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INTRODUCCION
Este artículo repasa cuatro puntos clave que dan inicio a las ciencias sociales y que en
gran medida permiten entender sus limitaciones actuales: la distribución geopolítica de las
ciencias sociales durante su origen; el establecimiento de las fronteras disciplinares; la creación
de métodos específicos para cada ciencia social; y el momento histórico en que las ciencias
sociales nacen. Immanuel Wallerstein, (2011),
Con relación a la distribución geopolítica de las ciencias sociales, hace referencia a que se
produjeron y reprodujeron en cinco lugares geográficos: Gran Bretaña, Alemania, Italia, Francia
y Estados Unidos (Wallerstein 1996); esto indica que el investigador tiene efectos sobre la
manera en que observa, lo que en últimas afecta también el resultado final de la investigación
sobre el objeto estudiado; esto marcó la manera en que hoy se entiende la sociedad.
Es por eso que con la institucionalización de las ciencias sociales "tuvo lugar en el
momento en que Europa estaba finalmente confirmando su dominio sobre el resto del mundo"
(Wallerstein 1996:32). Lo anterior llevó a preguntarse por la superioridad relativa del proyecto
europeo sobre el resto de culturas, lo que terminó en explicaciones de tipo darwinista que hasta
hoy se utilizan para entender el desarrollo social como un proceso que empezó en la antigüedad y
terminó en la sociedad moderna europea. Autores centrales del momento como Immanuel Kant o
Friedrich Hegel, entre otros, asumieron que la sociedad moderna europea representaba la
realización de la razón universal (Walsh 2007).
Para adentrarnos un poco más sobre la temática, se darán a conocer ciertas definiciones
de colonialidad del saber, una exposición de los recursos metodológicos que se han utilizado
para examinar los elementos eurocéntricos de las ciencias sociales en el mundo, una propuesta
metodológica y la existencia de un paradigma colonial en la producción académica de teoría
política en Colombia.
La colonialidad del saber es solo una de las esferas que permiten entender la dinámica de
la colonialidad como eje estructurador de las relaciones sociales que han permitido el dominio de
occidente sobre el resto del mundo. La esfera a la que se hace referencia podría ser entendida
desde la imposición del eurocentrismo como la única forma de conocer el mundo, es decir, la
colonialidad del saber implica la negación de la producción intelectual alter (indígena, afro,
chicana, femenina, etc...) como conocimiento (Walsh 2007). En el colonialismo la negación que
acaba de citarse solo necesitaba como argumento el color de la piel, hoy se manifiesta de
maneras más sutiles pero no por eso menos racistas. Los conocimientos subalternos no se
rechazan ahora bajo la premisa de la raza, se rechazan ahora bajo la premisa del saber científico,
saber supuestamente objetivo, neutral, y des-localizado.
Por otro lado, Edgardo Lander, reconoce que una de las consecuencias más importantes
de la colonialidad del poder fue la creación de instituciones que permitieran mantener el control
sobre el conocimiento; la primera de ellas, fue la encomienda; lugar donde los indígenas debían
olvidar todo lo que los hacía ellos mismos para adoptar lo que los haría casi europeos, también
las universidades contemporáneas funcionaban como guardias y defensores del saber
eurocéntrico, impidiendo que visiones del mundo diferente alcanzara la misma legitimidad, a
este dispositivo de control sobre el conocimiento es bautizado por Lander como la colonialidad
del saber.
Ahora para desglosar un poco más los postulados anteriores se expondrán tres conceptos
esenciales para identificar la colonialidad del saber: el mito moderno, el pensamiento abismal, y
la hybris del punto cero. El mito moderno es la construcción discursiva que permitió a Europa
administrar el mundo en su posición de centro administrativo del mismo, posición que obtuvo en
el siglo XVI. De acuerdo con este mito, el mundo puede dividirse en dos partes, la civilizada y la
bárbara. Europa representa el lado civilizado mientras el resto representa el lado bárbaro. Europa,
por su posición superior, debe llevar la civilización al mundo bárbaro, culpable de su propia
barbaridad, por los medios que sean necesarios; entonces es posible decir que la colonialidad del
saber se entiende desde ese concepto a partir de la creencia eurocéntrica de la superioridad
Europea, superioridad que legitima la imposición del proyecto moderno al resto del mundo.
Esto indica entonces que la colonialidad del ser, es entendida como “la dimensión
ontológica de la colonialidad, es decir; un exceso ontológico que ocurre cuando seres particulares
se impone sobre otros, y además encara críticamente la afectividad de los discursos con los
cuales el otro responde a las supresiones como resultado del encuentro” (Escobar 2005: 35). En
pocas palabras nuestro gobierno opera sobre nosotros como patrón de poder, imponiéndonos
cada día distintas normatividades que de una u otra forma calan en el desempeño de nuestros
estudiantes y nos obliga a laborar con pocos recursos y materiales didácticos para un mejor
proceso de aprendizaje.
En lo que tiene que ver con la colonialidad del saber permite entender la dinámica de la
colonialidad como eje estructurador de las relaciones sociales que han permitido el dominio de
occidente sobre el resto del mundo. La esfera a la que se hace referencia podría ser entendida
desde la imposición del eurocentrismo como la única forma de conocer el mundo, es decir, la
colonialidad del saber implica la negación de la producción intelectual alter (indígena, afro,
chicana, femenina, etc…) como conocimiento, por lo cual queda entendido que la educación en
nuestro país se caracteriza por los abismos o picos entre lo rural-urbano, público-privado y entre
las diferentes clases sociales y aún más estamos regidos por distintos estatutos para ejercer
nuestra profesión docente, de allí que los docentes hoy nos encontramos vinculados por
regímenes diferentes, llamase afro descendientes, indígenas, en propiedad, OPS y decreto 1278 o
maestros de estatuto nuevo.
En los últimos años el objeto de las ciencias sociales sufre un proceso de mutación cada
vez más definido. Siguiendo el influjo de llya Prigogine, Pablo González-Casanova (2004:124)
señala que la "complejidad obliga a cambiar los comportamientos epistemológicos" de la
investigación de las ciencias sociales, ya no se trata de la búsqueda de certidumbres, de leyes
determinantes, ahora la ciencia define el proceso de investigación como "una acción en busca de
posibilidades" creativas. Por lo tanto nos toca inducir a nuestros niños, niñas y jóvenes a la
innovación, al emprendimiento y a la investigación de forma creativa y con soluciones a los
problemas del contexto donde se desempeñan.
Esto es, pensar en un docente alternativo que sepa conjugar la teoría con la práctica, que
transite desde un rol de ejecutor de tareas a uno de autor protagónico de su quehacer pedagógico,
que gire en torno al diálogo- estudiante- saber-maestro y sociedad.
Sin embargo, el camino hacia la transformación docente aún es una pretensión, en las
escuelas, hace falta que los maestros se comprometan, acojan y aprovechen las diferencias como
recurso pedagógico permitiéndoles construir sentido acerca de si mismos, de los demás y del
entorno en que viven; Parafraseando a Florentino Sanz: falta que los maestros aprendan a
trabajar con lo otro y con los otros en términos de complementariedad y no de competitividad, de
dominación u oposición (Sanz, 2002).
WEBGRAFIA
http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20181113022418/Educacion_popular.pdf
https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-554X2008000100001
file:///C:/Users/User/Downloads/Dialnet-EnriqueDusselYElPensamientoCriticoDeLaLiberacion-
5879077%20(2).pdf
BIBLIOGRAFIA