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Los delitos dolosos cuentan con el dolo en su contenido.

Con respecto al dolo, se


ejecutaría cuando el sujeto sabe y quiere la realización de los elementos de la tipicidad
objetivo. Dentro de este concepto, encontramos dos elementos relevantes:
cognoscitivo y volitivo. El elemento cognoscitivo abarca el saber qué es lo que el
sujeto realizaba. Por otro lado, el elemento volitivo comprende el querer hacer eso que
se sabe. Se encuentra necesario analizar estos dos aspectos; ya que, si no se
presentan no podríamos hablar de dolo. Dado el supuesto de hecho de análisis para
este trabajo. La respuesta conlleva a que María Teresa responda por un parricidio con
dolo directo y agravado por alevosía. Además, se pondría en manifiesto la presencia
de un error de tipo relacionado al proceso causal.  

En primer lugar, analizaremos la clase de dolo con la que actuó María Teresa. Para
poder llegar a este resultado, me he encontrado en la necesidad de analizar una de las
tres clases de dolo, el directo. Debido a que, esta clase de dolo pone de manifiesto el
supuesto en que la conducta del sujeto persigue directamente la realización del tipo
penal. En este supuesto de hecho, se contará con ambos elementos, aunque tomará
más fuerza el elemento volitivo. El querer se convierte en un elemento reforzado. 

Con respecto al caso, encontramos a María Teresa, de diecinueve años, que vivía con
sus padres y cuatro hermanos menores en el domicilio familiar. Se encontraba
embarazada. Transcurrido el periodo de gestación, sintió las molestias del parto, se
dirigió al baño y ahí es donde dio a luz a un niño bien constituido. Inmediatamente
después, y con la finalidad de acabar con la vida del recién nacido, al estimar que su
presencia sería una carga más para ella y toda su familia, lo sumergió durante quince
o veinte minutos en el agua de la bañera.  Con esa conducta, María Teresa demuestra
que siempre quiso ejecutar esa acción. Es decir, actúa con dolo directo y con
predominio del elemento volitivo en su conducta. Por último, ella pudo haber pedido
ayuda cuando sintió los dolores del parto; sin embargo, ésta se encerró en el baño
ejecutando su conducta típica de parricidio. 

Esta figura de parricidio se encuentra establecido en el artículo 107 del Código Penal,
el cual establece que “el que, a sabiendas, mata a su ascendiente, descendiente,
natural o adoptivo, o a su cónyuge o concubino, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de quince años”.

En segundo lugar, el término error de tipo resulta ser igual al desconocimiento, el


sujeto  ignora que en su conducta concurren los elementos del delito. Dentro de este,
se encontraría relacionado al proceso causal que recae sobre el modo de comisión del
delito. Debido a que, al retirar María Teresa al bebe del agua creyó que lo había
ahogado; sin embargo, en ese momento se le desliza de entre las manos cayendo de
cabeza al suelo, que determinó su muerte como causa fundamental. Además, se
podría referir que se trata de un supuesto especial, el dollus generalis; debido a que,
es la conducta de María Teresa la que termina ejecutando el resultado muerte, pero lo
ejecuta a través de una conducta distinta a la que inicialmente había planificado e
incluso que desconocía este hecho. Pues, cuando se le cae de la mano, ella ya lo
presumía muerto producto de haberlo ahogado, aunque en realidad el bebé
probablemente solo se encontraba desmayado. 

En síntesis, este error de tipo sería irrelevante, pues siempre se buscó el resultado de
la muerte del bebé. Por lo que, María Teresa responderá por un parricidio con dolo
directo y agravado por alevosía, porque ella a sabiendas ejecuta la acción.  

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