Sunteți pe pagina 1din 2

5 Grandes lecciones como Psicólogo

Web: https://abrilolivares.com/5-grandes-lecciones-como-psicologo/?
fbclid=IwAR3pyqNPNZxfkJIIiBkuiwoKcpggUSbzCf83DzubeBX0RKYHyve9DcBRNXU

Soy de Perú y soy Psicólogo Clínico. Tengo 8 años de experiencia terapéutica y a mis
31 años puedo decir que he aprendido muchas cosas en el camino. Me he equivocado
mucho, desde luego, pero también he aprendido mucho. He conocido gente
extraordinaria que me ha permitido crecer como persona y profesionalmente. Y como
primer post en este blog, quería darles algo más íntimo y personalizado. Así que les
comparto mis 5 lecciones más importantes en este camino de la Psicología. Espero les
pueda ser de utilidad, ya que no va dirigido sólo a psicólogos, sino a todas las personas
en general.

Practicidad
Cuando salí de la universidad me gustaba mucho las teorías de Freud y el
Psicoanálisis, por lo que pensaba que para ayudar realmente a las personas debías
llegar a la profundidad oculta de su mente, y así descubrir las causas que provocaban
sus males. Entonces, digerí una afición en descifrar el lado oculto de la mente, en vez
de centrarme en soluciones más sencillas y prácticas. Aprendí, un poco a la mala, que
las creencias es una parte fundamental en la salud mental y física de las personas. Y
son estas, justamente, la base de la Terapia Cognitiva-Conductual, que dicho sea de
paso, es la Terapia Psicológica de mayor eficiencia demostrada en estudios científicos.
Así que en vez de pensar en las causas y de remontarse a la niñez, cosa que no me
parece mal, es también importante centrarse en soluciones prácticas que involucran el
presente, y buscar el cambio de creencias irracionales que puedan estar provocando
conductas y emociones disfuncionales en nuestra vida cotidiana.

Emociones
Las emociones son el eje central de nuestras vidas. Yo creo que cuando trabajas en la
ayuda hacia otras personas, tienes que ser un apasionado de las emociones y de los
vínculos sociales. Tal vez no seas el mejor psicoterapeuta del mundo, pero si logras
crear conexión emocional, créeme que estarás logrando el 50% de tu objetivo
terapéutico. La empatía, la escucha activa, el comprender las necesidades del otro, el
validar al otro y reforzarlo positivamente, puede hacer que tu terapia avance de manera
descomunal. Y eso me hace pensar que si se fomentase un hábito social de escucha y
validación constante, cambiaría radicalmente nuestra manera de relacionarnos. Pero a
cambio de eso, somos una sociedad muy crítica, y eso no ayuda a la salud mental
pública. Así que no pierdas de vista a las emociones.

Ser uno mismo


Hay que ser uno mismo. Y este consejo va a todos los profesionales, no solo de la
salud mental sino de todos los rubros. Se nos enseña en la universidad y en las
escuelas a mantener un perfil profesional y correcto. Te dicen que debes mantener una
distancia con tus pacientes, o clientes según sea el caso, y que debes comunicarte con
un lenguaje recatado y de tecnicismos. No digo que eso sea algo malo, pero he
aprendido que un paciente se siente mucho más cómodo, y avanza más, cuando tiene
a alguien que se muestra real y que te proporciona confianza. Así ayudas a crear
comodidad; algo básico en la relación terapeuta-paciente. Por tanto, creo que a veces
dejar el sastre o la corbata puede ser producente en la mejora de los lazos laborales,
proporcionando así, una mejor conexión y trabajo en equipo. ¿Y en que se traduce
eso? En una mejor productividad… que es lo que todos buscamos al final de cuentas.
Responsabilizarse de uno mismo
He escuchado a muchas personas decirme: “¿Cómo haces para lidiar con tantos
problemas que te cuenta la gente? ¿No te cargas?” Y la respuesta es sencilla: no, no
me cargo. Y no me cargo, porque no me tomo personal los problemas de los demás.
No puedo ser yo quien se responsabilice de algo que no me compete y que no me
corresponde solucionar. Yo puedo guiar y dar recursos, y mi trabajo queda ahí. La
persona decide si realmente opta por la ayuda o no. Pero es frecuente ver que muchos
especialistas de la salud no logran desapegarse, por lo que tienen una necesidad de
ayudar y de inmiscuirse. Y eso es muy contraproducente. Nuestro rol como psicólogos
es dar autonomía; no solucionar la vida de nadie, aunque suene un poco feo y egoísta.
No podemos ser salvadores del mundo. Ni los psicólogos ni nadie. Y este consejo va
para muchas personas que hacen suyos problemas ajenos. No es sano. Ni siquiera es
bondad. Es apego. Y un mal apego, el cual debe saber resolverse si es se quiere vivir
una vida mejor.

Hay que estar preparado


Y con esto me refiero al aprendizaje. Debemos capacitarnos constantemente, ser
autodidactas, tener amor por el saber. No solo los psicólogos, sino todo aquel que
brinde un servicio. Si algo no sabes, pregunta. Si no sabes qué hacer con un problema,
pide ayuda. No saber no está mal. Lo que está mal es quedarte con la duda y no darle
solución. Eso sí que te trae problemas, y a mí me trajo problemas. Pero para que
tengas esa motivación de aprender y estar metido en el tema constantemente, tiene
que apasionarte lo que haces. Si no te apasiona, si no le tienes gusto, entonces tal vez
deberías analizar tu vocación. Dilemas vocacionales existen en todas las etapas de la
vida. Y es bueno replanteárselo siempre. No es una cuestión de adolescentes. Así que
buscar la excelencia es un valor muy preciado, pero cuidado con caer en los extremos,
y a ello me refiero al perfeccionismo y a la intolerancia al error o al no saber.

S-ar putea să vă placă și