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Ciencia naturista ancestral está al servicio del pueblo.

Culturas.
Edwin Conde Villarreal

Tiwanacu-Cambio

El amauta Rufino Patzi escribió una obra sobre medicina natural que recopila fórmulas curativas y
recetas de comida nutritiva y saludable.

“La ciencia naturista milenaria que ha sido transmitida de forma oral de generación en
generación, está basada fundamentalmente en el conocimiento profundo de plantas y hierbas
medicinales, como también de los rituales ancestrales que se continúan practicando en las riberas
del lago sagrado, el Titicaca, el altiplano, los valles y las regiones tropicales de nuestro territorio”,
dijo el amauta (sabio aymara) Rufino Patzi.

La obra denominada La salud por la medicina natural y cultura qullana-aymara de Patzi


incluye una variedad de recetas, técnicas de preparación de una farmacia herbolaria, índice de
plantas medicinales y conceptos sobre la cosmovisión andina.

“El lenguaje con el que fue escrito el libro es moderno y sencillo como un aporte para que nuestros
hermanos qullanas-aymaras, quechuas y de otros pueblos, puedan asimilar la medicina natural y
en muchos casos enriquecerla”, aseveró el autor de la obra. La utilización de las plantas
medicinales es un gran servicio que se puede prestar a la humanidad, encaminados en un equilibrio
permanente que debe existir entre el hombre y la naturaleza del universo divino, añadió.

Rufino Patzi que es oriundo de Tiwanaku, ha desarrollado su conocimiento sobre la medicina


natural por más de 40 años. Su experiencia sobre la ciencia ancestral le permitió conocer varios
países de la región latinoamericana, donde amplió sus conocimientos con el objetivo de difundir la
importancia que tiene el mantener la buena salud, a través de la naturaleza.

El amauta naturista, fundó en la década de los 70 el Instituto Nacional de Medicina Natural del
Qullanansaya-Bolivia y el Centro de Estudios de Medicina Natural y Cultura Qullana-Aymara,
ambas instituciones se mantienen activas en la localidad de Sirkipata-Waraya, en la jurisdicción de
Tiwanaku.

En el texto con más de 300 páginas, se incluyen una serie de dibujos y descripciones de las plantas
medicinales, además de las características de hortalizas y frutas, recetas de comida nutritiva y
régimen de salud para diversas dolencias.

Patzi considera que el pueblo debe conocer sobre la medicina natural como una opción frente a la
“medicina mercantilizada que fue traída por los conquistadores durante la colonia española y que
actualmente lucra y comercializa con los enfermos”. El experto explicó que dedicó casi toda su
vida a la investigación sobre los valores y grandes cualidades que tiene la naturaleza a través de las
plantas, para curar enfermedades y devolver el equilibrio físico y mental de quienes sufren
dolencias que no pueden ser tratadas con la medicina académica.

El autor dedicó su obra a las primeras naciones y pueblos que se establecieron en el Wiñay Marka.
“A esos pueblos que hasta hoy permanecen marginados y olvidados en sus más fundamentales
necesidades de salud y educación, fue dedicada esta obra que recopila fórmulas curativas para
diferentes enfermedades”, aseveró Patzi, el amauta de Tiwanaku.

Caminos incas y la salud de los chaskis.


Los arqueólogos revelaron que en los caminos líticos de los incas se descubrió canales a los
costados que servían para el cultivo de las plantas medicinales. “Los chaskis o mensajeros del
imperio Inca que usaban las prolongadas rutas de piedra, disponían al igual que los viajeros, de
las plantas curativas, si sufrían algún malestar o dolencia”, explicó el arqueólogo boliviano
Eduardo Pareja. Aseveró que el uso de las plantas medicinales fue practicado por las civilizaciones
prehispánicas como un conocimiento ancestral que aún mantienen los pueblos.

Para Pareja los antiguos ecosistemas albergaban una infinidad de hierbas medicinales, muchas de
ellas, es posible, ya desaparecidas. Otra teoría arqueológica plantea el uso de plantas para el
ablandamiento de las rocas que fueron talladas en Tiwanaku.

El investigador Guillermo Lange informó que aún existen plantas en la región de la Amazonía que
son usadas para ablandar las piedras. “Las civilizaciones milenarias como la de Tiwanaku
conocían la fórmula secreta para suavizar las piedras con el uso de determinadas plantas”, dijo
Lange.

Ciencia natural.
Equilibrio. El físico, mental y espiritual, es el que nos permite mantener una buena salud en base a
la naturaleza.

Preceptos. Los del hombre y mujer qullana aymara recomiendan respirar siempre el aire puro para
la curación.

Alegría. Se aconseja cultivar todas las virtudes posibles en la vida, procurando siempre estar
alegres.

Agua. Debe ser bebida en lo posible natural, y mantenerse constantemente sobrios, para el bienestar
de la salud.

Frutas. Por su valor nutritivo y medicinal deben ser consideradas como el mejor alimento que
ofrece la naturaleza.

Quinua. Es un cereal que tiene un gran valor nutritivo, alimenticio y medicinal con vitaminas y
proteínas.

Recolección. Cada planta tiene una determinada época para ser recogida, en el altiplano se suele
colectar las hierbas entre febrero y abril.

Diferenciación. Las plantas medicinales pueden ser diferenciadas por sus propiedades entre cálidas
y frescas.
Botiquín. Puede ser uno alternativo con plantas que pueden usarse en infusiones simples para
dolencias comunes y tratables de forma natural.

El estante de cambio.
La innovadora edición del amauta Rufino Patzi incluye una serie de fórmulas medicinales y un
variado régimen de salud para diferentes dolencias.

El valor nutritivo de determinadas frutas permite seguir una dieta beneficiosa para el organismo. Un
diccionario de plantas posibilita a la vez, conocer al lector la infinidad de hierbas y su uso
adecuado.

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