurt am
31
Cfr. Cap. 2. Main 1990, Frankfurt 1991, pp. 505-516.

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1!
!

de programas políticos? Habría que pensar también en la influencia mediante or-. como en toda intención, el problema de la complejidad. Por esta razón, si se desea
ganizaciones económicas, que seguramente pueden ser puntualmente exitosas (en mantener el concepto de regulación, no se lo puede referir a sistemas sino sola-
el nivel de la "policy"), pero que no pueden estar en condiciones de influir sobre el mente a sus respectivas diferencias específicas. Establecer metas siguifica introdu-
sistema político ni, por ejemplo, sobre las elecciones políticas, 34 Un tema adicional cir una diferencia en relación con lo que sería el caso, de otro modo. Nadie querrá
sería la cuestión de si resulta, a través del buen trabajo conjunto entre referentés discutir que esto es (más o menos exitosamente) posible. En otro caso, desde hace
de prensa o departamentos de public relations y periodistas o redacciones, regular mucho no habría ya ningún fin, hace tiempo que los habría eliminado la evolución.
desde la perspectiva de ciertas organizaciones lo que se produce, a través de los Las diferencias pueden ser aumentadas o también mitigadas por medio. de la regu-
medios de masas, como "opinión pública", Con el cambio de la sección de realidad lación (por ejemplo: mayor participación de mercado para los productos propios,
generada por la limitación antedicha, se modifica también la actitud respecto al menor desemp!eo estadísticamente comprobable). En todo caso, los intentos de
proceso de regulación, Yaquí se pasa del frecuentemente lamentado pesimismo de regulación observan el sistema a regular, con la ayuda de una distinción específica.
regulación al optimismo:,Se espeta que no resulte o que, en todo caso, no resulte No obstanie, con ella no es visto como unidad compacta a distinguir del entorno.
de forma duradera. 35 En caso alguno es visto como sistema, sino sólo como. contexto de diferencias
Estas reflexiones tienen consecuencias para el concepto de regulación -tanto . específicas; se podría decir: como contexto sin fin de la distinción de distinciones,
para la heterorregulación como para la autorregu!ación. El problema que tendría con la reserva de que las modificaciones en una diferencia pueden afectar o no lo
que discutir la teoría de la regulación no radica, por lo tanto, en el concepto de que sucede con las diferencias en otras distinciones.
autopoiesis, sino en el concepto de regulación; y el concepto de autopoiesis, en Dado que esto se sustrae muy rápidamente a la predictibilidad (no por último,
todo caso, provoca a reflexionar más exactamente, acerca de lo que se quiere decir como consecuencia de la necesidad de considerar conjuntamente los otros lados de
propiamente con regulación. Por regulación no se puede entender que el sistema las distinciones, esto es, contingencias alternativas), las intenciones de regulación
determina sus propios estados, porque entonces se mezclaría el concepto con el de se disuelven velozmente en problemas temporales. Para hablar con Napoleón: On
autopoiesis y excluiría la regulación externa. Por eso nos mantenemos en la carac- s 'engage, puis on voit (se compromete, después se ve). La necesidad de regulación
terística de una comunicación intencionaL 36 Pero, al mismo tiempo se presenta, es así su propio producto. Una vez que se comienza, esto constriñe a hacer correc-
ciones y no se puede concluir, como sea que se den vuelta e inviertan los fines. En
34
En este tema !lay más sospechas que investigación empírica seria. Sin embargo, véase este sentido la regqlación se acelera a sí misma y depende tanto más de la inercia
Dan Clawson/ A!an Neustadtl/Denise Scott, Money Talks: Corporate PACs and Political lnfiuen, estructural de las organizaciones y de su fijación en problemas conocidos, enemi-
ce, New York 1992, (PAC quiere decir: Política! Action Committee),
35
gos conocidos, riesgos conocidos, formas habituales de absorción de i,n\¡ertidumbre.
Aquí merece ser notado, que los éxitos son más bien esperables, cuando las organizacio~
nes logran poner en escena eventos relevantes para los medios de difusión, acerca de los cuales Lo que se gana con esto no puede ser denominado "racionalidad de sistema".
luego los medios, de acuerdo a su propia lógica, deben infonnar más o menos obligatoriamente. Ni siquiera se puede decir que la regulación eleva la medida de autocontrol de
Es decir: como quiera que sean motivadas, las operaciones deben tener lugar ya en otro sistema. los sistemas ~autocontrol entendido como concordancia entre los estados intenta-
Piénsese sólo en la escena típica, en la cual políticos prominentes Se dan la mano, sin mirarse. Así . dos y logrados, dadas evaluaciones que permanecen constantes. Sin embargo, se
como en la foto del primer encuentro, demostrativamente anunciado del Presidente del Consejo
Italiano Berlusconí con el Papa. El Papa trata de mirar a Berlusconi, pero Berlusconi no mira al logra una alta medida de sensibilidad ante turbulencias que deben ser atribuidas, en
Papa, sino- a la "opinión pública".
16
Esto daría pie a los teóricos de la acción para considerar la acción como un componente ·
indispensable del concepto de regulación (argt\~ento: ¡alguien tiene que hacerlo!). Sin embargo, motíva? ¿Y, qué efectos de la acción son parte de la.acción? ¿Todos? ¿únicamente loS inmedia-
entonces se debería aclarar, en primer lÚgar, el concepto de acción, especiahnente en la aplica- tos? ¿sólo los intentados? Estas preguntas podrían conducir a excluir todas las causas y todos los
ción del esquema causal. ¿Es el actor, en cuanto causa de la acción, parte de la acción? Y, ¿qué efectos del concepto de acción. Pero entonces .¡a acción no seria más que la diferencia desnuda
Sucede con otras causas, como por ejemplo su educación, su socialización, la situación que lo entre causas generales y efectos generales - ¿respecto a qué?

462 463
parte, a repercusiones de la propia regulación y, en parte, a cambios de su contexto, mercado. Se trata aquí de relaciones que no pueden ser concebidas de acuerdo
los que a su vez pueden ser consecuencia de otras regulaciones. 31 La propia so- al modelo de intercambio, pese a que las interdependencias entre trabajo y dinero
ciedad parece ser, también en sus si~temas funcionales, suficientemente robusta saltan a la vista de todos. No por casualidad la política asume por eso este pro-
(=resiliente, =error friendly ), para soportarlo, pero produce, al mismo tiempo, blema y promete la creación de puestos de trabajo, aunque estas promesas carecen
resistencias contra este modo de continua inversión de los resultados de la regula- absolutamente de provisión, porque únicamente la economía dispone de las opera-
ción. Se puede ver esto en los movimientos alternativos, que protestan con cuerpos ciones correspondientes.
y acciones contra las distinciones organizadas del sistema. Se ve en los fundamen- En consecuencia, se trata de un problema estructural de la sociedad, que se
talismos religiosos o cuasi religiosos de nuevo cuño. Se ve en la carrera semántica presenta cuando ésta utiliza organizaciones en todos sus sistemas funcionales,
de conceptos de moda como "identidad". El sentido de la protesta y la disidencia aunque sólo las organizaciones del sistema económíco pueden ganar su dinero
reside, por lo tanto, precisamente en la no aceptación. Produce una realidad ilu-. por sí mísmas. 38 Actualmente se recomienda una solución "de mercado" para este
soria propia, cuya función puede consistir en hacer posible una observación de la problema, pero en todos los casos en los cuales no hay mercados, dicha solución
realidad real, que no depende de la teoría. Pero esto también sólo es posible en se encuentra evidentemente trucada. Entonces, en lugar de datos se trabaja con
la sociedad, solamente en el modo de operación de la comunicación. estimaciones. 39
Debemos dejar abiertos aquí los problemas de la teoría de la sociedad; se ha
demostrado que no se dejan solucionar mediante la regulación organizada, sino
VIII. que, en todo caso, han de ser tratados posteriormente de manera retrospectiva, a
través de correcciones a los efectos. A nivel de la teoría de la organización, por lo
Las organizaciones son agregadas ampliamente a la sociedad (aunque no exclusi- contrarío, interesa si puede haber algo semejante a una autorregulación de todas las
vamente), mediante la diferenciación funcional. La mayoría de las organizaciones organizaciones, ajustada al marco financiero.
orienta sus metas por las funciones de sisíemas funcionales determinados, piénsese Esto se puede pensar para las empresas económicas, si se considera que están
en bancos, hospitales, escúelas, ejércitos, partidos políticos. Aunque transversal- dotadas de capital propio y ajeno, el que determina el alcance de las operacio-
mente las cruza el hecho de que todas las organizaciones cuestan dinero, el cual nes propias y debe ser reproducido por éstas. Si bien ya no se cree en una teoría
debe ser finalmente ganado en la economía. Por otra parte, ponen lugares de traba- unitaria del decidir racional al estilo de Gutenberg,4° investigaciones empíricas
jo a disposición de la economía, para el refinanciamíento de las tareas de consumo. muestran que las decisiones estratégicas de las empresas están condicionadas por
1
Sin el dinero ganado mediante el trabajo en organizaciones, se derrumbarían los el marco financiero y repercuten sobre él. 41 No por último, mediante,e¡to se limita
mercados de productos de consumo, aunque siempre hay, en cierta medida, _traba- la disposición al riesgo. Por otra parte, el capital es aquí una expresión palpable
jo "independiente" y otras fuentes de ingreso. La relación entre trabajo y sueldo
33
o salarlo es racionalizada por medio de mercados de trabajo -ciertamente bajo Dejamos aquí fuera de consideración los casos particulares, cuantitativamente insignifican·
fuertes limitaciones políticas y legales. Sin embargo, esto solo todavía no justifica tes, en los cuales instituciones públicas, como museos o teatros, pueden financiarse completamente
mediante sus propios ingresos. También los hospitales, en conjunto con el sistema de seguros esta·
tratar también·la creación de lugares de trabajo y la provisión de una necesidad tal parcialmente obligatorio, parcialmente cofinanciado, requieren un tratamiento especial.
correspondiente de dinero, según la misma pauta de uria transacción orientada al 39
Un método, con el cual, por lo demás, también la investigación empírica se gana el norn·
bre de "empírica", concretizando mediante estimaciones muchas de sus variables.
40
Véase Erich Gutenberg, Die Unternehmung als Gegenstand betriebwirtschaftlicher
37 Sobre la repercusión de organizaciones en el surgimiento de turbulencias en el entorno Theorie, Berlín 1929. ,·
de otras organizaciones, véase ya a Shlrley Terreberry, Toe Evolution of Organizational EnvironM 41
Véase sobre todo Gordon Donaldson/Jay W. Lorsch, Decision Mal<lng, at the Top: Toe
ments, Administrative Science Quarterly 12 (1968), pp. 590-613. Shaping of Strategic Direction, New York 1983.

464 465
11

"
11 de la autonomía de la autorregulación, en particular por la independencia relativa municar tan concentradamente: ¿qué consecuencias son de esperar?, ¿qué conse-
il
¡: respecto a las fluctuaciones de los mercados particulares, en los cuales participa ta cuencias se pueden ya observar?
¡' empresa. La contabilidad de las empresas da indicaciones relativamente concretas
1
Desde los años 60,. las relaciones ínter-organizacionales encuentran especial
para ello, aunque las mismas decisiones no se siguen de los datos, sino que son consideración en la literatura. También se observa que ha aumentado la disolución
11
co-deterrninadas mediante experiencias y máximas, en las cuales "cree" la direc- y recombinación de grandes sistemas organizacionales, como si los sistemas asocia-
ción de la empresa. Por eso se distinguen considerablemente las empresas en sus dos se hicieran más importantes, y se deduce de ello que disminuye la significación
planificaciones estratégicas, algo que hoy es atribuido, con frecuencia, a diferen- de los límites del sistema. Se agregan observaciones que se concentran en redes .de
cias de la "cultura empresarial". apoyo y beneficio recíprocos,'' las s;uales no adoptan la forma de organizaciones
Para organizaciones que tienen su competencia nuclear fuera del sistema eco, autónomas (por ejemplo: de carteles), porque no rara vez sobrepasan los límites de
nómico, no se puede suponer un cálculo análogo de capital. Evaluarán sus reque- la legalidad" o, de cualquier otra manera exponen a los miembros de la organización
rimientos de dinero más bien como límite de sus posibilidades y antes harán la a una doble presión de lealtad, lá que no púede ser traducida en reglas formales.
experiencia negativa, de que no disponen del dinero suficiente para lo que, a partir Las redes se construyen sobre la base de confianza condicionada," De este
de su función, seria justificable e incluso exigible. De esta forma, dan expresión a modo, reemplazan la seguridad que un sistema organizacional encuentra en la
su afiliación prioritaria a otro sistema funcional, no económico. Una universidad
popular o una institución formativa confesional pueden ser tan hábilmente dirigi- 43
Hay mucha literatura ·más reciente. Véase, por ejemplo, Walter W. Powell, Neither
das, que gracias al atractivo de sus actos, asumen ellas mismas sus propios cóstos, Market nor Hierarchy: Network Forros of Organizatíon, en: Barry M. Staw/L. L. Cummings
pero estarian falsamente conducidas si, en una suerte de inversión de la relación de (Eds.), Research in Organizational Behavior 12 (1990), pp. 295-336; Anne S. Milner/Terry
L,. Amb~gey/Timothy M. Stearns, Interorganizational Linkages and Population Dynamics;
fin y medios, vieran en eso su meta principal. En todo caso, pueden, de manera si- Buffering and Transformational Shields,Administrative Science Quarterly 35 (1990), pp. 689-
milar a una empresa económica, ver en ello una cierta garantía de autonomía frente 713; Adriana: Signorelli, Relazioni interorganizzative: Teorie e ricerche, Milano 1991; Arman
a quienes aportan fondos o al mercado de capital. En las empresas económicas, por AVadikyan/Patrick Cohendet/Patrick Llerena, Coherence, Diversity of Assets and Networks:
lo contrario, habrá que contar más bien con el desplazamiento fin/ medio inverso: Towards an Evolutionary Approach, Revue internationale de systémique 7 (1993), pp. 305-
331; Mark Lazerson, ANew Phoenix?, Modero Putting Out in the Modero Knitwear lndustry,
"that the means to financia/ ends ojlen become ends in themse/ves", esto significa: Administrative Science Quarterly 40 (1995), pp. 34-59 (con claras referencias a condiciones
"that the ends of serving the product market and the organiza/ion are legitima/e del entorno societal). Cfr. también !a literatura menciónada supra en las .notas 9 y 11 a pie de
and must be met if the company is to survive",'2 ("que los medios frecuentemen- página.
44
te se convierten ellos mismos en fines", esto significa: "que los fines de servir al La ilegalidad seria, desde luego, un caso claro y, en esa medida, no oroblemático al inH
' '~
terior del siStema del derecho. Los verdaderos problemas, con los cuales se ve confrontado el
mercado de productos y a la organización son legítimos y deben ser logrados si se sistema del derecho a.través de estos desarrollos recientes en el sistema económico, son de un
quiere que la organización sobreviva"). tipo totalmente diferente. Consisten en que la adjudicación a las categorías clásicas de propiedad
y contrato o bien derecho de la sociedad o derecho de contrato presenta dificultades. Con la
ayuda de estas categorías el sistema del derecho se había involucrado hasta ahora en un acoplaH
miento estructural con la economía, pudiendo COfülervar, al mismo tiempo, su independencia;
IX.
Véase, al respecto, Niklas Luhmann, Das Recht der Gesellschaft Op. Cit. pp. 448 ss. Estas fonnas
son saboteadas mediante los más nuevos desarrollos organizacionales en el sistema económico,
Si se ha de partir de que las turbulencias en el entorno de las organizaciones son ~in que el sistema del derecho pudiera aceptar la racionalidad económica de este desarroHo como
ampliamente producidas por otras organizaciones, entonces nadie más puede co- argumento jurídicamente convincente. Véase sobre esto Gunther Teubner, Den Schleier des
Vertrags zerreiBen? Zur rechtlichen Verantwortung ókonomisch 1'effizieñter'' Vertragsnetzwerke,
Kritische Vierteljahresschrift für Gesetzgebung und Rechtswissenschaft 76 (1993), pp. 367-393.
5
"Así Donaldson/Lorsch Op. Cit. p. 84. " Bibliografía supra nota·9 a pie de página.

466 467
membrecía de sus miembros. Pueden condensarse en sistemas sociales propios, Sin embargo, si se considera que el punto de partida para tales construcciones
cuando producen límites claros y una historia propia, recursivamente aplicable; híbridas se encuentra en las turbulencias del entorno provocadas por otras organi-
sobre la que apoyan la típica confianza de red. Aunque también hay, y solamen- zaciones, se hace comprensible que las organizaciones buscan una relación simbió-
te esto justifica un concepto especial, otros fundamentos de la confianza, 'por tica con otras organizaciones para dar una forma previsible a su entorno relevante.
ejemplo, puramente personales. Para esto es importante la constancia relativa, En otras palabras: se intenta condensar las dependencias mutuas y convertirlas en
vale decir, un cambio de personal no demasiado frecuente. 46 Además, se hace "capital social" al cual se puede recurrir cuando se modifica el resto incontrolable
hincapié en la significación de un contexto social condensado (institutionalen- del entorno. Es.to también limita la posibilidad de aprovechar las asimetrías de
vironment). En los países en vías de desarrollo, aunque también en países que información. En esto pueden tener un rol las relaciones personales, la confianza
han. superado largamente el umbral de la industrialización (México, por ejemplo, acreditada o también la reputación en el entorno, que mediante el sabotaje sólo se
o Taiwán), las familias parecen desempeñar un rol significativo para mantener puede poner en juego, y será indispensable una medida suficiente de control recí-
unidos imperios económicos de organizaciones muy diversas. En otros casos (Ja- proco." Las redes no garantizan una vida tranquila, pero mantienen los desafios
pón), la burocracia estatal se ocupa de beneficios, intermediaciones y compensa- dentro de límites con los cuales es posible arreglárselas.
ciones. Con frecuencia surge una asociación de empresas estrictamente económi- Esas relaciones tienen una cierta resistencia a los cambios; limitan los estímu-
ca, mediante la participación recíproca de éap'ital. En otros casos, por ejemplo en los de aprendizaje en los sistemas conectados en red. 49 Por otra parte, su cambio
decisiones de inversión, se cuenta con relaciones estables con clientes. Pero no tiene luego considerables efectos sobre la estabilidad de las organizaciones sin-
se debe pensar solamente en organizaciones del sistema económico. Numerosas gulares. Si, como en Italia, estaciones de radio o bancos estatizados "pertenecie-
organizaciones de otros sistemas funcionales (de educación, de trabajo social, ran" a determinados partidos políticos y, en otros casos, estuviera acordado un
de cuidado de enfermos) dependen del financiamiento estatal y encuentran sus compartir influencias, un derrumbe del sistema de partidos tendría relevantes
partners en los ministerios competentes de la administración estatal. En los mi- repercusiones sobre otras organizaciones, formalmente apolíticas. Una cantidad
nisterios de la administración estatal hay-como consecuencia, no por último, del gigantesca de "políticos" no profesionales, en prácticamente todas las organiza-
patronazgo político de muchos años- conexiones reticulares entre autoridades ciones, se ve repentinamente confrontada a condiciones de comportamiento mo-
administrativas y partidos políticos, las cuales amortiguan las consecuencias de dificadas fundamentalmente. Si, como en Alemania, el Estado Federal hubiera ex-
un cambio político en la cúspide, pero que también pueden ser utilizadas por los tendido su influencia, por medio de subsidios financieros, mucho más allá de lo
nuevos jefes para mantenerse en contacto con los opositores políticos y buscar, que le competía de acuerdo a la Constitución, las transformaciones en el sistema
en caso de necesidad, una solución a bloqueos políticos. Es dificil encontrar una de financiamiento mixto tendrían efectos considerables, especiahnejJ.te sobre las
fórmula unitaria para relaciones tan diferentes. Por eso, la investigación ha re- comunas. Por lo tanto, las simbiosis no son inocuas. Si bien hacen ultra estable
accionado con conceptos tales como instituciones o cultura o bien ha intentado al sistema, al imuunizarlo contra los cambios más pequeños, con ello concentran
retomar la conocida tesis del "disembedding" (desimbricar) y volver a subrayar también la sensibilidad a los cambios que saltan por encima de la función de es-
la "embeddedness" (imbricación) de las organizaciones económicas (pero no: calones y tienen luego amplios efectos que sobrepasan largamente el motivo con-
¿de la propia economía?). 41 Pero éstas son ideas que quedaron analíticamente
desperfiladas. 48 Véase, como resultado de análisis de casos, Andrea Larson, Network Dyads in Entre~
preneuriaf Settings: A Study of the Govemance of Exchange Relations, Administrati ve Sciénce
Quarterly 37 (1992), pp. 76-104.
49 Cfr. Nathalie Lazaric, Organizational Learning and Combinative Capacity, During Tech~
"Cfr. Lane/Bachmann Op. Cit. (1996), p. 379.
47
.Véase sólo Marc Granovetter, Economic Action and Social Structure: Toe Problem of nological Agreements: Sorne Empirical Evidence in the Robotic Sector, Revue intemationale de
Embeddedness, American Joumai of Sociology 91 (1985), pp. 481-510. systémique 10 (1996), pp. 201-221.

468 469
creta. Las condiciones de la estabilidad siempre definen también lo que puede La fundamentación "oficial" para la renuncia al control jerárquico y para ma-
afectar desestabilizadoramente. yor autonomía en los niveles más bajos o en ámbitos de operación separados dice
Las organizaciones que operan en esta forma reticular son dificiles de ser ob- que la distancia jerárquica estorba las posibilidades de planificación y control, y
servadas, ni hablar de ser planificadas y controladas por sus centrales. Los cono- que las operaciones deben ser planificadas y controladas donde recaiga el mejor
cimientos e intuiciones requeridos para el funcionamiento de la red se originan conocimiento para hacerlo. Detrás se ocultan, sin embargo, transformaciones de
muy abajo. Esto es así, sobre todo, porque se trata de la evaluación de posibili- largo alcance de la sociedad, concernientes al trato· con la incertidumbre. La idea,
dades, de exigencias razonables, de capacidades de carga, de confianza -y no sólo de que sólo bajo estricta supervigilancia se pueden obtener prestaciones esmera-
de desarrollos, que se puede leer en balances o en meticulosas ofertas o encargos. das, fracasa, en cierta medida, por sí misma. En su lugar, se presupone interés en el·
Se alaba la flexibilidad de estas redes, sus posibilidades de abordar rápidamente trabajo, apercibimiento rápido de desviaciones en el proceso de producción obser-
condiciones imprevistas, su capacidad de aprendizaje local y el amnento de parti- vado en base a informaciones y, fundamentada en ello, confianza consolidada. Esto
cipación en decisionerno planeadas." Sin embargo, esto requeriría, en las organi, se denomina "social embeddedness". 51 Es evidente que con esto no se solucionan
zaciones participantes, una memoria completamente diferente en comparación con los problemas de la integración horizontal del proceso de trabajo (tan poco como
la contabilidad convencional -o, en otro caso, acabarla en una renuncia al control mediante la jerarquía)."
. i
!
y en un dejarse llevar en ·eI Jorrente del desarrollo de la sociedad, lo que no es Así pues, a las nuevas formas de trato con la incertidumbre, subyacen cambios
justificable por medio de la confianza en "principios de economía de mercado" y, de la sociedad, en especial, el haberse hecho visibles intereses comunes entre "ca-
en las organizaciones dependientes de la política, no es conciliable con puntos de pital y trabajo". Pero también a nivel del sistema de la sociedad se pueden notar
vista de democracia (representativa) y de Estado de Derecho. Se ha de contar, por cambios correspondientes." Hoy en día, es evidentemente inadecuado describir
consiguiente, con repercusiones a nivel de los sistemas funcionales. de la sociedad. la sociedad con medios teóricos tradicionales, como con el esquema de diferencia-
Todo esto puede conducir a objeciones en contra del modelo clásico de organiza- ción e integración o con el esquema de Durkbeim de división del trabajo y solida-
ciones jerárquicamente estructuradas, aunque no en contra de la representación ridad (orgánica). En esto el problema consistiría exclusivamente en recuperar la
teórico-sistémica de la organización. Por el contrario: cuando la planificación se unidad o de simbolización de la unidad de la sociedad, a pesar de la diferenciación
toma más dificil, tanto más se debe saber lo que pertenece al propio sistema y lo progresiva - en parte de los sistemas funcionales, en parte en vistas a la diferencia-
que no. ¡Al menos eso! Y cuando los análisis de costos de transacción o las intui- ción de sistema de la sociedad, sistemas de organización y sistemas de interacción
ciones correspondientes conducen, en condiciones cambiantes, a incorporar y se: entre presentes. En vez de continuar viendo la unidad como problema, se podría
parar ámbitos de prestaciones: ¿Cómo puede funcionar ese cálculo, si no se pueden desplazar el planteamiento del problema desde la,unidad a la diferenci¡¡, es decir: a
suponer dadas las circunstancias en uno de los lados - u organización o mercado? la mantención y reproducción de la diferenciación de sistemas en todos los niveles
La creciente atención por las redes resulta de la aceleración y la progresiva profun-
didad de las posibilidades de cambio estructural. al interior de uno y .otro sistema.
51
Más que antes, se ve lo que, no obstante, siempre fue el caso: que "el entorno" no En conexión con Marc Granoveter Op. Cit. (1985).
s2 En especial, sobre esto, Volker Wittke, Vertikale versus horizontale Desintegration: Zu
es únicamente "el mercado"? "la opinión pública)), sino que consiste de sistemas unterschiedlichen Erosionsdynamiken des Groí3unternebmens im Prozef3 industrieJler Restruk-
distinguibles, que actúan y desean ser valorados como tales. La distinción sistema/ turierung, Mitteilungen 22/95 des Soziologiscten Forschungsinstituts Góttingen, con otras refe-
entorno ha de ser complementada, pero no reemplazada, con la distinción sistema- rencias a la discusión reciente. ,
53
a-sistema. Ya hubo una vez una ampliación de la perspectiva de investigación en dirección de la
teoría de la sociedad - desde el punto de vista de la "economía política". Véase J. Kenneth Ben-
son, The Interorganizational Network as a Politica! Economy, Administrative Science Quarterly
50
Así, por ejemplo, Avadikyan et al. Op. Cit. 20 (!975), pp. 229-249.

470 471
de la realidad de la sociedad. Puesto que entonces se vería, al mismo tiempo, que nantes, no se deja ya controlar por medio de causalidades rigurosas. Esto también
la construcción de redes que se extienden a través de los límites sistémicos presu- significa que no se puede contar con habilidades adaptativas en las organizaciones
pone que los sistemas sólo existen como unidades distintas, que se reproducen a sí individuales" - o, si se encuentran, es sólo por casualidad. Entonces, el sistema de
mismas. referencia correcto para este problema tampoco es la organización individual, sino
Estas observaciones, por lo tanto, no contradicen, como no lo hace ninguna la sociedad que utiliza organizaciones para amortiguar las continuas, turbulencias,
constatación de interdependencias, la tesis de que las organizaciones son sistemas para construir funciones de escalonamiento y alcanzar con ello ultra estabilidad
autopoiéticos. 54 El discurso frecuentemente oído, sobre la desaparición de los lími- -con el riesgo de cambios estructurales disipativos, que los sistemas evidentemen-
tes organizacionales, 55 de boundaryless organizations (organizaciones sin límites), te no pueden evitar, y que, como se dice, estabilizan su propio orden lejos del
etc., es, por lo demás, muy fácil de someter a prueba empírica-y demostrar que es equilibrio.
errado. Quien tenga dudas, debiera solamente intentar ingresar a las dependencias Si la tendencia ahora va hacia mayor inclusión en grandes organizaciones o, a
de cualquier organización y comenzar cualquier trabajo-- al escritorio, en alguna la inversa, hacia mayor "outsourcing": cualquiera sea el caso, las unidades acerca
máquina, en escuelas, en algún servicio de un hospital. Tendría escaso éxito. Al de las cuales se dispone son, a su vez, organizaciones. Sólo se aceleran las quiebras
contrarío: las organizaciones necesitan, más que nunca, presuponerse a sí mismas y refundaciones. Se rompe más fácilmente con el propio pasado. Por eso no es
en sus operaciones. ¿De qué otro modo se podría explicar, que existen esos um- sorprendente, que se hable cada vez más de lo contrarío: de cultura organizacional.
brales de· absorción de efectos, los que, a su vez, al ser superados pueden tener
incalculables efectos? No se discute con esto, que puede haber cambiado mucho la
cuestión acerca de cuáles son las decisiones a las cuales se hace referencia priori- X.
taria en las organizaciones. Puede ser que hayan adquirido mayor significación las
alianzas con organizaciones del entorno y que retrocedan la dirección y control je- Por eso debemos volver, una vez más, al enfoque" "cultural" o "institucional" ya
rárquicos de la propia organización. Un sistema basado en causalidades desencade- presentado de la teoría organizacional más reciente. Se refiere al problema de la re-
lación entre las organizaciones yla sociedad (por lo tanto, no solamente entre orga-
nizaciones y entorno) y por eso queda en el ámbito temático de este capítulo. Pero
54Se podría, sin embargo, pensar distinguir, siguiendo un uso del idioma italiano, entre sólo aparenta ser una solución, porque ni son definidos precisamente los conceptos
organizaciones y empresa (i~presa rete). Véase Federico Butera, Il castello e la rete: Imprese, de cultura e institución, de manera que se pueda ver qué excluyen, ni el análisis
organizzazioni e professioni nell' Europa degli anni '90, 2' ed. Milano 1991. Cfr. también Dirk se deja conducir por una presentación clara del problema. Es cierto gue subraya,
Baecker, Die Fonn des Unternehmens, Frankfurt 1993. Emerge, como otro nombre para ello,
correctamente, que en el entorno social no se trata sólo de turbulencias salvajes y
"virtual corporation". Véase William H, Davidow/ Michael S. Malone, The Virtual Corpora-
tion, New York 1992; Nitin Nohria/James D. Berkeley, The Virtual Organization; Bureaucracy, casualidades no reconocibles, sino que se debe considerar absolutamente al siste-
Technology, and the Implosion ofControl, en: Charles Heckscher/ Anne Donnellon (Eds.), The ma de la sociedad como factor de orden -tanto de las propias organizaciones como
PostMBureaucratic Organization: New Perspectives on Organizational Change, Thousand Oaks de la teoría organizacional. Sin embargo, luego pasa de inmediato a estudios de
Cal. 1994. pp. 108-128. La denominación es confusa. En ningún caso se trata de empresas
casos empíricos, los cuales están relacionados tan solo terminológicamente, pero
virtuales que no existen paia nada, sino de empresas para productos virtuales. No obstante, es
evidente que entonces se torna dificil, también a nivel de las empresas, seguir hablando de auto no conceptualmente, con la teoría institucional de la organización.
descripción o de cultura corporativa y se debería reflexionar acerca de si est_p pudiera ser una
ventaja en el sentido de una flexibilidad más alta.
56 Véase ya James E. McNulty, Organizational Chang~ in Growing Enterprises, Adminis-
55
Por ejemplo WolfV. Heydebrand, New Organizational Forms, Work and Occupation 16
(1989), pp. 323-357 (331): "dissolution ofboundaries between organizations and their environ- trative Science Quarterly 7(1962), pp. l-21.
57
mentsn,(disolución de los limites entre las organizaciones y sus entornos). Cfr. Cap. 1, sección N.

472 473
Avanzamos un paso, si consideramos que los conceptos cultura o institución se pública y, con frecuencia, le dan mayor peso en la práctica a este punto de vista que
relacionan explícita o implícitamente con valores. Los valores son tomados como a la, de todos modos dificilmente calculable, maximización de utilidades. 60 Pero,
puntos fijos de orientación de la acción, de los cuales no hay más que decir, que con esto, nuestro problema pasa a ser la pregunta: ¿Cómo llega la organización a
"valen". Pueden estar entremezclados con presunciones de realidad; por ejemplo, formarse un juicio acerca de lo que piensa la opinión pública? Presumiblemente
ser creídos como la relación adecuada entre capital propio y capital externo y, con esto ocurre de la mano de escándalos (contaminación del medio ambiente, casos de
esto, diferir de organización en organización. Sin embargo, tampoco entonces son corrupción, decisiones dramáticamente erróneas, evasiones de presos, un asesinato
sometidos a ninguna prueba de realidad, sino en todo caso son modificados bajo en una institución psiquiátrica), que han llamado la atención y se pretende evitar
presión. La incondicionalidad de la validez de los valores (la cual, no obstante, en el futuro. Pero esto no da punto de apoyo suficiente para la política del negocio.
sólo es tratada de este modo en la comunicación) compensa el hecho de que toda Nos enfrentamos nuevamente a la pregunta que diera partida a este capítulo:
realidad es construida. 58 Pero hay muchos valores que, como santos patrones de! ¿Cómo se pueden reducir las, desconcertantemente altas, interdependencias en-
sistema, son competentes para diversos intereses y situaciones de necesidad. Cada tre la sociedad y las organizaciones y convertir en finita la sobrecarga inilnita de
quien puede siempre invocar valores para todo lo que quiera conseguir. En la co- informaciones? Una de las respuestas puede ser que el problema fundamental es
municación, esto sucede en la· forma del supuesto de la capacidad de consenso. La siempre el mismo, puesto que está dado por la diferenciación entre el sistema de la
afirmación de la validez del valor no es formulada como propuesta de sentido que sociedad y el sistema organizacional, pero que las soluciones al problema pueden
pueda ser aceptada o rechazada. Sin embargo, se debe pagar por esto, precisamente variar de organización a organización. La apelación, hoy en día corriente, a la cul-
con el hecho de que los conflictos entre diferentes valores no están regulados y son tura, las instituciones y los valores, solamente encubre el hecho de que la relación
dejados a la situación, vale decir, a la decisión. entre la organización y la sociedad permanece sin ser explicada. Por eso lo intenta-
Con esto, la solución del problema que había ofrecido el institucionalismo se mos, reformulando el problema.
convierte, a su vez, en un problema. Queda abierta la pregunta respecto a cómo La teoría clásica de la organización burocrática (como la de Max Weber) supo-
se las arreglan los .sistemas con el hecho de que, en todas las decisiones abiertas, nía que, para todas las organizaciones, hay una voluntad externamente modelada a
siempre se pueden movilizar también valores opuestos. Esto tiene mayor validez, la cual sirven. Esto pudo ser hecho creíble, haciendo referencia al dominio político
en la medida que se llega a la "institucionalización" de valores, se podría decir, o a la propiedad. Si, por lo contrario, se hace abstracción de la organización, tam-
·~transversales" - como "medio ambiente" o "mujer", los cuales asumen una suerte poco se podrá encontrar esta voluntad externamente modelada. Se puede elaborar,
de función ortogonal en el cosmos de los valores y buscan directamente conflic- en forma efectiva, únicamente al interior de organizaciones, eventualmente den-
tos, aunque también asociaciones, con muchos otros valores. Encuestas empíricas tro de otras organizaciones. El propietario es desposeído por medio d<,,la llamada
demuestran, por lo demás desde hace mucho (y no recién después de la especta- "managerial revo/ution". O mejor: él puede hacerse válido únicamente en la forma
cular acción Brent Spar y la retirada de la She!l S. A.), 59 que las directivas de las del management. Es evidente que la teoría clásica trabajaba con una ficción, que
organizaciones otorgan mucho valor a la imagen de su organización en la esfera últimamente ha declinado bastante, en que la sociedad era todavía pensada en la
forma de una distribución jerárquica de recursos.
58
Por lo demás, éste fue un resultado (aunque tampoco fonnulado así) de análisis neokan· Si, al contrario, se pasa a un análisis teórico-sistémico de los sistemas funcio-
tianos, que luego, a través de Rickert, influyeron sobre Max Weber y condujeron a un apriorismo nales sigaificativos, se descubre que éstos no producen dominio, sino un exceso
vaI6rico, trágicamente libre de conflictos. Por lo tanto, p6dríamos remitir, más o menos directa- de posibilidades y la correspondiente indeterminación: O, como también se podría
mente, a Max Weber los análisis expuestos arriba en el texto.
59
Especialmente sobre esto Nildas Lubmann, Konzeptkunst: Brent Spar oder Künnen Un-
ternehmen von der Óffentlichkeit lernen?, Frankfurter Allgemeine Zeitung del 19 de julio de 60 Cfr. Ross Stagner, Corporate Decision Making: An Empírica! Study, Journal of Applied

1995, p. 27. Psychology 53 (1969), pp. 1-13.

474 475
decir, futuro. Se espera del sistema de medios de masas que cada día comunique
novedades. La ciencia debe proponer permanentemente hipótesis nuevas, para lue-
go ocuparse de su falsificación. La política no limita su futuro por medio de fines CAPÍTULO 14.
fijos, con cuyo logro podría cumplir su tarea, sino que oscila en el marco de un gran AUTODESCRIPCIÓN
número de "valores", donde el estímulo de uno de estos valores hace tanto más ur- .
gentes a los otros. La economía debe contar con fluctuantes precios del dinero y
relaciones de divisas. El sistema de tratamiento de enfermos puede confiar en que
cada día se dará aviso de nuevos casos de enfermedad. El proceso de diferencia-
ción de estos sistemas indica que son improcedentes los puntos de apoyo externos
(como, por ejemplo, status de nacimiento, estratificación), que pudieran delimitar l.
el ámbito de posibilidades. Incluso el arte ya no deja prescribir por los mandantes
qué aspecto deben tener las obras de arte. Evidentemente, en todos estos casos, el Las autodescripciones se diferencian de las autoobservaciones constantes,
proceso de diferenciación de los sistemas, su clausura operativa y su operar auto- . con las cuales el sistema se asegura la referencia a sí mismo, el aporte de la absor-
rreferencial conduce a una generación de excedentes de posibilidades, los que son ción de incertidumbre y la conectividad del decidir. Las autoobservaciones cons-
vivenciados como indeterminación estructural y remitidos a la autoorganización. truyen el medium, vale decir, el material de memoria, desde el que se obtienen las
Incluso el sistema del derecho se toma la libertad, desde mediados del siglo XIX, de formas de la autodescripción. A nivel de las autoobservaciones, la organización
"interpretar'' contratos, considerando la voluntad de las partes contratantes. permanece intransparente para sí misma - y, precisamente por eso, capaz de operar.
Las organizaciones deben poder enfocarse en las incertidumbres que constan- Cada articulación del sí mismo, incluyendo la exclusión de todo lo demás, debe-
temente se reproducen de este modo. Precisamente para eso requieren, como se ha ria asumir la paradójica forma del re-entry, puesto que con esto tendria un efecto
dicho, una estructura jerárquica. La necesidad de organizaciones en la sociedad auto bloqueador y desencadenaría una búsqueda duradera de sentido, dirigida ha-
moderna no se explica, por lo tanto, por un poderoso aumento de centros de forma- cia dentro.' Una autodescripción no puede vencer la intransparencia del sistema
ción de voluntades, que dependen de la realización de sus resoluciones. Tales cen- para sí mismo. La desplaza y la reemplaza mediante un sustituto, esto es un poner
tros únicamente surgen al interior de organizaciones y no explican la necesidád de en clave, que oculta la intransparencia operativa (no la vence, puesto que ningún
organización. El problema, con que se encuentran confrontadas las organizaciones, sistema puede hacer lo que es), que se presenta en su lugar y opera dirigiendo las
es la indeterminación del futuro que se reproduce permanentemente, a un ritmo operaciones por medio de su texto. Últimamente se habla, sobre todo ;n la inves-
vertiginoso. Deben reaccionar a esto, mediante capacidad de decisión e integración tigación de organizaciones', de ambigüedades necesarias a la comunicación. Con
vertical de sus propios procesos de decisión. un texto se puede concentrar la atención de muchas comunicaciones en situaciones
imprevisibles, mientras sería imposible considerar todo lo que sucede simultánea
o sucesivamente. Un texto puede, por consiguiente, fijar ideas sobre las cuales se

t. Recuérdese que en el cálculo de la forma de Spencer Brown el re-entry (reingreso) de la

fonna en la forma conduce a la biestabilidad y al oscilar.


2 Cfr. James G. Marcb/Johan P. Olsen, Ambiguity and Choice in Organizations, Bergen

19.76, con la distinción ambiguities of intention, understanding, history and organization. Véase
además Martha S. Feldman, Order Without Design: Infonnation Production and Policy Making,
Stanford 1989.

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1
!

puede luego hablar, sin tener mayor consid~ación por lo que efectivamente ocurre cual se realizan sus pruebas de consistencia. Nada puede ya suceder en el pasado
a nivel operativo.' y, en el futuro, todavía no. 6 Pueden, aunque no deben, tomar como ayuda un es-
Las áutodescripciones, como todas las descripciones, son también simplifica. quema temporal, para disolver inconsistencias repartiéndolas entre distintos puntos·
ciones y, con ello, son sensibles a perturbaciones que vienen de circunstancias no· temporales. Adoptan, con o sin recuerdo temporal, la forma de reconocer algo ya
consideradas. De este modo, al otro lado de la forma del texto de autodescripción ·. conocido; es decir, en los textos la forma del reconocer signos escritos, palabras,
(el lado al que no es posible conectarse) permanece un testimonio de no saber, que componentes individuales del texto o.textos particulares o, también, libros deter-
puede ser señalado como tal por un observador. Para motivar esas observaciones , minados y, sólo en algunos casos, el co-recuerdo de la situación de la primera vez
se ha hablado de "critica de la ideología", valorando positivamente las deconstruc- en que se realizó el correspondiente contenido de sentido.' La memoria asume con
ciones correspondientes. Pero se .ha comprobado, al mismo tiempo, que con este ello la función de configurar una operación como observación · tanto en los siste-
cruce del límite solamente en la forma del observar, no en la del operar, nada se mas sociales como en los psíquicos. Dicho de otro modo; implanta posibilidades
puede iniciar al otro lado. Lo que sucede, por tanto, es una expresión permanente- de observación en el terreno del operar autopoiético. Sin memoria colapsaría la
mente repetida de impulsos de reforma. diferencia entre operación y observación, el sistema ni siquiera podría distinguir
Los textos, por lo tanto también las autodescripciones, sirven a la coordinación·. entre pasadó y futuro, porque no podría Henar con contenidos los horizontes tem-
de prestaciones de la memoria que, de otro modo, quedarían vinculadas psíqui- porales ni, por lo tanto, tampoco comprobar ni distinguir concordancia (continui-
camente, esto es, dependientes de las percepciones y del reconocimiento de per- dad) y diversidad (discontinuidad).
cepciones.' De hecho, los textos son la memoria de los sistemas sociales, sin que Estas notas generales acerca de la función de memoria de los textos eran ne-
importe que estén puestos por escrito o sean transmitidos oralmente. En los sistemas cesarias, para bosquejar el marco en el cual las autodescripciones cumplen su fun.
sociales son, por consiguiente, un equivalente funcional para lo que es psíquica- ción especial. Son textos de un tipo particular que se caracterizan, sobre todo feno-
mente cumplido por la percepción, haciéndola posible.' No sirven para adaptar el ménicamente, por referirse al sistema en cuanto unidad de todas sus operaciones
sistema a su entorno, tampoco para honrar simbólicamente valores ni deberes insti- (= como c'ontexto de reproducción autopoiética). Si se formulan explícitamente, .
tucionales. En vez de esto, producen la distinción entre conformidad y desviación, hacen del sistema el sujeto de la frase de los predicados, aunque esto sucede en el
de tal manera que el sistema tiene la posibilidad de dejarse provocar a una desvía• propio sistema y co-implica, por lo tanto, implícitamente la auto predicación. Con
ción de su propio texto, si las circunstancias ofrecen suficiente apoyo para hacerlo. esto se garantiza que todo uso de la autorreferencia se relaciona con una misma in-
Es evidente que las prestaciones de la memoria -sean del cerebro, sean de la variante y que todo uso de esta referencia, aunque se insinúe sucintamente, indica
consciencia, sean de la comunicación social'- sólo acaecen en el presente, en el algo que podría ser explicado. , • ·.
Ya la estructura normal texto/memoria se basa en la "double e/asure",' es de-
3
Sobre esto, véase Nils Bft!nsson, Ideas and Actions: Justification and Hypocrisy as Al~ cir, contiene numerosos estratos de datos que guían las operaciones. Habíamos
tematives to Control,Accounting Organi711tions and Society 18 (1993), pp. 489-506. hablado de "premisas de decisión".' Las premisas de decisión también pueden ser
4
Naturalmente, no se discute con esto que es importante, e incluso indispensable, estii. introducidas escalonadamente. Se puede, por ejemplo, programar decisiones sobre
base psíquica (vale decir, externa a la organización). Pero depende, por lo tanto, también de
mecanismos de coordinación psíquicos, ante todo de la suposición confinnada por la experiencia
6
de que los otros están al tanto, comprenden y harán lo correcto, en el momento adecuado. Con Podemos remitirnos aqtú al capítulo 5, sobre relaciones temporales.
1
esto no se puede comprender una complejidad muy alta y, sobre todo, no se pueden planear ni Y todo estudiante sabe: entre las más diffoiles prestaciones psíquicas de la memoria, que
ejecutar cambios estructurales sobre esta base._ transcurren de manera ampliamente inconsciente, se encuentra la selección de las pocas palabras
5
Acerca de investigaciones recientes en ciencia de la literatura) que tienen como centro del texto ·de las que propiamente se trata.
3
esta función de los textos y tratan, en este sentido, de "intertextualidad", véase Renate Lach- Sobre este concepto de H~inz von Foerster~ véase supra cap. 7, seccíón H.
mann, Gedachtnis und Literatur: Intertextualitat in der russischen Moderne, Frankfurt 1990. 'Cfr. cap. 7.

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1

personal. Un análisis más exacto muesu·a, rápidamente, que no tienen como base Un sistema organizacional utiliza para todo esto datos existentes en la sociedad,
ninguna jerarquía lógica de instancias o niveles, sino que la dirección de los pun- principalmente las fácilmente reconocibles palabras del lenguaje, aunque también
tos de vista cambia continuamente según lo requiera la situación, lo que también las premisas de decisión producidas en el propio sistema y que son reconocibles
significa qu~ los puntos de vista pueden dominar sólo momentáneamente (pero como prestación propia adicional, para las que también vale todo lo que presta una
no estructuralmente)." Ninguna memoria eficiente puede ser ordenada jerárqui- memoria bajo la precondición de un orden laberíntico, esto es, reconocimiento,
camente; debe disponer de una pluralidad de generalizaciones de diversa poten- identificación, simplificación, generalización y, sobre todo, el continuo olvido de
cia y distinta frecuencia / rareza de aparición, cuya actualización no está prescrita materiales no utilizados. Un orden laberíntico en ningún caso excluye que también
de antemano, sino que depende de cómo se ofrecen las ocasiones. El concepto de se construyan jerarquías en el sistema. Pero el sistema debe, entonces, disponer
"doble clausura" también se contrapone explícitamente contra la idea de un orden de la posibilidad de activar y desactivar las jerarquías, por ejemplo, mediante una
jerárquico y se encuentra determinado a reemplazarla. 11 Con mayor razón, las au- separación entre comunicaciones formales e informales y esto sólo puede suceder
todescripciones no pueden ser vistas como el nivel más alto ni la instancia superior mediante decisiones locales.
del sistema, a la cual se ha de acudir cuando ya no se sabe más o cuando las incon- En la forma de premisas de decisión, se registra y recuerda lo que eventual-
sistencias no se dejan solucionar de otra forma. Debiera ser, más bien, correcta la mente se necesita en el proceso decisional y sobre lo que es posible apoyarse cuan-
suposición de que las autodescripciones son precisamente requeridas, porque las do se requiere manifestar responsabilidad o desprenderse de ella. Esto es, hacer res-
operaciones del sistema no se dejan ordenar jerárquicamente y se debe incorporar, ponsables a otros puestos más altos o más competentes. Esta función es suficiente
en vez de ello, otro modo de coordinación de cantidades altamente complejas y por sí misma, no requiere ser superada una vez más. No nece~ita ninguna norma
fluidas de actualizaciones. fundamental, no requiere ninguna autoridad que todo lo produzca 'j se responsabi-
Tal vez por eso sea útil reemplazar el concepto de jerarquía por el concepto de lice también por todo, tampoco precisa (esto será controvertido) "legitimación" .12
laberinto, el cual corresponde mejor, también intuitivamente, a lo que se presenta Se deja jerarquizar en el ámbito de los conductos de comunicación y de las com-
en las grandes organizaciones. Un laberinto hace posible disponer, dados muy po- petencias de toma de decisiones, pero incluso entonces permanece, en los puestos
cos puestos de entrada y salida, un máximo de posibilidades de contacto internas, cumbre indicados, necesariamente ambivalente si los negocios siguen al jefe o el
las cuales pueden ser actualizadas en secuencias por principio imprevisibles. Con jefe a los negocios. Tanto menos sentido tiene concebir las autodescripciones como
esto se alcanza una pluralidad de interpretaciones que no depende de la calidad de textos directivos.
las señales de ingreso (no está determinada por ellas). El sistema no sólo puede La funcifo de las autodescripciones parece, más bien, residir en acaparar, re-
recibir irritaciones, sino también generarlas y transferirlas; y puede producir, en unir y centrar las continuas autorreferencias que se presentan, para h~c;pr eyidente
sus propias operaciones, las aceleraciones y retardos necesarios. Tales regulacio- con ello que siempre se trata de un único ."sí mismo", siempre de un sistema idén-
nes de ritmo pueden, a su vez, dar la impresión de repetición, de identidad, de tico consigo mismo. La autodescripción sirve al sistema como "cultura de con-
simplificación, con la cual la consciencia y, luego, el sistema de comunicación re- memoración oficial"", que puede ser comunicada sin problemas, y "sin proble-
gistran el trabajo neuropsicológico para hacer aparecer su memoria como mundo. mas" quiere decir: sin considerar quien la perciba, esto es, públicamente. Esto

'° Warren S. McCulloch, Toe Embodiments ofMind, Cambridge Mass. 1965, había ha- 12
El que la legitimación puede ser reclamada "críticamente" es harina de otro costal. Parte
blado de "heterarquía". Pero éste es, a partir de la formulación, por de pronto sólo un concepto de las pretensiones típicas de los intelectuales "criticas", es considerarse legitimados a sí mis-
opuesto a ''jerarquía" y queda dependiente de la,posibilidad de copiar más exactamente los pro~ mos, exigir legitimación como los policías exigen la cedula de identidad. Arriba, en el texto, sin
cesos operativos en los sistemas correspondientes. , embargo, sólo se trata de necesidades operativas, y difícilmente se podrá encontrar a alguien que
H Véase Heintz von Foerster, Für Nildas Luhmann: Wie Rekursiv ist Kornmunikation?, afirme que la empresa tuvo que ser cerrada y el personal despedido, por déficit de legitimación.
13
Teoría Sociologica l / 2 (1993), pp. 61 -85 (84). Una fonnulación de Renate Lachmann Op. Cit. (1990), p. 10.

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sólo presupone ideas vagas, no concebidas conceptualmente, de identidad del ellos, organizaciones, necesita seguridades de consistencia adicionales. En siste-
sistema. mas simples, puede bastar para ello con atribuir la participación a personas deter-
Una consciencia tiene un cuerpo "propio", que le impone un "yo". 14 El yo minadas, las que si bien corno individuos pueden pensar toda clase de irnnoralida-
siempre está donde está su cuerpo y, desde allí puede ocuparse con todo lo posible, des, se espera que opinen y se mantengan en lo dicho. Para las organizaciones esto
sin perderse en el mundo fuera de su sí mismo. Siempre sabe dónde está y en qué no basta, debido, precisamente, a la movilidad en relación a puestos y personas.
lugar se centra su percepción y su pensar. Falta una garantía parecida para los sis- Por esto reducen la subdeterminabilidad (o sobredeterminación) genuinas de su
temas sociales. ¿Dónde están? Pueden identificarse con lugares en el espacio, por autorreferencia mediante un conglomerado de indicadores comunicables adiciona-
ejemplo, con edificios, pero eso no les da "alma" alguna gue pueda sobrevivir al les, corno nombre, señas postales, tareas funcionales concretizadoras y con efec-
fin de esta relación, así como la consciencia sobrentiende que tiene un alma para tos de distinción, corno tipo de producto, clase de servicios prestados, además de
transponer lo impensable del fin de su autopoiesis en la forma de un yo etémo. Los características de reputación que indican de qué se puede estar orgulloso y, sobre
sistemas sociales pueden abandonar sus lugares sin tener que acarrear sus cuer- todo, una historia propia, narrable, del sistema. Todo esto confluye a la suposi-
pos con ellos (acaso, en su lugar: sus deudas)." También pueden realizar sus comu- ción de una (si no lógica, al menos práctica) unidad libre de contradicciones, a la
nicaciones fuera de sus puestos, por así decir, extraterritorialmente. ¿Qué Impide, cual sea posible remitirse incluso cuando se llegue a sucesos molestos, a conflictos
entonces, que se pierdan en el mundo de sus ternas y no se vuelvan a encontrar abiertos o a comunicaciones, que se deslizan cínica o camavalescarnente en la
consigo mismos? O bien: ¿qué les garantiza la continuidad de su diferencia cons- autodescripción "oficial". La paradoja fundamental de la unidad de todas las dife-
titutiva entre autorreferencia y heterorreferencia? Las organizaciones no tienen rencias debe mantenerse oculta, lo que también puede ocurrir mediante el hecho
cuerpo alguno, pero tienen un texto. · de que la mofa del culto oficial o la más o menos abierta desviación se asignan a
Se objetará: la comunicación requiere, incluso hoy en día, un substrato objeti- otro nivel de comunicación, él cual a su vez asume la paradoja, vale decir, dirime
vo para hacerse conocida, un medium como sonido, papel, electricidad, en el cual en si mismo la diferencia entre broma y seriedad, o entre comunicación festiva y
pueda inscribir sus participaciones. Pero es del todo evidente que esto no basta cínica. 16
para suministrar, con suficiente consistencia, localización a la memoria del siste- La memoria del sistema se recuerda a sí misma en la autodescripción. Su
ma, puesto que estos medios registran prácticamente todo lo que se ingresa a ellos topología es, al mismo tiempo, el lugar y el terna de los recuerdos. Para poder
(mientras el cuerpo aporta a la consciencia un aquí y ahora inequívoco y, en los concentrar, de esta manera, sentido que supere el tiempo, los textos de las au-
contactos sociales, también se ocupa de que la percepción de ser percibido limite todescripciones deben .incluirse a sí mismos, deben ser, por lo tanto, concebidos
el comportamiento). La comunicación que construye sistemas sociales y, entre autológicamente. No obstante, esto no es dicho con frecuencia, sino.que es ocul-
tado en formulaciones ·categóricas o en simples constataciones efectivas, para ni
siquiera tolerar opiniones contrarias. Aunque aun en el modo categorial o en for-
4
t Cfr. sobre esta tesis que ya dejó de ser poco habitual, a Michel Serres, Die fünf Sinne: mulaciones que denominan hechos (del tipo: "la dignidad humana es inviolable"),
Eine Philosophie der Gemenge und GemiSche, trad. alemana, Frankfurt 1993) especialmente .el
los textos autológicos de esta clase también refieren siempre a sí mismos -por el
capÍtulo introductorio. También se puede agregar Bachtin o Bataille.
is Sabemos: ta tradición europea se había orientado por la imagen de !a ciudad (polis, ci~ hecho de que se presentan.
vitas) y, después, del país (regnum). Lo expresó con fórmulas como civitas sive socíetas civilis
y postuló, a partir de este fundamento expresivo) la unidad del domiriio (imperium ). También se
había_ pensado lo social, en este sentido, "polítjcamente" argumentando adicionalmente con una
analogía al cuerpo humano. Y esto tiene efectos. Se podría suponer qtie la política se vería muy
distinta si no hubiera mapas impresos, diversamente coloreados y la política no supiera dónde 16
La bibliografía inevitable en esto es: Michel Bachtín, Rabelais und seine Welt: Volkskul~
tiene propiamente lugar. tur als Gegenkultur, trad. alemana Frankfurt 1988.

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1111.
1

II. considerar si y de qué modo puede contribuir a la solución de qué problemas."


1

1
Evidentemente, hay fuertes. estímulos a transformar lo desconocido en conocido,
1
Todo análisis de la autodescripción o, en terminología clásica, de la "reflexión", a investigar hechos y escribir informes, los cuales, sin embargo, no son leídos ni
11
li debe partir del hecho de que el sistema es inalcanzable operativamente para sí aprovechados. De todas maneras, es difícil evaluar de antemano el valor de uso
¡:
mismo y, con ello, permanece también intransparente para las operaciones pro- del conocimiento, pero al menos se puede presentar como resultado del trabajo. Y
li
pias. 17 Ninguna operación individual puede ser, ni incluso siquiera designar, lo que este trabajo tiene suficientes dificultades, al recoger la información y coordinar la
sucede, simultánea o sucesivamente, al interior de los límites del sistema. Ninguna presentación, que justifican presentar el producto como rendimiento logrado.
decisión "es" el sistema, debido a que cada decisión presupone una red recursiva Esta clase de actividades se apoyan en la autodescripción oficial, de acuerdo
en el sistema y sólo así puede ser una decisión. Aquí puede radicar la razón por la a la cualla organización consiste en el decidir racional basado en el conocimiento.
cual las teorías clásicas de la autorreflexión, sea de la consciencia, 'sea del "espíri- Por consejo ddos economistas, con frecuencia se fundamenta esta autodescrip-
tu", trabajan con el esquema determinado/ indeterminado. Esto se puede resolver ción con la metáfora del "equilibrio" y el decidir racional se concibe, entonces,
en la distinción entre un ideal y su realización aproximativa o, también desig- como retomo al equilibrio.'° Sin embargo, lo que ocurre fácticamente se puede
nar, en la estética, a través del concepto de lo "sublime"", que determina lo de- entender de manera mucho más fácil, si se asume que se trata de la transformación
terminado como indicación a lo indeterminado. En la teoría de Hegel esto se de un mundo desconocido en uno conocido. No obstante, en esto la orga~iza-
convierte en un problema de transiciones disciplinadas mediante la dialéctica. No ción debe presuponer que la indeterminación se reproduce continuamente; sea que
intentaremos aplicar directamente a la teoría de la organización estos grandes mo- irrumpe desde el entorno como perturbación siempre casual, se hace notar como
delos de la tradición filosófica. Sin embargo, nuestra tesis es que la autodescripción irritación y finalmente así se puede atribuir al entorno, mientras la organización se
de los sistemas organizacionales también debe partir del esquema fundamental de- tiene a sí misma por ordenada; sea que. la misma decisión sea vista como una fuen-
terminado/ indeterminado, porque, de otro modo, no puede designar la inaccesibi- · te de la regeneración constante de indeterminación, en el sentido de un problema
lidad del sistema para sí mismo (o sólo puede hacerlo negativa o paradójicamente, duradero de interpretación de su sentido en circunstancias siempre cambiantes.
vale decir, de manera improductiva). Con esta versión, el problema de la determinación.de lo indeterminado y de
Para la teoría de la organización se impone concebir como decisión la determi- la indeterminación de lo determinado adopta una forma que puede seguir siendo
nación de lo indeterminado. Esto trató de hacer la teoría clásica de la organización, elaborada. La propia decisión permanece siendo un misterio - pero conocido y
al presentar la organización como condición marco para el decidir racional. Una familiar, que puede ser vivenciado cada día. La decisión se atribuye a una qua/i-
organización es tan buena como las decisiones que produce. Se pudieron incluir en tas occulta: a la persona que decide. La desmitificación posterior,s¡¡ sirve de los
esta idea limitaciones fácticas de la capacidad de elaboración de información, sin instrumentos que hemos encontrado diversas veces y que hemos denominado con
cuestionar que las informaciones sirven a la solución de problemas en el proceso el nombre de teoría clásica, vale decir, del propio decidir vinculado a fines y de
de decisión. Recién en los afios '70 y '80 se considera más cabalmente, que el la jerarquízación de la estructura de puestos, mediante los cuales las personas·son
compartir y reunir conocimiento es también practicado como fin en sí mismo, sin
19 Véase, por ejemplo, Martha S. Feldman/James G. March, Infonnation in Organizations

as Signa! and Symbol, Administrative Science Quarterly 26 (1981), pp. 171-186, y, detallada-
17 Este es el punto de partida indiscutido para el sí mismo psíquico, de todas las teorias mente, Martha S. Feldman, Order Without Design: Information Production and Policy Making,
psiquiátricas interesadas en terapia. Véase, por ejemplo, Jurgen Ruesch/Gregory Bateson, Com~ Stanford 1989.
20
munication: The Social Matrix of Psycbiat¡y, New York 1951, 2' ed. 1968, pp. 199 ss. Se ha subrayado 'bastante que esta metáfora tiene poca relación con la realidad. Véase
18 Véase, en conexión con Kant y Lyotard, Gerhard J>lumpe, Ásthetische Kommunikation sólo Brian J. Loas by, Choice, Complexity and lgnorance: An Enquiry into Economic Theory and
der Modeme, Opladen 1993, pp. 99 ss. the Practice ofDecision-making, Cambridge Inglaterra, 1976.

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llamadas a decidir y seles otorga plenos poderes para hacerlo. Hoy ya no se discu- nable en ambos lados de la distinción. La autodescripción de la organización se
te que el modelo clásico de la organización está superado," no sólo como instru- concentra en esta fon:na, para tratar luego como desviación -como contravención
mento de análisis científico, sino también como forma de autodescripción y auto de normas tolerable, que se puede pasar por alto o, dado el caso, como "organiza-
presentación de la organización, especialmente en la economía. A pesar de ello, no ción informal" beneficiosa- todo lo que no coincide con ella. Finalmente, la auto-
se ha concebido la innovación teórica adecuada para ningnna de estas transforma- descripción adopta un nuevo nombre, apareciendo como racionalidad del decidir
ciones. Las presentaciones utilizan los viejos esquemas (por ejemplo, estructura / y de ta organización. Toda organización se puede apoyar, para esto, en la "cultura"
proceso, centralización/ descentralización, constancia/ innovación), usan concep- de la sociedad, es decir, en una expectativa de trabajo racional firmemente estable-
tos que necesitan precisión, tales como institución, cultura, redes, sin esclarecer los cida en su entorno. 24 Entonces, debe y puede ser explicado adicionalmente que los
fundamentos operativos y se concentran, esencialmente, en organizaciones econó- resultados no siempre satisfacen -sea indicando que, de todas maneras, "en este
micas y no tanto (exceptuando el sector "tareas" y, eventualmente, tecnologías) en mundo" nada ocurre como se desea, sea apelando a la complejidad", sea aludiendo
la administración estatal o en universidades, $indicatos, hospitales, tribunales. Las .a las condiciones de una transformación evolutiva que depende del entorno.
innovaciones son llevadas adelante efectivamente con conceptos tales como "tra- Por ejemplo, la teoría clásica y el concepto típico de autodescripción de las
bajo de grupos" o "lean production" (producción enjuta, sin desperdicios), sin que organizaciones partieron de una estrecha relación, cuando no unidad, entre poder y
la organización pueda seguirlas, desmontando sus estructuras jerárquicas, para ni libertad. Conforme a ello, la libertad sólo era visible donde alguien tenía el poder
siquiera mencionar el nivel de las estructuras de sueldos y salarios. 22 Anivel .de las de imponer sus propias decisiones. La libertad y el poder amnentaban hacia arriba
ideas, el sistema pendula con oscilaciones distintas a las del nivel de las estructuras por el conducto regular y disminuían hacia abajo por la vía de las órdenes. Si; por
realmente efectivas. Por esta razón, también falta una explicación teórica para el lo contrario, se reorienta el concepto de libertad como construcción ínterpretativa
hecho ampliamente aceptado, por así decir conocido, de que el modelo clásico ya competente de alternativas, sobre las cuales luego puede ser decidido razonable-
no convence. Los miembros, que como antes ven su tarea "propia" en contribuir a mente o no, disminuyen tanto la libertad como el poder con el aumento de comple-
soluciones racionales de los problemas, reaccionan desilusionados, a veces cínica- jidad." Y, simultáneamente, se disuelve la relación antes supuesta entre libertad y
mente, a las condiciones que encuentran. 23 poder (o entre no libertad y coerción). El problema del uso visible y atribuible de la
Por eso retomamos nuevamente este modelo de la jerarquía orientada a fines,· libertad se desplaza al nivel de la comunicación. Quien no tiene poder para impo-
para preguntarnos cómo estaba construido y qué es lo que ya no convence de él. En ner sus decisiones, siempre puede comunicar arriesgadamente, sea como superior,
el modelo clásico, se parte de la mitología de las personas que deciden y, desde al\í, .como subordinado, como experto o como consultor. Con esto, se convierte en la
sólo ve el problema de disciplinar las decisiones de éstas, en el sentido de los fines cuestión de qué distinciones, qué alternativas, qué posibilidades de.elección se
organizacionales. Se compensa, por consiguiente, la mitología de las personas que pueden construir e incorporar en la comunicación; y si esto se hace para simbolizar
deciden, esperando una racionalidad más o menos técnica de sus decisiones. Ahora
24
la organización aparece como una jerarquía orientada a fines. Y el esquema deter- Cfr. Virginia H. lngersoll/Guy B. Adams, Beyond Organizatiortal Boundaries: Exploring
minado/ indeterminado tiene, ahora, una estructura que, de acuerdo a la distinción the Managerial Metamyth, Administration and Society 18 (1986), pp. 360-381. En todo caso,
se deberá agregár, rápidamente, que esto no vale en muchos ámbitos de la sociedad mundial
entre fin y medios o entre arriba y abajo, está determinada o es al menos determi- o sólo vale .en medida reducida o solamente vale para detenninados tipos de organizaciones.
25
Por ejemplo, mediante la sobrecarga de interacciones con desacostumbrada compleji~
21
Véase, por muchos, Federico Butera, Il castello e la rete: Impresa, o~anizzazioni, e dad. Así Karl E. Weick, Toe Vulnerable System: An Analysis of the Tenerife Air Disaster, Jour-
professioni nell' Europa degli anni '90, 2' ed., Milano 1991. nal ofManagement 16 (1990), pp. 571-593; citado aquí según la reimpresión en: Peter.J. Frost et
22
En esto véanse reportes actuales en las Mitteilungen Nr. 22/Jimi 1995, del Instituto de al. (Eds.), Reframing Organizational Culture, Newbury Park Cal. 1991, pp. 117-130.
Investigaciones Sociológicas de la Universidad de GOttingen. 26
Véase para esto Lany M. Presten, Freedom and the Organizational Republic, Berlin
n Cfr. Feldman Op. Cit. (1989), esp. pp. 106 ss. 1992, pp. JO s.

486 487
la propia participación en el. acaecer, o si se prefiere no correr ningún riesgo "po- prefirió y elaboró una versión cercana a la praxis, es aconsejable poner a prue-
lítico" y permanecer invisible, para poder incorporarse más fácilmente a la parte ba también la otra posibilidad, tanto más cuanto que, en muchos aspectos, sobre
ganadora. Se deberá partir del hecho de que este orden deja abierta la elección de todo en la reflexión acerca de las condiciones de la intervención exitosa y en el
estrategias y, al subordinado, la elección de criterios. Entonces, la comunicación constructivismo de problemas de los terapeutas y consultores organizacionales, ya
sirve esencialmente a la autosatisfacción intelectual de los sistemas, tanto psíqui- se ha exigido y en parte alcanzado mayor distancia teóricamente guiada. En' esta
cos como sociales, sin tener que presuponer consenso para ello. dirección apunta la propuesta de concebir las auiodescripciones como producción
En la medida que se reemplaza la mejor racionalidad posible por "cultura", se de textos que asumen las funciones de la memoria, es decir, regulan el olvidar y el
hace también comprensible que las organizaciones ya no se justifican solamente por recordar (y con ello: separan lo indeterminado y lo determinado r
su producto, sino que intentan adaptarse a las expectativas de la sociedad, vale decir, Una de las consecuencias de esta renuncia al modelo clásico podría residir
ante todo a la opinión pública. De este modo, motivado por el escándalo Brent Spar, en un cambio (que hace largo tiempo se está preparando) en la valoración del
el grupo Shell explica, el 27 de junio de 1995, mediante avisos de toda una página en personal. En el modelo clásico se suponía, más o menos explícitamente, que la
cientos de periódicos, que ha aprendido que en el futuro debe orientarse por la opi- rncionalidad del comportamiento del miembro individual estaba suficientemente
nión pública (por lo tanto, no sólo por cálculos internos de racionalidad). Sea lo que determinada por medio del vínculo al fin y a través de la posición jerárquica y sus
sea que se piense sobre esto: la autodescripción de la empresa se hace, de esta forma, grados de libertad. Dicho en otras palabras, oficialmente no había problemas de
ambigua y en el futuro se deberá orientar primordialmente por la distinción presenta, motivación, salvo en la negociación de las condiciones de membrecía. Después
ción externa/ presentación interna, la cual debe ser luego equilibrada internamente. de ella no deberían emerger problemas de motivación -salvo que fueran proble-
Con estas transformaciones en la realidad y en la autopresentación de las. orga- mas de desviación, de infracción de normas, es decir, de supervisión.
nizaciones complejas, también podrían crecer nuevas posibilidades para la imagi- No obstante, si la premisa de la racionalidad jerárquicamente estructurada
nación teóricamente inspirada, aunque sea luego local. Llama la atención lo mucho debe ser reemplazada por la premisa de la paradoja del decidir y de la absorción de
que la investigación organizacional ha seguido hasta ahora esa autodescripción incertidumbre, cambiar! esos supuestos. ,La separación clásica entre motivación
racionalista-jerárquica, tomando también la definición "científica" de su objeto. Ha y cognición ya no se sostiene -tan escasamente como la separación entre razón y
encontrado en su objeto una "autodescripción desde arriba" y la ha aceptado para vol!llltad, en la antropología. 27 En su lugar, se presenta la cuestión de cómo construye
sí misma -al menos como dato de las exigencias que las organizaciones se ponen el individuo su mundo (o, más exactamente, se coustruye a sí mfamo en el mundo).
a sí mismas. La autorreflexión del sistema define, por lo tanto, el objeto del análisis Para el sistema social, esto significa pasar al modo de observación de segundo orden
científico. Esa "cercanía al objeto" puede ser recomendable bajo ciertos aspectos y, en la jerarquía, tanto desde arriba hacia abajo como también desd¡¡ abajo hacia
-por ejemplo, .para facilitar el acuerdo con los miembros de las organizaciones in- arriba. La consecuencia no consiste en retomar el enfoque de "human relations", que
vestigadas o, también, como condición del acuerdo y aceptación de la consultoría. suponía que el bienestar del ser humano era el presupuesto de la posibilidad de moti-
No obstante, un análisis de los problemas lógicos y estructurales de toda autodes- varlo. La organización debe más bien saber manejarse, en el trato con sus miembros,
cripción mete una cuña en esta concordancia. Si la ciencia y, especialmente, la sin esos supuestos antropológicos fundamentales y, en vez de ellos, orientarse por lo
sociología estimulan sus posibilidades teóricas, pueden llegar a descripciones con que puede ser observado. Dado que es un sistema cerrado, debe poder resistir mucha
una contingencia mucho más alta y de complejidad estructural mucho mayor, en mayor apertura, que la que estaba prevista en el modelo clásico. Y, estructuralmente,
las cuales la "praxis" no.se puede volver a reconocer, sin más.
No es necesario decidir aquí entre éstas dos posibilidades. De todos modos no 27 Sobre esto G0:tthard Günther, Cognition and Volition: A Contribution to a Cybemetic
puede ser exigida como correlato de un concepto científico (por ejemplo: "critico") Theory of Subjectivity, en Gotthard Günther, Beitriige zur Grundlegung einer operationsfühigen
adecuado al objeto. Sin embargo, después que Ja teoría clásica de la organización Dialektik, vol. 2, Hamburg 1979, pp. 203-240.

488 489
esto significa: que todas las estructuras que determinan el decidir han de ser desarro- competencia última de toma de decisiones en la cumbre de la jerarquía del sistema
lladas sólo por las operaciones del sistema en un entorno que permanece, en princi- o, como la mayoría, aceptando ambas soluciones, lo que hace posible un ir y vol-
pio, desconocido, pero que puede ser construido sobre la base de las experiencias de ver de problemas abiertos. Las metas y las competencias últimas sirven, entonces,
la organización consigo misma y ser recordado como construcción. como reglas de detención para evitar un eterno retomo. Sirven como sucedáneo del
Otra consecuencia de la.autodescripción como jerarquía que funciona racio- tercer valor, que no puede ser calculado, o del tercer sujeto, que no puede ap~recer.
nahnente fue que conduce inevitablemente a frustraciones y, a través de dichas Se evidencia, al menos a nivel de las autodescripciones, pero, con frecuencia
frustraciones, a la resignación. Así, se espera de los proyectos o de las propuestas y muy masivamente, también a nivel de las planificaciones estratégicas de opera-
de reforma, que sean sensatamente "implementados". Pero existen razones, tanto ciones prácticas, que estas seguridades han pasado a ser poco dignas de crédito.
por parte de la organización estimuladora como por parte de la organización eje- Los miembros del sistema reaccionan con comentarios más o menos cínicos. 30 La
cutora, para pensar que estas expectativas son, en muchos aspectos, ilusorias. La · comunicación sabe que se trata de fijaciones de límites, que puedeu ser muy fácil-
ilusión puede servir a la autosatisfacción del estimulador o también para la forma- mente sobrepasados; y falta la posibilidad de matar al que lo hace, por el interés
ción de fundamentos para la resistencia que de todos modos se motiva. Para todo de la soberanía, como a Rémulo al superar los muros de Roma. 31 Se debe contar ·
esto hay explicaciones en la ciencia de la organización, las cuales muestran que se con la presencia del tercero ausente, incluirla en el cáléulo. La organización, por
debe contar con esto en los casos normales," y estas explicaciones sólo confirman, lo tanto, es pura positividad y las delimitaciones sólo se pueden lograr a través de
lo·que de todos modos saben los miembros experimentados de la organización. la autoorganización, vale decir, solamente por medio de operaciones propias. Las
Por lo tanto, se podría y se· debería evitar que las organizaciones se engañen a sí identidades no están dadas, deben ser formuladas, y esto también vale para condi-
mismas, por medio de su autodescripción. Estas reflexiones pueden dejar en claro, ciones marco de cualquier clase. Deben ser llevadas a una forma, cuyo otro lado
por cuáles razones se tendrá diftcultades para seguir basando la autodescripción de sería la comunicación de no saber - de inobservabilidad, de inaccesibilidad ope-
las organizaciones en el texto clásico de)a teoría de las organizaciones. O, en caso rativa, de información faltante. En concreto, esto significaría que se da-a-conocer
contrario, se puede hacer, pero sólo considerando también su opuesto, su falta de permanentemente que no se sabe sí las metas todavía concuerdan y si las órdenes
credibilidad, su siempre posible deconstrucción en el mismo sistema. están objetivamente justificadas. Se puede evitar, naturalmente, un modo de expre-
Todo esto puede ser razonable sobre la base del estado de la investigación teó- . sión tan banal (otra vez: cínico), pero al nivel de reflexión actual es inevitable con-
rica de sistemas. Una cuestión totahnente diferente es si, con las simpliftcaciones siderar la bilateralidad de todas las formas. Lo que habría que formular seria, por
correspondientes, la podrá seguir una autodescripción de sistemas orgauizaciona; consiguiente, el límite que permanece estable, en cuanto límite, porque el retomo
les individuales. Se deberá esperar aquí, si es que y cómo se las arreglan las orga- referencial ad infinitum debería conducir a lo inobservable, tanto al ladg interno de
nizaciones con una orientación a sí mismas más bien experimental y con la cons- la forma (lo que, por ejemplo, exigen los fines) como al lado externo de la forma
tante reestructuración de su propia memoria y, en particular: cuán ampliamente se (por qué son perseguidos en realidad}: ·
pueden mantener o cambiar las personas como factores de la memoria del sistema.
Si se siguiera el texto clásico, se debería afirmar haber.resuelto el "problema·
'º Cfr., por ejemplo, Martha S. Feldman, The Meanings of Ambigoity: Leaming from
del tercero""; sea por la preexistencia indiscutible de una meta o suponiendo una Stories and Metaphors, en: Frost et al. (Edsc), Op. Cit. pp. 145-156; con mayores detalles,
Martha S. Feldman, Order Without Design: Information Processing and Policy Making, Palo
Alto Cal., I989.
28 31 La discusión de este caso, en la modernidad temprana, remite a los discursos de Machía~
Cfr. por ejemplo, Vicki E. Baier/James G. March/Harald Saetren, Iinplementation and
Ambiguity, Scandinavian Joumal ofManagement 2 (1986), .pp. .197-212. vello. Véase también Juan Pablo Mártir Rizo, Vida de Rómulo (1633), citado según la edición
29
En esta fonnulación seguimos el modo de expresión de· Michel Serres. Véase, por ejem~ de Madrid 1945 y Vrrgilio Malvezzi, ll Romulo, en: Opere des Marchese Malvezzi, Mediolanum
plo, Le Parasite, Paris 1980, o Les cinq sens, Paris 1985. · - 1635,pp.11-131.

490 491
Para enfrentar esta problemática, la semántica veteroeuropea había preparado extrañamente nai've, si se quisiera presentar como realidad la autodescripción de-
un modelo del tipo "o bien esto/ o bien esto otro", es decir, la distinción entre una terminada para el entorno. Se puede, por lo tanto, designar la idea de una.raciona-
dogmática alarmante y un escepticismo intranquilo; todo hablaba, luego, a favor lidad jerárquicamente garantizada, como un "scripf' 34 (guión), que debe servir ante
de la quietud en una u otra forma dogmática. Esta distinción se disuelve en el siglo todo a aquellos que se aproximan a la organización desde afuera. Si bien ahora se
XVII. No se puede realizar ·dicha distinción, de todos modos, a nivel de las organi- .debe saber qué comunicaciones pertenecen a qué contexto, se debe poder conocer
zaciones individuales (no se habla aquí del sistema de la sociedad). No se puede los límites del sistema y justipreciar discreción / indiscreción; pero todas éstas
realizar, precisamente porque toda disposición dogmática debe ser puesta a prue- son cargas, que según toda experiencia se dejan llevar, en tanto es completamente
ba constantemente en el mercado o en otras condiciones del entorno (aceptación impensable concebir y representar, con una fórmula global, la totalidad de las ope-
profesional, financiamiento estatal, etc.). Deberá ser reemplazada por medio de un raciones del sistema.
continuo oscilar entre disposición y superación, lealtad al sistema y cinismo, co- Quien conoce a las organizaciones desde adentro sabe que esto no es muy
municación constructiva y deconstrnctiva, donde la memoria del sistema, recuerda difícil 'y que ya se realiza, en alta medida, en el cotidiano de las organizaciones.
u olvida igualmente el proceso del "crossing" (cruce). Se trataría entonces de la La cuestión únicamente es si este cotidiano puede ser recibido también a nivel
organización comunicativa de este oscilar, de una conducción paralela permanente . de las autodescripciones o si es aquí inevitable fingir que se cree en textos ficticios.
de ambas posibilidades de comunicación, de la evitación de la preeminencia jerár- La presente apoteosis de cultura e institución parece estar convencida de que esto
quica duradera de.lo "correcto" y del aumento simultáneo de confianza y descon- es así. Una teoría sociológica de la organización podría ofrecer fundamentos para
fianza en el texto. mantener esta cuestión al menos abierta.
En esta situación de difícil fijación de identidad, se encuentran muy típica-
mente dos respuestas, que los insider pueden mantener separadas: una para las
presentaciones externas y otra para los miembros." Aquí también ayuda una dis- IlI.
tinción para disolver la paradoja de la identidad. Con la presentación externa se
intenta encontrar reconocimiento y apoyo. Pero en el tráfico interno sería· vergon- Una autodescripción sólo puede, naturalmente, ·ser producida en el propio sistema.
zoso confundir esta presentación con la realidad (la cual, sin embargo, no es más Una descripción del sistema por sistemas. del entorno permanece como descripción
que otra presentación, igualmente convencional)." En la presentación externa no externa-como cuando, por ejemplo, los científicos presentan teorías sobre organiza-
se podrá admitir que la central no puede controlar efectivamente el acaecer real, ciones o describen determinadas organizaciones en "estudios de casos". En tales si-
que se trata de un laberinto o de un "garbage can" (bote eje basura) y que no se tuaciones se debe hablar de heteroobservación. Sin embargo, hay un tipo,,especial de
puede hablar de decidir racional. Por otro lado, para los fines internos parecería ocupación (y de organización) que no se deja aplicar, sin más, esta clara distinción:
ésta es la actividad de consultoría organizacional por parte de especialistas externos.
32
Para uno de muchos ejemplos, véase: Mayer N. Zald, Comparative Analysis and,Measu- Con el desarrollo de esta rama y con una reflexión permanente sobre sus ex-
rement ofürganizational Goals, Sociological Quarterly 4 (1963), pp. 206-230; además Barry M. periencias en seminarios, cursos de formación, publicaciones y otras formas de
Staw/Pamela I. McKechnie/Sheila M. Puffer, The Justification of Organizational Performance,
autoconversación, se han generado notables modificaciones en su autocompren-
Administrative Science Quarterly 28 (1983), pp. 582-600. Cfr. también Gerald R. Salancik/
James R. Meindl, Corporate Attributions as Strategic Illusions of Management Control, Admi~ sión original. En el marco de un concepto de organizaciones técnico-racionales, en
nistrative Science Quarterly 29 (1984), pp. 238-254. Bibliografia adicional se encuentra bajo el
par conceptual función latente I función manifiesta. Cfr. por ejemplo, Burton R. Claric, Toe Open
Door College: ACase Study, New York 1960. 34Entendido este concepto en el sentido de la psicología cognitiva. Cfr. por ejemplo Robert
" Véase sobre esto Klaus A. Ziegert, Courts and the Self-concept of Law: Toe Mapping P. Abelson, Psychological Status of the Script Concept, American Psychologist 36 (1981),
of the Environrnent by Courts of First Instance, Sydney Law Review 14 (1992), pp. 196-229. pp. 715-729.

492 493
lo esencial se trataba de exponer a la organización a otras condiciones. El consultor tiene por significativa la praxis ejercitada, sin preguntar a continuación por qué
debía poder presentarse con mejor conocimiento. y préscribir recetas -<:omo un se ha dispuesto así y no de otra manera. Las costumbres y comportamientos tie-
a
médico, que puede ayudar organismos enfermos, o como un ingeniero, que puede nen, asiduamente, un valor simbólico por el cual dan a conocer que todo está en
arreglar máquinas defectuosas. El concepto modificado no debe necesariamente orden, como siempre ha sido. Por de pronto, preguntar por el problema sirve para
romper las expectativas que esperan un mejoramiento de las prestaciones, pero ya . esponjar el terreno y hacer aparecer lo aceptado como contingente: como también
no duplica -<:on la pretensión de mejor conocimiento- lo que sería de esperar de la pensable de otro modo. Se puede plantear esto en forma naive, como un extraño
organización y, en especial: de su dirección. que trata de entender algo; o psicoanalíticamente, con la sospecha de que detrás se
El viejo concepto había referido la tarea de consultoría a la planificación de las oculta algo inconsciente o inexpresable; o de manera funcionalista, buscando equi'
premisas de decisión del sistema. Esto se toma, sin embargo, discutible (o, en todo valentes ftmcionales. La pregunta por el problema es suficientemente abstracta,
caso, en principio poco seguro de éxito), en la medida en que se hace claro que la para poder coordinar un equipo de consultores organizacionales con formaciones
estabilidad de un sistema dinámico, en un entorno turbulento, requiere un acopla- y preferencias muy diversas. Frecuentemente es, además, suficientemente abierta,
miento flojo (y ninguno firme) entre premisas y decisiones. Al consultor (como al para no fijar de inmediato al consultor con una solución determinada. Puede ser
director) le falta, por lo tanto, causalidad de intervención. Pero en su lugar puede reexpedida como pregunta: ¿Cuál es el problema, que ustedes intentan solucionar?
ofrecer conocimiento .de orientación,35 y se necesita, por lo tanto, una teoría de Pero también tiene un cierto.contenido obligatorio a tratar de aclarar el problema.
la autoobservación y aútodescripción de organizaciones, para poder determinar la Todo problema contiene la expectativa de que puede ser solucionado (si uno sólo
función de una consultoría organizacional que viene de afuera.36 supiera: cómo).
Los consultores parten de la autodescripción que encuentran al llegar y con- El punto de partida para la cooperación entre consultores y organización es
sideran que su tarea consiste en deconstruirla, para reconstruirla. Sobre todo el la suposición de que hay problemas, porque finalmente: por qué otro motivo, si
concepto de problema, les sirve de palanca para el cambio. A menudo, en primer no éste, han sido llamados los consultores. Sobre este fundamento se puede tra-
lugar, se trata de descubrir el problema que ha inspirado la praxis anterior. Con tar, de la mano de un planteamiento modificadó del problema, de formular una
frecuencia los fines dados sólo sirven para disimular los problemas, cuya solución nueva perspectiva, elaborándola en sus consecuencias -aunque sólo sea para des-
ha estabilizado el comportamiento. En otros casos simplemente han perdido actua- 'lizarse por las viejas líneas de conflicto. Se puede dar nuevas esperanzas al siste-
lidad, sin que se haya notado. A veces se trata de desarrollar formas de enfrentar ma: Nuevo juego, suerte nueva. Aunque también se puede elevar el contenido de
problemas mal definidos y difícilmente definibles. 37 Frecuentemente también, se incertidumbre de las soluciones de problemas e instalar circuitos de reflexión
en los cuales el propio sistema transforme, continuamente, las a~tgobservacio-
35
Cfr. Barbara Czarniawska~Joerges, Merchants ofMeaning; Managem_ent Consulting in
nes en autodescripciones.
the Swedish Public Service, en: Barry A. Tumer (Ed.), Organizationnl Symbolism, Berlín !990, Las discusiones de problemas ofrecen, por lo tanto, la posibilidad de dar una
pp. !39-150. . forma suficientemente ambivalente al oscilar entre hetero- y autodescripciones.
36
Reemplazamos con esto la fonnutación que se presenta desde hace algún tiempo, res- En dicha forma permanece ambivalente: ¿Quién determina de quién es el pro-
pecto a que la dirección de organizaciones y ta consultoría organizacional tendrían que ver con
blema? También queda ambivalente, qué aspecto podría tener una solución del
la generación de sentido. La propia fórmula no hace sentido alguno; si no es mejor delimitada, ·
puede ser aplicada a cualquier comunicación. problema. Y, por último, sigue ambivalente, si el problema designado debe ser
37
En e~os casos, el problema consiste en la mala (inexacta, ambigua) definición del pro- realmente solucionado (o no hay otro que lo requiere mucho más) y a qué estado
blema. Cfr. por ejemplo, Alter R. Reitman, Cognition and Thought, New York 1965; HerbertA. llega el sistema, si hace del problema un tema e intenta solucionarlo. F:s posible
Simon, Toe Structure of Ill-structured Problems, Artiiicial lntelligence 4 (1973), pp. 181-201;
llegar a un acuerdo acerca de una formulación del problema, sin poderse enten-
reimpreso en HerbertA. Siinon, Models ofDiscovery and Other Topics in the Methods of Scien-
ce, Dordrecht 1977, pp. 304-325. der sobre la solución de dicho problema -y viceversa. La distinción problema/

494 . 495
solución del problema hace posible acuerdos con reserva de disenso. O también sociedad." Con respecto al sistema de la sociedad, las familias y las organizacio-
acuerdos transitorios, que aún no se puede prever cuán lejos alcancen .. nes se encuentran directamente diferenciadas en forma segmentaría, cualesquiera
Conversar sobre "problemas" es, después de todo, una posición de replie: sean las diferencias de rango social de las familias o de tamaño, poder y fuerza
gue, que se ofrece cuando el sistema se encuentra confrontado con exigencias financiera entre las organizaciones. Por eso, en el caso de estos sistemas, las auto-
de decisión inconsistentes.38 Con ella, el sistema se puede evadir a un nivel de descripciones no pueden ser referidas a un subsistema de la sociedad. Permanecen
la comunicación en que no se espera ningún comportamiento efectivo, pese a Jo atadas a una respectiva familia (nombre, genealogía, frecuentemente también resi-
cual la autopoiesis del sistema continúa. Y nadie discutirá que hay problemas que dencia antigua), o bien, a una organización determinada. En el entorno interno a la
requieren ser esclarecidos, si se desea .evaluar posibles soluciones. sociedad de uno de esos sistemas hay otros numerosos sistemas del mismo tipo, en
Si esta presentación refleja, más o· menos correctamente, una realidad. que se tanto, por ejemplo, en el entorno interno a la sociedad del sistema de la ciencia no
está revelando actualmente, es ante todo digno de atención, que no se desarrolle hay ningún otro sistema de la ciencia con calificaciones desviantes de la verdad.'°
ninguna competencia superior, sino más bien una competencia subalterna, para el ¿Qué consecuencias resultan de esta situación, para la autodescripción de organi-
oscilar entre perspectivas internas y externas. Tampoco se trata de la abstracción zaciones individuales que deben tener en cuenta que hay otras organizaciones con
de principios comprensivos, sobre los cuales haya que ponerse de acuerdo. No se otras autodescripciones?
trata de la difusión del saber verdadero, ante el cual la contradicción pudiera ser Parsons ya.había previsto, aunque por fundamentos teóricos completamente
tratada como error. Se trata, más bien, de formas de pensar que todavía pueden distintos, un nivel jerárquico especial (institucional, a diferencia con managerial
generar, incluso frente a la paradoja fundamental del observar (dela unidad de una y con ejecutivo), en el cual las organizaciones individuales se relacionan con el
diferencia, de la identidad de lo distinto), "Eigenwerte" (valores propios), vale de- .sistema de la sociedad, sus símbolos y normas. 41 Con esto estaba dicho, ya en los
cir, identidades recursivamente consolidadas. Y si esto puede, en general, resultár años '50, que no basta con definir y relacionar a las organizaciones con la socie-
la ciencia debería estar en condiciones de elaborar una teoría apropiada, dad por su producto, esto es, por su mercado. Entonces, esto fue una reacción
tardía a la crisis económica mundial de 1929, la que inclinó a Parsons a hacer
una critica de los supuestos teóricos utilitaristas. 42 Este juicio se encuentra hoy
IV. ampliamente difundido, claro que sin recordar el motivo histórico que lo hizo
surgir y sin recordar a Parsons. Lleva el nombre de "nuevo institucionalismo" (sin
Se puede distinguir y comparar organizaciones y familias. Las diferencias son evi-
dentes según el tamaño posible, el orden interno, la función y conveniencia del
comportamiento (para no decir racionalidad). Las familias no pueden ser subsis- 39
,.
No excluimos con esto, que pueda haber autodescripciones de esta clase como la sacie~
M

temas de otros sistemas funcionales, lo que para las organizaciones es posible, e dad como gran familia (Gemeinschaft) o la sociedad como organización, que se ocupa de todo y
incluso típico. Pero, en esta perspectiva, salta a la vista una concordancia: ,Ni fami- es responsable de todo. Pero bajo las condiciones actuales es claro, sin más, que éstas a lo más
lias ni organizaciones construyen, sobre su base de operación, un subsistema unita- pueden ser instrumentos de política simbólíca, en la cual nadie cree demasiado.
40 Únicamente cuando se considera otr_o escalón de diferenciación, en el sistema de la
rio de la sociedad - "la" familia de la sociedad o "la" organización de la sociedad,
ciencia hay institutos de investigación, en el sistema político Estados, en el sistema de medios
tal como, por ejemplo, hay un sistema económico o un sistema del derecho de la masivos de comunicación periódicos, estaciones de radio, etc.
41 Véase Talcott Parsons, Sorne Ingredients of a General Theory of Formal Organizations,

en Talcott Parsons, Structure and Process in Modera Societies, New York 1960, pp 59-96.
42 Véase también el artículo paralelo, Some Reflections on the Institucional Framework of
38
Cfr. Nils Bnmsson, Managing Organizational Disorder, en: Massimo Warglien/Michael Economic Development, en el mismo volumen, pp. 98·131, y sobre todo la obra temprana: The
Masuch (Eds.), The Logic ofOrganizational Disorder, Berlín 1996, pp. 127-143 (131 s.). Structure of Social Action, New York 1937.

496 497
ofrecer algo esencialmente nuevo) y es proclamado como avance teórico. 43 En go, sin que se perciba cuán frecuente es que el diálogo, desde puntos de partidas
este contexto se afirma que las organizaciones necesitan una "identidad cultural", diferentes, agudice las controversias, en vez de suavizarlas).
aunque no pueden crearla por sí mismas. Deberían referirse a los valores de su en- El problema más profundo se presenta, cuando se pregunta cómo puede, real-
torno societal, para "legitimarse". Deberían producir un balance ecológico y otras mente, ser concebida y afirmada la unicidad de un sistema individual, la cual se
cosas semejantes, si esto allí se acostumbra o se considera progresivo. Queda, .· construye, al mismo tiempo, a partir de los mismos valores que los sistemas del
frecuentemente, abierto si esto ha de ocurrir sinceramente (pero: ¿cómo se puede entorno. O, bajo la forma de pregunta: ¿No debe ser siempre pagado el reconoci-
comprobar?; tal vez basta con afirmar que se cree seriamente), o si se trata de una miento, de alguna forma, con la renuncia a la unicidad?
suerte de prestación simbólica, en la cual.nadie cree; y, siguiendo: cómo puede Hemos mencionado ya, en relación con el relato de historias como forma de
ser comunicada esta incredulidad - por ejemplo, cínica o carnavalescamente. Por- la memoria del sistema, la "paradox uniquenes".45 Las historias convencen me-
que todas las autodescripciones en forma de texto son vulnerables en algo. grado, diante la unicidad concreta del suceso relatado, el que, sin embargo, puede ser una
sugieren directamente segundos pensamientos, y esta susceptibilidad puede ser enseñanza. En la tradición filosófica y, especialmente en la estética, se desplaza
amortiguada por medio de la diferenciación entre la comunicación oficiosa y cíni- esta paradoja por medio de la distinción de lo general y lo particular o del ideal
ca, fingida y penetrante. y sus realizaciones materiales y se espera, precisamente, de la obra de arte única
Las ventajas de esta teoría institucional que, a través de Parsons, pueden ser y original, que en ella se haga visible algo general. Lo mismo sucede con los se-
reconducidas al institucionalismo temprano de las tres primeras décadas del siglo res hmnanos ilustrados. Para resolver esta paradoja, hay ejemplos completamente
xx44 y han sido elaboradas principalmente como teoría del derecho, también son constructores de tradición, a los cuales, sin emblifgo, se está tan acostumbrado, que
seguidas hoy, todavía acríticamente, aunque con muy diferentes interpretaciones. la paradoja ya no se trasluce y se debe reconstruir sólo por medio de la radicaliza-
A continuación, se arriba a suficiente consenso en relación con el entorno societal, ción del planteamiento del problema.
al reconocimiento recíproco, a un terreno común de consensos en el mundo de la Las organizaciones usan sus autodescripciones para poner de relieve su par-
· vida. Esto no debe ser discutido aquí, ni removido por una teoría contraria. Tiene ticularidad individual, en una terminología que, según se espera, encuentre reco-
una verdad indiscutible para sí, aunque sólo subraya un lado del problema de la nocimiento general. La forma más importante de resolución de la paradoja de la
identidad y deja el otro sin ser c.onsiderado. De esta manera, se esboza un cuadro unicidad parece consistir en estrategias de superación. Las sociedades antiguas
conciliador, se hace desaparecer el problema de la construcción de identidades, las disponían para ello de una moral meritocrática, que alcanzaba a ingresar al mundo
controversias son suavizadas, son atribuidas a personas o a situaciones, que, final- de los héroes y semidioses, de los ascetas y los santos - in pursuit ofexcellence (en
mente, se espera acoger en la paz institucional. Esto se corresponde, una vez más, ·busca de la excelencia), como quizás se diría hoy. Se daba por supu,¡¡;to el consen-
con el supuesto clásico de que el orden jerárquico de competencias directivas, que so en las dimensiones de valoración, pero al mismo tiempo estaba prevista l(na dis-
asume de hecho la unidad del sistema, podría dirimir las diferencias de opinión. pensa del deber de imitación. También era posible orientarse, en esta perspectiva,
(Hoy en día, la jerarquía es a menudo reemplazada o complementada por el diálo- por el orden estatutario de la jerarquía de la sociedad, la .cual excluía comparar a
través de las fronteras de rango. Se podía admirar a los héroes -y comprobar ali-
viado, al mismo tiempo, que los niveles de exigencia estaban regulados y que uno
43 Para datos bibliográficos, véase cap.1, nota 68 a pie de página.
44Véase, por ejemplo, Santi Romano, L'ordinamento giuridico I, Pisa 1918, reimpresión no debía exigirse a sí mismo esos altos rendimientos. Desde la lontananza recono-
de la 2' edic. Firenze 1962; John R. Commons, Legal Foundations of Capitalism, New York cemos, en la doble función de admiración y alivio, una paradoja de fondo, esto es,
1924; John R. Commons, Institutional Economics: lts Place in Political Economy (1934), citado
según la edición Madison Wisc. 1959; Maurice Hauriou1 Die Theorie der Insritution und zwei
andereAufsatze (Ed. Roman Schnur), trad. alemana, Berlín 1965; Roman Schnur (Ed.), !nstitu-
45
tion und Recht, Dannstadt 1968. Cfr. supra pp. 251 s.

' 498 499


i 1:1
"
1.:
1
una autorización de auto exención insólita para la moral. O, formulado en términos los cambios estructurales y reformas llevadas a cabo o bloqueadas. A nivel de las
11
de teoría de la reciprocidad: se podía pagar el alivio con admiración. innovaciones de productos, con frecuencia se trata tan solo de novedosas com-
i
Tal como la estratificación, la moral meritpria. también ponía fronteras a las binaciones de ventajas y desventajas. (Se hace cada vez más dificil subir y ba-
i comparaciones significativas. En la sociedad moderna, le faltaría el respaldo es- jar de los nuevos automóviles aerodinámicos). En el ámbito de la misma orga-
¡,
¡i
tructural a una moral como ésa. Es evidente que hoy también hay rituales de dis- nización, la valoración positiva de la innqvación da la legitimación previa para
i¡ tinción, premios de arte, literatura y varios otros, premios Nobel y Osear, pero son efectuar nuevos intentos una y otra vez. O, también: olvidar continuamente las
i típicamente evaluaciones de rendimiento, que sólo reciben su galardón a través de razones por las cuales fracasaron las innovaciones anteriores. Tampoco se depen-
!: de tanto del consenso valórico previamente dado, sino mucho más de constantes
un jurado especial (vale decir, por medio de una organización) y deben ser procla-
madas como capaces de lograr consenso. Pero, precisamente estas precauciones y pruebas de éxito. Una organización, que se describe a sí misma como fuerte en
la celebración de lo que (con contadas excepciones) son bagatelas, descubre una innovación y se motiva correspondientemente, siempre cree estar un tramo ade-
estructura artificial, no arraigada en la sociedad. lantada, con respecto a las organizaciones de su entorno. Tiene un trozo de fu-
En .el lugar de la antigua ética de distinción meritoria, parece haberse instalado turo ya determinado para sí misma, ha arriesgado algo y por esto está en condi-
el principio de competencia como equivalente funcional; y, acaso en su forma más ciones de tener experiencias, tanto positivas corno negativas, a las que no tienen
general: el principio de competencia por la atención y el acceso a los recursos de acceso otras organizaciones. Otras organizaciones son así remitidas al rol de ob-
medios de otros (como verdad, amor, dinero, poder). Aquí uno se puede perfilar servador y al de imitador, es decir, a roles sin oportunidades de individualidad.
de manera totalmente individual y leer en las condiciones de éxito, incluso sin re- Este tipo de estrategias de superación puede resultar en formato muy pequeño
glas canónicas de evaluación, sí se encuentra en la zona de valoración consensuada y referirse a prestaciones o productos estrechamente circunscritos ("Swatch" corno
o sí se está encaminado a poder comunicar su individualidad sólo mediante la des- ejemplo de una innovación muy exitosa, que se extiende desde el reloj al automó-
viación de lo habitual. (Esto puede ser válido, hoy en día, en medida considerable vil). Pero no se debe quedar en casos individuales. Las organizaciones pueden, si
para las organizaciones religiosas y, ante todo, naturahnente, para el arte moderno). los hechos lo justifican, escribir una historia de éxitos y condecornrse a sí mismas
Otra estrategia de identidad, marcadamente sobrepuesta con la competencia, corno conocidas por su rol de liderazgo técnico, su entusiasmo experimental o,
consiste en la innovación. U_n fundamento para esta insistencia en la (nnovación también: su publicidad, reconocimiento público, capacidades de fund raising (con-
podría radicar en que el ritmo temporal de las transformaciones internas ya no seguir financiamiento), beneficencia desinteresada, etc. ·
está preponderantemente determinado externamente, por ejemplo, por ciclos de Finahnente debernos recordar, una vez más, que toda producción de textos,
productos que exige el mercado, o por cambios en la dirección política, sino que la junto con hacer uso de. la memoria del sistema, la enriquece y cq$úa. Pero la
propia organización debe organizar su tiempo y, para eso, estar siempre dispuesta memoria, en cuanto producción de la diferencia entre olvidar y recordar, no es un
a la innovación. Se trata, en otras palabras, de un traslado del control -desde afue- rendimiento especial del sistema, sino que resulta completamente por sí misma
ra hacia adentro- de la medida en que pueden distinguirse el pasado y el futuro. de la autopoiesis de la comunicación. Precisamente por esto un sistema organi-
Innovación es ónicarnente una expresión eufemística de la exigencia de lograr la zacional (salvo que se trate de un sistema muy pequeño y eflmero) no se puede
flexibilidad vinculada a ella -aunque el entorno no presione. No obstante, esto abandonar, inerme, a la memoria que, de algón modo, se origina. Las autodes-
conduce tanto más a la cuestión de si y cómo pueden soportar las organizaciones cripciones cristalizan y conectan los componentes de autorreferencia de lo que se
condensa corno memoria. Tienen una función de nivel más alto que consiste en
la innovación auto deseada.
Hemos discutido suficientes dudas af respecto, para estar en condiciones de reducir el orden al orden, por medio del orden. No se puede excluir que se produz-
decir ahora: la valoración incondicionalmente positiva de las innovaciones tie- can intervenciones manipuladoras, pero estas mismas se encuentran sometidas a
ne validez solamente a nivel de la autodescripción, no a nivel de la realidad de · condiciones contextuales, que limitan estrictamente la arbitrariedad. Es, más bien

500 501
1
• 1

11·j
;li

1¡111 por esto, característica la típica coacción de la producción de textos, a dar forma. poralmente la diferencia entre ambas -del mismo modo en que hoy, en analogía
11
11 Las autodescrípciones cumplen su función, produciendo formas de disolución de a la descripción de la sociedad, se habla de organizaciones postmodernas, las que
1
I',1
paradojas ante el trasfondo de un reino de sombras de lo inefable, lo reprimido, lo evidentemente, también pueden ser organizaciones modernas. En otras palabras,
11
!¡ olvidado y, precisamente a través de esto, hacen posible el cruce de este límite y emerge una arquitectura más compleja de distinciones y casi se podría suponer que
11
1,
volver a traer lo excluido, con la ayuda de las señales adicionales particulares de lo luego el sistema no depende ya más de una identidad aceptada unánimemente, de
gracioso, lo irónico, lo cínico. un "sí mismo", sino que sólo debe estar en condiciones de pasar de una distinción
Y ésta es la razón por la cual la teoría de la institución es insuficiente. Porque a otra, según sea necesario.
la diferencia oficioso/ cínico, cuyo mantenimiento como diferencia es decisivo, no Esto requeriría circuitos de reflexión en el sistema que organicen ese cambio de
puede ser encontrada en el entorno ni ser equiparada con éste. Solamente puede ser terminologías y distinciones, de tal forma que no dependa completamente del azar
elaborada y mantenidá en el propio sistema, como una suerte de equilibrio de car- ni que se deba tratar caso a caso, si se habla de fines o de premisas decisionales, de
ga. O, también, como una posibilidad de llevar a cabo pruebas propias de realidad, principios o de paradojas, de productos o de cultura. Entonces se podrían traducir
en permanente contradicción del sistema consigo mismo. los problemas de un lenguaje a otro, para probar lo que puede ser observado de esta
manera. El sistema sería, en estricto sentido, "hipercomplejo", en tanto su propia
complejidad (como expresión de su unidad) podría ser descrita de diversas formas. 47
V. Si se concibe las autodescripciones como una suerte de reproducción de la
memoria del sistema, se tiene la ventaja de que la atención es redirigida de pro-
Supongamos que a una organización le resultara hacerse terapia con otra autodes- blemas normativos a problemas temporales. En todo caso, en esto se da por su-
cripción, determinada a disolver el modelo de sistema racional orientado a fines, puesta una nueva teoría de la memoria, de acuerdo a la cual la memoria sirve
jerárquicamente estructurado: ¿Cuáles podrían ser las consecuencias? precisamente a la coordinación continuamente presente, en constante renovación,
Debemos recordar que el sistema es y permanece intransparente para sí mis- entre pasado y futuro.'' Según esto, no se trata simplemente.de conservación de
mo. Jamás puede recuperar -recurriendo al modo de operación, mucho más com- lo alguna vez aprendido. En un mundo turbulento, una memoria como ésa tendría
plejo y dependiente de distinciones, de observar y describir- la totalidad de las escasas oportunidades de sobrevivir. Se trata, más bien, de un permanente dis-
operaciones que transcurren fácticamente, determinando, momento a momento, su criminar entre olvidar y recordar, de un liberar constante de capacidades que, a
estado. Por este motivo, tampoco será posible reorientar las formas de autocorrec- su vez, presuponen que hay suficientes redundancias disponibles, vale decir, que
ción y aprendizaje que suceden diariamente, hacia otro modelo mejor, más cercano se reservan suficientes identidades, para no hundirse en un caos to¡a¡. De manera
a la realidad, del sistema en el sistema.46 Más bien hay que contar con que el siste- correspondiente, en las nuevas teorías de organización "conscientes del entorno"
ma retenga el modelo raciona!, pero lo desplace y, trabajé luego, en el futuro, con se desplazan las exigencias de mantener e imponer lo conocido como correcto, a
dos autodescripciones distintas. Surge entonces una nuevafaqon de parler (modis-
mo), que se superpone a la interpretación anterior, sin poder reemplazarla. Así el 47
Véase para esto Lars Lófgren, Complexity Descriptions of Systems: A Foundational
sistema utiliza, al mismo tiempo, dos identificaciones y puede esquematizar tem- Study, International Journal ofGeneral Systems 3 (1977), pp. 197-214, y Robert Rosen, Com-
plexity as a System Property, International Journal ofGeneral Systems 3 (1977), pp. 227-232.
48
Véase Heinz von Foerster, Das Gedachtnis: Bine quantenphysikaHsche Untersuchung,
Wien 1948; Heinz von Foerster, What is Memory that it May Have Híndsight and Foresight as
~ Por ejemplo, en el sentido de Roger S. Conant/W. Ross AslÍby, Every Good Regulatbr of well?, en: Samuel Bogoch (Ed.), Toe Future of the Brain Sciences, New York 1969, pp. 19-64,
a System Must Be a Model of that System, !nternational Journal of Systems Science 1 (1970), trad. alemana, en Samuel Bogoch (Ed.), Wissen und Gewissen: Versuch einer Brücke, Frankfurt
pp. 89-97. 1993, pp. 299- 336.

502 503
r
I!
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i: · problemas de la modificación continua; también se podría decir: a problemas de
la constante "reselección" de las premisas de decisión. En cada nueva situación,

l
también debe ser sometido a una "redescripción" el pasado del sistema. 49 Se debe CAPÍTIJLO 15.
recordar. que el pasado también resultó de una decisión, es decir, fue contingente RACIONALIDAD
y sigue siendo contingente. De ahora en adelante, el problema agudo consiste en '

la cuestión respecto a cuál es el nivel de sistema en que entra en acción esta me-
moria que se renueva continuamente, que se "reimpregna" constantemente y cuán ·
ampliamente vinculada puede ser con las premisas basales de decisión o si se man-
tiene reservada. en un nivel separado de la descripción y planificación del sistema. so
Estas son, entre otras, preguntas a la organización de la contabilidad de la empresa l.
y a la posibilidad de engranada, más fuertemente que lo que ha estado hasta ahora,
con los negocios que transcurren diariamente. Si uno se planteara la pregunta sobre qué-expectativas dirigen a las organizacio-
Pero si se temporaliza de esta manera la jerarquía y se la concibe como pro- nes quienes están fuera de ellas, una investigación empírica daría como resul-
blema de sincronización de procesos, ¿debe ser "reprimida" la antigua conceptua- tado que se espera que favorezcan o, al menos consideren adecuadamente, sus
lidad referida a la racionalidad, como pudieran suponer los terapeutas, o puede ser intereses. Esto podría valer para seres humanos individuales como postulantes
modificada y adaptada, de tal forma que el sistema pueda desarrollar rutinas para o como afectados, como clientes o como pacientes, como escolares o como pre-
el cambio de las descripciones y para el trato con sus niveles más altos, sus consul- sidiarios en las prisiones. Aunque también vale para la relación entre organiza-
tores y terapeutas? Para esta cuestión nec~sitamos otro capítulo. ciones: de las empresas con sus bancos o de los bancos con las empresas que
buscan crédito; o para la relación de los sindicatos con las empresas o con el
Estado; o de los hospitales con las instituciones aseguradoras de salud y vicever-
sa. Como es dificil especificar la consideración de intereses y, dado que expe-
riencias particulares frustrantes no pueden ser automáticamente generalizadas,
se desarrolla sobre esta base una suerte de confianza; o al menos la desconfianza
pesa sobre las relaciones de manera casi insoportable, aumenta la carga de in-
formación y comunicación y sólo se soporta si no hay alternativa~, ¡¡sto es, si no
existe mercado.
Remitir la cuenta a los intereses, sin embargo, conduce a dificultades cuando
la organización, como es el caso típico, tiene que servir más de un único interés.
Entonces se debe, en cierta medida, calcular el interés en el interés y encontrar
una expresión más general. Se puede, por ejemplo, reemplazar la orientación a
49
Para reflexiones correspondientes en la teoría del arte, véase Michael Baldwin/Charles "intereses" por la orientación a "problemas". Sólo en raros casos la fórmula será
Harrison/Mel Ramsden, On Conceptual Art and Painting, and Speaking and Seeing: Three Co- "imparcial". Se puede esperar imparcialidad de los juzgados, pero no de los sindi-
rrected Transcripts, Art- Language NS 1 (1994),.pp. 30-69. catos. Incluso el Estado no debiera decidir "imparcialmente"; para evitarlo se ha
w Para esto Bo L. T. Hedberg/Paul C. Nystrom/William H. Starbuck, Camping on Sea-
inventado finalmente el concepto de "interés público". El problema, por lo tanto,
saws: Prescriptions for a SelfMDesigning Orgalllzation, Administrative Science Quarterly 21
(1976), pp. 41-65. es encontrar un concepto que si bien no ignore los intereses, porque de eso se

504 505
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!
trata, no los mencione y los absorba en una expresión más formal. Esto es lo que
hace el concepto de racionalidad.'
Con la racionalidad se abstrae la valoración de los intereses. De todo inte-
l determinable, alguna otra cosa debe ser excluida. 4 Se debe tratar de una forma con
otro lado. Pero entonces queda la pregunta de si.el otro la~o es sólo el unmarked
space de lo indeterminable,. de tal forma que todo lo determinado sería racional
rés, porque no sería racional conceder llanamente prioridad al interés público (0 como en el caso del espíritu absoluto, el cual tiene tras de sí el trabajo del concepto
al "Bien Común" o a los "public goods") por sobre los intereses privados. Si se
f y puede estar satisfecho consigo mismo. O si puede y debe especificar precisamen-
quiere dar expresión a esto, basta con abogar entusiastamente por los intereses te lo excluido como irracional, para tener al resto por racional -tal como se puede
públicos. Pero entonces.ésta sería una opción que ya no corresponde para el Estado discutir largamente sobre el buen gusto, aunque siempre se puede llegar a saber lo
en su concepción liberal y que se deja ampliar aún menos a todas las organizacio- que es el mal gusto.
nes. Si se quiere comuoicar a uivel del concepto de racionalidad, se debe hacer Dado que los juicios acerca de la irracionalidad son extraídos de los mismos
desaparecer, por consiguiente, toda valoración de intereses, lo que evidentemente criterios que los juicios sobre la racionalidad, no se puede ver bien la irracio-
1
¡
no excluye que los intereses puedan ser conocidos, reconocidos y diversamente nalidad como el otro lado de la forma de la racionalidad; ella es sólo la versión
valorados. Que las organizaciones deberían decidir racionalmente es, por tanto, negativa de la misma forma. Como fonna, la racionalidad se distingue de lo que
la fórmula con la que cualquiera (y ahora: incluida la propia organización) puede puede ser designado, con un concepto de la investigación "etnometodológica",
expresar en palabras su expectativa, sin identificarse con algún interés. Se trata, como "taking far granted'' (dar algo por sentado), como suponer aproblemático.
si se quiere, de un equivalente referido a decisiones, para lo que en la teoría del Esto conduce a ver como opuestos racionalidad y cultura o bi_en racionalidad e
conocimientó se denominaría "objetividad". Pero, ¿qué se puede estar entendiendo institución y a reaccionar a déficits conocibles de racionalidad apelando a la cultu-
por "racionalidad"? ra. Cuando se observa hacia la racionalidad (se llegue ahora al juicio racional o al
Quizás se trata solamente de uoa forma de comunicación que deja en el cuar- juicio irracional), se activa una forma que suspende el supuesto normal de que el
to trasero lbs intereses propiamente aludidos; o de una forma de comunicación mundo es como es. Esto puede tener por orígen un interés en los cambios o un inte-
que se reserva la expresión de descontento y la saca a relucir tan pronto se hace rés en la legitimación. Como sea, la diferencia decisiva, que da forma, reside en la
visible cómo se ha decidido o cómo se decidirá. Según esto, la afinnación de la suspensión del "takingfor granted", lo que naturalmente sólo se puede efectuar en
racionalidad sería un ejercicio retórico' con el cual se intenta dar el aspecto de lo el mundo y solamente en aspectos específicos, en tanto el propio mundo siempre
indiscutible, a posiciones determinadas. O se habla de "racionalidad contextual" debe ser supuesto como dado y por eso (si se sigue nuestra propuesta conceptual)
para dar expresión al hecho de que la racionalidad puede, según las circunstancias, no puede valer como racional.
significar algo distinto.' En cualquier caso, si en realidad se ha de aludir a algo Los juicios sobre la racionalidad deben incluir el futuro. Pero <,! .futuro es y
permanece ignoto. El problema se convierte, por lo tanto, en la necesidad de infor-
mación.' Aunque también las informaciones sólo pueden ser extraídas del pasa-
1
Véase el respecto Klaus P. Japp, Veiwaltung und Rationalitat, en: Klaus Dammann et al. do, pueden ser elegidas de manera que sugieran conclusiones (siempre inseguras)
(Eds.), Die Verwaltung des politiscbes Systems: Neuere systemtheoretische Zugriffe auf ein altes
Thema, Opladen 1994, pp. 126-141. para el futuro. Con esto, sin embargo, el problema de la racionalidad sólo pasa a
2
Sobre esto, en un marco más amplio, véase Richard Harvey Brown, Rhetoric, Textuality, ser el problema de la información y no aparece aquí solamente como sobrecarga
and the Postmodem Tum in Sociological Theory, en: Steven Seidman (Ed. ), The Postmodem con demasiadas informaciones, sino incluso más radicalmente, que se depende ab-
Tum: New Perspectives on Social Tbeory, Cambridge, Inglaterra 1994, pp. 229-241. Cfr. tam- solutamente de las informaciones.
bién Richard Harvey Brown, Society as Text: Ess~ys on Rhetoric, Reason, and Reality, Chicago
1987.
3
Así Bernard Ancori, Apprendre, se souvenir, décider: Une nouvelle rationalité de 4
Asl argumenta Japp, Op. Cit.
l'organisation, Paris 1992, pp. 25 ss. ' Cfr. Arthur L. Stinchcombe, Information and Organizations, Berkeley 1990.

506 507
La autodescripción del sistema como racional se hace más fácil, en la medida y fin, conduce a la racionalidad de fines. Si se trata de la diferencia entre he-
que la racionalidad pepnanece indeterminable y sólo conocible en las contraven- chos y valores, se habla de racionalidad de valores. Si se utiliza como punto de par-
l. ciones. El sistema calcula su identidad, al oscilar en la forma racionalidad. Para tida la diferencia entre sistema y entorno, conduce a un concepto de racionalidad
ciertas secciones del mundo, se suspende el supuesto de que es como es y se reem- de sistema. Es, por lo tanto, evidente que se debe presuponer una distinción, que
plaza por esquemas que hacen posible un oscilar entre el valor positivo y el nega- no es aún racional en sí misma, para llegar a juicios sobre la racionalidad. En otro
tivo. Se hace el bien al luchar contra el mal y uno se considera sano si no presenta caso, el juicio sobre la racionalidad quedaría adherido a las relaciones previamente
síntomas de enfermedad. Sin embargo, tan pronto como se aplican características encontradas.
estructurales como condiciones o indicadores de racionalidad -y esto es exacta- Estas constataciones también sirven para la investigación organizacional. El
mente lo que buscaba la teoría clásica de la organización con características tales modelo clásico de la racionalidad organizacional se basaba en extemalizaciones.
como orientación al fin o jerarquía - la oscilación se desplaza a otras distincio- De acuerdo a esto, el desorden (incertidumbre, riesgo, etc.) sólo puede ingresar
nes. Ahora, por ejemplo, se puede preguntar por condiciones no racionales (in- en fonna moderada a la organización. Aquí entraban, por lo tanto, en acción los
formales, emocionales, motivacionales) de la racionalidad; se puede trasladar el pequeños y agudos espíritus de la racionalidad calculada. Los problemas parecían,
problema de la racionalidad a las condiciones contextuales del comportamiento esencialmente, estar ya previamente resueltos o, al menos, haber encontrado una
racional (la confianza, por ejemplo) o pasar por alto el registro de los daños de estructura que hacía posible una elaboración racional. En correspondencia con esto,
la racionalidad. Éste fue el camino que siguió, con bastante éxito, la teoría de la las organizaciones eran concebidas en términos de racionalidad de fines, esto es,
organización del siglo XX y el resultado fue que se debe distinguir entre la autodes- como instrumentos d.estinados a servir los intereses de quienes. las habían fundado
cripción de los sistemas y el análisis científico de sistemas que se autodescriben. para sus propios fines. Esto se podía hacer plausible tanto pot medio de las empre-
Se puede conocer, con la ayuda de esta distinción y en la vía de la observación de sas industriales, como mediante la administración pública. La organización jerár-
segundo orden, que puede ser racional la simple presentación como racional de quica de posiciones superiores y subordinadas no era un fin por sí misma, sino un
estructuras y decisiones, aunque se desvíe de la realidad y la represente de forma 1 medio para el fin; y, al misrrio tiempo, era la forma en la cual los problemas dema-
altamente selectiva.' Los criterios de racionalidad reciben con esto un doble senti- siado difíciles podían ser trasp~sados hacia arriba y, con ello, hacia fuera. La admi-
1
do, según sean referidos al nivel de la observación de primer orden o al nivel de la nistración pública los podía definir como problemas "políticos" y su dirección po-
1
observación de segundo orden. día solicitar una decisión políticamente legitimable o, por lo menos, capaz de
recibir apoyo. Los tribunales podían apoyar en la situación legal decisiones evi-
dentemente insatisfactorias y remitirse, en auxilio, al legislador. En e1áonbito de la
II. empresa privada, se podía pedir al propietario que decidiera previamente las con-
diciones y la disposición al riesgo, bajo las cuales estaría dispuesto a poner su ca-
En la discusión general sobre el concepto y las fonnas de la racionalidad, se dis- pital a disposición. Ya la inversa, la organización prometía la ejecución racional de
tinguen diversas distinciones. Según cuál sea la distinción desde la que se parte, sus decisiones a quien la descargaba, de esta manera, de la presión de[problema.
se llega a distintos tipos de racionalidad.' Si se parte de la diferencia de medio Con esto convergía la diferencia entre sistema y entorno -al menos era la idea- con
la diferencia entre arriba y abajo y con la diferencia entre problemas bien y mal
6
Véase, además, Barry M. Staw, Rationality and Justification in Organizational Life, en: Ba~ definidos. El control jerárquico valía como condición esencial de la racionalidad
rry M. Staw/ Larry L. Curnmings (Eds.), Researcb in Organizational Behavior 2 (1980), pp. 45-80.
7
En esto, se toma muy poco en consideración que, en general, se debe partir de distincio~
de un conjunto ampliamente ramificado de operaciones.
nes. Véase, sin embargo, Elena Bsposito, Die Orientierung an Differenzen: Systemrationalitat Estaban vinculadas con esto suposiciones implícitas acerca del .sistema de la
und kybemetische Rationalitát, Selbstorganisation 5 (1995), pp. 161-176. sociedad, el que se servía de las organizaciones para la ejecución de tareas especí-

508 509
1
!
. ¡,
ficas. Se debía pensar la sociedad como im sistema suficientemente ordenado, que lento: ¿Cómo se podía sostener un concepto instrumental de racionalidad? ¿Cómo
pudiera responder las demandas de información aclaratoria que las organizaciones se puede, incluso aún hoy, partir de que se ha de encontrar la solución al problema
le plantearan. Anteriormente, se había asignado esta tarea al mercado o a los proce- de la racionalidad, sea en condiciones de contexto o en supuestos institucionales?
sos democráticos de la política. Hoy en día, frecuentemente se describen como pre- Formulado, una vez más, con otras palabras, ¿cómo se pudd mantener una relació¿
supuesto de las instituciones y vienen a la mente el Estado, la propiedad, el consen- asimétrica o, también, en la forma del mercado, entre sistemas organizacionales
so suficiente respecto al canon de formación de las escuelas o el ethos profesional, y entornos societales si, al mismo tiempo, era claramente reconocible que ningún
como el de los médicos o los lúnites de la atención que se puede pretender. Cuando sistema funcional de la sociedad puede conservar su estado de prestaciones sin
"externalizan" problemas, las organizaciones no necesitan contar con volver a es- organización (sean Estado y partidos políticos, sean empresas productivas y ban-
cuchar nuevamente acerca del tema. Y no serían tan solo otras organizaciones las cos, sean tribunales, hospitales, escuelas)? Dicho de otro modo, se debe partir de
que vendrían .a ayudar con sus propias decisiones, tal como los tribunales para relaciones circulares en el vínculo entre sistemas organizacionales y entorno socie-
esclarecer cuestiones legales o los bancos para conceder créditos adicionales, sino tal, aunque la circunferencia pueda ser tan grande, por ejemplo en el caw de mu-
que se suponía que la misma sociedad éstaba ordenada, de tal modo, que también chos mercados del sistema económico, que desde la perspectiva de organizaciones
en las organizaciones se podía dar por descontado un marco para la posibilidad de individuales parezca una recta o una relación entre variables indirectas y directas.
determinar premisas de decisión. O-se debe partir, como la así llamada teoría de contingencia, de que la racionalidad
Apoyarse en un orden externo y en límites externamente dados, pierde cre- de una organización se ha de encontrar precisamente en el ajuste a un entorno que
cientemente plausibilidad. Ya en el siglo· XV!ll, se impusieron las correspondientes no opera racionalmente.
transformaciones tanto para la áutodescripción de los sistemas funcionales de la Es obvio que la teoría clásica de la racionalidad se ha mantenido tan largamen-
sociedad, como para la nueva concepción del individuo como sujeto. Las fórmu- te porque supo representar y pudo satisfacer un interés en la crítica correctiva. O
las universales de la tradición (armonía, construcción por etapas del ser, analogía al menos así parecía, principalmente en el ámbito de la organización de procesos
entis, perfección en la diversidad, concordia discors; etc.) que servían de apoyo, de producción. Se pretendía que tanto la organízación como las personas ocupadas
perdieron su credibilidad. Fracasaron en las antinomias, condujeron a una mul- en ella operaran permanentemente en el lúnite de sus posibilidades o que, en otro
tiplicidad de descripciones discrepantes del mundo y finalmente a un concepto caso, se vieran expuestas a una crítica orientada al mejoramiento.' Entretanto se
iniinito del mundo que, por lo tanto, puede ser abordado por diversos observadores ha separado de esta idea, no obstante, al menos la bibliografía sociológica de la
con distinciones diferentes. La consecuencia es que cada sistema debe distinguir y organización (aunque no la bibliografía que recomienda conceptos de manage-
procesar, en su propia forma, la autorreferencia y la heterorreferencia,' de manera ment). Nombres de punta son James March y Karl Weick o, en la teo¡¡a de la deci-
que ya no pueden converger las descripciones y, si se quiere descubrir lo que es sión, Daniel K.ahneman y Amos Tversky. No se puede simplemente olvidar, en una
realidad y para quién ló es, se es remitido a la observación de observadores. ciencia empíricamente orientada, que quienes toman decisiones, en general, y el
Si esto es conocimiento europeo, a nivel del concepto de mundo y de la teoría manager, en particular, no se orientan para nada por las prescripciones del modelo
de la sociedad, desde hace doscientos años: ¿Cómo puede ser que, a nivel de la del decidir racional. La cotidianidad laboral no deja, sencillamente, tiempo alguno
teoría de la organización, .se haya mantenido hasta hace poco la idea de una racio- para ello. Una idea de racionalidad juega, como antes, un rol; pero el interés de la
. nalidad instrumental apoyada externamente? ¿Cómo se pudo suponef'Un entorno
estable al cual se podía ajustar una organización? O, si éste fuera un entorno turbu-
9
Por lo demás, esto no sólo vale para las organizaciones productivas, sino, si se lee la
cuantiosa bibliografía referida a las refonnas en el sistema educativo, también para escuelas y
" Así, para el desarrollo de la poesía desde Dryden a Shelley, Earl R. Wasserman, Toe universidades. También sigue este modelo la crítica general sobre la lenta rutina cotidiana de las
Subtler Language: Critica! Readings ofNeoclassic and Romantic Poems, Baltimore 1959. burocracias estatales.

510 511
i
'
~
,
teoría reciente es más bien entender por qué y cómo las cosas también funcionan requerimientos, no puede ser pensada ni como larga cadena de medios y fines, ni
sin raéionalidad. La antigua crítica de las debilidades de la racionalidad es disuelta como mantención a largo plazo de determinadas preferencias. En los asuntos coti-
por el asombro respecto a cómo se mantienen a sí mismas las organizaciones y dianos se separan ideologías, que son homadas en la comunicación (también como
cómo pueden lograr su propia capacidad de decisión, sin poderla garantizar a tra- ideologías del otro lado), pero que no determinan el acaecer mismo. Aun observa-
vés del decidir racional. De la "subversión de la racionalidad", resulta la pregunta dor que quiere llegar al fondo de ese comportamiento, sólo le queda la posibilidad
por las posibilidades del comportamiento inteligente, que toman en cuenta estas de describir como paradoja las exigencias y el comportamiento."
condiciones." Esto se puede intentar en un nivel "behaviorístico" de la descrip- La reflexión teórica actual parece reaccionar a tales experiencias criticas de la
ción del comportamiento fáctico." Sólo las reflexiones más nuevas de una teoría racionalidad, mediante una mayor consideración de la dimensión temporal. El ser·
general de sistemas autorreferenciales, de las cuales han sacado provecho los capí- desconocido del futuro es, tal como antes, una fuente de dificultades y diferencias
tulos previamente pasados, parecen ofrecer un marco teórico para ello. de opinión, en el proceso de toma de decisiones. Pero es, naturahnente, también
También al interior de las doctrinas racionalistas de la organización, había ya · una condición para que se pueda, en realidad, decidir. Y tiene en vistas posibilida-
un lugar para conceptos contrarios, los cuales, sin embargo, permanecían indefini- des de corrección, para el caso que se vea que se había decidido equivocadamente.
bles. Se valoraba, por ejemplo, la experiencia y la habilidad en el tratamiento de Y, naturalmente, toda planificación de decisiones puede planificar que sean necesa-
las relaciones y allí residía, no por último, un argumento de los viejos frente a los rias y posibles otras decisiones, en momentos temporales posteriores. Visto de este
jóvenes o también una forma de rechazo a propuestas, que "aquí no funcionan". modo, el tiempo y, en particular, el ser desconocido del futuro toman el lugar de
Se pueden describir más exactamente estas demandas, recién cuando se considera las metas y premisas fijas, las cuales pueden ser entregadas, más que nunca antes,
con mayor atención las relaciones temporales, la recursividad y la absorción de a valoraciones controvertidas y acuerdos provisionales.
incertidumbre de los procesos de decisión. Se trata de la capacidad de ajustarse en La forma en que la te.orla de los sistemas autorreferenciales· reacciona a este
el vivenciar ("experiencia") y el actuar ("habilidad") a situaciones continuamente desafio, está señalada con el concepto de autopoiesis. Los sistemas autopoiéticos
cambiantes con los nuevos pasados y futuros respectivos." Esto incluye la ade- y, por lo tanto, también los sistemas organizacionales, se distinguen a sí mismos
cuación a una interdependencia social de preferencias, por lo tanto, también la dis- del entorno, erigiendo y manteniendo una continuidad de reproducción recursiva.
posición a cambiar las propias preferencias. Si la racionalidad ha de incluir estos Regulan por sí mismos la relación entre autorreferencia y heterorreferencia en el
ámbito de observación de sus operaciones. Cada vez producen nuevas situaciones
de limitaciones y ocasiones de certidumbres e incertidumbres. Aunque, obviamen-
10 Massi.mo Warglien; Leaming in a Garbage Can Situation: ANetwork Model, en: Mas- te, en caso alguno es posible decir que la propia autopoiesis sea ya riiwional. Esto
simo Warglien/Michael Masuch (Eds.), The Logic ofOrganizational Disorder, Berlín 1996, pp. haría superfluo un concepto de racionalidad y nos haría retroceder a la idea de que
163-182, habla de "one of the most radical and puzzling attempts to shape a theory of intelligent
behavior when the main assumptions of rational (or quasi rational décision) decision making
la misma realidad sería razonable. Pero, si esta respuesta no es aceptada y, por otra
are violated". (l63) (uno de los intentos más radicales y desconcertantes de dar forma a una parte, se debe encarrilar el concepto de racionalidad en una sociedad dada: ¿cómo
teoría del comportamiento inteligente cuando son violadas las suposiciones principales de la podemos concebir, entonces, la retórica de la racionalidad de organizaciones auto-
toma de decisiones racional (o cuasi racional). poiéticas?
11
Pionero ante todos: Richard M. Cyert/James G. March, A Behavioral Theory of the
Firm, Englewood Cliffs N.J. 1963. 2' ed. Con un epílogo, que esboza el desarrollo conectado,
Oxford 1992.
12
Martha.S. Feldman, Order Without Design: Information Processing and Policy Making,
Stanford 1989, p. 123, por ejemplo, define: "A skíll is a sequence of behavior in which each 13
action is conditional upon ,the previous action or state". (Una habilidad es una secuellcia de Así,· en busca de la excelencia) Robert E. Quinn, Beyond Rationai Management: Maste~
comportamiento en que cada acción depende condicionalmente de la acción o estado previos). ring the Paradoxes and Competing Demands ofHigh Peiformance, San Francisco 1989.

512 513
'!
UI. presenta una estructura que explica por qué parece que el sistema persiguiera fines.
Se pasa, por lo tanto, de la atribución a fines a la atribución a estructura. Esto con-
Antes de empezar a discutir esta pregunta, debemos hacer un largo rodeo e intentar 1 dujo a la iniciativa de incorporar en sistemas (por ejemplo, en computadores) esos
dejar en claro la relación entre racionalidad y causalidad. Hasta el momento, las circuitos de reflexión autocorrectores, para lograr mantener estados o rendimientos
teorias han distinguido entre cuestiones lógicas y empúicas y se han dado por sa- t constantes bajo condiciones cambiantes del entorno. Se trata, por consiguiente,
tisfechas con esta distinción. Desde el punto de vista lógico, se trataba de la ausen- de una forma de atribución que se deja instalar, esto es, de un uso de la causali-
1
cia de contradicción como requisito lógico para la capacidad de conexión. Desde el dad consistente en dos pasos. Se trata de una atribución simplificadora, que hace
punto de vista empírico, se trataba de la causalidad como requisito empírico para 1
abstracción de los sucesos concretos y, con ellos, también del tiempo. Y se trata
la capacidad de conexión. No obstante, esta formulación nos desvía de la discusión del tratamiento de un problema que presupone la diferencia de sistema y entorno.
anterior, es sólo retrospectivamente significativa y lleva a la pregunta de por qué se La "racionalidad" de los dispositivos cibernéticos se refiere siempre a esta diferen-
debe distinguir, entonces, de este modo y no de otro. f .cia y, por lo tanto, siempre es racionalidad de sistema.
La lógica ha sacado a la luz, con el problema de la paradoja y con Godel, sus ¡ Si, adicionalmente, se introduce la teoria de los sist.emas autopoiéticos, enton-
propias dificultades. Para el concepto de causalidad se deben completar las re- ces resulta natural la hipótesis de que la atribución resulta preferentemente en vis-
flexiones correspondientes. tas a la propia autopoiesis. Ésta depende tanto de causas internas como externas. 16
Se puede dar por sabido que el concepto de causalidad presenta un horizonte El sistema orientará, por consiguiente, su atribución por esta diferencia y ordenará
infinito de siempre otras causas y un segundo horizonte sin fin de siempre otros 1 la constelación causa/ efecto, a la cual brinda atención, prioritariamente en torno
efectos. En este horizonte toda causa es, al mismo tiempo, un efecto y viceversa. a las propias operaciones, en tomo a la activación de causas internamente dispo-
Por eso se debe verificar una atribución de causas determinadas a efectos deter- nibles, libremente elegidas. Aunque esto no está prescrito, de ninguna manera, por
minados. Esto presupone una separación lógica entre causas y efectos que sólo el mundo tal como es, uno se imagina que se puede decidir sobre acciones y que
puede suceder selectivamente, esto es únicamente dejando fuera otras causas y esto tiene un efecto que no ocurrida sin decisión / acción. Se trata, por lo tanto, de
otros efectos. Toda declaración de causalidad permanece, por lo tanto, relativa a un descubrir qué causas pueden hacer posible un decidir / actuar significativo y qué
observador, el que atribuye de este modo y no de otro, y puede haber para ello más
o menos consenso y más o menos garantía de repetibilidad. 14 Purpose, and Teleology, Philosophy of Science 10 (1943), pp. 18-24; además Lawrence K. Frank
Siempre se trata, por lo tanto, de reducciones, de formas de atribución simpli- et al., Teleological Mechanism, Annals of the New York Academy of Sciences 50 (1948), pp.
ficada. Esto se debe someter a la debida consideración, si se quiere evaluar el sig- 189-196.
16
Esto ha sido dado por supuesto~ en la teoría de sistemas, desde siempre Y!o es puesto en
nificado de la revolución cibernética que tuvo lugar en la teoría de sistemas. Ella cuestión por el concepto de autopoie.sis. Véase, por muchas expresiones semejantes, por ejemplo,
refiere la atribución a estructuras, no a eventos. Mientras antes era acostumbrado Jurgen Ruesch/ Gregory Bateson, Communication: The Social Matrix of Psychiatry, New York
{y sigue siendo habitual en la comprensión cotidiana), atribuir a propiedades cons- 1951, pp. 8, 75 ss.; Ludwig von Bertalanffy, General Systems Theory: ACritica! Review, General
tantes (un cuchillo corta, porque es afilado), la cibernética propone una atribución Systems 7 (1962), pp. 1-20; F. E. EmeryiE. L. Trist, The Causal Texture ofürganízational Envi-
ronments, Human Relations 18 (1965), pp. 21-32. También son pertinentes las importantes ob-
a mecanismos circulares que se corrigen a sí mismos. Al principio, esto fue visto servaciones de Chester I. Barnard, The Functions ofthe Executive, Cambridge Mass. 1938 (cit.
como un retorno a la causalidad teleológica. 15 Sin embargo, de hecho solamente se según la reimpresión 1951), pp. 250 s., de que ningún sistema puede atribuir éxitos o fracasos a
causas únicas (por ejemplo, a personas). ''This is to say that no specitic statement can be m~de
signiticantly except it be in terrns of differential ejfect. ... Hence, the notion of cause and effect
14
Véase·tarnbién Niklas- Luhmann, Das Risiko der KausaHtat, Zeitschrift für Wissen~ in an absolut sense is not pertinent" (Esto es decir que ninguna declaración específica puede ser
schaftsforschung 9/10 (1995), pp. 107-119. hecha significativamente, salvo que sea en ténninos de efecto diferencial. ... En consecuencia,
ts Cfr. el artículo pionero de Arthur Rosenbluetb/Norbert Wiener/Julían Bigelow, Behavior, no es pertinente la noción de causa y efecto en un sentido absoluto).

514 515
efectos tendrá. Se implica, en consecuencia, una medida mínima de autoatribución. es contigua a nuestra pregunta, presupone un desplazamiento del problema en la
y, correspondientemente, de riesgo, aunqµe el sistema siempre puede desplazar la pregunta, de acuerdo a la forma de las explicaciones causales y, con ello, tácita-
atribución al entorno (si, por ejemplo, se trata de deudas o de rendición de cuen- mente asume un concepto de mundo ontológico: En el mundo hay causalidad y la
tas). En el esquema causal, como siempre, el sistema puede oscilar entre auto- cognición puede generar ideas correctas o falsas acerca de ella. Sin embargo, una
atribución y heteroatribución. Algunos ya lo denominan "autonomía" y, por eso, información como ésa se ha tomado discutible, por la teoría de la atribución que,
hablan de autonomía "relativa". entre tanto, se ha impuesto. Sólo es posible rescatarla, si se relativiza la signifi-
Se desprende de lo anterior, que la distinción entre causas y efectos no puede cación de las atribuciones. Según esto, habría un cierto espacio de maniobra para
ser sincronizada con la de sistema y entorno. Ambas distinciones son lógicamente atribuciones específicas de sistema; pero en muchos casos prevalece la realidad.
independientes entre sí, son mutuamente ortogonales, aunque cada sistema tenderá No se tiene la elección, sobre si se quiere o no atribuir a la lluvia la humedad de las
a presentarse como especialmente importante, incluso indispensable, en las cau- calles, sino únicamente si se desea atribu.ir el accidente por aquaplaning (patinaje)
salidades construidas por él. Se podría decir directamente, que la distinción entre a la velocidad excesiva o a la lluvia.
causas y efectos neutraliza la distinción entre sistema y entorno. De hecho, al in- Y hemos perdido de vista nuevamente la pregunta por la unidad de la dife-
cluir sistemas, el esquema causal sólo es aplicable cuando tanto las causas cuanto rencia. En su lugar hemos ventilado el trato práctico, en el mundo de la vida, con
los efectos, se pueden presentar eff el sistema o en su entorno. Esto es expresado, problemas causales. Tamóién aquí, como siempre, la unidad de la diferencia es
entre otros, con el concepto de producción o reproducción (producción a partir de únicamente el propio observador o, más exactamente: la operación de observar, en
productos) -a diferencia de lo que, desde épocas teológicas, se denomina "Crea- el momento en que es realizada. Causalidad es atribución,' pero atribución median-
ción" (áeatio). te un sistema recursivo, que requiere puntos de apoyo y, sobre todo, una memoria,
Pero todavía no hemos llegado. al núcleo del problema. Hemos visto que la para poder llevar a cabo cogniciones. Por medio del acoplamiento de determinadas
distinción entre causas y efectos separa dos horizontes inñnitos, produciendo con causas y determinados efectos, se estabilizan distinciones a las cuales se puede re-
ello un problema de atribución. También se puede decir que en el medium de la currir según sea necesario. 17 E incluso cuando uno ve que se ha equivocado y debe
causalidad, siempre deben ser producidas formas, que reduzcan a una combina- modificar las explicaciones causales o los planes causales, esto requiere recurrir a
ción determinada, la multiplicidad infinita de combinaciones posibles; y también distinciones, que en parte han probado su eficacia y en parte no.
entendemos, que para esto se debe recurrir al tiempo, de tal modo que la forma Se llega a lo mísmo, si con los conceptos de Gotthard Günther se dice: la cau-
pase y se hagan posibles nuevas formas, cuando la causa haya hecho su efecto. El salidad se basa en una operación transyuntiva, que elige, en su cada vez respectivo
propio medium permanece invisible, pero se regenera en la observación a través presente, un esquema de distinción determinado (y ningún otro), pam;;:onstruir con
de un continuo cambio de formas, en las cuales se convierte en realidad y hace su esto operaciones propias o calcular el propio comportamiento. Para los sistemas
trabajo. organizacionales esto querría decir: la causalidad es la decisión que produce una
De este modo nos encontramos, como en toda distinción, con la pregunta por conexión entre causas y efectos; que utiliza, por lo tanto, el medium causalidad,
la unidad de la diferencia. En otras palabras, ¿qué se entiende con la efectividad, para darle una forma que deja todavía completamente abierto cómo será observa-
que es supuesta en la producción (otra vez: producere) de los efectos por las cau- da, a su vez, l; decisión y será usada para la construcción de otras causalidades.
sas? Este problema es habitualmente expresado en la forma de una pregunta por La decisión es, para sí misma, un misterio; en todo caso, no es ninguna causa que,
explicación: ¿Cómo se explica que determinadas causas produzcan efectos deter- de manera similar a la antigua mechané, deba inñltrarse astutamente en una trama
minados? Se da, entonces, la explicación suponiendo leyes causales empíricamen-
te verificadas o, si no se puede o no se quiere ser tan riguroso, asumiendo deter- 17
Véase, además, Francis Heylighen, Causality as Distinction Conservation: A Theory of
minadas probabilidades estadísticas, empíricamente probadas. Pero esta respuesta Predictability, Reversibility, and Time Order, Cybernetics and Systems 20 (1989), pp. 361-384.

516 517
causal cosmológica, para volver algo it su favor. Ella es la operación que acopla y, causas y los efectos llegan a ser efectos únicamente si resulta el acoplamiento. En
recién con eso, logra que las causas lleguen a ser causas y los efectos lleguen a ser tanto las ideas sobre la calidad de las decisiones se orientan por el esquema causal
efectos, en el correspondiente horizonte infinito del "y así sucesivamente". Aunque bajo el nombre de "racionalidad", se debe contar con estados residuales pertur-
esto no excluye que otro observador (que puede ser e_l mismo que adopta la deci- badores -<le! mismo modo como en el antiguo mundo de la teleología se debía
sión) construya la propia decisión como causa, sin la cual sus efectos no habrían contar con "corrupciones" de la perfección natural. Pero esto es reefaborado, en
tenido lugar. Pero en esto se debe olvidar que, sin la decisión, las causas de la de- lo que respecta al estado del-mundo como resultado de la determinación histórica,
cisión tampoco habrían llegado a ser causas." Considerada en el esquema causal con la categoría del error y, en cuanto refiere a efectos imprevistos, no calculados
(y no, por ejemplo,' en uno expresivo o de ética de la convicción), la decisión tiene como costos, con el concepto de consecuencias laterales o, eventualmente, con
una ambivalencia peculiar: Puede ser vista como causa de que, después de todo, el concepto de riesgo. Para la teoría del decidir económico, por lo tanto, parece
haya un vínculo causal entre sus causas y sus efectos. Entonces se encuentra en un como si se pudiera decidir simultáneamente sobre gastos e ingresos, costos, uti-
lado de la distinción causa/ efecto, como causa y,al mismo,tiempo, como actuali- lidades y riesgos, desventajas y ventajas. La política se confirma con la misma
zación de esta misma distinción. Esta ambivalencia oculta una paradoja que saldría ilusión de control, que tiene poder para dar forma a la sociedad y que puede res-
a la luz, si se permitiera la pregunta acerca de si no es la atribución la verdadera ponder del uso de este poder. Y, así la _pedagogía, cuando equipa a los educadores
causa, la causa original de lo que ella construye como conexión de efecto. formados por ella misma, con entusiasmo por la educación y las correspondien-
En la ambivalencia de la causalidad de decisión descubrimos, después de todo, tes autopresentaciones profesionalmente validadas,
la paradoja del tiempo -en forma esquemática y, por lo mismo, digna de credibili- Se puede comprender mejor la lógica de tales ilusiones de control (para no
dad. La decisión reúne infinitas conexiones causa y efecto en un punto, vale decir, decir: su racionalidad), si se las refiere a las exigencias del decidir en posicio-
en sí misma. Deja pasar, al mismo tiempo, la causalidad consigo misma, aunque nes organizadas. Las doctrinas tradicionales de la "prudentia" del practicante, lo
las cadenas causales remiten lejos en el tiempo (pero sólo ahora son hechas efec- remitían más a ocasiones favorables, al momento correcto, a la buena suerte y
tivas) y las cadenas de efectos alcanzan el futuro (pero son causadas ahora mis- eventualmente al favor de las estrellas. 20 Y el problema aquí era que se debía contar
mo). Esta llamativa simultaneidad de causas. y efectos temporalmente lejanos (en_
el momento: inactuales) es una variante de la simultaneidad del propio tiempo, es
decir, de la observación de que pasado y futuro solamente se dejan distinguir en 20
La referencia temporal de la prudentia, que distingue a! ser humano del animal, el cual
referencia a un presente y, por último (si también se toma en consideración la ob- sólo puede reaccionar con los sentidos, vale para una larga tradición. Cicerón De officiis I, 1V, 11
servación de observaciones), sólo en el presente presente. Esto tiene la consecuen- (cit. según Loeb Classical Library XXI, London 1968, p. 21) como la fuente má;' 1/,'eponderante:
"Sed inter horninem et beluam hoc maxime interest, quod haec tantum, quantum sensu movetur,
cia, para la praxis y su concepto de racionalidad, que entra en juego una ilusión ad id solum quod adest quodque praesens est se accomodat paulum admodum sentiens praeteriff
de control, 19 la que aparenta que ahora se podría disponer efectivamente de una tum aut futurum; home autem quod rationis est particeps per quam conseqlientía cernit; causas
cantidad gigantesca de factores causales en la distribución entre causas y efectos. rerum videt earumque praedressus et quasi á_ntecessiones non ignorat." ("Pero hay esta gran
Y, de hecho es propio de la decisión producir causalidad, sin producir por sí misma diferencia entre el hombre y la bestia: que ésta, no teniendo otro guía que el sentido, se acomoda
a sólo aquello que se le-pone delante, con muy corto sentimiento de lo pasado y futuro. Mas al
las causas necesarias ni los efectos resultantes, puesto que las causas llegan ~ ser hombre, que participa de las luces de la razón, por la cual conoce las ·causas de las cosas y sus
1 consecuencias, no se le ocultan sus progresos ni antecedentes". Traducción extraída de Cicerón.
1
2003. Los oficios. Madrid: Espasa Calpe, pp. 29-30). Para otros efectos cfr. también Rodolfo
18
Por eso la mitología del decidir tiende a describir las decisiones como espontáneas: de Mattei, Sapíenza e Prudenza ne! pensiero político italiano dall Umanesimo al sec. XVII, en:
cOID:O sin causa y, en todo caso, a conceder que el decisor necesita "motivos", para decidir. Enrico Castelli (Ed.), Umanesimo e Scienza politica, Milano 1951. El pensamiento fundamental
19
Para esto J. D. Denner/R. G. Lucas, The Illusion of Manageriai Control, Accounting, se puede atribuir, a través de Aristóteles, aAnaxágoras. Domina la tradición hasta muy entrado
Organizaiions and Society-11 (1986), pp. 471-482. el siglo xvm, en tanto las escuelas dirigían sus clases por las prudencias.

518 519
con conexiones intransparentes entre sucesos· pasados y futuros (dada la cons- una organización sólo se puede ajustar a los cambios mediante "self- designing"
tancia de las formas del ser) e, igualmente, con el comportamiento contrario a (autodiseño) y esto requeriría permitirse lo menos posible de las cosas buenas:
la moral de los enemigos (dada la constancia del catálogo de virtudes y vicios). se deberla minimizar el consenso, mantener escasa racionalidad, consistencia, fe
La sociedad moderna ha disuelto, sin embargo, las condiciones marco de estas en las metas, etc. y acumular sólo pocos excedentes (para acumular "más"). 24
recomendaciones, aunque su razonabilidad práctica todavía puede ser, de vez en Una reciente tesis de habilitación trata a la organización como producción de
cuando, absolutamente iluminadora. El decidir organizado, que es dirigido por desperdicios," y mucho habla, de hecho, a su favor, cuando ya no se mide a la
premisas de decisión, también puede proceder de modo oportunista y es descrito organización por sus metas, sino por sus efectos sobre su entorno ecológico y hu-
también como "adhocracia". La superstición también puede ser bastante útil como mano. En perspectiva dinámica, en consecuencia, cada determinación de premisas
uua suerte de mecanismo casual para evitar lo peor. Pero cuando se trata de racio- de decisión deberla ser tratada como uu crédito, que se debe al mundo y se debe-
nalidad no es una buena respuesta: a veces así, a veces asá. rá pagar bajo condiciones imprevisibles. Entonces, como enseña el concepto de
Si, a pesar de todo, uuo se atiene a uu concepto instrumental de racionali- autopoiesis, tampoco se puede seguir describiendo la relación con el entorno
dad basado en la causalidad y orientado a fines, aumentan las experiencias que lo como "adaptación". Sin embargo, en todos estos intentos de reorientación, lla-
contradicen. Los CO!\lponentes ilusorios, que en el modelo normativo del decidir ma la atención, que no reivindican la pretensión (ni tampoco podrían hacerlo) de
racional basta el momento habían sido exitosamente reprimidos, marginalizados o . formular una nueva perspectiva para los insider. Para nada se trata, por lo tanto,
simplemente dejados fuera de consideración, pasan al primer plano y demandan de un nuevo concepto de racionalidad, con el cual se pueda tener en cuenta el
atención -y esto sucede cada vez más, a medida que llega a ser un tema la impor- nivel de discernimiento de la teoría de los sistemas autorreferenciales. Aunque se
tancia de la forma de sistema organización para la sociedad moderna. Famosos escucha, como Tartarin de Tarascón en su camarote, comandos febriles y contra-
nombres de la investigación organizacional, como James March o Karl Weick, dictorios, hacia delante y hacia atrás, e inquietas carreras de un lado a otro sobre
deben su prestigio al esfuerzo por invertir las premisas clásicas de racionalidad, la cubierta, tal como si el buque se estuviera huudiendo, pero cuando se abre el
"para pararlas sobre sus pies". James March parece recomendar una "technology próximo capítulo, se sabe qne: On ne sombrait pos, on arrivait (no nos hundía-
offoolishness" (técnología de la estupidez)." Y Karl Weick menciona como cri- mos, llegábamos). 26
terios de la organización efectiva que sea: 1) garrulous (parlanchina), 2) clumsy
(torpe), 3) superstitious (supersticiosa), 4) hypocrital (hipócrita), 5) monstrous
(monstruosa), 6) octopoid (como pulpo), 7) wandering (errabunda), y 8) grouchy
(refunfuñona). 22 Nils Bruusson, además, invita a distinguir entre talk and action o
racionalidad de decisión y racionalidad de acción y con eso disuelve la unidad de
, .
N Así Bo L. T. Hedberg/Paul C. Nystrom/William H. Starbuck, Camping on Seasaws: Pres-
las ambiciones clásicas de racionalidad, sin reemplazarlas.23 Otros subrayan que cription for a Self-Desiguing Organization, Administrative Science Quarterly 21 (1976), pp.
41~65. En todo caso, los autores no pueden comprObar que, de hecho, en todo futuro le irá bien
a una organización que siga estas indicaciones (prescriptions!). Más bien se trata, por lo tanto,
21
Así en James G. Marcb/Johan P. Olsen, Ambiguity and Choice in Organizations, Bergen, sólo de una modificación de la autodescripción del sistema: "A self-designing organization ", se
Noruega 1976. lee en Op. Cit. p. 43, "functions· most smoothly ifits ideology cherishes impermanence" (Una
21
Así Karl E. Weick, Re-Punctuating the Problem, en: Paul S. Goodman/Johannes M. Pen- 1 organización que se autodiseña funciona mucho más suavemente si su ideología aprecia la im~
nings et al. (Eds.), New Perspectives on Organizational Effectiveness, San Francisco 1977, pp. permanencia).
193-225 (193 s.). 1 " Véase Theodor M. Bardmann, Wenn aus Arbeit Abfall wird: Aufbau und Abbau organi-
23
Véase: The Organization of Hypocrisy: Talk, Decisions and Actions in Organizations, satorischer Realitiiten, Frankfurt 1994.
Chlchester 1989, y, adicionalmente, la reseña critica de M. Reed, Organizations and Rationality: 26 Alpbo~e Daudet, Aventures prodigieuses de Tartarin de Tarascon, cit. según CEuvres
The Odd Couple, Journal ofManagement Studies 28 (1991), pp. 559-567. Completes, vol. VII, Paris 1899, pp. 51 y52.

520 521
N, hace incomunicable que las organizaciones no operan racionalmente y que la crea-
tividad puede tener efectos extremadamente dañinos.
Se podría sondear una salida; partiendo de la paradoja del observar o de la pa- Sólo se puede llegar a esto, si por principio (¡ !), la teoría se reorienta de
radoja de la forma. 21 En la propia teoría de la organización se anuncian indicios principios a paradojas. 31 Esto ya se ha puesto en marcha con el paso de modelos
de una consideración creciente de formas de comunicación paradójicas. 28 En esta de input/ output a la autopoiesis. En correspondencia, sin embargo, el problema de
1', rama de la investigación organizacional se verá que, en las organizaciones (como la paradoja también debe ser formulado más radicalmente, en el sentido de: Todo
1
i en las familias), las comunicaciones traen consigo frecuentemente una referencia comienzo es paradójico.
:11
a hechos contradictorios y, sobre todo, a opiniones opuestas de los participantes, Ya hemos llamado a esto paradoja del observár o paradoja de la forma. Todo
il cuya articulación, no obstante, es efectivamente obstaculizada. Desde el punto de . ob_servador, para poder indicar algo, debe distinguir lo indicado respecto a lo de-
,¡·li
,,
vista de los involucrados, esto opera como "designed inconsistency" (inconsisten- más. Cuenta con una distin,ción, pero sólo la aplica a uno de sus lados, mientras
!i1
'I
cia diseñada), la cual debe ser luego, sin embargo, consistentemente tratada como deja sin marca el otro lado. Si quiere pasar al otro lado, debe indicar ese otro lado
! incomunicable. 29 También las controversias teóricas son tratadas como paradojas -y esto, nuevamente a diferencia de lo demás. En esas prácticas de observación,
resueltas: se acepta un lado de la paradoja como teoría correcta y se impugna su permanece sin ser observada la unidad de la distinción -y, con ella, también el
legitimidad al otro. Sin embargo, esta teoría de la comunicación paradójica se re- observador que hace la distinción. También se puede indicar una distinción. Se
comienda a sí misma, sin reflexionar sobre la paradoja subyacente. Promete la construye, entonces, una forma '-como la forma del signo, que se distingue de lo
liberación de la "creatividad", como consecuencia de la comunicación paradoja! y siguificado,32 o la forma del sistema, que se distingue de su entorno. Si el obser-
considera bueno el impulso a la creatividad. 30 No obstante, en el mejor de los casos, vador indica siempre una misma forma (y ninguna otra) escoge, por cierto, una
ésta es una verdad a medias y tampoco se demuestra empíricamente de mane- unidad con dos lados. Sabe que las operaciones del observar posterior se deben
ra suftciente. La relación aseverada entre comunicación paradoja! e innovaciones conectar al lado interior y no al lado exterior de la forma. La observación de una
creativas solamente .ilustra, por lo tanto, la idea que predomina, como antes, de que forma es, por lo tanto, siempre la observación de una asimetría. Por consiguiente,
una organización puede y debe operar racionalmente, y esto dado el caso, con la para poder ver la forma, se debe poder ver un límite y poder observar también la
ayuda de un uso instrumental de la comunicación paradójica. Una problematiza- inclusión de la exclusión. Aunque también entonces vale que la observadón de una
ción más radical debiera plantear, además, la pregunta sobre si la propia pretensión forma reqúiere la indicación de una distinción que ella determina-de una determi-
de racionalidad o creatividad no es una comunicación paradójica, porque oculta y nada distinción y de ninguna otra, esto es, por ejemplo, de la forma sistema (y no
entorno) o de la forma bien (y no mal). ,•

27
Para esto, más detallado, Niklas Luhmatin, Pie Paradoxie der Form, en: Dirk Baecker
(Ed.), Kalkül der Form, Frankfurt 1993, pp. 197-212. 31
Tal vez así se podría analizar el muy discutido modo de producción japonés. Como
" Véase sólo Robert E. Quinn;Kirn S. Cameron (Eds.), Paradox and Transformation: principio parece valer; la perfección es posible (aunque no es posible). Las exigencias son luego
Toward a Tbeory of Cbange in Organization and Management, Cambridge Mass. 1988. descompuestas, tan directamente como sea posible, en situaciones, las cuales reflejan, de diver-
"Así Cbris Argyris, Crafting a Tbeory ofPractice: The Case of Organizationa! Paradoxes, sas fonnas, un mundo annon)oso y son desarrolladas progresivamente, de situación en situación,
en: Quinn/ Cameron Op. Cit. pp. 255-278. en estrecha unión comunicativa. De esta· forma, parece que se Pueden desconectar los problemas
3(1 Puede irritar que la terapia familiar argumente en sentido exactamente inverso y conside- del pensamiento occidental, que están vinculados con disti~ciones, limitaciones, linealidades,
re al "double bind' (doble vínculo) como causa de desarrollos patológicos en las familias, pero construcción de cadenas, etc. Que esto haya sido exitoso, bajo ciertas condiciones, no debe llevar
no debe valer incondicionalmente como contraargumento 1 porque las familias y las organiza- a la conclusión de que sea, también, racional. ·
ciones no son comparables sin más, precisamente desde la perspectiva de la referencia oculta a n Para esto Niklas Luhmann, .Zeicben als Form, en: Dirk Baecker (Ed.), Probleme der
actitudes personales. Form, Frankfurt 1993, pp. 45-69.

522 523
Sí es que se trata de observar (¿y de qué otro modo nos podríamos aproximar plantea luego la pregunta de cómo un sistema que opera realmente puede rein-
al concepto de racionalidad?), siempre está en juego una paradoja. Según lo que se gresar en el sistema la diferencia entre sistema y entorno que él mismo produce y
quiera sacar con ella, la paradoja puede adoptar diversos nombres -<0omo identidad cuya reproducción se debe a sí mismo, Este es, por de pronto, un procedimiento
de la diferencia, unidad de lo distinto, ínvísíbilídad de la condición de visibilidad. completamente habitual. Hemos hecho notar, repetidamente, que las organizacio-
Pero cada observar otorga a la paradoja una forma asimétrica; con ello realiza, por nes, como otros sistemas sociales, orientan sus propias operaciones por la diferen-
lo tanto, un quiebre de la simetría o una destautologización. Observar es, en otras cia entre autorreferencia y heterorreferencía. Esto no es otra cosa que un re-entry
palabras, el despliegue de una paradoja, la sustitución de una distinción capaz de de la distinción entre sistema y entorno en el sistema. La función de resolver la
operar, la cual acaba (y "capaz de operar" no significa otra cosa) en una distinción paradoja propia de esta figura es reconocible en que, al ejecutarla, el sistema se.
entre lado interior y lado exterior o entre positivo y negativo. invisibiliza a sí mismo y, en consecuencia, no distingue entre el entorno que él in-
Sí se elige esta entrada, se remonta tras la distinción directriz de la tradición dica y el entorno que está "afuera" y puede ser observado por otros observadores.
entre consistencia lógica y adecuación empírico-causal a fines, quitándole el ran- Se llega a una fusión. 35 El re-entry oculta, al mismo tiempo, la paradoja que.podría
go de distinción primaria que dirige todo lo demás. En lugar de los esfuerzos por ser descubierta sí se preguntara si una distinción sigue siendo la misma cuando
la consistencia lógica, que las paradojas deben desactivar o ignorar, se adopta un reingresa en sí misma.
cálculo de formas que es más bien atribuible a la matemática." Aquí se trata de la Con esto hemos arribado al núcleo del problema. Si la racionalidad ha de for-
construcción de complejidad que depende de la elección de una distinción, y esto . mular exigencias a un observador, el problema de la racionalidad del sistema po-
se llama cálculo, porque, como consecuencia de la estructúra formal del ordena- dría consistir en el manejo de la distinción entre autorreferencia y heterorreferen-
miento, cualquiera que lo co-ejecute debe estar de acuerdo (en tanto no haya erro- cia. (Esta se dejarla, entonces, fácilmente transferir a otra distinción: Al decidir, se
res, que pueden ser corregidos). Lo que aparece como paradoja, y lo que puede ser trataría de la distinción entre la decisión antes de la decisión y la decisión después
resuelto en el cálculo (por ejemplo, admitir funciones de segundo orden, números de la decisión, vale decír, del problema del riesgo. En las observaciones orientadas
imaginarios o espacios imaginarios), depende de la complejidad del estado que el por la causalidad, se trataría del problema de tener en cuenta la atribución. En el
sistema ha alcanzado. En el cálculo de formas de Spencer Brown este problema mismo observar, se trataría del observar de segundo orden, del observar observa-
se agudiza en la figura del "re-entry" (reingreso) de una forma en sí misma, vale dores, etc.). Y siempre se debería tener presente que el único "sustrato" de racio-
decir, de una distinción en lo distinguído mediante ella. 34 nalidad es la operación actual, sólo momentánea, que debe actualizar, .mediante
En el campo de la investigación empírica que se sírve del esquema causal, ya recursividades, las exigencias a sí misma.
hemos descubierto una figura correspondiente en la pregunta de sí la atribución de ¿Cómo se puede, entonces, si se trata de racionalidad del sístellja¡,presuponer
efectos a causas se puede ver como causa y, entonces, se puede volver a ingresarla indiferencia ante el entorno y tratarlo, al mismo tiempo, como variable? ¿Cómo se
en el esquema causal. Esto seria, a primera vista, un procedimiento altamente uri- puede mantener la clausura operativa y, pese a ella, admitir mayor consideración al
tante, pero ciertamente pudiera ser que la matemática pueda ofrecemos al menos entorno, y de hecho no al entorno tal como "está afuera", operativamente inalcan-
algunas ideas respecto a lo que ocurriría si esto sucediera, o a cómo debería .estar zable (lo que quiera que esto pueda significar), sino al entorno tal como es cons-
equipado un sistema para poderse prestar ese re-entry. La misma reflexión entra truido en el propio sistema, sobre la base de distinciones operativamente capaces
en juego, cuando se concibe el concepto de sistema como concepto empírico y se
35 Se puede _mencionar aquí que Spencer Brown (Op. Cit. p. 69) interpreta al operador cen~

33 tral de la matemática, el signo de igualdad, como "is confased with" (se confunde con). También
. .:éase, además, paradigmáticamente George Spencer Brown, Laws ofForm (1969), re~
1mpres10n de la 2' ed. New York 1979. . se podría decir que c'on este signo se formula un límite, cuyo cruce no debe producir infonnación
34
Véase George Spencer Brown, Op. Cit. pp. 56 ss. alguna. ·

524 i 525
1
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de conexión? ¿Cómo puede erigir el sistema sus estructuras internas, de forma que autocrítico, sin sacar los pies de la realidad. Le puede ser útil caminar, tanteando
puede producir mayor irritabilidad, sin que esto termine en confusión, es decir, sin cuidadosamente, sin tener la ilusión de que se pueda llegar al lugar correcto, al
obstaculizar el proceso que transforma la irritación en información o sin recargarse té/os natural del movimiento.
con costos excesivos? El hecho que aquí no haya que consider_ar lhnites establecidos por la natu-
Normalmente, el sistema no hace diferencia entre lo que designa como entor- raleza o la lógica -salvo los muy lejanos lhnites materiales al procesamiento de
no y el entorno tal como es. Ambos tienen, para el sistema, un sustrato cognitivo información- permite abrir perspectivas. Aunque la evolución, como sabemos,37
único: la realidad. En todo caso, observadores de segundo orden pueden decir: ha castigado casi toda especificación como limitación del potencial evolutivo pos-
"We can never be quite clear whether we are referring to the world as it is or to terior, esto ha tenido excepciones. La invención del tipo de sistema organización,
the world as we see it". (Nunca podemos tener absoluta claridad respecto a si nos esto es, en un amplio sentido, el suministro de motivación flexible, especillcable
referimos al mundo tal como es o al mundo tal como lo vemos). 36 El sistema dispo- · _y modificable a cambio de un sueldo en dinero, es ya un ejemplo impresionante
ne de mecanismos de autocorrección, para poderse aproximar a lo que aquí deno- de que son nosibles ganancias estructurales de complejidad en la relación entre la
minamos realidad. Trata de reconocer y evitar "errores". Esto todavía permanece autorreferencia y la heterorreferencia de los sistemas sociales. No se debe consi-
en el ámbito clásico de racionalidad de la verdad y puede ser tratado con la lógica derar concluido este desarrollo. Si bien actualmente impresionan las desilusiones
binaria habitual. Procedimientos más exigentes podrían intentar reconocer y evitar con las expectativas tradicionales de racionalidad: no hay soluciones óptimas a los
"proyecciones" autorreferidas. Los mecanismos de autocorrección son ampliados problemas, no existe consistencia ni estabilidad temporal de las preferencias, no se
como mecanismos de autoinculpación. El sistema se observa, entonces, a sí mis- puede confiar en planes causales lineales de largo plazo; este tipo de frustraciones
mo, con la ayuda de la distinción normal / patológico. Por así decir, el sistema se no debe conducir a la resignación, también podrían ser respondidas desplazando
psiquiatriza a sí mismo, a menudo con la ayuda de consultores, para saber si sus las expectativas a otro concepto de racionalidad.
propias estructuras (programas, intereses y, naturalmente, sobre todo: cultura or- Sobre todo se deben abandonar las ideas de rectitud temporalmente estable, de
ganizacional) lo conducen a una percepción distorsionada de la "realidad". Pero acuerdo al motto "una vez correcto -siempre correcto". La complejidad de la medi-
incluso entonces; se sigue manteniendo la suposición de que es posible ajustarse a da requerida exige una temporalización de la complejidad. Cada_decisión posterior
la realidad del mundo, tal como realmente es. Un "éonstructivismo radical" puede produce una "redescripción" de las decisiones precedentes, precisamente con esto
ser convincente como teoría, pero es inalcanzable prácticamente. Tomado en serio, se mantiene. en el sistema. Al mismo tiempo genera un espacio de juego para su
diría que la heterorreferencia también es autorreferencia y, con ello, baria colapsar propia contingencia y, con ello, para las propias posibilidades de decisión. 1' Si en
esta distinción en su propia paradoja.
Pese a todo, este concepto de racionalidad del "re-entry" descubierto puede
un procedimiento redescriptivo como ése, se ha de hacer posible un re-entry (el
.
cual ya está siempre incorporado, porque ninguna organización sabe' manejarse-
ser útil, precisamente porque hace prestar atención a una paradoja. La distinción sin la distinción de autorreferencia y heterorreferencia), el tiempo pasa a ser la
que ingresa en sí misma (aquí: entre sistema y entorno) es la misma y no lo es. La variable decisiva, la cual es reflejada en todas las operaciones, aquí: en todas las
"realidad" siempre está dada como realidad designada solamente, vale decir, sólo decisiones. El sistema opera estructuralmente determinado y autopoiéticamente.
está dada en virtud de observaciones referenciales, pero no es pura referencia. Esto
al menos indica que el sistema puede generalizar cautelosamente su consciencia 7
J Cfr. supra Cap. 11, sección IV.
proyectiva, normalizar su autopsiquiatrización y así llegar a ser, en estricto sentido, " Michael Baldwin/Charles Harrison/Mel Ramsden, On Conceptual Art and Painting, and
Speaking and Seeing: Toree Corrected Transcripts, Art-Language NS l (1994), pp. 30-69 (esp.
pp. 31 s.) esbozan una teoría correspondiente de la sucesión de innovaciones artístico.estilistas.
36
Jurgen Ruesch/Gregory Bateson, Communication: The Social Matrix of Psychiatry, New Para 1'redescription" cfr. también Mary Hesse, Models and Analogies in Science, Notre Dame
York 1951, 2ª ed. 1968, p. 238, con comentarios sobre el concepto de realidad de la psiquiátría. ]966, pp. 157 SS.

526 !
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527
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1
Sólo puede producirse por sí mismo. A esto, sin embargo, no corresponde ninguna consenso, sin compromiso fuerte, sin motivación a perseverar. Se puede esperar
capacidad de autoobservación, puesto que tal cosa querría decir: multiplicar cada disposición á entrar en acción, por lo tanto, sólo bajo la forma de irracionalidad. 42
operación con sus distinciones, esto es, no sólo dejarla acaecer, sino también com- Un concepto tal de racionalidad debe interrumpir la relación, válida hasta aho-
prender lo que no sucéde mientras ella sucede. Precisamente la autodeterminación ¡_
ra, entre racionalidad y capacidad de pronóstico. Esto vale tanto para pronósticos
completa produce, por lo tanto, una discrepancia entre operación y observación, la ¡ exteroos cuanto internos. Lo que se denomina pronóstico es, por lo tanto, más bien
cual crece con el aumento de complejidad. Parece, entonces, que esta "unreso/va- un instrumento que da indicaciones acerca de lo que debe ser modificado en el pro-
bie indeterminacy"39 (indeterminación irresoluble) que así surge, es compensada, nóstico, si se constata, y ése es el caso típico, que no es acertado. Los pronósticos
tanto a través de la distinción de autorreferencia y heterorreferencia, como por
medio de la incorporación del tiempo. El sistema necesita memoria en referencia
l
1
son, por así decir, memorias que recuerdan al siste!lla sobre cómo veía el futuro y
cómo se dejó motivar por esto - memorias que deben ser permanentemente recon-
al pasado, vale decir: la capacidad cada vez presentemente actualizada de recor- cebidas, para tener en cuenta lo que en el momento actual se necesita del futuro
dar y de olvidar. En referencia al futuro, .el sistema debe ajustarse a oscilaciones,
por ejemplo a la oscilación entre saber y no saber o entre objetos transparentes y l1
para poder decidir. Ofrecen, en otras palabras, posibilidades para observar proble-
mas y transformaciones (con el riesgo de no ver lo demás) más agudamente de lo
opacos, a oscilaciones entre valores del código, esto es, entre decisiones evaluadas que seria posible sin memoria.
como buenas y como malas, y, no por último, a oscilaciones entre puntos de con-
1
centración en el ámbito de la autorreferencia y en el ámbito de la heterorreferencia,
los cuales sólo están dados, ambos, en el horizonte infinito de la siempre posible 1 v.
nueva exploración.
Si se debe confiar en la memoria, se puede caer víctima de facilidades autoge- 1 No hay ninguna fundamentación cosmológica para un concepto de racionalidad
1
neradas.40 Se atribuye, por ejemplo, a una situación, se considera algo excepcional, sistémica como éste. No se puede justificar a partir de la naturaleza de la cosa.
se olvida y ya no se puede reconocer que, pese atodo, se repite. O estados que se Aunque también sería exagerado el título de "razón", si por razón se pretendie-
pueden recordar, se consideran tan relevantes como antes, en tanto se han modi- ra agotar el potencial individual para fundar el sentido de manera subjetivamente
ficado sus condiciones ambientales. 41 O se ha sintonizado un futuro oscilante, de- convincente y que todo lo que no satisface este deseo fuera descalificado como
terminado por diversas bifurcaciones, cuyo cauce aún se desconoce y no se puede simple racionalidad técnica." Incluso si se cambiara el "sujeto" por la sociedad, no
deducir de lo que se sabe. En la dimensión social esto concluirá en acuerdos sin resultaría tal proyección de racionalidad organizátiva sobre la racionalidad de la
sociedad. Son sistemas demasiado diferentes en su tipo de autopoiesi¡¡, Lo que es
39
Así Spencer Brown, Op. Cit. p. 57, en referencia a las operaciones matemáticas de alcanzable como racionalidad para un sistema organizacional que comunica sobre
la aritmética y del álgebra, las cuales, al introducir un re·entry, alcanzan sus límites. Y, bien la base operativa de las decisiones, no puede, por este solo motivo, pretender el
entendido: no se trata de una ind.etemtinación que se remite a la dependencia del entorno, vale título :de racionalidad de la sociedad global -tampoco si en ambos casos sólo se
decir, a variables independientes, sino de una indeterminación producida en el mismo sistema.
40
Esto es plenamente visto en la literatura más reciente acerca de la memoria de organiza~
ciones. Véase sólo James P. Walsh/Gerardo Rivera Ungson, Organizational Memory,Academy of 42 Véase Nils Brunsson, Toe Irrational Organizatíon: Irrationality as a Basis for Organi«
Management Review 16 (1991 ), pp. 57 -91. Esto, sin embargo, significa que la memoria se torna zationalAction and Change, Clrichester UK 1985. Véase, además, Nils Brunsson, The Organiia-
ambivalente en referencia a la racionalidad -una vez servicial, otra desfavorable. tion ofHypOcrisy: TaTh:, Decisions andActions in Organizations, Chichester, UK, 1989.
41
Se hace notar frecuentemente este "error" en la bibliografia y se contrarresta con reque· 43 Es sabido que, con un concepto de razón como télos de la filosofla occidental, Husserl

rimientos de innovación, creatividad, etc. Pruebas, Cn Walsh/Ungson Op. Cit. Se puede concebir proyectaba una salida a ciertas estrecheces de la modernidad europea. Véase Edmund Husserl,
más nítidamente el problema si se acepta nuestra tesis, de que un sistema puede recordar sólo Die Krisis der ei.rropiiischen Wissenschaften und die transzendentale Phanomenologie, Hus~
estados propios y no estados del entorno a los cuales no tiene acceso. serliana vol. VI, Den Haag 1954.

528 1 529
1
1
L
· mira la racionalidad sistémica y se dejan de lado las ambiciones mucho más am- posterior de la sociedad, pero en todo caso no se sostiene emitir et juicio sobre la .
plias de la teoría de la acción comunicativa de Jürgen Habennas. prominencia relativa, únicamente a partir del nivel de la organización. Deberían
· En lugar de insistir en la racionalidad total. y vei en ella una norma que de- servir precisamente .de advertencia, las evidentes debilidades de las prestaciones
bería ser prescrita e impuesta, nos preguntamos cómo afecta la racionalidad or- que actualmente llaman la atención, en la .política estatalmente ordenada y en la
ganizativa al sistema de la sociedad, una sociedad que depende de esa racionali- economía dependiente del crédito y dirigida por los mercados financieros.
dad organizativa, pero que no puede identificarse con ella. En complemento a la En todo caso da que pensar, y éste es el segundo punto de vista, la extensión
exposición del capítulo 13, nos limitaremos á tres puntos de vista, sin levantar la en que la sociedad moderna ha hecho dependientes, del trabajo organizado y de
pretensión de agotar el tema. los costos asociados a las remuneraciones, la distribución del acceso a la satis-
Si todas las organizaciones deben su flexible especificación al pago de sueldos facción de necesidades económicas y, en relación con ella, al financiamiento del
/ l . Estado de Bienestar. A nivel de las organizaciones, debería existir una tendencia a
en dinero, quiere decir que todas las organizaciones también operan en e siste-
ma económico, independientemente de si el punto central de su función se encuen- racionalizar extemalizando, de acuerdo a las posibilidades, el traliajo de alto costo
tra en dicho sistema o en otros sistemas funcionales: por ejemplo, para las organi- o desplazarlo a países con menores costos laborales. Por otra parte, la sociedad no
zaciones estatales en el sistema político, para las escuelas en el sistema educativo, puede renunciar al instrumento de distribución del trabajo (organizado). Bajo la
para los tribun~les en el sistema del derecho, para las organizaciones de investiga- denominación "trabajo", la organización se convierte en uno de los problemas cla-
ción en el sistema científico. Toda organización debe preocuparse, eri el.continuo ve de la sociedad moderna. La preocupación por "el futuro del trabajo" fue uno de
flujo de dinero, de vólverlo a recibir. Esto le otorga una significación sobresaliente los primeros relámpagos en la escena de izquierda de los años '70, aunque no sólo ·
al sistema económico, que es el único que puede preocuparse del dinero y, en es- allí. Tanto como la economía pueda exigir una conducción económica de las orga-
pecial, de asegurar la disposición a aceptarlo;" y, en relación con esto, dado que nizaciones y tanto como se hable actualmente de la orientación a necesidades bajo
no todas las organizaciones pueden refinanciarse económicamente por medio de la fonna del mercado, incluso en organizaciones no prioritariamente económícas,
sus productos, debe ser ayudado con medios coercitivos estatales, vale decir, con igualmente tanto esfuerzo adicional se debería intentar para hacer más aeI trabajo,
recursos políticos. Esto conduce, por así decir, a distorsiones ópticas, esto es, a la con medios específicamente organizativos, que lo logrado hasta ahora.
idea de que en la sociedad moderna le correspondería una primacía funcional a la Otra consideración pudde vincularse al supuesto de que en las relaciones so-
economía y, en relación con ella, a .la política, mientras los otros sistemas funcio- ciáles la racionalidad organizativa requiere acuerdos sin conienso. En cualquier
nales desempeñarían, a lo smno, un rol secundario. 45 No obstante, si adicionalmente caso, toda absorción ele incertidumbre es sólo temporalmente válida, arrastra con-
se piensa en la significación de la falla o del mal funcionamiento, se debe corregir sigo el recuerdo de los puntos de vista que orientaron las decisiones y puede ser
rápidamente este juicio: ¿Política sin derecho y sin medios masivos de comuni- cuestionada si las relaciones se modifican. ¿Por qué alterarse, entonces? Las deci-
cación, economía sin fonnación escolar? No se necesita llegar a la tesis de que . sione.s, que detenninan finalmente el curso posterior, surgen como patrimonio de ·
todos los sistemas funcionales tengan la misma significación para la evolución pensamiento colectivo, aunque puedan ser también aportes individualmente atri-
buidos, ocurrencias o impedimentos detenninados. De todos modos, el sistema
44 Así JosefWielánd, Die Wirtschaft der Verwaltung und die Verwa!tung der Wirtschaft, en:
trabaja anónimamente hacia fuera y, si destaca nombres, lo hace como una exhibi-
K!aus Dammann et al. (Eds.), Die Verwaltung des pohtischen Systems: Neuere systemtheore· ción públicamente eficaz, de la cual no se pueden deducir conclusiones acerca de
tische Zugrif(e auf ein a!tes Thema, Opladen 1994, pp. 65-78. Wieland denomina a la economía aportes de decisión detenninados .: lo que al menos los insider saben. ·
•iel sistema guía de las sociedades modernas". La sociedad, por lo tanto, debe preparar, si es que lo hace, otro terreno para
4s Como en el cuarteto, se podría decir, al segundo violín. Pero el análisis más exacto puede
la comunicación de la identidad individual. En el siglo XIX, se asmnía que esto

. mostrar, precisamente aquí, que la función global depende decisivamente del instrumento que
asume el lugar más bajo en la escala de prominencia. podía tener lugar en la vida privada, en el amor, en la familia que comparte todas

l
.
. 530 531
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las preocupaciones y valora al individuo, sin importar lo que el mundo le reco- tos sociales impresiona la membrecía fluctuante, la dependencia generacional y la
nozca o Je desconozca. 46 En las condiciones actuales, a lo ~umo se encuentra una tendencia de los grupos dirigentes a pasarse a otras organizaciones más normales,
retórica pública que recomienda a la fami!Ía como remedio de la sociedad, pero no si se ofrece la ocasión. Solamente dejamos constancia, en este lugar, de que la so-
'una realidad que ofrezca dicho servicio. Esto se puede deber a que esta solución ciedad no puede ser concebida como suma de prestaciones organizables, sino que
perjudicaba sistemáticamente a las,mujeres; o también, a que sólo podía funcionar su dependencia, respecto a prestaciones racionalmente organizadas, refleja, más
mientras la estratificación de las familias operara como factor adicional. No queda bien, que ella reacciona a los problemas en el modo que puede ser coproducido por
adecuadamente satisfecho, por esta vía, el requerimiento de identidad, la que pue- organizaciones como el otro !ad.o de su forma.
de llegar a ser comunicada como una identidad autoelegida, tercamente sostenida.
Los medios masivos lo complementan por medio de la presentación de sus héroes
47
y héroínas, con los cuales uno se puede identificar vicariamente. Pero también VI.
esto ha sido, en el intertanto, complementado -por medio de posibilidades total-
mente diversas de comunicar públicamente una identidad resuelta, que no puede Un observador externo, un sociólogo, un consultor de organizaciones puede observar
ser desanimada y no está dispuesta al compromiso. Hay que pensar, sobre todo en que y cómo se autoobservan las organizaciones. Puede analizar sus textos explícitos
las regiones acomodadas, en movimientos de protesta con temas muy diversos, e implícitos y deducir autodescripciones. La teoría de los sistemas autopoiéticos ope-
actualizados cada vez," en otros casos en los fundamentalismos étnicos, religiosos, rativamente cerrados dice, además, que hay que contar con esas autoobservaciones
aunque también temáticos de los más distintos tipos. 49 y autodescripciones. Dado que se trata de sistemas dinámicos que reaccionan .a sí
Puede ser que aquí resulten oportunidades para organizaciones de un nuevo mismos es de esperar, además,,que las autodescripciones no permanezcan constan-
tipo - tal como incluso el trabajo social tiene que hacer con problemas que otras or- tes, sino que cambien con o sin la colaboración de los investigadores. Hemos des-
ganizaciones han dejado tras sí como no resueltos. Por de pronto, en los movimien- crito tales cambios tomando como ejemplos la jerarquía y la racionalidad. Aunque
la jerarquía es indiscutiblemente utilizada, igual que antes, como estructura, ya no
parece ser el centro que otorga sentido a las descripciones de la organización. Y más
46 Cfr. únicamente Jules Michelet, L'amour, Paris 1858. claro aún: aunque los fines siguen siendo perseguidos, parece que la optimización de
47 La alternativa amor auténtico / homme copie, ya era visible a comienzos del siglo XIX,
aunque con una clara preferencia por el amor verdadero, en contra de la identificación libresca- las relaciones fin / medios ya no es la idea guía de la autodescripción que califica a
mente aprendida. Véase Stendhal (Henri Bleyle), De l'amour (1822), cit. según la edición Paris la organización de racional. O, si ésta se mantiene, se .revalorizan los componentes
1959. Y, por supuesto, novelas como Madame Bovary o Effi Briest. Una resuelta inversión de la presumidamente irracionales de los procesos de decisión organizados, • ·
ponderación fue llevada a cabo, como es sabido, por Reúé Girard en Mensonge romantique de Este análisis concibe a las organizaciones como observadores, pero como ob-
vérité romanesque, Paris 1961.
" Cfr. Niklas Luhmann, Protest: Systemtheorie und soziale Bewegungen (editado por Kai- servadores de primer orden. Se refieren a sí mismas como a los objetos. Se miden a
Uwe Hellmann), Frankfurt 1996. sí mismas en las exigencias que las presuponen. En todo esto, están incorporadas la
49 Puede ser considerado un resultado ampliamente aceptado de la investigación recien-
variabilidad y la renuncia a criterios de corrección incondicionada y dada a priori. La
te, que los fenómenos denominados "fundamentalismos" son neoconstrucciones de la segunda sociedad, frecuentemente descrita como "postrnodema", desalienta tal aferrarse a cri-
mitad del siglo XX y que no se trata de la supervivencia de antiguas tradiciones, sino de una
revisitación inspirada por los intelectuales. Pero con esto no queda, de ninguna manera, en claro terios absolutos y, si se presenta, lo caracteriza de "fundamentalista". En estos casos,
cuán ampliam~nte se reacciona de esta forma a tendencias generales de globalización, como la no se puede hablar todavía, en estricto sentido, de observación de segundo orden. 50
economía monetaria, la política orientada estatalmente (y no étnicamente), la ciencia dominante
que excluye "para".fenóménos o, en qué medida, al menos también, consiste en una reacción a
50
las condiciones del trabajo organizado. Presumiblemente se .diferenciará aquí regionalmente y se Véase además Frederick Steier/Kenwyn K. Smith, Organizations and Second Order
deberá considerar también el ritmo histórico del cambio. Cybernetics, Journal ofStrategic and Systemic Therapies 4, 4 (1985), pp. 53-65.

532 533
Debemos distinguir, por- lo tanto, dos conceptos de autonomía, En caso algu- principios, instrucciones ni recetas, ni mucho menos a decisiones, Remata directa-
no se sigue, de la clausura operativa de los sistemas autopoiéticos, una clausura mente en una paradoja, esto es, en la pregunta por el observadqr que no se puede
cognitiva de los sistemas a nivel del observar, Esto presupondría que los sistemas representar a sí mismo en sus distinciones y que por eso permanece invisible. O en
siempre ca-observan, en todo lo que observan en referencia a sí mismos o en re- la paradoja de las decisiones indecidibles. Pero no debe quedarse allí. La antigua
ferencia a su entorno, que son ellos (y solamente ellos) los que eligen y aplican el sabiduría de la argumentación retórica paradoja! enseña que esta forma sirve para
esquema de observación, Esto vendría a ser lo mismo que una aceptación práctica plantear la pregunta, de si es posible apartarse de las distinciones e indicaciones
de la tesis del constructivismo radical, Si, por ejemplo, se distingue entre premisas convencionales e imaginar otras formas de disolución .de la paradoja, En el es-
de decisión y decisiones, debería quedar abierta la cuestión de si eventuales discre- quema de problema y solución, la paradoja sirve, por lo tanto, como prob,lema
pancias, errores, desviaciones se han de atribuir a las decisiones o a sus premisas, irresoluble, que puede estimular a reformar la distinción de problema y solución.
Si se trata de condiciones de la racionalidad, permanecería abierto el tema de si Evidentemente, este no puede suceder de manera racional, debido a que se debe
los déficits de racionalidad son atribuibles a las decisiones o al modo en que son aceptar la significación fundamental de la paradoja; pero tal vez. sí de manera inte-
observadas las decisiones, cuando se toman por base ciertas exigencias de raciona- ligente que se sabe arreglar con las condiciones existentes,
lidad. Sin enibargo, no se puede contar al interior del sístema, ni sobre todo como
modo de comunicación cotidiana, con este tipo de observaciones de segundo orden
que se reflejan por sí mismas (antológicas), La cibernética de segundo orden puede
ciertamente postular que todas las observaciones son observables como operacio-
nes de sistemas observadores, pero no es imperioso el supuesto empírico de que en
toda observación se extraiga la consecuencia autológica y que cada observación se
diga a sí misma: sólo soy la observación de un observador,
Cuando se producen crisis del observar e incertidumbres increméntadas del
decidir, y cuando la misma sociedad no tiene ayuda a mano, parece haber una
salida en la búsqueda de criterios "éticos", los cuales pueden ser aceptados, aun-
que sea negligente y pasajeramente, como en una autorreflexión constructivista en
el sentido de la cibernética de segundo orden. Sin embargo, la·ética siempre es una
directiva para observadores de primer orden. No pregunta quién es el observador
que distingue entre normas éticas y comportamiento (a lo sumo, pregunta por el ••
fundamento de estas normas), y atribuye al comportamiento y no a las normas, las
discrepancias entre normas y comportamiento. Aquí también puede haber critica y
transformaciones; pero si ha de ser y permanecer ética, ha de exigir que los viejos
valores sean reemplazados por nuevos, puesto que, en caso contrario, la ética se
disolvería a sí misma.
Con todo, la cibernética de .segundo orden no es una orientación "no prácti-
. ca", que no se puede recomendar ni practicar seriamente. Basta con ver la medida
en que se orientan por este modelo los terapeutas familiares o los consultores de
orgauizaciones. Sólo que esta posición constructivista no conduce directamente a

534 535
CONCLUSIÓN. TEORÍA YPRAXIS

Hoy en día sigue casi automáticamente, de manera irreflexiva, a la presentación de


una teoría, la pregunta: ¿De qué sirve esto en la práctica? Con una pregunta como
ésta ha de contar también la exposición previa de una teoría de la organización. En
vez de devanarnos en el dilema, queremos preguntamos, como conclusión, si tal
pregunta está, después de todo, justiñcada.
En primer lugar, se debe dejar constancia que la contraposición de teoría y
praxis no tiene raíces históricas, sino que es de fecha relativamente reciente, pro-
bablemente del.siglo XIX. Antes se distinguían separadamente teoría y praxis: la
teoría como conocimiento alejado se distinguía del conocimiento cotidiano y
la praxis se distinguía de la poiesis, es decir, de la producción de obras. Habría
que aclarar ahora lo que se pensó, cuando se empezó a contraponer teoría y praxis.
Con toda seguridad, es una reacción a la cultura científica del siglo XIX. Esto deja
en claro el sentido de teoría: la teoría es un programa de trabajo del sistema de la
ciencia. Pero, ¿y la praxis?
Como parece evidente para la cultura científica del siglo XIX, la teoría da la
medida directriz de la relación. Pero, ¿cómo se ha de entender exaqtynente esto?
Ciertamente no en el viejo sentido de una jerarquía, de una prioridad de rango, ni
una preeminencia esencial de la teoría. La teoría no puede afirmar ser más impor-
tante que la praxis para los seres humanos, la cultura o la sociedad. El desequilibrio
de la relación de teoría y praxis se expresa, más bien, en que la teoría desempeña
un rol en ambos lados: en el lado de la teoría y en el lado de la praxis. 1 Por una

1También se puede afirmar lo mismo de la praxis y hablar de una pfaxis de la teoria1 de


una praxis del diseño de teoría. Pero con estó se reduce el trabajo en teorías a un caso particular,
semejante a la praxis de preparar y servir el té, en que sobre todo se trata de no hacerlo mal.

537
parte, la teoría produce su propia prestación en el lado de la teoría. En esto trata a .se ha de partir de la base de que "loase coupling" es una condición fundamental de
la praxis como objeto de la teoría, bajo denominaciones como acción u operación. la estabilidad del sistema.
No es comprensible, por lo tanto, por qué la teoría, como a menudo se escucha,2
debería esforzarse por ser comprensible para quienes se ocupan de la praxis. ¿Por
qué debería aceptar las limitaciones vinculadas con esto? Por otra parte, se pre-
gunta, y ésta es una pregunta completamente diferente, qué efectos tiene en la
praxis. En cierta medida se duplica y entra en juego como observador y, al mismo
tiempo, como objeto observado. Esa maniobra sabotea, sin embargo, la distinción
clásica entrdeoria y objeto (o de "sujeto" y "objeto"), Ladisiinción reingresa en sí
misma. 3 Con tal "re-entry", el cálculo revienta.el ámbito.de aplicación de la forma
clásica de operación del conocimiento y se hace; si se nos permite decirlo así, no
computable. Y, entonces, la cuestión será cómo se pueden dirigir aún las opera-
ciones, en vistas a la objetividad o al acuerdo intersubjetiva. O: cómo puede ser
todavía controlada la "imaginación", que ahora es imprescindible.
Mientras esta pregunta no se responda, no se podrá reconocer en la pregunta
inicial por la utilidad práctica, ninguna vía a una critica significativa. La pregunta
se erige como representante de los intereses de la· praxis, algo que no se le puede
negar. Pero no se entiende lo que pudiera aportar al mejoramiento de las prestacio-
nes que se pueden esperar de una teoría. Una teoría contiene su propio programa
de mejoramiento. Sólo puede ser perfeccionada según la medida de los problemas
que ella misma se plantea, dado el caso también mediante una redescripción de su ·
planteamiento del problema con la ayuda de otra metáfora o de otras distinciones
guía, Así se puede buscar un sucesor para el concepto de autopoiesis u otra res-
puesta a la pregunta sobre cómo pueden emerger diferencias reproducibles -sea
sistema / entorno, sea estructura / proceso- a partir de operaciones atadas a mo-
mentos temporales. Pero con esto no se puede responder la pregunta acerca de si,
••
y con qué costos y consecuencias laterales, logra sus fines la praxis ayudada por la
teoría (aunque naturalmente esta pregunta puede ser explícada teóricamente). En
otras palabras, debemos damos por satisfechos con un "loase coupling ofcognition
and action". Y, no por último, precisamente esto puede ser una ventaja práctica, .si

2
~sí Barbara Czamiawska-Joerges; Exploring C~mplex Organizations: A Cultural Pers-
pective, Newbury Park Cal. 1992, pp. 211 s.
3
-En el sentido de George Spencer Brown, Laws of Forro, reimpresión New York 1979,
pp, 56 S., 69 SS,

538 539
ÍNDICE TEMÁTICO

absorción de incertidumbre 26, 70, 89, 1ll, apertma 52, 77,. 83, 90, 95, 96, 97, 247,
140, 187, 192, 201, 220, 221, 222, 452,489
223, 225, 226, 227, 229, 230, 231, aprendizaje 48, 100, lOl, 102, 129, 170,
233, 235, 237, 240, 241, 242, 243, 222, 234, 235, 237, 293, 308, 3ll,
245, 247, 248, 249, 250, 251, 253,. 387, 391, 401, 413,.428, 452, 470,
254, 256, 257, 258, 259, 261, 262, 502
265, 266, 268, 292, 300, 304, 329, arbitrariedad 36, 81, 162, 166, 172, 173,
335, 337, 354, 367, 369, 373, 376, 250,340,341,501
392, 406, 420, 429, 463, 477, 489, atribución 56, 101, 108, 110, 112, 114,)22,
512,531 132, 136, 153, 154, 167, 168, 169,
acción 45, 47, 48, 55, 56, 59, 69, 95, 107, 170, 213, 236, 238, 241, 267, 286,
108, 114, 146, 153, 154, 156, 166, 289, 292, 31 l, 332, 335, 342, 345,
179,181,198,297,310,520,538 346, 348, 445, 514, 515, 516, 517,
acoplamiento estructural 148, 149, 180, 518,524,525
408,455,457,458 autodescripción 45, 59, 70, 71, 141, 348,
acoplamiento firme 103, 398, 407, 418, 477, 478, 481, 483, 484, 485, 486,
421,425,426,429 487, 488, 490, 493, 494, 497, 500,
acoplamiento flojo 262,394,398,407,421, 502,508,510,521,533
453,494 automatización 419,420,430 •
actas 193,195,309 autoobservación 44, 69, 70, 71, 98, 100,
acuerdo 85, 92, 143, 146, 170, 244, 245, 105, 157, 158, 258,'347, 348, 379,
250, 267, 295, 330, 488, 495, 496, 390,393,407,412,494,528
524,538 autoorganización 70, 75, 103, 176, 241,
adaptación 55, 70, 96, 100,102,209,294, 268,269,296,297,355,476,491
296, 318, 361, 387, 402, 403, 407, autopoiesis 69, 70, 72, 73, 75, 76, 77, 78,
408,410,418,426,445,457,521 79, 85, 90, 93, 94, 98, 100, 105, 118,
alarma 254, 316, 369 121, 127, 148, 149, ],§1, 164, 174,
alternativa 64, lll, 155, 156, 157, 163, 176, 177, 178, 179, 196, 198, 199,
164, 165, 168, 173, 175, 191, 200, 200, 216, 221, 226, 269, 271, 293,
201,204,205,255,275,310 310, 314, 323, 331, 332, 354, 378,

541
382, 403, 432, 451, 456, 459, 460, ciencia 56, 59, 61,212,267,418,446,454, 292, 443, 444, 467, 469, 470, 471, dialéctica 25, 63,443,484
462, 482, 496, 501, 513, 515, 521, 456,476,496,497,511 492,505,508 diálogo 371,373,499
523,529,538 cínico 225,491, 502 consenso 114, ll5, 119, !20, 121, 127, dinero 32,35, 140,260,272,273,314;-318,
autoridad 39, 40, 45, 47, 131, 140, 168, circuito de reflexión 353 141, 144, 145, !50, 152, 169,.110, 355, 426, 438, 449, 453, 458, 461,
241, 242, 243, 244, 248, 251, 254, cismogénesis 385 174, 182, 224, 226, 244, 253, 255, 464,465,466,476,500,527,530
329,415,481 clausura cognitiva 534 286, 373, 376, 390, 409, 426, 446, dirección 44, 55, lll, 143, 144, 170,274,
autorreferencia 25, 53, 55, 57, 62, 68, 71, clausura doble 26 448, 474, 488, 498, 499., 500, 501, 355, 363, 375, 383, 415, 434, 466,
90, 98, 100,101,105,114, 146, 158, clausura operativa 68, 74, 78, 84, 85, 88, 510, 514, 521,529, 531 472,494,500
159, 179, 180, 195, 247, 259, 26!, 89, 90, 93, 97, 100, 102, 103, ·105, consultoria 33, 39, 43, 64, 353, 373, 488, disenso 92, 120, 121, 127, 152, 174, 253,
267, 268, 270, 275, 291, 293, 454, 162, 247, 260, 26!, 268, 275, 354, 493,494 285,376,496
459, 479, 482, 483, 50!, 510, 513, 365,442,455,459,476,525,534 contabilidad 101,226,230,370,466,470, diseño 309,537
525,526,527 clien)elismo 342, 343; 344 504 distinción 25, 26, 30, 32, 34, 35, 41, 42, 43,
banco central 458, 459 codificación 64, 278 contingencia 47, 55, 56, 80, !13, 132, 172, 44,45,46,48,49,50,5!,52,56,57,
biestabilidad 98,267,477 competencia 93, 123, 21!, 212,242,249, 175, 204, 205, 236, 238, 270, 276, 58, 59, 61, 62, 65, 68, 79, 81, 83, 90,
bivalencia 277 254, 264, 305, 306, 322, 326, 328, 413,488,527 . 91, 98, 99, 101, 105, 108, 113, 123,
burocracia 35, 36, 40, 41, 44, 47, I.95, 256, 330, 363, 370, 371, 379, 417, 420, contrario 319 127, !37, 14!, 148, .156, !57, 158,
468 427,440,458,466,496,500 control 38, 43, 46, 54, lll, !40, !44, 19!, 159, 160, 16!, 162, 163, 164, 166,
cambio 26, 56, 119,240,245,259,286, 295, comprensibilidad 181 194, 209, 251, 263, 266, 280, 28!, 169, 17!, 172, 183, !88, 190, 196,
315, 33!, 360, 370, 381, 382, 384, computador 152,203, 27!, 420,422,423, 315,316,407,418,420,422,428, 197, 198, 209, 247, 261, 266, 267,
· 387, 389, 393, 40!, 403, 407, 408, 426,431,432 434, 435, 442, 444, 449, 469, 470, 278, 282, 297, 304, 306, 308, 331,
409,410,419,470,489,494,504 comunicación 26, 39, 44, 65, 75, 82, 83, 471,472,500,509,518,519 333, 336, 337, 352, 369, 372, 381,
cambio organizacional 382 84, 85, 86, 87, 90, 91, 92, 93, 94, corrupción 37,272,342,344,444,475 384, 385, 418, 442, 450, 463, 470,
capacidad de conexión 77, 80, 85, 159, 107, 113, 114, 116, 119, 120, 121, creatividad 385,410,413,522 477, 478, 484, 486,488, 492, 495,
173,275, 459, 514 124, 126, 127, 136, 144, 145, 146, critica 59, 109, 175, 195, 206, 217, 305, 508, 514, 516, 517, 523, 524, 525,
capital 48, 172, 216, 249, 343, 346, 396, 148, 149, 150, 151, 156, 166, 168, 478,497,511,538 526,527,535
465,469,471,509 173, 178, 179, 18!, 185, 193, 196, cultura 57, 83, 104, ll2, ll4, 144, 145, 177, división del trabajo 26, 73, 272, 352, 355,
carisma 168 205, 207, 216, 222, 227, 228, 24!, 193, 208, 244, 253, 264, 280, 281, 362, 367, -368, 370, 378, 438, 454,
· carrera 129, 130, 131, 132, 133, !34, !35, 253, 254, 258, 263, 271, 272, 273, 282, 283, 299, 317, 319, 347, 432, 471
!37, 138, 139, 141, 212, 242, 326, 278, 283, 293, 295, 296, 303, 315, 441, 468, 472, 473, 474, 475, 481, downsizing 397,413 , •,.
330, 343, 344, 345, 346, 347, 348, 320, 329, 332, 333, 338, 340, 348, 486,487,488,493,503,507,526 economía 36, 38, 47, l!O, 140, 242, 272,
. 349, 352, 389, 444 366, 368, 369, 372, 378, 394, 418, cultura organizacional 281,282,283, 284, 299, 343, 446, 454, 455, 456, 46!,
catástrofe 422,423, 443, 444 419, 432, 433, 441, 442, 446, 447, 286,287,288,290,347 464,476,486,531
causalidad 35, 46, 62, 75, 82, 153, 213, 453, 456, 457, 459, 461, 462, 464, currículum vitae 134, 337 elaboración electrónica de datos 151, 368,
214, 215, 267, 312, 322, 323, 46!, 474, 477, 478, 482, 487, 491, 494, deconstrucción 39, 145, 173, 175, 176, 379
494,514,516,517,518,520,525 496,501,505,513,522 179,275,490 empresa 32, 3J, 35, 38, 40, 44, 48, 52, 101,
certidumbre 26, 159, 201, 203, 234, 246, comunicación organizada I46, 447 desarrollo cirganizacional 43, 110 145, 172, 249, 288, 289, 299, 430,
248,254,256,257,278,367 · condiciones 38, 48, 62, 162, 170,174,207, desplazamiento 309, 314, 373, 413, 445, 453,457,466,488,504
chismorreo 125, 283 264, 300, 301, 304, 306, 307, 308, 466,517 energía 78, 83, 170, 420, 425, 426, 427,
cibernética 53, 56, 78, 156,213,364,452, 420,489 determinado !62, 199,310,484,485,486, 433,434,435
514,534 confianza 44, 96, 103, 126,181,225,281, 489,501,507,517,527 entorno 37, 47, 48, 50, 51, 52, 53, 55, 56,

542 543
57, 58, 59, 62, 70, 71, 72, 73, 74, 75, 335, 345, 413, 428, 472, 494, 500, inclusión 62,161,352,442,444,448,449, 328, 352, 362, 363, 364, 371, 373,
77, 79, 81, 82, 87, 88, 90, 91, 93, 94; 501 450,451,473,523 374, 378, 428, 429, 480, 489, 490,
95, 97, 98, 100, !01, 102, 103, 104, experiencia 90, 101, 116, 130, 138, 15'6, individualidad 135, 151,264,334,500,501 491,498,499,504,533,537
105, 113, 114, 117, 126, 128, 141, 195, 208, 209, 223, 224, 240; 242, individub 108, ll3, !14, 115, !16, 117, laberinto 480, 492
149, 159, 164, 170, 189, 192, 194, 243, 254, 311, 319, 372, 466, 478, !19, 132, 135, 136, 137, 138, 149, latente 160,175,207,492
195, 209, 219, 247, 259, 261, 264, 493,512 173, 297, 327, 330, 335, 337, 338, legitimación 35, 58, 289, 310, 397, 481,
266, 268, 275, 276, 291, 292, 294, experimento 391 349,385,489,510,532 501,507
306, 316, 318, 320, 321, 322, 323, fin/medios 47 información 39, 47, 55, 65, 76, 77, 78, 80, lenguaje 63, 80, 82, 120, 123, 125, 163,
343, 364, 370, 372, 383, 388, 396, futuro 25, 27, 40, 63, 82; 84, 85, 89, 98, 99, 81, 82, 83, 85, 94, 96,119,132,156, 228,432,456,48!,503
405, 408, 410, 413, 418,427,428, 123, 126, 128, 131, 134, 141, 143, 173, 174, 175, 178, 179, 186, 189, libertad 124, 136, 137, 138, 141, 154, 155,
440, 447, 454, 456, 463, 466, 469, 146, 155, 158, 161, 163, 171, 172, 192, 199, 201, 202, 21l, 212, 2f5, 172,293,449,450,451,452,487
470, 472, 478, 485, 487, 490, 492, 175, 177, 186, 188, 189, 191, 194, 219, 224, 235, 241, 253, 259, 266, liderazgo 163,169,257,501
493, 494, 497, 498, 499, 500, 501, 195, 196, 197, 198, 199, 200, 201, 273, 319, 355, 367, 368, 372, 393,. lbnites 49, 53, 71, 75, 80, 90, 96, 97, 105,
502, 509, 510, 513, 515, 516, 521, 202, 203, 205, 206, 207, 209, 214, 402, 406, 412,420, 423, 426, 433, ll9, 124, 158, 162, 202, 235, 240,
523,525,526,528,534 215, 216, 217, 223, 231, 232, 245, 447,507,510,517,525,526 245, 261, 276, 279, 347, J65, 383,
error 150, 169, 226, 235, 270, 302, 415, 255, 259, 260, 263, 267, 270, 271, innovación 96, 112, 170, 193, 195, 196, 440, 446, 447, 460, 467, 469, 472,
496,519 275, 284, 289, 290, 292, 296, 304, 199, 207, 257, 258, 302, 321, 387, 484,491,493
escándalo 347, 488 306, 307, 310; 311, 318, 331, 345, 413,4!7,4]8,445,486,500,501 management 294, 5ll
escritura 149, 151, 192, 193, 25), 254 346, 347, 368, 380, 389, 390, 391, inpuUoutput 75, 78 máquina 25, 42, 53, 72,104,112,152,162,
espacio 25, 127, 162, 181, 186, 192, 214, 394, 398, 399, 404, 452, 460, 475, institución 56, 57, 104, U4, 282,441,456, 200, 223, 249, 275, 290, 292, 319,
454,482 476, 479, 488, 500, 501, 502, 503, 466, 473, 474, 475, 486, 493, 502, 355,393,415,420,459
esquema de contingencia 172 507,513,518,521,528,529 507 memoria 25, 84, 85, 97, 98,100, 101, 113,
esquematismo 212,334 hecho 81,91, 145,168,420 integración 40, 115, 127, 128, 129, 132, ll4, 123, 131, 142, 143, 158, 171,
estímulo 96,131,247,476 identidad 49, 61, 62, 69, 70, 114, 117, 118, 133, 135, 141, 144, 145, 344, 378, 175, 179, 181, 186, 187, 188, 189,
estructura 59, 73, 82, 84, 87, 103,141,177, 135, 143, 164, 166, 196, 200, 202, 471 190, 191, 192, 193, 195, 198, 199,
211, 245, 246, 260, 267, 272, 275, 203, 208, 267, 273, 274, 275, 292, interacción 45, 116, 119, 166, 253, 254, 201, 203, 204, 208, 229, 230, 231,
276, 286, 293, 346, 351, 354, 374, 327, 344, 347, 464, 480, 482, 492, 297,319,415,428,446,47] 232, 237, 259, 288, 290, 293, 308,
378,379,405,476,485,486,515,533 496,498,500,503,508,524 interdependencia 276, 453,454,455, 512 31l, 315, 318, 319, 320, 321, 322,
ética 57,154,161,175,500,518,534 igualdad 36,274,347,439,449,450,451, interés 51, 109, IIO, 13!, 139, 140, 160, 327, 353, 368, 369,)JO, 376, 379,
evento 68, 77, 80, 99, 107, 156, 161, 166, 452,525 182, 183, 238, 259, 505, 506, 507, 393, 406, 412, 431, 470, 477, 478,
174, 187, 192, 202, 203, 206, 209, incertidumbre 26, 27, 40, 54, 70, 71, 85, 511 479, 480, 482, 483, 489, 490, 492,
286,394 89, 132, 133, 135, 142, 147, 155, interpretación 36, 37, 101, 131, 137, 196, 499,501,503,5]7,528,529
evolución 66, 74, 100, 102,164,217,283, 160, 163, 165, 200, 201, 209, 220, 301, 306, 308, 313, 321,485, 502 mercado 32, 33, 36, 38, 47, 48, 97, 132,
289, 290, 365, 383, 398, 399, 400, 221, 222, 223, 224, 225, 226, 227, ironía 228 135, 140, 249, 277, 294, 329, 380,
401, 402, 403, 404, 406, .407, 408, 228, 230, 236, 238, 240, 241; 243, irritación 64, 10; 100, 162,246,258,269, 416, 419, 420, 438, 455, 461, 463,
409, 412, 413, 435, 437, 438, 459, 248, 249, 251, 252; 253, 254, 255, 368,459,485,526 465, 466, 492, 497, 500, 505, 510,
463, 527, 530 256, 257, 258, 259, 260, 261, 262, jefe 58,137,481 531
exclusión 129,130,155,161,279,341,385, 266, 270, 278, 290, 301; 311, 315, jerarquía 38, 40, 42, 45, 50, 51, 54, 137, micropolítica 236,240, 376
444,448,449,450,451,477,523 332, 364, 367, 372, 373, 376, 377, 140, 170, 180, 207, 224, 232, 239, mistificación 286
éxito 27, 54, 96, 99, 101, 133, 172, 178, 391,392,429,433,445,471,495 245, 246, 249, 250,251,293, 317, motivación 35, 38, 39, 90, 108, 11 O, !12,

544 545
113, 114, 115, 121, 128, 135, 140, 367, 372, 373, 375, 376, 378, 379, persona 91, 115, 116, 118, 119, 120, 123, 187, 189, 190, 191, 192, 194, 196,
144,145,438,489,527 381, 390, 393, 402, 418, 419, 423, 125, 134, 138, 141, 142, 143, 145, 197, 198, 199, 200, 202, 205, 214,
motivo 121, 123, 124, 125, 141,207,420, 428, 434, 435, 438, 440, 442, 445, 197, 206, 265, 269, 273, 295, 326, 216, 229, 255, 267, 270, 290, 295,
495,502 447, 450, 455, 458, 461, 467, 472, 334, 335, 337, 339, 344, 372, 448, 307, 310, m, 320, 346, 347, 389,
negativo 82,133,279,314,404,508,524 475, 477, 485, 486, 489, 490, 491, 485 390, 391, 394, 397, 412, 478, 503,
niveles lógicos 159 493, 495,496,497, 500, 501, 502, · personal 26, 113, 114, 129, 132, 143, 144, 517,518
normal 134, 175, 192; 199,270,303,318, 505, 520, 527 212, 242, 271, 272, 276, 319, 325, problema 182, 183, 317, 420, 494, 495,
369,392,433,448,507,526 organización formal 42, 43, 264, 352 326, 327, 328, 330, 331, 332, 333, 498,499,504
no saber 201,220,222,223,243,246,247, organización informal 42, 44, 110, 130, 334, 335, 337, 338, 340, 341, 342, producción 72, 96,120, 130, 144,194,198,
253,478,491,528 353,377,416,487 343, 344, 347, 348, 352, 372, 378, 209, 354, 361, 366, 370, 417, 418,
observación 43, 50, 66, 70, 79, 97, 98, 124, oscilación 90, 98, 158, 188, 197, 198,329, S89,394,395,438,480,481,489 419, 420, 421, 425, 489, 501, 516,
135, 141, 156, 157, 158, 160, 162, 508,528 planificación 96, 126, 182, 191, 201, 210, 521
· 163, 164, 165, 166, 169, 178, 179, paradoja 26, 49, 51, 58, 61, 62, 65, 79, 80, 250, 270, 271, 294, 296, 299, 319, programa 49, 144,196,203,208,273,276,
190, 191, 202, 203, 204, 213, 214, 81, 91, 106, 130, 137, 144, 145, 146, 322, 330, 334, 352, 354, 356, 362, 295, 300, 301, 304, 306, 307, 308,
215, 222, 227, 246, 247, 248, 292, 148, 160, 163, 166, 167, 168, 169, 3g6, 395, 399, 401, 405, 406, 407, 310, 311, 312, 313, 314, 315, 318,
296, 332, 333, 343, 344, 347, 353, 170, 171, 173, 174, 176, 178, 179, 409,417,442,470,494,504,513 322,412,444,452,537,538
366, 374, 375, 376, 382, 384, 409, 182, 183, 185, 190, 193, 194, 205, planificación organizacipnal 355,372 programa condicional 307, 308
412, 464, 479, 489, 508, 510, 513, 206, 213, 214, 215, 222, 268, 278, plazos 209,210,211,212 programa de decisión 300,301
516,518,523,528,533,534 289, 311, 317, 332, 352, 353, 356, población 30,289,400,401,402,403,407 programadefines 311,313
observación de segundo orden 169, 508 369, 381, 385, 387, 394, 412, 430, poder 35, 42, 92, 141,146,209,220,237, proyecto 257,319,389,390
ocupación de puestos 333, 335, 339, 340 441, 450, 483, 489, 492, 496, 499, 238, 239, 240, 249, 251, 259, 260, prudentia 519
oficioso 502 514,518,522,523,524,525,526,535 288, 322, 343, 407, 423, 444, 451, psiquiatrización 175
operación 66, 68, 71,. 73, 83, 86, 88, 90, participación 90, 112, 114, 119, 130,264, 453,487,497,500 puestos 33, 46, 115, 132, 135, 212, 239,
93, 99, 106, 107, 148, 150, 157, 160, 265, 286, 326, 371, 451, 470, 483, praxis 35, 40, 130, 133, 174,204,227,246, 243, 245, 246, 248, 265, 271, 272,
161, 162, 164, 166, 168, 173, 175, 488 251, 274, 291, 302, 319, 326, 370, 273, 274, 275, 276, 277, 278, 281,
176, 187, 191, 198, 205, 214, 232, pasado 63, 85, 89, 92, 98, 99, 123, 131, 371, 373, 393, 488, 489, 494, 518, 294, 309, 313, 315, 330, 334, 335,
134, 138, 155, 158, 161, 171, 172, 537,538 337, 338, 339, 340, 341, 343, 344,

.
260, 268, 270, 276, 292,307,310,
314, 354, 356, 369, 392, 427, 464, 175, 186, 187, 188, 189, 191, 194, preferencia 281 345, 346, 347, 348, 354, 356, 360,
471, 479, 484, 496, 502, 517, 525, 195, 196, 197, 198, 199, 200, 201, premisas de decisión 26, 139, 177, 181, 361, 363, 366, 372, ,377, 378, 379,
528,538 202, 203, 205, 206, 207, 209, 214, 232, 234, 240, 261, 262, 263, 264, 395,421,465,481,483,485
oralidad 254 215, 216, 229, 230, 231, 232, 245, 265, 266, 267, 268, 269, 272, 274, racionalidad 25, 35, 40, 45, 47, 48, 49, 58,
organización 25, 27, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 255, 256, 267, 274, 275, 284, 289, 275, 276, 277, 278, 279, 280, 281, 66, 103, 156, 169, 207, 215, 216,
36, 37, 55, 61, 69, 70, 85, 86, 87, 90, 292, 304, 306, 307, 310, m, 320, . 282, 288, 290, 291, 294, 295, 296, 219, 266, 267, 270, 290, 326, 341,
91, 93, 94, 97, 101, 102, 105, 124, 345, 346, 347, 368, 380, 389, 390, 299, 300, 303, 315, 319, 325, 327, 34{ 353, 354, 360, 371, 389, 402,
130, 137, 140, 142, 151, 179, 187, 394, 397, 473, 479, 500, 503, 507, 331, 332, 334, 335, 339, 340, 348, 403, 407, 439, 440, 445, 460, 463,
194, 195, 198, 201, 205, 207, 209, 518,528 352, 354, ¡..56, 366, 369, 376, 379, 486, 488, 489, 493, 496, 504, 506,
213, 216, 233, 242, 249, 252, 254, pensamiento 150, 156, 165,.254, 422,523 382, 389, 393, 395, 405, 406, 407, 507, 508, 509, 510, 511, 512, 513,
255, 257, 258, 262, 266, 267, 268, percepción 82, 116, 118, 125, 148, 149, 409, 429, 444, 446, 479, 481, 494, 514, 515, 518, 519, 520, 522, 524,
270, 272, 276, 302, 320, 325, 334, 150, 151, 156, 160, 180, 254, 259, 504,510,520,521,534 525, 526, 527, 529, 530, 531, 533,
338, 339, 343, 347, 354, 356, 365, 426,432,478,482,526 presente 25, 126, 146, 171, 172, 177, 186, 534

546 . 547
realidad 25, 3(), 40, 57, 78, 95, 96, 103, 220, 222, 223, 243, 246, 253, 254, 517, 520, 521, 523, 524, 525, 526, 87, 99, 102, 115, 142,186,267,302,
l 05, 120, 168, 255, 258, 267, 268, . 363,496, 528 527, 528,529, 530, 531, 534 351,352,445,484,508,522 ..
269, 314, 333, 384, 394, 440, 445, selección 69, 80, 89, 102, 132, 136, 150, sistema funcional 212, 4§5, 457,466 teoría de sistemas 57, 58, 79, 112, 238,
464,.492, 496, 500, 502, 508, 510, 166, 190, 195, 201, 213, 216, 232, sociedad 26, 31, 32, 36, 48, 65, 75, 80, 90, 304,409,440
513,517,526 236, 242, 265, 312, 320, 326, 334, 117, 118, 124, 127, 129, 131, 135, tercero 214,491
reclutamiento 138,265,278,329,333,336, 337, 339, 340, 342, 346, 347, 349, 136, 137, 199, 212, 216, 255, 259, texto 39,116,190,295,458,477,478,479,
m~1 ~~~~~-~ 260, 272, 278, 289, 365, 392, 400, 482; 492, 498 .
rectitud 300,301,302,335,527 412,450,451,460,479 408, 420, 425, 433, 434, 435, 437, tiempo 25, 62, 63, 80, 82, 89, 98, 99, 126,
red 25, 44, 74, 87; 90, 93, 94, 107, 123, señas 366,371,372,377 438, 439, 440, 442, 445, 446, 447, 127, 128, 142, 143, 145, 158, 161,
150, 154, 195, 197, 265, 267, 269, ser humano 83, ll5, 116, 125, 150, 180, 449, 450, 451, 452, 454, 459, 461,. 163, 17\, 177, 185, 186, 187, 188,
273, 342, 343, 348, 357, 430, 433, 305,333,422,432, 451,.489, 519 464, 465, 470, 471, 473, 481, 487, 189, 190, 192, 193, 194, 195, 197,
468,469,470,484 simbiosis 469 496, 497, 499, 500, 503, 509, 510, 198, 199, 200, 202, 204, 205, 206,
re-entry 90, 98, 99, 148, 161, !71, 172, símbolo 47, 117, ll9, 137,156,283 513, 519, 520, 529, 530, 531, 533, 207,208,209,210,211,213,214,
205,206,216,223,266,275,291, . simultaneidad 142,189,194,274,278,518 ' 534,537 215, 216, 227, 232, 241, 248, 253,
368,477,524,526,527,538 sincronización 194,195,209,307,504 tacto 124, 125, 126 254, 255, 257, 263, 267, 269, 270,
reestabilización 405,407,408,409 sistema 25;26, 36, 38, 45, 46, 47, 48, 50, tamaño de la organización 357 275, 279, 310, 314, 315, 317, 318,
reflexión 26, 64, 70, 99,226,255,318,375, 51, 52, 53, 55, 56, 57, 58, 59, 62, 68, tarea 212, 225; 246, 265, 269, 272, 273, 361, 375, 394; 420, 421, 428, 434,
378, 379, 380, 387, 484, 491, 493, 69, 70, 71, 72, 73, 74, 75, 77, 79, 80, 299,300,315,387,445 500,513,515,516,518
49?;~?J,?1;,-?5, j2f, C\. 81, 82, 83, 84, 85, 86, 87, 88, 90, 91, técnica 25, 57, 103, 186, 372, 415, 416, trabajo 32, 33, 35, 36, 38, 41, 43, 52, 58,
reforma l4'1i-l46,¡3':Ji34J, 3¿~\J91i, 383, 93, 94, 96, 97, 98, 100, 101, 103, 418, 419, 420, 421, 422, 424, 425, 11 o, 112, 115, 124, 125, 134, 140,
384, 386, 387, 389, 39ÍY,391, 392, 104, 105, 107, ll3, ll8, 119, 123, 426, 427, 428, 429, 430, 431, 432, 206, 209, 210, 211, 225, 243, 272,
393, 394, 395, 398, 404, 405, 409, 124, 127, 128, 140, 141, 142, 145, 433, 434, 435, 440, 442, 456, 486, 281, 327, 333, 346, 356, 360, 361,
478,490 150, 158, 164, 168, 172, 174, 177, 529 415, 420, 421, 422, 426, 430, 437,
regla 124,164,264,290,305,306,308 179, 181, 189, 190, 192, 193, 194, tecnología 358, 416, 417, 418, 422, 423, 438,471,485,487
reingreso 65, 98, 134, 148, 161,216,524 195, 196, 198, 199, 200, 204, 209, 425, 428, 430, 434 transformación 70, 103, 148, 149, 152,
relais 209,241 210, 216, 226, 229, 230, 232, 241, tema 84, 90, 116, 119, 147, 151, 168, t78, 175, 230, 256, 338, 365, 367, 373,
repetición 77, 82,207,208,231,292,293, 246, 247, 251, 254, 259, 261, 263, 204,495,520 374, 381, 385, 392, 408, 43 l, 440,
320,369,480 264, 266, 268, 269, 270, 271, 272, teoría 25, 26, 31, 36, 38, 40, 41, 51, 52, 55, 456,485,487
responsabilidad 90, lll, 150, 169, 172, 274, 275, 279, 290, 291, 292, 293, 58, 67; 68, 72, 79, 80, 96, 100, 102, tribunal constitucional 458 , •
177,204,206,207,211,235,238, 294,296,304,311,314,319,320, 103, 107, 113, 114, 116, 136, 141, universidad 448, 466
241, 245, 246, 247, 268, 294, 318, 321, 322, 323, 327, 334, 338, 342, 172, 175, 178, 181, 185, 207, 219, valor 35, 46, 82, 94, 104, ll2, 143, 150,
330, 367, 424,426,444, 481 345, 346, 347, 348, 356, 362, 364, 229, 238, 289, 290, 336, 409, 415, 167, 196, 235, 241, 252, 282, 286,
riesgo 43, 54,191,203,204,207,225,247, 365, 368, 379, 383, 388, 389, 402, 461, 464, 484, 496, 502, 517, 523, 485,495,508
249, 252, 254, 303, 318, 337, 407, 404, 405, 407, 408, 410, 412, 417, 526,537,538 variación 73,267,295,339,374,383,402,
409, 413, 422, 423,429,431, 465, 418, 421, 428, 431, 438, 440, 446, teoría de la organización 55, 66, 70, 84, 86, 405,406,407,408,409
488,516,519,525 447, 456, 459,.462, 463, 467., 470,
rol 108, 110,128,139, 141, 142,180,211, 472, 475, 477, 478, 479, 480, 482,,
257,501 483, 484, 488, 489, 490, 491, 493,
rutina cognitiva 292 494, 495, 496, 497, 498, 499, 501,
saber 89, 102, 151, 158, 194, 201, 202, 502, 503, 504, 508, 509, 515, 516,

548 549
1
1
1
1

1
'Quienes tuvimos la fortuna de conocer personalmente a Niklas Luhmann po- En octubre de 1993 la Universidad de Guadalajara (en México) le concedió
demos dar testimonio de su calidad humana. A pesar de su sencillez, rayana en 1
a Luhmann el doctorado honoris causa. "Recorrimos en su Compañía lugares
1
la cortedad, de su persona emanaba una profunda calidez que lo hacía preocu- ' de México, que apreciaba contemplando con una mirada que no quería perder
parse por aspectos de nuestra vida, por las preocupaciones comunes que tam- nada, porque México lo había cautivado. Visitando lugares arqueológicos hacía
bién él había tenido en sus tiempos de estudiante en Harvard. observaciones siempre profundas, poniendo a prueba sus hipótesis, haciendo
En Chile le fascinaron las festividades religiosas. El azar quiso hacerlo tes- sociología comparada".
tigo de un momento crucial para los chilenos: estaba en Santiago para el plebis- Aquí nos encontramos en las ruinas de una iglesia rodeada por la lava de!
cito que decidió el ·retorno a la democracia. Años después, en Bielefeld, sacaba volcán Paricutín, en el estado de Michoacán, México.
ejemplos de lo que había visto y recordaba". De izquierda a derecha, Dario Rodríguez, Niklas Luhmann .
Foto tomada en casa de Darío Rodríguez en Santiago de Chile, octubre de
1988.
De izquierda a derecha Darlo Rodríguez, Niklas Luhmann, Cannen Paz
Rodríguez. , .

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