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SOLICITA SUSPENSION DEL JUICIO A PRUEBA

Sr. Juez:

JUANA PEREZ, DNI 22.333.444 conjuntamente con mi letrado defensor


SANCHEZ HERNESTO (Tº 2 Fº 3 CPACF, CUIT 20-20333555-7 IVA
RESPONSABLE INSCRIPTO, INGRESOS BRUTOS EXENTO, LEG.
PREV. 51708/3 OPCION PROVINCIA DE BS. AS.) en virtud de la causa
n° 2233 de los registros del presente Juzgado, manteniendo el domicilio
procesal constituido en Riobamba Nº 30 - 1º Piso, Depto. "B", de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, ante S. S. nos presentamos y muy
respetuosamente decimos:

I.- OBJETO:

Que a través de esta presentación venimos a solicitar se fije


audiencia en los términos del art. 293 del Código Procesal Penal de la
Nación (en adelante CPPN), a fin de sustanciar la presente solicitud de
concesión de la suspensión del juicio a prueba a favor de nuestra pupilada
procesal, de conformidad con lo estipulado por los arts. 76 bis, ter y quáter
del Código Penal.

Cabe precisar que esta petición cuenta con la debida anunencia de


la misma, quien habiendo sido impuesta de las características y
consecuencias jurídicas que reviste el instituto, ha prestado expresa
conformidad a su acogimiento por tanto firma conjuntamente.

II.- FUNDAMENTACIÓN DE LA PETICIÓN

A.- Planteo Inicial

A la luz de una mirada armónica y en conjunto de los presupuestos


legales que hacen a la procedencia del instituto de la suspensión del juicio
a prueba, entiende esta defensa que la concurrencia de los mismos se
encuentra efectivamente verificada en el presente caso.
Asi debe señalarse, en primer lugar, que de una correcta
interpretación del art. 76 bis del Código Penal, atendiendo a los propositos
perseguidos al incorporar el instituto a nuestro ordenamiento jurídico, es
dable advertir dos supuesto de procedencia: por un lado, cuando se trata
de delitos de acción pública en los cuales el máximo de la pena
establecida no excede los tres años de prisión o reclusión (pena en
abstracto) - 1º Párrafo - ; y por otro, cuando las circunstancias del caso
permitirían dejar en suspenso la condena aplicable (pena en concreto) - 4º
Párrafo -.

Este criterio de interpretación ha sido sostenido tanto por la


jurisprudencia como por autorizada doctrina, erigiéndose como posición
mayoritaria.

En esta inteligencia, la presente solicitud se formula en los términos


del primer párrafo del art. 76 bis del Código Penal, por cuanto entiende
esta defensa que conforme el quantum punitivo in abstracto de recaer
condena sería de ejecución condicional puesto que se verifica la
concurrencia de los requisitos previstos en el art. 26 del Código Penal.

Debe tenerse en cuenta por el judicante que en la actualidad la


"tesis amplia" infra esbozada fue admitida en fecha 23 de Abril del año
2008 por nuestra Suprema Corte de Justicia de la Nación en el precedente
"Acosta, Alejandro Esteban s/ infracción al artículo 14, primer párrafo de la
Ley 23.737", momento desde el cual, ha revestido total aquiescencia por
parte de la jurisprudencia. Dicho órgano ha expresado que "(...) para
determinar la validez de una interpretación debe tenerse en cuenta
que la primera fuente de exégesis de la ley es su letra (Fallos:
304:1820; 314:1849), a la que no se le debe dar un sentido que ponga
en pugna sus disposiciones, sino el que las concilie y conduzca a
una integral armonización de sus preceptos (Fallos 313:1149; 327 :
769). Este propósito no puede ser obviado por los jueces con motivo
de las posibles imperfecciones técnicas de la redacción del texto
legal, las que debe ser superadas en procura de una aplicación
racional (Fallos 306:940; 312:802), cuidando que la inteligencia que
se le asigne no pueda llevar a la pérdida de un derecho (Fallos:
310:937; 312:1484). Pero la observancia de estas reglas generales no
agota la tarea de interpretación de las normas penales, puesto que el
principio de legalidad (art. 18 de la Constitución Nacional) exige
priorizar una exégesis restrictiva dentro del límite semántico del
texto legal, en consonancia con el principio político criminal que
caracteriza al derecho penal como la última ratio del ordenamiento
jurídico, y con el principio pro homine que impone privilegiar la
interpretación legal que mas derecho acuerde al ser humano frente al
poder estatal (...)". Añadiendo asimismo que "(...) el criterio que limita
el alcance del beneficio previsto en el art. 76 bis a los delitos que
tienen prevista una pena de reclusión o prisión cuyo máximo no
supere los tres años se funda en una exégesis irrazonable de la
norma que no armoniza con los principios enumerados, toda vez que
consagra una interpretación extensiva de la punibilidad que niega un
derecho que la propia ley reconoce, otorgando una indebida
preeminencia a sus dos primeros párrafos sobre el cuarto al que deja
totalmente inoperante (...)".
De lo descripto se advierte claramente, que el Superior Tribunal de
Justicia echó luz sobre la recta interpretación de que debe asignarse al
instituto de la suspensión del juicio a prueba, superando con holgura la
enérgica discusión gestado en torno a sus hipótesis de procedencia.

B.- Análisis del Caso: Presupuestos de Procedencia

1.- Admisibilidad del Delito:

Nuestra pupilada procesal fue indagada en virtud de lo previsto por


el artículo 94, 2º Párrafo, del Código Penal en carácter de autor lo cual fue
posteriormente confirmado por la Exma. Cámara Nacional de Apelaciones
en lo Criminal y Correccional de la Nación por entender suficiente para
cubrir los extremos sustanciales del caso el haber desviado la atención del
tránsito vehicular y producido la lesión que sufriere el Sr. XXXXXXXXXXX.
Amén de demostrar la verificación del requisito de procedencia
previsto en el artículo 76 bis es que se hace expresa mención de que el
delito enrostrado a nuestro defendido es de acción pública (conf. art. 71
del Código Penal).

2.- Condenación de Ejecución Condicional

El pronóstico de pena en abstracto que enfrenta nuestra defendida


asciende de 6 (seis) meses a 3 (tres) años.
Esta penalidad en expectativa permite la aplicación del instituto de
la suspensión del juicio a prueba a la luz del supuesto de procedencia
previsto en el primer párrafo del art. 76 bis del Código Penal, en
conjunción con lo previsto en el artículo 26 del mentado código sustancial..

Ello asi en la medida que se verifica la concurrencia de los


requisitos previsto en el art. 26 del C. P. a los fines de la procedencia de
una condenación condicional, a saber:
l Se trata de la primer condena a pena de prisión que
registraría nuestra defendida (conf. informe de antecedentes incorporado a
las actuaciones) en la cual es estimable que se impusiera el mínimo legal
(seis meses) lo cual haría pasible su imposición en suspenso.
l Las características del hecho, la personalidad moral, edad, hábitos
laborales y familiares de nuestra asistida, sumado a la evaluación
favorable de su conducta reflejada en el informe socio - ambiental que se
efectuare, demuestran, en opinión de esta defensa, la inconveniencia de
aplicar una condena de cumplimiento efectivo.

En síntesis, de acuerdo con la calificación legal endilgada, la falta


de antecedentes penal y condiciones personales de la Srita.
XXXXXXXXX, es categórico que de recaer condena en su contra, la pena
se le impondría como de ejecución suspendida, por lo que el presente
caso encuandrara en la hipotesis prevista por el párrafo 1º del art. 76 bis.
del Código Penal.

3.- Pena de Inhabilitación

No escapa al conocimiento de esta parte las vicisitudes


relacionadas con la temática de la procedencia del instituto en aquellos
casos en los que se encuentre prevista en forma conjunta la pena de
inhabilitación en el delito enrostrado.
En tal sentido, y a partir de lo sentado por el precedente Norverto
de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (Causa 326, XLI, "Recurso
de Hecho, Norverto, Jorge Braulio s/ Infracción art. 302 CP") es que se ha
admitido como procedente el instituto bajo análisis.
Amén de ello es que ciertos órganos de juzgamiento admiten su
procedencia solo en el caso en que el beneficiario de la suspensión del
juicio a prueba acepte, en forma expresa e informada, la aplicación de
dicha regla de conducta. Resulta de aplicación lo expresado por la Excma.
Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional, Sala V, en el precedente
"B., M. E. s/ Homicidio Culposo" resuelta el 21/10/2009 en el sentido de
que "(...) cabe precisar, que si bien en el fallo Norverto, el ato tribunal
se remitio directamente a la doctrina sentada en el precedente
Acosta, lo cierto es que no se hizo mención alguna a que en este
caso se trataba del delito tipificado en el art. 302 del CP, en el cual es
reprimido con pena de prisión e inhabilitación. Pese a la falta de
mención expresa sobre el punto, y mas alla de no encontrarse
debatido en el caso Acosta la procedencia del instituto para delitos
reprimidos con pena de inhabilitación, lo cierto es que la Corte
decidió en Norverto concederlo igualmente, sin hacer referencia
siquiera a un posible ofrecimiento de autoinhabilitación o a la
imposición de ese extremo como posible regla de conducta durante
el plazo de la suspensión (García Lois, Adrián, "La suspensión del
juicio o proceso a prueba", Cathedra Juridica, Buenos Aires, 2009)".
Resta destacar que a partir del mencionado precedente, la Cámara
de Casación Penal amplió su criterio aceptando expresamente la
posibilidad de utilización del instituto de la probation para los delitos
reprimidos como el que se le sigue a la incusa, exigiendose si, el
cumplimiento de dicha inhabilitación (CNCP, Sala I, causa 9.680,
"Ruarte", rta. 2/2/2008; causa 10.558, "Tavarozzi", rta. 12/12/2008;
causa 10.672, "Reynoso", rta. 27/03/2009; Sala II, causa 10.941,
"Maccha Gamarra", rta. 2/6/2009).

4.- Monto de la Multa

Conforme lo dispuesto en el artículo 76 bis y atento a que el delito


que se le enrostra a mi defendida resulta poseer pena de multa, a fin de
que ello no obste al planteo esgrimido por esta defensa, es que solicito a
S. S. se le imponga el mínimo legal con el objeto de que resulte de la
menor gravedad posible conforme los fundamentos del insituto
esgrimido.

5.- Consentimiento Fiscal


Por último y en lo que respecta a la exigencia de "consentimiento
fiscal" a los fines de la viabilidad del instituto, y sin intención de ingresar en
materia que le es ajena a esta defensa, resulta oportuno establecer
algunas precisiones en miras al favorable acogimiento de la presente
solicitud.

Asi, entiende esta defensa técnica que la verificación de los


presupuestos legales que hacen a la procedencia del instituto de la
suspensión del juicio a prueba, no corresponde al representante del
ministerio público fiscal - sobre los que siempre tendrá que expedirse en
su rol de garante del debido proceso legal -, sino a los propios
magistrados ante los cuales se formuló tal petición, en tanto se trata de
una tarea que pertenece a la función de interpretación de la ley que se
encuentra a su cargo.
De este modo, en el marco de cualquier solicitud de probation, el
representante fiscal deberá, necesariamente, expedirse en orden a la
concurrencia de los presupuestos de procedencia, e incluso, señalar la
existencia de los de improcedencia, pero la decisión final en cuanto a la
comprobación o no de los mismos estará a cargo de los jueces de la
causa, quienes podrán tener una posición distinta a la esgrimida por el
Fiscal, haciendo lugar a la suspensión del juicio a prueba cuando el
dictamen de este último tuviera como único sustento la falta de verificación
de alguno de esos presupuestos legales.
De ello se colige que, tratándose esencialmente el instituto de la
probation de un "derecho" del imputado a evitar la pena mediante el
cumplimiento de determinadas condiciones, solo la oposición fiscal
fundada en auténticas razones de politica criminal en consideración a las
particularidades que presenta el caso en concreto, podrá erigirse en
obstáculo vinculante para los jueces como impedimiento de su
procedencia.
Por el contrario, sostener la afirmación de que la falta de
consentimiento fiscal inhibe absolutamente toda posibilidad de que se
suspenda el juicio a prueba, por resultar condición sine qua non para su
eventual viabilidad, supondría de algún modo transferir al Ministerio
Público Fiscal la facultad de ejercer indirectamente funciones
jurisdiccionales que no sólo la ley y la constitución le desconocen sino
que además resultan incompatibles con cualquier modelo acusatorio
concebible.
III.- OFRECIMIENTO DE REPARACIÓN Y REGLAS DE CONDUCTA

Teniendo en cuenta el recaudo establecido en el art. 76 bis, párrafo


3º, del Código Penal, vinculado a la reparación del daño en la medida de
lo posible es que, en primer término se pone en conocimiento de S. S. que
por ante el Juzgado Nacional en lo Civil Nº 100, sito en la Avda. De Los
Inmigrantes Nº 1950, 4º Piso, los autos "XXXXXXXXXXXX" bajo el número
de expediente XXXXXXX se ha dictado sentencia haciendo lugar a la
demanda por los daños emergentes de la acción que se investiga por lo
que el daño ocasionado se encuentra satisfecho, por otro lado se ofrece a
instancias de la imputada, una suma que se juzga razonable y que
asciende a $ 1.000 (pesos mil) por todo concepto, pagaderos en dos
cuotas iguales, mensuales y consecutivas de $ 500 (pesos
quinientos) cada una.
No debe obviarse la opinion de la jurisprudencia en el precedente
"Costa Mendoza, Mercedes s/ Recurso de Casación" de fecha 12/02/2009,
en la que se señaló: "La reparación del daño causado - causal en la
que el tribunal de mérito hizo especial hincapié para denegar la
probation - no representa un requisito sine qua non para la
aplicación del instituto en cuestión. Véase en tal sentido que la ley es
clara en cuanto a que el acuerdo o aceptación de la víctima no es
vinculante. De adverso, no puede sopesarse que la suspensión del
juicio a prueba se ha instituido en beneficio del particular afectado,
sino que es abarcativo de diversas ópticas o propósitos que van
desde la política criminal, la situación penitenciaria, las
circunstancias familiares y económicas del suejto en proceso y,
sobre todo, su recuperación al medio, una nueva oportunidad, ahora
con la amenza cierta de sanción en caso de incumplimiento".

Finalmente, y a los fines de cumplir con los recaudos previstos en el


art. 27 bis del Código Penal, se fija como domicilio real de nuestra ahijada
procesal el sito en la calle XXXXXXXXXXXXX, de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, quien se someterá al control del Patronato de Liberados de
ser acogida esta petición de suspensión del juicio a prueba.
Asimismo, y en el caso que S. S. estime necesaria la realización de
tareas comunitarias no remuneradas por parte de nuestro asistido, se
propone, durante el tiempo y modalidad que se determinen en la audiencia
del art. 293 del Código Procesal Penal de la Nación, se cumplan las
mismas en la Universidad Nacional de La Matanza, sita en la calle
Florencio Varela Nº 1903 de la localidad de San Justo, Partido de La
Matanza, de donde nuestra ahijada resulta egresada como CONTADORA
y a los efectos de prestar su colaboración técnica en los cursos de grado
de dicha carrera en función docente.
Lo expuesto, sin perjuicio del cumplimiento de las demás reglas de
conducta que S. S. entienda conveniente imponer a la misma, en orden a
lo previsto en el art. 27 bis del Código Penal y en función de los arts. 76
bis y ter del mismo cuerpo legal.

IV.- PETITORIO

Sentado cuanto antecede, de S. S. solicitamos:

.1 Se designe audiencia en los términos del art. 293 del CPPN


a fin de sustanciar personalmente y junto a nuestra defendida la presente
solicitud.
.2 Oportunamente se disponga la suspensión del juicio a prueba en la
presente causa a favor de nuestra asistida, por el plazo legal y bajo las
reglas de conducta que el Magistrado juzgue razonables, de conformidad
con las prescripciones de los arts. 27 bis, 76 bis y ter del Código Penal.

PROVEER DE CONFORMIDAD
SERA JUSTICIA

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