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Enseñanza de las Ciencias Naturales III – Prof.

Alejandra Yuhjtman
Unidad I: Enseñanza de los temas de física en la escuela primaria. Las fuerzas y el movimiento.

Apunte de cátedra Nº 1
El concepto de fuerza desde la perspectiva científica
Más de una vez habrán tenido la oportunidad de ver alguna de esas terroríficas películas de miedo.
Entre los diversos recursos cinematográficos que los cineastas y guionistas utilizan para
provocarnos el susto (o “el jabón” diría mi abuela…) está el repentino movimiento de los objetos.
Dicho en criollo: “que las cosas se muevan solas”. ¿Pero por qué nos da miedo que las cosas se
muevan “solas”? Pues en la física encontramos una respuesta: nos encontramos ante la
percepción del efecto de alguna fuerza, pero no podemos identificar quién o qué la ejerce.
Entonces, suponemos que el que produce la fuerza es algún tipo de fantasma, espíritu, u otro
habitante de la fauna supernatural. Para ponerse a prueba a ustedes mismos antes o después de
estudiar este tema, les sugiero que vean en compañía de su familia y/o amigos la película
“Actividad Paranormal”.

La rama de la física que se ocupa de estudiar las fuerzas es la mecánica. En esta área se estudian
los movimientos y las deformaciones que sufren los materiales. Llamamos fuerzas a las causas
capaces de producir alguna modificación mecánica: deformación, cambio en el estado de
movimiento de un objeto o sistema de objetos, o limitación en su movimiento.
Las fuerzas no son cosas que se puedan ver, tocar o percibir de algún modo. Son conceptos, o
abstracciones, que hacemos y utilizamos las personas para comprender mejor el mundo que nos
rodea.

No obstante, sí podemos percibir algunos fenómenos en relación con las fuerzas:

 El o los efecto/s que produce

 El objeto o cuerpo que ejerce la fuerza

 El objeto o cuerpo que recibe la fuerza

En realidad, las fuerzas son el concepto que caracteriza la interacción entre dos cuerpos u objetos.
Si un objeto ejerce una fuerza sobre otro, se dice que los dos objetos interactúan. Entonces, no es
del todo correcto decir que hay un objeto que ejerce la fuerza y otro que la recibe, sino que ambos
hacen las dos cosas.

Clasificación de las fuerzas

Las fuerzas, como todo aquello que se estudia en un contexto científico, se clasifican en distintos
tipos. Podemos diferenciar dos grandes grupos: las fuerzas ejercidas por contacto y las fuerzas
ejercidas a distancia. Las fuerzas por contacto son aquellas que, para producirse requieren que los
objetos que interactúan estén en contacto. Entre ellas están: las fuerzas elásticas, las fuerzas de

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fricción, ya sea entre sólidos, líquidos y gases, las fuerzas de empuje que ejercen los fluidos sobre
otros objetos y las fuerzas de vínculo.
Las fuerzas que se ejercen a distancia son aquellas que no requieren de contacto para que se
produzcan. Estas son la fuerza de atracción gravitatoria, y la atracción o repulsión entre cargas
eléctricas e imanes.

Para ir teniendo en cuenta…


¿Cómo se transmite de un objeto a otro la acción de estas fuerzas a distancia? ¿Hay un “algo” que lleva la
información de uno a otro de que deben ser atraídos entre sí, o repelidos? Este es un gran misterio, que llevó
a los científicos siglos de encarnizadas discusiones y un arduo trabajo.

La representación de las fuerzas

En cada una de las siguientes situaciones. ¿Cómo dibujarías la fuerza que se efectúa sobre la
pelota? En todos los casos considerá el momento del impacto entre la pelota y el objeto que la
toca o golpea.

Las fuerzas no son entidades perceptibles, y por lo tanto, son difíciles de caracterizar. En la
matemática podemos encontrar los recursos que necesitamos para esto. Las fuerzas pueden
identificarse mediante el uso de una herramienta matemática denominada vectores. A nosotros
no nos va a interesar en forma completa la descripción vectorial de las fuerzas, pero sí nos vamos a

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quedar con su representación. Nos va a alcanzar con saber que las fuerzas se pueden representar
con flechas. Su uso nos permite representar tres de sus características:

Vector o flecha Característica de la fuerza


Longitud Intensidad de la fuerza
Inclinación Dirección de la fuerza
Ubicación de la base y la punta Sentido

Ejemplo:

IMPORTANTE:
La flecha que representa cada fuerza SIEMPRE se dibuja saliendo del objeto que recibe la fuerza.
Esto se debe a que estas representaciones las hacemos para conocer el efecto que produce la o las
fuerzas. Y este efecto se va a producir en el objeto que la o las recibe1.

La medición de la intensidad de las fuerzas

Estamos bastante habituados a referirnos a las fuerzas cuando las personas o los animales
hacemos fuerza sobre algo. Entonces, podemos identificar con facilidad cuando las hacemos con
mayor o menor intensidad. Por ejemplo: si queremos abrir un frasco de mermelada y no lo
logramos, sabemos que si hacemos “más fuerza” podríamos abrirlo.

La intensidad de una fuerza es una magnitud que nos interesa medir. ¿Cómo se la mide? ¿Con qué
instrumento?

No es sencillo medir la intensidad de una fuerza. Es posible hacerlo en algunas situaciones, pero en
forma indirecta, es decir, mediante la medición de alguno de sus efectos. El instrumento más
simple se conoce como dinamómetro. Se trata de un resorte dentro de un tubo, que se estira

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Un poco más adelante complejizaremos esta idea acerca de la diferencia entre el objeto que ejerce y
recibe una fuerza, con el estudio de la Tercera Ley de Newton.

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según la fuerza que se ejerza sobre él. El tubo que lo contiene está graduado, de manera que a
cada longitud del resorte le corresponde un valor de fuerza.

Las unidades en que se mide la intensidad de las fuerzas son principalmente los Newton (N). Para
tener una idea de su valor: si colgamos de un dinamómetro una bolsa con una naranja, marcaría
aproximadamente un valor de 2N.

Las fuerzas y sus efectos

Las fuerzas pueden ser ejercidas por personas y animales, como también por objetos. Por ejemplo,
en la situación del dibujo, el florero está apoyado sobre la mesa. Esto quiere decir que la mesa
está ejerciendo una fuerza sobre el florero, y su efecto es mantenerlo en equilibrio.

Algo equivalente sucedería con el jarrón si en lugar de ser sostenido por la mesa, lo sostiene una
persona con sus manos. Para esto, la persona ejerce una fuerza sobre el jarrón hacia arriba, pues
debe “compensar” la fuerza de gravedad, que “tira” el jarrón hacia abajo. El efecto que se produce
sobre el jarrón es el mismo para ambos casos, por lo tanto, la intensidad, dirección y sentido de la
fuerza también es la misma para ambas fuerzas.

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Analizar con cuidado los efectos de las fuerzas nos permite elaborar generalizaciones acerca de
ellas, es decir utilizar el mismo concepto para explicar una gran variedad de situaciones. Para
identificarlos y utilizarlos de esta manera, los dividimos en tres tipos2.

1) El cambio en el estado de movimiento

El estado de movimiento de un objeto, está dado por:

 La rapidez con que se mueve


 La dirección en la que se mueve
 El sentido con el que se mueve

Veamos algunos ejemplos de cambio de alguna de estas características.

Cambio de rapidez (aumento)


Un nene que se tira por un tobogán de agua, ni bien se sienta en el tobogán su rapidez es
aproximadamente nula. Luego, a medida que se desliza hacia abajo, su rapidez aumenta.

Cambio de rapidez (disminución)


Un esquiador se desliza en la nieve. Cuando deja de impulsarse, en una zona plana, su rapidez
disminuye, hasta detenerse por completo.

Cambio en la dirección del movimiento


Una pelota de fútbol llega a los pies de un jugador, en medio de un partido. El jugador la patea al
arco, cambiando su dirección.

Cambio en el sentido del movimiento


Un nene juega en una hamaca. Su movimiento es de vaivén: cuando la hamaca llega a su máxima
altura, cambia el sentido de su movimiento.

2) Las fuerzas que limitan el estado de movimiento: las fuerzas de vínculo

Las fuerzas de vínculo son aquellas fuerzas que o bien se podría decir que “sostienen” un objeto, o
también que limitan la trayectoria del movimiento de un objeto. Por ejemplo, las fuerzas que
producen los rieles, las rampas o los hilos que sostienen un objeto colgado.

Por ejemplo, la fuerza que ejerce el cable que sostiene la lámpara del dibujo, es una fuerza de
vínculo, pues esta fuerza “compensa” la fuerza de gravedad que actúa sobre el objeto debido a su
interacción con la Tierra, y mantiene a la lámpara en equilibrio. En el último de los ejemplos, la
trayectoria de la pelota no sería la misma si la superficie sobre la que rueda fuera distinta.
Entonces, la fuerza que ejerce esta superficie sobre la que rueda, se considera como una fuerza de
vínculo.

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En realidad, los tres efectos de las fuerzas responden a conceptos científicos que iremos desarrollando
paulatinamente durante la materia.

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En todos los casos, la fuerza de vínculo es perpendicular a la superficie de contacto entre los
cuerpos, por lo que habitualmente también se las llama fuerzas normales.

3) Efectos de deformación

Este efecto es diferente de los dos anteriores, pues no se refiere al movimiento. Cuando los
objetos se deforman debido a la acción de una o más fuerzas, hay que considerar la superficie que
recibe la fuerza. Es decir, no alcanza con tener en cuenta el objeto como un todo, como lo hicimos
en los efectos 1 y 2. Un ejemplo de esto resultará esclarecedor. Si presionamos con un palito sobre
la palma de una mano, no causaremos demasiada molestia. Sin embargo, si hacemos la misma
fuerza pero con un alfiler, el efecto es otro. Aquila diferencia está en la superficie de contacto. En
el caso del palito la superficie es mayor que en el caso del alfiler. La relación entre fuerza y
superficie es lo que se conoce como presión. Se puede ejercer una presión muy grande, aunque la
fuerza lo sea, si se trata de una superficie pequeña.

Las primeras ideas sobre los cambios en los objetos

En los ejemplos dados hasta ahora, los efectos y/o las fuerzas son bastante evidentes. Sin
embargo, existen muchas situaciones en las que esto no es tan fácil, y son situaciones cotidianas.
Es por esto que son tan comunes las explicaciones intuitivas. Como ocurre con muchos otros
conceptos científicos, este tipo de explicaciones está bastante emparentado con aquellas primeras
ideas de las que tenemos registro. En este caso, se trata de las ideas de Aristóteles, filósofo griego
que vivió alrededor del año 350 antes de Cristo.

Las ideas de Aristóteles nos interesan además porque fueron las que prevalecieron durante la
última parte de la Edad Media hasta el Renacimiento. Las ideas acerca de las fuerzas y el
movimiento como las estamos estudiando, se pusieron en discusión con las ideas aristotélicas
cuando fueron gestadas, a lo largo de varios siglos.

El movimiento según Aristóteles

Uno de los temas de interés para Aristóteles, eran los cambios. Él distinguía entre potencia y acto.
El cambio es precisamente, el tránsito entre potencia y acto. A partir de esta idea, diferenciaba
materia de forma. La materia es lo pasivo de las cosas, mientras que la forma son las propiedades
que tienen implícita la potencia, que explica los cambios. Por ejemplo, una semilla es, en acto, una

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semilla, pero es en potencia un árbol. Entonces, para Aristóteles, forma y materia determinan la
naturaleza de las cosas, y por lo tanto su comportamiento natural. Siguiendo el ejemplo, germinar
es parte de la naturaleza de la semilla, así como también la caída es natural para una piedra. En la
filosofía aristotélica, estos cambios persiguen una finalidad.

La transición entre potencia y acto, solamente se produce si actúa algún agente activo. En las
palabras de Aristóteles: “todo lo que cambia debe ser cambiado por algo”. Sin embargo, estos
agentes pueden ser intrínsecos o extrínsecos a los objetos. El primer caso, es el que corresponde al
ejemplo anterior de la piedra que cae o la semilla que germina. El segundo, podría corresponder a
una piedra que se levanta del piso, o una flecha que se dispara con un arco. Estos dos tipos de
cambio, Aristóteles los denomina como cambios naturales y cambios violentos o forzados.

En particular para el caso del movimiento de las cosas, en la filosofía aristotélica, cualquier
movimiento se explica a partir de la forma de las cosas, y un agente activo que puede transformar
en acto su potencia. Este agente activo puede ser natural o forzado, pero en todos los casos, los
cambios que se producen debido a ellos tienen una finalidad subyacente.

Volviendo al ejemplo de la piedra: ésta cae por su propia naturaleza, y la finalidad de este cambio
es la búsqueda de su “lugar natural”, que es el “centro de la Tierra”. El humo que se eleva, y nunca
cae, lo hace así porque es su naturaleza. Estos son los dos posibles cambios naturales para
Aristóteles: movimientos directamente hacia arriba, o directamente hacia abajo. Será uno u otro
según la naturaleza propia de las cosas. Los movimientos circulares también estaban dentro de los
posibles cambios naturales, pero solamente podían producirse en los cielos.

El movimiento violento en principio parece sencillo y evidente. Algunos ejemplos podrían ser la
imposición de movimiento a un barco por parte del viento, o el movimiento de un carro otorgado
por un animal o una persona que tira de él. Sin embargo, hay casos en los que aparecen
complicaciones, que Aristóteles logró explicar con algunas ideas que “se escapan” de lo
perceptible. Por ejemplo, la cuerda de un arco mueve la flecha al dispararla, pero después, para
continuar su movimiento se hace necesario invocar otro agente activo. Aristóteles imaginaba que
había una brecha en el aire que causaba un efecto de apriete en la parte trasera de la flecha. Esto
sucedía a medida que el aire se iba corriendo, para evitar que se formara el vacío en el recorrido
de la flecha.

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A ver qué se entendió de todo esto…

1. Mencione un ejemplo para cada uno de los efectos de las fuerzas, distinto al mencionado
en este texto. Haga un dibujo de cada situación, e intente representar la o las fuerzas que
producen dichos efectos.

2. Diga qué tipo o tipos de fuerzas actúa en cada caso: por contacto o a distancia.

I. II.

III. IV.

Descripción de cada una:

I. Fuerza entre el imán y las bolitas de hierro.


II. Fuerza Normal y Fuerza Peso (considerar las dos).
III. La fuerza que hace el hombre para levantar la pesa.
IV. La fuerza de gravedad entre la Luna y la Tierra.

3. De las siguientes situaciones, identifique en cuáles se produce uno de los efectos de las
fuerzas y en cuáles no. En caso afirmativo, diga de qué efecto se trata.
a. Un nene anda en bicicleta con una rapidez de 5 km/h, en línea recta.
b. Un autito de juguete se desliza por una alfombra. Luego de unos segundos se
detiene.
c. Una manzana se cae de un árbol muy alto, y llega hasta el suelo.
d. Una nena anda en bicicleta con una rapidez de 5 km/h, y dobla en una esquina.
e. Una pelotita de tenis se hace picar en el suelo.
f. Un vaso de vidrio se cae al piso y se rompe.

4. En las situaciones de las siguientes fotos y dibujos, represente todas las fuerzas que pueda
identificar.

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5. Escriba cómo explicaría cada una de las siguientes situaciones un “aristotélico”. Luego,
explique la situación según la perspectiva científica actual (fuerzas y efectos).

a. Una manzana se cae de un árbol muy alto, y llega hasta el suelo.


b. Una pelotita ruda por el suelo. Va disminuyendo su rapidez, hasta que se detiene.

6. Relacione las explicaciones anteriores con sus ideas intuitivas acerca de las fuerzas y el
movimiento.

7. Lea la siguiente explicación y piense si es o no aristotélica. Escriba todas las razones por las
que lo considera así.

Algunos cuerpos, como la madera o el corcho, están formados de tal manera que una
parte de sus elementos constituyentes son de tierra y otra parte de aire. Si la cantidad de
tierra es mayor que la de aire el cuerpo se hundirá si lo colocamos en la superficie de un
estanque, pero lo hará más lentamente que si fuese solamente de tierra. Por el contrario, si
la cantidad de aire es mayor que la de tierra el cuerpo flotará, ya que la tendencia a
dirigirse a la esfera de aire es superior a la de descender a la esfera de tierra.

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